A LA JUNTA DE GOBIERNO DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE

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A LA JUNTA DE GOBIERNO DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE MADRID
PARA ANTE EL CONSEJO DE COLEGIOS DE ABOGADOS DE LA
COMUNIDAD DE MADRID
D. EMILIO J. RAMIREZ DE MATOS, abogado en ejercicio del ICAM con el
número 62357, Presidente de la Asociación “Abogados por un Colegio Ético”, con
domicilio social a efectos de notificaciones en la Calle Reina Mercedes, número 22,
entresuelo (28020) Madrid, ante la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de
Madrid comparece y, DICE:
Que en la Junta General Ordinaria del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (en lo
sucesivo ICAM) celebrada el pasado 19 de diciembre de 2.013 se tomaron varias
resoluciones que, a juicio de esta parte, fueron contrarias a Derecho, conculcando de
forma expresa diferentes artículos de la Ley de Colegios Profesionales de la Comunidad
de Madrid, de la Ley de Colegios Profesionales, de los Estatutos del ICAM y de las
leyes que se aplican supletoriamente y el ordenamiento jurídico, en general.
Que concretamente la Mesa de la Junta, presidida por la Ilustre Decana, omitió el
procedimiento legalmente establecido para tratar las proposiciones presentadas por
colegiados al amparo del artículo 37.4 así como incumplió los artículos 24 y 36 de los
Estatutos del ICAM.
Que estimo que las resoluciones tomadas en la Junta General Ordinaria respecto de este
punto por la decana han sido nulas de pleno derecho por los motivos que a continuación
se expresan, por lo que contra las mismas vengo a interponer RECURSO DE
ALZADA sobre la base de los siguientes:
MOTIVOS
Al amparo del artículo 37.4 se presentaron, en tiempo y forma, diferentes proposiciones
que cumplían con los requisitos estatutarios previstos. Tales requisitos son:
Hasta quince días antes de la celebración de la Junta, los colegiados
podrán presentar las proposiciones que deseen someter a
deliberación y acuerdo de ésta. Dichas proposiciones deberán
aparecer suscritas, al menos, por 25 colegiados ejercientes.
Tal como consta en la Secretaría del ICAM, a la que remito para la constatación de
estos hechos y la lectura, si procede, de las proposiciones, y como se señaló al inicio del
tratamiento del punto 5 del orden del día en dicha Junta General Ordinaria se
presentaron 15 proposiciones que cumplían con estos requisitos. Tales proposiciones
fueron admitidas, con la excepción de una de ellas que, “in voce” se dijo desde la mesa
de presidencia, que presentaba una firma de abogado ejerciente menos de las exigidas.
No obstante, y para sorpresa de todos, las proposiciones fueron resumidas “a la
carrera” por la Decana, quien fue desestimando una a una el debate de las mismas
por los motivos más peregrinos y prescindiendo del procedimiento legal fijado en el
párrafo segundo del citado artículo 37.4 de los Estatutos del ICAM, que señala:
Las proposiciones que cumplan los requisitos anteriores serán leídas
en la Junta General que decidirá, por mayoría, si procede o no abrir
debate sobre ellas. En caso afirmativo se permitirán, sucesivamente,
dos turnos a favor y dos en contra, y se someterán a votación. A juicio
del Decano podrá ampliarse el número de turnos de forma razonable,
siempre que la complejidad e importancia de la proposición lo
requiera, manteniendo el equilibrio de las intervenciones.
Es decir, la Decana usurpó las funciones atribuidas legalmente a la Junta General,
ya que fue la Decana, y no la Junta General por mayoría, quien decidió acerca de la
procedencia de abrir debate sobre las mismas. Obstaculizando en todas y cada una de
las proposiciones admitidas, sin excepción, el ejercicio de gobierno que le corresponde a
la Junta General, integrada por todos los colegiados, en calidad de órgano soberano de
decisión del Colegio, art. 36.1 de los Estatutos del ICAM, que señala:
36.1. La Junta General, integrada por todos los colegiados, es el
órgano soberano de decisión del Colegio.
Esta actuación por parte de la Decana supone un flagrante atentado contra el poder
soberano de la Junta General, tomando una decisión autoritaria, arbitraria y
totalitaria que en nada se compadece con el debido respeto que un abogado debe
observar hacia las leyes y el funcionamiento democrático que debe regir toda actuación
en un país democrático como el nuestro y en la dirección de los destinos de un colegio
profesional tal y como se expresa, entre otros, en el artículo 15 de la vigente Ley de la
Comunidad de Madrid 19/1997, de 11 de julio, de Colegios Profesionales de la
Comunidad de Madrid, que establece:
Los Estatutos deberán asegurar que la estructura interna y el
funcionamiento de los Colegios Profesionales sean democráticos.
Y en el artículo 1 apartado 3 párrafo segundo del Real Decreto 658/2001, de 22 de
junio, por el que se aprueba el Estatuto general de la Abogacía, que establece:
Todos los organismos colegiales se someterán en su actuación y
funcionamiento a los principios democráticos y al régimen de control
presupuestario anual, con las competencias atribuidas en las
disposiciones legales y estatutarias.
Además, continúa nuevamente conculcando la normativa colegial, en el
sentido más amplio, puesto que el art. 24 de los Estatutos del ICAM, que
señala:
1. El Colegio de Abogados será regido por el Decano, la Junta de
Gobierno y la Junta General.
2. El Gobierno del Colegio está presidido por los principios de
democracia, autonomía y participación colegial.
La actuación de la Decana no sólo merece el reproche de antidemocrática, lo que ya de
por sí convierte en nulas las resoluciones adoptadas en la Junta General acerca del punto
5 del orden del día relativo a las proposiciones presentadas por los colegiados, sino que
además incurre en vicio de nulidad expresamente recogido en el artículo 8
apartado 3 de la Ley 2/1974 de 13 de febrero de Colegios Profesionales, que
establece:
3. Son nulos de pleno derecho los actos de los órganos colegiales en
que se den algunos de los siguientes supuestos:
 Los manifiestamente contrarios a la ley;
 los adoptados con notoria incompetencia;
 aquellos cuyo contenido sea imposible o sean constitutivos de
delito;
 los dictados prescindiendo total y absolutamente del
procedimiento legalmente establecido para ello o de las
normas que contienen las reglas esenciales para la formación
de la voluntad de los órganos colegiados.
Tres son por tanto las causas de nulidad derivadas de esta Ley ya que:
-
El acto ha sido manifiestamente contrario a la ley, puesto que como se ha
expuesto y fundamentado anteriormente, se exige que el comportamiento de los
órganos rectores de los colegios profesionales sea democrático, y respete la
participación colegial.
-
El acto se ha adoptado con notoria incompetencia, ya que la competencia
para admitir a trámite y discusión de las proposiciones presentadas por los
colegiados que cumplan los requisitos previstos en el artículo 37.4 de loa
Estatutos del ICAM recae en la Junta General, y
-
El acto se ha adoptado prescindiendo total y absolutamente del
procedimiento legalmente establecido, ya que dicho procedimiento está
regulado en el citado artículo 37.4 de los Estatutos del ICAM, que prevén como
procedimiento la presentación de las proposiciones a la Junta General, la
votación de ésta y caso de que la mayoría decida que se traten las proposiciones,
la apertura de turnos de defensa y debate. Nada de esto hizo la Decana, y por
tanto prescindió “total y absolutamente” del procedimiento legalmente
establecido.
En consecuencia, entiendo que las resoluciones adoptadas en este punto por la Junta
General, aunque realmente debería decir por la Sra. Decana, son nulas de pleno Derecho
por cuanto en este escrito se señala.
En virtud de todo lo cual:
SOLICITO: Que se tenga por presentado en tiempo y forma este Recurso de Alzada
contra las resoluciones adoptadas por Junta General Ordinaria del Ilustre Colegio de
Abogados de Madrid celebrada el 19 de diciembre de 2.013 en relación con el punto 5
del orden del día, relativo a las proposiciones presentadas por los colegiados al amparo
del Artículo 37.4 de los Estatutos del ICAM, que impidieron la ejecución del
procedimiento legalmente establecido para el tratamiento de las mismas y
consecuentemente:
-
Se declaren nulas dichas resoluciones por no respetar los principios
democráticos y de participación colegial, que deben inspirar toda resolución de
un órgano rector de un Colegio profesional;
-
Se declaren nulas dichas resoluciones por ser manifiestamente contrarias a
la Ley debido a la ausencia de respeto a los principios generales democráticos
que legalmente deben presidir y guiar los actos de los organismos rectores de los
colegios profesionales;
-
Se declaren nulas dichas resoluciones por haber sido adoptadas con
manifiesta incompetencia de la Decana en relación con la adopción de tales
resoluciones, ya que la competencia para dicha adopción la ostenta la Junta
General;
-
Se declaren nulas dichas resoluciones por haber sido adoptadas
prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente
establecido ya que no se siguió el procedimiento establecido en los Estatutos del
ICAM, que consiste en la presentación de las proposiciones a la Junta General,
la votación de ésta para su aceptación a debate y caso de que la mayoría decida
que se debatan las proposiciones, la apertura de turnos de defensa y debate
sobre las mismas;
-
Se dicte resolución por la que se exija a la Junta de Gobierno del ICAM la
difusión entre los colegiados de las proposiciones ilegalmente rechazadas a
trámite, con cumplimiento de la legalidad vigente en cuanto al tratamiento de
datos de carácter personal, no facilitando junto con las propuestas los datos de
los firmantes de las mismas, limitándose a señalar que se cumplen los requisitos
legalmente previstos;
-
Se dicte resolución por la que se exija que sin más requisitos dichas
proposiciones sean adecuadamente tratadas en la próxima Junta General
Ordinaria, junto con cualesquiera otras que al amparo del artículo 37.4 y
cumpliendo con los requisitos previstos en el mismo, se puedan presentar a
debate en la citada próxima Junta General Ordinaria tal como se establece en los
Estatutos del ICAM.
PRIMER OTROSÍ DIGO: Que habida cuenta de que está estatutariamente prevista la
celebración de la próxima Junta General Ordinaria dentro del primer trimestre del año
en curso, solicito que se dicte resolución, en la medida de lo posible, antes de la
convocatoria de dicha Junta General Ordinaria o que, caso de que la resolución sea
posterior a la convocatoria, se exija de cualquier modo y sin más requisitos que en la
misma se traten las mencionadas proposiciones.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Que se designan a los efectos oportunos los archivos del
ICAM, especial, pero no exclusivamente, para la constatación oral y auditiva de cuanto
se argumenta en este escrito al haberse solicitado expresamente que no se destruyera la
grabación de la citada Junta General Ordinaria, tras la elaboración del preceptivo acta y
para el acceso si se considera oportuno, a la oportuna reproducción y constatación del
trámite dado a las proposiciones, a que hace referencia el fondo del presente recurso.
Justicia que pido en Madrid, a 17 de enero de 2014
D. EMILIO J. RAMIREZ DE MATOS,
Colegiado ICAM número 62357
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