El silencio nos hace cómplices, Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado ¡actuemos! Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 1 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 1era. Edición, mayo 2012 Diseño gráfico Claudia Rospigliosi C. Corrección de estilo Johann Page Elaboración en el marco del proyecto: Apoyo al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para la implementación del Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer y el Plan Nacional de Igualdad de oportunidades – apoyo al MIMP Revisión Técnica: Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual, PNCVFS- MIMP. Dirección General de la Mujer del MIMP Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID 2 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado El silencio nos hace cómplices, ¡actuemos! Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 3 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Índice Introducción 5 I. ¿Qué entendemos por violencia de género? 7 1.1 El concepto de género 7 1.2 ¿Qué es violencia de género? 9 1.3 Causas de la violencia de género 9 1.4 Modelo ecológico aplicado a la violencia en el ámbito familiar 12 1.5 Ámbitos en los que se desencadena la violencia de género 14 1.6 La violencia de género viola los Derechos Humanos 14 1.7 Tipos de violencia contra la mujer por razones de género 16 1.8 Feminicidio, la forma más extrema de violencia contra la mujer 18 1.9 Modelos y patrones de comportamiento de la violencia de género 20 1.9.1 El ciclo de la violencia 21 1.9.2 Del poder y el control de la violencia masculina hacia la mujer 22 1 II. Consecuencias y costos de la violencia de género 25 2.1 Mitos y creencias de la violencia de género25 2.2 Consecuencias en la salud de las mujeres 29 2.3 Consecuencias de los hogares violentos sobre los hijos e hijas 30 2.4 Costos de la violencia de género para el desarrollo del país 31 1. 4 III.Las políticas públicas contra la violencia de género del Estado peruano 3.1 Enfoques transversales de las políticas públicas del Estado peruano 3.2 Rol del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables 3.3 Marco normativo nacional contra la violencia de género 3.4 Marco normativo internacional 3.5 Información sobre servicios y lugares donde solicitar ayuda y asesoría 33 33 36 38 39 41 IV.La erradicación de la violencia de género: responsabilidad de todos y todas 43 4.1 Medidas que podemos adoptar para prevenir la violencia de género en el quehacer institucional. 43 4.2 Modelo de relaciones sociales saludables entre hombres y mujeres 48 4.3 Buenas Prácticas de participación masculina: “El silencio nos hace cómplices, vivamos sin violencia. Distintos, diferentes no desiguales” 49 Conclusiones Bibliografía Glosario Conceptos fundamentales para el diseño de políticas públicas para la igualdad de género. DGM, 2012. MIMP. 51 52 56 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Introducción La presente guía pretende abordar y aproximar a los y las lectoras la realidad y circunstancias en que se da la violencia hacia las mujeres en el ámbito privado, especialmente en el hogar, y perpetrada por sus parejas. Si bien la violencia de género tiene múltiples expresiones tanto en el ámbito público como en el privado, mediante el presente documento queremos dar una especial atención a la violencia en los espacios privados, por ser el origen que desencadena otros tipos de violencia en el ámbito público, sin restar importancia y gravedad al resto de manifestaciones violentas. Con esta herramienta se busca establecer y definir cuáles son los vínculos entre el género y la violencia, explicando las razones por las que cierto tipo de violencia es considerada violencia de género, clarificando así los conceptos. Se detalla, además, las vías por las cuales estos tipos de violencia pueden llegar a perpetuarse, y cómo la violencia de género tiene un nexo directo en atentar contra los derechos humanos. Desde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), damos una especial atención a la toma de conciencia de la población respecto de situaciones como las que aquí se describen. Es tarea del Estado, garantizar la prevención, la sanción y el acceso a la justicia para cualquier persona que lo requiera con la debida diligencia. Sin embargo, abordar la erradicación de la violencia como una responsabilidad de toda la ciudadanía contribuirá a que se lleven a cabo en mayor medida acciones preventivas, se haga un mayor uso de los servicios ya establecidos para atender a las personas afectadas, y fomentará que todas y todos seamos más conscientes de esta realidad y actuemos en consecuencia. 5 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! La violencia de género: un problema social y de derechos humanos En los últimos años, el concepto de violencia de género ha mostrado un importante desarrollo conceptual y político, el cual se ha nutrido de la perspectiva de género que define e interpreta este grave problema social como una violación a los derechos humanos de las mujeres y un problema sociocultural de responsabilidad de toda la ciudadanía. La violencia de género es un acto que supone la negación del ejercicio de los derechos de las mujeres. Este hecho tiene consecuencias sociales, económicas y políticas para toda la sociedad, puesto que reproduce y perpetúa el sistema de discriminación y subordinación entre los géneros, lo que constituye una violación de los derechos humanos de las mujeres2. El 38,4% de las mujeres del Perú3 alguna vez unidas, señala haber sufrido violencia física y sexual como empujones, golpes, patadas, amenaza con cuchillos, con pistola u otra arma, además de haber sido obligadas a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. Según el ámbito geográfico, el porcentaje sube ligeramente en la zona urbana (39,2%) y baja en la zona rural (36,5%). Por otra parte, un 67,9% de mujeres alguna vez unidas manifestó que su esposo o compañero ejerció alguna forma de control sobre ellas; el 21,9% de las mujeres declararon haber sido humilladas delante de otras personas; el 21,1% refieren haber sido amenazadas por sus compañeros o ex compañeros con ausentarse de la casa, quitarles a los hijos e hijas o dejar de aportar económicamente. La sociedad en que vivimos ha naturalizado la violencia de género y sus expresiones, de forma que en la práctica se mantiene como un modo de control de las mujeres, y tanto agresores como parte de las víctimas lo incorporan como un acto normal, agravándose al extremo que nos enfrentamos hoy en día al aumento del feminicidio, considerado un crimen de lesa humanidad contra niñas, adolescentes y mujeres. Este tipo de violencia se da en todos los contextos y realidades de nuestro país. Se trata de violencia física, sexual y psicológica, en muchas ocasiones toleradas tanto por mujeres como por autoridades y miembros de la comunidad. Muchas mujeres deciden migrar a las ciudades, donde encuentran otros escenarios de agresiones, como el trabajo infantil, la explotación sexual, la trata o la discriminación por su origen étnico4. Los Centros de Emergencia Mujer del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) reciben diariamente entre ocho y diez denuncias de violencia contra la mujer. Estos datos muestran que las mujeres continúan siendo las principales víctimas de agresiones diversas en el ámbito familiar. Cada vez más se registra un mayor grado de intolerancia hacia la violencia de género, y se concibe no solo como un problema que se desarrolla en el ámbito de lo privado, sino como un problema social y de derechos humanos que ha de resolverse socialmente . Todas y cada una de las personas somos responsables de su erradicación, desde la tolerancia cero, la denuncia y la toma de conciencia. 2. 3. 4. 6 Rico, Nieves. La violencia de género: un problema de derechos humanos. Serie Nº 16, CEPAL. ENDES continua 2010. Martínez Huamán, J. Dificultades para la prevención y atención de la violencia familiar y sexual en las mujeres adolescentes y jóvenes de la etnia shipibo conibo del distrito de Yarinacocha. Ucayali: ¿EDITORIAL?. 2011 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado I.¿Qué entendemos por violencia de género? 1.1. ¿Qué entendemos por violencia de género?6 Es El concepto género es una categoría de análisis de la sociedad mediante la cual se pueden comprender las características que adquieren las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y las repercusiones que estas relaciones implican para el desarrollo de las personas y la sociedad. Es un concepto que remarca la dimensión relacional, al definir el tipo de relación que se establece entre los géneros y la influencia que adquiere en el sistema social en conjunto. En este punto es relevante distinguir entre los conceptos sexo y género. El sexo se refiere a las diferencias físicas, biológicas y anatómicas que existen entre un hombre y una mujer. El género, en cambio, alude a los distintos roles, responsabilidades y atributos que se asignan a hombres y mujeres en la sociedad como producto de una construcción sociocultural. 6. Conceptos fundamentales para el diseño de políticas públicas para la igualdad de género. DGM, 2012. MIMP. 7 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! El concepto género nos ayuda a entender que lo que creemos como características naturales de hombres y mujeres no se derivan del sexo de las personas, sino que son patrones construidos a través de las relaciones sociales y de las imposiciones culturales (Lamas 2009:6). Es decir, cada sociedad asigna responsabilidades, capacidades y espacios según el sexo de las personas, y se da por hecho por ejemplo que el espacio público y el rol productivo es propio de los hombres, y el espacio privado y el rol reproductivo es propio de las mujeres. De esta manera, todo lo que se considera masculino se vincula a la esfera pública y al poder (con rasgos básicamente instrumentales que incluyen ser activo, dominante, fuerte, arriesgado, seguro y decidido) y lo femenino, al mundo doméstico y al cuidado de los otros (con rasgos básicamente expresivos o emocionales como la dulzura, la comprensión, la sensibilidad, la paciencia, la obediencia y la sumisión). Patricia Ruiz Bravo (2008:11-13) describe cómo se asigna a las personas según su sexo determinadas características o atributos, los roles de género y los espacios donde deben desenvolverse y desarrollarse. Los atributos son las actitudes, valores y comportamientos de la sociedad. Por ejemplo, lo femenino sería la ternura y lo masculino la agresividad. Los roles de género son las normas, deberes, prohibiciones y expectativas acerca de los comportamientos. Desde este punto de vista, las mujeres serían las madres y amas de casa, los varones serían los proveedores y jefes del hogar. A su vez, los espacios están diferenciados por los roles y atributos asignados. Por ejemplo, el espacio público se identifica con lo masculino y el poder, mientras que el espacio privado se identifica con lo femenino, lo doméstico y el cuidado de la familia. 8 Las personas aprendemos a comportarnos según se piensa que debemos hacerlo a lo largo de la vida, a través de los distintos espacios de socialización (familia, trabajo, escuela, instituciones sociales, comunales, políticas y religiosas, el lenguaje y los medios de comunicación); y de esta manera vamos construyendo nuestra identidad de género. A partir de esta tradicional división sexual del trabajo se fue construyendo en todas las sociedades el llamado sistema sexo-género, el cual se caracteriza por las relaciones asimétricas de poder establecidas entre mujeres y hombres, aplicadas tanto en el orden social, como en el nivel subjetivo de las personas. No obstante, como lo demuestra la literatura especializada, el problema no son las diferencias sexuales entre mujeres y hombres, sino que estas diferencias sexuales naturales son instrumentalizadas para convertirlas en desigualdades sociales y jerárquicas. Estas diferencias son además naturalizadas por la cultura otorgando menos valor a todo lo considerado femenino. Desde esta perspectiva, si el género es una construcción cultural y social y no algo innato o natural, las desigualdades que genera el sistema sexo-género se pueden modificar y transformar a partir de la intervención del Estado, mediante políticas públicas, planes y mecanismos, dirigidos a lograr la igualdad de oportunidades y la equidad entre mujeres y hombres. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 1.2. ¿Qué es violencia de género? La violencia en las relaciones de pareja ha sido analizada desde la perspectiva de género. Se ha definido como violencia de género a aquella violencia ejercida contra una persona en función de su género, sea hombre o mujer, tanto en el ámbito público como en el privado7. Se ha comprobado estadísticamente que son las mujeres las personas que suelen ser en mayor porcentaje víctimas de maltrato por parte de sus parejas o exparejas, debido a causas socioculturales, condicionamientos sexistas, relaciones desiguales entre hombres y mujeres y al desequilibrio de poder que históricamente ha existido entre ambos sexos. La cultura patriarcal que postulaba la superioridad del género masculino logró legitimar la dominación y discriminación hacia las mujeres, tanto en la esfera pública como en la privada. La referencia a este tipo de violencia se denomina “violencia de género”. Desde esta óptica, la recomendación Nº 19 de CEDAW señala que “la violencia de género es toda violencia contra las mujeres que las afecta únicamente a ellas por ser mujeres o que las afecta desproporcionadamente8. Lo que diferencia la violencia de género de otras formas de violencia, agresión o coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad en este caso es el solo hecho de ser mujeres (Rico 1996). Asimismo, el Consejo Económico y Social de la ONU9 la define como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. La violencia contra las mujeres10 es una violación de los Derechos Humanos y un problema grave y de carácter mundial que trasciende culturas, países, clases sociales o edades. Sus diversas manifestaciones (violencia física, psicológica o sexual en el ámbito familiar, a nivel de la comunidad o la perpetrada o tolerada por el Estado), constituyen un atentado contra el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad, a la dignidad y a la integridad física y psíquica de todo ser humano, tal y como se recoge en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y supone, por tanto, un obstáculo para el desarrollo de cualquier sociedad. 1.3. Causas de la violencia de género Las causas de la violencia de género, como se cita anteriormente, son estructurales y se sostienen en diversos elementos construidos socialmente como: a) Las relaciones de poder jerárquico entre mujeres y varones. Durante siglos las mujeres han vivido en organizaciones sociales basadas en estructuras jerárquicas de género que han provocado situaciones de discriminación, exclusión social y violencia de género debido a las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres, así como en la división sexual del trabajo. 7.www.cinu.org.mx./gig/documentos/violenciadegénero 8. Recomendación general adoptada por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. 11º 9. Consejo Económico y Social, ONU, 1992. 10. Guías sobre violencia contra la mujer. Conocer para cambiar la mirada – CAM Pro Mujer Programa de Igualdad. Instituto de la Mujer s/a. Patró Hernández Rosa. 9 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! b)Discriminación económica, social, cultural y política de las mujeres Las mujeres siguen enfrentando discriminaciones y violaciones relacionadas al ejercicio de sus derechos económicos, sociales, culturales y políticos, lo que se expresa en las brechas en la educación, en las altas tasas de analfabetismo de mujeres y niñas, en comparación con los hombres; en el ámbito laboral y el mercado de trabajo, en el acceso y control de recursos económicos, en el acceso limitado a la seguridad social, en las brechas de género existentes en cuanto a los ingresos. Dejemos el 10 silencio Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Diversos estudios han comprobado que las mujeres son más pobres que los hombres, tienen menos acceso a la educación y a la asistencia sanitaria, y siguen estando sub representadas políticamente a nivel nacional y regional. Esta situación se agrava en los grupos de mujeres indígenas y afroperuanas, debido a las discriminaciones étnico- raciales y las reducidas oportunidades de acceso a los recursos y participación que existentes que poseen este grupo de mujeres peruanas. c)Socialización de género diferenciada de las niñas y los niños. Mediante esta socialización diferenciada se van interiorizando rasgos y roles diferenciales a través de la familia, la escuela, la religión o los medios de comunicación, para terminar presentándose como algo natural asociado al sexo y determinado por la biología. De esta forma, la sociedad tolerará ciertos comportamientos agresivos en los niños, puesto que se asocian directamente con su condición masculina, pero se tiende a cuestionar estos mismos comportamientos en el caso de que se manifiesten en las niñas. La cultura desempeña un papel fundamental a la hora de establecer la frontera entre comportamientos aceptables y abusivos, legales o ilegales y en definir la respuesta a la violencia. d) Resolución violenta de los conflictos interpersonales. La utilización de la violencia (física, psicológica o sexual) se ve favorecida por una sociedad que justifica el abuso de poder sobre las mujeres a partir de considerarla un ser inferior, secundario o complementario al hombre. históricamente la mujer ha sido considerada como objeto o propiedad del marido o del padre, quienes tenían plenos derechos a ejercer su autoridad y disfrutar de sus privilegios sobre las mujeres (esposas e hijas). Pero esta sociedad no solo justifica el abuso de poder, sino que, además, considera legítimo, en determinadas circunstancias, el uso de la fuerza para resolver conflictos, con lo cual favorece el uso de la violencia. e)Desiguales simbolizaciones y valoraciones del cuerpo y la sexualidad de mujeres y varones. Los roles y estereotipos tradicionales de género naturalizan la violencia de género, y atentan contra la dignidad humana e integridad personal de las mujeres. A través de los mensajes se estereotipan a la mujer y su cuerpo como objeto sexual, hecho que las priva de su condición de sujeto de derechos. Sobre la base de estos factores puede considerarse que los hombres que abusan física, psicológica o sexualmente de las mujeres lo hacen, fundamentalmente, porque creen tener derecho a hacerlo, quieren hacerlo y sienten que pueden hacerlo, puesto que su entorno social y cultural lo legitima, justifica, minimiza, banaliza o lo invisibiliza. La construcción social de la masculinidad tradicional se expresa a través de diversos mensajes que le señalan superioridad con relación al género femenino. Muchos hombres aprenden a ejercer su rol dominante a través del ejercicio de autoridad frente a las mujeres y el rol protector en lo público. Además, la sociedad les enseña que lo masculino es no mostrar dolor, miedo o afecto por considerarse sentimientos femeninos. Algunas cifras que evidencian esta construcción social de los géneros son los resultados de ENDES hombres 2008 (INEI), que señalan que un 38.7% de varones alguna vez casados o convivientes considera que la violencia física hacia la mujer está justificada si ella es infiel, si descuida a los niños (12,9%), si sale sin decirle a él a dónde va (8,3%) y si ella discute con él (5,0%). En el caso en que la mujer rehusara tener relaciones sexuales 11 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! con el marido cuando él lo solicita, uno de cada cinco entrevistados alguna vez casados o convivientes opina que el hombre tiene derecho a molestarse. Como consecuencia de estas circunstancias los imaginarios sociales convencionales han esperado que el género femenino tenga un comportamiento fatalista ante la violencia masculina, por ejemplo “hay que aguantar al marido, la vida es así y siempre fue así”, tolerando y naturalizando en parte estos comportamientos agresivos sobre ellas. 1.4. Modelo ecológico aplicado al campo de la violencia en el ámbito familiar.11 La violencia se considera como un fenómeno complejo, fruto de la interacción de factores biológicos, sociales, culturales, económicos y políticos12; con el objetivo de comprender los múltiples factores que se combinan en la aparición de la violencia, y la forma de abordarlos, la OMS recurre al «modelo ecológico13». Según Corsi14 existirían cuatro niveles para entender los factores que influyen sobre la expresión de la violencia dentro de las relaciones familiares, incluyendo el maltrato infantil y la violencia hacia la mujer por parte de su pareja: macrosistema, exosistema, microsistema y el nivel individual. En el primer nivel (macrosistema) se refiere a los factores de carácter general relativos a la estructura de la sociedad que contribuyen a crear un clima en el que se alienta o se inhibe la violencia, como el sistema de creencias relacionado con el sistema patriarcal, las creencias sobre los roles y estereotipos de género o las actitudes permisivas o tolerantes con el uso de la violencia. El segundo nivel (exosistema) está compuesto por la comunidad más próxima en los que se desarrollan las relaciones sociales y por las instituciones que median entre la cultura y el nivel individual, como la escuela, la iglesia, los lugares de trabajo y ocio o los medios de comunicación. El tercer nivel (microsistema) se refiere al contexto en el que suceden las relaciones cara a cara que constituyen la red vincular más próxima a la persona, como las mantenidas con la familia, los amigos, las parejas y los compañeros y que pueden contribuir al riesgo de sufrir o perpetrar actos violentos. Por último, en el nivel individual se identifican los factores individuales y de la historia personal que influyen en el comportamiento de los individuos y que se relacionan con un mayor o menor riesgo de sufrir o ejercer comportamientos violentos. 11. Guía sobre la violencia contra la mujer. PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO CONOCER PARA CAMBIAR LA MIRADA. Pro Mujer. CAM Programa de Igualdad 12. Informe Mundial sobre Violencia y Salud - OMS 2002 13. Inicialmente propuesto por Urie Bronfrenbremner en 1978 14. Corsi Jorge. “Una mirada abarcativa del problema de violencia familiar”. México: Paidós. 1994 12 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado MACROSISTEMA ¾¾ Creencias y valores de la cultura patriarcal acerca de los roles de género. ¾¾ Concepción acerca del poder y la obediencia. ¾¾ Concepto de roles familiares, derechos y responsabilidades. ¾¾ Actitudes hacia el uso de la fuerza para la resolución de conflictos. EXOSISTEMA ¾¾ Legitimación institucional de la violencia. ¾¾ Modelos violentos (medios de comunicación). ¾¾ Victimización secundaria. ¾¾ Carencia de legislación adecuada. ¾¾ Impunidad de los agresores. ¾¾ Escasez de apoyo institucional para las víctimas. MICROSISTEMA ¾¾ Autoritarismo en las relaciones familiares. ¾¾ Estrés económico. ¾¾ Aprendizaje de resolución violenta de conflictos. ¾¾ Aislamiento social. Factores de riesgo individual: ¾¾ Historia personal (violencia en familia de origen). ¾¾ Personalidad autoritaria. ¾¾ Baja autoestima. 13 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 1.5. Ámbitos en los que se desencadena la violencia de género La violencia física, sexual y psicológica contra las mujeres se desarrolla en diversos espacios sociales y abarca los siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos15: a) En la familia: incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación. b) Dentro de la comunidad en general: inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución forzada. 1.6. La mujer tiene derecho, en condiciones de igualdad, al goce y la protección de todos los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil y de cualquier otra índole. La violencia de género es un mecanismo social clave para perpetuar la subordinación de las mujeres, puesto que, debido a que el poder se considera patrimonio genérico de los varones (Amorós, 1990), la hegemonía masculina se basa en el control social de lo femenino. Por lo tanto, las violaciones a los derechos humanos de las mujeres se relacionan directa o indirectamente con el sistema de género y los valores culturales dominantes17, que identifican precisamente al hombre como el ser dominante y con legitimidad para ejercer su derecho de poder. c)Perpetrada o tolerada por el Estado, donde quiera que ocurra. Se demuestra así que son tanto espacios privados como públicos y tanto actores más cercanos (familia) como la sociedad en general los que pueden perpetrar este tipo de acciones que violentan la integridad física y moral de las mujeres. 15. Artículo 2 de la Declaración sobre la eliminación de la Violencia contra la Mujer (ONU, 1993). 16. Artículo 3 de la Declaración sobre la eliminación de la Violencia contra la Mujer (ONU, 1993). 17. Violencia de Género: un problema de Derechos Humanos, Serie Mujer y Desarrollo No. 16, Julio 1996. 14 La violencia de género viola los Derechos Humanos16 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Los derechos que son afectados a través de la violencia de género serían los siguientes: a) El derecho a la vida b) El derecho a la igualdad c) El derecho a la libertad y la seguridad de la persona d) El derecho a igual protección ante la ley e) El derecho a verse libre de todas las formas de discriminación f) El derecho al mayor grado de salud física y mental que se pueda alcanzar g) El derecho a condiciones de trabajo justas, favorables y equitativas h) El derecho a no ser sometida a tortura, ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes i) El derecho a recurrir a un tribunal imparcial j) El derecho a circular libremente k) El derecho a la libertad de reunión y asociación Se ha comenzado a reconocer que la violencia de género constituye una violación del derecho a la identidad, puesto que refuerza y reproduce la subordinación de las mujeres a los varones, así como la distorsión del ser humano. La violencia también va contra el derecho al afecto, debido a que la violencia es la antítesis de toda manifestación de esa índole; del derecho a la paz y a relaciones personales enriquecedoras, ya que es una forma negativa de resolución de conflictos; del derecho a la protección, debido a que crea una situación de desamparo, que no proviene solo del esposo y la familia, sino también del Estado, que niega protección a las mujeres, y de la sociedad que invisibiliza el problema. La violencia de género viola también el derecho al desarrollo personal, puesto que las víctimas sufren una parálisis psicológica que les impide desarrollar su potencial creativo; del derecho a la participación social y política, debido a que coarta la realización de actividades extra domésticas (con excepción de las mínimas relacionadas con los roles tradicionales), como la participación en organizaciones, grupos o reuniones; del derecho a la libertad de expresión, y del derecho a una salud física y mental óptima18. 18. Violencia de Género: un problema de Derechos Humanos, Serie Mujer y Desarrollo No. 16, Julio 1996. 15 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 1.7. Tipos de violencia contra la mujer por razones de género La violencia ejercida contra las mujeres por razones de género se manifiesta de diversas maneras, grados y tipos19, y en la mayoría de los casos comprende una combinación de varios o todos los tipos. La violencia física, sexual, psicológica (o emocional) y la violencia patrimonial, o privaciones económicas, son algunas de sus manifestaciones más marcadas. Otros tipos de violencia hacia las mujeres por razones de género son la trata de personas, el hostigamiento sexual y la homofobia (ver glosario). Aquí reseñamos brevemente las primeras citadas. >> Violencia física Comprende conductas intencionadas como puñetazos, bofetadas, empujones, patadas, mordeduras, quemaduras, estrangulamientos, golpes con o contra objetos o la utilización de armas blancas o de fuego. Ocasiona lesiones físicas con secuelas permanentes o irreversibles y, en muchos casos, la muerte. Además, al constituir una forma de humillación, también implica la producción de un daño psicológico. >> Violencia psicológica Los insultos, ridiculizaciones, desvalorizaciones, humillaciones, amenazas, el control del dinero, constituyen violencia psicológica; incluye también el aislamiento de las amigas, familiares, destrucción de documentos u objetos personales, etc. Este tipo de violencia origina sentimientos de desesperanza, tristeza, pérdida de autoestima, ansiedad, dificultades de concentración o insomnio, cansancio físico y mental, y puede derivar en diferentes trastornos psicológicos. 19. Amnistía Internacional. “Mujeres, violencia y salud”. Londres, 2005, pp. 4 y 5. En: http://web.amnesty.org/library/Index/ESLACT770012005 16 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado >> Violencia sexual Se considera como tal cualquier acto que implique la imposición o el mantenimiento de relaciones sexuales o la realización de actos durante la relación en contra de la voluntad de la mujer, ya sea mediante la fuerza física o bajo amenaza directa o indirecta, ante el temor a represalias. Su repercusión incluye tanto daños físicos como psicológicos de gravedad variable. En la Guía de Atención Integral de los Centros “Emergencia Mujer”20 se refiere como “… cualquier acto de índole sexual realizado a una persona en contra de su voluntad, ya sea a través de la violencia, amenaza grave, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad o incapacidad de resistir o mediante cualquier otro tipo de coerción”. Las mujeres son también víctimas de otros tipos de violencia sexual. Entre ellos se incluyen21: - Mutilaciones sexuales a niñas. - Violaciones sexuales a mujeres y niñas ubicadas en refugios precarios y temporales debido a desastres naturales como terremotos, inundaciones, etc. - Violaciones masivas y torturas sexuales en tiempos de guerra o conflictos armados internos a mujeres y niñas refugiadas y/o desplazadas. - Violaciones sexuales a mujeres y niñas por falta de alumbrado público adecuado o carencia de seguridad ciudadana en las ciudades y centros poblados. La Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) afirmó22 que la violencia sexual fue una práctica persistente y cotidiana en el periodo de conflicto armado. Las mujeres fueron especialmente vulnerables, no solo por su condición socioeconómica y cultural (pobres, campesinas, analfabetas y quechua hablantes), sino porque, además, muchas de ellas habían perdido a sus esposos debido a este conflicto, y sus cuerpos eran el botín de guerra del conflicto armado. >> Violencia patrimonial (económica o financiera) Las mujeres frecuentemente están sometidas a privaciones económicas o de otro tipo (mantención de los hijos en común, no reconocimiento de la pensión de alimentos para la familia, etc.). Millones de mujeres en todo el mundo dependen de los varones, que les dan apoyo y estabilidad económica. Por lo tanto, los hombres pueden tener un impacto directo sobre el bienestar de la mujer, proporcionando o reteniendo los medios para la obtención de alimento, vestimenta y otras necesidades diarias. 20. Guía de Atención Integral de los Centros “Emergencia Mujer”. Setiembre 2009, PNCVFS, p/11 21. La violencia sexual. www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es 22. Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, 2003. 17 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 1.8. Feminicidio, la forma más extrema de violencia contra la mujer >> Definición La muerte de mujeres por el solo hecho de ser mujeres, o la muerte violenta de mujeres, ha generado en los países de habla hispana una dificultad de consenso sobre el uso de los términos femicidio o feminicidio. Son usados en algunos países de manera indistinta, mientras que otros diferencian estos términos gramaticalmente, teórica e incluso políticamente. Históricamente, la primera persona que uso el término femicide fue la socióloga Dianne Russell (1990), quien motivó el reconocimiento de la misoginia dentro de estos crímenes. Al querer traducir esta terminología inglesa al castellano generó muchos debates académicos, tal como señala la investigadora Patsilí Toledo Vásquez al señalar que “en la actualidad se sostiene que no existe consenso a nivel teórico en cuanto al contenido de cada uno de estos conceptos” (2009:25). El Estado peruano, de la diversidad de las teorías existentes y mediante propuesta elaborada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), determinó el concepto de feminicidio, en su variedad de íntimo, para su tipificación dentro del Código Penal mediante la Ley Nº 2981923 del año 2011. Esta ley modifica el Artículo 107 del Código Penal, reconociendo la muerte de las mujeres por el simple hecho de ser mujeres, como un problema de género. La ley cita “… el que a sabiendas mata a sus ascendientes, descendientes, natural o adoptivo o a quien es o ha sido cónyuge, su conviviente, o con quien este sosteniendo relación análoga, será repri- mido con pena privativa de la libertad no menor de quince años”. Señala (…) “si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el nombre de feminicidio”. Por su parte, el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS) define el feminicidio (íntimo y no íntimo) como: “homicidio de mujeres cometido presuntamente por la pareja o ex pareja de la víctima; por cualquiera de las personas comprendidas en la Ley de Protección frente a la Violencia Familiar, o por alguna persona desconocida por la víctima, siempre que el homicidio revele discriminación contra la mujer”24. Por otro lado, el femicidio es un crimen de lesa humanidad contra niñas y mujeres que abarca desde crímenes, secuestros y desapariciones, que expresa de algún modo una fractura del Estado de Derecho, por debilidad institucional para prevenir y sancionar estos crímenes (Lagarde y de los Ríos 2006). Usar el término feminicidio para señalar los crímenes a mujeres por razones de género nos permite evidenciar la magnitud de la violencia contra la mujer y presentarla como un grave y creciente problema social que urge atender, y especificar las causas estructurales e históricas a las que responden este tipo de delitos. A pesar de esta realidad y casos tan extremos de violencia, todavía a día de hoy se tiende a estereotipar y crear mitos alrededor del comportamiento femenino, justificando estos crímenes o alegando algún trastorno mental en los agresores. Pero no hay que creer estos mitos; los agresores no son personas con perturbaciones mentales, sino personas socializadas en un contexto de discriminación y violencia contra la mujer25. 23. Ley Nº 29819, promulgada con fecha martes 27 de diciembre de 2011 texto que modifica el artículo 107 del código penal incorporando el tipo de feminicidio. 24. Directiva General Nº 004-2009-SG-PNCVFS. 25. La violencia contra la mujer: Feminicidio. Flora Tristán. Centro de la Mujer Peruana. Lima, Octubre 2005. 18 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado >> Registros de feminicidios Según el Observatorio de Criminalidad de la Fiscalía, en el año 2009 fueron asesinadas 276 mujeres, de las cuales 135 perdieron la vida en manos de sus parejas, 15 de ellas habían presentado denuncias en la Fiscalía. La mayor parte de las víctimas murieron acuchilladas (28,9%) y tenían hijos (57,8%), y quedaron 144 menores de edad huérfanos. El promedio mensual llegó aproximadamente a 12 asesinatos. El Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP, órgano responsable del Registro de Víctimas de Feminicidio y Tentativa en el Perú, mediante Resolución Ministerial 110-2009-MIMDES, el año 2010 registró 80 casos de feminicidio y 29 de tentativa26. También mostró que las regiones con mayor número de casos son Lima, Junín, Puno y Ayacucho. Entre los distritos de Lima Metropolitana con mayor casuística de feminicidio destacan Comas, AteVitarte, Los Olivos, San Martín de Porres y San Juan de Lurigancho. El Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS 2002) da cuenta de que entre el 40% y el 70% de los asesinatos de mujeres son cometidos por sus parejas actuales o pasajeras, mientras que solo el 5% de asesinatos de hombres se debe a ataques de sus parejas. >> Ámbitos donde se perpetran los crímenes y perfil de los victimarios La autora peruana Rocío Villanueva y Juan Huambachano (2009) señalan tres ámbitos en los que ocurren estos crímenes: a)Femicidio o feminicidio íntimo: vínculo de pareja de la víctima con el homicida. Esposo, conviviente, novio, enamorado o ex pareja sentimental. b) Femicidio o feminicidio no íntimo: el homicida no tiene relación de pareja o familiar con la víctima pero la ataca sexualmente. c) Feminicidio no íntimo y por conexión: la víctima muere tratando de evitar el homicidio a otra mujer. Diana Russell establece una tipología que muestra que la amplia gama de perpetradores de feminicidios son personas cercanas a la víctima, desde el cónyuge o ex cónyuge y amigos cercanos a la familia. Por otra parte, el hogar no es siempre el espacio que brinda seguridad y protección a las mujeres, sino que también es un espacio donde se llevan a término en gran medida este tipo de crímenes. 26. En el caso que la mujer sobreviva al feminicidio, se considera este como tentativa. 19 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Feminicidios de pareja Amantes masculinos / parejas sexuales Ex esposos Concubinos Ex amantes masculinos / parejas sexuales Feminicidios de familiares Otros perpetradores conocidos de feminicidios Padres / padrastros Amigos masculinos de la familia Extraños masculinos Amigos masculinos de la víctima Hermanos Hermanastros Colegas masculinos de la víctima Medios hermanos Tíos / tíos políticos Novios comprometidos Abuelos Ex novios comprometidos Abuelastros Otras parejas íntimas masculinas Hijos / hijastros Feminicidios de extraños Figuras masculinas de autoridad, por ejemplo: maestros, sacerdotes, empleadores, conocidos masculinos, citas masculinas no sexuales Otros perpetradores masculinos Suegros Cuñados Otros parientes masculinos Fuente: Russell, Diana E.et al. Feminicidio: una perspectiva global, S y G edit. México, 2006. Cit. En ORMUSA, 2008. Rico, 1996. Recopilación de información de medios de comunicación peruanos. Versión adaptada. 1.9. Modelos y patrones de comportamiento de la violencia de género Aunque no todos los casos son iguales, es posible hallar algunas constantes y fases que se van reproduciendo en la violencia y que producen determinados modelos, etapas y factores que intervienen y se repiten en la mayoría de casos. Uno de estos modelos es el llamado Ciclo de la Violencia, que permite describir el proceso de la violencia contra las mujeres desde cómo los hombres viven la experiencia, es decir, desde una visión masculina. Otro modelo es el denominado Poder y Control, que 20 permite describir la violencia desde la mirada femenina. Ambos modelos se complementan y muestran las etapas que atraviesa la violencia de género habitualmente. Estos modelos demuestran además que el problema no radica en la impulsividad y falta de control del varón, sino que el propósito es dominar y controlar a las mujeres, su forma de vivir, pensar o de actuar y es un trato y comportamiento continuo en estas ansias de control sobre las mujeres. Esto evidencia que es un comportamiento aprendido basado en la asimetría de poder en la relación hombre-mujer, y que, por tanto, puede cambiar, pues no se reduce a un problema individual o psicopatológico. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 1.9.1.El ciclo de la violencia En el curso que sigue la violencia de género se puede observar determinadas fases que se van reproduciendo de manera constante, cíclica y se repiten en la mayoría de los casos. Es un proceso que sigue un ciclo en el que se observan tres fases27, que varían en intensidad y duración: a) Fase de acumulación de tensión: Es el período caracterizado por el control de las acciones de la persona agredida. Las agresiones psicológicas o emocionales al principio son sutiles y casi imperceptibles, generalmente expresadas a modo de bromas inocentes, que luego van convirtiéndose en insultos y van subiendo de tono paulatinamente debilitando las defensas psicológicas de las mujeres. En esta fase aparecen los primeros indicios de aislamiento y opresión, aumentan los reproches con connotaciones de celos infundados e irracionales. Generalmente, en esta fase las mujeres atribuyen la agresión a factores externos como el “estrés” que pueda padecer el agresor, sin reconocer la condición de riesgo en la que se encuentran. Esta actitud de aceptación sumisa refuerza el hecho de que el agresor no se sienta responsable de su comportamiento, a la vez que la sociedad con diferentes mensajes valida la creencia de que el hombre tiene derecho a ejercitar la violencia para disciplinar a su pareja. 27. Este ítem es un resumen de las principales ideas de este modelo reseñado en la “Pequeña Guía y algunas ideas acerca de la Violencia Doméstica”. Secretaría de la Mujer – Paraguay. Enero 2009. b) Fase aguda de violencia física: Denominada así porque siempre está presente en alguna de sus formas. El hecho violento se desencadena de forma inesperada y ante cualquier situación de trascendencia que implique el ejercicio de poder. La víctima se encuentra en un callejón sin salida, ya que si responde a su agresor, él se enfurece cada vez más, y si guarda silencio esa actitud también lo enfurece. Esta es la etapa más peligrosa ya que si la violencia física es extrema, la víctima puede llegar a morir. c) Fase de arrepentimiento o “Luna de Miel”: Empieza una vez que se ha disipado la tensión. El hombre dice arrepentirse de lo ocurrido, presenta una variedad de conductas desde la negación, hasta las promesas de cambiar. El agresor hace recaer la responsabilidad en situaciones externas, e inclusive en la víctima, reforzando el sentimiento de culpa de la víctima de haber desencadenado la conducta violenta y hacerle creer que la responsabilidad de que él cambie depende de ella. En esta etapa predomina una imagen idealizada de la relación, acorde con los modelos convencionales de género. Luego el ciclo comienza nuevamente y se repite. Es la etapa más grave, pues si no hay una respuesta firme por parte de la mujer la situación de maltrato se vuelve crónica y puede ser demasiado tarde para remediarla o puede también generar un daño irreparable, tanto en la víctima como en hijos e hijas, por ejemplo. 21 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 1.9.2.Del poder y el control de la violencia masculina hacia la mujer YO soy responsable? ¿También Las relaciones de poder y control es otro de los modelos que siguen muchas de las situaciones de violencia. En relación con los mecanismos de control masculino de las mujeres, una encuesta oficial del Perú encontró que el 68,4% de las mujeres alguna vez unidas entrevistadas afirmaron que entre las formas de control ejercidas por el esposo o compañero sentimental se encontraba la insistencia en saber a dónde va la mujer (51,5%). El 22,8% de mujeres entrevistadas dijeron que habían atravesado situaciones de violencia verbal a través de expresiones humillantes delante de otras personas. Asimismo, una de cada cinco mujeres (19,9%) declaró haber sido amenazada por su esposo o compañero con irse de la casa o quitarle los hijos o la ayuda económica (ENDES Continua, 2009). En el siguiente cuadro se observan las diferentes actitudes y conductas de control que asume el agresor, que van desde el abuso físico hasta la violación sexual, que logran debilitar la autoestima y bloquear la capacidad de defensa de la víctima. 22 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Patrón de comportamiento violento masculino aplicado a la mujer - Mecanismos de control Abuso físico Uso de coerción y amenazas Uso de cualquier tipo de fuerza física contra su pareja, con el objeto de que ella sienta temor de él. Hacer algo para que la mujer sienta temor si no hace lo que él quiere que ella haga. Intimidación Uso de acciones o palabras, gestos o miradas que buscan Abuso emocional Ataques contra la autoestima de la pareja. Aislamiento Controlar con quién se relaciona, limitar lo que hace, restringir lo Negación Afirmar verbal o no verbalmente que la violencia que pasó no Minimización Restar importancia a la agresión o a su comportamiento abusivo. Transferencia de la culpa Trasladar la responsabilidad de la agresión que él realizó a otra Manipulación de niños y niñas Privilegio masculino Abuso económico Abuso sexual atemorizar, asustar, amedrentar a la pareja. que ella quiere para sí misma, bloquear su vida social. sucedió. persona, al estrés o a alguna otra situación. Intento de controlar a la pareja a través de amenazas a la relación que ella tiene con los hijos o amenazar directamente con hacer daño a los hijos e hijas. Creer que tiene derecho a privilegios solo por ser hombre. Desvincularse de las tareas domésticas y de la crianza de los hijos. Controlar los ingresos de la familia, limitar el acceso de su pareja al dinero, o poner sus necesidades masculinas antes que las de la familia. Imposición de actos sexuales a su pareja en contra de su voluntad. Fuente: Mujer y violencia. Versión adaptada por elaboración propia. Mujer contra la violencia, por los derechos humanos. UNFPA. UNIFEM. Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Presidencia de la Nación. Bs. As. 2008. 23 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! A continuación, el cuadro compara las conductas que viven las parejas en condiciones de poder y control contrastadas con las conductas que viven las parejas en condiciones de igualdad28: CON violencia - SIN violencia - “Poder y control” “Igualdad” Uso de coerción y Conducta no Intimidación Negociación justa Abuso emocional Respeto Aislamiento Confianza y apoyo Desvalorizar, negar y Honestidad y Manipulación de Asumir la Abuso económico Economía Privilegio masculino Responsabilidad amenazas culpar hijos e hijas amenazante responsabilidad responsabilidad paterna compartida compartida 28. A partir de los trabajos y proyectos del Modelo Duluth (Domestic Abuse Intervention Proyect). Posteriormente, la descripción de estas características fue adaptada para España por Álvarez, Ferreira y Herredero (2002). 24 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado II:Consecuencias y costos de la violencia de género 2.1. Mitos y creencias de la violencia de género Nuestra sociedad actual recurre a diversos mitos y creencias sociales que expresan de manera simple las relaciones de poder entre hombres y mujeres. Estos mitos alimentan y además legitiman la violencia contra las mujeres, y suponen graves consecuencias para su salud y sus vidas. Estas creencias se difunden oralmente de generación en generación, tanto entre hombres como mujeres, y contribuyen a ocultar, negar o invisibilizar las contradicciones de estos mitos con la realidad tal cual es. Además, estos mitos representan simbólicamente los mandatos de la socialización de género que predomina en la sociedad y que naturalizan la violencia de género, desde las relaciones de poder entre hombres-mujeres. 29. Fuentes: Violencia contra las mujeres. Instituto de la Mujer. Madrid, 2004. Elaboración propia. Versión adaptada de la bibliografía revisada. Y Guías sobre violencia contra la mujer. Conocer para cambiar la mirada – CAM Pro Mujer Programa de Igualdad. Instituto de la Mujer s/a. Patró Hernández Rosa. A continuación se citan algunos mitos y creencias que supuestamente justifican la violencia de género hacia las mujeres29; y se incorporan también ejemplos que muestran la situación real de cada uno de ellos. El mito se plantea como una verdad absoluta que muchas personas creen y no ponen en duda. Esta realidad es la que en gran medida legitima y convierte en normales los comportamientos violentos hacia las mujeres. 25 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Mito Realidad 26 Los casos de violencia son casos aislados y escasos. Cuatro de cada 10 mujeres en el Perú sufren violencia de parte de su pareja (ENDES 2010). los hombres son violentos por naturaleza. esto no es verdad, la violencia es una conducta que se aprende a través de los procesos de socialización, de los mensajes sociales y familiares. las víctimas de violencia se lo buscan o hacen algo para provocarlo. Realidad: no hay ninguna “provocación” que justifique el uso de la violencia. Bajo este argumento el agresor suele proyectar la responsabilidad de su conducta a la mujer, por ponerle nervioso, por expresar sus propias opiniones o deseos, cuestionar su autoridad de algún modo o no hacer las cosas exactamente comwo él desea. La mujer NO es responsable del comportamiento violento del hombre; por tanto, la violencia masculina es un comportamiento aprendido de demostración de poder ante las mujeres. Y es que existe una tendencia por parte de la sociedad de juzgar la conducta de la mujer violada más que la del violador. Solo en las familias con problemas hay violencia. en todas las familias hay problemas económicos, laborales, de salud o los derivados de la convivencia entre varias generaciones. Lo que las diferencia es la manera de enfrentarlos. Unas lo hacen a través de la violencia y otras mediante el diálogo y la negociación, pero no hay modelos específicos de familias que reproduzcan este tipo de violencia. La violencia solo existe en familias con pocos medios económicos. de acuerdo a ENDES Continua 2009, en el Perú, la violencia familiar afecta por igual a las familias con pocos o altos ingresos, y no son los medios económicos, por tanto, un elemento diferenciador. La violencia psicológica no es tan grave como la violencia física. las conductas de abuso emocional y maltrato psicológico continuado (como los insultos, desvalorizaciones, humillaciones, desprecios o amenazas) pueden provocar consecuencias muy graves desde el punto de vista de la salud de las víctimas, aunque no se produzca maltrato físico. Por tanto, pueden ser igual o hasta más graves. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Mito Realidad Los hombres adictos a las drogas, al alcohol, los desempleados o los que sufren estrés en su trabajo, son violentos como efecto de su situación personal. esto se desmiente al demostrarse que también son hombres violentos cuando no están sometidos a ninguna adicción o situación conflictiva concreta. Muchos de estos hombres no son violentos en su medio social y laboral, y tienen una imagen de persona respetable e incluso admirada. La violencia dentro de casa es un asunto de familia y no debe salir ni difundirse fuera. cualquier tipo de violencia física, psicológica o sexual sobre una persona es un delito y ningún delito puede considerarse un asunto privado, ya ocurra en un sitio público o dentro de las cuatro paredes de una casa. La violencia contra la mujer constituye un atentado contra los derechos humanos y compromete la vida, la seguridad, la libertad, la dignidad y la integridad física y psíquica de sus víctimas, sean estas mujeres o sus hijos e hijas. Creer que la familia es un ámbito privado e intocable ha hecho que la violencia familiar sea invisibilizada. Las personas callan por un falso respeto a su intimidad. Los casos de violencia hacia la mujer se producen por una pérdida de control del hombre. aunque la agresión física se suele identificar con episodios explosivos de violencia, en muchas ocasiones se ejerce de forma premeditada y controlada como forma de demostrar a la mujer qué puede ocurrir si cuestiona de algún modo su poder o autoridad. El maltrato o la violencia no consiste únicamente en conductas físicas, sino en intimidaciones, descalificaciones o actitudes amenazantes que, a menudo, se emplean de forma constante en la relación y durante un período prolongado de tiempo. El hecho de que el maltratador pueda controlarse en cualquier otra situación con otras personas refleja lo selectivo de su violencia. Siempre se exagera la realidad cuando se habla de violencia contra las mujeres. cuando una mujer solicita ayuda, la situación ya es seria. Los hombres violentos y la sociedad en general no lo reconocen y niegan sus actos diciendo que “no es para tanto” o que quien confunde la realidad es la propia mujer. Si las mujeres no se van es por que les gusta (“más me pegas más te quiero”) el maltrato y la violencia. es falso que las mujeres no se separan de los hombres violentos porque disfrutan con las agresiones. La dependencia económica, la falta de relaciones afectivas donde apoyarse, el estado emocional quebrantado, la pérdida de autoestima, depresión, miedo o la falsa esperanza de que su pareja cambie, son algunos de los motivos entre otros por los que una mujer tarda en tomar la decisión de abandonar al agresor. 27 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Mito Realidad 28 En el caso de que tenga hijas o hijos es mejor que aguanten. La mujer debe soportar para no romper el hogar por el bien de los hijos/as y la familia. si la mujer es agredida, los niños y las niñas presenciarán la humillación de sus madres, se convertirán en testigos, y en muchos casos también en víctimas directas; ello les producirá trastornos de conducta, salud y aprendizaje. Además, estas situaciones pueden fomentar que se reproduzcan a futuro estos modelos de relaciones violentas con sus parejas, hijas, hijos o con sus propias madres. La violencia la sufren mujeres entre 20 y 35 años de edad, sin trabajo remunerado y que viven con un adicto o desempleado. Cuando las mujeres dicen no quieren decir que sí. Realidad: cualquier mujer puede sufrir una agresión, como lo demuestran los casos denunciados. Con esta idea preconcebida se reduce el problema a una situación que afecta a determinadas mujeres, y se estigmatiza a quienes lo han sufrido. El violador es un enfermo mental y no es plenamente responsable de lo que hace. Es imposible violar a una mujer contra su voluntad. los violadores son personas que no tienen ningún aspecto o rasgo físico determinado. Muchos de ellos realizan una vida normal e incluso pueden ser personas respetadas en la comunidad. La justificación de “enfermos” únicamente sirve para quitar responsabilidad al violador. La mayoría de las violaciones se producen a altas horas de la noche en descampados. muchos de los casos de violación son producidos por personas conocidas y en lugares habitados, por ejemplo en el propio hogar. Es de gran importancia que las funcionarias y funcionarios del Estado, así como los operadores de justicia, contribuyan a cambiar estas creencias y mitos, promoviendo las acciones a favor de la erradicación de la violencia contra las mujeres y la dignidad e integridad personal de aquellas personas que son privadas de su condición de sujetos de derechos. Debemos tomar conciencia para eliminar estas opiniones, en muchos casos muy generalizadas, que pueden llegar a causar tanto daño. los hombres violentos piensan que las mujeres no se atreven a manifestar sus deseos sexuales y por ello “creen” que las tienen que obligar o forzar. Mientras que para las mujeres, cuando una mujer dice NO, significa simplemente que NO QUIERE. en el delito de violación parece que socialmente se le exige a la mujer víctima “un certificado de haberse defendido”, lo que no se pide en otros delitos como pueden ser robos u otro tipo de agresiones. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 2.2 Consecuencias en la salud de las mujeres La Organización Mundial de la Salud señala que la violencia de género es un grave problema de salud pública. Fatales Salud física Condiciones crónicas de la salud Salud sexual y reproductiva Salud psíquica Son diversas las señales físicas, psíquicas y sociales las que se manifiestan en las mujeres por causa de la violencia intrafamiliar. Obviamente, hay una afección directa sobre la salud de las mujeres. Algunas de estas señales que evidencian el haber padecido algún tipo de violencia se listan a continuación: Muerte por homicidio Muerte por suicidio Lesiones diversas: contusiones, traumatismos, heridas, quemaduras... que pueden producir discapacidad Deterioro funcional Síntomas físicos no específicos (cefaleas) Empeoramiento de la salud Dolor crónico Síndrome del intestino irritable Otros trastornos gastrointestinales Quejas somáticas Por relaciones sexuales forzadas: Pérdida de deseo sexual, trastornos menstruales, enfermedades de transmisión sexual, sífilis, gonorrea, clamidhia, virus papiloma humano (vinculado al cáncer cérvico uterino), hepatitis B, incluido el VIH / SIDA, sangrado y fibrosis vaginal, dispareunia, dolor pélvico crónico, infección urinaria, embarazo no deseado (que pueden terminar en abortos clandestinos). Por maltrato durante el embarazo: hemorragia vaginal, amenaza de aborto, muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer. Depresión, ansiedad, baja autoestima, labilidad emocional Trastornos del sueño Trastorno por estrés postraumático Trastorno de la conducta alimentaria Abuso de alcohol, drogas y psicofármacos Intento de suicidio Estado emocional negativo (tristeza, miedo a morir, ideas suicidas, ansiedad extrema) Aislamiento social, falta de redes sociales, escasa o nula participación en la comunidad, ausencia de contacto con familiares Salud social Relacionales Actitud de la víctima Pérdida del empleo Absentismo laboral Disminución del número de días de vida saludable Control de las actividades cotidianas de la mujer, sumisión de parte de la mujer, prohibición de parte de la pareja de salir, de trabajar y/o participar socialmente, la presencia de estereotipos de género tradicionales y rígidos Temor, nerviosismo, ausencia de contacto visual, inquietud, sobresalto al menor ruido, ensimismamiento, tendencia a culpabilizarse y a exculpar a su pareja, reticencia a responder preguntas o a dejarse explorar, incapacidad para tomar decisiones Elaboración propia en base a la literatura revisada: - Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género p/15 España. - Larraín, Soledad. Valdebenito, Lorena. El maltrato deja huella. Manual para la detección y orientación de la Violencia Intrafamiliar. UNICEF. Chile 2007. - UNFPA - UNIFEM. Mujer: Contra la violencia, por los derechos humanos. Argentina 2008 29 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! La violencia de género no responde a patologías individuales, sino a conductas aprendidas y reproducidas en el ejercicio del poder de un sexo sobre el otro, más concretamente en el ejercicio de poder legitimado socialmente de los hombres sobre las mujeres. 2.3 Riesgo de alteración de su desarrollo integral Sentimientos de amenaza Dificultades de aprendizaje y socialización Adopción de comportamientos de sumisión o Consecuencias de los hogares violentos sobre los hijos e hijas Los niños y niñas también sufren a causa de la violencia dirigida contra su madre natural o adoptiva. En las familias en que la violencia es algo habitual, los niños pueden ser víctimas directas y sufrir abusos físicos, psicológicos o sexuales (Johnson CF 2004: 364: 462-70). El daño producido por experiencias de violencia en la familia de origen (ya sea como testigo o víctima) puede ir más allá de sus consecuencias visibles o inmediatas, pues afecta al sentimiento de seguridad y de confianza en el mundo y en las personas de las niñas y niños, componente que es fundamental para su adecuado desarrollo, sobre todo cuando el agresor es su propio padre y la violencia ocurre dentro de su propio hogar, lugar de refugio y protección. Las niñas y niños que presencian actos de violencia entre sus progenitores corren un elevado riesgo de sufrir ansiedad, depresión, baja autoestima, pesadillas y otros problemas similares, como agresividad permanente30, y a menudo presentan problemas semejantes a los de los niños que han sido víctimas de abusos (Edleson: 1999; 14: 839-70). 30. Kernic MA, Wolf ME, Holt VL, McKnight B, Huebner CE, Rivara FP. Behavioral problems among children whose mothers are abused by an intimate partner. Child Abuse & Neglect 2003, 27: 1231-46. 30 En el siguiente cuadro se citan las potenciales consecuencias que puede tener en la salud de hijos e hijas el convivir en un contexto familiar de violencia. violencia con sus compañeros y compañeras Salud de las hijas e hijos Mayor frecuencia de enfermedades psicosomáticas Con frecuencia son víctimas de maltrato por parte de padre Violencia transgeneracional con alta tolerancia a situaciones de violencia La violencia puede también afectar a otras personas dependientes de la mujer y que convivan con ella. Elaboración propia en base a la literatura revisada: - Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género. España. - Larraín, Soledad. Valdebenito, Lorena. El maltrato deja huella. Manual para la detección y orientación de la Violencia Intrafamiliar. UNICEF. Chile 2007. De esta forma es evidente que el impacto de la violencia sobre la calidad de vida de las personas y la familia es profundo y comprende no solamente el daño físico, sino también el emocional y psicológico. Todas las personas pueden ser afectadas negativamente por una situación de violencia sufrida en el seno familiar. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 2.4 Costos de la violencia de género para el desarrollo del país31 La violencia de género afecta no solo la vida de sus víctimas, sino también al desarrollo del país, así como la inversión social que se hace necesaria que realice el Estado en educación, salud, generación de empleo, mejora de la calidad de vida, etc. ¿Más me pegas, más me quieres? 31. Fuente: Buvinic, Mayra et al. La violencia en América Latina y el Caribe. Un marco de referencia para la acción. Banco Interamericano de Desarrollo,1999. Cit en Costos sociales y económicos de la violencia de género. Vilma Vaquerano, En ORMUSA. Violencia de Género, 2008. Versión adaptada. 31 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Enfrentar la violencia genera altos costos directos para el país, que son consecuencia directa de las medidas que se deben tomar tras los actos de violencia o de las acciones de prevención que se hacen también imprescindibles. También tiene costos indirectos, que incluyen el dolor y el sufrimiento, la pérdida de productividad y de la calidad de vida, entre otros. A continuación se presenta de forma general una reseña de los costos que supone para una sociedad el tener que enfrentar la violencia: Costos directos: valor de bienes y servicios usados en el tratamiento y prevención de la violencia. Sistema de salud, atención médica en emergencias, atención dental, costos de tratamiento Medicina Legal Policía, costos de detención y prisión, comisarías de la mujer Sistema de justicia, costos de enjuiciamiento y otros costos del juzgado Vivienda, albergues y residencias temporales, casas de refugio para las mujeres maltratadas y sus hijos Servicios Sociales, Centros de Emergencia Mujer, asesoría legal, psicológica Inversión en la prevención. Presupuesto asignado por el MEF Costos indirectos: valor de los impactos En la salud: mayor morbilidad, mayor mortalidad debido a homicidios o suicidios, abuso de alcohol y drogas, y desórdenes depresivos. Económicos: menor participación de la mujer en el mercado laboral; menor productividad en el trabajo, menores ingresos, mayor absentismo y menor productividad de generación siguiente mediante repetición de cursos y menor desempeño educativo; fuga de capital, menores inversiones y menor capacidad de ahorro. Sociales: transmisión intergeneracional de violencia, calidad de vida reducida, erosión del capital humano y del capital social y menor participación en el proceso democrático. Por lo tanto, toda la sociedad sufre las consecuencias indirectas de la existencia de la violencia de género, pues de un modo u otro puede afectar a cualquier persona. De la misma forma también todas y todos debemos ser responsables ante estas situaciones y actuar, incluso 32 desde la denuncia, para evitar que estas circunstancias se sigan dando. No podemos mantenernos al margen al considerar que se trata de cuestiones particulares y privadas de cada familia, sino que efectivamente se trata de un problema y responsabilidad social. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado III.Las políticas públicas contra la violencia de género del Estado peruano 3.1. Los enfoques transversales de las políticas públicas del Estado peruano Las políticas públicas de género no son neutras; contienen acciones afirmativas a favor de las mujeres. Estas políticas son específicas y dirigidas a la prevención, sanción y erradicación de la violencia de género. El Estado peruano postula principios y enfoques transversales que fundamentan y orientan las políticas públicas a favor de las mujeres y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. 33 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! >> Género, derechos humanos e interculturalidad32 Con el fin de reconocer las desigualdades de género existentes y la diversidad étnica y cultural del país, y en particular las discriminaciones que sufren las mujeres indígenas, afrodescendientes y de los ámbitos rurales, se promueven los enfoques de género, de derechos humanos, e interculturalidad desde el principio de la interseccionalidad. Las perspectivas de género, de derechos humanos e interculturalidad comparten el objetivo común de hacer visible y reconocer a las mujeres y personas que por razón de su género, sexo, etnia, cultura, edad u orientación sexual, han sido excluidas y discriminadas sistemáticamente de la sociedad o de ciertos sectores sociales. Al mismo tiempo se busca el reconocimiento y respeto a los derechos humanos como valores universales para todas las personas independientemente de estas condiciones y, por supuesto, independientemente de su género. El enfoque de género parte del reconocimiento de la existencia de relaciones asimétricas entre hombres y mujeres construidas sobre la base de las diferencias sexuales y que son el origen de la violencia hacia las mujeres. Este enfoque postula una visión dinámica de la cul- tura y promueve el diálogo transcultural y el tratamiento respetuoso de la diversidad, permitiendo el diseño de estrategias de intervención orientadas al logro de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. El enfoque intercultural promueve las relaciones entre diferentes grupos culturales y étnicos que conviven en un mismo espacio social, sin predominio de unos sobre otros33 como mecanismo de exclusión social y como modelo de relación entre culturas basado en la superioridad y la dominación. Este enfoque reconoce la dinámica cambiante de las sociedades; afirmando que la cultura no es un todo homogéneo, sino que está construida sobre estructuras sociales en las que el género, los recursos o el origen, entre otros, son variables de diferenciación y de desigualdad. De este modo, las personas no pueden ser catalogadas a partir de una identidad única, pues las identidades personales y colectivas se encuentran conformadas por la suma de muchos elementos como el género, la cultura, la etnia, la clase, la edad, el idioma, y se articulan simultáneamente en todos los planos de la vida de las personas. 32. Conceptos para diseñar políticas para la igualdad de género. Documento interno de la DGM-MIMDES. 2011 33. González Pazos y Viadero Acha se refieren al “etnocentrismo” como aquella actitud colectiva que consiste en rechazar las formas culturales (morales, sociales, religiosas, estéticas…) diferentes a las propias de una sociedad dada. 2010, p. 40. 34. Informe final “Dificultades para la Prevención y atención de la violencia familiar y sexual en las mujeres adolescentes y jóvenes de la etnia Shipibo Conibo del distrito de Yarinacocha – Ucayali”. II Concurso de Investigaciones en Violencia familiar y sexual. 2011. 34 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado El proceso de migración de las mujeres adolescentes y jóvenes indígenas hacia las capitales distritales pone en un nuevo escenario, en el que el intercambio y el diálogo entre culturas es desigual, en el que la edad, etnicidad, pobreza, clase social, acceso a servicios y relaciones de género impactan negativamente en su desarrollo personal y colectivo, colocándolas en situaciones de desventaja frente a la violencia familiar y sexual34. El enfoque intergeneracional parte de reconocer que la vida se desarrolla en un continuo, donde pasado, presente y futuro se incluyen continuamente y donde la relación entre las personas en la familia, la comunidad, la escuela y las otras instituciones, es la de una permanentemente interacción entre personas de distintas generaciones. El enfoque parte del supuesto de la necesaria interdependencia de las generaciones en las comunidades que habitan. La articulación de estas categorías socio culturales y políticas “implica asumir el carácter heterogéneo, contradictorio y versátil de las identidades culturales (género, etnia, cultura, clase social, etc.), el carácter relacional de la cultura, de los géneros y asumir la variable de géneros en función de culturas y contextos” (Rebollo 2010:21). El enfoque de Derechos Humanos implica incidir en la promoción y protección de los derechos de las mujeres, identificando aquellos que han sido vulnerados o no realizados, así como las barreras sociales, económicas, culturales e institucionales que limitan su ejercicio. La protección de la vida –integridad personal- y la dignidad humana exigen que la sociedad y la cultura establezcan normas universales de comportamiento basadas en el respeto de los derechos humanos. Se complementan a estos enfoques el enfoque territorial, que ofrece una visión descentralizada y participativa; desde este enfoque se da una redistribución de la igualdad de oportunidades a lo largo del territorio nacional en el contexto de la descentralización. Por otra parte también encontramos el enfoque de seguridad ciudadana, el cual indica que tanto mujeres como varones enfrentan problemas de inseguridad en el espacio doméstico y público. 35 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 3.2. El rol del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) Una de las competencias más destacadas del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es la prevención, protección y atención de la violencia contra la mujer y la familia, promoviendo la recuperación de las personas afectadas35. ¿Así es Para llevar a término tal competencia cuenta como documento programático con el Plan Nacional Contra la Violencia Hacia la Mujer 2009 – 2015, para el que se han establecido diversos mecanismos nacionales y sub nacionales que aseguren su implementación, seguimiento y evaluación. El MIMP, mediante el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS), asume la Secretaría Técnica del Grupo de Trabajo Nacional, el cual convoca a representantes técnicos de los sectores competentes y de instituciones representativas de la sociedad civil36. como me quieres? 35. Ley de Organización y Funciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables Nº 29792. DL Nº 1098 36. Plan Nacional Contra la Violencia Hacia la Mujer 2009 – 2015 y sus herramientas de gestión. 2009. 36 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado El PNCVFS tiene como finalidad diseñar y ejecutar a nivel nacional acciones y políticas de atención, prevención y apoyo a las personas involucradas en hechos de violencia familiar y sexual, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de la población en general y de las personas afectadas por violencia en particular. Dentro de sus funciones se encuentran las de: Formular y proponer lineamientos y normas respecto a la atención, prevención e investigación del problema de violencia familiar y sexual necesarios para el funcionamiento del Programa. Promover y desarrollar mecanismos de articulación intersectorial para la atención de la violencia familiar y sexual. Promover y ejecutar, en coordinación con la Dirección de Investigación y Desa- rrollo Social del MIMP, el estudio e investigación sobre las causas de la violencia familiar y sexual, y de las medidas a adoptarse para su corrección y prevención. Coordinar y fortalecer redes, con participación activa de los diferentes actores sociales en las materias de su competencia. Diseñar y ejecutar estrategias de información, educación no formal, comunicación y difusión a nivel nacional en las materias de su competencia. Diseñar, aplicar y evaluar las estrategias de prevención, atención y apoyo integral para las personas afectadas o involucradas en hechos de violencia familiar o sexual. Convocar a instituciones públicas y privadas y a organizaciones de base para una mejor prestación de los servicios que brinda el PNCVFS. Promover el desarrollo de las “Casas Refugio” en coordinación con los gobiernos locales y la sociedad civil. Proponer la suscripción de convenios y acuerdos orientados a la mejor implementación del Programa y velar por su cumplimiento Promover, en coordinación con la oficina de Cooperación Internacional del MIMP, la captación de recursos de la Cooperación Internacional. Velar por el desarrollo de la gestión eficiente de los recursos humanos a su cargo, para el logro de sus objetivos y metas. Ejecutar, supervisar y evaluar las acciones de capacitación para el cumplimiento de sus objetivos. 37 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 3.3. Marco normativo nacional contra la violencia de género El Estado peruano postula políticas públicas contra la violencia de género de manera intersectorial en el aparato estatal, articulando la política nacional con la política regional y local. Aquí se citan algunas de las políticas y mecanismos diseñados para tales fines: La Constitución Política de 1993 señala en el Ca- pítulo II que los Tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del derecho nacional. Por ejemplo, en materia de Derechos Humanos, lo que ilustra la conjunción entre la acción internacional y nacional para el cumplimiento de la norma. Registro del Feminicidio, el Perú ha organizado e implementa el Registro del Feminicidio a cargo del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público y del Programa Nacional contra la Violencia Familiar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP); dicho registro informó, entre el 1 de setiembre del año 2008 y el 30 de junio del año 2009, 88 casos de feminicidio. Por otra parte, el marco normativo nacional está expresado en diversos marcos legales, que aquí se citan: Ley 26260. Aprobada el 22 de diciembre de 1993. Ley de protección frente a la violencia familiar. Esta ley establece la política del estado y la sociedad civil para enfrentar el problema de la violencia familiar en nuestro país y los mecanismos legales que garanticen una mayor protección para las víctimas de la violencia familiar en el Perú38. Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mu- jer 2009 – 2015. Expresa la Política asumida por el Estado Peruano en esta materia y tiene como propósito garantizar una vida libre de violencia, como voluntad de la expresión del respeto y compromiso, del reconocimiento de los derechos humanos fundamentales de las mujeres peruanas a través de todo su ciclo vital. Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Varones 2006-2010 . Se desarrolla sobre la base de 5 lineamientos de política a fin de garantizar los derechos económicos, sociales y políticos de las mujeres e institucionalizar la equidad de género en las políticas, programas y proyectos de Estado. Actualmente se está elaborando el Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017, que tiene entre sus lineamientos la erradicación de la violencia de género. 37 37. 38. 39. 40. 38 Ley 27942. Ley de Prevención y Sanción del Hostigamiento Sexual. Febrero del año 2003 y su Reglamento, el DS 010-2003 – MIMDES. Por su parte, esta ley sanciona el hostigamiento sexual producido en el marco de las relaciones de autoridad o dependencia39. D.S. 027-2007- PCM Políticas Nacionales de Aún vigente pues el PIO 2011- 2015 se encuentra en fase de elaboración Guía Técnica para la Atención integral de las personas afectadas por la violencia basada en género. Plan Nacional contra la Violencia Hacia la Mujer 2009-2015. Plan Nacional contra la Violencia Hacia la Mujer 2009-2015. obligatorio cumplimiento para las entidades del Gobierno Nacional, marzo 2007. El fin de estas políticas es el de impulsar en la sociedad, en sus acciones y comunicaciones, la adopción de valores, prácticas, actitudes y comportamientos equitativos entre hombres y mujeres, para garantizar el derecho a la no discriminación de las mujeres y la erradicación de la violencia familiar y sexual40. Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 3.4. Marco normativo Internacional41 El Perú como Estado se adscribe a las posturas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que ha suscrito Compromisos Internacionales de carácter vinculante sobre los Derechos Humanos de las Mujeres. También se adscribe a la consideración de que la violencia contra las mujeres obedece a una legitimación histórica de la violación de sus derechos humanos, tanto por parte de la sociedad como por el Estado. Por todo ello, la legislación nacional debe ampliar su concepción sobre la violencia de género, así como de los diversos tipos de violencia que se dan acorde a la diversidad de mujeres42, considerando también su modalidad extrema, el feminicidio. Los Compromisos Internacionales pueden ser vinculantes y obligatorios o declarativos, a manera de Recomendaciones, Declaraciones, Conferencias, etc.; ambos tipos de compromisos se complementan y exigen de los Estados obligaciones de cumplimiento. Los países que ratifican los Compromisos Internacionales de carácter vinculante: - Se adhieren a los principios y normas que emanan de dichos tratados - Se adhieren a la jurisprudencia internacional que de allí surge - Asumen la obligación de modificar su legislación interna o reglamentar ámbitos no considerados en lo interno, si fuera necesario - Se obligan a poner en práctica acciones tendientes a cumplir los compromisos suscritos (Dador, Ma.Jennie 2005) La exigencia de las obligaciones de los Compromisos Internacionales a los Estados -en materia de derechos humanos de las mujeres como de la violencia de género- tiene por objetivo que “Las mujeres dejen de ser concebidas como las guardianas de la moral pública para ser reconocidas como ciudadanas cuya integridad es un bien jurídico que se protege”43. 41. Guía Técnica para la Atención integral de las personas afectadas por la violencia basada en género. 42. Por diversidad de mujeres entiéndase a las mujeres en su diverso ciclo de vida tales como infantes, niñas, adolescentes, mujeres adultas y adultas mayores; mujeres de pueblos amazónicos, afro descendientes, de áreas rurales y urbanas, con discapacidad; por clases sociales; trabajadoras del hogar; trabajadoras sexuales, etc. 43. ¡Ni una más! Del dicho al hecho: ¿cuánto falta para recorrer? Op.cit. ¿CUÁNDO SE HA CITADO ESTA OBRA? 39 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Los compromisos internacionales a los que se adscribe el Perú son: Convención sobre la Eliminación de todas las for- mas de Discriminación contra la Mujer – CEDAW 1979, en donde se establece que la violencia familiar –una de las formas más extendidas de la violencia de género – es reconocida como un problema de discriminación contra la mujer, que impide el goce y ejercicio de sus derechos humanos y obstaculiza su desarrollo. Conmina a los estados partes a brindar las garantías institucionales y jurídicas para prevenir, sancionar y erradicarla. Recomendación General Nº 19 del Comité para la eliminación de la Discriminación contra la Mujer, acerca de la Violencia contra la Mujer (1992), que constituye un hito en la atención a la violencia de género. Además de plantear una definición para el concepto, realiza una serie de recomendaciones específicas a los estados partes sobre las medidas y acciones a tomar en materia de violencia. Convención para prevenir, sancionar y erradi- car la violencia contra la mujer (Convención de Belem do Pará), Brasil 1994, en donde se obliga a los estados a adoptar políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer implementando leyes y medidas tanto en el ámbito administrativo como en el judicial. Estatuto de Roma 199844 es un instrumento ju- rídico que da origen a la Corte Penal Internacional; esta es una instancia de jurisdicción supranacional que posee la competencia jurídica sobre crímenes de guerra. Asimismo, reconoce a estos crímenes como los más graves y de mayor trascendencia para la comunidad internacional en general. Entre ellos se tipifica y reconoce algunas manifestaciones de violencia hacia las mujeres tales como la violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable; estan comprendidos en la tipología de delitos de lesa humanidad. El Estado peruano, las autoridades y las/los funcionarios tienen la obligación de respetar los derechos humanos de todas las personas, por supuesto considerando también los derechos de las mujeres, garantizar las medidas necesarias que permitan a todas las personas el goce pleno y efectivo de sus derechos humanos, de actuar con la debida diligencia a fin de prevenir, investigar y sancionar la violencia de género, tanto si se trata de actos perpetrados por el Estado o por particulares; y por último, garantizar el acceso directo y autónomo de la mujer a la justicia. Existe vulneración de los derechos humanos de las mujeres cuando se verifica incumplimiento de plazo razonable, falta de acceso a la justicia o violación de presunción de la inocencia. En estos casos se requiere, por tanto, una actuación intersectorial eficiente para garantizar la administración de justicia por parte de todos los agentes competentes como ahora la Policía Nacional, Poder Judicial, Ministerio Público, Instituto de Medicina Legal, Ministerio de Justicia y Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social. 44. Legislación Internacional de Protección de los Derechos de la Mujeres. Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, Lima 2009. 40 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 3.5. Información sobre servicios y lugares donde solicitar ayuda y asesoría Son diversos los espacios e instituciones que ofrecen atención directa y asesoría a las personas víctimas de este tipo de violencia, y tratan de ser complementarios unos con otros con el fin de cubrir todas las necesidades posibles que este tipo de víctimas o personas en riesgo puedan necesitar. Aquí los citamos indicando el tipo de servicio ofrecido: Centros Emergencia Mujer: Son servicios públicos especializados y gratuitos, de atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia familiar y sexual. Se brinda orientación legal, defensa judicial y consejería psicológica. Se procura la recuperación del daño sufrido y se presta asistencia social. También se realizan actividades de prevención a través de capacitaciones, campañas comunicacionales, formación de agentes comunitarios y movilización de organizaciones e instituciones. Línea 100: Es un servicio gratuito de cobertura nacional a cargo de un equipo de profesionales especializados en brindar contención emocional, orientación e información en temas de violencia familiar y abuso sexual, a través de un equipo multidisciplinario conformado por especialistas quienes refieren y/o derivan los casos a los Centros de Emergencia Mujer u otras Instituciones que atienden la problemática. Se accede marcando telefónicamente el numero 100. Atención las 24 horas. http://www.mimdes.gob.pe/linea-100.html 41 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Chat 100: Es un sistema de comunicación mediante el cual dos o más personas en forma simultánea y tiempo real podrán comunicarse a través de internet con un/a moderador/a (profesional del PNCVFS). El fin es brindar información especializada sobre Violencia Familiar y Sexual y realizar consultas y recibir orientación psicológica sobre posibles situaciones de violencia en las relaciones de pareja (enamoramiento y noviazgo). El público preferente son adolescentes y jóvenes, mujeres y varones, que se encuentren en etapa de enamoramiento o relación de pareja y que requieran información y asesoría para la prevención de situaciones de riesgo de violencia física, psicológica y/o sexual. www.mimdes.gob.pe/ chat100. Hogares de Refugio Temporal: Son lugares de acogida temporal para víctimas de violencia familiar, que brindan protección, albergue, alimentación y atención multidisciplinaria especializada de acuerdo con sus necesidades específicas por razón de género y edad, propiciando su recuperación integral. Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente (DEMUNA): Es un servicio encargado de proteger y promover los derechos de los niños y niñas, y adolescentes en la jurisdicción de la municipalidad. Desde 1997 está considerada en la Ley Orgánica de Municipalidades como una función de los Gobiernos Locales. 42 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado IV.La erradicación de la violencia de género: responsabilidad de todos y todas 4.1. Medidas que podemos adoptar para prevenir la violencia de género en el quehacer institucional45 Aquí citamos algunas de las medidas que se pueden adoptar con el fin de erradicar desde todas las esferas, pública, privada, colectiva, individual, la violencia de género. 45. Aportes para la Sensibilización sobre la Violencia de Género a nivel local y comunitario. Asociación Civil Trama – Lazos para el Desarrollo. Octubre 2009. www. intersexualite.org/Sensibilizacion.pdf 43 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! a) La prevención como instrumento El principal camino para acabar con la violencia de género es la prevención, esto incluye un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres dando paso a un cuestionamiento de los roles sociales y estereotipos, del lenguaje, etc. Según Naciones Unidas46, “la prevención primaria exige que se cambien las actitudes y se cuestionen los estereotipos existentes en la sociedad y que se preste asistencia a las personas que procuran poner fin a la aceptación de la violencia de género contra las mujeres. También requiere del empoderamiento político y económico de las mujeres para superar su posición subordinada en la sociedad” (pág. 337)47. Las estrategias de prevención de la violencia hacia las mujeres deben enfocarse, por un lado, en maximizar su visibilidad, a través de la identificación y reconocimiento de todas sus manifestaciones, su forma de aparición y su dinámica con el fin de facilitar su detección precoz; y, por otro lado, en minimizar su tolerancia, a través del cuestionamiento crítico y el cambio de las creencias, de los mitos y actitudes culturales y sociales que favorecen su mantenimiento, mediante estrategias centradas en la educación no sexista e igualitaria y en la sensibilización social en todas las esferas. b)Promover nuevas formas de relación entre los hombres y las mujeres Los gestores de política tanto nacionales, regionales como locales, tienen el desafío de promover nuevas formas de relación entre hombres y mujeres, contrarrestando los discursos sociales que ha reproducido el sistema social en el que se fundamentan las desigualdades de género. c) Apoyo a las víctimas para que se denuncie la violencia de género Las/os funcionarias/os deben colaborar con las mujeres víctimas de violencia de género ayudándolas a superar los obstáculos para denunciar la violencia de género, de un lado, por la falta de acceso a la justicia, y de otro, por razones de dependencia económica, falta de redes sociales y familiares, falta de eficacia de las instancias de ayuda, temor a la represalia o temor a estar más vulnerable. Asimismo, se deben identificar situaciones de violencia de género y promover las intervenciones que las modifiquen y/o prevengan. 46. Informe sobre el estudio a fondo de todas las formas de violencia contra la mujer, 2006. 47. En Guías sobre violencia contra la mujer Conocer para cambiar la mirada – CAM Pro Mujer Programa de Igualdad. Instituto de la Mujer s/a. p. 17. Patró Hernández Rosa ¿AUTORA?. 44 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado d)Abordar la violencia de género desde la intersectorialidad Las políticas públicas contra la violencia de género deben ser abordadas de manera intersectorial articulando la política nacional con las políticas regionales y locales en los Planes Nacionales de Violencia hacia las mujeres y de Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres. Estos Planes Nacionales buscan erradicar culturalmente los estereotipos y roles de género tan enraizados en los agentes de socialización tales como la familia, los medios de comunicación, los operadores de justicia o la iglesia. e) Promoción de la autonomía de las mujeres Las políticas diseñadas para erradicar la violencia deben estar acompañadas de la promoción de la autonomía económica de las mujeres, a través de la inserción laboral de las mujeres violentadas en programas de inversión productiva y empleo, así como en la toma de decisiones políticas sobre su salud sexual y reproductiva. En otras palabras, promover que las mujeres violentadas hagan ejercicio de sus derechos ciudadanos. f) Difusión de la ley, denuncia y ruptura de estereotipos Es indispensable difundir la Ley y denunciar las diferentes formas de violencia hacia la mujer, fomentar una cultura organizacional libre de estereotipos y basada en valores de respeto, además de promover valores que eviten la violencia (y descalifiquen a aquellas personas que la propician), como por ejemplo: - Creer en los efectos positivos de la igualdad para toda la sociedad. - Valorar a la persona sin considerar su sexo ni su imagen, ni su país de origen, si presenta o no discapacidad, ni su edad, etc. - Fomentar la solidaridad y la responsabilidad social. - Promocionar la igualdad de oportunidades para todas las personas. - Incentivar a participación de todas las personas en la toma de decisiones. - Valorar todos los trabajos por igual, tanto los productivos como los reproductivos. - Dar valor a la no violencia en la resolución de los conflictos. 45 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! g)Desde el Plan Nacional Contra la Violencia Hacia la Mujer (2009-2015) se plantean acciones para la prevención, en los diferentes niveles de gobierno: La formulación de estrategias diferenciadas y el impulso a acciones preventivas promocionales desde un enfoque intercultural, para enfrentar las distintas manifestaciones de la violencia, dadas en diferentes escenarios, como por ejemplo en: Escuelas: incorporar los temas en guías, módulos y programas de capacitación dirigidos a docentes y escolares, así como a estudiantes de educación superior. Comunidades: movilización para promover la sanción social de la violencia contra la mujer, formación de facilitadoras contra la violencia familiar y sexual, campañas casa por casa para la detección de violencia en los hogares, redes comunales de apoyo. Espacios educativos no formales (mercados, espacios de esparcimiento, terminales de buses, salas de espera de instituciones públicas y privadas, etc.): implementación de estrategias creativas y de impacto sobre el tema. Centros laborales: emisión de mensajes de tolerancia cero contra la violencia hacia la mujer. Medios de comunicación: promocionando la incidencia para el abordaje del tema en los diferen- tes medios, alianzas estratégicas para transformar las pautas culturales de género que legitiman la violencia hacia la mujer en sus distintas expresiones, campañas de difusión que promuevan relaciones de pareja y familiares democráticas. 46 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado La asignación de recursos específicos como inversión social contra la violencia de género: Inclusión de acciones del PNCVHM en los Planes de Gobiernos Regionales, Planes de Desarrollo Concertado y Presupuesto Participativo. Fortalecimiento de las mesas temáticas. Desarrollo de investigaciones para la comprensión y conocimiento respecto a la violencia basada en género, en el nivel local. Sistematización de experiencias locales. Fortalecimiento de las redes sociales comunitarias y organizaciones de la sociedad civil que realizan vigilancia social. Garantizar el acceso a mujeres afectadas por la violencia de género a los servicios públicos de calidad, incluyendo el acceso al sistema de justicia, salud, entre otros, contribuyendo a superar la condición de víctimas. Se plantea: Elaborar y ejecutar módulos de capacitación para líderes comunitarios y organizaciones de mujeres, orientados al apoyo de las víctimas de violencia hacia la mujer, en el marco de la seguridad ciudadana. Desarrollar modelos de redes de apoyo a víctimas de violencia de género. Diseñar y validar modelos de casas de protección. Son muchas las medidas que se pueden plantear desde las esferas institucionales para que, de forma complementaria, puedan ir incidiendo y concientizando a la sociedad en general para que se tomen medidas especialmente preventivas y no tengan que ser siempre paliativas a estas situaciones de violencia de género. Las instituciones tienen mucho que hacer y decir ante esta realidad. 47 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 4.2. Modelo de relaciones sociales saludables entre hombres y mujeres Las relaciones sociales entre hombres y mujeres estarán basadas en la igualdad, siempre y cuando exista48: Negociación justa Conducta no amenazante Respeto Confianza y apoyo Un comportamiento ideal de mujeres y varones jóvenes frente a la violencia contra la mujer49. Aquí se citan las características idóneas que se deberían dar en las relaciones de pareja que se traten desde la igualdad y el respeto: - Acuerdan y comparten nuevos roles al interior de la misma, de manera equitativa y democrática, ej. comparten roles, toman decisiones y negocian acuerdos que benefician la vida familiar. Honestidad y responsabilidad - Manejan adecuadamente los conflictos que evitan situaciones de violencia. Paternidad responsable - Promueven nuevas formas de socialización de género que fomenta hogares y prácticas más democráticas. Responsabilidad compartida Economía compartida Relaciones sexuales placenteras de mutuo acuerdo - Las mujeres jóvenes fomentan conciencia social para la tolerancia cero frente a la violencia que sufren otras mujeres. - Los varones jóvenes son conscientes de las prácticas machistas que dañan la autoestima de la mujer y a ellos mismos, y las rechazan. 48. Pequeña Guía y algunas ideas acerca de la Violencia Doméstica. Secretaría de la Mujer – Paraguay. Enero 2009. 49. Diseño de Campaña Comunicacional sostenida contra la Violencia hacia las Mujeres. Consultoría “Formulación de una campaña comunicacional sostenida contra la violencia hacia las mujeres”. Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual – MIMDES A.C.S. Calandria Febrero, 2010. 48 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 4.3. Buenas Prácticas de participación masculina “El silencio nos hace cómplices, vivamos sin violencia. Distintos, diferentes no desiguales” >> Movimientos de hombres que cuestionan las brechas de poder con las mujeres. En España, México y en el Perú, entre otros países, han surgido movimientos de hombres que cuestionan las brechas de poder con las mujeres. Algunos de estos movimientos proponen: “El silencio nos hace cómplices, vivamos sin violencia. Distintos, diferentes no desiguales”. Desde estos movimientos se cuestiona el modelo masculino tradicional que desean cambiar por un modelo positivo, respetuoso, igualitario, libre y que luche contra la discriminación de género. De este modo, estos hombres manifiestan que no quieren un modelo basado en la masculinidad tradicional, o agre- sividad, que de énfasis exclusivamente en la virilidad, competitividad o búsqueda del éxito social, como ha sido el sistema social tradicional. Algunos estudios peruanos (Ramos 2003), así como la revisión de las experiencias citadas anteriormente, hacen reparar en la necesidad de construir políticas públicas dirigidas a los hombres, y no solo enfocados a las mujeres; asimismo es conveniente revisar la legislación para incorporar la rehabilitación de los agresores de género. Es evidente que trabajar con los hombres es un elemento esencial para la prevención efectiva, ya que los hombres son seres de género también, y disfrutan de los privilegios y las consecuencias de las políticas de género en las que viven. Reconocer que la violencia por razones de género está relacionada con el desarrollo de la masculinidad (por ejemplo, la forma en la que un grupo define “lo que significa ser hombre”) y que los hombres están informados y formados por sistemas de creencias, normas culturales y procesos de socialización que pueden cambiarse y reconstruirse, ayudará a identificar y reforzar la prevención de la violencia a nivel mundial intentando trabajar con hombres y jóvenes como socios y aliados. 49 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! No más, ni a mí ni a ninguna otra. 50 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado Conclusiones A través de esta guía hemos abordado los aspectos centrales del concepto y problemática sobre la violencia de género y las consecuencias que estas situaciones generan en los entornos familiares y en especial en la vida de las mujeres maltratadas. También se muestra el marco político e institucional que aborda y trata de prevenir las situaciones de violencia y los servicios creados expresamente para su atención. Frente a este grave problema, no debemos olvidar que esta realidad y su solución es responsabilidad y competencia de cada persona, que todos y todas somos testigos de situaciones que se pueden prevenir, y es desde la responsabilidad conjunta que debemos actuar coordinadamente para evitar que se siga padeciendo este tipo de violencia o cualquier otra, evitar que sigan habiendo víctimas y muertes. El Estado, desde todas sus instituciones e instancias, tiene grandes responsabilidades ante esta realidad que debemos afrontar colectivamente. Por tanto, es tarea de todos y todas el que las cifras de las que se habla en esta guía puedan descender y que desde la prevención, la conciencia y los cambios en las relaciones sociales entre hombres y mujeres podamos reducir esta terrible realidad que todavía hoy afecta a miles de mujeres y familias. 51 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! Bibliografía - II Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia - Bonino Méndez, Luis. Micromachismos: la violencia invisible en la pareja. www.juntadeandalucia.es/institutodelajuventud/informacionsexual - III Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer. Madrid. Julio 2010. http://www.migualdad.es - Buvinic, Mayra et al. La violencia en América Latina y el Caribe. Un marco de referencia para la acción. Banco Interamericano de Desarrollo,1999. Cit en Costos sociales y económicos de la violencia de género. Vilma Vaquerano, En ORMUSA. Violencia de Género, 2008. Versión adaptada. sobre la Mujer. Madrid. 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Glosario • Violencia familiar: Alude a todas las formas de abuso (físico, psicológico y/o sexual) que tienen lugar en las relaciones entre los miembros de una familia y puede incluir los siguientes tipos: • violencia o maltrato infantil • violencia o maltrato hacia ancianos • violencia conyugal o de pareja Supone el empleo de la fuerza para controlar la relación, y habitualmente se ejerce desde los más fuertes hacia los más débiles, a partir de los cuales se organiza su estructura jerárquica, cuyos elementos de jerarquía han sido tradicionalmente el género y la edad. Por ello, suelen ser las mujeres, niños y ancianos las víctimas más frecuentes de este tipo de violencia. En el Perú, la Ley N° 2626050 define la violencia familiar como: “Cualquier acción u omisión que cause daño físico o psicológico, maltrato sin lesión, inclusive la amenaza o coacción graves, que se produzcan entre: cónyuges, convivientes, ascendientes, descendientes, parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad; o, quienes habitan en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales. Acción u omisión que cause daño físico, psicológico o sexual y que se produzca entre cónyuges, ex-cónyuges, concubinos, ex-concubinos, familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad (incluye tanto matrimonio y convivencia), quienes tienen hijas/ os en común y quienes habitan en el mismo hogar sin que medien relaciones contractuales laborales”. Pese a los esfuerzos que se vienen realizando desde el Estado, para lograr que la violencia contra las mujeres sea registrada, aún es difícil contar con estadísticas 50. 51. 52. 53. 56 que reflejen las dimensiones reales de este problema. ENDES (2009) nos dice que la violencia contra la mujer sigue siendo un problema persistente que atender. • Trata de mujeres: Es aquella actividad que “promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de personas, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país, recurriendo a la violencia, amenaza u otras formas de coacción, como la privación de libertad, el fraude, engaño, abuso del poder o de una situación de vulnerabilidad, la concesión o recepción de pagos o beneficios con fines de explotación o venta de niños, para que ejerza la prostitución, someterlo a esclavitud sexual u otras formas de explotación sexual, obligarlo a mendigar, a realizar trabajos o servicios forzados, a la servidumbre, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud u otras formas de explotación laboral, o extracción o tráfico de órganos o tejidos humanos”51. Un diagnóstico52 realizado en Arequipa, Cajamarca, Iquitos, Lima, Puno, Puerto Maldonado y Tarapoto precisa que casi la totalidad de casos de trata de personas fueron mujeres. El 68% tenía entre 13 y 18 años de edad, y el 8% entre 8 y 12 años. La mayor parte fueron reclutadas para ser explotadas sexualmente en los bares y clubes nocturnos. Se estima que ocho de cada diez casos identificados corresponden a trata interna. • Hostigamiento sexual. Incluye dos conceptos53: “El hostigamiento típico o chantaje sexual, que consiste en la conducta física o verbal reiterada de naturaleza sexual o sexista no deseada o rechazada, realizada por una o más personas que aprovechan de una posición de autoridad o jerarquía o cualquier otra situación venta- Artículo 2 del Texto Único Ordenado de la Ley N° 26260, Ley de Protección frente a la Violencia Familiar. Decreto Supremo N° 006-97-jus Código Penal Peruano – DL Nº 635. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. Diagnóstico sobre trata de mujeres, niños y niñas en ocho ciudades del Perú. 2005. Ley Nº 27942, modificada por la Ley Nº 29430 ¿POR QUÉ OTRO COLOR? Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado josa, en contra de otra u otras, quienes rechazan estas conductas por considerar que afectan su dignidad, así como sus derechos fundamentales. El hostigamiento sexual ambiental, que consiste en la conducta física o verbal reiterada de carácter sexual o sexista de una o más personas hacia otras haciendo uso de relaciones de poder de jerarquía, estamento, grado, cargo, función, nivel remunerativo o análogo, creando un clima de intimación, humillación u hostilidad”. Es muy difícil determinar la magnitud del problema debido a que generalmente las víctimas no lo denuncian por temor a las represalias de sus empleadores u otros. El Ministerio de Trabajo reportó 168 casos entre los años 2006-2008. • Homofobia Es la aversión obsesiva contra las personas homosexuales (mujeres lesbianas y hombres gays)54. Las lesbianas son discriminadas por su orientación sexual, debido a que son personas que no tienen o no evidencian una sexualidad aceptada socialmente. Las cifras muestran que las desigualdades social, económica, cultural y política son propicias para el abuso del poder masculino. 54. Glosario de Términos contenidos en el PNCVHM 2009-2015 57 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 58 Guía sobre la violencia de género para funcionarias y funcionarios del Estado 59 El silencio nos hace cómplices, ¡Actuemos! 60