Intervención de Cándido Méndez Apertura del 42º Congreso Confederal de UGT Buenas tardes. Gracias compañera presidenta. En primer lugar quiero agradeceros a todos y a todas vuestra presencia en este acto. A aquellas personas que están aquí físicamente y a quienes están en una sala adyacente observando este Congreso de la Unión General de Trabajadores. Quiero agradecer la presencia de representantes de partidos democráticos, instituciones.. Creo que su presencia aquí acredita que UGT es una organización muy importante porque estamos en miércoles, miércoles por la tarde, y en las administraciones y los partidos políticos, las organizaciones empresariales hay muchas tareas, y en el Congreso de los Diputados, especialmente. Creo que podríais haber cumplido con el protocolo y hubiéramos tenido que aceptar efectivamente, vuestra ausencia y creo, honestamente, que habéis venido empujados por algo que va mucho más allá del protocolo. Por eso os quiero agradecer profundamente este gesto de apoyo y de respeto a la UGT, que es lo que verdaderamente me importa. Yo, como sabéis, voy a desarrollar esta intervención, que es la primera que voy a desarrollar en este Congreso pero también es la última intervención pública que voy a desarrollar como Secretario general de la UGT. En mi caso no “probablemente”, como ha dicho el compañero Cubillo, sino con seguridad, la última intervención pública y os puedo decir que, para mí, este es un momento muy especial, un momento muy importante. Creo que, prácticamente a todos los que tenemos que hablar en público, nos ha sucedido que tenemos temblores en las piernas y temblores en la voz. Yo al menos, desde el principio, he tenido temblores en las piernas y temblores en la voz, y creía que se me iban a ir quitando con el tiempo. Creo que se me ha quitado el temblor de la voz, aunque sigo tenido voz poquita pero desagradable, eso no lo he podido corregir. Pero los temblores en las piernas los sigo teniendo, y en este momento, de manera especial. Eso es simplemente, un gesto de consideración, de respeto y de afecto a aquellas personas que están oyendo mi intervención, pero especialmente a los y las representantes democráticos de mi organización, de la Unión General de Trabajadores: Los delegados al 42 Congreso Confederal de UGT. Yo desarrollo una actividad muy importante: la actividad sindical. Ya lo decía mi compañero y amigo Ignacio, yo lo voy a decir de otra manera, el sindicalismo, la acción sindical, es como el aire que respiramos. Prácticamente nadie lo nota, salvo cuando le falta. Si en algún momento el sindicalismo confederal y de clase, faltara a las trabajadoras y los trabajadores de este país lo iban a notar de manera dramática. Lo importante en las organizaciones sindicales, lo importante en organizaciones democráticas de trabajadores y trabajadoras como la nuestra, es reconocer si el objeto político, el objeto democrático, el objeto social, el objeto laboral, los sujetos a los que te dirigías, a los que crees representar, tienen vigencia. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - Y tenemos que manifestar que tienen absoluta vigencia. A pesar de las luces, de las sombras, el movimiento sindical tiene absoluta vigencia. Este año se cumplen 150 años de la celebración de la primera reunión de la Asociación Internacional del Trabajo. Fueron 70 trabajadores, la mayoría eran suizos porque se celebró en Ginebra y había otro puñado de franceses. Se reunieron para hablar de la explotación del trabajo de los hombres, particularmente de los niños y las mujeres, para hablar de las jornadas agotadoras y para hablar, particularmente, del instrumento de defensa en el progreso y en la mejora de las condiciones laborales en la asociación obrera. Aquella asociación tuvo un desarrollo efímero. Pero 140 años después, nos reunimos en Viena 304 sindicatos de 153 países representando a 168 millones de trabajadores y constituimos la gran Confederación Sindical Internacional. Allí nos reconocimos, en el ámbito del movimiento sindical, por encima de las diferencias ideológicas porque coincidíamos en el objetivo fundamental que era la defensa de la dignidad del trabajo. El sindicalismo ha evolucionado pero sigue siendo aquella cadena noble de unión en la lucha por la dignidad de los seres humanos. Y en esa lucha, en la que participan millones y millones de trabajadoras y trabajadores, hay desgraciadamente, a nivel mundial, situaciones que son prácticamente idénticas a las de 1866, a las de hace 150 años. Eso nos debe servir de particular acicate para seguir defendiendo el trabajo sindical. Hace 128 años que se creó la Unión General de Trabajadores, en Barcelona. Una organización vinculada a la solidaridad. Enemiga de los populismos. Enemiga del racismo y la xenofobia. Avance de la fraternidad. La Unión de Proletarios. Fue Pablo Iglesias, el 14 de agosto de 1888, el que propuso, frente al nombre “Federación Nacional Española”, el de la Unión General de Trabajadores de España. Yo soy Secretario General desde el año 1994 y estoy aquí porque me lo propuso mi compañero y amigo Nicolás Redondo. Y yo me comprometí con él, con aquella Comisión Ejecutiva Confederal y para mí aquello fue un gran honor. De hecho, como en la UGT, a veces pasan esas cosas, tuvimos que hacer una especie de repetición del Congreso y fuimos a un Congreso Extraordinario un año después, en 1995 en el que hubo dos candidaturas. Y yo recuerdo que dije una frase que fue a siguiente: A mí al menos, aunque sólo lleve un año en el ejercicio de mi cargo, no me van a arrebatar haber sido el sucesor de Nicolás Redondo. Y, bueno, aquí seguimos. Yo quiero agradecerle a la Comisión Ejecutiva del compañero Nicolás, y al resto de Comisiones Ejecutivas, el afecto, el respeto y el apoyo que han mantenido con las Comisiones Ejecutivas Confederales que yo he ido encabezando, en situaciones muy complicadas y muy difíciles. El discurso de una Secretario General saliente para mí, al menos, es muy complicado porque no se trata de elaborar una serie de propuestas o de dar consejos, para equivocarse nadie necesita ayuda, así que, os voy a comentar algunas vivencias y algunas reflexiones que creo que pueden tener interés de futuro. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 2 He tenido vivencias magníficas. Este país, España, en el año 2016 y a pesar de los pesares y los graves problemas, es mejor que el de 1994. Es mejor. Aunque sólo sea por una razón, porque entre 1994 y el 2016 ha habido un cambio espectacular hacia la diversidad en nuestro país. La llegada de 5 millones de trabajadores y trabajadoras inmigrantes, a compartir con el pueblo trabajador español, un destino común. Y ese ha sido uno de los grandes cambios en sentido de progreso que ha habido en este país. Otro elemento importante, que tiene una relación, lógicamente circunstancial con mi cargo, yo estuve no en la primera manifestación del Orgullo Gay, que ha habido muchas y muy duras, estuve en la primera que tuvo potencia y expansión democrática al 100%, que creo que fue la de 2001 o 2002. Aquello significó también un salto cualitativo en el reconocimiento de la igualdad desde, a su vez, el reconocimiento de la dignidad en la diversidad. Y quiero ponerlo aquí de manifiesto. Tengo que destacar también algunos elementos como es mi experiencia en relación con el valor del Diálogo Social en la búsqueda del consenso. Y, en ese sentido, creo que yo, al menos, he hecho un aprendizaje y para mí es muy importante el deber de defender tus intereses, tus posiciones pero intentando ponerte en lugar del interlocutor. Porque si te pones en lugar del interlocutor, es más fácil llegar a acuerdos y nosotros, sinceramente, ni nosotros ni CCOO, hemos utilizado la técnica de implantación de cordones sanitarios. Porque nunca hemos considerado como contaminados o apestados ni ellos nos han considerado a nosotros del mismo jaez. Y eso, creo que ha sido importante para consolidar una cultura de diálogo y consenso social en el ámbito laboral que creo que sigue siendo fundamental y nos permite explicar avances, probablemente insuficientes, en nuestro país en materia económica, social y laboral, etc. Nosotros hemos vivido una crisis durísima, lo decía Ignacio. Desde 1994 he vivido episodios de crisis, pero creo que ha sido la crisis en la que más hemos sufrido porque, a su vez, era en la que estábamos menos preparados. Estábamos embarcados en una especie de espejismo colectivo, en el que el crecimiento económico se iba a mantener de manera permanente y que el sentido del progreso de la nación iba a ir siempre en la dirección positiva. Y creo que la recesión económica ha sido tan brutal que las defensas psicológicas que tenía el pueblo español, como estaban debilitadas, ha provocado que el impacto sea mayor. Sin duda, el impacto ha sido brutal en el plano de los derechos y las condiciones económicas concretas: reducción de salario, aumento de la precariedad laboral, debilitamiento de servicios públicos esenciales, etc. En ese sentido, decir que en esta última etapa, nuestra valoración del papel y la actuación del Gobierno es una valoración negativa. Lo que pensamos no es, en ningún caso, una expresión de falta de respeto y menoscabo a la ministra de Empleo, que está aquí con nosotros. Ha habido un Gobierno con mayoría absoluta en muchos ámbitos, que ha desarrollado una política autoritaria muy fuerte, políticas ultraconservadoras, y no solo no se tomaron medidas para amortiguar los efectos de la recesión económica y los de las políticas que emanaban de Bruselas, sino que agravaron la situación económica y social en nuestro país. En estas fechas, los Gobiernos envejecen muy pronto, y años después, en 2014, el Gobierno ya nos necesitaba y nos tuvo que llamar. Es verdad que en 2012 tuvieron que producirse dos huelgas generales. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 3 Incluso se dio una circunstancia muy singular, que la Presidenta del Gobierno alemán nos recibió con anterioridad al Presidente del Gobierno de España, y yo creo que todo aquello ayudó a que pudiera cambiar la situación. El Gobierno llegó a la conclusión de que necesitaba al movimiento sindical para impulsar un cambio en el modelo de crecimiento, para relanzar la industria y para poner en marcha programas muy importantes, vinculados a iniciativas europeas, como era el plan de garantía juvenil. Pero tengo que decir que los resultados, a la postre, han sido poco significativos. Y ahora, tras las elecciones generales del 20-D, hay una situación política inédita en nuestro país. Las mayorías absolutas ya no existen. La mayoría absoluta ha muerto, viva el diálogo, el pacto y la transacción. Y lo digo para el cambio, sin ningún tipo de matices. Para imprimir un cambio de rumbo en la situación. Nosotros no hubiéramos llegado a un acuerdo en materia, por ejemplo, de pensiones o de salarios con el presidente de CEOE, Juan Rosell, y con el presidente de CEPYME, Antonio Garamendi, si hubiéramos intentado pactar descalificando. Es decir, si primero hubiéramos descalificado y luego hubiéramos tendido la mano. Esa es una situación que, normalmente, no funciona. Estamos en una situación en la que hay partidos que están en edad de desaprender viejos hábitos y partidos que necesitan aprender y generar una nueva cultura de relaciones políticas en nuestro país ante esta situación inédita. Es urgente el cambio de rumbo a favor de la regeneración democrática. Recuperar el ejercicio de un derecho fundamental, como es el ejercicio del derecho de huelga. Aquí se han mencionado a los 8 de Airbus, pero aún quedan casi 300 personas perseguidas por el ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho de huelga. Y eso forma parte de la regeneración democrática de nuestro país. Hay una situación que también hay que tener en cuenta. El partido del Gobierno acumuló una mayoría absoluta aplastante, con un programa. El movimiento del 15-M fue seguido de una serie de elecciones donde fue el PP el que acumuló una mayoría absoluta. Pero lo que ocurrió es que 8, 9 ó 10 días después de las elecciones empezó a hacer justo lo contrario de lo que prometió en la campaña electoral. En ese sentido, esa traición al programa que presentó a la ciudadanía, creo que ha sido, junto con la corrupción, uno de los orígenes de la desafección democrática que hay en nuestro país. Y eso, a mi juicio, hay que tenerlo en cuenta. Que a partir de aquella situación la gente quiera participar, que la gente hable de decidir, tiene todo el sentido. Porque si emites un voto en una urna y luego se hace lo contrario de lo que indicaba el programa de aquel partido en el que has depositado tu confianza la gente no se fía, y la gente quiere vigilar, participar y decidir. Pero yo digo decidir todos juntos, el conjunto del pueblo trabajador español. Ese tiene que ser, necesariamente, el camino. Y desoír políticas populistas y demagógicas, que piensan que por caminos parciales, por un apartadero, se puede llegar a un mejor destino. En el marco de la globalización económica no se puede llegar a un mejor destino si nos rompemos o nos fragmentamos. Ya lo decía el compañero Emilio Gabaglio, no es la época de crear muros, ni en Europa, ni en España, ni en ningún sitio. Es la época de la igualdad, de la unión y de la solidaridad entre las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país. Y creo que en UGT está fuera de toda duda. Eso es un valor que compartimos de manera unánime el conjunto de afiliadas y afiliados de UGT. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 4 Hay temas para los que nos van a llamar. Se forme o no se forme Gobierno ya hay una comisión parlamentaria del Pacto de Toledo. Tenemos que defender el sistema de pensiones, como siempre lo hemos hecho, como un derecho subjetivo, vinculado a las personas, un sistema de solidaridad intergeneracional que hay que interpretarlo en términos de la cohesión social entre las personas de nuestro país. Y lo que tendremos que discutir no es cómo recortar pensiones, al contrario. En la crisis económica hemos comprobado que es un pilar fundamental para la subsistencia de cientos de miles de familias de trabajadores y trabajadoras españolas. Hay que hablar de cómo mejorar la financiación. Y todo eso, dentro de la Constitución española. Porque, ¿sabéis una cosa? Tenemos una Constitución magnífica, magnífica. Nos protege, nos protege incluso de las resoluciones del Tribunal Constitucional. Es la Constitución española una Constitución que incorpora la huelga como el ejercicio del derecho fundamental. Creo que no hay ninguna Constitución en Europa que tenga estas características. Probablemente tampoco que reconozca a las organizaciones sindicales y patronales como representantes del interés general. Probablemente tampoco haya una Constitución que reconoce la negociación colectiva como un mecanismo colectivo de carácter general para todas las trabajadoras y trabajadores. No habrá muchas Constituciones donde se especifique el objetivo del pleno empleo. Yo me siento protegido por la Constitución. Y cualquier modificación de la Constitución hay que hacerla dentro de la Constitución. Porque, efectivamente, la Constitución, como cualquier cuerpo social vivo, necesita ser actualizado para darle respuestas a los anhelos de las trabajadoras y trabajadores de nuestro país. Es urgente, compañeras y compañeros, la reconstrucción social. Urgente el reconocimiento de un derecho subjetivo para resolver la problemática de más de dos millones de trabajadoras y trabajadores de nuestro país, la mayoría (dos tercios) son mujeres, vinculada a la Seguridad Social. Urgente reconstituir los servicios públicos, es muy importante consolidar el crecimiento económico con la creación de empleo de calidad. Ha habido ya un tiempo excesivamente largo por el cual se ha pretendido anteponer la cantidad de empleo en relación con la calidad del empleo, y ha sido un error manifiesto. Porque está claramente comprobado que los países de alta calidad laboral, como pueden ser los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, etc.) tienen una alta tasa de ocupación y una gran calidad en empleo y salarios. Y los países que tienen una baja calidad laboral, como es el caso de EEUU, tienen unos niveles aterradores de precariedad laboral. Necesitamos impulsar iniciativas para el fortalecimiento de la industria, que está fuertemente vinculada al progreso de la ciencia y la formación. Y cambios laborales. En relación con la reforma laboral, un grupo de abogados publicó un artículo alertando de lo que esta reforma suponía y dándole relevancia a lo que significa el derecho del trabajo y la Seguridad Social. Decían, en ese artículo: “El derecho del trabajo, juntamente con la Seguridad Social, se había convertido en el recambio civilizado de las revoluciones sociales decimonónicas y vino a conquistar pacíficamente, con sus normas, nuevos espacios de justicia social. El derecho del trabajo trataba de canalizar la confrontación que comporta la misma naturaleza del trabajo por cuenta ajena y proporcionaba amparo al trabajador, que • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 5 se proponía a establecer una relación laboral desde una posición solitaria, aislada y, por tanto, débil. El derecho disciplinaba, además, la acción colectiva de los trabajadores a través de la dinámica social”. Este grupo de abogados afirmaba, y yo comparto, que con la reforma laboral corríamos el riesgo de que en muchas empresas las relaciones laborales vuelvan a parecerse más a un sistema feudal que a una democracia plena. Por lo tanto, hay que derogar la reforma laboral. Y hay que reponer derechos. Y, a partir de ahí, hay que negociar un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Y creo que hay otro elemento importante, urgente, en torno al cual creo que se podrían establecer coincidencias. Yo creo que todos reconocemos que la política macroeconómica y la política económica en general tiene un límite, que son las políticas que se enmarcan en la Unión Europea. Por lo tanto, un cambio de Gobierno sería muy importante para recuperar, en otra dirección, el peso y el protagonismo político por parte de nuestro país en Europa. Lo creo sinceramente. Creo que para provocar ese cambio de rumbo en la UE, que haya un cambio de Gobierno en España significa que podríamos propiciar una alianza entre Francia, Italia, Grecia, Portugal y España, que acumulan más del 50% del PIB en Europa. Y podríamos propiciar un cambio de rumbo y un compromiso efectivo por el relanzamiento de la economía. Y hay otro elemento fundamental, recuperar la conciencia moral de Europa. ¿Qué significa esto? Tratar con humanidad y con dignidad, reconociéndoles el derecho de asilo, a las refugiadas y refugiados que vienen huyendo de la guerra y la miseria. Acabar con esta vergüenza, con la postración moral de los Gobiernos de la UE, acabar con el doblegamiento de estos Gobiernos a las políticas xenófobas y populistas, que son los fantasmas que recorren Europa. Eso sería muy importante, estas cuatro tareas, para propiciar un cambio de Gobierno en nuestro país. Y, para ir ya concluyendo, decir que estamos ya en la restauración del papel de las organizaciones sindicales. Ya estamos en esa fase. Primero, porque en el ámbito de la negociación colectiva somos insustituibles. En segundo lugar, porque para los cambios que hay que propulsar somos muy necesarios, no sé si imprescindibles. En ese sentido, los cambios internos en UGT, el gran cambio organizativo que ya está en marcha, se revela como fundamental. Tres federaciones fuertemente sectorializadas, éste es un cambio estratégico de primera magnitud en UGT. Para mantener esos cambios, puesto que ya hemos decidido llevarlos hacia adelante, hay que alcanzar un fuerte consenso en el ámbito de la organización. Nuestra misión tiene que ser recuperar, a toda potencia, el trabajo por la base. Y hay tres problemas fundamentales que tenemos que resolver: cómo volcamos los recursos económicos de la organización en las trabajadoras y trabajadores de la pyme, porque en las grandes empresas, en los grandes núcleos, en los grandes servicios tenemos una sección sindical; cómo garantizamos la asistencia jurídica a estas afiliadas y afiliados; y cómo abrimos las sedes del sindicato. Es el A, E, I, O, U. Pero en una situación de restricción económica como la que tenemos, estos son elementos absolutamente fundamentales. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 6 Y cómo llega la organización a este punto. Hay algunos datos importantes. Cuando alcancé la Secretaría General, el número de mujeres que había en la organización, con representación en el Congreso, era del 8% y, sin embargo, teníamos un 27% de afiliación femenina. Había una cuota de sobrerrepresentación de los hombres en relación con las mujeres. Ahora estamos a la par. Queda camino por recorrer sí, pero hay que reconocer los avances, porque estimulan. Sabéis que visito las empresas y son los momentos más agradables en los que desarrollo mi actividad. He observado que hay mucha más renovación del sindicato por abajo que por arriba. Tenemos potencialidad, ya os lo digo yo. De hecho, este Congreso también es un exponente de la renovación. Hemos perdido afiliación, sobre todo y fundamentalmente, por el impacto de la crisis económica. También por nuestros errores, pero sobre todo por el impacto de la crisis. Pero ha ocurrido una situación paradójica. En 2009, la afiliación a UGT era el 5,6% del total de la población asalariada en España. En la actualidad es el 6,2%. Ha sido tan brutal la destrucción de empleo en nuestro país, que en términos porcentuales respecto a la población asalariada nuestro porcentaje ha mejorado levemente. Hemos perdido presencia en las elecciones sindicales, el 3%. Seguimos siendo, junto con CCOO, dos organizaciones que acumulan el 70% de la representación sindical de este país y se puede decir, por lo tanto, que el fenómeno de diversificación del mapa político no se ha producido, y mira que lo han intentado, en el ámbito sindical confederal. Nosotros sabemos que esa cifra la podemos mejorar, porque aún quedan miles y miles de delegados de UGT por elegir. Hay un 24,5% de actas menos, por lo que, aun teniendo menos recursos, tenemos más posibilidades de trabajar. Y creo que esta reducción del 3% se debe también a un cierto relajamiento del trabajo del sindicato. En este periodo, quiero agradecer también un manifiesto de apoyo a UGT que se produjo el 27 de marzo de 2014. El manifiesto se llama “En defensa de la actividad sindical y de UGT”. Quiero hacer un reconocimiento de agradecimiento leyendo un párrafo a los impulsores de este manifiesto. Uno de sus párrafos dice lo siguiente: “Por todo ello, resulta inaceptable que hoy haya quienes pretendan olvidar u ocultar la imprescindible función económica y social que desarrollan los sindicatos, o que pretendan ponerla en cuestión con indudable ánimo de debilitarla o, aún peor, de hacerla desaparecer. Sin contar con que, en demasiadas ocasiones, aquellos que pretenden deslegitimar a los sindicatos son los primeros que pretenden legitimarse mediante acuerdos con ellos. Determinados grupos de interés conservadores deben desistir de su empeño de deslegitimación de las organizaciones sindicales aprovechando casos concretos y reprobables que pretenden elevar a una categoría general que no responde, en absoluto, a la realidad”. Esto no fue un asunto menor. Para nosotros no fue un manifiesto más. Queremos reconocer la importancia de este gesto porque tuvo mucho valor para UGT. Compañeras y compañeras, esto creo que lo conocéis bien. En la organización ha habido actitudes reprobables. Pero inmediatamente hay que decir que en UGT no hay ni un solo imputado que se mantenga en su cargo. Es más, mucho antes de que se produjera la imputación, se le cesó, dimitió o fue expulsado de manera fulminante, tuviera el carisma que tuviera. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 7 Ésta es una enseñanza. Segunda. Esta organización, por abajo, tiene una capacidad de resistencia más que acreditada. La flojedad, anecdótica, ha estado más por arriba que por abajo. La organización ha resistido en pie. Otra enseñanza. Nuestros enemigos, a los que nosotros no consideramos como tales, no tienen límite cuando toman algún tipo de determinación contra UGT. Por último. UGT puede fallar, no acertar, en la firma de un convenio colectivo. Pero no puede fallar en la gestión y control de los fondos públicos y en la gestión y control de las cuotas de afiliados y afiliadas. Tenemos confianza en que no ha habido ilegalidades en casos como los ERE o la formación. Ha podido haber opacidades, falta de transparencia o errores, pero tenemos confianza en que se acreditará la verdad y se restituirá, por lo tanto, la buena imagen en UGT. Por último, creo que debemos ser muy cuidadosos con las normas de justificación, porque las normas son frágiles. Nosotros nos atenemos a esas normas y luego si se revisan las normas nos dejan en situación de indefensión, porque se puede producir cuatro o cinco años después. Por lo tanto, hay que ser extremadamente cuidadoso en la participación y gestión de programas de formación y orientación, sobre todo y fundamentalmente en el marco de la concertación social. Esa es otra enseñanza que quiero depositar en la organización. Y, por último, nuestro gran activo, la unidad de acción. Están aquí con nosotros nuestro compañero y amigo Ignacio, Antonio Gutiérrez, Fidalgo me llamó por teléfono y me dijo que os trasladara un saludo. Yo llevo tanto tiempo que he conocido tres Secretarios Generales de CCOO. Pero he aprendido a corregir errores y una gran experiencia en el trato con mis compañeros y compañeras de CCOO. Creo que la gran potencia del movimiento sindical en nuestro país es la unidad de acción. El reconocimiento, desde la pluralidad, del trabajo conjunto. Creo que eso nos permite explicar que en una etapa de resistencia, los daños a los trabajadores hayan sido menores, igual que en etapas de crecimiento, se explica que haya podido haber avances sustanciales en beneficio del progreso de la clase trabajadora de nuestro país. Por último, con agradecimientos profundos, que también se lo diré personalmente, a mis colaboradores más estrechos, a Tina, a Carmen, a Jorge, a mi amigo Joaquín, a todas las trabajadoras y trabajadores de UGT, a todas las trabajadoras y trabajadores de organismos como el IFES, el ISCOD, la Fundación Largo Caballero, que han padecido con nosotros situaciones muy complicadas y han aguantado muy unidos con su organización, con UGT. Le quiero agradecer a los medios su profesionalidad. Yo he visto cómo han ido evolucionando. Cuando yo llegué aquí, había secciones que se llamaban laboral, o economía, o trabajo. Ahora se llaman Bolsa o Dinero. Cuando llegué aquí, había trabajadoras y trabajadores de los medios de comunicación que eran fijos, con buenos salarios y especializados en el ámbito laboral. No tenían que atender multitud de actividades. Ahora la precariedad se ha enseñoreado, de manera tal que el freelance, el trabajador autónomo, en los medios ya es la norma, y estos están supliendo la precariedad con una gran profesionalidad. • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 8 No he tenido ni buenas ni malas relaciones con las direcciones de los medios, pero me he esforzado en tener buenas relaciones con el periodista y la periodista de base. No sé si lo habré conseguido, que no les quepa la menor duda de que lo he intentado. Y hoy aquí han venido un grupo de amigos míos de Jaén también, y quiero agradecerles su presencia. Y, por último, a mi familia. A mi mujer y a mis hijos. Encarna, Cándido, Joaquín y Sara, porque esto es muy absorbente y solo es posible mantener estabilidad emocional si tu familia te apoya, suple las carencias y está como el último baluarte que te da seguridad. Yo he aguantado aquí veintidós años por mi familia y también porque hasta en siete veces habéis decidido apoyarme con vuestro voto, vosotros sabréis. Esa es la verdad. Por último, agradecerle su compromiso a todos mis compañeros y compañeras de las diferentes Comisiones Ejecutivas, que lo quiero simbolizar en la Comisión Ejecutiva actual de UGT. Y dedicarle unas palabras de cariño muy directo a mi compañero Manolo. Porque yo aprendí a desenvolverme en la jungla de las relaciones internacionales con él. Yo no habló ni una papa de inglés, maltrato el francés, y tener una persona como Manolo que me ha podido abrir camino y entre él y Emilio Gabaglio que perpetró aquella estratagema, me hicieron presidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Por cierto, España es el único país que ha tenido dos presidentes de la CES, Ignacio y yo. Y a las afiliadas y los afiliados, que sois los que nos representáis. Sin las afiliadas y los afiliados no somos nada. Por lo tanto, a las afiliadas y los afiliados de UGT. VIVA LA UGT Madrid, 9 de marzo de 2016 Cándido Méndez Secretario General de UGT • C/ Hortaleza, 88 - 28004 Madrid - Tel.: +34 915 897 719 - Fax: +34 915 897 603 - 9