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DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN
JUSTICIA PARA LA GENTE
PLAN DE DESARROLLO PARA LA JUSTICIA
1994-1998
Documento CONPES 2744-Consejo Superior de la Judicatura-DNP: UJS-DIJUSMinisterio de Justicia
Santafe de Bogotá, D.C., noviembre 30 de 1994
Versión: aprobada
El presente documento somete a consideración del Consejo Nacional de Política
Económica y Social -CONPES- el Plan de Desarrollo de Justicia para la Gente.
El proceso de transformación para el desarrollo en que se ha empezado la actual
Administración, no podrá ocurrir si no se fundamenta en una garantía efectiva de los
derechos individuales y en la vigencia de un Estado de derecho, para lo cual se requiere,
particularmente, un Sistema Judicial previsible, confiable y eficiente. La administración de
justicia es un mecanismo que hace parte del proceso en que se encuentra empezado el
país para alcanzar mejores condiciones económicas y sociales.
El plan de desarrollo de la justicia, realizado en forma concertada por las Ramas
Judicial y Ejecutiva, busca alcanzar mayores niveles de eficiencia y eficacia en la
prestación del servicio judicial, de modo que a mediano plazo está en capacidad de
resolver los procesos que le sean encomendados, sin recursos ni procedimientos
extraordinarios, y dentro de los términos legales establecidos. Para ello es necesario
concentrar la acción del Estado en el apoyo técnico y humano al Sistema Judicial, en el
acceso a los servicios judiciales, el fortalecimiento de la prevención del delito y la atención
a las víctimas y, finalmente, el mejoramiento de la detención, cumplimiento de penas y
rehabilitación.
El plan de justicia supone la colaboración de las tres Ramas del poder público a fin
de garantizar la efectividad del sistema de derechos y libertades, y ofrecer las condiciones
para obtener una pronta y cumplida justicia para todos los ciudadanos.
I.
DIAGNOSTICO
La sociedad colombiana ha experimentado profundas transformaciones durante la
presente década. Si bien, como parte de este proceso, la administración de justicia ha
sido objeto de
numerosas reformas e innovaciones1, aún no ha alcanzado niveles satisfactorios de
armonía con esa sociedad cambiante, fenómeno que se expresa en la falta de capacidad
del Estado para satisfacer la demanda de justicia. Esto es causa de múltiples
perturbaciones que afectan en forma importante el desarrollo social, político y económico
del país, y originan pérdida de legitimidad del sistema, lo cual conduce al menoscabo de la
adhesión a las instituciones.
Las consecuencias de esta situación son múltiples, e inciden en el incremento de
los hechos punibles y de las conductas violentas, como también en la impunidad con todas
sus secuelas. Igualmente originan, por la incertidumbre y la inseguridad en el cumplimiento
de las obligaciones, un incremento importante en los costos económicos y sociales en la
sociedad.
Lo señalado hace necesaria una acción prioritaria del Estado que, con el concurso
de la sociedad civil, se encamine a mejorar este servicio público.
A.
Congestión del Sistema Judicial
La administración de justicia en Colombia presenta altos niveles de congestión, lo
1
La Constitución política de 1991 crea la Jurisdicción Constitucional, las Jurisdicciones Especiales, la
Fiscalía General de la Nación y el Consejo Superior de la Judicatura.
1
cual se evidencia en el número de procesos acumulados, que para 1993 era superior a los
4 millones en todas las jurisdicciones (Cuadro 1).
En la jurisdicción ordinaria la que evidencia mayores problemas es la Justicia
Penal. Existe congestión y atraso en los despachos judiciales. La duración promedio de
un juicio penal en primera instancia es de 2 años y la acumulación anual, o sea el número
de procesos pendientes al finalizar el año frente a los que ingresan, es del 41%. Además,
se observa ausencia de coordinación en las labores de investigación criminal. Es así como
en la etapa de investigación el 55 % de los 748.310 procesos pendientes a junio de 1994,
se encontraban en preliminares, etapa previa a la investigación propiamente dicha.
La Constitución Política introdujo cambios sustanciales en el sistema penal
colombiano, con la introducción del sistema mixto acusatorio encaminado a obtener una
mayor eficiencia y eficacia en el proceso investigativo y en especial en la recolección,
valoración y análisis de las pruebas técnicas.
Sin embargo, se observan problemas de organización, coordinación, comunicación
y aplicación de criterios y procedimientos por parte de los organismos que apoyan la labor
de investigación criminal, lo cual afecta los niveles de eficiencia. En síntesis, la justicia
penal requerirá de 9 a 10 años para evacuar los procesos pendientes, sin ingresar ningún
proceso nuevo2.
Las dificultades no son menos importantes en la problemática de la Justicia Civil,
lo cual pone de presente la necesidad de incorporarla en la agenda de las autoridades. La
2
Consejo Superior de la Judicatura: "Plan de desarrollo de la justicia 1994-1998". Bogotá noviembre de
1994, pág. 25 y Ministerio de Justicia: "Justicia para la gente", noviembre de 1994, pág. 8.
1
duración promedio de un proceso ordinario en esta Justicia en una instancia es de 3 años,
y de uno ejecutivo es de 2 años. Su capacidad de respuesta3 en este caso es baja, si se
tiene en cuenta que finaliza sólo el 52% de los procesos que entran cada año y por tanto
existe un promedio de acumulación anual del 48%.4
La duración promedio de un proceso en la Justicia de Familia es de 2 años en la
primera instancia y la acumulación varía entre 22% y 50% anualmente.
La jurisdicción contencioso-administrativa, inicialmente considerada como la de
mayor rendimiento, ha venido sufriendo congestión especialmente en los asuntos
laborales y contractuales. La duración promedio de un proceso en esta jurisdicción es de
3 años.
B.
Organización Administrativa del Sistema Judicial:
el Recurso Técnico y Humano
El principal problema que enfrenta la administración de justicia se localiza en su
gestión y organización, y no necesariamente en el número de juzgados, materiales,
equipos o recursos, si se tiene en cuenta que los resultados obtenidos son estables a
pesar del aumento de recursos humanos y financieros.
Los principales problemas administrativos están relacionados con su estructura
gerencial, el manejo del recurso humano, la existencia de zonas grises en materia de
competencias, la debilidad en los mecanismos de planeación, la carencia de medios
3
4
Entendida como la culminación de las actuaciones procesales.
Ministerio de Justicia, Op. cit. pág.13.
1
tecnológicos y la inadecuada distribución regional de los recursos.
Respecto a la estructura gerencial, la Constitución política creó el Consejo
Superior de la Judicatura para dotar a la Rama Judicial de organización administrativa
autónoma. Sin embargo, se encuentran limitaciones propias de la transición y
posiblemente algunas estructurales que afectan la eficiencia gerencial.
Para el adecuado desarrollo de los mecanismos de planeación, se requiere contar
con sistemas de información que aglutinen los datos dispersos de diferentes entidades del
Estado, y el desarrollo de indicadores que permitan medir los resultados, con unos
objetivos y metas previamente identificados.
La carencia de medios tecnológicos se expresa en la desorganización de la
información que manejan los juzgados y tribunales, que no responde a sistemas
apropiados para su función.
La gran mayoría de ellos no cuenta aún con archivos organizados de los expedientes, y los
flujos de información operan en forma dispersa.
La carencia de un mapa judicial que responda a las necesidades, es la principal
causa de la inadecuada distribución de los recursos. La ubicación de los despachos
judiciales a nivel
regional, por ejemplo, parece hoy no responder a criterios relacionados con la demanda
del servicio (gráfico 1).
En cuanto a los recursos humanos, se han presentado avances en el régimen
1
salarial: el personal recibió en 1993 incrementos importantes5 y el número de cargos ha
aumentado sustancialmente (Cuadro 2). Sin embargo, es necesario mejorar el perfil
profesional requerido por la carrera judicial debido a que persisten algunas deficiencias en
la capacidad profesional del personal seleccionado, lo cual ocasiona una débil gestión. A
lo anterior contribuye la formación legal, formalista y dogmática, que imparten las
facultades de Derecho, que preferencia la vía judicial en la solución de los conflictos y
descuida la formación para el ejercicio de la judicatura.
C.
Acceso: Los servicios Judiciales, la Administración de Justicia y el Derecho
Se presentan inconvenientes en el sistema normativo que se manifiestan en un
distanciamiento entre las normas legales y los fenómenos sociales, la continuidad de la
casuística, la proliferación normativa ante fenómenos coyunturales, la persistencia del
formalismo y ritualismo en la gestión judicial y la ausencia de un mecanismo institucional
de seguimiento de las leyes.
Hasta hace poco se tenía como principio que todo conflicto entre los ciudadanos, o
entre éstos y el Estado, debía ser resuelto a través de la vía judicial. Esto hizo que se
judicializará la solución de las diferencias y conflictos, sin que se contemplaran otras
posibilidades de resolución alternativa. Bajo este escenario, un número importante de la
población no tiene acceso a la justicia, al percibir como distantes los mecanismos
formales, a punto tal que esto ha terminado por convertirse en un factor de exclusión y
marginalidad social.
5
Los incrementos fueron entre 37 y 132%. Para los magistrados de las altas cortes y del Consejo Superior
fue del 37.3%, para los magistrados de Tribunal y de Consejo Seccional del 44%, para los jueces del circuito
1
La falta de acceso a la justicia también es atribuible a la existencia de barreras tales
como el desconocimiento ciudadano de sus derechos y de la ley; la deficiente asistencia
legal, especialmente para los sectores menos favorecidos; los aspectos culturales; las
restricciones de lenguaje; barreras geográficas y costos de abogados.
D.
Prevención del Delito y Atención a las Víctimas
Se observa una precariedad en el compromiso de la ciudadanía
con sus
instituciones judiciales, lo cual abre el camino para la agudización del conflicto, la violencia
y la impunidad.
Además hay ausencia de información sobre los tipos de delitos, lo cual pone de
presente la necesidad de hacer investigaciones sobre determinantes de la criminalidad
que sirvan de base a la adopción de políticas de prevención.
así mismo, la situación de las víctimas de delitos ha sido objeto de poca atención,
lo cual ocasiona la agravación de su situación individual y de la colectiva.
E.
Sistema de Detención y Cumplimiento de Penas
Varios problemas enfrenta el sistema carcelario y están relacionados con las
condiciones y capacidad de la infraestructura física de las cárceles, la falta de definición de
la situación jurídica de los sindicados y la ausencia de adecuados programas de
rehabilitación y tratamiento.
50.7% y para los jueces municipales del 132%, en promedio.
1
Las construcciones carcelarias presentan un alto índice de envejecimiento y
deterioro: más del 50% de los establecimientos están ubicados en edificaciones de más de
40 años de construidas (Cuadro 3). Sin embargo, la situación puede ser menos grave de lo
que parece por la baja capacidad de los establecimientos más antiguos.
La preferencia por la reclusión frente a otras alternativas diferentes de tratamiento,
y la inadecuada distribución de los establecimientos a nivel regional, son las principales
causas del hacinamiento que se presenta en algunos de ellos, principalmente en las
cárceles de distrito y en prácticamente todas las penitenciarías (sobrecupo del 32% y del
14%, respectivamente).
La situación jurídica de los reclusos indica que más de la mitad (57%) son
sindicados, y sólo el 43% son condenados. Esto tiene relación con las demoras en los
procesos judiciales y con la estructura del sistema jurídico que preferencia la detención
preventiva.
En cuanto a la rehabilitación se observa que hasta ahora los programas no han
sido efectivos si se tiene en cuenta la tasa de reincidencia (86%). No existen suficientes
servicios básicos y de asistencia legal, faltan programas de bienestar para la población
carcelaria y desarrollo de instrumentos para el trabajo y la resocialización del recluso.
F.
Gasto en Justicia
En los últimos años se aprecia un mayor esfuerzo e interés por los asuntos propios
de la administración de justicia, pues ha cobrado más importancia en la sociedad
colombiana y en el presupuesto nacional. Los gastos del sector, en términos reales,
1
pasaron de representar el 0,5% del PIB en los años 70, al 0.7% en los años 80 y
apropiaciones superiores al 1% en 1993 y 1994, con un crecimiento de más de seis veces
en ese período6 (cuadro 4 y gráfico 2). La distribución en 1994 de esta participación, es
1.18% del PIB para gastos de funcionamiento y 0.10% para inversión
Por esta razón Colombia es uno de los países, que a nivel latinoamericano, dedica
una mayor proporción de recursos fiscales y una mayor inversión por habitante al servicio
de justicia (cuadro 5).
II.
OBJETIVOS GENERALES
Son objetivos de este plan:
a)
Adecuar la organización existente en forma que facilite y agilice la operación de
cada una de las agencias judiciales en el país, mediante la provisión y
racionalización de los recursos humanos, físicos y tecnológicos requeridos.
b)
Mejorar el acceso a la justicia mediante la incorporación, en el menor plazo posible,
de
aquellas personas o instituciones que, aparte de la Rama Judicial, la
Constitución política señala que pueden administrar justicia o cumplir funciones
relacionadas: autoridades administrativas, los particulares (árbitros y conciliadores),
las autoridades de los pueblos indígenas y los jueces de paz.
c)
Adecuar el derecho sustantivo y procedimental a las condiciones que faciliten el
6
Se incluyen las siguientes entidades del sector: Rama Judicial, Consejo Superior y Fiscalía a partir de
1992, Ministerio de Justicia, Fondo Rotatorio del Minjusticia (hasta 1992), Instituto Penitenciario y Carcelario, y
1
acceso y la gestión judicial.
d)
Recuperar el carácter disuasivo de la administración de justicia.
e)
Apoyar a las víctimas de un hecho punible, con el fin de facilitar y agilizar las
actuaciones que deben realizar para evitar la agravación de su situación.
f)
Permitir una atención adecuada a los sindicados detenidos y un tratamiento
tendiente a la rehabilitación de los condenados.
g)
Vincular a la sociedad civil en los esfuerzos para alcanzar mejores niveles de
justicia, mediante un compromiso ciudadano.
h)
Hacer más adecuados los recursos con que cuenta la Rama Judicial.
III.
PROGRAMAS
Para el cumplimiento de los objetivos señalados en este plan, se proponen las
estrategias y programas que permitan el mejoramiento de la justicia, mediante el apoyo
técnico, humano y financiero al sistema judicial, el acceso a los servicios judiciales, la
administración de justicia y derecho, la prevención del delito y atención a víctimas, y la
detención, cumplimiento de penas y rehabilitación de los reclusos.
A.
Apoyo Técnico y Humano al Sistema Judicial
Ministerio Público.
1
Este programa busca mejorar la gestión administrativa de la Rama Judicial, con el
fin de contribuir a la efectividad del sistema, para lo cual se buscará la adopción de una
organización gerencial de la Rama, mediante el fortalecimiento de la capacidad
administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y de la Fiscalía General de la Nación.
Las entidades del sector adoptarán mecanismos de planeación sectorial e interna y
desarrollarán procedimientos de evaluación y seguimiento tanto para la gestión como para
las decisiones judiciales. Así mismo se crearán sistemas de indicadores y de estadísticas
judiciales para apoyar estos procesos.
Como parte del proceso de planeación se realizará un mapa judicial que
redistribuya los despachos judiciales, de acuerdo con criterios de racionalidad
administrativa, económica y judicial, con características que permitan economías de escala
y un ajuste ágil cuando las circunstancias lo requieran.
Con el fin de lograr el desarrollo del recurso humano se reestructurará la carrera
judicial, de tal manera que se logre la profesionalización del personal. Para ello se necesita
la aprobación del Congreso al proyecto de ley que contempla las condiciones del ingreso
al servicio, la evaluación del rendimiento, la capacitación y la promoción.
La capacitación se basará en un proyecto permanente de educación continuada,
con el apoyo de la Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla, que se integrará al Consejo
Superior de la Judicatura en 1998. Como base para la capacitación se realizará una
revisión de la formación legal del abogado y su desempeño profesional.
Así mismo, este programa contempla inversiones en técnicas para el manejo de
1
archivos y de la información de los despachos judiciales y proyectos de mejoramiento de
la infraestructura física de los mismos.
Con el propósito de buscar mayor coercibilidad del Sistema Penal, se busca
mejorar la investigación criminal y agilizar este servicio. Para ello se integrará la
información con fines judiciales que existe en las diferentes instituciones que cumplen esta
función.
Con el mismo propósito la Fiscalía General de la Nación realizará el programa de
capacitación técnica del personal de investigación judicial, adoptará una estrategia para
mejorar la coordinación de los organismos que cumplen esta labor y realizará un
diagnóstico sobre los recursos existentes en los laboratorios de investigación criminal que
sirva de base para fortalecer su infraestructura y dotación, readecuarlos a las necesidades
y lograr su especialización y eficiencia.
El servicio médico forense a cargo del Instituto de Medicina Legal y Ciencias
Forenses desarrollará proyectos de fortalecimiento de la infraestructura locativa,
estandarización y mejoramiento de los servicios que ofrece, desarrollo de actividades
científicas y mejoramiento del recurso humano.
Por otra parte, y con el objeto de buscar la evacuación de los procesos judiciales
que se encuentran represados, la Fiscalía General de la Nación, el Consejo Superior de la
Judicatura y el Ministerio de Justicia y del Derecho realizarán las siguientes actividades:
1)
Un diagnóstico que sirva de base para establecer prioridades tanto en las unidades
de Fiscalía como en los juzgados. Para esto se efectuarán convenios con
1
universidades, con el fin de vincular estudiantes de último año de derecho o
egresados, con el objeto de buscar soluciones transitorias a la congestión,
mediante la depuración de la información contenida en los procesos;
2)
Utilización de los recursos humanos disponibles en los centros de conciliación y
universidades, para vincularlos en calidad de auxiliares de los juzgados;
3)
La expedición de normas especiales para la descongestión; y
4)
Identificación de asistencia Técnica y cooperación internacional.
B.
Acceso a los Servicios Judiciales, Administración de Justicia y Derecho.
A partir de 1995, de acuerdo con la aprobación del proyecto legislativo
correspondiente por el Congreso de la República, podrán comenzar a ejercer sus
funciones los jueces de paz, en las zonas urbanas de mayor demanda judicial y en las
zonas rurales. Estos jueces estarán encargados de resolver en equidad los conflictos
individuales y comunitarios en asuntos de menor cuantía. El Gobierno Nacional asumirá la
capacitación, evaluación y seguimiento de dichos jueces de paz.
Igualmente se desarrollarán los procesos necesarios para crear la jurisdicción
indígena, con el fin de respetar la cultura de estos grupos étnicos.
El Gobierno Nacional tramitará ante el Congreso Nacional un proyecto de ley para
hacer realidad las acciones populares y de cumplimiento, como instrumentos para el
reconocimiento y efectividad de los derechos fundamentales. Estos serán instrumentos
1
que darán al ciudadano un sentido de pertenencia comunitario.
Igualmente, el Gobierno Nacional promoverá una reforma legislativa ambiciosa en
asuntos de familia, comerciales, laborales, agrarios y civiles, para ofrecer vías alternas de
solución de conflictos, particularmente en aquellos casos en que el Estado no alcanza a
cubrir las demandas ciudadanas. Se propone así la desjudicialización como un opción
adicional para crear más oferta judicial, que no sustituye la justicia ordinaria.
Los métodos alternativos de solución de conflictos son instituciones jurídicas que los
miembros de la sociedad civil y el Estado tienen a su disposición para solucionar conflictos
susceptibles de transacción, sin necesidad de sentencia judicial. Para ello, se fortalecerá la
conciliación en la instancia judicial correspondiente, se conformarán grupos de
conciliadores en calidad de auxiliares de la justicia, y se utilizará el servicio notarial. así
mismo, se impulsará el arbitramento, la amigable composición y la evaluación neutral
de casos.
La asistencia legal popular se fortalecerá mediante la educación legal ciudadana
y la asistencia jurídica, por parte de la Defensoría del Pueblo, para lo cual se incrementará
su presupuesto.
Con el fin de orientar a la población en el acceso a los diferentes servicios
judiciales, el Ministerio de Justicia y del Derecho promoverá la creación de casas de
justicia para brindar una adecuada y oportuna información y orientación legal. El Estado
podrá contratar con entidades privadas la prestación de algún servicio en relación con este
programa, previa evaluación de sus capacidades.
1
C.
Prevención del Delito y Atención a las víctimas
El programa para la prevención del delito, a cargo del Ministerio de Justicia y del
Derecho, hará especial énfasis en la investigación de las causas del delito, la educación
cívica para la solución pacífica de los conflictos y la coordinación de recursos y esfuerzos.
Esto significa contribuir a la formulación de modelos pedagógicos de convivencia,
mediante la coordinación con el Ministerio de Educación para crear espacios entre los
miembros de la comunidad educativa.
así mismo, se pondrá en marcha una metodología de investigación que permita
conformar el censo delictivo, que consiste en realizar un diagnóstico cuantitativo del
problema de la violencia y la criminalidad, para adoptar políticas criminales y acciones
globales y particulares tendientes a prevenir el delito.
En la atención a las víctimas de delitos se buscará coordinar los recursos
existentes para brindar asistencia legal, la cual será apoyada por la Defensoría del Pueblo.
Además, la Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con el apoyo de
la Consejería Presidencial para Derechos Humanos, ampliarán los servicios de atención a
los familiares de desaparecidos y registro de cadáveres sin identificar.
D.
Detención, Cumplimiento de Penas y Rehabilitación
Se adelantarán acciones relacionadas con detención, cumplimiento de penas y
rehabilitación. Los objetivos de la política carcelaria y penitenciaria serán el tratamiento
adecuado al sindicado y la rehabilitación y resocialización del condenado, mediante el
desarrollo de sus capacidades intelectuales, físicas y sociales. Con este fin la acción del
1
Estado se orientará hacia el tratamiento del sobrecupo en los establecimientos
penitenciarios y la reinserción de los egresados a la sociedad.
Para el efecto se desarrollarán acciones encaminadas a la creación de un sistema
de información actualizada sobre los antecedentes, situación jurídica y condiciones
personales y familiares de los reclusos. Esta información se retroalimentará con la
existente en los juzgados y unidades de fiscalía y tendrá como fin el seguimiento y la
evaluación de la población carcelaria. Se tendrá este sistema como un elemento
importante para la protección de los derechos humanos.
Además se definirá un sistema geográfico para la localización de los
establecimientos carcelarios, la liquidación de establecimientos cuyas condiciones de tipo
económico o penitenciario no justifiquen su existencia y la redistribución de los internos en
los establecimientos que cuenten con condiciones satisfactorias.
El Gobierno, para mejorar la asistencia jurídica de los internos, adelantará
investigaciones socio-jurídicas sobre las principales causas de los retrasos en la solución
de la situación jurídica de los detenidos y sobre el perfil de quienes permanecen sin la
definición de su situación.
Se adelantarán, en forma acorde con los proyectos antes señalados, obras de
adecuación en algunos establecimientos, así como la construcción donde lo
recomienden estudios debidamente realizados, bajo distintas alternativas de contratación.
Se ofrecerán a los egresados conocimientos, capacidad y experiencia para el
desarrollo de actividades productivas. Para ello se plantean dos acciones encaminadas a
1
la resocialización y rehabilitación del recluso:
1)
Desarrollar microempresas y empresas familiares cuya finalidad sea elevar el
nivel de actitudes, habilidades y conocimientos como microempresarios, que sirvan
de base para su inserción económica al alcanzar su libertad. Por este medio se
involucra a la familia del reo en el proceso de rehabilitación, se la dota de una forma
de subsistencia mientras se prolongue la reclusión, y se asegura que el postpenado
pueda continuar en actividad productiva. Para la aplicación de este programa se
coordinarán acciones e instrumentos con el Plan Nacional para la Microempresa.
2)
Con el concurso del sector privado, el Gobierno pondrá en marcha la sociedad de
economía mixta Renacimiento, u otros mecanismos de producción y
comercialización de bienes y servicios, generados por los reclusos. Se procurará
garantizar la competitividad, diversificar dichos bienes y servicios, mejorar su
calidad y canales de distribución, así como mejorar su rentabilidad.
1
IV.
COSTOS Y FINANCIACIÓN DEL PLAN
El plan de desarrollo de justicia, conformado por los programas de inversión
presentados, tiene un costo total para los próximos cuatro años de $389.169 millones
constantes de 1994 (Cuadros 6 y 7). Con estos programas la inversión de la justicia
tendrá una participación anual en el PIB del 0,16%, la cual se mantendrá en durante todo
el período.
El plan se financiará con los recursos provenientes de la Superintendencia de
Notariado y Registro, con base en la ley 55 de 1985; aportes de las notarías a la
administración de justicia, según lo previsto por la ley 6 de 1992; rendimiento de los
depósitos judiciales, en cumplimiento de la ley 66 de 1993; y la tasa judicial. De
acuerdo
con lo previsto en las respectivas normas, las tres últimas fuentes podrán ser objeto de
incremento, si se adoptan los mecanismos de control al recaudo, que permitan asegurar un
monto que refleje la capacidad de contribución exigida.
Mediante la tasa judicial se establecerán tarifas para el acceso a ciertos servicios
de justicia civil y comercial, al amparo del artículo 338 de la Constitución. Esta tasa se
concibe como un sistema de recuperación de costos de un servicio público, sin que se
afecte el acceso a la justicia, desarrollando adecuadamente el amparo de pobreza.
Tres consideraciones fundamenta la tasa judicial: Primeramente, desde el punto de
vista de la hacienda pública, porque la justicia civil está dedicada en más de un 50% al
cobro de cartera comercial y bancaria mientras otros sectores de la sociedad no conocen
la presencia del Estado en la solución de sus conflictos estrictamente civiles, problemas de
1
tierras, asuntos de vecindades en el campo, cuestiones de familia, etc. En segundo lugar,
desde el punto de vista de la demanda del servicio, cumpliría un papel de racionalización,
evitando las demandas temerarias. Y, en tercer lugar, desde el punto de vista de la calidad
del servicio constituiría un factor determinante para que los particulares exijan su
prestación adecuada.
El Ministerio de Justicia y del Derecho tramitará ante el Congreso un proyecto de
ley al respecto. Durante el período que transcurra hasta la aplicación efectiva de la tasa
judicial no se disminuirá el presupuesto de inversión programado para ser financiado con
esta fuente en la misma proporción.
El Gobierno Nacional asegurará el crecimiento real de los recursos asignados a la
Rama Judicial para el cumplimiento de los programas enunciados en este Plan.
V.
EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO
Es necesario que la Administración de Justicia disponga de mecanismos para
desarrollarse y diagnosticarse, escuche los reclamos del ciudadano e informe a todo el
país los resultados de su gestión. Para ello, se espera que el Consejo Superior de la
Judicatura desarrolle mecanismos de organización y evaluación que hagan más eficiente
la labor judicial, redistribuya el trabajo y desarrolle instrumentos de evaluación y control de
la gestión de los despachos judiciales, tal como lo dispone la Constitución Nacional en sus
artículos 256 y 257.
1
Los resultados de la evaluación mencionada serán presentados anualmente al
Congreso de la República, incluyendo el grado de cumplimiento de las metas y objetivos,
los indicadores de eficacia y eficiencia, de desempeño del sistema y los resultados de la
ejecución presupuestal.
Por su parte, el Departamento Nacional de Planeación, en cumplimiento de las
facultades conferidas en el artículo 343 de la Constitución, aplicará las metodologías de
evaluación de resultados para hacer seguimiento a los programas y proyectos que se
derivan del presente plan.
VI.
RECOMENDACIONES
El Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Justicia y del Derecho
recomiendan al CONPES:
1.
Aprobar la política y los programas para el desarrollo de la justicia presentados en
este documento.
Solicitar al Ministerio de Justicia y del Derecho:
2.
Su colaboración para lograr, en coordinación con el Departamento Nacional de
Planeación, cooperación técnica internacional para el apoyo a las instituciones de
la Rama Judicial.
3.
Presentar al Congreso Nacional los proyectos de ley necesarios para el desarrollo
de las figuras constitucionales de acceso a la justicia.
1
4.
Realizar la divulgación y promoción de los mecanismos de acceso, desarrollar la
capacitación de los agentes correspondientes y apoyar su desarrollo. Igualmente,
promover la creación de casas de justicia donde se considere necesario, para
orientar a la población en el acceso a los servicios judiciales.
5.
Coordinar con el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía General de la
Nación la adopción de mecanismos que permitan la descongestión de los
despachos judiciales.
6.
Coordinar con el Ministerio de Educación Nacional la adopción de programas
encaminados a la educación cívica para la solución pacífica de los conflictos y el
alcance de un compromiso de la ciudadanía con la justicia.
7.
Presentar al Congreso Nacional un proyecto de ley para crear y desarrollar la tasa
judicial.
8.
Promover la ampliación de los programas de sistematización de la legislación
vigente.
9.
Coordinar con la Defensoría del Pueblo el desarrollo de programas de asistencia
legal popular.
10.
Solicitar al Ministerio de Justicia y del Derecho y al Instituto Nacional Penitenciario y
Carcelario:
1
a. Promover la creación de la sociedad de economía mixta Renacimiento y de otros
instrumentos para el fomento de la producción y comercialización de bienes y
servicios generados por parte de los reclusos.
b. Coordinar con el Plan Nacional de la Microempresa su desarrollo en los
establecimientos carcelarios y vincular para ello al sector privado, en los casos que
sea pertinente.
c. Crear un sistema de información estadística sobre la situación de los reclusos.
11.
Apoyar al Consejo Superior de la Judicatura en las acciones que éste requiera para
desarrollar los programas contemplados en el presente plan.
1
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