REPÚBLICA DE COLOMBIA¡Error! Marcador no definido. DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN JUSTICIA PARA LA GENTE PLAN DE DESARROLLO PARA LA JUSTICIA 1994-1998 Documento CONPES 2744-Consejo Superior de la Judicatura-DNP: UJS-DIJUSMinisterio de Justicia Santafe de Bogotá, D.C., noviembre 30 de 1994 Versión: aprobada El presente documento somete a consideración del Consejo Nacional de Política Económica y Social -CONPES- el Plan de Desarrollo de Justicia para la Gente. El proceso de transformación para el desarrollo en que se ha empezado la actual Administración, no podrá ocurrir si no se fundamenta en una garantía efectiva de los derechos individuales y en la vigencia de un Estado de derecho, para lo cual se requiere, particularmente, un Sistema Judicial previsible, confiable y eficiente. La administración de justicia es un mecanismo que hace parte del proceso en que se encuentra empezado el país para alcanzar mejores condiciones económicas y sociales. El plan de desarrollo de la justicia, realizado en forma concertada por las Ramas Judicial y Ejecutiva, busca alcanzar mayores niveles de eficiencia y eficacia en la prestación del servicio judicial, de modo que a mediano plazo está en capacidad de resolver los procesos que le sean encomendados, sin recursos ni procedimientos extraordinarios, y dentro de los términos legales establecidos. Para ello es necesario concentrar la acción del Estado en el apoyo técnico y humano al Sistema Judicial, en el acceso a los servicios judiciales, el fortalecimiento de la prevención del delito y la atención a las víctimas y, finalmente, el mejoramiento de la detención, cumplimiento de penas y rehabilitación. El plan de justicia supone la colaboración de las tres Ramas del poder público a fin de garantizar la efectividad del sistema de derechos y libertades, y ofrecer las condiciones para obtener una pronta y cumplida justicia para todos los ciudadanos. I. DIAGNOSTICO La sociedad colombiana ha experimentado profundas transformaciones durante la presente década. Si bien, como parte de este proceso, la administración de justicia ha sido objeto de numerosas reformas e innovaciones1, aún no ha alcanzado niveles satisfactorios de armonía con esa sociedad cambiante, fenómeno que se expresa en la falta de capacidad del Estado para satisfacer la demanda de justicia. Esto es causa de múltiples perturbaciones que afectan en forma importante el desarrollo social, político y económico del país, y originan pérdida de legitimidad del sistema, lo cual conduce al menoscabo de la adhesión a las instituciones. Las consecuencias de esta situación son múltiples, e inciden en el incremento de los hechos punibles y de las conductas violentas, como también en la impunidad con todas sus secuelas. Igualmente originan, por la incertidumbre y la inseguridad en el cumplimiento de las obligaciones, un incremento importante en los costos económicos y sociales en la sociedad. Lo señalado hace necesaria una acción prioritaria del Estado que, con el concurso de la sociedad civil, se encamine a mejorar este servicio público. A. Congestión del Sistema Judicial La administración de justicia en Colombia presenta altos niveles de congestión, lo 1 La Constitución política de 1991 crea la Jurisdicción Constitucional, las Jurisdicciones Especiales, la Fiscalía General de la Nación y el Consejo Superior de la Judicatura. 1 cual se evidencia en el número de procesos acumulados, que para 1993 era superior a los 4 millones en todas las jurisdicciones (Cuadro 1). En la jurisdicción ordinaria la que evidencia mayores problemas es la Justicia Penal. Existe congestión y atraso en los despachos judiciales. La duración promedio de un juicio penal en primera instancia es de 2 años y la acumulación anual, o sea el número de procesos pendientes al finalizar el año frente a los que ingresan, es del 41%. Además, se observa ausencia de coordinación en las labores de investigación criminal. Es así como en la etapa de investigación el 55 % de los 748.310 procesos pendientes a junio de 1994, se encontraban en preliminares, etapa previa a la investigación propiamente dicha. La Constitución Política introdujo cambios sustanciales en el sistema penal colombiano, con la introducción del sistema mixto acusatorio encaminado a obtener una mayor eficiencia y eficacia en el proceso investigativo y en especial en la recolección, valoración y análisis de las pruebas técnicas. Sin embargo, se observan problemas de organización, coordinación, comunicación y aplicación de criterios y procedimientos por parte de los organismos que apoyan la labor de investigación criminal, lo cual afecta los niveles de eficiencia. En síntesis, la justicia penal requerirá de 9 a 10 años para evacuar los procesos pendientes, sin ingresar ningún proceso nuevo2. Las dificultades no son menos importantes en la problemática de la Justicia Civil, lo cual pone de presente la necesidad de incorporarla en la agenda de las autoridades. La 2 Consejo Superior de la Judicatura: "Plan de desarrollo de la justicia 1994-1998". Bogotá noviembre de 1994, pág. 25 y Ministerio de Justicia: "Justicia para la gente", noviembre de 1994, pág. 8. 1 duración promedio de un proceso ordinario en esta Justicia en una instancia es de 3 años, y de uno ejecutivo es de 2 años. Su capacidad de respuesta3 en este caso es baja, si se tiene en cuenta que finaliza sólo el 52% de los procesos que entran cada año y por tanto existe un promedio de acumulación anual del 48%.4 La duración promedio de un proceso en la Justicia de Familia es de 2 años en la primera instancia y la acumulación varía entre 22% y 50% anualmente. La jurisdicción contencioso-administrativa, inicialmente considerada como la de mayor rendimiento, ha venido sufriendo congestión especialmente en los asuntos laborales y contractuales. La duración promedio de un proceso en esta jurisdicción es de 3 años. B. Organización Administrativa del Sistema Judicial: el Recurso Técnico y Humano El principal problema que enfrenta la administración de justicia se localiza en su gestión y organización, y no necesariamente en el número de juzgados, materiales, equipos o recursos, si se tiene en cuenta que los resultados obtenidos son estables a pesar del aumento de recursos humanos y financieros. Los principales problemas administrativos están relacionados con su estructura gerencial, el manejo del recurso humano, la existencia de zonas grises en materia de competencias, la debilidad en los mecanismos de planeación, la carencia de medios 3 4 Entendida como la culminación de las actuaciones procesales. Ministerio de Justicia, Op. cit. pág.13. 1 tecnológicos y la inadecuada distribución regional de los recursos. Respecto a la estructura gerencial, la Constitución política creó el Consejo Superior de la Judicatura para dotar a la Rama Judicial de organización administrativa autónoma. Sin embargo, se encuentran limitaciones propias de la transición y posiblemente algunas estructurales que afectan la eficiencia gerencial. Para el adecuado desarrollo de los mecanismos de planeación, se requiere contar con sistemas de información que aglutinen los datos dispersos de diferentes entidades del Estado, y el desarrollo de indicadores que permitan medir los resultados, con unos objetivos y metas previamente identificados. La carencia de medios tecnológicos se expresa en la desorganización de la información que manejan los juzgados y tribunales, que no responde a sistemas apropiados para su función. La gran mayoría de ellos no cuenta aún con archivos organizados de los expedientes, y los flujos de información operan en forma dispersa. La carencia de un mapa judicial que responda a las necesidades, es la principal causa de la inadecuada distribución de los recursos. La ubicación de los despachos judiciales a nivel regional, por ejemplo, parece hoy no responder a criterios relacionados con la demanda del servicio (gráfico 1). En cuanto a los recursos humanos, se han presentado avances en el régimen 1 salarial: el personal recibió en 1993 incrementos importantes5 y el número de cargos ha aumentado sustancialmente (Cuadro 2). Sin embargo, es necesario mejorar el perfil profesional requerido por la carrera judicial debido a que persisten algunas deficiencias en la capacidad profesional del personal seleccionado, lo cual ocasiona una débil gestión. A lo anterior contribuye la formación legal, formalista y dogmática, que imparten las facultades de Derecho, que preferencia la vía judicial en la solución de los conflictos y descuida la formación para el ejercicio de la judicatura. C. Acceso: Los servicios Judiciales, la Administración de Justicia y el Derecho Se presentan inconvenientes en el sistema normativo que se manifiestan en un distanciamiento entre las normas legales y los fenómenos sociales, la continuidad de la casuística, la proliferación normativa ante fenómenos coyunturales, la persistencia del formalismo y ritualismo en la gestión judicial y la ausencia de un mecanismo institucional de seguimiento de las leyes. Hasta hace poco se tenía como principio que todo conflicto entre los ciudadanos, o entre éstos y el Estado, debía ser resuelto a través de la vía judicial. Esto hizo que se judicializará la solución de las diferencias y conflictos, sin que se contemplaran otras posibilidades de resolución alternativa. Bajo este escenario, un número importante de la población no tiene acceso a la justicia, al percibir como distantes los mecanismos formales, a punto tal que esto ha terminado por convertirse en un factor de exclusión y marginalidad social. 5 Los incrementos fueron entre 37 y 132%. Para los magistrados de las altas cortes y del Consejo Superior fue del 37.3%, para los magistrados de Tribunal y de Consejo Seccional del 44%, para los jueces del circuito 1 La falta de acceso a la justicia también es atribuible a la existencia de barreras tales como el desconocimiento ciudadano de sus derechos y de la ley; la deficiente asistencia legal, especialmente para los sectores menos favorecidos; los aspectos culturales; las restricciones de lenguaje; barreras geográficas y costos de abogados. D. Prevención del Delito y Atención a las Víctimas Se observa una precariedad en el compromiso de la ciudadanía con sus instituciones judiciales, lo cual abre el camino para la agudización del conflicto, la violencia y la impunidad. Además hay ausencia de información sobre los tipos de delitos, lo cual pone de presente la necesidad de hacer investigaciones sobre determinantes de la criminalidad que sirvan de base a la adopción de políticas de prevención. así mismo, la situación de las víctimas de delitos ha sido objeto de poca atención, lo cual ocasiona la agravación de su situación individual y de la colectiva. E. Sistema de Detención y Cumplimiento de Penas Varios problemas enfrenta el sistema carcelario y están relacionados con las condiciones y capacidad de la infraestructura física de las cárceles, la falta de definición de la situación jurídica de los sindicados y la ausencia de adecuados programas de rehabilitación y tratamiento. 50.7% y para los jueces municipales del 132%, en promedio. 1 Las construcciones carcelarias presentan un alto índice de envejecimiento y deterioro: más del 50% de los establecimientos están ubicados en edificaciones de más de 40 años de construidas (Cuadro 3). Sin embargo, la situación puede ser menos grave de lo que parece por la baja capacidad de los establecimientos más antiguos. La preferencia por la reclusión frente a otras alternativas diferentes de tratamiento, y la inadecuada distribución de los establecimientos a nivel regional, son las principales causas del hacinamiento que se presenta en algunos de ellos, principalmente en las cárceles de distrito y en prácticamente todas las penitenciarías (sobrecupo del 32% y del 14%, respectivamente). La situación jurídica de los reclusos indica que más de la mitad (57%) son sindicados, y sólo el 43% son condenados. Esto tiene relación con las demoras en los procesos judiciales y con la estructura del sistema jurídico que preferencia la detención preventiva. En cuanto a la rehabilitación se observa que hasta ahora los programas no han sido efectivos si se tiene en cuenta la tasa de reincidencia (86%). No existen suficientes servicios básicos y de asistencia legal, faltan programas de bienestar para la población carcelaria y desarrollo de instrumentos para el trabajo y la resocialización del recluso. F. Gasto en Justicia En los últimos años se aprecia un mayor esfuerzo e interés por los asuntos propios de la administración de justicia, pues ha cobrado más importancia en la sociedad colombiana y en el presupuesto nacional. Los gastos del sector, en términos reales, 1 pasaron de representar el 0,5% del PIB en los años 70, al 0.7% en los años 80 y apropiaciones superiores al 1% en 1993 y 1994, con un crecimiento de más de seis veces en ese período6 (cuadro 4 y gráfico 2). La distribución en 1994 de esta participación, es 1.18% del PIB para gastos de funcionamiento y 0.10% para inversión Por esta razón Colombia es uno de los países, que a nivel latinoamericano, dedica una mayor proporción de recursos fiscales y una mayor inversión por habitante al servicio de justicia (cuadro 5). II. OBJETIVOS GENERALES Son objetivos de este plan: a) Adecuar la organización existente en forma que facilite y agilice la operación de cada una de las agencias judiciales en el país, mediante la provisión y racionalización de los recursos humanos, físicos y tecnológicos requeridos. b) Mejorar el acceso a la justicia mediante la incorporación, en el menor plazo posible, de aquellas personas o instituciones que, aparte de la Rama Judicial, la Constitución política señala que pueden administrar justicia o cumplir funciones relacionadas: autoridades administrativas, los particulares (árbitros y conciliadores), las autoridades de los pueblos indígenas y los jueces de paz. c) Adecuar el derecho sustantivo y procedimental a las condiciones que faciliten el 6 Se incluyen las siguientes entidades del sector: Rama Judicial, Consejo Superior y Fiscalía a partir de 1992, Ministerio de Justicia, Fondo Rotatorio del Minjusticia (hasta 1992), Instituto Penitenciario y Carcelario, y 1 acceso y la gestión judicial. d) Recuperar el carácter disuasivo de la administración de justicia. e) Apoyar a las víctimas de un hecho punible, con el fin de facilitar y agilizar las actuaciones que deben realizar para evitar la agravación de su situación. f) Permitir una atención adecuada a los sindicados detenidos y un tratamiento tendiente a la rehabilitación de los condenados. g) Vincular a la sociedad civil en los esfuerzos para alcanzar mejores niveles de justicia, mediante un compromiso ciudadano. h) Hacer más adecuados los recursos con que cuenta la Rama Judicial. III. PROGRAMAS Para el cumplimiento de los objetivos señalados en este plan, se proponen las estrategias y programas que permitan el mejoramiento de la justicia, mediante el apoyo técnico, humano y financiero al sistema judicial, el acceso a los servicios judiciales, la administración de justicia y derecho, la prevención del delito y atención a víctimas, y la detención, cumplimiento de penas y rehabilitación de los reclusos. A. Apoyo Técnico y Humano al Sistema Judicial Ministerio Público. 1 Este programa busca mejorar la gestión administrativa de la Rama Judicial, con el fin de contribuir a la efectividad del sistema, para lo cual se buscará la adopción de una organización gerencial de la Rama, mediante el fortalecimiento de la capacidad administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y de la Fiscalía General de la Nación. Las entidades del sector adoptarán mecanismos de planeación sectorial e interna y desarrollarán procedimientos de evaluación y seguimiento tanto para la gestión como para las decisiones judiciales. Así mismo se crearán sistemas de indicadores y de estadísticas judiciales para apoyar estos procesos. Como parte del proceso de planeación se realizará un mapa judicial que redistribuya los despachos judiciales, de acuerdo con criterios de racionalidad administrativa, económica y judicial, con características que permitan economías de escala y un ajuste ágil cuando las circunstancias lo requieran. Con el fin de lograr el desarrollo del recurso humano se reestructurará la carrera judicial, de tal manera que se logre la profesionalización del personal. Para ello se necesita la aprobación del Congreso al proyecto de ley que contempla las condiciones del ingreso al servicio, la evaluación del rendimiento, la capacitación y la promoción. La capacitación se basará en un proyecto permanente de educación continuada, con el apoyo de la Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla, que se integrará al Consejo Superior de la Judicatura en 1998. Como base para la capacitación se realizará una revisión de la formación legal del abogado y su desempeño profesional. Así mismo, este programa contempla inversiones en técnicas para el manejo de 1 archivos y de la información de los despachos judiciales y proyectos de mejoramiento de la infraestructura física de los mismos. Con el propósito de buscar mayor coercibilidad del Sistema Penal, se busca mejorar la investigación criminal y agilizar este servicio. Para ello se integrará la información con fines judiciales que existe en las diferentes instituciones que cumplen esta función. Con el mismo propósito la Fiscalía General de la Nación realizará el programa de capacitación técnica del personal de investigación judicial, adoptará una estrategia para mejorar la coordinación de los organismos que cumplen esta labor y realizará un diagnóstico sobre los recursos existentes en los laboratorios de investigación criminal que sirva de base para fortalecer su infraestructura y dotación, readecuarlos a las necesidades y lograr su especialización y eficiencia. El servicio médico forense a cargo del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses desarrollará proyectos de fortalecimiento de la infraestructura locativa, estandarización y mejoramiento de los servicios que ofrece, desarrollo de actividades científicas y mejoramiento del recurso humano. Por otra parte, y con el objeto de buscar la evacuación de los procesos judiciales que se encuentran represados, la Fiscalía General de la Nación, el Consejo Superior de la Judicatura y el Ministerio de Justicia y del Derecho realizarán las siguientes actividades: 1) Un diagnóstico que sirva de base para establecer prioridades tanto en las unidades de Fiscalía como en los juzgados. Para esto se efectuarán convenios con 1 universidades, con el fin de vincular estudiantes de último año de derecho o egresados, con el objeto de buscar soluciones transitorias a la congestión, mediante la depuración de la información contenida en los procesos; 2) Utilización de los recursos humanos disponibles en los centros de conciliación y universidades, para vincularlos en calidad de auxiliares de los juzgados; 3) La expedición de normas especiales para la descongestión; y 4) Identificación de asistencia Técnica y cooperación internacional. B. Acceso a los Servicios Judiciales, Administración de Justicia y Derecho. A partir de 1995, de acuerdo con la aprobación del proyecto legislativo correspondiente por el Congreso de la República, podrán comenzar a ejercer sus funciones los jueces de paz, en las zonas urbanas de mayor demanda judicial y en las zonas rurales. Estos jueces estarán encargados de resolver en equidad los conflictos individuales y comunitarios en asuntos de menor cuantía. El Gobierno Nacional asumirá la capacitación, evaluación y seguimiento de dichos jueces de paz. Igualmente se desarrollarán los procesos necesarios para crear la jurisdicción indígena, con el fin de respetar la cultura de estos grupos étnicos. El Gobierno Nacional tramitará ante el Congreso Nacional un proyecto de ley para hacer realidad las acciones populares y de cumplimiento, como instrumentos para el reconocimiento y efectividad de los derechos fundamentales. Estos serán instrumentos 1 que darán al ciudadano un sentido de pertenencia comunitario. Igualmente, el Gobierno Nacional promoverá una reforma legislativa ambiciosa en asuntos de familia, comerciales, laborales, agrarios y civiles, para ofrecer vías alternas de solución de conflictos, particularmente en aquellos casos en que el Estado no alcanza a cubrir las demandas ciudadanas. Se propone así la desjudicialización como un opción adicional para crear más oferta judicial, que no sustituye la justicia ordinaria. Los métodos alternativos de solución de conflictos son instituciones jurídicas que los miembros de la sociedad civil y el Estado tienen a su disposición para solucionar conflictos susceptibles de transacción, sin necesidad de sentencia judicial. Para ello, se fortalecerá la conciliación en la instancia judicial correspondiente, se conformarán grupos de conciliadores en calidad de auxiliares de la justicia, y se utilizará el servicio notarial. así mismo, se impulsará el arbitramento, la amigable composición y la evaluación neutral de casos. La asistencia legal popular se fortalecerá mediante la educación legal ciudadana y la asistencia jurídica, por parte de la Defensoría del Pueblo, para lo cual se incrementará su presupuesto. Con el fin de orientar a la población en el acceso a los diferentes servicios judiciales, el Ministerio de Justicia y del Derecho promoverá la creación de casas de justicia para brindar una adecuada y oportuna información y orientación legal. El Estado podrá contratar con entidades privadas la prestación de algún servicio en relación con este programa, previa evaluación de sus capacidades. 1 C. Prevención del Delito y Atención a las víctimas El programa para la prevención del delito, a cargo del Ministerio de Justicia y del Derecho, hará especial énfasis en la investigación de las causas del delito, la educación cívica para la solución pacífica de los conflictos y la coordinación de recursos y esfuerzos. Esto significa contribuir a la formulación de modelos pedagógicos de convivencia, mediante la coordinación con el Ministerio de Educación para crear espacios entre los miembros de la comunidad educativa. así mismo, se pondrá en marcha una metodología de investigación que permita conformar el censo delictivo, que consiste en realizar un diagnóstico cuantitativo del problema de la violencia y la criminalidad, para adoptar políticas criminales y acciones globales y particulares tendientes a prevenir el delito. En la atención a las víctimas de delitos se buscará coordinar los recursos existentes para brindar asistencia legal, la cual será apoyada por la Defensoría del Pueblo. Además, la Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, con el apoyo de la Consejería Presidencial para Derechos Humanos, ampliarán los servicios de atención a los familiares de desaparecidos y registro de cadáveres sin identificar. D. Detención, Cumplimiento de Penas y Rehabilitación Se adelantarán acciones relacionadas con detención, cumplimiento de penas y rehabilitación. Los objetivos de la política carcelaria y penitenciaria serán el tratamiento adecuado al sindicado y la rehabilitación y resocialización del condenado, mediante el desarrollo de sus capacidades intelectuales, físicas y sociales. Con este fin la acción del 1 Estado se orientará hacia el tratamiento del sobrecupo en los establecimientos penitenciarios y la reinserción de los egresados a la sociedad. Para el efecto se desarrollarán acciones encaminadas a la creación de un sistema de información actualizada sobre los antecedentes, situación jurídica y condiciones personales y familiares de los reclusos. Esta información se retroalimentará con la existente en los juzgados y unidades de fiscalía y tendrá como fin el seguimiento y la evaluación de la población carcelaria. Se tendrá este sistema como un elemento importante para la protección de los derechos humanos. Además se definirá un sistema geográfico para la localización de los establecimientos carcelarios, la liquidación de establecimientos cuyas condiciones de tipo económico o penitenciario no justifiquen su existencia y la redistribución de los internos en los establecimientos que cuenten con condiciones satisfactorias. El Gobierno, para mejorar la asistencia jurídica de los internos, adelantará investigaciones socio-jurídicas sobre las principales causas de los retrasos en la solución de la situación jurídica de los detenidos y sobre el perfil de quienes permanecen sin la definición de su situación. Se adelantarán, en forma acorde con los proyectos antes señalados, obras de adecuación en algunos establecimientos, así como la construcción donde lo recomienden estudios debidamente realizados, bajo distintas alternativas de contratación. Se ofrecerán a los egresados conocimientos, capacidad y experiencia para el desarrollo de actividades productivas. Para ello se plantean dos acciones encaminadas a 1 la resocialización y rehabilitación del recluso: 1) Desarrollar microempresas y empresas familiares cuya finalidad sea elevar el nivel de actitudes, habilidades y conocimientos como microempresarios, que sirvan de base para su inserción económica al alcanzar su libertad. Por este medio se involucra a la familia del reo en el proceso de rehabilitación, se la dota de una forma de subsistencia mientras se prolongue la reclusión, y se asegura que el postpenado pueda continuar en actividad productiva. Para la aplicación de este programa se coordinarán acciones e instrumentos con el Plan Nacional para la Microempresa. 2) Con el concurso del sector privado, el Gobierno pondrá en marcha la sociedad de economía mixta Renacimiento, u otros mecanismos de producción y comercialización de bienes y servicios, generados por los reclusos. Se procurará garantizar la competitividad, diversificar dichos bienes y servicios, mejorar su calidad y canales de distribución, así como mejorar su rentabilidad. 1 IV. COSTOS Y FINANCIACIÓN DEL PLAN El plan de desarrollo de justicia, conformado por los programas de inversión presentados, tiene un costo total para los próximos cuatro años de $389.169 millones constantes de 1994 (Cuadros 6 y 7). Con estos programas la inversión de la justicia tendrá una participación anual en el PIB del 0,16%, la cual se mantendrá en durante todo el período. El plan se financiará con los recursos provenientes de la Superintendencia de Notariado y Registro, con base en la ley 55 de 1985; aportes de las notarías a la administración de justicia, según lo previsto por la ley 6 de 1992; rendimiento de los depósitos judiciales, en cumplimiento de la ley 66 de 1993; y la tasa judicial. De acuerdo con lo previsto en las respectivas normas, las tres últimas fuentes podrán ser objeto de incremento, si se adoptan los mecanismos de control al recaudo, que permitan asegurar un monto que refleje la capacidad de contribución exigida. Mediante la tasa judicial se establecerán tarifas para el acceso a ciertos servicios de justicia civil y comercial, al amparo del artículo 338 de la Constitución. Esta tasa se concibe como un sistema de recuperación de costos de un servicio público, sin que se afecte el acceso a la justicia, desarrollando adecuadamente el amparo de pobreza. Tres consideraciones fundamenta la tasa judicial: Primeramente, desde el punto de vista de la hacienda pública, porque la justicia civil está dedicada en más de un 50% al cobro de cartera comercial y bancaria mientras otros sectores de la sociedad no conocen la presencia del Estado en la solución de sus conflictos estrictamente civiles, problemas de 1 tierras, asuntos de vecindades en el campo, cuestiones de familia, etc. En segundo lugar, desde el punto de vista de la demanda del servicio, cumpliría un papel de racionalización, evitando las demandas temerarias. Y, en tercer lugar, desde el punto de vista de la calidad del servicio constituiría un factor determinante para que los particulares exijan su prestación adecuada. El Ministerio de Justicia y del Derecho tramitará ante el Congreso un proyecto de ley al respecto. Durante el período que transcurra hasta la aplicación efectiva de la tasa judicial no se disminuirá el presupuesto de inversión programado para ser financiado con esta fuente en la misma proporción. El Gobierno Nacional asegurará el crecimiento real de los recursos asignados a la Rama Judicial para el cumplimiento de los programas enunciados en este Plan. V. EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO Es necesario que la Administración de Justicia disponga de mecanismos para desarrollarse y diagnosticarse, escuche los reclamos del ciudadano e informe a todo el país los resultados de su gestión. Para ello, se espera que el Consejo Superior de la Judicatura desarrolle mecanismos de organización y evaluación que hagan más eficiente la labor judicial, redistribuya el trabajo y desarrolle instrumentos de evaluación y control de la gestión de los despachos judiciales, tal como lo dispone la Constitución Nacional en sus artículos 256 y 257. 1 Los resultados de la evaluación mencionada serán presentados anualmente al Congreso de la República, incluyendo el grado de cumplimiento de las metas y objetivos, los indicadores de eficacia y eficiencia, de desempeño del sistema y los resultados de la ejecución presupuestal. Por su parte, el Departamento Nacional de Planeación, en cumplimiento de las facultades conferidas en el artículo 343 de la Constitución, aplicará las metodologías de evaluación de resultados para hacer seguimiento a los programas y proyectos que se derivan del presente plan. VI. RECOMENDACIONES El Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Justicia y del Derecho recomiendan al CONPES: 1. Aprobar la política y los programas para el desarrollo de la justicia presentados en este documento. Solicitar al Ministerio de Justicia y del Derecho: 2. Su colaboración para lograr, en coordinación con el Departamento Nacional de Planeación, cooperación técnica internacional para el apoyo a las instituciones de la Rama Judicial. 3. Presentar al Congreso Nacional los proyectos de ley necesarios para el desarrollo de las figuras constitucionales de acceso a la justicia. 1 4. Realizar la divulgación y promoción de los mecanismos de acceso, desarrollar la capacitación de los agentes correspondientes y apoyar su desarrollo. Igualmente, promover la creación de casas de justicia donde se considere necesario, para orientar a la población en el acceso a los servicios judiciales. 5. Coordinar con el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía General de la Nación la adopción de mecanismos que permitan la descongestión de los despachos judiciales. 6. Coordinar con el Ministerio de Educación Nacional la adopción de programas encaminados a la educación cívica para la solución pacífica de los conflictos y el alcance de un compromiso de la ciudadanía con la justicia. 7. Presentar al Congreso Nacional un proyecto de ley para crear y desarrollar la tasa judicial. 8. Promover la ampliación de los programas de sistematización de la legislación vigente. 9. Coordinar con la Defensoría del Pueblo el desarrollo de programas de asistencia legal popular. 10. Solicitar al Ministerio de Justicia y del Derecho y al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario: 1 a. Promover la creación de la sociedad de economía mixta Renacimiento y de otros instrumentos para el fomento de la producción y comercialización de bienes y servicios generados por parte de los reclusos. b. Coordinar con el Plan Nacional de la Microempresa su desarrollo en los establecimientos carcelarios y vincular para ello al sector privado, en los casos que sea pertinente. c. Crear un sistema de información estadística sobre la situación de los reclusos. 11. Apoyar al Consejo Superior de la Judicatura en las acciones que éste requiera para desarrollar los programas contemplados en el presente plan. 1