VIDA COTIDIANA Y ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO

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Departamento de Humanidades y Educación Media.
Pedagogía en Historia y Geografía.
VIDA COTIDIANA Y ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO:
Análisis de mapas cognitivos de jóvenes de cuarto año medio en la
ciudad de Santiago de Chile durante el mes de noviembre del año 2004.
Tesis para optar al Título de Profesor de Educación Media en Historia y Geografía con Grado
Académico de Licenciado en Educación
Profesor guía
Ricardo Rubio González
Estudiantes participantes
Daniela Cortés
Yesenia Roa Roa
Karen Macarena Silva Barros
Bárbara Aída Vallejos Garday
Walter Rodrigo Yañez Guzmán.
Departamento de Humanidades y Educación Media.
Pedagogía en Historia y Geografía.
VIDA COTIDIANA Y ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO:
Análisis de mapas cognitivos de jóvenes de cuarto año medio en la
ciudad de Santiago de Chile durante el mes de noviembre del año 2004.
Tesis para optar al Título de Profesor de Educación Media en Historia y Geografía con Grado
Académico de Licenciado en Educación
Profesor guía
Ricardo Rubio González
Estudiantes participantes
Daniela Cortés
Yesenia Roa Roa
Karen Macarena Silva Barros
Bárbara Aída Vallejos Garday
Walter Rodrigo Yañez Guzmán.
Julio de 2005.
TABLA DE CONTENIDOS
CAPÍTULO I: PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN. ........................... 5
1.1. Planteamiento del problema. ........................................................................................ 5
1.2. Objetivos e hipótesis..................................................................................................... 7
1.3. Hipótesis de trabajo ...................................................................................................... 7
1.4. Diseño Metodológico. ................................................................................................... 8
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL. ................................. 28
2.1 Los procesos cognitivos y la comprensión del mundo. ............................................... 28
2.2. Los procesos cognitivos, el individuo y el entorno. .................................................... 30
2.3. Las representaciones: el mundo en la mente de los individuos. ............................... 36
2.4. Los mapas cognitivos. ............................................................................................... 38
2.5. La Utilidad del Mapa Cognitivo. .................................................................................. 42
2.6. Hitos y vida cotidiana en los espacios urbanos. ......................................................... 43
2.7. La ciudad como espacio social. .................................................................................. 47
2.8. La percepción de la imagen de la ciudad. .................................................................. 49
2.9. La vida cotidiana desde dos perspectivas de estudio: la sociología y la geografía. .. 53
CAPÍTULO III: ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO EN LOS MAPAS
COGNITIVOS DE JÓVENES DE CUARTO AÑO MEDIO ...................... 81
3.1. Uso del tiempo y percepción del Mall como hito urbano. ........................................... 81
3.2. Análisis de los esbozos de mapa ............................................................................... 86
CONCLUSIONES ....................................................................................... 117
Bibliografía ................................................................................................ 120
Anexos ....................................................................................................... 127
2
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1.1: Localización de grandes centros comerciales (malls) y colegios......................... 11
Figura 3.1: Mapa cognitivo 1................................................................................................... 92
Figura 3.2.: Mapa cognitivo 2.................................................................................................. 94
Figura 3.3: Mapa cognitivo 3................................................................................................... 95
Figura 3.4: Mapa cognitivo 4................................................................................................... 96
Figura 3.5 : Mapa cognitivo 5.................................................................................................. 97
Figura 3.6: Trayectoria tipo Colegio Nuestra Señora de Andacollo ....................................... 99
Figura 3.7: Trayectoria tipo Liceo Madre Vicencia ............................................................... 100
Figura 3.8: Mapa cognitivo 6................................................................................................. 101
Figura 3.9 Mapa cognitivo 7.................................................................................................. 102
Figura 3.10 Mapa cognitivo 8................................................................................................ 103
Figura 3.11 Mapa cognitivo 9............................................................................................... 104
Figura 3.12: Mapa Cognitivo 10 ............................................................................................ 105
Figura 3.13: Mapa cognitivo 11............................................................................................. 106
Figura 3.14: Mapa cognitivo 12............................................................................................. 108
Figura 3.15: Mapa cognitivo 13............................................................................................. 109
Figura 3.16 : Mapa cognitivo 14............................................................................................ 110
Figura 3.17: Mapa cognitivo 15............................................................................................. 111
Figura 3.18: Mapa cognitivo 16............................................................................................. 112
Figura 3.19: Mapa cognitivo 17............................................................................................. 113
Figura 3.20: Mapa cognitivo 18............................................................................................. 115
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico 3.1: Número de estudiantes que trabajan según colegio........................................... 90
Gráfico 3.2: Medios de transporte más utilizados................................................................... 98
Gráfico 3.3: Distribución porcentual de la muestra según sexo ........................................... 107
3
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1.1: Variables utilizadas .......................................................................................... 9
Cuadro 1.2: Composición y tamaño de la muestra............................................................ 10
Cuadro 2.1: Inserción de la mujer en el mercado laboral.................................................. 72
Cuadro 3.1: Lugares en que hacen uso del tiempo libre durante los días laborales de la
semana ......................................................................................................... 83
Cuadro 3.2: Lugares en que hacen uso del tiempo libre los fines de semana.................. 84
Cuadro 3.3: ¿Visita algún mall los días de semana laborales?......................................... 85
Cuadro 3.4: ¿Visita algún mall los fines de semana? ....................................................... 85
Cuadro 3.5: Caracterización general de los establecimientos estudiados. ....................... 88
4
CAPÍTULO I: PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.
En este capítulo se abordan los lineamientos generales que guiaron esta investigación, a
partir de los cuales se aprecia el carácter que este documento adopta. Se presentan el
planteamiento del problema, objetivos, hipótesis y diseño metodológico.
1.1. Planteamiento del problema.
La presente investigación tiene su origen en el interés por analizar la organización del
espacio que se manifiesta en los mapas cognitivos elaborados por jóvenes que están
culminando su ciclo de formación escolar (4º medio).
El mapa cognitivo es una representación que funciona como un dispositivo orientador que
las personas utilizan al momento de desplazarse dentro de la ciudad.
Según los objetivos planteados en esta investigación es importante rescatar, a partir de los
mapas cognitivos, los elementos del paisaje urbano que se manifiestan en los
desplazamientos diarios dentro de la ciudad, específicamente en los movimientos
pendulares (trayecto casa – colegio) y movimientos puntuales.
Junto con los movimientos pendulares, la percepción, las diferencias de género, los ciclos de
vida, los desplazamientos forman parte de la vida cotidiana, la que para efectos de esta
investigación será entendida como vida social en que los individuos desarrollan diversas
relaciones entre ellos, generando mecanismos de conexión para desarrollarse al interior del
espacio urbano.
A lo anterior se deben agregar las características del medio sociocultural en el cual se
encuentra inserto el sujeto, las que influyen en la valoración y significación que éste le otorga
al paisaje urbano y, por ende, a la configuración de sus mapas cognitivos dentro de la
ciudad.
La ciudad no se reduce solo al paisaje, funcionalidad y características de la población, es
también un espacio que se vive, siente y valora de forma diferente por todos los individuos,
5
permitiendo la inserción de los sujetos a la vida social (vida cotidiana) y es en ella donde se
desarrollan según el contexto sociocultural.
Los diferentes roles que los sujetos cumplen en la vida cotidiana conllevan a una percepción
del espacio diferenciada, por ejemplo, los roles que deben de asumir hombres (proveedor) y
mujeres (dueñas de casa) repercuten en las conductas espaciales al interior de la ciudad,
evidenciándose espacios femeninos (la casa, entre otros) y masculinos (el trabajo, entre
otros) los que influyen, consecuentemente, en la percepción del espacio.
Al momento de desplazarse dentro de la ciudad, los sujetos necesitan de elementos que le
ayuden a orientarse en este espacio. En este contexto, los hitos urbanos (elementos del
paisaje fácilmente visibles) juegan un papel orientador de importancia, puesto que se
transforman en puntos de referencia insertos en la ciudad. Así, hombres y mujeres, de
acuerdo a los ciclos de vida, ocupación o posición dentro de la ciudad, van a incorporar
elementos que para ellos sean relevantes. Por ejemplo, al momento de desplazarse al
interior de la ciudad, las mujeres privilegian la seguridad, lo que se manifiesta en la elección
del medio de transporte (preferir el metro a la micro), la elección de una ruta por otra (calles
que cuenten con iluminación apropiada), etc.
Las conductas espacio-temporales se manifiestan en la accesibilidad a los recursos y
movilidad dentro de la ciudad, las que condicionarán el mayor o menor conocimiento
espacial de los sujetos, conocimiento que depende además, de múltiples factores: culturales,
ciclo de vida, aspectos socioeconómicos, etc.
6
1.2. Objetivos e hipótesis
General:
Analizar la configuración de los mapas cognitivos de jóvenes de Cuarto año medio de los
establecimientos Educacionales: Madre Vicencia (comuna Estación Central), Nuestra Señora
de Andacollo (Santiago) e Instituto Superior de Comercio Nº 1 Diego Portales (Ñuñoa), en la
ciudad de Santiago de Chile durante el mes de noviembre del año 2004, para constatar la
presencia del hito urbano mall.
Específicos:
1. Clasificar los principales elementos del paisaje urbano que están presentes en los
mapas cognitivos de la población muestreada.
2. Explicar los movimientos pendulares esbozados en los mapas cognitivos de la
población muestreada.
3. Analizar los desplazamientos de la población muestreada desde la perspectiva de
género.
4. Evaluar las funciones que asignan los jóvenes de cuarto año medio al hito urbano
mall en sus mapas cognitivos.
1.3. Hipótesis de trabajo
Los jóvenes de cuarto año medio incorporan el mall como hito urbano relevante en sus
mapas cognitivos, debido a la mayor importancia que estas estructuras han adoptado tanto
en la organización del espacio como en la configuración del paisaje urbano de la ciudad de
Santiago de Chile. En términos globales, en la percepción del espacio urbano se manifiestan
diferencias debidas a la condición de género, a la condición socioeconómica y a las
actividades desarrolladas por el individuo.
7
1.4. Diseño Metodológico.
Tipo de investigación:
La investigación tiene un carácter exploratorio-descriptivo, ya que permite abordar temáticas
que no han sido estudiadas anteriormente. En el caso de ésta investigación, los estudios
propios de la geografía de la percepción y la configuración de los mapas cognitivos no han
sido masificados en la realidad nacional y los estudios que hay no se abordaban en mayor
profundidad.
Concretamente, se lleva a cabo a través del análisis de esbozos de mapa de jóvenes de
cuarto año medio de los establecimientos Educacionales: Madre Vicencia (Comuna Estación
Central), Nuestra Señora de Andacollo (Santiago) e Instituto Superior de Comercio Nº 1
Diego Portales (Ñuñoa), en la ciudad de Santiago de Chile durante el mes de Noviembre en
el año 2004.
Desde el punto de vista descriptivo, la investigación se centrará en estudiar los principales
aspectos teóricos de la geografía de la percepción y la geografía del tiempo, pasando por los
mapas cognitivos, la relevancia de la vida cotidiana y las relaciones de género que se dan en
la ciudad.
Cabe destacar que en la investigación se plantean dos fases claramente delimitadas. En
primer lugar, la que respecta a los estudios de los mapas cognitivos de la población de
cuarto año medio, y que tiene como fin presentar sus resultados en el documento para optar
al grado de licenciado en educación con mención en Historia y Geografía. En segundo lugar,
se estudiará a los mismos estudiantes utilizando las técnicas de la geografía del tiempo,
trabajo que se enmarca dentro del programa Transferencia y Colaboración del Gobierno
Regional y las Universidades de la Región Metropolitana, donde se trabaja conjuntamente
con el Servicio Nacional del la Mujer.
Definición de variables:
Antes de mencionar las variables que se utilizarán en la investigación, en primer lugar se
adjuntará una definición de los elementos que se tomarán en cuenta a la hora de definir las
variables a utilizar.
8
Variable: Es una propiedad que es factible de ser medida y que puede variar.
Tipos de variables: las variables pueden ser independientes si están relacionadas
con las causas del fenómeno y dependientes si están relacionadas con los efectos
de éste.
Definición operacional: Se refiere a las actividades que se realizan para medir la
variable.
Definición conceptual: Definición obtenida a partir de fuentes especializadas en el
tema.
Cuadro 1.1: Variables utilizadas
Variable
Sexo
Medio de
transporte
Conductas
espaciales
Mapas
cognitivos
Tipo de variable
Definición operacional
Definición
conceptual
Independiente
Hace referencia a
Revisión de datos de cada las diferencias
uno de los encuestados.
biológicas entre
hombres y mujeres.
Independiente
Hace referencia a
las distintas formas
Revisión de datos de cada en que las personas
uno de los encuestados.
se desplazan dentro
de la ciudad. (De
Castro, 1997).
Dependiente
Revisión de mapas
cognitivos confeccionados
por cada uno de los
encuestados.
Hace referencia a
los desplazamientos
de los individuos
dentro de la ciudad.
(Bosque Sendra y
otros, 1992)
Dependiente
Revisión de los esbozos
de mapas confeccionados
por cada uno de los
encuestados.
Hace referencia al
dispositivo
orientador de cada
uno de los
individuos. (De
Castro, 1997).
9
La muestra.
La muestra corresponde a tres colegios de la Región Metropolitana de Santiago: Nuestra
Señora de Andacollo (comuna de Santiago Centro), Liceo Escuela particular Madre Vicencia
(Estación Central) y el Instituto Superior de Comercio N° 1 Diego Portales (Ñuñoa).
Cuadro 1.2: Composición y tamaño de la muestra
Hombres
Mujeres
Madre Vicencia
27
51
78
N. Sra. De
Andacollo
22
31
54
INSUCO
20
19
38
Colegio
POBLACIÓN TOTAL MUESTREADA
Total
170
Fuente: Elaboración propia.
La elección de estos establecimientos no fue aleatoria, se privilegió la facilidad de acceso a
la información por parte de los integrantes de la investigación, producto de la realización de
la práctica profesional.
Por otra parte, la elección de alumnos de cuarto año de enseñanza media obedece
fundamentalmente a la capacidad de abstracción y complejidad cognoscitiva alcanzada en
esta fase educativa. Ello explica mayor posibilidad de comprensión de los instrumentos de
medición, situación que en definitiva significa menor tiempo invertido para la aplicación de
éstos.
Lo anterior se fundamenta en el hecho de que estos estudiantes se encuentran en una etapa
de sus vidas que culturalmente significa la finalización de un ciclo, lo que se manifiesta en el
ingreso al mundo laboral o a la educación superior. Este cambio repercute, entre otras
cosas, en la transformación de las conductas espaciales, produciéndose una reconfiguración de los mapas cognitivos.
10
Figura 1.1: Localización de grandes centros comerciales (malls) y colegios
Fuente: Elaboración propia.
Instrumento para la recogida de datos.
El instrumento está orientado a extraer diversa información a partir de un mismo individuo.
Es así como se plantean diversas etapas al momento de enfrentar al estudiante a dicho
instrumento. En un primer momento, se solicita la descripción, mediante códigos entregados,
de un día típico en la vida cotidiana de estos estudiantes en lo que hemos llamado diario de
actividades. De estos diarios de actividades se seleccionó los más representativos –en otras
palabras, los que incluyesen información más completa- para ser cartografiados. Cartografía
que sirve para entender los desplazamientos que realiza el estudiante dentro de la ciudad y
por ende su comportamiento espacial.
Posterior a la visualización de las conductas espaciales mediante el diario de actividades,
está la resolución de una encuesta.
encuesta, que posee preguntas similares para as
11
actividades hechas durante los días laborales –de lunes a viernes- y los fines de semana,
apunta a apreciar la presencia del mall dentro de las conductas espaciales de la muestra.
Junto con esto, la encuesta permite conocer los comportamientos de los estudiantes frente
al mall.
Por último, el instrumento consta de instrucciones para .la confección por parte de la muestra
de un esbozo de mapa que refleja su mapa cognitivo. Esta herramienta posibilita -mediante
el dibujo en el papel- conocer las conductas espaciales a partir del espacio Al observar los
dibujos hechos por la muestra es factible analizar las habilidades espaciales que poseen a
partir de la identificación de elementos relevantes del paisaje urbano.
El mapa cognitivo es una representación que se caracteriza por presentar una síntesis del
espacio percibido, no denotando la totalidad de este espacio. Según De Castro (1995),
realizar un mapa cognitivo significa un esfuerzo de introspección muy difícil, porque al
momento de orientarse espacialmente los mapas cognitivos actúan de forma decidida e
inconsciente no pudiendo reconstruirse el trayecto rutinario de forma memorística.
Al momento de configurar el mapa cognitivo resulta importante poner énfasis en la
percepción del espacio, siendo la percepción, según Banyard (1995) la síntesis de los
procesos cognitivos del sujeto, el filtro entre el paisaje y las imágenes que de él se levantan
en la mente.
Al momento de estandarizar y analizar los mapas cognitivos se recurrió a la tipología
propuesta por Kevin Lynch (1962) en la cual determina los elementos que guían al sujeto en
los desplazamientos dentro de la ciudad.
La tipología de Lynch se puede aplicar a los mapas cognitivos pues apunta a la identificación
de elementos físicos del paisaje urbano que orientan las conductas espacio-temporales y
que permiten configurar una imagen del entorno. La tipología por sí sola no presenta una
carga valórica sino se conjuga con la significación que le asignan los sujetos.
Dentro de los elementos de la ciudad más relevantes que Lynch destaca se encuentran:
•
Hitos (o mojones): Son los puntos de referencia que se encuentran en la ciudad, que
sirven al sujeto para orientarse y reconocer su propia localización al momento de
desplazarse al interior de ésta, como por ejemplo: un edificio, una torre, publicidad,
un monumento, etc.
12
•
Nodos: Se trata fundamentalmente de cruces de calles o de carreteras. Pasan a ser
puntos estratégicos.
•
Vías: Son los elementos por los cuales el observador se desplaza.
•
Límites: Se reconocerán como las fronteras del mapa cognitivo.
•
Barrios: Se reconocerán como la síntesis de los elementos anteriormente
mencionado, estando sujetos a la subjetividad del medio.
La información obtenida de las encuestas se codificó y tabuló de acuerdo a categorías
relevantes para la investigación, tales como: sexo, comuna de residencia, colegio, trabajo,
localización de trabajo, etc. Categorías que sirven de base para el posterior análisis de los
mapas cognitivos y que apuntan a identificar las conductas espaciales de la muestra. Cada
uno de estos datos se ordenó y codificó transformándolos en porcentajes para facilitar su
exploración.
Las fases metodológicas seguidas fueron:
a)
Recopilación y selección bibliográfica.
b)
Elaboración del marco teórico.
c)
Diseño del instrumento para la recogida de información.
d)
Aplicación del instrumento para la recolección de información.
e)
Análisis de la información recogida.
Problemas y limitaciones.
El diseño metodológico del instrumento restringe (en el caso del cuestionario N° 3) a la
población muestreada sólo a los movimientos pendulares y no a la totalidad de los
elementos percibidos en la ciudad.
Existe una escasez de fuentes con respecto a los temas de la geografía de la percepción y
los mapas cognitivos, que derivaron un doble esfuerzo al momento de construir el marco
teórico.
Validación del Instrumento.
El instrumento fue confeccionado en el mes de septiembre y validado en el mes de octubre
para ser aplicado los primeros días de noviembre.
El diseño del instrumento responde a la propuesta hecha por Bosque Sendra y otros (1992)
y fue adaptada al contexto y a los fines de esta investigación. La validación del instrumento
se realizó en dos etapas:
13
a) Revisión de expertos: sociólogos: Juan Fernández y Ramiro de Ojeda Castañeda y
el geógrafo Ricardo Rubio.
b) Aplicación a una muestra aleatoria de 30 personas de la Universidad Católica
Cardenal Raúl Silva Henríquez y a 20 personas de los establecimientos
educacionales, Instituto Superior de Comercio Diego Portales y Salesianos Alameda,
con el fin de comprobar si las instrucciones estaban claras y los tiempos eran los
correctos.
14
Región Metropolitana
Departamento de Humanidades y Educación Media
Pedagogía en Historia y Geografía
Nombre: ______________________________________________
Sexo:
Masculino
Femenino
Edad: _____ años
Comuna donde vive:
Número de integrantes de tu familia:
Colegio:
Comuna del colegio: _
Medio de transporte habitual
En caso de trabajar, debes responder:
¿Trabajas?
: Si
No
Tipo de trabajo
Tiempo trabajando (en meses y años)
Lugar de trabajo
INSTRUCCIONES
A continuación se presentan un conjunto de preguntas, que pretenden recoger información
acerca de tus rutinas diarias.
Dicha información será para el desarrollo de nuestra investigación.
Tienes 1 hora para responder la actividad
Se presentan tres instrumentos
Usa lápiz pasta y/o grafito
Solo se elige una alternativa
No dejes ninguna pregunta sin responder
Se responden preguntas durante toda la encuesta
ES INDIVIDUAL
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Región Metropolitana
Departamento de Humanidades y Educación Media
Pedagogía en Historia y Geografía
CUESTIONARIO N° 1
Instrucciones:
- El siguiente instrumento consta de tres partes:
a) Encontrarás un diario de actividades para los días de semana (lunes a Viernes)
b) Un diario de actividades para los fines de semana
c) Una tabla de códigos, con los cuales debes completar el diario de actividades.
d) Tiempo: 30 minutos.
16
DIARIO DE ACTIVIDADES EN DÍAS LABORALES (LUNES A VIERNES)
Actividad
realizada
Hora de inicio
Hora fin
Lugar
II
Comuna
Compañí
a
Modo de
transporte
III
IV
I
17
DIARIO DE ACTIVIDADES FINES DE SEMANA
Actividad
Hora
realizada
inicio
I
de
Hora fin
Lugar
II
Comuna
Compañía
III
Medio de
transport
e
IV
18
Códigos de actividades diarias
II. LUGAR: Indicar algunas de estas III. COMPAÑÍA: Persona (s) con
posibilidades.
quien estaba al momento de realizar
la actividad.
Hogar
Lugar de trabajo
Solo
Lugar de estudio
Familiares
Otras casas
Amigos
En un medio de transporte
Compañeros de trabajo o colegio
Lugar de diversión
Pareja/Pololo (a)
Comercio
Otros
Mall
Otros servicios
IV. MEDIO DE TRANSPORTE: Solo si viajas debes incluirlo.
Auto (como conductor)
Auto (como pasajero)
Moto (como conductor)
Moto (como pasajero)
A pie
Micro
Taxi
Colectivo
Bicicleta
Metro
otros
19
TRABAJO
1. Trabajo tiempo completo
2. trabajo tiempo parcial
3. Otros trabajos
4. Viaje desde y hacia el trabajo
VIAJES
DISTINTOS
A
LOS
OBLIGATORIOS POR TRABAJO.
19. Viaje personal
20.Viaje por entretención (paseo)
21. Viaje por estudios
COLEGIO.
5. Estudio para el colegio
6. Estudio para el preuniversitario
7. Otros estudios
ESTUDIO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL
22. Reuniones en la Iglesia
23. Reuniones en otras organizaciones
sociales (club deportivos, etc)
TRABAJO EN EL DOMICILIO.
9. Cocinar
10. Limpiar
11. Lavar
12. Comprar
13. Cuidar animales domésticos.
14. Cuidar a algún familiar
MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE
MASAS.
24. Radio
25. TV en la casa
26. TV fuera de casa
27. Leer diarios
28. Internet
29. Revistas
30. Libros
31. Cine
32. Teatro
33. Otros
ATENCIONES PERSONALES
OCIO
15.
Cuidado
personal
(lavarse, 32. Diversión con los amigos en casa
maquillarse, peluquería, etc)
33. Diversión con los amigos fuera de casa
16. Comer
34. Conversar
17. Pololear
35. Deportes
18. Dormir
36. Juego de video
19. Ir al gimnasio
37. Fiestas
38. Actividades culturales.
39. Descansar
40. Otro
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Región Metropolitana
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CUESTIONARIO N° 2
A continuación encontrarás:
Una serie de preguntas de selección múltiple
Dos preguntas de desarrollo
Debes responderlas totalmente
Tienes 15 minutos para responder el cuestionario
Solo debes marcar una alternativa
Letra clara y legible
El cuestionario consta de dos partes: una corresponde a los días de semana y el otro a los
fines de semana
21
De acuerdo a las actividades que realizas los fines de semana, responde las siguientes
preguntas:
Nombra cinco lugares importantes de la ciudad dentro de tu vida cotidiana, señalándolos en
orden de importancia, de mayor a menor.
Cuando viajas dentro de la Ciudad los fines de semana ¿Qué elementos del paisaje te
sirven de orientación o punto de referencia? (Por ejemplo, Catedral, Torre ENTEL, Cerro
Santa Lucía, estaciones de Metro, Publicidad, Mall, etc)
¿Dónde pasas tu tiempo libre durante el fin de semana?
a) Casa
b) Plaza
c) Mall
d) Colegio
e) Club Deportivo
f)
Otros (especificar)___________________________
4. ¿Visitas algún Mall durante el fin de semana?
Si
No
En caso de ser afirmativa tu respuesta, debes responder:
Nombre del Mall_________________________________
¿ Con qué frecuencia visitas el Mall durante el fin de semana?
a) Sábado
b) Domingo
c) Sábado y domingo
22
4.2 ¿Por qué visitas el Mall?
a) Trabajo
b) Estudio
c) Entretención
d) Compras
e) Otros (especificar)_________________________
¿Con quién visitas el Mall?
a) Amigos
b) Familia
c) Pareja / Pololo(a)
d) Solo
e) Otros (especificar)_________________________
23
De acuerdo a las actividades que realizas de lunes a viernes, responde las siguientes
preguntas:
1.Nombra cinco lugares importantes dentro de tu vida cotidiana, señalándolos en orden de
importancia, de mayor a menor.
-
2.Cuando viajas dentro de la Ciudad durante los días de la semana ¿Qué elementos del
paisaje te sirven de orientación o punto de referencia? (Por ejemplo, Catedral, Torre ENTEL,
Cerro Santa Lucía, estaciones de Metro, Publicidad, Mall)
3.Dónde pasas tu tiempo libre durante la semana.
a) Casa
b) Plaza
c) Mall
d) Colegio
e) Club deportivo
f)
Otros (especificar)______________________
24
4. ¿Visitas algún Mall durante los días de la semana? Si
No
En caso de ser afirmativa tu respuesta, debes responder:
Nombre del Mall_________________________________
4.1¿ Con qué frecuencia visitas el Mall?
a) Entre una y dos veces
b) Entre dos o tres veces
c) Todos los días de la semana
4.2 ¿Por qué visitas el Mall durante la semana?
a) Trabajo
b) Estudio
c) Entretención
d) Compras
e) Otros (especificar)_________________
25
4.3¿Con quién visitas el Mall?
a)Amigos
b)Familia
c)Solo / a
d)Pareja
e)Otros (especificar)___________________
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Región Metropolitana
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Pedagogía en Historia y Geografía
CUESTIONARIO N° 3
Instrucciones:
En la siguiente hoja en blanco, dibuja el recorrido diario que realizas desde que sales de tu
casa hasta que finaliza el día, destacando aquellos elementos del paisaje que más llamen tú
atención.
Tiempo: 15 minutos
27
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL.
En este capítulo, se presentará las diversas perspectivas teóricas de la Geografía de la
Percepción, los aspectos fundamentales de la vida cotidiana, hasta llegar a las diferencias
de género que se manifiestan en la ciudad.
2.1 Los procesos cognitivos y la comprensión del mundo.
2.1.1. ¿Qué son los procesos cognitivos?.
El individuo está inmerso en una realidad que debe ser aprendida y aprehendida. Existe
consenso al afirmar que el mundo en el que se desenvuelve el sujeto puede ser analizado a
partir de dos perspectivas: la imagen material y la imagen mental.
Cuando se habla de imagen material, no se está haciendo más que eliminar toda carga
valórica que puede contener el espacio. En pocas palabras, es la objetivación máxima
representada, por ejemplo, en el plano de una ciudad. Pero tal como hace referencia De
Castro (1997), lo que se ha dado a llamar imagen material dista mucho de la imagen mental,
porque cuando el sujeto está inmerso en el espacio, filtra todo cuanto le rodea mediante los
procesos cognitivos.
Hacer una aproximación a los procesos cognitivos para hacerlos funcionales al estudio
geográfico significa también un acercamiento a una disciplina a la cual pocas veces la
Geografía había utilizado como auxiliar: la Sicología, que desde hace veinte años viene
estudiando a los procesos cognitivos entendiéndolos como “el estudio de cómo funciona la
mente” (Hayes, 1995:14).
Mezclar la Sicología con la Geografía es una tarea novedosa, pero que, resulta necesaria
para entender la forma en que el individuo analiza e interactúa con el mundo, pues
“necesitamos organizar en nuestras mentes un conocimiento del mundo que nos rodea” (De
Castro, 1997:29). Siguiendo los estudios de la Sicología Cognitiva, una definición adecuada
de la cognición es entenderla como el “término general que se da a los procesos mentales
entre los que se cuentan el pensamiento, la percepción y el recuerdo” (Sternberg y otros,
28
1987:341). La conclusión es evidente, la información del medio geográfico es obtenida y
organizada a través de los procesos cognitivos por los sujetos.
Existen tres ramas principales dentro de las innumerables influencias que pueden afectar a
los procesos cognitivos: factores fisiológicos, factores de la persona y factores sociales
(Hayes, 1995).
En primer lugar, el factor fisiológico está referido a las células especializadas que se
encuentran en el cerebro y que están relacionadas con los seis sentidos de los sujetos. Los
factores de la persona hacen alusión a que los valores, antecedentes y conocimientos de los
individuos que influyen en los procesos mentales, y finalmente, los factores sociales
confirman que la manera de exteriorizar los procesos
cognitivos (principalmente el
lenguaje) cambia de una cultura a otra (Hayes, 1995).
La forma en que los procesos cognitivos se organizan de acuerdo a estas tres ramas es la
siguiente:
a). El cerebro recibe información a través de los sentidos “al contrario de lo que se suele
creer, los seres humanos no tienen cinco sentidos; disponen de al menos seis” (Hayes,
1995:17-18).
Los cinco sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato nos permiten recibir
información del mundo exterior, pero además de éstos, existen sentidos que permiten recibir
información proveniente del interior de nuestro organismo, lo que diversos estudiosos de los
procesos cognitivos (Banyard y otros, 1995; Casell y Green, 1995; García - Albea, 1986;
Sternberg y otros, 1987; Hayes, 1995) denominan sentidos cinestésicos, por ejemplo; el
equilibrio, “cuando se estudia la cognición es importante incluir los sentidos internos además
de los externos, porque continuamente estamos elaborando información que se ha
conseguido a través de distintas modalidades” (Hayes, 1995:18).
b). Una vez que el cerebro incorpora, mediante los sentidos, la información del mundo, es
necesario que esta se organice mediante una serie de filtros entre los que se encuentran,
como ya se dijo anteriormente, los valores y el conocimiento. Por ejemplo: una persona
puede incorporar mediante el sentido de la vista, la imagen de una plaza pública aseada y
decidir no arrojar desperdicios pues está dentro de sus valores no contaminar el entorno.
Otro ejemplo de cómo el conocimiento organiza la información lo encontramos cuando un
conductor de vehículos recibe la información auditiva de una sirena. Aún no puede ver si se
trata de una ambulancia o de un carro de bomberos, pero la sirena es cada vez más intensa.
29
Su conocimiento le informa que la sirena indica emergencia, y su actuar será dejar pasar al
vehículo (ya sea carro de bomberos o ambulancia).
c). Finalmente, el sujeto genera una respuesta exteriorizando sus reacciones frente a la
información que ingresa a la mente y luego se procesa. Esta respuesta está influida por un
sinnúmero
de
variables,
socioeconómica, edad, etc.
entre
las
que
cultura,
género,
condición
Siguiendo con el ejemplo de los vehículos de emergencia,
tomaremos el caso de las ambulancias.
ambulancias una cruz roja.
encontramos
En occidente se utiliza como símbolo de las
Por lo tanto, es un hecho que cualquier vehículo que los
occidentales vean con ese símbolo será identificado como asistencia médica, pues han
crecido en una cultura en cuyo lenguaje simbólico la cruz roja representa al rescate en
emergencias. En cambio, si las personas de cultura islámica ven una camioneta con cruz
roja no la identificarán como vehículo de emergencia, pues para representar ése mensaje
ellos tienen el símbolo de la media luna roja.
Por lo tanto (y a menos que exista
conocimiento de que los dos símbolos representan lo mismo) un islámico verá una
ambulancia con cruz roja como quien ve una camioneta común y corriente.
Si bien los procesos cognitivos están influidos por las tres ramas descritas anteriormente, es
tiempo de desglosar el concepto y analizar la clasificación que los agrupa en: percepción,
atención, pensamiento, memoria y lenguaje (Banyard y otros, 1995).
2.2. Los procesos cognitivos, el individuo y el entorno.
El lenguaje
Por definición, el lenguaje es “un sistema de comunicación simbólica utilizado por los seres
humanos, pero no por los animales” (Sternberg, 1995:348). El lenguaje tiene poder de influir
en gran medida sobre los procesos cognitivos, pudiendo demostrarse que “el lenguaje
repercute en la memoria, la percepción y la resolución de problemas” (Hayes, 1995:50-51).
Un área en la que se demuestra esto de forma muy clara es en el lenguaje sexista (Banyard
y otros, 1995).
Las aproximaciones hacia el lenguaje sexista llevan a considerar cómo la variedad del
vocabulario de un idioma influye en la manera en la que la realidad es percibida. Por mucho
tiempo, el papel asignado a la mujer en la sociedad se ha reducido a las tareas domésticas.
30
En los últimos años, la presencia de la mujer en el mundo laboral resulta cada vez más
familiar, incluso en aquellas actividades que comúnmente eran reservadas a los hombres.
La presencia femenina en el mundo laboral ha significado impacto no sólo a la sociedad,
sino también en el lenguaje. De esta forma, aparecen nuevos términos lingüísticos en el
idioma para referirse al desempeño de las mujeres. Por ejemplo: en el lenguaje español,
palabras como ejecutiva, concejala e ingeniera, entre otros, demuestran la presencia
femenina en actividades que solían ser privativas a los hombres. “El movimiento feminista se
ha desarrollado también dentro del contexto lingüístico llegando a considerar sexista al
lenguaje” (Alfaro, P. 2004).
Diversos autores han perfilado el estudio del lenguaje sexista como algo necesario (Alfaro,
P. 2004; Sabaté y otras, 1995), afirmando que, a pesar de la paulatina inclusión femenina en
espacios masculinos, ésta no ha sido asimilada totalmente.
Esto explica por qué es
razonable hablar de lenguaje sexista, ya que éste es producto de una sociedad machista en
la cual existe una exclusión de género (del femenino) traduciéndose a través del lenguaje
mediante el uso genérico del masculino.
El lenguaje es una construcción social, “está básicamente determinado por la cultura. El
lenguaje no es sexista por naturaleza, sino porque es el producto de una sociedad
machista”. (Alfaro, P. 2004). Una sociedad machista considera siempre lo masculino como la
norma. Se puede hacer uso de un claro ejemplo del uso genérico del masculino en el idioma
español al hablar del hombre cuando se hace alusión a la humanidad.
Es inútil omitir que el lenguaje es marcadamente sexista, pues es producto de una sociedad
que durante mucho tiempo ha marcado diferencias notables entre los géneros; “muchas
interpretaciones lingüísticas vienen determinadas por el contexto cultural más que por una
cuestión de género lingüístico. El uso genérico del masculino demuestra el sexismo en el
lenguaje ya que considera lo masculino como la norma y rechaza el hipotético uso del
femenino para incluir a personas de ambos sexos” (Alfaro, P. 2004).
Finalmente, el lenguaje es de suma importancia, pues su estructura representa las
relaciones entre los objetos, los acontecimientos y las situaciones que intentamos armonizar
con la información ya almacenada en la memoria como consecuencia de experiencias
pasadas (Sternberg y otros, 1987).
31
La Memoria
La definición más simple de este concepto involucra la distinción de las estructuras y
procesos que intervienen en el almacenamiento y recuperación de la información (Sternberg
y otros, 1987). En la literatura especializada contemporánea, se concibe que la información
almacenada en la mente interviene en las acciones de los individuos por medio de
“operaciones y procesos cognitivos como la búsqueda en la memoria, las comparaciones
entre representaciones en memoria y productos de procesos perceptivos y la toma de
decisiones” (Sternberg y otros, 1987:287). Esto esta directamente relacionada a una de las
formas de representación que más utiliza la memoria: los mapas cognitivos.
La memoria, como proceso cognitivo, es la encargada de codificar la información recibida
por los sentidos de una manera tal que pueda representarse mentalmente, almacenarse
durante un período y luego recuperarse (Banyard y otros, 1995).
La memoria ha sido estudiada básicamente a partir de cómo se recuerda la información
factual -por ejemplo: las materias para alguna prueba (Banyard y otros, 1995; Sternberg y
otros, 1987).
“Hace poco, sin embargo, los psicólogos se han interesado más por la
memoria cotidiana, del tipo de cómo recordamos hacer las cosas” (Banyard y otros,
1995:41). La memoria cotidiana no será otra cosa que la utilizada en vida cotidiana (Casells,
1995), “obviamente, la memoria es esencial para almacenar información sobre la gente, los
acontecimientos, los lugares, las cosas que nos dicen, las situaciones que experimentamos y
la información que hemos leído” (Hayes, 1995:76).
La estructura del funcionamiento de la memoria ha sido denominada “multialmacén”, pues se
ha demostrado que los elementos que se procesan no están en desorden, sino que tienen
una organización coherente (Sternberg y otros, 1987; Hayes, 1995).
En la estructura
multialmacén se establecen tres instancias; una primera de carácter sensorial y de muy
escasa permanencia. La denominación más generalizada para las dos restantes ha sido
memoria a corto plazo y memoria a largo plazo (Sternberg y otros, 1987; Banyard y otros,
1995; De Castro, 1999).
Por definición, la memoria a corto plazo es “un almacén de memoria de capacidad limitada
donde se pueden guardar ítems (sic) durante sólo unos 12 segundos, a menos que se
vuelvan a repetir” (Banyard y otros, 1995:339). Se puede decir, que la información que se
guarda en esta instancia está en una forma no procesada.
32
La memoria a largo plazo en cambio, es “un sistema de memoria que guarda los recuerdos
durante períodos relativamente largos. Tiene una capacidad muy grande (algunos dicen
ilimitada). Los elementos se almacenan de una forma relativamente organizada” (Banyard y
otros, 1995:347).
La memoria a largo plazo se nutre del procesamiento de los datos
obtenidos por la memoria a corto plazo “cuando los elementos de información penetran a la
instancia a largo plazo van a adquirir una estructura propia y autóctona” (De Castro, 1999).
Ahora bien, la memoria en la que se integra la vida cotidiana es la que se denomina a largo
plazo, ya que de ella “se alimenta nuestra conducta cotidiana. Las cosas que
incesantemente aprendemos y que nos es útil recordar” (De Castro, 1999).
El Pensamiento
Es un proceso implicado en el razonamiento, la resolución de problemas “y el intento de
sacar sentido de las circunstancias y los acontecimientos que nos ocurren, o que oímos
sobre los demás” (Banyard y otros, 1995:349). En realidad, el término (pensar) es utilizado
para describir actividades mentales tan diversas que resulta muy difícil definirlo de una
manera rigurosa. De esta forma, los investigadores del tema han tendido a limitarse en
considerar un aspecto particular de él para descubrir lo que éste implica (Sternberg y otros,
1987; Banyard y otros, 1995).
La resolución de problemas es una aproximación al estudio del pensamiento, que viene
generando teorías consistentes a partir de la segunda mitad del siglo XX. “En 1948, Tolman
sostenía que el pensamiento es consecuencia de nuestra capacidad de construcción de
mapas cognitivos” (Banyard y otros, 1995:87). Tolman se refiere a los mapas cognitivos
como constructos mentales que, a partir de la experiencia previa, permiten dar solución a
problemas nuevos.
La Atención
Es un término difícil de definir, pero suele puntualizárselo como “la selección de uno de los
varios estímulos posibles sobre los que se concentra nuestra conciencia” (Banyard y otros,
1995:340).
La forma en que los individuos deciden a qué estímulo prestarle atención, ha intentado ser
explicada por diversos autores que se han dedicado a la investigación del tema (Banyard y
otros, 1995; Sternberg y otros, 1987;
García-Albea, 1986).
Es en este contexto, se
encuentra la teoría del filtro de la atención (Banyard y otros, 1995), según la cual
33
“producimos una especie de cuello de botella, de modo que no toda la información que
recibimos puede llegar a ser procesada y que algo de ella se elimina por filtración” (Banyard
y otros, 1995:30), y es de aquí de donde se extrae la principal cualidad de la atención como
proceso cognitivo, siendo absolutamente selectiva, siendo capaz el individuo de captar la
atención hacia lo que el propio interés indique.
La atención es un proceso cognitivo que, como tal, tiene una duración temporal relativa.
Existen variados estudios sicológicos que han abordado la manera en que divide la atención
(Sternberg y otros, 1987; García-Albea, 1986), permitiendo levantar el concepto de atención
sostenida.
La atención sostenida no es más que “el estudio del tiempo que es capaz de concentrarse
un individuo en un estímulo o en una representación antes de que empiece a cometer
errores” (Banyard y otros, 1995:340). Dicho concepto está sustentado en la teoría de la
capacidad (Banyard y otros, 1995), la cual alude “a cuánta atención podemos prestar en un
momento determinado y a cómo ésta puede cambiar dependiendo de lo motivados o
estimulados que estemos” (Hayes, 1995:29).
No cabe duda que la atención, como proceso cognitivo, resulta ser un filtro que permite
incorporar a los mapas cognitivos elementos que el interés indica apropiados, pero bajo
ningún punto de vista esto resulta un proceso pasivo. La dinamización de la atención está
dada por la tendencia del ser humano a buscar información en forma activa (Sternberg, y
otros 1987).
“El ciclo perceptual muestra como no nos limitamos a recibir información.
Desarrollamos esquemas anticipadores que nos proporcionan una clase de plan de lo que
queremos que ocurra.” (Hayes, 1995:31). Son esos esquemas anticipadores los que De
Castro (1997) llama estereotipos: “Nos referimos por tanto con el término estereotipo a una
labor infatigable de nuestra mente en procesar información y más concretamente dentro de
ella a una peculiar estructura de adoptar esquemas que se resisten al cambio” (De Castro,
1997:153).
La Percepción
Este proceso cognitivo es la síntesis de los cuatro conceptos anteriormente descritos. La
percepción articula a los otros procesos cognitivos de manera que la interpretación del
entorno involucre un aprovechamiento significativo de las variables de las que se dispongan.
Por sí sola, la percepción ha sido largamente estudiada (Banyard y otros, 1995; Sternberg y
otros, 1987; García-Albea, 1986), y como resulta fundamental para comprender los
34
comportamientos de los sujetos, no es raro encontrarse con estudios geográficos que
dediquen algunas páginas a este proceso, sobre todo aquellos que apuntan a la relación el
individuo con su medio (De Castro, 1997; Sabaté y otras 1995).
La percepción está referida al “cómo se interpreta y se entiende la información que se ha
recibido a través de los sentidos” (Hayes, 1995:17). Los procesos de percepción implican
decodificación cerebral y, a la vez, encontrar algún sentido a la información que se está
recibiendo, de forma que se pueda operar con ella o bien, almacenarse (Sternberg, 1987).
Esto significa que se deben considerar tres aspectos si se pretende entender lo que
involucra la percepción:
a). La forma en que se recibe la información: ya se ha mencionado que la información del
mundo que nos rodea se obtiene a través de los seis sentidos, los que están articulados por
la atención, información que luego es incorporada mediante el resto de los procesos
cognitivos: “la percepción implica bastante más que las meras experiencia sensoriales (...) la
información debe ser interpretada por el cerebro” (Casells, y Green, 1995:145). De acuerdo
al canal del que provenga la información (alguno de los sentidos) varia según la percepción
(Sternberg y otros, 1987), pues es muy diferente el oír una sirena de emergencia, que ver el
vehículo que porta esa sirena, puesto que “se ha investigado mucho sobre la percepción
visual, porque este es el sentido más importante para los seres humanos” (Hayes, 1995:19).
b). La manera de agrupar los diferentes fragmentos de información: para determinar lo
que representan. Aquí opera la memoria, discerniendo si la información es necesaria de
guardar en los reductos de corto o largo plazo.
c). La factibilidad de ser combinada con los conocimientos previos: para que resulte
comprensible (Banyard y otros, 1995; Sternberg y otros, 1987; García-Albea, 1986). Si una
persona que se ve de lejos al final de la calle comienza a acercase, la imagen que se percibe
en la retina cada vez va haciéndose mayor, pero en ningún momento se percibe a la persona
como si se estuviese agrandando, pues se aplica el conocimiento previo para atribuir el
cambio simplemente a una cuestión de distancia.
35
Queda de manifiesto que la percepción es “selectiva, constructiva e interpretativa” (Casell, y
Green, 1995:132).
Es este proceso cognitivo el que permite al sujeto interpretar,
comprender e interactuar con el mundo que le rodea, donde “existe una clara relación entre
la percepción del medio y el comportamiento espacial, relación que es mutua” (Sabaté y
otras, 1995:289).
2.3. Las representaciones: el mundo en la mente de los individuos.
Dentro de los análisis concernientes a los procesos cognitivos, existe “una rama diferente del
estudio del pensamiento que se denomina representación. La representación estudia cómo
codificamos mentalmente la información” (Hayes, 1995:37).
La representación no es otra cosa que una imagen del mundo levantada en la mente del
sujeto, imagen que es distinta para cada persona y en la cual intervienen diferentes variables
como la edad, el género, condición socioeconómica, etc, (Banyard y otros, 1995; Sabaté y
otros, 1995; García-Albea, 1986; De Castro, 1999; Sternberg y otros, 1987). Es factible
afirmar que el punto culmine de los procesos cognitivos lo encontramos en la representación,
y es precisamente este producto el que funciona como nexo entre el individuoy su entorno.
La edad como variable de la representación es sin duda la más importante. “Parece que
desarrollamos diferentes tipos de representación a medida que crecemos, quizás porque la
clase de información que tenemos que afrontar se hace cada vez más compleja” (Hayes,
1995:37-38). A la variable de la edad, se puede sumar otras condiciones que finalmente
traen como consecuencia percepciones diversas “el estatus o el sexo influyen en buena
medida en la configuración de las imágenes mentales” (Sabaté y otras, 1995:289). Una
parte importante del acto de pensar implica la manipulación de esas representaciones,
combinándolas y recombinándolas para que
ayuden al individuo a conseguir nuevas
percepciones (Sternberg y otros, 1987; García-Albea, 1986).
Como producto de los procesos cognitivos, la representación no es un cúmulo de imágenes
sin sentido. Las imágenes mentales tienen un ordenamiento coherente y son factibles de ser
organizadas según la funcionalidad que representen para el ser humano (Banyard y otros,
1995; Sternberg y otros, 1987).
De acuerdo a los diferentes tipos de información, las
representaciones se han clasificado en:
36
a). Conceptos: una forma de representar una gran cantidad de información es agruparla en
conceptos. Esta agrupación se realiza con el criterio de semejanza; en el concepto silla se
agrupan todos los objetos percibidos que cumplan con las características que los
conocimientos previos permitan distinguir como silla. “Luego, usamos esos conceptos en
nuestro pensamiento, aplicándolos a nuestra comprensión de otra información” (Banyard y
otros, 1995:38).
La formación de conceptos es la piedra angular de otros tipos de
representaciones, como son los esquemas y los guiones (Sternberg y otros, 1987).
b). Esquemas: es una forma de representación que se nutre de la formación de conceptos,
pero que resulta, por definición, un proceso bastante más complejo. El esquema resulta ser
un modelo hipotético de cómo se almacena la información, usándose para dirigir las
relaciones entre los acontecimientos (Banyard y otros, 1985). Un esquema puede incluir
toda la información referente a un suceso concreto, levantando “el conocimiento teórico y
práctico sobre el acontecimiento, las ideas y opiniones sobre ello, etc.” (Banyard y otros,
1995:344).
c). Guiones: este término se utiliza para describir la forma en la que se representan las
rutinas diarias en la memoria, como consecuencia de las experiencias pasadas.
“Los
guiones contienen información almacenada sobre lo que es probable que pase en
situaciones similares” (Banyard y otros, 1995:345). Muchas veces se piensa en los guiones
como un tipo particular de esquemas (Sternberg y otros, 1987; García-Albea, 1986), siendo
la principal diferencia del guión, que éste resulta ser una representación anticipatoria.
Cuando una persona ingresa en su vehículo a una bomba de bencina, un guión le
representa lo que, de acuerdo a las experiencias pasadas, debería suceder; el vehículo se
acercará a la isla del combustible del octanaje apropiado; llegará el personaje que atiende la
bomba en caso de que no sea de autoservicio; se apagan los motores, y luego de solicitar
una cantidad de combustible, se cancela. Todo este panorama desfila por la mente antes de
que el hecho concreto ocurra. Frente a la misma situación se activa el esquema, que trae a
colación los conocimientos previos para organizar al guión, agrupando los conceptos de
manera de reaccionar en forma apropiada en la bomba de combustibles, es decir, saber por
dónde ingresar, por dónde salir, a quién cancelar, etc.
d). Mapas Cognitivos: en pocas palabras, el mapa cognitivo es la representación de lugares
y localizaciones. Los mapas cognitivos informan la ubicación con respecto a otros lugares,
además ayuda a que los desplazamientos sean eficaces. También pueden ser importantes
como causa de liberación de información almacenada, proporcionando pistas útiles para
nuestros recuerdos (Banyard y otros, 1995; De Castro, 1997-1999; Sternberg y otros, 1987).
37
Por su definición, este tipo de representación guía en la explicación de las conductas
espaciales de los individuos.
Pues “en términos humanos, usamos con frecuencia los
mapas cognitivos (...) esos mapas representan a menudo nuestra relación personal con el
mundo” (Banyard y otros, 1995:222).
2.4. Los mapas cognitivos.
2.4.1. ¿Mapas mentales o mapas cognitivos? Precisiones conceptuales.
Existen diferencias sutiles entre la definición de mapa mental y mapa cognitivo cuando se
hace alusión a procesos representativos de la información espacial. Una primera apreciación
es la que se debe hacer para no confundir a la interpretación de la realidad (ya sea en mapa
mental o cognitivo, que serán abordados más adelante) con una técnica de estudio creada
por Buzan (2004), la que se encuentra patentada y cultivada por muchos docentes y
estudiantes en el mundo.
Una característica del mapa mental como técnica de estudio es la generación de esquemas
asociativos de los diferentes conceptos que se pretenden estudiar (Macías, 2004).
Por otro lado, la organización de la información espacial que capacita al individuo en la
solución de los problemas de la vida cotidiana dentro de la urbe (De Castro, 1997), ha
recibido el nombre de mapa mental y mapa cognitivo (Banyard y otros, 1995; De Castro,
1997-1999; Sternberg y otros, 1987). Pero, si ambos conceptos se refieren a procesos de
representación, ¿dónde está la distinción entre ambos?.
El estudio constante de las conductas espaciales por parte de los geógrafos desembocó
finalmente, en la certeza de que debía existir una representación que formaliza la imagen del
mundo en la mente de los individuos, para así ayudarlos a organizar las conductas
espaciales. De esta forma, se articuló un acercamiento de la disciplina geográfica hacia los
estudios de la sicología de los procesos cognitivos (Banyard y otros, 1995), acercamiento
que finalmente derivó en el levantamiento de un nuevo concepto: los mapas mentales.
Fue durante la década de 1960 cuando surgió en Geografía la noción de mapas mentales.
“El mapa mental utilizaba el material consuetudinario de mapas de un país con la inclusión
de regiones o provincias. Éstas, las distintas regiones, se constituían en objeto de
preferencia y recibían en consecuencia un mayor o menor espaldarazo de parte del público
encuestado.
El espaldarazo otorgado se traducía finalmente a isolíneas.
El mapa de
38
isolíneas dista mucho de ser un mapa dentro de la mente” (De Castro, 1999). En pocas
palabras, el mapa mental pretende representar los comportamientos espaciales mediante
técnicas propias de la Geografía, como por ejemplo: la utilización de planos. Existía la
noción de que el sujeto organiza la información del entorno mediante un sistema, pero la
idea original no contempló que ese mundo interno no es una construcción exacta del
entorno.
Cuando emergen en el discurso geográfico las nociones de la percepción y el
comportamiento ambiental (De Castro, 1999), comienza a producirse una transformación en
lo que se entiende por mapa mental: la idea base se mantiene (sigue existiendo la certeza
de la organización del entorno en la mente) pero cambian los aspectos de fondo, surgiendo
la noción de mapas cognitivos (De Castro, 1999).
El mapa mental vendría a ser el
antecedente directo del mapa cognitivo: ambos conceptos apuntan a lo mismo, pero no son
iguales.
El mapa cognitivo se refiere, en pocas palabras, al mapa que todo individuo porta dentro de
su mente, “alude a una interioridad y quiere reflejarla de manera fidedigna” (De Castro,
1999). Consiste en información referida al espacio, pero, bajo ningún punto de vista se
refiere a la información desplegada sobre un plano (cosa que sí hace el mapa mental) cuya
información “guía al peatón urbano, pero no es una información gráficamente dibujada.” (De
Castro, 1999).
De acuerdo a esta definición, el sujeto utiliza con frecuencia los mapas cognitivos, pues
representan la relación individuo / mundo (Banyard y otros, 1995; De Castro, 1999), sobre
todo en el reflejo de la vida cotidiana (De Castro, 1997). El mapa cognitivo vendría a ser un
“dispositivo mental que orienta a diario nuestra navegación urbana” (De Castro, 1999),
entendiendo que, en este caso, el dispositivo consiste en un cúmulo de información. Todo
esto está referido a los desplazamientos inconscientes que se hacen dentro de la ciudad,
donde el plano está interiorizado mentalmente.
En la actualidad, los mapas cognitivos muestran cómo dentro de la mente se crea una
representación del mundo exterior, acercándose al levantamiento de una imagen que dista
mucho de mostrar fielmente lo que ese espacio exterior es en realidad. El mapa cognitivo no
es una fotografía o un plano, es una construcción mental sujeta a la diversidad de
percepciones de los sujetos.
39
2.4.2. ¿Cómo se configura un mapa cognitivo?.
Dicha configuración sigue una serie de pasos.
Como el mapa cognitivo es una
representación, está coordinado por los procesos cognitivos, de manera que está sujeto a
las múltiples variaciones que se pueden extraer de estos aspectos.
La percepción, como ya se ha mencionado, es la síntesis de los procesos cognitivos, y es
esta cognición la que, en definitiva, organiza la información espacial. Se acostumbra a
explicar los mapas cognitivos en virtud de la relación del individuo y la ciudad. De esta
forma, la percepción que se tenga de la ciudad es fundamental al momento de levantar
representaciones.
La ciudad, como escenario de las conductas humanas (De Castro, 1997), se percibe a partir
de ciertos factores espaciales (Sternberg y otros, 1987), “la existencia de al menos dos
principales factores espaciales, separables pero correlacionales (...). El primero de estos
factores, la visualización espacial, se refiere a la capacidad para manipular mentalmente los
objetos visuales (...) el segundo principal factor espacial, la orientación espacial, se refiere a
la capacidad para determinar las relaciones espaciales respecto a una orientación imaginaria
de nuestro propio cuerpo” (Cooper, y Tregan, 1987:239).
La experiencia de peatón puede ser considerada el primer peldaño del aprendizaje sobre el
entorno (De Castro, 1997), y es también el inicio de una de las dificultades que manifiesta el
ser urbano: los desplazamientos. Los desplazamientos dentro de la ciudad involucran la
activación de los mapas cognitivos, porque “todo desplazamiento implica previamente un
desplazamiento mental” (De Castro, 1997:40).
Los desplazamientos dentro de la ciudad, aparte de la funcionalidad propia que cada
individuo le plasma, sirven para aprender más acerca del entorno. De todas las formas de
desplazamiento existente “la experiencia peatonal puede considerarse el primer peldaño del
aprendizaje sobre nuestro entorno” (De Castro, 1997:84), puesto que, “la ciudad que se
instala en nuestra memoria visual es la ciudad que recorremos a pie” (De Castro, 1997:18).
Es importante señalar una vez más que, los desplazamientos están condicionados por
diversas variables, como el género, la condición socioeconómica y la edad “según aumenta,
la edad va haciendo cambiar las posibilidades de acción y, por tanto, de percepción del
espacio” (Sabaté y otras, 1995:291).
40
El conocimiento del entorno, que está articulado por los desplazamientos, se construye de
manera paulatina “cuanto percibimos a través de un desplazamiento no se resuelve en una
visión panorámica del conjunto de percepciones sino en una operación integradora de las
percepciones a través del tiempo” (De Castro, 1999). Esta integración está referida a la
incorporación de los llamados hitos orientativos “nuestro entorno urbano lleva en sí mismo
incorporado la marca indeleble del homo faber, esto es, una geometría formal de líneas
representando longitudes, de planos representando superficies y áreas, de ángulos
facilitando la orientación” (De Castro, 1997:68).
De acuerdo a esto, el mapa cognitivo se va configurando en oleadas sucesivas,
incorporando aquellos elementos que mejor se adecuen a las necesidades orientativas de
cada individuo de manera paulatina, para ello son necesarios varios desplazamientos dentro
de un área determinada, y la respectiva la configuración de un mapa cognitivo útil.
Una de las características del mapa cognitivo es que no puede activarse de manera
consciente “difícilmente puede sacarse a la luz por un esfuerzo de introspección (...) actúa
decididamente sin baches dirigiendo en todo momento la ejecución de una trayectoria” (De
Castro, 1997:35). Los movimientos pendulares son un buen ejemplo de este punto, pues se
realizan casi mecánicamente, sin prestar mucha atención al entorno. Es por esta razón que
resulta difícil reconstruir memorísticamente los puntos que orientan la trayectoria, a pesar de
que están ya integrados.
Otra cualidad de los mapas cognitivos es describir los contextos de familiaridad, como el
entorno residencial, escolar, laboral, de ocio, de compras, etc. (De Castro, 1997). Estos
entornos están marcados por los ciclos de vida (existe una edad escolar, otra laboral, etc.),
donde cada edad crea sus entornos adecuados.
Una variable que no se puede dejar de lado al momento de la construcción de los mapas
cognitivos es la referida a la capacidad espacial (Sabaté y otras, 1995). “Se concibe el
término “capacidad espacial” como la competencia para codificar, transformar, generar y
recordar representaciones internas de objetos y posiciones espaciales” (Cooper, y Tregan,
1987:238). El grado en que la información incorporada a un mapa cognitivo individual refleja
al mundo real depende de esta capacidad, que en otras palabras se refiere a la potencialidad
de “captar características como la localización, conectividad, jerarquía, proximidad o área”
(Sabaté y otras, 1995:293).
41
El mapa cognitivo es personal e intransferible: todos los sujetos poseen los propios, y es
prácticamente imposible compartirlos.
Una vez que el mapa cognitivo se configura, se
deposita en la memoria de largo plazo para ser extraído al momento de necesitarlo.
2.5. La Utilidad del Mapa Cognitivo.
El mapa cognitivo es una representación que trata de reflejar el entorno urbano de la vida
cotidiana (De Castro, 1997). Al ser un articulador de la realidad, el mapa cognitivo perfila
conductas que, finalmente, guían el comportamiento (Banyard y otros, 1995), pues “la
información que mentalmente poseemos acerca de nuestro entorno urbano nos capacita
para la solución de problemas espaciales que demanda nuestra vida cotidiana” (De Castro,
1997:34).
Por ejemplo: La información guía al peatón, ayudando al poseedor a la resolución de
múltiples problemas espaciales. Por tanto “es información que posibilita la adopción de
múltiples orientaciones en un entorno urbano” (De Castro, 1999).
Finalmente, “si el mapa cognitivo tiene algún sentido de existir es el de servir de instrumento
de navegación en un espacio urbano conforme a las demandas de nuestro organismo” (De
Castro, 1997:66).
42
2.6. Hitos y vida cotidiana en los espacios urbanos.
2.6.1. El paisaje geográfico como reflejo de la cultura
El individuo para usar el espacio debe adaptarse y apropiarse de éste, trayendo como
consecuencia que sus acciones intervienen en el medio natural transformándolo en un medio
geográfico. Este último es un concepto centrado sobre los grupos y tiene como finalidad
estudiar las relaciones recíprocas entre la naturaleza y el sujeto, además de estar
compuesto por aspectos tanto físicos (naturales) y humanos (sociales), donde la
participación de cada uno de ellos varia de acuerdo con el desarrollo de la sociedad y
teniendo en cuenta los diferentes momentos y lugares históricos, ya que “el deseo, el
impulso humano a conocer y explorar el medio que nos envuelve es un impulso básico de
nuestra existencia dado que somos seres dotados de y para el movimiento, necesitamos
conocer donde están los hombres y las cosas de nuestro entorno” ( De Castro, 1997 : 29).
El medio geográfico le ofrece al individuo un lugar donde satisfacer sus necesidades ya sean
éstas individuales, colectivas o sociales. Esta acción influye directamente en que el medio se
vaya constantemente transformando con las acciones que ejerce el sujeto sobre él, es decir,
el espacio está formado por un “conjunto indisoluble, solidario y también contradictorio, de
sistemas de objetos y sistemas de acciones no considerados aisladamente, sino como el
contexto único en el que se realiza la historia. Por un lado, los sistemas de objetos
condicionan la forma en que se dan las acciones y, por otro, el sistema de acciones lleva a la
creación de objetos nuevos o se realiza sobre objetos preexistentes. Así, el espacio se
encuentra en una dinámica de transformación constante” (Santos, 2000 : 54).
En este contexto se hace necesario plantear como premisa que la sociedad, precisa actuar
sobre el espacio natural para adecuarlo a sus fines, ejerciendo un papel activo en las
distintas formas que irá asumiendo ese espacio físico, según sean las necesidades, los
conocimientos, la tecnología y la capacidad económica que posea una sociedad en cada
momento histórico.
Hito urbano mall en la ciudad de Santiago: el contexto en que surge.
El espacio físico del área metropolitana de la ciudad de Santiago, se encuentra bajo una
dinámica de transformación constante que es atribuida a la fase económica implantada en el
contexto de la globalización.
43
Fase que
se caracteriza por una “transformación en el sistema de producción y una
alteración de los patrones de interacción social, como así también
una perdida
de
relevancia y soberanía del estado nacional” (Salcedo, 2003:105).
Todos aquellos cambios han implicado “un intenso crecimiento de los flujos financieros
internacionales y la creación de una nueva infraestructura de servicios especializados”
(Sassen, 1994: 9). Lo cual se manifiesta para el caso de este estudio, en la instalación,
como lo señala De Mattos, de un variado conjunto de artefactos urbanos, de los cuales se
destacan los grandes centros comerciales o también denominados mall.
Centros comerciales o mall que se constituyen como “un enclave cerrado, es decir como el
prototipo del espacio post-público globalizado; espacio donde las tendencias de
homogeneización y de segregación del consumo, son características de la economía
mundial” (De Mattos, 1999;-).
Bajo tal estructura los mall pueden ser caracterizados como espacios públicos no
tradicionales globalizados, los cuales poseen una ideología del libre mercado y al mismo
tiempo “se sitúan como las intervenciones urbanas más destacadas de los nuevos tiempos,
induciendo significativas transformaciones en la configuración de las metrópolis y la
correspondiente vida urbana” (De Mattos, 1999;_).
Consecuente con lo anterior se genera un gran impacto en los lugares donde se emplazan,
pasando a constituirse
en hitos urbanos fácilmente visibles, en su expresión territorial.
Produciendo radicales cambios en la estructura interna de la ciudad y en los hábitos de la
población.
Su impacto en la vida cotidiana
Al ser un hito urbano fácilmente visible en el territorio, no sólo, son usados por la mayoría de
las personas como un punto de referencia a la hora de desplazarse dentro de la ciudad, sino
que también, de acuerdo a la valoración que le den las personas, pasan a constituirse en
puntos de importancia para la vida cotidiana. Ya que se ha convertido en un sector donde la
concentración
de
servicios
acompañado
de
diversos
aspectos
tales
como:
de
entretenimiento, cultural, educacional, de paseo, etc. Han cambiado la estructura de
consumo y las prácticas cotidianas de las personas. En un solo lugar se encuentran todos
los servicios necesarios para satisfacer múltiples y variadas necesidades.
44
Sin duda que las prácticas cotidianas, por ende, el uso del tiempo y el espacio de las
personas van a variar significativamente a la hora de relacionarlas con diversas variable
tales como; el sexo, la edad, la actividad que realiza, etc. Lo cual también va a depender de;
el grado de reconocimiento que cada uno tenga de la ciudad, del tiempo que lleve viviendo
en ella, de la distancia que se tenga que recorrer de la vivienda al trabajo o
el lugar de
estudio, y, de la forma en que se desplazan.
De acuerdo a lo anterior los centros comerciales se instauran como el espacio público no
tradicional perfecto, ya que en ellos se satisfacen las necesidades de compras, salud,
alimentación, educacionales, entretención, culturales y automotriz. Lo cual genera un fuerte
impacto en los usos del tiempo y del espacio de la vida cotidiana de las personas en la
ciudad.
Caracterización de los mall en Santiago.
En el área metropolitana de Santiago a comienzos de 1990, se emprendió una nueva
modalidad económico–comercial que revolucionó completamente la organización del
territorio metropolitano, lo que obviamente impactó la vida cotidiana de sus habitantes. Un
hecho decisivo en este nuevo contexto de regulación es la aprobación y entrada en
vigencias del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS).
En este contexto, los grandes centros comerciales (malls) son concebidos como “verdaderos
sub-centros urbanos, en torno a los que se articula la vida cotidiana de determinados barrios
o comunas, y que constituyen la mejor expresión de las nuevas modalidades de espacio
público socialmente estratificado de propiedad privada” (Salcedo, 2003; 104).
Hoy en día los mall que encontramos en la ciudad de Santiago, están estructurando el suelo
urbano y dándole forma a la ciudad. Encontrando en todos ellos, tres características en
común de importancia. Primero; “su instalación periférica” (Salcedo, 2003; 113). La cual no
es inocente, por el contrario, responde a estrategias empresariales y a disposiciones de los
I.T.P (instrumentos territorial de planificación) propuestos por el Estado. Segundo;
consecuentemente con el punto anterior la existencia
de una “dispersión geográfica”
(Salcedo, 2003:113), de estos al interior de la ciudad. Y por último, “su construcción, y por
ende emplazamiento, está en relación a la clase social de las comunas a las que sirven”
(Salcedo, 2003; 113).
En lo que respecta a su construcción está no sólo esta condicionada por los intereses
privados, sino que también por disposiciones propuestas por el Estado, a través de los
45
Instrumentos territoriales de planificación, dentro de lo que se conoce como la normativa de
equipamientos metropolitanos.
Lo importante de “este instrumento es que debe establecer potenciales áreas de desarrollo
al interior del área metropolitana, creándose de esta manera verdaderos sub- centros de
equipamientos metropolitanos, los cuales generan preferencias locazionales para el agente
privado y su inversión”(MINVU. Ordenanza del plan regulador metropolitano, 1994; 294).
Además, a esto se suma la normativa de los equipamientos comerciales, donde se incorpora
a los grandes centros comerciales, disponiendo lo siguiente: “Incentivar la dotación de
equipamiento en las comunas periféricas, específicamente en sectores de alta densidad
poblacional. Indicar áreas que presenten buenas características de accesibilidad y que sean
servidas por sistemas viales de gran continuidad funcional. Y reforzar núcleos existentes que
ya cuenten con emplazamientos de equipamientos de nivel ínter comunal” (MINVU
.Ordenanza del Plan Regulador Metropolitano de Santiago, 1994: 46). En el PRMS se
propuso un conjunto de áreas de localización de equipamientos metropolitanos.
Comunas
Renca/ Quinta Normal
Estación Central/Lo Prado/Pudahuel
Huechuraba/Recoleta
Ñuñoa/Peñalolen/Macul
La Florida
Maipú/ Centro
Pedro Aguirre Cerda
La Granja/San Ramón
San Bernardo
La Pintana/ Puente Alto
Puente Alto
Colina
Ubicación vías preferenciales
Av. Dorsal/ Costanera Río Mapocho
Ruta 68/ las Rejas
Av. Américo Vespucio/ Av. El Salto
Av. Américo Vespucio/Av. Grecia
Av. Américo Vespucio/ Av. Benjamín Vicuña
Mackena.
Av.Ramón Freire/Av.5 de Abril
Av. La Feria/ Salesianos
Av. Américo Vespucio/ Santa Rosa
Av.Freire/ Av. San José
Av.Santa Rosa/Av. Lo Blanco
Av. Concha y Toro/Av. Eyzaguirre
Camino San Miguel/ Antigua carretera
General San Martín.
Fuente: Ordenanza plan regulador metropolitano. 1994.
La propuesta anterior ha hecho eco en la instalación de los mall. Permitiendo con ello el
surgimiento de nuevos sub-centros. En “la actualidad existen unos 25 centros comerciales
en Chile, la mitad de los cuales está en la capital” (El Mercurio. Cuerpo B-5.consumo:
número de mall crece a pesar de los riesgos).
46
2.7. La ciudad como espacio social.
La ciudad puede ser considerada como un “paisaje cultural sobre la tierra” (Capel, 2002 :19),
además de ser el lugar donde la sociedad desarrolla distintas funciones. En ella
se
establecen diferentes pautas culturales entre los sectores de una sociedad, es decir, se
produce una relación entre sociedad y territorio que se expresa en distintas escalas y
dimensiones, ya que “la estructura y la dinámica de los territorios, de las ciudades o de las
regiones no están determinadas solamente por las formas de producir, sino que de otros
factores sociales” (Veltz, 1999: 12).
El territorio se convierte en un dato de esa armonía forzada entre lugares y agentes allí
instalados, esta situación provoca que las “relaciones entre sociedad y naturaleza se vayan
sustituyendo de un medio natural por un medio cada vez más artificial, es decir,
sucesivamente instrumentalizado por esa misma sociedad” (Santos, 2000: 199).
La ciudad es un espacio complejo, construido por grupos humanos y modelado por distintas
fuerzas que actúan individualmente e interactúan entre sí, dando la imagen de un
funcionamiento sistémico. Así, la ciudad tiene vínculos internos (que pueden ser de carácter
social, político, económico, etc.) que son intensos y diversos, y vínculos externos, que la
ayudan relacionarse con la región en la cual se inserta.
Pero, el espacio también impone condiciones a la actuación del poder, que planteará su
funcionalización a los intereses dominantes para alcanzar una optimización en su
participación y como factores determinantes estarán presentes la localización, asentamiento,
articulación de la jerarquización de la estructura social y como la circulación de los restantes
factores materiales o productivos. Uno de los objetivos será el “mantenimiento y
reproducción de las relaciones de poder a través de la producción, circulación, gestión y
apropiación del excedente, para lo cual el espacio lo permite” (Sánchez, 1991: 102).
Por otra parte, el espacio ejerce una influencia multiforme sobre el funcionamiento
económico al comportarse como fuente de recursos, obstáculo de desplazamientos y como
soporte de actividad, que ocupa un suelo de características y precios determinados.
Cuando se habla de ciudad se habla de lo urbano, es decir, es un espacio geográfico (Capel,
1975), el hecho urbano se caracterizaría por su tamaño, la densidad de población, el aspecto
del núcleo, la actividad no agrícola, el modo de vida, etc. Las actividades económicas
47
predominantes en ella están referidas a la industria, al comercio y a los servicios
especializados complementarios a los anteriormente nombrados. Es precisamente, ésta
compleja e intensa interrelación la que caracteriza el espacio urbano.
Además, este autor plantea que “la morfología urbana, el espacio construido, refleja la
organización económica, la organización social, las estructuras políticas, los objetivos de los
grupos sociales dominantes” (Capel, 2002: 20), y donde la descripción de la morfología de
las ciudades permite ver, la rica y enorme diversidad de los paisajes urbanos, los cuáles
reflejan efectivamente, a la vez, la evolución histórica, la cultura, las funciones económicas y
el bienestar de la población.
En este sentido el espacio urbano “es la superficie ocupada por las ciudades, o por lo menos
la que se necesita para el funcionamiento interno de la aglomeración, y comprende las
superficies edificadas, la red viaria urbana, las implantaciones de las empresas industriales y
de transportes, los jardines, y los terrenos de esparcimiento y de ocios inmediatamente
accesibles al ciudadano” (Dollfus, 1990: 80).
La ciudad da la oportunidad al sujeto de ser parte de la vida social; además en ella, está la
existencia de diferentes hitos urbanos que juegan un papel orientador de importancia al
momento de quererse ubicar o desplazar dentro del espacio. Está ubicación se puede
conseguir por
medio de puntos de referencia que están presentes dentro del
medio
geográfico “el hombre de nuestros días aprende a familiarizarse con un ámbito espacial;
adquiere y toma para sí algunos puntos de referencia tales como la torre de una iglesia, unos
soportales, un edificio de noble arquitectura o un anuncio de neón luminosos. A veces se
mezclan elementos propios de la naturaleza con elementos construidos” (De Castro, 1997:
11).
Otra definición de la ciudad hace referencia “no es sólo un hecho objetivo, formado por el
paisaje, funciones urbanas y características de población, sino que fundamentalmente es un
espacio vivido, sentido, valorado y percibido de forma diferente por los individuos, a través
de representaciones mentales y de impresiones individuales y colectivas” (Zárate, 1991: 79).
Es decir, la ciudad no es solamente un conjunto más o menos homogéneo de
construcciones, sino que es el proceso dinámico y constante que se establece entre las
necesidades de las personas y el cruzamiento con las estructuras arquitectónicas y de
poder, el uso que se hace de ellas, o su complicidad o antagonismo con ellas para crear
atmósferas que faciliten o dificulten el desenvolvimiento humano.
48
2.8. La percepción de la imagen de la ciudad.
La aparición de la obra de Kevin Lynch denominada La imagen de la ciudad (1962)
representó un verdadero hito en los estudios urbanos, abriendo una línea de investigación
que ha sido luego muy fructífera. A partir de ahí “no solo la imagen, la percepción, los
elementos simbólicos que configuran los paisajes urbanos, así como estos mismos como
áreas de intervención se convirtieron en temas de estudio” (Capel, 2002: 53). Dentro de este
contexto, la imagen de la ciudad se aborda desde dos enfoques, el primero lo constituyen los
planteamientos estructurales o descriptivos, que tienen relación con los elementos que
permiten la organización mental o cognitiva del espacio y son necesarios para que el
ciudadano pueda orientarse dentro del entorno urbano, y el segundo enfoque son los
planteamientos apreciativos, los cuales reflejan el sentimiento de las personas acerca del
entorno.
Dentro del primer planteamiento estructural o descriptivo, la imagen mental de la ciudad
resalta “la existencia de estrechas relaciones entre los individuos y el medio, se reflejan en la
percepción colectiva del entorno y en el comportamiento de los ciudadanos” (Zárate, 1991:
85), ya que la mayoría de las personas sienten una vinculación estrecha con su propio
barrio, área residencial que mentalmente la reconocen y se identifican con ellos mismos,
esto es potenciado por la fuerte relación entre el sentido del lugar y espacio actividad.
Según Kevin Lynch, “la imagen mental de la ciudad se elabora y organiza a partir de cinco
elementos del paisaje: sendas (vías o caminos), bordes (elementos lineales no utilizados
como sendas que separan espacios diferenciados morfológica y socialmente), distritos,
nodos (puntos estratégicos de la ciudad, lugares de confluencia de circulación o de ruptura
de trasporte) e hitos (elementos del paisaje fácilmente visibles, son usados como puntos de
referencia)” (Zárate, 1991: 86).
Todos estos elementos actúan como puntos de referencia para la organización de las
actividades humanas ya que facilitan la movilidad dentro de la ciudad y proporcionan
seguridad emocional a sus habitantes y en donde la riqueza de los mapas mentales guarda
relación con la edad, los grupos sociales, la familiaridad con el medio vivido, el estilo de vida
y con las “representaciones internas a lo que reside en nuestras mentes y representaciones
externas a la materialización visible de esas imágenes mentales” (De Castro, 1997: 32).
En este contexto es preciso preguntar ¿cómo las imágenes mentales se utilizan en la vida
cotidiana?. Para responder a esta pregunta es necesario apoyarse en el papel que cumple
49
la memoria, ya que ésta nos ayuda a orientar nuestro desplazamiento hacia una
determinada dirección, o dar una descripción vívida de nuestro pueblo de origen o del último
lugar visitado en nuestras vacaciones, en este caso las representaciones internas que
anidan en nuestra mente desempeñan un papel común con las representaciones externas,
tales como un plano callejero.
También es importante resaltar que la imagen mental de la ciudad está muy relacionada con
la definición de paisaje que tienen los sujetos, ya que su significación cambia según los
individuos y sus funciones, y también según las épocas, (Pons J, y Petrus J, 1991: 21-22;
Estébanez J, 1983: 93), donde los componentes de los diferentes lugares y paisajes
constituyen signos que tienen diferente significado según los diversos filtros sicológicos,
socio-culturales, de edad o económicos a partir de los cuales se conforman las imágenes
mentales individuales y colectivas. Así, el conocimiento de las sensaciones de aceptación o
rechazo que experimentan las personas por determinadas áreas está vinculado con el
ámbito de la acción y es un instrumento poderoso que facilita la toma de decisiones y la
planificación tendientes a dar respuestas a demandas relacionadas, en especial, con
problemas sociales y de organización urbana.
La imagen mental esta relacionada con el concepto de paisaje que tienen los sujetos, el cuál
se convirtió en un “objeto de estudio esencial de la geografía desde principios del siglo XX, la
combinación de fenómenos en la superficie terrestre se traduciría en diferentes tipos de
paisaje, de morfología territoriales. Eso ocurre a diferentes escalas, desde la escala regional
a la urbana. Si en la primera cada región se traduce en un espacio diferenciado (y en alemán
la expresión Landschaft expresa a la vez el paisaje y la región) a escala urbana puede
hablarse del paisaje de la ciudad, de un barrio o de un sector determinado” (Capel, 2002:
19).
Dentro de este contexto, el paisaje es un concepto con múltiples definiciones (Tesser, 2000),
algunos lo relacionan con un modelo conceptualizado de territorio que percibimos como
sujetos, ya que no solamente nos limitamos a percibir objetos concretos sino que
aprendemos a relacionar estas percepciones. La percepción del entorno que tiene una
persona llega a ser una red de significados de tipo visuales, biológicos, estéticos o sociales,
otros lo definen como aquello que “precisa y simplemente lo que se ve, existe con
independencia de nosotros; por pertenecer al mundo de lo real puede, en teoría, ser
susceptible de un análisis científico objetivo; es por otra parte, vivido y sentido de forma
distinta por los hombres, que de una u otra forma son sus usuarios” (Brunet, 1982: 486).
50
Kevin Lynch representó un verdadero hito en los estudios urbanos, puesto que en su libro
se indica ciertos elementos que forman parte de la imagen mental de la ciudad:
a). La distancia cognitiva: es la base sobre la que los sujetos, organizan su información
espacial del entorno, “según Briggs, la distancia cognitiva resulta de una variedad de
mecanismos, modelos de uso del territorio, configuración del medio físico e impacto de las
representaciones simbólicas del entorno, como mapas y señales de carreteras” (Zárate,
1991: 92).
b). La valoración apreciativa: hace referencia a los aspectos valorativos o apreciativos,
“puesto que los comportamientos de las personas dependen no sólo de la percepción y
localización referencial de los elementos del paisaje sino de cómo son sentidos e
interpretados” (Zárate, 1991: 102). Por ejemplo: un nodo o un barrio específico, puede
provocar diferentes sentimientos en el individuo como la alegría o la rabia, dependiendo de
la significación que cada persona le asigne.
c). La dimensión espacio / tiempo: principalmente los geógrafos de la universidad de Lund,
han incorporados la dimensión espacio / tiempo al análisis espacial y a la percepción de la
ciudad, parten del hecho de que el individuo se mueve y realiza su actividad en una sucesión
de espacios y tiempos concretos, a través de ellos, el sujeto conoce la ciudad y produce
pautas de comportamiento.
Dentro la ciudad hay lugares que las personas conocen y en la que se va estructurando,
almacenando y ordenando la información geográfica ya sea en forma de mapas o imágenes
mentales, es decir, “hay lugares geográficos que no solamente están fuera de nosotros con
una existencia física que les pertenece, sino también están dentro de nuestras mentes,
porque estas representaciones son las que definen las conductas que las personas asumen
en relación con el espacio” (Bosque Sendra y otros, 1992: 8 ). Es decir, se hace necesario
organizar en la mente un conocimiento del mundo que nos rodea, donde se originan una
serie de elementos tanto físicos como intangibles, donde la imagen de los lugares no es
única, sino múltiple y donde éstas son construidas por cada individuo a partir de sus rutinas y
actividades cotidianas, ya que “ciertos escenarios geográficos nos son más familiares, otros
más accesibles, e incluso dictamos preferencias sobre algunos, lo que quiere decir que
todos ellos caen dentro de un horizonte de proximidades comportamentales” (De Castro,
1997: 19).
51
El conocimiento geográfico permite un mejor desplazamiento y una mejor orientación dentro
de la ciudad, donde “el hecho de desplazarse es un hecho omnipresente; es decir, ha
ocurrido siempre en todos los tiempos pero ha tomado especial relieve en la vida urbana”
(De Castro, 1997: 17), por ejemplo, existen movimientos que se producen diariamente
efectuando el mismo itinerario y arrastrando masas de población y se le suele dar a este
fenómeno el nombre de desplazamientos pendulares, por cuento hacen referencia a
desplazamientos de ida y vuelta, por ejemplo: los movimientos diarios desde la casa a la
universidad.
Existen también otros movimientos conocidos como “puntuales, que no obedecen a un
diseño fijo e inalterable, ya que se diseñan cada vez que se presenta su necesidad, por esta
razón dichos desplazamientos requieren un cierto plan de ejecución, en donde la
intervención del individuo es total (De Castro, 1997: 18 ).
En la vida cotidiana es donde normalmente se expresan las conductas y acciones habituales
como individuos, “adquirimos experiencia de la ciudad a través de nuestro propio cuerpo
transitándola, absorbiendo las sensaciones que nos depara” (De Castro, 1997: 22), donde lo
cotidiano tiene relación con un conjunto de vivencias o hechos, dotados de un sentido y
significado, esto es, de unas entidades que ocurren para y entre sujetos, donde todo lo que
puede ser llamado cotidiano ocurre para una subjetividad que lo vivencia. Por ejemplo:
existen diferentes elementos que modelan el espacio urbano (centro de comercio y servicios,
residencias, industrias, recreación, etc.), que adquieren distintos grados de importancia, los
cuales se reparten en la ciudad por medio de la localización de estos elementos, los que
permiten el funcionamiento del desarrollo urbano y así, el mecanismo de configuración y
organización de la ciudad.
Además los estudios de la percepción guían en la toma de decisiones e influye en los
vínculos que las personas entablan desde lo económico, comercial o institucional y en los
motivos que los impulsan a aceptar o rechazar lugares, innovaciones tecnológicas, centros
comerciales, espacios verdes, calles, entre otros. En este sentido, el espacio geográfico es
parte del escenario de nuestro comportamiento diario, ya que nuestra vida cotidiana se
desarrolla en una “sucesión de escenarios, algunos de los cuales se materializan en la calle,
es decir, en lugares eminentemente abiertos para los que se requiere traspasar el umbral
de una puerta. Incluso nos atrevemos a señalar que ciertos lugares urbanos configuran una
situación muy especial porque estimulan el encuentro de gentes” (De Castro, 1997: 12), y
donde la “comercialización y la mercadotecnia urbana elabora imágenes atractivas sobre los
52
territorios, incluyendo espacios urbanos concretos y, de alguna manera, manipula las
representaciones que los habitantes se hacen del espacio” (Capel, 2002: 55).
En la vida urbana hay una constante transformación o “una conversión de los lugares
geográficos en una manufactura cultural que manejamos en nuestras relaciones diarias y
que se convierte en conocimiento social o en
la posibilidad de trabajar sobre el mapa
cognitivo que surge del trato con nuestro entorno, mapa que es una realidad activa en
nuestro comportamiento” (De Castro. 1997: 9).
Las representaciones internas que anidan en la mente de los individuos, desempeñan un
papel común con las representaciones externas, por ejemplo: un plano callejero que ayuda
a la resolución de la conducta espacial, ya que “todos los aspectos espacio temporales han
de relacionarse con la propia estructura física de la ciudad y con el ritmo pautado de la vida
urbana, esta incorporación a partir de los ritmos de actividad individual añade una mayor
comprensión al comportamiento humano, a los desplazamientos dentro de la ciudad, a la
distribución espacial de las funciones urbanas y a la utilización del suelo” (Zárate, 1991: 92).
La activa presencia de la mente en la vida de la ciudad, permite al individuo que confeccione
y construya mapas cognitivos, los cuales hacen referencia a “la realidad activa en nuestro
comportamiento, orienta nuestros pasos en el desplazamiento y ahuyenta el riesgo de
perdernos en la jungla urbana, en cambio el atlas cognitivo que estaría formado por la
información sobre lugares geográficos, más allá de los entornos habituales de
desplazamiento” (De Castro, 1997: 9).
2.9. La vida cotidiana desde dos perspectivas de estudio: la sociología y
la geografía.
Cuando trata de articular la reflexión sobre la vida cotidiana, se recurre a la idea de aquellas
actividades que se realizan en el diario vivir, como: limpiar la casa, cocinar, vestirse, entre
otras. Son muchas las ideas que se vienen en mente, pero lo importante de aquello es que
son actividades que derivan de un conjunto de funciones inherentes a la condición humana y
al lugar que ocupa el sujeto en la organización de la sociedad.
Lo significativo de las actividades cotidianas radica que éstas se efectúan a través de la
relación existente entre los individuos y su entorno más inmediato, siendo el espacio
53
geográfico, el lugar en donde se llevan a cabo distintas actividades y el factor que condiciona
las conductas de los hombres.
Bajo la premisa anterior, la vida cotidiana es analizada desde dos áreas temáticas, la
Sociología y la Geografía, ello fundamentalmente porque a través de la Sociología,
entendida ésta como la ciencia que trata de la constitución y desarrollo de las sociedades
humanas, se puede obtener una visión que refleje cómo se articulan las actividades de los
sujetos en la sociedad.
2.9.1. La perspectiva sociológica.
Desde esta perspectiva, la vida cotidiana es “un mundo heterogéneo, de lo racional e
irracional, de la continuidad y de lo espontáneo, de lo diverso, pero también de lo rutinario,
de las objetivaciones y de la subjetividad. El individuo real, social y concreto nace inserto en
la cotidianeidad. Es en este espacio dentro del cual se reproduce directamente, tanto así
mismo, como al pequeño mundo que le rodea, representado por su familia e, indirectamente,
al gran mundo, la sociedad” (Di Tella,1989:613).
Según lo anterior, forman parte de la cotidianeidad la familia, el trabajo, los amigos, etc; es
decir, es la forma en que se expresa diariamente la historia subjetiva e individual. La vida
cotidiana tiene para las personas el significado subjetivo de un mundo coherente, que se
origina en sus pensamientos y acciones y se encuentra sustentado como una instancia real
por estos. “De esta manera, cada sujeto social construye su mundo privado a partir de las
relaciones y controles sociales que se ejercen sobre los múltiples y heterogéneos hechos
que constituyen la cotidianeidad” (Di Tella, 1989:613).
La vida cotidiana no sólo constituye el espacio de lo emocional en las relaciones
interpersonales, sino que también “conforma un ámbito de creación y construcción de la
sociedad, dentro del cual se expresan y aparecen tendencias de cambio” (Di Tella,
1989:614). Desde esta perspectiva la vida cotidiana “nos remite al estudio de la forma en
que las personas producen y reproducen su existencia social. En este espacio de lo social,
las personas se apropian del mundo objetivado. (...) Por ejemplo: el lenguaje, es el sistema
de signos más importante de la sociedad humana, y su comprensión es esencial para
cualquier comprensión de la realidad de la vida cotidiana.” (Di Tella, 1989:614).
Otro aspecto para entender la vida cotidiana se encuentra en las corrientes sociológicas que
se han ocupado del análisis de lo cotidiano, donde “se ha favorecido un acercamiento a los
hechos sociales orientados de manera prioritaria hacia el modo como se constituyen y
54
canalizan las vivencias de los actores como sujetos que están dotados de capacidad
operativa ante las situaciones y contextos comunitarios en los que se ven expuestos”
(Giner,1998:820).
Respecto de la metodología de estudio en la cual se apoya la Sociología, en relación a la
vida cotidiana, encontramos a “la etnometodolgía, como la vía más adecuada para realizar
las virtualidades de un acercamiento a la realidad inmediata tal como ésta es percibida por
los actores sociales. En opinión de los etnometodólogos, el modo de conocer la realidad
social no habría de derivar de complejos procesos de abstracción teórica, sino que debería
estar enraizado en el mismo proceso de la vida cotidiana” (Giner, 1998:820).
Consecuentemente, se puede afirmar que “la vida cotidiana es objeto propio de la
investigación sociológica en cuanto microcosmos en que se reflejan y se articulan, al máximo
grado de objetivación de la experiencia humana, las estructuras, los conflictos, las tensiones
y los cambios de orden social” (Gallino,1995:908).
En la actualidad dentro de la tradición sociológica, “la sociología de la vida cotidiana se ha
mostrado capaz de erigirse en una perspectiva metodológica útil para el análisis de algunos
procesos sociales específicos oscilantes entre la rutinización inherente a lo cotidiano” (Giner,
1998:821).
2.9.2. La perspectiva geográfica.
La Geografía utiliza la vida cotidiana como una herramienta para complementar sus estudios
encontrando ejemplos en Ana María Sabaté (1995), Constancio de Castro (1997) y Joaquín
Bosque Sendra (1992).
La interpretación que hace de la vida cotidiana Sabaté y las otras investigadoras (1995), es
la de “el mundo personal de los individuos, un entorno inmediato que constituye el contexto
de sus actividades, valores y aspiraciones. Es un mundo que nosotros en parte creamos,
mantenemos y transformamos” (Sabaté y otras, 1995:287). Pero, tales actividades requieren
del territorio como soporte, adquiriendo gran importancia el lugar “como foco central de la
investigación geográfica de la vida cotidiana, debido a que es el entorno en que se construye
la red de actividades, relaciones y afectos de las personas” (Sabaté y otras, 1995:287). En
esta interpretación no sólo se alude a la vida personal de los individuos, sino también a la
interacción que se genera entre ellos.
55
En términos geográficos, se puede decir que “la geografía se interesa especialmente por las
dimensiones materiales y concretas de la vida cotidiana; en el espacio y el tiempo,
tratándose de dimensiones inseparables e inevitables de los fenómenos sociales, los cuales
no son indiferentes al espacio / tiempo en el que ocurren, porque estas dimensiones
posibilitan o limitan, y en todo caso condicionan, la forma en que los fenómenos sociales son
materializados en la vida cotidiana” (Sabaté y otras,1995:288).
Esta afirmación permite
deducir, que el espacio y el tiempo tienen una importante significación cuando se pretende
comprender la forma en que las personas organizan sus actividades cotidianas.
Siguiendo la misma teoría se señala que “el espacio cotidiano de las personas está
constituido por un conjunto de puntos, la vivienda, el lugar de trabajo, las casas de amigos y
familiares, trayectos y superficies sobre los que se construye una imagen personal y en
donde se sostienen unas determinadas valoraciones” (Sabaté y otras, 1995:289).
Importante en este apartado es el hecho de que, sobre la percepción del espacio, “aunque
la imagen de cada individuo posea de su mundo cotidiano es distinta, existen características
comunes entre los miembros de un determinado grupo, ya que hay variables personales
como la edad, el estatus o el sexo, que influyen en buena medida en la configuración de las
imágenes mentales, por lo que se considera que aquellos individuos que compartan algunas
de estas características tenderán a configurar sus espacios subjetivos de manera
aproximada” (Sabaté y otras, 1995:289). Para la autora la vida cotidiana y por ende, el área
de actividad, determina
las imágenes mentales y el conocimiento del espacio.
Por tal
motivo, conceptos como; actividad, comportamiento y percepción están estrechamente
ligados.
Como se ha señalado el espacio y el tiempo constituyen las dimensiones materiales, y por
tanto inevitables de la vida cotidiana. Todo ocurre en un lugar y en un momento en concreto.
El espacio y el tiempo influyen en la manera en que las personas construyen sus actividades
cotidianas, por ende, la autora señala que “una considerable parte de la investigación
geográfica de la vida cotidiana se ha dedicado al estudio de los aspectos espaciales de la
misma, desatendiendo a su componente temporal.
Sin embargo, el tiempo es una
coordenada fundamental en el desarrollo de la actividad diaria, complementaria de la
dimensión espacial” (Sabaté y otras, 1995:302). A consecuencia de lo anterior, sostiene que
“nuestra vida cotidiana, está estructurada por un conjunto de ritmos y rutinas que se
establecen a escala temporal” (Sabaté y otras, 1995:302).
Para tal efecto, la autora
establece un modelo espacio temporal para el estudio de la actividad cotidiana, llamada la
Geografía del Tiempo. Una segunda aportación acerca de la vida cotidiana existente en el
campo de la Geografía, es la que plantea Constancio de Castro (1997). Este autor sostiene
56
que la vida cotidiana es entendida como “un globo que contiene como célula poderosa todo
el despliegue perceptual y cognitivo de la geografía. La vida cotidiana se nos presenta aquí
como la gran tierra incógnita para los estudiosos; es un ámbito poco conocido y nos
atrevemos a decir casi inexplorado, en el oficio de hacer urbanismo, geografía y sociología
urbana” (De Castro, 1997:7).
Este mismo autor se pregunta dónde reside el compromiso de la Geografía con la vida
cotidiana, encontrando respuesta en el hecho de que en la cotidianidad existe un
conocimiento del mundo. Será especialmente los lugares que rodean a los sujetos, el objeto
de este conocimiento, los cuales se van estructurando y ordenando de acuerdo a la
importancia que le dan como personas. En este punto se lleva a la práctica la
etnometodología, que hace referencia al estudio de los modos en que se organiza el
conocimiento que los individuos tienen de los cursos de acción normales, de sus asuntos
habituales, de los escenarios acostumbrados, donde el individuo dentro del medio urbano
“crea unos escenarios en donde van a anclarse ciertas conductas. El anclaje, metáfora
marinera, cobra un alto significado; ciertas conductas del hombre urbano buscan su amarre
a ciertos lugares” (De Castro, 1997:14). En este contexto, es importante tener en cuenta que
el estudio del comportamiento de los grupos humanos reviste importancia porque tiene
connotaciones manifiestas en la organización del espacio y en la creación de las diversas
formas que configuran el paisaje.
La vida se desenvuelve en unos escenarios y gran parte de ella misma se desarrolla a través
de desplazamientos. “Escenarios y desplazamientos están hechos de alusiones espaciales
y más concretamente de alusiones geográficas urbanas” (De Castro, 1997:11).
Toda actividad de los individuos implica como soporte de desarrollo, el territorio, es decir, un
lugar donde se satisfacen las distintas actividades, las cuales derivan de un conjunto de
funciones inherentes a nuestra condición humana y al lugar que ocupamos en la
organización social (trabajar, educarse, emplear el tiempo libre, etc). Por ende, “nuestra vida
cotidiana da lugar a una sucesión de escenarios, algunos de los cuales se materializan en la
calle, es decir, en lugares eminentemente abiertos para los que no se requiere traspasar el
umbral de una puerta.
Incluso nos atrevemos a señalar que ciertos lugares urbanos
configuran una situación muy especial porque estimulan el encuentro de las gentes. En las
secuencias fílmicas de nuestra vida de hombres urbanos hay muchos lugares así” (De
Castro, 1997:12).
Consecuentemente, una de las principales características de los
escenarios de comportamiento, es que estos llegan a adquirir un papel condicionante en las
actividades de los sujetos.
57
El conocimiento geográfico permite también un mejor desplazamiento
y una mejor
orientación, donde “el hecho de desplazarse es un hecho omnipresente; es decir, ha ocurrido
siempre en todos los tiempos, pero ha tomado especial relieve en la vida urbana” (De
Castro, 1995:17), teniendo como principales características, el ser dinámicos; por ejemplo,
los desplazamientos escolares, que no hace más de cincuenta años se realizaban a pie en
las ciudades, hoy ceden su protagonismo al bus escolar, a las micros, y al metro.
En
segundo lugar está “la importancia que adquiere el proceso de plasmar imágenes y fijar hitos
a través del entramado urbano” (De Castro, 1995:18).
Una particularidad de los escenarios de comportamiento y desplazamientos es “la relación
que como habitantes vamos adquiriendo con diferentes partes de la ciudad, es una relación
cambiante” (De Castro, 1997:22), es lo que el autor llama ciclos de vida. Al filo de los
diferentes ciclos de vida, las partes de la ciudad irán mostrando distinta relevancia. “El
hábitat urbano ha ido cambiando desde nuestra niñez a nuestra edad adulta. Aún cuando
permanezcamos en la misma ciudad que nos vio nacer, la ciudad de nuestra infancia, no es
la ciudad de nuestra edad adulta. Por eso lo ciclos de vida son un eje decisivo en el devenir
de nuestra experiencia urbana” (De Castro, 1997:22).
Por ejemplo: cuando se deja el
colegio, se abandona un escenario para entrar a otro, el cual reclama nuevas expectativas
de conductas, se dejan los escenarios de la educación para entrar a los escenarios del
trabajo productivo. En la seguidilla de acontecimientos que van trenzando la vida, resulta
trascendente el cambio de residencia para la formación de un nuevo hogar. En suma, se
puede afirmar, que los ciclos de vida imponen determinados anclajes en los escenarios
urbanos, es decir, dictan las representaciones de la vida urbana.
Por último, una tercera aportación teórica acerca de la vida cotidiana, es la que plantea
Joaquín Bosque Sendra (1992), para quien una cuestión de especial interés son “las
relaciones entre los individuos y su entorno más inmediato a través de sus actividades
cotidianas. Estas actividades derivan de un conjunto de funciones inherentes a nuestra
condición humana y al lugar que ocupamos en la organización social (trabajar, educarse,
habitar una vivienda, abastecerse de bienes y servicios, emplear el tiempo libre, mantener
relaciones sociales, etc), que tienen una distribución dispersa e irregular en el espacio y en
el tiempo (horarios).
Esta distribución da lugar a una última actividad fundamental,
desplazarse, de especial interés para la investigación geográfica” (Bosque Sendra, 1992:15).
Como resultado, la vida cotidiana está, en el aspecto que aquí interesa, “constituida por un
conjunto de ritmos y rutinas estructurados por la localización en el espacio y en el tiempo de
los lugares en los que debemos cumplir estas actividades” (Bosque Sendra, 1992:15).
58
De acuerdo al planteamiento del autor, una considerable parte de la investigación geográfica
de la actividad cotidiana se ha dedicado al estudio de los aspectos espaciales de la misma,
desatendiendo su componente temporal.
No obstante, el tiempo es una coordenada
fundamental en el desarrollo de la vida diaria, inseparable de la dimensión espacial; “la
realidad cotidiana se lleva a cabo y experimenta simultáneamente en el tiempo y en el
espacio. Además, el tiempo se debe considerar como un recurso, un bien escaso, cuyas
características singulares presentan importantes implicaciones en la elección y organización
de las actividades cotidianas” (Bosque Sendra, 1992:15).
Consecuentemente el autor recoge el aporte de los estudios sobre uso y presupuestos de
tiempo, desarrollados fundamentalmente por sociólogos, y del modelo espacio temporal de
la Geografía del Tiempo, elaborado por Torsten Hägerstand. La metodología de el estudio
del uso del tiempo en la actividad cotidiana tiene una muy larga tradición. Ya desde la
segunda mitad del siglo XIX se realizaron trabajos destinados a conocer la organización de
las actividades, las horas dedicadas al trabajo y ocio, entre otras. Por ejemplo, Engels lo
hizo en 1892 dentro de un estudio sobre las condiciones de vida de la clase trabajadora en
Inglaterra.
El procedimiento seguido en estos estudios para recoger la información es sencillo: se
realiza un “registro sistemático, en forma de cuestionario o diario, del uso del tiempo de una
persona en un determinado periodo (día, semana), haciendo constar el tipo de actividad,
horario y duración de la misma” (Bosque Sendra, 1992:16).
De acuerdo al planteamiento del autor y a la metodología que él propone, la perspectiva
espacio temporal es un aporte real al estudio de la actividad cotidiana de la población, “ya
que propone un enfoque contextual en el análisis de las actividades individuales. Estudia las
condiciones que circunscriben a estas actividades. Este contexto esta constituido por un
entorno definido en términos espacio-temporales del que forman parte lugares, redes de
transportes, otros individuos y también las reglas, organización y horarios que limitan o
posibilitan la realización diaria de actividades. La Geografía del Tiempo permite captar todos
los componentes de ese contexto en sus interdependencias y conexiones, en su necesaria
coexistencia en el espacio y en el tiempo” (Bosque Sendra, 1992:18).
2.10. La perspectiva de Género en las conductas espacio / temporales.
Dentro de las corrientes actuales que se dedican al estudio de las conductas espacio /
temporales en Geografía se encuentra la Geografía del Tiempo.
Ésta es una corriente
59
desarrollada por Torsten Hägerstand (1970). Entre los aspectos más relevantes se destaca
la reconstrucción de las trayectorias (itinerarios que se configuran basándose en el espacio y
el tiempo recorrido) que son “individuales en el espacio y sitúa los lugares y los momentos
en los que se asumen distintos roles: subraya la diversidad de las influencias a las que se
someten los hombres y de los problemas a los que se enfrentan” (Flores, 2002). Lo anterior,
queda limitado a un tamaño espacio / tiempo disponible para una persona en un día, lo que
gráficamente se manifiesta en un prisma.
En este contexto, el prisma es el que define el volumen de espacio / tiempo disponible por
una persona en un período de tiempo determinado, el cual es físicamente accesible. En él
se encuentran los lugares que se pueden visitar, constatándose los horarios en que ello se
produce. Esta área se encuentra limitada por la obligación de encontrarse en determinados
lugares en ciertas horas (horario de trabajo, estudio, etc.), y el alcance físico de la persona,
que depende de su accesibilidad para cruzar las distancias (se considera el rol de la
velocidad), por lo tanto, del medio o la forma -transporte público, privado, peatonal, etc.- de
transporte del individuo.
Sobre estos prismas se desarrollan los diversos proyectos de las personas, es decir, las
rutinas diarias que tienen los individuos en la ciudad, donde se da especial énfasis en los
recorridos diarios que los sujetos realizan al interior de ella (recorridos que generalmente
realiza un sujeto en un día), y que pasan a formar parte de sus actividades en la vida diaria.
Gráficamente, según Sabaté y otras (1995), este prisma se enfoca a un espacio que tiene
una base, que es la región espacio / temporales, la cual se reduce a dos dimensiones n el
plano, junto con una tercera dimensión, perpendicular a las dos anteriores, que es el tiempo.
También Kwan (1998) señala que la accesibilidad espacio / temporal está basada en las
actividades individuales y en los desplazamientos que pasan a ser un continuo de
trayectorias o caminos en un tiempo / espacio de tres dimensiones.
Esos caminos no
existen al azar en el espacio / tiempo, ya que influyen aspectos personales y sociales,
además, se incluye la relevancia del uso de los medios de transporte. La misma autora
ejemplifica diciendo que los individuos deben estar en una tienda por cierto tiempo y en el
trabajo por otro tiempo. Esas actividades constituyen una unión que no puede ser ignorada,
sino que se encuentra provista de un marco de actividades desarrolladas diariamente. Las
actividades de duración más flexible, o locación, deben ser unidas al tiempo disponible entre
las sucesivas actividades unidas.
60
Lo anterior se manifiesta en regiones espacio / temporales, en las cuales la situación y los
movimientos de los sujetos se presentan como trayectorias continuas en el espacio / tiempo
en un conjunto de estaciones, donde “también el espacio puede ser representado por una
sola dimensión -la distancia- o bien por un espacio teórico definido por la representación de
lugares funcionales (domicilio, centro de trabajo, comercio) sin ninguna referencia a
dimensiones/ localizaciones reales” (Sabaté y otras, 1995:308).
Según las mismas autoras, la Geografía del Tiempo constituye una de las mejores formas (a
través del estudio de trayectorias espacio / temporales) para conocer los principales
elementos de la vida cotidiana. El análisis de las rutinas diarias sirve para conocer el núcleo
de las instituciones sociales y a partir de sus representaciones gráficas se pueden conocer
las estructuraciones sociales que se dan en una determinada sociedad, las cuales se
manifiestan en la ciudad (Flores, 2002).
Otra de las formas conocidas para el estudio de las conductas espacio / temporales, se basa
en el estudio de las biografías individuales (estrechamente relacionado con los estudios de la
vida cotidiana), las cuales se traducirán gráficamente en sendas de vida.
En este sentido,
las rutinas diarias se manifestarán en un esquema físico con que se representan las
estaciones disponibles, es decir, los lugares donde se producen y realizan las actividades,
donde se manifiestan las diversas interrelaciones sociales.
La importancia de las rutinas temporales radica en que en el entramado de estas sendas se
produce la configuración de los distintos espacios, en los cuales se desarrollan las
actividades y los movimientos diarios de las personas al interior de la ciudad. Donde las
diversas conductas espacio / temporales en la vida cotidiana se convierten en totalizaciones
del espacio y del tiempo, los cuales se encuentran racionalmente ordenados por los distintos
grupos sociales. “Así, las conductas individuales se van transformando en algo colectivo en
la medida en que es efectuada por todos (o la mayoría) de los integrantes de la comunidad y
que trasciende lo individual para pasar a ser de dominio común” (Flores, 2002).
Según Sabaté y otras (1995), la Geografía del Tiempo se encuentra caracterizada por:
a) Relaciones entre el espacio físico y la organización social: donde se reconocen
las actividades individuales y la organización de la sociedad en la ciudad.
b) El tiempo sirve de estudio en las relaciones entre la población y su entorno:
Éste último, se encuentra definido espacial y temporalmente, como por ejemplo los
61
medios de transporte, organización de los horarios y las actividades diarias que
realizan los sujetos.
c) En los estudios de la Geografía del Tiempo: los estudios se realizan de forma
individual. La persona es el elemento clave de la investigación, se estudia en forma
aislada o por grupos; en este último caso, los estudios se enfocarán a los
comportamientos de estos grupos en un determinado contexto.
d) La calidad de vida en la Geografía del Tiempo: es considerada en función de las
oportunidades y limitaciones del entorno de cada persona, creada por la desigual
distribución de los recursos y las personas en el espacio y en el tiempo.
Los
recursos, sólo son accesibles en ciertas situaciones espacio / temporales y en este
sentido, la calidad de vida se encuentra en función de las reales posibilidades de
acceso espacio / temporal a esos recursos.
La Geografía del Tiempo, investiga principalmente las relaciones que se producen entre el
sujeto y su contexto más inmediato, por lo tanto, resulta de vital importancia el estudio de las
conductas espaciales y temporales tomando como base la unidad doméstica, la cual se
encuentra formada por aquellas personas cuyas actividades son interdependientes.
Lo anterior, permite reconocer lo complejo de las conductas espacio-temporales en la vida
cotidiana, ya que en ésta se encuentra la organización de las actividades diarias la que está
determinada por horarios laborales, escolares, familiares y por la dependencia que hay entre
éstos y el grupo familiar, lo que obliga a que se produzcan coincidencias de ellos con las
actividades que se llevan a cabo en el núcleo familiar.
2.11. ¿Geografía del Género o Geografía Feminista?.
Para el estudio de las diferencias de género en el espacio urbano, se debe tener presente
que la ciudad resulta ser el reflejo de las diversas divisiones y jerarquizaciones que los
sujetos realizan en ella, por tanto, las diferencias de género se manifiestan en las diversas
actividades que cada uno realice al interior de ellas.
En la ciudad, se manifiestan las
diferencias de roles que socialmente han sido asignados. Desde lo urbano, se plasman
ciertas diferencias que para este caso, es necesario poner énfasis en los contrastes de
género desde las aportaciones provenientes de diversos ámbitos como: la Geografía,
Sociología Urbana, Antropología, etc.
62
En la compleja organización de la ciudad, la división de roles que tradicionalmente se
encuentran asignados a los diversos integrantes de la familia, pasa a tomar un papel
decisivo, en especial las diferencias que surjan de los roles que se le asignan a hombres y
mujeres.
El fenómeno urbano, sin duda que es un problema social y como tal ha sido tratada por una
gran variedad de autores como: Henri Lefebvre, Emile Durkheim y Max Weber entre otros,
los cuales se preguntan acerca de la influencia que tiene lo urbano en la construcción y
desarrollo de las sociedades.
Por ejemplo, Blanca Oliva (1998) hace hincapié en que en lo urbano, se relacionan tres
elementos: el espacio, la vida cotidiana y la reproducción capitalista de las relaciones
sociales. Según ella, el problema urbano se encuentra estrechamente relacionado con la
vida cotidiana, ya que en la utilización de los espacios desde la cotidianeidad se reproducen
las relaciones sociales capitalistas. El espacio cotidiano presenta formas de alienación,
producto de las luchas de sobrevivencia, donde se manifiestan los principales conflictos y las
principales diferencias de género.
Las personas que habitan y construyen el espacio urbano le dan un sentido y orden. Sin
embargo, en estos planteamientos con mucha frecuencia el rol de la mujer queda relegado
sólo al ámbito de la vida privada. Por tanto, es necesario incluir la importancia que tiene el
conocimiento de la Geografía de Género dentro las conductas espacio / temporales.
63
2.11.1. Hacia un estudio de las conductas espacio / temporales: La Geografía del
Género.
En la Geografía del Género se destaca la importancia de las diferencias entre hombres y
mujeres en un determinado contexto económico, social, político, cultural, entre muchas otras,
además de las diferencias entre los espacios, la utilización de éstos y la movilidad que hay
en ellos.
La Geografía del Género incorpora a sus planteamientos elementos de la Geografía
Feminista, desde el punto de vista teórico (en cuanto teoría social9, y como tal, la principal
temática de estudio dentro de ésta Geografía es la idea de que el espacio no es un espacio
neutro, situación que implica incluir las diferencias sociales y territoriales que se dan entre
hombres y mujeres.
En una primera instancia, los estudios no prestaron mayor atención a los usos de los
espacios y el tiempo que tiene la mujer, sin embargo, se debe de considerar que las mujeres
no sólo son consumidoras del espacio sino que también son productoras de los espacios.
A diferencia de la Geografía del Género, la Geografía Feminista considera que las
diferencias de género se manifiestas de forma explícita de la sociedad, donde a corto plazo
trata de atenuar las diferencias existentes entre hombres y mujeres, y a largo plazo, hacer de
estas diferencias un situación casi inexistente (Women and Geography Study of the IBG,
1984, p 21, en Sabaté y otras, 1995).
También pretende replantear el manejo genérico de los espacios, considerando no sólo las
cuestiones físicas, sino también las cuestiones emocionales, derivadas de las experiencias
que tienen los sujetos en los lugares (López I., 2002).
Las diferencias de género que se presentan en el espacio son resultado de “un complejo
proceso de construcción social (léase, asignación de significado y valores), es decir,
producido por el cruce de múltiples relaciones, asimismo reconocer que el espacio
construido delimita, moldea, condiciona o potencia las distintas interrelaciones y acciones
que despliegan las mujeres y hombres sobre ese soporte material” (Peña, 1998).
En este sentido, las diferencias de género se relacionan con las diferencias que existen entre
hombres y mujeres, las cuales se van construyendo socialmente en diversos contextos,
“género, nos permite analizar tanto a hombres como a mujeres: su condición de género y
sus situaciones vitales respectivas” (Tobío, 2002:103-104). Por lo tanto, es necesario
64
destacar el contraste que existe al hablar de diferencias de sexo, ya que este último término
atañe sólo a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
En cambio, las diferencias de género se conocen como las divergencias entre lo masculino y
lo femenino, las cuales se transforman en posiciones de desigualdad y jerarquía entre
ambos, donde lo femenino, no sólo se va a explicar en el rol que ésta cumpla, sino en el
significado que tienen las actividades que ella realiza, por tanto, éstas relaciones se deben
insertar en las diversas realidades culturales en que la sociedad se desarrolla.
Las definiciones de género obligan a pensar en las relaciones culturales y sociales que cada
sujeto establece en un determinado contexto, donde cada uno tiene diversos valores,
obligaciones y derechos. En este sentido, la identidad de cada uno de ellos, resulta ser la
marca de pertenencia que socialmente se les asigna (producto de las actividades, relaciones
con sus pares, etc.), con una variedad de signos que van configurando su poder (Tobío,
2002).
Es por ello, que es necesario poner en relieve la gran importancia de los sistemas simbólicos
que allí actúan, en las formas en que las sociedades representan a los géneros, lo cual
implica comprender el contexto en que se dan estas relaciones simbólicas de género, ya que
las connotaciones de lo femenino y lo masculino se explicarían de acuerdo a las diferentes
realidades en que ambos se desenvuelven, las cuales también son susceptibles de sufrir
cambios de acuerdo a los distintos procesos que en las sociedades se den.
Las relaciones de género son “relaciones de poder que se expresan tanto individual como
colectivamente, tanto en el ámbito privado del hogar como en las instituciones políticas, o en
la organización social de las relaciones de género que sitúa al conjunto de mujeres en una
posición de interiorización respecto del conjunto de varones...” (López, 2002:104).
Sabaté y otras (1995), se refieren a las relaciones de género, como relaciones de poder
entre hombres y mujeres, las cuales se manifiestan en diversos ámbitos: sociales, culturales,
políticos, espaciales y temporales, donde se produce una relación de subordinación de las
mujeres con respecto a los hombres. Sin embargo, hay ciertas condiciones en que los
grados de subordinación varían, situación que se plasmaría en grandes diferencias
territoriales.
Las relaciones de género, las conductas espaciales y la identidad, van a estar insertas en
determinados contextos sociales, todos estos elementos pueden ser representados en el
espacio y sirven para comprender mejor los roles que a cada género les toca asumir.
65
Lo anterior condiciona las relaciones que se dan en ciertos espacios y se establecen a partir
de las actividades que allí se realizan, donde se destaca el papel que juegan esas
actividades y la significación social que dichas acciones tienen. Por lo tanto, el espacio se
considera más que un entorno físico, el espacio será un escenario de representaciones de
roles asignados socialmente, con distintos poderes simbólicos o con mayor o menor
protagonismo (Sánchez; 2002).
2.12. Espacio, tiempo y relaciones de género.
El espacio y el tiempo están contextualizados a partir de la identidad, por lo tanto, se
incluyen los procesos ideológicos. Desde esta perspectiva, el espacio se conceptualiza
como una red constante de vínculos que contiene diversos significados y que se establecen
al interior de los grupos, personas, cosas y tiempos en que cada persona se desenvuelve.
Estos movimientos se van a transformar en una red, la cual tiene ritmo, duración y
frecuencia. Por tanto, más que tiempo / espacio en abstracto, se habla de espacialización y
temporalidad de prácticas, que son socialmente significativas, puesto que toda práctica
humana tiene un particular significado, es decir, es cien por ciento simbólica (Aguado y
Portal, 1997).
El estudio de las conductas espaciales / temporales se enfoca en el estudio de la vida
cotidiana y de las diferencias de género.
La cotidianeidad, hace referencia al mundo
individual y personal de los sujetos, a su entorno inmediato, donde se construyen los valores,
aspiraciones y se desarrollan las actividades.
En el estudio de la cotidianeidad, según Sabaté y otras (1995), se produce un cambio en la
escala de análisis geográfico, desde un parámetro global a uno eminentemente local, donde
se rescata la noción de lugar, el cual será el principal eje del estudio de las conductas
espacio / temporales en la ciudad.
Allí se definen las distintas prácticas sociales, se
manifiestan las relaciones de poder y las relaciones de inclusión y exclusión en el espacio
(Rodríguez y Araya, 2003), que se plasman cartográficamente, por lo cual es posible
observarlas en el mapa.
Los usos de los espacios van a ser el reflejo de las relaciones de poder, las cuales
establecen ciertas normas que van a definir límites sociales y espaciales. En los usos de los
espacios se manifiestan las diversas relaciones sociales que los grupos humanos
establecen, ya que son estos mismos grupos los que determinan los usos para ellos; son
estos mismos grupos los que (producto de las prácticas sociales en el espacio), establecen
66
parámetros de exclusión e inclusión en los espacios, así como también la situación o
emplazamiento de una determinada experiencia en él.
El espacio va creando una división localizadora en los individuos. Uno de los ejemplos más
relevantes en cuanto exclusión e inclusión de espacios en la ciudad, se ve en las relaciones
de género, donde se puede apreciar que existen espacios feminizados y espacios
masculinizados.
En las relaciones con determinados espacios, es donde se manifiesta la importancia de la
significación social que en estos espacios se produzca. Consecuentemente con esto, el
espacio se tendría que considerar más que como un elemento físico, sería más bien un
escenario de representación, donde los roles están asignados socialmente, con distintos
poderes simbólicos y con mayor o menor protagonismo (Sánchez, 2001).
En la configuración del espacio, son múltiples las teorías en que se explican las
desigualdades que allí se producen. Sin duda que una de ellas, es la que proviene de la
Geografía Feminista que “introduce con fuerza la metáfora geográfica para comprender las
múltiples condiciones sociales y subjetivas en la construcción del conocimiento, se encuentra
estructurado dentro de un contexto socio cultural desde el cual se elabora la descripción de
mundo” (Soto, 1998).
Para el pensamiento feminista, en la construcción del espacio se manifiestan, además de las
diferencias
socioeconómicas,
los
ciclos
de
vida.
En
cuanto
a
las
diferencias
socioeconómicas en las relaciones de género, los aportes provienen en primer lugar de la
Geografía Feminista y posteriormente de la Geografía del Género. Las diferencias se van a
entender desde el rol que juega en la sociedad el patriarcado, entendido como la explotación
económica de las mujeres por parte de los hombres y las relaciones de clase que se dan en
el
capitalismo,
donde
se
consideran
dos
sistemas
distintos,
pero
similares
e
interrelacionados, “aunque de hecho clase y género se pueden distinguir analíticamente en
un plano teórico, en la práctica no pueden ser separadas de forma fácil” (Sabaté y otras,
1995:66).
Sin duda que para el análisis de las diferencias de género, otra de las variables que más se
considera es la que se refiere a su relación con los ciclos de vida por los cuales cada un
sujeto pasa (sobre todo en el caso de las mujeres), dichos análisis generalmente se han
centrado en la edad adulta de las mujeres, en etapas en que éstas se encuentran en
reproducción física (entendida como la etapa en que las mujeres se encuentran enfocadas al
67
cuidado de los hijos y de la familia), lo que ocupa mayor tiempo libre y energía y que lleva a
aumentar las diferencias entre hombres y mujeres.
En este sentido, es importante considerar los análisis socio / demográficos, ya que se debe
tomar en cuenta la esperanza de vida y el número de hijos que las mujeres tienen. Esto, en
relación a los contextos y diferencias dadas entre países desarrollados y países subdesarrollados. Para este caso se distingue que:
a). Las mujeres en los países desarrollados, poseen una esperanza de vida superior
a los 75 años y tienen menos de dos hijos.
b). Las mujeres en los países sub-desarrollados (por ejemplo África) poseen una
esperanza de vida que bordea los 50 años y con un promedio de hijos por mujer
entre los seis y siete, lo que ocupa gran parte de sus vidas.
En el estudio desde la perspectiva de género se privilegia la comprensión del mundo desde
el lugar en donde se ubica, para conocer la experiencia marginal que la mujer ocupa en el
espacio y en la sociedad.
Experiencia que se encuentra fuertemente marcada por los
sistemas sociales, políticos, y económicos en los cuales se desenvuelven.
Los análisis desde la perspectiva de la vida cotidiana deben de tener en consideración el
lugar que la mujer ocupa en las diversas sociedades, ya que desde esta perspectiva, se
pueden analizar las diversas realidades que tanto las mujeres como los hombres viven en
determinados contextos.
En cuanto a las diferencias de género y espacio desde el punto de vista antropológico, se
debe tener presente que el espacio implica “plantear la necesidad humana de sociabilidad
tanto de individuos como grupos, pues entendemos que el espacio es una referencia
identitaria que permite a los sujetos construir relaciones sociales y a través de la
multiplicidad de estas, conformar la trama social en las que se juega su ubicación y
movilidad en el mapa social” (Soto, 1998).
El ordenamiento del espacio es el reflejo de las desigualdades sociales y de género donde
se pueden localizar los hechos y los sujetos, lo que implica un problema social, geográfico y
urbanístico entre tantos otros. Se trata de una cuestión simbólica, de imaginarios y de
prácticas donde se van construyendo los sentidos de los lugares.
68
A lo anterior, se le debe agregar el papel que juega la dimensión temporal, ya que ambas se
incorporan a las prácticas sociales de los individuos, las formas en que van construyendo
sus espacios, historias y vivencias, lo que permite que esos sujetos se sientan parte de un
lugar y vayan formando una identidad.
Las formas de identificación y de construcción de espacios a través del tiempo van a
condicionar que cada uno de los géneros posea conductas espacio / temporales distintas al
interior de la ciudad. Las conductas que diariamente realizan ambos géneros, se encuentran
fuertemente ligadas a las concepciones de mundo y a la construcción subjetiva del espacio
que cada uno de ellos tenga.
En el espacio, se reflejan las jerarquizaciones sociales y en las asignaciones espaciales y en
los modos de apropiación se pueden ver las marcas de la cultura (Rebolledo, 1998). El
espacio sirve de influencia para que se formen, estructuren y configuren las identidades
individuales y las identidades colectivas de los seres humanos.
2.14. Conductas espacio/temporales y relaciones de género.
Para el análisis de las conductas espacio / temporales y el conocimiento de las diferencias
de género que se dan en la ciudad, hay ciertos elementos importantes, tales como: la
movilidad, la distancia y accesibilidad al interior del espacio urbano. Estos tres elementos,
junto con el tiempo y el espacio son los principales componentes de las conductas temporo /
espaciales.
Las diferencias de accesibilidad, movilidad y distancia entre hombres y mujeres forman parte
importante dentro del análisis de las conductas espaciales al interior de la ciudad. Estas
diferencias dependen de las diferentes realidades en que ambos géneros se desenvuelven.
La accesibilidad será la forma en que una persona puede o no alcanzar un determinado
lugar en el espacio o la “capacidad que posee un lugar para ser alcanzado desde lugares
con diferentes localizaciones geográficas. Dicho de otro modo entendemos por accesibilidad
la cualidad de un punto o de un área para reducir los obstáculos en la comunicación de los
componentes de un sistema espacial” (Martínez y Seguí, 2003). Esta cualidad se da en un
tiempo y espacio determinado, en las cuales se configuran variados factores, uno de los más
relevantes es la capacidad y estructura de las redes de transporte.
Como manifiesta Kwan (1998), los métodos para evaluar la accesibilidad, se han basado
fundamentalmente en una lógica espacial a través de la cual la distancia desarrolla
69
movimientos en la ciudad por medio de procesos locacionales que se basan en los
desplazamientos. Como resultado, los modelos tradicionales de estudio de la accesibilidad,
movilidad y distancia que se dan en la ciudad y el acceso a ella están basadas a partir de la
creación de conceptos y lógicas espaciales similares, y la relación existente entre los
modelos urbanos y la conceptualización acerca de la accesibilidad, están íntimamente
interconectados.
Por otra parte se define un segundo elemento importante: la distancia, la cual puede ser
abordada desde diversos puntos de vista, “por un lado, debemos hablar de distancia
espacial como distancia real o física cuando nos situamos en un plano absoluto euclidiano.
Pero si aceptamos una concepción del espacio como algo relativo, podríamos afirmar que
cualquier punto no es solamente una localización en el espacio, sino también en el tiempo”
(Martínez y Seguí, 2003).
Espacio y tiempo, se encuentran estrechamente relacionados. En las relaciones espacio /
temporales, la distancia es un elemento fundamental, ya que en las distancias que deban
recorrer hombres y mujeres dentro del espacio urbano se establecerán diferencias
sustanciales de acuerdo a los roles que a ambos les toque asumir y al contexto en los cuales
se desenvuelvan.
La utilización del espacio y la percepción que de éste se tenga, dependen de la apreciación
de la distancia, la cual tiene la característica de ser subjetiva y que además se encuentra
influenciada por diversos factores como son: los socio / económicos, los culturales, los
biológicos, la edad, etc.
Es por ello, que para el estudio desde la perspectiva de la
Geografía de la Percepción el concepto distancia perceptiva, sea de fundamental
importancia, la distancia relativa, medida sobre un espacio que también tiene la
característica de ser relativo en sus diferentes dimensiones.
La unión entre la accesibilidad y la distancia va a determinar la movilidad. Esta movilidad
“manifiesta, al igual que la accesibilidad y la distancia, una gran dependencia de los niveles
tecnológicos, organizativos y culturales de las sociedades y de sus territorios” (Martínez y
Seguí, 2003).
La movilidad se va a manifestar de diversas formas en países desarrollados y
subdesarrollados, donde influyen elementos como la infraestructura, la presencia o ausencia
de actividades productivas o servicios, las condiciones sociales de la población, etc.
70
Para el caso de las diferencias de género y sus conductas espacio / temporales, la
accesibilidad, la distancia y movilidad se presentarán diferentes por diversos factores, donde
dichas diferencias se verán reflejadas en los usos del tiempo y del espacio dentro de la
ciudad.
A lo anterior interviene un factor que se asocia a los diferentes roles que mujeres y hombres
deben de asumir. Se entenderá que los diferentes roles se encuentran condicionados a
factores tales como: el trabajo (por ejemplo en la caso de la mujer, si trabaja o no, si tiene
hijos o no, su edad, condición socio-económica, etc.), el contexto social en que ambos
(hombre y mujer) se desenvuelvan, etc. Las “numerosas investigaciones sobre el tema han
demostrado que las mujeres presentan una mayor sensibilidad a factores espacio /
temporales (distancia, disponibilidad y horarios de transporte público) en su movilidad
cotidiana.
La cuestión espacial es determinante a la hora de hacer la elección de su
ocupación laboral, en el caso de que deba compatibilizarla con obligaciones familiares” (Díaz
y Jiménez, 2003). En este caso, el tiempo y el espacio en la ciudad presentan secuencias
continuas donde transitan hombres y mujeres. Sus desplazamientos transcurren durante
todo el día con variados destinos, donde se produce una espacialización funcional del
espacio y del tiempo, por ejemplo; entre los lugares de residencia y el lugar de trabajo. En
este aspecto, resultan de vital importancia los medios de transporte que hombres y mujeres
utilicen en sus movimientos por la ciudad.
En los patrones espacio / temporales y las diferencias de género, no se pueden establecer
similitudes, ya que en ambos patrones de movilidad se producen diferencias que varían
desde su posición en la ciudad, pasando por variables socioeconómicas, hasta inclusive la
edad, entre otras más. Allí, “no se pueden asumir unos patrones de movilidad comunes para
toda la población, no se pueden identificar los comportamientos del varón (adulto) productivo
con los restantes miembros de la familia, y la accesibilidad no es sólo un atributo de los
lugares (distancia, red viaria), sino también de las personas (distintos miembros de un mismo
hogar pueden tener condiciones muy dispares de movilidad en función de su edad, acceso al
automóvil, tiempo disponible, etc.)” (Sabaté y otras, 1995:179).
Si se toma en cuenta que la accesibilidad también es un atributo de las personas, cabe
destacar que la accesibilidad y movilidad influirán fuertemente en los recorridos que deba
realizar la población joven.
Esta población, en la mayoría de los casos es la que realiza sus desplazamientos en función
de sus necesidades como por ejemplo: el colegio, los lugares de diversión o trabajo, y en
71
función de los recursos que cada uno posea, lo que en la mayoría de las ocasiones se
manifiesta en usos de medios de transporte públicos al igual que en el caso de las mujeres.
(Sánchez y otros, 2003).
Se incluye en este aspecto, la variable de la edad ya que depende de ésta los diversos
accesos a los distintos puntos de la ciudad, donde el tipo de transporte que esta población
utilice determinará su accesibilidad y movilidad dentro del espacio urbano.
En cuanto a las diferencias en los usos del espacio urbano entre hombres y mujeres, se
producen también diferencias en las necesidades y aspiraciones que hay con respecto a
este mismo espacio. Uno de los aspectos más relevantes e influyentes es la inserción de la
mujer en el mercado laboral.
Este elemento, condiciona los distintos usos del tiempo y del espacio que la mujer tiene en la
ciudad y provoca cambios sustanciales en la vida cotidiana de hombres y mujeres.
Cuadro 2.1: Inserción de la mujer en el mercado laboral
Economía
global
Ofertas de trabajo
remunerado
(mujeres)
Incorporación de la
mujer al mercado
laboral
Nuevas relaciones de
género y nuevas
formas de utilización
del espacio
Fuente: Adaptado de Sabaté y otras, 1995 (p. 78).
Las nuevas formas de vida cotidiana, implican nuevas formas de vivir en la ciudad, “estas
diferencias provienen fundamentalmente del hecho de la doble carga de trabajo que las
mujeres desempeñan dentro y fuera del hogar. La incorporación masiva de las mujeres al
ámbito productivo ha supuesto una transformación radical de las formas de vida cotidiana de
los individuos, en especial de las mujeres” (García-Rosales y otros, 2003:177-178).
72
A partir de ahí, los espacios que tradicionalmente se consideran femeninos y masculinos se
irán transformando, y las formas en que mujeres y hombres se desenvuelvan en estos
espacios también sufrirán cambios.
La incorporación de la mujer al trabajo produce transformaciones en los patrones de
movilidad. El tipo de actividad que la mujer realice se consideraría un factor importante para
conocer los patrones espacio / temporales entre hombres y mujeres, por tanto, el medio de
transporte que utilice será un elemento fundamental para tal conocimiento.
Para tal efecto, se debe tomar en consideración el medio de transporte que utilicen por
motivos de trabajo. Los diferentes medios que se considerarían serían: desplazamientos a
pie (este hecho permite plantear la hipótesis de que la población se encuentra más cerca de
su casa buscando mayor comodidad para poder conciliar las labores domésticas y
familiares), desplazamientos en medios de transporte público (donde se debería considerar
la ubicación de la casa y el trabajo, el tiempo que demora en llegar a su trabajo, la ubicación
en la ciudad, etc.), y por último, la utilización de un medio de transporte privado.
Los
espacios se encuentran segregados, de esta forma, las desigualdades del acceso y uso de
ciertos espacios se encuentran ceñidos a ciertas clasificaciones que son importantes de
rescatar.
Por último, se debe considerar que la accesibilidad es un atributo individual, quienes lo
crean, lo hacen a través de las actividades diarias y sus desplazamientos. Tiempo, espacio
y patrones de actividades individuales, son elementos integradores de las mediciones
espacio / temporales que se realizan. Las mediciones espacio-temporales se construyen
sobre una fundación conceptual que responde más de cerca de las explicaciones teóricas
sobre la forma urbana y el comportamiento espacial humano en ciudades contemporáneas.
Más bien, la proximidad que existe puede ser pensada en contextos de mediciones que
incorporan sus propias actividades individuales y contrastes en las características del
ambiente urbano de los individuos.
Uno de los aspectos más relevantes en las conductas espacio / temporales es la movilidad y
accesibilidad que hombres y mujeres presentan en la ciudad, donde influyen: la organización
de las actividades, los usos del suelo en la ciudad y la estructura urbana -compacta o
dispersa-, ya que condicionan los parámetros de movilidad.
Es el tiempo el que constituye uno de los elementos más importantes para conocer la
movilidad cotidiana, el cual es inseparable el espacio. El tiempo resulta ser un elemento
73
fundamental en el recorrido de las trayectorias individuales. Lo anterior, no sólo se refiere al
tiempo disponible para ciertas actividades, sino también al programa de actividades que los
sujetos poseen durante el día. De esta manera, hombres y mujeres suelen tener diferentes
construcciones temporales para sus actividades dentro del día (Kwan, 1998).
A lo anterior, se le debe de agregar la influencia de las tecnologías y los medios de
información. Tal como señala la misma autora, el tiempo que las personas emplean usando
las nuevas tecnologías de información (por ejemplo: Internet) toma el tiempo de otras
actividades, y se pueden
producir distintas consecuencias geográficas asociadas al
reemplazo del tiempo, que puede ser descrito como el reemplazo del espacio-tiempo por
efecto de las nuevas tecnologías.
Si la gente utiliza Internet, ocupan el tiempo de
actividades sociales, y como los usuarios de Internet permanecen en línea, pueden ocupar el
tiempo comprando o visitando tiendas.
Recientes estudios observan también una
considerable reducción en desplazamientos al trabajo y un reemplazo de las actividades
espaciales por telecomunicaciones (Kwan, 1998). Sin embargo, bajo estas circunstancias no
se debe tomar como un factor determinante en las conductas espacio/temporales variables
como el nivel socioeconómico, actividad realizada, o edad.
Según Díaz y Jiménez (2003), las mujeres tienen una mayor sensibilidad a factores espacio /
temporales (distancia, disponibilidad y horarios de transporte público) en su movilidad diaria.
En este sentido, el trabajo que la mujer elija es fundamental ya que considera todos estos
factores a la hora de insertarse en el mercado laboral, pues se ve en la obligación de
compatibilizar las labores familiares con las referentes al trabajo.
En cuanto a la accesibilidad, ésta se planteará en base a la elección del medio de transporte
que la familia presente, donde “evidentemente, las condiciones de movilidad dentro de ese
hogar serán muy variables en función del acceso o no, a determinados medios de transporte,
como también de la edad o del tiempo disponible de cada uno de sus miembros” (Díaz y
Jiménez, 2003).
En este sentido, las diferencias de género estarán marcadas porque son las mujeres las que
en su mayoría usan los medios de transporte público. Cartográficamente las relaciones
espacio-temporales que se dan en la ciudad, se manifiestan en los movimientos que
hombres y mujeres realizan. Generalmente, los movimientos de las mujeres van de un sitio a
otro, es decir, son poligonales; de la casa al trabajo, de compras, al médico, al colegio, etc.
Utilizan los medios de transporte que estén a su disposición, donde se incluyen las
limitaciones de tiempo, precio o comodidad. Sin embargo, los movimientos de los hombres
74
tienen la característica de ser pendulares, generalmente de la casa al trabajo (Sánchez y
otros, 2002).
Las condiciones de movilidad y de accesibilidad producidas por las conductas espacio /
temporales, son las que condicionan el mayor o menor conocimiento que tengan hombres y
mujeres de la ciudad, por lo tanto tendería a producirse una correlación entre el
conocimiento del espacio, movilidad y accesibilidad, los cuales dependen de múltiples
factores como culturales, socio / económicos, ciclo de vida, etc.
Desde la perspectiva de la Geografía de la Percepción y la vida cotidiana se produciría una
estrecha relación entre movilidad y usos del tiempo, ya que a mayor tiempo libre, mejor es el
conocimiento del entorno espacial. Lo anterior, depende de la ubicación de los hogares en
la ciudad, el trabajo, el medio de transporte, condición socio / económica, etc. En el caso de
una mujer que se encuentra inserta en el mercado laboral, el conocimiento del espacio va a
ser funcional al lugar donde trabaja, sin embargo, aquella mujer que se dedica sólo a las
labores domésticas, sus conductas van a estar relacionadas con la localidad, como por
ejemplo el barrio y los entornos de éste.
Para el análisis de los usos espaciales, es importante reconocer que en el caso del estudio
de la vida cotidiana y las conductas espaciales, existen diversos espacios en que se
desenvuelven hombres y mujeres.
Según la clasificación que realiza Blanca Oliva Peña, se deben delimitar los espacios para
su posterior análisis, en donde se reflejan las relaciones de género.
Dentro de estos espacios se encuentran:
a). Espacio privado: se relaciona con las actividades que culturalmente se identifican como
propias de la vida íntima de las personas, por ejemplo: cuidado y aseo personal, vida sexual,
cuidado de los hijos, etc. Es decir, el espacio privado va a ser identificado con el hogar, el
lugar donde habita la persona, donde comienza y termina sus rutinas diarias.
b). Espacio exterior: que generalmente se le identifica con las calles, las plazas, el parque.
Son los lugares en que la gente está de paso y constituye una extensión de las actividades y
responsabilidades que se realizan en el espacio interior.
c). Espacios públicos: en este espacio, se dan las actividades que realizan los distintos
grupos sociales, donde se aprecian diferencias de género, edad, clase social, ocupación,
75
etc. Se supone que todos los seres humanos tienen la libertad de ocuparlos, sin embargo,
es el régimen de propiedad que funciona como un ente regulador, ya que prohíbe o delimita
el acceso y uso de estos espacios.
d). Espacios puente: asociados con los puntos de apoyo para ejecutar cambios. No se les
conoce como una referencia estable, sólo son circunstanciales. Los usos de estos espacios
varían según los intereses de quienes los ocupan y desaparecen cuando ya han logrado su
objetivo.
El ordenamiento del espacio se realiza a través de la disposición de los lugares en donde se
localizan los hechos y las personas. En las conductas espaciales más que los hechos
urbanísticos o geográficos, lo que importa son las diferencias o desigualdades que ahí se
dan. Se ponen en juego y se manifiestan las connotaciones simbólicas que tienen los
espacios, las cuales son dadas por los seres humanos.
Los espacios tienen variados
significados, se encuentran las representaciones de éste, lo imaginarios, prácticas y
acciones, donde paulatinamente los seres humanos van construyendo el sentido de lugar, el
sentido de pertenencia (Soto, 1998).
En el espacio los sujetos va construyendo los límites y las relaciones, donde ordenan y dan
un sentido a la acción de habitar, con sus ideas, creaciones, proyectos e historias de vida, lo
que permite la creación de procesos de identificación, pertenencia y diferenciación.
De esta forma, se va construyendo una realidad subjetiva, que está relacionada con nuestras
prácticas cotidianas, el significado que ellas van adquiriendo se presentan en coordenadas
espaciales y temporales.
Los espacios y los lugares, sirven como figuras de identificación, hay una afirmación del otro
y de yo, donde influyen simbólicamente las diferenciaciones en la disposición de los sujetos,
situaciones y prácticas en la ubicación de los individuos en los espacios urbanos.
La dimensión temporal en las conductas espaciales resulta de vital importancia, ya que
tiempo y espacio pasan a ser categorías indivisibles en los análisis de patrones espacio /
temporales en la ciudad.
El tiempo, puede considerarse como un recurso imprescindible en los análisis de género,
como un bien escaso que no se puede renovar, siendo estas características particulares las
que influyen decisivamente en las elecciones y organización de las actividades cotidianas
que realizan los individuos.
76
Según Sabaté y otras (1995), los usos del tiempo limitan o no limitan las posibilidades de
realizar unas u otras tareas, para organizarlas en el espacio.
Así como, en la revolución industrial se marca la diferenciación de los espacios, el tiempo
también experimenta cambios, ya que se produce una distinción del tiempo en:
a). Tiempo productivo: que se encuentra designado a las actividades laborales, es decir, la
regulación de los tiempos de trabajo.
b). Tiempo reproductivo: el cual se dedicaría a las actividades en el hogar y de sus
miembros.
Esta división en los usos del tiempo, inmediatamente produce una división sexual del trabajo
que se mantienen hasta nuestros días. Así, hombres y mujeres organizan sus actividades
en función de estos tiempos, en diversos espacios y desde el punto de vista de la vida
cotidiana, se apreciarán las rutinas y ritmos de las actividades en el tiempo, donde también
se deben de incluir los usos del tiempo libre, de ocio, trabajo, familiar, personal, etc.
En cuanto a las relaciones de género y su manifestación en las conductas espacio /
temporales, las diferencias que se aprecian resultan ser significativas. La apropiación del
espacio por parte de los individuos lleva a que en una primera instancia se planteen
diferencias de género, de edad e inclusive incompatibilidades sociales. Cada uno de los
espacios que los individuos ocupan en la ciudad, están cargados de simbolismos y
significancias que van a producir diferencias marcadas entre las personas.
En el caso de las diferencias de género y sus conductas espacio / temporales, van a estar
fuertemente influenciadas por las actividades que hombres y mujeres lleven a cabo en un
período de tiempo determinado.
Las diferencias más claras que se dan en dichas conductas entre hombres y mujeres, se
producen en los usos del tiempo y el espacio, cuando uno u otro debe conjugar las
actividades laborales con las domésticas.
Desde este punto de vista, es importante analizar que, a diferencia de los hombres, las
mujeres deben adaptar sus tiempos para el cumplimiento de las actividades hogareñas y
laborales.
En cuanto al tiempo de trabajo de las mujeres, según Díaz y Hola (2001), se puede apreciar
que se produce una flexibilidad en el tiempo de trabajo, el cual se manifiesta en:
77
a).
Variabilidad
en
el
tiempo
de
trabajo: manifestada en jornadas laborales
extremadamente largas, sobre todo en el sector comercio, claramente visible en el uso del
tiempo extra, lo que extiende las jornadas laborales, sobre todo en las grandes multitiendas
comerciales.
b). Distribución horaria: manifestada en la realización de tareas extras por parte de las
trabajadoras, como reuniones de capacitación, información, etc., las que obligan a
permanecer una mayor cantidad de tiempo en sus lugares de trabajo. “Hay modalidades en
el tiempo de trabajo de “libre disposición” que obligan al trabajador a estar, sin limitación de
tiempo a disposición del empleador, donde el trabajador tiene que estar al servicio de
cualquier imprevisto...” (Díaz y Hola, 2001:103), lo que obliga a que tanto mujeres como
hombres permanezcan mayor cantidad de tiempo en el trabajo, y que las labores domésticas
o familiares se transformen en labores de tiempo libre o de ocio.
El sector comercio, es el que más fuerza de trabajo feminizada posee, principalmente por la
adaptabilidad de este tiempo a la realidad que las mujeres viven. Este sector, tiende a
contratar mayor cantidad de mujeres a tiempo parcial (elemento importante), ya que este
tiempo produce una precarización del empleo y a las mujeres les es mucho más difícil contar
con tiempos de ocio.
Espacialmente, dicho fenómeno se manifiesta en que las conductas de las mujeres se van a
desarrollar sólo en el radio del trabajo a la casa. Ello provoca y manifiesta una menor
movilidad, por tanto, implica un menor conocimiento del entorno espacial (López, 2002:103).
El trabajo parcial es un trabajo para las mujeres, ya que de esta forma logran conciliar la vida
familiar o doméstica con la esfera productiva, el que pasa a ser un problema casi
exclusivamente de ellas.
La inserción paulatina de las mujeres en el mercado laboral, produce una distribución
desigual en los usos de los tiempos por parte de mujeres y los hombres, quedando esto de
manifiesto en el hecho que las mujeres tienen menos oportunidades laborales que los
hombres1 y mayores posibilidades de convertirse en trabajadoras de segunda categoría, lo
que lleva a que se acrecienten las desigualdades entre ambos géneros. Además, existe un
1
En el contexto actual, los trabajos a tiempo parcial resultan importantes para las mujeres, ya que permiten a éstas
dedicar el tiempo necesario a sus familias, por ello, los trabajos se “adaptan” a las realidades que viven las mujeres.
Es en el sector comercial, muy característica la tendencia a contratar mujeres “part-time”, es decir, ciertos días y en
un horario determinado (Díaz y Hola, 2001).
78
dato aún más decidor, al ver que habitualmente no es reconocida su presencia en el mundo
laboral y familiar.
Debido a que el tiempo de trabajo nunca se agota, las mujeres han debido idear estrategias
y prácticas para adaptar sus vidas a los tiempos de trabajo, a sus necesidades, obligaciones
o intereses laborales.
La carga laboral de las mujeres cada día ha ido aumentando, lo que ha provocado una
infravaloración de su trabajo y condiciones más precarias en el trabajo reproductivo.
Generalmente las mujeres reciben salarios menores y se ven obligadas a trabajar de forma
irregular, situación que las obliga a transformarse en una mano de obra flexible, barata y que
satisface todas las necesidades del sistema en el cual se ven inmersas.
Estos cambios se reflejan espacialmente, ya que las nuevas formas de relaciones de género
van a producir nuevas formas de utilización de los espacios, los que se encuentran
fuertemente influenciados por los diversos cambios en la vida cotidiana y en las conductas
espacio-temporales.
En cuanto al uso del espacio urbano, las desigualdades entre hombres y mujeres también
son evidentes. Estas diferencias se aprecian y provienen también de la incorporación de la
mujer al mundo laboral, y “provienen fundamentalmente del hecho de la doble carga de
trabajo que las mujeres desempeñan dentro y fuera de la casa (....) la incorporación masiva
de las mujeres al ámbito productivo ha supuesto una transformación radical en las formas de
vida cotidiana (....) en las familias y paulatinamente en los hombres (....)” (Sánchez y otras,
2002:117).
Esta nuevas formas de vida se manifiestan espacialmente en la ciudad, y afectan
particularmente a las mujeres en su movilidad y accesibilidad, las que se enmarcarán
dentro de las actividades que ellas deban cumplir (generalmente los trayectos que realizan
desde el trabajo a la casa).
Dentro de este mismo aspecto, cabe señalar que las mujeres se desenvuelven en distintos
espacios, y es en ellos donde se desarrolla la vida cotidiana de las mujeres y de los
hombres. Así Serrano y Raczynsky (1992) distinguen diversos espacios de acción de las
mujeres, los cuales generalmente se asocian al barrio; donde “el espacio local es un espacio
potencia de acción en materia social planificada, con participación de la comunidad y con
relevancia y protagonismo de las mujeres” (Serrano y Raczynsky, 1992:22).
79
Tradicionalmente el espacio de acción de las mujeres ha sido el espacio privado, intentando
equilibrar las tareas reproductivas, físicas y afectivas. Es importante conocer la perspectiva,
de que las mujeres son las que se mueven en al ámbito de lo local: la casa, el barrio, la
comuna, etc., ya que son las que más requieren los servicios de los alrededores de su casa,
pues son ellas las que generalmente recurren a los servicios de salud, municipio, educación,
entre otros.
Cuando las mujeres tienen que salir de ese radio, ya sea por situaciones laborales o de otra
índole, ellas son las que en su mayoría se movilizan en la ciudad a través de medios de
transporte público. Dichas formas de movilidad en la ciudad pueden ser limitantes o no en la
accesibilidad de las mujeres a unos servicios u otros, por ejemplo: el sentimiento de
seguridad que tienen las mujeres con respecto a los medios de transporte público, será un
factor importante en las decisiones que ellas tomen a la hora de realizar sus rutinas diarias
por el hecho de querer elegir un tipo de transporte a determinadas horas (Sánchez y otros,
2002).
Las conductas temporo / espaciales que presentan los hombres y las mujeres, están muy
relacionadas con la accesibilidad a los recursos que los sujetos tengan, por ello, es
importante constatar las diferencias de género en cuanto movilidad y accesibilidad en la
ciudad. Estas diferencias, van a estar centradas en las diversas realidades en que hombres
y mujeres se desenvuelvan.
80
CAPÍTULO III: ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO EN LOS
MAPAS COGNITIVOS DE JÓVENES DE CUARTO AÑO MEDIO
En este capítulo se entregan los resultados de la encuesta aplicada y se tratan algunas de
las diversas implicancias que las situaciones detectadas tienen en la percepción del medio
urbano y en el diseño de las rutinas espacio/temporales. Se identificaron las características
principales de los movimientos pendulares de los estudiantes muestreados, los elementos
del paisaje urbano que ellos rescataron, así como también, las calles por las que transitan,
atendiendo a las categorías propuestas por Kevin Lynch (1962), las que, en virtud de lo
anterior, se utilizarán solamente los conceptos de hitos y vías, ya que, son los más
recurrentes en los esbozos de mapas de los estudiantes encuestados.
Además, se efectuó una caracterización socioeconómica y de diferencias de género para
analizar cómo estos factores influyen en las conductas espaciales.
3.1. Uso del tiempo y percepción del Mall como hito urbano.
El cuestionario nº 2 estaba conformado por una serie de preguntas tendientes a visualizar la
apreciación, por parte de la población muestreada, del hito urbano mall. Asimismo, este
cuestionario se divide en dos secciones correspondientes a los días de semana y los fines
de semana.
A continuación se presentarán los resultados obtenidos en la aplicación del cuestionario N° 2
del instrumento construido. Se presentará la población muestreada dividida por sexo, para a
partir de esta división apreciar las diferencias de género existentes en sus conductas
espacio-temporales frente al hito urbano mall.
Los resultados que se analizan serán divididos por hombres y mujeres, los cuales no toman
en consideración el colegio de su procedencia, ello porque al identificar diferencias por
colegio se agrega la variante socioeconómica, variable que no está contemplada en esta
parte del instrumento y del presente análisis.
81
Por el contrario, las preguntas que se plantearon solamente se encuentran enfocadas para
saber el comportamiento individual de los estudiantes frente al hito urbano mall. Es así como
en este punto del análisis resulta fundamental plantear diferencias de sexo y a partir de ello
establecer las diferencias de género.
Los resultados arrojados permitirán visualizar el impacto del hito urbano mall en la vida
cotidiana y en sus conductas espacio-temporales de hombres y mujeres.
En el caso particular de los sujetos estudiados, debido al rango etáreo en que se encuentran
(entre los 17 y los 20 años) vivencian al mall como un hito consolidado dentro del paisaje
urbano y parte integral dentro de sus conductas espacio-temporales. Este elemento se
transforma en comparación, por ejemplo a personas de más de 30 años- un componente
importante al interior de la ciudad.
Se debe destacar también que este análisis contempla las actividades realizadas durante los
días laborales y los fines de semana, para que de esta manera se pueda apreciar de mejor
forma las diferencias que se plantean al momento de analizar si el mall verdaderamente se
transforma en un hito urbano. Además la muestra durante los días de la semana cumplen el
rol de estudiantes lo que les lleva a usar el tiempo y el espacio de formas que ya se
encuentran establecidas dentro de la sociedad por ejemplo: las horas de inicio y término de
su jornada escolar (desde las 08:00 hasta 16:00 hrs. aprox.), jornada que debe ser cubierta
dentro de los propios establecimientos educacionales.
La constante transformación del entramado urbano repercute en las funciones económicas,
culturales y perceptuales de la ciudad. En este sentido, el mall representa la etapa actual de
la transformación económica de las ciudades, concentrando dentro de sus dependencias la
distribución de bienes y servicios que con anterioridad desempeñaron los pequeños centros
comerciales.
El mall se ha insertado en la ciudad como un espacio alternativo en el cual es factible
realizar diversas actividades: compras, entretención, trabajo, etc. esto ha llevado a convertir
a estos centros comerciales en una opción al momento del uso de los tiempos y de los
espacios. En cuanto al uso del tiempo libre los centros comerciales son una variante a las
plazas y parques que manifiestan ciertas características que le han permitido desplazar
paulatinamente a estos sitios por ejemplo: guardias de seguridad, lugares techados con aire
acondicionado, reunir en un solo espacio locales de bienes y servicios, etc.
82
Al momento de plantearse el uso del tiempo libre que hace la población estudiada se obtuvo
(a través de una pregunta abierta) la siguiente información.
Cuadro 3.1: Lugares en que hacen uso del tiempo libre durante los días laborales de la semana
Tiempo libre
Casa
Plaza
Mall
Colegio
Hombres
Mujeres
1,9%
60,8%
67,3%
3,2%
1,9%
1,0%
3,8%
11,9%
Club
deportivo
3,8%
1,0%
Casa
amigo
1,9%
2,1%
Distinto
15,3%
18,4%
Fuente: elaboración propia.
La diferencia entre hombres y mujeres es muy notoria respecto del uso del tiempo libre.
Articulando la diferencia de sexo como factor al momento de optar un lugar para pasar el
tiempo las mujeres encuestadas optan por su casa, en segundo lugar el colegio.
Las mujeres reproducen, ya a esta edad, los modelos de una sociedad que mueve al sexo
femenino a ocuparse en labores domésticas, lo que inmediatamente repercute en el uso del
espacio, definiendo un radio de movilidad al interior de la ciudad caracterizado por
movimientos organizados desde la casa a un lugar muy específico (colegio, centros
comerciales, etc). Es en este momento donde las mujeres presentan un conocimiento
espacial parcelado que se encuentra fuertemente influenciado por la labores que ellas
realizan.
En los días laborales la mayor parte del tiempo libre del cual ellas disponen lo pasan en su
casa, o bien, en los alrededores de ésta. Es en este tiempo donde la mujer se desenvuelve
en el espacio privado del hogar y donde tiene que realizar las actividades que
tradicionalmente se le asignan.
Se debe considerar que entre las mujeres encuestadas, pocas son las que trabajan. Al
mismo tiempo, cabe destacar que en este sub-grupo el papel de cuidadora del hogar se
encuentra aún más arraigado que en el caso de los hombres, lo que es una clara
manifestación de las diferencias de género.
En contraposición, los hombres encuestados ponen en primer lugar a la plaza para pasar su
tiempo libre. A diferencia del rol social que se confiere al sexo femenino, el masculino
mantiene una cierta libertad respecto a labores domésticas. Además, la plaza es un lugar de
encuentro para los jóvenes en los cuales no es necesario gastar mucho dinero para
mantenerse en ella. En ambos casos, el mall no aparece como un lugar por el cual se opte
para pasar el tiempo libre. Al parecer, la principal causa de esto estaría en que la población
estudiada está compuesta por sujetos que no poseen un poder adquisitivo importante,
83
situación que se traduce en una suerte de inhabilitación para participar de estos espacios,
toda vez que los códigos de acceso a ellos son básicamente mercantiles.
En el caso de los fines de semana se manifiesta lo siguiente:
Cuadro 3.2: Lugares en que hacen uso del tiempo libre los fines de semana
Hombres
Mujeres
Casa
Plaza
Mall
Colegio
3,8%
40,3%
3,8%
6,5%
1,9%
10,0%
3,8%
4,5%
Club
deportivo
3,8%
7,0%
No
responde
3,8%
13,0%
Distinto
48,0%
18,4%
Fuente: Elaboración propia.
En el uso del tiempo libre los fines de semana por parte de las mujeres, se debe tener en
cuenta que ellas pasan el mayor tiempo en sus casas, como segunda opción un lugar
distinto y en tercera opción el mall. Este dato confirma la dinámica en que la mujer se estaría
desenvolviendo más en el ámbito privado del hogar. Las tareas que ella realiza en su casa
pueden ir desde cuidar a los niños hasta estudiar y al momento que salir de ese radio, las
mujeres se dirigen a aquellos lugares que se encuentran cerca de sus casas, ya que son
espacios conocidos y lugares que ellas estiman seguros.
La tercera alternativa es el mall. En este caso se ve que las mujeres optan por estos centros
comerciales donde se cumplen requerimientos básicos para el desenvolvimiento de la mujer.
Por ejemplo, la seguridad; encontrar servicios expeditos.
Lo anterior se manifiesta en conductas espacio-temporales determinadas por las
necesidades de los roles que a la mujer le corresponde asumir. Por ejemplo, en el caso de
los mall, se debe tener en consideración que, últimamente, se han instalado
grandes
cadenas de supermercado. Por lo tanto, en el mismo espacio, se puede comprar insumos
para el hogar, ropa, pago de cuentas, servicios higiénicos, etc.
En el caso de los hombres, las alternativas están respondidas con porcentajes equivalentes,
a excepción de otros lugares, con casi el 50%. Esto demuestra que los hombres, ya a esta
edad, manifiestan una mayor movilidad espacial, porque a diferencia del rol de la mujer, la
sociedad no les exige cumplir con labores domésticas de manera rigurosa. Esto implica un
mayor conocimiento espacial, ya que otros lugares consistía en una combinación de los
anteriormente propuestos.
De los cuadros expuestos anteriormente, se extrae que el mall no se presenta como un lugar
relevante al momento de los usos del tiempo libre. Sin embargo, al momento de plantear una
84
pregunta dirigida relacionada con las visitas al mall (tanto los días de semana como en los fin
de semana) se obtiene el siguiente resultado:
Cuadro 3.3: ¿Visita algún mall los días de semana laborales?
No responde
Si
No
Hombres
4,0%
28,8%
65,3%
Mujeres
1,0%
48,9%
48,9%
Fuente: Elaboración propia.
Al momento de responder este ítem, donde se preguntaba si se visitaba el mall, las
respuestas afirmativas se inclinan a las mujeres, con casi 20 puntos porcentuales más que
los hombres. No obstante el mismo porcentaje de mujeres respondió en forma negativa,
estos números reflejan que, a pesar que el mall no aparece como hito urbano o como lugar
de ocio, si es visitado por un importante número de los encuestados. La mayor cantidad de
mujeres se debe a que, si bien no tienen poder adquisitivo, la costumbre de ver las vitrinas –
ocasionalmente acompañada por amigas y/o familiares- se aprecia como buen pasatiempo,
incluso legitimado socialmente (no es mal visto que una mujer visite las vitrinas de múltiples
tiendas para comparar precios o simplemente como pasatiempo) cosa que no ocurre en el
caso de los hombres. A pesar de esto, los malls ofrecen alternativas para estos jóvenes,
pues muchos tienen centros de videojuegos donde, poco a poco, comienzan a consolidarse
nuevos espacios de reunión.
Cuadro 3.4: ¿Visita algún mall los fines de semana?
No responde
Si
No
Hombres
9,6%
53,8%
36,5%
Mujeres
7,6%
71,7%
19,5%
Fuente: Elaboración propia.
Esta es una pregunta especialmente intencionada para saber si esta población en su tiempo
libre vista estos centros comerciales. En el caso de los hombres y de las mujeres parece ser
que el pasatiempo es ir a los mall.
Sin embargo, se aprecian fuertes diferencias entre hombres y mujeres. Es en el caso de las
mujeres donde mayor porcentaje se aprecia (un 70% de ellas visita el mall).
En este sentido no se puede caer en reiteraciones: los mall son espacios en que las mujeres
se sienten mas seguras. También hubiese sido importante saber si de estas mujeres
encuestadas cuantas de ellas trabajan en los mall.
85
A pesar de ello, se debe de tener en cuenta que los mall se transforman espacios no
tradicionales (como lazas o parques) donde todo se encuentra a la mano y donde se sigue
un cierto sistema de recorrido, etc.
El caso de los hombres (donde se aprecia que el 53.8% de ellos visita el mall) se ve un
menor porcentaje de visitas a estos centros comerciales los fines de semana, lo anterior, se
estaría relacionando con el radio de movilidad que éstos poseen en relación a las mujeres.
Los varones son los que poseerían un mayor radio de movilidad, ellos mismos tendrían
mayores posibilidades de visitas a distintos lugares donde elementos como la seguridad no
serían tan relevantes como en el caso de las mujeres.
3.2. Análisis de los esbozos de mapa
Al momento de configurar el esbozo de mapa, se solicitó a este grupo de estudiantes que
realizaran un dibujo donde se evidenciara el trayecto que efectúan desde que salen de su
casa hasta que regresan a ella. En este esbozo, debían incluirse los elementos del paisaje
urbano que más llamaran su atención. Para esta investigación se recurrió a la categoría
levantada por Kevin Lynch (1962), según la cual se rescatan los hitos relevantes del paisaje
urbano y que se presentan como elementos orientadores en la ciudad, recibiendo el nombre
de hitos.
Al observar los esbozos de mapas hechos por los alumnos, fue posible analizar la
percepción y representación dada por sus movimientos pendulares (trayecto casa - colegio)
y por sus movimientos puntuales.
Los desplazamientos que se manifiestan en los esbozos de mapa, son una representación
de la comprensión que los encuestados poseen del espacio urbano en el cual se
desenvuelven. La base de esta representación, es la acumulación de información recibida
producto de los movimientos que realizan en sus trayectos diarios, específicamente en los
movimientos pendulares y de los movimientos puntuales que realizan al interior de la ciudad.
A partir de clasificaciones como las de Kevin Lynch (1962) es posible distinguir, desde el
comportamiento individual de dichos estudiantes, las imágenes mentales que ellos tienen
respecto de la ciudad, las cuales resultarán sólo como un indicador de procesos generales
en la toma de decisiones espaciales por parte de la generalidad de estudiantes de
enseñanza media en la ciudad de Santiago.
86
Al momento de analizar los elementos relevantes del espacio urbano, es necesario tomar en
consideración las percepciones de grupo y las percepciones individuales.
En las percepciones de grupo, existen hechos del mundo real que se aceptan de manera
universal con respecto al medio geográfico, el sujeto parte de la base de que algunos hechos
o manifestaciones son de dominio público; al hablar de imagen universal, dicha imagen debe
ser compartida por sujetos que son parte del mismo ciclo de vida (jóvenes entre 17 a 20
años de edad, que están terminando la enseñanza media) olvidando imágenes de adultos,
ancianos o niños más pequeños, es decir, al hablar de percepciones de grupo en el caso de
éstos estudiantes, se reúnen elementos que para el conjunto de esa edad son fácilmente
identificables, son imágenes que se comparten y que cambian a través del tiempo,
dependiendo de las actividades que realizan, de los roles que cumplan en su contexto, de la
edad en que se encuentren, etc. Por ejemplo, las plazas se perciben (para este grupo de
estudiantes) como un espacio de socialización, de fácil acceso y donde se gasta una menor
cantidad de dinero, lugares donde comparten con sus amigos en sus tiempos libres.
Las percepciones individuales en cambio, surgen de un sujeto que conoce menos del mundo
respecto del grupo o cultura a la que pertenece, donde su espacio subjetivo es más complejo
y difícil de estudiar, el cual se apoya fundamentalmente en simplificaciones y estereotipos, lo
que da como resultado un complejo proceso de percibir, sentir, creer y pensar; y donde estos
sujetos han sido influenciados por la cultura a la cual pertenecen. A pesar de las mismas
limitaciones impuestas por ella, cada persona percibe el medio de forma diferente y sus
experiencias personales influyen en la percepción de las imágenes presentes. Por ejemplo,
una calle que para el colectivo se percibe como segura, para una persona que ha sido
asaltada en ella la percibirá como peligrosa e insegura.
Por tanto, los análisis que se presentan a continuación resultaron ser el conjunto de las
percepciones individuales y colectivas que este grupo posee en los desplazamientos que
diariamente realizan.
Desde el punto de vista del análisis, cabe tener presente que la población a la cual se le
aplicaron los instrumentos, se encuentra en una etapa de su ciclo de vida en que
culturalmente se establece un cambio de fase. De acuerdo al establecimiento, se aprecia
que los estudiantes del Liceo Madre Vicencia y Nuestra Señora de Andacollo, pasan de una
etapa de educación media (la cual se caracteriza por poseer reglas que ya están
establecidas, sobre todo en la comunidad educativa y donde hay una dependencia mayor
por parte de los estudiantes del grupo familiar) a una enseñanza universitaria, donde les toca
87
asumir el rol de estudiantes pero con otras connotaciones, en las cuales se destaca una
cierta independencia con respecto al núcleo familiar y desde el punto de vista de la movilidad
al interior de la ciudad, puesto que son más independientes al momento de desplazarse al
interior de ésta.
Sin embargo, y dada las características del Instituto Superior de Comercio Diego Portales,
los estudiantes de este establecimiento egresan directamente para insertarse a un mercado
laboral. La educación que se imparte en este establecimiento, presenta normas que están
acordes al perfil profesional que pretenden tener de sus egresados, normas que se
relacionan con la inserción directa a un mundo laboral que se caracteriza por un mayor uso
del tiempo en espacios formales y ocupando más tiempo reproductivo.
Sin embargo, el mercado de trabajo al que apuntan estos estudiantes, no alcanza absorber
de manera eficaz la mano de obra que egresa de establecimientos técnico/profesionales,
pues al momento de optar por un postulante, las empresas prefieren a quienes tengan
estudios superiores, ya sea de universidades o institutos profesionales, en desmedro de los
alumnos de establecimientos técnico/profesionales.
Lo anterior resulta de vital importancia, ya que éstos, cuando logran ingresar al mundo
laboral, tienen una preparación insuficiente con respecto a los egresados de la educación
superior.
Cuadro 3.5: Caracterización general de los establecimientos estudiados.
Colegio
Nuestra
Comuna
Tipo de
enseñanza
Financiamiento
Santiago
Científico /
Particular /
Centro
humanista
subvencionado
Madre
Estación
Científico /
Particular /
Vicencia
Central
humanista
subvencionado
Señora de
Andacollo
INSUCO
Ñuñoa
Técnico /
profesional
Pago anual (en
miles de pesos)
300
250
Corporación
privada, con aporte
80
del Estado
Fuente: Proyecto educativo Madre Vicencia y Nuestra Señora de Andacollo y Entrevistas en
instituto Superior de Comercio Diego Portales.
88
A partir de este cuadro, se infiere que los estudiantes de los establecimientos Madre
Vicencia y Nuestra Señora de Andacollo, presentan diferencias económicas relevantes a la
hora de compararlos con el Instituto Superior de Comercio Diego Portales, donde dichas
distinciones influyen en mayor o menor medida en sus conductas espaciales al interior de la
ciudad.
Un indicador fundamental de estas diferencias se manifiesta en el pago de las anualidades,
el cual resulta ser factor relevante, y uno de los indicadores a la hora de caracterizar
económicamente a la población, lo que se demuestra en la cantidad de dinero que pagan en
cada uno de los establecimientos.
Estas diferencias se encuentran relacionadas con las posibilidades de pago que cada una de
estas familias posee. El hecho de poder solventar una educación que sea un poco más
elevada –para el contexto en el cual se desenvuelven- es un elemento importante a la hora
de analizar a que tipo de familia apunta cada colegio.
El Instituto Superior de Comercio Diego Portales, al poseer una anualidad exponencialmente
inferior a los otros dos colegios, se enfoca a hogares de menor ingreso cuyo objetivo es que
sus estudiantes se inserten prontamente al mercado laboral.
Los estudiantes a quienes se les aplicó el instrumento, se encuentran insertos en un
contexto en el que les toca asumir un rol que involucra el cumplimiento de ciertas
actividades, por ejemplo, la obligación que tienen de asistir al colegio como una forma de
mejorar la calidad y expectativas de vida tanto de ellos como de sus familias.
A lo anterior, se le debe agregar otro elemento importante, como es la comuna donde se
ubican estos establecimientos educacionales, allí se aprecia una contradicción, puesto que
el Instituto Superior de Comercio Diego Portales, se encuentra en una comuna que se
percibe por el colectivo como perteneciente a un estrato socioeconómico medio/alto, las
anualidades que los padres y apoderados cancelan son menores en relación a los otros dos
establecimientos. A diferencia, por ejemplo, del Liceo Madre Vicencia, percibida por el
colectivo como de estrato socioeconómico medio/bajo, donde las anualidades son un 68%
más que en el Instituto Superior de Comercio Diego Portales.
Un elemento que acompaña a lo anterior, y que refleja las diferencias socioeconómicas a la
hora de analizar las conductas espaciales al interior de la ciudad, es el hecho de que del
universo total de encuestados (170) sólo 16 de ellos trabajan, de los cuales la mayoría
89
pertenecen al INSUCO, y en menor medida a los otros dos establecimientos, tal como se
puede comprobar en el siguiente gráfico.
Gráfico 3.1: Número de estudiantes que trabajan según colegio.
11
12
10
8
6
4
4
1
2
0
INSUCO
Madre Vicencia
N. Sra. Andacollo
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas.
El hecho de que la mayor cantidad de alumnos que trabajen se encuentren en el Instituto
Superior de Comercio Diego Portales, resulta ser un indicador del bajo nivel socioeconómico
de éstos, lo que no posibilita la satisfacción de necesidades, (tanto individuales como
familiares) en contraposición a los alumnos del Madre Vicencia y Nuestra Señora de
Andacollo, tema que será abordado más adelante.
Son los alumnos que trabajan, los que tienen un radio de movilidad que es mayor a los que
no tienen un rol laboral activo.
Las distancias que los alumnos deben recorrer son mayores en relación a los alumnos que
no trabajan. En los esbozos de mapa, se manifiesta que los lugares de trabajo de los
estudiantes que están insertos en el mercado laboral, se encuentran distantes a sus lugares
de residencia y/o de colegio.
Los empleos que desarrollan los estudiantes que trabajan, son empleos de media jornada y
que pueden desarrollar en sus tiempos libres, tiempo que para los alumnos deja de ser libre,
ya que se transforma en tiempo productivo.
90
Estos empleos generalmente se desarrollan en locales de comida rápida o en centros
comerciales. Los salarios que estos estudiantes reciben son generalmente bajos y que
alcanzan a cubrir sus necesidades de forma limitada.
Los estudiantes insertos en el mercado laboral deben acceder a sus lugares de trabajo a
través de medios de transporte público, por ende, gastan una mayor cantidad de dinero en
ellos y deben también compatibilizar las actividades laborales con las actividades
estudiantiles.
Es en estos mapas donde no se aprecian los hitos que en su mayoría se dan en los esbozos
de la generalidad de los estudiantes que no trabajan, (plazas o parques). Sí se manifiestan
otros hitos, influenciados por los recorridos de los medios de transporte y por la actividad que
realizan.
Lo anterior, se manifiesta en sus conductas espaciales. Los diversos espacios y los usos de
éstos que los estudiantes tienen al interior de la ciudad, se encuentran condicionados
además, por el rol que a ellos les toca asumir en el contexto dentro de la organización social
y por sus características socioeconómicas.
Los estudiantes tienen espacios de acción claramente delimitados al interior de la ciudad,
por ejemplo: el colegio, la casa, los juegos de video a ciertas horas, los centros comerciales,
etc. Sin embargo, hay otros espacios en los cuales claramente no pueden desarrollar ciertas
actividades, por ejemplo: ir al pool, los cines, los bares, entre otros. Este hecho comprueba
la distribución de roles dentro de la sociedad, situación que repercute directamente en sus
conductas espaciales al interior de la urbe, lo que les obliga a ocupar espacios en los cuales
no tengan restricciones.
Los alumnos, de acuerdo a sus necesidades (personales y familiares), las normas sociales y
los recursos económicos que poseen, van buscando e incorporando espacios en donde se
pueden desenvolver, los cuales generalmente se encuentran relacionados con su contexto
más inmediato, es decir, espacios públicos como plazas, parques, etc.
En este contexto, uno de los elementos más relevantes a la hora de analizar la relación que
hacen entre los usos de los espacios y los roles que socialmente tienen que asumir, las
plazas y parques son elementos recurrentes en los mapas cognitivos de los jóvenes
encuestados.
91
El mapa es un reflejo de la constante que se da en la mayoría de los esbozos. Este mapa
corresponde a un hombre del Instituto Superior de Comercio Diego Portales que no trabaja y
que utiliza como medio de transporte la micro. Se aprecia que en los alrededores del
establecimiento hay dos plazas rodeadas por edificios residenciales, en ellas los alumnos,
después de clases se reúnen. Para tener acceso a estas plazas no necesitan grandes
recursos económicos y ni siquiera necesitan cancelar un medio de transporte, ya que a estos
lugares fácilmente se puede llegar a pie.
Figura 3.1: Mapa cognitivo 1.
92
Lo anterior está estrechamente relacionado con los usos de los tiempos, donde es posible
apreciar, que los alumnos en sus tiempos libres recurren a ella, y su movilidad, tal como se
manifiesta en este mapa, gira en torno a las plazas, el colegio y la casa.
En estos espacios, los alumnos no necesitan pagar para acceder a ellos y pueden
desenvolverse con mayor libertad, puesto que es allí donde no se manifiestan las
restricciones de un sistema escolar rígido y uniforme, donde las reglas impuestas en sus
hogares no son tan relevantes.
Se trata de lugares de socialización, diversión y
esparcimiento que los estudiantes van adaptando a las actividades que realizan diariamente.
Son lugares en que los alumnos se apropian de espacios que les resultan familiares y en los
cuales se desenvuelven en el tiempo libre que ellos poseen.
Los usos de los tiempos están directamente relacionados en función de las actividades que
los individuos realizan, son los que determinan los usos del espacio y la movilidad espacial
que poseen.
Los alumnos al constatar en sus mapas cognitivos la presencia de plazas y de parques,
desarrollan actividades que en los colegios o en los hogares no se les están permitidas. En
los tiempos libres que los estudiantes poseen, es cuando se dirigen a estos espacios.
El tiempo que se considera productivo (de estudio o de trabajo) facilita o dificulta el mayor o
menor conocimiento de la ciudad.
Los estudiantes que trabajan destacan hitos que para la movilidad que ellos tienen resultan
más relevantes, como por ejemplo, las estaciones de metro, los mismos lugares de trabajo e
hitos que se encuentran en los alrededores de sus lugares de trabajo.
El mapa 2 es de un hombre del Instituto Superior de Comercio Diego Portales que tiene 18
años (folio 42), vive en Puente Alto y trabaja en un pequeño centro comercial de Santiago
Centro, siendo su medio de transporte más utilizado la micro.
Su desplazamiento es más amplio que el de los alumnos que no trabajan. Ello se manifiesta
en el hecho que este estudiante incorpora una mayor cantidad de hitos que se encuentran
en función de su lugar de trabajo y estudio, además de un mayor conocimiento de las vías
por las que él transita, por ejemplo: Pedro de Valdivia y la Alameda. Lo anterior, se
manifiesta en su mayor conocimiento espacial.
93
Figura 3.2.: Mapa cognitivo 2
El mapa 3 fue confeccionado también por un hombre de 17 años (folio 105), residente en la
comuna de Maipú, del liceo Madre Vicencia. La localización de su trabajo se encuentra en la
comuna de Las Condes, siendo su medio de transporte más utilizado el metro. Si bien este
94
estudiante trabaja y su movilidad es mayor con respecto a los que no lo hacen, la percepción
del espacio cambia en relación al mapa 1, ya que los desplazamientos en metro permiten
incorporar una menor cantidad de hitos.
Figura 3.3: Mapa cognitivo 3
95
Las diferencias entre los alumnos que trabajan y los que no trabajan, se manifiestan en las
conductas espaciales. Los alumnos que trabajan tienen una mayor movilidad. Sus
desplazamientos dejan de ser pendulares y se transforman en desplazamientos que se
organizan en función de la localización de su casa, el colegio, el lugar de trabajo y el medio
de transporte.
Llama la atención, que hitos que se encuentran en las cercanías de los establecimientos, por
ejemplo, la Estación Mapocho (en el caso del Liceo Nuestra Señora de Andacollo), la
Estación Central (en el caso del Liceo Madre Vicencia) y el Estadio Nacional (en el caso del
Instituto Superior de Comercio Diego Portales), no se encuentren en la mayoría de los
esbozos de mapas cognitivos, como en los mapas 4 y 5.
Figura 3.4: Mapa cognitivo 4
96
Figura 3.5 : Mapa cognitivo 5
Estos hitos, son los que tradicionalmente la percepción colectiva reconoce como tales, pero
la importancia que los estudiantes le asignan no es funcional a sus propias necesidades.
Sólo resultan ser estructuras por las cuales los alumnos transitan, no les dan una carga de
97
valores o una importancia como sí la tienen para ellos las plazas o parques que en los
alrededores de sus colegios o lugares de residencia hay.
Los medios de transporte público son los que en su mayoría utilizan los estudiantes a la hora
de desplazarse al interior de la ciudad. Éstos medios, resultan económicos, pues existe la
posibilidad de pagar menos por los traslados debido al uso del pase escolar, adaptándose a
las realidades que estos estudiantes viven.
Gráfico 3.2: Medios de transporte más utilizados.
70%
60,58%
60%
50%
40%
30%
20%
14,70%
5,29%
10%
4,70%
4,11%
1,76%
2,35%
1,76%
0,58%
4,11%
0%
Micro
A pie
Metro
Auto
particular
Auto y micro
Taxi
Metro y
micro
Taxi y micro
A pie y
micro
No Señala
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas.
Si bien estos medios de transporte son más económicos y de mayor acceso a la población
que se estudia, no existe una equivalencia entre su bajo costo y calidad de estos medios. No
es novedad, que para el contexto en el cual se desenvuelven los estudiantes, la calidad de
los medios de transporte públicos en la ciudad de Santiago es deficiente.
La percepción del paisaje variará de acuerdo al medio de transporte. No es lo mismo realizar
una ruta en una micro que realizar la misma ruta en taxi, ya que la percepción del paisaje
urbano actuará de forma distinta, donde influirán factores como: estados de ánimo, los
recursos económicos que la persona posea, es decir, por cual de los dos medios puede
98
optar en función del dinero que para ello disponga, los ciclos de vida, el tiempo que demora
en estos medios, etc. De acuerdo con la información recogida, ha sido posible realizar un
trazado de algunas trayectorias típicas, las que se presentan en las figuras que siguen a
continuación.
Figura 3.6: Trayectoria tipo Colegio Nuestra Señora de Andacollo
Fuente: elaboración propia.
Los medios de transporte que habitualmente usan los estudiantes se caracterizan por estar
presentes en gran cantidad al interior de la ciudad, y son determinantes a la hora de
establecer la incorporación de hitos en los mapas cognitivos. En este sentido, se destacan
las vías, las cuales resultan ser otro de los elementos importantes a destacar, ya que en el
recorrido que diariamente realizan los alumnos, van incorporando elementos relevantes del
paisaje.
99
Figura 3.7: Trayectoria tipo Liceo Madre Vicencia
Fuente: Elaboración propia.
El conocimiento de las vías, va a estar fuertemente condicionado por el medio de transporte
que utilicen a la hora de desplazarse al interior de la ciudad.
Como ya se vío con
anterioridad, en la mayoría de los mapas, el medio de transporte más utilizado es la micro,
seguida por los desplazamientos a pie.
Desde el punto de vista de la forma que adoptan los esbozos de mapas, se pueden apreciar
tanto líneas rectas como curvas, las cuales siguen el patrón de desplazamiento de los
recorridos efectuados por las micros.
El hecho de que el conocimiento del paisaje urbano se de a partir de los recorridos de las
micros, manifiesta la pasividad de los sujetos al momento de percibir el paisaje, pues están
influenciados por los lugares en los que éste medio de transporte transita.
100
Los desplazamientos que las micros realizan se enmarcan dentro de vías que ya están
establecidas en la ciudad. Sus recorridos, se realizan por las principales avenidas de la
ciudad de Santiago, lo que claramente se aprecia en los mapas.
El mapa 6 (folio 124) y es de una mujer de 17 años que vive en Puente Alto y estudia en el
Liceo Nuestra Señora de Andacollo. En su mapa, desde el punto de vista de la forma, se
aprecian líneas rectas donde sólo se constatan las vías por las que ella transita (Vicuña
Mackenna, Alameda, Ricardo Cumming y Mapocho). Ella utiliza la micro y el metro como
medios de transporte habituales, sin embargo, en el trayecto de su casa al colegio sólo
establece las vías como principales puntos de orientación de sus desplazamientos.
Figura 3.8: Mapa cognitivo 6.
El mapa 7 corresponde al folio 106 y es de una mujer de 18 años que vive en la comuna de
Santiago Centro y estudia en el Liceo Madre Vicencia. Su principal medio de transporte es el
metro, y en él se constata la incorporación de hitos tales como las estaciones Rondizzoni y
Las Rejas. En el recorrido entre una estación y otra se aprecia que la joven no incorpora
ningún elemento del paisaje urbano lo que confirma lo que se señaló con anterioridad
respecto de la influencia que tienen los medios de transporte en la percepción y
101
representación que las personas tienen del entorno cotidiano en que se desenvuelven. En el
esbozo se aprecia sólo un trayecto en blanco, sin presencia de hitos.
Esta situación cambia a la hora en que la estudiante abandona el metro y se dirige a pie a su
lugar de estudio, puesto que al dibujar la estación de metro Las Rejas su esbozo arroja una
representación del espacio que se caracteriza por las aglomeraciones de personas que en
dicha estación de metro se suceden, sobre todo tomando en consideración la hora en que
ella realiza su trayecto.
Figura 3.9 Mapa cognitivo 7
El mapa 8 corresponde al folio 149, es de un hombre que vive en la comuna de Santiago,
estudia en el colegio Nuestra Señora de Andacollo y hace sus recorridos a pie. En su
102
esbozo de mapa es posible apreciar la incorporación de hitos tales como un cyber café,
pasos de cebra, plazas, además de calles locales. Este joven presenta un mayor nivel de
detalle respecto de la percepción de su espacio cotidiano, y ello encuentra correlación en el
hecho de que sus trayectos los efectúa a pie, ya que su casa se encuentra a pocos metros
del establecimiento en el que él se educa.
Figura 3.10 Mapa cognitivo 8
Los mapas que aquí se presentan, dejan en claro las rutas de los medios de transporte que
habitualmente utilizan ambos jóvenes. En el caso del mapa cognitivo 9 y que corresponde
del folio 54, una mujer de 18 años, residente en la comuna de Maipú y que estudia en el
liceo Madre Vicencia, la Avenida Pajaritos resulta ser el principal eje de transporte ya que
queda en las cercanías del lugar de residencia de la encuestada. Al trayecto diario se
suman dos vías importantes: La autopista del Sol y la Avenida Américo Vespucio. Además,
se constata una preocupación por incluir los detalles de los alrededores de su lugar de
residencia, como por ejemplo, los paraderos de micro, el cerro Primo de Rivera y el puente
del Sanjón del la Aguada, por la sencilla razón de que este trayecto lo efectúa a pie. Este
103
hecho corrobora, que la joven está incorporando mayor cantidad de hitos como puntos de
referencia, en los recorridos diarios que le corresponde efectuar a pie.
Los desplazamientos a pie, presentan una mayor cantidad de detalles.
En estos
desplazamientos, se aprecian una mayor incorporación de elementos que son relevantes.
Con los desplazamientos a pie, los individuos tienen la posibilidad de elegir las rutas que
más les convienen. No se encuentran influenciados por el medio de transporte, como la
locomoción colectiva, ya que éstos se encuentran condicionados al tipo de recorrido que
debe de realizar, donde el pasajero pasa a ser un agente pasivo en sus desplazamientos al
interior de la ciudad.
Figura 3.11 Mapa cognitivo 9
104
El mapa 10 corresponde al folio 101, y es de un hombre de 17 años que vive en la comuna
de Puente Alto y estudia en el INSUCO. En este mapa se aprecia la presencia de hitos
concentrados mayoritariamente en las vías como: Pedro de Valdivia, Tobalaba, Macul,
Américo Vespucio, Vicuña Mackenna, y rotonda Grecia. Esto es un ejemplo claro del
recorrido que su medio de transporte habitual (la micro) realiza.
Figura 3.12: Mapa Cognitivo 10
Este mapa corresponde al folio 74, una mujer de 18 años que reside en la comuna de
Estación Central y estudia en el liceo Madre Vicencia. Sus traslados los realiza a pie y en él
se aprecia la ruta a diario realizada desde su casa al colegio. En ella incorpora una variedad
importante de hitos como semáforos, plazas, sitios baldíos, etc.
105
Figura 3.13: Mapa cognitivo 11
Cabe destacar que a cada uno de esos elementos, la encuestada le agregó una carga
valórica con los sentimientos que a ella le producen los lugares por los cuales transita.
El uso del espacio difiere al momento de contrastar los mapas confeccionados por hombres,
de aquellos confeccionados por mujeres.
Tomando en consideración los elementos presentes en los mapas cognitivos confeccionados
por la muestra, se aprecia que las mujeres incorporan una mayor cantidad de hitos respecto
106
a los hombres, quienes en su gran mayoría concentran su percepción y representación del
espacio, en las vías.
Del total del universo aquí encuestado, es decir, 170 estudiantes, el mayor número de
sujetos corresponde a mujeres (102), mientras que los hombres sólo alcanzaron la cifra de
(68).
El siguiente gráfico muestra un resumen respecto de la composición de la muestra en base a
porcentajes.
Gráfico 3.3: Distribución porcentual de la muestra según sexo
60%
40%
Hombres
Mujeres
Fuente: Elaboración propia, a partir de encuestas aplicadas a los tres establecimientos
educacionales.
El mapa cognitivo 12 ha sido elaborado por un hombre de 18 años, residente en la comuna
de Lo Prado que estudia en el colegio Nuestra Señora de Andacollo. En su esbozo de mapa,
se aprecian tres avenidas importantes: San Pablo, Bulnes y Ricardo Cumming. No incorpora
más hitos que la casa y el colegio, lo que corrobora el hecho de que la percepción y
representación de su espacio cotidiano se basa esencialmente en las vías.
107
Figura 3.14: Mapa cognitivo 12
En el mapa número 13 (folio 77), corresponde a una mujer de 18 años, residente en la
comuna de Estación Central, que estudia en el Liceo Madre Vicencia. En su esbozo de mapa
se aprecia una importancia relativa menor de las vías, las cuales aparecen dibujadas pero,
sin que se identifique ninguna de ellas. Sin embargo, incorpora mayor cantidad de hitos
como la estación de trenes, estaciones de metro, la casa de su pareja, el gimnasio y su
trabajo, lo cual evidencia los movimientos puntuales que debe realizar, poniendo de
manifiesto que en su vida cotidiana sus trayectos son poligonales, es decir, no sólo tienen
como fin un único destino, sino varios a la vez.
Cabe destacar que esta joven trabaja de cajera en un restaurante en la comuna de Estación
Central, hecho que explicaría su detenimiento en el momento de percibir y representar el
espacio cotidiano en el cual ella se desenvuelve, situación que en este caso en particular
corresponde a su lugar de trabajo.
108
Figura 3.15: Mapa cognitivo 13
Entre los hitos que las mujeres incorporan en mayor cantidad están: los supermercados,
pequeños centros comerciales, paraderos de micros, plazas y/o parques, casetas de
seguridad.
Se plantean diferencias de género a la hora de analizar estos mapas, ya que sólo en los
mapas cognitivos representativos de las mujeres se aprecia la incorporación del hito
supermercado, elemento que no se evidencia en los esbozos de mapa pertenecientes a los
hombres.
109
Mapas 14 y 15 (folios 157 y 129, respectivamente). El primero de ellos es de una mujer de
17 años que vive en la comuna de Lo Prado y estudia en el liceo Madre Vicencia. El
segundo es de una mujer de 17 años que vive en la comuna de Quinta Normal y estudia en
el colegio Nuestra Señora de Andacollo.
En estos mapas se aprecia la incorporación de hitos a los cuales se hacía alusión con
anterioridad. Allí, adquieren una papel protagónico los establecimientos comerciales:
reconocidas cadenas de supermercados (Economax y Montserrat); panaderías también
ocupan un lugar dentro de la percepción y representación que éstas jóvenes rescatan de su
entorno, tal es el caso del mapa 15, donde claramente se dibuja la panadería San Camilo,
ubicada en calle Matucana.
Figura 3.16 : Mapa cognitivo 14
110
Figura 3.17: Mapa cognitivo 15
Sin embargo, en los mapas de los folios 85 (mapa número 16) y 127 (mapa número 17),
pertenecientes a jóvenes de sexo masculino de 17 y 18 años de edad, que viven en la
comuna de Maipú y estudian en el liceo Madre Vicencia y Nuestra Señora de Andacollo
respectivamente, en el análisis de sus esbozos de mapa, se aprecia una menor
incorporación de hitos asociados a la figura de supermercados, panaderías o centros
comerciales. En el caso del esbozo de mapa número 13, los hitos son característicos de los
mapas de hombres como las plazas, el parque y los paraderos de micro. En tanto el mapa
número 14 sigue corroborando la tendencia masculina por reparar su percepción y
representación fundamentalmente en las vías (Lo Errázuriz, Simón Bolívar, 5 de Abril, Las
Rejas, Alameda, Matucana, Catedral y Ricardo Cumming).
111
Figura 3.18: Mapa cognitivo 16
112
Figura 3.19: Mapa cognitivo 17
En los mapas de las mujeres se aprecia la aparición de un elemento que estaba fuera de
este análisis, y es que en ellos se incorpora como hito a los supermercados y otros lugares
como panaderías y farmacias.
La mayor presencia de estos hitos en los mapas confeccionados por mujeres, reflejan una
constante, puesto que a ellas les corresponde asumir actividades y responsabilidades
relacionadas con el cuidado y mantenimiento del hogar, manifestadas en quehaceres
domésticos tales como las compras de alimentos y medicamentos, entre otros.
En estos casos en particular, los esbozos de mapas pertenecientes al sexo femenino, la
aparición de estos hitos refleja claramente la presencia de movimientos puntuales, los cuales
se desenvuelven en torno a la casa, el colegio y otros lugares relacionados con el desarrollo
de tareas domésticas.
Culturalmente, el rol femenino se asocia al cuidado y mantenimiento del hogar junto con todo
aquello que le involucre, ya sea desde realizar compras de alimentos, cuidado de niños
pequeños, de familiares en edad senil y enfermos, además de labores de aseo, etc. Este
hecho se relaciona con un tiempo productivo que no está remunerado.
113
Si se extrapola lo anterior a las actividades de la vida cotidiana de las encuestadas, ellas
deben asumir un doble rol, al ser estudiantes y por otra parte, el apoyar a su familia en las
labores domésticas.
Esto explicaría la aparición de hitos tales como supermercados,
farmacias y panaderías, tan recurrentes en sus esbozos de mapas.
La presencia de los hitos antes nombrados, se explica fundamentalmente porque ellos están
ubicados próximos a sus lugares de residencia o estudio, por tanto, las mujeres aquí
estudiadas tienen una marcada preferencia por centrar su percepción en ellos, puesto que al
cumplir con su rol de encargada de los quehaceres domésticos, obligadamente deben saber
donde se ubican tales hitos que les son útiles en su vida cotidiana.
No es difícil constatar que los supermercados se instalen preferentemente próximos a
sectores residenciales o bien, en avenidas de fácil acceso.
Esta situación inclusive es
posible de evidenciar en los esbozos que aquí se han presentado, ya que cada vez que
alguno de estos hitos era representado, su ubicación estaba preferentemente cerca de
reconocidas vías santiaguinas o de lugares de residencia, como por ejemplo, lo que ocurre
con el sector de calle Mapocho.
Estos roles sociales y culturales influyen en las conductas espaciales al interior de la ciudad
de las mujeres aquí estudiadas, donde las condiciones de accesibilidad y movilidad se
encuentran insertas dentro de las actividades que las encuestadas deben cumplir entre sus
trayectos desde la casa al colegio.
En el caso de las encuestadas se revela a través de sus esbozos de mapas, que se deben
desenvolver en diversos espacios, generalmente asociados a espacios públicos, los cuales
giran alrededor de su lugar de residencia y lugar de estudio. En este caso, los
desplazamientos de las mujeres se encuentran enmarcados en el barrio, donde tienen mayor
radio de acción, al igual que en los alrededores de su colegio, de allí que sus esbozos de
mapas evidencien mayor detalle y conocimiento geográfico del entorno en el que
regularmente se desenvuelven.
Al movilizarse dentro de la ciudad, un elemento relevante a destacar es el sentimiento de
seguridad que necesitan las mujeres para realizar sus desplazamientos.
114
Figura 3.20: Mapa cognitivo 18
El esbozo de mapa número 18 correspondiente al folio 166, pertenece a una joven de 18
años del liceo Madre Vicencia, quien reside en la comuna de Maipú, cuyo medio de
transporte habitual es la micro. En éste se aprecia, como hito relevante, a una caseta de
seguridad ubicada cerca de un paradero de micro. La estudiante opta por utilizar el paradero
115
que cuenta con este servicio, frente a un sentimiento de procurarse así misma mayor
seguridad a la hora de tomar locomoción.
Para el caso de las mujeres, el hecho que aparezca una caseta de seguridad es una
característica reveladora. Las mujeres, de acuerdo a su movilidad al interior de la ciudad,
necesitan desenvolverse en espacios que para ellas sean seguros. En comparación a los
hombres, donde en ninguno de los esbozos de mapas se manifiesta tal hecho.
Lo anterior, resulta ser un elemento determinante por parte de las mujeres a la hora de
desplazarse al interior de la ciudad, puesto que las rutas que las mujeres elijan serán
aquellas que perciban como más seguras.
El metro, resulta ser el medio de transporte preferido por las mujeres. En él, tienen menos
posibilidades de ser asaltadas o de recibir alguna agresión por parte de desconocidos, ello
gracias a las medidas de seguridad que este servicio brinda. El medio de transporte que la
mujer elija, o tenga que elegir, también estará en función de las actividades que las mujeres
tienen que realizar en el día.
En general, las mujeres son las que deben de compatibilizar en mayor medida actividades
en su vida cotidiana, y son éstas las que más manifiestan movimientos puntuales a la hora
de desplazarse al interior de la ciudad, según lo que arrojan las encuestas aquí analizadas.
116
CONCLUSIONES
La experiencia cotidiana de andar por la ciudad favorece la construcción de un conocimiento
espacial que da origen a la configuración de esquemas cognitivos que representan la imagen
individual de la urbe. Esta constante recolección de información, está supeditada a la
percepción y representación que cada sujeto tenga respecto del medio geográfico. A partir
de esta base, el sujeto irá incorporando puntos de orientación que a la larga se convertirán
en los principales referentes organizacionales de sus itinerarios al interior de la ciudad. La
configuración del mapa cognitivo implica posicionar la mirada en un antecedente decisivo a
la hora de describir el medio geográfico, en el cual se desenvuelven los sujetos. En el caso
de la población estudiada, aparecen evidencias suficientes como para afirmar que tanto
hombres como mujeres organizan sus rutinas en la ciudad recurriendo a la orientación que
les facilitan lugares conocidos.
El doble recurso espacio/tiempo que cada individuo administra diariamente, permite el
efectivo desenvolvimiento cotidiano. De acuerdo con el análisis de la información recopilada,
las rutinas espacio-temporales cotidianas de los sujetos, se descomponen en un conjunto de
pequeños elementos. Por un lado, actividades potenciales (posibles de realizar pero, no
efectivamente realizadas) y, por otro, elementos bien estructurados como las actividades
obligatorias (como el trabajo remunerado y el estudio, entre otras).
El rol más importante que les toca asumir dentro de la sociedad a las personas incluidas
como informantes (es decir, el hecho de ser estudiantes), influye en gran medida al momento
de definir sus conductas espacio/temporales. El colegio es un verdadero lugar, en el más
amplio sentido del concepto, al punto de fijarse como hito urbano central dentro de las
rutinas espacio-temporales de los y las jóvenes. Sin embargo, el gran centro comercial de
escala metropolitana (mall) no aparece como un elemento relevante en el diseño de esta
cotidianidad espacio-temporal, sobre todo durante los días laborales.
Un hecho especialmente llamativo es que el tipo de hitos urbanos presentes en los mapas
cognitivos varía según sexo. En el caso de los mapas cognitivos masculinos, se observa una
mayor presencia de espacios públicos como hitos (las plazas). En cambio, en el caso de los
mapas femeninos se aprecia la presencia de establecimientos comerciales como hitos
(supermercados, farmacias, panaderías o kioscos). Esto estaría evidenciando diferencias de
117
género en el uso del tiempo y del espacio, diferencias construidas culturalmente y en las que
las actividades domésticas y el uso de los espacios públicos son claves distintivas que están
en sintonía con las referencias teóricas más recurrentes.
Además, los mapas cognitivos hechos por mujeres son más específicos. Sus dibujos
puntualizan en forma detallada elementos del paisaje urbano significativos para su vida
cotidiana. En este sentido, la relación entre distancia recorrida y conocimiento espacial no
responde a una relación directa, porque las mujeres recorren menores distancias y esto no
significa que posean un menor conocimiento espacial, ya que sus desplazamientos tienen la
característica esencial de ser movimientos puntuales.
La situación laboral también imprime ciertas diferencias entre unos sujetos y otros.
Básicamente se constata el hecho de que los jóvenes que trabajan reflejan en sus mapas: a)
una mayor superficie de desplazamiento (que los lleva a recorrer tres o más comunas) y b)
una mayor relevancia de las vías en la imagen que construyen de la ciudad. Al mismo
tiempo, este conocimiento incorporado en sus esbozos, da como resultado un mapa
cognitivo que incorpora una mayor cantidad y diversidad de hitos (letreros de publicidad,
paraderos de micro, centros comerciales, estaciones de metro, edificios, etc.) asociados a la
localización de su lugar de trabajo, de estudio y su hogar.
A lo anterior se agrega la importancia de los medios de transporte, ya que ha quedado
demostrado que condicionan la percepción del espacio, la confección de los mapas
cognitivos (representación del medio) y, sin duda, las conductas espaciales.
Respecto del mall como hito urbano, cabe destacar un hecho central: la mayor parte de la
población estudiada dice acudir a estos lugares, especialmente los fines de semana, con
diversos fines (compras, diversión y reunión con amigos) pero, no se incluyen en el esbozo
del mapa, lo que implicaría una no consideración de estas estructuras como hitos urbanos.
Además, no se reconoce explícitamente al centro comercial como un espacio de encuentro o
de ocio.
Si bien el mall se ha posicionado en un lugar de privilegio al momento de optar por un sitio
para pasar el tiempo libre –ya sea por la comodidad de encontrar múltiples servicios en un
espacio cerrado y seguro– no ha desplazado lugares tradicionales que, sin contar con las
supuestas ventajas del mall, siguen estando dentro de las preferencias de la población
estudiada.
118
Este fenómeno puede ser el resultado de los efectos que tiene en la percepción y en las
conductas espaciales, un conjunto de códigos de organización propios de la sociedad de
consumo, el cual se fundamentaría en el hecho central de contar con medios de compra. En
este contexto, la participación social de este grupo (estudiantes de 4º medio) estará
condicionada por su escaso o nulo poder adquisitivo. En estricto rigor, se trata personas con
una débil capacidad de compra y, en consecuencia, se explica de manera razonable la
ausencia del mall como hito urbano cotidiano.
Un hecho destacable es el uso (y por qué no decirlo, la apropiación) que los y las jóvenes
hacen de los espacios públicos. A diferencia de lo que se ha venido sosteniendo respecto
del creciente protagonismo de los nuevos espacios privados de uso público, como los malls,
en la ciudad de Santiago, en este estudio se demuestra que los espacios públicos
tradicionales siguen teniendo una importancia radical tanto en las conductas espaciotemporales como en la percepción de la ciudad. Esto implica renovar el desafío permanente
al que se enfrenta el sector público en materias tales como la planificación y gestión
urbanas, la inversión en espacios públicos adecuados (tales como las áreas verdes).
Finalmente, respecto del quehacer pedagógico, cabe decir que la Geografía de la percepción
se transforma en una herramienta de valiosa utilidad en la sala de clases. La aplicación de
estrategias de enseñanza que subrayen la componente procedimental en el proceso de
enseñanza resultan necesarias y efectivas en la enseñanza de la Geografía. De esta
manera, es posible utilizar como recurso didáctico la percepción que los estudiantes poseen
de la ciudad, la región o cualquier territorio. Al mismo tiempo, está en diálogo franco y directo
con las espíritu de la reforma educacional. Las estrategias de enseñanza, basadas en la
Geografía de la percepción pueden ser rupturistas e innovadoras en el contexto de las
prácticas pedagógicas características del Chile actual, ya que permite a los alumnos
construir un conocimiento geográfico a través de su propia experiencia. El profesor puede
apoyarse en las imágenes subjetivas y percepciones de los alumnos, contraponerlas con la
imagen real y, de esta forma, construir un aprendizaje funcional, significativo y coherente.
119
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7.- www.cencosud.cl
126
Anexos
127
Base de datos. Caracterización de la muestra
Folio
Edad
Sexo
loc_resi Colegio loc_cole sit_labo loc_trab me_trans
OOOOOO
18
0
20
2
20
0
9
OOOOO1
OOOOO2
OOOOO3
OOOOO4
OOOOO5
OOOOO6
OOOOO7
OOOOO8
OOOOO9
OOOO10
OOOO11
OOOO12
OOOO13
OOOO14
OOOO15
OOOO16
OOOO17
OOOO18
OOOO19
OOOO20
OOOO21
OOOO22
OOOO23
OOOO24
OOOO25
OOOO26
OOOO27
OOOO28
OOOO29
OOOO30
OOOO31
OOOO32
OOOO33
OOOO34
OOOO35
OOOO36
OOOO37
OOOO38
OOOO39
OOOO40
18
17
18
17
18
18
17
19
18
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17
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25
25
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20
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20
20
20
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11
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OOOO55
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OOOO59
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OOOO65
OOOO66
OOOO67
OOOO68
OOOO69
OOOO70
OOOO71
OOOO72
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OOOO74
OOOO75
OOOO76
OOOO77
OOOO78
OOOO79
OOOO80
OOOO81
OOOO82
OOOO83
OOOO84
OOOO85
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18
17
19
18
18
18
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18
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18
18
17
18
18
18
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18
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24
24
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22
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22
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22
22
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24
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12
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4
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10
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2
1
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13
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11
OOOO86
OOOO87
OOOO88
OOOO89
OOOO90
OOOO91
OOOO92
OOOO93
OOOO94
OOOO95
OOOO96
OOOO97
OOOO98
OOOO99
OOO100
OOO101
OOO1O2
OOO103
OOO104
OOO105
OOO106
OOO107
OOO108
OOO109
OOO110
OOO111
OOO112
OOO113
OOO114
OOO115
OOO116
OOO117
OOO118
OOO119
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OOO121
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OOO123
OOO124
OOO125
OOO126
OOO127
OOO128
OOO129
OOO130
18
17
18
18
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18
18
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18
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17
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18
17
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18
18
18
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18
18
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19
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26
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23
23
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25
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26
24
20
26
26
26
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24
24
24
24
26
26
26
24
26
45
18
5
13
40
10
23
26
18
17
17
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
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3
3
3
3
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1
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1
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1
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2
2
2
2
2
2
2
2
2
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
22
22
22
22
22
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
20
20
20
20
20
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2
2
2
2
2
2
10
2
2
4
1
2
2
12
4
2
4
12
9
2
12
2
4
2
8
2
12
2
10
2
2
2
2
2
2
OOO131
OOO132
OOO133
OOO134
OOO135
OOO136
OOO137
OOO138
OOO139
OOO140
OOO141
OOO142
OOO143
OOO144
OOO145
OOO146
OOO147
OOO148
OOO149
OOO150
OOO151
OOO152
OOO153
OOO154
OOO155
OOO156
OOO157
OOO158
OOO159
OOO160
OOO161
OOO162
OOO163
OOO164
OOO165
OOO166
OOO167
OOO168
OOO169
18
18
17
18
18
18
17
17
17
17
17
17
18
17
18
18
17
0
18
17
18
17
17
17
17
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18
17
17
17
18
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18
18
17
19
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20
20
20
20
20
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10
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24
23
26
26
24
26
24
26
23
26
26
26
26
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2
2
2
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2
2
2
2
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2
2
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2
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1
1
1
1
1
1
1
1
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1
1
1
1
1
1
1
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20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
24
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24
24
24
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53
27
16
1
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2
2
2
2
2
2
12
2
8
4
2
4
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4
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2
12
8
1
1
4
2
2
4
2
1
2
8
2
2
2
2
4
Base de datos. Códigos de la caracterización de la muestra.
Género
Colegio
F
M
Madre Vicencia
Sra. De Andacollo
INSUCO
0
1
1
2
3
TilTil
Colina
San José de Maipo
Lo Barnechea
Lampa
Curacaví
Quilicura
Huechuraba
Vitacura
Pudahuel
Las Condes
Conchalí
Recoleta
Renca
Independencia
Providencia
Quinta Normal
Cerro Navia
María Pinto
Santiago
La Reina
Ñuñoa
Lo Prado
Estación Central
Peñalolén
Maipú
Macul
San Joaquín
Cerrillo
Pedro Aguirre Cerda
San Miguel
La Florida
Lo Espejo
La Cisterna
La Granja
Padre Hurtado
San Ramón
San Bernardo
El Bosque
Puente Alto
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
loc_res
Melipilla
La Pintana
Calera de Tango
Pirque
Peñaflor
El Monte
Talagante
Buin
Isla de Maipo
Paine
San Pedro
Villa Alhue
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
TilTil
Colina
San José de Maipo
Lo Barnechea
Lampa
Curacaví
Quilicura
Huechuraba
Vitacura
Pudahuel
Las Condes
Conchalí
Recoleta
Renca
Independencia
Providencia
Quinta Normal
Cerro Navia
María Pinto
Santiago
LA Reina
Ñuñoa
Lo Prado
Estación Central
Peñalolén
Maipú
Macul
San Joaquín
Cerrillo
Pedro Aguirre Cerda
San Miguel
La Florida
Lo Espejo
La Cisterna
La Granja
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
loc_trab
loc_cole
Padre Hurtado
San Ramón
San Bernardo
El Bosque
Puente Alto
Melipilla
La Pintana
Calera de Tango
Pirque
Peñaflor
El Monte
Talagante
Buin
Isla de Maipo
Paine
San Pedro
Villa Alhué
TilTil
Colina
San Jose de Maipo
Lo Barnechea
Lampa
Curacaví
Quilicura
Huechuraba
Vitacura
Pudahuel
Las Condes
Conchalí
Recoleta
Renca
Independencia
Providencia
Quinta Normal
Cerro Navia
María Pinto
Santiago
LA Reina
Ñuñoa
Lo Prado
Estación Central
Peñalolén
Maipú
Macul
San Joaquín
Cerrillo
Pedro Aguirre Cerda
San Miguel
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
sit_labo
me_trans
La Florida
Lo Espejo
La Cisterna
La Granja
Padre Hurtado
San Ramón
San Bernardo
El Bosque
Puente Alto
Melipilla
La Pintana
Calera de Tango
Pirque
Peñaflor
El Monte
Talagante
Buin
Isla de Maipo
Paine
San Pedro
Villa Alhué
no
si
metro
micro
taxi
a pie
moto
bicicleta
tren
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
0
1
1
2
3
4
5
6
7
Base de datos cuestionario nº2
Codigo
Sex
Significado
Sexo
LugimDs
cifra
0
1
cantidad
52
92
Porcentaje
36,1111111
63,8888889
Lugares importantes dias de semana 0
8
2
142
1,38888889
98,6111111
apmallds
aparece mall dia semana
0
1
2
117
23
2
81,25
15,9722222
1,38888889
tlibds
tiempo libre día de semana
0
1
3
4
5
6
7
8
1
90
1
13
3
2
3
25
0,69444444
62,5
0,69444444
9,02777778
2,08333333
1,38888889
2,08333333
17,3611111
visimallds
visitamall dia de semana
0
1
2
4
59
79
2,77777778
40,9722222
54,8611111
nmallds
nombra mall dia de semana
0
1
2
3
85
47
9
1
59,0277778
32,6388889
6,25
0,69444444
frecds
frecuencia dia de semana
0
1
2
3
83
51
6
2
57,6388889
35,4166667
4,16666667
1,38888889
rvmallds
razones visita mall dia de semana
0
3
4
6
8
83
30
20
3
6
57,6388889
20,8333333
13,8888889
2,08333333
4,16666667
compds
compañia dia de semana
0
1
2
3
4
5
6
83
22
15
3
11
5
3
57,6388889
15,2777778
10,4166667
2,08333333
7,63888889
3,47222222
2,08333333
Lugimfs
Lugares importantes fin de semana
0 4
2,77777778
1 2
1,38888889
8 136 94,4444444
apmallfs
aparece mall fin semana
0 109 75,6944444
1 25
17,3611111
¿ 1
0,69444444
tlibfs
tiempo libre fin de semana
0
1
2
3
4
5
8
1
44
8
4
2
3
74
0,69444444
30,5555556
5,55555556
2,77777778
1,38888889
2,08333333
51,3888889
visimallfs
visitamall fin de semana
0 9
1 92
2 35
6,25
63,8888889
24,3055556
nmallfs
nombra mall fin de semana
0
1
2
3
46
71
17
2
31,9444444
49,3055556
11,8055556
1,38888889
frecfs
frecuencia fin de semana
0
4
5
6
45
40
32
19
31,25
27,7777778
22,2222222
13,1944444
rvmallfs
razones visita mall fin de semana
compfs
compañia fin de semana
0
3
4
6
8
0
1
2
3
4
5
6
45
43
38
4
6
45
24
40
4
15
7
1
31,25
29,8611111
26,3888889
2,77777778
4,16666667
31,25
16,6666667
27,7777778
2,77777778
10,4166667
4,86111111
0,69444444
Características de los principales malls de la ciudad de Santiago.
NOMBRE
GRUPO
ECONÓMICO
OBJETIVO
AÑO DE INICIO
EMPLAZAMIENTO
COMUNA DE
LOCALIZACIÓN
VIAS DE ACCESO
NÚMERO DE
LOCALES
(APROX.)
HIPER MERCADO
CENTRO MÉDICO
CENTRO DE
ENTRETENCIÓN
SALAS DE CINE
PATIO DE COMIDA
CENTRO
CULTURAL
CENTRO
EDUCACIONAL
CENTRO
AUTOMOTRIZ
Parque Arauco
Said
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de la
comuna de Las
Condes.
1982
Vértice urbano que
conforman las
Avdas. Presidente
Kennedy y Av.
Américo Vespucio.
Las Condes
Principales
avenidas, MetroBus
y micro.
200
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
No
Arauco Maipú
Said
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de la
comuna de Maipú.
1993
Costado Oriente
circunvalación
Américo Vespucio.
Maipú
Principales
avenidas y micros.
S/I
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
No
Alto Las Condes
Cencosud
Responder a las
necesidades de los
habitantes de las
comunas de
Vitacura, Lo
Barnechea y La
Reina.
1993
Intersección de las
Avdas. Kennedy y
Padre Hurtado.
Las Condes
Principales
avenidas y micros.
200
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
No
Florida Center
Cencosud
No definido.
2003
Avda. Vicuña
Mackenna con
Departamental
La Florida
Principales
avenidas, metro y
micros.
200
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Plaza
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de las
comunas de Puente
Alto, Macul, La
Granja, San
Joaquín, Peñalolén
y Ñuñoa.
1990
Avenida Vicuña
Mackenna.
La Florida
Principales
avenidas, metro y
micros.
S/I
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
Plaza Oeste
Plaza
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de las
comunas de
Cerrillos, Maipú, Los
Espejo, San
Bernardo, Lonquén
y Calera de Tango.
1994
Avenida Américo
Vespucio
Cerrillos
Principales
avenidas y micros.
S/I
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
Sí
Plaza Tobalaba
Plaza
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de las
comunas de Puente
Alto, San José de
Maipo y sur de La
Florida.
1998
Avda. Camilo
Henríquez
Puente Alto
Principales
avenidas y micros.
S/I
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
Sí
Plaza Vespucio
Características de los principales malls de la ciudad de Santiago (continuación)
GRUPO
ECONÓMICO
OBJETIVO
AÑO DE INICIO
EMPLAZAMIENTO
COMUNA DE
LOCALIZACIÓN
VIAS DE ACCESO
NÚMERO DE
LOCALES
(APROX.)
HIPER MERCADO
CENTRO MÉDICO
CENTRO DE
ENTRETENCIÓN
SALAS DE CINE
PATIO DE COMIDA
CENTRO
CULTURAL
CENTRO
EDUCACIONAL
CENTRO
AUTOMOTRIZ
Plaza Norte
Plaza
Satisfacer las
necesidades de los
habitantes de las
comunas de
Huechuraba, Colina,
Lampa, Quilicura,
Conchalí, Renca,
Recoleta e
Independencia.
2003
Avda. Américo
Vespucio
Huechuraba
Principales
avenidas y micros.
S/I
Sí
No
Sí
Sí
Sí
Sí
No
Sí
Portal La Dehesa
Cencosud
Crear un espacio
físico distinto a los
otros centros
comercials
capitalinos
Nov. 2004
Intersección de
Avda. La Dehesa y
Comandante
Malbec
Lo Barnechea
Principales
avenidas y micro.
70
Sí
No
Sí
Sí
Sí
No
No
No
Mall Sport
S/I
S/I
Nov. 2004
Avda. Las Condes
13.451
Las Condes
Avenida Las
Condes y micro.
62
No
Sí
Sí
No
Sí
No
No
No
NOMBRE
Descargar