Ministerio de Cultura y Deportes Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural Sub Dirección de Investigación y Registro Sub Dirección del Instituto de Antropología e Historia KAMINALJUYU EDICIÓN ESPECIAL Guatemala, 2009 Derechos Reservados ® KAMINALJUYU EDICIÓN ESPECIAL Primera Edición, 2009 Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas Ministerio de Cultura y Deportes Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural Sub Dirección de Investigación y Registro Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas Sub Dirección del Instituto de Antropología e Historia Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales EDITORES Hugo Fidel Sacor Quiché División Investigación en Historia Patricia del Águila Flores Jefe del Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas. Subdirección de Investigación y Registro Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural 12 Avenida 11-11 zona 1, Ex convento de Santo Domingo, Ciudad de Guatemala. E mail [email protected] Guatemala, América Central, 2009 Las opiniones expresadas en notas, informaciones, reseñas y trabajos publicados son exclusivamente responsabilidad de sus respectivos autores. Portada y contraportada: Marcador de Juego de Pelota de Kaminaljuyu, Vasija trípode con tapadera estucada, Soporte de Altar No. 5, Kaminaljuyu, Colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Panorámica de La Palangana, Incensario con Espiga. Contenido Artículos 1. Alfred Maudslay: El primer plano de Kaminaljuyu. José Crasborn Chavarría ...............................7 2. Kaminaljuyu: Rutas de Comercio y Ritos Funerarios .................................25 Patricia del Águila Flores 3. Investigaciones Arqueológicas y Rescate Montículo D-III-10 Kaminaljuyu, Guatemala .................................41 Erick Ponciano Carolina Foncea (QEPD) 4. Kaminaljuyu: Aspectos de su Organización Política .................................85 Hugo Fidel Sacor Q. 5. Acuerdo Ministerial sobre Protección de Kaminaljuyu ...............................99 6. Jornadas de Kaminaljuyu 2007 7. Síntesis de Talleres Plan de Gestión Zona Arqueológica...........................109 de Kaminaljuyu 2009-2013. Dr. Héctor Escobedo A. Mstro. Erick Ponciano A. Licda. Patricia del Águila F. ...............................101 ALFRED MAUDSLAY: EL PRIMER PLANO DE KAMINALJUYU José Crasborn Chavarría Introducción Es seguro que ninguna investigación acerca de Kaminaljuyu, deje sin mención el primer plano del sitio elaborado por Alfred Maudslay a finales del siglo XIX. Al observar detalladamente este mapa, es posible identificar algunos de los principales montículos o grupos que conformaron este sitio, los cuales años más tarde, serían asignados con una nomenclatura por parte de la Institución Carnegie durante sus trabajos en Guatemala, nomenclatura que sigue vigente hasta el día de hoy. Y aunque este primer mapa fue elaborado con una gran calidad, la mayoría de investigadores utilizan el plano de la Institución Carnegie elaborado por E. Shook y T. R. Johnson en los años 40, por ser el plano mas completo que existe del sitio, que a través del tiempo ha servido de base para la elaboración de otros mapas, algunos de carácter interpretativo como los de la Universidad de Pennsylvania y otros enfocados en la paulatina destrucción de Kaminaljuyu. Como ya mencionamos, en el primer mapa pueden identificarse algunos de los montículos principales. Sin embargo, este no incluye todos los montículos que conformaron Kaminaljuyu, por lo que cabe preguntarse ¿Cuáles montículos documentó este viajero, durante su paso por la Ciudad de Guatemala? El trabajo que aquí se presenta podemos considerarlo de carácter experimental, ya que se ha tratado de identificar, en base a la distribución de los montículos dentro del sitio y a la superposición de este mapa con el de la Institución Carnegie, cuantos y cuales fueron los montículos que quedaron plasmados en este primer mapa del sitio y determinar el grado de precisión con el que fueron ubicados. 7 Antecedentes Es bien sabido que Maudslay no fue el primero en hacer una referencia sobre Kaminaljuyu, sin embargo, a criterio de Kidder (et al 1946), es con este viajero que inicia el periodo de exploraciones científicas en el sitio y otros de Centro América, ya que anterior a este, otros investigadores como C. H. Berendt y J. L. Stepehens, pasaron por el sitio pero no le prestaron mayor importancia. Medrano (et al 1995) señala que Alfred Maudslay, originario de Inglaterra, trabajó como funcionario en las islas del Pacífico hacia finales del siglo XIX y vino al Nuevo Mundo para atender negocios particulares. Pero una visita a Copán en 1881, lo motivó a invertir su tiempo y dinero en explorar varios sitios del área maya, como Tikal, Palenque y Yaxchilan entre otros. Es así como en 1899, Maudslay y su esposa publican el libro A Glimpse at Guatemala and some notes on the ancient monuments of Central América. Esta publicación es una reseña del viaje que ambos realizaron por la región durante esta época. En este libro encontramos una descripción de cómo encontraron estos viajeros a Kaminaljuyu por estos años, mientras se dirigían de la Ciudad Capital hacia Mixco. De esta descripción citamos la siguiente información: En la llanura a través de nuestro camino debe de haber estado de pie en tiempos antiguos un pueblo, uno puedo juzgar esto por la gran cantidad de montículos de tierra esparcidos sobre la superficie; pero ahora no es más que un pueblo fantasma, sin historia y sin nombre, y dos figuras en cuclillas talladas en una piedra dura se ubican a un lado del camino en la puerta de una pequeña hacienda, esto es todo lo que resta para mostrar el arte de estos constructores, aunque una cuidadosa investigación revelaría mucho más de interés. Planteamiento que fue confirmado años más tarde ya que desde las primeras excavaciones realizadas en Kaminaljuyu a principios del siglo XX, este sigue siendo un foco de estudio hasta la fecha. Por otro lado, cabe recordar que en años posteriores a esta visita, Kaminaljuyu era denominado de varias formas debido a que este se encontraba distribuido dentro de varias fincas (Miraflores, Arévalo, La Majada, Las Charcas, La Esperanza y La Providencia), hasta que en 1936 J. A. Villacorta da un solo termino al sitio denominándolo Kaminaljuyu que en kiche significa Cerro de los Muertos (Kidder et al: 1946:7). El mapa que incluye Maudslay cuenta con algunos datos que también vale la pena mencionar: Los montículos de tierra van desde unos pocos pies hasta sesenta pies (18 m) de altura y cubren más de una milla cuadrada de terreno.1 Sobre este dato hablaremos más adelante. 1. Las traducciones del Ingles son del autor del artículo. 8 La tierra ha estado bajo cultivo por muchos años, lo que ha provocado que las esquinas de los montículos hayan perdido su agudeza. En este caso observamos que los montículos de Kaminaljuyu ya eran objeto de algún tipo de alteración, la cual aparentemente era provocada casi exclusivamente por labores agrícolas y probablemente por alguna que otra excavación ilegal. La verdadera destrucción del sitio inicia en 1945 con la expansión de la ciudad capital hacia esta zona (Schávelzon y Rivera 1987:536). Por otro lado Maudslay, entre los años 1899 y 1902, publica su obra Archaeology Biology Centrali-Americana, trabajo que consta de 6 volúmenes. En el volumen V también se hace una mención sobre Kaminaljuyu, mientras que en el volumen II, el autor incluye otro mapa del sitio y dos fotografías, una probablemente corresponde a una vista hacia el sureste del grupo A-IV ya que al fondo se observan los volcanes de Agua, Fuego y Acatenango (Ilustración 1) y la otra es un detalle de la entrada a la finca del señor Arévalo, donde se muestran dos esculturas de barrigones (Ilustración 2).2 De la Archaeology Biology Centrali-Americana, citamos a continuación la siguiente información: En la planicie al oeste de la Ciudad de Guatemala, entre esta y la villa de Mixco, hay remanentes de una ciudad antigua... El plano muestra solo los principales grupos de montículos, algunos del lado Suroeste no fueron bien colocados. Este último dato también será discutido más adelante. Cerca del frente de la casa del señor Arévalo encontramos algunos fragmentos de ranas de piedra de alrededor de 9 pulgadas de largo (22 cm) tallados toscamente así como varias piedras y brazos de moler. Cabe mencionar que el trabajo de Lee Parsons: The Origins of Maya Art: Monumental stone sculpture of Kaminaljuyu, Guatemala and the southern Pacific Coast. publicado en 1988 incluye un catalogo de las esculturas de Kaminaljuyu, en el cual no aparecen estos fragmentos de ranas, por lo que podemos considerar que estas piezas están perdidas o se encuentran en alguna colección privada no documentada. Los montículos fueron hechos de tierra, en algunos cortes al examinarlos no encontramos evidencia del uso de piedra, sin embargo el señor Arévalo quien construyó su casa sobre un montículo (C-IV-8), me informó que el recuperó algunas piedras del interior de los montículos, las cuales utilizó para construir sus establos, estas piedras labradas miden alrededor de 3 pies x 1 pie x 6 pulgadas (91 cm x 30 cm x 15 cm). Una de estas piedras presenta una cabeza de animal tallada en bajo relieve. 2 Estos barrigones fueron denominados por Villacorta como Monumentos L y M, y en la actualidad estos se designan como Monumentos No. 6 y 7 y se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología y en el Parque Zoológico La Aurora respectivamente (Rodas 1995:20-21). 9 Aun hay algunos montículos en el lado este de la barranca, cerca de los suburbios de la ciudad de Guatemala y es posible que algunos otros fueran destruidos cuando la ciudad fue construida. Shook en su obra Lugares Arqueológicos del Altiplano Meridional Central de Guatemala, publicada en 1952 incluye al menos 33 sitios que se encuentran dentro de lo que hoy es la ciudad capital y que son periféricos a Kaminaljuyu. En este caso el sitio al que posiblemente se refiere Maudslay es el que Shook denomina como Cementerio, el cual aún existe y se ubica en lo que es el Cementerio General de la zona 3, suponemos que puede corresponder a este sitio, ya que este último señala que el sitio se ubica en la orilla occidental de la ciudad de Guatemala, con vista sobre una profunda barranca que separa este lugar de Kaminaljuyu (Shook 1952:10). Como ya lo mencionamos en ambas obras se incluyó un mapa del sitio, sin embargo al compararlos detalladamente, observamos que el mapa de la Biology Centrali-Americana, cuenta con 117 montículos, (Fig. 3) mientras que el publicado en A Glimpse at Guatemala, solo cuenta con 110 (Fig. 4), no sabemos la razón por la que fueron omitidos 7 montículos en esta última obra, por lo que de aquí en adelante solo utilizaremos el mapa que cuenta con la mayor cantidad de montículos para este estudio. Desarrollo del Estudio El primer paso, fue el contabilizar la cantidad de montículos enumerando un total de 117, posterior a esto se verificó la forma en que los montículos fueron representados por este autor, el cual ubicó: 69 montículos de forma cuadrada o rectangular, 47 redondos u ovalados y uno irregular (C-II-4 o la Acrópolis). En este caso Maudslay es claro al señalar que los cultivos han afectado las esquinas de algunos montículos, por lo que podemos suponer, que los 47 montículos redondos es decir el 40% de los que incluye este mapa estarían de una u otra forma alterados por el trabajo agrícola. Como fuera mencionado en base a este plano observamos que solamente 13 montículos presentan una altura en pies, estos montículos se encuentran entre los 1.50 m y 19 m de altura y son los siguientes: C-III-4 y D-IV-10 (5.49 m), C-III8 (3.96 m), C-IV-7 (13.42 m), C-IV-9 (3.68 m), C-IV-10 (3.05 m), C-III-10, D-IV-2 y D-IV-5 (6.10 m), C-IV-11 (4.57 m), E-III-3 (19.21 m), así también hay dos montículos que no aparecen en el mapa de Carnegie y que podrían corresponder al grupo D-IV y que alcanzan los 1.50 y 3.66 m respectivamente, esta información parece que solo fue colocada por Maudslay para dar una idea de los diferentes tamaños que tenían los montículos que ubico en su mapa. 10 Por otro lado observamos que en este mismo mapa faltan 103 montículos para hacer un total de 220, que la Institución Carnegie incluyó en su mapa de los años 40 (Fig. 5) y aunque el mismo Maudslay señala que solo ubicó los principales grupos de montículos, llama la atención el hecho de que no se hayan incluido los montículos A-IV-3, A-VI-1, E-V-2, 6 y F-VI-1 y 2 (montículos A y B), los cuales en el mapa de Carnegie aparecen como montículos grandes y que se ubican cerca de los que Maudslay documentó. El segundo paso consistió en realizar una ampliación de ambos mapas (el de Maudslay y el de Carnegie) a una misma escala, con el objetivo de colocar un mapa encima del otro, para determinar el grado de exactitud con el que fueron ubicados y en base a esto asignarles su nomenclatura basándonos en su ubicación y en sus dimensiones. Para lograr esto, se escaneó en alta resolución cada uno de los mapas, para tener un plano lo bastante amplió y detallado. Posterior a esto, los mapas fueron trabajados dentro del programa de computación Autocad, el cual permite ampliar ambos mapas a una misma escala con un alto grado de exactitud. Así mismo este programa permite trabajar con capas, lo cual nos permite, ubicar en cualquier dibujo arqueológico, carreteras, ríos, excavaciones y cualquier otro dato de importancia y ocultarlo o borrarlo sin alterar el mapa; por lo que se trabajó primero con el mapa de Maudslay y se realizó sobre el un calco siguiendo los contornos de cada uno de los 117 montículos según su forma geométrica (Fig. 6). Esto nos permitió posteriormente incluir el mapa de Carnegie y montarle el calco, lo cual ayudó de manera significativa la identificación de algunos montículos, ya que como mencionamos al principio, al observar detalladamente el plano de Maudslay es fácil identificar algunos montículos como el C-II-4 (la Acrópolis) o el C-II-12, 13 y 14 (la Palangana) siendo estos los que utilizamos como punto de referencia para ubicarnos con respecto al resto de montículos (Figs. 7a y b). El mismo Maudslay menciona que algunos montículos del sureste (grupos A-IV y V) están mal colocados, lo cual es correcto pero también debemos señalar que otros más también estaban mal ubicados, ya que en su mapa algunos montículos, se encuentran varios metros al este o al oeste de su ubicación con respecto al mapa de Carnegie, por lo que en este caso debieron moverse de su lugar original, para poder establecer la nomenclatura de estos. Cabe mencionar que para este trabajo se ha respetado, la ubicación que Maudslay les asignó. A pesar de este mínimo detalle, el resto de montículos presentó un enorme grado de exactitud, lo cual facilitó la identificación de la gran mayoría de estos y la asignación de su nomenclatura (Figs. 8a y b). En base a esto podemos decir que Maudslay identificó: 101 montículos que pertenecen a los grupos A-IV, V, B-I, II, IV, V, C-I, II, III, IV, V, VI, D-III, IV, E11 II, III y V. Vale la pena mencionar que solo los grupos B-IV y C-IV se encuentran completos de acuerdo a la nomenclatura de Carnegie. Es importante señalar que la Institución Carnegie interpreto en algunos casos uno o mas montículos como uno solo, como por ejemplo el montículo B-IV-2, el cual aparece en el de Maudslay como un montículo grande y uno pequeño, mientras que Carnegie lo considera como un solo montículo, caso similar ocurre con los montículos C-II-5 y 7 los cuales están formados por un grupo de dos y cuatro montículos respectivamente, pero que en la actualidad, se denominan con un solo nombre. Caso contrario sucede con los montículos D-III- 8 y 9 los cuales Carnegie obviamente identifica como dos montículos diferentes, mientras que Maudslay los interpreta como uno solo. Así mismo hay que señalar que el grupo formado por los montículos D-IV-6, 7, 8 y 9 en la obra Biology Centrali-Americana aparecen dibujados como un conjunto formado por cuatro montículos, mientras que en el mapa de A Glimpse at Guatemala, estos aparecen representados de forma similar a la palangana (C-II-12, 13 y 14) (comparar figuras 3, 4 y 5). Por otro lado llama la atención, que al comparar ambos mapas, el de Maudslay incluye 9 montículos que no fueron incluidos por la Institución Carnegie, por lo que probablemente estos fueron destruidos antes de que estos realizaran su mapa en los años 40. Dato que es corroborado por Kidder (1961), quien señala que antes de iniciar con los trabajos de la Institución Carnegie, ya habían sido destruidos algunos montículos por la acción del cultivo y por el crecimiento de la ciudad capital. Estos montículos en base a su ubicación deberían corresponder a los grupos B-IV (4), C-IV (1), D-IV (2) y D-V (2), sin embargo para no causar confusión, en este trabajo a estos montículos solo se les menciona en la figuras 8a y b con la iniciales NAEMC (No aparece en mapa Carnegie). 12 Comentario final En base a este análisis creemos que se ha cumplido con el objetivo de este trabajo, el cual era determinar cuales fueron los montículos que aparecen en este primer plano, sin embargo esta pequeña investigación nos ha brindado otros datos para tomar en cuenta en investigaciones futuras. Primero: para finales del siglo XIX, la Ciudad Capital tenía su límite hacia el sur, en lo que actualmente es el mercado de El Guarda, por lo que es probable que Kaminaljuyu no tuviera mucha alteración durante esta época. Sin embargo observamos que entre la elaboración de cada uno de estos mapas, parece ser que se destruyeron al menos 7 montículos, y como ya lo mencionamos, Maudslay no documentó todos los montículos del sitio, por lo que podríamos estimar que probablemente, algunos otros también fueron destruidos, desafortunadamente no contamos con suficiente información para confirmar este planteamiento; esto nos lleva a pensar que seguramente Kaminaljuyu era un sitio de mayores dimensiones y que a falta de interés hacia principios del siglo XX, hizo que se perdiera valiosa información. Segundo: como ya fuera señalado, por alguna razón Maudslay no ubicó en su mapa, los montículos A y B (F-VI-1 y 2), los cuales al sobreponer un mapa sobre otro, se ubicaban cerca del camino viejo a Mixco (el cual parece seguir lo que actualmente es la Calzada San Juan). Mencionamos esto ya que por lo general se tiende a señalar que estos montículos se encontraban en lo que hoy es el Hospital Roosevelt, sin embargo al realizar el montaje de ambos mapas (Maudslay y Carnegie) sobre el mapa actual de la Ciudad Capital, utilizando siempre como punto de referencia el parque arqueológico Kaminaljuyu, aparentemente estos montículos se ubican en lo que actualmente es la colonia Lándivar, es decir del otro lado del hospital, así mismo existe en el departamento de Registro de Bienes Muebles del IDAEH, un mapa de la municipalidad de Guatemala de 1967, asesorado por Gustavo Espinoza, el cual también ubica estos montículos dentro de esta colonia, (Fig. 9) por lo que este dato deberá estudiarse mas a fondo en un futuro para establecer si existe algún error en la ubicación de estos montículos o un error en los mapas utilizados en este trabajo. 13 Bibliografía Kidder, Alfred 1961 Archaeological Investigations at Kaminaljuyu, Guatemala. En Proceedings of the American Philosophical Society. Volume 105, Number 6, December 15, 1961. The American Philosophical Society, Independence Square, Philadelphia 6. Kidder, Alfred, J. Jennings y E. Shook 1946 Excavations at Kaminaljuyu. Publication 651, Carnegie Institution of Washington. Washington D.C. Maudslay, Alfred P. 1899 1902 Biologia Centrali-Americana or Contributions to the knowledge of the Fauna and Flora of Mexico and Central America. Vols. II and V, Editors F. Ducane and O. Salvin. London: R. H. Porter, 7 Princes street, Cavendish square, W., and Dulau & CO., Soho square, W. Maudslay, Anne C. and A. P. Maudslay. 1899 A Glimpse at Guatemala, and some notes on the ancient monuments of Central America. London: John Murray, Albemarle Street. Medrano, Sonia, B. Arroyo y O. Chinchilla. 1995 Protagonistas de la arqueología Guatemalteca. En Utz´ib. Volumen 1, Numero 8 Junio 1995. Asociación Tikal. Guatemala. Michels, Joseph W. and William T. Sanders (editors) 1973 The Pennsylvania State University Kaminaljuyu Project 1969, 1970 seasons, Part I mound excavations. Editors J. W. Michels and W. T. Sanders. Occasional papers in Anthropology, Department of Anthropology, The Pennsylvania State University, University Park, Pennsylvania. Number 9, December 1973. Municipalidad de Guatemala 1967 Mapa de la ciudad capital. Municipalidad de Guatemala, Asesor Gustavo Espinoza. Mapa en archivo del Departamento de Registro de Bienes Muebles del Instituto de Antropología e Historia. 14 Parsons, Lee A. 1988 The Origins of Maya Art: Monumental stone sculpture of Kaminaljuyu, Guatemala and the southern Pacific Coast. Studies in Pre Columbian Art & Archaeology, Number 28. Dumbarton Oaks research library and collection, Washington D.C. Rodas, Sergio 1993 Catalogo de barrigones de Guatemala. En Utz´ib. Volumen 1, Numero 5 Diciembre 1993. Asociación Tikal. Guatemala. Schávelzon, Daniel y Víctor Rivera Grijalba 1987 La destrucción de Kaminaljuyu. (Noticias y comentarios) En Mesoamérica No. 14 año 8, Publicaciones del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica y Plumsock Mesoamerican Studies. Guatemala C. A. Shook, Edwin 1952 Lugares Arqueológicos del Altiplano Meridional Central de Guatemala. En Antropología e Historia de Guatemala Vol. IV No. 2. Ministerio de Educación Pública. 15 Listado de Figuras: Ilustración 1: Vista hacia el sureste del grupo A-IV. (tomado de Maudslay 1889-1902). Ilustración 2: Entrada a la hacienda del señor Arévalo, mostrando dos esculturas de barrigones (tomado de Maudslay 1889-1902). Figura 3: Plano de Kaminaljuyu publicado en la obra Archaeology Biology Centrali-Americana (tomado de Maudslay 1889-1902). Figura 4: Plano de Kaminaljuyu publicado en la obra A glimpse at Guatemala... (tomado de Maudslay 1889 y modificado por el autor). Figura 5: Plano de Kaminaljuyu elaborado por la Institución Carnegie en los años 40´s (tomado de Michels y Sanders 1973). Figura 6. Calco del plano de Maudslay publicado en la obra Biology CentralAmericana. Figura 7a. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay, Grupos B-IV, V, C- IV, V y VI. Figura 7b. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay, Grupos B-I, II, C- I, II, III y D-III. Figura 8a: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución Carnegie (tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor). Figura 8b: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución Carnegie (tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor). Figura 9: 16 Mapa de la Ciudad Capital de calles y avenidas, mostrando donde se ubicaban los montículos A y B (tomado de Municipalidad de Guatemala 1967 y modificado por el autor). Ilustración 1: Vista hacia el sureste del Grupo A-IV (Tomado de Maudslay 1889-1902) Ilustración 2: Entrada a la hacienda del señor Arévalo, mostrando dos esculturas de barrigones (Tomado de Maudslay 1889-1902) 17 Figura 3: Plano de Kaminaljuyú publicado en la obra Archaeology Biology Centrali-Americana (Tomado de Maudslay 1889-1902) 18 : Indica la ubicación de los montículos omitidos en esta obra. Figura 4: Plano de Kaminaljuyu publicado en la obra A glimpse at Guatemala... (Tomado de Maudslay 1889 y modificado por el autor) 19 Figura 5: Plano de Kaminaljuyu elaborado por la Institución Carnegie en los años 40´s (Tomado de Michels y Sanders 1973) 20 Figura 6. Calco del plano de Maudslay publicado en la obra Biology Central-Americana. 21 Figura 7a. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay, Grupos B-IV, V, C- IV, V y VI Figura 7b. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay, Grupos B-I, II, C- I, II, III y D-III 22 Figura 8a: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución Carnegie (Tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor) Figura 8b: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución Carnegie (Tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor) 23 Figura 9: Mapa de la Ciudad Capital de calles y avenidas, mostrando donde se ubicaban los montículos A y B (Tomado de Municipalidad de Guatemala 1967 y modificado por el autor) 24 KAMINALJUYU: RUTAS DE COMERCIO Y RITOS FUNERARIOS Patricia del Águila Flores Introducción En las Tierras Altas Centrales de Guatemala se han identificado sitios de la etapa de recolección intensiva de alimentos y de agricultura incipiente, aunque un buen número de sitios que representan aldeas totalmente agrícolas, se pueden situar en la época del Preclásico Temprano (1,500 a. C.). Uno de los sitios arqueológicos con un extenso estudio de patrón de asentamiento, sistemas hidráulicos, arquitectura, cerámica, escultura etc. es Kaminaljuyu, situado en el valle de Guatemala, el cual se estaba desarrollando como un centro estratégico en las Tierras Altas Centrales durante el Preclásico Temprano. Kaminaljuyu, voz que en idioma kiche significa colina de los muertos, se localiza en la meseta central del valle de Guatemala, lo que ahora es la moderna ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción. A una altura de 1,5000 mts. SNM. Aproximadamente, la cual se enmarca dentro de la zona de Tierras Altas o Altiplano guatemalteco que se ubica en la franja central del país (Carpio, 1999). El valle en sí abarca alrededor de 1,200 kms2. y está parcialmente rodeado por barrancos profundos particularmente hacia el norte, oeste y sur, por lo que se constituye una meseta central. Ubicación El sitio arqueológico de Kaminaljuyu se encuentra al suroeste de la ciudad de Guatemala. Originalmente el sitio constaba de más de 200 montículos, distribuidos sobre un área de aproximadamente 5 km. cuadrados. Las estructuras variaron desde bajas elevaciones, apenas visibles sobre el nivel del suelo, hasta las más grandes de hasta 20 m. de altura. Muchas de las estructuras tuvieron un arreglo formal y planificado alrededor de patios, plazas o en alineaciones paralelas que sugieren amplias avenidas; pero también se encontraban unidades separadas (Shook y Hatch, 1999). 25 El denominado parque arqueológico de Kaminaljuyu ubicado en la zona 7 está formado por dos conjuntos llamados la Acrópolis y la Palangana (Ver ilustración no. 1). Vegetación, clima e hidrografía Antiguamente la vegetación que cubría el valle estaba compuesta por pinos y robles los cuales con el tiempo fueron sustituidos por terrenos para cultivo y finalmente por la ocupación de la ciudad de Guatemala. Plano No. 1 Sitio de Kaminaljuyu, ubicado en el actual perímetro de la ciudad de Guatemala. Hecho por Alfred P. Maudslay en 1889 (Tomado de Historia General de Guatemala 1999) 26 Ilustración No. 1 Foto área del Parque Arqueológico Kaminaljuyu y Montículo Mongoy. (Tomado de Kaminaljuyú, Museo de Tabaco y Sal 1994) El clima imperante es templado y oscila entre 18 y 25 grados con temperaturas más bajas de diciembre a febrero y más altas de abril a junio. La temporada seca va de marzo a junio y la lluviosa de julio a octubre. El promedio de precipitación anual es de 1200 mm. aproximadamente. Las tierras del valle de Guatemala se conocen como fértiles para el desarrollo de la agricultura. El suelo posee depósitos de ceniza volcánica que en algunos lugares puede alcanzar varios metros. Además se cuenta con numerosos yacimientos de arcillas que incluso en la actualidad siguen siendo utilizados por algunas comunidades alfareras como Chinautla en el Departamento de Guatemala (Carpio, 1999). 27 La hidrografía, se sabe que en tiempos prehispánicos existió una laguna en las inmediaciones del área hoy llamado Miraflores, el cual fue utilizado para practicar irrigación en la parte suroeste del sitio durante el período Preclásico (Hatch, 1993, citado por Carpio 1999). Posteriormente la laguna se fue secando y a la llegada de los españoles se reporta únicamente como una ciénaga. Por otro lado, el Río Motagua, uno de los principales del sistema hidrográfico del país, se ubica tan sólo a 25 kms. aproximadamente del sitio de Kaminaljuyu. También se pueden mencionar en las cercanías al río Villalobos el cual desemboca en el lago de Amatitlán a 24 kms. y el Río Las Vacas por el noreste a no más de 6 kms. Se cuenta además con la evidencia del Montículo de la Culebra el cual, (según estudio de Navarrete y Luján 1986, citado por Carpio 1999), pudo servir como acueducto prehispánico para traer agua de los manantiales de Pinula al este del valle (como luego se hizo en tiempos de la colonia aprovechando la estructura), o bien para delimitar una laguna que se ubicaba al sureste. Antecedentes Históricos y de Investigaciones En el siglo XVII posiblemente se tienen las primeras noticias sobre Kaminaljuyu, las cuales fueron escritas por Fray Tomás Gage, (1625 1637), el se refiere en esa descripción a una parte del pueblo de Mixco, donde existe un barro de especial calidad, se supone que este barro pudo haberse utilizado en época prehispánica por los habitantes de Kaminaljuyu (Guerra de González 1972). Posteriormente, el Capitán Don Francisco Fuentes y Guzmán (1690), hace una descripción de Kaminaljuyu en su obra La Recordación Florida. Para el siglo XIX, en 1875 cuando se vuelve a escribir sobre Kaminaljuyu, por H. B. Bancroft; en 1876 G. Williamson, visita Guatemala y realiza una descripción del Naranjo, la cual es publicada en Antiquities of Guatemala en 1877. Para ese mismo año C. H. Berendt se refiere al mismo tema en Collections of Historical Documents in Guatemala. José Milla (1879) hace una descripción de unos cerritos de tierra y piedra, y aunque no específica el lugar, se supone que es Kaminaljuyu y esto lo publica en Historia de América Central (Guerra de González 1972). Pero es hasta la venida de Alfred P. Maueslay, (1889) cuando verdaderamente se hace el primer trabajo científico y publica el primer mapa del sitio en la Biología Central-Americana en el volumen de Archaeology (1889-1902) y en A Glimpse at Guatemala en 1899 (Ver plano No. 1). 28 En el siglo XX en 1915 el Lic. Antonio Bátres J. hace una descripción de un lugar cercano a la capital, que se conoce con el nombre de LAGUNA DE LOS TIESTOS y que forma parte de la Finca Miraflores. Las primeras excavaciones científicas llevadas a cabo en Kaminaljuyu fueron realizadas por Manuel Gamio, en 1925. Luego J. Antonio Villacorta y su hijo realizaron en 1927 trabajos en la Estructura D-III-7, conocida como Quitasombrero.En 1935, la Institution Carnegie de Washington empezó investigaciones y excavaciones en Kaminaljuyu y sus alrededores, las cuales continuaron intermitentemente, durante 18 años. De los aportes más importantes de los estudios llevados por la Institución Carnegie fueron el proporcionar la información que permitió el ordenamiento cronológico de las varias fases de ocupación humana de Kaminaljuyu, el valle de Guatemala y las otras regiones de las Tierras Altas Centrales. Estas fases se basan en los cambios en los tipos cerámicos y sus frecuencias, como se entienden hasta hoy día (Ver plano No. 2). Durante las décadas de 1950 y principios de los años 60, se iniciaron investigaciones a cargo del Instituto de Antropología e Historia a través de la Inspectoría General de Monumentos del Museo Nacional de Arqueología. En 1977 la Universidad del Estado de Penssylvania, trabajo en la plaza inferior de La Palangana. Además hace el distribuido de los montículos. En 1991 el Museo de Tabaco y Sal de Japón, bajo la dirección de Kuniaki Ohi, publicaron un plano de las estructuras que forman parte del Parque Kaminaljuyu; en esa misma década se estuvo haciendo trabajos de rescate arqueológico en lo que hoy conocemos como colonias Bosques de Miraflores (Proyecto Miraflores I), Colonia San Jorge (Proyecto Kaminaljuyu/San Jorge), Centros Comerciales Tikal Futura y Miraflores (Proyecto Miraflores II); así como en lugares donde en la actualidad existen: Centro Comercial Hiper Paíz, zona 7, Peri Roosevelt, Mega Centro; Majadas; Colonias Tulam Zu y por último en el 2005 a la fecha Condominios Santa Bárbara, San Daniel, San Isidro (Proyecto El Naranjo), por mencionar Dibujo No. 1 Glífos incisos Estela 21, Preclásico Tardío (Oswaldo Chinchilla) (Citado en Historia General de Guatemala, 1999) 29 Plano No. 2 Sitio de Kaminaljuyu (Tomado de Kidder, Jennings y Shook, 1946) 30 Rutas de Comercio y Redes de Intercambio El Período Preclásico (2,000 a. C. al 250 d. C.) El Período Preclásico Temprano (2,000 al 1,000 a. C.) En el área se han descubierto herramientas de obsidiana provenientes del norte de Belice, de la fuente El Chayal, lo cual indica que este material era exportado hacia las Tierras Bajas, desde épocas muy antiguas, como por ejemplo para el Preclásico Temprano, con lo que se puede inferir que la sociedad ya estaba organizada según linajes, cada uno con diferentes especializaciones, como artesanos, agricultores, gobernantes, etc. El Período Preclásico Medio (1000 a. C. al 400 a. C.) Se infiere que en esta época la gente vivía en comunidades con una economía basada en la agricultura y el comercio. Se trataba de una sociedad estratificada, lo cual se deduce de presencia de estructuras públicas, cerámica elitista y ornamentos de jade. La especialización de la manufactura de cerámica, herramientas de obsidiana y objetos de jade, probablemente existió a nivel doméstico o familiar. La existencia de una religión formal, supervisada por un sacerdocio, se puede deducir de los incensarios recuperados (Shook y Hatch, 1999), (Ver ilustraciones 3 y 4). Ilustraciones No. 3 Cuchillo de obsidiana, Preclásico Medio-Tardío (Tomado de Catálogo Los Mayas, Ciudades Milenarias de Guatemala, 1999) Ilustraciones No. 4 Vasija Tipo Zapato, Preclásico Medio-Tardío (Tomado de Catálogo Los Mayas, Ciudades Milenarias de Guatemala, 1999) 31 El Período Preclásico Tardío (400 a. C. 250 d. C.) Para este período Kaminaljuyu fue el núcleo de una red comercial que atraía visitantes y residentes de muchas otras áreas, según sugiere la cantidad de esculturas de estilos diferentes que allí se han encontrado. En el transcurso del Preclásico Tardío, la sección central y este de la Costa Sur participaron en una red comercial que incluía a Kaminaljuyu, en las Tierras Altas, y la parte occidental de El Salvador. Los nexos que existieron entre estas regiones se reflejan en las similitudes de la cerámica; en el estilo arquitectónico, que incluía el uso de adobe; así como en el consumo de obsidiana de El Chayal, y el culto del barrigón. Sin embargo, al final del Preclásico ocurrieron cambios notables en la Costa Sur de Guatemala y en las regiones vecinas. Tales transformaciones fueron probablemente de carácter sociopolítico, pero afectaron también a las relaciones comerciales entre la Costa Sur, Kaminaljuyu y El Salvador, que parecen haber terminado. El complejo cerámico de Kaminaljuyu indica que sus lazos comerciales cambiaron hacia la zona costera del sur, particularmente a Monte Alto y a otros sitios del Departamento de Escuintla, así como hacia Chalchuapa y Santa Leticia, en el oeste de El Salvador. Los tipos y estilos cerámicos en estas tres áreas culturales son tan parecidos que Arthur Demarest y Robert Sharer proponen que se les considere como una sola región relacionada, a la cual denominaron Esfera Cerámica Miraflores (Shook y Hatch, 1999). El Período Clásico (200 al 900 d. C.) El Período Clásico Temprano (200 al 400 d. C.) La economía de los sitios de las Tierras Altas estuvo basada en su producción agrícola y en la exportación de productos locales y regionales. A esto se sumaban otros bienes, como vasijas cerámicas, plumas de quetzal, piedras basálticas, ocote, pieles, etc., que eran cambiados por productos de otras zonas vecinas. Las cadenas montañosas no fueron obstáculo para que los comerciantes se trasladaran de un lugar a otro, caminando en muchas oportunidades a través de parajes naturales en los corredores situados entre montañas, así como utilizando los amplios valles y las cuencas hidrográficas. La ubicación de Kaminaljuyu, en el centro de las Tierras Altas, le permitió mantener control sobre productos comerciales, tales como la obsidiana de El Chayal y el jade de las márgenes del Río Motagua. El gusto particular que tuvieron los mayas por el jade hizo que este material fuera transportado hasta regiones 32 lejanas y trabajadas para la fabricación de finas piezas de joyería, como collares, brazaletes, orejeras, etc. La obsidiana también se llevaba a todos los rincones del área maya y se empleaba particularmente para hacer finos cuchillos, navajas y otros objetos punzo-cortantes, que han sido descubiertos en sitios alejados, en el norte de Petén, Belice y México (Shook y Hatch, 1999). Los datos arqueológicos sobre talleres de jade y obsidiana, en Kaminaljuyu, indican que aparentemente éste era un centro para la manufactura de artefactos de obsidiana y ornamentos de jade, y que este último material provenía del valle del Río Motagua. Sin duda, estos bienes eran producidos tanto para la exportación como para el consumo local. Claramente, el sistema social jerárquico, la especialización en la producción y la exportación e importación de bienes exóticos a través de una amplia red comercial, implicaban una organización sociopolítica compleja y centralizada (Shook y Hatch, 1999). Dentro de las evidencias para pensar en un contacto Teotihuacano en Kaminaljuyu la presenta Nelson (2004) cuando explica que son los edificios de estilo teotihuacano, la cerámica encontrada en Kaminaljuyu que posiblemente vino de esa región y el poco de obsidiana verde encontrada en el sitio proveniente de Pachuca, México que queda cerca de Teotihuacan (Ver Ilustración No. 5). El intercambio de diferentes productos dio a Kaminaljuyu la oportunidad de entablar relaciones con sitios importantes de la Costa del Pacífico de Chiapas y Guatemala, sitios del altiplano Central Mexicano. Las ofrendas en las tumbas muestran que la élite tenía relaciones comerciales por toda una vasta zona. Las vasijas policromas eran transportadas de las Tierras Bajas mayas del sur; los vasos cilíndricos trípodes y la obsidiana verde venían de Teotihuacan, en el Valle de México. Las importaciones de México también incluían cerámica de Oaxaca y espejos en estilo Tajín, de Veracruz. La Costa del Pacífico proporcionaba conchas, cacao, algodón e indudablemente pescado seco, camarón e iguanas. Las conchas también eran importadas de la costa del Atlántico (Ver Mapa No. 1). Ilustración No. 5 Vasija Trípode Estucada con Tapadera, Clásico Temprano (200 al 500 d. C.) (Tomado de Catálogo Los Mayas, Ciudades Milenarias de Guatemala, 1999) 33 Mapa No. 1 Fuentes de materia prima en Guatemala (Tomado de Historia General de Guatemala, 1999) 34 Ritos Funerarios en Kaminaljuyu El Período Preclásico (2,000 a. C. al 250 d. C.) El Preclásico Medio (Fase Las Charcas, 1000 a. C. al 400 a. C.) Hasta el presente no se han descubierto tumbas formales relacionadas con la Fase Las Charcas. Caracteriza esta época un entierro informal localizado en un profundo pozo cónico de 3 m de diámetro en la base y estrechado al nivel del suelo hasta terminar en un orificio pequeño. En el fondo se encontraba el entierro informal de una niña, colocada en posición extendida, la cara hacia arriba, con los brazos y las piernas ligeramente flexionados. No había otro artículo mortuorio adicional, ni señal alguna de que se hubiera usado un petate, litera de madera, vestido o cualquier tipo de envoltorio. Es posible que después de colocar el cuerpo, el pozo fuera llenado con una gran cantidad de lo que probablemente era 'basura' doméstica, incluyendo restos de vasijas rotas, artefactos de cerámica y piedra, cenizas, carbón y huesos humanos y de animales (Shook y Hatch, 1999). El Preclásico Medio-Tardío (Fases Sacatepéquez-Providencia, 1000 a. C. al 400 a. C.) Shook localizó un entierro formal en un profundo pozo del sitio Zacat en el Departamento de Sacatepéquez. El cuerpo estaba extendido dentro de un sepulcro hecho de lajas, algunas de las cuales estaban en posición vertical y cubiertas con otras colocadas horizontalmente. En otros lugares de la región se han descubierto entierros, pero sus contenidos están pendientes de estudio, pues carecen de información relacionada con la construcción de la tumba y la posición del esqueleto (Shook y Hatch, 1999). El Preclásico Tardío (Fases Verbena y Arenal, 400 a. C. al 100 d. C.) La presencia de dos tumbas de la élite en el Montículo E-III-3, de Kaminaljuyu, descubiertas por E. Shook indican que, durante el Preclásico Tardío, por lo menos algunas de las estructuras principales se utilizaron para enterrar personas importantes. El Montículo E-III-3 consistía de siete estructuras sobrepuestas, y la Tumba I estaba relacionada con la Estructura 5 y la Tumba II con la Estructura 6. Se supone que después se realizó una elaborada ceremonia funeraria, durante la cual fue enterrado el ocupante principal, evidentemente un personaje de gran 35 distinción. El cuerpo, cubierto con pintura roja, descansaba sobre una litera de madera, y probablemente fue trasladado al templo y depositado en la cámara en una solemne y refinada procesión. El cuerpo fue colocado en el centro de la cámara funeraria, con la cabeza hacia el sur. Las ofrendas y regalos, que incluían más de 300 vasijas de cerámica y piedra, ornamentos de jade, morteros de piedra, pedestales y numerosos objetos perecederos (probablemente textiles, calabazas y madera), fueron apilados en el piso, contra las paredes de la tumba (Ver dibujo No. 2). Después de techar la cámara de la tumba se colocaron ofrendas mortuorias adicionales sobre el techo y las bancas, inclusive el cuerpo de un adulto que pudo haber sido sacrificado para atender a su señor durante la larga jornada en el más allá. La estructura continuó en uso hasta que el techo de la tumba colapsó e hizo que el piso superior se hundiera. La depresión resultante demandó un segundo piso y un asentamiento ulterior exigió todavía un tercero. Áreas quemadas en estos pisos indican que las actividades ceremoniales, continuaron sobre la Tumba I, por algún tiempo después del entierro. La Tumba II tenía un patrón semejante al de la Tumba I, ya que presentaba el entierro de una persona importante en una cámara funeraria rectangular, cortada a través de la plataforma superior de la Estructura 6, ligeramente al oeste del eje central del Montículo E-III-3. La cámara del entierro era más profunda y grande que en la Tumba I, y tenía un gran poste de madera en cada esquina para sostener el techo construido de madera. El cuerpo del ocupante principal, un adulto de sexo masculino y bastante alto, fue pintado de rojo brillante, vestido y envuelto elaboradamente, y descansaba extendido sobre una litera de madera cubierta de petates o en una plataforma de palos sostenida por cuatro bloques rectangulares de madera. Existen indicios de que el personaje tenía una espléndida máscara y tocado. Dos niños de seis u ocho años y un adulto joven de 18 ó 20 años fueron sacrificados para acompañar a su señor en la etapa posterior a la muerte. Las ofrendas mortuorias eran menos numerosas que las de la Tumba I, pero también espléndidas e impresionantes, e incluían aproximadamente 200 vasijas de cerámica, piezas de jade y de hueso, y otros artefactos. Después de que las ofrendas se colocaron alrededor de los cuerpos, en el piso de la tumba, la cámara, igual que en la Tumba I, se techó, y se colocaron otras ofrendas sobre las bancas que estaban alrededor. Las ceremonias, que implicaban quema, continuaron sobre el área de la tumba y afectaron el piso, que alcanzó el color y la dureza de un ladrillo. Finalmente, tuvieron que añadirse pisos adicionales, con el objeto de corregir el hundimiento sobre la Tumba II (Shook y Hatch, 1999). 36 Dibujo No. 2 Tumba de Estructura E-III-3 del Preclásico Tardío, Kaminaljuyu. (Tomado de La Civilización Maya, 1998) Preclásico Tardío Terminal (Fase Santa Clara, 100 a. C. al 200 d. C.) El pozo en forma de botella, descubierto por Shook en Santa Clara, en la ciudad de Guatemala, contenía un entierro de un humano adulto acompañado de ofrendas de vasijas completas. El cuerpo estaba extendido sobre el piso del pozo, y unas lajas de piedra delgada lo cubrían horizontalmente. El entierro se había cubierto echando 'basura', probablemente por deslaves de tierra floja y desechos de la vecindad del pozo. Las lajas, originalmente pudieran haber estado en posición vertical alrededor del cuerpo, pero quizás se cayeron hacia adentro por el peso de la 'basura' y el relleno, con lo cual también se quebraron las vasijas. Enseguida, probablemente se tiraron bloques de adobe quemado sobre la 'basura'. Después de ello se agregó material perecedero, como paja, y se quemó el pozo. Finalmente, se tiró más 'basura' para sellar la abertura y llevarla hasta el nivel del suelo (Shook y Hatch, 1999). 37 El Período Clásico (200 al 550 d. C.) El Período Clásico Temprano (Fase Aurora, 200 al 400 d. C.) Hasta este momento no se conocen tumbas que pertenezcan a la Fase Aurora, pero se encontraron varios entierros informales en las excavaciones de Kaminaljuyu-San Jorge. En éstos siempre apareció el esqueleto en una posición extendida, acompañado por unas pocas vasijas cerámicas sencillas. El Período Clásico Temprano (Fase Esperanza, 400 al 550 d. C.) Los dos montículos A y B, localizados en el borde sureste del sitio frente a lo que hoy es el hospital Roosevelt, en la llamada Finca Esperanza, contenían varias tumbas. La cerámica asociada con éstas, los 'escondites' y el relleno del montículo, proporcionaron la base para la identificación de la Fase Esperanza. La presencia de vasijas de la Fase Teotihuacan III en las tumbas y los estilos arquitectónicos de los edificios permitieron que la fase fuera fechada en relación con la segunda mitad del Período Clásico Temprano (Ver dibujos Nos. 3 y 4). De acuerdo con los contenidos de las tumbas, el lapso representado por las dos estructuras es relativamente corto. La mayor parte de los esfuerzos de reconstrucción se realizaron en función de ritos funerarios (Shook y Hatch, 1999). El Período Clásico Tardío (Fases Amatle y Pamplona, 550 al 900 d. C.) No se ha recuperado ninguna tumba formal que corresponda al Clásico Tardío en las Tierras Altas Centrales. Los pocos enterramientos hasta ahora encontrados son de personas comunes, inhumadas en posición extendida. El cuerpo estaba acompañado por unas pocas vasijas cerámicas, que probablemente contenían comida para que la usara el difunto en su jornada después de la vida. 38 Dibujos Nos. 3 y 4 Tumbas A (Montículo F-VI-1) y Tumba B (Montículo F-VI-2) (Tomado de Kidder, Jennings y Shook 1946) 39 Bibliografía Asociación de Amigos del País 1999 Historia General de Guatemala, Versión CD ROM., Fundación para la Cultura y el Desarrollo. Carpio Rezzio, Edgar H. 1999 La Relación Kaminaljuyu-Teotihuacan. Publicación Especial, Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Arqueológicas, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos. Guerra de González, Dora Leticia 1972 La Indumentaria en las Figurillas de Kaminaljuyu, Tesis de Licenciatura, Facultad de Humanidades, Universidad de San Carlos de Guatemala. Kidder, Alfred V., Jesse D. Jennings y Edwin M. Shook 1946 Excavations at Kaminaljuyu, Guatemala. The Pennsylvania State University Press, University Park and London. Muñoz Cosme, Gaspar et. al. 1999 Los Mayas Ciudades Milenarias de Guatemala, Catálogo de la Exposición Los Mayas Ciudades Milenarias de Guatemala. Museo de Tabaco y Sal 1994 Kaminaljuyu. 2 volúmenes, publicación del Museo de Tabaco y Sal, Tokio, Japón Shook, Edwin M. y Marion P. de Hatch 1999 Las Tierras Altas Centrales: Períodos Preclásico y Clásico. En Historia General de Guatemala Versión CD ROM. Asociación de Amigos del País, Fundación para la Cultura y el Desarrollo. 40 INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS Y RESCATE DEL MONTICULO D-III-10 KAMINALJUYU, GUATEMALA Erick Ponciano1 Carolina Foncea (QEPD)2 Introducción El Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, bajo la dirección de Licda. Edna Nuñez de Rodas, se realizó un pequeño proyecto de Investigaciones y Operación Rescate del montículo técnicamente denominado D-III-10 de Kaminaljuyu. Dicho proyecto formó parte de un Programa de Rescate en Kaminaljuyu destinado a recuperar y proteger evidencia de los vestigios arqueológicos en peligro de desaparición. Desafortunadamente, al momento de las investigaciones gran parte del montículo había desaparecido, dando paso a construcciones modernas y remociones de tierra para permitir drenajes profundos, calles, casas, colonias, comercios, etc., es decir parte del desarrollo urbano. Las investigaciones de rescate realizadas en los remanentes del montículo y el trabajo de laboratorio (1986-1987), fueron totalmente financiados por el IDAEH. El reporte de dicho proyecto presenta en detalle los resultados (Ponciano y Foncea 1997). Contexto Cultural de las Tierras Altas de Guatemala Kaminaljuyu se ubica en las Tierras Altas Sureñas de la región Maya en el Valle de Guatemala (Fig. 1). El área se caracteriza por la presencia de valles y montañas de suelos fértiles profundos, de clima templado con abundantes recursos naturales de fauna, flora y agua fresca (Shook 1956). Debido a las condiciones favorables para habitar en los valles del altiplano se encuentran numerosos asentamientos humanos con ocupaciones en diferentes épocas desde el periodo Preclásico Temprano (1000 a. C.) hasta el momento de contacto con los españoles en el siglo XVI (Ver Figura No. 1) 1 2 Licenciado en Arqueología por la Universidad de San Carlos de Guatemala (1988) y Maestría de Antropología por la Universidad de Vanderbilt, Nashville, TN (1992). Estudiante Avanzada de la Licenciatura en Arqueología por la Universidad de San Carlos de Guatemala. 41 El Altiplano central tuvo importante participación en los desarrollos iniciales de lo que después se conocieran como elementos de la cultura Maya en las Tierras Bajas del Norte, en sus aspectos iconográficos y de escritura (Lee 1986, Sharer 1998). Por lo cual se considera que su participación fue muy importante en estos momentos formativos. Durante la época Posclásica (1000 d. C.) el altiplano estuvo ocupado por varios grupos lingüísticos que se correlacionaba en alto grado con la heterogeneidad de su topografía y variados microclimas. En el siglo XVII fue el asiento de la Capitanía General del Reino de Guatemala. El área entonces ha sido ocupada en forma continua por más de 2,500 años con asentamientos de diferentes tamaños no sólo de la época prehispánica sino también de la época colonial. Arqueología de Rescate En Guatemala los casos de proyectos arqueológicos de rescate han ocurrido, desde principios del siglo XX, en las fincas del valle de Guatemala, no se conocía todavía como Kaminaljuyu, (Gamio 1927, Villacorta 1938) y posteriormente en varios otros puntos del país, en la Cuenca del río Chixoy (Ichon 1975, Ichon et. al. 1980); en Peten (IDAEH 1976, 1980); en Escuintla (Orrego 1985), en el Departamento de Jutiapa, (Grigñón 1988); en Ipala, Chiquimula, (García y Ericastilla 1995). Sin embargo, esta actividad ha sido más evidente en el sitio mayor de Kaminaljuyu, ubicado originalmente a orillas de la ciudad de Guatemala, (Kidder, Jennings y Shook 1946, Shook y Kidder 1952, Berlin 1962, Miles 1964, Shook 1952, Michaels 1979, Hatch 1997), debido a la tendencia de migración rural y un crecimiento urbano descontrolado de la ciudad enfatizado el terremoto de 1976 que asoló Guatemala. Arqueología de Rescate: Caso Kaminaljuyu Kaminaljuyu es uno de los sitios arqueológicos más investigados en las Tierras Altas de Guatemala. Sin embargo, debido a su ubicación, rodeado por la moderna ciudad de Guatemala, el tipo de investigación que se ha realizado con mayor frecuencia es de Arqueología de Rescate, aunque también se han realizado varios proyectos de Investigación Arqueológica Sistemática planificada, estos generalmente son la excepción (Ver figura No. 2). Se ha discutido que el crecimiento de la ciudad de Guatemala ha tenido el impacto sobre los recursos arqueológicos de Kaminaljuyu (Michaels 1979, Shavelzan 1984, Ohi 1994) y aunque las autoridades del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y desde 1990 como Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, han establecido mecanismos previos de Proyectos de Rescate en áreas potencialmente destinadas a desarrollo urbano, el sitio ha continuado siendo 42 Fig. 1 Mapa del Área Maya y Kaminaljuyu (Tomado de Sharer, 1998) 43 mutilado en sus conjuntos arquitectónicos. Kaminaljuyu fue uno de los sitios arqueológicos más grandes del Altiplano de Guatemala y con una larga y prolongada ocupación (Tabla 1). Cuando la Institución Carnegie de Washington realizó el mapa del sitio (Fig. 2) se registraron en ese momento más de 200 montículos diseminados en varios grupos y plazuelas (Kidder, J., J. Jennings y E. Shook 1946), y cuando la Universidad de Pennsylvania realizó sus estudios de patrones de asentamiento también fecharon la ocupación en el valle desde el Preclásico Temprano (1000 a. C.) hasta el Posclásico (1,200 d. C.) (Michaels J. Y W. Sanders 1979) y todavía observaron en su estudio cerca del 70% de los vestigios del sitio. En la actualidad posiblemente no se encuentra más del 35% del tamaño original del sitio, lo cual ha incidido para no lograr una interpretación integral de la historia cultural del sitio en sus procesos de formación, desarrollo y abandono. Tradicionalmente se ha criticado las diferencias de procedimiento entre la arqueología de rescate y salvamento y de investigación propiamente planificada, adjudicándole a la primera simplemente como la obtención de material arqueológico de depósitos pero sin contexto interpretativo científico. Sin embargo, no se ha hecho suficiente énfasis en que el tipo de investigación que se ha realizado como meramente arqueología de rescate ha dado su aporte para el conocimiento del sitio. Aspectos Legales de Kaminaljuyu Cuando se discute sobre arqueología de rescate y salvamento no puede dejarse por un lado el aspecto legal de la protección de los monumentos arqueológicos y la propiedad privada. En Guatemala la Legislación del Patrimonio Cultural (Álvarez 1986) establece que los vestigios arqueológicos existentes en el territorio nacional se consideran bienes nacionales y están bajo protección Estatal. Kaminaljuyu, a diferencia de lo que ocurre con otros sitios arqueológicos de Guatemala, tiene su propia normativa de Protección para que garantice mejor su preservación (Acuerdo de Protección de Kaminaljuyu 1966, Lujan Muñoz 1974). Muchos de los montículos de Kaminaljuyu tienen categoría de intocables según la normativa vigente. Sin embargo, esto no se cumple en la realidad. El mismo montículo D-III-10 tuvo esta categoría después de 1966 pero aún así fue lentamente destruido por construcciones de propiedad privada en su lugar. Otros montículos del sitio han sido preservados, pero ha excepción de lo que ocurre con la parte central del sitio, en donde todavía se vislumbran conjuntos arquitectónicos y plazas, el resto del sitio presenta un estado diferente. Solamente quedan montículos aislados rodeados por la ciudad pero sin mostrar su conjunto. 44 Fig. 2 Mapa de Kaminaljuyu (Tomado de Kidder, Jennings y Shook, 1942) 45 Actividades de Arqueología de Rescate a. b. c. d. El rescate de objetos portátiles como estelas, vasijas de barro y jade. El rescate de sitios depredados. La repatriación de objetos culturales que salieron del país ilegalmente. Rescate de áreas arqueológicas en peligro de destrucción por desarrollo de infraestructura en áreas urbanas o rurales. Actualmente la arqueología de rescate esta considerada en estudios previos de trabajos públicos, ahora forma parte de la nueva legislación ambiental, aunque está bajo el concepto de Estudios de Impacto Ambiental de moda en Guatemala (Ley de Medio Ambiente 1986). Pero éstos se encuentran en términos de establecer evaluaciones o diagnósticos muy preliminares antes que la realización de estudios o proyectos planificados e integrales. Las primeras acciones de rescate y salvamento arqueológico de Kaminaljuyu ocurrieron en los años 40's y 50's cuando arqueólogos de la Institución Carnegie de Washington, a requerimiento del Gobierno de Guatemala, llevaron a cabo excavaciones en montículos que estaban siendo destruidos debido a la expansión de la ciudad de Guatemala desde el norte hacia el sur y oeste. Tal es el caso de los montículos A y B, (Kidder, A., J. Jennings y E. Shook 1946), el Montículo EIII-3 (Kidder, A. y E. Shook 1952), Berlin (1962) en el D-III-13, el rescate en el Montículo D-III-1 (1964), trabajado recientemente por el Proyecto del Museo de Tabaco y Sal (Ohi 1994). La Universidad de Pennsylvania trabajó en Kaminaljuyu durante 10 años produciendo una de las colecciones de estudio interdisciplinarios más importantes sobre el Valle de Guatemala (Michaels 1969, Sanders 1973, Michaels 1977, Wetherington 1978, Michaels y Sanders 1979). El proyecto Kaminaljuyu-San Jorge (Hatch 1997) es un ejemplo de investigación arqueológica con el intento de conciliar intereses de desarrollo urbano y conservación. Otros proyectos en áreas localizadas al sur del centro del sitio siguen enriqueciendo nuestra perspectiva del sitio. Tal y como ocurre con los proyectos de rescate de Kaminaljuyu (Román 1993, Barrientos 1997, Valdés y Hatch 1996, Escobedo et. al. 1996, Martínez et. al. 1996). Sin embargo, otros proyectos no han publicado sus resultados (tales como Villas de San Juan, Villas de Miraflores I, Las Majadas I, II y III, Montículos B-IV-5, La Democracia, y Rosario Naranjo). El Montículo de la Culebra, en el sur oriente de la ciudad, que se considera parte del sitio de Kaminaljuyu, también ha experimentado deterioro por la construcción de infraestructura moderna. En este se han realizado varios proyectos de rescate, y salvo casos esporádicos (Ortega et al 1995), muchos de sus resultados esperan publicación. 46 Varios proyectos de Kaminaljuyu si fueron previamente planificados, tal el caso de las excavaciones realizadas por el Inspector de Monumentos Nacionales del IDAEH, señor Gustavo Espinosa en la acrópolis de la estructura C-IV-II en los años 60's (Cheek 1979), y el proyecto de la Universidad del Estado de Pennsylvania en el área conocida como la Palangana (Michaels 1973). Así también en el montículo B-I-1 por el Museo de Tabaco y Sal (Ohi 1994), pero estos generalmente han sido la excepción y han realizado investigaciones sin la premura de tiempo o presión para finalizar el trabajo debido a un potencial desarrollo urbano posterior del área investigada. Contexto socioeconómico Kaminaljuyu ha sido impactado por el crecimiento de la ciudad de Guatemala, por lo que adaptarse a las circunstancias de viviendas modernas, la realización de investigación fue la más practica y objetiva que se ajusta mejor un proyecto de rescate arqueológico y que tome en cuenta las circunstancias sociales de la comunidad actual que vive en los rededores de los vestigios arqueológicos ya sea con o sin conciencia de su significado y de su valor cultural. Estas son variables que fueron tomadas en cuenta al momento de realizar las investigaciones, ya que no se puede separar la existencia de vestigios arqueológicos precolombinos con la realidad actual de una población que se manifiesta contraria a la existencia misma de dichos vestigios. Estos aspectos socioeconómicos de la población circunvecina son indicados por los cuales se explica en parte el origen del problema de la destrucción de vestigios arqueológico. El proyecto de rescate del montículo D-III-10 surgió de la necesidad urgente de recuperar información y artefactos que de otra manera se hubieran perdido irremediablemente. Esto debido a diferentes factores. Primero que estaba expuesto a su destrucción parcial desde los años 70's por el crecimiento de la ciudad. Segundo como resultado de ello su exposición a la intemperie: lluvia, deslaves, erosión, etc. Tercero, la acción humana reciente de los vecinos circundantes que habitaban el lugar y que constantemente estaban destruyendo los restos del montículo para obtener más espacio en sus patios y al mismo tiempo utilizar el relleno de construcción del montículo como materia prima para adobes, tejas, ladrillos (Ver figura No. 3). Historia cultural de Kaminaljuyu Las características culturales que rodearon los asentamientos tempranos en Kaminaljuyu todavía son poco conocidas, específicamente para los períodos Preclásico Temprano y Medio (1200-300 a. C.). El material cultural de la fase Las Charcas, la fase más antigua identificada hasta el momento, está representada por restos de basureros domésticos labrados en el suelo en forma de botellones 47 (Shook 1967). Aunque ha habido estudios que se han enfocado en el problema (Michels 1979) únicamente se han localizado trazas de ocupación en algunos lugares del sitio. La razón para ello es que posiblemente se trata con evidencia arqueológica de estructuras construidas de barro y no de piedra (Shook 1952) y a la pobre preservación de muchos artefactos de material perecedero. Además de este hecho, muchas de sus construcciones están debajo de ocupaciones posteriores que modificaron y alteraron su integración original. La ocupación del Formativo Medio en Kaminaljuyu (800-300 a. C.) solamente había sido encontrada en dispersas localidades en el norte y este del antiguo lago de Miraflores y ahora esta mejor documentada con investigaciones en los proyectos San Jorge (Hatch 1997) y Miraflores II (Valdés y Hatch 1995). El periodo Clásico Temprano fue un periodo de gran apogeo del sitio con arquitectura monumental en el area de la Acrópolis (Cheek 1979), y el Clásico Tardío muestra una importante concentración de arquitectura encima del antiguo centro Clásico Temprano con una continuidad cultural de más de 1000 años de ocupación (Michael 1979), (Ver Tabla 1). 48 Tabla 1 Cronología Cerámica según Hatch (Tomado de Hatch, 1997). Periodo Tardío Posclásico Año Fase 1500 1400 1300 Chinautla 1200 Temprano 1100 1000 900 Tardío Clásico Temprano Terminal Tardío 800 700 600 500 400 300 200 100 d.C. 0 a.C. 100 Ayampuc Pamplona Amatle Esperanza Aurora Santa Clara Arenal 200 300 Preclásico Verbena 400 500 600 Medio 700 800 900 Temprano 1000 1100 Providencia Majadas Las Charcas Arévalo Ubicación del Montículo D-III-10 El montículo D-III-10 se ubicaba en la zona 7 de esta ciudad capital, específicamente entre la 7a. calle y 7a. calle A entre la 13 y 14 avenidas, en la Colonia Quinta Samayoa (Fig. 3). Prácticamente había sido cortado longitudinalmente por la urbanización de la 13 y 14 avenidas y transversalmente por los lotes de las viviendas de los vecinos por la 7a. y 7a. calle A. Presentaba cortes en los cuatro puntos cardinales, algunos con alturas de 10 o 12 m de altura. Su ubicación dentro del asentamiento de Kaminaljuyu es en la parte este de un conjunto de montículos monumentales, D-III-13 (Berlin 1952) al norte y C-III-9 al oeste. Este conjunto se encontraba a unos 200 m al sur del grupo de la Palangana. Otro aspecto interesante es que este grupo, junto con otros como C-IV-8, C-IV-9 y C-III-4 se encuentran en la margen este del extinto lago de Miraflores durante el periodo Preclásico Medio. Estudios Previos del Montículo D-III-10 Aunque Maudslay hizo el primer mapa de Kaminaljuyu a finales del siglo XIX, no designó nomenclatura a los edificios ubicando principalmente la carretera antigua a Mixco. Posteriormente la Institución Carnegie de Washington (1942) con Edwin Shook realizó el mapa de Kaminaljuyu y ese es el primer registro preciso que se tiene de la existencia del denominado por primera vez como montículo D-III-10. En ese entonces se encontraba prácticamente completa (Ilustración No. 1). Con el mapeo de Carnegie se realizó la identificación de las estructuras, por medio de la utilización de una cuadrícula arbitraria de 400 m de lado asignándole literales de oeste a este y números romanos de norte a sur. Ya con la identificación de estructuras por número, se llevaron a cabo varios proyectos de rescate de manera esporádica. Edwin Shook, a finales de los años 40's, realizó dos sondeos en el montículo D-III-10, y encuentra entre el relleno de construcción una enorme huella de poste quemada conteniendo grandes bloques de carbón, indicando que había habido un enorme incendio posiblemente cuando el edificio fue abandonado. Denominó la operación como Poste No. 4, y Muestra de Carbón 5. Los lotes C31 y C-62 provienen de la superficie, los cuales fueron mezclados por los trabajadores. Encontró materiales cerámicos Sacatepéquez y Amatle. El lote C31a de material que encontró en el mismo poste quemado lo considera como relleno de la segunda etapa, (lo llama Sacatepéquez). Shook identificó dos pisos. Lote C-31b fue material encontrado encima de los pisos hasta la última superficie superior y C-31c abajo de los dos pisos identificados. Shook indica que el fechamiento corresponde al Preclásico Medio. Los materiales cerámicos 49 recuperados se encuentran en el sótano del Museo Nacional de Arqueología y Etnología (Shook comunicación personal 1988 y Notas de Campo). La otra referencia escrita que existe del Montículo D-III-10 proviene de la investigación realizada por la Universidad del Estado de Pennsylvania en Kaminaljuyu (Michaels 1979, Sanders 1979) dentro de un amplio programa que buscaba un estudio integral del área en varios aspectos no solo arqueológico sino también antropológico, etnográfico y lingüístico. Realizaron investigaciones sistemáticas controladas en el valle de Guatemala sobre varios sectores del sitio, tanto en áreas centrales, ceremoniales como en áreas periféricas residenciales con lo cual se pretendía lograr un entendimiento del desarrollo de Kaminaljuyu. Según Michels esta área en donde se encontraba el montículo fue en donde se empezó a concentrar la población de Kaminaljuyu a inicios del formativo o sea en el lado noreste del lago de Miraflores. Esto se enfatiza a través del tiempo reflejando una concentración de población en el sector noreste y paulatinamente se va extendiendo hacia el norte, oeste y sur. Cuándo y cómo ocurrió la destrucción: descripción de su destrucción gradual Según información verbal de los vecinos del área, el inicio de la destrucción del montículo ocurrió en los años 50's, que aunque el área donde se localizaba no formaba parte del centro de la ciudad, si formaba parte de las fincas adyacentes a la ciudad misma, (fincas Miraflores, Las Charcas, Verbena, Santa Clara, Naranjo) donde existían potreros o áreas de cultivo de maíz. En ese tiempo algunas personas empezaron a dedicarse a la fabricación de adobes y ladrillos de barro, utilizando los rellenos de construcción de diversos montículos que se encontraban en el área debido a sus magnificas propiedades plásticas para la fabricación de estos (Ver Ilustración No. 1). Cuando Edwin Shook, a mediados de los años 40's, realizó el mapa del sitio entero de Kaminaljuyu (Fig. 2), se apreciaba la existencia total del montículo junto con otros montículos que se ubicaban en el alrededor. En ese entonces la ciudad no se había extendido hasta dicha área. A finales de los años 50's (Ilustración No. 1) Shook visitó específicamente el área del montículo D-III-10 y tomó fotografías de la parte sur del edificio para examinar el corte sufrido con maquinaria pesada para material de construcción. El Dr. Shook indica que posteriormente la parte sur continuaría siendo cortada por los ladrilleros (Comunicación personal, 1988). Aquí podría decirse que ocurrió la primera fase de la destrucción del montículo. Posteriormente a mediados de los años 60's conforme la ciudad se extendió sobre ese sector, aprovechando el terreno plano, la retícula de las fracciones de 50 las lotificadoras comenzaron a cubrir los diferentes montículos de Kaminaljuyu y por ende el D-III-10, tal el caso de las colonias Kaminaljuyu, Castillo Lara, Quinta Samayoa, Landívar, Tikal, Ciudad de Plata y Miraflores, así como la construcción de dos importantes calzadas como son San Juan y Roosevelt de las zonas 7 y 11 y el Anillo Periférico que dividió el sitio en dos partes. La prolongación del trazo de la retícula y drenajes hasta el área provocó que el montículo quedara en medio de dos calles (Ver Figura No. 3). Hasta aquí habría ocurrido un 25% de su destrucción, quedando entre la 13 y 14 avenidas de la zona 7, Quinta Samayoa. Después fue la presencia de los ladrilleros para obtener el barro y finalmente hacia mediados de los años 70's la destrucción continuó con la presencia de los vecinos del área que adquirieron lotes adyacentes al montículo. Para 1971 los lados este y oeste ya habían mostrado un avanzado estado de deterioro y los lotes de vivienda en la cuadra lo habían cubierto casi totalmente. Esta área empezó a tener demanda después de la finalización de la construcción del Anillo Periférico ya que uniría las zonas 7 y 11 con el centro de la ciudad. Naturalmente los últimos lotes en ser adquiridos de toda la fragmentación de terrenos fueron los que estaban ocupados propiamente por los restos del montículo (Fig. 4). Los lotes adyacentes cortaron las faldas o pendientes del montículo para obtener y/o aplanar su patio posterior, provocando paulatinamente cortes cada vez más elevados que en algunos casos llegó de los 7 a los 10 m de altura, lo cual también era un inminente peligro para los vecinos. Es de hacer notar que el área corresponde a una colonia popular, con viviendas sencillas y sin servicios básicos. Las medidas de los terrenos, según estaba estipulado era de 10 m de frente por 30 m de largo. Esta dimensión provocó que los cortes fueran realizándose con el propósito de lograr dicha extensión, sin importar los daños causados ni los mecanismos utilizados para ello. En algunos casos fue con maquinaria pesada tal y como ocurrió en el lado sur, y con piocha y pala como pasó en los lados norte, este y oeste (Ver Figura No. 4). Se sabe así mismo que con el terremoto que asoló el país en 1976, se construyeron precarias champas temporales sobre el montículo. Esto provocó que la parte superior también fuera alterada y modificada para crear condiciones convenientes para viviendas. Durante las excavaciones se encontraron restos de pisos o tortas de concreto. A finales de los años 70's el montículo ya había perdido más del 60% de su tamaño original por el afán de los vecinos de lograr más espacio para sus casas. En 1981 las champas fueron desmanteladas y se procedió a reticular el espacio para los patios de las viviendas A partir de ello ocurrió la destrucción causada por la erosión especialmente en aquellas partes donde existían cortes verticales. 51 Metodología de Investigación de Campo Debido a la situación del montículo descrita anteriormente, era necesario un diseño de investigación que se adecuara a las condiciones presentes, de seguridad para los vecinos y sus propiedades, como a las de los trabajadores que participaran en el proyecto de rescate, pero que a la vez siguiera los procedimientos científicos de la arqueología. Tomando en cuenta que en el montículo D-III-10 no se encontraron las condiciones normales para la investigación, es decir estaba muy destruido y con peligro latente de derrumbe, fue necesario utilizar una metodología apropiada para atender las condiciones descritas. Normalmente, investigaciones en montículos intactos o relativamente intactos se realizan por medio de trincheras de penetración o túneles para conocer sobre las características de los edificios como tamaño, forma, etc., y no utilizar demasiado tiempo en excavar la totalidad del relleno de construcción. La estrategia consistió en la remoción gradual pero de manera completa de las capas o etapas de construcción superpuestas, de la más reciente hasta la más antigua antes de la remoción de la siguiente capa inmediata inferior. Es decir realizar la excavación de arriba hacia abajo en forma integral de las capas estratigráficas presentes e identificadas. Se realizó un corte vertical en el muro este del montículo y se lograron determinar cuatro grandes bloques estratigráficos, los cuales fueron asignados con lotes y que sirvieron de referencias para la excavación (Ver figura No. 4). Se decidió utilizar los niveles constructivos que presentara el montículo como divisiones para su excavación gradual, permitiendo conocer así, sus características desde la superficie superior hasta su base y los materiales culturales que estuviesen asociados a dichos niveles. De esta manera se lograría reducir el riesgo de derrumbe a los costados del montículo, ya que había cortes sumamente verticales, en lugar de excavar trincheras en el centro del montículo que debilitarían más el perturbado relleno de construcción. Tratar de exponer superficies o etapas constructivas conforme avanzara la excavación era un propósito para conocer su forma, dimensión y cronología de cada una. Aun cuando se conocía de antemano que los residuos localizables en la parte superior presentarían alteración debido a la actividad humana reciente, se consideró que el relleno de construcción inferior todavía seria conveniente revisar. Así era completada la excavación del lote a, luego el lote b, al finalizar éste en todo el montículo era iniciada la excavación del lote c y así sucesivamente. Fueron utilizados los niveles de construcción o estratos constructivos como separadores del material recuperado. Estos bloques de construcción que fueron bloques consistentes de relleno relativamente gruesos, permitieron conocer una estratigrafía relativamente simple y práctica para efectos de separación del material. 52 La metodología incluyó el uso de un Sistema de Cuadrícula sobre el montículo, que permitiera abarcarlo en su totalidad. Esta cuadrícula (Fig. 5) trazada sobre la superficie dio como resultado una serie de cuadros de 2X2 m con una orientación a 45o del norte magnético. El trazo de la cuadrícula fue iniciado sobre el bloque Oeste, que era el mayor y luego el Este cubriendo totalmente ambos bloques, con un total de 54 cuadros. En el bloque Oeste fueron habilitados 35 cuadros, y en el bloque Este fueron habilitados 4 más. Las franjas sobrantes de tierra fueron las que conformaron el resto de los cuadros. Toda la excavación fue denominada como Operación macro D-429. La letra D mayúscula, se refiere a la identificación al sitio de Kaminaljuyu, establecida por Institución Carnegie de Washington en los años 40's. El número 429 corresponde a la continuación correlativa de operaciones habilitadas en el sitio y tomando en cuenta que el Proyecto de Kaminaljuyu/San Jorge bajo la dirección de la Dra. Hatch había alcanzado el último número de operación en D-427. Para los cuadros se utilizaron números correlativos y para los lotes se utilizaron literales minúsculas que se refieren a las distintas profundidades en los cuales los materiales fueron localizados. Los lotes de material no siempre tuvieron la misma profundidad o grosor de un cuadro a otro debido a la destrucción e irregularidad de la superficie, provocando que un mismo lote tuviera diferentes profundidades. Sin embargo, hubo ciertos rasgos arquitectónicos constantes que si permitieron lograr una excavación bastante controlada (Ver figura No. 5). Cuando se completó la excavación del montículo hasta la superficie actual de los patios de las viviendas adyacentes y que no se trataba de la base original del montículo, se continuó la excavación por medio de una trinchera para tratar de localizar la base del montículo y su relación con el suelo natural. Esta trinchera fue ubicada en la parte central del bloque Este para aprovechar mejor su extensión y contar con una documentación lo más completa posible del relleno de construcción. Dicha trinchera tuvo un largo de 12 m y una profundidad de 6 m hasta alcanzar el suelo natural. Visto así el montículo fue completamente investigado, con un cálculo aproximado de movimiento de tierra de cerca de 2,700 m3. Podría aducirse, ¿porqué tanto gasto de tiempo y esfuerzo para la investigación de un montículo que no sería conservado?. Debe considerarse, sin embargo, que era necesario conocer toda la información posible sobre sus técnicas constructivas, sus materiales de construcción, relleno, mezcla de estos, composición, etc., así como de su contenido ya que se perderían completamente. Al finalizar el proyecto de campo, el material recuperado fue trasladado a la bodega de materiales arqueológicos ubicada en el Salón 3, zona 13 de esta ciudad en donde fue lavado, marcado y analizado. Posteriormente a ello, fue almacenado en estanterías de madera colocadas en el sótano donde se encuentra actualmente. 53 Condiciones del Montículo D-III-10 al momento de las investigaciones y operación rescate: descripción general Cuando se iniciaron las investigaciones la parte superior del montículo estaba cubierto con hierba baja y algunos arbustos, se elevaba cerca de 9.7 m desde la superficie y 14.2 m sobre la cual fue construido. Media 24 m de diámetro y de base tenía aproximadamente 244 m2 de área. Muy posiblemente presentaba un remanente de cerca de un 35% de su tamaño original, expresado en un enorme bloque de tierra cortado verticalmente, como una columna con cortes abruptos de casi 8 m de altura, principalmente en los lados noreste y sur. El montículo estaba tan destruido que presentaba ya dos bloques de tierra, con enormes modificaciones (Fig. 4) con una depresión entre ambos de casi 2.7 m de altura. Las dimensiones presentes fueron en el bloque Oeste de 10 x 12 m en la parte superior, o sea una columna casi vertical. En la base presentó 12.5 m x 14.7m. El bloque Este media 4 x 5 m en la parte superior mostrando también cortes en sus cuatro costados, evidencia del grado de erosión al que había estado sometido. En la base presentó 6.1 x 7.5 m. al Sur, Este y Oeste, el relleno estaba adyacente a precarias construcciones de madera y lámina que se unían al relleno utilizando el mismo como paredón y límite de propiedad. De esto se puede deducir que de un tamaño aproximado de 45 m de largo eje Este-Oeste se podría indicar que el montículo presentó 24 m aún conservados pero en el eje Norte-Sur solamente presentó 14 m, con una diferencia de altura de 2.5 m. Esta dimensión permite calcular en casi el 60-65% la pérdida del montículo. En el lado Sur, el paredón mostraba una altura de cerca de 8 m de altura. No fue posible determinar en donde estuvo certeramente la parte central del montículo. El ancho del paredón fue de cerca de 12 m. Ilustración 1 Montículo D-III-10 en 1950 (Shook 1951) (Tomado de Notas de Campo de E. Shook 1951) 54 Fig. 3 Mapa de la ciudad y montículo D-III-10 (Tomado de Municipalidad de Guatemala, 1967) Fig. 4 Planta de montículo D-III-10 al inicio del trabajo 55 Fig. 5 Retícula de excavación montículo D-III-10 (Elaborados por E. Ponciano, 1986) Fig. 6 Perfil Sur de Bloque Este (Elaborado por E. Ponciano, 1986) 56 Fig. 7 Sección Sur de Bloque Oeste, montículo D-III-10 (Elaborado por E. Ponciano, 1986) Estratigrafía de Montículo D-III-10 La descripción de los diferentes estratos de relleno identificados es desde arriba hacia abajo, es decir desde el primero que fue identificado hasta el último en la excavación de la trinchera 1. Estrato a (0.00-0.20/30 cm.) En el primer lote de excavación se encontró una delgada capa de humus, suelo relativamente negro sin compactar, irregular y con bastantes raíces. Capa de suelo contaminado. Aunque presentó material cultural, también presentó material moderno mezclado como vidrio, metal, ladrillo etc. lo que indica su alteración en época moderna. También se localizaron bloques de concreto, y piso modernos. Estrato b (0.20/.30 a 1.70/2.50 m) Fase Constructiva II Se trata de una capa de suelo color pardo oscuro con mezcla de piedra poma pequeña, suelo más compacto y homogéneo, de textura mediana. Ese estrato contenía material cultural con abundancia. El suelo de este estrato está caracterizado 57 por un suelo franco-limo-arcilloso color pardo claro con la presencia de pómez (granos que variaban de fino a mediano de aproximadamente 0.04-0.32 mm en tamaño), fragmentos de carbón vegetal y cenizas. El suelo también contenía fragmentaciones verticales de limonita y hematita, o sea oxidaciones que variaban del amarillo-naranjo al naranjo-rojizo, producto de la alteración de los minerales de hierro. Alguna parte aún presentaba materia orgánica, raíces en descomposición. En el bloque este en los cuadros denominados 53, y 54, 55 y 56 a escasos 37 cm de profundidad se encontraron los restos de un muro de barro cocido, siendo relativamente fácil exponer su forma y tamaño ya que todavía presentaba una capa de barro endurecido como repello que lo diferenciaba del suelo que lo recubría. Esta evidencia indica que fue la última superficie expuesta del edificio (Fig. 6). El revestimiento del muro tenía tonalidad naranja-rojizo, duro, parejo y estaba bien quemado, y aunque estaba rajado y con desprendimiento en algunas partes, su forma y tamaño fueron reconocibles. Tuvo un grosor promedio de 912 mm. El muro tuvo una altura de 1.20 m. En la parte superior presentaba 60 cm de ancho y en su base tenía 94 cm, indicando un desplome de 34 cm Los muros claramente representan los restos de una esquina del edificio. Se pudo observar que el largo ahora conservado del muro en su eje Este-Oeste fue de 2.0 m en la parte exterior mientras que en el interior tenía 1.2 m El eje Norte-Sur tenía 1.2 m de largo. Ambos extremos estaban destruidos o cortados por los cortes provocados al montículo en años anteriores y su continuación se ha perdido irremediablemente. Obviamente el largo del muro fue mucho mayor que el encontrado y el tamaño y forma son ahora desconocidos, aunque parece que el eje Este-Oeste del muro coincide con el eje mismo del montículo. Abundantes fragmentos de barro cocido fueron encontrados en asociación directa con el muro, lo que indica su continuidad como rasgo arqueológico. El muro presentó un relleno de tierra café mezclada con piedra poma, de textura mediana y muy homogénea. Parece que fue utilizado simplemente lodo sin piedra. Se examinó el relleno para determinar la presencia de bloques de relleno simulando al adobe, pero ninguna evidencia de ello fue registrada. En la base del muro se encontró un piso claramente definido, completamente plano que estaba asociado a este tanto en el interior como en el exterior. Estaba formado de barro cocido con mezcla de talpetate. Era muy consistente y en algunas partes bien compacto. Presentó un grosor promedio de 2-3 cm. aunque en algunas partes era tan delgado como 1 cm. debido a su deterioro. Tenía una coloración naranja-amarillenta, y algunas partes color pardo. Su estado de conservación fue bueno. 58 El piso asociado al muro también esta cortado en sus cuatro lados debido al corte moderno. Sin embargo, en el lado este del muro a 1.75 m de distancia se encontró una elevación formada también de barro cocido similar al muro, formando una como "grada" o plataforma (Fig. 7). Esto no fue posible definirlo debido al corte del edificio. Su recubrimiento era compacto e incluso presentaba cierto recubrimiento adicional como si se tratara de modificaciones del edificio. Esta plataforma tuvo una altura de 32 cm y una extensión con eje Norte-Sur de 94 cm. Claramente se observa que se trata de rasgos asociados, hechos ambos con la misma técnica y materiales de construcción. El área expuesta entre el único segmento del edificio que fue recuperado sin disturbio moderno, es decir entre el muro, piso y la pequeña plataforma fue de unos 10 m2, proporcionando así la información más confiable recuperada en el montículo en su última superficie. En el bloque oeste del montículo no se recupera evidencia de arquitectura, debido a que presentaba mayor grado de disturbio. Sin embargo, en el mismo lote y profundidad, fue hallado sobre el lado sur una considerable cantidad de barro cocido de bloques amorfos y sólo unos pocos ejemplos mostraron señas de haber tenido recubrimiento, mezclados con el relleno de construcción. Estos fueron localizados en los cuadros 1, 2, 3, 4 y 5 todos en el lado sur, del mismo lado donde Shook encontró a finales de los 50's una enorme huella de poste con abundantes fragmentos de carbón y barro cocido a su alrededor. Muchos de los bloques de barro cocido fueron de color naranja a rosado opaco, duros, resistentes, pesados y relativamente grandes que variaron de 8 hasta 15 cm. Por la cantidad que fueron recuperados se supone que gran parte del edificio o posiblemente todo el edificio estuvo con este recubrimiento. Algunos de los fragmentos tienen señas de media caña o bruñido como si se tratase de fragmentos de repello de las paredes. Estrato c (1.70/2.50 3.10/4.20 m) Fase Constructiva I.2 Inmediatamente abajo del piso asociado al muro, se encontró un estrato de suelo que se caracterizó por la mezcla de diferentes tipos de suelos, los cuales fueron básicamente tierra color pardo, talpetate amarillo, arena blanca y amarilla mezclados entre si. Suelo franco-limo-arcilloso pardo claro y franco limoso pardo chocolate que variaban en horizontes, dependiendo de la mayor o menor presencia de otros materiales como carbón fragmentado granos o partículas de pómez y fragmentaciones de rocas volcánicas en diferentes grados de meteorización. 59 Otra característica es que ocasionalmente se presentaba como en capas superpuestas delgadas, aunque no necesariamente formando niveles o compactaciones, porque estas no se extendían a todo lo ancho del relleno sino más bien se trataba de "lechadas de material" que incluso mostraban una inclinación hacia uno de los lados uniéndose a bloques de relleno de distinta compactación. Este estrato de suelo tuvo un grosor promedio de 2.2 m aunque varió a 2.6 m como máximo con un mínimo de 1.9 m (Ver Figuras Nos. 6 y 7). Algo importante para el estudio es que este estrato de suelo se definió claramente como una etapa constructiva en el proceso de edificación que sirviera directamente como soporte de la estructura superior. El estrato tuvo su límite a una profundidad variable de 3.10/4.20 m desde la superficie original. Se encontró un rasgo físico que ayudó a definir su grosor como estrato. El rasgo detectado es una superficie endurecida como de barro cocido y muy parecido a un piso, aunque por las razones que se explican mas adelante se considera que no se trata de un piso propiamente dicho sino de una superficie que formó parte del proceso constructivo de la edificación (Ver Figura No. 6). El estrato de suelo correspondiente al lote c es considerado vital ya que es el subyacente a la última construcción identificada para la estructura. También se encontraron rocas volcánicas, tobas andesitas y dacitas directamente encima de la superficie 1. La superficie encontrada resulta ser muy compacta y de un grosor relativamente constante que osciló entre 2-4 cm. Esta superficie fue fácilmente separable del relleno arcillo-arenoso que estaba encima ya que mostraba propiamente de dureza y consistencia bastante marcados. Dicho piso, aunque en realidad es mejor definirlo como una superficie, se extendió a casi todo el ancho del relleno de construcción del montículo, habiendo sido uno de los rasgos más constantes dentro de la excavación. La presencia de este rasgo en si determinó el límite de profundidad del lote c y la superficie encontrada se denominó como superficie 1. Esta superficie generalmente fue horizontal aunque irregular, no siendo completamente plana, presentaba leves depresiones de hasta 6-10 cm debido probablemente a sus diferentes estados de conservación. La superficie en si mostró consistencia homogénea, muy compacto y en buen estado de conservación, especialmente en el lado sur. Se pudo apreciar como la erosión que afectaba el montículo tenía resistencia a la altura de la superficie 1 (Ver Figura No. 7). Dicha superficie fue identificada desde el inicio de la investigación porque en el perfil del lado sur del montículo se observó como el relleno mostraba una franja de suelo relativamente horizontal con una mayor resistencia al proceso de erosión, dando como resultado el afloramiento a la superficie de barro cocido, principalmente en la depresión encontrada entre los bloques Este y Oeste, sus características permitieron determinar que se trataba de una etapa constructiva 60 y no de un piso como tal con una superficie expuesta durante el tiempo de uso y función del edificio. Diversos criterios y evidencias permiten apoyar dicho planteamiento, entre los que se incluyen: a) La superficie fue muy irregular, tanto en grosor como en grado de conservación. b) En la parte noreste no fue encontrada evidencia de la superficie. c) No se encontró evidencia de restos de muro o paredes asociadas o encima de la superficie. d) No se encontró evidencia de acumulación de restos de material cerámico o de otro tipo que pudiera indicar indicios de alguna actividad. Cabe mencionar que en los cuadros 1 y 2 sobre la superficie irregular se localizó acumulación de varias piedras amorfas sin un orden particular, de tobas, andesitas, basalto y canto rodado sin labrar en una depresión de 18 cm. de profundidad, que pareciera que la colocación de las piedras hubiese destruido la superficie en esa parte. Estrato d (3.10/4.20-3.40/4.7 m) Fase Constructiva I.1 Al remover la superficie 1 se encontró un estrato de suelo que tuvo un grosor promedio de 35-60 cm debajo del cual se localizó una segunda superficie de barro cocido la cual se extendió, al igual que superficie 1 por toda la extensión del bloque Oeste. El suelo fue formando de diferentes mezclas y compactaciones que solamente fueron identificadas y registradas al remover la primera capa de barro cocido. Aparecieron horizontes de suelo limo arcilloso, color pardo claro, suelo arcillo-limoso pardo oscuro, limo arenoso pardo claro, franco-limoso pardo claro, también variando en su mezcla por la mayor o menor presencia de partículas de pómez, carbón fragmentado, cenizas y fragmentaciones de tobas volcánicas. Poseen una permeabilidad de mediana a lenta. En el cuadro 9 se pudo observar capas de suelo de diferente grosor y grado de compactación, pero obviamente formando parte del mismo rasgo. La primera capa encontrada debajo de superficie 1 fue de barro cocido compacto, color caférojizo (posiblemente con partes quemadas), con un grosor promedio de 5 cm.; la segunda capa estaba formada de barro cocido muy delgada color gris oscuro, con fragmentos de carbón y rastros de ceniza, con un grosor de 3 cm; la tercera capa estaba compuesta de un suelo franco limoso café claro y finas partículas de pómez, con un grosor de 5 cm. La cuarta capa localizada se refiere a una delgada superficie de 2 cm formada de barro cocido, color café rojizo, al parecer un apisonado. 61 Esta serie de capas sucesivas se encontraron encima de una superficie endurecida formada de barro cocido compacto y relativamente homogéneo que apareció en toda la extensión del montículo, aunque a veces no tan claro como en otras partes de los cuadros 5, 6, 7, 8 y 9. La estratigrafía estuvo bien identificada y fue posible observar el desprendimiento de las capas de suelo que estuvieron encima de la capa de barro cocido que ha sido designada como superficie 2. Este rasgo arqueológico permitió nuevamente definir una separación de lote por medio de las diferentes capas de suelo (Ver Figura No. 7). Ambas superficies 1 y 2, parece que formaron parte del mismo proceso constructivo en un determinado momento. Rasgos arquitectónicos asociados a dichos elementos no fueron identificados en el registro de la excavación. Esto posiblemente se debe a que los remanentes del montículo consistieron en bloques de relleno interior y no en partes cerca de fachadas, muros o superficies expuestas, ya que estas habrían sido destruidas durante el proceso de destrucción del montículo tal como se describió anteriormente. Entre las dos superficies de barro cocido, en los cuadros 8 y 9, se encontró una caja de barro cocido a 6.40 m de profundidad perfectamente formada. Estaba completa, media 45 x 34 x 18 cm. Su posición fue horizontal casi exactamente encima de superficie 2. Aparecieron terrones de barro cocido y arcilla color pardo oscuro en fragmentos, 4 hoyos circulares (10 cm de diámetro), conteniendo fragmentos de carbón, y ceniza en los cuadros 26, en el perfil sur, perfil oeste y cuadro 4. Apareció un área que no tenía evidencia de la superficie 2. A juzgar por la posición, forma y acumulación, se supone que dichas piedras no representan un elemento arquitectónico en si sino se trata más bien de una acumulación de piedras que formó parte del relleno de construcción Estrato e (3.40/4.70-7.80 m) Al remover la segunda capa de barro cocido, se observó que debajo de las superficies 1 y 2 se encontró el relleno con características un tanto diferentes a lo que se había encontrado anteriormente. Ahora aparecen estratos de suelo con bloques de relleno de mayores dimensiones alternando con capas de material mezcladas. Franjas o capas de suelo limo-arcilloso color pardo claro, limo arcilloso pardo oscuro, limoso pardo amarillento (son de textura mediana y permeabilidad lenta), suelo arcillo-limoso pardo oscuro, areno arcilloso pardo grisáceo (son de textura moderadamente pesada y de permeabilidad lenta, lo grisáceo que se debía a la mayor cantidad de arena gris, poca pómez, que hace que sea menos compacto el relleno), suelo franco arcillo-arenoso, franco arenoso amarillento con mucha pómez de grano fino y mediano (suelo de permeabilidad mediana). Todas las composiciones presentaban en la mezcla, fragmentos en mayor o menor 62 cantidad de carbón, pómez, ceniza, y pequeños fragmentos de tobas (02-08 cm) volcánicas meteorizadas en diferentes grados, limonita en posición vertical, cantos rodados y tobas volcánicos. Este fue el estrato más grueso de la excavación (3.4-4.3 m de profundidad) siendo el estrato que más porcentaje de material reportó. Este estrato y el lote f son una continuación del mismo relleno. Conforme se alcanzó el lote e, el área de excavación se extendió ya que el relleno presentaba declive en sus paredes, por lo cual se agrandaron las áreas hacia el Sur, Oeste y Norte en ambos bloques (Ver Figuras No. 6 y 7). Estrato f (7.80-9.75 m) El suelo se caracteriza por tener una coloración pardo claro con mezcla de arcilla y talpetate. Suelo compacto y heterogéneo de textura mediana. Se observaron algunas líneas de color naranja ocre, posiblemente debido a la oxidación. El relleno del montículo es heterogéneo y bloques se unen a otros bloques de relleno de diferente composición, como arcilla café obscura, limo amarillo con arena gris, mezcla de limo con arcilla y arena grisáceo. Aparecieron áreas con manchas de tizne o acumulaciones de carbón. En la parte Oeste del montículo a 1.10 m de profundidad de superficie 2, entre los cuadros numerados como 28 y 28 oeste, apareció un enorme bloque de carbón, parece tratarse de un poste de madera completamente carbonizado colocado al parecer dentro de un hoyo. Esto indica que estuvo enterrado y que tuvo conexión con la superficie 2 aunque ninguna vinculación física directa pudo determinarse. Las dimensiones del poste son de 75 cm. de diámetro promedio y una longitud de 1.25 m. Enormes bloques de carbón fueron encontrados asociados. Posiblemente estos sean parte de los que observó E. Shook cuando investigó la parte Sur del montículo. Hacia los lados del hallazgo ocurrieron bloques de piedra tipo basalto y lajas sin labrar sin estar asociadas a alguna superficie sino solamente formando parte del relleno. Dentro del relleno aparecieron franjas delgadas de tierra negra quemada o carbón formando líneas obscuras adyacentes al área donde apareció el rasgo. A juzgar por la forma y tamaño de la madera carbonizada se trata de un poste de madera carbonizado que estuvo enterrado entre el relleno del lote e, pero que no se sabe si estaba en asociación a las superficies 1 y 2. Claramente se trata de un rasgo arquitectónico del edificio y que al parecer, a juzgar por su ubicación en un extremo del relleno, podría tratarse de un punto de retención de un bloque de relleno sobre el lado Oeste del montículo (Ver Figuras Nos. 6 y 7). 63 Excavación en Trinchera 1 (Franja de cuadros 2-9-12-19-22) La metodología de excavación en el relleno del montículo continuó de una manera diferente a partir del momento en que se alcanzó el nivel de patio de las viviendas que estaban alrededor del montículo. Como ya no se tenía el riesgo de derrumbes porque el relleno había sido reducido, se procedió a habilitar una trinchera que midió 1.0 m x 8.0 m que permitiera conocer la estratigrafía total del relleno de construcción del montículo. El relleno de construcción a 7.2 m de profundidad continuó mostrando un suelo arcilloso mezclado con arena grisáceo en ciertas franjas, de textura mediana no muy compacto pero relativamente uniforme. En este bloque también presentó acumulaciones de piedra de canto rodado. A una profundidad de 9.70 m que marca el final del lote f, se encontró una superficie identificable. Esta superficie no es exactamente de barro cocido como ocurrió con superficies 1 y 2, sino pareció tener una capa de barro color negro que se separó del barro color pardo que estaba encima. La superficie es muy irregular parece como desgastada o con fallas de construcción. De cualquier manera está identificada y se separa claramente del resto del relleno. Está en asociación a un rasgo hecho de barro cocido que parece ser una hoguera o caja ya que tiene forma cuadrada. La caja de barro midió 58 cm x 49 cm. y una altura de 32 cm. Su grosor fue variable aunque el máximo fue de 3.5 cm. y un mínimo de 2.1 cm. Tuvo una coloración naranja-rojiza. No presentó restos de carbón o tizne en su interior. Estaba completa y enteramente hecha de barro cocido tanto en su interior como en su exterior, pareciera que hubiera sido puesta en el lugar cuando ya había sido construida. No parece ser una hoguera sino más bien un rasgo asociado a la arquitectura del montículo. Esta fue la segunda caja de barro cocido registrada en las excavaciones ya que la primera se localizó en el lote d. Las dos se encontraron en posición horizontal y sobre superficies debidamente identificadas. Estrato g (9.75-9.95 m.) Este estrato tiene un grosor de 20 cm. (Fig. 7) y está caracterizado por tener en su límite inferior otra superficie de barro cocido bien definida, que bien podría tratarse de la superficie 3. El piso es muy consistente, compacto y resistente. El suelo entre ambas superficies es color pardo oscuro muy homogéneo y de textura mediana parece una mezcla de limo arcilloso con bloques de talpetate, el cual ocurre a todo lo largo de la trinchera. 64 Estrato h (9.95-12.60 m.) Este suelo es color pardo oscuro homogéneo y compacto arcillo-arenoso grisáceo con poco porcentaje de arena pómez y relativamente ya sin talpetate. Parece tratarse del suelo de compactación de las dos superficies encontradas en los lotes f y g anteriormente descritos. Entre esta superficie se localizó un agujero de 10 cm. de diámetro y una profundidad de 50 cm. No contenía material cultural en su interior y parece tratarse de un espacio dejado por alguna raíz que se ha podrido. Cerca aparecen algunas piedras de canto rodado sin labrar y solamente colocadas entre el relleno. La parte sur de la trinchera presenta algunas diferencias con respecto a la parte norte. La primera es que es más homogénea con un suelo de arcilla pardo con bloques de talpetate y piedra pómez, mientras que la segunda parte al norte es más heterogénea y presenta mayor porcentaje de talpetate y arena gris. Existe cierta frecuencia de piedras de canto rodado así como utensilios de piedra de manos de moler. Entre el relleno ocurren franjas o superficies de coloración obscura formados de tierra negra compacta y con restos de hollín, aunque estas no se extienden por todo lo largo sino solamente en algunas secciones. Aún cuando pueden ser rasgos físico-arqueológicos no han sido utilizados como base para separar el material cultural recuperado en estos. Estrato i (12.60-13.05 m.) A una profundidad de 12.60 m. de la superficie superior se localizó una capa de arena amarilla muy fina. Esta franja mide 30 cm. de grosor en la parte sur aunque gradualmente es más gruesa y se profundiza hacia el lado norte hasta 60 cm., no se extiende al norte de la trinchera donde desaparece gradualmente mezclándose con el barro y arena gris. Inmediatamente abajo de la capa de arena apareció un suelo franco arcilloso color pardo oscuro grisáceo de textura fina y muy homogénea con algunas líneas obscuras o vetas negras de suelo y algunas manchas de oxidación color naranja. A 70 cm. abajo de la superficie de arena amarilla (13.20 m.) apareció una olla de cerámica completa, la única pieza completa en toda la excavación del montículo. La pieza estaba colocada sobre su base en un suelo matriz arcilloso color pardo oscuro. La pieza tenía un tiesto trabajado circular y plano que actuaba como tapadera, de color pardo claro sin pintura, con las orillas cortadas y limada ya que le fue creada una nueva forma de lo que había sido su forma original. La pieza de cerámica es una olla globular de engobe café-negro pulido (Miraflores), cuello corto y borde directo. La base es plana y no tiene asas. Alrededor del cuerpo tiene una figura modelada, la cual parece tratarse de una figura zoomorfa, 65 una rana, con su boca lograda a través de una protuberancia en la parte media del cuerpo -casi como una asa horizontal corta- con sus ojos logrados con aplicación de pastillaje y las ancas logradas por filetes extendidos sobre la parte posterior de la pieza, todo ello cubierto con el engobe café-negro. Los brazos están representados por acanaladuras delgadas. Tanto las protuberancias sobre la pieza como las acanaladuras están recubiertas por el engobe café-negro. La pieza no estaba asociada a ningún rasgo físico arqueológico identificado, ni tampoco formando parte de una intrusión sobre una superficie ya que los perfiles y el relleno no indicaban corte de suelo. Su posición corresponde al mismo estrato de horizonte enterrado del montículo. Estrato j (13.05-13.60 m.) La parte sur de la trinchera muestra un suelo arcilloso color pardo oscuro de textura fina sin mezcla. Este lado estaría más cerca del área donde estuvo una charca en medio de los montículos D-III-13, D-III-9 y D-III-10. La parte norte mostró una estratigrafía más heterogénea con capas de suelo arcilloso de 2.0 a 2.5 m de longitud y un grosor de 4-5 cm. y luego se encuentran bloques de suelo mezclado de talpetate y barro. Estrato k (13.60-14.20 m.) A 37 cm. abajo de donde se encontró la pieza de cerámica (13.57 m desde la superficie original del montículo) junto con las capas de suelo horizontales asociadas, apareció una franja de suelo horizontal muy homogéneo de barro café oscuro casi negro con un grosor promedio de 35 cm. que se extiende a todo lo largo de la trinchera. Parece tratarse de la antigua superficie sobre la cual fue construido el montículo, es decir el horizonte enterrado. No fue posible encontrar ningún piso de plaza en este estrato. Esta franja de suelo presentó gran acumulación de carbón y los tiestos encontrados presentaron restos de hollín y tizne en su superficie. Se encontró considerable cantidad de material cerámico y lítico, tiestos, manos de piedras de moler. Esto se encontró a 6.5 m. abajo de superficie de patio de las viviendas modernas. Abajo de la superficie de suelo oscuro apareció el suelo natural representado por un suelo arcilloso color pardo claro muy homogéneo y sin mezcla de otros tipos de suelos. Este estrato resultó ser totalmente estéril. Se excavaron 60 cm. dentro del estrato llegando a una profundidad de 14.20 m. desde la superficie actual del montículo, lo que indicó que más restos de ocupación no se encontraron abajo de dicha profundidad. 66 Resumen de las Excavaciones La radiografía de los rasgos existentes del montículo D-III-10, registra los rasgos físico arqueológicos identificados en la excavación. Aún cuando la evidencia es parcial ha proporcionado información relevante que permite aportar nuevos datos sobre su historia y técnicas constructivas. La identificación y posterior separación de estratos o rasgos físico-arqueológicos, que se traducían en separación de lotes de material, permitió hacer una secuencia lógica estratigráfica de la excavación. Tal como se planteó en la metodología se prosiguió con la remoción sucesiva de las capas constructivas identificadas con el fin de, no solo conocer sus características arquitectónicas y su contenido, sino también para reducir gradualmente su tamaño y evitar mayores peligros a los vecinos. Esta metodología probó ser efectiva, ya que se pudo completar la excavación siguiendo los procedimientos estandarizados para el registro de las excavaciones arqueológicas. La cuadricula permitió avanzar de manera organizada horizontalmente sobre los remanentes del montículo, manteniendo puntos fijos que permitieran referenciar la localidad de un cuadro u otro. Cada vez que un lote fue finalizado en todo el montículo la cuadrícula era nuevamente trazada para continuar con la misma metodología hasta los niveles inferiores. Al alcanzar el nivel de patio y sin ningún peligro de derrumbe o deslave, se procedió a continuar la excavación con una trinchera (Trinchera 1), que alcanzó los niveles inferiores de la ocupación del edificio. Esto resultó también positivo, ya que permitió conocer la estratigrafía más antigua que presentó área del montículo, a una profundidad de 14.60 m. Materiales Culturales Recuperados Materiales Cerámicos Entre los materiales cerámicos reportados, aparte de los fragmentos de ollas, cuencos, cántaros, cómales, se encuentran sellos, discos, instrumentos musicales, y ornamentos personales como pendientes y pectorales así como figurillas antropomorfas (algunas de incensarios) y zoomorfas. Algunos de los ejemplares están completos, tal el caso de un sello, ornamentos personales y algunas cabezas de figurillas antropomorfas y zoomorfas. Puede ser sorprendente encontrar este tipo de artefactos completos entre el relleno de construcción ya que pareciera que fueron dejados perdidos u olvidados, porque se considera que estarían aún en etapa útil de uso para lo cual fueron fabricados. Esto es especialmente cierto cuando se trata de ornamentos de uso personal. 67 Cerámica de Montículo D-III-10 de Kaminaljuyu La cantidad de cerámica encontrada de las excavaciones del montículo DIII-10 fue alta, principalmente fragmentos encontrados dentro del relleno de construcción. Debido a la destrucción sufrida por los restos arquitectónicos en su superficie superior no fue posible encontrar abundantes materiales in situ. Se encontraron algunos fragmentos de cantaros e incensarios sobre o cerca del piso de talpetate asociado con el muro de barro cocido en el bloque Este. Sin embargo, estos estaban dispersos y no como parte de una pieza reconstruible. La descripción de las vajillas que ha continuación se presenta incluye tanto aquellas de uso utilitario para cocinar, cargar o almacenar, así como aquellas de uso para servicio ritual o acabado más fino. Las vajillas identificadas para el relleno del montículo están identificadas a la Tradición cerámica de Las Vacas por su asociación al valle de Guatemala (Hatch 1997:112). Vajillas Utilitarias Vajilla Corinto Daub (embadurnado) Esta vajilla tiene pasta y superficie de color beige y aunque su superficie es bastante pulida. Se encontraron fragmentos de cántaro de forma globular, con dos asas verticales que van desde el borde hasta el cuello. Su característica es de superficie sin engobe color café con un engobe color corinto mate u opaco sobre la superficie más fuertemente alisada únicamente. Se encontraron fragmentos del borde y del cuello y asa. El engobe corinto (púrpura rojizo) lo tiene sobre la superficie del borde, cuello y de las asas y en la parte superior del cuerpo, a veces son algunos diseños geométricos. Se considera que esta vajilla no es de origen local (Hatch 1997). Vajilla Monte Alto Rojo Su forma predominante son cántaros grandes, aunque de forma muy particular, tiene el cuerpo alto, cilíndrico de diámetro ancho, el cuello es reducido, vertical o poco divergente hacia el borde evertido redondeado. Tiene la pasta gruesa de color rojiza a café y la superficie alisada presenta engobe color rojizo muy pulido. La decoración se presenta en el área con engobe, desde el cuello y la juntura de la base con la pared. Presenta también filetes indentado que rodea la base del cuello en el exterior. Las fracturas que presenta en la unión en ángulo de la parte inferior con la parte superior del cuerpo son numerosas, debido principalmente a su enorme tamaño que posiblemente se utilizó para almacenar granos. 68 Vajilla Terra Se refiere básicamente a las formas: cómales e incensarios. Los fragmentos de incensarios son de color café oscuro sin engobe y solamente alisados. Tiene forma cilíndrica con restos de hollín o tizne sobre la superficie. Tiene efigies adosadas a la superficie (antropomorfas) en el exterior así como gruesas franjas verticales que sirvieron también como asas a los lados. Tienen restos de pintura naranja y blanca en su superficie exterior. Sobre fragmentos planos, que pueden ser las tapaderas han aparecido restos de picos cónicos sólidos aplicados y decoración modelada. La otra forma predominante son cómales planos. La pasta es de color naranja rojizo. Tienen reforzamiento en la parte exterior del borde. Su superficie es alisada rústicamente y con estrillas en la parte interior. Algunos fragmentos tienen asas muy pequeñas, casi infuncionales en los lados, con forma simplemente como de perforación en la parte plana de la superficie. Otras formas de asas son más grandes y se proyectan desde la superficie del comal hacia fuera. Otra forma es un agregado a la forma plana del comal ya que se proyecta hacia arriba o sea verticalmente. Vajilla Samayoa Esta vajilla aunque utilitaria se considera que no es de origen local (Hatch 1997). Su forma predominante es cántaro de forma globular con cuello corto y borde evertido redondeado. Tiene una superficie alisada de color café aunque también presenta color naranja pálido tiene abundante presencia de mica en la pasta. Presenta asas del borde al cuerpo, de formas redondas, planas y anchas. Presentan un labio agudo. Otro tipo de borde cuadrado, similar a la vajilla Corinto Daub, evertido de asa redondeada y cuello evertido y pintado de color rojo en el borde y asa. Vajilla Arenante (forma Maceta) Es una de las más frecuentes en la colección. La superficie alisada es de color café claro con pintura o engobe color naranja o rojo en su superficie exterior superior. Las paredes son recto divergentes con borde redondeado. La textura es gruesa y también el grosor de las paredes. Es posible que esta vajilla se desarrolle de las encontradas en la fase Verbena. 69 Vajilla Rojo sobre Ante Vajilla parecida a Sumpango, con la diferencia que ésta presenta pulimento en ambas superficies, es decir el engobe rojo y la superficie ante están pulidos. La pasta es color rojiza a beige, con partículas de pómez, mica, cuarzo y algunas ferruginosas de forma homogénea. La superficies rojiza y ante están pulidas tanto en el interior como en el exterior. Las formas mas predominantes son cuencos globulares convergentes (relativamente cerrados), cuencos globulares divergentes (más abiertos), cántaros de cuerpo globular, cuello corto con y sin decoración, ollas de cuello mediano, borde redondeado. Tiene engobe en el exterior con diseños geométricos de color rojo sobre el ante. En el interior del cuello el pulimento solo alcanzó hasta donde la mano del artesano podría llegar. Se encontraron también fragmentos de olla miniatura con las mismas características que las de tamaño normal, diseños decorativos y color muy similares, solo que de cuello más corto. Vajilla Semetabaj Café Identificada por Shook y Hatch en excavaciones en El Bálsamo, Escuintla. Debido a su escasa presencia se estima que pudo haber sido una vajilla importada. La pasta es de color rojiza a rojiza-café, fina y homogénea aunque dura, tiene partículas de cuarzo y pómez. La superficie esta pulida y presenta engobe rojo en el borde interior y exterior. La forma predominante es olla, de forma globular, borde evertido, labio redondeado. Como decoración presenta una banda roja alrededor del borde y justo abajo del mismo punzonados en una forma horizontal. También presenta incisiones gruesas en el cuerpo en líneas de posición vertical. La otra forma abundante fueron cántaros globulares, de cuello largo, con decoración de pintura roja en el borde, con punzonados dobles o simples alrededor del cuello en forma circular horizontal. A veces tiene el borde medio planoredondeado. Vajilla Micácea Vajilla que se caracteriza por la superficie con abundante presencia de mica. La pasta es de color rojiza a rojiza-café brillante, homogénea y fina. La superficie esta pulida, algunos fragmentos presentan pintura roja como decoración. Las formas predominantes son ollas y cantaros. El cuerpo fue globular con cuello corto y borde redondeado, tiene asa que va del borde al cuerpo, presentan manchas de quemaduras. Los cantaros fueron más comunes, con bordes evertidos, salientes y anchos, con un cuello corto, luego un hombro del cuerpo formando un ángulo 70 agudo. Presenta decoración de pintura roja tanto en el interior como exterior, aunque no tiene asas. A veces presenta un filete dentado en el alrededor del cuerpo. Vajillas Finas Entre estos se encuentra Xuc, Usulutan, Rofino, Morfino, Naranja Fino, Naranja Glossy y Utalan. Vajilla Xuc con engobe Rojo Presenta forma de cuenco globular. La pasta y superficie son de color blanco con engobe rojo tanto en el interior como en el exterior. Tiene borde redondeado de pared curvo convergente. La superficie esta pulida tanto de la pasta color blanco como de la pintura. La segunda forma es de vaso, tiene paredes recto-divergentes, borde redondeado. La pasta y superficie también son de color blanco y con engobe de color rojo en la superficie. La base al parecer fue plana (Ver dibujo No. 1) Dibujo No. 1 Cerámica Xuc 71 Usulutan Presenta varias formas en gran abundancia. El vaso cilíndrico, base plana y paredes rectas con borde redondeado. La superficie con engobe naranja y decoración negativa de franjas paralelas. Otra forma incluye cuenco poco profundo, de forma globular, con pestaña labial, en algunos casos con líneas incisas verticales, y una acanaladura a todo el alrededor. Otra forma encontrada fue de cántaro con vertedera. Cuerpo globular y la vertedera de forma cilíndrica. Fragmentos de ollas fueron hallados de forma globular y cuello corto, borde divergente redondeado, con decoración que presenta impresiones de media caña, pero no en forma paralela sino hacia los lados (Ver dibujos No. 2 y 3). Dibujo No. 2 Cerámica Usulután Dibujo No. 3 Cerámica Usulután 72 Morfino Las formas predominantes son cuenco convergente, poco profundos, con pestañas en la pared exterior, de borde redondeado, con acanaladura a todo el alrededor abajo del borde y con pintura morada y grafito. Algunas ejemplares tuvieron soportes sólidos cónicos. La base tiene forma convexa. Otra forma incluye cuenco convergente borde redondo, con reborde exterior, con una acanaladura en el exterior. También se encontraron cuencos de silueta compuesta y decoración pintada a todo el alrededor. Algunos fragmentos tienen una pestaña bastante ancha abajo del borde que parece que funcionó como asa, con diseños de impresión de dedo, con pintura roja, con acanaladura abajo del borde pero en el interior. Otra forma de esta vajilla incluye ollas de cuerpo globular y silueta compuesta, borde divergente redondeada. Abajo del borde presenta una acanaladura poco profunda horizontal. En el hombro del cuerpo presenta decoración de pastillajepellizcado, con acanaladuras adyacentes en forma de arcos medios. La base posiblemente fue circular cóncava. Tiene engobe rojo en la superficie tanto interior como exterior, aunque presentan huellas de tizne o quemaduras en el exterior. Vaso cilíndrico de paredes rectas, borde redondeado, con una acanaladura abajo del borde, tiene engobe morado y restos de engobe rojo. Prevalece la decoración con acanaladuras con engobe morado o grafito, en forma circular y líneas ya sean horizontales o verticales y algunos soportes pequeños, llamados de botón (Ver dibujos No. 4 y 5). Dibujo No. 4 Cerámica Morfino Dibujo No. 5 Cerámica Morfino 73 Utalan Es una de las vajillas más logradas estéticamente. Tiene superficie con un fino acabado con engobe rojo pulido brillante y grafito, aunque también tienen hematita especular. Las formas incluyen cuencos de paredes recto divergentes, borde casi plano. Tiene pintura rojo especular en el exterior y con diseños de grafito en círculos, cuadros y líneas. La base fue plana y tuvieron soportes de botón sólidos. También se encontraron cántaros de cuerpo globular, en el cuello corto tiene pintura rojo hematita y una franja de grafito justo debajo de este, así como incisiones gruesas horizontales. Solamente el exterior fue pintado, ya que el interior esta alisado. Naranja Zinc Vajilla característica por su rápida identificación de pasta y engobe color naranja encendido en su superficie pulida y finamente acabada de paredes delgadas. Sus formas prevalecientes son de cuencos globulares, de paredes ligeramente curvas y base plana, aunque también aparecen de paredes divergentes. Como decoración tiene líneas verticales incisas verticales en las paredes y abajo del borde tiene líneas en zigzag alrededor del borde. En el cuerpo presenta varios tipos de decoración, como líneas paralelas incisas como gradas y/o grecas, líneas paralelas ondulantes post-cocción, abajo del borde. Vajilla Rofino Vajilla de fino acabado de paredes delgadas y superficies pulidas. Las formas encontradas incluyen cuencos de paredes rectas divergentes de borde redondeado con una base plana. Tienen como decoración en el cuerpo abajo del borde una pestaña labial y una acanaladura en la parte interior, con superficie pulida y color brillante. Si bien la forma predominante es cuenco, también se encontraron fragmentos de ollas de forma globular, cuello corto, borde evertido y redondo, con una acanaladura justo abajo del borde y otra en la base del cuello e inicio del cuerpo globular. El engobe es rojo pulido y brillante. Materiales Líticos Entre los materiales líticos recuperados se encuentran utensilios para molienda como piedras de moler y brazos, esculturas de diferentes características, figurillas antropomorfas de piedra ámbar, conocidas como chalchihuites, ornamentos personales de piedra verde (posiblemente serpentina y jadeita) y piedra roja (¿ónixe?) usados como pendientes y pectorales, utensilios para cortar tales como hachas de piedra verde e instrumentos de obsidiana. También aparecieron 74 fragmentos de piedras usadas o en proceso de talle de la materia prima para producir utensilios e instrumentos. Minerales Se recuperaron 47 fragmentos de rocas o materia príma los cuales en un momento fueron utilizados para varias actividades o producir diferentes tipos de artículos o productos. Los fragmentos amorfos están sin trabajar o sea en bruto, pero se puede observar que algunos fueron reducidos por talle o percusión. Ejemplos de las rocas recuperadas frecuentemente, incluyen pedazos de objetos de serpentina, los cuales o estaban en el proceso de labrado o bien no fueron finalizados antes de su fractura, tales como pendientes, pectorales, por lo cual fueron desechados dentro del relleno. El material que más apareció fue serpentina con 21 ejemplares (46.6%). Las tonalidades de serpentina varían de verde claro a verde oscuro. Algunas rocas que aparecieron fueron 6 ejemplares de mica (13.3%), cuatro fragmentos de cuarzo (8.6%), y en menores cantidades hematita, 2 ejemplares (4.2%), esquisto talcoso fueron 11 (23.5%), alabastro, grafito y ámbar con 1 ejemplar cada uno (2.1% c/u). Semillas Carbonizadas Se recuperó una colección de 150 semillas carbonizadas. Estas se encontraron en relleno de construcción del montículo y no entre depósitos sellados. Sin embargo, se encontraron áreas que si mostraron cierta concentración y asociación a un rasgo físico identificado. Muchas de las muestras fueron encontradas completas y generalmente en buen estado de conservación. Se lograron identificar al menos 10 variedades de semillas gracias al Dr. C. E. Smith (QEPD), experto en agronomía y suelos, quien las analizó en el laboratorio de Berkeley en California. Es sorprendente el haber encontrado e identificado algunas semillas, tal el caso de cacao y chicozapote que no son originarios del altiplano. Muchos de los ejemplares están fragmentados, aunque algunos de los tipos de semillas más pequeños, como el fríjol y anona fueron hallados completos. De las 150 semillas carbonizadas recuperadas, 79 fueron identificadas plenamente, presentando los porcentajes siguientes de acuerdo a su frecuencia: Semillas de aguacate: 27 (13.3%); semillas de fríjol: 7 (12.7%); semillas de maíz: 12 (9.3%); anona: 13 (6%), ciruela: (jocote ciruela americana) 3 (4%), coyol: 8 (3.3%); palma: 10 (2.7%), haba (judía): 1 (0.5%) chicozapote y cacao, hallazgos excepcionales en la región, fueron encontrados en un ejemplar cada uno (1.2% de la muestra). 75 Cronología La fecha de ocupación del montículo parece corresponder al Preclásico Medio (500 a.C.). Sin embargo, se encontraron otros tipos de artefactos que indican otros momentos de ocupación ya que corresponden a una fecha posterior. Es probable que el inicio de la aparición de ciertos objetos haya comenzado antes de lo que se ha establecido en otras estructuras del sitio, tal como las orejeras con pintura y estuco. En todo caso parece probable que la fecha de ocupación y utilización, podría estar ubicada en la última parte del Preclásico Medio (Providencia). Los materiales aún cuando no reflejan actividades o sus áreas de uso propiamente, si reflejan al menos las fuentes de donde dichos materiales constructivos fueron obtenidas y todo indica que provienen de contextos domésticos de los alrededores. Los depósitos de los materiales parece que estuvieron cerca del montículo ya que la investigación estratigráfica demostró que antes de la construcción de la estructura el área habría tenido una ocupación con características residenciales domésticas que representaría a segmentos de población no perteneciente a la élite gobernante tal como La Palangana. Las muestras de restos carbonizados, por su grosor, indican viviendas de grandes dimensiones. El tipo de piso que se descubrió tiene las características de La Palangana, o sea eran residencias de linajes gobernantes, cuando la época Clásica de Kaminaljuyu tenía su euforia. Arquitectura del Montículo D-III-10 La ocupación del montículo D-III-10 significó la utilización de cientos de metros cúbicos de material de relleno, usando básicamente barro mezclado con talpetate, arena, tierra, piedras y agua. Esta mezcla de barro, ya sea puro o mezclado en diferentes porcentajes, fue la materia prima esencial. Un aspecto notorio es el hecho que durante la excavación del montículo se pudo comprobar que el edificio no tuvo subestructura, sino que se trata de un solo esfuerzo constructivo. Sin embargo, se determinaron al menos dos fases de construcción. La construcción del montículo esta fechada para la parte tardía del Preclásico Medio. Esto significa que la utilización comenzó a partir de esa fecha. Restos de cerámica del Clásico Tardío localizados en su superficie indican que también fue reocupado en épocas posterior. Aparentemente, no hubo modificación arquitectónica asignada a esta fecha tardía. Aunque esto puede estar relacionado con el hecho que el montículo estaba bastante deteriorado en su superficie superior al momento de las investigaciones. La arquitectura del montículo constituyo principalmente por la construcción de una masa sólida de relleno que permitiera elevar del nivel del terreno un recinto o cuarto en su superficie superior de planta rectangular. Este relleno 76 sólido elevó la superestructura al menos 13-14 m. de altura directamente sobre el terreno. El edificio habría sido construido de varios cuerpos escalonados, al menos 4, los cuales habrían tenido 3.0-3.5 m. de altura cada uno. El edificio, a juzgar por la extensión de los remanentes debe haber tenido al menos 35 m. por lado, habiéndose tratado de una estructura de base rectangular, con escalinata en una de sus fachadas. Debido a la dificultad de no contar con evidencia de muros inferiores, es difícil indicar si tuvo más de un acceso. Tomando en cuenta, que estaba en el mismo grupo de estructuras que D-III-13 y C-III-3 y conforman una pequeña plaza o espacio entres éstas, es muy posible que su fachada principal haya sido hacia el Oeste. Solamente en un caso, en la esquina Noroeste del remanente fue posible encontrar evidencia clara de un muro de barro cocido en la parte superior del edificio. Esta esquina presentó un muro hecho de barro café mezclado con arena amarilla y recubierta por una capa de barro cocido de 12 mm. de grosor de color rosado bastante consistente y uniforme. Asociado con el muro se encontró el piso que lo sostenía, el cual estaba construido de barro y talpetate en la parte interna, mientras que en el exterior fue formado también con arena y se conectaba con una grada o plataforma hacia el Este. 77 Conclusiones Las investigaciones arqueológicas de rescate llevadas a cabo en el Montículo D-III-10 de Kaminaljuyu fueron producto de la necesidad imperante de recuperar información y artefactos que de otra manera serían irremediablemente destruidos a través del tiempo sin dejar ningún rastro de su existencia. Dicha perdida de datos perjudicaría aún más la precaria situación del conocimiento que se tiene del sitio debido a lo avanzado en que se encuentra el deterioro de sus vestigios arqueológicos. Posiblemente otro mecanismo de estudio y recuperación de evidencia arqueológica de un bien cultural en peligro de desaparición no podría ser llevado a cabo sino fuera por el esquema que un programa de arqueología de rescate o salvamento permite. Este procedimiento, que busca dentro de sus propias características y limitaciones, llevar a cabo un trabajo lo más científico posible, ha sido efectivo y factible, dado el poco grado de conscientización que existe dentro de la ciudadanía capitalina para preservar vestigios arqueológicos. Esto es lamentable, más si se toma en cuenta que en la ciudad capital se encuentra concentrada la mayor cantidad de población preparada y con acceso a educación en el país. En este segmento de población se esperaría encontrar mayor grado de comprensión hacia la necesidad de salvaguardar los vestigios arqueológicos precolombinos. La Legislación de Protección de Kaminaljuyu consideraba este montículo en la categoría de intocable (Acuerdo de Protección de Kaminaljuyu de 1966). Dentro de esta problemática, el proyecto de rescate logró recuperar información y artefactos que todavía estuviesen aprovechables para su estudio y comprensión de un edificio ceremonial. El crecimiento de la ciudad influyó de manera negativa en la conservación y poca valorización de dicho vestigio arqueológico, a tal grado que lo único que se pudo realizar fue una operación rescate. El edificio de D-III-10 fue un templo ritual, ubicado en la parte Este Central del asentamiento de Kaminaljuyu durante el Preclásico Medio. Posiblemente fue uno de los primeros edificios ceremoniales en el asentamiento con arquitectura de barro cocido como técnica ya desarrollada. Estudios anteriores realizados por E. Shook en los 50´s y el Museo de la Universidad de Pennsylvania por Sanders y Michels a finales de los 60´s ya habían asignado un fechamiento para el período Preclásico. La muestra de artefactos recuperados durante el proyecto de rescate realizado a finales de los 80´s confirma este fechamiento, aunque más preciso ya que se ubica para la parte tardía del Preclásico Medio (500 a.C.). El edificio D-III-10 fue parte de un grupo conformado con D-III-13 y C-III-3 que formaron una plaza de al menos 2000 m2. 78 Dentro del relleno de su construcción se encontró una considerable cantidad de objetos de cerámica, obsidiana, piedra y algunos materiales carbonizados. Entre los artefactos cerámicos se encuentran vasijas fragmentadas, sellos, pendientes, discos, y figurillas. Entre los artefactos de piedra se describen los utensilios de obsidiana, piedras de moler, brazos, esculturas, pendientes de piedra verde y piedra roja, hachas de piedra verde y restos de carbón y semillas carbonizadas. El hallazgo más relevante fue la evidencia de cacao y chicozapote, junto con ejemplares más abundantes de semillas de aguacate, fríjol, maíz, anona, coyol y palma, que indican la interacción e intercambio de productos y mercancías con poblaciones de otras regiones. El edificio D-III-10 posiblemente fue una pirámide escalonada conformada por cuatro cuerpos superpuestos uno sobre el otro para sostener un recinto con paredes de barro y madera y techo de material perecedero. Una esquina de la superestructura fue hallada en la esquina Noreste de los restos del montículo. Tuvo revestimiento de barro cocido de 12 mm. de grosor y el piso endurecido con talpetate y arena de 9 mm. de grosor encima de una capa de arena amarilla y blanca que funcionó como material compactante. Posiblemente sea uno de los aspectos más relevantes que se logró determinar por parte del proyecto. El edificio con función ritual a juzgar por el hallazgo de varios fragmentos de incensarios recuperados asociados en la superficie del muro cocido y el piso fragmentado localizado en la parte Este de un bloque del edificio. Se aprovechó una falla natural (cerro) para aprovechar la altura, recuérdese las inundaciones de los inviernos ello pudo haber sido el no encontrar vestigios en el subsuelo. Este edificio, junto con los otros que conformaron el grupo, tuvieron función ritual, y participaron del desarrollo cultural del asentamiento en las épocas más tempranas hasta ahora reportadas. El hecho que dentro de su relleno se haya encontrado una gran cantidad de objetos tanto de cerámica, como de obsidiana, piedra, hueso y otros como restos vegetales carbonizados, indican el grado de interacción con otras poblaciones en la Costa Sur, Tierras Altas y las mismas Tierras Bajas Mayas del Norte. 79 Bibliografía Álvarez, Miguel 1986 Legislación Protectora Patrimonio Cultural de Guatemala. Ministerio de Cultura y Deportes, Guatemala. Barrientos, Tomás 1997 Desarrollo Evolutivo del Sistema de Canales Hidráulicos en Kaminaljuyu, Guatemala Tesis Profesional de Grado Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala. 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De la Agricultura a la Manufactura y el Comercio con el Desarrollo Social Excavaciones de rescates efectuados en el área de Kaminaljuyu han podido determinar los cambios de organización social desde el horizonte Preclásico al horizonte Clásico que de alguna manera explican las discusiones sobre esta región cultural en su organización sociopolítica. En el desarrollo agrícola1, conforme fueron especializándose las técnicas de cultivo la selección de semillas, el proceso de cultivo de humedad de roza y su consumo, también se crearon tecnologías como la irrigación a través de canales (900 - 200 a.C.) en el valle de Tehuacán2, y el recientemente descubierto en el área de Kaminaljuyu Miraflores3, (desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío en el área Maya), técnicas con las cuales mejoró las condiciones de producción a gran escala, para el sostenimiento de grandes masas de población4. Las capas campesinas, primera división social de trabajo, ----organizada generalmente en pequeñas aldeas, alrededor de los centros cívicos y religiosos, explotaban de manera colectiva los recursos naturales, dirigidos y controlados por una capa social de sacerdotes gobernantes. La población campesina se vio obligada a retribuir en forma de tributos, debido a la producción de excedentes, para el sostenimiento de esta capa social separada de la producción -intelectuales y soldados- para la defensa de las fronteras territoriales del Estado5. La producción de bienes agrícolas en la sociedad mesoamericana creo la necesidad de servicios para almacenar, distribuir, intercambiar productos agrícolas, 1. 2. 3. 4. 5. En un estudio de restos alimenticios carbonizados de una interesante cocina excavada de la fase Aurora del Clásico Temprano de Kaminaljuyú (400-600 d.C.), Valle de Guatemala, reveló presencia de maíz, fríjol, aguacates, anonas, jocotes, zapotes y cacao. Marion Popenoe de Hatch, Kaminaljuyu/ San Jorge, 1997. Harberland, Wolfang, Culturas de la América Indígena/Mesoamérica y América Central, 1974, 90 60. Las observaciones son fuente de las excavaciones de rescate realizadas en 1983 por el suscrito. En este sector de Kaminaljuyu anteriormente fueron realizados pozos estratigráficos de reconocimiento por William T. Sanders de la Universidad de Pensilvania antes del año de 1973, en el cual se exploraron áreas superficiales y pozos en algunos montículos, por lo que este sector no había sido investigado a cabalidad en sus áreas de ocupación y épocas culturales de Kaminaljuyu. Roger Bartra, Marxismo y Sociedades Antiguas, 1985; Godelier, Maurice, Las Sociedades Primitivas y las Sociedad de Clases, según Marx y Engels, 1978, p. 35. 85 con lo que ocurre la segunda división social de trabajo: el oficio manual, una grupo social se separa de la producción agrícola (Engels, 1977). De este modo desarrolla una nueva especialización de trabajo, la alfarería, que vino a satisfacer la carga de objetos líquidos, cocinar alimentos, almacenar cereales, así como las técnicas de elaboración de la cerámica en el uso del desgrasante y sus combinaciones, levantado de las paredes (originalmente en forma espiral, apliaciones de engobes, técnicas de incisiones, hasta el proceso de quemado al aire libre o en hornos simples junto a viviendas, que convierte al hogar en un taller; equipado no sólo con los instrumentos de trabajo necesarios sino el empleo de más personas especializadas, aunque organizado en forma familiar. En excavaciones practicadas en el sector de Miraflores en el valle de Kaminaljuyu (Guatemala) en 1983, (Proyecto Miraflores) se localizaron, junto a viviendas cercanas a centros cívicos, fogones, hornos y talleres de cerámica que producían recipientes o vajillas, no sólo para el área central del valle sino con frecuencia para poblaciones de Tierras Altas y la región costera durante el Clásico Temprano, por lo que la producción de cerámica -cuencos, sartenes, platos, vasos, etc.- se convierte en objeto de valor de uso y objeto de valor de cambio por la expansión de su comercio en otras regiones. Otro caso más temprano, es la dispersión de la cerámica Providencia de Kaminaljuyu (área Maya de Tierras Altas), en la Costa Sur y el Altiplano Central durante el Preclásico Medio 500 a.C.6. Aunque sustituida por otra cerámica más competitiva como la cerámica de Sacatepéquez en el Preclásico Tardío. Además hay que señalar la importación de piezas de cerámica de otras regiones, localizadas en ricas tumbas de élites, durante el período Clásico, que formaban el menaje al otro mundo7. El desarrollo político urbano ofrecía nuevos espacios, por ejemplo la plaza pública presentaba un espacio importante en Kaminaljuyu para el comercio de la cerámica Esperanza (400-600 d. C.) y Amatle II (600-800 d. C) por haber logrado mejorar su manufactura y más competitiva en el Valle Central, en la Costa Sur 8 y área de Tierras Bajas mayas de Guatemala . Los artesanos, con las manufacturas que elaboraban, formaban una capa social productora de bienes de uso y de cambio. Eran propietarios de sus medios de producción -los instrumentos de su taller-9. Sin embargo, fueron limitados de los medios de producción como la propiedad de la tierra en los términos de la ciudad, ya que cada vez que crecía el poder de los linajes en la ciudad, fueron cada vez desplazados hacia los alrededores de las construcciones de la ciudad templos, edificios administrativos, plazas y juegos de pelota. Aunque de hecho 6. 7. 8. 9. 86 Hatch, Marion Popenoe de, 1988. Haberland, Wolfang, Op. cit. 1974, 90. Ronald K. Wetherington, The Ceramic chronology of KaminalJuyu, 1978. Godelier, Maurice, .Op. cit. 1978, p. 75. la clase dominante concentró la riqueza de producción proveniente de la manufactura y también de la agricultura, en forma de tributos fiscales, con el cual subsiste esta clase social, ajena a la producción de bienes materiales. En diversos testimonios del siglo XVI se sabe que el pago por dicho trabajo (artesanal) podía consistir de ropa, mantas de diferentes cualidades, fardos de cacao, maíz, fríjol, pepitas y chile, cerámica, pilones de sal, etc. por lo que la especialización de producción desarrollaba valorar el trabajo a los artesanos o manufactureros10. Otro grupo social -los comerciantes-, surgida también como otra división social del trabajo, controlaba la plus producción agraria y artesanal, utilizando vías pluviales (Usumacinta, Motagua), marítimas (de la costa de Yucatán hasta Copán) intercambiaban mediante el sistema de trueque o a base de semillas de cacao, hachas de cobre, jade y otros productos. Cámaras Funerarias y Arquitectura En los primeros cinco siglos de nuestra era sucedieron cambios arquitectónicos, sobre todo en relación con los templos y palacios. Quizá los mas importantes fueron el arco falso que en el Período Formativo se encuentran solamente en tumbas y que ahora ya aparece generalizado en los edificios y que viene a modificar tanto el interior como el exterior de los mismos y ya encontramos cresterías sobre los templos que no tienen ninguna función práctica y que solamente doblan la altura del edificio11. Una élite sacerdotal era enterrada en criptas ricamente adornadas y donde ya era usado el arco falso, y que además, con un arte y comercio altamente desarrollado12. Por ejemplo, el de Pakal en Palenque. Al igual que en la fase Formativa, las pirámides Clásicas de Kaminaljuyu, encerraban en su interior grandes cámaras mortuorias con un techo horizontal de troncos de árbol y paredes recubiertas de esteras (petates). Ricas ofrendas de cerámica, ornamentos de jade, y objetos importados de gran valor, como espejos de pirita montados sobre hojas de pizarra, ricamente adornadas, provenientes de Veracruz central, muestran la riqueza y las extensas relaciones comerciales de este centro13. 10. 11. 12. 13. Castillo Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexicana, 1984, p.192. Haberland, Op. cit. 94. Haberland, Op. cit. 55. Haberland, Op. cit. 90. 87 Ejemplo de ricas ofrendas funerarias, constituye un patrón el siguiente descubrimiento en Villas de Miraflores en 1983, que a continuación se detalla14. Con el desarrollo de las exploraciones realizadas en el área dieron resultado varios tipos de hallazgos: construcciones de pisos de plaza, ofrenda funerarias, viviendas asociadas con cocinas y talleres de cerámica y otros tipos de entierros localizados, que en general se asociaban a cerámica de las fases de Preclásico Tardío, Clásico Temprano y Medio. Dentro de los descubrimientos forma parte una ofrenda funeraria con cerámica, fragmentos y piezas completas, de varias fases de cerámica, asociado con un cráneo humano y un maxilar inferior también humano, que conjuntamente forman una tradición funeraria de Kaminaljuyu15 (Véase dibujo de perfil). Por la característica del cráneo la persona sepultada, y las ofrendas de cerámica, dio origen ritual al asentamiento de un centro ceremonial en este sector de Kaminaljuyu, especialmente asociado al original montículo A-V-14, desaparecido por la remoción de tierra en el área16. Mucho de la cerámica ofrenda representaba las comunidades del valle que más adelante se describen. Entierro Principal Se denomina entierro principal a un cráneo humano localizado en la exploración 26.23 a 3.55 mts de profundidad, en un nivel de arena blanca sedimentado sobre talpetate amarillo. Este cráneo humano estaba colocado en posición vertical con vista hacia el sur, con dientes completos bastante gastados, únicamente con un diente cariado. De acuerdo a estas condiciones físicas, debió 14. 15. 16. 88 Debido a la presencia de asentamientos culturales de Kaminaljuyu, en la lotificación de Villas de Miraflores, situado en el perímetro urbano de la zona 11, 23 avenida y cercano al anillo periférico en la ciudad de Guatemala, la lotificadora financió un proyecto de investigación arqueológica en el área previo a la urbanización y construcciones de viviendas residenciales. Debido a la presencia de los montículos A-V-2, A-V-3, A-V-14, de ellos el montículo A-V-3 es el único que se conserva casi en su totalidad y por tratarse de un montículo declarado intocable por la Ley sobre Protección de Kaminaljuyu emitido en 1964 por Acuerdo Ministerial, prevée su preservación para investigación científica posterior. Con este objeto se realizo un proyecto arqueológico con el fin de explorar las áreas de montículos y áreas que originalmente formaron plazas ceremoniales y habitaciones de las poblaciones que se desarrollaron en el área, comprendiendo la ejecución de dicho proyecto desde enero a julio de 1983. En este sector varios de los montículos que formaban el área arqueológica estaban bastante deteriorados y destruidos por construcciones y remociones de tierra. A ello obedecía una interrupción del proceso cultural de los habitantes prehispánicos del valle, pues muchos materiales arqueológicos estaban muy mezclados con material de cerámica moderna, especialmente ripio moderno. Los trabajos de exploración seguidos para la localización de este hallazgo llevo varias etapas de operaciones. Originalmente se había establecido la excavación de un pozo de 1.20 x 4 metros, operación que corresponde a la operación 26.22 del área de exploración. Después de haber efectuado los registros de estratigrafía moderno y localizado a 2.60 mts. piezas completas, permitió efectuar prolongaciones de las operaciones 26.22-23 y 24 y 25.23 (de 4 metros cada cuadrante) para ampliar la exploración del área. En trabajos de rescate realizados en 1976, después de haber demolido los restos del Montículo E-III-3, originalmente trabajos por Edwin Shook, también en la base del montículo se localizaron 2 entierros con ofrendas, del horizonte Preclásico, con cerámica Arenal y Providencia. ser una persona no más de 40 años de edad. A pesar de la exploración ampliada de 6 x 4 metros, para continuar localizando otros elementos óseos asociados, únicamente existía el cráneo en ese nivel de suelo. Este entierro no tenía las ofrendas de cerámica en forma directa, es decir tal como se observan otros entierros, con esqueletos completos, las ofrendas están puestas sobre los restos directamente, solamente algunos fragmentos de cerámica, especialmente piezas completas. Estaban colocados 30 cms. arriba del nivel del cráneo. La pieza de cerámica más inmediata, en el nivel consignado, de 30 cms. arriba del cráneo, y consistía en una pieza negra café en forma de olla pequeña de borde inciso, base plana (Véase Ilustración no.1) y una base de cuenco de engobe negro con soporte mamiforme y así como otras piezas fragmentadas o solamente los fragmentos, tal como se suelen localizarse en algunos entierros de la Fase Verbena. La característica de este entierro parece ser de persona decapitada, rescatado el cráneo como trofeo y/o simplemente recobrado el cráneo de un entierro original, algo particular de una costumbre común en los mayas de Tierras Altas (Kidder, Jennings y Shook 1946). Sin embargo, por la cantidad de ofrendas, aunque en una forma independiente, una de otra pieza, representaba el carisma político de la sociedad, marcado en el Clásico Temprano de Kaminaljuyu. Entierro Secundario Con este nombre se asocia un maxilar superior humano con dientes completos localizados en la prolongación de la operación 26.22 y 26.23, situado, no verticalmente, 35 cms. sobre el cráneo humano hallado, y en un suelo de arena blanca mezclado con barro. Al parecer restos de un entierro removido de otro lugar. A partir de este nivel del maxilar, en distintos lugares se identificaron varias piezas de tipo Usulután (Ilustración No. 4), cuencos en miniatura y fragmentos de tinajas de engobe rojo superior y especialmente un incensario de tres picos (Ilustración No. 5), con un detalle de Tlaloc localizado en forma parcial (Véase dibujo de perfil norte). Características del Entierro En relación a características de los entierros durante el Clásico Medio se ha observado lo siguiente: 1. conservan los cambios de cada época, 2. caracteriza el rango social de la persona enterrada, 3. conserva los recursos de los diferentes grupos sociocultural que desarrolla la cultura (Sanders y Michels 1977:145). Estas características planteadas sobre los entierros del Clásico Medio, han sido caracterizados conforme a los objetos y a la forma de los entierros de las personas. Pero además, de estas características, las ofrendas de cerámica relacionados con el entierro de estudio, aunque tal como ocurren con entierros de la época Esperanza 89 ya descrito por Kidder, Jennings y Shook (1946), los depósitos de partes de resto de esqueletos hallados con los entierros principales, detalla las mismas características de huesos removidos de este entierro, que es un entierro mas temprano. La presencia de piezas de cerámica Providencia (500-200 a.C.) cuencos, fuentes, vasos y miniaturas, especialmente del tipo inciso fino-(Véase ilustración No. 2) que asocia al entierro de Miraflores, estas piezas fueron trasladados de algún entierro original de alguna residencia cercana del área. Ya el proyecto de 1968 de alguna forma mostró el área de ocupación residencial Providencia en el montículo B-V-1. Sector al Este del área de este estudio. La característica de la cerámica asociada con el entierro implica en efecto el grupo social de una época ya anotado, pero encontramos cerámica ya caduca en época y por ello ya solo se consideraba como recuerdo de sus grupos sociales fundadores, que es lo mas efectivo del hallazgo de esta cerámica asociada al entierro de Miraflores. Igualmente, las piezas de cerámica Verbena (200-0 a.C.) asociadas con el mismo entierro tazones, cuencos, cantaros y tinajas, tanto de engobe naranja como rojo matizado y con la característica Usulután. (Véase ilustración No. 4). Aunque de alguna manera hay similitud con 2 entierros de Miraflores se relacionan estas dos fases de cerámica con estos mismos objetos de cerámica Providencia-Verbena encontramos asociado fragmentos incensarios de tres picos y especialmente con caras humanas de fuentes trípodes (Rim-Head vessel) (Véase ilustración No. 3) que hace expresar la época en que fue trasladado el entierro, ya que estos últimos objetos son de cerámica del Clásico Temprano. Como se señaló anteriormente, este entierro ritual de Miraflores marcó el asentamiento residencial del montículo A-V-14, del cual lamentablemente no se le localizo restos de su estructura. En este asentamiento residencia al del A-V14 se encontró igual similitud al hallazgo de 2 entierros localizados en el inicio del asentamiento del montículo E-III-3 en 1976, ya mencionado arriba, montículo parcialmente estudiado por Edwin Shook y J. Kidder en 1952. Ilustración No 1. Cerámica Negro Café (Fotografía de Hugo F. Sacor) 90 Ilustración No 2. Cerámica Negro Café (Fotografía de Hugo F. Sacor) Ilustración No 3. Cerámica Rim-Head vessel. Clásico Temprano (Fotografía de Hugo F. Sacor) 91 92 Fotografía No. 4. Cerámica Usulutan (Fotografía de Hugo F. Sacor) Ilustración No. 5 Incensario de Tres picos (Fotografía de Hugo F. Sacor) 93 Otros Hallazgos Relacionados con la Organización Sociopolítica Nos interesa ahora, aclarar otros hallazgos. Una investigación de rescate efectuado en 1978 en un montículo conocido como El Zompopero, situado al Oeste del Grupo A-IV del sitio Kaminaljuyu, del análisis del material arqueológico se determinó como una ocupación del Clásico Medio y Tardío, por la presencia de cerámica fases Esperanza (400-600 d.C.) y Amatle - Pamplona (600-800 d.C.). El sitio investigado fue ocupación de nobles de la Aristocracia de la época, debido a cultos funerarios descubiertos en el mismo, similares a otros descubrimientos que sintetizan la organización sociopolítica. Es decir tomando en consideración las clases sociales y el tipo de gobierno durante la época dada a los descubrimientos de los cultos funerarios, los cultos familiares y el carácter político de este sitio en relación al sitio en general de Kaminaljuyu, situado dentro la formación de clases sociales. El sitio comprende varios entierros registrados con objetos de cocina fragmentados ollas, vasos, platos, piedras de moler, encontrados en un solo sitio a un metro de profundidad, comúnmente conocidos basureros, pero probablemente constituyeron utensilios de una sola familia. Varios de ellos se localizaron en el valle en distintos lados, algunos a cada 10 metros de distancia. En el norte del valle del montículo también se localizaron varios pozos con las mismas formas de elaboración como los hallados en los cultos funerarios al excavar el montículo, de 1.60 mts. de profundidad y 1.20 mts. de ancho, conteniendo también fragmentos de cerámica, piedras de uso decorativo, obsidianas y piedras de moler. Otros hallazgos consistieron en un fragmento de dintel funerario, eh aquí artesanos lapidarios que servían a la élite política, abandonado probablemente, elaborado para ser utilizado en otro centro ceremonial mucho más importante de la época. Así como el detalle de una cara humana sin terminar en piedra y un fragmento de piedra para uso agrícola. Los hallazgos de tumbas de nobles descubiertos debajo de la fase de construcción II o Estructura II, fueron orientados en relación al desarrollo mismo de dicha construcción en función ceremonial o mejor dicho en función urbanística de los otros grupos del mencionado sitio arqueológico. En la tumba I fueron descubierto los restos de un menor de 10 años, hijo probablemente de un noble que le fueron colocados debajo sus extremidades cuidadosamente fragmentos de piezas en cerámica; orientándose su cabeza hacia el sur, sepultado en un suelo natural. En el extremo sur de la cabeza le construyeron un pozo para el depósito de fragmentos de vasos, platos, figurines en cerámica y el entierro de restos de columnas de un mamífero, probablemente con los cultos funerarios necesarios como hijo de noble, de 2.60 mts. de profundidad y de 1.30 mts. de ancho. 94 En la tumba II fueron descubiertos también, los restos de una persona de aproximadamente 45 años de edad, guardando la misma posición del cuerpo que la tumba I. Sus extremidades inferiores y superiores fueron forzadas con doblez y con la cara hacia abajo. Su pozo funeral fue construido a 0.50 mts. por el extremo izquierdo, conteniendo fragmentos de piezas de cocina y ceremoniales. La posición con que fue enterrado es similar al tipo de sacrificio humano descubierto por Alfred Kidder en la Tumba A-III del montículo A de Kaminaljuyu. La estructura I tuvo que desaparecer finalizándose los cultos a los nobles de las tumbas mencionadas, cerrando así una generación de linajes. Los únicos restos localizados consistieron en dos ceniceros de regular tamaño, un fragmento de piedra de moler y otro de un collar en jade en forma esférica abandonados sobre lo que formó la estructura I, además de varios fragmentos de utensilios en cerámica, por lo que se notaron ocupaciones domésticas. Esta situación de abandono devino a formar luego sedimentos de tierra amarrilla, negra y arena, lo que conformaron otras ocupaciones de carácter secundario, no dejando de tener importancia para los habitantes, que continuó con ese mismo carácter político. Debió haber trascurrido una generación donde posteriormente se construyó una segunda estructura con las mismas características que la anterior, con los mismos grados de solidez en construcción para las vinculaciones sociales de la época. En la parte norte se construyó a base de piedras sin tallar, un altar, con el mismo grado de orientación que la anterior construcción hacia el centro ceremonial (centro político del grupo C-II de Kaminaljuyu) en base a una declinación tomada en la excavación de 38º. del Norte hacia el Este. Esta construcción descubierta, un nido de zompopos hizo desaparecer diversos aspectos de su formación, por lo que se descubrió en solo un 40% de ahí el nombre del sitio. Síntesis de la Organización Sociopolítica De acuerdo a los planteamientos de Michels (1971) y Brown, por ejemplo, Miraflores estaba ocupada por viviendas de artesanos, es decir dedicados a la manufactura de la cerámica. La manufactura que se desarrollaba en el valle servía tanto al culto como al uso de las capas sociales como sacerdotes y gobernantes, y así como para las capas de campesinos agrícolas. Las capas de campesinos, organizados generalmente en pequeñas aldeas, alrededor de centros cívicos y religiosos estaban organizadas en forma comunal y explotaban de manera colectiva los recursos naturales. Ambos dirigidos y controlados por la capa dirigente de sacerdotes y gobernantes, lo que hacía distinguir el ámbito de las relaciones de producción clasista en el Estado de Kaminaljuyu, y provocaban y mantenían el desarrollo del núcleo urbano la sociedad clasista del Estado. Las clases dominadas, capas de artesanos, campesinos y constructores de los centros cívicos marcaban la fuerza productiva del Estado en Kaminaljuyu y la clase dominante marcaba 95 el control de esta fuerza productiva, tanto en la manufactura como con los productos agrícolas y el comercio. La relación social de producción, ya caracterizada, el Estado en Kaminaljuyu no solo estaba significado con la división bajo la dirección de cinco cacicazgos distribuidos en cinco áreas urbanas como plantea Michels, sino más allá del la división en clases sociales y bajo el poder de las clases sociales dominantes, una aristocracia formada en linajes, desde luego marcados con la teocracia gobernante. Por lo tanto, los ritos funerarios, no cabe duda, representaban característica bien diferenciada en la sociedad de aquella época, además un monumento funerario, que posteriormente el área desarrollara un crecimiento urbano con las etapas de construcción de templos pirámides. Ello marca un alto grado alcanzado de la organización social y por ende la competencia mercantil con Tierras Altas y la Costa, que constituían fuerzas económicas y sociales que requerían un control estatal fortalecido en el valle. La Influencia Socioeconómica de Teotihuacan Por otra parte, la evidencia de relaciones entre Teotihuacan y Kaminaljuyu durante el período Clásico Medio, es un largo trabajo realizado por Sanders en 1978 y Brown en 1977, lo cual indica que los teotihuacanos llegaron mas como traficantes, que operaron como tardíamente lo hicieron los pochtecas aztecas, por el control del comercio, sobre todo el jade, y con probables relaciones matrimoniales con la élite local y, además, religiosa. Este carácter de relaciones entre el Altiplano guatemalteco y Teotihuacan, ha estado dominado por alternativas de "influencia", "intrusión" o "invasión", términos difusionistas de delicada aplicación a una etapa compleja y de fuerte desarrollo como lo es el Clásico Temprano en el área Maya y en Mesoamérica en general. El Estado teotihuacano comenzó su proceso de expansión en la parte tardía de la fase Tlamilolpa o un poco antes, es decir, hacia 300 d.C., momento similar al inicio de la expansión de los centros del Noreste de Petén. Se considera que a la esfera de influencia de Teotihuacan ha sido reconstruida y analizada de una miscelánea de datos como son estilos artísticos, objetos de comercio, conceptos religiosos y arquitectura, sin mesurar el impacto cuantitativo y sociológico de Teotihuacan en otras culturas17. Es interesante notar que entre Naranjo y Solano, alrededor del valle de Kaminaljuyu en Guatemala, empezaron a identificarse los estilos y la iconografía teotihuacana. Posiblemente de alguna manera Teotihuacan patrocinó los avances agresivos de ambas poblaciones, con el interés de expandir sus propios intereses comerciales. En la Costa Sur la influencia teotihuacana es más de naturaleza 17. 96 Laporte, Juan Pedro, Arquitectura Temprana de Tikal y el Modo Talud Tablero. 1985, 14. religiosa, ritual y se expresa partes abandonadas de incensarios en estilo teotihuacano. En Kaminaljuyu, en el Clásico Medio -Fase Esperanza, (400-600 d.C.)- la influencia es un poco diferente y de naturaleza sociopolítica, avanzada de expediciones de guerreros. Las tumbas de las estructuras A y B de dicho sitio indican que la relación era más a nivel de nexos políticos entre Teotihuacan y Kaminaljuyu; aquí los incensarios en estilo teotihuacano son muy raros. Es muy posible que la conexión con Teotihuacan haya sido básicamente de tipo económico, para importar indirectamente las fuentes de jade y obsidiana del Motagua a su propia red comercial por medio de un arreglo con el grupo gobernante Solano18. Pero, más notables que en la cerámica, son las influencias de Teotihuacan en la arquitectura, por ejemplo, al lado de las formas antiguas heredadas, una articulación de la fachada de acuerdo con el principio talud-tablero, como puede observarse en Tikal templo de Mundo Perdido, Kaminaljuyu cercano a la ciudad de Guatemala y en Tazumal en el territorio de El Salvador. El modo arquitectónico del talud-tablero, que Teotihuacan imprimió su importancia arquitectónica y ritual, diversas regiones pudieron tener mayor o menor aceptación en el Sur de Veracruz, la Costa de Chiapas y el área Maya central, que lo aplican a inicios del Clásico Temprano (200-400 d. C.), atendiendo canones arquitectónicas de cada área19. Es reflejo se observara que el monumento 29 de Kaminaljuyu presenta influencia teotihuacana, sobre todo la estela 13 del mismo sitio, que identifica una balaustrada del patio de los Jaguares en Teotihuacan y, finalmente, la estela 23 presenta una escultura de relieve, siempre de estilo teotihuacano20. 18. 19. 20. Hatch, Marion Popenoe de, Relaciones entre el Altiplano y la Costa Sur de Guatemala durante el Preclásico,1994:28. Laporte p. 15. Parsons, en referencia de Murdy, 1996. 97 Bibliografía Bartra, Roger 1985 Marxismo y Sociedades Antiguas. Ediciones Grijalva, México. Castillo F., Víctor M. 1984 Estructura Económica de la Sociedad Mexicana, UNAM. Godelier, Maurice 1978 Las Sociedades Primitivas y las Sociedad de Clases, según Marx y Engels. Haberland, Wolfang. 1974 Culturas de la América Indígena/Mesoamérica y América Central, Fondo de Cultura Económica, México. Hatch, Marion Popenoe de 1994 Relaciones entre el Altiplano y la Costa Sur de Guatemala durante el Preclásico, Apuntes Arqueológicos, Vol. 4 No.1, Área de Arqueología, Escuela de Historia, USAC., Guatemala. Kidder, A. V. Jennings D. and Shook, E. 1946 Excavations a Kaminaljuyu Guatemala. Carnegie Institution of Washington. Kidder A. V. and Riketson O. G. 1935-36 Informe Anual de la Sección de Investigaciones Históricas. Anuario 35 Carnegie Institution of Washington. Laporte, Juan Pedro 1985 Arquitectura Temprana de Tikal y el Modo Talud Tablero. En Antropología e Historia, Vol. VII. Guatemala. Murdy, Carson 1996 Prehispánica Settlement and Society in the Valley of Guatemala, en Arqueología Mesoamericana, Homenaje a William T. Sanders, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Arqueología Mexicana. Notes on Middle American Archaelogy and Etnology. 1948 Kaminaljuyu Guatemala.Adenda and corrigenda. Kidder A. V. No 89, Carnegie Institution of Washington. Sanders W. T. and Michels, J. W. 1971. Kaminaljuyu. Mape. Departament of Antropology, Pensylvania State University. Wetherington, Ronald K. 1978 The Ceramic chronology of KaminalJuyu, Universidad de Pensylvania. 98 ACUERDO MINISTERIAL SOBRE PROTECCIÓN DE KAMINALJUYU EMITIDO EN 1964 El Viceministro de Educación Pública encargado del despacho. CONSIDERANDO: Que todos los monumentos y objetos arqueológicos de la República forman parte del tesoro cultural de la Nación y están bajo la salvaguardia y protección del Estado. CONSIDERANDO: Que el sitio arqueológico denominado Kaminaljuyu situado dentro del perímetro urbano de la ciudad de Guatemala, es un monumento nacional de primera importancia para el estudio de las civilizaciones prehispánicas de Guatemala y América; CONSIDERANDO: Que el citado sitio Kaminaljuyu está siendo destruido por el natural crecimiento de la ciudad Capital y que por consiguiente deben tomarse medidas a fin de preservar las áreas no destruidas para que se conservan; POR TANTO: En uso de las facultades que le confiere el Artículo 16 del Decreto Número 425 del Congreso de la República.* ACUERDA: Artículo 1.- Queda prohibido a toda persona natural o jurídica, nacional o extranjera, efectuar trabajos que deterioren o destruyan los montículos de Kaminaljuyu sin autorización del Ministerio de Educación Pública y previo dictamen del Instituto de Antropología e Historia. No podrán autorizarse la destrucción de un montículo clasificado como intocable por el presente acuerdo, salvo en los casos a que se refiere el artículo 5º. de este acuerdo. Articulo 2.- Cuando se conceda autorización para realizar trabajos que puedan deteriorar o destruir algún montículo de Kaminaljuyu los inspectores del Instituto de Antropología e Historia vigilarán estos trabajos y podrán ordenar que se detengan los mismos cuando se descubran estructura, tumbas y objetos escultóricos que ameriten ser estudiados debidamente o preservados de toda destrucción. 99 Articulo 3.- Toda persona natural o jurídica que realice trabajos de construcción o cualesquiera otros en el área de Kaminaljuyu, aun cuando no se trate de un montículo, está obligada a informar al Instituto de Antropología e Historia inmediatamente de cualquier hallazgo de estructura, tumba, depósitos de cerámica, objetos de piedra, etcétera, que encuentre en dichos trabajos a fin de que el Instituto envíe personas calificadas para que realicen estudios necesarios antes de continuar los trabajos. Artículo 4.- Se consideran áreas intocables los siguientes Montículos: A-I-1; A-II-2,4,5; A-IV-1,2,4,5,6,8; A-V-3,5,6,8,9,10,11,14,-15,16; B-I-1,2,3,4; B-II1,2,3; B-III-1,2,3,5; B-IV-1,3; B-V3,4,5,6,78,12; B-VI-1; C-I-1, 2, 6; C-II-3,4,5,6,7,8,12,13 (parque); C-III-1,4,5,6,7,9,11; C-IV-2,3,4,5,6,7,8,9,10; C-5,6,7,8,9,10,11,12; C-VI-1,3,4; D-II-4; D-III-2,6,7,8,9; D-V-3; E-III-2,5,6; E-IV-3; E-VI-4; F-II-1; F-VI-3,4,5; D-III1, que está en curso de excavación. Articulo 5.- Los montículos y áreas intocables serán destinados exclusivamente a conservación y estudio científico cuidadoso. Queda prohibido hacer exploraciones en ellas, salvo en el caso de que se trato de instituciones debidamente calificadas y autorizadas por el Ministerio de Educación Pública, previo el dictamen del Instituto de Antropología e Historia. * Articulo 6.- Todos los objetos arqueológicos que se descubran en la demolición de montículos, previamente autorizada por el Ministerio de Educación Pública, en las investigaciones realizadas por instituciones científicas o por personas particulares, en cualquier sitio y Kaminaljuyu, son propiedad del Estado y deberán depositarse en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Articulo 7.- El presente acuerdo entra en vigor inmediatamente. Comuníquese: Licenciado Benjamín Garoz Villatoro El Oficial Mayor, Encargado del Despacho del Viceministerio, Bachiller Helvidio Arroyo Santizo. Diaah/Jegm/2007 * Ministerio de Cultura y Deportes, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural. * Debe reafirmar la vigencia del Decreto No. 26-96, con sus reformas. 100 JORNADAS DE KAMINALJUYU 2007 3 y 4 de octubre Información general Kaminaljuyu es uno de los centros arqueológicos que se identifica por varios contactos culturales del mundo de mesoamérica. Como muestra de su grandeza de la época Preclásica, Clásica y Posclásica de Tierras Altas mayas, comprende cerámica, jades, estelas, arquitectura y una tradición funeraria. Discutir mediante jornadas de trabajo la situación de esta importante área cultural de Mesoamérica a nivel de investigaciones científicas, su conservación y rescate. Ante el crecimiento urbano de la ciudad es importante diagnosticar, normar, y orientar el futuro de esta importante cultura prehispánica en Guatemala. No obstante las políticas legislativas de protección del sitio, el crecimiento urbano ha reducido el área cultural del sitio. Breve descripción del propósito de la Jornada Jornadas de mesas de discusión con arqueólogos, antropólogos y arquitectos sobre los avances de investigación, importancia a nivel de mesoamérica, legislación sobre el área de conservación y un programa permanente educativo. Mesa redonda sobre temas específicos: Investigación y Legislación Contenido por Objetivo de la Jornada / Logros Alcanzados ¿Que se ha logrado con las investigaciones arqueológicas de 1950 al 2000? ¿Que se ha logrado con la legislación vigente? ¿Que ha puesto en valor el área cultural en lo arquitectónico, los descubrimientos o hallazgos? Propuestas de Métodos Futuros Características de las nuevas investigaciones. Reforma de la legislación vigente. El museo Kaminaljuyu de estelas. Concientizar a la ciudadanía urbana con programas culturales, afiches, museos, exposiciones temporales, videos, programas educativos. 101 Promoción para la Conservación Símbolos de Kaminaljuyu como promoción de identidad del sitio, principalmente identificar los hallazgos de estelas. Rediseño de la conservación del parque arqueológico. Mesa de Investigación ¿Quién vivió en Kaminaljuyu?, es una de las preguntas que no han sido contestadas, pudieron ser quizás mayas, mixezoques, mam, kiche, la arqueología no ha dado esa información, nadie se ha interesado en dar las respuestas claras. Kaminaljuyu no pertenece a ningún grupo étnico definido, ya que nadie ha tomado el crédito por el sitio. Los proyectos grandes tienen la ventaja de estar de acuerdo con la temporalidad de los sitios de Tierras Bajas por lo que pueden hacer las publicaciones, pero en Tierras Altas no se han puesto aún de acuerdo. Kaminaljuyu es un sitio importante pero ha cambiado con el tiempo la interpretación del mismo. Lo más importante para J. Clark es que Kaminaljuyu para los años 300 a. C. ya era un estado al igual que El Mirador, uno ubicado de las Tierras Altas y otro Tierras Bajas. Kaminaljuyu es como Takalik Abaj, ya que tiene una secuencia muy larga. Además es un sitio que tiene la mayor cantidad de monumentos tallados más que Tikal. No hay otro sitio en México, los altos de Guatemala y El Salvador como Kaminaljuyu. Actualmente hay como 5 o 6 montículos, y los que se encuentran en buen estado están en propiedad privada. Kaminaljuyu fue uno de los sitios más antiguos, con más de 3,000 años más o menos, hasta que vinieron los Teotihuacanos, pero nadie explica que hicieron ellos aquí. Para John Clark Kaminaljuyu es el sitio más importante de Guatemala y uno de los 5 más importantes de Mesoamérica. Ya que tenia más relaciones con las Tierras Bajas y la Costa Sur. Un punto importante es que no tiene tanta influencia olmecas asentados en Kaminaljuyu, posiblemente ellos tomaron otro rumbo por el Usumacinta y las Verapaces. Para el Formativo los sitios tuvieron los mejores lugares para vivir como Kaminaljuyu, Chiapa de Corzo, el Valle de México, y que actualmente todos estos sitios están destruidos por las nuevas generaciones. 102 Mesoamérica es un área muy antigua, la cual es una súper área, que presenta características que la identifican, en el valle de la ciudad capital, Kaminaljuyu. Uno de los proyectos más importantes que se pueden mencionar es el Proyecto de los Japoneses, ellos nos dejaron algunas claves para identificar los restos culturales y que los datos sirvan para identificar la grandeza de Kaminaljuyu. En el Proyecto Naranjo se pretende recuperar datos para el Preclásico Medio, el cual viene a llenar un vació. Otro factor que influye es que los montículos están muy aislados como para extrapolar la información de un lugar a otro. En El Naranjo se descubrió la relación con los Olmecas, lo cual se da un gran paso a las investigaciones de épocas tempranas. La importancia de Kaminaljuyu en toda Mesoamérica, se basa en el control de los yacimientos de obsidiana de El Chayal. Shook hace solo una breve descripción de los sitios en 1952 en los sitios de los Altos de Guatemala, las notas de Shook se encuentran en la Universidad del Valle. Lineamientos para las nuevas investigaciones arqueológicas: La Universidad de Pennsilvania, se basó en sus estudios por haber realizado una serie de trincheras que efectuaron en el sitio entre los años 60 y 70 del siglo pasado. ¿Que se ha hecho hasta en el año 2,000? miran a la arqueología como un entretenimiento, se tiene que hacer buenas investigaciones para que la gente tome en serio a los arqueólogos, pero también se deben divulgar los trabajos que se llevan a cabo en Kaminaljuyu, como en cualquier otro sitio. Kaminaljuyu se debe de ver como un todo, no solo como proyectos diferentes, se debe de reunir toda la información para poder sacar un todo global. El sitio de Kaminaljuyu no se ha puesto en valor como tal, ya que todo se ha destruido. El Naranjo es un claro ejemplo para que deje muestra de los vestigios, y plantarse ante las situaciones para evitar que se siga destruyendo lo poco que queda. Se debe de fortalecer la Ley de Protección del Patrimonio Cultural. La formación ética y profesional de los arqueólogos debe ser importante, no es solo recolectar material, sino luego interpretar los trabajos que se han hecho. 103 Colocar un nuevo componente para que se entrelace la restauración y la conservación en las investigaciones arqueológicas. Tener un equipo multidisciplinario con diferentes profesionales en el IDAEH. Cuando se efectúen trabajos sobre estructuras de barro, se debe de estudiar y luego enterrar, y hacer replicas de los mismos, mientras no existan los medios económicos para preservarlos. Que exista dos reglamentos uno para investigación y el otro para rescates arqueológicos. No se ha respetado las leyes para que se pueda conservar Kaminaljuyu. Para el IDAEH, todo es importante pero las políticas turísticas le dan más importantes a aquellos sitios con arquitectura monumental que permitan realizar restauraciones y ponerlos al servicio del turismo que permitan captar más ingresos al País. Hay que reorganizar y fortalecer al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, para que pueda realizar sus propios proyectos de investigación y de esta forma realizar un mejor trabajo, tanto en investigación como en la protección del Patrimonio Cultural. Como estudiantes e investigadores no tenemos la formación académica de interpretar los materiales para luego hacer una publicación. Cuando se hacen rescates por parte del IDAEH y de los profesionales de las Universidades de Guatemala. Se ha cometido un grave error al no poder hacer rescate en las ampliaciones del Aeropuerto Internacional La Aurora. Entre los restauradores y los arqueólogos ha habido conflictos, pero es necesario tomar en cuenta que los trabajos de restauración y conservación son multidisciplinarios. Por lo tanto, no debe de existir diferencias y divergencias entre los grupos, y es factible ponerse de acuerdo para poder trabajar conjuntamente. 104 Recomendaciones: Se debe de promover la protección de los sitios Es urgente que el sitio de Kaminaljuyu pase a la administración del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales Especificar a los interesados que un rescate arqueológico no implica la autorización de intervención de un área, sino ponerle su valor cultural. Que se pida a todos y cada uno de los investigadores dejar plasmada la información de las investigaciones. Resolver los problemas de protección, investigación, restauración, conservación, publicación, divulgación y exhibición de todos y cada uno de los sitios a cargo del IDAEH, o por lo menos de los más importantes. Específicamente para Kaminaljuyu. Toda la información que salga de los proyectos arqueológicos no es información personal, sino que debe de ser institucional. Solicitar dinero del exterior, pero se debe de demostrar que se va a utilizar dando los resultados. Crear un sistema de investigación arqueológica guatemalteca. Se debe demostrar que se va hacer un buen trabajo de investigación, para poder recibir dinero del extranjero. Con un buen sustento de la ley. Elaboración de un programa educativo y divulgativo para nivel primario a corto plazo, nivel básico a mediano plazo, para que la niñez empiece a sentirse identificado con el patrimonio cultural. Hacer un proyecto para que se pueda hacer una investigación con los materiales de Kaminaljuyu ubicados en el Salón 3. Que los informes técnicos sean luego la base de publicaciones para un público amplio. Se debe de dar un buen presupuesto a la institución para poder fortalecer tanto al Registro de Bienes Culturales, Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales y Ceramoteca. Urge efectuar un análisis de los materiales cerámicos, depositados en el Salón 3. Mejorar los muebles de la Ceramoteca. Kaminaljuyu debe de ser parte de la historia actual de Guatemala. Que dentro de los reglamentos de construcción urbana de las Municipalidades de áreas donde se ubiquen vestigios culturales, deben de existir lineamientos para la protección y conservación de estas áreas patrimoniales. 105 Se debe de hacer contactos directos con el Ministerio de Educación, para que se hagan revisión de programas de educación vigentes y relacionados con la historia. Fortalece al Departamento de Monumentos Prehispánicos, para que tenga sus propios proyectos de investigación y publicación. Uno de los grandes problemas es que la mayoría de los informes son muy técnicos, por lo que las personas que no saben de arqueología no les interesa leerlos. La gente no tiene educación para poder ver el valor cultural y únicamente ven el material económico. Las autoridades del Patrimonio no hacen las incursiones (intervenciones) necesarias para poder defender el patrimonio cultural. Por la falta de divulgación se desconocen cuales son las políticas del IDAEH, para proteger Kaminaljuyu. Se debe de publicar algo interesante para que la gente tome gusto a la lectura y que se interese en conocer sobre Kaminaljuyu. La política entre los investigadores es de no compartir la información, no se ha encontrado información unificada sobre Kaminaljuyu. En el salón 3 se encuentra mucha cerámica pero no hay nada escrito, ¿quien va hacer el rescate de lo rescatado? La verdad es que la más de la mitad de Kaminaljuyu está destruida, y se puede rescatar la información con el material que se encuentra en las bodegas del IDAEH. En Guatemala se tiene una cultura de coleccionismo y no de conservacionistas. Los informes son muy técnicos y vagos y que no se da información especial, se debe de dejar claro en los convenios para que se entreguen publicaciones. El IDAEH no tiene proyectos a largo plazo para darle continuidad a las investigaciones arqueológicas. Uno de los logros del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, ya tiene un centro de documentación digitalizado para poder ser consultados. Al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales entregan los informes técnicos de todos los Proyectos de Investigación, pero la ultima tendencia es que aunados a estos informes también se entregue un libro en lenguaje entendible para todo público. Algo importante es el punto de los museos, ya que si no se va a publicar por lo menos que en los museos se muestre la importancia de Kaminaljuyu. 106 Mesa de Legislación sobre Kaminaljuyu Propuestas Técnicas Urgencia de fortalecer un reconocimiento y reinventario del área arqueológica en el área urbana. Determinar las áreas arqueológicas de alto impacto arqueológico de Kaminaljuyu. Atender y evaluar las áreas que corresponden al Cementerio General, el área del Campus de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Montículo de la Culebra y Acueducto de Pinula. Realizar una delimitación de las áreas de conservación. Propuestas de Legislación Proponer una iniciativa de ley. Es importante la especificación de la ley en cuanto a la conservación del área arqueológica. Es importante realizar una declaración específica sobre Kaminaljuyu como patrimonio cultural, con su delimitación del área arqueológica. Modelo de declaración área de Reserva, Área de Amortiguamiento y Delimitación. La certeza jurídica de las áreas importantes para la protección de las mismas áreas arqueológicas. Iniciar el proceso de adscripción del Área Arqueológica. Propuestas Técnicas Finales Los dictámenes técnicos del Consejo Técnico de Arqueología se consideran los lineamientos fundamentales para que resuelva la Dirección General. Los dictámenes técnicos del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales y PROCORBIC, sustentan las resoluciones que debe ejecutar la Dirección General. El trabajo conjunto de las dependencias internas de la Dirección General es importante hacer esfuerzos para las resoluciones que debe realizarse a nivel institucional. El trabajo conjunto sobre la protección del patrimonio arqueológico debe ser competencia institucional, involucrando universidades con especialidad en arqueología, a través de suscripción de convenios. Es importante fortalecer el Registro de Bienes Culturales con personal técnico para que realice las anotaciones en el registro General de las Propiedad, de las propiedades afectadas por el área de Kaminaljuyu. 107 Comisión Organizadora 3 y 4 de octubre 2007 Licenciado Salvador López Aguilar Director General de Patrimonio Cultural y Natural Licenciado Hugo Fidel Sacor Q. Jefe del Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas Licenciada Patricia del Águila Flores División de Arqueología del Departamento de Investigaciones Arquitecta Ilse Estrada Programa de Restauración y Conservación de Bienes Inmuebles Señorita Bertila Bailey Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales. Participantes Hugo Fidel Sacor y Patricia del Águila Flores Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas Horacio Martínez, Bertila Bailey, Gustavo Amarra y Moisés Aldana Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales Josué Montenegro y Karina Ávila Programa de Conservación de Bienes Culturales Cindy Flores Registro de Bienes Culturales Deisy Pop Departamento de Asuntos Jurídicos Luís Méndez, Margarita Cosichy y Mónica de León Área de Arqueología, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos Lorena Paíz Universidad del Valle John Clark e Ivannoe Fajardo Investigadores 108 SINTESIS DE LOS TALLERES DEL PLAN DE GESTIÓN DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE KAMINALJUYU 2009-2013 Dr. Héctor Leonel Escobedo A. Mtro. Erick Ponciano A. Licda. Patricia del Águila F. Presentación Cuando se habla de Kaminaljuyu se tienen diferentes connotaciones para diferentes grupos de personas, o segmentos de la sociedad capitalina. Mientras que para unos significa un área verde, para otros es un obstáculo para el desarrollo urbano, y para el grupo más pequeño tiene un significado importante como vestigio del pasado prehispánico de la ocupación del valle de Guatemala. En el mes de marzo del 2008 la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, a través de la Sub Dirección Técnica del Instituto de Antropología e Historia, y del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, identificó y planificó la necesidad de contar con un plan que condensara de una forma técnica y administrativa, las acciones más urgentes para atender el acelerado deterioro de los recursos arqueológicos del sitio de Kaminaljuyu. Para lograr este objetivo, se convoca y conforma un grupo planificador multidisciplinario, integrado por profesionales de las diferentes dependencias que conforman la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, dentro de los que se cuenta con arquitectos, arqueólogos, planificadores, diseñadores gráficos, historiadores y guías espirituales, con el afán de abarcar todos aquellos aspectos relacionados con el manejo de los recursos culturales y naturales existentes en Kaminaljuyu. Este grupo planificador propuso un calendario de actividades que finalizaron en el mes de noviembre de 2008, tendientes a proponer un mecanismo que permitió definir la posición de la institución referente a Kaminaljuyu, pero también de incorporar la perspectiva de la sociedad civil capitalina, académicos de las diferentes universidades y otras entidades de gobierno y la mejor manera de enfrentar su problemática. Como parte de dichas actividades se planificó la realización de talleres de trabajo para definir y demarcar las características sobresalientes de Kaminaljuyu. 109 Desde un principio el grupo de trabajo planificó tomar como base para desarrollar el Plan de Gestión los antecedentes de la elaboración de Planes Maestros de área protegidas de Guatemala, siendo los casos de los Parque Nacionales Tikal, Quirigua, Yaxha-Nakum-Naranjo y el Suroeste del Petén, y se decidió seguir utilizando la metodología de planificación de conservación de áreas (PCA), que ha sido desarrollada por la Organización no Gubernamental The Nature Conservancy (TNC). Para el caso particular de Kaminaljuyu no presenta las características tradicionales de otros sitios o áreas, por lo que se hicieron modificaciones a la metodología original para adaptarla a las condiciones y particularidades de ésta, tomando en cuenta que Kaminaljuyu se encuentra dentro de los límites de la ciudad de Guatemala. Por último, se decidió elaborar un listado de los posibles participantes de los diferentes segmentos arriba mencionados. Descripción del contenido de los talleres Los talleres estuvieron enfocados en obtener los insumos necesarios para desarrollar el Plan de Gestión desde una perspectiva multidisciplinaria. El primer taller desarrolló la visión del plan de gestión con sus objetivos generales y específicos, y del sitio arqueológico los que permitieron definir una Zona Arqueológica de Kaminaljuyu, que abarcara más allá de lo que se conoce como parque Kaminaljuyu, zona 7. La visión consensuada del Plan de Gestión fue la siguiente: Siendo Kaminaljuyu la zona arqueológica más grande del altiplano central ubicada en el valle de Guatemala, el conjunto de montículos, los montículos aislados y el Montículo de la Culebra, son identificados, rescatados, valorizados y protegidos legalmente en su totalidad para su conservación, haciendo participe a los guatemaltecos de conocer orgullosamente su pasado y su presente. Mientras que para la zona se concluyo que: La zona de Kaminaljuyu cuenta con una asignación presupuestaria adecuada e ingresos propios para su conservación, mantenimiento y habilitación, contando para ello con un administrador y un equipo técnico que vele por su cumplimiento apoyados con la participación ciudadana. 110 En el segundo taller se trabajó en determinar cuales sería los elementos representativos que caracterizan la Zona Arqueológica de Kaminaljuyu, los cuales se definieron como elementos de conservación, siendo estos: a) b) c) d) Elementos Muebles Elementos Inmuebles Elementos Naturales Elementos Intangibles El tercer taller estuvo enfocado a elaborar el Análisis de Situación de los Elementos de Conservación propuestos para la zona Arqueológica de Kaminaljuyu: a) Elementos de Conservación b) Elementos Culturales c) Elementos Culturales Tangibles: Elementos muebles Elementos inmuebles d) Elementos Culturales Intangibles e) Elementos Naturales En el cuarto taller se identificaron las principales amenazas y factores de presión a los elementos de conservación las cuales fueron: a) b) c) d) e) f) g) h) i) j) k) l) m) Falta de conciencia ambiental Falta de manejo de desechos sólidos Corte y tala de árboles Desconocimiento fisiográfico del valle Invasiones Crecimiento y desarrollo urbano Abandono e indiferencia institucional y estatal Mal uso de algunos de los bienes inmuebles (inquilinos) Degradación de la evidencia arquitectónica expuesta y no expuesta El factor humano (visitas) no controladas Práctica desvirtuada de la religiosidad La aculturación Falta de valorización histórico-cultural. El quinto taller fue diseñado para establecer los objetivos estratégicos y sus acciones, para llevar a cabo el plan de gestión de la zona de Kaminaljuyu. Los objetivos priorizados fueron: 1: Para el año 2013, se habrán conservado y mejorado los elementos naturales identificados en un 100%; 2: Para el año 2010 completar el análisis de riesgos naturales que pueden impactar la zona para crear un plan de contingencia; 111 3: Para el 2009 se habrá creado la unidad técnica ejecutora para el seguimiento del plan de gestión; 4: Para el 2013 se ha logrado el registro, catalogación y conservación de los bienes muebles en museos (100%); iniciar el registro, catalogación y conservación de los bienes muebles en otras situaciones de posesión (75 %); 5: Para el año 2010 se habrá detenido en un 30% los procesos de deterioro al cual están sometidos los edificios y montículos de la zona; 6: Definir para el año 2009 el uso y situación legal del 25% de los montículos aislados y grupos de estructuras; 7: Para el año 2013 la práctica espiritual será regulada en un 50%. Así como la conservación de los elementos intangibles identificados en un 100% 8: Para el año 2,013 se habrá recuperado en un 75% la memoria histórica oral y escrita de investigaciones realizadas en Kaminaljuyu y el Montículo de la Culebra-Acueducto Pinula; 9: Para el año 2008, se ha implementado la estructura administrativa propuesta para la Jefatura de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, que responde a la necesidad de un manejo coherente y sostenible del patrimonio natural y cultural, así como de las relaciones interinstitucionales; 10: Para el año 2008, se ha implementado la nueva tarifa acorde a la oferta de producto para el visitante En el sexto taller se definieron las medidas de éxito para ser implementadas en el Plan de Gestión. El séptimo taller se propuso elementos para desarrollar el plan de uso público, tomando en cuenta las características de la zona arqueológica dentro de la ciudad de Guatemala. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 112 Implementación del plan de uso público Visitantes en el sitio Monto de tarifas (ingresos) Facilidades turísticas Áreas habilitadas para uso público Arquitectura afectada por el uso público Empleos generados por la actividad turística Sala de Interpretación y Exposiciones Servicios sanitarios Agua potable Centro de visitantes En el octavo taller se hizo la presentación del Plan de Gestión a todas aquellas personas e instituciones que estuvieron colaborando, en su elaboración para socializar los consensos alcanzados en cada uno de los temas tratados y desarrollados. Tomando en cuenta la participación de personas interesadas, se decidió realizar un concurso para proponer y elegir el nuevo logotipo que identificará a la Zona Arqueológica, y en el último taller se presentaron 7 propuestas por parte de los participantes invitados, al concurso sobre el emblema más adecuado para Kaminaljuyu. Después de revisar las propuestas entregadas a la comisión encargada de calificar a la más idónea y de analizar una serie de justificaciones presentadas por cada uno de los trabajos en forma anónima, se designo como emblema de la zona arqueológica el diseño de la parte superior del monumento No. 2 de Kaminaljuyú a ser utilizado desde ya en la publicación del Plan de Gestión. Logros y Alcances del Plan de Gestión a) Se logró conformar un grupo de personas especialistas en la problemática de Kaminaljuyu. b) Se lograron consensos para atender dicha problemática. c) Se logró consensuar en aquellos elementos representativos de Kaminaljuyu, que urgen rescatar y proteger de su destrucción inminente. d) Dentro de los alcances logrados en estos 8 talleres, fue el de haber elaborado un instrumento técnico-administrativo que oriente las acciones más urgentes a ser ejecutadas por la Dirección General. Recomendaciones para implementar el Plan de Gestión. Para lograr el éxito e impulso de la implementación del Plan de Gestión de la Zona de Kaminaljuyu es necesario el apoyo directo del Ministerio de Cultura y Deportes a través de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, quienes gestionarán e incluirán los fondos necesarios dentro de su presupuesto ha dicho plan. A través del IDAEH y del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, se hace necesaria la asignación presupuestaria específica para la Zona Arqueológica de Kaminaljuyu, como una dependencia más del DEMOPRE. Teniendo los fondos asignados necesarios se deberá contemplar la contratación de un equipo técnico multidisciplinario, que logre llevar a cabo todas y cada una de las acciones incluidas en el plan de gestión, para salvaguardar y proteger los remanentes que aún se conservan de la zona de Kaminaljuyu. 113 Participantes Grupo Planificador Dr. Héctor L. Escobedo A. Mtro. Erick Ponciano Lic. Juan Carlos Pérez Licda. Patricia del Águila Srita. Bertila Bailey Mtra. Miriam de Polanco Sr. Miguel Orrego Licda. Patricia de Rabanales D. G. Laura Girón Sr. Sergio Aguilar Personal de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales Licda. Ivonne Putzeys Sr. Marco Tulio Chiquitó Sra. Sheila Flores Sr. Marco Tulio Gómez Departamento de Conservación de Bienes Culturales Arq. Josué Montenegro Arq. Nicolás Gómez L. Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas Lic. Hugo Fidel Sacor Departamento de Lugares Sagrados Sr. Tránsito Yaxon Sr. Tzulum Balam Departamento de Restauración de Bienes Culturales Sra. Aura Rosa Flores Restaurador Tomás Lacayo 114 Departamento de Comunicación Social Lic. Estuardo Arceyus Universidad del Valle de Guatemala Dra. Marion de Hatch Licda. Matilde Ivic Licda. Maria Luisa Escobar Srta. Adriana Linares Sr. Luis Mendez Universidad de San Carlos de Guatemala Mtro. Edgar Carpio Sr. Alfredo Román Directores y Técnicos de Proyectos en Kaminaljuyu Dra. Bárbara Arroyo, Proyecto El Naranjo Licda. Lorena Paíz Lic. Rolando Rubio, Proyecto PRIMMA Arqueólogos y Arquitectos invitados Licda. Sonia Medrano Arq. Alejandro Flores Lic. Juan Luís Velásquez Licda. Nora López Arq. Mario Gallardo Arq. Miguel Reyes 115