30 Congreso Nacional de la SERAM 2010 A Coruña 28 - 31 de Mayo Javier Sáenz Bañuelosa Cármen Sánchez Rodrígueza Isabel Fuertes Fernándeza Javier González Arteagab Iñigo Orradre Buruscoab Marta Tirapu Tapiza MUSCULOESQUELETICO ARTRORRESONANCIA MAGNETICA DE HOMBRO a Servicio de Radiodiagnóstico Hospital Virgen del Camino de Pamplona b Servicio de Traumatología Clínica Ubarmin Navarra OBJETIVO DOCENTE La distensión de la cápsula articular mediante la introducción de un volumen de líquido permite separarla del resto de estructuras y con la incorporación del gadolinio obtenemos mediante resonancia magnética una delineación de la anatomía intraarticular en las imágenes postinyección. La artrografía directa en el hombro (por contraposición a la artrografía indirecta sin distensión articular aplicando el contraste vía intravenosa), mejora la detección de cuerpos libres intraarticulares y lesiones osteocondrales, así como la visualización de las alteraciones del labrum y de los ligamentos glenohumerales1. La artroscopia del hombro es un procedimiento quirúrgico que, a partir de los avances ocurridos en la década de 1980, ha sido cada vez más empleada en el tratamiento del síndrome de impactación, en las lesiones del manguito rotador y en la inestabilidad glenohumeral, con menor morbilidad y resultados clínicos iguales o mejores en relación a la cirugía abierta convencional. Es también un poderoso instrumento diagnóstico, dado que casi todas las estructuras de la articulación glenohumeral y del espacio subacromial pueden ser visualizadas2. En esta revisión se pretenden destacar los aspectos fundamentales del procedimiento técnico de la artrorresonancia magnética y las principales lesiones. RECUERDO HISTORICO La primera referencia de una artrografía de hombro se remonta a 1933 realizada por Ober holzer, que evaluó alteraciones de la cápsula articular consecuentes a luxaciones anteriores inyectando aire como medio de contraste. Específicamente estudió el ‘receso inferior’, término que se refería al receso axilar y las bandas anterior y posterior del ligamento glenohumeral inferior. Posteriormente Lindblom en el año 1939 introdujo la artrografía con contraste iodado. En su artículo ‘Artrografía y Roentgenografía en roturas de los tendones de la articulación glenohumeral’, describió la técnica para el estudio de la patología del manguito rotador y del tendón de la porción larga del bíceps. En su artículo recopiló 50 roturas del manguito evaluadas mediante artrografía con inyección de contraste en la articulación glenohumeral y 3 casos de rotura del manguito evaluados con inyección de contraste en la bolsa subacromio – subdeltoidea. Su descripción de la técnica y de las proyecciones de radiografía simple posteriores fue minuciosa. A través de los años 40, 50 y 60 hubo pocos cambios en la técnica de punción y aparecieron nuevos contrastes iodados más seguros. La radiología convencional dio paso a la fluoroscopia. En 1975 Schenider describió por vez primera la punción anterior bajo guía fluoroscópica con el paciente en decúbito supino y el brazo en posición neutral o ligera rotación externa, dirigiendo la aguja hacia la línea articular en el aspecto inferomedial de la cabeza humeral, técnica que es la que más se utiliza hoy en día y a la que ha dado nombre. Elprimer artículo que refirió el uso de la tomografía computarizada para la artrografía lo firmó Tirman en 1981 y la artrografía por resonancia magnética dio sus primeros pasos en 1987 con el artículo de Hajeck que inyectó una mezcla de gadopentetato dimeglumina / suero salino en la articulación del hombro en cadáveres, obteniendo una delineación de mucha calidad de las estructuras anatómicas en las secuencias T1 postinyección. Fue Palmer en los años 1993 y 1994 quien dio relevancia al uso clínico de esta técnica. En el año 2001 Chung sugirió la aproximación posterior para las punciones en pacientes con patología anterior y en 2004 Depelteau introdujo una modificación a la punción de Scheneider utilizando el intervalo rotador como posible ruta de entrada a la articulación glenohumeral, seleccionando el aspecto superomedial de la cabeza humeral con el brazo en rotación externa, como una vía más rápida y sencilla de aprendizaje que la clásica de Schneider3. VENTAJAS DE LA ARTRO-RM 1.Demostración de comunicaciones anormales entre los compartimentos articulares. La presencia del agente de contraste en una localización que normalmente está separada del área de inyección demuestra comunicación entre ambas zonas p.e. cuando esto ocurre en la bolsa subacromio – subdeltoidea descartando que la presencia de líquido en la misma sea por bursitis y confirmando rotura tendinosa. 2.Visualización mejorada de roturas, perforaciones y cuerpos intraarticulares así como la superficie de pequeñas estructuras que sin la distensión capsular se encuentran en aposición p.e. las fisuras del labrum se rellenan del contraste inyectado. 3.Alto valor de señal – ruido y de resolución de contraste1. DESVENTAJAS DE LA ARTRO-RM 1.La necesidad de la punción mediante escopia o con ultrasonidos. Esto ocasiona una modificación en la forma de trabajar habitual. 2.Se administra una pequeña cantidad radiación cuando se punciona guiado por escopia. 3.Se trata de una exploración mínimamente invasiva que puede ser dolorosa con cierta ansie dad del paciente. 4.Existe una remota posibilidad de complicaciones derivadas de la inyección como sangrado, sinovitis, alergia e infección1. REVISIÓN DEL TEMA CONSIDERACIONES TECNICAS DE LA ARTROGRAFIA En nuestro centro realizamos una combinación de 0,2mL de gadodiamida (0,5mmol/ml), 10mL de iobitridol (300mgl/ml) y 10mL de cloruro de sodio al 0,9%. Todo ello se mezcla en una jeringa de 20mL. La solución anestésica suele ser mepivacaína o lidocaína, 10mL cuyo uso posterior a la infiltración del subcutáneo depende de los síntomas del paciente. No introducimos el anestésico directamente en la dilución ni tampoco epinefrina para retardar la absorción del contraste de la cavidad articular, ya que puede causar discomfort por ser un irritante directo per sé o por incrementar el tiempo de exposición de la sinovial al agente de contraste, también con efecto irritante. En nuestra práctica habitual utilizamos la escopia como guía para la punción. En términos generales debe evitarse dirigir la aguja directamente hacia el espacio articular para evitar el riesgo de lesión en el labrum y en el cartílago articular. Hay varios métodos descritos para la inyección de contraste. La forma más generalizada hasta ahora consistía en localizar la porción inferomedial de la cabeza del fémur y puncionar paralelos al haz de radiación. Recientemente se ha descrito la punción a través del intervalo rotador localizando la porción superomedial de la cabeza humeral y puncionado paralelo al haz de radiación por encima del tendón del subescapular, siendo esta técnica la que utilizamos nosotros en base a su facilidad de aprendizaje y su resultado satisfactorio. Puede utilizarse un abordaje posterior con el paciente en posición decúbito prono cuando se sospecha patología del tendón subescapular para evitar daños en el mismo resultado de la punción anterior. No obstante, la aproximación a través del intervalo rotador también evita dicho inconveniente 1(figuras 1 y2). Fig. 1 Localización de punción y relleno capsular progresivo en línea articular, receso subcoracoideo, receso axilar, vaina bicipital y resto de volumen de la cápsula Fig 2 Lugar de punción justamente lateral a la corteza medial del húmero por encima del ecuador para atravesar el intervalo rotador Nota con respecto a la punción a través del manguito rotador: la bursa subacromiosubdeltoidea cubre un área extensa que puede alcanzar medialmente la coracoides y anteriormente cubrir la corredera bicipital. También se localiza profunda al deltoides y superficial al tendón del subescapular y al manguito rotador. Cuando se realiza la punción por aproximación anterior atravesando el intervalo rotador puede darse el caso de atravesar dicha bursa. La técnica correcta se realiza avanzando la aguja hasta contactar el periostio del húmero como punto de anclaje final en la seguridad de haber alcanzado el espacio intraarticular. Hasta la fecha no hemos tenido ningún caso de inyección de contraste intrabursal al igual que han publicado otros autores4.La alternativa usando la técnica de Snyder puncionando en la unión de los tercios medio e inferior abre la posibilidad de inyección en la bursa subcoracoidea con el falso positivo en ocasiones de rotura del manguito rotador ya que hasta en un 20% de la población comunica con la bursa subacromiosubdeltoidea. La extravasación de contraste tras la punción a través del tejido conjuntivo laxo del manguito rotador no ocurre a no ser que se sobrepase la capacidad de la cápsula y, en todo caso, suele ocurrir hacia la bursa subescapular y vaina del tendón de la porción larga del bíceps y no hacia la bursa subacromial4. El paciente debe colocarse en decúbito supino con una ligera rotación externa del hombro. Esto favorece una orientación oblicua de la superficie articular de la glenoides de tal forma que en la radiografía anteroposterior la parte posterior de la glenoides se proyecta sobre la cabeza humeral mientras que su parte anterior se sitúa medial a dicha cabeza. De está forma la punta de la aguja que avanza en sentido anteroposterior en dirección a la cabeza humeral no entra en contacto con el labrum glenoideo. Es importante no colocar al paciente en posición oblicua o proyección de Grashey ya que aunque de esta forma se dispone paralela al rayo la línea articular, también rota la parte anterior del labrum en sentido lateral hacia el punto de avance de la aguja y pueden ocasionarse daños durante el procedimiento. La rotación externa del hombro expone gran parte de la superficie articular de la cabeza humeral en el receso anterior e incrementa el área disponible para la inserción de la aguja en la aproximación anterior. Sin embargo, una rotación externa excesiva resulta incomoda para el paciente e incrementa la dureza de la cápsula anterior que se aposiciona al húmero y paradójicamente disminuye el espacio articular anterior dificultando la colocacion de la aguja dentro de la cápsula5. El sitio de punción debe marcarse justamente lateral al córtex medial de la cabeza humeral. Aunque el espacio intraarticular se extiende lateralmente hasta una línea teórica que conecta el troquiter y el troquín (el cuello anatómico del húmero), el espacio intraarticular es mayor en sentido anteroposterior en la parte medial de la cabeza humeral. Debemos tener cuidado de no dirigir la aguja medial al córtex medial de la cabeza del húmero ya que corremos el riesgo de lesionar el labrum. En sentido craneocaudal debemos situar la aguja cerca de la unión del tercio medio y superior de la cabeza del húmero procurando seguir la dirección paralela al haz de rayos para evitar la distorsión por paralaje. Una vez marcado el sitio de punción debemos esterilizar la piel con solución iodada y aplicar anestésico p.ej. lidocaína en el subcutáneo. El calibre y longitud de la aguja de punción en nuestro caso es de 22 G y 60 mm aunque en personas delgadas podemos utilizar longitud de 40 mm, en general se trata de una aguja de punción lumbar con fiador interno que impide su obstrucción y reduce el daño a los tejidos durante su avance. El centraje en la imagen anteroposterior de la empuñadura de la aguja sobre la punta de la misma asegura su localización perpendicular al haz de rayos, en definitiva la precisión de la punción en relación con el sitio elegido previamente. Tras el contacto de la aguja con el cartílago articular y la corteza subyacente la propia punta de la aguja puede tender a dirigirse hacia la glenoides si hemos topado con la porción más curva de la cabeza o permanecer en el sitio generalmente si hemos puncionado algo más lateral respecto del cortex humeral. Debemos inyectar una pequeña cantidad de la mezcla de contraste y suero tras retirar el fiador previa succión para descartar haber entrado en un vaso sanguíneo. Si no podemos inyectar por estar la punta de la aguja pegada al hueso debemos retraerla mínimamente (milímetros), a la vez que hacemos presión con el émbolo hasta que salvamos el impedimento a la inyección. Un descenso abrupto de la resistencia es indicativo de que nos hallamos en una bolsa sinovial o en la cavidad articular. Si con esta maniobra no logramos inyectar intraarticularmente la mezcla podemos corregir la posición de la aguja en dirección medial hacia la articulación siempre respetando la cercanía al cortex medial del húmero para no lesionar el labrum. Para confirmar la localización intraarticular debemos observar de forma inexcusable una columna de contraste entre la glenoides y el húmero. También puede verse contraste por debajo de la coracoides, donde se comunica la articulación con el receso subescapular superior, en el receso axilar y entre el troquiter y el troquín con acceso a la vaina del tendón de la porción larga del bíceps porque estas estructuras comunican normalmente con la articulación glenohumeral. Existe otra comunicación ocasional entre la cavidad articular posterior y la cara inferior del tendón del infraespinoso, conocido como bursa infraespinosa. Fig. 3 La punción está correctamente colocada pero el relleno progresivo es demasiado redondeado desde el inicio, no se rellenan los recesos subcoracoideo ni axilar ni, lo que es más importante, la línea articular. La proyección lateral demuestra que todo el contraste se encuentra en la bursa subescapular. Fig 4 Localización de punción y relleno capsular progresivo en línea articular, receso subcoracoideo, receso axilar, vaina bicipital y resto de volumen de la cápsula. TECNICA DE ADQUISICIÓN DE IMÁGENES Realizamos imágenes en los planos oblicuos coronal y sagital, plano axial a la cavidad glenoidea y plano en abducción y rotación externa del hombro (ABER). Utilizamos una bobina de superficie de hombro. Secuencias con saturación grasa potenciadas en T1 (TR/TE 600/911), DP (TR/TE 2140/25) y una secuencia T2 coronal (TR/TE 3000/80). Grosor de corte 3.5mm con espaciado de 0.5mm, matriz 384x224 y una amplitud de campo de 16cm. La proyección ABER colocando el brazo por detrás de la cabeza del paciente, proporciona en realidad imágenes oblicuas axiales a través de la articulación y sagitales oblicuas con respecto al cuerpo. Para orientarse lo mejor es localizar la imagen que cruza a lo largo del plano de la espina de la escápula(figura 5). La información más útil se encuentra inferior a este plano donde el complejo labroligamentario anteroinferior se muestra en situación de estrés bajo la tensión del LGHI y podemos también apreciar la superficie inferior del infraespinoso. La proyección ABER también mejora la detección de lesiones SLAP7. Fig 5 La orientación ABER proporciona cortes axiales oblicuos de la articulación glenohumeral CONSIDERACIONES TECNICAS DE LA ARTROSCOPIA En la RM del hombro, el paciente es colocado en decúbito supino con el brazo en posición neutra o leve rotación externa.En la artroscopia, las dos posiciones básicas del paciente son en la posición sentada reclinada, y en decúbito lateral. La posición sentada es más ventajosa para reparar el del manguito rotador mientras que el decúbito facilita la cirugía de inestabilidad. En esta última posición el paciente queda inclinado alrededor de 15° posteriormente de modo que la escápula queda perpendicular y la glenoides paralela al suelo. El brazo que va a ser intervenido es colocado en abducción y con leve tracción lateral para separar la superficie articular de la glenoides de la cabeza humeral. Esto facilita la visualización y en la reparación de las lesiones labrum ligamentarias. En la artroscopia es posible visualizar la misma estructura varios planos diferentes con una simple modificación de la posición del artroscopio dentro de articulación. En la posición quirúrgica la glenoides queda colocada paralela al suelo de tal forma que los traumatologos mantienen esta referencia anatómica para la mitad inferior del monitor y la cabeza humeral para la mitad superior. Esto sería equivalente a rotar una imagen de RM en el plano coronal oblicuo 90° en sentido antihorario. Las referencias también dependen de la angulación de la óptica, que aumenta el campo de visión del artroscopista sin necesidad alterar significativamente la posición del artroscopio. Los artroscopios con angulación de 30° son los más utilizados aunque existen también con angulación de 70°. Los portales son las vías de acceso para la introducción del artroscopio y de la instrumentación. Los portales básicos son la vía posterior, anterior y la lateral o bursal, además de una serie portales accesorios para casos seleccionados. De manera general, el portal posterior es el ideal para acceder a las estructuras más anteriores, el anterior para las estructuras más posteriores y el lateral para las estructuras del espacio subacromial. Antes de la introducción del equipo se diseñan en la piel del paciente marcas anatómicas con bolígrafo dermográfico que servirán de referencia para el cirujano, como la clavícula, el acromion, la coracoides y el ligamento coracoacromial. Portal posterior: Generalmente se comienza la artroscopia creando un portal posterior localizado aproximadamente 1 a 2cm inferior y 1 a 2cm medial al ángulo posterolateral del acromion. El artroscopio atraviesa en primer lugar el deltoides y, a continuación, es perforado el manguito rotador posterior para la introducción del artroscopio en el espacio articular, generalmente en el cuadrante posteroinferior de la articulación glenohumeral. Las principales estructuras evaluadas a través del portal posterior son el tendón de la porción larga del bíceps y la corredera bicipital, los ligamentos glenohumerales superior y medio y el intervalo rotador, el labrum anterior, la glenoides y cabeza humeral, el ligamento glenohumeral inferior y el receso axilar y manguito rotador. Es el portal más ampliamente utilizado, dado que permite la reparación de las alteraciones más comunes, como las lesiones labrales superiores y anteriores. Portal anterior: Puede ser utilizado para visualización con artroscopia o sólo para instrumentación quirúrgica. El artroscopio es introducido por encima del tendón del subescapular e inferior al tendón de la porción larga del bíceps y, a continuación, perfora la cápsula articular del intervalo rotador. Las principales estructuras evaluadas por este portal son el tendón de la porción larga del bíceps y el labrum posterosuperior, labrum posteroinferior y banda posterior del ligamento glenohumeral inferior, glenoides, cabeza humeral, receso subescapular, cápsula articular posterior y manguito rotador. Portal lateral: El portal lateral es extraarticular introduciendo el artroscopia 4 cm lateral al acromion. Las principales estructuras evaluadas por este portal son la bursa subacromial subdeltoidea, la articulación acromioclavicular, la superficie inferior del acromion, el ligamento coracoacromial, la coracoides y el manguito rotador. Dada la naturaleza dinámica de la artroscopia este portal lateral puede ser más anterior o posterior para evaluar tanto la porción más superior del tendón subescapular en sentido anterior como estructuras más posteriores como la espina de la escápula. Por convención, la cámara de video es orientada de manera que el acromion quede en la porción superior del monitor y el manguito rotador en la porción inferior2. ANATOMIA CAPSULAR Y LIGAMENTARIA La inserción capsular anterior a lo largo del cuello anatómico del húmero y la glenoides suele variar en su anclaje siendo clasificada en tres tipos, dependiendo del tamaño y la morfo logía del receso subescapular. La inserción capsular posterior no suele mostrar variantes insertándose directamente en el labrum glenoideo posterior(figura 6). Fig.6: tipos de inserción capsular anterior Los ligamentos glenohumerales representan extensiones en forma de engrosamientos de la propia cápsula articular (figura 7). Su morfología y su presencia son variables. Cursan desde los márgenes de la glenoides hasta la región del cuello anatómico del húmero y se dividen en en superior, medio e inferior. tendón de la porción larga del bíceps LGHS LGHM LGHI banda posterior receso axilar LGHI banda anteior A B LGHS LGHM tendón subescapular LGHI Fig 7 A-Esquema de ligamentos glenohumerales y B-representación en proyección sagital oblicua Ligamento glenohumeral superior (LGHS): Se origina en el tubérculo glenoideo superior, separadamente o de forma conjunta con el tendón de la porción larga del bíceps, con el ligamento glenohumeral medio o con el labrum glenoideo anterosuperior. Se inserta en la porción superolateral del troquín, en la región del surco bicipital, donde se une con el ligamento coracohumeral8y 9. Es el ligamento más constante pudiéndose individualizar hasta en el 97% de las artrorresonancias. Generalmente es fino aunque puede ser grueso cuando el ligamento glenohumeral medio es hipoplásico o está ausente. Se sitúa anterosuperior al tendón subescapular en su porción proximal y distalmente se localiza por debajo del tendón de la porción larga del bíceps. Cursa en un plano casi perpendicular al LGHM y paralelo a la coracoides (figura 8). LGHS LGHS Fig. 8 LGHS en proyecciones axial y sagital oblicua Ligamento glenohumeral medio (LGHM): Se identifica entre el tendón del subescapular y el labrum anterior en proyección axial, con el brazo rotación externa. Con la rotación interna tiene aspecto redundante y migra medialmente anterior al cuello de la escápula pudiendo simular un cuerpo libre. Es el ligamento más variable en cuanto a su tamaño e inserción pudiendo estar ausente hasta en el 30%. Su origen más frecuente es el cuello de la fosa glenoidea o la porción superior del labrum anterior, inmediatamente por debajo del ligamento glenohumeral superior. Lo más frecuente es un origen conjunto de los ligamentos glenohumerales medio y superior pero también puede tener un origen común tanto con el ligamento glenohumeral superior como con el tendón de la porción larga del bíceps u originarse en solitario. LGHS LGHS Su origen más frecuente es el cuello de la fosa glenoidea o la porción superior del labrum anterior, inmediatamente por debajo del ligamento glenohumeral superior. Lo más frecuente es un origen conjunto de los ligamentos glenohumerales medio y superior pero también puede tener un origen común tanto con el ligamento glenohumeral superior como con el tendón de la porción larga del bíceps u originarse en solitario. Su inserción es en la cara anterior del cuello anatómico del húmero a nivel de la base del troquín. En la artroscopia se individualiza como la única estructura entre el margen anterior de la glenoides y el tendón del subescapular. Variante por complejo de Buford: el calibre del ligamento glenohumeral medio suele ser inversamente proporcional al labrum anterior. Cuanto más hipoplásico es el labrum, más grueso es el ligamento. LGHM Este complejo, presente hasta el 5% de la población, se define como hipoplasia o ausencia completa de la porción anterosuperior del labrum en asociación con un marcado incremento de calibre del ligamento glenohumeral medio, que se inserta directamente en el labrum superior o en la glenoides anteriormente al tendón de la porción larga del bíceps. En artroscopia se identifica por el aspecto cordonal del ligamento en asociación a la hipoplasia o ausencia del labrum anterosuperior (figura 9). Ligamento glenohumeral inferior (LGHI): Tiene una banda anterior (la porción más importante en el mantenimiento de la estabilidad de la articulación glenohumeral) y una banda posterior con un receso intermedio denominado bolsa o receso axilar. Siempre se origina del labrum glenoideo inferior dado que las bandas anterior y posterior se unen y contribuyen a la formación del mismo. Su inserción es en la zona inferior del cuello anatómico del húmero en forma de collar o en forma de V. La mejor proyección para su evaluación es en abducción y rotación externa (ABER), ya que el ligamento se estira siendo posible identificarlo en toda su extensión. Entre los ligamentos glenohumerales existen aberturas permitiendo la comunicación de la cavidad articular con el receso subescapular. Entre el ligamento glenohumeral superior y el ligamento glenohumeral medio se denomina foramen de Weitbrecht Labrum anterosuperior ausente C A Labrum anterosuperior ausente LGHM LGHM B Fig. 9 Ligamento glenohumeral medio cordonal y variante por complejo de Buford con ausencia del labrum anterosuperior. A es un corte ligeramente superior a B y C es proyección sagital oblicua con defecto labral identificable y entre el ligamento glenohumeral medio y ligamento glenohumeral inferior se denomina foramen de Rouvière (figura 10). Banda anterior del LGHI Banda posterior del LGHI A LIGAMENTOS SUPERFICIALES Ligamentos acromioclaviculares superior e inferior: se localizan por encima y por debajo de la articulación acromioclavicular funcionando como un refuerzo articular. Ligamento coracohumeral: se origina en la cara lateral de la coracoides, inferior al origen del ligamento coracoacromial y cursa horizontalmente hasta insertarse en el troquíter, lateralmente al surco bicipital. Está en íntima relación con el tendón de la porción larga del bíceps, el tendón del subescapular y el del supraespinoso. Hoy en día se considera una estructura importante junto con el LGHS en la estabilidad del TLB, en la prevención de las lesiones de pinzamiento anterosuperior y en las del intervalo rotador11 (figura 11). Ligamento Coracohumeral Banda anterior del LGHI B Fig. 11 Ligamento coracohumeral C Fig. 10 A Y B - LGHI y C - recesos interligamentarios Ligamento coracoacromial: es una fuerte estructura triangular o bífida que se origina en el borde lateral de la coracoides y que se inserta en las superficies anterior, lateral e inferior del acromion. Forma parte del techo articular glenohumeral y refuerza la porción inferior de la articulación acromioclavicular (figura 12). Ligamento Coracoacromial Fig. 12 Ligamento coracoacromial en proyección sagital oblicua Ligamento coracoclavicular: se divide en las bandas conoide (posterior y medial con trayecto vertical) y trapezoide (anterior y lateral con trayecto oblicuo), previniendo el desplazamiento superior de la clavícula, estabilizando articulación acromioclavicular. Ligamento humeral transverso: el tendón de la porción larga del bíceps está confinado a la fosa bicipital proximalmente por el ligamento humeral transverso que contiene fibras del tendón del subescapular, continuándose con el mismo. Es un estabilizador débil y su lesión aislada no suele ser suficiente para luxar el tendón. Proximal a este ligamento el tendón de la porción larga del bíceps pasa a ser una estructura intraarticular. A este nivel, está recubierto anteriormente por los ligamentos coracohumeral y glenohumeral superior. ANATOMIA DEL LABRUM El labrum o labio glenoideo es un fibrocartílago que recubre los bordes de la cavidad glenoidea. Su morfología es variable siendo triangular, redondeada, con anclaje fijo o meniscoide, también puede estar parcialmente ausente. Sirve de anclaje a los ligamentos glenohumerales, tendón de la porción larga del bíceps y cápsula articular. Por convenio el labrum se subdivide en cuatro o seis áreas o mediante un sistema horario. Así tenemos cuadrantes , anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y posteroinferior. Quizás el uso del sistema horario es más exacto a la hora de localizar las lesiones. Las tres horas siempre se localizan delante y las nueve horas detrás para ambos hombros12. El labrum tiende a estar firmemente adherido al margen de la glenoides aunque eventualmente existe una falta de adherencia en su margen anterosuperior, produciéndose en la RM una falsa imagen de rotura. Corresponde al llamado foramen sublabral existiendo otra variante llamada receso sublabral que es otra falta de adherencia que se localiza en el extremo superior del labrum (a las 12 horas). En el caso de que en vez de falta de adherencia haya ausencia completa del labrum anterosuperior pueden darse dos casos: un ligamento glenohumeral medio (LGHM) engrosado (complejo de Buford) o una inserción alta de la banda anterior del ligamento glenohumeral inferior (LGHI)11. COMPLEJO LABROBICIPITAL Existe una íntima relación entre el labrum superior y el anclaje del tendón de la porción larga del bíceps (TLB), que puede mostrar variaciones de la normalidad. Además de por su morfología, el labrum puede ser clasificado en función de los tipos inserción de dicho complejo. En el anclaje de tipo I el complejo labrobicipital se une firmemente a la glenoides de tal forma que no se puede introducir una sonda de artroscopia entre la profundidad del labrum y la glenoides. En el tipo II existe un pequeño sulcus entre ambas estructuras y en el tipo III hay un sulcus profundo que permite la introducción de la sonda10. Un receso sublabral puede tener continuidad con un foramen sublabral y es difícil diferenciar en RM un anclaje labrobicipital de tipo III de una lesión SLAP de tipo II (figura 12). Labrum firmemente adherido Tendón de la porción larga del bíceps Glenoides Cartílago articular A Sulcus Sulcus profundo B C Fig. 12 Tipos de inserción del complejo labrobicipital. A - tipo 1, B - tipo 2 y C - tipo 3 Receso o surco sublabral: en los tipos 2 y 3 de inserción del complejo labrobicipital en el tubérculo supraglenoideo, a las 12 horas, se identifica un receso sinovial en forma de hendidura entre el labrum y la glenoides, llamado receso o surco sublabral. Es la variante más común presente hasta el 70% de las exploraciones y en la mayoría de los casos se limita desde el labrum anterior hasta la inserción del tendón bicipital sin que afecte al tercio posterior del labrum superior. Presenta dificultades para diferenciarlo de una lesión en el labrum superior y nos ayudamos de la semiología consistente en que suele tener orientación medial, mientras que las roturas del labrum en esta región se orientan lateralmente. En la artroscopia, el receso sublabral se identifica mejor colocando una sonda entre el tendón de la porción larga del bíceps y la glenoides. Foramen sublabral: cuando la porción anterosuperior del labrum no está insertada en el margen adyacente de la fosa glenoidea, se produce un espacio entre el labrum y el cartílago, el llamado foramen sublabral. Es una variante anatómica que comunica con el receso subescapular superior y también se identifica en la artroscopia. Esta alteración suele estar acompañada del receso sublabral, aunque ha diferencia de este que está localizado en el sitio inserción del tendón de la porción larga del bíceps, el foramen se localiza anteriormente a su inserción (cuadrante anterosuperior de la glenoides), por encima de la línea fisaria (ecuador de la glenoides). La prevalencia de ambas variantes es directamente proporcional a la edad lo que sugiere que se trate de un fenómeno degenerativo, probablemente secundario a la tensión que ejercen los ligamentos glenohumerales y el tendón de la porción larga del bíceps2. COMPLEJO LABROLIGAMENTARIO INFERIOR El labrum anteroinferior proporcional la mayor área de fijación para la banda anterior del ligamento glenohumeral inferior. Esta relación se denomina complejo labroligamentario inferior formado por el labrum anterior y por la banda anterior del ligamento glenohumeral inferior, los principales estabilizadores de la cabeza humeral (figura 13). Complejo capsular - ligamentario inferior Periostio Labrum anteroinferior Cartílago articular Glenoides Fig. 13 Complejo capsular labroligamentario inferior INTERVALO DE LOS ROTADORES El intervalo rotador es un área triangular definida superiormente por el borde anterior del tendón supraespinoso e inferiormente por el borde superior del tendón subescapular. La base de este triángulo se localiza en la base de la apófisis coracoides y su ápex alcanza el tendón de la porción larga del bíceps, la propia corredera bicipital y el ligamento humeral transverso que cubre la corredera bicipital13. Posee una cápsula propia que va desde el borde anterior del supraespinoso al borde superior del subescapular y de medial a lateral desde la base de la coracoides hasta la corredera bicipital y el ligamento humeral transverso formando un espacio triangular14. La fina capa subsinovial está reforzada por los ligamentos coracohumeral y glenohumeral superior: por tanto, estos ligamentos forman parte de la cápsula del intervalo rotador. El principal componente de la cápsula del intervalo rotador es el ligamento coracohumeral15. La porción larga del tendón del biceps (BT) se localiza entre la cápsula del intervalo rotador y la cabeza humeral. Nótese la extensión de la cápsula del intervalo rotador rodeando las superficies bursal y articular del supraespinoso (SST) y subescapular. (SCT).El ligamento glenohumeral superior Atraviesa el intervalo rotador y, cercano a la corredera bicipital, se funde con el ligamento coracohumeral (figura 14). Coracoides Supraespinoso Intervalo rotador Subescapular Ligamento Humeral Transverso Fig.14 Límites del intervalo rotador LESIONES DEL LABRUM Las lesiones del labrum puede ser degenerativas, caracterizadas por alteración de la señal o rupturas, relacionadas o no con inestabilidad. La semiología puede ser: Alteraciones de señal: el labrum normal presenta baja señal en todas las secuencias. Su alteración puede corresponder a patología degenerativa por tejido fibrovascular o sinovial que lo invade, degeneración mucoide o eosinofílica, calcificación próxima a su base, osificación o hemorragia. Rotura: Se considera cuando el líquido articular o el medio de contraste intraarticular se extiende hacia su interior alcanzando la unión con el cartílago hialino de la glenoides o cuando el labrum está suelto. En casos de receso sublabral el diagnóstico de rotura es más difícil siendo en ocasiones imposible la diferenciación. El labrum es considerado despegado cuando se separa del tejido remanente, del cartílago hialino o de la glenoides subyacente más de 2 mm. Las lesiones del labrum más importantes generalmente se dividen en lesión del labrum anteroinferior (lesión de Bankart) y lesión del labrum superior (lesión SLAP). La inestabilidad glenohumeral es un aumento de la traslación de la cabeza humeral con respecto a la cavidad glenoidea que causa signos y síntomas. Los músculos del manguito rotador funcionan como estabilizadores dinámicos de la articulación y el labrum, ligamentos glenohumerales y cápsula articular ayudan en el mantenimiento de la estabilidad pasiva del hombro. El estabilizador más importante es el ligamento glenohumeral inferior. El término ‘inestabilidad’ constituye un espectro de patologías que incluyen hiperlaxitud, subluxación y dislocación. Puede clasificarse de acuerdo a su etiología, grado, frecuencia y dirección. La clasificación clásica en dos grupos de etiología traumática y no traumática (TUBS – Traumatic Unidirectional Bankart Lesion y AMBRI – Atraumatic Multidirectional Bilateral Inferior capsular shift Rotator Interval closure) se ha suplementado con el grupo de las llamadas microinestabilidades (inestabilidad por microtraumatismos) con el acrónimo AIOS (Acquired Instability Overstress Surgery), afectando sobre todo a atletas con disciplina de lanzamiento por encima de la cabeza16. LESIÓN DE HILL-SACHS Con la luxación anterior de la cabeza humeral se produce una impactación del margen posterolateral de la misma con la porción anteroinferior de la glenoides ocasionando una lesión compresiva en el húmero. Puede verse desde pequeños defectos condrales hasta grandes fracturas osteocondrales. Ante luxación reciente se observa en la resonancia cambios de señal en la medular del hueso por hemorragia y edema en el sitio de la contusión. Si afecta a menos de un tercio de la circunferencia humeral se considera irrelevante. Fracturas mayores, especialmente si su diámetro mayor es paralelo al de la glenoides, pueden engancharse en el borde anterior de la misma en la posición de abducción y rotación externa del hombro y provocar subluxaciones o dislocaciones repetidas. Se debe distinguir esta deformidad de la erosión secundaria a la tendinopatía del manguito rotador y del área desnuda en la región de inserción del tendón del infraespinoso. Habitualmente la lesión de Hill-Sachs ocurre por encima de la corredera del tendón de la porción larga del bíceps (figura 15). Fig.15 Lesiones de Hill - Sahcs condrales tras un primer episodio de luxación glenohumeral LESIÓN DE BANKART Es el tipo más común de patología del labrum anterior con avulsión del complejo labroligamentario de su inserción en la glenoides anterior o anteroinferior, con ruptura del periostio escapular. Generalmente es secundaria a la luxación glenohumeral anterior y frecuentemente se acompaña de la lesión de Hill-Sachs. Debido a la pérdida de contacto con el periostio, la lesión tiende a la no curación. Es la lesión labral de peor pronostico por que afecta a la cápsula y al complejo labroligamento inferior y produce con frecuencia inestabilidad. La artroRM muestra un labrum anteroinferior deformado completamente separado de la glenoides, ‘flotando’ en el receso capsular anterior y adherido a la banda anterior del LGHI17(figura 16). En la artrorresonancia podemos ver tanto escasa semiología reflejada únicamente por la insinuación del medio de contraste entre el labrum anterior y la glenoides como un franco despegamiento labral. La proyección en abducción y rotación externa es la que mejor valora las lesiones del complejo labroligamento inferior debido a la tensión ejercida sobre ligamento glenohumeral inferior y el labrum que permite la introducción del medio de contraste entre éste y el margen de la glenoides. En artroscopia se identifica como irregularidad y despegamiento del labrum siendo posible la introducción de la sonda entre éste y el margen anterior de la glenoides.Si acompaña rotura del margen anterior de la glenoides se denomina lesión de Bankart ósea. El tamaño del hueso avulsionado tiene valor pronóstico y defectos grandes pueden dar inestabilidad recurrente tras la estabilización sobre todo en atletas18. B A Labrum separado Fragmento óseo D C Fragmento óseo Area de lesión E F Fig. 16 A y B esquemas de lesiones de Bankart y de Bankart con componente óseo. C-ArtroRM en plano axial con separación del labrum y rotura del periostio. D- Mismo paciente con el componente óseo avulsivo de la glenoides. E-Artroscopia que muestra el lecho desflecado remanente de la lesión del labrum. F- Tomografía computarizada donde se comprueba la fragmentación ósea VARIANTES DE LA LESIÓN DE BANKART LESIÓN DE PERTHES Avulsión del labrum de la glenoides pero permanece adherido al periostio escapular subyacente que a su vez está intacto aunque despegado y desplazado en sentido medial. En la exploración por artroRM el labrum puede estar mínimamente desplazado o permanece en su posición anatómica. La integridad del periostio permite curación parcial de la lesión con resinovialización luego aunque funcionalmente incompetente, puede parecer normal en la exploración artroscópica16. Debido a que el tejido cicatricial puede impedir que el contraste penetre por el defecto entre la glenoides y el labrum es de interés la realización de la proyección en abducción y rotación externa para tensionar el ligamento glenohumeral inferior y el labrum y facilitar dicha penetración del contraste. En otros casos el despegamiento del labrum es acentuado a pesar de la integridad del periostio, y se identifica la lesión con facilidad. Debemos ser cuidadosos porque también lesiones de Perthes ligeramente desplazadas pueder ser realineadas en la posición ABER y verse peor que en las imágenes transversales16 (figura17). Labrum separado de la glenoides y unido al LGHI Periostio despegado pero continuo A Labrum separado y periostio despegado B También presenta una lesión SLAP Separación del labrum Separación del labrum C D Cabeza del húmero Fig. 17A-esquema de lesión. B- proyección axial. C- Coronal oblicua. D-Sagital oblicua. E-Artroscopia Marcado desflecamiento por el despegamiento labral y perióstico E LESIÓN ALPSA ( Anterior Labroligamentous Periosteal Sleeve Avulsion) El periostio escapular, a diferencia de lo que ocurre en la lesión de Bankart, permanece intacto lo que permite que las estructuras labroligamentarias se desplacen medialmente y roten en sentido inferior en el cuello escapular a modo de una ‘vuelta de sábana’. Se ha llamado lesión de Bankart medializada y es más frecuente en pacientes con luxación recurrente19. El labrum también puede resinovializarse en su posición anormal. Se aprecia mejor en proyecciones axial y coronal. El contraste se insinúa a través del defecto lineal entre la glenoides y el complejo labroligamentario deformado casi siempre con morfología redondeada(figura 18). Complejo labrum - LGHI y periostio despegado rotan a medial e inferior A Labrum desplazado inferomedial C Labrum desplazado inferomedial D Defecto enel labrum E Cabeza húmero Labrum desplazado B Fig. 18 A- Esquema de lesión. B- Proyección ABER. C- Proyección axial. D- Proyección coronal oblicua. E- Proyección sagital oblicua Lecho de arrancamiento del labrum Labrum despegado y vuelto en dirección inferior y medial LESION GLAD (Glenolabral Articular Disruption) Rotura parcial superficial del labrum anteroinferior asociada a un defecto en el cartílago articular del cuadrante anteroinferior de la glenoides adyacente. Es el resultado de un impacto glenohumeral mientras el brazo está en abducción y rotación externa. Generalmente es resultado de caída hacia delante con el brazo en extensión20. El paciente suele presentar dolor persistente aunque sin signos de inestabilidad ya que el complejo ligamentario anteroinferior permanece integro. Es importante confirmar que el labrum no está desplazado y que tanto el LGHI como el periostio están intactos (figura 19). Labrum parcialmente roto y en su sitio LESIÓN HAGL (Humeral Avulsión of Glenohumeral Ligament) Lesión que no afecta el complejo labroligamentario sino que es una rotura del anclaje humeral del LGHI tras una luxación violenta21. Se asocia a inestabilidad anterior y puede pasarse por alto en la artroscopia al igual que en la cirugía abierta si no se busca específicamente22. La mayoría de los pacientes son jóvenes implicados en deportes de contacto como rugby, fútbol americano o hockey. En artroRM el LGHI adquiere morfología de J en vez de la U habitual en imágenes coronales oblicuas y puede extravasarse el contraste en el área de su inserción. Existen también variaciones de esta lesión: BHAGL (Bony Humeral Avulsion of the Glenohumeral Ligament): cuando existe un pequeño despegamiento óseo traumático avulsivo en la inserción del ligamento glenohumeral inferior. Ocurre en un 20% de los pacientes con HAGL. RHAGL (Reverse Humeral Avulsion of the Glenohumeral Ligament): o HAGL inversa. Ocurre con inestabilidad posterior por despegamiento de la porción posterior del ligamento glenohumeral inferior de la cabeza del húmero. Defecto en el cartílago con parte del mismo adherido al labrum fisurado A LESIÓN DE BANKART INVERSA: en la luxación posterior ocurre una lesión capsular labral posterior. La luxación posterior puede ocasionar la ruptura del tendón del subescapular y asociar lesión ósea anterior que puede ser tanto fractura por impactación como por avulsión dependiendo de la situación del tendón subescapular durante el desplazamiento. La lesión en la cabeza humeral anterior se denomina lesión de Hill-Sachs inversa. LESIÓN POLPSA: el equivalente al ALPSA en el labrum posterior Defecto en el cartílago B Fig. 19 A- Esquema de lesión. B- imagen axial con defecto en el cartílago articular adyacente al labrum glenoideo. LESION GARD (del acrónimo en inglés Glenoid Articular Rim Divot): afecta al margen posterior de la glenoides, cavidad glenoidea, o ambas. Está relacionada con la impactación LESION DE BANKART LABRUM ROTO PERIOSTIO ROTO PERTHES ALPSA GLAD LABRUM ROTO PERIOSTIO INTEGRO DESPEGADO LABRUM ROTO INFEROMEDIAL PERIOSTIO INTEGRO DESPEGADO LABRUM ROTO PARCIAL PERIOSTIO INTEGRO ROTURA CARTILAGO LESIÓN LABRAL SUPERIOR Y LESIÓN SLAP La porción superior del labrum glenoideo es funcionalmente importante porque sirve de anclaje para el tendón de la porción larga del bíceps. En 1990 Snyder introdujo el término SLAP (acrónimo del inglés Superior Labrum from Anterior to Posterior), para describir unos tipos de lesión que implicaban esta área. Las lesiones SLAP del hombro son lesiones frecuentes en atletas que representan roturas del labrum superior, que se extienden en dirección anterior y posterior23. Basado en los hallazgos artroscópicos Snyder clasificó el SLAP en cuatro tipos (I a IV). En 1995 Maffet introdujo otros tres tipos (V a VII) y en los últimos años se han descrito tres tipos más (VIII a X). En general se trata de combinación de lesiones con la forma de lesión más común que es el SLAP de tipo 2. Este fue desdoblado en 3 subtipos por Morgan et al. Habitualmente se utilizan para la clasificación los cuatro tipos básicos iniciales con o sin lesiones asociadas: Tipo1: fragmentación superficial degenerativa del labrum superior (figura 20). Tipo 2: avulsión del labrum superior y del anclaje bicipital de la glenoides(figura 21). Tipo 3: rotura en asa de cubo del labrum superior con preservación del anclaje bicipital (figura22). Tipo 4: rotura en asa de cubo del laburm superior con afectación de la porción larga del bíceps (figura 23). Las lesiones tipo 1 y 2 se originan típicamente por la tracción repetitiva del anclaje bicipital p.e. en atletas lanzadores y las tipo 3 y 4 ocurrencon más frecuencia tras una caída con el brazo en extensión o con el codo en flexión23,24. Las lesiones de tipo 1 no tienen relevancia clínica. Las de tipo 2 y 4 alteran la función estabilizante del anclaje bicipital luego pueden provocar inestabilidad glenohumeral, impingement secundario y lesiones del manguito rotador. Su tratamiento es fijación quirúrgica. Las lesiones de tipo 3 suelen tratarse con desbridamiento quirúrgico sin necesidad de fijación. Una de las utilidades de la artroRM consiste en resaltar las otras estructuras que pueden estar afectadas junto con la lesión del labrum y en dar una información detallada sobre su extensión. El primer paso en la evaluación de la lesión es determinar la presencia de variantes anatómicas, principalmente el receso y el foramen sublabrales, principales fuentes de error diagnóstico. Uno de los criterios más usados para el diagnóstico es la orientación lateral del defecto, así como el aspecto globular e irregular de la lesión. Otro criterio es la extensión de la lesión hacia el área posterosuperior de la glenoides, posterior al anclaje del tendón de la porción larga del bíceps. Este hallazgo aunque es muy frecuente en el SLAP, también puede darse algunas veces en el receso sublabral. Otro factor que dificulta el diagnóstico es la asociación en un mismo paciente de la lesión SLAP con variantes tipo receso y / o foramen.En la exploración el plano coronal oblicuo es el más sensible para el diagnóstico de la lesión SLAP al contrario que los planos axial y ABER que eran los más apropiados para la detección de la lesión Bankart. El plano sagital oblicuo ayuda a la diferenciación de los diversos tipos de lesiones SLAP y puede delimitar fragmentos separados del labrum así como localización exacta de lesiones y su extensión hacia otras estructuras como el tendón de la porción larga del bíceps, ligamento glenohumeral medio e intervalo rotador. Cambio de señal degenerativo Fragmentación superficial del labrum C A Integridad del bíceps B D Fig. 20 Lesión SLAP de tipo 1 con preservación del anclaje bicipital y alteración de la superficie inferior del labrum. AyB-Esquemas de la lesión. C - proyección coronal oblicua. D- proyección axial Defecto en el labrum. Anclaje bicipital mal definido Lesión labral que se extiende a la base de la inserción del bíceps A B C D Figura 21 Lesión SLAP de tipo 2. A y B esquemas de lesión. Cproyección coronal oblicua. D- proyección axial. E-Artroscopia E Defecto labral que se extiende al tendón de la porción larga del bíceps D A Rotura en asa de cubo sin daño al bíceps Defecto relleno de contraste E B Inserción bicipital normal Rotura del labrum en asa de cubo C Integridad del bíceps y defecto por donde se introduce la sonda F Fig.22 Lesión SLAP de tipo 3. A y B esquemas de la lesión. C - Artroscopia. D y E- proyecciones axiales que demuestran el defecto y la integridad del bíceps. F- coronal oblicua con imagen de defecto en asa de cubo Defecto con morfología en asa de cubo Defectos con afectación bicipital A C D B Alteración en la inserción del tendón de la porción larga del bíceps Fig. 23 Lesión SLAP de tipo 4. A y B esquemas de lesión. C - proyección coronal oblicua. D- proyección sagital con afectación de la inserción bicipital en el labrum CONCLUSIONES La artroRM presenta mejoras significativas con respecto a la exploración por RM convencional para el diagnóstico de la patología del labrum y de los ligamentos glenohumerales. Aporta así mismo ventajas en el diagnóstico de la patología del manguito rotador al evidenciar presencia de contraste en compartimentos separados lo que demuestra roturas tendinosas. Las características de exploración mínimamente invasiva quedan contrapesadas por la información diagnóstica que se obtiene en casos seleccionados y que condiciona modificación del tipo de abordajes quirúrgicos y tratamientos médicos. BIBLIOGRAFIA 1.Chundru U (2009) Magnetic Resonance Arthrography. Radiol Clin N Am 47: 471-494 2.Martins e Souza, Patricia (2009) ArtroRM del hombro y correlación artroscópica. Amolca 3.Peterson Jeffrey J. (2009) History of Arthrography. Radiol Clin N Am 47:373–386 4.Bureau Nathalie J. 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