Cartilla Cultura Ciudadana SP

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T R A N S FOR M A D OR E S
DE CIUDA D
Cultura Ciudadana para Funcionarios Públicos
Para fortalecer la transparencia, la integridad
y el rechazo de la corrupción.
SECRETARÍA GENERAL
GUSTAVO PETRO URREGO
Alcalde Mayor de Bogotá D. C.
MARTHA LUCÍA ZAMORA
Secretaria General
RAMÓN VILLAMIZAR MALDONADO
Director Distrital de Desarrollo Institucional
ADRIANA CÓRDOBA ALVARADO
Veedora Distrital
ALEXANDRA RODRÍGUEZ DEL GALLEGO
Viceveedora Distrital
PATRICIA CÁRDENAS ATEHORTÚA
Veedora Distrital Delegada para la Eficiencia Administrativa y Presupuestal
CARLOS JULIO PIEDRA ZAMORA
Veedor Distrital Delegado para la Contratación
MARÍA CATALINA PARRA OSORIO
Veedora Distrital Delegada para la Atención de Quejas y Reclamos
MARTA LUCÍA DE LA CRUZ FEDERICI
Veedora Distrital Delegada para la Participación y Programas Especiales
PROYECTO BOGOTÁ PROMUEVE UNA CULTURA CIUDADANA Y DE LA LEGALIDAD
MARÍA CATALINA PARRA OSORIO
Veedora Distrital Delegada para la Atención de Quejas y Reclamos
EQUIPO DE TRABAJO DE CULTURA CIUDADANA
Efraín Sánchez Cabra
Marcela Cubides Salazar
Carolina Londoño Domínguez
Giovanni Guatibonza
Rocio Héndez
Adriana María Bernal Martínez
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Juan Camilo Monroy Parra - Dirección Distrital de Desarrollo Institucional
IMPRESIÓN
Subdirección de Imprenta Distrital - D.D.D.I.
2014
BOGOTÁ D. C.
Presentación:
CULTURA CIUDADANA PARA LA TRANSPARENCIA,
LA INTEGRIDAD Y EL RECHAZO DE LA
CORRUPCIÓN
La corrupción ha sido calificada por la ciudadanía bogotana como uno de los mayores problemas que enfrenta la ciudad, a la par con la inseguridad y las deficiencias en la movilidad.
La percepción ciudadana es correcta, pues aparte de generar atraso, pobreza y violencia, la
corrupción, así como la falta de transparencia y de integridad y la ineficiencia en la gestión
pública son formas de atentar contra el estado social de derecho, contra la ciudadanía y contra aquello que pertenece a la colectividad, es decir, contra lo público.
Altos niveles de percepción de corrupción, tanto de los funcionarios públicos como de la
ciudadanía en general, desconfianza tanto de aquellos como de estos, una elevada tendencia a
justificar las infracciones de la ley, bajos niveles de participación ciudadana, particularmente
en instancias de control sobre la gestión pública son características arraigadas en nuestra cultura. Como corolario de lo anterior, el reto de recuperar la confianza en las instituciones del
Distrito y promover la transparencia, la integridad, el rechazo de la corrupción, la valoración
de lo público y el control social se refiere, ante todo, a la promoción de cambios culturales.
El cambio cultural es uno de los procesos más complejos, lentos y difíciles en cualquier sociedad. Las costumbres, los hábitos, las reglas de conducta, los conocimientos y todas las demás
manifestaciones de la cultura tienden a sedimentarse, institucionalizarse y arraigarse en la
conciencia de los individuos y en lo que podría llamarse “conciencia colectiva”. Por eso son
tan difíciles de cambiar. Sin embargo, la experiencia de Bogotá en las últimas dos décadas es
testimonio de cómo una sociedad no solo puede cambiar sus costumbres, en algunos casos
con extraordinaria rapidez, sino, en verdad, transformar aspectos importantes de su cultura. Tales cambios están asociados con una estrategia implementada en la ciudad a partir de
la década de 1990 bajo la denominación de cultura ciudadana. Como estrategia de política
pública, consiste en apelar a la cultura, antes que a medidas legislativas o punitivas, para impulsar el cambio de comportamientos perjudiciales para la convivencia o para el bien común.
Mediante las acciones y la formación en cultura ciudadana se busca cimentar la intolerancia
hacia la corrupción y contrarrestar la cultura del atajo, la aprobación cultural del “vivo”, el
“todo vale” y las justificaciones para violar la ley. Se trata, en última instancia, de convertir
la transparencia, la probidad y el rechazo a la corrupción en norma social y no solo en ideal
prescrito por la ley y la moral, y propiciar un cambio cultural voluntario para disminuir la
aprobación cultural y moral de la ilegalidad y aumentar la aprobación cultural y moral del
cumplimiento de la ley. Tres tipos de acciones son particularmente pertinentes para poner
en marcha estos procesos:
3
1. Identificar los comportamientos que deben cambiarse, relacionados con la transparencia, la integridad, el rechazo de la corrupción, la valoración de lo público y el control social.
2. Identificar las motivaciones y los principios que regulan estos comportamientos.
3. Identificar los factores o aspectos que deben transformarse para cambiar el comportamiento en cuestión.
Esta cartilla ofrece los materiales básicos para llevar a cabo estos tres procesos de identificación de comportamientos, actitudes y percepciones entre los servidores públicos. Partimos
de conceptos clave como transparencia, integridad, y corrupción; luego examinaremos la
idea de cultura y sus ámbitos principales, destacando el ámbito social, al que corresponde
la cultura ciudadana. Enseguida veremos las motivaciones y los sistemas de regulación del
comportamiento como piezas fundamentales de la conceptualización de cultura ciudadana,
cuyas dimensiones relacionadas con la transparencia, la integridad y el rechazo de la corrupción, conforman la parte final y más extensa de la cartilla.
4
Contenido
Presentación:
Cultura ciudadana para la transparencia, la
integridad y el rechazo de la corrupción......... 3
Transparencia, Integridad y Corrupción........... 6
Cultura y cultura ciudadana...................... 9
Motivaciones del comportamiento................. 11
Sistemas de regulación del comportamiento:...... 13
Armonía o incoherencia entre los sistemas de
regulación del comportamiento............................15
Dimensiones de cultura ciudadana................ 18
1. Cultura de la legalidad...............................18
2. Agentes de regulación del comportamiento...............20
3. Valoración y cuidado de lo público....................21
4. Participación en asuntos públicos.....................22
5. Organización social...................................23
6. Cultura tributaria....................................23
7.Confianza.............................................24
8.Acuerdos..............................................25
9. Tolerancia positiva y negativa........................26
10.Identidad y sentido de pertenencia....................27
Referencias:.................................... 27
Hoja de respuestas.............................. 29
5
Transparencia, Integridad y Corrupción
En el uso de los conceptos de transparencia, integridad y corrupción, suele existir la tendencia
a simplificarlos, reduciendo sus propósitos a un solo objeto: la lucha contra la corrupción.
La transparencia y la integridad se presentan, bien como sinónimos, o bien como un mismo
concepto cuyo contrario es la corrupción. Ser transparente o íntegro es no ser corrupto, y de
manera correspondiente, la promoción de la transparencia y la integridad sería una manera
de luchar contra la corrupción.
Sin embargo, cada uno de los conceptos tiene una definición y un campo específicos, no
reductibles a un solo propósito. Si bien es cierto que la corrupción prevalece como el elemento oscuro contra el cual se oponen la transparencia y la integridad, sus propósitos como
elementos positivos en una sociedad llegan mucho más allá. Son pilares de la democracia
y factores esenciales para su consolidación. No existe democracia donde no hay apertura y
comunicación por parte del sector público, o donde falta la ética y la integridad públicas. Así
mismo, para que la democracia se consolide, es indispensable que la sociedad defienda lo público, lo vigile mediante el control social, y rechace la corrupción. Puesto en otros términos,
aún allí donde no haya presencia de corrupción, son indispensables la transparencia, la integridad, la defensa de lo público y el control social como factores esenciales de la democracia.
La transparencia suele entenderse como la disposición de las entidades y los servidores públicos
a brindar a la ciudadanía, información sobre sus decisiones y actuaciones. Incluso se define como un
deber de los funcionarios públicos, tal como lo hace el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México: “la transparencia es la obligación que tienen los servidores
públicos para proporcionar a toda persona interesada en los actos del gobierno, de manera clara y
expedita, la información que se deriva de las funciones que desempeñan” 1
Por su parte, la OECD (Organization for Economic Cooperation and Development) ofrece una noción
alternativa de gran simplicidad: “La transparencia puede definirse como la comunicación exitosa
de doble vía sobre la política pública. Los arreglos institucionales que la hacen posible reflejan la
cultura, la historia y los valores Nacionales”.2
Lo interesante de esta definición para nuestros propósitos es que no restringe la transparencia al sector
público. También el sector privado, incluida la ciudadanía, son sujetos dentro del concepto de transparencia. Así mismo, vale la pena subrayar la aceptación de que en la base de la idea de transparencia y de
la comunicación de doble vía entre el sector público y el sector privado, se encuentran la cultura y los
valores de una sociedad.
6
La integridad, llamada también “ética pública”, hace referencia al ámbito de los principios morales, y con frecuencia se asocia exclusivamente con el servicio público.3 La OECD define el término
“integridad” como “la aplicación de valores, principios y normas en las operaciones cotidianas
de las organizaciones del sector público” 4. Sobre la base del análisis de las medidas adoptadas para
construir una “infraestructura ética” en sus países miembros, las medidas adoptadas “reflejan diferencias nacionales en cuanto a prioridades y en su cultura social, administrativa y política” 5.
Nuevamente, la cultura, incluida la “cultura social”, que nosotros llamaríamos “cultura ciudadana”,
se encuentra en la base de la noción de integridad y de los estándares con los cuales se mide.
El concepto de corrupción es sin duda uno de los más etéreos y difíciles de definir. No existe una definición, sino tipologías de definiciones, y de ellas consignamos aquí dos particularmente relevantes para
nuestros propósitos. La primera, que se interpreta como una definición “centrada en el concepto de servicio público”, la entiende como “el comportamiento que se desvía de las funciones naturales del cargo
público para atender intereses privados (familia, círculo de amigos), obtener ganancias pecuniarias
o posición social, o violar las reglas y ejercer influencia privada”. La segunda, interpretada como una
definición “a partir del interés público”, observa que “hay corrupción siempre que un funcionario en
un cargo de poder y con responsabilidades sea remunerado con dinero u otros recursos no legales, o
sea inducido a tomar decisiones que favorezcan a quien suministra la remuneración; y con ello afecte
negativamente el interés público” 6.
El economista norteamericano Robert Klitgaard, autor de un libro clásico sobre la materia7, sintetiza la corrupción en una fórmula: C=M+D–A
(Donde C es corrupción, M es monopolio del poder, D es amplio espacio para la discrecionalidad y A es
“accountability”, traducida generalmente como responsabilidad, expectativa de rendición de cuentas).
En dicha fórmula cabe una amplia diversidad de aspectos que configuran un sistema de análisis de la corrupción. Entre dichos aspectos resaltan la ineficiencia (con frecuencia considerada como la mayor causa de
corrupción) y la ausencia de sanción social sobre los corruptos8. A este respecto, se han hecho observaciones
sobre la sociedad colombiana del siguiente tenor:
“El rápido desarrollo de la sociedad colombiana en las últimas décadas y la sucesión de ‘bonanzas’
económicas de diferente origen le han dado un lugar de privilegio en la escala social de valores al
enriquecimiento lícito y también al ilícito. La tenencia de dinero genera aprecio social, y su carencia
lleva a la situación contraria. El atractivo del dinero es suficientemente grande como para que se
olviden los reparos respecto a la forma como éste es obtenido; desde el punto de vista de la actividad
social de una persona, en Colombia probablemente causa una sanción social mayor no tener dinero
que haberlo obtenido a través de la corrupción.
Esto hace parte de un ambiente general en el cual el tráfico de influencias es mirado con benevolencia y el uso de recursos públicos para fines privados es considerado como una prerrogativa normal
asociada al logro de altas posiciones de mando en el sector público” 9
7
Trabajemos en cultura ciudadana:
Luego de revisar los conceptos de transparencia, integridad y corrupción los invitamos a contestar las
siguientes preguntas:
¿Qué hace usted como servidor público para promover la transparencia?
Mencione cuatro palabras que identifiquen el concepto de integridad en su trabajo cotidiano como servidor público.
1
3
2
4
Como vimos, la corrupción es un concepto con múltiples perspectivas, ¿qué hace usted como servidor público para identificarla y prevenirla?
Conclusión:
Entendemos la transparencia como la visibilidad y el acceso oportuno, de calidad y pertinente a la información. Es la entrega por parte de las entidades y los servidores públicos de información veraz, pertinente y oportuna a la ciudadanía para que esta pueda hacer buen control social a lo público. Es informar,
comunicar, hacer visibles tanto las decisiones como las actuaciones, para gestionar e intervenir sobre lo
público. En resumen, es “hacer público lo público”.
La Integridad se entiende como “la cualidad de ser coherente entre lo que se piensa, se dice y se
hace. En el servicio público, es la entrega a la ciudadanía del bien público ofrecido por la entidad,
con criterios de universalidad, calidad y permanencia. Implica la adhesión moral y cultural a las
normas que garantizan la realización de los derechos y del bien común. Es la búsqueda de armonía
entre los sistemas regulatorios del comportamiento humano (ley, moral y cultura) en el ejercicio del
servicio público para hacer confiables y creíbles los bienes y servicios ofrecidos”.10
8
Cultura y cultura ciudadana
Partimos del concepto de Cultura como el conjunto de actitudes, percepciones, creencias,
tradiciones y conocimientos –y sus productos- que orientan el comportamiento y otorgan
sentido al mundo entre las personas de una sociedad. En la cultura identificamos cuatro
ámbitos principales:
Ámbitos de la cultura
Ámbito Social (cultura ciudadana): imperio
de la ley en igualdad de condiciones, justicia
para todos, respeto por los derechos, equidad,
tolerancia, seguridad social, entre otros factores.
Ámbito Político: (cultura política) capacidad
de los ciudadanos de participar y organizarse
dentro de un sistema democrático que garantice las libertades civiles.
Ámbito Económico: (cultura económica) se refiere a
la capacidad de crear, generar y disfrutar de la productividad y la riqueza.
Ámbito Simbólico: (cultura en sentido específico:
religión, filosofía, arte y patrimonio) el respeto por la
diversidad, el desarrollo del sentido de pertenencia, el
respeto y posibilidad de disfrute del patrimonio colectivo natural, intelectual y artístico.
Si bien el concepto de cultura ciudadana se asocia principalmente con el ámbito social, guarda relación con todos los demás, como veremos cuando trabajemos las dimensiones de cultura ciudadana.
El concepto de cultura ciudadana fue introducido en la segunda mitad de la década de 1990
como estrategia de política pública dirigida a hacer frente al caos urbano que entonces se
presentaba en Bogotá en aspectos tan básicos de la convivencia como el tránsito vehicular y
peatonal, el espacio público y el medio ambiente. La primera definición del concepto de cultura ciudadana se presentó en el Plan de Desarrollo “Formar Ciudad” (1995-1997) Cultura
Ciudadana “es el conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan
sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio
común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos” 11
En la base del concepto de cultura ciudadana se encuentra, pues, la afirmación del fundamento cultural de los comportamientos ciudadanos, y la idea de que al apelar a la cultura,
más allá del control por parte de las autoridades mediante disposiciones legislativas o represivas, es posible impulsar cambios en los comportamientos ciudadanos.
Tomando en cuenta la afirmación de que los comportamientos que favorecen o lesionan
virtudes ciudadanas como la transparencia, la integridad, el rechazo de la corrupción, la
defensa de lo público y el control social encierran elementos eminentemente culturales –y
por consiguiente, construidos socialmente-, es posible deducir que la forma más eficaz de
combatir los comportamientos que las lesionan, o consolidar e impulsar aquellos que las
favorecen, es apelar a la cultura, no sólo como complemento, sino quizás como alternativa a
las medidas punitivas o legislativas.
9
Cultura ciudadana es:
“El conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que
generan sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos
y deberes ciudadanos”
Hagamos viral la cultura ciudadana:
Como sucede con muchos otros conceptos relacionados con la sociedad, la política o la psicología, la mayoría
de personas tiene su propia definición de cultura ciudadana e incluso se siente en capacidad de interpretar
los comportamientos de las personas en términos de la cultura ciudadana. Este tipo de representaciones
es lo que llamaríamos conceptos de sentido común, y una manera de presentar este concepto es mediante
el programa llamado “Nube de Palabras” (Word Cloud), que ofrece una representación visual de aquellas
asignando un tamaño mayor a las que aparecen con mayor frecuencia. Por ejemplo la siguiente es una nube
de palabras de la definición de cultura ciudadana:
¿Estaría dispuesto a hacer la nube de palabras del concepto de cultura de ciudadana en su entidad? Manos a la obra:
Solicite a sus compañeros definir en una palabra lo que para ellos significa cultura ciudadana
Escriba las respuestas en una columna de Excel.
Existe software libre para generar nubes de palabras, nosotros utilizamos Tagxedo para el ejemplo anterior..
Envíe el resultado de la nube de palabras a sus compañeros explicándoles que es producto de la participación de todos.
10
Conclusión:
Como estrategia de política pública, la cultura ciudadana busca
impulsar la transformación de aquellos comportamientos considerados perjudiciales para la convivencia, para el patrimonio y el
bien común o para los derechos de las personas. Para ello es preciso
identificar esos comportamientos, analizar sus componentes y
establecer cómo y por qué ocurren, y sobre esa base estructurar las
acciones necesarias para estimular el cambio. En la conceptualización de cultura ciudadana es importante, para este efecto, determinar las motivaciones del comportamiento, que dan cuenta de los
orígenes de éste y la forma en que operan los sistemas de regulación
del comportamiento sobre el individuo. Estos son los temas centrales de las siguientes secciones de este curso.
Motivaciones del comportamiento
Cada comportamiento individual es una respuesta a determinadas motivaciones. Tales motivaciones responden a una o más de tres tipologías principales: intereses, relacionados, por
una parte, con la utilidad, la ganancia o el provecho que pueden derivarse de un comportamiento, y por otro, con una inclinación particular de la persona hacia un objeto, persona o
idea. Ejemplos comunes de intereses son el lucro, el beneficio material o inmaterial y la conveniencia, o bien la atracción, el aliciente o la seducción que un objeto, persona o idea tengan
para la persona. Otro tipo de motivaciones son las razones, definidas en esencia como los argumentos o las consideraciones que se aducen como motivos para los comportamientos. En
el lenguaje de cultura ciudadana, las razones suelen corresponder a las justificaciones de los
comportamientos, por ejemplo: “ayudar a la familia”, “responder a una ofensa al honor”, “es
lo acostumbrado”, “la ley lo exige”. El tercer tipo de motivaciones son aquellas relacionadas
con las emociones, que en su acepción más primaria se definen como impulsos o reacciones
ante determinados estímulos. Ejemplos de emociones son el miedo, la alegría, la sorpresa, la
tristeza, la aversión, el amor.
11
Trabajemos en cultura ciudadana:
Situación 1.
Pablo va para el trabajo y hoy salió más tarde que de costumbre. Cuando se baja del bus, cerca de su oficina,
encuentra un vendedor de cordones instalado en la mitad del andén. Cuando lo ve, recuerda que los cordones
de los zapatos de su hijo se rompieron ayer y que su esposa le pidió comprar unos. Pablo se decide a comprar
los cordones al niño.
Identifique a qué tipo de motivación considera que corresponde el comportamiento de Pablo si su justificación fuera:
Justificación
Tipo de motivación (interés, emoción, razón)
Voy a comprar los cordones aquí porque salen
mucho más baratos que en el supermercado.
Voy a comprar los cordones aquí porque mi
hijo los necesita urgentemente.
¡Pobre señor! Voy a comprar los cordones
aquí para ayudarle un poco.
Situación 2.
María lleva algunos meses ahorrando para comprar un televisor nuevo. Hace pocos días acompañó a un
compañero del trabajo a comprar unos tenis para su hijo y en la zona en la que estuvieron vio el televisor que
quiere comprar y se dio cuenta que le sale un poco más barato si lo compra sin factura (sin pagar el IVA).
Después de hablar con algunas personas, María decidió no comprar el televisor y esperar un poco más para
completar su ahorro.
Identifique a qué tipo de motivación prima en el comportamiento de María si su justificación fuera:
Justificación
No, yo no compro ese televisor porque me
dijeron que no me dan garantía. Si fuera algo
más barato o con menos riesgo, pero qué tal
salga malo y pierda mi platica.
No lo compro porque toca pagar los impuestos.
Qué tal yo entregándoles mi platica y ellos sin
pagar los impuestos que les corresponde. Los
impuestos son de todos.
12
A mí la verdad me da miedo no tener la factura, qué tal después uno se meta en un problema legal por ponerse a comprar así.
Tipo de motivación (interés, emoción,
razón)
Conclusión:
Intereses
Razones
Emociones
Están relacionados, por una parte,
con la utilidad, la ganancia o el
provecho que pueden derivarse de
un comportamiento, y por otra,
con una inclinación particular de
la persona hacia un objeto, persona
o idea.
Definidas en esencia como los argumentos o las consideraciones que
se aducen como motivos para los
comportamientos. En el lenguaje de
cultura ciudadana, las razones
suelen corresponder a las justificaciones de los comportamientos.
En su acepción más primaria se definen como
impulsos o reacciones ante
determinados estímulos
Sistemas de regulación del
comportamiento:
Los intereses, las razones y las emociones que motivan a los individuos están sujetos a sistemas de regulación cuyas principales funciones son las de orientar, poner límites y otorgar
sentido a los comportamientos. Los tres sistemas de regulación de los comportamientos son,
en primer lugar, la ley, o cuerpo de disposiciones y preceptos formales que establecen lo
que está permitido y lo que no está permitido en una sociedad, y emanan de una autoridad
competente. En cultura ciudadana, dentro de la noción de ley están comprendidas desde la
Constitución hasta las normas de convivencia contenidas en los códigos de ciudadanía o de
policía, incluidas las normas de tránsito, espacio público, medio ambiente y urbanismo, pasando por toda la compleja estructura legal que rige a un país. En segundo lugar, la moral, o
conciencia del individuo, desarrollada socialmente en un conjunto de preceptos éticos. Y en
tercer lugar, la norma social, más relacionada, como sistema regulador, con las costumbres
o los modelos usualmente aceptados en una sociedad o un grupo social.
Existe una relativa independencia entre los tres sistemas reguladores del comportamiento,
pues cada uno tiene características específicas. La ley, es de obligatorio cumplimiento, aún si
contradice la voluntad de los individuos, y en general tiene un carácter formal. Las normas
morales y las normas sociales no tienen vínculo con una autoridad, no son de obligatorio
cumplimiento en el mismo sentido que la ley, y en general su carácter es informal, o al menos
tienen grados de formalidad muy distintos a los de la ley. Cada sistema de regulación, a su
vez, comporta un conjunto de castigos específicos por el incumplimiento de sus normas: la
privación de la libertad, multas y otras penas en el caso de la ley, remordimiento e intranquilidad del individuo en el caso de la moral, y condena o rechazo social en el de la norma social.
13
Ley
Norma moral
Cuerpo de disposiciones y preceptos
formales que establecen lo que está
permitido y lo que no está permitido
en una sociedad, y emanan de una
autoridad competente.
Conciencia del individuo, desarrollada socialmente en un
conjunto de preceptos éticos.
Norma social
Sistema regulador relacionado con las costumbres o los
modelos usualmente aceptados en una sociedad o un
grupo social.
Trabajemos en cultura ciudadana:
Dilema.
Usted está a punto de terminar un documento que será parte de una publicación de su entidad. Este documento es clave para dar cuenta de su labor como coordinador y de este depende que su equipo de trabajo sea
ratificado para el siguiente año.
En la construcción del documento han participado varios de sus compañeras y compañeros, se han unido
sus entregas y se ha venido consolidando un documento bastante completo. Como coordinador, depende de
usted la edición y ajustes finales para consolidar un texto publicable.
No obstante el día de la entrega usted identifica que varios párrafos entregados por sus compañeros y compañeras tienen un deficiente manejo de citación y referencia; si bien usted referenció con anterioridad, hay
párrafos que estaban sin comillas y que sin lugar a dudas obedecen a otros autores. ¿Qué hacer?
Usted (marque la opción):
1.
Entrega el informe sin prestar atención al manejo de citas ya que así lo hacen los demás.
2.
Solicita un tiempo mayor para la entrega del informe ya que al entregarlo incurriría en plagio, que
es un delito.
3.
Solicita un tiempo mayor para la entrega porque está mal no reconocer a los verdaderos autores y
su trabajo.
Reflexión:
¿Cuál cree que sería la actuación de la mayoría de los colombianos frente a una situación como esta?
14
Armonía o incoherencia entre los sistemas de regulación
del comportamiento
La armonía, o su contrario, el divorcio, entre la moral y la norma social, por un lado, y la ley,
por otro, se encuentran en el núcleo central de la conceptualización de cultura ciudadana.
No es de esperarse que en una sociedad moderna compleja exista armonía entre los tres
sistemas reguladores principales del comportamiento de las personas. Dicha armonía solo
existe, quizás, en una sociedad hipotética en estado cercano al de naturaleza, y en verdad
solo se presenta en las sociedades reales en relación con pocos comportamientos. Un ejemplo es la acción de matar, cuya prohibición está profundamente arraigada en la conciencia
del individuo (moral), se acepta universalmente como norma social y está prescrita en todos
los sistemas legales (ley). Es más frecuente la ausencia de equivalencias entre los tres sistemas
regulatorios y, mucho más frecuente aún, el divorcio o la falta de armonía entre ellos. Del
primer caso son ejemplos las normas de etiqueta en la mesa o los modales prescritos por la
urbanidad. Se trata de normas sociales que no tienen correspondencias en la ley y, salvo una
desmesurada influencia de las costumbres sobre la conciencia, tampoco en la moral.
La armonía entre ley, moral y norma social en la conceptualización de cultura ciudadana se
restringe a una sola faceta: “reducir la aprobación moral o social de la ilegalidad y aumentar
la aprobación moral y social de las obligaciones legales” 12. Puesto de otro modo, hacer que
la sociedad y los individuos -en su intimidad moral- reprueben la ilegalidad y aprueben la
legalidad, y que igualmente rechacen toda justificación de las infracciones de las normas
formales o informales favorables a la convivencia y el imperio de la ley.
Tal es el sentido específico de la armonía entre ley, moral y norma social en el contexto de
la cultura ciudadana. Por determinadas razones, intereses o emociones, un individuo o un
grupo dentro de la sociedad puede tener por regla infringir ciertas normas legales, y censurar a quienes las cumplen. Tal es el caso de la corrupción en aquellas sociedades donde ésta es
generalizada o sistemática. Está prohibida por la ley y se castiga, pero la norma social es ser
corrupto (no está mal visto, pues todos lo hacen), y en el fuero interno del individuo probablemente no habrá remordimientos de conciencia al incurrir en un acto corrupto.
En el cálculo de costos y beneficios que hacen las personas, probablemente resulta más costoso –socialmente y, desde luego, en términos económicos- no ser corrupto que serlo. Pero
si cambian las reglas del juego, es decir, si la expectativa dominante en la sociedad es la integridad y no la corrupción (norma social), y las conciencias individuales están más dispuestas
a rechazarla que a tolerarla (moral), los costos ascenderán para quienes cometan actos de corrupción y por lo tanto habrá una mayor probabilidad de que se mantengan dentro de la ley.
15
Hagamos viral la cultura ciudadana:
Una imagen vale más que mil palabras. Con nuestras compañeras y compañeros de oficina construyamos una
cartelera que contenga varías fotos en las que se evidencie la falta de armonía entre moral, norma social y ley. Estas
pueden dar cuenta de comportamientos en la entidad o institución del Distrito en la cual labore, o en la ciudad.
La cartelera se expondrá en lugares visibles de la entidad. La idea es que los demás compañeros y compañeras
puedan escribir bajo las fotos alternativas para la armonía entre los tres sistemas de regulación.. A continuación un ejemplo de lo propuesto:
¡Una invitación a la convivencia!
¿Qué haría usted para que la moral y la norma social armonicen con la ley?
Reflexione acerca de las fotos y bríndenos sus alternativas:
Situaciones (fotos):
1. Tomar elementos de la oficina para uso personal.
2. Pasarse el semáforo en rojo.
3. Bloquear con el carro una rampa para acceso de sillas de ruedas.
4. Botar basura en un parque infantil.
5. Una mano que entrega dinero a otra por un contrato aprobado.
Conclusión:
Una forma frecuente en que se manifiesta la falta de armonía o divorcio entre la ley, la moral y la cultura
es la “cultura del atajo”, por la cual las personas realizan acciones buscando obtener resultados a corto
plazo sin importar las consecuencias a largo plazo, los riesgos en que incurran o las normas que lleguen a
violar (“todo vale”) para lograr sus fines.
Cuando no existe este tipo de armonía entre la ley, la moral y la cultura, en la conceptualización de cultura ciudadana se habla de impunidad moral y cultural. La aceptación de la corrupción por parte de la
sociedad y de los individuos en su intimidad es un ejemplo de estos dos tipos de impunidades. Y cuando
la ley o los encargados de aplicarla no consiguen castigarla, o lo consiguen a medias, se suma a aquellas el
tercer tipo de impunidad; la impunidad legal. Reducir la impunidad legal compete a la justicia, y reducir
las impunidades sociales y moral es uno de los cambios culturales y de comportamiento que pueden
impulsar los gobiernos mediante acciones de cultura ciudadana.
16
Factores o aspectos que deben transformarse para
cambiar comportamientos:
• Las actitudes y conocimientos de las personas frente a la situación o el comportamiento en cuestión.
• El grado de coherencia o disonancia entre las actitudes y los comportamientos en cuestión.
• El grado de coherencia o disonancia entre la percepción de las personas y la realidad.
• El grado de coherencia o disonancia entre la percepción que la persona tiene de sí misma y la
que tiene de los demás.
• La capacidad de la persona para responder a la regulación moral, legal y social frente al comportamiento en cuestión.
• El grado de coherencia o disonancia entre la ley, la moral y la costumbre o norma social en
torno al comportamiento en cuestión.
17
Dimensiones de cultura ciudadana
Luego de abordar los conceptos de cultura y cultura ciudadana, las motivaciones y los sistemas
de regulación del comportamiento, en este último apartado nos concentraremos en los elementos que componen la cultura ciudadana, a los cuales damos el nombre general de dimensiones
de cultura ciudadana. Al analizar cada una de las dimensiones podremos identificar aquellos
comportamientos y actitudes que son necesarios cambiar en nuestra sociedad para fortalecer
la transparencia, la integridad y el rechazo de la corrupción en nuestra labor como servidores
públicos. Las dimensiones de cultura ciudadana relacionadas con estos aspectos son:
1. Cultura de la legalidad.
2. Regulación legal, autorregulación y regulación mutua.
3. Valoración y cuidado de lo público.
4. Participación en asuntos públicos.
5. Organización social.
6. Cultura tributaria.
7.Confianza.
8.Acuerdos.
9. Tolerancia positiva o negativa.
10. Identidad y sentido de pertenencia.
1.
Cultura de la legalidad
La cultura de la legalidad comprende las actitudes, los sentimientos y las ideas de las personas frente a las leyes y las normas codificadas, su disposición a contribuir a su creación
o modificación, la facilidad o dificultad que encuentran para actuar conforme a la ley, y las
justificaciones para infringirla o usar la violencia. De acuerdo con los datos de la encuesta
de Cultura Ciudadana realizada por Corpovisionarios en 2013, debemos recorrer un largo
camino para fortalecer nuestra cultura de la legalidad.
18
Estadísticas de cultura ciudadana:
Las personas suelen aducir justificaciones para infringir la ley, y entre ellas las más comunes son: “para luchar
públicamente contra una ley o un régimen injustos”, señalada por el 41% de la ciudadanía de Bogotá; “cuando
es la única manera de ayudar a la familia” (35%, es decir, más de la tercera parte de la población de la ciudad y
“para defender propiedades o bienes” (28%). Son bajas las proporciones de ciudadanos que justifican las infracciones de la ley “cuando alguien lo ha hecho y le ha ido bien” (10%) y “para pagar un favor” (9%).
Los indicadores muestran también bajos niveles de confianza entre ciudadanos y hacia los funcionarios públicos:
casi el 90% de personas en Bogotá considera que más de la mitad de los funcionarios públicos son corruptos, mientras que el 54% considera que más de la mitad de los ciudadanos son corruptos.
Trabajemos en cultura ciudadana:
Dilema.
Lina es una abogada con larga y amplia experiencia en contratación pública que lleva muchos años asesorando
una entidad, y ha tenido una estabilidad que le ha permitido sostener a sus tres hijos y comprar su apartamento
propio. Su jefe, a quien conocía previamente porque fue profesor suyo en la universidad, tiene algunos amigos
expertos en servicios de alimentación y él quiere que ellos ganen un importante contrato para hacer una plataforma tecnológica de la entidad, pero no podrían lograrlo por la manera en que estaban formulados los pliegos
de contratación. Sin embargo, el jefe de Lina insiste en que ellos deben ganar ese contrato; según él, lo harán
muy bien. Para ello, le solicita a Lina que cambie los pliegos, a lo cual Lina, que siempre ha tenido principios
claros, se niega rotundamente. El director le dice: “o hace los cambios que le pido o se va de la entidad”.
Lina piensa en sus hijos, en la deuda de su apartamento y todo lo que perdería al quedar sin su trabajo y su
estabilidad, por lo cual accede a modificar los pliegos para favorecer a los amigos del director.
Preguntas:
¿Está obrando mal Lina? ¿Está obrando bien? ¿Qué haría usted si estuviera en su situación? ¿Cómo explicaría
a sus hijos su proceder?
¿Qué cree usted que habría hecho el común de las personas de la ciudad? ¿Cómo se justificarían?
19
2.
Agentes de regulación del comportamiento
El papel de cada uno de los sistemas de regulación del comportamiento se cumple mediante la
intervención de determinados agentes y mecanismos. Corresponde a las autoridades competentes aplicar la ley, para lo cual utiliza procedimientos y mecanismos establecidos de antemano. Como agente regulador, la autoridad solamente tiene competencia sobre la ley, pero no sobre
la moral o la conciencia individual, ni sobre las normas sociales establecidas culturalmente.
Los individuos y las sociedades, por su parte, pueden asumir el papel de agentes de los tres
sistemas de regulación, así no tengan competencia formal en cuanto a la aplicación de la ley.
Cuando el individuo actúa como agente regulador de sí mismo, ejerce auto regulación -entendida como el poder de la persona de someter sus comportamientos a uno o más de los tres
sistemas de regulación- y cuando actúa como agente regulador de los demás, pone en juego
aquello que en cultura ciudadana se llama regulación mutua. En este caso, la persona actúa
en su doble condición de agente individual y agente social y se cumple cuando el individuo
corrige, censura o aplaude el comportamiento de otro u otros, a partir de su concepción de
la ley, la moral y la norma social.
Estadísticas de cultura ciudadana:
En cuanto a la percepción ciudadana sobre los sistemas de regulación, según la Encuesta de Cultura Ciudadana
aplicada por Corpovisionarios en Bogotá en 2013, para el 63% de las personas lo que más influye sobre su comportamiento es el placer de cumplir con la propia conciencia (regulación positiva de la moral). El temor a la culpa
(regulación negativa de la moral) solo influye sobre el 3%. El 22% considera la ley (en sus formas de regulación
positiva y negativa) y el 12% la cultura (en sus formas de regulación positiva y negativa) como los factores reguladores que más influyen sobre su comportamiento.
Control social:
La regulación ejercida por las autoridades en cuanto a la ley, la que ejercen los individuos sobre sí mismos
(auto regulación) y sobre otros (regulación mutua), constituyen las principales formas de control en una
sociedad. Sin embargo, existe una forma específica de regulación que se denomina control social, y es la
que ejercen los individuos sobre los demás miembros de la sociedad (regulación mutua) e incluso sobre las
autoridades, en su doble condición de agentes de sí mismos y de la sociedad. Frente a los comportamientos de
los demás miembros de su sociedad, el individuo puede ejercer presión o intervenir de otra manera para que
se aplique la ley, las normas morales o las reglas sociales; frente a las actuaciones de las autoridades, el individuo puede intervenir, como persona individual o como parte de un grupo, para que las autoridades cumplan
con la ley, cumplan sus promesas, o respondan al bien y a los intereses comunes, en lo que se llama control
social sobre la gestión pública. El control social, así definido, es uno de los casos en que la conceptualización de cultura ciudadana sobrepasa los límites de la dicotomía entre la esfera de lo público y la esfera de lo
privado para consolidar la esfera de lo social.
20
3.
Valoración y cuidado de lo público
Lo público se entiende aquí, en su acepción más elemental, como lo que pertenece a la colectividad, a la sociedad en su conjunto; como el fundamento del Estado Social de Derecho
y, en última instancia, como el cimiento sobre el cual se erige la ciudadanía. La corrupción,
la falta de transparencia y de integridad y la ineficiencia en la gestión pública son formas de
atentar contra el Estado Social de Derecho, contra la ciudadanía y contra aquello que pertenece a la colectividad, es decir, contra lo público.
Estadísticas de cultura ciudadana:
La valoración, el cuidado y la defensa de lo público son, por definición, responsabilidades conjuntas de
la ciudadanía y la administración pública, elegida por aquella precisamente para cumplir con esos fines.
Es un caso claro de corresponsabilidad. Sin embargo, según la Encuesta de Cultura Ciudadana aplicada
por Corpovisionarios en Bogotá en 2013, menos de la mitad de la ciudadanía (48%) considera los asuntos
públicos como importantes o muy importantes, y casi la quinta parte (20%) los considera como poco o
muy poco importantes. Más aún, la proporción de ciudadanos que participa en espacios de control sobre la
gestión pública es mínima: menos del 6%, lo cual no alcanza a representar un ciudadano por cada diez.
Trabajemos en cultura ciudadana:
Dilema.
Carolina es jefe de papelería de la oficina de la Secretaría de Calidad de Vida de la ciudad. Su jefe le solicita
informar a la oficina de Planeación cuántos requerimientos en materia de papelería es necesario pedir para el
año siguiente teniendo en cuenta lo que se gastó el año anterior, pues faltando tres meses para que finalizara
el año la Secretaría no tenía papel para imprimir, ni lapiceros, ni cartulinas para las reuniones y talleres.
Carolina sabe que la razón por la cual se acabó la papelería antes de finalizar el año fue que la mayoría de los
funcionarios de la Secretaria tienen niños que aún están en el colegio, y no siempre les alcanza lo que reciben
de sueldo para pagar los útiles escolares, por lo que a veces deben llevar algunas hojas, cartulinas y lapiceros
para cumplir con las tareas.
Carolina se ve en aprietos; debe informar a su jefe cuánta papelería solicitar. Ella podría solicitar la misma
cantidad del año anterior e informar la situación a su jefe, para evitar que los empleados se lleven papelería
para sus hijos Por otro lado, podría entender la situación de sus compañeros, y solicitar un 30% más de la
papelería para que al final del año la Secretaría tenga los recursos que requiere y al mismo tiempo los hijos de
los funcionarios tengan los materiales que necesitan para cumplir con sus tareas.
Preguntas:
¿Cuál habría sido su decisión si usted hubiera sido Carolina? ¿Qué le habría explicado a su jefe?
Si usted fuera una empleada que ha llevado la papelería, y es amiga de Carolina, ¿qué le aconsejaría?
21
4.
Participación en asuntos públicos
La cultura ciudadana, como concepto y como política pública, está concebida dentro del
marco de un sistema democrático. La democracia y la cultura democrática hacen posible la
construcción y modificación de leyes como acuerdos colectivos, permiten dirimir conflictos
de manera concertada, generan expectativas recíprocas de respeto por normas compartidas,
cimentando así la confianza, y potencian la capacidad de las personas de construir nexos de
solidaridad y sentido de pertenencia. Como quedó expresado en el Informe sobre Desarrollo
Humano de las Naciones Unidas (2002), dedicado al fortalecimiento de la democracia:
“La libertad política y la posibilidad de participar en la vida de la comunidad son capacidades
tan importantes para el desarrollo humano como la capacidad de leer y escribir o tener buena
salud. Las personas sin libertad política –como la posibilidad de pertenecer a una asociación
y formarse y expresar opiniones- tienen muchas menos opciones en la vida. Y la capacidad de
participar en la vida de la comunidad –con el respeto de los demás y la posibilidad de tomar
parte en las decisiones comunales- es fundamental para la existencia humana”. 13
La participación en los asuntos públicos es pilar de la cultura democrática. En el contexto de la
cultura ciudadana es particularmente importante la participación en actividades colectivas relacionadas con los asuntos públicos, incluidos el control y la vigilancia sobre la gestión pública.
Estadísticas de cultura ciudadana:
De acuerdo con la Encuesta de Cultura Ciudadana 2013 de Corpovisionarios, el bajo interés de la ciudadanía bogotana en el control social sobre la gestión pública se manifiesta en el bajo porcentaje de personas que manifiestan
haber participado en espacios para este efecto, que se redujo a 6%. Se destaca también, por su bajo porcentaje, la
participación en grupos o partidos políticos (5%). En cuanto a la participación en actividades colectivas relacionadas con los asuntos públicos, la actividad en la que mayor porcentaje de ciudadanos manifiesta haber participado
en el último año es la organización de eventos culturales, recreativos y deportivos (31%).
22
5.
Organización social
La organización social se traduce específicamente en la pertenencia activa a organizaciones
voluntarias, partidos o grupos políticos. Como elemento fundamental del capital social, es
una de las dimensiones de la cultura ciudadana y, bajo este enfoque, comprende no solo la
pertenencia activa a organizaciones sino las actitudes y las percepciones de los ciudadanos
frente a tales organizaciones.
Estadísticas de cultura ciudadana:
En este aspecto, según el Barómetro de Capital Social (BARCAS) los niveles de organización social en
Bogotá son bajos y han descendido desde 2005: el tipo de organizaciones en las cuales los ciudadanos
afirman haber participado en mayor porcentaje son las deportivas (15% en 2011) y en todos los demás tipos
de organizaciones los niveles de participación son inferiores al 10%
Según la encuesta Bogotá Cómo Vamos de 2013, más de la mitad de la ciudadanía estaría dispuesta a formar parte de organizaciones dedicadas a: una causa comunitaria (62%), una causa ecológica o animalista
(62%), una causa social (59%), una causa cultural (59%), una causa cívica (53%).La disposición a formar
parte de organizaciones dedicadas a una causa política se reduce al 28% de la ciudadanía.
6.
Cultura tributaria
En esencia la cultura tributaria consiste en el reconocimiento, la aceptación y el cumplimiento de las obligaciones ciudadanas relacionadas con el pago de los impuestos y los servicios
públicos (aspecto también llamado cultura del pago). La cultura tributaria está relacionada
con la cultura de la legalidad y, también, con el sentido de pertenencia a una sociedad y con
las actitudes frente a lo público. Una estrategia de intervención en la cultura tributaria busca
mejorar los comportamientos de la ciudadanía en relación con los impuestos.
Estadísticas de cultura ciudadana:
En términos generales, los indicadores que componen la dimensión de cultura tributaria
muestran que un gran porcentaje de las personas en Bogotá dicen conocer y cumplir sus
obligaciones tributarias. De acuerdo con la encuesta de Corpovisionarios, en 2013 el 92%
de los ciudadanos estuvo de acuerdo con la afirmación “pago los impuestos para que los
habitantes de la ciudad tengan acceso a servicios públicos” y el 93% con la afirmación “pago
los impuestos porque es un deber ciudadano”. Así mismo, la disposición a cumplir con el
pago de impuestos como obligación legal se manifiesta en el alto porcentaje de personas
que afirmaron pagar impuestos para evitarse multas y sanciones (95%).El porcentaje de personas que consideran que “muchas personas no pagan impuestos y no les ha pasado nada”
(impunidad) es bajo (11% en 2013) y muestra una tendencia descendente desde 2008 (23%).
23
7.
Confianza
Según Francis Fukuyama, la confianza se puede definir como
La “expectativa que surge dentro de una sociedad, sobre la base de normas compartidas,
de un comportamiento regular, honrado y cooperativo por parte de los otros miembros de
esa sociedad…Si los miembros de un grupo adquieren la expectativa de que los demás se
comporten de manera responsable y honesta, llegarán a tener confianza mutua. La confianza actúa como lubricante que hace que todo grupo u organización funcione de modo
más eficiente”. 14
En la conceptualización de cultura ciudadana, la confianza se define sencillamente como “la
expectativa de que el otro actúe de conformidad con reglas o costumbres comunes”. La confianza
“posibilita la capacidad de actuar a partir de hipótesis no pesimistas sobre los demás; ser capaz de
suponer en las otras personas altruismo y disposición a cumplir voluntariamente las normas” 15
Estadísticas de cultura ciudadana:
Desagregamos la dimensión de confianza en las subdimensiones de confianza interpersonal y confianza
en las instituciones. De acuerdo con la Encuesta de Cultura Ciudadana de 2013, la desconfianza en la administración de la ciudad es patente. Menos de la cuarta parte de la ciudadanía tiene mucha o muchísima
confianza en la alcaldía, y menos de uno de cada diez ciudadanos confía en los funcionarios públicos. Esto
no sorprende, pues casi el 90% de los ciudadanos considera que más de la mitad de los funcionarios públicos
son corruptos. Los mayores niveles de confianza ciudadana los tienen los maestros (64%), seguidos por la
Iglesia (56%) y el Ejército (49%), mientras los menores lo tienen los políticos (5%), seguidos por el Congreso
(9%) y los funcionarios públicos (10%).
24
8.
Acuerdos
La capacidad de celebrar y cumplir acuerdos puede considerarse como uno de los componentes fundamentales de la cultura ciudadana. Dicha capacidad está en la esencia de la
armonía entre la ley, la moral y la norma social (la norma como acuerdo), y constituye el
vínculo entre la cultura de la legalidad y la cultura democrática. Además, es el fundamento
de la confianza entre las personas y entre éstas y las instituciones.
La capacidad de celebrar, cumplir y reparar acuerdos es parte del núcleo sobre el que se cimientan la convivencia y la democracia. Como afirman Antanas Mockus y Jimmy Corzo en Cumplir
para convivir, “La convivencia se puede caracterizar… por una combinación de una alta capacidad reguladora de ley, moral y cultura sobre los individuos, con la capacidad de los individuos de
celebrar y cumplir acuerdos. Esta combinación produce confianza y se fortalece con ella” 16
Estadísticas de cultura ciudadana:
Los datos de la Encuesta de Cultura Ciudadana 2013 muestran una alta disposición a realizar acuerdos
entre los bogotanos, pues el porcentaje de personas que prefieren hacer acuerdos por sobre otros métodos
para lograr algún objetivo o resolver una diferencia alcanzó al 77%. La disposición a realizar acuerdos con
distintos tipos de personas, en general, está relacionada con la confianza que se tenga en ellas. El grupo con
el cual se muestra una menor disposición a realizar acuerdos es el de los desconocidos (12%) y el grupo con
el cual existe una mayor disposición a realizar acuerdos son los parientes (90%).Con los compañeros de
trabajo y estudio existe también una alta disposición a efectuar acuerdos (78%), dato que contrasta con el
bajo nivel de confianza que la ciudadanía manifestó tener en ellos (11%).
Frente a la percepción de cumplimiento de acuerdos, el 24% de los bogotanos considera que las demás
personas siempre o casi siempre cumplen sus acuerdo y en cuanto a las actitudes ante el propio incumplimiento de acuerdos, las reacciones más comunes que los bogotanos afirman tener (disposición hipotética)
son invitar al incumplido a dialogar (85%), pedir explicaciones de por qué no le cumplieron (84%) y llegar
a un nuevo acuerdo (84%). Las reacciones menos frecuentes serían, en orden descendente, hacer sentir al
otro culpable (23%), eludir a la otra persona (17%) y buscar avergonzar al otro frente a los demás (11%).
Ahora, en cuanto a las actitudes ante el propio incumplimiento de acuerdos las reacciones hipotéticas más
comunes que los bogotanos afirman tener son: llegar a un nuevo acuerdo (90%), explicar por qué no pudieron cumplir (87%), intentar remediar o compensar los perjuicios (75%). Las reacciones menos frecuentes
serían: esperar comprensión y no hacer nada (37%), inventar una disculpa para justificarse ante sí mismo
(23%) y eludir a la otra persona (15%).
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9.
Tolerancia positiva y negativa
La tolerancia es una de las dimensiones principales de la convivencia, entendida en el contexto de cultura ciudadana como la interacción cotidiana de las personas, conocidas o desconocidas y especialmente en el espacio público, dentro del respeto por las normas formales
e informales y los derechos ciudadanos. La tolerancia se define, en su aspecto positivo, como
la aceptación de la diversidad social, y en su aspecto negativo como la actitud permisiva, o
incluso de aprobación, hacia la infracción y los infractores de las normas y de la ley.
Estadísticas de cultura ciudadana:
Para medir la tolerancia, en la Encuesta de Cultura Ciudadana se pregunta a los encuestados por distintos
tipos de personas a las cuales no les gustaría tener como vecinos. Los resultados más destacables son: el
tipo de personas con el mayor nivel de rechazo social son los drogadictos (80% de rechazo). Por contraste,
los narcotraficantes obtienen un 41% de rechazo. Los miembros de grupos armados al margen de la ley
tienen también elevados niveles de rechazo, así: guerrilleros (70%), paramilitares (69%). Los homosexuales
son rechazados por el 41% de la ciudadanía y la raza y la nacionalidad son motivos de rechazo para porcentajes muy bajos de la ciudadanía, inferiores al 3%.
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10. Identidad y sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia se define como el reconocimiento de los vínculos sociales y afectivos por parte de una persona, un grupo o una comunidad en contextos específicos, y de
actuar en concordancia con las reglas formales e informales de cada contexto. La identidad
colectiva de un grupo o comunidad permite su autorreconocimiento y el reconocimiento
de los otros como diferentes. Según Anthony D. Smith, la nación se define como “Una población humana con nombre propio, que comparte un territorio histórico, mitos y memorias
históricas comunes, una cultura común, pública y masiva, una economía común y derechos y
deberes legales comunes para todos los miembros” 17
Referencias:
1. Citado por Hilda Naessens, “Ética pública y transparencia”, en Congreso Inter-
nacional 1810-1910: 200 años de Iberoamérica, http://halshs.archives-ouvertes.fr/
docs/00/53/15/32/PDF/AT15_Naessens.pdf, pp. 2121-2122. Ver también Paulo C. de
León, “Hacia un concepto de transparencia: orígenes e importancia”, http://ca-bi.com/
blackbox/wp-content/uploads/downloads/2012/08/Transparencia1.pdf
2. OECD, Public Sector Transparency and the International Investor, OECD, 2003, p.
7. Disponible en http://www.oecd.org/investment/investmentpolicy/18546790.pdf
3. Ver Hilda Naessens, “Ética pública y transparencia”, en Congreso Internacional
1810-1910: 200 años de Iberoamérica, http://halshs.archives-ouvertes.fr/docs/00/53/15/32/
PDF/AT15_Naessens.pdf, pp. 2121-2122.
4. OECD, “Public Sector Integrity Reviews”. Disponible en: http://www.oecd.org/gov/fightingcorruptioninthepublicsector/publicsectorintegrityreviews.htm#integrityframework
5. OECD, Trust in Government. Ethics Measures in OECD Countries, París, OECD,
2000, p. 12. Disponible en http://www.oecd.org/gov/fightingcorruptioninthepublicsector/48994450.pdf
6. Elvira María Restrepo de Johnson, “Conceptualización de la corrupción política”, en
Fernando Cepeda Ulloa (compilador) La corrupción en Colombia, Bogotá, TM Editores,
Fedesarrollo, Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, 1997, pp. 23-24.
7. Robert Klitgaard, Controlling Corruption, Berkeley, University of California Press, 1988.
8. Equipo de investigación de Fedesarrollo, “Causas de la Corrupción”, en Fernando
Cepeda Ulloa (compilador) La corrupción en Colombia, Bogotá, TM Editores, Fedesarrollo, Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, 1997, pp. 49-57
27
9. Ibíd., p. 55.
10. Apartes del Código de Ética Veeduría Distrital 2014.
11. Alcaldía Mayor de Santa Fe de Bogotá D.C., Decreto 295 de junio 1 de 1995, por el
cual se adopta el Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para Santa
Fe de Bogotá, D.C., 1995-1998 – Formar Ciudad. Artículos 6° y 7°.
12. Antanas Mockus, “Cultura ciudadana, variaciones en el uso del concepto”. Presen-
tación en Power Point, inedita. Ver también Antanas Mockus, Jimmy Corzo, Andrea
Ramírez Pisco, Diego Cancino, “Cultura Ciudadana: en las antípodas de la violencia”,
Capítulo X de Antípodas de la violencia, Washington, Banco Interamericano de Desarrollo, Corpovisionarios, 2012.
13. 21 UNDP, Human Development Report 2002. Deepening democracy in a fragmented world, New York, UNDP, 2002, p. 52. Traducción nuestra.
14. Francis Fukuyama, Trust, op. cit., p. 26.
15. Mockus, Antanas, “Marco conceptual de cultura ciudadana”, en Antanas Mockus,
Paul Bromberg, Rocío Londoño, Claudia Peñaranda, Carolina Castro, Efraín Sánchez,
“Guía Práctica de Cultura Ciudadana”, Convenio Universidad Nacional de Colombia, Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, PNUD, Bogotá, junio de 2005, inédito.
16. Mockus, Antanas; Corzo, Jimmy, Cumplir para convivir, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2003, p. 14.
17. Smith, Anthony D., National Identity, Londres, Penguin Books, 1991, p.14. Traducción nuestra.
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Hoja de respuestas
Sección motivaciones de comportamiento.
Ejercicio: Trabajemos en cultura ciudadana
Situación uno, justificación uno: razón; justificación dos: interés; justificación tres: emoción.
Situación dos, justifijcación uno: interés; justificación dos: razón; justificación tres: emoción.
Convenciones:
Comportamientos que contribuyen a la
transparencia y la integridad.
Comportamientos que NO contribuyen a
la transparencia y la integridad.
Comportamientos que fortalecen el rechazo de la corrupción.
Comportamientos que contribuyen a la
corrupción.
29
Sección sistemas de regulación de comportamiento.
Ejercicio: Trabajemos en cultura ciudadana.
Opción
Transparencia
Integridad
Corrupción
Integridad
Corrupción
Integridad
Corrupción
1. Entrega el informe sin prestar atención al manejo de citas ya que así lo
hacen los demás.
2. Solicita un tiempo mayor para la entrega del informe ya que al entregarlo
incurriría en plagio, que es un delito.
3. Solicita un tiempo mayor para la
entrega porque está mal no reconocer
a los verdaderos autores y su trabajo.
Sección dimensiones de cultura ciudadana.
Ejercicio: Cultura de la legalidad.
Comportamiento
Transparencia
1. Cumple la orden de su jefe.
2. Incumple la orden de su jefe.
Sección dimensiones de cultura ciudadana.
Ejercicio: Valoración y cuidado de lo público.
Comportamiento
1. Solicita el pedido en las cantidades
reales.
2. Solicita el pedido teniendo en cuenta el 30% más.
30
Transparencia
•
Impreso en el mes de agosto,
en la Imprenta Distrital.
Bogotá D.C.
Colombia.
2014
•
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