Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas MÓDULO 13 URBANISMO AUTOR: RAMÓN DEL CUVILLO ADAPTADA POR CARLOS ROCH ©: Quedan reservados todos los derechos. (Ley de Propiedad Intelectual del 17 de noviembre de 1987 y Reales Decretos). Documentación elaborada por la EOI. URBANISMO SUMARIO 1. INTRODUCCIÓN. TERMINOLOGÍA Y CONCEPTOS 1. Definición y caracterización del urbanismo 2. La clasificación del suelo 3. Calificación urbanística 4. Los usos dotacionales y equipamientos. Concepto, características y clasificación 5. Los sistemas generales y las dotaciones locales 6. Elementos básicos de la ordenación 7. Evolución histórica de la legislación urbanística Bibliografía 2. EL SOPORTE NORMATIVO DE LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y EL URBANISMO EN ESPAÑA 1. Principios constitucionales del urbanismo 2. La ordenación del territorio Bibliografía 3. R0ÉGIMEN URBANÍSTICO DE LA PROPIEDAD DEL SUELO 1. El derecho de propiedad y su función social en la constitución de 1978 2. Derechos y deberes de los propietarios Bibliografía 4. PLANEAMIENTO GENERAL 1. 2. 3. 4. 5. 6. El sistema de planeamiento Planes urbanísticos. El planeamiento municipal El planeamiento general Redacción y tramitación Determinaciones y documentación Las normas subsidiarias de planeamiento municipal Bibliografía 5. PLANEAMIENTO DE DESARROLLO 1. 2. 3. 4. 5. Planeamiento parcial, determinaciones y tramitación El Programa de actuación urbanística Planes especiales Estudios de detalle Catálogo de bienes y espacios protegidos 6. LA EJECUCIÓN DEL PLANEAMIENTO 1. El planeamiento urbanístico y su ejecución 2. La justa distribución de beneficios y cargas derivadas del planeamiento. especial referencia a las técnicas de fijación del aprovechamiento de referencia a nivel de planeamiento general 3 URBANISMO 3. El aprovechamiento objetivo. El aprovechamiento tipo, medio o de referencia 4. El aprovechamiento subjetivo por atribución 5. La ejecución sistemática y asistemática del planeamiento 6. Los sistemas de actuación 7. Sistema de compensación 8. Sistema de cooperación 9. El sistema de expropiación 10 El sistema de ejecución forzosa 11 La ejecución del planeamiento por agente urbanizador 12 El sistema de concurrencia Bibliografía 7. LA URBANIZACIÓN 1. El proyecto de urbanización desarrolla determinaciones de un planeamiento superior 2. El concepto de urbanización en la legislación urbanística actual 3. Determinaciones y contenido del proyecto de urbanización. Alcance de la acción urbanizadora 4. Estándares de urbanización. El coste de urbanización 8. VALORACIONES Y EXPROPIACIONES 1. Reglas de valoración 2. El método residual dinámico 3. Expropiación urbanística 9. INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA EN LA EDIFICACIÓN Y USO DEL SUELO. DISCIPLINA URBANÍSTICA 1. Introducción 2. Las medidas preventivas de protección de la legalidad urbanística 3. Las medidas represivas de protección de la legalidad urbanística: la disciplina urbanística 4. Legislación de aplicación 10.INSTRUMENTOS DE INTERVENCIÓN EN EL MERCADO DE SUELO 1. 2. 3. 4. Introducción Los patrimonios públicos de suelo Derecho de superficie Derechos de tanteo y retracto 4 URBANISMO INTERPRETACIÓN DE LOS SÍMBOLOS Orientación. Idea básica Tema clave Aclaración Idea para reflexión. Tema de debate Resumen 5 URBANISMO 6 URBANISMO 1 1. INTRODUCCIÓN. TERMINOLOGÍA Y CONCEPTOS* DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN DEL URBANISMO El urbanismo es aquella disciplina que tiene como objeto el estudio, análisis, diagnóstico y discusión de los problemas y de las ventajas de la ciudad en cada momento histórico y en cada sociedad, como paso previo y necesario, como base para el diálogo, la formulación, propuesta y ejecución de actuaciones sobre ella, que bien aislada, bien conjunta y coordinadamente, persigan la consecución de unos objetivos fijados por el poder político, dentro siempre de un marco de escasez de recursos, de desconocimiento parcial de los efectos de nuestras acciones y de las reacciones de los agentes implicados en ellas, así como de incertidumbre sobre el futuro y sobre la evolución de nuestras sociedades, de las que la ciudad es el producto, el artificio cultural más complejo y acabado, y un condicionante social, a su vez, de primera magnitud. 2. LA CLASIFICACIÓN DEL SUELO El Plan General de Ordenación Urbana (o figura equivalente establecida por la legislación autonómica) es la figura prevista por la legislación urbanística para la ordenación de la ciudad. Una de las determinaciones mas importantes de ordenación que debe hacer el Plan General es dividir el territorio del término municipal en las siguientes categorías o clases de suelo: suelo urbano aquel que contara con urbaniza- 7 URBANISMO ción, suelo no urbanizable aquel que tuviera valores que proteger (por tanto no urbanizable especialmente protegido o no urbanizable de especial protección) suelo urbanizable el resto del termino municipal, carácter de suelo residual. La división en estas categorías de suelo que responde a criterios puramente técnico-urbanísticos y de necesidades de desarrollo de la ordenación urbana, tiene además importantes consecuencias sobre el régimen al que va a quedar sometida la propiedad del suelo, según la categoría de suelo en que se inscriba. La ley estatal de 1998 intentó introducir lo que denominaba un marco de liberalización en el mercado del suelo, consistente en clasificar el suelo del término municipal en esas tres clases de suelo. Bajo estas premisas se desarrollaron las legislaciones autonómicas Respecto al suelo urbanizable la mayor parte de las legislaciones urbanísticas, dividieron este en dos categorías: suelo urbanizable sectorizado, (suelo urbanizable programado) suelo urbanizable no sectorizado, que recogía lo que esta legislación denominaba (suelo urbanizable no programado). 2.1 SUELO NO URBANIZABLE (SNU) 8 URBANISMO Se trata en principio de un suelo que no es necesario para el desarrollo urbano, y que tuviera valores ambientales que proteger así la principal función que tiene que desempeñar es la de seguir destinado a sus rurales usos no urbanos, por tanto un suelo que no necesitará urbanizarse, un suelo no urbanizable. El que sea un suelo no urbanizable, no quiere sin embargo decir que sea un suelo no edificable, podemos encontrar las siguientes construcciones: - explotaciones agrarias, muchas de ellas con funciones de almacenaje o estabulación simplemente, - actividades industriales de primera transformación - edificaciones con vivienda, cuando esta pueda ser requerida para la explotación agraria. (Cortijos, caseríos, masías...) - las vías de comunicación (carreteras y ferrocarriles): surtidores de gasolina, estaciones de servicio, actividades de restauración y hospedaje. - vivienda "dispersa", "aislada" en las condiciones que establezca el plan para este tipo de suelo siempre que quede garantizada la imposibilidad de que puedan formarse núcleos de población - "las edificaciones e instalaciones de utilidad pública e interés social que hayan de emplazarse en el medio rural", debiendo en ambos casos ser autorizadas por la comunidad autónoma correspondiente. 2.2 SUELO URBANIZABLE NO PROGRAMADO (SUNP) 9 URBANISMO Gran parte de las características de este tipo de suelo están siendo recogidas por muchas legislaciones autonómicas en el denominado suelo urbanizable no sectorizado o no delimitado. En tanto no se aprueben Programas de Actuación Urbanística... los terrenos clasificados como suelo urbanizable no programado estarán, sujetos a las limitaciones existentes para el suelo no urbanizable". Se trata pues de un suelo igual al suelo no urbanizable pero en el que cabe la posibilidad de redactar y se apruebe la figura o instrumento de planeamiento denominado Programa de Actuación Urbanística. 2.3. SUELO URBANIZABLE PROGRAMADO (SUP) Gran parte de las características de este tipo de suelo están siendo recogidas en muchas legislaciones autonómicas en el suelo urbanizable sectorizado o delimitado. El suelo urbanizable programado, al que hemos tenido ocasión de referirnos brevemente, es el suelo que en principio está previsto que se desarrolle y ejecute en los primeros ocho años de aplicación del plan, como nuevos desarrollos urbanos. El nivel de ordenación que el planeamiento general tiene que realizar en este tipo de suelo debe ser mucho mas detallado que el que acabamos de ver para el suelo urbanizable no programado. Su ordenación la figura de planeamiento denominada Plan Parcial que deberá ordenar pormenorizadamente cada uno de los "sectores" que se definan en este tipo de suelo. 10 URBANISMO Los planes parciales encargados de ordenar detalladamente cada uno de los sectores tienen obligatoriamente que dotar a cada uno de éstos de los correspondientes equipamientos, según los mínimos establecidos por la legislación y mas concretamente por lo que se establece en el Reglamento de Planeamiento, constituyendo un proceso de ordenación que hasta cierto punto puede considerarse completo en si mismo. Por tanto como criterio se puede decir que la ordenación que el Plan General debe realizar en el suelo urbanizable programado debe concretarse en líneas generales en: delimitar los sectores definir lo que se debe hacer en cada uno de ellos en términos de edificabilidad máxima y usos globales; asegurar la conexión y articulación de los diversos sectores entre si y con el suelo urbano, en lo relativo a infraestructuras y redes fundamentales; establecer los grandes usos dotacionales y equipamientos que no serían contemplados nunca por cada sector individualmente considerado. En lo referente a su régimen jurídico de cargas y cesiones, se concretan en: Ceder los terrenos destinados a dotaciones públicas Ceder los terrenos en que se localice el aprovechamiento de cesión obligatoria a los Ayuntamientos, La obligación que tienen los propietarios de equidistribución Costear y ejecutar la urbanización. En cuanto a los beneficios, éstos consisten en la materialización de la edificabilidad permitida por el plan. 11 URBANISMO 2.4. SUELO URBANO Se trata del suelo que está ya edificado o que cuenta con urbanización o bien que se encuentra rodeado de terrenos que cuentan con alguna de estas características. Se identifican dos tipos: 3. Suelo urbano consolidado: las obligaciones son casi exclusivamente las derivadas del principio de equidistribución en suelo urbano. También denominado finalista. Suelos urbanos no consolidados: los suelos que no cuenten con ordenación, los derechos y obligaciones son los mismos que en el suelo urbanizable programado. CALIFICACIÓN URBANÍSTICA Calificar o zonificar es la acción de atribuir o definir los usos del suelo y de la edificación a que debe ir destinada una determinada porción del territorio a ordenar. Por tanto la calificación o zonificación urbanística es el resultado de disponer donde deben localizarse las actividades industriales, las residenciales las de terciario tanto comercial como oficinas, etc. Además de este concepto sencillo de lo que se entiende por calificación existe un concepto más complejo, comprensivo y conforme con las técnicas de ordenación urbana. En este sentido cabría denominar calificación o zonificación como la definición y asignación de “zonas de ordenación” al territorio. Estas “zonas de ordenación” serían aquellos espacios cuya ordenación se rige por los mismos parámetros de ordenación es decir por la misma normativa zonal o “norma zonal”. Siendo en esta “norma zonal” donde se precisan y concretan para un ámbito concreto y preciso los valores y características que deben tener básicamente 12 URBANISMO los parámetros que se verán en el epígrafe “Elementos básicos de la ordenación”, así como el régimen de usos y sus condiciones. Se describen a continuación los diferentes usos del suelo, excepto el uso dotacional, que se verá en un epígrafe posterior. Uso Residencial es el que sirve para proporcionar alojamiento permanente a las personas, pudiendo ser de dos clases: ¾ Vivienda: Cuando la residencia se destina al alojamiento de personas que configuran un núcleo con los comportamientos habituales de las familias, tengan o no relación de parentesco. ¾ Residencia comunitaria: Es la que está destinada al alojamiento estable de colectivos que no constituyen núcleos familiares, pero que les unen vínculos de carácter religioso, social o semejante. Uso Industrial es el que tiene por finalidad llevar a cabo las operaciones de elaboración, transformación, tratamiento, reparación, manipulación, almacenaje y distribución de productos materiales, así como el desarrollo y producción de sistemas informáticos, audiovisuales y otros similares, independientemente de cuál sea su tecnología. Uso Terciario es el que tiene por finalidad la prestación de servicios al público, las empresas u organismos, tales como los servicios de alojamiento temporal, comercio al por menor en sus distintas formas, información, administración, gestión, actividades de intermediación financiera u otras similares. 4. LOS USOS DOTACIONALES Y EQUIPAMIENTOS. CONCEPTO, CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN El Plan General de Madrid define los usos dotacionales como aquellos que sirven para proveer a los ciudadanos de los equipamientos que hagan "posible su educación, su enriquecimiento cultural, su salud y en fin su bienestar y a proporcionar, los servicios propios de la vida en la ciudad tanto de carácter administrativo, como de abastecimiento e infraestructurales". 13 URBANISMO Además se distinguen y diferencian dentro de los usos dotacionales los siguientes tipos: usos dotacionales, propiamente dichos, usos dotacionales para el transporte y las comunicaciones y dotación de parques y jardines públicos. Los primeros se clasifican en: Equipamiento, cuando la dotación se destina a proveer alguna de las siguientes prestaciones sociales: ¾ Educación (colegios, guarderías, centros de idiomas, institutos, universidades). ¾ Cultura: bibliotecas, museos, salas de exposición, jardines botánicos. ¾ Ocio: teatros, cines, circos, zoológicos, espectáculos deportivos. ¾ Salud: ambulatorios, clínicas, hospitales, etc. ¾ Bienestar social. ¾ Deporte. ¾ Religioso. Aunque la adscripción de algunas actividades a uno u otro grupo, en algunos casos puede ser discutible, como ocurre por ejemplo en el caso del teatro, entre considerarlo como equipamiento cultural o de ocio como se hace en este caso. Servicios urbanos, cuando la dotación se destina a la provisión de alguno de los siguientes servicios: ¾ Mercados de abastos y centros de comercio básico. ¾ Servicios de la administración. ¾ Otros servicios urbanos como bomberos, policía y similares, cantones de limpieza, surtidores de gasolina etc. ¾ Defensa. ¾ Cementerios. Tampoco en este caso está clara la división entre los diferentes tipos ya que por ejemplo, los bomberos o la policía puede incluirse también como servicios, ya que se trata de servicios de la administración. Por lo que de nuevo la convención que se adopte es en cierta manera un tanto artificial, aunque necesaria. 14 URBANISMO Servicios infraestructurales, que engloba todas las infraestructuras excluidas las de transporte y comunicaciones, que se consideran en un epígrafe aparte. El uso dotacional para el transporte y las comunicaciones se divide en: 1. Red viaria (vías y aparcamientos) 2. Red ferroviaria 3. Aeropuertos. 4. Puertos Cada una de estas categorías de uso tradicional, puede subdividirse, como es lógico, a su vez, en tantos subgrupos como se requiera o se desee. Por ejemplo y por último, dentro de la dotación de parques y jardines públicos el Plan General de Ordenación de Madrid distingue cinco categorías: Zonas Verdes: ¾ Parque suburbano. ¾ Parque urbano. ¾ Parque deportivo. Otros espacios libres públicos: ¾ Jardín. ¾ Área ajardinada. Todos estos usos dotacionales, pueden agruparse también, o al menos, conviene diferenciarlos, según se trate de usos que requieran para suministrase de edificación o no, distinguiendo entre usos dotacionales edificables o no edificables. Por ejemplo, el espacio de terreno destinado a colegio necesitará disponer de edificabilidad, mientras que un vial no y un espacio deportivo puede que la requiera o puede que no, según se trate de instalaciones cubiertas o al aire libre. Esta distinción, adquiere más importancia si consideramos además que los usos dotacionales no tienen porqué tener un carácter público, es decir, que serán usos dotacionales, tanto un colegio privado como un colegio público o una instalación deportiva tanto si es privada como si es pública, sin entrar en si es gestionada directamente por la administración o, si lo 15 URBANISMO es por una empresa privada. Distinción esta que conviene tener también clara, por su relevancia urbanística. Igualmente, conviene separar, por último, aquellos usos dotacionales lucrativos, de los no lucrativos. Es decir, aquellos de los que se puede derivar un beneficio por el uso de la dotación de aquellos que no. Por ejemplo un vial será generalmente una dotación no lucrativa, salvo que se trate de una autopista de peaje. El pago de tasas o precios públicos por la utilización de dotaciones públicas no se considera que conviertan a estas dotaciones en lucrativas, aunque puede ser un elemento importante para la racionalización de su provisión. 5. LOS SISTEMAS GENERALES Y LAS DOTACIONES LOCALES Los sistemas generales son aquellos elementos fundamentales de la estructura general y orgánica de la ordenación del territorio. Aquellas dotaciones que tienen una función general para todo el municipio, y que no se limitan a un área concreta. Al igual que las dotaciones pueden ser: Sistemas generales de comunicaciones. Sistema general de espacios libres. Sistema general de equipamientos. Instalaciones cuya implantación influye de manera sustancial en el desarrollo del territorio (centrales eléctricas, embalses, etc.…). La adquisición del suelo necesario para soportar estas actividades puede realizarse: 1. Por expropiación. 2. A través de mecanismos de compensación para lo que será necesario adscribirlos a una determinada área de reparto que permita su obtención de forma gratuita. 16 URBANISMO Por tanto puede decirse ahora, que el suelo de un término municipal deberá quedar dividido en todas o algunas de las siguientes categorías de suelo: 6. 6.1. urbano, urbanizable programado, urbanizable no programado, no urbanizable Sistemas generales adscritos a alguna de estas categorías de suelo. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA ORDENACIÓN LA MANZANA Y LA PARCELA COMO UNIDADES, MÓDULOS Y ELEMENTOS BÁSICOS DEL DISEÑO Y DE LA FORMA URBANA La calle es, junto con la plaza, el espacio público por excelencia, dota de acceso a las edificaciones y permite la circulación y relación en la ciudad. El espacio delimitado por las vías recibe el nombre de manzana y es el espacio destinado a la edificación, a la estancia y a la privacidad. Vías o calles y manzanas resultan ser pues, las dos caras de una misma realidad. En ocasiones la calle ha sido el vacío resultante de la agrupación de las edificaciones o lo que es más frecuente la manzana ha sido el vacío, isla como la denominaba Cerdá, delimitada por el entrecruzamiento de los diferentes y variados tipos de vías. La manzana puede contener una o varias edificaciones dispuestas de todas las formas imaginables, y uno o varios espacios libres, intersticiales, de diferentes formas y tamaños y tan variados como variadas pueden ser las formas, dimensiones y extensión de la manzana. Siendo la manzana la unidad básica de la planta y de la ordenación del espacio urbano, no es sin embargo, la unidad elemental de éste. La necesidad de 17 URBANISMO compartimentar el espacio de la manzana en unidades más pequeñas es una consecuencia necesaria de la privatización de este espacio. Cada edificio se asienta sobre una porción de terreno de la que es propietario el titular, o titulares si la propiedad del edificio es colectiva, de la edificación, porción de terreno que se denomina parcela. Edificación y parcela están indisolublemente unidas, debiendo figurar como una sola pieza en el registro de la propiedad inmobiliaria, con independencia de que la parcela se encuentre total o parcialmente ocupada por la edificación. Igualmente recibe el nombre de parcela toda superficie de terreno delimitada o deslindada como unidad predial y registrada. Hablaremos para referirnos al primer caso de parcela edificada y para el segundo de parcela no edificada. Una parcela queda definida por los denominados linderos, que son las líneas perimetrales que la delimitan y la separan de las parcelas colindantes. Debido a la suma importancia y al destacado papel que en el urbanismo juega la propiedad del suelo conviene retener con claridad estos conceptos y desarrollarlos con algo más de detenimiento. El proceso de crecimiento y desarrollo urbano exige la ocupación de nuevos suelos, suelos que poseen una determinada estructura parcelaria o estructura de la propiedad, apta para los usos agrarios a los que normalmente habrá estado o estará destinada, pero en absoluto apta para los nuevos usos urbanos que se pretenden asentar sobre ella, consistentes supongamos sencillamente en abrir avenidas y calles que delimiten manzanas y parcelas más o menos regulares. Durante mucho tiempo la ciudad para soslayar las dificultades que suponía esta transformación ordenada se ha ido desarrollando respetando al máximo la antigua y originaria estructura parcelaria, convirtiendo los caminos en calles, abriendo cuando no quedaba más remedio otros nuevos y edificando las parcelas existentes siguiendo unas mínimas reglas impuestas por la vecindad de las edificaciones o regularizando la forma de algunas parcelas a base de compraventas o cualquier tipo de arreglos con los propietarios colindantes, segregando o agregando total o parcialmente algunas parcelas, mediante acuerdos entre particulares, sin ningún tipo de intervención pública en el proceso. Esta forma de ir haciendo la ciudad ha resultado válida mientras los modos de transporte no han estado muy desarrollados y mientras el tamaño de la ciudad no ha sobrepasado ciertos límites. Cuando aquellos eran el transporte a pie o en lomos de animales puede decirse que la ciudad se ha ido configurando desde la parcela y la manzana, siendo la calle el vacío resultante. A medida que los modos de locomoción fueron desarrollándose y requiriendo más espacio para la circulación, el transporte fue adquiriendo un mayor protagonismo en la ciudad, así como el viario por el que debía discurrir, configurándose la ciudad cada vez más desde la calle o las vías, siendo las manzanas o súper manzanas los espacios intermedios resultantes del diseño de la malla viaria, generalmente jerarquizada. 18 URBANISMO Aunque la descripción que acabamos de hacer, de la primera de estas situaciones (desarrollo por caminos existentes y con alteración mínima del parcelario original), pudiera parecer un tanto anacrónica para nuestros tiempos, veremos que sigue siendo una cuestión en muchas ocasiones de rabiosa actualidad, y un condicionante de primera magnitud para el desarrollo urbano ordenado, sobre todo en pequeñas poblaciones. En cualquier caso, la concepción, creación y establecimiento de los mecanismos que permiten pasar de la estructura parcelaria original a otra apta para un diseño urbano moderno ha supuesto en muchos casos y durante mucho tiempo un cuello de botella en la actuación urbanística y en el quehacer de los urbanistas, incluso en grandes ciudades. La parcela como unidad elemental de la trama urbana viene caracterizada por una serie de parámetros, su regularidad o irregularidad, su extensión o superficie y las dimensiones de sus linderos entre otros, que conviene definir con una cierta precisión dado el papel que juega en el diseño de las nuevas piezas urbanas. Se entiende por superficie de la parcela la dimensión de la proyección horizontal del área comprendida dentro de los linderos de la misma. La ordenación urbana utiliza frecuentemente este parámetro para exigir que las parcelas cumplan unas condiciones en cuanto a superficies mínimas o máximas para ser aptas para la edificación y aún cuando la fijación de este parámetro juega un papel secundario en el diseño urbano, es utilizado con frecuencia en numerosas ocasiones, sobre todo en tejidos residenciales de viviendas unifamiliares y en tejidos urbanos diseñados para acoger a la actividad industrial. Toda parcela debe tener al menos un lindero que limite con una vía por la que se realiza el acceso. Si sólo existe un lindero que cumpla estas condiciones, éste recibe el nombre de lindero frontal, denominándose los restantes linderos laterales y testero el lindero opuesto al frontal. Si existen más linderos que limiten con la vía pública se entenderá como frente de la parcela aquel en que se sitúe el acceso. El diseño urbano suele fijar para todos los linderos unas dimensiones máximas y mínimas, o a veces solamente a alguno o algunos de ellos. 6.2. LA EDIFICACIÓN EN LA PARCELA: CONDICIONES DE POSICIÓN Y OCUPACIÓN. (CONCEPTOS PRINCIPALES) 19 URBANISMO La edificación, así como especialmente la planta de ésta, puede adoptar en relación con la parcela en la que se inserta numerosas disposiciones. Pueden utilizarse una serie de parámetros que permiten ir acotando los grados de libertad posibles, parámetros que se establecen en relación con una serie de elementos de referencia Alineación exterior la línea señalada por la ordenación para establecer el límite que separa los suelos destinados a viales o espacios libres de uso público de las parcelas privadas edificables. Alineación interior, la línea que señala la separación entre la parte de parcela susceptible de ser ocupada por la planta de la edificación y el espacio libre de la parcela. Indica, por tanto, la parte de parcela que como mínimo debe estar libre de edificación, Rasante el perfil longitudinal del eje de la vía pública y es una magnitud de referencia fundamental que permitirá hablar desde su correcto establecimiento de conceptos tan importantes como edificación bajo rasante o sobre rasante, Plano o planos de fachada planos verticales que por encima del terreno separan el espacio edificado del no edificado, conteniendo en su interior todos los elementos constructivos del alzado del edificio, a excepción de los que se consideren salientes autorizados (balcones, terrazas, etc.), de los aleros y de las cornisas. Medianera o fachada medianera a aquel paramento o lienzo de la edificación que es común con una construcción o edificación colindante, está en contacto con ella o en edificaciones adosadas separa una parcela de la colindante que pudiera edificarse. Alineación virtual en planta o plantas superiores: la línea o líneas que señala la ordenación para establecer la posición de la fachada del edificio en plantas por encima de la baja. La posición que puede adoptar la edificación con respecto a las alineaciones puede ser: en línea, fuera de línea, y remetida o retranqueada. Retranqueo a la distancia o anchura de la franja de terreno comprendida entre la línea de edificación y la alineación exterior, medida sobre una recta perpendicular a ésta. 20 URBANISMO Separación a linderos en relación a cualquiera de los linderos de la parcela, en este último caso suele denominarse y suele exigirse el cumplimiento de un cierto valor mínimo. Fondo edificable que expresa cuantitativa o gráficamente la distancia que debe existir entre cada punto de aquélla y la alineación exterior, medida perpendicularmente a ésta. Área de movimiento de la edificación en la parcela que es aquella parte de la parcela que puede ser ocupada por la edificación. Ocupación o superficie ocupada a la superficie comprendida dentro del perímetro formado por la proyección de los planos de fachada sobre un plano horizontal. Superficie ocupable la superficie de parcela edificable susceptible de ser ocupada por la edificación si es posible la determinación de ésta. Coeficiente máximo de ocupación que se define como la relación entre la superficie máxima ocupable y la total de la parcela edificable y que suele venir expresada en términos porcentuales. Superficie libre de parcela, no ocupada por la edificación en ningún caso, salvo excepciones establecidas, como pudiera ser entre otras posibles, la de permitir edificaciones subterráneas o complementarias. 6.3 LA EDIFICABILIDAD Y EL APROVECHAMIENTO COMO PARÁMETROS BÁSICOS DE ORDENACIÓN (CONCEPTOS PRINCIPALES) Edificabilidad total o superficie edificada total a la suma de las superficies edificadas de cada una de las plantas que componen el edificio Este parámetro puede venir señalado por la ordenación de diferentes maneras, mediante el coeficiente de edificabilidad, o mediante la conjunción de determinaciones de posición, forma, altura y volumen de la edificación. Superficie edificada por planta como la comprendida entre los límites exteriores de cada una de las plantas de la edificación. 21 URBANISMO Superficie útil por planta la que resulta de restar a la superficie edificada por planta la superficie de todos los espacios excluidos y la superficie de los espacios comunes necesarios para la distribución en el interior del edificio, huecos de escaleras, ascensores, vestíbulos y distribuidores. Coeficiente de edificabilidad a la relación entre la superficie total edificable o edificabilidad total y la superficie de la parcela o ámbito de suelo que se tome como referencia. Altura del edificio a la dimensión vertical de la parte del edificio que sobresale del terreno expresada en unidades métricas o en número de plantas del edificio. Si la altura del edificio se da en unidades métricas suelen utilizarse los siguientes parámetros: o Altura de cornisa se mide hasta la intersección de la cara inferior del forjado que forma el techo de la última planta con el plano de la fachada del edificio. o Altura de coronación se mide hasta el nivel del plano superior de los petos de protección de la cubierta. o Altura total. hasta la cumbrera más alta del edificio. o Altura de piso o de planta la distancia vertical entre las caras superiores de los forjados de dos plantas consecutivas. o Altura libre la distancia vertical entre la cara superior del pavimento terminado de una planta y la cara inferior del forjado del techo de la misma planta o del falso techo si lo hubiere. 22 URBANISMO 6.4 LA EDIFICACIÓN: CONDICIONES DE VOLUMEN Y FORMA. LAS TIPOLOGÍAS EDIFICATORIAS Edificación aislada, la que está exenta en el interior de una parcela, sin que ninguno de sus planos de fachada esté en contacto con las propiedades colindantes Edificación agrupada en hilera o adosada, la variante de construcción entre medianeras cuando la edificación se destina a usos residenciales y la proporción entre unidades de vivienda y número de parcelas es 1/1 Edificación pareada, tipología edificatoria en que las construcciones cumplen la condición de medianeras en un único lindero común Local el conjunto de piezas, contiguas en el espacio, dedicadas al desarrollo y ejercicio de una misma actividad. Pieza habitable a toda aquella en la que se desarrollen actividades de estancia, reposo o trabajo que requieran la permanencia prolongada de personas. Patio se entiende todo espacio no edificado, delimitado por fachadas interiores de los edificios Según sus características se distinguen las siguientes clases de patios: o Patio de parcela. Es aquel que está situado en el interior de la edificación (patio cerrado de parcela) o en su perímetro si se trata de un patio abierto que da a la vía pública, a un espacio libre o a un patio de manzana. o Patio de manzana. Es aquel que tiene definida por la ordenación su forma y posición en la parcela junto con los de las demás parcelas colindantes, que forman la manzana, formar un espacio libre único para todas ellas que puede ser abierto o cerrado. 23 URBANISMO o Patio inglés. Es el patio en fachada por debajo de la rasante de la acera o terreno. 7. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA LEGISLACIÓN URBANÍSTICA 1. Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana 1956: tendría dos desarrollos reglamentarios: a. Reglamento de Edificación Forzosa b. Registro Municipal de Solares y el Reglamento de Reparcelación. 2. Texto Refundido de la Ley del Suelo 1976 que contaría en breve espacio de tiempo con tres desarrollos reglamentarios: a. Reglamento de Planeamiento b. Reglamento de Disciplina Urbanística c. Reglamento de Gestión Urbanística. 3. Ley sobre Reforma del Régimen Urbanístico y Valoraciones del Suelo 1992. Este texto fue impugnado por diversas comunidades autónomas, ante el Tribunal Constitucional, que en 1997 dicto una polémica sentencia que declara inconstitucional la mayor parte de su articulado y volvía a poner en vigor como legislación supletoria la ley del suelo de 1976. El estado aprobó una legislación estatal en 1998 y las Comunidades Autónomas han ido elaborando layes completas, pudiendo decirse en líneas generales que cada Comunidad tiene hoy vigente una normativa urbanística propia con un cierto nexo común. 24 URBANISMO BIBLIOGRAFÍA SANTAMERA SÁNCHEZ, JUAN A. Introducción al planeamiento urbano. Edit. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid 2001. MOYA GONZÁLEZ, LUIS. La práctica del planeamiento urbanístico. Edit. Síntesis. Madrid 1994. SANTOS DIEZ, RICARDO. Derecho urbanístico manual para juristas y técnicos. Edit. El consultor de los Ayuntamientos. Madrid 2002. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, TOMAS RAMÓN. Manual de derecho urbanístico. Edit. Cívicas. Ma 25 URBANISMO 26 URBANISMO 2 EL SOPORTE NORMATIVO DE LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y EL URBANISMO EN ESPAÑA* 1. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL URBANISMO Aunque el Tribunal Constitucional no los distinga con la suficiente precisión, se puede afirmar que hay dos conceptos de ordenación del territorio, que deben ser deslindados para plantear correctamente la cuestión: En sentido amplio, la ordenación del territorio es la "política" (o, más bien el conjunto de políticas) conducente al equilibrio de las condiciones de vida en todas las partes del territorio En sentido estricto, la ordenación del territorio se identifica con una competencia específica, aunque de alcance general u horizontal, que corresponde a las Comunidades Autónomas. Ahora bien, esta competencia de ordenación del territorio está condicionada, por arriba por las que corresponden al Estado y, por abajo, por el respeto a la autonomía de las Corporaciones locales. La ordenación del territorio como título competencial es, pues, en sustancia, una competencia de coordinación, que corresponde a las Comunidades Autónomas, si bien tiene como límite el respeto a las competencias estatales y a la autonomía local garantizada en la Constitución. 2. 2.1. LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO LA ORDENACIÓN URBANÍSTICA COMO FUNCIÓN PÚBLICA En el derecho positivo español la expresión "ordenación urbanística" se utiliza en una doble acepción: 27 URBANISMO a) en sentido amplio, se identifica con la actividad urbanística en su conjunto que llevan a cabo los poderes públicos; b) en un sentido más estricto, se refiere sólo a una parte de esa actividad, consistente en el planeamiento urbanístico, mediante el que se lleva a cabo la ordenación del uso de los terrenos y construcciones. 2.2. COMPETENCIAS EN MATERIA DEORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y URBANÍSTICAS DEL ESTADO, DE LAS COMUNICADES AUTÓNOMAS Y DE LAS ENTIDADES LOCALES. En un intento de síntesis se puede trazar el siguiente esquema de distribución competencial: El Estado es competente para: o Regular las condiciones básicas del estatuto de la propiedad (derechos y deberes básicos) y o Ejercer las competencias sectoriales con incidencia territorial que le corresponden (carreteras y ferrocarriles, puertos y aeropuertos, defensa nacional, etc.). • Las Comunidades Autónomas: o Regulan la ordenación del territorio y el urbanismo con plenitud de competencia legislativa (planeamiento, gestión, disciplina, intervención en el mercado inmobiliario y estatuto de la propiedad con sujeción a las condiciones básicas marcadas por el Estado). o Ejercen una acción directa sobre el territorio en ejercicio de sus competencias de ordenaciones del mismo, urbanísticas y sectoriales con incidencia territorial. 28 URBANISMO • Los Municipios: o Son competentes para establecer, en su ámbito, el modelo territorial a través del planeamiento general, cuya aprobación definitiva, sin embargo, no les corresponde. o Aprobar (incluso definitivamente) el planeamiento de desarrollo (planes parciales, especiales y otros instrumentos), para asumir su ejecución o controlarla (en los supuestos de gestión privada) y para velar por el respeto a la legalidad en todos los actos de edificación o uso del suelo (disciplina urbanística), otorgando las licencias necesarias e imponiendo, en su caso, las correspondientes sanciones. o La distribución competencial se concreta en el siguiente cuadro, que refleja las facultades normativas de cada una de las tres esferas territoriales. • Legislación estatal o De aplicación directa: Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana de 26 de junio de 1992: preceptos no declarados inconstitucionales por la STC 61/1997 ni derogados por la Ley 6/98 Real Decreto 1093/1997, de 4 de julio, sobre inscripción en el Registro de la Propiedad de actos de naturaleza urbanística Leyes sectoriales con incidencia urbanística (Carreteras, Costas, Aguas, Puertos, Patrimonio Histórico, etc.) o De aplicación supletoria: Texto Refundido de la Ley del Suelo de 9 de abril de 1976 29 URBANISMO Reglamento de Planeamiento Urbanístico, de 23 de junio de 1978 Reglamento de Gestión Urbanística, de 25 de agosto de 1978 Reglamento de Disciplina Urbanística, de 23 de junio de 1978 Legislación autonómica • Leyes de urbanismo de las Comunidades Autónomas • Reglamentos en materia urbanística • Legislación sectorial con incidencia urbanística (patrimonio histórico, carreteras, puertos, etc.) Las leyes autonómicas más importantes, por su carácter general, son las siguientes: - Andalucía: Ley 1/1994, de 11 de enero, de ordenación del territorio Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de ordenación urbanística Ley 13/2005, de 11 de noviembre de Medidas para la Vivienda Protegida y el suelo - Aragón: Ley 11/1992, de 24 de noviembre, de Ordenación del Territorio Ley 5/1999, de 25 de marzo, Urbanística 30 URBANISMO Ley 7/1998, de 16 de julio, por la que se aprueban las Directrices de Ordenación territorial - Asturias: Ley 1/1987, de 30 de marzo, de Coordinación y Ordenación Territorial Ley 3/2002, de 19 de abril, de Régimen del Suelo y Ordenación Urbanística (modificada por Ley 2/2004). Ley 3/1990, de 20 de diciembre, sobre edificación y usos en el medio rural. Ley 2/2004, de 29 de octubre, de Medidas Urgentes en materia de suelo y vivienda. - Canarias: Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Ordenación del Territorio y Espacios Naturales Protegidos - Cantabria: Ley 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo - Castilla-La Mancha: Ley 2/1998, de 4 de junio, de Ordenación del Territorio y de la actividad urbanística (modificada por Ley 1/2003) - Castilla y León: Ley 10/1998, de 5 de diciembre, de Ordenación del Territorio Ley 5/1999, de 8 de abril, de Urbanismo (modificada por Ley 10/2002) - Cataluña: Ley 23/1983, de 21 de noviembre, de Política Territorial 31 URBANISMO Ley 2/2002, de 14 de marzo, de Urbanismo de Cataluña - Extremadura: Ley 15/2001, de 14 de diciembre, del Suelo y Ordenación Territorial - Galicia: Ley 9/2002, de 30 de diciembre, de ordenación urbanística y protección del medio rural (modificada por Ley 15/2004) - Islas Baleares: Ley 10/1990, de 23 de octubre, de disciplina urbanística Ley 6/1997, de 8 de julio, del suelo rústico Ley 6/1999, de 3 de abril, de Directrices de Ordenación Territorial y Medidas Tributarias Ley 9/1999, de 6 de octubre, de medidas cautelares y de emergencia relativas a la Ordenación del Territorio y el Urbanismo Ley 14/2000, de 21 de diciembre, de ordenación territorial - Madrid Ley 9/2001, de 17 de julio, del Suelo Ley 2/2005, de 12 de abril, de modificación de la Ley 9/2001 - Murcia Ley 1/2001, de 24 de abril, del Suelo de la Región de Murcia (modificada por Ley 2/2004) - Navarra Ley foral 35/2002, de 20 de diciembre, de ordenación del Territorio y Urbanismo 32 URBANISMO - País Vasco Ley 4/1990, de 31 de mayo, sobre Ordenación del Territorio Ley 5/1998, de medidas urgentes en materia de Régimen del Suelo y Ordenación Urbana - La Rioja Ley 10/1998, de 2 de julio, de Ordenación del Territorio y Urbanismo - Valencia Ley 6/1989, de 7 de julio, de Ordenación del Territorio Ley 4/1992, de 5 de junio, sobre suelo no urbanizable Ley 6/1994, de 15 de noviembre, reguladora de la actividad urbanística Normativa municipal Normas urbanísticas de los planes Ordenanzas municipales sobre edificación y uso del suelo COMENTARIO FINAL Las dudas surgidas en los primeros años de vigencia de la Constitución de 1978 sobre la delimitación de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas en materia de urbanismo han sido resueltas por el TC en un sentido netamente favorable a estas últimas, haciendo obligatoria la existencia de una legislación urbanística completa en el ámbito de cada una de ellas. Al margen de las analogías y diferencias que puedan existir entre dichas legislaciones, el resultado es la fragmentación o atomización de la legislación en esta materia, que se acentuará, previsiblemente, en los próximos años. 33 URBANISMO Ante esta situación, han empezado a surgir voces partidarias de la "armonización" de la legislación urbanística para reconducir a la unidad el sistema normativo. Sin embargo, esa posibilidad parece muy remota, no sólo por razones jurídicas derivadas de la jurisprudencia constitucional, sino también por evidentes condicionamientos políticos, que hacen seguramente irreversible la revisión del reparto competencial. Desde el fracasado intento de la LOAPA no ha habido ni una sola iniciativa de ley de armonización y, desde luego, no parece probable que esa iniciativa se produzca en un ámbito que las Comunidades Autónomas consideran propio, con sólidas razones. BIBLIOGRAFÍA VARIOS AUTORES. Siglo y medio de urbanismo en España. Ciudad y Territorio. Estudios Territoriales, nº 107-108. Edit. Ministerio de Fomento, Madrid 1996. VARIOS AUTORES. Manual de Urbanismo. Edit. Instituto Nacional de Administración Pública, Madrid 2001. VARIOS AUTORES. El nuevo marco legal del urbanismo. Documentación Administrativa, nº 252-253, septiembre 1998-abril 1999. PÉREZ ANDRÉS, A.A. La ordenación del territorio en el Estado de las autonomías. Edit. Marcial Pons, Madrid 1998. MENÉNDEZ REXACH, ÁNGEL. Coordinación de la ordenación del territorio con políticas sectoriales que inciden sobre el medio físico. Documentación Administrativa nº 230-231, 1992, pág. 229 y ss. ENÉRIZ, J. Y OTROS. Comentario a la Ley de régimen del suelo y valoraciones. Edit. Aranzadi, Pamplona, 1999. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, TOMAS RAMÓN. Manual de derecho urbanístico, 16ª. Edit. El Consultor, Madrid 2001. SANTOS DIEZ, RICARDO Y CASTELAO, JULIO. Derecho urbanístico. Manual para juristas y técnicos. Edit. Publicaciones Abella, Madrid 2001. HILDENBRAND SCHEID, ANDREAS, Política de ordenación del territorio en Europa. Edit. Universidad de Sevilla, Consejería de Obras Públicas y Transportes, Sevilla, 1996. 34 URBANISMO 3 RÉGIMEN URBANÍSTICO DE LA PROPIEDAD DEL SUELO* 1. EL DERECHO DE PROPIEDAD Y SU FUNCIÓN SOCIAL EN LA CONSTITUCIÓN DE 1978 1.1 DELIMITACIÓN DEL CONTENIDO DE LOS DERECHOS Y EXPROPIACIÓN EN EL ART. 33 En este precepto aparecen los elementos básicos para la configuración constitucional de la propiedad (y demás derechos de contenido patrimonial). En síntesis, son: No hay derechos ilimitados, porque su contenido tiene unos límites derivados de la función social, que están llamados a cumplir. Esos límites se definen por el legislador ordinario o por disposiciones reglamentarias, "de acuerdo con las leyes". Sin embargo, la delimitación del contenido de esos derechos no puede suponer la privación del derecho mismo, salvo que medie la correspondiente indemnización. En caso contrario, se vulneraría la garantía expropiatoria del art. 33.3. Partiendo de estos datos constitucionales, el problema estriba en determinar cuándo la imposición de límites al derecho de propiedad está justificada por la función social de este derecho y cuándo constituye una privación del mismo que debe ser indemnizada El art. 33 de la Constitución, tras reconocer "el derecho a la propiedad privada y a la herencia" (apartado 1), marca sus límites con el criterio de la función social: "la función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes" (apartado 2). El esquema se cierra con la garantía expropia- 35 URBANISMO toria, que protege los bienes y derechos de contenido patrimonial frente a eventuales intentos de despojo o confiscación: "nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto en las leyes" (apartado 3). En este precepto aparecen los elementos básicos para la configuración constitucional de la propiedad (y demás derechos de contenido patrimonial). En síntesis, son: No hay derechos ilimitados, porque su contenido tiene unos límites derivados de la función social, que están llamados a cumplir. Esos límites se definen por el legislador ordinario o por disposiciones reglamentarias, "de acuerdo con las leyes". Sin embargo, la delimitación del contenido de esos derechos no puede suponer la privación del derecho mismo, salvo que medie la correspondiente indemnización. En caso contrario, se vulneraría la garantía expropiatoria del art. 33.3. Partiendo de estos datos constitucionales, el problema estriba en determinar cuándo la imposición de límites al derecho de propiedad está justificada por la función social de este derecho y cuándo constituye una privación del mismo que debe ser indemnizada. Trazar la línea divisoria entre lo que es delimitación del contenido de los derechos patrimoniales (no indemnizable, en cuanto define su contenido "normal") y lo que constituye una privación del derecho mismo (indemnizable, por tratarse de una expropiación) es tarea no siempre fácil, que ha ocupado en bastantes ocasiones al Tribunal Constitucional. 2. 2.1. DERECHOS Y DEBERES DE LOS PROPIETARIOS RÉGIMEN DEL SUELO URBANO En esta clase de suelo se atribuye a los propietarios el derecho a completar la urbanización y a edificar en los siguientes términos: "Los propietarios de suelo urbano tienen el derecho a completar la urbanización de los terrenos para que adquieran la condición de solares y a edificar 36 URBANISMO éstos en las condiciones que en cada caso establezca la legislación urbanística y el planeamiento" (art. 13) En contrapartida, se les imponen los siguientes deberes (art. 14): En suelo urbano consolidado por la urbanización: ¾ Completar a su costa la necesaria para que los terrenos alcancen la condición de solar ¾ Edificarlos en plazo si se encuentran en ámbitos para los que así se haya establecido (por lo que, en otro caso, ese deber no existe, lo que supone una notable diferencia con la legislación anterior, conforme a la cual el deber de edificar en plazo se imponía con carácter general: art. 20.1.e. TR92). ¾ En estos suelos no existe deber de cesión alguna de terrenos para dotaciones públicas (aunque podría vincularse al deber de completar la urbanización, como hacen algunas leyes autonómicas, que imponen, al menos, el deber de ceder los terrenos necesarios para viales) ni tampoco, en principio, limitación del aprovechamiento urbanístico correspondiente a los propietarios En suelo urbano no consolidado: ¾ Costear y, en su caso, ejecutar la urbanización. ¾ Ceder a la Administración (la legislación autonómica suele puntualizar que "al Ayuntamiento") los terrenos destinados a viales, espacios libres, zonas verdes y dotaciones públicas de carácter local, así como el suelo necesario para la ejecución de los sistemas generales que el planeamiento haya incluido en el ámbito correspondiente a efectos de gestión. ¾ Ceder a la Administración actuante el suelo correspondiente al diez por ciento, como máximo, del aprovechamiento del correspondiente ámbito. El carácter "máximo" de este porcentaje es acorde con la doctrina del TC. El matiz más importante es que la legislación autonómica "podrá reducir la participación de la Administración actuante en las cargas de urbanización que correspondan a dicho suelo". Pero la mayor parte de las leyes autonómicas no "reducen" sino que eliminan pura y simplemente esa participación, exigiendo que los terrenos se cedan ya urbanizados. ¾ Proceder a la distribución equitativa de los beneficios y cargas del planeamiento con anterioridad al inicio de la ejecución material del mismo. El texto de la Ley apunta a la necesaria existencia de unida- 37 URBANISMO des de ejecución (o como se quieran llamar) en esta clase de suelo, aunque, lógicamente, no puede imponerla. ¾ Edificar los solares en plazo en el supuesto antes señalado, es decir, cuando se encuentren en ámbitos para los que el planeamiento así lo haya establecido. En resumen, en los suelos urbanos no consolidados el repertorio de deberes es muy semejante al que se establece para el suelo urbanizable (y también al de la legislación de 1990-92, con el matiz de la no obligatoriedad general de edificar en plazo). 2.2. 1º. RÉGIMEN DEL SUELO URBANIZABLE DERECHOS Los propietarios de estos suelos tendrán los siguientes derechos (art. 15): Usar, disfrutar y disponer de ellos, conforme a su naturaleza rústica. Pero si ya está incluido en sectores o ámbitos para su desarrollo, sólo se permiten usos provisionales, que no estén expresamente prohibidos por la legislación urbanística o sectorial ni por el planeamiento general. Estas autorizaciones se otorgan en precario por lo que habrán de cesar sus efectos (con las demoliciones pertinentes) sin indemnización alguna, cuando lo acuerde la Administración urbanística (art. 17). A promover su transformación, instando de la Administración la aprobación del correspondiente planeamiento de desarrollo, de conformidad con lo que establezca la legislación urbanística. Las condiciones de ejercicio de ese derecho se remiten íntegramente a la legislación autonómica, tras la declaración de inconstitucionalidad del art. 16.1 por la STC 164/2001 y su nueva redacción introducida por la Ley 10/2003, antes citada. En caso de transformación, no se prejuzga la modalidad de ejecución (gestión o ejecución de la urbanización por iniciativa pública o privada). La determinación de la modalidad de ejecución corresponde también a la legislación autonómica, como explica con más detalle a continuación. 2º. DEBERES 38 URBANISMO Son, en sustancia, los mismos que en el TR 92, con la importante diferencia de que su cumplimiento (obligatorio) no es determinante de la adquisición de las facultades: Ceder los terrenos destinados a dotaciones públicas (art. 18.1 y 2) Costear y, en su caso, ejecutar las infraestructuras de conexión con los sistemas generales exteriores y, también en su caso, las obras necesarias para la ampliación o refuerzo de dichos sistemas (art. 18.3) Ceder a la Administración actuante el suelo correspondiente al diez por ciento, como máximo, del aprovechamiento del sector o ámbito de que se trate (art. 18.4) Proceder a la distribución equitativa de los beneficios y cargas del planeamiento, con anterioridad al inicio de la ejecución material del mismo (art. 18.5) Costear o ejecutar la urbanización del sector (art. 18.5) En relación con estos deberes, hay que dar por reproducidas las consideraciones que antes se hicieron sobre los correspondientes al suelo urbano y añadir que la referencia a la obligación de costear las conexiones con las redes exteriores de servicios es consecuencia de la posibilidad de urbanizar en cualquier ámbito, por alejado que esté de los núcleos existentes, en virtud de la nueva concepción del suelo urbanizable. 2.3. RÉGIMEN DEL SUELO NO URBANIZABLE Respecto de esta clase de suelo, la Ley 6/98 mantiene los preceptos básicos del TR92, cuya conformidad constitucional fue respaldada por la STC 61/1997. En síntesis, el esquema es el siguiente: Los propietarios tienen derecho a usar, disponer y disfrutar de sus terrenos de conformidad con la naturaleza de los mismos y con obligación de destinarlos a los fines que justifican esta clasificación (art. 20.1, párrafo primero). El régimen de usos dependerá, pues, íntegramente, de lo que establezca la legislación autonómica. Excepcionalmente, y de acuerdo con el procedimiento y los términos que establezca la legislación autonómica, se podrán autorizar actuaciones específicas de interés público, salvo en los suelos no urbanizables por razones de protección de sus valores (art. 20.1, párrafo segundo). Por consiguiente, parece que estas actuaciones sólo serán autorizables en los sue- 39 URBANISMO los declarados no urbanizables por su inadecuación para un desarrollo urbano. En otras palabras, aunque el precepto citado excluye sólo los supuestos previstos en el art. 9.1, también hay que entender excluidos, a mi juicio, los del 9.2 en que la clasificación como no urbanizable se fundamente en la protección de los valores mencionados en el 9.1. Si esta interpretación es correcta, sólo queda la posibilidad de autorizar estas actuaciones (que pueden ser de gran impacto, como pone de relieve la legislación autonómica sobre proyectos de interés regional y otras figuras similares en SNU) en terrenos inadecuados para un desarrollo urbano, pero, como esta posibilidad ha desaparecido tras la reforma introducida por el Real Decreto-Ley 4/2000, no está nada clara la compatibilidad de esa previsión con los nuevos criterios de clasificación del SNU. Se prohíben las parcelaciones urbanísticas y los fraccionamientos de cualquier tipo en contra de lo establecido en la legislación agraria, forestal o de similar naturaleza, en términos análogos a los TR92 (art. 20.2 de la nueva Ley). 2.4. 1º. DEBERES GENERALES DE USO, CONSERVACIÓN Y REHABILITACIÓN CONSIDERACIONES GENERALES Además de los deberes básicos vinculados al proceso urbanizador y edificatorio, el derecho positivo vigente impone a los propietarios el deber de conservar las edificaciones en las debidas condiciones, así como el de rehabilitarlas, en su caso, y destinarlas en todo momento a los usos permitidos por el planeamiento. Esta otra faceta de la función social de la propiedad inmobiliaria está mucho menos regulada y estudiada que la relativa a la urbanización y edificación, pero su importancia práctica es cada vez mayor, habida cuenta de la necesidad creciente de mantener en buen estado el patrimonio inmobiliario existente, sin perjuicio de que se sigan produciendo nuevos desarrollos urbanísticos, cuya justificación no siempre resulta evidente. En otras palabras, parece llegado el momento de poner el acento en la rehabilitación y la renovación urbana, más que en el ensanche o extensión de los núcleos existentes, que ha sido hasta ahora la perspectiva predominante en la legislación y el planeamiento urbanístico en España. En esta materia, como en todas las que afectan a la propiedad urbana, hay que partir del reparto competencial entre el Estado y las Comunidades Autónomas, correspondiendo a aquél, como ya hemos visto, la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio del derecho de propiedad (art. 149.1.1ª de la Constitución). La reducción al mínimo de la competencia estatal se observa con especial nitidez 40 URBANISMO en relación con los deberes de conservación de que aquí vamos a ocuparnos, porque el legislador estatal se limita a enunciarlos con un carácter meramente "principal", sin precisión alguna sobre su contenido y límites, que quedan remitidos a la legislación autonómica. La referencia a ésta resulta, pues, obligada, para tener una idea del alcance de estos deberes, si bien aquí nos limitaremos a poner de relieve algunos aspectos de esa legislación, a título meramente ejemplificativo. Conviene tener en cuenta que los deberes de conservación y rehabilitación, en cuanto se inserten en un proceso de renovación o remodelación urbana, pueden quedar vinculados a los deberes básicos que se imponen en el proceso urbanizador y edificatorio. En la medida en que esas operaciones suponen una "reurbanización", el tratamiento que reciben en el derecho positivo vigente es el mismo que el de los nuevos desarrollos urbanos, como se verá inmediatamente. Aquí nos ocuparemos del régimen general de estos deberes y, en especial, de las modalidades de su cumplimiento desde la perspectiva de la gestión urbanística. Se deja al margen, el régimen de inmuebles o espacios urbanos declarados bienes de interés cultural (BIC), que tienen una regulación específica, contenida en la legislación estatal y autonómica del patrimonio histórico, cuyo estudio será objeto de otras ponencias. 2º. LEGISLACIÓN ESTATAL La regulación básica de estos deberes se contiene en el art. 19 de la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y valoraciones, según el cual: "1. Los propietarios de toda clase de terrenos y construcciones deberán destinarlos a usos que no resulten incompatibles con el planeamiento urbanístico y mantenerlos en condiciones de seguridad, salubridad y ornato. Quedarán sujetos igualmente al cumplimiento de las normas sobre protección del medio ambiente y de los patrimonios arquitectónicos y arqueológicos y sobre rehabilitación urbana. 2. El coste de las obras necesarias en virtud de lo dispuesto en el número anterior se sufragará por los propietarios o por la Administración, en los términos que establezca la legislación aplicable". 41 URBANISMO Este artículo reproduce casi literalmente lo que ya establecía el art. 21 del Texto Refundido de 1992, que fue declarado conforme a la Constitución por la STC 61/1997, antes citada, por considerar que formaba parte de las condiciones básicas de ejercicio del derecho de propiedad. En el mismo sentido, el art. 245. 1 del propio Texto Refundido, también declarado conforme a la Constitución, establece que "los propietarios de terrenos, urbanizaciones de iniciativa particular y edificaciones deberán mantenerlos en las condiciones y con sujeción a las normas señaladas en el art. 21.1". Por su parte el art. 246.2, también salvado del naufragio de la STC, puntualiza que: "Las obras se ejecutarán a costa de los propietarios si se contuvieren en el límite del deber de conservación que les corresponde, y con cargo a fondos de la Entidad que lo ordene cuando lo rebasare para obtener mejoras de interés general". Estos dos preceptos del TR92 están vigentes al no haber sido derogados por la Ley 6/98 (cfr. su disposición derogatoria). Esta regulación, de aplicación directa por su carácter básico, ha de completarse con la contenida en el TR 76, de recuperada vigencia, en virtud de la repetida STC, si bien de aplicación meramente supletoria, en defecto de legislación propia de la Comunidad Autónoma. Conforme a su art. 181.2: "Los Ayuntamientos y, en su caso, los demás Organismos competentes ordenarán, de oficio o a instancia de cualquier interesado, la ejecución de las obras necesarias para ejecutar aquellas condiciones". Esta es la base legal para que la Administración exija, coactivamente, el cumplimiento de los deberes de conservación, sin perjuicio de que los propietarios impugnen el contenido de estas órdenes, si consideran que excede de su deber de conservación. Quizá la principal deficiencia imputable a la legislación estatal en la materia que nos ocupa es que no distingue con precisión entre los deberes de conservación y rehabilitación, dando la impresión de que éste forma parte de aquél cuando la realidad es que lo excede en muchos casos y, en particular, cuando su cumplimiento supone, en rigor, la obligación de incorporarse a un nuevo proceso urbanizador y edificatorio, como ocurre en las operaciones integradas de remodelación o rehabilitación urbana. 3º OBLIGATORIEDAD EN TODAS LAS CLASES DE SUELO 42 URBANISMO Como ha podido comprobarse, la Ley 6/98 impone los deberes de conservación en todas las clases de suelo ("toda clase de terrenos y construcciones"), de modo que el cumplimiento de estos deberes es exigible con carácter general, sin que sirva de excusa la inclusión en alguna categoría que impida la transformación urbanística (en concreto, la de suelo no urbanizable o rústico). El cumplimiento de este deber se puede llevar a cabo: de forma individual, voluntaria o imperativamente, a consecuencia de órdenes de ejecución de forma colectiva, en el seno de una unidad de ejecución o ámbito de gestión delimitado para hacer efectivo el principio de equidistribución. Esta modalidad se utilizará en los supuestos de remodelación o renovación de espacios urbanos y, por lo tanto, sólo es aplicable, en principio, en suelo urbano y, en particular, en la categoría de no consolidado, como se verá con más detalle a continuación. Únicamente en esta segunda modalidad es cuando tienen incidencia los instrumentos de gestión urbanística, ya que la efectividad del cumplimiento de los deberes legales de rehabilitación exigirá un proceso de ejecución del planeamiento que se instrumente mediante alguno de los sistemas de actuación. En cambio, en los supuestos de cumplimiento individual no será necesario, en general, el recurso a un instrumento de gestión. Una posible excepción sería la delimitación de una unidad de ejecución discontinua, en la que se incluyeran una serie de actuaciones individuales, que dejarían de serlo, al convertirse en sistemática la actuación. BIBLIOGRAFÍA VARIOS AUTORES. El nuevo marco legal del urbanismo. Documentación Administrativa, nº 252-253, septiembre 1998-abril 1999 (artículos de J. García-Bellido, F. Perales, J.R. Parada, J.M. Baño, A. Menéndez, L. Parejo, L. Morell, A. Blasco y otros). ENÉTIZ J. Y OTROS. Comentario a la Ley de régimen del suelo y valoraciones. Edit. Aranzadi. Pamplona 1999. SANTOS DIEZ RICARDO Y CASTELAO JULIO. Derecho urbanístico. Manual para juristas y técnicos. Edit. Publicaciones Abella. Madrid 2001. 43 URBANISMO TEJEDOR BIELSA J.C. Propiedad, perecuación y urbanismo. Hacia un nuevo modelo de urbanismo. Edit. Aranzadi. Pamplona 1998. MENÉNDEZ REXACH ÁNGEL. Aplicación inmediata y diferida de la nueva Ley sobre régimen del suelo y valoraciones. Justicia Administrativa, nº 1, octubre 1998, pág. 23 y ss. MERELO ABELA JOSÉ MANUEL. Régimen jurídico y gestión del suelo urbano y urbanizable. Legislación estatal y autonómica. Edit. CISS Praxis. Madrid 2000. 44 URBANISMO 4 1. 1.1 PLANEAMIENTO GENERAL* EL SISTEMA DE PLANEAMIENTO CONCEPTO La normativa urbanística en la actualidad se sustenta en el concepto de plan. Sus conceptos básicos pretenden definir el marco general que permite la redacción y posterior desarrollo de un conjunto de acciones sobre el territorio. Este conjunto de acciones, prohibiciones y obligaciones, esencia del plan, deben redactarse, en cada territorio concreto, para actuar sobre una gran variabilidad de situaciones reales, en consecuencia la normativa urbanística tiene por objetivos su aplicación a casos concretos y su capacidad para ordenar adecuadamente las distintas situaciones existentes. Por otra parte el plan debe observar unos contenidos básicos que son los previstos por la legislación urbanística. Las acciones y determinaciones del plan deben sujetarse a ciertas reglas y condiciones establecidas en la legislación y en el planeamiento de rango superior, en su caso. Estas reglas y condiciones hacen posible la existencia de un marco de seguridad jurídica para los distintos agentes que intervienen en el proceso urbanístico (Administraciones, propietarios de suelo, promotores, técnicos, etc.). Como resumen puede indicarse que la ordenación urbanística esta formada por la legislación, urbanística y sectorial, y un conjunto de planes que las desarrollan y pormenorizan. El sistema de planeamiento tradicional en España prevé una primera división en función del territorio a ordenar y una segunda más relacionada con la intensidad o detalle de las determinaciones establecidas. 1.2. LOS NIVELES DEL PLANEAMIENTO El marco legal, Texto Refundido de 1976, y reglamentario, Reglamento de Planeamiento de 1978, establecen la denominada “cascada” o jerarquía del planeamiento en el cual los planes situados “más arriba” prevalecen sobre los planes localizados en la parte inferior. Los tres niveles de la administración española, Estado Central, Comunidades Autónomas y Administración Local, establecen los tres niveles de planificación básicos a los que puede añadirse un nivel provincial de carácter subsidiario: 45 URBANISMO Nivel Estatal. Desaparecida la figura del Plan Nacional de Ordenación, nunca tramitado, como consecuencia de la Sentencia del Tribunal Constitucional de 1997, que consideró competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas la planificación territorial, la competencia del Estado para formular instrumentos de Planificación ha quedado reducida a la planificación sectorial (Plan Hidrológico Nacional, Plan Director de Infraestructuras etc.…) Nivel Autonómico. Planes, Directrices, Estrategias e instrumentos de Ordenación del Territorio establecidos por la legislación específica de cada Comunidad Autónoma y eventualmente, (y con carácter supletorio en aquellas Comunidades Autónomas que no hayan desarrollado leyes de Ordenación del Territorio) los Planes Directores Territoriales de Coordinación. Los Planes Territoriales de este nivel autonómico no son instrumentos de planeamiento urbanístico si bien este deberá acomodar sus determinaciones a lo que en aquellos se establezca. La Ordenación del Territorio de las Comunidades Autónomas puede abarcar la totalidad de la misma, parte de su ámbito territorial, aspectos sectoriales y actuaciones “aisladas” de interés para la Comunidad. Nivel Provincial. Normas Subsidiarias de ámbito provincial, o figuras equivalentes de la legislación autonómica, con un carácter de auténticos instrumentos de ordenación urbanística. Sólo son de aplicación, en municipios que carezcan de planeamiento general, de ahí su carácter subsidiario. Son adecuadas para municipios que no presentan problemas urbanísticos y sus determinaciones se refieren sustancialmente al suelo urbano y al suelo no urbanizable. Nivel Local. Planeamiento general y planeamiento o instrumentos de desarrollo del mismo. El Planeamiento general municipal comprende los Planes Generales de Ordenación Urbana y las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal (“sustituto” del Plan General para municipios que no tengan problemas urbanísticos significativos). Los Proyectos de Delimitación de Suelo Urbano, con o sin ordenanzas, carecen de carácter de ordenación integral de un municipio si bien pueden considerarse instrumentos urbanísticos. El planeamiento o instrumentos de desarrollo del planeamiento general lo constituyen los Programas de Actuación Urbanística, Planes Parciales, Planes Especiales, Estudios de Detalle, Proyectos de Urbanización y los Catálogos (Estos planes e instrumentos de desarrollo constituyen la materia propia del Temas quinto y octavo. Planeamiento de desarrollo y urbanización respectivamente). 46 URBANISMO 2. PLANES URBANÍSTICOS. EL PLANEAMIENTO MUNICIPAL En la tradición española la planificación y más concretamente la planificación urbanística ha sido una competencia claramente municipal. Ha existido un cierto control o tutela de esta competencia municipal, de intensidad muy variable en distintas épocas, por parte de administraciones de rango superior (el Estado Central, las Diputaciones Provinciales, etc.). Esta larga y consolidada tradición ha potenciado las figuras de planeamiento que abarcan un término municipal, los Planes Generales de Ordenación Urbana y las Normas Subsidiarias Municipales, que coinciden con el ámbito de competencias de cada Ayuntamiento. La complejidad de los procesos urbanos en los últimos años, las consecuencias en los municipios colindantes de la ordenación de un municipio concreto, el carácter supramunicipal de las comunicaciones, equipamientos y servicios urbanos, son, entre otras, la justificación de la conveniencia de la planificación de nivel superior al estrictamente municipal. Desde el año 1956, año de aprobación de la primera ley de naturaleza claramente urbanística, las sucesivas leyes urbanísticas y sus reformas han considerado el planeamiento municipal como una pieza clave e imprescindible para su desarrollo. En el apartado anterior se han citado los planes y otros instrumentos urbanísticos que se explican de manera pormenorizada, a excepción del planeamiento general, en el tema quinto, Planeamiento de desarrollo. 3. EL PLANEAMIENTO GENERAL De la totalidad de planes e instrumentos de carácter municipal, ya comentados en el apartado anterior, es el planeamiento general el de mayor trascendencia y complejidad. El planeamiento general se distingue nítidamente del planeamiento del desarrollo por ordenar de manera integral un término municipal. El Plan General de Ordenación Urbana es el instrumento más característico del planeamiento general. Las denominaciones del Plan General pueden variar de unas Comunidades Autónomas u otras, por ejemplo Plan de Ordenación Municipal en Castilla-La Mancha ó Plan Municipal en Navarra. 47 URBANISMO Las Normas Subsidiarias de Planeamiento municipal constituyen otro instrumento de planeamiento general. Por su naturaleza cabe considerarlas como “sustituto” del Plan General y en segundo lugar, tras el Plan General, por su importancia técnica pero en primer lugar por el número de municipios dotados de ellas. Las Normas Subsidiarias de Planeamiento municipal han desaparecido de la legislación urbanística de algunas comunidades autónomas, Galicia y Navarra por ejemplo, y pueden considerarse en decadencia ya que la legislación urbanística autonómica tiende a asimilarlas con el Plan General. Las Normas Complementarias de Planeamiento no pueden, por su naturaleza de complementarias, sustituir al Plan General pero si pueden regular aspectos no contemplados o insuficientemente desarrollados por el Plan General. Las Normas Complementarias de Planeamiento, por carecer de capacidad para ordenar de manera integral un municipio, no pueden considerarse en sentido estricto planeamiento general. Su contenido formal, determinaciones y alcance son muy variables pero en cualquier caso deben establecer su ámbito de aplicación, fines y objetivos y relación con el Plan General al que complementen. Carecen de la capacidad de modificar la clasificación del suelo o de modificar las determinaciones establecidas por el Plan General. Los Proyectos de Delimitación de Suelo Urbano carecen del carácter de ordenación integral de un municipio y en consecuencia no pueden considerarse figuras de planeamiento general. Son en realidad instrumentos de clasificación del suelo aún en el caso en que incluyan ordenanzas de edificación en suelo urbano. Su función básica es delimitar los terrenos que se consideran suelo urbano de manera que el resto del término municipal son clasificados automáticamente como suelo no urbanizable. Además de esta función básica de clasificación del suelo, exclusivamente en suelo urbano y suelo no urbanizable, pueden incluir alineaciones y ordenanzas de edificación en suelo urbano. Las leyes urbanísticas autonómicas han establecido instrumentos que “sustituyen” o desplazan los Proyectos de Delimitación de Suelo Urbano. Por ejemplo la Ley del Suelo de Galicia establece los Proyectos de Ordenación del Medio Rural que clasifican el suelo en suelo urbano, suelo de núcleo rural y suelo no urbanizable; la ley de Castilla-La Mancha establece los Planes de Delimitación del Suelo Urbano que, además de la clasificación del suelo en urbano y rústico, deben definir la ordenación estructural de todo el municipio y la ordenación de detalle en suelo urbano. Si bien desde el punto de vista técnico pueden considerarse un instrumento “menor” han sido, y aún son importantes ya que el número de municipios con Proyectos de Delimitación de Suelo Urbano es muy superior, aunque estos municipios sean los de menor población, al número de municipios con Plan General o Normas Subsidiarias. 48 URBANISMO Dedicaremos la mayor atención en este tema al Plan General de Ordenación Urbana al ser el instrumento más complejo, y el que incluye la totalidad de las técnicas o “herramientas” de planeamiento, y, en el apartado 6, señalaremos las particularidades o especialidades de las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal tomando como referencia el Plan General. 4. REDACCIÓN Y TRAMITACIÓN 4.1. INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS Los instrumentos de planeamiento, sea este planeamiento general o de desarrollo, precisan seguir un procedimiento para su formulación, tramitación y aprobación. El procedimiento para la formulación, tramitación y aprobación de los instrumentos de planeamiento establecidos en la legislación estatal (Ley de 1976, Reglamento de Planeamiento, Ley de 1992 y Ley de 1998) son en su mayoría de carácter supletorio frente a los establecidos, o que se establezcan en el futuro, por la legislación de cada Comunidad Autónoma. Los conceptos a los que se hace mención en este apartado son: Formulación. Hace referencia al ejercicio de la potestad para iniciar la elaboración de un instrumento de planeamiento y tramitación de un documento ya redactado. La formulación del planeamiento general corresponde, en la mayoría de los casos, al Ayuntamiento. Elaboración o redacción. Ambos conceptos hacen referencia al conjunto de trabajos que permiten disponer del documento adecuado al instrumento de planeamiento. La redacción del planeamiento general formulado por un Municipio puede realizarse por los servicios técnicos y jurídicos de dicho Municipio ó encargarse, directamente o por concurso a un facultativo competente (lo más frecuente es, en este caso, y por la complejidad y carácter pluridisciplinar del equipo que deberá redactar el documento, encargar la realización de los trabajos a un equipo redactor externo al Ayuntamiento). Tramitación. Hace referencia a las distintas fases procedimentales que permitan la aprobación definitiva desde el momento en que se dispone de un documento elaborado. La formulación y tramitación del planeamiento general responden, de acuerdo con la legislación estatal, supletoria de las Comunidades Autónomas, al siguiente esquema: 49 URBANISMO ¾ Acuerdo de formulación ¾ Redacción o elaboración del documento. (Que puede incluir la redacción de Avances y su sometimiento a Información Pública). ¾ Aprobación inicial ¾ Información pública ¾ Aprobación provisional ¾ Aprobación definitiva ¾ Publicación 4.2. TRAMITACIÓN Y APROBACIÓN DEL PLANEAMIENTO GENERAL Se analizarán, a continuación, las diferentes fases del procedimiento conforme lo establecido por la legislación estatal. Se reitera aquí que las Comunidades Autónomas son competentes, y la mayoría ya ha ejercido esta competencia, para regular una parte sustancial del procedimiento. (Se exceptúan de esta competencia algunos aspectos importantes como por ejemplo la publicación de los instrumentos de planeamiento que se regulan en la Ley del Suelo de 1992). Las fases del procedimiento son: Actos preparatorios a la redacción. El Ayuntamiento puede abrir un periodo previo de información pública para recoger sugerencias en relación con la conveniencia y oportunidad de formular nuevo planeamiento, aspectos de carácter general en relación con los elementos básicos del Plan, etc. Igualmente los Ayuntamientos pueden elaborar avances previos que pudieran servir como orientación futura. Estos actos preparatorios, que tienen sentido en el planeamiento general de grandes ciudades, son potestativos. Acuerdo de formulación. El Ayuntamiento Pleno, en la mayoría de los casos, deberá adoptar un acuerdo de formulación. Simultáneamente puede procederse a una suspensión previa de licencias en áreas determinadas o para usos concretos para evitar la consolidación de situaciones contrarias al nuevo planeamiento que se formula. El uso de esta suspensión previa de licencias debe ser considerado tras una reflexión profunda, y sólo en el caso de que se tenga una relativa certeza de que el planeamiento se modificará sustancialmente en áreas concretas, ya que el plazo tempo- 50 URBANISMO ral de la misma puede condicionar, reduciéndolo, el plazo de suspensión automático de licencias posterior a la aprobación inicial. Redacción-Elaboración. Como ya se ha indicado la redacción del planeamiento general podrá ser encomendada a los técnicos de la Corporación o a los que se designe bien directamente o bien mediante el correspondiente concurso. En este periodo, cuando los trabajos de redacción hayan adquirido un grado de desarrollo suficiente que permita establecer los criterios, objetivos y soluciones generales del planeamiento, podrá procederse a la exposición pública del Avance de Planeamiento para que puedan presentarse alternativas y sugerencias. En numerosas leyes urbanísticas de las Comunidades Autónomas la exposición publica del Avance de Planeamiento es obligatoria. Una vez consideradas las alternativas y sugerencias planteadas al Avance de planeamiento se redacta el documento de planeamiento general para su posterior tramitación. Tramitación. Una vez redactado el documento de planeamiento general procede iniciar la tramitación administrativa del mismo. Las fases fundamentales son: ¾ Aprobación Inicial. El Organismo o Entidad que procedió a la formulación del planeamiento general, normalmente el Ayuntamiento, realizará la aprobación inicial mediante acuerdo adoptado conforme a la normativa específica. Simultáneamente se realizará la suspensión automática de licencias de edificación, parcelación de terrenos y demoliciones en todas aquellas áreas en que las determinaciones urbanísticas establecidas en el plan inicialmente aprobado sean disconformes con las que establecía el planeamiento general preexistente. El anuncio del acuerdo municipal por el que se somete a información pública el plan inicialmente aprobado debe incluir el correspondiente a la suspensión de licencias con expresión detallada de las áreas afectadas. Previa la aprobación inicial existe la obligación de recabar determinados informes específicos de carácter sectorial a los organismos con competencia (Carreteras, Costas, etc.) como consecuencia de la legislación sectorial. ¾ Información Pública. El objetivo de este periodo de información pública es que los ciudadanos puedan conocer el plan inicialmente aprobado y puedan presentar las alegaciones que consideren adecuadas. El plazo mínimo es de un mes contado a partir de la publicación del acuerdo en un periódico, de los de mayor circulación en la provincia, y en el Boletín Oficial que corresponda (Boletín Oficial de la 51 URBANISMO Comunidad si el planeamiento general corresponde a capitales de provincia o ciudades del más de 50.000 habitantes ó Boletín Oficial de la Provincia en el resto de casos). Este periodo de Información pública permite realizar el trámite de Audiencia a Organismos de las Administraciones Públicas e Instituciones. ¾ Aprobación Provisional. Concluido el periodo de Información pública y una vez emitidos los informes técnicos y jurídicos pertinentes la Corporación deberá tomar acuerdo expreso en relación con las alegaciones de manera pormenorizada para cada una de ellas. El documento de planeamiento general inicialmente aprobado con las modificaciones consecuencia de las alegaciones que se estimen se someterá a aprobación provisional por el mismo Organismo o Entidad, normalmente el Ayuntamiento, que procedió a su aprobación inicial. Si las modificaciones realizadas en el documento tuvieran carácter sustancial deberá repetirse el trámite de información pública. ¾ Aprobación Definitiva. Una vez el planeamiento general se apruebe provisionalmente deberán recabarse los informes específicos, tanto urbanísticos como sectoriales, a las administraciones competentes. El Plan, provisionalmente aprobado, junto con los informes emitidos deberán elevarse al órgano competente de la Comunidad Autónoma par su aprobación definitiva. El órgano autonómico competente deberá considerar únicamente la adecuación a la Ley del planeamiento y su respeto a los intereses generales y supralocales. El órgano autonómico podrá aprobar el Plan, denegar su aprobación (cuando el documento no cumpla la Ley ó se presenten conflictos entre administraciones ó el plan vulnere los intereses supramunicipales) y suspender, total o parcialmente su aprobación, si el plan presenta defectos subsanables. Todas las modificaciones que se realicen en el trámite de aprobación definitiva, bien como consecuencia de los informes emitidos, bien por el propio acuerdo de aprobación definitiva deberán incluirse en el documento de planeamiento general obteniéndose el Texto Refundido. 4.3. PUBLICIDAD, ENTRADA EN VIGOR Y EFECTOS DE LA APROBACIÓN Todos los instrumentos de planeamiento, y los planes generales entre ellos, para ser ejecutivos precisan de su publicación. El acuerdo de aprobación, por parte del órgano autonómico con competencias, deberá publicarse en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma. La publicación del acuerdo de aprobación, que deberá realizarse por el órgano autonómico que realizó la misma, no es suficiente y la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local exige la publicación de las Normas Urbanísticas 52 URBANISMO y Ordenanzas en el Boletín Oficial que corresponda. Aprobado definitivamente el Plan General y publicados el acuerdo y las Normas Urbanísticas se inicia la vigencia del mismo que será indefinida. Tras su entrada en vigor el Plan General empieza a desplegar todos sus efectos. Los efectos de la vigencia de los instrumentos de planeamiento, y en este caso del Plan General, son fundamentalmente los siguientes: Ejecutividad Obligatoriedad de su cumplimiento tanto para las Administraciones Públicas como para las particulares Declaración de la utilidad pública y necesidad de ocupación en las expropiaciones. La aprobación de los Planes Generales es el acto que implica la declaración formal de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos a los efectos de expropiación o, en su caso, imposición de servidumbres. Publicidad. La totalidad de los instrumentos de planeamiento, y el Plan General entre ellos, son públicos en su totalidad al igual que los acuerdos que a los mismos se refieren y podrán ser consultados por cualquier persona. El derecho de consulta, de los documentos debidamente diligenciados, se hará efectivo en los locales que el Ayuntamiento, y en los horarios que este establezca. Deber de información. Las Comunidades Autónomas deben regular el deber de información desde los Ayuntamientos al resto de las Administraciones del contenido del planeamiento general aprobado. 5. DETERMINACIONES Y DOCUMENTACIÓN 5.1. INTRODUCCIÓN La documentación propia de un Plan General es consecuencia de sus características. Las características fundamentales, y en muchos aspectos propias y diferenciadoras del planeamiento de desarrollo, son: Es un instrumento de ordenación integral del territorio casi siempre coincidente con un término municipal (Si bien la Ley contempla la relación de un Plan General para viarios términos municipales esta posibilidad es escasamente utilizada). 53 URBANISMO Establece los sistemas generales de comunicaciones, espacios libres y equipamiento comunitario que constituyen elementos básicos de la estructura general. Clasifica la totalidad de los terrenos del término municipal en suelo urbano, en sus dos categorías de consolidado y no consolidado, suelo urbanizable, en sus dos categorías de sectorizado y no sectorizado y no urbanizable. Esta clasificación permite establecer el régimen urbanístico de los terrenos. Califica el suelo estableciendo el uso de cada uno de los terrenos del término municipal. Así se establece, en función de la clase y categoría, el uso, la tipología edificatoria, las condiciones de edificabilidad, etc. La clasificación y calificación del suelo concretan el contenido del derecho de propiedad y el destino de la totalidad de los terrenos de cada municipio. A través de dichas técnicas, clasificación y calificación, se establecen las determinaciones de la ordenación con un diferente grado de concreción y detalle en función de la clase de suelo a las que hagan referencia: En el suelo urbano la ordenación establecida por el Plan General debe, salvo excepciones para aquellas áreas remitidas a planeamiento especial, ser pormenorizada incluyendo una regulación detallada de los usos del suelo y de la edificación mediante las correspondientes Ordenanzas o normas zonales, señalamiento de alineaciones y rasantes, detalle de las redes de servicios urbanos. En suelo urbano, salvo en las áreas ya citadas y remitidas a planeamiento especial posterior, el Plan General es el instrumento de planeamiento suficiente para su ejecución. En el suelo urbanizable la ordenación establecida incluye la delimitación de los ámbitos, o las condiciones para su delimitación, las condiciones para su desarrollo y los sistemas generales precisos. Para la ejecución de las determinaciones establecidas por el plan se requiere la redacción y aprobación de un planeamiento de desarrollo, concretamente de un Plan Parcial, que detalle y pormenorice la ordenación global establecida por el Plan General. En el suelo no urbanizable la ordenación establecida por el Plan General, salvo excepciones para aquellas áreas en que deban redactarse y aprobarse Planes Especiales en esta clase de suelo, debe establecer las categorías y la regulación pormenorizada de los usos y edificaciones permitidas. El Plan General es en suelo no urbanizable, salvo en las áreas ya citadas, instrumento de planeamiento suficiente. Para los sistemas generales que, en función de la legislación autonómica, pueden incluirse, adscribirse o no incluirse en ninguna clase de suelo, el 54 URBANISMO Plan General puede contener las determinaciones precisas para su desarrollo ó, por el contrario, contemplar la necesidad de redactar y aprobar un Plan Especial con anterioridad a su ejecución. 5.2. DETERMINACIONES Recordado, una vez más, que el contenido de la documentación y las determinaciones del Plan General serán, en cada Comunidad Autónoma, los establecidos en su respectiva legislación. Las determinaciones que por planes generales deben establecer pueden dividirse, a efectos didácticos, entre determinaciones de carácter general y determinaciones específicas o propias de cada clase y, en su caso, categoría de suelo. Las determinaciones de carácter general, independientes de la clasificación del suelo, son: Clasificación del suelo en las clases y categorías establecidas por la Ley 6/1998 o en las clases equivalentes establecidas por la legislación autonómica. Calificación del suelo estableciéndose su destino. Delimitación de las áreas de reparto de cargas y beneficios, o ámbitos análogos establecidos por la legislación autonómica, y fijación de los correspondientes aprovechamientos de referencia (aprovechamientos tipo, aprovechamientos medios, etc.) que permitan calcular el aprovechamiento que corresponde a los propietarios de suelo. Definición de los sistemas generales del municipio (comunicaciones, espacios libres y equipamientos) y de las infraestructuras generales de urbanización. Establecimiento de las medidas de protección del medio ambiente, el patrimonio histórico y cultural, paisaje etc. Régimen jurídico aplicable al planeamiento vigente y a la edificación existente, estableciendo el régimen transitorio. Circunstancias para la futura revisión del Plan General. Determinaciones específicas en suelo urbano: 55 URBANISMO Delimitación de su perímetro, o perímetros cuando existan varios núcleos urbanos, diferenciando las áreas del suelo urbano consolidado de aquellas que deban clasificarse como suelo urbano no consolidado. Señalamiento de las áreas sujetas a reforma interior que requieran la formulación de un Plan Especial estableciendo los perímetros, objetivos que se proponen y, al menos, los usos e intensidades de los mismos. Asignación de usos pormenorizados a las diferentes zonas con definición detallada del destino de los terrenos incluidos en cada una de las citadas zonas. Delimitación de los espacios libres y zonas verdes destinadas a parques y jardines públicos y zonas deportivas. Emplazamiento para las dotaciones y servicios urbanos reservados para templos, centros docentes, asistenciales, etc. Indicando su carácter público o privado. Detalle de la red viaria con previsión de aparcamientos públicos y privados. Alineaciones y rasantes. Detalle de las redes (abastecimiento, saneamiento, energía eléctrica, etc.). Determinaciones específicas en suelo urbanizable delimitado o con condiciones de desarrollo establecidas (precisa este suelo para su desarrollo la pormenorización de su ordenación a través de un Plan Parcial): División del suelo urbanizable en sectores o criterios para su ulterior división en sectores. Establecimiento de usos globales e intensidades de cada zona, o criterios adecuados para su definición. Usos incompatibles en cada zona. Determinación del aprovechamiento (tipo, medio, etc.) de cada ámbito. Sistemas generales de comunicación, espacios libres y equipamientos. Esquema, o trazado de los elementos fundamentales, de las redes de servicios (abastecimiento, saneamiento, energía eléctrica, etc.) Condiciones para el desarrollo. Características técnicas y magnitudes mínimas para la formulación de propuestas de ordenación (En el caso de que el suelo urbanizable no incluyera la delimitación de sectores). 56 URBANISMO Determinaciones específicas en suelo urbanizable no delimitado o sin condiciones para su desarrollo. Ámbitos del término municipal así clasificados (en este caso la transformación de este suelo se regula en la legislación urbanística autonómica). Determinaciones específicas en suelo no urbanizable: Régimen de protección y conservación de los elementos naturales, construcciones etc. Delimitación de las distintas áreas que deban ser objeto de protección. Definición del concepto de núcleo de población. Usos, instalaciones y edificaciones permitidas en esta clase de suelo. Normativa de adaptación de las construcciones al medio. 5.3. DOCUMENTACIÓN Las determinaciones se estructuran en una serie de documentos, escritos y / o gráficos, constitutivos del Plan General. La documentación integrante de los Planes Generales esta constituida por: Memoria de Información y estudios complementarios Planos de Información Memoria Descriptiva y Justificativa Planos de Ordenación Normas Urbanísticas Programa de Actuación Estudio Económico y Financiero La Memoria de Información y estudios complementarios deberá considerar todos aquellos aspectos que puedan condicionar o determinar el uso del territorio, y en todo caso los siguientes: 57 URBANISMO Planeamiento vigente con anterioridad. Resultado del trámite de participación pública en el proceso de elaboración del Plan. Características naturales del territorio como las geológicas, topográficas, climáticas y otras. Aprovechamiento de que sea susceptible el territorio, desde el punto de vista agrícola, forestal, ganadero, cinegético, minero y otros. Usos a que el terreno esté destinado, edificaciones e infraestructuras existentes en el mismo. La diferente aptitud de los terrenos para su utilización urbana. Señalamiento de los valores paisajísticos, ecológicos, urbanos e históricos y artísticos, existentes en el ámbito territorial del Plan. Análisis de la posible incidencia de la legislación específica del patrimonio histórico-artístico y de la de carácter protector en materia de espacios naturales, montes, costas, aeropuertos, cauces públicos, embalses y defensa nacional, y cualquier otra del mismo carácter que sea de aplicación en el territorio objeto del Plan. Características de la población asentada sobre el territorio, sus condiciones económicas y sociales y las previsiones de su evolución. Obras programadas y política de inversiones públicas que pueden influir en el desarrollo urbano, la planificación económica y social y, en su caso, en el Plan Director Territorial de Coordinación o en la planificación territorial, así como las de cualquier otro plan o proyecto de los órganos de la Administración del Estado, o de los entes locales, o institucionales, que tengan relación con el territorio objeto de planeamiento. Los Planos de Información se realizarán a escala adecuada y reflejarán la situación del territorio a que se refieran en orden a sus características naturales y usos del suelo, con especial mención de los aprovechamientos agrícolas, forestales, ganaderos, cinegéticos, extractivos y otros; infraestructura y servicios existentes, con indicación de su estado, capacidad y grado de utilización; y expresión del suelo ocupado por al edificación. Asimismo habrán de formularse, a escala adecuada, los planos que sean precisos para expresar pormenorizadamente el estado actual del suelo urbano en cuanto a su perímetro y a las características de las obras de urbanización y de las edificaciones existentes. 58 URBANISMO La Memoria Descriptiva y Justificativa establecerá las conclusiones de la información urbanística que condicionen la ordenación del territorio, analizará las distintas alternativas posibles y justificará el modelo elegido, las determinaciones de carácter general y las correspondientes a los distintos tipos y categorías de suelo. Se referirá a los siguientes extremos. Justificación de la conveniencia y oportunidad de su formación. Objetivos y criterios ponderando las diferentes alternativas contempladas de la ordenación del territorio. Examen y análisis ponderando de las diferentes alternativas contempladas. Justificación del modelo de desarrollo elegido y descripción de la ordenación propuesta. Justificación razonada del sistema de ponderación empleado para la elección de los parámetros aplicables en la obtención de los aprovechamientos (tipo, medio etc.) También se especificarán las circunstancias en relación con la revisión del Plan. Los Planos de Ordenación serán, al menos, los siguientes: Para todo el territorio comprendido en su ámbito y a escala conveniente: ¾ Plano de clasificación del suelo, con expresión de las superficies asignadas a cada una de las clases y categorías del mismo. ¾ Plano de estructura orgánica del territorio, con señalamiento de los sistemas generales. ¾ Plano de usos globales previstos para los distintos tipos de categorías de suelo. Para el suelo urbano, y a escala mínima 1/2.000 los necesarios para recoger gráficamente las determinaciones ya relacionadas en esta clase de suelo. La práctica urbanística tradicional incluye las citadas determinaciones en, generalmente, los siguientes planos: ¾ Plano de delimitación con indicación de las dos categorías, suelo urbano consolidado y no consolidado, calificación y pormenorización de terrenos destinados a espacios libres y equipamientos ¾ Plano de gestión ¾ Plano de red viaria alineaciones y rasantes. 59 URBANISMO ¾ Planos de las redes de abastecimiento, saneamiento, energía eléctrica, etc. Para el suelo urbanizable, y a escala mínima 1/5.000, los necesarios, en cada categoría de esta clase de suelo, para recoger gráficamente las determinaciones ya relacionadas para esta clase de suelo. La práctica urbanística tradicional incluye las citadas determinaciones en, generalmente, los siguientes planos: ¾ Plano de delimitación de ámbitos, sectores de planeamiento parcial en la categoría de delimitado, sistemas generales ¾ Plano de gestión ¾ Para el suelo no urbanizable, planos a escala conveniente, con expresión de las distintas categorías ¾ Las Normas Urbanísticas diferenciarán el tratamiento aplicable a las distintas clases y categorías de suelo: En el suelo urbano las Normas Urbanísticas tendrán el carácter de Ordenanzas de la Edificación y Uso del Suelo y contendrán la reglamentación detallada del uso pormenorizado, volumen y condiciones higiénico-sanitarias de los terrenos y construcciones, así como las características estéticas de la ordenación, de la edificación y de su entorno. En el suelo urbanizable delimitado las Normas Urbanísticas, además de regular en concordancia con las calificaciones de suelo establecidas en los planos de ordenación, el régimen general de cada uno de los distintos usos de suelo y la edificación, establecerán las características de los sistemas generales incluidos en esta categoría de suelo y las exigencias mínimas en lo referente a infraestructuras y servicios, a que se ha de ajustar el desarrollo de los Planes Parciales o, en su caso, de los Planes Especiales. En el suelo no urbanizable las Normas Urbanísticas reflejarán la regulación de las determinaciones ya citadas para esta clase de suelo. El Programa de Actuación o documento similar previsto por la legislación urbanística autonómica, establecerá: Los objetivos, directrices y estrategia de desarrollo y ejecución del Plan General a largo plazo. Las precisiones concernientes a la ejecución de los sistemas generales en la totalidad del municipio, y de los sistemas locales en suelo urbano con la asignación de los mismos a los agentes públicos o privados. 60 URBANISMO La programación, en su caso, o el orden de prioridades para el desarrollo del Plan General. Los plazos, en su caso, a los que han de ajustarse las actuaciones previstas. El Estudio Económico Financiero o documento equivalente establecido por la legislación urbanística autonómica, establecerá: La evaluación económica de la ejecución de las obras de urbanización correspondientes a la estructura general y orgánica del territorio y de los servicios urbanos correspondientes al suelo urbanizable. La evaluación económica de la ejecución de las obras de urbanización y servicios en suelo urbano. La determinación del carácter público o privado de las inversiones a realizar en ejecución de las precisiones del Plan General señalando los Organismos o Entidades públicas que asumen la inversión. 6. LAS NORMAS SUBSIDIARIAS DE PLANEAMIENTO MUNICIPAL En el origen, Ley sobre Régimen del Suelo de 1976, las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal tenían un carácter subsidiario, de ahí su nombre, para suplir temporalmente al Plan General. El Reglamento de Planeamiento, y posteriormente la Ley sobre Régimen del Suelo de 1992, las considerarán como instrumentos de planeamiento general con el mismo rango que el Plan General. Esta “evolución” de las Normas Subsidiarias, en un principio con un carácter claramente subsidiario como ya se ha explicado, hacia la “categoría” del Plan General ha sido conformada por la propia Ley estatal de 1998. En efecto tras esta Ley la “devaluación” del Programa ha aproximado todavía más ambas figuras de planeamiento general. Hasta 1998 si algún rasgo diferenciaba claramente al Plan General de las Normas Subsidiarias este era el de la programación, exclusiva del Plan General. La ya mencionada “devaluación” del programa, o de la programación en general, de la Ley de 1998 ha supuesto, de hecho, una mayor identificación entre las determinaciones contenidas en ambas figuras de planeamiento general. 61 URBANISMO La importancia cuantitativa de las Normas Subsidiarias en el pasado reciente ha sido elevada ya que el número de municipios con Normas Subsidiarias siempre ha sido muy superior al número de municipios que disponen el Plan General. La diferencia fundamental, y tradicional, entre las Normas Subsidiarias y el Plan General ha sido la ausencia de una programación de las acciones que sí incluía el Plan General y de la que carecían las Normas Subsidiarias. Era el documento de Programa de Actuación, y el análisis financiero del Estudio Económico y Financiero, del Plan General el que establecía la “diferencia” con las Normas Subsidiarias que, o bien carecían de él, o bien se limitaban al establecimiento de prioridades. Esta “ausencia” de programación alcanzaba la propia clasificación del suelo. Así en Plan General el suelo urbanizable se subdividía en programado y no programado y en las Normas Subsidiarias el suelo urbanizable recibía la denominación de suelo apto para urbanizar. La ley estatal de 1998 ha suprimido estas categorías. BIBLIOGRAFÍA ACOSTA BONO Y BURRACO BARRERA. Glosario básico de la ordenación urbanística y territorial. Edit. Instituto Andaluz de Administración pública. Sevilla, 1998. VARIOS AUTORES. Complemento del Curso sobre las figuras de planeamiento y su gestión. Edit. COAM. Madrid 1982. VARIOS AUTORES. Curso de especialización de arquitectos municipales. Edit. COAM. Madrid 1991. VARIOS AUTORES. Curso de especialización en planeamiento y gestión. Edit. COAM. Madrid 1987. ESTEVEZ GOYTRE, RICARDO. Manual práctico de planeamiento urbanístico, (Adaptado a la Sentencia 61/1997, de 20 de marzo, del Tribunal Constitucional). Edit. Comases. Granada, 1998. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, TOMAS RAMÓN. Manual de Derecho Urbanístico, 13ª edición. Edit. Publicaciones Abella, El Consultor. Madrid, 1998. 62 URBANISMO MOYA GONZÁLEZ, LUIS. La práctica del planeamiento urbanístico. Edit. Síntesis. Madrid, 1994. ORTEGA GARCÍA, ÁNGEL. Derecho urbanístico estatal (después de la Ley 6/98, de 13 de abril, de 1998). Edit. Montecorvo. Madrid, 1998. PORTO REY, ENRIQUE. Incidencia práctica de la nueva Ley en los instrumentos de planeamiento y de equidistribución en los períodos general y transitorio. Revista de Derecho Urbanístico 161. Edit. Montecorvo. Madrid 1998. SANTAMERA SÁNCHEZ, JUAN. Introducción al Planeamiento Urbano, 2ª edición. Edit. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid, 1998. SANTOS DIEZ Y CASTELAO RODRÍGUEZ, Derecho Urbanístico Manual para Juristas y Técnicos 4ª edición. Edit. El Consultor de los Ayuntamientos. Madrid, 2001. 63 URBANISMO EXPLICACIÓN DE LOS ANEXOS La mayor dificultad de un curso no presencial, como es este, surge cuando se pretende mostrar planeamiento ya redactado. Un tema como el presente de planeamiento general necesita de un complemento práctico que ilustre la parte teórica. El mejor complemento es sin ninguna duda el análisis de los distintos documentos escritos y gráficos del planeamiento general. Este análisis es el que se pretende pueda realizar el alumno a partir de los contenidos de los anexos. La primera dificultad aparece cuando se pretende encajar la abundantísima y extensa documentación de un Plan General, o de unas Normas Subsidiarias, en el “reducido” espacio virtual disponible. Esta circunstancia ha obligado a realizar una selección de los contenidos de manera que de los documentos escritos se incluye, en general, sólo su índice y de los documentos gráficos, planos fundamentalmente, sólo se incluyen algunos de ellos y no íntegros sino solamente alguna de sus hojas. Por último advertir que en ocasiones los documentos se han tomado de Planes Generales redactados y tramitados con legislaciones urbanísticas, estatales o autonómicas anteriores a las hoy vigentes. RELACIÓN DE ANEXOS Anexo I Índice de un avance de planeamiento Anexo II Índice de una memoria de información Anexo III Relación de planos de información Anexo IV Índice de una memoria Anexo V Relación de planos de ordenación 64 URBANISMO Anexo VI Índice de unas normas urbanísticas Anexo VII Índice de un programa de actuación Anexo VIII Índice de un estudio económico y financiero Anexo IX Plano de clasificación de la totalidad de un municipio Anexo X Plano de estructura general y orgánica Anexo XI Plano de clasificación, calificación y regulación del suelo y la edificación en suelo urbano. Red viaria, alineaciones y rasantes Anexo XII Plano de gestión del suelo urbano Anexo XIII Plano de delimitación de ámbitos de suelo urbanizable (incluye estructura general y orgánica del suelo urbanizable y usos globales) Anexo XIV Plano de gestión de suelo urbanizable Anexo XV Plano de categorías del suelo no urbanizable Anexo XVI Ejemplos de ordenanzas o normas zonales en suelo urbano Anexo XVII Ejemplos de fichas de áreas de ordenación en suelo urbano apr, api, apes, … Anexo XVIII Ejemplos de fichas ámbitos de gestión en suelo urbano Anexo XIX Ejemplos de fichas de sectores en suelo urbanizable 65 URBANISMO 66 URBANISMO 5 1. PLANEAMIENTO DE DESARROLLO* PLANEAMIENTO PARCIAL, DETERMINACIONES Y TRAMITACIÓN 1.1 EL PLAN PARCIAL DE ORDENACIÓN. CONCEPTO, OBJETO Y CONTENIDO El Plan Parcial de Ordenación es la figura de planeamiento encargada de ordenar detallada, y pormenorizadamente cada sector de nuevo desarrollo, establecido por el planeamiento de nivel general. Las determinaciones mínimas que el planeamiento superior al que desarrolla (Plan General o Normas Subsidiarias en su caso) debe establecer para la formulación, tramitación y redacción del Plan Parcial de Ordenación son: en primer lugar la delimitación exacta y precisa de su ámbito y en segundo lugar el uso o usos globales del suelo que deben implantarse así como la cuantificación de éstos, para lo que se utiliza normalmente el concepto de edificabilidades máximas o densidades máximas. Además y dado que el ámbito contemplado por el planeamiento superior, al que desarrolla el Plan Parcial, es mayor lo que permite una visión de conjunto de la ordenación, es frecuente que también se indiquen al Plan Parcial otra serie de determinaciones obligatorias que debe cumplir. Estas otras determinaciones de ordenación que se prescriben habitualmente al Plan Parcial estarán relacionadas con la compatibilización, coordinación y conexión de la ordenación de éste, con la que el planeamiento general contemple para otros sectores, o con su conexión con la estructura de los sistemas generales existentes o que este previsto ejecutar. También el planeamiento general, es usual que haga algún tipo de referencia a criterios de ordenación y diseño interiores al sector, bien con carácter indicativo, bien con carácter obligatorio. Generalmente, las determinaciones correspondientes a cada sector, que debe ser desarrollado mediante un Plan Parcial, vienen resumidas por el Plan General o Normas Subsidiarias de Planeamiento, en una ficha o conjunto de fichas en las que se suele incluir la información gráfica correspondiente: delimitación, conexiones con los sistemas generales, esquema básico de ordenación. El Plan Parcial de Ordenación, pues, debe desarrollar estas determinaciones generales, realizando la ordenación y el diseño completo y detallado de este fragmento urbano, disponiendo, por tanto, el sistema viario, las zonas donde deberá situarse la edificación, para alojar a los diferentes usos y equipamientos, los espacios libres, etc.. En este sentido, el artículo 83 del Texto Refundi* Redacción original de D. Juan A. Santamera Sánchez 67 URBANISMO do, relativo al contenido que deben tener los Planes Parciales, dispone que los Planes Parciales de Ordenación contengan las siguientes determinaciones: a) Asignación y ponderación relativa de los usos pormenorizados y tipologías edificatorias para el cálculo del aprovechamiento tipo que corresponde al sector que desarrolla. b) Delimitación de las zonas en que se divide el territorio ordenado por razón de los usos y tipologías edificatorias y, en su caso, la división en unidades de ejecución. c) Señalamiento de reservas de terrenos para parques y jardines, zonas de recreo y expansión en proporción adecuada a las necesidades colectivas. Conforme al Reglamento de Planeamiento de 1978 (que no será de aplicación en las Comunidades Autónomas con Reglamento propio o en el supuesto de que la Ley autonómica estableciera otros estándares) la superficie destinada a dichas reservas, será como mínimo de 18 metros cuadrados por vivienda o por cada 100 metros cuadrados de edificación residencial si no se hubiera fijado expresamente el número de viviendas que se pudieran construir. Esta reserva no podrá ser inferior al 10 por 100 de la total superficie ordenada, cualquiera que sea el uso al que se destinen los terrenos y la edificación y habrá de establecerse con independencia de las superficies destinadas en el Plan General a espacios libres o zonas verdes para parques de sistema general. Las superficies mínimas señaladas en este apartado deberán ser de dominio y uso público. d) Fijación de reservas de terrenos para centros culturales y docentes, conforme al Reglamento de Planeamiento de 1978 (en las Comunidades Autónomas con Reglamento propio o en el supuesto de que la Ley autonómica estableciera otros estándares serán de aplicación estos) en la proporción mínima de 10 metros cuadrados por vivienda o por cada 100 metros cuadrados de edificación residencial, si no se hubiera determinado expresamente el número de viviendas que se debieran construir, agrupados según los módulos necesarios para formar unidades escolares completas. e) Emplazamientos reservados para templos, centros asistenciales y sanitarios y demás servicios de interés público y social. f) Emplazamiento y características de la red de comunicaciones propias del sector y de su enlace con el sistema general de comunicaciones previsto en el Plan General de Ordenación, con señalamiento de alineaciones, rasantes y zonas de protección de toda la red viaria y previsión de aparcamientos en la proporción mínima de una plaza por cada 100 metros cua- 68 URBANISMO drados de edificación (también este estándar solo será de aplicación en ausencia de regulación autonómica). g) Características y trazado de las galerías y redes de abastecimiento de agua, alcantarillado y energía eléctrica y de aquellos otros servicios que en su caso, prevea el plan. h) Evaluación económica de la implantación de los servicios y de la ejecución de las obras de urbanización. i) Plan de etapas para el desarrollo de las determinaciones del Plan, en el que se incluya la fijación de los plazos para dar cumplimiento a los deberes de cesión, equidistribución y urbanización, en las unidades de ejecución que comprenda el sector, y de solicitar licencia de edificación una vez adquirido el derecho al aprovechamiento urbanístico. Respecto de las dotaciones señaladas en las letras c), d) y e), el Plan Parcial de Ordenación expresará su carácter público o privado con observancia, en su caso, de los mínimos públicos requeridos. La densidad resultante en el sector no podrá ser superior a 75 viviendas por hectárea aunque en casos excepcionales el órgano competente de la respectiva Comunidad Autónoma, podrá autorizar densidades de hasta 100 viviendas por hectárea, cuando las circunstancias urbanísticas de la localidad lo aconsejen. 1.2. METODOLOGÍA PARA SU ELABORACIÓN El Plan Parcial de Ordenación tiene como objeto, como hemos visto en el epígrafe anterior, la ordenación y el diseño detallado, completo y pormenorizado de un sector, generalmente vacante -vacío-, de nuevo desarrollo urbano. Esta ordenación puede dividirla a efectos meramente analíticos y conceptuales en dos partes claramente diferenciadas, aunque íntimamente relacionadas al tratarse de una ordenación unitaria. Por un lado deberá realizarse la ordenación del interior del ámbito o sector y por otro la conexión o enlace de esta ordenación con los elementos exteriores: zonas urbanas o urbanizables colindantes, elementos de la estructura general, etc. En ocasiones esta conexión o compatibilización de la pieza urbanizable a ordenar, con su "entorno" habrá sido obligada o sugerida por el propio Plan General, debiendo ser garantizada, de no ser así, por la ordenación prevista en el Plan Parcial,...derivándose en cualquier caso de esta integración del nuevo fragmento urbano con su entorno una serie de condicionantes para la ordenación interior del sector, que será necesario observar para la realización de una correcta y adecuada ordenación. Por tanto, metodológicamente, cabe dividir en dos grandes apartados los estudios previos o la recogida de información previa, 69 URBANISMO que es preciso reunir, antes de proceder a realizar la ordenación objeto del Plan Parcial. El primer apartado, que podría denominarse: conexiones y condicionantes del entorno, deberá contemplar una serie de aspectos, que dada la gran variedad de circunstancias que pueden darse, deben ser considerados solo a título ilustrativo, sin que se persiga agotar ni mucho menos la materia, con lo que digamos a continuación. Quizás una de las primeras cuestiones a considerar sea la relativa a garantizar la continuidad de la red viaria y de las mallas y tramas urbanas. Otro aspecto puede ser el relativo a obtener del entorno algún tipo de criterio, para la localización de los usos dotacionales en el interior de nuestro sector, de forma que se complementen lo mejor posible con los existentes o inexistentes en nuestro entorno. En relación con las infraestructuras urbanas debemos estudiar en íntimo contacto con las compañías suministradoras, desde que puntos o a que puntos podemos acometer de las redes generales existentes. También puede ser útil estudiar los tipos de edificación y modulaciones de las ordenaciones colindantes, por si se considerara preciso mantener alguna de ellas. O si se decide utilizar otras nuevas, quizás sea conveniente utilizar algunas zonas en el interior de nuestro ámbito para producir una transición gradual, con consideración especial en el tratamiento de los bordes. El segundo apartado debe referirse a los estudios o información precisa sobre el interior de nuestro ámbito. La información primera de que es preciso disponer es la relativa a la topografía del terreno; a sus características geotécnicas y edafológicas; a los usos y actividades que se realizan actualmente en los terrenos; a las instalaciones, edificaciones o vegetación que puedan existir; a las infraestructuras de todo tipo que atraviesan su subsuelo; a los tendidos aéreos que discurren por él, a las afecciones que puedan derivarse de la proximidad de cauces, carreteras, o cualquier otro tipo de instalación interior o exterior al ámbito, por ejemplo concesiones de explotación de yacimientos minerales, de áridos o de tierras; a la estructura existente de la propiedad del suelo; a los caminos, vías pecuarias o caminos rurales que lo atraviesan, así como a cualquier otro aspecto que pueda ser de interés para la ordenación que haya de establecerse. Toda esta información siguiendo el criterio de economía y utilidad, que debe presidir su recogida, debe disponerse, si no lo está ya, sobre la cartografía adecuadamente preparada, a la escala que sea conveniente utilizar y actualizada en aquellos elementos que sea preciso. La escala o escalas más frecuentes para situar y contextualizar el ámbito de la ordenación serán 1:25000, 1:10000, o 1:5000 y las utilizadas para la ordenación y para la recogida de información interior al ámbito son, según su extensión 1:5000, 1:2000, o 1:1000. Normalmente la cartografía disponible será además necesario prepa- 70 URBANISMO rarla, dejando vacío el ámbito sobre el que vaya a disponerse la nueva, ordenación -interior-, o dejando solamente aquella información que se considere necesaria, sin que interfiera ni dificulte la lectura de la ordenación que se proponga. Al tiempo que se va obteniendo, elaborando y analizando esta información, se pueden ir realizando en paralelo los primeros tanteos necesarios para el predimensionamiento de la ordenación, a partir de los datos de la ficha del Plan General y del cumplimiento de los estándares de reservas para usos dotacionales de obligado cumplimiento (sean estos los del Reglamento de Planeamiento o los establecidos por la normativa autonómica). De esta forma tendremos una primera aproximación a las superficies totales que hay que distribuir en el ámbito para usos dotacionales y espacios libres. Si además consideramos una estimación de la superficie que ha de ocupar el viario, por ejemplo, el 15 ó 25 %, tendremos una primera idea de la superficie que quedará disponible para la edificación. Si sobre esta superficie suponemos diversas hipótesis de ocupación y por tanto de espacios libres privados que pueden dejarse, manejando diversas hipótesis sobre alturas de la edificación, iremos entrando, poco a poco, en la consideración de los elementos que debemos utilizar hasta llegar a establecer el diseño y ordenación definitivas. La realización de estos tanteos y predimensionamientos probablemente nos permitirán plantear algunas opciones sobre la ordenación que sea posible realizar y descartar otras. Por ejemplo, según la magnitud de la superficie, que sea preciso reservar para espacios libres podremos considerar su distribución en una o varias superficies, distribuidas equilibradamente por todo el ámbito e incluso establecer una cierta jerarquía y gradación de estos espacios, o sí, por ejemplo, la superficie de espacios libres privados que resulta es reducida, deberemos quizás descartar totalmente una ordenación en manzana cerrada, ya que posiblemente no podamos obtener unos patios de manzana suficientemente grandes o si la edificabilidad del espacio comercial es suficiente para cubrir determinada parte de la edificación en planta baja, planteándose la conveniencia de acomodarla o no, en un espacio o varios espacios edificados exclusivos, o si será preciso en función del número de aparcamientos necesarios disponerlos en playas de estacionamiento, fuera del viario. Antes todavía de proceder a plasmar alguna de estas ideas en el plano o mejor en el croquis de la ordenación, será conveniente decidir algunas cuestiones relativas a los tipos y dimensiones de las manzanas que vamos a utilizar o sobre los tipos, jerarquía y secciones de viario que puedan derivarse de unas ciertas previsiones de tráfico o de ordenación o si queremos conseguir zonas exentas de tráfico rodado o de coexistencia, o sobre si vamos a utilizar una o varias tipologías edificatorias y sobre como las vamos a combinar. 71 URBANISMO A partir de este momento estamos ya en condiciones de combinar los condicionantes o criterios para la ordenación derivados del entorno, con los condicionantes y criterios de ordenación extraídos del estudio del interior del ámbito, con los condicionantes o criterios deducidos del predimensionamiento y con los criterios propios que deseemos implantar en la ordenación, iniciando de esta forma un proceso que será preciso ir ajustando y modificando gradualmente hasta llegar al diseño y ordenación definitivas. 1.3. PRECISIÓN SOBRE EL CONTENIDO Y CONFIGURACIÓN DOCUMENTAL DEL PLAN PARCIAL El artículo 57 del Reglamento de Planeamiento establece que las determinaciones de los Planes Parciales de Ordenación se desarrollen en los siguientes documentos: memoria justificativa de la ordenación y de sus determinaciones, planos de información, planos de proyecto o de ordenación, ordenanzas reguladoras, plan de etapas y estudio económico financiero, cuyo contenido se concreta en los artículos posteriores: Memoria. (Art. 58 R.P.). La Memoria de los Planes Parciales habrá de justificar la adecuación de la ordenación a las directrices del planeamiento de rango superior que desarrolle. En ella se deberán recoger todos aquellos aspectos, igualmente, de la información urbanística utilizada para la ordenación, así como la justificación de ésta, antecedentes y demás aspectos de interés, incluidos los de gestión y ejecución. Por último y como anexo debe incluirse una síntesis de la misma, acompañada de cuadros de características sobre superficies, módulos, usos cuantificados, edificabilidades y demás aspectos relevantes. Planos de información (Art. 59 R.P.). La información urbanística de carácter gráfico reflejará la situación y calificación de los terrenos en el planeamiento de rango superior que desarrolla el Plan Parcial, así como el estado de los mismos en cuanto a su morfología, construcciones, vegetación, usos existentes y estructura de la propiedad del suelo (Escala 1:2000). Planos de proyecto o de ordenación. (Art. 60 R.P). Los planos de proyecto se redactarán generalmente a escalas de 1:2000 a 1:5000 y recogerán las determinaciones exigidas en los artículos 45 y 48 al 54 del Reglamento de Planeamiento conteniendo al menos, los siguientes planos: Zonificación, con asignación de usos pormenorizados, sistemas de espacios libres y zonas verdes y especificación de la situación de todas las reservas de suelo para dotaciones. 72 URBANISMO Este plano, o planos en que puede descomponerse, deberá guardar una correspondencia estricta, con las "ordenanzas reguladoras", como veremos. Red viaria, definiendo de forma suficiente sus perfiles longitudinales, transversales, rasantes definitivas al menos en los puntos de cruce y en los cambios de dirección y alineaciones, así como la reserva de terrenos correspondiente a aparcamientos, tanto públicos como privados, determinándose para los que se sitúen en superficie, su delimitación exacta, suprimiendo las barreras urbanísticas que pudieran afectar a las personas impedidas y minusválidas de acuerdo con la normativa vigente. Esquema de las redes de abastecimiento de agua, riego e hidrantes contra incendios, alcantarillado, distribución de energía eléctrica y alumbrado público. Estableciendo asimismo, si procede, el trazado de las redes de canalización telefónica, conducción de gas y cualquier otra que se estime necesaria, justificando debidamente, en caso contrario, su no inclusión. En todos estos casos deberán señalarse las fuentes y puntos de acometida o vertido, justificando convenientemente su viabilidad, señalando las ocupaciones de suelo que sean necesarias depósitos, centros de transformación, etc.- debiendo ser incluidos como usos pormenorizados. Los centros de transformación deben quedar, en Planes Parciales de uso predominantemente residencial, integrados en la edificación o serán subterráneos al igual que la red. Solo en casos excepcionales debidamente justificados, de que éstos tengan que realizarse en edificación exenta, las Ordenanzas del Plan Parcial deberán fijar sus condiciones de volumen y estéticas exigibles. Delimitación de unidades de ejecución, si corresponde, asignándoles el sistema de actuación por el que hayan de ejecutarse. Plan de etapas, que recogerá gráficamente las diferentes fases en que deba ejecutarse la ordenación. Este plano se encontrará en concordancia con el documento de este mismo nombre, así como con el de unidades de ejecución. Todos aquellos planos que se consideren necesarios para su mejor definición entre los que es usual incluir al menos un plano de imagen final, así como cuando es posible perspectivas de como quedará la ordenación, fotomontajes, maquetas y detalles de la ordenanza, si se considera conveniente. Ordenanzas. Las ordenanzas del Plan Parcial reglamentarán o regularán el uso de los terrenos y de la edificación pública y privada, contemplando como mínimo los siguientes apartados: 73 URBANISMO Generalidades y terminología de conceptos, en el que se definirán con precisión todos aquellos parámetros y conceptos que se utilizan en la ordenación (ver tema 1). Régimen urbanístico de las diferentes zonas de la ordenación y normas particulares para cada una, en el que se determinarán y fijarán los valores de los parámetros, dimensiones, coeficientes y demás circunstancias relativas a parcelaciones y a las parcelas, las condiciones de forma y volumen y estéticas de la edificación, los usos pormenorizados tanto de ésta como de la totalidad de los terrenos, así como todos aquellos aspectos relativos a su titularidad pública, privada o colectiva, y a sus condiciones de uso. Esta ordenación mediante "ordenanzas" se debe corresponder perfectamente con el plano de zonificación, que junto a las ordenanzas son una de las determinaciones fundamentales que definen la ordenación y el diseño urbano, a la que también habría que añadir la definición y diseño de los espacios públicos. Normas y condiciones comunes a todas las zonas, a los usos, a la edificación, a la urbanización, y a los proyectos que pueden desarrollar el Plan Parcial. En las ordenanzas se podrán utilizar todos los gráficos y medios necesarios para su mejor definición y precisión. El Plan de etapas. El Plan de etapas es un documento en cuya elaboración es fundamental contar con el concurso y voluntad del promotor o promotores que hayan de desarrollar el Plan Parcial, sean éstos públicos, privados o mixtos. Es realmente el programa de ejecución de las inversiones y éstas como es lógico se determinarán en función de las expectativas de adquisición de los productos inmobiliarios que hayan de ofertarse. El plan de etapas, en caso de que el Plan Parcial contenga delimitación en unidades de ejecución, debe determinar el orden de prioridades para su desarrollo, así como los plazos de ejecución para cada una de ellas. Estos plazos suelen hacerse en forma de diagramas de barras en los que se consideran las principales actividades del proceso inmobiliario con señalamiento de sus principales hitos. El incumplimiento de estos plazos por culpa del promotor, dada la importancia que la legislación atribuye a éstas, podría ser motivo como hemos visto de sanciones, por lo que este documento debe elaborarse con rigor y realismo. Estudio económico-financiero. La realización rigurosa de un estudio de estas características tratándose de operaciones inmobiliarias en ocasiones tremendamente complejas sería de una dificultad extrema, sin embargo lo que el 74 URBANISMO legislador ha pretendido que se incluya en el Plan Parcial, es un estudio de los costes de urbanización y de implantación de los servicios y conexiones exteriores imputables a los propietarios y promotores del sector. Además este estudio justificativo de los costes debe hacerse de forma aproximada, ya que su determinación con un grado mayor de exactitud corresponde al proyecto o proyectos de urbanización y a los diversos proyectos de cualquier otra infraestructura que pueda resultar necesaria. En aquellos casos en que se prevea que sea necesaria la obtención de suelos, la realización de derribos, el levantamiento de actividades y de instalaciones actualmente existentes e incompatibles con la ordenación, deberán ser valoradas y tenidas en cuenta, así como los posibles costes derivados de los derechos que pudieran ser ejercitables como por ejemplo los de realojamiento o retorno. También deberán estimarse el coste de ejecución de aquellos elementos y obras que por corresponder a los sistemas de la estructura general y orgánica del Plan General, su coste deba correr a cargo de un organismo, generalmente público, ajeno a la promoción. En caso de que se trate de promociones y urbanizaciones de iniciativa particular, los Planes Parciales deberán concretar los medios financieros de que dispone el promotor para llevar adelante la ejecución, tal como exige el apartado d) del artículo 46 en el que se establece que deberán concretarse los "medios" económicos de toda índole con que cuente el promotor o promotores de la urbanización indicando los recursos propios y las fuentes de financiación". Además de estos documentos, aunque frecuentemente suelen ir integrados en la Memoria del Plan Parcial, los Planes Parciales de iniciativa privada deben incluir según el Reglamento de Planeamiento: La justificación de la necesidad o conveniencia de la urbanización. Relación de propietarios afectados, con su nombre, apellidos y dirección. Compromisos que se hubieren de contraer entre el urbanizador y el Ayuntamiento y entre aquel y los futuros propietarios e orden a: ¾ Plazos de ejecución de las obras de urbanización e implantación de los servicios, en su caso. ¾ Construcción, en su caso, de edificios destinados a dotaciones comunitarias de la urbanización, no incluidas entre las obligaciones generales impuestas por la ley. 75 URBANISMO ¾ Conservación de la urbanización, expresando si correrá a cargo del Ayuntamiento, de los futuros propietarios de parcelas o de los promotores, con indicación en estos dos últimos supuestos del período de tiempo al que se extenderá la obligación de conservación. Garantías del exacto cumplimiento de dichos compromisos, por importe del 6 por 100 del coste que resulta para la implantación de los servicios y ejecución de las obras de urbanización, según evaluación económica del propio Plan Parcial. Las garantías podrán prestarse en metálico, en valores públicos o mediante aval bancario. Normalmente los Ayuntamientos suelen exigir además algunas garantías complementarias a éstas o establecer algunas de ellas con mayor precisión, sobre todo en lo referente, por ejemplo a la titularidad de los terrenos, dado el papel fundamental que juega en los procesos de desarrollo y ejecución urbana. En este sentido hay que tener en cuenta dos cuestiones fundamentales, por un lado incluir la relación de propietarios, puede interpretarse como inclusión de los propietarios facilitados por el Catastro, que no tiene por qué corresponderse con la relación de verdaderos titulares, o como inclusión de los propietarios registrales cuya obtención no es tan inmediata, y que tampoco tiene por qué corresponderse con la realidad, debido a la posibilidad de que existan compraventas no registradas, opciones de compra etc. Esto plantea un problema importante cuya solución puede, sin embargo posponerse al momento en que sea absolutamente necesario clarificarlo en las constituciones de las Juntas de Compensación, si como parece lógico este es el sistema de actuación al tratarse de promociones de iniciativa privada. Pero si además tenemos en cuenta que la normativa urbanística, lo mismo que exige para promover la ejecución de las unidades el acuerdo de al menos un 60 por 100 (algunas legislaciones autonómicas han rebajado este porcentaje) de la propiedad, no especifica nada de porcentajes en lo relativo a la iniciativa para promover la redacción de Planes Parciales, cuando éstos sean de iniciativa particular, la práctica en muchos Ayuntamientos vienen a suplir esta laguna exigiendo, a la comisión gestora modo en que se denomina habitualmente a ésta a modo de pregunta de compensación- a cuya iniciativa y costa se redacta el Plan Parcial el acuerdo o conformidad del 60% de los propietarios registrales del ámbito, que no olvidemos puede contener varias unidades de ejecución. El Plan Parcial de Ordenación es por tanto la figura de planeamiento, el instrumento de ordenación por antonomasia del fragmento urbano nuevo. Es el instrumento que además de la ordenación del suelo y de la edificación, realiza el diseño pormenorizado de los nuevos desarrollos urbanos, pero también es a la vez un documento en el que deben incluirse todas aquellas determinaciones y garantías relativas a su ejecución: delimitación de unidades de ejecución y sistemas de actuación, localización y determinación de las reservas 76 URBANISMO de suelo y cesiones, disponibilidad de fuentes de suministro para todo tipo de servicios e infraestructuras urbanas, acuerdo y conformidad de los propietarios cuando corresponda, establecimiento de etapas y plazos, materialización del principio de equidistribución, liberación de terrenos para sistemas generales, etc. El Plan Especial de Reforma Interior puede considerarse análogo en su contenido estructura y finalidad al Plan Parcial con la única diferencia, exclusivamente formal, de su denominación, ya que es el nombre que por razones históricas recibe esta figura, cuyo ámbito de actuación es el suelo urbano y no el urbanizable o el apto para urbanizar como ocurre con el Plan Parcial y las que se derivan de la mayor complejidad que supone la actuación en aquel tipo de suelo que generalmente no se encontrará tan "limpio" de "preexistencias" cuando no parcial o totalmente ocupado por edificación con un incremento enorme en cuanto a la complejidad de la gestión y ejecución de estas piezas urbanas, cuando no de la propia ordenación. La tramitación de los instrumentos de planeamiento, es uno de los aspectos que está sometido a unas particularidades por vía de la normativa urbanística dictada por las Comunidades Autónomas. No obstante, a continuación se expone el procedimiento de tramitación a que estaban cuando era la normativa estatal la vigente en la materia. 1.4. LA TRAMITACIÓN DE LOS PLANES PARCIALES SE ESTABLECE EN EL TR/1992, ART. 116 Y SIGUIENTES La aprobación inicial se otorgará por el mismo Ayuntamiento que haya formulado el plan; a continuación se someterá a información pública durante un plazo mínimo de un mes. Si se trata de un PP de iniciativa particular el Ayuntamiento acordará sobre la concesión o denegación de la aprobación inicial en el plazo de tres meses a partir de la presentación de la documentación completa en el Registro municipal. La aprobación provisional la concederá el Ayuntamiento, a la vista de los resultados de la información pública, con las modificaciones que estime convenientes. Si dichas modificaciones suponen un cambio sustancial del plan inicialmente aprobado, se abrirá un nuevo período de información pública previo a la aprobación provisional. 77 URBANISMO Si el plan es de iniciativa particular se citará personalmente a la información pública a todos los propietarios de terrenos comprendidos en el ámbito del Plan Parcial. Tanto en los planes de iniciativa pública como privada el plazo para acordar sobre la aprobación provisional no podrá exceder de un año desde la inicial. La competencia para la aprobación definitiva será de los propios Ayuntamientos en las capitales de provincia y ciudades mayores de 50 mil habitantes. En los demás casos, o cuando afecte a varios municipios, corresponderá al órgano autonómico correspondiente. 2. EL PROGRAMA DE ACTUACIÓN URBANÍSTICA El Programa de Actuación Urbanística (PAU) es un instrumento de planeamiento que tiene por objeto transformar ámbitos o paquetes de suelo urbanizable no programado en suelo urbanizable programado. Por tanto el contenido y las determinaciones que deben establecer los Programas de Actuación Urbanística serán análogos a los que se exigen a los Planes Generales de Ordenación en el suelo urbanizable programado. Fundamentalmente deberán dividir su ámbito en sectores para su desarrollo en Planes Parciales, estableciendo y cuantificando para cada uno el programa que deben implantar, señalarán, tanto los sistemas generales interiores, como los exteriores que sean necesarios para garantizar su conexión con la estructura general y orgánica prevista por el planeamiento general, así como las infraestructuras de todo orden necesarias para conectar su ámbito con las redes generales. Al ser una área de reparto deberá calcular el aprovechamiento tipo y establecer los sistemas de actuación que corresponden para su ejecución, en caso de que no vengan ya fijados, deberá calcular el coste de implantación de la totalidad de la ejecución y señalar los plazos para su desarrollo. Al estudiar el suelo urbanizable no programado, vimos que no era necesario que el Plan General delimitará los ámbitos que deben ser desarrollados mediante Programas de Actuación Urbanística, sin que igualmente fuera necesario tampoco definir sus programas -usos e intensidades de uso-, ni mucho menos sus criterios de ordenación, lo que sería imposible si no tenemos localizadas las zonas a desarrollar. Bien es cierto que ha sido una tendencia generalizada la contraria, es decir aquella que delimitaba y señalaba las condiciones de ordenación que debía cumplir cada una de las áreas de suelo urbanizable no programado, que debían desarrollarse mediante Programas de 78 URBANISMO Actuación Urbanística, por lo que éstos se formulaban directamente sin mas trámites que el acuerdo de la administración actuante para su desarrollo mediante concurso de redacción y ejecución o redactándose y formulándose directamente por ella misma. En el primer caso era necesaria la redacción de unas bases para el concurso, sin apenas flexibilidad en lo relativo a la ordenación que venía ya fijada. En otros casos la determinación de las condiciones de ordenación se establecerán en las bases de actuación que será el documento intermedio, el nexo de unión necesario entre el Plan General de Ordenación y cada uno de los Programas de Actuación Urbanística que desarrollen el suelo urbanizable no programado, mediando la elaboración de los Avances de Planeamiento preceptivos para evaluar las ofertas presentadas al concurso. Por último los Programas de Actuación Urbanística contendrán la siguiente documentación: Memoria, Planos de información urbanística, Planes de ordenación, Normas urbanísticas para el desarrollo en Planes Parciales y Planes Especiales, Plan de Etapas y un Estudio Económico Financiero. En muchas legislaciones autonómicas el suelo urbanizable programado ha sido sustituido por el suelo urbanizable sectorizado y el resto del suelo del término municipal, a excepción de los suelos urbanos y no urbanizables de especial protección, pasa a ser suelo urbanizable, no sectorizado, (“liberalización del mercado del suelo”), siendo preciso para su desarrollo la redacción de un Plan de Sectorización. Esta figura, Plan de Sectorización viene a ser en cierta forma la heredera del Programa de Actuación Urbanística, y el suelo urbanizable no sectorizado el heredero del suelo urbanizable no programado, por lo que a continuación veremos por un lado en detalle la definición del programa de Actuación Urbanística, para ver seguidamente la definición y caracterización que la legislación de la Comunidad de Madrid da a los Planes de Sectorización. El planeamiento general impone unas vinculaciones genéricas al SUNP que serán el obligado punto de partida para la redacción de los PAU. En el TR/1992 (art. 72.3.c) se señalan básicamente dos: “Señalamiento de usos incompatibles con los previstos en las distintas clases de suelo y con la estructura general”. “Establecimiento de las características técnicas y de las magnitudes mínimas que han de reunir las actuaciones en esta categoría de suelo en función de los distintos usos, y las dotaciones, servicios y equipamientos que les correspondan”. 79 URBANISMO Se atiende en particular a la definición del tamaño mínimo, que obviamente no puede ser reducido, que han de tener los PAU. Los PAU deben constituir una “unidad urbanística integrada”, entendiendo por tal “aquello que resuelve en sí misma la totalidad de los problemas urbanísticos inherentes a su implantación y funcionamiento orgánico” (infraestructuras de conexión, dotación de servicios y equipamientos, etc.). De hecho las determinaciones formales que puede incorporar un Plan General en suelo urbanizable no programado deben ser necesariamente reducidas y esquemáticas si nos atenemos al espíritu que la normativa confiere a esta clase de suelo. Lo que el Plan debe regular cuidadosamente son las condiciones generales y requisitos procedimentales que deben cumplir y pueden hacer aconsejable la aprobación en un momento determinado de un Programa de Actuación Urbanística. Será éste el que, en su ámbito de actuación, complete el modelo estructural de usos y trazados previsto por el Plan General para el conjunto del suelo urbanizable programado. Un PAU es un instrumento de planeamiento que configura una “unidad urbanística integrada” con un nivel de detalle similar al que lo hace el PG para el suelo urbanizable programado. De hecho si se comparan las determinaciones de un PG en SUP (TR/1992, art. 72.b) con las de un PAU en SUNP (TR/1992, art. 82.2) se comprobará que son prácticamente idénticas. Se puede afirmar que el PAU representa un “nivel intermedio en la configuración espacial” del futuro territorio urbano; define sus elementos esenciales, su estructura espacial básica y su distribución global de los usos; sin embargo todavía no configura la materialidad de los espacios públicos ni de las manzanas edificables, responsabilidad ésta que competerá a los Planes Parciales que los desarrollen. La tramitación del PAU es similar a la de los instrumentos de planeamiento general (TR/1992, arts. 114-115): Aprobación inicial por la entidad local u organismo que lo haya formulado. Información pública mínima durante un mes (que se prolongará otro mes si no es de iniciativa municipal). Aprobación provisional, a la vista de los resultados de la información pública, por parte del Ayuntamiento. Según el RG/1978, art. 222.3, las entidades locales “sólo podrán denegar la aprobación inicial o provisional del PAU cuando se ajuste a los requisitos contenidos en las bases a las determinaciones del Plan General”. 80 URBANISMO Aprobación definitiva en el plazo de “6 meses desde la entrada del expediente completo en el Registro del órgano competente para otorgarla”, caso de que en ese período no se hayan señalado las deficiencias y correspondientes modificaciones a introducir. La competencia para la aprobación definitiva la establecerá la legislación autonómica y, en su defecto, el órgano correspondiente de la propia Comunidad Autónoma (TR/1992, art. 118.3.a). A continuación se expone lo dispuesto por la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid para los Planes de Sectorización. Los planes de sectorización son los instrumentos mediante los cuales se establecen las determinaciones estructurantes de la ordenación urbanística, necesarias para valorar la procedencia de acometer la transformación urbanizadora de terrenos clasificados como suelo urbanizable no sectorizado. Los planes de sectorización completan la ordenación estructurante del correspondiente Plan General sobre el ámbito de suelo urbanizable no sectorizado que es objeto de una iniciativa de transformación. Para cumplir su función y objeto, todo Plan de Sectorización deberá: Ser coherente, en todas sus determinaciones, con las estrategias globales regionales y municipales para el desarrollo sostenible del territorio. Resolver la adecuada integración de la nueva propuesta urbanística en la estructura de ordenación municipal definida por el correspondiente Plan General. Vincular sus determinaciones propias de carácter estructurante a las pormenorizadas propias del Plan Parcial y de los instrumentos de gestión necesarios para la ejecución. El contenido sustantivo de un Plan de Sectorización cubre tres grupos de determinaciones estructurantes: La delimitación del sector que será objeto de actuación urbanizadora, estableciendo para el mismo las pertinentes condiciones básicas de ordenación. La calificación de los terrenos que deben formar parte de las redes públicas supramunicipales y generales, sean o no interiores al nuevo sector de forma que se garantice su integración en la estructura municipal. 81 URBANISMO La concreción, en forma de compromisos, de las contribuciones a la Administración pública como contrapartida de la autorización de la transformación urbanizadora y garantías de sostenibilidad de la propuesta. La delimitación sectorial y la fijación de las condiciones básicas de la ordenación urbanística cumplirán lo dispuesto para el Plan General respecto a los sectores de suelo urbanizable sectorizado en el número 5 del artículo 42 de la presente Ley, con las siguientes precisiones específicas: Habrá de justificarse expresamente que el sector cumple las condiciones que, en su caso, hubiera establecido el Plan General. Asimismo, también se justificará expresamente que las determinaciones estructurantes del aprovechamiento unitario de reparto, de uso global y cuantas otras fueran señaladas con este carácter son coherentes con las instrucciones que hubiera establecido el Plan General. El Plan de Sectorización podrá incluir como parte de su contenido la completa ordenación pormenorizada del sector correspondiente, cumpliendo los requisitos de contenido exigidos a los Planes Parciales. En todo caso, aunque la ordenación pormenorizada se contenga en un Plan Parcial independiente, siempre ambos documentos se formularán, conocerán y tramitarán de forma simultánea. En la calificación de elementos integrantes de las redes públicas supramunicipales y generales, el Plan de Sectorización cumplirá los siguientes requisitos: Considerará aquellos elementos supramunicipales que haya recogido el Plan General y que se encuentren interiores o adyacentes al sector. En el interior del sector, calificará los elementos de nivel municipal de cada una de las redes públicas necesarios como resultado de la ampliación de actividades y/o población que supone la sectorización. En todo caso, las superficies de los suelos calificados como integrantes de las redes generales en el interior del sector no serán inferiores a las resultantes de la aplicación de los estándares de los números 5 y 6 del artículo 36 de la presente Ley. Formarán asimismo parte del plan de sectorización aquellos elementos exteriores al sector e integrantes de las redes públicas de infraestructuras, equipamientos o servicios públicos que requieran definirse, ampliarse o reforzarse como consecuencia de la sectorización. A tales efectos, como criterio preferentemente por establecer intervenciones de ampliación o mejora sobre elementos de redes generales ya definidos por el Plan General, 82 URBANISMO antes que la calificación de nuevos suelos con tal destino; en todo caso, este criterio no eximirá al Plan de Sectorización de definir los nuevos elementos necesarios para asegurar las conexiones a las redes existentes, especialmente las de infraestructuras. Entre los compromisos que deberán constar en el Plan de Sectorización estarán, al menos, lo siguientes: Prestación de garantía ante la administración por importe mínimo del 10 por ciento del coste total de ejecución de las obras de urbanización del sector y de los elementos de las redes generales, tanto interiores como exteriores a aquél. Dicha garantía deberá cubrir, en todo caso, las responsabilidades derivadas de incumplimientos e infracciones, e incluso ser suficiente para acometer eventualmente las labores de restauración de los terrenos. Certificaciones técnicas de los órganos competentes respecto a la suficiencia de las redes de infraestructuras para garantizar el abastecimiento de la demanda de los servicios públicos derivados de la propuesta. En especial, se aportarán suficientes garantías en cuanto a la autonomía del sistema de transporte, de forma que se asegure que no se produce sobre congestión en ninguna de las distintas hipótesis probables. Plazos vinculantes para la completa realización de todas y cada una de las actuaciones, estableciendo las sanciones o contraprestaciones asumidas en caso de incumplimiento. Cuantas otras contraprestaciones asuma libremente el promotor a fin de aumentar la participación de la comunidad en las plusvalías del desarrollo urbanístico y mejorar, consiguientemente, el interés público de la iniciativa de sectorización. Cuando el sector que se proponga delimitar se sitúe aislado respecto a los suelos urbanos y urbanizables sectorizados del municipio, el Plan de Sectorización incluirá una propuesta de ordenación estructurante de todos los terrenos intermedios con la clasificación de suelo urbanizable no sectorizado. Dicha propuesta de ordenación contendrá una hipótesis razonable del desarrollo urbanístico de todos los sectores que pudieran delimitarse en el futuro en tales terrenos intermedios, y tendrá por objeto mostrar, para su adecuada valoración por la Consejería competente en materia de ordenación urbanística de la Comunidad de Madrid, la racionalidad, funcionalidad y efectos de las eventuales ampliaciones de la iniciativa en curso, la integración de todas en el conjunto y la adecuada funcionalidad e interconexión de las redes públicas de infraestructuras, equipamientos y servicios. Esta propuesta de ordenación tendrá carácter indicativo; sin embargo, si así conviniera, algunas de sus de- 83 URBANISMO terminaciones podrían incorporarse al Plan General, mediante la pertinente modificación del mismo con carácter previo o simultáneo a la aprobación del Plan de Sectorización. DOCUMENTACIÓN Los Planes de Sectorización formalizarán su contenido en la siguiente documentación: ¾ Memoria: en la que se justificará el cumplimiento de las condiciones sobre la delimitación sectorial y sus condiciones básicas de ordenación que hubieran establecido el Plan General, el planeamiento territorial o disposiciones aplicables sectoriales. Además, se recogerá toda la información relevante para justificar la ordenación propuesta entre las distintas alternativas posibles. ¾ Estudio de viabilidad: en el que se justificará la sostenibilidad del modelo de utilización del territorio y desarrollo urbano adoptado, así como su viabilidad en función de las capacidades de iniciativa y gestión y las posibilidades económicas y financieras, públicas y privadas, en el término municipal. ¾ Estudios sectoriales: referidos especialmente a los efectos que supone la sectorización sobre todas y cada una de las redes públicas de infraestructuras, equipamientos y servicios, a fin de determinar las necesidades de calificación de suelos con este destino y de ejecución de intervenciones de refuerzo o mejora. ¾ Informe de análisis ambiental. ¾ Planos conteniendo los recintos de aplicación de la ordenación estructurante y de la ordenación pormenorizada, en su caso, así como los derivados de la legislación ambiental. ¾ Normas e instrucciones urbanísticas, diferenciando las que correspondan a la ordenación pormenorizada que, en su caso, se establezca. ¾ Programa de actuación y compromisos: donde se recogerán las previsiones vinculantes de ejecución así como el resto de obligaciones que se hayan acordado entre la Administración y el promotor, tal como se señala en el número 4 del artículo anterior. Si el plan de sectorización incluye entre sus determinaciones la completa ordenación pormenorizada, a los documentos anteriores añadirá los establecidos en el artículo 49 de la presente Ley para los Planes Parciales. 84 URBANISMO FORMALIZACIÓN Y APROBACIÓN DE LOS PLANES DE SECTORIZACIÓN Formulación: Iniciativa pública y privada. Avance: Formalización preceptiva. Información pública mínimo 30 días. Informe ambiental en 3 meses. Aprobación inicial: Formulación conjunta con el P.P. Información pública por 1 mes. Informe de análisis ambiental en 2 meses. Aprobación provisional: Aprobación por el Pleno Remisión a la Consejería. Órganos competentes para la aprobación definitiva: Consejo de Gobierno de la CAM, cuando afecte a: - Redes supranacionales de infraestructura, equipamientos y servicios públicos. - Disminución de zonas verdes o espacios libres. Consejero de Urbanismo: Municipios con población de derecho igual o superior a 50.000 habitantes, salvo los supuestos reservados al Gobierno de la CAM. Comisión de Urbanismo: Municipios con población de derecho inferior a 50.000 habitantes. Aprobación definitiva: El órgano competente para la aprobación definitiva podrá adoptar los siguientes acuerdos: - Aprobar definitivamente el Plan. - Aplazar la aprobación definitiva hasta la subsanación de errores. - Denegación de la aprobación definitiva. Plazos máximos: 4 meses desde la presentación del expediente en la Consejería. Silencio Administrativo: En el plan de sectorización de iniciativa pública: POSITIVO 85 URBANISMO En otro caso: NEGATIVO Respecto a los Planes Especiales, Estudios de Detalle y Catálogos seguiremos igualmente lo establecido para estas figuras de ordenación por la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid. 3. PLANES ESPECIALES Los Planes Especiales tienen cualquiera de las siguientes funciones: La definición, ampliación o protección de cualesquiera elementos integrantes de las redes públicas de infraestructuras, equipamientos y servicios, así como la complementación de sus condiciones de ordenación con carácter previo para legitimar su ejecución. La conservación, protección y rehabilitación del patrimonio históricoartístico, cultural, urbanístico y arquitectónico, de conformidad, en su caso, con la legislación de patrimonio histórico. La conservación, la protección, la rehabilitación o la mejora del medio urbano y del medio rural. La protección de ambientes, espacios, perspectivas y paisajes urbanos y naturales. Otras que se determinen reglamentariamente. El Plan Especial podrá modificar o mejorar la ordenación pormenorizada previamente establecida por cualquier otra figura de planeamiento urbanístico, debiendo justificar suficientemente en cualquier caso su coherencia con la ordenación estructurante. Los planes especiales contendrán las determinaciones adecuadas a sus finalidades específicas, incluyendo la justificación de su propia conveniencia y de su conformidad con los instrumentos de ordenación del territorio y del planeamiento urbanístico vigentes sobre su ámbito de ordenación. 4. ESTUDIOS DE DETALLE El estudio de detalle, que deberá comprender manzanas o unidades urbanas equivalentes completas, tiene por función, en las áreas y los supuestos pre- 86 URBANISMO vistos por los Planes Generales y, en su caso, los Planes Parciales, la concreta definición de los volúmenes edificables de acuerdo con las especificaciones del planeamiento y el señalamiento de alineaciones y rasantes. 5. CATÁLOGO DE BIENES Y ESPACIOS PROTEGIDOS Sin perjuicio de los que deben formar parte de los Planes de Ordenación regulados en este Título, podrán formarse y aprobarse catálogos de bienes y espacios protegidos, con el mismo contenido, si bien únicamente para complementar, precisar, actualizar o mejorar aquéllos. El contenido de los catálogos de bienes y espacios protegidos de los diversos Planes de Ordenación Urbanística y, los aprobados con carácter complementario o de actualización o mejora de éstos, integra un registro administrativo radicado en la Consejería competente en materia de ordenación urbanística. La organización y el funcionamiento del registro administrativo a que se refiere el número anterior, que se regularán reglamentariamente, deberán asegurar que proporciones información suficiente sobre la situación, características físicas y jurídicas y régimen de protección a que estén sujetos los bienes y los espacios. 87 URBANISMO 88 URBANISMO 6 1. LA EJECUCIÓN DEL PLANEAMIENTO* EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO Y SU EJECUCIÓN A la escala territorial que se considere, el planeamiento urbanístico establece (a través de sus objetivos, las determinaciones estructurantes o pormenorizadas, etc.) el modelo territorial, conformando el futuro del ámbito ordenado de acuerdo con la calificación urbanística del suelo. La ejecución del planeamiento no es otra cosa que llevar a la práctica el modelo territorial establecido por el planeamiento. Pues bien, en el sistema español los deberes de los propietarios de suelo — establecidos básicamente por la legislación estatal (Ley 6/98, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, LrS98) y complementados por la legislación autonómica, son diferentes según se trate de Suelo Urbano (Consolidado por la urbanización, SUC, y No Consolidado, SUNC) y Urbanizable (SUble). Los de SUble y SUNC son parecidos; los de SUC son mucho más livianos. Entre los deberes de los propietarios de SUNC y SUble están el de equidistribución equitativa de beneficios y cargas, de cesión del suelo lucrativo sustentante, como máximo, del 10% del aprovechamiento del correspondiente ámbito y del suelo no lucrativo necesario para dotaciones locales y sistemas generales. Entre los derechos está el de ser adjudicatario del suelo sustentante, como mínimo, del 90% del aprovechamiento del correspondiente ámbito. Todo ello anclado en el principio de la justa distribución de los beneficios y cargas derivadas del planeamiento, que es el reflejo del principio constitucional de igualdad, aplicado a la atribución subjetiva del aprovechamiento urbanístico que efectúa el planeamiento desde la Ley del Suelo de 1956. La equidistribución se preestablece en el planeamiento urbanístico y se concreta en las adjudicaciones de suelo en la gestión urbanística. 1.1. LA ESENCIA MATERIAL DE LA TRANSFORMACIÓN URBANÍSTICA La esencia material de la transformación urbanística consiste en el paso del mosaico A) (de la división parcelaria preexistente) al mosaico B) (de las de* Redacción original de D. Ricardo Santos Diez (apartados 1 a 6) Redacción original de D. Ángel Ballesteros Fernández (apartados 7 a 14) 89 URBANISMO terminaciones del planeamiento, de la calificación urbanística de los terrenos conforme al plan) de la FIG. 1. Para dicha transformación es preciso realizar fuertes inversiones económicas —en su caso, deberes de los propietarios de suelo—, pero con la atribución de la posibilidad de edificar un determinado uso y tipología se producen importantes plusvalías. Dicha transformación se podría realizar a través de una de las de tres posibilidades siguientes: Expropiar toda la superficie del suelo, de forma que siendo todo el terreno de titularidad pública no existan propiedades privadas y la Administración ejecute la urbanización (llevaría al sistema de expropiación). Expropiar parte de la superficie de suelo: solamente los terrenos que deben pasar a dominio público, quedando las plusvalías en manos de los propietarios beneficiados. El justiprecio expropiatorio se pagaría con fondos de las arcas municipales nutridas por todos los ciudadanos y los beneficios los disfrutarían los propietarios colindantes favorecidos, que verán sus terrenos convertidos en solares por la acción municipal. Claramente inadecuado, se trata de la lotería del planeamiento. No expropiar nada, lo que obliga (salvo que las plusvalías diferenciales se rescaten por la vía fiscal u otra) a la redistribución de las propiedades, de los beneficios y las cargas determinados por el planeamiento (sistema de compensación, de cooperación y otros). En el sistema español, en los supuestos en que no se actúa a través de la expropiación (total o parcial), la equidistribución se erige en principio fundamental. Decía Cerdá el 12 de mayo de 1861 : “los propietarios del llano de Barcelona…deben ponerse en armonía aun cuando hayan de imponerse sacrificios que nunca serán más que aparentes, ya que con la reciprocidad de tales sacrificios todos y cada uno han de salir beneficiados y sobremanera mejorados”. 90 URBANISMO Finca I Finca III A) Finca V Finca II Finca IV MOSAICO DE LAS PROPIEDADES INICIALES (Parcelación preexistente) Industria Verde R1 R2 Terciario B) R2 MOSAICO DE LAS DET ERMINACIONES DE PLANEAMIENT O • AJUSTE DE LA PROPIEDAD DEL SUELO - Expropiar todo (sistema de expropiación) - Expropiar parte: lotería del planeamiento - No expropiar nada : salvo que se rescaten las plusvalías por el sistema fiscal, redistribución dominical (sistemas de cooperación, compensación, etc.), sinperjuicio de los modos civiles de adquirir la propiedad (compra, permulta, etc.) o de la colaboración con el urbanizador (concurrencial). • EJECUCION MATERIAL OBRAS DE URBANIZ ACIÓN • EJECUCION MATERIAL OBRAS DE EDIFICACIÓN • Obtención de licencia de edificación. • Edificar en plazo. • Usar, conserv ar y rehabilitar la edificación. RSD-02 FIG. 1. Esquema básico de la transformación suelo rústico-suelo urbanizable-suelo urbano y de la ejecución del planeamiento. Mosaico de las propiedades iniciales y mosaico de las determinaciones del planeamiento. Modos de obtención de los suelos para usos públicos. 91 URBANISMO 1.2. EL PROCEDIMIENTO DE TRANSFORMACIÓN URBANÍSTICA: FASES El planeamiento general …: EJECUCIÓN REDISTRIBUCIÓN OBRAS DE DOMINICAL MODOS DE URBANIZACIÓN U ACTUACIÓN EQUIDISTRIBUCIÓN ORDINARIAS TERMINADA LA FASE DE PLANEAMIENTO SE PUEDE PASAR A SU EJECUCIÓN ACTUACIÓN INDIVIDUALIZADA O ASISTEMÁTICA EN SUELO URBANO Ámbito de distribución de B/C Polígono, Unidad Actuación, Unidad de Ejecución (UE) (continuo o discontinuo) - Parcelas - Fincas - Solares Sistemas de Compensac., Cooperac. y Expropiación. Actuación asistemática Ejec ución Forzosa, PAI,PAU (concurrencial) Y CESIÓN PROCESO DE EDIFICACIÓN [Transfer. aprov. urbanístico (TAU)] Expropiación Proyecto de: Compensación Reparcelación Expropiación Concurso + URBANIZACION EJECUCIÓN DEL PLANEAMIENTO LLeva a la práctica el modelo territori al elegido • Clasifica el suelo FIGURA CLASE DE SUEL O - Suelo Urbano (SU) [dos categorías] PG - Suelo Urbanizable (SUble), [dos SUble categorías] NS SU SNU - Suelo No Urbanizable o Rústico (SNU) PDSU --• Califica el suelo - Usos globales/Usos pormenorizados - Sistemas Generales/ Locales (Dotaciones públicas Generales/Locales) • Determina el aprovechamiento objetivo: referencia a la prop. (at, am, etc.) ACTUACION CONJUNTA O SISTEMÁTICA ÁMBITOS FÍSICOS DE LA ACTUACIONES PG/NS/PP/PAU/etc FASE DE PLANEAMIEN TO Define el modelo territorial Pero esa transformación, esencial desde el punto de vista material o sustantivo, se produce a través de diversos pasos procedimentales. En la FIG. 2 se resumen los principales. Proyecto de Obras Ordinarias/ de Urbanización Proyecto de Urbanización Cesiones de suelo y obras públicas Solicitud/Obtención de licencia (en su caso, en plazo) EJERCICIO DEL DERECHO A EDIFICAR Edificar (en su caso, en plazo) Deberes de Uso y Conservación RSD -Mayo.98 FIG. 2. Planeamiento urbanístico y su ejecución. Visión general del proceso de transformación urbanística 92 URBANISMO El proceso general que se expone a continuación intenta sintetizar gráficamente el complejo recorrido de la actuación urbanística, que coincide con la concreción sucesiva del contenido del derecho de propiedad del suelo a lo largo del planeamiento y la gestión urbanística. Puede ser de interés también para situar en su adecuado contexto los distintos momentos e instituciones del mismo. Consta, básicamente, de dos grandes fases: el planeamiento urbanístico y la ejecución de este planeamiento. FASE DE PLANEAMIENTO El planeamiento urbanístico municipal (en principio, el Plan General) define el modelo territorial elegido para la ordenación de la totalidad del término municipal correspondiente: clasifica el suelo para la aplicación a cada clase o categoría de suelo del régimen urbanístico legal o del complementario impuesto por el planeamiento (suelo urbano, urbanizable y no urbanizable); y califica también el suelo, determinando zonas de usos pormenorizados o globales, delimitando viales, espacios libres, así como terrenos para dotaciones públicas de diversa índole (entre otras determinaciones). Pero, además, el planeamiento determina el aprovechamiento tipo (medio o de referencia objetiva) de cada una de las Áreas Reparto, para la determinación de la cuantía del aprovechamiento que corresponde a los propietarios del suelo, técnicas concretas que, en su caso, serán las establecidas por la ley aplicable en la Comunidad Autónoma. Es decir, el planeamiento fija para cada metro cuadrado de suelo, objetivamente, un aprovechamiento unitario determinado (aprovechamiento objetivo de planeamiento, aprovechamiento lucrativo, aprovechamiento real o aprovechamiento permitido por el planeamiento), es decir, una edificabilidad y un uso con determinadas características, que puede o debe llegar a realizarse en dicho suelo. Pero ese aprovechamiento objetivo del Plan en una determinada parcela no pasa a ser patrimonializable directamente por el propietario de la misma. A partir de él establece el aprovechamiento tipo del área de reparto que será el referente del contenido del derecho de propiedad. El planeamiento ha de redactarse pensando en la gestión urbanística, en su ejecución. Sin esta ejecución el planeamiento no pasará de ser un papel mojado. 93 URBANISMO FASE DE EJECUCIÓN DEL PLANEAMIENTO Terminada la fase de planeamiento, porque ya está determinado con el necesario detalle el diseño urbanístico correspondiente, ya se puede pasar a la fase de ejecución del planeamiento, conforme establezca la legislación autonómica, competente en la materia. Aprobado el planeamiento más detallado, en la fase de ejecución del planeamiento se trata de conseguir la efectiva realización del modelo territorial fijado en la fase de planeamiento. En la citada FIG. 2 se indican los diversos pasos de la ejecución, a partir de los requisitos de la ejecución sistemática: Delimitación de polígonos, unidades de actuación o unidades de ejecución para la ejecución sistemática del planeamiento; o parcelas aisladas en suelo urbano para la ejecución asistemática o aislada. Elección del sistema de actuación (compensación, cooperación o expropiación entre los tradicionales; y concurrencial del agente urbanizador, ejecución forzosa, etc., entre los autonómicos), y posterior aprobación de la técnica de gestión urbanística correspondiente (proyecto de compensación, de reparcelación, de expropiación, etc.). Redacción, tramitación y aprobación de un Proyecto de Urbanización y su propia ejecución material, Que junto con la exigencia del planeamiento preciso y de respeto al orden de prioridades, completan los requisitos exigibles para transformar sistemáticamente un suelo urbanizable o urbano no urbanizado en suelo urbanizado. La elaboración, tramitación y ejecución del correspondiente proyecto de edificación culmina la ejecución del planeamiento. En los sistemas tradicionales de actuación, en función del "brazo ejecutor" (aunque la ejecución del planeamiento sea siempre una función pública) la actuación puede ser: Gestión privada sobre suelo privado (sistema de compensación o concurrencial, con el agente urbanizador seleccionado por concurso; ejecución forzosa, en parte): ejecución privada. Gestión pública sobre suelo privado (sistema de cooperación): ejecución mixta. 94 URBANISMO Gestión pública sobre suelo público (expropiación puntual o sistema expropiación): ejecución pública. Gestión privada sobre suelo público (expropiación a través de concesionario). Pero, en todo caso, la ejecución del planeamiento debe estar integrada (salvo que alguna de ellas sea innecesaria) por dos subfases claramente diferenciadas: 1. "Redistribución dominical" o ajuste dominical: gestión jurídica que posibilitará la justa distribución de los beneficios y cargas del planeamiento, la regularización de la configuración de las fincas y la localización del aprovechamiento lucrativo en zonas aptas para la edificación conforme al Plan (es decir, ajuste del aprovechamiento "subjetivo" por atribución, como mínimo el 90% del aprovechamiento objetivo de referencia, en su caso, aprovechamiento tipo del área de reparto, aprovechamiento medio del sector, etc., al aprovechamiento "objetivo", permitido por el planeamiento, real o de proyecto, en cada caso, rediseñando propiedades y produciendo cesiones), y 2. "Ejecución material": referida tanto a las obras de urbanización u ordinarias, transformando a las diversas parcelas en solares, como a las que materializan el derecho-deber de la edificación conforme al Plan, tanto posterior como simultáneamente a la urbanización. Al final del proceso, a través de estas dos subfases se determina para las parcelas adjudicadas, o resultantes del proceso: Un aprovechamiento lucrativo atribuido a los propietarios de suelo iniciales, en la cuantía correspondiente a su derecho, en parcelas lucrativas resultantes. Unas cesiones a favor de la Administración (con la Ley del 98, especialmente en suelo urbano no consolidado (SUNC) y suelo urbanizable sectorizado (SUbleS): ¾ De terrenos no lucrativos: sistemas o dotaciones públicas generales o locales (viales, ajardinamientos, equipamientos públicos, etc.). ¾ De terrenos lucrativos: tanto en SUNC, como en SUble, terrenos en los que se materializa el exceso del aprovechamiento objetivo del ámbito de ejecución sobre el subjetivo que corresponde a los propietarios de suelo; exceso que corresponde, en principio, a la Administración (contiene, en su caso, el suelo sustentante del 10% del apro- 95 URBANISMO vechamiento del ámbito de distribución, área de reparto, que debe adjudicarse, como máximo, a la Administración). La cuantía proporcional de costear la urbanización que corresponde a cada propietario o adjudicatario, incluida la Administración por el suelo que le corresponda como propietario originario; e incluida o no, según establezca la legislación autonómica (por defecto incluida), por los terrenos lucrativos que se le adjudiquen como sustentantes del aprovechamiento que le corresponde; y La obligación, si así lo establece el planeamiento, de edificar en el plazo establecido. Con la LrS98, regulando el régimen básico de la propiedad del suelo (condiciones de igualdad), los derechos y deberes básicos en ella establecidos parten de una función social de la propiedad que atribuye, en SUNC y SUble, como mínimo, como aprovechamiento subjetivo de los propietarios del suelo el 90% del aprovechamiento objetivo del ámbito (aprovechamiento tipo, medio, etc. del área de reparto u otro ámbito), de tal manera que para el ejercicio de sus derechos tendrán que cumplir, entre otros deberes, el de ceder, en su caso, como máximo, el suelo sustentante del 10% del aprovechamiento objetivo de referencia. La ejecución del planeamiento consta, pues, de actuaciones jurídicas y actuaciones materiales (obras de urbanización); por otro lado, de aspectos sustantivos y de aspectos procedimentales. 2. LA JUSTA DISTRIBUCIÓN DE BENEFICIOS Y CARGAS DERIVADAS DEL PLANEAMIENTO. ESPECIAL REFERENCIA A LAS TÉCNICAS DE FIJACIÓN DEL APROVECHAMIENTO DE REFERENCIA A NIVEL DE PLANEAMIENTO GENERAL El planeamiento general, al clasificar el suelo y al calificarlo, ya está definiendo sus posibilidades urbanísticas de carácter objetivo (es decir, define la realidad de la construcción que se puede realizar sobre cada terreno y el uso al que se puede destinar la misma); pueden denominarse determinaciones objetivas del planeamiento o aprovechamiento objetivo o real determinado por el plan para cada punto. Al ser desiguales estas posibilidades objetivas, que se derivan de una decisión pública, si la correspondiente atribución se realiza a favor de los propietarios de suelo (y no se recuperan plusvalías por la vía fiscal u otra), se deben 96 URBANISMO instrumentar técnicas correctoras de tales desigualdades, ya que si se mantuvieran, sin más, podrían ser tachadas de determinaciones arbitrarias. Residencial colectiva Viario 5 Viario Viario (determinación de carácter objetivo) Residencial colectiva (determinación de carácter objetivo) Uso "obligado" (calificación urbanística) Residencial unifami liar Edificabilidad unitaria permitida por el Plan m2t/m2s Industria ligera Zo na Verde 4 4 3 3 2 1,5 1 0,6 0 0 0 0 0 RSD-98 Superficie de referencia FIG. 3.A. Esquema de intensidades edificatorias (edificabilidad unitaria) y usos del suelo-techoforjado correspondiente Aprovechamiento unitario s ubjetivo homogeneizado m2th/m2s (determinación de carácter subjetivo) [Obsérvese que la escala vertical se ha modificado al tener que homogeneizar los diferentes usos) 7 6 5 4 3 a1 Aprovechamiento unitario de referencia (ar), para la fijación del aprovechamiento subjetivo atribuible por igual a cada propietario de s uelo a5 2 a3 1 asa a7 RSD-98 0 S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7 ar S8 ST = Superficie del ámbito de equidistribución FIG. 3.B. Esquema del derecho subjetivo homogéneo atribuido a los propietarios de suelo aportado en dicho ámbito, con indicación de la parte que del aprovechamiento objetivo total establecido por el planeamiento corresponde a los propietarios de suelo y de la que corresponde a la Administración. 97 URBANISMO En efecto, como puede observarse en la FIG. 3. A, en una determinada superficie de suelo la calificación heterogénea determina un aprovechamiento diferencial del suelo. Pero ello no debe favorecer o perjudicar a propietarios concretos (sería la lotería del planeamiento), por lo que parece razonable establecer que en igualdad de condiciones, cada propietario de un metro cuadrado de suelo aportado debiera tener el mismo derecho subjetivo a la edificabilidad y uso permitidos por el planeamiento (es decir, al aprovechamiento urbanístico objetivo, resultante, para lo cual es evidente que es preciso homogeneizar los valores de los diferentes usos y tipologías con su localización, que no son homogéneos en valor) que cualquier otro propietario originario de suelo. En la FIG. 3. B, se observa que, como media, todos los propietarios tienen un derecho al aprovechamiento resultante igual si aportan la misma superficie de suelo a la operación urbanizadora. A la Administración le corresponde, como máximo, el 10% del aprovechamiento del correspondiente ámbito (art. 47 CE, arts. 14 y 18 LrS98). Es decir, los propietarios tienen derecho al aprovechamiento subjetivo por atribución (asa) que es, como mínimo, el 90% del aprovechamiento de referencia (aprovechamiento tipo, aprovechamiento medio, etc.): asa ≥ 0,90 x a.r. A la Administración le corresponde, como máximo, el 10% del aprovechamiento de referencia del ámbito de distribución. Tanto la LS76 como la LS92, como leyes estatales, establecían a partir de un determinado ámbito (área de reparto, cuatrienio, sector, unidad de ejecución, parcela asistemática), como el señalado en la 3 (hoy a determinar por la ley autonómica tras la declaración de inconstitucionalidad de la LS92 en estos aspectos) el aprovechamiento objetivo de referencia (unitario o total), normalmente llamado aprovechamiento tipo o medio (si es unitario), a partir del cual, por atribución de la ley, se establece el aprovechamiento que corresponde al propietario del suelo, aprovechamiento subjetivo por atribución (asa, en términos unitarios, o ASA, en términos totales). 3. 3.1. EL APROVECHAMIENTO OBJETIVO. EL APROVECHAMIENTO TIPO, MEDIO O DE REFERENCIA EDIFICABILIDADES Y APROVECHAMIENTOS. APROVECHAMIENTO OBJETIVO TOTAL DEL ÁMBITO. APROVECHAMIENTO TIPO DEL ÁREA DE 98 URBANISMO REPARTO. APROVECHAMIENTO MEDIO DEL SECTOR, DE LA UNIDAD DE EJECUCIÓN Y DE LA PARCELA ASISTEMÁTICA En la FIG. 4 se contienen los aspectos básicos de la conformación del aprovechamiento urbanístico y de sus valores totales y unitarios, así como de los ámbitos territoriales a los que se aplica, de validez tendencialmente general, ya se trate de una finca, parcela, zona, etc.; de un área de reparto, cuatrienio, sector, una unidad de ejecución, una parcela asistemática, etc. Dicha figura tiene dos cabeceras: La cabecera vertical, señalada como ámbito territorial, dividida en dos grandes ámbitos: ¾ El primero señalado como "zona / finca / parcela", trata de representar los ámbitos elementales de determinaciones del suelo conforme al Plan; es decir, cada ámbito elemental está caracterizado por unas determinadas condiciones urbanísticas y económicas específicas, "subparcela urbanística", de manera que la "riqueza" o aprovechamiento que el plan crea, reconoce o establece en la misma pueda sumarse con el que se establece para los ámbitos elementales colindantes para obtener el aprovechamiento total que el plan crea, reconoce o establece en un ámbito mayor, de acumulación o de referencia. ¾ El segundo, de acumulación o totalizador, señalado como "área de reparto, sector, unidad de ejecución, etc.", es el correspondiente al ámbito total para el cual se pretende determinar el aprovechamiento total que el plan crea, reconoce o establece para el mismo, como suma del que se establece para los diferentes ámbitos elementales que se integran en el ámbito totalizador. 99 CONCEPTOS UNIDADES 100 10.000 m2s+ 20.000 m2s+ 20.000 m2s SG= 50.000 m2s S AR= 20.000 m2s = 20.000 m2t (Sólo es edificabilidad, sin consideración del uso) 1 m2t/m2s x Si = Ei E m2t EDIFICABILIDAD TOTAL m2s = m2t 10.000 m2s = 30.000 m2t x SUPERFICIE m2s m2t/m2s x 3 m2t/m2s x ei* EDIFICABILIDAD UNITARIA e m2t/m2s ÁMBITO DE LA EDIFICABILIDAD (R2) (ue) (R1) ** (ue i ) u USO 20.000 m2tR2 m2tue 30.000 m2tR1 (No homogéneo) x x 0,50 m2tR2/m2tR1 x m2tuc/m2tue x 1,00 m2tR1/m2tR1 (Homogeneiza) *** ci-uc/ue m2tuc/m2tue m2tue ** Ai-ue COEFICIENTE DE PO NDERACIÓN "TRADUCTOR" APROVECHAMIENTO TOTAL DE USO ESPECIFICO DE USO ESPECÍFICO HO MOGENEIZADO ** m2tuc 30.000 m2tR1 (: m2s) = (m2tuc/m2s) 10.000 m2tR1 (: m2s) = (m2tuc/m2s) (Homogéneo) Ai-uc (: Si) = ai-uc UNITARIO m2tuc/m2s at = 50.000 m2s m2tR1 m2s RSD -JJM-mayo.01 = 0,80 40.000 m2tR1 ATAR **** at = -------ATAR = ΣAi-uc STARqsc ATAR = 40.000 m2tR1 = = = = TOTAL m2tuc APROVECHAMIENTO HOMOG ENEIZADO (de uso caracter ístico) ÁMBITO DEL APROVECHAMIENTO FIG. 4. Forma teórica general de transformación de edificabilidades en aprovechamientos —concretos y homogeneizados de uso característico— para la obtención del aprovechamiento total del correspondiente ámbito y de los aprovechamientos unitarios de referencia (aprovechamiento tipo y aprovechamiento medio). * i es cada zona, finca, parc ela, etc. ** ue es el us o específico fijado para cada finca o zona; uc es el uso característico, de referencia para conseguir la homogeneización. *** Tant o el aprovechamiento de uso específico como el coef iciente de transformación o ponderación y el aprovechamiento homogeneiz ado de uso caracterís tico que aportan los terrenos destinados a infraestructuras y equipamientos públicos (sist emas generales o locales ) son nulos. **** Aprovechamiento Total del Área de Reparto; Superficie Total del Área de Reparto que se considere. ÁREA DE REPARTO, SECTOR, UNIDAD DE EJECUCIÓN, ETC. [Comprende tanto las zonas/fincas/parcelas lucrativas como las dotacionales*** ] ZO NA/FINCA/PARCELA ÁMBITO TE RRITORIAL ÁMBITO S CONCEPTUALES URBANISMO URBANISMO La cabecera horizontal, señalada como ámbitos conceptuales, dividida en dos grandes ámbitos: ¾ El ámbito de la edificabilidad o de la edificación, que se caracteriza por ser materialmente visible, "palpable". Corresponde sólo a una determinación física, de volumen o de superficie de techo edificable: representa el sólido físico que está construido o es posible construir en un determinado terreno: la edificación que se puede construir, conforme a las determinaciones urbanísticas del plan, en una determinada superficie de suelo (zona, parcela, solar, etc.). Pero conceptualmente debe partirse de la edificabilidad unitaria (por ejemplo, 1 m2t/m2s, como se indica en la zona segunda del ejemplo de la FIG. 4), que es la cantidad de edificación que es posible construir en una unidad de superficie de suelo (1 m2s). En ocasiones, la edificabilidad total será el único dato de base que tenga relevancia. En todo caso la edificabilidad total E será: E (m2t) = e (m2t/m2s) x S (m2s) Y en el ejemplo de la FIG. 4, obviamente: E (m2t) = 1 m2t/m2s x 20.000 m2s = 20.000 m2t ¾ Y el ámbito de los aprovechamientos, que resulta de asignar al ámbito de la edificabilidad un determinado uso (con todas las condiciones de la Ordenanza), entrando ya en el campo de las determinaciones con sentido económico. Un suelo sustentante de una edificación total determinada no tiene ninguna referencia de valor —no se puede conocer cuál sea su valor—, dado que falta un elemento esencial de éste: el uso (con todas las condiciones de la Ordenanza) al que dicha edificación pueda destinarse. El ámbito de los aprovechamientos se divide, a su vez, en dos sub-ámbitos diferentes: • El ámbito de los aprovechamientos de uso específico, concreto o real. Desde el momento en que a esa superficie de suelo edificable con dicha edificabilidad total se le adscriba un determinado uso (por ejemplo, R2, todo un conjunto de determinaciones de una Ordenanza, resultando 20.000 m2tR2 en el ejemplo de la FIG. 4), ya se podría establecer cuál sea su valor. Esa magnitud (20.000 m2tR2), se denominará aprovechamiento total de uso específico (ue) de esa zona o parcela; R2 es el uso expresamente ordenado por el planeamiento y es el que está implantado o se va a implantar en la práctica. • El ámbito de los aprovechamientos de uso característico. Pero dado que los usos específicos asignados a las diferentes zonas (R2, R1, Sistemas Generales en la FIG. 4; Comercial3, Industria ligera, Zona verde, etc. en otro caso) en el ámbito de acumulación (área de reparto, sectores, etc.) serán diferentes entre sí, de dife- 101 URBANISMO rente valor unitario, no sumables, es preciso transformarlos, homogeneizarlos, en términos de un uso de referencia (que la LS92 y diversas leyes autonómicas denominan uso característico (uc)) a través de la aplicación de un determinado coeficiente de homogeneización (coeficiente de ponderación o traductor, c m2tuc/m2tue; supóngase que es de 0,50 m2tR1/m2tR2 como se indica en el ejemplo de la FIG. 4), a partir de cuyo momento ya serán homogéneos, sumables entre sí, los diferentes aprovechamientos acumulados por cada ámbito elemental al ámbito de acumulación. El uso característico de un ámbito es el más frecuente (en techo) en el mismo (aunque sea matemáticamente una exigencia irrelevante, por tratarse de valores relativos). Por tanto, la aportación al aprovechamiento total de todo el ámbito que se considere (área de reparto, conjunto de sectores, sector, unidad de ejecución, etc.) por parte de esa superficie elemental en estudio (zona, parcela, solar), suponiendo que el uso específico es el R2 y el uso característico o de referencia es el R1, será de Az = 20.000 m2tR2 x 0,50 m2tR1/m2tR2 = 10.000 m2tR1 A partir de lo indicado, ya se puede calcular el aprovechamiento total de un área de reparto, conjunto de sectores, sector, unidad de ejecución o parcela asistemática, como suma de los aprovechamientos de uso característico, homogeneizado, de las diferentes superficies de suelo (zonas, parcelas, solares, etc.) incluidas en ella. Si se realiza análogo cálculo de la aportación de otras zonas al total aprovechamiento del ámbito global (o de acumulación) que se considere (como suma del aprovechamiento que aporta cada uno de los ámbitos elementales, zona, parcela, solar, etc., en términos de aprovechamiento de uso característico, homogeneizado, para bien de que siendo homogéneos sean sumables), conforme a las determinaciones objetivas del Plan, se obtendrá el aprovechamiento total de dicho ámbito global o de acumulación (40.000 m2tR1 en el ejemplo de la FIG. 4). Si este ámbito es un Área de Reparto, se obtendrá el aprovechamiento total del Área de Reparto. Si es un conjunto de sectores (“cuatrienio”), un sector, una unidad de ejecución o una parcela asistemática, se obtendrá el aprovechamiento total del conjunto de sectores (“cuatrienio”), sector, unidad de ejecución o parcela asistemática, respectivamente. 102 URBANISMO Si se divide el aprovechamiento total del Área de Reparto (u otros ámbitos indicados) por la superficie de ésta que se considere (por la posibilidad de incorporación de sistemas generales y por la exclusión de dotaciones públicas ya existentes y otras matizaciones), se obtendrá el aprovechamiento unitario del ámbito de acumulación considerado, que es la media de aprovechamiento de dicha Área de Reparto (conjunto de sectores, sector, unidad de ejecución o parcela asistemática) o, lo que es lo mismo, el aprovechamiento tipo del Área de Reparto, el aprovechamiento medio del cuatrienio, sector, unidad de ejecución, etc. (0,80 m2tR1/m2s en el ejemplo de la FIG. 4). Resumiendo, a partir de una superficie de suelo cualquiera (zona, parcela, etc.), conforme a las condiciones urbanísticas objetivas establecidas por el planeamiento (condiciones de reconocimiento de presente o de diseño de futuro), se obtendrá la edificabilidad total que es posible realizar, objetivamente, sobre la misma; al fijar para ella un uso determinado, se entra ya en el ámbito de los aprovechamientos (con referencia al valor), de manera que su heterogeneidad exige la necesaria aplicación de coeficientes de homogeneización, de ponderación, etc., de manera que se obtendrá el aprovechamiento total homogeneizado de la superficie de suelo de que se trate. La suma de los aprovechamientos totales homogeneizados del área de acumulación da el aprovechamiento total homogeneizado de la superficie total de este ámbito de acumulación. Dividiendo este aprovechamiento total por la superficie de suelo correspondiente (que se considere) se obtendrá la media de aprovechamiento objetivo de dicha superficie de suelo. Si ésta es un área de reparto dicha media (o aprovechamiento unitario) será, precisamente, el aprovechamiento tipo (de la LS92 o leyes autonómicas que lo han asumido) o si se trata de un cuatrienio de la LS76 dicha media será el aprovechamiento medio (las leyes autonómicas le dan nombres distintos, aprovechamiento tipo, medio, unitario de reparto, etc.); si se trata de un sector o de una unidad de ejecución dicha media será el aprovechamiento medio del sector o de la unidad de ejecución (o media del aprovechamiento de la UE), etc. En esencia, pues, el aprovechamiento tipo no es otra cosa que la media (o aprovechamiento unitario) del aprovechamiento objetivo total del área de reparto. El aprovechamiento medio de la LS76 no es otra cosa que la media (o aprovechamiento unitario) del aprovechamiento objetivo total del cuatrienio. Análogas expresiones podrían decirse respecto de las leyes autonómicas. Es un cociente que tiene por numerador el total del aprovechamiento del ámbito y por denominador tantos metros cuadrados de suelo cuyos propietarios van a exigir su aprovechamiento subjetivo (FIG. 4). 103 URBANISMO 3.2. CÁLCULO DEL APROVECHAMIENTO TIPO DE UN ÁREA DE REPARTO. SU FORMULACIÓN Concretando con detalle, conforme se ha indicado anteriormente, podría decirse que, en todo caso, el aprovechamiento tipo será el resultado de dividir el aprovechamiento total del área de reparto (o ámbito correspondiente en otro caso), para cuya obtención es necesario ponderar u homogeneizar los diferentes usos y tipologías respecto de un uso y tipología de referencia (o simplemente usos globales si se trata de suelo urbanizable), denominado uso característico, el más frecuente en m2t, entre la superficie total, que se considere, de la misma (es decir el total de metros cuadrados de suelo cuyos propietarios van a exigir su aprovechamiento subjetivo). Lo mismo puede decirse del aprovechamiento medio, aunque no haciendo referencia a las tipologías edificatorias, por tratarse de suelo urbanizable a nivel de planeamiento general. Por tanto, su expresión algebraica será: atAR1 = ATAR/STAR q.s.c. y se expresará en unidades de: m2tuc/m2s siendo: atAR1: el aprovechamiento tipo del área de reparto nº 1. ATAR: el aprovechamiento total del Área de Reparto STAR q.s.c.: la superficie total del Área de Reparto, que se considere m2tuc: metros cuadrados de techo del uso (y tipología) característico m2s: metros cuadrados de suelo. Concretando todo ello en relación con el ejemplo de la FIG. 6, el proceso básico de cálculo en suelo urbano no consolidado puede resumirse de la siguiente manera: Se obtendrá la superficie neta de suelo (COL. 4 de la FIG. 6) de cada uno de los solares, parcelas o terrenos con diferentes usos y tipologías o, si se ha producido una zonificación, de las zonas de calificación (sería la superficie bruta si no hay ordenación pormenorizada o ésta es por zonas). Recuérdese que a nivel de Plan General en suelo urbano los usos son ya, normalmente, pormenorizados. 104 URBANISMO Se calculará la edificabilidad lucrativa total (COL. 6), que se establece para cada uno de dichos usos y tipologías o de dichas zonas en el Plan General, especificando el uso lucrativo y tipología a que se refieren. Si se parte de edificabilidades lucrativas unitarias, aprovechamiento unitario de uso específico, será preciso multiplicarlas por las correspondientes superficies. Las dotaciones locales pueden tener carácter privado y, por ello, a estos efectos agregarán aprovechamiento objetivo al total del área de reparto, por lo que deberán ser incluidas en los cálculos del aprovechamiento total. Se establecerá el coeficiente de ponderación (COL. 7), homogeneización o "traductor", de cada uso y tipología respecto del uso y tipología característicos. En todo caso, estos coeficientes deberán ser justificados adecuadamente. Se calculará ya el aprovechamiento homogeneizado total establecido por el Plan para cada uso y tipología o para cada zona de ordenanza (COL. 8), multiplicando, en este supuesto, su edificabilidad lucrativa total (aprovechamiento total de uso específico (COL. 6)) por el coeficiente de ponderación asignado a la misma (COL. 7). La suma de los aprovechamientos homogeneizados lucrativos (incluidos los correspondientes a las dotaciones privadas) de todos los ámbitos elementales que conforman el área de reparto, dará como resultado el aprovechamiento total de todo el área de reparto (COL. 8). Dividiendo el aprovechamiento total del área de reparto entre la superficie total de la misma que se considere, descontadas las superficies de las dotaciones públicas locales o generales ya existentes, y contadas las superficies correspondientes de sistemas generales públicos no existentes, se obtendrá el aprovechamiento tipo del área de reparto (COL. 9). Si los sistemas generales públicos quedaran excluidos de las áreas de reparto, el aprovechamiento de referencia que les resultaría de aplicación, a efectos de su valoración expropiatoria, sería el establecido por el art. 29 LrS98. A efectos de poder decidir adecuadamente la cuantía de sistemas generales que se adscriben, en su caso, a los sectores, es conveniente calcular la media de aprovechamiento de cada uno de los sectores que sería la COL. 8´ interpuesta entre las COL. 8 y 9. 3.3. EJEMPLO DE LA FIJACIÓN DEL APROVECHAMIENTO DE REFERENCIA 105 50 I (EA) Z3 Z4 106 0 --- 0 1.600 --- --- 0 0 200 200 400 400 400 APROV. TOTAL DE USO ESPECÍFICO Aue (m2tue) (6´) [6´= 6 + uso] --- ----- 1.500 0 0 --- 0 50 50 200 800 0 0,25 0,25 0,5 2 400 = RSD -marzo 2002 --- m2tVRL/m 2s = 3,00 500 1.500 APROVECHAMIENT O T IPO AR at (m2tuc/m2s) COEFICIENTE APROV. TOTAL DE USO DE CARACTEPONDERACION RÍSTICO c Auc (m2tuc/m2tue) (m2tuc) 1 (9) [9 = 8 : 4] (8) [8 = 6 X 7] (7) FIG. 6. Cálculo del aprovechamiento tipo en suelo urbano no consolidado (obsérvese que si se incluyen o adscriben los 100 m2s de sistemas generales no existentes, el aprovechamiento tipo se reduciría de 3 a 1.500/600 = 2,50 m2tVRL/m2s) EA: Edificación A islada; EA: Edificación Abierta; MC: Manzana Cerrada. TcDPúbl.L.E.: Total con dotaciones públ icas existentes; TsDPúbl.L.E.: Total sin dotaciones públicas existentes * El artº. 94.3.a LS92 excluía de las áreas de reparto, en defecto de legislación urbanística de las CCAA, los terrenos de sistemas generales existentes y no existentes; la legislación autonómica posibilitó su inclusión o adscripción. La LrS98 permite dicha inclusión o adscripción en su art. 18. 100 500 TsDPúbl.L.E. 0 0 100 600 0 200 200 400 400 400 0 4 4 4 100 50 TcDPúbl.L.E. SIST EMAS GENERALES NO EXISTENTES INCLUIDOS EN SU, PERO NO EN AR- 2 EN SUNC * TOTAL Dotaciones Públicas Local es Existentes (D.Púb.L.E.) Dotaciones Públicas Locales No Existentes (D.Púb.L. N.E.) dpl (EA) 100 VPO (MC) Z2 Z5 4 100 Ofi-Co (MC) Z1 AR 2 4 100 VRL (EA) ZONAS (6) [6= 4 X 5] SUPERFICIE EDIFICABILIDAD EDIFICABILIDAD UNITARIA TOTAL NETA e E S (m2t/m2s) (m2t) (m2s) (5) USO LUCRATIVO Y TIPOLOGIA (4) ÁREA DE REPARTO AR (3) (2) (1) URBANISMO URBANISMO 3.4. EFECTOS DE LA FIJACIÓN DEL APROVECHAMIENTO DE REFERENCIA La fijación del aprovechamiento de referencia (aprovechamiento tipo de un área de reparto, aprovechamiento medio o aprovechamiento total de referencia), además de cumplir, en su caso, un requerimiento del planeamiento general para que éste sea susceptible de aprobación, tiene un efecto esencial, cual es fijar la referencia objetiva del aprovechamiento subjetivo que será atribuido a cada propietario de suelo con la aprobación del planeamiento, sin perjuicio de que para su concreción ha de llevarse a cabo la fase de ejecución del planeamiento. 3.5. EL APROVECHAMIENTO TIPO Y LA LEGISLACIÓN AUTONÓMICA La legislación autonómica (salvo excepciones o con algunas matizaciones) ha acogido el sistema tradicional conceptual indicado en los epígrafes anteriores. El cálculo del aprovechamiento de referencia en las diferentes Comunidades Autónomas es bastante parecido al indicado más arriba (contienen matizaciones de mayor o menor importancia, sobre todo, Cataluña y Murcia). No obstante, la filosofía subyacente es en todos los casos análoga. 4. EL APROVECHAMIENTO SUBJETIVO POR ATRIBUCIÓN A partir de la fijación del aprovechamiento de referencia (aprovechamiento, tipo, medio, etc.) por atribución de la Ley urbanística autonómica correspondiente, todo propietario tendrá derecho a la adjudicación de suelo lucrativo, como mínimo, correspondiente al 90% del aprovechamiento tipo aplicado a la superficie de suelo que aportó; porcentaje diferente según la clase y categoría de suelo y a concretar por la ley autonómica. Y ello por igual para cada metro cuadrado de suelo del ámbito de referencia del que se trate; por lo que, en principio, el propietario de cada metro cuadrado de suelo del mismo tendrá derecho a (podrá llegar a recibir "por atribución") el 100% de dicho aprovechamiento objetivo de referencia, si se trata de suelo urbano consolidado (SUC) o, como mínimo, el 90% de dicho aprovechamiento objetivo de referencia, si se trata de suelo urbano no consolidado (SUNC) o Suelo Urbanizable (SUble). 107 URBANISMO 5. LA EJECUCIÓN SISTEMÁTICA Y ASISTEMÁTICA DEL PLANEAMIENTO. 5.1. ACTUACIONES INTEGRADAS Y AISLADAS. La materialización en el territorio de las determinaciones del planeamiento no puede llevarse a cabo simultáneamente, sino que ha de hacerse, de modo sucesivo, en ámbitos concretos denominados polígonos o unidades de actuación, en los que la ejecución del planeamiento se lleva a cabo por alguno de los “sistemas de actuación” que la Ley establece. Esta forma de ejecutarse el planeamiento en polígonos se denomina, también, y por razón de actuarse mediante los sistemas legales, “actuaciones sistemáticas” o actuaciones integradas, porque afecta, al menos, a dos o más parcelas. Esta forma de ejecutar el planeamiento mediante polígonos es obligatoria en los suelos urbanizables y urbanos no consolidados. Pero, en suelo urbano consolidado, al tener la urbanización completada, o casi completa, no es necesario actuar sistemáticamente o integradamente, sino que se realiza directamente la edificación y, en su caso, si la parcela no tuviera la condición de solar por no tener todos los servicios urbanísticos, simultáneamente con la edificación la pequeñas obras para conectar los terrenos (cuasi solares) a las infraestructuras para dotarles de los servicios de que carecían (art. 14.1 de la Ley estatal 6/1998 de 13 de abril). A esta forma de llevar a cabo la ejecución del planeamiento, parcela a parcela), se le denomina actuación aislada o asistemática. Es, también, actuación aislada la que se realiza para ejecutar los sistemas generales o locales (es decir, los suelos dotacionales que el planeamiento califica como destinados a usos o servicios públicos al servicio de toda la población o de ámbitos territoriales concretos) mediante expropiación y obras ordinarias. 5.2. REQUISITOS PARA LAS ACTUACIONES INTEGRADAS. Para que pueda ejecutarse el planeamiento en actuaciones integradas es requisito o presupuesto que: Esté aprobado el planeamiento más detallado exigible para la clase de suelo de que se trate. En efecto, en el sistema urbanístico español, el planeamiento general solo concreta los usos e intensidades de uso pormenorizadas en suelo urbano consolidado, mientras que en el no consolidado y en el urbanizable el planeamiento general solo establece usos e intensidades globales, remitiéndose a su concreción por Plan Parcial o Plan Es- 108 URBANISMO pecial de Reforma Interior. Incluso, cuando el planeamiento general, para el suelo urbano no consolidado, contiene ya la pormenorización de usos puede remitirse a Estudio de Detalle. Pues bien, la ejecución del planeamiento requiere que se haya aprobado ese instrumento planificador de desarrollo más detallado exigible. Esté delimitado el Polígono o Unidad de Ejecución. Se entiende por Polígono o Unidad de Actuación la superficie de suelo, debidamente delimitada, que opera simultáneamente como ámbito para el desarrollo de la totalidad de las operaciones materiales precisas para la ejecución integral del planeamiento, y como ámbito de referencia para la justa distribución de beneficios y cargas derivados del planeamiento. Los polígonos pueden ser continuos (integrados por fincas colindantes entre sí) o discontinuos (integrados por fincas vinculadas a efectos de la ejecución del planeamiento, pero sin que todas ellas sean colindantes). El Polígono o Unidad de Ejecución puede delimitarse en el planeamiento o fuera de él, mediante acto administrativo (Resolución del Alcalde tras información pública). Y puede modificarse el polígono delimitado siguiendo el mismo trámite que para su delimitación. Para que la delimitación del polígono no sea arbitraria, la legislación suele establecer unos requisitos que se conocen como suficiencia económica, jurídica y técnica para ejecutar el planeamiento. Suficiencia económica que haga viable que los propietarios afectados cedan gratuitamente al Ayuntamiento los suelos dotacionales públicos (los destinados por el planeamiento a usos o servicios públicos) y materialicen en los suelos lucrativos del polígono su derecho subjetivo al aprovechamiento urbanístico. Por eso, la legislación urbanística acostumbra a imponer que los polígonos que se delimiten en suelo urbanizable no tengan un aprovechamiento real u objetivo superior o inferior en un 15 por 100 al aprovechamiento tipo del área de reparto en que se incluya el polígono. Suficiencia jurídica, consistente en que, sea factible la distribución entre los propietarios afectados de los beneficios y cargas derivados del planeamiento. Y suficiencia técnica, que permita que los servicios o infraestructuras interiores del polígono sean autónomos y conecten con los sistemas generales en articulación armoniosa. Por razón de la relación entre el aprovechamiento objetivo o real del Polígono y el aprovechamiento subjetivo de los propietarios de los terrenos incluidos en aquel se diferencia entre: Polígonos excedentarios (aprovechamiento real > aprovechamiento subjetivo) y deficitarios (aprovechamiento real < aprovechamiento subjetivo). En los polígonos excedentarios el aprovechamiento real que excede del aprovechamiento susceptible de adquisición por los propietarios corresponde a la Administración. En los polígonos deficitarios, la Administración debe compensar a los propietarios del déficit de su aprovechamiento que no se puede materializar en el polígono. 109 URBANISMO Esté determinado el sistema de actuación. Se entiende por sistema de ejecución o de actuación el régimen jurídico de organización, procedimiento y desarrollo de las operaciones jurídicas y materiales precisas para la ejecución completa e integral de la ordenación pormenorizada aplicable al polígono o unidad de actuación. 6. LOS SISTEMAS DE ACTUACIÓN 6.1. LOS DISTINTOS SISTEMAS DE ACTUACIÓN Se entiende por sistema de ejecución o de actuación el régimen jurídico de organización, procedimiento y desarrollo de las operaciones jurídicas y materiales precisas para la ejecución completa e integral de la ordenación pormenorizada aplicable al polígono o unidad de actuación Los sistemas tradicionales de actuación regulados por la legislación urbanística eran tres: o Sistema de compensación: Sistema de gestión y financiación por los propietarios o Sistema de expropiación: Sistema de gestión y financiación pública o Sistema cooperación mixto: de gestión pública y financiación por los propietarios Pero las Comunidades Autónomas, en su legislación urbanística, han introducido variables de éstos tres sistemas, y nuevas formas de ejecución del planeamiento. Con lo que podemos establecer los siguientes sistemas de actuación: Sistemas de gestión pública directa, que admite las siguientes modalidades: ¾ Sistema de Expropiación. En el que la Administración expropia todos los bienes y derechos incluidos en la Unidad de Ejecución, y, una vez dueña de todos los terrenos, realiza la obra urbanizadora y destina los suelos dotacionales a los usos y servicios públicos, y los solares lucrativos a los fines propios del Patrimonio Municipal del Suelo. ¾ Sistema de Cooperación. En el que la Administración ejecuta la obra urbanizadora y aprueba el proyecto de reparcelación (en que se adjudican a la Administración y a los propietarios los solares lucrativos en proporción a su derecho), percibiendo de los propietarios -mediante el 110 URBANISMO canon de urbanización- el importe de los gastos que comporta la ejecución del plan. ¾ Sistema de ejecución subsidiaria (denominado por la Ley Canaria, de ejecución forzosa) en el que la Administración acomete, con carácter subsidiario y ante el fallo de los sistemas de ejecución privada, las actuaciones pendientes por cuenta de los propietarios o del responsable inicial de la urbanización. Sistemas de ejecución privada, que admite las siguientes modalidades: ¾ Sistema de concierto. En el que el propietario único -o todos los propietarios de común acuerdo- asumen la entera actividad de ejecución del planeamiento en las condiciones libremente pactadas por ellos en convenio urbanístico aprobado por el Ayuntamiento. ¾ Sistema de compensación. En el que los propietarios se integran en una entidad de derecho público, denominada Junta de Compensación, con plena capacidad de obrar y, por tanto, de contratar la ejecución de la obra urbanizadora y de adjudicar los solares resultantes. ¾ Sistema de agente urbanizador. En el que se selecciona, mediante concurso, el agente urbanizador que lleva a cabo la ejecución del planeamiento en la forma prevista en las bases del concurso, y en el convenio formalizado tras la adjudicación, concertando libremente con los propietarios de terrenos la forma en que éstos participan en la gestión (aportando suelo y dinero, o sólo suelo) y, en caso de desavenencia, siendo beneficiario de la expropiación de los terrenos. En la Ley Canaria este sistema se denomina de "ejecución empresarial"; y en la Ley de Castilla-León se denomina "sistema de concurrencia". Sistema de gestión mixta: ¾ Sistema de ejecución forzosa. En el que la ejecución del planeamiento queda encomendada a una Comisión gestora en la que se integran la Administración y los propietarios que voluntariamente deciden participar en la gestión. En el Proyecto de reparcelación se atribuyen los solares a la Administración y a los propietarios incorporados a la Comisión gestora, y a los propietarios no incorporados pero deduciendo a éstos los gastos de urbanización. 7. 7.1. SISTEMA DE COMPENSACIÓN CONCEPTO 111 URBANISMO En el sistema de compensación, los propietarios de terrenos incluidos en el ámbito de la Unidad de Ejecución e integrados en el sistema, realizan a su costa la obra urbanizadora y distribuyen entre ellos los aprovechamientos lucrativos permitidos por el planeamiento en función de sus respectivos derechos (art. 157 RGU). Como el planeamiento y su gestión es una función pública, cuando la Administración elige el sistema de compensación delega en los propietarios la ejecución, realizándose ésta bajo su tutela. 7.2. ELEMENTO SUBJETIVO: PROPIETARIOS AFECTADOS Los propietarios afectados por la compensación son, en principio, los titulares dominicales de terrenos comprendidos en la unidad de ejecución. La Administración puede adscribir sistemas generales a unidades de ejecución en suelo urbanizable, cuyos propietarios harán efectivo en éstas su derecho al aprovechamiento (arts. 33 del Reglamento de Planeamiento Urbanístico, y 31, 71.2, 85.2 y 163.3. RGU), y puede subrogar en el derecho al aprovechamiento permitido por el plan en la unidad que exceda del susceptible de adquisición por los propietarios (unidades de ejecución excedentarias) a propietarios de terrenos destinados a dotaciones locales o sistemas generales o a propietarios de unidades deficitarias que no hayan podido materializar en éstas su derecho al aprovechamiento. Para el cómputo del porcentaje de superficie o de propietarios, necesario para determinados actos en el sistema de compensación, se tendrán en cuenta las superficies y propietarios incluidos y adscritos, según expresa el art. 159.2 "in fine" RGU. También son propietarios afectados por la compensación la Administración o los propietarios subrogados en su posición con respecto al exceso de aprovechamiento, debiendo tener en cuenta su número para determinar los "quorums" exigidos por la Ley, pero sin que en este caso, se computen superficies pues no las aportan. 7.3. ELEMENTO OBJETIVO: TERRENOS Y EDIFICIOS AFECTADOS Terrenos edificados. Hay que tener en cuenta que resultan afectados por el sistema de compensación todas las propiedades incluidas en la Unidad de Ejecución, estén o no edificadas. En éste último caso, se plantea el problema de si los 112 URBANISMO edificios ya construidos entran, o no, en el reparto del aprovechamiento lucrativo. Desde una perspectiva de mejor gestión urbanística se defendió que aunque en la equidistribución se respetase la situación existente, y, por tanto, se mantuviese la titularidad de los edificios, los propietarios debían satisfacer a la comunidad el exceso del aprovechamiento materializado por el edificio con respecto al aprovechamiento subjetivo de sus propietarios (90% del AT). La derogada Ley 7/1997 estableció la regla de que estos edificios ya construidos y conformes con el planeamiento que se ejecuta, no entraban en el reparto del aprovechamiento lucrativo sino que debía respetárseles todo el aprovechamiento materializado. Afección de sólo parte de fincas. Por otra parte, no toda la superficie de las fincas puede estar incluida en el ámbito de la Unidad de Ejecución, por lo que el Proyecto de Compensación ha de referirse, exclusivamente, a la superficie afectada, procediendo el documento administrativo a segregar ésta de la finca matriz. Así resulta del art. 4 del RD. 1093/1997, que alude a las fincas o partes de fincas afectadas por la equidistribución. Discordancia entre los títulos y la realidad. El art. 103.3 RGU señala que "en caso de discordancia entre los títulos y la realidad física de las fincas, prevalecerá ésta sobre aquellos", por lo que el art. 8 del RD. 1093/97 dice que "la aprobación definitiva del proyecto de equidistribución será título suficiente para: 1. La inmatriculación de fincas que carecieren de inscripción y la rectificación de su extensión superficial o de sus linderos o de cualquier otra circunstancia descriptiva, sin necesidad de otro requisito. Cuando el proyecto se hubiera llevado a cabo por acuerdo unánime de los interesados o a instancia de propietario único, para que produzca los efectos previstos en este párrafo deberá someterse al trámite ordinario de información pública previsto en la legislación urbanística para los proyectos de equidistribución. 2. La realización de las operaciones de modificación de entidades hipotecarias que sean precisas para la formación de las fincas que han de ser incluidas en la unidad de ejecución". 7.4. SISTEMA DE COMPENSACIÓN CON O SIN JUNTA DE COMPENSACIÓN. PROPIETARIO ÚNICO 113 URBANISMO Cuando todos los terrenos pertenecen a un sólo propietario este asume las obligaciones propias del sistema de compensación; es decir, debe tramitar los Proyectos de Compensación y de Urbanización, y realizar la urbanización. Si todos los terrenos perteneciesen a una comunidad en proindiviso, ésta se considera como propietario único siempre que no exista oposición por parte de ninguno de los condueños; en otro caso, será preciso la constitución de la Junta de Compensación, integrándose en la misma los copropietarios en razón a sus respectivas cuotas de interés en el proindiviso (art. 157.3 RGU). JUNTA DE COMPENSACIÓN Naturaleza jurídica. A efectos de realizar conjuntamente los propietarios las operaciones jurídicas y materiales propias de la compensación, se integran aquellos en una entidad administrativa colaboradora (arts. 24 y sts del RGU) denominada Junta de Compensación que tiene "personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. Facultades fiduciarias de la Junta. La incorporación de los propietarios a la Junta de Compensación no presupone, salvo que los Estatutos dispusieren otra cosa, la transmisión a la misma de los inmuebles afectados a los resultados de la gestión común, actuando la Junta como fiduciaria con pleno poder dispositivo sobre las fincas pertenecientes a los propietarios miembros de aquellas, sin más limitaciones que las establecidas en los Estatutos. La doctrina ha señalado que la Junta, más que fiduciaria, actúa como mandataria o representante de los propietarios, quienes, en el supuesto normal de no transmisión de sus propiedades a la Junta, conservan la plena disponibilidad de sus terrenos y la posesión de los mismos. Constitución de la Junta de Compensación. En el caso de ser precisa la constitución de la Junta de Compensación, los propietarios afectados pueden optar, en los distintos momentos que a continuación veremos, por integrarse, o no, en la Junta. Si se integran participan de los beneficios y cargas derivados del planeamiento; si no se integran son expropiados, en beneficio de la Junta de Compensación. Pues bien, delimitada la unidad de ejecución y establecido el sistema de compensación para su gestión, los propietarios deben, en el plazo de los tres meses siguientes a la aprobación definitiva del Plan o de la delimita- 114 URBANISMO ción de la Unidad, proponer a la aprobación de la Administración las reglas por las que se regirá la Junta de Compensación; esto es, los Estatutos y Bases de Actuación. Esta proposición debe efectuarse por propietarios que representen, al menos, el 60 por 100 de la superficie de los terrenos afectados (aunque algunas leyes autonómicas reducen este porcentaje al 50 por 100). La tramitación ulterior es la siguiente: ¾ Presentados los Proyectos de Estatutos y Bases de Actuación. El Alcalde debe acordar su aprobación inicial en plazo de los 30 días siguientes. Transcurrido este plazo sin que recaiga el acuerdo pertinente, se entiende aprobado por silencio, siguiéndose con los trámites definitivos. ¾ El acuerdo de aprobación inicial con los proyectos de estatutos y bases de actuación, se publican en el BOP y se notifica, además, a todos los propietarios afectados, en cuya notificación se hará mención del BOP en que se inserte el anuncio (art. 161.3 RGU), concediéndose plazo de quince días para alegaciones. ¾ Transcurridos los plazos anteriores, el Alcalde adoptará acuerdo de aprobación definitiva de los Estatutos y Bases de Actuación con las modificaciones que, en su caso, procedieran, y designará su representante en el órgano rector de la Junta de Compensación (art. 162.3 RGU). ¾ El acuerdo de aprobación definitiva se publicará en el BOP, expresando, si las hubiere, las modificaciones introducidas en los Estatutos y Bases de Actuación. Asimismo se notificará con ese mismo contenido a los propietarios afectados y a quienes hubieran comparecido en el expediente (art. 162.4 RGU). En la notificación a los propietarios que no hubieran solicitado su incorporación a la Junta, se les requerirá para que así lo efectúen, si lo desean, en el plazo de un mes desde la notificación, con la advertencia de ser expropiados en otro caso (art.162.5 RGU). ¾ Transcurrido el plazo anterior, la Administración actuante requerirá a los interesados para que constituyan la Junta de Compensación, mediante escritura pública en la que designarán los cargos del órgano rector, que habrán de recaer necesariamente en personas físicas (art. 163.1 RGU). La Junta quedará constituida por los propietarios de terrenos que hayan aceptado el sistema, por las Entidades públicas titulares de bienes incluidos en la unidad de ejecución, ya tengan carácter demanial o patrimonial, y, en su caso, por las empresas urbanizadoras que se incorporen (art. 163.2 RGU). En la escritura de constitución deberá constar: relación de los propietarios y, en su caso, empresas urbanizadoras; relación de las fincas de que son titulares; per- 115 URBANISMO sonas que hayan sido designadas para ocupar los cargos del órgano rector; acuerdo de constitución. ¾ Aún se da un plazo más a los propietarios no incorporados a la Junta para que otorguen escritura pública de adhesión a la constitución. A tal efecto, en ésta, deberá señalarse plazo para las ulteriores adhesiones (art. 163.5 RGU). En todo caso, hay que tener en cuenta que los propietarios que no hubieren solicitado el sistema podrán incorporarse a la Junta "con igualdad de derechos y obligaciones" que los promotores (art. 166.e/ RGU). ¾ El Presidente de la Junta elevará a la Administración actuante la escritura de constitución y las de adhesiones, en su caso. Aprobados definitivamente Bases y Estatutos, puede que propietarios inicialmente adheridos se separen del sistema por no estar conformes con las modificaciones introducidas respecto del proyecto inicial; en cuyo caso, si los propietarios no alcanzasen el 60% de la superficie exigido, al igual que si en el plazo concedido no se formalizase la escritura de constitución de la Junta, la Administración cambiará el sistema por otro de gestión pública. ¾ Si procediere, la Administración adoptará acuerdo aprobatorio en plazo de treinta días (art. 163.6 RGU); trasladando certificado del acuerdo y copia autorizada de la escritura a la Comunidad Autónoma, para su inscripción en el Registro de Entidades Urbanísticas Colaboradoras; y al Registro de la Propiedad, para que, por anotación marginal en la última inscripción de dominio de las fincas correspondientes, haga constar su afección al sistema de compensación (arts. 310.1 TRLS, 168 y 169 RGU y 5 del RD 1093/1997). La nota marginal tendrá una duración de tres años y podrá ser prorrogada por otros tres a instancia de la Administración o de la Junta que hubieran solicitado su práctica (art. 310.2 TRLS). 8. 8.1. SISTEMA DE COOPERACIÓN CONCEPTO El sistema de cooperación se caracteriza por ser la gestión pública y la financiación a cargo de los propietarios. Según el art. 186 RGU, en el sistema de cooperación los propietarios aportan el suelo de cesión obligatoria y la Administración ejecuta las obras de urbanización con cargo a los mismos. Por tanto, la Administración actuante aprobará el Proyecto de Urbanización con sujeción al cuál se ejecutará la obra urba- 116 URBANISMO nizadora; y aprobará el proyecto de reparcelación redistribuyendo los solares edificables entre los propietarios y el Ayuntamiento, adjudicando a éste los terrenos destinados por el planeamiento a usos y servicios públicos (suelos dotacionales públicos). 8.2. SUJETOS AFECTADOS. ASOCIACIÓN ADMINISTRATIVA DE COOPERACIÓN En el sistema de cooperación, al ser pública la gestión, los propietarios tienen sólo una posición pasiva (financiar el sistema), por lo que no es preciso que se integren en una entidad administrativa (como en el caso del sistema de compensación) aunque, en su carácter de interesados, pueden asociarse, para colaborar con la Administración en la gestión, en una entidad, también administrativa, denominada Asociación Administrativa de Cooperación, siendo voluntaria, en todo caso, la incorporación a la misma, y adoptándose los acuerdos por mayoría de votos de los asociados, sin tener en cuenta, como en el caso de la compensación, su porcentaje de participación en el sistema (arts. 191 y sts RGU). 8.3. ACTUACIONES A REALIZAR POR LA ADMINISTRACIÓN: MODOS DE GESTIÓN Siendo el sistema de cooperación un sistema de gestión pública, la Administración actuante podrá realizar la ejecución del planeamiento por su organización general, por Gerencia Administrativa -constituida como Organismo Autónomo- o por sociedad mercantil de capital íntegramente municipal o mixto (arts. 7, 15, 21 y 22 RGU). 8.4. DISTRIBUCIÓN DE BENEFICIOS Y CARGAS: LA REPARCELACIÓN. La equidistribución entre los propietarios de los beneficios y cargas derivados del planeamiento el principio esencial del Ordenamiento urbanístico (arts. 5 y 14.2.d/ Ley 6/98) se efectúa, en el sistema de cooperación, mediante la reparcelación. Concepto de reparcelación. Se entiende por reparcelación la agrupación o integración de las fincas comprendidas en la unidad de ejecución para su nueva división ajustada al planeamiento, con adjudicación de las parcelas resultantes a los interesados en proporción a sus respectivos derechos (art. 71 RGU). Esta inte- 117 URBANISMO gración de las fincas de la unidad de ejecución en una comunidad reparcelatoria ha llevado a conceptuar la reparcelación como una Comunidad de Bienes Funciones de la reparcelación. La reparcelación puede cumplir todas o algunas de las siguientes funciones: ¾ Función jurídica: distribución justa entre los propietarios de los beneficios y cargas de la ordenación urbanística (art. 72.1.a/ RGU). ¾ Función técnica: regularización de las fincas para adaptar su configuración a las exigencias del planeamiento que se ejecuta (art. 72.1.b/ RGU). ¾ Función urbanística: situación sobre parcelas determinadas y en zonas aptas para la edificación del aprovechamiento establecido por el plan y su adjudicación a los propietarios y a la Administración, además de a ésta los suelos dotacionales públicos (art. 72.1.c/ y d/ RGU). Hay que tener en cuenta que la parcelación se integra en el Proyecto de reparcelación por lo que no es preciso aprobar, previamente, un proyecto de parcelación. Cualquiera de estas funciones o finalidades justifica por si sola la reparcelación, aunque no concurran las otras (art. 72.2 RGU). Por ello, la reparcelación no es necesaria cuando no concurren ninguna de estas funciones, o cuando todos los propietarios afectados renuncian a ella y la Administración acepta la localización del aprovechamiento que le corresponda (art. 73 RGU). Elementos de la reparcelación. ¾ Subjetivos. Los sujetos de la reparcelación son los titulares de derechos afectados por la misma. El art. 76 RGU señala que serán parte interesada en el expediente reparcelatorio los propietarios de terrenos incluidos en la unidad de ejecución y, en su caso, los titulares de terrenos exteriores a la misma que deban hacer efectivo su derecho con cargo a los excesos de aprovechamiento objetivo que, sobre los subjetivos, se den en la unidad. ¾ Objetivos. Todos los terrenos incluidos o adscritos a la unidad reparcelable deben entrar en el proceso reparcelatorio sin que sea admisible la exclusión de fincas (arts. 77.1 y 79 RGU), aunque es posible adjudicar como finca resultante la misma aportada en determinados supuestos. 118 URBANISMO ¾ Formales. Presupuesto de la reparcelación es la existencia de planeamiento, de la delimitación de unidad de ejecución y de la elección del sistema de cooperación; siendo posible que al tramitarse el planeamiento (que contenga la delimitación de la unidad de ejecución y elección del sistema de cooperación), se tramite conjunta y simultáneamente, el proyecto de reparcelación, sin perjuicio de quedar condicionado éste a la aprobación de aquel (arts. 81 RGU). Siendo la reparcelación un acto ejecutivo de un instrumento de planeamiento, y dado el carácter normativo de éstos, la jurisprudencia admite que se impugne el proyecto reparcelatorio en base a la nulidad del Plan que ejecuta. La reparcelación debe concretarse en un Proyecto de Reparcelación que, a diferencia del de Compensación (en que prima lo establecido en las Bases de Actuación), debe sujetarse a las prescripciones legales y reglamentarias, sin perjuicio de recoger los criterios expresamente manifestados por los interesados cuando no contradigan dicha normativa ni ocasionen perjuicios al interés público ni a terceros (arts. 82, 83, 84 y 87 RGU) Efectos de la delimitación de la unidad reparcelable. El expediente de reparcelación se entiende iniciado al aprobarse la delimitación de la unidad de ejecución, (cuando el expediente de reparcelación se tramite conjunta y simultáneamente con el PPO, PERI, ED o delimitación de la unidad de ejecución, se entiende que comienza con la aprobación inicial de los mismos: art. 101.2 RGU), y llevará consigo la suspensión del otorgamiento de licencias de parcelación y edificación sin necesidad de declaración expresa (art. 98.2 TRLS 76. 9. 9.1. EL SISTEMA DE EXPROPIACIÓN LA EXPROPIACIÓN COMO SISTEMA Y COMO INSTITUCIÓN La expropiación forzosa es la transferencia coactiva a la Administración pública de bienes o derechos de propiedad privada mediante el pago del justo precio del bien o derecho. En el ámbito urbanístico, la expropiación puede actuar como uno de los sistemas de ejecución del planeamiento en actuaciones poligonales o integradas, y puede actuar como institución que permite a la Administración expropiar bienes y derechos concretos bien para llevar a cabo la ejecución del pla- 119 URBANISMO neamiento (actuaciones aisladas), bien para reaccionar ante incumplimientos por los propietarios de la función social de la propiedad (parcelaciones ilegales en suelo no urbanizable, por ejemplo). En el sistema de expropiación, todos los bienes y derechos incluidos en el Polígono Unidad de Actuación son expropiados a favor de la Administración, quien, una vez dueña de los terrenos, los urbaniza y destina los dotacionales a usos o servicios públicos e integra los lucrativos en el patrimonio municipal del suelo afectados a los fines propios del Patrimonio Municipal del Suelo. Dos peculiaridades caracterizan el sistema de expropiación: En primer lugar, la posibilidad de no expropiar determinados terrenos incluidos en el polígono, al no ser necesaria su expropiación para llevar a cabo la obra urbanizadora. La liberalización de la expropiación es, por tanto, algo excepcional, y comporta para el propietario liberado el deber de contribuir a los costes de la urbanización del polígono. En segundo lugar, la posibilidad de que la Administración expropiante otorgue a un empresario, seleccionado mediante concurso, la concesión de la expropiación. El concesionario actúa como beneficiario de la expropiación, esto es, paga los justiprecios expropiatorios, recibe, a cambio los bienes expropiados, realiza la urbanización y en retribución de su gestión, hace suyos los suelos lucrativos que se hayan fijado en el contrato al resolver el concurso para seleccionar al concesionario; de tal modo que la Administración expropiante no sólo recibe los suelos dotacionales públicos sino todos los terrenos lucrativos que no correspondan al concesionario. Fuera de estas dos características de la expropiación como sistema, la expropiación se sujeta a los siguientes requisitos y fases del procedimiento expropiatorio. 9.2. PRESUPUESTO O REQUISITO DE LA EXPROPIACIÓN: LA DECLARACIÓN DE UTILIDAD PÚBLICA El art. 9 de la Ley de Expropiación Forzosa establece que "para proceder a la expropiación forzosa será indispensable la previa declaración de utilidad pública o interés social del fin a que haya de afectarse el bien expropiado"; agregando el art. 10 LEF que la utilidad pública se entiende implícita, en relación con la expropiación de inmuebles, en todos los planes de obras y servicios del Estado, Provincia y Municipio. La Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, desde su posición constitucional, contiene la misma regla de habilitación o legitimación de expropiaciones: 120 URBANISMO "La aprobación de Planes de Ordenación urbana y de delimitaciones de ámbitos de gestión a desarrollar por expropiación implicará la declaración de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes, a los fines de expropiación o imposición de servidumbres" (art. 33). Pero esta habilitación genérica necesita ser concretada en los distintos supuestos a los que es aplicable la expropiación forzosa. Y esta concreción de la "causa expropiandi" corresponde, según la doctrina de la STC 61/97, a la legislación de las Comunidades Autónomas. Razón por la que el art. 34 de la LS 98 se limita a decir que la expropiación por razón de urbanismo podrá aplicarse de acuerdo con las finalidades previstas en la legislación urbanística. La actuación por el sistema de expropiación requiere que se haya delimitado el polígono y elegido la expropiación como sistema. La aplicación del instituto expropiatorio requiere que se de alguno de los supuestos legales que permiten la expropiación: obtención de suelos dotacionales, sanción expropiatoria, etc. 10. EL SISTEMA DE EJECUCIÓN FORZOSA El sistema de ejecución forzosa no es sino un sistema de compensación impuesto imperativamente en el que las funciones de la Junta de compensación son asumidas por una Comisión Gestora, con facultades y naturaleza jurídica idénticas de las de las Juntas de Compensación, que se integra con representantes, a partes iguales, de la Administración y de los propietarios, debiendo ser elegido el Presidente de entre los representantes de la Administración. 11. LA EJECUCIÓN DEL PLANEAMIENTO POR AGENTE URBANIZADOR Mientras que los sistemas de actuación son distintas alternativas a elegir por la Administración para organizar el procedimiento de ejecución del planeamiento, en las leyes urbanísticas de la Comunidad Valenciana y de CastillaLa Mancha la ejecución integrada del planeamiento ofrece aspectos distintos. El primer aspecto distinto es que, antes de entrar en la gestión urbanística, es preciso aprobar un Programa de Actuación Integrada (PAI) en el caso de la Comunidad Valenciana o un Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) en el caso de Castilla-La Mancha que “determinan y organizan la actividad de ejecución, fijando la forma de gestión de ésta”. Los PAU pueden ser promovi- 121 URBANISMO dos por las Administraciones públicas o por los particulares, sean o no propietarios de los terrenos. Una vez aprobados pueden ser gestionados directamente por la Administración o indirectamente, por medio de agente urbanizador. Aunque la selección de este no se efectúa previa convocatoria por la Administración de un concurso público, lo cierto es que se exige que la propuesta que formulen los particulares para obtener la condición de agente urbanizador se someta a la concurrencia de otras propuestas que formulen bien una alternativa técnica bien., simplemente, una proposición económica. De tal modo, que el Ayuntamiento finalmente elige el PAU y el agente urbanizador. El urbanizador, en los términos previstos en el convenio que, tal efecto, ha de formalizarse queda obligado a la formulación de los instrumentos de planeamiento de desarrollo, en su caso, y a la urbanización, reparcelación para la distribución de beneficios y cargas entre los propietarios, y a la edificación, en su caso. El urbanizador obtiene su retribución (fijada en la propuesta económica del seleccionado) a costa de los propietarios en terrenos edificables o en metálico mediante cuotas de urbanización. Los propietarios afectados pueden colaborar con el agente urbanizador aportando los terrenos -y, además, en su caso, dinero- recibiendo, a cambio, solares en mayor o menor proporción según cuál haya sido su colaboración. Los propietarios pueden, optativamente, solicitar ser expropiados. 12. EL SISTEMA DE CONCURRENCIA En aquellas legislaciones urbanísticas que mantienen los sistemas tradicionales (compensación, cooperación, expropiación) para la ejecución del planeamiento, introducen la ejecución mediante agente urbanizador, como un sistema más; normalmente de elección subsidiaria o en defecto de los anteriores. Las diferencias con el sistema de úngete urbanizador están, por tanto, referidas a la forma de seleccionar al agente urbanizador que, en estas legislaciones, se efectúa en virtud de concurso convocado por la Administración. BIBLIOGRAFÍA BALLESTEROS FERNÁNDEZ, ÁNGEL, GARCÍA-BELLIDO, JAVIER, JALVO MÍNGUEZ, JOAQUÍN, Y SANTOS DIEZ, RICARDO. La gestión urbanística ante la nueva Ley de Reforma del Régimen del Suelo. Edit. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Madrid 1992. 122 URBANISMO CERDÁ SUNYER, ILDEFONSO. Cuatro palabras sobre el Ensanche al público de Barcelona. Edit. Imprenta de don Benigno Carranza, Madrid; Ayuntamiento de Madrid y Ministerio para las Administraciones Públicas (Instituto de Estudios de Administración Local). GARCÍA-BELLIDO, JAVIER, SANTOS DIEZ, RICARDO, Y JALVO MÍNGUEZ, JOAQUÍN. Práctica de la Reparcelación. Ejemplos y modelos. Edit. Centro de Estudios Urbanos, IEAL. Madrid. 1987. PORTO REY, ENRIQUE (1990): Cálculo de los aprovechamientos tipo .Edit. Revista de Derecho Urbanístico, nº 120: octubre-diciembre. Madrid 1990. SANTOS DIEZ, RICARDO, Y CASTELAO RODRÍGUEZ, JULIO (2002). Derecho Urbanístico. Manual para juristas y técnicos, Edit. El Consultor de los Ayuntamientos, 5ª edición, con un CD-ROM de legislación y jurisprudencia. Madrid 2002. 123 URBANISMO 124 URBANISMO 7 1. LA URBANIZACIÓN* EL PROYECTO DE URBANIZACIÓN DESARROLLA DETERMINACIONES DE UN PLANEAMIENTO SUPERIOR El Proyecto de Urbanización no es un instrumento de planeamiento. Es un proyecto de ejecución de obras que desarrolla las determinaciones contenidas en el planeamiento superior ya sea general, parcial o especial. La localización, el sitio, los usos urbanísticos, la zonificación, la edificabilidad y la ordenación general viaria son decisiones ajenas al proyecto de urbanización. Es decir, el procedimiento urbanístico limita el contenido del proyecto de urbanización a la definición constructiva de sus distintos elementos habiéndose proyectado sus características generales en las figuras anteriores de planeamiento urbanístico. 2. EL CONCEPTO DE URBANIZACIÓN EN LA LEGISLACIÓN URBANÍSTICA ACTUAL Según la legislación vigente la adquisición del derecho a urbanizar requiere la aprobación del planeamiento preciso en cada clase de suelo. De acuerdo con el supletoriamente vigente Reglamento de Planeamiento de 1978 (art. 70) las obras de urbanización son las siguientes: Pavimentación de calzadas, aparcamientos, aceras, red peatonal y espacios libres. Redes de distribución de agua potable, de riego y de hidrantes contra incendios. Red de alcantarillado para evacuación de aguas pluviales y residuales. Red de distribución de energía eléctrica. Red de alumbrado público. Jardinería en el sistema de espacios libres. 125 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Resto de servicios urbanos básicos que se hayan considerado en el planeamiento que desarrolla el Proyecto de Urbanización. Los proyectos de urbanización tienen que resolver además el enlace de los servicios urbanísticos con los generales de la ciudad y acreditar que tienen capacidad suficiente para atenderlos. La legislación autonómica abunda en conceptos similares. Así Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid de 5 de julio de 2001 indica que “formarán parte de las obras de urbanización los siguientes conceptos: Obras de vialidad, incluyéndose en ellas las de explanación, afirmado y pavimentación de calzadas, construcción y encintado de aceras y canalizaciones que deban construirse en el subsuelo de las vías públicas para todo tipo de servicios. Obras de saneamiento, que comprenden las relativas a colectores generales y parciales, acometidas, sumideros y atajeas para aguas pluviales y estaciones depuradoras, en la proporción que afecte a la unidad de ejecución. Obras para el suministro de agua, en las que se incluyen las de captación cuando fueran necesarias, de distribución domiciliaria de agua potable, de riego y de hidrantes contra incendios. Obras de suministro de energía eléctrica, comprensivas de la conducción y la distribución de ésta. De alumbrado público y demás servicios requeridos por el planeamiento urbanístico. Obras de jardinería y arbolado, así como de amueblamiento necesario para el uso y disfrute de parques, jardines, plazas y vías públicas. En su caso, las obras de infraestructura y servicios exteriores a la unidad de actuación que sean precisas.” La legislación precisa el contenido y alcance del Proyecto de Urbanización. La legislación estatal supletoriamente vigente en los aspectos concernientes al Proyecto de Urbanización, (Ley del Suelo de 1992) establece que “los proyectos de urbanización son proyectos de obras que tienen por finalidad llevar a la práctica el planeamiento general en el suelo urbano y los Planes Parciales en el suelo urbanizable. No podrán contener determinaciones sobre ordenación ni sobre régimen del suelo y de la edificación, y deberán detallar y programar las obras que comprendan con la precisión necesaria para que puedan ser ejecutadas por técnico distinto del autor del proyecto”. 126 URBANISMO Los límites de las determinaciones del proyecto de urbanización se establecen cuando se argumenta que “los proyectos de urbanización no podrán modificar las previsiones del planeamiento que desarrollan, sin perjuicio de que puedan efectuar las adaptaciones exigidas por la ejecución material de las obras”. En cuanto a los contenidos del documento administrativo se regula que “los proyectos de urbanización comprenderán una Memoria descriptiva de las características de las obras, plano de situación en relación con el conjunto urbano y planos de proyecto y de detalle, mediciones, cuadros de precios, presupuesto y pliego de condiciones de las obras y servicios”. El Proyecto de Urbanización es un proyecto urbano que se elabora a una escala más detallada que las figuras de planeamiento superior y que “ajusta” sus determinaciones. No puede alterar ni la ordenación general ni los esquemas viarios previamente planificados, pero si debe resolver los problemas de proyecto (no sólo constructivos) propios de su escala: soluciones en cruces viarios y secciones de calles, tipos de peatonalización, tratamiento de espacios públicos, rasantes y soluciones de drenaje, etc. En este mismo sentido se expresa la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid (art.80.2) al establecer que “los proyectos de urbanización: No podrán contener determinaciones propias del planeamiento urbanístico, debiendo cumplir las previsiones y, en su caso, requerimientos que para ellos establezca el planeamiento y las normas reguladoras de las obras y los servicios mínimos previstos en el art.97 de esta Ley. Deberán estar autorizados por técnico con habilitación legal suficiente y definir las obras que comprendan con la precisión suficiente para ser llevadas a cabo bajo la dirección de técnico distinto del autor del proyecto de que se trate. Podrán ser formulados por cualquier persona, pública o privada, y se aprobarán por los municipios por el mismo procedimiento de aprobación de los Estudios de Detalle, salvo que se tramiten simultáneamente con el correspondiente planeamiento urbanístico o deban seguir el procedimiento prescrito para el sistema de ejecución privada”. Además de la Legislación Estatal y Autonómica que regulan la figura del Proyecto de Urbanización, ésta debe desarrollarse en el ámbito de la normativa municipal que le sea de aplicación. 127 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA La Administración Municipal es la que tiene potestad de aprobar el Proyecto de Urbanización, que por tanto es objeto de supervisión por los Servicios Técnicos Municipales. Normalmente estos Servicios Técnicos están organizados en distintas Áreas, Departamentos y Servicios (Medio Ambiente, Saneamiento, Parques y Jardines, Alumbrado Público), tanto del área de conservación como de supervisión de nuevos proyectos y control del cumplimiento del Planeamiento (Gerencias Municipales de Urbanismo). En ocasiones las competencias municipales, especialmente en materia de aguas (abastecimiento y depuración), se encuentran mancomunadas o delegadas en alguna Agencia Pública de ámbito municipal o supramunicipal. Frecuentemente los Planes Generales de Ordenación Urbana, o denominación equivalente de la legislación autonómica, recogen, con cierta generalidad, “Normas de Urbanización” y en ocasiones existen ordenanzas específicas de aplicación para el tratamiento de algunos aspectos de urbanización Se puede dar incluso la existencia de una “Normalización de elementos constructivos”, de un “Pliego de Prescripciones Técnicas para la Redacción de Proyectos de Urbanización” y de un “Pliego General de Condiciones para la Ejecución de las Obras de Urbanización”, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid que cuenta también en la actualidad con la “Instrucción para el Diseño de la Vía Pública”, aprobada definitivamente el 21 de Diciembre de 2000 según lo previsto en el PGOU de Madrid. Estas prescripciones de la normativa municipal, deben ser cumplidas por el Proyecto de Urbanización, no sólo en razón de su aprobación sino también porque el destinatario final de las obras en él definidas es el propio Ayuntamiento. Este debe recibirlas para incorporarlas al patrimonio municipal previamente a su apertura al uso público. Pero además del Ayuntamiento otros organismos y compañías tienen este papel de receptores finales de las obras. Como ya se ha indicado la legislación obliga al promotor urbanizador no sólo a construir las calles, plazas y jardines que el Planeamiento ha concebido como elementos estructurantes y organizadores del espacio público sino a dotar a las futuras edificaciones, a los solares que resultarán de la construcción de la ordenación, de los servicios de infraestructura urbana necesarios: agua potable, saneamiento, energía eléctrica y aquellos otros servicios que defina el Planeamiento Urbano, normalmente gas canalizado y obra civil para redes de comunicaciones (teléfono, TV, datos,…). Estos servicios están frecuentemente explotados y gestionados por compañías privadas en régimen de monopolio o de competencia. 128 URBANISMO Esto hace que con objeto de garantizar una posterior integración de las nuevas redes previstas con las ya existentes y garantizar una explotación conjunta, sea necesario, ya desde la fase de redacción del Proyecto de Urbanización, tener en cuenta las “Normas y criterios” que para el diseño de estos servicios tengan las compañías explotadoras. Relación que suele formalizarse en un “Convenio” o “Acuerdo Comercial” entre Compañía y Promotor en lo referente a criterios de diseño y eventualmente reparto de los costes de construcción, puesto que habitualmente estas instalaciones una vez construidas son cedidas por el Promotor a la Compañía con la que se haya llegado a acuerdo. El Ayuntamiento suele exigir como garantía de la viabilidad de la propuesta de proyecto en aquellas redes que no sean de cesión al municipio (Energía Eléctrica, Gas, Comunicaciones, en ocasiones Agua) la “Conformidad Técnica” al Proyecto de alguna de las Compañías que puedan operar en la zona. Como puede fácilmente entenderse la variedad de situaciones y normas de aplicación que se presentan, en función de la localización del proyecto, es muy grande. La redacción de un Proyecto de Urbanización lleva, por tanto, además de las labores técnicas de diseño y cálculo, una importante componente de gestión con los múltiples agentes que van a intervenir de una u otra manera en el proceso de construcción para garantizar la adaptación del mismo a la que puede ser muy amplia y variada normativa de aplicación. 3. DETERMINACIONES Y CONTENIDO DEL PROYECTO DE URBANIZACIÓN. ALCANCE DE LA ACCIÓN URBANIZADORA La finalidad del Proyecto de Urbanización como ya se ha indicado, es definir las obras de construcción del espacio público (calles, plazas, jardines con su correspondiente equipamiento) y dotar de servicios urbanos (Agua, Saneamiento, Energía Eléctrica, Otros) los solares que resultarán de estas obras según las previsiones del Planeamiento que desarrollan. Se trata, por tanto, de un Proyecto Constructivo y como tal debe ser entendido en cuanto a escalas de trabajo, normativa de aplicación, grado de definición, control de calidad, especificaciones y responsabilidades técnicas. 3.1. ALCANCE DEL PROYECTO 129 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA En cuanto al alcance material de las obras a proyectar es evidente que deben desarrollar la totalidad de las obras necesarias para construir el espacio público definido en el Plan Parcial o en el planeamiento previo, y dotar de servicios urbanos a la edificación con el alcance que haya definido el planeamiento. El ámbito a urbanizar, por tanto, es la totalidad de la unidad de ejecución que haya fijado el planeamiento. El Proyecto de Urbanización puede establecer fases constructivas cuando lo permita el Planeamiento. La construcción del espacio público, calles, plazas, parques, jardines, áreas de juego, supone definir alineaciones y rasantes, es decir, movimientos de tierras, pavimentación (afirmado y pavimentación) y drenaje (bordillos, caces, imbornales); iluminación (obra civil y eléctrica del alumbrado público: báculos, luminarias, lámparas, equipos y protecciones, cableado); ajardinamiento (alcorques, red de riego, plantaciones) y mobiliario urbano (bancos, papeleras, marmolillos, juegos infantiles) y señalización (horizontal, vertical, semaforización). En función de la complejidad del proyecto suele ser conveniente organizarlo en proyectos específicos que faciliten la supervisión, y posibles adaptaciones, por parte de los distintos agentes que intervendrán en el proceso de urbanización. En esta línea el Pliego de Prescripciones para la redacción de Proyectos de Urbanización del Ayuntamiento de Madrid prevé que estos se desarrollen en: Memoria Resumen. Explanación. Saneamiento y Drenaje. Red de Distribución de Agua. Energía Eléctrica. Red de Distribución de Gas (si procede). Red de Canalización de Comunicaciones. Pavimentación. Alumbrado Público. 130 URBANISMO Red de Riego e Hidrantes. Jardinería. Mobiliario Urbano. Señalización. Galería de Servicios (si procede). Se trata, por tanto, de proyectar y construir las obras que permiten la transformación del espacio en vialidad urbana y red de espacios verdes completamente terminadas. Pero además, el espacio público es el espacio por el que discurren las redes de servicios urbanos necesarios para abastecer las nuevas edificaciones: distribución de agua potable, saneamiento de aguas residuales, drenaje de patios y cubiertas y energía eléctrica normalmente en baja tensión, lo que suele requerir además la construcción de una red media tensión y los correspondientes centros de transformación. Deben proyectarse, por tanto, las redes de distribución y canalizaciones necesarias para garantizar estos servicios. Se incluirán también aquellas otras infraestructuras que prevea el Planeamiento, habitualmente obra civil para permitir el tendido del cableado de comunicaciones y la red de distribución de gas energético cuando existe la posibilidad de suministro del mismo. Se deben también disponer hidrantes en la vía pública, normalmente conectados a la red de distribución de agua, que permitan la carga de agua de las unidades motobomba de extinción de incendios. No es habitual disponer otros servicios: centrales de agua caliente sanitaria, recogida mecánica de residuos sólidos, elementos de transporte, doble o triple red de agua según calidad. Es muy recomendable que previamente a la decisión de la instalación de este tipo e servicios se efectúen estudios detallados acerca no sólo de la rentabilidad económica y social de la inversión sino sobre la viabilidad técnica y económica de su explotación y mantenimiento. 4. ESTÁNDARES DE URBANIZACIÓN. EL COSTE DE URBANIZACIÓN Indudablemente cuando hablamos de urbanización podemos hablar de estándares bastante distintos. 131 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA No obstante, el desarrollo de las distintas Normativas Municipales y de las Compañías de Servicios ha uniformado notablemente el estándar cuando hablamos de urbanización en España. Otra cuestión sería los procesos de urbanización más o menos elementales y de bajo coste en países que inician estos procesos. Los parámetros más habituales para exponer el coste son /m2 de superficie del sector o /m2c edificable no obstante en el coste influye la superficie total del sector, la edificabilidad y los usos, pero fundamentalmente los m2 de viales. No obstante, también en España existen diferencias de coste de unas urbanizaciones a otras. Son varios los elementos que lo justifican: 1. El más determinante es la superficie de viario. Este dato viene fijado por el Planeamiento y puede oscilar entre el 15% y el 40% de la superficie total del sector. 2. El segundo elemento que puede diferenciar radicalmente un sector de otro son sus conexiones exteriores. 3. En tercer lugar los condicionantes geotécnicos y de drenaje del sector: la topografía modificada. 4. El grado de electrificación. 5. Los criterios de pavimentación. 6. Finalmente, la solución que se dé a las acometidas. Por último indicar que se observa una cierta economía de escala en función del tamaño total de la obra (m2 viales). Conviene resaltar que las decisiones sobre calidades de diseño de los diferentes elementos no deben tomarse aisladamente en el contexto de cada proyecto sino en el del proyecto global. Así, por ejemplo la decisión de emplear polietileno o fundición o la de doblar la red en función del ancho de calle puede significar una diferencia muy importante de coste en la red de agua, pero puede no tener prácticamente trascendencia económica, en el contexto general del proyecto y sí tenerla técnica y funcionalmente, comparada con la determinación de unas rasantes que supongan una adecuada compensación de tierras. 132 URBANISMO Sirva este último criterio para recordar de nuevo la importancia que tiene entender el Proyecto de Urbanización como un proyecto unitario, y no como la mera adición de proyectos parciales, que pudiendo estar bien resueltos individualmente pueden dar como conjunto una mala solución de urbanización. 133 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA 134 URBANISMO 8 1. VALORACIONES Y EXPROPIACIONES* REGLAS DE VALORACIÓN La ley del suelo (Ley 6/1998 de 13 de abril) plantea en su Título III, el régimen de las valoraciones urbanísticas. 1.1. CUESTIONES PREVIAS Procedicimiento de Valoración: sistema que trata de reflejar con la mayor exactitud posible el “valor real” que el mercado asigna a cada tipo de suelo, renunciando formalmente a fórmulas artificiosas que contradicen esa realidad y constituyen una fuente de conflictos. El valor de repercusión se obtendrá por aplicación de las técnicas desarrolladas en la norma 16 del R.D. 1020/1993 de 25 de junio por el que se aprueban las “Normas técnicas de valoración y el cuadro marco de valores del suelo y de las construcciones para determinar el valor catastral de los bienes inmuebles de naturaleza urbana”, que dice: Vv=1,40 (Vr + Vc) Fl en la que: Vv = Valor en venta del producto inmobiliario, en pesetas/m2 construido. Vr = Valor de repercusión del suelo en pesetas/m2 construido. Vc = Valor de la construcción en pesetas/m2 construido. Fl = Factor de localización, que evalúa las diferencias de valor de productos inmobiliarios análogos por su ubicación, características constructivas y circunstancias socio-económicas de carácter local que afecten a la producción inmobiliaria. 135 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA De donde: Vv Vr = - Vc 1,40 Fl 2. EL MÉTODO RESIDUAL DINÁMICO Por tratarse de una metodología propuesta implícitamente en la Ley del Suelo de 1998 y de forma explícita en la Ley 10/2003, debe analizarse detalladamente su desarrollo. La Orden ECO/805/2003 de 27 de marzo, en su artículo 36 y siguientes, desarrolla el Método Residual Dinámico, que permite determinar el valor de mercado de un terreno edificable como el precio más probable que, en el momento de la tasación pagaría por él un promotor inmobiliario que lo comprara y aprovechara su mejor y mayor uso urbanístico. Su aplicación requiere: Determinar la promoción inmobiliaria más probable a desarrollar sobre el terreno a valorar según el principio de mayor y mejor uso. Estimar las fechas y plazos de la urbanización de los terrenos, de la construcción y de la comercialización del inmueble terminado, según las hipótesis más probables y atendiendo al grado de desarrollo del planeamiento, de la gestión urbanística y de la ejecución de la urbanización en el sector. Estimar los costes de construcción y urbanización, los pagos necesarios de promoción, financieros y de comercialización normales para un promotor de tipo medio. ¾ Coste de construcción Se determinara según los módulos establecidos por organismos e entidades oficiales (Comunidades Autónomas, Catastro, Colegios profesionales) ¾ Coste la urbanización Para establecer el coste de urbanización se deben aplicar los precios resultantes del proyecto de urbanización y los de su ejecución. 136 URBANISMO ¾ Los pagos financieros, de promoción y comercialización se establecen en relación con los baremos correspondientes. Estimar los cobros a obtener partiendo del valor en venta del inmueble a promover referido a las fechas de su comercialización. Para ello se partirá del valor de mercado en la fecha de la tasación y se tendrá en cuenta la evolución esperada de los precios. Teniendo en cuenta los datos y estimaciones anteriores se determinan los flujos de caja previstos durante la promoción, es decir, la diferencia entre los cobros y pagos inherentes al proceso inmobiliario. Fijar un tipo de actualización (i). Como tipo de actualización se utilizará el representativo de la rentabilidad media anual del proyecto, sin tener en cuenta financiación ajena, que obtendría un promotor medio, en una promoción de las características de la que se analiza calculado de acuerdo con la siguiente fórmula : i = Tasa libre de riesgo + prima de riesgo El tipo libre de riesgo será el tipo de actualización establecido en el artículo 32 de la Orden ECO/805/2003. La prima de riesgo se debe establecer de acuerdo con las determinaciones la Orden de la repetida Orden ECO/805/2003. Calcular el valor de mercado de los terrenos por diferencia entre el valor actual de los cobros obtenidos por la venta del inmueble terminado y el valor actual de los pagos realizados por los diversos costes y gastos, para el tipo de actualización fijado. Como ejemplo de cuanto antecede se adjunta un cuadro en el que se ha obtenido por el método residual dinámico, el valor actual de un suelo que se va a poner en mercado dentro de cuatro años y que responde a las siguientes características: Valor venta del producto inmobiliario (resid. /colectivo) 1800,- €/m2c Valor unitario de la construcción 550,- €/m2c Superficie del ámbito 10.000 m2s Superficie edificable 8.000 m2c Coste de la urbanización 39€/m2s Tasa de interés más tasa de riesgo 14,5% IPC 4% 137 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Con lo que resulta un valor de repercusión de 117 €/m2c y un valor total actual del suelo de 963.083 €. 3. EXPROPIACIÓN URBANÍSTICA La expropiación urbanística, consiste, como toda expropiación, en lo que el artículo 1 de la Ley de Expropiación forzosa ha definido como “cualquier forma de privación singular de la propiedad privada o de derechos o intereses patrimoniales legítimos cualesquiera que fueran las personas o entidades a que pertenezcan, acordada imperativamente”. Siendo la expropiación urbanística, en esencia, aquella que tiene como finalidad la ejecución del planeamiento urbanístico (artículo 33 de la Ley 6/1998, de 13 de abril, de Régimen del Suelo y valoraciones, en adelante me referiré a ella con la dicción LS98) o esté motivada por el incumplimiento de los deberes urbanísticos (artículo 34 de la LS98). La distinción entre expropiación urbanística y de otro carácter tenía relevancia en cuanto al régimen de valoraciones por el que se regulaba cada una antes de la LS98, puesto que las expropiaciones urbanísticas seguían el rígido sistema de valoraciones establecido en la legislación urbanística, con los tres tipos de valores, inicial, expectante y urbanístico, mientras que la valoración de las segundas se regulaba por el sistema previsto en el Ley de Expropiación Forzosa, siendo de aplicación los criterios estimativos de acuerdo con su artículo 43. No obstante, desde la Ley 8/1990 se configura un procedimiento expropiatorio basado en una valoración común de la propiedad inmobiliaria, derivada de sus aprovechamientos urbanísticos, con independencia del tipo de expropiación del que se tratase. Finalmente, a partir de la Ley LS98 las valoraciones urbanísticas se imponen a cualquier expropiación en virtud de su artículo 23 que establece: “A los efectos de expropiación, las valoraciones de suelo se efectuarán con arreglo a los criterios establecidos en la presente Ley, cualquiera que sea la finalidad que la motive y la legislación, urbanística o de otro carácter, que la legitime”. No obstante, las expropiaciones urbanísticas siguen teniendo algunas peculiaridades con relación a la legislación general como es la obligatoriedad de realojo de los ocupantes legales a que se refiere la disposición adicional cuarta del Texto Refundido de la Ley sobre el Régimen del suelo y Ordenación Urbana, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de julio, en adelante, LS92, vigente en este punto. En cuanto a su regulación sustantiva, se aplica con carácter general, la normativa sobre expropiación forzosa (Ley de Expropiación Forzosa, de 16 de 138 URBANISMO diciembre de 1954, en adelante, LEF); la LS98 (artículos 33 y siguientes) y ciertos preceptos de la LS92 (artículos 210, 211.3, 213, 214, 222 y 224). Cabe hacer un breve inciso sobre las dos últimas reformas que ha sufrido la LS98, a través de la Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social, en relación con la valoración del suelo expropiado para infraestructuras públicas; así como, a través de la Ley 10/2003, de 20 de mayo, de Medidas urgentes de liberalización en el sector inmobiliario y transportes, en virtud de la cual, además de retomar la categoría del suelo no urbanizable común, introduce ciertos cambios en lo que a la valoración del suelo urbano y urbanizable se refiere. Son de aplicación supletoria el Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, aprobado por Real Decreto 1346/1976, de 9 de abril y el Reglamento de Gestión Urbanística. En cuanto a la normativa autonómica, ciertas Comunidades Autónomas se remiten al contenido de la LS92, mientras que otras regulan la materia en normas propias, aplicándose en el resto la normativa supletoria. LEGITIMACIÓN En materia urbanística, se atribuye a los planes de ordenación urbana e instrumentos delimitadores la eficacia legitimadora de las obras (declaración de utilidad pública) y necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes. Así, la aprobación de planes de ordenación urbana y de delimitaciones de ámbitos de gestión a desarrollar por expropiación implica la declaración de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes, a los fines de expropiación o imposición de servidumbres. En este sentido, bajo la rúbrica “legitimación de las expropiaciones” el artículo 33 de la LS98 viene a incluir un precepto que en la anterior legislación se incluía en la regulación de los “efectos de aprobación de los planes”. A raíz de este artículo, la legitimación de las expropiaciones urbanísticas viene determinada ex artículo 33 de la LS98 por la aprobación de Planes de ordenación urbana, así como por la delimitación de ámbitos de gestión a desarrollar por expropiación implicando la aprobación de tales instrumentos, la declaración de utilidad pública de las obras y la necesidad de ocupación de los terrenos y edificios correspondientes. No obstante, lo que este artículo viene a regular es un elemento característico del régimen jurídico de los planes, en cuanto viene a cumplir las exigencias 139 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA de declaración de utilidad pública y necesidad de ocupación, de acuerdo con lo previsto en la legislación general de expropiación forzosa. FUNCIÓN La determinación de la causa expropiandi corresponderá en la mayoría de los casos a la legislación autonómica, determinando en sus leyes urbanísticas los supuestos en los que es posible en la ejecución del planeamiento la aplicación de la expropiación forzosa. Así, el artículo 34 de la LS98 hace una distinción entre aquellos casos en los que las expropiaciones urbanísticas se aplicarán de acuerdo con las finalidades previstas en la legislación autonómica y aquellos en los que las expropiaciones se realizarán por incumplimiento de la función social de la propiedad. Es decir, en el primer caso, será el legislador autonómico el que determine la causa expropiandi en sus leyes urbanísticas, mientras que en el segundo, corresponde al Estado, establecer aquellos aspectos básicos en los que el incumplimiento de la función social de la propiedad determine la expropiación y al autonómico los complementarios. EJERCICIO DE LA POTESTAD En toda expropiación concurren necesariamente dos sujetos jurídicos, el expropiado, en cuanto titular del bien o derecho afectado por la expropiación, con quien se entienden todas las actuaciones del procedimiento expropiatorio, especialmente las referidas a la pieza de justiprecio, y el expropiante, titular de la potestad expropiatoria que será, como regla general, un ente territorial, es decir, el Estado, las Comunidades Autónomas, o las Corporaciones locales, aunque en algunas ocasiones se ha cuestionado y llegado a admitir la atribución de potestad expropiatoria a entes integrantes de la llamada Administración institucional, tales como Confederaciones hidrográficas (SSTS 14-3-1966 y 22-10-1985). Por último, y circunstancialmente puede también intervenir un tercero ajeno al expropiante y al expropiado, que será el beneficiario, como sujeto que representa el interés público o social para cuya realización está autorizado a instar de la Administración de cobertura el ejercicio de la potestad expropiatoria y que adquiere el bien o derechos expropiados previo abono del justiprecio. Es, por tanto, persona distinta de la entidad expropiante, que desarrolla, mediante concesión de aquélla, el ejercicio de la potestad expropiatoria, no su competencia. La potestad expropiatoria reside, por tanto, en las Administraciones Públicas territoriales, y así se establece en el artículo 2º de la LEF “la expropiación for- 140 URBANISMO zosa sólo podrá ser acordada por el Estado, la provincia y el municipio, en cuanto únicos titulares de la potestad expropiatoria, y a ellos corresponde acordar la expropiación, realizar la tutela y dirección del procedimiento expropiatorio, pudiendo intervenir siempre para velar la buena marcha del mismo”. En el ámbito urbanístico, el artículo 85 de la LEF, en su párrafo 3º establece que “las facultades atribuidas por esta Ley a la Administración o autoridades gubernativas que en ella se mencionan, corresponderán íntegramente, en los asuntos de las Corporaciones Locales, a éstas o a los organismos especiales que en los mismos intervienen, y sin limitación de la autonomía que se les concede en las disposiciones legales vigentes”. Por otro lado, la figura del expropiante, en las expropiaciones urbanísticas presenta como especial peculiaridad la de contar con diversas formas de gestión expropiatoria, baste como ejemplo los distintos supuestos en que la gestión del sistema se lleva a cabo por personas distintas, públicas o privadas, a la propia Administración actuante. Dentro de las formas de la ejecución exclusiva por la entidad actuante, ésta puede tener lugar atribuyendo las competencias a un órgano ya existente, creando un nuevo órgano específico o creando una entidad dotada de personalidad jurídica propia e independiente de la entidad actuante, mediante la creación de entidades urbanísticas especiales, organismos autónomos locales o sociedades anónimas cuyo único partícipe capitalista sea la Corporación. En este último caso, nos encontraríamos ante una entidad que, con personalidad jurídica independiente, lleva a cabo verdaderas competencias públicas, en este caso de contenido urbanístico. No obstante, en última instancia, detrás del ejercicio de las competencias por la entidad correspondiente, se encuentra la propia Administración actuante que en la mayoría de los casos suele ser la Corporación local. Esta estrecha relación entre Administración local y empresa municipal queda reforzada por la denominada doctrina del levantamiento del velo que afirma la mera instrumentalidad de las entidades de naturaleza privada a los efectos de imputación final de derechos y deberes que corresponde, a pesar de la distinción patrimonial, a la Entidad local. En este sentido, la Sentencia del Tribunal Supremo de 28 de mayo de 1984 (Azdi. 2800) afirma: “Que también en el ámbito del Derecho administrativo, cuando se habla de los entes públicos o de gestión («mutatis mutandi»), a los que se reviste de una forma jurídica perteneciente al Derecho privado (Sociedades anónimas, por ejemplo), según se señala por autorizada doctrina, no se hace sino utilizar una técnica ofrecida por ese Derecho de modo instrumental, del uso de un procedimiento en el que «la sociedad aparece como una simple forma para encubrir la creación de un ente final puro y simple», externamente regida por el Derecho privado, pero en realidad internamente de la pertenencia de la Administración, tal como en el caso del recurso ocurre 141 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA y se declara por la Sentencia de instancia, en el que, según el contrato, el Ayuntamiento es órgano de la Sociedad municipal y el Alcalde su Presidente del Consejo, es decir, con el poder, siquiera compartido, de gestión de la entidad (...)”. En cuanto al régimen jurídico aplicable a estas entidades cabe tener en cuenta que, sobre la sociedad de capital íntegramente público, la legislación administrativa local (art. 103 del Texto Refundido de Régimen Local) hace una remisión en bloque al Derecho mercantil, de forma que tanto la organización como la actividad de estas entidades se rige, en línea de principio, por el Derecho privado; a pesar de ello, son numerosos los aspectos de estas sociedades que no quedan sometidos al Derecho privado, precisamente, por el carácter público de su único socio fundador. Finalmente, la administración actuante puede hacer uso de todas las técnicas de alteración de la competencia o su ejercicio, reguladas en la Ley de Régimen Jurídico y del Procedimiento Administrativo Común, Ley 30/1992 de 26 de noviembre, en adelante LRJAPyPAC, entre las que cabe citar: la delegación (artículo 13 LRJAPyPAC); la desconcentración (artículo 12.2 LRJAPyPAC) que al contrario que la delegación, no sólo implica el ejercicio de una competencia sino también de su titularidad, de forma permanente e irrevocable, salvo modificación normativa; la avocación (artículo 14 LRJAPyPAC); la encomienda de gestión (artículo 15 LRJAPyPAC), en virtud del cual la realización de actividades de carácter material, técnico o de servicios de la competencia de los órganos administrativos o de las entidades de derecho público podrá ser encomendada a otros órganos de la misma o de distinta Administración, por razones de eficacia o cuando no se posean los medios técnicos idóneos para su desempeño, no implicando, esta modalidad, cesión de titularidad de la competencia ni de los elementos sustantivos de su ejercicio; y finalmente, la suplencia (artículo 17 de la LRJAPyPAC), mediante la cual los titulares de los órganos administrativos son sustituidos temporalmente en los supuestos de vacante, ausencia o enfermedad por quien designe el órgano competente para el nombramiento de aquellos. En cuanto a las concretas formas de gestión expropiatoria en las que el protagonismo se atribuye a persona distinta de la Administración actuante, podemos citar, entre las más comunes, las siguientes: Modalidades asociativas : entre las que se incluyen todas las fórmulas de coparticipación de la Administración local actuante con personas privadas o públicas entre las que destacan los consorcios, constituidos por entidades locales y otras administraciones públicas; mancomunidades o asociaciones de municipios para la ejecución común de obras o servicios determinados de su competencia, siendo también posible la utilización de las técnicas de altera- 142 URBANISMO ción de la competencia arriba descritas, si bien con carácter intersubjetivo, es decir entre dos administraciones diferentes, entre las que pueden citarse la encomienda de gestión, prevista expresamente en algunas legislaciones autonómicas como en el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2000, en su artículo 92, y la delegación intersubjetivas, admitida ésta última sólo a favor de entidades institucionales y prevista también algunas leyes autonómicas como es el caso de Castilla la Mancha (Ley 2/1998, artículo 108). En cuanto a las fórmulas mixtas de gestión, estas consisten en la ejecución por la Corporación con el apoyo de particulares, pudiendo realizarse a través de sociedades urbanísticas, mediante la constitución de sociedades anónimas o empresas de economía mixta, así como adquirir acciones de sociedades que se hallen constituidas, con el fin de proceder a la ejecución del planeamiento urbanístico o a través también de consorcios, en cuanto entidades asociativas que también pueden constituirse con particulares o entes privados sin ánimo de lucro que persigan fines de interés público concurrentes con los de la Administraciones públicas. No obstante, hay que puntualizar, con respecto a estas sociedades que cuando la participación del Estado y / o de sus organismos autónomos sea mayoritaria, estas empresas han de tener el carácter de sociedades estatales, constituyendo un supuesto de gestión pública directa. Así mismo, aun cuando lo normal es que la potestad expropiatoria sea ejercitada por la Administración para sí misma, es también posible que lo sea en beneficio de un tercero, dando así entrada con una participación activa en el procedimiento expropiatorio, al beneficiario o aquel en cuyo interés se realiza la expropiación, tal y como se recoge en el artículo 3 del REF, recogiéndose en los apartados 2 y 3 del artículo 2 de la LEF las posibles modalidades de la figura del beneficiario: 2. “Además podrán ser beneficiarios de la expropiación forzosa por causa de utilidad pública las entidades y concesionarios a los que se reconozca legalmente esta condición. 3. Por causa de interés social podrá ser beneficiario, aparte de las indicadas, cualquier persona natural o jurídica en la que concurran los requisitos señalados por la Ley especial necesaria a estos efectos.” Así en la legislación urbanística se ha atribuido desde siempre, tal condición a las Juntas de Compensación, en aquellos casos de propietarios que hayan de ser expropiados por no aceptar el sistema o no adherirse a la Junta, en los plazos señalados al afecto, o, habiéndose adherido, incumplan los deberes y las cargas impuestas en la normativa aplicable (artículos 168.2 y 181 del Re- 143 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA glamento de Planeamiento). Por último, resta recordar la posibilidad que las recientes leyes autonómicas han otorgado a los particulares de participar en la gestión urbanística a través de la emergente figura del agente urbanizador. 144 URBANISMO 9 1. INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA EN LA EDIFICACIÓN Y USO DEL SUELO. DISCIPLINA URBANÍSTICA* INTRODUCCIÓN La intervención de la Administración en la actividad de los ciudadanos con la finalidad de que ésta se ajuste a los mandatos legales ha sido una constante histórica. En la actualidad y por lo que se refiere a la Administración Municipal, la facultad interventora aparece recogida en el artº. 84 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, en el que, después de establecer la facultad y los medios para ejercitarla, el legislador dispone que la misma se atendrá a los principios de “igualdad de trato, congruencia con los motivos y fines justificativos y respeto a la libertad individual”. De acuerdo con los pronunciamientos de la Legislación general, la normativa urbanística, desde la primera Ley del Suelo, de 12 de mayo de 1956, ha venido incorporando preceptos destinados a regular la intervención administrativa en la edificación y uso del suelo. Es cierto, sin embargo, que, a partir de la aprobación del Reglamento de Disciplina Urbanística, aprobado por Real Decreto 2187/1978, de 23 de junio, la terminología inicial sufre alteraciones. Este Reglamento está integrado por tres Títulos, el primero sigue refiriéndose a la “Intervención en la edificación y uso del suelo”, y los dos restantes, a la “Protección de la legalidad urbanística” (el II), e “Infracciones Urbanísticas y su sanción” (el III). Podría así parecer que cada uno de los Títulos constituiría un aspecto parcial de la disciplina urbanística, pero es evidente que sería más cierto considerar que algunos de los epígrafes han sido utilizados con significados equivalentes. En todo caso, podría decirse que el término con más rasgos de generalidad, como el de protección de la legalidad urbanística, englobaría o abarcaría tanto medidas de carácter preventivo, “a priori”, para el fomento de esa protección, que estarían incluidas en el epígrafe sobre intervención administrativa en la actividad de los ciudadanos, como medidas represivas, “a posteriori”, que tan solo entrarían en funcionamiento cuando de alguna manera se produ- 145 * Redacción original de D. Paulino Martín Hernández GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA jera una vulneración del ordenamiento urbanístico. Estas últimas medidas han venido encuadrándose bajo el epígrafe de Disciplina Urbanística. En el sentido que acaba de indicarse, es clarificadora la Ley 7/1990, de Disciplina Urbanística y Territorial de la Comunidad de Canarias, al señalar que el objeto de la Ley es “otorgar a la Administración Urbanística los medios necesarios para llevar a cabo un riguroso control del ejercicio del derecho de edificación y uso del suelo y para prevenir y reprimir las infracciones del ordenamiento urbanístico”. Conviene advertir, además, que, sin perjuicio de unas y otras medidas, preventivas y represivas, cuyo análisis constituirá el contenido de las páginas que siguen, tanto la Legislación Urbanística estatal (Texto Refundido de la Ley del Suelo, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio, algunos de cuyos preceptos mantienen su vigencia) como las Leyes específicas de las distintas Comunidades Autónomas han introducido medidas de carácter práctico, sin duda coadyuvantes a la protección de la legalidad urbanística. Así, podrían citarse la conexión de la existencia de licencia con la posibilidad de obtener suministros de determinados servicios: agua, gas, electricidad, teléfonos; conexión, también, de la licencia con la formalización de escrituras o acceso de estas a los Registros de la Propiedad y anotación en estos Registros de determinados actos administrativos; pérdida de beneficios económicos o fiscales; requisitos de publicidad, etc. Para finalizar esta introducción conviene asimismo indicar que la regionalización del urbanismo producida como consecuencia de la Sentencia T.C. 61/1997, obliga a acotar el estudio de los distintos temas, refiriéndonos a la todavía reciente Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, ley 9/2001, de 17 de julio, sin perjuicio, claro está, de relacionarlos cuando fuera necesario, con los preceptos, todavía vigentes, de la Legislación estatal, con incidencia en el urbanismo. Precisamente, la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, en cuanto al tema que nos ocupa, señala en su artº. 2, que la ordenación urbanística comprende, entre otras actividades, la de “intervención en el uso del suelo, en la edificación y en el mercado inmobiliario” (artº. 2, d) y, más tarde –artº. 7- expresa que tal actividad “es una potestad administrativa que corresponde al Municipio en cuyo término se lleven a cabo las acciones y actos”. Asimismo, indica que esta potestad comprende las siguientes facultades: Intervenir las acciones y los actos en la forma dispuesta en la presente Ley para asegurar su conformidad con la ordenación urbanística. 146 URBANISMO Proteger la legalidad urbanística para la reintegración del orden urbanístico conculcado, con reposición de las cosas a su debido estado. Sancionar las infracciones administrativas urbanísticas. De acuerdo con estas declaraciones, el Título IV de la Ley, siguiendo la sistemática tradicional de la Legislación estatal, se refiere a la “Intervención en el uso del suelo, en la edificación y en el mercado inmobiliario”, distinguiendo la intervención de la Comunidad de Madrid de la intervención municipal. Por su parte, el Título V de la misma Ley está dedicado a la Disciplina Urbanística, uno de cuyos capítulos regula la “protección de la legalidad urbanística”. Aunque, de hecho, la Ley de la Comunidad madrileña utilice esta jerarquización de conceptos, estableciendo que la protección de la legalidad urbanística constituye uno de los aspectos de la disciplina urbanística y, por tanto, una de sus partes, podría reiterarse, a este respecto, cuanto se indicó con anterioridad, en el sentido de que ambos términos son perfectamente intercambiables y que a nosotros se nos antoja incluso más general el que en la Ley se considera como parte. 2. LAS MEDIDAS PREVENTIVAS DE PROTECCIÓN DE LA LEGALIDAD URBANÍSTICA 2.1. INTERVENCIÓN MUNICIPAL EN ACTOS DE USO DEL SUELO, CONSTRUCCIÓN Y EDIFICACIÓN 2.1.1. ACTOS SUJETOS. LICENCIAS URBANÍSTICAS Para garantizar que los actos de uso del suelo y edificación no perturben el interés general, se les sujeta al control previo de la Administración Municipal y a la obtención de su autorización para actuar. Esta autorización o permiso, que remueve el obstáculo que impedía el libre ejercicio de un derecho se identifica con la licencia. Ésta es, por tanto, un acto de la Administración Municipal que permite una actuación urbanística como expresión del libre ejercicio de un derecho preexistente, previa comprobación de que se ajusta a la normativa de aplicación. Como notas características de las licencias, y aunque sea resumidamente, han de señalarse las siguientes: No es un acto constitutivo de derechos, se limita a permitir el ejercicio de derechos ya existentes en el ámbito patrimonial del interesado. 147 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA La intervención administrativa no va a girar sobre los aspectos subjetivos del peticionario, que serán inoperantes. La comprobación se centrará en el objeto de la licencia, la actuación a realizar y su ajuste al ordenamiento jurídico. Se trata de un acto reglado en el sentido de que, necesariamente, han de concederse aquellas licencias que se ajusten al ordenamiento urbanístico y denegar las disconformes. El artº. 151 de la ley 9/2001 de la Comunidad de Madrid, determina los actos sujetos a licencia, estableciendo, con carácter general, que lo estarán “todos los actos de uso del suelo, construcción y edificación”, para enumerar a continuación una larga relación de actos concretos, que únicamente sirve para hacer referencia a los actos más característicos, pero que, en ningún caso constituye una relación cerrada de supuestos, ya que la propia enumeración termina incluyendo como actos sujetos los “que señalen los instrumentos de planeamiento urbanístico”. En consecuencia, aparte de los actos que pudieran sujetarse a licencia, en virtud del criterio genérico o por su señalamiento en los instrumentos de planeamiento, estarían sujetos a licencia los siguientes: Las parcelaciones, segregaciones o cualesquiera otros actos de división de fincas o predios en cualquier clase de suelo, no incluidos en proyectos de reparcelación. El artº. 143 de la ley 9/2001 de la Comunidad de Madrid, define las parcelaciones diciendo que tendrán esta consideración, con independencia de la finalidad concreta y de la clase de suelo “cualesquiera (actos) que supongan la modificación de la forma, superficie o lindes de una o varias fincas”; “cualquier acto de parcelación precisará licencia urbanística”, sin la cual “no podrá autorizarse ni inscribirse escritura pública alguna”. Por otra parte, la ley distingue entre parcelaciones rústicas, cuando se efectúen en suelo no urbanizable de protección o en suelo urbanizable no sectorizado (estas licencias exigirán informe previo y vinculante, si fuera desfavorable, de la Consejería de Agricultura), y parcelaciones urbanísticas, que serán aquellas que correspondan a actuaciones en suelo urbano y urbanizable sectorizado, exigiéndose, en estos supuestos, como requisito previo, la existencia de ordenación pormenorizada. Por último, la ley establece los casos de indivisibilidad de fincas, parcelas y solares. Actos que se manifiestan en la ejecución de obras, entre los que, a su vez, se podría distinguir según que afecten a la edificación o constituyan otro 148 URBANISMO tipo de obras, aunque estas últimas podrían incluirse, con mayor precisión, entre las actuaciones que afectan al medio ambiente. ¾ Obras de edificación, así como las de construcción e implantación de instalaciones de nueva planta. ¾ Obras de ampliación, reforma, modificación o rehabilitación de edificios, construcciones e instalaciones ya existentes, cualquiera que sea su alcance, finalidad o destino. ¾ Obras de carácter provisional. ¾ Demolición de las construcciones y edificios, salvo cuando se hubiese declarado la ruina física inminente. ¾ Los actos de construcción, edificación e intervención consistente en ampliación, mejora, reforma, modificación o rehabilitación de las instalaciones existentes, en los aeropuertos y estaciones destinadas al transporte terrestre, salvo lo dispuesto por la legislación estatal. Actos para uso del suelo y de las edificaciones. Estarían incluidos en este apartado: ¾ La primera utilización y ocupación de los edificios e instalaciones en general. ¾ El cambio objetivo, total o parcial, del uso de las construcciones, edificaciones e instalaciones. ¾ Los usos de carácter provisional. Actos que afectan al medio ambiente o que pueden implicar transformaciones de los ámbitos rurales: ¾ Los movimientos de tierra y las obras de desmonte y explanación en cualquier clase de suelo. ¾ La extracción de áridos y la explotación de canteras. ¾ La acumulación de vertidos y el depósito de materiales ajenos a las características propias del paisaje natural que contribuyan al deterioro o degradación del mismo. ¾ El cerramiento de fincas, muros y vallados. ¾ La apertura de caminos, así como su modificación o pavimentación. ¾ La ubicación de casas prefabricadas e instalaciones similares, provisionales o permanentes. ¾ La instalación de invernaderos o instalaciones similares. 149 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA ¾ La tala de masas arbóreas, de vegetación arbustiva o de árboles aislados que, por sus características, puedan afectar al paisaje o estén protegidos por la legislación sectorial correspondiente. ¾ La colocación de carteles y vallas de propaganda visibles desde la vía pública. ¾ La construcción de presas, balsas, obras de defensa y corrección de cauces públicos, vías públicas o privadas y, en general, cualquier tipo de obras o usos que afecten a la configuración del territorio. Actos que afecten al vuelo y subsuelo: ¾ Las instalaciones que afecten al subsuelo. ¾ La instalación de tendidos eléctricos, telefónicos u otros similares y la colocación de antenas o dispositivos de telecomunicaciones de cualquier clase. Estarán igualmente sujetos a licencia los actos de uso del suelo, construcción y edificación que realicen los particulares en terrenos de dominio público, sin perjuicio de las autorizaciones o concesiones que deba otorgar el ente titular de dicho dominio. En cambio, no estarán sujetas a licencia las obras de urbanización previstas en los correspondientes proyectos debidamente aprobados y cuantas sean objeto de órdenes de ejecución. Cuando estos actos sean promovidos por los propios Ayuntamientos en su término municipal, el acuerdo que los autorice estará sujeto a los mismos requisitos y producirá los mismos efectos que la licencia municipal. 2.1.2. CONTENIDO Y ALCANCE DE LA INTERVENCIÓN MUNICIPAL Según el artº.152 de la ley 9/2001 de la Comunidad de Madrid, la intervención municipal se circunscribe estrictamente a: Comprobación de la integridad formal y la suficiencia legal del Proyecto Técnico de ejecución de las obras. Habilitación legal del autor o autores del Proyecto. Conformidad o no de lo proyectado o presentado a la ordenación urbanística vigente. 150 URBANISMO Si fuese necesario solicitar informes a otros Departamentos Municipales o de otros Organismos públicos, se efectuará simultáneamente, en un solo acto y por una sola vez, rigiéndose estos trámites por la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. La falta de resolución y notificación dentro del plazo tendrá, con carácter general, efectos estimatorios. Se exceptúan los supuestos expresamente señalados por la Ley. Por último, hay que señalar que las licencias se conceden sin perjuicio del derecho de propiedad sobre el inmueble afectado y los derechos de terceros. 3. LAS MEDIDAS REPRESIVAS DE PROTECCIÓN DE LA LEGALIDAD URBANÍSTICA: LA DISCIPLINA URBANÍSTICA En esta materia, la ley que analizamos no contiene apenas novedades. Se limita a reiterar los mismos supuestos y mecanismos que ya se habían establecido en la ley autonómica anterior, ley 10/1984, de 10 de febrero (que ahora se deroga expresamente) y en la Legislación urbanística estatal. 3.1. INSPECCIÓN URBANÍSTICA La ley la define como una potestad de ejercicio inexcusable, dirigida a comprobar que las actuaciones urbanísticas se ajustan a la legalidad aplicable, considerando que las tareas preventivas tienen preferencia respecto de las referidas a la sanción de conductas. Después de señalar las finalidades de la inspección urbanística, la ley establece que los inspectores gozan de plena autonomía y tendrán a todos los efectos la condición de agentes de la autoridad. Por otro lado, la ley señala que la Comunidad de Madrid y los Municipios tienen plena competencia en esta materia y, aunque indica que deben cooperar y coordinarse, tal vez hubiera sido preciso un mayor esfuerzo normativo para deslindar los ámbitos competenciales. En todo caso, dispone que “todos los Ayuntamientos deberán contar con al menos una unidad administrativa dedicada exclusivamente al ejercicio de funciones inspectoras” y, cuando no tengan capacidad para contar con una propia, deberán arbitrar fórmulas de cooperación con la Consejería de Ordenación Urbanística. 151 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA En la práctica, la inspección se plasma en visitas a las obras que se realicen que, al menos, se verificarán con motivo del inicio o acta de replanteo y a su terminación. De cada visita se levantará un acta y una copia de la misma será entregada a los responsables de las obras. 3.2. 3.2.1. INFRACCIONES URBANÍSTICAS CONCEPTO El Capítulo III del Título V de la Ley 9/2001 está dedicado a las infracciones urbanísticas. Sigue prácticamente el mismo esquema y análogo contenido al de la anterior Ley 4/1984 sobre Medidas de Disciplina Urbanística de la Comunidad de Madrid que, a su vez, con las necesarias, aunque escasísimas actualizaciones, había reiterado (elevándolo de rango normativo) el contenido del Reglamento de Disciplina Urbanística aprobado por Real Decreto 2187/1978, de 23 de junio. Comienza el Capítulo (artº. 201) señalando el concepto de infracción urbanística, considerando como tales “las acciones y omisiones que vulneren o contravengan esta Ley, los planes y las Ordenanzas y estén sujetos a sanción y tipificados en la presente Ley”. El artículo siguiente señala las medidas de reacción que pueden adoptarse junto a la infracción, distinguiendo las restauradoras “del orden jurídico infringido y de la realidad física alterada y transformada”, con la posibilidad de suspender y revocar o anular los actos en que pudiera ampararse la actuación ilegal, a los que nos hemos referido anteriormente, de las medidas estrictamente sancionadoras, desarrolladas en este Capítulo, e incluso las de exigencia de resarcimiento de daños y perjuicios a cargo de los declarados responsables. Además, la Ley señala expresamente que “en ningún caso podrá la Administración dejar de adoptar las medidas tendentes a reponer los bienes afectados al estado anterior a la producción de la situación ilegal” (artº. 202.2). El expediente referido a estas medidas es de tramitación obligatoria (S.T.S. 24 de mayo de 1985). Por otra parte, “las medidas de restablecimiento de la legalidad urbanística son independientes de las sanciones cuya imposición proceda” (artº. 203). Las primeras medidas tienen un carácter objetivo, mientras que las segundas se dirigen contra el sujeto autor de la infracción. 3.2.2. CLASIFICACIÓN DE LAS INFRACCIONES 152 URBANISMO La Ley 9/2001 ha añadido un grupo más a los señalados en el Ley 4/1984. Esta última tan sólo se refería a dos clases de infracciones: graves y leves; la recientemente aprobada añade las infracciones muy graves, en las que incluye las graves que afecten a determinados ámbitos (suelo no urbanizable de protección o redes de infraestructuras, dotaciones o servicios públicos); el incumplimiento de medidas dirigidas a la protección de la legalidad urbanística y la destrucción o deterioro de bienes catalogados, o declarados de interés cultural, así como las parcelaciones en suelo no urbanizable de protección. Las infracciones graves se configuran como vulneración del ordenamiento urbanístico al tratarse de actuaciones (realización de obras o implantación de usos) sin la debida cobertura legal y sin las autorizaciones pertinentes salvo que se trate de obras de pequeña entidad con escasa repercusión en el ambiente urbano, rural y los incumplimientos de deberes y obligaciones urbanísticos. Se consideran infracciones leves las no comprendidas en los apartados anteriores. Frente a este concepto residual, la legislación anterior las definía positivamente al estimar como tales las caracterizadas por la escasa entidad del daño producido a los intereses generales e inexistencia de beneficio económico para el interesado. 3.2.3. PERSONAS RESPONSABLES La Ley distingue dos tipos de actuaciones –obras, instalaciones, construcciones, edificaciones, actividades o usos del suelo- (artº. 205): Las ejecutadas o desarrolladas sin concurrencia de los presupuestos legales para su legitimidad o contraviniendo sus condiciones, de las que serán responsables: ¾ Los técnicos facultativos autores de los proyectos directores de las obras si las obras proyectadas fueran incompatibles con el planeamiento urbanístico. ¾ Los promotores y constructores de las obras o instalaciones. Se considera también promotor al propietario del suelo cuando haya tenido conocimiento de la actuación. ¾ Los titulares, directivos o explotadores de los establecimientos, las actividades o los usos, y ¾ Los técnicos directores de las obras y de su ejecución y los directores de las instalaciones. 153 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA En las actuaciones ejecutadas o desarrolladas al amparo de actos administrativos ilegales, además de las personas enumeradas en el apartado a) anterior, serán responsables. ¾ El titular del órgano administrativo unipersonal que hubiera otorgado el título habilitante sin los preceptivos informes o en contra de los emitidos en sentido desfavorable. ¾ Los miembros de los órganos colegiados que hayan votado la aprobación en idénticas condiciones. ¾ El Secretario del Ayuntamiento que no haya advertido de la omisión de alguno de los informes preceptivos, y ¾ Los funcionarios facultativos que hayan informado favorablemente con conocimiento de la vulneración del orden jurídico. 3.2.4. REGLAS PARA LA IMPOSICIÓN DE SANCIONES La Ley contiene algunas prescripciones respecto a la imposición de las sanciones. En primer lugar, señala las circunstancias modificativas de la responsabilidad ya sean agravantes, atenuantes o las que según cada caso puedan incluirse en uno u otro grupo (dependiendo del mayor o menor conocimiento técnico y del beneficio obtenido). La Ley establece los límites de las cuantías en función de la clase de la infracción. Establece el principio de gradualidad de las sanciones. Señala el carácter independiente de las sanciones que se impongan a los distintos responsables. Si se produjeran varias infracciones se impondrán sanciones por cada una de ellas, salvo que entre ellas existiera conexión de causa a efecto en cuyo caso se impondrá una sola sanción correspondiente al resultado final en cuantía máxima. Las infracciones previstas en el régimen específico se sancionaran con carácter preferente a las previstas en el régimen general. En ningún caso la infracción puede suponer un beneficio económico para el infractor. 154 URBANISMO Se establece un régimen específico en las siguientes materias: parcelación; uso del suelo y edificación e incumplimiento de planeamiento concretando la cuantía de las sanciones. 3.2.5. COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO Como principio general, la Ley establece una competencia concurrente de los Municipios y la Comunidad de Madrid para incoar e instruir los oportunos procedimientos, aunque deberán comunicarse recíprocamente las incoaciones iniciadas por cada uno de ellos y si ambos lo hubieran hecho, la Comunidad se abstendrá de continuar (artº. 231). En cuanto al órgano competente para imponer sanciones en los Municipios será el Alcalde y su cuantía dependerá del número de habitantes. Los órganos de la Comunidad competentes en esta materia serán el Consejero correspondiente y el Gobierno de la Comunidad dependiendo de las cuantías. Cuando la cuantía resultante exceda de la que compete al órgano instructor, la propuesta con todo lo actuado se elevará al órgano al que corresponda resolver en función de la cuantía. Cuando las actuaciones se realizasen al amparo de un título habilitante, no se podrá imponer sanción alguna hasta que no se anule aquel título (artº. 235). El procedimiento será el establecido al efecto en la legislación general del procedimiento administrativo común y la legislación de la Comunidad de Madrid. 3.2.6. PRESCRIPCIÓN “La prescripción de las infracciones urbanísticas se producirá por el transcurso de cuatro años, salvo que afecten a zonas verdes y espacios libres que no tienen plazo de prescripción” (artº. 236). En igual plazo prescribirán las sanciones. Este plazo se computa desde el día en que la infracción se haya cometido o, en su caso, desde que pudo incoarse el procedimiento sancionador, esto es, desde la aparición de signos externos que permitan conocer los hechos constitutivos de la infracción. 155 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Cuando se trate de actividad continuada la fecha inicial del cómputo será la de la finalización de la actividad o la del último acto con el que la infracción se consuma. Para las sanciones, el plazo de prescripción se iniciará el día siguiente a aquel en que adquiera firmeza la resolución por la que se impuso. 4. LEGISLACIÓN DE APLICACIÓN Las Leyes reguladoras de estos aspectos urbanísticos, promulgadas por las distintas Comunidades Autónomas, evidencian esta utilización indistinta de los términos citados. La Comunidad Catalana aprueba, el 18 de noviembre de 1981, la Ley sobre Protección de la Legalidad Urbanística. La Comunidad Madrileña hace otro tanto el 10 de febrero de 1984, al aprobar su Ley de Medidas de Disciplina Urbanística. Más tarde, otras Comunidades siguen utilizando ambos términos como títulos de sus respectivas normativas sectoriales: Murcia, Ley 12/1986, de 20 de diciembre, de Medidas para la Protección de la Legalidad Urbanística; Asturias, Ley 3/1987, de 8 de abril, Reguladora de la Disciplina Urbanística. Navarra aprueba el Decreto Foral 191/1988, de 23 de junio, que establece medidas complementarias para protección de la legalidad urbanística; Aragón, Decreto 85/1990, de 5 de mayo, de Medidas urgentes de Protección Urbanística; Canarias, ley 7/1990, de 14 de mayo, de Disciplina Urbanística; y Baleares, Ley 10/1990, de 23 de octubre, de Disciplina Urbanística. Esta producción de leyes específicas se ha frenado en los últimos años, a partir de la Sentencia T.C. 61/1997, de 20 de marzo en que empiezan a aparecer Leyes del Suelo de las respectivas Comunidades Autónomas de carácter global y en las que estos aspectos constituyen partes de la novísima Legislación Autonómica. Salvo la Comunidad Valenciana, la segunda –después de Navarra- que contó con una Ley urbanística general, que mantiene la ley 6/1994, de 15 de noviembre, las restantes han producido estas leyes después de esta Sentencia. En 1998, se aprueban las leyes de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha y La Rioja, la primera de ellas modificada en aspectos importantes (ley 1/2003, de 17 de enero, de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, que modifica la ley 2/1998, de 4 de junio, de Ordenación del Territorio y de Actividad Urbanística). En 1999, se aprueban las leyes de Aragón y Castilla-León, ésta última, también modificada el año 2002. En el año 2000, es aprobado el Texto Refundido de las leyes de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales Protegidos de la Comunidad Canaria. En el año 2001, hacen lo mismo las Comunidades de Cantabria, Extremadura, Madrid y Murcia (esta última, modifica su ley al año siguiente). En el año, 2002, aprueban sus leyes, Andalucía, Asturias, Navarra, Cataluña y Galicia. 156 URBANISMO 10 INSTRUMENTOS DE INTERVENCIÓN EN EL MERCADO DE SUELO* 1. INTRODUCCIÓN La especial significación que tiene el suelo para la consecución de uno de los derechos constitucionalmente proclamados y protegidos: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada” (artº. 47 C.E.) y las especiales características de su mercado han determinado la intervención y adopción de diversas medidas por parte de las Administraciones públicas que, incluso, podría decirse, están auspiciadas por la propia Constitución cuando en su artº. 47, después de proclamar el derecho a que acabe de hacerse referencia, señala que “los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La Comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Para conseguir los objetivos que la Constitución enfatiza, desde las primeras leyes del suelo se han regulado instrumentos como la constitución de Patrimonios Municipales de Suelo y la cesión de derechos de superficie a los que se va a unir, después de la Ley 8/90, la utilización de los derechos de tanteo y retracto por parte de las Administraciones Municipales. Es, precisamente, en la Exposición de Motivos de esta Ley donde se reconoce a estos instrumentos jurídicos el carácter de medios facilitadores de la gestión urbanística y potenciadores de la intervención Administrativa en el mercado de suelo. Estos instrumentos regulados en la legislación urbanística estatal habían encontrado su última referencia en el Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio (artºs. 276 a 298), Texto, como es sabido, derogado en su mayor parte por la Sentencia del Tribunal Constitucional 61/1997, de 20 de marzo, después de la cual tan solo quedan vigentes algunos artículos sobre la materia que ahora interesa, expresamente indicados en la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones (Disposición Derogatoria Única). * Redacción original de D. Paulino Martín Hernández 157 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Por este motivo y, sin perjuicio de analizar los preceptos supervivientes de la legislación estatal al estudiar cada uno de los instrumentos jurídicos de intervención en el mercado de suelo, será preciso apoyarse en la legislación autonómica, en nuestro caso, la promulgada por la Comunidad de Madrid. A este respecto, es necesario señalar que ya la Ley 9/1995, de 28 de marzo, de Medidas de Política Territorial, Suelo y Urbanismo de la Comunidad de Madrid se ocupó de la regulación de estos instrumentos, complementando la legislación estatal. Derogada esta normativa por la Ley 9/2001, de 17 de julio, del Suelo de la Comunidad de Madrid habrá que acudir a su contenido para desarrollar la materia objeto de este tema, sin perjuicio de analizar, también, como ya se dijo, las normas todavía vigentes de la legislación estatal. Por otra parte, la propia Ley madrileña señala en su preámbulo que “recoge los tradicionales instrumentos utilizados por las Administraciones públicas para incidir en el mercado inmobiliario; en concreto, los patrimonios públicos de suelo, los derechos de superficie y los de tanteo y retracto”. 2. LOS PATRIMONIOS PÚBLICOS DE SUELO 2.1. PREÁMBULO Convendría advertir que, históricamente, la legislación estatal únicamente se ha referido y ha regulado los Patrimonios Municipales de Suelo. Sin duda como consecuencia de la nueva estructuración de Entes Territoriales que la Constitución instaura y de la competencia legislativa asignada a las Comunidades Autónomas, ya en la Ley 9/1995, de 28 de marzo de la Comunidad de Madrid, se habla de Patrimonios Públicos de Suelo. Esta expresión engloba tanto el de la propia Comunidad Autónoma, al que denomina Patrimonio Regional de Suelo, como los tradicionales Patrimonios Municipales, pero la Ley hace una referencia separada a cada uno de ellos haciendo hincapié en la regulación del primero, ya que se hace por primera vez y remitiendo, en gran medida, la de los segundos a la Legislación general. La vigente Ley 9/2001, a la que nos vamos a referir reiteradamente a lo largo de esta exposición, no contiene, sin embargo referencias específicas a unos y otros patrimonios sino que establece una regulación unitaria de los Patrimonios Públicos de Suelo en los que incluye tanto al propio de la Comunidad Autónoma como los pertenecientes a los Municipios. Junto a la legislación autonómica hay que colocar los preceptos de la legislación estatal que ha dejado vigentes la Sentencia del Tribunal Constitucional 158 URBANISMO 61/1997, de 20 de marzo. Señala esta Sentencia que será “difícil negarle al Estado, ex artº. 149.1.13ª (bases y coordinación de la planificación general de la actividad económica como competencia exclusiva del Estado) toda competencia para fijar algunos criterios generales, cuando solo el asentamiento de actividades industriales y empresariales y la construcción de viviendas tienen una repercusión de gran magnitud sobre la entera economía general”. A partir de esta afirmación, la propia Sentencia estima que “tan sólo aquellas normas básicas que respondan efectiva y estrictamente a la planificación general de la actividad económica podrían encontrar cobijo en el referido título” -artº. 149.1.13ª C.E-. Así, continúa la Sentencia, “podría encontrar cobertura… la mera determinación de la existencia de una figura como la que contempla el artº. 276 T.R.L.S.” y añade, más tarde, que el artº. 280.1 conecta con el artículo anterior y “responde al concepto de norma básica directamente vinculada a la planificación de la actividad económica general en relación con la vivienda” resultando, sin embargo “elocuente el carácter no básico del apartado 2 del mismo artículo” (el 280). De forma expresa, siguiendo las directrices de la Sentencia que acaba de citarse, la Ley 6/1998, de 13 de abril, declara vigentes los artºs. 276 y 280.1 del T.R.L.S., aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1992, referidos a la regulación de los Patrimonios Municipales de Suelo. Además, habría que considerar, en principio, de acuerdo con la Disposición Final Única del propio Texto Refundido, que tales preceptos tendrían el carácter de Legislación básica, aunque forzoso será declarar, a continuación, que la vigencia de la citada disposición no está señalada de forma expresa por la propia Ley 6/1998. 2.2. PRINCIPIOS INFORMADORES DE LOS PATRIMONIOS PÚBLICOS DE SUELO En los países en que se reconoce el derecho a la propiedad privada, serán los propietarios de suelo quienes se convierten en protagonistas más destacados del proceso urbanizador, en cuanto han de ajustar los terrenos afectados por ese proceso, el paso de suelo-naturaleza a suelo como solar, a las determinaciones del Planeamiento. Nuestra Constitución, en su artº. 33, “reconoce el derecho a la propiedad privada” y aunque admite que “la función social delimitará el contenido de este derecho de acuerdo con las Leyes”, no será infrecuente la aparición de tensiones al armonizar el interés privado de los propietarios, cuyo objetivo lógico será la consecución del máximo beneficio con el interés público de la colectividad, apoyado en principios de equidad y de satisfacción de las necesidades generales, las cuales serían irrealizables si prevaleciese una desorbitada preponderancia del primero. 159 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Para aminorar estas tensiones, las Administraciones urbanísticas de los países en que existe el sistema de propiedad indicado han tendido a convertirse en titulares de los terrenos en que tales tensiones se dan con más intensidad; justamente los que se incorporan al proceso urbanizador por constituir las zonas de expansión o crecimiento de los asentamientos humanos. Como dicen Enterría y Parejo, “la confusión entre la titularidad pública planificadora y la titularidad dominical del suelo planeado, bien total, bien parcial, supone o debe suponer al menos, la exclusión del móvil económico egoísta que anima normalmente la actuación de los propietarios y su sometimiento anticipado a los criterios superiores del interés general”. Junto a este principio general podrían señalarse algunos de los motivos que apoyarían la titularidad pública de estos suelos, y también las objeciones prácticas que pueden oponerse a las posturas a favor: Facilitará y agilizará la ejecución del Planeamiento, por cuanto las Administraciones urbanísticas no estarán obstaculizadas por los titulares privados. Aunque esta sea una razón aducida por la legislación y la doctrina, sin embargo, no debe dejarse de hacer constar que también, y con bastante generalidad, las Administraciones son lentas para la adquisición de los terrenos, a pesar de los supuestos de urgencia en la expropiación, y lentas para la ejecución del Planeamiento. Tal vez la solución de Entidades que cuenten con presencia y participación de los particulares contribuirían a dinamizar el proceso, mientras que la Administración aseguraría la defensa de los intereses generales. Tampoco se puede ocultar la desconfianza por parte de los promotores privados a integrarse en este tipo de empresas. De hecho, la Ley de 1956 contemplaba, dentro del sistema de compensación, la posibilidad de constituir Sociedades o Asociaciones Mixtas (artºs. 125.4 y 126.c), y tal posibilidad desapareció con la Ley de Reforma de 1975. Permitirá integrar en el Patrimonio Municipal las plusvalías que genera el propio proceso urbanizador. Con ello se daría cumplimiento al precepto constitucional del artº. 47 de la Constitución, según el cual “la Comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Evidentemente, la realidad de esta previsión dependerá del coste de adquisición de los terrenos, que no deberá contener ya tales plusvalías, y en la forma y precio en que los terrenos urbanizados se vuelvan a incorporar al mercado del suelo, ya que no serán infrecuentes las cesiones gratuitas, tanto de propiedad como de derechos de superficie, en razón de las finalidades o destinos de las construcciones. La titularidad pública de determinados suelos evitará, ciertamente, la presión sobre ellos de la iniciativa privada, intentado materializar los aprovechamientos urbanísticos. 160 URBANISMO La puesta en el mercado de los terrenos urbanizados por la Administración, permitirá la regularización de ese mercado, evitando que los precios se disparen ante la inexistencia de oferta, producidos por prácticas especulativas de retención de suelo. Esta afirmación, no obstante, podría considerarse como pura utopía en el supuesto de que los solares que intentasen producir ese efecto de choque, o de frenar el descenso de la oferta, tuvieran, dada su escasa entidad, una mínima, e incluso nula incidencia en el mercado de suelo. En todo caso, conviene indicar que una de las notas configuradoras de los Patrimonios públicos es que se gestionan y destinan por las Administraciones Públicas, salvando las especificaciones de disposición o enajenación que le son propias como tales Administraciones, de forma similar a la de los promotores privados y podría decirse no sólo en concurrencia, sino en competencia con ellos. Tan solo así se podría conseguir ese efecto regularizador del mercado de suelo. De esta forma, y por estos motivos, los bienes integrados en el Patrimonio Municipal de Suelo se distinguen de los bienes de domino público, ya sean de uso o servicio público y que, ciertamente, dado el destino y misión de los mismos, siempre están en mano pública. Siendo el mismo titular, no coinciden ni el destino ni el motivo por el que unos y otros bienes se adscriben a tal titular. Es cierto, sin embargo, que a partir de la Ley 8/1990, se restringe considerablemente el haz de las finalidades a que pueden destinarse los bienes integrantes del Patrimonio. 2.3. CARÁCTER Y NATURALEZA La primera característica a destacar de estos patrimonios es, precisamente, la derivada de su titularidad. Se trata de patrimonios públicos y, por tanto, la titularidad corresponde a las Administraciones tanto en el ámbito regional como en el municipal. En segundo lugar, se trata de patrimonios separados. No están sujetos al mismo régimen que los Patrimonios propios de cada una de las Administraciones, sino que están adscritos a una finalidad determinada. Este carácter, no señalado expresamente en las primeras leyes urbanísticas pero sí predicado unánimemente por la doctrina, ha sido reconocido por las más recientes leyes del suelo. El artº. 276.2 del Texto Refundido de la Ley del Suelo, todavía vigente como ya se dijo, establece con toda claridad que “los bienes del Patrimonio Municipal del suelo constituyen un patrimonio separado de los restantes bienes municipales” y, en el mismo sentido, el artº. 173.2 de la Ley 9/2001 de la Comunidad Autónoma de Madrid señala que “el patrimonio público de suelo tendrá carácter de patrimonio separado del restante patrimonio de la Administración titular quedando vinculado a sus fines específicos”. 161 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Estos fines vienen también expresamente identificados en los artículos que acaban de citarse. El primero de ellos (artº. 276.1 T.R.L.S.) señala que la finalidad del Patrimonio Municipal de suelo será la de “regular el mercado de terrenos, obtener recursos de suelo para actuaciones de iniciativa pública y facilitar la ejecución del planeamiento”. Por su parte el artículo citado de la Ley de la Comunidad de Madrid establece que la finalidad de los patrimonios públicos de suelo será la de “crear reservas de suelo para actuaciones públicas y facilitar el cumplimiento de los fines de la ordenación urbanística”. Si se tiene en cuenta la amplitud con que la Ley, últimamente citada, concibe la ordenación urbanística al señalar en su artº. 22.2 las actividades que la misma comprende, se entenderán también, al menos en principio, las amplísimas finalidades de los Patrimonios Públicos de suelo, siempre que estén enmarcadas en la ordenación urbanística. Una tercera característica de estos patrimonios es la de su dinamismo. Frente al carácter estático de otros bienes cuya nota esencial es permanecer en el ámbito público, los integrantes del Patrimonio Municipal del Suelo tienen vocación de ser enajenados. Precisamente, la transferencia de los bienes permite que estos patrimonios cumplan su finalidad. Las notas que acaban de enumerarse y fundamentalmente esta última permiten definir, junto con la mayor parte de la doctrina, la naturaleza jurídica de estos bienes integrados entre los bienes patrimoniales. Frente a los bienes de dominio público, cuya característica esencial es la de ser inalienables, inembargables e imprescriptibles, los de los patrimonios públicos de suelo son enajenables, embargables y prescriptibles en los términos señalados en la normativa de aplicación. Precisamente esta naturaleza jurídica es la que les asigna la Ley 9/2001 de la Comunidad Autónoma de Madrid cuando en su artº. 173.2 señala expresamente que “a los efectos del régimen aplicable a los actos de disposición, los bienes integrantes del patrimonio público de suelo se consideran como bienes patrimoniales”. 2.4. CONSTITUCIÓN El artº. 276.1 del T.R.L.S. dispone que “los Ayuntamientos que dispongan de Planeamiento General deberán constituir su respectivo Patrimonio Municipal de Suelo”. La doctrina había venido entendiendo que estaban obligados a constituir estos patrimonios tanto los municipios que contasen con Plan General como con Normas Subsidiarias, ya que éstas estaban consideradas como Planeamiento General. 162 URBANISMO El artº. 173.1 de la Ley 9/2001 de la Comunidad Autónoma de Madrid dispone que “la Comunidad de Madrid y los Municipios deberán constituir, mantener y gestionar sus respectivos patrimonios públicos de suelo”. La diferente redacción de ambos preceptos y su interrelación teniendo en cuenta el carácter básico del primero, podría ofrecer algunas dudas de interpretación respecto al mandato de la ley autonómica. En principio parece clara la obligación de la Comunidad de constituir este patrimonio e igualmente podría entenderse que tal obligación se extiende a todos los municipios cuenten o no con planeamiento general, aunque también podría entenderse, de acuerdo con el precepto vigente de la Ley estatal, que tan solo los municipios con planeamiento general tendrían tal obligación, ya que la Ley autonómica habla de los municipios con carácter general. 2.5. BIENES QUE INTEGRAN LOS PATRIMONIOS PÚBLICOS DE SUELO El artº. 174 de la Ley 9/2001 de la Comunidad Autónoma de Madrid recoge la enumeración de los bienes que integran los Patrimonios Públicos de suelo. El grupo de estos bienes es, desde luego, más numeroso que el recogido en el T.R.L.S. (artº. 277) derogado como consecuencia de la Sentencia del Tribunal Constitucional 61/1997. La enumeración sigue la línea ya recogida en la anterior ley autonómica 9/1995, en su artº. 113, que, dirigida expresamente al Patrimonio regional, se aplicaba igualmente a los Patrimonios Municipales de Suelo en virtud del reenvío efectuado por el artº. 112.3 de la misma ley. La regulación vigente también sigue la establecida en la anterior al distinguir entre bienes inmuebles y recursos económicos, aunque la distinción no sea tan nítida como en principio pudiera parecer, ya que entre los primeros también se incluyen “los demás ingresos que legalmente deban incorporarse al patrimonio público de suelo” (artº. 174.1.j) Ley 9/2001 C.A.M.). 2.5.1. BIENES INMUEBLES La enumeración se concreta a los siguientes bienes: “Los bienes patrimoniales de la Administración correspondiente, a los que el planeamiento urbanístico, o por acto expreso de la Administración, le asigne tal destino”. Los bienes patrimoniales no se recogían en la anterior Ley autonómica 9/1995 (artº. 113.1). En cambio si se habían enumerado en la legislación estatal, cuya última plasmación fue el T.R.L.S. de 1992 (artº. 277) aunque 163 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA su especificación se hacía de forma distinta. En esta legislación integraban el Patrimonio Municipal del Suelo los bienes patrimoniales “clasificados por el planeamiento urbanístico como suelo urbano o urbanizable programado” es decir se hacía una adscripción genérica de suerte que constituirían aquel patrimonio los bienes que además de tener naturaleza de patrimoniales estuviesen localizados en determinadas clases de suelo. Por el contrario, la reciente ley autonómica exige una asignación específica al Patrimonio de suelo ya sea a través del planeamiento, sin concretar que clase de Plan (y, por tanto, debe considerarse que es válido cualquier Plan) o de un acto expreso de la Administración. “Los terrenos, construcciones y edificaciones no afectos a un uso o servicio público, adquiridos al ejecutar el planeamiento, incluidos los adquiridos mediante convenios urbanísticos”. Conviene recordar que los convenios urbanísticos, regulados en los artºs. 243 a 248 de la Ley 9/2001 CM, pueden constituir una importante fuente para nutrir los Patrimonios de suelo al ser considerados como un auténtico sistema de ejecución del planeamiento siempre que las personas firmantes con las administraciones “asuman la total iniciativa y responsabilidad de la gestión urbanística” (artº. 246.2). “Los terrenos, construcciones y edificaciones adquiridos en virtud de las cesiones correspondientes a la participación de los municipios en el aprovechamiento de los sectores o unidades de ejecución”. El artº. 96 establece que los terrenos de cesión tendrán las dimensiones y condiciones y la ordenación adecuadas para albergar el 10 por ciento del coeficiente de edificabilidad o del aprovechamiento unitario del área de reparto por la superficie del sector o unidad de ejecución correspondiente según proceda. Cuando no fuera posible materializar esta cesión en terrenos, previa aceptación de la Administración Municipal, podrá constituirse por su equivalente económico que, en todo caso, quedará incorporado al Patrimonio Municipal del suelo. “Los derechos correspondientes sobre los terrenos a obtener por cesión en la equidistribución reparcelatoria de beneficios y cargas con destino a dotaciones para redes locales y supramunicipales en cualquier clase de suelo, en virtud del valor económico de la diferencia entre las edificabilidades objetivas y las normales establecidas por el planeamiento urbanístico”. “Los terrenos, construcciones y edificaciones adquiridos por la Administración titular, en virtud de cualquier título y, en especial, mediante expropiación, con el fin de su incorporación al correspondiente patrimonio de suelo”. 164 URBANISMO El artº. 138 de la Ley 9/2001 CM, que enumera los supuestos expropiatorios incluye, entre ellos, el de constitución o dotación de los patrimonios públicos de suelo. Asimismo la ley (artº. 175) señala la posibilidad de que los instrumentos de ordenación delimiten reservas de terrenos para su posible adquisición con destino al patrimonio de suelo, delimitación que comporta la declaración de utilidad pública y la necesidad de ocupación a efectos de expropiación forzosa durante dos años prorrogables por otros dos. Estas reservas podrán ser comunes para los patrimonios de la Comunidad y los Municipios. El artº. 40.3 de la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, establece que procederá la reversión de los terrenos expropiados para la formación o ampliación del Patrimonio Municipal de Suelo si, como consecuencia de una modificación del planeamiento que no se efectúe en el marco de la revisión de éste, se alteraran los usos, intensidades o aprovechamientos y ello supusiera un incremento de valor de los mismos. “Los terrenos, las construcciones y edificaciones que los municipios y la Comunidad de Madrid se cedan entre sí con carácter gratuito para su incorporación al patrimonio de suelo y, en su caso, finalidad específica”. “Las cesiones, en especie o en metálico, para infraestructuras, equipamientos y servicios públicos distintas a las que fueran obligatorias, asumidas en convenios o concursos celebrados en aplicación de la ordenación urbanística”. “Los terrenos que reciban los Ayuntamientos como consecuencia del pago del canon respecto de los proyectos de actuación especial”. Estos proyectos se refieren a actuación en suelo urbanizable no sectorizado (artº. 149 Ley 9/2001 C.A.M) y el canon, que podrá satisfacerse en terrenos en valor equivalente, tendrá una cuantía mínima del 5 por ciento y máxima del 10 por ciento del presupuesto total de ejecución de las obras, construcciones, edificaciones e instalaciones a realizar. “Los demás bienes inmuebles que legalmente deban incorporarse al patrimonio público de suelo”. Además la Ley incluye también en este grupo de bienes “los demás ingresos que legalmente deban incorporarse el patrimonio público de suelo”, pero más bien parece que tales ingresos deberían figurar, siguiendo el esquema legal en el grupo de los recursos económicos. 165 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA 2.5.2. RECURSOS ECONÓMICOS La Ley denomina a este grupo de bienes fondos adscritos al patrimonio del suelo, pero en realidad tendrían el mismo tratamiento que los anteriores y la única diferencia vendría definida por su naturaleza intrínseca. En este grupo se incluirían: “Los ingresos obtenidos en la gestión y disposición del patrimonio público de suelo”. ”Los créditos que tengan como garantía hipotecaria los bienes incluidos en el Patrimonio público de suelo”. “Los beneficios de sociedades públicas o mixtas, cuando la aportación de capital público consista en bienes integrantes del patrimonio de suelo”. “Las transferencias presupuestarias que tengan como finalidad específica la adquisición de bienes para el patrimonio público de suelo”. “Los ingresos que perciban los Ayuntamientos como consecuencia del pago del canon respecto de los proyectos de actuación especial” a los que nos hemos referido con anterioridad. “Los ingresos que legalmente deban incorporarse al patrimonio público de suelo”, incluidos, no obstante, como ya se dijo en el grupo de bienes inmuebles. 2.6. DESTINO DE LOS BIENES QUE INTEGRAN EL PATRIMONIO MUNICIPAL DE SUELO El artº. 176 de la Ley 9/2001 CM señala que los bienes integrantes de los Patrimonios Públicos de Suelo podrán destinarse a cualquiera de los siguientes fines: “Construcción, rehabilitación o mejora de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública o de integración social, en el marco de las políticas o programas establecidos por las Administraciones públicas. Conservación o mejora del medio ambiente, o la protección del patrimonio histórico-artístico. 166 URBANISMO Actuaciones públicas para la obtención de terrenos y ejecución, en su caso, de las redes de infraestructuras, equipamientos y servicios públicos. Actuaciones declaradas de interés social. Conservación y ampliación de los patrimonios públicos de suelo. A la propia gestión urbanística, con cualquiera de las siguientes finalidades: ¾ Incidir en el mercado inmobiliario, preparando y enajenando suelo edificable. ¾ Pagar en especie, mediante, permuta, suelo destinado a redes públicas. ¾ Compensar, cuando proceda, a quienes resulten con defecto de aprovechamiento, como consecuencia de operaciones de equidistribución, o de la imposición de limitaciones singulares.” Los fines asignados a los Patrimonios de suelo abarcan un espectro tan amplio que prácticamente engloba cualquier aspecto de la actividad urbanística. Además, debe señalarse que no se da una jerarquización o prioridad de las finalidades sino que cualquiera de ellas, sin ningún orden preestablecido, puede constituir un destino aceptable y aceptado por el legislador para este tipo de bienes. Esta regulación autonómica, a nuestro juicio, supera la polémica surgida en los últimos años con la aplicación del T.R.L.S. de 1992 del que como ya se dijo la Sentencia del T.C. 61/1997 y, con apoyo en la misma, la Ley 6/1998, dejaron vigentes dos preceptos dedicados a la regulación de los Patrimonios Municipales de Suelo, preceptos que, además, en la sistemática del Texto Refundido, tenían la consideración de básicos. Tal polémica ha estado referida, precisamente, al destino de los bienes que integran los Patrimonios de Suelo. La postura más generalizada, apoyada en la literalidad de los preceptos, ha sido la de defender el destino reducido o estricto: la construcción de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública o a otros usos de interés social, según dispone el artº. 280.1 T.R.L.S., Esta postura, además, se complementaba con la defensa, también estricta, de que “los ingresos obtenidos mediante enajenación de terrenos o sustitución del aprovechamiento correspondiente a la administración por su equivalente metálico, se destinarán a la conservación y ampliación del Patrimonio Municipal del Suelo” (artº. 276.2 T.R.L.S.). 167 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Frente a esta postura, algunos defendimos un destino amplio de estos patrimonios, teniendo en cuenta tanto las propias posibilidades de los términos manejados (es evidente el carácter amplio de los usos de interés social del artº. 280. T.R.L.S.) y la propia sistemática de la Ley que, además de establecer en el artº. 276 unas finalidades tan amplias como las de “regular el mercado de terrenos, obtener reservas de suelo para actuaciones de iniciativa pública y facilitar la ejecución del planeamiento”, contenía referencias concretas (utilización de aprovechamientos, pago de expropiación en especie, etc.) que ampliaban el marco de fines de estos patrimonios. Por otra parte la conservación y ampliación del patrimonio como destino de los ingresos obtenidos por la enajenación no debería circunscribirse a la reinversión pura y simple de aquellos ingresos en la adquisición de nuevo suelo, sino en lo que verdaderamente ha de considerarse como conservación y ampliación del patrimonio, concepto en el que deben incluirse todas las actuaciones, como por ejemplo la ejecución de urbanizaciones, que realmente supongan una revalorización (en este sentido se ampliaría) del mismo. Conviene recordar, no obstante, que determinados aspectos de la postura que defendía el destino específico, se apoyaron en alguna resolución judicial. La Sentencia T.S. de 2 de noviembre de 1995, señaló que “las dotaciones económicas que se pongan a disposición del Patrimonio Municipal de Suelo constituyen un fondo rotatorio de realimentación continua, por aplicaciones sucesivas al mismo fin” y que “sólo ante una expresa previsión legislativa en contrario pueden hacer que los mismos, abandonando su origen, su caracterización, pasen a convertirse en fuente de financiación de otras muy distintas necesidades presupuestarias municipales”. La misma postura ha sido mantenida en las Sentencias del propio T.S. de 25 de octubre y 2 de noviembre de 2001. Esta línea jurisprudencial admite la posibilidad de que otras previsiones legislativas señalen finalidades distintas. Esta posibilidad ya se ha hecho realidad a través de las distintas Legislaciones autonómicas, entre ellas la madrileña. Efectivamente, su artº. 176, plasmado al principio de este apartado, establece un amplio espectro de fines a los que pueden destinarse los bienes que integran los Patrimonios Públicos de Suelo, entre los que su “conservación y ampliación” es tan solo uno más. Es claro que esta posibilidad normativa autonómica podría marcar, en principio, una confrontación con los preceptos vigentes –artº. 276 y 280.1- del T.R.L.S., a los que la propia norma asignó el carácter de básicos. No obstante, la Sentencia T.C. 61/1997, de 20 de marzo, que derogó gran parte del T.R.L.S. señala (Fundamento 34) que “resulta elocuente el carácter no básico del apartado 2 del artº. 280 que concreta y desarrolla el principio general del destino de aquellos bienes”. De este pronunciamiento del Tribunal Constitucional podría desprenderse, a sensu contrario, que el destino de los bienes 168 URBANISMO integrantes del Patrimonio Municipal de Suelo no puede ser fijado por la Legislación estatal y, en consecuencia, lo debe ser por la Legislación autonómica. De ahí que, como afirma Cano Murcia, cuando el Estado se apoya en un título tan genérico como es el de bases y coordinación de la planificación de la actividad económica “tan solo aquellas normas básicas que respondan efectiva y estrictamente a la planificación general de la actividad económica podrían encontrar cobijo en el referido título, que impide la producción de normas que, aunque relacionadas con esa planificación general no guarden esa inmediata y directa relación con la dirección de la economía”. En la misma línea, pero con referencias más específicas, Lorente Tallada, deduce que la ley estatal “no regula íntegramente la institución del destino del Patrimonio Municipal del Suelo, ni lo hace ni lo puede hacer pues la competencia para fijar su destino corresponde a las Comunidades Autónomas sin perjuicio de que el Estado, en base a la política de planificación general de la economía le corresponda fijar directrices muy generales sin agotar la institución”. Podría, por tanto, decirse, como resumen, que la ley 9/2001, del Suelo, de la Comunidad de Madrid, al igual que otras que ya lo habían hecho con anterioridad, ha establecido el destino de los bienes integrantes de los Patrimonios Públicos de Suelo con amplitud y flexibilidad. 2.7. GESTIÓN El artº. 177 ley 9/2001 CM, señala que las Administraciones Públicas titulares de Patrimonios Públicos de Suelo, llevarán un Registro de Explotación de los mismos en que, en todo caso, habrán de hacerse constar las siguientes circunstancias: Los bienes que integran este Patrimonio. Los depósitos e ingresos en metálico. Las enajenaciones, permutas y adquisiciones de bienes. El destino final de los bienes. El propio artículo determina que a la liquidación de las cuentas de los presupuestos anuales, se deberá acompañar un informe de gestión de la explotación del Patrimonio Público de Suelo que será objeto de control en los mismos términos que aquella. 169 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA 2.8. DISPOSICIÓN DE LOS BIENES La forma tradicional de enajenación de los bienes patrimoniales pertenecientes a las Entidades Locales, ha sido la de subasta, actualmente establecida en el artº. 80 T.R. de las Disposiciones Legales vigentes en materia de Régimen Local. Sin embargo, el T.R.L.S. de 1992, en su artº. 284, dispuso que las enajenaciones de terrenos pertenecientes al Patrimonio Municipal de Suelo “sólo podrán ser enajenados en virtud de concurso”. Al derogarse este artículo volvió a estar vigente, como derecho supletorio, el T.R.L.S. de 1976, en cuyo artº. 168 se establecía la necesidad de la subasta como forma de enajenación de los bienes de las Entidades Locales. El Preámbulo de la Ley 9/2001 CM (apartado IX), enfatiza la modificación que la ley introduce en esta materia, al indicar que “merece especial consideración, por su novedad, la supresión de la subasta como procedimiento de adjudicación de la enajenación de los terrenos de los Patrimonios Públicos de Suelo”. De acuerdo con esta declaración inicial, el artº. 178 del T.R. señala como formas de disposición de estos bienes los siguientes: Enajenación mediante concurso, por procedimiento abierto o restringido, en la forma prevista en la Legislación de Contratos de las Administraciones Públicas. De acuerdo con la naturaleza del concurso, el precio no podrá ser el único criterio que determine la adjudicación, ni podrá ser inferior al que resulte de aplicar la Legislación general correspondiente. Cesión, por precio fijado en Convenio interadministrativo, a cualquier Administración Pública o Entidades de ellas dependientes o a ellas adscritas, para el fomento de viviendas protegidas o la realización de programas de conservación o mejora medioambiental. Adjudicación por el precio fijado al efecto o cedidos gratuitamente, en uno y otro caso por concurso, a Entidades cooperativas o de carácter benéfico o social, sin ánimo de lucro, para la construcción de viviendas protegidas o la realización de fines de interés social. Cedidos gratuitamente, mediante Convenio suscrito a tal fin, a cualquier Administración Pública o Entidad de ella dependiente o adscrita, para la ejecución de dotaciones públicas o viviendas protegidas. Permuta por terrenos destinados a infraestructuras, equipamientos y servicios públicos. Cuando los concursos convocados -previstos en las letras a) y c) anterioresquedasen desiertos, los bienes podrán ser enajenados directamente, dentro del año siguiente y con sujeción a los Pliegos o Bases de unos y otros. 170 URBANISMO 3. DERECHO DE SUPERFICIE 3.1. CONCEPTO El derecho de superficie es el derecho que permite a quien lo ostenta construir sobre suelo que no es de su propiedad. Supone una separación entre el soporte de la edificación –suelo- y esta misma, de suerte que quien construye, como titular del derecho de superficie, es propietario de lo construido. De esta suerte, este derecho supone también una ruptura del principio de accesión, según el cual el propietario del suelo se convierte también en propietario de todo lo que se construya sobre él. Es un derecho real, transmisible, susceptible de gravamen e inscribible en el Registro de la Propiedad. Teóricamente, esta figura ha sido concebida como uno más de los medios de fomento de la edificación. Tiene la ventaja sobre otros que el suelo no sale del dominio de la persona que lo constituye y, tratándose de Entidades públicas, permite conseguir las finalidades previstas sin que se merme la masa patrimonial, aunque sí sus posibilidades de disposición. Por parte de quien obtiene tal derecho, permite la construcción, sobre todo de viviendas y, por tanto, el acceso a las mismas, sin tener que efectuar los cuantiosos desembolsos que implica la adquisición del suelo. A pesar de estas ventajas teóricas para todos los sujetos que intervienen en el proceso, lo cierto es que, en la práctica, dados los condicionantes sociales, no ha tenido una aceptación generalizada, e incluso en aquellos casos en que se han iniciado experiencias de esta naturaleza, después han ido evolucionando hasta encontrar fórmulas en que los titulares del derecho de superficie adquieren también la propiedad del suelo y se vuelve, así, a los sistemas más tradicionales. 3.2. REGULACIÓN VIGENTE 3.2.1. CONSTITUCIÓN Y DESTINO El artº. 179 de la ley 9/2001 CM, señala que “la Administración de la Comunidad de Madrid y los Municipios podrán constituir el derecho de superficie en terrenos de su propiedad o integrantes del Patrimonio Público del Suelo”. 171 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA En el mismo artículo, se indica que su destino será “la construcción de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública o de integración social, equipamientos, así como a otros usos de interés social”. Por su parte, el artº. 287.2 T.R.L.S. establece que “el mismo derecho asiste a los particulares sin la limitación de destino...”. 3.2.2. NATURALEZA JURÍDICA Y ORDENACIÓN NORMATIVA El artº. 287.3 T.R.L.S. dispone que “el derecho de superficie será transmisible y susceptible de gravamen con las limitaciones que se hubieren fijado al constituirlo y se regirá por las disposiciones contenidas en este apartado, por el título constitutivo del derecho y, subsidiariamente, por las normas del Derecho Privado”. 3.2.3. RÉGIMEN JURÍDICO Formalidades “La constitución del derecho de superficie deberá ser, en todo caso, formalizada en escritura pública y, como requisito constitutivo de su eficacia, inscribirse en el Registro de la Propiedad” (artº. 288.2 T.R.L.S.) Formas de constitución y contraprestaciones Podrá constituirse a título gratuito –aunque la Ley no establece en qué supuestos- y oneroso. En este último caso, “la contraprestación del superficiario podrá consistir en el pago de una suma alzada o de un canon periódico o en la adjudicación de viviendas o locales o derechos de arrendamiento de unos u otros o, en varias de estas modalidades a la vez, sin perjuicio de la reversión total de lo edificado al finalizar el plazo que se hubiera pactado al constituir el derecho de superficie”. Plazo El plazo del derecho de superficie no podrá exceder de setenta y cinco años en el concedido por las Administraciones Públicas (Comunidad de Madrid, Ayuntamientos y demás personas públicas), ni de noventa y nueve en el concedido entre particulares (artº. 180 ley 9/2001 CM y artº. 289.2 T.R.L.S.) Extinción y efectos 172 URBANISMO El derecho de superficie se extinguirá por el transcurso del plazo de concesión. Asimismo, se extinguirá cuando no se edifique en el plazo previsto en el acto de otorgamiento de la licencia. Cuando se extinga por el transcurso del plazo, el dueño del suelo hará suya la propiedad de lo edificado, sin que deba satisfacer indemnización alguna cualquiera que sea el título en virtud del cual se hubiera constituido aquel derecho. Esta extinción provocará la de toda clase de derechos reales y personales impuestos por el superficiario. En el supuesto de que, por cualquier circunstancia, se reunieran en la misma persona los derechos de propiedad del suelo y los del superficiario, las cargas que recayeren sobre uno y otro derecho continuarán gravándolos separadamente. Beneficios La concesión del derecho de superficie gozará de los beneficios derivados de la Legislación de viviendas de protección pública, siempre que se cumplan los requisitos en ella establecidos (artº. 181 ley 9/2001 CM). 4. DERECHOS DE TANTEO Y RETRACTO 4.1. CONCEPTO Los derechos de tanteo y retracto son derechos reales que facultan a la Administración para adquirir con carácter preferente un inmueble, bien de quien lo transmite (tanteo) o bien de quien lo adquirió previamente (retracto), mediante el pago de su precio. En realidad, se trata de un mismo derecho de adquisición, que se manifiesta en dos fases distintas: cuando se pretende enajenar el inmueble o cuando éste ya ha sido enajenado. La diferencia, por tanto, será de carácter temporal, es decir, del momento en que se ejercite este derecho de adquisición preferente. Martín Blanco considera que estos derechos presentan los siguientes caracteres: son legales, por cuanto su origen está en la Ley; renunciables; preferentes; limitados en cuanto a su ejercicio en los plazos marcados en la Ley; intransmisibles; circunscritos solamente a los bienes objeto de transmisión y, por último, onerosos. 173 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Estos derechos se encuentran en la zona intermedia entre la expropiación y la compra-venta libre. A diferencia de la expropiación, es el propietario y no la Administración, el que inicia la transferencia de propiedad. A diferencia de la compraventa, el propietario está obligado a ofrecer a la Administración la posibilidad de que ésta adquiera el bien con prioridad, en lugar de elegir libremente al comprador. Constituye, por ello, una más de las medidas adoptadas por la Administración para intervenir en el mercado inmobiliario. En todo caso, conviene señalar que, aunque se trata de derechos admitidos y regulados por la mayor parte de las Legislaciones, su utilización en la práctica está muy lejos de convertirlos en un instrumento generalizado y altamente eficaz, aunque no sea menos cierto que sin su inclusión en la norma, sería imposible su ejercicio. 4.2. REGULACIÓN VIGENTE Como acaba de indicarse, desaparecida cualquier referencia a los derechos de tanteo y retracto en la Legislación estatal, se hace preciso estudiar las respectivas Legislaciones autonómicas, por lo que la exposición que sigue se referirá al contenido de la Ley 9/2001 de la Comunidad de Madrid. Bienes sujetos a los derechos de tanteo y retracto La nueva Ley suprime los derechos de tanteo y retracto a favor de la Comunidad de Madrid que incluía la anterior Ley 9/1995, respecto de las transmisiones onerosas de bienes inmuebles, sean terrenos o edificaciones, que se produjesen en el ámbito de las Zonas de Interés Regional de Actuación Diferida. La actual regulación podría sintetizarse de la forma siguiente: Ámbito sujetivo. Titulares de los derechos Con carácter general, podrán ser titulares de estos derechos tanto la Comunidad de Madrid como los Municipios (artº. 182.1, a), aunque en algunos supuestos, como luego veremos, únicamente se autoriza el ejercicio de estos derechos a la Comunidad Autónoma. La Ley señala que los derechos podrán ser ejercidos indistintamente por cualquiera de dichas Administraciones, ordenándose tal ejercicio por la regla de la prioridad temporal. Esta concreción, no contenida en la Ley anterior, no parece la más adecuada sin sujetarse a unas previsiones de relaciones o avisos entre Administraciones. Mejor hubiera sido utilizar el principio de subsidiariedad o dejar el ejercicio de los derechos a la Administración que hubiera delimi- 174 URBANISMO tado los ámbitos, sin perjuicio, en todo caso, de posibilitar las actuaciones subsidiarias en los supuestos de inactividad. Ámbito objetivo. Derechos sujetos Estarán sujetos: ¾ Las transmisiones onerosas de bienes inmuebles, sean terrenos, construcciones o edificaciones, así como ¾ La constitución y transmisión, igualmente onerosos, de derechos reales sobre los mismos. Ámbito territorial A favor tanto de la Comunidad de Madrid como de los Ayuntamientos, estarán sujetos al ejercicio de los derechos de tanteo y retracto las actuaciones realizadas en: ¾ Las reservas de terrenos para el Patrimonio Público del Suelo delimitadas por los instrumentos de ordenación del territorio y de Planeamiento urbanístico. ¾ Los ámbitos o terrenos sujetos por el Planeamiento urbanístico a rehabilitación del Patrimonio arquitectónico con finalidad residencial. ¾ Espacios naturales protegidos. ¾ Zonas de suelo no urbanizable de protección, o urbanizable no sectorizado, que se delimiten con esta finalidad por los instrumentos de ordenación del territorio o de planeamiento urbanístico o por acuerdo municipal o resolución de la Consejería competente en materia de Ordenación Urbanística, previa información pública por plazo de veinte días. ¾ En los demás casos previstos por la Legislación sectorial. Exclusivamente a favor de la Comunidad de Madrid, estarán sujetas las actuaciones que se realicen en terrenos y edificaciones que por su calificación urbanística deban destinarse a la construcción de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública. En estos supuestos, la delimitación se efectuará en los instrumentos de ordenación territorial o planeamiento urbanístico, o por resolución de la Consejería competente en materia de Ordenación Urbanística, previa información pública por plazo de veinte días. Ámbito temporal El plazo máximo de sujeción de las transmisiones a los derechos de tanteo y retracto será de ocho años, a contar desde la correspondiente deli- 175 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA mitación, salvo en los espacios naturales protegidos, en los que tendrán vigencia indefinida en tanto subsista aquella declaración. Ámbito normativo El ejercicio de los derechos se regirá por la Ley 9/2001 y sus normas de desarrollo y, en lo no previsto en las mismas, por la Legislación general de pertinente aplicación. 4.2.1. INSTRUMENTACIÓN DEL EJERCICIO DE LOS DERECHOS DE TANTEO Y RETRACTO Registros Administrativos Tanto en la Consejería de Ordenación Urbanística como en los Municipios de más de 15.000 habitantes, y en todos aquellos que así lo acuerden, funcionará un Registro, organizado por ámbitos territoriales, donde se inscribirán todos los actos jurídicos de que sean objeto los bienes sujetos a los derechos de tanteo y retracto. El Registro de la Consejería actuará como Registro Municipal, respecto de aquellos Municipios que no tengan constituido Registro propio. La Ley dispone que los Ayuntamientos que deban o decidan crear su propio Registro y las Consejerías que delimiten suelos sometidos a estos derechos, deberán comunicar a la Consejería competente en materia de ordenación urbanística los actos de delimitación de los bines, la creación de los Registros, así como los datos que se actualizarán cada seis meses. Este párrafo de la Ley no parece excesivamente riguroso, por cuanto, en principio, establece una exigencia a los Ayuntamientos con Registros, cuando sería más correcto que quienes tuvieran el deber de comunicación fueran aquellos respecto de los cuales el único Registro en funcionamiento es el de la Consejería. Tampoco existe una correspondencia en las comunicaciones que obligaría a la Consejería, también, a dar cuenta de sus actos a los Ayuntamientos interesados. Además, se habla de otras Consejerías que delimiten suelos, cuando según el artº. 183 de la Ley, únicamente tiene esta competencia la de Ordenación Urbanística. También exige la Ley que los órganos titulares de los Registros, de oficio y para la debida efectividad de los derechos, comuniquen el contenido y actualizaciones jurídicas de los mismos al Colegio Notarial de Madrid y a los Registros de la Propiedad y, en su caso, Mercantil existentes en la Comunidad de Madrid. Nuevamente se produce falta de rigor, por cuanto, en la práctica, pudiera ocurrir que remitiesen datos idénticos los titulares de los Registros –autonómico y municipal-, con duplicación, por tanto, de 176 URBANISMO los mismos, en contra de los principios que rigen la actuación de las Administraciones. Notificaciones de los actos sujetos Los propietarios de terrenos, construcciones y edificaciones que pretendan realizar actos sujetos a estos derechos deben notificar su propósito, en debida forma, a las Administraciones titulares de los mismos, a través de los órganos a cuyo cargo se encuentre el Registro Administrativo (la Ley dice, incorrectamente, “notificar... al Registro Administrativo”, cuando en realidad debería haber dicho al Órgano titular del Registro o al que corresponda llevar el mismo). En los Ayuntamientos que carezcan de Registro, la pertinente comunicación se dirigirá a la Consejería competente en Ordenación Urbanística. A los efectos de cumplimentar las disposiciones legales, el artº. 184 de la ley 9/2001 CM, establece que tendrán la consideración de transmisiones onerosas, aquellas que supongan la transmisión, también onerosa, de más del 50% de las acciones o participaciones de sociedades mercantiles cuyo activo esté constituido, en más del 60 por ciento, por terrenos, construcciones o edificaciones sujetos al ejercicio de estos derechos. Caducidad de los efectos Los efectos derivados del ejercicio de los derechos de tanteo y retracto, caducarán por el mero transcurso del plazo de tres meses, desde la adopción de la correspondiente resolución de adquisición sin que la Administración haya hecho efectivo el precio en la forma convenida. Si el precio tuviera que ser abonado en distintos plazos, el incumplimiento por la Administración, de cualquiera de ellos, dará lugar a que el acreedor pueda instar la resolución de la transmisión a favor de aquella. Por otra parte, el precio podrá pagarse en metálico o mediante la entrega de terrenos de valor equivalente cuando haya acuerdo entre las partes. Cuando se pague en terrenos, no regirá el plazo de tres meses y sí el que, libremente, hubiesen pactado las partes. Cuando la transmisión que haya motivado el ejercicio de estos derechos consista en una permuta de terrenos, con o sin construcciones o edificaciones, por una edificación o construcción nueva o parte de ella, a construir en dichos terrenos, la Administración quedará igualmente obligada a la entrega de la notificación o construcción nueva en la cantidad y las condiciones acordadas por las partes. 4.3. DESTINO DE LOS BIENES ADQUIRIDOS (ARTº. 187 LEY 9/2001) 177 GESTIÓN DE OPERACIONES Y LOGÍSTICA Cuando sea la Administración la que haya adquirido, como consecuencia del ejercicio de estos derechos, estará obligada a incorporar el bien al correspondiente Patrimonio Público del Suelo. En todo caso, a dar al mismo un destino conforme a la causa que motivó la sujeción a dichos derechos. El cumplimiento de la obligación durante, al menos, los ocho años siguientes al ejercicio del derecho, impedirá al transmitente a instar la resolución de la transmisión realizada a favor de la Administración. 4.4. INFORMACIÓN Y PUBLICIDAD DE LOS PRECIOS DEL SUELO 4.4.1. OBLIGACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE PRECIOS DE SUELO Dentro de las medidas de incidencia en el mercado de suelo, la Ley 9/2001 introduce una nueva exigencia, no prevista en la Ley anterior, con el fin de constituir lo que denomina un observatorio de los precios inmobiliarios. Con esta finalidad, los profesionales y los empresarios, individuales o societarios, que se dediquen habitualmente, en el territorio de la Comunidad de Madrid, a promoción, construcción, administración o venta, arrendamiento o comercialización, incluso a título de intermediación o cualquier otra forma, de suelo, urbanizado o no, y de construcciones o edificaciones, cualesquiera que sea su uso, están obligados a formular trimestralmente al Registro Administrativo de la Consejería, una declaración, por zonas y tipos de usos, de los precios medios de las operaciones de compra-venta o arrendamiento efectuadas en el trimestre correspondiente y de los de venta o arrendamiento que mantengan en oferta. 4.4.2. OBSERVATORIO DE PRECIOS DE SUELO En el Registro Administrativo de la Consejería competente en materia de Ordenación Urbanística, funcionará un observatorio de precios de suelo que sistematizará y mantendrá actualizados los datos indicados en el apartado correspondiente y los que dicho Registro obtenga por información propia y, en todo caso, los que resulten de los justiprecios acordados por el Jurado Territorial de Expropiación Forzosa y de las notificaciones para el ejercicio de los derechos de tanteo y retracto. Los datos incorporados al observatorio de precios de suelo, excluirán cualquier referencia de carácter subjetivo o de las circunstancias específicas de las operaciones de que resulten. 178 URBANISMO Estos datos serán, en todo caso, públicos y se deberán utilizar los medios técnicos, incluso informáticos y telemáticos, que permitan una mayor difusión y un más fácil acceso por todos los ciudadanos. 179