debido proceso y iura novit curia

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DEBIDO PROCESO Y IURA NOVIT CURIA
Por: Jesús Anglas Castañeda (∗)
Tema
Relevante
La Sala Suprema, lamentablemente perdió la brújula al no
saber derivar la solución de la controversia por el cauce
que le correspondía, tergiversando los hechos que
determinaban la decisión y reprochando indebidamente el
proceder del órgano accionado, el cual actúo de acuerdo a
ley y sin contravenir ningún derecho constitucional.
1. SINTESIS DE LA RESOLUCION DE LA SALA CONSTITUCIONAL Y
SOCIAL DE LA CORTE SUPREMA EMITIDA EN EL EXP. No.3097-2000 DE
FECHA 28/JUN/01.
1.1 Demandante:
- Jorge Ernesto Del Carpio Rivera.
1.2 Demandados:
- Juez de Ejecución del 35 Juzgado Civil de Lima y otro.
1.3 Derechos vulnerados:
- Debido Proceso.
- Pluralidad de instancias.
1.4 Contenido de la resolución:
a) Fundamentos:
- Que el segundo párrafo del artículo 200 de la Constitución, contrario sensu,
establece que procede la acción de amparo contra resoluciones judiciales
emanadas de un procedimiento irregular; en tal sentido es necesario sentar las
bases conceptuales de lo que debe entenderse por “Procedimiento Irregular”; en
tal mérito el Juez en tanto reconozca o identifique la presencia de esta situación
procesal originado en proceso judicial debe admitir a tramite la acción de amparo
respectiva; en caso contrario, conforme al artículo 14 de la Ley 25398 el juez
Constitucional debe rechazar de plano la demanda porque estaríamos ante un
∗
Abogado egresado del UNMSM, con estudios concluidos de Maestra en Derecho Civil y
Comercial y Doctorado en Derecho en la UPIGV. Dedicado hace mas de 10 años al ejercicio
independiente de la abogacía y al asesoramiento académico a Bachilleres en Derecho.
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“proceso judicial regular”; en cuyo caso, según el artículo 10 de la citad ley, los
vicios o anomalías que se presenten en el procedimiento se restablecen en el
mismo proceso mediante los medios impugnatorios respectivos.
Que el primer párrafo del artículo 200 de la Constitución prescribe que mediante
la acción de amparo solo se protege derechos de nivel constitucional; en
consecuencia, consideramos que se está ante un procedimiento irregular cuando
en la tramitación de un proceso se expiden resoluciones que afectan normas
jurídicas de categoría constitucional más no cuando se afectan normas de nivel
legal; salvo que éstos, como sucede en algunos casos, tenga un contenido,
alcance o significado constitucional.
Que de lo expuesto, aparte de los otros presupuestos legales de procedencia
para admitir a tramite o rechazar de plano las acciones de amparo, el Juez al
calificar el escrito de demanda y sus recaudos esta obligado previamente a
determinar si existe o no verosimilitud de la afectación de algún derecho
constitucional del reclamante; de este modo se evitaría trámites innecesarios que
perjudiquen al Estado, las partes y a la sociedad por falta de justicia oportuna.
Que el reclamante sostiene haberse puesto a remate un inmueble valorizado en
256,700 dólares americanos por el cobro de un crédito de 5,760 dólares; se
reclamó que este hecho esta afectando el derecho de propiedad del actor,
asimismo que se le priva de una garantía de Justicia de nivel constitucional como
es el acceso a la instancia plural, y que estos hechos se derivan de un proceso
judicial irregular.
El actor afirma que habiendo interpuesto recurso de apelación contra la sentencia
desfavorable, dentro del plazo de ley y con la tasa judicial, fue declarado
ilegalmente improcedente por la Juez del 14 Juzgado Civil de Lima, originando
que la sentencia quede consentida, y que esté permitiendo se lleve a efecto el
remate sobre su inmueble.
Que del examen de autos fluye que el recurso de apelación efectivamente se
interpuso dentro del plazo de ley y acompañando la tasa judicial, no obstante fue
declarado improcedente, sustentán-dose en que el impugnante no ha cumplido
con precisar el error de hecho ni de derecho incurrido en la sentencia y que
tampoco se ha señalado el agravio sufrido conforme lo exige el artículo 367 del
Código Procesal Civil.
Que el artículo 139 inciso 5 y 8 de la Constitución establece el principio que el
juez debe aplicar el derecho que corresponde a los hechos debatidos en el
proceso precisando la ley aplicable; y en cuanto a los hechos debe motivar los
mismos con los que sean relevantes para expedir el fallo correspondiente;
asimismo, es principio constitucional que el Juez esta obligado a resolver el
conflicto planteado aun ante el vacío o defecto de la ley; de estos fundamentos
constitucionales se deriva la norma legal procesal contenida en el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, que por su ubicación sistemática y
naturaleza es superior y no puede ser afectado por la norma reglamentaria como
es el artículo 366 y 367 del Cpc, que estatuye que el Juez debe aplicar el
derecho que corresponde al proceso aunque no haya sido invocado por las partes
o lo haya sido erróneamente.
Que frente a esta normatividad constitucional este Supremo Tribunal deja
sentado como principio general vinculante, en vía de control de la
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constitucionalidad de las leyes, que los principios constitucionales citados y el
Título Preliminar, no pueden ser afectados por normas inferiores tales como los
artículos 366 y 367 del Código Procesal Civil en cuanto exige indicar el error de
hecho y de derecho para tener acceso ala instancia plural; tanto más, en cuanto a
la exigencia de indicar el agravio por principio elemental de la razón toda
resolución adversa a la pretensión que es impugnada importa expresar el agravio
al no haberse atendido su pretensión contenido en toda demanda; aparte, que en
el recurrente señala normas legales específicas como los artículos 491 inciso 12 y
373 del Cpc, y manifiesta el agravio respectivo cuando expresa “que la sentencia
es totalmente lesiva a la modesta economía de sus patrocinados”.
Que se ha probado que el Juzgado demandado ha negado el acceso a la
instancia plural al aplicar erróneamente los artículos 366 y 367 del Cpc, poniendo
en inminente peligro la privación de la propiedad inmueble del actor, normas
incompatibles con la Constitución.
Que además el actor agotó los medios impugnatorios para enervar la referida
resolución, conforme lo exige el artículo 10 de la Ley 25398, toda vez que contra
ella planteó recurso de queja, la misma que fue declarado improcedente por auto
superior; no habiéndose vencido el plazo de caducidad previsto en el artículo 37
de la Ley 23506 respecto de la violación.
Que no resulta de aplicación el artículo 11 de la Ley 23506 toda vez que la
referida juzgadora ha incurrido en error de interpretación de las citadas normas
legales frente a la Constitución porque aplicó la ley procesal aisladamente sin
tener todo el sistema judicial que comprende la ley fundamental, esto es, no se
aprecia dolo en sus actos procésales que es requisito para la aplicación de la
penalidad contenida en el artículo 11, la misma que es plenamente aplicable a
casos flagrantes, que no es el presente caso.
b) Fallo:
Confirmaron la sentencia apelada que declara fundada la demanda.
c) Mandato Judicial:
Ineficaz lo actuado en el proceso civil desde el auto No.13 de fecha 16/Ago/99;
Dispusieron que el Juez de la causa conceda el recurso de apelación;
Declararon inaplicable el artículo 11 de la Ley 23506.
2.
2.1
AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR.
En la parte final del segundo considerando de la resolución en comento, la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema da una definición de lo que se debe
entender como procedimiento irregular, afirmando lo siguiente: “consideramos
que se está ante un procedimiento irregular cuando en la tramitación de un
proceso se expiden resoluciones que afectan normas jurídicas de categoría
constitucional más no cuando se afectan normas de nivel legal; salvo que éstos,
como sucede en algunos casos, tenga un contenido, alcance o significado
constitucional.”.
2.2
Sin embargo, lo señalado por la Sala Suprema, es un criterio general ya
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establecido por el Tribunal Constitucional en la causa 428-97-AA/TC, mediante
sentencia de fecha 21.Jul.99 publicada en el diario “El Peruano” el 28.Set.99 en
el que se estableció el siguiente principio de alcance general: “Que las
infracciones de normas, instituciones o derechos procesales de nivel
constitucional originadas dentro de un proceso judicial constituyen un
procedimiento irregular; asimismo, cuando se infringen leyes procesales
que expresa o tácitamente son de contenido o de alcance constitucional;
en este caso por tratarse de leyes el Juez constitucional estimará su
procedencia en cada eventualidad. Según el artículo 200 inciso 2 de la
Constitución Política del Estado, estas afectaciones son susceptibles de
restablecerse mediante la acción de amparo. En cambio, las infracciones de
normas procesales solo de contenido y alcance legal constituyen anomalías
procesales que se controvierten en el mismo proceso judicial mediante el uso de
los recursos respectivos.”. El resaltado es nuestro.
2.3
En consecuencia, la Sala Suprema debió hacer referencia a dicha sentencia, en
aplicación del artículo 9 de la Ley 23506, vigente en ese entonces, que
establecía que las resoluciones de habeas corpus y amparo sentarán
jurisprudencia obligatoria cuando de ellas se pueda desprender principios de
alcance general, mas no exponer un argumento como si fuera suyo, y menos,
señalando que sentarán las bases conceptuales de lo que debe entenderse por
“Procedimiento Irregular". Al César lo que es del César.
3.
3.1
CONTROVERSIA Y ANÁLISIS ADECUADO DEL CASO.
El caso de autos se sintetiza en el hecho que el actor afirma que se le viola los
derechos constitucionales de propiedad y de acceso a la instancia plural,
afectándose el debido proceso, ya que habiendo interpuesto recurso de
apelación contra la sentencia desfavorable, emitida en el proceso judicial que se
le sigue, dentro del plazo de ley y con la tasa judicial respectiva, fue declarado
improcedente por la Juez demandada, originando que la sentencia quede
consentida, y se lleve adelante el remate sobre su inmueble.
3.2
En consecuencia, a fin de verificar si la acción debe estimarse o no, bastará con
determinar si la decisión jurisdiccional de declarar improcedente el recurso de
apelación viola o no, el derecho a la pluralidad de instancias, ya que se alega
que de la violación de este derecho, que provocó que la sentencia quede
consentida, conllevó la violación al derecho de propiedad, y a su vez, al debido
proceso, al procederse a la ejecución forzada vía remate del inmueble
embargado.
3.3
En ese sentido, la Ejecutoria Suprema señala en su sexto considerando que el
recurso de apelación del actor se interpuso dentro del plazo de ley y se pagó la
tasa respectiva, no obstante fue declarado improcedente por no cumplirse con
precisar el error de hecho ni de derecho incurrido en la sentencia impugnada,
así como tampoco indicar el agravio sufrido conforme lo exige el artículo 367 del
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Código Procesal Civil (CPC).
3.4
Por lo tanto, se encuentra establecido que los motivos por los cuales la
apelación fue desestimada son dos: a) no precisarse los errores de hecho o
derecho incurridos en la sentencia apelada, y b) no indicarse la naturaleza del
agravio.
3.5
Así, la Ejecutoría Suprema, en principio, sobre la base que efectivamente éstos
requisitos se incumplieron considera que resulta inconstitucional haber
desestimado la apelación al violarse el derecho a la pluralidad de instancia,
poniéndose en peligro el derecho de propiedad del actor, conforme se advierte
del noveno considerando de la Ejecutoria.
3.6
a)
La Suprema llega a dicha conclusión en base a los siguiente argumentos:
El artículo 139, incisos 5 y 8 de la Constitución establece el principio que el Juez
debe aplicar el derecho que corresponde a los hechos debatidos en el proceso
precisando la ley aplicable; y en cuanto a los hechos, debe motivar los mismos
con los que sean relevantes para expedir el fallo; y que el Juez está obligado a
resolver el conflicto planteado aún ante el vacío o defecto de la Ley.
b)
De estos fundamentos constitucionales se deriva la norma legal procesal
contenida en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que
por su ubicación sistemática y naturaleza es un principio superior, y no puede
ser afectado por normas reglamentarias como son los artículos 366 y 367 del
CPC, que estatuye que el Juez debe aplicar el derecho que corresponda al
proceso aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido
erróneamente.
c)
Que el Supremo Tribunal deja sentado como principio general vinculante, en vía
de control de la constitucionalidad de las Leyes que los principios
constitucionales citados (motivación de resoluciones y no dejar de resolver en
caso de vacío o defecto de la ley) y el Título Preliminar no pueden ser afectados
por normas inferiores tales como los artículos 366 y 367 del CPC; en cuanto
exigen indicar el error de hecho y de derecho para tener acceso a la instancia
plural, tanto más en cuanto a la exigencia de indicar el agravio que por principio
elemental de la razón toda resolución adversa a la resolución que es impugnada
importa expresar el agravio al no haberse atendido su pretensión contenida en
toda demanda.
3.7
Los artículo 366 y 367 del CPC, que según la Sala Suprema afectan principios
constitucionales, establecen lo siguiente:
a) Artículo 366.- El que interpone apelación debe fundamentarla, indicando el
error de hecho o de derecho incurrido en la resolución, precisando la naturaleza
del agravio y sustentando su pretensión impugnatoria.
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b) Artículo 367.- La apelación se interpone dentro del plazo legal ante el Juez
que expidió la resolución, acompañando la tasa respectiva cuando ésta fuera
exigible. La apelación o adhesión que no acompañen el recibo de la tasa, se
interpongan fuera del plazo, no tengan fundamento o no precisen el agravio
serán declarados inadmisible o improcedente según sea el caso. El Superior
también puede declarar inadmisible o improcedente la apelación, si advierte que
no se han cumplido los requisitos para su concesión, en este caso además
declarara nulo el concesorio.
3.8
Como se advierte el artículo 366 del CPC, establece un conjunto de requisitos
que se deben cumplir para que el recurso de apelación sea concedido: a) indicar
el error de hecho o de derecho incurrido en la resolución; b) precisar la
naturaleza del agravio; y c) sustentar la pretensión impugnatoria. Requisitos que
por su naturaleza no pueden ser suplidos por el Juez, en caso de omisión del
justiciable.
3.9
Así por ejemplo, si el Justiciable no precisa cuáles son los errores de hecho
incurridos en la resolución cuestionada, el juez no puede suplir dicha omisión y
encargarse en precisar los posibles errores que habría incurrido al expedir la
resolución cuestionada. En el mismo sentido, si el justiciable no precisa los
errores de derecho contenidos en la resolución recurrida, pues el Juez no puede
suplir la omisión del Justiciable y precisar los posibles errores de derecho.
3.10 Del mismo modo, resulta absurdo exigirle al Juez que en caso de omisión sea
quien precise la naturaleza del agravio o la pretensión impugnatoria.
3.11 Por ello, no resulta correcto que la Sala Suprema haya reprochado al Juez
demandado haber desestimado la apelación en aplicación de los artículos 366 y
367 del CPC, considerando que contraviene principios Constitucionales que
sustentan el principio de iura novit curia, pues por este principio el Juez, solo y
solo sí, tiene el deber de aplicar el derecho que corresponde al proceso,
supliendo la negligencia del Justiciable en cuanto al derecho que corresponde
aplicarse al proceso, sea por falta de invocación o invocación errónea. Sin
embargo, el Juez no puede suplir la falta de cumplimiento de requisitos de
contenido del acto procesal, que solo competen expresarlos al Justiciable, en
este caso, del recurso de apelación, como es precisar los errores fácticos y
jurídicos incurrido en la resolución cuestionada, la naturaleza del agravio, e
inclusive la pretensión impugnatoria.
3.12 El Juez no puede ponerse en la posición del Justiciable y determinar cuáles
serian los supuestos errores que habría incurrido al expedir la resolución, pues
tratándose de una resolución que él mismo a expedido, debe considerarla
íntegramente correcta.
3.13 En la intención del legislador no está convertir al Juez en adivino, al exigirle que
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sea quien precise los errores de hecho y derecho de su propia resolución en
caso de omisión del Justiciable. Tampoco esa ha sido la intención cuando se
consagra el principio iura novit curia, ya que en este caso el Juez debe aplicar el
derecho que corresponde al proceso, en base a la presunción iure et de iure de
que conoce el derecho, y basta para ello que las partes expongan los hechos.
3.14 Pero precisar los errores, sean fácticos o jurídicos, es una cuestión que solo le
compete al Justiciable, no pudiendo el Juez suplir su omisión, y en nada cambia
esta afirmación, el hecho que la exigencia de que se precisen los errores lo
establezca la ley procesal, ya que ello mismo se presenta cuando el artículo 424
del CPC, exige que la demanda precise los hechos que sustentan el petitorio, y
no porque la ley lo exija deja de ser una cuestión fáctica para convertirse en
cuestión jurídica.
3.15 Cosa distinta, seria si el Justiciable no precisara la fundamentación jurídica del
recurso de apelación, como no hacer referencia a los artículos 364, 368 y 478
inciso 13 del CPC, que establecen el objeto de recurso de apelación, los efectos
del mismo, y el plazo para apelar en el proceso de conocimiento,
respectivamente, los cuales de no ser invocados, el Juez obviamente suplirá la
omisión, en aplicación del iura novit curia, mas aun si se tratare de una
fundamentación errónea. Lo mismo hará el Juez en caso de omisión o defecto
de la fundamentación de normas sustantivas.
3.16 Pero como ya se analizó, la exigencia de precisar los errores de hecho y de
derecho, no tienen relación con la aplicación del principio aludido.
3.17 En ese sentido, se evidencia la confusión de la Sala Suprema cuando en la
última parte del octavo considerando señala que: “en el proceso en particular el
recurrente señala normas legales especificas como los artículos 491 inciso 12 y
373 del CPC...”, pues éstos artículos simplemente señalan que en el proceso
abreviado el plazo para apelar es de 5 días y que la apelación se interpone
dentro del plazo establecido para cada vía, respectivamente, artículos que
actúan como fundamento jurídico del recurso, mas no como requisito necesario
de su contenido esencial, como es precisar, de ser el caso, los errores de
derecho incurridos en la resolución cuestionada.
3.18 La Corte Suprema desnaturaliza el principio de Juez y Derecho,
tergiversándolo de una manera inadmisible, resultando vergonzante advertir
que la Justicia impartida por la máxima instancia judicial del país está en
manos de Magistrados que denotan ignorancia inexcusable.
3.19 No cabe duda que los Vocales Supremos no han tenido la comprensión
necesaria para distinguir entre los requisitos del contenido del recurso que no
puede ser suplidos por el Juez (pretensión impugnatoria, errores de hecho y
derecho, naturaleza del agravio), y requisitos del recurso que sí pueden ser
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suplidos o integrados por el Juez (fundamentación jurídica).
3.20 En cuanto a que el Supremo Tribunal (véase octavo considerando) “...deja
sentado como principio general vinculante, en vía de control de la
constitucionalidad de las leyes, que los Principios constitucionales citados
(refiriéndose al de motivación y de no dejar de administrar Justicia en caso
de vacío o defecto de la ley) y el Título Preliminar (iura novit curia), no
pueden ser afectados por normas inferiores tales como los artículos 366 y
367 del Código Procesal Civil...”., debemos expresar lo siguiente:
3.21 Existen diversas formas como una norma de menor jerarquía que las normas
constitucionales afecten derechos Constitucionales, sin embargo, para el caso
de autos nos interesa el caso por el cual una norma legal al regular o
reglamentar la norma que consagra el derecho constitucional lo deja sin
contenido esencial, es decir, hace inviable el ejercicio del derecho por
condicionarlo al cumplimiento de formalidades excesivas, desproporcionadas al
ejercicio del derecho, es decir, irrazonables.
3.22 En ese sentido, la Sentencia del Tribunal Constitucional Español del 11/1981
señala: “Un posible camino a seguir en el intento de determinar el contenido
esencial de un derecho constitucional consiste en tratar de busca lo que una
importante tradición ha llamado los intereses jurídicamente protegidos como
núcleo y medula de los derechos subjetivos. Se puede entonces hablar de una
esencialidad del contenido del derecho para hacer referencia a aquella parte del
contenido del derecho que es absolutamente necesaria para los intereses
jurídicamente protegibles, que dan vida al derecho, resulten real, concreta y
efectivamente protegibles. De este modo, se rebasa o se desconoce el
contenido esencial cuando el derecho queda sometido a limitaciones que lo
hacen impracticable, lo dificultan mas allá de lo razonable o la despojan de la
necesaria protección”. 1. El subrayado es nuestro.
3.23 Por ejemplo, establecer que el ejercicio del derecho de impugnación, mediante
el cual se ejerce el derecho de la pluralidad de instancias, sea interpuesto a los
30 minutos de notificada la resolución, o que el recurso necesariamente sea
suscrito por un abogado colegiado en la Ciudad de Lima, o que el monto de la
tasa sea de S/. 2,000.00, sin que nadie pueda excusarse de su pago ni siquiera
vía auxilio judicial.
3.24 Como se advierte la exigencia de dichos requisitos le quitarían contenido al
derecho constitucional, es decir, harían que la mayoría de ciudadanos no pueda
ejercer el derecho por lo gravoso que significaría su ejercicio, haciendo ilusorio
el derecho Constitucional. Como ya se adelantó el criterio para determinar si la
norma que regula, reglamenta o desarrolla el ejercicio del derecho
1
Citado por Luis Castillo Cordova, en su obra Elementos de una Teoría General de los Derechos
Constitucionales. ARA Editores. Universidad de Piura. Lima, 2003. Págs.130-131.
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constitucional, le quita contenido al derecho, consiste en determinar si la
reglamentación es razonable o irrazonable, es decir, si la reglamentación se
condice con la diligencia ordinaria que se debe exigir a una persona.
3.25 Si la respuesta es positiva, la norma reguladora no es inconstitucional, pues no
le quita sentido ni contenido a la norma constitucional, simplemente establece
elementos, requisitos, formalidades que condicionan su ejercicio.
3.26 Si la respuesta es negativa, la norma deberá ser considerada inconstitucional
porque desnaturaliza el derecho constitucional, haciéndolo inaplicable o de
ejercicio limitado, por lo gravoso de la reglamentación.
3.27 Ahora bien, apliquemos lo dicho al caso de autos. ¿ Resulta irrazonable,
desproporcionado o gravoso que el artículo 366 del CPC, exija como requisito
de procedencia del recurso de apelación que el Justiciable precise los errores de
hecho y derecho de la resolución impugnada ?
3.28 ¿ Será conveniente que la ley solo requiera que la parte que se considera
agraviada con una resolución se limite a decir que impugna la resolución, y que
no precise porqué no está de acuerdo con la misma, y tampoco precise cuáles
habrían sido los posibles errores incurridos por el Juez, amén de relevarse de
indicar el agravio ?
3.29 ¿ Será que la fundamentación de los errores no solo resulta conveniente a los
fines del proceso, sino que su exigencia resulta razonable, ya que su
cumplimiento no resulta injusto, siendo pasible de ser cumplido por cualquier
persona que se conduzca con diligencia ordinaria ? Téngase en cuenta que si
alguien considera que una resolución es errónea, es porque ha advertido los
errores en que habría incurrido. En consecuencia, no existiría dificultad alguna
para que los exprese por escrito. De no ser así, el derecho debería tutelar al
Justiciable negligente, lo que contraviene el aforismo jurídico que el derecho no
tutela al negligente.
3.30 En respuesta a las preguntas formuladas, diremos lo siguiente: Las formalidades
establecidas por la ley procesal como requisitos de procedencia del recurso de
apelación son válidas ya que no son irrazonables, ni limitan, ni restringen, ni
hacen ilusorio el ejercicio pleno del derecho Constitucional de pluralidad de
instancia.
3.31 Las exigencias de que al apelar se precise la pretensión impugnatoria, los
errores de hecho y derecho incurridos en la resolución cuestionada y se precise
la naturaleza del agravio, son totalmente válidos por cuanto son requisitos de
fácil cumplimiento para un Justiciable diligente. Requisitos, que por lo contrario a
lo sostenido por la Sala Suprema, aseguran plenamente el derecho al debido
proceso, por cuanto al mismo impugnante se le debe dar la oportunidad que
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exprese el agravio que se le causa, los errores que determinaron un fallo
supuestamente injusto, y para la parte contraria, el derecho de saber los
aspectos que sentarán el debate ante el superior jerárquico, y de ser el caso
absuelva la apelación, o se adhiera al recurso, en proceso abreviado y de
conocimiento, conforme al artículo 373 del CPC. 2
3.32 La Sala Suprema, lamentablemente perdió la brújula al no saber derivar la
solución de la controversia por el cauce que le correspondía, tergiversando los
hechos que determinaban la decisión y reprochando indebidamente el proceder
del Juez demandado, quien actuó de acuerdo a ley, y sin contravenir ningún
derecho constitucional.
3.33 La Sala Suprema pretendía con su análisis equivocado que el Juez demandado
dejase de aplicar los artículo 366 y 367 del CPC, vía control difuso, por ser en
parte -según ellos- inconstitucionales, en cuanto exigen que se indique los
errores de la resolución y el agravio producido, y que se considere que los
principios constitucionales con los cuales colisionan dichos artículos son el de
motivación de resoluciones y el de no dejar de administrar Justicia por vació o
defecto de la ley, consagrados en el artículo 139 inciso 5 y 8 respectivamente.
Asimismo, argumentan, que colisionan con el principio iura novit curia, el cual
por estar consagrado en el artículo VII del Título Preliminar del CPC, es de
mayor jerarquía que los artículos referidos.
3.34 Sin embargo, es absurdo que el Tribunal exija considerar que el artículo 366
del CPC, que establece requisitos al recurso de apelación y el artículo 367
del CPC que establece que de no cumplirse con dichos requisitos el recurso
debe rechazarse de plano, contravengan a los principios constitucionales de
motivación de resoluciones judiciales y el de no dejar de administrar Justicia
en caso de vacío o defecto de la ley.
3.35 ¿ Dónde está la contradicción entre la norma legal que establece
formalidades al recurso de apelación y el principio de que toda resolución,
salvo los decretos, deben estar motivados con expresión de la ley aplicable y
de los hechos ?. No existe correlato en el contexto que lo plantea la
resolución en comento. Por el contrario, la resolución que desestimó el
recurso de apelación estuvo fundamentado, tanto fáctica como jurídicamente,
2
Artículo 373.- La apelación contra las sentencias se interpone dentro del plazo previsto en cada vía
procedimental, contado desde el día siguiente a su notificación.
Concedida la apelación se elevará el expediente dentro de un plazo no mayor de 20 días, contado
desde la concesión del recurso, salvo disposición distinta de este Código. Esta actividad es de
responsabilidad del auxiliar constitucional. En los procesos de conocimiento y abreviado, el superior
conferirá traslado del escrito de apelación por un plazo de cinco días.
Al contestar el traslado, la otra parte podrá adherirse al recurso, fundamentando sus agravios, de los
que se conferirá traslado al apelante por diez días.
Con la absolución de la otra parte o del apelante si hubo adhesión, el proceso queda expedito para
ser resuelto, con la declaración del juez superior en tal sentido, señalando día y hora para la vista de
la causa. El desistimiento de la apelación no afecta la adhesión.
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al señalar que el recurso no precisaba los errores ni el agravio y que de
conformidad con los artículos 336 y 367 del CPC se declaraba improcedente.
3.36 Del mismo modo, ¿ dónde está la contradicción entre la norma legal que
establece formalidades al recurso de apelación, y el principio de que el Juez no
debe dejar de administrar Justicia en caso de vacío o defecto de la ley ?. Por el
contrario, la ley que se dice ser inconstitucional estable los requisitos de la
apelación que se incumplieron.
3.37 Pero lo que causa mayor contrariedad es que los Vocales Supremos consideren
que declarar improcedente un recurso de apelación por no haber cumplido con
la exigencia de precisar los errores y la naturaleza del agravio, suponga un
conflicto con el principio constitucional de no dejar de administrar justicia por
vacío o defecto de la ley.
3.38 Es así, que resulta incuestionable, que los hechos que sustentan la acción de
amparo, no violan directamente ninguno de los principios constitucionales
citados.
3.39 Pero quizás lo que viole sea una norma legal con contenido, alcance o
significado constitucional, como lo asevera el Tribunal respecto del artículo
VII del Título Preliminar del CPC.
3.40 Recuérdese que la Sala Suprema en su segundo considerando afirma que:
“se debe considerar un procedimiento irregular cuando en la tramitación de
un proceso se expiden resoluciones que afectan normas jurídicas de
categoría constitucional (lo que ya hemos analizado que no es el caso) más
no cuando se afectan normas de nivel legal; salvo que éstos, como sucede
en algunos casos, tenga un contenido, alcance o significado constitucional.”.
El paréntesis y el subrayado es nuestro.
3.41 Por lo tanto, será que la Sala Suprema haya considerado irregular el proceso
porque las normas legales contravenían otra norma legal de contenido
constitucional, como el artículo VII del Titulo Preliminar del CPC que
consagra el principio iura novit curia y que precisamente la Sala ha
considerado que deriva de los incisos 5 y 8 del artículo 139 de la
Constitución.
3.42 Sin embargo, si los artículos 366 y 367 del CPC, no contravienen los
principios constitucionales de los incisos 5 y 8 del artículo 139 de la
Constitución, menos aun se podría sostener que contravienen el artículo VII
del Título Preliminar del CPC, que establece el deber del Juez de aplicar el
derecho que corresponde al proceso cuando no haya sido invocado o
invocado erróneamente por las partes.
3.43 La aplicación del derecho que corresponde al proceso, a cualquier acto
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ejercido en el proceso, no alcanza a la posibilidad de que el Juez satisfaga
omisiones de requisitos que solo puede expresarlas válidamente el
Justiciable, como precisar el agravio (el Juez no puede manifestar agravio
por otro), los errores de la resolución (el Juez no puede precisar agravios de
una resolución que el mismo ha emitido). En cambio, el Juez, si debe aplicar
el derecho que corresponde al proceso ya que se presume sin admitir prueba
en contrario que el Juez conoce el derecho. Pero exigir al Justiciable que
interpone la apelación precise los errores de hecho no es cuestión de
derecho aplicable al proceso, tampoco lo es precisar los errores de derecho
ni el agravio causado.
3.44 La pregunta es: ¿ Para la Sala Suprema estamos ante la violación de normas
constitucionales (artículo 139 inciso 5 y 8) o de norma legal con contenido
constitucional (artículo VII del Titulo Preliminar del CPC) ? Estando al octavo
considerando de la sentencia comentada, los Supremos afirman que los
principios constitucionales citados y el Título Preliminar, no pueden ser
afectados por normas inferiores tales como los artículos 366 y 367 del Código
Procesal Civil en cuanto exige indicar el error de hecho y de derecho para
tener acceso a la instancia plural; y en el noveno considerando afirman que
se ha probado que el Juzgado demandado ha negado el acceso a la
instancia plural al aplicar erróneamente los artículos 366 y 367 del CPC,
normas incompatibles con la Constitución.
3.45 Sin embargo, si así fuese, que sentido tendría que en la sentencia se haya
señalado que de los principios constitucionales de motivación de
resoluciones y de no dejar de administrar Justicia en caso de vacío o defecto
de la ley, deriva el principio de contenido constitucional iura novit curia, el
cual ha sido contravenido por el Juez al aplicar los artículos 366 y 367 del
CPC, para desestimar el recurso de apelación, pues si los artículos citados
del CPC contravenían normas constitucionales, bastaría dicho análisis para
amparar la demanda.
3.46 Por otra parte, si la Sala Suprema ha señalado en sus dos primeros
considerandos que se está ante un procedimiento irregular cuando en la
tramitación de un proceso se expiden resoluciones que afectan normas
jurídicas de categoría constitucional más no cuando se afectan normas de
nivel legal; salvo que éstos, como sucede en algunos casos, tenga un
contenido, alcance o significado constitucional, y que en tal mérito el Juez en
tanto reconozca o identifique la presencia de esta situación procesal
originado en proceso judicial debe admitir a tramite la acción de amparo
respectiva; en caso contrario, conforme al artículo 14 de la Ley 25398 el Juez
Constitucional debe rechazar de plano la demanda porque estaríamos ante
un “proceso judicial regular”; en cuyo caso, según el artículo 10 de la citada
ley, los vicios o anomalías que se presenten en el procedimiento se
restablecen en el mismo proceso mediante los medios impugnatorios
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respectivos.
3.47 Sin embargo, la Sala señala en el décimo considerando que el actor agotó
los medios impugnatorios para enervar la referida resolución, conforme lo
exige el artículo 10 de la Ley 25398, toda vez que contra ella planteó recurso
de queja, la misma que fue declarado improcedente por auto superior.
3.48 Sin embargo, el artículo citado no exige agotar los recurso impugnatorios
como requisito de procedencia de la acción de amparo, ya que es un artículo
que se pone en la hipótesis de que las irregularidades del proceso no lleguen
a convertir al proceso en irregular sino que constituyan simples vicios o
anomalías que se presenten en el procedimiento, los cuales se restablecen
en el mismo proceso mediante los medios impugnatorios respectivos, de tal
manera que la sentencia al hacer referencia a este artículo se contradice así
mismo, ya que hace pensar que lo que ha advertido en el caso de autos es
simplemente vicios o anomalías procesales que debieron cuestionarse en el
mismo proceso mediante los recursos impugnatorios que franquea la ley,
mas no con la acción de amparo, la que solo se ejerce en caso de
procedimiento irregular, que no es el caso aludido por el artículo 10 de la Ley
25398.
3.49 Lo que quiere decir, que si la Suprema fuere consecuente con sus
argumentos centrales tendría que ampara la acción de amparo inclusive si el
demandante no hubiera cuestionado con queja la resolución que le denegó el
recurso de apelación.
3.50 Por lo tanto, las impertinencias, incongruencias y contradicciones incurridas
en la sentencia de marras, determinan que dicha Ejecutoria no puede
constituir una Jurisprudencia vinculante en el sentido de ser un ejemplo a
seguir, sino por el contrario un ejemplo de aquello que no se debe volverse a
hacer nunca jamás, por las siguientes razones:
a) Señalar en el segundo considerando un criterio general para determinar cuando
estamos ante un procedimiento irregular como si fuese propio, cuando dicho
criterio ya había sido establecido por el Tribunal Constitucional, casi dos años
atrás, en consecuencia debió indicarlo como jurisprudencia vinculante
establecida por el Tribunal.
b)
Realizar en el primer considerando la distinción entre procedimiento irregular, lo
que da lugar a una acción de amparo, y vicios o anomalías producidas al interior
de un proceso que solo se pueden cuestionar mediante los medios
impugnatorios en el respectivo proceso, sin que se pueda recurrir en acción de
amparo, y sin embargo, a pesar de afirmar en el octavo y noveno considerando
que se han violado principios constitucionales, ergo, se puede recurrir en acción
de amparo, se diga en el décimo considerando .que el demandante agotó los
recursos al interior del proceso para enervar el agravio al interponer queja por
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denegatoria del recurso de apelación, conforme se lo exige el artículo 10 de la
ley 25398, ley que no es aplicable al caso de procesos irregulares, sino a
proceso regulares en el que se cometen vicios o anomalías procesales que solo
se pueden cuestionar la interior del mismo mediante los medios impugnatorios.
c)
Afirmar en el octavo y noveno considerando que los artículos 366 y 367 del
CPC, contraviene los principios constitucionales consagrados en los inciso 5 y 8
del artículo 139 dela Carta Magna, y sin embargo, innecesariamente elabora
toda una fundamentación que concluya que el principio del Juez y Derecho
consagrado en el artículo VII del Título Preliminar del CPC, deriva de los
principios constitucionales mencionados, de tal manera que el Juez a
contravenido una norma legal con contenido constitucional.
d)
Afirmar en el octavo y noveno considerando que los artículos 366 y 367 del
CPC, contravienen el principio constitucional de motivación de resoluciones,
cuando es evidente que no existe correlato alguno entre los artículos legales
que se limitan a establecer requisitos formales al recurso de apelación y que
este debe ser rechazado de plano si no se cumplen.
e)
Afirmar en el octavo y noveno considerando que los artículos 366 y 367 del
CPC, contravienen el principio constitucional de que el Juez no puede dejar de
administra Justicia en caso de vacío o defecto de la ley, cuando es evidente que
no existe correlato alguno entre los artículos legales que se limitan a establecer
requisitos formales al recurso de apelación y que este debe ser rechazado de
plano si no se cumplen.
f)
Tratar de inferir del segundo y sétimo considerando que en el caso de autos no
se esta ante la contravención directa de normas constitucionales sino de norma
legal con alcance constitucional, como es el artículo VII del Título Preliminar del
Cpc que consagra el principio del Juez y Derecho, que deriva de los inciso 5 y 8
del artículo 139 de la Carta Magna, y sin embargo, en el octavo y noveno
considerando sostener que los artículos 366 y 367 del Cpc son
inconstitucionales por contravenir los principios constitucionales de motivación
de resoluciones y de no dejar de administra Justicia en caso de vacío o defecto
de la ley.
g)
Considerar en el octavo considerando que los artículos 366 y 367 del CPC,
contravienen el artículo VII del Título Preliminar del CPC, que consagra el
principio del Juez y Derecho, cuando es evidente que no existe correlato alguno
entre los artículos legales que se limitan a establecer requisitos formales al
recurso de apelación y que este debe ser rechazado de plano si no se cumplen.
h)
No haber diferenciado que existen requisitos formales del acto procesal
insubsanales y subsanables, y en este último caso, aquellos que solo podrían
ser subsanados por la parte, de aquellos que podrían ser subsanados por la
parte o el Juez; a fin de advertir que el requisito de invocar la ley aplicable a un
acto procesal es subsanable por el Juez en caso de omisión, vía el principio de
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Juez y Derecho, y que el requisito de precisar los errores de la resolución
impugnada, así como la pretensión impugnatoria y la naturaleza del agravio solo
son posibles de ser expuestos por la parte interesada. Si la Sala hubiese hecho
esta diferenciación se hubiese dado cuenta que el Juez no podía suplir las
omisiones incurridas por el Justiciable.
i)
La Sala tergiversa el alcance del principio de iura novit curia, al pretender que el
Juez vía dicho principio conceda un recurso de apelación que no cumple con los
requisitos de precisar los errores de la resolución impugnada e indicar el agravio
producido.
j)
La Sala no se pronuncia cuándo una norma legal que regula el ejercicio de un
derecho constitucional lo estaría contraviniendo, como en el caso de autos en
que el artículo 366 del CPC, establece requisitos formales que se deben cumplir
para ejercitar el derecho de impugnación de resoluciones, a través del cual se
ejercita el derecho constitucional de pluralidad de instancias, que precisamente
según el demandante es uno de los derechos que se le violan. La Sala debió
indicar que resulta natural que el ejercicio de derechos constitucionales estén
condicionados al cumplimiento de formalidades, de requisitos, y que éstos de
ninguna manera se pueden considerar inconstitucionales si resultan razonables,
adecuados, pertinentes, a fin de asegurar el ejercicio eficaz del derecho, como
sucede en el caso de autos, en que los requisitos de fundamentar el agravio,
precisar los errores de hecho y/o de derecho de la resolución cuestionada, y la
pretensión impugnatoria, además de pagar la tasa judicial, interponerlo dentro
del plazo de ley, entre otros (como ser suscrito por abogado, redactado por un
solo lado, en papel A4, etc.), resultan totalmente razonables de ser exigidos, ya
que cualquier persona que se conduzcan con un mínimo de diligencia ordinaria
los puede satisfacer fácilmente.
3.51 En todo caso si aceptáramos como válida la posición de la Sala Suprema,
tendríamos que considerar también inconstitucional la exigencia de pagar tasa,
de interponerlo dentro de un plazo establecido, de que lleve firma de abogado,
etc.
3.52 Y si los requisitos que se establecen para un recurso de apelación son
inconstitucionales, pues también habría que aceptar que los requisitos que
condicionan la interposición de una demanda establecidos en el artículo 424 del
CPC también serian inconstitucionales, y en este caso con mayor razón ya que
vía la demanda se ejerce uno de los derechos mas importantes como es el de la
tutela jurisdiccional efectiva vía el derecho de acción. Simplemente absurdo.
3.53 Las formalidades que establece la ley para el ejercicio de un acto procesal, que
supone el ejercicio de un derecho constitucional o de un derecho legal con
contenido constitucional, no lo convierte en inconstitucional, salvo que los
requisitos por ser excesivos, desproporcionados, rigurosos, de difícil
cumplimiento, le quiten contenido a la norma constitucional por hacer
sumamente gravoso el derecho. Lo que obviamente no sucede en el caso de
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autos.
3.54 El demandante, que actuó como demandado en el proceso que dio lugar la
acción de amparo perdió en buena lid, pues tuvo la oportunidad de impugnar
como correspondía y no lo hizo, se le aseguró el debido proceso legal, y si no
cumplió con los requisitos que supeditaban y condicionaban el ejercicio valido
del derecho de impugnación se debió a su propia negligencia, y el derecho no
tiene porque tutelar al negligente. En rigor, la negligencia fue de su abogado ya
que el Justiciable no sabe de derecho, entonces lo que correspondía era
demandar a su abogado para que asuma la deuda que el Poder Judicial amparó
y que el Justiciable consideraba que no debía pagar, según actuados,
ascendente a 5,760 dólares americanos, pero no se pretenda que se asuman
culpas que no corresponden ni merecen ningún tipo de amparo, como
erróneamente así lo consideró la Sala Suprema en comento.
3.55 En ese sentido, debo concluir afirmando que la jurisprudencia en comento
constituye una aberración jurídica y una vergüenza para el Poder Judicial. La
misma no es un ejemplo a seguir, sino un ejemplo de aquello que no se debe
volver a hacer nunca jamás.
3.56 Resulta penoso saber que existan resoluciones como la comentada, en la que
bajo el falso argumento que se defiende a la Constitución, por el contrario se la
viola, agravia y vilipendia, basado en argumentos insustentables y
vergonzantes.
4.
4.1
HOMBRE, JUEZ Y ERROR.
Es evidente que se puede incurrir en errores, después de todo somos humanos,
pero en materia jurisdiccional, cuando se emite una decisión al mas alto nivel,
nada menos que por cinco magistrados, se debe pensar y analizar
detalladamente la decisión a tomar, mas aun cuando se trata de acciones de
garantía y cuando se pretende sentar un principio vinculante de alcance
general.
4.2
Sin embargo, la resolución en comento tergiversa una serie de instituciones
jurídicas, lo que realmente es triste y lamentable, pero esa es nuestra realidad.
Por ello, la severidad de nuestras palabras, ya se debe llamar a las cosas por su
nombre, en todo caso, es como corresponde expresarse a una persona
indignada por semejante agravio al pueblo, pues de ella emana el poder de
administra Justicia, y lo peor, que se haya hecho en nombre de la Constitución.
4.3
Lamentablemente, lo que acabamos de exponer no es un hecho singular sino
regla general en el Poder Judicial, institución que debe asumir el verdadero rol
que le corresponde en la sociedad, empezando por emitir sentencias que
inspiren respeto.
4.4
Concluyo con palabras de Roger Zavaleta, quien afirma: “Una resolución que
no logra expandir su fuerza de convicción a terceros y que, en forma similar a
algunos casos recientes, produce repulsa social, engendra la desconfianza y
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hasta el desprecio del ciudadano hacía la “Justicia” que le ofrece el Estado. Lo
que sigue es el resurgimiento de la autodefensa y la creación de un ambiente
hostil. Por eso importa que las decisiones sean la expresión de la autorictas
de la que se hablabla desde la época del derecho Romano, es decir, del
prestigio o reconocimiento de la magistratura, que propicia que sus resoluciones
sean acatadas no tanto por la coacción que ella pueda ejercer, como por la
aceptación de la sociedad”.3 El resaltado es nuestro.
4.5
Obviamente, para lograr lo expuesto por el destacado jurista, es necesario
expedir resoluciones válidas que tenga como mira establecer verdadera Paz
Social con Justicia.
Lima, Julio de 2006
***.***
3
Róger E. Zavaleta Rodriguez. Ser y no ser... He ahí el absurdo: motivación defectuosa por violación al principio
lógico de no contradicción. En Diálogo con la Jurisprudencia. Año 7, No. 28, Enero 2001. Gaceta Jurídica.
Pág.68.
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