Modelo para Centros Especializados de Atención a la

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guías y
manuales
© 2005
Secretaría de Desarrollo Social
LIC. JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA
Secretaria de Desarrollo Social
Secretaría de Desarrollo Social
Paseo de la Reforma 116
Col. Juárez, CP 06600
México, DF
LIC. ANTONIO SÁNCHEZ DÍAZ DE RIVERA
Subsecretario de Desarrollo Social y Humano
Impreso en México / Printed in México
Se autoriza la reproducción del material
contenido en esta obra citando la fuente.
Coordinación Editorial
RODOLFO TUIRÁN
MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ
Investigación y Redacción
BEATRIZ RIVERA FERNÁNDEZ
AURELIANO GARCÍA ARREGUÍN
DR. RODOLFO TUIRÁN GUTIÉRREZ
Subsecretario de Desarrollo Urbano y
Ordenación del Territorio
DR. MIGUEL SZÉKELY PARDO
Subsecretario de Prospectiva,
Planeación y Evaluación
LIC. JULIO CASTELLANOS RAMÍREZ
Oficial Mayor
MTRO. DANIEL HERNÁNDEZ FRANCO
Coordinador de Asesores
LIC. EDUARDO BRAVO ESQUEDA
Jefe de la Unidad de Coordinación de Delegaciones
ABELARDO MARTÍN MIRANDA
Jefe de la Unidad de Comunicación Social
DR. JOSÉ LUIS RAMOS Y FUSTHER
Jefe de la Unidad de Programas
de Atención de la Pobreza Urbana
Modalidad de Seguridad para
las Mujeres y sus Comunidades
guías y
manuales
Centros Especializados de Atención
a la Violencia Familiar (CEAVIF)
Lineamientos generales para su operación
Secretaría de Desarrollo Social
Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio
Índice
INTRODUCCIÓN
Un acercamiento a la problemática
7
9
Centros Especializados de Atención de la Violencia Familiar
•
Características generales
•
Objetivos
•
Etapas para la implementación
•
Módulos para la prestación del servicio
11
11
12
13
14
Aspectos operativos de los CEAVIF
•
Estructura organizativa
•
Estrategias de atención integral
21
22
26
Enfoque de género como eje de la atención
31
Normatividad
35
Espacios de atención
39
El financiamiento de los centros, suma de voluntades, esfuerzos y recursos
41
Bibliografía
43
Introducción
La violencia no es un fenómeno nuevo. Está presente en todas las sociedades y sus
diferentes manifestaciones parecen permear las conductas humanas. Se trata de un
fenómeno omnipresente que recorre las calles, se pasea por los parques, deambula
por los caminos y también la encontramos asentada en los hogares. Cuando la violencia se introduce en las familias, irrumpe en el bienestar de sus integrantes,
transgrede los derechos humanos, deteriora las relaciones y los hogares se convierten
en espacios donde reina la tensión y el miedo.
Los patrones de comunicación violenta y las pautas aprendidas por los
integrantes de las familias suelen reproducirse en sus círculos de interacción externos.
La violencia no distingue edades o niveles socioeconómicos. Sin embargo,
cuando se conjuga con otras condiciones de vulnerabilidad como la pobreza, sus
efectos son más acentuados debido a que las personas y familias en esa situación
tienen menos elementos para hacerle frente. De acuerdo con diversas investigaciones
en la materia, entre los grupos de población que con mayor frecuencia son afectados
por actos de violencia están las niñas y los niños, las mujeres, las personas con
discapacidad y los adultos mayores.
Las mujeres representan un caso particular, pues en las distintas etapas del
ciclo de vida suelen ser blanco de maltrato.
Bajo estas circunstancias resulta prioritario e impostergable para los gobiernos, familias y comunidades desplegar esfuerzos dirigidos a prevenir y atender este
problema social.
El Programa Hábitat crea e impulsa la modalidad Seguridad para las Mujeres y
sus Comunidades. Entre sus acciones prioritarias se incluyen las dirigidas a transformar actitudes y comportamientos de las personas, familias y comunidades hacia la
violencia social y doméstica.
Mediante esta modalidad, Hábitat contribuye al impulso de acciones de sensibilización, atención y prevención de la violencia social y de género en comunidades
urbano-marginadas.
Como apoyo para la operación de la modalidad Seguridad para las Mujeres y sus
Comunidades, el Programa Hábitat de la Sedesol ha desarrollado los siguientes
materiales:
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Modelo de la modalidad Seguridad para las Mujeres y sus Comunidades.
Modelo para operar Centros Especializados de Atención a la Violencia Familiar (CEAVIF).
Modelo para operar Refugios para Mujeres y sus Hijos e Hijas que viven Violencia Familiar.
Sensibilización y Prevención Comunitaria de la Violencia Familiar (Modelo y
Guía para la formación de personas sobre el tema de la violencia familiar).
Jóvenes en pareja (Modelo y Manual de capacitación).
Manual de Orientación Telefónica para la Salud y Seguridad de las Mujeres.
En conjunto, estos materiales conforman una propuesta integral de trabajo
con las organizaciones, instituciones y comunidades el problema de la violencia y
sensibilizar a las personas y las familias para prevenir y atender este fenómeno que
amenaza la seguridad de las mujeres y las comunidades.
De manera particular, el Manual para operar los Centros Especializados de Atención a la Violencia Familiar trata de aportar un modelo que integra los servicios necesarios para atender a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia, fortaleciendo
sus capacidades para enfrentar este problema y estableciendo estrategias que les
permitan salir airosos del mismo, así como prevenir otros sucesos de esta naturaleza
en el entorno comunitario.
Apoyar a las personas víctimas de violencia es una tarea humana y social
necesaria para establecer pautas que permitan el desarrollo de conductas sociales
armoniosas y el bienestar de las familias y comunidades.
Los lectores encontrarán en este documento una serie de propuestas que, sin
duda, serán enriquecidas con las aportaciones, ideas, reflexiones y experiencias de quienes
lo usen y adapten a las circunstancias específicas de la localidad donde trabajan.
•8 •
Un acercamiento a la problemática
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres (INSPSSA, 2003) se sabe que una de cada cinco (21.5 por ciento) sufre actos de violencia
generados por la pareja actual; una de cada tres (34.5 por ciento) ha vivido episodios
de violencia por parte de su pareja alguna vez en la vida, y dos de cada tres mujeres
(60.4 por ciento) han sido víctimas de violencia familiar alguna vez en la vida.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
(INEGI e Inmujeres, 2003) reporta que casi la mitad de las mujeres entrevistadas
declaró haber vivido por lo menos un incidente de violencia en el último año.
La agresión en la pareja se presenta de diversas maneras: golpes, gritos, insultos, descalificaciones, prohibiciones y muchas otras; pasa por amenazas con arma
blanca o de fuego e incluso llega a provocar la muerte de la persona en quien recae.
Se estima que más de 133 mil mujeres en todo el país y 95 mil en el ámbito urbano
sufrieron la experiencia de ser amenazadas con arma blanca o de fuego en el último
año y más de medio millón en el ámbito urbano fueron amenazadas de muerte por
su pareja. De acuerdo con la información disponible, dos de cada tres homicidios y
suicidios de mujeres en México (66 por ciento) ocurren en el hogar.
Los actos de violencia no son aislados, forman parte de una espiral en la cual no sólo
se repiten, sino que, con frecuencia, aumentan de intensidad. De acuerdo con datos de la
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (Endireh, 2003),
más de 70 por ciento de las mujeres que son golpeadas por sus parejas vuelven a experimentar
uno o más incidentes similares en el siguiente año. Situación semejante ocurre en más de
60 por ciento de las agredidas por sus parejas con arma blanca o de fuego.
La violencia aísla, segrega, rompe los vínculos y redes de apoyo familiares y
sociales. Los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de
los Hogares (Endireh, 2003) muestran que aproximadamente tres de cada cuatro
(74.2 por ciento) con al menos un incidente de violencia no recurren a ninguna
institución a solicitar apoyo. Múltiples factores inciden en este hecho: vergüenza,
falta de confianza en las autoridades, temor a enfrentar mayor violencia, considerar
la situación como íntima y privada, creer que no hay alternativas, preocupación por
los hijos o por tener confianza en que la pareja cambie, entre otros.
A todas luces la violencia que viven las mujeres, sus hijos e hijas en los hogares
rebasa las paredes y se convierte en un problema de salud pública por los efectos que
tiene en el desarrollo integral de los miembros de las familias, en el potencial de
desarrollo de sus comunidades, en el sistema de salud, en el trabajo y en la economía
de la sociedad.
Detrás del problema subyacen factores culturales, sociales, económicos, políticos y sociales y, su solución involucra medidas y estrategias multidisciplinarias y
la participación de diversas instituciones dirigida tanto a quienes generan la violencia,
como a quienes son las víctimas.
Se requieren acciones de prevención y sensibilización que contribuyan al cambio de actitudes y promuevan la solución pacífica de los conflictos. Asimismo, es
imprescindible la creación y/o fortalecimiento de centros especializados para la
atención a las víctimas, así como refugios que brinden protección y apoyo integral a
quienes son víctimas de violencia.
•10 •
Centros especializados de atención
a la violencia familiar
Características generales
La violencia es un problema complejo en el que intervienen factores individuales,
familiares, culturales y sociales; sus repercusiones se dejan ver en los aspectos físico,
psicológico, emocional y cognoscitivo de las personas. Por lo tanto, la atención a
quienes viven esta situación demanda la intervención de especialistas de distintas
disciplinas como psicología, derecho, medicina y trabajo social, entre otras.
Los CEAVIF son espacios de protección para las mujeres y sus hijos e hijas,
quienes debido a la situación de violencia familiar en la que se encuentran ponen en
riesgo su integridad. Sus servicios se dirigen, primordialmente, a quienes carecen de
apoyo familiar, vecinal o comunitario, y con un sentido de integralidad se les brinda
apoyo psicológico, legal y médico. En caso necesario, también proporciona Albergue
por un máximo de tres días en tanto se resuelve la situación que originó este apoyo
institucional; de no ser resuelto en ese término y prevalecer la situación de desamparo social y peligro de sobrevivencia, las usuarias que así lo decidan serán referidas a
las instalaciones de algún Refugio de la localidad.
Los CEAVIF cuentan con un área de recepción y valoración donde se da la
bienvenida a las personas y se evalúa su situación. La instalación y operación de esta
sección debe concertarse con instituciones gubernamentales que brindan estos servicios en sus propios inmuebles (DIF, Procuraduría de la Defensa del Menor, la
Mujer y la Familia, municipio, Instituto de las Mujeres, etc.), a fin de optimizar los
recursos y evitar duplicidades.
Se recomienda instalar en el Centro la Línea de Orientación Telefónica para la
Salud y la Seguridad de las Mujeres, con el propósito de tomar nota in situ de las
urgencias y proceder en consecuencia, o bien, orientar con oportunidad a las usuarias. Ahí se realizarán estudios, talleres, cursos de capacitación intra o extra muros
sobre el tema de la violencia familiar dirigidos a la población de la comunidad.
La atención es proporcionada por un equipo multidisciplinario integrado por
profesionistas de las áreas de psicología, medicina, derecho y trabajo social, abocadas
a las tareas de recepción, diagnóstico y elaboración del procedimiento a seguir con
cada una de las usuarias. Se recomienda que académicos y personas probas de la
localidad integren un consejo de apoyo al Centro.
Se trata de que el CEAVIF no sólo brinde atención profesional a las personas
en situación de violencia familiar, sino que ofrezca un ambiente cálido y seguro en el
cual se les pueda orientar desde el inicio, valorar los riesgos y proporcionar los apoyos correspondientes.
Cuando las condiciones lo permitan, los Centros deben contar con instalaciones adecuadas para proporcionarles albergue y alimentación durante los primeros
días (máximo tres), periodo para evaluar los riesgos de cada caso y definir alternativas de solución. De no contar con dichas instalaciones, cuando existan condiciones
que pongan en riesgo a alguna usuaria, se le referirá a un Refugio para víctimas de
violencia familiar.
Objetivos
General:
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Proporcionar atención integral a las víctimas de violencia familiar a través de
la intervención de un equipo interdisciplinario e interinstitucional.
Específicos:
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•12 •
Ofrecer atención integral a las víctimas de violencia familiar y social mediante
la participación de especialistas: médicas, psicólogas, abogadas, enfermeras y
trabajadoras sociales que, en forma coordinada, actúen para apoyar la resolución de los casos de acuerdo a las características específicas de cada uno y mediando para lograr la atención en otras instituciones cuando sea necesario.
Brindar un ambiente de respeto, aceptación y calidez.
Proporcionar un espacio seguro, cálido y acogedor, fuera del alcance del generador o generadora de violencia, en el cual las personas puedan, además de
estar protegidas, reflexionar sobre su situación, romper el círculo de violencia
y asesorarse por profesionistas especializados en la materia para diseñar un
proyecto de vida libre de este problema en el entorno familiar.
Promover en las usuarias procesos reeducativos o de reaprendizaje ante el problema de la violencia familiar y social.
Fortalecer la autoestima y la autonomía emocional y económica de las mujeres, así como potenciar las capacidades de las beneficiarias y sus familias como
mecanismos coadyuvantes para romper el círculo de la violencia y encontrar
alternativas a su problemática.
Etapas para la implementación
Se recomienda que la planeación y operación del CEAVIF se realice con la participación de las dependencias gubernamentales locales afines a la procuración de protección
de las personas en situación de violencia familiar, así como con la cooperación de
organizaciones de la sociedad civil con experiencia en este campo.
La concertación y coordinación de acciones entre las instituciones mencionadas resulta altamente deseable para optimizar recursos y procurar atención integral
a las mujeres y a sus hijas e hijos en situación de violencia.
Planeación
Desde la etapa de planeación del CEAVIF, se recomienda convocar a las autoridades de las secretarías de Salud, Desarrollo Social y Seguridad Pública; del gobierno municipal, Instituto de las Mujeres y DIF, entre otras, para participar en el
desarrollo del proyecto. Lo importante es concebir un modelo operativo integral a
efecto de brindar la mejor atención posible a las usuarias.
En esta etapa se conforma el Consejo Directivo del CEAVIF con las autoridades,
personas y organizaciones de la sociedad civil interesadas. Luego se planea el proyecto en función de las características, necesidades y disponibilidad de recursos y servicios similares en la localidad.
La planeación comprende la conceptualización del modelo operativo del
CEAVIF y sus requerimientos materiales y de servicios: la infraestructura y
equipamiento; los servicios a proporcionar; los recursos materiales, humanos y financieros disponibles; la asignación de responsabilidades entre las dependencias y
organizaciones participantes; la integración del Consejo Directivo (representantes
de dependencias y organizaciones sociales y privadas); la elaboración del plan de
trabajo a desarrollar, la definición de tiempos y las acciones a ejecutar.
Ejecución
Comprende los pormenores de las obras y del equipamiento. En caso de requerir apoyo del gobierno federal, la instancia ejecutora realiza las gestiones correspondientes en la modalidad Mejoramiento de Barrios del Programa Hábitat. Tanto el
diseño como la construcción de las instalaciones se llevan a cabo en apego a la Norma Oficial establecida.
Paralelamente, a través de la modalidad Seguridad para las Mujeres y sus
Comunidades, la instancia ejecutora puede obtener asesoría sobre los contenidos para
preparar campañas de sensibilización, cursos, talleres, estudios y el propio modelo
operativo del Centro.
•13 •
Sensibilización social
Previo a la apertura del CEAVIF, es conveniente llevar a cabo campañas de
comunicación para sensibilizar a la población sobre el tema. Al término de los
mensajes se da a conocer el domicilio del Centro Especializado, así como los teléfonos
y horarios.
Operación
Durante esta etapa se proporcionan los servicios a las usuarias. Los cursos y
talleres de capacitación en el tema se dirigen a la población objetivo: hombres y
mujeres residentes en las zonas de atención prioritaria del Programa Hábitat. Se
debe enfatizar en el desarrollo de habilidades para identificar, prevenir y revertir las
situaciones de violencia, así como reforzar las actitudes y comportamientos respecto
a las formas pacíficas de resolución de conflictos.
Seguimiento y evaluación
Tanto el seguimiento como la evaluación del CEAVIF son procesos permanentes
que ayudan a detectar los aciertos, errores y puntos de oportunidad para mejorar la
calidad de los servicios. Los análisis periódicos en los que participe el personal, el
Consejo Directivo e instancias externas al Centro ofrecen información relevante para
ajustar el modelo y tomar medidas correctivas y preventivas con oportunidad y
eficiencia.
Módulos para la prestación de servicios
Orientación telefónica
El servicio tiene como propósito ofrecer información y orientación oportuna y
pertinente a las mujeres. La atención está a cargo de un equipo de especialistas en
salud, psicología y derecho, quienes apoyan a las mujeres en aspectos relacionados
con la salud, la violencia y otros problemas asociados a ésta.
El servicio de orientación telefónica se realiza en un marco de respeto,
confidencialidad y calidez, y la información que proporcionan las orientadoras y
orientadores debe ser clara y veraz. Además la vinculación del servicio telefónico con
las diversas instituciones de la localidad posibilitan una canalización eficiente y
oportuna de casos.
Las usuarias encuentran así un espacio para comentar sus problemas de salud o
los que ponen en riesgo su seguridad, así como para recibir información y orienta-
•14 •
ción adecuada por parte de personal calificado, a partir de la cual puedan valorar
diversas alternativas de solución y tomar decisiones.
Tipos de apoyo que pueden ofrecerse vía telefónica
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Contención emocional ante crisis emocionales.
Acompañamiento, información y orientación acerca de problemas de relación
interpersonal con el padre y la madre, la pareja, los hijos e hijas.
Información y asesoría sobre los procesos legales, gestión de denuncias y el
conocimiento y ejercicio de los derechos humanos. Especial énfasis merecen
las solicitudes relacionadas con pensiones alimenticias, guardia y custodia de
menores, causales de divorcio, acoso y hostigamiento sexual.
Acompañamiento, información y asesoría sobre el desarrollo de habilidades
útiles para enfrentar las contingencias de su curso de vida (toma de decisiones,
asertividad, establecimiento de límites y acuerdos, autoestima y manejo de
valores, entre otras).
Información y asesoría en torno de la salud de las mujeres, en particular en
aspectos de salud sexual y reproductiva, sobre todo en casos de emergencia.
Información sobre opciones de capacitación para el trabajo o la implementación
de cursos y talleres que favorezcan su desarrollo personal y de sus capacidades.
Enlace con la red de instituciones que conforman la infraestructura local de
cada ciudad o entidad.
Sensibilización del público usuario respecto a la necesidad de buscar apoyos
complementarios a la atención telefónica.
Canalización hacia Centros de Atención Especializada para la Violencia Familiar, refugios o servicios institucionales de la localidad que puedan atender a
las usuarias de acuerdo a la tipología de sus necesidades.
En el modelo que se presenta lo ideal es concentrar en el CEAVIF todos los
servicios de apoyo a la comunidad sobre el tema.
Oficina de recepción y valoración
Se trata de una instalación abierta al público en la cual se brinda atención
especializada y de emergencia a las mujeres, sus hijas e hijos que viven violencia
familiar. A la vez funciona como instancia para canalizar a las usuarias a otras instituciones, al albergue del CEAVIF o a algún refugio, de acuerdo con el tipo de casos
y la gravedad o riesgo que represente.
•15 •
Esta oficina puede funcionar de diversas formas:
1.
2.
3.
Con personal adscrito al CEAVIF.
Con personal adscrito a alguna institución local con experiencia en el diagnóstico de casos de violencia familiar que esté dispuesta a trasladar su personal y
equipo al Centro Especializado.
Con un equipo integrado por diversas instituciones locales.
El punto de partida para el proceso de apoyo lo constituye el contacto que
establece la usuaria con la oficina de recepción y valoración, ya sea como efecto de
canalización del módulo de orientación telefónica, por referencia de alguna
dependencia u organización de la sociedad civil o por iniciativa propia al conocer las
instalaciones. La primera relación puede ser física o por vía telefónica.
En el siguiente esquema se muestran de manera global las acciones que se
llevan a cabo a partir del primer contacto.
Contacto
telefónico
Iniciativa
propia
Canalización de
alguna institución
▼
▼
▼
▼
Canalización a
otras instituciones
o al refugio temporal
(ORV) Entrevista inicial con la usuaria
▼
Atención en la oficina en
centro especializado por
las áreas legal, psicológica
o de trabajo social
▼
Reincorporación al
grupo familiar o a su
Red de Apoyo
▼
▼
Alta y seguimiento
•16 •
Contacto telefónico
En muchas ocasiones las personas antes de presentarse en las instalaciones prefieren llamar por teléfono para comentar su situación e informarse acerca de los
servicios, horarios, requisitos y ubicación del CEAVIF. Por ello uno de los servicios
que ofrece la oficina de recepción y valoración del Centro Especializado es la orientación telefónica.
El teléfono es un recurso valioso para enfrentar situaciones de peligro como sin
duda lo son los casos de violencia, y un medio para que las personas reciban de
manera inmediata información y asesoría sobre medidas de emergencia.
La trabajadora social o la psicóloga que proporciona la asistencia telefónica
tiene como tareas fundamentales:
■
■
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Ofrecer contención emocional a las personas que al llamar se encuentren en
estado de crisis.
Escuchar las situaciones que plantean y apoyarlas para expresar su solicitud y
precisar sus prioridades de atención.
Valorar el riesgo inmediato de la usuaria y, en caso de estar en peligro, asesorarla para que tome medidas de protección y realice un plan de seguridad.
La evaluación implica investigar la situación que motivó la llamada, si hubo algún
incidente de violencia inmediato a ésta, la presencia del agresor al momento de realizarla,
las condiciones para hablar, las posibilidades que tiene de pedir ayuda a familiares,
vecinos, amigos o a la policía, así como la factibilidad de salir de casa.
Si no existe riesgo inmediato, ofrece información y orientación relativa a la
solicitud de apoyo. Asimismo, asesora acerca de los servicios para que la usuaria
pueda acudir a las instalaciones.
Una actividad crucial en el contacto telefónico es sensibilizar a la persona para
que reciba atención especializada y se informe de las opciones y alternativas que le
permitan superar su problema. La orientación siempre se debe apegar al derecho de
las mujeres por decidir acerca de su vida.
Entrevista inicial y tratamiento
Al llegar a las instalaciones de la oficina de recepción y valoración, instalada
en el Centro, la psicóloga o trabajadora social realizan una entrevista inicial a la
usuaria con el fin de facilitar la exposición de la situación que la motivó a solicitar
apoyo; recabar información sobre la persona y su requerimiento específico; valorar el
riesgo y definir si la demanda del servicio entra en el ámbito de competencia del
Centro Especializado de Atención a la Violencia Familiar.
•17 •
A partir de los datos recabados se presentan por lo menos tres escenarios:
A.
Si no es un caso de violencia o éste rebasa el ámbito de competencia del CEAVIF
se canaliza a la persona hacia una institución en la cual le ofrezcan la ayuda que
requiere. Para ello se proporcionarán datos básicos de la instancia como nombre, domicilio, teléfono, servicios, horarios, costos y requisitos.
B.
Si es un caso de violencia en el cual no está en riesgo inminente la integridad
y la vida de la usuaria, se elabora, de manera conjunta con ella, un plan de
orientación y apoyo que responda a sus expectativas y necesidades, el cual sea
factible ejecutar en varias sesiones, mismo que se desarrollará en los espacios
del CEAVIF, o bien, en la institución que corresponda (servicios de salud, DIF,
Procuradurías, etc.), manteniendo el contacto con las mismas para dar seguimiento al caso hasta su resolución.
En este caso, la usuaria decidirá su ingreso o no al Albergue Inicial situado en
el propio CEAVIF, de acuerdo con sus condiciones, la red de apoyo con la que
cuente y sus características de riesgo y desprotección.
En este escenario, y conforme se considere pertinente, se turna el caso a las
áreas indicadas del Centro Especializado.
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•18 •
Al área médica, para revisión general y valoración de necesidad de atención especializada; en ambos casos, el personal médico coordinará los
servicios pertinentes con las instituciones de salud de la localidad.
A psicología si la usuaria requiere: contención emocional por presentar
estado de crisis; reflexionar acerca de su situación y aclarar los sentimientos que ésta le genera; valorar las opciones para resolver su problema; aclarar sus expectativas y prioridades en la vida, y tomar decisiones
para su futuro.
Al área jurídica: cuando la solicitud se relacione con algún proceso propio de esta especialidad que se encuentre ya en marcha o que sea propio,
o bien, que desee iniciar; si requiere información sobre opciones para
resolver su problema por la vía legal.
A trabajo social: cuando se necesite gestionar apoyos sectoriales como
atención a la salud, bolsa de trabajo, becas de capacitación para el trabajo, despensas, servicios educativos, etc.
C.
El tercer escenario es cuando el personal detecta peligro inminente por la condición de vulnerabilidad; por la carencia de redes de apoyo familiar, vecinal,
de amistades o instituciones, o debido a las conductas del agresor.
Lo más recomendable en estos casos es plantear el ingreso inmediato al CEAVIF
y permanecer en el albergue inicial o, en caso de no contar éste directamente, al
Refugio para la atención de víctimas de violencia, a efecto de brindar seguridad y
protección a la usuaria y sus hijas e hijos, así como proporcionar el apoyo de especialistas que le permitan establecer condiciones para romper el círculo de violencia
y definir su vida futura. Este centro habrá de coordinar el apoyo institucional de las
dependencias competentes para brindar la atención y protección integral a las
víctimas.
El área de trabajo social es la encargada de ofrecer la alternativa de ingresar al
albergue del CEAVIF o al refugio. Para ello le explica el tipo de servicios e
instalaciones con que se cuenta, así como los tipos de apoyo y atención que recibirá,
las condiciones y características que deberá guardar para ingresar, el reglamento de
ingreso y permanencia, el plan de trabajo que se elaboraría de manera conjunta con
ella para modificar la situación de violencia y aclarar las dudas que le pudieran
surgir.
En un marco de respeto, la usuaria decide si desea o no ingresar al Centro o al
refugio. Cuando es afirmativa la respuesta, el área de trabajo social se encarga de las
gestiones correspondientes.
Una vez que ingresa el equipo profesional apoyará con sus servicios el tratamiento del problema. Especial cuidado merecen las acciones que implican contacto
con los familiares de las mujeres, a fin de que no se ponga en riesgo su seguridad.
Al egresar las mujeres y sus hijos e hijas del albergue del CEAVIF, sea que se
use o no sus instalaciones, el personal del Centro se encarga de dar seguimiento a los
casos mediante visitas recíprocas, llamadas telefónicas y asesorías preesta-blecidas,
entre otras estrategias. Se trata de hacer un acompañamiento solidario que prolongue los vínculos y las relaciones de confianza iniciadas, y refuerce las posibili-dades
de éxito de las personas sobrevivientes a episodios de violencia.
En todo caso se deberá garantizar la coordinación y apoyo permanente y estrecho del CEAVIF y sus servicios de albergue con las instancias de salud locales para
las tareas que se determinen, así como contar con personal médico (mínimo una
enfermera día y noche) para los servicios de urgencias y de atención a las prescripciones médicas.
•19 •
Aspectos operativos de los CEAVIF
Las oficinas administrativas funcionan en el día y la oficina de recepción y valoración, así como el servicio de orientación telefónica y el albergue lo hacen día y
noche, todos los días del año, para lo cual cuentan con personal especializado que
brinda una atención integral tanto a las mujeres como a los niños y niñas.
La capacidad de atención varía de acuerdo con la situación de cada localidad y
la demanda; en promedio se sugieren tres turnos de profesionistas de las cuatro
disciplinas mencionadas, lo cual se puede ajustar dependiendo de los horarios de
mayor demanda.
El albergue deberá estar preparado para atender por lo menos a 10 familias,
cuyos integrantes puedan permanecer por un periodo máximo de tres días.
La instancia ejecutora, que para este caso es una dependencia estatal o municipal,
es la responsable de operar el modelo integral de manera coordinada con otras
instancias, que tengan el primer contacto con las mujeres receptoras de violencia y
las canalicen a la oficina de recepción y valoración, cuando consideran que se
encuentran en situación de riesgo.
Los CEAVIF trabajan con enfoque de género y ofrecen atención integral, la
cual se logra debido a la intervención de médicas, psicólogas, abogadas, trabajadoras
sociales, enfermeras y de instituciones de sectores distintos (salud, educación, trabajo, asistencia social, desarrollo económico, etc.).
También operan con un enfoque centrado en la persona, es decir, conciben a
las mujeres como seres integrales, con capacidades, habilidades y recursos para enfrentar la situación de violencia, con la destreza para aprovechar la información y los
apoyos que les brinda el personal a fin de actuar de manera pronta y expedita en los
casos de maltrato familiar.
Los Centros trabajan en el marco de los derechos humanos, pues el conocimiento y ejercicio de éstos son ejes insoslayables para que las mujeres, sus hijos e
hijas accedan a mejores niveles de bienestar familiar y social.
Estructura organizativa
Para cumplir las funciones que demanda la operación del CEAVIF se requiere contar
con un equipo de trabajo mínimo, cuyo desempeño garantice el desarrollo eficaz y
eficiente de los servicios.
A continuación presentamos la estructura organizativa que sería óptimo
considerar para el funcionamiento de este Centro. La cantidad de personal en cada
área varía de acuerdo con las necesidades y capacidad de atención del servicio.
Centro
Especializado
de Atención a la
Violencia Familiar
Consejo
Directivo
Dirección General
Asistente
Coordinación de
Administración
Informática
Servicios generales
(vigilancia, intendencia,
cocina y comedor, entre otros)
•22 •
Coordinación
Operativa
Módulo de
orientación
telefónica
Oficina de
recepción y
valoración
Módulo
de atención
profesional:
salud,
psicología,
trabajo social
y derecho
Refugio
inicial
El Consejo Directivo se integra por especialistas en diferentes disciplinas relacionadas con la violencia familiar. Los miembros son representantes de instituciones
gubernamentales y de la sociedad civil, así como personas académicas reconocidas
socialmente por su interés altruista y espíritu de servicio. Este Consejo tiene como
funciones:
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Orientar y vigilar que el CEAVIF funcione de acuerdo con los objetivos y
lineamientos establecidos.
Gestionar apoyos para la operación y sustento del Centro.
Concertar con instituciones gubernamentales, organizaciones privadas y de la
sociedad civil servicios de apoyo que permitan optimizar su funcionamiento.
Definir las políticas operativas del Centro.
Proponer el presupuesto anual.
Representar a la organización en eventos públicos.
Analizar los informes trimestrales y resultados de la operación y sugerir medidas para el mejoramiento del servicio.
La Dirección General es la responsable del desarrollo y funcionamiento adecuado
del Centro, incluyendo las coordinaciones necesarias que habrán de establecerse en
caso de que alguna oficina (de atención externa, orientación telefónica o refugio
inicial) sean operadas en concertación interinstitucional. Esta dirección tiene como
funciones:
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Elaborar los programas de trabajo así como los lineamientos generales de operación, darles seguimiento, evaluarlos y ajustarlos a las condiciones reales.
Preparar la información sobre la operación del Centro y reportarla al Consejo
Directivo.
Coordinar y supervisar el funcionamiento de las áreas de administración, operación y refugio.
Establecer y mantener los enlaces y vínculos con instituciones públicas y privadas afines a los objetivos del Centro.
Definir las políticas generales para la selección de personal, operación y capacitación del mismo.
Convocar a reuniones de coordinación entre las distintas áreas para dar seguimiento a las acciones reportadas en sus informes semanales y propiciar la
retroalimentación de la información y las técnicas y estrategias de tratamiento
aplicadas en cada caso de las usuarias.
Asistente. Se encarga de atender y dar seguimiento a las actividades que realice la
Dirección General.
•23 •
La Coordinación Administrativa tiene la encomienda de definir, ejecutar y dar
seguimiento a los lineamientos para el aprovechamiento óptimo, eficiente y eficaz
de los recursos humanos, materiales y financieros del Centro. De ella dependen las
áreas de informática, servicios generales, materiales y financieros, así como
intendentes, vigilantes y cocineros del refugio inicial.
La Coordinación Operativa es la responsable de organizar las actividades relacionadas con la atención integral (médica, jurídica, psicológica y social) tanto de las
mujeres como de sus hijas e hijos.
Dependen de esta Coordinación: el módulo de orientación telefónica, la oficina de recepción y valoración, el módulo profesional integrado por las áreas de psicología, salud y derecho, así como el refugio inicial. En caso de que cualesquiera de
estos servicios se encuentren situados físicamente fuera del Centro, y/o sean operados por instituciones afines, la coordinación de sus servicios con el Centro correrá a
cargo de la Dirección General en materia de concertación, y de la Dirección Operativa
en las tareas de ejecución, a manera de lograr la optimización de recursos y servicios
para los usuarios.
La oficina de recepción y valoración está integrada al módulo profesional y es la
responsable de orientar a las usuarias, dar la bienvenida, levantar un registro del
caso y valorar el riesgo de la familia, para lo cual tomará la información brindada por
el módulo de atención telefónica y aquella proporcionada por la institución que
canalizó el caso, a fin de referir a las usuarias a los servicios que correspondan o a otra
institución, si es el caso, para que reciban la atención especializada. Asimismo da
conocer a las usuarias el programa de actividades y el reglamento del Centro, y
coordina las actividades de su traslado al refugio inicial en caso de requerirlo.
El módulo de atención profesional coordina la recepción, orientación y atención
de las usuarias a través de las áreas jurídica, de psicología, salud y trabajo social, de
acuerdo con los momentos que cada caso requiera. Además, coordina con la oficina
de recepción y valoración las acciones de seguimiento de las usuarias una vez que
egresan del Centro.
Áreas de salud, jurídica, de psicología y de trabajo social. Están integradas por
personal fijo del Centro, sea por contratación o comisión, o que se comparta con
otras instituciones gubernamentales u organizaciones civiles. En lo que corresponde
al personal de salud, se considera indispensable mantener un servicio propio de
carácter permanente tanto en el Centro como en el albergue inicial; las médicas,
trabajadoras sociales y psicólogas pueden compartir sus tiempos semanales en ambas
instalaciones, dependiendo de la demanda de servicios.
•24 •
Consideraciones generales sobre perfiles y condiciones de trabajo
del personal
Cada una de las personas que asume los puestos de la estructura organizativa
debe tener conocimientos y experiencia en la función que le corresponde desempeñar. Además, por el tipo de trabajo que se realiza, resulta imprescindible que el
equipo de trabajo cumpla con el siguiente perfil básico:
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Ser profesionales de las áreas de salud, sociales y/o de humanidades.
Tener conocimientos en la prevención y atención de la violencia.
Con dominio del enfoque de género.
Facilidad de palabra.
Capacidad para trabajar en equipo.
Apertura para el aprendizaje y capacidad de autocrítica.
Identificación con los objetivos del centro y respeto a la diversidad de formas
de pensar.
En el caso particular del equipo de psicología es indispensable que asistan a
terapia personalizada a fin de recibir apoyo para la supervisión de casos, acceder a
espacios de contención emocional para evitar alteraciones en su salud mental.
Para el personal inscrito en el área de salud se requiere de la experiencia de tres
años en el desempeño de su profesión, dada la caracterología de los pacientes a atender.
Es recomendable que el personal esté constituido por mujeres, pues varias
experiencias han demostrado que hay mayor acercamiento y empatía con las usuarias cuando el personal es femenino, lo cual no descarta la posibilidad de incorporar
hombres que reúnan el perfil.
De manera complementaria, es imprescindible ofrecer capacitación continua
al equipo de trabajo con el fin de enriquecer sus conocimientos y capacidades para el
desempeño óptimo de su labor, una mejor interpretación y entendimiento del fenómeno de la violencia familiar y para la conservación de su salud.
Entre los temas que forman parte de la agenda de capacitación permanente
están:
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Definición y tipos de violencia.
Causas y consecuencias de la violencia doméstica y de la violencia social.
Ciclo de la violencia doméstica.
Maltrato infantil y síndrome de mujeres maltratadas.
Intervención en crisis o contención emocional.
Violencia de género.
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Perspectiva de género.
Enfoque de derechos humanos.
Salud sexual y reproductiva.
Autoestima.
Habilidades sociales: comunicación asertiva, manejo de emociones, toma de
decisiones, establecimiento de límites y negociación, entre otras.
Finalmente, es recomendable que el personal en general cuente con espacios
de contención en los cuales pueda expresar las emociones generadas por el contacto
con casos de violencia y reciba el apoyo para el manejo de dichos sentimientos y del
estrés, para evitar el síndrome de Bornout (estado crónico de estrés que afecta a los
profesionales de servicios donde se tiene contacto intenso y prolongado con personas
que están en una situación de necesidad o dependencia).
Este síndrome se caracteriza por el cansancio emocional, la despersonalización
y el abandono de la realización personal. Le siguen estados de irritabilidad y pérdida
de la capacidad de disfrutar las tareas, lo cual afecta la salud de los profesionales e
incide en la calidad de la atención que proporcionan.
A fin de prevenirlo y favorecer la salud mental del equipo de trabajo, resulta
fundamental ofrecer espacios y terapias de apoyo de manera periódica. Se sugiere
encargar esta ayuda a una institución u organización externa al refugio que cuente
con probada experiencia en este campo.
Estrategias de atención integral
La atención integral prevista para estos Centros considera áreas de asistencia telefónica y presencial como conductos para analizar los casos, orientar y canalizar a las
usuarias. Estos servicios son el primer filtro donde se determina el motivo de la
consulta, el tipo de servicio que se requiere y el riesgo o vulnerabilidad de la persona
que lo está solicitando, debiendo orientarlas y/o canalizarlas para ser atendidas
integralmente en el propio Centro o bien en la institución que cada caso requiera.
Una vez ingresadas al CEAVIF, las usuarias son atendidas por la oficina de
recepción y valoración, la cual las canalizará a los servicios que requieran, dando
prioridad al área que demande en ese momento mayor atención (psicología, salud,
derecho o trabajo social).
Se plantea la atención integral para las víctimas de violencia a través de los
servicios descritos con anterioridad y de las áreas de:
•26 •
a) Atención a niñas y niños
Esta área tiene como propósitos favorecer en las niñas y niños la reconstrucción de aprendizajes en torno de las relaciones familiares (con el padre, la madre,
hermanas y hermanos) en un marco de libertad y respeto, así como propiciar el
conocimiento y ejercicio de sus derechos, empleando para ello técnicas basadas en el
juego. Se brindará:
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Apoyo psicológico individual y en grupo a las niñas y niños que vivieron violencia de forma directa en cualquiera de las modalidades (física, psicológica, emocional, sexual, etc.) o violencia pasiva al presenciar el maltrato de su madre.
En los casos de abuso sexual o maltrato directo, en el Centro se diseña una
estrategia de intervención jurídica de manera conjunta con la psicóloga y la
madre del menor, tomando en cuenta siempre sus necesidades, emociones y
nivel de desarrollo, así como las disposiciones legales que aplican en esta materia en la entidad.
Actividades de promoción del desarrollo infantil.
Orientación a las madres sobre prácticas de crianza, fortalecimiento del vínculo materno, establecimiento de límites y acuerdos y estrategias para mejorar la
comunicación familiar.
Orientación a las niñas y niños sobre educación para la paz, manejo de conflictos sin violencia, derechos y responsabilidades, prevención del abuso sexual,
autocuidado y autoestima, entre otros.
Actividades recreativas y culturales.
Acceso a juegos y juguetes (ludoteca).
b. Área médica
Se encarga de revisar, atender y dar seguimiento al estado de salud de las mujeres, sus hijas e hijos que ingresan al CEAVIF. Para lograrlo las médicas llevan a
cabo las siguientes actividades:
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Hacen una revisión inicial o de primer contacto del estado de salud de las
personas de nuevo ingreso y elaboran el expediente médico.
Informan y gestionan ante las instancias de salud los servicios necesarios para
que las usuarias, sus hijos e hijas reciban atención especializada de emergencia; realicen la valoración o elaboren los dictámenes sobre el estado de salud y
las lesiones que presenten, los cuales sirven como evidencia en los procesos
penales de algunas entidades federativas.
Realizan pláticas, talleres y asesorías sobre prevención de enfermedades, sexualidad, salud reproductiva, nutrición y en torno de las medidas de autocuidado
de la salud integral.
Dan seguimiento a los casos a su egreso
•27 •
c. Área jurídica
Esta área aporta información en torno de las leyes que protegen de situaciones
de violencia a las mujeres, a las niñas y niños, con el propósito de que las usuarias las
conozcan y con base en ellas tomen decisiones fundamentadas si es que optan por
proceder legalmente para resolver su caso.
La atención incluye:
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Detectar las dudas e inquietudes de las personas usuarias en el campo de lo
legal.
Brindar información a las mujeres acerca de sus derechos.
Ofrecer asesoría relativa a los recursos legales, individuales, sociales e institucionales con los que cuentan para encontrar respuesta adecuada a sus necesidades, siempre en apego a las legislaciones locales correspondientes.
Proporcionar información, asesoría y acompañamiento en cuanto a procedimientos legales que la usuaria desee llevar a cabo como: separación provisional
de cónyuges, divorcio (administrativo, voluntario o necesario), juicio sumario
de alimentos, guarda y custodia de menores o patria potestad, denuncias y
querellas de tipo penal, así como elaboración, presentación y seguimiento de
los juicios, incluyendo los recursos de apelación y amparo.
Acompañar a las mujeres durante los proceso legales, incluyendo los efectuados fuera del estado, las reuniones con sus esposos y abogados y ante dependencias gubernamentales y organismos de la sociedad civil.
Canalizarlas, cuando el caso lo amerite, a las instituciones y autoridades pertinentes.
La ruta de atención en esta área en términos generales es la siguiente:
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La oficina de recepción y valoración da a conocer a la abogada los comentarios,
necesidades e inquietudes de cada mujer que ingresa al CEAVIF, con base en
las exploraciones efectuadas por el área de psicología o trabajo social. Se da
prioridad a los casos de maltrato infantil para que reciban atención y protección inmediata, pues este delito se persigue de oficio.
La abogada ofrece asesoría personalizada o integra un grupo de orientación
legal para dar información jurídica general en cuanto a las formas de tipificar
la violencia en la legislación local; los procesos legales a los cuales se puede
recurrir, enfatizando la autoridad ante la cual corresponde la gestión, los requisitos, la secuencia y la duración aproximada de los procesos.
En cada caso y respetando siempre las decisiones de las personas, la abogada
del área brinda acompañamiento, asesoría y representación en cualquier cita,
diligencia o audiencia que forme parte del proceso que la usuaria decidió iniciar.
Las abogadas siempre precisan la información y las opciones de lo que es posible
realizar en el marco legal; corresponde a la usuaria tomar la decisión de manera informada, consciente y reflexiva, asumiendo la responsabilidad de ello.
La labor de las abogadas va más allá de acudir ante las autoridades a solicitar su
intervención en la persecución de los delitos que se hayan cometido contra las mujeres y sus hijos. Gestionan lo conducente dentro de las averiguaciones para agilizar
los trámites, presentan las pruebas pertinentes y solicitan el desahogo e investigación de los indicios que lleven a la autoridad al esclarecimiento y comprobación de
los hechos.
d. Área de trabajo social
El trabajo de esta área se orienta, principalmente, a fortalecer la red de apoyo
de la usuaria —familia, amistades, instituciones gubernamentales y organismos de
la sociedad civil—. Las trabajadoras sociales asumen la tarea de brindar opciones
institucionales de apoyo para cubrir aspectos vitales como son:
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Vivienda a la cual mudarse saliendo del Centro o del albergue, ya sea con
familiares, mediante el pago de renta o en algún refugio temporal.
Atención de la salud de ella y sus hijos e hijas.
Educación para ella y sus hijas e hijos.
Alimentación. Cuando la mujer refiere dificultad económica para cubrir esta
necesidad se le gestiona apoyo en despensa por medio de diversas instituciones.
Trabajo que le permita allegarse de recursos económicos para sostener a su
familia. Incluye opciones de capacitación para el trabajo y asesoría para el
desarrollo de proyectos productivos.
Como parte de las actividades del área también están:
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Contribuir con el área de psicología para realizar la valoración de la red de
apoyo familiar de la usuaria.
Valorar, conjuntamente con la usuaria, la pertinencia de recibir la visita de
familiares en el refugio inicial.
Aunque para efectos de presentación se trataron las áreas por separado es importante mencionar que en la práctica existe una interrelación muy estrecha entre
ellas. En el trabajo conjunto radica el carácter interdisciplinario, sistémico e integral de la atención.
Enfoque de género como eje de la atención
El enfoque de género alude a la necesidad de contextualizar los casos atendidos en
los CEAVIF en un mundo matizado por las construcciones que la sociedad ha elaborado respecto al ser hombres o mujeres con el propósito de transformar las visiones
que relegan a la mujer a una situación de desventaja a diferencia de ellos.
El hecho de ser hombres o mujeres matiza todas las actividades que las personas desarrollan en las diferentes esferas de su vida: la casa, escuela, trabajo, comunidad, relaciones de pareja y amistad, así como el deporte, la cultura, la participación
política y muchas otras. Esta aseveración trasciende el hecho biológico basado en el
sexo; el género se refiere al conjunto de creencias, valores, atributos, costumbres y
prácticas creadas culturalmente con relación a lo que representa pertenecer a los
grupos femenino o masculino.
Mediante diversos mecanismos, las sociedades asignan atributos a cada uno
según el sexo. Desde el momento mismo del nacimiento, las familias y conocidos
muestran comportamientos diferenciados según el sexo del recién nacido. El color
de la ropa, las expectativas sobre su futuro, las características observables, los juegos
y juguetes, las formas de expresión y trato son algunos de los tantos aspectos que
cambian según sea niño o niña.
Durante el curso de vida, las personas interiorizan los valores y propiedades
que la sociedad asigna a lo femenino y lo masculino. En ello intervienen la familia,
la escuela, la religión, el trabajo y los medios de comunicación, entre otras instituciones que difunden, promueven, validan o censuran comportamientos y actitudes
en los hombres y las mujeres.
A ellas se les asocia con pasividad, sumisión, sensibilidad, con espacios privados (como el hogar) y con funciones sociales referidas a la extensión de actividades
reproductivas y de asistencia a otros, como cuidar a los hijos y a los enfermos, así
como la realización de las labores domésticas. En contraste, a ellos se le relaciona
con la fortaleza física, los espacios públicos y la función de proveedores. Estas
ideas se difunden socialmente a partir de la reproducción de estereotipos, los cuales
son generalizaciones o representaciones compartidas por un grupo, comunidad o
sociedad.
Los estereotipos tienen muchas implicaciones en el orden de lo social. Aun
cuando carecen de fundamento, influyen en el comportamiento y en las prácticas
cotidianas de las personas, limitan sus campos de acción, favorecen la proliferación
de actitudes prejuiciosas y, sobre todo, generan condiciones de exclusión y desventaja
social.
Gracias al trabajo, las reflexiones y al empuje de grupos y organizaciones feministas, académicas e instituciones internacionales se ha creado una visión alternativa
para contextualizar, analizar y dar sentido a las relaciones de géneros, denominada
enfoque o perspectiva de género.
El enfoque de género es una herramienta para analizar la realidad social fincada
en la desigualdad y en una cosmovisión que justifica privilegios al grupo de hombres
en detrimento de las condiciones de vida y las expectativas de desarrollo de las
mujeres.
Esta orientación se propone examinar las características y los mecanismos que
provocan las desigualdades entre hombres y mujeres; criticar y evidenciar sus efectos nocivos y destructivos en las personas debido a la organización social estructurada
en la inequidad, la injusticia y la jerarquización basadas en la diferencia sexual; y
transformar los conceptos culturales y las prácticas cotidianas que justifican, legitiman
y reproducen las desigualdades entre hombres y mujeres.
La perspectiva no alude exclusivamente a las mujeres; incluye las desigualdades,
cosmovisiones y prácticas sociales entre hombres y mujeres.
Paralelamente al análisis de las condiciones que subyugan a las mujeres, muchas de las cuales sirven de sustento a los actos de violencia que se dirigen contra
ellas, está el propósito de favorecer su empoderamiento.
Es común que al hablar de poder las primeras evocaciones que lleguen a la
mente sean ideas como el control, la fuerza, la superioridad, el dominio, el autoritarismo y la jerarquización. Sin embargo, la palabra poder como acción verbal es la
capacidad de todos los seres humanos para “hacer”, es decir, para enfrentar situaciones que conllevan a un desarrollo integral personal y colectivo: poder aprender, poder
producir, poder relacionarse con los demás y poder tomar decisiones, entre otros.
En este sentido, el empoderamiento es el proceso en el que las personas en
situación de dependencia, discriminación, exclusión o marginación, como las mujeres,
adquieren información, ejercen habilidades y formas de expresión, desarrollan
destrezas, construyen conocimientos, ejercitan sus derechos, aprenden y aplican
tecnologías y saberes que las llevan a generar o aumentar su autonomía e
independencia e incrementan su capacidad de acceder y aprovechar las oportunidades de desarrollo.
En congruencia, en los CEAVIF se contribuye a descubrir las ideas y comportamientos que subyacen a los actos de violencia en la familia y que los “hacen apare-
•32 •
cer como hechos naturales, normales” y se promueve el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres para lograr su desarrollo y autonomía en un marco de respeto,
diálogo y paz.
Normatividad
El establecimiento y vigilancia de las normas que rigen el funcionamiento del CEAVIF
buscan garantizar una atención de calidad y generar un ambiente humano de respeto, profesionalismo y transparencia. A continuación, enunciamos algunas normas
básicas, sin que con ello se agote la posibilidad de enriquecer y actualizar el listado
cuando se considere conveniente.
Recepción de casos
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Cualquier caso de violencia es atendido en la oficina de recepción y valoración.
Dependiendo de la evaluación inicial se determina el tipo de apoyo:
•
Si no hay riesgo inminente para la usuaria por parte de la persona
generadora de violencia se atiende en el CEAVIF.
•
Si hay riesgo, y la usuaria cuenta con redes de apoyo familiar o vecinal
que le brinden seguridad se atiende en el CEAVIF.
•
Si hay riesgo y la persona no cuenta con éstas, si ella así lo decide,
se canaliza al albergue del Centro o a algún Refugio
de la localidad especializado en la atención de violencia familiar
cuando la gravedad lo amerite.
Las mujeres deberán ser canalizadas por instituciones gubernamentales u organismos de la sociedad civil que hayan valorado el riesgo de la familia, o bien
por el servicio de orientación telefónica o la oficina de atención externa.
En caso de que las posibles usuarias tengan algún problema psiquiátrico que
perjudique la convivencia en el grupo, se gestionará la atención ante la instancia correspondiente de la localidad.
En el caso de los hijos varones, se admitirán de manera directa en el refugio
inicial los menores de ocho años, los mayores estarán sujetos a la valoración del
riesgo por parte del equipo del Centro; mientras sean hijos dependientes podrán ingresar hasta los 18 años y en cada caso deberá resolverse su situación.
Toda usuaria de los servicios del albergue inicial firmará una carta compromiso de ingreso y egreso voluntario.
Toda usuaria de nuevo ingreso al albergue inicial deberá conocer el programa
de actividades de apoyo, así como aceptar y cumplir el reglamento.
■
Las personas pueden permanecer en el albergue desde uno hasta tres días dependiendo de la decisión de las usuarias mismas, de la valoración realizada por
el equipo interdisciplinario y en función de los procesos judiciales iniciados
por la usuaria, si los hubiere.
Seguridad
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■
■
Incorporar personal de seguridad (privada o pública) capacitado en el problema de la violencia familiar, ubicado en el Centro y en el refugio inicial, equipado con radio de alta frecuencia y enlazado con la central de policía.
Equipar las instalaciones con sistema de monitoreo y vigilancia (sistema de
circuito cerrado).
No se permitirá el acceso de armas o utensilios (como cuchillos o tijeras) que
pudiesen poner en riesgo a las usuarias.
Aunque el diseño y las dimensiones de las instalaciones son variables, de acuerdo
con la capacidad de atención que se busca o en función de los recursos disponibles, el Programa Hábitat considera indispensable que se ofrezcan espacios
adecuados de atención.
Tiempo de atención
La duración de la atención en el CEAVIF depende de:
■
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■
Los avances logrados por las usuarias en su proceso reeducativo, al grado de
desarrollo de sus capacidades de reinserción social, al reconocimiento y fortalecimiento de sus redes de apoyos familiares y comunitarias y al diseño y concreción de su plan de vida.
La evolución de los procesos legales gestionados ante las instancias judiciales.
La valoración, por parte del equipo de profesionistas de la consecución del
plan de trabajo formulado al ingreso con base en las necesidades de la mujer
usuaria.
La decisión personal sobre la continuidad de acuerdo con su proyecto de vida.
La permanencia máxima en el albergue será de tres días, pero las usuarias
podrán recibir los tratamientos del Centro en forma externa, o bien, si el caso lo
amerita, ser canalizadas al Refugio, para recibir la atención integral hasta que el caso
sea solucionado y las condiciones de vulnerabilidad social y peligro de violencia
hayan sido resueltas.
•36 •
Derechos de la usuarias
Todas las personas tienen derecho a:
■
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Recibir un trato digno, profesional, de calidad, con calidez y pertinente a sus
intereses y necesidades.
Decidir acerca de su ingreso, tiempo de permanencia y egreso del refugio inicial.
Expresar libremente sus ideas y emociones y manifestar cuando no está de
acuerdo con algún señalamiento o interpretación sobre sus palabras.
Recibir información y asesoría claras, oportunas y pertinentes a su necesidad.
Dar por terminada su sesión (individual o de grupo) cuando no desee continuar hablando ella o sus hijos.
Trato del personal
El personal debe asumir las siguientes responsabilidades:
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Ofrecer un trato profesional y humano sin que ello signifique involucrarse
afectivamente con las usuarias más allá de su labor.
Evitar revictimizar o hacer sentir culpable a la usuaria.
Ofrecer una atención libre de prejuicios o juicios de valor acerca de su comportamiento.
Respetar las decisiones de las mujeres acerca de su situación y bajo ninguna
circunstancia tomar decisiones por ellas.
Evitar a toda costa compartir conductas adictivas como fumar o tomar bebidas
estimulantes.
Comunicar, y en su caso canalizar para su atención médica a las autoridades de
salud de la localidad, a las usuarias que lo ameriten.
Cumplir con las condiciones de atención establecidas en las NOM 190 y 167
de la Secretaría de Salud.
•37 •
Espacios de atención
Aparte de ser un espacio seguro, los CEAVIF deben ofrecer a las personas usuarias
condiciones de concentración para que el apoyo se realice en ambientes favorecedores del trabajo grupal e individual. Aunque el diseño y las dimensiones de las instalaciones son variables, de acuerdo con la capacidad de atención que se busca o en
función de los recursos disponibles, el Programa Hábitat considera indispensable
responder a los servicios adecuados a la NOM 167 – SSA1 – 1997 y dar cumplimiento a las disposiciones emitidas por el Programa Nacional de Protección Civil, e
incluir los siguientes espacios:
Para la operación del modelo de orientación telefónica:
■
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Oficina equipada con líneas telefónicas (de una a tres) de servicio gratuito
(01800) y de una a tres computadoras.
Baño completo para el personal profesional.
Para la oficina de recepción y valoración:
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Privado para la Coordinación.
Medio baño para el personal.
Baño para las usuarias.
Área secretarial.
Área de archivo.
Área de recepción.
Tres privados amplios, con buena iluminación y ventilación.
Estacionamiento para el transporte con el que se traslada a las personas usuarias a algún refugio de la localidad.
Para el albergue:
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Habitación por familia (cinco camas en cada cuarto).
Baño completo por familia.
Baño completo para personal de guardias.
Cuatro cubículos mínimo para la prestación de los servicios de psicología,
medicina, apoyo jurídico y trabajo social.
Oficinas para las coordinaciones del refugio y el personal administrativo.
Área cerrada para efectuar actividades de capacitación y reuniones de trabajo.
Área cerrada para el trabajo de niños y niñas.
Ludoteca.
Salón de usos múltiples.
Caseta de vigilancia.
Cocina.
Comedor.
Dos medios baños en el área común.
Área de lavaderos con espacio para tender ropa.
Bodega para alimentos, medicamentos, materiales y equipo.
Espacios al aire libre con juegos infantiles, bancas y áreas de convivencia.
El financiamiento de los centros, suma de
voluntades, esfuerzos y recursos
La construcción de los CEAVIF, la rehabilitación o mejoramiento de las instalaciones
existentes y la operación continua de los servicios que ofrecen tienen un costo económico importante, el cual en nada se compara con el precio que pagan las familias,
comunidades y la sociedad entera cuando la violencia causa estragos.
No obstante, el reto de construir Centros Especializados de Atención a la Violencia Familiar, de ampliar y mejorar la funcionalidad de los instalados y garantizar
la continuidad operativa, demanda mayor participación de las instancias competentes
de los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil.
El Programa Hábitat se suma a los esfuerzos de la sociedad por crear espacios
de atención para quienes viven en el ámbito familiar actos de maltrato y transgresión de sus derechos. Para el efecto, crea e impulsa la modalidad Seguridad para las
Mujeres y sus Comunidades.
De manera general, y esta modalidad no es la excepción, Hábitat pretende potenciar los subsidios federales con la aportación de recursos estatales, municipales y,
en su caso, de los propios beneficiarios y/o de las organizaciones de la sociedad civil.
Para participar en el Programa Hábitat, los gobiernos locales deberán manifestar —a través de un acuerdo— disponibilidad de recursos para la contrapartida,
propios o complementados por el estado o municipio, según corresponda; en su
caso, actuar como ejecutores.
A estos recursos económicos se agregan los montos, por lo menos equivalentes, de los gobiernos estatales y/o municipales.
Las instancias ejecutoras de los Centros serán, por regla, las dependencias
competentes de los gobiernos locales que solicitaron estas obras y, también son los
responsables de asignar y asegurar la operación de los mismos.
En todos los casos se considera indispensable la concertación y coordinación de
acciones con las dependencias que tengan presencia en la región y competencia para
los asuntos de prevención y atención de la violencia familiar.
La suma de esfuerzos gubernamentales y la organización y participación social
son indispensables en la búsqueda de soluciones integrales para prevenir y atender
este problema social y de salud pública.
Bibliografía
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prevención y tratamiento, año 2001, 16 pp.
Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar (CEPAVI).
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Inmujeres. Refugio para mujeres y sus hijos e hijas en situación de violencia familiar: elementos a considerar para su creación, México, 2004, 30 pp.
Inmujeres y Universidad del Caribe. Manual de procedimientos para centro de atención y
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Inmujeres, INEGI y CRIM. Violencia de género en las parejas mexicanas. Resultados de la
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2003, México,
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Instituto Nacional de Salud Pública. Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres 2003, México, 2003, 136 pp.
Red Nacional de Refugios. Modelo tipo de refugio para mujeres en situación de violencia
familiar, México, 2003, 18 pp.
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EOS Psicología. Agresor sexual: casos riesgo de incidencia, España 2001, 379 pp.
El Colegio de la Frontera Sur-Eco Sur. Formación integral de educadoras en la atención y
prevención de la violencia familiar, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 2003,
100 pp.
Universidad Pontificia Comillas. Violencia y género, Madrid, 2003, 122 pp.
CENTROS ESPECIALIZADOS DE ATENCIÓN
A LA VIOLENCIA FAMILIAR, DE LA
SERIE GUÍAS Y MANUALES
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR EN
IMAGEN Y ARTE GRÁFICA, S.A. DE C.V.
EN SEPTIEMBRE DE 2005.
EL TIRAJE CONSTA DE
MIL EJEMPLARES.
EL DISEÑO ESTUVO A CARGO DE
EDITORIAL SESTANTE, SA. DE CV.
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