“confirming” y registro contable de las operaciones derivadas de

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ADECUACIÓN DE LA FORMA DE GESTIÓN DE PAGOS CONOCIDA COMO
“CONFIRMING” Y REGISTRO CONTABLE DE LAS OPERACIONES
DERIVADAS DE LA MISMA
Consulta
Se ha ofrecido a un Ayuntamiento la posibilidad de formalizar un contrato
de “confirming” con una entidad financiera.
En este sentido, desde dicha Entidad Local se realiza una consulta sobre la
adecuación de esta fórmula para la gestión de los pagos a los proveedores
municipales, además de sobre cuál debería entenderse que es el momento en el
que el pago es realizado.
Respuesta:
Adecuación de la fórmula para la gestión de los pagos
El contrato de “confirming” es aquél por el que una Entidad, que
denominaremos “librador” (y que bien puede tratarse de una Entidad Local),
entrega a una entidad financiera remesas de pagos a proveedores para su
gestión. Esta operación no debe entrañar ningún coste financiero para la Entidad
Local.
Al vencimiento de las deudas, el banco o caja de ahorros correspondiente
procederá a cargar en las cuentas del librador los citados pagos. Previamente,
dicha entidad financiera habría podido adelantar el pago de la deuda a los
proveedores de la Entidad Local. En este sentido, son los propios proveedores
(los librados) los que deciden aceptar o no las condiciones de descuento que les
ofrecerá la entidad financiera.
Una vez llegado el vencimiento, el riesgo de la operación (la no existencia
de fondos suficientes para atender el pago de la deuda), es asumido por el
librador (la Entidad Local). Esta característica diferencia al “confirming” del
descuento comercial. Esto quiere decir, que tanto si el proveedor ha descontado
la deuda confirmada, como si ha esperado hasta su vencimiento para el cobro,
verá saldada la misma y que, en los casos de descubierto total o parcial, será la
entidad financiera la que reclame a la Entidad Local el pago completo de las
deudas confirmadas.
Desde el punto de vista de la Entidad Local, esta fórmula de gestión de los
pagos no ofrece más ventajas que la mejora de su imagen como “buen pagador”
ante sus proveedores. Este hecho puede convertirse en necesidad en los casos
en que las dificultades en la tesorería municipal sean conocidas por la comunidad
de proveedores, o cuando se tenga la certidumbre de que determinados
suministradores o contratistas se niegan a trabajar o a servir productos y bienes a
la Entidad por causa de sus dilatados plazos de pago. Adicionalmente, debemos
considerar que toda mala imagen en este sentido se acaba transformando en el
pago de sobrecostes en la adquisición de productos y servicios.
Sin embargo, esta fórmula no resultará atractiva para aquellas Entidades
Locales cuya situación presupuestaria y, sobre todo, financiera, permita atender
los pagos a sus proveedores con total normalidad.
En el caso de que una Entidad Local decidiera formalizar un contrato de
estas características, conviene resaltar un aspecto que, en función del sistema
adoptado por cada organización para la aprobación de sus gastos, puede devenir
en problema. Dado que el objetivo principal es ofrecer la imagen de “buen
pagador”, normalmente se dará la orden al banco de atender el pago de las
deudas confirmadas en el plazo de 60 días (o incluso, menos) a partir de la fecha
de la factura recibida. Para que el proveedor puede disponer de la ventaja del
descuento, no puede transcurrir un plazo de tiempo excesivo entre la fecha de la
factura y la del envío al banco de la relación de proveedores cuya deuda ha sido
confirmada. Y para ello, la factura ha tenido que ser aprobada por la Entidad
Local.
En este sentido, la tardanza en la aprobación de las facturas contrarrestaría
el efecto positivo de la formalización de este tipo de contratos. Esto dando por
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supuesto que, en ningún caso, se confirmaría el pago de una deuda cuya factura
no hubiera sido aprobada.
Por otro lado, ya que la realización de este tipo de operaciones supone
para la Entidad Local la concertación de sucesivas operaciones de tesorería, no
vemos mayores limitaciones para la formalización de los contratos de “confirming”
que las que la normativa vigente reserva para la concertación de “operaciones de
tesorería”.
Por último, dado que las entidades financieras obtienen beneficios
derivados de la gestión de los pagos municipales, debe realizarse un concurso
entre ellas, de modo que se pueda constatar que la entidad que resulte finalmente
seleccionada ofrece las mejores ventajas, tanto para los proveedores de la
Entidad Local, como para ésta.
Registro de las operaciones
Como hemos señalado, la realización de este tipo de operaciones supone
el registro de aumentos y disminuciones de saldos afectos a sucesivas
operaciones de tesorería. Con cada una de las obligaciones de pago confirmadas
cambia la naturaleza de la deuda municipal que ya no será comercial (prestación
de servicios o adquisición de bienes corrientes o inversiones), sino financiera. En
definitiva, a partir del envío de la relación de proveedores a la entidad bancaria, la
Entidad Local cambia de acreedores. A partir de ese momento, la deuda queda
contraída con la entidad financiera.
De este modo:
•
El envío a la entidad financiera de la relación de proveedores cuyas deudas
se ha confirmado, obligará al registro de los correspondientes “pagos
presupuestarios” y, en formalización, al registro de un “ingreso no
presupuestario” por el total de dicha relación en la rúbrica asignada a las
“operaciones
de
tesorería”
del
libro
mayor
de
conceptos
no
presupuestarios.
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En los listados de ejecución presupuestaria, estas operaciones
tienen el reflejo de disminuir el saldo de los “acreedores presupuestarios” y
de aumentar el de los “acreedores no presupuestarios”, sin alterar el saldo
de la tesorería municipal.
•
Por otra parte, en la fecha de vencimiento de las correspondientes deudas,
momento en el que la entidad financiera cargará sus importes en las
cuentas de la tesorería municipal, deberán registrarse los respectivos
“pagos no presupuestarios”.
En los listados de ejecución presupuestaria, estas operaciones
tienen
el
reflejo
de
disminuir
el
saldo
de
los
“acreedores
no
presupuestarios” y de disminuir, por el mismo importe, el saldo de la
tesorería municipal.
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