INFORME DE LA INTERVENCIÓN GENERAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID DE 2 DE MARZO DE 2011. CESIÓN DE CRÉDITOS EN CONTRATOS ADMINISTRATIVOS. CESIÓN DE CRÉDITOS FUTUROS. Se ha planteado consulta en relación a la operatividad de la Disposición final tercera de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público y su incidencia en la regulación de cesión de créditos que lleva a cabo el artículo 201 de la LCSP y, por extensión, en la exégesis que esta Intervención General ha realizado sobre la misma, lo cual exige por parte de este Centro Directivo una aclaración al respecto. La cuestión suscitada trae causa de los siguientes ANTECEDENTES 1. La sociedad LISAU es una empresa suministradora de productos sanitarios del Servicio Madrileño de Salud que con fecha de 23 de noviembre de 2010 ha suscrito contrato de factoring con una entidad de crédito para la cesión de todos sus derechos de cobro derivados de los suministros efectuados al SMS. 2. La DGGEyCPSyF del SMS ha comunicado con fecha de 15 de diciembre del pasado año indicando a LISAU el criterio fijado por esta Intervención General en los informes de 3 de marzo de 1998 y de 11 de junio de 2007 respecto de la cesión de créditos, según el cual, en el ámbito de la contratación administrativa no tiene cobertura jurídica la cesión de créditos globales o futuros. 3. Se recibe en esta Intervención General el escrito de alegaciones de 27 de enero del presente año referido en el encabezamiento en el que se ruega cambio del criterio señalado por considerar que no se adecua a la modificación de la Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999, de 5 de enero, reguladora de las entidades de capital riesgo y de sus sociedades gestores llevado a cabo por la Disposición final tercera de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público –en adelante LCSP-. A la vista de todo ello, procede por parte de esta Intervención General aclarar la incidencia que en la extensión del artículo 201 de la LCSP tiene la Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999 modificada por la Disposición final tercera de la LCSP, para lo cual es preciso realizar las siguientes, CONSIDERACIONES I El régimen general de la cesión de créditos en el ámbito de la contratación administrativa es el establecido en el artículo 201 de la LCSP, de acuerdo con el cual: “1. Los contratistas que, conforme al artículo anterior, tengan derecho de cobro frente a la Administración, podrán ceder el mismo conforme a Derecho. 1 2. Para que la cesión del derecho de cobro sea efectiva frente a la Administración, será requisito imprescindible la notificación fehaciente a la misma del acuerdo de cesión. 3. La eficacia de las segundas y sucesivas cesiones de los derechos de cobro cedidos por el contratista quedará condicionada al cumplimiento de lo dispuesto en el número anterior. 4. Una vez que la Administración tenga conocimiento del acuerdo de cesión, el mandamiento de pago habrá de ser expedido a favor del cesionario. Antes de que la cesión se ponga en conocimiento de la Administración, los mandamientos de pago a nombre del contratista o del cedente surtirán efectos liberatorios”. La regulación de este precepto ha sido objeto de análisis por esta Intervención General en los Informes de 3 de marzo de 1998 y de 11 de junio de 2007, en los cuales se han expuesto las particularidades propias de la transmisión de derechos de cobro en el ámbito específico de la contratación pública y fijado los criterios que deben observarse en su aplicación práctica, que de forma concisa recordamos: i. La perfección de la cesión de créditos se produce por el acuerdo de voluntades entre cedente y cesionario sin necesidad de autorización por parte de la Administración. ii. La eficacia de la cesión está supeditada al cumplimiento de un requisito formal: la notificación fehaciente a la Administración. Este momento es el que determina la vinculación de la Administración al acuerdo de cesión, de tal forma que, a partir de su realización, el único pago liberatorio es el que tiene como destinatario al cesionario. iii. El crédito sólo puede ser cedido desde que existe o como textualmente indica el primer apartado del artículo 201 de la LCSP, desde que el contratista “tenga derecho al cobro”, lo cual, siguiendo las pautas marcadas a estos efectos por el artículo 200.4 de la LCSP, tiene lugar desde la expedición de las certificaciones de obras o de los correspondientes documentos que acrediten la realización total o parcial del contrato. Este planteamiento ha sido secundado igualmente por la Junta Consultiva de Contratación Administrativa del Estado en su Informe 7/04, de 12 de marzo de 2004, al afirmar, en relación con el artículo 100 de la antigua Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, que “los requisitos fundamentales o imprescindibles en la terminología del artículo, para que la cesión produzca sus efectos propios en cuanto al pago por la Administración son que el derecho de cobro frente a la Administración exista y que se notifique fehacientemente (…)”. Consecuencia de ello es la imposibilidad de ceder créditos globales o futuros, pues únicamente pueden transmitirse los créditos uno a uno según vayan naciendo y de ahí la exigencia de insertar en cada título justificativo del crédito la cláusula de endoso. Este criterio resulta asimismo aplicable en el supuesto de la suscripción de contratos de factoring por los contratistas de la Administración respecto de los créditos que tengan frente a ésta, por lo que dichos contratos no impiden que deban instrumentarse tantos negocios de cesión como créditos se transfieran entre el empresario y la sociedad de factoring. A la vista del tenor del artículo 201 de la LCSP no hay duda alguna, por tanto, de que la cesión de créditos en el ámbito de la contratación administrativa está supeditada al nacimiento del crédito que se quiere ceder y prueba de que esta conclusión responde a la verdadera voluntad 2 de legislador, se encuentra en los antecedentes de la tramitación parlamentaria del citado precepto1. En efecto durante la tramitación legislativa en el Congreso Diputados de la Ley 13/1995, de 18 de mayo, de Contratos de las Administraciones Públicas2 se planteó por el Grupo Parlamentario CIU la inserción en el texto de un artículo 99 bis a cuyo amparo: “Los contratistas o proveedores de las Administraciones Públicas que tengan un derecho de cobro frente a la Administración, podrán ceder el mismo a terceros conforme a derecho, en virtud de contratos de descuento o de aquellos contratos mediante los cuales una de las partes entrega a la otra toda su documentación de cobro para que ésta la gestione bien anticipando su importe, menos el descuento convenido, o limitándose a su gestión estricta de percibir los importes devengados a favor de aquéllos. La cesión podrá efectuarse de forma individualizada, o bien mediante la cesión global de sus créditos presentes y futuros mediante la suscripción del correspondiente contrato con entidades de crédito o establecimientos financieros legalmente constituidos y conforme a la normativa vigente”. Finalmente, como se sabe, dicha enmienda fue rechazada quedando la regulación del régimen de cesión de créditos en la contratación administrativa en los términos en que ahora, salvo con ciertos matices, se encuentra redactado el artículo 201 de la LCSP. Este rechazo es elocuente de la voluntad del legislador de no admitir en este ámbito las cesiones globales y futuras de créditos. Por tanto, el rechazo a la cesión de créditos globales y futuros deriva del sentido propio de las palabras del artículo 201 de la LCSP como reflejo inequívoco de la voluntad del legislador manifestada a lo largo de la tramitación parlamentaria. En definitiva puede decirse que la interpretación que este Centro Directivo ha llevado a cabo respecto de la regulación del régimen general de las cesiones de crédito se ajusta a Derecho, por lo que la articulación de las mismas está supeditada a: Uno. La existencia del crédito que se quiere ceder. Dos. La notificación fehaciente a la Administración del acuerdo adoptado en tal sentido. II Analizado el régimen general de las cesiones de crédito, procede examinar la afectación que tiene la Disposición adicional tercera de la LCSP sobre aquél. 1 Con el artículo 101 de la Ley 13/1995, de 18 de mayo, de Contratos de las Administraciones Públicas se recogió por primera vez en la normativa sobre contratación pública la posibilidad de ceder los derechos de cobro de los contratistas de la Administración. En esencia, la misma regulación contenida en esta última Ley pasó al Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (artículo 101) y de éste a la actual Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público (artículo 201). 2 Enmienda nº 359 de CIU, BOCCGG de 12 de diciembre de 1994. 3 La Disposición adicional tercera de la LCSP modifica la Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999, de 5 de enero, reguladora de las entidades de capital-riesgo y de sus sociedades gestoras dando un nuevo contenido a su primer apartado. Ahora bien, el 27 de diciembre de 2005 entró en vigor la Ley 25/2005, de 24 de noviembre, reguladora de las entidades de capital-riesgo y sus sociedades gestoras, la cual deroga la anterior Ley 1/1999, salvo las Disposiciones adicionales tercera y cuarta. En consecuencia, el ámbito de aplicación de la Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999 será el previsto en la ley 25/2005, cuyo artículo 1 dispone: “La presente Ley será de aplicación a las entidades de capital-riesgo, en su forma de sociedades y fondos de capital-riesgo, y a las sociedades gestoras de entidades de capitalriesgo constituidas de acuerdo con lo previsto en el siguiente Título, así como a las sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva que gestionen entidades de capital-riesgo”. El objeto de la Ley, como se deriva del precepto transcrito, es la regulación de un tipo específico de entidades cuyo objeto principal consiste, en palabras del artículo 2.1 de la Ley 25/2005, “en la toma de participaciones temporales en el capital de empresas no financieras y de naturaleza no inmobiliaria que, en el momento de la toma de participación, no coticen en el primer mercado de Bolsas de valores o en cualquier otro mercado regulado equivalente de la Unión Europea o del resto de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”. En definitiva, el régimen de cesión de créditos que configura la Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999 es únicamente aplicable a este tipo de entidades y no a otras y, por tanto, si bien se erige en una excepción al régimen general de cesión de créditos establecido por el artículo 201 de la LCSP, es aplicable en exclusiva a la entidades incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 25/2005 entre las cuales no parece encontrarse la mercantil Laboratorios Indas, S.A.U. Con base en lo expuesto en las anteriores consideraciones esta Intervención General formula las siguientes CONCLUSIONES • De acuerdo con el artículo 201 de la LCSP, con carácter general, no es posible la cesión de créditos globales y futuros derivados de contratos administrativos. • La Disposición adicional tercera de la Ley 1/1999, modificada por la Disposición final tercera de la LCSP, constituye una excepción al régimen general de cesión de créditos regulado en el artículo 201 de la LCSP que resulta de aplicación única y exclusivamente a la entidades de capital riesgo y sus sociedades gestoras. 4