Buda (c. 563−c. 486 a.C.), fundador del budismo, nacido en el parque Lumbini cerca de Kapilavastu, en la actualidad Nepal, cerca de la frontera india. El nombre de Gautama Buda, por el que se conoce al Buda histórico, es una combinación del nombre de su familia, Gautama, y el epíteto Buda, que significa "el iluminado". A pesar de todos los esfuerzos, las fechas de su nacimiento y muerte siguen siendo dudosas. Las diversas fuentes budistas están de acuerdo en que vivió 80 años, pero no sobre las fechas concretas. Los países modernos del budismo theravada sitúan su nacimiento en el año 623 a.C. y su muerte en el 543 a.C., pero estas dataciones son rechazadas por la mayoría de los historiadores occidentales e hindúes. Las fuentes antiguas ofrecen dos cronologías diferentes: la cronología larga, basada en fuentes cingalesas, que sitúa el nirvana final de Buda alrededor de 218 años antes de la consagración del rey Asoka (c. 273 a.C.); y la cronología breve, avalada por todas las fuentes chinas y sánscritas, que datan la muerte de Buda 100 años después de la consagración de Asoka. Todos los relatos que han llegado hasta nosotros sobre la vida de Buda fueron escritos muchos años después de su muerte por discípulos dados a la idealización más que por historiadores objetivos, por lo que resulta difícil separar los acontecimientos reales de los numerosos mitos y leyendas que aparecen sobre su vida. Además, la mayoría de las tradiciones budistas sostienen que Buda no fue sino la última encarnación en una serie de vidas recogidas en diversas historias edificantes. Para el budismo, los mitos y leyendas que rodean la figura del Buda histórico son tan importantes como sus palabras y hechos, de ahí que los detalles históricos de su vida resulten difíciles de establecer, y acaso por ello no reciban un tratamiento preferente respecto de relatos y doctrinas que se añadieron. Infancia Hijo del jefe de la clase guerrera Sakya de Kapilavastu, Buda nació con el nombre de Siddhartha; después de su iluminación, fue conocido también como Sakyamuni (sabio de los Sakyas). Dice la leyenda que su madre, Mahamaya, poco antes de dar a luz soñó que un hermoso elefante blanco se introducía en su matriz. Ella murió poco después de nacer su hijo. Se dice que los brahmanes examinaron al recién nacido y predijeron su destino como monarca universal o Buda. Fue educado por su padre y su madrastra en un ambiente de lujo, y al parecer mostró una temprana inclinación hacia la meditación y la reflexión, lo que disgustó a su progenitor, que quería hacer de él un guerrero y un gobernante antes que un filósofo religioso. En sus propios discursos, Buda recordó que meditó y entró en su primer trance siendo niño. Cediendo a los deseos de su padre, se casó muy joven y participó en la vida mundana de la corte. Tuvo un hijo, a quien llamó Rahula ('vínculo'). Según la tradición, Buda empezó a buscar la iluminación a los 29 años, cuando vio por primera vez a un anciano, a un hombre enfermo y un cadáver, descubriendo de pronto que el sufrimiento es la suerte de toda la humanidad. Después se encontró con un monje mendicante pacífico y sereno, y a partir de entonces decidió adoptar su forma de vivir y abandonar a su familia, la riqueza y el poder en la búsqueda de la verdad. Esta decisión, conocida en el budismo como la Gran Renuncia, es celebrada por los budistas como un momento crucial en la historia. Así pues, abandonó de inmediato el palacio, a su mujer y a su hijo y salió al encuentro del mundo. Vagabundeando como mendigo por el norte de la India, recibió las enseñanzas de algunos famosos maestros brahmanes, que pronto agotaron su capacidad para enseñarle. Continuó su búsqueda, terminando por establecerse en Uruvela, cerca de la actual Gaya, con cinco discípulos, uno de los cuales estuvo entre los brahmanes que apreció las señales del Buda en el recién nacido Siddhartha. Durante casi seis años se esforzó por alcanzar la iluminación mediante un ascetismo severo, convirtiéndose en un virtual esqueleto viviente. Encontrando este método infructuoso, volvió de un modo gradual a una dieta normal, recuperó su salud y modificó su régimen ascético, perdiendo en el proceso a sus discípulos, que condenaron lo que consideraron su nueva debilidad. 1 Iluminación A los 35 años dio un gran paso hacia la iluminación mientras estaba sentado bajo un árbol bo en Buddh Gaya, en lo que hoy es el estado de Bihar. La tradición dice que se sentó una noche decidido a no levantarse hasta haber alcanzado el nirvana. Primero le asaltaron los ejércitos demoniacos de Mara, señor de la ilusión, tratando de sustraerle de su meditación. Mara se retiró vencido, incapaz de romper su concentración, y Buda siguió meditando. Durante la noche alcanzó niveles cada vez más altos de conciencia, llegando a conocer sus vidas anteriores y al 'ojo divino' capaz de seguir la reencarnación de todos los seres. Captó las Cuatro Nobles Verdades: toda existencia es sufrimiento, todo sufrimiento es causa de la ignorancia y el apego, se puede vencer el sufrimiento superando la ignorancia y el apego, y esta superación se alcanza a través del Óctuple Noble Sendero, que se resume como moralidad, samadhi (concentración) y sabiduría. Fue el instante en el que Buda experimentó la Gran Iluminación que le reveló el camino de la salvación. Libre ya del ciclo de la reencarnación y dotado de una sensibilidad sobrehumana, pasó las siguientes semanas considerando varios aspectos de su realización. Buda como maestro Decidido a divulgar el dharma (ley) que había perfeccionado, lo primero que hizo fue reunirse con sus antiguos discípulos cerca de Benarés (Varanasi), quienes cautivados por su sinceridad le aceptaron como maestro y se ordenaron monjes. Poco tiempo después predicó su primer sermón en las cercanías del parque Deer. Este sermón, cuyo texto se conserva, contiene la esencia del budismo y muchos eruditos lo consideran comparable, por el tono de su altura moral e importancia histórica, al sermón de la montaña de Jesucristo. Uno de los principios cruciales de su nueva doctrina fue el camino del medio, la disciplina monástica que estableció para abrirse paso de la mejor forma posible entre los extremos del sacrificio y la autocompasión. Acompañado por sus discípulos, Buda viajó por el valle del río Ganges enseñando su doctrina, reuniendo adeptos y estableciendo comunidades monásticas en las que cualquiera podía ingresar, sin importar su rango social. Volvió durante un breve periodo de tiempo a su ciudad natal y convirtió a su padre, a su mujer y a otros miembros de su familia. Un admirador rico sufragó la construcción de un monasterio en Savatthi (en sánscrito, Sravasti) que se convirtió en la principal residencia de Buda y el núcleo de difusión de sus enseñanzas. Otros monasterios se extendieron por las principales ciudades a lo largo del Ganges. La larga carrera de Buda como maestro y líder no estuvo por completo desprovista de problemas. Se tiene noticia de que hubo grupos religiosos rivales, en particular los jainistas, que atacaron sus enseñanzas e incluso a él mismo. Su primo y discípulo Devadatta quiso vengarse de él al ver frustrada su ambición de heredar el liderazgo del sangha (comunidad monástica), planeando su asesinato primero y provocando más tarde un cisma en el sangha que duró poco tiempo. Muerte y reputación de Buda Después de una vida de actividad misionera, Buda murió a los 80 años en Kusinagara, Nepal, por haber ingerido alimentos en mal estado. Al parecer anticipó su muerte y avisó a sus discípulos, pero se negó a darles ningún precepto sobre la organización futura y propagación de su credo, insistiendo en que ya les había enseñado lo que necesitaban para salvarse. El arte budista posterior creó descripciones magníficas de su lecho de muerte, con animales y gente llorando con amargura mientras sus discípulos iluminados contemplaban con serenidad su nirvana final. Su cuerpo fue incinerado y sus reliquias divididas entre ocho stupas. Buda fue uno de los seres humanos más grandes, un hombre de carácter noble y compasivo, de visión penetrante y pensamiento profundo. No sólo estableció una gran religión nueva, sino que su rebelión contra los extremos hedonistas, ascéticos y espirituales, y el sistema de castas ha influido de un modo decisivo en el hinduismo. Su rechazo de la especulación metafísica y su pensamiento lógico introdujo una corriente analítica importante que hasta entonces faltaba en la tradición hindú. 2