informe final

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Estudio: Análisis de las principales dinámicas
territoriales, económicas y sociales del Distrito
Federal y la ZMCM, con énfasis en sus tendencias
a futuro
INFORME FINAL
COORDINADORES: ALEJANDRO MOHAR, CLAUDIA LORENA GALINDO
Ciudad de México, 30 de mayo de 2016
Centro de Investigación en Geografía y Geomática
“Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C.
CONTENIDO
Presentación
La relevancia de las dinámicas territoriales y su principal referente conceptual
Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana
de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana
Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su Zona
Metropolitana
Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana
desde la perspectiva empleo
El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana: tendencias
territoriales y sectoriales
Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México 2000-2015
Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de
la Ciudad de México y su Zona Metropolitana
Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva
de ecosistema urbano y cambios de uso de suelo
Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en del Suelo de
Conservación de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana del Valle de
México
Tendencias territoriales en segregación socioespacial en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México
Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por inadecuado
acceso al agua potable y por contaminación atmosférica
Tendencias históricas y escenarios de cambio en el clima de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México
PRESENTACIÓN
Este Informe Final responde en tiempo, contenido y forma a lo acordado entre
el Consejo Económico y Social de la Ciudad de México (CESCDMX) y el Centro
Público de Investigación en Geografía y Geomática (CENTRO GEO, miembro del
SISTEMA DE CENTROS CONACYT); y la formalización está detallada y signada
por ambas instituciones en el Convenio Específico de Colaboración y su Anexo
Técnico.
El mismo nombre del Estudio: “Análisis de las principales dinámicas territoriales,
económicas y sociales del Distrito Federal y la ZMCM”, apunta que se parte de
hallazgos de una enorme gama de estudios de la CDMX; para su análisis bajo
un enfoque territorial con referentes conceptuales asociados a la Iniciativa de
cohesión territorial y al concepto de ecosistema urbano.
Para la identificación y valoración de estas tendencias son fundamentales las
capacidades de CENTRO GEO en Percepción Remota, Análisis Espacial y
adaptación del enfoque territorial bajo pautas interdisciplinarias; cabe apuntar,
que el CENTRO GEO cuenta con más de 15 años de experiencia en el desarrollo
y aplicación de estas capacidades, que han derivado en una gama de estudios
territoriales.
El valor agregado de este Informe Final se expresa en cada uno de sus
apartados, en términos de hallazgos, modelos de análisis e integración de
evidencia científica; mismos que cristalizan en una mayor visibilidad y alcance
de la información y conocimiento ya generado y accesible, cuya autoría
corresponde a una gama de instancias académicas y de expertos.
Cabe reiterar que esta mayor visibilidad y alcances se deben en gran medida al
total énfasis en una visión territorial, el cual obliga a que los resultados del
Informe contemplen a los municipios conurbados, y en algunos temas el análisis
1 se extiende al Valle de México, como lo apunta el enfoque de ecosistema
urbano. Y en particular, se analizan las dinámicas territoriales en el denominado
Suelo de Conservación por ser el territorio más extenso y de mayor rezago en
lo social y económico, y que paradójicamente tiene un carácter estratégico para
la sustentabilidad presente y futura de la CDMX.
De esta forma, el contenido del Informe se concentra en torno a la identificación
y análisis de dinámicas territoriales relevantes, su situación actual y sus
tendencias a futuro. Dinámicas que contemplan dos procesos transversales:
ocupación del territorio por la mancha urbana; y expresión espacial de los
procesos poblacionales.
También contemplan la variable empleo eje de la cuestión social, y articuladora
en varios apartados que abordan la funcionalidad territorial de la metrópoli; la
diferenciación territorial de la estructura de la economía; y la regionalización
derivada de los patrones de movilidad espacial.
La vulnerabilidad de la metrópoli se expresa en dinámicas territoriales con una
diversidad de escalas e intensidades, todas asociadas a una visión de
seguridad humana. De forma tal que se abordan en apartados específicos, el
análisis de las interacciones urbano-rurales desde una perspectiva de
ecosistema urbano; y las de tendencias de cambio en las zonas de mayor valor
ambiental (con énfasis en las zonas arboladas, y por ende en el Suelo de
Conservación). Y se complementa con resultados de la mayor importancia para
una adecuada incorporación del enfoque territorial en las políticas públicas,
entre ellos:

la persistencia espacio temporal de una segregación social cuyas
dimensiones van más allá de unos manchones de pobreza;

las carencias asociadas a la componente principal de la alimentación
sana y el bienestar básico: el recursos agua potable, con sus
modalidades de acceso, frecuencia y niveles de consumo;
2 
la
contaminación
atmosférica
y
su
intensidad
diferenciada
territorialmente.
En otras palabras, se observan diversas modalidades e intensidades de
vulnerabilidad a lo largo del territorio de la metrópoli, que expresan problemas
crecientes de exclusión social. Y que en conjunto, apuntan a la vulnerabilidad
del mismo ecosistema urbano, a la misma insustentabilidad de las actuales
pautas de evolución de la metrópoli.
Desde una perspectiva de política pública, en especial del proceso de evolución
de la agenda pública y de las agendas institucionales, los contenidos del
Informe enriquecen la argumentación para avanzar la reformulación y
posicionamiento de temas en las agendas públicas e institucionales.
Con el efecto catalizador de una Constitución propia, la CDMX estará en
mejores condiciones para dar visibilidad a sus principales dinámicas
territoriales, con un prisma cuyas facetas refieren a su diferenciación territorial,
a su carácter de metrópoli, y a su inserción en un ecosistema urbano con
referente la Cuenca del Valle de México.
En torno a la evolución de la agenda, resulta pertinente apuntar que el contenido
de este Informe expresa una adecuada y valiosa respuesta a los objetivos que
se propusieron ambas instituciones, mismos que se detallan en el Anexo
Técnico del Convenio. Entre ellos cabe destacar la finalidad de obtener aportes
que perfilen ¨recomendaciones en materia de agenda de gobierno para La
Ciudad de México, con un claro enfoque territorial y desde una perspectiva
metropolitana”.
El Informe presenta en forma explícita e implícita elementos que aportan a la
concreción del cumplimiento de los compromisos vinculantes derivados tanto
de la Convención Marco de Cambio Climático; como de la denominada Agenda
2030 de la ONU.
3 En los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 destaca el
Objetivo 11 Ciudades y comunidades sostenibles: “Lograr que las
ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros,
resilientes y sostenibles”. Estos cuatro adjetivos significan un reto mayor
en países como México, y particularmente, en ciudades como la
metrópoli de la CDMX. De hecho, el Objetivo 11 articula buena parte de
los 17 Objetivos de la Agenda 2030; en especial, los Objetivos 1, 3, 5, 6,
8, 9, 10, 12 y 15 (ver Figura)
4 Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la
Ciudad de México y su zona metropolitana
Nirani Corona Romero1
1. Introducción
2. Área de Estudio
2.1. Modelaje de la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona
metropolitana
2.2. El modelo SLEUTH
2.3. Obtención de las diferentes capas de información para el modelaje del
crecimiento urbano
2.3.1. Las vías de transporte
2.4. Obtención de la mancha urbana al 2030 y análisis de su tendencia
3. Resultados
3.1. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la
CDMX
3.2. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la
ZMCM
4. Conclusiones
5. Referencias
Anexo I. Matriz de intersecciones por tipo de camino para el año 2015.
1
Investigadora del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A. C.
La relevancia de las dinámicas territoriales y su principal referente
conceptual
Este breve apartado tiene dos propósitos; uno, brindar una mirada al potencial
de la identificación y análisis de las dinámicas territoriales, para enriquecer la
evolución de la agenda pública y las agendas institucionales; y dos, argumentar
a favor de la adopción de las bases conceptuales de la iniciativa denominada
cohesión territorial en su vertiente de grandes conglomerados urbanos. Este
basamento conceptual orienta y facilita la articulación de las dinámicas
territoriales, y por ende, marca pautas para una profundización mayormente
ensamblada en los trabajos de identificación, análisis y generación de
información y conocimiento en torno a las dinámicas territoriales de la Ciudad
de México y su zona metropolitana.
Una mirada a la relevancia de las dinámicas territoriales
Lejos de sintetizar contenidos de los apartados de este Informe, se trata de
focalizar en aquellas dinámicas que son poco visibles para la agenda pública, o
que son emblemáticas de un enfoque territorial.
1. Resulta paradójico que una de las principales dinámicas territoriales esté
asociada con la cuenca atmosférica, pero finalmente, con un territorio; se trata
del cambio del microclima del Valle de México. La expansión de la mancha
urbana y la multiplicación de archipiélagos urbanos en su entorno ha sido un
factor determinante del cambio del microclima del Valle de México; otros dos
factores determinantes han sido la deforestación y degradación de la cobertura
de vegetación; y las emisiones de gases y partículas, que más allá de su enorme
impacto en la salud, también inciden en los procesos climáticos. Todos lo
anterior tiene su espejo en el ciclo del agua a escala de la Cuenca del Valle de
México.
1 Cabe invocar que diversos estudios muestran la evidencia del cambio de
microclima, con dos variables clave: temperatura y precipitación pluvial; en
promedio, presentan una tendencia incremental, pero con una intensidad
territorial muy diferenciada. Esto último cuenta con menor evidencia por las
limitaciones en información (estaciones de monitoreo); sin embargo, los
resultados de modelos con información histórica y los escenarios de cambio
climático perfilan esta diferenciación territorial, y en particular, se aprecia que la
mayor precipitación no se ubica en las zonas de mayor recarga del acuífero.
En pocas palabras, a lo largo del territorio del Valle de México se sobreponen
tanto los impactos del proceso en curso de cambio de microclima (el más visible
son las denominadas islas de calor); como los escenarios de cambio climático.
2. En la Ciudad de México se ha conformado un importante basamento jurídico
y programático en materia de cambio climático; sin embargo, se aprecia un
énfasis excesivo hacia la mitigación de emisiones, que no permite apreciar el
comentado proceso de cambio del microclima; y no ayuda a un mayor ensamble
con la agenda de salud. En otras palabras, la metrópoli es uno de los puntos
focales mundiales de altas emisiones, y es compromiso vinculante su
mitigación, pero es necesario integrar este compromiso a una prioridad mayor:
la salud y bienestar.
Lo anterior apunta a combinar con eficacia las dos vertientes de atención al
cambio climático: la mitigación con la adaptación. Y en paralelo, formular una
estrategia de adaptación cuyo núcleo refiere a que se trata de una ciudad
inmersa en un ecosistema urbano, la Cuenca del Valle de México, que presenta
un alto stress hídrico.
Lo anterior es una precondición para la identificación y análisis de una dinámica
territorial: la relación funcional territorial entre los pozos en suelo urbano y las
zonas de recarga del acuífero en el Suelo de Conservación.
2 Todavía persiste una inercia a visualizar la sobre explotación del acuífero como
un problema disperso, y que sólo es necesario “administrar sus impactos”:
degradación de la recarga, hundimientos en la Ciudad, inclusive procesos de
contaminación.
De esta forma, no es de extrañar que la principal medida de adaptación al
Cambio Climático esté prácticamente ausente; a pesar de que resulta un
imperativo para la Ciudad: el preservar su mayor fuente de agua. Y es un tema
estratégico, ya que implica activar una Iniciativa para el desarrollo territorial del
Suelo de Conservación, como la única vía para preservar y mejorar el mayor
servicio ambiental; para que la Ciudad realmente integre más de la mitad de su
territorio; para comenzar a compensar la ciudadanía de segunda (en términos
de derechos patrimoniales y de un adecuado acceso a servicios públicos e
infraestructura urbana) que padecen a diario más de 600 mil habitantes del
Suelo de Conservación.
3. La acelerada extensión espacial de la Ciudad de México y su Zona
Metropolitana es un fenómeno que desde mediados del siglo XX, se ha
caracterizado por una persistente expansión geográfica de la malla urbana,
acompañada por una densificación acotada a las zonas centrales de la
funcionalidad territorial de la metrópoli.
Esta expansión de la mancha urbana está muy lejos de responder a pautas de
ordenación territorial, los factores determinantes están en el ámbito de
mercados inmobiliarios “formales e informales” que se tornan avasallantes por
la débil presencia del interés público, y el amplio margen a la corrupción e
impunidad. Dinámica que se extiende en forma acelerada hacia las zonas
agrícolas y boscosas; es decir, los procesos causales del crecimiento caótico e
insustentable de la metrópoli se ubican en la interacción –territorial- entre
mercados inmobiliarios con sistemas productivos no consolidados y áreas de
relevancia ambiental con un muy bajo nivel de gobernabilidad sobre los
recursos naturales.
3 Lo anterior no es ajeno a la agenda pública del país, desde inicio del milenio el
Gobierno Federal, aún con el recambio de partido gobernante, ubica en la lista
corta de problemas nacionales: el crecimiento caótico de las ciudades. Lo
sorprendente es que la CDMX y los municipios conurbados –de alto o bajo
potencial económico- no son ajenos a esta problemática, en cierta medida,
destacan por la poca eficacia de sus políticas e instrumentos de ordenación; y
presentan ejemplos extremos de expansión caótica con alto riesgo.
4. En la CDMX se acostumbra invocar la estabilidad de tasas de crecimiento
poblacional como un avance sustantivo; sin duda lo es, pero relativo. La realidad
cotidiana nos muestra una intensa funcionalidad metropolitana, que está
presente, pero en forma muy marginada en las agendas pública e
institucionales; y en débiles mecanismos de coordinación. Varios apartados de
este Informe muestran intensidades y modalidades de estas interacciones
metropolitanas, y en particular, la propuesta conceptual de cohesión territorial
orienta la generación de información y conocimiento que permita dimensionar y
valorar el ensamble de las interacciones metropolitanas, con una perspectiva
de agenda pública, que apuntala la imperiosa necesidad de concentrarla en la
ampliación y mejora de bienes públicos.
Referente conceptual: la cohesión territorial
La evolución y la concreción de la propuesta de cohesión territorial se han dado
en el ámbito institucional de la Unión Europea (UE), especialmente en su
dimensión deliberativa sobre la definición y aplicación del concepto para fines
de orientación y articulación de sus principales estrategias. De hecho, la UE
lleva más de una década en un proceso de incorporación gradual de esta
propuesta a su marco común de políticas públicas, un primer acuerdo cristaliza
4 en el 2008 con un planteamiento indicativo (denominada Green Paper) del
enfoque de cohesión territorial1.
En el cual se plantea que “cada vez más, la competitividad y la prosperidad
dependen de la capacidad de las personas y las empresas para hacer el mejor
uso de todos los activos territoriales”. Se señala, asimismo, que la
competitividad depende también de la construcción de vínculos con otros
territorios para asegurar que los bienes comunes se utilizan de una manera
coordinada y sostenible. La cooperación, junto con el flujo de tecnología e ideas,
así como de bienes, servicios y capitales se está convirtiendo en un aspecto
cada vez más vital de desarrollo territorial y un factor clave que sustenta el largo
plazo y el crecimiento sostenible.
Una aproximación a la definición conceptual de cohesión territorial refiere: “La
cohesión territorial podría definirse como un principio para las actuaciones
públicas encaminadas al logro de objetivos como crear lazos de unión entre
los miembros de una comunidad territorial (cohesión social) y favorecer su
acceso equitativo a servicios y equipamientos (equidad/justicia espacial),
configurar
territorial
común
(identidad)
partiendo
del
respeto
a
particularidades, articular y comunicar las distintas partes del territorio y
romper las actuales tendencias hacia la polarización y desigualdad entre
territorios, aprovechando las fortalezas y rasgos inherentes de cada uno de
ellos. Se trata, además, de buscar la cohesión o coherencia interna del
territorio, así como la mejor conectividad de dicho territorio con otros
territorios vecinos.”
1
European Commission, Green Paper on Territorial Cohesion: Turning territorial diversity into
strength (2008).
http://ec.europa.eu/regional_policy/archive/consultation/terco/paper_terco_es.pdf
5 Estos primeros avances y acuerdos, brindaron pautas para su gradual
incorporación a su Agenda 20202, que incorpora con énfasis el enfoque Placed
based policy3.
A continuación se presentan elementos conceptuales básicos del enfoque de
cohesión territorial en su vertiente orientada a territorios metropolitanos, donde
la concentración, la conexión y la cooperación afectan el ritmo de desarrollo
económico y social4.
La Concentración refiere a la superación de las diferencias en la densidad.

La actividad económica se concentra más que la población. Hay
ganancias derivadas de dicha concentración en términos de los
rendimientos crecientes de aglomeración y de la agrupación de
actividades particulares en lugares específicos, incluyendo la amplia
disponibilidad de servicios

Al mismo tiempo, también hay deseconomías de congestión y una serie
de áreas urbanas deprimidas enfrentan graves problemas de deterioro
urbano y la exclusión social. Esto se refleja en crecientes zonas con
bajos niveles promedio del PIB per cápita, en situación de economía
2 Territorial Agenda 2020 put in practice: Enhancing the efficiency and effectiveness of Cohesion
Policy by a place-based approach; Volume I – Synthesis Report, Commission of the European
Communities.
3 Una política de desarrollo basada “en el lugar” (place-based) se define como: una estrategia de
desarrollo a largo plazo cuyo objetivo es reducir la ineficiencia persistente (subutilización de la
capacidad) y la desigualdad, en lugares específicos; a través de la producción de conjuntos de
bienes públicos, integrados y diferenciados territorialmente. Diseñados e implementados
mediante la obtención y la agregación de las preferencias y conocimientos locales a través
instituciones políticas participativas. Y mediante el establecimiento de vínculos con otros lugares;
y promovido “desde fuera” del lugar mediante un sistema de gobernanza multinivel, para otorgar
recursos sujetos a condiciones en función de objetivos e instituciones; y son transferidos de mayor
a menor los niveles de gobierno".
Fuente: Barca, F. (2009). An agenda for a Reformed Cohesion Policy: a Place-based approach
to meeting European Union challenges and expectations, Independent Report prepared at the
request of Danuta Hübner, Commissioner for Regional Policy. Available at:
http://ec.europa.eu/regional_policy/archive/policy/future/pdf/report_barca_v0306.pdf
4 Cabe apuntar que el enfoque de cohesión territorial se desdobla en grandes vertientes en
función de los principales rasgos socio-territoriales; en contraste con el de territorios
metropolitanos está la vertiente orientada a territorios rurales marginados, que alimenta los
planteamientos de RIMISP.
6 informal con desempleo y subempleo, con bolsones de pobreza y de alta
vulnerabilidad y malestar social.
La Conexión refiere a la superación de la distancia. Lo cual presupone:
predominancia del transporte público; modernización del parque vehicular;
buenas conexiones de transporte intermodal; sistemas avanzados de gestión
de tráfico; acceso adecuado a los servicios de interés económico general, tales
como la salud, la educación y la energía sostenible; acceso a Internet de banda
ancha; entre otros.
La Cooperación refiere a la superación de la división. Los problemas de
conectividad y la concentración sólo pueden abordarse eficazmente con una
fuerte cooperación en varios niveles de gobierno y participación. Igualmente la
requieren los problemas sociales y ambientales; sus derivaciones en exclusión
social, vulnerabilidad y débil seguridad humana.
Para hacer frente a estos y otros problemas de manera eficaz se requiere una
respuesta política a una escala geográfica variable, que exige frecuentemente
la cooperación entre las autoridades locales vecinas. Las decisiones relativas a
la escala de actuación para abordar temáticas territoriales no presentan un
carácter meramente cuantitativo, sino que la escala elegida encierra notables
implicaciones cualitativas; asimismo, desde el punto de vista de las políticas
públicas, ésta es una cuestión esencial, ya que acercar en lo posible la toma de
decisiones a la ciudadanía, y al territorio concreto al que se dirigen las políticas,
redunda en un incremento en la eficacia de éstas.
Por lo anterior, el enfoque de cohesión territorial guarda una estrecha relación
con la dimensión de “participación pública” (con rendición de cuentas,
“empoderamiento”); convergente con los nuevos modos de gobierno de los
territorios.
Por todo lo anterior, se considera pertinente que el enfoque de cohesión
territorial sea el principal referente conceptual en la elaboración de este Informe;
pero también para una adecuada revisión de los resultados que presenta. Y así,
7 marcar pautas para un mejor ensamble entre resultados, y para la
profundización de las líneas de trabajo.
8 Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha
urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana
Nirani Corona Romero1
1. Introducción
Históricamente, las grandes ciudades latinoamericanas se han caracterizado
por la concentración de la mayor parte de la industria en expansión, resultando
en un crecimiento acelerado del centro urbano donde se establece. En los
últimos años, esta dinámica ha cambiado, ya que los empleadores de
manufactura y comercio se han trasladado fuera de éste, favoreciendo el
establecimiento de la población en los pueblos y ciudades aledañas, lo que se
traduce en una mayor expansión de la zona periférica no así en la urbe central
(Aguilar, 1999).
De esta manera la expansión metropolitana está tomando una nueva forma,
donde las tasas de crecimiento de las grandes ciudades han disminuido, la
concentración económica permanece y la incorporación de municipios
contiguos continúa. Es así que las zonas metropolitanas han pasado de ser un
espacio metropolitano compacto a uno más bien policéntrico con límites y
fronteras difusos, donde el patrón de expansión de las funciones centrales está
caracterizado por la dispersión de la actividad económica a nivel metropolitano
y regional, regido más bien por el desarrollo de las telecomunicaciones. En otras
palabras, la metrópoli se caracteriza por un espacio fragmentado por los
procesos productivos, favoreciendo el establecimiento de la población y de
servicios en zonas más periféricas que resulta en una estructura territorial
compleja y en el crecimiento importante de las ciudades medias (Aguilar y Ward,
2003).
La Ciudad de México es un ejemplo característico de esta dinámica, ya que al
encontrarse en la región central de México, se convirtió en un polo de atracción
de la inversión nacional y extranjera, concentrándose principalmente en el
1
Investigadora del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”,
A. C.
1
Estado de México y Distrito Federal (ahora Ciudad de México). De esta manera
desde la década de los 60´s se reconoce su carácter metropolitano y es en 1970
donde se establece su primera delimitación al incluir 15 delegaciones del Distrito
Federal y 8 municipios del Estado de México (Aguilar, 2002).
La expansión urbana de la ciudad no ha sido uniforme ya que se ha dado
principalmente hacia el norte y oriente de la ciudad, donde condiciones físicas
y económicas como relieve más plano, la presencia de industrias e
infraestructura, disponibilidad de suelo para la construcción, entre otras, han
favorecido su crecimiento, lo que ha creado un paisaje conformado por un
mosaico de usos y coberturas de suelo altamente heterogéneo (ibíd).
Una consecuencia de las ciudades fragmentadas, segregadas y dispersas,
carentes de una zonificación definida, es el fuerte desequilibrio regional que se
da debido a la demanda de recursos, sobre todo en el suelo per cápita, en
infraestructura y en transporte para los habitantes (CMM, 2014; Iracheta y Bolio,
2012; SDS et al., 2010). Esto las vuelve altamente vulnerables a cualquier
perturbación del ambiente, ya que los cambios en las condiciones ecológicas
asociados con la urbanización, afectan los servicios ecosistémicos locales y
globales y por ende, la habilidad del ecosistema para mantener a la población
y su infraestructura, lo que reduce su capacidad de resiliencia, la cual puede
estar determinada por los patrones espaciales de las actividades humanas y de
los hábitats naturales de los habitantes (Alberti y Marzluff, 2004).
Actualmente los habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana
enfrentan múltiples problemas, como son la contaminación atmosférica,
acumulación de residuos sólidos, vulnerabilidad ante desastres (hundimientos,
derrumbes e inundaciones), riesgos sanitarios, entre otros (Romero et al., 2014;
GDF, 2003). En muchos casos la vulnerabilidad de la población se incrementa
debido al establecimiento de asentamientos humanos no planificados o ilegales
en zonas donde, por sus características, el riesgo de verse expuesto a alguno
de estos problemas es alto o por la degradación de regiones que, por su alto
valor ecológico (el Suelo de Conservación, es un ejemplo) deben de ser
conservadas debido a los servicios ambientales (la recarga de acuíferos, de los
2
cuales se extrae el 57% del agua para consumo de la ciudad; regulación del
ciclo hidrológico y del clima; captura de partículas suspendidas y de gases de
efecto invernadero; producción de oxígeno, entre otros) que brindan a la ciudad
(GDF, 2000; GDF, 2003).
En este sentido se vuelve de vital importancia conocer cómo ha sido la
tendencia de ocupación del territorio en la Cuenca de México por la expansión
de la mancha urbana de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, para
posteriormente, poder generar escenarios de crecimiento urbano que ayuden a
identificar zonas vulnerables al establecimiento de asentamientos humanos y a
la pérdida de recursos naturales a consecuencia de estos.
Múltiples trabajos se han llevado a cabo para identificar la tendencia que ha
tenido la expansión física de la urbe del pasado al presente (Lemus, 2014;
Aguilar, 2002; Aguilar y Ward, 2003; Velásquez et al., 2002) pero pocos se han
abocado a tratar de entender ésta al futuro (Suárez y Delgado, 2007) y mucho
menos en un contexto espacial. Por lo tanto, el presente capítulo tiene por
objetivo mostrar los resultados obtenidos del análisis de la tendencia de
ocupación espacial de la mancha urbana de la Ciudad de México (CDMX) y su
zona metropolitana (ZMCM) del pasado y al futuro para medir su impacto en
zonas de importancia para el desarrollo y mantenimiento de la Ciudad como son
las destinadas a la conservación y protección estipuladas en los ordenamientos
ecológico territoriales.
Lo anterior se obtendrá a partir de información del INEGI y de generación propia,
así como de la implementación de un modelo predictivo que genera escenarios
futuros del avance de la mancha urbana y que emplea Sistemas de Información
Geográfica (SIG) y Percepción Remota. Se decidió utilizar este tipo de modelo
ya que con él es posible hacer pronósticos y así anticipar, prevenir y mitigar
dinámicas insostenibles en ciudades de rápido crecimiento horizontal
(Henríquez y Azócar, 2007) como es el caso de la Ciudad de México.
Además de los resultados presentados en este capítulo, los modelos
desarrollados en esta sección servirán como insumo para los siguientes
capítulos de esta publicación, para así brindar elementos que ayuden a dar luz
3
sobre la vulnerabilidad de la Ciudad de México. Para lograrlo, se analizará la
afectación que la mancha urbana está teniendo y tendrá en los sistemas
productivos y capital natural de la cuenca de México, viendo a esta última como
el ecosistema donde la ciudad se encuentra embebida. También se abordará la
pérdida del arbolado como tema importante para la supervivencia de los
ciudadanos y se identificarán zonas donde el establecimiento de la mancha
urbana pone en riesgo y en situación vulnerable a los habitantes de la gran
metrópoli.
2. Área de estudio
El área de estudio es la CDMX y su zona metropolitana (ZMCM) usando como
zona de influencia la Cuenca de México generada por Bojórquez et al. (2009).
Se decidió hacer esta parte del estudio a nivel cuenca debido a que es la unidad
mínima donde se dan los procesos biofísicos que determinan el funcionamiento
del ecosistema y por lo tanto, la supervivencia y vulnerabilidad de la ciudad. A
ésta se le agregó un buffer de 5km para considerar la influencia que los
poblados externos a la cuenca pudieran tener en el escenario de crecimiento
urbano quedando una superficie total de 12,185.68 km2 (Figura 1).
Figura 1. Área de estudio
4
2.1. Modelaje de la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México
y su zona metropolitana
La expansión urbana es un fenómeno complejo que obedece a la interacción
de múltiples actores. Como consecuencia de esta dinámica, el crecimiento de
una ciudad se puede dar espacial o demográficamente hablando. Es decir, una
urbe presenta tanto una extensión física horizontal como un incremento en las
densidades de construcción y población en un espacio dado (Mora, 2003).
La expansión física de una urbe, cuando ésta no se da de manera planificada,
resulta en ciudades fragmentadas con fuertes desequilibrios regionales,
volviéndolas vulnerables a cualquier perturbación del ambiente (CMM, 2014;
Iracheta y Bolio, 2012; SDS et al., 2010; Alberti y Marzluff, 2004). En este
sentido, es posible generar modelos predictivos de dicho crecimiento para
evaluar el impacto que la tendencia de avance de la mancha urbana pueda tener
en una región.
Varios son los modelos de crecimiento urbano que se han desarrollado para
este fin (Henríquez y Azocar, 2007) siendo el modelo SLEUTH uno de los más
usados. Para este trabajo, se decidió implementar dicho modelo por varias
razones. La primera y una de las más importantes, es que es un algoritmo de
código abierto, es decir, es posible correrlo sin contar con un permiso específico
o licencia. En segundo lugar, está el hecho de que esta accesibilidad ha
permitido su implementación en diversas partes del mundo, mostrando buenos
resultados ante condiciones de crecimiento muy diferentes. Por último, al poder
generar numerosas capas de exclusión, es decir, con restricciones al
crecimiento desiguales entre sí, es posible comparar y contemplar distintas
tendencias del crecimiento de la mancha urbana (Dietzel y Clarke, 2007).
2.2. El modelo SLEUTH
Fue creado en 1997 por Keith C. Clarke en la Universidad de Santa Bárbara,
California y simula crecimiento urbano a partir de autómatas celulares, es decir,
requiere diferentes tipos de datos geográficos-espaciales históricos en arreglo
5
matricial. Es de las iniciales de los nombres de estos datos de donde toma su
nombre, pues para su desarrollo se requiere: 1 capa de pendiente (Slope),
pueden o no emplearse cuatro de cobertura y uso del suelo (Land cover), una
de exclusión (Exclusion); cuatro de urbanización (Urbanization), dos de vías de
transporte (Transportation) y una de sombreado (Hillshade), todas ellas en
valores especificados por el modelo (figura 2; Clarke et al., 1997).
Figura 2. Tipo y número de capas de información en arreglo matricial que requiere el modelo
SLEUTH para su implementación.
Los valores que toman cada una de las celdas (Figura 2) los establece el usuario
a partir de la influencia que tienen las variables en el incremento de los
asentamientos humanos. En este sentido, es importante poner especial
atención en las capas de exclusión y de vías de transporte. En el caso de la
primera porque establece aquellas zonas hacia donde no debe dirigirse la
mancha urbana (áreas que los instrumentos de ordenamiento ecológico
identifican como de conservación o protección, los cuerpos de agua, las áreas
6
verdes, entre otros). Los caminos por su parte, determinan la accesibilidad a un
área, es decir, la dirección hacia donde se dará la expansión de la urbe (Clarke
et al., 1997).
El SLEUTH modela el crecimiento a partir de la obtención de los valores de
cinco coeficientes que mejor se ajustan al área de estudio en cuestión. Estos
coeficientes son (ibíd.):
-
Difusión o dispersión (difussion). Determina la dispersión general de la red
de celdas y el movimiento hacia el exterior de los nuevos asentamientos a
través del sistema de caminos.
-
Coeficiente de reproducción (breed). Determina la probabilidad de
separación de un asentamiento recientemente generado para comenzar su
propio ciclo de crecimiento.
-
Coeficiente de propagación (spread). Controla qué tan normalmente tiene
lugar la expansión “orgánica” hacia el exterior.
-
Factor resistencia-pendiente (slope). Influye en la probabilidad de que se
den los asentamientos de acuerdo al porcentaje de pendiente.
-
Factor caminos-gravedad (road-gravity). Determina la atracción de nuevos
asentamientos si caen a cierta distancia de los caminos existentes.
Estos coeficientes son posteriormente usados para regular la aplicación de las
reglas de crecimiento, que son las que determinan el desarrollo del sistema.
Estas son cuatro y se nombran de acuerdo al tipo de crecimiento que controlan:
1. Crecimiento espontáneo. Define la probabilidad de que cualquier célula no
urbanizada llegue a serlo en cualquier tiempo.
2. Nuevo centro de dispersión. Determina si alguna de las células
recientemente urbanizadas puede llegar a ser un nuevo centro de
dispersión.
3. Crecimiento de borde. Define la parte del crecimiento que se deriva de los
centros de dispersión. Este crecimiento se propaga de los generados en la
regla 2.
4. Crecimiento por influencia de caminos. Es determinada por las vías de
transporte y por la urbanización que se desarrolló de las reglas 1, 2 y 3.
7
Para encontrar los valores de los cinco coeficientes que predicen de mejor
manera el crecimiento en la zona en estudio, es necesario llevar a cabo una
fase de calibración. Esta calibración se desarrolla en cuatro etapas (Bruta, Fina,
Final y de predicción) en donde a partir de iteraciones Montecarlo, prueba todas
las combinatorias posibles de dichos coeficientes, aplicando las cuatro reglas
de crecimiento. Con cada una de éstas, simula una capa de crecimiento para
después compararlas con la capa real (el último año de los datos que se
emplean para la implementación del modelo) esto a través del índice Leesalee.
Los valores de los coeficientes se seleccionan a partir de la corrida que arroja
el mayor ajuste (el valor más alto en el Leesalee). Para correr este proceso es
necesario contar con todas las capas de entrada las cuales son las mismas que
se emplearán para llevar a cabo la predicción (ibíd).
Debido a los objetivos del proyecto y al tiempo de ejecución, en este estudio
sólo se considerará un escenario que será el tendencial, es decir, sólo se
tomarán como zonas de exclusión las áreas verdes y los cuerpos de agua. Para
las vías de transporte, por su parte, se generó un método con la finalidad de
encontrar el peso que cada tipo de camino ha tenido en el crecimiento urbano
de la cuenca de México, el resto de las capas se derivaron de datos del INEGI
y de imágenes satelitales.
2.3. Obtención de las diferentes capas de información para el modelaje del
crecimiento urbano
Como ya se mencionó, el modelo requiere al menos 5 capas de información
para su implementación, las cuales pueden obtenerse de fuentes cartográficas
existentes o generarse de insumos satelitales u otros datos espaciales. Los
métodos empleados para derivar las capas empeladas en este estudio se
mencionan en la Tabla 1. Además, se describe a detalle el proceso de creación
de las vías de transporte, debido a que éste involucró diversos pasos para su
desarrollo.
8
Tabla 1. Capas que requiere el modelo SLEUTH para su implementación, insumos y métodos
por los cuales fueron o serán creadas.
Capas para el
SLEUTH
Slope
(pendiente)
Land use
(uso de suelo)
Exclusion
(exclusión)
Urbanization
(urbanización)
Número
de
capas
Insumo
1
Modelo de elevación
digital del INEGI
Se generó en porcentaje
Cuerpos de agua de
los vectoriales del
INEGI, 1995
Se obtuvieron y juntaron los cuerpos de agua
de los vectoriales de las cartas topográficas
del INEGI escala 1:50 000 que conforman la
Cuenca de México
Método de elaboración
No se
empleó
1
4
Transportation
(vías de
transporte)
2
Hillshade
(sombreado)
1
Área urbana de
1995 de los
vectoriales 1:50000
del INEGI
Cartografía
geoestadística
urbana de la
Encuesta Intercensal
2015
Imágenes satelitales
Vías de transporte
de 1999 y 2015 de
los vectoriales del
INEGI
Modelo de elevación
digital del INEGI
4 fechas: 1995, 2005, 2010 y 2015.
1995 y 2015 se dejaron tal cual las reporta el
INEGI. Los años 2005 y 2010 se obtuvieron
de la edición de las capas generadas por
Corona (2010) a partir de la interpretación de
imágenes satelitales pancromáticas.
Se crearon editando los vectoriales a partir
del análisis de la influencia que tiene cada tipo
de camino en el crecimiento.
Se generó en niveles digitales
Todas las capas fueron transformadas a grid y posteriormente a formato *.gif en
escala de grises en la misma extensión (igual número de columnas y renglones)
y con valores específicos para que el modelo pueda usarlos.
2.3.1. Las vías de transporte
Las vías de transporte son un factor determinante en el crecimiento urbano
metropolitano ya que en muchos casos, la expansión horizontal se da a lo largo
de las vías de acceso a la ciudad central (Iracheta y Bolio, 2012). La Ciudad de
México no es un caso ajeno a esta condición, pues su expansión se ha
caracterizado por ser dispersa, dirigiéndose hacia las zonas rurales cercanas
debido a las rutas de comunicación que existen entre estas áreas (Cruz, 2000).
9
Considerando lo anterior, aunado a la manera en que el SLEUTH urbaniza una
celda2, dos características fueron tomadas en cuenta en el análisis para la
obtención de los pesos que las diferentes vías de transporte han tenido en el
crecimiento. La primera es el área urbana que se ha asentado de 1995 a 2015
a ambos costados por tipo de camino y la segunda que es el número de
conexiones que guarda un tipo de camino con respecto a otros.
El área urbana a los costados se obtuvo a partir de un buffer de 100 m que se
generó a cada lado de los caminos resultantes de la fusión de los vectoriales
del INEGI 2015 y del INE 2014. Estos últimos se unieron debido a que la base
de datos del INEGI no contaba con las brechas y en estudios anteriores, éstas
han demostrado tener influencia en el crecimiento metropolitano (Corona, 2010;
Corona et al., 2015; Figura 3).
Figura 3. Ilustración del análisis empleado para la obtención de los porcentajes de ocupación
del área urbana por tipo de camino.
2
El SLEUTH urbaniza una celda de la siguiente manera: si un camino es encontrado dentro de
un radio máximo (determinado por el coeficiente de gravedad-caminos) de una celda
seleccionada (la probabilidad está dada por el coeficiente de reproducción), se identifica aquella
más cercana al camino y se urbaniza temporalmente. Después, lleva a cabo una “caminata” al
azar a lo largo del camino o a los secundarios (el número de pasos lo fija el coeficiente de
dispersión) en donde en cada paso se aplican las primeras tres reglas de crecimiento (crecimiento
espontáneo, nuevo centro de dispersión y crecimiento de borde). Si encuentra una celda que
cumple con los parámetros para ser urbanizada, se “prende” y es considerada como un nuevo
núcleo de propagación urbana. Si una o varias celdas vecinas de ésta (sobre el camino) es
propensa a urbanización, se urbaniza (Clarke et al., 1997).
10
Una vez creados los buffers, se calculó el área total por tipo de vía y
posteriormente se determinó el peso que cada camino tiene en la expansión
urbana mediante las ecuaciones 1-6.
(1) (2) (3) (4) (5) (6) ∗
∗
∗
∗
Donde:
Pc es el peso de un camino dado en el crecimiento urbano;
Acam es la influencia al crecimiento urbano que tiene un camino dado,
respecto al valor máximo de la influencia de todos los caminos;
Ic es el número de intersecciones de un camino dado, respecto al valor
máximo de intersecciones de todos los caminos;
icT es la sumatoria del total de intersecciones de todos los caminos;
Aau*c es el área urbana que está dentro del buffer de un camino dado, pesado
por la sumatoria del área de los buffers de todos los caminos;
Aau es el área urbana que está dentro del buffer de un camino dado, respecto
a la sumatoria del área urbana de los buffers de todos los caminos;
Ac es el área del buffer de un camino dado respecto a la sumatoria de las
áreas de los buffers de todos los caminos;
auc es el área urbana que se encuentra dentro del buffer de un camino dado
11
aucT es la sumatoria de las áreas urbanas que se encuentran dentro de los
buffers de todos los caminos;
abc es el área del buffer de un camino dado y,
abcT es la sumatoria de las áreas de los buffers de todos los caminos.
Se decidió considerar sólo el incremento del área urbana de 1995 a 2015 en el
análisis, ya que lo que interesa medir es la influencia que cada tipo de vía de
transporte ha tenido en la expansión urbana del periodo de tiempo en estudio.
Con respecto a las intersecciones, se decidió agregarlas al análisis partiendo
de la premisa de que entre mayor es el número de intersecciones, mayor puede
ser la influencia del camino al crecimiento urbano. De esta manera, se
consideraron todas las intersecciones entre los diferentes tipos de caminos
(Anexo 1).
Ya con los pesos calculados, se hizo una normalización para derivar los valores
que se usarán para correr la fase de calibración y la predicción del modelo
SLEUTH. Esto se hizo igualando el peso más alto a 100 (Tabla 2).
Tabla 2. Valores obtenidos a partir del análisis de los pesos de las vías de transporte para la
corrida del SLEUTH.
Tipo de camino 1Ccp 1Csp 2Ccp 2Csp 3Ccp 3Csp 4Ccp 4Csp 5Ccp 5Csp 6Ccp 6Csp 7Ccp Área buffer Área urbana (m2) (m2) 153160 1571840 77574500 482751000 31394800 14327700 378559 5669000 262690 673785 83847.3 0 238717 94273.3 143160 12064800 73576000 4720000 2872700 175801 1089130 69309 54683 0 0 132700 Aau 0.05 0.08 6.88 41.95 2.69 1.64 0.10 0.62 0.04 0.03 0 0 0.076 Ac Aau*c Acam ic Ic Pc 0.01 0.001 0 0 0 0 0.11 0.01 0 0 0 0 5.52 37.97 1.12 310 6.47 0.173
34.36 1441.17 42.56 1895 39.56 1.076
2.23 6.01 0.18 119 2.48 0.071
1.02 1.67 0.05 195 4.07 0.012
0.03 0.003 0 0 0 0 0.40 0.25 0.01 84 1.75 0.004
0.02 0.001 0 0 0 0 0.05 0.001 0 0 0 0 0 0 0 0 0.006 0 0 0 0 0 0 0 0.017 0.001 0 0 0 0 12
Valor SLEUTH
0 0 12 75 5 1 0 0 0 0 0 0 0 Del análisis se encontró que son las terracerías las que mostraron tener la
mayor influencia en la expansión urbana de la cuenca, le siguen las carreteras
de 2 carriles sin peaje y posteriormente las brechas y las carreteras de 2 carriles
con peaje. Cabe destacar que las de 3 carriles con peaje, las cuales
corresponden a la carretera México-Querétaro, México-La Marquesa, MéxicoCuernavaca, México-Puebla y un tramo del Circuito Exterior Mexiquense
Bicentenario, tuvieron valores bajos al igual que las de 2 carriles con peaje,
entre las cuales está el Arco Norte de la Ciudad de México (Tabla 2; Figura 4).
Figura 4. Vías de transporte de la Cuenca de México que tienen la mayor influencia en la
expansión de la mancha urbana. En paréntesis se muestra el peso que tuvo cada uno de ellos
para correr el modelo SLEUTH.
2.4 Obtención de la mancha urbana al 2030 y análisis de su tendencia
Ya establecidos los pesos de los caminos y las zonas de exclusión, se crearon
las capas en el formato que el modelo requiere y se implementó la fase de
calibración del mismo para obtener los valores de los 5 coeficientes que el
SLEUTH debe tener para su funcionamiento (Tabla 3).
13
Tabla 3. Coeficientes obtenidos de la calibración del SLEUTH para correr la fase de predicción
Coeficiente
Difussion
Breed
Spread
Slope
RoadGravity
Valor
1
13
77
57
58
Ya con los 5 coeficientes obtenidos de la calibración, se llevó a cabo la corrida
de la predicción y con ésta se analizó la tendencia del crecimiento de la mancha
urbana al año 2030. Lo anterior se liga con lo obtenido de 1995 al 2010 y se
evalúa el papel que han jugado los ordenamientos ecológicos territoriales - D.
F. (GDF, 2000), Estado de México (2003), Hidalgo (Salinas et al., 2001) y
Tlaxcala (GET et al., 2002) - en la expansión de la urbe y el impacto que puede
tener el crecimiento al 2030 en las áreas destinadas a la conservación y a la
protección de los recursos naturales.
3. Resultados
3.1.
Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área
urbana en la CDMX
De acuerdo con la superficie total ocupada por la mancha urbana al año 2015
en la Cuenca de México (269,607ha), es el Estado de México donde se presenta
la mayor área destinada al establecimiento de los asentamientos humanos
(161,035ha), le sigue el Distrito Federal (74,846ha) e Hidalgo (31,096ha);
Tlaxcala por su parte, muestra cifras por debajo de los 3,000ha (Figura 5).
Con respecto a lo modelado, se espera que para el año 2030 la mancha urbana
abarque un área de 373,061ha, equivalente al 38.8% de la superficie total de la
cuenca, donde es nuevamente el Estado de México el que muestra el mayor
incremento (65,597ha más que en 2015) llegando a abarcar 226,632ha. En este
periodo de tiempo cabe destacar lo que sucede en Hidalgo, ya que será en esta
14
demarcación donde se dé el segundo incremento más importante dentro de la
cuenca, al haber un avance de la mancha de 27,536ha, casi una tercera parte
de lo que crece en el Estado de México. La CDMX por su parte, pasa al tercer
lugar en expansión al extenderse la ciudad hasta 6,710ha, una novena parte de
lo que en el Estado de México.
Figura 5. Superficie ocupada por la mancha urbana para cada estado de la Cuenca de México.
Esta expansión se ha dirigido hacia diferentes puntos de la Cuenca de México,
dándose principalmente hacia el Norte, Noroeste y Noreste de la ZMCM, en los
municipios del Estado de México, con una tasa de crecimiento anual de hasta
262ha en el periodo de 1995 al 2015. Le sigue la parte sur de la Cuenca tanto
en la CDMX como en el Estado de México (al sur de la ZMCM) y la parte norte
de la Cuenca, que corresponde a la demarcación de Hidalgo, donde se ha
registrado un incremento de hasta casi 170ha/año. Cabe mencionar que las
mayores cifras se presentan en los municipios pertenecientes a la ZMCM, tal
vez en parte por la presencia de diferentes vías de transporte, ya que los
municipios que tuvieron las tasas más altas son también los que cuentan con
diversas vías (Figura 6).
15
Figura 6. Tasa de crecimiento anual de 1995 a 2015 para los municipios que conforman la Cuenca de México (izquierda) y la ZMCM (derecha) y las
principales vías de transporte implicadas en la expansión urbana.
16
Para el año 2030 el patrón de expansión cambia, ya que se espera que para
ese año sean algunos municipios del Estado de México e Hidalgo los que
presenten las tasas de incremento más altas (hasta 451ha/año) dirigiéndose
principalmente hacia el Norte, Noreste y Sureste del Estado de México, por lo
que probablemente en un futuro, la conformación de la ZMCM sufra
modificaciones e involucre la incorporación de otros municipios de Hidalgo. La
CDMX queda en tercer lugar al arrojar tasas no superiores a 128ha/año (Figura
7).
17
Figura 7. Tasa de crecimiento anual de 2015 a 2030 para los municipios que conforman la Cuenca de México (izquierda) y la ZMCM (derecha) y las
principales vías de transporte implicadas en la expansión urbana.
18
Es así que para 1995 la zona centro y norte de la CDMX (Azcapotzalco,
Iztacalco, Venustiano Carranza, Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo,
Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa) ya se encontraba entre el 80%
y el 100% de su superficie cubierta por los asentamientos humanos; en la parte
sur, es la delegación Álvaro Obregón la que tiene alrededor del 60% de su
territorio ocupado por la mancha urbana (5,219ha), siguiéndole Magdalena
Contreras, Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac con el 40% de ocupación. Al año
2005 se agrega a este último grupo Tlalpan. En 2015, Álvaro Obregón alcanza
una ocupación del 70% y Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac entre el 40% y
60%. De este periodo de tiempo cabe mencionar lo encontrado en Milpa Alta,
ya que es la única delegación que se mantiene con una ocupación no mayor al
20% (Figura 8).
19
Figura 8. Ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de 1995 al 2015 en la CDMX. Izquierda: Expansión de la mancha urbana en la
CDMX. Esquina superior derecha: Superficie ocupada por la mancha urbana en cada delegación. Esquina inferior derecha: porcentaje del territorio de cada
delegación ocupado por los asentamientos humanos. Fuente: elaboración propia a partir de los análisis derivados de la presente investigación.
20
De lo anterior se puede decir que de 1995 a 2015, la expansión de la ciudad se
ha dado principalmente en la parte sur de la CDMX, pues son las delegaciones
de Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Tláhuac las
que registran un incremento mayor a las 1000ha, aunque delegaciones de la
ciudad central y del primer contorno como Gustavo A. Madero e Iztapalapa
muestran crecimiento pero en proporciones menores a la región antes
mencionada (153ha y 594ha, respectivamente; Figura 8). Esto se confirma al
observar el incremento de manzanas por AGEB en el periodo de estudio, pues
la mayor parte de la zona central y norte se mantiene estable, mientras que en
el sur sí ha habido un incremento, sobre todo en el periodo de 2010 a 2015
(Figura 9), encontrándose algunas de las AGEBs con mayor número de
manzanas en Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Tlalpan y Xochimilco (Figura 10).
21
Figura 9. Incremento de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la CDMX. En blanco se muestran aquellas AGEBs que no mostraron
ningún cambio en el tiempo.
22
Figura 10. Número de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la CDMX.
23
Para el año 2030 la tendencia cambia, pues se espera que Tláhuac y Xochimilco
alcancen una ocupación de alrededor del 70% siendo estas dos delegaciones
y Tlalpan las que tendrán los mayores incrementos (superiores a las 1000ha),
les sigue Milpa Alta con 863ha y después Iztapalapa, Álvaro Obregón,
Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa con un crecimiento arriba de las 100ha.
Es decir, mientras que al 2015 Xochimilco ocupaba el segundo lugar en
incremento y Tláhuac el sexto, en esta ocasión pasan a primero y segundo
lugar, dejando a Tlalpan en el tercero. En este sentido también es importante
mencionar a Cuauhtémoc y Benito Juárez, pues desde el 2005 dejaron de
reportar expansión y según el modelo, pueden presentar un crecimiento de
alrededor de 30ha, el cual es probable que se de en algún área verde, ya que
fue el único espacio que se dejó “libre”, es decir, éstas áreas se contemplaron
dentro de las restricciones del modelo y al ser urbanizadas, significa que éstas
son las únicas áreas dentro de los territorios de estas delegaciones que pueden
ser urbanizados (Figura 8).
Las tendencias aquí mostradas sobre la expansión física de la urbe, muestran
que la ciudad sigue demandando suelo para su establecimiento y que éste se
ha dado principalmente en la periferia sur, pues es donde todavía hay suelo
disponible para que la mancha urbana pueda avanzar, aunque a costa de los
recursos naturales, pues es sobre la demarcación del Suelo de Conservación3
que se ha dado este crecimiento.
Es así que el avance de la mancha urbana se ha dado tanto en UGAs4
destinadas al aprovechamiento como en aquellas planteadas para la
3
El Suelo de conservación es un área que fue creada el 5 de octubre de 1992 destinada a la
conservación ecológica por los bienes y servicios ambientales que brinda a la ciudad y desde su
creación, se ha visto afectada por el crecimiento urbano (GDF, 2003). Abarca parte del territorio
de las delegaciones Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco,
Tláhuac e Iztapalapa y cubre totalmente a Milpa Alta, también comprende el Cerro de la Estrella
y la Sierra de Guadalupe, así como partes de Gustavo A. Madero (CDH, 2005).
4 Unidad de Gestión Ambiental o Unidad mínima territorial donde se aplican tanto lineamientos
como estrategias ambientales (de política ambiental) con esquemas de manejo de recursos
naturales, orientados a un desarrollo que permita la sustentabilidad (Rosete, 2007). Se agrupan
en cuatro tipos (Boege, 2004):
Aprovechamiento. Permite la modificación de la estructura y funcionamiento de un
ecosistema.
Conservación. Permite un manejo de los recursos naturales manteniendo la estructura y
función de los ecosistemas.
24
conservación y protección. Para el 2005 Gustavo A. ya había cubierto el 100%
de sus áreas de aprovechamiento e Iztapalapa, Tláhuac y Álvaro Obregón
rebasaron el 50%. Al 2015, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tláhuac han
alcanzado el 90% y Magdalena Contreras el 60%. De éstas cabe destacar
Álvaro Obregón y Magdalena Contreras pues más del 60% de su superficie
estipulada para la protección ha sido invadida por los asentamientos humanos,
al igual que las de conservación aunque en un porcentaje menor (alrededor del
10%). De estas últimas es Iztapalapa la que muestra la mayor reducción al
quedarle sólo el 40% de la superficie original, siendo el Parque Nacional Cerro
de la Estrella una de las áreas más afectada, pues ha perdido al 2015 el 90%
de su área (Figura 11; Tabla 4).
-
Protección. Protege los recursos naturales del ecosistema. Permite un manejo que mantiene
la composición, estructura y los servicios ambientales del ecosistema.
Restauración. Promueve la recuperación de las zonas degradadas, con posibilidad de
manejo a mediano plazo.
25
Tabla 4. Porcentaje de pérdida del área de los Parques Nacionales que se encuentran en la Cuenca de México para el periodo de 1995 a 2030.
NOMBRE EL CHICO MOLINO DE FLORES NETZAHUALCOYOTL EL TEPEYAC LOS REMEDIOS IZTACCIHUATL‐POPOCATEPETL EL HISTORICO COYOACAN CERRO DE LA ESTRELLA DESIERTO DE LOS LEONES INSUR. MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA LOMAS DE PADIERNA FUENTES BROTANTES DE TLALPAN CUMBRES DEL AJUSCO SACROMONTE ESTADOS HIDALGO ESTADO DE MEXICO DISTRITO FEDERAL ESTADO DE MEXICO EDO. MEXICO, PUEBLA Y MORELOS DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL EDO. MEXICO Y D.F. DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL ESTADO DE MEXICO Porcentaje de ocupación por los asentamiento humanos Superficie total 1995 2005 2010 2015 2030 528
48
248
398
11566
41
1181
1526
345
9
9
310
43
0 0 35,5 75,9 0 19,5 76,6 0 0 44,4 100 0 23,3 0 0 35,5 77,6 0 19,5 76,6 0 2,6 44,4 100 0 23,3 0 0 35,9 80,2 0 19,5 77,6 0 2,6 44,4 100 0 23,3 0 52,08 37,5 98,0 0,04 19,5 98,9 0 3,2 44,4 100 0 32,6 0 100 38,3 99,2 0,04 39,0 99,8 0 7,5 44,4 100 0 39,5 26
A pesar de que la mayoría de las delegaciones que conforman el Suelo de
Conservación todavía cuentan con suelo destinado al aprovechamiento, la
expansión urbana se está dando hacia las regiones de conservación y
protección y en menor medida en las de restauración, a excepción de
Cuajimalpa en donde ya se ha agotado todo el suelo estipulado para este tipo
de uso. La tendencia al 2030 no es muy diferente de lo observado hasta el 2015,
pues se sigue perdiendo un mayor porcentaje de las zonas de conservación y
protección, menos en Tlalpan, donde hay un detrimento de alrededor del 20%
en las de restauración y en Tláhuac, pues las áreas de protección no han sido
ni serán invadidas (Figura 11).
27
Figura 11. Pérdida de UGAs en la CDMX por la expansión de la mancha urbana de 1995 a 2030. Izquierda: territorio de las diferentes UGAs ocupado por
los asentamiento humanos. Derecha: pérdida en porcentaje de las diferentes UGAs por el crecimiento de la urbe.
28
A partir de 1970 el ritmo del crecimiento demográfico comenzó a descender,
mostrando tres tendencias hasta el año 2000: la primera es un desdoblamiento
de la parte central de la ciudad, donde algunas delegaciones alcanzaron tasas
negativas (Villarreal y Aguirre, 2003); una segunda caracterizada por una mayor
concentración en el área urbana del Estado de México; y por último, una tercera
en la que se da un crecimiento acelerado de la periferia (Aguilar, 2002). Lo
anterior se observa también en la tendencia de expansión de la mancha urbana,
pues es a partir de los noventa que ésta muestra incrementos menores a los
registrados en los 80´s, no siendo así para el Estado de México (Corona, 2008).
De acuerdo con Lemus (2014), la expansión de la mancha urbana no sólo
obedece al crecimiento demográfico, sino también a la reorganización de las
actividades económicas de la ciudad, donde su localización está determinada
por diversos factores como son el valor del suelo, el ingreso, la disponibilidad
de servicios, entre otros. Esto parece ser que es lo que más está influyendo en
la CDMX, pues en su análisis, el autor encontró que los patrones de suelo de
1990 al 2000 en esta entidad sufrieron una fuerte reorganización al aumentar la
superficie de suelo mixto (uso de suelo abocado a actividades comerciales y de
servicios), pues del 74.1% de la superficie urbana que ocupaba el suelo
habitacional en 1990, para el 2000 se redujo a 58.5% incrementándose el suelo
mixto de 5.3% a 13.9, lo que indica que hubo una pérdida del 15.6 del suelo
habitacional el cual tuvo que reubicarse en otra zona, probablemente en el
Estado de México.
Lo anterior se confirma con lo encontrado por Villarreal y Aguirre (2003), pues
las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano
Carranza, Gustavo A. Madero, Azcapotzalco e Iztacalco presentaron en este
periodo tasas negativas, lo que significa que tuvieron pérdida de población, la
cual pudo haber migrado al Estado de México por diversos factores como son
el
encarecimiento
de
los
terrenos
en
la
CDMX,
las
políticas
de
desconcentración, los altos niveles de contaminación, el terremoto del 85, las
crecientes tasas de delincuencia, entre otros, que en conjunto conllevan al
deterioro de la calidad de vida (Aguilar, 2002).
29
Estos intercambios demográficos y la expansión urbana, dieron como resultado
la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) la cual tuvo su primera
delimitación en los años 80 al incluir las 16 delegaciones de la CDMX y 17
municipios del Estado de México, en los años 90 se incorporaron 26 municipios
más y uno del estado de Hidalgo quedando un total de 44 municipios
conurbados (Villarreal y Aguirre, 2003). Debido a que en esta publicación se
trabajó con una nueva delimitación, en este trabajo nos referiremos a la ZMCM
a la establecida en el Apartado de Funcionalidad territorial de la Ciudad de
México y su Zona Metropolitana desde la perspectiva empleo.
3.2.
Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área
urbana en la ZMCM
Desde 1970, la CDMX deja de ser un atractor para el establecimiento de los
asentamientos humanos, lo que vuelve al Estado de México en una mejor
opción debido a diversos factores ya mencionados en la sección anterior. Esto
se confirma al observar el porcentaje de ocupación de los municipios contiguos
a la CDMX, pues son estos los que presentan los más altos de toda la ZMCM.
Es así que para 1995, Nezahualcóyotl, ya tenían arriba del 80% de su territorio
ocupado por los asentamientos humanos y Ecatepec y Tlalnepantla de Baz más
del 60%, siendo Ecatepec el que mayor superficie registra para ese tiempo
(10,478ha), otros municipios como Chimalhuacán y Tultitlán presentan
porcentajes arriba del 50%. En este punto es importante mencionar a Jaltenco,
pues a pesar de no ser cercano a la CDMX, muestra una ocupación por encima
del 80% (Figura 12).
En 2005 Tultitlán se une al grupo que supera el 60% de ocupación y Naucalpan
de Juárez al del 40%. En este año comienza a observarse un cambio en el
patrón de expansión en donde los municipios de Acolman, Tezoyuca y Chiautla,
pasan a tener poco más del 20% de su superficie ocupada y para el 2010
sucede lo mismo con Tecámac y Tizayuca, por lo que pareciera que algo está
influenciando la expansión de la mancha urbana hacia esta zona. Esto se
corrobora al observar la tendencia al 2015, donde estos últimos siguen
30
mostrando un incremento al alcanzar un porcentaje mayor al 40% y los
municipios contiguos a ellos (Zumpango, Nextlalpan y Tonanitla) superan el
20%. También es importante resaltar que para el 2015 la urbe ya se extendió a
más del 80% del territorio de Tlalnepantla de Baz, Ecatepec, Melchor Ocampo
y Cuautitlán Izcalli y arriba del 60% de Atizapán de Zaragoza, Coacalco de
Berriozábal, Cuautitlán, Tultitlán, Tultepec y Teoloyucan (Figura 12).
Estos patrones de crecimiento tal vez se puedan explicar con lo encontrado por
Lemus (2014) pues para el año 2000 identificó un incremento en el porcentaje
de suelo destinado al uso habitacional en los municipios de Atizapán de
Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Chicoloapan, Chimalhuacán, Huixquilucan,
Naucalpan, Tecámac y Tultitlán
Para el 2030 se espera que la expansión de la mancha urbana se dirija
principalmente hacia la parte norte de la ZMCM, destacándose el incremento
en los municipios de Texcoco, Zumpango, Tecámac y Tizayuca los cuales
tendrán incrementos de más de 2000ha, por lo que Tizayuca tendrá una
ocupación de casi el 90% (Figura 12).
31
Figura 12. Ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de 1995 al 2015 en la CDMX. Izquierda: Expansión de la mancha urbana en la
CDMX. Esquina superior derecha: Superficie ocupada por la mancha urbana en cada delegación. Esquina inferior derecha: porcentaje del territorio de cada
delegación ocupado por los asentamientos humanos. Fuente: elaboración propia a partir de los análisis derivados de la presente investigación.
32
Observando el incremento de manzanas que se ha dado al 2015 en las AGEBs
urbanas de la ZMCM, es probable que la expansión de la mancha urbana se
haya dado principalmente en las zonas rurales de los municipios, pues en los
municipios con mayores tasas de crecimiento, las AGEBs periféricas muestran
un incremento en la densidad de manzanas no mayor a 24 y en aquellos donde
las tasas no son superiores a las 27ha/año, se encontraron incrementos de
manzanas superiores a 73 como es el caso de Chimalhuacán, La Paz y
Tlalnepantla de Baz (Figura 13). También el hecho de que en pocos lados se
observen densidades arriba de 79 manzanas por AGEB, hace notar que todavía
hay suelo disponible para la expansión de la urbe y que seguramente éste sea
hacia las zonas rurales (Figura 14).
33
Figura 13. Incremento de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la ZMCM. En blanco se muestran aquellas AGEBs que no mostraron
ningún cambio en el tiempo.
34
Figura 14. Número de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la ZMCM.
35
Lo anterior se confirma con lo encontrado en las UGAs pues es en las zonas
destinadas al aprovechamiento hacia donde se da la mayor expansión en el
periodo de 1995 a 2015, resaltando los casos de Coacalco de Berriozábal,
Chiconcuac, Jaltenco, Tlalnepantla de Baz, La Paz, Tultitlán, Ecatepec y
Chimalhuacán que ya han ocupado más del 90% de su territorio. De estos son
Tlalnepantla de Baz, Tultitlán y Coacalco de Berriozábal los que también han
agotado por completo o casi totalmente su reserva de suelo de conservación,
al arrojar porcentajes de pérdida mayores al 80% y hasta el 100%. Con respecto
a las áreas dedicadas a la protección, cabe mencionar a Chimalhuacán, La Paz
y Atenco, ya que son los que presentan las mayores pérdidas (Figuras 15 y 16).
Para el año 2030 los mayores porcentajes de ocupación, se siguen dando en
las áreas de aprovechamiento, aunque para el caso de Tecámac si hay una
pérdida importante en las zonas de protección (alrededor de 20% más a lo
observado hasta 2015; Figuras 15 y 16).
36
Figura 15. Pérdida de UGAs en la ZMCM por la expansión de la mancha urbana de 1995 a 2030.
37
Figura 16. Pérdida en porcentaje de las diferentes UGAs por el crecimiento de la mancha urbana de 1995 a 2030.
38
4. Conclusiones
La expansión de la mancha urbana de la CDMX y la ZMCM es un fenómeno
cuya tendencia ha sido variable en el tiempo. Es así que mientras en el periodo
de 1995 a 2015 es en las delegaciones de Tlalpan y Xochimilco donde se
registran los mayores incrementos, para el 2030 se espera que sea en Tláhuac
y Xochimilco hacia donde se dirija la urbe. Es importante resaltar, que este
crecimiento urbano se ha dado y seguirá avanzando, principalmente en la zona
sur de la CDMX invadiendo zonas de conservación y protección que son
importantes para el buen vivir de los pobladores de la ciudad.
Todo parece indicar que los cambios de uso de suelo que se están dando en la
CDMX están propiciando el desdoblamiento de la ciudad hacia los municipios
contiguos del Estado de México, lo que ha dado como resultado la formación
de la ZMCM la cual ha ido creciendo en superficie llegando a abarcar hasta un
municipio del estado de Hidalgo.
La expansión urbana en el Estado de México en el periodo de 1995 a 2015 se
ha dado principalmente hacia la parte Norte y Noreste de la ZMCM y se espera
que este patrón continúe en el 2030, llegando a cubrir alrededor del 80% del
territorio de los municipios de Zumpango, Tecámac, Nextlalpan y Acolman, los
cuales no son contiguos a la CDMX.
El crecimiento urbano en el Estado de México se ha dirigido principalmente a
zonas rurales, áreas destinadas al aprovechamiento que probablemente eran
para uso agrícola, lo que es importante tomar en consideración, pues son zonas
que probablemente sirvieran para la captación de agua y recarga del acuífero o
para la provisión de alimentos.
Para el año 2030 se espera que el crecimiento se siga dando en áreas de
aprovechamiento, por lo que sería conveniente hacer estudios más profundos
sobre la aptitud de suelo por lo mencionado en el párrafo anterior.
El que la expansión urbana se haya dado en zonas destinadas a la conservación
y protección, sobre todo en la CDMX, deja en entre dicho el papel que los
39
ordenamientos están jugando en el control de la dirección del crecimiento de
los asentamientos, por lo que sería conveniente hacer un estudio más profundo
sobre los mecanismos que están impidiendo o dificultando la aplicación y
cumplimiento de estos instrumentos.
Con respecto al crecimiento observado en la Cuenca de México, es importante
hacer notar que para el año 2030 es probable que la parte Norte de ésta,
correspondiente al estado de Hidalgo, tenga tasas de crecimiento que igualen
a algunas de las más altas del Estado de México, por lo que puede ser que ésta
área termine incorporándose a la ZMCM.
5. Referencias
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42
Anexo I.
Matriz de intersecciones por tipo de camino para el año 2015
Tipo de camino 1Ccp 1Csp 2Ccp 2Csp 3Ccp 3Csp 4Ccp 4Csp 5Ccp 5Csp 6Ccp 6Csp 7Csp Terracería
Brecha Totales
1Ccp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1Csp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
2Ccp
0
0
0 154
58
4
0
2
0
0
0
0
0
78
14
310
2Csp
0
0 154
0
49 132
0 56
0
0
0
0
0
1421
83 1895
3Ccp
0
0
58 49
0
3
0
4
0
0
0
0
0
5
0
119
3Csp
0
0
4 132
3
0
0 18
0
0
0
0
0
37
1
195
4Ccp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
4Csp
0
0
2 56
4 18
0
0
0
0
0
0
0
4
0
84
5Ccp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
5Csp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
6Ccp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
6Csp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
7Csp
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
Terracería
0
0
78 1421
5 37
0
4
0
0
0
0
0
0
272 1817
Brecha
0
0
14 83
0
1
0
0
0
0
0
0
0
272
0
370 El número hace alusión al número de carriles de cada tipo de camino; Ccp: carretera con peaje;
Csp: carretera sin peaje.
43
Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su zona
metropolitana
Carlos Anzaldo Gómez*1
1.
Antecedentes
2.
Comportamiento observado, 1991-2010, y evolución futura, 2010-2030, de los
componentes del cambio demográfico de la Ciudad y del Estado de México
3.
2.1
Mortalidad
2.2
Fecundidad
2.3
Migración interna
2.4
Migración internacional
Tamaño y crecimiento demográfico de la Ciudad de México y los municipios
metropolitanos, 1990-2015
4.
Comportamiento de la migración reciente
5.
Cambios en la estructura por edad
6.
Prospectiva demográfica
7.
Referencias
*ConsultorRedGEO
Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su zona
metropolitana
Carlos Anzaldo Gómez*
1.
Antecedentes
Durante la segunda mitad del siglo XX, México experimentó un intenso proceso de
urbanización, expresado en el aumento sistemático del volumen y proporción de población
que reside en zonas urbanas y en la1 multiplicación del número y tamaño de sus ciudades.
En 1950 la Nación contaba con 84 ciudades de 15 mil o más habitantes, donde residían 7.2
millones de personas, 28 por ciento de la población total (Unikel, et al., 1978). En el año
2000, el número de ciudades había ascendido a 347, cuya población sumaba 66.6 millones,
68.3 por ciento de la población nacional. En este periodo la población de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) pasó de 2.9 a 17.9 millones de personas,
incrementando su participación de 11.1 a 18.4 por ciento de la población total del país.
Hasta los años setenta las actividades económicas de base urbana exhibieron un patrón de
localización altamente concentrado que favoreció particularmente el crecimiento
demográfico de la ZMCM; sin embargo, a partir de la década de los ochenta se observa un
punto de inflexión en el proceso de urbanización a nivel nacional, cuyas principales
características son la reducción importante del ritmo de crecimiento de la población urbana
y la disminución del poder concentrador de las principales metrópolis del país (Garza y
Rivera, 1994).
En este proceso es posible distinguir dos grandes etapas. La primera de crecimiento
acelerado y concentración ascendente, comprende el periodo de 1950 a 1980, en el que la
ZMCM experimentó tasas de crecimiento extraordinariamente altas, del orden de 4.4 por
ciento anual, significativamente mayores a las del país, como resultado del efecto
acumulado de su importancia como principal destino de la migración interna, lo que implicó
que su población ascendiera a casi 13 millones en 1980, año en el que alcanzó su más alta
participación en la población nacional , 19.4 por ciento.
1
*Consultor Red GEO
1
La segunda etapa, de crecimiento moderado y concentración decreciente, va de 1980 a
2000, en la que la ZMCM muestra una reducción importante de su ritmo de crecimiento,
como producto del descenso en los niveles de fecundidad y de la pérdida de población
asociada al cambio en su saldo neto migratorio, como lugar ahora de ligera expulsión
(CONAPO, 1998). En esta etapa los crecimientos de la ZMCM se ubican alrededor de 1.6
por ciento anual, ligeramente por debajo los promedios nacionales, y si bien al inicio del
presente siglo su población ascendió a 17.9 millones de habitantes, su participación en la
población total del disminuyó a 18.4 por ciento.
Actualmente, la ZMCM es la sexta más grande del mundo, de acuerdo con estimaciones
basadas en la Encuesta Intercensal 2015 (INEGI), su población en ese año asciende a 20.4
millones de habitantes y su tasa de crecimiento en el quinquenio reciente (2010-215), 0.8
por ciento anual, se ubica medio punto por debajo del promedio del país (1.3%), de forma
tal que su participación en el total nacional continúa descendiendo, para situarse en 17.0
por ciento (ver cuadro 1).
Cuadro 1
Población y crecimiento medio anual por ámbito geográfico, 1990-2015
Ámbito
1990
2000
2010
2015
Población (millones)
Nacional
Zona metropolitana de la Ciudad Ciudad de México
Municipios metropolitanos
81.250
15.262
8.239
7.022
97.483
17.947
8.605
9.342
112.337
19.639
8.851
10.788
119.531
20.379
8.919
11.461
Proporción (%)
Zona metropolitana / Nacional
Ciudad d México / Zona metropo
Municipios met. / Zona metropol
18.8
54.0
46.0
18.4
47.9
52.1
17.5
45.1
54.9
17.0
43.8
56.2
1990‐2000
2000‐2010
2010‐2015
1.9
1.6
0.4
2.9
1.4
0.9
0.3
1.4
1.3
0.8
0.2
1.3
Crecimiento medio anual (%)
Nacional
Zona metropolitana de la Ciudad de México
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015
2
2.
Comportamiento observado, 1990-2010, y evolución futura, 2010-2030, de los
componentes del cambio demográfico de la Ciudad y del Estado de México
La presente sección retoma los resultados de la conciliación demográfica y las proyecciones
de población por entidad federativa, publicados por el Consejo Nacional de Población
(2103), los cuales se fundamentan en el análisis de diversas fuentes de datos (censos,
encuestas y estadísticas vitales) de México y Estados Unidos sobre la evolución de la
dinámica demográfica del país, observada en las últimas décadas.
El tamaño, aumento, estructura y distribución territorial de la población es resultado de los
componentes demográficos que determinan su crecimiento natural y social. Históricamente,
la Ciudad de México ha sido la entidad federativa más avanzada en el proceso de transición
demográfica, caracterizado por la disminución sistemática de los niveles de mortalidad y
fecundidad, mientras que en el ámbito de la migración, la Ciudad se distingue como el
territorio con la mayor pérdida neta de población, que año con año cambia de entidad
federativa de residencia al interior del país. Por su parte, el Estado de México se encuentra
ligeramente rezagado en su transición demográfica respecto a la Ciudad de México, con
niveles de mortalidad y fecundidad mayores a los de la capital, al tiempo que participa con
el volumen más importante de población que procede de otra entidad federativa,
particularmente de la Ciudad de México.
2.1 Mortalidad
Entre 1990 y 2010 la mortalidad infantil en la Ciudad de México descendió de 22.3 a 12.0
defunciones de menores de un año por cada mil nacidos vivos, ubicándose en el nivel más
bajo de la nación; se espera que en los próximos quince años esta tasa disminuya a 9.8
defunciones en 2020 y a 8.5 defunciones en 2030. El Estado de México, por su parte,
presenta niveles de mortalidad infantil superiores al promedio nacional, no obstante, en las
últimas décadas, éstos también se redujeron de manera importante, de 33.8 defunciones
por cada mil nacidos vivos en 1990 a 16.5 defunciones en 2010; las previsiones
demográficas al respecto sugieren que la tasa de esta entidad descenderá a 12.4
defunciones en 2020 y a 10.0 defunciones en 2030. De cumplirse lo anterior, la brecha entre
los niveles de mortalidad infantil de ambas entidades federativas se habrá reducido de más
de 11 defunciones por cada mil nacidos vivos en 1990 a menos de 5 defunciones en 2010
y menos de 2 defunciones, veinte años después (ver gráfica 1) .
3
Gráfica 1
Tasa de mortalidad infantil, 1990-2030
35
Def. menores de un año por cada mil nacidos vivos
Periodo de proyección
30
25
20
15
10
5
1990
1995
2000
2005
Nacional
2010
2015
Cd. México
2020
2025
Edo. México
2030
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
Paralelamente, la esperanza de vida al nacimiento en la Ciudad de México, aumentó de 73
años en 1990 a 75.5 años en 2010, la más alta a nivel nacional, mientras que en el Estado
de México ésta pasó de 70 a 74.4 años, en el mismo periodo. Se prevé que en 2030 la
esperanza de vida alcance 77.8 años en la Ciudad de México y 77.2 años en el Estado de
México, de ser así, la distancia que separa a estas entidades en la esperanza de vida se
habrá reducido de 3 años en 1990 a un año en 2010 y poco más de medio año en 2030
(ver gráfica 2).
Gráfica 2
Esperanza de vida al nacimiento, 1990-2030
78
Años de vida
77
76
75
74
73
72
71
70
1990
Periodo de proyección
1995
2000
Nacional
2005
2010
2015
Cd. México
2020
2025
2030
Edo. México
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
4
2.2 Fecundidad
Los niveles de fecundidad de un territorio se sintetizan de manera fehaciente en la tasa
global de fecundidad, la cual expresa el número promedio de hijos que tendría una mujer a
lo largo de toda su vida reproductiva, si ésta transcurriera conforme a las tasas de
fecundidad por edad de un año dado.
Entre 1990 y 2010, la tasa global de fecundidad del país descendió de 3.4 a 2.3 hijos por
mujer. En la Ciudad de México, este indicador pasó de 2.2 a 1.8 hijos por mujer, el valor
más bajo a nivel nacional, mientras que en el Estado de México ésta descendió de 3.2 a
2.2 hijos por mujer, en el mismo periodo. Así, en 2010, la Ciudad de México muestra una
tasa global de fecundidad significativamente menor a la del nivel de remplazo, establecida
en 2.1 por mujer, y el Estado de México está cada vez más cerca de alcanzar este valor.
En este tenor, las proyecciones demográficas suponen que entre 2010 y 2030 la tasa global
de fecundidad de la Ciudad de México permanecerá prácticamente constante, en tanto que
en el Estado de México, está continuará disminuyendo hasta situarse ligeramente por
debajo del nivel de remplazo generacional (ver gráfica 3).
Gráfica 3
Tasa global de fecundidad, 1990-2030
3.50
Hijos por mujer
Periodo de proyección
3.25
3.00
2.75
2.50
2.25
2.00
1.75
1.50
1990
1995
2000
Nacional
2005
2010
2015
Cd. México
2020
2025
2030
Edo. México
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
2.3 Migración interna
Desde 1970, la Ciudad de México es la entidad federativa con los mayores niveles de
expulsión de migración interestatal, cuyo monto máximo aconteció en la década de los
ochenta, cuando la capital experimentó una pérdida neta migratoria de casi dos millones de
5
habitantes (Corona, 1993). Este carácter expulsor se ha visto reforzado en las últimas
décadas, por las limitaciones ambientales y normativas que actualmente restringen el
desarrollo de espacios habitacionales en la Ciudad de México. En este contexto, el Estado
de México, con regulaciones ambientales y territoriales menos drásticas, se ha convertido
en uno de los principales destinos de la migración interna del país. Si bien, la pérdida neta
de población de la Ciudad de México ya no es tan alta como lo fue en las décadas pasadas
(los setenta y los ochenta), ésta continúa siendo considerable, lo mismo que la ganancia
neta de población del Estado de México, la cual, no obstante, en los últimos años se ha
reducido de manera importante, como resultado de un ambiente socioeconómico menos
atractivo para la migración y una mayor diversificación de los flujos migratorios al interior
del territorio nacional.
Entre 1990 y 2000, salieron de la Ciudad de México 1,768,000 personas a residir a otra
entidad federativa y llegaron a ésta poco más de 912 mil, lo que representa una pérdida
neta de 856 mil habitantes. En relación al total de migrantes internos del país, los
emigrantes de la capital representaron 19.3% y los inmigrantes 9.9%, mientras que la
pérdida neta, equivalente a la diferencia entre ambas proporciones, fue de 9.3 puntos
porcentuales. En la década 2000-2010 los montos de la migración de la Ciudad
disminuyeron en más de 100 mil habitantes; la emigración descendió a 1,642,000 personas
y la inmigración a 804 mil, lo que dio como resultado un saldo neto migratorio de −838 mil
habitantes, ligeramente menor al de la década 1990-2000. Respecto al total de migrantes
internos del país, las proporciones de emigrantes e inmigrantes descendieron un punto
porcentual con respecto a la década previa, para ubicarse en 18.3 y 8.9 por ciento,
respectivamente, en tanto que la diferencia o pérdida neta se mantuvo constante, en 9.3
puntos porcentuales.
Por su lado, la emigración del Estado de México durante el periodo 1990-2000 fue de 948
mil personas y la inmigración de 1,770,000, lo que significó una ganancia neta de 822 mil
habitantes. La emigración de la entidad mexiquense representó 10.3 por ciento de la
migración interestatal del país y la inmigración 19.3 por ciento, una proporción similar a la
emigración de la Ciudad de México, con lo que la diferencia o ganancia neta se ubicó en 9
puntos porcentuales, cifra ligeramente menor a la pérdida neta de la capital. Entre 2000 y
2010, la emigración del Estado de México aumentó a 1,029,000 personas y la inmigración
disminuyó en un monto todavía más alto, a 1,611,000; con ello, la ganancia neta de la
entidad se redujo a 582 mil habitantes, cifra casi 30 por ciento menor respecto a la ganancia
6
de la década anterior. En términos de su participación en el total nacional, la emigración del
Estado de México ascendió a 11.4 por ciento y la inmigración descendió 17.9 por ciento, de
tal forma que la ganancia neta se redujo a 6.5 puntos porcentuales, 2.5 puntos menos que
la observada para los años noventa.
Las gráficas siguientes muestran el comportamiento anual del total de inmigrantes y
emigrantes interestatales de la Ciudad y del Estado de México (gráfica 4) y su participación
en la migración interna del país (gráfica 5) para el periodo observado, 1990-2010, y de
proyección, 2010-2030. En éstas se advierte la gran similitud entre los altos niveles de
emigración de la Ciudad de México y de inmigración al Estado de México, los cuales varían
casi a la par y se reducen sistemáticamente a lo largo del tiempo.
En 1990, el número de emigrantes de la Ciudad de México fue de 178 mil personas, éste
descendió a 155 mil en 2010, y se espera que en 2030 llegue a 135 mil. Mientras que la
cantidad de inmigrantes al Estado de México pasó de 174 mil a 148 mil, entre 1990 y 2010,
y se prevé que continué disminuyendo a 141 mil habitantes en 2030. Esto representaría un
disminución de la proporción de la emigración de la Ciudad de México en la migración total
del país, de 20.4% en 1990, a 18.4% en 2010 y a 14.5% en 2030, así como una reducción
en el peso relativo de la inmigración hacia el estado de México, de 19.9% en 1990, a 17.1%
en 2010 y a 15.2% veinte años después.
Gráfica 4
Inmigrantes y emigrantes interestatales, 1990-2030
200
Miles
Periodo de proyección
175
150
125
100
75
50
1990
1995
2000
2005
Inmigrantes CDMX
2010
2015
2020
2025
2030
Inmigrantes Edo. Méx.
Emigrantes CDMX
Emigrantes Edo. Méx.
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
7
Por su parte, la trayectoria de la inmigración a la Ciudad de México mostró una ligera
recuperación en el periodo 1990-2000, la cual se revirtió en la década 2000-2010. El
supuesto de las proyecciones en este sentido es que las tasas de emigración 2010 de las
entidades federativas permanecerán constantes, lo mismo que la distribución de los
migrantes por entidad de destino (CONAPO, 2012), lo que implicaría, de nuevo, un leve
aumento en el número de migrantes que se dirigen a la Ciudad. En 1990, esta cifra fue de
82,500 personas, la cual aumentó a 97,500 en 2000, y después descendió a 64,700
habitantes en 2010. Se espera que en los veinte años del periodo de proyección el número
de inmigrantes anuales a la Ciudad aumente ligeramente para ubicarse alrededor de 73,600
habitantes en 2030. De cumplirse lo anterior, la participación de la inmigración a la Ciudad
de México en el total de la migración interestatal, se habrá reducido de 9.5% en 1990 a
7.5% en 2010, para después aumentar a 7.9% en 2030.
Finalmente, la emigración del Estado de México exhibe un comportamiento parecido al
anterior, aunque en montos y proporciones mayores a los de la inmigración de la Ciudad.
En esta entidad la población que cada año emigra primero aumentó, de 73,400 personas
en 1990, a 113,900 en 2000, y después disminuyó, a 91,750 personas en 2010. Para el
periodo de proyección se prevé que la emigración nuevamente aumente, aunque a una
velocidad menor que en el pasado, para alcanzar cerca de 110 mil emigrantes en 2030. En
este trayecto, la proporción de la emigración del Estado de México habrá aumentado de
8.4% de la migración nacional en 1990, a 10.6% en 2000 y a 11.8% dos décadas después.
22.5
Gráfica 5
Participación en el total de la migración interestatal, 1990-230
Porcentaje
Periodo de proyección
20.0
17.5
15.0
12.5
10.0
7.5
5.0
1990
1995
2000
2005
2010
2015
2020
2025
% Inmigrantes CDMX
% Inmigrantes Edo. Méx.
% Emigrantes CDMX
% Emigrantes Edo. Méx.
2030
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
8
2.4 Migración internacional
En el ámbito de la migración internacional, el país en su conjunto presenta un saldo neto
migratorio negativo con el exterior, cuyo monto en la década de los noventa fue de 5.5
millones de personas, el cual descendió a poco más de 4 millones entre 2000 y 2010. En
este monto la Ciudad de México tuvo una participación promedio de 3.7%, lo que significó
una pérdida neta de 205 mil habitantes en el periodo 1990-2000 y 148 mil en 2000-2010.
El Estado de México, por su lado, muestra una participación significativamente mayor en la
migración internacional, cuyo promedio, de 8.8%, es 5.1 puntos porcentuales mayor que el
de la Ciudad. En términos absolutos esto representó una pérdida de 483 mil habitantes
entre 1990-2000 y 360 mil entre 200-2010.
En montos anuales, la Ciudad tuvo una pérdida neta de 16 mil habitantes en 1990, ésta
alcanzó su máximo nivel en 1999 con 24 mil, y desde entonces se ha reducido hasta
ubicarse en 7 mil habitantes en 2010. Se espera que este monto continúe descendiendo, a
menos de 6 mil habitantes en 2020 y menos de 5 mil en 2030. En el Estado de México, la
pérdida anual aumentó de 39 mil habitantes en 1990, a un valor extremo de 57 mil en 1999.
A partir de ese momento se ha reducido, hasta ubicarse en 21 mil habitantes en 2010, el
triple de la Ciudad. A diferencia de la capital, se espera que en el Estado de México, la
pérdida anual por migración internacional aumente ligeramente, a poco menos de 26 mil
personas en 2020 y 28 mil personas en 2030, más de cinco veces el monto de la capital
(ver gráfica 6).
Gráfica 6
Migración neta internacional, 1990-230
0
Miles
-10
-20
-30
-40
-50
Periodo de proyección
-60
1990
1995
2000
2005
CDMX
2010
2015
2020
2025
2030
Edo. Méx.
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población
9
3.
Tamaño y crecimiento demográfico de la Ciudad de México y los municipios
metropolitanos, 1990-2015
En los últimos veinticinco años la población de la Ciudad de México se incrementó en menos
de 700 mil habitantes, al pasar de 8.2 millones en 1990 a 8.9 millones en 2015. En este
mismo periodo la población de los municipios metropolitanos ascendió de 7.0 a casi 11.5
millones de habitantes, un aumento de 4.4 millones, que representa 87 por ciento del
incremento demográfico registrado para toda la zona metropolitana (5.1 millones).
La Ciudad de México es la entidad federativa con la menor tasa de crecimiento poblacional,
cuyo promedio descendió de 0.4 por ciento anual en el decenio 1990-2000, a 0.3 por ciento
en la década 2000-2010, y a 0.2 por ciento en el quinquenio 2010-2015. Por su parte, el
conjunto de los municipios metropolitanos también ha reducido de manera importante su
ritmo de crecimiento, de 2.9 a 1.4 y 1.3 por ciento anual en las décadas y el quinquenio
señalados, ubicándose actualmente en un nivel similar al de la nación.
Como resultado de este crecimiento diferencial, el peso relativo de la Ciudad de México y
de los municipios metropolitanos, dentro del conjunto de la zona metropolitana, se ha
invertido en más de 10 puntos porcentuales “a favor” de estos últimos, pues en estos
veinticinco años la participación de la Ciudad de México descendió de 54.0 a 43.8 por ciento
y, como complemento, la proporción de los municipios metropolitanos aumentó de 46.0 a
56.2 por ciento, de forma tal que actualmente éstos albergan a la mayor parte de la
población de la metrópoli.
En general, las delegaciones y municipios de la zona metropolitana han experimentado una
disminución importante de su ritmo de crecimiento. Las siguientes gráficas de dispersión
comparan las tasas de crecimiento de los tres periodos analizados, donde el eje horizontal
corresponde a un periodo anterior (1990-2000 y 2000-2010) y el eje vertical a un periodo
posterior (2000-2010 y 2010-2015). En ellas se advierte que la mayoría de las
observaciones (delegaciones y municipios) se ubican por debajo de la recta de la identidad,
lo que representa una disminución de su tasa de crecimiento en una distancia, en puntos
porcentuales, igual a la vertical imaginaria hacia la diagonal.
Entre las décadas 1990-2000 y 2000-2010, diez delegaciones disminuyeron su ritmo de
crecimiento. En particular las delegaciones situadas en el suroriente de la Ciudad: Tláhuac,
Xochimilco y Milpa Alta, con diferencias entre 1.5 y 2.5 puntos porcentuales; mientras que
seis delegaciones lo aumentaron, destacando las delegaciones centrales: Benito Juárez,
Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, con incrementos entre 1.7 y 2.0 puntos porcentuales.
10
Por su parte, 31 municipios redujeron sus tasas, con Ixtapaluca, Chalco y Chimalhuacán,
localizados al oriente de la Ciudad, como los casos más notables, con diferencias entre 3.9
y 5.2 puntos porcentuales, en tanto diez municipios las aumentaron, sobresaliendo
Huehuetoca, Acolman, Chicoloapan, Cuautitlán y Tizayuca, con incrementos entre 3.1 y 5.2
puntos porcentuales.
Gráfica 7
Crecimiento por delegación y municipio, 1990-2010
Crecimiento medio anual 2000-2010 (%)
10
8
6
4
2
0
-2
0
-2
2
4
6
8
10
Crecimiento medio anual 1990-2000 (%)
Las observaciones en negro corresponden a las delegaciones y las blancas a los municipios.
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010.
Entre 2000-2010 y 2010-2015, diez delegaciones muestran diferencias menores entre sus
tasas de crecimiento, de no más de 6 décimas de punto; cuatro delegaciones, Milpa Alta,
Tláhuac, Xochimilco y Miguel Hidalgo, experimentaron disminuciones entre 1.0 y 1.5 puntos
porcentuales, y dos delegaciones, Benito Juárez e Iztacalco, exhibieron los mayores
incrementos, de un punto porcentual.
Paralelamente, 23 municipios registraron incrementos o decrementos inferiores a un punto
porcentual, 13 municipios mostraron disminuciones mayores de este nivel, destacando
Cuautitlán, Tonanitla, Acolman, Huehuetoca y Chicoloapan, con diferencias entre 4.3 y 6.2
puntos porcentuales, y cinco municipios experimentaron aumentos por arriba de un punto,
en particular Cocotitlán, Tlalnepantla y Teoloyucan, con aumentos entre 1.5 y 2.0 puntos
porcentuales.
11
Gráfica 8
Crecimiento por delegación y municipio, 2000-2015
Crecimiento medio anual 2010-2015 (%)
10
8
6
4
2
0
-2
0
-2
2
4
6
8
10
Crecimiento medio anual 2000-2010 (%)
Las observaciones en negro corresponden a las delegaciones y las blancas a los municipios.
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010, y
Encuesta Intercensal 2015.
En síntesis, en los últimos veinticinco años, las diferencias en los niveles de crecimiento
demográfico entre las delegaciones y municipios de la zona metropolitana se han reducido
de manera significativa. Particularmente, en la Ciudad de México las tasas de cambio
demográfico de las delegaciones y sus diferencias son cada vez menores, tal y como se
puede apreciar en los valores promedio, máximo, mínimo, rango y desviación estándar de
cada periodo. Esta tendencia general también es válida para los municipios metropolitanos,
no obstante, los parámetros que describen su crecimiento resultan significativamente
mayores a los de la capital (ver cuadro 2).
12
Cuadro 2
Resumen de las tasas de cambio demográfico por ámbito geográfico, 1990-2015
Ámbito y periodo
Promedio
Máxímo
Mínimo
Rango
Desv. Est.
0.8
0.6
0.3
4.1
2.7
1.7
-1.4
-0.7
-0.7
5.6
3.4
2.4
2.0
1.0
0.7
4.1
3.0
2.0
9.7
9.8
5.4
-0.2
-0.9
-1.4
9.9
10.7
6.8
1.8
2.7
1.6
Delegaciones
1990-2000
2000-2015
2010-2015
Municipios
1990-2000
2000-2015
2010-2015
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y
Encuesta Intercensal 2015.
En términos espaciales, la tendencia hacia la convergencia de las delegaciones y
municipios se puede apreciar al comparar los mapas de las tasas de crecimiento,
manteniendo fijos los intervalos de clase, entre un periodo de tiempo y otro (ver mapa 1).
En estos se advierte un incremento notable en el número de delegaciones y municipios con
menores tasas de crecimiento, y en consecuencia, una disminución del número de unidades
con mayores ritmos de crecimiento, entre 1990 y 2015.
Mapa 1
Zona Metropolitana de la Ciudad de México: Crecimiento medio anual por delegación y municipio, 1990-2015
1990-2000
2000-2010
13
2010-2015
Tasa de crecimiento
promedio anual (%)
Más de 4.0
3.0 a 4.0
2.0 a 3.0
1.0 a 2.0
0.0 a 1.0
Menos de 0.0
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal
2015.
La convergencia en el tiempo en la dinámica demográfica de las delegaciones y municipios,
también se expresa en una disminución de sus niveles de autocorrelación espacial, es decir,
del grado de asociación observado entre los ritmos de crecimiento de delegaciones y
municipios vecinos, medidos a través de la l de Moran. Conforme el valor de este indicador
tiende a uno, el patrón espacial de la variable en cuestión está más agrupado (concentrado),
en cambio, cuando tiende a -1, el patrón es más disperso, mientras que un valor cercano a
cero es reflejo de un patrón aleatorio, donde la correlación de la variable de interés entre
unidades vecinas es mínima o nula.
En los tres periodos analizados se obtuvieron I’s de Moran estadísticamente significativas
y estadísticos de prueba (z) que permiten afirmar que la distribución espacial de la tasa de
crecimiento está más agrupada de lo que se esperaría de un patrón o proceso
completamente aleatorio. Sin embargo, la disminución de la I de Moran también nos indica
que este patrón espacial de agrupamiento es cada vez menos pronunciado en el tiempo
(ver mapa 2).
Adicionalmente, los valores de las I de Moran locales permiten identificar clústeres de
delegaciones y municipios al interior de la ZMCM, donde predominan valores altos o bajos,
así como observaciones “atípicas”, es decir, unidades con bajas tasas de crecimiento junto
a valores altos, y viceversa, unidades con tasas altas junto a valores bajos.
En la década 1990-2000 se aprecian dos agrupamientos de municipios con altas tasas de
crecimiento, el primero, al norte del área de estudio, formado por Cuautitlán, Melchor
14
Ocampo y Tultepec, y el segundo, al oriente, integrado por Chalco, Chicoloapan, Ixtapaluca
y Valle de Chalco Solidaridad; mientras que 11 delegaciones centrales y del primer contorno
de la Ciudad (Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza,
Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Álvaro Obregón, Iztacalco e Iztapalapa) y un
municipio (Naucalpan), forman un gran agrupamiento de unidades con bajos ritmos de
crecimiento.
Entre 2000 y 2010, cinco municipios (Melchor Ocampo, Nextlalpan, Tecámac, Zumpango y
Tizayuca) reconfiguran el clúster de alto crecimiento hacia el extremo norte de la zona
metropolitana, el conglomerado del oriente ya no aparece, mientras que el agrupamiento
de bajo crecimiento muestra algunos cambios, con la desincorporación de las delegaciones
Coyoacán, Cuajimalpa y Álvaro Obregón y la incorporación de los municipios de
Nezahualcóyotl y Tlalnepantla.
En el quinquenio reciente, el conglomerado de alto crecimiento al norte de la zona
metropolitana se restringe a tres municipios (Tecámac, Zumpango y Tizayuca); al tiempo
que el clúster de bajo crecimiento se extiende hacia el sur de la Ciudad, con la salida de
Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Naucalpan, y el ingreso de Tlalpan y Xochimilco. En este
quinquenio la delegación Benito Juárez se constituye como un caso “atípico”, al
experimentar un crecimiento relativamente alto, el cual contrasta con las bajas tasas de
crecimiento prevalecientes en las delegaciones vecinas.
Mapa 2
Zona Metropolitana de la Ciudad de México: Autocorrelación espacial de la tasa de crecimiento por delegación
y municipio, 1990-2015
1990-2000
I de Moran: 0.5627, puntuación z: 7.2, p-value: 0.001
15
2000-2010
I de Moran: 0.3944, puntación z: 5.2, p-value: 0.001
2010-2015
I de Moran: 0.3584, puntación z: 4.7, p-value: 0.001
El análisis de las tasas de crecimiento se complementa con el estudio del incremento
demográfico en términos absolutos. Como ya se mencionó, entre 1990 y 2015 la población
de la zona metropolitana aumentó en más de 5 millones de personas. Sin embargo, más
de tres cuartas partes de este incrementó (3.9 millones) se concentró en tan sólo cuatro
delegaciones de la Ciudad de México: Iztapalapa, Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco, y once
municipios del Estado de México: Ecatepec, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Tecámac, Tultitlán,
Chalco, Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Valle de Chalco
Solidaridad y La Paz, cuyas poblaciones se incrementaron en más de 150 mil y hasta 460
mil habitantes. En contraste, y considerando también todo el periodo, siete delegaciones:
Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Iztacalco, Miguel
Hidalgo y Coyoacán, y dos municipios: Nezahualcóyotl y Tlalnepantla, registraron pérdidas
16
netas de población, entre 2 mil y poco más de 200 mil personas, que en conjunto suman
casi 685 mil habitantes, monto equivalente a 13.4 por ciento del incremento demográfico
total (ver gráfica 9).
Gráfica 9
Incremento demográfico y porcentaje acumulado por delegación y municipio, 1990-2015
500,000
120
450,000
110
100
400,000
90
350,000
80
300,000
70
250,000
60
50
200,000
40
150,000
30
100,000
20
50,000
10
0
-50,000
-100,000
Ecatepec
Chimalhuacán
Ixtapaluca
Iztapalapa
Tecámac
Tultitlán
Chalco
N. Romero
Atizapán
C. Izcalli
V. de Chalco S.
Tlalpan
La Paz
Tláhuac
Xochimilco
Chicoloapan
Coacalco
Huixquilucan
Zumpango
Acolman
Á. Obregón
Cuautitlán
Huehuetoca
Tultepec
Texcoco
Tizayuca
Cuajimalpa
Milpa Alta
Naucalpan
Tepotzotlán
M. Contreras
Atenco
M. Ocampo
Nextlalpan
Tezoyuca
Teotihuacán
Teoloyucán
Coyotepec
Tepetlaoxtoc
Tlalmanalco
Chiautla
Chiconcuac
B. Juárez
Jaltenco
Temamatla
Cocotitlán
Tonanitla
Papalotla
Tlalnepantla
Coyoacán
M. Hidalgo
Iztacalco
Cuauhtémoc
Azcapotzalco
V. Carranza
G. A. Madero
Nezahualcóyotl
0
-20
-30
-150,000
-40
-50
-200,000
Incremento
Inc. Acum. %
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censo de Población y Vivienda 1990 y Encuesta Intercensal 2015.
4.
-10
Comportamiento de la migración reciente
En el quinquenio 2010-2015, cambiaron de entidad federativa de residencia un total de 3.2
millones de personas que representan 2.9 por ciento de la población de cinco años y más
de la nación. De ellas, 545 mil (17.1%) salieron de la Ciudad de México, al tiempo que
llegaron a ésta 323 mil (10.1%), lo que resulta en una pérdida neta de 222 mil habitantes,
cifra que equivale a la tercera parte de las pérdidas acumuladas por las 14 entidades
17
federativas que durante este periodo experimentaron un saldo neto migratorio negativo (ver
cuadro 3).
Cuadro 3
Migración interestatal y saldo neto migratorio, 2010-215
Migración reciente
Entidad de residencia en 2015 (destino)
Ciudad de
México
Estado de
México
Ciudad de México
Estado de México
Hidalgo
Resto del país
0
158,226
10,877
153,725
301,603
0
20,429
177,684
Total de inmigrantes
322,828
Saldo neto migratorio
Entidad de residencia
en 2010 (origen)
Ciudad de México
Estado de México
Estado de Hidalgo
Resto del país
Resto del
país
Total de
emigrantes
29,434
51,804
0
39,387
214,247
191,353
40,011
1,808,839
545,284
401,383
71,317
2,179,635
499,716
120,625
2,254,450
3,197,619
Ciudad de
México
Estado de
México
Hidalgo
Resto del
país
Total
0
143,377
18,557
60,522
-143,377
0
31,375
13,669
Hidalgo
-18,557
-31,375
0
624
-60,522
-13,669
-624
0
-222,456
98,333
49,308
74,815
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal, 2015.
La mayor pérdida de la Ciudad, 143 mil habitantes (64.5%), se da en el intercambio de
población con el Estado de México, entidad de donde llegaron 158 mil personas, 49.0 por
ciento de la inmigración a la Ciudad, y hacia la que se dirigieron 301 mil, 55.3 por ciento de
la emigración de la capital. El intercambio de la Ciudad con el estado de Hidalgo también
muestra una pérdida neta, de casi 19 mil habitantes, ya que el flujo migratorio en esa
dirección fue de 29 mil personas y en el sentido contrario de 11 mil. A su vez, la pérdida de
la capital con respecto al resto del país asciende a más de 60 mil habitantes, producto de
una inmigración de 154 mil personas y una emigración de 214 mil.
Por su parte, los cambios de residencia entre los estados de México e Hidalgo significaron
una pérdida neta para el primero y una ganancia para el segundo de más de 31 mil
habitantes, pues en el quinquenio reciente 52 mil personas migraron en esa dirección y 20
mil lo hicieron en el sentido contrario; mientras que ambas entidades experimentaron
pérdidas menores respecto al resto del país, de 14 mil y menos de mil habitantes,
respectivamente.
18
La gráfica 10 muestra las delegaciones de la Ciudad de México y los municipios de los
estados de México e Hidalgo que captaron la mayor cantidad de migrantes interestatales
en el quinquenio reciente. Estas 32 unidades experimentaron volúmenes de inmigración
mayores de 10 mil habitantes y juntas son el destino de más de la quinta parte (22.6%) del
total de movimientos observados al interior del territorio nacional. Con excepción de Toluca,
Pachuca y Mineral de la Reforma, todas ellas forman parte de la zona metropolitana,
destacando, en la Ciudad de México, las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero,
Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán, con montos de inmigración
mayores de 25 mil habitantes. Las tres primeras delegaciones reciben su mayor cantidad
de migrantes del Estado de México y las tres últimas del resto del país. En el estado de
México sobresalen Tecámac, Ecatepec, Chalco, Tlalnepantla, Naucalpan y Nezahualcóyotl,
municipios que captaron una proporción significativamente mayor de su migración de la
Ciudad de México, con excepción de Naucalpan. El municipio de Tizayuca, Hidalgo, por su
parte, recibió un total de 28 mil migrantes, de los cuales 18,300 provinieron del Estado de
México, 7,300 de la Ciudad de México y 2,300 del resto del país (ver gráfica 10)
19
Gráfica 10
Migrantes interestatales por entidad de origen y municipio de destino, 2010-2105
Miles
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
Edo. Méx.
C. Izcalli
Huehuetoca
Atizapán de Z.
M. de la Reforma
V. Carranza
Chicoloapan
Tultitlán
Pachuca
Huixquilucan
La Paz
Iztacalco
Zumpango
Azcapotzalco
Ixtapaluca
Hidalgo
V. de Chalco S.
Tlalpan
Chimalhuacán
Toluca
Á. Obregón
Coyoacán
Naucalpan
CDMX
Nezahualcóyotl
Tizayuca
B. Juárez
M. Hidalgo
Tlalnepantla
Chalco
Ecatepec
Cuauhtémoc
Tecámac
G. A. Madero
Iztapalapa
0
Resto del país
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal, 2010-2015.
5.
Cambios en la estructura por edad
La transición demográfica, esto, es el descenso sostenido en el tiempo, primero, de los
niveles de mortalidad y, posteriormente, de los niveles de fecundidad ha significado un
incremento importante de la esperanza de vida, así como una reducción sistemática del
peso relativo de los grupos de edad más jóvenes, un aumento importante de la población
en edades activas y un crecimiento cada vez mayor de los adultos mayores.
Como resultado de este proceso, la proporción de población joven, de 0 a 14 años, de la
Ciudad de México, disminuyó de 30.6 por ciento en 1990 a 21.7 por ciento en 2015, en
cambio la proporción de población en edades activas, de 15 a 64 años, aumentó de 64.6 a
68.7 por ciento, y la de adultos mayores, de 65 años y más, creció de 4.8 a 9.6 por ciento.
Esta misma tendencia se presenta en los municipios metropolitanos pero con proporciones
mayores en edades jóvenes y menores en edades activas y de adultos mayores, respecto
20
a las de la Ciudad. Así, en éstos la proporción de jóvenes de 0 a 14 años pasó de 36.8 a
26.1 por ciento, la de personas entre 15 y 64 años aumentó de 60.5 a 67.8 por ciento y la
de adultos mayores de 65 años creció de 2.7 a 6.1 por ciento (ver cuadro 4).
Cuadro 4
Estructura poblacional por grandes grupo de edad, 1990-2015
Grupo de edad y ámbito
1990
2000
2010
2015
Población de 0 a 14 años (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
38.6
33.5
30.6
36.8
34.1
29.2
26.5
31.9
29.3
25.3
22.4
27.7
28.3
24.2
21.7
26.1
Población de 15 a 64 años (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
57.3
62.7
64.6
60.5
60.9
66.1
67.6
64.6
64.4
68.4
69.7
67.4
64.7
68.2
68.7
67.8
Población de 65 años y más (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
4.2
3.8
4.8
2.7
5.0
4.7
5.9
3.5
6.3
6.2
7.9
4.8
7.1
7.6
9.6
6.1
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta
Intercensal 2015
La composición de la población por grandes grupos de edad se sintetiza en la razón de
dependencia demográfica que expresa el número de personas en edades dependientes,
de 0 a 14 años y de 65 años y más, por cada cien personas en edades activas, de 15 a 64
años. La disminución sistemática de esta razón de dependencia, a la que en el ámbito de
los estudios de población se alude como el “bono demográfico”, se ha visto como una
ventana de oportunidad para que las sociedades que atraviesan por este proceso,
aprovechen esta relación etaria ventajosa, en el sentido de disminuir la proporción de los
recursos económicos destinados al consumo e incrementar la parte correspondiente al
ahorro y la inversión, para con ello estar en mejores condiciones de encarar el aumento
previsto en las misma razón de dependencia, como resultado ahora de un mayor
crecimiento de la población adulta mayor. Sin embargo, la posibilidad de que esto ocurra,
depende fundamentalmente de la inserción adecuada, no precaria, de la población en
edades activas al mercado laboral, en el sentido de contar con un nivel de ingreso suficiente
y con seguridad social para cuando llegue la edad del retiro. En este contexto, la
disminución de la población en los grupos de edad más jóvenes, también es vista como una
21
oportunidad, para que éstos accedan y completen una educación de calidad que les permita
acceder a empleos formales, más productivos y mejor remunerados.
En 1990, en la Ciudad de México la razón de dependencia demográfica era de 58.8
dependientes por cada cien activos, desde entonces ésta se ha reducido en más de 9
unidades, para ubicarse en 2015 en 45.5 personas por cada cien. Esta disminución es
resultado de un reducción aún mayor de la razón de dependencia juvenil, esto es del
número de jóvenes de 0 a 14 años por cada cien personas en edades activas, la cual
descendió de 47.3 a 31.6, y del aumento importante de la razón de dependencia de la
tercera edad, cuyo nivel pasó de 7.4 adultos mayores por cada cien activos en 1990, a 13.9
en 2015 (ver cuadro 5).
En el caso de los municipios metropolitanos, la razón de dependencia total se redujo de
65.3 a 47.5 personas, casi 18 unidades, cantidad significativamente mayor a la de la Ciudad,
de forma que actualmente su nivel de dependencia total es sólo dos personas mayor al de
la capital. En éstos la razón de dependencia juvenil disminuyó de 60.9 a 38.5 y la razón de
dependencia de la tercera edad aumentó de 4.4 a 9.1. Así, en 2015, los municipios
metropolitanos tienen siete dependientes jóvenes más, y cinco dependientes de la tercera
edad menos, por cada cien personas en edades activas, que la Ciudad de México.
Cuadro 4
Razones de dependencia demográfica total, juvenil y de la tercera edad, 1990-2015
Rázon de dependencia y ámbito
Dependenia total (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
1990
2000
2010
2015
74.7
59.4
54.8
65.3
64.3
51.4
48.0
54.7
55.2
46.2
43.6
48.4
54.6
46.6
45.5
47.5
67.4
53.3
47.3
60.9
56.1
44.3
39.2
49.3
45.5
37.0
32.1
41.2
43.7
35.4
31.6
38.5
7.3
6.1
7.4
4.4
8.2
7.1
8.8
5.4
9.7
9.1
11.4
7.2
10.9
11.2
13.9
9.1
Dependenia juvenil (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
Dependenia tercera edad (%)
Nacional
Zona metropolitana
Ciudad de México
Municipios metropolitanos
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta
Intercensal 2015
22
En la capital, las mayores razones de dependencia juvenil se ubican en las delegaciones
Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa y Magdalena Contreras, con niveles entre 32 y
40 jóvenes por cada cien activos, y las mayores razones de dependencia de la tercera edad
se encuentran en las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo,
Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero, con valores entre 16 y 19 dependientes
mayores por cada cien activos.
Por su parte, en los municipios metropolitanos los niveles de dependencia juvenil más altos
se localizan en Huehuetoca, Nextlalpan, Tizayuca, Coyotepec y Temamatla, con razones
entre 45 y 50 dependientes, significativamente mayores a las de la Ciudad, mientras que
los índices de dependencia de la tercera edad más elevados corresponden a Tlalnepantla,
Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlalmanalco, con niveles entre 12 y 14 adultos mayores por
cada cien activos.
6.
Prospectiva demográfica
En general, las proyecciones de población publicadas por el CONAPO para el año 2015,
son consistentes con los resultados de la Encuesta Intercensal, publicados por el INEGI.
En la siguiente grafica se puede observar que en 51 de las 57 demarcaciones territoriales
que forman la ZMCM, la proyección de población se encuentra contenida dentro del
intervalo de confianza al 90 por ciento, estimado con base en la Encuesta Intercensal. Las
únicas excepciones corresponden a seis municipios del Estado de México: Papalotla 2 ,
Tonanitla, Acolman, Tultitán, Tultepec y Nezahualcóyotl.
2
Este municipio no tiene un intervalo de confianza como tal, ya que por el tamaño de su población, fue de hecho
censado en 2015, y la diferencia con respecto a la proyección de población es mínima.
23
Gráfica 11
Comparación entre las proyecciones de población del CONAPO y las estimaciones de la Encuesta Intercensal
por delegación y municipio, 2015.
500,000
80,000
450,000
70,000
400,000
60,000
350,000
50,000
300,000
40,000
250,000
200,000
30,000
150,000
20,000
100,000
10,000
50,000
0
0
Estimación
Límite inf. 90%
Límite sup. 90%
Proyección
600,000
Estimación
Límite inf. 90%
Límite sup. 90%
Proyección
2,000,000
1,800,000
500,000
1,600,000
1,400,000
400,000
1,200,000
1,000,000
300,000
800,000
200,000
600,000
400,000
100,000
200,000
0
0
Estimación
Límite inf. 90%
Límite sup. 90%
Proyección
Estimación
Límite inf. 90%
Límite sup. 90%
Proyección
Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de población de México 2010-2030; e INEGI, Encuesta
Intercensal 2015.
De acuerdo con las proyecciones del CONAPO, se prevé que la población de la ZMCM
ascienda a 21.5 millones de habitantes en 2020 y 22.6 millones en 2030. Para los mismos
años, se espera que la cantidad de habitantes de la Ciudad de México disminuya de 8.7 a
8.4 millones, y la de los municipios metropolitanos aumente de 12.8 a 14.2 millones, lo que
significaría un descenso en la participación de la Ciudad en el total de la zona metropolitana,
de 40.6 a 37.3 por ciento, y un incremento en el peso relativo de los municipios, de 59.4 a
62.7 por ciento, respectivamente (ver gráfica 12).
24
Gráfica 12
Tamaño de la población y participación en la ZMCM, 2010-2030
25
Población (millones)
Porcentaje
70
20
60
15
50
10
40
5
30
0
2010
2015
Cd. México
2020
Mun. Met.
2025
% Cd. México
2030
% Mun. Met.
20
Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de la población de México 2010-2030.
En términos absolutos, la composición por edad de la Ciudad de México continuará
experimentando una disminución de sus poblaciones más jóvenes. Los niños y
adolescentes, menores de 15 años, disminuirán de 1.79 millones en 2020 a 1.59 millones
en 2030. En los mismos años, los jóvenes de 15 a 29 años descenderán de 1.96 millones
a 1.73 millones, y los adultos de 30 a 44 años haran lo propio, de 1.94 millones a 1.73
millones. Simultáneamente, los adultos maduros, de 45 a 64 años, mostrarán un ligero
aumento, de 2.11 a 2.15 millones, en tanto que los adultos mayores, de 65 años y más,
exhibirán un incremento mayor de 940 mil a 1.24 millones. Estos cambios implicarán un
aumento en la razon de dependencia demográfica de la Ciudad, de 45.5 personas en
edades dependientes por cada cien personas en edades activas en 2020, a 50.3
dependientes por cada cien activos en 2030 (ver gráfica 13).
Por su parte, en los municipios metropolitanos, las poblaciones de niños y adolescentes,
menores de 15 años, y de jóvenes, de 15 a 29 años, se mantendrán prácticamente
constates, alrededor de 3.2 millones y 3.1 millones, respectivamente. Los adultos de 30 a
44 años experimentarán un aumento, de 2.83 millones en 2020 a 3.01 millones en 2030;
mientras que los los adultos maduros, de 45 a 59 años, y los adultos mayores, de 65 años
y más, experimentaran incrementos significativamente más elevados, al pasar, los primeros
de 2.74 a 3.34 millones, y los segundos de 906 mil a 1.48 millones de habitantes. En
consecuencia, la razón de dependencia demográfica en los municipios metropolitanos
aumentará de 47.4 personas en edades dependeintes por cada cien personas en edadese
25
activas en 2020, a 49.5 dependientes por cada cien activos, diez años después, miemtras
que para el conjunto de la ZMCM, ésta pasara de a dependientes por cada cien activos.
Gráfica 13
Población por grupos de edad y razón de dependencia demográfica, 2010-2030
Población de 0 a 14 años
Población (millones)
Población de 15 a 29 años
Porcentaje
Población (millones)
Porcentaje
30
6
5
25
5
25
4
20
4
20
3
15
3
15
2
10
2
10
1
5
1
5
0
0
2010
6
0
2010
2015
Cd. México
2020
Mun. Met.
2025
% Cd. México
2030
% Mun. Met.
Población de 30 a 44 años
5
Población (millones)
25
20
3
15
2
10
1
5
2015
Cd. México
2020
Mun. Met.
2025
% Cd. México
2030
% Mun. Met.
0
6
2030
% Mun. Met.
0
Porcentaje
30
5
25
4
20
3
15
2
10
1
5
0
2010
2015
Cd. México
2020
Mun. Met.
2025
% Cd. México
2030
% Mun. Met.
0
Razón de depependencia
Porcentaje
Dependientes por cada cien activos
15.0
51
2.5
12.5
50
2.0
10.0
1.5
7.5
1.0
5.0
0.5
2.5
0.0
2010
0.0
3.0
2025
% Cd. México
Población (millones)
Población de 65 años y más
Población (millones)
2020
Mun. Met.
Población de 45 a 64 años
Porcentaje
4
0
2010
2015
Cd. México
30
49
48
47
46
45
2015
Cd. México
2020
Mun. Met.
2025
% Cd. México
2030
% Mun. Met.
44
2010
2015
2020
Cd. México
2025
Mun. Met.
2030
ZMCM
Finalmente, la gráfica 14 presenta el incremento esperado en el número de habitantes de
las delegaciones y municipios de la ZMCM, entre 2020 y 2030. En ella se advierte que trece
municipios: Ecatepec, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Ixtapaluca, Tultitlán,
Tecámac, Nicolás Romero, Chalco, Valle de Chalco Solidaridad, Tlalnepantla, Atizapán de
26
Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, experimentariánn aumentos mayore de 50 mil habitantes,
concentrando, en conjunto, más del 70 por ciento del incremmento demográfico previsto
para los municipios metropolitanos, en contraste con las delegaciones de la Ciudad de
México, las cuales, con excepción de Milpa Alta, estarían mostrando un decremento de su
población.
Gráfica 14
Incremento demográfico previsto por delegación y municipio, 2020.2030
200
Miles
150
100
50
-50
Ecatepec
Chimalhuacán
Nezahualcóyotl
Naucalpan
Ixtapaluca
Tultitlán
Tecámac
Nicolás R.
Chalco
V. de Chalco S.
Tlalnepantla
Atizapán de Z.
C. Izcalli
La Paz
Texcoco
Huixquilucan
Acolman
Zumpango
Coacalco
Chicoloapan
Huehuetoca
Cuautitlán
Tizayuca
Tepotzotlán
Tultepec
Atenco
Melchor O.
Teotihuacán
Nextlalpan
Teoloyucan
Tezoyuca
Coyotepec
Tlalmanalco
Tepetlaoxtoc
Chiautla
Chiconcuac
Jaltenco
Temamatla
Tonanitla
Cocotitlán
Milpa Alta
Papalotla
Cuajimalpa
Tláhuac
Magdalena C.
Xochimilco
Iztacalco
Tlalpan
V. Carranza
M. Hidalgo
Azcapotzalco
Á. Obregón
Cuauhtémoc
B. Juárez
Iztapalapa
Coyoacán
G. A. Madero
0
Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de Población 2010-2030.
7.
Referencias
Garza, G. y Rivera, S. (1994), Dinámica macroeconómica de las ciudades en México,
Instituto Nacional de Estadística Geográfía e Informática – El Colegio de México,
Universidad Nacional Autónoma de México, México.
CONAPO (1998), Escenarios demográficos y urbanos de la Zona Metropolitana de la
Ciudad de México, 1990-2010. Síntesis, México.
27
CONAPO (2012), Proyecciones de la población de México 2010-2050. Documento
metodológico, Consejo Nacional de Población, México.
CONAPO (2013), Proyecciones de la población de México 2010-2050, Consejo Nacional
de Población, México.
CORONA, R. (1993), “Migración permanente interestatal e internacional, 1950-1990”, en
Comercio Exterior, Vol. 43, Núm. 8, México.
Unikel, L., Ruiz, C. y Garza, G. (1976), El desarrollo urbano de México. Diagnóstico e
implicaciones futuras, El Colegio de México, México.
28
Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la
perspectiva empleo
Carlos Anzaldo Gómez*1
1.
Introducción
2.
Definición del área de estudio: Ciudad de México y su zona metropolitana
*ConsultorRedGEO
Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la
perspectiva empleo
Carlos Anzaldo Gómez*
1.
Introducción
Dos puntos de partida, el primero es una convención: funcionalidad territorial refiere a las
interacciones sobre un aspecto determinante de la Ciudad de México y su Zona
Metropolitana, y a las características de estas interacciones. Y el segundo, la selección de
empleo como variable insignia por su papel determinante en varias dinámicas territoriales
relevantes; y por su papel de variable puente entre economía y sociedad.
Lo cual sustenta el trabajo de delimitación del área de estudio, que se presenta a
continuación; sólo cabe adelantar que la delimitación resultante presenta leves variaciones
a las mayormente usadas en los estudios de la metrópoli, de forma tal que no se generan
divergencias entre resultados y por ende, tampoco inconsistencias al utilizar otras fuentes
de información y conocimiento.
Esta delimitación territorial permite incorporar las principales zonas en donde ocurre la
creciente intensidad y complejidad de una funcionalidad, que da lugar a la conformación de
la metrópoli de la Ciudad de México y, al respetar las circunscripciones políticoadministrativas, facilita la relación con las agendas pública e institucionales, inclusive
pensar en formas de cooperación cuyo eje sea la construcción de agendas compartidas en
temáticas centrales.
Lo anterior significa una enorme ventaja frente a las delimitaciones territoriales asociadas a
la ZMVM, a la Cuenca del Valle de México, a la utilizada en el Programa de Ordenación del
Valle de México1, entre otras.
*Consultor Red GEO
1 SEDESOL, Gobierno del Distrito Federal, Gobierno del Estado de México, Gobierno del Estado de Hidalgo,
Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México, Actualización 2012.
1
No obstante la pertinencia de que este trabajo contemple una zona de estudio común, esta
delimitación se contempla la flexibilidad necesaria para su ampliación en función de zonas
de influencia de la metrópoli2 de acuerdo con los temas específicos que abarca cada
vertiente y línea de investigación, en la medida que cada una de ellas presenta una
funcionalidad espacial relativamente diferente, que es importante ilustrar:
 Los temas de vulnerabilidad en la metrópoli y sus servicios ambientales fundamentales
(en particular, de cambio de uso de suelo), requieren de una visión de cuenca
hidrográfica y un enfoque de ecosistema urbano. El siguiente mapa lo ilustra:
 La relación urbano-rural y el hecho de que las grandes concentraciones urbanas
generan regiones funcionales se asocian directamente con el Programa de Ordenación
de la Zona Metropolitana del Valle de México (actualización 20123) cuya propuesta de
2
Y sin duda, está la funcionalidad del área de estudio con otros centros urbanos, inclusive de otros países.
“De acuerdo con la Declaratoria de Zona Metropolitana del 22 de diciembre de 2005, la ZMVM se conforma
por 59 municipios del Estado de México y 16 Delegaciones del Distrito Federal. Por considerarlo pertinente, por
acuerdo de los gobiernos del Distrito Federal, Estado de México e Hidalgo y la Federación se consideran 21
municipios del estado de Hidalgo en el área de estudio de la actualización del POZMVM, con base en el
documento Análisis para la incorporación de municipios hidalguenses a la ZMVM (GEH, 2011). Óp. Cit.
3
2 regionalización apunta la necesidad político-administrativa de una convención que
incorpora territorios de una larga lista de municipios4:
4
“El POZMVM se fundamenta jurídicamente en el marco de leyes, convenios, estatutos y códigos de los tres
órdenes de gobierno, que establecen diversas disposiciones para el reconocimiento de esta Zona Metropolitana.
Conforme a la normativa legal vigente, el POZMVM se inserta en el Sistema Nacional de Planeación
Democrática, en congruencia con los supuestos, lineamientos y objetivos de los planes y programas que inciden
en su ámbito de aplicación: el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, el Programa Nacional de Desarrollo
Urbano y Ordenación del Territorio (PNDUOT) 2001-2006, el Programa Sectorial de Desarrollo Social (PSDS)
2007-2012 así como los planes o programas generales de desarrollo, y de desarrollo urbano del Distrito Federal,
el Estado de México y el estado de Hidalgo.”. Op. cit.
3 Delegaciones y municipios que integran la ZMVM
Distrito Federal Estado de México Naucalpan de Juárez Estado de Hidalgo Álvaro Obregón Acolman Ajacuba Azcapotzalco Amecameca Nextlalpan Atitalaquia Benito Juárez Apazco Nezahualcoyótl Atotonilco de Tula Coyoacán Atenco Nicolás Romero Epazoyucan Cuajimalpa de Morelos Atizapán de Zaragoza Nopaltepec Mineral de la Reforma Cuauhtémoc Atlautla Otumba Mineral del Monte Gustavo A. Madero Axapusco Ozumba Mixquiahuala de Juárez Iztacalco Ayapango Papalotla Pachuca de Soto Iztapalapa Chalco San Martín de las Pirámides Progreso de Obregón Magdalena Contreras Chiautla Tecámac San Agustín Tlaxiaca Miguel Hidalgo Chicoloapan Temamatla Tepeji del Rio de Ocampo Milpa Alta Chiconcuac Temascalapa Tetepango Tláhuac Chimalhuacán Tenango del Aire Tezontepec de Aldama Tlalpan Coacalco de Berriozábal Teoloyucan Tizayuca Venustiano Carranza Cocotitlán Teotihuacán Tlahuelilpan Xochimilco Coyotepec Tepetlaoxtoc Tlaxcoapan Cuautitlán Tepetlixpa Tolcayuca Cuautitlán Izcalli Tepotzotlán Tula de Allende Ecatepec de Morelos Tequixquiac Villa de Tezontepec Ecatzingo Texcoco Zapotlán de Juárez Huehuetoca Tezoyuca Zempoala Hueypoxtla Tlalmanalco Hixquilucan Tlalnepantla de Baz Isidro Fabela Tonanitla Ixtapaluca Tultepec Jaltenco Tultlitlán Jilotzingo Valle de Chalco Solidaridad Juchitepec Villa del Carbón La Paz Zumpango Melchor Ocampo Fuente: Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional Metropolitano, Subsecretaría de Desarrollo Regional
Metropolitano, Gobierno del estado de Hidalgo. Análisis para la incorporación de municipios hidalguenses a la
ZMVM (GEH, 2011).
 Por otro lado, los temas de movilidad, empleo y conectividad presentan un referente con
la delimitación de Zona Metropolitana de INEGI-CONAPO-SEDESOL5, cuya
5
México. Consejo Nacional de Población en coautoría con Secretaría de Desarrollo Social e Instituto Nacional
de Estadística Geografía e Informática. Delimitación de las zonas metropolitanas de México / Grupo
4 metodología incorpora una serie de criterios de forma tal que suma 76 municipios, de
ellos:
i.
52 municipios son centrales (carácter urbano y un alto grado de integración
funcional).
ii.
7 municipios exteriores por criterios de distancia, integración funcional y carácter
urbano; en términos operativos son municipios contiguos a los anteriores, cuyas
localidades geoestadísticas urbanas no están conurbadas, pero manifiestan un
carácter, de forma tal que el polígono asociado a la localidad geoestadística urbana
permite ubicar en los municipios exteriores las zonas que presentan una
funcionalidad significativa con la metrópoli, los parámetros son:
 al menos 15 por ciento de su población ocupada residente trabaja en los
municipios centrales; bien, 10 por ciento o más de la población que trabaja en el
municipio reside en los municipios centrales;
 y otros 17 municipios exteriores por criterios de planeación y política urbana.
iii.
Como se muestra en el siguiente mapa, la Zona Metropolitana del Valle de México
involucra a 267 localidades geoestadísticas urbanas:
Interinstitucional.
México,
http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/zonas_metropolitanas2000/01.pdf
2000.
5 2.
Definición del área de estudio: Ciudad de México y su zona metropolitana
El concepto zona metropolitana refiere a una forma particular de urbanización, en la que la
expansión de la Ciudad hacia la periferia rebasa los límites territoriales de la unidad político
administrativa que originalmente la contenía, incorporando como parte de sí misma y de su
área de influencia directa a unidades político administrativas vecinas con las que mantiene
un alto grado de integración socioeconómica.
Desde los años sesenta, la zona metropolitana de la Ciudad de México ha sido objeto de
diferentes propuestas de delimitación (Unikel et al., 1976; Salazar y Negrete, 1986; Sobrino,
1993; CONAPO, 1997; SEDESOL, Gobierno del Distrito Federal y Gobierno del Estado de
México, 1998; INEGI, 2000), las cuales consideraban diversos criterios para determinar el
carácter urbano de las delegaciones y municipios, así como su nivel de integración
funcional. En 2004, SEDESOL, INEGI y CONAPO, definieron un conjunto de criterios para
la delimitación de las zonas metropolitanas que, además de los aspectos de conurbación
física y funcionalidad, incluyen consideraciones de planificación y política urbana, que en el
6 caso particular de la Ciudad de México, implicaron un incremento significativo de su número
de demarcaciones en lo que actualmente se denomina Zona Metropolitana del Valle de
México (ZMVM).
En 2010, la ZMVM así definida comprendía un total de 76 unidades político administrativas
(16 delegaciones, 59 municipios del Estado de México y un municipio de Hidalgo), de las
cuales 51 fueron incorporadas bajo el criterio de conurbación física, 7 por criterios de
integración funcional y 17 por criterios de política urbana (ver Mapa 13. Zona Metropolitana
del Valle de México, anexo). Estos últimos son municipios que si bien no cumplen con los
criterios “duros” de conurbación física, integración funcional y carácter urbano, se considera
tienen un carácter estratégico para la ordenación del territorio en el mediano y largo plazo,
ya que a su interior poseen áreas de alto valor que se deben preservar, así como zonas
aptas para el desarrollo urbano que deben incorporarse de manera planificada.
Por su parte, la actualización 2012 del Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana
del Valle de México (Gobierno Federal y gobiernos del Distrito Federal, Estado de México
e Hidalgo), considera como área de estudio 20 municipios adicionales del estado de
Hidalgo, de forma tal que el número de delegaciones y municipios se incrementa hasta 96
(ver Mapa 1. Delegaciones y Municipios que integran el área de estudio del POZMVM 2012,
anexo).
Con el fin de identificar el conjunto de municipios que resultan prioritarios para el desarrollo
económico, social y territorial de la Ciudad de México y su zona metropolitana, se procedió
a identificar la medida en que cada municipio se relaciona en términos funcionales con el
territorio de la capital del país, a través de un indicador representativo y metodológicamente
robusto que da cuenta del peso específico de cada municipio en el total de la población
ocupada que reside fuera de la Ciudad de México y que trabaja en la capital, estimado con
base en los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 (INEGI).
De acuerdo con esta fuente, en 2015 en la Ciudad de México trabajan un total de 5, 189,696
personas, de las cuales 3, 775,053 (72.7%) residen en alguna de sus 16 delegaciones y 1,
7 414,643 (27.3%) radican en algún municipio de otra entidad. En las siguientes tabla y gráfica
se sintetiza la distribución de esta última población.
En ellas se advierte que tan solo seis municipios del Estado de México (Ecatepec,
Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Naucalpan e Ixtapaluca) concentran poco
más de la mitad de la población ocupada que tiene como lugar de trabajo a la Ciudad de
México. Asimismo, 11 municipios (Valle de Chalco Solidaridad, Tecámac, La Paz, Chalco,
Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Chicoloapan, Cuautitlán Izcalli, Coacalco y
Nicolás Romero) reúnen casi 30 por ciento de la población. De esta forma, 80 por ciento de
la población ocupada reside en 17 municipios contiguos localizados alrededor de la Ciudad
de México.
El siguiente estrato lo constituyen 21 municipios que en conjunto participan con poco menos
del 10 por ciento de la población ocupada en la Ciudad, de éstos sólo ocho municipios del
Estado de México (Acolman, Texcoco, Zumpango, Cuautitlán, Tultepec, Huehuetoca,
Tlalmanalco y Atenco) y un municipio de Hidalgo (Tizayuca) forman parte de la Zona
Metropolitana del Valle de México, mientras que el resto se encuentran fuera de la Cuenca,
entre los que destacan Toluca, Metepec, Lerma y Cuernavaca.
Distribución de la población ocupada que reside en otra entidad federativa y que trabaja
en la Ciudad de México, 2015
Rango
74,263
20,150
2,850
650
70
1
a
a
a
a
a
a
194,140
61,236
11,552
2,733
638
69
Municipios
6
11
21
57
244
1,122
Población ocupada que trabaja en la Cd. México
Absoluto
Acum.
Porcentaje % Acum.
719,012
719,012
50.8
50.8
417,300 1,136,312
29.5
80.3
136,548 1,272,860
9.7
90.0
71,042 1,343,902
5.0
95.0
56,584 1,400,486
4.0
99.0
14,157 1,414,643
1.0
100.0 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal 2015.
8 Población ocupada en la Cd. de México que reside en otra entidad federativa y porcentaje acumulado en los primeros cien municipios, 2015
200,000
100
180,000
90
160,000
80
140,000
70
120,000
60
100,000
50
80,000
40
60,000
30
40,000
20
20,000
10
0
0
1
4
7
10
13
16
19
22
25
28
31
34
37
40
43
46
49
POBOCUDF
52
55
58
61
64
67
70
73
76
79
82
85
88
91
94
PTJEACU
97 100
Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal 2015.
El área de estudio propuesta, suma a los 26 municipios del Valle mayormente integrados a
la Ciudad de México, un total de 16 municipios de menor tamaño —tres municipios
localizados al noroeste (Tepotzotlán, Coyotepec y Teoloyucan), cuatro al norte (Nextlalpan,
Jaltenco, Tonanitla y Melchor Ocampo), ocho al noreste (Tezoyuca, Chiautla, Cinconcuac,
Papalotla, Teotihuacán y Tepetlaoxtoc) y dos al sureste (Cocotitlán y Temamatla)— cuyas
localidades están conurbadas a los municipios anteriores y que por su cercanía están
expuestos a experimentar
un mayor crecimiento. De esta forma, es área de estudio
comprende un total de 57 demarcaciones: 16 delegaciones de la Ciudad de México (en
proceso de reforma con la nueva Constitución de la Ciudad), 40 municipios del Estado de
México y un municipio de Hidalgo, donde en 2015, residían casi 20.4 millones de personas,
es decir 17 por ciento de la población nacional (ver cuadro y mapa, siguientes).
9 Esta propuesta excluye a 19 municipios del Estado de México y 20 de Hidalgo que si bien
forman parte del área de estudio del Programa de Ordenación de la ZMVM, están más
alejados y funcionalmente muy poco integrados a la Ciudad de México.
10 11 El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana:
tendencias territoriales y sectoriales
Claudia Lorena Galindo1
Alejandro Burgos2
1. Introducción
2. Metodología
3. Planteamiento del tema
4. Resultados
4.1. Tendencias generales
4.2. Tendencias territoriales
4.3. Tendencias sectoriales
5.
Referencias
1
2
Investigadora, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. Investigador, Red Geo. El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana: tendencias territoriales
y sectoriales
Claudia Lorena Galindo1 y Alejandro Burgos2
1. Introducción
El desarrollo sostenible de la Ciudad de México, la calidad de vida presente y futura de su
población, así como la recuperación de su potencial de crecimiento económico, se
encuentran directamente relacionadas con las oportunidades y características del empleo
que se genere tanto en la CDMX como en la ZMCM.
El empleo representa, sin duda, una piedra de toque de singular peso en la construcción de
la viabilidad económica, social y ambiental de la Ciudad y su competitividad nacional y
global hacia el mediano plazo.
Su mantenida centralidad como sede de los poderes federales, en el funcionamiento de la
economía nacional, como concentración social y demográfica a nivel metropolitano, exigen
una detenida revisión de la relación existente entre el empleo y las dinámicas territoriales
en curso en la economía así como de profunda intersección con problemáticas como la
movilidad, la precariedad, la complejidad urbano-rural, y la misma sustentabilidad del
desarrollo asociada con la protección de los servicios ambientales de la región.
En esa dirección, este acercamiento, sin pretender ofrecer una visión acabada ni plena del
tema, permitió aportar en torno a la identificación de tendencias relevantes en la relación
existente entre la dinámica de la economía y la territorialidad en el empleo en la Ciudad y
su Zona Metropolitana.
El análisis se realizó considerando un periodo que abarca desde finales de los años 90
hasta años recientes así como las siguientes escalas territoriales: País, CDMX, ZMCM,
Delegaciones de la CDMX y Municipios de la ZMCM, de acuerdo con los objetivos y la
1
2
Investigadora, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C: Investigador, Red Geo. 1 propuesta metodológica general del Estudio. Los resultados de este trabajo se describen a
continuación.
2. Metodología
La selección y sistematización de la información se realizó en función de las necesidades
del análisis propuesto, en términos de la identificación de las principales dinámicas,
tendencias y características económicas de la Ciudad y su Zona Metropolitana desde una
perspectiva territorial.
En particular, para analizar la situación actual del empleo en la Ciudad de México y su Zona
Metropolitana se utilizó la información de los Censos Económicos de los años 1999, 2004,
2009 y 2014 de INEGI sobre Personal Ocupado Total3 (INEGI, varios años).
La selección de esta variable como eje del estudio permitió una realizar aproximación
espacio-temporal a la dinámica general del empleo en la CDMX y la ZMCM desde finales
de los años 90 (un periodo de 15 años), así como en su relación con la dinámica general
del crecimiento económico de la CDMX y la ZMCM, medida a través del Valor Agregado
Censal Bruto Total y sectorial, a escala estatal y municipal/delegacional.
Atendiendo justamente los objetivos del estudio, no se consideraron, en este momento,
variables relacionadas con la formalidad o informalidad, los derechos laborales, tipos de
contratación y/o remuneración, ni su correlato con la desocupación o los asociados a las
dinámicas demográficas y la Población Económicamente Activa.
La información de los Censos Económicos de 1998, 2003, 2008 y 2013 de INEGI se obtuvo
a través del Sistema Automatizado de Información Censal (SAIC).
Para todos los casos se realizaron tablas descriptivas de participación porcentual (respecto
del total de la zona metropolitana, de la Ciudad de México y de los municipios conurbados),
3
“Comprende tanto al personal contratado directamente por la razón social, como al personal ajeno
suministrado por otra razón social, que trabajó para la unidad económica, sujeto a su dirección y control, y cubrió
como mínimo una tercera parte de la jornada laboral. Puede ser personal de planta, eventual o no remunerado”.
INEGI, Glosario.
http://www.inegi.org.mx/lib/glosario/paginas/contenido.aspx?id_nivel=01020000000000&id_termino=212&g=ee
n&s=est&c=10579&e=
2 tasas de crecimiento medio anual y, para el caso de las variables presentadas en moneda,
se tomó la información en valores constantes, misma que fue deflactada con el Índice de
Precios del Área Metropolitana de la Ciudad de México disponible en el Banco de
Información Económica (BIE) de INEGI, siendo el valor anual un promedio de los meses
del índice y tomando el año 2013 como base de los precios para toda la serie.
Con base en los resultados obtenidos se utilizó el cociente de Valor Agregado Censal Bruto
sobre Personal Ocupado Total como semejante a la productividad, entendida como la
capacidad de un sector de la actividad de generar valor agregado por trabajador que
emplea.
Una vez identificadas las principales tendencias y cambios de la estructura económica de
los componentes de la Ciudad de México y la ZMCM, en su participación, en sus ritmos de
crecimiento y la comparación entre distintas variables, se procedió a observar el
comportamiento de la dinámica encontrada respecto al territorio. Para ello se construyeron
dos tipos de mapas para varias variables:

Box Map.

Clúster.
El primero responde a una representación geográfica de los resultados de un diagrama
“Box Plot” utilizando el criterio de distinción de datos atípicos de 1.5 veces el rango
intercuantílico. El mapa de Clúster se generó con base en un Índice de Morán Univariado
con criterio de vecindad de primer grado y desplazamiento tipo “queen”. Ambos tipos de
representación geográfica de la información fueron realizados a través del programa
“GeoDa”.
3. Planteamiento del tema
La Ciudad de México y su Zona Metropolitana siguen siendo, no solo los principales centros
generadores de riqueza del país (Gráfica 1), sino uno de los territorios de la República en
los que se concentran las mayores oportunidades para trabajar e incorporarse a las
actividades productivas y el desarrollo social (Gráfica 2).
3 De hecho, desde finales de los años 90 hasta la fecha, prácticamente una cuarta parte del
Personal Ocupado del país trabaja en la ZMCM. De ellos, más del 70% de trabaja en la
CDMX, en tanto que el resto se distribuye entre los municipios de la Zona Metropolitana
(Gráfica 1).
4 Ello representó, de acuerdo con la información del último Censo Económico de INEGI
(INEGI, 2014), que de un total de 21.5 millones de las personas ocupadas en el país en
2013, más de cinco millones se encontraran trabajando en la ZMCM: poco más de tres y
medio millones, en la Ciudad de México (Gráfica 2).
5 Lo anterior confirma la importante contribución que tradicionalmente ha realizado la
economía de la Ciudad de México a la generación de empleo en el país; una contribución
que se ha mantenido, incluso, a pesar de los cambios ocurridos tanto en la economía
nacional como local a lo largo de las últimas décadas.
No obstante lo anterior, el dinamismo de su economía ha tendido a disminuir los últimos
años y, con ello, su capacidad de mantener los mismos ritmos y parámetros de ocupación
de otros tiempos, como se muestra continuación.
4. Resultados
4.1.
Tendencias generales
En general, el número de personas ocupadas en la Ciudad de México y, en general, en la
ZMCM tendió a incrementarse en los últimos quince años (Cuadro 1, Gráfica 3).
6 Cuadro PO_1
Personal Ocupado Total, 1998-2013
(Número de personas)
Total nacional
ZMCM
CDMX
Municipios ZMCM
1998
13,827,025
2003
16,239,536
2008
20,116,834
2013
21,576,358
3,570,676
3,979,449
4,695,162
5,044,700
2,572,497
2,830,846
3,289,129
3,603,572
998,179
1,148,603
1,406,033
1,441,128
Fuente: Elaboración propioa con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados
Definitivos (SAIC)
Esa tendencia dio lugar a un incremento del 40.1% en el Personal Ocupado en la Ciudad
de México entre 1998 y 2013 así como de un 44.4% en los municipios de la ZMCM. En
promedio, un incremento del 41.3% en la ZMCM en el periodo, que, sin embargo, fue
alrededor de 15 puntos inferior al porcentaje de incremento promedio registrado a nivel
nacional (calculado en 56%) (Cuadro 2).
Total nacional
Cuadro PO_2
Personal Ocupado Total, 1998 y 2013
Número de personas
Incremento
Número de
1998
2013
(%)
personas
13,827,025 21,576,358
7,749,333
56.0
ZMCM
CDMX
Municipios ZMCM
3,570,676
5,044,700
2,572,497
3,603,572
998,179
1,441,128
1,474,024
1,031,075
442,949
41.3
40.1
44.4
Fuente: Elaboración propioa con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados
Definitivos (SAIC)
En congruencia con lo anterior, la participación del Personal Ocupado en la Ciudad de
México como en los municipios de la ZMCM en el total del Personal Ocupado en el país,
registró una clara tendencia a la baja entre 1998 y 2008. Una tendencia que logró
estabilizarse y/o recuperarse en el caso de la Ciudad de México por solo unas cuantas
décimas en 2013, al pasar, de un 16.4% a 16.7% del total nacional, pero que entre los
municipios de la ZMCM, como promedio, continúo disminuyendo (Gráfica 4).
7 Gráfica PO_4
Contribución relativa de la Ciudad de México,
la ZMCM y los municipios de la ZM en la Población Ocupada Total dek país, 1998-2013
(Porcentajes)
25.8
24.5
23.3
23.4
18.6
17.4
16.4
16.7
Porcentajes
14.4
ZMCM
CDMX
1998
2003
2008
14.1
14.0
13.4
Municipios ZMCM
2013
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI Censos Económicos, 2014. Datos definitivos (SAIC).
De hecho, tanto en el caso de la Ciudad de México como de la ZMCM se observa que la
tendencia previa a 2008 en el ritmo de crecimiento (Gráfica 5) así como en el volumen del
Personal Ocupado (Gráfica 6), registró una notable inflexión a la baja en a partir de ese
año. Una tendencia que, por cierto, además de muy baja, siguió la misma lógica a nivel
nacional y que, sin embargo, fue comparativamente menos profunda que la registrada a
nivel nacional (0.02% contra 0.01%) (Cuadro 3).
8 Cuadro PO_3
Personal Ocupado Total: TMCA, 1998-2013
(Porcentajes)
1998-2003
2003-2008
2008-2013
1998-2013
Nacional
0.03
0.04
0.01
0.03
ZMCM
0.02
0.03
0.01
0.02
CDMX
0.02
0.03
0.02
0.02
Municipios ZMCM
0.03
0.04
0.00
0.02
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados
Definitivos (SAIC)
Esta inflexión resulta de significativa importancia en términos de la proyección que al
mediano plazo podría presentar el comportamiento tendencial de esta variable en la
economía nacional a partir de la crisis de 2008-2009.
Gráfica PO_6
Tendencia de cambio en el volumen del Personal Ocupado, 1998-2013
(Número de personas)
4,000,000
3,500,000
3,000,000
2,500,000
2,000,000
1,500,000
1,000,000
500,000
0
TOTAL NACIONAL
ZMCM
1998-2003
CDMX
2003-2008
MUNICIPIOS ZMCM
2008-2013
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI Censos Económicos, 2014. Datos definitivos (SAIC).
No obstante, hacia 2013 se registró una nueva tendencia hacia la recuperación,
proporcionalmente más significativa en el caso de la Ciudad de México, que en los
municipios de la ZMCM e incluso, que la nacional. Mientras que el incremento nacional
registrado en el Personal Ocupado a nivel nacional entre 2008 y 2013 fue del orden del
7.3%, para la Ciudad de México ese porcentaje fue del 9.6% y de solo un 2.5% en los
9 municipios de la ZMCM, lo que en términos metropolitanos se tradujo en un incremento
promedio de alrededor del 7.4% (Cuadro 4).
Cuadro PO_4
Personal Ocupado, 1998-2013
Variación porcentual
1998-2003
2003-2008
2008-2013
Total nacional
17.45
23.88
7.26
ZMCM
11.45
17.99
7.44
CDMX
10.04
16.19
9.56
Municipios ZMCM
15.07
22.41
2.50
1998-2013
56.0
41.3
40.1
44.4
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados
Definitivos (SAIC)
Lo anterior se reflejó en una pérdida progresiva de peso relativo del Personal Ocupado de
la ZMCM en el total nacional.
Mientras que en 1998 el 25.8% del personal ocupado del país se encontraba en el total de
la ZMCM y el 18.6% en la CDMX, en 2013 esos porcentajes pasaron a ser del 23.4% y el
16.7% respectivamente; esto es, tres y dos puntos porcentuales menos respectivamente.
Por su parte, los municipios de la ZMCM pasaron de representar el 14.4% del Personal
Ocupado en 1998, a un 13.4% en 2013.
Cuadro PO_5
Personal Ocupado Total: Distribución relativa, 1998-2013
(Porcentajes)
1998
2003
2008
2013
100.00
100.00
100.00
100.00
25.82
24.50
23.34
23.38
CDMX
18.60
17.43
16.35
16.70
Municipios ZMCM
14.44
14.15
13.98
13.36
Nacional
ZMCM
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados
Definitivos (SAIC)
10 4.2.
Tendencias territoriales
4.2.1. Personal Ocupado en las delegaciones de la Ciudad de México
En términos generales, el Personal Ocupado (PO) en la Ciudad de México se incrementó
entre 1998 y 2013 en todas las Delegaciones, con excepción, únicamente de la Delegación
Iztacalco (Cuadro POTe_1 y Gráfica POTe_1).
Cuadro POTe_1
Delegaciones CDMX
Personal Ocupado Total, 1998-2013
(Número de personas y porcentajes)
Delegaciones
1998
2003
2008
2013
Incremento 1998-2013
(Núm.)
%
Álvaro Obregón
163,241
202,620
251,772
319,302
156,061
95.6
Azcapotzalco
156,498
155,271
304,071
383,735
227,237
145.2
Benito Juárez
310,416
349,313
341,826
365,565
55,149
17.8
Coyoacán
125,220
144,496
149,926
141,805
16,585
13.2
Cuauhtémoc
629,459
616,940
614,547
733,557
104,098
16.5
26,253
44,305
100,976
94,894
68,641
261.5
Gustavo A. Madero
161,223
173,492
184,885
178,537
17,314
10.7
Iztacalco
105,451
102,245
91,397
85,182
-20,269
-19.2
Iztapalapa
238,072
266,179
294,297
320,196
82,124
34.5
Cuajimalpa de Morelos
Magdalena Contreras
Miguel Hidalgo
Milpa Alta
Tláhuac
Tlalpan
Venustiano Carranza
Xochimilco
Total CDMX
14,678
22,797
26,933
22,589
7,911
53.9
372,154
404,180
481,279
556,130
183,976
49.4
5,162
7,337
10,596
11,932
6,770
131.2
24,492
29,278
39,039
41,615
17,123
69.9
81,777
136,457
185,360
153,223
71,446
87.4
117,427
129,867
157,021
142,270
24,843
21.2
40,974
46,069
55,204
53,040
12,066
29.4
2,572,497
2,830,846
3,289,129 3,603,572
1,031,075
40.1
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC)
11 Aunque no se trató de una dinámica lineal, esta tendencia general representó un incremento
significativo en el número de personas ocupadas (PO) en 2013 con respecto a 1998 (Gráfica
POTe_2).
12 Ese incremento fue especialmente notable, en términos relativos, en las delegaciones
Cuajimalpa (261.5%), Azcapotzalco (145%) y Milpa Alta (131%). En un segundo conjunto,
se ubicaron los incrementos registrados entre esos años en la PO de las delegaciones
Álvaro Obregón, Tlalpan, Tláhuac (situados entre un 70% y algo menos que un 100% en
2013 con respecto a 1998).
El resto de las delegaciones, varias de ellas, por cierto, delegaciones en las que se
concentraron los mayores volúmenes de PO de la CDMX en estos años, los aumentos
fueron bastante menores, como en los casos de las delegaciones Cuauhtémoc y Benito
Juárez (Gráfica POTe_3).
Lo anterior se vio reflejado en el ritmo promedio de crecimiento de la Población Ocupada
en las delegaciones durante 1998-2013, destacando la TMCA de la Delegación Cuajimalpa
(0.09%), seguida de las TMCA de las delegaciones Azcapotzalco, Milpa Alta y Álvaro
Obregón (de 0.06%). Llaman la atención, igualmente, las TMCA obtenidas entre 1998 y
2013 por las delegaciones Tláhuac y Tlalpan (0.04%).
13 Todas ellas, TMCA superiores a la TMCA promedio de la Ciudad (0.02%) e, incluso, a la
TMCA en la PO en el país durante este periodo (0.03%); tres de estas delegaciones,
situadas al sur de la Ciudad y depositarias de buena parte del Suelo de Conservación: Milpa
Alta, Tláhuac y Tlalpan.
Sin menoscabo de las TMCA obtenidas en las delegaciones La Magdalena Contreras y
Miguel Hidalgo (0.03%), así como de Iztapalapa y Xochimilco (0.02%), destaca el
contrapeso que representó en la TMCA de la Ciudad, en este periodo, el bajo ritmo
promedio de crecimiento registrado en las seis delegaciones restantes (prácticamente 40%
de las delegaciones), entre las que destaca por su importancia absoluta en términos del
volumen de PO, las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez (Gráfica POTe_4).
Por otra parte, aunque la mayoría de las delegaciones resintieron los efectos de la crisis de
2008-2009 en relación con el PO (con excepción de Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Benito
Juárez y Cuauhtémoc que se recuperaron en 2013 e Iztapalapa que mantuvo el mismo
14 ritmo de crecimiento promedio a lo largo del periodo), cabe mencionar que especialmente
en los casos de Tlalpan (menos 0.04%), La Magdalena Contreras (menos 0.03%)
Venustiano Carranza (0.2%), Coyoacán, Cuajimalpa, GAM, Iztacalco y Xochimilco la TMCA
2008-2013 no solo disminuyó sino que fue negativa (Gráfica POTe_5).
Gráfica POte_5
TMCA del Personal Ocupado en las Delegaciones de la CDMX, 1998-2013
(Porcentajes)
0.19
Álvaro Obregón
0.14
Azcapotzalco
Benito Juárez
Coyoacán
Cuahutémoc
0.09
Cuajimalpa de Morelos
Gustavo A. Madero
Iztacalco
Iztapalapa
Magdalena Contreras
0.04
Miguel Hidalgo
Milpa Alta
Tláhuac
Tlalpan
-0.01
Venustiano Carranza
Xochimilco
-0.06
1998-2003
2003-2008
2008-2013
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC)
15 Cuadro POTe_2
Delegaciones CDMX
Personal Ocupado Total: TMCA, 1998-2013
(Porcentajes)
Delegaciones
1998-2003
2003-2008
2008-2013 1998-2013
Álvaro Obregón
0.04
0.04
0.05
0.05
Azcapotzalco
0.00
0.14
0.05
0.06
Benito Juárez
0.02
0.00
0.01
0.01
Coyoacán
0.03
0.01
-0.01
0.01
Cuauhtémoc
0.00
0.00
0.04
0.01
Cuajimalpa de Morelos
0.11
0.18
-0.01
0.09
Gustavo A. Madero
0.01
0.01
-0.01
0.01
Iztacalco
-0.01
-0.02
-0.01
-0.01
Iztapalapa
0.02
0.02
0.02
0.02
Magdalena Contreras
0.09
0.03
-0.03
0.03
Miguel Hidalgo
0.02
0.04
0.03
0.03
Milpa Alta
0.07
0.08
0.02
0.06
Tláhuac
0.04
0.06
0.01
0.04
Tlalpan
0.11
0.06
-0.04
0.04
Venustiano Carranza
0.02
0.04
-0.02
0.01
Xochimilco
0.02
0.04
-0.01
0.02
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAI
De acuerdo con lo anterior, no obstante que el Personal Ocupado en la CDMX continuó
concentrándose, fundamentalmente, en cuatro delegaciones: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo,
Benito Juárez e Iztapalapa, el peso relativo de las mismas en el PO de la Ciudad ha tendido
a disminuir a lo largo de los últimas décadas, pasando del 60.3% en 1998, al 54.8% del total
en 2013 (grafico).
Con excepción de la Delegación Miguel Hidalgo, que aunque mejoró ese peso a partir de
2003, lo hizo de una manera muy poco significativa, las otras tres Delegaciones mostraron
una tendencia bastante regular en relación con esta pérdida de peso en el periodo (Gráfica
POTe_6).
16 Gráfica POTe_6
Distribución del Personal Ocupado entre las Delegaciones de la CDMX, 1998 y 2013
(Porcentajes)
1998
2013
20.4%
24.5%
6.1%
10.7%
15.4%
14.5%
6.3%
4.9%
10.1%
6.4%
9,3%
8,9%
12.1%
8.9%
Cuahutémoc
Álvaro Obregón
Venustiano Carranza
Cuajimalpa de Morelos
Miguel Hidalgo
Gustavo A. Madero
Iztacalco
Magdalena Contreras
Benito Juárez
Azcapotzalco
Tlalpan
Milpa Alta
Iztapalapa
Coyoacán
Xochimilco
Tláhuac
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC)
En este mismo contexto, delegaciones como Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa,
por una parte, y las Delegaciones Tlalpan, Milpa Alta y Tláhuac, por la otra parte, mostraron,
a su vez, tendencias definidas a aumentar su participación relativa en la captación del
Personal Ocupado de la Ciudad entre 1998 y 2013.
Los casos de Álvaro Obregón y Cuajimalpa, relacionados necesariamente con la dinámica
del Corredor de la Ciudad dedicado a las actividades relacionadas con los servicios
financieros que inicia en Reforma y se extiende hacia el poniente en Santa Fe;
Azcapotzalco, probablemente relacionado con esfuerzos de recuperación económica
impulsados estos años en la zona industrial.
Si bien no se trata, en el caso de las delegaciones del sur, de espacios con un peso
significativo en lo que respecta a la cantidad de personas ocupadas en la Ciudad, llama la
atención la magnitud del cambio relativo registrado estos años. Especialmente,
considerando que se trata de Delegaciones en las que el objetivo a futuro remite a reforzar
la protección del Suelo de Conservación y sus servicios ambientales estratégicos para la
sustentabilidad de la Ciudad y su economía.
17 Cabe mencionar, asimismo, que las Delegaciones con mayores cambios relativos en 2013
en el PO que contaban en 1998, fueron, en primer lugar, Iztacalco (menos 42.3%), seguida
de Venustiano Carranza (menos 21%), Cuauhtémoc (menos 17%) y Benito Juárez (menos
16%).
Entre las que más ganaron peso relativo entre 1998 y 2013 se encontraron Cuajimalpa de
Morelos (más 158%), Azcapotzalco (más 75%), Álvaro Obregón (más 40%) y Tlalpan (más
34%).
4.2.2. Principales tendencias en los municipios de la ZMCM
Considerando la dinámica laboral existente entre la Ciudad de México y los municipios de
la ZMCM a partir del Personal Ocupado, se identifica claramente la relevancia de cinco
municipios del Estado de México a lo largo del periodo de estudio: Ecatepec de Morelos,
Tlalnepantla de Baz, Naucalpan de Juárez, Cuautitlán Izcalli y Nezahualcóyotl.
Estos cinco municipios han concentrado en promedio, prácticamente el 60% de la PO de
los municipios de la ZMCM entre 1998 y 2013 y, en promedio, cerca del 18% del total del
PO en la ZMCM entre 1998-2013 (Gráfica 7).
18 No obstante ello, el peso relativo de estos cinco municipios en la PO de la ZMCM mostró
una clara tendencia a disminuir en el periodo de estudio, pasando de un 66% en 1998, a
sólo cerca de un 55% en 1998, en tanto que el resto de los municipios ha aumentado, en
conjunto, su peso relativo de un 28% a un 38%, incluyendo Tizayuca (Cuadro POTe_3).
Cuadro POTe_3
Distribución relativa del Personal Ocupado en los municipios de la ZMCM, 1998-2013
(Porcentajes)
1998
Municipios con más PO
66.00
2003
2008
62.07
2013
55.76
54.78
Promedio
1998-2013
59.65
Ecatepec de Morelos
14.98
14.46
14.80
14.18
14.60
Tlalnepantla de Baz
16.49
15.86
13.32
12.98
14.66
Naucalpan de Juárez
17.94
16.06
12.75
12.31
14.76
Cuautitlán Izcalli
7.75
7.21
6.47
7.99
7.36
Nezahualcóyotl
8.85
8.48
8.43
7.31
8.27
Resto de los Municipios
28.03
30.89
37.21
37.75
33.47
Total
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC)
Paralelamente, muy pocos municipios perdieron peso relativo, sin haber tenido, además,
pesos muy significativos en el periodo, como en los casos de Tultepec, Tlalmanalco,
Chiconcoac y Jaltenco. En contraparte, el resto de los municipios de la ZM ganó peso
relativo en su participación en la PO de la ZMCM entre 1998 y 2013 (Gráfica POTe_8).
Gráfica POTe_8
Porcentaje promedio de cambio en el peso relativo del Personal Ocupado de los
Municipios en el total del Personal Ocupado de los Municipios de la ZMCM
1998-2013
160
Porcentajes
110
60
10
-40
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC)
19 Lo anterior parece apuntar una tendencia hacia una mayor diversificación y dispersión de
las fuentes de empleo entre estos municipios, tomando como referente la Población
Ocupada en la ZMCM.
Ello se refuerza considerando la tendencia registrada en el crecimiento prácticamente
generalizado del número de personas ocupadas en los municipios de la ZMCM durante el
periodo. De hecho, mientras que la CDMX incrementó en un 40% el número de personas
ocupadas en sus delegaciones entre 1998-2013, ese incremento fue del 44.4% entre los
municipios de la ZMCM.
En 2013, de las más de cinco millones de personas que conformaron la PO de la ZMCM,
un total de 3,603, 572 personas trabajaban en la Ciudad y 2, 882, 256 lo hacían en los
municipios de la Zona Metropolitana: el 28.6% del PO en la ZMCM.
Revisando los datos puntuales del periodo 1998-2013, con excepción de Tlalmanalco, todos
los municipios incrementaron su PO, aunque muchos de ellos, cabe mencionar, sin
necesariamente contar con un volumen significativo de personas ocupadas.
En promedio, el PO del conjunto de los municipios se incrementó entre 1998 y 2013 en un
92%. Cinco municipios del Estado de México: Tezoyuca, Chiautla, Nextlalpan, Teccámac y
Huixquilucan registraron incrementos de entre 150% y 327% (ubicarlos en mapa); en otros
14 municipios esos incrementos fueron de entre un 100% y 140%; otros 11, crecieron entre
un 25 y un 94%. El punto a este respecto es que se trató, en general, de una dinámica
bastante clara y generalizada de crecimiento en la PO.
20 Gráfica POTe_9
Variación porcentual en el volumen del Personal Ocupado de los Municipios
de la ZMCM entre 1998 y 2013
330
327
290
280
233
230
Porcentajes
184
180
152
138
137
130
130
128
123
114
112
109
107
105
105
103
102
101
94
94
91
91
84
83
72
80
63
63
58
58
54
41
41
29
30
5
-20
-10
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC)
Por otra parte, si bien en su conjunto, tanto las delegaciones de la CDMX como los
municipios de la ZMCM, registraron la misma TMCA para el periodo 1998-2013, la TMCA
tanto en delegaciones, como en los municipios, varió de manera interesante caso por caso.
En aras de la identificación de tendencias territoriales de cambio en el periodo, vale la pena
señalar que solamente nueve de los municipios registraron TMCA entre 1998 y 2013 iguales
o inferiores al promedio de la ZMCM y el de la Ciudad. La TMCA del resto de los municipios
varió entre el 0.03% y el 0.10%.
Si bien se trata de tasas relativamente bajas en general, lo que resulta interesante es la
tendencia definida a aumentar en la mayoría de los municipios que conforman la Zona
Metropolitana de la Ciudad.
Cabe mencionar que los cuatro de los municipios antes referidos como los que
concentraron los mayores volúmenes de PO en la ZMCM: Ecatepec, Tlalnepantla,
Naucalpan y Nezahualcóyotl, son parte de esos nueve municipios que registraron TMCA
menores o iguales al promedio alcanzado en el conjunto de la ZMCM y la CDMX. De ellos,
únicamente Cuautitlán obtuvo una TMCA promedio del 0.03% en el periodo.
21 Gráfica POTe_9
TMCA promedio 1998-2013 del Personal Ocupado de los Municipios
de la ZMCM
(Porcentajes)
0.11
0.09
Porcentajes)
0.07
0.05
0.03
0.01
Tezoyuca
Chiautla
Nextlalpan
Tecámac
Huixquilucan
Zumpango
Chicoloapan
Acolman
Cocotitlán
Chimalhuacán
Papalotla
Temamatla
Tultitlán
Ixtapaluca
Nicolás Romero
Coyotepec
Teotihuacán
Chalco
Coacalco de Berroizábal
Tizayuca
Atenco
Huehuetoca
Tepotzotlán
Valle de Chalco Solidaridad
Tepetlaoxtoc
Texcoco
Melchor Ocampo
Atizapán de Zaragoza
Cuautitlán
Nacional
Teoloyucan
Cuautitlán Izcalli
Municipios ZMCM
Estado de México
Municipios ZMCM
ZMCM
Tultepec
La Paz
CDMX
Ecatepec de Morelos
Jaltenco
Nezahualcóyotl
Tlalnepantla de Baz
Chiconcuac
Naucalpan de Juárez
Tlalmanalco
-0.01
Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC)
4.3.
Tendencias sectoriales
4.3.1. Tendencias generales
Para la Ciudad de México, la mayoría de los sectores que agrupan al menos al 75% del
Personal Ocupado Total son servicios, con excepción de las manufacturas (10.02%), las
cuales han ido perdiendo participación para cada punto en el periodo 1998-2013.
El Sector “Servicios de apoyo a negocios” ha ido ganando Personal Ocupado de manera
considerable todos los años de estudio, alcanzando casi un quinto de la ocupación (18.7%).
Por su parte, el Sector “Comercio al por menor” muestra una constante caída desde 2003
a 2013 y es de destacar que, ocupando el segundo lugar en participación (16.02%), ha sido
históricamente un sector de baja productividad, distribuido en unidades económicas muy
pequeñas (algunas de un empleado por unidad económica), con montos bajos de inversión
física y muy poca demanda de personal capacitado (Ros, 2013).
En general, los sectores de la actividad económica que por tu tamaño explican al menos el
75% del personal ocupado total de la Ciudad de México entre 1998 y 2013 fueron “Servicios
22 de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación”, “Comercio al
por menor”, “Industrias manufactureras”, “Servicios financieros y de seguros”, “Servicios de
alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas”, “Comercio al por mayor”,
“Servicios profesionales, científicos y técnicos” y, “Transportes, correos y almacenamiento”.
En el caso de los municipios, la mayoría de los sectores de actividad en los que se
concentra la ocupación, coinciden con los de la CDMX. Sin embargo, este porcentaje estuvo
concentrado en menos sectores. Mientras que para la Ciudad fueron ocho los sectores
importantes, para los municipios fueron cinco.
El “Comercio al por menor” fue, con las características económicas descritas líneas arriba,
el que más concentró al Personal Ocupado (32.24%) con una tendencia creciente. Al igual
que para la Ciudad, las “Industrias manufacturas” fueron un sector concentrador
decreciente aunque en menor velocidad, pues mientras la ocupación en manufacturas
decreció a una tasa media anual de -0.018% en la Ciudad, en los municipios lo hizo a una
tasa de -0.004%. Ello, aunado a que la reducción del VACB del mismo sector fue más rápida
en los municipios, que en la CDMX.
De acuerdo con lo anterior, los sectores de la actividad económica que por su tamaño
explican al menos el 75% del personal ocupado total de los municipios fueron: “Comercio
al por menor”, “Industrias manufactureras”, “Servicios de alojamiento temporal y de
preparación
de
alimentos
y
bebidas”,
“Otros
servicios
excepto
actividades
gubernamentales” y “Comercio al por mayor”.
23 4.3.2. Cambio estructural
En el siguiente gráfico se aprecian los cambios estructurales al interior de las subregiones.
Si sobre una misma línea los puntos se abren significa que hubo cambio y, si por el
contrario, los puntos están juntos no lo hubo para ese sector.
24 Como se observa, los cambios más importantes en la estructura del Personal Ocupado al
interior de la CDMX se dieron en los sectores de manufacturas y, los “Servicios de apoyo a
negocios”. También se aprecian cambios en relación con el “Comercio al por menor”,
“Servicios financieros y de seguros”, “Transportes correos y almacenamiento” y, en
“Construcción”, pero en menor medida. Por su parte, el cambio estructural en el Personal
Ocupado en los municipios se redujo a dos sectores: “Comercio al por menor” y,
“Manufacturas”.
4.3.3. Valor Agregado y Población Ocupada
Como se ha descrito líneas arriba, la cantidad de Valor Agregado por persona ocupada
(VACB/POT) es una variable cercana a la medición de productividad, en tanto este cociente
expresa la capacidad de un sector de generar valor agregado por personal ocupado.
El siguiente gráfico de dispersión entre las Tasas Medias de Crecimiento Anual (TMCA) del
Personal Ocupado Total y del Valor Agregado Censal Bruto, permite realizar una
aproximación al ritmo de crecimiento de Valor Agregado que corresponde al propio del
Personal Ocupado para cada sector en todo el periodo, es decir, la velocidad a la que creció
una variable en comparación con la otra para cada sector.
A través de este gráfico se busca conocer cuáles fueron los sectores que siguieron una
dinámica creciente en el Valor Agregado generado por persona ocupada, sin reducir el
número de trabajadores que ocupan; esos sectores fueron los que aumentaron el cociente,
debido a los aumentos en el VACB y no por reducción de personal. Esto se observa en la
región superior a la línea azul (sobre la cual las TMCA son iguales para ambos datos) y, a
la derecha del eje vertical, la cual será nuestra región de interés.
Es importante señalar que este tipo de gráficos nos muestran las variaciones de origen a
fin del periodo, asumiendo que la dinámica de las variables cuyas tasas de crecimiento se
grafican fue de manera lineal, sin cambios a lo largo del periodo Por ello es necesario
comparar las conclusiones principales con los datos para cada año y así conocer si la
dinámica proviene de una tendencia estable o de un cambio estructural en algún punto
medio del periodo.
25 Resultados
Una primera concusión que se puede extraer del gráfico de dispersión, es que si bien
existen sectores de la actividad que mostraron un comportamiento positivo en la región de
interés, ninguno de los casos estuvo muy lejos de tener TMCA iguales a cero en ambas
variables, por lo que la distinción entre los sectores es importante para conocer aquellos en
los que se tienen ciertas ventajas al interior, mas no significa que los mejores sectores
tengan una dinámica privilegiada en la CDMX o en los municipios.
En segundo lugar, se observa, que los sectores de la actividad económica registraron un
mejor comportamiento al interior de la Ciudad de México que en los municipios que
conforman su Zona Metropolitana, ya que casi ningún sector de los municipios se encontró
por arriba de la línea azul. Las únicas excepciones son los “Servicios financieros y de
seguros”, los “Servicios de salud y asistencia social” y la “Construcción”, pero ninguno de
estos casos forma parte de los sectores concentradores de Personal Ocupado o de Valor
Agregado, por lo que altas tasas TMCA pueden deberse a un muy bajo monto de VACB y
de POT al inicio del periodo.
En tercer lugar, fueron sólo dos los sectores concentradores del Personal Ocupado Total
en la Ciudad de México que se ubicaron al interior de nuestra región de interés en el gráfico:
los “Servicios financieros y de seguros” y, los “Servicios de apoyo a los negocios y manejo
de desechos y servicios de remediación”.
26 Si comparamos las observaciones realizadas en la delimitación del tamaño de los sectores
de la actividad y la relación entre sus TMCA de Valor Agregado y Personal Ocupado,
podemos clasificarlos de la siguiente manera:
Clasificación de los sectores de la actividad que concentran al personal ocupado total
Relación entre TMCA
Ciudad de México
Municipios
 Servicios financieros y de
VACB>POT
seguros.
y
 Servicios de apoyo a los
POT>0
negocios y manejo de desechos
y servicios de remediación.
 Comercio al por menor.
 Comercio al por menor.
VACB<POT
 Industrias manufactureras.
 Industrias manufactureras
 Servicios de alojamiento
 Servicios de alojamiento
temporal y de preparación
temporal y de preparación de
de alimentos y bebidas.
alimentos y bebidas.
 Otros servicios excepto
 Comercio al por mayor.
actividades.
 Servicios profesionales,
gubernamentales.
científicos y técnicos.
 Comercio al por mayor.
 Transportes, correos y
almacenamiento.
Tasas calculadas con datos agregados de los Censos Económicos (SAIC), INEGI, para 1998 y 2013.
Los “Servicios financieros y de seguros” fueron el cuarto sector concentrador de POT, con
8.74% del total de la CDMX, registrando una dinámica constantemente creciente en su
participación exceptuando el último dato. A su vez, fue el primer concentrador del VACB,
con aproximadamente 30% del total y, mantuvo esta importancia en todo el periodo, incluso
a pesar de la pérdida de más del 10% en participación de la actividad entre 2008 y 2013.
Por su parte, los “Servicios de apoyo a negocios” tuvieron un constante crecimiento en su
participación porcentual al pasar de 7% a 19%, de casi un décimo a casi un quinto del
Personal Ocupado Total de la Ciudad de México. De igual forma fue un sector concentrador
de Valor Agregado para la Ciudad aunque apenas representó aproximadamente el 7% del
VACB de la CDMX. El resto de los sectores concentradores del Personal Ocupado Total,
con un comportamiento a la baja en su generación de VACB/POT, sumaron casi el 50% de
la POT de la Ciudad y el 25% del VACB.
Por parte de los sectores de mayor peso en los municipios, los resultados fueron
alarmantes, ya que ninguno de ellos mostró una dinámica creciente en la relación
VACB/POT de los sectores a lo largo del periodo. Esto significó que las fuentes de empleo
27 formal de los municipios que concentraron la mayor parte de los trabajadores no mostraron
capacidad de incrementar la cantidad de Valor Agregado por cada persona ocupada en sus
unidades económicas.
Recapitulando, solamente el 34.75% del Personal Ocupado total que trabajó en la CDMX
en 2013, lo hizo en sectores de la actividad que mostraron un resultado creciente en la
relación VACB/POT, y cuyo personal no disminuyó. De estos, la inmensa mayoría se
concentró en los sectores “Servicios financieros y de seguros” y, “Servicios de apoyo a
negocios”. Por su parte, del personal ocupado total en los municipios, ninguno de los
sectores concentradores mostró el comportamiento sectorial que interesó para esta
aproximación, pues apenas el 3.17% participó en estos sectores (“Servicios financieros y
de seguros” y, “Servicios de salud y asistencia social”).
4.3.4. Mapas
Los sectores de actividad que mostraron una dinámica creciente en el Valor Agregado por
Personal Ocupado Total y no perdieron trabajadores entre 1998 y 2013 fueron los “Servicios
financieros y de seguros” y, los “Servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos
y servicios de remediación”. Como se observa en los siguientes dos mapas, ambos casos
son muy importantes por su tamaño y desempeño para la Ciudad de México.
Mapa 1.
28 Puede observarse, asimismo, que la mayor parte de los datos del Mapa 1, por arriba del
75% (color rojo), se encuentran al interior de la Ciudad de México, con algunos cambios
en su localización en el periodo, pero con la constante de las delegaciones centrales.
Comparando la tendencia entre la dinámica territorial de los “Servicios financieros”, con la
registrada en los “Servicios de apoyo a negocios”, se observa cómo, en el transcurso del
periodo, un conjunto relativamente bien definido de municipios conurbados de la Ciudad va
perdiendo peso relativo en la dinámica metropolitana, lo que a su vez se tradujo en una
reubicación de los mismos, principalmente, en el centro y sur poniente de la Ciudad (Mapa
2).
Mapa 2.
Los siguientes dos mapas muestran la distribución de las personas ocupadas únicamente
para la Ciudad de México y la agrupación de características similares (clústeres) del Valor
Agregado por Persona Ocupada, respectivamente. En ambos casos se observa una
concentración en el centro poniente de la Ciudad, destacando las delegaciones Álvaro
Obregón, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc (Mapa 3 y Mapa 4).
29 Es de destacar que la delegación Álvaro Obregón mostró una alta participación del Personal
Ocupado en este sector y participó del clúster de altos valores de Valor Agregado por
persona ocupada hacia el final del periodo. En el mismo sentido podemos observar la
dinámica de los “Servicios de apoyo a negocios”.
Mapa 3.
Mapa 4.
30 En congruencia con la ilustración del mismo sector para la ZMCM, la importancia se va
agrupando hacia el sur poniente de la Ciudad, pero al cambiar la distribución únicamente
para la Ciudad resalta el atípico dato alto para delegaciones del noroeste, especialmente
de la delegación Azcapotzalco (Mapa 5).
Mapa 5.
En principio, la formación de clústeres depende de que los datos se agrupen entre
características similares, es decir, que los valores delegacionales se agrupen entre grandes
y pequeños. Esto nos permite interpretar la desaparición de clústeres en los “Servicios de
apoyo a negocios” desde 2008, como una desestructuración del valor generado por
trabajador de este sector respecto de su ubicación en el espacio, por ser este un dato con
dinámica creciente y por tratarse de un sector de alta importancia en su participación del
personal ocupado de la Ciudad. Concretamente, el mayor valor generado por persona
ocupada se observa en la delegación Xochimilco desde 2008 hacia el final del periodo y
deja de hacerlo para las delegaciones Cuajimalpa y Miguel Hidalgo (Mapa 7).
31 Mapa 7.
5. Referencias
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (SAIC 2014 y 1999). Censos Económicos.
Mayo, 2015, de INEGI Sitio web:
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (Varios años). Sistema de Estatal y Municipal
de Bases de Datos (SIMBAD). Mayo, 2015, de INEGI Sitio web:
http://sc.inegi.org.mx/cobdem/
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (Varios años). Banco de Información
Económica (BIE). Mayo, 2015, de INEGI Sitio web:
http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
Consejo Nacional de Población (CONAPO). (Varios años). Datos de Proyecciones. Mayo,
2015, de CONAPO Sitio web:
http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos
Luc Anselin. (2005). Spatial Autocorrelation Analysis for Rates. En Exploring Spatial Data
with GeoDa: A Workbook (148-154). Illinois: University of Illinois.
Luc Anselin. (2005). ESDA Basics and Geovisualization. En Exploring Spatial Data with
GeoDa: A Workbook (148-154). Illinois: University of Illinois.
32 Ros, Jaime (2013). Algunas tesis equivocadas sobre el estancamiento económico de
México. Ed. COLMEX-UNAM. México.
33 Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
2000-2015
Camilo Caudillo Cos1
1.
Introducción
2.
Fundamentos teóricos de la relación entre forma urbana y comportamiento de
viajes
3.
4.
Apartado metodológico
3.1
De la matriz origen-destino a la red de flujos laborales
3.2
Autocontención laboral en la ZMCM
3.3
La concentración espacial de los flujos laborales
Tendencias territoriales de la movilidad laboral en la ZMCM 2000-2015
4.1
Evolución y tendencias generales de los flujos laborales
4.2
Evolución de la autocontención laboral
4.3
La concentración de los flujos laborales
4.4
Detección de comunidades de los flujos laborales de la ZMCM
5.
Conclusiones
6.
Referencias
ANEXO
1Investigador
del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C.
Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
2000-2015
Camilo Caudillo Cos1
1. Introducción
En su famoso discurso inaugural del congreso de la asociación de ciencia regional europea
de 1970, el geógrafo escandinavo Törsten Hägerstrand centró su participación en
cuestiones sobre la calidad de vida, en esta conferencia se comienzan a delinear el enfoque
que después se conocerá como la geografía-tiempo. Uno de los elementos importantes del
enfoque son las restricciones espacio-temporales de la vida cotidiana, que se clasifican en
tres tipos: 1) restricciones biológicas: el movimiento terrestre que configura los días y las
noches; 2) restricciones de accesibilidad: la facilidad de acceder a diferentes lugares
depende de la disponibilidad de infraestructura de transporte; y 3) restricciones de
autoridad: el sistema productivo se configura de manera tal que estructura y sincroniza las
actividades productivas, imponiendo horarios dominantes para el trabajo, estudio etc. Este
tipo de restricción se da de acuerdo con cada sociedad, implica leyes, reglas económicas
o
están
determinadas
por
principios
morales
(Hägerstrand,
1970:11-12).
Independientemente de la diversidad de opinión sobre cuáles son los componentes de la
calidad de vida y cuál es el peso particular de cada uno, la alineación de las tres
restricciones antes mencionadas deberían satisfacer las necesidades básicas de la
población, esto implicaría:
“acceso a aire y vivienda de forma continua, comida varias veces al día, algo de recreación
diaria y semanalmente, al juego y entrenamiento a lo largo de la infancia, a la seguridad del
trabajo y la continuación de la educación a intervalos irregulares a lo largo de la carrera de
cada quien, a asistencia durante la vejez, y todo el tiempo acceso aleatorio a medios de
transporte, información relevante y cuidado médico” (Hägerstrand, 1970:19).
La definición de estos mínimos satisfactores toma en cuenta al individuo en todo su ciclo
vital —del nacimiento a la vejez— establece además que el transporte debe ser accesible
todo el tiempo de forma aleatoria. La cuestión del transporte siempre ha tenido un carácter
desigual, aquellos de poseen un automóvil tienen la posibilidad de combinar actividades
1
Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C.
1 que requieran el movimiento entre lugares separados por distancias mayores que aquellos
que caminan o utilizan transporte público, y esta diferencia en algunos casos no es solo
una cuestión de la velocidad sino ante todo implica la pérdida de tiempo debido a los
intercambios modales.
El discurso de Hägerstrand implica que los miembros de la sociedad tienen múltiples
adscripciones, es decir, los individuos se desenvuelven todos los días en campos sociales
diferenciados. No existe ninguna actividad profesional, de recreación, estudio, vida familiar,
amistosa, asociativa o cultural que pueda realizarse sin la necesidad de movimiento. Casi
todas las formas de vida e interacción social involucran indispensables combinaciones de
proximidad y distancia que demandan diversas formas de movilidad.
Durante mucho tiempo, la movilidad estuvo equiparada al término de transporte; y el énfasis
se ponía sobre el análisis del movimiento de vehículos en las vialidades y en la gestión de
flujos, tránsito, etc., lo que habla indirectamente sobre las necesidades de las personas.
Desde este enfoque, se colocó el acento principalmente en el descongestionamiento de los
flujos, la velocidad, la capacidad de carga de los sistemas de transporte. El cambio en la
perspectiva del análisis desde el transporte hacia la movilidad implica un exhaustivo
conocimiento sobre las dinámicas sociales de la población, lo que es aún un objetivo por
cumplir, las fuentes tradicionales para abordar el movimiento cotidiano de la población —
encuestas origen-destino— fueron concebidas para hacer un análisis del transporte —y
desarrollar modelos de transporte—, no necesariamente de la movilidad de la población, si
bien nos dan cuenta de algunos de sus elementos básicos: generación de viajes,
distribución de viajes, elección modal y asignación de viajes, dichas dimensiones se
vinculan con las siguientes propiedades de los individuos que pueden plantearse en forma
de cuatro preguntas: ¿Por qué nos movemos?, ¿A dónde nos movemos?, ¿Cómo nos
movemos? y ¿Por dónde nos movemos?
Por la encuesta origen destino de 2007 se sabe que la ZMVM hay en un día laboral
promedio hay alrededor de 22 millones de viajes, poco más de la dos tercios se llevan a
cabo en trasporte público y el tercio restante en automóvil particular. Si omitimos los viajes
de regreso al hogar que representan 45% del total —todo el que sale de un hogar debe
regresar— la cantidad de viajes es de 12 millones, de los cuales el propósito principal —
debido a la estructura poblacional— es la escuela que acumula 27% de los viajes, en
2 segundo lugar está el trabajo con el 18% y en tercero las compras, con el 16%. La gran
mayoría de la población reportó hacer dos viajes al día (IIIGECEM, s/f.) Este breve
panorama pone de manifiesto la importancia de dos cosas, por un lado el transporte público
es el medio de transporte principal en la ZMVM y en segundo lugar los viajes productivos
son los que sostienen a la población.
En nuestro caso centraremos el análisis en los flujos laborales y una serie de indicadores
asociados, la razón principal es que las fuentes censales únicamente permiten el
seguimiento de este tipo de movimiento cotidiano con tres momentos comparables, 2000
2010 y más recientemente la encuesta intercensal 2015 que además de movilidad laboral
indaga sobre movilidad escolar, tema que queda fuera del alcance de este capítulo.
El resto del presente documento se organizará de la siguiente forma: La sección dos
abordará algunos fundamentos teóricos sobre el comportamiento espacial de la distribución
de la población y las actividades, así como la relación entre forma urbana y comportamiento
de viajes. La tercera sección abordará elementos metodológicos que utilizaremos para el
estudio empírico. La sección cuatro se dedicará a los resultados empíricos del seguimiento
del comportamiento de viajes en cuatro apartados, en el primero revisaremos brevemente
la evolución de los flujos laborales y algunos indicadores asociados; el segundo apartado
abordará la evolución y tendencias en la autocontención laboral; en el tercer apartado
exploraremos los patrones de concentración-dispersión espacial de los orígenes y destinos
de los viajes laborales; el último apartado mostrará los resultados del ejercicio empírico de
detección de comunidades en los flujos laborales. Por último la quinta sección se dedicará
a conclusiones.
2. Fundamentos teóricos de la relación entre forma urbana y comportamiento de
viajes
En la actualidad hay una concentración importante de la población en las ciudades y éstas
comparten una serie de rasgos comunes, entre ellos el crecimiento extendido en superficie,
la baja densidad y límites difusos. Aunado a esto, uno de los retos más complicados es
develar la distribución de la población en el espacio y el tiempo, es decir el comportamiento
de la movilidad de la población y su impacto en el territorio.
3 Existe un proceso concurrente en el que la estructura urbana modifica la distribución de la
población y recíprocamente la distribución de la población modifica la estructura, las
políticas de vivienda han jugado un papel preponderante en la dinámica de migración
forzando a la población de menores ingresos a trasladarse a las zonas lejanas donde el
precio del suelo es bajo, de ahí que algunos autores en lugar de suburbanización prefieran
el término periurbanización, estilo de desarrollo urbano con consecuencias negativas
evidentes, responsable del crecimiento extendido, baja densidad y falta de accesibilidad al
trabajo.
Desde la economía, la tradición del análisis locacional tiene orígenes en Von Tünen, en su
libro publicado en la primera mitad del siglo XIX —“La ciudad aislada”— desarrolla un
modelo conjunto de uso de suelo y renta en la zona de influencia de una ciudad. El supuso
que los cultivos diferirían tanto en rendimiento como sus costos de transporte, los costos
de transporte aumentan en función de la distancia del centro. Tünen demostró que la
competencia entre los granjeros conduciría a un gradiente de renta de tierra decreciente a
partir del centro de la ciudad hasta un valor de casi cero en los límites de su zona de
influencia (Fujita 2010: 5).
En la segunda mitad del siglo XX, Alonso (1964) en su teoría de la localización establece
que el elemento determinante para la decisión del lugar de residencia es la concentración
de la actividad económica, que tiende a aglutinarse en el centro de la ciudad. La población
tiende a localizarse lo más cerca del centro dentro de las posibilidades de su presupuesto,
esto es en el punto en que su función de utilidad se maximiza, el mercado entonces cubre
una función discriminante, cierta porción de la población queda excluida de otras zonas por
los precios del suelo más altos —en otras palabras es la segregación residencial que se
podría atribuir al mercado inmobiliario—. A medida que la distancia del centro se
incrementa, la renta de la tierra disminuye inversamente a los costos de transporte. Sin
embargo —en el caso de las ciudades norteamericanas— los hogares pobres tienden a
localizarse en el centro de la ciudad debido a que las propiedades tienden a ser más
pequeñas y viejas, en consecuencia más baratas y asequibles; en el caso de la ZMCM los
precios bajos de la vivienda tienden a localizarse en las zonas periféricas, particularmente
después de la década del año 2000, en la que hubo un impulso sin precedentes en el
desarrollo de vivienda social, paradójicamente la vorágine de edificación de vivienda
condujo a tasas de desocupación preocupantes (Infonavit 2006, 35). La principal limitación
4 de la teoría de Alonso es que presupone que las ciudades son monocéntricas, en el caso
de la emergencia de un policentrismo, la estructura urbana misma se ve modificada y el
modelo monocéntrico resulta insuficiente para explicar la organización de las ciudades
contemporáneas. Otra limitación de esta teoría radica en su ajuste parcial a la realidad de
las ciudades latinoamericanas, donde la periurbanización se relaciona con los grupos de
menores ingresos.
Es posible que Vickery sea el primer autor que postuló un modelo de localización general
de morfología urbana sin la necesidad de hacer el supuesto de la existencia de un centro
único en una ciudad (Vickrey, 1971), en su lugar el estado inicia es la llamada ciudad
unidimensional (ciudad plana alargada). Modelos posteriores complejizan la situación al
incorporar además de la localización de los negocios, la localización de la población, es
decir el uso de suelo residencial, Beckmann (1976) encuentra que la necesidad de
comunicación genera fuerzas de concentración mientras que el deseo de consumo y
expansión en zonas de renta del suelo menores actúa como una fuerza de dispersión.
Por otro lado, Kain en su artículo sobre segregación residencial de la población
afroamericana (Kain, 1968) encuentra que la salida de los trabajos del centro hacia la
periferia conduce a una paradoja espacial: los empleos intensivos en mano de obra,
ocupación de suelo y salarios bajos salen de la ciudad, los trabajadores de bajos ingresos
se quedan en el centro de la ciudad y enfrentan la necesidad de realizar viajes hacia el
trabajo más largos en el peor escenario a quedar desempleados. También hay evidencia
de que la salida de los trabajos de baja calificación hacia la periferia podría beneficiar a la
población de escasos recursos pues es en donde se localiza el suelo más barato con la
consecuencia de la reducción de los tiempos de viaje vía la mejora de accesibilidad al
empleo. Este segundo mecanismo de evolución de las ciudades podría ser más adecuado
para describir la dinámica de la ciudad de México.
Una tradición diferente al análisis de localización se ha preocupado por el análisis del
comportamiento de viajes de la población. A partir de la década de 1980 dentro del campo
de la planeación, se incorpora el uso de información espacial de los viajes de la población
no solo como herramienta de predicción, sino como herramienta de política pública
(Boarnet, 2011). En la siguiente década aumenta la preocupación por los procesos de
expansión urbana y suburbanización que generan una gran dispersión de las ciudades y
5 por ende tiempos y distancias de traslado en los viajes pendulares hogar-trabajo cada vez
más grandes (Berry, 1976, Calthorpe, 1993, Garreau, 1991). Calthorpe propuso el redesarrollo de los suburbios como una forma de reducir la movilidad motorizada a través de
la conectividad con las redes de transporte público, su pedestrian pocket (1993) debía tener
como base el desarrollo de espacios de 20 a 40 hectáreas, con distancias caminables de
400 metros como radio máximo para alcanzar alguna estación de transporte. En resumen
el objetivo consistía en replicar los rasgos de la ciudad compacta en territorios exurbanos.
La intuición detrás de este modelo de planeación es que a mayor mezcla de uso de suelo
en conjunción con la presencia adecuada de medios de transporte masivo, la población
podría reducir la distancia de sus viajes y además tendría más opciones de modos de
desplazamiento.
Ewing y Cervero (2010), realizan un meta-análisis tanto de estudios cualitativos como
cuantitativos, en ambos casos hay un esfuerzo por vincular las llamadas variables “D” de
diseño, originalmente propuestas como las tres “D” (Densidad, diversidad y diseño),
propuestas originalmente por Cervero y Kockelman (1997).
En el contexto de la ZMVM existen dos artículos sobre el comportamiento de viajes y
entorno construido: con la encuesta origen-destino 2007 (Montejano et al, 2013) realizan
un análisis de los viajes no laborales, encuentran una asociación negativa entre tiempo
viajado y mezcla de uso de suelo, mientras que Guerra (2014) realiza dos modelos para
comparar los cambios en la distancia viajada en automóvil entre las encuestas origendestino de 1994 y 2007, en primera instancia encuentra que hay un cierta estabilidad en las
correlaciones entre las variables de diseño y la distancia viajada en auto, es decir que hay
evidencia que apunta a que intervenciones en el espacio público —en el sentido de
promover mayor mezcla de usos de suelo— tiene un potencial modesto para reducir la
distancia de viajes en auto en la ZMVM.
La relación teórica entre centralidad y comportamiento de viajes tiene que ver con la
localización del empleo y la población, la ZMCM según varios autores es aún monocéntrica
con una leve tendencia al policentrismo (Aguilar y Alvarado, 2005; Suárez y Delgado 2009),
el ejercicio empírico final de este capítulo apunta a la identificación de comunidades de
municipios de acuerdo con los flujos laborales, este ejercicio, similar al análisis de
6 conglomerados nos indicaría si hay un componente geográfico evidente en los flujos y
posiblemente abonará evidencia a esta tendencia al policentrismo.
3. Apartado metodológico
El concepto central que permite vincular el estudio de la estructura urbana con el transporte
es sin duda el de movilidad urbana. Sin embargo resulta conveniente, definir en primera
instancia el concepto de viaje:
Viaje es el desplazamiento de una persona asociado a un origen y un destino
preestablecidos con un propósito determinado (Islas, 2000: 526). Un viaje se realiza entre
dos lugares, el sujeto o carga se localiza inicialmente en un sitio (el origen del viaje), y
necesita trasladarse a otra zona (lugar de destino). La estructura (localización y propósito)
de los viajes es la consecuencia de la interacción económica y social entre las zonas de la
ciudad dadas sus actividades expresada a través de los usos de suelo, es decir el patrón
de los viajes está determinado por la propia estructura urbana. Los propósitos se relacionan
con la satisfacción de diferentes necesidades de la población, y pueden ser por motivos de
producción, consumo o motivos sociales.
3.1 De la matriz origen-destino a la red de flujos laborales
La herramienta fundamental para el análisis de los viajes laborales es la matriz origendestino, que no es otra cosa que un cruce de información con los orígenes de los viajes en
las filas y los destinos en las columnas, este insumo básico nos ayudará para construir los
indicadores de movilidad laboral. El panel a) de la figura 1 muestra un ejemplo básico de la
matriz origen-destino, la diagonal de la matriz es gris y corresponde a la cantidad de
personas que se movieron dentro de la misma unidad territorial, es decir es la cantidad de
personas que viven en el mismo municipio en el que trabajan, el panel b) muestra la
transformación de la matriz de flujos en un grafo o gráfico que puede ser sujeto a análisis
como explicaremos más adelante.
7 Figura 1 La matriz origen-destino y su transformación en grafo.
FUENTE: Construcción propia.
3.2 Autocontención laboral en la ZMCM
El primer indicador que exploraremos es la evolución de la autocontención laboral (AL), es
decir el porcentaje de la población ocupada que vive y trabaja en su mismo municipio, dado
por la siguiente expresión:
Donde
es la población ocupada que vive y trabaja en el mismo municipio;
es el
total de la población ocupada de la que conocemos origen y destino de cada municipio.
El índice de autocontención laboral es un indicador utilizado típicamente como un
componente de la calidad de vida, a falta de mediciones sistemáticas de los costos de viaje
de la población —en términos de tiempo, distancia o dinero— es uno de los indicadores de
movilidad más sencillos de calcular.
3.3 La concentración espacial de los flujos laborales
Los índices de concentración se pueden utilizar en contextos geográficos para determinar
el grado de agrupación en un sistema migratorio —en este caso de movimiento— o bien de
las salidas y entradas de regiones específicas, el índice de gini migratorio como indicador
8 de la concentración de flujos en una matriz origen-destino fue originalmente propuesto por
Plane y Mulligan (1997) y posteriormente modificado por Bell et al. (2002), el índice de gini
varía de cero a uno, cero indicando equilibrio perfecto o dispersión y uno concentración
absoluta. El gráfico de campo migratorio es un diagrama de dispersión en el que se
contrasta el valor del índice de gini de salida estandarizado en el eje de las X con el índice
de gini de entrada estandarizado en el eje de las Y, este gráfico permite la clasificación de
las unidades espaciales en cuatro categorías de acuerdo con el cuadrante en el que se
localizan:
El cuadrante superior izquierdo contiene a las unidades territoriales que tiene un valor en el
índice de gini de entrada por arriba del promedio del sistema de flujos y un valor por debajo
del promedio del índice de gini de salida es decir los valores del índice de gini muestran
concentración en la entrada y dispersión en la salida de ahí que este cuadrante se llame
“expulsor puro”; el cuadrante superior derecho es llamado intensivo, pues tiene valores por
arriba del promedio (tiende a la concentración) tanto del índice de entrada como de salida;
el cuadrante inferior izquierdo es “extensivo” dado que tiene valores por debajo del
promedio tanto de entrada como de salida (mayor dispersión) y por último el cuadrante
inferior derecho, que tiene valores por arriba del promedio del índice de gini de salida (tiende
concentrar flujos en pocos destinos) y por debajo del promedio en la entrada (mayor
dispersión que el promedio). En el siguiente esquema se ilustra el gráfico con las categorías
correspondientes.
Figura 2 Diagrama de campo de flujos. Clasificación de por cuadrante.
FUENTE: Construcción propia, con base en Plane & Mulligan (1997).
9 3.4 Detección de comunidades en las redes de flujos migratorios
El mapeo de los flujos laborales entre municipios puede ser concebido como un grafo o
gráfico ponderado en el que los nodos (n) son los municipios y los arcos (m) los flujos entre
éstos. Dentro de la literatura de análisis de transporte se encuentran diversos métodos para
caracterizar los gráficos, el más utilizado es el filtrado de los flujos dominantes que resulta
en un grafo con máximo m-n arcos, o puede flexibilizarse la cantidad de flujos dominantes
dependiendo de las restricciones que se impongan a su definición (Nusten y Dacey, 1961;
Suárez y Delgado, 2010; Graizborg, 2008).
Bender-deMoll (2008) menciona en su reporte sobre mapeo de redes que un campo de
aplicación clásico del análisis de redes sociales es la caracterización de flujos de bienes y
personas. También permite la identificación de estructuras especiales en los patrones de
los flujos.
Una forma de caracterizar los flujos es la detección de comunidades. La
detección de comunidades dentro de una red es un ejercicio similar al análisis de
conglomerados, si se tiene una red binaria este tipo de análisis solo se puede realizar si no
hay gran diferencia entre la cantidad de arcos (m) y nodos (n). Si m>>n, la distribución de
los arcos entre los nodos es tan homogénea que las comunidades carecen de sentido. Sin
embargo, la detección de comunidades es posible si la red tiene pesos y los pesos tienen
una distribución heterogénea (Fortunato, 2010).
Pretendemos utilizar el método de Louvain con el algoritmo Visualization Of Similarities
(VOS) para la detección de las comunidades.
El problema de la detección de comunidades requiere la partición de una red en
comunidades de nodos densamente comunicados, en las que los nodos que pertenezcan
a diferentes comunidades se conecten únicamente de forma dispersa, la calidad de las
particiones resultantes de algunos métodos se mide por la llamada modularidad de la
partición. La modularidad de la partición es un valor escalar entre -1 y 1, que mide la
densidad de los vínculos dentro de las comunidades comparados con los vínculos entre las
comunidades, en el caso de las redes ponderadas:
1
2
2
,
10 Donde
representa el peso del arco entre i – j,
∑
es la suma de los pesos de los arcos del nodo i,
es la comunidad a la que el nodo i es asignado
,
es una función que tiene el valor de 1 si u = v, y 0 de otro modo y
∑
El método de Louvain optimiza la función de modularidad, y consiste en unir
recurrentemente comunidades que optimizan la producción de modularidad y terminan con
una solución en donde la partición resultante produzca comunidades de nodos lo más
densamente comunicados.
Alternativamente se podría utilizar otro método de detección de comunidades, la
aglomeración de Visualización de las Similaridades (Visualization Of Similarities, VOS por
sus siglas en inglés) fue propuesto originalmente por Van Eck & Waltman (Fecha), las
comunidades obtenidas pueden ser parecidas a las que se obtienen por el Método de
Louvain, pero en lugar de optimizar la modularidad, la función de calidad VOS es
optimizada:
1
2
Comparación de las particiones. Para determinar la relación de similaridad/disimilaridad
entre dos particiones (aglomeración o clasificación discreta de nodos) se dispone de dos
estadísticos no paramétricos de asociación, la V de Cramer.
4. Tendencias territoriales de la movilidad laboral en la ZMCM 2000-2015
Esta sección contiene los resultados del estudio empírico de la movilidad laboral de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México, en ella exploraremos los distintos indicadores
propuestos, acompañados de gráficos y mapas que pretenden facilitar la interpretación de
los datos. La intención es dar seguimiento a la evolución de los indicadores y señalar
relaciones y tendencias cuando estas aparezcan de forma nítida.
11 En el apartado teórico se han visitado diferentes modelos que vinculan a la forma urbana
con los patrones de localización de la actividad económica, la vivienda y el comportamiento
de viajes. En el caso de la ZMCM, el cambio en la forma urbana se relaciona con dos
fenómenos, por un lado la expansión de la malla urbana, y por el otro la integración de los
diversos pueblos originarios, ambos desencadenados por la evolución de vías de
comunicación, sistemas de transporte y el mercado laboral. Un hito importante de la
dinámica de localización del empleo es quizá la salida de la industria del Distrito Federal,
en términos de accesibilidad permite la integración de la población con baja calificación
residente en los municipios conurbados y en cierto grado también abona a la
autocontención municipal, sin embargo constituye también una trampa que perpetúa el
desarrollo regional desigual de metrópoli. Junto con la terciarización, el patrón de
concentración del empleo se ha mantenido relativamente estable, Montejano et al (2014)
encuentran que las unidades económicas medianas y grandes son más selectivas en su
localización, mientras que los micronegocios son prácticamente ubicuos, constituyen la
base económica de la mayor parte de la población. Por otro lado la dinámica demográfica,
en particular el componente migratorio ha tenido un gran peso en la reconfiguración de la
ciudad, la tendencia a la expulsión de la población que inició en la década de 1980 se ha
mantenido. El mercado inmobiliario ha jugado un papel fundamental en la expansión
urbana, entre 2000 y 2010 se construyeron más de un centenar de desarrollos de vivienda
social en las zonas periféricas de la urbe, en algunos casos configurando zonas
monofuncionales alejadas de las fuentes de empleo.
4.1 Evolución y tendencias generales de los flujos laborales
Desde el año 2000 se incluyó en el Censo de población y vivienda el tema de la movilidad
laboral, se pregunta a todos los que declararon tener algún trabajo por el municipio en
donde lo realizan, a partir de esta información y el municipio de residencia es posible
calcular matrices de origen destino. La siguiente tabla muestra la evolución de los flujos de
trabajo del año 2000 al 2015. Para resaltar los movimientos que existen entre la Ciudad de
México (las 16 delegaciones centrales) respecto a los municipios conurbados (en adelante
ZMCM) se excluyeron los valores de autocontención —aquellos que viven y trabajan en un
mismo municipio/delegación), es decir la diagonal de la matriz de flujos municipales.
12 Tabla 1 Flujos laborales generales
2000 CDMX ZMCM CDMX 1,367,323 115,177
Origen (Residencia) ZMCM 693,377 510,727
CDMX 92.23 7.77
% por fila ZMCM 57.58 42.42
Destino (Trabajo) 2010 CDMX ZMCM 1,399,094 103,599
713,609 602,921
93.11
6.89
54.20
45.80
2015 CDMX ZMCM 1,485,028 116,976
865,602 614,301
92.70 7.30
58.49 41.51
Fuente: Construcción propia con los microdatos de los censos de población y vivienda de los años 2000, 2010
y la encuesta intercensal 2015
A lo largo del periodo la cantidad de trabajadores que tienen que salir de su municipio ha
ido en aumento, de 2.68 millones a 3.01 en 2015, sin embargo hay una fuerte disparidad
entre aquellos que viven dentro de los límites de la CDMX y los que residen en los
municipios conurbados. Las últimas dos filas de la tabla 1 contienen los porcentajes por fila
que representan los flujos, para las tres fechas el porcentaje que vive y trabaja en una
delegación está cerca al 92% —es decir, menos del 10% de los que viven en la CDMX van
a trabajar a algún municipio conurbado, en el caso de los pobladores del resto de la ZMCM
el porcentaje que trabaja en la CDMX ronda el 57%, es decir hay una cantidad cada vez
mayor de población que tiene la necesidad de atravesar los límites estatales para trabajar.
A escala municipal, las delegaciones centrales —Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito
Juárez— son las unidades territoriales con los valores más altos de entrada, mientras que
los que más población ocupada expulsan son: Iztapalapa, Ecatepec de Morelos y Gustavo
A. Madero, este resultado nos muestra en el caso de la atracción, donde se localiza la
porción más importante del empleo (estas tres delegaciones acumulan el 30% del empleo
de toda la ZMCM), mientras que las cifras de salida se vinculan con el tamaño de la
población (representan el 28% del total de la población de la ZMCM). La diferencia entre
atracción y expulsión nos da el flujo neto de cada municipio, a lo largo del periodo de estudio
el patrón de los flujos netos ha tendido hacia una mayor concentración en las delegaciones
centrales y valores negativos en más municipios periféricos.
Suárez y Delgado (2015), han argumentado que la informalidad es un mecanismo
determinante de la movilidad laboral2, la población inserta en el circuito informal tiende a
2
Siguiendo la propuesta de Suárez y Delgado (2915) los residentes informales fueron identificados como aquellos que son autoempleados o jornaleros, pero que no desempeñan las siguientes actividades: 13 viajar menos que aquellos que tienen un empleo formal, si nos fijamos en la porción de los
flujos que habíamos excluido previamente —aquellos que viven y trabajan en un mismo
municipio— podemos dividir a los trabajadores en dos grandes grupos —empleo formal y
empleo informal— y los dividimos en dos: aquellos que tienen que moverse a un municipio
de trabajo diferente al de residencia y aquellos que permanecen dentro de su municipio de
residencia para trabajar, clasificados por la zona en que viven. La tercera columna es el
radio de los que no se mueven respecto a los que si se mueven. Como era de esperar, la
población inserta en el empleo formal exhibe radios menores que aquellos que trabajan en
el empleo informal, adicionalmente la población con empleo formal que no se mueve que
radica en la CDMX es sistemáticamente menor a la que se mueve. En cuanto al empleo
informal podemos ver la enorme desproporción entre aquellos que viven en la ZMCM, el
radio es de cinco a siete veces más grande, con una ligera tendencia a aumentar.
Tabla 2 Flujos por tipo de empleo
Empleo Formal Empleo Informal Cambian de municipio Cambian de municipio No Si Radio No Si Radio CDMX 670,209 907,419 0.74 1,125,515 459,904 2.45 2000 ZMCM 532,788 297,978 1.79 1,242,509 212,749 5.84 CDMX 868,901 953,688 0.91 1,282,956 445,406 2.88 2010 ZMCM 761,934 355,304 2.14 1,616,798 247,617 6.53 CDMX 933,178 1,025,473 0.91 1,319,967 459,555 2.87 2015 ZMCM 828,190 370,620 2.23 1,737,466 243,681 7.13 FUENTE: Construcción propia. Las disparidades en los flujos y la informalidad se ven acentuadas al añadir un ingrediente
más, la tendencia en la proporción del gasto en los hogares que se destina al transporte,
Maria Eugenia Negrete (2015) encuentra que para el periodo 1998-2010 el gasto en
comunicaciones y transporte ha ido en aumento en todo el país y se incrementa en función
del grupo de ingreso, sin embargo el impacto —medido como la proporción del ingreso del
hogar destinado a dicho fin— es mayor para los hogares de menores ingresos. También el
impacto es diferenciado regionalmente, en los municipios del Estado de México el gasto
actividades profesionales, educación finanzas, telecomunicaciones, gobierno, o sectores fuertemente
regulados por el estado. Subsectores y sectores excluidos de la definición de informalidad: 211, 221, 222,
3254, 481, 482, 517, 52, 54, 61 y 62. De acuerdo con las prestaciones establecidas por la ley, informales son
aquellos empleados que no reciben servicios de salud o pensión.
14 promedio es mayor que en las delegaciones del distrito federal 8.4% y 4.3%
respectivamente. Esto tiene implicaciones relevantes, parte importante de la fuerza
productiva que tiene que atravesar cotidianamente hacia la CDMX está expuesta a incurrir
en gastos mayores para aportar al sistema productivo de la zona metropolitana. Una de las
políticas de costos de transporte que tienen un efecto altamente nocivo es que la cuota de
los taxis al atravesar la frontera estatal entre los municipios conurbados y las delegaciones
centrales se duplique.
Como se mencionó en la introducción, la disponibilidad del automóvil permite una mayor
movilidad de la población, por supuesto que está clara la consecuencia negativa del
crecimiento del parque vehicular en términos de la congestión y la contaminación, en el
periodo 1990 a 2014 se multiplicó por 3.4 veces la cantidad de vehículos registrados —
pasó de 2.18 a 7.49 millones— con una tendencia convergente entre la CDMX y su Zona
Metropolitana, en 1990 la cantidad de vehículos registrados en las delegaciones era3.3
veces los registrado en el resto de la ZMCM, para 2014 esta brecha se ha cerrado
significativamente, el radio es ahora únicamente 1.33, una distorsión en esta fuente
seguramente se relaciona con el hecho de que desde 2012 el pago de la tenencia se eliminó
en todo el Estado de México, si bien a partir de 2006 se comienza a notar la disminución
entre la cantidad de autos registrado en cada región de la ZMCM.
Figura 3 Evolución de los vehículos registrados en la ZMCM
FUENTE: Construcción propia, con base en INEGI (s.f.).
15 Si nos fijamos en la variable censal del porcentaje de viviendas que disponen al menos de
un automóvil, encontramos un patrón de alta concentración, las AGEBs con más del 80%
de las viviendas con automóvil se tienden a localizar en la región poniente de la metrópoli.
A lo largo del periodo intercensal 2000-2010 el arco nororiental de la ciudad la brecha en la
disponibilidad de autos se fue cerrando generando una zona casi continua con porcentajes
del 40 al 60% que disponen de algún vehículo. El crecimiento disperso de la ciudad ha
convertido en una necesidad imperante el uso del automóvil en detrimento del transporte
público —sin dejar de tener en mente que el transporte público mantiene funcionando la
vida cotidiana de la mayor parte de la población—. El vertiginoso crecimiento del parque
vehicular es un indicador de que las políticas que debían promover el uso del transporte
público no han cumplido con su cometido, una vez que un hogar adquiere un coche
difícilmente va a abandonar su uso sin alternativas de transporte rápido, seguro y asequible.
Figura 4 Porcentaje de viviendas que disponen de automóvil
FUENTE: Construcción propia, con base en los censos de población y vivienda 2000 y 2010.
4.2 Evolución de la autocontención laboral
En el apartado anterior hemos expuesto las características generales de la movilidad
laboral, en términos absolutos vimos cómo la informalidad está presente con mayor
intensidad en los municipios conurbados y que efectivamente hay una asociación positiva
entre la informalidad y la baja necesidad de movilidad. En este apartado exploraremos la
16 evolución del índice de autocontención laboral expresado como el porcentaje de la
población ocupada de un municipio que trabaja en donde reside, la utilidad de este indicador
es que informa de las pautas de movilidad poblacional, si la accesibilidad a los puestos de
trabajo es menor en una unidad territorial, mayor será su movilidad obligada (RRDLS, 2010:
28).
Tabla 3 Estadísticos descriptivos de autocontención laboral e informalidad
En el periodo de estudio los valores promedio del índice de autocontención laboral por
región tienen un ligero aumento entre 2000 y 2010, sin embargo hay una ligera tendencia
convergente entre regiones, el rango en la CDMX el valor máximo va en aumento mientras
en la ZMCM el máximo disminuye ligeramente.
En términos del patrón espacial, encontramos que el patrón observado en 2000 se mantiene
relativamente estable a lo largo del tiempo, las delegaciones con los valores más altos son
Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, mientras que en la ZMVM hay una relativa dispersión de los
municipios con los valores más altos, Chinconcuac, Tizayuca, Huehuetoca, Teotihuacán,
Texcoco y Naucalpan de Juárez, en torno a estos municipios se aglutinan los que tienen
valores más pequeños de autocontención, esto puede ser indicio de que los municipios con
valores altos pueden brindar oferta laboral a los municipios menos poblados cercanos.
17 Figura 5a Autocontención laboral en el año 2000.
FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en:
https://public.tableau.com/views/AutocontencinLaboralMunicipal20002015/Dashboard1?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y
La asociación entre el porcentaje de residentes con empleo informal y autocontención
laboral (gráfico abajo izquierda) es positiva sin embargo se va debilitando a lo largo del
tiempo, la única relación que se mantiene a lo largo del periodo de estudio es entre el
tamaño de la población y la cantidad de personas ocupadas que viven y trabajan en el
mismo municipio (en valores absolutos) esta relación es lineal y podría ayudar a estima de
forma indirecta el índice de autocontención laboral con las proyecciones de población.
18 Figura 6b Autocontención laboral en el año 2000.
FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en:
https://public.tableau.com/views/AutocontencinLaboralMunicipal20002015/Dashboard1?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y
4.3 La concentración de los flujos laborales
El primer elemento a tomar en cuenta es que los valores de los índices de Gini sin
normalizar son relativamente altos, aunque hay ciertas diferencias en las distribuciones por
región y grupo de población, los índices de concentración promedio de entrada son
sistemáticamente menores en la CDMX y tienen un menor rango, Milpa Alta es la única
observación anómala con valores cercanos al .90. En las matrices de los tres grupos
poblacionales se observa una ligera tendencia a la dispersión a lo largo del tiempo (valores
menores). En la ZMCM no es posible identificar alguna tendencia claramente, más bien se
podría decir que hay pequeñas modificaciones caóticas. Para los índices de salida, hay una
diferencia aún más marcada entre CDMX y ZMCM, con valores sistemáticamente más altos
y menos dispersos en la CDMX —el valor mediano es relativamente estable en torno al
.86— es decir las delegaciones tienden a ser mucho más selectivas en los destinos de los
flujos laborales. Para la ZMCM se observa una ligera tendencia hacia la dispersión en los
destinos, si bien se mantienen rangos más amplios.
19 Figura 7 Diagramas de cajas y bigotes de los índices de Gini de flujos (valores
crudos).
FUENTE: Construcción propia. Tablero interactivo de datos disponible en:
https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Tablerocajas?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y
Los gráficos del campo de flujos muestran la relación que guardan los índices de Gini de
salida y entrada normalizados de una matriz origen-destino —sin los valores de la diagonal,
es decir el interés se centra únicamente en los que efectivamente se mueven para
trabajar—. En la figura 7 se muestran los diagramas de campo de flujo para las matrices
general, de empleo formal e informal y su evolución a lo largo del tiempo (para facilitar la
identificación de los cambios se añadió la trayectoria con transparencia). La posición de los
municipios se modifica en diferentes magnitudes, pero el cuadrante al que pertenecen
parece bastante estable. Siguiendo a Pane y Mulligan (1998: 256) una forma
complementaria de clasificar los puntos dentro del diagrama de dispersión es trazar una
línea ascendente de 45°, aquellas observaciones por debajo de dicha línea se podrían
llamar distribuidores de atracción y tienen valores relativamente equilibrados de todos sus
orígenes mientras que los valores de salida son concentrados de una forma más selectiva,
este es el caso para todas las delegaciones de la CDMX, con la excepción de Milpa Alta y
Tláhuac que han tenido una trayectoria ascendente en el año 2000 se clasificaban como
“Concentradores puros” y para 2015 como “Intensivos”, es decir para 2010 y 2015 aumentó
la concentración tanto de sus orígenes como de sus destinos. Por su parte la mayor
proporción de los municipios conurbados se localizan en los restantes tres cuadrantes.
20 Figura 8 Diagramas de campos de flujos laborales.
FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en:
https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Campodeflujoslaborales?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y
Por los resultados de los diagramas de dispersión nos podríamos dar una idea del patrón
espacial de la distribución de las cuatro clases en el territorio, figura 8 muestra el patrón
espacial resultante de la clasificación para el año 2000, hay una clara agrupación de los
“Concentradores puros” en la CDMX es decir dispersión de los orígenes y concentración
de los destinos, los municipios “Intensivos” —alta concentración tanto de orígenes como
destinos— tienden a localizarse en las zonas más periféricas, este podría relacionarse con
la menor diversificación de los mercados laborales en los que participan; los “expulsores
puros” presentan una situación similar en su localización. La situación de los “extensivos”
podría verse como periférica y dispersa, son municipios que tienen acceso relativamente
21 fácil a las vías de comunicación importantes periféricas que les permiten diversificar tanto
orígenes como destinos de los flujos laborales.
Figura 9 Mapa del patrón espacial de la clasificación de los flujos generales en el
año 2000.
FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en:
https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Mapaclasificacin?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y
4.4 Detección de comunidades de los flujos laborales de la ZMCM
Las matrices origen-destino de los flujos laborales tienen a mostrar una gran dispersión, al
transformar la matriz en una red la cantidad de nodos permanece constante —59 municipios
en total— y se obtiene una cantidad variable de arcos, la densidad de una red es la
comparación de la cantidad de arcos observada en una red en relación con un grafo
completo (aquel que tiene arcos desde cada nodo hacia todos los demás nodos), las redes
crudas resultantes tienen densidades medias, aunque con una gran cantidad de flujos
22 pequeños, para mejorar la capacidad de discriminación del algoritmo de detección de
comunidades, eliminamos a todos los arcos con pesos menores de 30 personas, con el
proceso de filtrado se eliminó entre el 23 al 34% de los arcos de las redes. En la tabla 4 se
muestran las características de las redes crudas y filtradas, además de los parámetros de
resolución y calidad de la clasificación (Columna VOS). El parámetro de resolución se
modificó de forma tal que la cantidad de comunidades resultara fija en 11. El estadístico de
la calidad de la partición obtuvo valores altos, lo que implica que hay una proporción
importante de flujos dentro de cada comunidad y una proporción menor entre las distintas
comunidades. La última columna da cuenta de un estadístico no paramétrico similar al
índice de correlación de Pearson diseñado para captar el grado de asociación entre
variables categóricas, podemos constatar que el grado de asociación entre las particiones
(comunidades) de los nodos es muy alta, las redes del grupo con empleo formal son las
que exhiben valores de asociación más bajos pero no menores al 83%.
Tabla 4 Características de las redes y comunidades detectadas
La tabla 4 muestra el resultado de las comunidades en mapas, es evidente que el
componente espacial es fortísimo, como en el caso de las leyes de la migración postuladas
por Ravenstain en el siglo XIX, hay una gran cantidad de flujos entre municipios vecinos
que van disminuyendo en función de la distancia. El resultado del ejercicio de detección de
comunidades tiene otra ventaja adicional, los municipios con el mercado laboral más grande
se mantuvieron en comunidades diferentes (Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez).
23 Figura 10 Mapas de las comunidades resultantes por fecha y población
FUENTE: Construcción propia.
La figura 10, muestra los diagramas de cuerdas resultantes de las matrices reducidas, que
no son otra cosa más que la matriz origen-destino entre comunidades, en todos los casos
se puede constatar que los conglomerados tienen la propiedad deseable de tener una
proporción de autocontención alta —representada por las parábolas dentro de cada
grupo— y una proporción baja de flujos entre comunidades —las líneas entre las distintas
comunidades atraviesan el centro del gráfico y su grosor es proporcional al tamaño de los
movimientos entre orígenes y destinos— hay algunos casos en los que la heterogeneidad
de los flujos de algunos impidió que se asignaran a una comunidad, es decir que conforman
una comunidad por sí mismos, tal es el caso de Azcapotzalco (en la red general en 2010,
24 empleo formal en 2015 y las tres fechas de las redes de empleo informal), Ecatepec de
Morelos (en todas las fechas de la red general y empleo informal, así como en la red de
flujos de empleo formal de 2015), Valle de Chalco Solidaridad, quedó como una comunidad
en la red de empleo informal de 2015. Al explorar el gráfico de cuerdas podemos constatar
que estos municipios aislados representan flujos más importantes que algunas de las
comunidades más periféricas, en todo caso el mapa municipal puede distorsionar la
importancia relativa de cada comunidad, los municipios más alejados presentan patrones
de desarrollo disperso y constituyen proporciones pequeñas del territorio. En términos de
la integración metropolitana, los flujos laborales muestran indicios de cohesión entre
algunos municipios conurbados y las delegaciones, en prácticamente todos los resultados
hay comunidades donde se combinan municipios con delegaciones. Casi la mitad de las
comunidades de cada población y año (con las etiquetas de 7 al 11) son prácticamente
idénticas lo que muestra más que una tendencia al cambio la estabilidad, lo apropiado sería
fortalecer las oportunidades de empleo local.
25 Figura 11 Diagramas de cuerdas de las matrices de flujos laborales reducidas por
comundiad (miles).
FUENTE: Construcción propia.
En otro orden de ideas, la detección de comunidades tiene como objetivo explorar la
posibilidad de crear conglomerados que tengan un componente espacial y que se originen
a partir de los datos de flujos laborales entre municipios en lugar de optar por otra
perspectiva que combine diversos indicadores para dar lugar a conglomerados en el
espacio de las variables, ejemplos de estos ejercicios los podemos encontrar en Aguilar y
Alvarado (2005) en los que utilizan conglomerados jerárquicos con algunas variables de
forma urbana (densidad de población, densidad de personal ocupado, el radio entre
26 población económicamente activa y población ocupada y finalmente el radio entre viajes
atraídos netos y viajes generados netos), realizaron un análisis de conglomerados no
supervisado (k-means) y encotraron una estructura urbana centralizada dominada por un
centro y su centro ampliado, identifican polos primarios, polos secundarios, polos periféricos
y subpolos periféricos. Suárez y Delgado (2009) proponen una metodología para detectar
subcentros de empleo en la ZMCM basada en la identificación de picos en el gradiente de
densidad de empleo en combinación de áreas que tienen un radio de atracción/generación
de viajes mayor que uno, sus conclusiones apuntan a que la ZMCM tiene una estructura
hibrida aunque predominantemente monocéntrica. En su propuesta identifican el distrito
central de negocios junto con otras categorías de aglomeración del empleo: Corredores
Adyacentes, Corredores Segmentados, una combinación de los dos anteriores y
subcentros. Otro trabajo un poco más reciente (Montejano et al. 2015) propone un índice
compuesto de centralidad que combina el análisis de redes con una medida con importancia
teórica que no se había utilizado con anterioridad en un ejercicio empírico: la mezcla de
usos de suelo3. La planeación tradicionalmente se ha preocupado por la dotación de
algunos servicios básicos (escuelas, clínicas, hospitales), pero el mundo laboral se
incorpora sólo de forma abstracta —a través de la cantidad de empleos, sin importar la
composición sectorial— la mezcla de usos de suelo implica la diversidad en una escala
local. En su propuesta también concluyen que la estructura urbana continúa siendo
predominantemente monocéntrica, con algunos subcentros potenciales.
En todo caso estos ejercicios —incluido el presentado en esta sección— sirven para el
mismo fin, responder a la pregunta, ¿hay evidencia de que la ZMCM transite hacia una
estructura urbana policéntrica? La identificación de subcentros que muestren alto grado de
cohesión territorial y que satisfagan la necesidad básica del empleo es un criterio que
debería ser de utilidad para promover políticas que mejoren la calidad de vida de la
población controlando el tiempo invertido para la movilidad
laboral.
En la figura 11
mostramos el índice compuesto propuesto por Montejano etal. (2015) con las comunidades
resultantes de la matriz de flujos generales para 2050.
3
Calculan un el índice de Entropía, un indicador que mide concentración en su caso con cuatro categorías de
usos de suelo: Vivienda, Comercio, Servicios y Ocio.
27 Figura 12 Mapa del índice compuesto de centralidad con las comunidades de la
matriz general de 2015
Se puede apreciar cómo hay un gran centro ampliado y la emergencia incipiente de algunos
subcentros en diferentes estados de consolidación dentro de los límites de cada comunidad,
a medida de que aumenta la distancia a la gran centro los subcentros son cada vez más
dispersos.
28 5. Conclusiones
En este capítulo exploramos la evolución de algunos indicadores vinculados con la
movilidad laboral, la carencia de datos más detallados y levantamientos más frecuentes
dificulta la labor de poder ofrecer una visión más completa sobre la movilidad, sólo hemos
podido explorar algunas relaciones entre variables y los cambios observados en tres
momentos. En aras de promover la cohesión metropolitana decidimos utilizar
recurrentemente la comparación entre el núcleo de la Ciudad de México, compuesta por las
16 delegaciones y el resto de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (los 40
municipios conurbados), la direccionalidad de los flujos muestra una gran asimetría,
favoreciendo siempre a la CDMX, lo que muestra más que una tendencia la estabilidad de
la estructura productiva, más de la mitad de la población que debe salir de su municipio a
trabajar desde la ZMCM se dirige a alguna de las 16 delegaciones.
Si bien no abordamos propiamente los problemas asociados al sistema de transporte, vimos
cómo ha aumentado vertiginosamente el tamaño del parque vehicular registrado, así como
la convergencia en la disponibilidad de automóviles en las viviendas de la metrópoli, el auto
marca una diferencia sustancial en la autonomía de movimiento de la población, pero tiene
una serie de externalidades negativas que la promoción del transporte público deberían
combatir.
La exploración del índice de autocontención laboral y la concentración de los flujos en las
matrices de origen tampoco permitieron identificar alguna tendencia de forma contundente,
en su lugar también se podría concluir que el patrón en el tiempo es más bien estable,
pequeños cambios caóticos sin una consecuencia fuerte que marque una modificación de
los flujos. Hemos constatado que efectivamente hay alguna relación entre el mercado
laboral informal y la autocontención, que como índice puede que cumpla el cometido de
medir una dimensión de la calidad de vida, sin embargo consideramos que se deberían
tomar en cuenta otros elementos, como la evolución en la pobreza de los hogares, así
podríamos probar la hipótesis de que el desarrollo disperso tiende a dotar a la población de
vivienda, pero los costos de transporte aumentan y el empleo accesible tiende a ser
extensivo de mano de obra y baja calificación.
29 La aplicación de los métodos de análisis de redes para la detección de comunidades rindió
frutos interesantes, el componente espacial de las comunidades demostró que es posible
obtener particiones de una red con alta cohesión en su interior y mayor heterogeneidad
entre las partes, finalmente los patrones de movimiento deberían de mostrar dónde la gente
debe ir para trabajar. Una de las leyes de la migración de Ravenstein dice que la gran
mayoría de los movimientos de la población tienden a ser locales, esto también se podría
generalizar a los patrones de movilidad laboral en la ZMVM.
Las comunidades obtenidas también mostraron cierta estabilidad, el grado de similaridad
medido a través de la V de Cramer dio resultados de más del 83%, lo que implica que hay
cambios marginales en los diferentes años y poblaciones analizadas. Otro elemento a
resaltar es que en la mayoría de los resultados hay un grado de cohesión importante entre
los municipios conurbados y las delegaciones de la CDMX, lo que hace necesaria la
promoción de políticas de cohesión territorial para facilitar el diario ir y venir entre la ZMCM
y las delegaciones.
Desde finales del siglo pasado, la política de transporte de la ciudad de México se orientó
al mantenimiento y ampliación de la infraestructura vial, favoreciendo el uso del transporte
privado con soluciones parciales de corto plazo, la polémica del segundo piso no finalizó
con su construcción, estudios previos advertían que la solución a la congestión duraría de
uno y medio a tres años (Delgado et al, 2003: 52). En la actualidad la velocidad promedio
de los traslados en la ciudad es de apenas 17 km/hr, una política de salud que había
demostrado su eficacia —el programa hoy no circula— también mostró un retroceso pues
una consecuencia no prevista por su diseño fue el rápido aumento del parque vehicular, el
ITDP (2012) reporta que entre 1990 y 2009 los viajes en auto aumentaron en una tasa
promedio anual del 5.2% mientras que la población creció a sólo el 1.3 (entre el año 2000
y 2010) y en promedio el producto interno bruto de la ciudad sólo creció a un ritmo de 0.5%
anual entre 2003 y 2010.
Las políticas de transporte y decisiones de planeación tienen muchos impactos de
diferentes órdenes, económicos, sociales y ambientales. En la planeación del transporte
hay una larga y documentada evidencia del ciclo de dependencia del automóvil Litman
(2015) observa que el incremento del ingreso de la población conducía a un aumento en el
número de automóviles en una ciudad, la planeación se orientaba entonces a solucionar
30 los problemas del crecimiento del parque vehicular que provoca problemas de congestión
en el sistema entero derivando retrasos que a su vez conllevan la estigmatización, el
aumento en los costos de operación y por lo tanto también los precios del transporte público.
Otros factores que abonan a la dependencia del automóvil son la periurbanización, la
disponibilidad amplia de estacionamiento barato o sin costo y los patrones de desarrollo
disperso.
Ciclo de dependencia del automóvil, Fuente: Adaptación de Litman (2015:7)
Las nuevas administraciones han emprendido importantes políticas que modifican el rumbo
de la movilidad en la ciudad, entre ellas el lanzamiento del Programa Integral de Movilidad
que incluye el diagnóstico y las acciones propuestas para atacar las áreas de oportunidad
de los sistemas de transporte de la Ciudad de México. Muchas de ellas ya están operando,
la implementación del metrobús (Bus Rapid Transit por sus siglas en inglés)4, la edificación
de los Centros de Transferencia Modal (CETRAMS), los corredores emisiones cero, el
programa Ecobici, etc. Todas ellas políticas que cambian la prioridad del automóvil al
transporte público favoreciendo particularmente al peatón.
4
La implementación de este tipo de transporte en el Estado de México no ha logrado ceñirse a las
condiciones óptimas de operación, el transporte concesionado local continúa circulando junto con el Metrobus,
produciendo congestión debido a las paradas no controladas.
31 6. Referencias
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34 ANEXO. Caracterización de las comunidades desde la perspectiva del personal
ocupado sectorialmente
35 2015
2010
19,819
209,630
718
210
126,140
114,172
02
91,604
90,511
6,292
94
124,139
40
-
96
26,881
03
366,729
197,131
94,506
65
114,760
247
71
74,538
29,822
04
208,742
79,145
40,458
23,329
63,403
2,152
47
32,881
15,225
05
34,380
54,999
477
832
61,786
79
140
15
3,376
06
43,529
62,199
546
1,226
32,259
77
31
135
1,299
07
107,102
116,284
14,904
2,137
176,179
414
23
516
9,350
08
41,033
45,553
1,141
1,550
89,428
340
12
28
7,451
09
7,021
11,153
486
195
14,805
185
1
24
1,163
10
9,897
15,836
290
74
11,757
159
38
7
703
11
13,161
24,654
677
752
18,704
407
24
663
01
478,925
376,153
20,347
11,191
180,145
2,502
16
115,643
101,903
02
69,100
68,701
2,726
-
33,982
-
-
302
10,074
03
469,599
233,003
51,576
-
106,529
55
-
160,329
39,565
04
557,581
199,011
42,485
24,038
155,394
2,725
60
67,639
42,528
financieros
Minería
Transporte.
Servicios
38,500
Actividades
293,590
Agua
primarias
Manufactura
Electricidad y
Construcción
393,312
Comercio
Servicios no
01
financieros.
Comunidad
2000
Año
Personal ocupado total por sector de la economía
05
62,812
84,445
1,826
1,546
53,358
110
-
382
3,656
06
24,790
45,987
178
215
18,972
136
1
257
1,509
07
74,300
89,633
3,375
2,497
81,357
266
16
335
11,588
08
70,540
86,881
1,934
2,337
89,730
-
2
928
11,946
09
21,272
27,506
2,951
592
19,405
311
-
204
1,910
10
19,512
31,445
1,588
137
14,134
629
-
168
1,195
11
31,767
52,803
911
1,271
22,116
412
-
345
1,661
01
653,300
398,907
31,319
107,367
169,423
-
16
195,412
89,551
02
345,371
107,165
4,406
-
73,192
-
-
643
31,459
03
192,811
122,140
9,640
-
54,772
-
-
14,720
6,771
04
559,343
173,070
47,068
711
65,773
3,171
-
105,876
45,421
05
62,960
83,815
644
-
51,522
-
9
542
3,107
06
71,165
91,951
673
-
29,426
-
-
649
530
07
146,195
148,357
8,619
-
128,608
-
-
844
13,377
08
74,330
96,675
1,066
517
99,379
-
-
423
16,974
09
23,377
30,230
1,717
-
18,995
-
-
432
1,809
10
18,838
25,711
678
8
9,836
136
-
267
589
11
31,526
50,901
912
267
17,795
279
-
922
1,212
FUENTE: Construcción propia con los censos económicos 1999, 2009 y 2014.
36 financieros
Transporte.
0.06
0.02
10.55
9.55
02
26.97
26.65
1.85 0.03
36.55
0.01
0.00
0.03
7.91
03
41.77
22.46
10.77 0.01
13.07
0.03
0.01
8.49
3.40
04
44.85
17.01
8.69 5.01
13.62
0.46
0.01
7.07
3.27
05
22.03
35.24
0.31 0.53
39.59
0.05
0.09
0.01
2.16
06
30.81
44.02
0.39 0.87
22.83
0.05
0.02
0.10
0.92
07
25.09
27.24
3.49 0.50
41.27
0.10
0.01
0.12
2.19
08
22.00
24.42
0.61 0.83
47.94
0.18
0.01
0.02
3.99
09
20.04
31.84
1.39 0.56
42.26
0.53
0.00
0.07
3.32
10
25.53
40.86
0.75 0.19
30.33
0.41
0.10
0.02
1.81
11
22.29
41.76
1.15 1.27
31.68
0.69
0.00
0.04
1.12
01
37.22
29.23
1.58 0.87
14.00
0.19
0.00
8.99
7.92
02
37.37
37.16
1.47 0.00
18.38
0.00
0.00
0.16
5.45
03
44.27
21.97
4.86 0.00
10.04
0.01
0.00
15.12
3.73
04
51.09
18.23
3.89 2.20
14.24
0.25
0.01
6.20
3.90
05
30.18
40.57
0.88 0.74
25.64
0.05
0.00
0.18
1.76
06
26.93
49.96
0.19 0.23
20.61
0.15
0.00
0.28
1.64
07
28.21
34.03
1.28 0.95
30.89
0.10
0.01
0.13
4.40
08
26.69
32.87
0.73 0.88
33.95
0.00
0.00
0.35
4.52
09
28.69
37.09
3.98 0.80
26.17
0.42
0.00
0.28
2.58
10
28.36
45.70
2.31 0.20
20.54
0.91
0.00
0.24
1.74
11
28.55
47.45
0.82 1.14
19.87
0.37
0.00
0.31
1.49
01
39.71
24.25
1.90 6.53
10.30
0.00
0.00
11.88
5.44
02
61.43
19.06
0.78 0.00
13.02
0.00
0.00
0.11
5.60
03
48.10
30.47
2.40 0.00
13.66
0.00
0.00
3.67
1.69
04
55.91
17.30
4.70 0.07
6.57
0.32
0.00
10.58
4.54
05
31.08
41.37
0.32 0.00
25.43
0.00
0.00
0.27
1.53
06
36.61
47.30
0.35 0.00
15.14
0.00
0.00
0.33
0.27
07
32.78
33.26
1.93 0.00
28.84
0.00
0.00
0.19
3.00
08
25.69
33.41
0.37 0.18
34.34
0.00
0.00
0.15
5.87
09
30.53
39.49
2.24 0.00
24.81
0.00
0.00
0.56
2.36
10
33.60
45.86
1.21 0.01
17.54
0.24
0.00
0.48
1.05
11
30.37
49.03
0.88 0.26
17.14
0.27
0.00
0.89
1.17
Servicios
17.53
primarias
3.22 1.66
Actividades
Minería
24.55
Agua
Manufactura
Electricidad y
Comercio
32.88
Servicios no
01
Comunidad
financieros.
2015
2010
2000
Año
Construcción
Porcentaje de personal ocupado por comunidad
FUENTE: Construcción propia con base en los Censos económicos 1999, 2009 y 2014.
37 financieros
Transporte.
1.20
1.76
1.78
02
0.80
1.05
0.37 0.02
1.56
0.10
0.00
0.00
1.48
03
1.24
0.89
2.13 0.01
0.56
0.23
0.55
1.42
0.63
04
1.34
0.67
1.72 3.93
0.58
3.76
0.69
1.18
0.61
05
0.66
1.39
0.06 0.42
1.69
0.41
6.14
0.00
0.40
06
0.92
1.74
0.08 0.68
0.98
0.44
1.50
0.02
0.17
07
0.75
1.08
0.69 0.39
1.77
0.79
0.37
0.02
0.41
08
0.66
0.97
0.12 0.65
2.05
1.48
0.44
0.00
0.75
09
0.60
1.26
0.27 0.44
1.81
4.30
0.20
0.01
0.62
10
0.76
1.62
0.15 0.15
1.30
3.34
6.71
0.00
0.34
11
0.66
1.65
0.23 1.00
1.36
5.61
0.00
0.01
0.21
01
0.93
1.06
0.57 0.93
0.85
1.28
0.62
1.22
1.64
02
0.94
1.35
0.53 0.00
1.12
0.00
0.00
0.02
1.13
03
1.11
0.80
1.76 0.00
0.61
0.03
0.00
2.05
0.77
04
1.28
0.66
1.41 2.36
0.86
1.64
2.72
0.84
0.81
05
0.76
1.47
0.32 0.80
1.56
0.35
0.00
0.02
0.36
06
0.67
1.81
0.07 0.25
1.25
0.97
0.54
0.04
0.34
07
0.71
1.24
0.46 1.02
1.88
0.67
3.01
0.02
0.91
08
0.67
1.19
0.27 0.95
2.06
0.00
0.37
0.05
0.93
09
0.72
1.35
1.44 0.86
1.59
2.76
0.00
0.04
0.53
10
0.71
1.66
0.84 0.21
1.25
6.02
0.00
0.03
0.36
11
0.71
1.72
0.30 1.23
1.21
2.44
0.00
0.04
0.31
01
0.91
0.91
0.89 2.98
0.71
0.00
1.94
1.84
1.29
02
1.40
0.71
0.37 0.00
0.90
0.00
0.00
0.02
1.32
03
1.10
1.14
1.12 0.00
0.95
0.00
0.00
0.57
0.40
04
1.28
0.65
2.19 0.03
0.46
4.40
0.00
1.64
1.07
05
0.71
1.55
0.15 0.00
1.76
0.00
8.84
0.04
0.36
06
0.84
1.77
0.16 0.00
1.05
0.00
0.00
0.05
0.06
07
0.75
1.25
0.90 0.00
2.00
0.00
0.00
0.03
0.71
08
0.59
1.25
0.17 0.08
2.38
0.00
0.00
0.02
1.39
09
0.70
1.48
1.05 0.00
1.72
0.00
0.00
0.09
0.56
10
0.77
1.72
0.56 0.01
1.22
3.37
0.00
0.07
0.25
11
0.69
1.84
0.41 0.12
1.19
3.73
0.00
0.14
0.28
Servicios
0.49
primarias
0.75
Actividades
0.64 1.30
Minería
Construcción
0.97
Manufactura
Comercio
0.98
Servicios no
01
Comunidad
financieros.
2015
2010
2000
Año
Electricidad y
Agua
Cocientes de localización del personal ocupado sectorialmente
FUENTE: Construcción propia con los Censos Económicos 1999, 2009 y 2014.
Para los cocientes de localización se tomó la composición del empleo de toda la ZMCM como economía de
referencia, los valores mayores a 1 indican mayor especialización y menor que uno lo contrario.
38 Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de la
Ciudad de México y su Zona Metropolitana
Camilo Caudillo*, Aldo Jiménez*, Alejandro Burgos+
1
1. Método de procesamiento de datos y gráficos
2. Estructura económica por Comunidad
*Investigadores del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C.
+Consultor Red GEO
Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de la
Ciudad de México y su Zona Metropolitana
Camilo Caudillo*, Aldo Jiménez*, Alejandro Burgos+
En el apartado Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México 2000-2015 en su inciso 4.4 Detección de comunidades de los flujos laborales de la
ZMCM, se presenta una aproximación de regionalización de la metrópoli. En la cual, a los
“polígonos” o subregiones se les denomina comunidades y el eje es1 la variable empleo.
Se considera relevante una caracterización desde la economía, de cada una de las
comunidades; lo cual enriquece el análisis de movilidad, y sobre todo, brinda evidencia
sólida de la diferenciación territorial que caracteriza a la economía de la metrópoli.
1.
Método de procesamiento de datos y gráficos
Los datos utilizados para el análisis económico de las comunidades de la ZMCM fueron los
siguientes:

Valor Agregado Censal Bruto (VACB).

Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Personal Ocupado Total (POT).

Número de Unidades Económicas (UE).

Población por municipio (Pob).
Los valores obtenidos fueron resultado del procesamiento de información descrito en la
nota metodológica relativa al apartado de economía y se utilizaron para detallar el perfil
económico de las comunidades encontradas para el año 2015. Este año representa la
dinámica laboral al interior de la ZMCM más reciente disponible.
La identificación del perfil económico de las comunidades se realizó en tres partes. La
primera corresponde a la identificación de los sectores de la actividad representativos de la
dinámica económica de cada una de ellas, tanto para el valor agregado como para el
personal ocupado de manera independiente. Los datos para cada variable fueron
*Investigadores del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C.
+Consultor Red GEO
1
ordenados de manera decreciente en su participación porcentual respecto del total de la
comunidad para cada año y se seleccionaron con el criterio de formar parte de los sectores
que más participen sumando al menos el 75% de la variable para al menos uno de los
cuatro años disponibles.
La segunda parte es relativa la caracterización de los sectores de la actividad
representativos de la dinámica económica de cada comunidad respecto al personal
ocupado total dado que. Para ello se seleccionaron los siguientes indicadores:

VACB/POT: muestra la capacidad del sector para generar valor agregado por
persona empleada en cada año en total de la comunidad.

POT/UE: muestra el tamaño promedio de las unidades económicas expresado en
número de trabajadores por unidad del sector para cada año en total de la
comunidad.

Pob/UE: muestra la cantidad de población con la que cada unidad económica
interactua en cada comunidad y, para el mismo sector, en diferentes comunidades.
Asimismo, resulta importante señalar que para el primer indicador, el VACB fue deflactado
mediante el “Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de la Ciudad de
México”, disponible en el Banco de Información Económica (BIE) del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI). El índice fue transformado de mensual a anual como un
promedio de los meses de cada año para finalmente cambiar la el año base (Índice = 100)
al 2013 mediante una regla de tres simple.
Por último, el análisis de los resultados para los sectores en cada comunidad se realizó
mediante la generación de los instrumentos gráficos presentados, que permiten observar la
estabilidad o variaciones de la composición sectorial y sus características a lo largo del
periodo de estudio, así como comparar los resultados para distintos sectores y distintas
comunidades.
2.
Estructura económica por Comunidad
Comunidad 1
Durante el periodo 2008-2013, la estructura económica de la comunidad conformada por
los municipios de Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, muestran un cambio sustancial en
2
la distribución entre las industrias manufactureras y los servicios dedicados al apoyo de
negocios, esto debido a que las primeras acumulaban cerca del 60% del valor agregado en
los años 1998 y 2008, no obstante, disminuyeron su proporción en casi 20% para el año
2013, lo que se vio reflejado en el paulatino incremento del sector servicios que paso de
representar un 1.77% a un 23%. Este mismo comportamiento se expone tanto en el
porcentaje de la población ocupada por sector, como en el número de población ocupada
por unidad económica, los cuales en conjunto revelan una tendencia a la concentración en
los servicios de apoyo a la administración de negocios, así como la disminución paulatina
de la participación de la industria manufacturera en la actividad económica de la
Comunidad.
Comunidad 2
Las delegaciones del sur de la Ciudad de México, específicamente Milpa Alta, Tlalpan,
Xochimilco, Tláhuac, y Coyoacán, se caracterizan por haber tenido un cambio drástico
dentro de su estructura, ya que pasaron de tener una distribución económica en la que
alrededor del 50% se establecía en las industrias manufactures y el comercio durante los
años 1998 y 2003, a una composición en donde los servicios financieros y de seguros,
3
pasaron de 8% a poco más del 30% del valor agregado del total de las actividades durante
el periodo de estudio. Semejante comportamiento se puede observar en el porcentaje de
personas ocupadas dentro del sector manufacturero, el cual disminuyó casi un 8%, mientras
en los servicios financieros y el comercio al por menor se muestra un incremento constante
en el periodo.
Comunidad 3
En esta Comunidad compuesta por las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa de
Morelos, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo, así como el municipio de Huixquilucan, se
identifica una importante concentración económica en las actividades financieras y
corporativas que, en conjunto, han representado poco más del 50% del valor agregado
durante todo el periodo. Asimismo, esta concentración puede observarse tanto en la
población total ocupada por unidad económica como productividad por sector.
Aunado a lo anterior, se muestra en el año 2013, es posible apreciar una mejora en el
posicionamiento de las actividades para el fomento de la información en medio masivos y
de soporte a negocios, tanto por su participación en el valor agregado como en población
ocupada, lo cual puede ser un reflejo de las innovaciones tecnológicas adoptadas dentro
del sector servicios.
4
Comunidad 4
En la Comunidad conformada por las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztacalco,
Iztapalapa y Venustiano Carranza, se identifica una estructura orientada a la generación de
servicios financieros y de suministro, tales como agua, electricidad y gas, ubicándose esta
última en la actividad con mayor productividad y mayor población ocupada por unidad
económica, mismas que representaron el 62.3% del valor agredo total en el 2013.
En términos de empleo, la población ocupada total de la Comunidad se encuentra inserta
en su mayoría en las actividades de comercio al por menor y manufactureras, aunque ésta
última con una participación cada vez menor. Asimismo, los servicios financieros y de
seguros, así como las actividades de apoyo a los negocios muestran un mayor
posicionamiento en cuanto a ocupación, particularmente durante el periodo 2008-2013.
5
Comunidad 5
Durante el periodo de estudio, los municipios de Jaltenco, Nextlalpan, Tecámac, Tizayuca,
y Zumpango, ubicados en el norte de Valle de México, se caracterizaron por tener una
estructura económica concentrada en la industria manufacturera y el comercio al por menor,
sin embargo, el tamaño que representaban estas actividades dentro de la economía ha
disminuido de manera paulatina, pues mientras en 1998 acumulaban el 90% del valor
agregado total y al menos del 70% de la población ocupada, para 2013 disminuyó a un 70%
y 60% respectivamente, lo que indica un contracción significativa del total de la economía
en el conjunto de la comunidad.
6
Comunidad 6
En la Comunidad conformada por los municipios de Acolman, Atenco, Chiautla,
Chiconcuac, Papalotla, Teotihuacan, Tepetlaoxtoc, Texcoco y Tezoyuca, ubicada al
noroeste en la Zona Metropolitana del Valle de México, se identificó una estructura
económica orientada a actividades manufactureras y el comercio al por menor desde 1998,
no obstante, pese a su contracción observada hacia el año 2013, estas actividades
mantienen alrededor del 60% de la estructura de valor agregado y población ocupada. En
ese sentido, la composición económica de la Comunidad no ha sufrido variaciones que
permitan inferir una modificación sustancial en su dinámica económica.
7
Comunidad 7
La Comunidad conformada por los municipios del noroeste del Valle de México: Atizapán
de Zaragoza, Nicolás Romero, Tlalnepantla de Baz y Naucalpan de Juárez, se caracteriza
por estar orientada a la industria manufacturera y a las actividades comerciales, pues
ambas actividades concentraron al menos el 60% de la población ocupada total y el 70%
del valor agregado total de la economía durante el periodo 1998 - 2013.
No obstante, la actividad manufacturera se ha reducido paulatinamente en términos de valor
agregado, misma tendencia que se ha extendido a las actividades de comercio al por mayor
y apoyo a los negocios en cuanto a productividad de la mano de obra y a la población
ocupada por unidad económica.
8
Comunidad 8
En los municipios de Cuautitlan, Coyotepec, Huehuetoca, Tepotzotlan y Tultepec, ubicados
en la parte del norte de la cuenca del Valle de México, se identifica un patrón económico
orientado casi exclusivamente a la actividad industrial-comercial, ya que durante el periodo
1998 - 2013, las industrias manufactureras y el comercio representaron al menos el 80%
del valor agregado total y concentraron poco más del 60% de la población ocupada total.
No obstante, es posible inferir sobre la existencia de empresas relacionadas al servicio de
transporte y almacenamiento que aglomeran una gran cantidad de trabajadores, lo que
refuerza la premisa de la agrupación de la economía en el sector secundario.
9
Comunidad 9
En los municipios de Chalco, Cocotitlan, Ixtapaluca, Temamantla, Tlalmalco y Valle de
Chalco Solidaridad, ubicados al sureste de la Zona Metropolitana, se puede observar una
organización económica orientada principalmente al sector manufacturero y comercial entre
los años 1998 y 2013, pues dentro de la población ocupada total se observa una
concentración de al menos 60%, mientras que el valor agregado de dichas actividades fue
equivalente al 80% desde 1998 y sólo con una pequeña diminución de alrededor de 2%
para el año 2013. En ese sentido, resulta pertinente señalar que la actividad económica en
su conjunto se redujo en el 2013 respecto a 1998.
10
Comunidad 10
La estructura económica de la Comunidad integrada por los municipios de Chicoloapan,
Chimalhuacán, La Paz, y Nezahualcóyotl, localizados en el oriente de la Ciudad de México,
denota la importancia del sector secundario en el cual al menos el 60% de la población
ocupada total contribuye a generar un valor agregado, dentro del comercio y las industrias
manufactureras, equivalente al 80% en 1998, mismo que mostró un incremento de
alrededor del 5% en el sector industrial en el año 2013. En este sentido, tal comportamiento
puede ser comprendido al observar los grandes niveles de productividad registrados tanto
en la actividad manufacturera como en el comercio.
11
Comunidad 11
Esta Comunidad, integrada por el municipio de Ecatepec de Morelos, se caracteriza por
enfocar su economía en el comercio y actividades de la industria manufacturera, las cuales
en conjunto han representado al menos el 80% del valor agregado total y una acumulación
del personal ocupado equivalente al 60% durante el periodo 1998-2013. Asimismo, el
comportamiento en los niveles de productividad muestra que la mayor proporción se
encuentra dentro de la industria manufacturera, a pesar de haberse registrado una
disminución de la actividad económica respecto al año 1998.
12
13
Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva de
ecosistema urbano y cambios de uso de suelo
Aldo Daniel Jiménez Ortega1 y José Mauricio Galeana Pizaña2
1. Introducción
2. Método
3. Resultados
3.1.
Estructura de uso de suelo 1976 – 2011
3.2.
Escenario tendencial de los sistemas productivos
4. Conclusiones
5. Referencias
1InvestigadordelCentrodeInvestigaciónenGeografíayGeomática“Ing.JorgeL.Tamayo”,A.C.
2InvestigadordelCentrodeInvestigaciónenGeografíayGeomática“Ing.JorgeL.Tamayo”,A.C.
Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva de
ecosistema urbano y cambios de uso de suelo
Aldo Daniel Jiménez Ortega1 y José Mauricio Galeana Pizaña2
1. Introducción
El medio rural es un espacio multidimensional en donde convergen los ámbitos sociales,
económicos y ambientales, el cual es delimitado por el tamaño de su población,
considerándose como rural aquellas localidades con menos de 2500 habitantes (INEGI,
2014). El medio rural concentra el 23% de la población del país y el 98.8% de la superficie
total del territorio (INEGI, 2015).
Por un lado, es proveedor la mayor parte de los productos agroalimentarios, de mano de
obra y de un importante acervo cultural derivado de los procesos históricos de la coevolución entre las personas y el ecosistema, además de ser un aliado en la conservación
de los recursos naturales (FAO, 2009; Balvanera y Cotler, 2009). Por otro lado, representa
el espacio en donde se generan un conjunto de servicios ecosistémicos y
agroecosistémicos que dan soporte natural a las actividades del medio urbano y peri-urbano
(Lee et al., 2015).
Entre los principales servicios ecosistémicos que las áreas rurales proveen destaca la
regulación de la erosión, la calidad del aire, del clima así como de plagas y vectores de
enfermedades; la infiltración y recarga de acuíferos, la obtención de diversos productos,
como madera, resinas y leña, entre otros (Balvanera y Prabhu, 2004).
El medio urbano, a su vez, genera una beneficios hacia las zonas rurales, las cuales pueden
reflejarse en términos de la demanda de mano de obra, acceso a mercados potenciales,
reducción de costos y tiempo en movilidad por el uso de infraestructura carretera, cercanía
a los distintos servicios de salud, educación, transporte y culturales entre otros que se
aglomeran en las zonas urbanas, entre otros (Pensado, 2003).
Esta relación urbano-rural y rural-urbano, representa el conjunto de flujos de bienes,
servicios y factores entre los componentes de ambos medios, lo cual requiere de un proceso
1
2
Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C.
Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C.
1
de intervención cuando las condiciones de equilibrio del sistema resultan alteradas,
considerando incluso las relaciones intra-rural e intra-urbano.
A pesar de las interacciones de beneficio mutuo descritas entre ambos medios, los
inevitables cambios en los usos de suelo derivados de la concentración de la población y
de las actividades económicas, así como de la expansión no planificada de asentamientos
humanos han dado como resultado la alteración del ambiente natural y los flujos
biogeoquímicos (Kroeger y Casery, 2007).
Estas alteraciones han puesto en riesgo la provisión de diversos servicios ecosistémicos
que son fundamentales para las áreas urbanas y peri-ubanas, tales como la recarga de
acuíferos, preservación de la biodiversidad, regulación del microclima y de la calidad del
aire y agua, así como servicios culturales, entre otros (Martínez et al., 2009; Weng, 2007).
Entre los principales factores de riesgo destacan, en su mayoría, los origen antropogénico,
como lo son los patrones dispersos de asentamientos humanos irregulares, el desarrollo de
infraestructura y vivienda con condiciones de precarias en el suministro de servicios
básicos, el incremento de desechos sólidos y desperdicios tóxicos, la sobreexplotación de
acuíferos, la alteración del curso de los ríos la remoción de la cobertura vegetal, entre otros
(Aguilar, 2008).
La pérdida en la provisión servicios agroecosistémicos derivada de cambios en los usos de
suelo y la vegetación por crecimiento urbano resulta irreversible en la mayoría de los casos
debido a la contaminación y a la pérdida potencial de inversiones económicas inherentes al
desarrollo de una zona metropolitana, como lo son las obras de infraestructura (Lee, op cit.)
Estas consideraciones han sido abordadas considerando a la unidad de análisis como un
ecosistema urbano, el cual es definido como aquellas áreas donde la cobertura de
infraestructura construida representa una amplia proporción de la superficie, en la cual
existe una alta densidad de habitantes (Pickett et al., 2001). Asimismo, la componente
exterior a estas áreas representa la “infraestructura verde” peri-urbana, la cual son todos
los espacios de coberturas vegetales y cuerpos de agua en donde se generan los beneficios
a las áreas urbanas en términos de servicios ecosistémicos y cuya alteración afecta
considerablemente el bienestar de la población que ella habita (EEA, 2011; Sutton y
Anderson, 2016)
2
El enfoque de ecosistema urbano permite comprender las interacciones complejas entre
los diferentes elementos que componen el sistema en estudio, mismos dan cabida a los
cambios en el uso de suelo y a partir de los cuales se puede contribuir a establecer
estrategias de intervención que contribuyan a mejorar la calidad y resiliencia en la calidad
de vida de la población urbana y peri-urbana considerando la sustentabilidad de los
recursos naturales (Gómez et al., 2013).
En este contexto, la dinámica de los procesos de cambio en los usos de suelo es compleja,
pues depende de las interacciones entre los factores ambientales y socioeconómicos que
suceden en diferentes escalas (Veldkamp y Verburg, 2004). De lo anterior surge la
necesidad de crear escenarios que permitan generar proyecciones de transición en los usos
de suelo y comprender el desarrollo de estos patrones de cambio (Merlín-Uribe et al., 2012).
Las herramientas de generación de escenarios a partir de modelos de uso de suelo
permiten analizar las tendencias de las coberturas, identificar las causas de los cambios y
coadyuvar a la toma de decisiones en la planeación y evaluación territorial (Verburg et al.,
2004). Existen diversos modelos que permiten obtener escenarios de cambio en el uso de
suelo que responden a diferentes objetos de estudio, como lo son las dinámicas en la
agricultura, la vegetación o la expansión urbana, por citar algunos casos (Chaudhuri y
Clarke, 2013; Kidron et al., 2015; Yi et al., 2015; Xu et al., 2015).
De acuerdo con Han et al (2015), es posible distinguir entre tres categorías de modelos de
uso de suelo: los modelos estadísticos-empíricos, los modelos basados en agentes para la
simulación de escenarios abordados desde la complejidad y los modelos espacialmente
explícitos o basados en reglas, usados con el objetivo de determinar patrones de cambio
en el uso de suelo e identificar las áreas en donde éstos ocurren.
En cualquier caso, los modelos tienen limitaciones y ninguno es capaz de incluir todas las
relaciones complejas que dan lugar a los cambios en uso de suelo, por lo tanto, los
escenarios no son predicciones del futuro, sino una alternativa que permite obtener
aproximaciones a problemas complejos de una forma espacialmente explícita, integrando
diferentes factores biofísicos y socioeconómicos que intervienen en las modificaciones de
las coberturas (Carter et al., 2001; Davis, 2002; Rounsevell et al., 2004).
El presente estudio tiene como objetivo identificar las relaciones urbano-rural desde una
perspectiva de ecosistema urbano mediante el análisis de procesos de cambio de uso de
3
suelo en la Cuenca del Valle de México, así como la generación de un escenario tendencial
que permita la identificación y proyección de patrones espaciales de la expansión de los
sistemas productivos a partir de las tasas de cambio observadas, de tal manera que
contribuya a determinar los posibles efectos en la funcionalidad del área de estudio.
2. Método
En el presente estudio se consideró a la Cuenca del Valle de México como unidad territorial
de análisis debido a que es un espacio de interconexión del territorio a través de los flujos
hídricos, de nutrientes y de materia que integran un conjunto de ecosistemas en donde se
reconocen los vínculos entre sus zonas altas y bajas, lo que la posiciona como una unidad
físico-natural pertinente para el estudio y gestión de los recursos naturales y,
particularmente, para en análisis de los componentes y flujos que intervienen en la relación
cambios de uso de suelo y provisión de servicios ecosistémicos a la población urbana
(Cotler, H., 2010; Garrido et al., 2006).
Mapa 1. Área de estudio: Cuenca del Valle de México.
El estudio se llevó a cabo a partir de dos niveles de análisis: procesos de cambio en el uso
de suelo y la vegetación entre 1976 y 2011 y escenario tendencial de los sistemas
productivos en el año 2030, en donde se incluyeron los cambios en la estructura de uso de
suelo y vegetación en las zonas de expansión urbana proyectada en el año 2030.
La identificación de los procesos de cambio en el uso de suelo se llevó a cabo mediante la
información obtenida de las Series de Uso de Suelo y Vegetación de INEGI
4
correspondientes a los años 1976, 1993, 2002, 2007 y 2011. Para ello, se utilizaron las
geometrías de cada una de las series y se realizó su intersección con la geometría de la
Cuenca del Valle de México mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica.
A partir de la delimitación vectorial del área de trabajo, se llevó a cabo la agrupación de los
usos de suelo con el objetivo de facilitar el análisis, lo cual llevó a la conformación de los
siguientes grupos:

Vegetación: diferentes tipos de vegetación primaria, vegetación secundaria,
humedales, matorrales y pastizales naturales.

Sistemas productivos agropecuarios: agricultura y pastizales inducidos.

Sin vegetación: áreas desprovistas de vegetación y sin vegetación aparente.

Urbano: zonas de asentamientos humanos.
Para la identificación de los procesos de cambio, se procedió a realizar la unión geométrica
para cada una de las capas considerando pares sucesivos entre los periodos, de tal manera
que los procesos de cambio fueron calculados para los siguientes momentos: 1976-1993,
1993-2002, 2002-2007 y 2007-2011. A partir de lo anterior, se obtuvo la combinatoria de
clases con las cuales se agruparon los procesos de cambio en el área de estudio, su
superficie y su porcentaje respecto a la total de la Cuenca.
El escenario tendencial de los sistemas productivos realizado fue elaborado mediante la
herramienta Scenario Generator del InVEST desarrollada por las universidades de Stanford
y Minnesota, la cual permite realizar modelos basados en funciones de producción que
definen cómo y en qué medida la estructura de las coberturas son afectadas por diferentes
factores y en diferentes escalas de análisis, lo cual permite obtener patrones de
contracción-expansión de las clases a partir de la definición de reglas como lo son: la
cantidad de cambio esperado, la probabilidad de transición y la definición de factores que
influyen en el cambio.
Para la realización del escenario tendencial se utilizaron tres imágenes de los sensores
Landsat 7, 5 y 8 correspondientes a los años 2000, 2007 y 2015 respectivamente, a las
cuales se les aplicó la corrección atmosférica, así como el método de clasificación
supervisada de máxima verosimilitud para la obtención de cuatro clases: sistemas
productivos, vegetación, cuerpos de agua y otras clases.
5
Como parte de los supuestos de este modelo, se consideró que tanto los cuerpos de agua
como "otras clases" permanecen constantes en el tiempo, de tal manera que el único
proceso que puede llevarse a cabo es el de expansión de los sistemas productivos a costa
de la vegetación. En el caso de la superficie de asentamientos humanos, se incorporó el
escenario de expansión de la mancha urbana (Corona, 2016) a los resultados obtenidos en
el presente modelo.
La cantidad de superficie susceptible a cambio para el año 2030 fue definida de manera
previa mediante el cálculo de la variación de las tasas de cambio en la superficie del proceso
vegetación a sistemas productivos correspondiente a los periodos 2000-2007 y 2007-2011.
El valor absoluto obtenido a partir de dicho vector fue normalizado con la superficie de
sistemas productivos del año 2015.
Cuadro 1. Cálculo de la superficie susceptible a cambio en el periodo 2015-2030
Proceso
Vegetación a
sistemas
productivos
Sistemas
productivos a
vegetación
Superficie Superficie
Tasa de
2000-2007 2007-2015
cambio
(Ha)
(Ha)
Superficie
susceptible a
cambio 2030
(Ha)
%
% respecto
respecto
a la suma
a la
de ambas
cobertura
superficies
inicial
25,010.3
39,942.7
59.71%
63,790.5
19.31%
68.18%
52,038.6
39,363.0
-24.36%
29,775.0
4.98%
31.82%
La probabilidad y la prioridad de transición de este proceso fueron definidas a partir de la
proporción de superficie susceptible a cambio proyectada respecto a la suma de las
superficies susceptibles a cambio correspondientes a los procesos sistemas productivos a
vegetación y vegetación a sistemas productivos3.
Se consideró la cercanía a carreteras pavimentadas, terracerías, asentamientos humanos
con población entre 2,500 a 14,999, así como a ciudades de más de 15,000 habitantes
como factores que influyen en la variación positiva en el proceso de cambio de sistemas
productivos a vegetación. En ese sentido, los caminos representan un incentivo para la
3
La superficie susceptible a cambio de la vegetación a sistemas productivos fue calculada únicamente para la
obtención de la suma de la superficie susceptible a cambio y no así para su integración al escenario.
6
expansión de la actividad agropecuaria, particularmente por su papel vinculador a diversos
mercados (Ferraz, 2001)
Una vez definidos estos criterios, se añadieron las restricciones al modelo, es decir, las
áreas donde no es posible que crezca la superficie de los sistemas productivos. En ese
sentido, se consideró que dicha expansión no puede darse en áreas donde se ubican áreas
naturales protegidas federales y municipales, cuerpos de agua, así como zonas con
pendiente y altitud no aptas. Éstas últimas fueron obtenidas a través de un promedio de
condiciones óptimas de pendiente y altitud a su nivel máximo (INIFAP, 2012) para los
cultivos más importantes de la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo (FICEDA,
2015), mismo que fue ponderado de acuerdo a la superficie que ocupa el cultivo respecto
al total de la superficie sembrada ajustada de dichos cultivos en los estados anteriormente
mencionados.
Cuadro 2. Cálculo las restricciones de altitud y pendiente a partir de los principales cultivos
Ciudad de
México (Ha)
Estado de
México (Ha)
Hidalgo
(Ha)
Suma
(Ha)
3,965.0
2,904.0
5,759.2
409.0
104.2
28.5
541,671.8
888.5
63,686.1
5,266.4
9,593.6
7,645.3
256,145.3
78.5
31,635.8
80.0
35,799.7
47,488.5
801,782.0
3,871.0
101,081.1
5,755.4
45,497.4
55,162.3
17,607.7
866,572.5
578,537.0
1,462,717.3
Cultivo
% de la
superficie
sembrada
total
% ajustado al
total de la
superficie de
cultivos
Altitud
máxima
(metros)
Pendiente
máxima (grados)
Maíz
Nopal
Avena
Papa
Frijol
Alfalfa
55%
0%
7%
0%
3%
4%
79%
0%
10%
1%
4%
5%
2,800
2,600
2,800
2,800
2,500
2,700
10
15
15
12
15
12
Total
69%
Cultivo
Maíz
Nopal
Avena
Papa
Frijol
Alfalfa
Total de la
entidad
Cuadro 3. Parámetros de restricción de altitud y pendiente
Parámetro
Altitud media ponderada
Pendiente media ponderada
Valor
2,780.3
10.9
7
A los resultados obtenidos les fueron aplicados los procesos de disolución y unión
geométrica del área correspondiente al escenario de expansión urbana visto en el Capítulo
“Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la Ciudad
de México y su zona metropolitana” con el propósito de llevar a cabo el análisis integrado
de las modificaciones proyectadas en los usos de suelo para el año 2030.
Por último, se llevó a cabo el análisis de la estructura de las coberturas actuales respecto
a las áreas de expansión urbana proyectada para el año 2030, mediante la intersección y
disolución geométrica del escenario de expansión de la mancha urbana en la imagen
Landsat de 2015. Lo anterior permitió identificar en qué medida los sistemas productivos y
la vegetación pueden ser afectados ante un eventual crecimiento del área urbana, o bien,
si estos son factores que favorecen su expansión o contención.
3. Resultados
3.1.
Estructura de uso de suelo 1976 - 2011
La estructura de la Cuenca del Valle de México está conformada en una mayor proporción
de uso de suelo agropecuario, de la cual la superficie agrícola representa aproximadamente
el 50% de la Cuenca, mientras que la de pastizales inducidos registra poco más del 9%. No
obstante, mientras la superficie destinada a la actividad agrícola ha permanecido
prácticamente constante desde 1976 a 2011, los pastizales inducidos se han reducido en
31,126 hectáreas, mismas que representan alrededor de 2.6% del tamaño de la Cuenca.
Durante el periodo, la mayor parte de la expansión de los sistemas productivos se dio a
costa de la cobertura vegetal, misma que equivale al 7% de la Cuenca. Asimismo, esta
superficie se ha visto severamente modificada, particularmente por el proceso de
urbanización y, en menor medida, por la recuperación de vegetación, con 87,580 y 65,540
hectáreas respectivamente.
8
100%
90%
80%
70%
11%
5%
31%
60%
10%
9%
8%
8%
11%
11%
11%
13%
28%
27%
27%
27%
Sin vegetación
Pastizales inducidos
50%
Urbano
40%
30%
20%
Vegetación
52%
50%
51%
51%
50%
1976
1993
2002
2007
2011
Agricultura
10%
0%
Gráfico 1. Estructura de uso de suelo y vegetación como porcentaje de la superficie de la Cuenca
La vegetación ha sido el tipo de cobertura con mayor contracción como porcentaje del total
de la superficie que ocupa en la Cuenca, pues durante el periodo se redujo en 85,560
hectáreas producto de la expansión en los sistemas productivos, cifra que equivale al 3.3%
de la Cuenca y al 26% de la cobertura vegetal en 2011. En una menor proporción, la
expansión de la mancha urbana es el segundo factor que amenaza a la vegetación, pues
en de 1976 a 2011 ha mermado su superficie en cerca de 25,000 hectáreas.
Cuadro 4. Procesos de cambio en el uso de suelo 1976-2011
Superficie
De
Sistemas
productivos
Sistemas
productivos
Vegetación
Vegetación
a
19761993
Ha
19932002
Ha
20022007
Ha
20072011
Ha
19782011
Ha
Urbano
60,648.3 10,348.2
4,390.2
Vegetación
35,845.6 27,386.1
1,723.7
586.5
65,541.9
9.2%
Urbano
Sistemas
productivos
21,942.9
781.1
1,254.6
24,903.9
7.5%
176.8
1,893.7
86,559.0
26.2%
925.3
46,134.8 38,353.7
12,193.6 87,580.3
%
cobertura
inicial
2011
12.3%
La expansión urbana ha afectado de manera significativa a los sistemas productivos y a la
vegetación. En el primer caso, la pérdida de superficie en los sistemas productivos asciende
a poco más de 87,500 hectáreas, es decir, el 12% de la cobertura agropecuaria en el 2011,
dándose este cambio en una mayor proporción entre 1976 y 1993, aunque con un
importante incremente entre 2007 y 2011.
9
1976
1993
2002
2007
Simbología
Agricultura
Cuerpos de agua
Pastizales inducidos
Sin vegetación
Urbano
Vegetación
2011
0
5 10
20
30
40
Km
Mapa 2. Estructura de uso de suelo y vegetación 1976-2011
10
Es posible notar que hubo una importante variación en las cifras observadas de los
procesos de cambio durante los últimos dos periodos de cambio, el cual pudo ser causado
por la metodología de su generación. Para calibrar y verificar estas cifras, se obtuvieron los
procesos para el conjunto de años 2000-2007 y 2007-2010 a partir del cambio en las clases
de las imágenes Landsat. Los resultados mostraron una importante variación con las
Series, tal como se muestra en el cuadro 5.
Cuadro 5. Procesos de cambio en el uso de suelo 2000-2007 y 2007-2015 Landsat
Superficie
De
a
2000‐2007 2007‐2015 Ha Ha Sistemas productivos
Urbano
78,498.0
19,100.4
Sistemas productivos
Vegetación
52,033.0
39,363.0
Vegetación
Urbano
4,754.0
4,270.9
Vegetación
Sistemas productivos
25,012.9
39,942.1
Los procesos anteriores muestran que, en todo el periodo de análisis, la mayor incremento
en la superficie urbana a costa de sistemas productivos agropecuarios se llevó a cabo
durante los años 2000-2007, aunque con una importante reducción en la tasa de pérdida
de la cobertura durante 2007-2015.
Por otro lado, la contracción de la vegetación por la expansión de los sistemas productivos
fue menor que la recuperación a costa de la superficie agropecuaria entre 2000 y 2007. No
obstante, si bien es cierto que la cobertura vegetal recuperó una mayor superficie, los
procesos ecosistémicos que se pierden tienen un mayor peso que los que se lograr
recuperar en un corto y mediano plazo. Asimismo la tasa de contracción de la vegetación
en ambos periodos resultó positiva, mientras que la tasa de recuperación muestra un
comportamiento descendente.
11
0
5 10
20
30
40
Km
Mapa 3. Procesos de cambio en el uso de suelo y vegetación 1976-2015
3.2.
Escenario tendencial de los sistemas productivos
El análisis de coberturas de las imágenes Landsat permitieron obtener una aproximación
muy cercana a las registradas en las Series de Uso de Suelo y Vegetación, de tal manera
que fue posible identificar la estructura de la Cuenca de manera simplificada al año 2015
con las cuatro clases anteriormente señaladas.
12
A diferencia de las Series, en la clasificación de las imágenes no se definió la cobertura de
uso urbano, pues esta se encuentra combinada con otras clases como lo son las áreas
desprovistas de vegetación. No obstante, de acuerdo a lo observado anteriormente, los
asentamientos humanos se erigen como la clase con mayor crecimiento en la Cuenca, por
lo que es posible atribuir el dinamismo en la clase definida como otras coberturas a la
expansión urbana, la cual ha pasado de 15% a 22% de la superficie total de la Cuenca en
los últimos 15 años.
Cuadro 6. Estructura de uso de suelo y vegetación 2000, 2007 y 2015
2000
Cobertura
Vegetación
Cuerpos de agua
Otras coberturas
Sistemas
productivos
2007
2015
Superficie
Ha
% de la
Cuenca
Superficie
Ha
% de la
Cuenca
Superficie
Ha
% de la
Cuenca
362,700.4
6,841.8
184,420.9
29.9%
0.6%
15.2%
333,990.0
8,530.6
265,196.2
27.5%
0.7%
21.8%
330,341.2
4,107.7
281,413.6
27.2%
0.3%
23.2%
665,164.8
54.8%
613,657.2
50.6%
598,038.5
49.3%
En el caso de los procesos de cambio entre los sistemas productivos y la vegetación, existe
una clara tendencia a la expansión de la superficie agropecuaria a costa del capital natural,
pues esta transición representa más del doble de la recuperación de la cobertura vegetal,
en términos absolutos. Asimismo, mientras tal recuperación presenta una tasa de cambio
decreciente, la variación en la expansión de los sistemas productivos a costa de coberturas
vegetales de 2000 a 2015 fue de 60%.
Estas tendencias fueron introducidas al modelo que permitió conformar el escenario de
expansión de los sistemas productivos al 2030. Los resultados ajustados con el área de
expansión urbana del escenario de expansión urbana realizado por Corona (2016)
muestran un cambio sustancial en la estructura de las coberturas de la Cuenca,
identificándose las principales modificaciones en la contracción de la vegetación y de los
sistemas productivos, así como la considerable expansión de la superficie urbana.
13
Cuadro 7. Estructura de uso de suelo y vegetación en el escenario 2030
2005
Escenario 2030
Cobertura
Superficie Ha % de la Cuenca Superficie Ha % de la Cuenca Vegetación
Cuerpos de agua
Otros
Sistemas
productivos
330,341.2
4,107.7
281,413.6
27.2%
0.3%
23.2%
264,271.2
3,296.8
424,722.2
21.8%
0.3%
35.0%
598,038.5
49.3%
522,009.4
43.0%
La superficie urbana pasará de alrededor del 21% de la superficie de la Cuenca en 2015 al
32% en 2015, siendo los sistemas productivos la clase más afectada por dicha expansión.
En el caso de la vegetación, si bien es cierto que el proceso de cambio entre sistemas
productivos a esta cobertura no fue considerada, la contracción por expansión de la
superficie agropecuaria es alarmante, pues se prevé un diminución en 66,000 hectáreas
por el proceso mencionado.
0
5 10
20
30
40
Km
Mapa 4. Escenario tendencial de uso de suelo y vegetación 2030
La mayor afectación por la expansión de los sistemas productivos a costa de la vegetación
se llevará a cabo en la parte noreste y noroeste de la Cuenca, particularmente en los
municipios de Singuilucan, Cuautepec de Hinojosa, Tepeapulco, Chingnahuapan, Omitlán
de Juárez, Jilotzingo, Isidro Fabela, Nicolás Romero y Tepotzotlán. Asimismo, el proceso
14
de cambio señalado afectará de manera importante la cobertura vegetal en la parte sureste
de la Cuenca, particularmente en los municipios de Chalco, Temamatla y Tenango del Aire,
así como en las zonas aledañas a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, como son
Tlalmanalco y Amecameca.
A diferencia de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala, se prevé que la afectación del
capital natural en la Ciudad de México sea mínima, pues se espera que esta superficie se
contraiga únicamente en 555 hectáreas, la mayor parte de ellas en suelo de conservación,
en las delegaciones Tlalpan y Milpa Alta.
Por último, resulta importante evidenciar hacia qué tipo de coberturas que conforman la
Cuenca en el 2015 se llevará la expansión esperada de la mancha urbana del 2030. En
ese sentido, los resultados muestran que de las casi 138,200 hectáreas de expansión, al
menos 130,000 corresponden a superficie de sistemas productivos, mismas que
representan casi el 22% de esta cobertura. La mayor parte de la contracción en los sistemas
productivos se prevé se lleve a cabo en la parte norte y oeste de la Cuenca, particularmente
en los municipios de Zumpango, Cuautitlán, Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca,
Tizayuca, Tecámac, Acolman, Chiautla, Teotihuacan, Texcoco, Mineral de la Reforma,
Pachuca de Soto, Axapusco, Chalco, Cocotitlán, Amecameca, entre otros.
Mapa 5. Estructura de uso de suelo y vegetación en el área de expansión urbana proyectada al año 2030
15
4. Conclusiones
En la Cuenca de la Valle de México existe una clara tendencia a la urbanización y a la
pérdida de la cobertura vegetal derivada de la expansión de los sistemas productivos
agropecuarios. Si bien es cierto que hay una importante superficie recuperada de
vegetación a partir de los sistemas productivos, su tendencia negativa en los últimos 15
años, aunado al tiempo de los procesos naturales para restaurar los ecosistemas no logra
equiparar el impacto de la pérdida de la cobertura vegetal.
Con base en la información obtenida, es posible afirmar que el medio rural peri-urbano de
la Cuenca se encuentra supeditado a la dinámica de desarrollo urbano, de tal manera que
la superficie agropecuaria no representa un mecanismo de contención de la expansión de
la mancha urbana, particularmente en los estados de México e Hidalgo. Asimismo, la
pérdida de vegetación peri-urbana ha reducido la resiliencia de la unidad funcional derivado
de la alteración del ciclo del carbono, la erosión del suelo y la disminución en la capacidad
infiltración y recarga del acuífero, lo cual ha generado una condición de fuerte presión
hídrica (Bunge, 2010).
En el caso de la Ciudad de México, pese a que el escenario tendencial no muestra patrones
de una importante expansión de la superficie agropecuaria en el Suelo de Conservación,
resulta preocupante la pérdida de vegetación observada entre los años 2007 y 2015,
particularmente por la tendencia observada en la urbanización de la superficie de los
sistemas productivos.
El proceso de urbanización ha dado como resultado un nivel muy alto de transformación de
los sistemas naturales en la Cuenca, lo que conlleva a la pérdida en su funcionalidad y en
la reducción en la provisión de servicios ecosistémicos (Cuevas et al., 2010). Esta pérdida
de la funcionalidad ha generado una disminución en la calidad de vida humana, tanto en el
medio urbano como en el medio rural peri-urbano.
Actualmente, la Cuenca del Valle de México tiene un grado de alteración extremo en su
dinámica funcional, por lo que de continuar la tendencia y aproximarse a los resultados de
los escenarios obtenidos, la carga de la actividad antrópica en el ecosistema urbano será
insostenible, lo que dará como resultado el incremento de la presencia de islas de calor, el
eventual cambio en el microclima de la Cuenca, una reducción en la calidad del aire y un
aumento en el riesgo de la producción agropecuaria, entre otros efectos.
16
5. Referencias
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Mexico City. Cities 25, 133–145.
Bunge, V. 2010. La presión hídrica en las cuencas de México. En Las Cuencas
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17
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la
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18
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Yi, Q.y Lam, N.S.N. 2015. Modeling land use and land cover changes in a vulnerable coastal
region using artificial neural networks and cellular automata. Environmental Monitoring
Assessment.
19
Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en el Suelo de Conservación de la
Ciudad de México y la Zona Metropolitana
del Valle de México
Juan Manuel Núñez*
Marisol Romero++1
1. Introducción
2. Situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM
2.1.
La Zona Metropolitana del Valle de México
2.2.
Insumos sobre cobertura forestal
2.3.
Las áreas arboladas de la ZMVM
2.4.
Instrumentos de planeación territorial en los bosques de la ZMVM
2.3.1. Bosques y Programas de Gestión de Calidad del Aire
2.3.2. Programas de Ordenamiento Ecológico del Territorio
2.3.3. Áreas Naturales Protegidas
3. Escenarios tendenciales de la cobertura forestal en la ZMVM
3.1. Modelo de análisis tendencial
3.2. Principales hallazgos
4. Escenarios tendenciales de la cobertura forestal en el Suelo de Conservación de la
Ciudad de México
4.1. Antecedentes
4.2. Descripción del modelo del modelo digital de pérdida de cubierta forestal
4.3. Resultados
4.3.1. Escenario actual: tendencias 1986-2010
4.3.2. Resultados del modelo tendencial al 2030
5. Conclusiones
5.1. Resumen general de resultados
5.2. Recomendaciones
5. Referencias
1
* Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C.
++ Consultora Red GEO
Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en el Suelo de
Conservación de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana
del Valle de México
Juan Manuel Núñez*
Marisol Romero++1
I. Introducción
La urbanización es una tendencia demográfica dominante y un componente
importante del cambio global en el planeta. Hoy en día, el 54 por ciento de la
población mundial vive en zonas urbanas, una proporción que se espera
aumente a 66 por ciento en 2050 (UN, 2014). Muchos de los grandes paisajes
urbanos en el mundo, generalmente están caracterizados tanto por la
sobrepoblación como por el ruido excesivo, la contaminación del aire, la
acumulación de basura, el aumento en la demanda de transporte y la falta de
espacios abiertos para la recreación y el contacto social; todo lo cual resulta en
impactos negativos en la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. Toda
esta concentración está caracterizada tanto por elementos construidos como
naturales en interacción, cuyas relaciones se extienden mucho más allá de la
delimitación política de las ciudades. Debido a ello, los ecosistemas urbanos
pueden ser vistos como un concepto más amplio de planeación en el sentido
de que también pueden incluir las zonas de influencia manejadas o afectadas
desde las zonas urbanas hacia su periferia, incluyendo áreas rurales, zonas de
cultivo y bosques urbanos y periurbanos.
Los ecosistemas urbanos son sistemas dinámicos que contienen tanto
elementos construidos como naturales en interacción, caracterizados por una
alta complejidad, heterogeneidad y fragmentación. En ellos, las personas viven
en altas densidades por lo que la infraestructura construida cubre una gran parte
de la superficie urbana (Pickett et al., 2001). No obstante, estos sistemas
también incluyen todos los espacios verdes y azules dentro del paisaje urbano,
tales como parques y jardines, campos de golf, bosques urbanos y periurbanos,
cementerios, zonas de cultivo, y cuerpos de agua en general. Los ecosistemas
1
* Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo,
A.C.
++ Consultora Red GEO
1 urbanos pueden proporcionar importantes servicios ecosistémicos que
contribuyan al bienestar humano de las personas (Gómez-Baggethun & Barton,
2013).
Los servicios ecosistémicos se definen como los beneficios que los seres
humanos obtienen de las funciones de los ecosistemas (de Groot et al., 2002,
MA, 2003), o como aportaciones directas e indirectas de los ecosistemas al
bienestar humano (TEEB, 2010). Con lo que respecta al ámbito de las ciudades,
la gama de servicios ecosistémicos está acotada a aquellos que proporcionan
los ecosistemas urbanos y que pueden reducir las deudas ecológicas de las
ciudades al tiempo que mejora la capacidad de resiliencia, la salud y calidad de
vida de sus habitantes (Bolund & Hunhammar, 1999).
Las áreas arboladas son componentes integrales de los ecosistemas urbanos.
En conjunto, estas áreas contribuyen a mejorar la calidad ambiental, de vida y
el desarrollo sostenible de las ciudades. Su manejo implica la organización,
planificación, instalación y mantenimiento de árboles y masas forestales que se
encuentran dentro o cerca de áreas urbanas y que incluyen parques, hileras de
árboles sobre vialidades, bosques urbanos y periurbanos, reservas naturales,
plantaciones forestales (Konijnendijk et al., 2006). Estos lugares proporcionan
diversos servicios ecosistémicos entre los que se incluyen: la compensación de
emisiones de carbono (Jo, 2002), la eliminación de los contaminantes del aire,
la regulación del microclima (Bolund & Hunhammar, 1999), la recreación y el
equipamiento (Jim & Chen, 2006).
En general las áreas arboladas tienen una función central para la mejora de la
calidad atmosférica de las ciudades que depende de su cantidad, distribución
espacial y conectividad. Los arboles pueden absorber diversos contaminantes
gaseosos tales como dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y el
ozono (O3) (Young et al., 2005). Los bosques en las partes altas de las
ciudades, al disminuir la velocidad de los vientos, obligan a las partículas sólidas
a precipitar. De acuerdo con Dafis (1995) una hectárea de bosque de pino
puede eliminar hasta 32 toneladas de polvo de la atmósfera. Además, un
bosque de productividad media puede generar aproximadamente 4 toneladas
2 de oxigeno (O2) por año y hectárea, retener más de 4 toneladas de dióxido de
carbono (CO2), y procesar 10-12 x106 m3 de aire (Dafis, 1995). La absorción de
dióxido de carbono (CO2) de los bosques, así como la liberación de oxigeno
(O2) a través del proceso de fotosíntesis, son también funciones importantes de
las áreas arboladas que permiten alcanzar el bienestar humano en la ciudades.
En este sentido, para mantener el equilibrio entre emisiones CO2 y liberación
O2 en el entorno urbano, lo ideal es contar con 140 m2 de superficie forestal
dentro y alrededor de las ciudades (Singh et al., 2010).
Asimismo, las áreas arboladas ayudan a ajustar las condiciones extremas de
temperatura en la superficie urbana; lo que contribuye en la disminución del
consumo energético en las ciudades (Oke et al., 1989). Este proceso se lleva a
cabo a través de la reducción de la radiación solar entrante por las copas de
los árboles o a través de la obstrucción de la radiación emitida por la superficie
terrestre (Dafis, 1995). De igual manera, los árboles son eficaces en la
reducción de la velocidad del viento, así como de
las ondas acústicas
(Aslanidou et al., 2003).
Otro servicio ecosistémico importante de los bosques en las ciudades es el de
la regulación hídrica. En particular los bosques urbanos y periurbanos,
contribuyen a la reposición de los recursos hídricos, el control de la escorrentía,
la prevención de inundaciones, la disponibilidad y calidad del agua, así como la
detención de la erosión del suelo (Dafis, 1995). No obstante estos efectos
hidrológicos de los bosques, dependen de su composición y estructura, así
como de su régimen y gestión (Dafis, 1998). Finalmente todos estos
ecosistemas forestales también constituyen un banco genético natural al actuar
como reservorios de biodiversidad, además de preservar un alto valor estético,
cultural, recreativo y de salud para los habitantes de las ciudades (Jim & Chen,
2009).
El conocimiento de los procesos relacionados con los servicios ecosistémicos
brindados por los las áreas arboladas –tales como la absorción de bióxido de
carbono, la producción de oxígeno, la producción de sombra, la regulación
climática, la conservación de la biodiversidad, y en general la conectividad entre
3 sistemas naturales y urbanos- es de gran relevancia para la planeación urbana
(Nowak, 2010). Por un lado, el reconocimiento de estos procesos requiere una
planeación territorial que trascienda los límites político-administrativos y se
fundamente en el funcionamiento del ecosistema urbano. Por otro, se vuelve
necesaria una planeación mucho más integral que supere la dicotomía entre lo
urbano y lo ambiental.
Esta perspectiva resulta de crucial relevancia para el contexto de la Ciudad de
México (CDMX) y su Zona Metropolitana, en donde existen retos importantes
en materia de planeación en torno al medio ambiente, tanto por cuestiones de
coordinación política como por la alta competitividad entre el entorno urbano y
el natural. Partiendo de aquí, el propósito general de este capítulo es hacer una
revisión del estado actual y futuro de las áreas arboladas de la Zona
Metropolitana del Valle de México, a partir del análisis espacial de su extensión
y de los servicios ecosistémicos que proporcionan. El capítulo está dividido en
cuatro secciones organizadas de la siguiente manera: la introducción a los
servicios ecosistémicos y a los instrumentos de planeación territorial de las
áreas arboladas es abordada en la primera sección. En la segunda sección se
aborda la situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM, su extensión,
distribución espacial y conectividad, así como su relación en términos del
servicio ecosistémico de carbono aéreo almacenado en relación a las emisiones
de CO2 de vehículos en la ZMVM. De igual forma, se presenta un análisis de
los instrumentos de planeación territorial con los que la ciudad cuenta para el
aprovechamiento, uso y conservación de sus áreas arboladas. En la tercera
sección, se desarrolla una propuesta metodológica para la generación de un
escenario tendencial de las áreas arboladas en la ZMVM para el año 2030.
Estos resultados en conjunto con los obtenidos del modelo de expansión urbana
generado en este mismo trabajo (véase capítulo 2) permite analizar algunas
tendencias sobre las áreas arboladas en la ZMVM para los próximos 15 años.
Un análisis particular, se realiza para el caso del Suelo de Conservación de la
Ciudad de México (SCCDMX) con el propósito de evaluar a mayor profundidad
los impactos del crecimiento urbano en los bosques de la CDMX, los servicios
ecosistémicos que brindan y los instrumentos de planeación territorial que
actualmente se tienen disponibles. Finalmente, en la sección de conclusiones
4 se identifican los temas críticos en torno la gestión de las áreas arboladas de la
CDMX y la ZMVM para apoyar los procesos de toma de decisiones a los niveles
municipal, estatal y metropolitano.
2. Situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM
2.1. La Zona Metropolitana del Valle de México
La Ciudad de México (CDMX) en su delimitación de Zona Metropolitana del
Valle de México (ZMVM), es la mayor área metropolitana del país con una
extensión de 7 854 km2, distribuidos en 16 delegaciones en la Ciudad de
México, 59 municipios del Estado de México y uno del estado de Hidalgo
(CONAPO, 2010). Para el año 2010, la ZMVM tenía 20.1 millones de habitantes,
de los cuales, 8.9 millones vivían en la CDMX; además, cerca de 6.8 millones
de vehículos estaban registrados en toda la ZMVM (INEGI, 2010).
La ZMVM es resultado de un proceso primero de una rápida urbanización
ocurrida entre 1960 y 1980 (Ward, 1998) y complementada por la
suburbanización de la población y de descentralización del empleo en los años
más recientes (Guerra, 2014). Para tratar de explicar tanto el desarrollo como
el funcionamiento de la ZMVM, diversos modelos conceptuales han sido
propuestos (Moreno-Galvan, 2012, p.45). Con base en el proceso de
urbanización, (Suárez-Lastra & Delgado-Campos, 2007) propusieron la
clasificación en contornos de la ZMVM. El modelo de círculos concéntricos o
anillos, se refiere a la dinámica de los procesos históricos de urbanización de la
ciudad y aunque el modelo está planteado principalmente, en la densidad de
población como una función de la distancia al centro para visualizar la dinámica
del empleo y de los cambios residenciales intraurbanos, también ha sido
empleado para analizar el comportamiento de la vivienda, y en particular, de la
vivienda en renta, la industrialización, el empleo y la PEA, la estructura de edad,
así como para delimitar el área metropolitana y relacionar el desarrollo urbano
a temas ambientales y de movilidad (Sobrino, 2007).
5 La Figura 1 muestra la delimitación de los contornos urbanos propuesta por
Suarez (2007), la cual propone una región central y cuatro anillos asociados a
los diferentes periodos de expansión de la ciudad. La ciudad central, constituida
por las cuatro delegaciones centrales que contiene el centro histórico de la
ciudad; el primer contorno está formado por las áreas urbanizadas entre 1930
y 1950 todavía dentro de la CDMX; el segundo contorno es resultado de la
expansión urbana sobre la entidad vecina sucedida entre 1950 y 1970; el tercer
contorno se formó entre 1970 y 1990 mediante una ocupación indiscriminada
en delegaciones y municipios propiamente rurales; mientras que el cuarto
contorno está conformado por el resto de municipios que delimitan las ZMVM
(Suárez-Lastra & Delgado-Campos, 2010, p. 73).
6 Figura 1. Contornos de la Zona Metropolitana del valle de México. Fuente: Suarez, 2007
7 Los contornos determinan la conurbación de la CDMX con el Estado de México,
dando cuenta de un proceso caracterizado por la desconcentración
generalizada de la población de la ciudad central y antigua a favor de contornos
más periféricos y recientes; propiciando cambios de uso de suelo habitacional
y comercial cada vez más lejanos (Puebla, 2002). De esta manera, la definición
mediante contornos metropolitanos de la ZMVM constituye un marco espacial
para el análisis tanto de la estructura como de la forma urbana, en relación con
las áreas arboladas de la ZMVM.
2.2. Insumos sobre cobertura forestal
Probablemente como en ningún otro lugar, los ambientes urbanos están
continuamente sujetos a cambios en nuestro alrededor. La expansión de las
zonas urbanas, el crecimiento poblacional y la reducción de los espacios verdes
son procesos en los que una mayor comprensión de su dinámica nos permitirá
una mejor toma de decisiones hacia la sustentabilidad. Una de las herramientas
más prometedoras para mirar los cambios en la forma urbana y los espacios
verdes son las tecnologías geoespaciales. Mediante el uso de sistemas de
posicionamiento terrestre, sistemas de información geográfica y percepción
remota, se pueden crear una variedad de esfuerzos analíticos que van desde
mapas que permiten describir los paisajes urbanos mediante representaciones
visuales hasta sofisticados sistemas de monitoreo que permiten narrar los
cambios en los ecosistemas urbanos. En particular, algunas técnicas de
percepción remota han demostrado su valía en el uso de imágenes de satélite
para la descripción de la estructura espacial de los diferentes ambientes
urbanos (Núñez, 2015, p.212).
El producto Landsat Vegetation Continuous Fields (Landsat VCF) contiene en
pixeles de 30 m, estimaciones con el porcentaje de terreno horizontal de
vegetación arbórea de más de 5 metros de altura para tres años, 2000, 2005 y
2010 (Sexton et al., 2013). Esta cubierta de árboles es definida estructuralmente
como el área proporcional a la proyección vertical de la vegetación –incluyendo
hojas, tallos y ramas– de vegetación arbórea con afectación a numerosos
servicios ecosistémicos (Mansfield et al., 2005; DeFries et al., 1995).
8 Metodológicamente, las áreas arboladas se estima, en un rango de 0 a 100%,
como una función lineal por tramos de la reflectancia de la superficie y la
temperatura que involucra las siete bandas de los sensores landsat-5 TM y/o
Landsat-7 ETM+, dependiendo de la selección de imágenes disponibles para
las distintas fechas y en donde la incertidumbre en cada píxel se evalua con
respecto a los datos de entrenamiento mediante validación cruzada (Sexton et
al., 2013). El producto está disponible en el sitio web del Global Land Cover
Facility (GLCF) para su descarga gratuita (www.landcover.org) y representan el
producto multitemporal de mayor resolución espacial sobre cobertura forestal
a disposición de la comunidad científica mundial compilado hasta ahora por la
NASA y el USGS.
Hemos descargado de acuerdo con el sistema de referencia de Landsat los
productos p026r046 y p026r047 de la versión 3 para los años 2000, 2005 y 2010
correspondientes a la ZMVM (Figuras 2a, 2b y 2c).
9 Figura 2a. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2000. Fuente: GLCF,
2016
10 Figura 2b. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2005. Fuente: GLCF,
2016
11 Figura 2c. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2010. Fuente: GLCF,
2016
12 2.3. Las áreas arboladas de la ZMVM
Una de las principales dificultades para conocer la situación de las áreas verdes
urbanas en la zona metropolitana de la CDMX es la falta de información
completa y confiable sobre ellas, y el hecho de que administrativamente la
ciudad está constituida principalmente por dos entidades federativas: la Ciudad
de México y el Estado de México, cada una con políticas ambientales distintas
(Meza-Aguilar & Moncada-Maya, 2010). Aunque existen diversos esfuerzos de
vinculación entre estas entidades, en el ejercicio de la política pública, la
aplicación de políticas obedece a las prioridades definidas por el gobierno de
cada entidad (Sheinbaum, 2008).
A principios de los 90’s, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) recomendaron una disponibilidad mínima de entre 9 m² y 12 m2 de
espacio abierto verde por habitante, cantidad sólo adecuada si la vegetación es
accesible (WHO, 2010). Sin embargo los criterios para su determinación están
refreídos exclusivamente a las funciones tradicionales de equipamiento de las
áreas verdes como equipamiento (Takano et al., 2002).
Algunas referencias más actuales, sobre todo de países desarrollados,
recomiendan un mínimo de entre 15m2 y 25m2, basados en los beneficios
sociales y ambientales que las áreas verdes ofrecen, lo que representa un rango
de entre 20 y 30 por ciento de cubierta vegetal del área urbana (Fuller & Gaston,
2009). Finalmente, países como Alemania y Japón entre otros, han propuesto
un nivel de 40 m² de espacio verde urbano de alta calidad o una superficie
forestal de 140 m² per cápita para lograr un balance entre el dióxido de carbono
y oxígeno para satisfacer el equilibrio ecológico del bienestar humano (Singh et
al., 2010).
Considerando únicamente las áreas arboladas –relacionadas con mayores
beneficios para la salud de la población y el ambiente urbano– el indicador
13 deseado corresponde a 140 m2 per cápita, el cual permite favorecer el control
de la temperatura local, participar en la captura de carbono, brindar protección
a la biodiversidad, reducir la erosión de los suelos y mitigar el ruido, entre otros.
Estos beneficios, principalmente otorgados por las áreas arboladas están
directamente relacionados con el tamaño, la calidad, la densidad y la
configuración espacial de la suma de todos los árboles situados en el entorno
urbano. En esta sección se examinan para el año 2010, la cantidad, la
conectividad y la distribución espacial de los bosques urbanos y periurbanos de
la ZMVM en relación a los diferentes contornos metropolitanos que la delimitan,
así como su relación con las emisiones de CO2 en relación a la movilidad de
las personas en la ZMVM.
Entre los indicadores propuestos se encuentran: el número y la superficie (ha)
de áreas arboladas, que representan un porcentaje igual o mayor al 20% de
terreno horizontal de árboles de más de 5 metros de altura; la densidad de áreas
arboladas, que mide la superficie de áreas arboladas respecto a la superficie
urbana de los contornos metropolitanos (m2/ha); el índice del fragmento mas
grande, que entrega la participación del área arbolada de mayor tamaño dentro
del contorno respecto de la superficie de áreas arboladas; el índice de vecino
más cercano que representa el grado de conectividad estructural o física de las
áreas verdes; y el índice de accesibilidad que indica la distancia promedio al
área arbolada más próxima (Reyes & Figueroa, 2010).
Todos los indicadores fueron obtenidos mediante ArcMapTM 10.0 a partir del
procesamiento de los datos Landsat VCF presentando anteriormente. La Tabla
1, presenta los valores para estos indicadores sobre la cobertura forestal para
los diferentes contornos metropolitanos; además de incluir indicadores sobre la
población y la superficie urbana de los contornos metropolitanos para el año
2010.
14 Tabla 1. Indicadores relacionados con las áreas arboladas de la ZMVM
DATOS BOSQUES URBANOS Y PERIURBANOS ZMVM 2010
Contornos
Población
metropolitanos
Superficie
Superficie
Número
Superficie
Participación
Densidad
Índice del
Índice
Distancia
Superficie
del
urbana del
de áreas
de áreas
en la
de áreas
fragmento
de
al área
de áreas
contorno
contorno
arboladas
arboladas
superficie
arboladas
más
vecino
arbolada
arboladas
(Ha)
(Ha)
(Ha)
total de
(m2/ha)
grande
más
más
per cápita
cercano
próxima
(m2/hab)
áreas
arboladas
(m)
(%)
Ciudad Central
1,721,137
13,937
13,171
818
742
0.4
563
0.2862
0.5071
334.4
4.3
1er Contorno
5,148,045
40,718
32,876
2,226
4,607
2.4
1,401
0.5602
0.3568
418.0
8.9
2do Contorno
5,569,336
94,903
38,600
5,191
26,094
13.6
6,760
0.6740
0.4356
536.0
46.9
3er Contorno
5,809,426
207,187
41,002
9,172
65,092
34.0
15,875
0.3146
0.4208
610.1
112.0
4to Contorno
1,868,898
429,246
22,928
15,433
94,810
49.5
41,351
0.3260
0.3977
561.9
507.3
Total
20,116,842
785,991
148,577
32,840
191,346
100
12,879
0.4625
0.5260
548.2
95.1
15 La ciudad central, conformada por las delegaciones Cuauhtémoc, Benito
Juárez, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, presenta la menor superficie de
áreas arboladas (742 ha). En promedio muchas de estas áreas son menores a
una hectárea con excepción de algunos grandes espacios como la Alameda
Central y el Bosque de Chapultepec. Por otro lado, el cuarto contorno
metropolitano, como era de esperarse, presenta la mayor cantidad de áreas
arboladas con cerca del 50% de los bosques de la ZMVM. De esta manera es
posible observar un gradiente ascendente en la disponibilidad de áreas
arboladas per cápita, lo que representa un promedio para toda la ZMVM de 108
m2/hab. Mientras que para el resto de los contornos la disponibilidad es menor
al criterio establecido de 140 m2 por habitante, el cuarto contorno presenta un
valor casi cinco veces superior a este criterio.
En general se observa que los contornos metropolitanos no tienen una única
gran área arbolada con respecto de su total, ya que el índice de fragmento más
grande está por debajo del 50%; siendo únicamente mayores para los casos del
primero y segundo contorno, correspondientes con el sur-poniente del Suelo de
Conservación de la CDMX. Con respecto de los resultados obtenidos para el
índice del vecino más cercano, este arroja valores similares para todos los
contornos metropolitanos, a pesar de las grandes diferencias en la cantidad de
áreas arboladas. En el caso de la distancia al área arbolada más próxima, la
ciudad central presenta la menor distancia, lo que representa que en promedio
la población de esa región, puede beneficiarse de un área arbolada dentro de
los primeros 350 m. Mientras que en el tercer contorno, esa distancia aumenta
más allá de los 600 m. Es importante mencionar que todos estos indicadores
deben ser utilizados en forma complementaria, pues aunque cada uno de ellos
permite analizar algún atributo específico de las áreas arboladas –cantidad,
distribución espacial, conectividad–, su análisis en conjunto permite abordar de
mejor forma la complejidad del paisaje urbano (Reyes & Figueroa, 2010, p. 105).
Observando la gran desigualdad en la cantidad, distribución espacial y
conectividad de las áreas arboladas en la ZMVM y debido a la importancia que,
en particular, tienen las áreas arboladas para el bienestar de la población y el
16 medio ambiente urbano, examinamos también la relación entre estas áreas
arboladas y los patrones de emisiones de CO2 en relación a la movilidad de la
población de la ZMVM.
En general se entiende que los espacios verdes y en particular las áreas
arboladas tienen una capacidad excepcional para capturar y filtrar múltiples
contaminantes del aire, incluyendo dióxido de carbono, ozono, dióxido de
azufre, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas (Nowak et al., 2014). En
particular se estima que las emisiones de CO2 asociadas a movilidad junto con
las de la vivienda, representan aproximadamente un 30% de las emisiones
directas de una ciudad (Rees & Wackernagel, 2008). De acuerdo con SánchezTrujillo (2015), para el año 2007 en un día laborable en la ZMVM se realizaban
más de 21 millones de desplazamientos; cuyas emisiones de CO2 están
asociadas principalmente a la distribución entre los modos de transporte y la
distancia recorrida (Sánchez-Trujillo, 2015, p.10-11).
Los resultados con las estimaciones de las emisiones de CO2 asociadas a la
movilidad de lunes a viernes para la población de la ZMVM se presentan junto
con datos de carbono aéreo almacenado para cada uno de los contornos
metropolitanos en la Tabla 2.
Tabla 2. Distribución del volumen de emisiones de CO2 por movilidad y carbono aérea
almacenado en las áreas arboladas de la ZMVM
DATOS MOVILIDAD URBANA Y BOSQUES ZMVM 2010
Contornos metropolitanos Población Distancia promedio de viajes (km) 1,721,137 Distribución de viajes por movilidad (%) 9.71
Ciudad Central 1er Contorno
5,148,045 29.06
6.92
25.4
11 2do Contorno 5,569,336 29.15
8.43
29.5
32 3er Contorno
5,809,426 26.48
10.96
30.6
36 4to Contorno
1,868,898 5.60
10.49
5.9
25 Total 20,116,842
5.44
100
Distribución Densidad del de carbono volumen de aéreo emisiones almacenado (%) (tC/ha) 8.7
3 8.43
100
28 17 Mientras que los datos de emisiones de CO2 asociadas a movilidad han sido
adquiridos del trabajo de Sánchez-Trujillo (2015), los datos sobre carbono aéreo
almacenado han sido procesados del mapa nacional detallado de las reservas
forestales de carbono por encima del suelo en México reportado por Cartus y
sus colegas (2015) al aplicar el umbral de porcentaje mayor al 20% para definir
las áreas arboladas al 2010.
De acuerdo con los resultados obtenidos, las áreas arboladas de la ZMVM
almacenan en promedio 38.8 tC/ha. Por otra parte, la proporción de emisiones
asociadas a la movilidad en la ciudad central y en el cuarto contorno está en
relación a la proporción de población ahí asentada.
2.4. Instrumentos de planeación territorial en los bosques de la ZMVM
El propósito de este apartado es conocer las principales políticas y
ordenamientos en torno a los bosques que se encuentran dentro de la Zona
Metropolitana del Valle de México Para ello se revisarán: (a) los Programas de
Gestión de la Calidad del Aire (PROAIRE), con lo que respecta a las medidas
de restauración de los recursos naturales; (b) los Programas de Ordenamiento
Ecológico de la ZMVM; y (c) los decretos y Programas de Manejo de la Zona
Metropolitana del Valle de México. Estos instrumentos nos dan información
sobre el uso y manejo de los bosques metropolitanos, así como las diversas
estrategias que se han planteado para el control de emisiones contaminantes
relacionadas con los bosques (Figura 3).
18 Programas de Ordenamient
o Ecológico
Bosques ZMVM
ANP
Decretos y Programas de Manejo PROAIRE
Figura 3. Instrumentos para el manejo de las áreas arboladas en la ZMVM
2.4.1. Bosques y Programas de Gestión de Calidad del Aire
En la década de 1990, se agudizó la problemática de la contaminación
atmosférica en la Ciudad de México y su zona metropolitana. En respuesta a
ello, se comenzó con el planteamiento de Programas de Gestión para la mejora
de la calidad del Aire. Concretamente, en la Zona Metropolitana del Valle de
México se ha contado con 4 programas de gestión para la calidad del aire desde
1990. De manera general, estos programas han consistido en el planteamiento
de medidas concretas para el abatimiento y control de las emisiones de
contaminantes que impactan el medio ambiente y la salud de los habitantes de
la ZMVM.
Si bien, dichos programas se fundamentan en la relación entre las fuentes
contaminantes y los impactos que producen, también han planteado una
diversidad de estrategias y acciones en materia de reducción de emisiones
relacionadas con la conservación y restauración de los recursos naturales. En
un principio, la relación entre bosques y emisiones hecha en el contexto de
estos programas se centró en la emisión de partículas suspendidas en la
atmosfera, por lo que las estrategias se centraron en abatir la erosión de los
suelos por falta de cubierta vegetal, y la deforestación. Sin embargo, a partir de
19 la década del 2000 se fue incorporando una visión más amplia sobre los
bosques como sumideros de carbono, y por lo tanto las estrategias empezaron
a incluir medidas relacionadas con el manejo adecuado de los bosques o la
selección de especies arbóreas más adecuadas para la captura de carbono y
la filtración de contaminantes a la atmosfera (PROAIRE, 2000, p. 131)
Asimismo, se empezó a considerar la articulación entre la conservación y el
desarrollo
rural
mediante
el
establecimiento
de
esquemas
para
el
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Han existido diversos avances en materia preservación de recursos naturales y
control de emisiones. No obstante, estos se encuentran un tanto desarticulados.
Esto es, por un lado, la falta de continuidad en la instrumentación de programas
de manejo y reforestación, y por otro, porque los programas de gestión de la
mejora de la calidad del aire se han centrado a medidas de mitigación, más que
de adaptación. Asimismo, existen limitantes en cuanto al monitoreo de los
efectos que estas medidas han tenido o pueden tener con respecto a la
reducción de emisiones.
Estrategias y acciones en materia de bosques planteadas en PROAIRE
Nombre del Programa
2011-2020
Programa para
mejorar la calidad del
aire de la Zona
Metropolitana del Valle
de México (PROAIRE)
Estrategias
Manejo de áreas verdes,
reforestación y naturación
urbanas.
Instrumentación
(acciones concretas planteadas)
1. Recuperación, restauración conservación
y ampliación de áreas verdes urbanas para
mitigar suspensión de partículas.
2. Uso de ecotecnias.
3. Revisión y modernización de los
programas de prevención y combate de
incendios.
4. Modernización de monitoreo de áreas de
conservación ecológica y aplicación de
esquemas de pagos por servicios
ambientales.
5. Elaboración e instrumentación de los
planes de manejo para ANPS y AVA.
6. Actualización y modernización de los
programas de reforestación.
7. Recuperación de suelos erosionados.
8. Elaboración e instrumentación de los
programas de ordenamiento ecológico.
9. Naturación de azoteas.
20 2.4.2. Programas de Ordenamiento Ecológico del Territorio
Los Programas de Ordenamiento Ecológico (POET) son aquellos documentos
mediante los que se emite una clasificación del suelo y zonificación basada en
criterios ambientales. En este sentido, se revisaron los siguientes programas
vigentes dentro de las entidades de la ZMVM:

Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México
(2006);

Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal
(2000);

Programa de Ordenamiento Ecológico de la Región Valle PachucaTizayuca (2014); y el

Programa de Ordenamiento de la Zona Metropolitana del Valle de
México (1999)2.
El Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal
(PGOEDF)3 fue expedido el 1 de agosto del 2000 para regular las actividades y
establecer las políticas aplicables al suelo de conservación del Distrito Federal.
El Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México (POET
EDOMEX)4 fue expedido el 19 de diciembre de 2006 para contar con un modelo
de ordenación del territorio orientado a la protección, conservación y
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales del estado. A diferencia
del programa de la CDMX, el POET del Estado de México es un modelo que
aplica para todo el territorio mexiquense, y no solamente para una parte del
mismo.
2
Aunque no es propiamente ecológico, contiene indicios importantes sobre la planeación
ambiental de los bosques en la ZMVM.
3 PGOEDF, Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal fue expedido el
1 de agosto del 2000.
4 POET EDOMEX, Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México fue
expedido el 19 de diciembre de 2006.
21 El Programa de Ordenamiento Ecológico regional del Valle Pachuca-Tizayuca
(POET Pachuca Tizayuca)5 fue expedido el 10 de febrero del 2014. La unidad
territorial en el marco de este programa es la Unidad de Gestión Ambiental
(UGA), que es muy similar a la planteada en el POET del Estado de México.
Finalmente, el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de
México (POZMVM)6 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 1 de
marzo de 1999, y tiene como propósito el establecimiento de cursos generales
de acción para la ordenación del territorio en el Valle de México (POZVM, 1999,
p. 13). Este programa de planeación territorial tiene una visión mucho más
general, tanto en términos espaciales como temáticos. En ese sentido, como su
nombre bien lo dice, tiene como unidad territorial de ordenación el Sector
Metropolitano. Esta sectorización a su vez cumple con la identificación de áreas
no urbanizables, las cuales se definen a partir de su valor ecológico, su
productividad
agropecuaria
o
forestal
y
los
riesgos
geológicos
e
hidrometeorológicos de la zona.
2.4.3. Áreas Naturales Protegidas
Las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) son un instrumento de regulación
ambiental del territorio orientado al establecimiento de un régimen de
conservación ambiental en ciertos espacios considerados como valiosos por
sus características ambientales y paisajísticas. Los decretos y los planes de
manejo son los mecanismos principales para la delimitación territorial y el
planteamiento de estrategias concretas para la gestión ambiental de estos
lugares. Existen diversas subcategorías de ANPS que responden a sus
características y funciones ecológicas, pero también a la escala político
administrativa. En este sentido, las categorías aplicables dentro de la ZMVM se
5
Programa de Ordenamiento Ecológico regional del Valle Pachuca-Tizayuca fue expedido el 10
de febrero del 2014.
6 POZMVM, Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México fue
expedido el 1 de marzo de 1999.
22 encuentran definidas por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al
Ambiente, la Ley Ambiental y de Protección a la Tierra del Distrito Federal y el
Código para la Biodiversidad del Estado de México (Figura 4).
23 Figura 4. Áreas Naturales Protegidas por jurisdicción en la ZMVM
24 Al año 2016, existen en total 81 áreas y 89 decretos de ANPs y AVAs en la
ZMVM. Por lo que refiere a los Programas de Manejo, sólo existen 25
programas de manejo publicados y uno en proceso de aprobación por la
CONANP (Corredor Chichinautzin); lo que significa que sólo el 26.6% de las
ANPs de la ZMVM cuenta con estrategias específicas definidas para su manejo
ambiental. La categoría referida como bosques urbanos y periurbanos
representa únicamente el 4.85 % de la superficie de las ANPS y el 2.43 % de la
superficie total de la ZMVM. Para el resto de las áreas arboladas de la ZMVM
bajo la categoría de ANP, el 66.3% son jurisdicción del Estado de México,
13.4% bajo jurisdicción de la CDMX, mientras que el 20.3% bajo jurisdicción
federal. De las 92,719 ha de bosques bajo ANP, únicamente el 8.4% de ellos
cuenta con un Programa de Manejo Ambiental, es decir, el instrumento que
determina las estrategias de conservación y uso de las áreas naturales
protegidas
Considerando lo expuesto hasta ahora, se puede afirmar que aunque existen
diversos instrumentos de planeación en las distintas entidades que conforman
la ZMVM, existe un gran retraso en la actualización de programas de manejo a
partir de los cuales se encuentran identificados y diferenciados los usos a los
que están sujetos los bosques de esta zona; tal como los muestran los POET y
las ANPs. También se cuenta con lineamientos y estrategias a seguir para la
implementación
de
un
régimen
de
conservación,
restauración
y
aprovechamiento sustentable de los recursos forestales vinculados al control de
las emisiones, como lo indican los diversos Programas de Gestión del Aire que
se han hecho en las últimas décadas.
No obstante, existen diversas limitantes que impiden una planeación y
regulación territorial efectiva y articulada de los bosques metropolitanos. La
primera es la imposibilidad de una homologación de los instrumentos de
ordenación y protección ambiental, derivado de diversos factores tales como el
uso de diferentes metodologías para delimitar las unidades de gestión
ambiental, la disparidad de la información disponible acerca del territorio en la
25 escala estatal y la falta de actualización de los instrumentos. A esto, se le suma
la falta aplicación de las políticas y regulaciones territoriales.
Asimismo, cabe resaltar la relevancia de los parques que, aunque no son
bosques propiamente dichos, constituyen lugares con cobertura forestal
importante dentro de las zonas urbanas. Para el caso de la Ciudad de México,
la Ley del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico protege ciertas áreas verdes
a partir de su consideración como patrimonio cultural de la Ciudad, mediante la
categoría de espacios abiertos monumentales. En el Estado de México, aunque
no están bajo protección legal, se les incluye en el inventario de áreas verdes
como áreas verdes significativas.
3. Escenario tendencial de la cobertura forestal de la ZMVM
En esta sección se propone un modelo para la simulación de la tendencia de
las áreas arbóreas de la ZMVM 2000-2015 para evaluar la dinámica de los
bosques urbanos y periurbanos de la ZMVM frente a proyecciones de expansión
del área urbana de la ZMCM construidas en este proyecto para el mismo
periodo de tiempo.
26 3.1. Modelo de análisis tendencial
Para la proyección de la cobertura forestal a 2015, se emplea un modelo de
agotamiento exponencial basado en la solución mediante separación de
variables de una ecuación diferencial que nos permite estimar cual es la
situación del arbolado urbano y periurbano para un instante futuro del tiempo
(Mora, 2008, p.71):
Donde:
= cobertura forestal proyectada al tiempo t
1
= cobertura forestal inicial al tiempo de la proyección
r = tasa de cambio
t = periodo de proyección
La tasa de cambio (r), es la tasa continua de cambio de las diferencias del
porcentaje de terreno horizontal de las áreas arboladas para el periodo 20002010 obtenida mediante ventanas de análisis (Puyravaud, 2003, p.594).
A partir de los datos Landsat VCF 2000, 2005 y 2010 para la ZMVM, se realizó
una proyección de la cobertura forestal para 2030. Los resultados muestran que
para 2030 la superficie total de áreas arboladas para la ZMVM será de 184,190
ha (Figura 5).
27 Figura 5. Escenario tendencial de áreas arbóreas para la ZMVM (2000-2010-2030)
28 3.2. Principales hallazgos
Los resultados obtenidos, muestran que para 2030, la superficie de las áreas
arboladas de la ZMVM se reducirá a 184,190 ha, lo que representará una
pérdida neta de 14,105 ha en 30 años (2000-2030) de las cuales 7,156 ha se
perderán entre 2010 y 2030
4. Escenario tendencial de la cobertura forestal en el Suelo de
Conservación de la Ciudad de México
En esta sección se plantea el análisis de pérdida de cubierta forestal elaborado
a partir de ocho imágenes de los satélites Landsat y SPOT para el periodo 19862010. Los resultados obtenidos se presentan y analizan en términos del índice
de cubierta forestal, tasas de deforestación, cantidad y número de parches y
patrones de fragmentación. A partir de ello, se elaboró un modelo tendencial
para el año 2030, mediante la construcción de un modelo de agotamiento
exponencial.
4.1. Antecedentes
La Ciudad de México (CDMX) con una extensión de 1,495 km2, engloban la
mayor parte de los servicios y gestiones administrativas nacionales. La
densidad de población estimada en la CDMX, según datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI) pasó de 5 494 personas por km2 en 1990
a 5 921 personas por km2 para 2010, lo que influye en una mayor presión a los
espacios verdes en la ciudad. Todos estos espacios verdes de la ciudad –desde
el gradiente de bosques densos y continuos, bosques intervenidos, los llamados
bosques urbanos; humedales; agricultura y pastizales, matorrales, relictos de
vegetación natural, pastos, arbustos y arbolado urbano en camellones, parques
y avenidas – tienen una enorme importancia ambiental, ya que conforman un
complejo ecosistema, en el que la biodiversidad y sus funciones resultan
indispensables para su permanencia, lo que deviene en los servicios
29 ecosistémicos vitales para los más de 8.8 millones de habitantes de la ciudad
(Mohar et al., 2012).
No obstante, la CDMX reconoce una primera división en su territorio, suelo
urbano y suelo de conservación, esta última abarca el 59% de la extensión total
de la CDMX. De acuerdo con datos de la Procuraduría Ambiental y del
Ordenamiento Territorial (PAOT) de la CDMX, en el Suelo de Conservación
existen alrededor de 50 mil hectáreas de cobertura vegetal, la cual
principalmente se distribuye en bosques de pino, oyamel, bosques mixtos e
inducidos, y remanentes de bosques de encino principalmente; vegetación
acuática y matorrales xerófilos (PAOT, 2010).
De acuerdo con diversas fuentes, las tasas de deforestación varían entre 240
ha y 820 ha anuales. Sin embargo, los periodos de evaluación refieren
diferentes periodos de tiempo, que van desde 1970 hasta principios de la
presente década (Tabla 3).
Tabla 3. Estimaciones de superficies forestales perdidas anualmente en suelo de
conservación de la CDMX.
Fuentes y año de publicación
Superficie de pérdida
Periodo de estudio
(ha/año)
PRODERS (2003)
820
1973-2000
SEMARNAT (1998)
500
1970-1997
CORENA (2002)
402
1994-2000
PGOEDF (2004)
240
2000-2003
No obstante, los procesos que generan estas pérdidas se relacionan, en mayor
medida, con el cambio de uso de suelo que provoca la agricultura y los
asentamientos humanos, aunque también destacan los incendios, la erosión,
entre otros. Ante esta situación, es recomendable contar con herramientas que
permitan un monitoreo más confiable y que describa de mejor manera la
dinámica del capital natural que aún resguarda el suelo de conservación de la
CDMX
30 4.2. Descripción del modelo digital de pérdida de cubierta forestal
A continuación se describen los elementos metodológicos para la estimación de
la cobertura forestal y el análisis de la misma. A partir del procesamiento digital
de imágenes de los satélites Landsat TM, Landsat ETM+ y SPOT 5, para el
periodo enero-abril de los años de toma con un promedio temporal de 3.4 años
(Tabla 4).
Tabla 4. Resumen de características de las imágenes de satélite Landsat y SPOT
Satélite
Sensor
Fecha de
Intervalo
Elevación
Azimut
toma
(años)
solar
solar
Landsat 5
TM
23/03/1986
-
52.02
113.58
Landsat 4
TM
03/02/1989
2.87
41.24
133.8
Landsat 5
TM
22/02/1993
4.05
43.57
125.09
Landsat 5
TM
18/03/1996
3.07
46.92
112.26
Landsat 5
TM
22/01/1999
2.85
40.31
138.79
Landsat 7
ETM+
06/01/2002
2.96
40.36
144.71
SPOT 5
HRG-2
27/01/2006
4.06
49.23
136.22
SPOT 5
HRG-2
13/03/2010
4.12
57.33
130.95
La metodología para el cambio de la cubierta forestal del suelo de conservación
de la CDMX está basada en la aplicación de correcciones y transformaciones a
las imágenes para extraer de ellas mediante un método de regresión logística
multivariada, patrones de reflectancia/absorción de los diversos rasgos de la
cubierta forestal (Silván-Cárdenas et al., 2015, p.95-97).
Después
de
este
proceso,
se
realizaron
modificaciones
espaciales,
consistentes en agrupar los pixeles con un tamaño mínimo de una hectárea,
reduciendo con ello el número de pixeles aislados. La exactitud de los productos
cartográficos generados, se evaluó mediante matrices de error que permiten
valorar la exactitud de la clase de cubierta forestal (Congalton, 2001).
Adicionalmente, la exactitud total de una clase puede ser evaluada a través del
índice Kappa (K), que es una técnica discreta multivariada que determina
31 estadísticamente si una matriz de error es significativamente diferente a otra
(Jia & Richards, 1999).
De acuerdo con los datos mostrados en la Tabla 5, se puede deducir que la
valoración obtenida para las clases binarias multitemporales es buena; situación
que atestiguan tanto las medidas de fiabilidad global, como los estadísticos
obtenidos, conforme al esquema de validación planteado.
Tabla 5. Validación de la confiabilidad mediante estadístico kappa y matriz de confusión
Estadístico 1986 1989 1993
1996
1999
2002
2006 2010 87.2 85.8 86.8 91.9 85.4 92.2 86.2 83.3 Kappa 0.7885 0.7923
Precisión global (%) 0.7660
0.8653
0.7552
0.8440
0.7552 0.7898
4.3. Resultados
4.3.1. Tendencias 1986-2010
Con base en los resultados para el periodo de estudio 1986-2010 se generaron
estimaciones de cubierta forestal para cada uno de los ocho años analizados
(Figura 6).
32 Figura 6. Cubierta forestal 1986-2010
33 Durante el periodo de 1986 a 1993 se perdieron, en promedio, alrededor de 540
ha por año; mientras que para el periodo de 1993 a 1999 el promedio aumenta
a 617 ha por año; para finalmente mostrar una baja en el último periodo de 1999
a 2010 de alrededor de 300 ha de pérdida anual.
Asimismo, se observa un proceso de fragmentación del bosque, categorizada
por el número de parches y su área promedio a lo largo del periodo. Mientras
que para el periodo 1986-1993 el número de parches era de 570 con un área
promedio de 67 hectáreas; para el periodo 1993-1999 el número de parches
aumenta a 790 con un área promedio de 41 hectáreas; para los últimos 10 años
el número aumenta hasta 939 parches en promedio con un área de 31 ha. Lo
que significa practicante un aumento del doble de parches con su consecuente
disminución a la mitad del área promedio en 24 años.
En el análisis tendencial a nivel del paisaje del suelo de conservación del Distrito
Federal, puede decirse que aunque se ha logrado disminuir la tasa de pérdida
de cubierta forestal anual por debajo de las 300 ha (254 ha anuales para el
periodo 2006-2010), los patrones de fragmentación del bosque son alarmantes,
y aunque en promedio se ha logrado mantener constante el valor del índice de
cubierta forestal, éste muestra variaciones grandes, que permiten suponer un
deterioro de la prestación de servicios ambientales, principalmente hábitat
disponible, cosecha de agua en follaje, infiltración, biodiversidad y distribución
potencial de especies entre otros.
Finalmente, como parte de los resultados generados, se analizaron patrones de
fragmentación espacial. Los resultados muestran un claro patrón en el aumento
del bosque perforado. Lo que podría interpretarse como el principal patrón
causante de fragmentación
4.3.2. Resultados del modelo tendencial al 2030
De acuerdo con los resultados del análisis del modelo digital de pérdida de
cubierta forestal en el periodo de estudio 1986-2010, se presenta también, como
parte de los elementos de análisis tendencial, la construcción de escenarios de
34 prospección acerca de la cubierta forestal. Para ello se define el proceso de
deforestación a futuro como el agotamiento exponencial de cubierta forestal.
Esta aproximación permite la generación de escenarios futuros, basados en los
patrones de cubierta forestal que se detectaron, durante el periodo de tiempo
observado,
que
para
este
ejercicio
corresponde
a
un
umbral
de
aproximadamente veinticuatro años; por lo que se decidió generar escenarios
con un horizonte de tiempo de veinte años, permitiendo con ello la construcción
de modelos tendenciales para 2020 y 2030 respectivamente, lo que permite dar
una idea de cómo se comportarían los patrones de pérdida y ganancia de
cubierta forestal de acuerdo con la dinámica observada en el paso reciente.
El análisis del modelo tendencial, permite además darnos una idea del impacto
que pueden tener las acciones implementadas en el futuro, ya que permiten
hacer una comparación de acuerdo al modelo tendencial establecido. Es decir,
la tendencia marcada se puede convertir en un patrón de referencia con el cual
poder comparar las acciones implementadas a romper dicha tendencia.
De acuerdo con los datos empleados para alimentar el modelo de agotamiento
exponencial, se puede observar:

una pérdida de en promedio 219 hectáreas anuales para el periodo
2010-2030;

aunque se aprecia una disminución en el número de hectáreas perdidas,
de continuar así, para 2040 se habrá perdido la mitad de la cubierta
forestal presente en suelo de conservación del Distrito Federal en 1986.
Es importante mencionar que estos escenarios propuestos únicamente toman
en cuenta los patrones de la dinámica de la cubierta forestal encontrados para
el periodo de estudio 1986-2010, por lo que las acciones implementadas a
futuro, pueden modificar sin duda los resultados hacia la proyección. Sin
embrago, es posible mediante el modelo, predecir que:
35 
Para poder garantizar que para 2030 se mantenga el mismo número de
hectáreas con las que se cuenta en 2010, sería necesario la
reforestación con cubierta forestal de alrededor de 98 hectáreas más, de
las que la tasa de reforestación vaya marcando anualmente. Este dato
se vuelve importante en cuanto se convierte en una meta accesible en
cuanto las posibilidades de gestión del suelo de conservación del Distrito
Federal lo permitan.
5. Conclusiones
Como se ha venido argumentando, las áreas arboladas constituyen importantes
sitios que proporcionan beneficios significativos a los ambientes urbanos tales
como: mejorar la calidad del aire, regular localmente la temperatura, favorecer
la captura de carbono, proteger la biodiversidad y reducir la erosión, además de
permitir actividades de integración social y actividades físicas en beneficio de
sus residentes y visitantes. La aproximación al estado actual y tendencial de las
áreas arboladas de la ZMVM presentado en este capítulo, constituye un llamado
para afrontar los retos fundamentales y también oportunidades para diseñar una
ciudad más habitable, saludable y resiliente. En este esfuerzo, el capítulo
también aborda el estado del arte en torno a la definición de los bosques
metropolitanos y sus problemáticas en los instrumentos de regulación territorialecológica y en las políticas de gestión de calidad del aire principalmente.
De acurdo a los resultados obtenidos, de continuar la tendencia de pérdida de
capital natural en toda la ZMVM, y teniendo en cuanta las dinámicas
poblacionales y de expansión de la mancha urbana, para el 2030 las áreas
arboladas de la ZMVM habrán disminuido 7.1% con respecto del año 2000 y en
donde, poco más del 50% de la pérdida ocurrirá entre 2010 y 2030. Si bien es
cierto que el ritmo de esa pérdida, de acuerdo con el modelo propuesto, será
menor que con respecto al periodo 2000-2010, lo cierto es que la CDMX no
puede permitirse disminución alguna de su capital natural, ya que su pérdida va
en detrimento de la salud del ecosistema urbano y de sus habitantes.
36 A modo de conclusión, este apartado presenta las áreas de oportunidad que
existen en materia de ordenamiento y manejo de las áreas arboladas de la
ZMVM. El propósito es plantear una serie de temas pendientes que puedan
orientar la toma de decisiones a partir de examinar qué estrategias se han
planteado, que avances se han tenido y que áreas de oportunidad existen en
materia de preservación de bosques.
5.1. Resumen general de resultados
Las grandes problemáticas que aquejan a las áreas arboladas de la ZMVM son:
la deforestación a causa de la reconversión del suelo forestal a suelo urbano o
agrícola, malas prácticas de manejo forestal, falta de vigilancia de los bosques,
falta de seguimiento de las políticas ambientales y programas de ordenación
territorial, así como la falta de monitoreo de las condiciones de los bosques de
la ZMVM.
Es necesario mejorar la cantidad, distribución espacial y conectividad de las
áreas arboladas en la ZMVM. En general, los resultados encontrados siguieren
buscar un equilibrio entre los contornos metropolitanos y la densidad áreas
arboladas, especialmente en las zonas con baja densidad de espacio verde,
para mejorar a nivel local, la calidad del aire urbano en toda la ciudad.
Aunque es importante buscar aumentar la cantidad de áreas arboladas, los
indicadores estimados siguieren que es aún más importante procurar una
configuración espacial adecuada que favorezca su distribución y conectividad.
Todos los espacios arbolados –desde árboles individuales hasta los grandes
bosques periurbanos– son importantes en la regulación de la temperatura y en
la reducción de la contaminación del aire, por lo que la adecuada distribución
de todos ellos es un asunto de gran importancia, especialmente en zonas
densamente construidas.
Los avances en materia del cuidado y manejo de los bosques de la ZMVM en
las últimas casi tres décadas se traducen en la creación de programas de
ordenamiento territorial a nivel estatal y local; la creación de nuevas áreas
37 naturales protegidas y áreas de valor ambiental; la creación de algunos
programas de manejo de ANPS; programas de reforestación y desarrollo
forestal; programas de retribución económica por servicios ambientales; y, el
impulso a esquemas de desarrollo rural sustentable. No obstante los resultados
encontrados en este capítulo indican que aún existen muchas cosas por hacer.
Finalmente, es importante integrar las estrategias de manejo para las áreas
arboladas, e integrar estás políticas con las políticas de salud y de planeación
territorial y de uso de suelo más amplias.
5.1.2. Recomendaciones
En este sentido, las estrategias que se han planteado para paliar estas
problemáticas se pueden agrupar en cuatro líneas estratégicas: ordenamiento
territorial,
manejo
ambiental,
vigilancia
y
monitoreo,
y
coordinación
metropolitana. Tomando en consideración esto, y tratando de dar seguimiento
a las estrategias y recomendaciones ya existentes en los programas aquí
revisados, a continuación se plantean las áreas de oportunidad para mejorar las
condiciones de los bosques metropolitanos.
Ordenamiento

Actualizar los programas de ordenamiento ecológico existentes para la
Ciudad y el Estado de México. Asimismo, dar seguimiento a los
programas locales y regionales de ordenamiento ecológico de los
municipios de la ZMVM.

Cumplir con la normatividad y los ordenamientos de regulación del suelo
existentes en la ZMVM.

Insistir en la recuperación de bosques y otros espacios vegetados tanto
en el contexto urbano, como en el rural; con el propósito de incrementar
la superficie de áreas verdes en la ZMVM.
38 Manejo Ambiental

Establecer los Planes de Manejo ambiental en las áreas naturales
protegidas y de valor ambiental de la Zona Metropolitana del Valle de
México.

Procurar la renovación de bosques viejos y enfermos a través de un
adecuado manejo

Dar seguimiento y fortalecer los programas de prevención de incendios
en la zona metropolitana.

Dar continuidad a los programas de reforestación en donde se requiera.

Dar continuidad a los programas de retribución económica por la
prestación de servicios ambientales.

Impulsar el desarrollo rural sustentable mediante acciones como la
capacitación técnica para el aprovechamiento sustentable de los
recursos forestales, así como para las actividades agrícolas y pecuarias.
Vigilancia y monitoreo

Fortalecimiento de las brigadas de vigilancia en las áreas naturales
protegidas y de valor ambiental.

Integrar un Inventario actualizado y homologado en materia de bosques
y áreas verdes para la Zona Metropolitana del Valle de México.

Contar con información precisa y actualizada periódicamente sobre el
estado y los avances en materia de conservación y recuperación de
suelos de conservación, agrícola, áreas naturales protegidas y suelos
erosionados en las distintas entidades de la ZMVM.

Contar con estimaciones sobre la absorción gases de efecto
invernadero, captura de carbono, y otros contaminantes que se lleva a
cabo en los bosques de la ZMVM.
Coordinación Metropolitana

Fortalecer los sistemas de ANPS en las entidades de la ZMVM

Homologar en la medida de lo posible las categorías territoriales y la
información disponible en materia de ordenamiento territorial y manejo
de ANPs en las entidades que conforman la ZMVM.
39 
Que la Comisión Ambiental de la Megalópolis retome los esfuerzos en
materia de preservación y conservación de recursos naturales a nivel
metropolitano,
empezando
por
la
actualización
del
Programa
Metropolitano de Recursos Naturales.
Estas recomendaciones no son más que la reafirmación de medidas ya
planteadas a lo largo de las últimas décadas. Es necesario dar seguimiento y
cumplimiento a los programas de ordenamiento y gestión ambiental, tomando
en cuenta las acciones que ya se han llevado a cabo y aquellas que aún no han
logrado concretarse. También, resulta necesario fortalecer un enfoque que
impulse tanto el mantenimiento como la creación de nuevas áreas naturales
protegidas. Asimismo, resulta relevante que los programas de mejora de la
gestión de la calidad del aire den prioridad a actividades de adaptación, más
que de mitigación; lo cual implica que las medidas de conservación y de
aprovechamiento sustentable de los bosques ocupen un lugar mucho más
central al que ocupan actualmente.
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46 Tendencias territoriales en segregación socioespacial en la Zona Metropolitana de la
Ciudad de México.
Socorro Flores Gutiérrez*
Camilo Caudillo Cos+
1
1. Introducción
2. Antecedentes
3. Metodología
4. Planteamiento y resultados de la línea de investigación
5. Tendencias identificadas
6. Conclusiones generales
7. Referencias
+Consultora Red GEO
*Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C.
Tendencias territoriales en segregación socioespacial en la Zona Metropolitana de
la Ciudad de México.
Socorro Flores Gutiérrez*
Camilo Caudillo Cos+
1. Introducción
El objetivo del presente documento es identificar las principales tendencias territoriales
respecto a la segregación socioespacial en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
(ZMCM); a través del análisis de un conjunto de variables censales de los años 2000 y 2010
en una escala de Área Geoestadística Básica (AGEB).
Los estudios de la ciudad se pueden volcar sobre distintas temáticas, desde las que
abordan las características físico-materiales hasta las que tocan temas sociales,
económicos y culturales. En este caso, el interés gira en torno a la exploración de los rasgos
socioespaciales en un área dada, a través de un grupo de variables que tienen que ver con
algunas características de las viviendas y de la población.
En diversas investigaciones se habla de los efectos espaciales del modelo económico
imperante, particularmente de la globalización en la segregación socioespacial como una
manifestación de las desigualdades sociales y económicas en el contexto urbano. Este
tema cobra relevancia al considerar que la mayor parte de la población en el planeta vive
en un contexto urbano.
Tanto Rubalcava & Schteingart, (2012), como González Arellano, (2011) coinciden en que
el enfoque dualista, utilizado para representar la división socioespacial de las ciudades
latinoamericanas es insuficiente y reduccionista. Coinciden en que se trata de un fenómeno
más complejo y de interés para la agenda pública.
De acuerdo con la revisión bibliográfica realizada, se sabe que el auge de las
investigaciones sobre segregación, se dio a partir de los años 50’s del siglo pasado en
Estados Unidos, al señalar la separación de las minorías afroamericanas respecto a la
mayoría blanca.
1 Pérez-Campuzano (2011, p. 405) dice que en sus acepciones más generales, la
segregación “plantea la forma en que se organiza la ciudad, mientras que las particulares
hacen referencia a la construcción en el espacio de fenómenos de diferenciación social,
económica, política, educacional, delictiva, entre otros”.
Por su parte, Mera (2014) dice que la segregación espacial es una categoría utilizada por
quien analiza la distribución desigual de la población en las ciudades. La misma autora,
refiere que dependiendo del enfoque, se puede tratar de un concepto de carácter geográfico
que supone la posibilidad de identificar patrones de asentamiento asociados con los grupos
de población, que pueden dar lugar a la diferenciación o segmentación del espacio urbano.
Ambos autores coinciden en que se trata de un fenómeno que se distribuye en el espacio
urbano que da lugar a una diferenciación desigual en la distribución de grupos de población;
que más allá de los patrones de ocupación del espacio, se asocia con prácticas, usos y
apropiación del espacio. Al respecto, surgen preguntas como las siguientes: ¿por qué
sucede?, ¿qué efectos tiene? y fundamentalmente, ¿cómo medirla?
En este orden de ideas, Sabatini (2003, p. 7) dice que la segregación requiere una definición
compuesta “para dar cuenta de aspectos diferenciables que tienen distintas implicancias,
tanto en términos de sus impactos sociales y urbanos como en lo relativo a la política pública
[…] diferenciaremos tres dimensiones en la segregación: a) El grado de concentración
espacial de los grupos sociales; b) La homogeneidad social que presentan las distintas
áreas internas de las ciudades; y c) El prestigio (o desprestigio) social de las distintas áreas
o barrios de cada ciudad”.
Básicamente se asocia a la segregación espacial como un resultado del modelo económico
predominante en el sistema mundial; es decir, al capitalismo y esencialmente, como un
efecto de la globalización; en este sentido, se habla de las consecuencias. En general,
“estas constataciones son medulares para una mejor comprensión de la ciudad y de las
desigualdades sociales: se confirma que la posición geográfica de su lugar de residencia
estructura en gran medida la vida de las personas”. (Aguiar, 2011, p. 57)
En suma, de la revisión bibliográfica realizada, se puede decir que diversos autores
coinciden en que se trata de la manifestación espacial de las diferencias sociales, producto
2 del modelo económico predominante. Finalmente, la segregación socioespacial tiene
efectos en la vida de las personas, efectos que pueden ser de diversa índole, tanto
negativos, como positivos.
2. Antecedentes
En líneas siguientes se describen dos investigaciones que se realizaron en el contexto de
la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, ambas para el periodo 1990-2000 con datos
a nivel de Área Geoestadística Básica (AGEB) y en marco de la ecología factorial.
En primer lugar, Dávila Ibáñez, Constantino Toto, & Pérez Llanas, (2007) reportan haber
realizado una investigación sobre segregación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México a nivel de AGEB; utilizaron variables semejantes a las utilizadas por el Consejo
Nacional de Población (CONAPO) para medir la marginación, para evaluar el grado de
exclusión de los beneficios del proceso de desarrollo entre determinados grupos sociales
ubicados en un espacio definido, mediante el contraste de indicadores referentes a las
carencias socioeconómicas y el acceso a los servicios públicos.
El método utilizado para obtener el coeficiente que cuantificó los niveles de segregación fue
el análisis factorial, en particular el de componentes principales que permitió asociar
ponderaciones a cada variable en correspondencia a su contribución a la varianza. Se
utilizó el método de estratos óptimos para definir cinco grandes estratos.
Para el año 2000, los grupos de población en una condición de grado de segregación Alta
y Muy Alta se localizaron principalmente en la periferia oriente y norte de ciudad, en los
municipios del Estado de México. Por su parte, el centro histórico y las delegaciones vecinas
son las que presentan menores coeficientes de marginación. Los autores plantean que se
está ante una transformación del tradicional modelo de segregación centro-periferia y la
conformación de un modelo que divide a la ciudad mediante un eje inclinado que la separa
en dos grandes zonas: la norte-oriente en donde se ubica la población con condiciones más
precarias, y la zona sur-poniente con las mejores condiciones. En ese mismo texto, los
autores plantean una serie de factores que explican ésta conformación espacial.
3 Explican los autores que en la década de los noventa del siglo pasado, tanto en AGEB
como la población que se encuentra en los extremos se incrementan significativamente. El
estrato con marginación Muy Alto se expande en espacio, población y vivienda,
principalmente a los municipios del Estado de México ubicados en la parte este y norte del
área urbana.
Concluyen que la confluencia de factores como un lento crecimiento, mayor población y
recorte del gasto social, en el periodo 1990-2000, trajo como consecuencia que el proceso
de metropolización del Área Metropolitana de la Ciudad de México condujera a una mayor
segregación. Por otra parte, la dinámica de poblamiento es mucho más acelerada que el
proceso de acceso a servicios e infraestructura, lo que incrementa significativamente el
porcentaje de población que queda excluida del proceso de metropolización. Finalmente, la
desigualdad más intensa se da en las comunidades del Estado de México que en la Ciudad
de México. (Dávila Ibáñez et al., 2007)
En segundo lugar, Rubalcava & Schteingart (2012) en el libro “Ciudades divididas:
Desigualdad y segregación social en México”, presentan una metodología para la
caracterización de las ciudades mexicanas en función de la división social del espacio, vista
como segregación de los diferentes grupos sociales de la población. Para las autoras, el
término segregación no sólo implica al segmento de población más pobre, sino a los de
grupos similares más concentrados, sin importar el estrato social al que pertenezcan.
Llamando como segregación pasiva, aquella dada por el rechazo de los sectores
dominantes hacia los más desfavorecidos; y como segregación activa, al tipo autosegregación que aparece entre los grupos de mayores ingresos.
Como parte de la caracterización, se utilizó el método de análisis factorial y una
estratificación por el método de Dalenius y Hodges. Métodos que fueron aplicados para
cuatro de las ciudades más grandes del país: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y
Puebla; en diferentes cortes de tiempo (1950, 1960, 1970, 1980, 1990, 2000) a una
desagregación municipal. Y para 1990 y 2000 a una desagregación a nivel de AGEB; con
datos obtenidos de los censos de población y vivienda de INEGI.
4 Las variables usadas fueron:

nivel de salario,

nivel de educación y trabajo;

disponibilidad de agua,

ocupantes por vivienda o cuarto

si la vivienda es propia o no.
Para el año de 1990, se puede apreciar una preponderancia de los estratos alto y medio
alto en las zonas centrales, aunque también se observa un número no despreciable de
AGEB de esos estratos en zonas más alejadas del centro, en las direcciones norponiente,
sur y surponiente de la Zona Metropolitana del Valle de México. Si bien las áreas
correspondientes a los estratos bajo y muy bajo dominan hacia el sector oriente de la
metrópoli, también se pueden encontrar algunas unidades de estos estratos hacia el
poniente.
Para el año 2000, se nota un crecimiento muy disperso de la mancha urbana hacia la
periferia, dispersión que no se observa para 1990. Ese crecimiento tan fragmentado e
insular en la periferia, sobre todo en la dirección oriente, se explica por la incorporación, de
gran cantidad de municipios muy poco urbanizados en los que se pueden apreciar
pequeñas manchas urbanas, alejadas de la ciudad propiamente dicha, y en general, con
niveles muy bajos en la estratificación construida por las autoras. En cuanto a la parte ya
más consolidada de la ciudad, los cambios generales no han sido muy evidentes entre 1990
y 2000; es decir se mantiene una centralidad de los estratos alto en la zona poniente, una
disminución del estrato más alto y un aumento del medio alto. (Rubalcava & Schteingart,
2012)
En suma, de ambas investigaciones se intuye que existe cierta estabilidad en los patrones
de segregación en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, si bien en un periodo de
10 años la zona urbana creció, también los espacios de concentración de segregación se
fueron consolidando en la periferia, aunque muchos de los AGEBS que estaban en una
condición de Alta y Muy Alta segregación en 1990, disminuyeron cualitativamente ésta
condición; y fueron para el año 2000 los AGEBS más periféricos, en esta condición. Como
apuntan Dávila Ibáñez et al., (2007): la dinámica de poblamiento es mucho más acelerada
5 que el proceso de acceso a servicios e infraestructura, lo que incrementa significativamente
el porcentaje de población que queda excluida del proceso de metropolización.
3. Metodología
En líneas anteriores se retomaron algunos conceptos fundamentales para abordar la
segregación socioespacial así como el reporte de algunos resultados de dos
investigaciones realizadas en el contexto de la ZMCM. Corresponde a esta sección describir
los aspectos metodológicos con los que se analizó el grado de segregación socioespacial
en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, para los años 2000 y 2010.
Cabe decir que este trabajo comprende dos grandes actividades 1) un análisis factorial, por
componentes principales, de un grupo de variables censales. 2) un ejercicio de análisis
factorial con modelos ponderados geográficamente, con las mismas variables.
a. Área de estudio
El área de estudio planteada se retoma de la justificación general del proyecto desarrollado,
que contempla 16 delegaciones de la Ciudad de México, 1 municipio del estado de Hidalgo
y 40 municipios del Estado de México. En total: 57 demarcaciones territoriales. Las
delegaciones y municipios referidos se enlistan en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Delegaciones y Municipios que comprenden el área de estudio
Ciudad de México
Azcapotzalco
Coyoacán
Cuajimalpa de Morelos
Gustavo A. Madero
Iztacalco
Iztapalapa
La Magdalena
Contreras
Milpa Alta
Álvaro Obregón
Tláhuac
Tlalpan
Xochimilco
Benito Juárez
Cuauhtémoc
Miguel Hidalgo
Venustiano Carranza
Estado de México
Acolman
Jaltenco
Atenco
Melchor Ocampo
Atizapán de Zaragoza
Naucalpan de
Coacalco de
Juárez
Berriozábal
Nezahualcóyotl
Cocotitlán
Nextlalpan
Coyotepec
Nicolás Romero
Cuautitlán
Papalotla
Chalco
La Paz
Chiautla
Tecámac
Chicoloapan
Temamatla
Chiconcuac
Teoloyucan
Chimalhuacán
Teotihuacán
Ecatepec de Morelos
Tepetlaoxtoc
Huehuetoca
Tepotzotlán
Huizquilucan
Texcoco
Ixtapaluca
Tezoyuca
Fuente. Anzaldo, 2016.
Hidalgo
Tlalmanalco
Tlalnepantla de Baz
Tultepec
Tultitlán
Zumpango
Cuautitlán Izcalli
Valle de Chalco
Solidaridad
Tonanitla
Tizayuca
6 b. Unidad de análisis territorial
La unidad de análisis territorial con la que se trabajó es el Área Geoestadística Básica
(AGEB), delimitación territorial desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI).
Un área geoestadística básica (AGEB) es la extensión territorial que corresponde a la
subdivisión de las áreas geoestadísticas municipales. Dependiendo de sus características,
se clasifican en dos tipos: AGEB urbana o AGEB rural. Un AGEB urbana, es un área
geográfica ocupada por un conjunto de manzanas perfectamente delimitadas por calles,
avenidas, andadores o cualquier otro rasgo de fácil identificación en el terreno y cuyo uso
del suelo es principalmente habitacional, industrial, de servicios, comercial, etcétera, y sólo
son asignadas al interior de las localidades urbanas. (INEGI, 2016)
c. Fuentes de información

XII Censo General de Población y Vivienda. INEGI, 2000

Censo de Población y Vivienda. INEGI, 2010.
d. Variables utilizadas
i.
% Población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela
ii.
% Población de 15 años o más sin educación básica completa
iii.
% Población sin derechohabiencia a los servicios de salud
iv.
% Hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años
v.
% Viviendas particulares sin agua entubada dentro de la vivienda
vi.
% Viviendas particulares sin drenaje conectado a la red pública o fosa séptica
vii.
% Viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento*
viii.
% Viviendas particulares sin refrigerador
* Esta variable se retomó de las estimaciones realizadas por el Consejo Nacional de
Población (CONAPO) para los años 2000 y 2010.
7 e. Métodos y técnicas
Para realizar la primera de las dos actividades comprendidas en la identificación de las
tendencias territoriales en segregación socioespacial en la ZMCM; se recurrió al análisis
factorial, particularmente por componentes principales. Al respecto, Pérez-Campuzano,
(2011, p. 420) argumenta que dos de las técnicas que más se utilizan en las ciencias
sociales son el análisis factorial y la regresión.
En este caso la técnica realiza una conjugación lineal de variables (generalmente censales)
y las reduce a uno o varios índices denominados factores. Éstos son el resumen de las
variables introducidas al modelo. Además de la reducción de las variables, el método arroja
puntuaciones estandarizadas para cada uno de los sujetos (en este caso áreas) de los
cuales hay datos.
El análisis factorial tiene por objeto explicar si un conjunto de variables observadas por un
pequeño número de variables latentes, o no observadas, que llamaremos factores. (Peña,
2002, p. 355)
El análisis factorial está relacionado con los componentes principales, pero existen ciertas
diferencias. En primer lugar, los componentes principales se construyen para explicar las
varianzas, mientras que los factores se construyen para explicar las covarianzas o
correlaciones entre las variables. En segundo lugar, componentes principales es una
herramienta descriptiva, mientras que el análisis factorial presupone un modelo estadístico
formal de generación de la muestra dada. (Peña, 2002, p. 355)
En resumen se pude decir que el análisis factorial consta de cuatro fases: i) el cálculo de
una matriz (de correlación) que expresa la variabilidad conjunta de todas las variables; ii) la
extracción del número óptimo de factores; iii) la rotación de la solución para facilitar su
interpretación; y iv) la estimación de las puntuaciones de los casos en las nuevas
dimensiones. (Pantaleón, 2012, p. 43)
Por otra parte, la segunda actividad que comprende el presente trabajo implica el ejercicio
de un modelo ponderado geográficamente, al respecto, la familia de métodos de estadística
espacial no estacionaria conocida como modelos ponderados geográficamente se
8 desarrollaron para situaciones en las que un conjunto de datos espaciales no puede
describirse correctamente por algún modelo global, pero una calibración local podría ofrecer
una mejor descripción (Brunsdon y Forethingham, 1996).
En términos generales estos métodos se basan en aplicación de una ventana móvil de
pesos que justa un modelo local a cada unidad espacial objetivo. La ventana móvil, también
llamada kernel, pondera el peso de las observaciones vecinas y por lo general asume una
función decreciente con la distancia —gaussiana, bi-cuadrada, exponencial negativa, tricúbica, etc.—, la forma funcional puede variar de acuerdo con el supuesto básico de cómo
es la influencia entre las observaciones objetivo y sus vecinos.
El otro parámetro —quizá con mayor influencia en los resultados— es el ancho de banda
de la función, los anchos de banda pequeños conducen a una variación local grande, en la
medida que el ancho de banda aumenta el resultado se asemeja cada vez más a un modelo
global.
Recientemente se han desarrollado adecuaciones para extender los modelos ponderados
regionalmente hacia otras aplicaciones de estadística espacial, en particular es de interés
el cómo la variación de la distribución espacial de un conjunto de atributos permite la
aplicación de técnicas de reducción de dimensiones —particularmente el análisis de
componentes principales— que capten las variaciones locales de los factores que explican
una proporción importante de la varianza en las variables de entrada. Gollini et. al. (2015)
publicaron una librería del paquete estadístico R, en la que desarrollan un amplio conjunto
de modelos ponderados geográficamente. Introducción a la sección de resultados:
En la sección 4 mostramos avances en los resultados del análisis de componentes
principales ponderados geográficamente con las variables que utilizamos para el análisis
global con el objetivo de resaltar las variaciones locales de las cargas del primer factor, es
decir qué variable tiene el mayor peso en un componente local.
9 4. Planteamiento y resultados de la línea de investigación
Sobre el análisis factorial, particularmente por componentes principales, se realizó un
ejercicio con las mismas variables censales para los años 2000 y 2010 en las AGEBS
comprendidas en la zona de estudio.
En el cuadro 2 se describen los nombres de las variables utilizadas para el año 2000
Cuadro 2. Descripción de las variables utilizadas para el análisis del año 2000
Descripción
Variable
PSDSS
Porcentaje de población sin derechohabiencia a los servicios de salud
HFM15A49
Porcentaje de hijos fallecidos para las mujeres entre 15 y 49 años de edad
P6A14NAE
Porcentaje de la población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela
P15YMSPP Porcentaje de la población de 15 años y más sin instrucción postprimaria
VSDRE
Porcentaje de viviendas particulares sin drenaje
VSADV
Porcentaje de viviendas particulares sin agua entubada dentro de la vivienda
VSREFRI
Porcentaje de viviendas sin refrigerador
VHACINA
Porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento
Fuente: INEGI, 2000 y CONAPO, 2000
Respecto al porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento, se
retomaron los datos estimados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), 2000;
para determinar el índice y grado de marginación urbana.
En la tabla 1 se pueden observar los estadísticos descriptivos por variable para el año 2000,
estadísticos que contemplan el valor mínimo, máximo, media y desviación estándar; en
porcentaje respecto al total por AGEB.
Tabla 1. Estadísticos descriptivos por variable para el año 2000
Variable
Mínimo Máximo Media Desviación estándar
PSDSS
.54
99.17
46.85
13.03
HFM15A49
.00
16.95
4.43
1.65
P6A14NAE
.00
31.03
4.47
2.47
P15YMSPP
2.39
78.30
31.23
12.86
VSDRE
.00
100.00
4.86
13.68
VSADV
.00
100.00
32.59
28.89
VSREFRI
.00
95.53
20.33
15.74
VHACINA
.00
80.95
19.29
14.92
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
10 En la tabla 2 se puede observar el comportamiento de los estadísticos descriptivos de cada
variable utilizada, tanto en la Ciudad de México (CDMX), como en el resto de municipios
que conforman la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Estos estadísticos
comprenden el mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al
total por AGEB.
Tabla 2. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2000
Variable
ZONA
1 CDMX 2 ZMCM
PSDSS
HFM15A49
Mínimo
1.21
.54
Máximo
99.17
97.12
Media
45.16
48.50
Desviación estándar
11.80
13.93
Mínimo
0.00
0.00
Máximo
11.67
16.95
3.88
1.37
4.97
1.73
0.00
0.00
21.21
31.03
Desviación estándar
P15YMSPP Mínimo
3.83
2.00
3.13
5.10
2.72
2.39
Máximo
67.53
78.30
Media
Desviación estándar
Mínimo
26.44
10.70
0.00
35.92
13.07
0.00
Máximo
93.62
100.00
1.83
6.07
0.00
7.83
17.79
0.00
100.00
100.00
Desviación estándar
Mínimo
21.96
23.40
0.00
42.97
29.95
0.00
Máximo
95.53
90.91
Media
Desviación estándar
Mínimo
14.35
12.00
0.00
26.17
16.74
0.00
Máximo
74.57
80.95
Media
14.66
23.81
Desviación estándar
12.26
15.88
Media
P6A14NAE
Desviación estándar
Mínimo
Máximo
Media
VSDRE
Media
VSADV
Desviación estándar
Mínimo
Máximo
Media
VSREFRI
VHACINA
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
11 En la tabla 3 se observan las comunalidades de las variables utilizadas en el análisis del
año 2000; se puede ver que en 7 de 8 de las variables, este valor es superior a 0.5, sólo en
el caso de la variable “porcentaje de viviendas particulares sin drenaje”, el valor es de 0.367.
Tabla 3. Comunalidades de las variables para el año 2000
Variable
PSDSS
HFM15A49
P6A14NAE
P15YMSPP
VSDRE
VSADV
VSREFRI
VHACINA
Inicial Extracción
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
.655
.573
.539
.882
.367
.877
.915
.897
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
En la tabla 4 se puede ver el porcentaje de varianza explicada por componente, en este
caso, el componente 1 agrupa el 71.310% del total de la varianza total explicada.
Tabla 4. Varianza total explicada para el año 2000
Componente
Autovalores iniciales
Total
1
2
3
4
5
6
7
8
5.705
.736
.531
.455
.306
.120
.082
.066
% de la
varianza
71.310
9.195
6.633
5.690
3.824
1.494
1.030
.823
Sumas de las saturaciones al cuadrado de la
extracción
%
acumulado
71.310
80.506
87.139
92.829
96.653
98.147
99.177
100.000
Total
% de la varianza
5.705
71.310
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
Siguiendo con los resultados del análisis para el año 2000, en la tabla 5 se observan las
variables que integran el componente 1.
Tabla 5. Matriz de componentes para el año 2000
Variable
PSDSS
HFM15A49
P6A14NAE
P15YMSPP
VSDRE
VSADV
VSREFRI
VHACINA
Componente
1
.809
.757
.734
.939
.605
.936
.957
.947
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
12 Cuando se obtuvieron los resultados del análisis factorial por componentes principales, para
el año 2000; las cargas fueron equiparadas con los resultados del año 2010 y se realizó
una estratificación utilizando el método Dalenius-Hodges, con el fin de hacer comparables
los resultados de ambos años. De este procedimiento resultaron 5 estratos: muy bajo, bajo,
medio, alto y muy alto.
En la figura 1 se pueden observar los resultados del grado de segregación socioespacial
para el año 2000. En ella podemos ver espacialmente, que los estratos bajo y muy bajo se
ubican en la periferia de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en los municipios
del Estado de México e Hidalgo. Los estratos bajo y muy bajo, por su parte, se ubican en
las delegaciones centrales de la Ciudad de México (CDMX) y en los municipios del Estado
de México, al noreste de la CDMX, lo que se explica por la continuidad de la zona urbana
consolidada.
Sin embargo, visualmente podemos identificar la presencia de los estratos bajo y muy bajo
en la zona periférica de la Ciudad de México, en las delegaciones del sur-poniente,
particularmente Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa.
13 Figura 1. Grado de segregación socioespacial para el año 2000
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
14 En cuanto a los resultados del análisis para el año 2010, en el cuadro 3 se describen los
nombres de las variables utilizadas para realizar en análisis en el año citado.
Cuadro 3. Descripción de las variables utilizadas en el análisis del año 2010
Descripción
Variable
PSDSS
Porcentaje de población sin derechohabiencia a los servicios de salud
HFM15A49 Porcentaje de hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años
P6A14NAE Porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela
P15YMSS
Porcentaje de población de 15 años o más sin educación básica completa
C
Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin drenaje conectado a la red pública o fosa
VSDRPFS séptica
VSADV
Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin agua entubada dentro de la vivienda
VSREFRI
Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin refrigerador
VHACINA
Porcentaje de viviendas particulares habitadas con algún nivel de hacinamiento
Fuente: INEGI, 2010 y CONAPO, 2010
Respecto al porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento, se
retomaron los datos estimados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), 2010;
para determinar el índice y grado de marginación urbana.
En la tabla 6 se pueden observar los estadísticos descriptivos por variable para el año 2010,
estadísticos que contemplan el valor mínimo, máximo, media y desviación estándar; en
porcentaje respecto al total por AGEB.
Tabla6. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2010
Variable
PSDSS
Mínimo Máximo Media Desviación estándar
0.00
88.31
38.95
11.94
HFM15A49
0.00
14.43
2.98
1.36
P6A14NAE
0.00
23.15
3.22
1.82
P15YMSSC
0.71
80.21
28.68
11.80
VSDRPFS
0.00
97.47
2.28
7.60
VSADV
0.00
100.00
20.37
25.12
VSREFRI
0.00
91.49
12.00
11.13
VHACINA
0.00
86.96
31.28
16.74
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
En la tabla 7 se puede observar el comportamiento de los estadísticos descriptivos de cada
variable utilizada, tanto en la Ciudad de México (CDMX), como en el resto de municipios
que conforman la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Estos estadísticos
15 comprenden el mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al
total por AGEB.
Tabla 7. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2010
Variable
PSDSS
HFM15A49
P6A14NAE
ZONA
1 CDMX
2 ZMCM
Mínimo
.5671
0.0000
Máximo
77.5339
88.3117
Media
33.8074
43.1556
Desviación estándar
9.3687
12.1706
Mínimo
0.0000
0.0000
Máximo
14.4300
12.9630
Media
2.6158
3.2791
Desviación estándar
1.2588
1.3661
Mínimo
0.0000
0.0000
Máximo
16.6667
23.1481
Media
2.9158
3.4682
Desviación estándar
1.6130
1.9364
P15YMSSC Mínimo
2.2222
.7143
Máximo
60.1626
80.2083
Media
24.6451
31.9869
Desviación estándar
Mínimo
10.2368
11.9732
0.0000
0.0000
Máximo
88.9535
97.4684
VSDRPFS
Media
VSADV
.8760
3.4308
Desviación estándar
3.2947
9.6516
Mínimo
0.0000
0.0000
Máximo
VSREFRI
VHACINA
100.0000 100.0000
Media
11.9537
27.2557
Desviación estándar
Mínimo
18.7758
27.4524
0.0000
0.0000
Máximo
74.7368
91.4894
Media
8.2252
15.1005
Desviación estándar
7.7537
12.4433
Mínimo
.5319
0.0000
Máximo
69.6970
86.9565
Media
24.6901
36.6804
14.0924
16.8018
Desviación estándar
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
16 En la tabla 8 se observan las comunalidades de las variables utilizadas en el análisis del
año 2000; se puede ver que en 5 de 8 de las variables, este valor es superior a 0.5, en tres
casos el valor es menor a 0.5, esto sucede en las variables: porcentaje de hijos fallecidos
de las mujeres de 15 a 49 años, porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la
escuela y porcentaje de viviendas particulares habitadas sin drenaje conectado a la red
pública o fosa séptica
Tabla 8. Comunalidades de las variables para el año 2010
Variable
Inicial
PSDSS
HFM15A49
P6A14NAE
P15YMSSC
VSDRPFS
VSADV
VSREFRI
VHACINA
Extracción
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
.714
.380
.254
.854
.189
.761
.848
.847
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
En la tabla 9 se puede ver el porcentaje de varianza explicada por componente, en este
caso, el componente 1 agrupa el 60.578% del total de la varianza total explicada.
Tabla 9. Varianza total explicada para el año 2010
Componente
Autovalores iniciales
Total
1
2
3
4
5
6
7
8
4.846
.915
.760
.657
.309
.278
.147
.088
% de la
varianza
60.578
11.437
9.496
8.208
3.859
3.479
1.838
1.103
Sumas de las saturaciones al
cuadrado de la extracción
% acumulado
Total
60.578
72.015
81.512
89.720
93.579
97.058
98.897
100.000
% de la
varianza
4.846
60.578
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
Siguiendo con los resultados del análisis para el año 2010, en la tabla 10 se observan las
variables que integran el componente 1.
17 Tabla 10. Matriz de componentes para el año 2010
Variable
PSDSS
HFM15A49
P6A14NAE
P15YMSSC
VSDRPFS
VSADV
VSREFRI
VHACINA
Componente
1
.845
.616
.504
.924
.435
.872
.921
.920
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
En la figura 2 se pueden observar los resultados del grado de segregación socioespacial
para el año 2010. En ella podemos ver espacialmente, la agudización del grado de
segregación en la periferia de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) con
los estratos alto y muy alto en los municipios del Estado de México e Hidalgo. Los estratos
bajo y muy bajo, por su parte, se ubican en las delegaciones centrales de la Ciudad de
México (CDMX) y en los municipios del Estado de México, al noreste de la CDMX, lo que
se explica por la continuidad de la zona urbana consolidada, esta última condición se
mantiene como en el año 2000.
De los resultados observados en el año 2000, respecto al año 2010, podemos inferir que
existe cierta “estabilidad” en el espacio urbano consolidado, lo que no sucede en la periferia
con la aparición de unidades de análisis territorial, AGEBS, se infiere que muchas de las
AGEBS que en el año 2000 presentaban condiciones de alto y muy alto grado de
segregación socioespacial, cambiaron al estrato medio o incluso bajo.
18 Figura 2. Grado de segregación socioespacial para el año 2010
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
19 Si comparamos los resultados del grado de segregación de los años 2000 y 2010; podemos
observar que porcentualmente el estrato Muy alto, disminuyó en 0.5%. Mientras que el
estrato Alto aumentó en 1.8%. Por su parte, el estrato Medio disminuyó en 0.8 puntos
porcentuales. Respecto al estrato Bajo, aumentó porcentualmente en 0.7. Finalmente,
tocante al estrato Muy bajo, disminuyó en 1.2 puntos porcentuales. (Ver tabla 11).
Tabla 11. Comparación grado de segregación socioespacial en los años 2000 y 2010
2000
2010
Diferencia
Grado de
segregación
AGEBS
Muy alto
Alto
Medio
Bajo
Muy bajo
TOTAL
302
766
1,333
717
1,353
4,471
Población
%
AGEBs
Población
%
706,788
4.2
352
711,735
3.7
2,736,846 16.3
918
3,476,091 18.1
6,289,566 37.4
1,604
7,033,258 36.7
2,893,548 17.2
886
3,428,683 17.9
4,183,515 24.9
1,495
4,536,800 23.6
16,810,263 100
5,255 19,186,567 100
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 y 2010.
%
-0.5
1.8
-0.8
0.7
-1.2
AGEBs
50
152
271
169
142
Población
4,947
739,245
743,692
535,135
353,285
Con fines analíticos, si agrupamos en tres grandes estratos los resultados de la
comparación entre las derivaciones de los años 2000 y 2010, el estrato Alto aumentó en
0.9% (744,192 habitantes), mientras que el estrato Bajo, disminuyó en 0.9% (888,420); por
su parte, el estrato Medio disminuyó en 1.0% (743,692).
De tal suerte y si las condiciones de segregación socioespacial se mantuvieran en el tiempo
y de acuerdo con las estimaciones de población al 2030, realizada por el CONAPO, para
ese año habrá en la ZMCM, una población total de 22’600,950 habitantes. Si trasladamos
los porcentajes reportados en el análisis aquí expuesto, para el año 2010, en números
totales, en el estrato Muy alto habrían 838,393 habitantes, mientras que en el estrato Alto
habrían 4’094,686 habitantes; por su parte, en el estrato Medio habrían
8’284,875
habitantes. Respecto al estrato Bajo, habrían 4’038,841 habitantes. Finalmente, en el
estrato Muy bajo, habrían 5’344,155 habitantes.
Por otra parte, en cuanto a los resultados del ejercicio del modelo ponderado
geográficamente; para el cálculo local se utilizó una ventana móvil de 4.5 km —no obstante
algunas observaciones aisladas no alcanzaron el número mínimo de vecinos para poder
definir sus cargas— con una función bi-cuadrada, los resultados de las variables con las
cargas absolutas máximas locales se muestran en la figura 3 y los mapas de la varianza
explicada por los primeros dos componentes están en la figura 4.
20 Para ambos periodos la distribución del cruce entre las variables con las cargas absolutas
máximas del primer componente y la región de estudio muestran que hay evidencia para
rechazar la hipótesis de independencia entre región y cargas dominantes1.
Es decir, existe las cargas dominantes dependen de la región de la metrópoli, en ambos
años; situación que se evidencia si observamos los datos reflejados en las tablas 12 y 13.
Tabla 12. LMAX_F1*ZONA tabulación cruzada para el año 2000
Recuento
LMAX_F1
ZONA
1 CDMX
2 ZMCM
Total
HFM15A49
274
161
435
P15YMSPP
624
363
987
P6A14NAE
348
146
494
PSDSS
255
161
416
VHACINA
519
424
943
VSADV
111
232
343
VSDRE
110
585
695
65
2306
40
2112
105
4418
VSREFRI
Total
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
Tabla 13. LOAD_PC1*zona tabulación cruzada para el año 2000
Recuento
LOAD_PC1
1 CDMX
2 ZMCM
Total
HFM15A49
614
151
765
P15YMSSC
628
693
1321
P6A14NAE
368
320
688
PSDSS
76
148
224
VHACINA
324
336
660
VSADV
229
439
668
23
403
426
101
2363
317
2807
418
5170
VSDRPFS
VSREFRI
Total
zona
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
1
Prueba Chi-cuadrada con 7 grados de libertad para el año 2000 = 577.655, p<0.001 y para 2010 = 794.460,
p<0.001. 21 Figura 3. Cargas locales absolutas máximas del primer componente
a
b
c
d
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
22 El primer elemento a resaltar es el cambio en la heterogeneidad de los resultados, hacia
2010 hay zonas de mayor amplitud homogéneas, tanto en las variables concernientes a las
características de las viviendas, como en las relativas a las características de la población.
Lo anterior se puede observar en la figura 3.3a corresponde a las variables relacionadas
con las características de la población en el año 2000 y en la figura 3b, para el año 2010.
En la figura 3c se pueden observar las variables relativas a las características de la vivienda
para el año 2000 y en la figura 3d, para el año 2010, en el mismo rubro.
Para el año 2000 la variable más importante en la ZMCM fue el drenaje, mientras que para
la CDMX educación. Lo que se puede observar en las tablas 14 y 15; donde se agrupan los
datos por variable, región y año de análisis.
En la figura 4 se pueden observar los mapas del porcentaje de la varianza explicada por los
dos primeros componentes principales para los años 2000 y 2010.
Figura 4. Porcentaje de la varianza explicado por los dos primeros componentes principales para los años
2000 y 2010
a
b
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 y 2010.
23 Tabla 14. Población residente por Variable de carga máxima por región para el año 2000
Variable
CDMX
ZMVM
HFM15A49
966,780
719,310
P15YMSPP
2,266,549
1,264,446
P6A14NAE
1,055,143
524,221
PSDSS
955,770
646,258
2,269,629
1,493,188
VSADV
433,263
1,082,675
VSDRE
350,721
2,373,877
VSREFRI
267,858
262,575
VHACINA
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000
Tabla 15. Población residente por Variable de carga máxima por región para el año 2010
Variable
CDMX
HFM15A49
2,134,902
437,780
P15YMSSC
2,307,640
2,422,480
P6A14NAE
1,242,338
1,130,020
286,493
714,696
1,409,450
1,591,107
909,062
1,586,911
VSDRPFS
67,970
1,265,039
VSREFRI
384,195
1,155,483
PSDSS
VHACINA
VSADV
ZMVM
Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010
5. Tendencias identificadas
Respecto a los niveles de segregación, para el año 2010, el 3.7% de las AGEBS se ubicaron
en un estrato Muy Alto, en este espacio habitan 711,735 personas, esto significa una
disminución pequeña si lo comparamos con el valor de 2000 de 4.2% y 706,788 personas.
La población de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México se localiza mayoritariamente
en zonas con un estrato Medio de segregación socioespacial, que representa alrededor del
37% de los habitantes en el año 2000 y el 36% para 2010 que en términos absolutos son
6.28 y 7.03 millones de personas respectivamente.
De acuerdo con los análisis realizados para los años 2000 y 2010; se observa que los
estratos socioeconómicos altos (grado de segregación baja y muy baja) exhiben un patrón
de concentración hacia el centro y poniente de la metrópoli y los estratos socioeconómicos
bajos tienden a localizarse en la periferia, sobre todo hacia el oriente de la ciudad.
24 Comparativamente, existen diferencias de a las AGEBS que se ubicaban en estratos de
segregación socioespacial alto y muy alto en el año 2000 dentro de las delegaciones
respecto a las que se sitúan en los municipios conurbados, las primeras parecen no haber
experimentado cambios importantes, se continúan localizando cerca de la frontera de la
malla urbana, la mayoría en las delegaciones del sur de la ciudad: Cuajimalpa, Álvaro
obregón, La Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac e Iztapalapa, y
en mucho menor medida en las Delegaciones Gustavo A. Madero y Azcapotzalco en el
norte de la Ciudad; la tendencia en las regiones mencionadas es una mejora marginal
suficiente para “ascender” un escalón en el grado de segregación.
Por su parte las unidades territoriales localizadas fuera de la CDMX también mejoraron su
condición en el año 2010, al consolidarse el espacio urbano en ese periodo de diez años,
parece haber una tendencia convergente en la que se cierra un poco la brecha en nuestros
indicadores. Las AGEBs en clasificadas como de alto y muy alto grado de marginación de
los municipios conurbados en una proporción importante son las que “surgieron” en el
periodo intercensal, es decir corresponden a nuevos desarrollos urbanos (conjuntos de
vivienda social) o a zonas de reciente urbanización (vivienda individual), en otras palabras
parece que el proceso de expansión urbana se inicia en condiciones de precariedad de las
viviendas y en zonas donde el suelo debe ser lo suficientemente barato para atraer a
hogares de bajos ingresos. En términos de localización, estas AGEBs de nueva creación
tienden a concentrarse en el extremo oriente (los municipios de Chimalhuacán,
Chicoloapan, Chalco e Ixtapaluca) y el arco norte (Huehuetoca, Tizayuca, Nextlalpan y en
menor grado en Ecatepec de Morelos).
Particularmente, en la Ciudad de México, la tendencia territorial se mantiene, existe un
grado amplio de convergencia en previas con el análisis que realizamos en este capítulo;
las delegaciones centrales presentan un grado de segregación Muy bajo y Bajo; mientras
que en las delegaciones periféricas, se observan los niveles de segregación Medio y Alto;
en menor proporción Muy alto. La diferencia fundamental entre los años 2000 y 2010 es la
aparición de nuevas unidades territoriales producto de la expansión de la malla urbana y la
consolidación del continuo urbano.
Por su parte, en los municipios del Estado de México e Hidalgo que forman parte de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México, se observan los estratos de segregación Alto y Muy
25 alto; de forma tendencial, y con el crecimiento del área urbana sobre todo en el nororiente.
También se identifica un cambio positivo, pero no satisfactorio en las condiciones de
segregación socioespacial en las unidades territoriales que en el año 2000 se clasificaban
en las categorías de alta y muy alta segregación. La expansión de la malla urbana, las
zonas de “colonización” son precisamente donde durante el periodo intercensal hubo boom
de construcción de conjuntos de vivienda social que para 2010 presentan altas tasas de
desocupación (en promedio del 20% de las viviendas) debido justamente a la dispersión,
desconexión y distancia respecto a las oportunidades de empleo. Y es precisamente en
esta zona, donde se tuviera que poner atención respecto a la agenda pública de las políticas
de desarrollo urbano y territorial.
6. Conclusiones generales
Como bien lo apuntan Dávila et al., (2007), las características particulares del proceso de
metropolización de la Ciudad de México, la periurbanización con asentamientos dispersos
y desconectados, son factores fundamentales en la distribución socioespacial de los niveles
de segregación que presenta la ciudad en la actualidad. Por tanto, se podrá comprender de
mejor y mayor forma a la segregación socioespacial en la medida que se consideren en su
análisis, las transformaciones económicas, demográficas y hasta culturales, de la ciudad.
Si bien en este trabajo se presenta una revisión de la segregación socioespacial, no se
debe perder de vista, que se trata de sólo una visión, con fines analíticos, de la trama
compleja que implica una ciudad como la Ciudad de México.
Un aspecto importante a considerar en este tipo de trabajos donde los datos son
fundamentales, es que si bien existen modelos teóricos, no siempre se puede acceder a los
datos para su aplicación; aspecto en el que, como país, debiéramos haber superado. Cabe
reconocer que en este sentido, se ha avanzado, si comparamos las condiciones actuales
con las que prevalecían en los años 80´s del siglo pasado. Situación que no ha permitido
poder realizar amplios estudios longitudinales en una escala desagregada.
Este trabajo exploratorio apuntó a identificar las principales tendencias territoriales de la
segregación socioespacial en la Ciudad de México, resulta importante señalar que es
necesario plantear la necesidad de indagar sobre las causas de la organización social del
26 espacio urbano; aspecto que en el largo plazo permitirá la identificación de zonas prioritarias
que requieren especial atención. Otro aspecto a considerar es el vincular éste tipo de trabajo
con otros de corte e incidencia social como podrían ser el acceso y dotación de servicios
urbanos, incorporar un componente que aborde la inseguridad urbana, por citar dos
ejemplos.
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27 Pantaleón, N. (2012). Segregación residencial en la Zona Metropolitana del Valle de
México, 2000-2010, un análisis espacial (Maestría en Población y Desarrollo). Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales. Sede México, México.
Peña, D. (2002). Análisis de datos multivariantes. España: Mc Graw Hill.
Pérez-Campuzano,
E.
(2011).
Segregación
socioespacial
urbana.
Debates
contemporáneos e implicaciones para las ciudades mexicanas. Estudios Demográficos y
Urbanos, 26(2), 403–432.
Rubalcava, R. M., & Schteingart, M. (2012). Ciudades divididas: Desigualdad y segregación
social en México (1a ed.). México: El Colegio de México.
Sabatini, F. (2003). La segregación social del espacio en las ciudades de América Latina
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Banco
Interamericano
de
Desarrollo.
Recuperado
a
partir
de
http://publications.iadb.org/handle/11319/5324
28 Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por inadecuado
acceso al agua potable y por contaminación atmosférica
Sandra Paulina Baca Servín*1
1. Diferenciación territorial en los niveles de acceso adecuado al Agua Potable
1.1. Introducción
1.2 Consecuencias de la sobreexplotación del acuífero
1.3 Acceso de agua potable en la Ciudad de México: frecuencia, dentro de la vivienda y
niveles de consumo
1.4 Tendencias a futuro
2. Primera aproximación a una visión territorial de la contaminación atmosférica
2.1 Introducción
2.2 Contaminación por Ozono
2.3 Contaminación por partículas finas PM10 y PM2.5
2.4 Tendencias actuales de Ozono
2.5 Tendencias actuales de PM10
2.6 Tendencias actuales de PM2.5
3. Referencias
3.1 Tema Agua
3.2 Tema Aire
1*ConsultoraRedGEO
Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por
inadecuado acceso al agua potable y por contaminación
atmosférica
Sandra Paulina Baca Servín*1
1. Diferenciación territorial en los niveles de acceso adecuado al Agua
Potable
1.1 Introducción
La Ciudad de México y su Zona Metropolitana se ubican al suroeste de la
“Cuenca del Valle de México” dentro de la Región Hidrológico-Administrativa
(RHA) XIII “Aguas del Valle de México” (véase figura 1).
Figura 1. Cuenca del Valle de México
Fuente: Elaboración propia con datos de (CONABIO, 2016), (INEGI, 2016)
1
*Consultora Red GEO
1
Abastecer de agua a los casi 20.8 millones de personas que viven en la
metrópolis (CONAPO, 2015) requiere de interacción regional (De Alba &
Cruz, 2015) entre los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de
México junto con entidades del gobierno federal y las autoridades
municipales (González & Perló, 2005, pág. 25).
El sistema de abastecimiento de agua de la Ciudad de México y su Zona
Metropolitana es uno de los más complejos de América Latina (HernándezEspriú, 2013, pág. 1); la infraestructura hasta ahora construida se extiende
a lo largo de cuatro regiones hidrológicas (Valle de México, Lerma,
Cutzamala y Tula), más allá de los límites de la misma RHA XIII (véase figura
2).
Figura 2. Extensión territorial del sistema hidráulico que abastece de agua a la ZMCM
Fuente: Elaboración propia con datos de (CONABIO, 2016), (INEGI, 2016), (González &
Perló, 2005)
“La magnitud regional…de los sistema de agua y…las dificultades de
operación, de mantenimiento y financiamiento…representarán enormes
desafíos para las autoridades y la sociedad” (González & Perló, 2005). Para
2
analizar la disponibilidad actual y a futuro del agua para la población de la
ZMCM, es necesario abordar el tema a nivel Región HidrológicaAdministrativa (CONAGUA, 2010b).
Datos reportados de la CONAGUA, indican que la disponibilidad natural
media correspondiente a la RHA XIII “Aguas del Valle de México” se
incrementó significativamente entre 2007 y 2010 al pasar de 143 a 160
m3/hab/año. No obstante, entre 2010 y 2013 ese promedio disminuyó 8 m3
por habitante por año (CONAGUA, 2013).
Disponibilidad natural media per cápita m3/hab/año
2007
2010
143
2013
160
152
Tabla 1. Disponibilidad natural media per cápita (m3/hab/año) para la RHA XIII “Aguas del
Valle de México”
Fuente: Elaboración propia con datos de CONAGUA: Para 2007 (CONAGUA, 2009); Para
2010 (CONAGUA, 2012); Para 2013 (CONAGUA, 2014)
Actualmente esta región hidrológica es la que concentra la mayor cantidad
de población en el país, con 22,815,5042 habitantes y además es la que
tiene menor extensión territorial3 de las 13 regiones del país, por lo que
existe una fuerte presión sobre los recursos hídricos para satisfacer la
demanda de abastecimiento del recurso.
La disponibilidad de agua en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana
expresa el nivel de stress hídrico de la Cuenca del Valle de México; cuya
contención depende del manejo de los recursos naturales del ecosistema
urbano4;
los
bosques,
especialmente
los
urbanos y
periurbanos,
desempeñan un papel primordial en la regulación hídrica de la Cuenca; con
sus servicios ambientales como captación en infiltración de agua, lo que
permite la recarga del acuífero y el control de los escurrimientos; y el poco
visible relativo a la regulación del microclima.
2
Proyecciones de la Población de México 2010-2050 para el año 2013 (CONAGUA, 2014)
Una superficie de 18,229 km2, que representan el 0.93% de la superficie nacional
(CONAGUA,2010)
4 “Aquel donde ocurre una estrecha relación de hábitat entre el previamente existente -lo
natural- y lo construido por el hombre -lo artificial-“. (Amaya, 2005, pág. 3)
3
3
1.2 Consecuencias de la sobreexplotación del acuífero
Por muchos años los sistemas de abastecimiento de agua a la ZMCM han
funcionado de forma relativamente eficaz (González & Perló, 2005). Sin
embargo, de acuerdo con la Estrategia Local de Acción Climática Ciudad de
México 2014-2020 (ELACCM), el aumento de la demanda de agua, la
degradación de las áreas de captación y los efectos del cambio climático,
han llevado a los sistemas de abastecimiento operar al límite sin llegar a
satisfacer la demanda de la ZMCM (Centro Mario Molina, 2014).
Esta crónica problemática ha llevado a la sobreexplotación de los acuíferos,
en especial el de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (véase figura
4), que se encuentra con un déficit anual de 22,6 m3/s (Banco Mundial, 2013)
lo que ha ocasionado el abatimiento de los niveles freáticos e hundimientos
en la zona nor-oriente de la Ciudad (González & Perló, 2005), (HernándezEspriú, 2013) (Rojas, 2013) (González-Villareal, 2016). En la figura 3 el
mapa muestra una aproximación:
Fig. 3. Mapa de sectores de tasa de subsidencia por AGEBa
Notas: a Elaborado con datos de 2003 a 2007
Fuente: Tomado de (Rojas, 2013)
4
Los hundimientos pueden llegar a alcanzar hasta los 32.9 cm/año en la zona
cercana al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las
delegaciones: Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza,
Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y parte de la Benito Juárez y Xochimilco, y los
municipios colindantes están mayormente expuestas a este riesgo.
1.3 Acceso de agua potable en la Ciudad de México: frecuencia, dentro
de la vivienda y niveles de consumo
El porcentaje de población con alguna modalidad de “acceso a agua” ha sido
diferenciado a nivel delegacional; para la mayoría, aparentemente no es un
problema, han mantenido una cobertura del orden del 98-99 % para 2015.
En contraste, Milpa Alta, Xochimilco y Tlalpan para 1990 los datos muestran
que estas tres delegaciones tenían los porcentajes más bajos de la Ciudad,
tendencia que se ha mantenido, pese a que han incrementado su porcentaje
en 6 y 5 % respectivamente, para Milpa Alta y Xochimilco respectivamente
y 12.7 % para Tlalpan (Gráfica 1).
100.00
98.00
97.43
Procentaje de población
96.00
95.48
94.00
92.00
90.00
90.56
89.09
88.00
86.00
84.00
82.00
84.72
83.12
1990
1995
2000
2005
2010
2015
Año Censal
- Milpa Alta
- Tlalpan
- Xochimilco
Gráfica 4. Proporción de la población con acceso sostenible a fuentes mejoradas de
abastecimiento de agua.
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo General de Población y Vivienda
(varios años), Conteo de Población y Vivienda (varios años) y Encuesta Intercensal 2015.
5
Para todas las delegaciones estos niveles “de acceso” se deben tomar con
reservas, ya que los datos consideran todo nivel de acceso al agua
proveniente de cualquier fuente, sea dentro o fuera de la vivienda; de aquí
la relevancia de observar variables complementarias; primero, la
información de frecuencia de disponibilidad de agua en la Ciudad de México.
Para 2010, los datos muestran que un 82% de un total de 2,367,139
viviendas particulares habitadas disponen de agua diariamente, mientras
que un 17% presenta una dotación de agua irregular, lo cual se traduce en
417,800 viviendas bajo esta situación. En la Gráfica 2 el detalle de
frecuencia:
90
82.04
80
No. de viviendas (en miles)
70
60
50
40
30
20
8.20
10
6.55
2.89
0.31
0
Diaria
Cada tercer día
Una o dos veces a
la semana
Esporádica
No especificado
Grafica 2. Viviendas particulares habitadas a con agua entubadas b y su distribución
porcentual según dotación de agua c para la Ciudad de México, 2010
Notas: Los límites de confianza se calculan al 90%a Excluye: locales no construidos para
habitación, viviendas móviles y refugios. b Condición de las viviendas particulares que
cuentan con tuberías que transportan el líquido para que las personas puedan abastecerse
mediante grifos ubicados en la cocina, excusado, baño u otras instalaciones similares.
Corresponde a las que tienen agua entubada dentro de la vivienda o sólo en el terreno c
Clasificación de las viviendas particulares con agua entubada según la frecuencia en su
disponibilidad.
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo de Población y Vivienda, 2010.
6
La otra variable clave que determina un acceso adecuado, refiere a si el
acceso es por medio de agua entubada dentro de la vivienda o predio; o es
por medio de alguna modalidad de acarreo. La Tabla 2 muestra la
información tendencial 2000-2010 por Delegación:
Disponibilidad de agua
Delegación/
Agua entubada dentro de la
Año Censal
vivienda o el terreno
2000
2005
2010
Por acarreo
2000
2005
2010
Álvaro Obregón
159,676
173,813
190,410
2,453
2,282
2,415
Azcapotzalco
107,707
109,156
112,763
934
567
584
Benito Juárez
112,333
113,467
130,685
562
72
121
Coyoacán
161,184
164,590
171,976
843
431
572
31,724
39,569
44,708
1,185
1,247
1,432
Cuauhtémoc
144,117
147,787
165,178
831
455
402
Gustavo A. Madero
290,136
293,603
312,305
3,630
1,557
1,766
96,873
98,694
100,831
516
183
190
390,748
424,900
445,620
10,157
4,986
6,270
La Magdalena Contreras
49,694
54,660
59,527
1,838
2,726
2,804
Miguel Hidalgo
93,226
98,026
110,714
526
151
844
Milpa Alta
18,575
23,112
26,291
2,646
3,318
5,145
Cuajimalpa de Morelos
Iztacalco
Iztapalapa
Tláhuac
67,459
80,327
86,979
1,665
1,577
2,792
Tlalpan
124,733
134,021
147,575
14,637
12,983
21,662
Venustiano Carranza
115,672
113,033
117,831
520
231
225
74,300
83,251
89,446
7,287
9,020
11,044
Xochimilco
Tabla 2. Serie histórica de viviendas particulares habitadas con disponibilidad de agua
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo General de Población y Vivienda
(varios años) y Conteo de Población y Vivienda (varios años).
En general, todas las delegaciones tienen un aumento en el número de
viviendas que disponen de agua entubada en el periodo 2005-2010, aunque
no demostraron este mismo comportamiento de 2000 a 2005 como en el
caso de Venustiano Carranza, donde hubo un decremento de 2,639
viviendas respecto del año 2000. Sin embargo, los datos de la Tabla
muestran problemas por la persistencia del acceso por acarreo, e inclusive
su aumento, que seguramente significa en muchos casos pasar de no
acceso a un acceso inadecuado.
El acceso y comparativo con datos por número de habitantes es complicado
y con resultados poco consistentes; así vemos como en la Gráfica 3 se
7
muestra una tendencia a la baja en el número de ocupantes de viviendas
que se abastecen por acarreo. Seguramente la solución vía “pipas” es
determinante pero presenta efectos colaterales, entre los que destaca la
combinación de subsidios/corrupción/accesibilidad que deriva en una
De una llave pública o hidrante
De otra vivienda
64675
2010
De Pipa
3952
12505
16584
16257
14036
2005
23365
37182
2000
14861
18063
31489
60481
66379
105155
111854
136366
expresión de exclusión social.
2015
De pozo, río o arroyo, lago u otro
Gráfica 3. Serie histórica de ocupantes en viviendas particulares habitadas con
disponibilidad de agua por acarreo en sus diversas modalidades.
Fuente: Elaboración propia con información del Censo General de Población y Vivienda
para 2000 y 2010, Conteo de Población y Vivienda 2005 en (González et al., 2011) y
Encuesta Intercensal 2015 (INEGI, 2016)
Con la finalidad de aproximarse a la expresión territorial de esta carencia, a
continuación se presenta del Índice de Marginación (CONAPO, 2014), la
variable que refiere el porcentaje de viviendas particulares sin agua
entubada dentro de la vivienda para 2000 y 2010 a nivel AGEB. Los mapas
de las Figuras 4 y 5 muestran las dimensiones espaciales, mismas que
apuntan claramente a que no es un problema esencialmente focalizado.
8
Figura 4. Porcentaje de viviendas sin agua entubada dentro de la vivienda para el año 2000
Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAPO, 2014) e (INEGI, 2016)
Figura 5. Porcentaje de viviendas sin agua entubada dentro de la vivienda para el año 2010
Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAPO, 2014) e (INEGI, 2016)
9
Para el año 2010, se observa una disminución en el porcentaje de viviendas
sin agua entubada en las AGEBS ubicadas cerca de los límites del área
urbana; en Iztapalapa y Tláhuac, se puede observar que ha disminuido el
porcentaje de viviendas; sin embargo, delegaciones como Milpa Alta,
Xochimilco y Tlalpan aún presentan un porcentaje considerable de viviendas
sin agua entubada. Destaca también que el porcentaje del 0 al 20% ha
aumentado a lo largo del área central de la Ciudad y se ha extendido hasta
los límites de la Ciudad al Norte, Este y Oeste.
Consumo de agua potable por Delegación
La tendencia muestra que en el año 2010 hubo un decremento en el
consumo de agua potable por parte de todas las Delegaciones. En la
mayoría de los casos las reducciones fueron notables y para delegaciones
como Tlalpan, Iztapalapa, Coyoacán, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc,
significó un decremento de 10,000,000 m3. Después de este periodo el
consumo aumentó relativamente en 2013 (un promedio de 2.7 millones de
m3 por delegación) y se mantuvo relativamente constante hasta 2015 (ver
Gráfica 4).
10
16.00
14.00
12.00
Porcentaje
10.00
8.00
6.00
4.00
2.00
0.00
Alvaro Obregón
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
8.93 9.05 9.01 8.94 9.05 8.87 9.96 10.24 9.82 9.84 9.89
Azcapotzalco
4.74
5.47
5.56
5.46
5.23
5.19
6.54
6.37
5.78
5.80
Benito Juarez
6.58
7.06
7.22
7.10
7.11
7.30
7.81
8.15
8.49
8.67
8.77
Coyoacán
13.85 7.82
7.52
7.34
7.50
7.61
7.55
7.67
8.18
8.07
7.92
Cuajimalpa de Morelos
1.70
1.83
1.94
1.75
2.06
2.10
2.05
2.22
2.27
2.22
2.30
Cuauhtémoc
8.25
9.88 10.20 10.57 10.33 10.25 11.06 10.90 11.06 11.39 11.62
Gustavo A. Madero
10.46 11.53 11.87 12.58 12.44 11.85 12.12 11.88 11.70 11.79 11.99
6.11
Iztacalco
4.88
Iztapalapa
13.71 14.46 13.99 13.85 13.94 14.44 11.48 11.17 11.07 11.06 10.49
5.09
4.98
4.86
4.82
4.99
5.31
5.21
5.41
5.30
5.26
La Magdalena Contreras 1.56
1.65
1.65
1.63
1.61
1.55
1.30
1.28
1.28
Miguel Hidalgo
8.09
8.39
8.33
8.28
8.36
8.40 10.06 10.44 9.55
9.61
9.72
Milpa Alta
0.25
0.27
0.26
0.26
0.23
0.24
0.18
0.17
0.17
0.18
0.15
Tláhuac
2.68
2.72
2.73
2.68
2.65
2.60
2.07
1.95
2.44
2.35
2.21
Tlalpan
6.43
6.61
6.56
6.43
6.37
6.28
4.97
4.88
4.58
4.39
4.34
Venustiano Carranza
5.40
5.61
5.57
5.68
5.72
5.77
5.29
5.29
5.79
5.75
5.73
Xochimilco
2.48
2.56
2.60
2.59
2.59
2.56
2.22
2.14
2.39
2.31
2.23
1.33
1.31
Año
Grafica 4. Porcentaje del consumo total de agua potable en millones de metros cúbicos
(m3) por Delegación, 2005 – 2015
Fuente: Elaboración propia con datos de (SACMEX, 2016)
De mayor importancia es el dato de consumo promedio de litros por
habitante por día durante el 2005, 2010 y 2015; se observa que ha
disminuido en todos los casos y en la Tabla 3 y Gráfica 5 se observa este
decremento y sobre todo, las enormes desigualdades en niveles de
consumo en litros, promedio diario por habitante.
11
2005
2010
2015
(l/hab/dia)
(l/hab/dia)
(l/hab/dia)
Alvaro Obregón
175.32
144.54
122.87
Azcapotzalco
154.53
148.19
142.13
Delegación
Benito Juarez
257.25
224.39
195.58
Coyoacán
306.03
145.38
121.25
Cuajimalpa de Morelos
135.58
133.57
107.29
Cuauhtémoc
219.50
228.43
203.26
Gustavo A. Madero
121.64
118.49
95.87
Iztacalco
171.47
153.90
125.55
Iztapalapa
104.49
94.26
53.47
94.45
76.89
48.95
317.47
267.00
248.37
30.11
21.39
9.93
Tláhuac
108.16
85.59
56.84
Tlalpan
146.76
114.45
59.67
Venustiano Carranza
167.45
158.64
124.80
85.10
73.21
50.01
La Magdalena Contreras
Miguel Hidalgo
Milpa Alta
Xochimilco
Tabla 3. Consumo de agua potable (litros/hab/día) por Delegación en 2005, 2010 y 2015
Nota: a Datos estimados a partir del consumo total de agua potable por delegación, se
consideró que el total del agua potable se destinaba al total de la población
Fuente: Elaboración propia con datos de (SACMEX,2016)
350.00
300.00
250.00
200.00
150.00
100.00
50.00
0.00
2005
2010
2015
Gráfica 5. Consumo de agua potable (l/hab/día) por Delegación en 2005, 2010 y 2015.
Fuente: Elaboración propia con datos de SACM
12
1.4 Tendencias a futuro
Con proyecciones de población de CONAPO y un volumen de agua
renovable constante a lo largo del periodo 2010-2030, la CONAGUA
pronostica una disminución de prácticamente el 10% en la disponibilidad
natural media per cápita en la Cuenca del Valle de México para el año 2030,
con respecto a la de 20135 (con 152, ver Tabla 1), al ubicar que este
indicador será de 137 m3/hab/año. Esta tendencia futura de menor
disponibilidad agudiza el problema de stress hídrico de la Cuenca; algunos
datos duros:
i) De acuerdo con el Programa Hídrico Regional (PHR) Visión 2030, para
el año 2006 se estimaba una oferta sustentable total de 3,300 hm3 y un uso
total de 4,700 hm3 en la Región Hidrológico-Administrativa XIII; lo que generó
una brecha hídrica total de 1,400 hm3 que se “resolvió” principalmente por la
sobreexplotación de acuíferos de la región (CONAGUA, 2012b).
ii) El caudal aportado por el Sistema Cutzamala se ha reducido en 11% de
2000 a 2012, mientras que el caudal del Sistema Lerma en un 4.3%. La
suma de los caudales de ambos sistemas equivale a más de la tercera parte
del total que recibe la Ciudad de México (Centro Mario Molina, 2014).
Con respecto a la brecha hídrica, se espera que para 2030 la oferta pueda
incrementarse en 8%, mientras que la demanda se estima aumente en 11%,
prácticamente duplicando a futuro la brecha hídrica de agua en la región
(con un valor de 1,700 hm3).
Y la tendencia a 2050 de los escenarios de Cambio Climático indica que la
disponibilidad de agua disminuirá entre un 10 y 17 % para las áreas de
captación del Sistema Cutzamala, Lerma y Acuífero de la ZMVM (Escolero
et al., 2009).
5 Escenarios Futuros: Agua renovable per cápita 2013-2030, Estadísticas del Agua en México
2014 (CONAGUA, 2014).
13
2. Primera aproximación a una visión territorial de la contaminación
atmosférica
2.1 Introducción
Destaca la evidencia científica derivada de una enorme gama de estudios
en torno a la contaminación atmosférica; e inclusive, aproximaciones a sus
impactos en la salud. Por lo cual, sólo abordamos aquellos resultados que
permiten dar los primeros pasos hacia una valoración de niveles de riesgo y
vulnerabilidad para segmentos de la población en función de su lugar de
residencia; y las tendencias al abatimiento de estos niveles.
En el mapa 1 se presenta la ubicación de las estaciones y las densidades
de población en sus colindancias; sin duda, es una aproximación muy
limitada por los cambios hora por hora en la intensidad y en el tipo de
contaminante; asociados a la dinámica atmosférica (en especial, los
vientos).
Mapa 1. Estaciones de monitoreo y densidad de población en 2015 de la CDMX y su Zona
Metropolitana
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI (2016) y SIMAT (2016)
14
2.2 Contaminación por Ozono
De acuerdo con el Informe de Calidad del Aire de la Ciudad de México 2014,
la contaminación de aire por ozono muestra un patrón estacional al que
llaman “temporada de ozono” y que de acuerdo a las tendencias se presenta
a finales de febrero y concluye en junio (SEDEMA, 2014, pág. 42)6.
Para el periodo 1988-2016 puede observarse la estación que registró
mayores valores de concentración fue la del Pedregal (véase gráfica 1); sin
embargo, registros del 2016 hasta el mes de Febrero muestran que la
estación Ajusco Medio es la que ha presentado mayores valores de
concentración. De acuerdo con datos del SIMAT, la tasa de cambio para el
promedio anual de 1988 a 2015 fue de -44%, lo cual indica una reduccón
sustancial en los valores, pero con una tendencia asintótica.
Gráfica 1. Estaciones de monitoreo con mayores concentraciones históricas de O3
Fuente: (SIMAT, 2016)
En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran en la
zona Sur de la CDMX, lo que corresponde a dos delegaciones con alta
6
“La temporada de ozono se caracteriza
por niveles elevados de
ozono y otros contaminantes secundarios asociados al esmog fotoquímico, provocados por
la presencia de contaminantes precursores y las condiciones meteorológicas de la
temporada”
15
densidad de población Álvaro Obregón (7,827 hab/km2) y Coyoacán (11,293
hab/km2) y una con baja, Tlalpan (2,154 hab/km2) (véase mapa 1). Esto nos
habla de una fuerte exposición a O3 de los habitantes que viven al suroeste
de la Ciudad.
Lo anterior apunta a que el ozono tiende a concentrarse en la zona sur y surponiente de la Ciudad; sin embargo, las emisiones del contaminante
provienen de diferentes direcciones. Al respecto, Meraz et al. (2015, pág.
211) señala que “la concentración de ozono se encuentra fuertemente
afectada por la dinámica diaria, aunque es evidente que algunos
mecanismos de gran escala, como la mezcla atmosférica, determinan
durante mucho tiempo el comportamiento de todos los contaminantes”.
2.3 Contaminación por partículas finas PM10 y PM2.5
Las partículas suspendidas tienen una diversidad de fuentes y composición.
Su tamaño va desde algunas fracciones de milímetro hasta algunos
nanómetros. Son emitidas de manera natural o por las actividades humanas,
también se pueden formar en la atmósfera a partir de reacciones químicas
(Sheinbaum, 2015). Su composición varía de acuerdo con la zona en la que
se presente: urbana, no urbanizada. El material mineral, que proviene en su
mayoría del suelo (Sheinbaum, 2015), es el mayor componente para las
PM10 en las dos zonas, mientras que para las PM2.5 el material orgánico y el
mineral son los principales componentes para ambas zonas.
Así como el ozono, las partículas PM10 y PM2.5 también tienen un
comportamiento estacional; las mayores concentraciones se dan en la
temporada seca-fría (noviembre-febrero) y las mínimas durante la
temporada de lluvia (junio-octubre) (SEDEMA, 2014, págs. 53-55). En la
época de mayores concentraciones son provocadas por estabilidad
atmosférica7, inversiones térmicas de superficie y el descenso de humedad
y temperatura.
7
La estabilidad atmosférica es una condición de la atmósfera que se opone al desarrollo de
nubes de los géneros cúmulo y cumulonimbos. Se caracteriza por estados del cielo
despejados o con presencia de nubes estratiformes (ITE, s.f.)
16
En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran al
norte de la CDMX lo que corresponde a Tlalnepantla de Baz. Este municipio
se localiza al norte de la Ciudad, cuenta con una densidad de población de
8,728 hab/km2 y está rodeado al sur y oeste de municipios que igualmente
presentan altas densidades de población.
Esto demuestra que, aunque se ha presentado la mayor concentración de
partículas en la zona nor-oriente de la ZMCM, no hay un patrón definido; se
puede observar que en los últimos dos años la dirección apunta al NE; sin
embargo, es el viento quien determina en gran parte la dispersión de los
contaminantes (SEDEMA, 2014, pág. 41) y como menciona Meraz et al.
(2015, pág. 211) en su estudio “Persistencia estadística de los
contaminantes del aire de en la Ciudad de México”: “a escalas temporales
pequeñas, la dinámica del contaminante es específica para cada
componente químico” y a grandes escalas temporales depende de la propia
dinámica atmosférica de la región.
En 2013, las mayores concentraciones alcanzan los 124 µ/m3 y provienen
del Norte hasta el Sureste. Para 2014, las concentraciones disminuyen en
un 86%8 y llegan hasta 17 µ/m3 . En 2015 se vuelve a incrementar el valor
llegando hasta 128.3 µ/m3 y para 2016 108.3 µ/m3.
En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran al
norte de la CDMX, lo que corresponde a dos municipios con densidades
relativamente diferentes: Tlalnepantla de Baz (8,728 hab/km2) y Ecatepec
de Morelos (1,075 hab/km2). Ambos municipios se encuentran limitados al
sur por dos de las delegaciones más habitadas de la CDMX, lo cual conlleva
a pensar que la población de esa zona está más expuesta a partículas PM2.5.
No obstante, como se ha mencionado anteriormente, la meteorología de la
región y el comportamiento químicos del mismo, influyen en la persistencia
de la concentración del contaminante en el aire (Meraz et al., 2015).
8
Se tomaron en cuenta los límites superiores de cada clase, para 2013: 124 µ/m3 y para
2014: 27124 µ/m3.
17
Se observa que las mayores concentraciones se registran en la zona norte
de la ZMCM y las PM2.5 muestran variaciones tanto en su concentración
como en su escala temporal y espacial.
2.4 Tendencias actuales de Ozono
De acuerdo con la gráfica x. la tendencia muestra que el mayor número de
horas que superan el valor de 110 ppb se presentó en 1991 con 2,432 ppb.
Posteriormente el número de horas desciende llegando hasta 310 ppb en
2012. Hay una tasa de cambio entre 1990 y 2014 de -80.5%. Para el año
2015, con el cambio de la Norma, se observa un incremento de más del
doble de horas con respecto a 2014 y finalmente para 2016, de las 2184
horas transcurridas (de enero a marzo), 175 han sobrepasado la Norma, lo
que equivale a un 8%.
3000
2432
300
0
50
0
Año
Número de horas > 110 ppb
Límite de 80 ppb (hasta 2014)
Límite de 70 ppb (a partir de 2015)
Gráfica 13. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para O3 (1990-2016)
Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016)
Además, la tendencia también muestra que los valores máximos de
concentración en 2014 han disminuido hasta en un 61.1% en comparación
con el valor más alto registrado en 1992 (475 ppb). Los quintos máximos
presentan una tendencia similar y también tienen una caída porcentual para
cada año que a lo largo del mismo periodo muestra una tasa de cambio de
-55.8%.
18
Concentración (ppb)
776
100
175
390
358
449
310
530
450
694
500
557
895
1000
700
1102
150
821
1297
1635
1694
200
1326
1500
1507
1750
1637
1876
1839
1796
2106
1831
2000
250
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
mar.‐16
No. de horas
2500
475
500
450
3000
403 404
2500
400
370
349
323 318
321
309
250
2000
282
300
237
271
284
247
243
210 201 202
207
200
187 191 192
172 169
225 222
211 203
189 198
184 177 184 185
159 158
139
150
123
1500
208
135 127
122 126 124 123 120
111 120 109
100
358
390
310
449
450
530
557
694
700
895
821
1102
1297
1326
1635
1507
1694
1637
1750
1839
1876
1796
2106
500
2432
50
1000
0
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Año
No. de horas > 110 ppb
Concentración máxima anual de O3
5to. Máximo anual
Límite de 80 ppb (hasta 2014)
Límite de 70 ppb (a partir de 2015)
Gráfica 14. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para O3 (1990-2014)
Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016)
2.5 Tendencias actuales de PM10
La tendencia muestra tres periodos de comportamiento de valores máximos
de concentración de 24 horas: de 1990 a 2000, los valores presentaron
valores en un rango entre 265 y 307 µ/m3, para después, en 2001 comenzar
a disminuir hasta llegar a 131 µ/m3, lo cual representaba que se estaba cerca
de cumplir con la Norma. No obstante, para 2009 el valor volvió a
incrementar en un 205% el límite permisible de 120 µ/m3. Después de ese
año, se muestra un decremento en el valor hasta llegar a 1120 µ/m3 en 2015
(con el cambio de la Norma en 2014, sobrepasa nuevamente el límite
permisible ahora de 75 µ/m3). Los máximos anuales superan el límite
permisible de 50 µ/m3 en todos los casos aplicables y de 40 µ/m3 en el último
año 2015.
19
No. de horas
312
1831
Concentración (ppb)
350
350
Concentración (µ/m³)
300
296 300
287
295 295 295
307 305
291
271
265
247
250
200
197
189
179
163
184
156
155
138
150
146
186
174
167 165
160
145
139
125
121
96
100
95 101 90
139
131 134
106 104
79
75
174
70
114
107
120
93
73
69
64
53
55
50
Año
Máximo promedio anual
Percentil 98 promedio de 24 h
50 (µ/m³) promedio anual hasta 2014
40 (µ/m³) promedio anual a partir de 2015
120 (µ/m³) valor límite de 24 h (hasta 2014)
75 (µ/m³) valor límite de 24 h (a partir de 2015)
Gráfica 23. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para PM10 (1990-2015)
Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016)
Datos del SIMAT (2016) indican que durante 1995-2015 el mes que presentó
promedios máximos de PM10 fue diciembre. En el 2016, los datos muestran
que el mes de febrero ha sido el que ha presentado el promedio máximo.
2.6 Tendencias actuales de PM2.5
La serie histórica muestra que los valores máximos de concentración de 24
horas de 2004 a 2015 disminuyen en unos años mientras que en otros
aumenta sin presentar un comportamiento definido; sin embargo, a lo largo
del mismo periodo el valor ha decrecido en un 10.9%. El máximo promedio
anual presenta una tendencia similar y también tienen una caída porcentual
a lo largo del mismo periodo. Para 2015, el valor promedio anual fue 55.4
µg/m3, 43.4 µg/m3 arriba del límite permisible, el valor máximo promedio de
24 horas tuvo un mismo comportamiento similar y sobrepaso la Norma en
un 266%.
20
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
0
70
64
64
58
60
Concentración (µ/m³)
51
57
55
54
52
51
47
50
40
60
58
36
28
30
26
26
26
2007
2008
2009
23
25
25
26
2010
2011
2012
28
27
28
2013
2014
2015
20
10
0
2004
2005
2006
Año
Máximo promedio anual
Percentil 98 promedio de 24 h
15 (µ/m³) promedio anual hasta 2014
12 (µ/m³) promedio anual a partir de 2015
65 (µ/m³) valor límite de 24 h (hasta 2014)
45 (µ/m³) valor límite de 24 h (a partir de 2015)
Gráfica 32. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para PM10 (2004-2015)
Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016)
Datos del SIMAT (2016) indican que durante 2003-2015 el mes que presentó
promedios máximos de PM2.5 fue diciembre. Durante 2016, los datos
identifican a febrero como el mes con el promedio máximo.
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27
Tendencias históricas y escenarios de cambio en el clima de la Zona Metropolitana de
la Ciudad de México
Sandra Paulina Baca Servín*1
1. Procesos causales
2. Metodología de análisis con enfoque territorial
3. Cambio de temperatura de la ZMVM: tendencia histórica y escenario a futuro
3.1 Islas de Calor Urbanas
3.2 Ondas de calor
3.3 Escenarios de cambio climático
4. Cambio de precipitación en ZMVM: tendencia histórica y escenario a futuro
4.1 Susceptibilidad de inestabilidad de laderas
4.2 Escenarios de cambio climático
5. Vulnerabilidad climática
5.1 Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC)
6. Referencias
1*ConsultoraRedGEO
Tendencias históricas y escenarios de cambio en el clima de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México
Sandra Paulina Baca Servín*
1. Procesos causales
El clima del Valle de México y en especial, de la Zona Metropolitana de la
Ciudad de México (ZMCM) se ha modificado debido a la suma de dos
factores: los efectos del cambio climático y el crecimiento de la urbanización
(Magaña et al., 2012, pág.45).
En un ecosistema, el cambio climático se refleja en una variabilidad
climática, con “eventos extremos más intensos y frecuentes” (León & Neri,
2010, pág. 2), por ejemplo: incrementos en la temperatura, sequías, intensas
precipitaciones, etc.
En la ZMCM, el cambio climático se ve expresado en el incremento de lluvias
intensas (León & Neri, 2010, pág. 2) y el aumento de ondas de calor1
(Magaña et al., 2012, pág.46), es decir, la variabilidad climática de la región
se refleja en los cambios en la temperatura y en el ciclo hidrológico
(Jáuregui, 2000 en Magaña et al., 2010, p.73).
“Mientras factores naturales como la topografía juegan un papel importante
en la variación de las variables meteorológicas, hay claramente influencia
antropogénica que continúa modulando la variabilidad espacial climática en
la ciudad” (Estrada et al., 2009, pág. 192). Esta influencia se puede apreciar
en el cambio de uso de suelo y la deforestación a causa del crecimiento
urbano que también han provocado cambios significativos en el clima de la
ZMCM (Estrada et al., 2009, pág. 176; Magaña et al., 2012, pág.45).
El cambio en el uso de suelo altera las propiedades del mismo, al convertir
el suelo natural permeable en suelo no poroso y con alta capacidad de
absorción de radiación solar debido a los materiales: pavimentos, piedras,
*Consultora Red GEO
1 Evento en el cual se presentan tres o más días consecutivos con temperaturas de 30°C o
más (Jáuregui, 2000 en Magaña et al., 2012)
1
etc. (Jáuregui y Heres, 2008, pág. 101). Por otro lado, “la vegetación tiene
un efecto potencial sobre el comportamiento térmico de los entornos
urbanos” (Centro Mario Molina, 2014b, pág. 24) ya que contribuye con el
balance energético al “modular en cierta medida el régimen climático local
de las ciudades” (Jáuregui y Heres, 2008, pág. 102).
2.
Metodología de análisis con enfoque territorial
Actualmente se cuentan con diversos estudios que analizan variables
meteorológicas como temperatura y precipitación (Aquino, 2012; López,
2012; Magaña et al., 2012) lo que ha permitido detectar los contrastes
existentes entre las temperaturas y la precipitación de los diferentes
territorios que conforman el Valle de México, así como los diferentes
microclimas que se generan a partir de la influencia de elementos locales
(Aquino, 2012, pág. 10) como la vegetación o la topografía.
Para la temperatura, se resaltó la identificación de Islas de Calor y el
fenómeno de ondas de calor para la ZMCM. Con respecto a la precipitación,
se identificaron las zonas susceptibles a deslaves en caso de lluvias
intensas en la Ciudad de México con datos del Atlas Nacional de Riesgos
del Centro Nacional de Prevención y Desastres (CENAPRED).
Con base en los escenarios a futuro construidos en estos documentos, se
identificaron los territorios de la Ciudad de México que presentan mayor
exposición a los impactos climáticos.
Para el análisis de vulnerabilidad climática, se tomó en cuenta el Índice de
Vulnerabilidad Climático (IVC)2 para ubicar cuáles son las delegaciones más
vulnerables a los efectos del cambio climático.
2 Elaborado por el Instituto Mexicano de Alta Competitividad A.C. y la Embajada del Reino
Unido en 2012.
2
3.
Cambio de temperatura de la ZMVM: tendencia histórica y
escenario a futuro
En los últimos treinta años, las dinámicas territoriales han ocasionado
incrementos de temperatura en el Valle de México de entre 2° y 3°C con
respecto al siglo pasado (Magaña et al., 2012).
A partir del estudio realizado por el Dr. Aquino (2012, pág. 10) con base en
las diferentes redes meteorológicas que existen en el Valle de México3, la
información de la estación Tacubaya representa “un buen indicador de las
tendencias de temperatura en gran parte del Valle de México”: en la serie
histórica 1878-2008 la temperatura aumentó, en promedio, 3°C en la ZMVM
(Aquino 2012, pág. 9), véase gráfica 1.
Gráfica 1. Temperaturas máximas (°C) para los meses de marzo, abril y mayo de la
estación Tacubaya de 1878 a 2008
Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
La tendencia en las temperaturas mínimas es una evidencia complementaria
clave: se puede observar en la figura 1, como la isoterma de 10°C se ha
expandido principalmente al noreste de la Ciudad y que las temperaturas
bajas han disminuido al suroeste de la misma (Aquino, 2012, pág. 30). Esto
3 Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario (PEMBU)
administrada por la Escuela Nacional Preparatoria (ENP).
Red Meteorológica (REDMET) administrada por el Sistema de Monitoreo Atmosférico
(SIMAT).
3
nos habla de un incremento en las temperaturas mínimas para la CDMX
entre 1986 y 2009.
Figura 1. Promedios de temperaturas mínimas (°C) para los periodos a) 1986-1997 y b)
1998-2009
Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
De manera similar, Magaña et al. (2010) señala que entre 2000 y 2007, el
norte y noreste de la Ciudad presentaron un incremento de 2 y 3°C, mientras
que en el poniente y suroeste los incrementos fueron menores debido a la
influencia que tienen los bosques del Suelo de Conservación al sur de la
Ciudad (Magaña et al, 2010), véase Figura 2.
Figura 2. Promedio anual de temperatura mínima en el Valle de México en el año 2000
(izquierda) y en el 2007 (derecha)a
Notas: a Los contornos grises denotan la dimensión de la mancha urbana.
Fuente: Tomado de (Magaña et al, 2010)
4
La tendencia de las temperaturas mínimas muestra que las isotermas de
10°C han aumentado en expansión a medida que se expande la mancha
urbana hacia el oriente de la Ciudad. Esto ha afectado, principalmente, a las
delegaciones Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, así como municipios de la
ZMCM como Tlalnepantla de Baz y Ecatepec de Morelos (véase figura 3).
Figura 3. Promedio anual de temperatura mínima en el Valle de México en el año a) 1990,
b) 2000 y c) 2007a
Notas: a La red denota el crecimiento de la mancha urbana.
Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
Durante el periodo 1998-2009 se registró un crecimiento de las isotermas de
24° y 26° C en la zona noreste y parte del noroeste. En el mismo periodo,
las isotermas de 14°C se expandieron al suroeste de la Ciudad,
disminuyendo alrededor de 2°C la temperatura de algunas (véase figura x)
(Aquino, 2012, pág. 34). Esto muestra un comportamiento variable en las
temperaturas máximas: mientras que en el noreste ha tendido a
incrementarse la temperatura (Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Miguel
Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Iztacalco,
Iztapalapa y Tláhuac), en el sur y sur-poniente ha tendido a disminuir
(Magdalena Contreras, Tlalpan y Milpa Alta).
5
Figura 4. Promedios de temperaturas máximas (°C) para los periodos a) 1986-1997 y b)
1998-2009
Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
Asimismo, la tendencia en las temperaturas máximas complementa la
evidencia; Magaña et al. (2010) señala que, entre los años 2000 y 2007, la
expansión de la mancha urbana ha dado lugar al incremento de zonas con
temperatura máxima promedio anual de más de 24°C en la ZMCM.
Figura 5. Promedio anual de temperatura máxima en el Valle de México en el año 2000
(izquierda) y en el 2007 (derecha). Fuente: (Magaña et al, 2010)
3.1 Islas de Calor Urbanas
A partir de lo anterior, el autor plantea que “la temperatura en el Valle de
México ha cambiado debido al efecto urbano, constituyéndose en uno de los
ejemplos más claros de Isla de Calor en el mundo” (Magaña et al, 2012). La
6
urbanización conlleva la clara formación de Islas de Calor Urbanas4 al norte
y noreste de la Ciudad, “donde los asentamientos urbanos han reemplazado
áreas vegetadas” (Aquino, 2012, pág. 34). Veáse Figura 6
Figura 6. Promedio anual de temperatura máxima en el Valle de México en el año a) 1990,
b) 2000 y c) 2007 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
3.2 Ondas de calor
Asimismo, se puede observar en la figura 8, las ondas de calor se presentan
con mayor frecuencia al centro y nor-oriente de la ciudad, debido a la baja
densidad de áreas verdes (Graizbord, Ramírez, Nava, & Lemus, 2010, pág.
64). Destaca también que el número de días con ondas de calor durante el
periodo 1998-2009 ha sobrepasado los 400 días en algunas zonas,
principalmente en municipios del Estado de México ubicados al noreste de
la ciudad.
4
El concepto de Isla de Calor Urbana “se usa para describir el calor característico tanto de
la atmósfera como de las superficies en las ciudades (o áreas urbanas) comparadas con sus
entornos no urbanizados” (Voogt, 2004). La isla de calor es un ejemplo de modificación
climática no intencional cuando la urbanización le cambia las características a la superficie y
a la atmósfera de la tierra. “Los controles atmosféricos de las islas de calor son los vientos y
las nubes”, debido a que las islas de calor son más intensas cuando los cielos están
despejados y el viento es débil (Aquino, 2012, pág.2).
7
Figura 7. Número de días con ondas de calor (T>30°C) para los periodos a) 1986-1997 y b)
1998-2009 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012)
3.3 Escenarios de cambio climático
El escenario a futuro (2015-2039) apunta a que la zona noreste de la ZMVM
tendrá “al menos un 10% del año valores cercanos a los 30°C”; lo que desde
ahora se considera una condición de bajo confort humano (Magaña et al,
2012, pág. 46). Las delegaciones más afectadas por este incremento serán:
Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza,
Iztacalco e Iztapalapa y en menor medida Benito Juárez y Tláhuac. También
se puede observar que la temperatura máxima será entre 22 y 23 °C para
lugares que antes tenían 18°C (véase figura 9).
Fig. 8. Escenario futuro (2015-2039) del percentil 90% de la temperatura máximaa
Notas: a Proyección de cambio dada por el modelo de clima regional del Simulador de la
Tierra bajo el escenario de emisiones A1B5
Fuente: (Magaña et al, 2012)
5 Describe un mundo futuro con un rápido crecimiento económico, una población mundial que
alcanza su valor máximo hacia mediados del siglo y disminuye posteriormente, y una rápida
introducción de tecnologías nuevas y más eficientes y con una utilización equilibrada de todo
tipo de fuentes (IPCC,2000)
8
4.
Cambio en precipitación en ZMVM: tendencia histórica y escenario
a futuro
Datos históricos de la estación Tacubaya indican que la precipitación
acumulada anual entre 1877 y 2007 ha incrementado hasta en un 60%, pues
el valor pasó de 400 mm/año a 980 mm/año (véase gráfica 3) (Aquino, 2012,
pág. 40).
Gráfica 3. Precipitación acumulada anual en Tacubaya (1877-2007)
Fuente: (Aquino, 2012)
También se observa un incremento en el número de lluvias intensas
mayores a 20 mm/h entre 1939 y 2014: (gráfica 4).
Gráfica 4. Análisis de precipitación, frecuencia de eventos de precipitación intensos mayor
que 20 mm/h de julio a septiembre. Notas: Periodo de 1939-1989 (Jáuregui, 2000) y Periodo
1995-2014 (Sistema de Aguas de la Ciudad de México). Fuente: (López, 2015)
9
Los resultados de los análisis de precipitación elaborados por López (2012)
para el periodo 2003-2010 indican que las lluvias intensas (>20 mm/h)
ocurren principalmente en el poniente del Valle de México, en la delegación
Cuajimalpa, Álvaro Obregón y parte del a Magdalena Contreras, cerca de
20 veces por año (véase figura 10) (López, 2012. pág. 40).
Figura 10. Eventos mayores a 20 mm/h en el periodo 2003-2010
Fuente: Tomado de (López, 2012)
4.1 Susceptibilidad de inestabilidad de laderas
De acuerdo con el Atlas Nacional de Riesgos del CENAPRED, las zonas
con más “susceptibilidad de inestabilidad de laderas”6 en la Ciudad de
México son las delegaciones de la zona poniente de la ciudad: Miguel
Hidalgo, Cuajimalpa de Morelos, Álvaro Obregón y La Magdalena Contreras.
Algunas zonas de la Gustavo A. Madero, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac e
Iztapalapa presentan una susceptibilidad alta, mientras que el resto de las
delegaciones tienen una susceptibilidad baja o muy baja.
6
La inestabilidad de laderas se puede definir como la pérdida de la capacidad del terreno
natural para autosustentarse, lo que deriva en reacomodos y colapsos. Se presenta en zonas
montañosas donde la superficie del terreno adquiere diversos grados de inclinación. Los
sismos, las lluvias y la actividad volcánica son considerados como factores externos
detonantes o desencadenantes de los deslizamientos (CENAPRED, 2016b)
10
Mapa 1. Susceptibilidad de inestabilidad de laderas
Fuente: Elaboración propia con información de (CENAPRED, 2016)
4.2 Escenarios de cambio climático
De acuerdo con Magaña, el escenario a futuro (2015-2039) indica que el
poniente de la Ciudad de México será la zona más afectada por eventos de
lluvia intensos (>30 mm/día). Esto corresponde a las delegaciones Miguel
Hidalgo, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y parte de la Magdalena Contreras.
Por otro lado, en Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán y Tlalpan, se
presentarán lluvias mayores >20 mm/día, los que actualmente se están
presentando en el poniente de la Ciudad, esto sugiere que la combinación
de eventos extremos y las condiciones físicas del terreno, darán como
resultado mayor inestabilidad de laderas, encharcamientos e inundaciones
(Magaña et al., 2012, pág. 104).
11
Fig. 12 Escenario de cambio en percentil 95% de la precipitación diaria (mm/día) para el
centro de México, para el periodo 1979-2003a
Notas: a Proyección de cambio dada por el modelo de clima regional del Simulador de la
Tierra bajo el escenario de emisiones A1B7
Fuente: (Magaña et al, 2012)
5.
Vulnerabilidad climática
5.1 Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC)
El Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) del IMCO mide el nivel relativo
de riesgo, ante fenómenos climatológicos, al que están expuestas las
poblaciones de los municipios y zonas metropolitanas de México. “El índice
captura las fortalezas y áreas de oportunidad que tienen las comunidades
para enfrentar fenómenos meteorológicos derivados del cambio climático
global” (IMCO, 2012, pág. 4).
A nivel Ciudad de México. A continuación, se presentan la Tabla 4 y el Mapa
2 con el Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) para las delegaciones de
la Ciudad de México (IMCO,2012).
7 Describe un mundo futuro con un rápido crecimiento económico, una población mundial que
alcanza su valor máximo hacia mediados del siglo y disminuye posteriormente, y una rápida
introducción de tecnologías nuevas y más eficientes y con una utilización equilibrada de todo
tipo de fuentes (IPCC,2000)
12
Social
Infraestructural
Climatológico
IVC
Azcapotzalco
Delegación
59.08
59.60
61.34
60.34
Coyoacán
64.38
59.25
61.34
61.58
Cuajimalpa de Morelos
63.36
58.83
51.40
56.25
Gustavo A. Madero
59.46
59.50
59.89
59.68
Iztacalco
57.85
59.16
59.71
59.11
Iztapalapa
60.34
59.07
59.77
59.74
La Magdalena Contreras
59.11
59.34
63.08
61.15
Milpa Alta
56.66
59.80
75.96
67.09
Álvaro Obregón
62.60
50.59
61.72
59.16
Tláhuac
60.80
48.93
59.94
57.40
Tlalpan
63.78
53.16
62.17
60.32
Xochimilco
62.11
53.70
59.89
58.90
Benito Juárez
65.51
45.84
61.34
58.51
Cuauhtémoc
61.33
55.34
59.71
59.02
Miguel Hidalgo
62.58
53.90
61.34
59.79
Venustiano Carranza
57.94
51.80
61.34
58.11
Tabla 4. Estructura del IVC
Fuente: Tomado de (IMCO, 2012)
Mapa 2. Delegaciones con vulnerabilidad social a 2010a
Notas: Los números indican la posición que ocupan las delegaciones en cuanto a
vulnerabilidad social, en orden creciente.
Fuente: Elaborado con datos de (IMCO, 2012)
a
13
La respuesta ante este comportamiento de vulnerabilidad social se
encuentra en la población, pues al observar la tabla 5, Tlalpan y Coyoacán
tienen más del doble de habitantes que La Magdalena Contreras y más del
cuádruple que Milpa Alta, lo que influye al evaluar el perfil poblacional.
Delegación
PT2015
Iztapalapa
1,827,868
Gustavo A. Madero
1,164,477
Álvaro Obregón
749,982
Tlalpan
677,104
Coyoacán
608,479
Cuauhtémoc
532,553
Venustiano Carranza
427,263
Benito Juárez
417,416
Xochimilco
415,933
Azcapotzalco
400,161
Iztacalco
390,348
Miguel Hidalgo
364,439
Tláhuac
361,593
La Magdalena Contreras
243,886
Cuajimalpa de Morelos
199,224
Milpa Alta
137,927
Tabla 4. Estructura del IVC
Fuente: Elaborado con datos de la Encuesta Intercensal de INEGI, 2015.
6.
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