Estudio: Análisis de las principales dinámicas territoriales, económicas y sociales del Distrito Federal y la ZMCM, con énfasis en sus tendencias a futuro INFORME FINAL COORDINADORES: ALEJANDRO MOHAR, CLAUDIA LORENA GALINDO Ciudad de México, 30 de mayo de 2016 Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. CONTENIDO Presentación La relevancia de las dinámicas territoriales y su principal referente conceptual Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la perspectiva empleo El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana: tendencias territoriales y sectoriales Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 2000-2015 Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva de ecosistema urbano y cambios de uso de suelo Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en del Suelo de Conservación de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana del Valle de México Tendencias territoriales en segregación socioespacial en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por inadecuado acceso al agua potable y por contaminación atmosférica Tendencias históricas y escenarios de cambio en el clima de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México PRESENTACIÓN Este Informe Final responde en tiempo, contenido y forma a lo acordado entre el Consejo Económico y Social de la Ciudad de México (CESCDMX) y el Centro Público de Investigación en Geografía y Geomática (CENTRO GEO, miembro del SISTEMA DE CENTROS CONACYT); y la formalización está detallada y signada por ambas instituciones en el Convenio Específico de Colaboración y su Anexo Técnico. El mismo nombre del Estudio: “Análisis de las principales dinámicas territoriales, económicas y sociales del Distrito Federal y la ZMCM”, apunta que se parte de hallazgos de una enorme gama de estudios de la CDMX; para su análisis bajo un enfoque territorial con referentes conceptuales asociados a la Iniciativa de cohesión territorial y al concepto de ecosistema urbano. Para la identificación y valoración de estas tendencias son fundamentales las capacidades de CENTRO GEO en Percepción Remota, Análisis Espacial y adaptación del enfoque territorial bajo pautas interdisciplinarias; cabe apuntar, que el CENTRO GEO cuenta con más de 15 años de experiencia en el desarrollo y aplicación de estas capacidades, que han derivado en una gama de estudios territoriales. El valor agregado de este Informe Final se expresa en cada uno de sus apartados, en términos de hallazgos, modelos de análisis e integración de evidencia científica; mismos que cristalizan en una mayor visibilidad y alcance de la información y conocimiento ya generado y accesible, cuya autoría corresponde a una gama de instancias académicas y de expertos. Cabe reiterar que esta mayor visibilidad y alcances se deben en gran medida al total énfasis en una visión territorial, el cual obliga a que los resultados del Informe contemplen a los municipios conurbados, y en algunos temas el análisis 1 se extiende al Valle de México, como lo apunta el enfoque de ecosistema urbano. Y en particular, se analizan las dinámicas territoriales en el denominado Suelo de Conservación por ser el territorio más extenso y de mayor rezago en lo social y económico, y que paradójicamente tiene un carácter estratégico para la sustentabilidad presente y futura de la CDMX. De esta forma, el contenido del Informe se concentra en torno a la identificación y análisis de dinámicas territoriales relevantes, su situación actual y sus tendencias a futuro. Dinámicas que contemplan dos procesos transversales: ocupación del territorio por la mancha urbana; y expresión espacial de los procesos poblacionales. También contemplan la variable empleo eje de la cuestión social, y articuladora en varios apartados que abordan la funcionalidad territorial de la metrópoli; la diferenciación territorial de la estructura de la economía; y la regionalización derivada de los patrones de movilidad espacial. La vulnerabilidad de la metrópoli se expresa en dinámicas territoriales con una diversidad de escalas e intensidades, todas asociadas a una visión de seguridad humana. De forma tal que se abordan en apartados específicos, el análisis de las interacciones urbano-rurales desde una perspectiva de ecosistema urbano; y las de tendencias de cambio en las zonas de mayor valor ambiental (con énfasis en las zonas arboladas, y por ende en el Suelo de Conservación). Y se complementa con resultados de la mayor importancia para una adecuada incorporación del enfoque territorial en las políticas públicas, entre ellos: la persistencia espacio temporal de una segregación social cuyas dimensiones van más allá de unos manchones de pobreza; las carencias asociadas a la componente principal de la alimentación sana y el bienestar básico: el recursos agua potable, con sus modalidades de acceso, frecuencia y niveles de consumo; 2 la contaminación atmosférica y su intensidad diferenciada territorialmente. En otras palabras, se observan diversas modalidades e intensidades de vulnerabilidad a lo largo del territorio de la metrópoli, que expresan problemas crecientes de exclusión social. Y que en conjunto, apuntan a la vulnerabilidad del mismo ecosistema urbano, a la misma insustentabilidad de las actuales pautas de evolución de la metrópoli. Desde una perspectiva de política pública, en especial del proceso de evolución de la agenda pública y de las agendas institucionales, los contenidos del Informe enriquecen la argumentación para avanzar la reformulación y posicionamiento de temas en las agendas públicas e institucionales. Con el efecto catalizador de una Constitución propia, la CDMX estará en mejores condiciones para dar visibilidad a sus principales dinámicas territoriales, con un prisma cuyas facetas refieren a su diferenciación territorial, a su carácter de metrópoli, y a su inserción en un ecosistema urbano con referente la Cuenca del Valle de México. En torno a la evolución de la agenda, resulta pertinente apuntar que el contenido de este Informe expresa una adecuada y valiosa respuesta a los objetivos que se propusieron ambas instituciones, mismos que se detallan en el Anexo Técnico del Convenio. Entre ellos cabe destacar la finalidad de obtener aportes que perfilen ¨recomendaciones en materia de agenda de gobierno para La Ciudad de México, con un claro enfoque territorial y desde una perspectiva metropolitana”. El Informe presenta en forma explícita e implícita elementos que aportan a la concreción del cumplimiento de los compromisos vinculantes derivados tanto de la Convención Marco de Cambio Climático; como de la denominada Agenda 2030 de la ONU. 3 En los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 destaca el Objetivo 11 Ciudades y comunidades sostenibles: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Estos cuatro adjetivos significan un reto mayor en países como México, y particularmente, en ciudades como la metrópoli de la CDMX. De hecho, el Objetivo 11 articula buena parte de los 17 Objetivos de la Agenda 2030; en especial, los Objetivos 1, 3, 5, 6, 8, 9, 10, 12 y 15 (ver Figura) 4 Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana Nirani Corona Romero1 1. Introducción 2. Área de Estudio 2.1. Modelaje de la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana 2.2. El modelo SLEUTH 2.3. Obtención de las diferentes capas de información para el modelaje del crecimiento urbano 2.3.1. Las vías de transporte 2.4. Obtención de la mancha urbana al 2030 y análisis de su tendencia 3. Resultados 3.1. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la CDMX 3.2. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la ZMCM 4. Conclusiones 5. Referencias Anexo I. Matriz de intersecciones por tipo de camino para el año 2015. 1 Investigadora del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A. C. La relevancia de las dinámicas territoriales y su principal referente conceptual Este breve apartado tiene dos propósitos; uno, brindar una mirada al potencial de la identificación y análisis de las dinámicas territoriales, para enriquecer la evolución de la agenda pública y las agendas institucionales; y dos, argumentar a favor de la adopción de las bases conceptuales de la iniciativa denominada cohesión territorial en su vertiente de grandes conglomerados urbanos. Este basamento conceptual orienta y facilita la articulación de las dinámicas territoriales, y por ende, marca pautas para una profundización mayormente ensamblada en los trabajos de identificación, análisis y generación de información y conocimiento en torno a las dinámicas territoriales de la Ciudad de México y su zona metropolitana. Una mirada a la relevancia de las dinámicas territoriales Lejos de sintetizar contenidos de los apartados de este Informe, se trata de focalizar en aquellas dinámicas que son poco visibles para la agenda pública, o que son emblemáticas de un enfoque territorial. 1. Resulta paradójico que una de las principales dinámicas territoriales esté asociada con la cuenca atmosférica, pero finalmente, con un territorio; se trata del cambio del microclima del Valle de México. La expansión de la mancha urbana y la multiplicación de archipiélagos urbanos en su entorno ha sido un factor determinante del cambio del microclima del Valle de México; otros dos factores determinantes han sido la deforestación y degradación de la cobertura de vegetación; y las emisiones de gases y partículas, que más allá de su enorme impacto en la salud, también inciden en los procesos climáticos. Todos lo anterior tiene su espejo en el ciclo del agua a escala de la Cuenca del Valle de México. 1 Cabe invocar que diversos estudios muestran la evidencia del cambio de microclima, con dos variables clave: temperatura y precipitación pluvial; en promedio, presentan una tendencia incremental, pero con una intensidad territorial muy diferenciada. Esto último cuenta con menor evidencia por las limitaciones en información (estaciones de monitoreo); sin embargo, los resultados de modelos con información histórica y los escenarios de cambio climático perfilan esta diferenciación territorial, y en particular, se aprecia que la mayor precipitación no se ubica en las zonas de mayor recarga del acuífero. En pocas palabras, a lo largo del territorio del Valle de México se sobreponen tanto los impactos del proceso en curso de cambio de microclima (el más visible son las denominadas islas de calor); como los escenarios de cambio climático. 2. En la Ciudad de México se ha conformado un importante basamento jurídico y programático en materia de cambio climático; sin embargo, se aprecia un énfasis excesivo hacia la mitigación de emisiones, que no permite apreciar el comentado proceso de cambio del microclima; y no ayuda a un mayor ensamble con la agenda de salud. En otras palabras, la metrópoli es uno de los puntos focales mundiales de altas emisiones, y es compromiso vinculante su mitigación, pero es necesario integrar este compromiso a una prioridad mayor: la salud y bienestar. Lo anterior apunta a combinar con eficacia las dos vertientes de atención al cambio climático: la mitigación con la adaptación. Y en paralelo, formular una estrategia de adaptación cuyo núcleo refiere a que se trata de una ciudad inmersa en un ecosistema urbano, la Cuenca del Valle de México, que presenta un alto stress hídrico. Lo anterior es una precondición para la identificación y análisis de una dinámica territorial: la relación funcional territorial entre los pozos en suelo urbano y las zonas de recarga del acuífero en el Suelo de Conservación. 2 Todavía persiste una inercia a visualizar la sobre explotación del acuífero como un problema disperso, y que sólo es necesario “administrar sus impactos”: degradación de la recarga, hundimientos en la Ciudad, inclusive procesos de contaminación. De esta forma, no es de extrañar que la principal medida de adaptación al Cambio Climático esté prácticamente ausente; a pesar de que resulta un imperativo para la Ciudad: el preservar su mayor fuente de agua. Y es un tema estratégico, ya que implica activar una Iniciativa para el desarrollo territorial del Suelo de Conservación, como la única vía para preservar y mejorar el mayor servicio ambiental; para que la Ciudad realmente integre más de la mitad de su territorio; para comenzar a compensar la ciudadanía de segunda (en términos de derechos patrimoniales y de un adecuado acceso a servicios públicos e infraestructura urbana) que padecen a diario más de 600 mil habitantes del Suelo de Conservación. 3. La acelerada extensión espacial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana es un fenómeno que desde mediados del siglo XX, se ha caracterizado por una persistente expansión geográfica de la malla urbana, acompañada por una densificación acotada a las zonas centrales de la funcionalidad territorial de la metrópoli. Esta expansión de la mancha urbana está muy lejos de responder a pautas de ordenación territorial, los factores determinantes están en el ámbito de mercados inmobiliarios “formales e informales” que se tornan avasallantes por la débil presencia del interés público, y el amplio margen a la corrupción e impunidad. Dinámica que se extiende en forma acelerada hacia las zonas agrícolas y boscosas; es decir, los procesos causales del crecimiento caótico e insustentable de la metrópoli se ubican en la interacción –territorial- entre mercados inmobiliarios con sistemas productivos no consolidados y áreas de relevancia ambiental con un muy bajo nivel de gobernabilidad sobre los recursos naturales. 3 Lo anterior no es ajeno a la agenda pública del país, desde inicio del milenio el Gobierno Federal, aún con el recambio de partido gobernante, ubica en la lista corta de problemas nacionales: el crecimiento caótico de las ciudades. Lo sorprendente es que la CDMX y los municipios conurbados –de alto o bajo potencial económico- no son ajenos a esta problemática, en cierta medida, destacan por la poca eficacia de sus políticas e instrumentos de ordenación; y presentan ejemplos extremos de expansión caótica con alto riesgo. 4. En la CDMX se acostumbra invocar la estabilidad de tasas de crecimiento poblacional como un avance sustantivo; sin duda lo es, pero relativo. La realidad cotidiana nos muestra una intensa funcionalidad metropolitana, que está presente, pero en forma muy marginada en las agendas pública e institucionales; y en débiles mecanismos de coordinación. Varios apartados de este Informe muestran intensidades y modalidades de estas interacciones metropolitanas, y en particular, la propuesta conceptual de cohesión territorial orienta la generación de información y conocimiento que permita dimensionar y valorar el ensamble de las interacciones metropolitanas, con una perspectiva de agenda pública, que apuntala la imperiosa necesidad de concentrarla en la ampliación y mejora de bienes públicos. Referente conceptual: la cohesión territorial La evolución y la concreción de la propuesta de cohesión territorial se han dado en el ámbito institucional de la Unión Europea (UE), especialmente en su dimensión deliberativa sobre la definición y aplicación del concepto para fines de orientación y articulación de sus principales estrategias. De hecho, la UE lleva más de una década en un proceso de incorporación gradual de esta propuesta a su marco común de políticas públicas, un primer acuerdo cristaliza 4 en el 2008 con un planteamiento indicativo (denominada Green Paper) del enfoque de cohesión territorial1. En el cual se plantea que “cada vez más, la competitividad y la prosperidad dependen de la capacidad de las personas y las empresas para hacer el mejor uso de todos los activos territoriales”. Se señala, asimismo, que la competitividad depende también de la construcción de vínculos con otros territorios para asegurar que los bienes comunes se utilizan de una manera coordinada y sostenible. La cooperación, junto con el flujo de tecnología e ideas, así como de bienes, servicios y capitales se está convirtiendo en un aspecto cada vez más vital de desarrollo territorial y un factor clave que sustenta el largo plazo y el crecimiento sostenible. Una aproximación a la definición conceptual de cohesión territorial refiere: “La cohesión territorial podría definirse como un principio para las actuaciones públicas encaminadas al logro de objetivos como crear lazos de unión entre los miembros de una comunidad territorial (cohesión social) y favorecer su acceso equitativo a servicios y equipamientos (equidad/justicia espacial), configurar territorial común (identidad) partiendo del respeto a particularidades, articular y comunicar las distintas partes del territorio y romper las actuales tendencias hacia la polarización y desigualdad entre territorios, aprovechando las fortalezas y rasgos inherentes de cada uno de ellos. Se trata, además, de buscar la cohesión o coherencia interna del territorio, así como la mejor conectividad de dicho territorio con otros territorios vecinos.” 1 European Commission, Green Paper on Territorial Cohesion: Turning territorial diversity into strength (2008). http://ec.europa.eu/regional_policy/archive/consultation/terco/paper_terco_es.pdf 5 Estos primeros avances y acuerdos, brindaron pautas para su gradual incorporación a su Agenda 20202, que incorpora con énfasis el enfoque Placed based policy3. A continuación se presentan elementos conceptuales básicos del enfoque de cohesión territorial en su vertiente orientada a territorios metropolitanos, donde la concentración, la conexión y la cooperación afectan el ritmo de desarrollo económico y social4. La Concentración refiere a la superación de las diferencias en la densidad. La actividad económica se concentra más que la población. Hay ganancias derivadas de dicha concentración en términos de los rendimientos crecientes de aglomeración y de la agrupación de actividades particulares en lugares específicos, incluyendo la amplia disponibilidad de servicios Al mismo tiempo, también hay deseconomías de congestión y una serie de áreas urbanas deprimidas enfrentan graves problemas de deterioro urbano y la exclusión social. Esto se refleja en crecientes zonas con bajos niveles promedio del PIB per cápita, en situación de economía 2 Territorial Agenda 2020 put in practice: Enhancing the efficiency and effectiveness of Cohesion Policy by a place-based approach; Volume I – Synthesis Report, Commission of the European Communities. 3 Una política de desarrollo basada “en el lugar” (place-based) se define como: una estrategia de desarrollo a largo plazo cuyo objetivo es reducir la ineficiencia persistente (subutilización de la capacidad) y la desigualdad, en lugares específicos; a través de la producción de conjuntos de bienes públicos, integrados y diferenciados territorialmente. Diseñados e implementados mediante la obtención y la agregación de las preferencias y conocimientos locales a través instituciones políticas participativas. Y mediante el establecimiento de vínculos con otros lugares; y promovido “desde fuera” del lugar mediante un sistema de gobernanza multinivel, para otorgar recursos sujetos a condiciones en función de objetivos e instituciones; y son transferidos de mayor a menor los niveles de gobierno". Fuente: Barca, F. (2009). An agenda for a Reformed Cohesion Policy: a Place-based approach to meeting European Union challenges and expectations, Independent Report prepared at the request of Danuta Hübner, Commissioner for Regional Policy. Available at: http://ec.europa.eu/regional_policy/archive/policy/future/pdf/report_barca_v0306.pdf 4 Cabe apuntar que el enfoque de cohesión territorial se desdobla en grandes vertientes en función de los principales rasgos socio-territoriales; en contraste con el de territorios metropolitanos está la vertiente orientada a territorios rurales marginados, que alimenta los planteamientos de RIMISP. 6 informal con desempleo y subempleo, con bolsones de pobreza y de alta vulnerabilidad y malestar social. La Conexión refiere a la superación de la distancia. Lo cual presupone: predominancia del transporte público; modernización del parque vehicular; buenas conexiones de transporte intermodal; sistemas avanzados de gestión de tráfico; acceso adecuado a los servicios de interés económico general, tales como la salud, la educación y la energía sostenible; acceso a Internet de banda ancha; entre otros. La Cooperación refiere a la superación de la división. Los problemas de conectividad y la concentración sólo pueden abordarse eficazmente con una fuerte cooperación en varios niveles de gobierno y participación. Igualmente la requieren los problemas sociales y ambientales; sus derivaciones en exclusión social, vulnerabilidad y débil seguridad humana. Para hacer frente a estos y otros problemas de manera eficaz se requiere una respuesta política a una escala geográfica variable, que exige frecuentemente la cooperación entre las autoridades locales vecinas. Las decisiones relativas a la escala de actuación para abordar temáticas territoriales no presentan un carácter meramente cuantitativo, sino que la escala elegida encierra notables implicaciones cualitativas; asimismo, desde el punto de vista de las políticas públicas, ésta es una cuestión esencial, ya que acercar en lo posible la toma de decisiones a la ciudadanía, y al territorio concreto al que se dirigen las políticas, redunda en un incremento en la eficacia de éstas. Por lo anterior, el enfoque de cohesión territorial guarda una estrecha relación con la dimensión de “participación pública” (con rendición de cuentas, “empoderamiento”); convergente con los nuevos modos de gobierno de los territorios. Por todo lo anterior, se considera pertinente que el enfoque de cohesión territorial sea el principal referente conceptual en la elaboración de este Informe; pero también para una adecuada revisión de los resultados que presenta. Y así, 7 marcar pautas para un mejor ensamble entre resultados, y para la profundización de las líneas de trabajo. 8 Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana Nirani Corona Romero1 1. Introducción Históricamente, las grandes ciudades latinoamericanas se han caracterizado por la concentración de la mayor parte de la industria en expansión, resultando en un crecimiento acelerado del centro urbano donde se establece. En los últimos años, esta dinámica ha cambiado, ya que los empleadores de manufactura y comercio se han trasladado fuera de éste, favoreciendo el establecimiento de la población en los pueblos y ciudades aledañas, lo que se traduce en una mayor expansión de la zona periférica no así en la urbe central (Aguilar, 1999). De esta manera la expansión metropolitana está tomando una nueva forma, donde las tasas de crecimiento de las grandes ciudades han disminuido, la concentración económica permanece y la incorporación de municipios contiguos continúa. Es así que las zonas metropolitanas han pasado de ser un espacio metropolitano compacto a uno más bien policéntrico con límites y fronteras difusos, donde el patrón de expansión de las funciones centrales está caracterizado por la dispersión de la actividad económica a nivel metropolitano y regional, regido más bien por el desarrollo de las telecomunicaciones. En otras palabras, la metrópoli se caracteriza por un espacio fragmentado por los procesos productivos, favoreciendo el establecimiento de la población y de servicios en zonas más periféricas que resulta en una estructura territorial compleja y en el crecimiento importante de las ciudades medias (Aguilar y Ward, 2003). La Ciudad de México es un ejemplo característico de esta dinámica, ya que al encontrarse en la región central de México, se convirtió en un polo de atracción de la inversión nacional y extranjera, concentrándose principalmente en el 1 Investigadora del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A. C. 1 Estado de México y Distrito Federal (ahora Ciudad de México). De esta manera desde la década de los 60´s se reconoce su carácter metropolitano y es en 1970 donde se establece su primera delimitación al incluir 15 delegaciones del Distrito Federal y 8 municipios del Estado de México (Aguilar, 2002). La expansión urbana de la ciudad no ha sido uniforme ya que se ha dado principalmente hacia el norte y oriente de la ciudad, donde condiciones físicas y económicas como relieve más plano, la presencia de industrias e infraestructura, disponibilidad de suelo para la construcción, entre otras, han favorecido su crecimiento, lo que ha creado un paisaje conformado por un mosaico de usos y coberturas de suelo altamente heterogéneo (ibíd). Una consecuencia de las ciudades fragmentadas, segregadas y dispersas, carentes de una zonificación definida, es el fuerte desequilibrio regional que se da debido a la demanda de recursos, sobre todo en el suelo per cápita, en infraestructura y en transporte para los habitantes (CMM, 2014; Iracheta y Bolio, 2012; SDS et al., 2010). Esto las vuelve altamente vulnerables a cualquier perturbación del ambiente, ya que los cambios en las condiciones ecológicas asociados con la urbanización, afectan los servicios ecosistémicos locales y globales y por ende, la habilidad del ecosistema para mantener a la población y su infraestructura, lo que reduce su capacidad de resiliencia, la cual puede estar determinada por los patrones espaciales de las actividades humanas y de los hábitats naturales de los habitantes (Alberti y Marzluff, 2004). Actualmente los habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana enfrentan múltiples problemas, como son la contaminación atmosférica, acumulación de residuos sólidos, vulnerabilidad ante desastres (hundimientos, derrumbes e inundaciones), riesgos sanitarios, entre otros (Romero et al., 2014; GDF, 2003). En muchos casos la vulnerabilidad de la población se incrementa debido al establecimiento de asentamientos humanos no planificados o ilegales en zonas donde, por sus características, el riesgo de verse expuesto a alguno de estos problemas es alto o por la degradación de regiones que, por su alto valor ecológico (el Suelo de Conservación, es un ejemplo) deben de ser conservadas debido a los servicios ambientales (la recarga de acuíferos, de los 2 cuales se extrae el 57% del agua para consumo de la ciudad; regulación del ciclo hidrológico y del clima; captura de partículas suspendidas y de gases de efecto invernadero; producción de oxígeno, entre otros) que brindan a la ciudad (GDF, 2000; GDF, 2003). En este sentido se vuelve de vital importancia conocer cómo ha sido la tendencia de ocupación del territorio en la Cuenca de México por la expansión de la mancha urbana de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, para posteriormente, poder generar escenarios de crecimiento urbano que ayuden a identificar zonas vulnerables al establecimiento de asentamientos humanos y a la pérdida de recursos naturales a consecuencia de estos. Múltiples trabajos se han llevado a cabo para identificar la tendencia que ha tenido la expansión física de la urbe del pasado al presente (Lemus, 2014; Aguilar, 2002; Aguilar y Ward, 2003; Velásquez et al., 2002) pero pocos se han abocado a tratar de entender ésta al futuro (Suárez y Delgado, 2007) y mucho menos en un contexto espacial. Por lo tanto, el presente capítulo tiene por objetivo mostrar los resultados obtenidos del análisis de la tendencia de ocupación espacial de la mancha urbana de la Ciudad de México (CDMX) y su zona metropolitana (ZMCM) del pasado y al futuro para medir su impacto en zonas de importancia para el desarrollo y mantenimiento de la Ciudad como son las destinadas a la conservación y protección estipuladas en los ordenamientos ecológico territoriales. Lo anterior se obtendrá a partir de información del INEGI y de generación propia, así como de la implementación de un modelo predictivo que genera escenarios futuros del avance de la mancha urbana y que emplea Sistemas de Información Geográfica (SIG) y Percepción Remota. Se decidió utilizar este tipo de modelo ya que con él es posible hacer pronósticos y así anticipar, prevenir y mitigar dinámicas insostenibles en ciudades de rápido crecimiento horizontal (Henríquez y Azócar, 2007) como es el caso de la Ciudad de México. Además de los resultados presentados en este capítulo, los modelos desarrollados en esta sección servirán como insumo para los siguientes capítulos de esta publicación, para así brindar elementos que ayuden a dar luz 3 sobre la vulnerabilidad de la Ciudad de México. Para lograrlo, se analizará la afectación que la mancha urbana está teniendo y tendrá en los sistemas productivos y capital natural de la cuenca de México, viendo a esta última como el ecosistema donde la ciudad se encuentra embebida. También se abordará la pérdida del arbolado como tema importante para la supervivencia de los ciudadanos y se identificarán zonas donde el establecimiento de la mancha urbana pone en riesgo y en situación vulnerable a los habitantes de la gran metrópoli. 2. Área de estudio El área de estudio es la CDMX y su zona metropolitana (ZMCM) usando como zona de influencia la Cuenca de México generada por Bojórquez et al. (2009). Se decidió hacer esta parte del estudio a nivel cuenca debido a que es la unidad mínima donde se dan los procesos biofísicos que determinan el funcionamiento del ecosistema y por lo tanto, la supervivencia y vulnerabilidad de la ciudad. A ésta se le agregó un buffer de 5km para considerar la influencia que los poblados externos a la cuenca pudieran tener en el escenario de crecimiento urbano quedando una superficie total de 12,185.68 km2 (Figura 1). Figura 1. Área de estudio 4 2.1. Modelaje de la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana La expansión urbana es un fenómeno complejo que obedece a la interacción de múltiples actores. Como consecuencia de esta dinámica, el crecimiento de una ciudad se puede dar espacial o demográficamente hablando. Es decir, una urbe presenta tanto una extensión física horizontal como un incremento en las densidades de construcción y población en un espacio dado (Mora, 2003). La expansión física de una urbe, cuando ésta no se da de manera planificada, resulta en ciudades fragmentadas con fuertes desequilibrios regionales, volviéndolas vulnerables a cualquier perturbación del ambiente (CMM, 2014; Iracheta y Bolio, 2012; SDS et al., 2010; Alberti y Marzluff, 2004). En este sentido, es posible generar modelos predictivos de dicho crecimiento para evaluar el impacto que la tendencia de avance de la mancha urbana pueda tener en una región. Varios son los modelos de crecimiento urbano que se han desarrollado para este fin (Henríquez y Azocar, 2007) siendo el modelo SLEUTH uno de los más usados. Para este trabajo, se decidió implementar dicho modelo por varias razones. La primera y una de las más importantes, es que es un algoritmo de código abierto, es decir, es posible correrlo sin contar con un permiso específico o licencia. En segundo lugar, está el hecho de que esta accesibilidad ha permitido su implementación en diversas partes del mundo, mostrando buenos resultados ante condiciones de crecimiento muy diferentes. Por último, al poder generar numerosas capas de exclusión, es decir, con restricciones al crecimiento desiguales entre sí, es posible comparar y contemplar distintas tendencias del crecimiento de la mancha urbana (Dietzel y Clarke, 2007). 2.2. El modelo SLEUTH Fue creado en 1997 por Keith C. Clarke en la Universidad de Santa Bárbara, California y simula crecimiento urbano a partir de autómatas celulares, es decir, requiere diferentes tipos de datos geográficos-espaciales históricos en arreglo 5 matricial. Es de las iniciales de los nombres de estos datos de donde toma su nombre, pues para su desarrollo se requiere: 1 capa de pendiente (Slope), pueden o no emplearse cuatro de cobertura y uso del suelo (Land cover), una de exclusión (Exclusion); cuatro de urbanización (Urbanization), dos de vías de transporte (Transportation) y una de sombreado (Hillshade), todas ellas en valores especificados por el modelo (figura 2; Clarke et al., 1997). Figura 2. Tipo y número de capas de información en arreglo matricial que requiere el modelo SLEUTH para su implementación. Los valores que toman cada una de las celdas (Figura 2) los establece el usuario a partir de la influencia que tienen las variables en el incremento de los asentamientos humanos. En este sentido, es importante poner especial atención en las capas de exclusión y de vías de transporte. En el caso de la primera porque establece aquellas zonas hacia donde no debe dirigirse la mancha urbana (áreas que los instrumentos de ordenamiento ecológico identifican como de conservación o protección, los cuerpos de agua, las áreas 6 verdes, entre otros). Los caminos por su parte, determinan la accesibilidad a un área, es decir, la dirección hacia donde se dará la expansión de la urbe (Clarke et al., 1997). El SLEUTH modela el crecimiento a partir de la obtención de los valores de cinco coeficientes que mejor se ajustan al área de estudio en cuestión. Estos coeficientes son (ibíd.): - Difusión o dispersión (difussion). Determina la dispersión general de la red de celdas y el movimiento hacia el exterior de los nuevos asentamientos a través del sistema de caminos. - Coeficiente de reproducción (breed). Determina la probabilidad de separación de un asentamiento recientemente generado para comenzar su propio ciclo de crecimiento. - Coeficiente de propagación (spread). Controla qué tan normalmente tiene lugar la expansión “orgánica” hacia el exterior. - Factor resistencia-pendiente (slope). Influye en la probabilidad de que se den los asentamientos de acuerdo al porcentaje de pendiente. - Factor caminos-gravedad (road-gravity). Determina la atracción de nuevos asentamientos si caen a cierta distancia de los caminos existentes. Estos coeficientes son posteriormente usados para regular la aplicación de las reglas de crecimiento, que son las que determinan el desarrollo del sistema. Estas son cuatro y se nombran de acuerdo al tipo de crecimiento que controlan: 1. Crecimiento espontáneo. Define la probabilidad de que cualquier célula no urbanizada llegue a serlo en cualquier tiempo. 2. Nuevo centro de dispersión. Determina si alguna de las células recientemente urbanizadas puede llegar a ser un nuevo centro de dispersión. 3. Crecimiento de borde. Define la parte del crecimiento que se deriva de los centros de dispersión. Este crecimiento se propaga de los generados en la regla 2. 4. Crecimiento por influencia de caminos. Es determinada por las vías de transporte y por la urbanización que se desarrolló de las reglas 1, 2 y 3. 7 Para encontrar los valores de los cinco coeficientes que predicen de mejor manera el crecimiento en la zona en estudio, es necesario llevar a cabo una fase de calibración. Esta calibración se desarrolla en cuatro etapas (Bruta, Fina, Final y de predicción) en donde a partir de iteraciones Montecarlo, prueba todas las combinatorias posibles de dichos coeficientes, aplicando las cuatro reglas de crecimiento. Con cada una de éstas, simula una capa de crecimiento para después compararlas con la capa real (el último año de los datos que se emplean para la implementación del modelo) esto a través del índice Leesalee. Los valores de los coeficientes se seleccionan a partir de la corrida que arroja el mayor ajuste (el valor más alto en el Leesalee). Para correr este proceso es necesario contar con todas las capas de entrada las cuales son las mismas que se emplearán para llevar a cabo la predicción (ibíd). Debido a los objetivos del proyecto y al tiempo de ejecución, en este estudio sólo se considerará un escenario que será el tendencial, es decir, sólo se tomarán como zonas de exclusión las áreas verdes y los cuerpos de agua. Para las vías de transporte, por su parte, se generó un método con la finalidad de encontrar el peso que cada tipo de camino ha tenido en el crecimiento urbano de la cuenca de México, el resto de las capas se derivaron de datos del INEGI y de imágenes satelitales. 2.3. Obtención de las diferentes capas de información para el modelaje del crecimiento urbano Como ya se mencionó, el modelo requiere al menos 5 capas de información para su implementación, las cuales pueden obtenerse de fuentes cartográficas existentes o generarse de insumos satelitales u otros datos espaciales. Los métodos empleados para derivar las capas empeladas en este estudio se mencionan en la Tabla 1. Además, se describe a detalle el proceso de creación de las vías de transporte, debido a que éste involucró diversos pasos para su desarrollo. 8 Tabla 1. Capas que requiere el modelo SLEUTH para su implementación, insumos y métodos por los cuales fueron o serán creadas. Capas para el SLEUTH Slope (pendiente) Land use (uso de suelo) Exclusion (exclusión) Urbanization (urbanización) Número de capas Insumo 1 Modelo de elevación digital del INEGI Se generó en porcentaje Cuerpos de agua de los vectoriales del INEGI, 1995 Se obtuvieron y juntaron los cuerpos de agua de los vectoriales de las cartas topográficas del INEGI escala 1:50 000 que conforman la Cuenca de México Método de elaboración No se empleó 1 4 Transportation (vías de transporte) 2 Hillshade (sombreado) 1 Área urbana de 1995 de los vectoriales 1:50000 del INEGI Cartografía geoestadística urbana de la Encuesta Intercensal 2015 Imágenes satelitales Vías de transporte de 1999 y 2015 de los vectoriales del INEGI Modelo de elevación digital del INEGI 4 fechas: 1995, 2005, 2010 y 2015. 1995 y 2015 se dejaron tal cual las reporta el INEGI. Los años 2005 y 2010 se obtuvieron de la edición de las capas generadas por Corona (2010) a partir de la interpretación de imágenes satelitales pancromáticas. Se crearon editando los vectoriales a partir del análisis de la influencia que tiene cada tipo de camino en el crecimiento. Se generó en niveles digitales Todas las capas fueron transformadas a grid y posteriormente a formato *.gif en escala de grises en la misma extensión (igual número de columnas y renglones) y con valores específicos para que el modelo pueda usarlos. 2.3.1. Las vías de transporte Las vías de transporte son un factor determinante en el crecimiento urbano metropolitano ya que en muchos casos, la expansión horizontal se da a lo largo de las vías de acceso a la ciudad central (Iracheta y Bolio, 2012). La Ciudad de México no es un caso ajeno a esta condición, pues su expansión se ha caracterizado por ser dispersa, dirigiéndose hacia las zonas rurales cercanas debido a las rutas de comunicación que existen entre estas áreas (Cruz, 2000). 9 Considerando lo anterior, aunado a la manera en que el SLEUTH urbaniza una celda2, dos características fueron tomadas en cuenta en el análisis para la obtención de los pesos que las diferentes vías de transporte han tenido en el crecimiento. La primera es el área urbana que se ha asentado de 1995 a 2015 a ambos costados por tipo de camino y la segunda que es el número de conexiones que guarda un tipo de camino con respecto a otros. El área urbana a los costados se obtuvo a partir de un buffer de 100 m que se generó a cada lado de los caminos resultantes de la fusión de los vectoriales del INEGI 2015 y del INE 2014. Estos últimos se unieron debido a que la base de datos del INEGI no contaba con las brechas y en estudios anteriores, éstas han demostrado tener influencia en el crecimiento metropolitano (Corona, 2010; Corona et al., 2015; Figura 3). Figura 3. Ilustración del análisis empleado para la obtención de los porcentajes de ocupación del área urbana por tipo de camino. 2 El SLEUTH urbaniza una celda de la siguiente manera: si un camino es encontrado dentro de un radio máximo (determinado por el coeficiente de gravedad-caminos) de una celda seleccionada (la probabilidad está dada por el coeficiente de reproducción), se identifica aquella más cercana al camino y se urbaniza temporalmente. Después, lleva a cabo una “caminata” al azar a lo largo del camino o a los secundarios (el número de pasos lo fija el coeficiente de dispersión) en donde en cada paso se aplican las primeras tres reglas de crecimiento (crecimiento espontáneo, nuevo centro de dispersión y crecimiento de borde). Si encuentra una celda que cumple con los parámetros para ser urbanizada, se “prende” y es considerada como un nuevo núcleo de propagación urbana. Si una o varias celdas vecinas de ésta (sobre el camino) es propensa a urbanización, se urbaniza (Clarke et al., 1997). 10 Una vez creados los buffers, se calculó el área total por tipo de vía y posteriormente se determinó el peso que cada camino tiene en la expansión urbana mediante las ecuaciones 1-6. (1) (2) (3) (4) (5) (6) ∗ ∗ ∗ ∗ Donde: Pc es el peso de un camino dado en el crecimiento urbano; Acam es la influencia al crecimiento urbano que tiene un camino dado, respecto al valor máximo de la influencia de todos los caminos; Ic es el número de intersecciones de un camino dado, respecto al valor máximo de intersecciones de todos los caminos; icT es la sumatoria del total de intersecciones de todos los caminos; Aau*c es el área urbana que está dentro del buffer de un camino dado, pesado por la sumatoria del área de los buffers de todos los caminos; Aau es el área urbana que está dentro del buffer de un camino dado, respecto a la sumatoria del área urbana de los buffers de todos los caminos; Ac es el área del buffer de un camino dado respecto a la sumatoria de las áreas de los buffers de todos los caminos; auc es el área urbana que se encuentra dentro del buffer de un camino dado 11 aucT es la sumatoria de las áreas urbanas que se encuentran dentro de los buffers de todos los caminos; abc es el área del buffer de un camino dado y, abcT es la sumatoria de las áreas de los buffers de todos los caminos. Se decidió considerar sólo el incremento del área urbana de 1995 a 2015 en el análisis, ya que lo que interesa medir es la influencia que cada tipo de vía de transporte ha tenido en la expansión urbana del periodo de tiempo en estudio. Con respecto a las intersecciones, se decidió agregarlas al análisis partiendo de la premisa de que entre mayor es el número de intersecciones, mayor puede ser la influencia del camino al crecimiento urbano. De esta manera, se consideraron todas las intersecciones entre los diferentes tipos de caminos (Anexo 1). Ya con los pesos calculados, se hizo una normalización para derivar los valores que se usarán para correr la fase de calibración y la predicción del modelo SLEUTH. Esto se hizo igualando el peso más alto a 100 (Tabla 2). Tabla 2. Valores obtenidos a partir del análisis de los pesos de las vías de transporte para la corrida del SLEUTH. Tipo de camino 1Ccp 1Csp 2Ccp 2Csp 3Ccp 3Csp 4Ccp 4Csp 5Ccp 5Csp 6Ccp 6Csp 7Ccp Área buffer Área urbana (m2) (m2) 153160 1571840 77574500 482751000 31394800 14327700 378559 5669000 262690 673785 83847.3 0 238717 94273.3 143160 12064800 73576000 4720000 2872700 175801 1089130 69309 54683 0 0 132700 Aau 0.05 0.08 6.88 41.95 2.69 1.64 0.10 0.62 0.04 0.03 0 0 0.076 Ac Aau*c Acam ic Ic Pc 0.01 0.001 0 0 0 0 0.11 0.01 0 0 0 0 5.52 37.97 1.12 310 6.47 0.173 34.36 1441.17 42.56 1895 39.56 1.076 2.23 6.01 0.18 119 2.48 0.071 1.02 1.67 0.05 195 4.07 0.012 0.03 0.003 0 0 0 0 0.40 0.25 0.01 84 1.75 0.004 0.02 0.001 0 0 0 0 0.05 0.001 0 0 0 0 0 0 0 0 0.006 0 0 0 0 0 0 0 0.017 0.001 0 0 0 0 12 Valor SLEUTH 0 0 12 75 5 1 0 0 0 0 0 0 0 Del análisis se encontró que son las terracerías las que mostraron tener la mayor influencia en la expansión urbana de la cuenca, le siguen las carreteras de 2 carriles sin peaje y posteriormente las brechas y las carreteras de 2 carriles con peaje. Cabe destacar que las de 3 carriles con peaje, las cuales corresponden a la carretera México-Querétaro, México-La Marquesa, MéxicoCuernavaca, México-Puebla y un tramo del Circuito Exterior Mexiquense Bicentenario, tuvieron valores bajos al igual que las de 2 carriles con peaje, entre las cuales está el Arco Norte de la Ciudad de México (Tabla 2; Figura 4). Figura 4. Vías de transporte de la Cuenca de México que tienen la mayor influencia en la expansión de la mancha urbana. En paréntesis se muestra el peso que tuvo cada uno de ellos para correr el modelo SLEUTH. 2.4 Obtención de la mancha urbana al 2030 y análisis de su tendencia Ya establecidos los pesos de los caminos y las zonas de exclusión, se crearon las capas en el formato que el modelo requiere y se implementó la fase de calibración del mismo para obtener los valores de los 5 coeficientes que el SLEUTH debe tener para su funcionamiento (Tabla 3). 13 Tabla 3. Coeficientes obtenidos de la calibración del SLEUTH para correr la fase de predicción Coeficiente Difussion Breed Spread Slope RoadGravity Valor 1 13 77 57 58 Ya con los 5 coeficientes obtenidos de la calibración, se llevó a cabo la corrida de la predicción y con ésta se analizó la tendencia del crecimiento de la mancha urbana al año 2030. Lo anterior se liga con lo obtenido de 1995 al 2010 y se evalúa el papel que han jugado los ordenamientos ecológicos territoriales - D. F. (GDF, 2000), Estado de México (2003), Hidalgo (Salinas et al., 2001) y Tlaxcala (GET et al., 2002) - en la expansión de la urbe y el impacto que puede tener el crecimiento al 2030 en las áreas destinadas a la conservación y a la protección de los recursos naturales. 3. Resultados 3.1. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la CDMX De acuerdo con la superficie total ocupada por la mancha urbana al año 2015 en la Cuenca de México (269,607ha), es el Estado de México donde se presenta la mayor área destinada al establecimiento de los asentamientos humanos (161,035ha), le sigue el Distrito Federal (74,846ha) e Hidalgo (31,096ha); Tlaxcala por su parte, muestra cifras por debajo de los 3,000ha (Figura 5). Con respecto a lo modelado, se espera que para el año 2030 la mancha urbana abarque un área de 373,061ha, equivalente al 38.8% de la superficie total de la cuenca, donde es nuevamente el Estado de México el que muestra el mayor incremento (65,597ha más que en 2015) llegando a abarcar 226,632ha. En este periodo de tiempo cabe destacar lo que sucede en Hidalgo, ya que será en esta 14 demarcación donde se dé el segundo incremento más importante dentro de la cuenca, al haber un avance de la mancha de 27,536ha, casi una tercera parte de lo que crece en el Estado de México. La CDMX por su parte, pasa al tercer lugar en expansión al extenderse la ciudad hasta 6,710ha, una novena parte de lo que en el Estado de México. Figura 5. Superficie ocupada por la mancha urbana para cada estado de la Cuenca de México. Esta expansión se ha dirigido hacia diferentes puntos de la Cuenca de México, dándose principalmente hacia el Norte, Noroeste y Noreste de la ZMCM, en los municipios del Estado de México, con una tasa de crecimiento anual de hasta 262ha en el periodo de 1995 al 2015. Le sigue la parte sur de la Cuenca tanto en la CDMX como en el Estado de México (al sur de la ZMCM) y la parte norte de la Cuenca, que corresponde a la demarcación de Hidalgo, donde se ha registrado un incremento de hasta casi 170ha/año. Cabe mencionar que las mayores cifras se presentan en los municipios pertenecientes a la ZMCM, tal vez en parte por la presencia de diferentes vías de transporte, ya que los municipios que tuvieron las tasas más altas son también los que cuentan con diversas vías (Figura 6). 15 Figura 6. Tasa de crecimiento anual de 1995 a 2015 para los municipios que conforman la Cuenca de México (izquierda) y la ZMCM (derecha) y las principales vías de transporte implicadas en la expansión urbana. 16 Para el año 2030 el patrón de expansión cambia, ya que se espera que para ese año sean algunos municipios del Estado de México e Hidalgo los que presenten las tasas de incremento más altas (hasta 451ha/año) dirigiéndose principalmente hacia el Norte, Noreste y Sureste del Estado de México, por lo que probablemente en un futuro, la conformación de la ZMCM sufra modificaciones e involucre la incorporación de otros municipios de Hidalgo. La CDMX queda en tercer lugar al arrojar tasas no superiores a 128ha/año (Figura 7). 17 Figura 7. Tasa de crecimiento anual de 2015 a 2030 para los municipios que conforman la Cuenca de México (izquierda) y la ZMCM (derecha) y las principales vías de transporte implicadas en la expansión urbana. 18 Es así que para 1995 la zona centro y norte de la CDMX (Azcapotzalco, Iztacalco, Venustiano Carranza, Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa) ya se encontraba entre el 80% y el 100% de su superficie cubierta por los asentamientos humanos; en la parte sur, es la delegación Álvaro Obregón la que tiene alrededor del 60% de su territorio ocupado por la mancha urbana (5,219ha), siguiéndole Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac con el 40% de ocupación. Al año 2005 se agrega a este último grupo Tlalpan. En 2015, Álvaro Obregón alcanza una ocupación del 70% y Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac entre el 40% y 60%. De este periodo de tiempo cabe mencionar lo encontrado en Milpa Alta, ya que es la única delegación que se mantiene con una ocupación no mayor al 20% (Figura 8). 19 Figura 8. Ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de 1995 al 2015 en la CDMX. Izquierda: Expansión de la mancha urbana en la CDMX. Esquina superior derecha: Superficie ocupada por la mancha urbana en cada delegación. Esquina inferior derecha: porcentaje del territorio de cada delegación ocupado por los asentamientos humanos. Fuente: elaboración propia a partir de los análisis derivados de la presente investigación. 20 De lo anterior se puede decir que de 1995 a 2015, la expansión de la ciudad se ha dado principalmente en la parte sur de la CDMX, pues son las delegaciones de Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Tláhuac las que registran un incremento mayor a las 1000ha, aunque delegaciones de la ciudad central y del primer contorno como Gustavo A. Madero e Iztapalapa muestran crecimiento pero en proporciones menores a la región antes mencionada (153ha y 594ha, respectivamente; Figura 8). Esto se confirma al observar el incremento de manzanas por AGEB en el periodo de estudio, pues la mayor parte de la zona central y norte se mantiene estable, mientras que en el sur sí ha habido un incremento, sobre todo en el periodo de 2010 a 2015 (Figura 9), encontrándose algunas de las AGEBs con mayor número de manzanas en Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Tlalpan y Xochimilco (Figura 10). 21 Figura 9. Incremento de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la CDMX. En blanco se muestran aquellas AGEBs que no mostraron ningún cambio en el tiempo. 22 Figura 10. Número de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la CDMX. 23 Para el año 2030 la tendencia cambia, pues se espera que Tláhuac y Xochimilco alcancen una ocupación de alrededor del 70% siendo estas dos delegaciones y Tlalpan las que tendrán los mayores incrementos (superiores a las 1000ha), les sigue Milpa Alta con 863ha y después Iztapalapa, Álvaro Obregón, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa con un crecimiento arriba de las 100ha. Es decir, mientras que al 2015 Xochimilco ocupaba el segundo lugar en incremento y Tláhuac el sexto, en esta ocasión pasan a primero y segundo lugar, dejando a Tlalpan en el tercero. En este sentido también es importante mencionar a Cuauhtémoc y Benito Juárez, pues desde el 2005 dejaron de reportar expansión y según el modelo, pueden presentar un crecimiento de alrededor de 30ha, el cual es probable que se de en algún área verde, ya que fue el único espacio que se dejó “libre”, es decir, éstas áreas se contemplaron dentro de las restricciones del modelo y al ser urbanizadas, significa que éstas son las únicas áreas dentro de los territorios de estas delegaciones que pueden ser urbanizados (Figura 8). Las tendencias aquí mostradas sobre la expansión física de la urbe, muestran que la ciudad sigue demandando suelo para su establecimiento y que éste se ha dado principalmente en la periferia sur, pues es donde todavía hay suelo disponible para que la mancha urbana pueda avanzar, aunque a costa de los recursos naturales, pues es sobre la demarcación del Suelo de Conservación3 que se ha dado este crecimiento. Es así que el avance de la mancha urbana se ha dado tanto en UGAs4 destinadas al aprovechamiento como en aquellas planteadas para la 3 El Suelo de conservación es un área que fue creada el 5 de octubre de 1992 destinada a la conservación ecológica por los bienes y servicios ambientales que brinda a la ciudad y desde su creación, se ha visto afectada por el crecimiento urbano (GDF, 2003). Abarca parte del territorio de las delegaciones Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa y cubre totalmente a Milpa Alta, también comprende el Cerro de la Estrella y la Sierra de Guadalupe, así como partes de Gustavo A. Madero (CDH, 2005). 4 Unidad de Gestión Ambiental o Unidad mínima territorial donde se aplican tanto lineamientos como estrategias ambientales (de política ambiental) con esquemas de manejo de recursos naturales, orientados a un desarrollo que permita la sustentabilidad (Rosete, 2007). Se agrupan en cuatro tipos (Boege, 2004): Aprovechamiento. Permite la modificación de la estructura y funcionamiento de un ecosistema. Conservación. Permite un manejo de los recursos naturales manteniendo la estructura y función de los ecosistemas. 24 conservación y protección. Para el 2005 Gustavo A. ya había cubierto el 100% de sus áreas de aprovechamiento e Iztapalapa, Tláhuac y Álvaro Obregón rebasaron el 50%. Al 2015, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tláhuac han alcanzado el 90% y Magdalena Contreras el 60%. De éstas cabe destacar Álvaro Obregón y Magdalena Contreras pues más del 60% de su superficie estipulada para la protección ha sido invadida por los asentamientos humanos, al igual que las de conservación aunque en un porcentaje menor (alrededor del 10%). De estas últimas es Iztapalapa la que muestra la mayor reducción al quedarle sólo el 40% de la superficie original, siendo el Parque Nacional Cerro de la Estrella una de las áreas más afectada, pues ha perdido al 2015 el 90% de su área (Figura 11; Tabla 4). - Protección. Protege los recursos naturales del ecosistema. Permite un manejo que mantiene la composición, estructura y los servicios ambientales del ecosistema. Restauración. Promueve la recuperación de las zonas degradadas, con posibilidad de manejo a mediano plazo. 25 Tabla 4. Porcentaje de pérdida del área de los Parques Nacionales que se encuentran en la Cuenca de México para el periodo de 1995 a 2030. NOMBRE EL CHICO MOLINO DE FLORES NETZAHUALCOYOTL EL TEPEYAC LOS REMEDIOS IZTACCIHUATL‐POPOCATEPETL EL HISTORICO COYOACAN CERRO DE LA ESTRELLA DESIERTO DE LOS LEONES INSUR. MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA LOMAS DE PADIERNA FUENTES BROTANTES DE TLALPAN CUMBRES DEL AJUSCO SACROMONTE ESTADOS HIDALGO ESTADO DE MEXICO DISTRITO FEDERAL ESTADO DE MEXICO EDO. MEXICO, PUEBLA Y MORELOS DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL EDO. MEXICO Y D.F. DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL DISTRITO FEDERAL ESTADO DE MEXICO Porcentaje de ocupación por los asentamiento humanos Superficie total 1995 2005 2010 2015 2030 528 48 248 398 11566 41 1181 1526 345 9 9 310 43 0 0 35,5 75,9 0 19,5 76,6 0 0 44,4 100 0 23,3 0 0 35,5 77,6 0 19,5 76,6 0 2,6 44,4 100 0 23,3 0 0 35,9 80,2 0 19,5 77,6 0 2,6 44,4 100 0 23,3 0 52,08 37,5 98,0 0,04 19,5 98,9 0 3,2 44,4 100 0 32,6 0 100 38,3 99,2 0,04 39,0 99,8 0 7,5 44,4 100 0 39,5 26 A pesar de que la mayoría de las delegaciones que conforman el Suelo de Conservación todavía cuentan con suelo destinado al aprovechamiento, la expansión urbana se está dando hacia las regiones de conservación y protección y en menor medida en las de restauración, a excepción de Cuajimalpa en donde ya se ha agotado todo el suelo estipulado para este tipo de uso. La tendencia al 2030 no es muy diferente de lo observado hasta el 2015, pues se sigue perdiendo un mayor porcentaje de las zonas de conservación y protección, menos en Tlalpan, donde hay un detrimento de alrededor del 20% en las de restauración y en Tláhuac, pues las áreas de protección no han sido ni serán invadidas (Figura 11). 27 Figura 11. Pérdida de UGAs en la CDMX por la expansión de la mancha urbana de 1995 a 2030. Izquierda: territorio de las diferentes UGAs ocupado por los asentamiento humanos. Derecha: pérdida en porcentaje de las diferentes UGAs por el crecimiento de la urbe. 28 A partir de 1970 el ritmo del crecimiento demográfico comenzó a descender, mostrando tres tendencias hasta el año 2000: la primera es un desdoblamiento de la parte central de la ciudad, donde algunas delegaciones alcanzaron tasas negativas (Villarreal y Aguirre, 2003); una segunda caracterizada por una mayor concentración en el área urbana del Estado de México; y por último, una tercera en la que se da un crecimiento acelerado de la periferia (Aguilar, 2002). Lo anterior se observa también en la tendencia de expansión de la mancha urbana, pues es a partir de los noventa que ésta muestra incrementos menores a los registrados en los 80´s, no siendo así para el Estado de México (Corona, 2008). De acuerdo con Lemus (2014), la expansión de la mancha urbana no sólo obedece al crecimiento demográfico, sino también a la reorganización de las actividades económicas de la ciudad, donde su localización está determinada por diversos factores como son el valor del suelo, el ingreso, la disponibilidad de servicios, entre otros. Esto parece ser que es lo que más está influyendo en la CDMX, pues en su análisis, el autor encontró que los patrones de suelo de 1990 al 2000 en esta entidad sufrieron una fuerte reorganización al aumentar la superficie de suelo mixto (uso de suelo abocado a actividades comerciales y de servicios), pues del 74.1% de la superficie urbana que ocupaba el suelo habitacional en 1990, para el 2000 se redujo a 58.5% incrementándose el suelo mixto de 5.3% a 13.9, lo que indica que hubo una pérdida del 15.6 del suelo habitacional el cual tuvo que reubicarse en otra zona, probablemente en el Estado de México. Lo anterior se confirma con lo encontrado por Villarreal y Aguirre (2003), pues las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Azcapotzalco e Iztacalco presentaron en este periodo tasas negativas, lo que significa que tuvieron pérdida de población, la cual pudo haber migrado al Estado de México por diversos factores como son el encarecimiento de los terrenos en la CDMX, las políticas de desconcentración, los altos niveles de contaminación, el terremoto del 85, las crecientes tasas de delincuencia, entre otros, que en conjunto conllevan al deterioro de la calidad de vida (Aguilar, 2002). 29 Estos intercambios demográficos y la expansión urbana, dieron como resultado la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) la cual tuvo su primera delimitación en los años 80 al incluir las 16 delegaciones de la CDMX y 17 municipios del Estado de México, en los años 90 se incorporaron 26 municipios más y uno del estado de Hidalgo quedando un total de 44 municipios conurbados (Villarreal y Aguirre, 2003). Debido a que en esta publicación se trabajó con una nueva delimitación, en este trabajo nos referiremos a la ZMCM a la establecida en el Apartado de Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la perspectiva empleo. 3.2. Tendencias de ocupación del territorio por la expansión del área urbana en la ZMCM Desde 1970, la CDMX deja de ser un atractor para el establecimiento de los asentamientos humanos, lo que vuelve al Estado de México en una mejor opción debido a diversos factores ya mencionados en la sección anterior. Esto se confirma al observar el porcentaje de ocupación de los municipios contiguos a la CDMX, pues son estos los que presentan los más altos de toda la ZMCM. Es así que para 1995, Nezahualcóyotl, ya tenían arriba del 80% de su territorio ocupado por los asentamientos humanos y Ecatepec y Tlalnepantla de Baz más del 60%, siendo Ecatepec el que mayor superficie registra para ese tiempo (10,478ha), otros municipios como Chimalhuacán y Tultitlán presentan porcentajes arriba del 50%. En este punto es importante mencionar a Jaltenco, pues a pesar de no ser cercano a la CDMX, muestra una ocupación por encima del 80% (Figura 12). En 2005 Tultitlán se une al grupo que supera el 60% de ocupación y Naucalpan de Juárez al del 40%. En este año comienza a observarse un cambio en el patrón de expansión en donde los municipios de Acolman, Tezoyuca y Chiautla, pasan a tener poco más del 20% de su superficie ocupada y para el 2010 sucede lo mismo con Tecámac y Tizayuca, por lo que pareciera que algo está influenciando la expansión de la mancha urbana hacia esta zona. Esto se corrobora al observar la tendencia al 2015, donde estos últimos siguen 30 mostrando un incremento al alcanzar un porcentaje mayor al 40% y los municipios contiguos a ellos (Zumpango, Nextlalpan y Tonanitla) superan el 20%. También es importante resaltar que para el 2015 la urbe ya se extendió a más del 80% del territorio de Tlalnepantla de Baz, Ecatepec, Melchor Ocampo y Cuautitlán Izcalli y arriba del 60% de Atizapán de Zaragoza, Coacalco de Berriozábal, Cuautitlán, Tultitlán, Tultepec y Teoloyucan (Figura 12). Estos patrones de crecimiento tal vez se puedan explicar con lo encontrado por Lemus (2014) pues para el año 2000 identificó un incremento en el porcentaje de suelo destinado al uso habitacional en los municipios de Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Chicoloapan, Chimalhuacán, Huixquilucan, Naucalpan, Tecámac y Tultitlán Para el 2030 se espera que la expansión de la mancha urbana se dirija principalmente hacia la parte norte de la ZMCM, destacándose el incremento en los municipios de Texcoco, Zumpango, Tecámac y Tizayuca los cuales tendrán incrementos de más de 2000ha, por lo que Tizayuca tendrá una ocupación de casi el 90% (Figura 12). 31 Figura 12. Ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de 1995 al 2015 en la CDMX. Izquierda: Expansión de la mancha urbana en la CDMX. Esquina superior derecha: Superficie ocupada por la mancha urbana en cada delegación. Esquina inferior derecha: porcentaje del territorio de cada delegación ocupado por los asentamientos humanos. Fuente: elaboración propia a partir de los análisis derivados de la presente investigación. 32 Observando el incremento de manzanas que se ha dado al 2015 en las AGEBs urbanas de la ZMCM, es probable que la expansión de la mancha urbana se haya dado principalmente en las zonas rurales de los municipios, pues en los municipios con mayores tasas de crecimiento, las AGEBs periféricas muestran un incremento en la densidad de manzanas no mayor a 24 y en aquellos donde las tasas no son superiores a las 27ha/año, se encontraron incrementos de manzanas superiores a 73 como es el caso de Chimalhuacán, La Paz y Tlalnepantla de Baz (Figura 13). También el hecho de que en pocos lados se observen densidades arriba de 79 manzanas por AGEB, hace notar que todavía hay suelo disponible para la expansión de la urbe y que seguramente éste sea hacia las zonas rurales (Figura 14). 33 Figura 13. Incremento de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la ZMCM. En blanco se muestran aquellas AGEBs que no mostraron ningún cambio en el tiempo. 34 Figura 14. Número de manzanas por AGEB de 2005 a 2010 y de 2010 a 2015 en la ZMCM. 35 Lo anterior se confirma con lo encontrado en las UGAs pues es en las zonas destinadas al aprovechamiento hacia donde se da la mayor expansión en el periodo de 1995 a 2015, resaltando los casos de Coacalco de Berriozábal, Chiconcuac, Jaltenco, Tlalnepantla de Baz, La Paz, Tultitlán, Ecatepec y Chimalhuacán que ya han ocupado más del 90% de su territorio. De estos son Tlalnepantla de Baz, Tultitlán y Coacalco de Berriozábal los que también han agotado por completo o casi totalmente su reserva de suelo de conservación, al arrojar porcentajes de pérdida mayores al 80% y hasta el 100%. Con respecto a las áreas dedicadas a la protección, cabe mencionar a Chimalhuacán, La Paz y Atenco, ya que son los que presentan las mayores pérdidas (Figuras 15 y 16). Para el año 2030 los mayores porcentajes de ocupación, se siguen dando en las áreas de aprovechamiento, aunque para el caso de Tecámac si hay una pérdida importante en las zonas de protección (alrededor de 20% más a lo observado hasta 2015; Figuras 15 y 16). 36 Figura 15. Pérdida de UGAs en la ZMCM por la expansión de la mancha urbana de 1995 a 2030. 37 Figura 16. Pérdida en porcentaje de las diferentes UGAs por el crecimiento de la mancha urbana de 1995 a 2030. 38 4. Conclusiones La expansión de la mancha urbana de la CDMX y la ZMCM es un fenómeno cuya tendencia ha sido variable en el tiempo. Es así que mientras en el periodo de 1995 a 2015 es en las delegaciones de Tlalpan y Xochimilco donde se registran los mayores incrementos, para el 2030 se espera que sea en Tláhuac y Xochimilco hacia donde se dirija la urbe. Es importante resaltar, que este crecimiento urbano se ha dado y seguirá avanzando, principalmente en la zona sur de la CDMX invadiendo zonas de conservación y protección que son importantes para el buen vivir de los pobladores de la ciudad. Todo parece indicar que los cambios de uso de suelo que se están dando en la CDMX están propiciando el desdoblamiento de la ciudad hacia los municipios contiguos del Estado de México, lo que ha dado como resultado la formación de la ZMCM la cual ha ido creciendo en superficie llegando a abarcar hasta un municipio del estado de Hidalgo. La expansión urbana en el Estado de México en el periodo de 1995 a 2015 se ha dado principalmente hacia la parte Norte y Noreste de la ZMCM y se espera que este patrón continúe en el 2030, llegando a cubrir alrededor del 80% del territorio de los municipios de Zumpango, Tecámac, Nextlalpan y Acolman, los cuales no son contiguos a la CDMX. El crecimiento urbano en el Estado de México se ha dirigido principalmente a zonas rurales, áreas destinadas al aprovechamiento que probablemente eran para uso agrícola, lo que es importante tomar en consideración, pues son zonas que probablemente sirvieran para la captación de agua y recarga del acuífero o para la provisión de alimentos. Para el año 2030 se espera que el crecimiento se siga dando en áreas de aprovechamiento, por lo que sería conveniente hacer estudios más profundos sobre la aptitud de suelo por lo mencionado en el párrafo anterior. El que la expansión urbana se haya dado en zonas destinadas a la conservación y protección, sobre todo en la CDMX, deja en entre dicho el papel que los 39 ordenamientos están jugando en el control de la dirección del crecimiento de los asentamientos, por lo que sería conveniente hacer un estudio más profundo sobre los mecanismos que están impidiendo o dificultando la aplicación y cumplimiento de estos instrumentos. Con respecto al crecimiento observado en la Cuenca de México, es importante hacer notar que para el año 2030 es probable que la parte Norte de ésta, correspondiente al estado de Hidalgo, tenga tasas de crecimiento que igualen a algunas de las más altas del Estado de México, por lo que puede ser que ésta área termine incorporándose a la ZMCM. 5. Referencias Aguilar, A., G. (1999). Mexico City growth and regional dispersal: the expansion of largest cities and new spatial forms. Habitat International, 23(3), 391-412. Aguilar, A., G. (2002). Las mega-ciudades y las periferias expandidas. Eure (Santiago), 28(85), 121-149. Aguilar, A., G., Ward, P. M. (2003). Globalization, regional development, and mega-city expansion in Latin America: analyzing Mexico City’s peri-urban hinterland. Cities, 20(1), 3-21. Alberti, M., Marzluff, J. M. (2004). Ecological resilience in urban ecosystem: Linking urban patterns to human and ecological functions. Urban Ecosystems. 7. 241-265. Boege, E. 2004. 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Matriz de intersecciones por tipo de camino para el año 2015 Tipo de camino 1Ccp 1Csp 2Ccp 2Csp 3Ccp 3Csp 4Ccp 4Csp 5Ccp 5Csp 6Ccp 6Csp 7Csp Terracería Brecha Totales 1Ccp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1Csp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2Ccp 0 0 0 154 58 4 0 2 0 0 0 0 0 78 14 310 2Csp 0 0 154 0 49 132 0 56 0 0 0 0 0 1421 83 1895 3Ccp 0 0 58 49 0 3 0 4 0 0 0 0 0 5 0 119 3Csp 0 0 4 132 3 0 0 18 0 0 0 0 0 37 1 195 4Ccp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4Csp 0 0 2 56 4 18 0 0 0 0 0 0 0 4 0 84 5Ccp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5Csp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6Ccp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 6Csp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7Csp 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Terracería 0 0 78 1421 5 37 0 4 0 0 0 0 0 0 272 1817 Brecha 0 0 14 83 0 1 0 0 0 0 0 0 0 272 0 370 El número hace alusión al número de carriles de cada tipo de camino; Ccp: carretera con peaje; Csp: carretera sin peaje. 43 Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su zona metropolitana Carlos Anzaldo Gómez*1 1. Antecedentes 2. Comportamiento observado, 1991-2010, y evolución futura, 2010-2030, de los componentes del cambio demográfico de la Ciudad y del Estado de México 3. 2.1 Mortalidad 2.2 Fecundidad 2.3 Migración interna 2.4 Migración internacional Tamaño y crecimiento demográfico de la Ciudad de México y los municipios metropolitanos, 1990-2015 4. Comportamiento de la migración reciente 5. Cambios en la estructura por edad 6. Prospectiva demográfica 7. Referencias *ConsultorRedGEO Tendencias y prospectiva demográfica de la Ciudad de México y su zona metropolitana Carlos Anzaldo Gómez* 1. Antecedentes Durante la segunda mitad del siglo XX, México experimentó un intenso proceso de urbanización, expresado en el aumento sistemático del volumen y proporción de población que reside en zonas urbanas y en la1 multiplicación del número y tamaño de sus ciudades. En 1950 la Nación contaba con 84 ciudades de 15 mil o más habitantes, donde residían 7.2 millones de personas, 28 por ciento de la población total (Unikel, et al., 1978). En el año 2000, el número de ciudades había ascendido a 347, cuya población sumaba 66.6 millones, 68.3 por ciento de la población nacional. En este periodo la población de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) pasó de 2.9 a 17.9 millones de personas, incrementando su participación de 11.1 a 18.4 por ciento de la población total del país. Hasta los años setenta las actividades económicas de base urbana exhibieron un patrón de localización altamente concentrado que favoreció particularmente el crecimiento demográfico de la ZMCM; sin embargo, a partir de la década de los ochenta se observa un punto de inflexión en el proceso de urbanización a nivel nacional, cuyas principales características son la reducción importante del ritmo de crecimiento de la población urbana y la disminución del poder concentrador de las principales metrópolis del país (Garza y Rivera, 1994). En este proceso es posible distinguir dos grandes etapas. La primera de crecimiento acelerado y concentración ascendente, comprende el periodo de 1950 a 1980, en el que la ZMCM experimentó tasas de crecimiento extraordinariamente altas, del orden de 4.4 por ciento anual, significativamente mayores a las del país, como resultado del efecto acumulado de su importancia como principal destino de la migración interna, lo que implicó que su población ascendiera a casi 13 millones en 1980, año en el que alcanzó su más alta participación en la población nacional , 19.4 por ciento. 1 *Consultor Red GEO 1 La segunda etapa, de crecimiento moderado y concentración decreciente, va de 1980 a 2000, en la que la ZMCM muestra una reducción importante de su ritmo de crecimiento, como producto del descenso en los niveles de fecundidad y de la pérdida de población asociada al cambio en su saldo neto migratorio, como lugar ahora de ligera expulsión (CONAPO, 1998). En esta etapa los crecimientos de la ZMCM se ubican alrededor de 1.6 por ciento anual, ligeramente por debajo los promedios nacionales, y si bien al inicio del presente siglo su población ascendió a 17.9 millones de habitantes, su participación en la población total del disminuyó a 18.4 por ciento. Actualmente, la ZMCM es la sexta más grande del mundo, de acuerdo con estimaciones basadas en la Encuesta Intercensal 2015 (INEGI), su población en ese año asciende a 20.4 millones de habitantes y su tasa de crecimiento en el quinquenio reciente (2010-215), 0.8 por ciento anual, se ubica medio punto por debajo del promedio del país (1.3%), de forma tal que su participación en el total nacional continúa descendiendo, para situarse en 17.0 por ciento (ver cuadro 1). Cuadro 1 Población y crecimiento medio anual por ámbito geográfico, 1990-2015 Ámbito 1990 2000 2010 2015 Población (millones) Nacional Zona metropolitana de la Ciudad Ciudad de México Municipios metropolitanos 81.250 15.262 8.239 7.022 97.483 17.947 8.605 9.342 112.337 19.639 8.851 10.788 119.531 20.379 8.919 11.461 Proporción (%) Zona metropolitana / Nacional Ciudad d México / Zona metropo Municipios met. / Zona metropol 18.8 54.0 46.0 18.4 47.9 52.1 17.5 45.1 54.9 17.0 43.8 56.2 1990‐2000 2000‐2010 2010‐2015 1.9 1.6 0.4 2.9 1.4 0.9 0.3 1.4 1.3 0.8 0.2 1.3 Crecimiento medio anual (%) Nacional Zona metropolitana de la Ciudad de México Ciudad de México Municipios metropolitanos Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015 2 2. Comportamiento observado, 1990-2010, y evolución futura, 2010-2030, de los componentes del cambio demográfico de la Ciudad y del Estado de México La presente sección retoma los resultados de la conciliación demográfica y las proyecciones de población por entidad federativa, publicados por el Consejo Nacional de Población (2103), los cuales se fundamentan en el análisis de diversas fuentes de datos (censos, encuestas y estadísticas vitales) de México y Estados Unidos sobre la evolución de la dinámica demográfica del país, observada en las últimas décadas. El tamaño, aumento, estructura y distribución territorial de la población es resultado de los componentes demográficos que determinan su crecimiento natural y social. Históricamente, la Ciudad de México ha sido la entidad federativa más avanzada en el proceso de transición demográfica, caracterizado por la disminución sistemática de los niveles de mortalidad y fecundidad, mientras que en el ámbito de la migración, la Ciudad se distingue como el territorio con la mayor pérdida neta de población, que año con año cambia de entidad federativa de residencia al interior del país. Por su parte, el Estado de México se encuentra ligeramente rezagado en su transición demográfica respecto a la Ciudad de México, con niveles de mortalidad y fecundidad mayores a los de la capital, al tiempo que participa con el volumen más importante de población que procede de otra entidad federativa, particularmente de la Ciudad de México. 2.1 Mortalidad Entre 1990 y 2010 la mortalidad infantil en la Ciudad de México descendió de 22.3 a 12.0 defunciones de menores de un año por cada mil nacidos vivos, ubicándose en el nivel más bajo de la nación; se espera que en los próximos quince años esta tasa disminuya a 9.8 defunciones en 2020 y a 8.5 defunciones en 2030. El Estado de México, por su parte, presenta niveles de mortalidad infantil superiores al promedio nacional, no obstante, en las últimas décadas, éstos también se redujeron de manera importante, de 33.8 defunciones por cada mil nacidos vivos en 1990 a 16.5 defunciones en 2010; las previsiones demográficas al respecto sugieren que la tasa de esta entidad descenderá a 12.4 defunciones en 2020 y a 10.0 defunciones en 2030. De cumplirse lo anterior, la brecha entre los niveles de mortalidad infantil de ambas entidades federativas se habrá reducido de más de 11 defunciones por cada mil nacidos vivos en 1990 a menos de 5 defunciones en 2010 y menos de 2 defunciones, veinte años después (ver gráfica 1) . 3 Gráfica 1 Tasa de mortalidad infantil, 1990-2030 35 Def. menores de un año por cada mil nacidos vivos Periodo de proyección 30 25 20 15 10 5 1990 1995 2000 2005 Nacional 2010 2015 Cd. México 2020 2025 Edo. México 2030 Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población Paralelamente, la esperanza de vida al nacimiento en la Ciudad de México, aumentó de 73 años en 1990 a 75.5 años en 2010, la más alta a nivel nacional, mientras que en el Estado de México ésta pasó de 70 a 74.4 años, en el mismo periodo. Se prevé que en 2030 la esperanza de vida alcance 77.8 años en la Ciudad de México y 77.2 años en el Estado de México, de ser así, la distancia que separa a estas entidades en la esperanza de vida se habrá reducido de 3 años en 1990 a un año en 2010 y poco más de medio año en 2030 (ver gráfica 2). Gráfica 2 Esperanza de vida al nacimiento, 1990-2030 78 Años de vida 77 76 75 74 73 72 71 70 1990 Periodo de proyección 1995 2000 Nacional 2005 2010 2015 Cd. México 2020 2025 2030 Edo. México Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población 4 2.2 Fecundidad Los niveles de fecundidad de un territorio se sintetizan de manera fehaciente en la tasa global de fecundidad, la cual expresa el número promedio de hijos que tendría una mujer a lo largo de toda su vida reproductiva, si ésta transcurriera conforme a las tasas de fecundidad por edad de un año dado. Entre 1990 y 2010, la tasa global de fecundidad del país descendió de 3.4 a 2.3 hijos por mujer. En la Ciudad de México, este indicador pasó de 2.2 a 1.8 hijos por mujer, el valor más bajo a nivel nacional, mientras que en el Estado de México ésta descendió de 3.2 a 2.2 hijos por mujer, en el mismo periodo. Así, en 2010, la Ciudad de México muestra una tasa global de fecundidad significativamente menor a la del nivel de remplazo, establecida en 2.1 por mujer, y el Estado de México está cada vez más cerca de alcanzar este valor. En este tenor, las proyecciones demográficas suponen que entre 2010 y 2030 la tasa global de fecundidad de la Ciudad de México permanecerá prácticamente constante, en tanto que en el Estado de México, está continuará disminuyendo hasta situarse ligeramente por debajo del nivel de remplazo generacional (ver gráfica 3). Gráfica 3 Tasa global de fecundidad, 1990-2030 3.50 Hijos por mujer Periodo de proyección 3.25 3.00 2.75 2.50 2.25 2.00 1.75 1.50 1990 1995 2000 Nacional 2005 2010 2015 Cd. México 2020 2025 2030 Edo. México Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población 2.3 Migración interna Desde 1970, la Ciudad de México es la entidad federativa con los mayores niveles de expulsión de migración interestatal, cuyo monto máximo aconteció en la década de los ochenta, cuando la capital experimentó una pérdida neta migratoria de casi dos millones de 5 habitantes (Corona, 1993). Este carácter expulsor se ha visto reforzado en las últimas décadas, por las limitaciones ambientales y normativas que actualmente restringen el desarrollo de espacios habitacionales en la Ciudad de México. En este contexto, el Estado de México, con regulaciones ambientales y territoriales menos drásticas, se ha convertido en uno de los principales destinos de la migración interna del país. Si bien, la pérdida neta de población de la Ciudad de México ya no es tan alta como lo fue en las décadas pasadas (los setenta y los ochenta), ésta continúa siendo considerable, lo mismo que la ganancia neta de población del Estado de México, la cual, no obstante, en los últimos años se ha reducido de manera importante, como resultado de un ambiente socioeconómico menos atractivo para la migración y una mayor diversificación de los flujos migratorios al interior del territorio nacional. Entre 1990 y 2000, salieron de la Ciudad de México 1,768,000 personas a residir a otra entidad federativa y llegaron a ésta poco más de 912 mil, lo que representa una pérdida neta de 856 mil habitantes. En relación al total de migrantes internos del país, los emigrantes de la capital representaron 19.3% y los inmigrantes 9.9%, mientras que la pérdida neta, equivalente a la diferencia entre ambas proporciones, fue de 9.3 puntos porcentuales. En la década 2000-2010 los montos de la migración de la Ciudad disminuyeron en más de 100 mil habitantes; la emigración descendió a 1,642,000 personas y la inmigración a 804 mil, lo que dio como resultado un saldo neto migratorio de −838 mil habitantes, ligeramente menor al de la década 1990-2000. Respecto al total de migrantes internos del país, las proporciones de emigrantes e inmigrantes descendieron un punto porcentual con respecto a la década previa, para ubicarse en 18.3 y 8.9 por ciento, respectivamente, en tanto que la diferencia o pérdida neta se mantuvo constante, en 9.3 puntos porcentuales. Por su lado, la emigración del Estado de México durante el periodo 1990-2000 fue de 948 mil personas y la inmigración de 1,770,000, lo que significó una ganancia neta de 822 mil habitantes. La emigración de la entidad mexiquense representó 10.3 por ciento de la migración interestatal del país y la inmigración 19.3 por ciento, una proporción similar a la emigración de la Ciudad de México, con lo que la diferencia o ganancia neta se ubicó en 9 puntos porcentuales, cifra ligeramente menor a la pérdida neta de la capital. Entre 2000 y 2010, la emigración del Estado de México aumentó a 1,029,000 personas y la inmigración disminuyó en un monto todavía más alto, a 1,611,000; con ello, la ganancia neta de la entidad se redujo a 582 mil habitantes, cifra casi 30 por ciento menor respecto a la ganancia 6 de la década anterior. En términos de su participación en el total nacional, la emigración del Estado de México ascendió a 11.4 por ciento y la inmigración descendió 17.9 por ciento, de tal forma que la ganancia neta se redujo a 6.5 puntos porcentuales, 2.5 puntos menos que la observada para los años noventa. Las gráficas siguientes muestran el comportamiento anual del total de inmigrantes y emigrantes interestatales de la Ciudad y del Estado de México (gráfica 4) y su participación en la migración interna del país (gráfica 5) para el periodo observado, 1990-2010, y de proyección, 2010-2030. En éstas se advierte la gran similitud entre los altos niveles de emigración de la Ciudad de México y de inmigración al Estado de México, los cuales varían casi a la par y se reducen sistemáticamente a lo largo del tiempo. En 1990, el número de emigrantes de la Ciudad de México fue de 178 mil personas, éste descendió a 155 mil en 2010, y se espera que en 2030 llegue a 135 mil. Mientras que la cantidad de inmigrantes al Estado de México pasó de 174 mil a 148 mil, entre 1990 y 2010, y se prevé que continué disminuyendo a 141 mil habitantes en 2030. Esto representaría un disminución de la proporción de la emigración de la Ciudad de México en la migración total del país, de 20.4% en 1990, a 18.4% en 2010 y a 14.5% en 2030, así como una reducción en el peso relativo de la inmigración hacia el estado de México, de 19.9% en 1990, a 17.1% en 2010 y a 15.2% veinte años después. Gráfica 4 Inmigrantes y emigrantes interestatales, 1990-2030 200 Miles Periodo de proyección 175 150 125 100 75 50 1990 1995 2000 2005 Inmigrantes CDMX 2010 2015 2020 2025 2030 Inmigrantes Edo. Méx. Emigrantes CDMX Emigrantes Edo. Méx. Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población 7 Por su parte, la trayectoria de la inmigración a la Ciudad de México mostró una ligera recuperación en el periodo 1990-2000, la cual se revirtió en la década 2000-2010. El supuesto de las proyecciones en este sentido es que las tasas de emigración 2010 de las entidades federativas permanecerán constantes, lo mismo que la distribución de los migrantes por entidad de destino (CONAPO, 2012), lo que implicaría, de nuevo, un leve aumento en el número de migrantes que se dirigen a la Ciudad. En 1990, esta cifra fue de 82,500 personas, la cual aumentó a 97,500 en 2000, y después descendió a 64,700 habitantes en 2010. Se espera que en los veinte años del periodo de proyección el número de inmigrantes anuales a la Ciudad aumente ligeramente para ubicarse alrededor de 73,600 habitantes en 2030. De cumplirse lo anterior, la participación de la inmigración a la Ciudad de México en el total de la migración interestatal, se habrá reducido de 9.5% en 1990 a 7.5% en 2010, para después aumentar a 7.9% en 2030. Finalmente, la emigración del Estado de México exhibe un comportamiento parecido al anterior, aunque en montos y proporciones mayores a los de la inmigración de la Ciudad. En esta entidad la población que cada año emigra primero aumentó, de 73,400 personas en 1990, a 113,900 en 2000, y después disminuyó, a 91,750 personas en 2010. Para el periodo de proyección se prevé que la emigración nuevamente aumente, aunque a una velocidad menor que en el pasado, para alcanzar cerca de 110 mil emigrantes en 2030. En este trayecto, la proporción de la emigración del Estado de México habrá aumentado de 8.4% de la migración nacional en 1990, a 10.6% en 2000 y a 11.8% dos décadas después. 22.5 Gráfica 5 Participación en el total de la migración interestatal, 1990-230 Porcentaje Periodo de proyección 20.0 17.5 15.0 12.5 10.0 7.5 5.0 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 % Inmigrantes CDMX % Inmigrantes Edo. Méx. % Emigrantes CDMX % Emigrantes Edo. Méx. 2030 Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población 8 2.4 Migración internacional En el ámbito de la migración internacional, el país en su conjunto presenta un saldo neto migratorio negativo con el exterior, cuyo monto en la década de los noventa fue de 5.5 millones de personas, el cual descendió a poco más de 4 millones entre 2000 y 2010. En este monto la Ciudad de México tuvo una participación promedio de 3.7%, lo que significó una pérdida neta de 205 mil habitantes en el periodo 1990-2000 y 148 mil en 2000-2010. El Estado de México, por su lado, muestra una participación significativamente mayor en la migración internacional, cuyo promedio, de 8.8%, es 5.1 puntos porcentuales mayor que el de la Ciudad. En términos absolutos esto representó una pérdida de 483 mil habitantes entre 1990-2000 y 360 mil entre 200-2010. En montos anuales, la Ciudad tuvo una pérdida neta de 16 mil habitantes en 1990, ésta alcanzó su máximo nivel en 1999 con 24 mil, y desde entonces se ha reducido hasta ubicarse en 7 mil habitantes en 2010. Se espera que este monto continúe descendiendo, a menos de 6 mil habitantes en 2020 y menos de 5 mil en 2030. En el Estado de México, la pérdida anual aumentó de 39 mil habitantes en 1990, a un valor extremo de 57 mil en 1999. A partir de ese momento se ha reducido, hasta ubicarse en 21 mil habitantes en 2010, el triple de la Ciudad. A diferencia de la capital, se espera que en el Estado de México, la pérdida anual por migración internacional aumente ligeramente, a poco menos de 26 mil personas en 2020 y 28 mil personas en 2030, más de cinco veces el monto de la capital (ver gráfica 6). Gráfica 6 Migración neta internacional, 1990-230 0 Miles -10 -20 -30 -40 -50 Periodo de proyección -60 1990 1995 2000 2005 CDMX 2010 2015 2020 2025 2030 Edo. Méx. Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población 9 3. Tamaño y crecimiento demográfico de la Ciudad de México y los municipios metropolitanos, 1990-2015 En los últimos veinticinco años la población de la Ciudad de México se incrementó en menos de 700 mil habitantes, al pasar de 8.2 millones en 1990 a 8.9 millones en 2015. En este mismo periodo la población de los municipios metropolitanos ascendió de 7.0 a casi 11.5 millones de habitantes, un aumento de 4.4 millones, que representa 87 por ciento del incremento demográfico registrado para toda la zona metropolitana (5.1 millones). La Ciudad de México es la entidad federativa con la menor tasa de crecimiento poblacional, cuyo promedio descendió de 0.4 por ciento anual en el decenio 1990-2000, a 0.3 por ciento en la década 2000-2010, y a 0.2 por ciento en el quinquenio 2010-2015. Por su parte, el conjunto de los municipios metropolitanos también ha reducido de manera importante su ritmo de crecimiento, de 2.9 a 1.4 y 1.3 por ciento anual en las décadas y el quinquenio señalados, ubicándose actualmente en un nivel similar al de la nación. Como resultado de este crecimiento diferencial, el peso relativo de la Ciudad de México y de los municipios metropolitanos, dentro del conjunto de la zona metropolitana, se ha invertido en más de 10 puntos porcentuales “a favor” de estos últimos, pues en estos veinticinco años la participación de la Ciudad de México descendió de 54.0 a 43.8 por ciento y, como complemento, la proporción de los municipios metropolitanos aumentó de 46.0 a 56.2 por ciento, de forma tal que actualmente éstos albergan a la mayor parte de la población de la metrópoli. En general, las delegaciones y municipios de la zona metropolitana han experimentado una disminución importante de su ritmo de crecimiento. Las siguientes gráficas de dispersión comparan las tasas de crecimiento de los tres periodos analizados, donde el eje horizontal corresponde a un periodo anterior (1990-2000 y 2000-2010) y el eje vertical a un periodo posterior (2000-2010 y 2010-2015). En ellas se advierte que la mayoría de las observaciones (delegaciones y municipios) se ubican por debajo de la recta de la identidad, lo que representa una disminución de su tasa de crecimiento en una distancia, en puntos porcentuales, igual a la vertical imaginaria hacia la diagonal. Entre las décadas 1990-2000 y 2000-2010, diez delegaciones disminuyeron su ritmo de crecimiento. En particular las delegaciones situadas en el suroriente de la Ciudad: Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta, con diferencias entre 1.5 y 2.5 puntos porcentuales; mientras que seis delegaciones lo aumentaron, destacando las delegaciones centrales: Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, con incrementos entre 1.7 y 2.0 puntos porcentuales. 10 Por su parte, 31 municipios redujeron sus tasas, con Ixtapaluca, Chalco y Chimalhuacán, localizados al oriente de la Ciudad, como los casos más notables, con diferencias entre 3.9 y 5.2 puntos porcentuales, en tanto diez municipios las aumentaron, sobresaliendo Huehuetoca, Acolman, Chicoloapan, Cuautitlán y Tizayuca, con incrementos entre 3.1 y 5.2 puntos porcentuales. Gráfica 7 Crecimiento por delegación y municipio, 1990-2010 Crecimiento medio anual 2000-2010 (%) 10 8 6 4 2 0 -2 0 -2 2 4 6 8 10 Crecimiento medio anual 1990-2000 (%) Las observaciones en negro corresponden a las delegaciones y las blancas a los municipios. Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010. Entre 2000-2010 y 2010-2015, diez delegaciones muestran diferencias menores entre sus tasas de crecimiento, de no más de 6 décimas de punto; cuatro delegaciones, Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco y Miguel Hidalgo, experimentaron disminuciones entre 1.0 y 1.5 puntos porcentuales, y dos delegaciones, Benito Juárez e Iztacalco, exhibieron los mayores incrementos, de un punto porcentual. Paralelamente, 23 municipios registraron incrementos o decrementos inferiores a un punto porcentual, 13 municipios mostraron disminuciones mayores de este nivel, destacando Cuautitlán, Tonanitla, Acolman, Huehuetoca y Chicoloapan, con diferencias entre 4.3 y 6.2 puntos porcentuales, y cinco municipios experimentaron aumentos por arriba de un punto, en particular Cocotitlán, Tlalnepantla y Teoloyucan, con aumentos entre 1.5 y 2.0 puntos porcentuales. 11 Gráfica 8 Crecimiento por delegación y municipio, 2000-2015 Crecimiento medio anual 2010-2015 (%) 10 8 6 4 2 0 -2 0 -2 2 4 6 8 10 Crecimiento medio anual 2000-2010 (%) Las observaciones en negro corresponden a las delegaciones y las blancas a los municipios. Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015. En síntesis, en los últimos veinticinco años, las diferencias en los niveles de crecimiento demográfico entre las delegaciones y municipios de la zona metropolitana se han reducido de manera significativa. Particularmente, en la Ciudad de México las tasas de cambio demográfico de las delegaciones y sus diferencias son cada vez menores, tal y como se puede apreciar en los valores promedio, máximo, mínimo, rango y desviación estándar de cada periodo. Esta tendencia general también es válida para los municipios metropolitanos, no obstante, los parámetros que describen su crecimiento resultan significativamente mayores a los de la capital (ver cuadro 2). 12 Cuadro 2 Resumen de las tasas de cambio demográfico por ámbito geográfico, 1990-2015 Ámbito y periodo Promedio Máxímo Mínimo Rango Desv. Est. 0.8 0.6 0.3 4.1 2.7 1.7 -1.4 -0.7 -0.7 5.6 3.4 2.4 2.0 1.0 0.7 4.1 3.0 2.0 9.7 9.8 5.4 -0.2 -0.9 -1.4 9.9 10.7 6.8 1.8 2.7 1.6 Delegaciones 1990-2000 2000-2015 2010-2015 Municipios 1990-2000 2000-2015 2010-2015 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015. En términos espaciales, la tendencia hacia la convergencia de las delegaciones y municipios se puede apreciar al comparar los mapas de las tasas de crecimiento, manteniendo fijos los intervalos de clase, entre un periodo de tiempo y otro (ver mapa 1). En estos se advierte un incremento notable en el número de delegaciones y municipios con menores tasas de crecimiento, y en consecuencia, una disminución del número de unidades con mayores ritmos de crecimiento, entre 1990 y 2015. Mapa 1 Zona Metropolitana de la Ciudad de México: Crecimiento medio anual por delegación y municipio, 1990-2015 1990-2000 2000-2010 13 2010-2015 Tasa de crecimiento promedio anual (%) Más de 4.0 3.0 a 4.0 2.0 a 3.0 1.0 a 2.0 0.0 a 1.0 Menos de 0.0 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015. La convergencia en el tiempo en la dinámica demográfica de las delegaciones y municipios, también se expresa en una disminución de sus niveles de autocorrelación espacial, es decir, del grado de asociación observado entre los ritmos de crecimiento de delegaciones y municipios vecinos, medidos a través de la l de Moran. Conforme el valor de este indicador tiende a uno, el patrón espacial de la variable en cuestión está más agrupado (concentrado), en cambio, cuando tiende a -1, el patrón es más disperso, mientras que un valor cercano a cero es reflejo de un patrón aleatorio, donde la correlación de la variable de interés entre unidades vecinas es mínima o nula. En los tres periodos analizados se obtuvieron I’s de Moran estadísticamente significativas y estadísticos de prueba (z) que permiten afirmar que la distribución espacial de la tasa de crecimiento está más agrupada de lo que se esperaría de un patrón o proceso completamente aleatorio. Sin embargo, la disminución de la I de Moran también nos indica que este patrón espacial de agrupamiento es cada vez menos pronunciado en el tiempo (ver mapa 2). Adicionalmente, los valores de las I de Moran locales permiten identificar clústeres de delegaciones y municipios al interior de la ZMCM, donde predominan valores altos o bajos, así como observaciones “atípicas”, es decir, unidades con bajas tasas de crecimiento junto a valores altos, y viceversa, unidades con tasas altas junto a valores bajos. En la década 1990-2000 se aprecian dos agrupamientos de municipios con altas tasas de crecimiento, el primero, al norte del área de estudio, formado por Cuautitlán, Melchor 14 Ocampo y Tultepec, y el segundo, al oriente, integrado por Chalco, Chicoloapan, Ixtapaluca y Valle de Chalco Solidaridad; mientras que 11 delegaciones centrales y del primer contorno de la Ciudad (Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Álvaro Obregón, Iztacalco e Iztapalapa) y un municipio (Naucalpan), forman un gran agrupamiento de unidades con bajos ritmos de crecimiento. Entre 2000 y 2010, cinco municipios (Melchor Ocampo, Nextlalpan, Tecámac, Zumpango y Tizayuca) reconfiguran el clúster de alto crecimiento hacia el extremo norte de la zona metropolitana, el conglomerado del oriente ya no aparece, mientras que el agrupamiento de bajo crecimiento muestra algunos cambios, con la desincorporación de las delegaciones Coyoacán, Cuajimalpa y Álvaro Obregón y la incorporación de los municipios de Nezahualcóyotl y Tlalnepantla. En el quinquenio reciente, el conglomerado de alto crecimiento al norte de la zona metropolitana se restringe a tres municipios (Tecámac, Zumpango y Tizayuca); al tiempo que el clúster de bajo crecimiento se extiende hacia el sur de la Ciudad, con la salida de Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Naucalpan, y el ingreso de Tlalpan y Xochimilco. En este quinquenio la delegación Benito Juárez se constituye como un caso “atípico”, al experimentar un crecimiento relativamente alto, el cual contrasta con las bajas tasas de crecimiento prevalecientes en las delegaciones vecinas. Mapa 2 Zona Metropolitana de la Ciudad de México: Autocorrelación espacial de la tasa de crecimiento por delegación y municipio, 1990-2015 1990-2000 I de Moran: 0.5627, puntuación z: 7.2, p-value: 0.001 15 2000-2010 I de Moran: 0.3944, puntación z: 5.2, p-value: 0.001 2010-2015 I de Moran: 0.3584, puntación z: 4.7, p-value: 0.001 El análisis de las tasas de crecimiento se complementa con el estudio del incremento demográfico en términos absolutos. Como ya se mencionó, entre 1990 y 2015 la población de la zona metropolitana aumentó en más de 5 millones de personas. Sin embargo, más de tres cuartas partes de este incrementó (3.9 millones) se concentró en tan sólo cuatro delegaciones de la Ciudad de México: Iztapalapa, Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco, y once municipios del Estado de México: Ecatepec, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Tecámac, Tultitlán, Chalco, Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Valle de Chalco Solidaridad y La Paz, cuyas poblaciones se incrementaron en más de 150 mil y hasta 460 mil habitantes. En contraste, y considerando también todo el periodo, siete delegaciones: Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Iztacalco, Miguel Hidalgo y Coyoacán, y dos municipios: Nezahualcóyotl y Tlalnepantla, registraron pérdidas 16 netas de población, entre 2 mil y poco más de 200 mil personas, que en conjunto suman casi 685 mil habitantes, monto equivalente a 13.4 por ciento del incremento demográfico total (ver gráfica 9). Gráfica 9 Incremento demográfico y porcentaje acumulado por delegación y municipio, 1990-2015 500,000 120 450,000 110 100 400,000 90 350,000 80 300,000 70 250,000 60 50 200,000 40 150,000 30 100,000 20 50,000 10 0 -50,000 -100,000 Ecatepec Chimalhuacán Ixtapaluca Iztapalapa Tecámac Tultitlán Chalco N. Romero Atizapán C. Izcalli V. de Chalco S. Tlalpan La Paz Tláhuac Xochimilco Chicoloapan Coacalco Huixquilucan Zumpango Acolman Á. Obregón Cuautitlán Huehuetoca Tultepec Texcoco Tizayuca Cuajimalpa Milpa Alta Naucalpan Tepotzotlán M. Contreras Atenco M. Ocampo Nextlalpan Tezoyuca Teotihuacán Teoloyucán Coyotepec Tepetlaoxtoc Tlalmanalco Chiautla Chiconcuac B. Juárez Jaltenco Temamatla Cocotitlán Tonanitla Papalotla Tlalnepantla Coyoacán M. Hidalgo Iztacalco Cuauhtémoc Azcapotzalco V. Carranza G. A. Madero Nezahualcóyotl 0 -20 -30 -150,000 -40 -50 -200,000 Incremento Inc. Acum. % Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censo de Población y Vivienda 1990 y Encuesta Intercensal 2015. 4. -10 Comportamiento de la migración reciente En el quinquenio 2010-2015, cambiaron de entidad federativa de residencia un total de 3.2 millones de personas que representan 2.9 por ciento de la población de cinco años y más de la nación. De ellas, 545 mil (17.1%) salieron de la Ciudad de México, al tiempo que llegaron a ésta 323 mil (10.1%), lo que resulta en una pérdida neta de 222 mil habitantes, cifra que equivale a la tercera parte de las pérdidas acumuladas por las 14 entidades 17 federativas que durante este periodo experimentaron un saldo neto migratorio negativo (ver cuadro 3). Cuadro 3 Migración interestatal y saldo neto migratorio, 2010-215 Migración reciente Entidad de residencia en 2015 (destino) Ciudad de México Estado de México Ciudad de México Estado de México Hidalgo Resto del país 0 158,226 10,877 153,725 301,603 0 20,429 177,684 Total de inmigrantes 322,828 Saldo neto migratorio Entidad de residencia en 2010 (origen) Ciudad de México Estado de México Estado de Hidalgo Resto del país Resto del país Total de emigrantes 29,434 51,804 0 39,387 214,247 191,353 40,011 1,808,839 545,284 401,383 71,317 2,179,635 499,716 120,625 2,254,450 3,197,619 Ciudad de México Estado de México Hidalgo Resto del país Total 0 143,377 18,557 60,522 -143,377 0 31,375 13,669 Hidalgo -18,557 -31,375 0 624 -60,522 -13,669 -624 0 -222,456 98,333 49,308 74,815 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal, 2015. La mayor pérdida de la Ciudad, 143 mil habitantes (64.5%), se da en el intercambio de población con el Estado de México, entidad de donde llegaron 158 mil personas, 49.0 por ciento de la inmigración a la Ciudad, y hacia la que se dirigieron 301 mil, 55.3 por ciento de la emigración de la capital. El intercambio de la Ciudad con el estado de Hidalgo también muestra una pérdida neta, de casi 19 mil habitantes, ya que el flujo migratorio en esa dirección fue de 29 mil personas y en el sentido contrario de 11 mil. A su vez, la pérdida de la capital con respecto al resto del país asciende a más de 60 mil habitantes, producto de una inmigración de 154 mil personas y una emigración de 214 mil. Por su parte, los cambios de residencia entre los estados de México e Hidalgo significaron una pérdida neta para el primero y una ganancia para el segundo de más de 31 mil habitantes, pues en el quinquenio reciente 52 mil personas migraron en esa dirección y 20 mil lo hicieron en el sentido contrario; mientras que ambas entidades experimentaron pérdidas menores respecto al resto del país, de 14 mil y menos de mil habitantes, respectivamente. 18 La gráfica 10 muestra las delegaciones de la Ciudad de México y los municipios de los estados de México e Hidalgo que captaron la mayor cantidad de migrantes interestatales en el quinquenio reciente. Estas 32 unidades experimentaron volúmenes de inmigración mayores de 10 mil habitantes y juntas son el destino de más de la quinta parte (22.6%) del total de movimientos observados al interior del territorio nacional. Con excepción de Toluca, Pachuca y Mineral de la Reforma, todas ellas forman parte de la zona metropolitana, destacando, en la Ciudad de México, las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán, con montos de inmigración mayores de 25 mil habitantes. Las tres primeras delegaciones reciben su mayor cantidad de migrantes del Estado de México y las tres últimas del resto del país. En el estado de México sobresalen Tecámac, Ecatepec, Chalco, Tlalnepantla, Naucalpan y Nezahualcóyotl, municipios que captaron una proporción significativamente mayor de su migración de la Ciudad de México, con excepción de Naucalpan. El municipio de Tizayuca, Hidalgo, por su parte, recibió un total de 28 mil migrantes, de los cuales 18,300 provinieron del Estado de México, 7,300 de la Ciudad de México y 2,300 del resto del país (ver gráfica 10) 19 Gráfica 10 Migrantes interestatales por entidad de origen y municipio de destino, 2010-2105 Miles 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 Edo. Méx. C. Izcalli Huehuetoca Atizapán de Z. M. de la Reforma V. Carranza Chicoloapan Tultitlán Pachuca Huixquilucan La Paz Iztacalco Zumpango Azcapotzalco Ixtapaluca Hidalgo V. de Chalco S. Tlalpan Chimalhuacán Toluca Á. Obregón Coyoacán Naucalpan CDMX Nezahualcóyotl Tizayuca B. Juárez M. Hidalgo Tlalnepantla Chalco Ecatepec Cuauhtémoc Tecámac G. A. Madero Iztapalapa 0 Resto del país Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal, 2010-2015. 5. Cambios en la estructura por edad La transición demográfica, esto, es el descenso sostenido en el tiempo, primero, de los niveles de mortalidad y, posteriormente, de los niveles de fecundidad ha significado un incremento importante de la esperanza de vida, así como una reducción sistemática del peso relativo de los grupos de edad más jóvenes, un aumento importante de la población en edades activas y un crecimiento cada vez mayor de los adultos mayores. Como resultado de este proceso, la proporción de población joven, de 0 a 14 años, de la Ciudad de México, disminuyó de 30.6 por ciento en 1990 a 21.7 por ciento en 2015, en cambio la proporción de población en edades activas, de 15 a 64 años, aumentó de 64.6 a 68.7 por ciento, y la de adultos mayores, de 65 años y más, creció de 4.8 a 9.6 por ciento. Esta misma tendencia se presenta en los municipios metropolitanos pero con proporciones mayores en edades jóvenes y menores en edades activas y de adultos mayores, respecto 20 a las de la Ciudad. Así, en éstos la proporción de jóvenes de 0 a 14 años pasó de 36.8 a 26.1 por ciento, la de personas entre 15 y 64 años aumentó de 60.5 a 67.8 por ciento y la de adultos mayores de 65 años creció de 2.7 a 6.1 por ciento (ver cuadro 4). Cuadro 4 Estructura poblacional por grandes grupo de edad, 1990-2015 Grupo de edad y ámbito 1990 2000 2010 2015 Población de 0 a 14 años (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos 38.6 33.5 30.6 36.8 34.1 29.2 26.5 31.9 29.3 25.3 22.4 27.7 28.3 24.2 21.7 26.1 Población de 15 a 64 años (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos 57.3 62.7 64.6 60.5 60.9 66.1 67.6 64.6 64.4 68.4 69.7 67.4 64.7 68.2 68.7 67.8 Población de 65 años y más (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos 4.2 3.8 4.8 2.7 5.0 4.7 5.9 3.5 6.3 6.2 7.9 4.8 7.1 7.6 9.6 6.1 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015 La composición de la población por grandes grupos de edad se sintetiza en la razón de dependencia demográfica que expresa el número de personas en edades dependientes, de 0 a 14 años y de 65 años y más, por cada cien personas en edades activas, de 15 a 64 años. La disminución sistemática de esta razón de dependencia, a la que en el ámbito de los estudios de población se alude como el “bono demográfico”, se ha visto como una ventana de oportunidad para que las sociedades que atraviesan por este proceso, aprovechen esta relación etaria ventajosa, en el sentido de disminuir la proporción de los recursos económicos destinados al consumo e incrementar la parte correspondiente al ahorro y la inversión, para con ello estar en mejores condiciones de encarar el aumento previsto en las misma razón de dependencia, como resultado ahora de un mayor crecimiento de la población adulta mayor. Sin embargo, la posibilidad de que esto ocurra, depende fundamentalmente de la inserción adecuada, no precaria, de la población en edades activas al mercado laboral, en el sentido de contar con un nivel de ingreso suficiente y con seguridad social para cuando llegue la edad del retiro. En este contexto, la disminución de la población en los grupos de edad más jóvenes, también es vista como una 21 oportunidad, para que éstos accedan y completen una educación de calidad que les permita acceder a empleos formales, más productivos y mejor remunerados. En 1990, en la Ciudad de México la razón de dependencia demográfica era de 58.8 dependientes por cada cien activos, desde entonces ésta se ha reducido en más de 9 unidades, para ubicarse en 2015 en 45.5 personas por cada cien. Esta disminución es resultado de un reducción aún mayor de la razón de dependencia juvenil, esto es del número de jóvenes de 0 a 14 años por cada cien personas en edades activas, la cual descendió de 47.3 a 31.6, y del aumento importante de la razón de dependencia de la tercera edad, cuyo nivel pasó de 7.4 adultos mayores por cada cien activos en 1990, a 13.9 en 2015 (ver cuadro 5). En el caso de los municipios metropolitanos, la razón de dependencia total se redujo de 65.3 a 47.5 personas, casi 18 unidades, cantidad significativamente mayor a la de la Ciudad, de forma que actualmente su nivel de dependencia total es sólo dos personas mayor al de la capital. En éstos la razón de dependencia juvenil disminuyó de 60.9 a 38.5 y la razón de dependencia de la tercera edad aumentó de 4.4 a 9.1. Así, en 2015, los municipios metropolitanos tienen siete dependientes jóvenes más, y cinco dependientes de la tercera edad menos, por cada cien personas en edades activas, que la Ciudad de México. Cuadro 4 Razones de dependencia demográfica total, juvenil y de la tercera edad, 1990-2015 Rázon de dependencia y ámbito Dependenia total (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos 1990 2000 2010 2015 74.7 59.4 54.8 65.3 64.3 51.4 48.0 54.7 55.2 46.2 43.6 48.4 54.6 46.6 45.5 47.5 67.4 53.3 47.3 60.9 56.1 44.3 39.2 49.3 45.5 37.0 32.1 41.2 43.7 35.4 31.6 38.5 7.3 6.1 7.4 4.4 8.2 7.1 8.8 5.4 9.7 9.1 11.4 7.2 10.9 11.2 13.9 9.1 Dependenia juvenil (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos Dependenia tercera edad (%) Nacional Zona metropolitana Ciudad de México Municipios metropolitanos Fuente: Cálculos con base en INEGI, Censos de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010, y Encuesta Intercensal 2015 22 En la capital, las mayores razones de dependencia juvenil se ubican en las delegaciones Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa y Magdalena Contreras, con niveles entre 32 y 40 jóvenes por cada cien activos, y las mayores razones de dependencia de la tercera edad se encuentran en las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero, con valores entre 16 y 19 dependientes mayores por cada cien activos. Por su parte, en los municipios metropolitanos los niveles de dependencia juvenil más altos se localizan en Huehuetoca, Nextlalpan, Tizayuca, Coyotepec y Temamatla, con razones entre 45 y 50 dependientes, significativamente mayores a las de la Ciudad, mientras que los índices de dependencia de la tercera edad más elevados corresponden a Tlalnepantla, Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlalmanalco, con niveles entre 12 y 14 adultos mayores por cada cien activos. 6. Prospectiva demográfica En general, las proyecciones de población publicadas por el CONAPO para el año 2015, son consistentes con los resultados de la Encuesta Intercensal, publicados por el INEGI. En la siguiente grafica se puede observar que en 51 de las 57 demarcaciones territoriales que forman la ZMCM, la proyección de población se encuentra contenida dentro del intervalo de confianza al 90 por ciento, estimado con base en la Encuesta Intercensal. Las únicas excepciones corresponden a seis municipios del Estado de México: Papalotla 2 , Tonanitla, Acolman, Tultitán, Tultepec y Nezahualcóyotl. 2 Este municipio no tiene un intervalo de confianza como tal, ya que por el tamaño de su población, fue de hecho censado en 2015, y la diferencia con respecto a la proyección de población es mínima. 23 Gráfica 11 Comparación entre las proyecciones de población del CONAPO y las estimaciones de la Encuesta Intercensal por delegación y municipio, 2015. 500,000 80,000 450,000 70,000 400,000 60,000 350,000 50,000 300,000 40,000 250,000 200,000 30,000 150,000 20,000 100,000 10,000 50,000 0 0 Estimación Límite inf. 90% Límite sup. 90% Proyección 600,000 Estimación Límite inf. 90% Límite sup. 90% Proyección 2,000,000 1,800,000 500,000 1,600,000 1,400,000 400,000 1,200,000 1,000,000 300,000 800,000 200,000 600,000 400,000 100,000 200,000 0 0 Estimación Límite inf. 90% Límite sup. 90% Proyección Estimación Límite inf. 90% Límite sup. 90% Proyección Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de población de México 2010-2030; e INEGI, Encuesta Intercensal 2015. De acuerdo con las proyecciones del CONAPO, se prevé que la población de la ZMCM ascienda a 21.5 millones de habitantes en 2020 y 22.6 millones en 2030. Para los mismos años, se espera que la cantidad de habitantes de la Ciudad de México disminuya de 8.7 a 8.4 millones, y la de los municipios metropolitanos aumente de 12.8 a 14.2 millones, lo que significaría un descenso en la participación de la Ciudad en el total de la zona metropolitana, de 40.6 a 37.3 por ciento, y un incremento en el peso relativo de los municipios, de 59.4 a 62.7 por ciento, respectivamente (ver gráfica 12). 24 Gráfica 12 Tamaño de la población y participación en la ZMCM, 2010-2030 25 Población (millones) Porcentaje 70 20 60 15 50 10 40 5 30 0 2010 2015 Cd. México 2020 Mun. Met. 2025 % Cd. México 2030 % Mun. Met. 20 Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de la población de México 2010-2030. En términos absolutos, la composición por edad de la Ciudad de México continuará experimentando una disminución de sus poblaciones más jóvenes. Los niños y adolescentes, menores de 15 años, disminuirán de 1.79 millones en 2020 a 1.59 millones en 2030. En los mismos años, los jóvenes de 15 a 29 años descenderán de 1.96 millones a 1.73 millones, y los adultos de 30 a 44 años haran lo propio, de 1.94 millones a 1.73 millones. Simultáneamente, los adultos maduros, de 45 a 64 años, mostrarán un ligero aumento, de 2.11 a 2.15 millones, en tanto que los adultos mayores, de 65 años y más, exhibirán un incremento mayor de 940 mil a 1.24 millones. Estos cambios implicarán un aumento en la razon de dependencia demográfica de la Ciudad, de 45.5 personas en edades dependientes por cada cien personas en edades activas en 2020, a 50.3 dependientes por cada cien activos en 2030 (ver gráfica 13). Por su parte, en los municipios metropolitanos, las poblaciones de niños y adolescentes, menores de 15 años, y de jóvenes, de 15 a 29 años, se mantendrán prácticamente constates, alrededor de 3.2 millones y 3.1 millones, respectivamente. Los adultos de 30 a 44 años experimentarán un aumento, de 2.83 millones en 2020 a 3.01 millones en 2030; mientras que los los adultos maduros, de 45 a 59 años, y los adultos mayores, de 65 años y más, experimentaran incrementos significativamente más elevados, al pasar, los primeros de 2.74 a 3.34 millones, y los segundos de 906 mil a 1.48 millones de habitantes. En consecuencia, la razón de dependencia demográfica en los municipios metropolitanos aumentará de 47.4 personas en edades dependeintes por cada cien personas en edadese 25 activas en 2020, a 49.5 dependientes por cada cien activos, diez años después, miemtras que para el conjunto de la ZMCM, ésta pasara de a dependientes por cada cien activos. Gráfica 13 Población por grupos de edad y razón de dependencia demográfica, 2010-2030 Población de 0 a 14 años Población (millones) Población de 15 a 29 años Porcentaje Población (millones) Porcentaje 30 6 5 25 5 25 4 20 4 20 3 15 3 15 2 10 2 10 1 5 1 5 0 0 2010 6 0 2010 2015 Cd. México 2020 Mun. Met. 2025 % Cd. México 2030 % Mun. Met. Población de 30 a 44 años 5 Población (millones) 25 20 3 15 2 10 1 5 2015 Cd. México 2020 Mun. Met. 2025 % Cd. México 2030 % Mun. Met. 0 6 2030 % Mun. Met. 0 Porcentaje 30 5 25 4 20 3 15 2 10 1 5 0 2010 2015 Cd. México 2020 Mun. Met. 2025 % Cd. México 2030 % Mun. Met. 0 Razón de depependencia Porcentaje Dependientes por cada cien activos 15.0 51 2.5 12.5 50 2.0 10.0 1.5 7.5 1.0 5.0 0.5 2.5 0.0 2010 0.0 3.0 2025 % Cd. México Población (millones) Población de 65 años y más Población (millones) 2020 Mun. Met. Población de 45 a 64 años Porcentaje 4 0 2010 2015 Cd. México 30 49 48 47 46 45 2015 Cd. México 2020 Mun. Met. 2025 % Cd. México 2030 % Mun. Met. 44 2010 2015 2020 Cd. México 2025 Mun. Met. 2030 ZMCM Finalmente, la gráfica 14 presenta el incremento esperado en el número de habitantes de las delegaciones y municipios de la ZMCM, entre 2020 y 2030. En ella se advierte que trece municipios: Ecatepec, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Ixtapaluca, Tultitlán, Tecámac, Nicolás Romero, Chalco, Valle de Chalco Solidaridad, Tlalnepantla, Atizapán de 26 Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, experimentariánn aumentos mayore de 50 mil habitantes, concentrando, en conjunto, más del 70 por ciento del incremmento demográfico previsto para los municipios metropolitanos, en contraste con las delegaciones de la Ciudad de México, las cuales, con excepción de Milpa Alta, estarían mostrando un decremento de su población. Gráfica 14 Incremento demográfico previsto por delegación y municipio, 2020.2030 200 Miles 150 100 50 -50 Ecatepec Chimalhuacán Nezahualcóyotl Naucalpan Ixtapaluca Tultitlán Tecámac Nicolás R. Chalco V. de Chalco S. Tlalnepantla Atizapán de Z. C. Izcalli La Paz Texcoco Huixquilucan Acolman Zumpango Coacalco Chicoloapan Huehuetoca Cuautitlán Tizayuca Tepotzotlán Tultepec Atenco Melchor O. Teotihuacán Nextlalpan Teoloyucan Tezoyuca Coyotepec Tlalmanalco Tepetlaoxtoc Chiautla Chiconcuac Jaltenco Temamatla Tonanitla Cocotitlán Milpa Alta Papalotla Cuajimalpa Tláhuac Magdalena C. Xochimilco Iztacalco Tlalpan V. Carranza M. Hidalgo Azcapotzalco Á. Obregón Cuauhtémoc B. Juárez Iztapalapa Coyoacán G. A. Madero 0 Fuente: Cálculos con base en CONAPO, Proyecciones de Población 2010-2030. 7. Referencias Garza, G. y Rivera, S. (1994), Dinámica macroeconómica de las ciudades en México, Instituto Nacional de Estadística Geográfía e Informática – El Colegio de México, Universidad Nacional Autónoma de México, México. CONAPO (1998), Escenarios demográficos y urbanos de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, 1990-2010. Síntesis, México. 27 CONAPO (2012), Proyecciones de la población de México 2010-2050. Documento metodológico, Consejo Nacional de Población, México. CONAPO (2013), Proyecciones de la población de México 2010-2050, Consejo Nacional de Población, México. CORONA, R. (1993), “Migración permanente interestatal e internacional, 1950-1990”, en Comercio Exterior, Vol. 43, Núm. 8, México. Unikel, L., Ruiz, C. y Garza, G. (1976), El desarrollo urbano de México. Diagnóstico e implicaciones futuras, El Colegio de México, México. 28 Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la perspectiva empleo Carlos Anzaldo Gómez*1 1. Introducción 2. Definición del área de estudio: Ciudad de México y su zona metropolitana *ConsultorRedGEO Funcionalidad territorial de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana desde la perspectiva empleo Carlos Anzaldo Gómez* 1. Introducción Dos puntos de partida, el primero es una convención: funcionalidad territorial refiere a las interacciones sobre un aspecto determinante de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, y a las características de estas interacciones. Y el segundo, la selección de empleo como variable insignia por su papel determinante en varias dinámicas territoriales relevantes; y por su papel de variable puente entre economía y sociedad. Lo cual sustenta el trabajo de delimitación del área de estudio, que se presenta a continuación; sólo cabe adelantar que la delimitación resultante presenta leves variaciones a las mayormente usadas en los estudios de la metrópoli, de forma tal que no se generan divergencias entre resultados y por ende, tampoco inconsistencias al utilizar otras fuentes de información y conocimiento. Esta delimitación territorial permite incorporar las principales zonas en donde ocurre la creciente intensidad y complejidad de una funcionalidad, que da lugar a la conformación de la metrópoli de la Ciudad de México y, al respetar las circunscripciones políticoadministrativas, facilita la relación con las agendas pública e institucionales, inclusive pensar en formas de cooperación cuyo eje sea la construcción de agendas compartidas en temáticas centrales. Lo anterior significa una enorme ventaja frente a las delimitaciones territoriales asociadas a la ZMVM, a la Cuenca del Valle de México, a la utilizada en el Programa de Ordenación del Valle de México1, entre otras. *Consultor Red GEO 1 SEDESOL, Gobierno del Distrito Federal, Gobierno del Estado de México, Gobierno del Estado de Hidalgo, Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México, Actualización 2012. 1 No obstante la pertinencia de que este trabajo contemple una zona de estudio común, esta delimitación se contempla la flexibilidad necesaria para su ampliación en función de zonas de influencia de la metrópoli2 de acuerdo con los temas específicos que abarca cada vertiente y línea de investigación, en la medida que cada una de ellas presenta una funcionalidad espacial relativamente diferente, que es importante ilustrar: Los temas de vulnerabilidad en la metrópoli y sus servicios ambientales fundamentales (en particular, de cambio de uso de suelo), requieren de una visión de cuenca hidrográfica y un enfoque de ecosistema urbano. El siguiente mapa lo ilustra: La relación urbano-rural y el hecho de que las grandes concentraciones urbanas generan regiones funcionales se asocian directamente con el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México (actualización 20123) cuya propuesta de 2 Y sin duda, está la funcionalidad del área de estudio con otros centros urbanos, inclusive de otros países. “De acuerdo con la Declaratoria de Zona Metropolitana del 22 de diciembre de 2005, la ZMVM se conforma por 59 municipios del Estado de México y 16 Delegaciones del Distrito Federal. Por considerarlo pertinente, por acuerdo de los gobiernos del Distrito Federal, Estado de México e Hidalgo y la Federación se consideran 21 municipios del estado de Hidalgo en el área de estudio de la actualización del POZMVM, con base en el documento Análisis para la incorporación de municipios hidalguenses a la ZMVM (GEH, 2011). Óp. Cit. 3 2 regionalización apunta la necesidad político-administrativa de una convención que incorpora territorios de una larga lista de municipios4: 4 “El POZMVM se fundamenta jurídicamente en el marco de leyes, convenios, estatutos y códigos de los tres órdenes de gobierno, que establecen diversas disposiciones para el reconocimiento de esta Zona Metropolitana. Conforme a la normativa legal vigente, el POZMVM se inserta en el Sistema Nacional de Planeación Democrática, en congruencia con los supuestos, lineamientos y objetivos de los planes y programas que inciden en su ámbito de aplicación: el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, el Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio (PNDUOT) 2001-2006, el Programa Sectorial de Desarrollo Social (PSDS) 2007-2012 así como los planes o programas generales de desarrollo, y de desarrollo urbano del Distrito Federal, el Estado de México y el estado de Hidalgo.”. Op. cit. 3 Delegaciones y municipios que integran la ZMVM Distrito Federal Estado de México Naucalpan de Juárez Estado de Hidalgo Álvaro Obregón Acolman Ajacuba Azcapotzalco Amecameca Nextlalpan Atitalaquia Benito Juárez Apazco Nezahualcoyótl Atotonilco de Tula Coyoacán Atenco Nicolás Romero Epazoyucan Cuajimalpa de Morelos Atizapán de Zaragoza Nopaltepec Mineral de la Reforma Cuauhtémoc Atlautla Otumba Mineral del Monte Gustavo A. Madero Axapusco Ozumba Mixquiahuala de Juárez Iztacalco Ayapango Papalotla Pachuca de Soto Iztapalapa Chalco San Martín de las Pirámides Progreso de Obregón Magdalena Contreras Chiautla Tecámac San Agustín Tlaxiaca Miguel Hidalgo Chicoloapan Temamatla Tepeji del Rio de Ocampo Milpa Alta Chiconcuac Temascalapa Tetepango Tláhuac Chimalhuacán Tenango del Aire Tezontepec de Aldama Tlalpan Coacalco de Berriozábal Teoloyucan Tizayuca Venustiano Carranza Cocotitlán Teotihuacán Tlahuelilpan Xochimilco Coyotepec Tepetlaoxtoc Tlaxcoapan Cuautitlán Tepetlixpa Tolcayuca Cuautitlán Izcalli Tepotzotlán Tula de Allende Ecatepec de Morelos Tequixquiac Villa de Tezontepec Ecatzingo Texcoco Zapotlán de Juárez Huehuetoca Tezoyuca Zempoala Hueypoxtla Tlalmanalco Hixquilucan Tlalnepantla de Baz Isidro Fabela Tonanitla Ixtapaluca Tultepec Jaltenco Tultlitlán Jilotzingo Valle de Chalco Solidaridad Juchitepec Villa del Carbón La Paz Zumpango Melchor Ocampo Fuente: Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional Metropolitano, Subsecretaría de Desarrollo Regional Metropolitano, Gobierno del estado de Hidalgo. Análisis para la incorporación de municipios hidalguenses a la ZMVM (GEH, 2011). Por otro lado, los temas de movilidad, empleo y conectividad presentan un referente con la delimitación de Zona Metropolitana de INEGI-CONAPO-SEDESOL5, cuya 5 México. Consejo Nacional de Población en coautoría con Secretaría de Desarrollo Social e Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática. Delimitación de las zonas metropolitanas de México / Grupo 4 metodología incorpora una serie de criterios de forma tal que suma 76 municipios, de ellos: i. 52 municipios son centrales (carácter urbano y un alto grado de integración funcional). ii. 7 municipios exteriores por criterios de distancia, integración funcional y carácter urbano; en términos operativos son municipios contiguos a los anteriores, cuyas localidades geoestadísticas urbanas no están conurbadas, pero manifiestan un carácter, de forma tal que el polígono asociado a la localidad geoestadística urbana permite ubicar en los municipios exteriores las zonas que presentan una funcionalidad significativa con la metrópoli, los parámetros son: al menos 15 por ciento de su población ocupada residente trabaja en los municipios centrales; bien, 10 por ciento o más de la población que trabaja en el municipio reside en los municipios centrales; y otros 17 municipios exteriores por criterios de planeación y política urbana. iii. Como se muestra en el siguiente mapa, la Zona Metropolitana del Valle de México involucra a 267 localidades geoestadísticas urbanas: Interinstitucional. México, http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/zonas_metropolitanas2000/01.pdf 2000. 5 2. Definición del área de estudio: Ciudad de México y su zona metropolitana El concepto zona metropolitana refiere a una forma particular de urbanización, en la que la expansión de la Ciudad hacia la periferia rebasa los límites territoriales de la unidad político administrativa que originalmente la contenía, incorporando como parte de sí misma y de su área de influencia directa a unidades político administrativas vecinas con las que mantiene un alto grado de integración socioeconómica. Desde los años sesenta, la zona metropolitana de la Ciudad de México ha sido objeto de diferentes propuestas de delimitación (Unikel et al., 1976; Salazar y Negrete, 1986; Sobrino, 1993; CONAPO, 1997; SEDESOL, Gobierno del Distrito Federal y Gobierno del Estado de México, 1998; INEGI, 2000), las cuales consideraban diversos criterios para determinar el carácter urbano de las delegaciones y municipios, así como su nivel de integración funcional. En 2004, SEDESOL, INEGI y CONAPO, definieron un conjunto de criterios para la delimitación de las zonas metropolitanas que, además de los aspectos de conurbación física y funcionalidad, incluyen consideraciones de planificación y política urbana, que en el 6 caso particular de la Ciudad de México, implicaron un incremento significativo de su número de demarcaciones en lo que actualmente se denomina Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). En 2010, la ZMVM así definida comprendía un total de 76 unidades político administrativas (16 delegaciones, 59 municipios del Estado de México y un municipio de Hidalgo), de las cuales 51 fueron incorporadas bajo el criterio de conurbación física, 7 por criterios de integración funcional y 17 por criterios de política urbana (ver Mapa 13. Zona Metropolitana del Valle de México, anexo). Estos últimos son municipios que si bien no cumplen con los criterios “duros” de conurbación física, integración funcional y carácter urbano, se considera tienen un carácter estratégico para la ordenación del territorio en el mediano y largo plazo, ya que a su interior poseen áreas de alto valor que se deben preservar, así como zonas aptas para el desarrollo urbano que deben incorporarse de manera planificada. Por su parte, la actualización 2012 del Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México (Gobierno Federal y gobiernos del Distrito Federal, Estado de México e Hidalgo), considera como área de estudio 20 municipios adicionales del estado de Hidalgo, de forma tal que el número de delegaciones y municipios se incrementa hasta 96 (ver Mapa 1. Delegaciones y Municipios que integran el área de estudio del POZMVM 2012, anexo). Con el fin de identificar el conjunto de municipios que resultan prioritarios para el desarrollo económico, social y territorial de la Ciudad de México y su zona metropolitana, se procedió a identificar la medida en que cada municipio se relaciona en términos funcionales con el territorio de la capital del país, a través de un indicador representativo y metodológicamente robusto que da cuenta del peso específico de cada municipio en el total de la población ocupada que reside fuera de la Ciudad de México y que trabaja en la capital, estimado con base en los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 (INEGI). De acuerdo con esta fuente, en 2015 en la Ciudad de México trabajan un total de 5, 189,696 personas, de las cuales 3, 775,053 (72.7%) residen en alguna de sus 16 delegaciones y 1, 7 414,643 (27.3%) radican en algún municipio de otra entidad. En las siguientes tabla y gráfica se sintetiza la distribución de esta última población. En ellas se advierte que tan solo seis municipios del Estado de México (Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Naucalpan e Ixtapaluca) concentran poco más de la mitad de la población ocupada que tiene como lugar de trabajo a la Ciudad de México. Asimismo, 11 municipios (Valle de Chalco Solidaridad, Tecámac, La Paz, Chalco, Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Chicoloapan, Cuautitlán Izcalli, Coacalco y Nicolás Romero) reúnen casi 30 por ciento de la población. De esta forma, 80 por ciento de la población ocupada reside en 17 municipios contiguos localizados alrededor de la Ciudad de México. El siguiente estrato lo constituyen 21 municipios que en conjunto participan con poco menos del 10 por ciento de la población ocupada en la Ciudad, de éstos sólo ocho municipios del Estado de México (Acolman, Texcoco, Zumpango, Cuautitlán, Tultepec, Huehuetoca, Tlalmanalco y Atenco) y un municipio de Hidalgo (Tizayuca) forman parte de la Zona Metropolitana del Valle de México, mientras que el resto se encuentran fuera de la Cuenca, entre los que destacan Toluca, Metepec, Lerma y Cuernavaca. Distribución de la población ocupada que reside en otra entidad federativa y que trabaja en la Ciudad de México, 2015 Rango 74,263 20,150 2,850 650 70 1 a a a a a a 194,140 61,236 11,552 2,733 638 69 Municipios 6 11 21 57 244 1,122 Población ocupada que trabaja en la Cd. México Absoluto Acum. Porcentaje % Acum. 719,012 719,012 50.8 50.8 417,300 1,136,312 29.5 80.3 136,548 1,272,860 9.7 90.0 71,042 1,343,902 5.0 95.0 56,584 1,400,486 4.0 99.0 14,157 1,414,643 1.0 100.0 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal 2015. 8 Población ocupada en la Cd. de México que reside en otra entidad federativa y porcentaje acumulado en los primeros cien municipios, 2015 200,000 100 180,000 90 160,000 80 140,000 70 120,000 60 100,000 50 80,000 40 60,000 30 40,000 20 20,000 10 0 0 1 4 7 10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40 43 46 49 POBOCUDF 52 55 58 61 64 67 70 73 76 79 82 85 88 91 94 PTJEACU 97 100 Fuente: Cálculos con base en INEGI, Encuesta Intercensal 2015. El área de estudio propuesta, suma a los 26 municipios del Valle mayormente integrados a la Ciudad de México, un total de 16 municipios de menor tamaño —tres municipios localizados al noroeste (Tepotzotlán, Coyotepec y Teoloyucan), cuatro al norte (Nextlalpan, Jaltenco, Tonanitla y Melchor Ocampo), ocho al noreste (Tezoyuca, Chiautla, Cinconcuac, Papalotla, Teotihuacán y Tepetlaoxtoc) y dos al sureste (Cocotitlán y Temamatla)— cuyas localidades están conurbadas a los municipios anteriores y que por su cercanía están expuestos a experimentar un mayor crecimiento. De esta forma, es área de estudio comprende un total de 57 demarcaciones: 16 delegaciones de la Ciudad de México (en proceso de reforma con la nueva Constitución de la Ciudad), 40 municipios del Estado de México y un municipio de Hidalgo, donde en 2015, residían casi 20.4 millones de personas, es decir 17 por ciento de la población nacional (ver cuadro y mapa, siguientes). 9 Esta propuesta excluye a 19 municipios del Estado de México y 20 de Hidalgo que si bien forman parte del área de estudio del Programa de Ordenación de la ZMVM, están más alejados y funcionalmente muy poco integrados a la Ciudad de México. 10 11 El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana: tendencias territoriales y sectoriales Claudia Lorena Galindo1 Alejandro Burgos2 1. Introducción 2. Metodología 3. Planteamiento del tema 4. Resultados 4.1. Tendencias generales 4.2. Tendencias territoriales 4.3. Tendencias sectoriales 5. Referencias 1 2 Investigadora, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. Investigador, Red Geo. El empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana: tendencias territoriales y sectoriales Claudia Lorena Galindo1 y Alejandro Burgos2 1. Introducción El desarrollo sostenible de la Ciudad de México, la calidad de vida presente y futura de su población, así como la recuperación de su potencial de crecimiento económico, se encuentran directamente relacionadas con las oportunidades y características del empleo que se genere tanto en la CDMX como en la ZMCM. El empleo representa, sin duda, una piedra de toque de singular peso en la construcción de la viabilidad económica, social y ambiental de la Ciudad y su competitividad nacional y global hacia el mediano plazo. Su mantenida centralidad como sede de los poderes federales, en el funcionamiento de la economía nacional, como concentración social y demográfica a nivel metropolitano, exigen una detenida revisión de la relación existente entre el empleo y las dinámicas territoriales en curso en la economía así como de profunda intersección con problemáticas como la movilidad, la precariedad, la complejidad urbano-rural, y la misma sustentabilidad del desarrollo asociada con la protección de los servicios ambientales de la región. En esa dirección, este acercamiento, sin pretender ofrecer una visión acabada ni plena del tema, permitió aportar en torno a la identificación de tendencias relevantes en la relación existente entre la dinámica de la economía y la territorialidad en el empleo en la Ciudad y su Zona Metropolitana. El análisis se realizó considerando un periodo que abarca desde finales de los años 90 hasta años recientes así como las siguientes escalas territoriales: País, CDMX, ZMCM, Delegaciones de la CDMX y Municipios de la ZMCM, de acuerdo con los objetivos y la 1 2 Investigadora, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C: Investigador, Red Geo. 1 propuesta metodológica general del Estudio. Los resultados de este trabajo se describen a continuación. 2. Metodología La selección y sistematización de la información se realizó en función de las necesidades del análisis propuesto, en términos de la identificación de las principales dinámicas, tendencias y características económicas de la Ciudad y su Zona Metropolitana desde una perspectiva territorial. En particular, para analizar la situación actual del empleo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana se utilizó la información de los Censos Económicos de los años 1999, 2004, 2009 y 2014 de INEGI sobre Personal Ocupado Total3 (INEGI, varios años). La selección de esta variable como eje del estudio permitió una realizar aproximación espacio-temporal a la dinámica general del empleo en la CDMX y la ZMCM desde finales de los años 90 (un periodo de 15 años), así como en su relación con la dinámica general del crecimiento económico de la CDMX y la ZMCM, medida a través del Valor Agregado Censal Bruto Total y sectorial, a escala estatal y municipal/delegacional. Atendiendo justamente los objetivos del estudio, no se consideraron, en este momento, variables relacionadas con la formalidad o informalidad, los derechos laborales, tipos de contratación y/o remuneración, ni su correlato con la desocupación o los asociados a las dinámicas demográficas y la Población Económicamente Activa. La información de los Censos Económicos de 1998, 2003, 2008 y 2013 de INEGI se obtuvo a través del Sistema Automatizado de Información Censal (SAIC). Para todos los casos se realizaron tablas descriptivas de participación porcentual (respecto del total de la zona metropolitana, de la Ciudad de México y de los municipios conurbados), 3 “Comprende tanto al personal contratado directamente por la razón social, como al personal ajeno suministrado por otra razón social, que trabajó para la unidad económica, sujeto a su dirección y control, y cubrió como mínimo una tercera parte de la jornada laboral. Puede ser personal de planta, eventual o no remunerado”. INEGI, Glosario. http://www.inegi.org.mx/lib/glosario/paginas/contenido.aspx?id_nivel=01020000000000&id_termino=212&g=ee n&s=est&c=10579&e= 2 tasas de crecimiento medio anual y, para el caso de las variables presentadas en moneda, se tomó la información en valores constantes, misma que fue deflactada con el Índice de Precios del Área Metropolitana de la Ciudad de México disponible en el Banco de Información Económica (BIE) de INEGI, siendo el valor anual un promedio de los meses del índice y tomando el año 2013 como base de los precios para toda la serie. Con base en los resultados obtenidos se utilizó el cociente de Valor Agregado Censal Bruto sobre Personal Ocupado Total como semejante a la productividad, entendida como la capacidad de un sector de la actividad de generar valor agregado por trabajador que emplea. Una vez identificadas las principales tendencias y cambios de la estructura económica de los componentes de la Ciudad de México y la ZMCM, en su participación, en sus ritmos de crecimiento y la comparación entre distintas variables, se procedió a observar el comportamiento de la dinámica encontrada respecto al territorio. Para ello se construyeron dos tipos de mapas para varias variables: Box Map. Clúster. El primero responde a una representación geográfica de los resultados de un diagrama “Box Plot” utilizando el criterio de distinción de datos atípicos de 1.5 veces el rango intercuantílico. El mapa de Clúster se generó con base en un Índice de Morán Univariado con criterio de vecindad de primer grado y desplazamiento tipo “queen”. Ambos tipos de representación geográfica de la información fueron realizados a través del programa “GeoDa”. 3. Planteamiento del tema La Ciudad de México y su Zona Metropolitana siguen siendo, no solo los principales centros generadores de riqueza del país (Gráfica 1), sino uno de los territorios de la República en los que se concentran las mayores oportunidades para trabajar e incorporarse a las actividades productivas y el desarrollo social (Gráfica 2). 3 De hecho, desde finales de los años 90 hasta la fecha, prácticamente una cuarta parte del Personal Ocupado del país trabaja en la ZMCM. De ellos, más del 70% de trabaja en la CDMX, en tanto que el resto se distribuye entre los municipios de la Zona Metropolitana (Gráfica 1). 4 Ello representó, de acuerdo con la información del último Censo Económico de INEGI (INEGI, 2014), que de un total de 21.5 millones de las personas ocupadas en el país en 2013, más de cinco millones se encontraran trabajando en la ZMCM: poco más de tres y medio millones, en la Ciudad de México (Gráfica 2). 5 Lo anterior confirma la importante contribución que tradicionalmente ha realizado la economía de la Ciudad de México a la generación de empleo en el país; una contribución que se ha mantenido, incluso, a pesar de los cambios ocurridos tanto en la economía nacional como local a lo largo de las últimas décadas. No obstante lo anterior, el dinamismo de su economía ha tendido a disminuir los últimos años y, con ello, su capacidad de mantener los mismos ritmos y parámetros de ocupación de otros tiempos, como se muestra continuación. 4. Resultados 4.1. Tendencias generales En general, el número de personas ocupadas en la Ciudad de México y, en general, en la ZMCM tendió a incrementarse en los últimos quince años (Cuadro 1, Gráfica 3). 6 Cuadro PO_1 Personal Ocupado Total, 1998-2013 (Número de personas) Total nacional ZMCM CDMX Municipios ZMCM 1998 13,827,025 2003 16,239,536 2008 20,116,834 2013 21,576,358 3,570,676 3,979,449 4,695,162 5,044,700 2,572,497 2,830,846 3,289,129 3,603,572 998,179 1,148,603 1,406,033 1,441,128 Fuente: Elaboración propioa con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) Esa tendencia dio lugar a un incremento del 40.1% en el Personal Ocupado en la Ciudad de México entre 1998 y 2013 así como de un 44.4% en los municipios de la ZMCM. En promedio, un incremento del 41.3% en la ZMCM en el periodo, que, sin embargo, fue alrededor de 15 puntos inferior al porcentaje de incremento promedio registrado a nivel nacional (calculado en 56%) (Cuadro 2). Total nacional Cuadro PO_2 Personal Ocupado Total, 1998 y 2013 Número de personas Incremento Número de 1998 2013 (%) personas 13,827,025 21,576,358 7,749,333 56.0 ZMCM CDMX Municipios ZMCM 3,570,676 5,044,700 2,572,497 3,603,572 998,179 1,441,128 1,474,024 1,031,075 442,949 41.3 40.1 44.4 Fuente: Elaboración propioa con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) En congruencia con lo anterior, la participación del Personal Ocupado en la Ciudad de México como en los municipios de la ZMCM en el total del Personal Ocupado en el país, registró una clara tendencia a la baja entre 1998 y 2008. Una tendencia que logró estabilizarse y/o recuperarse en el caso de la Ciudad de México por solo unas cuantas décimas en 2013, al pasar, de un 16.4% a 16.7% del total nacional, pero que entre los municipios de la ZMCM, como promedio, continúo disminuyendo (Gráfica 4). 7 Gráfica PO_4 Contribución relativa de la Ciudad de México, la ZMCM y los municipios de la ZM en la Población Ocupada Total dek país, 1998-2013 (Porcentajes) 25.8 24.5 23.3 23.4 18.6 17.4 16.4 16.7 Porcentajes 14.4 ZMCM CDMX 1998 2003 2008 14.1 14.0 13.4 Municipios ZMCM 2013 Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI Censos Económicos, 2014. Datos definitivos (SAIC). De hecho, tanto en el caso de la Ciudad de México como de la ZMCM se observa que la tendencia previa a 2008 en el ritmo de crecimiento (Gráfica 5) así como en el volumen del Personal Ocupado (Gráfica 6), registró una notable inflexión a la baja en a partir de ese año. Una tendencia que, por cierto, además de muy baja, siguió la misma lógica a nivel nacional y que, sin embargo, fue comparativamente menos profunda que la registrada a nivel nacional (0.02% contra 0.01%) (Cuadro 3). 8 Cuadro PO_3 Personal Ocupado Total: TMCA, 1998-2013 (Porcentajes) 1998-2003 2003-2008 2008-2013 1998-2013 Nacional 0.03 0.04 0.01 0.03 ZMCM 0.02 0.03 0.01 0.02 CDMX 0.02 0.03 0.02 0.02 Municipios ZMCM 0.03 0.04 0.00 0.02 Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) Esta inflexión resulta de significativa importancia en términos de la proyección que al mediano plazo podría presentar el comportamiento tendencial de esta variable en la economía nacional a partir de la crisis de 2008-2009. Gráfica PO_6 Tendencia de cambio en el volumen del Personal Ocupado, 1998-2013 (Número de personas) 4,000,000 3,500,000 3,000,000 2,500,000 2,000,000 1,500,000 1,000,000 500,000 0 TOTAL NACIONAL ZMCM 1998-2003 CDMX 2003-2008 MUNICIPIOS ZMCM 2008-2013 Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI Censos Económicos, 2014. Datos definitivos (SAIC). No obstante, hacia 2013 se registró una nueva tendencia hacia la recuperación, proporcionalmente más significativa en el caso de la Ciudad de México, que en los municipios de la ZMCM e incluso, que la nacional. Mientras que el incremento nacional registrado en el Personal Ocupado a nivel nacional entre 2008 y 2013 fue del orden del 7.3%, para la Ciudad de México ese porcentaje fue del 9.6% y de solo un 2.5% en los 9 municipios de la ZMCM, lo que en términos metropolitanos se tradujo en un incremento promedio de alrededor del 7.4% (Cuadro 4). Cuadro PO_4 Personal Ocupado, 1998-2013 Variación porcentual 1998-2003 2003-2008 2008-2013 Total nacional 17.45 23.88 7.26 ZMCM 11.45 17.99 7.44 CDMX 10.04 16.19 9.56 Municipios ZMCM 15.07 22.41 2.50 1998-2013 56.0 41.3 40.1 44.4 Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) Lo anterior se reflejó en una pérdida progresiva de peso relativo del Personal Ocupado de la ZMCM en el total nacional. Mientras que en 1998 el 25.8% del personal ocupado del país se encontraba en el total de la ZMCM y el 18.6% en la CDMX, en 2013 esos porcentajes pasaron a ser del 23.4% y el 16.7% respectivamente; esto es, tres y dos puntos porcentuales menos respectivamente. Por su parte, los municipios de la ZMCM pasaron de representar el 14.4% del Personal Ocupado en 1998, a un 13.4% en 2013. Cuadro PO_5 Personal Ocupado Total: Distribución relativa, 1998-2013 (Porcentajes) 1998 2003 2008 2013 100.00 100.00 100.00 100.00 25.82 24.50 23.34 23.38 CDMX 18.60 17.43 16.35 16.70 Municipios ZMCM 14.44 14.15 13.98 13.36 Nacional ZMCM Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) 10 4.2. Tendencias territoriales 4.2.1. Personal Ocupado en las delegaciones de la Ciudad de México En términos generales, el Personal Ocupado (PO) en la Ciudad de México se incrementó entre 1998 y 2013 en todas las Delegaciones, con excepción, únicamente de la Delegación Iztacalco (Cuadro POTe_1 y Gráfica POTe_1). Cuadro POTe_1 Delegaciones CDMX Personal Ocupado Total, 1998-2013 (Número de personas y porcentajes) Delegaciones 1998 2003 2008 2013 Incremento 1998-2013 (Núm.) % Álvaro Obregón 163,241 202,620 251,772 319,302 156,061 95.6 Azcapotzalco 156,498 155,271 304,071 383,735 227,237 145.2 Benito Juárez 310,416 349,313 341,826 365,565 55,149 17.8 Coyoacán 125,220 144,496 149,926 141,805 16,585 13.2 Cuauhtémoc 629,459 616,940 614,547 733,557 104,098 16.5 26,253 44,305 100,976 94,894 68,641 261.5 Gustavo A. Madero 161,223 173,492 184,885 178,537 17,314 10.7 Iztacalco 105,451 102,245 91,397 85,182 -20,269 -19.2 Iztapalapa 238,072 266,179 294,297 320,196 82,124 34.5 Cuajimalpa de Morelos Magdalena Contreras Miguel Hidalgo Milpa Alta Tláhuac Tlalpan Venustiano Carranza Xochimilco Total CDMX 14,678 22,797 26,933 22,589 7,911 53.9 372,154 404,180 481,279 556,130 183,976 49.4 5,162 7,337 10,596 11,932 6,770 131.2 24,492 29,278 39,039 41,615 17,123 69.9 81,777 136,457 185,360 153,223 71,446 87.4 117,427 129,867 157,021 142,270 24,843 21.2 40,974 46,069 55,204 53,040 12,066 29.4 2,572,497 2,830,846 3,289,129 3,603,572 1,031,075 40.1 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) 11 Aunque no se trató de una dinámica lineal, esta tendencia general representó un incremento significativo en el número de personas ocupadas (PO) en 2013 con respecto a 1998 (Gráfica POTe_2). 12 Ese incremento fue especialmente notable, en términos relativos, en las delegaciones Cuajimalpa (261.5%), Azcapotzalco (145%) y Milpa Alta (131%). En un segundo conjunto, se ubicaron los incrementos registrados entre esos años en la PO de las delegaciones Álvaro Obregón, Tlalpan, Tláhuac (situados entre un 70% y algo menos que un 100% en 2013 con respecto a 1998). El resto de las delegaciones, varias de ellas, por cierto, delegaciones en las que se concentraron los mayores volúmenes de PO de la CDMX en estos años, los aumentos fueron bastante menores, como en los casos de las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez (Gráfica POTe_3). Lo anterior se vio reflejado en el ritmo promedio de crecimiento de la Población Ocupada en las delegaciones durante 1998-2013, destacando la TMCA de la Delegación Cuajimalpa (0.09%), seguida de las TMCA de las delegaciones Azcapotzalco, Milpa Alta y Álvaro Obregón (de 0.06%). Llaman la atención, igualmente, las TMCA obtenidas entre 1998 y 2013 por las delegaciones Tláhuac y Tlalpan (0.04%). 13 Todas ellas, TMCA superiores a la TMCA promedio de la Ciudad (0.02%) e, incluso, a la TMCA en la PO en el país durante este periodo (0.03%); tres de estas delegaciones, situadas al sur de la Ciudad y depositarias de buena parte del Suelo de Conservación: Milpa Alta, Tláhuac y Tlalpan. Sin menoscabo de las TMCA obtenidas en las delegaciones La Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo (0.03%), así como de Iztapalapa y Xochimilco (0.02%), destaca el contrapeso que representó en la TMCA de la Ciudad, en este periodo, el bajo ritmo promedio de crecimiento registrado en las seis delegaciones restantes (prácticamente 40% de las delegaciones), entre las que destaca por su importancia absoluta en términos del volumen de PO, las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez (Gráfica POTe_4). Por otra parte, aunque la mayoría de las delegaciones resintieron los efectos de la crisis de 2008-2009 en relación con el PO (con excepción de Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Benito Juárez y Cuauhtémoc que se recuperaron en 2013 e Iztapalapa que mantuvo el mismo 14 ritmo de crecimiento promedio a lo largo del periodo), cabe mencionar que especialmente en los casos de Tlalpan (menos 0.04%), La Magdalena Contreras (menos 0.03%) Venustiano Carranza (0.2%), Coyoacán, Cuajimalpa, GAM, Iztacalco y Xochimilco la TMCA 2008-2013 no solo disminuyó sino que fue negativa (Gráfica POTe_5). Gráfica POte_5 TMCA del Personal Ocupado en las Delegaciones de la CDMX, 1998-2013 (Porcentajes) 0.19 Álvaro Obregón 0.14 Azcapotzalco Benito Juárez Coyoacán Cuahutémoc 0.09 Cuajimalpa de Morelos Gustavo A. Madero Iztacalco Iztapalapa Magdalena Contreras 0.04 Miguel Hidalgo Milpa Alta Tláhuac Tlalpan -0.01 Venustiano Carranza Xochimilco -0.06 1998-2003 2003-2008 2008-2013 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC) 15 Cuadro POTe_2 Delegaciones CDMX Personal Ocupado Total: TMCA, 1998-2013 (Porcentajes) Delegaciones 1998-2003 2003-2008 2008-2013 1998-2013 Álvaro Obregón 0.04 0.04 0.05 0.05 Azcapotzalco 0.00 0.14 0.05 0.06 Benito Juárez 0.02 0.00 0.01 0.01 Coyoacán 0.03 0.01 -0.01 0.01 Cuauhtémoc 0.00 0.00 0.04 0.01 Cuajimalpa de Morelos 0.11 0.18 -0.01 0.09 Gustavo A. Madero 0.01 0.01 -0.01 0.01 Iztacalco -0.01 -0.02 -0.01 -0.01 Iztapalapa 0.02 0.02 0.02 0.02 Magdalena Contreras 0.09 0.03 -0.03 0.03 Miguel Hidalgo 0.02 0.04 0.03 0.03 Milpa Alta 0.07 0.08 0.02 0.06 Tláhuac 0.04 0.06 0.01 0.04 Tlalpan 0.11 0.06 -0.04 0.04 Venustiano Carranza 0.02 0.04 -0.02 0.01 Xochimilco 0.02 0.04 -0.01 0.02 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAI De acuerdo con lo anterior, no obstante que el Personal Ocupado en la CDMX continuó concentrándose, fundamentalmente, en cuatro delegaciones: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez e Iztapalapa, el peso relativo de las mismas en el PO de la Ciudad ha tendido a disminuir a lo largo de los últimas décadas, pasando del 60.3% en 1998, al 54.8% del total en 2013 (grafico). Con excepción de la Delegación Miguel Hidalgo, que aunque mejoró ese peso a partir de 2003, lo hizo de una manera muy poco significativa, las otras tres Delegaciones mostraron una tendencia bastante regular en relación con esta pérdida de peso en el periodo (Gráfica POTe_6). 16 Gráfica POTe_6 Distribución del Personal Ocupado entre las Delegaciones de la CDMX, 1998 y 2013 (Porcentajes) 1998 2013 20.4% 24.5% 6.1% 10.7% 15.4% 14.5% 6.3% 4.9% 10.1% 6.4% 9,3% 8,9% 12.1% 8.9% Cuahutémoc Álvaro Obregón Venustiano Carranza Cuajimalpa de Morelos Miguel Hidalgo Gustavo A. Madero Iztacalco Magdalena Contreras Benito Juárez Azcapotzalco Tlalpan Milpa Alta Iztapalapa Coyoacán Xochimilco Tláhuac Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC) En este mismo contexto, delegaciones como Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, por una parte, y las Delegaciones Tlalpan, Milpa Alta y Tláhuac, por la otra parte, mostraron, a su vez, tendencias definidas a aumentar su participación relativa en la captación del Personal Ocupado de la Ciudad entre 1998 y 2013. Los casos de Álvaro Obregón y Cuajimalpa, relacionados necesariamente con la dinámica del Corredor de la Ciudad dedicado a las actividades relacionadas con los servicios financieros que inicia en Reforma y se extiende hacia el poniente en Santa Fe; Azcapotzalco, probablemente relacionado con esfuerzos de recuperación económica impulsados estos años en la zona industrial. Si bien no se trata, en el caso de las delegaciones del sur, de espacios con un peso significativo en lo que respecta a la cantidad de personas ocupadas en la Ciudad, llama la atención la magnitud del cambio relativo registrado estos años. Especialmente, considerando que se trata de Delegaciones en las que el objetivo a futuro remite a reforzar la protección del Suelo de Conservación y sus servicios ambientales estratégicos para la sustentabilidad de la Ciudad y su economía. 17 Cabe mencionar, asimismo, que las Delegaciones con mayores cambios relativos en 2013 en el PO que contaban en 1998, fueron, en primer lugar, Iztacalco (menos 42.3%), seguida de Venustiano Carranza (menos 21%), Cuauhtémoc (menos 17%) y Benito Juárez (menos 16%). Entre las que más ganaron peso relativo entre 1998 y 2013 se encontraron Cuajimalpa de Morelos (más 158%), Azcapotzalco (más 75%), Álvaro Obregón (más 40%) y Tlalpan (más 34%). 4.2.2. Principales tendencias en los municipios de la ZMCM Considerando la dinámica laboral existente entre la Ciudad de México y los municipios de la ZMCM a partir del Personal Ocupado, se identifica claramente la relevancia de cinco municipios del Estado de México a lo largo del periodo de estudio: Ecatepec de Morelos, Tlalnepantla de Baz, Naucalpan de Juárez, Cuautitlán Izcalli y Nezahualcóyotl. Estos cinco municipios han concentrado en promedio, prácticamente el 60% de la PO de los municipios de la ZMCM entre 1998 y 2013 y, en promedio, cerca del 18% del total del PO en la ZMCM entre 1998-2013 (Gráfica 7). 18 No obstante ello, el peso relativo de estos cinco municipios en la PO de la ZMCM mostró una clara tendencia a disminuir en el periodo de estudio, pasando de un 66% en 1998, a sólo cerca de un 55% en 1998, en tanto que el resto de los municipios ha aumentado, en conjunto, su peso relativo de un 28% a un 38%, incluyendo Tizayuca (Cuadro POTe_3). Cuadro POTe_3 Distribución relativa del Personal Ocupado en los municipios de la ZMCM, 1998-2013 (Porcentajes) 1998 Municipios con más PO 66.00 2003 2008 62.07 2013 55.76 54.78 Promedio 1998-2013 59.65 Ecatepec de Morelos 14.98 14.46 14.80 14.18 14.60 Tlalnepantla de Baz 16.49 15.86 13.32 12.98 14.66 Naucalpan de Juárez 17.94 16.06 12.75 12.31 14.76 Cuautitlán Izcalli 7.75 7.21 6.47 7.99 7.36 Nezahualcóyotl 8.85 8.48 8.43 7.31 8.27 Resto de los Municipios 28.03 30.89 37.21 37.75 33.47 Total 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos. Resultados Definitivos (SAIC) Paralelamente, muy pocos municipios perdieron peso relativo, sin haber tenido, además, pesos muy significativos en el periodo, como en los casos de Tultepec, Tlalmanalco, Chiconcoac y Jaltenco. En contraparte, el resto de los municipios de la ZM ganó peso relativo en su participación en la PO de la ZMCM entre 1998 y 2013 (Gráfica POTe_8). Gráfica POTe_8 Porcentaje promedio de cambio en el peso relativo del Personal Ocupado de los Municipios en el total del Personal Ocupado de los Municipios de la ZMCM 1998-2013 160 Porcentajes 110 60 10 -40 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC) 19 Lo anterior parece apuntar una tendencia hacia una mayor diversificación y dispersión de las fuentes de empleo entre estos municipios, tomando como referente la Población Ocupada en la ZMCM. Ello se refuerza considerando la tendencia registrada en el crecimiento prácticamente generalizado del número de personas ocupadas en los municipios de la ZMCM durante el periodo. De hecho, mientras que la CDMX incrementó en un 40% el número de personas ocupadas en sus delegaciones entre 1998-2013, ese incremento fue del 44.4% entre los municipios de la ZMCM. En 2013, de las más de cinco millones de personas que conformaron la PO de la ZMCM, un total de 3,603, 572 personas trabajaban en la Ciudad y 2, 882, 256 lo hacían en los municipios de la Zona Metropolitana: el 28.6% del PO en la ZMCM. Revisando los datos puntuales del periodo 1998-2013, con excepción de Tlalmanalco, todos los municipios incrementaron su PO, aunque muchos de ellos, cabe mencionar, sin necesariamente contar con un volumen significativo de personas ocupadas. En promedio, el PO del conjunto de los municipios se incrementó entre 1998 y 2013 en un 92%. Cinco municipios del Estado de México: Tezoyuca, Chiautla, Nextlalpan, Teccámac y Huixquilucan registraron incrementos de entre 150% y 327% (ubicarlos en mapa); en otros 14 municipios esos incrementos fueron de entre un 100% y 140%; otros 11, crecieron entre un 25 y un 94%. El punto a este respecto es que se trató, en general, de una dinámica bastante clara y generalizada de crecimiento en la PO. 20 Gráfica POTe_9 Variación porcentual en el volumen del Personal Ocupado de los Municipios de la ZMCM entre 1998 y 2013 330 327 290 280 233 230 Porcentajes 184 180 152 138 137 130 130 128 123 114 112 109 107 105 105 103 102 101 94 94 91 91 84 83 72 80 63 63 58 58 54 41 41 29 30 5 -20 -10 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC) Por otra parte, si bien en su conjunto, tanto las delegaciones de la CDMX como los municipios de la ZMCM, registraron la misma TMCA para el periodo 1998-2013, la TMCA tanto en delegaciones, como en los municipios, varió de manera interesante caso por caso. En aras de la identificación de tendencias territoriales de cambio en el periodo, vale la pena señalar que solamente nueve de los municipios registraron TMCA entre 1998 y 2013 iguales o inferiores al promedio de la ZMCM y el de la Ciudad. La TMCA del resto de los municipios varió entre el 0.03% y el 0.10%. Si bien se trata de tasas relativamente bajas en general, lo que resulta interesante es la tendencia definida a aumentar en la mayoría de los municipios que conforman la Zona Metropolitana de la Ciudad. Cabe mencionar que los cuatro de los municipios antes referidos como los que concentraron los mayores volúmenes de PO en la ZMCM: Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan y Nezahualcóyotl, son parte de esos nueve municipios que registraron TMCA menores o iguales al promedio alcanzado en el conjunto de la ZMCM y la CDMX. De ellos, únicamente Cuautitlán obtuvo una TMCA promedio del 0.03% en el periodo. 21 Gráfica POTe_9 TMCA promedio 1998-2013 del Personal Ocupado de los Municipios de la ZMCM (Porcentajes) 0.11 0.09 Porcentajes) 0.07 0.05 0.03 0.01 Tezoyuca Chiautla Nextlalpan Tecámac Huixquilucan Zumpango Chicoloapan Acolman Cocotitlán Chimalhuacán Papalotla Temamatla Tultitlán Ixtapaluca Nicolás Romero Coyotepec Teotihuacán Chalco Coacalco de Berroizábal Tizayuca Atenco Huehuetoca Tepotzotlán Valle de Chalco Solidaridad Tepetlaoxtoc Texcoco Melchor Ocampo Atizapán de Zaragoza Cuautitlán Nacional Teoloyucan Cuautitlán Izcalli Municipios ZMCM Estado de México Municipios ZMCM ZMCM Tultepec La Paz CDMX Ecatepec de Morelos Jaltenco Nezahualcóyotl Tlalnepantla de Baz Chiconcuac Naucalpan de Juárez Tlalmanalco -0.01 Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, Censos Económicos, Resultados definitivos. (SAIC) 4.3. Tendencias sectoriales 4.3.1. Tendencias generales Para la Ciudad de México, la mayoría de los sectores que agrupan al menos al 75% del Personal Ocupado Total son servicios, con excepción de las manufacturas (10.02%), las cuales han ido perdiendo participación para cada punto en el periodo 1998-2013. El Sector “Servicios de apoyo a negocios” ha ido ganando Personal Ocupado de manera considerable todos los años de estudio, alcanzando casi un quinto de la ocupación (18.7%). Por su parte, el Sector “Comercio al por menor” muestra una constante caída desde 2003 a 2013 y es de destacar que, ocupando el segundo lugar en participación (16.02%), ha sido históricamente un sector de baja productividad, distribuido en unidades económicas muy pequeñas (algunas de un empleado por unidad económica), con montos bajos de inversión física y muy poca demanda de personal capacitado (Ros, 2013). En general, los sectores de la actividad económica que por tu tamaño explican al menos el 75% del personal ocupado total de la Ciudad de México entre 1998 y 2013 fueron “Servicios 22 de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación”, “Comercio al por menor”, “Industrias manufactureras”, “Servicios financieros y de seguros”, “Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas”, “Comercio al por mayor”, “Servicios profesionales, científicos y técnicos” y, “Transportes, correos y almacenamiento”. En el caso de los municipios, la mayoría de los sectores de actividad en los que se concentra la ocupación, coinciden con los de la CDMX. Sin embargo, este porcentaje estuvo concentrado en menos sectores. Mientras que para la Ciudad fueron ocho los sectores importantes, para los municipios fueron cinco. El “Comercio al por menor” fue, con las características económicas descritas líneas arriba, el que más concentró al Personal Ocupado (32.24%) con una tendencia creciente. Al igual que para la Ciudad, las “Industrias manufacturas” fueron un sector concentrador decreciente aunque en menor velocidad, pues mientras la ocupación en manufacturas decreció a una tasa media anual de -0.018% en la Ciudad, en los municipios lo hizo a una tasa de -0.004%. Ello, aunado a que la reducción del VACB del mismo sector fue más rápida en los municipios, que en la CDMX. De acuerdo con lo anterior, los sectores de la actividad económica que por su tamaño explican al menos el 75% del personal ocupado total de los municipios fueron: “Comercio al por menor”, “Industrias manufactureras”, “Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas”, “Otros servicios excepto actividades gubernamentales” y “Comercio al por mayor”. 23 4.3.2. Cambio estructural En el siguiente gráfico se aprecian los cambios estructurales al interior de las subregiones. Si sobre una misma línea los puntos se abren significa que hubo cambio y, si por el contrario, los puntos están juntos no lo hubo para ese sector. 24 Como se observa, los cambios más importantes en la estructura del Personal Ocupado al interior de la CDMX se dieron en los sectores de manufacturas y, los “Servicios de apoyo a negocios”. También se aprecian cambios en relación con el “Comercio al por menor”, “Servicios financieros y de seguros”, “Transportes correos y almacenamiento” y, en “Construcción”, pero en menor medida. Por su parte, el cambio estructural en el Personal Ocupado en los municipios se redujo a dos sectores: “Comercio al por menor” y, “Manufacturas”. 4.3.3. Valor Agregado y Población Ocupada Como se ha descrito líneas arriba, la cantidad de Valor Agregado por persona ocupada (VACB/POT) es una variable cercana a la medición de productividad, en tanto este cociente expresa la capacidad de un sector de generar valor agregado por personal ocupado. El siguiente gráfico de dispersión entre las Tasas Medias de Crecimiento Anual (TMCA) del Personal Ocupado Total y del Valor Agregado Censal Bruto, permite realizar una aproximación al ritmo de crecimiento de Valor Agregado que corresponde al propio del Personal Ocupado para cada sector en todo el periodo, es decir, la velocidad a la que creció una variable en comparación con la otra para cada sector. A través de este gráfico se busca conocer cuáles fueron los sectores que siguieron una dinámica creciente en el Valor Agregado generado por persona ocupada, sin reducir el número de trabajadores que ocupan; esos sectores fueron los que aumentaron el cociente, debido a los aumentos en el VACB y no por reducción de personal. Esto se observa en la región superior a la línea azul (sobre la cual las TMCA son iguales para ambos datos) y, a la derecha del eje vertical, la cual será nuestra región de interés. Es importante señalar que este tipo de gráficos nos muestran las variaciones de origen a fin del periodo, asumiendo que la dinámica de las variables cuyas tasas de crecimiento se grafican fue de manera lineal, sin cambios a lo largo del periodo Por ello es necesario comparar las conclusiones principales con los datos para cada año y así conocer si la dinámica proviene de una tendencia estable o de un cambio estructural en algún punto medio del periodo. 25 Resultados Una primera concusión que se puede extraer del gráfico de dispersión, es que si bien existen sectores de la actividad que mostraron un comportamiento positivo en la región de interés, ninguno de los casos estuvo muy lejos de tener TMCA iguales a cero en ambas variables, por lo que la distinción entre los sectores es importante para conocer aquellos en los que se tienen ciertas ventajas al interior, mas no significa que los mejores sectores tengan una dinámica privilegiada en la CDMX o en los municipios. En segundo lugar, se observa, que los sectores de la actividad económica registraron un mejor comportamiento al interior de la Ciudad de México que en los municipios que conforman su Zona Metropolitana, ya que casi ningún sector de los municipios se encontró por arriba de la línea azul. Las únicas excepciones son los “Servicios financieros y de seguros”, los “Servicios de salud y asistencia social” y la “Construcción”, pero ninguno de estos casos forma parte de los sectores concentradores de Personal Ocupado o de Valor Agregado, por lo que altas tasas TMCA pueden deberse a un muy bajo monto de VACB y de POT al inicio del periodo. En tercer lugar, fueron sólo dos los sectores concentradores del Personal Ocupado Total en la Ciudad de México que se ubicaron al interior de nuestra región de interés en el gráfico: los “Servicios financieros y de seguros” y, los “Servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación”. 26 Si comparamos las observaciones realizadas en la delimitación del tamaño de los sectores de la actividad y la relación entre sus TMCA de Valor Agregado y Personal Ocupado, podemos clasificarlos de la siguiente manera: Clasificación de los sectores de la actividad que concentran al personal ocupado total Relación entre TMCA Ciudad de México Municipios Servicios financieros y de VACB>POT seguros. y Servicios de apoyo a los POT>0 negocios y manejo de desechos y servicios de remediación. Comercio al por menor. Comercio al por menor. VACB<POT Industrias manufactureras. Industrias manufactureras Servicios de alojamiento Servicios de alojamiento temporal y de preparación temporal y de preparación de de alimentos y bebidas. alimentos y bebidas. Otros servicios excepto Comercio al por mayor. actividades. Servicios profesionales, gubernamentales. científicos y técnicos. Comercio al por mayor. Transportes, correos y almacenamiento. Tasas calculadas con datos agregados de los Censos Económicos (SAIC), INEGI, para 1998 y 2013. Los “Servicios financieros y de seguros” fueron el cuarto sector concentrador de POT, con 8.74% del total de la CDMX, registrando una dinámica constantemente creciente en su participación exceptuando el último dato. A su vez, fue el primer concentrador del VACB, con aproximadamente 30% del total y, mantuvo esta importancia en todo el periodo, incluso a pesar de la pérdida de más del 10% en participación de la actividad entre 2008 y 2013. Por su parte, los “Servicios de apoyo a negocios” tuvieron un constante crecimiento en su participación porcentual al pasar de 7% a 19%, de casi un décimo a casi un quinto del Personal Ocupado Total de la Ciudad de México. De igual forma fue un sector concentrador de Valor Agregado para la Ciudad aunque apenas representó aproximadamente el 7% del VACB de la CDMX. El resto de los sectores concentradores del Personal Ocupado Total, con un comportamiento a la baja en su generación de VACB/POT, sumaron casi el 50% de la POT de la Ciudad y el 25% del VACB. Por parte de los sectores de mayor peso en los municipios, los resultados fueron alarmantes, ya que ninguno de ellos mostró una dinámica creciente en la relación VACB/POT de los sectores a lo largo del periodo. Esto significó que las fuentes de empleo 27 formal de los municipios que concentraron la mayor parte de los trabajadores no mostraron capacidad de incrementar la cantidad de Valor Agregado por cada persona ocupada en sus unidades económicas. Recapitulando, solamente el 34.75% del Personal Ocupado total que trabajó en la CDMX en 2013, lo hizo en sectores de la actividad que mostraron un resultado creciente en la relación VACB/POT, y cuyo personal no disminuyó. De estos, la inmensa mayoría se concentró en los sectores “Servicios financieros y de seguros” y, “Servicios de apoyo a negocios”. Por su parte, del personal ocupado total en los municipios, ninguno de los sectores concentradores mostró el comportamiento sectorial que interesó para esta aproximación, pues apenas el 3.17% participó en estos sectores (“Servicios financieros y de seguros” y, “Servicios de salud y asistencia social”). 4.3.4. Mapas Los sectores de actividad que mostraron una dinámica creciente en el Valor Agregado por Personal Ocupado Total y no perdieron trabajadores entre 1998 y 2013 fueron los “Servicios financieros y de seguros” y, los “Servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación”. Como se observa en los siguientes dos mapas, ambos casos son muy importantes por su tamaño y desempeño para la Ciudad de México. Mapa 1. 28 Puede observarse, asimismo, que la mayor parte de los datos del Mapa 1, por arriba del 75% (color rojo), se encuentran al interior de la Ciudad de México, con algunos cambios en su localización en el periodo, pero con la constante de las delegaciones centrales. Comparando la tendencia entre la dinámica territorial de los “Servicios financieros”, con la registrada en los “Servicios de apoyo a negocios”, se observa cómo, en el transcurso del periodo, un conjunto relativamente bien definido de municipios conurbados de la Ciudad va perdiendo peso relativo en la dinámica metropolitana, lo que a su vez se tradujo en una reubicación de los mismos, principalmente, en el centro y sur poniente de la Ciudad (Mapa 2). Mapa 2. Los siguientes dos mapas muestran la distribución de las personas ocupadas únicamente para la Ciudad de México y la agrupación de características similares (clústeres) del Valor Agregado por Persona Ocupada, respectivamente. En ambos casos se observa una concentración en el centro poniente de la Ciudad, destacando las delegaciones Álvaro Obregón, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc (Mapa 3 y Mapa 4). 29 Es de destacar que la delegación Álvaro Obregón mostró una alta participación del Personal Ocupado en este sector y participó del clúster de altos valores de Valor Agregado por persona ocupada hacia el final del periodo. En el mismo sentido podemos observar la dinámica de los “Servicios de apoyo a negocios”. Mapa 3. Mapa 4. 30 En congruencia con la ilustración del mismo sector para la ZMCM, la importancia se va agrupando hacia el sur poniente de la Ciudad, pero al cambiar la distribución únicamente para la Ciudad resalta el atípico dato alto para delegaciones del noroeste, especialmente de la delegación Azcapotzalco (Mapa 5). Mapa 5. En principio, la formación de clústeres depende de que los datos se agrupen entre características similares, es decir, que los valores delegacionales se agrupen entre grandes y pequeños. Esto nos permite interpretar la desaparición de clústeres en los “Servicios de apoyo a negocios” desde 2008, como una desestructuración del valor generado por trabajador de este sector respecto de su ubicación en el espacio, por ser este un dato con dinámica creciente y por tratarse de un sector de alta importancia en su participación del personal ocupado de la Ciudad. Concretamente, el mayor valor generado por persona ocupada se observa en la delegación Xochimilco desde 2008 hacia el final del periodo y deja de hacerlo para las delegaciones Cuajimalpa y Miguel Hidalgo (Mapa 7). 31 Mapa 7. 5. Referencias Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (SAIC 2014 y 1999). Censos Económicos. Mayo, 2015, de INEGI Sitio web: Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (Varios años). Sistema de Estatal y Municipal de Bases de Datos (SIMBAD). Mayo, 2015, de INEGI Sitio web: http://sc.inegi.org.mx/cobdem/ Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (Varios años). Banco de Información Económica (BIE). Mayo, 2015, de INEGI Sitio web: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/ Consejo Nacional de Población (CONAPO). (Varios años). Datos de Proyecciones. Mayo, 2015, de CONAPO Sitio web: http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos Luc Anselin. (2005). Spatial Autocorrelation Analysis for Rates. En Exploring Spatial Data with GeoDa: A Workbook (148-154). Illinois: University of Illinois. Luc Anselin. (2005). ESDA Basics and Geovisualization. En Exploring Spatial Data with GeoDa: A Workbook (148-154). Illinois: University of Illinois. 32 Ros, Jaime (2013). Algunas tesis equivocadas sobre el estancamiento económico de México. Ed. COLMEX-UNAM. México. 33 Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 2000-2015 Camilo Caudillo Cos1 1. Introducción 2. Fundamentos teóricos de la relación entre forma urbana y comportamiento de viajes 3. 4. Apartado metodológico 3.1 De la matriz origen-destino a la red de flujos laborales 3.2 Autocontención laboral en la ZMCM 3.3 La concentración espacial de los flujos laborales Tendencias territoriales de la movilidad laboral en la ZMCM 2000-2015 4.1 Evolución y tendencias generales de los flujos laborales 4.2 Evolución de la autocontención laboral 4.3 La concentración de los flujos laborales 4.4 Detección de comunidades de los flujos laborales de la ZMCM 5. Conclusiones 6. Referencias ANEXO 1Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 2000-2015 Camilo Caudillo Cos1 1. Introducción En su famoso discurso inaugural del congreso de la asociación de ciencia regional europea de 1970, el geógrafo escandinavo Törsten Hägerstrand centró su participación en cuestiones sobre la calidad de vida, en esta conferencia se comienzan a delinear el enfoque que después se conocerá como la geografía-tiempo. Uno de los elementos importantes del enfoque son las restricciones espacio-temporales de la vida cotidiana, que se clasifican en tres tipos: 1) restricciones biológicas: el movimiento terrestre que configura los días y las noches; 2) restricciones de accesibilidad: la facilidad de acceder a diferentes lugares depende de la disponibilidad de infraestructura de transporte; y 3) restricciones de autoridad: el sistema productivo se configura de manera tal que estructura y sincroniza las actividades productivas, imponiendo horarios dominantes para el trabajo, estudio etc. Este tipo de restricción se da de acuerdo con cada sociedad, implica leyes, reglas económicas o están determinadas por principios morales (Hägerstrand, 1970:11-12). Independientemente de la diversidad de opinión sobre cuáles son los componentes de la calidad de vida y cuál es el peso particular de cada uno, la alineación de las tres restricciones antes mencionadas deberían satisfacer las necesidades básicas de la población, esto implicaría: “acceso a aire y vivienda de forma continua, comida varias veces al día, algo de recreación diaria y semanalmente, al juego y entrenamiento a lo largo de la infancia, a la seguridad del trabajo y la continuación de la educación a intervalos irregulares a lo largo de la carrera de cada quien, a asistencia durante la vejez, y todo el tiempo acceso aleatorio a medios de transporte, información relevante y cuidado médico” (Hägerstrand, 1970:19). La definición de estos mínimos satisfactores toma en cuenta al individuo en todo su ciclo vital —del nacimiento a la vejez— establece además que el transporte debe ser accesible todo el tiempo de forma aleatoria. La cuestión del transporte siempre ha tenido un carácter desigual, aquellos de poseen un automóvil tienen la posibilidad de combinar actividades 1 Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. 1 que requieran el movimiento entre lugares separados por distancias mayores que aquellos que caminan o utilizan transporte público, y esta diferencia en algunos casos no es solo una cuestión de la velocidad sino ante todo implica la pérdida de tiempo debido a los intercambios modales. El discurso de Hägerstrand implica que los miembros de la sociedad tienen múltiples adscripciones, es decir, los individuos se desenvuelven todos los días en campos sociales diferenciados. No existe ninguna actividad profesional, de recreación, estudio, vida familiar, amistosa, asociativa o cultural que pueda realizarse sin la necesidad de movimiento. Casi todas las formas de vida e interacción social involucran indispensables combinaciones de proximidad y distancia que demandan diversas formas de movilidad. Durante mucho tiempo, la movilidad estuvo equiparada al término de transporte; y el énfasis se ponía sobre el análisis del movimiento de vehículos en las vialidades y en la gestión de flujos, tránsito, etc., lo que habla indirectamente sobre las necesidades de las personas. Desde este enfoque, se colocó el acento principalmente en el descongestionamiento de los flujos, la velocidad, la capacidad de carga de los sistemas de transporte. El cambio en la perspectiva del análisis desde el transporte hacia la movilidad implica un exhaustivo conocimiento sobre las dinámicas sociales de la población, lo que es aún un objetivo por cumplir, las fuentes tradicionales para abordar el movimiento cotidiano de la población — encuestas origen-destino— fueron concebidas para hacer un análisis del transporte —y desarrollar modelos de transporte—, no necesariamente de la movilidad de la población, si bien nos dan cuenta de algunos de sus elementos básicos: generación de viajes, distribución de viajes, elección modal y asignación de viajes, dichas dimensiones se vinculan con las siguientes propiedades de los individuos que pueden plantearse en forma de cuatro preguntas: ¿Por qué nos movemos?, ¿A dónde nos movemos?, ¿Cómo nos movemos? y ¿Por dónde nos movemos? Por la encuesta origen destino de 2007 se sabe que la ZMVM hay en un día laboral promedio hay alrededor de 22 millones de viajes, poco más de la dos tercios se llevan a cabo en trasporte público y el tercio restante en automóvil particular. Si omitimos los viajes de regreso al hogar que representan 45% del total —todo el que sale de un hogar debe regresar— la cantidad de viajes es de 12 millones, de los cuales el propósito principal — debido a la estructura poblacional— es la escuela que acumula 27% de los viajes, en 2 segundo lugar está el trabajo con el 18% y en tercero las compras, con el 16%. La gran mayoría de la población reportó hacer dos viajes al día (IIIGECEM, s/f.) Este breve panorama pone de manifiesto la importancia de dos cosas, por un lado el transporte público es el medio de transporte principal en la ZMVM y en segundo lugar los viajes productivos son los que sostienen a la población. En nuestro caso centraremos el análisis en los flujos laborales y una serie de indicadores asociados, la razón principal es que las fuentes censales únicamente permiten el seguimiento de este tipo de movimiento cotidiano con tres momentos comparables, 2000 2010 y más recientemente la encuesta intercensal 2015 que además de movilidad laboral indaga sobre movilidad escolar, tema que queda fuera del alcance de este capítulo. El resto del presente documento se organizará de la siguiente forma: La sección dos abordará algunos fundamentos teóricos sobre el comportamiento espacial de la distribución de la población y las actividades, así como la relación entre forma urbana y comportamiento de viajes. La tercera sección abordará elementos metodológicos que utilizaremos para el estudio empírico. La sección cuatro se dedicará a los resultados empíricos del seguimiento del comportamiento de viajes en cuatro apartados, en el primero revisaremos brevemente la evolución de los flujos laborales y algunos indicadores asociados; el segundo apartado abordará la evolución y tendencias en la autocontención laboral; en el tercer apartado exploraremos los patrones de concentración-dispersión espacial de los orígenes y destinos de los viajes laborales; el último apartado mostrará los resultados del ejercicio empírico de detección de comunidades en los flujos laborales. Por último la quinta sección se dedicará a conclusiones. 2. Fundamentos teóricos de la relación entre forma urbana y comportamiento de viajes En la actualidad hay una concentración importante de la población en las ciudades y éstas comparten una serie de rasgos comunes, entre ellos el crecimiento extendido en superficie, la baja densidad y límites difusos. Aunado a esto, uno de los retos más complicados es develar la distribución de la población en el espacio y el tiempo, es decir el comportamiento de la movilidad de la población y su impacto en el territorio. 3 Existe un proceso concurrente en el que la estructura urbana modifica la distribución de la población y recíprocamente la distribución de la población modifica la estructura, las políticas de vivienda han jugado un papel preponderante en la dinámica de migración forzando a la población de menores ingresos a trasladarse a las zonas lejanas donde el precio del suelo es bajo, de ahí que algunos autores en lugar de suburbanización prefieran el término periurbanización, estilo de desarrollo urbano con consecuencias negativas evidentes, responsable del crecimiento extendido, baja densidad y falta de accesibilidad al trabajo. Desde la economía, la tradición del análisis locacional tiene orígenes en Von Tünen, en su libro publicado en la primera mitad del siglo XIX —“La ciudad aislada”— desarrolla un modelo conjunto de uso de suelo y renta en la zona de influencia de una ciudad. El supuso que los cultivos diferirían tanto en rendimiento como sus costos de transporte, los costos de transporte aumentan en función de la distancia del centro. Tünen demostró que la competencia entre los granjeros conduciría a un gradiente de renta de tierra decreciente a partir del centro de la ciudad hasta un valor de casi cero en los límites de su zona de influencia (Fujita 2010: 5). En la segunda mitad del siglo XX, Alonso (1964) en su teoría de la localización establece que el elemento determinante para la decisión del lugar de residencia es la concentración de la actividad económica, que tiende a aglutinarse en el centro de la ciudad. La población tiende a localizarse lo más cerca del centro dentro de las posibilidades de su presupuesto, esto es en el punto en que su función de utilidad se maximiza, el mercado entonces cubre una función discriminante, cierta porción de la población queda excluida de otras zonas por los precios del suelo más altos —en otras palabras es la segregación residencial que se podría atribuir al mercado inmobiliario—. A medida que la distancia del centro se incrementa, la renta de la tierra disminuye inversamente a los costos de transporte. Sin embargo —en el caso de las ciudades norteamericanas— los hogares pobres tienden a localizarse en el centro de la ciudad debido a que las propiedades tienden a ser más pequeñas y viejas, en consecuencia más baratas y asequibles; en el caso de la ZMCM los precios bajos de la vivienda tienden a localizarse en las zonas periféricas, particularmente después de la década del año 2000, en la que hubo un impulso sin precedentes en el desarrollo de vivienda social, paradójicamente la vorágine de edificación de vivienda condujo a tasas de desocupación preocupantes (Infonavit 2006, 35). La principal limitación 4 de la teoría de Alonso es que presupone que las ciudades son monocéntricas, en el caso de la emergencia de un policentrismo, la estructura urbana misma se ve modificada y el modelo monocéntrico resulta insuficiente para explicar la organización de las ciudades contemporáneas. Otra limitación de esta teoría radica en su ajuste parcial a la realidad de las ciudades latinoamericanas, donde la periurbanización se relaciona con los grupos de menores ingresos. Es posible que Vickery sea el primer autor que postuló un modelo de localización general de morfología urbana sin la necesidad de hacer el supuesto de la existencia de un centro único en una ciudad (Vickrey, 1971), en su lugar el estado inicia es la llamada ciudad unidimensional (ciudad plana alargada). Modelos posteriores complejizan la situación al incorporar además de la localización de los negocios, la localización de la población, es decir el uso de suelo residencial, Beckmann (1976) encuentra que la necesidad de comunicación genera fuerzas de concentración mientras que el deseo de consumo y expansión en zonas de renta del suelo menores actúa como una fuerza de dispersión. Por otro lado, Kain en su artículo sobre segregación residencial de la población afroamericana (Kain, 1968) encuentra que la salida de los trabajos del centro hacia la periferia conduce a una paradoja espacial: los empleos intensivos en mano de obra, ocupación de suelo y salarios bajos salen de la ciudad, los trabajadores de bajos ingresos se quedan en el centro de la ciudad y enfrentan la necesidad de realizar viajes hacia el trabajo más largos en el peor escenario a quedar desempleados. También hay evidencia de que la salida de los trabajos de baja calificación hacia la periferia podría beneficiar a la población de escasos recursos pues es en donde se localiza el suelo más barato con la consecuencia de la reducción de los tiempos de viaje vía la mejora de accesibilidad al empleo. Este segundo mecanismo de evolución de las ciudades podría ser más adecuado para describir la dinámica de la ciudad de México. Una tradición diferente al análisis de localización se ha preocupado por el análisis del comportamiento de viajes de la población. A partir de la década de 1980 dentro del campo de la planeación, se incorpora el uso de información espacial de los viajes de la población no solo como herramienta de predicción, sino como herramienta de política pública (Boarnet, 2011). En la siguiente década aumenta la preocupación por los procesos de expansión urbana y suburbanización que generan una gran dispersión de las ciudades y 5 por ende tiempos y distancias de traslado en los viajes pendulares hogar-trabajo cada vez más grandes (Berry, 1976, Calthorpe, 1993, Garreau, 1991). Calthorpe propuso el redesarrollo de los suburbios como una forma de reducir la movilidad motorizada a través de la conectividad con las redes de transporte público, su pedestrian pocket (1993) debía tener como base el desarrollo de espacios de 20 a 40 hectáreas, con distancias caminables de 400 metros como radio máximo para alcanzar alguna estación de transporte. En resumen el objetivo consistía en replicar los rasgos de la ciudad compacta en territorios exurbanos. La intuición detrás de este modelo de planeación es que a mayor mezcla de uso de suelo en conjunción con la presencia adecuada de medios de transporte masivo, la población podría reducir la distancia de sus viajes y además tendría más opciones de modos de desplazamiento. Ewing y Cervero (2010), realizan un meta-análisis tanto de estudios cualitativos como cuantitativos, en ambos casos hay un esfuerzo por vincular las llamadas variables “D” de diseño, originalmente propuestas como las tres “D” (Densidad, diversidad y diseño), propuestas originalmente por Cervero y Kockelman (1997). En el contexto de la ZMVM existen dos artículos sobre el comportamiento de viajes y entorno construido: con la encuesta origen-destino 2007 (Montejano et al, 2013) realizan un análisis de los viajes no laborales, encuentran una asociación negativa entre tiempo viajado y mezcla de uso de suelo, mientras que Guerra (2014) realiza dos modelos para comparar los cambios en la distancia viajada en automóvil entre las encuestas origendestino de 1994 y 2007, en primera instancia encuentra que hay un cierta estabilidad en las correlaciones entre las variables de diseño y la distancia viajada en auto, es decir que hay evidencia que apunta a que intervenciones en el espacio público —en el sentido de promover mayor mezcla de usos de suelo— tiene un potencial modesto para reducir la distancia de viajes en auto en la ZMVM. La relación teórica entre centralidad y comportamiento de viajes tiene que ver con la localización del empleo y la población, la ZMCM según varios autores es aún monocéntrica con una leve tendencia al policentrismo (Aguilar y Alvarado, 2005; Suárez y Delgado 2009), el ejercicio empírico final de este capítulo apunta a la identificación de comunidades de municipios de acuerdo con los flujos laborales, este ejercicio, similar al análisis de 6 conglomerados nos indicaría si hay un componente geográfico evidente en los flujos y posiblemente abonará evidencia a esta tendencia al policentrismo. 3. Apartado metodológico El concepto central que permite vincular el estudio de la estructura urbana con el transporte es sin duda el de movilidad urbana. Sin embargo resulta conveniente, definir en primera instancia el concepto de viaje: Viaje es el desplazamiento de una persona asociado a un origen y un destino preestablecidos con un propósito determinado (Islas, 2000: 526). Un viaje se realiza entre dos lugares, el sujeto o carga se localiza inicialmente en un sitio (el origen del viaje), y necesita trasladarse a otra zona (lugar de destino). La estructura (localización y propósito) de los viajes es la consecuencia de la interacción económica y social entre las zonas de la ciudad dadas sus actividades expresada a través de los usos de suelo, es decir el patrón de los viajes está determinado por la propia estructura urbana. Los propósitos se relacionan con la satisfacción de diferentes necesidades de la población, y pueden ser por motivos de producción, consumo o motivos sociales. 3.1 De la matriz origen-destino a la red de flujos laborales La herramienta fundamental para el análisis de los viajes laborales es la matriz origendestino, que no es otra cosa que un cruce de información con los orígenes de los viajes en las filas y los destinos en las columnas, este insumo básico nos ayudará para construir los indicadores de movilidad laboral. El panel a) de la figura 1 muestra un ejemplo básico de la matriz origen-destino, la diagonal de la matriz es gris y corresponde a la cantidad de personas que se movieron dentro de la misma unidad territorial, es decir es la cantidad de personas que viven en el mismo municipio en el que trabajan, el panel b) muestra la transformación de la matriz de flujos en un grafo o gráfico que puede ser sujeto a análisis como explicaremos más adelante. 7 Figura 1 La matriz origen-destino y su transformación en grafo. FUENTE: Construcción propia. 3.2 Autocontención laboral en la ZMCM El primer indicador que exploraremos es la evolución de la autocontención laboral (AL), es decir el porcentaje de la población ocupada que vive y trabaja en su mismo municipio, dado por la siguiente expresión: Donde es la población ocupada que vive y trabaja en el mismo municipio; es el total de la población ocupada de la que conocemos origen y destino de cada municipio. El índice de autocontención laboral es un indicador utilizado típicamente como un componente de la calidad de vida, a falta de mediciones sistemáticas de los costos de viaje de la población —en términos de tiempo, distancia o dinero— es uno de los indicadores de movilidad más sencillos de calcular. 3.3 La concentración espacial de los flujos laborales Los índices de concentración se pueden utilizar en contextos geográficos para determinar el grado de agrupación en un sistema migratorio —en este caso de movimiento— o bien de las salidas y entradas de regiones específicas, el índice de gini migratorio como indicador 8 de la concentración de flujos en una matriz origen-destino fue originalmente propuesto por Plane y Mulligan (1997) y posteriormente modificado por Bell et al. (2002), el índice de gini varía de cero a uno, cero indicando equilibrio perfecto o dispersión y uno concentración absoluta. El gráfico de campo migratorio es un diagrama de dispersión en el que se contrasta el valor del índice de gini de salida estandarizado en el eje de las X con el índice de gini de entrada estandarizado en el eje de las Y, este gráfico permite la clasificación de las unidades espaciales en cuatro categorías de acuerdo con el cuadrante en el que se localizan: El cuadrante superior izquierdo contiene a las unidades territoriales que tiene un valor en el índice de gini de entrada por arriba del promedio del sistema de flujos y un valor por debajo del promedio del índice de gini de salida es decir los valores del índice de gini muestran concentración en la entrada y dispersión en la salida de ahí que este cuadrante se llame “expulsor puro”; el cuadrante superior derecho es llamado intensivo, pues tiene valores por arriba del promedio (tiende a la concentración) tanto del índice de entrada como de salida; el cuadrante inferior izquierdo es “extensivo” dado que tiene valores por debajo del promedio tanto de entrada como de salida (mayor dispersión) y por último el cuadrante inferior derecho, que tiene valores por arriba del promedio del índice de gini de salida (tiende concentrar flujos en pocos destinos) y por debajo del promedio en la entrada (mayor dispersión que el promedio). En el siguiente esquema se ilustra el gráfico con las categorías correspondientes. Figura 2 Diagrama de campo de flujos. Clasificación de por cuadrante. FUENTE: Construcción propia, con base en Plane & Mulligan (1997). 9 3.4 Detección de comunidades en las redes de flujos migratorios El mapeo de los flujos laborales entre municipios puede ser concebido como un grafo o gráfico ponderado en el que los nodos (n) son los municipios y los arcos (m) los flujos entre éstos. Dentro de la literatura de análisis de transporte se encuentran diversos métodos para caracterizar los gráficos, el más utilizado es el filtrado de los flujos dominantes que resulta en un grafo con máximo m-n arcos, o puede flexibilizarse la cantidad de flujos dominantes dependiendo de las restricciones que se impongan a su definición (Nusten y Dacey, 1961; Suárez y Delgado, 2010; Graizborg, 2008). Bender-deMoll (2008) menciona en su reporte sobre mapeo de redes que un campo de aplicación clásico del análisis de redes sociales es la caracterización de flujos de bienes y personas. También permite la identificación de estructuras especiales en los patrones de los flujos. Una forma de caracterizar los flujos es la detección de comunidades. La detección de comunidades dentro de una red es un ejercicio similar al análisis de conglomerados, si se tiene una red binaria este tipo de análisis solo se puede realizar si no hay gran diferencia entre la cantidad de arcos (m) y nodos (n). Si m>>n, la distribución de los arcos entre los nodos es tan homogénea que las comunidades carecen de sentido. Sin embargo, la detección de comunidades es posible si la red tiene pesos y los pesos tienen una distribución heterogénea (Fortunato, 2010). Pretendemos utilizar el método de Louvain con el algoritmo Visualization Of Similarities (VOS) para la detección de las comunidades. El problema de la detección de comunidades requiere la partición de una red en comunidades de nodos densamente comunicados, en las que los nodos que pertenezcan a diferentes comunidades se conecten únicamente de forma dispersa, la calidad de las particiones resultantes de algunos métodos se mide por la llamada modularidad de la partición. La modularidad de la partición es un valor escalar entre -1 y 1, que mide la densidad de los vínculos dentro de las comunidades comparados con los vínculos entre las comunidades, en el caso de las redes ponderadas: 1 2 2 , 10 Donde representa el peso del arco entre i – j, ∑ es la suma de los pesos de los arcos del nodo i, es la comunidad a la que el nodo i es asignado , es una función que tiene el valor de 1 si u = v, y 0 de otro modo y ∑ El método de Louvain optimiza la función de modularidad, y consiste en unir recurrentemente comunidades que optimizan la producción de modularidad y terminan con una solución en donde la partición resultante produzca comunidades de nodos lo más densamente comunicados. Alternativamente se podría utilizar otro método de detección de comunidades, la aglomeración de Visualización de las Similaridades (Visualization Of Similarities, VOS por sus siglas en inglés) fue propuesto originalmente por Van Eck & Waltman (Fecha), las comunidades obtenidas pueden ser parecidas a las que se obtienen por el Método de Louvain, pero en lugar de optimizar la modularidad, la función de calidad VOS es optimizada: 1 2 Comparación de las particiones. Para determinar la relación de similaridad/disimilaridad entre dos particiones (aglomeración o clasificación discreta de nodos) se dispone de dos estadísticos no paramétricos de asociación, la V de Cramer. 4. Tendencias territoriales de la movilidad laboral en la ZMCM 2000-2015 Esta sección contiene los resultados del estudio empírico de la movilidad laboral de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en ella exploraremos los distintos indicadores propuestos, acompañados de gráficos y mapas que pretenden facilitar la interpretación de los datos. La intención es dar seguimiento a la evolución de los indicadores y señalar relaciones y tendencias cuando estas aparezcan de forma nítida. 11 En el apartado teórico se han visitado diferentes modelos que vinculan a la forma urbana con los patrones de localización de la actividad económica, la vivienda y el comportamiento de viajes. En el caso de la ZMCM, el cambio en la forma urbana se relaciona con dos fenómenos, por un lado la expansión de la malla urbana, y por el otro la integración de los diversos pueblos originarios, ambos desencadenados por la evolución de vías de comunicación, sistemas de transporte y el mercado laboral. Un hito importante de la dinámica de localización del empleo es quizá la salida de la industria del Distrito Federal, en términos de accesibilidad permite la integración de la población con baja calificación residente en los municipios conurbados y en cierto grado también abona a la autocontención municipal, sin embargo constituye también una trampa que perpetúa el desarrollo regional desigual de metrópoli. Junto con la terciarización, el patrón de concentración del empleo se ha mantenido relativamente estable, Montejano et al (2014) encuentran que las unidades económicas medianas y grandes son más selectivas en su localización, mientras que los micronegocios son prácticamente ubicuos, constituyen la base económica de la mayor parte de la población. Por otro lado la dinámica demográfica, en particular el componente migratorio ha tenido un gran peso en la reconfiguración de la ciudad, la tendencia a la expulsión de la población que inició en la década de 1980 se ha mantenido. El mercado inmobiliario ha jugado un papel fundamental en la expansión urbana, entre 2000 y 2010 se construyeron más de un centenar de desarrollos de vivienda social en las zonas periféricas de la urbe, en algunos casos configurando zonas monofuncionales alejadas de las fuentes de empleo. 4.1 Evolución y tendencias generales de los flujos laborales Desde el año 2000 se incluyó en el Censo de población y vivienda el tema de la movilidad laboral, se pregunta a todos los que declararon tener algún trabajo por el municipio en donde lo realizan, a partir de esta información y el municipio de residencia es posible calcular matrices de origen destino. La siguiente tabla muestra la evolución de los flujos de trabajo del año 2000 al 2015. Para resaltar los movimientos que existen entre la Ciudad de México (las 16 delegaciones centrales) respecto a los municipios conurbados (en adelante ZMCM) se excluyeron los valores de autocontención —aquellos que viven y trabajan en un mismo municipio/delegación), es decir la diagonal de la matriz de flujos municipales. 12 Tabla 1 Flujos laborales generales 2000 CDMX ZMCM CDMX 1,367,323 115,177 Origen (Residencia) ZMCM 693,377 510,727 CDMX 92.23 7.77 % por fila ZMCM 57.58 42.42 Destino (Trabajo) 2010 CDMX ZMCM 1,399,094 103,599 713,609 602,921 93.11 6.89 54.20 45.80 2015 CDMX ZMCM 1,485,028 116,976 865,602 614,301 92.70 7.30 58.49 41.51 Fuente: Construcción propia con los microdatos de los censos de población y vivienda de los años 2000, 2010 y la encuesta intercensal 2015 A lo largo del periodo la cantidad de trabajadores que tienen que salir de su municipio ha ido en aumento, de 2.68 millones a 3.01 en 2015, sin embargo hay una fuerte disparidad entre aquellos que viven dentro de los límites de la CDMX y los que residen en los municipios conurbados. Las últimas dos filas de la tabla 1 contienen los porcentajes por fila que representan los flujos, para las tres fechas el porcentaje que vive y trabaja en una delegación está cerca al 92% —es decir, menos del 10% de los que viven en la CDMX van a trabajar a algún municipio conurbado, en el caso de los pobladores del resto de la ZMCM el porcentaje que trabaja en la CDMX ronda el 57%, es decir hay una cantidad cada vez mayor de población que tiene la necesidad de atravesar los límites estatales para trabajar. A escala municipal, las delegaciones centrales —Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez— son las unidades territoriales con los valores más altos de entrada, mientras que los que más población ocupada expulsan son: Iztapalapa, Ecatepec de Morelos y Gustavo A. Madero, este resultado nos muestra en el caso de la atracción, donde se localiza la porción más importante del empleo (estas tres delegaciones acumulan el 30% del empleo de toda la ZMCM), mientras que las cifras de salida se vinculan con el tamaño de la población (representan el 28% del total de la población de la ZMCM). La diferencia entre atracción y expulsión nos da el flujo neto de cada municipio, a lo largo del periodo de estudio el patrón de los flujos netos ha tendido hacia una mayor concentración en las delegaciones centrales y valores negativos en más municipios periféricos. Suárez y Delgado (2015), han argumentado que la informalidad es un mecanismo determinante de la movilidad laboral2, la población inserta en el circuito informal tiende a 2 Siguiendo la propuesta de Suárez y Delgado (2915) los residentes informales fueron identificados como aquellos que son autoempleados o jornaleros, pero que no desempeñan las siguientes actividades: 13 viajar menos que aquellos que tienen un empleo formal, si nos fijamos en la porción de los flujos que habíamos excluido previamente —aquellos que viven y trabajan en un mismo municipio— podemos dividir a los trabajadores en dos grandes grupos —empleo formal y empleo informal— y los dividimos en dos: aquellos que tienen que moverse a un municipio de trabajo diferente al de residencia y aquellos que permanecen dentro de su municipio de residencia para trabajar, clasificados por la zona en que viven. La tercera columna es el radio de los que no se mueven respecto a los que si se mueven. Como era de esperar, la población inserta en el empleo formal exhibe radios menores que aquellos que trabajan en el empleo informal, adicionalmente la población con empleo formal que no se mueve que radica en la CDMX es sistemáticamente menor a la que se mueve. En cuanto al empleo informal podemos ver la enorme desproporción entre aquellos que viven en la ZMCM, el radio es de cinco a siete veces más grande, con una ligera tendencia a aumentar. Tabla 2 Flujos por tipo de empleo Empleo Formal Empleo Informal Cambian de municipio Cambian de municipio No Si Radio No Si Radio CDMX 670,209 907,419 0.74 1,125,515 459,904 2.45 2000 ZMCM 532,788 297,978 1.79 1,242,509 212,749 5.84 CDMX 868,901 953,688 0.91 1,282,956 445,406 2.88 2010 ZMCM 761,934 355,304 2.14 1,616,798 247,617 6.53 CDMX 933,178 1,025,473 0.91 1,319,967 459,555 2.87 2015 ZMCM 828,190 370,620 2.23 1,737,466 243,681 7.13 FUENTE: Construcción propia. Las disparidades en los flujos y la informalidad se ven acentuadas al añadir un ingrediente más, la tendencia en la proporción del gasto en los hogares que se destina al transporte, Maria Eugenia Negrete (2015) encuentra que para el periodo 1998-2010 el gasto en comunicaciones y transporte ha ido en aumento en todo el país y se incrementa en función del grupo de ingreso, sin embargo el impacto —medido como la proporción del ingreso del hogar destinado a dicho fin— es mayor para los hogares de menores ingresos. También el impacto es diferenciado regionalmente, en los municipios del Estado de México el gasto actividades profesionales, educación finanzas, telecomunicaciones, gobierno, o sectores fuertemente regulados por el estado. Subsectores y sectores excluidos de la definición de informalidad: 211, 221, 222, 3254, 481, 482, 517, 52, 54, 61 y 62. De acuerdo con las prestaciones establecidas por la ley, informales son aquellos empleados que no reciben servicios de salud o pensión. 14 promedio es mayor que en las delegaciones del distrito federal 8.4% y 4.3% respectivamente. Esto tiene implicaciones relevantes, parte importante de la fuerza productiva que tiene que atravesar cotidianamente hacia la CDMX está expuesta a incurrir en gastos mayores para aportar al sistema productivo de la zona metropolitana. Una de las políticas de costos de transporte que tienen un efecto altamente nocivo es que la cuota de los taxis al atravesar la frontera estatal entre los municipios conurbados y las delegaciones centrales se duplique. Como se mencionó en la introducción, la disponibilidad del automóvil permite una mayor movilidad de la población, por supuesto que está clara la consecuencia negativa del crecimiento del parque vehicular en términos de la congestión y la contaminación, en el periodo 1990 a 2014 se multiplicó por 3.4 veces la cantidad de vehículos registrados — pasó de 2.18 a 7.49 millones— con una tendencia convergente entre la CDMX y su Zona Metropolitana, en 1990 la cantidad de vehículos registrados en las delegaciones era3.3 veces los registrado en el resto de la ZMCM, para 2014 esta brecha se ha cerrado significativamente, el radio es ahora únicamente 1.33, una distorsión en esta fuente seguramente se relaciona con el hecho de que desde 2012 el pago de la tenencia se eliminó en todo el Estado de México, si bien a partir de 2006 se comienza a notar la disminución entre la cantidad de autos registrado en cada región de la ZMCM. Figura 3 Evolución de los vehículos registrados en la ZMCM FUENTE: Construcción propia, con base en INEGI (s.f.). 15 Si nos fijamos en la variable censal del porcentaje de viviendas que disponen al menos de un automóvil, encontramos un patrón de alta concentración, las AGEBs con más del 80% de las viviendas con automóvil se tienden a localizar en la región poniente de la metrópoli. A lo largo del periodo intercensal 2000-2010 el arco nororiental de la ciudad la brecha en la disponibilidad de autos se fue cerrando generando una zona casi continua con porcentajes del 40 al 60% que disponen de algún vehículo. El crecimiento disperso de la ciudad ha convertido en una necesidad imperante el uso del automóvil en detrimento del transporte público —sin dejar de tener en mente que el transporte público mantiene funcionando la vida cotidiana de la mayor parte de la población—. El vertiginoso crecimiento del parque vehicular es un indicador de que las políticas que debían promover el uso del transporte público no han cumplido con su cometido, una vez que un hogar adquiere un coche difícilmente va a abandonar su uso sin alternativas de transporte rápido, seguro y asequible. Figura 4 Porcentaje de viviendas que disponen de automóvil FUENTE: Construcción propia, con base en los censos de población y vivienda 2000 y 2010. 4.2 Evolución de la autocontención laboral En el apartado anterior hemos expuesto las características generales de la movilidad laboral, en términos absolutos vimos cómo la informalidad está presente con mayor intensidad en los municipios conurbados y que efectivamente hay una asociación positiva entre la informalidad y la baja necesidad de movilidad. En este apartado exploraremos la 16 evolución del índice de autocontención laboral expresado como el porcentaje de la población ocupada de un municipio que trabaja en donde reside, la utilidad de este indicador es que informa de las pautas de movilidad poblacional, si la accesibilidad a los puestos de trabajo es menor en una unidad territorial, mayor será su movilidad obligada (RRDLS, 2010: 28). Tabla 3 Estadísticos descriptivos de autocontención laboral e informalidad En el periodo de estudio los valores promedio del índice de autocontención laboral por región tienen un ligero aumento entre 2000 y 2010, sin embargo hay una ligera tendencia convergente entre regiones, el rango en la CDMX el valor máximo va en aumento mientras en la ZMCM el máximo disminuye ligeramente. En términos del patrón espacial, encontramos que el patrón observado en 2000 se mantiene relativamente estable a lo largo del tiempo, las delegaciones con los valores más altos son Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, mientras que en la ZMVM hay una relativa dispersión de los municipios con los valores más altos, Chinconcuac, Tizayuca, Huehuetoca, Teotihuacán, Texcoco y Naucalpan de Juárez, en torno a estos municipios se aglutinan los que tienen valores más pequeños de autocontención, esto puede ser indicio de que los municipios con valores altos pueden brindar oferta laboral a los municipios menos poblados cercanos. 17 Figura 5a Autocontención laboral en el año 2000. FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en: https://public.tableau.com/views/AutocontencinLaboralMunicipal20002015/Dashboard1?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y La asociación entre el porcentaje de residentes con empleo informal y autocontención laboral (gráfico abajo izquierda) es positiva sin embargo se va debilitando a lo largo del tiempo, la única relación que se mantiene a lo largo del periodo de estudio es entre el tamaño de la población y la cantidad de personas ocupadas que viven y trabajan en el mismo municipio (en valores absolutos) esta relación es lineal y podría ayudar a estima de forma indirecta el índice de autocontención laboral con las proyecciones de población. 18 Figura 6b Autocontención laboral en el año 2000. FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en: https://public.tableau.com/views/AutocontencinLaboralMunicipal20002015/Dashboard1?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y 4.3 La concentración de los flujos laborales El primer elemento a tomar en cuenta es que los valores de los índices de Gini sin normalizar son relativamente altos, aunque hay ciertas diferencias en las distribuciones por región y grupo de población, los índices de concentración promedio de entrada son sistemáticamente menores en la CDMX y tienen un menor rango, Milpa Alta es la única observación anómala con valores cercanos al .90. En las matrices de los tres grupos poblacionales se observa una ligera tendencia a la dispersión a lo largo del tiempo (valores menores). En la ZMCM no es posible identificar alguna tendencia claramente, más bien se podría decir que hay pequeñas modificaciones caóticas. Para los índices de salida, hay una diferencia aún más marcada entre CDMX y ZMCM, con valores sistemáticamente más altos y menos dispersos en la CDMX —el valor mediano es relativamente estable en torno al .86— es decir las delegaciones tienden a ser mucho más selectivas en los destinos de los flujos laborales. Para la ZMCM se observa una ligera tendencia hacia la dispersión en los destinos, si bien se mantienen rangos más amplios. 19 Figura 7 Diagramas de cajas y bigotes de los índices de Gini de flujos (valores crudos). FUENTE: Construcción propia. Tablero interactivo de datos disponible en: https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Tablerocajas?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y Los gráficos del campo de flujos muestran la relación que guardan los índices de Gini de salida y entrada normalizados de una matriz origen-destino —sin los valores de la diagonal, es decir el interés se centra únicamente en los que efectivamente se mueven para trabajar—. En la figura 7 se muestran los diagramas de campo de flujo para las matrices general, de empleo formal e informal y su evolución a lo largo del tiempo (para facilitar la identificación de los cambios se añadió la trayectoria con transparencia). La posición de los municipios se modifica en diferentes magnitudes, pero el cuadrante al que pertenecen parece bastante estable. Siguiendo a Pane y Mulligan (1998: 256) una forma complementaria de clasificar los puntos dentro del diagrama de dispersión es trazar una línea ascendente de 45°, aquellas observaciones por debajo de dicha línea se podrían llamar distribuidores de atracción y tienen valores relativamente equilibrados de todos sus orígenes mientras que los valores de salida son concentrados de una forma más selectiva, este es el caso para todas las delegaciones de la CDMX, con la excepción de Milpa Alta y Tláhuac que han tenido una trayectoria ascendente en el año 2000 se clasificaban como “Concentradores puros” y para 2015 como “Intensivos”, es decir para 2010 y 2015 aumentó la concentración tanto de sus orígenes como de sus destinos. Por su parte la mayor proporción de los municipios conurbados se localizan en los restantes tres cuadrantes. 20 Figura 8 Diagramas de campos de flujos laborales. FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en: https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Campodeflujoslaborales?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y Por los resultados de los diagramas de dispersión nos podríamos dar una idea del patrón espacial de la distribución de las cuatro clases en el territorio, figura 8 muestra el patrón espacial resultante de la clasificación para el año 2000, hay una clara agrupación de los “Concentradores puros” en la CDMX es decir dispersión de los orígenes y concentración de los destinos, los municipios “Intensivos” —alta concentración tanto de orígenes como destinos— tienden a localizarse en las zonas más periféricas, este podría relacionarse con la menor diversificación de los mercados laborales en los que participan; los “expulsores puros” presentan una situación similar en su localización. La situación de los “extensivos” podría verse como periférica y dispersa, son municipios que tienen acceso relativamente 21 fácil a las vías de comunicación importantes periféricas que les permiten diversificar tanto orígenes como destinos de los flujos laborales. Figura 9 Mapa del patrón espacial de la clasificación de los flujos generales en el año 2000. FUENTE: Construcción propia. Tablero de datos interactivo disponible en: https://public.tableau.com/views/Ginideflujoslaborales20002015/Mapaclasificacin?:embed=y&:display_count=yes&:showTabs=y 4.4 Detección de comunidades de los flujos laborales de la ZMCM Las matrices origen-destino de los flujos laborales tienen a mostrar una gran dispersión, al transformar la matriz en una red la cantidad de nodos permanece constante —59 municipios en total— y se obtiene una cantidad variable de arcos, la densidad de una red es la comparación de la cantidad de arcos observada en una red en relación con un grafo completo (aquel que tiene arcos desde cada nodo hacia todos los demás nodos), las redes crudas resultantes tienen densidades medias, aunque con una gran cantidad de flujos 22 pequeños, para mejorar la capacidad de discriminación del algoritmo de detección de comunidades, eliminamos a todos los arcos con pesos menores de 30 personas, con el proceso de filtrado se eliminó entre el 23 al 34% de los arcos de las redes. En la tabla 4 se muestran las características de las redes crudas y filtradas, además de los parámetros de resolución y calidad de la clasificación (Columna VOS). El parámetro de resolución se modificó de forma tal que la cantidad de comunidades resultara fija en 11. El estadístico de la calidad de la partición obtuvo valores altos, lo que implica que hay una proporción importante de flujos dentro de cada comunidad y una proporción menor entre las distintas comunidades. La última columna da cuenta de un estadístico no paramétrico similar al índice de correlación de Pearson diseñado para captar el grado de asociación entre variables categóricas, podemos constatar que el grado de asociación entre las particiones (comunidades) de los nodos es muy alta, las redes del grupo con empleo formal son las que exhiben valores de asociación más bajos pero no menores al 83%. Tabla 4 Características de las redes y comunidades detectadas La tabla 4 muestra el resultado de las comunidades en mapas, es evidente que el componente espacial es fortísimo, como en el caso de las leyes de la migración postuladas por Ravenstain en el siglo XIX, hay una gran cantidad de flujos entre municipios vecinos que van disminuyendo en función de la distancia. El resultado del ejercicio de detección de comunidades tiene otra ventaja adicional, los municipios con el mercado laboral más grande se mantuvieron en comunidades diferentes (Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez). 23 Figura 10 Mapas de las comunidades resultantes por fecha y población FUENTE: Construcción propia. La figura 10, muestra los diagramas de cuerdas resultantes de las matrices reducidas, que no son otra cosa más que la matriz origen-destino entre comunidades, en todos los casos se puede constatar que los conglomerados tienen la propiedad deseable de tener una proporción de autocontención alta —representada por las parábolas dentro de cada grupo— y una proporción baja de flujos entre comunidades —las líneas entre las distintas comunidades atraviesan el centro del gráfico y su grosor es proporcional al tamaño de los movimientos entre orígenes y destinos— hay algunos casos en los que la heterogeneidad de los flujos de algunos impidió que se asignaran a una comunidad, es decir que conforman una comunidad por sí mismos, tal es el caso de Azcapotzalco (en la red general en 2010, 24 empleo formal en 2015 y las tres fechas de las redes de empleo informal), Ecatepec de Morelos (en todas las fechas de la red general y empleo informal, así como en la red de flujos de empleo formal de 2015), Valle de Chalco Solidaridad, quedó como una comunidad en la red de empleo informal de 2015. Al explorar el gráfico de cuerdas podemos constatar que estos municipios aislados representan flujos más importantes que algunas de las comunidades más periféricas, en todo caso el mapa municipal puede distorsionar la importancia relativa de cada comunidad, los municipios más alejados presentan patrones de desarrollo disperso y constituyen proporciones pequeñas del territorio. En términos de la integración metropolitana, los flujos laborales muestran indicios de cohesión entre algunos municipios conurbados y las delegaciones, en prácticamente todos los resultados hay comunidades donde se combinan municipios con delegaciones. Casi la mitad de las comunidades de cada población y año (con las etiquetas de 7 al 11) son prácticamente idénticas lo que muestra más que una tendencia al cambio la estabilidad, lo apropiado sería fortalecer las oportunidades de empleo local. 25 Figura 11 Diagramas de cuerdas de las matrices de flujos laborales reducidas por comundiad (miles). FUENTE: Construcción propia. En otro orden de ideas, la detección de comunidades tiene como objetivo explorar la posibilidad de crear conglomerados que tengan un componente espacial y que se originen a partir de los datos de flujos laborales entre municipios en lugar de optar por otra perspectiva que combine diversos indicadores para dar lugar a conglomerados en el espacio de las variables, ejemplos de estos ejercicios los podemos encontrar en Aguilar y Alvarado (2005) en los que utilizan conglomerados jerárquicos con algunas variables de forma urbana (densidad de población, densidad de personal ocupado, el radio entre 26 población económicamente activa y población ocupada y finalmente el radio entre viajes atraídos netos y viajes generados netos), realizaron un análisis de conglomerados no supervisado (k-means) y encotraron una estructura urbana centralizada dominada por un centro y su centro ampliado, identifican polos primarios, polos secundarios, polos periféricos y subpolos periféricos. Suárez y Delgado (2009) proponen una metodología para detectar subcentros de empleo en la ZMCM basada en la identificación de picos en el gradiente de densidad de empleo en combinación de áreas que tienen un radio de atracción/generación de viajes mayor que uno, sus conclusiones apuntan a que la ZMCM tiene una estructura hibrida aunque predominantemente monocéntrica. En su propuesta identifican el distrito central de negocios junto con otras categorías de aglomeración del empleo: Corredores Adyacentes, Corredores Segmentados, una combinación de los dos anteriores y subcentros. Otro trabajo un poco más reciente (Montejano et al. 2015) propone un índice compuesto de centralidad que combina el análisis de redes con una medida con importancia teórica que no se había utilizado con anterioridad en un ejercicio empírico: la mezcla de usos de suelo3. La planeación tradicionalmente se ha preocupado por la dotación de algunos servicios básicos (escuelas, clínicas, hospitales), pero el mundo laboral se incorpora sólo de forma abstracta —a través de la cantidad de empleos, sin importar la composición sectorial— la mezcla de usos de suelo implica la diversidad en una escala local. En su propuesta también concluyen que la estructura urbana continúa siendo predominantemente monocéntrica, con algunos subcentros potenciales. En todo caso estos ejercicios —incluido el presentado en esta sección— sirven para el mismo fin, responder a la pregunta, ¿hay evidencia de que la ZMCM transite hacia una estructura urbana policéntrica? La identificación de subcentros que muestren alto grado de cohesión territorial y que satisfagan la necesidad básica del empleo es un criterio que debería ser de utilidad para promover políticas que mejoren la calidad de vida de la población controlando el tiempo invertido para la movilidad laboral. En la figura 11 mostramos el índice compuesto propuesto por Montejano etal. (2015) con las comunidades resultantes de la matriz de flujos generales para 2050. 3 Calculan un el índice de Entropía, un indicador que mide concentración en su caso con cuatro categorías de usos de suelo: Vivienda, Comercio, Servicios y Ocio. 27 Figura 12 Mapa del índice compuesto de centralidad con las comunidades de la matriz general de 2015 Se puede apreciar cómo hay un gran centro ampliado y la emergencia incipiente de algunos subcentros en diferentes estados de consolidación dentro de los límites de cada comunidad, a medida de que aumenta la distancia a la gran centro los subcentros son cada vez más dispersos. 28 5. Conclusiones En este capítulo exploramos la evolución de algunos indicadores vinculados con la movilidad laboral, la carencia de datos más detallados y levantamientos más frecuentes dificulta la labor de poder ofrecer una visión más completa sobre la movilidad, sólo hemos podido explorar algunas relaciones entre variables y los cambios observados en tres momentos. En aras de promover la cohesión metropolitana decidimos utilizar recurrentemente la comparación entre el núcleo de la Ciudad de México, compuesta por las 16 delegaciones y el resto de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (los 40 municipios conurbados), la direccionalidad de los flujos muestra una gran asimetría, favoreciendo siempre a la CDMX, lo que muestra más que una tendencia la estabilidad de la estructura productiva, más de la mitad de la población que debe salir de su municipio a trabajar desde la ZMCM se dirige a alguna de las 16 delegaciones. Si bien no abordamos propiamente los problemas asociados al sistema de transporte, vimos cómo ha aumentado vertiginosamente el tamaño del parque vehicular registrado, así como la convergencia en la disponibilidad de automóviles en las viviendas de la metrópoli, el auto marca una diferencia sustancial en la autonomía de movimiento de la población, pero tiene una serie de externalidades negativas que la promoción del transporte público deberían combatir. La exploración del índice de autocontención laboral y la concentración de los flujos en las matrices de origen tampoco permitieron identificar alguna tendencia de forma contundente, en su lugar también se podría concluir que el patrón en el tiempo es más bien estable, pequeños cambios caóticos sin una consecuencia fuerte que marque una modificación de los flujos. Hemos constatado que efectivamente hay alguna relación entre el mercado laboral informal y la autocontención, que como índice puede que cumpla el cometido de medir una dimensión de la calidad de vida, sin embargo consideramos que se deberían tomar en cuenta otros elementos, como la evolución en la pobreza de los hogares, así podríamos probar la hipótesis de que el desarrollo disperso tiende a dotar a la población de vivienda, pero los costos de transporte aumentan y el empleo accesible tiende a ser extensivo de mano de obra y baja calificación. 29 La aplicación de los métodos de análisis de redes para la detección de comunidades rindió frutos interesantes, el componente espacial de las comunidades demostró que es posible obtener particiones de una red con alta cohesión en su interior y mayor heterogeneidad entre las partes, finalmente los patrones de movimiento deberían de mostrar dónde la gente debe ir para trabajar. Una de las leyes de la migración de Ravenstein dice que la gran mayoría de los movimientos de la población tienden a ser locales, esto también se podría generalizar a los patrones de movilidad laboral en la ZMVM. Las comunidades obtenidas también mostraron cierta estabilidad, el grado de similaridad medido a través de la V de Cramer dio resultados de más del 83%, lo que implica que hay cambios marginales en los diferentes años y poblaciones analizadas. Otro elemento a resaltar es que en la mayoría de los resultados hay un grado de cohesión importante entre los municipios conurbados y las delegaciones de la CDMX, lo que hace necesaria la promoción de políticas de cohesión territorial para facilitar el diario ir y venir entre la ZMCM y las delegaciones. Desde finales del siglo pasado, la política de transporte de la ciudad de México se orientó al mantenimiento y ampliación de la infraestructura vial, favoreciendo el uso del transporte privado con soluciones parciales de corto plazo, la polémica del segundo piso no finalizó con su construcción, estudios previos advertían que la solución a la congestión duraría de uno y medio a tres años (Delgado et al, 2003: 52). En la actualidad la velocidad promedio de los traslados en la ciudad es de apenas 17 km/hr, una política de salud que había demostrado su eficacia —el programa hoy no circula— también mostró un retroceso pues una consecuencia no prevista por su diseño fue el rápido aumento del parque vehicular, el ITDP (2012) reporta que entre 1990 y 2009 los viajes en auto aumentaron en una tasa promedio anual del 5.2% mientras que la población creció a sólo el 1.3 (entre el año 2000 y 2010) y en promedio el producto interno bruto de la ciudad sólo creció a un ritmo de 0.5% anual entre 2003 y 2010. Las políticas de transporte y decisiones de planeación tienen muchos impactos de diferentes órdenes, económicos, sociales y ambientales. En la planeación del transporte hay una larga y documentada evidencia del ciclo de dependencia del automóvil Litman (2015) observa que el incremento del ingreso de la población conducía a un aumento en el número de automóviles en una ciudad, la planeación se orientaba entonces a solucionar 30 los problemas del crecimiento del parque vehicular que provoca problemas de congestión en el sistema entero derivando retrasos que a su vez conllevan la estigmatización, el aumento en los costos de operación y por lo tanto también los precios del transporte público. Otros factores que abonan a la dependencia del automóvil son la periurbanización, la disponibilidad amplia de estacionamiento barato o sin costo y los patrones de desarrollo disperso. Ciclo de dependencia del automóvil, Fuente: Adaptación de Litman (2015:7) Las nuevas administraciones han emprendido importantes políticas que modifican el rumbo de la movilidad en la ciudad, entre ellas el lanzamiento del Programa Integral de Movilidad que incluye el diagnóstico y las acciones propuestas para atacar las áreas de oportunidad de los sistemas de transporte de la Ciudad de México. Muchas de ellas ya están operando, la implementación del metrobús (Bus Rapid Transit por sus siglas en inglés)4, la edificación de los Centros de Transferencia Modal (CETRAMS), los corredores emisiones cero, el programa Ecobici, etc. Todas ellas políticas que cambian la prioridad del automóvil al transporte público favoreciendo particularmente al peatón. 4 La implementación de este tipo de transporte en el Estado de México no ha logrado ceñirse a las condiciones óptimas de operación, el transporte concesionado local continúa circulando junto con el Metrobus, produciendo congestión debido a las paradas no controladas. 31 6. Referencias Aguilar, A. y Alvarado C. (2005) La reestructuración del espacio urbano de la Ciudad de México, hacia la metrópoli multimodal. En A. G. Aguilar (Ed.) Procesos Metropolitanos de Grandes Ciudades: Dinámicas Recientes en México y Otros Países. Pp 265-308. México: Porrúa. Alonso W. (1964) Location and Land Use. Boston: MIT Press. Bell, M. 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Caracterización de las comunidades desde la perspectiva del personal ocupado sectorialmente 35 2015 2010 19,819 209,630 718 210 126,140 114,172 02 91,604 90,511 6,292 94 124,139 40 - 96 26,881 03 366,729 197,131 94,506 65 114,760 247 71 74,538 29,822 04 208,742 79,145 40,458 23,329 63,403 2,152 47 32,881 15,225 05 34,380 54,999 477 832 61,786 79 140 15 3,376 06 43,529 62,199 546 1,226 32,259 77 31 135 1,299 07 107,102 116,284 14,904 2,137 176,179 414 23 516 9,350 08 41,033 45,553 1,141 1,550 89,428 340 12 28 7,451 09 7,021 11,153 486 195 14,805 185 1 24 1,163 10 9,897 15,836 290 74 11,757 159 38 7 703 11 13,161 24,654 677 752 18,704 407 24 663 01 478,925 376,153 20,347 11,191 180,145 2,502 16 115,643 101,903 02 69,100 68,701 2,726 - 33,982 - - 302 10,074 03 469,599 233,003 51,576 - 106,529 55 - 160,329 39,565 04 557,581 199,011 42,485 24,038 155,394 2,725 60 67,639 42,528 financieros Minería Transporte. Servicios 38,500 Actividades 293,590 Agua primarias Manufactura Electricidad y Construcción 393,312 Comercio Servicios no 01 financieros. Comunidad 2000 Año Personal ocupado total por sector de la economía 05 62,812 84,445 1,826 1,546 53,358 110 - 382 3,656 06 24,790 45,987 178 215 18,972 136 1 257 1,509 07 74,300 89,633 3,375 2,497 81,357 266 16 335 11,588 08 70,540 86,881 1,934 2,337 89,730 - 2 928 11,946 09 21,272 27,506 2,951 592 19,405 311 - 204 1,910 10 19,512 31,445 1,588 137 14,134 629 - 168 1,195 11 31,767 52,803 911 1,271 22,116 412 - 345 1,661 01 653,300 398,907 31,319 107,367 169,423 - 16 195,412 89,551 02 345,371 107,165 4,406 - 73,192 - - 643 31,459 03 192,811 122,140 9,640 - 54,772 - - 14,720 6,771 04 559,343 173,070 47,068 711 65,773 3,171 - 105,876 45,421 05 62,960 83,815 644 - 51,522 - 9 542 3,107 06 71,165 91,951 673 - 29,426 - - 649 530 07 146,195 148,357 8,619 - 128,608 - - 844 13,377 08 74,330 96,675 1,066 517 99,379 - - 423 16,974 09 23,377 30,230 1,717 - 18,995 - - 432 1,809 10 18,838 25,711 678 8 9,836 136 - 267 589 11 31,526 50,901 912 267 17,795 279 - 922 1,212 FUENTE: Construcción propia con los censos económicos 1999, 2009 y 2014. 36 financieros Transporte. 0.06 0.02 10.55 9.55 02 26.97 26.65 1.85 0.03 36.55 0.01 0.00 0.03 7.91 03 41.77 22.46 10.77 0.01 13.07 0.03 0.01 8.49 3.40 04 44.85 17.01 8.69 5.01 13.62 0.46 0.01 7.07 3.27 05 22.03 35.24 0.31 0.53 39.59 0.05 0.09 0.01 2.16 06 30.81 44.02 0.39 0.87 22.83 0.05 0.02 0.10 0.92 07 25.09 27.24 3.49 0.50 41.27 0.10 0.01 0.12 2.19 08 22.00 24.42 0.61 0.83 47.94 0.18 0.01 0.02 3.99 09 20.04 31.84 1.39 0.56 42.26 0.53 0.00 0.07 3.32 10 25.53 40.86 0.75 0.19 30.33 0.41 0.10 0.02 1.81 11 22.29 41.76 1.15 1.27 31.68 0.69 0.00 0.04 1.12 01 37.22 29.23 1.58 0.87 14.00 0.19 0.00 8.99 7.92 02 37.37 37.16 1.47 0.00 18.38 0.00 0.00 0.16 5.45 03 44.27 21.97 4.86 0.00 10.04 0.01 0.00 15.12 3.73 04 51.09 18.23 3.89 2.20 14.24 0.25 0.01 6.20 3.90 05 30.18 40.57 0.88 0.74 25.64 0.05 0.00 0.18 1.76 06 26.93 49.96 0.19 0.23 20.61 0.15 0.00 0.28 1.64 07 28.21 34.03 1.28 0.95 30.89 0.10 0.01 0.13 4.40 08 26.69 32.87 0.73 0.88 33.95 0.00 0.00 0.35 4.52 09 28.69 37.09 3.98 0.80 26.17 0.42 0.00 0.28 2.58 10 28.36 45.70 2.31 0.20 20.54 0.91 0.00 0.24 1.74 11 28.55 47.45 0.82 1.14 19.87 0.37 0.00 0.31 1.49 01 39.71 24.25 1.90 6.53 10.30 0.00 0.00 11.88 5.44 02 61.43 19.06 0.78 0.00 13.02 0.00 0.00 0.11 5.60 03 48.10 30.47 2.40 0.00 13.66 0.00 0.00 3.67 1.69 04 55.91 17.30 4.70 0.07 6.57 0.32 0.00 10.58 4.54 05 31.08 41.37 0.32 0.00 25.43 0.00 0.00 0.27 1.53 06 36.61 47.30 0.35 0.00 15.14 0.00 0.00 0.33 0.27 07 32.78 33.26 1.93 0.00 28.84 0.00 0.00 0.19 3.00 08 25.69 33.41 0.37 0.18 34.34 0.00 0.00 0.15 5.87 09 30.53 39.49 2.24 0.00 24.81 0.00 0.00 0.56 2.36 10 33.60 45.86 1.21 0.01 17.54 0.24 0.00 0.48 1.05 11 30.37 49.03 0.88 0.26 17.14 0.27 0.00 0.89 1.17 Servicios 17.53 primarias 3.22 1.66 Actividades Minería 24.55 Agua Manufactura Electricidad y Comercio 32.88 Servicios no 01 Comunidad financieros. 2015 2010 2000 Año Construcción Porcentaje de personal ocupado por comunidad FUENTE: Construcción propia con base en los Censos económicos 1999, 2009 y 2014. 37 financieros Transporte. 1.20 1.76 1.78 02 0.80 1.05 0.37 0.02 1.56 0.10 0.00 0.00 1.48 03 1.24 0.89 2.13 0.01 0.56 0.23 0.55 1.42 0.63 04 1.34 0.67 1.72 3.93 0.58 3.76 0.69 1.18 0.61 05 0.66 1.39 0.06 0.42 1.69 0.41 6.14 0.00 0.40 06 0.92 1.74 0.08 0.68 0.98 0.44 1.50 0.02 0.17 07 0.75 1.08 0.69 0.39 1.77 0.79 0.37 0.02 0.41 08 0.66 0.97 0.12 0.65 2.05 1.48 0.44 0.00 0.75 09 0.60 1.26 0.27 0.44 1.81 4.30 0.20 0.01 0.62 10 0.76 1.62 0.15 0.15 1.30 3.34 6.71 0.00 0.34 11 0.66 1.65 0.23 1.00 1.36 5.61 0.00 0.01 0.21 01 0.93 1.06 0.57 0.93 0.85 1.28 0.62 1.22 1.64 02 0.94 1.35 0.53 0.00 1.12 0.00 0.00 0.02 1.13 03 1.11 0.80 1.76 0.00 0.61 0.03 0.00 2.05 0.77 04 1.28 0.66 1.41 2.36 0.86 1.64 2.72 0.84 0.81 05 0.76 1.47 0.32 0.80 1.56 0.35 0.00 0.02 0.36 06 0.67 1.81 0.07 0.25 1.25 0.97 0.54 0.04 0.34 07 0.71 1.24 0.46 1.02 1.88 0.67 3.01 0.02 0.91 08 0.67 1.19 0.27 0.95 2.06 0.00 0.37 0.05 0.93 09 0.72 1.35 1.44 0.86 1.59 2.76 0.00 0.04 0.53 10 0.71 1.66 0.84 0.21 1.25 6.02 0.00 0.03 0.36 11 0.71 1.72 0.30 1.23 1.21 2.44 0.00 0.04 0.31 01 0.91 0.91 0.89 2.98 0.71 0.00 1.94 1.84 1.29 02 1.40 0.71 0.37 0.00 0.90 0.00 0.00 0.02 1.32 03 1.10 1.14 1.12 0.00 0.95 0.00 0.00 0.57 0.40 04 1.28 0.65 2.19 0.03 0.46 4.40 0.00 1.64 1.07 05 0.71 1.55 0.15 0.00 1.76 0.00 8.84 0.04 0.36 06 0.84 1.77 0.16 0.00 1.05 0.00 0.00 0.05 0.06 07 0.75 1.25 0.90 0.00 2.00 0.00 0.00 0.03 0.71 08 0.59 1.25 0.17 0.08 2.38 0.00 0.00 0.02 1.39 09 0.70 1.48 1.05 0.00 1.72 0.00 0.00 0.09 0.56 10 0.77 1.72 0.56 0.01 1.22 3.37 0.00 0.07 0.25 11 0.69 1.84 0.41 0.12 1.19 3.73 0.00 0.14 0.28 Servicios 0.49 primarias 0.75 Actividades 0.64 1.30 Minería Construcción 0.97 Manufactura Comercio 0.98 Servicios no 01 Comunidad financieros. 2015 2010 2000 Año Electricidad y Agua Cocientes de localización del personal ocupado sectorialmente FUENTE: Construcción propia con los Censos Económicos 1999, 2009 y 2014. Para los cocientes de localización se tomó la composición del empleo de toda la ZMCM como economía de referencia, los valores mayores a 1 indican mayor especialización y menor que uno lo contrario. 38 Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana Camilo Caudillo*, Aldo Jiménez*, Alejandro Burgos+ 1 1. Método de procesamiento de datos y gráficos 2. Estructura económica por Comunidad *Investigadores del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C. +Consultor Red GEO Estructura socioeconómica asociada a la regionalización de flujos laborales de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana Camilo Caudillo*, Aldo Jiménez*, Alejandro Burgos+ En el apartado Evolución de la movilidad laboral en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 2000-2015 en su inciso 4.4 Detección de comunidades de los flujos laborales de la ZMCM, se presenta una aproximación de regionalización de la metrópoli. En la cual, a los “polígonos” o subregiones se les denomina comunidades y el eje es1 la variable empleo. Se considera relevante una caracterización desde la economía, de cada una de las comunidades; lo cual enriquece el análisis de movilidad, y sobre todo, brinda evidencia sólida de la diferenciación territorial que caracteriza a la economía de la metrópoli. 1. Método de procesamiento de datos y gráficos Los datos utilizados para el análisis económico de las comunidades de la ZMCM fueron los siguientes: Valor Agregado Censal Bruto (VACB). Índice de Precios al Consumidor (IPC). Personal Ocupado Total (POT). Número de Unidades Económicas (UE). Población por municipio (Pob). Los valores obtenidos fueron resultado del procesamiento de información descrito en la nota metodológica relativa al apartado de economía y se utilizaron para detallar el perfil económico de las comunidades encontradas para el año 2015. Este año representa la dinámica laboral al interior de la ZMCM más reciente disponible. La identificación del perfil económico de las comunidades se realizó en tres partes. La primera corresponde a la identificación de los sectores de la actividad representativos de la dinámica económica de cada una de ellas, tanto para el valor agregado como para el personal ocupado de manera independiente. Los datos para cada variable fueron *Investigadores del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C. +Consultor Red GEO 1 ordenados de manera decreciente en su participación porcentual respecto del total de la comunidad para cada año y se seleccionaron con el criterio de formar parte de los sectores que más participen sumando al menos el 75% de la variable para al menos uno de los cuatro años disponibles. La segunda parte es relativa la caracterización de los sectores de la actividad representativos de la dinámica económica de cada comunidad respecto al personal ocupado total dado que. Para ello se seleccionaron los siguientes indicadores: VACB/POT: muestra la capacidad del sector para generar valor agregado por persona empleada en cada año en total de la comunidad. POT/UE: muestra el tamaño promedio de las unidades económicas expresado en número de trabajadores por unidad del sector para cada año en total de la comunidad. Pob/UE: muestra la cantidad de población con la que cada unidad económica interactua en cada comunidad y, para el mismo sector, en diferentes comunidades. Asimismo, resulta importante señalar que para el primer indicador, el VACB fue deflactado mediante el “Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de la Ciudad de México”, disponible en el Banco de Información Económica (BIE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El índice fue transformado de mensual a anual como un promedio de los meses de cada año para finalmente cambiar la el año base (Índice = 100) al 2013 mediante una regla de tres simple. Por último, el análisis de los resultados para los sectores en cada comunidad se realizó mediante la generación de los instrumentos gráficos presentados, que permiten observar la estabilidad o variaciones de la composición sectorial y sus características a lo largo del periodo de estudio, así como comparar los resultados para distintos sectores y distintas comunidades. 2. Estructura económica por Comunidad Comunidad 1 Durante el periodo 2008-2013, la estructura económica de la comunidad conformada por los municipios de Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, muestran un cambio sustancial en 2 la distribución entre las industrias manufactureras y los servicios dedicados al apoyo de negocios, esto debido a que las primeras acumulaban cerca del 60% del valor agregado en los años 1998 y 2008, no obstante, disminuyeron su proporción en casi 20% para el año 2013, lo que se vio reflejado en el paulatino incremento del sector servicios que paso de representar un 1.77% a un 23%. Este mismo comportamiento se expone tanto en el porcentaje de la población ocupada por sector, como en el número de población ocupada por unidad económica, los cuales en conjunto revelan una tendencia a la concentración en los servicios de apoyo a la administración de negocios, así como la disminución paulatina de la participación de la industria manufacturera en la actividad económica de la Comunidad. Comunidad 2 Las delegaciones del sur de la Ciudad de México, específicamente Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, y Coyoacán, se caracterizan por haber tenido un cambio drástico dentro de su estructura, ya que pasaron de tener una distribución económica en la que alrededor del 50% se establecía en las industrias manufactures y el comercio durante los años 1998 y 2003, a una composición en donde los servicios financieros y de seguros, 3 pasaron de 8% a poco más del 30% del valor agregado del total de las actividades durante el periodo de estudio. Semejante comportamiento se puede observar en el porcentaje de personas ocupadas dentro del sector manufacturero, el cual disminuyó casi un 8%, mientras en los servicios financieros y el comercio al por menor se muestra un incremento constante en el periodo. Comunidad 3 En esta Comunidad compuesta por las delegaciones Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo, así como el municipio de Huixquilucan, se identifica una importante concentración económica en las actividades financieras y corporativas que, en conjunto, han representado poco más del 50% del valor agregado durante todo el periodo. Asimismo, esta concentración puede observarse tanto en la población total ocupada por unidad económica como productividad por sector. Aunado a lo anterior, se muestra en el año 2013, es posible apreciar una mejora en el posicionamiento de las actividades para el fomento de la información en medio masivos y de soporte a negocios, tanto por su participación en el valor agregado como en población ocupada, lo cual puede ser un reflejo de las innovaciones tecnológicas adoptadas dentro del sector servicios. 4 Comunidad 4 En la Comunidad conformada por las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa y Venustiano Carranza, se identifica una estructura orientada a la generación de servicios financieros y de suministro, tales como agua, electricidad y gas, ubicándose esta última en la actividad con mayor productividad y mayor población ocupada por unidad económica, mismas que representaron el 62.3% del valor agredo total en el 2013. En términos de empleo, la población ocupada total de la Comunidad se encuentra inserta en su mayoría en las actividades de comercio al por menor y manufactureras, aunque ésta última con una participación cada vez menor. Asimismo, los servicios financieros y de seguros, así como las actividades de apoyo a los negocios muestran un mayor posicionamiento en cuanto a ocupación, particularmente durante el periodo 2008-2013. 5 Comunidad 5 Durante el periodo de estudio, los municipios de Jaltenco, Nextlalpan, Tecámac, Tizayuca, y Zumpango, ubicados en el norte de Valle de México, se caracterizaron por tener una estructura económica concentrada en la industria manufacturera y el comercio al por menor, sin embargo, el tamaño que representaban estas actividades dentro de la economía ha disminuido de manera paulatina, pues mientras en 1998 acumulaban el 90% del valor agregado total y al menos del 70% de la población ocupada, para 2013 disminuyó a un 70% y 60% respectivamente, lo que indica un contracción significativa del total de la economía en el conjunto de la comunidad. 6 Comunidad 6 En la Comunidad conformada por los municipios de Acolman, Atenco, Chiautla, Chiconcuac, Papalotla, Teotihuacan, Tepetlaoxtoc, Texcoco y Tezoyuca, ubicada al noroeste en la Zona Metropolitana del Valle de México, se identificó una estructura económica orientada a actividades manufactureras y el comercio al por menor desde 1998, no obstante, pese a su contracción observada hacia el año 2013, estas actividades mantienen alrededor del 60% de la estructura de valor agregado y población ocupada. En ese sentido, la composición económica de la Comunidad no ha sufrido variaciones que permitan inferir una modificación sustancial en su dinámica económica. 7 Comunidad 7 La Comunidad conformada por los municipios del noroeste del Valle de México: Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero, Tlalnepantla de Baz y Naucalpan de Juárez, se caracteriza por estar orientada a la industria manufacturera y a las actividades comerciales, pues ambas actividades concentraron al menos el 60% de la población ocupada total y el 70% del valor agregado total de la economía durante el periodo 1998 - 2013. No obstante, la actividad manufacturera se ha reducido paulatinamente en términos de valor agregado, misma tendencia que se ha extendido a las actividades de comercio al por mayor y apoyo a los negocios en cuanto a productividad de la mano de obra y a la población ocupada por unidad económica. 8 Comunidad 8 En los municipios de Cuautitlan, Coyotepec, Huehuetoca, Tepotzotlan y Tultepec, ubicados en la parte del norte de la cuenca del Valle de México, se identifica un patrón económico orientado casi exclusivamente a la actividad industrial-comercial, ya que durante el periodo 1998 - 2013, las industrias manufactureras y el comercio representaron al menos el 80% del valor agregado total y concentraron poco más del 60% de la población ocupada total. No obstante, es posible inferir sobre la existencia de empresas relacionadas al servicio de transporte y almacenamiento que aglomeran una gran cantidad de trabajadores, lo que refuerza la premisa de la agrupación de la economía en el sector secundario. 9 Comunidad 9 En los municipios de Chalco, Cocotitlan, Ixtapaluca, Temamantla, Tlalmalco y Valle de Chalco Solidaridad, ubicados al sureste de la Zona Metropolitana, se puede observar una organización económica orientada principalmente al sector manufacturero y comercial entre los años 1998 y 2013, pues dentro de la población ocupada total se observa una concentración de al menos 60%, mientras que el valor agregado de dichas actividades fue equivalente al 80% desde 1998 y sólo con una pequeña diminución de alrededor de 2% para el año 2013. En ese sentido, resulta pertinente señalar que la actividad económica en su conjunto se redujo en el 2013 respecto a 1998. 10 Comunidad 10 La estructura económica de la Comunidad integrada por los municipios de Chicoloapan, Chimalhuacán, La Paz, y Nezahualcóyotl, localizados en el oriente de la Ciudad de México, denota la importancia del sector secundario en el cual al menos el 60% de la población ocupada total contribuye a generar un valor agregado, dentro del comercio y las industrias manufactureras, equivalente al 80% en 1998, mismo que mostró un incremento de alrededor del 5% en el sector industrial en el año 2013. En este sentido, tal comportamiento puede ser comprendido al observar los grandes niveles de productividad registrados tanto en la actividad manufacturera como en el comercio. 11 Comunidad 11 Esta Comunidad, integrada por el municipio de Ecatepec de Morelos, se caracteriza por enfocar su economía en el comercio y actividades de la industria manufacturera, las cuales en conjunto han representado al menos el 80% del valor agregado total y una acumulación del personal ocupado equivalente al 60% durante el periodo 1998-2013. Asimismo, el comportamiento en los niveles de productividad muestra que la mayor proporción se encuentra dentro de la industria manufacturera, a pesar de haberse registrado una disminución de la actividad económica respecto al año 1998. 12 13 Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva de ecosistema urbano y cambios de uso de suelo Aldo Daniel Jiménez Ortega1 y José Mauricio Galeana Pizaña2 1. Introducción 2. Método 3. Resultados 3.1. Estructura de uso de suelo 1976 – 2011 3.2. Escenario tendencial de los sistemas productivos 4. Conclusiones 5. Referencias 1InvestigadordelCentrodeInvestigaciónenGeografíayGeomática“Ing.JorgeL.Tamayo”,A.C. 2InvestigadordelCentrodeInvestigaciónenGeografíayGeomática“Ing.JorgeL.Tamayo”,A.C. Relación urbano-rural de la Cuenca del Valle de México desde la perspectiva de ecosistema urbano y cambios de uso de suelo Aldo Daniel Jiménez Ortega1 y José Mauricio Galeana Pizaña2 1. Introducción El medio rural es un espacio multidimensional en donde convergen los ámbitos sociales, económicos y ambientales, el cual es delimitado por el tamaño de su población, considerándose como rural aquellas localidades con menos de 2500 habitantes (INEGI, 2014). El medio rural concentra el 23% de la población del país y el 98.8% de la superficie total del territorio (INEGI, 2015). Por un lado, es proveedor la mayor parte de los productos agroalimentarios, de mano de obra y de un importante acervo cultural derivado de los procesos históricos de la coevolución entre las personas y el ecosistema, además de ser un aliado en la conservación de los recursos naturales (FAO, 2009; Balvanera y Cotler, 2009). Por otro lado, representa el espacio en donde se generan un conjunto de servicios ecosistémicos y agroecosistémicos que dan soporte natural a las actividades del medio urbano y peri-urbano (Lee et al., 2015). Entre los principales servicios ecosistémicos que las áreas rurales proveen destaca la regulación de la erosión, la calidad del aire, del clima así como de plagas y vectores de enfermedades; la infiltración y recarga de acuíferos, la obtención de diversos productos, como madera, resinas y leña, entre otros (Balvanera y Prabhu, 2004). El medio urbano, a su vez, genera una beneficios hacia las zonas rurales, las cuales pueden reflejarse en términos de la demanda de mano de obra, acceso a mercados potenciales, reducción de costos y tiempo en movilidad por el uso de infraestructura carretera, cercanía a los distintos servicios de salud, educación, transporte y culturales entre otros que se aglomeran en las zonas urbanas, entre otros (Pensado, 2003). Esta relación urbano-rural y rural-urbano, representa el conjunto de flujos de bienes, servicios y factores entre los componentes de ambos medios, lo cual requiere de un proceso 1 2 Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”, A.C. 1 de intervención cuando las condiciones de equilibrio del sistema resultan alteradas, considerando incluso las relaciones intra-rural e intra-urbano. A pesar de las interacciones de beneficio mutuo descritas entre ambos medios, los inevitables cambios en los usos de suelo derivados de la concentración de la población y de las actividades económicas, así como de la expansión no planificada de asentamientos humanos han dado como resultado la alteración del ambiente natural y los flujos biogeoquímicos (Kroeger y Casery, 2007). Estas alteraciones han puesto en riesgo la provisión de diversos servicios ecosistémicos que son fundamentales para las áreas urbanas y peri-ubanas, tales como la recarga de acuíferos, preservación de la biodiversidad, regulación del microclima y de la calidad del aire y agua, así como servicios culturales, entre otros (Martínez et al., 2009; Weng, 2007). Entre los principales factores de riesgo destacan, en su mayoría, los origen antropogénico, como lo son los patrones dispersos de asentamientos humanos irregulares, el desarrollo de infraestructura y vivienda con condiciones de precarias en el suministro de servicios básicos, el incremento de desechos sólidos y desperdicios tóxicos, la sobreexplotación de acuíferos, la alteración del curso de los ríos la remoción de la cobertura vegetal, entre otros (Aguilar, 2008). La pérdida en la provisión servicios agroecosistémicos derivada de cambios en los usos de suelo y la vegetación por crecimiento urbano resulta irreversible en la mayoría de los casos debido a la contaminación y a la pérdida potencial de inversiones económicas inherentes al desarrollo de una zona metropolitana, como lo son las obras de infraestructura (Lee, op cit.) Estas consideraciones han sido abordadas considerando a la unidad de análisis como un ecosistema urbano, el cual es definido como aquellas áreas donde la cobertura de infraestructura construida representa una amplia proporción de la superficie, en la cual existe una alta densidad de habitantes (Pickett et al., 2001). Asimismo, la componente exterior a estas áreas representa la “infraestructura verde” peri-urbana, la cual son todos los espacios de coberturas vegetales y cuerpos de agua en donde se generan los beneficios a las áreas urbanas en términos de servicios ecosistémicos y cuya alteración afecta considerablemente el bienestar de la población que ella habita (EEA, 2011; Sutton y Anderson, 2016) 2 El enfoque de ecosistema urbano permite comprender las interacciones complejas entre los diferentes elementos que componen el sistema en estudio, mismos dan cabida a los cambios en el uso de suelo y a partir de los cuales se puede contribuir a establecer estrategias de intervención que contribuyan a mejorar la calidad y resiliencia en la calidad de vida de la población urbana y peri-urbana considerando la sustentabilidad de los recursos naturales (Gómez et al., 2013). En este contexto, la dinámica de los procesos de cambio en los usos de suelo es compleja, pues depende de las interacciones entre los factores ambientales y socioeconómicos que suceden en diferentes escalas (Veldkamp y Verburg, 2004). De lo anterior surge la necesidad de crear escenarios que permitan generar proyecciones de transición en los usos de suelo y comprender el desarrollo de estos patrones de cambio (Merlín-Uribe et al., 2012). Las herramientas de generación de escenarios a partir de modelos de uso de suelo permiten analizar las tendencias de las coberturas, identificar las causas de los cambios y coadyuvar a la toma de decisiones en la planeación y evaluación territorial (Verburg et al., 2004). Existen diversos modelos que permiten obtener escenarios de cambio en el uso de suelo que responden a diferentes objetos de estudio, como lo son las dinámicas en la agricultura, la vegetación o la expansión urbana, por citar algunos casos (Chaudhuri y Clarke, 2013; Kidron et al., 2015; Yi et al., 2015; Xu et al., 2015). De acuerdo con Han et al (2015), es posible distinguir entre tres categorías de modelos de uso de suelo: los modelos estadísticos-empíricos, los modelos basados en agentes para la simulación de escenarios abordados desde la complejidad y los modelos espacialmente explícitos o basados en reglas, usados con el objetivo de determinar patrones de cambio en el uso de suelo e identificar las áreas en donde éstos ocurren. En cualquier caso, los modelos tienen limitaciones y ninguno es capaz de incluir todas las relaciones complejas que dan lugar a los cambios en uso de suelo, por lo tanto, los escenarios no son predicciones del futuro, sino una alternativa que permite obtener aproximaciones a problemas complejos de una forma espacialmente explícita, integrando diferentes factores biofísicos y socioeconómicos que intervienen en las modificaciones de las coberturas (Carter et al., 2001; Davis, 2002; Rounsevell et al., 2004). El presente estudio tiene como objetivo identificar las relaciones urbano-rural desde una perspectiva de ecosistema urbano mediante el análisis de procesos de cambio de uso de 3 suelo en la Cuenca del Valle de México, así como la generación de un escenario tendencial que permita la identificación y proyección de patrones espaciales de la expansión de los sistemas productivos a partir de las tasas de cambio observadas, de tal manera que contribuya a determinar los posibles efectos en la funcionalidad del área de estudio. 2. Método En el presente estudio se consideró a la Cuenca del Valle de México como unidad territorial de análisis debido a que es un espacio de interconexión del territorio a través de los flujos hídricos, de nutrientes y de materia que integran un conjunto de ecosistemas en donde se reconocen los vínculos entre sus zonas altas y bajas, lo que la posiciona como una unidad físico-natural pertinente para el estudio y gestión de los recursos naturales y, particularmente, para en análisis de los componentes y flujos que intervienen en la relación cambios de uso de suelo y provisión de servicios ecosistémicos a la población urbana (Cotler, H., 2010; Garrido et al., 2006). Mapa 1. Área de estudio: Cuenca del Valle de México. El estudio se llevó a cabo a partir de dos niveles de análisis: procesos de cambio en el uso de suelo y la vegetación entre 1976 y 2011 y escenario tendencial de los sistemas productivos en el año 2030, en donde se incluyeron los cambios en la estructura de uso de suelo y vegetación en las zonas de expansión urbana proyectada en el año 2030. La identificación de los procesos de cambio en el uso de suelo se llevó a cabo mediante la información obtenida de las Series de Uso de Suelo y Vegetación de INEGI 4 correspondientes a los años 1976, 1993, 2002, 2007 y 2011. Para ello, se utilizaron las geometrías de cada una de las series y se realizó su intersección con la geometría de la Cuenca del Valle de México mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica. A partir de la delimitación vectorial del área de trabajo, se llevó a cabo la agrupación de los usos de suelo con el objetivo de facilitar el análisis, lo cual llevó a la conformación de los siguientes grupos: Vegetación: diferentes tipos de vegetación primaria, vegetación secundaria, humedales, matorrales y pastizales naturales. Sistemas productivos agropecuarios: agricultura y pastizales inducidos. Sin vegetación: áreas desprovistas de vegetación y sin vegetación aparente. Urbano: zonas de asentamientos humanos. Para la identificación de los procesos de cambio, se procedió a realizar la unión geométrica para cada una de las capas considerando pares sucesivos entre los periodos, de tal manera que los procesos de cambio fueron calculados para los siguientes momentos: 1976-1993, 1993-2002, 2002-2007 y 2007-2011. A partir de lo anterior, se obtuvo la combinatoria de clases con las cuales se agruparon los procesos de cambio en el área de estudio, su superficie y su porcentaje respecto a la total de la Cuenca. El escenario tendencial de los sistemas productivos realizado fue elaborado mediante la herramienta Scenario Generator del InVEST desarrollada por las universidades de Stanford y Minnesota, la cual permite realizar modelos basados en funciones de producción que definen cómo y en qué medida la estructura de las coberturas son afectadas por diferentes factores y en diferentes escalas de análisis, lo cual permite obtener patrones de contracción-expansión de las clases a partir de la definición de reglas como lo son: la cantidad de cambio esperado, la probabilidad de transición y la definición de factores que influyen en el cambio. Para la realización del escenario tendencial se utilizaron tres imágenes de los sensores Landsat 7, 5 y 8 correspondientes a los años 2000, 2007 y 2015 respectivamente, a las cuales se les aplicó la corrección atmosférica, así como el método de clasificación supervisada de máxima verosimilitud para la obtención de cuatro clases: sistemas productivos, vegetación, cuerpos de agua y otras clases. 5 Como parte de los supuestos de este modelo, se consideró que tanto los cuerpos de agua como "otras clases" permanecen constantes en el tiempo, de tal manera que el único proceso que puede llevarse a cabo es el de expansión de los sistemas productivos a costa de la vegetación. En el caso de la superficie de asentamientos humanos, se incorporó el escenario de expansión de la mancha urbana (Corona, 2016) a los resultados obtenidos en el presente modelo. La cantidad de superficie susceptible a cambio para el año 2030 fue definida de manera previa mediante el cálculo de la variación de las tasas de cambio en la superficie del proceso vegetación a sistemas productivos correspondiente a los periodos 2000-2007 y 2007-2011. El valor absoluto obtenido a partir de dicho vector fue normalizado con la superficie de sistemas productivos del año 2015. Cuadro 1. Cálculo de la superficie susceptible a cambio en el periodo 2015-2030 Proceso Vegetación a sistemas productivos Sistemas productivos a vegetación Superficie Superficie Tasa de 2000-2007 2007-2015 cambio (Ha) (Ha) Superficie susceptible a cambio 2030 (Ha) % % respecto respecto a la suma a la de ambas cobertura superficies inicial 25,010.3 39,942.7 59.71% 63,790.5 19.31% 68.18% 52,038.6 39,363.0 -24.36% 29,775.0 4.98% 31.82% La probabilidad y la prioridad de transición de este proceso fueron definidas a partir de la proporción de superficie susceptible a cambio proyectada respecto a la suma de las superficies susceptibles a cambio correspondientes a los procesos sistemas productivos a vegetación y vegetación a sistemas productivos3. Se consideró la cercanía a carreteras pavimentadas, terracerías, asentamientos humanos con población entre 2,500 a 14,999, así como a ciudades de más de 15,000 habitantes como factores que influyen en la variación positiva en el proceso de cambio de sistemas productivos a vegetación. En ese sentido, los caminos representan un incentivo para la 3 La superficie susceptible a cambio de la vegetación a sistemas productivos fue calculada únicamente para la obtención de la suma de la superficie susceptible a cambio y no así para su integración al escenario. 6 expansión de la actividad agropecuaria, particularmente por su papel vinculador a diversos mercados (Ferraz, 2001) Una vez definidos estos criterios, se añadieron las restricciones al modelo, es decir, las áreas donde no es posible que crezca la superficie de los sistemas productivos. En ese sentido, se consideró que dicha expansión no puede darse en áreas donde se ubican áreas naturales protegidas federales y municipales, cuerpos de agua, así como zonas con pendiente y altitud no aptas. Éstas últimas fueron obtenidas a través de un promedio de condiciones óptimas de pendiente y altitud a su nivel máximo (INIFAP, 2012) para los cultivos más importantes de la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo (FICEDA, 2015), mismo que fue ponderado de acuerdo a la superficie que ocupa el cultivo respecto al total de la superficie sembrada ajustada de dichos cultivos en los estados anteriormente mencionados. Cuadro 2. Cálculo las restricciones de altitud y pendiente a partir de los principales cultivos Ciudad de México (Ha) Estado de México (Ha) Hidalgo (Ha) Suma (Ha) 3,965.0 2,904.0 5,759.2 409.0 104.2 28.5 541,671.8 888.5 63,686.1 5,266.4 9,593.6 7,645.3 256,145.3 78.5 31,635.8 80.0 35,799.7 47,488.5 801,782.0 3,871.0 101,081.1 5,755.4 45,497.4 55,162.3 17,607.7 866,572.5 578,537.0 1,462,717.3 Cultivo % de la superficie sembrada total % ajustado al total de la superficie de cultivos Altitud máxima (metros) Pendiente máxima (grados) Maíz Nopal Avena Papa Frijol Alfalfa 55% 0% 7% 0% 3% 4% 79% 0% 10% 1% 4% 5% 2,800 2,600 2,800 2,800 2,500 2,700 10 15 15 12 15 12 Total 69% Cultivo Maíz Nopal Avena Papa Frijol Alfalfa Total de la entidad Cuadro 3. Parámetros de restricción de altitud y pendiente Parámetro Altitud media ponderada Pendiente media ponderada Valor 2,780.3 10.9 7 A los resultados obtenidos les fueron aplicados los procesos de disolución y unión geométrica del área correspondiente al escenario de expansión urbana visto en el Capítulo “Tendencia de ocupación del territorio por la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México y su zona metropolitana” con el propósito de llevar a cabo el análisis integrado de las modificaciones proyectadas en los usos de suelo para el año 2030. Por último, se llevó a cabo el análisis de la estructura de las coberturas actuales respecto a las áreas de expansión urbana proyectada para el año 2030, mediante la intersección y disolución geométrica del escenario de expansión de la mancha urbana en la imagen Landsat de 2015. Lo anterior permitió identificar en qué medida los sistemas productivos y la vegetación pueden ser afectados ante un eventual crecimiento del área urbana, o bien, si estos son factores que favorecen su expansión o contención. 3. Resultados 3.1. Estructura de uso de suelo 1976 - 2011 La estructura de la Cuenca del Valle de México está conformada en una mayor proporción de uso de suelo agropecuario, de la cual la superficie agrícola representa aproximadamente el 50% de la Cuenca, mientras que la de pastizales inducidos registra poco más del 9%. No obstante, mientras la superficie destinada a la actividad agrícola ha permanecido prácticamente constante desde 1976 a 2011, los pastizales inducidos se han reducido en 31,126 hectáreas, mismas que representan alrededor de 2.6% del tamaño de la Cuenca. Durante el periodo, la mayor parte de la expansión de los sistemas productivos se dio a costa de la cobertura vegetal, misma que equivale al 7% de la Cuenca. Asimismo, esta superficie se ha visto severamente modificada, particularmente por el proceso de urbanización y, en menor medida, por la recuperación de vegetación, con 87,580 y 65,540 hectáreas respectivamente. 8 100% 90% 80% 70% 11% 5% 31% 60% 10% 9% 8% 8% 11% 11% 11% 13% 28% 27% 27% 27% Sin vegetación Pastizales inducidos 50% Urbano 40% 30% 20% Vegetación 52% 50% 51% 51% 50% 1976 1993 2002 2007 2011 Agricultura 10% 0% Gráfico 1. Estructura de uso de suelo y vegetación como porcentaje de la superficie de la Cuenca La vegetación ha sido el tipo de cobertura con mayor contracción como porcentaje del total de la superficie que ocupa en la Cuenca, pues durante el periodo se redujo en 85,560 hectáreas producto de la expansión en los sistemas productivos, cifra que equivale al 3.3% de la Cuenca y al 26% de la cobertura vegetal en 2011. En una menor proporción, la expansión de la mancha urbana es el segundo factor que amenaza a la vegetación, pues en de 1976 a 2011 ha mermado su superficie en cerca de 25,000 hectáreas. Cuadro 4. Procesos de cambio en el uso de suelo 1976-2011 Superficie De Sistemas productivos Sistemas productivos Vegetación Vegetación a 19761993 Ha 19932002 Ha 20022007 Ha 20072011 Ha 19782011 Ha Urbano 60,648.3 10,348.2 4,390.2 Vegetación 35,845.6 27,386.1 1,723.7 586.5 65,541.9 9.2% Urbano Sistemas productivos 21,942.9 781.1 1,254.6 24,903.9 7.5% 176.8 1,893.7 86,559.0 26.2% 925.3 46,134.8 38,353.7 12,193.6 87,580.3 % cobertura inicial 2011 12.3% La expansión urbana ha afectado de manera significativa a los sistemas productivos y a la vegetación. En el primer caso, la pérdida de superficie en los sistemas productivos asciende a poco más de 87,500 hectáreas, es decir, el 12% de la cobertura agropecuaria en el 2011, dándose este cambio en una mayor proporción entre 1976 y 1993, aunque con un importante incremente entre 2007 y 2011. 9 1976 1993 2002 2007 Simbología Agricultura Cuerpos de agua Pastizales inducidos Sin vegetación Urbano Vegetación 2011 0 5 10 20 30 40 Km Mapa 2. Estructura de uso de suelo y vegetación 1976-2011 10 Es posible notar que hubo una importante variación en las cifras observadas de los procesos de cambio durante los últimos dos periodos de cambio, el cual pudo ser causado por la metodología de su generación. Para calibrar y verificar estas cifras, se obtuvieron los procesos para el conjunto de años 2000-2007 y 2007-2010 a partir del cambio en las clases de las imágenes Landsat. Los resultados mostraron una importante variación con las Series, tal como se muestra en el cuadro 5. Cuadro 5. Procesos de cambio en el uso de suelo 2000-2007 y 2007-2015 Landsat Superficie De a 2000‐2007 2007‐2015 Ha Ha Sistemas productivos Urbano 78,498.0 19,100.4 Sistemas productivos Vegetación 52,033.0 39,363.0 Vegetación Urbano 4,754.0 4,270.9 Vegetación Sistemas productivos 25,012.9 39,942.1 Los procesos anteriores muestran que, en todo el periodo de análisis, la mayor incremento en la superficie urbana a costa de sistemas productivos agropecuarios se llevó a cabo durante los años 2000-2007, aunque con una importante reducción en la tasa de pérdida de la cobertura durante 2007-2015. Por otro lado, la contracción de la vegetación por la expansión de los sistemas productivos fue menor que la recuperación a costa de la superficie agropecuaria entre 2000 y 2007. No obstante, si bien es cierto que la cobertura vegetal recuperó una mayor superficie, los procesos ecosistémicos que se pierden tienen un mayor peso que los que se lograr recuperar en un corto y mediano plazo. Asimismo la tasa de contracción de la vegetación en ambos periodos resultó positiva, mientras que la tasa de recuperación muestra un comportamiento descendente. 11 0 5 10 20 30 40 Km Mapa 3. Procesos de cambio en el uso de suelo y vegetación 1976-2015 3.2. Escenario tendencial de los sistemas productivos El análisis de coberturas de las imágenes Landsat permitieron obtener una aproximación muy cercana a las registradas en las Series de Uso de Suelo y Vegetación, de tal manera que fue posible identificar la estructura de la Cuenca de manera simplificada al año 2015 con las cuatro clases anteriormente señaladas. 12 A diferencia de las Series, en la clasificación de las imágenes no se definió la cobertura de uso urbano, pues esta se encuentra combinada con otras clases como lo son las áreas desprovistas de vegetación. No obstante, de acuerdo a lo observado anteriormente, los asentamientos humanos se erigen como la clase con mayor crecimiento en la Cuenca, por lo que es posible atribuir el dinamismo en la clase definida como otras coberturas a la expansión urbana, la cual ha pasado de 15% a 22% de la superficie total de la Cuenca en los últimos 15 años. Cuadro 6. Estructura de uso de suelo y vegetación 2000, 2007 y 2015 2000 Cobertura Vegetación Cuerpos de agua Otras coberturas Sistemas productivos 2007 2015 Superficie Ha % de la Cuenca Superficie Ha % de la Cuenca Superficie Ha % de la Cuenca 362,700.4 6,841.8 184,420.9 29.9% 0.6% 15.2% 333,990.0 8,530.6 265,196.2 27.5% 0.7% 21.8% 330,341.2 4,107.7 281,413.6 27.2% 0.3% 23.2% 665,164.8 54.8% 613,657.2 50.6% 598,038.5 49.3% En el caso de los procesos de cambio entre los sistemas productivos y la vegetación, existe una clara tendencia a la expansión de la superficie agropecuaria a costa del capital natural, pues esta transición representa más del doble de la recuperación de la cobertura vegetal, en términos absolutos. Asimismo, mientras tal recuperación presenta una tasa de cambio decreciente, la variación en la expansión de los sistemas productivos a costa de coberturas vegetales de 2000 a 2015 fue de 60%. Estas tendencias fueron introducidas al modelo que permitió conformar el escenario de expansión de los sistemas productivos al 2030. Los resultados ajustados con el área de expansión urbana del escenario de expansión urbana realizado por Corona (2016) muestran un cambio sustancial en la estructura de las coberturas de la Cuenca, identificándose las principales modificaciones en la contracción de la vegetación y de los sistemas productivos, así como la considerable expansión de la superficie urbana. 13 Cuadro 7. Estructura de uso de suelo y vegetación en el escenario 2030 2005 Escenario 2030 Cobertura Superficie Ha % de la Cuenca Superficie Ha % de la Cuenca Vegetación Cuerpos de agua Otros Sistemas productivos 330,341.2 4,107.7 281,413.6 27.2% 0.3% 23.2% 264,271.2 3,296.8 424,722.2 21.8% 0.3% 35.0% 598,038.5 49.3% 522,009.4 43.0% La superficie urbana pasará de alrededor del 21% de la superficie de la Cuenca en 2015 al 32% en 2015, siendo los sistemas productivos la clase más afectada por dicha expansión. En el caso de la vegetación, si bien es cierto que el proceso de cambio entre sistemas productivos a esta cobertura no fue considerada, la contracción por expansión de la superficie agropecuaria es alarmante, pues se prevé un diminución en 66,000 hectáreas por el proceso mencionado. 0 5 10 20 30 40 Km Mapa 4. Escenario tendencial de uso de suelo y vegetación 2030 La mayor afectación por la expansión de los sistemas productivos a costa de la vegetación se llevará a cabo en la parte noreste y noroeste de la Cuenca, particularmente en los municipios de Singuilucan, Cuautepec de Hinojosa, Tepeapulco, Chingnahuapan, Omitlán de Juárez, Jilotzingo, Isidro Fabela, Nicolás Romero y Tepotzotlán. Asimismo, el proceso 14 de cambio señalado afectará de manera importante la cobertura vegetal en la parte sureste de la Cuenca, particularmente en los municipios de Chalco, Temamatla y Tenango del Aire, así como en las zonas aledañas a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, como son Tlalmanalco y Amecameca. A diferencia de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala, se prevé que la afectación del capital natural en la Ciudad de México sea mínima, pues se espera que esta superficie se contraiga únicamente en 555 hectáreas, la mayor parte de ellas en suelo de conservación, en las delegaciones Tlalpan y Milpa Alta. Por último, resulta importante evidenciar hacia qué tipo de coberturas que conforman la Cuenca en el 2015 se llevará la expansión esperada de la mancha urbana del 2030. En ese sentido, los resultados muestran que de las casi 138,200 hectáreas de expansión, al menos 130,000 corresponden a superficie de sistemas productivos, mismas que representan casi el 22% de esta cobertura. La mayor parte de la contracción en los sistemas productivos se prevé se lleve a cabo en la parte norte y oeste de la Cuenca, particularmente en los municipios de Zumpango, Cuautitlán, Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca, Tizayuca, Tecámac, Acolman, Chiautla, Teotihuacan, Texcoco, Mineral de la Reforma, Pachuca de Soto, Axapusco, Chalco, Cocotitlán, Amecameca, entre otros. Mapa 5. Estructura de uso de suelo y vegetación en el área de expansión urbana proyectada al año 2030 15 4. Conclusiones En la Cuenca de la Valle de México existe una clara tendencia a la urbanización y a la pérdida de la cobertura vegetal derivada de la expansión de los sistemas productivos agropecuarios. Si bien es cierto que hay una importante superficie recuperada de vegetación a partir de los sistemas productivos, su tendencia negativa en los últimos 15 años, aunado al tiempo de los procesos naturales para restaurar los ecosistemas no logra equiparar el impacto de la pérdida de la cobertura vegetal. Con base en la información obtenida, es posible afirmar que el medio rural peri-urbano de la Cuenca se encuentra supeditado a la dinámica de desarrollo urbano, de tal manera que la superficie agropecuaria no representa un mecanismo de contención de la expansión de la mancha urbana, particularmente en los estados de México e Hidalgo. Asimismo, la pérdida de vegetación peri-urbana ha reducido la resiliencia de la unidad funcional derivado de la alteración del ciclo del carbono, la erosión del suelo y la disminución en la capacidad infiltración y recarga del acuífero, lo cual ha generado una condición de fuerte presión hídrica (Bunge, 2010). En el caso de la Ciudad de México, pese a que el escenario tendencial no muestra patrones de una importante expansión de la superficie agropecuaria en el Suelo de Conservación, resulta preocupante la pérdida de vegetación observada entre los años 2007 y 2015, particularmente por la tendencia observada en la urbanización de la superficie de los sistemas productivos. El proceso de urbanización ha dado como resultado un nivel muy alto de transformación de los sistemas naturales en la Cuenca, lo que conlleva a la pérdida en su funcionalidad y en la reducción en la provisión de servicios ecosistémicos (Cuevas et al., 2010). Esta pérdida de la funcionalidad ha generado una disminución en la calidad de vida humana, tanto en el medio urbano como en el medio rural peri-urbano. Actualmente, la Cuenca del Valle de México tiene un grado de alteración extremo en su dinámica funcional, por lo que de continuar la tendencia y aproximarse a los resultados de los escenarios obtenidos, la carga de la actividad antrópica en el ecosistema urbano será insostenible, lo que dará como resultado el incremento de la presencia de islas de calor, el eventual cambio en el microclima de la Cuenca, una reducción en la calidad del aire y un aumento en el riesgo de la producción agropecuaria, entre otros efectos. 16 5. Referencias Aguilar, A. G. 2008. Peri-urbanization, illegal settlements and environmental impact in Mexico City. Cities 25, 133–145. Bunge, V. 2010. La presión hídrica en las cuencas de México. En Las Cuencas Hidrográficas de México. Diagnóstico y priorización. Pruralia ediciones, 88-91. Carter, T.R., La Rovere, E.L., Jones, R.N., Leemans, R., Mearns, L.O., Nakic´enovic´, N., Pittock, B., Semenov, S.M., Skea, J., 2001. Developing and applying scenarios. 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Modeling land use and land cover changes in a vulnerable coastal region using artificial neural networks and cellular automata. Environmental Monitoring Assessment. 19 Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en el Suelo de Conservación de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana del Valle de México Juan Manuel Núñez* Marisol Romero++1 1. Introducción 2. Situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM 2.1. La Zona Metropolitana del Valle de México 2.2. Insumos sobre cobertura forestal 2.3. Las áreas arboladas de la ZMVM 2.4. Instrumentos de planeación territorial en los bosques de la ZMVM 2.3.1. Bosques y Programas de Gestión de Calidad del Aire 2.3.2. Programas de Ordenamiento Ecológico del Territorio 2.3.3. Áreas Naturales Protegidas 3. Escenarios tendenciales de la cobertura forestal en la ZMVM 3.1. Modelo de análisis tendencial 3.2. Principales hallazgos 4. Escenarios tendenciales de la cobertura forestal en el Suelo de Conservación de la Ciudad de México 4.1. Antecedentes 4.2. Descripción del modelo del modelo digital de pérdida de cubierta forestal 4.3. Resultados 4.3.1. Escenario actual: tendencias 1986-2010 4.3.2. Resultados del modelo tendencial al 2030 5. Conclusiones 5.1. Resumen general de resultados 5.2. Recomendaciones 5. Referencias 1 * Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C. ++ Consultora Red GEO Escenario actual y tendencial de las áreas arboladas en el Suelo de Conservación de la Ciudad de México y la Zona Metropolitana del Valle de México Juan Manuel Núñez* Marisol Romero++1 I. Introducción La urbanización es una tendencia demográfica dominante y un componente importante del cambio global en el planeta. Hoy en día, el 54 por ciento de la población mundial vive en zonas urbanas, una proporción que se espera aumente a 66 por ciento en 2050 (UN, 2014). Muchos de los grandes paisajes urbanos en el mundo, generalmente están caracterizados tanto por la sobrepoblación como por el ruido excesivo, la contaminación del aire, la acumulación de basura, el aumento en la demanda de transporte y la falta de espacios abiertos para la recreación y el contacto social; todo lo cual resulta en impactos negativos en la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. Toda esta concentración está caracterizada tanto por elementos construidos como naturales en interacción, cuyas relaciones se extienden mucho más allá de la delimitación política de las ciudades. Debido a ello, los ecosistemas urbanos pueden ser vistos como un concepto más amplio de planeación en el sentido de que también pueden incluir las zonas de influencia manejadas o afectadas desde las zonas urbanas hacia su periferia, incluyendo áreas rurales, zonas de cultivo y bosques urbanos y periurbanos. Los ecosistemas urbanos son sistemas dinámicos que contienen tanto elementos construidos como naturales en interacción, caracterizados por una alta complejidad, heterogeneidad y fragmentación. En ellos, las personas viven en altas densidades por lo que la infraestructura construida cubre una gran parte de la superficie urbana (Pickett et al., 2001). No obstante, estos sistemas también incluyen todos los espacios verdes y azules dentro del paisaje urbano, tales como parques y jardines, campos de golf, bosques urbanos y periurbanos, cementerios, zonas de cultivo, y cuerpos de agua en general. Los ecosistemas 1 * Investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática, Ing. Jorge L. Tamayo, A.C. ++ Consultora Red GEO 1 urbanos pueden proporcionar importantes servicios ecosistémicos que contribuyan al bienestar humano de las personas (Gómez-Baggethun & Barton, 2013). Los servicios ecosistémicos se definen como los beneficios que los seres humanos obtienen de las funciones de los ecosistemas (de Groot et al., 2002, MA, 2003), o como aportaciones directas e indirectas de los ecosistemas al bienestar humano (TEEB, 2010). Con lo que respecta al ámbito de las ciudades, la gama de servicios ecosistémicos está acotada a aquellos que proporcionan los ecosistemas urbanos y que pueden reducir las deudas ecológicas de las ciudades al tiempo que mejora la capacidad de resiliencia, la salud y calidad de vida de sus habitantes (Bolund & Hunhammar, 1999). Las áreas arboladas son componentes integrales de los ecosistemas urbanos. En conjunto, estas áreas contribuyen a mejorar la calidad ambiental, de vida y el desarrollo sostenible de las ciudades. Su manejo implica la organización, planificación, instalación y mantenimiento de árboles y masas forestales que se encuentran dentro o cerca de áreas urbanas y que incluyen parques, hileras de árboles sobre vialidades, bosques urbanos y periurbanos, reservas naturales, plantaciones forestales (Konijnendijk et al., 2006). Estos lugares proporcionan diversos servicios ecosistémicos entre los que se incluyen: la compensación de emisiones de carbono (Jo, 2002), la eliminación de los contaminantes del aire, la regulación del microclima (Bolund & Hunhammar, 1999), la recreación y el equipamiento (Jim & Chen, 2006). En general las áreas arboladas tienen una función central para la mejora de la calidad atmosférica de las ciudades que depende de su cantidad, distribución espacial y conectividad. Los arboles pueden absorber diversos contaminantes gaseosos tales como dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono (O3) (Young et al., 2005). Los bosques en las partes altas de las ciudades, al disminuir la velocidad de los vientos, obligan a las partículas sólidas a precipitar. De acuerdo con Dafis (1995) una hectárea de bosque de pino puede eliminar hasta 32 toneladas de polvo de la atmósfera. Además, un bosque de productividad media puede generar aproximadamente 4 toneladas 2 de oxigeno (O2) por año y hectárea, retener más de 4 toneladas de dióxido de carbono (CO2), y procesar 10-12 x106 m3 de aire (Dafis, 1995). La absorción de dióxido de carbono (CO2) de los bosques, así como la liberación de oxigeno (O2) a través del proceso de fotosíntesis, son también funciones importantes de las áreas arboladas que permiten alcanzar el bienestar humano en la ciudades. En este sentido, para mantener el equilibrio entre emisiones CO2 y liberación O2 en el entorno urbano, lo ideal es contar con 140 m2 de superficie forestal dentro y alrededor de las ciudades (Singh et al., 2010). Asimismo, las áreas arboladas ayudan a ajustar las condiciones extremas de temperatura en la superficie urbana; lo que contribuye en la disminución del consumo energético en las ciudades (Oke et al., 1989). Este proceso se lleva a cabo a través de la reducción de la radiación solar entrante por las copas de los árboles o a través de la obstrucción de la radiación emitida por la superficie terrestre (Dafis, 1995). De igual manera, los árboles son eficaces en la reducción de la velocidad del viento, así como de las ondas acústicas (Aslanidou et al., 2003). Otro servicio ecosistémico importante de los bosques en las ciudades es el de la regulación hídrica. En particular los bosques urbanos y periurbanos, contribuyen a la reposición de los recursos hídricos, el control de la escorrentía, la prevención de inundaciones, la disponibilidad y calidad del agua, así como la detención de la erosión del suelo (Dafis, 1995). No obstante estos efectos hidrológicos de los bosques, dependen de su composición y estructura, así como de su régimen y gestión (Dafis, 1998). Finalmente todos estos ecosistemas forestales también constituyen un banco genético natural al actuar como reservorios de biodiversidad, además de preservar un alto valor estético, cultural, recreativo y de salud para los habitantes de las ciudades (Jim & Chen, 2009). El conocimiento de los procesos relacionados con los servicios ecosistémicos brindados por los las áreas arboladas –tales como la absorción de bióxido de carbono, la producción de oxígeno, la producción de sombra, la regulación climática, la conservación de la biodiversidad, y en general la conectividad entre 3 sistemas naturales y urbanos- es de gran relevancia para la planeación urbana (Nowak, 2010). Por un lado, el reconocimiento de estos procesos requiere una planeación territorial que trascienda los límites político-administrativos y se fundamente en el funcionamiento del ecosistema urbano. Por otro, se vuelve necesaria una planeación mucho más integral que supere la dicotomía entre lo urbano y lo ambiental. Esta perspectiva resulta de crucial relevancia para el contexto de la Ciudad de México (CDMX) y su Zona Metropolitana, en donde existen retos importantes en materia de planeación en torno al medio ambiente, tanto por cuestiones de coordinación política como por la alta competitividad entre el entorno urbano y el natural. Partiendo de aquí, el propósito general de este capítulo es hacer una revisión del estado actual y futuro de las áreas arboladas de la Zona Metropolitana del Valle de México, a partir del análisis espacial de su extensión y de los servicios ecosistémicos que proporcionan. El capítulo está dividido en cuatro secciones organizadas de la siguiente manera: la introducción a los servicios ecosistémicos y a los instrumentos de planeación territorial de las áreas arboladas es abordada en la primera sección. En la segunda sección se aborda la situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM, su extensión, distribución espacial y conectividad, así como su relación en términos del servicio ecosistémico de carbono aéreo almacenado en relación a las emisiones de CO2 de vehículos en la ZMVM. De igual forma, se presenta un análisis de los instrumentos de planeación territorial con los que la ciudad cuenta para el aprovechamiento, uso y conservación de sus áreas arboladas. En la tercera sección, se desarrolla una propuesta metodológica para la generación de un escenario tendencial de las áreas arboladas en la ZMVM para el año 2030. Estos resultados en conjunto con los obtenidos del modelo de expansión urbana generado en este mismo trabajo (véase capítulo 2) permite analizar algunas tendencias sobre las áreas arboladas en la ZMVM para los próximos 15 años. Un análisis particular, se realiza para el caso del Suelo de Conservación de la Ciudad de México (SCCDMX) con el propósito de evaluar a mayor profundidad los impactos del crecimiento urbano en los bosques de la CDMX, los servicios ecosistémicos que brindan y los instrumentos de planeación territorial que actualmente se tienen disponibles. Finalmente, en la sección de conclusiones 4 se identifican los temas críticos en torno la gestión de las áreas arboladas de la CDMX y la ZMVM para apoyar los procesos de toma de decisiones a los niveles municipal, estatal y metropolitano. 2. Situación actual de las áreas arboladas de la ZMVM 2.1. La Zona Metropolitana del Valle de México La Ciudad de México (CDMX) en su delimitación de Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), es la mayor área metropolitana del país con una extensión de 7 854 km2, distribuidos en 16 delegaciones en la Ciudad de México, 59 municipios del Estado de México y uno del estado de Hidalgo (CONAPO, 2010). Para el año 2010, la ZMVM tenía 20.1 millones de habitantes, de los cuales, 8.9 millones vivían en la CDMX; además, cerca de 6.8 millones de vehículos estaban registrados en toda la ZMVM (INEGI, 2010). La ZMVM es resultado de un proceso primero de una rápida urbanización ocurrida entre 1960 y 1980 (Ward, 1998) y complementada por la suburbanización de la población y de descentralización del empleo en los años más recientes (Guerra, 2014). Para tratar de explicar tanto el desarrollo como el funcionamiento de la ZMVM, diversos modelos conceptuales han sido propuestos (Moreno-Galvan, 2012, p.45). Con base en el proceso de urbanización, (Suárez-Lastra & Delgado-Campos, 2007) propusieron la clasificación en contornos de la ZMVM. El modelo de círculos concéntricos o anillos, se refiere a la dinámica de los procesos históricos de urbanización de la ciudad y aunque el modelo está planteado principalmente, en la densidad de población como una función de la distancia al centro para visualizar la dinámica del empleo y de los cambios residenciales intraurbanos, también ha sido empleado para analizar el comportamiento de la vivienda, y en particular, de la vivienda en renta, la industrialización, el empleo y la PEA, la estructura de edad, así como para delimitar el área metropolitana y relacionar el desarrollo urbano a temas ambientales y de movilidad (Sobrino, 2007). 5 La Figura 1 muestra la delimitación de los contornos urbanos propuesta por Suarez (2007), la cual propone una región central y cuatro anillos asociados a los diferentes periodos de expansión de la ciudad. La ciudad central, constituida por las cuatro delegaciones centrales que contiene el centro histórico de la ciudad; el primer contorno está formado por las áreas urbanizadas entre 1930 y 1950 todavía dentro de la CDMX; el segundo contorno es resultado de la expansión urbana sobre la entidad vecina sucedida entre 1950 y 1970; el tercer contorno se formó entre 1970 y 1990 mediante una ocupación indiscriminada en delegaciones y municipios propiamente rurales; mientras que el cuarto contorno está conformado por el resto de municipios que delimitan las ZMVM (Suárez-Lastra & Delgado-Campos, 2010, p. 73). 6 Figura 1. Contornos de la Zona Metropolitana del valle de México. Fuente: Suarez, 2007 7 Los contornos determinan la conurbación de la CDMX con el Estado de México, dando cuenta de un proceso caracterizado por la desconcentración generalizada de la población de la ciudad central y antigua a favor de contornos más periféricos y recientes; propiciando cambios de uso de suelo habitacional y comercial cada vez más lejanos (Puebla, 2002). De esta manera, la definición mediante contornos metropolitanos de la ZMVM constituye un marco espacial para el análisis tanto de la estructura como de la forma urbana, en relación con las áreas arboladas de la ZMVM. 2.2. Insumos sobre cobertura forestal Probablemente como en ningún otro lugar, los ambientes urbanos están continuamente sujetos a cambios en nuestro alrededor. La expansión de las zonas urbanas, el crecimiento poblacional y la reducción de los espacios verdes son procesos en los que una mayor comprensión de su dinámica nos permitirá una mejor toma de decisiones hacia la sustentabilidad. Una de las herramientas más prometedoras para mirar los cambios en la forma urbana y los espacios verdes son las tecnologías geoespaciales. Mediante el uso de sistemas de posicionamiento terrestre, sistemas de información geográfica y percepción remota, se pueden crear una variedad de esfuerzos analíticos que van desde mapas que permiten describir los paisajes urbanos mediante representaciones visuales hasta sofisticados sistemas de monitoreo que permiten narrar los cambios en los ecosistemas urbanos. En particular, algunas técnicas de percepción remota han demostrado su valía en el uso de imágenes de satélite para la descripción de la estructura espacial de los diferentes ambientes urbanos (Núñez, 2015, p.212). El producto Landsat Vegetation Continuous Fields (Landsat VCF) contiene en pixeles de 30 m, estimaciones con el porcentaje de terreno horizontal de vegetación arbórea de más de 5 metros de altura para tres años, 2000, 2005 y 2010 (Sexton et al., 2013). Esta cubierta de árboles es definida estructuralmente como el área proporcional a la proyección vertical de la vegetación –incluyendo hojas, tallos y ramas– de vegetación arbórea con afectación a numerosos servicios ecosistémicos (Mansfield et al., 2005; DeFries et al., 1995). 8 Metodológicamente, las áreas arboladas se estima, en un rango de 0 a 100%, como una función lineal por tramos de la reflectancia de la superficie y la temperatura que involucra las siete bandas de los sensores landsat-5 TM y/o Landsat-7 ETM+, dependiendo de la selección de imágenes disponibles para las distintas fechas y en donde la incertidumbre en cada píxel se evalua con respecto a los datos de entrenamiento mediante validación cruzada (Sexton et al., 2013). El producto está disponible en el sitio web del Global Land Cover Facility (GLCF) para su descarga gratuita (www.landcover.org) y representan el producto multitemporal de mayor resolución espacial sobre cobertura forestal a disposición de la comunidad científica mundial compilado hasta ahora por la NASA y el USGS. Hemos descargado de acuerdo con el sistema de referencia de Landsat los productos p026r046 y p026r047 de la versión 3 para los años 2000, 2005 y 2010 correspondientes a la ZMVM (Figuras 2a, 2b y 2c). 9 Figura 2a. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2000. Fuente: GLCF, 2016 10 Figura 2b. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2005. Fuente: GLCF, 2016 11 Figura 2c. Landsat VCF de la Zona Metropolitana del Valle de México 2010. Fuente: GLCF, 2016 12 2.3. Las áreas arboladas de la ZMVM Una de las principales dificultades para conocer la situación de las áreas verdes urbanas en la zona metropolitana de la CDMX es la falta de información completa y confiable sobre ellas, y el hecho de que administrativamente la ciudad está constituida principalmente por dos entidades federativas: la Ciudad de México y el Estado de México, cada una con políticas ambientales distintas (Meza-Aguilar & Moncada-Maya, 2010). Aunque existen diversos esfuerzos de vinculación entre estas entidades, en el ejercicio de la política pública, la aplicación de políticas obedece a las prioridades definidas por el gobierno de cada entidad (Sheinbaum, 2008). A principios de los 90’s, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomendaron una disponibilidad mínima de entre 9 m² y 12 m2 de espacio abierto verde por habitante, cantidad sólo adecuada si la vegetación es accesible (WHO, 2010). Sin embargo los criterios para su determinación están refreídos exclusivamente a las funciones tradicionales de equipamiento de las áreas verdes como equipamiento (Takano et al., 2002). Algunas referencias más actuales, sobre todo de países desarrollados, recomiendan un mínimo de entre 15m2 y 25m2, basados en los beneficios sociales y ambientales que las áreas verdes ofrecen, lo que representa un rango de entre 20 y 30 por ciento de cubierta vegetal del área urbana (Fuller & Gaston, 2009). Finalmente, países como Alemania y Japón entre otros, han propuesto un nivel de 40 m² de espacio verde urbano de alta calidad o una superficie forestal de 140 m² per cápita para lograr un balance entre el dióxido de carbono y oxígeno para satisfacer el equilibrio ecológico del bienestar humano (Singh et al., 2010). Considerando únicamente las áreas arboladas –relacionadas con mayores beneficios para la salud de la población y el ambiente urbano– el indicador 13 deseado corresponde a 140 m2 per cápita, el cual permite favorecer el control de la temperatura local, participar en la captura de carbono, brindar protección a la biodiversidad, reducir la erosión de los suelos y mitigar el ruido, entre otros. Estos beneficios, principalmente otorgados por las áreas arboladas están directamente relacionados con el tamaño, la calidad, la densidad y la configuración espacial de la suma de todos los árboles situados en el entorno urbano. En esta sección se examinan para el año 2010, la cantidad, la conectividad y la distribución espacial de los bosques urbanos y periurbanos de la ZMVM en relación a los diferentes contornos metropolitanos que la delimitan, así como su relación con las emisiones de CO2 en relación a la movilidad de las personas en la ZMVM. Entre los indicadores propuestos se encuentran: el número y la superficie (ha) de áreas arboladas, que representan un porcentaje igual o mayor al 20% de terreno horizontal de árboles de más de 5 metros de altura; la densidad de áreas arboladas, que mide la superficie de áreas arboladas respecto a la superficie urbana de los contornos metropolitanos (m2/ha); el índice del fragmento mas grande, que entrega la participación del área arbolada de mayor tamaño dentro del contorno respecto de la superficie de áreas arboladas; el índice de vecino más cercano que representa el grado de conectividad estructural o física de las áreas verdes; y el índice de accesibilidad que indica la distancia promedio al área arbolada más próxima (Reyes & Figueroa, 2010). Todos los indicadores fueron obtenidos mediante ArcMapTM 10.0 a partir del procesamiento de los datos Landsat VCF presentando anteriormente. La Tabla 1, presenta los valores para estos indicadores sobre la cobertura forestal para los diferentes contornos metropolitanos; además de incluir indicadores sobre la población y la superficie urbana de los contornos metropolitanos para el año 2010. 14 Tabla 1. Indicadores relacionados con las áreas arboladas de la ZMVM DATOS BOSQUES URBANOS Y PERIURBANOS ZMVM 2010 Contornos Población metropolitanos Superficie Superficie Número Superficie Participación Densidad Índice del Índice Distancia Superficie del urbana del de áreas de áreas en la de áreas fragmento de al área de áreas contorno contorno arboladas arboladas superficie arboladas más vecino arbolada arboladas (Ha) (Ha) (Ha) total de (m2/ha) grande más más per cápita cercano próxima (m2/hab) áreas arboladas (m) (%) Ciudad Central 1,721,137 13,937 13,171 818 742 0.4 563 0.2862 0.5071 334.4 4.3 1er Contorno 5,148,045 40,718 32,876 2,226 4,607 2.4 1,401 0.5602 0.3568 418.0 8.9 2do Contorno 5,569,336 94,903 38,600 5,191 26,094 13.6 6,760 0.6740 0.4356 536.0 46.9 3er Contorno 5,809,426 207,187 41,002 9,172 65,092 34.0 15,875 0.3146 0.4208 610.1 112.0 4to Contorno 1,868,898 429,246 22,928 15,433 94,810 49.5 41,351 0.3260 0.3977 561.9 507.3 Total 20,116,842 785,991 148,577 32,840 191,346 100 12,879 0.4625 0.5260 548.2 95.1 15 La ciudad central, conformada por las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, presenta la menor superficie de áreas arboladas (742 ha). En promedio muchas de estas áreas son menores a una hectárea con excepción de algunos grandes espacios como la Alameda Central y el Bosque de Chapultepec. Por otro lado, el cuarto contorno metropolitano, como era de esperarse, presenta la mayor cantidad de áreas arboladas con cerca del 50% de los bosques de la ZMVM. De esta manera es posible observar un gradiente ascendente en la disponibilidad de áreas arboladas per cápita, lo que representa un promedio para toda la ZMVM de 108 m2/hab. Mientras que para el resto de los contornos la disponibilidad es menor al criterio establecido de 140 m2 por habitante, el cuarto contorno presenta un valor casi cinco veces superior a este criterio. En general se observa que los contornos metropolitanos no tienen una única gran área arbolada con respecto de su total, ya que el índice de fragmento más grande está por debajo del 50%; siendo únicamente mayores para los casos del primero y segundo contorno, correspondientes con el sur-poniente del Suelo de Conservación de la CDMX. Con respecto de los resultados obtenidos para el índice del vecino más cercano, este arroja valores similares para todos los contornos metropolitanos, a pesar de las grandes diferencias en la cantidad de áreas arboladas. En el caso de la distancia al área arbolada más próxima, la ciudad central presenta la menor distancia, lo que representa que en promedio la población de esa región, puede beneficiarse de un área arbolada dentro de los primeros 350 m. Mientras que en el tercer contorno, esa distancia aumenta más allá de los 600 m. Es importante mencionar que todos estos indicadores deben ser utilizados en forma complementaria, pues aunque cada uno de ellos permite analizar algún atributo específico de las áreas arboladas –cantidad, distribución espacial, conectividad–, su análisis en conjunto permite abordar de mejor forma la complejidad del paisaje urbano (Reyes & Figueroa, 2010, p. 105). Observando la gran desigualdad en la cantidad, distribución espacial y conectividad de las áreas arboladas en la ZMVM y debido a la importancia que, en particular, tienen las áreas arboladas para el bienestar de la población y el 16 medio ambiente urbano, examinamos también la relación entre estas áreas arboladas y los patrones de emisiones de CO2 en relación a la movilidad de la población de la ZMVM. En general se entiende que los espacios verdes y en particular las áreas arboladas tienen una capacidad excepcional para capturar y filtrar múltiples contaminantes del aire, incluyendo dióxido de carbono, ozono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas (Nowak et al., 2014). En particular se estima que las emisiones de CO2 asociadas a movilidad junto con las de la vivienda, representan aproximadamente un 30% de las emisiones directas de una ciudad (Rees & Wackernagel, 2008). De acuerdo con SánchezTrujillo (2015), para el año 2007 en un día laborable en la ZMVM se realizaban más de 21 millones de desplazamientos; cuyas emisiones de CO2 están asociadas principalmente a la distribución entre los modos de transporte y la distancia recorrida (Sánchez-Trujillo, 2015, p.10-11). Los resultados con las estimaciones de las emisiones de CO2 asociadas a la movilidad de lunes a viernes para la población de la ZMVM se presentan junto con datos de carbono aéreo almacenado para cada uno de los contornos metropolitanos en la Tabla 2. Tabla 2. Distribución del volumen de emisiones de CO2 por movilidad y carbono aérea almacenado en las áreas arboladas de la ZMVM DATOS MOVILIDAD URBANA Y BOSQUES ZMVM 2010 Contornos metropolitanos Población Distancia promedio de viajes (km) 1,721,137 Distribución de viajes por movilidad (%) 9.71 Ciudad Central 1er Contorno 5,148,045 29.06 6.92 25.4 11 2do Contorno 5,569,336 29.15 8.43 29.5 32 3er Contorno 5,809,426 26.48 10.96 30.6 36 4to Contorno 1,868,898 5.60 10.49 5.9 25 Total 20,116,842 5.44 100 Distribución Densidad del de carbono volumen de aéreo emisiones almacenado (%) (tC/ha) 8.7 3 8.43 100 28 17 Mientras que los datos de emisiones de CO2 asociadas a movilidad han sido adquiridos del trabajo de Sánchez-Trujillo (2015), los datos sobre carbono aéreo almacenado han sido procesados del mapa nacional detallado de las reservas forestales de carbono por encima del suelo en México reportado por Cartus y sus colegas (2015) al aplicar el umbral de porcentaje mayor al 20% para definir las áreas arboladas al 2010. De acuerdo con los resultados obtenidos, las áreas arboladas de la ZMVM almacenan en promedio 38.8 tC/ha. Por otra parte, la proporción de emisiones asociadas a la movilidad en la ciudad central y en el cuarto contorno está en relación a la proporción de población ahí asentada. 2.4. Instrumentos de planeación territorial en los bosques de la ZMVM El propósito de este apartado es conocer las principales políticas y ordenamientos en torno a los bosques que se encuentran dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México Para ello se revisarán: (a) los Programas de Gestión de la Calidad del Aire (PROAIRE), con lo que respecta a las medidas de restauración de los recursos naturales; (b) los Programas de Ordenamiento Ecológico de la ZMVM; y (c) los decretos y Programas de Manejo de la Zona Metropolitana del Valle de México. Estos instrumentos nos dan información sobre el uso y manejo de los bosques metropolitanos, así como las diversas estrategias que se han planteado para el control de emisiones contaminantes relacionadas con los bosques (Figura 3). 18 Programas de Ordenamient o Ecológico Bosques ZMVM ANP Decretos y Programas de Manejo PROAIRE Figura 3. Instrumentos para el manejo de las áreas arboladas en la ZMVM 2.4.1. Bosques y Programas de Gestión de Calidad del Aire En la década de 1990, se agudizó la problemática de la contaminación atmosférica en la Ciudad de México y su zona metropolitana. En respuesta a ello, se comenzó con el planteamiento de Programas de Gestión para la mejora de la calidad del Aire. Concretamente, en la Zona Metropolitana del Valle de México se ha contado con 4 programas de gestión para la calidad del aire desde 1990. De manera general, estos programas han consistido en el planteamiento de medidas concretas para el abatimiento y control de las emisiones de contaminantes que impactan el medio ambiente y la salud de los habitantes de la ZMVM. Si bien, dichos programas se fundamentan en la relación entre las fuentes contaminantes y los impactos que producen, también han planteado una diversidad de estrategias y acciones en materia de reducción de emisiones relacionadas con la conservación y restauración de los recursos naturales. En un principio, la relación entre bosques y emisiones hecha en el contexto de estos programas se centró en la emisión de partículas suspendidas en la atmosfera, por lo que las estrategias se centraron en abatir la erosión de los suelos por falta de cubierta vegetal, y la deforestación. Sin embargo, a partir de 19 la década del 2000 se fue incorporando una visión más amplia sobre los bosques como sumideros de carbono, y por lo tanto las estrategias empezaron a incluir medidas relacionadas con el manejo adecuado de los bosques o la selección de especies arbóreas más adecuadas para la captura de carbono y la filtración de contaminantes a la atmosfera (PROAIRE, 2000, p. 131) Asimismo, se empezó a considerar la articulación entre la conservación y el desarrollo rural mediante el establecimiento de esquemas para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Han existido diversos avances en materia preservación de recursos naturales y control de emisiones. No obstante, estos se encuentran un tanto desarticulados. Esto es, por un lado, la falta de continuidad en la instrumentación de programas de manejo y reforestación, y por otro, porque los programas de gestión de la mejora de la calidad del aire se han centrado a medidas de mitigación, más que de adaptación. Asimismo, existen limitantes en cuanto al monitoreo de los efectos que estas medidas han tenido o pueden tener con respecto a la reducción de emisiones. Estrategias y acciones en materia de bosques planteadas en PROAIRE Nombre del Programa 2011-2020 Programa para mejorar la calidad del aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (PROAIRE) Estrategias Manejo de áreas verdes, reforestación y naturación urbanas. Instrumentación (acciones concretas planteadas) 1. Recuperación, restauración conservación y ampliación de áreas verdes urbanas para mitigar suspensión de partículas. 2. Uso de ecotecnias. 3. Revisión y modernización de los programas de prevención y combate de incendios. 4. Modernización de monitoreo de áreas de conservación ecológica y aplicación de esquemas de pagos por servicios ambientales. 5. Elaboración e instrumentación de los planes de manejo para ANPS y AVA. 6. Actualización y modernización de los programas de reforestación. 7. Recuperación de suelos erosionados. 8. Elaboración e instrumentación de los programas de ordenamiento ecológico. 9. Naturación de azoteas. 20 2.4.2. Programas de Ordenamiento Ecológico del Territorio Los Programas de Ordenamiento Ecológico (POET) son aquellos documentos mediante los que se emite una clasificación del suelo y zonificación basada en criterios ambientales. En este sentido, se revisaron los siguientes programas vigentes dentro de las entidades de la ZMVM: Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México (2006); Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal (2000); Programa de Ordenamiento Ecológico de la Región Valle PachucaTizayuca (2014); y el Programa de Ordenamiento de la Zona Metropolitana del Valle de México (1999)2. El Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal (PGOEDF)3 fue expedido el 1 de agosto del 2000 para regular las actividades y establecer las políticas aplicables al suelo de conservación del Distrito Federal. El Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México (POET EDOMEX)4 fue expedido el 19 de diciembre de 2006 para contar con un modelo de ordenación del territorio orientado a la protección, conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales del estado. A diferencia del programa de la CDMX, el POET del Estado de México es un modelo que aplica para todo el territorio mexiquense, y no solamente para una parte del mismo. 2 Aunque no es propiamente ecológico, contiene indicios importantes sobre la planeación ambiental de los bosques en la ZMVM. 3 PGOEDF, Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal fue expedido el 1 de agosto del 2000. 4 POET EDOMEX, Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico del Estado de México fue expedido el 19 de diciembre de 2006. 21 El Programa de Ordenamiento Ecológico regional del Valle Pachuca-Tizayuca (POET Pachuca Tizayuca)5 fue expedido el 10 de febrero del 2014. La unidad territorial en el marco de este programa es la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), que es muy similar a la planteada en el POET del Estado de México. Finalmente, el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México (POZMVM)6 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 1 de marzo de 1999, y tiene como propósito el establecimiento de cursos generales de acción para la ordenación del territorio en el Valle de México (POZVM, 1999, p. 13). Este programa de planeación territorial tiene una visión mucho más general, tanto en términos espaciales como temáticos. En ese sentido, como su nombre bien lo dice, tiene como unidad territorial de ordenación el Sector Metropolitano. Esta sectorización a su vez cumple con la identificación de áreas no urbanizables, las cuales se definen a partir de su valor ecológico, su productividad agropecuaria o forestal y los riesgos geológicos e hidrometeorológicos de la zona. 2.4.3. Áreas Naturales Protegidas Las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) son un instrumento de regulación ambiental del territorio orientado al establecimiento de un régimen de conservación ambiental en ciertos espacios considerados como valiosos por sus características ambientales y paisajísticas. Los decretos y los planes de manejo son los mecanismos principales para la delimitación territorial y el planteamiento de estrategias concretas para la gestión ambiental de estos lugares. Existen diversas subcategorías de ANPS que responden a sus características y funciones ecológicas, pero también a la escala político administrativa. En este sentido, las categorías aplicables dentro de la ZMVM se 5 Programa de Ordenamiento Ecológico regional del Valle Pachuca-Tizayuca fue expedido el 10 de febrero del 2014. 6 POZMVM, Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México fue expedido el 1 de marzo de 1999. 22 encuentran definidas por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, la Ley Ambiental y de Protección a la Tierra del Distrito Federal y el Código para la Biodiversidad del Estado de México (Figura 4). 23 Figura 4. Áreas Naturales Protegidas por jurisdicción en la ZMVM 24 Al año 2016, existen en total 81 áreas y 89 decretos de ANPs y AVAs en la ZMVM. Por lo que refiere a los Programas de Manejo, sólo existen 25 programas de manejo publicados y uno en proceso de aprobación por la CONANP (Corredor Chichinautzin); lo que significa que sólo el 26.6% de las ANPs de la ZMVM cuenta con estrategias específicas definidas para su manejo ambiental. La categoría referida como bosques urbanos y periurbanos representa únicamente el 4.85 % de la superficie de las ANPS y el 2.43 % de la superficie total de la ZMVM. Para el resto de las áreas arboladas de la ZMVM bajo la categoría de ANP, el 66.3% son jurisdicción del Estado de México, 13.4% bajo jurisdicción de la CDMX, mientras que el 20.3% bajo jurisdicción federal. De las 92,719 ha de bosques bajo ANP, únicamente el 8.4% de ellos cuenta con un Programa de Manejo Ambiental, es decir, el instrumento que determina las estrategias de conservación y uso de las áreas naturales protegidas Considerando lo expuesto hasta ahora, se puede afirmar que aunque existen diversos instrumentos de planeación en las distintas entidades que conforman la ZMVM, existe un gran retraso en la actualización de programas de manejo a partir de los cuales se encuentran identificados y diferenciados los usos a los que están sujetos los bosques de esta zona; tal como los muestran los POET y las ANPs. También se cuenta con lineamientos y estrategias a seguir para la implementación de un régimen de conservación, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos forestales vinculados al control de las emisiones, como lo indican los diversos Programas de Gestión del Aire que se han hecho en las últimas décadas. No obstante, existen diversas limitantes que impiden una planeación y regulación territorial efectiva y articulada de los bosques metropolitanos. La primera es la imposibilidad de una homologación de los instrumentos de ordenación y protección ambiental, derivado de diversos factores tales como el uso de diferentes metodologías para delimitar las unidades de gestión ambiental, la disparidad de la información disponible acerca del territorio en la 25 escala estatal y la falta de actualización de los instrumentos. A esto, se le suma la falta aplicación de las políticas y regulaciones territoriales. Asimismo, cabe resaltar la relevancia de los parques que, aunque no son bosques propiamente dichos, constituyen lugares con cobertura forestal importante dentro de las zonas urbanas. Para el caso de la Ciudad de México, la Ley del Patrimonio Urbanístico y Arquitectónico protege ciertas áreas verdes a partir de su consideración como patrimonio cultural de la Ciudad, mediante la categoría de espacios abiertos monumentales. En el Estado de México, aunque no están bajo protección legal, se les incluye en el inventario de áreas verdes como áreas verdes significativas. 3. Escenario tendencial de la cobertura forestal de la ZMVM En esta sección se propone un modelo para la simulación de la tendencia de las áreas arbóreas de la ZMVM 2000-2015 para evaluar la dinámica de los bosques urbanos y periurbanos de la ZMVM frente a proyecciones de expansión del área urbana de la ZMCM construidas en este proyecto para el mismo periodo de tiempo. 26 3.1. Modelo de análisis tendencial Para la proyección de la cobertura forestal a 2015, se emplea un modelo de agotamiento exponencial basado en la solución mediante separación de variables de una ecuación diferencial que nos permite estimar cual es la situación del arbolado urbano y periurbano para un instante futuro del tiempo (Mora, 2008, p.71): Donde: = cobertura forestal proyectada al tiempo t 1 = cobertura forestal inicial al tiempo de la proyección r = tasa de cambio t = periodo de proyección La tasa de cambio (r), es la tasa continua de cambio de las diferencias del porcentaje de terreno horizontal de las áreas arboladas para el periodo 20002010 obtenida mediante ventanas de análisis (Puyravaud, 2003, p.594). A partir de los datos Landsat VCF 2000, 2005 y 2010 para la ZMVM, se realizó una proyección de la cobertura forestal para 2030. Los resultados muestran que para 2030 la superficie total de áreas arboladas para la ZMVM será de 184,190 ha (Figura 5). 27 Figura 5. Escenario tendencial de áreas arbóreas para la ZMVM (2000-2010-2030) 28 3.2. Principales hallazgos Los resultados obtenidos, muestran que para 2030, la superficie de las áreas arboladas de la ZMVM se reducirá a 184,190 ha, lo que representará una pérdida neta de 14,105 ha en 30 años (2000-2030) de las cuales 7,156 ha se perderán entre 2010 y 2030 4. Escenario tendencial de la cobertura forestal en el Suelo de Conservación de la Ciudad de México En esta sección se plantea el análisis de pérdida de cubierta forestal elaborado a partir de ocho imágenes de los satélites Landsat y SPOT para el periodo 19862010. Los resultados obtenidos se presentan y analizan en términos del índice de cubierta forestal, tasas de deforestación, cantidad y número de parches y patrones de fragmentación. A partir de ello, se elaboró un modelo tendencial para el año 2030, mediante la construcción de un modelo de agotamiento exponencial. 4.1. Antecedentes La Ciudad de México (CDMX) con una extensión de 1,495 km2, engloban la mayor parte de los servicios y gestiones administrativas nacionales. La densidad de población estimada en la CDMX, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) pasó de 5 494 personas por km2 en 1990 a 5 921 personas por km2 para 2010, lo que influye en una mayor presión a los espacios verdes en la ciudad. Todos estos espacios verdes de la ciudad –desde el gradiente de bosques densos y continuos, bosques intervenidos, los llamados bosques urbanos; humedales; agricultura y pastizales, matorrales, relictos de vegetación natural, pastos, arbustos y arbolado urbano en camellones, parques y avenidas – tienen una enorme importancia ambiental, ya que conforman un complejo ecosistema, en el que la biodiversidad y sus funciones resultan indispensables para su permanencia, lo que deviene en los servicios 29 ecosistémicos vitales para los más de 8.8 millones de habitantes de la ciudad (Mohar et al., 2012). No obstante, la CDMX reconoce una primera división en su territorio, suelo urbano y suelo de conservación, esta última abarca el 59% de la extensión total de la CDMX. De acuerdo con datos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la CDMX, en el Suelo de Conservación existen alrededor de 50 mil hectáreas de cobertura vegetal, la cual principalmente se distribuye en bosques de pino, oyamel, bosques mixtos e inducidos, y remanentes de bosques de encino principalmente; vegetación acuática y matorrales xerófilos (PAOT, 2010). De acuerdo con diversas fuentes, las tasas de deforestación varían entre 240 ha y 820 ha anuales. Sin embargo, los periodos de evaluación refieren diferentes periodos de tiempo, que van desde 1970 hasta principios de la presente década (Tabla 3). Tabla 3. Estimaciones de superficies forestales perdidas anualmente en suelo de conservación de la CDMX. Fuentes y año de publicación Superficie de pérdida Periodo de estudio (ha/año) PRODERS (2003) 820 1973-2000 SEMARNAT (1998) 500 1970-1997 CORENA (2002) 402 1994-2000 PGOEDF (2004) 240 2000-2003 No obstante, los procesos que generan estas pérdidas se relacionan, en mayor medida, con el cambio de uso de suelo que provoca la agricultura y los asentamientos humanos, aunque también destacan los incendios, la erosión, entre otros. Ante esta situación, es recomendable contar con herramientas que permitan un monitoreo más confiable y que describa de mejor manera la dinámica del capital natural que aún resguarda el suelo de conservación de la CDMX 30 4.2. Descripción del modelo digital de pérdida de cubierta forestal A continuación se describen los elementos metodológicos para la estimación de la cobertura forestal y el análisis de la misma. A partir del procesamiento digital de imágenes de los satélites Landsat TM, Landsat ETM+ y SPOT 5, para el periodo enero-abril de los años de toma con un promedio temporal de 3.4 años (Tabla 4). Tabla 4. Resumen de características de las imágenes de satélite Landsat y SPOT Satélite Sensor Fecha de Intervalo Elevación Azimut toma (años) solar solar Landsat 5 TM 23/03/1986 - 52.02 113.58 Landsat 4 TM 03/02/1989 2.87 41.24 133.8 Landsat 5 TM 22/02/1993 4.05 43.57 125.09 Landsat 5 TM 18/03/1996 3.07 46.92 112.26 Landsat 5 TM 22/01/1999 2.85 40.31 138.79 Landsat 7 ETM+ 06/01/2002 2.96 40.36 144.71 SPOT 5 HRG-2 27/01/2006 4.06 49.23 136.22 SPOT 5 HRG-2 13/03/2010 4.12 57.33 130.95 La metodología para el cambio de la cubierta forestal del suelo de conservación de la CDMX está basada en la aplicación de correcciones y transformaciones a las imágenes para extraer de ellas mediante un método de regresión logística multivariada, patrones de reflectancia/absorción de los diversos rasgos de la cubierta forestal (Silván-Cárdenas et al., 2015, p.95-97). Después de este proceso, se realizaron modificaciones espaciales, consistentes en agrupar los pixeles con un tamaño mínimo de una hectárea, reduciendo con ello el número de pixeles aislados. La exactitud de los productos cartográficos generados, se evaluó mediante matrices de error que permiten valorar la exactitud de la clase de cubierta forestal (Congalton, 2001). Adicionalmente, la exactitud total de una clase puede ser evaluada a través del índice Kappa (K), que es una técnica discreta multivariada que determina 31 estadísticamente si una matriz de error es significativamente diferente a otra (Jia & Richards, 1999). De acuerdo con los datos mostrados en la Tabla 5, se puede deducir que la valoración obtenida para las clases binarias multitemporales es buena; situación que atestiguan tanto las medidas de fiabilidad global, como los estadísticos obtenidos, conforme al esquema de validación planteado. Tabla 5. Validación de la confiabilidad mediante estadístico kappa y matriz de confusión Estadístico 1986 1989 1993 1996 1999 2002 2006 2010 87.2 85.8 86.8 91.9 85.4 92.2 86.2 83.3 Kappa 0.7885 0.7923 Precisión global (%) 0.7660 0.8653 0.7552 0.8440 0.7552 0.7898 4.3. Resultados 4.3.1. Tendencias 1986-2010 Con base en los resultados para el periodo de estudio 1986-2010 se generaron estimaciones de cubierta forestal para cada uno de los ocho años analizados (Figura 6). 32 Figura 6. Cubierta forestal 1986-2010 33 Durante el periodo de 1986 a 1993 se perdieron, en promedio, alrededor de 540 ha por año; mientras que para el periodo de 1993 a 1999 el promedio aumenta a 617 ha por año; para finalmente mostrar una baja en el último periodo de 1999 a 2010 de alrededor de 300 ha de pérdida anual. Asimismo, se observa un proceso de fragmentación del bosque, categorizada por el número de parches y su área promedio a lo largo del periodo. Mientras que para el periodo 1986-1993 el número de parches era de 570 con un área promedio de 67 hectáreas; para el periodo 1993-1999 el número de parches aumenta a 790 con un área promedio de 41 hectáreas; para los últimos 10 años el número aumenta hasta 939 parches en promedio con un área de 31 ha. Lo que significa practicante un aumento del doble de parches con su consecuente disminución a la mitad del área promedio en 24 años. En el análisis tendencial a nivel del paisaje del suelo de conservación del Distrito Federal, puede decirse que aunque se ha logrado disminuir la tasa de pérdida de cubierta forestal anual por debajo de las 300 ha (254 ha anuales para el periodo 2006-2010), los patrones de fragmentación del bosque son alarmantes, y aunque en promedio se ha logrado mantener constante el valor del índice de cubierta forestal, éste muestra variaciones grandes, que permiten suponer un deterioro de la prestación de servicios ambientales, principalmente hábitat disponible, cosecha de agua en follaje, infiltración, biodiversidad y distribución potencial de especies entre otros. Finalmente, como parte de los resultados generados, se analizaron patrones de fragmentación espacial. Los resultados muestran un claro patrón en el aumento del bosque perforado. Lo que podría interpretarse como el principal patrón causante de fragmentación 4.3.2. Resultados del modelo tendencial al 2030 De acuerdo con los resultados del análisis del modelo digital de pérdida de cubierta forestal en el periodo de estudio 1986-2010, se presenta también, como parte de los elementos de análisis tendencial, la construcción de escenarios de 34 prospección acerca de la cubierta forestal. Para ello se define el proceso de deforestación a futuro como el agotamiento exponencial de cubierta forestal. Esta aproximación permite la generación de escenarios futuros, basados en los patrones de cubierta forestal que se detectaron, durante el periodo de tiempo observado, que para este ejercicio corresponde a un umbral de aproximadamente veinticuatro años; por lo que se decidió generar escenarios con un horizonte de tiempo de veinte años, permitiendo con ello la construcción de modelos tendenciales para 2020 y 2030 respectivamente, lo que permite dar una idea de cómo se comportarían los patrones de pérdida y ganancia de cubierta forestal de acuerdo con la dinámica observada en el paso reciente. El análisis del modelo tendencial, permite además darnos una idea del impacto que pueden tener las acciones implementadas en el futuro, ya que permiten hacer una comparación de acuerdo al modelo tendencial establecido. Es decir, la tendencia marcada se puede convertir en un patrón de referencia con el cual poder comparar las acciones implementadas a romper dicha tendencia. De acuerdo con los datos empleados para alimentar el modelo de agotamiento exponencial, se puede observar: una pérdida de en promedio 219 hectáreas anuales para el periodo 2010-2030; aunque se aprecia una disminución en el número de hectáreas perdidas, de continuar así, para 2040 se habrá perdido la mitad de la cubierta forestal presente en suelo de conservación del Distrito Federal en 1986. Es importante mencionar que estos escenarios propuestos únicamente toman en cuenta los patrones de la dinámica de la cubierta forestal encontrados para el periodo de estudio 1986-2010, por lo que las acciones implementadas a futuro, pueden modificar sin duda los resultados hacia la proyección. Sin embrago, es posible mediante el modelo, predecir que: 35 Para poder garantizar que para 2030 se mantenga el mismo número de hectáreas con las que se cuenta en 2010, sería necesario la reforestación con cubierta forestal de alrededor de 98 hectáreas más, de las que la tasa de reforestación vaya marcando anualmente. Este dato se vuelve importante en cuanto se convierte en una meta accesible en cuanto las posibilidades de gestión del suelo de conservación del Distrito Federal lo permitan. 5. Conclusiones Como se ha venido argumentando, las áreas arboladas constituyen importantes sitios que proporcionan beneficios significativos a los ambientes urbanos tales como: mejorar la calidad del aire, regular localmente la temperatura, favorecer la captura de carbono, proteger la biodiversidad y reducir la erosión, además de permitir actividades de integración social y actividades físicas en beneficio de sus residentes y visitantes. La aproximación al estado actual y tendencial de las áreas arboladas de la ZMVM presentado en este capítulo, constituye un llamado para afrontar los retos fundamentales y también oportunidades para diseñar una ciudad más habitable, saludable y resiliente. En este esfuerzo, el capítulo también aborda el estado del arte en torno a la definición de los bosques metropolitanos y sus problemáticas en los instrumentos de regulación territorialecológica y en las políticas de gestión de calidad del aire principalmente. De acurdo a los resultados obtenidos, de continuar la tendencia de pérdida de capital natural en toda la ZMVM, y teniendo en cuanta las dinámicas poblacionales y de expansión de la mancha urbana, para el 2030 las áreas arboladas de la ZMVM habrán disminuido 7.1% con respecto del año 2000 y en donde, poco más del 50% de la pérdida ocurrirá entre 2010 y 2030. Si bien es cierto que el ritmo de esa pérdida, de acuerdo con el modelo propuesto, será menor que con respecto al periodo 2000-2010, lo cierto es que la CDMX no puede permitirse disminución alguna de su capital natural, ya que su pérdida va en detrimento de la salud del ecosistema urbano y de sus habitantes. 36 A modo de conclusión, este apartado presenta las áreas de oportunidad que existen en materia de ordenamiento y manejo de las áreas arboladas de la ZMVM. El propósito es plantear una serie de temas pendientes que puedan orientar la toma de decisiones a partir de examinar qué estrategias se han planteado, que avances se han tenido y que áreas de oportunidad existen en materia de preservación de bosques. 5.1. Resumen general de resultados Las grandes problemáticas que aquejan a las áreas arboladas de la ZMVM son: la deforestación a causa de la reconversión del suelo forestal a suelo urbano o agrícola, malas prácticas de manejo forestal, falta de vigilancia de los bosques, falta de seguimiento de las políticas ambientales y programas de ordenación territorial, así como la falta de monitoreo de las condiciones de los bosques de la ZMVM. Es necesario mejorar la cantidad, distribución espacial y conectividad de las áreas arboladas en la ZMVM. En general, los resultados encontrados siguieren buscar un equilibrio entre los contornos metropolitanos y la densidad áreas arboladas, especialmente en las zonas con baja densidad de espacio verde, para mejorar a nivel local, la calidad del aire urbano en toda la ciudad. Aunque es importante buscar aumentar la cantidad de áreas arboladas, los indicadores estimados siguieren que es aún más importante procurar una configuración espacial adecuada que favorezca su distribución y conectividad. Todos los espacios arbolados –desde árboles individuales hasta los grandes bosques periurbanos– son importantes en la regulación de la temperatura y en la reducción de la contaminación del aire, por lo que la adecuada distribución de todos ellos es un asunto de gran importancia, especialmente en zonas densamente construidas. Los avances en materia del cuidado y manejo de los bosques de la ZMVM en las últimas casi tres décadas se traducen en la creación de programas de ordenamiento territorial a nivel estatal y local; la creación de nuevas áreas 37 naturales protegidas y áreas de valor ambiental; la creación de algunos programas de manejo de ANPS; programas de reforestación y desarrollo forestal; programas de retribución económica por servicios ambientales; y, el impulso a esquemas de desarrollo rural sustentable. No obstante los resultados encontrados en este capítulo indican que aún existen muchas cosas por hacer. Finalmente, es importante integrar las estrategias de manejo para las áreas arboladas, e integrar estás políticas con las políticas de salud y de planeación territorial y de uso de suelo más amplias. 5.1.2. Recomendaciones En este sentido, las estrategias que se han planteado para paliar estas problemáticas se pueden agrupar en cuatro líneas estratégicas: ordenamiento territorial, manejo ambiental, vigilancia y monitoreo, y coordinación metropolitana. Tomando en consideración esto, y tratando de dar seguimiento a las estrategias y recomendaciones ya existentes en los programas aquí revisados, a continuación se plantean las áreas de oportunidad para mejorar las condiciones de los bosques metropolitanos. Ordenamiento Actualizar los programas de ordenamiento ecológico existentes para la Ciudad y el Estado de México. Asimismo, dar seguimiento a los programas locales y regionales de ordenamiento ecológico de los municipios de la ZMVM. Cumplir con la normatividad y los ordenamientos de regulación del suelo existentes en la ZMVM. Insistir en la recuperación de bosques y otros espacios vegetados tanto en el contexto urbano, como en el rural; con el propósito de incrementar la superficie de áreas verdes en la ZMVM. 38 Manejo Ambiental Establecer los Planes de Manejo ambiental en las áreas naturales protegidas y de valor ambiental de la Zona Metropolitana del Valle de México. Procurar la renovación de bosques viejos y enfermos a través de un adecuado manejo Dar seguimiento y fortalecer los programas de prevención de incendios en la zona metropolitana. Dar continuidad a los programas de reforestación en donde se requiera. Dar continuidad a los programas de retribución económica por la prestación de servicios ambientales. Impulsar el desarrollo rural sustentable mediante acciones como la capacitación técnica para el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, así como para las actividades agrícolas y pecuarias. Vigilancia y monitoreo Fortalecimiento de las brigadas de vigilancia en las áreas naturales protegidas y de valor ambiental. Integrar un Inventario actualizado y homologado en materia de bosques y áreas verdes para la Zona Metropolitana del Valle de México. Contar con información precisa y actualizada periódicamente sobre el estado y los avances en materia de conservación y recuperación de suelos de conservación, agrícola, áreas naturales protegidas y suelos erosionados en las distintas entidades de la ZMVM. Contar con estimaciones sobre la absorción gases de efecto invernadero, captura de carbono, y otros contaminantes que se lleva a cabo en los bosques de la ZMVM. Coordinación Metropolitana Fortalecer los sistemas de ANPS en las entidades de la ZMVM Homologar en la medida de lo posible las categorías territoriales y la información disponible en materia de ordenamiento territorial y manejo de ANPs en las entidades que conforman la ZMVM. 39 Que la Comisión Ambiental de la Megalópolis retome los esfuerzos en materia de preservación y conservación de recursos naturales a nivel metropolitano, empezando por la actualización del Programa Metropolitano de Recursos Naturales. Estas recomendaciones no son más que la reafirmación de medidas ya planteadas a lo largo de las últimas décadas. Es necesario dar seguimiento y cumplimiento a los programas de ordenamiento y gestión ambiental, tomando en cuenta las acciones que ya se han llevado a cabo y aquellas que aún no han logrado concretarse. También, resulta necesario fortalecer un enfoque que impulse tanto el mantenimiento como la creación de nuevas áreas naturales protegidas. Asimismo, resulta relevante que los programas de mejora de la gestión de la calidad del aire den prioridad a actividades de adaptación, más que de mitigación; lo cual implica que las medidas de conservación y de aprovechamiento sustentable de los bosques ocupen un lugar mucho más central al que ocupan actualmente. 6. Referencias United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2014). World Urbanization Prospects: The 2014 Revision, Highlights (ST/ESA/SER.A/352). Pickett, S. T. A., Cadenasso, M. L., Grove, J. M., Nilon, C. H., Pouyat, R. V., Zipperer, W. C., & Costanza, R. (2001). Ecological, Physical, and Socioeconomic Components of Metropolitan Areas. Annual Review of Ecology and Systematics, 32, 127-157. Gómez-Baggethun, E., & Barton, D. N. (2013). Classifying and valuing ecosystem services for urban planning. Ecological Economics, 86, 235-245. 40 De Groot, R. S., Wilson, M. A., & Boumans, R. M. (2002). 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Introducción El objetivo del presente documento es identificar las principales tendencias territoriales respecto a la segregación socioespacial en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM); a través del análisis de un conjunto de variables censales de los años 2000 y 2010 en una escala de Área Geoestadística Básica (AGEB). Los estudios de la ciudad se pueden volcar sobre distintas temáticas, desde las que abordan las características físico-materiales hasta las que tocan temas sociales, económicos y culturales. En este caso, el interés gira en torno a la exploración de los rasgos socioespaciales en un área dada, a través de un grupo de variables que tienen que ver con algunas características de las viviendas y de la población. En diversas investigaciones se habla de los efectos espaciales del modelo económico imperante, particularmente de la globalización en la segregación socioespacial como una manifestación de las desigualdades sociales y económicas en el contexto urbano. Este tema cobra relevancia al considerar que la mayor parte de la población en el planeta vive en un contexto urbano. Tanto Rubalcava & Schteingart, (2012), como González Arellano, (2011) coinciden en que el enfoque dualista, utilizado para representar la división socioespacial de las ciudades latinoamericanas es insuficiente y reduccionista. Coinciden en que se trata de un fenómeno más complejo y de interés para la agenda pública. De acuerdo con la revisión bibliográfica realizada, se sabe que el auge de las investigaciones sobre segregación, se dio a partir de los años 50’s del siglo pasado en Estados Unidos, al señalar la separación de las minorías afroamericanas respecto a la mayoría blanca. 1 Pérez-Campuzano (2011, p. 405) dice que en sus acepciones más generales, la segregación “plantea la forma en que se organiza la ciudad, mientras que las particulares hacen referencia a la construcción en el espacio de fenómenos de diferenciación social, económica, política, educacional, delictiva, entre otros”. Por su parte, Mera (2014) dice que la segregación espacial es una categoría utilizada por quien analiza la distribución desigual de la población en las ciudades. La misma autora, refiere que dependiendo del enfoque, se puede tratar de un concepto de carácter geográfico que supone la posibilidad de identificar patrones de asentamiento asociados con los grupos de población, que pueden dar lugar a la diferenciación o segmentación del espacio urbano. Ambos autores coinciden en que se trata de un fenómeno que se distribuye en el espacio urbano que da lugar a una diferenciación desigual en la distribución de grupos de población; que más allá de los patrones de ocupación del espacio, se asocia con prácticas, usos y apropiación del espacio. Al respecto, surgen preguntas como las siguientes: ¿por qué sucede?, ¿qué efectos tiene? y fundamentalmente, ¿cómo medirla? En este orden de ideas, Sabatini (2003, p. 7) dice que la segregación requiere una definición compuesta “para dar cuenta de aspectos diferenciables que tienen distintas implicancias, tanto en términos de sus impactos sociales y urbanos como en lo relativo a la política pública […] diferenciaremos tres dimensiones en la segregación: a) El grado de concentración espacial de los grupos sociales; b) La homogeneidad social que presentan las distintas áreas internas de las ciudades; y c) El prestigio (o desprestigio) social de las distintas áreas o barrios de cada ciudad”. Básicamente se asocia a la segregación espacial como un resultado del modelo económico predominante en el sistema mundial; es decir, al capitalismo y esencialmente, como un efecto de la globalización; en este sentido, se habla de las consecuencias. En general, “estas constataciones son medulares para una mejor comprensión de la ciudad y de las desigualdades sociales: se confirma que la posición geográfica de su lugar de residencia estructura en gran medida la vida de las personas”. (Aguiar, 2011, p. 57) En suma, de la revisión bibliográfica realizada, se puede decir que diversos autores coinciden en que se trata de la manifestación espacial de las diferencias sociales, producto 2 del modelo económico predominante. Finalmente, la segregación socioespacial tiene efectos en la vida de las personas, efectos que pueden ser de diversa índole, tanto negativos, como positivos. 2. Antecedentes En líneas siguientes se describen dos investigaciones que se realizaron en el contexto de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, ambas para el periodo 1990-2000 con datos a nivel de Área Geoestadística Básica (AGEB) y en marco de la ecología factorial. En primer lugar, Dávila Ibáñez, Constantino Toto, & Pérez Llanas, (2007) reportan haber realizado una investigación sobre segregación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México a nivel de AGEB; utilizaron variables semejantes a las utilizadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) para medir la marginación, para evaluar el grado de exclusión de los beneficios del proceso de desarrollo entre determinados grupos sociales ubicados en un espacio definido, mediante el contraste de indicadores referentes a las carencias socioeconómicas y el acceso a los servicios públicos. El método utilizado para obtener el coeficiente que cuantificó los niveles de segregación fue el análisis factorial, en particular el de componentes principales que permitió asociar ponderaciones a cada variable en correspondencia a su contribución a la varianza. Se utilizó el método de estratos óptimos para definir cinco grandes estratos. Para el año 2000, los grupos de población en una condición de grado de segregación Alta y Muy Alta se localizaron principalmente en la periferia oriente y norte de ciudad, en los municipios del Estado de México. Por su parte, el centro histórico y las delegaciones vecinas son las que presentan menores coeficientes de marginación. Los autores plantean que se está ante una transformación del tradicional modelo de segregación centro-periferia y la conformación de un modelo que divide a la ciudad mediante un eje inclinado que la separa en dos grandes zonas: la norte-oriente en donde se ubica la población con condiciones más precarias, y la zona sur-poniente con las mejores condiciones. En ese mismo texto, los autores plantean una serie de factores que explican ésta conformación espacial. 3 Explican los autores que en la década de los noventa del siglo pasado, tanto en AGEB como la población que se encuentra en los extremos se incrementan significativamente. El estrato con marginación Muy Alto se expande en espacio, población y vivienda, principalmente a los municipios del Estado de México ubicados en la parte este y norte del área urbana. Concluyen que la confluencia de factores como un lento crecimiento, mayor población y recorte del gasto social, en el periodo 1990-2000, trajo como consecuencia que el proceso de metropolización del Área Metropolitana de la Ciudad de México condujera a una mayor segregación. Por otra parte, la dinámica de poblamiento es mucho más acelerada que el proceso de acceso a servicios e infraestructura, lo que incrementa significativamente el porcentaje de población que queda excluida del proceso de metropolización. Finalmente, la desigualdad más intensa se da en las comunidades del Estado de México que en la Ciudad de México. (Dávila Ibáñez et al., 2007) En segundo lugar, Rubalcava & Schteingart (2012) en el libro “Ciudades divididas: Desigualdad y segregación social en México”, presentan una metodología para la caracterización de las ciudades mexicanas en función de la división social del espacio, vista como segregación de los diferentes grupos sociales de la población. Para las autoras, el término segregación no sólo implica al segmento de población más pobre, sino a los de grupos similares más concentrados, sin importar el estrato social al que pertenezcan. Llamando como segregación pasiva, aquella dada por el rechazo de los sectores dominantes hacia los más desfavorecidos; y como segregación activa, al tipo autosegregación que aparece entre los grupos de mayores ingresos. Como parte de la caracterización, se utilizó el método de análisis factorial y una estratificación por el método de Dalenius y Hodges. Métodos que fueron aplicados para cuatro de las ciudades más grandes del país: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla; en diferentes cortes de tiempo (1950, 1960, 1970, 1980, 1990, 2000) a una desagregación municipal. Y para 1990 y 2000 a una desagregación a nivel de AGEB; con datos obtenidos de los censos de población y vivienda de INEGI. 4 Las variables usadas fueron: nivel de salario, nivel de educación y trabajo; disponibilidad de agua, ocupantes por vivienda o cuarto si la vivienda es propia o no. Para el año de 1990, se puede apreciar una preponderancia de los estratos alto y medio alto en las zonas centrales, aunque también se observa un número no despreciable de AGEB de esos estratos en zonas más alejadas del centro, en las direcciones norponiente, sur y surponiente de la Zona Metropolitana del Valle de México. Si bien las áreas correspondientes a los estratos bajo y muy bajo dominan hacia el sector oriente de la metrópoli, también se pueden encontrar algunas unidades de estos estratos hacia el poniente. Para el año 2000, se nota un crecimiento muy disperso de la mancha urbana hacia la periferia, dispersión que no se observa para 1990. Ese crecimiento tan fragmentado e insular en la periferia, sobre todo en la dirección oriente, se explica por la incorporación, de gran cantidad de municipios muy poco urbanizados en los que se pueden apreciar pequeñas manchas urbanas, alejadas de la ciudad propiamente dicha, y en general, con niveles muy bajos en la estratificación construida por las autoras. En cuanto a la parte ya más consolidada de la ciudad, los cambios generales no han sido muy evidentes entre 1990 y 2000; es decir se mantiene una centralidad de los estratos alto en la zona poniente, una disminución del estrato más alto y un aumento del medio alto. (Rubalcava & Schteingart, 2012) En suma, de ambas investigaciones se intuye que existe cierta estabilidad en los patrones de segregación en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, si bien en un periodo de 10 años la zona urbana creció, también los espacios de concentración de segregación se fueron consolidando en la periferia, aunque muchos de los AGEBS que estaban en una condición de Alta y Muy Alta segregación en 1990, disminuyeron cualitativamente ésta condición; y fueron para el año 2000 los AGEBS más periféricos, en esta condición. Como apuntan Dávila Ibáñez et al., (2007): la dinámica de poblamiento es mucho más acelerada 5 que el proceso de acceso a servicios e infraestructura, lo que incrementa significativamente el porcentaje de población que queda excluida del proceso de metropolización. 3. Metodología En líneas anteriores se retomaron algunos conceptos fundamentales para abordar la segregación socioespacial así como el reporte de algunos resultados de dos investigaciones realizadas en el contexto de la ZMCM. Corresponde a esta sección describir los aspectos metodológicos con los que se analizó el grado de segregación socioespacial en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, para los años 2000 y 2010. Cabe decir que este trabajo comprende dos grandes actividades 1) un análisis factorial, por componentes principales, de un grupo de variables censales. 2) un ejercicio de análisis factorial con modelos ponderados geográficamente, con las mismas variables. a. Área de estudio El área de estudio planteada se retoma de la justificación general del proyecto desarrollado, que contempla 16 delegaciones de la Ciudad de México, 1 municipio del estado de Hidalgo y 40 municipios del Estado de México. En total: 57 demarcaciones territoriales. Las delegaciones y municipios referidos se enlistan en el Cuadro 1. Cuadro 1. Delegaciones y Municipios que comprenden el área de estudio Ciudad de México Azcapotzalco Coyoacán Cuajimalpa de Morelos Gustavo A. Madero Iztacalco Iztapalapa La Magdalena Contreras Milpa Alta Álvaro Obregón Tláhuac Tlalpan Xochimilco Benito Juárez Cuauhtémoc Miguel Hidalgo Venustiano Carranza Estado de México Acolman Jaltenco Atenco Melchor Ocampo Atizapán de Zaragoza Naucalpan de Coacalco de Juárez Berriozábal Nezahualcóyotl Cocotitlán Nextlalpan Coyotepec Nicolás Romero Cuautitlán Papalotla Chalco La Paz Chiautla Tecámac Chicoloapan Temamatla Chiconcuac Teoloyucan Chimalhuacán Teotihuacán Ecatepec de Morelos Tepetlaoxtoc Huehuetoca Tepotzotlán Huizquilucan Texcoco Ixtapaluca Tezoyuca Fuente. Anzaldo, 2016. Hidalgo Tlalmanalco Tlalnepantla de Baz Tultepec Tultitlán Zumpango Cuautitlán Izcalli Valle de Chalco Solidaridad Tonanitla Tizayuca 6 b. Unidad de análisis territorial La unidad de análisis territorial con la que se trabajó es el Área Geoestadística Básica (AGEB), delimitación territorial desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Un área geoestadística básica (AGEB) es la extensión territorial que corresponde a la subdivisión de las áreas geoestadísticas municipales. Dependiendo de sus características, se clasifican en dos tipos: AGEB urbana o AGEB rural. Un AGEB urbana, es un área geográfica ocupada por un conjunto de manzanas perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores o cualquier otro rasgo de fácil identificación en el terreno y cuyo uso del suelo es principalmente habitacional, industrial, de servicios, comercial, etcétera, y sólo son asignadas al interior de las localidades urbanas. (INEGI, 2016) c. Fuentes de información XII Censo General de Población y Vivienda. INEGI, 2000 Censo de Población y Vivienda. INEGI, 2010. d. Variables utilizadas i. % Población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela ii. % Población de 15 años o más sin educación básica completa iii. % Población sin derechohabiencia a los servicios de salud iv. % Hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años v. % Viviendas particulares sin agua entubada dentro de la vivienda vi. % Viviendas particulares sin drenaje conectado a la red pública o fosa séptica vii. % Viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento* viii. % Viviendas particulares sin refrigerador * Esta variable se retomó de las estimaciones realizadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) para los años 2000 y 2010. 7 e. Métodos y técnicas Para realizar la primera de las dos actividades comprendidas en la identificación de las tendencias territoriales en segregación socioespacial en la ZMCM; se recurrió al análisis factorial, particularmente por componentes principales. Al respecto, Pérez-Campuzano, (2011, p. 420) argumenta que dos de las técnicas que más se utilizan en las ciencias sociales son el análisis factorial y la regresión. En este caso la técnica realiza una conjugación lineal de variables (generalmente censales) y las reduce a uno o varios índices denominados factores. Éstos son el resumen de las variables introducidas al modelo. Además de la reducción de las variables, el método arroja puntuaciones estandarizadas para cada uno de los sujetos (en este caso áreas) de los cuales hay datos. El análisis factorial tiene por objeto explicar si un conjunto de variables observadas por un pequeño número de variables latentes, o no observadas, que llamaremos factores. (Peña, 2002, p. 355) El análisis factorial está relacionado con los componentes principales, pero existen ciertas diferencias. En primer lugar, los componentes principales se construyen para explicar las varianzas, mientras que los factores se construyen para explicar las covarianzas o correlaciones entre las variables. En segundo lugar, componentes principales es una herramienta descriptiva, mientras que el análisis factorial presupone un modelo estadístico formal de generación de la muestra dada. (Peña, 2002, p. 355) En resumen se pude decir que el análisis factorial consta de cuatro fases: i) el cálculo de una matriz (de correlación) que expresa la variabilidad conjunta de todas las variables; ii) la extracción del número óptimo de factores; iii) la rotación de la solución para facilitar su interpretación; y iv) la estimación de las puntuaciones de los casos en las nuevas dimensiones. (Pantaleón, 2012, p. 43) Por otra parte, la segunda actividad que comprende el presente trabajo implica el ejercicio de un modelo ponderado geográficamente, al respecto, la familia de métodos de estadística espacial no estacionaria conocida como modelos ponderados geográficamente se 8 desarrollaron para situaciones en las que un conjunto de datos espaciales no puede describirse correctamente por algún modelo global, pero una calibración local podría ofrecer una mejor descripción (Brunsdon y Forethingham, 1996). En términos generales estos métodos se basan en aplicación de una ventana móvil de pesos que justa un modelo local a cada unidad espacial objetivo. La ventana móvil, también llamada kernel, pondera el peso de las observaciones vecinas y por lo general asume una función decreciente con la distancia —gaussiana, bi-cuadrada, exponencial negativa, tricúbica, etc.—, la forma funcional puede variar de acuerdo con el supuesto básico de cómo es la influencia entre las observaciones objetivo y sus vecinos. El otro parámetro —quizá con mayor influencia en los resultados— es el ancho de banda de la función, los anchos de banda pequeños conducen a una variación local grande, en la medida que el ancho de banda aumenta el resultado se asemeja cada vez más a un modelo global. Recientemente se han desarrollado adecuaciones para extender los modelos ponderados regionalmente hacia otras aplicaciones de estadística espacial, en particular es de interés el cómo la variación de la distribución espacial de un conjunto de atributos permite la aplicación de técnicas de reducción de dimensiones —particularmente el análisis de componentes principales— que capten las variaciones locales de los factores que explican una proporción importante de la varianza en las variables de entrada. Gollini et. al. (2015) publicaron una librería del paquete estadístico R, en la que desarrollan un amplio conjunto de modelos ponderados geográficamente. Introducción a la sección de resultados: En la sección 4 mostramos avances en los resultados del análisis de componentes principales ponderados geográficamente con las variables que utilizamos para el análisis global con el objetivo de resaltar las variaciones locales de las cargas del primer factor, es decir qué variable tiene el mayor peso en un componente local. 9 4. Planteamiento y resultados de la línea de investigación Sobre el análisis factorial, particularmente por componentes principales, se realizó un ejercicio con las mismas variables censales para los años 2000 y 2010 en las AGEBS comprendidas en la zona de estudio. En el cuadro 2 se describen los nombres de las variables utilizadas para el año 2000 Cuadro 2. Descripción de las variables utilizadas para el análisis del año 2000 Descripción Variable PSDSS Porcentaje de población sin derechohabiencia a los servicios de salud HFM15A49 Porcentaje de hijos fallecidos para las mujeres entre 15 y 49 años de edad P6A14NAE Porcentaje de la población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela P15YMSPP Porcentaje de la población de 15 años y más sin instrucción postprimaria VSDRE Porcentaje de viviendas particulares sin drenaje VSADV Porcentaje de viviendas particulares sin agua entubada dentro de la vivienda VSREFRI Porcentaje de viviendas sin refrigerador VHACINA Porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento Fuente: INEGI, 2000 y CONAPO, 2000 Respecto al porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento, se retomaron los datos estimados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), 2000; para determinar el índice y grado de marginación urbana. En la tabla 1 se pueden observar los estadísticos descriptivos por variable para el año 2000, estadísticos que contemplan el valor mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al total por AGEB. Tabla 1. Estadísticos descriptivos por variable para el año 2000 Variable Mínimo Máximo Media Desviación estándar PSDSS .54 99.17 46.85 13.03 HFM15A49 .00 16.95 4.43 1.65 P6A14NAE .00 31.03 4.47 2.47 P15YMSPP 2.39 78.30 31.23 12.86 VSDRE .00 100.00 4.86 13.68 VSADV .00 100.00 32.59 28.89 VSREFRI .00 95.53 20.33 15.74 VHACINA .00 80.95 19.29 14.92 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 10 En la tabla 2 se puede observar el comportamiento de los estadísticos descriptivos de cada variable utilizada, tanto en la Ciudad de México (CDMX), como en el resto de municipios que conforman la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Estos estadísticos comprenden el mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al total por AGEB. Tabla 2. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2000 Variable ZONA 1 CDMX 2 ZMCM PSDSS HFM15A49 Mínimo 1.21 .54 Máximo 99.17 97.12 Media 45.16 48.50 Desviación estándar 11.80 13.93 Mínimo 0.00 0.00 Máximo 11.67 16.95 3.88 1.37 4.97 1.73 0.00 0.00 21.21 31.03 Desviación estándar P15YMSPP Mínimo 3.83 2.00 3.13 5.10 2.72 2.39 Máximo 67.53 78.30 Media Desviación estándar Mínimo 26.44 10.70 0.00 35.92 13.07 0.00 Máximo 93.62 100.00 1.83 6.07 0.00 7.83 17.79 0.00 100.00 100.00 Desviación estándar Mínimo 21.96 23.40 0.00 42.97 29.95 0.00 Máximo 95.53 90.91 Media Desviación estándar Mínimo 14.35 12.00 0.00 26.17 16.74 0.00 Máximo 74.57 80.95 Media 14.66 23.81 Desviación estándar 12.26 15.88 Media P6A14NAE Desviación estándar Mínimo Máximo Media VSDRE Media VSADV Desviación estándar Mínimo Máximo Media VSREFRI VHACINA Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 11 En la tabla 3 se observan las comunalidades de las variables utilizadas en el análisis del año 2000; se puede ver que en 7 de 8 de las variables, este valor es superior a 0.5, sólo en el caso de la variable “porcentaje de viviendas particulares sin drenaje”, el valor es de 0.367. Tabla 3. Comunalidades de las variables para el año 2000 Variable PSDSS HFM15A49 P6A14NAE P15YMSPP VSDRE VSADV VSREFRI VHACINA Inicial Extracción 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 .655 .573 .539 .882 .367 .877 .915 .897 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 En la tabla 4 se puede ver el porcentaje de varianza explicada por componente, en este caso, el componente 1 agrupa el 71.310% del total de la varianza total explicada. Tabla 4. Varianza total explicada para el año 2000 Componente Autovalores iniciales Total 1 2 3 4 5 6 7 8 5.705 .736 .531 .455 .306 .120 .082 .066 % de la varianza 71.310 9.195 6.633 5.690 3.824 1.494 1.030 .823 Sumas de las saturaciones al cuadrado de la extracción % acumulado 71.310 80.506 87.139 92.829 96.653 98.147 99.177 100.000 Total % de la varianza 5.705 71.310 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 Siguiendo con los resultados del análisis para el año 2000, en la tabla 5 se observan las variables que integran el componente 1. Tabla 5. Matriz de componentes para el año 2000 Variable PSDSS HFM15A49 P6A14NAE P15YMSPP VSDRE VSADV VSREFRI VHACINA Componente 1 .809 .757 .734 .939 .605 .936 .957 .947 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 12 Cuando se obtuvieron los resultados del análisis factorial por componentes principales, para el año 2000; las cargas fueron equiparadas con los resultados del año 2010 y se realizó una estratificación utilizando el método Dalenius-Hodges, con el fin de hacer comparables los resultados de ambos años. De este procedimiento resultaron 5 estratos: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto. En la figura 1 se pueden observar los resultados del grado de segregación socioespacial para el año 2000. En ella podemos ver espacialmente, que los estratos bajo y muy bajo se ubican en la periferia de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en los municipios del Estado de México e Hidalgo. Los estratos bajo y muy bajo, por su parte, se ubican en las delegaciones centrales de la Ciudad de México (CDMX) y en los municipios del Estado de México, al noreste de la CDMX, lo que se explica por la continuidad de la zona urbana consolidada. Sin embargo, visualmente podemos identificar la presencia de los estratos bajo y muy bajo en la zona periférica de la Ciudad de México, en las delegaciones del sur-poniente, particularmente Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa. 13 Figura 1. Grado de segregación socioespacial para el año 2000 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 14 En cuanto a los resultados del análisis para el año 2010, en el cuadro 3 se describen los nombres de las variables utilizadas para realizar en análisis en el año citado. Cuadro 3. Descripción de las variables utilizadas en el análisis del año 2010 Descripción Variable PSDSS Porcentaje de población sin derechohabiencia a los servicios de salud HFM15A49 Porcentaje de hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años P6A14NAE Porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela P15YMSS Porcentaje de población de 15 años o más sin educación básica completa C Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin drenaje conectado a la red pública o fosa VSDRPFS séptica VSADV Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin agua entubada dentro de la vivienda VSREFRI Porcentaje de viviendas particulares habitadas sin refrigerador VHACINA Porcentaje de viviendas particulares habitadas con algún nivel de hacinamiento Fuente: INEGI, 2010 y CONAPO, 2010 Respecto al porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento, se retomaron los datos estimados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), 2010; para determinar el índice y grado de marginación urbana. En la tabla 6 se pueden observar los estadísticos descriptivos por variable para el año 2010, estadísticos que contemplan el valor mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al total por AGEB. Tabla6. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2010 Variable PSDSS Mínimo Máximo Media Desviación estándar 0.00 88.31 38.95 11.94 HFM15A49 0.00 14.43 2.98 1.36 P6A14NAE 0.00 23.15 3.22 1.82 P15YMSSC 0.71 80.21 28.68 11.80 VSDRPFS 0.00 97.47 2.28 7.60 VSADV 0.00 100.00 20.37 25.12 VSREFRI 0.00 91.49 12.00 11.13 VHACINA 0.00 86.96 31.28 16.74 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 En la tabla 7 se puede observar el comportamiento de los estadísticos descriptivos de cada variable utilizada, tanto en la Ciudad de México (CDMX), como en el resto de municipios que conforman la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Estos estadísticos 15 comprenden el mínimo, máximo, media y desviación estándar; en porcentaje respecto al total por AGEB. Tabla 7. Estadísticos descriptivos por variable y zona para el año 2010 Variable PSDSS HFM15A49 P6A14NAE ZONA 1 CDMX 2 ZMCM Mínimo .5671 0.0000 Máximo 77.5339 88.3117 Media 33.8074 43.1556 Desviación estándar 9.3687 12.1706 Mínimo 0.0000 0.0000 Máximo 14.4300 12.9630 Media 2.6158 3.2791 Desviación estándar 1.2588 1.3661 Mínimo 0.0000 0.0000 Máximo 16.6667 23.1481 Media 2.9158 3.4682 Desviación estándar 1.6130 1.9364 P15YMSSC Mínimo 2.2222 .7143 Máximo 60.1626 80.2083 Media 24.6451 31.9869 Desviación estándar Mínimo 10.2368 11.9732 0.0000 0.0000 Máximo 88.9535 97.4684 VSDRPFS Media VSADV .8760 3.4308 Desviación estándar 3.2947 9.6516 Mínimo 0.0000 0.0000 Máximo VSREFRI VHACINA 100.0000 100.0000 Media 11.9537 27.2557 Desviación estándar Mínimo 18.7758 27.4524 0.0000 0.0000 Máximo 74.7368 91.4894 Media 8.2252 15.1005 Desviación estándar 7.7537 12.4433 Mínimo .5319 0.0000 Máximo 69.6970 86.9565 Media 24.6901 36.6804 14.0924 16.8018 Desviación estándar Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 16 En la tabla 8 se observan las comunalidades de las variables utilizadas en el análisis del año 2000; se puede ver que en 5 de 8 de las variables, este valor es superior a 0.5, en tres casos el valor es menor a 0.5, esto sucede en las variables: porcentaje de hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años, porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela y porcentaje de viviendas particulares habitadas sin drenaje conectado a la red pública o fosa séptica Tabla 8. Comunalidades de las variables para el año 2010 Variable Inicial PSDSS HFM15A49 P6A14NAE P15YMSSC VSDRPFS VSADV VSREFRI VHACINA Extracción 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 .714 .380 .254 .854 .189 .761 .848 .847 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 En la tabla 9 se puede ver el porcentaje de varianza explicada por componente, en este caso, el componente 1 agrupa el 60.578% del total de la varianza total explicada. Tabla 9. Varianza total explicada para el año 2010 Componente Autovalores iniciales Total 1 2 3 4 5 6 7 8 4.846 .915 .760 .657 .309 .278 .147 .088 % de la varianza 60.578 11.437 9.496 8.208 3.859 3.479 1.838 1.103 Sumas de las saturaciones al cuadrado de la extracción % acumulado Total 60.578 72.015 81.512 89.720 93.579 97.058 98.897 100.000 % de la varianza 4.846 60.578 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 Siguiendo con los resultados del análisis para el año 2010, en la tabla 10 se observan las variables que integran el componente 1. 17 Tabla 10. Matriz de componentes para el año 2010 Variable PSDSS HFM15A49 P6A14NAE P15YMSSC VSDRPFS VSADV VSREFRI VHACINA Componente 1 .845 .616 .504 .924 .435 .872 .921 .920 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 En la figura 2 se pueden observar los resultados del grado de segregación socioespacial para el año 2010. En ella podemos ver espacialmente, la agudización del grado de segregación en la periferia de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) con los estratos alto y muy alto en los municipios del Estado de México e Hidalgo. Los estratos bajo y muy bajo, por su parte, se ubican en las delegaciones centrales de la Ciudad de México (CDMX) y en los municipios del Estado de México, al noreste de la CDMX, lo que se explica por la continuidad de la zona urbana consolidada, esta última condición se mantiene como en el año 2000. De los resultados observados en el año 2000, respecto al año 2010, podemos inferir que existe cierta “estabilidad” en el espacio urbano consolidado, lo que no sucede en la periferia con la aparición de unidades de análisis territorial, AGEBS, se infiere que muchas de las AGEBS que en el año 2000 presentaban condiciones de alto y muy alto grado de segregación socioespacial, cambiaron al estrato medio o incluso bajo. 18 Figura 2. Grado de segregación socioespacial para el año 2010 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 19 Si comparamos los resultados del grado de segregación de los años 2000 y 2010; podemos observar que porcentualmente el estrato Muy alto, disminuyó en 0.5%. Mientras que el estrato Alto aumentó en 1.8%. Por su parte, el estrato Medio disminuyó en 0.8 puntos porcentuales. Respecto al estrato Bajo, aumentó porcentualmente en 0.7. Finalmente, tocante al estrato Muy bajo, disminuyó en 1.2 puntos porcentuales. (Ver tabla 11). Tabla 11. Comparación grado de segregación socioespacial en los años 2000 y 2010 2000 2010 Diferencia Grado de segregación AGEBS Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo TOTAL 302 766 1,333 717 1,353 4,471 Población % AGEBs Población % 706,788 4.2 352 711,735 3.7 2,736,846 16.3 918 3,476,091 18.1 6,289,566 37.4 1,604 7,033,258 36.7 2,893,548 17.2 886 3,428,683 17.9 4,183,515 24.9 1,495 4,536,800 23.6 16,810,263 100 5,255 19,186,567 100 Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 y 2010. % -0.5 1.8 -0.8 0.7 -1.2 AGEBs 50 152 271 169 142 Población 4,947 739,245 743,692 535,135 353,285 Con fines analíticos, si agrupamos en tres grandes estratos los resultados de la comparación entre las derivaciones de los años 2000 y 2010, el estrato Alto aumentó en 0.9% (744,192 habitantes), mientras que el estrato Bajo, disminuyó en 0.9% (888,420); por su parte, el estrato Medio disminuyó en 1.0% (743,692). De tal suerte y si las condiciones de segregación socioespacial se mantuvieran en el tiempo y de acuerdo con las estimaciones de población al 2030, realizada por el CONAPO, para ese año habrá en la ZMCM, una población total de 22’600,950 habitantes. Si trasladamos los porcentajes reportados en el análisis aquí expuesto, para el año 2010, en números totales, en el estrato Muy alto habrían 838,393 habitantes, mientras que en el estrato Alto habrían 4’094,686 habitantes; por su parte, en el estrato Medio habrían 8’284,875 habitantes. Respecto al estrato Bajo, habrían 4’038,841 habitantes. Finalmente, en el estrato Muy bajo, habrían 5’344,155 habitantes. Por otra parte, en cuanto a los resultados del ejercicio del modelo ponderado geográficamente; para el cálculo local se utilizó una ventana móvil de 4.5 km —no obstante algunas observaciones aisladas no alcanzaron el número mínimo de vecinos para poder definir sus cargas— con una función bi-cuadrada, los resultados de las variables con las cargas absolutas máximas locales se muestran en la figura 3 y los mapas de la varianza explicada por los primeros dos componentes están en la figura 4. 20 Para ambos periodos la distribución del cruce entre las variables con las cargas absolutas máximas del primer componente y la región de estudio muestran que hay evidencia para rechazar la hipótesis de independencia entre región y cargas dominantes1. Es decir, existe las cargas dominantes dependen de la región de la metrópoli, en ambos años; situación que se evidencia si observamos los datos reflejados en las tablas 12 y 13. Tabla 12. LMAX_F1*ZONA tabulación cruzada para el año 2000 Recuento LMAX_F1 ZONA 1 CDMX 2 ZMCM Total HFM15A49 274 161 435 P15YMSPP 624 363 987 P6A14NAE 348 146 494 PSDSS 255 161 416 VHACINA 519 424 943 VSADV 111 232 343 VSDRE 110 585 695 65 2306 40 2112 105 4418 VSREFRI Total Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 Tabla 13. LOAD_PC1*zona tabulación cruzada para el año 2000 Recuento LOAD_PC1 1 CDMX 2 ZMCM Total HFM15A49 614 151 765 P15YMSSC 628 693 1321 P6A14NAE 368 320 688 PSDSS 76 148 224 VHACINA 324 336 660 VSADV 229 439 668 23 403 426 101 2363 317 2807 418 5170 VSDRPFS VSREFRI Total zona Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 1 Prueba Chi-cuadrada con 7 grados de libertad para el año 2000 = 577.655, p<0.001 y para 2010 = 794.460, p<0.001. 21 Figura 3. Cargas locales absolutas máximas del primer componente a b c d Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 22 El primer elemento a resaltar es el cambio en la heterogeneidad de los resultados, hacia 2010 hay zonas de mayor amplitud homogéneas, tanto en las variables concernientes a las características de las viviendas, como en las relativas a las características de la población. Lo anterior se puede observar en la figura 3.3a corresponde a las variables relacionadas con las características de la población en el año 2000 y en la figura 3b, para el año 2010. En la figura 3c se pueden observar las variables relativas a las características de la vivienda para el año 2000 y en la figura 3d, para el año 2010, en el mismo rubro. Para el año 2000 la variable más importante en la ZMCM fue el drenaje, mientras que para la CDMX educación. Lo que se puede observar en las tablas 14 y 15; donde se agrupan los datos por variable, región y año de análisis. En la figura 4 se pueden observar los mapas del porcentaje de la varianza explicada por los dos primeros componentes principales para los años 2000 y 2010. Figura 4. Porcentaje de la varianza explicado por los dos primeros componentes principales para los años 2000 y 2010 a b Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 y 2010. 23 Tabla 14. Población residente por Variable de carga máxima por región para el año 2000 Variable CDMX ZMVM HFM15A49 966,780 719,310 P15YMSPP 2,266,549 1,264,446 P6A14NAE 1,055,143 524,221 PSDSS 955,770 646,258 2,269,629 1,493,188 VSADV 433,263 1,082,675 VSDRE 350,721 2,373,877 VSREFRI 267,858 262,575 VHACINA Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2000 Tabla 15. Población residente por Variable de carga máxima por región para el año 2010 Variable CDMX HFM15A49 2,134,902 437,780 P15YMSSC 2,307,640 2,422,480 P6A14NAE 1,242,338 1,130,020 286,493 714,696 1,409,450 1,591,107 909,062 1,586,911 VSDRPFS 67,970 1,265,039 VSREFRI 384,195 1,155,483 PSDSS VHACINA VSADV ZMVM Fuente: Elaborado a partir de INEGI, 2010 5. Tendencias identificadas Respecto a los niveles de segregación, para el año 2010, el 3.7% de las AGEBS se ubicaron en un estrato Muy Alto, en este espacio habitan 711,735 personas, esto significa una disminución pequeña si lo comparamos con el valor de 2000 de 4.2% y 706,788 personas. La población de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México se localiza mayoritariamente en zonas con un estrato Medio de segregación socioespacial, que representa alrededor del 37% de los habitantes en el año 2000 y el 36% para 2010 que en términos absolutos son 6.28 y 7.03 millones de personas respectivamente. De acuerdo con los análisis realizados para los años 2000 y 2010; se observa que los estratos socioeconómicos altos (grado de segregación baja y muy baja) exhiben un patrón de concentración hacia el centro y poniente de la metrópoli y los estratos socioeconómicos bajos tienden a localizarse en la periferia, sobre todo hacia el oriente de la ciudad. 24 Comparativamente, existen diferencias de a las AGEBS que se ubicaban en estratos de segregación socioespacial alto y muy alto en el año 2000 dentro de las delegaciones respecto a las que se sitúan en los municipios conurbados, las primeras parecen no haber experimentado cambios importantes, se continúan localizando cerca de la frontera de la malla urbana, la mayoría en las delegaciones del sur de la ciudad: Cuajimalpa, Álvaro obregón, La Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac e Iztapalapa, y en mucho menor medida en las Delegaciones Gustavo A. Madero y Azcapotzalco en el norte de la Ciudad; la tendencia en las regiones mencionadas es una mejora marginal suficiente para “ascender” un escalón en el grado de segregación. Por su parte las unidades territoriales localizadas fuera de la CDMX también mejoraron su condición en el año 2010, al consolidarse el espacio urbano en ese periodo de diez años, parece haber una tendencia convergente en la que se cierra un poco la brecha en nuestros indicadores. Las AGEBs en clasificadas como de alto y muy alto grado de marginación de los municipios conurbados en una proporción importante son las que “surgieron” en el periodo intercensal, es decir corresponden a nuevos desarrollos urbanos (conjuntos de vivienda social) o a zonas de reciente urbanización (vivienda individual), en otras palabras parece que el proceso de expansión urbana se inicia en condiciones de precariedad de las viviendas y en zonas donde el suelo debe ser lo suficientemente barato para atraer a hogares de bajos ingresos. En términos de localización, estas AGEBs de nueva creación tienden a concentrarse en el extremo oriente (los municipios de Chimalhuacán, Chicoloapan, Chalco e Ixtapaluca) y el arco norte (Huehuetoca, Tizayuca, Nextlalpan y en menor grado en Ecatepec de Morelos). Particularmente, en la Ciudad de México, la tendencia territorial se mantiene, existe un grado amplio de convergencia en previas con el análisis que realizamos en este capítulo; las delegaciones centrales presentan un grado de segregación Muy bajo y Bajo; mientras que en las delegaciones periféricas, se observan los niveles de segregación Medio y Alto; en menor proporción Muy alto. La diferencia fundamental entre los años 2000 y 2010 es la aparición de nuevas unidades territoriales producto de la expansión de la malla urbana y la consolidación del continuo urbano. Por su parte, en los municipios del Estado de México e Hidalgo que forman parte de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se observan los estratos de segregación Alto y Muy 25 alto; de forma tendencial, y con el crecimiento del área urbana sobre todo en el nororiente. También se identifica un cambio positivo, pero no satisfactorio en las condiciones de segregación socioespacial en las unidades territoriales que en el año 2000 se clasificaban en las categorías de alta y muy alta segregación. La expansión de la malla urbana, las zonas de “colonización” son precisamente donde durante el periodo intercensal hubo boom de construcción de conjuntos de vivienda social que para 2010 presentan altas tasas de desocupación (en promedio del 20% de las viviendas) debido justamente a la dispersión, desconexión y distancia respecto a las oportunidades de empleo. Y es precisamente en esta zona, donde se tuviera que poner atención respecto a la agenda pública de las políticas de desarrollo urbano y territorial. 6. Conclusiones generales Como bien lo apuntan Dávila et al., (2007), las características particulares del proceso de metropolización de la Ciudad de México, la periurbanización con asentamientos dispersos y desconectados, son factores fundamentales en la distribución socioespacial de los niveles de segregación que presenta la ciudad en la actualidad. Por tanto, se podrá comprender de mejor y mayor forma a la segregación socioespacial en la medida que se consideren en su análisis, las transformaciones económicas, demográficas y hasta culturales, de la ciudad. Si bien en este trabajo se presenta una revisión de la segregación socioespacial, no se debe perder de vista, que se trata de sólo una visión, con fines analíticos, de la trama compleja que implica una ciudad como la Ciudad de México. Un aspecto importante a considerar en este tipo de trabajos donde los datos son fundamentales, es que si bien existen modelos teóricos, no siempre se puede acceder a los datos para su aplicación; aspecto en el que, como país, debiéramos haber superado. Cabe reconocer que en este sentido, se ha avanzado, si comparamos las condiciones actuales con las que prevalecían en los años 80´s del siglo pasado. Situación que no ha permitido poder realizar amplios estudios longitudinales en una escala desagregada. Este trabajo exploratorio apuntó a identificar las principales tendencias territoriales de la segregación socioespacial en la Ciudad de México, resulta importante señalar que es necesario plantear la necesidad de indagar sobre las causas de la organización social del 26 espacio urbano; aspecto que en el largo plazo permitirá la identificación de zonas prioritarias que requieren especial atención. Otro aspecto a considerar es el vincular éste tipo de trabajo con otros de corte e incidencia social como podrían ser el acceso y dotación de servicios urbanos, incorporar un componente que aborde la inseguridad urbana, por citar dos ejemplos. 7. Referencias Gollini, I., Lu, B., Charlton, M., Brunsdon, C., & Harris, P. (2015). GWmodel: An R Package for Exploring Spatial Heterogeneity Using Geographically Weighted Models. Journal of Statistical Software, 63(17), 1 - 50. doi:http://dx.doi.org/10.18637/jss.v063.i17 Brunsdon, C., Fotheringham, S. & Charlton, M. (1996). Geographically Weighted Regression: A Method for Exploring Spatial Nonstationarity. Geographical Analysis, 28(4), 281-298. Aguiar, S. (2011). Dinámicas de la segregación urbana. Movilidad cotidiana en Montevideo. Revista de Ciencias Sociales. Departamento de Sociologia. Facultad de Ciencias Sociales, 24(28), 57–75. Dávila Ibáñez, H. R., Constantino Toto, R. M., & Pérez Llanas, C. V. (2007). Capítulo VIII Metropolización y segregación en la ciudad de México. En Metropolización, concentración económica y desigualdades espaciales en México y Francia (pp. 181–208). UAM, Unidad Xochimilco. González Arellano, S. (2011). Ciudad desigual. Diferenciación socioresidencial en las ciudades mexicanas. México: UAM Cuajimalpa, Plaza y Valdes Editores. INEGI. (2016). Censos y conteos de población. Recuperado el 8 de marzo de 2016, a partir de http://www.inegi.org.mx/sistemas/consulta_resultados/ageb_urb2010.aspx?c=28111&s=es t Mera, G. (2014). De la localización a la movilidad: propuestas teórico-metodológicas para abordar la segregación espacial urbana. Cuaderno urbano, 17(17), 25–46. 27 Pantaleón, N. (2012). Segregación residencial en la Zona Metropolitana del Valle de México, 2000-2010, un análisis espacial (Maestría en Población y Desarrollo). Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Sede México, México. Peña, D. (2002). Análisis de datos multivariantes. España: Mc Graw Hill. Pérez-Campuzano, E. (2011). Segregación socioespacial urbana. Debates contemporáneos e implicaciones para las ciudades mexicanas. Estudios Demográficos y Urbanos, 26(2), 403–432. Rubalcava, R. M., & Schteingart, M. (2012). Ciudades divididas: Desigualdad y segregación social en México (1a ed.). México: El Colegio de México. Sabatini, F. (2003). La segregación social del espacio en las ciudades de América Latina (Documentos de trabajo del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales) (p. 45). Chile: Banco Interamericano de Desarrollo. Recuperado a partir de http://publications.iadb.org/handle/11319/5324 28 Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por inadecuado acceso al agua potable y por contaminación atmosférica Sandra Paulina Baca Servín*1 1. Diferenciación territorial en los niveles de acceso adecuado al Agua Potable 1.1. Introducción 1.2 Consecuencias de la sobreexplotación del acuífero 1.3 Acceso de agua potable en la Ciudad de México: frecuencia, dentro de la vivienda y niveles de consumo 1.4 Tendencias a futuro 2. Primera aproximación a una visión territorial de la contaminación atmosférica 2.1 Introducción 2.2 Contaminación por Ozono 2.3 Contaminación por partículas finas PM10 y PM2.5 2.4 Tendencias actuales de Ozono 2.5 Tendencias actuales de PM10 2.6 Tendencias actuales de PM2.5 3. Referencias 3.1 Tema Agua 3.2 Tema Aire 1*ConsultoraRedGEO Aproximación a una visión territorial de los impactos sociales por inadecuado acceso al agua potable y por contaminación atmosférica Sandra Paulina Baca Servín*1 1. Diferenciación territorial en los niveles de acceso adecuado al Agua Potable 1.1 Introducción La Ciudad de México y su Zona Metropolitana se ubican al suroeste de la “Cuenca del Valle de México” dentro de la Región Hidrológico-Administrativa (RHA) XIII “Aguas del Valle de México” (véase figura 1). Figura 1. Cuenca del Valle de México Fuente: Elaboración propia con datos de (CONABIO, 2016), (INEGI, 2016) 1 *Consultora Red GEO 1 Abastecer de agua a los casi 20.8 millones de personas que viven en la metrópolis (CONAPO, 2015) requiere de interacción regional (De Alba & Cruz, 2015) entre los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México junto con entidades del gobierno federal y las autoridades municipales (González & Perló, 2005, pág. 25). El sistema de abastecimiento de agua de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana es uno de los más complejos de América Latina (HernándezEspriú, 2013, pág. 1); la infraestructura hasta ahora construida se extiende a lo largo de cuatro regiones hidrológicas (Valle de México, Lerma, Cutzamala y Tula), más allá de los límites de la misma RHA XIII (véase figura 2). Figura 2. Extensión territorial del sistema hidráulico que abastece de agua a la ZMCM Fuente: Elaboración propia con datos de (CONABIO, 2016), (INEGI, 2016), (González & Perló, 2005) “La magnitud regional…de los sistema de agua y…las dificultades de operación, de mantenimiento y financiamiento…representarán enormes desafíos para las autoridades y la sociedad” (González & Perló, 2005). Para 2 analizar la disponibilidad actual y a futuro del agua para la población de la ZMCM, es necesario abordar el tema a nivel Región HidrológicaAdministrativa (CONAGUA, 2010b). Datos reportados de la CONAGUA, indican que la disponibilidad natural media correspondiente a la RHA XIII “Aguas del Valle de México” se incrementó significativamente entre 2007 y 2010 al pasar de 143 a 160 m3/hab/año. No obstante, entre 2010 y 2013 ese promedio disminuyó 8 m3 por habitante por año (CONAGUA, 2013). Disponibilidad natural media per cápita m3/hab/año 2007 2010 143 2013 160 152 Tabla 1. Disponibilidad natural media per cápita (m3/hab/año) para la RHA XIII “Aguas del Valle de México” Fuente: Elaboración propia con datos de CONAGUA: Para 2007 (CONAGUA, 2009); Para 2010 (CONAGUA, 2012); Para 2013 (CONAGUA, 2014) Actualmente esta región hidrológica es la que concentra la mayor cantidad de población en el país, con 22,815,5042 habitantes y además es la que tiene menor extensión territorial3 de las 13 regiones del país, por lo que existe una fuerte presión sobre los recursos hídricos para satisfacer la demanda de abastecimiento del recurso. La disponibilidad de agua en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana expresa el nivel de stress hídrico de la Cuenca del Valle de México; cuya contención depende del manejo de los recursos naturales del ecosistema urbano4; los bosques, especialmente los urbanos y periurbanos, desempeñan un papel primordial en la regulación hídrica de la Cuenca; con sus servicios ambientales como captación en infiltración de agua, lo que permite la recarga del acuífero y el control de los escurrimientos; y el poco visible relativo a la regulación del microclima. 2 Proyecciones de la Población de México 2010-2050 para el año 2013 (CONAGUA, 2014) Una superficie de 18,229 km2, que representan el 0.93% de la superficie nacional (CONAGUA,2010) 4 “Aquel donde ocurre una estrecha relación de hábitat entre el previamente existente -lo natural- y lo construido por el hombre -lo artificial-“. (Amaya, 2005, pág. 3) 3 3 1.2 Consecuencias de la sobreexplotación del acuífero Por muchos años los sistemas de abastecimiento de agua a la ZMCM han funcionado de forma relativamente eficaz (González & Perló, 2005). Sin embargo, de acuerdo con la Estrategia Local de Acción Climática Ciudad de México 2014-2020 (ELACCM), el aumento de la demanda de agua, la degradación de las áreas de captación y los efectos del cambio climático, han llevado a los sistemas de abastecimiento operar al límite sin llegar a satisfacer la demanda de la ZMCM (Centro Mario Molina, 2014). Esta crónica problemática ha llevado a la sobreexplotación de los acuíferos, en especial el de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (véase figura 4), que se encuentra con un déficit anual de 22,6 m3/s (Banco Mundial, 2013) lo que ha ocasionado el abatimiento de los niveles freáticos e hundimientos en la zona nor-oriente de la Ciudad (González & Perló, 2005), (HernándezEspriú, 2013) (Rojas, 2013) (González-Villareal, 2016). En la figura 3 el mapa muestra una aproximación: Fig. 3. Mapa de sectores de tasa de subsidencia por AGEBa Notas: a Elaborado con datos de 2003 a 2007 Fuente: Tomado de (Rojas, 2013) 4 Los hundimientos pueden llegar a alcanzar hasta los 32.9 cm/año en la zona cercana al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las delegaciones: Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y parte de la Benito Juárez y Xochimilco, y los municipios colindantes están mayormente expuestas a este riesgo. 1.3 Acceso de agua potable en la Ciudad de México: frecuencia, dentro de la vivienda y niveles de consumo El porcentaje de población con alguna modalidad de “acceso a agua” ha sido diferenciado a nivel delegacional; para la mayoría, aparentemente no es un problema, han mantenido una cobertura del orden del 98-99 % para 2015. En contraste, Milpa Alta, Xochimilco y Tlalpan para 1990 los datos muestran que estas tres delegaciones tenían los porcentajes más bajos de la Ciudad, tendencia que se ha mantenido, pese a que han incrementado su porcentaje en 6 y 5 % respectivamente, para Milpa Alta y Xochimilco respectivamente y 12.7 % para Tlalpan (Gráfica 1). 100.00 98.00 97.43 Procentaje de población 96.00 95.48 94.00 92.00 90.00 90.56 89.09 88.00 86.00 84.00 82.00 84.72 83.12 1990 1995 2000 2005 2010 2015 Año Censal - Milpa Alta - Tlalpan - Xochimilco Gráfica 4. Proporción de la población con acceso sostenible a fuentes mejoradas de abastecimiento de agua. Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo General de Población y Vivienda (varios años), Conteo de Población y Vivienda (varios años) y Encuesta Intercensal 2015. 5 Para todas las delegaciones estos niveles “de acceso” se deben tomar con reservas, ya que los datos consideran todo nivel de acceso al agua proveniente de cualquier fuente, sea dentro o fuera de la vivienda; de aquí la relevancia de observar variables complementarias; primero, la información de frecuencia de disponibilidad de agua en la Ciudad de México. Para 2010, los datos muestran que un 82% de un total de 2,367,139 viviendas particulares habitadas disponen de agua diariamente, mientras que un 17% presenta una dotación de agua irregular, lo cual se traduce en 417,800 viviendas bajo esta situación. En la Gráfica 2 el detalle de frecuencia: 90 82.04 80 No. de viviendas (en miles) 70 60 50 40 30 20 8.20 10 6.55 2.89 0.31 0 Diaria Cada tercer día Una o dos veces a la semana Esporádica No especificado Grafica 2. Viviendas particulares habitadas a con agua entubadas b y su distribución porcentual según dotación de agua c para la Ciudad de México, 2010 Notas: Los límites de confianza se calculan al 90%a Excluye: locales no construidos para habitación, viviendas móviles y refugios. b Condición de las viviendas particulares que cuentan con tuberías que transportan el líquido para que las personas puedan abastecerse mediante grifos ubicados en la cocina, excusado, baño u otras instalaciones similares. Corresponde a las que tienen agua entubada dentro de la vivienda o sólo en el terreno c Clasificación de las viviendas particulares con agua entubada según la frecuencia en su disponibilidad. Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo de Población y Vivienda, 2010. 6 La otra variable clave que determina un acceso adecuado, refiere a si el acceso es por medio de agua entubada dentro de la vivienda o predio; o es por medio de alguna modalidad de acarreo. La Tabla 2 muestra la información tendencial 2000-2010 por Delegación: Disponibilidad de agua Delegación/ Agua entubada dentro de la Año Censal vivienda o el terreno 2000 2005 2010 Por acarreo 2000 2005 2010 Álvaro Obregón 159,676 173,813 190,410 2,453 2,282 2,415 Azcapotzalco 107,707 109,156 112,763 934 567 584 Benito Juárez 112,333 113,467 130,685 562 72 121 Coyoacán 161,184 164,590 171,976 843 431 572 31,724 39,569 44,708 1,185 1,247 1,432 Cuauhtémoc 144,117 147,787 165,178 831 455 402 Gustavo A. Madero 290,136 293,603 312,305 3,630 1,557 1,766 96,873 98,694 100,831 516 183 190 390,748 424,900 445,620 10,157 4,986 6,270 La Magdalena Contreras 49,694 54,660 59,527 1,838 2,726 2,804 Miguel Hidalgo 93,226 98,026 110,714 526 151 844 Milpa Alta 18,575 23,112 26,291 2,646 3,318 5,145 Cuajimalpa de Morelos Iztacalco Iztapalapa Tláhuac 67,459 80,327 86,979 1,665 1,577 2,792 Tlalpan 124,733 134,021 147,575 14,637 12,983 21,662 Venustiano Carranza 115,672 113,033 117,831 520 231 225 74,300 83,251 89,446 7,287 9,020 11,044 Xochimilco Tabla 2. Serie histórica de viviendas particulares habitadas con disponibilidad de agua Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. Censo General de Población y Vivienda (varios años) y Conteo de Población y Vivienda (varios años). En general, todas las delegaciones tienen un aumento en el número de viviendas que disponen de agua entubada en el periodo 2005-2010, aunque no demostraron este mismo comportamiento de 2000 a 2005 como en el caso de Venustiano Carranza, donde hubo un decremento de 2,639 viviendas respecto del año 2000. Sin embargo, los datos de la Tabla muestran problemas por la persistencia del acceso por acarreo, e inclusive su aumento, que seguramente significa en muchos casos pasar de no acceso a un acceso inadecuado. El acceso y comparativo con datos por número de habitantes es complicado y con resultados poco consistentes; así vemos como en la Gráfica 3 se 7 muestra una tendencia a la baja en el número de ocupantes de viviendas que se abastecen por acarreo. Seguramente la solución vía “pipas” es determinante pero presenta efectos colaterales, entre los que destaca la combinación de subsidios/corrupción/accesibilidad que deriva en una De una llave pública o hidrante De otra vivienda 64675 2010 De Pipa 3952 12505 16584 16257 14036 2005 23365 37182 2000 14861 18063 31489 60481 66379 105155 111854 136366 expresión de exclusión social. 2015 De pozo, río o arroyo, lago u otro Gráfica 3. Serie histórica de ocupantes en viviendas particulares habitadas con disponibilidad de agua por acarreo en sus diversas modalidades. Fuente: Elaboración propia con información del Censo General de Población y Vivienda para 2000 y 2010, Conteo de Población y Vivienda 2005 en (González et al., 2011) y Encuesta Intercensal 2015 (INEGI, 2016) Con la finalidad de aproximarse a la expresión territorial de esta carencia, a continuación se presenta del Índice de Marginación (CONAPO, 2014), la variable que refiere el porcentaje de viviendas particulares sin agua entubada dentro de la vivienda para 2000 y 2010 a nivel AGEB. Los mapas de las Figuras 4 y 5 muestran las dimensiones espaciales, mismas que apuntan claramente a que no es un problema esencialmente focalizado. 8 Figura 4. Porcentaje de viviendas sin agua entubada dentro de la vivienda para el año 2000 Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAPO, 2014) e (INEGI, 2016) Figura 5. Porcentaje de viviendas sin agua entubada dentro de la vivienda para el año 2010 Fuente: Elaboración propia con datos de (CONAPO, 2014) e (INEGI, 2016) 9 Para el año 2010, se observa una disminución en el porcentaje de viviendas sin agua entubada en las AGEBS ubicadas cerca de los límites del área urbana; en Iztapalapa y Tláhuac, se puede observar que ha disminuido el porcentaje de viviendas; sin embargo, delegaciones como Milpa Alta, Xochimilco y Tlalpan aún presentan un porcentaje considerable de viviendas sin agua entubada. Destaca también que el porcentaje del 0 al 20% ha aumentado a lo largo del área central de la Ciudad y se ha extendido hasta los límites de la Ciudad al Norte, Este y Oeste. Consumo de agua potable por Delegación La tendencia muestra que en el año 2010 hubo un decremento en el consumo de agua potable por parte de todas las Delegaciones. En la mayoría de los casos las reducciones fueron notables y para delegaciones como Tlalpan, Iztapalapa, Coyoacán, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, significó un decremento de 10,000,000 m3. Después de este periodo el consumo aumentó relativamente en 2013 (un promedio de 2.7 millones de m3 por delegación) y se mantuvo relativamente constante hasta 2015 (ver Gráfica 4). 10 16.00 14.00 12.00 Porcentaje 10.00 8.00 6.00 4.00 2.00 0.00 Alvaro Obregón 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 8.93 9.05 9.01 8.94 9.05 8.87 9.96 10.24 9.82 9.84 9.89 Azcapotzalco 4.74 5.47 5.56 5.46 5.23 5.19 6.54 6.37 5.78 5.80 Benito Juarez 6.58 7.06 7.22 7.10 7.11 7.30 7.81 8.15 8.49 8.67 8.77 Coyoacán 13.85 7.82 7.52 7.34 7.50 7.61 7.55 7.67 8.18 8.07 7.92 Cuajimalpa de Morelos 1.70 1.83 1.94 1.75 2.06 2.10 2.05 2.22 2.27 2.22 2.30 Cuauhtémoc 8.25 9.88 10.20 10.57 10.33 10.25 11.06 10.90 11.06 11.39 11.62 Gustavo A. Madero 10.46 11.53 11.87 12.58 12.44 11.85 12.12 11.88 11.70 11.79 11.99 6.11 Iztacalco 4.88 Iztapalapa 13.71 14.46 13.99 13.85 13.94 14.44 11.48 11.17 11.07 11.06 10.49 5.09 4.98 4.86 4.82 4.99 5.31 5.21 5.41 5.30 5.26 La Magdalena Contreras 1.56 1.65 1.65 1.63 1.61 1.55 1.30 1.28 1.28 Miguel Hidalgo 8.09 8.39 8.33 8.28 8.36 8.40 10.06 10.44 9.55 9.61 9.72 Milpa Alta 0.25 0.27 0.26 0.26 0.23 0.24 0.18 0.17 0.17 0.18 0.15 Tláhuac 2.68 2.72 2.73 2.68 2.65 2.60 2.07 1.95 2.44 2.35 2.21 Tlalpan 6.43 6.61 6.56 6.43 6.37 6.28 4.97 4.88 4.58 4.39 4.34 Venustiano Carranza 5.40 5.61 5.57 5.68 5.72 5.77 5.29 5.29 5.79 5.75 5.73 Xochimilco 2.48 2.56 2.60 2.59 2.59 2.56 2.22 2.14 2.39 2.31 2.23 1.33 1.31 Año Grafica 4. Porcentaje del consumo total de agua potable en millones de metros cúbicos (m3) por Delegación, 2005 – 2015 Fuente: Elaboración propia con datos de (SACMEX, 2016) De mayor importancia es el dato de consumo promedio de litros por habitante por día durante el 2005, 2010 y 2015; se observa que ha disminuido en todos los casos y en la Tabla 3 y Gráfica 5 se observa este decremento y sobre todo, las enormes desigualdades en niveles de consumo en litros, promedio diario por habitante. 11 2005 2010 2015 (l/hab/dia) (l/hab/dia) (l/hab/dia) Alvaro Obregón 175.32 144.54 122.87 Azcapotzalco 154.53 148.19 142.13 Delegación Benito Juarez 257.25 224.39 195.58 Coyoacán 306.03 145.38 121.25 Cuajimalpa de Morelos 135.58 133.57 107.29 Cuauhtémoc 219.50 228.43 203.26 Gustavo A. Madero 121.64 118.49 95.87 Iztacalco 171.47 153.90 125.55 Iztapalapa 104.49 94.26 53.47 94.45 76.89 48.95 317.47 267.00 248.37 30.11 21.39 9.93 Tláhuac 108.16 85.59 56.84 Tlalpan 146.76 114.45 59.67 Venustiano Carranza 167.45 158.64 124.80 85.10 73.21 50.01 La Magdalena Contreras Miguel Hidalgo Milpa Alta Xochimilco Tabla 3. Consumo de agua potable (litros/hab/día) por Delegación en 2005, 2010 y 2015 Nota: a Datos estimados a partir del consumo total de agua potable por delegación, se consideró que el total del agua potable se destinaba al total de la población Fuente: Elaboración propia con datos de (SACMEX,2016) 350.00 300.00 250.00 200.00 150.00 100.00 50.00 0.00 2005 2010 2015 Gráfica 5. Consumo de agua potable (l/hab/día) por Delegación en 2005, 2010 y 2015. Fuente: Elaboración propia con datos de SACM 12 1.4 Tendencias a futuro Con proyecciones de población de CONAPO y un volumen de agua renovable constante a lo largo del periodo 2010-2030, la CONAGUA pronostica una disminución de prácticamente el 10% en la disponibilidad natural media per cápita en la Cuenca del Valle de México para el año 2030, con respecto a la de 20135 (con 152, ver Tabla 1), al ubicar que este indicador será de 137 m3/hab/año. Esta tendencia futura de menor disponibilidad agudiza el problema de stress hídrico de la Cuenca; algunos datos duros: i) De acuerdo con el Programa Hídrico Regional (PHR) Visión 2030, para el año 2006 se estimaba una oferta sustentable total de 3,300 hm3 y un uso total de 4,700 hm3 en la Región Hidrológico-Administrativa XIII; lo que generó una brecha hídrica total de 1,400 hm3 que se “resolvió” principalmente por la sobreexplotación de acuíferos de la región (CONAGUA, 2012b). ii) El caudal aportado por el Sistema Cutzamala se ha reducido en 11% de 2000 a 2012, mientras que el caudal del Sistema Lerma en un 4.3%. La suma de los caudales de ambos sistemas equivale a más de la tercera parte del total que recibe la Ciudad de México (Centro Mario Molina, 2014). Con respecto a la brecha hídrica, se espera que para 2030 la oferta pueda incrementarse en 8%, mientras que la demanda se estima aumente en 11%, prácticamente duplicando a futuro la brecha hídrica de agua en la región (con un valor de 1,700 hm3). Y la tendencia a 2050 de los escenarios de Cambio Climático indica que la disponibilidad de agua disminuirá entre un 10 y 17 % para las áreas de captación del Sistema Cutzamala, Lerma y Acuífero de la ZMVM (Escolero et al., 2009). 5 Escenarios Futuros: Agua renovable per cápita 2013-2030, Estadísticas del Agua en México 2014 (CONAGUA, 2014). 13 2. Primera aproximación a una visión territorial de la contaminación atmosférica 2.1 Introducción Destaca la evidencia científica derivada de una enorme gama de estudios en torno a la contaminación atmosférica; e inclusive, aproximaciones a sus impactos en la salud. Por lo cual, sólo abordamos aquellos resultados que permiten dar los primeros pasos hacia una valoración de niveles de riesgo y vulnerabilidad para segmentos de la población en función de su lugar de residencia; y las tendencias al abatimiento de estos niveles. En el mapa 1 se presenta la ubicación de las estaciones y las densidades de población en sus colindancias; sin duda, es una aproximación muy limitada por los cambios hora por hora en la intensidad y en el tipo de contaminante; asociados a la dinámica atmosférica (en especial, los vientos). Mapa 1. Estaciones de monitoreo y densidad de población en 2015 de la CDMX y su Zona Metropolitana Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI (2016) y SIMAT (2016) 14 2.2 Contaminación por Ozono De acuerdo con el Informe de Calidad del Aire de la Ciudad de México 2014, la contaminación de aire por ozono muestra un patrón estacional al que llaman “temporada de ozono” y que de acuerdo a las tendencias se presenta a finales de febrero y concluye en junio (SEDEMA, 2014, pág. 42)6. Para el periodo 1988-2016 puede observarse la estación que registró mayores valores de concentración fue la del Pedregal (véase gráfica 1); sin embargo, registros del 2016 hasta el mes de Febrero muestran que la estación Ajusco Medio es la que ha presentado mayores valores de concentración. De acuerdo con datos del SIMAT, la tasa de cambio para el promedio anual de 1988 a 2015 fue de -44%, lo cual indica una reduccón sustancial en los valores, pero con una tendencia asintótica. Gráfica 1. Estaciones de monitoreo con mayores concentraciones históricas de O3 Fuente: (SIMAT, 2016) En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran en la zona Sur de la CDMX, lo que corresponde a dos delegaciones con alta 6 “La temporada de ozono se caracteriza por niveles elevados de ozono y otros contaminantes secundarios asociados al esmog fotoquímico, provocados por la presencia de contaminantes precursores y las condiciones meteorológicas de la temporada” 15 densidad de población Álvaro Obregón (7,827 hab/km2) y Coyoacán (11,293 hab/km2) y una con baja, Tlalpan (2,154 hab/km2) (véase mapa 1). Esto nos habla de una fuerte exposición a O3 de los habitantes que viven al suroeste de la Ciudad. Lo anterior apunta a que el ozono tiende a concentrarse en la zona sur y surponiente de la Ciudad; sin embargo, las emisiones del contaminante provienen de diferentes direcciones. Al respecto, Meraz et al. (2015, pág. 211) señala que “la concentración de ozono se encuentra fuertemente afectada por la dinámica diaria, aunque es evidente que algunos mecanismos de gran escala, como la mezcla atmosférica, determinan durante mucho tiempo el comportamiento de todos los contaminantes”. 2.3 Contaminación por partículas finas PM10 y PM2.5 Las partículas suspendidas tienen una diversidad de fuentes y composición. Su tamaño va desde algunas fracciones de milímetro hasta algunos nanómetros. Son emitidas de manera natural o por las actividades humanas, también se pueden formar en la atmósfera a partir de reacciones químicas (Sheinbaum, 2015). Su composición varía de acuerdo con la zona en la que se presente: urbana, no urbanizada. El material mineral, que proviene en su mayoría del suelo (Sheinbaum, 2015), es el mayor componente para las PM10 en las dos zonas, mientras que para las PM2.5 el material orgánico y el mineral son los principales componentes para ambas zonas. Así como el ozono, las partículas PM10 y PM2.5 también tienen un comportamiento estacional; las mayores concentraciones se dan en la temporada seca-fría (noviembre-febrero) y las mínimas durante la temporada de lluvia (junio-octubre) (SEDEMA, 2014, págs. 53-55). En la época de mayores concentraciones son provocadas por estabilidad atmosférica7, inversiones térmicas de superficie y el descenso de humedad y temperatura. 7 La estabilidad atmosférica es una condición de la atmósfera que se opone al desarrollo de nubes de los géneros cúmulo y cumulonimbos. Se caracteriza por estados del cielo despejados o con presencia de nubes estratiformes (ITE, s.f.) 16 En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran al norte de la CDMX lo que corresponde a Tlalnepantla de Baz. Este municipio se localiza al norte de la Ciudad, cuenta con una densidad de población de 8,728 hab/km2 y está rodeado al sur y oeste de municipios que igualmente presentan altas densidades de población. Esto demuestra que, aunque se ha presentado la mayor concentración de partículas en la zona nor-oriente de la ZMCM, no hay un patrón definido; se puede observar que en los últimos dos años la dirección apunta al NE; sin embargo, es el viento quien determina en gran parte la dispersión de los contaminantes (SEDEMA, 2014, pág. 41) y como menciona Meraz et al. (2015, pág. 211) en su estudio “Persistencia estadística de los contaminantes del aire de en la Ciudad de México”: “a escalas temporales pequeñas, la dinámica del contaminante es específica para cada componente químico” y a grandes escalas temporales depende de la propia dinámica atmosférica de la región. En 2013, las mayores concentraciones alcanzan los 124 µ/m3 y provienen del Norte hasta el Sureste. Para 2014, las concentraciones disminuyen en un 86%8 y llegan hasta 17 µ/m3 . En 2015 se vuelve a incrementar el valor llegando hasta 128.3 µ/m3 y para 2016 108.3 µ/m3. En los últimos 4 años, los valores más altos reportados se encuentran al norte de la CDMX, lo que corresponde a dos municipios con densidades relativamente diferentes: Tlalnepantla de Baz (8,728 hab/km2) y Ecatepec de Morelos (1,075 hab/km2). Ambos municipios se encuentran limitados al sur por dos de las delegaciones más habitadas de la CDMX, lo cual conlleva a pensar que la población de esa zona está más expuesta a partículas PM2.5. No obstante, como se ha mencionado anteriormente, la meteorología de la región y el comportamiento químicos del mismo, influyen en la persistencia de la concentración del contaminante en el aire (Meraz et al., 2015). 8 Se tomaron en cuenta los límites superiores de cada clase, para 2013: 124 µ/m3 y para 2014: 27124 µ/m3. 17 Se observa que las mayores concentraciones se registran en la zona norte de la ZMCM y las PM2.5 muestran variaciones tanto en su concentración como en su escala temporal y espacial. 2.4 Tendencias actuales de Ozono De acuerdo con la gráfica x. la tendencia muestra que el mayor número de horas que superan el valor de 110 ppb se presentó en 1991 con 2,432 ppb. Posteriormente el número de horas desciende llegando hasta 310 ppb en 2012. Hay una tasa de cambio entre 1990 y 2014 de -80.5%. Para el año 2015, con el cambio de la Norma, se observa un incremento de más del doble de horas con respecto a 2014 y finalmente para 2016, de las 2184 horas transcurridas (de enero a marzo), 175 han sobrepasado la Norma, lo que equivale a un 8%. 3000 2432 300 0 50 0 Año Número de horas > 110 ppb Límite de 80 ppb (hasta 2014) Límite de 70 ppb (a partir de 2015) Gráfica 13. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para O3 (1990-2016) Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016) Además, la tendencia también muestra que los valores máximos de concentración en 2014 han disminuido hasta en un 61.1% en comparación con el valor más alto registrado en 1992 (475 ppb). Los quintos máximos presentan una tendencia similar y también tienen una caída porcentual para cada año que a lo largo del mismo periodo muestra una tasa de cambio de -55.8%. 18 Concentración (ppb) 776 100 175 390 358 449 310 530 450 694 500 557 895 1000 700 1102 150 821 1297 1635 1694 200 1326 1500 1507 1750 1637 1876 1839 1796 2106 1831 2000 250 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 mar.‐16 No. de horas 2500 475 500 450 3000 403 404 2500 400 370 349 323 318 321 309 250 2000 282 300 237 271 284 247 243 210 201 202 207 200 187 191 192 172 169 225 222 211 203 189 198 184 177 184 185 159 158 139 150 123 1500 208 135 127 122 126 124 123 120 111 120 109 100 358 390 310 449 450 530 557 694 700 895 821 1102 1297 1326 1635 1507 1694 1637 1750 1839 1876 1796 2106 500 2432 50 1000 0 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 Año No. de horas > 110 ppb Concentración máxima anual de O3 5to. Máximo anual Límite de 80 ppb (hasta 2014) Límite de 70 ppb (a partir de 2015) Gráfica 14. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para O3 (1990-2014) Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016) 2.5 Tendencias actuales de PM10 La tendencia muestra tres periodos de comportamiento de valores máximos de concentración de 24 horas: de 1990 a 2000, los valores presentaron valores en un rango entre 265 y 307 µ/m3, para después, en 2001 comenzar a disminuir hasta llegar a 131 µ/m3, lo cual representaba que se estaba cerca de cumplir con la Norma. No obstante, para 2009 el valor volvió a incrementar en un 205% el límite permisible de 120 µ/m3. Después de ese año, se muestra un decremento en el valor hasta llegar a 1120 µ/m3 en 2015 (con el cambio de la Norma en 2014, sobrepasa nuevamente el límite permisible ahora de 75 µ/m3). Los máximos anuales superan el límite permisible de 50 µ/m3 en todos los casos aplicables y de 40 µ/m3 en el último año 2015. 19 No. de horas 312 1831 Concentración (ppb) 350 350 Concentración (µ/m³) 300 296 300 287 295 295 295 307 305 291 271 265 247 250 200 197 189 179 163 184 156 155 138 150 146 186 174 167 165 160 145 139 125 121 96 100 95 101 90 139 131 134 106 104 79 75 174 70 114 107 120 93 73 69 64 53 55 50 Año Máximo promedio anual Percentil 98 promedio de 24 h 50 (µ/m³) promedio anual hasta 2014 40 (µ/m³) promedio anual a partir de 2015 120 (µ/m³) valor límite de 24 h (hasta 2014) 75 (µ/m³) valor límite de 24 h (a partir de 2015) Gráfica 23. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para PM10 (1990-2015) Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016) Datos del SIMAT (2016) indican que durante 1995-2015 el mes que presentó promedios máximos de PM10 fue diciembre. En el 2016, los datos muestran que el mes de febrero ha sido el que ha presentado el promedio máximo. 2.6 Tendencias actuales de PM2.5 La serie histórica muestra que los valores máximos de concentración de 24 horas de 2004 a 2015 disminuyen en unos años mientras que en otros aumenta sin presentar un comportamiento definido; sin embargo, a lo largo del mismo periodo el valor ha decrecido en un 10.9%. El máximo promedio anual presenta una tendencia similar y también tienen una caída porcentual a lo largo del mismo periodo. Para 2015, el valor promedio anual fue 55.4 µg/m3, 43.4 µg/m3 arriba del límite permisible, el valor máximo promedio de 24 horas tuvo un mismo comportamiento similar y sobrepaso la Norma en un 266%. 20 2015 2014 2013 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 0 70 64 64 58 60 Concentración (µ/m³) 51 57 55 54 52 51 47 50 40 60 58 36 28 30 26 26 26 2007 2008 2009 23 25 25 26 2010 2011 2012 28 27 28 2013 2014 2015 20 10 0 2004 2005 2006 Año Máximo promedio anual Percentil 98 promedio de 24 h 15 (µ/m³) promedio anual hasta 2014 12 (µ/m³) promedio anual a partir de 2015 65 (µ/m³) valor límite de 24 h (hasta 2014) 45 (µ/m³) valor límite de 24 h (a partir de 2015) Gráfica 32. Cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas para PM10 (2004-2015) Fuente: Adaptado de (SIMAT, 2016) Datos del SIMAT (2016) indican que durante 2003-2015 el mes que presentó promedios máximos de PM2.5 fue diciembre. Durante 2016, los datos identifican a febrero como el mes con el promedio máximo. 21 3. Referencias 3.1 Tema Agua Amaya, C. (2005). El Ecosistema Urbano: Simbiosis espacial entro lo Natural y lo Artificial. Revista Forestal Latinoamericana, págs. 1-16. Obtenido de http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/24099/2/articulo1.pdf Banco Mundial. (2013). Agua urbana en el Valle de México: ¿Un camino verde para mañana? México: Banco Mundial, Ministerio de Economía y Hacienda del Gobierno de España, Comisión Nacional del Agua y Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento, A.C. Breña, A. P., & Breña, J. N. (2007). Disponibilidad de Agua en el Futuro de México. Ciencia, págs. 64-71. Centro Mario Molina. (2014). Estrategia Local de Acción Climática: Ciudad de México 2014-2020. México: Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos y Medio Ambiente. CGMA. (7 de Mayo de 2016). Medio Ambiente. (C. G. 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México: Comisión Nacional del Agua. 23 CONAPO. (2015). Proyecciones de la Población 2010-2030. México: Consejo Nacional de Población. Obtenido de http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos De Alba , F., & Cruz, C. (2015). ¿Defender el agua o saciar la sed de la metrópolis? En B. R. Ramírez, & R. H. Eibenschutz, Repensar La Metrópoli II: Reflexiones sobre planeación y procesos metropolitanos (Vol. II). México: Universidad Autónoma Metropolitana. Escolero Fuentes, O. A., Martínez, S. E., Kralisch, S., & Perevochtchikova, M. (2009). Vulnerabilidad de las fuentes de abastecimiento de agua potable de la Ciudad de México en el contexto del cambio climático. México: Centro Virtual de cambio climático Ciudad de México; Centro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM; Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal. González, A., & Perló, M. (2005). ¿Guerra por el agua en el Valle de México?: Estudio sobre las relaciones hidráulicas entre el Distrito Federal y el Estado de México. 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Vulnerabilidad climática 5.1 Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) 6. Referencias 1*ConsultoraRedGEO Tendencias históricas y escenarios de cambio en el clima de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México Sandra Paulina Baca Servín* 1. Procesos causales El clima del Valle de México y en especial, de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) se ha modificado debido a la suma de dos factores: los efectos del cambio climático y el crecimiento de la urbanización (Magaña et al., 2012, pág.45). En un ecosistema, el cambio climático se refleja en una variabilidad climática, con “eventos extremos más intensos y frecuentes” (León & Neri, 2010, pág. 2), por ejemplo: incrementos en la temperatura, sequías, intensas precipitaciones, etc. En la ZMCM, el cambio climático se ve expresado en el incremento de lluvias intensas (León & Neri, 2010, pág. 2) y el aumento de ondas de calor1 (Magaña et al., 2012, pág.46), es decir, la variabilidad climática de la región se refleja en los cambios en la temperatura y en el ciclo hidrológico (Jáuregui, 2000 en Magaña et al., 2010, p.73). “Mientras factores naturales como la topografía juegan un papel importante en la variación de las variables meteorológicas, hay claramente influencia antropogénica que continúa modulando la variabilidad espacial climática en la ciudad” (Estrada et al., 2009, pág. 192). Esta influencia se puede apreciar en el cambio de uso de suelo y la deforestación a causa del crecimiento urbano que también han provocado cambios significativos en el clima de la ZMCM (Estrada et al., 2009, pág. 176; Magaña et al., 2012, pág.45). El cambio en el uso de suelo altera las propiedades del mismo, al convertir el suelo natural permeable en suelo no poroso y con alta capacidad de absorción de radiación solar debido a los materiales: pavimentos, piedras, *Consultora Red GEO 1 Evento en el cual se presentan tres o más días consecutivos con temperaturas de 30°C o más (Jáuregui, 2000 en Magaña et al., 2012) 1 etc. (Jáuregui y Heres, 2008, pág. 101). Por otro lado, “la vegetación tiene un efecto potencial sobre el comportamiento térmico de los entornos urbanos” (Centro Mario Molina, 2014b, pág. 24) ya que contribuye con el balance energético al “modular en cierta medida el régimen climático local de las ciudades” (Jáuregui y Heres, 2008, pág. 102). 2. Metodología de análisis con enfoque territorial Actualmente se cuentan con diversos estudios que analizan variables meteorológicas como temperatura y precipitación (Aquino, 2012; López, 2012; Magaña et al., 2012) lo que ha permitido detectar los contrastes existentes entre las temperaturas y la precipitación de los diferentes territorios que conforman el Valle de México, así como los diferentes microclimas que se generan a partir de la influencia de elementos locales (Aquino, 2012, pág. 10) como la vegetación o la topografía. Para la temperatura, se resaltó la identificación de Islas de Calor y el fenómeno de ondas de calor para la ZMCM. Con respecto a la precipitación, se identificaron las zonas susceptibles a deslaves en caso de lluvias intensas en la Ciudad de México con datos del Atlas Nacional de Riesgos del Centro Nacional de Prevención y Desastres (CENAPRED). Con base en los escenarios a futuro construidos en estos documentos, se identificaron los territorios de la Ciudad de México que presentan mayor exposición a los impactos climáticos. Para el análisis de vulnerabilidad climática, se tomó en cuenta el Índice de Vulnerabilidad Climático (IVC)2 para ubicar cuáles son las delegaciones más vulnerables a los efectos del cambio climático. 2 Elaborado por el Instituto Mexicano de Alta Competitividad A.C. y la Embajada del Reino Unido en 2012. 2 3. Cambio de temperatura de la ZMVM: tendencia histórica y escenario a futuro En los últimos treinta años, las dinámicas territoriales han ocasionado incrementos de temperatura en el Valle de México de entre 2° y 3°C con respecto al siglo pasado (Magaña et al., 2012). A partir del estudio realizado por el Dr. Aquino (2012, pág. 10) con base en las diferentes redes meteorológicas que existen en el Valle de México3, la información de la estación Tacubaya representa “un buen indicador de las tendencias de temperatura en gran parte del Valle de México”: en la serie histórica 1878-2008 la temperatura aumentó, en promedio, 3°C en la ZMVM (Aquino 2012, pág. 9), véase gráfica 1. Gráfica 1. Temperaturas máximas (°C) para los meses de marzo, abril y mayo de la estación Tacubaya de 1878 a 2008 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) La tendencia en las temperaturas mínimas es una evidencia complementaria clave: se puede observar en la figura 1, como la isoterma de 10°C se ha expandido principalmente al noreste de la Ciudad y que las temperaturas bajas han disminuido al suroeste de la misma (Aquino, 2012, pág. 30). Esto 3 Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario (PEMBU) administrada por la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Red Meteorológica (REDMET) administrada por el Sistema de Monitoreo Atmosférico (SIMAT). 3 nos habla de un incremento en las temperaturas mínimas para la CDMX entre 1986 y 2009. Figura 1. Promedios de temperaturas mínimas (°C) para los periodos a) 1986-1997 y b) 1998-2009 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) De manera similar, Magaña et al. (2010) señala que entre 2000 y 2007, el norte y noreste de la Ciudad presentaron un incremento de 2 y 3°C, mientras que en el poniente y suroeste los incrementos fueron menores debido a la influencia que tienen los bosques del Suelo de Conservación al sur de la Ciudad (Magaña et al, 2010), véase Figura 2. Figura 2. Promedio anual de temperatura mínima en el Valle de México en el año 2000 (izquierda) y en el 2007 (derecha)a Notas: a Los contornos grises denotan la dimensión de la mancha urbana. Fuente: Tomado de (Magaña et al, 2010) 4 La tendencia de las temperaturas mínimas muestra que las isotermas de 10°C han aumentado en expansión a medida que se expande la mancha urbana hacia el oriente de la Ciudad. Esto ha afectado, principalmente, a las delegaciones Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, así como municipios de la ZMCM como Tlalnepantla de Baz y Ecatepec de Morelos (véase figura 3). Figura 3. Promedio anual de temperatura mínima en el Valle de México en el año a) 1990, b) 2000 y c) 2007a Notas: a La red denota el crecimiento de la mancha urbana. Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) Durante el periodo 1998-2009 se registró un crecimiento de las isotermas de 24° y 26° C en la zona noreste y parte del noroeste. En el mismo periodo, las isotermas de 14°C se expandieron al suroeste de la Ciudad, disminuyendo alrededor de 2°C la temperatura de algunas (véase figura x) (Aquino, 2012, pág. 34). Esto muestra un comportamiento variable en las temperaturas máximas: mientras que en el noreste ha tendido a incrementarse la temperatura (Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa y Tláhuac), en el sur y sur-poniente ha tendido a disminuir (Magdalena Contreras, Tlalpan y Milpa Alta). 5 Figura 4. Promedios de temperaturas máximas (°C) para los periodos a) 1986-1997 y b) 1998-2009 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) Asimismo, la tendencia en las temperaturas máximas complementa la evidencia; Magaña et al. (2010) señala que, entre los años 2000 y 2007, la expansión de la mancha urbana ha dado lugar al incremento de zonas con temperatura máxima promedio anual de más de 24°C en la ZMCM. Figura 5. Promedio anual de temperatura máxima en el Valle de México en el año 2000 (izquierda) y en el 2007 (derecha). Fuente: (Magaña et al, 2010) 3.1 Islas de Calor Urbanas A partir de lo anterior, el autor plantea que “la temperatura en el Valle de México ha cambiado debido al efecto urbano, constituyéndose en uno de los ejemplos más claros de Isla de Calor en el mundo” (Magaña et al, 2012). La 6 urbanización conlleva la clara formación de Islas de Calor Urbanas4 al norte y noreste de la Ciudad, “donde los asentamientos urbanos han reemplazado áreas vegetadas” (Aquino, 2012, pág. 34). Veáse Figura 6 Figura 6. Promedio anual de temperatura máxima en el Valle de México en el año a) 1990, b) 2000 y c) 2007 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) 3.2 Ondas de calor Asimismo, se puede observar en la figura 8, las ondas de calor se presentan con mayor frecuencia al centro y nor-oriente de la ciudad, debido a la baja densidad de áreas verdes (Graizbord, Ramírez, Nava, & Lemus, 2010, pág. 64). Destaca también que el número de días con ondas de calor durante el periodo 1998-2009 ha sobrepasado los 400 días en algunas zonas, principalmente en municipios del Estado de México ubicados al noreste de la ciudad. 4 El concepto de Isla de Calor Urbana “se usa para describir el calor característico tanto de la atmósfera como de las superficies en las ciudades (o áreas urbanas) comparadas con sus entornos no urbanizados” (Voogt, 2004). La isla de calor es un ejemplo de modificación climática no intencional cuando la urbanización le cambia las características a la superficie y a la atmósfera de la tierra. “Los controles atmosféricos de las islas de calor son los vientos y las nubes”, debido a que las islas de calor son más intensas cuando los cielos están despejados y el viento es débil (Aquino, 2012, pág.2). 7 Figura 7. Número de días con ondas de calor (T>30°C) para los periodos a) 1986-1997 y b) 1998-2009 Fuente: Tomado de (Aquino, 2012) 3.3 Escenarios de cambio climático El escenario a futuro (2015-2039) apunta a que la zona noreste de la ZMVM tendrá “al menos un 10% del año valores cercanos a los 30°C”; lo que desde ahora se considera una condición de bajo confort humano (Magaña et al, 2012, pág. 46). Las delegaciones más afectadas por este incremento serán: Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco e Iztapalapa y en menor medida Benito Juárez y Tláhuac. También se puede observar que la temperatura máxima será entre 22 y 23 °C para lugares que antes tenían 18°C (véase figura 9). Fig. 8. Escenario futuro (2015-2039) del percentil 90% de la temperatura máximaa Notas: a Proyección de cambio dada por el modelo de clima regional del Simulador de la Tierra bajo el escenario de emisiones A1B5 Fuente: (Magaña et al, 2012) 5 Describe un mundo futuro con un rápido crecimiento económico, una población mundial que alcanza su valor máximo hacia mediados del siglo y disminuye posteriormente, y una rápida introducción de tecnologías nuevas y más eficientes y con una utilización equilibrada de todo tipo de fuentes (IPCC,2000) 8 4. Cambio en precipitación en ZMVM: tendencia histórica y escenario a futuro Datos históricos de la estación Tacubaya indican que la precipitación acumulada anual entre 1877 y 2007 ha incrementado hasta en un 60%, pues el valor pasó de 400 mm/año a 980 mm/año (véase gráfica 3) (Aquino, 2012, pág. 40). Gráfica 3. Precipitación acumulada anual en Tacubaya (1877-2007) Fuente: (Aquino, 2012) También se observa un incremento en el número de lluvias intensas mayores a 20 mm/h entre 1939 y 2014: (gráfica 4). Gráfica 4. Análisis de precipitación, frecuencia de eventos de precipitación intensos mayor que 20 mm/h de julio a septiembre. Notas: Periodo de 1939-1989 (Jáuregui, 2000) y Periodo 1995-2014 (Sistema de Aguas de la Ciudad de México). Fuente: (López, 2015) 9 Los resultados de los análisis de precipitación elaborados por López (2012) para el periodo 2003-2010 indican que las lluvias intensas (>20 mm/h) ocurren principalmente en el poniente del Valle de México, en la delegación Cuajimalpa, Álvaro Obregón y parte del a Magdalena Contreras, cerca de 20 veces por año (véase figura 10) (López, 2012. pág. 40). Figura 10. Eventos mayores a 20 mm/h en el periodo 2003-2010 Fuente: Tomado de (López, 2012) 4.1 Susceptibilidad de inestabilidad de laderas De acuerdo con el Atlas Nacional de Riesgos del CENAPRED, las zonas con más “susceptibilidad de inestabilidad de laderas”6 en la Ciudad de México son las delegaciones de la zona poniente de la ciudad: Miguel Hidalgo, Cuajimalpa de Morelos, Álvaro Obregón y La Magdalena Contreras. Algunas zonas de la Gustavo A. Madero, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa presentan una susceptibilidad alta, mientras que el resto de las delegaciones tienen una susceptibilidad baja o muy baja. 6 La inestabilidad de laderas se puede definir como la pérdida de la capacidad del terreno natural para autosustentarse, lo que deriva en reacomodos y colapsos. Se presenta en zonas montañosas donde la superficie del terreno adquiere diversos grados de inclinación. Los sismos, las lluvias y la actividad volcánica son considerados como factores externos detonantes o desencadenantes de los deslizamientos (CENAPRED, 2016b) 10 Mapa 1. Susceptibilidad de inestabilidad de laderas Fuente: Elaboración propia con información de (CENAPRED, 2016) 4.2 Escenarios de cambio climático De acuerdo con Magaña, el escenario a futuro (2015-2039) indica que el poniente de la Ciudad de México será la zona más afectada por eventos de lluvia intensos (>30 mm/día). Esto corresponde a las delegaciones Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y parte de la Magdalena Contreras. Por otro lado, en Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán y Tlalpan, se presentarán lluvias mayores >20 mm/día, los que actualmente se están presentando en el poniente de la Ciudad, esto sugiere que la combinación de eventos extremos y las condiciones físicas del terreno, darán como resultado mayor inestabilidad de laderas, encharcamientos e inundaciones (Magaña et al., 2012, pág. 104). 11 Fig. 12 Escenario de cambio en percentil 95% de la precipitación diaria (mm/día) para el centro de México, para el periodo 1979-2003a Notas: a Proyección de cambio dada por el modelo de clima regional del Simulador de la Tierra bajo el escenario de emisiones A1B7 Fuente: (Magaña et al, 2012) 5. Vulnerabilidad climática 5.1 Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) El Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) del IMCO mide el nivel relativo de riesgo, ante fenómenos climatológicos, al que están expuestas las poblaciones de los municipios y zonas metropolitanas de México. “El índice captura las fortalezas y áreas de oportunidad que tienen las comunidades para enfrentar fenómenos meteorológicos derivados del cambio climático global” (IMCO, 2012, pág. 4). A nivel Ciudad de México. A continuación, se presentan la Tabla 4 y el Mapa 2 con el Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) para las delegaciones de la Ciudad de México (IMCO,2012). 7 Describe un mundo futuro con un rápido crecimiento económico, una población mundial que alcanza su valor máximo hacia mediados del siglo y disminuye posteriormente, y una rápida introducción de tecnologías nuevas y más eficientes y con una utilización equilibrada de todo tipo de fuentes (IPCC,2000) 12 Social Infraestructural Climatológico IVC Azcapotzalco Delegación 59.08 59.60 61.34 60.34 Coyoacán 64.38 59.25 61.34 61.58 Cuajimalpa de Morelos 63.36 58.83 51.40 56.25 Gustavo A. Madero 59.46 59.50 59.89 59.68 Iztacalco 57.85 59.16 59.71 59.11 Iztapalapa 60.34 59.07 59.77 59.74 La Magdalena Contreras 59.11 59.34 63.08 61.15 Milpa Alta 56.66 59.80 75.96 67.09 Álvaro Obregón 62.60 50.59 61.72 59.16 Tláhuac 60.80 48.93 59.94 57.40 Tlalpan 63.78 53.16 62.17 60.32 Xochimilco 62.11 53.70 59.89 58.90 Benito Juárez 65.51 45.84 61.34 58.51 Cuauhtémoc 61.33 55.34 59.71 59.02 Miguel Hidalgo 62.58 53.90 61.34 59.79 Venustiano Carranza 57.94 51.80 61.34 58.11 Tabla 4. Estructura del IVC Fuente: Tomado de (IMCO, 2012) Mapa 2. Delegaciones con vulnerabilidad social a 2010a Notas: Los números indican la posición que ocupan las delegaciones en cuanto a vulnerabilidad social, en orden creciente. Fuente: Elaborado con datos de (IMCO, 2012) a 13 La respuesta ante este comportamiento de vulnerabilidad social se encuentra en la población, pues al observar la tabla 5, Tlalpan y Coyoacán tienen más del doble de habitantes que La Magdalena Contreras y más del cuádruple que Milpa Alta, lo que influye al evaluar el perfil poblacional. Delegación PT2015 Iztapalapa 1,827,868 Gustavo A. Madero 1,164,477 Álvaro Obregón 749,982 Tlalpan 677,104 Coyoacán 608,479 Cuauhtémoc 532,553 Venustiano Carranza 427,263 Benito Juárez 417,416 Xochimilco 415,933 Azcapotzalco 400,161 Iztacalco 390,348 Miguel Hidalgo 364,439 Tláhuac 361,593 La Magdalena Contreras 243,886 Cuajimalpa de Morelos 199,224 Milpa Alta 137,927 Tabla 4. Estructura del IVC Fuente: Elaborado con datos de la Encuesta Intercensal de INEGI, 2015. 6. Referencias Aquino Martínez, L. (2012). Impacto de la Urbanización sobre las dinámicas de las tormentas en el Valle de México. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México. 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