Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia Proceso No 24155 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL Magistrado Ponente JORGE LUIS QUINTERO MILANÉS Aprobado acta N° 021 Bogotá, D. C., nueve (9) de marzo de dos mil seis (2006). VISTOS Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por la defensora de HERNÁN COTE ISAACS contra el fallo proferido el 19 de mayo de 2005 por el Tribunal Superior de Bogotá que al confirmar con una modificación -en lo atinente a la pena de multa- la decisión emitida por el Juzgado Once Penal del Circuito con funciones de conocimiento de la misma ciudad, lo condenó a las penas principales de 50 meses de prisión y multa de 66.66 salarios mínimos mensuales vigentes y a la accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término de la sanción privativa de la libertad, como autor del delito de tráfico de estupefacientes. Así mismo, declaró que éste no se hacía merecedor a la prisión domiciliaria. Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia HECHOS El juzgador de segunda instancia los sintetizó de la siguiente manera: “El 23 de marzo de 2005, en el aeropuerto El Dorado, una vez que HERNÁN COTE ISAACS fuera devuelto de la ciudad de Atlanta (E.U.) a la que quiso ingresar con su familia, fue capturado porque en su estómago tenía cuerpos extraños revelados por una placa de rayos X que resultaron ser 82 cápsulas en latex contentivas de heroína con un peso neto de 649,6 gramos”. ACTUACIÓN PROCESAL Por razón de los anteriores hechos, el 24 y 26 de marzo de 2005 se celebró la audiencia preliminar, donde la fiscalía solicitó control de legalidad de la captura, hizo referencia a la incautación de elementos, formuló la imputación y deprecó la imposición de medida de aseguramiento, acto en el que Hernán Cote Isaacs se allanó a los cargos, esto es, aceptó haber cometido la conducta punible de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, según el artículo 376, numeral 1°, del Código Penal. El 11 de abril de 2005, de acuerdo con lo normado en los artículos 293, 336 y 337 del Código de Procedimiento Penal, la fiscalía presentó escrito de acusación. El 20 de abril de 2005 se celebró la audiencia de “VERIFICACIÓN DE ACEPTACIÓN DE IMPUTACIÓN, VERIFICACIÓN DE LA PENA Y SENTENCIA”, en la que el imputado manifestó que “persiste”, de 2 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia manera libre y voluntaria, en el allanamiento de la imputación. En esa diligencia, la Fiscalía “manifiesta que se debe de tener en cuenta para la dosimetría penal el numeral 10 del artículo 58 del Código del Código Penal, debiéndose mover el juzgado dentro del cuarto mínimo más otro tanto por la circunstancias del hecho, negando la concesión del subrogado de condena de ejecución condicional así como también la prisión domiciliaria, toda vez que la pena a imponer supera los cinco (5) años”. Por su parte, la defensa “manifiesta que su protegido es un hombre viudo y con seis hijos a su cargo, el cual se vio obligado a realizar el delito por las deudas que tiene las cuales ascienden a ciento ochenta millones de pesos ($180.000.000.oo) asumiendo así las condiciones de padre de cabeza de familia; que no tiene antecedentes penales. Se allega documentación con referencia a su situación laboral, personal, familiar, social y económica la cual previo traslado a las partes se incorpora a las diligencias. Que discrepa de lo plasmado por la Fiscalía en cuanto a la negativa de la concesión de los beneficios, pues la jurisprudencia ampara dicha condición, ello protegiendo el derecho a la igualdad en su condición de padre de familia”. Mediante sentencia de dicha fecha, el Juzgado Once Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, condenó a Hernán Cote Isaacs a las penas principales de 50 meses de prisión y multa de 75 salarios mínimos legales mensuales vigentes y a la accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por un tiempo igual de la 3 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia pena privativa de la libertad. Así mismo declaró que el enjuiciado no se hacía “merecedor a la suspensión condicional de la ejecución de la pena, ni a la sustitución por la prisión domiciliaria, por no reunir los requisitos para ello”. Fue apelado el fallo por la defensora por no estar de acuerdo con la dosificación de la pena y la negativa de otorgarle a su procurado la prisión domiciliaria. Frente a este último punto adujo que la compañera del acusado “es la que sale a trabajar” mientras él se encarga del cuidado de los menores, máxime que los derechos de la madre cabeza de familia se hacen extensivos al hombre en aras de garantizar los derechos de los niños, de acuerdo con los instrumentos internacionales sobre la materia y la jurisprudencia de la Corte Constitucional. El Tribunal Superior de Bogotá, el 19 de mayo de 2005, lo modificó, en el sentido de “…imponer el pago de sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) salarios mínimos legales mensuales vigentes…”. LA DEMANDA Con base en el numeral 3° del artículo181 de la Ley 906 de 2004, acusa al juzgador de segunda instancia de violar en forma indirecta la ley sustancial al incurrir en error de hecho por falso juicio de existencia por omisión, “por cuanto las razones que se esgrimen en la sentencia para negar la prisión domiciliaria a un padre cabeza de familia y el análisis que realiza, condujeron a un fallo equivocado”. 4 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia Acota la recurrente que, en concreto, la prueba que denuncia como omitida es la del fallecimiento de la madre de los menores Hernán Felipe y María Alejandra Cote Martínez, al igual que los registros civiles de nacimiento de los mismos, pruebas oportunamente allegadas al proceso por parte de la defensa en la audiencia de debate oral celebrada el 20 de abril del 2005, puesto que, en su criterio, no solo fueron ignorados los medios de convicción citados, sino que también se supuso que a la compañera permanente de su asistido se le imponía el deber de velar por los citados menores, a pesar de no ser sus hijos. De igual forma, asevera que la circunstancia descrita en precedencia conllevó a que la ponderación probatoria no se hubiera realizado en conjunto para decidir lo referente a la prisión domiciliaria. En estas condiciones, resalta que el Tribunal al estudiar la normatividad relacionada con los padres cabeza de familia, esto es, las sentencias de la Corte Constitucional C - 184 del 4 de marzo de 2003, que hizo extensivo el beneficio de la prisión domiciliaria a los padres cabeza de familia, y el fallo T - 598 de 1993, al igual que la Convención de los Derechos del Niño y el Código del Menor, concluyó que, en virtud a lo promulgado por dichos ordenamientos, la prisión intramural no se impide para todos los casos. Así mismo, resalta lo expuesto en las consideraciones del ad quem cuando manifiesta que “´se justificaría la medida en aquellos casos en que se vieran afectados realmente los menores pero que se debe demostrar efectivamente que ha dado amor y cuidado a esos niños”. 5 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia Luego aduce que el juzgador de segunda instancia después de interpretar lo consagrado por la Ley 750 de 2002 y la Ley 82 de 1993, concluye que si los menores cuentan con el apoyo y asistencia de sus progenitores, desaparece la condición de padre cabeza de familia y, en consecuencia, no habría lugar a que se invoque la prisión domiciliaria. Destaca, además, que el fallo de segundo grado estima de manera desatinada que los menores no se encuentran bajo el cuidado exclusivo de su mandante, puesto que no ha desaparecido la unión marital con su actual pareja. En éstos términos, reitera que de haberse tenido en cuenta en la valoración probatoria el acta de defunción de la madre de los menores, al igual que el registro civil de nacimiento de los mismos, la conclusión a la que hubiera arribado el ad quem sería distinta, toda vez que se hubiera advertido la calidad de Hernán Cote Isaacs como padre cabeza de familia, en atención a que su compañera permanente no está obligada, según criterio de la casacionista, a aceptar una responsabilidad que no le asiste. De esa forma, concluye que Hernán Cote Isaacs se encuentra dentro de los parámetros establecidos en la Ley 750 de 2002, para acceder, en su condición de padre cabeza de familia, al subrogado de prisión domiciliaria. Así mismo, trae a colación un aparte de la sentencia del juzgador de segunda instancia, “´De manera que la prisión no deja expósitos a los menores quienes, además, según el artículo 31 del Código del Menor, no 6 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia se colocan en situación de peligro o abandono, por cuanto quedan al cuidado, vigilancia y protección de su progenitora´”, para posteriormente preguntarse “cuál progenitora?, si la madre de HERNÁN FELIPE y MARÍA ALEJANDRA falleció (…)”, reiterando que al ignorarse el registro civil de defunción, no se advirtió que su asistido es padre cabeza de familia y bajo cuya protección y amparo se encuentran estos dos menores, al no existir abuelos. A continuación bajo el título que denominó “TRASCENDENCIA DE HABERSE IGNORADO LA PRUEBA”, manifiesta que la omisión denunciada desvirtúa la presunción de acierto del fallo, en concordancia con las razones anteriormente expuestas, concluyendo que de una sencilla confrontación entre la partida de defunción ignorada con las consideraciones esbozadas en la sentencia del Tribunal respecto a que los menores quedan al cuidado, vigilancia y protección de su progenitora, resulta evidente la trascendencia del yerro y, en consecuencia, el cargo esta llamado a prosperar. En atención a lo anteriormente expuesto, solicita a la Corte admitir la demanda presentada. AUDIENCIA DE SUSTENTACIÓN La defensora reafirmó los postulados esenciales de la demanda, hizo énfasis en el cargo formulado, reiterando que Cote Isaac es padre 7 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia cabeza de familia y, por lo mismo, se hace acreedor a la prisión domiciliaria. La Fiscalía, por su parte, considera que la demanda no puede prosperar y le solicita a la Corte que así lo declare. Dice que el cargo es inconsistente, toda vez que el Tribunal sí tuvo en cuenta la prueba que echa de menos la casacionista, cuando afirmó que los menores hijos del procesado quedan a cargo de la actual compañera permanente de éste. No obstante, reconoce que si el juzgador hizo referencia que los citados menores quedaban a cargo de su progenitora, necesario es concluir que se debió a un lapsus. Empero, si se revisa el contexto general de párrafo que cita la casacionista se advertirá lo contrario a lo planteado por ella. Del mismo modo, acota que de existir el error el mismo no es trascendente, toda vez que el juzgador hizo un análisis de las razones por las cuales le negaba la prisión domiciliaria y no se le concedía por ser padre de cabeza de familia. Anota que del comportamiento del procesado no se puede inferir que se hace merecedor al tal instituto. Finalmente, la Procuradora Tercera Delegada en lo Penal, después de abordar el estudio de la técnica establecida por la Corte para demandar ésta clase de yerro, observa que la censura formulada a la sentencia de 8 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia segunda instancia, aparece claramente enunciada y suficientemente fundamentada, por cuanto se pone de presente que tanto el registro civil de defunción de Isabel Martínez Abella, como los registros civiles de nacimiento de Hernán Felipe y María Alejandra Cote Martínez, entre otros, fueron oportunamente allegados al proceso por parte de la defensa, en la audiencia de debate oral celebrada por el Juzgado 11 Penal del Circuito el 20 de abril del 2005, de los cuales se corrió traslado al agente Fiscal, y la titular del despacho, en esa oportunidad, los declaró legalmente incorporados al proceso. Estos documentos constituyen, según criterio de la Procuradora, el medio de persuasión que el juzgador dejó de considerar cuando analizó lo concerniente a la prisión domiciliaria solicitada por la defensa, incumpliendo con el deber de examinar todos los elementos materiales probatorios en conjunto, tal como lo estipula el artículo 380 de la ley 906 de 2004, dando por sentado, de manera contraria a la realidad procesal, que la actual compañera del procesado es la progenitora de los mencionados niños, según advierte de las motivaciones del fallo. Es así como sostiene que el razonamiento esgrimido por el Tribunal, no consulta a cabalidad la realidad probatoria contenida en el expediente, toda vez que de haber advertido la presencia del registro civil de defunción de la señora Isabel Martínez, no habría podido afirmar que frente a la sanción intramural del procesado, el cuidado, vigilancia y protección de los menores quedaba a cargo de su progenitora. 9 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia En éstas condiciones, concluye que se evidencian los requisitos técnicos y jurídicos indispensables para remover la decisión recurrida, puesto que no sólo se encuentra determinado el error de apreciación denunciado, sino que también sobresale que esa situación condujo a que el Tribunal realizara consideraciones imprecisas en la decisión de negarle a Hernán Cote Isaacs la prisión domiciliaria. Así mismo, considera que a pesar que el procesado reúne los condicionamientos establecidos en la sentencia C-184 de 2003, que hizo extensivo el beneficio de la prisión domiciliaria a los padres cabeza de familia, así como los requisitos contemplados en la ley 750 de 2002 y el concepto de “mujer cabeza de familia” de que habla el artículo 2º de la ley 82 de 1993, la colegiatura estimó de manera equivocada que en el presente caso los menores contaban con el apoyo de la actual pareja del procesado, sustentado en que esa unión está vigente y, que además, los niños no estaban exclusivamente bajo el cuidado y protección de su padre, sino que a raíz de la detención domiciliaria de éste, se invirtieron los roles que normalmente cumple su compañera permanente. En consecuencia, concluye la Delegada que tampoco acierta el Tribunal cuando afirma que por virtud de la pena de prisión impuesta a Hernán Cote Isaac los derechos de los menores Hernán Felipe y María Alejandra Cote Martínez se mantienen incólumes al quedar bajo el cuidado y vigilancia de su progenitora, toda vez que, reitera, esta falleció hace más de dos años. 10 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia De igual forma, estima la representante de la sociedad que el único que tiene obligación alimentaria con los menores es su padre biológico, puesto que a su compañera sólo se le impone velar por los alimentos frente a sus propios hijos. En consecuencia, recalca que para el presente caso el vínculo adquirido por la compañera del procesado y los hijos de éste, es de afinidad de facto, situación que no genera obligaciones alimentarias y mucho menos el deber de amor y cuidado para los menores. En estas condiciones, concluye que con la muerte de la madre de Hernán Felipe y María Alejandra y la puesta en prisión de su padre Hernán Cote Isaacs, los menores se encuentran desprovistos de representación legal y, por lo tanto, se materializa la situación de abandono o peligro contemplada en el numeral segundo del artículo 31 del Código del Menor. Por otro lado, en lo referente a la actuación de la colegiatura, sostiene que el error trascendente consistió en no valorar las pruebas documentales a que se ha hecho referencia, lo que, a su juicio, generó una violación indirecta por interpretación errónea del denominado bloque de constitucionalidad conformado por el artículo 44 de la Carta Política, el artículo 9º numeral 1º de la Convención de los derechos del niño, el numeral 2º del artículo 31 del Código del Menor y el artículo 1º de la ley 750 de 2002, que autoriza el cumplimiento de la pena privativa de la libertad en el lugar de residencia de la infractora, cuado sea mujer cabeza de familia, beneficio que la Corte Constitucional, en sentencia C-184 de 2003, hizo extensivo al hombre cabeza de familia. 11 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia A juicio de la Delegada, en el caso concreto, se reúnen las condiciones para que Hernán Cote Isaacs obtenga la prisión domiciliaria, toda vez que su ausencia en el seno del hogar dejaría en estado de abandono y desprotección a Hernán Felipe y María Alejandra. De igual forma, estima la Delegada que si bien es cierto no se puede desconocer que el procesado cometió un delito de graves connotaciones sociales, también lo es que prima el interés superior de los niños para que su progenitor continúe brindándoles el cuidado y el amor que ellos requieren. Con fundamento en lo anteriormente expuesto, la Procuraduría Tercera Delegada para la Casación Penal, solicita a la Corte casar parcialmente la sentencia recurrida, otorgando la prisión domiciliaria como sustitutiva de la prisión a Hernán Cote Isaacs. CONSIDERACIONES DE LA CORTE 1. La defensora del procesado, con base en el numeral 3° del artículo 181 de la Ley 906 de 2004, acusa al Tribunal de haber violado, de manera indirecta, la ley sustancial, por error de hecho por falso juicio de existencia, habida cuenta que no se tuvo en cuenta el registro civil de defunción y los registros civiles de nacimiento de los menores Hernán Felipe y María Alejandra Cote Martínez, yerro que condujo a que no se reconociera que el sentenciado era padre 12 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia cabeza de familia y, por lo mismo, se hacía acreedor a la prisión domiciliaria. 2. Es verdad que el cargo aparece correctamente formulado. No obstante, el vicio denunciado no tiene la virtualidad de desquiciar la sentencia impugnada, pues si bien, en principio, los documentos citados por la casacionista fueron omitidos en la actividad probatoria, de todos modos de haber sido apreciados no logran modificar las conclusiones del juzgador, en lo atinente a que el sentenciado no se hace acreedor a la prisión domiciliaria. Ante todo recuérdese que uno de los principios que rigen a la casación es el de la trascendencia, según el cual, no basta señalar una hipotética irregularidad para arribar al ámbito del yerro importante, pues en esta sede es menester comprobar que si no se hubiera caído en aquél el resultado final habría sido radicalmente diverso del hallado por la judicatura. Frente a este punto, la labor demostrativa de la censura, la actora la hizo consistir en resaltar en que el Tribunal adujo que los menores hijos quedaban al cuidado de su progenitora y a informar que dichos instrumentos no fueron objeto de apreciación, sin que en modo alguno evidenciara cómo los demás razonamientos del juzgador tendrían que ser reformulados, pues examinado el caudal probatorio, en su integridad, necesariamente se concluiría que Cote Isaacs es padre de cabeza de familia y, por lo mismo, se hacía acreedor a la prisión domiciliaria, al cumplirse los demás requisitos para su otorgamiento. 13 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia 3. Ahora bien, para la Sala resulta diáfano que el Tribunal examinó el rol que cumple el sentenciado en su hogar, teniendo en cuenta lo reglado en la Ley 750 de 2002 y lo decidido por la Corte Constitucional en el fallo C184 de 2003, así como la demás normas pertinentes. Es así como resalta que los efectos de la Ley 750 de 2002, en virtud del citado fallo de constitucionalidad, se hace extensiva a los padres que se encuentren en igual situación, resaltando que para dicho efecto el juez debe valorar: que la medida sea manifiestamente necesaria, en razón al estado de abandono y desprotección a que quedarían expuesto los hijos del condenado; que ésta sea adecuada para proteger el interés del menor y que no comprometa otros intereses y derechos constitucionalmente relevantes. Del mismo modo, aclaró que “si este concepto se aplica al padre, es indispensable para considerarlo cabeza de familia que. a) tenga bajo su cargo, de manera exclusiva, en forma permanente, hijos menores discapacitados, y b) que haya asumido esta responsabilidad por ausencia o incapacidad síquica, física o moral del cónyuge o compañero permanente. Esto significa que si los hijos menores o incapacitados cuentan con el apoyo y asistencia de los padres, la condición de madre o padre cabeza de familia no se presenta y, por ende, no hay lugar a invocar la prisión domiciliaria como sustitución de la privativa de la libertad en cárcel penitenciaria”. 14 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia El sentenciador argumentó que en este evento, “si bien existen menores, no se actualizan las condiciones anotadas por la Corte Constitucional ni en la ley, pues en ningún momento se ha roto la unión con su actual pareja, ni los niños se encuentran exclusivamente bajo su cuidado y protección, sólo que, por la detención domiciliaria, se invirtieron los roles que, normalmente, cumple la compañera permanente del procesado”. De igual manera, concluyó, que la prisión intramural no deja expósitos a los menores y menos la decisión vulnera la Convención Americana de los Derechos del Niño, puesto que dicho instrumento no impide la efectividad de la pena, de acuerdo con lo previsto en el artículo 9°. Finalmente, el sentenciador basado en jurisprudencia de la Corte Constitucional, que fue citada por la recurrente como argumentos sustentatorios del recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia, manifestó que deprecar la prisión domiciliaria alegando la condición de padre de familia, “dada la gravedad de la conducta delictiva ejecutada no puede conducir al desconocimiento de la finalidades de la pena, en cuanto a la prevención general, pues, la ardua lucha del Estado contra el tráfico de estupefacientes no se traduce en laxitudes sancionatorias que le indiquen a los miembros de esta sociedad que comportamiento de la naturaleza del realizado por el acusado son tratados benévolamente. Y desde la prevención especial porque es indispensable que opere la rehabilitación del acusado. Todo lo cual implica necesidad de pena intramural...”. Así, se puede concluir que el Tribunal negó la detención domiciliaria porque en el presente evento no se cumple con los presupuestos para su 15 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia otorgamiento, esto es, que Cote Isaacs mantiene una relación con su actual compañera, estando los menores bajo su cuidado y protección, y la gravedad de la conducta punible por él realizada que desde el plano de la prevención general y especial se hace necesario la prisión intramural. De otro lado, no se puede perder de vista que en virtud del principio de solidaridad, postulado en que también se sustenta el Estado Social democrático de derecho, no resulta ilógico que el Tribunal hubiese afirmado que los menores quedaban bajo el cuidado y protección de su actual compañera, pues es a ella a quien le corresponde, en estos momentos especiales y sin que sea un obligación legal, velar por dichos menores. En consecuencia, como se anotó, si bien es cierto que el Tribunal de manera expresa no hizo referencia al registro civil de defunción de la madre de los menores y al registro civil de nacimiento de éstos, de todos modos de los argumentos se advierte que arribó a la misma conclusión demostrativa que imponían dichos instrumentos, al reconocer que los menores se encontraban bajo al cuidado de la actual compañera del sentenciado. De otro lado, es verdad que el juzgador hizo referencia a que los multicitados menores se encontraban al cuidado, vigilancia y protección de su “progenitora”. No obstante, para la Corte es claro que tal afirmación se debió a un lapsus argumentativo, toda vez que si se aprecia el contenido del párrafo en su integridad y no de manera aislado como lo pretende la casacionista, se advertirá que no se desconoció el hecho de que los niños se encontraban bajo el cuidado y protección de “su actual pareja”. 16 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia Por consiguiente, el demandado error de hecho por falso juicio de existencia por omisión probatoria no tiene la trascendencia para que imponga la casación del fallo, razón por la cual el cargo no prospera. Finalmente, la Corte no advierte que la negativa de conceder al sentenciado la prisión domiciliaria hubiese sido producto del capricho o de la arbitrariedad. Veamos: Como lo ha dicho la Sala, para que un procesado, sin distingo de género, acceda a la detención domiciliaria en los eventos contemplados en la Ley 750 de 2002, deben converger los siguientes presupuestos: a) Que la conducta punible atribuida no esté excluida expresamente, vale decir, que no se trate de genocidio, homicidio, delitos contra las cosas o personas protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, extorsión secuestro o desaparición forzada. b) Que no registre antecedentes penales, salvo por delitos culposos o delitos políticos. c) Que sea una mujer o un hombre cabeza familia. Para este efecto se acude a la definición contenida en el artículo 2° de la Ley 82 de 1993, interpretada a la luz de la jurisprudencia de la Corte Constitucional: “Artículo 2°. Para efectos de la presente ley, entiéndase por ‘Mujer Cabeza de Familia”, quien siendo soltera o casada tenga bajo su cargo, económica o 17 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia socialmente, en forma permanente, hijos menores propios o de otras personas incapaces o incapacitadas para trabajar, ya sea por ausencia permanente o incapacidad física, sensorial, síquica o moral del cónyuge o compañero permanente o deficiencia sustancial de ayuda de los demás miembros del núcleo familiar”. “Parágrafo: Esta condición y la cesación de la misma, desde el momento en que ocurra el respectivo evento, deberá ser declarada por la mujer cabeza de familia de bajos ingresos ante notario, expresando las circunstancias básicas de su caso y sin que por este concepto se causen emolumentos notariales a su cargo”. d) Que el desempeño personal, laboral, familiar o social del procesado permita a la autoridad judicial competente determinar que no colocará en peligro a la comunidad o a las personas a su cargo, hijos menores de edad o hijos con incapacidad mental permanente. Los cuatro requisitos señalados en el punto anterior deben verificarse al mismo tiempo, de modo que si deja de cumplirse uno de ellos, la detención domiciliaria por ser cabeza de familia no tendrá lugar. Dicho de otra manera, si uno de tales presupuestos deja de cumplirse ya no sería necesario analizar la pertinencia de las restantes, porque, sencillamente, ausente una, la detención domiciliaria ya no procede1. Aquí encontró el juzgador que Hernán Cote Isaacs no es padre cabeza de familia y que desde el plano de la prevención general y especial, se hace 1 Auto del 16 julio de 2003. Rad. 17089 18 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia imperioso que el procesado cumpla la pena en el correspondiente centro de reclusión. En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE No casar la sentencia impugnada. Contra esta decisión no procede recurso alguno. Cópiese, comuníquese y cúmplase. Devuélvase al Tribunal de origen. MAURO SOLARTE PORTILLA SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ ALFREDO GÓMEZ QUINTERO 19 Rad. 24155. CASACIÓN Hernán Cote Isaacs República de Colombia Corte Suprema de Justicia EDGAR LOMBANA TRUJILLO ÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN MARINA PULIDO DE BARÓN JORGE LUIS QUINTERO MILANÉS YESID RAMÍREZ BASTIDAS JAVIER ZAPATA ORTÍZ TERESA RUÍZ NUÑEZ Secretaria 20