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Vol.2 (1), Marzo 2013, 179-192
ISSN: 2255 -0666
Fecha de recepción: 15-12-2012
Fecha de aceptación: 15-03-2013
El arte en educación infantil
Belén Raja Sánchez
España
Resumen
El arte 5ene mucho que aportar a nuestras aulas y no sólo en el área de plás5ca, sino en todas las áreas del aprendizaje. Bajo esta premisa, la autora expone algunas de las experiencias que ella misma ha llevado a cabo en la escuela en que trabaja, ubicada en un pueblito cercano a Barcelona. El texto parte de las grandes posibilidades que el arte ofrece a la educación infan5l: nos hace libres, nos enseñar a observar las cosas con ojos despiertos, nos permite pensar, facilita el desarrollo intelectual, enseña a amar la belleza y a proyectarla sobre espacios y objetos. Buscando esos obje5vos, la autora analiza el 5po de pinturas que suelen gustar más a los niños y narra varias experiencias llevadas a cabo en su clase u5lizando material pictórico muy conocido: (a) La Gioconda de Leonardo da Vinci; (b) obra del pintor Joan Miró; (c) las Máscaras de Kimmy Cantrell y (d) el desconsuelo de Josep Llimona.
Palabras claves: Arte infan5l; Educación Plás5ca; Educación Infan5l; La Gioconda para niños; Joan Miró para niños; Kimmi Cantrell para niños; Josep Llimona para niños.Palabras Clave: palabras
Art in early childhood educa0on Belén Raja Sánchez
España
Abstract
Art has much to contribute to our classrooms and not just in the area of plas5c, but in all areas of early childhood educa5on. Under this premise, the author describes some of the experiences that she has carried out in the school where she works, located in a small town near Barcelona. The ar5cle starts with the great possibili5es that art offers to early childhood educa5on: it makes us free, it teaches us to observe things with wide open eyes, it allows us to think and analyze, it facilitates intellectual growth, it teaches us to love the beauty and to project it onto spaces and objects. Looking for these objec5ves, the author describes in detail four experiences carried out in her class: (a) the Mona Lisa by Leonardo da Vinci; (b) work of Joan Miró; (c) the Masks of Kimmy Cantrell and (d) Desconsuelo (Grief) by Josep Llimona.
Key words: Children's Art, Ar5s5c Educa5on, Pain5ng in Early Childhood Educa5on, Mona Lisa for young children, Joan Miró for young children; Kimmi Cantrell for young children; Josep Llimona for young children.
El arte en Educación Infan0l.
Introducción
¿Podemos, a través del arte, enseñar al niño a pensar?
¿Qué elementos nos proporciona el arte para desarrollar dicho aprendizaje?
Soy maestra de educación infantil y hace diez años que ejerzo como especialista del área de visual y plástica, experiencia que deseo compartir con los maestros y maestras que forman parte del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Infancia y de todos aquellos y aquellas interesados en las posibilidades que el arte ofrece en la educación de los niños y niñas pequeños..
¿Por qué? Porque el arte nos libera, el arte nos hace libres. En arte todo vale y todo está permi5do, desde el cuadro más realista al cuadro más abstracto. En arte no hay límites y no existen barreras. Podemos encontrar arte en un museo, en una casa, en un an5guo palacio, pero también en la calle. Arte son tanto las tres gracias de Rubens, como el calce_n gigante de Tapies.
La experiencia que expondré a con5-­‐
nuación está íntegramente desarrollada en una escuela concertada (Escola Daina-­‐Isard) situada en Olesa de Montserrat, un pueblo cercano a Barcelona. Las clases de plás5ca las realizo con la colaboración de los maestros y maestras tutores que me acompañan en el aula.
En mi práctica docente a menudo recurro al arte como fuente de inspiración, tanto al arte clásico como al arte contemporáneo y es que el arte tiene mucho que aportar a nuestras aulas y no sólo en el área de plástica, sino en todas las áreas del aprendizaje.
Pero aún más importante, el arte nos hace pensar, porque nos ayuda a observar y a ver el mundo que nos rodea con ojos despiertos, a abrir nuestras mentes y a huir de los estereotipos. A través del arte podemos imaginar historias y crear ilusión. Gracias al arte vamos a observar, a imaginar, a crear, tanto nosotros los adultos, como nuestros alumnos que en muchas ocasiones nos van a sorprender, nos van a cautivar con sus deducciones, con su propuestas y en definitiva con sus creaciones.
¿Qué 0po de arte para los niños y niñas?
Pero, ¿qué les enseñamos según la edad?, ¿qué criterios seguimos?, ¿en qué nos basamos para escoger una obra y descartar otra?
En primer lugar, no hay que fijarse unos límites. Cualquier obra de arte, ya sea pintura, escultura e incluso arquitectura, es suscep5ble de ser tratada con un niño. Desde la obra más RELAdEI. Revista La0noamericana de Educación Infan0l, vol.2 (1), marzo 2013 pp. 179-­‐192 180
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sencilla a la más compleja, puesto que su mundo co5diano es un mundo plagado de imágenes. No debemos establecer juicios de valor sobre las imágenes que les gustan y las que, según nosotros, les deberían de gustar. Aunque sí es cierto que generalmente les atraen:
• Los colores vivos y cálidos
• Las formas claramente definidas y sin ma5ces.
• Aquello que da sensación de relieve, porque parece más real. • Aquello que imita la textura de las cosas, jugando tanto con el sen5do de la vista como con el del tacto.
Experiencias prác0cas
Una vez escogida la obra o el ar5sta que queremos trabajar, ¿cómo la abordamos con nuestros alumnos?, ¿cómo trabajamos a par5r de una obra de arte?, ¿qué hacemos con ella? A con5nuación planteamos varios ejemplos que luego podremos aplicar con otros ar5stas y con otras obras.
Experiencia nº 1: Una obra concreta como “La Gioconda” o “La Monna Lisa” de Leonardo da Vinci.
• La representación de personajes (una mujer, un señor, un bebé, un perro,
…) y de lugares que les resultan familiares (la casa, el campo, el jardín, la escuela, la calle…)
• La representación del movimiento y de las ac0tudes: el personaje corre, salta, duerme, baila,…
• La representación de las emociones: la risa, el llanto, la sorpresa, la ira,…
• E n un principio prefieren las composiciones sencillas con un personaje principal y pocos elementos que lo rodeen, y poco a poco, a medida que van creciendo y que su atención se alarga en el tiempo, se van fijando más en los detalles pequeños.
• La relación con la vida co0diana.
• La relación con su propio cuerpo: los más pequeños no se conforman con mirar tan sólo con los ojos, sino que hacen par5cipar a todo el cuerpo. Pueden expresar con mímica todo aquello que ven.
• La dimensión del imaginario: ante una imagen a menudo inventan su propia historia. Ante lo abstracto 5enden a asociar las formas y los colores con objetos conocidos Gráfico n.1: La Gioconda de Leonardo da Vinci
Podemos abordar una obra como ésta de formas dis5ntas, en función de cuáles sean nuestros obje5vos:
• Podemos interpretarla: Intentar entenderla, haciéndonos preguntas como ¿quién pintó el cuadro?, ¿quién es esta mujer? ¿por qué se llama así el cuadro?, ¿por qué 5ene dos nombres?, ¿por qué la pintaron? Con RELAdEI. Revista La0noamericana de Educación Infan0l, vol.2 (1), marzo 2013 pp. 179-­‐192 181
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ello, estaremos ayudando al niño a observar, a pensar, a imaginar, a relacionar lo visto con la propia experiencia, a expresar sen5mientos, sin miedo a lo incorrecto y a crear hipótesis, a hacerse preguntas e intentar darles respuesta. A algunas de estas preguntas podremos darles respuesta, a otras no, pero tampoco es necesario. No necesitamos saberlo todo a cerca del cuadro, ni nosotros ni nuestros alumnos. Lo importante no es saber el año exacto en que se pintó el cuadro, donde se pintó, qué técnica se u5lizó, o qué simboliza,… sino que lo importante es lo que los niños puedan extraer de esa obra.
2. ¿Es redonda como una pelota, como 5enden a dibujarla los niños al iniciarse en el dibujo simbólico? ¿O por el contrario, 5ene una forma más bien alargada? ¿Cómo un óvalo? De hecho los adultos hablamos del “óvalo facial”, pero a los niños les resultará más cercano si comparamos la forma de la cara con la de un huevo, así estaremos relacionado lo observado en el cuadro con lo vivido, con lo conocido y así habremos creado un símil fácil de recordar a posteriori. • Podemos aprender de ella: En función de cada obra podremos fijarnos unos obje5vos u otros. En e s t e c a s o c o n c r e t o p o d e m o s aprender acerca de qué es un retrato y de cómo hacer uno. ¿Cómo?
1. Proyectamos la imagen de la Monna Lisa en la pizarra y repasamos la forma de la cara. ¿Qué forma 5ene? Gráfico n. 3: Analizar la forma de la cara.
3. Ellos mismos descartarán la forma puramente circular, y escogerán la forma ovalada como correcta. Gráfico n. 4: Iden5ficar la forma correcta..
Gráfico n. 2: La cara ovalada.
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4. A con5nuación observamos detenidamente los ojos. ¿Son redondos como acostumbran a dibujarlos? ¿O son ligeramente alargados, como una almendra? 6. Llegados a este punto, separamos el retrato original de nuestro dibujo. Lo que obtenemos no es más que una simplificación que les ayudará a la hora de realizar el suyo propio.
Gráfico n. 7: De la imagen real al dibujo.
Gráfico n. 5: Elementos del rostro y analogías.
7. Probablemente algún alumno nos hará notar que le faltan piezas. Entre todos podemos jugar a buscar esos elementos que faltan y añadirlos: cejas, pestañas y orejas.
5. Y después podemos seguir con el resto de elementos que forman la cara: nariz, boca, labios, pelo,…
Gráfico n. 8: De la imagen real al dibujo con detalles.
Gráfico n. 6: Otros elementos del rostro.
Después de esta meticulosa sesión de observación, quizá algún alumno se queje porque no estamos haciendo plástica, acostumbrados a la acción, pero van a ir poco a poco dándose cuenta de la importancia de la observación y de la importancia de planificar, de organizar las ideas y en definitiva de pensar antes de actuar, antes de crear, para que el resultado de sus trabajos sea aún mejor. Así, finalmente, cuando les dejemos elaborar su propio retrato obtendremos creaciones mucho más elaboradas y con mucho más detalle, siempre dentro de las posibilidades de niños de edades tan tempranas.
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Gráfico n. 9: Caras dibujadas por niños/ñas de 3 años (Dibujo hecho con rotulador negro sobre papel y pintado con pincel y pintura mezclada con agua).
Gráfico n. 10: Caras dibujadas por niños/as de 5 años (Dibujo hecho a lápiz y pintado con acuarelas)
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Gráfico n. 11: Caras dibujadas por niños/as de 5 años (Dibujo hecho a lápiz y pintado con témperas y ceras blandas)
• Podemos inspirarnos: Los retratos no siempre se parecen al personaje que representan y por eso es nuestro deber mostrar diferentes formas de interpretar la realidad, todas ellas igualmente válidas, y dejar que les inspiren.
Gráfico n. 12: Comparando La Gioconda” de Leonardo da Vinci y “Senecio” de Paul Klee
Gráfico n. 13: Caras dibujadas por niños/as de 5 años (Dibujo hecho a lápiz y pintado con ceras blandas)
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Y podemos trabajar con dis5ntos materiales:
Gráfico n. 15: Caras dibujadas por niños/as de 5 años (Elementos de la cara dibujados sobre cartulina, pintados con rotulador y enganchados sobre una lata de modo que se puedan intercambiar).
Retrato hecho con plas5lina.
Gráfico n. 16: Caras dibujadas por niños/as de 4 años (Retrato hecho con elementos de reciclaje).
Gráfico n. 14: Caras dibujadas por niños/as de 5 años (Dibujo hecho a lápiz sobre cartón y repasado con un punzón para grabar el reverso).
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Representación de personajes.
Experiencia nº2: La obra de un ar?sta como Joan Miró.
¿Qué encontramos en la obra de este ar5sta que la hace tan atrac5va a ojos de los más pequeños?
Si visualizamos parte de su obra recordando los elementos anteriormente expuestos, aquellos que habitualmente atraen a los niños, podremos hablar de: Colores vivos Gráfico n. 17: Los colores vivos de Miró
Algunas formas muy definidas: el Sol, la luna y las estrellas son elementos que se repiten una y otra vez en sus producciones.
Gráfico n. 19: personajes de Miró
Gráfico n. 18: Elementos repe5dos en las pinturas de Miró
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Sensación de relieve y de textura: pintaba de formas muy llama5vas como estampando las manos y salpicando pintura. También usaba telas y lanas para dar mayor sensación de realismo a sus obras.
Nos invita a imaginar, a inventar historias. A pensar sobre por qué pintó lo que pintó.
Gráfico n. 21: Imaginar desde la pintura.
Gráfico n. 20: Relieve y textura.
¿Podemos pintar como él? Dipcilmente encontraremos a un niño de esta edad que no quiera pintar con las manos y los pies y salpicar con la pintura como hacía Joan Miró.
Los siguientes trabajos están elaborados por niños y niñas de 3 años:
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Gráfico n. 22: Niños/as de 3 años pintando a Miró.
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Experiencia nº3: Máscaras de Kimmy Cantrell.
Debemos hacerles pensar para que sean capaces de captar la esencia de las cosas y, ya luego, poder reinterpretarlas a su manera. En defini5va, debemos enseñarles a pensar para actuar.
Gráfico n. 23: Las Máscaras de Cantrell.
Así, ante una colección de máscaras como ésta, en primer lugar la observaremos, para reconocer los elementos que la caracterizan. A con5nuación, pediremos a los niños que nombren esos elementos. Tras este ejercicio de observación, de pensar, serán capaces de organizar las ideas, de planificar y finalmente de crear. Y si observamos los trabajos de los niños, veremos que sus creaciones no sólo son únicas, sino que además 5enen todos y cada uno de los elementos caracterís5cos de la obra de Kimmy Cantrell (ojos grandes y uno de ellos siempre más elevado que el otro, una nariz muy larga, labios de un rojo intenso y muchos colores y decoraciones varias).
Gráfico n. 24: Máscaras de niños/as de 5 años (Dibujos hechos a lápiz y pintados con ceras blandas y betún de Judea).
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Experiencia nº 4: El “Desconsuelo” de Josep Llimona.
Y finalmente, aprendemos acerca de las esculturas con niños de 5 años. Tomamos como obra de referencia El Desconsuelo de Josep Llimona. A par5r de la postura de la figura doliente, son los propios niños quienes construyen posturas y las pintan.
Gráfico n. 26. Niños/as de 5 años buscando su postura y pintándola (Dibujos hechos a lápiz y pintados con témpera diluida con agua)
Gráfico n. 25. El Desconsuelo de Josep Llimona.
Conclusión
Retomando las dos preguntas que se formulaban al inicio de este ar_culo:
Les pedimos que reprodujeran una escultura (inventada) en la que les gustaría convertirse, les fotografiamos y, posteriormente con la fotografía al lado, tuvieron que reproducir su escultura sobre papel.
• ¿Podemos, a través del arte, enseñar al niño a pensar?
• Y ¿qué elementos nos proporciona el arte para desarrollar dicho aprendizaje?
Queda patente como, efec5vamente, el arte puede ser un instrumento que nos ayude a enseñar a pensar a los niños. Y a la vez, con los trabajos mostrados, espero haber dado algunas pautas de cómo abordar el arte con los más pequeños.
Probablemente pasados unos años nuestros alumnos no serán capaces de recordar los nombres de todos los cuadros y los ar5stas trabajados en la escuela, pero habrán aprendido algo mucho más valioso, ú5l y perdurable: Habrán aprendido a PENSAR PARA ACTUAR.
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Acerca de la autora
Belén Raja Sánchez
Escuela Daina-­‐Isard Coopera?va d'Ensenyament
Olesa de Montserrat , Barcelona. España
Mail: braja@daina-­‐isard.cat
Maestra de Educación Infan5l por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de Educación Primaria por la Universidad de Barcelona (UB). Especialista del área de Visual y Plás5ca en la estapa de Educación Infan5l desde hace diez años en el centro concertado Daina-­‐Isard en Olesa de Montserrat, Barcelona.
Artículo concluido 15 de enero de 2013
Cita del artículo:
RAJA SÁNCHEZ, B. (2013): El arte en Educación Infan5l RELAdEI (Revista La5noamericana de Educación Infan5l),Vol.2(1),pp. XX-­‐XX. Publicado en hrp://redaberta.usc.es/reladei RELAdEI. Revista La0noamericana de Educación Infan0l, vol.2 (1), marzo 2013 pp. 179-­‐192 192