Santiago, once de mayo de dos mil diecis is. é Vistos

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Santiago, once de mayo de dos mil dieciséis.
Vistos :
En estos autos RIT O-44-2014, RUC 1440032994-0, del Primer
Juzgado de Letras de Talagante, en procedimiento ordinario de aplicaci ón
general, caratulados “Víctor Valverde con Ximena Rojas ”, por sentencia de
seis de abril de dos mil quince, se acogi ó la demanda deducida por don
Víctor Manuel Valverde Bravo en contra de doña Ximena Francisca Rojas
Arena en cuanto se declara injustificado el despido de que fue objeto el
actor y se condena a la demandada al pago de las sumas que se indican,
por concepto de indemnización sustitutiva del aviso previo y por a ños de
servicio, recargo legal correspondiente y feriado legal y proporcional, todo
con reajustes e intereses.
En contra del referido fallo, la demandada interpuso recurso de
nulidad para ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, fundado en la
causal del artículo 478 letra b) del Código del Trabajo y, en subsidio, por la
de infracción de ley contemplada en el artículo 477, en relaci ón con los
artículos 160 N°3, 162 y 168, todos del mismo cuerpo legal y los art ículos
11 y 64 del DS N°3 del Ministerio de Salud de 1984; recurso que fue
acogido por haber sido dictada la sentencia impugnada con infracci ón del
artículo 160 N°3 del Código del ramo, según sentencia de cinco de junio de
dos mil quince.
En relación a esta última decisión, el demandante interpuso recurso
de unificación de jurisprudencia solicitando que esta Corte lo acoja y dicte
sentencia de reemplazo que confirme la del grado que hizo lugar a la
demanda.
Se ordenó traer estos autos en relación.
Considerando:
Primero: Que de conformidad a lo dispuesto en los art ículos 483 y
483 A del Código del Trabajo, el recurso de unificaci ón de jurisprudencia
procede cuando respecto de la materia de derecho objeto del juicio existen
distintas interpretaciones, sostenidas en uno o más fallos firmes emanados de
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tribunales superiores de justicia, con el objeto que esta Corte declare cu ál es
la interpretación correcta.
Segundo: Que, la materia de derecho que el recurrente solicita
unificar dice relación con la correcta interpretación del artículo 160 N °3 del
Código del Trabajo, en el sentido de determinar si para que el despido
fundado en dicha causal se considere indebido basta justificar la ausencia
del trabajador o es menester, además, que se comunique aquello al
empleador en forma oportuna.
Explica que la sentencia del grado acogió la demanda declarando que
el despido del actor fue injustificado, sobre la base de que se acredit ó que la
licencia médica fue diligenciada ante la oficina provincial de Talagante,
Seremi de Salud de la Región Metropolitana, dentro del plazo conferido
para ello por el artículo 11 del DS N°3 del Ministerio de Salud, no siendo
óbice para considerar justificada la inasistencia, que no se haya seguido el
procedimiento fijado por el empleador para la presentaci ón de las licencias;
refiere que, sin embargo, la Corte de Apelaciones acogi ó el recurso de
nulidad deducido en su contra, por estimar errónea la interpretaci ón del
artículo 160 N°3 del Código del Trabajo, fundado en que el hecho de no
haber probado el actor que presentó la licencia m édica ante su empleador,
conforme al procedimiento interno de la empresa, impide la justificaci ón de
la inasistencia.
Luego de transcribir lo pertinente de las respectivas sentencias de la
instancia y de nulidad, el recurrente indica que al respecto existen dos
posturas en la jurisprudencia, una primera, similar a la que por esta v ía se
impugna, que para que no se configure la referida causal de despido exige
que el trabajador no sólo justifique la inasistencia sino que tambi én de aviso
al empleador en forma oportuna y, otra, mayoritaria en la jurisprudencia
laboral, que sostiene que para que no se configure la causal indicada es
necesario únicamente que el trabajador tenga justificación para sus
inasistencias, en otras palabras, que para que se declare injustificado el
despido que se sustenta en dicha causal basta que el trabajador justifique sus
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inasistencias, no siendo un requisito legal la comunicaci ón al empleador o la
observancia de un protocolo determinado.
A juicio del recurrente, la postura correcta es esta última, que
entiende que para que el trabajador no incurra en dicha causal, basta que
justifique su inasistencia, ya sea por enfermedad, licencias m édicas u otro
motivo que le haya impedido concurrir a su trabajo, no siendo un requisito
de la justificación que deba comunicarlo al empleador o que deba tramitar
la licencia conforme a un determinado protocolo o su aceptaci ón y pago
por la entidad correspondiente. Agrega que dicha interpretaci ón se ve
reforzada con la segunda parte del mismo numeral 3 ° del art ículo 160 del
Código del Trabajo, que se refiere a “la falta injustificada o sin aviso previo
de parte del trabajador que tuviere a su cargo una actividad, faena o
máquina cuyo abandono o paralización signifique una perturbaci ón grave
en la marcha de la obra”, lo que a su juicio vendr ía a demostrar que el
aviso previo sólo se exige cuando se trata de determinados trabajadores, lo
que no ocurre en la especie.
Tercero: Que, para ilustrar la interpretación que le parece correcta
y contrastarla con la que impugna, cita el recurrente los fallos emitidos por
las Cortes de Apelaciones de Antofagasta, con fecha 28 de septiembre de
2010, rol N°82-10; de Copiapó, con fecha 18 de junio de 2012, rol N°2412; de Concepción, con fecha 27 de agosto de 2007, rol N°4525-06 y de
Rancagua, con fecha 5 de octubre de 2009, rol N °152-2009, todos los
cuales, salvo el de la Corte de Concepción, acompaña materialmente.
El primero de ellos reprocha la interpretación de la jueza de la
instancia que consideró justificado el despido por haberse presentado la
licencia fuera de los plazos que el legislador prev é para efectos del subsidio,
señalando que “No puede asilarse en su interpretación en una exigencia
administrativa establecida para otras materias como es el pago del subsidio
en caso de una licencia médica, exigiendo un requisito formal no establecido
en la ley. Luego, la determinación de si la inasistencia de un trabajador
puede encontrarse justificada o no, para efectos de la m ás grave de las
sanciones establecidas en la legislación, esto es, el término de la relaci ón
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laboral sin derecho a indemnización alguna, no puede hallarse en la
temporalidad de la presentación de una licencia médica, sino en la
sustancialidad de la excusa”. El segundo, en tanto, luego de establecer que
se encontraba acreditado que la trabajadora estuvo con licencia m édica
durante los días en que se ausentó, señala que ésta se encontraba
plenamente justificada, sin que fuera óbice para ello que se hubiere
intentado presentarla – porque se negaron a recepcionarla – con un d ía de
atraso, agregando que “las cláusulas contractuales y el reglamento interno
de la empresa, que incorporaban la obligación de la trabajadora de
comunicar su estado de salud en plazos inferiores al establecido en la ley, a
lo más podría haber llegado a constituir un incumplimiento que
eventualmente hubiera generado otra causal de caducidad del contrato ”. En
relación a la sentencia de la Corte de Rancagua, ésta razona en el sentido
de que lo que interesa saber es si la licencia m édica fue extendida mientras
el trabajador se encontraba enfermo “y no si cumplió un tr ámite
administrativo cualquiera, porque es la enfermedad lo que justifica la
ausencia, más allá de la licencia en sí”.
El recurrente cita y acompaña, asimismo, los fallos de la Corte de
Apelaciones de Santiago, de fecha 17 de enero de 2014, rol N °1354-2013 y
de la Corte de Valparaíso, de fecha 1° de agosto de 2013, rol N °203-13,
que contienen la interpretación contraria y que puede sintetizarse en lo que
expone la primera de las nombradas: “En relaci ón a ambas ausencias es
pertinente establecer un principio general cual es que la circunstancia de
contar el trabajador con alguna buena razón que justifique la inasistencia,
de nada sirve si ello no es comunicado oportunamente al empleador, que es
precisamente ante quien se debe esgrimir la justificación, de modo que al no
comunicarla a su destinatario bien puede entenderse, a efectos pr ácticos,
como equivalente a su inexistencia.”
Cuart o: Que, en consecuencia, existiendo distintas interpretaciones
sobre el alcance del artículo 160 N°3 del Código del Trabajo – en cuanto a
si basta que se encuentre justificada la inasistencia del trabajador o es
requisito, además, que sea comunicada oportunamente al empleador,
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cuando se trata, específicamente, de una licencia m édica como causal
justificante – resulta necesario que esta Corte emita un pronunciamiento
que establezca cuál es la correcta.
Quinto: Que de conformidad a lo dispuesto en el artículo 160 del
Código del Trabajo, en el numeral tercero, primera parte, “El contrato de
trabajo termina sin derecho a indemnización alguna cuando el empleador le
ponga término, invocando una o más de las siguientes causales: N °3) No
concurrencia del trabajador a sus labores sin causa justificada durante dos
días seguidos, dos lunes en el mes o un total de tres d ías durante igual
período de tiempo.”
Como se observa, la conducta sancionada en dicho numeral con la
terminación del contrato de trabajo, es la ausencia o no concurrencia del
trabajador a sus labores durante un tiempo determinado, sin justificaci ón,
sin que existan razones que fundamenten su inasistencia. La expresi ón “sin
causa justificada” no ha sido definida por el legislador, pero la
jurisprudencia ha entendido, en términos generales, que esta se orienta en el
sentido de que debe existir una razón o motivo suficiente que origine la
ausencia, esto es, una causa que resulte razonable o aceptable, existiendo
variadas situaciones que ha ido ponderando la jurisprudencia. Por regla
general, se ha estimado que las enfermedades son suficiente justificaci ón y
que pueden ser acreditadas por cualquier medio de prueba, sea testimonial,
certificados de atención médica, licencias médicas, entre otras. El problema
planteado en estos autos dice relación con determinar si es necesario, para
entender justificada la ausencia que se funda en una licencia m édica – como
instrumento que acredita la enfermedad y autoriza el reposo del trabajador
– que sea comunicada al empleador dentro del plazo legal previsto para la
tramitación de la licencia, o conforme a protocolos dispuestos por el
empleador.
La lectura del citado artículo 160 N°3, permite concluir que lo único
que se requiere, para poner término al contrato, es que la ausencia o
inconcurrencia del trabajador a sus labores no se encuentre justificada, o al
revés, que no se configura la causal, o estar á mal invocada o ser á
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improcedente, si el trabajador se ha ausentado con una causa justificada. No
se exige que el trabajador de aviso de la ausencia, s ólo que est é justificada,
esto es, que obedezca a una situación que se considera razonable o
aceptable. En consecuencia, exigir la comunicación previa u oportuna de la
causal que justifica la inasistencia resulta una exigencia que no est á prevista
en la norma.
Sexto: Que, por otra parte, de acuerdo a lo establecido por el D.S.
N°3 del Ministerio de Salud, del año 1984, que contiene el Reglamento de
autorización de las licencias médicas por las Compin e Instituciones de salud
Previsional, en su artículo 1°, se entiende por licencia médica, “el derecho
que tiene el trabajador a ausentarse o reducir su jornada de trabajo, durante
un determinado lapso de tiempo, en cumplimiento de una indicaci ón
profesional certificada por un médico cirujano, dentista o matrona, en
adelante “él o los profesionales”, según corresponda, reconocida por el
empleador en su caso y autorizada por la Comisión de Medicina Preventiva
e Invalidez de la Secretaría Regional Ministerial de Salud que corresponda,
o Institución Previsional que corresponda, durante cuya vigencia podr á
gozar del subsidio por incapacidad laboral con cargo a la entidad de
previsión, institución o fondo especial respectivo, o de la remuneraci ón
regular de su trabajo, o de ambas en la proporci ón que corresponda ”. En
relación a la tramitación de las licencias, el artículo 11 del mismo
reglamento, señala que “tratándose de trabajadores dependientes, del sector
privado, la licencia debe presentarse al empleador dentro del plazo de dos
días hábiles, contados desde la fecha de su iniciación ”, agregando el art ículo
12 que el recibo emitido por el empleador al recepcionar el formulario de
licencia servirá al trabajador para acreditar que la present ó dentro de plazo,
así como para cobrar el respectivo subsidio a que d é lugar la licencia
médica autorizada.
En consecuencia, no cabe discutir que la licencia médica – como
autorización emitida por un profesional de los mencionados en la norma –
es una causal suficiente de justificación para ausentarse del trabajo, en la
medida que certifica la necesidad médica de un determinado tiempo de
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reposo; cosa distinta es que si no se da cumplimiento a los plazos previstos
para su tramitación ésta pueda ser rechazada o no dar lugar a cobrar el
subsidio correspondiente. Así, la presentación tardía de la licencia m édica
ante el empleador o sin la ritualidad exigida, no invalida o resta legitimidad
a la misma como causal de justificación de la ausencia, por lo que no es un
motivo que justifique el despido, desde que no encuentra amparo en la
causal de terminación del contrato de trabajo contemplada en el art ículo
160 N°3 del Código del Trabajo.
S éptimo : Que, en consecuencia, la interpretación correcta en
relación a la materia derecho consultada, es aquella que no exige, para
entender justificada la inasistencia basada en una licencia m édica emitida en
favor del trabajador, que deba ser comunicada dentro del plazo previsto
para su presentación ante el empleador, en la norma reglamentaria o en
protocolos internos, unificándose la jurisprudencia en el sentido señalado.
Octavo: Que, se equivoca, pues, la sentencia impugnada cuando
condujo que la jueza del grado infringió el art ículo 160 N°3 del C ódigo del
Trabajo, fundándose para ello en que la presentaci ón de la licencia m édica
N°44581586 a nombre del actor en la oficina provincial de Talagante de la
Seremi de Salud de la Región Metropolitana, “si bien fue oportuna, no fue
hecha siguiendo la ritualidad exigida para ello, y que es de suma relevancia
para efectos de determinar la justificación de la ausencia del trabajador a
sus funciones”,
reprocha, en definitiva, el no haberla presentado ante el
empleador en el plazo previsto en el citado artículo 11 del DS N°3 ni haber
dado razón “acerca del impedimento en la presentación de la licencia con
anterioridad”, pese a reconocer que en casos excepcionales se autoriza su
presentación directa en los Servicios de Salud. Yerra, pues, cuando concluye
que, en ese entendido, “la inasistencia resulta completamente injustificada
desde un punto de vista objetivo, por lo que es aplicable el art ículo 160 N °3
del Código del Trabajo, al caso concreto, tal como fue esgrimido por el
empleador”.
En efecto, sobre la premisa de lo antes razonado, el recurso de
nulidad planteado por la parte demandada, fundado en la causal del
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artículo 477 del Código del Trabajo, en relaci ón con el art ículo 163 N °3,
162 y 168 del Código del Trabajo y los artículos 11 y 64 del DS N °3 del
Ministerio de Salud del año 1984, debió ser rechazado.
Noveno: Que, por las consideraciones antes dichas, no cabe sino
acoger el presente recurso de unificación de jurisprudencia, invalidando la
sentencia impugnada y procediendo a dictar, acto seguido y en forma
separada, la correspondiente sentencia de reemplazo.
Por lo reflexionado, disposiciones legales citadas y lo preceptuado en
los artículos 483 y siguientes del Código del trabajo, se acoge el recurso
de unificación de jurisprudencia deducido por la parte demandante, en
relación a la sentencia de cinco de junio de dos mil quince, dictada por la
Corte de Apelaciones de San Miguel, que acogió el recurso de nulidad
interpuesto en contra de la sentencia de seis de abril de dos mil quince,
emanada del Primer Juzgado de Letras de Talagante, en autos RIT O-442014, RUC 1440032994-0 y, en su lugar, se declara que aquella sentencia
es
nula debiendo dictarse acto seguido y sin nueva vista, pero
separadamente, la respectiva sentencia de reemplazo.
Redactó la ministra Andrea Muñoz S.
Regístrese.
N °8677- 2015
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros señor Sergio Muñoz G., señoras Gloria Ana Chevesich R. y
Andrea Muñoz S., señor Carlos Cerda F., y el Abogado Integrante señor
Carlos Pizarro W. No firman los Ministros señora Mu ñoz y señor Cerda, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por
encontrarse con feriado legal la primera, y en comisión de servicios el
segundo. Santiago, once de mayo de dos mil dieciséis.
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Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema
En Santiago, a once de mayo de dos mil dieciséis, notifiqué en Secretaría
por el Estado Diario la resolución precedente.
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