OBSERVATORIO DE LA SEGURIDAD SOCIAL PARA LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN OISS/IERIC MATRIZ DE INFORMACIÓN ACTUALIZACIÓN 31/12/2009 A) Subsistema Previsional 1. Descripción del Régimen: a) Reparto: SI b) Capitalización: NO c) Mixto : NO Respuesta: Contingencias cubiertas Vejez Haberes jubilatorios Régimen de reparto ========== - Prestación básica universal (PBU). - Prestación compensatoria (PC). - Prestación adicional por Permanencia (PAP). Invalidez En el SIPA, la prestación que cubre esta contingencia se denomina “retiro” por invalidez. Pueden acceder a ella los afiliados que se incapaciten totalmente en su etapa laboral. Con este Sistema se establece como presunción legal que la 1 incapacidad es total cuando la invalidez produzca en la capacidad laborativa una disminución del 66 % o más. La determinación del grado de incapacidad para ambos regímenes está a cargo de comisiones médicas dependientes de la Superintendencia de ART constituidas a tal efecto. Esas comisiones emiten un primer dictamen de invalidez de carácter transitorio, pudiendo adquirir el carácter definitivo si la incapacidad total es ratificada luego de un período de 3 años (que pueden, excepcionalmente, extenderse hasta 5 años). En el régimen anterior se priorizaba la incapacidad de tipo específico, o sea aquella que impedía al afiliado que sufría una incapacidad realizar la tarea para la cual estaba capacitado o que desempeñaba habitualmente, circunstancias bajo las cuales la legislación determinaba el otorgamiento de esta prestación. En la ley 24.241 ya no se protege una incapacidad específica, sino genérica, por lo que ahora la autoridad de aplicación se encuentra inhibida de evaluar estados de precariedad o desamparo originados en circunstancias de índole económico-social o en la pérdida de la capacidad de ganancia, debiendo considerar únicamente los factores invalidantes de carácter psicofísico (conf. reglam. art. 48, ley 24.241). Por otra parte, la ley prioriza la rehabilitación y recapacitación del afiliado a fin de reinsertarlo en el mercado laboral, razón por la cual los retiros por invalidez que otorga son, en principio, transitorios, Muerte La prestación otorgada es la pensión por fallecimiento del afiliado en actividad o beneficiario. Tienen derecho a la misma los siguientes derechohabientes: a) viuda, viudo o conviviente del causante; b) hijo o hija solteros hasta 18 años, que no gozaran de otro beneficio; c) hija viuda hasta 18 años y que no gozara de otro beneficio, y d) hijo o hija incapacitados sin límites de edad, si en el momento del fallecimiento del causante se encontraran incapacitados. El haber de la prestación por fallecimiento del afiliado en actividad se calcula en función del ingreso base, que equivale al promedio mensual de las remuneraciones y/o rentas imponibles declaradas hasta cinco años anteriores al mes en que se produjo el fallecimiento del causante. En caso de un aportante regular la prestación es equivalente al 70 % del ingreso base, mientras que en el caso de un aportante irregular con derecho la pensión alcanza al 50 % de dicho ingreso base. En el caso del haber de la prestación por fallecimiento del beneficiario, la base de cálculo es el de la prestación que percibía el causante. ANTECDENTES LA LEY 24241 En virtud de la Ley 24.241, llamada del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, se implementó un sistema previsional de tipo mixto, ya que en él coexistían 2 el régimen previsional público, basado en un sistema de reparto gestionado por ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social), y el régimen de capitalización individual, basado en la capitalización de los aportes y administrado por las AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) bajo la fiscalización de la Superintendencia específica (Superintendencia de AFJP). LEGISLACIÓN PARA LA INCLUSION En diciembre de 2004 se sancionó la Ley 25.994 —conocida popularmente como la ley de la jubilación anticipada—- que empezó a regir en enero de 2005. Esa ley fue complementada un año después con el dictado del Decreto 1454/05, el cual reglamentó la Ley 24.476 del año 1994. Ambos marcos normativos significaron la incorporación de más de un millón y medio de nuevos jubilados. Estas leyes facilitaban la incorporación de aquellas personas que, encontrándose en estado de desocupación a diciembre de 2004, registraban todos los aportes al sistema requeridos, pero les faltaban hasta cinco años de edad para adquirir derecho al beneficio previsional. También podían hacerlo quienes teniendo la edad cumplida al 30 de abril de 2007 o con anterioridad, les faltaban aportes al sistema. Esos aportes podían ser completados por medio de la moratoria establecida en la Ley 25.865 y en las condiciones dadas hasta julio de 2004, y quienes cumpliendo la edad antes de la derogación del régimen (30 de abril de 2007), completaren los aportes anteriores al 30 de septiembre de 1993 en las condiciones indicadas también por la Ley 24.476 y el Decreto 1454/05. REFORMA DEL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES En el primer semestre del 2007, en la República Argentina se produjo una reforma en el subsistema previsional conforme la Ley 26.222 y su Decreto Reglamentario 313/07. Si bien las características de sistema mixto se mantenían, se produjeron importantes modificaciones como son: • • • Libertad de elección del régimen al cual el trabajador desea estar afiliado, permitiéndose la migración de uno a otro régimen con una periodicidad de 5 años. Incremento de la Prestación Adicional por Permanencia (PAP) a cargo del régimen público. Traspaso del régimen de capitalización al régimen público de los afiliados hombres de 55 años y mujeres de 50 años, cuya cuenta de capitalización individual acumule un saldo no superior a 250 MOPRES (en ese entonces $20.000). Los fondos que estaban acumulados en la AFJP fueron transferidos dentro del plazo de 90 días al Estado, salvo que el afiliado manifestara expresamente su voluntad de permanecer en el Régimen de Capitalización; no obstante, desde diciembre de 2008 todos los fondos capitalizados se direccionaron al Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público por disposición de la Ley 26.425. Esta medida tenía como fundamento, evitar que se jubilaran con un haber inferior a la mínima, ya que el pase al Régimen de Reparto implicaba quedar al amparo de la garantía de que cobrarán la jubilación mínima a cargo del Estado. 3 • • • • • • • • • • • • Tope del 1% a las comisiones por administración que cobran las AFJP a sus afiliados. Facultad al Poder Ejecutivo para disminuir ese tope. Imposición de límites inferior y superior para la inversión del Fondo de Jubilaciones y Pensiones en instrumentos destinados a financiar proyectos productivos o de infraestructura. Cambio en el método de financiamiento de las prestaciones por invalidez y fallecimiento, suprimiendo del esquema a las compañías de seguro de vida previsional. Reinstalación de la garantía de la prestación mínima. Renovación de la orden al Poder Ejecutivo de relevar los regímenes diferenciales e insalubres vigentes. Reimplantación del aporte individual en el 11% para el Régimen de Capitalización Unificación de la fórmula de cálculo de la Prestación Compensatoria (PC) y la Prestación Adicional por Permanencia (PAP) en 1.5% de la base jubilatoria promedio de los últimos 10 años para los trabajadores dependientes, o de toda la historia laboral con aportes para los trabajadores autónomos o monotributistas, por cada año aportado, lo que produce una sensible mejora para el cálculo de la Prestación Adicional por Permanencia del Régimen de Reparto. La parte del Régimen de Capitalización (Jubilación Ordinaria) se calculó hasta la vigencia del Sistema Previsional Argentino (1 de diciembre de 2008) según lo acumulado en la cuenta individual del trabajador administrada por la AFJP donde el afiliado había elegido direccionar sus aportes personales. Aplicación del aporte jubilatorio sobre los sueldos de los trabajadores hasta un tope de $6.000 mensuales, en lugar de $4.800 vigentes hasta ese momento. A partir del 1 de julio de 2008, el tope asciende a $7.800 mensuales según el Decreto Núm. 279/08. Este importe máximo será actualizado cada vez que se establezca la movilidad de las prestaciones del SIPA, según lo dispuesto por la Ley Núm. 26.417. Los aportes simultáneos por percibir más de una remuneración o renta se computarán separadamente a los fines de la aplicación del tope máximo vigente. Los fondos acumulados de los que pasaron al Estado quedaron en la AFJP y estos siguen sumando la rentabilidad que obtenía la Administradora hasta el mes de diciembre de 2008, momento en el cual pasaron a integrar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto creado por el decreto 897/07. Reconocimiento del 1,5% del sueldo promedio por cada año aportado al Estado hasta 35 años para la Prestación Compensatoria y sin límite para la Prestación Adicional por Permanencia. Garantía estatal de un haber mínimo a los afiliados del SIPA, incluyendo a los que estaban comprendidos en el Régimen de Capitalización y hoy están a cargo de ANSES, salvo los que perciben una renta vitalicia y que no poseen PBU y PC, los cuales no están alcanzados por la garantía mencionada. Inversión de los fondos disponibles que financian el Régimen Provisional Público conforme a lo dispuesto por la Ley 24.156 y deben ser utilizados únicamente para efectuar los pagos de los beneficios del sistema, sin perjuicio de las inversiones que permite la ley para preservar su valor, favoreciendo además el desarrollo de la economía real de nuestro país a efectos de garantizar el círculo virtuoso entre crecimiento económico y consecuentemente el incremento de los recursos de la seguridad social. 4 • • • Prohibición a futuro del establecimiento de regímenes especiales si previamente la Secretaría de Seguridad Social no elabora un informe que asegure el adecuado financiamiento; la ley de reforma también prevé el relevamiento de dichos régimenes existentes por parte de dicha Secretaría. Modificación del principio de ley aplicable para acceder a las prestaciones previstas en el sistema. El artículo 13 de la Ley 26.222 determina que el derecho a las prestaciones se rige para las jubilaciones por la ley vigente al cese en la actividad o a la solicitud, lo que ocurra primero, y para las pensiones por la ley vigente a la fecha de la muerte del causante. Además, el mencionado Artículo 13 de la Ley 26.222 (párrafo segundo) estatuye que "...si a lo largo de la vida laboral, el solicitante cumpliera los extremos necesarios para la obtención del beneficio por un régimen diferente, podrá solicitar el amparo de dicha norma, en los términos del primer párrafo del Artículo 82 de la Ley 18.037", por lo que a la luz de dicha norma, la disposición derogada reviste el carácter de ultra activa, cobrando vigencia al momento en el cual el peticionario la invocare para el logro del beneficio que ella establece, todo ello según el principio de imprescriptibilidad de los derechos a los beneficios acordados por las leyes de jubilaciones y pensiones, cualesquiera fueren su naturaleza y titular, que declara el primer párrafo del citado Artículo 82. SUSTITUCION DEL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES POR EL SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO La reforma llevada a cabo por la Ley 26.425 que creó el SIPA y eliminó el Régimen de Capitalización Individual, se puede sintetizar de la siguiente manera: • • • • Dispone la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un único régimen previsional público que se denomina Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), financiado por medio de un sistema solidario de reparto, garantizando a los afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización vigente hasta noviembre de 2008, inclusive, idéntica cobertura y tratamiento que la brindada por el Régimen Previsional Público, en cumplimiento del mandato previsto por el Artículo 14bis de la Constitución Nacional. Elimina el Régimen de Capitalización, que es absorbido y sustituido por el Régimen de Reparto, en las condiciones de la Ley 26.425. Garantiza a los afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización la percepción de iguales o mejores prestaciones y beneficios que los que gozan a la fecha de la entrada en vigencia de dicha ley (9 de diciembre de 2008), ya que son prestaciones de vejez vitalicias, con la garantía de un haber mínimo y con una movilidad permanente. Los servicios prestados bajo relación de dependencia o en calidad de trabajador autónomo correspondientes a los periodos en que el trabajador se encontraba afiliado al Régimen de Capitalización serán considerados a los efectos de la liquidación de los beneficios establecidos en el Artículo 17 de la Ley 24.241 y sus modificatorias como si hubiesen sido prestados al Régimen Previsional Público. Los beneficios de jubilación ordinaria, retiro por invalidez y pensión por fallecimiento que, a la fecha de vigencia de la Ley 26.425, sean liquidados por las AFJP bajo las modalidades de retiro programado o retiro fraccionario serán pagados por el Régimen Previsional Público. 5 • • • • • • • El importe de las prestaciones de los actuales beneficiarios de las prestaciones por invalidez, pensión y jubilación ordinaria del Régimen de Capitalización será valorizado conforme el valor cuota más alto vigente entre el 1 de enero de 2008 y el 30 de septiembre de 2008. Estas prestaciones en lo sucesivo tendrán la movilidad prevista en el Artículo 32 de la Ley 24.241 y sus modificatorias. Los beneficios del Régimen de Capitalización previstos en la Ley 24.241 y sus modificatorias que, a la fecha de vigencia de la ley mencionada, se liquiden bajo la modalidad de renta vitalicia previsional continuarán abonándose por medio de la correspondiente compañía de seguros de retiro. Conforme lo establecido por el Artículo 5 del Decreto Núm. 2104/2008 reglamentario de la Ley Núm. 26.425 se estableció mediante la Resolución Conjunta 87/2009 y 33.773/2009 los parámetros formales y plazos vinculados a la activación de los mecanismos necesarios para procurar la puesta al pago de las prestaciones liquidadas por las COMPAÑIAS DE SEGURO DE RETIRO (CSR) mediante la red de pagos de la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) correspondiente a los casos de aquellos beneficiarios que perciben su prestación bajo la modalidad de Renta Vitalicia Previsional (RVP), pero además poseen componente estatal y/o derecho a la percepción de las prestaciones de la Ley Núm. 24.714 y sus modificatorias o sin componente estatal que acrediten derecho al cobro de asignaciones familiares. Los beneficiarios de renta vitalicia que perciben además el componente estatal, gozan de la movilidad por la parte estatal (PBU-PC) y de la garantía del haber mínimo cuando la suma de los tres componentes (RVPPBU-PC) resulte inferior al citado importe mínimo; en cambio, si no posee componente estatal, solo percibe las asignaciones familiares en tanto acredite los requisitos para su percepción, no teniendo derecho ni a la movilidad ni a la percepción del haber mínimo, ya que la renta vitalicia posee movilidad propia que fue pactada por el afiliado al momento de celebrarse el contrato. Los afiliados al Régimen de Capitalización que hubieran ingresado importes en sus cuentas de capitalización individual bajo la figura de "imposiciones voluntarias" y/o "depósitos convenidos" y que aún no hubieran obtenido un beneficio previsional, podrán transferirlos a la Administración Nacional de la Seguridad Social para mejorar su haber previsional conforme lo determine la reglamentación o a una administradora de fondos de jubilaciones y pensiones, la que deberá reconvertirse, modificando su objeto social para tal finalidad. El Poder Ejecutivo Nacional dictará las normas pertinentes a esos fines. A partir del mes de diciembre de 2008 se transfirieron en especie a la ANSES los recursos que integran las cuentas de capitalización individual de los afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización disuelto por imperio de la Ley 26.425, con excepción de los fondos destinados a financiar las rentas vitalicias. Dichos activos pasan a integrar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto creado por el Decreto 897/07. La totalidad de los recursos del Fondo de Garantía únicamente podrán ser utilizados para pagos de los beneficios del Sistema Integrado Previsional Argentino, sin perjuicio que el activo del Fondo se invierta aplicando criterio de seguridad y rentabilidad adecuados, contribuyendo al desarrollo sustentable de la economía real a efectos de garantizar tanto el crecimiento económico de la República Argentina como el incremento de los recursos de la seguridad social. 6 • • • • • • • • • Las inversiones permitidas serán las previstas en el Artículo 74 de la Ley 24.241, rigiendo las prohibiciones del Artículo 75 de la citada ley y las limitaciones de su Artículo 76. Es decir, es el mismo menú de inversiones que utilizaba las AFJP, quedando prohibida la inversión de los fondos en el exterior. La Administración Nacional de la Seguridad Social no percibirá comisión alguna por la administración de los fondos de los aportantes al sistema. La totalidad de los aportes correspondientes a los trabajadores autónomos financiará las prestaciones del Régimen Provisional Público, modificándose, en tal sentido, la Ley 24.241. ANSES gozará de autonomía financiera y económica, estando sujeta a la supervisión de la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social creada en el ámbito del Honorable Congreso de la Nación. Se creó en el ámbito de la Administración Nacional de la Seguridad Social el Consejo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional Argentino, cuyo objeto será el monitoreo de los recursos del sistema. Las Comisiones Médicas y la Comisión Médica Central creadas por el Artículo 51 de la Ley 24.241 y sus modificatorias, dependerán de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Los gastos que demanden las comisiones médicas y la Comisión Médica Central serán financiados por la Administración Nacional de la Seguridad Social y por las aseguradoras de riesgos del trabajo, en la forma y proporciones establecidas en la reglamentación. Todos los afiliados del Sistema Integrado Previsional Argentino tendrán derecho a la percepción de una Prestación Adicional por Permanencia (PAP) que se adicionará a las prestaciones establecidas en los incisos a) y b) del Artículo 17 de la Ley 24.241, es decir, la Prestación Básica Universal (PBU) y la Prestación Compensatoria (PC). El haber mensual de esta prestación se determinará computando el uno y medio por ciento (1.5%) por cada año de servicios con aportes realizados al Sistema Integrado Previsional Argentino en igual forma y metodología que la establecida para la prestación compensatoria. Para acceder a esta prestación los afiliados deberán acreditar los requisitos establecidos en los incisos a) y c) del Artículo 23 de la Ley 24.241, es decir, acreditar la edad (60 años, las mujeres y 65 años, los varones) y 30 años de servicios con aportes y no encontrarse percibiendo retiro por invalidez, cualquiera fuera el régimen otorgante. A los efectos de aspectos, como movilidad, prestación anual complementaria y otros inherentes a la prestación adicional por permanencia, esta es asimilable a las disposiciones que a tal efecto se establecen para la prestación compensatoria. La movilidad permanente de las jubilaciones y pensiones La movilidad permanente de las jubilaciones y pensiones del Régimen Previsional Público, hoy llamado SIPA, fue dispuesta mediante la Ley 26.417, con el fin de hacer efectiva la garantía consagrada por el Artículo 14bis de la Constitución Nacional a todos los trabajadores sobre el otorgamiento de jubilaciones y pensiones móviles por parte del Estado. Esta ley prevé, entre otros aspectos que: 7 • • • • Todas las prestaciones del actual SIPA estarán alcanzadas por la movilidad instrumentada por esta ley, es decir, las prestaciones del Régimen Previsional Público, y las que se otorguen a partir de su vigencia (1 de diciembre de 2008), las que fueron transferidas a la órbita de ANSES —los retiros programados y fraccionarios, los retiros por invalidez y pensiones otorgados hasta el mes de noviembre de 2008 por las AFJP, el componente estatal que perciben los beneficiarios de rentas vitalicias, las jubilaciones y pensiones de los regímenes provinciales y municipales cuyos sistemas fueron traspasados al Estado Nacional en virtud de los convenios oportunamente celebrados por éste y las provincias en el marco del Pacto Fiscal (Ley 24.307), las jubilaciones y pensiones otorgadas por el anterior Sistema Nacional de Previsión, con encuadre en los regímenes generales y especiales derogados por imperio de la Ley 23.966, y que con posterioridad, no fueron restablecidos. Los beneficios que obtuvieron una sentencia judicial que le reconoció una movilidad o reajuste especial, quedan también alcanzados por la movilidad general de la Ley 26.417 a partir de su vigencia (1 de marzo de 2009). Los beneficios cuyo titular cese en sus tareas en relación de dependencia partir del 28 de febrero de 2009 o los que opten por continuar en dicha actividad y soliciten el beneficio a partir del 1 de marzo de 2009, se determinará la PC y PAP con el promedio actualizado de las remuneraciones percibidas durante los últimos 10 años por la nueva movilidad y percibirá además la PBU de $326 incrementada además por dicha movilidad. La movilidad de la Ley 26.417 se determina según la fórmula aprobada por esta y que obra en su anexo, no pudiendo su aplicación producir una disminución en el monto del haber que percibe el beneficiario. Los componentes de la fórmula son: a = 0.5 X RT + 0.5x w si a ≤ b m = b = 1.03 r si a > b Donde: “m” es la movilidad del periodo, la misma es una función definida por tramos. “a” es el tramo de la función de movilidad previo a la aplicación del límite. “RT” es la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits de la Administración Nacional de la Seguridad Social) elaborado por el organismo, el mismo comparará semestres idénticos de años consecutivos. “w” es la variación del índice general de salarios publicados por el Instituto Nacional de Estadística y censos o la variación del índice RIPTE —Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables—, publicado por la Secretaría de Seguridad Social, la que resulte mayor. En ambos casos se compararán semestres consecutivos. “b” es el tramo de la función de movilidad que opera como eventual límite. “r” es la variación de los recursos totales por beneficio de ANSES (netos de eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits de la ANSES). El mismo compara periodos de doce meses consecutivos. 8 • • • • El ajuste de los haberes se realizará semestralmente, aplicándose el valor “m” para los haberes que se devenguen en los meses de marzo y septiembre. Para establecer la movilidad se utilizará el valor “m” calculado conforme al siguiente detalle: enero-junio para el ajuste de septiembre del mismo año y juliodiciembre para el ajuste a aplicar en marzo del año siguiente. Los beneficios excluidos de la movilidad son aquellos amparados por regímenes especiales que fueron restablecidos (para Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la Nación, de las Provincias de Mendoza y Tucumán y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires — Ley 24.018 y acuerdos o disposiciones especiales, suscriptas por el Estado Nacional y/o las Provincias—; para ciertas categorías de funcionarios, magistrados o dignatarios de la Iglesia Católica — Presidente y Vicepresidente de la Nación, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Arzobispos y Obispos de la Iglesia Católica—; para el personal de las fuerzas Armadas, de Seguridad del Servicio Penitenciario, tanto los que cumplen servicios en las jurisdicciones federales o de las provincias que transfirieron su sistema de retiros y pensiones al Estado Nacional, ya que cada uno de ellos posee un sistema particular de movilidad. El haber mínimo garantizado, el haber o tope máximo de haberes y la base imponible máxima, serán actualizados con igual periodicidad y porcentual que se establezca para la movilidad de las prestaciones. La equivalencia entre el Módulo Previsional y el haber mínimo garantizado que rija a partir de marzo y septiembre, será dispuesta por la Secretaria de Seguridad Social y los nuevos valores de las rentas de referencia para los trabajadores autónomos, monotributistas y domésticos, será determinada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) cada vez que se produzca un incremento en los haberes jubilatorios y de pensión. Régimen Diferencial para la Industria de la Construcción En este contexto debe señalarse que recientemente se ha dictado la Ley 26.494 que establece la Jubilación diferencial para la industria de la construcción. Con su vigencia ha venido a concretarse una legítima aspiración de los trabajadores de la actividad. En efecto, los trabajadores de la construcción se encuentran sometidos a condiciones que determinan su envejecimiento prematuro, tanto sea por el mayor esfuerzo físico que demanda su tarea como por la exposición a factores climáticos, situaciones estas que limitan a temprana edad su capacidad laboral. De acuerdo a este Régimen el trabajador de la construcción puede acceder al beneficio jubilatorio a partir de la edad de 55 años, siempre que cuente con 25 años de servicios con aportes, y como mínimo que el 80% de los últimos 15 años los hubiera prestado en la actividad de la construcción. A los fines de la gradualidad en la adopción del nuevo Régimen, la disposición legal prevé que la reducción del requisito de edad opere para los trabajadores constructores varones de acuerdo al siguiente esquema: Año 2009 Edad 60 años 9 2010 2011 2012 y sigtes. 57 años 56 años 55 años Por otra parte este Régimen Diferencial se autofinancia, de suerte tal de no generar privilegios que afecten a los restantes trabajadores. Así, se fija una contribución adicional a cargo de los empleadores, según el siguiente detalle: Año 2009 2010 2011 2012 y sigtes. Contribución Adicional 2% 3% 4% 5% A partir del año 2010 los trabajadores varones que alcancen la edad requerida y estén en condiciones de jubilarse, podrán continuar en la actividad hasta alcanzar los 60 años de edad, en cuyo caso deberán ingresar a su cargo la contribución adicional. 1.1. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendido dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. Describir por separado las contingencias de Invalidez, Vejez y Muerte. Respuesta: La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del SIPA, sin perjuicio del régimen diferencial descripto precedentemente. 1.1.1. Invalidez: Indicar si existe un régimen específico de evaluación de invalidez aplicable la industria de la construcción. Respuesta: NO se aplican las reglas generales de evaluación de invalidez. 1.1.2. Vejez: Indicar la existencia de una jubilación anticipada para la industria de la construcción por actividad determinante de envejecimiento precoz. Respuesta: Si, existe y está reglada en la ley 26494, según se indicara precedentemente. 2. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos completar solamente la columna del Sistema General) Sistema General 17.1 Aportes a cargo del Trabajador: 10 Sistema General SI NO Respuesta: Porcentaje total sobre salario: • 11% ---- cotizantes a ambos regímenes 17.2 Contribuciones a cargo del empleador: SI NO Respuesta: Porcentaje total sobre salario: 10,17 % (*) mas la contribución adicional de la ley 26494 (*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales. 17.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes Impositivas o de rentas generales: SI NO Respuesta: Participación porcentual sobre el total: Aproximadamente 29%, dependiendo de la recaudación tributaria de cada ejercicio fiscal. Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES Año XIº 4 3. Observaciones Las contribuciones patronales enunciadas precedentemente son las aplicables a actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 2,54 puntos porcentuales. B) Subsistema de Asignaciones Familiares 4. Descripción del Régimen. Detalle de las prestaciones otorgadas: (marcar con una “X”) • Maternidad: X • Hijos: X • Escolaridad: X • Discapacidad; X • Otras (indicar cuáles): X Respuesta: 11 El régimen general de las asignaciones familiares fue instituido por la ley 24.714 de 1996. La norma persigue mejorar la redistribución de los recursos destinados a cubrir las prestaciones que el sistema otorga; para ello, se establece un límite para la percepción de los beneficios, de manera de concretar el propósito de atender adecuadamente la posición de los trabajadores que estén en situación salarial menos favorable, así como una simplificación del cuadro de prestaciones, adecuándolo a las características actuales. Dentro del sistema general coexisten dos regímenes. Uno de índole contributivo, fundado en el criterio de reparto, que incluye como beneficiarios a los trabajadores que prestan servicios remunerados en relación de dependencia, cualquiera sea la modalidad de contratación laboral, beneficiarios de la ley sobre riesgos del trabajo y beneficiarios del seguro de desempleo, y otro de índole no contributivo, de aplicación a beneficiarios del SIPA y a beneficiarios de pensiones no contributivas. El texto de la ley referida excluye de sus beneficios al servicio doméstico y establece un tope para la percepción de las asignaciones, fijando remuneraciones máximas por arriba de las cuales no se accede al beneficio, con excepción de las asignaciones por maternidad y por hijo con discapacidad, cuyo cobro corresponde a todos los beneficiarios. En cuanto a las prestaciones que otorga se encuentran las siguientes: a) para la actividad privada: sanciona las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad, prenatal, ayuda escolar anual (educación básica y polimodal), por maternidad, por nacimiento, por adopción y por matrimonio. b) para beneficiarios del SIPA: dispone las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad, ayuda escolar anual y por cónyuge, siempre que, en este último caso, se acredite que el cónyuge está a cargo del beneficiario y afectado de invalidez absoluta, total y permanente, según aclaración introducida por la resol. 112/96. La percepción de las prestaciones de mención por parte de los trabajadores está condicionada a pautas que establecen la propia ley y su reglamentación (decr. 1245/96) y normas aclaratorias (resol. 112/96 y 16/97), según sigue: c) asignación por hijo: se percibe mensualmente por cada hijo menor de 18 años, siempre que se lo tuviera a cargo. Su monto está establecido en tres distintas gradaciones según la remuneración que se perciba, estableciéndose la base a partir del promedio remuneratorio de los últimos seis meses; d) asignación por hijo con discapacidad: para su cobro, que también es mensual, no se pone límite de edad; e) asignación prenatal: se percibe en un monto igual a la asignación por hijo desde el momento de la concepción hasta el nacimiento, aunque exige una antigüedad mínima y continuada en el empleo de tres años. Debe acreditarse entre el tercero y cuarto mes de embarazo, mediante certificación médica; f) ayuda escolar anual: corresponde un solo pago en marzo por cada hijo que concurra regularmente a establecimientos de enseñanza básica y polimodal, o bien, si concurre a establecimientos oficiales o privados de educación diferenciada, cualquiera fuera la edad; g) asignación por maternidad: se percibe una suma igual a la que hubiera percibido en su empleo, durante el período legal de licencia. Exige contar con una antigüedad mínima y continuada en el empleo de tres meses, para cuyo cómputo se autoriza tener en cuenta los empleos inmediatos anteriores. Su percepción procede en caso de interrupción de embarazo, siempre que haya habido 180 días de gestación; 12 h) asignación por nacimiento de hijo: corresponde su percepción en el mes en que se acredite el nacimiento, aun en caso de que el alumbramiento se haya producido sin vida, y se requiere una antigüedad mínima en el empleo de seis meses; i) asignación por adopción: se aplican los mismos criterios que en la asignación anterior, y j) asignación por matrimonio: se abona el mismo mes en que se acredite tal circunstancia, para lo que se requiere una antigüedad mínima y continuada en el empleo de seis meses. Se abona a los dos cónyuges. Para la percepción de las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad y la ayuda escolar anual, se consideran como hijos los menores o personas con discapacidad cuya guarda, tenencia o tutela haya sido acordada al trabajador por autoridad competente. Por otra parte, en caso de pluriempleo las asignaciones se cobran únicamente en el empleo en que se cuente con mayor antigüedad, salvo la de maternidad, que es percibida en cada uno de ellos. Finalmente, dispone la inembargabilidad de las asignaciones establecidas en la ley, a las que considera no remunerativas ni sujetas a gravámenes, y termina estableciendo que las asignaciones para los empleados del sector público y para los beneficiarios de pensiones no contributivas se rigen por esta ley en cuanto a las prestaciones, montos y topes, asignándose a los primeros –así como a los beneficiarios del sistema de riesgos del trabajo y del seguro de desempleo– las prestaciones del subsistema contributivo, y a los segundos, las del subsistema no contributivo. Por vía reglamentaria se establece también que no corresponde el pago de las asignaciones familiares cuando no se hagan efectivas las contribuciones al sistema, como en los casos de licencia sin goce de sueldo, licencia gremial, estado de excedencia, reserva de puesto o suspensiones. En diciembre de 1999 se sanciona la ley 25.231, que modifica la ley precedentemente analizada con la finalidad de precisar dos aspectos contenidos en ella: a) excluye las horas extras, a los efectos de esta ley, del concepto de remuneración que contiene la definición traída por los arts. 6º y 9º de la ley 24.241, y b) adecua la denominación de la ayuda escolar anual a los actuales planes escolares, designándola como “Asignación por ayuda escolar anual para la educación inicial, general básica y polimodal”. Asignación Universal por Hijo para la Protección Social En virtud del DNU Nº 1602/09 se estableció la Asignación Universal por Hijo para la Protección Social con las siguientes características: • • • El decreto incorpora en la ley de asignaciones familiares (24.714) un inciso en el artículo 1, en virtud del cual se crea esta nueva prestación “ destinada a aquellos niños, niñas y adolescentes residentes en la República que no tengan otra asignación familiar prevista por la ley y pertenezcan a grupos familiares que se encuentren desocupados o se desempeñen en la economía informal”. Quedan excluidos los trabajadores que se desempeñen en la economía informal percibiendo una remuneración superior al salario mínimo vital y móvil. Se financiará con fondos de la ley 24.241 (previsional) y con los rendimientos anuales del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Previsional 13 • • • • • • • Integrado Argentino (SIPA) Este fondo se constituyó con los aportes provenientes de las cuentas de capitalización individual administrados por las ex AFJP. La asignación consistirá en una prestación monetaria no retributiva de carácter mensual (hoy de $ 180) que se abona a uno de los padres, tutor , curador o pariente por consanguinidad, por cada menor de 18 años ( discapacitados sin límite de edad), siempre que no estuviere empleado, emancipado o percibiendo alguna de las prestaciones de la ley de asignaciones familiares. Esta prestación se abonará por cada menor hasta un máximo de 5 menores. El menor debe ser argentino, hijo de argentino o de residente con residencia legal no inferior a 3 años. Los monotributistas sociales se encuentran alcanzados por esta medida. El 80% de la asignación se cobrará mensualmente y el 20% restante anualmente cuando el titular acredite el cumplimiento de controles sanitarios para los menores de 5 años y de escolaridad para los mayores. El sistema será administrado por ANSES. Estas prestaciones son incompatibles con el cobro de cualquier suma originada en prestaciones contributivas o no contributivas nacionales, provinciales o municipales incluyendo el desempleo, provisionales y asignaciones familiares. 5. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendido dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. Respuesta: La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen General, no verificándose la existencia de ningún Régimen Específico 6. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos completar solamente la columna del Sistema General) Sistema General 21.1 Aportes a cargo del Trabajador: SI NO Respuesta: NO EXISTEN 21.2 Contribuciones a cargo del empleador: SI NO Respuesta: Porcentaje total sobre salario: 4,4 % (*) (*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales. 14 21.3 Complemento de Financiamiento Impositivas o de rentas generales: SI del Régimen a partir de fuentes NO Respuesta: Participación porcentual sobre el total: Aproximadamente 29%, dependiendo de la recaudación tributaria de cada ejercicio fiscal. Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES Año XIº 4 7. Observaciones Las contribuciones patronales enunciadas precedentemente son las aplicables a actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 1,11 puntos porcentuales. C) Cobertura de Riesgos de Trabajo – CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo) 8. Existencia de cobertura obligatoria de seguridad social: Respuesta: En la República Argentina, las contingencias relativas a Riesgos del Trabajo gozan de cobertura obligatoria de seguridad social, siendo la Ley 24.557 la norma que regula el Sistema de Riesgos de Trabajo. En el capítulo I, dedicado a los objetivos y al ámbito de aplicación de aquella, se sientan las bases doctrinarias y programáticas del sistema instaurado. Es así como en el artículo 1º se ponen de relieve los objetivos legales. Entre ellos, se enuncian los de reducción de la siniestralidad laboral a través de la prevención de los riesgos derivados del trabajo, y de reparación de los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, incluyendo la rehabilitación del trabajador damnificado. Se mencionan asimismo los objetivos de promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados, y de promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de prevención y de las prestaciones reparadoras. En el artículo 2º se definen los destinatarios obligatoriamente alcanzados por la legislación en su ámbito, mencionándose a los funcionarios y empleados del sector público nacional, de las provincias y sus municipios y de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, a los trabajadores en relación de dependencia del sector privado y a las personas obligadas a prestar un servicio de carga pública. La prevención: Resulta un objetivo prioritario en el marco de los criterios que, al respecto, establece la ley de la materia en su art. 4º –con las modificaciones introducidas por el decr. 1278/00– al consignar que los empleadores y los trabajadores 15 comprendidos en el ámbito de la LRT, así como las Administradoras de Riesgos del Trabajo (ART), están obligados a adoptar las medidas legalmente previstas para prevenir eficazmente los riesgos del trabajo. Contingencias y Coberturas. En el Capítulo III, la ley 24.557 trata la materia relacionada con las contingencias y las situaciones cubiertas. En su art. 6º –que fuera objeto de modificación por el decreto de necesidad y urgencia 1278/00– brinda las definiciones de lo que debe ser considerado accidente de trabajo y enfermedad profesional. En tal sentido, consigna que se debe considerar accidente de trabajo a todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo, siempre y cuando el damnificado no hubiera interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo. El trabajador puede declarar por escrito ante el empleador, y éste, dentro de las 72 horas ante el asegurador, que el itinere se modifica por razones de estudio, concurrencia a otro empleo o atención de familiar directo enfermo y no conviviente, debiendo presentar el pertinente certificado a pedido del empleador dentro de los tres días hábiles de requerido. Con referencia a las enfermedades profesionales, la normativa considera tales a aquellas que se encuentran incluidas en el listado cuya elaboración y revisación corresponde al Poder Ejecutivo, en el que se identifica el agente de riesgo, los cuadros clínicos, la exposición y las actividades en capacidad de determinar la enfermedad profesional. Termina disponiendo que las enfermedades no incluidas en el listado, así como sus consecuencias, no son consideradas resarcibles, con la única excepción de las que, en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine como provocadas por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo, enfermedades estas que también se consideran profesionales a efectos de este sistema. Finalmente, el artículo 6º de la ley específica aclara que se encuentran excluidas de la protección de esta ley: a) los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales causados por dolo del trabajador o por fuerza mayor extraña al trabajo, y b) las incapacidades del trabajador preexistentes a la iniciación de la relación laboral y acreditadas en el examen preocupacional efectuado según las pautas establecidas por la autoridad de aplicación. Prestaciones dinerarias Entre los artículos 11 y 19, que conforman el Capítulo IV, la ley en análisis trata la temática referida a los sistemas de resarcimiento de los daños sufridos. Comienza el primero de ellos por definir el carácter que revisten esas prestaciones al asignarles las mismas franquicias y privilegios que los que poseen los créditos por alimentos. Indica, asimismo, que son irrenunciables y no pueden ser cedidas ni enajenadas. El ajuste de sus montos, en cuanto a las prestaciones correspondientes por incapacidad laboral temporaria o permanente provisoria, se realiza en función de la 16 variación del MOPRE (hoy modificado por la ley de Movilidad Previsional), sin perjuicio de la facultad que la norma legal otorga al Poder Ejecutivo Nacional de mejorar las prestaciones dinerarias cuando las condiciones económicas financieras generales del sistema así lo permitan. En último sentido, recientemente ha sido dictado por el Poder Ejecutivo nacional el decr. de necesidad y urgencia 1694/09 (BO 05/11/09), que -entre otros aspectossuprimió los topes máximos para incapacidad parcial y total y fallecimiento, elevó las sumas de las compensaciones dinerarias adicionales por pago único, aumentó la prestación adicional por gran invalidez, determinó un piso indemnizatorio y modificó la fórmula para el cálculo del beneficio, incluyendo conceptos que hasta su vigencia se detraían por entenderse no remunerativos. Así, en el apartado 4 del artículo 11 –incorporado por el decreto de necesidad y urgencia 1278/00– se establecen compensaciones dinerarias adicionales, de pago único, para los beneficiarios de las prestaciones correspondientes a los casos de: 1) incapacidad laboral permanente parcial, cuando el porcentaje de incapacidad resulte superior al 50 % e inferior al 66 %, supuesto en el que el monto de la aludida compensación es de $80.000; 2) declaración del carácter definitivo de la incapacidad laboral permanente total, en el que la compensación es de $100.000, al igual que en el caso en que exista una declaración de gran invalidez, y 3) fallecimiento del afiliado, supuesto en el que los derechohabientes del trabajador tienen derecho a percibir una compensación adicional de $120.000 (cf. modif. decreto 1694/09). De los considerandos del decr. 1278/00 se extrae la existencia de un móvil de equidad en su instrumentación al decir que “los distintos actores sociales involucrados en el funcionamiento del sistema se han manifestado a favor del incremento de las prestaciones dinerarias, incluyéndose entre ellas la percepción de una suma adicional de pago único e inmediato a favor del trabajador damnificado y sus derechohabientes”, reclamo que entiende atendible “en razón de que uno de los propósitos del sistema creado mediante la ley 24.557, ha sido el de evaluar, periódicamente, la posibilidad de mejorar, en cantidad y calidad, las prestaciones que recibe el trabajador damnificado y, en su caso, sus derechohabientes”. El artículo 12 de la ley -en la modificación introducida por el decreto citado- definía el ingreso base utilizado para determinar la cuantía de las prestaciones dinerarias como la cantidad que resultaba de dividir la suma total de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones con destino al SIJP, devengadas en los doce meses anteriores a la primera manifestación invalidante, o en el tiempo de prestación de servicio, si fuera menor a un año, por el número de días corridos comprendidos en el período considerado. Obtenida esa cantidad, el valor mensual del ingreso base resultaba de multiplicar aquella cantidad por 30,4. A su vez, el artículo 13 -según versión del decr. Citado- disponía que, a partir del día siguiente a la primera manifestación invalidante y mientras durara el período de incapacidad laboral temporaria, el damnificado percibiría una prestación de pago mensual, de cuantía igual al valor mensual del ingreso base. Con la modificación introducida por el decr. 1694/09 ha quedado establecido que las prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o permanente provisoria mencionadas en el artículo 11, inciso 2 de la ley 24.557 se calcularán, 17 liquidarán y ajustarán de conformidad con lo establecido por el artículo 208 de la Ley de Contrato de Trabajo (to 1976) y sus modificatorias. De la prestación correspondiente a Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) se hace cargo el empleador por el lapso de los primeros diez días, mientras que las prestaciones dinerarias siguientes son a cargo de la ART la que, en todo caso, asumirá las prestaciones en especie. Establece además que el responsable del pago de la prestación dineraria debe retener los aportes y efectuar las contribuciones correspondientes a los distintos sistemas de seguridad social que integran el SUSS o los de ámbito provincial que los reemplazan, conforme a la normativa previsional vigente, debiendo abonar también las asignaciones familiares. Salvo la prestación a abonar por el empleador durante los primeros diez días del período de incapacidad laboral temporaria, originada en accidentes de trabajo o en enfermedades profesionales, el trabajador no devenga remuneraciones de su empleador. En el artículo 14 del cuerpo legal –según texto del decr. 1278/00– se definen las prestaciones dinerarias que corresponden a los afectados por alguna de las contingencias. Así, en el caso en que, luego del cese de la incapacidad laboral temporaria y mientras dure la situación de provisionalidad de la incapacidad laboral permanente parcial, al damnificado le corresponde percibir una prestación de pago mensual cuya cuantía es igual al valor mensual del ingreso base multiplicado por el porcentaje de incapacidad, además de las asignaciones familiares correspondientes, hasta la declaración del carácter definitivo de la incapacidad. Dichas prestaciones – conforme lo aclara la reglamentación del decr. 491/97– se encuentran sujetas a las retenciones por aportes previsionales y del Sistema Nacional del Seguro de Salud, dando derecho al damnificado a que ese período sea considerado como tiempo de servicio con aportes y al acceso a las prestaciones previstas en el último sistema citado. A su vez, declarado el carácter definitivo de la incapacidad laboral permanente parcial, el damnificado tiene derecho a percibir las siguientes prestaciones: • cuando el porcentaje de incapacidad sea igual o inferior al 50%, una indemnización de pago único, cuya cuantía será igual a 53 veces el valor mensual de la remuneración prevista por el art. 208 LCT multiplicado por el porcentaje de incapacidad y por un coeficiente que resultará de dividir el número 65 por la edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación invalidante. La indemnización que corresponda nunca será inferior al monto que resulte de multiplicar la suma de $180.000.- por el porcentaje de incapacidad (cf. decr. 1694/09). • cuando el porcentaje de incapacidad sea superior al 50% e inferior al 66%, tiene derecho a percibir una renta periódica -contratada en los términos que establece la normativa- cuya cuantía es igual al valor mensual de la remuneración prevista por el art. 208 LCT multiplicado por el porcentaje de incapacidad. Esta prestación está sujeta a la retención de aportes de la seguridad social y contribuciones para asignaciones familiares hasta que el damnificado se encuentre en condiciones de acceder a la jubilación por cualquier causa. La indemnización que corresponda nunca será inferior al monto que resulte de multiplicar la suma de $180.000.- por el porcentaje de 18 incapacidad (cf. decr. 1694/09). A ella corresponde adicionarle la prestación complementaria de pago único que fuera mencionada en el apartado a precedente. Por su parte, el siguiente artículo 15 –en el contenido dado por el decr. 1278/00– dispone, en su apart. 1, que mientras dure la situación de provisionalidad de la incapacidad laboral permanente total, el damnificado percibe una prestación de pago mensual equivalente al 60% del valor mensual del ingreso base, además de las asignaciones familiares correspondientes, las que se otorgan con carácter no contributivo. Agrega el artículo que, durante este período, el damnificado no tiene derecho a las prestaciones del sistema previsional, sin perjuicio del derecho a gozar de la cobertura del seguro de salud que le corresponda, debiendo la ART retener los aportes respectivos para ser derivados al INSSJP u otro organismo que brindara tal prestación. Establece asimismo el citado artículo 15, en su apart. 2, que, declarado el carácter definitivo de la incapacidad laboral permanente total, al damnificado le corresponde percibir las prestaciones que por retiro definitivo por invalidez establezca el régimen previsional al que estuviere afiliado. Además, y sin perjuicio de la prestación adicional complementaria a que se hiciera referencia más arriba, el damnificado tiene derecho a percibir también una prestación de pago mensual complementaria a la correspondiente al régimen previsional. Su monto es determinado actuarialmente en función del capital integrado por la Aseguradora. Ese capital debe equivaler a 53 veces el valor mensual del ingreso base, multiplicado por un coeficiente que resultará de dividir el número 65 por la edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación invalidante. Es de mencionar que ya con anterioridad a la cifra antes referida –fijada por la modificación del decr. 1278/00– se dictó el decr. 839/98 por el que el tope originario de la ley 24.557, que era de $55.000, había sido llevado a $100.000, en razón de resultar inherente a la propia naturaleza del sistema de Riesgos del Trabajo –según se consigna en sus considerandos– “el establecimiento de condiciones regulatorias que aseguren la protección del trabajador frente a las contingencias derivadas de su actividad laboral, conforme a un marco de previsibilidad y razonabilidad que resulta objetivamente necesario para el funcionamiento y desarrollo del sistema adoptado”, criterios que, luego de evaluado el valor promedio de las alícuotas que perciben las ART –según seguían diciendo los considerandos– evidencian la factibilidad de incrementar el valor fijado como tope para las prestaciones aludidas, sin que ello afecte significativamente la solvencia económico-financiera general del sistema. Ahora bien, en la actualidad -recordamos- el decr. 1694 ha suprimido los topes que preveían el art. 14 inc. 2, apartados a) y b), referidos a prestaciones por incapacidad permanente parcial (IPP); y en el art. 15 inc. 2, último párrafo, dispuesto para la prestación para la Incapacidad Laboral Permanente Total (IPT) de carácter definitiva. Finalmente, el artículo 15 del cuerpo legal en examen, en su apartado 3, determina que cuando la incapacidad permanente total no deviniera en definitiva, la ART debe hacerse cargo del capital de recomposición correspondiente, definido en la ley 24.241 (art. 94) o, en su caso, abonar una suma equivalente al régimen previsional a que estuviese afiliado el damnificado. 19 El artículo 16 hace constar que la percepción de prestaciones dinerarias por incapacidad laboral permanente es compatible con el desempeño de actividades remuneradas por cuenta propia o en relación de dependencia, mientras que todas las prestaciones establecidas por la ley 24.557 son compatibles con las prestaciones correspondientes al régimen previsional a las que el trabajador tuviera derecho, salvo el supuesto que se menciona más arriba (cita del art. 15, apart. 1). Por su parte, el artículo 17 establece que el damnificado declarado gran inválido percibe las prestaciones correspondientes a los distintos supuestos de incapacidad laboral permanente total (IPT), correspondiendo adicionalmente que la ART abone al damnificado una prestación de pago mensual equivalente a $2.000 (cf. Dec. 1694/09 art. 2°), que se extinguirá a la muerte del damnificado. Por disposición del artículo 18 –en la versión del decreto 1278/00– los derechohabientes del trabajador accederán a la pensión por fallecimiento prevista en el régimen previsional al que estuviera afiliado el damnificado y a las prestaciones establecidas en el segundo párrafo del apart. 2 del art. 15 de esta ley, además de la prevista en su art. 11, apart. 4, las que fueron objeto de mención más arriba. De acuerdo con su contenido, se consideran derechohabientes a las personas con derecho a los beneficios pensionarios según enumeración del art. 53 de la ley 24.241, quienes concurrirán en el orden de prelación y condiciones allí señaladas. El límite de edad establecido en dicha disposición se entenderá extendido hasta los 21 años, elevándose hasta los 25 años en caso de tratarse de estudiantes a cargo exclusivo del trabajador fallecido. En ausencia de las personas enumeradas en el referido artículo, accederán los padres del trabajador en partes iguales; mientras que, si hubiera fallecido uno de ellos, la prestación será percibida íntegramente por el otro. En caso de fallecimiento de ambos padres, la prestación corresponderá, en partes iguales, a aquellos familiares del trabajador fallecido que acrediten haber estado a su cargo. La reglamentación del decreto 410/01 ha determinado el grado de parentesco requerido para obtener el beneficio y la forma de acreditar la condición de familiar a cargo, incluyendo entre aquellos a: 1) los parientes por consanguinidad en línea descendente, sin límite de grado; 2) los parientes por consanguinidad en línea ascendente, también sin límite de grado, y 3) a los parientes por consanguinidad en primera línea colateral hasta el tercer grado. Aclara respecto de este último caso, así como del primero, que los parientes allí enumerados deben ser solteros y que, en caso de tratarse de estudiantes, deben encontrarse cursando estudios regulares oficialmente reconocidos por la autoridad pertinente. Las limitaciones de edad (21 o 25 años, respectivamente) –sigue consignando– no rigen si los derechohabientes mencionados se encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha de fallecimiento del causante o incapacitados a la fecha que cumplieran 21 años. La reglamentación hace constar que, en todos los casos, los parientes enumerados deben acreditar haber estado a cargo del trabajador fallecido, entendiendo que ello se da cuando concurre en aquellos un estado de necesidad revelado por la escasez o carencia de recursos personales, y la falta de contribución importa un desequilibrio esencial en su economía particular. Termina este capítulo de la ley con la mención que trae el art. 19 en el sentido de considerarse renta periódica la prestación dineraria, de pago mensual, contratada 20 entre el beneficiario y una compañía de seguros de retiro, la que a partir de la celebración del contrato respectivo es la única responsable de su pago. El derecho a la renta periódica comienza en la fecha de la declaración del carácter definitivo de la incapacidad permanente parcial y se extingue con la muerte del beneficiario. En el caso de las empresas que no se afilien a una ART, dicha prestación debe ser contratada con una entidad de seguro de retiro a elección del beneficiario. Esta, a partir de la celebración del contrato respectivo, es la única responsable de su pago. Por último, en torno a las prestaciones dinerarias, debe decirse que de acuerdo al decr. 1694 se excluye del Impuesto sobre los Créditos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias establecido en la ley 25.413 y sus modificatorias, a los pagos que perciban los damnificados como consecuencia de una contingencia laboral. Por otra parte, la citada disposición autoriza al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a establecer el pago de las prestaciones dinerarias en cuentas bancarias abiertas a nombre de cada damnificado, de conformidad con la reglamentación vigente en la materia, y a regular las situaciones especiales que por el carácter de la prestación o su complejidad no permitan o dificulten la aplicación plena de este sistema. El control y supervisión previstos en la ley 24.557, al disponerse el pago de las prestaciones dinerarias mediante acreditación en cuenta bancaria a nombre del trabajador damnificado, se encuentran cumplidos a través de la remisión por parte del Banco Central de la República Argentina a la SRT de la información que suministren las entidades bancarias al Banco Central respecto de los depósitos que efectúen las ART o los empleadores por cuenta y orden de estas últimas para el pago de las mencionadas prestaciones dinerarias. Prestaciones en especie. El artículo 20 del cuerpo legal bajo análisis dispone que las ART deben otorgar a los trabajadores que sufran algunas de las contingencias previstas en él una serie de prestaciones en especie, consistentes en: 1) asistencia médica y farmacéutica; 2) prótesis y ortopedia; 3) rehabilitación; 4) recalificación profesional, y 5) servicio funerario. Hace constar que las ART pueden suspender las prestaciones dinerarias en caso de negativa injustificada del damnificado, determinada por las comisiones médicas, a percibir las prestaciones en especie de los apartados 1 a 3 anteriores. Determina asimismo que las tres prestaciones en especie aludidas precedentemente deben ser otorgadas a los damnificados hasta su curación completa o mientras subsistan los síntomas incapacitantes. Este aspecto de la ley es el que da sentido al carácter de reparación integral con que se ha concebido la misma, en seguimiento del propósito de desmonetización del resarcimiento a los damnificados. De tal forma, resulta indudable que la disposición legal, por la extensión de su cobertura, representa un notorio avance frente al régimen anterior que las limitaba a la duración de la incapacidad temporaria, o sea, al plazo de un año. 21 Es de destacar el otorgamiento de prestaciones que hacen a la readquisición de la aptitud física del damnificado y a la recuperación de su utilidad para el trabajo, como lo son las prestaciones de rehabilitación y de recalificación laboral. Gestión del sistema. Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo. Las prestaciones previstas en esta ley, según su art. 23, están a cargo de las ART y se financian con una cuota mensual a cargo del empleador. Para la determinación de la base imponible se aplicarán las reglas de la ley 24.241 (art. 9º), incluyéndose todas las prestaciones que tengan carácter remuneratorio a los fines del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. Situación actual. Durante los últimos años Ley de Riesgos del Trabajo ha sido objeto de varias declaraciones de inconstitucionalidad por la CSJN, con fundamento principalmente en la insuficiencia de la reparación tarifada (prestaciones dinerarias). También hay un amplio debate entre los actores sociales respecto de la siniestralidad laboral en Argentina cuya incidencia sigue siendo muy alta e incompatible con el concepto de “trabajo digno”, pese a la importancia que la ley le otorga a la prevención. Lo indicado en los párrafos precedentes, ha llevado a la Confederación General del Trabajo y al propio PEN a elaborar sendos proyectos de reforma que se encuentran a consideración del Congreso Nacional. En virtud del Decreto 1694/2009 se efectuaron modificaciones al régimen vigente. A continuación se detallan las principales: • • • • • • • • • • • Se suprimen los topes máximos para incapacidad parcial y total y fallecimiento. Se fija un piso. Se elevan las sumas de las compensaciones dinerarias adicionales por pago único. Se aumenta la prestación adicional por gran invalidez. Se modifica la fórmula para el cálculo del beneficio incluyendo conceptos que hasta hoy se detraían del cálculo por entenderse no remunerativos. Se crea en el ámbito de la SRT el Registro de Prestadores Medico Asistenciales de la Ley de Riesgos de Trabajo. La SRT queda facultada a evaluar parámetros determinantes de la calidad de la atención de los prestadores para definir si se encuentran en condiciones de inscribirse como tales. Se excluye del impuesto al cheque los pagos que por prestaciones dinerarias perciban los trabajadores. Se refuerzan los controles de cumplimiento de la obligación del pago bancarizado. Se encomienda a la SRT y a la SSN el dictado de la normativa necesaria para reducir los costos del sistema sin afectar la calidad del servicio. También deben adoptar los recaudos para que las PyMES no sean objeto de tratamientos diferenciados en su perjuicio, por las ART, en lo atiente a las alícuotas. Se instruye al MTEySS, a la SRT y a la SSN para que adopten las medidas necesarias para la creación de mutuas que tengan por objeto la cobertura de riesgos de trabajo. 22 • Se instruye a la SSN para que adopte las medidas tendientes a la aprobación de líneas de seguro por responsabilidad civil por accidentes de trabajo y enfermedades laborales que fueren presentadas por los distintos operadores de la actividad Comentario General Se aumentó el monto de las prestaciones dinerarias y se mejoró la formula de cómputo para incluir los conceptos hoy excluidos del cálculo. Esto tiene plena justificación en orden al tiempo en que las prestaciones estuvieron congeladas (casi 10 años) mientras los salarios promedio aumentaron entre 4 y cinco veces y el SMVM algo mas. De esta forma si bien las alícuotas que cobran las ART no se modificaron significativamente, los salarios sobre las que se aplican aumentaron y las prestaciones dinerarias no. Se eliminaron los techos y se fijó un tope, de esta manera se busca una aproximación al criterio de reparación integral, induciendo a una reducción de la litigiosidad. Se habilita la posibilidad de asegurar el riesgo de responsabilidad civil por arriba de la reparación tarifada. En los hechos se está reconociendo la desuetudo del art 39 al permitir a las mismas aseguradoras cubrir esta responsabilidad adicional Evidemente han quedado para el futuro temas esenciales como son: la regulación de la opción o la aplicación lisa y llana del cúmulo, la problemática de las Comisiones Médicas la competencia federal o local en la instancia revisora la extensión o flexibilización del listado de enfermedades profesionales la cuestión de la concausa las facultades de la SRT en materia de inspección y control de Cymat. En resumen, dado lo exiguo de los consensos logrados se ha buscado una alternativa de coyuntura que si bien no resuelve ninguno de las grandes problemas del sistema, mejora la situación de los trabajadores en orden a la cuantía de la reparación dineraria. 9. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En cuyo caso responder la pregunta 23 para el caso de la Industria de la Construcción. Respuesta: La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen General. 23 10. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos completar solamente la columna del Sistema General) Sistema General 25.1 Aportes a cargo del Trabajador: SI NO Respuesta: NO EXISTEN 25.2 Contribuciones a cargo del empleador: SI NO Respuesta: Las mismas existen pero su cuantía se fija de acuerdo con las reglas de mercado. . (*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales. 25.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes Impositivas o de rentas generales: SI NO Respuesta: NO EXISTEN 11. Observaciones D) Cobertura de Salud 12. Agentes del Seguro de Salud con cobertura a Trabajadores a partir de cotizaciones sobre la nómina salarial: Respuesta: 24 La cobertura se financia por medio de tributación obligatoria (cotizaciones sobre la nómina salarial) y la administración y otorgamiento de las prestaciones se hace a través de entidades denominadas obras sociales. La norma que regula este subsistema es la Ley 23.360 y la Ley 23.361. Revisten obligatoriamente el carácter de beneficiarios del sistema: (-) los trabajadores en relación de dependencia del ámbito privado y del sector público, organismos autárquicos y descentralizados, empresas y sociedades del Estado y en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires; (-) los beneficiarios de prestaciones no contributivas nacionales; y (-) los grupos familiares primarios de las personas antes mencionadas, permitiendo agregar, previa autorización del organismo de contralor, otros ascendientes y descendientes por consanguinidad del beneficiario titular que se encuentren a su cargo, para cada uno de los cuales determina un aporte adicional del 1,5% (arts 8º y 9º). 12.1. ¿Se trata de cobertura pública o privada?: Respuesta: En este punto resulta oportuno hacer alguna mención a los roles del sector público y del sector privado en el mercado de la atención médica en la Argentina. El sector público actúa fundamentalmente en lo que es el terreno asistencial, brindando cobertura por contingencias vinculadas a la salud en forma directa, esto es, prestando ayuda frente a una necesidad actual, con prescindencia de contribución previa alguna. El servicio que brinda es de amplio alcance, tanto por la vastedad de la cobertura y su grado de complejidad como por el ámbito – nacional, provincial, municipal, universitario– en que se presta. Se trata de un sistema abierto, que acepta la demanda espontánea de la población –de la que un 35 % carece de toda cobertura– en forma mayoritariamente gratuita, a pesar de estar autorizado su arancelamiento. El sector privado, a su vez, no constituye un sistema con una única identidad jurídico-administrativa. No obstante, su nota característica general es la de operar con mecanismos de tipo contributivo y bajo la forma contractual del seguro para la prevención de necesidades futuras. En cuanto a su esquema funcional, este sector incluye el contrato directo entre médico y paciente y el régimen de seguro voluntario, conocido como de medicina prepaga, y aunque su importancia es menor frente a los otros sectores, su participación ha estado avanzando fuertemente en los últimos años, sobre todo a partir de la contratación que algunas obras sociales han venido haciendo con dichas entidades para la atención de sus afiliados. Las obras sociales se insertan en este esquema contributivo y preventivo, como una suerte de entes intermedios entre las personas y el Estado, aunque de carácter obligatorio, lo que marca la diferencia con las otras entidades 25 comprendidas en este sector, en las que la nota de voluntariedad resulta ser una característica sustancial. Las obras sociales poseen una caracterización definida, en efecto, si bien todas las organizaciones comprendidas bajo esta denominación comparten ciertas notas distintivas del sector privado de la salud, en el que están ubicadas, la obligatoriedad del pago de las cotizaciones es lo que les otorga su nota más distintiva. De los lineamientos descriptivos que utilizan las leyes 23.660 y 23.661 se extrae que se trata de sujetos de derecho que funcionan con individualidad jurídica, financiera y administrativa, en carácter de agentes naturales del seguro de la salud, teniendo como finalidad la administración de las prestaciones que cubren contingencias vinculadas a la salud. En su inmensa mayoría las obras sociales son de raíz gremial y para esta tipología la ley 23660 las define como ENTIDADES DE DERECHO PRIVADO, contando con patrimonio y autoridades y gestión diferenciados del sindicado de la actividad. Por todo lo expuesto se puede afirmar que el Sistema Nacional de Seguro de Salud (integrante del Sistema Unificado de la Seguridad Social) es de carácter público por la obligatoriedad de la cobertura y de las cotizaciones que lo financian, pero no estatal, en orden a la naturaleza de las obras sociales que lo administran. 13. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En cuyo caso responder la pregunta 27 para el caso de la Industria de la Construcción. Respuesta: La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen General. 14. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos completar solamente la columna del Sistema General) Sistema General 29.1 Aportes a cargo del Trabajador: SI NO 26 Respuesta: Porcentaje total sobre salario: 3% (*) 29.2 Contribuciones a cargo del empleador: SI NO Respuesta: Porcentaje total sobre salario: 6% (*) (*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales. 29.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes Impositivas o de rentas generales: SI NO NO EXISTEN En virtud del Decreto 330/10 se establecen algunas modificaciones respecto de la remuneración mínima imponible (base) que habilita el goce de la cobertura. Al respecto, durante la última década y hasta marzo 2009, la misma fue de 3 mopre ($240). Luego con la vigencia de la ley de movilidad previsional se eliminó el mopre y se lo sustituyó por un porcentaje del haber mínimo previsional que fija ANSES semestalmente: • a partir del marzo 2009 fue de $ 268;06; • en septiembre 2009, pasó a ser de $ 287,74; y • en marzo 2010, pasó a ser de $ 311,36 Ahora bien este decreto define que la imposición mínima para los subsistemas de las leyes 23660 y 23661 serán de dos bases mínimas. Así las cosas habrá una imposición mínima para los subsistemas previsional, asignaciones familiares, fondo de empleo, INSSJyP y otra (el doble) para obras sociales y fondo solidario de redistribución. En cuanto a su aplicación, el artículo 4 del decreto indica que corresponderá para el cálculo de aportes y contribuciones y la distribución del SANO correspondientes a enero 2010 en adelante. En tal sentido por enero y febrero 2009 la remuneración mínima imponible fue de $575,48 y a partir de marzo 2009 será de $622,72. 15. Observaciones 27 E) Seguro de Desempleo 16. ¿Existe? Respuesta: En noviembre de 1991 se sanciona la ley 24.013, conocida como Ley de Empleo, que en su Título IV y bajo el rótulo de “De la protección de los trabajadores desempleados” legisla en un Capítulo único acerca del “Sistema integral de prestaciones por desempleo” cuyos términos se inscriben dentro del marco de las políticas avanzadas vigentes en la materia, por lo que –según ella declara– el seguro por desempleo tiene un carácter eminentemente complementario de las políticas activas de empleo. El hecho causante de la protección es la carencia de ingresos, existiendo un plazo de petición de noventa días desde el cese laboral. De ser la solicitud posterior, se descuenta el importe correspondiente al exceso de aquel lapso. La regulación resulta aplicable para los desempleos que se produjeran con posterioridad al 26/12/91 y, como consecuencia de la concurrencia de la ley sustantiva y su reglamentación (dec. 2726/91, 739/92, y 51/99), necesita del cumplimiento de determinados requisitos para hacer operativa la protección legal, a saber: a) situación legal de desempleo o inintencionalidad en la acción del trabajador: en ella se consideran incluidos los trabajadores despedidos sin justa causa; por fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador; por resolución del contrato por el trabajador mediando justa causa; por extinción colectiva total por motivo económico o tecnológico de los contratos de trabajo; por extinción del contrato por quiebra o concurso del empleador; por expiración del tiempo convenido, realización de la obra, tarea asignada, o del servicio del contrato; por no reiniciación o interrupción del contrato de temporada por causas ajenas al trabajador; por muerte, jubilación o invalidez del empresario individual cuando estas determinen la extinción del contrato. b) aptitud para el trabajo; aunque hubiera dificultades para obtener empleo por problemas de formación o insuficiencia de oferta del mercado, el solicitante de la prestación debe estar disponible para ocupar un puesto de trabajo adecuado, y c) preexistencia de trabajo subordinado: debe haberse extinguido un contrato de trabajo único, por cuanto no está contemplada la pérdida de un empleo en caso de pluriempleo. Tampoco encuentran amparo en caso de suspensión del contrato laboral por un año por conservación de puesto, o por cargos electivos y gremiales, o por suspensión basada en sumario administrativo o denuncia penal, o por hallarse en situación de incapacidad laboral temporaria o incapacidad laboral permanente provisoria de la Ley de Riesgos del Trabajo 24.557, caso en que los noventa días establecidos para la presentación de la solicitud se cuentan a partir del alta médica o declaración del carácter definitivo de la incapacidad, salvo que se determine con carácter definitivo una incapacidad laboral permanente total (resol. MTySS 488/99). 28 La cuantía de la prestación es calculada como un porcentaje del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual del trabajador en los seis meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la situación de desempleo, estando el porcentaje inicial sujeto a la fijación que de él haga el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario mínimo, vital y móvil, y aplicándose con posterioridad, sobre el monto resultante y por períodos mensuales, porcentajes que comienzan por un 85 % y culminan en el 70 %. Existen supuestos de pérdida de la prestación, que se producen en caso de otorgarse al beneficiario de la misma un beneficio previsional o no contributivo, o de celebrar aquel un contrato de trabajo por un plazo superior a los 12 meses o negarse reiteradamente a aceptar los empleos adecuados que ofrezca la autoridad de aplicación. Los desempleados perciben las asignaciones familiares que les correspondan, reciben las prestaciones médico-asistenciales de acuerdo con lo dispuesto por las leyes 23.660 y 23.661 durante los tres primeros meses sin cotizar, y el período de cobertura es computado a los efectos previsionales, no obstante hallarse exceptuado del pago de cotización alguna durante el tiempo de percepción de la prestación. Recibe también formación profesional, existiendo obligación de asistencia a las actividades formativas a las que sea convocado. 16.1. ¿Es para todos los trabajadores?: Respuesta: Son acreedores a esta protección todos los trabajadores cuyo contrato laboral se rija por la Ley de Contrato de Trabajo, quedando exceptuados los trabajadores agrarios, los del servicio doméstico y los empleados públicos. 17. Indicar si la Industria de la Cosntrucción se encuentra comprendida dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En cuyo caso responder la pregunta 31 para el caso de la Industria de la Construcción. Respuesta: El tratamiento de esta contingencia social para la Industria de la Construcción reconoce antecedentes que, si bien lo transforman en las primeras manifestaciones normativas al respecto (ley 17.285), lo hacen poseedor de características distintivas, fruto del especial ritmo de producción de esta industria y, en cierta manera, ajenas a las de un seguro de este tipo de contingencia. De acuerdo con la ley 22.250, vigente actualmente para el régimen específico, el empleador debe hacer un aporte obligatorio sobre el salario, como fondo de desempleo, en cuenta a nombre del trabajador (12 % durante el primer año de prestación del servicio y 8 % con posterioridad) que se transforma en “patrimonio inalienable e irrenunciable del trabajador, no pudiendo ser embargado, cedido ni gravado, salvo por imposición de cuota alimentaria” (art. 15). Por ello, se trata en esencia de un verdadero salario diferido –o indemnización sustitutiva– que se percibe en el momento en que se produce la extinción del contrato laboral, cualquiera sea la 29 parte que lo hubiera dispuesto, y aunque el mismo día de la extinción del contrato consiguiera una nueva ocupación, por lo que en modo alguno dicho pago cumple con la finalidad que tiene un seguro social. Por esa razón, la exclusión del régimen, establecida originariamente, careció de toda lógica. La ley 25.371 vino entonces a compensar la inequidad resultante creando el sistema integrado de prestaciones por desempleo para estos trabajadores, aunque con ciertas adecuaciones producto de la coexistencia con el régimen de la citada ley 22.250. Las diferencias más salientes con el régimen reseñado antes se pueden resumir en las siguientes: a) en caso de haber percibido el trabajador el fondo de la ley 22.250, se accede a la prestación por desempleo si no lograra insertarse en el mercado laboral dentro de los sesenta días de operado el distracto, por lo que debe esperar el transcurso de ese lapso para tramitar la prestación, y b) los lapsos fijados para la percepción de las prestaciones y para la exigencia de cotización resultan inferiores. Asimismo, a fin de evitar confusiones con la designación de las prestaciones de esta ley, la denominación de Fondo de Desempleo utilizada por la ley 22.250 ha sido sustituida, en la ley 25.371, por la de “Fondo de Cese Laboral”, la que, en cierta medida, se adecua mejor a la protección brindada por aquella. Cabe advertir que el régimen de la ley 25.371 tiene una estrecha relación con la ley 24.013, ya que su art. 16 establece la aplicación supletoria de esta última e inclusive de sus reglamentaciones, en lo que haga a la aplicación de aquella. 18. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos completar solamente la columna del Sistema General) Sistema General 33.1 Aportes a cargo del Trabajador: SI Industria de la Construcción Aportes a cargo del Trabajador: SI NO NO Respuesta: Respuesta: NO EXISTEN NO EXISTEN 33.2 Contribuciones a cargo del empleador: Contribuciones a cargo del empleador: (salario diferido o indemnización sustitutiva) SI NO Respuesta: Porcentaje total 0,89% (*) SI sobre NO salario: Respuesta: Porcentaje total sobre salario: 8 y 12% con destino al Fondo de cese laboral y del 0,89% destinado 30 al Sistema Integrado de prestaciones por Desempleo (*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales. 33.3 Complemento de Financiamiento del Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes Régimen a partir de fuentes Impositivas o de rentas generales: Impositivas o de rentas generales: SI NO SI NO Respuesta: Respuesta: Participación porcentual sobre el total: Aproximadamente 29%, dependiendo NO EXISTEN de la recaudación tributaria de cada ejercicio fiscal. Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES Año XIº 4 19. Observaciones Las contribuciones patronales del Régimen General (Ley 24013) son las aplicables a actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 0,22 puntos porcentuales. 31