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SOLUCIONES LABORALES PARA EL
SECTOR PRIVADO
LAS MEDIDAS CAUTELARES APLICABLES SEGÚN
LA NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO
RESUMEN
EJECUTIVO
Álvaro GARCÍA MANRIQUE(*)
Con la dación de la Ley N° 29497 (Nueva Ley Procesal del Trabajo) se
introdujo, entre muchas novedades, una nueva propuesta de regulación de
las medidas cautelares aplicables en los procesos laborales seguidos ante
la justicia ordinaria. Y, dentro de este paquete de nuevas reglas, rescatamos
quizá la más importante de todas: la posibilidad, sin margen a dudas ni interpretaciones particulares de algunos jueces (la gran mayoría), de solicitar
en los procesos laborales cualquier tipo de medidas cautelares existentes en
las normas procesales, tanto la laboral como civil. En el presente artículo,
el autor verifica la aplicabilidad de las medidas cautelares contempladas en
otros ordenamientos procesales, especialmente el civil, en los juicios laborales, con el nuevo panorama de la Ley N° 29497.
PROCESAL LABORAL
I. Medidas cautelares aplicables en
los procesos laborales según la
Nueva Ley Procesal del Trabajo
A diferencia de su predecesora, la Ley
N° 29497 - Nueva Ley Procesal del Trabajo
(NLPT) ha establecido con suficiente claridad
que en los procesos laborales podrán dictarse
todo tipo de medidas cautelares, tanto las que
están contempladas expresamente en la misma
NLPT como las que están reguladas por el Código Procesal Civil, e incluso en otros ordenamientos procesales.
Seguramente, la finalidad de la NLPT ha sido
zanjar la incertidumbre que generaba la regulación existente en la ALPT y que en muchos
casos impidió que trabajadores accedieran
a determinadas medidas cautelares en salvaguarda de sus derechos e intereses.
A continuación, enumeramos las principales
características de cada una de las medidas cautelares que, precisamente por la nueva regulación propuesta por la NLPT, podrían dictarse
en los procesos laborales:
1. Medidas para futura ejecución forzada
a) Embargo
Se define al embargo como la afectación jurídica de un bien o de un derecho de quien está
obligado a satisfacer una prestación dineraria.
En términos jurídicos, afectar o gravar un bien
o un derecho es imponerle una carga. Si situamos esta definición en un escenario comercial
o de transacción, por el acto de gravar se compromete jurídicamente un bien o un derecho
para que garantice la satisfacción de un crédito. En otras palabras, si llegado el momento
(*) Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Coordinador de Soluciones Laborales. Especialista en Derecho Laboral, Procesal Laboral y Seguridad Social.
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SOLUCIONES LABORALES para el sector privado
en que el deudor debe honrar su obligación no lo hace, el bien o derecho
afectado (gravado) responde por la
deuda de tal manera que esta sea pagada y el acreedor no se perjudique.
El embargo es un acto de afectación
por el acreedor, quien ante el incumplimiento de su deudor, inicia acciones legales en salvaguarda de su derecho de crédito.
Es una medida que procede aun en
los casos que el bien o derecho se
encuentre en posesión de un tercero. Por ejemplo, un inmueble que
es ocupado por una persona ajena al propietario no impide que el
mismo sea embargado, pese a dicha
circunstancia.
Según Marianella Ledesma, “el embargo es una medida cautelar que
garantiza la ejecución de la sentencia que se dicte en un proceso, cuando este persigue una pretensión apreciable en dinero. Esta
afectación se realiza en el momento
inicial del proceso, incluso con carácter previo (…) quedando de esta
manera asegurada la efectividad de
la ejecución de sentencia que en
su momento se dicte. Esto significa que el embargo requiere necesariamente de la exigencia judicial de
una deuda, la que puede ser en metálico como en especie; en este último supuesto, se debe expresar en
dinero la deuda que se reclame”(1).
Son embargables todo tipo de bienes, salvo los establecidos por el artículo 648 del Código Procesal Civil
que enumera los bienes respecto de
los cuales no es posible que recaiga
una medida judicial de embargo, y
que son los siguientes:
a) Los bienes del Estado.
b) Los bienes constituidos en patrimonio familiar, salvo los frutos
hasta las dos terceras partes aunque solamente para el pago de
condenas penales, tributos relacionados con el bien y pensiones
alimenticias.
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c) Las prendas de estricto uso personal, libros y alimentos básicos
del obligado y de sus parientes
con los que conforma una unidad
familiar, así como los bienes que
resultan indispensables para su
subsistencia.
d)Los vehículos, máquinas, utensilios y herramientas indispensables para el ejercicio directo de
la profesión, oficio, enseñanza o
aprendizaje del obligado.
e) Las insignias condecorativas, los
uniformes de los funcionarios y
servidores del Estado y las armas
y equipos de los miembros de las
Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional.
f) Las remuneraciones y pensiones,
cuando no excedan de cinco (5)
Unidades de Referencia Procesal
(URP). El exceso es embargable
hasta una tercera parte. Cuando
se trata de garantizar obligaciones alimentarias, el embargo procederá hasta el sesenta por ciento (60%) del total de los ingresos,
con la sola deducción de los descuentos establecidos por ley.
g) Las pensiones alimentarias.
h) Los bienes muebles de los templos religiosos.
i) Los sepulcros.
Con relación a la extensión del embargo, podrá recaer no solamente sobre el bien afectado sino, además,
sobre los accesorios, frutos y productos, siempre que así haya sido solicitado y concedido por el juez que dicta la medida cautelar.
Como formas de embargo establecidas en la legislación procesal, tenemos las siguientes:
2. Embargo en forma de inscripción
Esta forma de embargo recae sobre
bienes registrables (inmuebles, vehículos, acciones y participaciones
en sociedades, etc.), con prescindencia del carácter privado o público del
registro.
Así, de los ejemplos propuestos,
los bienes inmuebles y los bienes
muebles registrables (como los vehículos) se inscriben en el Registro Público que controla, administra y supervisa la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos
(Sunarp), mientras que las acciones
y participaciones en sociedades mercantiles que no cotizan en la Bolsa
de Valores se anotan e inscriben en
un registro privado, controlado por la
propia sociedad emisora de las acciones, siendo que todos ellos son bienes sobre los cuales puede recaer
esta primera modalidad de embargo.
Para la materialización de la medida de embargo en forma de inscripción, el juez de trabajo que dicta la
medida deberá expedir los partes judiciales cursados al registro correspondiente, a fin de que se anote la
medida cautelar. Solo a partir de su
inscripción en el registro respectivo, la medida podrá ser oponible a
terceros.
El monto del embargo no necesariamente coincidirá con el monto del
petitorio contenido en la demanda
que se tramita en el cuaderno principal. Por ejemplo, si hay una demanda de pago de beneficios sociales que
interpone un trabajador, proceso en
el cual también solicita una medida
cautelar de embargo en forma de inscripción, podrá hacerlo hasta por un
monto superior al petitorio a fin de
que incluya los intereses y otro beneficio de cuantía no determinada (por
(1) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Los nuevos procesos de ejecución y cautelar. Gaceta Jurídica,
Primera edición, noviembre 2008, p. 118.
SOLUCIONES LABORALES Nº 58 / Octubre 2012
PROCESal LABORAL
ejemplo, participación en las utilidades), sobre un bien inmueble de propiedad del empleador.
Como otro ejemplo de embargo en
forma de inscripción, imaginemos el
caso de una demanda planteada por
un trabajador del hogar que también
verse sobre pago de beneficios sociales, podrá solicitar al juez que se anote un embargo en forma de inscripción sobre las acciones que el dueño
del hogar posea en alguna empresa.
La misma consecuencia si la demanda es planteada por un trabajador del
régimen laboral general (Ley de Productividad y Competitividad Laboral) cuyo empleador sea una persona
jurídica que posee acciones en otra
persona jurídica, en cuyo caso se podrá anotar un embargo sobre dichas
acciones. Funciona así en caso de los
grupos empresariales. En cualquiera de los casos propuestos, la inscripción del embargo se realiza en
el Libro Matrícula de Acciones que
conserva cada empresa.
Como se ha dicho, para la ejecución
de esta medida cautelar el juzgado
ante el cual se solicita no solamente
debe expedir la resolución que conceda la medida peticionada, sino que
además deberá expedir los partes judiciales respectivos, los que serán dirigidos y remitidos al Registrador del
Registro Público o quien haga sus
veces en caso de un Registro Privado en el cual se encuentre inscrito el
inmueble o el bien mueble registrable (predios, vehículos, acciones y/o
participaciones, etc.).
El registrador, o quien tenga a su
cargo el registro si se trata de un registro de carácter privado (matrícula
de acciones, por ejemplo), una vez
recibidos los partes judiciales, deberá proceder a inscribir el embargo
por el solo mérito del mandato judicial, salvo que exista incompatibilidad con un derecho ya inscrito, por
ejemplo, que en Registros Públicos
aparezca como propietario del bien
una persona distinta de quien se señala en los partes judiciales.
En tales casos, el registrador público
solicitará aclaración al Juzgado, a fin
de no perjudicar el derecho de tercero. Si fuera el caso que se confirma
que la titularidad del bien pertenece
a persona distinta del afectado con la
medida cautelar, no podrá inscribirse esta medida en aplicación del artículo 2017 del Código Civil que a la
letra reza:
“Artículo 2017.- No puede inscribirse un título incompatible
con otro ya inscrito, aunque sea
de fecha anterior”.
Si el bien está sujeto a copropiedad,
es decir, que es un bien del cual el
afectado no es el único propietario, el
embargo solo se extenderá a la cuota
ideal del obligado mas no a la cuota
que pertenece al copropietario.
Una vez efectuada la inscripción de la
medida cautelar, la constancia que lo
acredita y que lo expide el registrador público o privado se anexa al expediente judicial como prueba de que
la medida ya ha sido ejecutada. Es notificada al afectado para que pueda
ejercer su derecho de defensa y, si lo
estima conveniente, impugnará la resolución que concede la medida cautelar mediante un recurso de apelación.
El embargo puede recaer sobre bienes que, siendo inscribibles, aún no
están inscritos, en cuyo caso no estaremos propiamente frente a un embargo en forma de inscripción.
Sin embargo, el juzgado podrá disponer la inmatriculación del bien en
el Registro Público aunque solo para
efectos de la anotación de la medida
cautelar de embargo.
En su operatividad, el obligado al
pago de la deuda es nombrado siempre como depositario del bien y debe
conservar la posesión inmediata del
mismo, siguiéndose las pautas establecidas en el artículo 650 del Código Procesal Civil.
El embargo en forma de inscripción,
viene a ser un medio y no un fin en
sí mismo. Su finalidad última, que es
garantizar el pago de una deuda dineraria, viene a ser materializada en
caso que persista el incumplimiento de pago por parte del empleador
y el titular de la medida (el trabajador) se vea en la necesidad de sacar a
remate el bien embargado. Para todo
ello, son de aplicación las disposiciones contenidas en los artículos
725 al 748 del Código Procesal Civil, que precisamente regulan el remate y la adjudicación de los bienes
embargados.
Sobre este último punto, cabe recordar que la remuneración y los beneficios sociales de los trabajadores están protegidos por la prioridad en el
pago o “superprivilegio” consagrado
en el artículo 24 de la Constitución
Política del Perú, por cuya aplicación el pago de las deudas laborales
siempre tendrá preferencia respecto
de otras deudas de la misma empresa. Si un empleador tiene por igual
deudas con entidades financieras y
con sus trabajadores, aunque aquellas sean más antiguas en el tiempo
o estén garantizadas con una hipoteca, serán estas últimas las que primero se pagarán. La preferencia o privilegio no solamente opera respecto de
deudas con instituciones del sistema
financiero sino con todo tipo de deudas: con proveedores, tributarias, etc.
Esta prioridad o privilegio se extiende a los bienes del empleador, que
servirán para pagar la deuda laboral antes que cualquier otro crédito.
Por ejemplo, si una entidad financiera otorgó un préstamo a una empresa y se constituyó una hipoteca sobre un inmueble en garantía, y sobre
este bien también pesa un embargo
en forma de inscripción a favor de
un trabajador; en el eventual caso
que se tenga que sacar a remate dicho inmueble (sea por causa de la hipoteca o del embargo, es indistinto),
con el dinero producto del remate
primero se pagará la deuda de naturaleza laboral aun cuando la hipoteca sea anterior en el tiempo al embargo en los Registros Públicos. De no
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SOLUCIONES LABORALES para el sector privado
seguirse este orden, es decir, que se
pretenda pagar primero el crédito garantizado con la hipoteca, el trabajador podrá interponer una demanda de
tercería de pago preferente en aplicación del artículo 537 del Código Procesal Civil.
3. Embargo en forma de retención
Esta medida cautelar, como segunda
modalidad de embargo cuyo estudio
proponemos con esta guía operativa,
recae sobre derechos de crédito u otros
bienes que se encuentran en posesión
de terceros (cuentas bancarias del empleador en el sistema financiero, créditos o pagos a favor del empleador que
están a cargo de terceros, etc.).
Para su materialización, el juez de
trabajo ordenará a la entidad del sistema financiero que no deje liberar
los fondos contenidos en la cuenta retenida, y en el otro caso, ordenará al tercero que retenga el pago y
no lo entregue al empleador, sino que
lo ponga a disposición del juzgado a
través de su consignación en el Banco de la Nación.
En el mismo ejemplo planteado en el
primer supuesto analizado, el trabajador que demanda el pago de beneficios sociales y además solicita una
medida cautelar de embargo en forma de retención sobre las cuentas
bancarias del empleador en las entidades del sistema financiero, de concederse, las cuentas quedarán paralizadas mientras se encuentra vigente
la medida cautelar. El perjuicio es inminente ya que el empleador no podrá continuar con sus operaciones
con normalidad. Si se quiere plantear una comparación, un embargo
en forma de retención sobre cuentas
dinerarias es un mecanismo más eficaz de presión al empleador que un
embargo en forma de inscripción, ya
que aquel incide directamente en el
quehacer diario del empleador y el
desarrollo de su negocio.
No es necesario que el trabajador indique en su solicitud el número de
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cuenta bancaria del empleador pues
no es información de fácil acceso,
bastará con que precise la entidad financiera y, solo si se tiene el dato a
la mano, también la moneda en que
se tiene la cuenta, aunque este último tampoco es un requisito ineludible para el solicitante de la medida.
Ejecutada la medida, el empleador se
encontrará en imposibilidad de realizar transacciones con cargo a la
cuenta afectada, precisamente porque los fondos se encuentran “congelados” hasta que se resuelva la pretensión principal del trabajador.
Para una garantía de mejor ejecución de esta medida cautelar, el trabajador solicitante podrá pedir que
el Secretario del Juzgado Laboral
se dirija personalmente a la entidad
del sistema financiero y tome el dicho de su representante, a fin de que
directamente ante el funcionario jurisdiccional exprese si el empleador
demandado posee o no cuentas o bienes en la entidad financiera. Esta diligencia es denominada “toma de dicho” a la que no es obligatorio que
asista el trabajador solicitante, aunque podrá concurrir si así lo estima
conveniente a sus intereses de garantía de la medida.
A esta figura jurídica se le denomina “doble pago” y está diseñada a fin
de evitar cualquier tipo de colusión
o connivencia entre el afectado con
la medida y el tercero retenedor, en
agravio del trabajador acreedor; así,
está regulada por el artículo 660 del
Código Procesal Civil, que a la letra
reza:
“Artículo 660.- Si el retenedor,
incumpliendo la orden de retener, paga directamente al afectado, será obligado a efectuar nuevo pago a la orden del juzgado.
Contra esta decisión procede apelación sin efecto suspensivo”.
4. Embargo en forma de intervención en recaudación
La finalidad de esta tercera modalidad de embargo es afectar los ingresos propios de una persona natural o
jurídica, en cuyo caso el juez de trabajo designará uno o más interventores-recaudadores para que recaben
directamente los ingresos de aquella.
a) Si la entidad del sistema financiero o el tercero que tiene en su
poder bienes o derechos del empleador obligado, negara falsamente la existencia de dichos
créditos o bienes, no solo será
obligado por el juzgado al pago
del valor de estos, sino que incluso podrá ser denunciado
penalmente.
Esta medida cautelar es de aplicación, incluso, cuando el demandado
sea una persona jurídica sin fines de
lucro (por ejemplo, asociaciones civiles), pues la inexistencia de finalidad lucrativa no implica la inexistencia de actividad económica. Lo que
hace que no exista fin de lucro es que
los miembros de la persona jurídica
no redistribuyan entre ellos las ganancias, pero igualmente desarrollan
actividades económicas precisamente para cumplir el objeto de la persona jurídica. Además, las personas
jurídicas sin fines de lucro igualmente contratan trabajadores en el marco
de una relación laboral, ante quienes
contraen obligaciones tan igual que
lo hacen los empleadores que sí son
personas jurídicas con fines de lucro.
Ambas son empleadores por igual.
b) Si el retenedor incumple la orden
de retener y paga directamente al
empleador obligado, será compelido a efectuar nuevo pago a la
orden del juzgado laboral.
Con relación a la operatividad de
esta medida cautelar, ante la pretensión dineraria del trabajador demandante, este solicita que se nombre a
un interventor recaudador para que
Con relación a esta medida cautelar
de embargo en forma de retención,
es preciso tener presente también lo
siguiente:
SOLUCIONES LABORALES Nº 58 / Octubre 2012
PROCESal LABORAL
recabe directamente los ingresos de
su empleador demandado.
actividad regular y ordinaria de
lo intervenido.
para ello se aplican otras medidas
cautelares.
El interventor informará periódicamente al juzgado de trabajo sobre
los montos recaudados. Naturalmente, la persona que proponga el solicitante de la medida para ejercer
este cargo tendrá que ser de su entera confianza y que no esté vinculado,
directa o indirectamente, al empleador demandado. Eso sí, finalmente el
juez de trabajo designa y nombra a
quien ejercerá el cargo de interventor recaudador.
d) Poner a disposición del juez dentro del tercer día las cantidades
recaudadas, consignándolas a su
orden en el Banco de la Nación.
Dicho plazo podrá ser modificado a iniciativa del juez o a pedido
de parte.
El juez de trabajo, en este caso, nombra también interventores informadores, precisamente con la finalidad
de que sean quienes recojan la información que se requiere.
Sobre el particular, la resolución judicial que concede esta medida cautelar deberá precisar el nombre del
interventor, así como la periodicidad de los informes que debe remitir al juez.
La finalidad del interventor recaudador es que, sin que la empresa deje de
realizar su actividad económica habitual y pueda continuar operando con
normalidad, aquel sea quien recaude los ingresos que obtiene la empresa para que sean destinados al pago
de la deuda laboral que precisamente está garantizada con la medida de
intervención.
Es importante destacar que el interventor recaudador no participa en la
Administración y/o dirección de la
empresa que está siendo intervenida,
sino que, insistimos, su rol se centra
exclusivamente al de recaudador de
los ingresos e informar al juzgado sobre tales movimientos económicos.
El artículo 662 del Código Procesal Civil establece las siguientes
como obligaciones del interventor
recaudador:
a)Verificar el funcionamiento y
conservación de lo intervenido,
sin interferir ni interrumpir sus
labores propias.
b) Llevar control de ingresos y de
egresos.
c) Proporcionar, de los fondos que
recaude, lo necesario para la
e) Informar, en los plazos señalados
por el juzgado, el desarrollo regular de la intervención, especialmente los hechos señalados en
los literales a), b) y c) anteriores.
Asimismo, deberá informar inmediatamente al juzgado sobre aspectos que considere perjudiciales o
inconvenientes a los intereses del
trabajador que ha obtenido la medida cautelar, entre ellos, la falta de
ingresos y la resistencia e intencional obstrucción por parte del empleador afectado con la medida y que
dificulte o impida la actuación del
interventor-recaudador.
Si a consideración del solicitante de
la medida, la intervención en recaudación es infructuosa, puede solicitar al juez de trabajo la clausura del
negocio y la conversión de la medida de embargo a una de secuestro
conservativo.
La norma procesal deja a consideración del titular de la medida qué se
considera como “infructuosa”, aunque igualmente corre traslado del
pedido al afectado con la medida y
debe existir informe del interventor y
del veedor antes de que el juez emita su resolución por la que, de ser el
caso, apruebe la conversión.
5. Embargo en forma de intervención en información
Esta medida cautelar resulta de aplicación cuando lo que solicita es recabar información sobre el movimiento
económico de una empresa, persona
natural con negocio o persona jurídica; y no cuando se pretende recaudar
dinero u otros bienes tangibles pues
En este caso, para precisar, lo que se
persigue con esta medida cautelar es
acceder a información tradicionalmente reservada y protegida del empleador, relacionada con sus movimientos económicos.
Puede aplicarse, en consecuencia, en
los casos en que se discute la real situación financiera del empleador, por
ejemplo, en las demandas cuya pretensión sea el pago de participación
en las utilidades, que están plasmadas en documentos contables, tributarios y financieros de la empresa,
a los que no se tiene acceso público.
Con relación a las obligaciones del
interventor informador, son las que
están establecidas en el artículo 666
del Código Procesal Civil:
a) Informar por escrito al juez, en
las fechas que este señale, respecto de las comprobaciones sobre el
movimiento económico de la empresa intervenida, así como otros
temas que interesen a la materia
controvertida.
b) Dar cuenta inmediata al juez sobre los hechos que considere perjudiciales al titular de la medida
cautelar, o que obsten el ejercicio
de la intervención.
En lo que concierne a la ejecución
de la medida, se sujeta a lo señalado
por el artículo 667 del Código Procesal Civil, por lo que el secretario
del juzgado redactará el acta de embargo en presencia del empleador o
de su representante, notificándole en
ese acto la resolución que concede la
medida cautelar. Asimismo, le expresará la forma y alcances de la medida, las facultades del interventor y la
obligación de que sus requerimientos
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SOLUCIONES LABORALES para el sector privado
sean atendidos dentro de los límites
establecidos por el juzgado. En la
misma acta, el secretario del juzgado incluirá un inventario de los bienes y archivos existentes en la empresa, pudiendo el empleador dejar
constancia en el acta de las observaciones que estime conveniente
efectuar.
Finalmente, cabe señalar que el interventor informador es responsable civil y penalmente de la veracidad de la información que ofrezca al
juzgado.
6. Embargo en forma de administración
La finalidad de esta medida cautelar, que viene a ser otra modalidad de
embargo, es que el solicitante, por sí
o a través de un tercero en su nombre, pase a administrar directamente una unidad de producción o comercio de propiedad del empleador.
El objetivo es recaudar los frutos
que produzcan el negocio. A diferencia de la medida de embargo en forma de intervención en recaudación,
en el embargo en forma de administración el solicitante sí pretende, por
sí o a través de un tercero, administrar el negocio que se está afectando, y no únicamente recaudar los ingresos que percibe por la actividad
económica.
En este caso, el administrador asume
la representación y gestión de la empresa, concediéndosele las facultades necesarias para cumplir con ese
encargo, por lo que se entiende que
quedan suspendidas las facultades de
los administradores ordinarios elegidos por la empresa.
Esta medida cautelar es muy frecuente en caso de pretensiones de un
colectivo u organización de trabajadores y ante riesgo de desaparición
del negocio, en cuyo caso los trabajadores pretenden asumir la administración directa de la empresa y preservar la continuidad de la fuente de
riqueza.
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Sabemos que los conflictos laborales pueden clasificarse, en cuanto a
su finalidad, en conflictos de aplicación del Derecho y conflictos de regulación. El conflicto de aplicación
puede referirse propiamente a la aplicación de una norma jurídica o estipulación contractual, o también a su
interpretación. En el caso del primero, el empleador o grupo de empleadores aplicando o inaplicando alguna
disposición normativa o convencional, desconocen, enervan o suprimen
un derecho aparente del trabajador.
En el segundo, lo que sucede es que
a partir del entendimiento de una o
más disposiciones normativas o convencionales, distinto del sentido que
sobre las mismas tienen los trabajadores del ámbito, el empleador o grupo de empleadores también desconocen, enervan o suprimen un derecho
que en apariencia es exigible. Los
conflictos de regulación, a su turno, tienen por objetivo la creación de
una nueva norma jurídica(2). Son conflictos de regulación, por ejemplo, el
que es motivado por el desacuerdo
sobre incrementos salariales o la demora en la innovación de los equipos
de cómputo del personal administrativo. El empleador que paga puntualmente los salarios fijados en pacto
colectivo pero que se resiste a incrementarlos no está incumpliendo disposición legal alguna, siempre que
los sueldos respeten los mínimos legales. Solamente se está resistiendo
a modificar la regulación existente.
de conflictos los mecanismos de solución son distintos del judicial.
Para nosotros, la medida cautelar de
embargo en forma de administración
aplicará para los conflictos de aplicación del Derecho, no de regulación porque para este segundo tipo
c) Cumplir con las obligaciones laborales que correspondan.
Como se ha dicho, las facultades de
administración que el empleador tiene respecto de su empresa quedan
suspendidas, ya que será un tercero
quien temporalmente ostentará esas
atribuciones. El administrador tiene
el deber de informar periódicamente al juzgado, cada vez que este lo requiera, sobre la situación económica
y financiera de la empresa.
Las modalidades de embargo en forma de administración y en forma de
recaudación están asociadas, dada la
particularidad que regula el artículo
670 del Código Procesal Civil. Así, a
solicitud fundamentada del titular de
la medida (los trabajadores), se puede convertir la intervención en recaudación a intervención en administración. Este pedido es resuelto por el
juzgado de trabajo, previo traslado
de la solicitud al empleador y con la
opinión del veedor si acaso se hubiera nombrado uno.
Con relación a las obligaciones del
administrador, son las señaladas por
el artículo 671 del Código Procesal
Civil, entre ellas:
a)Gerenciar la empresa embargada, con sujeción a su objeto
social.
b) Realizar los gastos ordinarios y
los de conservación.
d) Pagar tributos y demás obligaciones legales. (2) El profesor Alfredo Montoya Melgar señala que: “Los conflictos sobre aplicación del Derecho son,
pues, aquellos que surgen con ocasión de la interpretación y aplicación de una norma (legal, reglamentaria o convenida), cuya pervivencia no es cuestionada por los litigantes […] los conflictos de regulación son aquellos en los que, lejos de discutirse la aplicación de una norma al caso litigioso concreto, es la propia norma la que se pone en cuestión; se debate la oportunidad de la norma existente,
pretendiéndose su modificación o sustitución por otra (el caso típico es el de la negociación de un
nuevo convenio colectivo) o, simplemente se postula el dictado de una nueva norma que cubra una
situación de vacío normativo”. MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 19ª edición,
Tecnos, Madrid, p. 701.
SOLUCIONES LABORALES Nº 58 / Octubre 2012
PROCESal LABORAL
e) Formular los balances y las declaraciones juradas dispuestas
por ley.
f) Proporcionar al juez de trabajo la
información que este exija, agregando las observaciones sobre su
gestión.
g) Poner a disposición del juzgado
de trabajo las utilidades o frutos
obtenidos.
a)Secuestro
Como segundo gran grupo de medidas cautelares para futura ejecución
forzada tenemos al secuestro.
Este tipo de medida cautelar es admisible cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del derecho de propiedad o de
posesión sobre determinado bien, el
cual quedará afectado con la medida
cautelar mediante la desposesión del
mismo a su tenedor y su ulterior entrega a un custodio, el cual es designado por el juez de trabajo y a quien
se le investirá de atribuciones y facultades respecto al bien materia de
secuestro.
En materia laboral puede ser especialmente aplicable y viable, por
ejemplo, cuando un trabajador pretenda reivindicar la propiedad de un
bien que su empleador le transfirió
mediante dación en pago en el convenio de extinción de vínculo laboral
por mutuo disenso, como pago de la
liquidación de beneficios sociales. Si
el empleador no cumple con entregar
el bien con el cual se cancelará dicha
obligación, el trabajador podrá iniciar acciones con la finalidad de que
se le haga entrega del bien, que ya
es de su propiedad precisamente por
causa de la dación en pago, y mientras ello se dilucida se podrá solicitar como medida cautelar el secuestro conservativo del bien en litigio.
Excepcionalmente procede la medida de secuestro cuando se pretenda garantizar una obligación de pago
contenida en un título ejecutivo de
naturaleza judicial o extrajudicial,
pudiendo recaer en cualquier bien
del deudor, con el carácter de secuestro conservativo, también con desposesión y entrega al custodio.
Recordemos que el artículo 57 de la
NLPT tipifica los siguientes siete (7)
títulos ejecutivos:
a)Las resoluciones judiciales firmes, que están asociadas al concepto jurídico de la cosa juzgada.
b) Las actas de conciliación judicial,
que son extendidas en virtud de
una audiencia de conciliación en
un proceso laboral, en los términos del artículo 43 de la NLPT y
cumpliendo los requisitos del artículo 30 de la misma ley.
c) Los laudos arbitrales firmes que,
haciendo las veces de sentencia,
resuelven un conflicto jurídico
de naturaleza laboral, que pueden resolver conflictos jurídicos
laborales de carácter individual o
colectivo.
d)Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que reconocen obligaciones,
que son actos administrativos que
causan estado, expedidas en última instancia administrativa y en
el marco de su competencia y
atribuciones. Por ejemplo, aquella que en última instancia dispone la incorporación de un prestador de servicios a la planilla de
trabajadores de la empresa, luego
de culminado un procedimiento
inspectivo.
e) El documento privado que contenga una transacción extrajudicial. Según lo dispuesto por el artículo 1302 del Código Civil, por
la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito
que podría promoverse o finalizando el que está iniciado. La
transacción tiene el valor de cosa
juzgada.
Nótese que tendrá carácter de título ejecutivo el mero documento privado donde conste la transacción, aunque sí se recomienda
que conste en documento de fecha cierta, por ejemplo, con firmas legalizadas notarialmente.
Ahora, si bien es cierto que esta
norma pareciera excluir a los documentos públicos donde conste una transacción extrajudicial
como sería una escritura pública, consideramos que igualmente
se enmarca en el supuesto de esta
norma ya que, pese a ser otorgada
ante Notario Público, igualmente
surge de la autonomía privada y
no deja de ser un acuerdo privado
de voluntades.
f) El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa. La
conciliación extrajudicial privada se rige por lo dispuesto por la
Ley N° 26872 y su Reglamento
aprobado por Decreto Supremo
N° 014-2008-JUS y es permitida
en materia laboral, aunque deberá respetarse el carácter irrenunciable de los derechos del trabajador. Se siguen ante los centros
de conciliación privados, los que
deberán contar con conciliadores
acreditados en la materia por el
Ministerio de Justicia.
Por su parte, la conciliación extrajudicial administrativa se lleva a
cabo ante las Oficinas de Conciliación del Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo, y está
regulada por el Decreto Legislativo N° 910. Es voluntaria para el
trabajador, ya que podrá optar por
acudir directamente ante el Poder
Judicial pero, de iniciar efectivamente el trámite de conciliación,
será obligatorio para el empleador
acudir a la audiencia convocada a
tal efecto, bajo pena de multa.
En uno y otro caso, la conciliación solamente puede versar sobre derechos disponibles. El acta,
en ambos casos, tiene mérito ejecutivo y se ejecuta como tal.
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SOLUCIONES LABORALES para el sector privado
Solamente la conciliación administrativa suspende los plazos
de caducidad en materia laboral; la conciliación privada suspende únicamente los plazos de
prescripción.
g) La liquidación para cobranza de
aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones. Cuando un
empleador no cumple con pagar
los aportes al Sistema Privado de
Pensiones que retiene de los ingresos de sus trabajadores, la Administradora Privada de Fondo
de Pensiones (AFP) está obligada
a iniciar un proceso judicial para
la cobranza de los aportes, bajo
las reglas de la vía ejecutiva.
Para ello, calculan el monto
adeudado y emiten la liquidación
para cobranza, la cual debe tener
el contenido mínimo que estipula
el artículo 37 del TUO de la Ley
del Sistema Privado de Pensiones
(aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF). Esta liquidación para cobranza tiene mérito
ejecutivo.
b) Anotación de demanda
Como tercer grupo de medidas cautelares para futura ejecución forzada,
tenemos la anotación de demanda.
Esta medida procede cuando la discusión en el proceso recae sobre derechos inscritos, en cuyo caso el juez
de trabajo dispondrá que se anote
la demanda respectiva en el registro respectivo. Esta medida subsiste
aun cuando el bien sea posteriormente transferido, en cuyo caso el nuevo adquirente del bien conoce que
el mismo es litigioso, a su completo
riesgo. Naturalmente, la medida cautelar tendrá que ser anotada antes de
cualquier transferencia.
Es de aplicación aquí el principio de
publicidad registral consagrado en el
artículo 2012 del Código Civil, que a
la letra reza:
“Artículo 2012.- Se presume,
sin admitir prueba en contrario,
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que toda persona tiene conocimiento del contenido de las
inscripciones”.
A manera de ejemplo. Si el bien que
el trabajador pretende reivindicar
está inscrito en los Registros Públicos, podrá proceder esta medida cautelar. Y, por la misma razón antes
explicada, cualquier acto de disposición posterior del empleador sobre el
bien carecerá de mayor eficacia, ya
que si finalmente el trabajador vence
en el juicio, el bien regresa a la esfera
patrimonial del empleador para que
sea entregado al trabajador.
Es una medida muy útil ya que evita
que el titular del bien litigioso se coluda con futuros adquirentes de mala
fe y los transfiera fraudulentamente
con la finalidad de disminuir su patrimonio conocido.
7. Medidas temporales sobre el
fondo
a)Medida
fondo
temporal
sobre
el
En el caso de estas medidas cautelares, lo que se persigue es la ejecución
anticipada de lo que el juez de trabajo va a decidir en la sentencia, sea
en su integridad o solo en aspectos
sustanciales de esta. El juez evaluará
que la decisión pueda ser revertida y
no afecte el interés público.
El artículo 55 de la NLPT recoge un
supuesto especial de procedencia,
que es el de medida especial de reposición provisional del trabajador,
que constituye una disposición con
un contenido bastante novedoso para
los procesos laborales ante la justicia ordinaria aunque no en la teoría general del proceso cautelar, pues
ya tiene su antecedente en el artículo
674 del Código Procesal Civil que
regula las medidas cautelares temporales sobre el fondo.
En términos simples estas medidas,
entre las cuales identificamos la reposición provisional contenida en el
artículo 55 de la NLPT, tienen como
SOLUCIONES LABORALES Nº 58 / Octubre 2012
objetivo la ejecución anticipada de
lo que el juez resolverá finalmente en la sentencia. Se trata de que el
juez anticipe su fallo por la existencia de una especial urgencia de tutela y, como es lógico, por la verosimilitud del derecho invocado por el
solicitante.
Bajo esa premisa, la medida cautelar
de reposición provisional se sitúa en
el contexto de un proceso cuya pretensión principal es la reposición del
trabajador ante la justicia ordinaria,
cuando el demandante acredite los
requisitos ya estudiados: apariencia
o verosimilitud del derecho invocado, peligro en la demora y el ofrecimiento de contracautela.
Tienen especial procedencia cuando
el demandante:
a) Haya sido al momento del despido dirigente sindical, menor de
edad, madre gestante o trabajador
discapacitado.
b) Haya estado gestionando la conformación de una organización
sindical.
c) El fundamento de la demanda sea
verosímil.
A nuestro criterio, el solicitante deberá situarse en cualquiera de los supuestos detallados en los literales
a) y b), empero, en ambos casos deberá cumplir con el requisito establecido en el literal c). En otras palabras, no bastará que el trabajador se
sitúe en alguno de los supuestos indicados para que se le conceda la medida de reposición provisional, sino
que siempre deberá existir verosimilitud o apariencia de derecho en su
solicitud cautelar.
Enfatizamos que esta medida de reposición provisional es aplicable en
todos los casos en los que la pretensión del trabajador demandante consista en la reposición en su puesto
de labores, no únicamente en los supuestos antes referidos en los que es
especialmente procedente.
PROCESal LABORAL
La norma no excluye a los demás supuestos de nulidad de despido, por
ejemplo, aquel trabajador que es despedido por haber participado en una
queja o proceso contra el empleador,
siempre que demuestre la verosimilitud de su derecho y cumpla con los
demás requisitos generales para su
otorgamiento.
En el entendido que se trata de una
medida cautelar por la cual el juez
anticipa el posible fallo de su sentencia, si estando vigente la reposición
provisional la sentencia final declara
fundada la demanda interpuesta por
el trabajador no será necesario que se
inicie propiamente la etapa de ejecución, pues se entenderá que la sentencia ya ha sido ejecutada.
Por el contrario, si la sentencia declara infundada la demanda, la medida cautelar queda cancelada de pleno derecho aun cuando aquella sea
impugnada, salvo que excepcionalmente el juez conceda mantener la
vigencia de la medida si el trabajador demandante ofrece contracautela
de naturaleza real o fianza solidaria,
y ya no de naturaleza personal (caución juratoria).
b)Asignación anticipada (provisional)
Esta medida cautelar guarda un objetivo similar al anterior, y en los
procesos laborales existe un supuesto especial de procedencia en caso
de demandas de nulidad de despido, recogido por el artículo 56 de la
NLPT.
Esta medida guarda relación con el
artículo 41 del TUO de la Ley de
Productividad y Competitividad Laboral (aprobado por Decreto Supremo N° 003-97-TR), que contempla la posibilidad de conceder en los
procesos de nulidad de despido una
asignación provisional al trabajador
mientras dura el trámite del proceso.
No se dispone la reposición provisional, sino únicamente la entrega de un
monto dinerario, a las resultas de la
decisión final.
El monto de la asignación provisional no podrá exceder del equivalente a la última remuneración ordinaria
mensual percibida por el trabajador
antes del despido, y se abona con cargo a la compensación por tiempo de
servicios (CTS) del trabajador.
Justamente por esta última razón,
si la sentencia final ordena la reposición del trabajador el empleador
debe restituir los depósitos más sus
intereses y, si a su vez ordena el pago
de remuneraciones devengadas desde la fecha de despido hasta la efectiva reposición del trabajador, las asignaciones entregadas se deducen de
estas.
Naturalmente, si la sentencia firme declara infundada la demanda,
el empleador no quedará obligado a
restituir los depósitos de CTS ni sus
intereses.
8. Medidas innovativas
Ante la inminencia de un perjuicio
irreparable, puede el juez dictar medidas destinadas a reponer un estado de hecho o de derecho, cuya alteración vaya a ser o es el sustento de
la demanda. Esta medida es excepcional por lo que solo se concederá
cuando no resulte aplicable otra prevista en la ley.
Como ejemplos que demuestren su
utilidad:
a) Se pretende que el órgano jurisdiccional suspenda los efectos de
un laudo arbitral económico que
es materia de impugnación.
b) Se pretende que el juez ordene al
empleador a renovar un contrato de trabajo a plazo fijo ya que
la decisión del empleador de no
renovarlo perjudica abiertamente los intereses de la organización
sindical a la cual pertenece dicho
trabajador; entre otros supuestos.
Discrepamos con quienes sostienen
que la solicitud de reposición provisional del trabajador en su puesto
de trabajo califica como una medida
cautelar innovativa.
Si este tipo de medidas (innovativas) se aplican, por propia definición, cuando no sea de aplicación alguna otra medida específica, cómo
podría decirse que la reposición provisional tiene esa naturaleza si precisamente existe una medida específica, como son las temporales sobre
el fondo, que resulta de plena aplicación y viabilidad.
A nuestro criterio, la reposición
provisional es una medida temporal sobre el fondo y no una medida
innovativa.
9. Medida de no innovar
En el caso de estas medidas cautelares, presuponen también la inminencia de un perjuicio irreparable, en
cuyo caso puede el juez dictar medidas destinadas a conservar la situación de hecho o de derecho cuya situación vaya a ser o es invocada en
la demanda tramitada en el cuaderno
principal y se encuentre en relación
con las personas y bienes comprendidos en el proceso.
Tiene carácter excepcional en los
mismos términos fijados para las medidas innovativas. Son de naturaleza
residual y ante la inexistencia de alguna medida que resulte de especial
aplicación al caso concreto.
Como ejemplos gráficos, podemos
citar los siguientes:
a) Se pretende que el juez ordene al
empleador a no transferir la propiedad de un bien que el trabajador alega ser propietario, ya que
lo recibió en calidad de dación en
pago de su liquidación de beneficios sociales.
b) Se pretende que el juez de trabajo
ordene al empleador a no iniciar
un procedimiento de cese colectivo ante la Autoridad Administrativa de Trabajo; entre otros
supuestos.
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SOLUCIONES LABORALES para el sector privado
10.Medidas cautelares genéricas
Además de las medidas cautelares
expresamente previstas por la NLPT,
puede también el juez de trabajo
dictar medidas no previstas expresamente que también aseguren de la
forma más adecuada el cumplimiento de la decisión definitiva.
Según Marianella Ledesma, “la medida cautelar genérica o innominada
es la que puede dictar el juez atendiendo a las necesidades del caso, si
no existiese un modo específico que
satisfaga la necesidad de aseguramiento. Es aquella que no se encasilla o se ubica en los tipos de medidas
ya existentes”(3).
II. Oportunidad de las medidas cautelares en la NLPT
Como segunda novedad importante
traída por la NLPT, en adelante las
medidas cautelares podrán ser solicitadas y concedidas no solamente dentro de un proceso ya iniciado,
sino que también podrán solicitarse y
concederse antes de que se interponga la demanda, situación similar a los
procesos civiles.
En este último caso, se denominan
medidas cautelares fuera de proceso
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y, como corresponde, el juez que conocerá la demanda será el mismo
ante quien se solicitó y ejecutó previamente la medida cautelar. Su predecesora, la Ley N° 26636, solamente admitía medidas cautelares dentro
de un proceso ya iniciado.
Recogiendo las disposiciones del
Código Procesal Civil sobre esta
materia, cuando se concede una medida cautelar fuera de proceso, una
vez que esta es ejecutada el demandante tiene que interponer su demanda ante el mismo juez dentro
del plazo de diez (10) días hábiles
posteriores a dicho acto, aplicándose supletoriamente lo establecido
por el artículo 636 del citado cuerpo normativo.
De no interponer la demanda, o haciéndolo la misma es rechazada liminarmente, la medida cautelar caduca
de pleno derecho, por lo tanto, se recomienda no solo presentar a tiempo la demanda sino que esta reúna
todos los requisitos de procedencia, de lo contrario la medida cautelar será automáticamente cancelada.
(3) Ob. cit., p. 82.
SOLUCIONES LABORALES Nº 58 / Octubre 2012
Por otro lado, tan igual que en los procesos civiles, las medidas cautelares
en los procesos laborales se tramitan
en cuaderno separado del principal.
El juez laboral no podrá otorgar una
medida cautelar de oficio; siempre
tendrá que haber sido solicitada previamente por la parte que pretende
beneficiarse con ella (por lo general,
el trabajador).
Puede solicitarse una o más medidas
cautelares dentro de un mismo proceso, correspondiendo al juez decidir sobre la procedencia de cada una
de ellas.
Las medidas cautelares se dictan sin
conocimiento de la contraparte, con
la finalidad de garantizar su ejecución. La parte afectada con la medida toma conocimiento de ella cuando
esta es ejecutada, en cuyo caso recién
podrá apersonarse al proceso cautelar y, de estimarlo conveniente, interponer el recurso que la ley le autoriza, apelando el auto que concede la
medida cautelar para que sea revisado por la instancia superior.
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