Trastornos del habla y de la escritura

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• Introducción.
1.− Trastornos del habla y de la escritura.
1.1. La dislexia:
. Concepto de dislexia.
. ¿Cómo se origina el trastorno?
. Tipos de dislexia.
. Origen de la dislexia.
.El trastorno desde el punto de vista pedagógico.
. Síntomas concretos.
. Características del trastorno en las diferentes edades.
. Características de la personalidad.
. Manifestaciones disléxicos frecuentes.
. Diagnóstico.
. ¿Cómo detectar una posible dislexia en el aula?
. Recuperación− Tratamiento.
. Ejemplos de dislexia
1.2. Disgrafía:
. Introducción.
. Definición.
. ¿Qué se necesita para una caligrafía correcta?
. Etiología.
. Diagnóstico de la disgrafía.
. Sintomatología esencial.
. Sintomatología asociada.
. Factores predisponentes.
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. Tipos y niveles.
. Características diferenciales.
. Ejemplo de disgrafía.
1.3. Disartrias:
. Concepto
. Etiología.
. Semiología general de las disartrias.
. Diagnóstico.
. Tratamientos de las disartrias en general.
1.4. Disfemia:
. Definición.
. Etiología.
. Sintomatología.
. Clasificación.
. Tratamiento.
1.5. Dislalia:
. Definición.
. Clasificación.
. Síntomas.
. Pronóstico.
. Tratamiento.
. Efectos psicológicos de las dislalias.
1.6. Disglosia:
. Introducción.
. Clasificación.
Bibliografía.
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Los trastornos del habla de naturaleza motriz, secundarios a lesiones nerviosas, hacen referencia, como es
lógico, a la expresión acústica de la misma. Para que las secuencias del habla se realicen correctamente es
preciso la acción coordinada de todo conjunto de estructuras que gobiernen la respiración, la fonación y la
articulación.
Las dificultades para poder leer producen complicaciones en el aprendizaje escolar e inciden en el diagnostico
de los niños con problemas de adaptación. El niño que no puede leer o lee con dificultad fracasa en la mayoría
de las materias, no puede desenvolverse normalmente en un medio que le exige leer señalizaciones,
advertencias avisos, instrucciones, noticias cartas y se ve impedido de desarrollarse plenamente desde un
punto de vista intelectual, social y emocional.
En tiempos pasados, al deficiente lector se le consideraba, generalmente, retardado mental o flojo, y se le
obligaba a repetir cursos o a abandonar el colegio. Comúnmente, ello se confundía con la incapacidad o
dificultad para aprender, sin embargo, en la actualidad existe una notoria preocupación por diferenciar la
naturaleza del problema y precisar el diagnostico y los procedimientos correctivos.
La lectura no constituye una destreza aislada, si no que pertenece a un proceso lingüístico complejo. El
desarrollo del lenguaje tiene etapas interdependientes y jerarquizadas dentro de las cuales la lectura y la
escritura marcarían los estadios superiores. El niño comienza adquiriendo estímulos auditivos, visuales,
táctiles olfatorios y gustativos, los cuales una vez asociados, llegan a ser significativos. Con ello forma un
lenguaje interno. Al mismo tiempo, el niño escucha símbolos auditivos que representan sucesos de su
ambiente, los cuales progresivamente llegan a ser significativos para él, así desarrolla un lenguaje receptivo.
Posteriormente, después de un periodo de asimilación y gracias a la imitación, el niño utiliza símbolos
verbales que comprende y entra al período del lenguaje expresivo. Normalmente, a la edad de seis años y
medio cuando ingresan al colegio, aprende a leer por súper imposición de símbolos verbales, visuales a su
lenguaje auditivo.
La palabra impresa representa símbolos auditivos, los cuales, a su vez, representa experiencias. Más tarde, el
niño es capaz de expresarse mediante la escritura de símbolos gráficos. Así las etapas secuénciales del
funcionamiento verbal serían:
1.− Adquisición de significado.
2.− Comprensión de la palabra hablada.
3.− Expresión de la palabra hablada.
4.− Comprensión de la palabra impresa (lectura) y
5.− Expresión de la palabra impresa (escritura).
Con lo expuesto queremos enfatizar que aprender a leer es una parte del desarrollo total del lenguaje. Del
mismo modo, las dificultades de la lectura no pueden considerarse en forma aislada, sino formando parte de
una deficiencia en la estructura y/o organización del lenguaje en general.
1.− Trastorno del habla y de la escritura:
1.1. La dislexia:
. Concepto de dislexia:
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Etimológicamente la palabra dislexia quiere decir dificultades de lenguaje. En la acepción actual se refiere a
problemas de lectura,trastornos en la adquisición de la lectura.
Una primera definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para aprender a leer que
presentan niños cuyo coeficiente intelectual es normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos
que puedan explicar las dichas dificultades, es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es
independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional. Por tanto, ¿qué es la dislexia? La dificultad
para interpretar o generar el lenguaje, especialmente el lenguaje escrito. Una buena definición del trastorno es
la que da Thomson es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de
cualquier causa intelectual, cultural y emocional. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el
ámbito de la lectura, escritura y el deletreo, están por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y
de edad cronológica. Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas
asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la modalidad escrita, el paso de la codificación
visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción del orden y la secuenciación.
La asociación británica para la dislexia define: Una persona disléxico es alguien con una incapacidad
lingüística, y que se caracteriza por una incongruencia entre su potencial mental y su nivel educativo.
El término dislexia, según su etimología, significa cualquier trastorno en la adquisición en la lectura. Sin
embargo, la mayoría de los autores en los últimos años, lo emplean para designar un síndrome determinado,
que se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de
orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc. , lo cual se hace patente tanto en la lectura
como en la escritura.
Autores como Stockert, utilizan el término legastenia para referirse a la dislexia, sin embargo, el concepto de
dislexia es más preciso, pues legastenia significa más bien una lentitud en la lectura más que un trastorno en
su aprendizaje. A sí mismo, conviene diferenciar el concepto de dislexia con el de alexia, que es una
incapacidad total para la lectura y no una dificultad más o menos acentuada para su aprendizaje.
. ¿Cómo se origina el trastorno?
Las personas expresamos nuestro pensamiento primariamente a través del lenguaje. Este es un conjunto de
símbolos que necesitan ser descifrados. Inicialmente es la madre quien asume la tarea de intérprete para el
lenguaje hablado y por eso se dice lengua materna a la que primero se aprende. Posteriormente aprendemos a
decodificar el lenguaje escrito y aquí la labor de interpretación, corresponde a la escuela.
El lenguaje es el reflejo de los conceptos y sus relaciones que tenemos en nuestro pensamiento. Ambos
elementos son fruto de un proceso de abstracción que extrae intencionalmente lo esencial frente a lo
occidental y da sentido unificado a la diversidad de los conocimientos. En otras palabras, la abstracción
transforma la información percibida en un pensamiento ordenado que es la base del lenguaje.
Los disléxicos normalmente generan un pensamiento ordenado a partir del lenguaje hablado, pero tiene
dificultades para hacerlo con el lenguaje escrito. La raíz del problema está en su modo imaginativo de afrontar
inconscientemente la mayor parte de las situaciones de su vida y también el aprendizaje de la escritura. Esto
produce una reacción peculiar, que denominamos desorientación y que va en contra del propio aprendizaje. La
desorientación está asociada a una sintomatología muy variada, por eso la dislexia es el trastorno de las mil
caras. Sin embargo, ninguna parece ser resultado de un daño cerebral o neuronal, ni causada por una
malformación en el cerebro, oído interno u ojos, pero todas originan multitud de sufrimientos, especialmente
en la etapa de aprendizaje, en que el dominio del lenguaje escrito es absolutamente necesario
Puesto que hoy el sistema de aprendizaje está basado principalmente en el lenguaje escrito, esto les crea
problemas en distinto grado. Si debido a ellos no queda gravemente alterada la personalidad, una vez superada
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la etapa de aprendizaje su modo de ser imaginativo les ayuda a salir adelante en la vida y suele presentar un
balance positivo en el conjunto de su existencia.
. Tipos de dislexia:
Respecto a los trastornos disléxicos, debemos diferenciar aquellos que se dan unidos a un déficit mental, de
los que se presentan en niños con niveles intelectuales normales o superiores. En el primer caso, se trata de
una dislexia madurativa, en la cual se unen las alteraciones específicas con un retraso en la maduración
psíquica del niño. En el segundo caso, nos encontramos ante una dislexia evolutiva en la cual, una vez
superadas las dificultades específicas, el niño puede evolucionar positivamente en su integración escolar. De
aquí se desprende que, tanto el tratamiento como el pronóstico de recuperación, sean diferentes según el tipo
de dislexia que se presente.
Una vez establecidas estas diferenciaciones, queremos precisar que cuando hablamos de dislexia y del niño
disléxico en general nos referimos a la dislexia evolutiva, ya que consideramos que en el caso de la dislexia de
maduración el niño se ve más condicionado por su deficiencia mental que por sus alteraciones perceptivas.
Al margen de lo que acabamos de decir, existen dos matices distintos de la dislexia:
• Dislexia con alteraciones fundamentalmente viso−espaciales y motrices, cuyas características serían:
escritura en espejo, confusiones e inversiones al escribir, torpeza motriz, disgrafías.
• Dislexia con alteraciones fundamentalmente verbales y de ritmo, que se caracterizaría por trastornos
del lenguaje: dislalias, inversiones, pobreza de expresión, poca fluidez verbal, comprensión baja de
las reglas sintácticas, dificultad para redactar y para relatar oralmente.
. Origen de la dislexia
Hasta el momento es difícil encontrar una causa univoca que se pueda aplicar como regla general a todos los
casos. Las distintas investigaciones relacionadas con la dislexia ponen de manifiesto a diversidad de los
fenómenos que se asocian a ella. En realidad, no se ha podido todavía determinar i se trata verdaderamente de
causas o de alteraciones concomitantes, que serían síntomas del síndrome de la dislexia, y dependientes de
una causa común más general.
Cuando se hace un diagnóstico de dislexia hay que descartar que su origen se deba a otros problemas como
por ejemplo:
• Defectos de visión y defectos de la audición.
• Un C.I. por debajo de lo normal.
• La existencia de una perturbación emocional primaria.
• Que el problema sea debido a mera falta de instrucción
• Que haya problemas de salud graves que mediaticen el aprendizaje.
• Que pueda darse el diagnóstico de algún retraso grave del desarrollo.
• Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables y que puedan afectar al área del lenguaje.
Las hipótesis se agrupan principalmente en dos grandes áreas o tipos de problemas: de tipo neurológico y de
tipo cognitivo.
• El nivel neurológico se refiere a la manera en que el cerebro procesa la información y cómo se diferencian
los disléxicos en este campo, el hemisferio izquierdo está especializado en el procesamiento lingüístico, así
como ene le procesamiento analítico, lógico y secuencial o serial de la información. El hemisferio derecho
está más relacionado con actividades de tipo espacial, como la percepción de la profundidad y de la forma.
Siguiendo a Ajuriaguerra, como autor clásico, las lesiones derechas se relacionarían con trastornos
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gnoso−práxicos, viso−espaciales, apraxias constructivas, perturbaciones somatognósicas, que se
corresponderían con lo observado en el primer tipo de dislexia, mientras que las lesiones izquierdas están
más relacionadas con los trastornos de las funciones simbólicas (trastornos del lenguaje, alexia, agnosia
para los colores)
• Las hipótesis de tipo cognitivo se ocupan de procesos que implican representaciones internas a nivel de
pensamiento, la memoria, la percepción y el lenguaje y cada uno de sus subcomponentes. La psicología
cognitiva se basa básicamente en el enfoque del procesamiento d la información: se percibe estimulación
del medio, se codifica de diversas maneras usando sistemas cognitivos como la memoria, análisis de rasgos,
recuperación, extracción de la información léxica
. El Trastorno desde el punto de vista pedagógico.
Si entendemos el trastorno como la manifestación de una serie de irregularidades en el campo pedagógico, se
observa que en ocasiones pueden presentarse todos de un modo global, aunque es más frecuente que
aparezcan solo algunos de ellos. Estos trastornos son:
1.− Mala lateralización. El trastorno de lateralidad suelen llevar asociados trastornos perceptivos, viso
espaciales y del lenguaje que vienen a constituir el eje de la problemática del disléxico. La lateralidad en sí
influye en la motricidad, de tal modo que un niño con una lateralidad mal definida suele ser torpe a la hora de
realizar trabajos manuales y sus trazos gráficos suelen ser incoordinados y en espejo.
2.− Alteraciones de la psicomotricidad. Es muy frecuente que los niños disléxicos −con o sin problemas de
lateralidad− presenten alguna alteración en su psicomotricidad. Se trata de inmadurez psico− motriz, torpeza
general de movimientos, así como poca gracia en su realización, alteraciones en el tono muscular Dentro de
este campo, el niño disléxico, con cierta frecuencia presenta también:
3.− Falta de ritmo; que se pone de manifiesto tanto en la realización de movimientos, como en el lenguaje
con pausas mal colocadas y respiración sincrónica, que se harán patentes después en la lectura y en la
escritura.
4.− Falta de equilibrio: Suelen presentar dificultades para mantener el equilibrio estático y dinámico. Les
cuesta mantenerse sobre un pie, saltar, montar en bicicleta, marchar sobre una línea
5.− Deficiente conocimiento del esquema corporal muy unido a la determinación de la lateralidad y a la
psicomotricidad está el conocimiento del esquema corporal y, sobre todo, la distinción de derecha− izquierda
referida al propio cuerpo. Así, el niño diestro tiene su mano derecha y el zurdo su mano izquierda como
puntos de referencia fundamentales sobre los que basar toda la orientación espacial. En cambio, el niño mal
lateralizado, al poseer una imagen corporal deficiente, carece de los puntos de referencia precisos para su
correcta orientación.
6.− Desorientación espacio−temporal. Toda la percepción espacial está cimentada sobre la estructura
fundamental del conocimiento del propio cuerpo. Se sitúan los objetos teniendo en cuenta la posición del
sujeto, de manera que la posición del espacio es relativa. Del mismo modo, en la lectura y en la escritura, el
niño tiene que fundarse en sus coordenadas arriba−abajo, derecha− izquierda, delante−detrás para plasmarlas
en la hoja del papel y en la dirección y forma de cada signo representado.
7.− Trastornos de la percepción. Junto a estos desórdenes de la estructuración espacio−temporal, es
frecuente encontrar otros vinculados a la percepción auditiva y visual. Sin tratarse propiamente de un déficit,
existe a veces una alteración, más bien cualitativa que cuantitativa. El niño que no tiene pérdida auditiva pero
no discrimina los sonidos con la suficiente precisión y confunde unas con otros. Incluso, en ocasiones, la
apariencia de falta de audición es tan manifiesta que se ha hecho aconsejable una audiometría, la cual ha dado
unos resultados normales. El niño, en estas circunstancias, suele confundir preferentemente sonidos e incluso
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palabras fonéticamente parecidas, como por ejemplo, pone telota por pelota. Respecto a la percepción visual,
hay niños que no presentan ningún trastorno ocular apreciable médicamente y que, sin embargo, tienen una
dificultad de percepción visual, que se manifiesta en la confusión de formas, colores y tamaños.
. Síntomas concretos:
Lectura
• Confunde letras, cambia sílabas, y sustituye unas palabras con otras.
• Lee sin comprender.
• Al leer presenta repeticiones, omisiones/adiciones de letras o palabras.
• Al realizar actividades se lectroescritura se queja de sentir o percibir movimientos que en realidad no
existen.
Visión
• Parece que tiene problemas de visión/audición aunque los resultados de los exámenes médicos no lo
confirman.
• Sorprende por su agudeza visual y por su capacidad de observación, o por el contrario, carece de la
percepción profunda y de la visión periférica.
Escritura y ortografía
• Tiene problemas en la escritura y en el copiado: hace inversiones, omisiones, adiciones y/o
sustituciones de letras y palabras.
• A menudo la escritura varía pudiendo ser ilegible en algunos momentos.
• Su ortografía es fonética e inconstante; cometiendo a menudo errores ortográficos.
• La manera de tomar el lápiz es diferente, haciendo demasiada presión sobre el papel.
Coordinación psicomotriz
• Las etapas del desarrollo como gatera y caminar se lograran antes o más tarde de los habitual.
• A menudo presenta dificultades en las habilidades motoras finas/gruesas (atarse los cordones, patinar,
montar en bicicleta) Mantiene mal el equilibrio.
• Dificultades de coordinación, es tosco en los juegos de pelota, juegos en equipo
• Se marea fácilmente con algunos movimientos.
• Puede ser ambidiestro y con frecuencia confunde izquierda/derecha y arriba/abajo.
Matemáticas y comprensión del tiempo
• Puede contar haciendo uso de los dedos u otros trucos para trabajar las matemáticas.
• Se defiende de con la mecánica de las operaciones aritméticas pero no comprende los problemas.
• Les cuesta manejarse con el dinero.
• Tiene dificultades para aprender a manejar el reloj, controlar su tiempo, y entender las tareas
secuenciales.
Cognición memoria y lenguaje
• Para comprender usa principalmente imágenes, iconos y sentimientos, mas que sonidos y palabras.
Tiene poco diálogo interno.
• Excelente memoria a largo plazo para experiencias, lugares y caras.
• Mala memoria para lo aprendido el día anterior, al igual que para secuencias, hechos e información
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que no ha experimentado. Tiene un oído muy fino. Escucha cosas que a menudo a los demás pasarían
desapercibidas. Se distrae fácilmente con los sonidos.
• Habla con frases entre cortadas, dejando oraciones incompletas, no pronuncia bien las palabras largas,
se come artículos y tartamudea cuando está estresado.
Personalidad
• Extremadamente desordenado u ordenado compulsivo.
• Fuerte sentido de la justicia y perfeccionista.
• Emocionalmente sensible.
• Tiene cambios bruscos de humos.
• Mayor capacidad y sensibilidad para percibir el entorno. Capacidad de intuición rápida.
• Gran curiosidad y creatividad.
• En lenguaje médico se llama ceguera congénita de las palabras; los maestros la suelen denominar:
impedimento para leer.
• Desinterés por el estudio.
• Calificaciones escolares bajas.
• Inadaptación personal.
• Desajuste emocional.
• Escasa motivación para aceptar los tratamientos.
. Características del trastorno en las diferentes edades.
Niños de Preescolar (Educación Infantil).
• Retraso en aprender a hablar con claridad.
• Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
• Dislalias.
• Omisiones de fonemas, principalmente en las sílabas compuestas e inversas. Ocurre a veces también
la omisión del último fonema. Así el niño dice bazo por brazo.
• Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo los colores.
• Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
• Alternación de días buenos y malos en el trabajo escolar, sin razón aparente.
• Aptitud para la construcción y los objetos y juguetes técnicos (mayor habilidad manual que
lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia), juegos de bloques, lego
• Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
• Dificultades con las palabras rimadas
• Dificultades con las secuencias.
Niños hasta 9 años
Este periodo abarca los años iniciales de la enseñanza primaria, aproximadamente hasta 4ª de primaria. Es un
periodo crucial de los niños con este problema. En estos primeros cursos se presta especial atención a la
adquisición de las denominadas técnicas instrumentales (lectura, escritura, cálculo) que deben ser manejadas
con cierto dominio y agilidad al final, como instrumentos de base de futuros aprendizajes. En estos niveles de
edad es cuando con más frecuencia se detecta el problema y se solicita la ayuda del especialista. Siempre que
o bien padres y profesores o alguien del entorno o el psicólogo escolar encauce adecuadamente el problema y
no lo atribuyan a inmadurez, pereza, falta de voluntad, deficiencia mental o cualquier otra atribución
alternativa para explicarel problema.
* En el lenguaje, las dislalias y omisiones del periodo anterior se suelen haber superado o están en fase de
superación, más fácilmente si se han abordado a tiempo y no responden a una dislalia verdadera. Sin embargo
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las inversiones y confusiones de fonemas aumentan. Se observa expresión verbal pobre y dificultad de
aprender palabras nuevas, en especial los polisílabos, las palabras nuevas o las fonéticamente complicadas.
En general el rendimiento en las áreas lingüísticas es bajo. Pese a ello, si se le explican las cosas verbalmente
es más capaza de aprender que si se le exige que adquiera los conocimientos mediante la lectura o la escritura
repetida.
* En la lectura, las confusiones se producen sobre todo en las letras que tienen cierta similitud morfológica o
fonética. Existe también con frecuencia la confusión entre letras que gráficamente se diferencian por su
simetría o pequeños detalles, en especial en letra de imprenta. Así: d/b; p/q; b/g; u/n; g/p; d/p. A esta
confusión la llaman algunos autores, confusión estática. Se producen de otro lado omisiones de letras,
adiciones, principalmente a final de palabras y en silabas compuestas.
* En las sílabas se producen sobre todo inversiones, reiteraciones y omisiones. Las inversiones pueden ser por
cambio de orden de las letras dentro de una sílaba directa, pero es más frecuente la inversión de letras que
forman parte de una sílaba compuesta, trabada o sifón. En otras ocasiones se cambia el orden de las sílabas
dentro de la palabra, en especial cuando son sílabas compuestas. Esto es lo que recibe el nombre de
inversiones dinámicas. Se producen también reiteraciones de sílabas. Otro de los errores frecuentes es la
omisión de sílabas, si bien se produce en menor grado que las omisiones de letras y afecta sobre todo a
palabras largas con sílabas compuestas, que se apocopanpor parte del niño con dificultades de lectura.
* En las palabras se producen: omisiones, reiteraciones y sustituciones de una sílaba por otra que empieza por
la misma sílaba o tiene un sonido parecido. A veces la palabra sólo tiene en común la primera letra. Lo que
ocurre es que el disléxico no tiene la capacidad de prever lo que viene a continuación, capacidad que los
buenos lectores si tienen y que tiene que ver con los movimientos sacádicos de los ojos al leer.
* En aspectos generales dentro de la lectura, además de los problemas concretos citados se observan unas
características bastante típicas que deben guiar enseguida las sospechas hacia una posible dislexia como la
falta de ritmo en la lectura, la lentitud en ocasiones exasperante. Muchas veces, como precaución, leen en voz
baja antes de leer en voz alta para asegurarse la corrección, lo que no suelen conseguir y añade lentitud a la
lectura. Falta de sincronía de la respiración con la lectura, que tiene que ver con que los signos de puntuación
no se usan para las pautas que están previstos, con lo que se amontonan las frases o se cortan sin sentido. Hay
una dificultad en seguir la lectura, que se manifiesta en saltos de línea al acabar cada línea, pérdidas de la
continuidad de la lectura en cuanto levanta la vista del texto. Esto hace que en muchas ocasiones vuelva a
comenzar a leer la misma línea.
* En el lenguaje, las dislalias y omisiones del periodo anterior se suelen haber superado o están en fase de
superación, más fácilmente si se han abordado a tiempo y no responden a una dislalia verdadera, a veces de
más difícil superación inicial o espontánea. Sin embargo las inversiones y confusiones de fonemas aumentan.
− Expresión verbal pobre y dificultad de aprender palabras nuevas, en especial los polisílabos, las palabras
nuevas o las fonéticamente complicadas.
− Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
− Persistente tendencia a escribir os números en espejo o en dirección o orientación inadecuada.
− Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
− Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por
ejemplo los días de la semana.
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− Falta de atención y de concentración.
− Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
* En la escritura. En ocasiones se producen:
− Inversiones de letras en espejo. En algunos casos, se llega a producir una escritura total en espejo.
− La alteración de la dirección de los óvalos tiende a dar una escritura vacilante e irregular, a veces las letras
están hechas de trazos sueltos y en ocasiones, pese a una letra de apariencia correcta se observa lentitud y
algunos fallos debido a la inversión de los giros, que el niño ha sobre compensado con dobles giros, trazados
peculiares.
− Presenta en muchas ocasiones confusiones de letras que se parecen por la grafía o por el sonido.
− Se suelen presentar similares a las que se dan en su lectura, de letras, sílabas o palabras.
− Mezcla de letras mayúsculas con minúsculas.
− Inversiones de letras, sílabas o palabras, pero lo más frecuente son las inversiones en las sílabas compuestas
o inversas.
− Se producen agrupaciones y separaciones incorrectas, partiendo palabras o uniendo varias palabras en una
sola.
− Mala elaboración e las frases y escritura confusa por las alteraciones de tamaño descritas y la unión en
ocasiones de varias de los problemas a los que se han aludido en los párrafos anteriores.
− Torpeza y coordinación manual baja. Postura inadecuada, tanto del niño como de la hoja de papel.
− Tonicidad muscular inadecuada, que puede ser por falta de presión o por exceso de la misma.
− Las alteraciones gráficas afectan también obviamente a los números, sin que se pueda hablar de una
discalculia. Se da también la escritura en espejo de los números aislados, en especial algunos de ellos con más
frecuencia (5, 7,3,).
−Se dan inversiones de cifras en números de dos cifras, 24/42. Con números de tres o más cifras se hace más
frecuente. Encuentran gran dificultad en diferenciar 104 de 140.
− Tienden a confundir números de sonido semejante (60/70), en mayor medida que la población normal.
Niños entre 9 y 12 años
• Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
• Nivel de lectura vacilante−mecánica, con lo que no encuentran gusto alguno en la lectura y no se
motivan en los aprendizajes escolares ni en la lectura como distracción o complemento.
• Se detecta que la lectura silenciosa, para sí, le resulta más eficaz que la lectura en voz alta.
• Permanece la dificultad en las seriaciones.
• Les cuesta aprender la ordenación alfabética de las letras.
• Gran dificultad en le uso del diccionario.
• Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las
mismas.
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• Desorganización en casa y en la escuela.
• Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
• Dificultad para seguir instrucciones orales.
• Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración.
• Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
• Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención, inmadurez.
Niños de 12 años en adelante
• Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensibles.
• Inconsistentes gramaticales y errores ortográficos, a veces permanencia de las omisiones, alteraciones
y adiciones de la etapa anterior.
• Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.
• Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
• Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
• Baja autoestima.
• Dificultad en la percepción del lenguaje, por ejemplo en seguir instrucciones.
• Baja comprensión lectora.
• Aparición de conductas disruptivas o de inhibición progresiva. A veces, depresión.
• Aversión a la lectura y la escritura.
. Características de la personalidad.
Con respecto a su dinámica personal es de destacar que el esfuerzo intelectual que tiene que realizar para
superar sus dificultades perceptivas específicas, suelen presentar:
• Un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce una atención inestable y poco continuada. Por esta
causa, los aprendizajes de lectura y escritura les resultan áridos, sin interés, no encontrando en ellos
ninguna motivación que atraiga su atención.
• Desinterés por el estudio, en especial cuando se da un medio familiar y/o escolar poco estimulantes
por la falta de atención. Debido al esfuerzo intelectual que tiene que realizar para superar sus
dificultades perceptivas específicas, suelen presentar un alto grado de fatigabilidad, lo cual produce
una atención inestable y poco continuada. Este problema se agudiza con el tiempo si el aprendizaje de
la lecto−escritura se retrasa, pues el trabajo escolar exige cada vez más de estas habilidades y el niño
se distancia cada vez más de lo que ocurre en el aula. En ocasiones compensa un tanto su dificultad, si
se le consigue motivar, mediante la atención auditiva a lo que se dice en el aula, en niños con alta
capacidad intelectual, para que aprenda por esta vía. Sus calificaciones escolares son bajas y con
frecuencia son marginados del grupo y llegan a ser considerado (y a considerarse a sí mismo) como
niños con retraso intelectual.
• Inadaptación personal. Es frecuente encontrar en los niños una serie de rasgos que denoten cierto
desajuste emocional, que en estudios realizados y en mi práctica aparecen tres rasgos característicos:
sentimiento de inseguridad compensado por una cierta vanidad y falsa seguridad en sí mismos y en
ocasiones terquedad para entrara en el trabajo y la motivación que requieren los tratamientos. En
general la franqueza, la explicación de su problema, la incidencia en que su capacidad intelectual es
normal o superior, ayudan a crear un clima que favorece la intervención del terapeuta. La dificultad
estriba en generalizar esa actitud positiva al resto del entorno de los niños: familia y escuela.
• Desajuste emocional, con rasgos característicos de sentimientos de inseguridad, compensados por una
cierta vanidad y en ocasiones terquedad para aceptar el trabajo.
• Escasa motivación para aceptar los tratamientos.
. Manifestaciones disléxicos frecuentes:
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• Omisión de fonemas/letras. Los fonemas que se suelen omitir con mayor frecuencia son: l, n, r, s,
cuando están situados antes de una consonante.
• Inversión de sílabas. Posiblemente este tipo de error, sea el error de la lectoescritura que clásicamente
llame más la atención La inversión de sílabas puede alterar el significado de una palabra; y en otra la
palabra llega a perder completamente su significado.
• Inversión de letras por formas semejantes. Confunden la b por la d y la p por la q y la m por la n.
• Separación de palabras y añadidos.
• Disortografías. Los errores de ortografía más frecuentes son las sustituciones de la ll por la y,
confusiones entre la b y la v, omisiones de la h, confusiones de sonido.
• Sustitución de fonemas y letras. La confusión de fonemas consonánticos: l, n, r, s, es muy frecuente
en el ámbito de la lecto−escritura, produciéndose errores de sustitución.
• Cuando se consigue la lectura correcta es mecánica, no se produce apenas comprensión de lo leído.
. Diagnóstico
En el diagnóstico fundamentalmente se tratará se establecer, además del historial personal, médico y
pedagógico del alumno, su C.I, las características de su perfil.
Entre los test que se deben aplicar destacamos los siguientes:
• El WISC (Escuela de inteligencia de Wechsler para niños) es el test de inteligencia más utilizado, por
la amplia información que proporcionan sus subtest y la posibilidad de establecer un perfil, que si
bien se discute su utilidad, al menos permite conocer detalles del funcionamiento y las posibles
lagunas de dicho funcionamiento cognitivo, en el WISC los niños disléxicos puntúan más alto en la
escala manipulativa que en la verbal. Las pruebas de dígitos, información, aritmética y la de claves
están asociadas a los problemas de dislexia, los niños con este problema puntúan bajo en ellas.
• El test de T.A.L.E. (test de análisis de lectura y escritura), permite un análisis detallado por niveles de
edad y escolarización de los problemas que aparecen en todas las áreas y modos de la lecto−escritura:
letras, sílabas, lecturas, comprensión.
• Si se considera necesario por la mayor incidencia de problemas de lenguaje, se puede utilizar el ITPA
(el test Illinois de aptitudes psicolingüísticas)
• El aspecto psicomotriz se puede ver mediante las pruebas de Mira− Stambak.
• El área de integración mediante el test gestálico−visomotor de Lauretta Bender.
. ¿Cómo detectar una posible dislexia en el aula?
En un aula se puede detectar una dislexia:
1.− Haciendo leer a un niño en voz alta y pidiéndole que nos cuente lo que ha leído. En la lectura se pueden
encontrar errores desde el desconocimiento de más o menos letras, hasta las adiciones, omisiones,
repeticiones, inversiones, cambios de línea, lectura con falta de ritmo, ausencia de puntuación, acentuación y
entonación, dificultades en sílabas compuestas, inversas, palabras largas o nuevas, o con acumulación de
dificultades de pronunciación, confusiones en letras asimétricas.
2.− En la escritura, cuando se le pide que escriba de una manera espontánea, generalmente se producen estos
fenómenos:
− Dificultad inicial para imaginar la historia o si la ha imaginado adecuadamente, se siente incapaz de
expresarla por escrito o reacio a hacerlo. Consume mucho en tiempo antes de iniciar el trabajo. A veces es
preciso sugerirle los temas y el cómo expresarlos.
− El niño necesita un tiempo excesivo para escribir su relato. Puede tardar 15 o 20 minutos para escribir dos
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líneas, aunque esto es un escaso extremo.
− La escritura en sí puede ser indicativa, por el tipo de letra, la mayor o menor disgrafía, la forma a veces
incorrecta de coger el lápiz, la forma de realizar los óvalos, la forma a veces incorrecta de coger el lápiz. Se
puede observar agarrotamiento a la hora de escribir. El niño puede manifestar cansancio.
− Discrepancia entre lo escrito y el lenguaje oral del niño (por eso a veces convendría evaluar a los niños
disléxicos oralmente y no por escrito). A veces utilizan una sintaxis extraña, omite palabras, en especial los
nexos; dándose en ocasiones cuenta a la hora de leer. Igualmente pasa con los signos de puntuación.
. Recuperación−tratamiento.
Una vez hecho el diagnóstico conviene analizar las posibilidades y capacidades para superar el trastorno. Lo
ideal es empezar hacia los 4 ó 5 años, antes del inicio de la lecto−escritura para evitar la aparición de
problemas secundarios y de personalidad como la inadaptación escolar. Se deben realizar aquellos ejercicios y
actividades que ayuden a la maduración de las áreas implicadas. De forma resumida, para una recuperación
positiva del niño disléxico se necesitan realizar:
• Un diagnóstico precoz.
• Una corrección temprana y pedagogía de mantenimiento. Respecto a la corrección temprana, esta se
puede llevar a cabo en tres niveles adaptados a las características evolutivas de cada momento, estos
niveles no son por tanto por edades cronológicas ya que dependen de las características del sujeto en
el momento de empezar la corrección:
Ejercicios del nivel de iniciación: Estarán encuadrados principalmente en las áreas perceptivo− motriz y de
lenguaje:
• Ejercicios de actividad mental:
1.− Continuar seriaciones.
2.− Ejercicios de atención.
3.− Analogías y diferencias.
4.− Nombrar objetos, definir y recordar.
5.− Formar frases sencillas.
• Ejercicios de grafías y manualidades:
1.− Picar, recortar y moldear; dibujar con los dedos y modelar con plastilina.
• Ejercicios perceptivo− motrices:
1.− Reconocer, identificar, discriminar y asociar colores, formas y tamaños.
• Esquema corporal: En este primer nivel se trabajarán tres cosas:
1.− Conocimiento del propio cuerpo (nombrar, señalar y tocar las diferentes partes del cuerpo).
2.− Nociones espaciales respecto al propio cuerpo (arriba, en medio, adelante, detrás de mi cuerpo).
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3.− Localizar objetos respecto al propio cuerpo (a mi derecha, a mi izquierda, sobre mí, con los ojos cerrados
ir hacia).
• Ejercicios de movimiento y ritmo :
1.− Trabajar diferentes marchas, cambios de ritmo y de dirección. Caminando sobre líneas pintadas en el
suelo.
• Ejercicios de relajación ludoterapia (para aliviar la hipertonicidad del niño).
. Ejemplos de dislexia:
El perro ladra
La ardilla trepa
El carro es grande
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
El trigo
Los libros
1.2. Disgrafía
. Introducción
Inicialmente, se puede decir que la escritura es la transformación del lenguaje en gestos motores. Los gestos a
utilizar para esta transformación debe ser previamente admitidos como tales ya que solo así los signos tienen
14
un valor de comunicación interpersonal. El ser humano, el niño siente desde pequeño la necesidad de la
escritura como medio de expresión y como destreza motórica que se desarrolla, según va avanzando la
escolaridad. La escritura es un medio de expresión creativo que necesita un nivel psicomotor y mental no
accesible antes de los cuatro años. Los signos gráficos anteriores, si las hay, se consideran solo grafismos,
pero no escritura comprensiva.
. Definición
Trastorno funcional que afecta a la calidad de la escritura del sujeto en lo que se refiere al trazado, o a la
escritura. El trastorno consiste en una dificultad para la escritura que es irregular, lenta y torpe. Los problemas
más frecuentes que se suelen observar son: inversión de sílabas, omisión de letras, escribir letras en espejo y
escritura continuada o con separaciones incorrectas.
Para que un niño pueda escribir, tiene que ser capaz de apreciar y de reproducir los tamaños, las formas y las
direcciones; una adecuada coordinación psicomotora es esencial para la automatización de la ejecución de la
escritura. Es un trastorno específico de la escritura: el niño presenta un nivel de escritura significativamente
inferior al esperado por su edad y curso escolar, y ello influye negativamente en sus aprendizajes escolares.
El concepto de disgrafía se mueve en dos contextos:
• Nivel neurológico: aquí se incluirían las agrafias. Incapacidad para escribir y que tienen su
equivalente o correspondencia con afasias verbales.
• Nivel funcional: son trastornos de escritura que surgen en algunos niños y que no responden a
lesiones cerebrales sino a trastornos funcionales.
Dado el carácter funcional, para poder hacer un diagnóstico, hay que tener en cuenta:
• Que la capacidad intelectual del sujeto, sea igual o superior a la media.
• Que no existan daños sensoriales graves que condicionen la calidad de la escritura.
• Que haya existido una adecuada estimulación cultural y pedagógica.
• Ausencia de tratornos neurológicos graves que impidan una normal ejecución de la escritura.
. ¿Qué se necesita para una caligrafía correcta?
La edad para un diagnóstico de disgrafías es después de concluir el periodo de aprendizaje, aproximadamente
alrededor de los 7 años.
Teniendo en cuanta que la escritura es un acto: neuro−perceptivo−motor, para escribir correctamente se deben
poseer destrezas básicas como:
Capacidad psicomotora Coordinación funcional Hábitos neuromotrices
General de la mano correctos
Capacidad inhibición Independencia mano−brazo Rotaciones (bucles)
Control neuromuscular Independencia manos−dedos Transcripciones de
Independencia segmentaria Coordinación prensión (coger) izq. a drch.
Coordinación oculo−manual Coordinación presión (fuerza) Mantenimiento
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Organización espacio correcto del
/temporal lápiz.
. Etiología
Son muchos los factores que pueden incidir en una mala escritura, pero lo que más habitualmente suelen
presentarse son:
• Causas de origen motriz
• Trastornos de lateralización, ambidiestro, zurdos contrariados
• Trastornos de eficiencia psicomotriz; débil motricidad; alteraciones del equilibrio; niños hiperactivos.
• Trastornos del esquema corporal; organización perceptiva; deficiente interiorización del esquema
corporal, que genera alteraciones al ser el grafismo lento y cansado.
• Trastorno orientativo−espacial (desórdenes topológicos, cambios de dirección, posiciones erróneas).
• Causas de origen caracterial.
• Factores de personalidad. La escritura se considera un hecho más de la conducta e influyen factores
como: estabilidad− inestabilidad, lentitud− rapidez y ansiedad− apatía.
• Factores psicoafectivos. En la escritura se reflejan el propio estado del ánimo y las tensiones
emocionales.
• Causas de origen pedagógico.
• Mal desarrollo del proceso de destrezas motoras.
• Enseñanzas rígidas e inflexibles, con poca atención a las características del alumno individual.
• Excesivo marcaje de la rapidez escritora.
• Retraso de la madurez psicomotora. Una coordinación y precisión de los movimientos y de los gestos
retardara con respecto a la edad está en la base de gran número de dificultades de la escritura, no
obstante los test motores aplicados a los disgráficos no siempre son anormales.
• Zurdera. Dificulta la escritura correcta, además, muchos e ellos sufren un retraso de madurez motora y
siempre se añade la inhibición emocional ante la excesiva presión del entrono.
• Factores emocionales, inhibición. Al igual que sucede con el resto de aprendizajes escolares, los
factores emocionales pueden desencadenar y perpetuar una incorrecta ejecución de la escritura.
• Asociación a la dislexia. El retardo de madurez y la zurdera son también factores de dislexia, se
comprende pues, que muchos disléxicos tengan dificultades para escribir.
• Factores psicopedagógicos. Tales como la imposición de un rígido sistema de movimientos y posturas
gráficas que impiden al niño adaptar su escritura naturalmente a los requerimientos de su edad,
madurez y preparación.
. Diagnóstico de la disgrafía
No existen pruebas de evaluación específicas para las disgrafías, ni para la calidad caligráfica, ni para los
contenidos. Hay test de lecto− escritura que contiene subtest, de evaluación del grafismo. No obstante, cuando
se constata una alteración gráfica deben ser valoradas las causas subyacentes que pueden determinar el
problema.
Si como ya hemos comentado los factores relacionados con el fracaso caligráfico son:
• Psicomotores.
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• Perceptivos− motores.
• Personales.
Cada uno debe ser valorado de forma independiente a fin de poder hacer intervenciones realmente efectivas y
estructuradas. Se consideran pruebas adecuadas aunque no sean específicos los test psicológicos de T.A.L.E. y
E.D.A.L.E.
. Sintomatología esencial
Encuadramos en esta categoría a alumnos, mayores de ocho años, que presenten dificultades a la hora de
realizar los trazados gráficos que requiere la escritura, retraso en la escritura (superior a dos años) y errores
frecuentes en la escritura (omisiones, sustituciones, adiciones e inversiones). Concretamente pueden aparecer
algunas de las siguientes manifestaciones:
• Escritura con errores frecuentes del tipo de omisiones, inversiones, sustituciones
• Trastornos en los trazos, direccionalidad de los giros
• Uniones y separaciones indebidas de palabras, sílabas y letras.
• Posición inadecuada para escribir con malos resultados en la efectividad escritora.
• Escritura irreconocible o ilegible o difícilmente legible.
• Trastorno en el tamaño de los grafemas.
Estos alumnos deben estar normalmente escolarizados, sin perturbaciones orgánico− sensoriales que están
implicadas en el proceso escritor y con inteligencia normal, a la hora de aprender a escribir o en el intento de
dominar esta técnica, es decir, que sus dificultades en la escritura no están vinculada a otros trastornos
mayores o de otra índole. Estas dificultades han de ser de carácter duradero en uno o varios aspectos del
proceso escritor.
. Sintomatología asociada
Las dificultades para la adquisición y desarrollo de la escritura interactúan con otras alteraciones asociadas o
vinculadas como las siguientes:
• Retraso escolar fundamentalmente en el área del lenguaje, que puede complicarse con fracaso escolar,
fobia escolar, rechazo a escribir y sentimientos de baja autoestima.
• Ansiedad elevada ante situaciones de escritura, que a su vez pueden aumentar sus dificultades y
errores y en definitiva le llevan al fracaso.
• Pueden asociarse algunos trastornos de conducta.
. Factores predisponentes
Entre los factores etiológicos podemos encontrar, factores de índole psico− ambiental y orgánico. En cuanto al
mantenimiento o mejora de las dificultades inciden sobre todo los factores socio− educativos.
En concreto, algunos de los factores que influyen tanto en el origen de estas dificultades, como en el
mantenimiento o interferencia de una evolución favorable son:
• Problemas de lateralidad y otros trastornos de la eficiencia motora, dominio del esquema corporal, o
trastornos perceptivos y/o visoperceptivomotrices.
• Trastornos madurativos o neuropsicológicos menores.
• Dificultades de concentración o atención.
• Procesos de dispedagogias: aprendizajes precoces y/o forzados de la escritura, problemas de método
y/o motivaciones, situaciones de enseñanza−aprendizaje inadecuados.
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• Escolarización insuficiente, ausencias escolares, repetidos cambios de colegio.
• Ambientes socioculturales desfavorables (bajos), e incluso se ha hablado de predisposición
hereditaria.
. Tipos y niveles.
Nos encontramos dos tipos, dependiendo de los factores que expliquen o estén implicados en la etiología de
estos trastornos:
−Disgrafía: Alteración del lenguaje escrito como consecuencia de las dificultades disléxicos. Dificultad en
aprender a escribir a pesar de contar con una instrucción convencional, una inteligencia adecuada,
oportunidades socio− culturales y ausencia de alteraciones orgánica− sensoriales. El retraso suele ser
específico para la escritura o en todo caso para el área de la lectoescritura.
− Retraso en la escritura: Retraso de la escritura consecuencia de factores de índole psicológico o ambientales
que lo explican: bajo C.I, carencia de oportunidades educativas, altercación orgánico− sensorial implicada en
el proceso lectoescritor, desventaja socio− cultural Disgrafía motriz o caligráfica, afecta a la calidad de la
escritura en sus aspectos perceptivo−motrices.
. Características diferenciales
Para encuadrar a un alumno en esta categoría nosotros vamos a comprobar la ausencia de los siguientes
factores, cuya presencia nos llevaría a categorizar estas dificultades vinculadas a otros trastornos mayores o de
otra índole:
• Ausencia de problemas sensoriales y motóricas: auditivos, problemas de visión o déficit en la
coordinación motora graves (considerados en otras categorías mayores).
• Ausencia de trastornos emocionales severos: desórdenes intensos de personalidad, psicosis o cuadros
autistas.
• Ausencia de trastornos neurológicos.
• Una puntuación de C.I. verbal o manipulativo superior a 70.
• Dos años de retraso escritor si el sujeto tiene más de ocho años.
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1.3. Disartrias
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.Concepto
Llamamos disartrias a las dificultades de la expresión del lenguaje debido a trastornos del tono y del
movimiento de los músculos fonatorios, secundarios a lesiones del sistema nervioso. Etimológicamente
disartria significa dificultad o trastorno de la articulación de la palabra, el término se emplea para designar los
trastornos de la articulación de los fonemas, que son consecuencia de lesiones de las zonas del sistema
nervioso que gobiernan los músculos de los órganos fonatorios.
Los músculos fonatorios pueden presentar los mismos tipos de trastornos de la matricida que los músculos
esqueléticos. Las lesiones de los nervios craneales o de sus núcleos dan lugar a parálisis periféricas; las
lesiones cerebrales producen cuadros motrices que trascienden al hecho de la parálisis. El tono muscular
puede estar alterado presentando una hipotonía o una hipertonía espástica, rígida o distónica. La existencia,
muchas veces combinada a estas anomalías tónicas, de movimientos involuntarios y anormales de la lengua y
labios, la presencia de espasmos de glotis, añaden nuevos elementos que alteran y dificultan la articulación. El
trastorno motriz que provoca una disartria puede ser bastante complejo.
Clínicamente las disartrias de origen cerebral nunca se encuentran cómo única manifestación en la esfera del
lenguaje. En la disartria, la dificultad articulatoria (incluso la central, por compleja que parezca) está en un
nivel más circunscrito del movimiento.
Se llama anartria a los casos extremos de disartria en los cuales el paciente no puede articular correctamente
ningún fonema.
El sujeto afecto de disartria, además de la dificultad o imposibilidad de articular algún fonema, tiene la misma
dificultad para mover sus órganos bucales para ejecutar otra actividad, como masticar, degluir, soplar cosa que
no sucede en la dislalia o puede no suceder en la apraxia. El disártrico siempre tiene la dificultad para
movilizar sus órganos bucales, sea cual sea la finalidad para la cual desea servirse de ellos.
. Etiología
Las dificultades en la elocución del lenguaje por trastornos neurológicos pueden ser originadas por todas las
causas capaces de enfermar el sistema nervioso. Así, pues, una disartria puede ser secundaria a un proceso
traumático craneocervical, a una tumoración benigna o maligna del cerebro, cerebelo o tronco encefálico, a
una lesión vascular encefálica, a enfermedades infecciosas, metabólicas, tóxicas o degenerativas del sistema
nervioso o del músculo, e incluso formar parte de los complejos síntomas ocasionados por una anomalía
nerviosa congénita.
Desde el punto de vista foniátrico, el diagnóstico etiológico carece de interés. Nuestra profundización en la
semiología del enfermo debe llevarnos hacia una comprensión fisiopatológica del proceso disártrico, que nos
permitirá poder valorar la magnitud del trastorno, elaborar un pronóstico y adoptar una terapéutica adecuada.
. Semiología general de las disartrias
Tenemos que distinguir dos grupos de síntomas: unos que pertenecen a la esfera del habla, y otros, el resto de
síntomas neurológicos secundarios también a la lesión del sistema nervioso. Unos y otros constituyen el
cuadro clínico del enfermo. A pesar de que algunas veces, pocas, las alteraciones del lenguaje no guardan
relación con el resto de las alteraciones neurológicas, en general existe una correlación evidente, por lo que la
profundización en el conocimiento de toda la semiología del enfermo nos permite alcanzar una comprensión
mayor de su problema foniátrico.
La exploración debe realizarse de forma sistemática. El interrogatorio del enfermo o de sus familiares nos
permite muchas veces presuponer el tipo de trastorno que aqueja al enfermo. No obstante, en el disartrico,
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como en el resto de los trastornos del lenguaje, debemos rehuir de la exploración dirigida, que nos haga
excluir la exploración global. Realizada la exploración neurológica del enfermo, debemos proceder a la
exploración propiamente foniátrica. Esta exploración debe abarcar:
1º. Facies. Observación de la mímica facial. Exploración de la motricidad de los músculos faciales.
2º. Inspección de la cavidad bucal, faringe y laringe.
3º. Exploración de la motricidad de la lengua, velo del paladar, faringe y laringe.
4º. Exploración de la sensibilidad de estas estructuras.
5º. Respiración.
6º. Exploración de las praxias bucolinguofaciales.
7º. Auscultación de la voz. Estudio articulatorio.
Los tipos más ligeros de disartrias se limitan tan solo a afectar las palabras fluyentes. La articulación de todos
los fonemas en pronunciación aislada puede ser normal. La lectura acostumbrada a permanecer menos
afectada que la palabra espontánea.
En las parálisis des labios, lengua, velo del paladar, faringe o laringe, por lesiones periféricas, las disartrias
que se producen son parecidas a las que se observan en las dislalias mecánicas o disglosias. La debilidad del
paladar se manifiesta por una rinolalia abierta. En los espasmos del velo, por el contrario, se aprecia una
rinolalia cerrada. En la laringe se produce una voz débil, temblorosa y sin modulación. En las paresias, la
palabra suena borrosa y desigual, por falta de coordinación que impide una articulación correcta y precisa.
Los trastornos de la coordinación en la ejecución de los patrones motrices fonéticos, por lesiones encefálicas,
provocan: palabras borrosas, equivocación de sílabas, farfulleos, sonidos inexactos, fallos en la dicción de las
palabras, pérdida de la entonación y afinación inexacta. El acento de la palabra suena débil o desfigurado. El
ritmo de la palabra puede ser demasiado rápido o demasiado lento. En el primer caso recibe el nombre de
taquilalia y en el segundo de bradilalia. Estos trastornos del ritmo, rapidez y el acento, pueden englobarse
dentro del término de disprosodia.
Junto con los trastornos de la articulación se pueden observar alteraciones en la emisión de voz, por ejemplo,
la megafonía, la cual es la tendencia a emitir voz fuerte o gritada, mientras que en la microfonía es la emisión
de la voz débil, como susurrada.
.Diagnóstico
Un diagnóstico que se limitara a ser una descripción de l trastorno fonético, carecería de validez clínica y no
suministraría suficientes datos para poder elaborar una terapia adecuada. Por esto, el diagnóstico debe abarcar
el conocimiento del trastorno fisiopatológico responsable del defecto fonatorio. Así, pues, una mayor
comprensión de la fisiopatología del sistema nervioso nos permitirá valorar la magnitud del cuadro logopático
y programar una acción terapéutica recuperadora, es decir, intentando modificar la fisiología alterada.
Tipos de
disartria
Fláccida
Espástica
Dirección de los
movimientos
voluntarios
Normal
Normal
Velocidad del
movimiento
voluntario
Normal
Lenta
Fuerza del
movimiento
individual
Muy débil
Débil
Tono muscular
Reducida
Excesivo
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Mixta fláccido−
espástica
Ataxia
Hipocinesia
Hipercinesia
Hipercinesia
Rápida
Normal
Lenta
Muy débil
Excesivo
Imprecisa
Normal
Imprecisa
Lenta
Lenta
Lenta
Débil
Normal
Reducida
Excesivo
Excesivo
Imprecisa
Lenta
Débil o excesiva
Excesiva,
reducida en
extremidades
. Tratamiento de las disartrias en general
El tratamiento foniátrico empezará cuando haya remitido el proceso patológico causal y cuando haya
terminado el tratamiento médico o quirúrgico adecuado. Como es lógico, en ningún caso deberá establecerse
en enfermedades progresivas.
La rehabilitación logopédica empezará con los ejercicios de respiración, sobre todo insistiendo en los
movimientos diafragmáticos, tanto más cuanto que en muchos de estos enfermos hay una parálisis de los
músculos intercostales e inspiradores. El segundo paso es el de hacer sacar la voz, cosa que se puede facilitar
apretando las alas del cartílago tiroides, como si quisiéramos cerrar el ángulo que hacen, en el momento de la
espiración.
El ejercicio de la fonación puede empezar con sonidos de gemido, zumbido, susurro, tonos crecientes o
prolongados en una sola espiración. Los ejercicios empezarán siempre por movimientos limitados parciales
como abrir y cerrar la boca; hinchar las mejillas; movimientos sencillos de lengua en todas las direcciones.
Luego se pasará a la coordinación de estos movimientos con la respiración y la fonación. Finalmente tiene
lugar el ejercicio de coordinción de la espiración sonora con la articulación de los fonemas. Los ejercicios
tendrán lugar ante el espejo y durarán breves minutos, para ir aumentando progresivamente a medida que sean
automatizados.
Será útil servirnos de los guialenguas para ayudar a la correcta colocación de los órganos articulatorios. Se
debe obligar a hacer los ejercicios de masticación comiendo cosas duras o masticando chicle. Todas las
bebidas serán sorbidas a través de un tubo. Se embadurnan los labios con miel para obligar al enfermo a sacar
la lengua y moverla por los labios.
Es posible que el enfermo aprenda a articular los fonemas aislados, pero cuando habla, vuelve con la disartria.
En estos casos va bien hacer repetir cada silaba que va leyendo, así: pa pa sa sa do doEsto les obliga a
articular cuidadosamente y a hablar sin precipitación.
1.4. Disfemia
. Definición
Disfemia es el defecto de elocución caracterizado por la repetición de sílabas o palabras, o por paros
espásmicos que interrumpen la fluidez verbal., acompañada de angustia.
Littré la define como una perturbación más o menos grave de la palabra, caracterizada por la duda, repetición,
suspensión penosa o por el impedimento completo de la facultar articular.
Según Allen hace notar que la disfemia puede ser un síntoma o efecto de un trastorno emocional. Robin la
describe como un trastorno del lenguaje, del pensamiento, de la motricidad, de la emotividad y de la
afectividad.
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En castellano se denomina la disfemia como: tartamudez, atranco, tartajeo, tartaleo, farfalleo, balbuceo
Científicamente se la denomina como espasmofemia, laloneurosis, psellismo
Una anotación a destacar es la intervención del célebre cirujano Dieffenbach:
.Etiología
A pesar de la innumerable cantidad de investigaciones que se han llevado a cabo para descubrir la etiología de
la tartamudez. Quizá lo fundamental del problema es que la tartamudez no es una enfermedad, sino un
síndrome que puede ser producido por muchas causas. Uno de ellos puede ser a causa de la herencia aunque
no está todavía probada con certeza, porque faltan los árboles genealógicos de los tartamudos; pero es en
general aceptada.
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Árbol genealógico de una familia de disfémios (según Luchsinger y Arnold). En negro: sujetos disfémicos. En
cuadro: varones. En círculo: hembras.
Árbol genealógico de una familia de disfémicos (según Gray). En negro los sujetos disfémicos. En cuadro los
varones. En círculo las mujeres. En figura rayada los sujetos que anteriormente eran disfémicos pero que no lo
son en la actualidad.
. Sintomatología
Borel clasifica los síntomas en tres grupos:
1º Trastornos de realización: dificultad de articular.
2 º Trastornos de la función apetitiva: evita el hablar.
3º Trastornos de la función ordenadora: puede articular palabras, pero no frases largas.
Garde hace una curiosa división de la sintomatología. Si se oye hablar a un disfémico se observa:
• Una organización defectuosa de la frase.
• Un débito muy rápido al principio (a veces no).
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• Faltas de unión y concordancia de tiempo.
• Frases hechas, estereotipadas, que sirven para tapar huecos.
Todos estos síntomas se parecen extraordinariamente a la afasia (tartamudez afásica) o a una serie muy
próxima a ella, la disfasia. Si se ve hablar a un disfémico se observa a su vez:
• Movimiento del ala nasal.
• Pliegues en la frente
• Parpadeo.
• Movimientos espámicos en todo el cuerpo.
Estos síntomas deben clasificarse dentro de la serie motriz, y se les llama tartamudez anártrica. De esta misma
serie son las sinsinesias, laxitud ligamentosa e incontinencia nocturna.
Pueden notarse, además, trastornos vasomotores (enrojecimiento de la cara, sudor de frente y manos) y
trastornos del apetito, sueño, humor, emotividad. Así, de todos los innumerables síntomas que presenta el
disfémico se pueden hacer cuatro grupos:
1º Disfasia.
2º Trastornos motores
3º Trastornos vasomotores y vegetativos
4º Trastornos diencefalotalámicos.
. Clasificación
Los antiguos autores dividían la enfermedad en disfemia iterativa y disfemia espástica. Ahora se clasifican en
disfemia primaria y disfemia secundaria.
Los primarios son sujetos jóvenes, inconscientes, poco emotivos y el lenguaje tiene repeticiones fáciles,
continuas o prolongaciones tónicas de las sílabas. Los secundarios presentan la articulación difícil,
movimientos asociados, conscientes y lalofobia.
Para Hemery hay tres clases de disfemia: 1º, por imitación; 2º, disfemia en potencia, y 3º, disfemia activa.
Para este autor en la disfemia en potencia el principal trastorno está constituido por un mal uso del órgano
vocal, cuyo desarrollo está fuertemente fijado, pero cuyas reacciones de emoción no se han desarrollado
todavía; por ello no se encuentra el manierismo entre ellos. El disfémico activo sufre de trastornos
sentimentales sobrevenidos por su trastorno fonador; es lo que provoca los movimientos asociados. Para
Hemery la disfemia primitiva está siempre en la base de la tartamudez secundaria. Por las ideas anteriormente
expuestas y por los resultados con el EEG parece que puede dividirse: a) en primitiva o secundaria; b)
Disfemia orgánica.
Hirsch y Langford dividen la disfemia en dos grupos:
1º Niños con antecedentes logopáticos familiares. Estos niños no sobrepasan el periodo de tartamudez
fisiológica, su lenguaje es de farfulleo y pasan fácilmente a la disfemia cuando se añade tensión.
2º Niños sin antecedentes. Pueden empezar a tartamudear entre los 3 y los 14 años, habiendo, hasta entonces,
hablado correctamente.
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Otras clasificaciones son las siguientes:
−Según las modalidades clínicas se divide: 1º. Repetición de todas las sílabas. 2º. Repetición de la primera
sílaba de una palabra. 3º. Repetición de ciertas sílabas privilegiadas.
− Según el esquema clásico: 1º. Disfemia clónica. 2º. Disfemia tónica.
.Tratamiento
Es absurdo establecer exclusivamente un método de tratamiento para esta enfermedad ya que se debe pensar
que los tratamientos propuestos se dirigirán más a eliminar el síntoma de la tartamudez más que de curar la
enfermedad disfémica
Por eso muchos foniatras dicen que hay que curar al enfermo y no la enfermedad y que debemos emplear
aquellos procedimientos que creamos más adecuados para cada caso particular.
Para Nadoleczny el fin de la terapia debe ser la reeducación psíquica y cambiar la personalidad del disfémico
liberándolo de sus inhibiciones. El método de hacer ciertos ejercicios puede ser benéfico. Los ejercicios deben
ser sugestivos educacionalmente y de valor psicoterapéutico. Debe buscarse siempre un cambio de ritmo, con
metrónomo, repetición, hablando juntos, articulando sílabas sin sentido o con masticación.
Las recaídas ocurren como en todas las neurosis. Solo deben considerarse curados los casos que llevan años
sin tartamudear.
1.5. Dislalia
. Definición
Dislalia es el trastorno en la articulación de los fonemas por alteraciones funcionales de los órganos
periféricos del habla. También hay que destacar que el concepto de dislalia varía con el tiempo. Las dislalias
son muy frecuentes en la infancia, sobre todo en los primeros años escolares. Luego con la enseñanza
desaparecen rápidamente.
. Clasificación
El modo de producción de las dislalias nos servirá como guión para la descripción detallada de este trastorno
del habla.
Así, distinguiremos en primer lugar:
• Dislalias funcionales
• Dislalias orgánicas
Dislalia funcional Rotacismo
Sigmatismo
Lambdacismo
Gammacismo
Deltacismo
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.
Labial
Dislalia orgánica Dislalia Dental
Orgánica o Lingual
disglosia Palatal
Nasal
Dislalia Bilingüismo
audiógena Sordera poslocutiva
Hipoacusia prelocutiva
. Síntomas
Solo se observa la omisión, sustitución o deformación de los fonemas. En general la palabra es fluida, aunque
a veces ininteligible y el desarrollo del lenguaje puede no estar interrumpido o retrasado. No se observa
ninguna dificultad en los movimientos de los músculos del habla. La mayoría de veces las vocales y los
diptongos son normales. La habilidad para imitar sonidos es también normal. NO hay disfonía ni ronquera.
La exploración demuestra niños intranquilos, distraídos, a veces apáticos, sin interés, a menudo tímidos, tanto
que a veces es difícil que hablen delante del foníatra. El examen consistirá ene la prueba de articulación,
palatografía, test mental, audiometría, pruebas motoras
El niño está convencido que habla bien y él mismo no se da cuenta de sus errores. Con frecuencia también
sucede que los padres se han acostumbrado a esta manera de hablar y no se dan cuenta del defecto.
. Pronóstico
Con una inteligencia suficiente buena audición, edad correspondiente y tiempo de varios meses, es siempre
posible la curación completa. Las recaídas son excepcionales.
Hay una opinión extendida e que las dislalias desaparecen espontáneamente. Esto no es así. A partir de una
cierta edad, alrededor de los 7 años, el defecto se afianza y el niño por sí mismo no puede corregirse. Esperar
su desaparición solo significa entorpecer el desarrollo psíquico y el proceso escolar. Si el enfermo conoce su
defecto y no le molesta, es un mal caso para reeducar. Si el enfermo es consciente del defecto y sufre por ello,
la educación será fructífera.
. Tratamiento
Para el oído del dislálico la palabra que él pronuncia le suena perfectamente correcta. Aún más, entre le niño y
sus padres hay una total habituación que llega a formar un verdadero sistema dialectal. Por tanto, la
reeducación de la dislalia no debe corregir el fonema mal articulado, sino enseñarle uno de nuevo.
El tratamiento consiste en enseñar al ritmo la posición y movimientos correctos de los órganos de la
articulación. Para ello nos valemos de los ejercicios ante el espejo, de las espátulas y sondas, guialenguas, del
tacto de los movimientos propios y de los del logopedista.
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Otra regla general es hacer articular los fonemas aislados y empezar siempre por los fonemas sordos, más
fáciles d ejecutar por tener un mecanismo más simple. Lo que se debe hacer es no insistir en la enseñanza de
un fonema cuando en los intentos se produzca un sonido defectuoso. Esperar a que surja un día, en el curso de
la rehabilitación. Por otro lado no debemos dar nunca por válido un fonema que suene incorrecto.
En los ejercicios de lectura tendremos cuidado que el niño silabee o corte la oración de una manera fonética y
no según la escritura.
. Efectos psicológicos de las dislalias
En general y entre las edades de 4 a 6 años, el niño no se da cuenta de su defecto y cree firmemente que habla
bien. Lo más curioso del caso es que los mismos padres tampoco lo advierten, porque siempre han oído hablar
así a sus hijos y no se dan cuenta del defecto. Quedan sorprendidos, y a veces avergonzados, cuando les
hacemos notar la dislalia inadvertida.
En otros casos, los padres se han dado cuenta de la pronunciación defectuosa, pero la encuentran graciosa,
luego se acostumbran a ella y no hacen nada para corregirlo.
1.6. Disglosia
. Introducción
Antes eran denominadas dislalias orgánicas; modernamente tienden a llamarse disglosias.
.Clasificación
Siguiendo la división anatómica de los órganos periféricos del habla, podemos distinguir:
1º. Las diglosias labiales
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2º Las diglosias mandibulares.
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3º. Las disglosias linguales.
4º. Las diglosias palatinas.
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4º. Disglosias nasales
Bibliografía:
• Trastornos del habla. Dr. Jorge Perelló, Dr. J. Vergé, Dr. L. Llauradó. 4º Edición ampliada. Editorial
científico− médica.
• Trastornos del habla. Jorge Perelló. 5º edición. Editorial Masson.
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• Das, J.P. y otros: (1999) Dislexia y dificultades de lectura.
• Fernández, F. Llopis, A.M. y Pablo C. (1978) 4º edición. La dislexia, origen, diagnóstico y
recuperación, Madrid: CEPE, colc. Educación especial.
• Rivas Torres, Rosa Mª y Fernández Fernández Pilar (1998) Dislexia, y disgrafía.
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