Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI «La supranacionalidad y la geometría variable en el proceso de la integración centroamericana»* Víctor H. Blanco Fonseca** Sumario: I. Introducción. II. Antecedentes. III. El marco institucional de la integración regional Centroamericana: el SICA . 1. La supranacionalidad y el SICA. 2. La geometría variable y el SICA. IV. Conclusiones. I. INTRODUCCIÓN El objeto de estudio del presente trabajo es analizar y explicar la realidad formal de la estructura institucional y normativa del Sistema de la Integración Centroamericana (a partir de ahora, S ICA), examinando, principalmente, su tratado constitutivo, con el objetivo de identificar sus principales problemas o dificultades que, a nuestro juicio, le han impedido a dicho Sistema realizar de manera efectiva la integración centroamericana; todo ello con el propósito de plantear reformas o alternativas de mejora dirigidas a fortalecer la institucionalidad de dicha organización para el mejor cumplimiento de sus fines. En ese sentido, consideramos que los principales problemas institucionales que aquejan al S ICA y que le han impedido, en gran medida, impulsar el proceso de integración centroamericana hacia etapas superiores de integración (unión aduanera, mercado común, etc.) son la ausencia de supranacionalidad1 en sus órganos e instituciones y la presencia o puesta en práctica de la geometría variable2 por parte de sus Estados miembros, sobre todo por su carácter permanente. Durante el desarrollo del presente trabajo, estudiaremos estos dos conceptos (como herramientas de análisis) y los compararemos con la realidad formal del SICA, Sin perjuicio de exponer casos muy concretos de la práctica y de la realidad material de esta organización internacional. * El presente trabajo es una versión corregida y actualizada del ensayo galardonado con el segundo lugar en el Concurso de Ensayos sobre Integración y Desarrollo que el Banco Centroamericano de Integración Económica (B CIE) organizó con motivo de su 50 aniversario, véase al respecto B LANCO FONSECA, V ÍCTOR , “Avances y reformas pendientes en la institucionalidad de la integración centroamericana” en Cinco Ensayos sobre la integración de Centroamérica: los ganadores del concurso promovido por el BCIE con motivo de su 50 aniversario; primera edición, B CIE, Tegucigalpa, 2010, pp. 60-94. ** Licenciado en Derecho y Docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAN-León; miembro del equipo de trabajo de la Secretaría General del C IPEI; Secretario-Documentalista del primer Centro de Información Europea (EUi) de Centroamérica y del Centro de Documentación sobre Integración Regional (CEDIR ), ambos Centros con sede en la UNAN-León, Nicaragua; Asistente Ejecutivo de la Dirección del Boletín Electrónico del C IPEI. 1 Víd. Infra. p. 63. 2 Víd. Infra. p. 79. 60 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca Sin embargo, es importante aclarar que los problemas anteriormente expuestos no constituyen los únicos sobre la institucionalidad del SICA, pero consideramos que sí son los más apremiantes por superar a fin de fortalecer institucionalmente a esta organización, ya que una institucionalidad sólida y estable es el primer paso para garantizar el desarrollo y perfeccionamiento de cualquier proceso serio de integración de Estados. En Centroamérica, su proceso de integración todavía se encuentra en una etapa incipiente y de pocos beneficios tangibles e intangibles para los ciudadanos centroamericanos, a pesar que dicho proceso dio inicio formalmente hace ya 60 años. Prueba de ello, es que todavía no se ha podido avanzar con propiedad hacia una verdadera unión aduanera y a duras penas se ha podido establecer una zona de libre comercio que, para colmo, está incompleta3. Así pues, la presente investigación es predominantemente teórica o documental4 y su alcance está enfocado en lo «descriptivo» y lo «correlacional»5, pues busca exponer las características y propiedades de nuestro objeto de estudio, contraponiéndolas con nuestras herramientas de análisis, a fin de determinar la incidencia de éstas en la actuación o funcionamiento del S ICA . II. ANTECEDENTES Es bien sabido que los esfuerzos de los gobiernos centroamericanos por integrar Centroamérica como una comunidad económica y política de Estados, al menos formalmente, tiene su origen desde hace 60 años cuando se fundó la Organización de Estados Centroamericanos [ODECA] en 1951. Dicha organización permaneció “vigente” por un período aproximado de 40 años. 3 Véase La Unión Aduanera Centroamericana, Febrero 2011 en www.sieca.int en la sección Unión Aduanera Centroamericana. En dicho informe se dice que «los productos Originarios de Centroamérica que actualmente no gozan de libre comercio, contenidos en el Anexo “A” del Tratado General, son los siguientes: a) Azúcar (entre los cinco países); b) Café sin tostar (entre los cinco países); c) Derivados del petróleo (entre Honduras y El Salvador); d) Alcohol etílico (entre Honduras con el Salvador y Costa Rica con El Salvador); e) Bebidas alcohólicas destiladas (entre Honduras y El Salvador); f) Café tostado (entre Costa Rica con los demás países).» 4 Se dice que«la investigación teórica o documental puede definirse como aquella que trabaja con un dato ideal o especulativo contenido en objetos teórico-conceptuales, utiliza fuentes de tipo documentales primordialmente, se auxilia de métodos teóricos y emplea básicamente una semiótica gráfica para expresarse»: V ILLABELLA ARMENGOL, Carlos, La investigación y comunicación científica en la ciencia jurídica, 1.ª ed., Puebla, México, 2009, p. 74. 5 Asimismo, se expresa que la «investigación descriptiva busca exponer las características, propiedades y manifestaciones del objeto que aborda, por lo que recolecta, ordena y jerarquiza información, identifica categorías, establece relaciones, etc. Con esto brinda una comprensión general del fenómeno y esboza juicios sobre éste» y la «investigación correlacional se centra en el análisis de la interactuación que tienen en el objeto de estudio determinadas variables o categorías, logrando aclarar la incidencia de éstas en su comportamiento y establecer regularidades y patrones de comportamiento […]»: Ibíd., p. 69. 61 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Durante todo ese tiempo, de forma resumida podemos decir que Centroamérica pretendió establecer un Mercado Común por medio del Tratado General de Integración Económica de 19606, pero este esfuerzo no logró consolidarse. Además, en la década de los ochentas, desafortunadamente se desarrollaron conflictos internos en algunos países del istmo que desembocaron en el uso de la fuerza (guerra) y que amenazaban con extenderse a toda la región centroamericana, provocando que el tema de la integración se eliminara de la agenda de los Estados miembros lo que generó que el proceso de integración se paralizara por completo. Posteriormente, a inicio de los años noventa y luego de arduos esfuerzos por restablecer la paz en Centroamérica, los Estados de la región deciden retomar el proceso de la integración centroamericana. Entonces, por medio del Protocolo de Tegucigalpa de 1991, deciden constituir el S ICA a fin de dar un nuevo impulso al referido proceso para que Centroamérica fuera una «Región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo»7. En ese sentido, se podría decir que el SICA fue uno de los resultados de la pacificación de la región y esta circunstancia posiblemente pudo haber originado que sus Estados miembros no lo concibieran como una organización internacional supranacional, debido a que el objetivo fundamental en ese entonces era el de mantener la incipiente paz alcanzada. Sin embargo, una vez constituido el SICA y por ende retomado el proceso de la integración centroamericana, sus Estados miembros se comprometieron «a alcanzar de manera voluntaria, gradual, complementaria y progresiva la Unión Económica Centroamericana[…]»8 por medio de un nuevo instrumento internacional denominado Protocolo al Tratado de Integración Económica Centroamericana (conocido generalmente como Protocolo de Guatemala de 1993). No obstante, el cumplimiento de este objetivo también está pendiente y la integración de Centroamérica hasta la fecha ha avanzado muy poco en todas sus dimensiones (económica, política, jurídica y social). III. EL MARCO INSTITUCIONAL DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL CENTROAMERICANA: EL SICA Como ya hemos señalado, el S ICA fue constituido por medio del Protocolo de Tegucigalpa en el año de 1991 e inició operaciones formalmente a partir de febrero de 6 «Artículo I: Los Estados contratantes acuerdan establecer entre ellos un mercado común que deberá quedar perfeccionado en un plazo máximo de cinco años a partir de la fecha de entrada en vigencia de este Tratado […].» 7 Artículo 1 del Protocolo de Tegucigalpa. 8 Artículo 1 del Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana, conocido generalmente como Protocolo de Guatemala. 62 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca 1993. El Protocolo de Tegucigalpa define claramente al S ICA como «el marco institucional de la Integración Regional de Centroamérica»9. En términos generales, podemos describir al SICA como una organización internacional de carácter intergubernamental que persigue objetivos de integración10. Ubicándonos en el contexto centroamericano, el S ICA es una organización de corta trayectoria. Sin embargo, necesita profundas reformas en su estructura institucional, ya que, como hemos manifestado, la coyuntura de pacificación de la región centroamericana dentro de la cual se constituyó ha cambiado totalmente y, en consecuencia, dicha organización ya no se ajusta a las necesidades actuales de Centroamérica, de ahí la necesidad de que evolucione y se adapte a las nuevas circunstancias de la región cuyos intereses actualmente están dirigidos principalmente a lograr una inserción efectiva y competitiva en un mundo de interacciones comerciales globales11. 1. LA SUPRANACIONALIDAD Y EL SICA A. Consideraciones previas Siendo el objeto de estudio del presente trabajo la realidad formal de la estructura institucional y normativa del S ICA y sus problemas referidos a la ausencia de supranacionalidad y a la presencia de la geometría variable, obligadamente debemos empezar por determinar la característica de sus órganos e instituciones que, tal y como lo hemos mencionado anteriormente, posee un marcado corte intergubernamental que se contrapone a la estructura institucional supranacional de las denominadas organizaciones de integración. Pues bien, primero que nada debemos empezar por aproximarnos al significado del término «supranacional» y para ello haremos uso, necesariamente, de la doctrina científica y de fuentes primarias del conocimiento (tratados, jurisprudencia, etc.). Al respecto, DELGADO ROJAS expresa que las «supranacionalidades son construcciones estatales […] que se fundan sobre la transferencia de parcelas de soberanía estatal; por ende, en su 9 Artículo 2 del Protocolo de Tegucigalpa. Para profundizar sobre la clasificación de las Organizaciones Internacionales véase SOBRINO HEREDIA, J OSÉ MANUEL, “Las Organizaciones Internacionales: generalidades” en D IEZ DE VELASCO, M ANUEL, Las Organizaciones Internacionales, 16a edición, Madrid, 2010, pp. 37-55. 11 Es bien sabido que «[…] las economías centroamericanas son pequeñas y sus mercados internos reducidos, [y que] la inserción económica internacional es, sin duda, conditio sine qua non para el crecimiento y el desarrollo de la región. Pero la inserción per se no garantiza el desarrollo. El dilema que enfrenta Centroamérica en este tema es: ¿cómo lograr una inserción ventajosa en la economía internacional? En otras palabras, ¿cómo aprovechar esta inserción para potenciar las oportunidades de crecimiento económico y desarrollo humano? La experiencia mundial muestra que la relación entre apertura, inserción, crecimiento y desarrollo no es automática. Las vinculaciones entre estos factores dependen críticamente del aprovechamiento de las condiciones del entorno internacional y la optimización de los recursos propios.» Víd. P ROGRAMA ESTADO DE LA N ACIÓN, Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible un informe desde Centroamérica y para Centroamérica, San José, C.R., 2008, p.57. 10 63 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI proceso de creación existe la clara aceptación de que la ineludible soberanía estatal puede ser transferida hacia una nueva entidad internacional, sea como norma de derecho comunitario, o bien como institución que adquiere también la calidad de actor.»12 Es decir, que la supranacionalidad «engloba una dimensión política (supranacionalidad institucional) y una dimensión jurídica (supranacionalidad normativa)»13. Desde el punto de vista jurídico, se dice que PAUL REUTER es el primero en estudiarla, así pues, refiriéndose a la entonces Comunidad Europea del Carbón y del Acero [CECA], REUTER señala que dicha organización internacional como «órgano supranacional» posee tres caracteres fundamentales: en primer lugar su independencia de los gobiernos nacionales de los Estados miembros; en segundo lugar, la transferencia de competencias al nuevo órgano común y por último, la Comunidad se define por la existencia de relaciones directas entre las instituciones comunitarias y los particulares.14 Desde el punto de vista político, ERNST BERNARD HAAS emprende el estudio de la supranacionalidad examinando a la CECA a partir de sus instituciones, poderes, limitaciones, capacidad de toma de decisiones y características ejecutivas; comparándola con los modelos de federación de Estados y de organización internacional, para concluir que la supranacionalidad, en términos estructurales, se define como « […] the existence of governmental authorities closer to the archetype of federation than any past international organisation, but not yet identical with it.15». En esa misma línea, MEJÍA HERRERA , resumiendo a ROBERT SCHUMAN, manifiesta que «el vocablo «supranacional» expresa una nueva categoría político-jurídica de organización interestatal, las llamadas organizaciones de integración supranacional que se sitúan equidistantes entre las organizaciones de cooperación intergubernamental por un lado, donde la soberanía estatal se considera intangible y en consecuencia sus Estados miembros no aceptan limitaciones de sus competencias o derechos soberanos en beneficio de la organización, y del federalismo de Estados por otro lado, donde un grupo de Estados se unen para formar un nuevo Estado que se superpone a los mismos y al que le traspasan su soberanía. SCHUMAN añade que la CECA como [primera] institución u organización supranacional [europea y del mundo] no posee los elementos y características propias de un Estado, pero ejerce con independencia ciertos poderes soberanos que de forma irrevocable sus Estados miembros le han transferido, es decir, una transferencia de competencias con carácter definitivo y no una simple delegación de las mismas»16. Además, se señala como características fundamentales de la supranacionalidad las siguientes: 12 DELGADO ROJAS, J AIME ; Construcciones supranacionales e integración regional latinoamericana; 1ra. Ed.; San José, C.R.; Editorial UCR, 2009; pp. 57-58. 13 MEJÍA HERRERA, ORLANDO, La Unión Europea como modelo de integración: análisis comparativo del Sistema de la Integración Centroamericana; Editorial Universitaria, León, Nicaragua; 2008; p. 32. 14 P. REUTER , La Communauté européenne du charbon et de l’acier, Paris, 1953, pp. 7 et. ss. 15 H AAS, E. B., The Uniting of Europe. Political, Social and Economic Forces 1950-1957, 1st. ed., Rep., Standford, 1968. 16 Víd. SCHUMAN, R. «Préface» en P. REUTER , op. cit. 64 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca a. El reconocimiento de valores e intereses comunes a varios Estados; b. Poderes reales o efectivos puestos al servicio de ese conjunto de intereses y valores comunes y; especialmente c. Que tal poder sea autónomo o diferente del poder de los Estados miembros.17 Los poderes reales o efectivos de una organización internacional de integración de carácter supranacional se manifiestan en gran medida en su poder legislativo, administrativo y judicial capaz de impulsar y profundizar por sí sola el proceso de integración de los Estados que la conforman, es decir, que no necesita del impulso directo de los gobiernos de sus Estados miembros. En la práctica, el uso concreto del término supranacionalidad tuvo su primera aplicación en el Tratado de París (1951), constitutivo de la C ECA. Específicamente, el Art. 92 numeral 2 de dicho Tratado, en la versión francesa, expresamente se refería a la palabra supranacionalidad al mencionar las facultades de la Alta Autoridad, de la siguiente forma: «Los miembros de la Alta Autoridad ejercerán sus funciones, con plena independencia, en interés general de la Comunidad. En el cumplimiento de sus deberes, no solicitarán ni atenderán instrucciones de gobierno ni organismo alguno. Se abstendrán de todo acto incompatible con el carácter supranacional18 de sus funciones. Cada Estado miembro se compromete a respetar este principio y a no intentar influir sobre los miembros de la Alta Autoridad en la ejecución de sus tareas». El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE, ahora denominado TJUE) , mediante su jurisprudencia, también podría ayudarnos a entender el elemento de la «supranacionalidad», especialmente mediante la sentencia del caso Costa/ENEL de 1964 por la cual estableció que los Estados miembros de la entonces Comunidad Económica Europea [CEE] «[…] al instituir una Comunidad de duración indefinida, dotada de instituciones propias, de personalidad, de capacidad jurídica, de capacidad de representación internacional, y más en particular, de poderes reales derivados de una limitación de competencia o de una transferencia de atribuciones de los Estados a la Comunidad, éstos han limitado su soberanía y han creado así un cuerpo normativo aplicable a sus nacionales y a sí mismos[…].»20 19 Es importante destacar que desde los orígenes del proceso de integración europea, los Estados de esa región han tenido muy clara y presente la importancia del elemento de la supranacionalidad en sus organizaciones e instituciones de integración, edificando su modelo de manera gradual, precisamente sobre la base de la supranacionalidad institucional y normativa como elemento sui generis del proceso de integración europea, lo que le ha permitido convertirse en una paradigmática comunidad de Estados. 17 Víd. MEJÍA HERRERA, op. cit., p. 19, nota al pie 24. El énfasis es nuestro. 19 Art. 9 del Tratado de la Unión Europea (T UE) reformado por el Tratado de Lisboa. 20 Sentencia del T JCE de 15 de julio de 1964, Costa 6/64, Rec. 1964, p. 1141, el énfasis es nuestro. 18 65 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Por todo lo antes expuesto, podemos decir que la supranacionalidad se constituye a través de la transferencia de competencias soberanas o poderes estatales en beneficio de una organización internacional creada por dos o más Estados que le delegan la tarea de integrar sus territorios, aunque en materias específicas. Además, dicha organización internacional es orgánicamente independiente de sus Estados miembros, sus decisiones son aplicables inmediata y directamente en los territorios de dichos Estados y cuenta también con autonomía jurídica, financiera y con capacidad de representarse por sí misma en las relaciones internacionales. Por supuesto, hay que aclarar que cuando se constituye una organización supranacional «no [se] anula a los Estados nacionales que le dieron origen, sino que, como si fuesen buenos leviatanes, surgen de voluntades estatales libres, para garantizar los derechos y beneficios que se pactan. Por ello no pueden confundirse con los organismos intergubernamentales, que no tienen atribuciones propias, sino por medio de los Estados signatarios.»21 Para fines de nuestro estudio y una vez abordado el aspecto de la supranacionalidad, también es conveniente referirse, aunque sea de forma breve, al término intergubernamental. En ese sentido, DELGADO ROJAS señala que lo intergubernamental «está más marcado por el hecho de que la soberanía sigue residiendo en el Estado nacional fundante: no hay transferencia de competencias, pues las burocracias de la institucionalidad intergubernamental no abandonan su procedencia nacional, sus decisiones emanan de los Estados mandantes y, sobre todo, los acuerdos que se toman, básicamente siguiendo el procedimiento de la unanimidad o el consenso no atraviesan automáticamente la frontera nacional.»22 Asimismo, SOBRINO HEREDIA expresa que las organizaciones de cooperación o de coordinación actúan «mediante la realización de unas acciones coordinadas entre sus miembros con el fin de alcanzar unos objetivos colectivos. Constituyen la vía clásica, respetuosa de la soberanía de sus Estados miembros, y en ellas se trasvasa la técnica de la negociación y de la adopción de decisiones por unanimidad a unos órganos comunes y permanentes. […] los Estados pretenden proseguir la cooperación de un modo tradicional, manteniendo intactas sus soberanías, salvo casos excepcionales y provisionales.»23 Como se puede observar, lo intergubernamental es lo opuesto a lo supranacional, pues este último elemento aboga por la transferencia de competencias soberanas de los Estados hacia una organización internacional que se vuelve independiente de sus miembros «[…] y por la posibilidad que tienen dichos órganos [de la organización] de pronunciarse por mayoría en caso de estar formados por representantes gubernamentales (y no por unanimidad como en las Organizaciones tradicionales), al tiempo que las decisiones que 21 DELGADO ROJAS, op. cit., p. 81. Ibídem, p. 78. 23 SOBRINO HEREDIA, op. cit., p. 52. 22 66 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca adopten podrán tener, en determinadas ocasiones, autoridad directa e inmediata en los órdenes jurídicos nacionales.»24 En fin, podemos decir que cuando una organización internacional es de carácter intergubernamental sus órganos e instituciones están directamente vinculados a los gobiernos de los Estados que la conforman. Es decir, que no es independiente de ellos y, por lo tanto, su actuación estará limitada y en correspondencia con la voluntad de sus creadores. B. La supranacionalidad: el caso del SICA La creación de supranacionalidades en los procesos de integración de América Latina y El Caribe (A LC) ha sido muy complicada. Al respecto y muy atinadamente MANGAS M ARTÍN afirma que «Una diferencia radical entre el proceso europeo de integración y los procesos latinoamericanos ha sido el consentimiento para compartir soberanía. Para la UE la soberanía es un valor relativo cuyo ejercicio se subordina a la consecución de bienestar en igualdad del conjunto de la población y con ello un verdadero respeto a los derechos humanos. Para los Estados de ALC, la soberanía es una noción absoluta a la que ningún valor se puede subordinar. Esa sacralización de la soberanía ha impedido romper la brecha de miseria material en la que viven sus pueblos»25. En el caso concreto de Centroamérica, podemos manifestar que lo antes planteado se ajusta en gran medida a la realidad del sistema institucional de su proceso de integración, pues por los fines que persigue, el SICA es una organización de integración, pero por la conformación de su estructura institucional y su funcionamiento, estamos ante la presencia de una clásica organización internacional de cooperación de naturaleza intergubernamental26 en donde sus Estados creadores no comparten soberanía, sino que han creado dicha organización para coordinar ciertas acciones de gran relevancia para ellos que muchas veces están relacionadas, principalmente, con aspectos coyunturales de índole política o económica. Dicho lo anterior, y para introducirnos en el estudio de la institucionalidad del SICA, obligadamente debemos examinar su tratado constitutivo. Así pues, de acuerdo con el Artículo 12 del Protocolo de Tegucigalpa, podemos inferir, pues su redacción no es muy clara, que el SICA se organiza en una estructura institucional básica o central y una estructura institucional complementaria. La estructura institucional central o principal del SICA la conforman los siguientes órganos: la Reunión de Presidentes, El Consejo de Ministros, El Comité Ejecutivo y la Secretaría General. 24 Ibídem. MANGAS M ARTÍN, ARACELI; “UE e Iberoamérica: fracaso del paternalismo” en Diario EL M UNDO (España), sección OTRAS V OCES, viernes 30 de abril de 2010, p. 23; el énfasis es nuestro. 26 Víd., SOBRINO HEREDIA, op. cit., p. 52. 25 67 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI a. La Reunión de Presidentes: como su mismo nombre lo indica, está integrada «por los Presidentes constitucionales de los Estados Miembros»27 del S ICA. Es un órgano de deliberación política cuya función principal es la de «[d]efinir y dirigir la política centroamericana, estableciendo las directrices sobre la integración de la región, así como las disposiciones necesarias para garantizar la coordinación y armonización de las actividades de los órganos e instituciones del área y la verificación, control y seguimiento de sus mandatos y decisiones.»28 Además, el considerando del Protocolo establece que el Sistema «dará seguimiento a todas las decisiones adoptadas en las Reuniones de Presidentes y coordinará su ejecución.» El Artículo 13 del Protocolo de Tegucigalpa define a la Reunión de Presidentes como «[…] el Órgano Supremo del Sistema de la Integración Centroamericana.»29 En ese sentido y sobre la base del mencionado Protocolo, los demás órganos del Sistema (Consejo de Ministros, Comité Ejecutivo, Secretaría General, etc.) deberán dar seguimiento y asegurar la ejecución de las decisiones adoptadas por la Reunión de Presidentes.30 Como se puede observar, la forma en que se ha constituido el órgano principal o supremo del S ICA, ha sido conservando un marcado corte intergubernamental al que los demás órganos e instituciones del Sistema están subordinados. Esto significa que el impulso del proceso de integración de Centroamérica es competencia exclusiva de los gobiernos nacionales de cada Estado miembro. Es decir que, hoy por hoy, el proyecto de la integración centroamericana y sus posibles beneficios corresponden en gran medida a la clase gobernante de la región, la que protagoniza casi todos los papeles, al menos los más importantes, en la institucionalidad del Sistema. Para colmo y de acuerdo con el Artículo 14 del Protocolo de Tegucigalpa, la Reunión de Presidentes sólo puede adoptar decisiones por unanimidad (cada Estado miembro tiene un voto) o por consenso (una especie de unanimidad tácita donde hay un acuerdo general sin que Estado alguno presente una objeción importante)31. En consecuencia, en este órgano no es posible que se puedan adoptar decisiones por medio de la mayoría cualificada (un aspecto esencial de la supranacionalidad que garantiza legitimidad en la toma de decisiones y no permite que una pequeña minoría pueda estancar el avance del proceso), lo cual implica la posibilidad de que en muchos casos el proceso de integración y el 27 Artículo 14 del Protocolo de Tegucigalpa. Ibídem, Artículo 15. 29 El énfasis es nuestro. 30 Véanse al respecto los artículos 16 párr. segundo, 17 último párrafo, 18, 24 incisos a) y c), 26 inciso b), del Protocolo de Tegucigalpa. 31 El Art. 14 del Protocolo de Tegucigalpa establece: «La REUNION DE PRESIDENTES se integra por los Presidentes constitucionales de los Estados Miembros, y se realizará ordinariamente cada semestre, y extraordinariamente cuando así lo decidan los Presidentes. Sus decisiones se adoptarán por consenso. […]». 28 68 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca Sistema no avancen a la hora de adoptar decisiones importantes, pues cada Estado miembro conserva un derecho de veto. Por ejemplo, en la actualidad, la reincorporación del Estado de Honduras al S ICA no es posible mientras la Reunión de Presidentes no logre un consenso en su seno, ya que el Estado de Nicaragua aun veta tal posibilidad. Además, sobre la base del Reglamento de Actos Normativos del SICA 32, ahora se le otorga poderes normativos a la Reunión de Presidentes, aunque de forma indebida, pues su principal función es la orientación y dirección política del Sistema. Es decir, que en la actualidad ni la creación de actos normativos en el SICA escapa de las facultades de la Reunión de Presidentes, seguramente porque ellos están conscientes y porque no quieren que sea de otra manera (falta de voluntad política), que dicho órgano es quien da el impulso principal (al menos en teoría) en el proceso de integración centroamericano, todo de conformidad, desgraciadamente, con su Tratado constitutivo. Con esta medida se acentúa aun más el corte intergubernamental del SICA. b. El Consejo de Ministros del SICA: se integra por los Ministros del ramo de cada Estado miembro del S ICA [por ejemplo, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, de Economía, del Ambiente, de Turismo, etc., etc.]. Cada ministro, lógicamente, es nombrado directamente por su respectivo presidente centroamericano. Es decir que su constitución, al igual que en la Reunión de Presidentes, se hace manteniendo un carácter intergubernamental. Ahora bien, el Consejo de Ministros es el órgano del SICA que ejerce, ahora formalmente en conjunto con la Reunión de Presidentes, el poder normativo en dicho Sistema, aunque en la práctica lo ejerce casi exclusivamente. De acuerdo con el Artículo 9 del Reglamento de los Actos Normativos SICA, las disposiciones del Consejo de Ministros se expresarán por medio de resoluciones, reglamentos, acuerdos y recomendaciones. Sin embargo, estos actos normativos siempre deberán estar dirigidos a desarrollar y a ejecutar las decisiones emanadas de la Reunión de Presidentes. Así está establecido en el Artículo 16 del Protocolo de Tegucigalpa en donde se expresa que «Corresponde al Consejo de Ministros dar el seguimiento que asegure la ejecución eficiente de las decisiones adoptadas por la Reunión de Presidentes en lo que concierne a su ramo y preparar los temas que pueden ser objeto de la mencionada Reunión». Además, las decisiones del Consejo de Ministros sólo pueden ser adoptadas por unanimidad o por consenso, tal y como sucede también con la Reunión de 32 Véanse los Arts. 4-8 del Reglamento de los Actos Normativos del Sistema de la Integración Centroamericana, Managua, 01 de Diciembre de 2005, en S ALAZAR GRANDE, CÉSAR , coord., Instrumentos Jurídicos del Sistema de la Integración Centroamericana, SG-SICA, segunda edición, San Salvador, 2010, pp.27-29. 69 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Presidentes. Así está estipulado en el Art. 21 del Protocolo de Tegucigalpa que en su parte conducente dice: «En el Consejo de Ministros, cada Estado Miembro tendrá sólo un voto. Las decisiones sobre cuestiones de fondo deberán ser adoptadas por consenso. […]». Para colmo y de acuerdo con el Protocolo de Tegucigalpa, los actos normativos [derecho derivado del SICA] emanados del Consejo de Ministros son jerárquicamente inferiores respecto a los ordenamientos jurídicos internos de los Estados miembros. Es decir, que cualquier Estado miembro del Sistema puede invocar su legislación interna para invalidar e impedir la aplicación del derecho de la integración centroamericana en su territorio. En ese sentido, el Artículo 22 del Protocolo de Tegucigalpa dice que «[…] las decisiones [entiéndase actos normativos] de los Consejos serán de obligatorio cumplimiento en todos los Estados miembros y sólo podrán oponerse a su ejecución disposiciones de carácter legal. En tal caso, el Consejo, previo los estudios técnicos pertinentes, analizará de nuevo el asunto y acomodará la decisión, en su caso, al respectivo ordenamiento legal. No obstante, tales decisiones podrán ser ejecutadas por los Estados miembros que no las hubieran objetado». Esta disposición del Tratado constitutivo del SICA causa vergüenza, pues desconoce la importancia y necesidad de una serie de elementos y principios básicos de un sistema serio de integración de Estados, como son el principio de primacía y el de uniformidad del Derecho de la integración33. Con respecto al principio de primacía, esta disposición del Protocolo de Tegucigalpa es contradictoria porque deja en una posición de infralegalidad al Derecho de la integración centroamericana en relación con los ordenamientos jurídicos internos de los Estados miembros. Es decir, que en caso de contradicción con las leyes internas de sus miembros «la normativa derivada del S ICA debe adecuarse a las leyes estatales y no al contrario […].»34. 33 Véase al respecto la sentencia del T JCE de 15 de julio de 1964, Costa 6/64, Rec. 1964, p. 1141 «[…] Considerando que esta integración en el Derecho de cada país miembro de disposiciones procedentes de fuentes comunitarias, y más en general los términos y el espíritu del Tratado, tienen como corolario la imposibilidad de que los Estados hagan prevalecer, contra un ordenamiento jurídico por ellos aceptado sobre una base de reciprocidad, una medida unilateral posterior, que no puede por tanto oponerse a dicho ordenamiento; que la fuerza vinculante del Derecho comunitario no puede en efecto variar de un Estado a otro, en razón de legislaciones internas ulteriores [principio de uniformidad], sin que se ponga en peligro la realización de los objetivos del Tratado[…], y sin causar una discriminación prohibida por él; que las obligaciones contraídas mediante el Tratado constitutivo de la Comunidad no serían incondicionales, sino solamente eventuales, si pudieran quedar cuestionadas por los actos legislativos futuros de los signatarios […] Considerando que del conjunto de estos elementos se desprende que al Derecho creado por el Tratado, nacido de una fuente autónoma, no se puede oponer, en razón de su específica naturaleza original una norma interna, cualquiera que sea esta [principio de primacía] ante los órganos jurisdiccionales, sin que al mismo tiempo aquél pierda su carácter comunitario y se ponga en tela de juicio la base jurídica misma de la Comunidad […]»,el énfasis es nuestro.. 34 MEJÍA HERRERA, op. cit., p. 518. 70 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca Respecto al principio de uniformidad, esta disposición es contradictoria por que el Derecho de integración se podría redactar y por lo tanto interpretar y aplicar en términos distintos para cada Estado miembro una vez que el Consejo acomode sus actos normativos a las diferentes legislaciones internas. Esto podría generar que no todos los Estados miembros del S ICA tendrían los mismos derechos y obligaciones. Observando esta penosa realidad, y por sentido común jurídico, nos adherimos a la posición de M EJÍA HERRERA quien expresa que «esa situación tan contradictoria es una prueba de la falta de cesión de poderes soberanos de carácter normativo a favor del S ICA de parte de sus Estados miembros. Sin embargo, como quiera que sea, no tiene justificación que los actos normativos del SICA no tengan reconocida una posición supralegal en los ordenamientos jurídicos nacionales, igual que los tratados internacionales, en relación con las leyes estatales anteriores contrarias»35. c. El Comité Ejecutivo y la Secretaría General: de acuerdo al Artículo 23 del Protocolo de Tegucigalpa «son los Órganos permanentes del Sistema de la Integración Centroamericana» y tienen como función principal ejecutar o coordinar los mandatos que se deriven de la Reunión de Presidentes y de los Consejos de Ministros en sus diferentes composiciones. La constitución de estos órganos también depende directamente del mandato de la Reunión de Presidentes, órgano intergubernamental que hace gala de ser el órgano supremo del Sistema y, por lo tanto, es quien decide cómo constituir también al Comité Ejecutivo y nombrar al Secretario General del S ICA. Así pues, el Art. 24 del Protocolo de Tegucigalpa, señala que el Comité Ejecutivo estará integrado por un representante de cada uno de los Estados Miembros quienes serán nombrados por sus Presidentes, por intermedio de los Ministros de Relaciones Exteriores. Se dice que el Comité Ejecutivo «es un órgano con ciertas funciones administrativas, políticas y de vigilancia o control del cumplimiento del ordenamiento jurídico del SICA ». Sin embargo, la función de vigilancia o control «la comparte, al menos formalmente, con la Secretaría General estableciéndose en ese sentido una clara e innecesaria duplicidad de funciones»36. En otro ámbito, la Secretaría General, está a cargo de un Secretario General, nombrado siempre por la Reunión de Presidentes por un período de cuatro años. El Secretario General es el más alto funcionario administrativo del SICA y tiene la representación legal del Sistema37. 35 Ibíd., pp. 518-519. Ibíd., pp. 366-367. 37 Artículos 25 y 26 del Protocolo de Tegucigalpa. 36 71 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Como hemos podido observar, la forma en que están integrados los órganos de la estructura institucional central del SICA le imprimen un marcado corte intergubernamental a dicha organización, por lo tanto, el S ICA no posee la debida independencia institucional u orgánica de los gobiernos de sus Estados miembros, la cual es propia de una organización internacional de integración de carácter supranacional, como el caso de la UE, en la que la mayoría de sus instituciones están compuestas por personalidades independientes38. No obstante, también hay que aclarar que en la UE, no todos sus órganos son de carácter supranacional, pues en ella «aún persisten elementos de interestatalidad, así el representado por el funcionamiento del Consejo de Ministros […], o la Política Exterior y de Seguridad Común en el Tratado de la Unión Europea firmado en Lisboa en 2007»39. Sin embargo, en los órganos de la UE conformados por representantes gubernamentales, cabe la posibilidad de que sus disposiciones se adopten por mayoría40, contrario al SICA que, como ya hemos señalado, en todos sus órganos de conformación intergubernamental (la mayor parte de ellos) sólo cabe la posibilidad de adoptar decisiones siguiendo la técnica de la unanimidad o del consenso41. Además, en el SICA no existe una clara ni específica cesión de competencias soberanas por parte de sus Estados miembros hacia los diferentes órganos e instituciones de dicha organización. Basta con realizar un simple examen de su Tratado constitutivo para darnos cuenta de esta triste realidad. En el Protocolo de Tegucigalpa, lo que se plantea en términos muy generales es que el SICA, como marco institucional de la integración centroamericana, tendrá ciertos propósitos dirigidos a constituir a Centroamérica como una región de paz, libertad, democracia y desarrollo42. En ese sentido, las funciones que se le otorgan a cada órgano del Sistema son también muy generales. Por ejemplo, el mencionado Protocolo dice que corresponde a la Reunión de Presidentes «Definir y dirigir la política centroamericana, estableciendo las directrices sobre la integración de la región, así como las disposiciones necesarias para garantizar la coordinación y armonización de las actividades de los órganos e instituciones 38 Víd. SOBRINO HEREDIA, J, op. cit., p. 52. Ibíd., p. 53. 40 Ídem. 41 Se dice que «el consenso, entendido como un proceso de negociaciones y consultas dirigido a alcanzar un acuerdo general que no suscite la oposición expresa de ningún Estado, trata de reconciliar lo que aparentemente es irreconciliable; porque como la unanimidad, el consenso respeta la soberanía de cada Estado; al igual que la adopción de decisiones por mayoría, en buena medida la consecución del consenso tiende a tener en cuenta los intereses de la mayoría de los Estados; y, asimismo, la aplicación del consenso reconoce las diferencias de poder e intereses que existen entre los Estados, ya que no es posible articularlo sin contar con los Estados más poderosos.»,Víd. FERRER LLORET, J AUME, “El papel del consenso en los procesos de integración regional: la Unión Europea” en Memoria del II Congreso del CIPEI, Editorial Universitaria, León, Nicaragua, 2009, pp. 112-133, específicamente p. 133. 42 Art. 3 del Protocolo de Tegucigalpa. 39 72 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca del área y la verificación, control y seguimiento de sus mandatos y decisiones»43. La realidad nos dice que esta fórmula no ha dado resultado. Otro ejemplo es cuando en el mencionado Protocolo se expresa que le corresponde a la Reunión de Presidentes «Fortalecer la identidad regional dentro de la dinámica de la consolidación de una Centroamérica unida», pero no especifica cómo se cumplirá con estas funciones tan generales. A nuestro criterio, el Tratado constitutivo del S ICA deja mucho que desear, pues refleja la falta de voluntad política de sus Estados miembros por transferirle competencias específicas a la organización. Sin embargo, todo o casi todo tiene una explicación. Desde un punto de vista lógico, infelizmente esto tiene que ser así, debido a que quienes integran los órganos principales del Sistema son los propios gobiernos de los Estados miembros, lo que significaría que si estos le transfieren competencias soberanas a los órganos e instituciones del Sistema se realizaría una especie de autotransferencia de competencias, por lo que lógicamente dichos gobiernos no se las han cedido a la organización. Ahora toca examinar la estructura institucional complementaria44 del S ICA que está conformada por la Reunión de Vicepresidentes y Designados de la Presidencia, el Parlamento Centroamericano [PARLACEN], la Corte Centroamericana de Justicia [CCJ] y el Comité Consultivo. Sin embargo, para adentrarnos en este examen, consideramos necesario determinar que además de su estructura institucional central y complementaria, el SICA se organiza funcionalmente en una enmarañada red de instituciones, secretarías técnico administrativas, comisiones, foros, etc., que a la vez están “organizados” en los llamados subsistemas de integración, a saber: el subsistema de integración política, el subsistema de integración económica, el subsistema integración social y el subsistema de integración ambiental, en los que también prevalece un marcado corte intergubernamental, salvo una muy puntual excepción que veremos en párrafos posteriores. a. El subsistema de integración política, tiene su principal fundamento jurídico en el Protocolo de Tegucigalpa y está conformado por la estructura institucional central y complementaria del S ICA. Esta última estructura es a la que nos referiremos a continuación: a’ La Reunión de Vicepresidentes: es más de lo mismo, es decir, intergubernamentalismo puro y duro. b’ 43 44 El PARLACEN: es de destacar que el PARLACEN no posee un carácter intergubernamental como el resto de órganos que hemos examinado, pues es el único órgano del S ICA investido de legitimidad democrática ya que, de acuerdo con el artículo 2 del Tratado Constitutivo del Parlamento y Otras Instancias Políticas, éste está integrado por diputados centroamericanos Ibíd., Art. 15 inciso c). Ibíd. Artículo 12, el énfasis es nuestro. 73 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI titulares y suplentes que son electos por sufragio universal, directo y secreto en cada uno de los Estados miembros del SICA. Sin embargo, este Parlamento no posee elementos de supranacionalidad porque simplemente es un órgano de planteamiento, análisis y recomendación sobre asuntos políticos, económicos, sociales y culturales de interés común para los Estados miembros de su tratado constitutivo. Además, no participa en la creación de actos normativos en conjunto con el Consejo de Ministros. En consecuencia «carece de poderes normativos reales y efectivos o jurídicos para impulsar el desarrollo del proceso de integración centroamericana»45. No obstante, con la entrada en vigencia de su último “Protocolo de Reformas al Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano y Otras Instancias Políticas” que entró en vigencia a partir del 7 de septiembre de 2010, ahora el PARLACEN podrá proponer legislación en materia de integración regional, aunque lo ideal hubiera sido que de una vez por todas dicho Parlamento pudiera legislar juntamente con el Consejo de Ministros. Además, a partir de la entrada en vigencia del citado Protocolo, ahora el PARLACEN podrá conocer el presupuesto de las instituciones del SICA y dar seguimiento a su ejecución, para ello podrá solicitar informes y aclaraciones, es decir que el PARLACEN ahora ostenta una especie de control político en materia presupuestaria. c’ La CCJ es el «Órgano Judicial principal y permanente del "Sistema de la Integración Centroamericana"»46. Tiene por tarea garantizar «el respeto al derecho, tanto en la interpretación como en la ejecución del "Protocolo de Tegucigalpa de reformas a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA)", y de sus instrumentos complementarios o actos derivados del mismo.»47 De acuerdo con el artículo 8 del Convenio de Estatuto de la CCJ, ésta se integrará con «uno o más Magistrados titulares [con sus respectivos suplentes] por cada uno de los Estados» «que suscribieron el Convenio del Estatuto de La Corte Centroamericana de Justicia; y para quienes se encuentra vigente.»48 Estos magistrados serán electos por las Cortes Suprema de Justicia de sus respectivos Estados. Las decisiones de la Corte tendrán efectos vinculantes para todos los Estados, órganos y organizaciones que formen parte o participen en el SICA y para sujetos de derecho privado.49 45 MEJÍA HERREA, op. cit., pp. 378-393, específicamente p. 379. Artículo 1 del Convenio de Estatuto de la CCJ. 47 Ibíd., Artículo 2. 48 Víd. el Artículo 1 de la Ordenanza de Procedimientos de la CCJ. 49 Artículo 3 del Convenio de Estatuto de la CCJ. 46 74 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca En definitiva, podemos decir que la CCJ es el único órgano en el marco de la estructura institucional del SICA que presenta claros rasgos de supranacionalidad, debido, al menos formalmente, a su composición autónoma e independiente de los gobiernos de los Estados miembros del SICA, por sus competencias específicas que le han conferido dichos Estados y porque sus decisiones son vinculantes para los órganos e instituciones del SICA y para los Estados miembros que hayan firmado y ratificado su Convenio de Estatuto.50 Sin embargo, la supranacionalidad de la cual está dotada esta Corte, se ve debilitada porque tres de los siete Estados miembros del SICA no han ratificado su Tratado constitutivo, es decir que este órgano sufre de una geometría variable51 aguda. d’ «El Comité Consultivo del SICA estará integrado por los sectores empresariales, laboral, académico y otras principales fuerzas vivas del Istmo Centroamericano representativas de los sectores económicos, sociales y culturales, comprometidos con el esfuerzo de integración ístmica. Este Comité tendrá como función asesorar a la Secretaría General sobre la política de la organización en el desarrollo de los programas que lleva a cabo.»52 Ese asesoramiento se interpreta como que las consultas, opiniones, pronunciamientos, etc., evacuados por este Comité no son de carácter vinculante para los órganos e instituciones del SICA ni para los Estados miembros del Sistema. b. El subsistema de integración económica fue establecido en 1993 por medio del Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana [conocido generalmente como Protocolo de Guatemala]. El Artículo 3 de dicho Protocolo establece que «El objetivo básico del Subsistema de Integración Económica creado por este Instrumento complementario del Protocolo de Tegucigalpa es alcanzar el desarrollo económico y social equitativo y sostenible de los países centroamericanos[…]» Mediante este Protocolo los Estados centroamericanos «se comprometen a alcanzar de manera voluntaria, gradual, complementaria y progresiva la Unión Económica Centroamericana […].53». 50 Ibíd., Artículos 3, 8, 10 y 22. Véase también el Artículo 1 de la Ordenanza de Procedimientos de dicha Corte. 51 Víd. Infra. p. 79. 52 Artículo 12 del Protocolo de Tegucigalpa, últimos dos párrafos, el énfasis es nuestro. 53 Ibíd., Artículo 1. 75 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Al analizar este subsistema, podemos comprobar que hereda el corte intergubernamental de la organización central del SICA, ya que observamos que su organización institucional está plagada de estructuras afines a los gobiernos de los Estados miembros de dicha organización. Esto se puede verificar mediante la lectura del artículo 37 del Protocolo de Guatemala que literalmente dice: 1. El Subsistema de Integración Económica Centroamericana, comprende los órganos e instituciones que se detallan a continuación: 2. Son órganos: a) El Consejo de Ministros de Integración Económica; b) El Consejo Intersectorial de Ministros de Integración Económica; c) El Consejo Sectorial de Ministros de Integración Económica; y d) El Comité Ejecutivo de Integración Económica. Este Comité, de acuerdo al Artículo 42 del mismo Protocolo de Guatemala, depende organizativamente del Consejo de Ministros de Integración Económica. Es importante destacar que «El Consejo de Ministros de Integración Económica estará conformado por los Ministros de los Gabinetes Económicos y los Presidentes de los Bancos Centrales de los Estados Parte, que se denominará también Gabinete Económico Centroamericano y tendrá a su cargo la coordinación, armonización, convergencia o unificación de las políticas económicas de los países[…]»54. Para la ejecución de las decisiones de los órganos del Subsistema Económico se han creado una serie de Secretarías, establecidas también en el Artículo 37 del Protocolo de Guatemala y son las siguientes: 3. Son órganos técnico administrativos: a. La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (S IECA ); b. la Secretaría del Consejo Agropecuario Centroamericano (SCA ); c. la Secretaría del Consejo Monetario Centroamericano (SCMCA ); d. la Secretaría de Integración Turística Centroamericana (S ITCA ). c. El subsistema de integración social se fundamenta jurídicamente en el Tratado de la Integración Social Centroamericana. El Artículo 3 de dicho Tratado establece que dicho «Instrumento, complementario y derivado del Protocolo de Tegucigalpa, organiza, regula y estructura el Subsistema Social, que comprende el área social del S ICA.» En este subsistema, los gobiernos de los Estados miembros del SICA, también son los principales actores pues están representados en su organización 54 Art. 38 del Protocolo de Guatemala, el énfasis es nuestro. 76 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca institucional. Prueba de ello son los siguientes artículos del Tratado de la Integración Social Centroamericana: «Artículo 9: El Subsistema de la Integración Social comprende: 1. Órganos: a) El Consejo de la Integración Social. b) El Consejo de Ministros del Área Social. c) La Secretaría de la Integración Social. 2. Instancia Asesora: La instancia asesora y de consulta conformada por la (el) cónyuge del Presidente (a) o un representante personal del Presidente (a), la cual se reunirá ordinariamente durante las Reuniones de Presidentes y extraordinariamente cuando así lo deseen. […]» «Artículo 11: El Consejo de la Integración Social 1. El Consejo de la Integración Social estará conformado por el Ministro Coordinador del Gabinete Social de cada país y en su defecto por el Ministro Alterno. […]» d. El subsistema de integración ambiental fue creado mediante el Convenio Centroamericano para la Protección del Ambiente y corre con la misma suerte de los otros subsistemas en cuanto al imperio del intergubernamentalismo propio del SICA. El artículo III del referido Convenio señala: «Se crea la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, la cual será integrada por los representantes nombrados por los gobiernos de cada país. Cada gobierno designará un delegado titular ante la Comisión»55. Una vez que hemos examinado la institucionalidad del SICA realizando un breve análisis tanto de su estructura institucional básica o central, así como de su estructura institucional complementaria y de su estructura funcional que se divide en varios subsistemas, podemos reafirmar nuestra posición de que en el S ICA predomina un marcado carácter intergubernamental, es decir, que los gobiernos de los Estados miembros de dicho Sistema son los principales actores del proceso integrador, pues son los que llevan la batuta de casi todos los órganos e instituciones de la organización, con la excepción del PARLACEN, la CCJ y del Comité Consultivo que, como hemos explicado en páginas anteriores, por su naturaleza, poseen otro tipo de composición y de atribuciones o funciones. 55 El énfasis es nuestro. 77 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Lamentablemente, parece ser que los gobiernos de los Estados miembros del SICA no tienen un verdadero y serio interés ni voluntad política efectiva por compartir soberanía en beneficio de una organización que los represente a todos en su conjunto como una verdadera comunidad económica y política de Estados. De esa manera el S ICA se distancia de las llamadas organizaciones de integración de Estados de carácter supranacional y se une al numeroso grupo de organizaciones de cooperación o de coordinación que poseen un marcado carácter intergubernamental, provocando que se vuelva muy difícil impulsar el proceso de integración regional centroamericano. Prueba de ello, es que desde la «revitalización» del proceso de integración de Centroamérica con la creación del SICA a principios de la década de los noventa, a duras penas se ha avanzado en la creación de una zona de libre comercio, que además está incompleta, pues hasta la fecha aun no se han liberalizado el cien por ciento de las mercancías, tal es el caso del café, el ron, el azúcar, etc., que han sido consideradas por los Estados miembros como mercancías o productos sensibles por la elevada importancia económica que representan para cada una de las economías centroamericanas. En ese sentido, consideramos que actualmente la realización de la integración centroamericana corre el riesgo de quedar nuevamente en letra muerta, pues el nivel de su avance ha sido muy pobre. Como es bien sabido, la zona de libre comercio es la primera fase o etapa de un proceso de integración regional. En términos amplios, podemos decir que esta etapa inicial supone la eliminación de barreras técnicas y arancelarias al comercio de mercancías y servicios asociados a la libre circulación de bienes entre los Estados miembros de dicha zona, pero cada país conserva su derecho de establecer sus propios aranceles y medidas técnicas o no arancelarias frente a terceros Estados que fueren ajenos a la zona de libre comercio que se ha creado. Sin embargo, la zona de libre comercio no necesariamente es producto de un proceso de integración regional y bien puede ser fruto de acuerdos comerciales convencionales (Tratados de Libre Comercio) entre dos o más Estados que se disponen a cooperar comercialmente entre ellos y que no necesariamente aspiran a avanzar a etapas superiores de integración (unión aduanera, mercado común, unión económica, integración económica total y la unión política) entre los Estados que la conforman, tal es el caso de la Asociación de Libre Comercio de Norteamérica [NAFTA, por sus siglas en inglés] y el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana [CAFTA-RD ]. En estos casos, los Estados que integran dichas zonas, ponen a disposición sus estructuras institucionales o burocráticas ya instaladas para la consecución de los fines y objetivos del libre comercio entre ellos, sin establecer por ello un proceso de integración. No obstante, a pesar de que el S ICA es una organización de carácter intergubernamental, al menos formalmente posee aspiraciones y ambiciosos objetivos de integración entre sus Estados miembros. Esto está establecido de manera muy general en el artículo 3 del Protocolo de Tegucigalpa que establece que «EL SISTEMA DE LA 78 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca INTEGRACION CENTROAMERICANA tiene por objetivo fundamental la realización de la integración de Centroamérica, para constituirla como Región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo. […]». Para finalizar esta fase del presente trabajo, podemos afirmar que el S ICA al carecer del elemento de la supranacionalidad, se ve limitado a realizar labores de coordinación en determinadas áreas o materias que suscitan gran interés para sus Estados miembros, tal es el caso del comercio en general, medioambiente, turismo, etc., pero sin poseer dicha organización competencias específicas en estas y otras materias y, por lo tanto, sin la capacidad de tomar sus propias decisiones. En resumen, el impulso del SICA proviene, como hemos señalado, de manera exclusiva de los gobiernos de los Estados miembros que lo integran56. 2. LA GEOMETRÍA VARIABLE Y EL SICA A. Consideraciones previas Como hemos señalado al inicio de este trabajo, otro de los problemas que sufre el SICA y que impide su avance en la consecución de sus fines y objetivos ha sido el de la «geometría variable». La doctrina científica, a fin de comprender y explicar este fenómeno, es la que se ha encargado de estudiar esta técnica utilizada por ciertos Estados inmersos en un proceso de integración. Por ejemplo, MANGAS MARTIN, refiriéndose al proceso de integración europeo, señala que la geometría variable o «Europa a la carta» es una práctica utilizada por los Estados en donde se «escogen los compromisos y no se comparten los mismos objetivos o metas ni se comparten las mismas obligaciones y derechos»57. Esto genera que los Estados con mayor vocación integracionista avancen a mayor velocidad en la construcción gradual del proceso de integración y que los Estados más reticentes a integrarse decidan hacerlo cuando se sientan o estén preparados. Lo que se pretende con esta práctica es «flexibilizar los ritmos, los derechos y obligaciones a las circunstancias específicas»58 de cada Estado que se encuentra involucrado en un proceso de integración. 56 Por ejemplo, el Acuerdo de Asociación negociado entre la Unión Europea y los países centroamericanos, es una clara muestra de que el S ICA realiza un papel secundario en este tipo de asuntos, pues como ya hemos señalado, en su Tratado constitutivo no se le atribuyen competencias soberanas específicas para negociar y firmar, en nombre de sus Estados miembros, tratados internacionales con otros Estados u organizaciones internacionales. Véase al respecto a MEJÍA HERRERA, ORLANDO; “El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica. Contexto y perspectivas” en Revista de Derecho Comunitario Europeo, Número 35 (2010), pp. 143-168. 57 MANGAS M ARTÍN, ARACELI Y LIÑÁN NOGUERAS, D IEGO; Instituciones y Derecho de la Unión Europea; Editorial Tecnos; Madrid, España; 5ta. edición, 2005; p. 78. 58 Ídem. 79 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Dicho de otra manera, se podría expresar que en un proceso de integración se manifiesta la geometría variable, cuando los Estados que se encuentran inmersos en dicho proceso actúan en él mediante una participación desigual, que bien se puede materializar en que uno o varios de estos Estados, por su propia voluntad, no formen parte en determinados instrumentos jurídicos o bien no participen en determinado órgano o institución comunitarias. Sin embargo, la geometría variable en un proceso de integración «aunque rechazable en principio, es una medida aceptable de tolerancia, siempre que sea temporal ya que permite atraer hacia el seno mayoritario a los Estados poco propensos a una mayor integración.»59 En esa misma línea, REMIRO BROTÓNS señala que «[e]l pensamiento integracionista es consciente de que la progresión del proceso requiere un largo esfuerzo de persuasión y, por ello, una suerte de geometría variable, si se quiere evitar la esclerosis del Sistema. El proceso no puede hacerse contra la voluntad de países llamados a ser Miembros, pero tampoco puede quedar a expensas de la voluntad de cada uno de ellos […]. De hecho, la historia de la integración centroamericana ha sido siempre una historia de geometría variable, pues sus diferentes instrumentos primarios han podido entrar en vigor con el consentimiento de una mayoría, de la mitad e, incluso, de una minoría sin forzar por ello a los demás a aceptarlos o a abandonar el Sistema»60. Es decir, que en el ámbito centroamericano, la geometría variable ha sido una práctica o especie de salida fácil transitoria para algunos Estados miembros que se niegan a comprometerse más con la integración centroamericana pero que, además, lamentablemente, dicha práctica ha adquirido un carácter de permanencia de facto debido principalmente a las asimetrías en general existentes entre los Estados miembros del SICA. B. La geometría variable y el SICA a. El caso de la CCJ La geometría variable está presente en muchos órganos, instituciones e incluso subsistemas del SICA. Así por ejemplo, la CCJ desde hace mucho tiempo se encuentra integrada sólo por magistrados de tres Estados (El Salvador, Honduras y Nicaragua) de los siete que conforman el SICA. La razón de esta situación es porque Belice, Costa Rica y Panamá aun no han firmado ni 59 Ídem., p. 79, el énfasis es nuestro. REMIRO B ROTÓNS, A.; «Las instituciones del sistema de integración centroamericana y su futuro», en Centre Estudis Internacionals, Centroamérica: perspectivas de futuro, Tribuna Internacional, nº 4, 2003, pp. 77 – 181, específicamente p.p. 106-110. 60 80 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca ratificado el Convenio de Estatuto de la Corte, que constituye un requisito sine qua non para poder integrar dicha instancia jurisdiccional. El Parlamento guatemalteco ya ratificó el Convenio de Estatuto de dicho Tribunal, pero los órganos competentes de ese Estado aun no han nombrado sus magistrados que por derecho le corresponden. Las razones pueden ser varias, pero la realidad es que en la Corte están representados por medio de sus magistrados menos de la mitad de los Estados miembros del SICA. Si bien la CCJ es un órgano permanente del S ICA que fue creado por medio del Protocolo de Tegucigalpa, a nuestro juicio, la razón formal por la que dicho tribunal padece una aguda geometría variable, radica en que su Convenio de Estatuto que regula, entre otras cosas, la composición de dicho órgano, no fue agregado o anexado al Protocolo de Tegucigalpa como parte integral de éste último, de tal suerte que los Estados que firmaran y ratificaran éste Protocolo, automáticamente hubieran estado sometidos a la jurisdicción de la Corte. Este mecanismo fue el utilizado, por ejemplo, por la Organización de Naciones Unidas en cuya Carta constitutiva se anexaba el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya, Holanda y así también sucedió con la CEE en el que se anexaba a su tratado constitutivo el instrumento jurídico que creaba el TJCE. No obstante, la CCJ ha intentado atraer hacia su seno a los Estados miembros del SICA que todavía no la integran, con el argumento, cuestionable a nuestro juicio, de que todo Estado que firmara y ratificara el Protocolo de Tegucigalpa automáticamente se sometía a la jurisdicción de dicho Tribunal. Con este fundamento, la Corte no ha hecho más que exponerse a diversos escarnios61, pues si bien es cierto que esta instancia jurisdiccional fue creada por el instrumento jurídico constitutivo del SICA, también es cierto que para integrarla y someterse a su jurisdicción, los Estados miembros de dicho Sistema necesariamente deben haber firmado y ratificado el Convenio de Estatuto de la CCJ. Esta posición la confirma la Ordenanza de Procedimientos de la propia Corte, la cual expresa lo siguiente: 61 Véase por ejemplo S TAGNO, B RUNO, “La Corte de las anécdotas patéticas” en diario La Nación (Costa Rica), sección OPINIÓN, miércoles 11 de noviembre de 2009. El autor expresa que «En la vecina Managua, existe una corte de anécdotas patéticas: es la CCJ […] Una corte que no aporta nada, no representa nada, más que los intereses de los magistrados o sus mandaderos. En fin, una corte de la cual Costa Rica debe seguir guardando una distancia prudente por nuestro propio bien.». 81 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ARTÍCULO 1. En las disposiciones de esta Ordenanza se denominan: […] ESTADO MIEMBRO: Estados que suscribieron el Convenio del Estatuto de La Corte Centroamericana de Justicia; y para quienes se encuentra vigente. b. El caso del PARLACEN Con la misma suerte de geometría variable de la CCJ ha corrido el PARLACEN. Este órgano principalmente de análisis, deliberación y de recomendaciones políticas del SICA, es reconocido por el Protocolo de Tegucigalpa como parte de dicho Sistema, aunque el Parlamento propiamente fue creado mediante el Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano y Otras Instancias Políticas en el año de 1987 durante la etapa de pacificación de la región centroamericana; es decir cuatro años antes de que se constituyera el S ICA. Actualmente, integran el PARLACEN cinco de los siete Estados miembros del SICA. Estos son El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. En el caso de Belice y Costa Rica aun no han ratificado el Tratado Constitutivo del PARLACEN y por lo tanto no lo integran. Para colmo Panamá ha decidido retirarse de dicha instancia alegando, en términos generales, que ese órgano del SICA es inoperante e inútil y además económicamente muy costoso de mantener y que también es una cueva de funcionarios de reputación cuestionable que se escudan en la inmunidad parlamentaria centroamericana para eludir ciertos procesos penales que tendrían que enfrentar si no fueran diputados centroamericanos. La decisión de Panamá de retirarse de este foro político se fundamenta principalmente en una promesa de campaña electoral que el actual Presidente de la República de Panamá hizo durante el último proceso electoral que se realizó en dicho país. El PARLACEN sometió a consulta en la C CJ la denuncia del Tratado Constitutivo de dicho Parlamento por parte de la República de Panamá, resolviendo dicho Tribunal mediante Opinión Consultiva número 98-06-14-082009 «que ningún Estado Parte del Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano, puede denunciarlo unilateralmente, debido a que este instrumento no contempla disposiciones que lo permita, además, como se ha visto, no puede deducirse la posibilidad de la denuncia, en virtud de los antecedentes y la naturaleza comunitaria del Tratado, y finalmente porque el Artículo 6 del Protocolo [de Tegucigalpa], establece que ningún Estado Parte puede adoptar medidas unilaterales que vayan en contra de los principios y propósitos del Sistema de la Integración Centroamericana, ( S ICA ), del cual forma parte el PARLACEN y su Tratado Constitutivo como uno de sus principales instrumentos.» 82 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca Además, la Corte añade que «por ser la elección de los Diputados al Parlamento Centroamericano, una manifestación de la soberanía popular realizada conforme a los procedimientos constitucionales y legales internos y en cumplimiento del Estado de Derecho comunitario, ninguna iniciativa presidencial puede revocar el mandato, salvo los casos expresamente previstos por la ley.» c. El caso del Subsistema Económico del SICA Asimismo, la geometría variable que impera en el SICA se manifiesta también en el Subsistema de Integración Económica de dicho Sistema constituido mediante el Protocolo de Integración Económica Centroamericana en el año de 1993. Forman parte del Subsistema Económico del SICA Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, pero aun hace falta que Belice y Panamá ratifiquen el Protocolo constitutivo de este subsistema. Sin embargo, la República de Panamá, durante el proceso de negociación del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, insistía en formar parte de las negociaciones como Estado pleno y no sólo como observador en dicho Acuerdo que, al menos en teoría, traería beneficios, sobre todo en el ámbito económico, para los Estados centroamericanos. No obstante, en un principio la UE y los Estados centroamericanos objetaron la petición de Panamá y le instruyeron que para poder formar parte en las negociaciones como Estado de pleno derecho, obligadamente tenía que formar parte de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana [SIECA] y para ello se hace necesario que Panamá ratifique el Protocolo al Tratado de Integración Económica Centroamericana que constituye el Subsistema Económico del SICA. A pesar de la resistencia inicial de la UE y de algunos Estados centroamericanos de que Panamá no se integrara a las negociaciones del Acuerdo de Asociación, la UE aceptó a ese Estado como parte del bloque de países centroamericanos con los que negociaba dicho acuerdo, sin que haya sido necesario, como requisito previo, su incorporación a la S IECA.62 No obstante, el Consejo de Ministros de Integración Económica de Centroamérica [COMIECO] y el Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá, suscribieron en la ciudad de Panamá, una Declaración Conjunta en la que se establece el camino a seguir para la incorporación de dicho país como nuevo Estado Miembro del Subsistema de Integración Económica Centroamericana. 62 Víd. Boletín electrónico del Observatorio UE-C A del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales, Año 3, Número 5, 17 de marzo de 2010 en http://www.observatorioca-ue.com/ en la sección Boletines. 83 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI En dicha Declaración se deja establecido que «la República de Panamá se incorporará al Subsistema de Integración Económica Centroamericana, mediante la firma de un Protocolo de Incorporación a más tardar el 31 de diciembre de 2011, a partir de lo establecido en el presente documento y en la Resolución No.249-2010 del COMIECO de conformidad con lo dispuesto en el Artículo IV del Título VI (Disposiciones Transitorias) del Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana -Protocolo de Guatemala-. El Protocolo de Incorporación a que se refiere el párrafo anterior, establecerá los términos, plazos, condiciones y modalidades de la incorporación de Panamá al Subsistema de Integración Económica Centroamericana y los términos de su aprobación y vigencia, incluyendo la participación de Panamá dentro del Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) en el marco de los instrumentos jurídicos correspondientes.»63 IV. CONCLUSIONES Para concluir, podemos decir que, en los últimos 18 años, Centroamérica ha avanzado en el desarrollo institucional de su proceso de integración. Prueba de ello es la constitución del SICA como el marco institucional de la integración centroamericana, luego de un periodo de abandono de dicho proceso, por las razones expuestas al inicio del presente trabajo. No obstante, al confrontar el concepto de supranacionalidad con la realidad institucional del SICA, comprobamos que esta organización adolece de este elemento que es propio o característico de una organización de integración de Estados, por las siguientes razones: 1. En primer lugar, porque la forma en que se encuentran constituidos la mayoría de sus órganos, se ha realizado manteniendo un marcado corte intergubernamental, pues en ellos se encuentran representados, casi con exclusividad, la clase gobernante de sus Estados miembros, concretamente, los presidentes centroamericanos y sus allegados, dejando en un segundo plano, lamentablemente, a los demás actores de la sociedad centroamericana. 2. En segundo lugar, porque generalmente la toma de decisiones en el SICA se realiza utilizando la técnica de la unanimidad o del consenso, que son propias de 63 Véase al respecto el sitio Web oficial del SICA: http://www.sica.int en la sección de Noticias, consultado el 29 de julio de 2010. Asimismo, véase el texto completo de la Declaración Conjunta del COMIECO y el Primer Ministro de Comercio e Industrias de Panamá en el sitio web oficial de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA): www.sieca.int en la sección Enlaces de interés – Adhesión de Panamá al Subsistema Económico. 84 La supranacionalidad y la geometría variable… Víctor Hugo Blanco Fonseca las organizaciones de cooperación interestatal y que, por su naturaleza, estos mecanismos son más vulnerables a los vaivenes de las coyunturas e ideologías políticas de la actual Latinoamérica en general y de Centroamérica en particular. Por lo tanto, el avance de la integración centroamericana es muy lento y errático, pues aunque una mayoría de sus miembros así lo desearen, la minoría puede fácilmente bloquear dicho avance al vetar resoluciones que no le interesan o no le convengan, obligando o provocando un estancamiento del proceso de integración. 3. Por último, porque el Sistema adolece de competencias específicas, producto de una falta de cesión de soberanía de sus Estado miembros a favor de la organización, lo que la convierte en mera coordinadora, que no impulsora, de ciertas políticas o intereses comunes de sus Estados miembros, pues dicho impulso depende con exclusividad de la voluntad política de estos últimos. En nuestra opinión, los problemas que hemos señalado y que de una u otra manera debilitan la estructura institucional y el funcionamiento del SICA en la consecución de sus fines y objetivos, son producto de la coyuntura política, social y económica bajo la cual se constituyó, pues el fin principal de aquel entonces era mantener la reciente paz que se había alcanzado después de años de conflictos armados que se desarrollaron en algunos Estados centroamericanos y que afectaban directa e indirectamente a toda la subregión. Pero desde que se consolidó la paz en Centroamérica ya han pasado varios años y ya es apremiante que la subregión, por medio de su proceso de integración, avance con mayor vigor en términos económicos, políticos, sociales, entre otros. En ese sentido, una institucionalidad fuerte y estable, es el primer paso para garantizar el desarrollo y perfeccionamiento del proceso de la integración centroamericana. A nuestro criterio, esto puede lograrse de la siguiente manera: Para evitar soluciones transitorias y mediocres, lo ideal sería refundar el S ICA mediante un nuevo Tratado único, por ejemplo, como lo ha hecho la UE por medio del Tratado de Lisboa, a fin de regular, ordenar y cohesionar a todo el Sistema. Para empezar, la redacción del Tratado único del SICA debería ser mucho más clara y precisa que el actual Protocolo de Tegucigalpa. Además, los Estados miembros deberían restarse sustancialmente su excesivo protagonismo en la estructura institucional de la organización, a fin de dotarla de la debida independencia funcional. De igual forma, la toma de decisiones en el SICA debería hacerse utilizando la técnica de la mayoría simple o mayoría cualificada, según la importancia del asunto, para evitar así la posición de uno o 85 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI varios Estados que pretendan bloquear la adopción de decisiones con el objetivo de imponer sus criterios sobre la mayoría. Asimismo, se le deberían transferir competencias soberanas específicas a los órganos e instituciones del S ICA, empezando por las de índole económica y comercial, a fin de que la organización impulse con independencia estos aspectos y que, a mediano plazo, el proceso de integración avance hacia etapas o fases intermedias (unión aduanera, mercado común), lo que generaría mayores beneficios tangibles e intangibles para sus habitantes y transformaría a la región en un actor internacional mucho más competitivo. Del mismo modo, se debería anexar como parte integral del Tratado, el Estatuto de la CCJ (que también debe ser objeto de profundas reformas), en su carácter de órgano jurisdiccional principal y permanente del SICA, y también exigir a los Estados centroamericanos a que participen en todas las instancias de la organización, con el objetivo de eliminar la práctica de la geometría variable que también retrasa enormemente el proceso de integración, de tal suerte que, el Estado que firme y ratifique el Tratado único, no tenga la posibilidad de escoger y/o descartar los compromisos de su conveniencia. Es decir, o lo toman todo o lo dejan todo. RESUMEN En este trabajo se realiza un estudio del concepto y alcance de la «supranacionalidad», como elemento sui generis de las organizaciones internacionales de integración, con la realidad formal tanto normativa como institucional del Sistema de la Integración Centroamericana (S ICA), en primer lugar, para clasificar con puridad qué tipo de organización internacional es el SICA y, en segundo lugar, para poder realizar propuestas que puedan coadyuvar en el perfeccionamiento de dicha organización. Asimismo, haciendo uso de la doctrina científica, se explica el concepto y alcance de la «geometría variable» y se confronta con la realidad del SICA en donde esta práctica ha sido muy utilizada por parte de sus Estados miembros. PALABRAS CLAVE Supranacionalidad, Geometría Variable, Intergubernamental, Integración Regional, Procesos de Integración, Unión Europea, Sistema de la Integración Centroamericana. ABREVIATURAS MÁS UTILIZADAS CCJ CECA CEE PARLACEN Corte Centroamericana de Justicia Comunidad Europea del Carbón y del Acero Comunidad Económica Europea Parlamento Centroamericano 86 La supranacionalidad y la geometría variable… SICA TJCE UE Víctor Hugo Blanco Fonseca Sistema de la Integración Centroamericana Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (actualmente TJUE) Unión Europea REFERENCIAS - DELGADO ROJAS, J AIME; Construcciones supranacionales e integración regional latinoamericana; 1ra. Ed.; San José, C.R.; Editorial UCR, 2009. - FERRER LLORET, J AUME, “El papel del consenso en los procesos de integración regional: la Unión Europea” en Memoria del II Congreso del CIPEI, Editorial Universitaria, León, Nicaragua, 2009. - HAAS, E. B., The Uniting of Europe. Political, Social and Economic Forces 1950-1957, 1st. ed., Rep., Standford, 1968. - MANGAS MARTÍN, A. 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