Poder Judicial de la Nación ///nos Aires, 24 de octubre de 2013. I

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Poder Judicial de la Nación
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 6
CCC 42537/2013/2/CA1
M., J. P.
Excarcelación
Juzgado de Instrucción N° 7
///nos Aires,
24
de octubre de 2013.
I. Celebrada la audiencia prevista en el artículo
454 del Código Procesal Penal, escuchadas las partes y efectuada la
deliberación pertinente corresponde tratar la apelación deducida por la
defensa de J. P. M. a fs. 20/21 contra el auto de fs. 18 que no hizo
lugar a la sustitución de la caución solicitada.II. La defensa
apeló el auto que rechazó el
pedido de sustitución de caución y devolución de la suma depositada
en concepto de caución real al concederse
la
excarcelación del
imputado. Argumentó que en los autos principales se dictó auto de
procesamiento sin prisión preventiva y que la adopción del
temperamento contemplado en el artículo 310 del ordenamiento
adjetivo no prevé la conservación de las sumas entregadas en
concepto de caución.
III. Los Sres. Jueces Julio Marcelo Lucini y
Mario Filozof dijeron:
Hemos sostenido en reiteradas oportunidades que
el no dictado de la prisión preventiva no impide sujetar la libertad
concedida bajo alguna de las cauciones contempladas por el Código
Procesal Penal de la Nación, por cuanto implica otorgar la libertad
bajo determinada condición (ver del registro de esta Sala causa nro.
42854 “R., R. A. s/excarcelación” del 7 de diciembre de 2011, donde
se citó causa nro. 34349 “M., M. E. s/ excarcelación” del 5 de marzo
de 2008, causa nro. 36627 “A., F. s/ excarcelación” del 18 de febrero
de 2009, entre otras).Sentado lo expuesto, señalamos que el artículo
327 del código ritual regula las hipótesis en que ya no habrá razón
para conservar las garantías entregadas en concepto de caución que se
presentan cuando hubiere cesado la obligación de comparecencia que
motivó su imposición, lo que ocurriría –al menos en la etapa de
instrucción- en los casos en que se hubiera revocado la excarcelación
y constituido en prisión al imputado, revocado el auto de prisión
preventiva o dictado su sobreseimiento.
En la medida en que tales supuestos no se verifiquen
corresponde homologar la decisión adoptada por el Sr. juez de grado.
Es que J. P. M. se encuentra en libertad desde el 16 de
agosto de 2013, tras depositar la suma de $ 400 fijada en concepto de
fianza. Posteriormente y ya gozando de aquella libertad el 9 de
septiembre se dictó auto de procesamiento sin prisión preventiva en
orden al delito de robo pues ya se había dictado su libertad provisional
(artículo 310 primer párrafo del Código Procesal Penal), la causa se
encuentra aún en pleno trámite, con la necesidad de asegurar la
comparecencia y su estar a derecho.
IV.- El doctor Ricardo Matías Pinto dijo:
El Juez dispuso la excarcelación bajo caución
real del imputado la cual fue oblada antes del dictado del auto de
mérito previsto en el art. 306 del C.P.P.N. y en esa oportunidad se
ordenó el procesamiento sin la prisión preventiva al haber recuperado
la libertad el imputado.
El dictado de la prisión preventiva corresponde en
aquellos supuestos en los cuales se deniega la excarcelación del
imputado, o bien cuando permanece en detención por no haber
cumplido las cauciones dispuestas al concederle su excarcelación a los
efectos de legitimar su detención mediante la orden de la autoridad
judicial, art. 18 de la C.N. y 312 del C.P.P.N. Para que la
interpretación de los arts. 310, 312, 320, 325 y 327 del código de
forma resulte sistemática y coherente correspondía disponer el
procesamiento con prisión preventiva la cual no resultaba efectiva al
haber cumplido el imputado con la carga dispuesta en su
excarcelación.
De esta forma, en caso de revocación del
procesamiento y prisión preventiva -art. 327 inc. 2° del C.P.P.N.- se
debería restituir la caución por cuanto no resultaría necesaria a los
fines procesales. Por otro lado, si el imputado hubiese sido
excarcelado bajo caución juratoria correspondería dictar el auto de
mérito previsto en el art. 310. A estos efectos debe tenerse en cuenta
que tanto la doctrina como la jurisprudencia no encuentra una
solución clara en estos supuestos, (ver Solimine, Marcelo, Tratado
sobre las causales de excarcelación y prisión preventiva en el código
procesal penal de la nación, Ed. Ad Hoc. Bs. As. 2001, p. 170, 174 y
siguientes), por lo cual la solución propuesta tiende a compatibilizar
las normas en juego con el mandato constitucional que dispone que la
detención deberá ser dispuesta por la autoridad competente (art. 18 de
la C.N.).
Los supuestos de cancelación de la caución se
encuentran vinculados a situaciones en las cuales el mantenimiento de
la garantía resulta superfluo, por lo cual si el legislador prescribe que
será restituida la caución cuando se revoque la prisión preventiva, se
sobresea en la causa, se absuelva al acusado o se lo condene en forma
condicional, art. 327 inc. 2°, y que por otro lado en el art. 325 que las
cauciones se otorgarán antes de ordenarse la libertad, es necesario
disponer la prisión preventiva en estos casos en los cuales la libertad
puede no ser automática. Resulta claro que existen supuestos como el
analizado en este legajo que deben ser interpretados de forma tal de
hacer compatible estas normas, con los arts. 310 y 321 en los cuales
no se dispone la prisión preventiva y al ser juratoria la caución se
otorga en forma inmediata y por ello la libertad. Art. 325 mencionado.
En esta inteligencia comparto la postura del
precedente de la sala VII de la Cámara del Crimen, causa n° 13.621
“W.”, del 18/4/2000 que apuntó “… la prisión preventiva y la
excarcelación bajo caución no son institutos independientes, sino
directamente vinculados y accesoria la segunda, dependiendo la
subsistencia de una a la de la otra lo confirma el art. 327 del C.P.P.,
que expresamente establece que ´la caución se cancelará y las
garantías serán restituidas … 2) cuando se revoque el auto de prisión
preventiva …´. De allí sin esfuerzo se extrae que la caución real debe
coexistir con la prisión preventiva y, por tanto, que es una
contracautela que neutraliza los efectos de la medida cautelar personal
mientras subsiste, ya que, de ser revocada, la ley impone la restitución
de la fianza. También, que la excarcelación bajo caución real, no
revoca la prisión preventiva, porque si así fuera, caída la prisión
preventiva, habría que restituir la caución e interpretar que la ley
dispone una recíproca revocación no tiene sentido…” (ver Solimine,
ob. citada página 198). Este autor sostiene que debería disponerse en
su caso reunidos los extremos del artículo 312 confirmando la libertad
caucionada.
Por lo cual, al no haberse dictado la prisión
preventiva que le brinde sustento a la caución real ordenada
corresponde revocar el auto cuestionado en función de las
prescripciones del art. 327 inc. 2° del código de forma. Tal es mi voto.
En virtud del acuerdo que antecede. El Tribunal
RESUELVE:
Confirmar el auto de fs. 18, en cuanto fuera
materia de recurso.Devuélvase, para que se practiquen en primera
instancia las notificaciones pertinentes. Sirva lo proveído de muy
atenta nota de envío.-
Mario Filozof
Julio Marcelo Lucini
Ricardo Matías Pinto
(en disidencia)
Ante mí:
Carlos E. G. Williams
Secretario Letrado de la C.S.J.N.
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