07 FPMR, un proyecto político en crisis

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Frente Patriótico Manuel
Rodríguez, un proyecto
político en crisis
Renato Calderón
Fotografía de Chile foto
La crisis capitalista de proporciones históricas solo comparada con la gran depresión de los años ‘30 ha entrado en una fase donde los asuntos económicos que
ocuparon el primer plano en su primera fase – salvatajes financieros de los estados a
los bancos y la industria en el centro del capitalismo, tanto en Estados Unidos como
en Europa- comienzan a combinarse con una serie de acontecimientos de la lucha de
clases, crispaciones y contradicciones entre los estados capitalistas. La segunda fase de la crisis capitalista tiene como epicentro a Europa, esta fase
nos está dando “muestras de los límites del capitalismo para garan- (1) “En los límites de
la restauración burtizar su reproducción como sistema”(1).
guesa” Matías MaieEn el terreno de la lucha de clases ya comenzamos a ver las
primeras resistencias de la clase obrera contra la crisis capitalista
mundial. Las enormes huelgas generales en Grecia. Grandes movi-
99
llo y Emilio Albamonte, Pág., 57. Estrategia Internacional,
Revista de teoría y
política marxista
revolucionaria N°27
Año XIX Marzo 201.
lizaciones de obreros y estudiantes en el estado Español y la emergencia de los
“indignados”. Las movilizaciones de trabajadores estatales y de los estudiantes en
Inglaterra. En Estados Unidos, el corazón del imperialismo, el movimiento “Anti-Wall
Street”. La entrada en escena de la clase obrera francesa en contra de los reajustes
que tratan de imponer los patrones para descargar su crisis en contra de los trabajadores. En China, la llamada “fábrica del mundo”, un país de 1.400 millones de habitantes, hay un despertar de la clase obrera industrial más explotada y más numerosa
del mundo. Los procesos revolucionarios en el Medio Oriente. Todo lo que configura
el marco para el nacimiento de la “Primavera de los pueblos”.
Es en los albores de este nuevo período histórico frente a los límites de la
“restauración burguesa”, la reactualización de las condiciones objetivas para la revolución y el atrasado de la subjetividad de la clase obrera y los oprimidos -impuesta
por la derrota del ascenso 68-81- que hoy “la crisis mundial abre una nueva situación
donde las contradicciones acumuladas que hacen al carácter histórico de la crisis
sientan las bases para un cambio en la relación de fuerzas, de signo aun indefinido,
pero que replantea la vigencia de la época imperialista, de crisis, guerras y revoluciones.”
Es en este marco internacional que vienen a producirse los acontecimientos
del 2011 en Chile, inaugurados por la lucha de Magallanes, lucha del movimiento
estudiantil por la educación gratuita que vienen a remecer las bases del régimen político y social en Chile y a un status quo que ha sido sostenido por todas las fracciones de la burguesía y sus partidos, después del golpe militar y de reacción democrática post-dictadura militar, administrado y profundizado por la Concertación, y hoy
por la derecha que tiene las manos manchadas de sangre obrera y popular. Es por
esto que los primeros embates de la lucha de clases en el país son muchos más importantes para el futuro, que el vano y lamentable alboroto de los parlamentarios de
la Concertación y la derecha; que estos últimos 20 años de ciclo concertacionistapinochetista, marcados por la hegemonía/dominación de la burguesía y las políticas
de consenso social y colaboración de clases del Partido Comunista.
En la masiva lucha por la educación no solo presenciamos importantes episodios de lucha y unidad entre trabajadores y estudiantes en la calle, sino también siluetas netamente perfiladas que se graban en la memoria como símbolos colectivos
de lucha: los cacerolazos replicando los métodos de resistencia en contra de la dictadura, la juventud en las calles y en las barricadas, la lucha contra el régimen impuesto por la dictadura y la “democracia degradada” de la Concertación y la derecha
que tienen sus inicios en la transición post-contrarrevolucionaria basada en la derrota
del ascenso de masas del año 73, y el aborto de las Protestas ‘83-‘86 en contra la
dictadura militar de Pinochet.
No se puede predecir el tiempo del próximo ascenso, lo que sí se puede predecir es que la lucha del movimiento estudiantil y la Revuelta de Aysén llevan el germen en sus entrañas para impulsar las justas luchas democráticas de los trabajadores y los oprimidos, pero también llevan en sus entrañas la caída de un régimen
apuntalado a sangre y fuego, y que por más que quiera maquillar sus instituciones y
dar migajas a los trabajadores y el pueblo pobre, tendremos que acostumbrarnos a
nuevos ciclos de lucha de clases que impongan la necesidad que los obreros y oprimidos sean dueños de sus propios destinos y conquisten un gobierno de los trabajadores.
Es por esto que el factor subjetivo en condiciones de reactualización de las
bases objetivas de procesos revolucionarios cobra un peso inmenso en el destino de
la lucha. Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios entendemos la importancia de la lucha ideológica y de estrategias para dar la lucha por un partido de combate para vencer, es por esto que este artículo es un pequeño aporte a la lucha de estrategias en la izquierda.
El balance de la unidad popular, los orígenes de la Política
de Rebelión Popular de Masas y la defensa militar de la
etapa democrático-burguesa.
La gran derrota histórica que significó el golpe militar el 11 de septiembre de
1973 para los trabajadores y el pueblo pobre en Chile, derrota impulsada por la
“santa alianza”(2) que estaba en contra de la fuerza social que se expresa en la Unidad Popular y el ascenso obrero y popular que cada vez se profundizaba y radicalizaba más, polarizando a las clases sociales antagónicas y poniendo al día la conquista del poder por parte de los trabajadores y los oprimidos. La larga noche de la
dictadura se apuntaló a sangre y fuego por parte de “las FFAA en su conjunto la que
tomaba el control del estado bajo la injerencia directa del imperialismo norteamericano, reflejando el grado de cohesión y unidad de la burguesía
ante la amenaza obrera”(3). Los primeros en recibir los golpes (2) Para profundizar esta
caracterización véase
por parte de la dictadura militar fueron la vanguardia de los ¿Quiénes
fueron los responsables del golpe?
trabajadores, el movimiento sindical, los partidos de izquierda
Miranda Ed. Clase
y sus militantes, los pobladores, etc. Desarticulando sus orga- Nicolascontra
Clase.
nizaciones y mandándolas al exilio, los campos de concentra(3) Notas para una historia
ción, asesinando y desapareciéndolos.
del FPMR, Pág. 291,
Ante este nuevo escenario el Partido Comunista de Chile
(PC) comienza a preguntarse “¿Cuáles fueron las causas de la
derrota? ¿El golpe militar era inevitable? ¿Podría haberse
hecho “algo” para evitar tal desastre, tal estampida de crueldad
y violencia militar?”(4) “¿La derrota de la UP significa que se
invalida la tesis de la posibilidad de la conquista del poder por
vía no armada, en general? ¿Al menos tal cosa ocurre para Chile?”(5) Estas preguntas son importantes ante el balance de la
UP su derrota y los “errores estratégicos” que explican esta
derrota, estos “errores estratégicos” darán a la luz más adelante la política de PRPM la que se configurara como línea política
en 1984.
101
anexo en Historia Marxista
del Partido Comunista de
Chile, Ed. Clase contra
clase.
(4) ¡Con la razón y la fuerza, venceremos! La Rebelión popular y la subjetividad comunista en los ’80,
Viviana Bravo Vargas. Ed.
Ariadna.
(5) “Los acontecimientos
en chile: visión de los comunistas”. Revista Internacional, julio y agosto de
1974, en desde chile
hablan los comunistas. Ed.
Colo-Colo, 1976.
Como dijimos anteriormente la PRPM es parte de un proceso de experiencia y
de balance del PC en relación a su participación y responsabilidad ante la gran derrota impuesta por la dictadura militar. Ante estas preguntas tenemos que responder
cuál era el carácter del proceso: hay que decir que el Chile de los ‘70 era uno que
atravesaba una crisis social y política marcada por las demandas y el ascenso de los
trabajadores y el pueblo pobre, ascenso que cada vez se radicalizaba más y desbordaba los límites de la institucionalidad burguesa y de la propiedad privada, así como
también desbordaba en forma política a los diferentes partidos de izquierda. El PC
siempre mantuvo una posición moderada y de colaboración de clases, poniendo de
rodillas a los trabajadores y los oprimidos en alianzas con sectores de la burguesía.
La estrategia de la Unidad Popular era la revolución por etapas: tal concepción se
basa en que las burguesías nacionales pueden cumplir un rol progresivo en la
“revolución democrática” y “anti-imperialista” dejando a la clase obrera y a las masas explotadas y oprimidas la tarea de dar un apoyo a estas burguesías nacionales,
es por esto que el PC siempre buscó alianzas con sectores de la burguesía incluso
con las Fuerzas Armadas.
Es por esto que la cuestión del poder que se imponía cada vez más fuerte, es
decir la conquista del poder por los trabajadores y la conquista de un gobierno obrero, le pasaba por el lado al PC: “El socialismo, o más bien, la dictadura del proletariado, es decir, el gobierno de una República Obrera, en transición al socialismo, se dejaba para un futuro incierto. La cuestión del poder, que la realidad misma había planteado como vimos, no era de la incumbencia de este partido. Más todavía, el Partido
Comunista reafirmaba, en los primeros meses de 1972, el camino que comenzaba a
mostrarse impotente y que culminaría unos meses después en la formación de los
Cordones Industriales”(6). Ese camino ya se había afianzado en el gobierno de la Unidad Popular en los encuentros de Lo Curro y de La Serena, donde se confirmaba la
colaboración de clases y la política de “consolidad para avan(6) ¿Quiénes fueron los
zar”, pero esto iba acompañado de dejar de lado la creación
responsables del golpe?
Nicolás Miranda, Ed. Clase de un nuevo poder obrero que se expresara en organismos de
contra Clase.
doble poder como fue la formación de los cordones industria(7) “La tercera internacio- les, y luego del paro de los camioneros en 1972. El PC nunca
nal después de Lenin (o el impulsó los cordones industriales a nivel nacional como orgagran organizador de derronismos de doble poder, si tomamos en cuenta que Lenin ya
tas)” León Trotsky. Ed.
Grupo Germinal. Pág. 193 había explicado que la tarea fundamental de los soviets es “la
Edición electrónica: http://
de organizar o ayudar a organizar la conquista del poder, y desgrupgerminal.org/?
q=system/files/
pués, que al día siguiente de la victoria se convierten en el poTerceraInternacionaldespu
der del nuevo estado”(7) , es así como “también en la acción,
esLeninTrotsky2%C2%
AAedicion.pdf
las masas deben sentir y comprender que el soviet es su orga(8) “La tercera internacio- nización, de ellas, que reagrupa sus fuerzas para la lucha
nal después de Lenin (o el para la resistencia, para la autodefensa y para la ofensiva
gran organizador de derro(La negrita es nuestra). No es en la acción de un día ni, en
tas)” León Trotsky. Ed.
Grupo Germinal. Pág. 194 general, en una acción llevada a cabo de una sola vez, como
Edición electrónica: http://
pueden sentir y comprender esto, si es a través de la experiengrupgerminal.org/?
q=system/files/
cia que adquieren durante semanas, meses, incluso años, con
TerceraInternacionaldespu
o
sin discontinuidad”(8).
esLeninTrotsky2%C2%
AAedicion.pdf
102
Veamos el razonamiento del PC luego de la derrota de la Unidad Popular y la
cuestión de la conquista del poder “esto se debió, principalmente, al hecho de que la
mayoría del pueblo asociaba su destino al problema de quién tiene el gobierno en sus
manos antes que a la cuestión de en qué manos está todo el poder: la necesidad de
conquistarlo en su totalidad no estaba en la conciencia de las grandes masas populares debido a la deficiencia de muchos años en la educación política del pueblo, de lo
cual los comunistas nos sentimos particularmente responsables”(9). Una vez más el
PC silencia la enorme lucha que dio la clase obrera y los oprimidos, la organización
de los cordones industriales para la defensa de sus conquistas y para avanzar y profundizar el proceso revolucionario que con sus luchas estaban llevando adelante, para conquistar el poder, la expropiación a los grandes monopolios, el avance y expropiación en el campo contra los terratenientes, la movilización de los trabajadores y el
pueblo pobre que desbordaban el programa de la Unidad Popular y ponían como
primera lucha consolidar y avanzar en los auto-organismos de masas. Es una tónica
del PC no confiar en las propias fuerzas de las masas explotadas y oprimidas, llevándolas siempre a un callejón sin salida, y en el balance echarles la culpa.
El “vacío histórico”, la revolución sin conquistar el poder;
la confirmación de la revolución democrático-burguesa.
En el exilio comienza a hegemonizar la teoría del “vacio histórico” poniendo de
manifiesto que “una revolución ha de saberse defender”, esto sentenciaba Boris Ponomariov, miembro suplente del Buro político del PCUS. Este mismo se pronunciaría
ante la derrota chilena: “los acontecimientos en Chile vuelven a recordarnos la importancia primordial de saber defender las conquistas revolucionarias alcanzadas y estar
prestos a cambiar rápidamente de formas de lucha. Pacifica y no pacifica; vuelve a
recordarnos que debemos ser capaces de responder con la violencia revolucionaria a
la violencia reaccionaria de la burguesía”(10). Pero toda esta crítica se subordinaba a
que toda vía pacífica era viable en la medida de la correlación de fuerzas internacional que la hacía viable y una posición consolidada del campo socialista permitiría la
adopción de medidas más moderadas que aspiraban a las grandes alianzas con sectores de la burguesía. Y en el balance no solo el PCUS tendría
esta posición, el grupo de Leipzig que se instaló en la Alemania
(9)Luis Corvalán, “Como
federal y que estaba compuesto por una serie de intelectuales se dio en chile la vía no
del PC, nos decía lo siguiente: durante todo el año 1973 existió armada”, los 1000 días de
la revolución. Dirigentes
una sobre determinación del proceso. Para lograr el éxito de del PC de chile analizan
los esfuerzos políticos de diversa índole que realizaba el movi- las enseñanzas de la experiencia chilena
miento popular y generar una correlación de fuerzas favorable
al avance de la revolución, se hizo cada vez más necesario (10) Ponomariov, Boris,
Conferencia de la revista
contar con fuerza militar”(11). Es decir, para una serie de inte- internacional, Praga, Enero, 1974.
lectuales la “primera etapa” de la revolución o “la vía pacífica al
socialismo” que había tomado la UP eran correctas, lo que (11) Patricio Palma, “La
criticaban era el no ganarse al ejército o a parte del ejército, o relación entre la línea políy la política militar del
en su límite no haber suprimido a los elementos reaccionarios tica
movimiento popular” bode éste. En estos términos también lo declara Luis Corvalán: letín del exterior. N° 44
“es evidente que no nos habíamos preparado adecuadamente Noviembre-Diciembre.
1980
103
para la defensa del gobierno popular en cualquier terreno, No solo teníamos el vacio
histórico de la falta de una política militar, sino que el tratamiento del problema no lo
encaminamos desde el punto de vista de tarea de todo el partido y por tanto de dominio de sus organismos y cuadros”(12). Esta misma visión de los acontecimientos
tenían los cubanos: “ellos (los Cubanos) evaluaron las causas de la caída de Allende,
criticando el papel jugado por el MIR y opinaron sobre la necesidad de una alianza
para derrotar a la junta fascista”(13). Incluso cuando Cuba ofrece formar cuadros militares se puede ver la misma estrategia, la defensa de la democracia burguesa: “este
ofrecimiento (de formación de cuadros militares) respondió más bien a la observación
que ya Fidel Castro había hecho al propio Allende (durante la estadía en Chile que se
prolongó del 10 de noviembre al 4 de diciembre de 1971), sobre la necesidad de contar con los medios y tácticas necesarios para defender las conquistas revolucionarias”. Al analizar los diferentes balances y el origen la PRPM encontramos que las
conclusiones del PC y también del llamado “comunismo internacional” y de una serie
de intelectuales son las mismas: lo militar está subordinado a la “etapa democrática
burguesa” y su defensa, la PRMP jamás fue concebida para, en última instancia,
conquistar el poder por parte de los trabajadores o ir al socialismo: la PRPM podríamos caracterizarla como “crear una perspectiva insurreccional en el accionar de las
masas y asimismo, dominar la técnica necesaria para poder enfrentar a la dictadura.
El objetivo estratégico sería derrocar la dictadura y construir una nueva democracia
nacional y popular, con miras… solo con miras al socialismo”(14). Es decir, los objetivos estratégicos no cambian, la propuesta estratégica seguía siendo la misma: el PC
mantuvo su estrategia de colaboración de clases y de hacer amplias alianzas con el
centro político, esto no solo se expreso en la UP con la Democracia Cristiana, si no
que desde la puesta en marcha de la PRPM estaba en paralelo al “frente antifascista”
y en los ´80 al llamado “paso táctico” que tenia siempre como clave la conquista de
una alianza con el centro político y centralmente la DC. Con estos antecedentes podemos decir que la estrategia del PC, más allá de sus giros tácticos, fue de conciliación de clases y, la lucha por la democracia no puede ser otra cosa que conciliación
de clases, aunque se enfatice el elemento de la acción arma(12) “Tres periodos en
da, o que sea por la vía pacífica.
nuestra línea revolucionaria”, Luis Corvalán, Ed.,
Verlag Zeit im Bild, Berlin
1982, Pág. 170.
(13) “Arriba los pobres del
mundo, Cultura e identidad política del partido
comunista de chile entre
democracia y dictadura.
1965-1990” Rolando Álvarez V. Ed. LOM. Pág. 174.
(14) “¡Con la razón y la
fuerza, venceremos!, la
rebelión popular y la subjetividad comunista en los
´80” Viviana Bravo Vargas.
(15) “Los Movimientos
sociales en chile 19731993”, Patrick GuillaudatPierre Mouterde, editorial
Lom, 1998.
De la Política de Rebelión Popular de
Masas a la Guerra Patriótica Nacional, el
FPMR, el ascenso de masas y la transición
post-contrarrevolucionaria.
Desde el año 1983 se va a comenzar un ciclo de ascenso de masas contra la dictadura(15), ese año se comenzaría a
desarrollar la “peor crisis política que viviría la dictadura”, crisis
política que se articularía con la peor crisis económica que enfrentaba en sus ya 10 años en el poder, la recesión económica
se convertiría en agitación social, y se abrían las puertas para
el llamado “ciclo confrontacional” con la dictadura, la crisis
económica y el desempleo que “en el periodo 1974-1985, la
104
tasa media de desocupación real, incluyendo a quienes sólo recibían subsidios en los
programas especiales de empleo, fue de un 19,6%, más que triplicando la tasa histórica, que tuvo un promedio de 5,6% entre 1964 y 1973. La pérdida del trabajo, o el
temor a perderlo, impidieron o delimitaron las acciones reivindicativas. El alto desempleo constituyó otra forma de represión en contra de los trabajadores y sus organizaciones, y aunque tuvo una naturaleza diferente, su efecto fue más amplio que los allanamientos, la cárcel o el exilio”(16). Los efectos de la crisis que en su momento disparó a 30% el desempleo, fueron acompañados por la aprobación del plan laboral, la
perdida de conquistas históricas de la clase obrera, caracterizado por grandes protestas y movilizaciones, organización en sectores de la clase trabajadora y los pobladores, enfrentamientos callejeros y lucha de masas. El régimen respondería con represión, torturas, asesinatos y toques de queda.
Es en este proceso de confrontación directa contra la dictadura que las organizaciones de la clase obrera juegan un papel preponderante en la articulación de los
otros sectores sociales: ya en mayo de 1983 la Confederación de Trabajadores del
Cobre en su congreso de Talca había llamado a movilizarse en contra de la dictadura,
si bien en ese mismo congreso hubo un cambio en la política por parte de los sindicatos mineros, ya que el primer llamado era a una huelga general, este cambió por
las presiones que estaba haciendo la dictadura a sus dirigentes y a los trabajadores,
por esto el llamado se define como una jornada de protesta nacional. Es así como en
el escenario de protesta nacional comienzan a dar a luz las demandas de la clase
trabajadora y los oprimidos, se comenzará a manifestar el descontento vía cacerolazos en todo Santiago y regiones, no se enviaron a los niños a los establecimientos
educativos, se comenzó a volver a las 14:00 a la casa, esto fue una enorme experiencia de masas, de combates y enfrentamientos, de lucha de clases callejera, de
huelgas, piquetes y barricadas. Se empezaba a perder el miedo y recomponer la moral de salir a luchar y organizarse(17). Por primera vez, el muro
de silencio y de temor se derrumbaba, de un lado a otro de la (16) “Libertad sindical y
ciudad(18) las represalias por parte de la dictadura militar no se Derechos Humanos, Análihicieron esperar, la represión policial y de la policía de investi- sis de los informes del
comité de libertad sindical
gaciones, la intimidación en todo el país se presentó de golpe de la OIT (1973-1990),
ante la primera jornada nacional en contra de la dictadura, Elizabeth Lira y Hugo Rojas (editores), Guillermo
más de 10 mil personas fueron controladas, así también se Miranda, El sindicalismo
cesan las trasmisiones de radio cooperativa, la radioemisora Chileno entre 1973 y 1990,
Pág., 21. Editorial Lom.
de la oposición, por exaltar los hechos. Es en este escenario
que podríamos definir como una situación de recomposición (17) “El Partido Comunista
en los 20 años de demode la clase trabajadora, de ascenso en la lucha de clases, que cracia pactada” Pablo
adquirió ribetes ofensivos y se elevaba a la lucha política con- Torres, Revista Lucha de
Clases 01, Invierno 2011,
tra el régimen, que cada vez se reimpulsaba, subía de tono y versión digital. Pág. 9,
http://
se radicaliza cada vez más, la PRPM se desarrollaba cada vez
www.revistaluchadeclases.
más acompañando las movilizaciones de masas, la conformacl/01/docs/
ción del FPMR como “brazo armado del pueblo” se configura- artpc_enconcetacion.pdf.
ba en torno a la nueva fase que adquieren los acontecimientos (18) “Los Movimientos
y las grandes movilizaciones. Es así como el FPMR comienza a sociales en chile 1973Patrick Guillaudatoperar como brazo armado del PC, sumergidos en la clandes- 1993”,
Pierre Mouterde, editorial
Lom, 1998, Pág. 140.
tinidad, “en esta época nació una expresión orgánica de corte
105
político-militar, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y, junto a él, las formas de autodefensa se masificaron”(19), se comenzaron a hacer atentados, cortes generales de
luz, explosiones, ataques a cuarteles policiales o de la CNI, asaltos a bancos y armerías, tomas de radio y agencias informativas y secuestros, entre los más conocidos
esta el del Cabo Obando y el Coronel Haeberle, responsable del protocolo de Pinochet, también se hicieron ajusticiamientos a agentes de la CNI, etc.
Para graficar los acontecimientos, la prensa comenzó a informar de los sucesos: “la Tercera lo hizo en su edición del 18 de noviembre de 1984, dando cuenta que
entre septiembre del 83 y octubre del 84, se registraron 1889 acciones desestabilizadoras, de las cuales 1138 fueron con explosivos, 229 sabotajes, 163 asaltos a mano
armada, 36 atentados selectivos y 47 sabotajes mayores. A su vez, el mercurio del 17
de julio de 1986, en un recuadro titulado “las cifras de la violencia”, establece que
entre Enero de 1984 y junio de 1986 se registraron 204 atentados con bombas y explosivos, 23 asaltos y atentados, 30 ataques a cuarteles militares o policiales, 3 enfrentamientos y 3 secuestros, con 59 víctimas civiles y 21 de las fuerzas armadas y
carabineros”(20).
Entonces si el FPMR no nace como un partido político, sino como un aparatomilitar auxiliar y compartimentado de la estructura política del PCCH, por lo tanto el
FPMR no pretendía ser un partido, ya que para el Frente esa alternativa estaba cubierta por los partidos populares que representaban los intereses del pueblo, el mismo José Miguel (Pellegrin) declaraba que el FPMR “no se ha levantado como una
alternativa a ninguna dirección partidaria o social que este sinceramente comprometida en la lucha opositora”(21), por lo tanto lo que tenían en común el PCCH y el
FPMR era que por diferentes vías, uno buscando acuerdos con la DC y el centro político y un sector de los patrones, otro en acciones armadas, no lucharon por una estrategia de independencia de clase que condujera a poner en pie organismos de doble poder, organismo que necesariamente tenían que estar ar(19) “! Con la razón y la
mados para no ser semi-organismo de poder. Esto se expresa
fuerza, venceremos!, la
rebelión popular y la sub- en que incluso los objetivos políticos del FPMR no son muy
jetividad comunista en los
´80” Viviana Bravo Vargas. diferentes a los del PCCH: “Los propios objetivos del FPMR
Pág., 203.
hacían suyos los objetivos democráticos y de alianzas
(20) “Los comunistas y la “amplias”, es decir, no modificaban la estrategia del PC: 1) El
democracia”, Luis Corfin del régimen; 2) La derogación de la Constitución; y 3) La
valán Lépez, Editorial Lom,
creación de un “gobierno patriótico y de unidad nacioPág., 48.
nal”(22). Es decir, los objetivos de la PRPM era la desestabili(21) Manuel Cabalga de
nuevo” Ediciones III Ani- zación del régimen con vías a un objetivo democrático, y el
versario, Santiago de Chile FPMR era el impulsor de este método de confrontación con la
1986. Pág. 70.
dictadura, no quedan dudas de su objetivo político y militar.
(22) “El Partido Comunista
en los 20 años de democracia pactada” Pablo
Torres, Revista Lucha de
Clases 01, Invierno 2011,
versión digital. Pág. 7,
http://
www.revistaluchadeclases.
cl/01/docs/
artpc_enconcetacion.pdf.
Paralelamente ante las masivas movilizaciones y la explosiva espontaneidad de las masas surgirá el Manifiesto Democrático firmado por socialistas, demócrata-cristianos, radicales, etc. Será esta base de alianza la que se desarrollará con
posterioridad como la Asamblea Democrática, que desde sus
inicios tendrá un programa y una salida política a la dictadura
106
en términos democráticos y como salida burguesa pactada, ya que si bien exigía la
renuncia del dictador también abogaba por un Acuerdo Nacional que no especificaría
para qué ni con quién. Serán estos términos y este programa que servirán como base
para una futura formulación de transición pactada, esto mientras todas las fuerzas
políticas que tenían que perder con el impulso de las masas se ponían a tono para
desviar el proceso y llevarnos a una contrarrevolución democrática. “Ya en 1985 se
empieza a preparar la política de los acuerdos. En Agosto de 1985, se reúnen en el
Convento de los Jesuitas en San Bernardo diversos políticos de los partidos opositores con partidos de la derecha. Entre los partidos opositores estaba la DC, el PS de
Ricardo Núñez, el Partido Radical y el Partido Socialdemócrata. De la derecha, estaba
Unión Nacional (antecesora de Renovación Nacional), representada por Andrés Allamand (actual Ministro de Defensa del gobierno de Sebastián Piñera), el Partido Republicano, el Partido Liberal y el Partido Nacional. De esa reunión sale el “Acuerdo Nacional para la transición a la plena democracia”. En ella se acuerda: 1) Buscar un
acuerdo con las Fuerzas Armadas (FFAA), excluyendo al PC; 2) Hacer reformas mínimas a la Constitución de 1980 (es decir, legitimándola); 3) No hacer tribunales especiales que puedan hacer juicio y castigo a los genocidas. La DC por su parte, se reunía aparte con partidos de la derecha y el año ‘86 se empezaría a reunir con representantes del imperialismo norteamericano. Ese mismo año, fracasa la negociación al
cerrar la puerta el dictador”(23). La iniciativa la tenía la Democracia Cristiana (DC) y la
AD, el PC para responder a la iniciativa de la DC “no tuvo otra opción que alzar la
voz. Poco antes y fiel a su tradición estratégica, había intentado llegar a acuerdos
con la AD y había solicitado su integración, pero varios en la Alianza se habían
opuesto. Frente a la posibilidad de quedar bajo la mesa y ante el ascenso de la movilización popular, no le quedó otra elección que lanzarse en la creación de una agrupación alternativa, más acorde con su última decisión de sostener “todas las formas
de lucha”(24). Y aunque se lanza a conformar el MDP, el PCCH siempre irá detrás de
una alianza con la DC, subordinándose a la política de contrarrevolución democrática
de la DC. Ahora la pregunta que nos hacemos respecto de qué estaba en juego en el
ascenso ‘83-‘86 y para comprender y analizar las "transiciones a la democracia",
desde el ángulo de la revolución proletaria, es necesario abordar una cuestión metodológica previa. Con este objetivo partimos de las definiciones realizadas por León
Trotsky, analizando un problema planteado en la época imperialista como es el carácter de la revolución contra los regímenes "dictatoriales", en el periodo entre guerras
tales como el fascismo y el nazismo en los países imperialistas.
Trotsky, discutiendo con los marxistas italianos en la Italia de Mussolini, planteaba: "En cuanto a la ‘revolución
antifascista’, la cuestión italiana está más que nunca ligada
íntimamente a los problemas fundamentales del comunismo
mundial, vale decir, a la llamada teoría de la revolución permanente (...) A partir de todo lo anterior, surge el problema del periodo ‘transicional’ en Italia. En primerísimo lugar, hay que responder claramente: ¿transición de qué a qué? Un periodo de
transición de la revolución burguesa (o ‘popular’) a la revolución proletaria, es una cosa. Un periodo de transición de la
dictadura fascista a la dictadura proletaria es otra cosa. Si se
107
(23) “El Partido Comunista
en los 20 años de democracia pactada” Pablo
Torres, Revista Lucha de
Clases 01, Invierno 2011,
versión digital. Pág. 8,
http://
www.revistaluchadeclases.
cl/01/docs/
artpc_enconcetacion.pdf.
(24) “Los Movimientos
sociales en chile 19731993”, Patrick GuillaudatPierre Mouterde, editorial
Lom, 1998, Pág., 162.
contempla la primera concepción, se plantea en primer término la cuestión de la revolución burguesa, y sólo se trata de determinar el papel del proletariado en la misma. Sólo después quedará planteada la cuestión del período transicional hacia la revolución proletaria. Si se contempla la segunda concepción, entonces se plantea el
problema de una serie de batallas, convulsiones, situaciones cambiantes, virajes
abruptos, que en su conjunto constituyen las distintas etapas de la revolución proletaria. Puede haber muchas etapas. Pero en ningún caso puede implicar la revolución
burguesa o ese misterioso híbrido, la revolución "popular" (...) ¿Significa esto que
Italia no puede convertirse nuevamente, durante un tiempo, en un estado parlamentario o en una ‘república democrática’? Considero -y creo que en esto coincidimos
plenamente- que esa eventualidad no está excluida. Pero no será el fruto de una revolución burguesa sino el aborto de una revolución proletaria insuficientemente madura y prematura. Si estalla una profunda crisis revolucionaria y se dan batallas de
masas en el curso de las cuales la vanguardia proletaria no tome el poder, posiblemente la burguesía restaure su dominio sobre bases ‘democráticas’"(25). Es decir, el
acento de las bases “democráticas” del régimen estarían generadas por el aborto de
la revolución proletaria y no por una revolución triunfante, y esto es lo que pasó en
Chile, una contrarrevolución democrática que el descontento con el régimen fue canalizado posteriormente hacia el plebiscito de 1988 sobre el SI o NO de la continuidad de la Dictadura Militar que legitimó la constitución del 80. La derrota del "Sí" permitió la asunción del demócrata cristiano Aylwin, iniciando el ciclo concertacionista,
que preservó los "logros" económicos y la impunidad de la institución militar de conjunto.
El rompimiento del “Frente autónomo”
Un sector del FPMR dirigido por Pellegrin rompe con el PCCH centralmente
porque este sector, el “Frente Autónomo”, le recrimina al PCCH no llevar adelante la
Sublevación nacional y entregarse de lleno a la oposición y a la transición pactada en
los términos de la dictadura, pasado el “año decisivo” el año
86, desde comienzos del 87 el PCCH “en un gran esfuerzo por
(25) Citado en:
“Transiciones a la demo- buscar un camino unitario, expresó estar dispuesto a revisarlo
cracia” un instrumento del
imperialismo norteameri- todo, discutir todos los aspectos de nuestra política, incluso los
cano para administrar el militares”(26). Estos quiebres aumentaron más con las operadeclive de su hegemonía,
Por Laura Lif y Juan Chin- ciones fallidas, tanto siglo XXI y Carrizal Bajo. Después del
go, Estrategia Internacio- rompimiento, el Frente Autónomo comienza un trabajo arduo
nal 16, Revista de Teoría y
política marxista revolucio- de cambiar a una organización política y a ligarse a las masas,
naria, en digital
centralmente en las poblaciones periféricas de Santiago y de
http://www.ft.org.ar/
algunas ciudades. Una de las conclusiones que había previsto
estrategia/ei16/
ei16transiciola dirección del Frente era que si Pinochet llamaba a un plebisnes.htm#Argentina:
cito era para ganarlo, y de cualquier forma, es decir, hasta lle(26) De la rebelión popular gar al fraude electoral o hacer un auto-golpe. Para el Frente
a la sublevación imaginaAutónomo, la dictadura no armaba un proceso electoral para
da. Antecedentes de la
historia política y militar
perderlo, con ese análisis el Frente creía que se podría dar una
del Partido Comunista de
Chile y del FPMR 1973- sublevación donde el Frente podría ser la dirección de ese pro1990. Luis Rojas Núñez, ceso y donde el factor armado era el más importante, aunque
Editorial Lom, Pág. 394.
108
con los mismos objetivos políticos de la PRPM, es decir una misma estrategia, este
avanzaba a una sublevación nacional y la estrategia seria la Guerra Patriótica Nacional: “indudablemente, apostábamos a una lucha de masas de carácter sostenido,
muy similar a lo concebido en el plan de la sublevación del año 1985, donde el elemento militar de masas jugaba un papel principal. Así concebíamos esta “irrupción”,
como parte de una estrategia que llamamos GPN”(27).
Pero al desviarse el ascenso en una contrarrevolución democrática con las reglas de la dictadura y del imperialismo norteamericano el proyecto político del Frente
queda en crisis, el dictador perdió el plebiscito, pero la sublevación no ocurrió, el
Frente ya no era funcional, y su separación del PCCH que podríamos definir como
ruptura-expulsión, fue central en la crisis del proyecto político del Frente Patriótico
Manuel Rodríguez.
Entonces para el Frente se trataba de Firmar un pacto constitucional que incluya el compromiso de los firmantes en relación a poner fin al actual régimen, terminando con la dictadura militar y su junta, la derogación inmediata de la constitución de
Pinochet y, la “constitución de un gobierno Patriótico y de unidad Nacional”. Después de los acuerdos y la aceptación del plebiscito por el PCCH, el Frente prepara,
unos días después del triunfo del NO, acciones en diferentes pueblos y regiones de
Chile que configuraban la Guerra Patriótica Nacional; El resultado de estas acciones
militares, y de foco guerrilleros fue la muerte del comandante José Miguel y de la comandante Tamara. Luego de su muerte vienen algunas operaciones, como la muerte
del ultra-derechista Jaime Guzmán, pero políticamente la estrategia de autonomización de lo militar, de un partido guerrillero, le impidió moverse –revolucionariamentecon el movimiento de las masas, y por sobre todo, prepararse para la batalla de las
lecciones estratégicas que llevaron a la derrota que estaba planteada.
Hoy, la reactualización de las condiciones objetivas para la revolución están
avanzando y la estrategia revolucionaria para vencer tiene una importancia decisiva
en los momentos de ascensos de masas, como diría Trotsky: el partido es la pluma
que desestabiliza la balanza, y la necesidad que los obreros y oprimidos sean dueños
de sus propios destinos y conquisten un gobierno de los trabajadores; esa es la lucha de los Trotskistas del PTR.
(27) De la rebelión popular
a la sublevación imaginada. Antecedentes de la
historia política y militar
del Partido Comunista de
Chile y del FPMR 19731990. Luis Rojas Núñez,
Editorial Lom, Pág
109
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