Tribunal Supremo, Sala Cuarta, de lo Social, Sentencia de

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Tribunal Supremo, Sala Cuarta, de lo Social, Sentencia de 12 Dic.
2006, rec. 21/2006
Ponente: Castro Fernández, Luis Fernando de.
Nº de recurso: 21/2006
CONVENIO COLECTIVO. Desestimación de la petición de nulidad de
Convenio suscrito por tres de los diez respresentantes unitarios de
los trabajadores; dimensión colectiva del acuerdo por adhesión al
mismo, como acuerdo extraestatutario. Validez del Convenio y
eficacia limitada a los firmantes y trabajadores adheridos.
Naturaleza de acuerdos extraestatutarios y doctrina jurisprudencial
aplicable. Limitaciones al deber de negociar.
El Tribunal Supremo desestima el recurso de casación interpuesto contra
sentencia del TSJ Galicia que no aprecia nulidad del convenio colectivo
impugnado.
En la Villa de Madrid, a doce de Diciembre de dos mil seis
SENTENCIA
Vistos los presentes autos pendientes ante la Sala en virtud de recurso
de casación interpuesto por la Procuradora Sra. SÁNCHEZ
FERNÁNDEZ, en nombre y representación de CONFEDERACION
INTERSINDICAL GALEGA (CIG), frente a la sentencia de la Sala de lo
Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, de fecha 26 de enero
de 2006, dictada en el proceso 9/05 , en virtud de demanda formulada
por
la
CONFEDERACION
INTERSINDICAL
GALEGA
contra
COOPERATIVA FARMACEUTICA GALEGA (COFAGA), D Gerardo , Dª
Inmaculada y D. Alonso y el MINISTERIO FISCAL, en demanda sobre
conflicto colectivo.
Es Magistrado Ponente el Excmo. Sr. D. LUIS FERNANDO DE CASTRO
FERNÁNDEZ
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Por la representación de la CONFEDERACION
INTERSINDICAL GALEGA (CIG), se planteó conflicto colectivo, del que
conoció la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
En el correspondiente escrito, tras exponer los hechos y fundamentos
de derecho, terminaban suplicando se dictara sentencia por la que: "se
revoque la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia de Galicia y se estime la demanda rectora
declarando la nulidad del Convenio Colectivo de Eficacia limitada
suscrito por los codemandados el 23 de mayo de 2005 al no haberse
adoptado el mismo por la mayoría de la representación de los
trabajadores en los términos interesados en la demanda, condenando a
los codemandados a estar y pasar por tal declaración".
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda, se celebró el acto del
juicio, en el que la parte actora se afirmó y ratificó en la misma,
oponiéndose las demandadas, según consta en acta. Recibido el pleito a
prueba, se practicaron las propuestas y declaradas pertinentes.
TERCERO.- Con fecha 26 de enero de 2006 la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Galicia dictó sentencia en la que
consta la siguiente parte dispositiva: "Que Desestimando la demanda
interpuesta por la Confederación Intersindical Galega contra la empresa
COFAGA y contra Don Gerardo , Dª Inmaculada y D. Alonso , debemos
absolver a dichos demandados de los pedimentos contenidos en la
demanda".
CUARTO.- En dicha sentencia se declararon probados los siguientes
hechos: "1º.- La empresa Cofaga se dedica a la fabricación de apósitos y
a la distribución de productor farmacéuticos, disponiendo para ello en
Galicia de distintos centro de trabajo sito en: A Coruña (93
trabajadores). Santiago (20 trabajadores). Ferrol (3 trabajadores) y Lugo
(16 trabajadores). El número total de la plantilla varía en función de los
contratos temporales que en cada momento estén en vigor. 2º.- Que ene
las últimas elecciones sindicales celebradas el 12-12-03, los centros de
trabajo de A Coruña, Santiago y Ferrol participaron conjuntamente,
eligiendo un Comité de Empresa de 9 miembros, de los que 5 fueron en
las listas de Comisiones Obreras y 4 en las de la Confederación
Intersindical Galega. Asimismo en Lugo se eligió un único representante
de la lista de CC.OO. Los trabajadores codemandados fueron elegidos
como representantes de los trabajadores, formando parte de las listas
de Comisiones Obreras. 3º.- El sindicato demandante solicita la nulidad
del Convenio Colectivo al no haber sido suscrito por la mayoría de los
diez miembros que conforman la Comisión Negociadora - Comité
Intercentros y haberlo acordado así los tres codemandados. 4º.- En
fecha 23- 5-05, se firma el denominado "Convenio Colectivo de
COFAGA, al que las partes le otorgan eficacia limitada y cuya vigencia
se establece entre el 1-1-2004 y el 31-12-2006".
QUINTO.- Contra dicha sentencia se interpuso recurso de casación por
la representación procesal de la CONFEDERACION INTERSINDICAL
GALEGA, basándose en los siguientes motivos: a) Al amparo del art.
205,d) de la Ley de Procedimiento Laboral y b) Al amparo del art. 205,e
de la LPL por interpretación errónea del art. 37.1 de la Constitución
Española y art. 63.1 y 3 del Estatuto de los Trabajadores, en relación
con los arts. 87.1 , 88.1, 40.2, 41.4 y 51.4 del Estatuto de los
Trabajadores y asimismo en relación con el art. 2.2.d) y 8.1.a) de la Ley
Orgánica 11/1985 de Libertad Sindical .
SEXTO.- Por providencia se procedió a admitir a trámite el citado
recurso y habiéndose impugnado, pasaron las actuaciones al Ministerio
Fiscal, que presentó informe en el sentido de considerar procedente la
desestimación del recurso. E instruido el Excmo. Sr. Magistrado
Ponente, se declararon conclusos los autos, señalándose para votación
y fallo el día 5 de diciembre de 2006, en el que tuvo lugar.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- 1.- Se formula recurso de casación contra la STSJ Galicia
26/01/06, dictada en procedimiento iniciado por demanda 9/2006, con
objeto de impugnar el convenio colectivo suscrito en el marco de la
empresa «Cooperativa Farmacéutica Galega (COFAGA)» y en cuyo
suplico se interesaban dos expresos pronunciamientos: «A) La nulidad
del "Convenio Colectivo" de eficacia limitada suscrito por los
codemandados el 23 de mayo de 2005, por no haberse adoptado el
mismo por la mayoría de la representación de los trabajadores que
conforman la Comisión Negociadora y el Comité Intercentros. B) Que
ambas partes, Empresa y representación unitaria de los trabajadores,
está obligadas a continuar negociando bajo el principio de buena fe el
Convenio Colectivo Estatutario iniciado el 9 de febrero de 2004 ».
Previamente, aunque sin traslación al concreto suplico, la demanda
afirmaba que «determinada la nulidad del "Convenio Colectivo" suscrito,
tendríamos que concluir que se ha suplantado por los firmantes la
autonomía colectiva y se ha impedido por los mismos la continuidad de
la negociación del "Convenio Colectivo" cuya Mesa Negociadora se
constituyó el 9-2-2004, por lo que procede continuar con la negociación
colectiva bajo el principio de la buena fe».
2.- La sentencia recurrida declara probado: a) «COFAGA» tiene centros
de trabajo en A Coruña (93 trabajadores), Santiago (2 trabajadores),
Ferrol (3 trabajadores) y Lugo (16 trabajadores); b) el Comité de
Empresa tiene 9 miembros, de los que 5 habían sido candidatos en la
lista de CCOO y 4 en las de la Confederación Intersindical Galega; c)
iniciadas negociaciones para negociar el nuevo Convenio Colectivo, en
23/05/05 , los tres miembros del Comité demandados [presentados en
la lista de CCOO] suscribieron con la Empresa el denominado «Convenio
Colectivo de COFAGA», al que las partes firmantes atribuyeron eficacia
limitada y vigencia del 01/01/04 al 31/12/06; y d) igualmente se tiene
por acreditado [en el fundamento jurídico cuarto, pero con valor de
hecho probado] que se adhirieron al pacto suscrito el 78,26 % de los
trabajadores de COFAGA .
Tales presupuestos fácticos llevan a la sentencia recurrida a desestimar
la demanda formulada por la CIG, atribuyendo validez y eficacia
limitada -circunscrita a los firmantes y trabajadores adheridos al
acuerdo- al llamado «Convenio Colectivo de COFAGA».
3.- La decisión es recurrida, con primer motivo en el que se interesa por el cauce del art. 205.d LPL - la revisión del cuarto ordinal del relato
fáctico, en el sentido de que su texto ofrezca la siguiente redacción: «El
9 de febrero de 2004 se constituye la Comisión Negociadora del
Convenio Colectivo de la empresa COFAGA, levantándose Acta de la
citada reunión que obra en autos y se da por reproducida. El 25 de
Mayo de 2005 los tres codemandados firman en calidad de miembros
del Comité de Empresa, el denominado "Convenio Colectivo de
COFAGA", al que las partes le otorgan eficacia limitada y cuya vigencia
se establece entre el 1-1-2004 y 31-12-2006. Obra en autos el Acta
Final del Acuerdo y el texto del convenio que se dan por reproducidos».
Ya en el segundo motivo -bajo la cobertura del art. 205.e LPL -, la CIG
denuncia interpretación errónea del art. 37.1 CE y del art. 63
[apartados 1 y 3] ET, en relación con los arts. 87.1, 88.1, 40.2, 41.4 y
51.4 también del ET , así como con los arts. 2.2.d) y 8.1.a LO 11/1985,
de Libertad Sindical .
SEGUNDO.- 1.- En términos generales, esta Sala ha manifestado que
para que la denuncia del error de hecho pueda ser apreciada en este
recurso excepcional de casación, es precisa la concurrencia de los
siguientes requisitos: a) Que se concrete con claridad y precisión el
hecho que haya sido negado u omitido en el relato fáctico; b) Que tal
hecho resulte de forma clara, patente y directa de la prueba documental
obrante en autos, sin necesidad de argumentaciones o conjeturas y sin
recurrir a la alegación de prueba negativa, consistente en invocar la
inexistencia de prueba que respalde las afirmaciones del juzgador; c)
Que se ofrezca el texto concreto a figurar en la narración que se tilda de
equivocada, bien sustituyendo o suprimiendo alguno de sus puntos,
bien complementándolos; y d) Que tal hecho tenga trascendencia para
modificar el fallo de instancia (SSTS 02/06/92 -rec. 1959/91-;
31/03/93 -rec. 2178/91-; 26/09/95 -rec. 372/95-; [...] 21/12/98 -rec.
1133/98-; 24/05/00 -rec. 3223/99-; [...] 03/05/01 -rec. 2080/00-; [...]
19/02/02 -rec. 881/01-; [...] 07/03/03 -rec. 96/02-; [...] 27/01/04 rec. 65/02-; [...] 18/04/05 -rec. 3/04-; [...] 20/06/06 -cas. 189/04 -).
2.- Ahora bien, en el presente caso no se trata de corregir afirmaciones
de la sentencia recurrida que puedan calificarse de erróneas, sino tan
sólo de completar su relato fáctico en los términos que la claridad
expositiva impone y que la prueba documental -índubitada- avala, para
sobre su base poder llevar a cabo la adecuada argumentación. En
consecuencia y suprimiendo indebidas remisiones que en la propuesta
revisoria se hacen, el cuarto de los HDP tiene por redacción definitiva la
que sigue: «El 09/02/04 se constituyó la Comisión Negociadora del
Convenio Colectivo de la empresa COFAGA, integrada -en su parte
social- por los nueve miembros del Comité de Empresa y un Delegado
de Personal [el electo en el centro de trabajo de Lugo]; y en 25/05/05
los tres representantes de los trabajadores demandados -los tres
miembros del Comité de Empresa- suscriben el denominado "Convenio
Colectivo de COFAGA", al que las partes firmantes atribuyen eficacia
limitada y vigencia del 01/01/04 al 31/12/06».
TERCERO.- 1.- Aunque los Convenios Colectivos o Acuerdos de
carácter extraestatutario hayan sido objeto de acusada polémica judicial y doctrinal-, en la actualidad ya se admite pacíficamente su
validez. En primer término por la doctrina constitucional, para la que
«la legítima opción legislativa en favor de un Convenio Colectivo dotado
de eficacia personal general, [...] en todo caso no agota la virtualidad del
precepto constitucional», sino que existen dos tipos de convenios
colectivos, siendo el carácter estatutario o no del convenio simple
consecuencia de que se cumplan o no los requisitos de mayoría
representativa que el ET exige para la regularidad del convenio
colectivo; y es así -se argumenta-, porque a pesar de que de manera
explícita no se aluda a ella en los arts. 7 y 28.1 CE , lo cierto es que la
negociación extraestatutaria y la validez de sus pactos están
reconocidas de manera implícita en aquellos preceptos, e incluso en
normas de legalidad ordinaria, pues cuando el art. 163.1 LPL se refiere
-al tratar de su impugnación- a los convenios colectivos «cualquiera que
sea su eficacia», está aludiendo tanto a los convenios colectivos de
eficacia «erga omnes», como a los convenios de eficacia limitada (SSTC
4/1983, de 28/Enero; 12/1983, de 22/Febrero; 73/1984, de 27/Junio;
98/1985, de 29/Julio; 39/1986, de 31/Marzo; 104/1987, de 17/Junio;
9/1988, de 25/Enero; y 108/1989, de 8/Junio).
Es más, «[...] la singularidad más relevante de este modelo de
negociación de eficacia limitada se cifra en la absoluta libertad de que
goza la empresa a la hora de proceder a la selección de su interlocutor.
Relevante y significativa diferencia si la comparamos con las severas
exigencias que impone el paradigmático modelo legal, pero que se
encuentra condicionada, precisamente, por el limitado alcance personal
de sus efectos, que quedan reducidos al estricto ámbito de
representación que las partes posean» (STC 121/2001, de 4/Junio, FJ
5; reproducida por la STS 11/03/03 -cas. 23/02 -).
2.- Igual criterio mantiene -como no podía ser menos- la jurisprudencia
ordinaria [así, las SSTS 17/10/94 -cas. 1037/93-; 30/11/98 -rec.
68/98-; 17/04/00 -cas. 1833/99-; y 04/12/00 -cas. 3867/99 -],
habiendo proclamando más concretamente que el pacto atípico o
extraestatutario presupone un acuerdo plural entre los representantes
de los trabajadores y de los empresarios, no ajustado a las exigencias
formales del ET, sino acogido genéricamente al art. 37.1 CE; y que al
carecer de un soporte normativo específico, habrá de disciplinarse por
las normas generales de la contratación del Código Civil, si bien con la
aplicación necesaria de las reglas y principios del Derecho del Trabajo
que confluyen en el caso, siquiera su peculiar naturaleza
extraestatutaria lo sitúa fuera de la normativa legal en cuando a su
vigencia y permanencia en el tiempo, de manera que carece de garantía
de estabilidad y de bloqueo, aunque sea temporal, frente a pactos
futuros de la misma índole, en un sentido y un alcance semejantes a los
previstos en los arts. 82.3 y 84 del Estatuto de los Trabajadores (SSTS
08/06/99 -cas. 2070/97-; 18/02/03 -cas. 1/02-; 18/02/03 -cas.
1/2002-; y 25/09/03 -cas. 141/02 -), de manera que «no merma las
formalidades de negociación en tanto no obstaculiza un ulterior
convenio colectivo de eficacia erga omnes ni ... impide propiciar la
negociación de otro pacto colectivo, también extraestatutario» (STS
30/05/91 -cas. 1356/90-, que reproduce la de 11/09/03 -cas. 144/02
-).
CUARTO.- 1.- La naturaleza extraestatutaria significa que ninguno de
los principios que rigen la negociación colectiva estatutaria, tanto de
elaboración jurisprudencial como de implantación legal a lo largo del
Título III ET le son de aplicación. Y la absoluta desconexión de la
normativa laboral, nos devuelve al ámbito de la autonomía de la
voluntad de las partes, bien que matizada por las prohibiciones que
pesan sobre el fraude de Ley, el abuso de derecho, la mala fe y la
vulneración de las normas imperativas (STS 14/02/05 -cas. 46/04 -).
En esta misma línea se indica que toda vez que el art. 82 ET limita la
normativa de su Título III -que lleva el rótulo «De la negociación
colectiva y de los Convenios Colectivos»- a los convenios colectivos
regulados en dicha Ley, los convenios extraestatutarios carecen de una
regulación propia y se rigen directamente por el art. 37.1 CE y las
normas del Código Civil que regulan los contratos [ SSTS 02/02/94 cas. 4052/92-; y 21/06/94 -cas. 2225/93 -], entre los que se
encuentran, singularmente, los arts. 1091 y 1.254 a 1.258 (SSTS
14/12/96 -cas. 3063/95-; 16/05/02 -cas. 1191/01-; 18/02/03 -cas.
1/2002-; y 11/09/03 -cas. 144/02 -), sin perjuicio de aplicar, en su
dimensión básica, las reglas generales del propio Estatuto, dada su
calidad de "conciertos" plurales (SSTS 30/03/99 -cas. 2947/98-; y
11/03/03 -cas. 23/02 -). 2.- Esta remisión a la normativa civil
determina que la principal característica de los pactos extraestatutarios
estribe en su eficacia personal limitada y contractual [que no
normativa], puesto que su ámbito personal de aplicación se limita a la
empresa y a los trabajadores que [bien por sí mismos o bien a través del
Sindicato al que vienen afiliados] los concertaran inicialmente, así como
a aquellos otros que en lo sucesivo se adhieran al concierto por
cualquiera de los medios previstos en el ordenamiento jurídico, en este
caso, como se ha dicho, fundamentalmente el Código Civil (SSTS
30/03/99 -cas. 2947/98-; 11/03/03 -cas. 23/02-; 11/09/03 -cas.
144/02-; y 19/01/04 -rec. 1363/03 -). Como esta Sala ha indicado
recientemente, es doctrina jurisprudencial sólidamente establecida que
los convenios extraestatutarios son lícitos y válidos en el ordenamiento
español siempre que limiten su eficacia al ámbito de aplicación de las
entidades que los suscriben, y en su caso a quienes se adhieran e ellos;
por eso se llaman también convenios o acuerdos de eficacia limitada.
Partiendo de esta premisa, los pactos o acuerdos colectivos
extraestatutarios no puedan regular condiciones de trabajo o empleo
con proyección general para todos los trabajadores del ámbito funcional
de aplicación, pues la eficacia erga omnes se reserva a los convenios
colectivos negociados de acuerdo con las previsiones del Título III del
ET. El desbordamiento de este límite natural de eficacia lleva consigo
consiguientemente la nulidad de los pactos o cláusulas afectados; como
dice la STS 30/05/91 -rec. 1356/90 -, «cuando se celebra convenio
colectivo fuera de la disciplina estatutaria pero que en alguna de sus
cláusulas persigue generalidad, de tal manera que su aplicación sólo
fuera posible desde su eficacia erga omnes, habría que convenir que
dichas cláusulas no serían legalmente válidas» (STS 21/02/06 -cas.
88/04 -).
QUINTO.- 1.- La aplicación de las precedentes consideraciones al
supuesto que es objeto de debate nos lleva -en criterio compartido por el
Ministerio Fiscal- a rechazar en su integridad el recurso, confirmando la
sentencia de instancia y su desestimación de las pretensiones de la
demanda, tanto la relativa a la nulidad del pacto cuanto a la pretendida
suplantación de la autonomía colectiva y al deber de negociar.
2.- Conclusión a la que llegamos aún a pesar de que el «Convenio
Colectivo de CO.FA.GA. 2004» carecía en puridad de dimensión
colectiva, al haber sido suscrito por tres -de los diez- representantes
unitarios de los trabajadores, lo que significaba que su actuación no se
ajustaba ni a la regla de la «decisión mayoritaria» de los miembros del
Comité de Empresa (art. 65.1 ET) ni al ejercicio mancomunado de las
tareas de representación por partes de los Delegados de personal (art.
62.2 ET); y fuera de esa actuación reglada, los citados representantes
unitarios ninguna voluntad representaban más que la propia. Pero lo
cierto es que el acuerdo -sólo plural, por falta de adecuada
representatividad- adquiere una cierta dimensión colectiva cuando se
produce la general adhesión al mismo en los cuatro centros de trabajo
(78,26 % de la plantilla), por lo que el tratamiento que a nivel de
consecuencias hayamos de darle ha de ser el mismo que corresponde a
todo convenio que ab initio revista cualidad colectiva extraestatutaria.
SEXTO.- Pero antes de seguir adelante en la argumentación se impone
salir al paso de una afirmación que se hace en la demanda, respecto de
que la adhesión al pacto estaba viciada por el hecho de que a los
trabajadores se les había transmitido la idea de que quienes «no se
adhieran al "Convenio Colectivo" no percibirán los incrementos
salariales pactados con carácter retroactivo desde el 1 de enero de
2004, ni cualquier otra mejora que se pudiese derivar del citado
Convenio». Con independencia de que se trata de afirmaciones que no
han llegado a la parte histórica de la sentencia recurrida, lo cierto es
que el argumento demandante contradice contundente doctrina
constitucional, expresiva de que «La extensión de los convenios de
eficacia limitada más allá del círculo personal de quienes lo
suscribieron, no puede hacerse, ciertamente, por procedimientos o vías
que no cuenten con la voluntad de quienes en él no participaron, pero
la adhesión de éstos, como adhesión libre, no puede ser en ningún caso
cuestionada, ni necesita para ejercerse que el convenio mismo la
prevea, por lo que en ningún caso puede imputarse a tales cláusulas,
jurídicamente irrelevantes, la lesión de un derecho ajeno. Ni la
existencia de tales cláusulas en el convenio aquí atacado, ni la
consideración de que la adhesión de los trabajadores a él está en cierto
modo forzada porque sólo de ese modo podrán gozar de las ventajas que
el mismo prevé, pueden considerarse, en consecuencia, como una
violación de la facultad de la recurrente para la negociación de un
convenio de eficacia general» (STC 108/1989, de 8/Julio, FJ 2).
SÉPTIMO.- 1.- Respecto de la afirmada vulneración de la libertad
sindical [suplantación en el derecho a la negociación colectiva, en frase
de la demanda], hemos de indicar que ya esta Sala ha sostenido que la
firma de un pacto extraestatutario suscrito ante el fracaso de la
negociación estatutaria no supone en principio vulneración de la
libertad sindical, siempre, naturalmente, que las funciones atribuidas a
aquélla sean acordes con la eficacia limitada que es propia de este tipo
de pactos. Y ello es así, porque «la existencia de un pacto colectivo
extraestatutario, cuando la eficacia que se pretende para el mismo es la
limitada que le corresponde, no perjudica la libertad sindical de
sindicato no interviniente en dicho pacto, pues no merma sus
posibilidades de negociación, en tanto que no obstaculiza un ulterior
convenio colectivo de eficacia «erga omnes», ni le impide propiciar la
negociación de otro pacto colectivo, también extraestatutario, con
afectación limitada a sus afiliados» [ STS 30/05/91 -cas. 1356/90-]
(SSTS 11/09/03 -cas. 144/02-; y 22/05/06 -cas. 79/05). De otra parte,
también hemos afirmado que la posible vulneración del deber de
negociar [inexistente en el caso de autos] no lleva consigo, en principio,
la nulidad de los acuerdos alternativos que puedan lograrse al margen
de la negociación estatutaria, pues si ello fuera así el ámbito del
convenio extraestatutario, como solución ante el fracaso de las
negociaciones, quedaría notablemente reducido (en tales términos, la
precitada STS 22/05/06 -cas. 79/05 -).
2.- A la misma conclusión ha de llegarse desde la consideración incluso- del pacto como un simple acuerdo plural, a la vista de la
doctrina expuesta por las SSTC 105/92 [01/Julio], 208/93 [28/Junio],
107/00 [05/Mayo] y 225/01 [26/Noviembre ] para los supuestos ciertamente diferente al de autos, pero con criterios en gran medida
extrapolables- de actuación unilateral del empresario o convenida
individualmente con sus trabajadores, en orden a modificar condiciones
de trabajo previstas en el Convenio Colectivo o a establecerlas
soslayando la presencia de los representantes sindicales en la función
negociadora [a excepción de la segunda de las citadas - STC 208/93 -,
que se refiere a iniciativa sobre materia no regulada en el Convenio
Colectivo].
Conforme a tal doctrina, el derecho a la negociación colectiva no puede
alterarse mediante la autonomía individual en masa, vaciando de
contenido la libertad sindical, lo que presupone el respeto al resultado
alcanzado en el correspondiente procedimiento de negociación y a su
fuerza vinculante, así como la sujeción a los procedimientos de
modificación convencional establecidos (SSTC 105/1992; 107/2000; y
225/01); siquiera tal vulneración de la libertad sindical sólo se
producirá si tiene lugar de modo arbitrario, antijurídico y carente de
justificación (SSTC 58/1985, de 30/Abril; 105/1992; 208/1993;
107/2000; y 225/01).
También se admite por el intérprete máximo de la Constitución que la
perturbación lesiva no solamente puede producirse a causa de una
estrategia empresarial destinada a mermar la función sindical (STC
208/1993), sino que cabe también una vulneración objetiva de la
libertad sindical, al margen de esa voluntad o intencionalidad (STC
107/2000), pues es factible apreciar una conducta antisindical
caracterizada «por el resultado para el derecho o bien objeto de tutela y
no por la intencionalidad del sujeto que la lleva a cabo (SSTC 11/1998,
de 13/Enero, FJ 6; 124/1998, de 15/Junio, FJ 2; y 126/1998, de
15/Junio, FJ 2)», dado que la vulneración de derechos fundamentales
«no queda supeditada a la concurrencia de dolo o culpa en la conducta
del sujeto activo, a la indagación de factores psicológicos y subjetivos de
arduo control, bastando «constatar la presencia de un nexo de
causalidad adecuado entre el comportamiento antijurídico y el
resultado lesivo prohibido por la norma» [ STC 11/1998, de 13/Enero,
FJ 6] (STC 225/01). Pero ha de tenerse muy presente que para el
intérprete máximo de la Constitución, salvo que se acredite una
vocación obstativa de la negociación colectiva a tenor las circunstancias
del caso concreto, en línea de principio existe margen de actuación para
la autonomía individual tanto en los espacios libres de negociación
colectiva [ STC 208/1993, de 28/Junio ], como en los afectados por
ésta, siempre que se respete la configuración y los perfiles de la
regulación del convenio procediendo a mejorar cuantitativamente las
condiciones laborales de los trabajadores; y que serán contrarias al art.
28.1 CE las conductas individuales que busquen u ocasionen
objetivamente, alterando la configuración y los perfiles de la regulación
convencional, la sustitución del régimen previsto en la norma colectiva
por otro cualitativamente distinto (SSTC 105/1992; 107/2000; y
225/01).
Tales criterios jurisprudenciales nos llevan a afirmar que el supuesto
objeto del presente debate supera el canon de constitucionalidad que
aquéllos suponen. Muy primordialmente, porque aquí no se trata de
una iniciativa empresarial dirigida a los trabajadores individualmente
considerados, sino de la actuación sincrónica de la empresa y parte de
su Comité en orden a pactar colectivamente - sin conseguirlo en los
términos pretendidos- las condiciones de trabajo. En segundo término,
porque son las circunstancias concretas las que excluyen toda
intencionalidad o resultado lesivo para la ordinaria negociación
colectiva, puesto que el acuerdo entre la minoría del Comité de Empresa
y ésta se produce tras varios meses de infructuosas negociaciones con
la totalidad de los representantes unitarios, llegándose a la solución
pactada precisamente como salida -del todo razonable- a un proceso de
estéril resultado. Y en último lugar, porque esta solución ni siquiera
excluye -conforme a lo indicado más arriba- un ulterior convenio
colectivo de eficacia «erga omnes» [negociado y obtenido por quien sí
tenga la exigible representatividad], ni obstaculiza la existencia de
posterior pacto colectivo con fuerza extraestatutaria.
OCTAVO.- Finalmente,
en lo que corresponde a la obligación de negociar cuya tutela se
demanda, la Sala considera suficiente recordar su doctrina relativa a
que después de intentada y fracasada la negociación de un Convenio
Colectivo estatutario con la presencia de todos los legitimados para
dicha negociación [éste es el supuesto examinado], la obligación de
negociar de buena fe establecida en el art. 89 ET no implica el deber de
reanudar las negociaciones del convenio fallido, salvo cuando el
promotor de la negociación plantea una plataforma negociadora
novedosa en el contenido o en el tiempo (
SSTS 17/11/98 -cas. 1760/98-; 30/09/99 -rec. 3652/98-; y 01/03/01
-cas. 2019/00 -); y que el deber de negociar no se confunde con la
obligación de convenir, ni con la de mantener indefinidamente una
negociación que no produce acuerdos [ SSTS 03/02/98 -cas. 121/97-;
01/03/01 -cas. 2019/00-; 07/10/04 -cas. 189/03-; y la ya citada de
22/05/06 -cas. 79/05-). Por lo expuesto, en nombre de S. M. El Rey y
por la autoridad conferida por el pueblo español.
FALLAMOS
Que desestimamos el recurso de casación interpuesto por la
«CONFEDERACIÓN INTERSINDICAL GALEGA» [CIG], contra la
sentencia que en fecha 26/01/2006 ha sido dictada por la Sala de lo
Social del TSJ de GALICIA en los autos 9/2006 , a instancia de la hoy
recurrente y en materia de impugnación de Convenio Colectivo, contra
«COOPERATIVA FARMACÉUTICA GALEGA» [COFAGA], Don Gerardo ,
Doña Inmaculada y Don Alonso , con citación del Ministerio Fiscal. Y
confirmamos en su integridad la sentencia estimatoria recurrida.
Cada parte se hará cargo de las costas causadas a su instancia.
Devuélvanse las actuaciones a la Sala de lo Social de su procedencia
,con la certificación y comunicación de esta resolución.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN
LEGISLATIVA, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.En el mismo día de la fecha fue leída y publicada la anterior sentencia
por el Excmo. Sr. Magistrado D. Luis Fernando de Castro Fernández
hallándose celebrando Audiencia Pública la Sala de lo Social del
Tribunal Supremo, de lo que como Secretario de la misma, certifico.
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