El debido proceso adjetivo y sustantivo “La legitimidad activa para la protección de los derechos colectivos: estudio comparativo y crítico del sistema juridico brasileño y argentino” Autor de Magalhães Franco Filho, Alberto Graduado Brasil 1. Introducción En el presente trabajo serán analizados los derechos colectivos e su tutela procesal colectiva, especialmente cuanto la legitimidad activa ad causam de éstes, en una perspectiva comparada y crítica de los ordenamientos jurídicos del Brasil y de la Argentina. 2. Surgimiento y definición de los llamados derechos colectivos1 e su tutela A pesar de ser contemporáneos, no es actual la preocupación de apuntar la relevancia de los denominados derechos colectivos. La doctrina procura delimitar el desarrolho de las diversa categorias de los derechos fundamentales, presentando para tanto generaciones o dimensiones de derechos. Paulo Bonavides comenta que la primera generación de los derechos dominó el siglo XIX y es compuesta de los derechos de libertad, que corresponden a los derechos civiles y políticos, de la primera fase del constitucionalismo. La segunda generación, que dominó el siglo XX, se compone de derechos sociales, culturales, colectivos y economicos, siendo inseridos en las constituciones de diversas formas de los Estados sociales. Ya la tercera generación de derechos es fruto de la desigualdad entre las naciones, pudiendo ser identificados como el derecho al desarrollo, el derecho 1 En este trabajo siempre que nos referimos a la expresión derechos colectivos estaremos delante de los derechos colectivos lato sensu pues en el derecho brasileño, como veremos mas a delant, éste género de derechos metaindividuales o supraindividuales fue subdividido en distintas definiciones en tres especies: a) derechos difusos; b) derechos colectivos srticto sensu; c) individuales homogeneos por el Código de Defesa del consumidor brasileño. a la paz, el derecho al medio ambiente, el derecho de la comunicación. Presenta también una cuarta generación de derechos influenciados por la Globalización política en la esfera de la normatividade jurídica, que consiten en derecho a la democracia, derecho a la infomación y el derecho al pluralismo.2 Maite Aguirrezabal Grünstein sobre los derechos de tercera generación, sustenta que: Los derechos que se identifican como pertenecientes a esta nueva generación tienen en común dos notas: primero, no proceden de la tradición individualista o socialista de la primera y segunda generación; y segundo, se sitúan al principio de un proceso legislativo, lo que les permitirá ser reconocidos en el futuro como derechos humanos. Su fundamento primero radica en la solidaridad, valor que recibe su elaboración teórica moderna de la mano de Durkheim. Puede ser entendida como un factor social, um principio jurídico-político y un principio jurídico-constitucional. Como valor jurídico sustentador de estos derechos, podemos definirla como “la conciencia conjunta de derechos y obligaciones, que surgiría de la existencia de necesidades comunes, de similitudes, que preceden a las diferencias sin pretender su allanamiento”3 Para Norberto Bobbio los derechos de la generación de la tercera generación o los “nuevos derechos” son marcados por la alteración de la sociedad, por cambios en la comunidad internacional (sociedad de masa en creciente desarrollo tecnológico) que hacen surgir nuevos problemas y preocupaciones mundiales como la preservación del medio ambiente, protección de los consumidores etc. El autor también menciona la existencia de los derechos de la cuarta generación que serian relativos a la ingeniería genética.4 Si percebe que la primera generación representa un no-reacción del Estado, la segunda una actuación positiva estatal, mientras que en la tercera y cuarta generación pueden existir derechos tanto de la primera como de la segunda especie, pues los derechos fundamentales so no se desarrollan excluyendo la especie anterior, sino contando con ella (por esta razón algunos autores prefieren el termo “dimensión” a “generación”). 2 BONAVIDES. 1999, p. 517-526. GRÜNSTEIN. “Algunas precisiones en torno a nos intereses supraindividuales (colectivos y difusos)”. in Revista Chilena Derecho. vol. 33, n. 1, abril 2006, p. 69-91, 4 BOBBIO. 2004, p. 25-27. 3 En el Brasil el órgano superior del poder judiciario e guardián de la Constitución Federal (Supremo Tribunal Federal – STF), reconoce expresamente la existencia de tres generaciones de derechos.5 Los derechos de la tercera generación (incluso los de la cuarta generación, dependiendo de la posición tomada) surgen en un momento en que la sociedad experimenta profundas transformaciones, trayendo una nueva realidad social, económica y jurídica. Es el comentario pertinente de Marcus Vinícius Rios Gonçalvez: La realidad socioeconómica se modificó con rapidez, y el siglo XX asistió al desarrollo incesante de las economías de masa. Los sistemas de producción desarrollaran con repercución evidente en la oferta de bienes, para la satisfacción de las necesidades humanas. Lo individualismo del siglo XIX cedió lugar a la masificación en velocidad acelerada.6 En éste escenario, si pierden los intereses puramente individuales en lugar de destaque, para dar lugar a los intereses metaindividuales o supraindividuales, cuyas titulares no non mas personas consideradas individualmente, sino grupos de personas, que por tanto son tutelas colectivamente. La clásica distinción – herencia romana – entre interés público y privado no atiende más los deseos de la sociedad moderna. Para tanto, tiñeron que ser creados diversos institutos materiales y procesales, que comúnmente denominamos derecho material y procesal colectivo. El objeto de la tutela colectiva (derecho procesal colectivo) son los derechos colectivos (derecho material colectivo). Hugo Nigro Mazzili, salienta que los derechos colectivos están: situados en una posición intermedia entre el interese público y el interese privado (...) los cuales son compartidos por grupos, clases o categorías de personas. Son intereses que exceden o ámbito estrictamente individual, más non llegan propiamente a constituir interés público.7 5 “ Mientras los derechos de la primera generación (derechos civiles y políticos) que comprenden las libertades y clásicas negativas o formales – realzan el principio de igualdad, los derechos de la segunda generación (derechos económicos sociales y culturales) – que se identifican con las libertades positivas reales o concretas – acentúan o principio de igualdad, los de la tercera generación, que materializan poderes de titularidad colectiva atribuidos generalmente a todas las formaciones sociales, consagran el principio de solidariedad y constituyen un momento importante en el proceso de desarrollo, expansión y reconocimiento de los derechos humanos, caracterizados como valores fundamentales indispensables, per la nota de una esencial inexauribilidade” (STF – Pleno – MS n. 22.164/SP – Relator Ministro Celso Melo, Diario da Justicia, Sección I, 17, noviembre 1995, p. 39.206). 6 GONÇALVES. 2007, p. 1 7 MAZILI. 2006, p. 48. Establecer un concepto sobre los derechos colectivos es tarea extremamente complexa, sin embargo Péricles Prade, afirma que “intereses colectivos ésos perseguidos a través de lo proceso asociativo, co-natural al hombre (familia, corporación profesional, empresa, sindicato)”.8 Sobre éste proceso asociativo Augusto Mário Morelo, constata que “a menudo, en el Estado moderno, los pequeños grupos sociales – familia, vencidario – han perdido su núcleo y reducido su importancia en beneficio de las grandes asociaciones.”9 En Brasil, a pesar de la Constitución Federal de 1988, haga mención expresa de ésta categoría de derecho, identificando algunos de ellos10, elles fueran sistematizados en Ley Federal n. 8.078/90 (Código de Defensa del Consumidor), donde se adoptó la “concepción tripartida legalmente establecida sobre los derechos colectivos”, conforme Gregório Assagra de Almeida11, en el artículo 81, parágrafo único, son presentados los conceptos de cada un de ellos: Art. 81. (...) Parágrafo único. A defensa colectiva será ejercida cuando se trata de: I – interés o derechos difusos, así entendidos, para efectos éste código, los transindividuais, de naturaleza indivisible, de que sean titulares personas indeterminadas y ligadas por circunstancias de hecho; II – interés o derechos colectivos, así entendidos, para efectos éste código, os transindividuais, de naturaleza indivisible, de que sean titular categoría o clase de personas ligadas entre sí u con la parte contraria por una relación jurídica base; III – interés o derechos individuales homogéneos, así entendidos os decurrentes de origen común. Esta a conceptuación legal brasileña es criticada por Antonio Gidi con vehemencia, que a considera “fruto de una teorización artificial y abstracta realizada por el doctrina italiana cuando, en la década del setenta y ochenta, intentaba comprender un fenómeno inédito de las demandas colectivas norte-americanas”12. 8 PRADE. 1987, p. 39. MORELO. 1999, p. 75. 10 “Artigo 5º (...) XXXII - El Estado promoverá, en la forma da ley, la defensa del consumidor; XXXIII - todos tienen derecho a recibir dos órganos públicos informaciones de su interés particular o de interés colectivo o general, que serán presentados en el plazo da ley, debajo pena de responsabilidad, resguardadas aquellas cuyo sigilo sea imprescindible a la seguridad de la sociedad o del Estado.” “Artigo 225. Todos tiene derecho al medio ambiente ecológicamente equilibrado, bien del uso común do pueblo y esencial para una sana cualidad de vida, imponiendo-se al Poder Público y la colectividad el deber de defenderlo e preservarlo para las presentes y futuras generaciones.” 11 ALMEIDA. 2003, p. 365. 12 GIDI. 2008, p. 2001 9 En lo ordenamiento jurídico argentino non fueran conceptuados los derechos colectivos, con todo fue inserido, a través de la reforma constitucional de 1994, en el texto de la Constitución Nacional Argentina el articulo 43 que trae la figura del “amparo colectivo”, considerado por Aluísio Gonçalves de Castro Mendes “el instrumento más importante para la tutela de los interés colectivos en lo derecho argentino”.13 Vejamos tal dispositivo: Art. 43.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización. Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística. Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio. Éstos derechos son llamados por Antonio Gidi simplemente de “derechos de grupo” que pueden ser llamados internacionalmente de: colectivos, difusos, individuales homogéneos, sociales, de colectividad, de comunidad, de clase, de serie, de sector, de categoría, dispersados, programados, legítimos, públicos, difundidos, profesionales, fragmentarios, sin estructura, sin dueño (adespoti), anónimos, transpersonales, supraindividuales, metaindividuales, superindividuales, transindividuales, pluri- individuales, pluri-individuales, individuales, plurales, pluri-subjetivos, de incidencia colectiva etc.14 Ya fijado su objeto, cabe establecer como se dará su protección (tutela). 13 14 MENDES. 2002, p. 169. GIDI. 2008, p. 203. Los pioneros en la defensa de estos intereses son los sistemas del common law, en especial el de las class actions del sistema norteamericano, que a su vez se funda en la equity y tiene antecedentes en el Bill of Peace del siglo XVII. Las Federal Rules of Civil Procedure de 1938 que fijaron em la regla 23 las normas fundamentales rectoras de las class actions e su alteración posterior con la reforma de 1966. La tutela colectiva (direito processual coletivo) en el Brasil es hecha a través del genero “Acciones Colectivas”15 (class actions) de las culaes son especies16: “Acción Popular”, “Acción Civil Pública”, “Mandato de Seguridad Colectivo” etc. Ada Pelegrini Grinover comenta que la legislación brasileña fue la primera en introducir en las Americas éste tipo de tutela mediante la reforma de la ley de “acción popular”. Luego, la introdujo en la ley de 1985 sobre “acción civil pública”, y en 1990 la perfeccionó en el Código de Defensa del Consumidor, cuyas disposiciones procesales son aplicables a la tutela de cualquier interés supraindividual.17 Na Argentina a tutela coletiva se manifesta por meio do “Amparo Coletivo”.18 Daniel Alberto Sabsay, comenta que “se trata de una ampliación del amparo individual19 o clásico. Esta extensión involucra a dos elementos de la relación 15 No obstante, haya quien afirme que existe una “tutela de derechos colectivos” relativa a la tutela de los derechos difusos y colectivos, previstos en el artículo 81, parágrafo único, incisos I e II do Código de Defensa do Consumidor Brasileño y una “tutela colectiva de derechos” relativa a los derechos individuales homogéneos (previsto no artículo 81, parágrafo único, incisos III do Código de Defensa do Consumidor Brasileiro, pero ambas especies do “proceso colectivo” (ZAVASCKI. 2007, p. 28-60). Con este mismo razonamiento José Carlos Barbosa Moreira fracciona los derechos colectivos en “derechos esencialmente colectivos” (difusos y colectivos stricto sensu) y derechos accidentalmente colectivos (individuales homogéneos) (MOREIRA. “Tutela jurisdicional dos interesses coletivos ou difusos”. in Temas de Direito Processual, 3 série. 1984, p. 193). 16 Gregorio Assagra de Almeida afirma que lo proceso colectivo se divide en: a) “proceso colectivo común” destinado a la tutela jurisdiccional de lo derecho subjetivo colectivo lato sensu, en Brasil, a través de lo “Mandato de Injunção”, “Disidio Colectivo”, “Acción de Impugnação de Mandato Electivo”, “Acción Directa de Intervención”, más allá de los ya mencionados en lo cuerpo del texto; b) “proceso colectivo especial” destinado a la “tutela jurisdiccional exclusivamente de lo derecho objetivo”, por medio de los instrumentos procesales del controle concentrado de constitucionalidad, de lo Estado brasileño, pela Acción Directa de Inconstitucionalidad, Acción Directa de Inconstitucionalidad por Omisión, Acción Declaratoria de Constitucionalidad e Argüição de Descumprimento de Preceito Fundamental (sin la traducción perfecta para el español) y que ambos son “instrumentos de fundamentales de protección e garantía material do Estado Democrático del Derecho” (Almeida. 2003, p. 137-141). 17 GRINOVER. “Hacia un sistema ibero americano de tutela de intereses transindividuales”. in La tutela de los derechos difusos, colectivos e individuales homogéneos: hacia um código modelo para iberoamérica. 2004. 18 MORELLO. 1999, p. 75-99. 19 El amparo argentino en Brasil recebe la denominación de “mandato de seguridad”. susceptibles de suscitar el ejercicio del amparo; ellos son: los derechos afectados o restringidos y los sujetos legitimados para su interposición”.20 Cuánto la evolución de las derechas colectivas en la Argentina, Ada Pelegrini Grinover menciona que “primero la jurisprudencia y después el Projeto de Código Civil y Comercial de la Nación, de 1993 siguieron el ejemplo brasileño, hasta que la Constituición de 1994 contempló en el art. 43 los lhamados “derechos de incidencia coletiva”, para cuya tutela prevé el “amparo”. Pero la doctrina preconiza la introducción em el ordenamiento de uma “acción civil pública”, a semejanza del modelo brasileño.21 Definir “acción colectiva” parece una tarea mas simple que derechos colectivos, tanto que Luiz Manoel Gomes Junior afirma que “podrá determinada demanda ser conceptuada como colectiva se tutelar derechos colectivos”.22 3 – Legitimidad activa ad causam para la tutela de los derechos colectivos La legitimidad ad causam, pode ser definida como “la pertinencia sujetiva de la acción, ésta es, la regularidad del poder de demandar de determinada persona sobre determinado objeto”.23 Por tanto, se refiere a las partes da relación procesal, la activa y la pasiva respectivamente. Iremos a ateneros a la legitimidad activa. Es de rigor en el proceso civil común el principio que solamente el titular de lo derecho puede pleitear el respectivo derecho,24 lo que a priori podrá tornar impracticable la tutela colectiva, pero el derecho colectivo pertenece a un grupo de personas. Con todo, como bien observa Ernani Fidelis dos Santos25 lo derecho de accíon es abstracto en la relación procesal autónoma y independiente, se ningunos vinculación con el derecho material deducido en lo proceso, por eso, que la persona puede non tener el derecho y ser parte legitima para pleitea-lo. Además, como ocurre en lo art. 6º del CPC Brasileño esta legitimación siempre trascurre de la ley. 20 SABSAY. “El ‘amparo colectivo’ consagrado por la reforma constitucional del 1994”. in Cuadernos de análisis jurídico, n. 7, serie publicaciones especiales, abril de 1997. 21 GRINOVER. op. cit. 22 GOMES JUNIOR. 2005, 13 23 GRECO FILHO. 2007, p. 81. 24 Art. 6º del Código de Proceso Civil Brasileiro – “Ninguno podrá pleitear, en nombre su, derecho de lo otro, salvo cuando autorizado por ley”. 25 SANTOS. 2007, p. 52. Fredie Didier Jr. e Hermes Zanetti Jr., afirman que “la busca de un legitimado (pasivo o activo, persona física o jurídica, de carácter público o privado) que represente los intereses del grupo en juicio de una forma adecuada es un de los aspectos más polémicos en la tutela jurisdiccional colectiva”26, pero solamente de esta forma garante-se que non sean cerceados los derechos de los miembros de la comunidad dañada y efectiva-se su tutela. 3.1. La Legitimidad Activa en lo Derecho Brasileño En el Brasil la doctrina es harta y divergente cuanto a este tema. Es importante resaltar, inicialmente que, en el ordenamiento jurídico brasileño la legitimidad activa de individuos (particulares) para las acciones colectivas solamente ocurre en el caso de la especie “acción popular” onde cualquier y solamente el individuo puede requerir la anulación del acto lesivo al patrimonio público (Ley Federal n. 4.717 de 1965). En todas las demás especies la legitimación activa solamente es conferida legitimidad a la personas jurídicas (públicas y privadas) y órganos del Poder Público. Também é oportuno dizer que, como ja fuer arirmado anteriormente (citación n. 11), existen autores del porte de Gregório Assagra de Almeida que entienden hacer parte del proceso colectivo el llamado “proceso colectivo especial” que comprende las acciones del controle abstracto o concentrado de constitucionalidad, si adoptar tal posicionamiento los legitimados activos para estas acciones serian otros. En esto tópico abordaremos los legitimados del “proceso colectivo común”, segundo la nomenclatura adoptada por el citado autor. Según las Leyes Federles n. 7.347 (Acción Civil Pública) e n. 8.078 (Código de Defensa del Consumidor), que compone el llamado “microsistema” de la tutela colectiva brasileño, son legitimados activamente para las acciones colectivas: a) el Ministerio Público; b) las Defensores Públicos; c) las entidades de la administración pública directa (Componentes de la federación brasileña: Unión, Estados-Miembros, Municipios y el Distrito Federal); d) entidades de la administración pública indirecta (autarquias, fundaciones públicas, empresa públicas, sociedad de economía mixta); e) 26 DIDIER JUNIOR; ZANETTI JUNIOR. 2008, p. 207. asociaciones cumplidos los requisitos legales27; f) entidades e órganos de la administración pública directa o indirecta, aunque sean personalidad jurídica, especificamente destinados a la defensa dos intereses e derechos protegidos; g) otras entidades por fuerza de ley28. Como se ve, non se atribuye legitimidad a los miembros del grupo, titulares de derecho dañado, pero se extendió bastante el rol de los legitimados. Para justificar las legitimacciones en las acciones colectivas la doctrina se divide en tres corrientes principales. Las dos primeras corrientes se fundamentan en la idea clásica de la regla del legitimación, relativa al autor sea o non el titular del derecho demandado, que hace surgir las figuras de la legitimación ordinaria (titular del derecho) y legitimación extraordinaria o substitución procesal. La primera corriente encabezada por José Carlos Barbosa Moreira, entiende que la legitimación activa de las acciones colectivas es “extraordinaria por substitución procesal”, independiente de expresa autorización legal, pudiendo ser entendida a partir da comprensión de todo sistema jurídico.29 En sentido contrario Kazuo Watanabe adopta la tésis de la legitimación ordinaria de las entidades civiles para defensa de los derechos colectivos, ligados a los fines asociativos, a través de una lectura amplia del ya citado artículo 6º do CPC brasileño.30 La última corriente reúne elementos de las dos clasificaciones anteriores es propuesta por Nelson Nery Jr. que, influenciado por el derecho alemán, denomina la legitimación de “anómala para la conduccíon del proceso” (selbständige Prozeβführungsbefugnis) cuando se tratan de intereses difusos y colectivos (artículo 81, parágrafo único, incisos I e II do CDC) y legitimación extraordinaria o substitución procesal, cuando se tratan de intereses individuales homogéneos (artículo 81, parágrafo único, inciso III do CDC). Se registra que la legitimación “anómala para conducción del 27 Constitución a más de un ano y que incluyen entre en sus propósitos institucionales la defensa de los intereses colectivos o, dispensada la autorización da su asamblea, en los termos del artículo 82 inciso IV de la Ley n. 8.078 (Código de Defensa del Consumidor Brasileño). 28 Por exemplo, a Ordem dos Advogados do Brasil – OAB, por força do art. 1º, § 1º da Lei n. 4.215/63. 29 MOREIRA. “A ação popular no direito brasileiro como instrumento de tutela jurisdicional dos chamados ‘interesses difusos’”. in Temas de Direito Processual, 1 série. 1977, p. 111. 30 WATANABE. Tutela jurisdicional dos interesses difusos: a legitimação para agir. in A tutela dos Interesses Difusos. 1984, p. 90-93. proceso” segundo el autor es considerada ordinaria (nos moldes da segunda corriente ya mencionada).31 Parece que prevaleció en la majoría doctrinaria brasileña, al menos en número de adeptos, la primera corriente que propone que la legitimación sea extraordinaria por substitución procesal. La doctrina, también menciona que en el Brasil la legitimación activa para acciones colectivas es: a) disjuntiva, pués cualquier de los legitimados previstos en la ley pueden proponer acciones colectivas independiente de la presencia de los demás; b) concurrente, porque todos los legitimados pueden proponer acciones colectivas conjunta o separadamente, respectados los limites procesales de la cosa jugada, litispendencia etc c) exclusiva, ya que solamente los legitimados previstos en el rol de la legislación pueden proponer acciones colectivas.32 3.2. La legitimidad activa en al Derecho Argentino En la Argentina a pesar da tutela de derechos colectivos ser reciente, ya existe una sistematización jurídica sobre el tema, como menciona Augusto Mario Morello: Poco más de dos décadas han sido suficientes para receptar em el derecho nacional el gran tema de los interesses difusos y articular um cuerpo de ideas, conceptos, fundamentos y líneas de sostén que, definitivamente, le han hecho ganar su propria identidad y reconhecer transcendencia jurídica. Es uno de los temas de nuetros tiempo, com ramificaciones em los campos constitucional, administrativo, penal, económico, internacional y desde luego “el processual”33 Relativamente la legitimidad activa ad causam para tutela de derechos colectivos, el artículo 43 de la Constitución argentina que dio origen a la figura procesal del llamado “amparo colectivo”, atribuye legitimidad aticva a tres personas: a) el “afectado”; b) el Defensor Público; c) las Asociaciones registradas que cumplen los requisitos legales. 31 NERY JUNIOR. 2002, p. 1339. ALMEIDA. 2003, p. 501. 33 MORELO. 1999, p. 59. 32 Daniel Alberto Sabsay, asevera que se suman a éstas legitimados constitucionales otras personas expresamente referidas en la legislación argentina, como: el Ministerio Público (ley 1893, art. 117, inc 6); el Ministério Pupilar (ley 1893, art. 140); el Controlador General de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (Ordenanza no 40.839). También menciona algunas situaciones en que particulares non afectados (titulares del derecho) pueden ingresar con el amparo colectivo, nen la siguientes legislaciones: art. 144, inc. V del Código Civil; art. 3º del Código Penal; art. 90 del Código Eleitoral). Pués bien, de la misma forma que en el Brasil es presentado por el ordenamiento jurídico argentino un extenso número de legitimados activos para el “amparo colectivo”, que debe ser visto como una tentativa de armar el máximo de personas con la posibilidad de tutelar derechos colectivos. Una diferencia importante se visualiza nen la legitimación del “afetado”, que inicialmente se presenta como un avance en relación al derecho brasileño actual, pués este non contempla la atribución de la legitimidad a particulares. En segundo lugar trae un desafío, pués la norma constitucional non define lo que seria el termo “afectado”. Daniel Alberto Sabsay destaca que éste termino es “por demás enigmático y ha dado lugar a diversas interpretaciones. Por una parte, una visión restringida, estima por afectado a aquel que es titular de un derecho subjetivo. Por otra parte, la posición amplia, piensa que una interpretación conjunta de los términos ‘afectado’ y ‘derechos de incidencia colectiva en general’". 34 La Constitución argentina al inovar la orden jurídica – de la forma pretendida – tutelando los derechos colectivos, non pretende fijar se a los conceptos restrictos, por el contrario, se prima por la maximización de la efectividad de la tutela colectiva. Entonces nos parece que el vocablo “afectado” puede tanto decir respecto al titular o titulares de lo derecho subjetivo, cuanto a la tercera persona que non seya titular o un de los titulares que venga a sufrir consecuencias jurídicas de un acto o omisión que posibilite la incidencia de lo “amparo colectivo”. 4. Breve análisis de lo instituto de la “representación adecuada” 34 SABSAY. “El ‘amparo colectivo’ consagrado por la reforma constitucional del 1994”. in Cuadernos de análisis jurídico, n. 7, serie publicaciones especiales, abril de 1997. Segundo Antonio Gidi una acción solamente puede ser conducida en fuerma colectiva se presentes todos los requisitos (prerequisites) previstos en la Rule 23 norteamericana: a) el numero debe ser tan numeroso que el litisconsórcio de todos los miembros sea impracticable; b) debe haber cuestiones de derecho o de facto comunes a los miembros del grupo; c) los pedidos o defensas del representante del grupo deben ser típicos de los miembros del grupo; d) los interés del grupo debem ser adecuadamente representados.35 El requisito de la “representación adecuada”36 (adequancy of representation ou vigorous proseccution test), previsto en la Rule 23 (a) establece que una class action solamente es aceita cuando el representante, en lo caso el legitimado activo ad causam, posa ejercer de forma adecuada la protección de los intereses del grupo, asegurando que se leve para el proceso la visón y los reales intereses del grupo. Trata-se de requisito esencial para que el respecto al debido proceso legal (due processo of law) en relación a los miembros ausentes y por lo tanto indispensable para que elles posan estar vinculados a la cosa jugada.37 Por este requisito se trasfere al órgano jurisdiccional competente para juicio de la causa colectiva el poder/deber de avaliar antes, durante e después el proceso colectivo, se el legitimado tiene condiciones de patrocinar adecuadamente los intereses del grupo en juicio, sea elle un legitimado de cualquier especie, titular o non del derecho tutelado. Es un importante medio de controle judicial, pués pode el juez, negar inicio, excluir y até non reconocer los efectos de la cosa jugada a un legitimado inadecuado, se ella non representa bien los intereses del grupo. Esta herramienta de la garantía del debido proceso legal en la tutela colectiva, non se encuentra implementada en lo ordenamiento jurídico brasileño ni en lo argentino, pero está inserida en lo Anteproyecto del Código Modelo de Procesos Colectivos para Ibero-America en su segunda y última versión: Art. 2º. Requisitos de la demanda colectiva - Son requisitos de la demanda colectiva: I -la adecuada representatividad del legitimado; (…) 35 GIDI. 2007, p. 67. GIDI, Antonio, A representação adequada nas ações coletivas brasileiras: uma proposta. RePro, n. 128, 2002, p. 61-70. 37 GIDI. 2007, p. 99. 36 Parte 2°: En el análisis de la representatividad adecuada el juez deberá analizar datos como: a – la credibilidad, capacidad, prestigio y experiencia del legitimado; b – sus antecedentes en la protección judicial y extrajudicial de los intereses o derechos de los miembros del grupo, categoría o clase; c – su conducta en otros procesos colectivos; d – la coincidencia entre los intereses de los miembros del grupo, categoría o clase y el objeto de la demanda; e – el tiempo de constitución de la asociación y la representatividad de ésta o de la persona física respecto del grupo, categoría o clase. 5. Conclusión Por eso fue expuesto, podemos concluir que los interesés colectivos (o cualquiera que sea la nomenclatura usada) ocupan actualmente el lugar de destaque entre los derechos y garantías básicas de los ciudadanos. Solamente si éstas derechos fueren implementados, si efectivará el amelado Estado Democrático del Derecho, cuya finalidad es proporcionar justicia social. Entre los institutos de la tutela colectiva la legitimidad aticva es un de los temas más interesantes y desafiadores de la actualidad, ya que es indisociable de la noción de lo resultado (protección de los derechos colectivos), de lo patrocinador de éste resultado (legitimado activo colectivo) y de la adecuación de lo patrocinador (representación adecuada). Esperamos que el estudio de la legitimidad activa entre los Estados brasileño y argentino sirvan de parámetro el análisis de los errores y de los aciertos de cada uno de los países. 6. Bibliografía ALMEIDA, Gregório Assagra de. Direito processual coletivo brasileiro: um novo ramo do direito processual. São Paulo: Saraiva, 2003. BOBBIO. Norberto. A era dos direitos. Trad. Carlos Nelson Coutinho. nova ed. Rio de Janeiro. Ed. Elsevier, 2004. BONAVIDES, Paulo. 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