APORTES PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA ARTICULACIÓN DE LA PROPUESTA CURRICULAR. COHERENCIA Y Estado de situación que se desprende del análisis de los documentos orientadores y los aportes producidos. Hay temas medulares que se han enunciado en los documentos del CFE, que no tienen un gran desarrollo de acuerdo con las características de aportes para la discusión abiertos que se definieron para los mismos, y que ninguno o muy pocos de los insumos recibidos han retomado. Como señala Sonia Scaffo, en la Conferencia del 28 de mayo, un aspecto fundamental del marco conceptual de los documentos orientadores es el enunciado con relación a un aprendizaje centrado en el estudiante. Parecería por tanto que ese aspecto tendría que ser un punto de partida para toda consideración de las mallas curriculares de cada carrera, que además debería también ir acompañada sobre una reflexión y generación de propuestas sobre la estructura curricular que mejor pueda habilitar ese tipo de aprendizaje. Se harán consideraciones sobre ambos aspectos, muy interrelacionados. Marco conceptual. Se ha señalado la importancia de definir el tipo de aprendizaje, como un primer requisito para garantizar la coherencia de la propuesta curricular que haga viable una efectiva articulación. El aprendizaje centrado en el estudiante es aquel que procurando crecientes niveles de autonomía, habilite al mismo tiempo el logro de la identidad que se ha definido y las competencias que se señalan como necesarias para el desempeño de los futuros educadores, en los complejos escenarios actuales y en los futuros, para lo cual será necesario un educador flexible, consciente de que los conocimientos y competencias que da la formación inicial son apenas el comienzo de una formación que tendrá que continuar a lo largo de toda la trayectoria profesional. Tendrá que tener presente la necesidad ineludible de trabajar en equipo para crear conocimiento en situación ante diversas realidades y esa condición no solamente se logrará con el enunciado teórico, sino con la reiterada posibilidad a lo largo de su ciclo de formación inicial, de trabajar efectivamente con otros, de trabajar interdisciplinariamente, de que sus formadores den el ejemplo en 1 ese sentido, trabajando en equipo con docentes de su área disciplinar y en comunicación fluida con los demás formadores de todos los trayectos. Esto supone un cambio cultural pero también supone principios claros en el marco conceptual que se ha de compartir y que han de plasmarse en la propuesta. El tema de las competencias que se han de formar en relación con la identidad del educador y el perfil de egreso es un tema medular. No se trata de insistir con un término solo por el término mismo, sino de discutir que concepto de aprendizaje queremos denominar con ese término, siendo esto último lo más importante y el término la accesorio. Desde el informe de la ATD se puede visualizar las resistencias a su uso por su origen y por una presunción de que pueda resultar en un proceso mecánico de adquisición de conocimientos y aplicación superficial de los mismos. En una exposición de la ATD Nacional del 2015, María Teresa Sales rescataba los aportes de Perrenoud al concepto de competencias, que también los documentos orientadores señalan y que superan la falsa dicotomía contenidos competencias, ya que las mismas son consideradas como complejos procesos que a partir de conocimientos rigurosos, son capaces de vincular conocimientos, de transferirlos a distintas situaciones, aunados a capacidades y a la dimensión socio afectiva de las personas, para resolver variados problemas o situaciones . El compromiso social de nuestros futuros educadores, su apuesta a aportar a una sociedad más justa no tiene por que verse afectado por una aprendizaje por competencias, si entre los ejes definitorios de la identidad tenemos como uno de los pilares el contribuir a formar un docente inclusivo de la diversidad, teniendo como marco el derecho a la educación para todos y todas. Contribuir a ir haciendo realmente efectivo en mayor medida que hoy ese derecho, no depende solamente de los educadores ni del Sistema Educativo en forma aislada, pero tal vez no haya una mayor contribución a la emancipación del ser humano, en la línea de Pablo Freire, que el contribuir a torcer a través de la educación, esas biografías que parecen anticipadas de ante mano por el origen social. Eso es particularmente pertinente hoy ,cuando un ciclo que desde sus orígenes fue pensado como propedéutico para estudios terciarios, es para todos y de la verdadera inclusión depende en parte el superar la fragmentación social y el posible desarrollo sustentable que implica necesariamente, desarrollo humano. Superar ciertos temores, tiene sobre todo que ver con reforzar y desarrollar lo que se destaca en la identidad y tal vez también con un desarrollo de la ética 2 docente, anclada en el efectivo reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos, todo lo cual se podrá después traducir en competencias .a trabajarse desde los distintos trayectos formativos. La estructura curricular El actual Plan 2008 está á pensando en torno a ejes estructurantes: el eje de la formación común, el disciplinar específico de cada carrera y un eje transversal, muy débil, constituido por tres seminarios en derechos humanos. sexualidad y dificultades de aprendizaje. Con respecto a esos ejes se quisieran hacer algunas consideraciones Sobre el eje de formación común, se considera que se ha puesto mucho el acento en esa característica de común, asimilándolo como igual para todos, sin tener en cuenta las especificidades de cada carrera, las distintas poblaciones que atienden. Lo común tendrá que transformarse en equivalente, con algunos recorridos diferentes e incluso tal vez, con distinta ubicación y secuenciación en las mallas. Otro aspecto a considerar es el eje transversal en el cual se está trabajando para que tenga un marco muy fuerte en Derechos Humanos y en educación en Derechos Humanos y desde el mismo, encarar la educación en la sexualidad y la inclusión de la diversidad. Se entiende que dicho eje deberá tener otro peso en la estructura curricular, manteniendo la modalidad de seminarios, pero con otra carga horaria y tal vez una oferta más variada de los mismos, donde se establezca la posibilidad de elegir por parte del estudiante, dentro de un menú, lo que más relación tenga con sus intereses y carrera. No están previstos los espacios de articulación entre los ejes para que todos contribuyan al perfil de egreso y a la coherencia de la formación. En la base de una posible articulación está el acuerdo que se pueda lograr sobre un marco conceptual potente, que haga foco en el aprendizaje centrado en el estudiante, que habilite el desarrollo de las competencias que deberán contribuir desde los distintos ejes a las competencias profesionales de egreso, generales de los educadores y específicas de cada carrera. Se ha podido apreciar en algunos centros un esfuerzo de coordinación y articulación que parte de la voluntad de los docentes y directores, pero que la estructura curricular no favorece. Proponemos la creación de los siguientes campos del saber específicos de articulación curricular: ciencias naturales y matemáticas, humanidades y 3 ciencias sociales, ciencias de la educación y eje transversal en derechos humanos, lenguas y educación artística.( estos agrupamientos pueden variar, con tal que garanticen la articulación) Las didácticas tendrán una doble integración en cuanto a espacios de articulación: articularán con el campo de articulación curricular específico que le corresponda y con el de ciencias de la educación y eje transversal. En los campos del saber específicos de articulación curricular se definirán las competencias a trabajar que puedan contribuir a las establecidas en el perfil de egreso y que tengan que ver con el creciente desarrollo autónomo de los estudiantes. Entendiendo que esta forma de trabajar no se decreta y supone procesos de construcción, las competencias a trabajar se irán definiendo en el transcurso de ese trabajo en equipo. También corresponderá a los campos del saber específicos de articulación curricular coordinar los trabajos de producción de los estudiantes, los criterios de evaluación y las líneas de investigación formativa que habrán de aplicarse. Los docentes de los distintos grados, según sus perfiles y tiempos dedicados específicamente a la enseñanza, tendrán un espacio asignado para la coordinación y articulación curricular. Las adecuaciones curriculares correspondientes a las necesidades y especificidades de cada carrera, en relación a los ejes estructurantes, incluido el de formación en educación, se harán a nivel de cada comisión de carrera, como se desarrollará en el siguiente apartado. Estructura académica. Aunque no es el tema específico de este aporte, se entiende que la estructura curricular tiene que estar relacionada con la estructura académica Los departamentos académicos disciplinares no desaparecerán y podrán tener sus secciones, pero tendrán que integrarse en Institutos(o como quiera llamárseles) de articulación curricular que tendrán que coincidir con los campos de articulación previstos en la estructura curricular. Orientarán el trabajo de dichos campos en cuanto a la definición de competencias, trabajos interdisciplinarios, líneas de investigación, criterios de evaluación. Serán los promotores de las salas a nivel nacional, regional y de los centros, a los efectos del cumplimiento de estos cometidos. 4 En los centros educativos, además de las salas por campos de articulación tendrán que realizarse por lo menos cada dos meses instancias de articulación curricular en la cual participen los docentes de los distintos campos y de las distintas carreras. Se buscará la producción de un curriculum de centro contextualizado, que tenga en cuenta las peculiaridades del contexto y las características de la población estudiantil, además de las particularidades de las distintas carreras. La Comisión de Enseñanza y Desarrollo Curricular Tendrá como principal cometido evaluar la marcha del Plan y los grados de articulación que se logran, recabando y produciendo información al respecto. Podrá proponer adecuaciones curriculares, cuando lo estime conveniente, en relación con la estructura general del Plan. Las Comisiones de Carrera. Tendrán como cometido evaluar la marcha de la implementación de cada carrera y proponer las adecuaciones curriculares necesarias con relación a la especificidad de las mismas. Establecerán la oferta de asignaturas o actividades opcionales y elegibles y las características de los trabajos finales. 5