Investigador 57

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( 460 )
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Para instruirnos tenemos ma% necesidad de investigar
que de juzgar:
A si nos acercaremos rpor predosd
la verdad.
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N. O
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MONTEVIDEO 14 DE AGOSTO DE 1833.
AVISO d f i .o s EDITORES.
Este papel se publica por la Imprenta de la
Independencia en las tardes de los dias Miérco­
y Sabado de cada semana; se vende en el
les
mismo establecimiento, Calle de San Sebastian
N 0 .^7 ; en el Muelle, casa de I). Manuel Gra­
jo, en la librería de D. Ignacio Julián, calle de
San Gabriel \ o . 63 y en la tienda esquina de D.
Domingo González, calle de San Pedro.
I NTERIOR
«Mimara « n n , i w i w u . «« - . . d n a a n l M i
EDUCACION
Engolfid-is los escritures en 1j polili.
0 3 , v separados de lodo lo que no per*
tcucce á rila, han olvidado esle itnpor*
tanle negocio, y sita estudiar, niexami*
nar el verdadero plan de educación,
que conviene establezcamos, se lian
limitado u elojiar los progresos de al’
gunos establecimientos particulares.
El gobierno actual,trabado en sn mar*
cha por los conspiradores y los intri­
gantes, no ha podido tampoco contraer
detenidamente su atención á esta vital
necesidad.
La manía de copiar á los pueblos eu­
ropeos, en todo; y el servilismo de que
ha estado siempre acompañado el espirilu de imit*cion, ha sido una fuente
copiosa de errores y desaciertos, que
'H Rs.
lian contribuido eñ gran manera al
atraso de la civilización. Nuestras me*
jores instituciones, nuestras mejores
leves son irrecusables testigos de esta
verdad. El vano orgullo de no apare*
eer á la faz de la tierra con menos, me*
dios de adelanto y menos peifectos lia
influido en gran manera, para perpe*
tuar tan descabellado empeño.
Elocuentes publicistas demostraron,
lo peligroso de que los empleados a
sueldo representase., a sus conciuda.'
danos; y sin comprender que hablaban
con sociedades viejas, en que abundan
los hombres de estado, y sin notar que
mas riezgo hai, en que representen á la
nación ignorantes, traidores, viciosos
u hombres débiles, que empleados de
luces
y de providad, poco acostumbra*
dos á sacrificar su conciencia al oro: y
sin advertir, en fin, que las leyes no
deben participar de un perfecto abs­
tracto, sino de uno relativo al pueblo
en que han de ser aplicadas, se consa­
gro en nuestro código una opinioi tan
disputada, y se privó al país de los co­
nocimientos de una porcionde hombres
notables por su ciencia v justificada
conducta.
¿Cual es la educación que conviene
( 461 )
encias; no puede hacerse sin vastos lea.
plantifiquemos H ¿^ual la que podrán
tí os anatómicas, siu hospitales sin mu
sosteuer nuestras escasas rentas? son
seos de piezas concernientes al ramo. Po
dos problemas que debieran proponer*
seemos a Igunos mediros, algunos juri*
se los encargados de la administración
consultos y algunos teologos: pero pue*
de la cosa pública, pero por desgracia
de asegurarse, que su numero es dema­
en nada mas se lian ocupado, que en
siado diminuto para poder dedicar a
copiar el plan de estudios de pueblos
algunos de ellos á la enseñanza de su
mas ricos que nosotros, y mas ahun*
profesión v que el empleo de nuestras
dautes en población.
ha decretado
rentas no deja sobrantes para costear
la creación de aulas de Teología, de
maestros, ni fiara hacer 1*s adqutsicio*
Medicina, de Jurisprudencia y de Eco*
nomia política, sin mirar que ni lene* l nes que necesiteu las escuelas.
Continua í á.
mos hombres que las dirijan, ni recur*
sos para traer maestros de afuera, ni
DOCUMENTOS OF 1CIALES.
estudiantes que las cursen . Je quie*
T O P O LO QUE SE
PU L1CA BAJ O KST E P I G l U F B —
*e vestir un infante con la ropa de un
es O^t ü Fl I AL
adulto, siu huCer mas que trabar el
libre desarrollo de sus miembros. Ese
CONTRATA
decreto dormirá ei re tantos otros, que
D t arrendamiento de* derecho impuesto at ganado
vacuno en su e¿j tacisn para la frontera dil
ha producido el furor de legislar, el
Eras 1.
furor de aparecer completos; v poror* 1
En la ciudad de S. F lipe y S.uüi go de
denar cosas imposibles se dejaran de
Montevideo
á •'meo di*s de* me> de Agosto, año
establecer 1 s posibles, las verdaramen*
ee 1833. Ante mi el infra-cripto ^crili. no, y
te provechosas y las qus nos son in*
de los testigo» que al fin nombramos S. E el sedispensabas.
¡ i r vicepresidente <te la i • publica L). Gabriel
Las cátedras de Teclogyi de dore* ij
Ant.ioio Pereyia ¿quien doy fé míe conozco, di<*.
cho v de Medicina á que discípulos \\ joqti 9-ha contratado y convenido con D Domin­
en«eñ<ran? ,
Por quienes serángoregen*
V z q u z ijde este vecindario, el arrendarle la
teadás ¿ Con que dinero se costea* i recaudación d-l derecho impuisto al ganado
en su escoriación para la frontera del
rán
?P¿ra que pueda establecerse una vacuno,
|
Bra-i!, bajo ¡as condiciones, que consUn en lo$cátedra de Teología se necesitan disci*
°
.
'i artículos siguientes —
pulos, que ha\an estudiado el lalin, .
A:t. ! %° El Exmo. Gobierno <iá en arrenda­
que sean capaces de traducirlo á prime*
miento a! expresado D. Domingo Vázquez, la recaudacion de!derecho impuesto al guiado vaca*
ra vista, V que hayan cursado las aulas
de Ideología, de Moral v Elocuencia »'! no en su esporÍJCion por la frontera del Brasil,
por e¡ tu.rovino de treinta meses qu** han de con-*
sagrada; el estudio del derecho re*
quiere, con alguna variedad, estos mis* íj terse desde el uia primero de Octubra del pre­
mos conocimientos y el de la Medicina Ú sente año.
£. D. Domingo Vázquez pagara por todo ar*
no puede hacerse, sin saber lasmaiema* p rendamieníoal tesoro pGolico, la cantidad de diea
1
ticas, la^üacü, y otra porciou do ci*
y seis mil pesos que entregará de contado e»
( «2 )
'"pagares del gobierno cuyos vencimientos sean
cientio de lo- meses Agosto, Septiembre. Oc­
tubre y Noviembre inmediato* por iguales par.
te* próximamente y siendo del descuento respectivo de uno y medio por ciento mensual.
Seiái de cuenta del arrendatario todos los
g i-tos de recaudación, obligándose solamente e|
gobierno á protejer ó sus empleados con la tropa
y guardia de la Tontera, y á imponer la misma
á todas la* autoridades civiles y militares inme­
diatas á 'a Inea divisoria.
4. Toda tropa de guiado que se encuentre con
dirección á cuatro leguas de la frontera sin la
corespondiente guia, sera embargada, y obligado
el mtet i do á habilitarse de aquel documento,
p gando dobles derechos : la que se encontrase
tabre la misma linea de frontera sin dirección á
los puntos de salida que por separado se fijaiáu,
verá decomisada.
5. Todo individuo que quiera esportar ganado
para cualquier punto de la frontera, desde Sta.
Teresa y barra de Y aguaron, h »-ta la barra de
Cuarein en el Uruguay, será obligado &sacar an­
tes de h «cer la tropa, la correspondiente guia
de los encargados de la recaudación en los pun­
ios siguiente* : villa de Tacuarembó chico, villa
de Belen, Cerro Largo, y villa de Ranchos, en
las cuales pagarán los derechos.
6 . Se prohíbe esportar ganado por otros pun­
to* de la frontera, que aquellos que el arrendador
designe de acuerdo con el gobierno, y que opor­
tunamente se publicarán del modo mas eficaz.
7 . Todo tropero es obligado i presentar la
guia del ganado que conduzca, a cualquiera de
los individuos encargados de la recaudación, ó
COTO orlante de partidas.
8 . T *do c mpra lor de ganados que hayan de
que díganle su contrato exportaren ginado sla
haberle pagado los derechos corespondientes,
acreditado que sea el hecho conforme a las leyes.
11. El gobierno resolverá en sus casos la pe­
na que corresponda a los peones que conduzcan
ó hayan conducido maliciosamente las tropas de
ganado sin guia.
12 £s entendido que el derecho de cada rea
que se exporte, es el de un peso conforme á la
ley, y que en este respecto se prohíbe toda al­
teración perjudicial ó.los g maderos.
v 5 En el caso de guerra ó cualquiera otro ac­
cidente que interrúmpalas relaciones comerciales
con la Frontera y que sea plenamente justificado
ó notorio, se entenderá suspenso el contrato y á
cargo del Gobierno la recaudación del derecho
por el termino que fijen sus resoluciones con uu#
dienciadel arrendador.
14.
Los que hubiesen obtenido guias para ex*
portar ganado por la Frontera, y los que en ade*
lante las soliciten, tendrán entendido que debelan
cumplirlas antes del primero de Octubre pr«»ximo, pues desde aquella fech i quedaran sin e f c #
to. Con cuyas condiciones arreada S. E., en
virtud de las facultades que le competa al ex,
presado V «z^uez la reca lacion del d rtcho ira.
puesto al ganado vacuno, según queda indicado;
asegurando (pie le sera cierta esta escritura, y
que ve cumplirá por el Gobierno y h ira cum­
plir exactamente con todo lo estipúlalo en la
parte que le toca, a cuya fi-mezi y geguridad
obligó S. E. los bienes é intereses presentes y
futuros del estado en forma y conforme a dere­
cho. Y el mencionado D. Domingo Wizquez
de este comercio y vecindario a quien igualmen­
te doy fe que conozco, habiendo oido literal­
mente eda estritur , y enteradose de su contes­
va guia del vendedor para que Ü continuación
de ella esprese é-te bajo su firma, el número y
to dijo: que la acpptiba y la aceptó en todas sus
partes por ser lo minino que ha contrita
<lo y convendo con el Ex roo. g >b erno y
marca del ganado que le ha vendido.
Q. Los decoini-os que se hiciesen conforme
al articulo cuarto pertenecerán al arrendador
que en consecuencia admite y recibe en arra*
damiento la recaudación del derecho impuedo
al günado vacuno en su esportacioo por ln f nf -
y este hari entre los denunciantes ó aprthensores la distribución que le convenga.
10 . Se declara al recaudador expedita su ncnioQ para perseguir la persona y bienes de los
ra del Brasil, por el tiempo, precio y e
con.iíci me* expresadas las que en la p
*'
e-traerse, será obligado á presentar la respecti­
s
e
toca, se oblig. a cumplir con la en y< ♦ / cutul,
uo iec»auiuilaá ni iuterputjL s toui, -
[ m
parcialmente con ningún nret^to v «t l" hi^ie
re consiente en no *er n'lmiticl» judia*! ui eftraj.jíliri¡limante y pnr el m -mn c»«n ha dp
vi?to
h «herían aprob Ho y r »t ti rulo, »5 *»Hiendtf í ¡err i
h f'ieiz * y contrato a contrato, y a lo cuj' se le
h'» de apr* m‘ ^ en Jr*g \ foima. A cnv « firmeza
V e?:lr.bilidacl olí i jo «»i perdona y bienes habidos
y por h :ber, t»• gnr><1'»rerh >cor» poderío y sumí*
#100 a justicia*. y renonciacioi de tulas las le*
Jves de »u defeosa. Y e ) >o tefdirnotuo a^i respectiv-mente lo dijeron, otorgaron, v firman S.
E. e! señor V ice-Presi eme, y el ** ñr nmnvtro
de E-t.rci', con di ho Vaz pnr, siendo t stigos
el escrihuo público l>. Joan Pvnlro González y
L). M rúo Xuneau vecinos de mi conocimiento de
que doy lé.
GABRIEL A. PER IRA.
Santiago Vázquez
Domingo \ aztjnezAnte m i: Manuel del La*ttiio,
Escribano gostituto de g>bief«ny de h ‘cienda-
EXTERIOR
SUIZV.
POLACOS UEFUJIAD05.
»
> V»-r «Ü - 1 33'?.
El directorio federal, 113 dirijido una
circular á los gobiernos de los Cantones, con m o t i v o de la llegada a Suiza de
los polacos. Les anuncia que apesar
de querer mantener la tolerancia eons*
tan temen te observada p o r la .Vuiza en fa.
\or Je los esti’iinjcros destituidos, que
traígan papeles en regla ) conformas
á lo oí denudo por las autoridad) s.* ( ree
que el estado de cosas existentes en
la confederación, no permite recibir en
ella a estranjeros que lleguen en cuer*
pos organizados, desprovistos verosí­
milmente de documentos que justiiiquen su residencia, y que anuncien que
)
su objeto al venir a la Suiza solo ps
substraerse de la vjilauei-* observada
para con ellos p >r las autoridades del
p.tis de que s.t I n El directorio con­
sidera la existencia de estos cuerpos eu
el territorio suizo, acompañado ue in­
c o n v e n ie n t e s para la t r a n q u i l i d a d , e in*
compatibles con los recursos limitados
de la Suiza las requisiciones que po Ir an
hacerse para su manutención.
ha
resuelto unánimemente en Zdn ioh que
la cuestión Polaca es esclusivaraenle
del resolte ile las autoridades cantona­
les. El directorio federal ha invitado
en consecuencia á los cantones, que
ellos mismos Lomen las medidas que
sean conducentes al mantenimiento de
la tranquilidad y seguridad publica.
El numero de polacos actualmente
asilados en el cantón de Berna es de
óüO. La conducta de estos bravos gu r.
reros es superior a todo elogio. Espe*
rail con impaciencia la decisión del con*
sejo ejecutivo, sobre la petición de au*
siliosque le lian hecho. Se notan en.
tre ellos 3 coroneles, 6 tenientes co.
róñeles, 12 mayores,
capitanes, f 6
tenientes, 282 subtenientes, 3 sub oH*
viales, 25 soldados. Total 500. Los
tres ge fes principales son los coroneles,
Oboriskiy ^/nlonioi el capitán Stho*
man. Su posición se hace cada día nus
penosa. Uno de sus gt fes, el dY. Le*
levvell, de regreso de Jaine Lt-gter
ba informado ¿sus camaradas de la mu.
la disposición de la Dicta. 5e guarne*
ce Je tropas toda la frontera -le la Fr^n
cia, ya sea para oponerse á la salida de
los polacos de Francia, ó para impedía
(
Ifif
pl rrgrrso de los que se Inlhn entre ;
llOSOtl os.
I'or otra pTte rl <l¡rertorio lia reo»*,
mondado .-.I gobierno de Berna se »ir
tienda con el embajador franc< s. para
que puedan los Polacos volver á I rán*
cia. La embijada, se dice que lucon*
testado que por su salí la precipitada,
los Pol eos b ibian renunciado a la líospitalnlad de la Francia, y que ya tío
volverían á ser admitidos en ella, si se
volvían á presentar.
A\ misino tiempo muchos canto*
nes se lian pronunciado contra la ad*
misión de estos desgraciados en su
ti-rntorio. Fl gobierno de Soleureacaba
de ordenar á los prefectos de Soleurey
dt Kriegstetlcii prevenga á los Polacos
que se bailen allí, evaqiicn el territorio
de colear cu 2Í horas. .Argovialcs
prohibe 11 entrada en su cantón. Se
teme que Pei na, siga el mismo ejemplo
v que estas tristes victimas de las revo*
Iliciones, cuyo heroísmo fue tan a lmi*
rado y cuya conducta tranquila y cir*
cunspecta es alabada boy, rechazadas
como unos infectos de todas parles á
donde llegan, se vean reducidos a de*
volarse unos a otros.
Iris.
LITERATURA
DE LA POESIA CASTELLAN A.
De sus diferentes evocas y de su estudo
actual.
La poesia e* un » producción espontanea en !o«
puebl s incultos y una t<ece«idad imperiosa en los
civilizados.
£n lo* primer os puede confuí rar*
se como el organo de b>* paciones violentas y de
las impresione* pr fonda*: en los otro*? como el
idiooi i d^‘ jenio, y uno .1 > *oa rr ¿p*
n<~lde* y
mas intjQoOs qué pueden entrar en ia esfera del
)
e* ¡rita. F.n uno y ófro cn*o, ?a e x i !tarion de
I •• id .»•, el t* v n i»t » de la* imajen-s, lo gu*
1* ifn y str «ordn.iri > de la e* »resim, junta nen*
' * b* c I «r.icion rítmica de las palabra*, son
m»; iiparab'es cuín.», ñ -r*?# C i »n lo la r*zoi
pul* i a se h fia envuelta en l*s tinieblas d d er*
ror a d e l a ignorancia, la poesía t »ma el c ur.xter
de la inspir ación, y llega a s^r un í
»ecie de
sacerdocio: pet Acciona la I» m »9a de I» opinión
enritju cid > el entendimiento con los tesoro* do
la ciencia, y con las joyas de la literatura; acó**
tnmbrado* en fin lo* h ••mb'es a dar a las co* >S
su verdadero valor, y a souoter cuanto lo* *en*
t«dos ?e* descubren a la* leyes del raciocinio,
la poesía furni i u n o de lo* principales adornos
de; mundo intelectual
N<> guio sirve fie de*
sahogo alo* raptos de la devoción; n> solo per*
pellín la* grande.* accione* ; no solo presenta
el cu clro animado d * las
pasiones
humana*,
qu* *.* el ii r.cn i:i*tru»n.*nto de que puede
v ler*e el ger)»> para descubrir y espregar la*
h io
relaciones que ligan al mundo fi*ico con el mun*
11o ue la intel'j'Micia : p ira dar un c< l >rido aereo
v seductor a los goces que ennoblecen al alma,
« i fia, para encadenar todas sus potencias con
el irresistible hcch' 2 t de la armonía.
Si aplicamos e-to* piinc po* a la p i o n c a s *
t^’d na lo* vefé.n is cantirrn id
en todas sos
époc't)-. L-t s, en nuestro *eutip, deben r du.
cuse a tres: a saber, desde *u origen, h» t» el
reinado tie l abcl la Catóucn ;de.-de e*te h
el del ú.tuuo do b>* Felipes le i» casi ti! Aus *
tria ; y desde el d* l birlo.* Tercero hasta núes*
iros du*. Dé'pruo* grandes tul uvdo* en e-tu
enumeración, porque r»o q i m ni * dar el n un*
bie da pieria a i s mu »-«r i »-Hade* (pie la de*
g adán y fe vi» r t - N n c d i * * cL-ifincioo na
esta de acuerdo Con la
que
tan h cho otro* lite*
r to* ; pero rv»*otros eon*sderamo* en ella no el
numera ni el mérito de !o* p «eta* que h»riíl>*
recid >, ni tampoco la* alteraciones sur $:v s
que han e*pj rim^uta !•> el r¡l n ) y el lenguaje:
sino el go*to domi íante en c la época ; el con*
jo to de dotes pecuiia^s que en cada u*^.» de
eba, carácter zó el
poético : y b jo e-te
a*pect > n“s «eua fácil probar pie la diftnbn*
ciou ts j i-t i y d a c t i , y (pie la poesía se es*
[ 165 J
prmló de tres mndos mui distintos en los tres
tor de educación, Director, i Preceptores,
7tl
peí
iodos señalados*
En el primero sencilla, natural, irregular y gro
cenociraienlo ó suposición de esos defectos hacen
imposible alejar el deseo de ofrecer un pensa­
eera cantó las verdades irreligiosas, las h z »n is
de ios héroes, y las penas del amor. Entonce»
j’oe intérpiete de la admiración y del sentimr
ento, sin disfrazarlo ni encubrirlo. El poéta
miento jeneral, cuando se degea trabajar con el
noble fin de mejorar; cuando emplear elidió*
hablaba como sentía, sin im gmar si quiera que
debia ocultar & los que lo escuchbau una-par.
te del cuadro que se ofrecía á su imaginación.
Las pocas regas á que se sujetaban eran las
relativas a la composición mate»ial, á la ei-truc4
tura d e l v e i s o ; mas ninguna moderaba los impetos de su fant. sía.
Al mismo tiempo estadía-
f.nidad del pensamiento lo descubría en toda su
lozanía y viiginid »d ; y de aquí nace el placer
q. e resulta ; horade la lectura de aquellas com­
posiciones antiguas. En ellas vemos el espejo
de la natural*- za, y cuando tantas travas y li­
gamentos la encMh nan en el día, recibimos con
dt-conocno placer s i im gen pura y simple, tan
desfigurada en las -ociftdades modernas por la
cortesía, poi la afectadla, y por la severidad
del gu-to.
[Onr tiniiará J
I ■ mri H.g i V l — JH. li l i
I
■
COñH ESP ONUENCU.
Montevideo 9 de Noviembre de 18.?2.
De*tinad*> en Septiembre por la autoridad a
tocar de cerra os defe.tos de la educación pnm i-
nano Ueuaiia und ber, si rectificado el juicio que
merecía en mi opinión, dejase huir la opoitumdad de ofrecer al gobierna la enomeraciou de sus
necesidades i presentarle el
diarias.
médi> de reme
Si hay Sr, obligación de instruir á la juventud, es
p*eci*o arojer to la idea que tienda á mejorar el
estado de las escul
i aunque no conozco mu.
que ia normal, la oposición que hace esta al obje.tu
de su establecimiento, me induce a suponer, que
se hayan entendido ó lag otras, su*- viejos, la fdta
dt sistema, el abandono en la in-truccion, i los
e lorbos t¿ mbien que <frecen la complicación de
tiWibucioues entre las Jautas económicas, Inspec­
ma de la verdad, i
ofrecer con el cuadro la*
mentable del estad * de la educación, el del esta­
blecimiento creado para norma de lo* demas.
Apenas parecería posible que la insti tucion
que me refiero reuniese en su recinto tantos mo­
tivos á Ii mentare! abandono en que se le h bia
visto, con perjuicio de la juventud, i chocando
con el ¡uterez jeneral. Nada existí * que pudiera
considerarse útil.
La paite m.deiid i la moral,
hacino resalta! la fata de si-tema en su organiza*
clon, i sujetar la instrucción, al capricho, ó in*
tebjencia, i opiniones de sus directores. Por ne
cestdad d^ k »cer a'go por leñar sus compromisos
perdiendo el tiempo en en* vos, habí n fabricado
un monstruo de instiuccion compuesto de rutma8
defectuosas, firmas ett?reojeneas, i practicas que
i-lejan las mejoras i Incorrección que el orden
interior de la parte esencial del establecimiento
ex jia
Para conocer la defo¡midadde los de­
fectos, era preciso verlos, tocarlos de cerca i
ex minar las caus-s que los motivan. Fx» den
jeneralmente de loim j.ni.be, tp.ra coirejirlog
deben: 1 ° destruirse lo- estorbos que oponen la
falta de mstiucciou i moia ; 2 . c m-pirar a
todos un stnt miento contrario, leumi eleaen*
tos propios i de que hoy carecen, “ Cu. tro. ños
“ perdidos para t i país i los mu s, que bástalo n a
“ aprender i enseñ r, han leg. do resabios i ha.
“ hitos perniCK-t s que so o t i n . m | o , e l ti . bajo
“ i amor al e-tumo, podrán arranca! e*.” ll»y
á m is un vicio radical en el dte< rédito del estatdecimient) que afecta drm siado al país, para
v rio con indiferencia ; vicio que acusa sin ce-ar
h los que olvidaron la oül gacion de corregirlo, é
imponen a otros la de repararlo,
S^nto descender a estos incidentes. No es
mi proposito arrojar «criminaciones ó personas,
que hicieron lo que pudieron, ó no se quisieron
contraer a lo que debie.on. Lo* e n c r de vo­
luntad ó del entendimiento que *e ofrecen ant©
los ejes sin desear bailarlos, es verdad, no per-
«i(en pasar en silenciólo que se marca en la*
consecuencias i qoe ti i ciando (latosa quienes
conocen, les enseñan t mbien a juzgai; pero pre*
cindiendo de esa verdad, yo procuraré ríesentenderme de lo que no sea necesario á mi obje.t»», á
“ que resalte la necesidad de c ntraer-e é la oig «izacion de las escuelas ; con un sistema de ensen'uza, que simplifique las fo mus é m troya
biu fatigar la imajioacioo de los niños.”
Para sentu toda la impoi t «ocia de esa «xijencia
i obrar en con»* »n »n< h con ell ♦, es de necesidad
preceda el con vencimiento, no *olo del esta*
casos las cosas llegarían 6 deteriorarse por
falta del principio de su m vimicut . Eu las
escuelas, coocedien lo que e?e manual importase
la base de la organización, reclama sin duda
esa mi-ma organización reglamentos i si-tema
para que sus oficios sean conveniente*. Kegtar
el método que senda para lectura, escritura i
aritmética, por «pie oo b »y otra cosa que las lee.
Clones d* fectuosas del señor Thomson.
¡L e c ­
ciones, que en verdad fuera mejor, que se aleja­
ra de la? escuelas, á no -ustitcir as !
H Legado precisamente á lo iue f m°nta la
creencia de nn si*t m t donde ni <x -te la sombra
do de las escuelas, sino de lo ilusorias que se’
ran l«s esperanzas que puedan concebirse con
del principiado por el b^néli o Lauca-ter.
respecto á la instrucción ; mas, jue continuando
es e*ta una paradoja ; las lecciones de di. Th
ellas entregadas á lo que
cada precep*
tor crea que s el sistema de enseñ riza mu’
tuo, no -eré difícil que corriendo b jo un or„
son, excluyendo os ile la septun » i octava, d* jan
den iucierto i mutable se trastorne su n turaleza
i oe rosas uti es, se tnu» f< rmen en funestas,
po gravosas é ioiprodn tivas á la sociedad ; lo
p quiero, porque consuman os valores realeo, i
lo segundo porque no a x¡!ieu el desarrollo de
las ule»? y tuc - en lo* educandos que las . u cen.
C< n s» gui idad pOv>;á h acerse t,»| anuncio de lo
fotuio sin forzar las deducciones que ofrece el
e 3t do de las escuelas i preceptores. “ Sin or­
ganización, ni otro si*t ma que vo^c»., y lo* pre­
ceptores» forzados á s guu loqu* vaien esas palabiai : tguorau.'o lo- mas la paite esencial de
aquello á que sou aplicables ¿ ¡né se
cer de útii ?
puede ha­
Lh .»qní la circunstancia, en que
conociendo su posición i obligaciones, 5 no ha­
rán nada, 6 pretendí, ndo hacer algo, aliaient *rán
ese compuesto d» firmas, que con propiedad ña­
mé ‘ un monstruo de ‘a en«eñ tnz'u”
“ El manual del seu »r L »bor«ie entregado fi «us
manos, si abie ei camino, ó continú. trillando el
del c ¿quero Lancaster, no debe considerarse
como un sistema, porque o ú acó que (‘frece, m.n
nociones sobre nao que adopta y pretiere.” Uo
preceptor con ese e rae»do solo que supone lo
que no existe, ofrecería o! rabino ef»clo qu* en
un navegaote la carta de navegación, la aguja, i
e' cagco de nn b re'*, mas sin arboladura, cabos ¡
lillas para poder llevarlo 6 puerto. En ambos
un vacio uotuble, que se >u nt
si
No
» óderlo lie-
llar. L s tibia? df la pii.n* ra, . iifiqc conr •en*
den todas las tetras d<~ alfabeto cel dn m», solo
satisfacen el tercio de la necesidad <¡e co »
bien e*as r. present ciones de nonido?, ó d.
p rt ‘s de 10' que debemos llamar n. tn*a
Solo contiene dos I* ectonoa, debiendo ser o
r
0
x.
u,
por la diferencia de cá* a^tére* que **e ofrecen en
la escritura, m •? no adolecen de ese d fecto «olo;
do distingo o el valor i sonido de las letras, ni
la diferencia respectiva, que d be -ervir dr ba­
se i la continua ron de 10 cb mas. Con (?n§
elementos, no pue ion no, los mo- i• g .r á ia
segunda cla*e perfil tam ute in-liuidos e,i todo o
que íes correspondía aprender en ta primera.
Lax leccione* de |.1 H.gunda ofrecen mp **i*
bi tdad* s de max consideración a» conocimiento
de .a unión direct de las voc.de- con :a* consoDMnt«-x>de. é-tax con .queliar, 1 mocho m á »s
indirecta? 1 compu. $t«*. Los alumues $alcn de
esta clase suh> en peor e-t.»do qu entraron á
^Ha, i mpo«it>4litados para espedirse bien en la
tercera. Primero p>rque no h*y d»fer°nci * e»
¡as lecciones i ca. ece de la? pr ci-a? j
n.la
porque debiendo ser *ei?, al m*no-, se j lesentan
dos enriquecidas con d» lect,- de magnitud queuni
. 9
dos á lo? de la primera, -e muttifdicao en la se­
gunda } hacen m-s difi :u toso** ¡o** ade'ant une*tos en la !• ctura; poríjue no iiixtrnnío? ’o- *iños en todas las coniposici#Qea dt las ¡etia?,
modo de pnbrlividirlas con propiedad. Solo asi
también se podrá dar principio a la corree*
cion de los vicios de pronunciación, con que con*
fundiendo los sonidos i el valor de lag letra®,
se altera el significado délas voces con notable
perjuicio del idioma. Creo haber afianzado no
poco para correjir de fectos, que arrancando de
las lecciones déla piimera cla*e presentan difi­
cultades a destruirlos entregándose a lo que de
sí dan la* t ibias de lectura del señor Thom«on.
Mi juicio sobre ellas «e afianza a considerar
preferible nuestro método de ens*fi \r á leer
si hubiese de verme preciado a elejir ent e,
él de enseñanza de nuestro-* 'padres y el que
ahora reprueba. Los preceptores sup^a en esto
sistema lo que no puedan hacer en uno, cuya
organización es absolutamente opuesta ác*e me.
caoisuio, asi como lo es al de todo? lo? ejercicios.
en la diferenciad* caracteres .con que se pueden
presentar los signos del alfabeto saien de esa? con
un conocimiento imperfecto ó imprepnrr.dos pa.
ra
lo que van á cursir en las clases mayores.
La tercera, coaita quinta i sesta, ya sea por
falta ¿e lecciones, ó por la coavinacioo defectuo­
sa de ellas, son otros tantos estorvos que encuentran los niños a la contracción en las horas des*
linadas a leer, iso hallanJo nada que les esti­
mule ; habiéndose elejido materias que huyen
de la penetración é intehjencia de los niños;
eiendo por otra parte uniformes i limitado el
número de las tablas, con la continuación de leer
en ellas, las memoria las retiene sin trabajo; las
retiene sin producir el electo de enseñarles lo
que debían aprender en esos pasos. Eicon
titiuo uscen-o i descenso que sufren los alumnos,
es la prueba de esa verdad. Pasan los de la ter.
[Continua! á.)
cera a la cuarta, de ésta a la quinta í sesta, i
no instruidos realmente ; ofreciendo en desenga*
2
ño no ser lleg do el tiempo de ascenderlos,
es forzoso volverlos a *us antiguos puestos, con
°
Quiera Vr. insertar en su® columnas el presen­
el sentimiento de hallarlos en peor estado i con
menos disposiciones; pues antes se les debía
considerar en actitud de aprender, i después
jungarlos dispuestos a perder tiempo; porque ocu­
te articulo.
pada la m moría del contenido de las lecciones,
el día 15 de Julio ; no acomodándome continuar
es probable no cuiden de la combinación de
con esta puse de presente mis cuentas corrientes
las palabras, ni de la colocación que ellas tienen
en el orilen y forma que ordenan ^>s ordenanzas
en las tabb s. E\ mal que hacen estos ef ctos
en los n ños es incalculable.
Huye la aplica­
de Bilbao.
De eih* fué recibidas n su entera
satisfacción
a que seTatificoy fueron plenamen­
ción dejando arraig.lo en ellos el disgusto y la
distracción, que es tan fácil de jeneralizarse por
la calidad de las formas de leer que observan
en el sistema de en* fianza mútil a.
La esperiencia i e 1 convencimiento forzaba a
disminuir el tiempo s^ñ lado a ese ejercicio i
remp azarlo aumentando el que se empleaba en
s bar Introducir el modo elejido en el sistema
cb enseñanza que propondré á continuación^
L $ mñ.>s cU“Componiendo I s dicciones por el
método analítico, siim adelantaren tanto cuanto
polia hpetv.eerae para recuperar el tiempo pe r
dido, lUg r n a comprender cual *» la compo*
•iCiou de las palabra», ti t Jo de tus partety ei
El que subscribe honrosamente ad­
ministro y desempeño por la serie de 23 meses
los intereses de D. Juan Antonio Artenga, hasta
1
te ch mceladaa dicha cuentas, resultando que de
mis devengados sat -fice 233 pesos de gastos par­
ticulares
durante este
tiempn, quedando res
pon-able por mi generosidad, a .o- fiados que en
esta se hallaban ; y abonando por algunas perso.
ñas de confianza, como su dependióte puede
acreditar.
Q,ie<U de V. con las mnjores coníideracione»
■
de les^tto su seivi.lí-r.
José Ton
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