( 460 ) ' 8 » <*81 A M i w i m o\ Para instruirnos tenemos ma% necesidad de investigar que de juzgar: A si nos acercaremos rpor predosd la verdad. ’Dnoz. c 'm i^ « ^ \ •v *\ vT \0 \ y // a' . 4 -°' K . » v ,/ N. O '‘7I MONTEVIDEO 14 DE AGOSTO DE 1833. AVISO d f i .o s EDITORES. Este papel se publica por la Imprenta de la Independencia en las tardes de los dias Miérco­ y Sabado de cada semana; se vende en el les mismo establecimiento, Calle de San Sebastian N 0 .^7 ; en el Muelle, casa de I). Manuel Gra­ jo, en la librería de D. Ignacio Julián, calle de San Gabriel \ o . 63 y en la tienda esquina de D. Domingo González, calle de San Pedro. I NTERIOR «Mimara « n n , i w i w u . «« - . . d n a a n l M i EDUCACION Engolfid-is los escritures en 1j polili. 0 3 , v separados de lodo lo que no per* tcucce á rila, han olvidado esle itnpor* tanle negocio, y sita estudiar, niexami* nar el verdadero plan de educación, que conviene establezcamos, se lian limitado u elojiar los progresos de al’ gunos establecimientos particulares. El gobierno actual,trabado en sn mar* cha por los conspiradores y los intri­ gantes, no ha podido tampoco contraer detenidamente su atención á esta vital necesidad. La manía de copiar á los pueblos eu­ ropeos, en todo; y el servilismo de que ha estado siempre acompañado el espirilu de imit*cion, ha sido una fuente copiosa de errores y desaciertos, que 'H Rs. lian contribuido eñ gran manera al atraso de la civilización. Nuestras me* jores instituciones, nuestras mejores leves son irrecusables testigos de esta verdad. El vano orgullo de no apare* eer á la faz de la tierra con menos, me* dios de adelanto y menos peifectos lia influido en gran manera, para perpe* tuar tan descabellado empeño. Elocuentes publicistas demostraron, lo peligroso de que los empleados a sueldo representase., a sus conciuda.' danos; y sin comprender que hablaban con sociedades viejas, en que abundan los hombres de estado, y sin notar que mas riezgo hai, en que representen á la nación ignorantes, traidores, viciosos u hombres débiles, que empleados de luces y de providad, poco acostumbra* dos á sacrificar su conciencia al oro: y sin advertir, en fin, que las leyes no deben participar de un perfecto abs­ tracto, sino de uno relativo al pueblo en que han de ser aplicadas, se consa­ gro en nuestro código una opinioi tan disputada, y se privó al país de los co­ nocimientos de una porcionde hombres notables por su ciencia v justificada conducta. ¿Cual es la educación que conviene ( 461 ) encias; no puede hacerse sin vastos lea. plantifiquemos H ¿^ual la que podrán tí os anatómicas, siu hospitales sin mu sosteuer nuestras escasas rentas? son seos de piezas concernientes al ramo. Po dos problemas que debieran proponer* seemos a Igunos mediros, algunos juri* se los encargados de la administración consultos y algunos teologos: pero pue* de la cosa pública, pero por desgracia de asegurarse, que su numero es dema­ en nada mas se lian ocupado, que en siado diminuto para poder dedicar a copiar el plan de estudios de pueblos algunos de ellos á la enseñanza de su mas ricos que nosotros, y mas ahun* profesión v que el empleo de nuestras dautes en población. ha decretado rentas no deja sobrantes para costear la creación de aulas de Teología, de maestros, ni fiara hacer 1*s adqutsicio* Medicina, de Jurisprudencia y de Eco* nomia política, sin mirar que ni lene* l nes que necesiteu las escuelas. Continua í á. mos hombres que las dirijan, ni recur* sos para traer maestros de afuera, ni DOCUMENTOS OF 1CIALES. estudiantes que las cursen . Je quie* T O P O LO QUE SE PU L1CA BAJ O KST E P I G l U F B — *e vestir un infante con la ropa de un es O^t ü Fl I AL adulto, siu huCer mas que trabar el libre desarrollo de sus miembros. Ese CONTRATA decreto dormirá ei re tantos otros, que D t arrendamiento de* derecho impuesto at ganado vacuno en su e¿j tacisn para la frontera dil ha producido el furor de legislar, el Eras 1. furor de aparecer completos; v poror* 1 En la ciudad de S. F lipe y S.uüi go de denar cosas imposibles se dejaran de Montevideo á •'meo di*s de* me> de Agosto, año establecer 1 s posibles, las verdaramen* ee 1833. Ante mi el infra-cripto ^crili. no, y te provechosas y las qus nos son in* de los testigo» que al fin nombramos S. E el sedispensabas. ¡ i r vicepresidente <te la i • publica L). Gabriel Las cátedras de Teclogyi de dore* ij Ant.ioio Pereyia ¿quien doy fé míe conozco, di<*. cho v de Medicina á que discípulos \\ joqti 9-ha contratado y convenido con D Domin­ en«eñ<ran? , Por quienes serángoregen* V z q u z ijde este vecindario, el arrendarle la teadás ¿ Con que dinero se costea* i recaudación d-l derecho impuisto al ganado en su escoriación para la frontera del rán ?P¿ra que pueda establecerse una vacuno, | Bra-i!, bajo ¡as condiciones, que consUn en lo$cátedra de Teología se necesitan disci* ° . 'i artículos siguientes — pulos, que ha\an estudiado el lalin, . A:t. ! %° El Exmo. Gobierno <iá en arrenda­ que sean capaces de traducirlo á prime* miento a! expresado D. Domingo Vázquez, la recaudacion de!derecho impuesto al guiado vaca* ra vista, V que hayan cursado las aulas de Ideología, de Moral v Elocuencia »'! no en su esporÍJCion por la frontera del Brasil, por e¡ tu.rovino de treinta meses qu** han de con-* sagrada; el estudio del derecho re* quiere, con alguna variedad, estos mis* íj terse desde el uia primero de Octubra del pre­ mos conocimientos y el de la Medicina Ú sente año. £. D. Domingo Vázquez pagara por todo ar* no puede hacerse, sin saber lasmaiema* p rendamieníoal tesoro pGolico, la cantidad de diea 1 ticas, la^üacü, y otra porciou do ci* y seis mil pesos que entregará de contado e» ( «2 ) '"pagares del gobierno cuyos vencimientos sean cientio de lo- meses Agosto, Septiembre. Oc­ tubre y Noviembre inmediato* por iguales par. te* próximamente y siendo del descuento respectivo de uno y medio por ciento mensual. Seiái de cuenta del arrendatario todos los g i-tos de recaudación, obligándose solamente e| gobierno á protejer ó sus empleados con la tropa y guardia de la Tontera, y á imponer la misma á todas la* autoridades civiles y militares inme­ diatas á 'a Inea divisoria. 4. Toda tropa de guiado que se encuentre con dirección á cuatro leguas de la frontera sin la corespondiente guia, sera embargada, y obligado el mtet i do á habilitarse de aquel documento, p gando dobles derechos : la que se encontrase tabre la misma linea de frontera sin dirección á los puntos de salida que por separado se fijaiáu, verá decomisada. 5. Todo individuo que quiera esportar ganado para cualquier punto de la frontera, desde Sta. Teresa y barra de Y aguaron, h »-ta la barra de Cuarein en el Uruguay, será obligado &sacar an­ tes de h «cer la tropa, la correspondiente guia de los encargados de la recaudación en los pun­ ios siguiente* : villa de Tacuarembó chico, villa de Belen, Cerro Largo, y villa de Ranchos, en las cuales pagarán los derechos. 6 . Se prohíbe esportar ganado por otros pun­ to* de la frontera, que aquellos que el arrendador designe de acuerdo con el gobierno, y que opor­ tunamente se publicarán del modo mas eficaz. 7 . Todo tropero es obligado i presentar la guia del ganado que conduzca, a cualquiera de los individuos encargados de la recaudación, ó COTO orlante de partidas. 8 . T *do c mpra lor de ganados que hayan de que díganle su contrato exportaren ginado sla haberle pagado los derechos corespondientes, acreditado que sea el hecho conforme a las leyes. 11. El gobierno resolverá en sus casos la pe­ na que corresponda a los peones que conduzcan ó hayan conducido maliciosamente las tropas de ganado sin guia. 12 £s entendido que el derecho de cada rea que se exporte, es el de un peso conforme á la ley, y que en este respecto se prohíbe toda al­ teración perjudicial ó.los g maderos. v 5 En el caso de guerra ó cualquiera otro ac­ cidente que interrúmpalas relaciones comerciales con la Frontera y que sea plenamente justificado ó notorio, se entenderá suspenso el contrato y á cargo del Gobierno la recaudación del derecho por el termino que fijen sus resoluciones con uu# dienciadel arrendador. 14. Los que hubiesen obtenido guias para ex* portar ganado por la Frontera, y los que en ade* lante las soliciten, tendrán entendido que debelan cumplirlas antes del primero de Octubre pr«»ximo, pues desde aquella fech i quedaran sin e f c # to. Con cuyas condiciones arreada S. E., en virtud de las facultades que le competa al ex, presado V «z^uez la reca lacion del d rtcho ira. puesto al ganado vacuno, según queda indicado; asegurando (pie le sera cierta esta escritura, y que ve cumplirá por el Gobierno y h ira cum­ plir exactamente con todo lo estipúlalo en la parte que le toca, a cuya fi-mezi y geguridad obligó S. E. los bienes é intereses presentes y futuros del estado en forma y conforme a dere­ cho. Y el mencionado D. Domingo Wizquez de este comercio y vecindario a quien igualmen­ te doy fe que conozco, habiendo oido literal­ mente eda estritur , y enteradose de su contes­ va guia del vendedor para que Ü continuación de ella esprese é-te bajo su firma, el número y to dijo: que la acpptiba y la aceptó en todas sus partes por ser lo minino que ha contrita <lo y convendo con el Ex roo. g >b erno y marca del ganado que le ha vendido. Q. Los decoini-os que se hiciesen conforme al articulo cuarto pertenecerán al arrendador que en consecuencia admite y recibe en arra* damiento la recaudación del derecho impuedo al günado vacuno en su esportacioo por ln f nf - y este hari entre los denunciantes ó aprthensores la distribución que le convenga. 10 . Se declara al recaudador expedita su ncnioQ para perseguir la persona y bienes de los ra del Brasil, por el tiempo, precio y e con.iíci me* expresadas las que en la p *' e-traerse, será obligado á presentar la respecti­ s e toca, se oblig. a cumplir con la en y< ♦ / cutul, uo iec»auiuilaá ni iuterputjL s toui, - [ m parcialmente con ningún nret^to v «t l" hi^ie re consiente en no *er n'lmiticl» judia*! ui eftraj.jíliri¡limante y pnr el m -mn c»«n ha dp vi?to h «herían aprob Ho y r »t ti rulo, »5 *»Hiendtf í ¡err i h f'ieiz * y contrato a contrato, y a lo cuj' se le h'» de apr* m‘ ^ en Jr*g \ foima. A cnv « firmeza V e?:lr.bilidacl olí i jo «»i perdona y bienes habidos y por h :ber, t»• gnr><1'»rerh >cor» poderío y sumí* #100 a justicia*. y renonciacioi de tulas las le* Jves de »u defeosa. Y e ) >o tefdirnotuo a^i respectiv-mente lo dijeron, otorgaron, v firman S. E. e! señor V ice-Presi eme, y el ** ñr nmnvtro de E-t.rci', con di ho Vaz pnr, siendo t stigos el escrihuo público l>. Joan Pvnlro González y L). M rúo Xuneau vecinos de mi conocimiento de que doy lé. GABRIEL A. PER IRA. Santiago Vázquez Domingo \ aztjnezAnte m i: Manuel del La*ttiio, Escribano gostituto de g>bief«ny de h ‘cienda- EXTERIOR SUIZV. POLACOS UEFUJIAD05. » > V»-r «Ü - 1 33'?. El directorio federal, 113 dirijido una circular á los gobiernos de los Cantones, con m o t i v o de la llegada a Suiza de los polacos. Les anuncia que apesar de querer mantener la tolerancia eons* tan temen te observada p o r la .Vuiza en fa. \or Je los esti’iinjcros destituidos, que traígan papeles en regla ) conformas á lo oí denudo por las autoridad) s.* ( ree que el estado de cosas existentes en la confederación, no permite recibir en ella a estranjeros que lleguen en cuer* pos organizados, desprovistos verosí­ milmente de documentos que justiiiquen su residencia, y que anuncien que ) su objeto al venir a la Suiza solo ps substraerse de la vjilauei-* observada para con ellos p >r las autoridades del p.tis de que s.t I n El directorio con­ sidera la existencia de estos cuerpos eu el territorio suizo, acompañado ue in­ c o n v e n ie n t e s para la t r a n q u i l i d a d , e in* compatibles con los recursos limitados de la Suiza las requisiciones que po Ir an hacerse para su manutención. ha resuelto unánimemente en Zdn ioh que la cuestión Polaca es esclusivaraenle del resolte ile las autoridades cantona­ les. El directorio federal ha invitado en consecuencia á los cantones, que ellos mismos Lomen las medidas que sean conducentes al mantenimiento de la tranquilidad y seguridad publica. El numero de polacos actualmente asilados en el cantón de Berna es de óüO. La conducta de estos bravos gu r. reros es superior a todo elogio. Espe* rail con impaciencia la decisión del con* sejo ejecutivo, sobre la petición de au* siliosque le lian hecho. Se notan en. tre ellos 3 coroneles, 6 tenientes co. róñeles, 12 mayores, capitanes, f 6 tenientes, 282 subtenientes, 3 sub oH* viales, 25 soldados. Total 500. Los tres ge fes principales son los coroneles, Oboriskiy ^/nlonioi el capitán Stho* man. Su posición se hace cada día nus penosa. Uno de sus gt fes, el dY. Le* levvell, de regreso de Jaine Lt-gter ba informado ¿sus camaradas de la mu. la disposición de la Dicta. 5e guarne* ce Je tropas toda la frontera -le la Fr^n cia, ya sea para oponerse á la salida de los polacos de Francia, ó para impedía ( Ifif pl rrgrrso de los que se Inlhn entre ; llOSOtl os. I'or otra pTte rl <l¡rertorio lia reo»*, mondado .-.I gobierno de Berna se »ir tienda con el embajador franc< s. para que puedan los Polacos volver á I rán* cia. La embijada, se dice que lucon* testado que por su salí la precipitada, los Pol eos b ibian renunciado a la líospitalnlad de la Francia, y que ya tío volverían á ser admitidos en ella, si se volvían á presentar. A\ misino tiempo muchos canto* nes se lian pronunciado contra la ad* misión de estos desgraciados en su ti-rntorio. Fl gobierno de Soleureacaba de ordenar á los prefectos de Soleurey dt Kriegstetlcii prevenga á los Polacos que se bailen allí, evaqiicn el territorio de colear cu 2Í horas. .Argovialcs prohibe 11 entrada en su cantón. Se teme que Pei na, siga el mismo ejemplo v que estas tristes victimas de las revo* Iliciones, cuyo heroísmo fue tan a lmi* rado y cuya conducta tranquila y cir* cunspecta es alabada boy, rechazadas como unos infectos de todas parles á donde llegan, se vean reducidos a de* volarse unos a otros. Iris. LITERATURA DE LA POESIA CASTELLAN A. De sus diferentes evocas y de su estudo actual. La poesia e* un » producción espontanea en !o« puebl s incultos y una t<ece«idad imperiosa en los civilizados. £n lo* primer os puede confuí rar* se como el organo de b>* paciones violentas y de las impresione* pr fonda*: en los otro*? como el idiooi i d^‘ jenio, y uno .1 > *oa rr ¿p* n<~lde* y mas intjQoOs qué pueden entrar en ia esfera del ) e* ¡rita. F.n uno y ófro cn*o, ?a e x i !tarion de I •• id .»•, el t* v n i»t » de la* imajen-s, lo gu* 1* ifn y str «ordn.iri > de la e* »resim, junta nen* ' * b* c I «r.icion rítmica de las palabra*, son m»; iiparab'es cuín.», ñ -r*?# C i »n lo la r*zoi pul* i a se h fia envuelta en l*s tinieblas d d er* ror a d e l a ignorancia, la poesía t »ma el c ur.xter de la inspir ación, y llega a s^r un í »ecie de sacerdocio: pet Acciona la I» m »9a de I» opinión enritju cid > el entendimiento con los tesoro* do la ciencia, y con las joyas de la literatura; acó** tnmbrado* en fin lo* h ••mb'es a dar a las co* >S su verdadero valor, y a souoter cuanto lo* *en* t«dos ?e* descubren a la* leyes del raciocinio, la poesía furni i u n o de lo* principales adornos de; mundo intelectual N<> guio sirve fie de* sahogo alo* raptos de la devoción; n> solo per* pellín la* grande.* accione* ; no solo presenta el cu clro animado d * las pasiones humana*, qu* *.* el ii r.cn i:i*tru»n.*nto de que puede v ler*e el ger)»> para descubrir y espregar la* h io relaciones que ligan al mundo fi*ico con el mun* 11o ue la intel'j'Micia : p ira dar un c< l >rido aereo v seductor a los goces que ennoblecen al alma, « i fia, para encadenar todas sus potencias con el irresistible hcch' 2 t de la armonía. Si aplicamos e-to* piinc po* a la p i o n c a s * t^’d na lo* vefé.n is cantirrn id en todas sos époc't)-. L-t s, en nuestro *eutip, deben r du. cuse a tres: a saber, desde *u origen, h» t» el reinado tie l abcl la Catóucn ;de.-de e*te h el del ú.tuuo do b>* Felipes le i» casi ti! Aus * tria ; y desde el d* l birlo.* Tercero hasta núes* iros du*. Dé'pruo* grandes tul uvdo* en e-tu enumeración, porque r»o q i m ni * dar el n un* bie da pieria a i s mu »-«r i »-Hade* (pie la de* g adán y fe vi» r t - N n c d i * * cL-ifincioo na esta de acuerdo Con la que tan h cho otro* lite* r to* ; pero rv»*otros eon*sderamo* en ella no el numera ni el mérito de !o* p «eta* que h»riíl>* recid >, ni tampoco la* alteraciones sur $:v s que han e*pj rim^uta !•> el r¡l n ) y el lenguaje: sino el go*to domi íante en c la época ; el con* jo to de dotes pecuiia^s que en cada u*^.» de eba, carácter zó el poético : y b jo e-te a*pect > n“s «eua fácil probar pie la diftnbn* ciou ts j i-t i y d a c t i , y (pie la poesía se es* [ 165 J prmló de tres mndos mui distintos en los tres tor de educación, Director, i Preceptores, 7tl peí iodos señalados* En el primero sencilla, natural, irregular y gro cenociraienlo ó suposición de esos defectos hacen imposible alejar el deseo de ofrecer un pensa­ eera cantó las verdades irreligiosas, las h z »n is de ios héroes, y las penas del amor. Entonce» j’oe intérpiete de la admiración y del sentimr ento, sin disfrazarlo ni encubrirlo. El poéta miento jeneral, cuando se degea trabajar con el noble fin de mejorar; cuando emplear elidió* hablaba como sentía, sin im gmar si quiera que debia ocultar & los que lo escuchbau una-par. te del cuadro que se ofrecía á su imaginación. Las pocas regas á que se sujetaban eran las relativas a la composición mate»ial, á la ei-truc4 tura d e l v e i s o ; mas ninguna moderaba los impetos de su fant. sía. Al mismo tiempo estadía- f.nidad del pensamiento lo descubría en toda su lozanía y viiginid »d ; y de aquí nace el placer q. e resulta ; horade la lectura de aquellas com­ posiciones antiguas. En ellas vemos el espejo de la natural*- za, y cuando tantas travas y li­ gamentos la encMh nan en el día, recibimos con dt-conocno placer s i im gen pura y simple, tan desfigurada en las -ociftdades modernas por la cortesía, poi la afectadla, y por la severidad del gu-to. [Onr tiniiará J I ■ mri H.g i V l — JH. li l i I ■ COñH ESP ONUENCU. Montevideo 9 de Noviembre de 18.?2. De*tinad*> en Septiembre por la autoridad a tocar de cerra os defe.tos de la educación pnm i- nano Ueuaiia und ber, si rectificado el juicio que merecía en mi opinión, dejase huir la opoitumdad de ofrecer al gobierna la enomeraciou de sus necesidades i presentarle el diarias. médi> de reme Si hay Sr, obligación de instruir á la juventud, es p*eci*o arojer to la idea que tienda á mejorar el estado de las escul i aunque no conozco mu. que ia normal, la oposición que hace esta al obje.tu de su establecimiento, me induce a suponer, que se hayan entendido ó lag otras, su*- viejos, la fdta dt sistema, el abandono en la in-truccion, i los e lorbos t¿ mbien que <frecen la complicación de tiWibucioues entre las Jautas económicas, Inspec­ ma de la verdad, i ofrecer con el cuadro la* mentable del estad * de la educación, el del esta­ blecimiento creado para norma de lo* demas. Apenas parecería posible que la insti tucion que me refiero reuniese en su recinto tantos mo­ tivos á Ii mentare! abandono en que se le h bia visto, con perjuicio de la juventud, i chocando con el ¡uterez jeneral. Nada existí * que pudiera considerarse útil. La paite m.deiid i la moral, hacino resalta! la fata de si-tema en su organiza* clon, i sujetar la instrucción, al capricho, ó in* tebjencia, i opiniones de sus directores. Por ne cestdad d^ k »cer a'go por leñar sus compromisos perdiendo el tiempo en en* vos, habí n fabricado un monstruo de instiuccion compuesto de rutma8 defectuosas, firmas ett?reojeneas, i practicas que i-lejan las mejoras i Incorrección que el orden interior de la parte esencial del establecimiento ex jia Para conocer la defo¡midadde los de­ fectos, era preciso verlos, tocarlos de cerca i ex minar las caus-s que los motivan. Fx» den jeneralmente de loim j.ni.be, tp.ra coirejirlog deben: 1 ° destruirse lo- estorbos que oponen la falta de mstiucciou i moia ; 2 . c m-pirar a todos un stnt miento contrario, leumi eleaen* tos propios i de que hoy carecen, “ Cu. tro. ños “ perdidos para t i país i los mu s, que bástalo n a “ aprender i enseñ r, han leg. do resabios i ha. “ hitos perniCK-t s que so o t i n . m | o , e l ti . bajo “ i amor al e-tumo, podrán arranca! e*.” ll»y á m is un vicio radical en el dte< rédito del estatdecimient) que afecta drm siado al país, para v rio con indiferencia ; vicio que acusa sin ce-ar h los que olvidaron la oül gacion de corregirlo, é imponen a otros la de repararlo, S^nto descender a estos incidentes. No es mi proposito arrojar «criminaciones ó personas, que hicieron lo que pudieron, ó no se quisieron contraer a lo que debie.on. Lo* e n c r de vo­ luntad ó del entendimiento que *e ofrecen ant© los ejes sin desear bailarlos, es verdad, no per- «i(en pasar en silenciólo que se marca en la* consecuencias i qoe ti i ciando (latosa quienes conocen, les enseñan t mbien a juzgai; pero pre* cindiendo de esa verdad, yo procuraré ríesentenderme de lo que no sea necesario á mi obje.t»», á “ que resalte la necesidad de c ntraer-e é la oig «izacion de las escuelas ; con un sistema de ensen'uza, que simplifique las fo mus é m troya biu fatigar la imajioacioo de los niños.” Para sentu toda la impoi t «ocia de esa «xijencia i obrar en con»* »n »n< h con ell ♦, es de necesidad preceda el con vencimiento, no *olo del esta* casos las cosas llegarían 6 deteriorarse por falta del principio de su m vimicut . Eu las escuelas, coocedien lo que e?e manual importase la base de la organización, reclama sin duda esa mi-ma organización reglamentos i si-tema para que sus oficios sean conveniente*. Kegtar el método que senda para lectura, escritura i aritmética, por «pie oo b »y otra cosa que las lee. Clones d* fectuosas del señor Thomson. ¡L e c ­ ciones, que en verdad fuera mejor, que se aleja­ ra de la? escuelas, á no -ustitcir as ! H Legado precisamente á lo iue f m°nta la creencia de nn si*t m t donde ni <x -te la sombra do de las escuelas, sino de lo ilusorias que se’ ran l«s esperanzas que puedan concebirse con del principiado por el b^néli o Lauca-ter. respecto á la instrucción ; mas, jue continuando es e*ta una paradoja ; las lecciones de di. Th ellas entregadas á lo que cada precep* tor crea que s el sistema de enseñ riza mu’ tuo, no -eré difícil que corriendo b jo un or„ son, excluyendo os ile la septun » i octava, d* jan den iucierto i mutable se trastorne su n turaleza i oe rosas uti es, se tnu» f< rmen en funestas, po gravosas é ioiprodn tivas á la sociedad ; lo p quiero, porque consuman os valores realeo, i lo segundo porque no a x¡!ieu el desarrollo de las ule»? y tuc - en lo* educandos que las . u cen. C< n s» gui idad pOv>;á h acerse t,»| anuncio de lo fotuio sin forzar las deducciones que ofrece el e 3t do de las escuelas i preceptores. “ Sin or­ ganización, ni otro si*t ma que vo^c»., y lo* pre­ ceptores» forzados á s guu loqu* vaien esas palabiai : tguorau.'o lo- mas la paite esencial de aquello á que sou aplicables ¿ ¡né se cer de útii ? puede ha­ Lh .»qní la circunstancia, en que conociendo su posición i obligaciones, 5 no ha­ rán nada, 6 pretendí, ndo hacer algo, aliaient *rán ese compuesto d» firmas, que con propiedad ña­ mé ‘ un monstruo de ‘a en«eñ tnz'u” “ El manual del seu »r L »bor«ie entregado fi «us manos, si abie ei camino, ó continú. trillando el del c ¿quero Lancaster, no debe considerarse como un sistema, porque o ú acó que (‘frece, m.n nociones sobre nao que adopta y pretiere.” Uo preceptor con ese e rae»do solo que supone lo que no existe, ofrecería o! rabino ef»clo qu* en un navegaote la carta de navegación, la aguja, i e' cagco de nn b re'*, mas sin arboladura, cabos ¡ lillas para poder llevarlo 6 puerto. En ambos un vacio uotuble, que se >u nt si No » óderlo lie- llar. L s tibia? df la pii.n* ra, . iifiqc conr •en* den todas las tetras d<~ alfabeto cel dn m», solo satisfacen el tercio de la necesidad <¡e co » bien e*as r. present ciones de nonido?, ó d. p rt ‘s de 10' que debemos llamar n. tn*a Solo contiene dos I* ectonoa, debiendo ser o r 0 x. u, por la diferencia de cá* a^tére* que **e ofrecen en la escritura, m •? no adolecen de ese d fecto «olo; do distingo o el valor i sonido de las letras, ni la diferencia respectiva, que d be -ervir dr ba­ se i la continua ron de 10 cb mas. Con (?n§ elementos, no pue ion no, los mo- i• g .r á ia segunda cla*e perfil tam ute in-liuidos e,i todo o que íes correspondía aprender en ta primera. Lax leccione* de |.1 H.gunda ofrecen mp **i* bi tdad* s de max consideración a» conocimiento de .a unión direct de las voc.de- con :a* consoDMnt«-x>de. é-tax con .queliar, 1 mocho m á »s indirecta? 1 compu. $t«*. Los alumues $alcn de esta clase suh> en peor e-t.»do qu entraron á ^Ha, i mpo«it>4litados para espedirse bien en la tercera. Primero p>rque no h*y d»fer°nci * e» ¡as lecciones i ca. ece de la? pr ci-a? j n.la porque debiendo ser *ei?, al m*no-, se j lesentan dos enriquecidas con d» lect,- de magnitud queuni . 9 dos á lo? de la primera, -e muttifdicao en la se­ gunda } hacen m-s difi :u toso** ¡o** ade'ant une*tos en la !• ctura; poríjue no iiixtrnnío? ’o- *iños en todas las coniposici#Qea dt las ¡etia?, modo de pnbrlividirlas con propiedad. Solo asi también se podrá dar principio a la corree* cion de los vicios de pronunciación, con que con* fundiendo los sonidos i el valor de lag letra®, se altera el significado délas voces con notable perjuicio del idioma. Creo haber afianzado no poco para correjir de fectos, que arrancando de las lecciones déla piimera cla*e presentan difi­ cultades a destruirlos entregándose a lo que de sí dan la* t ibias de lectura del señor Thom«on. Mi juicio sobre ellas «e afianza a considerar preferible nuestro método de ens*fi \r á leer si hubiese de verme preciado a elejir ent e, él de enseñanza de nuestro-* 'padres y el que ahora reprueba. Los preceptores sup^a en esto sistema lo que no puedan hacer en uno, cuya organización es absolutamente opuesta ác*e me. caoisuio, asi como lo es al de todo? lo? ejercicios. en la diferenciad* caracteres .con que se pueden presentar los signos del alfabeto saien de esa? con un conocimiento imperfecto ó imprepnrr.dos pa. ra lo que van á cursir en las clases mayores. La tercera, coaita quinta i sesta, ya sea por falta ¿e lecciones, ó por la coavinacioo defectuo­ sa de ellas, son otros tantos estorvos que encuentran los niños a la contracción en las horas des* linadas a leer, iso hallanJo nada que les esti­ mule ; habiéndose elejido materias que huyen de la penetración é intehjencia de los niños; eiendo por otra parte uniformes i limitado el número de las tablas, con la continuación de leer en ellas, las memoria las retiene sin trabajo; las retiene sin producir el electo de enseñarles lo que debían aprender en esos pasos. Eicon titiuo uscen-o i descenso que sufren los alumnos, es la prueba de esa verdad. Pasan los de la ter. [Continua! á.) cera a la cuarta, de ésta a la quinta í sesta, i no instruidos realmente ; ofreciendo en desenga* 2 ño no ser lleg do el tiempo de ascenderlos, es forzoso volverlos a *us antiguos puestos, con ° Quiera Vr. insertar en su® columnas el presen­ el sentimiento de hallarlos en peor estado i con menos disposiciones; pues antes se les debía considerar en actitud de aprender, i después jungarlos dispuestos a perder tiempo; porque ocu­ te articulo. pada la m moría del contenido de las lecciones, el día 15 de Julio ; no acomodándome continuar es probable no cuiden de la combinación de con esta puse de presente mis cuentas corrientes las palabras, ni de la colocación que ellas tienen en el orilen y forma que ordenan ^>s ordenanzas en las tabb s. E\ mal que hacen estos ef ctos en los n ños es incalculable. Huye la aplica­ de Bilbao. De eih* fué recibidas n su entera satisfacción a que seTatificoy fueron plenamen­ ción dejando arraig.lo en ellos el disgusto y la distracción, que es tan fácil de jeneralizarse por la calidad de las formas de leer que observan en el sistema de en* fianza mútil a. La esperiencia i e 1 convencimiento forzaba a disminuir el tiempo s^ñ lado a ese ejercicio i remp azarlo aumentando el que se empleaba en s bar Introducir el modo elejido en el sistema cb enseñanza que propondré á continuación^ L $ mñ.>s cU“Componiendo I s dicciones por el método analítico, siim adelantaren tanto cuanto polia hpetv.eerae para recuperar el tiempo pe r dido, lUg r n a comprender cual *» la compo* •iCiou de las palabra», ti t Jo de tus partety ei El que subscribe honrosamente ad­ ministro y desempeño por la serie de 23 meses los intereses de D. Juan Antonio Artenga, hasta 1 te ch mceladaa dicha cuentas, resultando que de mis devengados sat -fice 233 pesos de gastos par­ ticulares durante este tiempn, quedando res pon-able por mi generosidad, a .o- fiados que en esta se hallaban ; y abonando por algunas perso. ñas de confianza, como su dependióte puede acreditar. Q,ie<U de V. con las mnjores coníideracione» ■ de les^tto su seivi.lí-r. José Ton