SENTENCIAS JUDICIALES 2008 1º Despido indirecto. Negativa del empleador a otorgar feriado anual no constituye un incumplimiento grave En relación con la negativa de la empleadora para que la actora hiciera uso de su feriado, situación que a juicio de la sentenciadora ha sido determinante para hacer lugar al libelo, habrá de señalar que tal circunstancia no fue acusada en la carta de autodespido, como tampoco se le dio especial relevancia en la demanda, de manera que esa falta de vacaciones, referida en todo caso a un solo periodo, no constituye por si sola un incumplimiento grave de las obligaciones que le impone el contrato al empleador, puesto que de acuerdo con el artículo 70 del Código del Trabajo, eventualmente puede existir una acumulación de dos períodos La Serena, a siete de marzo de dos mil ocho. Rol 191-2007 En cuanto al recurso de casación. VISTOS Y TENIENDO PRESENTE: 1°) Que en lo principal de fojas 147, la parte demandada ha deducido recurso de casación en la forma en contra de la sentencia de fecha doce de diciembre del año pasado, escrita a fojas 140 y siguientes, que acogió la demanda por despido indirecto y dispuso el pago de las correspondientes indemnizaciones y demás prestaciones solicitadas. En primer lugar, ha señalado como vicio o defecto, el haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad (art. 768 N° 9 del Código de Procedimiento Civil). En su desarrollo, explica que la juez ponderó que como consecuencia de la rebeldía de la demandada en la diligencia de absolución de posiciones, debían presumirse efectivos los hechos categóricamente afirmados en el pliego de fojas 116, sin advertir que tanto la resolución que recibió la causa a prueba como la que citó al representante legal de la empresa para la diligencia antes señalada, fueron notificadas solamente por el estado diario y no por cédula, como lo exige el artículo 434 del Código del Trabajo, faltándose así, a los trámites o diligencias declarados esenciales por la ley, toda vez que se ha omitido y, por lo tanto, faltado al emplazamiento a una de las partes en trámites esenciales, dejándola en la más absoluta indefensión(sic). Sobre el mismo punto, hizo presente que la demanda fue contestada adecuadamente de manera que no se le pudo dar el trato de litigante rebelde. En segundo lugar, ha alegado la causal de casación de haber sido dada ultrapetita, prevista en el N°4 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, explicando que en el libelo fue solicitada, como indemnización por años de servicio, correspondientes a 9 años, la suma de $1.692.036, aumentada en un 50%, totalizando $2.538.054. Sin embargo, acusa, la sentenciadora concluyó que la indicada indemnización debía alcanzar una suma mayor, toda vez que los años trabajados eran 9 más una fracción superior a 6 meses, de manera que otorgó, en definitiva, la cantidad de $2.820.060. 2°) Que, en relación con el primer vicio alegado, se debe tener presente, que es una situación procesal de la causa, que la contestación de la demanda se tuvo por evacuada en rebeldía de la demandada, en virtud de la resolución de fecha veintinueve de marzo del año dos mil siete, escrita a fojas 92. Ahora, si a lo anterior se une que también es un hecho procesal de la causa que la empresa demandada fue emplazada válidamente, resulta que las notificaciones por el estado diario realizadas, y que se cuestionan en el recurso, son plenamente eficaces, toda vez que el artículo 435 del Código del Trabajo señala que tal forma de notificación, se hará extensiva a las resoluciones a que se refiere el inciso primero del artículo anterior (434), respecto de las partes que no hayan cumplido con la obligación de designar un lugar conocido dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcione el tribunal de la causa, presupuesto que concurre en la especie, toda vez que tal exigencia fue incumplida por la demandada, no obstante haber sido legalmente emplazada. Tanto la resolución que recibió la causa a prueba, como aquella que llamó a la diligencia de absolución de posiciones, y la sentencia misma, fueron notificadas válidamente, de manera que aquí no ha existido vicio alguno. 3°) Que, de otra parte, la causal de ultrapetita hecha valer, también será desestimada por esta Corte, teniendo únicamente presente que la suma mayor determinada por la sentenciadora a quo, es el resultado del análisis de los propios antecedentes que suministra la causa y de la aplicación de las normas legales pertinentes que ilustran la forma en que se calculan las indemnizaciones. Con todo, habiéndose deducido conjuntamente con la casación, el recurso de apelación, es esta última vía la idónea para decidir sobre el asunto que ahora se analiza. 4°) Que, en consecuencia, en virtud de lo analizado, la casación en la forma deducida, y que se ha asilado en las dos causales ya examinadas, deberá ser desestimada. En cuanto a la apelación. Vistos: Se reproduce el fallo en alzada, a excepción de sus fundamentos quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno, que se eliminan. Y teniéndose en su lugar y además presente: 5°) Que de la carta aviso de autodespido o despido indirecto, agregada a fojas 2, aparece que con fecha 05 de septiembre de 2006, la actora comunicó la decisión de poner término a la relación laboral que la unía con la demandada, invocando como causal la establecida en el artículo 160 N° 7 de Código del Trabajo, esto es, el incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato. Los hechos fundantes están contenidos en el siguiente párrafo: la razón que me fuerza a poner término a la relación contractual que nos une es: los contínuos problemas laborales originados desde el día 23 de mayo, en que me dejaron a cargo de la tienda, sin ningún tipo de preparación previa, ni supervisor alguno. Realizando incluso labores de contabilidad, de las cuales poseía nulo conocimiento. Ya que en el contrato solo me correspondía realizar las labores de vendedora, cajera y bodeguera. 6°) Que, de otra parte, de la lectura de la demanda de fojas 13, aparece que la esencia del motivo de su determinación de poner término al contrato, se ha radicado en la situación de estrés que debió soportar, a consecuencias del clima laboral en que se vio envuelta, lo que la hizo pasar por episodios de depresión, todo ello motivado por las falsas acusaciones en contra de su probidad como persona. Sobre el tema, ha referido, en síntesis, que al asumir sus funciones transitorias de jefa de local, sin preparación, advirtió que existía un faltante de dinero en caja, comprometiéndose la encargada saliente que lo reintegraría a la brevedad, lo que no hizo, hasta que en junio, cuando un jefe visitó la tienda y solicitó una cuadratura de caja, ella debió reponer tal dinero para que tal faltante no fuese advertido (dinero que debió solicitar a una compañera). En el mes de julio, se hizo una nueva revisión, señala, y el jefe Silvio Cazzaly sorprendió el faltante por $96.000 (reconoce que después de la primera revisión había sacado nuevamente el dinero para devolverlo a su amiga), hecho que motivó una serie de recriminaciones que la obligó a reponer la suma de dinero, siendo desde ese momento muy controlada o fiscalizada, incluso por el nuevo personal de la tienda, tornándose así muy denso el ambiente, sin que tampoco se le autorizaran sus vacaciones. 7°) Que de lo ya expuesto hasta ahora, aparece, en primer lugar, la inconsistencia de la carta aviso de despido al no describirse ninguna situación de hecho concreta y, en seguida, en cuanto a los hechos mismos que se relatan en la demanda, no se advierte cuál es el incumplimiento grave de las obligaciones que a la empleadora le imponía el contrato, puesto que mirado el asunto al desnudo, desde un punto de vista del todo objetivo, el hecho mismo reconocido en el libelo de ocultar indebidamente un faltante de dinero, cuadrando momentáneamente la caja mientras duraba la inspección, hace estimar que como consecuencia de haberse descubierto tal anomalía en una segunda revisión, todos los controles y fiscalizaciones dispuestas, son los naturales que se han debido necesariamente adoptar ante tal irregular situación que evidentemente generó una natural desconfianza. Aquí no se pone en duda la honorabilidad de la actora, pero justo y razonable resulta concluir que la situación de estrés y de angustia que acusa, se ha debido fundamentalmente al hecho del faltante del dinero y a su relación con la persona responsable de ello, y no a la natural fiscalización y demás controles que lógicamente debió adoptar la empresa. 8°) Que por lo señalado, la prueba aportada por la actora, consistente en la instrumental y testimonial referida en el motivo tercero del fallo que se analiza, no produce convicción alguna a los sentenciadores, puesto que ella sólo debe ser analizada en torno a los aspectos concretos contenidos en la demanda. Asimismo, frente a las limitaciones de la carta de autodespido y de la demanda, la propia confesional ficta (pliego de fojas 116) resulta insuficiente para que con su mérito se pueda lograr establecer fehacientemente una situación cierta configurante de la causal de caducidad laboral invocada 9°) Que en fin, en relación con la negativa de la empleadora para que la actora hiciera uso de su feriado, situación que a juicio de la sentenciadora ha sido determinante para hacer lugar al libelo, habrá de señalar que tal circunstancia no fue acusada en la carta de autodespido, como tampoco se le dio especial relevancia en la demanda, de manera que esa falta de vacaciones, referida en todo caso a un solo periodo, no constituye por si sola un incumplimiento grave de las obligaciones que le impone el contrato al empleador, puesto que de acuerdo con el artículo 70 del Código del Trabajo, eventualmente puede existir una acumulación de dos períodos (por no haberse tenido por acompañado legalmente por la demandada, el comprobante de feriado de fojas 57 y siguientes, los sentenciadores no emitirán pronunciamiento sobre tal elemento probatorio). Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 764, 766 y 798 del Código de Procedimiento Civil, y artículos 463, 465 y 468 del Código del Trabajo SE DECIDE: En cuanto a la casación.I.- Que se rechaza el recurso de casación en la forma deducido por la demandada en lo principal de fojas 147, en contra de la sentencia definitiva de autos. En cuanto a la apelación. II.- Que se revoca la sentencia apelada de doce de diciembre del año dos mil siete, escrita a fojas 140 y siguientes, en cuanto se estimó ajustada a derecho la decisión de la actora de poner término a su contrato laboral y ordenó el pago de las indemnizaciones sustitutivas del aviso previo y por años de servicio, con costas, y en su lugar SE DECIDE, que no se hace lugar a tales pretensiones por no haberse acreditado la causal de caducidad del contrato laboral invocada, debiéndose entender, en consecuencia, que el contrato ha terminado por renuncia de la actora, sin costas. Se confirma en lo demás apelado la señalada sentencia en cuanto dispuso el pago de lo correspondiente a la compensación del feriado anual y proporcional. Cada parte se hará cargo de las respectivas costas causadas en ambas instancias. Regístrese y devuélvase. Redacción del ministro señor Shertzer. Rol N° 191-2007. 2º Es ilegal y arbitrario que inspector del trabajo interprete contratos laborales Corte de Apelaciones de Santiago 18 de Marzo de 2008 Rol 6299-2007 Es claro que el acto administrativo (de la Inspección del Trabajo) ha transgredido el derecho fundamental que como garantía constitucional establece el artículo 19 N° 3 inciso cuarto de la Carta Fundamental, en cuanto asegura a las personas naturales y jurídicas como forma de expresión del principio de legalidad el ser juzgadas solamente por el tribunal que señale la ley y que se halle establecido con anterioridad a ésta; en el caso en estudio, la aplicación e interpretación de los contratos de trabajo conforme a sus cláusulas, lo que determina la existencia de acciones que son materia de un procedimiento jurisdiccional, el cual debe dar a las partes la posibilidad de interponerlas, defenderse, probar sus fundamentos, tener derecho a una sentencia debidamente razonada y a los medios de impugnación que la ley pudiere reconocerle Santiago, dieciocho de marzo de dos mil ocho. Vistos y Considerando: PRIMERO: Que don Edgard Rudolph Pereira, abogado en su calidad de mandatario judicial de Constructora San Felipe S.A., sociedad del giro de su denominación, ambos domiciliados en calle Los Cóndores 121, comuna de Quilicura, Región Metropolitana, recurre de protección en contra de don Jaime David Sau Sierralta, en cu calidad de Fiscalizador de la Inspección Comunal del Trabajo Norte Chacabuco, de don Guillermo Vera Rojas en su calidad de Inspector Comunal del Trabajo Norte Chacabuco y de doña Patricia Silva Meléndez, Directora del Trabajo, domiciliados en Avenida Manuel Antonio Matta N° 1.919, comuna de Quilicura, por la arbitrariedad e ilegalidad cometida al dictar la resolución de Multa N° 6293/07/58, notificada con fecha 22 de octubre de 2007, al imponerla a su representada por simular la contratación de trabajadores a través de terceros, figura ilícita configurada entre la empresa Constructora San Felipe S.A. y la razón social San Felipe Maquinarias S.A. debido a que según los fiscalizadores se constató que efectivamente es la empresa Constructora San Felipe S.A., la que se beneficia de los servicios prestados por los trabajadores bajo su dependencia y subordinación y no la razón social San Felipe Maquinarias S.A . que sólo es un tercero que aparenta la calidad de empleador en el aspecto formal, situación que afecta a los trabajadores de San Felipe Maquinarias S.A. que prestan servicios en los establecimientos o faenas de la empresa Constructora San Felipe S.A. Indica el recurrente que la anterior resolución no sólo transgredió el artículo 19 N° 3 inciso cuarto y N° 21 y 24 de la Constitución Política de la República, sino además los artículos 6, 7, y 73 de la Carta; viola el N° 3 inciso cuarto que garantiza que nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho, por cuanto, la autoridad administrativa señala que obra debido a que su representada habría vulnerado el artículo 478, inciso primero, del Código del Trabajo, que sanciona con una multa a beneficio fiscal de 5 a 100 Unidades Tributarias Mensuales al empleador que simule la contratación a través de terceros. Sin embargo, asevera el recurrente, no es efectivo lo afirmado por el organismo fiscalizador y, en consecuencia, no resulta atinente la norma legal invocada, al no haber existido simulación alguna de contratación de trabajadores por parte de Constructora San Felipe S.A. Precisa el compareciente que la calificación jurídica de los servicios prestados por los trabajadores de San Felipe Maquinarias S.A. a su empresa, constituye una cuestión que se encuentra al margen de las facultades conferidas a la Inspección el Trabajo y es de competencia exclusiva de los tribunales laborales, por lo que el organismo al hacerlo y presumir que dicha empresa constituye un aparente empleador para los efectos de perjudicar a quienes prestan servicios para Constructora San Felipe S.A., actúa en exceso de sus facultades vulnerando el derecho a no ser juzgado por comisiones especiales. Al efecto, la parte recurrente cita jurisprudencia judicial y señala que de acuerdo con los antecedentes, refiriéndose los fallos a casos análogos, queda en evidencia que la Inspección del Trabajo carece de la facultad jurisdiccional para entrar a conocer y resolver, a priori y sin los antecedentes del caso, la relación comercial que en virtud del principio de la autonomía de la voluntad pueden convenir las personas. Por otro aspecto la recurrente sostiene que la multa referida viola el derecho que como garantía constitucional señala el artículo 19 N° 21 de la Constitución Política de la República, que asegura a toda persona el derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que las regulen, por cuanto, su parte desarrolla su actividad económica exclusivamente como Contratista de Obra Pública para el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección de Vialidad, por lo que la multa cursada y notificada ilegalmente, que reviste la calidad de ejecutoriada en el certificado de Antecedentes Laborales y Previsionales otorgado por la Dirección del Trabajo, le impedirá participar en las propuestas abiertas por el Ministerio de Obras Públicas, en que se adjudican los trabajos que desarrollan. Precisa que el artículo 125, en relación al artículo 4° N° 16 y el artículo 6° del Decreto Supremo M.O.P: N° 75 del año 2004, también denominado Reglamento de Contratos de Obra Pública, el primero contiene la definición del Registro General de Contratistas, y el segundo dispone que este Registro está a cargo de la Dirección General de Obras Públicas quien tiene su administración y que en él figurarán las personas naturales y jurídicas que se encuentren habilitadas para desempeñarse como contratistas del Ministerio; prescribiendo el artículo 15 de dicho Reglamento que para estar inscrito en el Registro de Contratista, el interesado debe presentar entre otros documentos, el certificado de la Dirección del Trabajo de que el contratista no registra deudas laborales o previsionales morosas o, si las tiene, copia legalizada del convenio de pago correspondiente. Sostiene el recurrente por último, en cuanto a las garantías invocadas, que la conducta de la recurrida en orden a aplicar la multa referida, vulnera la garantía del artículo 19 número 24 de la Constitución Política de la República, como amenaza, puesto que con ella se afecta el patrimonio de su representada, el que se verá disminuido de manera directa al cumplir con la sanción impuesta. En definitiva el recurrente ruega tener por deducido e l presente recurso de protección y en definitiva acogerlo en todas sus partes, a fin que, respetando las garantías constitucionales esgrimidas, se restablezca el imperio del derecho, disponiéndose que sea dejada sin efecto la multa N° 6293/07/58, de 24 de mayo de 2007, por la suma de 204 Unidades Tributarias Mensuales, emanada del Fiscalizador y del Inspector Comunal del Dirección del medidas que garantizar los Trabajo Norte Chacabuco, ya singularizados, y en definitiva de la Trabajo, representada por su Directora; además de decretar todas las se estimen pertinentes para reestablecer el imperio del derecho y derechos alegados en el recurso, con costas. SEGUNDO: Que, en su informe de fojas 35 la señora Daniela Tamayo Infanta, solicita se rechace el presente recurso de protección por cuanto con fecha 02 de marzo de 2007 se recibió en la Inspección del Trabajo una denuncia efectuada por el Sindicato de Constructora San Felipe S.A. en contra de la empresa recurrente, por estimar que se estarían vulnerando sus derechos laborales; agrega que con fecha 09 de marzo del mismo año, el fiscalizador don Jaime Sau Sierralta, realizó una primera visita inspectiva a la empresa Constructora San Felipe S.A., ello de conformidad a las instrucciones emanadas del Servicio, sosteniendo entrevista con los dirigentes sindicales, con los encargados del área de personal y trabajadores presentes, citándose a la empresa recurrente a la Inspección del Trabajo para el día 26 de marzo de 2007, a fin de completar la información recabada; por último con fecha 24 de mayo de ese mismo año el fiscalizador realizó una última visita a la empresa recurrente con el objeto de concluir la labor asignada, constatando los hechos siguientes: a) la existencia de dos empresas en el establecimiento, estas son Constructora san Felipe S.A. y San Felipe Maquinarias S.A., ejerciendo las labores de mando en el establecimiento, la primera de ellas. Que existe relación societaria directa entre ambas, teniendo además el mismo representante legal don Carlos Felipe Montero Martínez; que la administración de ambas empresas es la misma, tanto en el área operativa, contable, de personal y finanzas; que los ejecutivos de la empresa Constructora San Felipe S.A. ejercen labores de mando, respecto del personal de ambas empresas y por ende, facultades para despedir a trabajadores de ambas empresa s indistintamente. Que el jefe de maquinaria contratado por la empresa Constructora San Felipe S.A. es el mismo para la empresa Maquinarias San Felipe S.A.; los trabajadores de ambas empresas utilizan idénticas maquinarias, instalaciones, uniformes de Constructora San Felipe S.A., son remuneradas por el mismo personal y utilizan el mismo beneficio de transporte; y que no existe contrato de prestación de servicios entre ambas empresas en formalice su relación y la de sus trabajadores. De este modo, agrega el informante, atendido los hechos constatados y los antecedentes recogidos el día 24 de mayo de 2007, se procedió a cursar la multa respectiva a la empresa Constructora San Felipe S.A., por simular la contratación de trabajadores a través de la empresa Maquinarias San Felipe S.A., toda vez que de la visita se estableció que el empleador Constructora San Felipe S.A. es quien ejerce el vínculo de subordinación y dependencia respecto de los trabajadores, infringiendo de este modo el artículo 478 inciso 1°, concordado con el inciso 4° del artículo 477 inciso 4°, todos del Código del Trabajo. En cuanto a los supuestos legales del acto recurrido, concluye el informe que se está en presencia, por parte de la recurrida, de la conducta calificada como ilícita por el inciso primero del artículo 478 del Código del Trabajo, y corresponde a aquella en que un empleador en los términos definidos por el artículo 3° del mismo Código, utiliza y se beneficia de los servicios prestados por un trabajador en condiciones de dependencia y subordinación, sin haber otorgado el respectivo contrato de trabajo, el que se encuentra suscrito por el trabajador con un tercero o quien aparezca como tal, cuestión que da como resultado el encubrimiento del verdadero vínculo laboral y de sus partes. Agrega que en la especie la fiscalización por parte del organismo se efectuó en el ejercicio de sus facultades específicas consagradas en el artículo 476 del Código del Trabajo, en relación al inciso final del artículo 2° del mismo cuerpo legal, limitándose a hechos concretos, verificados al tenor de la documentación examinada. Enfatiza el informante que el artículo 476 inciso primero del Código del Trabajo, dispone que la fiscalización del cumplimiento de la legislación laboral y su interpretación corresponde a la Dirección del Trabajo, sin perjuicio de las facultades conferidas a otros servicios administrativos en virtud de las leyes que los rija, de lo que se desprende que el legislador, previendo las dificultades que se suscitan en la práctica entre el empleador y el trabajador por la interpretación de la legislación laboral y los derechos que ella garantiza, teniendo presente además la imperiosa necesidad de dilucidar in actum dicho conflicto, puesto que, de su pronta solución depende la efectiva protección laboral y en definitiva, la paz social, es que se entrega a la Dirección del Trabajo, la facultad de quien se sienta perjudicado por dicha actuación administrativa, para acudir al juez de fondo competente, mediante los diversos mecanismos otorgados por la ley. Por otra parte añade, esta facultad otorgada por la ley es a priori, basada en el principio de oportunidad, concebida como excepción a la competencia natural de tal conocimiento a los Tribunales de Justicia. En síntesis, sostiene quien informa que en la fiscalización se actuó en cumplimiento de las funciones y obligaciones que le impone al órgano fiscalizador el DFL N° 2 de 30 de mayo de l967 y en uso de las facultades que en ella se le confieren, todo ello sin perjuicio de la norma del artículo 476 y 2° inciso final del Código del Trabajo, que ordena su intervención. Aprovecha la parte recurrida para aseverar que, conforme a las normas antes referidas, se comprueba que el acto administrativo impugnado no tiene el carácter de arbitrario, pues fue dictado en uso de las facultades de fiscalizar el cumplimiento de la legislación laboral y su interpretación y sancionar la simulación de contratación, con multa a beneficio fiscal. Señala el informante que al haber actuado la fiscalizadora ajustándose al principio de la legalidad, esto es, dentro de la esfera de sus atribuciones y funciones expresamente entregadas por la ley, de conformidad a lo dispuesto en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, no puede estimarse que haya infringido con su actuar la garantía constitucional establecida en el artículo 19 N° 3 inciso cuarto de la Constitución, esto es, en virtud a la facultad legal fiscalización que corresponde a la Dirección del Trabajo la que carece del atributo de la cosa juzgada y de potestad de hacer cumplir lo juzgado propias de la labor jurisdiccional, precisando que el ejercicio de las funciones de la administración, no interfiere en las atribuciones de la jurisdicción, tanto porque no obsta al ejercicio de las acciones jurisdiccionales, como porque se trata de potestades expresamente atribuidas a entidades administrativas, como ocurre con las facultades de la Dirección del Trabajo, también expresamente señaladas en la Ley Orgánica y en el Código del Trabajo. Asimismo, por este capítulo afirma el informante que no basta la mera afirmación de la recurrente para estimar conculcada una garantía constitucional, menos aún cuando se enfrenta ella a una constatación que sí le otorga la ley a priori un determinado valor probatorio, como es la presunción legal de veracidad que establece, incluso para la prueba judicial, la norma del artículo 23 del DFL N° 2 de l967. En cuanto a las garantías invocadas del artículo 19 N° 21 y N° 24 de la Constitución Política de la República, precisa la parte recurrida que la actividad contralora del Estado, dirigida a verificar el respeto de las normas legales que regulan la relación laboral, es condición del legítimo ejercicio de los derechos invocados como amagados, de libertad empresarial y propiedad, debiendo el recurrente fiscalizado demostrar que cumple con las normas que se le representan como infringidas para invocar la garantía o derecho del empresario supuestamente afectado por la autoridad. En definitiva, en mérito de lo expuesto solicita el rechazo del recurso, con costas. 3° Que de lo que se reclama es de la resolución acompañada en copia a fojas 1, denominada resolución de multa (S) N° 6293/07/58, que relaciona que con fecha 24 de mayo de 2007, en el curso de fiscalización, efectuada por el fiscalizador Sr. Jaime David Sau Sierralta que suscribe, al empleador Constructora San Felipe S.A., R.U.T. 89.126.400 3, con domicilio en Cerro Portezuelo N° 9800, comuna de Quilicura, representado legalmente ( artículo 4° Código del Trabajo) por Carlos Felipe Montero, R.U.T. 5.545.486 8, se constata lo siguiente: Simular la contratación de trabajadores a través de terceros, figura ilícita configurada entre la empresa Constructora San Felipe S.A. y la razón social San Felipe Maquinarias S.A. ello debido a que en los hechos detectados se constató que es efectivamente la empresa Constructora San Felipe S.A. la que se beneficia de los servicios prestados por los trabajadores bajo su dependencia y subordinación y no la razón social San Felipe Maquinarias S.A. que solo es un tercero que aparenta la calidad de empleador en el aspecto formal, situación que afecta a los trabajadores de San Felipe Maquinarias S.A. que prestan servicios en los establecimientos o faenas de la empresa Constructora S.A. 4° Que sin embargo la parte recurrente sancionada, al señalar que Inspección del Trabajo recurrida interpretó y calificó hechos y normas legales, valoró prueba, y resolvió que su representada ha simulado la contratación de trabajadores a través de terceros, desconoce y controvierte el haber infringido las normas de los artículos 478 inciso primero, concordado con el artículo 477 inciso cuarto, ambos del Código del Trabajo, que velan para que por medio de meros formalismos queden los trabajadores sin protección alguna. 5° Que, de este modo, además de la controversia acerca de la existencia, respecto de las empresas Constructora San Felipe S.A. y San Felipe Maquinarias S.A., de operar como un conjunto relacionado, aún siendo en la forma independientes entre si, mediando simulación en perjuicio de los trabajadores, los hechos se podrían adecuar a materias relativas a los denominados grupos de empresas, esto es, cuando dos o más sociedades integrantes, aún siendo independientes entre sí desde una perspectiva jurídico formal, actúan según criterios de subordinación que permiten identificar, más allá de aquella pluralidad, una cierta unidad económica (Sala Franco, T, I. Albiol Monrecinos Derecho del Trabajo (Valencia Tirant Lo Blanch, 19919 páginas 329 y siguientes. Ob. cit. Sergio Gamonal Contreras, Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Revista de Derecho de la Universidad Adolfo Ibañez Año 2004, página 751). Lo anterior significa además tienen gestión común, si sus activos son los mismos y si persona, para así enfrentarlas Código del Trabajo. determinar, respecto a los hechos, si las sociedades trabajadores son traspasados de una a la otra, si los la representación legal de ellas recae en una misma a la definición legal de empresa que da el artículo 3° del 6° Que, en consecuencia, el hecho de que las empresas referidas podrían estar actuando, en perjuicio de los trabajadores, por vía de meros formalismos, se relaciona primero con un hecho discutido o controvertido, y, en segundo lugar, con nociones de derecho laboral acerca de las prestaciones laborales regidas por el contrato de trabajo, de las que corresponde exclusivamente, de acuerdo al artículo 420 del Código del Trabajo, conocer y resolver a la autoridad jurisdiccional competente, en un procedimiento de carácter contradictorio, de lato conocimiento, que de a las partes las garantías de poder defenderse adecuadamente, esto es, debatir, rendir prueba y deducir en su caso los recursos legales pertinentes. 7° Que, así las cosas, es claro entonces que el referido acto administrativo ha transgredido el derecho fundamental que como garantía constitucional establece el artículo 19 N° 3 inciso cuarto de la Carta Fundamental, en cuanto asegura a las personas naturales y jurídicas como forma de expresión del principio de legalidad el ser juzgadas solamente por el tribunal que señale la ley y que se halle establecido con anterioridad a ésta; en el caso en estudio, la aplicación e interpretación de los contratos de trabajo conforme a sus cláusulas, lo que determina la existencia de acciones que son materia de un procedimiento jurisdiccional, el cual debe dar a las partes la posibilidad de interponerlas, defenderse, probar sus fundamentos, tener derecho a una sentencia debidamente razonada y a los medios de impugnación que la ley pudiere reconocerle. 8° Que, sin embargo, teniendo en consideración el debido alcance y carácter que la Constitución Política de la República reconoce y protege el derecho a desarrollar una actividad económica, de igualdad y de la no discriminación arbitraria en materia económica y el derecho de propiedad, no resulta establecido que el mismo acto afecte tales derechos de la parte recurrente. Y, visto, además, lo dispuesto en el artículo 20 de la Constitución Política de la República y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre Tramitación del Recurso de Protección, se acoge b0 el deducido en lo principal de fojas 8, dejándose en consecuencia sin efecto la Resolución Multa N° 6293/07/58, de fecha 24 de mayo de 2007, que sanciona a la empresa Constructora San Felipe S.A. Regístrese, notifíquese y en su oportunidad archívese. Redacción del Ministro señor Zepeda. Rol N° 6299-2007. Pronunciada por la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por la Ministro señora Rosa María Maggi Ducommun e integrada por los Ministros señor Jorge Zepeda Arancibia y señor Juan Cristóbal Mera Muñoz 3º Es ilegal y arbitraria la publicación de deudas previsionales con más de cinco años de antigüedad Las obligaciones del actor a que se refiere la publicación efectuada en el Boletín laboral de infractores a la legislación laboral y previsional corresponden a cotizaciones previsionales declaradas y no pagadas. La publicación que afecta al actor y cuya aparición motivó la presentación del recurso de autos, se efectuó en el Boletín Laboral de Infractores a la Legislación Laboral y Previsional. En estas condiciones, aparece con toda evidencia que la comunicación de los datos materia del presente recurso se practicó después de transcurridos cinco años desde que la última obligación a que alude se hizo exigible, de lo que resulta que se ha vulnerado en la especie la prohibición establecida en el inciso primero del artículo 18 de la Ley Nº 19.628. De lo reflexionado precedentemente, surge de manera manifiesta que mediante la actuación impugnada las recurridas incurrieron en una conducta ilegal y arbitraria que afectó la garantía constitucional contemplada en el N° 4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, que se refiere a la protección de la vida privada de las personas, motivos que llevan a este Tribunal a dar acogida a la presente acción constitucional Santiago, cuatro de marzo del año dos mil ocho. Rol 6418-2007 Vistos: Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus motivaciones cuarta a décima, que se eliminan. Y se tiene en su lugar y, además, presente: 1°) Que como este Tribunal ha manifestado en forma reiterada, el recurso de protección de garantías constitucionales establecido en el artículo 20 de la Constitución Política de la República constituye jurídicamente una acción de naturaleza cautelar, destinada a amparar el legítimo ejercicio de las garantías y derechos preexistentes, que en esa misma disposición se enumeran, mediante la adopción de medidas de resguardo que se deben tomar ante un acto u omisión arbitrario o ilegal que impida, amague o moleste ese ejercicio; 2º) Que, como surge de lo transcrito, es requisito indispensable de la acción cautelar de protección la existencia de un acto u omisión ilegal lo que significa que ha de ser contrario a la ley -o arbitrario -producto del mero capricho de quien incurre en él-, y que provoque alguna de las situaciones que se han indicado, afectando una o más de las garantías constitucionales protegidas. Esto es, son variadas las exigencias que deben rodear la presentación y, ciertamente, motivar el acogimiento de una acción de la naturaleza indicada; 3º) Que mediante la presentación de fojas 9 compareció don Alejandro Enrique Ramírez Valdivia, interponiendo recurso de protección en contra de la Dirección del Trabajo y en contra de Dicom S.A., actualmente Equifax S.A., la primera como encargada de la base de datos denominada Boletín Laboral de Infractores a la Legislación Laboral y Previsional y la segunda como única empresa a cargo de su administración y publicación. Funda su recurso explicando que las recurridas informaron en el mentado boletín datos referentes a su persona que dan cuenta de la declaración y no pago de cotizaciones previsionales en INP, AFP Cuprum, AFP Provida y AFP Planvital, correspondientes a los años 1984, 1997, 1999, 2000 y 2001. Añade que dichas deudas no han podido ser informadas, pues no lo permiten las normas de los artículos 17 y 20 de la Ley Nº 19628, toda vez que las cotizaciones previsionales impagas no se encuentran incluidas en la enumeración de obligaciones que el primero de ellos permite difundir, agregando que tal actuación de las recurridas ha vulnerado la garantía prevista en el Nº 4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República. Por último, sostiene que aun en el caso de estimarse que las entidades contra quienes ha recurrido están facultadas para informar de tales deudas, en la especie ellas han infringido la disposición del inciso primero del artículo 18 de la ley citada, pues tal difusión no puede hacerse respecto de una obligación después de transcurridos cinco años desde que se hizo exigible; 4º) Que al informar, Equifax S.A. y la Dirección del Trabajo sostuvieron, en síntesis, que la Dirección del Trabajo se encuentra facultada para recopilar, conservar, difundir y administrar datos personales relativos al cumplimiento de obligaciones sobre cotizaciones previsionales y de salud, motivo por el cual no se requiere el consentimiento del titular de los datos para su difusión. En cuanto a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 18 de la Ley Nº 19628, sostienen que dicha norma es inaplicable en la especie, puesto que ella se refiere a las obligaciones contenidas en el artículo 17 del mismo cuerpo legal, entre las que no se cuentan las cotizaciones previsionales, motivo por el que, en su concepto, la disposición que cabe aplicar en autos es la del artículo 21 de la citada ley, en cuanto la presente es una suerte de infracción administrativa cuya prescripción debe ser declarada, lo que no ha ocurrido. Por último, aseveran que no han incurrido en acto ilegal ni arbitrario alguno y que no han transgredido garantía constitucional; 5º) Que el artículo 18 de la Ley Nº 19628 dispone que En ningún caso pueden comunicarse los datos a que se refiere el artículo anterior, que se relacionen con una persona identificada o identificable, luego de transcurridos cinco años desde que la respectiva obligación se hizo exigible; 6°) Que las obligaciones del actor a que se refiere la publicación efectuada en el Boletín laboral de infractores a la legislación laboral y previsional corresponden a cotizaciones previsionales declaradas y no pagadas en el Instituto de Normalización Previsional por períodos que abarcan desde junio de 1999 hasta julio de 2001; en Administradora de Fondos de Pensiones Cuprum por períodos que abarcan desde abril de 1999 hasta agosto de 2001; en Administradora de Fondos de Pensiones Provida por períodos que abarcan desde febrero de 1997 hasta junio de 2001 y en Administradora de Fondos de Pensiones Planvital por períodos que abarcan desde septiembre hasta octubre de 1984; 7°) Que la publicación que afecta al actor y cuya aparición motivó la presentación del recurso de autos, se efectuó en el Nº 105 del boletín tantas veces mencionado, correspondiente al 23 de abril del año 2007 (como consta de fs. 1); 8º) Que en estas condiciones, aparece con toda evidencia que la comunicación de los datos materia del presente recurso se practicó después de transcurridos cinco años desde que la última obligación a que alude el fundamento sexto se hizo exigible, de lo que resulta que se ha vulnerado en la especie la prohibición establecida en el inciso primero del artículo 18 de la Ley Nº 19628; 9º) Que de lo reflexionado precedentemente, surge de manera manifiesta que mediante la actuación impugnada las recurridas incurrieron en una conducta ilegal y arbitraria que afectó la garantía constitucional contemplada en el N° 4 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, que se refiere a la protección de la vida privada de las personas, motivos que llevan a este Tribunal a dar acogida a la presente acción constitucional De conformidad, además, con lo que disponen el artículo 20 de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte Suprema sobre Tramitación del Recurso de Protección, se revoca la sentencia apelada de cinco de noviembre del año dos mil siete, escrita a fojas 184, y se declara que se acoge el recurso de protección deducido en lo principal de la presentación de fojas 9, debiendo las recurridas ordenar que se excluya el nombre del actor del Boletín Laboral de Infractores a la Legislación Laboral y Previsional por las deudas de índole previsional a que se refieren estos autos. Regístrese y devuélvase. Redacción a cargo de la Ministro Sra. Araneda. Rol Nº 6418-2007. Pronunciado por la Tercera Sala, integrada por los Ministros Sr. Ricardo Gálvez, Sr. Héctor Carreño, Sr. Pedro Pierry Sra. Sonia Araneda y el Abogado Integrante Sr. Ricardo Peralta. No firma el abogado integrante señor Peralta no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo por estar ausente. Santiago, 04 de marzo de 2008. Autorizado por la Secretaria subrogante de esta Corte Sra. Carola Herrera 4º Normativa de protección al consumidor es aplicable a instituciones bancarias Sin perjuicio de la normativa a que pueden estar sujetos los Bancos respecto a la Superintendencia respectiva, le son también plenamente aplicables las normas establecidas en la Ley Nº 19.496 y dichas instituciones financieras también se encuentran obligadas por la disposición de esta ley que regula las relaciones entre proveedores y consumidores, existiendo tal vínculo entre las actuales partes en conflicto, al tenor de las disposiciones de la propia ley y lo preceptuado en el artículo 23 de la misma Coyhaique, veintiocho de febrero de dos mil ocho. Rol 2-2008 VISTOS: Se reproduce la sentencia en alzada en su parte expositiva, considerandos y citas legales, con la siguiente enmienda: en su motivo Décimo Octavo, a continuación de las expresiones sino a una menor se coloca un punto y se elimina toda la oración que sigue, que comienza con las expresiones y no habiéndose otorgado y termina con las palabras también deberá ser rechazada. Y SE TIENE ADEMAS PRESENTE: PRIMERO: Que, a fojas 119 y siguientes, don Fernando Pérez Retamal, abogado, por la denunciante y demandante civil interpone recurso de apelación en contra de la sentencia dictada en estos autos, en aquella parte que rechazó la demanda civil, con el objeto que el Tribunal de Alzada acoja el recurso de apelación deducido y revoque dicha sentencia, dando lugar a la demanda civil y se condene a la denunciada y demandada a pagar por concepto de indemnización de perjuicios por daño directo en gastos de traslado $50.000; por tiempo utilizado $ 250.000; por haber sido informado a terceros como deudor moroso, por un hecho culpable del demandado a $ 5.000.000; y a la suma de $ 20.000.000; por concepto de daño moral, lo que hace un total de $ 25.300.000; o la suma que el Tribunal determine, con costas. SEGUNDO: Que, en cuanto a la demanda civil por daño directo y del mérito de los antecedentes probatorios, entre ellos la declaración de los testigos Marcelo Atala Muñoz, René Pérez Sanhueza, Vivian Arriagada Calderón y Rosita Núñez Castillo y según los dichos de estos, aparece que al demandante se le rechazó un crédito por una deuda; que tenía problemas con el Banco de Crédito e Inversiones donde lo habían tratado mal, que no le habían cerrado una cuenta y que, en general, éste se vio afectado en lo personal y en su rendimiento laboral. Que por su parte el testigo Jorge Escobar Salinas expresa que la carta de cierre de cuenta corriente se traspapeló y el testigo Lisandro Castro Salinas reconoce haberse entrevistado con el demandante y le señaló que para reclamar podía dirigirse a la superioridad del Banco o SERNAC. Agrega que, en materia documental, se acompañó la carta de solicitud de cierre; las cartolas 1 y 2 de la cuenta corriente del demandante que da cuenta de los movimientos de la cuenta corriente del cliente mientras se suponía cerrada; resumen del Sistema Nacional de Comunicaciones Financieras, carta respuesta de la Superintendencia de Bancos; carta del Banco de Crédito e Inversiones que dan cuenta del no cierre oportuno y reclamos presentados ante el Servicio Nacional del Consumidor. Que, por lo anterior, queda acreditado que el cliente debió concurrir en varias oportunidades al Banco, entrevistarse con el ejecutivo y agente, ir a otras oficinas para solucionar su cierre no oportuno de la cuenta corriente y morosidad informada en el sistema, de la cual sólo se enteró cuando pretendía obtener un crédito en el Banco del Estado de Chile, innumerables traslados, utilización de tiempo para aclarar los hechos y de haber sido informado a terceros como deudor moroso y, por todo ello, la sumas solicitadas, conforme a la reglas de la sana crítica, corresponde sean acogidas por el Tribunal. TERCERO: Que, respecto a lo señalado precedentemente, cabe indicar que los daños directos que el demandante civil dice haber sufrido como consecuencia de la infracción de que se trata, necesariamente deben ser probados, acreditados, en forma fehaciente y suficiente considerando que éstos consisten en daños de carácter material, obligación ésta que compete al demandante civil, no existiendo, en la especie, elementos de juicio que permitan llegar a la convicción que efectivamente éstos fueron provocados, los que además, como lo señala el juez de la instancia, deben estar acreditados en cuanto a su monto, resultando la prueba rendida para tal objeto precaria e insuficiente. Es así que, respecto a dicho daño material, el testigo Marcelo Rodrigo Atala Muñoz, a fojas 55, luego de señalar que el demandante le contó que a mediados del año 2006 le rechazaron un préstamo en el Banco del Estado de Chile, por un problema que tenía con el Banco de Crédito y luego también de hacer referencia a diversos hechos o circunstancias tales como eventuales problemas de salud, disminución de su rendimiento laboral y malos tratos, factores estos enunciados genéricamente y no avalados por otras pruebas y, al ser interrogado respecto al monto de los perjuicios, expresó que el propio demandante le señaló que son $20.000.000.- los que debían indemnizarle por la experiencia vivida, que afectó su vida personal y laboral, vale decir, eventuales daños que aparecerían de los propios dichos del denunciante y que, además, dicen relación más bien con posibles consecuencias psicológicas y afectación a la honra de la persona que sólo pueden servir de base para una posible reparación por perjuicios de carácter moral, pero no material. Que lo propio ocurre con los testigos René Fernando Pérez Sanhueza, Vivian Anahi Arriagada Calderón y Rosita Isabel Núñez Castillo, todos colegas de trabajo del demandante, según expresan, los que también declaran sobre las circunstancias indicadas precedentemente, señalando el primer y tercer testigo indicados, que los perjuicios personales y de salud ascienden a $ 20.000.000; según lo que el propio denunciante les señaló, es decir, aún cuando éstos indican un monto de reparación, éste emana de lo que el demandante les expresó y no se encuentran apoyados por otros elementos de juicio que efectivamente permitan acreditarlos, ni aún de acuerdo a las normas de la sana crítica. CUARTO: Que, respecto al daño moral demandado y tal como lo señaló el juez de la instancia en el motivo Décimo Octavo del fallo que se conoce, se encuentra acreditado, con los elementos probatorios existentes y allegados al proceso, que el demandante, efectivamente, como consecuencia de la infracción que fuera cometida por la parte demandada, padeció de molestias, sufrimientos y angustias, dado que es natural que la circunstancia de salir o ser publicado en el sistema financiero como deudor moroso, no obstante que no adeudaba suma alguna de dinero a dicho sistema al momento que debió efectuarse el cierre de su cuenta corriente que éste solicitó al Banco respectivo, produce una aflicción en la persona del demandante y constituye un descrédito y deshonra de éste, en atención, además, su calidad de empleado público y particularmente funcionario de la Policía de Investigaciones, Institución ésta que debe salvaguardar el concepto moral y ético de los funcionarios que pertenecen a ésta, causan un perjuicio o menoscabo, el que debe ser indemnizado, y que se regulará prudencialmente en la suma $ 1.000.000; considerando las reales y efectivas congojas y angustias que éste sufrió, apareciendo desproporcionada la suma demandada por tal concepto, debiendo desestimarse la argumentación del juez en orden a que, pese a considerar acreditado dicho daño moral, no se otorgó por el demandante en su escrito de fondo la facultad para que el tribunal estableciera como justa indemnización una cantidad diferente a la pedida, que fue de $20.000.000; lo que motivó el rechazo de la demanda civil de indemnización de perjuicios por este rubro, puesto que dicho concepto de reparación puede ser regulado equitativa y prudencialmente y de acuerdo a las probanzas existentes, encontrándose limitado o impedido el tribunal sólo para otorgar más de lo pedido por la parte que demanda. QUINTO: Que, por su parte el abogado don Alberto Galilea Mauret, por el Banco de Crédito e Inversiones, también dedujo recurso de apelación en contra de la sentencia de autos solicitando que se revoque esta, en cuanto condena a su representado como infractor del artículo 23 de la ley 19.496 y se niegue lugar a la denuncia en todas sus partes, con costas, o subsidiariamente se rebaje el monto de la multa aplicada. Fundamenta su recurso de apelación señalando que la sentencia debió rechazar la denuncia respecto de la infracción del artículo 23 de la ley indicada, que se funda en la falta de calidad del servicio precisamente en el lapso de tiempo que transcurrió entre la petición de cierre y el cierre efectivo ya que a la data de los hechos regía la costumbre bancaria, que suplía el silencio de la ley y el artículo 611 del Código de Comercio ni la ley de Cuentas Bancarias establece la facultad unilateral del cuentacorrentista de poner término al contrato de cuenta corriente, más aún tratándose de un contrato bilateral en el que el cierre volu ntario se hacía por mutuo consentimiento hasta antes de que la Superintendencia de Bancos, ejerciendo su facultad normativa, mediante la Circular N° 3409 de 23 de Octubre de 2007, dictara las Normas de Cierre de las Cuentas Corrientes. Expone que, en la fecha señalada, un año después de incoado este proceso y tres meses después de cerrada la cuenta corriente del señor Dip, la Superintendencia de Bancos dictó la Circular, ya especificada, estableciendo el plazo de dos días siguientes a la fecha de presentada la solicitud como plazo para el cierre de la cuenta corriente, por lo que la sanción dispuesta importa aplicar con efecto retroactivo normas que rigen sólo a partir de la fecha ya indicada, lo que es improcedente en derecho; alegación esta que debe ser desestimada por cuanto si bien es efectivo que para el cierre de las cuentas corrientes bancarias la Superintendencia de Bancos fijó como plazo el que ya se indicó y que la Circular es posterior al hecho que se conoce, no puede dejar de considerarse que es un hecho cierto que el denunciante solicitó el cierre de su cuenta el día 13 de Diciembre de 2005 y ello sólo se produjo con fecha 23 de Agosto de 2006, esto es, muy posterior y transcurrido un plazo más que razonable para que la denunciada procediera a llevar a efecto dicha operación, desconociéndose e ignorándose la clara voluntad del cuentacorrentista para terminar su relación con el Banco, apareciendo reconocido que la carta que entregó a la institución bancaria se traspapeló lo que, en definitiva, en atención a la negligencia producida por ésta, produjo una deficiente calidad en el servicio que el proveedor debe brindar a sus consumidores y un perjuicio, los que deben ser sancionados y resarcidos. Más aún, de la propia Circular de la Superintendencia ya indicada, si bien posterior a estos hechos y, por ende, no aplicable en la especie, se desprende la evidente necesidad que tuvo para fijar un plazo mínimo, de sólo dos días, para efectuar la operación de cierre de cuenta corriente solicitada por un cliente de la institución bancaria, lo que vino tan solo a regularizar y prevenir situaciones como la que se produjo en el caso que se conoce. SEXTO: Que, asimismo, la denunciada dedujo recurso de apelación en contra de la sentencia dictada expresando que el ámbito de aplicación de la ley del consumidor se encuentra definida en su artículo 1°, normando las relaciones entre proveedores y consumidores, estableciendo las infracciones en perjuicio del consumidor y señalando el procedimiento aplicable a esta materia y que, en relación a las cuentas bancarias, no se está en presencia de un servicio alcanzado por la ley del consumidor ni tampoco el banco, en esta materia, tiene la calidad de proveedor definido en la propia ley, ya que no se cobra por la cuenta corriente un precio o tarifa. Que, por otra parte, el artículo 2° bis de la ley 19.496 preceptúa que las normas de esta ley no serán aplicables a las prestación de servicios reguladas por leyes especiales, salvo las excepciones que indica y que la autoridad que norma, regula, fiscaliza y sanciona en materia de cuentas corrientes bancarias es precisamente la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. Que las alegaciones anteriores deben ser rechazadas ya que, sin perjuicio de la normativa a que pueden estar sujetos los Bancos respecto a la Superintendencia respectiva, le son también plenamente aplicables las normas establecidas en la ley 19.496 y dichas instituciones financieras también se encuentran obligadas por la disposición de esta ley que regula las relaciones entre proveedores y consumidores, existiendo tal vínculo entre las actuales partes en conflicto, al tenor de las disposiciones de la propia ley y lo preceptuado en el artículo 23 de la misma. SEPTIMO: Que, sin perjuicio de lo señalado precedentemente y teniendo presente que, pese a la negligencia observada, de responsabilidad de la institución bancaria, consta que ésta trató de minimizar los perjuicios y los cargos y comisiones contabilizados en la cuenta corriente de su titular fueren reversados en su totalidad por el banco como así también esta realizó las necesarias diligencias ante la Superintendencia para aclarar el saldo de morosidad que afectó al denunciante, el que ascendió a la exigua suma $ 7.000; por lo que considerando ello y además la forma y sucesión de los hechos, estos sentenciadores estiman del caso acoger el recurso de apelación intentado por el Banco denunciado, en su parte subsidiaria y procederá, en definitiva, a rebajar la pena de multa impuesta. Con lo expuesto, mérito de autos, disposiciones de la ley 19.496 y artículo 14, 32 y 36 de la ley N° 18.287 se declara: I.- Que se CONFIRMA la sentencia apelada de fecha veinticuatro de diciembre de dos mil siete, escrita de fojas 108 a 117 vuelta, en cuanto por ella se condenó al denunciado Banco de Crédito e Inversiones como autor de la infracción al artículo 23 de la ley 19.496, con DECLARACION que la multa impuesta se rebaja a DIEZ UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES (10 UTM). ll.- Que se REVOCA la sentencia apelada de fecha y fojas ya indicadas, la que por su numeral 3°) rechazó la demanda civil interpuesta por don Cristian Dip Osorio y, en su lugar, se resuelve que se ACOGE, con costas, dicha demanda civil en contra del Banco de Crédito e Inversiones, sólo en cuanto la individualizada demandada civil queda condenada a pagar al actor la suma única de $ 1.000.000; (un millón de pesos) por concepto de indemnización de perjuicios por daño moral causado al ofendido, confirmándose, en lo demás apelado, la referida sentencia. Regístrese, notifíquese y devuélvanse, en su oportunidad. Redacción del Presidente Titular don Sergio Fernando Mora Vallejos. Rol N° 2-2008.No firma el Ministro Titular don Pedro Leñam Licancura, no obstante haber concurrido a la vista y acuerdo del fallo por encontrarse ausente. Pronunciada por el Sr. Presidente Titular don Sergio Fernando Mora Vajellos y los Ministros Titulares, don Pedro Leñam Licancura y doña Alicia Araneda Espinoza