09/1983 - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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E L RA I G RAS
WESTERWOLDS
Y E L RA I G RAS
ITALIAN O
IGNACIO DELGADO ENGUITA
Ingeniero Agrónomo
CRIDA-03. INIA
Zaragoza
MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION
EL RAIGRAS WESTERWOLDS Y EL
RAIGRAS ITALIANO
El raigrás westerwolds y el raigrás italiano son gramíneas
forrajeras conocidas por los ganaderos por su buena productividad y calidad. Su cultivo permite dar una solución a la escasez de pasto temporal, particularmente al inicio y final del
invierno.
ORIGEN Y DIFERENCIAS
El raigrás westerwolds y el raigrás italiano proceden originariamente de la misma planta (Lolium multif7orum L.). Cultivada desde antaño en el oeste y sur de Europa, esta especie
forrajera se caracteriza por su corta duración en el terreno
y su gran apetencia para el ganado. De ella han derivado,
por selección, dos tipos bien diferenciados en la actualdiad: el
italiano, bianual y no alternativo, y el westerwolds, anual y
alternativo. (Por alternatividad se entiende la tendencia de las
plantas a espigar el mismo año de siembra, cuando ésta se
realiza en primavera).
CARACTERISTICAS COMUNES
Con la excepción de su alternatividad y de su persistencia,
ambos tipos, westerwolds e italiano, presentan características
comunes, destacando por su importancia las siguientes:
- Facil implantación, que permite que se utilicen incluso
como cultivos colonizadores.
- Crecimiento rápido, ya que ambos pueden aprovecharse
a los dos o tres meses de su siembra.
-- 3 -
- Escasa duración en el terreno, que varía de ocho meses
en el westerwolds a dos años en el italiano, por lo que pueden
incluirse en alternativas bien como cultivo principal, bien intercalados entre dos cultivos principales.
- Adaptación a gran variedad de suelos, pues tolera, incluso, los ligeramente salinos o que se riegan con aguas
salinas.
- Baja tolerancia a la sequía, por lo que conviene sembrarlos en regadío o en secanos húmedos.
- Capacidad de crecimiento con bajas temperaturas, pudiendo aprovecharse en inviernos suaves. Por el contrario, las
altas temperaturas del verano retardan su crecimiento, llegando
a detenerlo.
- Facil explotación, pues el ganado los come con avidez.
El pastoreo puede alargarse hasta bien entrada la primavera
sin que aparezcan espigas.
- Elevada calidad y digestibilidad del forraje que proporcionan.
- Sensibilidad a la roya (Puccinia coronata Cda.) en verano y otoño.
CARACTERIZACION MORFOLOGICA
Morfológicamente, el raigrás westerwolds y el raigrás italiano son indistinguibles entre sí. En una pradera cultivada se
diferencian de otras gramíneas forrajeras, de utilización similar, por los siguientes caracteres morfológicos de la hoja y de
la inflorescencia.
- Sus hojas son largas, anchas, flexibles y de color verde,
que vira a amarillo. Cuando aparecen están enrolladas dentro
de la vaina, presentando al corte una sección circular, mientras que en el raigrás inglés y en el dactilo están plegadas y
presentan al corte una sección ovalada.
- El limbo tiene los bordes lisos y es suave al tacto, al
contrario del de las festucas altas y pratense que es rugoso.
El limbo dispone también de aurículas abrazadoras, de las
cuales carece el fleo.
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- La inflorescencia es en espiga distica, con raquis articulado. Tiene una espiguilla aristada por nudo, insertada lateralmente con respecto al raquis. Entre las anteriores especies
mencionadas, sólo el raigrás inglés tiene la misma inflorescencia que el italiano, pero se diferencia de éste en que las
espiguillas no tienen aristas (barbas).
snrollada
^ sscción
TALLO
INFLORESCENCIA
SEMILLA
Fig. l.-Raigrás italiano. Esquema de inflorescencia y detalle de semilla y tallo.
NUMERO DE CROMOSOMAS
Originariamente esta especie es diploide, o sea, que su número básico de cromosomas es 2n = 14, alógama, es decir,
con polinización cruzada, la cual es anemófila y, por tanto,
provocada por el viento. Por ello, las primeras variedades
registradas por los mejoradores han sido diploides aunque, en
la actualidad, se comercializan predominantemente variedades
tetraploides, cuyo número básico de cromosomas es 2n = 28,
obtenidas mediante técnicas especificas de laboratorio, debido
a las ventajas que comportan.
Fig. 2.- Pastoreo de raigrás
italiano por ovino con cerca
eléctrica.
Fig. 3.-Diferencia de tamaño entre la semilla diploide
(DP) y tetraploide (TT).
I DP
TT
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Las variedades tetraploides se caracterizan por tener sus
órganos vegetativos y reproductores más grandes. Las hojas
son más largas y más anchas, los tallos más gruesos y en
menor número y las semillas de mayor tamaño. Toda la
planta tiene un contenido en agua un 2 ó 3 por 100 superior
al de las variedades diploides y un contenido en proteína ligeramente más elevado; muestra un color verde más acentuado
y presenta, generalmente, menor sensibilidad a las enfermedades. La producción de forraje, expresada en kilos de materia
seca por hectárea, es similar a la de las variedades diploides.
E
F
M
A
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1
A
Ap
5
0
N
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Fig. 4.-Variación anual de la producción de materia seca, estimada en Zaragoza
(Delgado, 1980).
HABITO DE CRECIMIENTO
Esta especie puede cultivarse en todas las regiones españolas. Si las condiciones de humedad son suficientes, se
desarrolla fundamentalmente con temperaturas moderadas, tolerando mejor las bajas que las altas. Su máximo crecimiento
lo alcanza, por consiguiente, en otoño y primavera y el mínimo en invierno y verano.
IMPLANTACION DEL CULTIVO
Las técnicas culturales que se detallan a continuación son
las mismas para ambos cultivos.
La implantación se asegura fácilmente, dado que son semillas que germinan y desarrollan con gran rapidez. No obstante, para una correcta siembra conviene tener presente los siguientes cuidados:
Tipo de suelo
Pueden sembrarse, en general, en todo tipo de suelos, aunque hay que evitar los mal drenados y los de muy baja fertilidad.
Fecha de siembra
Aunque la siembra podría realizarse en cualquier época del
año, el aprovechamiento del forraje será más oportuno y la
implantación más fácil si se evita realizar la siembra en la época de heladas o de fuertes calores. Las fechas más idóneas
son la primavera (marzo o a.bril) y el final de verano (agosto
o septiembre), variando ligeramente según las regiones. Si no
se dispone de riego, la siembra habrá de realizarse en las épocas de máxima pluviometría.
Preparación del suelo
La preparación del suelo conviene que sea cuidadosa, debido al pequeño tamaño de la semilla. Previamente a la siembra, la tierra ha de quedar bien desmenuzada y el suelo compactado mediante un pase de rulo. No obstante, el raigrás
westerwolds o el italiano, debido a su rápida capacidad de
germinación y desarrollo, es la única especie forrajera que
puede tolerar un suelo medianamente preparado, aunque ello
implicará la necesidad de una mayor dosis de siembra y mayores riesgos ante una helada o ante la escasez de agua.
Abonado de fondo
Las aportaciones minerales de fósforo y potasio se harán
en función de la fertilidad del suelo. En general, se vienen
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utilizando 120 unidades por hectárea de cada uno de estos
componentes. La fertilización nitrogenada conviene fraccionarla, aportando una pequeña cantidad antes de la siembra y el
resto cuando se inicie el ahijamiento de la planta. Se recomienda esta práctica para evitar la pérdida del nitrógeno por
lixiviación, como consecuencia de los posibles riegos a efectuar
para el establecimiento del cultivo. De una u otra forma, la
aportación nitrogenada en el momento de la siembra nunca
debe superar las 60 u 80 unidades de nitrógeno por hectárea,
aportadas en forma mixta nitrica y amoniacal.
Dosis de siembra
Para lograr una cobertura rápida del terreno se precisan de
400 a 500 plántulas por metro cuadrado. Esta densidad se
consigue, en condiciones de siembra normales, con 25 kilos
por hectárea, si las variedades utilizadas son diploides, ó 35
kilos por hectárea si se trata de variedades tetraploides.
Estas dosis son susceptibles de rebajarse con siembras cuidadosas y deberán elevarse con siembras realizadas en condiciones adversas.
Las variedades tetraploides requieren una mayor cantidad
de semilla debido al mayor tamaño del grano. De media,
hay 350 semillas por gramo en una variedad tetraploide y 500
en una variedad diploide.
Realización de la siembra
Dado que el objetivo que se persigue es obtener una cobertura homogénea y completa del suelo, para así alcanzar los
máximos rendimientos, es necesario que la semilla se reparta
homogéneamente y quede en contacto firme con el suelo, a
una profundidad no superior a uno o dos centímetros.
La mejor siembra se consigue utilizando una sembradora
de pratenses, que esparce la semilla entre dos rodillos acanalados. La semilla queda entonces bien distribuida, en contacto
Fig. 5.-Siembra con sembradora de pratenses.
firme con el suelo y enterrada superficialmente, gracias a la
labor de compactación de los dos rodillos.
Si no se dispone de este tipo de sembradora puede utilizarse una sembradora de cereales, convenientemente reglada
para que no introduzca la semilla muy profundamente o, en
su defecto, puede emplearse una abonadora centrífuga. En
este último caso, es aconsejable hacer dos pases cruzados para
obtener una distribución más homogénea.
La siembra puede realizarse con la tierra en tempero o en
seco. Si existe el riesgo de la desaparición prematura del
tempero, es más eficaz realizar la siembra en seco y regar a
continuación.
MANTENIMIENTO DEL CULTIVO
Abonados nitrogenados
Con el fin de que sea mejor utilizado por la planta, el
abonado nitrogenado se aportará después de cada aprovechamiento de la pradera. La dosis anual deberá ser lo más alta posible, dado que el objetivo de este cultivo es la producción
elevada de forraje con un buen contenido en proteína.
Esta dosis no deberá superar el umbral a partir del cual el
coste del abono supera al incremento de forraje obtenido.
Por esta razón, no se recomiendan aportaciones anuales superiores a las 200 ó 250 unidades de nitrógeno por hectárea.
Para que la eficacia de la utilización del nitrógeno sea
mayor, se recomienda aplicar las mayores fracciones en otoño
y primavera, 60 a 80 unidades por hectárea, y las menores en
invierno y verano, 30 ó 40 unidades por hectárea.
Riegos
Los altos rendimientos de estas plantas y la más eficiente
utilización del abonado nitrogenado sólo se obtienen con niveles elevados de agua. Por consiguiente, los riegos habrán de
ser frecuentes y abundantes. Su frecuencia estará en función
de la época del año, siendo de dos a tres por mes en los
meses más calurosos y uno o ninguno en los meses más fríos.
Tratamientos herbicidas
Dada la rapidez de la implantación del cultivo, y la frecuencia de los aprovechamientos, no suele ser necesaria la
aplicación de herbicidas. A veces, en la fase de establecimiento, y si la invasión de malas hierbas es excesiva, puede convenir la aplicación de herbicidas hormonales o nitratos. En
este caso, y una vez que la planta ha alcanzado el estado de
4 hojas, se utilizan los mismos herbicidas y a las mismas dosis
que para los cereales.
Cuando la implantación de la pradera se realiza sobre un
rastrojo de cebada, es recomendable dar un riego previo a la
siembra, con el fin de que todas las semillas de cebada caidas
de la cosechadora germinen y se destruyan posteriormente con
las labores de la siembra. Esta práctica es necesaria debido a
que la agresividad de la cebada es superior a la del raigrás y
puede dificultar su crecimiento.
Lucha contra plagas y enfermedades
Aunque el número de plagas y enfermedades que pueden
detectarse en este cultivo es elevado, solamente la roya coronada ocasiona daños considerables que deberán, por tanto,
evitarse.
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La roya coronada es una enfermedad que se manifiesta,
en verano y otoño, mediante la aparición de pústulas amarillas en las hojas. Estas pústulas desprenden un polvillo del
mismo color que hacen a la planta poco apetecible para el
ganado y, además, reducen su valor nutritivo. Como los tratamientos son costosos y han de realizarse previamente a la
aparición de la enfermedad, la mejor forma de lucha es aprovechar el forraje tan pronto como se detecta su aparición. La
elección de variedades menos sensibles a esta enfermedad es
otra forma de lucha, aunque las diferencias de tolerancia entre variedades son por el momento pequeñas.
EXPLOTACION DEL CUL'TIVO
Elección de la variedad
Para la elección de uno u otro tipo, westerwolds o italiano,
diploide o tetraploide, conviene tener en cuenta la duración
que se quiere que tenga en el terreno, la fecha de siembra y
el destino que se piensa dar al cultivo.
Si la duración es inferior a un año pueden utilizarse indistintamente raigrás westerwolds o italiano, pero si es superior a un año deberá emplearse italiano.
La fecha de siembra condiciona también la elección. Cuando se siembra en primavera, el raigrás italiano no produce
espigas durante el verano, por lo que será más adecuado
para el aprovechamiento a diente. Por el contrario, si durante
el verano se quieren realizar cortes para heno o silo convendrá
utilizar raigrás westerwolds, ya que todos sus rebrotes son
espigados, lo que facilitará la recolección. Cuando la siembra
se realiza en otoño pueden utilizarse indistintamente raigrás
westerwolds o italiano, pues presentan rendimientos y ciclos de
producción similares.
Existe la impresión equivocada de que en invierno el raigrás westerwolds produce más que el italiano. Esta falsa conclusión se debe a que el raigrás westerwolds tiene tendencia a
crecer más erecto en invierno que el italiano, lo que ha inducido a pensar que el westerwolds produce más. A esta conclu-
Fig. 6.-Mezcla de raigrás italiano y trébol violeta.
sión también podría llegarse si la comparación se hiciera
mediante una barra de siega; el volumen de forraje segado en
el caso del raigrás westerwolds sería superior al del italiano,
como consecuencia del distinto porte que presentan.
Las plantas tetraploides son más jugosas, con menos taIlos, mayor resistencia a enfermedades y mayor contenido en
proteínas. Esto induce a pensar que las variedades tetraploides son más adecuadas para su aprovechamiento a diente por
el animal. Sin embargo, cuando el destino principal del cultivo
es la henificación o el ensilado, son preferibles las variedades
diploides por ser menor su contenido en agua.
El cuadro 1 resume los factores que se pueden considerar
para la elección de uno u otro tipo de raigrás, westerwolds o
italiano.
Cuadro 1
Destino
Duración
Menos de
Uno a dos
un año
años
Heno o silo
Aprovechamiento a dien[e
Siembra en
Siembra en
Siembra en
Siembra en
primavera
otoño
primavera
otoño
Westerwolds Italiano
Westerwolds
Westerwolds
Italiano
o italiano
Diploide
o italiano
tetraploide o italiano
diploide
Westerwolds
tetraploide
Dentro de cada tipo, existen numerosas variedades comerciales autorizadas para su venta en España. Las incluidas
en el Registro Provisional de Variedades Comerciales del
I.N.S.P.V. ( Instituto Nacional de Semillas y Plantas de vivero)
hasta el 31 de diciembre de 1982 se recogen en el cuadro 2.
Fig. 7.-Hojas atacadas de roya coronada.
Fig. 8.-Observación del «apex» durante
el encañado.
Cuadro 2.
Raigrás
Diploides
Energa, Molto, Nowester y Wewo.
westerwolds Tetraploides Barspectra, Barwoltra, Billion, Lunar, Tama,
Pollanum, Promenade y Tewera.
Aka, Birca, Combita, Dalita, Fat, Hesa, Moritz, Prego, Sola, Tiara, Tur y Vejrup.
Raigrás
Diploides
italiano
Tetraploides Balmultra, Gero Otofte, Kroto, Megamo, Maris
Ledger, Miljan,
Romo, Sabalan, Serenade,
Terli, Tetila, Tetrone, Tunic y Urbana.
Una vez hecha la elección por el ganadero entre raigrás
westerwolds o italiano, diploide o tetraploide, según el destino
del cultivo, las diferencias intervarietales en producción de forraje, precocidad, resistencia a enfermedades o persistencia,
son pequeñas, por lo que los criterios para elegir una u otra
variedad pueden ser de otra índole, tales como precio de la
semilla o comodidad para su adquisición.
Si se dispone de ensayos realizados en la zona, deberán
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seleccionarse las variedades que hayan presentado los mejores
resultados de producción, etc.
Producción de forraje
Siembra de otoño. -Las siembras realizadas al final del
verano permiten. efectuar de 4 a 6 aprovechamientos en el
periodo otoño-primavera, con una producción de 8 a 14 toneladas de materia seca por hectárea, en secanos húmedos, y
de 14 a 20 toneladas por hectárea en regadío. Una distribución aproximada a la producción, válida para la mayor parte
de las regiones españolas, puede ser la recogida en el cuadro 3.
Cuadro 3.
Núm. de aprovechamiento
Epoca
Producción de
materia seca
1.°
2.°
3.°
4. °
5.°
Octubre-noviembre
Febrero-marzo
Abril
Mayo
Junio
2-2,5 tm/ha
2-3 tm/ha
4-5 tm/ha
2-3 tm/ha
2-2,5 tm/ha
El cuarto aprovechamiento coincidirá con el espigado de
la planta, por lo que hay que hacerlo antes de la aparición
de la espiga, pues a partir de este estado la calidad del forraje
se reduce y el rechazo por el animal aumenta.
A partir de mayo, y durante el verano, todos los rebrotes son espigados. Si se pretende cambiar de cultivo dentro
de una alternativa, el mes de mayo es el más adecuado para
alzar la pradera. En el caso del raigrás italiano, si se decide
continuar hasta el segundo año, los aprovechamientos habrán
de realizarse durante el verano con una periodicidad máxima
rnensual. Estos rebrotes, si se dispone de agua, serán espigados, con baja producción (0,5 a 1 tonelada de materia seca
por hectárea) y afectados de roya. En otoño nuevamente se
repetirá el ciclo descrito en el cuadro anterior, aunque el rendimiento del segundo año será del orden del 30 al 50 por
100 inferior al del primero, debido al agotamiento del cultivo
y a la desaparición de plantas durante el verano. Por ello, en
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regadíos intensivos, puede resultar poco rentable prolongar el
cultivo un segundo año.
Cuando los rebrotes no son espigados, se aconseja el aprovechamiento de la planta cuando ésta alcanza los 20 ó 25 cm
de altura.
Siembras de primavera. -Sembrados en primavera, y siempre que existan posibilidades de riego y temperaturas no excesivamente altas, se pueden obtener en verano de 5 a 6 toneladas de materia seca por hectárea, repartidas en dos o tres
aprovechamientos. A partir del otoño el desarrollo será similar
al descrito para las siembras realizadas al final del verano.
Utilización en praderas polífitas. -Como consecuencia de
la rapidez de implantación y de desarrollo de la planta, no
es aconsejable utilizar esta especie para la constitución de
praderas polifitas, ya que asfixiará e impedirá la buena implantación del resto de las especies de la mezcla de crecimiento más lento. Solamente es susceptible de asociarse al
trébol violeta, máxime cuando se desea mejorar la calidad del
forraje, especialmente su contenido en proteínas, y disminuir
el consumo de abono nitrogenado. En este caso, la dosis de
semilla de trébol violeta ser,á de 3 a 5 kg/ha, ya que, por
su buena adaptación a la mayor parte de las regiones españolas, dosis más elevadas tienden a dominar la pradera,
ocasionando problemas de meteorismo si se practica un mal
manejo de los animales.
En secanos frescos, la mezcla de raigrás con esparceta, vezas o centeno permite alargar el periodo de aprovechamiento
de estos últimos.
Valor nutritivo
Caracteriza a estas plantas su elevada digestibilidad e ingestión voluntaria por el ganado. En ausencia de espigas el valor
nutritivo es elevado, equilibrado y estable, por lo que este
forraje es recomendable para animales en alta producción. Su
calidad desciende a partir del encañado, como puede comprobarse en el cuadro 4.
- 16 Cuadro 4 (*).
Digest. de
la materia
org. en %
Solo hojas .........
Valor en energía
neta/kg de
materia seca
g proteína
digest./kg
mat. seca
Contenido en minerales en g/kg de
materia seca
DMO
UFL
UFV
PD
Calcio
Fósforo
83,1
1,04
I,O1
129
4,5
3,5
76,7
72,2
66,0
70,2
0,90
0,85
0,75
0,79
0,85
0,79
0,67
0,73
87
50
41
84
3,5
3,5
2,9
-
2,5
2,4
2,0
-
Inicio-final del encañado ............
Inicio del espigado.
Espigado ............
Rebrotes espigados.
(*) Tomado de las «Tablas Mediterráneas de Valor Nutritivo» (Alibes y Tisserand, 1981).
Esta especie, aunque espiga tardíamente, inicia el encañado
al final del invierno. Un método rápido para obtener el
desarrollo del encañado consiste en cortar por la base tallos
principales de la macolla de la planta y seccionarlos longitudinalmente con una cuchilla de afeitar, por ejemplo. Si la
planta ha iniciado el encañado aparecerán sucesivas bandas
transversales, alternativamente claras y oscuras, que se corresponden con los entrenudos y nudos de la caña.
A1 final de éstas se encuentra la futura espiga en fase
de formación.
PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA
Corazón de María, 8- Madrid-2
Se autoriza la reproducción íntegra
de esta publicación mencionando
su origen: cHojas Divulgadoras del
Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación».
I.S.B.N.: 2i4-341-0327-1 -[)epcisito legal: M. 19.70A-19lS3 (32.000 ejemplares)
Ncogralls. S. L. - Santiago Estévci, 8- Madrid-19
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