acuerdo n° 34 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

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Acuerdo N° 34
mes de
En la ciudad de Rosario, a los
Febrero
23
días
del
de dos mil nueve, se reunieron en acuerdo
los señores miembros de la Sala Primera de la Cámara de Apelación
Civil y Comercial de Rosario, doctores Ricardo A. Silvestri, Ariel
Carlos Ariza y María Mercedes Serra, para dictar sentencia en los
autos "VILLARREAL, Carla V. contra PEREZ, Julia R. y/u Otros sobre
Daños y Perjuicios”, causa n° 504 año 2007, venidos del Juzgado de
Primera
Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral de la 2da.
Nominación de Villa Constitución.
Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las
siguientes cuestiones:
Primera: ¿Es justa la sentencia?
Segunda: ¿Qué fallo corresponde dictar?
Sobre la primera cuestión el señor vocal doctor Silvestri,
dijo:
1) La sentenciante anterior hizo lugar a la demanda, condenando
a
Julia
Rosario
Pérez
a
abonar
a
la
actora,
Carla
Vanesa
Villarreal, en el término de diez días y bajo apercibimientos de
ley,
las
sumas
establecidas
en
los
considerandos,
las
que
devengarán intereses al promedio entre la tasa activa y pasiva del
BCRA, desde la fecha del hecho hasta el pago, salvo la fijada para
el
rubro
tratamiento
psicológico
la
que
devengará
intereses
al
promedio citado desde la fecha de la notificación del fallo hasta
el pago. Impuso las costas al accionado, con aplicación del art.505
del CC e hizo extensivos los efectos de la sentencia a Seguros
Bernardino
Rivadavia CL con los alcances del art.118 de
la LS
(fs.333 a 341 vta.). Ambas partes apelaron: la actora a fs.345 y la
accionada
y
citada
en
garantía
a
fs.350.
La
primera
expresó
agravios en la Cámara a fs.370 a 374, replicados y expresados los
suyos por la segunda a fs.377 a 380 vta., siendo nuevamente oída la
primera a fs.383 a 386 vta. Se llamaron los autos para sentencia y
la providencia está firme (fs.389 y s.s.). No hubo objeción al
relato de los antecedentes de la causa que ha reseñado el fallo por
lo que se debe hacer la correspondiente remisión a los efectos del
dictado del acuerdo.
2)
La
actora
se
agravia
por
estimar insuficiente el
monto fijado por incapacidad en la suma de $ 24.100,-. Considera
pertinente
elevado
sea
el
elevado
monto
a
la
suma
reparatorio
por
de
$
30.125,-.
tratamiento
2.880,- en lugar de $ 1.200,- establecido en
finalmente
procura
sea
Pretende
psicológico
la
sea
a
sentencia.
$
Y
elevado el daño moral de $ 10.000,-
establecido en el veredicto a $ 20.000,-. La demandada y citada en
garantía
moral,
considera
quejándose
excesivo
los
montos
simultáneamente
de
por
la
incapacidad
tasa
de
y
interés
daño
mixta
aplicada por la a-quo.
3)
que
es
Comenzando con los agravios de la demandante, ésta expone
exiguo
la
suma
de
$
24.100,-
por
el
rubro
incapacidad
parcial y permamente. Luego de hacer referencia al informe médico
de autos de fs.245 y s.s. presentado
sorteado,
que
detectó
la
fractura
por
expuesta
el
perito
del
platillo
oficial
tibial
externo (grado III B) y del polo inferior de la rótula izquierda,
estima
que
la
jueza
no
ha
ponderado
adecuadamente
que
Carla
Villarreal tenía al momento del hecho 17 años, quien se encontró de
un día para el otro con que no podría realizar de manera normal
cualquier tipo de deporte o actividad física para la cual necesite
valerse de sus miembros inferiores (no podrá usar tacos altos ni
hacer
largas
caminatas
sin
padecer
de
fuertes
dolores
por
las
secuelas en su rodilla operada, etc.). También asevera que debe
valorarse la cicatriz quirúrigica de 17 centímetros que porta en su
miembro inferior izquierdo, padeciendo una marcada disminución de
su
sensibilidad.
Si
bien,
sostiene,
nada
tiene
que
objetar
al
porcentaje de incapacidad fijado en el 24,10% de la T.O., por el
sistema de capacidad residual de Balthasar, hace que, según su
parecer, sea justo que se aplique el sistema de $ 1.250,- por punto
de incapcidad
lo
que
haría un total de $ 30.125,- (fs.370 a 371
vta., primer agravio). La accionada y citada en garantía a fs.377 a
378 vta., punto III, a, postula la reducción de los montos. Afirma
que es elevado el determinado por incapacidad parcial y permanente
si se considera que la jueza ha mensurado valores actualizados al
momento
del
fallo (8 de Mayo de 2007) y ha aplicado una tasa de
interés mixta, activa-pasiva, que termina triplicando la deuda por
capital. Entiende que debe disminuirse la cifra de $ 24.100,- o en
su caso de mantenerse la misma se debe considerar otra tasa de
interés,
ya
solamente.
desde
el
sea
una
Asevera
año
especialmente
1999
en
el
pura
que
del
el
6%
anual
interés
o
bien
aplicado
tiene incorporada una
la
en
tasa
la
corrección
pasiva
sentencia
monetaria,
lapso del 01-02-2002 al 30 de Abril de 2003.
Dice que la tasa mixta considerada tiene incorporada una corrección
monetaria y por lo tanto no es sólo interés, sino también capital.
En síntesis, pretende sea reducido el monto por incapacidad, o que
sea reducido el tipo de interés aplicado, postulando finalmente la
tasa pasiva solamente en lugar de la tasa mixta.
4)
pueden
Como los agravios de las partes apuntan a un mismo tema se
analizar
de
modo
conjunto.
Se
anticipa
que
el
monto
establecido por incapacidad parcial y permamente en la cifra de $
24.100,- debe ser ratificado, por ser ajustado a las constancias de
la causa y a las particularidades de la víctima; sin perjuicio de
lo cual también se adelanta que el agravio relativo a la tasa de
interés
expuesto
por
la
demandada
y
citada
en
garantía
es
procedente de acuerdo a antecedentes de la Sala, como se expondrá
infra.
5)
Como consecuencia del accidente de tráfico sufrido por
Villarreal, ésta ha quedado con una secuela del 24,10% de
como consecuencia de una fractura expuesta del
platillo
la
T.O.
tibial
externo izquierdo (grado III B) y del polo inferior de la rótula
izquierda,
por
lo
que
fue
intervenida
quirúrgicamente
para
su
reducción y colocación de material de osteosíntesis. La víctima
presenta una deformidad de la rodilla izquierda con relación a la
derecha; disminución de la sensibilidad de la zona de la herida y
disminución de los movimientos de la rodilla operada. Constata la
presencia de una cicatriz de 17 cm.
en cara externa de rodilla izquierda, convexa hacia arriba, y a la
mitad de la misma se aprecia una cicatriz defectuosa con coloración
morada visible. El perito sostiene que presenta secuelas por el
traumatismo
y
la
mala
cicatrización
de
sus
heridas,
pudiendo
degenerar en una artrosis articular (fs.245 a 249). El informe
también alude a fs.245 vta. de que la víctima refiere no poder usar
zapatos de tacón alto y se queja de ciertos trastornos en la marcha
especialmente al hacerlo durante un tiempo de 10 a 15 minutos. En
este
sentido
se
debe
valorar
que
el
perito
fijó
una
pauta
de
incapacidad parcial y permanente del 24,10% de la T.O., teniendo en
cuenta todos los elementos de juicio disponibles por el experto
(sumando la secuela de la fractura del platillo tibial, secuela de
la fractura de la rótula y la cicatriz viciosa; fs.247), a ello
debe considerarse que Villarreal es una persona joven que al tiempo
del hecho tenía 17 años de edad, de estado civil soltera, que vivía
con su madre, colaboraba en alguna tarea de moza en un negocio, sin
constar su real ingreso. A todo ello debe agregarse su condición
social y económica modesta, como se extrae del expediente nº 433-00
caratulado:
“Villarreal,
Carla
V.
c.
Pérez,
Julia
R.
s.
Declaratoria de Pobreza” (fs.39 entre otros). Es dable considerar
la
incidencia
que
puede
tener
el
porcentaje
de
afectación
del
24,10% sobre la capacidad de ingresos de la víctima y el tiempo
faltante para acceder a una jubilación ordinaria, y el hecho de que
la suma concedida es pagadera en un sólo acto, lo cual produce, a
su turno, intereses, parece justa la fijada por la sentenciante,
más allá de la opinabilidad del método de cálculo en función del
sistema de puntos de incapacidad. Es que la Sala tiene dicho de
modo reiterado, siguiendo la doctrina de la Corte de la Nación y de
la Provincia, que la reparación por daño actual o futuro se aplica
a la incapacidad permanente, sea parcial, como en autos, o total.
Pero cuando es parcial, es acreedor damnificado, además, por la
mengua de su capacidad laboral a una reparación que teóricamente le
compense el menor ingreso (comprendiendo los que puede presumirse
normales) lo que no tiene absoluta pertinencia aunque la víctima
continúe trabajando y en su ubicación laboral no hubiere sufrido
perjuicios, pues su aptitud laboral está disminuida y en el mismo
trabajo, para hacer lo mismo, el esfuerzo es mayor (CCCRosario,
Sala I, Anso c. La Empresa La Florida T.R., Acuerdo nº 9-1998, del
12
de
Febrero
del
mismo
año,
publicado
en
La
Ley
Litoral
de
Diciembre de 1998, p.1681). Por lo demás, se ha dicho igualmente,
que el resarcimiento no se mide exclusivamente en función de un
trabajo determinado, sino atendiendo a las genéricas posibilidades
productivas de la afectada, pudiendo resultar intrascendente la
falta
de
prueba
de
la
labor
desempeñada
o
que
no
ejerciere
actividad lucrativa alguna (CCCR, Sala I, Speranza c. T.U.P., Línea
nº 4, Acuerdo nº 99-1993, del 14 de Diciembre del mismo año); es
decir, el resarcimiento no se mide exclusivamente en función de un
trabajo determinado sino atendiendo a las genéricas posibilidades
productivas del afectado (CCCR, Sala I, Ciampore c. Empresa General
Mosconi, JS T.18-95; CCCR, Sala I, Corbellini c. Serrani, Acuerdo
nº 4 del 14 de Febrero de 2000 y sus citas). Además, la lesión
derivada
de
la
incapacidad
sobreviviente
no
se
limita
a
la
actividad económica directa, sino que abarca diversos aspectos de
la personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural, social,
relacionado con el desarrollo pleno de la vida, y aunque no se haya
acreditado la existencia de un lucro cesante ello no es óbice para
resarcir la incapacidad que soporta el actor (Corte de la Nación,
Pose
c.
Provincia
de
Chubut,
La
Ley
1994-B.433,
reiterada
la
doctrina en La Ley 1997-F-157). Para la estimación del monto por
daño derivado de la incapacidad parcial y permanente también se han
respetado las pautas sentadas en la Corte Suprema de Justicia de la
Provincia
de
Santa
Fe,
para
situación
semejante,
pero
con
las
particularidades del presente caso (Acuerdos y Sentencias, T.124406 a 416 causa Quiroga c. Municipalidad de Rafaela, Fallos T.XXVIp.178 a 187 y sus referencias).
6)
Dentro de las pautas aludidas la sentenciante ha tenido
presente
la
edad
de
la
víctima,
además
del
porcentaje
de
incapacidad y demás parámetros objetivos para la cuantificación del
daño. En cuanto a ciertos trastornos en la marcha durante el lapso
de 10 a 15 minutos, así como no poder usar zapatos con tacón alto,
son
comentarios
que
ha
realizado
la
propia
víctima
al
perito
(fs.245 vta. en el examen físico; que luego el perito repite como
propio
a
fs.248
vta.,
pero
obedeciendo
a
los
comentarios
unilaterales de Villarruel). Es decir, nunca el experto ha podido
por sí mismo corroborar tales hechos de modo objetivo, al margen de
la versión unilateral de la víctima. En cualquier caso, el monto de
resarcimiento otorgado se adecua a los parámetros habituales para
casos similares y la quejosa no persuade a la Sala de porqué sería
justo que el punto por incapacidad sufrido deba ser valuado en $
1.250,- y no en $ 1.000,-. De otro lado, la misma accionante en el
curso del proceso viene reclamando por la incapacidad parcial y
permanente
diversos
guarismos
($
56.000,-
al
demandar
a
fs.113
vta.; $ 38.560,- al momento de alegar a fs.315 vta.; y ahora $
30.125,- al expresar sus agravios a fs.371 vta.) que no guardan
relación
de
proporcionalidad
entre
sí.
Finalmente
y
en
lo
que
respecta a la demandada y citada en garantía no se hace cargo de
los argumentos empleados por la jueza, sin perjuicio de lo cual no
desarrolla una queja autónoma, sino que pide la reducción de la
cifra para el caso de que se mantenga la tasa de interés; pero
parece aceptar el monto como justo y adecuado a derecho si la tasa
de interés en vez de ser la mixta (activa-pasiva) es la tasa pura
del 6% anual o bien la
pasiva
solamente. De cualquier modo y a
todo evento, lo otorgado por incapacidad parcial y permanente luce
adecuado, por los motivos explicitados en la primera instancia y en
el curso del voto, a los cuales remito, sin perjuicio de destacar
la
razón
sobre
la
tasa
de
interés,
como
se
explicará
luego
(arts.1067, 1068, 1069 CC).
7)
El segundo agravio de la actora (fs.372 y vta., punto I.b)
refiere al monto por el tratamiento psicológico. La jueza fijó la
suma de $ 1.200,- en total correspondiente a $ 25,- la sesión
durante
un
año.
La
víctima
recurrente
considera
exigua
la
reparación debiendo ser elevada a $ 2.880,-.
En este aspecto asiste razón a la impugnante toda vez que la
a-quo estimó el costo de la sesión en $ 25,- cifra que no se
compadece con los costos actuales, más aún cuando los intereses los
aplicó
desde
la
fecha
que
quede
firme
la
notificación
de
la
sentencia de la primera instancia (aspecto que no ha sido motivo de
agravio alguno). Es justa la apreciación de la apelante de un costo
prudencial
por
sesión
de
$
60,-
de
acuerdo
a
una
reciente
jurisprudencia de la Corte de la Nación (causa Bianchi c. Provincia
de Buenos Aires s. Daños y Perjuicios, del 7 de Noviembre de 2006,
publicado en Zeus T.102-J.746, también correctamente mencionado por
la apelante). Por ende, el monto por tratamiento psicológico debe
ser fijado en la suma de $ 2.880,- (equivalente a una sesión por
semana durante un año), en lugar de $ 1.200,-.
8)
La actora apelante se agravia, de seguido, por el monto
concedido por daño moral en la suma de $ 10.000,- postulando su
elevación a $ 20.000,-. La demandada y citada en garantía pugnan
por su reducción y porque la tasa de interés sea la pasiva y no la
mixta. Villarreal, víctima de autos, considera que la jueza si bien
tuvo por acreditado el daño psicológico, como parte integrante del
daño moral, no lo refleja en la estimación del art.1078 del CC toda
vez que si lo hubiera incluido no pudo fijar $ 10.000,- en total
por el agravio moral.
Analizando
las
posturas
de
las
partes
en
relación
a
los
fundamentos expuestos por la sentenciante asiste parcial razón a la
demandante al pretender la elevación del rubro aunque no al monto
reclamado ahora de $ 20.000,No
hay, en cambio, ningún motivo para reducir la cifra a $ 5.000,-
como peticiona la demandada y citada en garantía, sin perjuicio de
destacar que ésta parte tiene razón en la queja referente a la tasa
de interés que debe aplicarse, que es la pasiva y no la combinada o
mixta aplicada por la judicante.
9)
El daño moral es una lesión extrapatrimonial, y que existe
por el sólo obrar antijurídico, siendo una lesión de naturaleza
subjetiva,
con
afectación
a
la
integridad
psicofísica,
la
tranquilidad de espíritu, como también las alteraciones del mismo,
etc., y que se encuentra ínsito en la noción de la reparación
integral, ya que el hecho de autos tuvo aptitud suficiente para
provocar
un
perjuicio
de
esa
naturaleza,
teniéndose
especial
consideración que al momento del hecho la víctima contaba con 17
años de edad y que a partir de aquél presenta una cicatriz de tono
morado en la rodilla y deformación de la misma. Si bien puede la
desfiguración no ser desagradable o repulsiva, igual representa una
cierta mortificación, para la víctima, como lo pone de manifiesto
la sentenciante a fs.341 in fine. A ello debe adicionarse que la
actora se vio sometida a una intervención quirúrgica, con un posoperatorio de tres meses, con férula y yeso, permaneció internada
durante un día en el SAMCO de Villa Constitución y otros catorce
días en el Hospital Centenario de Rosario (fs.248 vta., punto l).
Villarreal sufrió un proceso infeccioso en sus heridas durante el
post-operatorio (fs.248 vta., punto m) y presenta una cuadro de
trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y humor depresivo
(fs.260 a 264 de la pericia psiquiátrica; fs.272), que la jueza de
la instancia de origen lo estimó como daño psíquico cuantificable
como parte integrante del daño moral (fs.341, párrafo 1º, in fine).
Por lo tanto computando todas estas circunstancias parece justo una
prudencial
elevación
del
monto
por
daño
moral
a
la
suma
de
$
14.000,- en lugar de $ 10.000,- fijados en la instancia de grado,
pero menor que la pretendida por la actora en $ 20.000,-. Es que al
margen de la incapacidad parcial y permanente en el plano físico,
se ha constatado consecuencias traumáticas y dañosas que tuvo el
accidente sobre la entonces víctima menor de edad y ello debe ser
indemnizado
como
daño
moral.
En
este
soslayado la edad de la reclamante, su
análisis
no
condición
puede
ser
social, sexo,
entre otras consideraciones. El daño moral debe ser visto como un
detrimento
que
por
su
índole
espiritual
debe
tenérselo
por
configurado por la sóla producción del evento dañoso y a los fines
de la fijación de su quantum debe tenerse en cuenta la índole del
hecho generador, la naturaleza resarcitoria del mismo, que no tiene
que
guardar
relación
de
proporcionalidad
con
el
daño
material,
incluso puede faltar éste, que no es el caso del sub-litem, ya que
el
daño
moral
no
es
un
elemento
accesorio
del
daño
material,
debiéndose evaluar las condiciones personales de la víctima y el
sufrimiento
y
mortificación,
aunque
hayan
sido
temporarios
(conceptual sobre el daño moral y los elementos para la fijación de
su
quantum:
T.318-1598;
Corte
de
la
T.321-1117;
Nación,
Fallos:
T.325-1156;
T.308-698;
T.326-847;
T.316-2894;
T.329-2-2088
y
T.329-2-2702, entre otros; también se sigue los parámetros de la
doctrina de la Corte de la Provincia de Santa Fe, causa Quiroga c.
Municipalidad de Rafaela, Fallos T.XXVI-186; Acuerdo de la Sala I,
nº 4-2000, Corbellini c. Serrani, entre otros). Como dijo la Corte
Federal que “por no ser el daño moral susceptible de apreciación
económica,
sólo
debe
buscarse
agraviado,
proporcionándole
una
una
relativa
suma de
satisfacción
dinero
que
no
del
deje
indemne el agravio” (Fallos: T.329-1179), entendido como lo más
cercano a la reparación integral del perjuicio padecido por la
parte
damnificada.
resultando
el
impugnados
por
Teniendo
informe
las
en
pericial
partes
cuenta
todo
psiquiátrico
(art.199
del
lo
y
expuesto,
médico
CPCC),
legal,
luce
justo
y
no
y
prudencial (art.245 del CPCC) la elevación del daño moral a la suma
de
$ 14.000,-. No hay ningún argumento lógico para reducir la
partida a $ 5.000,- como pide la demandada pues luce insuficiente a
la luz de las circunstancias de la causa relatadas ni contemplaría
la afección psíquica en el plano moral. Tal cifra mencionada por
dicha
parte
prestación
no
representa ni siquiera mínimamente una adecuada
resarcitoria
compatible
con
los
valores
en
juego
(tampoco luce suficiente los $ 10.000,- determinados por la a-quo).
10)
Sí tiene razón la demandada y citada en garantía con
relación
a
la
tasa
de
interés
en
cuanto
considerada
que
la
combinación de las tasas (activa y pasiva desde 1999, fecha del
hecho,
hasta
el
pago)
termina
elevando
la
incidencia
de
los
accesorios sobre el capital a más del 150% (fs.378 vta. y s.s.).
Adicionalmente, el interés moratorio como lo expresó el a-quo, para
el daño moral y la incapacidad física, debe correr a partir de la
fecha del hecho, 10 de Marzo de 1999, hasta el pago (fs.341 vta.;
art.509 del CC), pero precisamente debe considerarse que desde 1999
hasta el 2001 inclusive no hubo inflación alguna, y el período 2002
a
2003,
especialmente
la
tasa
activa,
tuvo
incorporada
una
corrección monetaria que va más allá de la deuda por capital. Debe
aplicarse la tasa pasiva del Banco de la Nación Argentina que fija
mensualmente
y
sumada
(sin
capitalización),
como
lo
viene
resolviendo el Cuerpo (causa: Anso c. Empresa La Florida, del
de
12
Febrero de 1998 en adelante; art.622 del CC). Se comparten en
general los argumentos del fallo plenario de la C.N.Civil, Capital
Federal, causa: Vázquez c. Bilbao, J.A. 1993-IV-189 y sus citas;
ratificado más recientemente en el plenario Alaniz, La Ley del 25
de Marzo de 2004, a los cuales cabe hacer remisión por razones
brevedad
y
como
ha
sido
aplicado
que
“es
formando
por
adecuadamente
la
parte
del voto. El
Corte
de la Nación teniendo presente
satisfactoria
al
mismo
de
menoscabo
criterio
sufrido
en
el
marco de la índole de la relación jurídica, el carácter alimentario
de la prestación y el período de estabilidad de la moneda durante
parte del lapso de la mora” (Fallos: T.327-3721 a 3723; T.325-1185;
T.327-1343; T.328-4048; T.329-2-2088, con remisión a Fallos: T.3171921, considerando nº 14; más recientemente el 27 de Diciembre de
2006, Raimundo c. Estado Nacional, R. 11203-XXX-IX y Badaro c.
Ansés, del 26 de Noviembre de 2007). También ha aplicado el Alto
Tribunal la tasa pasiva en juicios de responsabilidad civil por
hecho ilícitos (Cohen c. Provincia de Rio Negro, Fallos: T.329-22088, con remisión a Fallos: T.317-1921 y a la causa Serenar S.A.
c.
Provincia
de
Buenos
Aires,
del
19
de
Agosto
de
2004,
considerando nº 14 de la primera; en Cohen c. Provincia de Rio
Negro se trataba, con semejanza el caso,
de un hecho ilícito
extracontractual ocurrido en Febrero de 1999 y la fecha del fallo
del 30 de Mayo de 2006). Por lo tanto es justo y razonable que se
aplique la tasa de interés pasiva del Banco de la Nación Argentina
que publique mensualmente y sin capitalización por el lapso fijado
por la jueza. Es cierta la afirmación de la demandada y citada en
garantía respecto de la evolución de la tasa activa del Banco de la
Nación Argentina, vigente en los años 2002 a 2003, que llegó al 5%
mensual. Tal guarismo no era solamente una tasa de interés pura
sino que llevaba implícita una especie de corrección monetaria, por
lo que aplicarla sobre el capital a valores actualizados al fallo,
termina generando este fenómeno de la multiplicación de la deuda a
niveles
no
aceptables,
aunque
se
la
quiera
morigerar
con
la
aplicación de una tasa de interés mixta (causa de esta Sala I,
Zalazar c. C.A. Empalme, Acuerdo nº 595-2007). Se hace lugar a esta
protesta.
11) En punto a las costas de Alzada existiendo vencimientos
recíprocos y de pareja entidad jurídica entre las partes (la actora
logra una prudencial elevación del daño moral y por los gastos de
tratamiento psicológico, pero resulta perdidosa en punto al pedido
de elevación del rubro por incapacidad, así como que también la
demandada triunfa en la reducción del interés aplicado), se deben
distribuir por su orden (art.252 del CPCC).
Así voto.
Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza, a quien
le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con los
fundamentos expuestos por el señor vocal doctora Ariza, y vota en
el mismo sentido.
Concedida la palabra a la señora vocal doctora Serra, a quien
le correspondió votar en tercer término, y a esta cuestión dijo:
Que
habiendo
existencia
de
tomado
conocimiento
dos
votos
de
los
totalmente
autos
y
concordantes,
advertir
la
invoca
la
aplicabilidad al caso de lo dispuesto por el art.26, ley 10.160,
absteniéndose de emitir opinión.
Sobre la segunda cuestión el señor vocal doctor Silvestri,
dijo
que
corresponde:
a)
Admitir
parcialmente
el
recurso
de
apelación de la actora y en consecuencia: se eleva el daño moral de
$ 10.000,- a $ 14.000,-; y en cuanto a los gastos del tratamiento
psicológico
se
eleva
de
$
1.200,-
a
$
2.880,-;
se
rechaza
el
recurso en punto al pedido de elevación del monto por incapacidad
parcial y
permanente
de
orden
físico;
b) Admitir parcialmente
el recurso de la demandada y citada en garantía de fs.377 a 379
vta., en punto a la tasa mixta aplicada en la sentencia y en su
lugar se aplica la tasa pasiva indicada en el punto 10) de los
considerandos, modificándose tal aspecto del fallo anterior y se
rechaza el resto de los agravios; c) Costas de Alzada por su orden.
Regular los honorarios de los profesionales interviniente en la
alzada, en el 50% de lo le cupiere regular en instancia anterior.
Así me expido.
Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza, dijo:
Que
coincide
con
la
resolución
propuesta
por
el
señor
vocal
preopinante, y vota en igual forma.
Concedida la palabra a la señora vocal doctora Serra, a esta
cuestión
dijo:
Que
se
remite
a
lo
considerado
en
la
primera
cuestión, y se abstiene de votar.
En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Sala
Primera
de
la
Cámara
de
Apelación
en
lo
Civil
y
Comercial
de
Rosario, RESUELVE: a) Admitir parcialmente el recurso de apelación
de
la
actora
y
en
consecuencia:
se
eleva
el
daño
moral
de
$
10.000,- a $ 14.000,-; y en cuanto a los gastos del tratamiento
psicológico
se
eleva
de
$
1.200,-
a
$
2.880,-;
se
rechaza
el
recurso en punto al pedido de elevación del monto por incapacidad
parcial y
permanente
de
orden
físico;
b) Admitir parcialmente
el recurso de la demandada y citada en garantía de fs.377 a 379
vta., en punto a la tasa mixta aplicada en la sentencia y en su
lugar se aplica la tasa pasiva indicada en el punto 10) de los
considerandos, modificándose tal aspecto del fallo anterior y se
rechaza el resto de los agravios; c) Costas de Alzada por su orden.
Regular los honorarios de los profesionales interviniente en la
alzada, en el 50% de lo le cupiere regular en instancia anterior.
Insértese, hágase saber y bajen. (Expte. Nro. 504/2007).
mm.
SILVESTRI
siguen///
///las firmas. (Autos: “VILLARREAL, Carla V. contra PEREZ, Julia R.
y/u Otros sobre Daños y Perjuicios” - Expte. Nro. 504/2007).
ARIZA
SERRA
-art.26 ley 10.160-
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