Acuerdo N° 34 mes de En la ciudad de Rosario, a los Febrero 23 días del de dos mil nueve, se reunieron en acuerdo los señores miembros de la Sala Primera de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Rosario, doctores Ricardo A. Silvestri, Ariel Carlos Ariza y María Mercedes Serra, para dictar sentencia en los autos "VILLARREAL, Carla V. contra PEREZ, Julia R. y/u Otros sobre Daños y Perjuicios”, causa n° 504 año 2007, venidos del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral de la 2da. Nominación de Villa Constitución. Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es justa la sentencia? Segunda: ¿Qué fallo corresponde dictar? Sobre la primera cuestión el señor vocal doctor Silvestri, dijo: 1) La sentenciante anterior hizo lugar a la demanda, condenando a Julia Rosario Pérez a abonar a la actora, Carla Vanesa Villarreal, en el término de diez días y bajo apercibimientos de ley, las sumas establecidas en los considerandos, las que devengarán intereses al promedio entre la tasa activa y pasiva del BCRA, desde la fecha del hecho hasta el pago, salvo la fijada para el rubro tratamiento psicológico la que devengará intereses al promedio citado desde la fecha de la notificación del fallo hasta el pago. Impuso las costas al accionado, con aplicación del art.505 del CC e hizo extensivos los efectos de la sentencia a Seguros Bernardino Rivadavia CL con los alcances del art.118 de la LS (fs.333 a 341 vta.). Ambas partes apelaron: la actora a fs.345 y la accionada y citada en garantía a fs.350. La primera expresó agravios en la Cámara a fs.370 a 374, replicados y expresados los suyos por la segunda a fs.377 a 380 vta., siendo nuevamente oída la primera a fs.383 a 386 vta. Se llamaron los autos para sentencia y la providencia está firme (fs.389 y s.s.). No hubo objeción al relato de los antecedentes de la causa que ha reseñado el fallo por lo que se debe hacer la correspondiente remisión a los efectos del dictado del acuerdo. 2) La actora se agravia por estimar insuficiente el monto fijado por incapacidad en la suma de $ 24.100,-. Considera pertinente elevado sea el elevado monto a la suma reparatorio por de $ 30.125,-. tratamiento 2.880,- en lugar de $ 1.200,- establecido en finalmente procura sea Pretende psicológico la sea a sentencia. $ Y elevado el daño moral de $ 10.000,- establecido en el veredicto a $ 20.000,-. La demandada y citada en garantía moral, considera quejándose excesivo los montos simultáneamente de por la incapacidad tasa de y interés daño mixta aplicada por la a-quo. 3) que es Comenzando con los agravios de la demandante, ésta expone exiguo la suma de $ 24.100,- por el rubro incapacidad parcial y permamente. Luego de hacer referencia al informe médico de autos de fs.245 y s.s. presentado sorteado, que detectó la fractura por expuesta el perito del platillo oficial tibial externo (grado III B) y del polo inferior de la rótula izquierda, estima que la jueza no ha ponderado adecuadamente que Carla Villarreal tenía al momento del hecho 17 años, quien se encontró de un día para el otro con que no podría realizar de manera normal cualquier tipo de deporte o actividad física para la cual necesite valerse de sus miembros inferiores (no podrá usar tacos altos ni hacer largas caminatas sin padecer de fuertes dolores por las secuelas en su rodilla operada, etc.). También asevera que debe valorarse la cicatriz quirúrigica de 17 centímetros que porta en su miembro inferior izquierdo, padeciendo una marcada disminución de su sensibilidad. Si bien, sostiene, nada tiene que objetar al porcentaje de incapacidad fijado en el 24,10% de la T.O., por el sistema de capacidad residual de Balthasar, hace que, según su parecer, sea justo que se aplique el sistema de $ 1.250,- por punto de incapcidad lo que haría un total de $ 30.125,- (fs.370 a 371 vta., primer agravio). La accionada y citada en garantía a fs.377 a 378 vta., punto III, a, postula la reducción de los montos. Afirma que es elevado el determinado por incapacidad parcial y permanente si se considera que la jueza ha mensurado valores actualizados al momento del fallo (8 de Mayo de 2007) y ha aplicado una tasa de interés mixta, activa-pasiva, que termina triplicando la deuda por capital. Entiende que debe disminuirse la cifra de $ 24.100,- o en su caso de mantenerse la misma se debe considerar otra tasa de interés, ya solamente. desde el sea una Asevera año especialmente 1999 en el pura que del el 6% anual interés o bien aplicado tiene incorporada una la en tasa la corrección pasiva sentencia monetaria, lapso del 01-02-2002 al 30 de Abril de 2003. Dice que la tasa mixta considerada tiene incorporada una corrección monetaria y por lo tanto no es sólo interés, sino también capital. En síntesis, pretende sea reducido el monto por incapacidad, o que sea reducido el tipo de interés aplicado, postulando finalmente la tasa pasiva solamente en lugar de la tasa mixta. 4) pueden Como los agravios de las partes apuntan a un mismo tema se analizar de modo conjunto. Se anticipa que el monto establecido por incapacidad parcial y permamente en la cifra de $ 24.100,- debe ser ratificado, por ser ajustado a las constancias de la causa y a las particularidades de la víctima; sin perjuicio de lo cual también se adelanta que el agravio relativo a la tasa de interés expuesto por la demandada y citada en garantía es procedente de acuerdo a antecedentes de la Sala, como se expondrá infra. 5) Como consecuencia del accidente de tráfico sufrido por Villarreal, ésta ha quedado con una secuela del 24,10% de como consecuencia de una fractura expuesta del platillo la T.O. tibial externo izquierdo (grado III B) y del polo inferior de la rótula izquierda, por lo que fue intervenida quirúrgicamente para su reducción y colocación de material de osteosíntesis. La víctima presenta una deformidad de la rodilla izquierda con relación a la derecha; disminución de la sensibilidad de la zona de la herida y disminución de los movimientos de la rodilla operada. Constata la presencia de una cicatriz de 17 cm. en cara externa de rodilla izquierda, convexa hacia arriba, y a la mitad de la misma se aprecia una cicatriz defectuosa con coloración morada visible. El perito sostiene que presenta secuelas por el traumatismo y la mala cicatrización de sus heridas, pudiendo degenerar en una artrosis articular (fs.245 a 249). El informe también alude a fs.245 vta. de que la víctima refiere no poder usar zapatos de tacón alto y se queja de ciertos trastornos en la marcha especialmente al hacerlo durante un tiempo de 10 a 15 minutos. En este sentido se debe valorar que el perito fijó una pauta de incapacidad parcial y permanente del 24,10% de la T.O., teniendo en cuenta todos los elementos de juicio disponibles por el experto (sumando la secuela de la fractura del platillo tibial, secuela de la fractura de la rótula y la cicatriz viciosa; fs.247), a ello debe considerarse que Villarreal es una persona joven que al tiempo del hecho tenía 17 años de edad, de estado civil soltera, que vivía con su madre, colaboraba en alguna tarea de moza en un negocio, sin constar su real ingreso. A todo ello debe agregarse su condición social y económica modesta, como se extrae del expediente nº 433-00 caratulado: “Villarreal, Carla V. c. Pérez, Julia R. s. Declaratoria de Pobreza” (fs.39 entre otros). Es dable considerar la incidencia que puede tener el porcentaje de afectación del 24,10% sobre la capacidad de ingresos de la víctima y el tiempo faltante para acceder a una jubilación ordinaria, y el hecho de que la suma concedida es pagadera en un sólo acto, lo cual produce, a su turno, intereses, parece justa la fijada por la sentenciante, más allá de la opinabilidad del método de cálculo en función del sistema de puntos de incapacidad. Es que la Sala tiene dicho de modo reiterado, siguiendo la doctrina de la Corte de la Nación y de la Provincia, que la reparación por daño actual o futuro se aplica a la incapacidad permanente, sea parcial, como en autos, o total. Pero cuando es parcial, es acreedor damnificado, además, por la mengua de su capacidad laboral a una reparación que teóricamente le compense el menor ingreso (comprendiendo los que puede presumirse normales) lo que no tiene absoluta pertinencia aunque la víctima continúe trabajando y en su ubicación laboral no hubiere sufrido perjuicios, pues su aptitud laboral está disminuida y en el mismo trabajo, para hacer lo mismo, el esfuerzo es mayor (CCCRosario, Sala I, Anso c. La Empresa La Florida T.R., Acuerdo nº 9-1998, del 12 de Febrero del mismo año, publicado en La Ley Litoral de Diciembre de 1998, p.1681). Por lo demás, se ha dicho igualmente, que el resarcimiento no se mide exclusivamente en función de un trabajo determinado, sino atendiendo a las genéricas posibilidades productivas de la afectada, pudiendo resultar intrascendente la falta de prueba de la labor desempeñada o que no ejerciere actividad lucrativa alguna (CCCR, Sala I, Speranza c. T.U.P., Línea nº 4, Acuerdo nº 99-1993, del 14 de Diciembre del mismo año); es decir, el resarcimiento no se mide exclusivamente en función de un trabajo determinado sino atendiendo a las genéricas posibilidades productivas del afectado (CCCR, Sala I, Ciampore c. Empresa General Mosconi, JS T.18-95; CCCR, Sala I, Corbellini c. Serrani, Acuerdo nº 4 del 14 de Febrero de 2000 y sus citas). Además, la lesión derivada de la incapacidad sobreviviente no se limita a la actividad económica directa, sino que abarca diversos aspectos de la personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural, social, relacionado con el desarrollo pleno de la vida, y aunque no se haya acreditado la existencia de un lucro cesante ello no es óbice para resarcir la incapacidad que soporta el actor (Corte de la Nación, Pose c. Provincia de Chubut, La Ley 1994-B.433, reiterada la doctrina en La Ley 1997-F-157). Para la estimación del monto por daño derivado de la incapacidad parcial y permanente también se han respetado las pautas sentadas en la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, para situación semejante, pero con las particularidades del presente caso (Acuerdos y Sentencias, T.124406 a 416 causa Quiroga c. Municipalidad de Rafaela, Fallos T.XXVIp.178 a 187 y sus referencias). 6) Dentro de las pautas aludidas la sentenciante ha tenido presente la edad de la víctima, además del porcentaje de incapacidad y demás parámetros objetivos para la cuantificación del daño. En cuanto a ciertos trastornos en la marcha durante el lapso de 10 a 15 minutos, así como no poder usar zapatos con tacón alto, son comentarios que ha realizado la propia víctima al perito (fs.245 vta. en el examen físico; que luego el perito repite como propio a fs.248 vta., pero obedeciendo a los comentarios unilaterales de Villarruel). Es decir, nunca el experto ha podido por sí mismo corroborar tales hechos de modo objetivo, al margen de la versión unilateral de la víctima. En cualquier caso, el monto de resarcimiento otorgado se adecua a los parámetros habituales para casos similares y la quejosa no persuade a la Sala de porqué sería justo que el punto por incapacidad sufrido deba ser valuado en $ 1.250,- y no en $ 1.000,-. De otro lado, la misma accionante en el curso del proceso viene reclamando por la incapacidad parcial y permanente diversos guarismos ($ 56.000,- al demandar a fs.113 vta.; $ 38.560,- al momento de alegar a fs.315 vta.; y ahora $ 30.125,- al expresar sus agravios a fs.371 vta.) que no guardan relación de proporcionalidad entre sí. Finalmente y en lo que respecta a la demandada y citada en garantía no se hace cargo de los argumentos empleados por la jueza, sin perjuicio de lo cual no desarrolla una queja autónoma, sino que pide la reducción de la cifra para el caso de que se mantenga la tasa de interés; pero parece aceptar el monto como justo y adecuado a derecho si la tasa de interés en vez de ser la mixta (activa-pasiva) es la tasa pura del 6% anual o bien la pasiva solamente. De cualquier modo y a todo evento, lo otorgado por incapacidad parcial y permanente luce adecuado, por los motivos explicitados en la primera instancia y en el curso del voto, a los cuales remito, sin perjuicio de destacar la razón sobre la tasa de interés, como se explicará luego (arts.1067, 1068, 1069 CC). 7) El segundo agravio de la actora (fs.372 y vta., punto I.b) refiere al monto por el tratamiento psicológico. La jueza fijó la suma de $ 1.200,- en total correspondiente a $ 25,- la sesión durante un año. La víctima recurrente considera exigua la reparación debiendo ser elevada a $ 2.880,-. En este aspecto asiste razón a la impugnante toda vez que la a-quo estimó el costo de la sesión en $ 25,- cifra que no se compadece con los costos actuales, más aún cuando los intereses los aplicó desde la fecha que quede firme la notificación de la sentencia de la primera instancia (aspecto que no ha sido motivo de agravio alguno). Es justa la apreciación de la apelante de un costo prudencial por sesión de $ 60,- de acuerdo a una reciente jurisprudencia de la Corte de la Nación (causa Bianchi c. Provincia de Buenos Aires s. Daños y Perjuicios, del 7 de Noviembre de 2006, publicado en Zeus T.102-J.746, también correctamente mencionado por la apelante). Por ende, el monto por tratamiento psicológico debe ser fijado en la suma de $ 2.880,- (equivalente a una sesión por semana durante un año), en lugar de $ 1.200,-. 8) La actora apelante se agravia, de seguido, por el monto concedido por daño moral en la suma de $ 10.000,- postulando su elevación a $ 20.000,-. La demandada y citada en garantía pugnan por su reducción y porque la tasa de interés sea la pasiva y no la mixta. Villarreal, víctima de autos, considera que la jueza si bien tuvo por acreditado el daño psicológico, como parte integrante del daño moral, no lo refleja en la estimación del art.1078 del CC toda vez que si lo hubiera incluido no pudo fijar $ 10.000,- en total por el agravio moral. Analizando las posturas de las partes en relación a los fundamentos expuestos por la sentenciante asiste parcial razón a la demandante al pretender la elevación del rubro aunque no al monto reclamado ahora de $ 20.000,No hay, en cambio, ningún motivo para reducir la cifra a $ 5.000,- como peticiona la demandada y citada en garantía, sin perjuicio de destacar que ésta parte tiene razón en la queja referente a la tasa de interés que debe aplicarse, que es la pasiva y no la combinada o mixta aplicada por la judicante. 9) El daño moral es una lesión extrapatrimonial, y que existe por el sólo obrar antijurídico, siendo una lesión de naturaleza subjetiva, con afectación a la integridad psicofísica, la tranquilidad de espíritu, como también las alteraciones del mismo, etc., y que se encuentra ínsito en la noción de la reparación integral, ya que el hecho de autos tuvo aptitud suficiente para provocar un perjuicio de esa naturaleza, teniéndose especial consideración que al momento del hecho la víctima contaba con 17 años de edad y que a partir de aquél presenta una cicatriz de tono morado en la rodilla y deformación de la misma. Si bien puede la desfiguración no ser desagradable o repulsiva, igual representa una cierta mortificación, para la víctima, como lo pone de manifiesto la sentenciante a fs.341 in fine. A ello debe adicionarse que la actora se vio sometida a una intervención quirúrgica, con un posoperatorio de tres meses, con férula y yeso, permaneció internada durante un día en el SAMCO de Villa Constitución y otros catorce días en el Hospital Centenario de Rosario (fs.248 vta., punto l). Villarreal sufrió un proceso infeccioso en sus heridas durante el post-operatorio (fs.248 vta., punto m) y presenta una cuadro de trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y humor depresivo (fs.260 a 264 de la pericia psiquiátrica; fs.272), que la jueza de la instancia de origen lo estimó como daño psíquico cuantificable como parte integrante del daño moral (fs.341, párrafo 1º, in fine). Por lo tanto computando todas estas circunstancias parece justo una prudencial elevación del monto por daño moral a la suma de $ 14.000,- en lugar de $ 10.000,- fijados en la instancia de grado, pero menor que la pretendida por la actora en $ 20.000,-. Es que al margen de la incapacidad parcial y permanente en el plano físico, se ha constatado consecuencias traumáticas y dañosas que tuvo el accidente sobre la entonces víctima menor de edad y ello debe ser indemnizado como daño moral. En este soslayado la edad de la reclamante, su análisis no condición puede ser social, sexo, entre otras consideraciones. El daño moral debe ser visto como un detrimento que por su índole espiritual debe tenérselo por configurado por la sóla producción del evento dañoso y a los fines de la fijación de su quantum debe tenerse en cuenta la índole del hecho generador, la naturaleza resarcitoria del mismo, que no tiene que guardar relación de proporcionalidad con el daño material, incluso puede faltar éste, que no es el caso del sub-litem, ya que el daño moral no es un elemento accesorio del daño material, debiéndose evaluar las condiciones personales de la víctima y el sufrimiento y mortificación, aunque hayan sido temporarios (conceptual sobre el daño moral y los elementos para la fijación de su quantum: T.318-1598; Corte de la T.321-1117; Nación, Fallos: T.325-1156; T.308-698; T.326-847; T.316-2894; T.329-2-2088 y T.329-2-2702, entre otros; también se sigue los parámetros de la doctrina de la Corte de la Provincia de Santa Fe, causa Quiroga c. Municipalidad de Rafaela, Fallos T.XXVI-186; Acuerdo de la Sala I, nº 4-2000, Corbellini c. Serrani, entre otros). Como dijo la Corte Federal que “por no ser el daño moral susceptible de apreciación económica, sólo debe buscarse agraviado, proporcionándole una una relativa suma de satisfacción dinero que no del deje indemne el agravio” (Fallos: T.329-1179), entendido como lo más cercano a la reparación integral del perjuicio padecido por la parte damnificada. resultando el impugnados por Teniendo informe las en pericial partes cuenta todo psiquiátrico (art.199 del lo y expuesto, médico CPCC), legal, luce justo y no y prudencial (art.245 del CPCC) la elevación del daño moral a la suma de $ 14.000,-. No hay ningún argumento lógico para reducir la partida a $ 5.000,- como pide la demandada pues luce insuficiente a la luz de las circunstancias de la causa relatadas ni contemplaría la afección psíquica en el plano moral. Tal cifra mencionada por dicha parte prestación no representa ni siquiera mínimamente una adecuada resarcitoria compatible con los valores en juego (tampoco luce suficiente los $ 10.000,- determinados por la a-quo). 10) Sí tiene razón la demandada y citada en garantía con relación a la tasa de interés en cuanto considerada que la combinación de las tasas (activa y pasiva desde 1999, fecha del hecho, hasta el pago) termina elevando la incidencia de los accesorios sobre el capital a más del 150% (fs.378 vta. y s.s.). Adicionalmente, el interés moratorio como lo expresó el a-quo, para el daño moral y la incapacidad física, debe correr a partir de la fecha del hecho, 10 de Marzo de 1999, hasta el pago (fs.341 vta.; art.509 del CC), pero precisamente debe considerarse que desde 1999 hasta el 2001 inclusive no hubo inflación alguna, y el período 2002 a 2003, especialmente la tasa activa, tuvo incorporada una corrección monetaria que va más allá de la deuda por capital. Debe aplicarse la tasa pasiva del Banco de la Nación Argentina que fija mensualmente y sumada (sin capitalización), como lo viene resolviendo el Cuerpo (causa: Anso c. Empresa La Florida, del de 12 Febrero de 1998 en adelante; art.622 del CC). Se comparten en general los argumentos del fallo plenario de la C.N.Civil, Capital Federal, causa: Vázquez c. Bilbao, J.A. 1993-IV-189 y sus citas; ratificado más recientemente en el plenario Alaniz, La Ley del 25 de Marzo de 2004, a los cuales cabe hacer remisión por razones brevedad y como ha sido aplicado que “es formando por adecuadamente la parte del voto. El Corte de la Nación teniendo presente satisfactoria al mismo de menoscabo criterio sufrido en el marco de la índole de la relación jurídica, el carácter alimentario de la prestación y el período de estabilidad de la moneda durante parte del lapso de la mora” (Fallos: T.327-3721 a 3723; T.325-1185; T.327-1343; T.328-4048; T.329-2-2088, con remisión a Fallos: T.3171921, considerando nº 14; más recientemente el 27 de Diciembre de 2006, Raimundo c. Estado Nacional, R. 11203-XXX-IX y Badaro c. Ansés, del 26 de Noviembre de 2007). También ha aplicado el Alto Tribunal la tasa pasiva en juicios de responsabilidad civil por hecho ilícitos (Cohen c. Provincia de Rio Negro, Fallos: T.329-22088, con remisión a Fallos: T.317-1921 y a la causa Serenar S.A. c. Provincia de Buenos Aires, del 19 de Agosto de 2004, considerando nº 14 de la primera; en Cohen c. Provincia de Rio Negro se trataba, con semejanza el caso, de un hecho ilícito extracontractual ocurrido en Febrero de 1999 y la fecha del fallo del 30 de Mayo de 2006). Por lo tanto es justo y razonable que se aplique la tasa de interés pasiva del Banco de la Nación Argentina que publique mensualmente y sin capitalización por el lapso fijado por la jueza. Es cierta la afirmación de la demandada y citada en garantía respecto de la evolución de la tasa activa del Banco de la Nación Argentina, vigente en los años 2002 a 2003, que llegó al 5% mensual. Tal guarismo no era solamente una tasa de interés pura sino que llevaba implícita una especie de corrección monetaria, por lo que aplicarla sobre el capital a valores actualizados al fallo, termina generando este fenómeno de la multiplicación de la deuda a niveles no aceptables, aunque se la quiera morigerar con la aplicación de una tasa de interés mixta (causa de esta Sala I, Zalazar c. C.A. Empalme, Acuerdo nº 595-2007). Se hace lugar a esta protesta. 11) En punto a las costas de Alzada existiendo vencimientos recíprocos y de pareja entidad jurídica entre las partes (la actora logra una prudencial elevación del daño moral y por los gastos de tratamiento psicológico, pero resulta perdidosa en punto al pedido de elevación del rubro por incapacidad, así como que también la demandada triunfa en la reducción del interés aplicado), se deben distribuir por su orden (art.252 del CPCC). Así voto. Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza, a quien le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con los fundamentos expuestos por el señor vocal doctora Ariza, y vota en el mismo sentido. Concedida la palabra a la señora vocal doctora Serra, a quien le correspondió votar en tercer término, y a esta cuestión dijo: Que habiendo existencia de tomado conocimiento dos votos de los totalmente autos y concordantes, advertir la invoca la aplicabilidad al caso de lo dispuesto por el art.26, ley 10.160, absteniéndose de emitir opinión. Sobre la segunda cuestión el señor vocal doctor Silvestri, dijo que corresponde: a) Admitir parcialmente el recurso de apelación de la actora y en consecuencia: se eleva el daño moral de $ 10.000,- a $ 14.000,-; y en cuanto a los gastos del tratamiento psicológico se eleva de $ 1.200,- a $ 2.880,-; se rechaza el recurso en punto al pedido de elevación del monto por incapacidad parcial y permanente de orden físico; b) Admitir parcialmente el recurso de la demandada y citada en garantía de fs.377 a 379 vta., en punto a la tasa mixta aplicada en la sentencia y en su lugar se aplica la tasa pasiva indicada en el punto 10) de los considerandos, modificándose tal aspecto del fallo anterior y se rechaza el resto de los agravios; c) Costas de Alzada por su orden. Regular los honorarios de los profesionales interviniente en la alzada, en el 50% de lo le cupiere regular en instancia anterior. Así me expido. Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza, dijo: Que coincide con la resolución propuesta por el señor vocal preopinante, y vota en igual forma. Concedida la palabra a la señora vocal doctora Serra, a esta cuestión dijo: Que se remite a lo considerado en la primera cuestión, y se abstiene de votar. En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: a) Admitir parcialmente el recurso de apelación de la actora y en consecuencia: se eleva el daño moral de $ 10.000,- a $ 14.000,-; y en cuanto a los gastos del tratamiento psicológico se eleva de $ 1.200,- a $ 2.880,-; se rechaza el recurso en punto al pedido de elevación del monto por incapacidad parcial y permanente de orden físico; b) Admitir parcialmente el recurso de la demandada y citada en garantía de fs.377 a 379 vta., en punto a la tasa mixta aplicada en la sentencia y en su lugar se aplica la tasa pasiva indicada en el punto 10) de los considerandos, modificándose tal aspecto del fallo anterior y se rechaza el resto de los agravios; c) Costas de Alzada por su orden. Regular los honorarios de los profesionales interviniente en la alzada, en el 50% de lo le cupiere regular en instancia anterior. Insértese, hágase saber y bajen. (Expte. Nro. 504/2007). mm. SILVESTRI siguen/// ///las firmas. (Autos: “VILLARREAL, Carla V. contra PEREZ, Julia R. y/u Otros sobre Daños y Perjuicios” - Expte. Nro. 504/2007). ARIZA SERRA -art.26 ley 10.160-