LA DESOBEDIENCIA CIVIL

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LA DESOBEDIENCIA CIVIL
Edgar Núñez Alcántara
Prof. de la Facultad de Derecho Cátedra de Procedimientos Especiales
RESUMEN
En el estudio de la desobediencia civil se le ha confundido con el concepto del Derecho de
Resistencia, término éste que ha sido recogido y escrito en las Constituciones de los Estados,
fundamentalmente las hispanoamericanas, y muy especialmente las de nuestro país.
En este estudio se intenta deslindar su campo existencial diferenciado del derecho de resistencia,
para luego analizarlo de manera particular, destacando sus conceptos, definiciones y estatuto
legal.
Trataremos de ubicar sus puntos de confluencia, diferencias y zonas fronterizas.
Desde el punto de vista político la proclamación en el espíritu constitucional de una democracia
participativa, que excede los marcos de la representativa, significará la presencia frecuente de
actitudes de rebeldía por parte de la sociedad civil ante el régimen legal existente; lo que permite
que los integrantes de la sociedad venezolana empiecen a plantear sus discrepancias y a solicitar
se les escuche en la creación y aplicación de los cuerpos legales que regirán para ellos y para el
Estado mismo.
La desobediencia civil se une con la problemática de la injusticia del derecho positivo, frente a lo
cual, la sociedad adopta una postura de negación; un enfrentamiento que constituye en esencia la
desobediencia frente al orden jurídico positivo vigente, por la inoportunidad y la inconveniencia
de la Ley formal, se corresponde con una expresión de confrontación con un aspecto del orden
legal, pero no implica el enfrentamiento absoluto con el sistema político imperante, pues una
conducta como esta última hace presente al derecho de resistencia. Se supone el apego al orden
político existente, y la disconformidad se refiere a una aspecto puntual del orden jurídico.
Constituye un derecho humano irrenunciable e indeterminado, garantizado en su vigencia y
efectividad por la norma supraconstitucional de respeto a los derechos del hombre y del
ciudadano, que no requieren enunciación expresa.
Por ello, el análisis y caracterización de la desobediencia civil constituyen el aspecto central de
este trabajo de investigación. Se intenta deslindar su campo existencial diferenciado del Derecho
de Resistencia, para luego analizarlo de manera particular, destacando sus conceptos,
definiciones y estatuto legal.
TITULO I
ASPECTOS GENERALES
CAPITULO I
INTRODUCCION
El estudio de esta figura nos enfrenta de inmediato con una dificultad: Se le ha estudiado y
confundido con el concepto del Derecho de Resistencia, siendo este último el que ha sido
recogido y escrito en las Constituciones de los Estados, fundamentalmente las
hispanoamericanas, y muy especialmente las de nuestro país.
En efecto, cuando se revisa la literatura sobre este concepto, se le consigue confundido dentro
del denominado derecho de resistencia. Sin embargo, también se consigue el hecho que en la
segunda mitad del siglo pasado, se le empezó a ver en otro aspecto, fundamentalmente político.
El análisis de la desobediencia civil se realizará inicialmente desde el punto de vista teórico conceptual, para terminar observándolo desde la óptica constitucional.
A tal fin se investigarán las referencias históricas, se revisarán los conceptos que sobre ella se
expresan, partiendo del hecho de la diversidad de los puntos de vista que la conceptualizan. En
atención a su especificidad se le definirá atendiendo a la óptica desde la cual se observe, se
revisará el modo cómo está expresada en algunas legislaciones constitucionales latinoamericanas
y muy particularmente en el ámbito constitucional venezolano.
En atención a lo expresado sobre la confusión en torno a las dos categorías jurídicas, cuya
diferenciación intentaremos, un segundo elemento comparativo para la investigación será el
derecho de resistencia. A este se le observará con interés, y en este caso dada su profunda
vinculación con la desobediencia civil; trataremos de ubicar sus puntos de confluencia,
diferencias y zonas fronterizas. En tal sentido se le conseguirá en el derecho comparado y
particularmente en el venezolano.
Los cambios constitucionales acontecidos en la República, los cuales derivarán en mutaciones
legales, afectando desde su entrada en vigencia la interpretación del derecho positivo actual y
modificando la concepción de las normas por nacer, justifican una investigación como la que se
propone en este trabajo. Desde el punto de vista político la proclamación en el espíritu
constitucional de una democracia participativa, que excede los marcos de la representativa,
significará la presencia frecuente de actitudes de rebeldía por parte de la sociedad civil ante el
régimen legal existente, el naciente o modo como se le interpreta a ambos.
A menos de dos años de la entrada en vigencia del nuevo orden constitucional, los integrantes de
la sociedad empiezan a plantear sus discrepancias y a solicitar se les escuche en la creación y
aplicación de los cuerpos legales que regirán para ellos y para el Estado mismo. Se percibe con
absoluta nitidez vientos de cambios en las posturas de la ciudadanía.
En tal sentido, el autor Lino Rodríguez-Arias Bustamante, en un trabajo denominado "El
Derecho Natural", publicado en el Anuario N° 7 de la Facultad de Derecho de la Universidad de
los Andes, en el año 1977, analiza la problemática de los cambios políticos, de las crisis sociales
y el papel que hade jugar el derecho en tales momentos. En una interpretación visionaria, que
data de un cuarto de siglo, el referido autor afirmaba:
"Se comprende que esta acción revolucionaria en una sociedad en crisis experimente sus
altibajos, desde el momento que se afinca no tan solo en factores lógicos sino de profundo valor
emocional. Muy pocos hombres prefieren vivir en estado de inseguridad, que es lo que conlleva
toda crisis. Es preferible vivir sobre seguro, física y mentalmente. Esta es la atracción que ejerce
siempre el orden aun cuando a veces aparezca deteriorado su contenido justo. Quizás sea el
instinto de conservación lo que nos empuje a ello. Los períodos de transición son épocas de
angustias, de luchas y de desilusiones. De aquí que sean los menos los que perseveran, puesto
que los más sucumben ante la posesión de lo inmediato: una seguridad precaria. Mientras que los
perseverantes se alimentan de una seguridad futura: la esperanza de alcanzar un orden mejor,
justo.
En esto consiste el verdadero progreso del derecho: en dictar reglas nuevas para asegurar un
mundo mejor. De igual manera que el progreso de las ciencias físicas está en el conocimiento y
en la utilización de la materia, y, el de las ciencias morales, en el perfeccionamiento de las
relaciones entre los hombres. Por esta razón - como dice George Ripert - cuando las condiciones
materiales de la vida y las costumbres cambian los hombres, cambian también y deben
modificarse las reglas jurídicas. Entonces urgen normas que sean respetadas por la conciencia
social como expresión de justicia. Estos son los períodos de oro de la pacífica legalidad y de la
conveniencia armoniosa entre los hombres y pueblos.
Tales estadios de paz no los alcanza el Derecho de un solo golpe. Porque éste no surge por
generación espontánea. Es fruto de una creación continua que, según afirmábamos, está sujeta a
altibajos, y, por lo tanto, a constantes rectificaciones. Por algo el Derecho existe para realizarse
en la vida. El Derecho que no existe más que en las leyes y sobre el papel no es más que un
fantasma de derecho. Al contrario, lo que se realiza como Derecho, es Derecho, incluso cuando
no se le encuentra en las leyes y el pueblo y la ciencia no tienen de ello, aún adquirido
conciencia.
Aquí está la realidad del Derecho: en ser creado por y para el hombre en comunidad. Por eso no
puede ser entendido el Derecho tan sólo como fuerza del Poder. Una simple emanación del
Estado. El término Legislador es más amplio, por cuanto se extiende a todas las causas que
operan en la comunidad; morales, políticas, económicas, ideológicas..., que concurren al
desenvolvimiento de la regla jurídica. En lo que tuvo razón Stammler cuando sentenció: "El
jurista que no es más que jurista, es bien triste cosa ...... omissis...
Queda, pues, claro que por aspirar el Derecho a realizar la justicia, que es un valor moral,
presenta un contenido justo, si bien no plenamente justo en lo que tiene de humano. Esta es la
tragedia del Derecho: el no poder realizar a plenitud la justicia, puesto que su elaborador- el
hombre-posee una naturaleza imperfecta. He aquí el primer dualismo: justicia y legalidad. Esta
última debe conllevar al máximo la primera para procurar ser ley justa. Lo terrible es cuando la
ley se vacía de contenido justo. "Es cuando se presenta la dicotomía con diferencia abismal''.
La desobediencia civil, en puridad de conceptos, se une con la problemática de la injusticia del
derecho positivo, frente a lo cual, la sociedad adopta una postura de negación; un enfrentamiento
que constituye en esencia la desobediencia frente al orden jurídico positivo vigente. Pero aún
más, la disidencia no toma como único factor de existencia la injusticia. Habrá otros elementos
que le darán razón a su planteamiento. A guisa de ejemplo la inoportunidad y la inconveniencia
de la Ley formal.
CAPÍTULO II
REFERENCIAS HISTÓRICAS
La desobediencia civil ha tenido un desarrollo histórico donde ha ido variando su contenido y
modos de expresión, atendiendo a los momentos históricos y conflictos en los cuales ha tenido
presencia y vigencia.
Así en este Capítulo como en el relativo a las nuevas tendencias de la figura que se estudia, se
observará que ante cada problemática la desobediencia civil adquiere modos de expresión y
concepciones distintas.
La generalidad de los autores refiere la presencia histórica de Henry David Thoreau, Mahatma
Gandhi y Martin Luther King. Examinaremos brevemente los postulados de estos tres
precursores de la desobediencia civil.
HENRY DAVID THOREAU (1817-1862)
Fue un escritor norteamericano nacido en la ciudad de Concord - Massachusetts, y murió a los 45
años de tuberculosis. Tanto por su vida como por su obras fue uno de los exponentes más
notables de la desobediencia civil en Norteamérica, y según la opinión mayoritaria, es a él a
quien se le debe la denominación estudiada en base a su obra titulada "Civil Desobedience". Era
un apóstol del individualismo en sus obras, ya que su Teoría establecía que había que actuar de
acuerdo al imperativo de la propia conciencia, y si existían leyes injustas debía no acatarse,
trasgredirlas de inmediato. Thoreau organizó acciones coyunturales, como la de protesta contra
la guerra que su país sostuvo con México (1846 - 1848), así como denuncias por el trato
injustificable e inhumano infligido a los indios; contra la política esclavista llevada a cabo en el
Estado de Massachussets; entre otros.
Thoreau no sólo era un acérrimo defensor teórico de la supremacía de la conciencia individual,
sino también un defensor de la misma, como conciencia militante, constantemente crítica y
activa. Esto es en conclusión, la acepción de desobediencia civil que Thoreau aportó a la historia,
la actitud desobediente como actuación ética.
MOHANDAS KARAMCHAND GANDHI (1869 -1948)
Abogado, patriota y filósofo hindú, nacido en la ciudad de Portbandar, el 2 de octubre de 1869, y
conocido universalmente con el nombre de Mahatma (alma grande), fue quien tomó de Thoreau
la noción desobediencia civil y le imprimió sello propio, el cual era La Lucha no Violenta. La
concepción de Gandhi sobre la desobediencia civil se enmarca en su idea de Satyagraha (firmeza
o fuerza de la verdad), es decir, es, dentro de una estrategia de resistencia no violenta, de lucha
contra las injusticias y de búsqueda de la verdad, contraria a la resistencia pasiva. El Satyagraha
constaría al menos de dos vertientes, la desobediencia civil y la no cooperación.
La concepción gandhiana de la desobediencia civil se sintetiza en dos ideas que Juan Ignacio
Ugartemendia recoge en su obra "La Desobediencia Civil en el Estado Constitucional
Democrático", al señalar:
"En primer lugar, se fundamenta en una concepción suprapositiva de la Justicia, concepción que
le permite concebir y justificar una desobediencia al Derecho cuando éste contradiga su propia
fuente, meta positiva, de legitimación y justificación. En este sentido, para Gandhi la
desobediencia civil se configura como un "derecho inherente a todo ciudadano", un derecho que
"deviene en un sagrado deber cuando el Estado se vuelve ilegal, o lo que es lo mismo, corrupto.
Y un ciudadano que se entiende con un tal Estado comparte su corrupción o ilegalidad"...
"...En segundo lugar, de acuerdo con la concepción gandhiana de desobediencia civil, las mismas
razones (Justicia, búsqueda de la verdad, etc.) que permiten, e incluso, exigen, llevar acabo una
actitud desobediente, obligan también a que dicha desobediencia, cuando proceda, no sea
arbitraria o indiscriminada, caprichosa e irreverente hacia el Derecho. Los medios deben ser
totalmente congruentes con los fines. En este sentido, señalaba Gandhi, debemos por tanto
otorgar un más completo y grande valor al adjetivo civil que a la desobediencia. Desobediencia
sin civilidad, disciplina, discriminación, no-violencia, es realmente destrucción."
MARTIN LUTHER KING (1929 -1968)
Nacido en Atlanta, Georgia, fue un pastor baptista y líder de la Southern Christian Leadership
Conference, exponente de la lucha en favor de los derechos civiles de la población negra
estadounidense, entre los años 50 y 60, quien consiguió en los dos anteriores precursores las
claves para organizar un movimiento de resistencia no-violenta contra la discriminación racial.
Como señala I. Molas, en su libro "Notas sobre el Problema Racial en Estados Unidos", op. cit.
en Juan Ignacio Ugartemendia, "En resumen, el programa de M. L. King es el siguiente: Un
objetivo: la desegregación racial, la democracia y la ciudadanía de primera clase para todos los
norteamericanos, como camino hacia el Reino de Dios en la tierra. Una táctica: no obedecer
leyes injustas. Una técnica: la no violencia. Unos instrumentos: persuadir de palabra o por actos
a los blancos, estando siempre dispuestos al diálogo con ellos, y los movimientos pacíficos de
masas". Este será el programa político que defenderá hasta su asesinato en 1968.
La concepción de desobediencia civil de Martin L. King no era identificable con la resistencia o
acción directa no-violenta, antes bien, aquélla permanece como un aspecto claramente
subordinado a su programa de resistencia no violenta. La desobediencia civil entraba a formar
parte de esta estrategia de resistencia no violenta cuando lo que se resistía eran normas u
ordenanzas del Poder Público consideradas injustas. La actitud desobediente debía ser
congruente con los fines de justicia perseguidos.
Para este precursor de la desobediencia civil, "El desobediente civil autentico se niega a pagar
los impuestos o viola la Ley a sabiendas de que legalmente está equivocado, si bien moralmente
se cree con la razón de su parte. Cuando King conducía a sus seguidores en las manifestaciones a
favor de los derechos civiles, consideraba que sus pretensiones se amparaban no sólo en la
justicia, sino también en la ley, en la Constitución federal. Y de hecho, los fallos del Tribunal
Supremo al final apoyaron sus acciones. Por eso no puede considerarse un autentico
desobediente civil" (María José Falcón y Tella, en "La Desobediencia Civil").
En conclusión, podemos señalar que, la concepción de desobediencia civil de Martin L. King, es,
al igual que la de Thoreau y Gandhi, una concepción en la que el carácter civil de la
desobediencia contra la injusticia se desprende del respeto a los principios superiores de justicia
identificables por cada conciencia humana, debiendo ser congruentes el objetivo y los medios
para lograrlo.
CAPÍTULO III
NUEVAS TENDENCIAS
El carácter de cotidianidad y adaptabilidad de la desobediencia civil, por una parte, y las
circunstancias históricas en que se desarrolla, por la otra, le confieren una gran movilidad
conceptual, acoplándose a las expresiones en las cuales la sociedad requiere de conductas que
permitan la demostración de la insatisfacción de sectores sociales con reglas de derecho,
culturales, políticas o económicas, ante las cuales adoptan una postura de no sumisión, sino por
el contrario, de crítica y desobediencia en búsqueda de soluciones favorables a sus pretensiones.
En el Continente Europeo, fundamentalmente, se ha producido una discusión profunda sobre el
tema, y han avanzado desarrollando nuevas tendencias, que se corresponden con la movilidad y
adaptabilidad que a esta figura le hemos adjudicado.
Así, la conducta de insumisión de parte del pueblo español frente al servicio militar obligatorio,
que le llevó a plantear en la década de los noventa el derecho individual de no hacer el servicio
militar obligatorio, que obligó al Estado a acoger para el año 2003 la desaparición del servicio
militar (LA MILI), ha originado textos jurídicos, tales como "LA INSUMISIÓN, Un singular
ciclo histórico de Desobediencia Civil", en el cual los profesores Xabier Agirre Aramburu,
Rafael Ajangiz, Pedro Ibarra y Rafael Sainz de Rozas, analizan lo que fue la actitud de la
sociedad frente a ese hecho, estudian las características generales de los nuevos movimientos
sociales, le confieren algunas especificidades y le comparan con otros hechos sociales como el
nacionalismo, el feminismo y las luchas laborales. Asimismo, le atribuyen algunas
características, tales como: a) Los miembros de los movimientos sociales construyen o tratan de
construir una identidad colectiva, a través de claves, símbolos o propuestas. b) Resaltan la
autonomía del individuo frente a las imposiciones exteriores (Estado, Partidos, Gobiernos, Cultos
religiosos, etc.) c) Se organizan informalmente y en forma horizontal, rechazando las jerarquías y
burocracias. d) Utilizan formas inéditas para plantear sus reivindicaciones, rechazando las
fórmulas tradicionales legales o convencionales. e) Se relacionan con el Poder Político pero no lo
pretenden, no tienen vocación de poder. f) Rechazan la división entre la vida pública y la vida
privada, planteando que la política penetra en todos los sectores de la vida del hombre, y que
aquélla debe ser penetrada por la conductas privadas.
En la reciente obra de Juan Ignacio Ugartemendia, con prólogo de Gurutz Jauriqui, titulada "La
Desobediencia Civil en el Estado Constitucional y Democrático", se llega a las siguientes
conclusiones:
Lo realmente característico de la desobediencia civil, es que se trata de una manera de
participación ciudadana en la Cosa Pública, que obedece a motivos de justicia, bien sea
para denunciar o para remover algún tipo de injusticia. Por ello es que se trata de un tema
de evidente actualidad, ya que en estos momentos las insuficiencias de los sistemas
democráticos lesionan la legitimidad en el ejercicio del poder.
Es un modo de hacer "participativa" a la democracia. Funciona como una especie de
perfectibilidad de la democracia. La desobediencia civil se corresponde con una actitud
ciudadana comprometida con el sistema democrático, en su intento por perfeccionar y
mejorar su funcionamiento. Es una actitud de compromiso con la Justicia y por tanto una
opción por la obediencia cualificada.
Funciona o se legitima en la medida en que propugna la aceptación del
constitucionalismo democrático. Es una desobediencia en cuanto consiste en transgredir
una norma jurídica concreta, pero también es civil por cuanto se lleva a cabo apelando a
los principios y valores de legitimación del sistema jurídico - político.
Con el surgimiento de la Constitución democrática, se consigue la jurisdicción del
histórico derecho de resistencia contra las injusticias del Poder Público legítimo en
ejercicio o en título, ya que en un Estado constitucional democrático, la función de
garantía del derecho, así como el fundamento de la legitimidad para desarrollarla, residen
en la Constitución.
La desobediencia civil es de alguna manera, indicativa del grado de madurez democrática
de un Estado y su presencia se hace notar cada vez mas en nuestra sociedad.
La Doctora María José Falcón y Tella, profesora de la Universidad Complutense de Madrid,
publicó un texto denominado "La Desobediencia Civil",- con prólogo del autor Fernando
Garrido Falla, del cual destacamos que además de referir a los precursores de la Institución,
analiza movimiento en Estados Unidos, Alemania, Reino Unidos, España, Rusia, Italia,
Sudáfrica; China, Irán y el Tercer Mundo.
En Estados Unidos de Norteamérica destaca los movimientos antibelicistas y los de los derechos
civiles; toca temas tales como: la esclavitud, la libertad de expresión, la poligamia, prácticas
anticatólicas e inclusive, los problemas de la eutanasia. Especial importancia concede al
problema de la guerra con Vietnam y a la problemática de la guerra nuclear.
En el caso alemán, los movimientos por la paz, el medio ambiente, la lucha contra las centrales
nucleares y la especulación de la vivienda.
En el Reino Unido, la problemática planteada por Bertrand Russell, de oposición al ingreso de su
país a la l ° Guerra Mundial y por el desarme nuclear. En el caso español, se refiere a la
insumisión, la cual hemos analizados en párrafos precedentes.
En el caso ruso, la Perestroika y la oposición a las invasiones soviéticas a sus aliados del-bloque
comunista.
En Italia, las luchas de Danilo Dolci que logró que trabajadores no autorizados pudieran trabajar
en la mejora de carreteras públicas y el Estado les remunerara.
En el caso Chino, las referencias a las matanzas en Tianamnen, que si bien las considera
negativas, en lo mediato, ha logrado cambios en el régimen del país asiático.
En el denominado Tercer Mundo, se analizan casos como el de Chile, Filipinas, Haití e Irán.
CAPITULO IV
CONCEPTOS
Para conceptuar la desobediencia civil podemos analizarla desde tres puntos de vista:
Moral
Jurídico
Político
Desobediencia civil desde el punto de vista Moral: En este aspecto la idea pertenece al campo de
la ética normativa y se fundamenta en juicios que permitan determinar si las instituciones son
buenas, correctas o justas.
La moral permite hacer un juicio de valor sobre el orden jurídico existente, y le califica, para
determinar si el mismo supone y aplica un sistema de vida justo, o por el contrario, ha implicado
un desmejoramiento de la calidad de vida del ciudadano.
La profesora Olga Sosa de Díaz en su trabajo titulado "El Utilitarismo y La Desobediencia
Civil", publicado en el Anuario N° 17 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo,
del año 1993, explica sobre el tema:
"Existe un gran número de teorías de ética normativa y no es nuestro propósito enfocarlas, sin
embargo en rasgos muy rápidos esbozamos una clasificación comúnmente aceptada, que recoge
Nino en su "Introducción al Análisis del Derecho" que las divide en teorías teleológicas y
deontológicas. Las primeras son las que juzgan a las acciones no por ciertas cualidades
intrínsecas sino por como ellas y sus consecuencias contribuyen a alcanzar cierta meta valiosa o
a realizar o maximizar cierto estado de cosas intrínsecamente bueno o sea lo bueno prevalece
sobre lo moralmente correcto. Las teorías deontológicas juzgan a las acciones por sus cualidades
intrínsecas que las hacen objeto de derechos y deberes y solo teniendo en consideración su
contribución a la satisfacción de ciertos objetivos valiosos dentro del marco de tales derechos y
deberes; haciendo prevalecer, en cambio a lo moralmente correcto sobre lo bueno.
El criterio moral que adaptaremos para la justificación de la desobediencia civil recibe el nombre
de Utilitarismo y pertenece dentro de la clasificación enunciada anteriormente, al grupo de las
teorías teleológicas. Hemos seleccionado este criterio moral atendiendo primordialmente a una
decisión espontánea que pudiéramos llamar una decisión de sentido común, basándonos en un
carácter de la desobediencia civil que goza de un acuerdo general entre sus estudiosos y que han
englobado en su definición: la finalidad política que la orienta y de forma directa está vinculada a
ella y que había que significar de alguna manera un aumento, una mejora, en beneficio de la
sociedad. ("La desobediencia civil representa un intento individual o colectivo de forzar la
derogación de unas leyes o un cambio en la política de gobierno"). La desobediencia civil se trata
más bien de un modo de presión y de expresión, que tiene por objeto llevar el ánimo de la
mayoría la injusticia de una determinada ley con el propósito de lograr su modificación. La
desobediencia civil en sentido estricto tiene, pues, una finalidad política. El motivo de la
desobediencia civil ha de ser que la ley cambie, etc. Este objetivo perseguido por la
desobediencia civil nos hace fácilmente pensar en el Utilitarismo como una vía apropiada de
evaluación."
Desobediencia civil desde el punto de vista Jurídico: Desde esta óptica, la institución se
identifica como una conducta de desacuerdo con un precepto legal, al cual se le opone una
actitud de resistencia, fundada no sólo en motivación en razones de ilegalidad, sino de
inconveniencia o inoportunidad. Se corresponde con una expresión de enfrentamiento con el
orden legal, partiendo del supuesto de no enfrentar totalmente al régimen político sino en una
parte, en la cual la sociedad tiene diferencias con motivo de su vigencia o aplicación.
Su expresión legislativa es fundamentalmente de orden constitucional y se la consigue dentro del
articulado que nos habla del derecho de resistencia. Con esta última figura se puede deslindar, ya
que ella se hace presente en los casos en que se arremete contra el orden constitucional, el cual se
pretende cambiar, y ante lo cual el ciudadano puede resistirse y el orden jurídico desconoce toda
validez, y eficacia a las autoridades y los actos que se derivan del nuevo orden, que alteró al
anterior, y en nombre del cual se ofrece la resistencia.
Esta investigación, determinando los límites de la desobediencia civil o las premisas antes
establecidas, nos conduce a encontrar a la institución que estudiamos (conducta remisa frente a la
norma que la sociedad considera ilegal, inoportuna e inconveniente) como integrada a los
derechos genéricos, erentes a la condición del ser humano., como se reconoce en la generalidad
los ordenes constitucionales, específicamente en el nuestro, al Artículo 22 la Constitución de
1999.
Desobediencia civil desde el punto de vista Político: Se corresponde con la concepción que
hemos señalado, según la cual se pueden deslindar campos n el Derecho de Resistencia. Aquella
ha adquirido una gran vigencia desde la mitad del siglo XX, como una expresión de la sociedad
que se revela contra determinadas instituciones, leyes o normas a las cuales considera injustas y
;trata de oponerse mediante una actitud de confrontación para que el Estado abrogue o modifique
la situación o precepto ante la cual se mantiene la actitud desobediente.
Oportuno es reiterar que la desobediencia civil implica el- apego al orden político existente en
sus términos generales, pero es el desacuerdo o la disconformidad con un aspecto puntual, que se
refleja en una norma de derecho positivo y que el grupo social, o la sociedad en términos
generales, cataloga de injusta, concepto este último que a veces tiene visos de inoportunidad o
inconveniencia.
En la historia política mundial, desde mediados del siglo pasado, se observaron conductas de
líderes que se enfrentaban a sistemas que consideraban injustos, tales como la segregación racial
y el neocolonialismo, con actitudes de resistencia que no propugnaban cambios políticos
estructurales, sino el cambio en la legislación y en el concepto social en torno a la problemática
que combatían. Conductas tales como las de Martín Luther King y El Mahatma Gandhi. Ambos
utilizaron políticas que negaban la violencia como solución al conflicto que enfrentaban, y su
crítica al sistema se correspondía con un aspecto concreto, pero que en las doctrinas políticas
conocidas y utilizadas en el planeta no procuraban un cambio estructural, ni la búsqueda del
poder político como solución a la problemática planteada.
CAPITULO V
DEFINICIONES
DESOBEDIENCIA:
Negativa o resistencia a obedecer. Quebrantamiento de leyes, reglamentos u ordenanzas.
Incumplimiento de los deberes o de las órdenes.
DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD:
Delito en que se incurre cuando, sin configurar atentado, se desobedece gravemente a la
autoridad o a sus agentes cuando aquélla o éstos se hallan en el ejercicio de la función de su
cargo.
La jurisprudencia exige, para calificar la desobediencia, que haya precedido requerimiento o
mandato expreso, claro y terminante de la autoridad.
La desobediencia a la autoridad configura tan sólo falta cuando constituya omisión del respeto y
consideración debidos a la autoridad o se limita a incumplir las órdenes particulares que dictare.
DESOBEDIENCIA CIVIL:
Rebelión pacífica o resistencia pacíficas de carácter colectivo; como la emprendida por Ghandi,
para obtener la emancipación de la India frente a Inglaterra. Estas actitudes empiezan sin
choques, pero conducen a ellos, a verdaderas guerras civiles, ante la intervención de la autoridad
que por su prestigio, aún sin derecho, no puede tolerar el desquiciamiento de los servicios
públicos y la negación de, múltiples intereses y derechos así desconocidos.
RESISTENCIA:
Oposición material o moral a una fuerza, de ésta o aquélla clase. Corporalmente, aguante,
tolerancia, sufrimiento, paciencia frente a privaciones y penalidades.
Es la protesta característica de grupos discordantes con alguna política de gobierno, para lo cual
realizan movimientos silenciosos portando pancartas alusivas a sus quejas, o llevando a cabo
huelgas de hambre.
RESISTENCIA PASIVA:
Del concepto mecánico, basado en los obstáculos opuestos al movimiento de un mecanismo, se
ha pasado al sentido metafórico de renuencia, de repugnancia a ejecutar algo, como protesta
pacífica, como lucha meramente defensiva. (Desobediencia Civil).
RESISTENCIA A LA OPRESIÓN:
Derecho que tiene el pueblo a resistir, incluso por la insurrección, los actos de gobierno que
atentan contra las libertades políticas de los individuos, especialmente aquellas garantizadas
constitucionalmente.
DERECHO DE RESISTENCIA:
"El que asiste a todo ciudadano para desobedecer y oponerse pacíficamente y en tono comedido
a los mandatos abusivos y a los actos arbitrarios o ilegales de la autoridad".
TITULO II
LEGISLACIÓN SOBRE DESOBEDIENCIA CIVIL
CAPÍTULO I
LÍMITES Y PRECISIONES DE LA LEGISLACIÓN APLICABLE
Este Título contiene lo relativo al ámbito Legislativo Constitucional, sobre la materia en
investigación. Para su desarrollo se nos ha hecho necesario establecer algunos límites y
precisiones al tema.
1.- ÁMBITO DE APLICACIÓN LEGAL
En primer lugar, cuando hablamos de legislación nos referimos a las normas que el Estado crea
de carácter general, abstractas, y coercitivo; sin dejar de plantearnos como reflexión, que la
temática toca aspectos morales y éticos, para los cuales existen cauces para la utilización de sus
preceptos. Es la concepción del ciudadano que adopta una postura de rebeldía frente a la norma
jurídica, pero no exclusivamente por razones de orden legal, sino de oportunidad o conveniencia.
Esto justifica que establezcamos fronteras a la investigación para concretarnos al aspecto jurídico
positivo. Este punto tiene especial importancia si analizamos que el Estado venezolano es ahora,
por definición constitucional, un estado de justicia y de derecho.
En efecto, el Preámbulo Constitucional y el Artículo 2 de la Carta Magna señala de manera
expresa que Venezuela se declara en su refundación como un estado de justicia. Significa ello
que en la aplicación de la ley se debe atender a conceptos éticos y morales que conduzcan al
logro de la justicia en la solución de los conflictos sociales. Sobre el tema remitirnos al contenido
de la Constitución, así como al trabajo del Dr. Alberto Baumeister Toledo, titulado "Las
Modificaciones de la Constitución Nacional", publicado como apéndice en el texto "111 Jornada
de Derecho Procesal Civil, Dr. Arístides Rengel Romberg". Esto justifica que la desobediencia
civil, vista bajo una nueva óptica, se extienda a razones no sólo de legalidad, sino de
conveniencia y oportunidad. Así pues, el contumaz se confronta con la legislación pero, no
necesariamente, invoca ilegalidad.
2.- ANÁLISIS CONSTITUCIONAL
Asimismo, otra limitación es que el trabajo se concreta a disposiciones de orden constitucional;
en primer lugar por ser una investigación para un Seminario Doctoral Constitucional y, en
segundo término, por cuanto es en este tipo de instrumento donde, hasta ahora, se desarrolla la
figura del derecho de resistencia y como un contenido de éste, la desobediencia civil.
3.- EL DERECHO DE RESISTENCIA COMO EXPRESIÓN LEGAL Y OMISIÓN DE
LA DESOBEDIENCIA CIVIL EN LOS TEXTOS CONSTITUCIONALES
En tercer término ante la confusión entre ambos conceptos, que nos ha llevado a concluir en que
la legislación sólo observa al derecho de resistencia de manera detallada, pudiendo encontrar
dentro del mismo, el germen de la desobediencia civil; por ser ésta de reciente conceptualización
y separación teórica, no se contempla en la legislación constitucional como un derecho
específico.
Desde los tiempos dulas declaraciones sobre los derechos del hombre y el ciudadano, la doctrina
constitucional ha avanzado en el sentido de entender que tales derechos no requieren expresa
mención en la Carta Magna para su existencia y eventual reclamo, a favor de quien se creyere
afectado en su ejercicio. Así el Artículo 50 de la Constitución de Venezuela del año 1961,
establecía; "La enunciación de los derechos y garantías contenida en esta Constitución no debe
entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren
expresamente en ella.
4.LA DESOBEDIENCIA CIVIL COMO DERECHO HUMANO RENUNCIABLE
En nuestro parecer, la desobediencia civil constituye un derecho humano. E1 cual, aunque no
esté específicamente señalado, forma parte del patrimonio jurídico de los ciudadanos sin que
pueda oponérsele la falta de ley expresa, negación del mismo, con fundamento al precepto supra
constitucional universal que los derechos del hombre y del ciudadano como tales, no requieren
enunciados para que sean ejercitables por aquellos.
La desobediencia civil es un derecho irrenunciable del hombre, distinto del derecho de
resistencia, que se puede caracterizar con sus especificidades y particularidades, las cuales
trataremos en el siguiente Capítulo.
CAPITULO II
LA DESOBEDIENCIA CIVIL COMO DERECHO AUTÓNOMO E INDETERMINADO
La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos."
En términos similares se expresa la Constitución Venezolana de 1999, cuando en su Artículo 22
establece: "La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y en los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como negación de
otros que, siendo inherentes a la persona, no figuren expresamente en ellos. La falta de ley
reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos."
Habiendo llegado a la conclusión de que nuestra vigente Constitución, no prevé de manera
expresa y general a la desobediencia civil como un derecho, según la hemos conceptualizado
supra, es también lógico determinar que la misma se encuentra inmersa en los derechos no
enunciados de manera cierta en la Carta Magna. En tal sentido somos del criterio que se entienda
que se encuentra prevista dentro del Artículo 22 de nuestra Ley Suprema.
A fin de depurar este concepto, expresamos nuestro criterio de que la previsión contenida en los
artículos 333 y 350 constitucionales, equivalen al concepto del derecho de resistencia y no de
manera específica a la desobediencia civil. Se transcriben a continuación:
Artículo 333: "Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de
fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrán el
deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia."
Artículo 350: "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la
independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que
contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos."
CAPITULO III
DERECHO COMPARADO
Este Título se refiere al análisis del modo como las Constituciones Latinoamericanas y algunas
europeas como la española, la alemana y la portuguesa, observan a la desobediencia civil.
Partiendo del conocimiento previo que la desobediencia civil no es observada en ningún régimen
constitucional de manera separada al Derecho de Resistencia.
Muy por el contrario, hasta ahora, el Derecho Constitucional ha desarrollado ampliamente el
Derecho de Resistencia, pero no ha tomado a la desobediencia civil como un derecho autónomo,
integrante de los derechos humanos que corresponden al hombre y a los ciudadanos.
Como consecuencia de ello, haremos el análisis comparativo en una doble vertiente:
1 .Lo relativo a la desobediencia civil
2.Las constituciones que de manera expresa señalan, de manera similar al Artículo 50 de la
Constitución venezolana recientemente derogada, y 22 de la vigente, que los derechos no
expresamente reconocidos en las cartas magnas pero inherentes a la condición de ser hombres y
ciudadanos forma parte del patrimonio jurídico de las personas, sin necesidad de reglamentación
o desarrollo legal.
CONSTITUCIONES LATINOAMERICANAS
La Constitución de la República Federal Argentina.
La Constitución de 1853, cuya última reforma es del 22 de agosto de 1994, en su Artículo 21
establece la obligación de los ciudadanos argentinos a defender la Patria y la Constitución por la
vía de las armas. Dicha norma establece igualmente: "Todo ciudadano argentino está obligado a
armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el
Congreso y a los decretos del Ejecutivo nacional. Los ciudadanos por naturalización son libres
de prestar o no este servicio por el término de diez años contados desde el día en que obtengan su
carta de ciudadanía."
Igualmente contempla en su Artículo 36, el Derecho de Resistencia, cuando establece:
"Esta Constitución mantendrá su imperio aún cuando se interrumpiere su observancia por actos
de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos serán
insanablemente nulos.
Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el artículo 29, inhabilitados a perpetuidad
para ocupar cargos públicos y excluidos de los beneficios del indulto y la conmutación de penas.
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurparen funciones
previstas para las autoridades de esta Constitución o la de las provincias, las que responderán
civil y penalmente de sus actos las acciones respectivas serán imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los actos de
fuerza enunciados en este Artículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra
el Estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes
determinen para ocupar cargos o empleos públicos.
El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función."
En opinión de quienes elaboramos este trabajo, por cuanto la desobediencia civil es un concepto
legal, ético o moral, autónomo en relación con el derecho de resistencia, e irrenunciable como
derecho humano innominado, lo veremos reflejado en el Artículo 33 constitucional argentino, el
cual carece de la amplitud del Artículo 22 venezolano, y cuyo contenido es el siguiente:
"Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán entendidos como
negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del principio de la
soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno."
Constitución de la República de Bolivia
La Constitución del 2 de febrero de 1967, cuya última reforma es del 12 de agosto del 94, sólo
contempla las garantías constitucionales innominadas, pero que al igual que la Constitución
Argentina, las contemplan como derivadas de la Soberanía del pueblo y de la forma republicana
de gobierno, mientras la Constitución de nuestra República no lo hace derivar de la forma de
gobierno ni de la condición del soberano, sino como un derecho inherente al concepto de
persona.
El mencionado Artículo 35 prevé:
"Las declaraciones, derechos y garantías que proclama esta Constitución no serán entendidos
como negación de otros derechos y garantías no enunciados que nacen de la soberanía del pueblo
y de la forma republicana de gobierno."
Constitución de la República de Colombia
Vigente desde el 7 de julio de 1991, modificada por actos legislativos del 24 de noviembre y 16
de diciembre de 1993, que en su Artículo 94 establece los derechos innominados, en los
siguientes términos:
"La enunciación de los derechos y garantías contenidos en la Constitución y en los convenios
internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la
persona humana, no figuren expresamente en ellos."
Específicamente, en el derecho constitucional colombiano, nos parece que el derecho de la
desobediencia civil, limitado en este caso a razones de orden legal, figura en el Artículo 89
constitucional colombiano cuando establece:
"Además de los consagrados en los Artículos anteriores, la ley establecerá los demás recursos,
las acciones y los procedimientos necesarios para que puedan propugnar la integridad del orden
jurídico, y por la protección de sus derechos individuales, de grupo o colectivos, frente a la
acción u omisión de las autoridades públicas."
Es de destacar que esta norma está contenida en el Capítulo 1 del Título 111 de la Carta Magna,
referido a los Deberes, Derechos Humanos y Garantías.
Constitución de la República de Cuba
La Constitución del 24 de febrero de 1976, con su reforma del 1 de agosto de 1992, contempla el
derecho de resistencia, en su Artículo 3, cuando establece:
"En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del
Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y
demás órganos del Estado que de ellas se deriva, en las formas y según las normas fijadas por la
Constitución y las Leyes.
Todos los ciudadanos tienen derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha
armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden
público, social y económico establecido por esta Constitución."
Constitución de la República de El Salvador
La Constitución del 15 de diciembre de 1983, cuya última reforma es del 30 de enero de 1992, en
su Artículo 87 establece el derecho de resistencia, de la siguiente manera:
"Se reconoce el derecho del pueblo a la insurrección, para el solo objeto de restablecer el orden
constitucional alterado por la trasgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al
sistema político establecidos, o por graves violaciones al, derecho consagrado en esta
Constitución.
El ejercicio de este derecho no producirá la abrogación ni la reforma de esta Constitución, y se
limitará a separar en cuanto sea necesario a los funcionarios transgresores, reemplazándolos de
manera transitoria hasta que sean sustituidos en la forma establecida por esta Constitución.
Las atribuciones y competencias que corresponden a los órganos fundamentales establecidos por
esta Constitución, no podrán ser ejercidos en ningún caso por una misma persona o por una sola
institución."
Constitución de la República de Guatemala
Constitución del 31 de mayo de 1985, con su reforma del 17 de noviembre de 1993, que en su
Artículo 94 establece los derechos innominados del hombre, al señalar lo siguiente:
"Derechos inherentes a la persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución
no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona
humana.
El interés social prevalece sobre el interés particular.
Serán nulas ipso iure las leyes y las disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que
disminuyan, restrinjan o tergiversen los Derechos que la Constitución garantiza."
Asimismo en sus disposiciones transitorias y finales, específicamente en el Artículo 21 se
establece la integridad constitucional cuando prevé:
"Sanciones a funcionarios o empleados públicos. Los funcionarios, empleados públicos u otras
personas que den o ejecuten ordenes contra lo dispuesto en los artículos anteriores, además de las
sanciones que les imponga la Ley, serán destituidos inmediatamente de su cargo, en su caso, e
inhabilitados para el desempeño de cualquier cargo o empleo público."
Constitución de la República de Honduras
La Constitución del 11 de enero de 1982, cuya última modificación es del 14 de diciembre de
1998, establece el derecho de resistencia en los Artículos 3 y 375, cuando establecen:
Artículo 3: "Nadie debe obediencia a un gobierno ni a quienes asuman funciones o empleos
públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o
desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales
autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden
constitucional."
Artículo 3 75: "Esta Constitución no pierde su vigencia ni deja de cumplirse por acto de fuerza o
cuando fuere supuestamente derogada o modificada por cualquier otro medio y procedimiento
distintos del que ella misma dispone. En estos casos, todo ciudadano investido o no de autoridad,
tiene el deber de colaborar en el mantenimiento o restablecimiento de su efectiva vigencia.
Serán juzgados según esta misma Constitución y las leyes expedidas en conformidad con ella,
los responsables de los hechos señalados en la primera parte del párrafo anterior, lo mismo que
los principales funcionarios de los gobiernos que se organicen subsecuentemente, si no han
contribuido a restablecer inmediatamente el imperio de esta Constitución y a las autoridades
constituidas conforme a ella. El Congreso puede decretar con el voto de la mayoría absoluta de
sus miembros, la incautación de todo o parte de los bienes de esas mismas personas y de quieres
se hayan enriquecido al amparo de la suplantación de la soberana popular o de la usurpación de
los poderes públicos, para resarcir a la República de los perjuicios que se le hayan causado."
Constitución de la República de los Estados Unidos Mexicanos
La Constitución de Querétaro del 31 de enero de 1917, cuya última reforma es del 22 de agosto
de 1996, en su Artículo 136 establece el derecho de resistencia cuando prescribe:
"Esta Constitución no perderá su fuerza y vigor, aún cuando por alguna rebelión se interrumpa su
observancia. En caso de que por cualquier trastorno público se establezca un gobierno contrario a
los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su
observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán
juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que
hubieren cooperado a ésta."
Constitución de la República de Nicaragua
La Constitución Nacional del 19 de noviembre de 1986, con su reforma del 01 de noviembre de
1995, estableció el derecho de resistencia, como un deber en lo relativo a la independencia, la
soberanía y la autodeterminación nacional, en su Artículo 1, al expresar:
"La independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional son derechos irrenunciables del
pueblo y fundamentos de la nación nicaragüense. Toda injerencia extranjera en los asuntos
internos de Nicaragua o cualquier intento de menoscabar esos derechos, atenta contra la vida del
pueblo. Es deber de todos los nicaragüenses preservar y defender estos derechos."
Constitución de la República de Paraguay
La Constitución del 20 de octubre de 1992, que en su Artículo 13 8, autoriza a los ciudadanos a
resistir a los usurpadores, y específicamente les concede el derecho de resistencia, cuando se
violenta lo dispuesto en el Artículo 137 constitucional. Tales normas establecen:
Artículo 137: "De la Supremacía de la Constitución. La ley suprema de la República es la
Constitución. Ésta, los tratados, los convenios y acuerdos internacionales aprobados y
ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior
jerarquía, sancionados en su consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden de
prelación enunciado.
Cualquiera que intente cambiar dicho orden, al margen de los procedimientos previstos en esta
Constitución, incurrirá en los delitos que se tipificarán y penarán en la ley.
Esta Constitución no perderá su validez si dejara de observarse por actos de fuerza o fuera
derogada por cualquier otro medio distinto del que ella dispone.
Carecen de validez todas las disposiciones y los actos de autoridad opuestos a lo establecido en
esta Constitución."
Artículo 138: "De la validez del orden jurídico. Se autoriza a los ciudadanos a resistir a dichos
usurpadores, por todos lo medios a su alcance. En la hipótesis de que una persona o grupo de
personas, invocando cualquier principio o representación contraria a esta Constitución, detenten
el poder público, sus actos se declararán nulos y sin ningún valor, no vinculantes y, por lo
mismo, el pueblo en ejercicio de su derecho de resistencia a la opresión, queda dispensado de su
cumplimiento.
Los Estados extranjeros que, por cualquier circunstancia, se relacionen con tales usurpadores, no
podrán invocar ningún pacto, tratado ni acuerdo suscripto o autorizado por el gobierno
usurpador, para exigirlo posteriormente como obligación o compromiso de la República del
Paraguay."
Constitución de la República del Perú
La Constitución peruana del 30 de diciembre de 1993, en su Artículo 46 establece el derecho de
resistencia en los siguientes términos:
"Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en
violación de la Constitución y las leyes.
La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional. Son nulos
los actos de quienes usurpan funciones públicas."
Nos parece de especial importancia destacar la presencia de la acción de cumplimiento contra
autoridades y funcionarios que se nieguen a acatar una norma legal o un acto administrativo.
Pudiésemos estar en presencia de un germen de desobediencia civil, limitado al mundo de la
inconformidad jurídica. Excede este derecho al previsto en nuestra legislación nacional en los
Artículos 42, numeral 23° y 182, numeral 1°, de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia, conocido como "acción de carencia o abstención".
La norma del Derecho Peruano se incorpora en el Título V sobre Garantías Constitucionales, en
su Artículo 200, numeral 6°, que establece lo siguiente:
"Son garantías constitucionales:
6°
La Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o funcionario
renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades
de ley."
Constitución de la República Dominicana
La Constitución Nacional del 28 de noviembre de 1996, que en su Artículo 99 establece el
Principio de la Inmutabilidad Constitucional, cuando establece:
"Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos. Toda decisión acordada por la
requisición de la fuerza armada es nula."
En este sentido se expresa el Artículo 120 constitucional, cuando indica que sólo podrá
reformársela por el trámite que ella indique, no pudiendo ningún poder constituido ni por
aclamación popular suspendida ni anulada.
Tal norma dispone: "La reforma de la Constitución sólo podrá hacerse en la forma que indica
ella misma, y no podrá jamás ser suspendida ni anulada por ningún poder ni autoridad ni
tampoco por aclamaciones populares."
Constitución de la República Oriental de Uruguay
De fecha 24 de agosto de 1966, con reforma plebiscitaría del 27 de noviembre de 1989, en cuyo
Artículo 330 se establece el Principio de Defensa de la Constitución Nacional en los siguientes
términos:
"El que atentare o prestare medios para atentar contra la presente Constitución después de
sancionada y publicada, será reputado, juzgado y castigado como reo de esa Nación."
Asimismo, el Artículo 332 constitucional, cuando habla de los derechos indeterminados
inherentes al hombre, propone que la falta de reglamentación se supla mediante la analogía,
principios generales del derecho y la doctrina, estableciéndose así, la plenitud hermética del
Derecho Constitucional en materia de Derechos Humanos, específicamente incluimos la
Desobediencia Civil. Dicho Artículo establece:
"Los preceptos de la presente Constitución que reconocen derechos a los individuos, así como
los que atribuyen facultades e imponen deberes a las autoridades públicas, no dejarán de
aplicarse por falta de la reglamentación respectiva, sino que ésta será suplida, recurriendo a los
fundamentos de leyes análogas, a los principios generales de derecho y a las doctrinas
generalmente admitidas."
CONSTITUCIONES EUROPEAS
En el continente europeo se ha desarrollado el tema del derecho de resistencia en diversas
constituciones; de las cuales destacamos la Constitución de la República Portuguesa, la de
Alemania y la Española. En esta última se observa una inclinación hacia el planteamiento de la
defensa de los derechos del hombre que podríamos semejar a lo establecido en nuestra
Constitución en el Artículo 22.
La Constitución de la República Portuguesa, Cuarta Revisión de 1997, contempla en su Artículo
7, numeral 3°:
"Portugal reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación e independencia y al
desarrollo, así como el derecho a la insurrección contra todas las formas de opresión."
La Constitución de la República Federal de Alemania del 04 de Noviembre de 1995, en su
Artículo 20, numeral 4° contempla:
"Contra cualquiera que intente derribar ese orden les asiste a todos los alemanes el derecho de
resistencia cuando no fuere posible otro recurso."
La Constitución Española de 1978 en su Artículo 10 contempla:
"La dignidad de la persona, los derechos que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político
y de la paz social."
CAPITULO IV
CASO VENEZOLANO
TRATAMIENTO EN ALGUNAS CONSTITUCIONES VENEZOLANAS
Si analizamos la desobediencia civil como elemento integrante del derecho de resistencia, sin
haber llegado aún a las especificidades que esta investigación ha arrojado, podemos observar
cómo las Constituciones de la República contemplan a esta última institución de manera similar
durante toda la historia republicana. El momento político de 1811 hace que se ponga el énfasis
en el aspecto obligacional o represivo con relación al ciudadano, lo cual va variando en el
transcurso del tiempo para colocarse, más bien como un derecho - deber del ciudadano.
Específicamente las Constituciones de 1811, 1819 y 1821, se redactan de manera similar,
iniciándose un cambio de estilo a partir de entonces y que se mantiene hasta la presente fecha.
Tales normas constitucionales plantean:
Constitución Federal de 1811:
Artículo 216:
"Toda reunión de gente armada, baxo qualquiera pretexto que se forme, si no emana de órdenes
de las autoridades constituidas, es un atentado contra la seguridad pública, y debe dispersarse
inmediatamente por la fuerza, y toda reunión de gente sin armas que no tenga el mismo origen
legítimo, se disolverá primero por órdenes verbales; y siendo necesario, se destruirá por las
armas en caso de resistencia, ó de tenaz obstinación".
Constitución de 1819:
Sección Segunda Artículo 4:
"No debe el ciudadano conformarse con no quebrantar las leyes. Es necesario que vele además
sobre su observancia, y ponga todos los medios a su alcance para hacerlas cumplir, empleando el
ejemplo, la persuasión y la representación á las autoridades, si todos los otros medios fueren
ineficaces".
Constitución de Cúcuta de 1821:
Sección II Artículo 5:
"Son deberes de cada colombiano, vivir sometido a la Constitución y á las leyes; respetar y
obedecer á las autoridades que con sus órganos; contribuir á los gastos públicos; y estar pronto
en todo tiempo á servir y a defender a la Patria, haciéndole el sacrificio de sus bienes y de su
vida si fuere necesario".
Estas tres constituciones que fueron las primeras de la República, contemplan la figura del
derecho de resistencia dentro del ámbito político que imperaba para la época, observándose que
son sumamente represivas dadas estas circunstancias.
Constitución de 1864:
Artículo 104:
"Toda autoridad usurpada es ineficaz; sus actos son nulos. Toda decisión acordada por
requisición directa o indirecta de la fuerza armada o de reunión de pueblo en actitud subversiva,
es nula de derecho y carece de eficacia".
Es de hacer notar que las constituciones subsiguientes transcriben de manera íntegra el texto
anterior, y es en la Constitución de 1936 que se mantiene de igual forma, empero se agrega un
Artículo que contempla de manera específica el delito de sedición o rebeldía, el cual se transcribe
a continuación.
Constitución de Los Estados Unidos de Venezuela de 1936:
Artículo 40:
"La soberanía reside en el pueblo quien la ejerce por medio de los Poderes Públicos. Toda fuerza
o reunión armada de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione así, comete
delito de sedición o rebeldía contra los Poderes Públicos y serán castigados conforme a las
leyes".
Constitución de 1961:
Artículo 250:
"Esta constitución no perderá su vigencia si deja de observarse por acto de fuerza o fuere
derogada por cualquier otro medio distinto del que ella misma dispone. En tal eventualidad todo
ciudadano, investido o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su
efectiva vigencia" ...omissis...
Constitución de 1999:
Ahora bien, observada la desobediencia civil como un derecho indeterminado e irrenunciable del
ciudadano su expresión jurídica la podemos encontrar en los Artículos 50 y 22 de las
Constituciones de 1961 y 1999 respectivamente, cuyo contenido normativo es el siguiente:
Artículo 50:
"La enunciación de los derechos y garantías contenida en esta Constitución no debe entenderse
como negación de otros que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en
ella.
La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos ".
Artículo 22:
"La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y en los
instrumentos internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como negación de
otros que, siendo inherentes a la persona no figuren expresamente en ellos. La falta de ley
reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos".
CONCLUSIONES
Como corolario de la investigación realizada llegamos a las siguientes conclusiones:
1. La desobediencia civil se halla hasta el presente, confundida y contenida dentro del
concepto del derecho de resistencia. Ello significa una dificultad en sus análisis, y
justifica el estudio que ayude a determinar las especificidades que les diferencian.
2. La desobediencia civil tiene un alto contenido político, que le permite expresarse en
enfrentamiento con el orden jurídico, no sólo en el aspecto legal, sino en el de la
conveniencia u oportunidad para la vigencia y aplicación de la norma.
3. La Constitución de 1999, contiene la figura de la democracia participativa, la cual excede
los marcos de la democracia representativa, Y le permite a la sociedad civil conductas de
contumacia que conseguirán en esta institución un cauce para sus expresiones.
4. La sociedad civil hará uso de esta institución, de raigambre política cuando considere que
existe contradicción entre el derecho positivo y la justicia. Esto adquirirá mayor
importancia si se observa que el Estado venezolano se refunda bajo la idea de un estado
de justicia y de derecho.
5. Desde el punto de vista jurídico, la desobediencia civil se corresponde con una expresión
de confrontación con un aspecto del orden legal, pero no implica el enfrentamiento
absoluto con el sistema político imperante. Una conducta como esta última hace presente
al derecho de resistencia.
6. Se le diferencia de esta última, por cuanto en términos generales supone el apego al orden
político existente, y la disconformidad se refiere a una aspecto puntual del orden jurídico.
7. Desde el punto de vista del Derecho Positivo, la desobediencia civil constituye un
derecho humano irrenunciable e indeterminado, garantizado en su vigencia y efectividad
por la norma supraconstitucional de respeto a los derechos del hombre y del ciudadano,
que no requieren enunciación expresa.
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