Roj: STSJ GAL 754/2016

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Roj: STSJ GAL 754/2016 - ECLI:ES:TSJGAL:2016:754
Id Cendoj: 15030340012016100466
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Sede: Coruña (A)
Sección: 1
Nº de Recurso: 4690/2015
Nº de Resolución: 1063/2016
Procedimiento: RECURSO SUPLICACION
Ponente: RICARDO PEDRO RON LATAS
Tipo de Resolución: Sentencia
T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL A CORUÑA
PLAZA DE GALICIA
Tfno: 981184 845/959/939
Fax: 881881133 /981184853
NIG: 32054 44 4 2015 0001844
402250
RSU RECURSO SUPLICACION 0004690 /2015 MCR
Procedimiento origen: DESPIDO/CESES EN GENERAL 0000446 /2015
Sobre: DESPIDO DISCIPLINARIO
RECURRENTE/S D/ña VIAS Y CONSTRUCCIONES SA
ABOGADO/A: JOSE IGNACIO HERNANDEZ MARCOS
PROCURADOR: XULIO XABIER LOPEZ VALCARCEL
GRADUADO/A SOCIAL:
RECURRIDO/S D/ña: Leandro
ABOGADO/A: MARIA SOL ROMERO SALGADO
PROCURADOR:
GRADUADO/A SOCIAL:
ILMO. SR. D. ANTONIO GARCIA AMOR
ILMA. SRA. D. BEATRIZ RAMA INSUA
ILMO. SR. D. RICARDO RON LATAS
En A CORUÑA, a veintitres de Febrero de dos mil dieciséis.
Tras haber visto y deliberado las presentes actuaciones, el T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL, de
acuerdo con lo prevenido en el artículo 117.1 de la Constitución Española ,
EN NOMBRE DE S.M. EL REY
Y POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE
EL PUEBLO ESPAÑOL
ha dictado la siguiente
SENTENCIA
1
En el RECURSO SUPLICACION 0004690 /2015, formalizado por el/la letrado D/Dª JOSE IGNACIO
HERNANDEZ MARCOS, en nombre y representación de VIAS Y CONSTRUCCIONES SA, contra la sentencia
número 404 /15 dictada por XDO. DO SOCIAL N. 2 de OURENSE en el procedimiento DESPIDO/CESES
EN GENERAL 0000446 /2015, seguidos a instancia de Leandro frente a VIAS Y CONSTRUCCIONES SA,
siendo Magistrado-Ponente el/la Ilmo/a Sr/Sra D/Dª RICARDO RON LATAS.
De las actuaciones se deducen los siguientes:
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO: D/Dª Leandro presentó demanda contra VIAS Y CONSTRUCCIONES SA, siendo turnada
para su conocimiento y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, dictó la sentencia número
404 /15, de fecha quince de Julio de dos mil quince
SEGUNDO: En la sentencia recurrida en suplicación se consignaron los siguientes hechos
expresamente declarados probados:
PRIMERO. -El actor O. Leandro prestó servicios por cuenta y bajo la dependencia de la empresa
demandada "VIAS Y CONSTRUCCIONES S.A." desde el 1-2-2012, ostentando la categoría profesional: Grupo
IV- Oficial Operario 1ª percibiendo un salario mensual de 3.806,42.-€ incluido el prorrateo de las pagas extras.
SEGUNDO.-La relación laboral entre las partes se articuló a medio de un contrato de trabajo fijo de obra,
para prestar sus servicios en la obra para la construcción de la plataforma de Línea de alta velocidad MadridGalicia, Olmedo-Medina, Zamora- Puebla de Sanabria-Lubian-Ourense, Tramo Ponte AmbiaTaboadela; obra
en la que la empresa demandada era la contratista principal.
Dicho contrato figura incorporado a autos, teniendo aquí su integro contenido por reproducido.
El 26-11-2012, se produce un cambio de obra, para la obra Tunel de Prado; suscribiendo el actor el
documento de renovación.
Dicha obra fue subcontratada a la demandada "Vias y Construcciones S.A", por UTE Prado.
El 8-1-2013, se produce otro cambio de obra para prestar servicios en la Obra de construcción de la
plataforma del corredor Norte-Noroeste de alta velocidad, "Linea de alta velocidad Madrid-Galicia. Tramo Tunel
de Prado. Vía izquierda Solución variente", suscribiendo el actor el documento de renovación de contrato.
Dicha obra fue subcontratada a la demandada Vias y Construcciones S.A. por la UTE TUNEL DE Prado.
El actor prestó sus servicios indistintamente en cada una de las obras.
TERCERO.-En fecha 22-5-2015, recibió comunicación escrita remitida por la demandada, de extinción
de la relación laboral, del siguiente tenor literal:
"Muy Sr. nuestro:
Por medio de este escrito, y en su condición de empleado de esta empresa, se le notifica su cese por
TERMINACION TRABAJOS DE SU ESPECIALIDAD a tenor de lo previsto en el artículo 49.1.0 del Estatuto
de los Trabajadores y lo establecido en el propio contrato.
La fecha de efecto del cese será el 22 de Mayo 2015, siendo este el último día de prestación de servicio.
A su vez, en cumplimiento de la obligación impuesta por el Real Decreto Legislativo 1/1995 Art.49.2 ,
adjuntamos a este escrito propuesta de documento de la liquidación que se le va a practicar con ocasión de
la extinción del contrato, con el detalle de las cantidades que en tal concepto se le adeudan.
Sirva la presente como preaviso y denuncia de la finalización de la relación laboral, según lo regulado
en el ordenamiento vigente (...)"
CUARTO.-El actor no ostenta ni ha ostentado la condición de representante legal de los trabajadores.
QUINTO.- Se tuvo por intentada sin efecto la conciliación ante la UPMAC
TERCERO: En la sentencia recurrida en suplicación se emitió el siguiente fallo o parte dispositiva:
Que estimando la demanda interpuesta por O.
Leandro
contra la empresa, VIAS Y
CONSTRUCCIONES S.A. debo declarar y declaro improcedente el despido del actor llevado a cabo el
22-5-2015 y en consecuencia condeno a la citada empresa a que a su opción readmita al actor en las mismas
condiciones que regían antes de producirse el despido o le indemnice la cantidad de: 14.234,97.-€ en concepto
2
de indemnización, advirtiéndose que la antedicha opción deberá efectuarse por la empresa demandada ante
este Juzgado en el plazo de los cinco días siguientes a la notificación de la presente resolución.
CUARTO: Frente a dicha sentencia se anunció recurso de suplicación por formalizándolo
posteriormente. Tal recurso fue objeto de impugnación por la contraparte.
QUINTO: Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales, a esta Sala de lo
Social, tuvieron los mismos entrada en este T.S.X.GALICIA SALA DO SOCIAL en fecha 9/11/15.
SEXTO: Admitido a trámite el recurso se señaló el día 23/2/16 para los actos de votación y fallo.
A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de Sala los siguientes,
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Frente a la sentencia de instancia que estimó la demanda, interpone recurso la
representación letrada de la parte demandada, construyendo el primero de los motivos de suplicación al
amparo del art. 193 a) de la LRJS , interesando la reposición de los autos al estado en que se encontraban en el
momento de producirse infracción de normas esenciales del procedimiento que hayan producido indefensión,
denunciando infracción de los arts. 97.2 LRJS , 209.2 LEC , art. 240 LOPJ , y sentencias del TS que cita
estimando que la sentencia predetermina el fallo al establecer el salario del trabajador. El motivo no se acepta.
La nulidad de actuaciones, como remedio extraordinario, es de excepcional aplicación, siendo preciso para
su apreciación que, además de producirse una efectiva y real violación de una norma de procedimiento de
carácter esencial, se haya producido indefensión, lo que no acontece en el supuesto litigioso. Y es que, tanto
la posible omisión de datos como la hipotética errónea apreciación en el relato fáctico (con inclusión de juicios
de valor o conceptos predeterminante) puede subsanarse a través del cauce previsto en el apartado b) del art.
193, de la Ley Rituaria Laboral , haciendo uso de la petición revisora en el mismo recogida. De este modo, la
parte recurrente puede subsanar los defectos en los que, a su entender, hubiere podido incurrir la sentencia
de instancia. De esta forma, resulta incuestionable que el recurrente no puede pretender la nulidad de la
sentencia aduciendo defectos que en su mano está corregir. Es más, la indefensión aducida en el recurso
(proscrita, en efecto, por el art. 24 CE ) no nace de toda infracción de las reglas procesales, sino tan sólo de
aquella que se traduce en privación o limitación real del fundamental derecho de defensa, de manera que la
prohibición de indefensión tiene carácter material más que formal, y no se entiende producida cuando, pese
a la existencia de infracciones procesales, no se impide la aplicación efectiva del principio de contradicción
mediante el adecuado desarrollo de la dialéctica procesal o cuando no se merman las oportunidades de la
parte para alegar y probar lo que a su derecho convenga.
SEGUNDO .- Con amparo en el art. 193, letra c), de la LRJS , la parte recurrente construye el segundo
de los motivos de suplicación, denunciando infracción de los arts. 26.1 y 2 y 56.1 ET , arts. 47.3 , 48 a )
y d ) y 61 del V Convenio Colectivo General del Sector de la Construcción , art. 13 del Convenio Colectivo
Provincial de la Construcción de Ourense y DF 3ª RDLey 16/2013, estimando, en esencia, que del salario del
actor deben ser deducidos los conceptos relativos a horas extraordinarias y plues extrasalarial al efecto de
concretar la indemnización por despido.
El motivo no prospera. Y es que, tal y como viene sosteniendo este Tribunal desde hace años, al no
haberse logrado modificar la apreciación del Juzgador de instancia que sirvió de antecedente amparador al
basamento jurídico que en la sentencia impugnada se precisó, no podrá prosperar la revisión en derecho
cuando no se hayan alterado los supuestos de hecho que en la resolución en cuestión se constatan, y entre
una y otra dimensión de la sentencia exista una íntima relación de ambos presupuestos (doctrina ésta que
resulta de aplicación en aquellos caso, como el que aquí nos ocupa, en los que la revisión sustantiva tenga
como presupuesto necesario la modificación de la narración fáctica), circunstancias éstas que son las que
concurren en la presente litis , no habiendo logrado la parte recurrente desvirtuar la conclusión a la que llega
el juzgador de instancia cuando afirma que el salario del actor es de 3.793,656 euros, no habiendo solicitado
en base al art. 193 b) LRJS la supresión de posibles conceptos predeterminantes del fallo, o la inclusión de
nuevos hechos probados.
TERCERO .- Con amparo en el art. 193 b) LRJS se formula el tercero de los motivos de suplicación,
interesando la modificación del HDP 2º, con el fin de que quede redactado como sigue: " La relación laboral
entre las partes se articuló a medio de un contrato de trabajo fijo de obra, para prestar sus servicios en la obra
para la construcción de la plataforma de Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia, Olmedo-Medina, ZamoraPuebla de Sanabria-Lubian-Ourense, Tramo Ponte Ambia-Taboadela, obra en la que la empresa demandada
era la contratista principal.
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Dicho contrato figura incorporado a autos, teniendo aquí su íntegro contenido reproducido.
El 26-11-2012, se produce un cambio de obra, para la obra Túnel de Prado; suscribiendo el actor el
documento de renovación.
UTE PRADO PORTO, resultó adjudicataria por parte del ADIF de la obra para la construcción del
Proyecto de construcción de plataforma. Corredor Norte-noroeste de alta velocidad. Línea de Alta Velocidad
Madrid-Galicia. Tramo.Prado-Porto, -documento 12 del ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A.-,
en la que una de la unidades de obra que componían dicha obra, era la ejecución del túnel de prado para
la vía derecha de 7606 metros de longitud, según obra en el pliego de condiciones del contrato adjudicado
a UTE PRADO PORTO, que se acompaña al ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A. como
Documento núm. 11.
Dicha construcción del Túnel de Prado, en su vía derecha, fue subcontratada a la demandada VIAS y
CONSTRUCCIONES S.A., por UTE PRADO PORTO en virtud de un de contrato mercantil de arrendamiento
de obra de fecha 7 de agosto de 2012, documento núm. 13 del ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES
S.A.
El 8-1-2013, se produce otro cambio de obra para prestar servicios en la obra de construcción de la
Plataforma del corredor Norte-Noroeste de alta velocidad, "Línea de alta velocidad Madrid-Galicia. Tramo
Túnel de Prado. Vía izquierda solución variante", suscribiendo el actor de renovación de contrato.
UTE TUNEL DE PRADO, resultó adjudicataria por parte del ADIF de la obra para la construcción
de la Plataforma del corredor Norte-Noroeste de alta velocidad, "Línea de alta velocidad Madrid-Galicia.
Tramo Túnel de Prado. Vía izquierda Solución variante, -documento 21 y 22 del ramo probatorio de VIAS
y CONSTRUCCIONES S.A., en la que una de la unidades de obra que componían dicha obra, era la
ejecución del túnel de prado para la vía izquierda de 7,61 Kilómetros de longitud, según obra en el pliego de
condiciones del contrato adjudicado a UTE TUNEL DE PRADO, que se acompaña al ramo probatorio de VIAS
y CONSTRUCCIONES S.A. como Documento núm. 20.
Dicha construcción del Túnel de Prado, en su vía izquierda fue subcontratada a la demandada
VL4S y CONSTRUCCIONES S.A., por UTE TUNEL DE PRADO en virtud de un de contrato mercantil de
arrendamiento de obra de fecha 8 de enero de 2013, documento núm. 23 del ramo probatorio de VIAS y
CONSTRUCCIONES S.A.
El actor prestó servicios indistintamente en cada una de las obras ".
La revisión se apoya en los documentos 11 a 13 y 20 a 22 del ramo de prueba de la parte recurrente.
El motivo no prospera, debido a su carácter conclusivo-valorativo más que meramente fáctico, resultado de
la interpretación de parte de los documentos invocados.
CUARTO .- Con amparo en el art. 193, letra c), de la LRJS , la parte recurrente construye el cuarto
motivo de recurso en el que se alega la infracción del art. 15. 1 a) del ET , y el art. 2 2º del RD 2720/1998
por el que se desarrolla el art. 15 del ET citado. En el siguiente motivo que es el quinto, con el mismo amparo
procesal se aduce la infracción del art. 15.1 a) del ET y del art. 9 1º del RD 2720/1998 y sentencias que cita.
En el sexto motivo, con amparo en el mismo precepto procesal se alega la infracción del art. 15.1 a) del ET ; el
art. 20 del IV Convenio Colectivo del Sector de la Construcción y art. 24 del V Convenio Colectivo del Sector
de la Construcción y jurisprudencia que cita. En el séptimo motivo, con amparo en el mismo precepto procesal
se alega la infracción del art. 15.3 del ET y la Jurisprudencia que cita. En el noveno motivo, con amparo en
el mismo precepto procesal se alega la infracción del art. 15.1 a) del ET ; el art. 24 del V Convenio Colectivo
del Sector de la Construcción ; la DA 1ª de la Ley 35/2010 de 17 de septiembre y la DA 3ª de la Ley 32/2006
de la subcontratación en este sector. Como todos estos motivos están íntimamente unidos serán resueltos
conjuntamente, sin embargo, no pueden prosperar, y el motivo resulta ser que este Tribunal en sentencia de
fecha 25 de noviembre de 2015 (rec. núm. 3700/2015 ), concluyó en supuestos sustancialmente idéntico al
que nos ocupa lo que sigue:
"Que el contrato para obra o servicio determinado se caracteriza porque la actividad a realizar por
la empresa consiste en la ejecución de una determinada actuación que necesariamente tiene una duración
limitada en el tiempo y responde a necesidades autónomas y no permanentes de la producción, por lo que
no cabe el recurso a esta modalidad contractual para ejecutar tareas de carácter permanente y de duración
indefinida en el tiempo, que ha de mantenerse y perdurar por no responder a circunstancias excepcionales que
pudieran conllevar su limitada duración, sino que forman parte del proceso productivo ordinario. Sólo puede
acudirse a este tipo de contrato cuando la obra o servicio tenga autonomía o sustantividad propia dentro de
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la actividad de la empresa, pero no cuando se trata de la realización habitual y ordinaria de las tareas que
constituyen la actividad empresarial ( STS 1-10-2001 ).
La doctrina unificada -así, las SSTS 19/03/02 (RJ 2002\5989 ) y 21/03/02 (RJ 2002\5990), tiene indicado
que sus requisitos son los siguientes: «a) que la obra o servicio que constituya su objeto, presente autonomía
y sustantividad propia dentro de lo que es la actividad laboral de la empresa; b) que su ejecución, aunque
limitada en el tiempo, sea en principio de duración incierta; c) que se especifique e identifique en el contrato, con
precisión y claridad, la obra o el servicio que constituye su objeto; y d) que en el desarrollo de la relación laboral,
el trabajador sea normalmente ocupado en la ejecución de aquélla o en el cumplimiento de éste y no en tareas
distintas» ( SSTS 10/12/96 [ RJ 1996\9139 ], 30/12/96 [ RJ 1996\9864 ], 11/11/98 [ RJ 1998\9623 ], 28/12/98
[ RJ 1999\387 ,], 03/02/99 [ RJ 1999\1152 ], 08/06/99 [ RJ 1999\5209 ], 19/07/99 [ RJ 1999\5797 ], 21/09/99
[ RJ 1999\7534 ], 26/10/99 [RJ 1999\7838 ] y 01/10/01 [RJ 2001\8490]; y recordando tal criterio jurisprudencial,
las SSTSJ Galicia 12/03/99 R. 1267 [AS 1999 \5271 ], 08/10/99 R. 3921/96 , 12/11/99 R. 4277/96 , 15/02/00
R. 5149/96 , 24/02/00 R. 5583/96 , 20/10/00 R. 1839/97 , 07/12/00 R. 3312/97 [ JUR 2001\50288 ], 20/09/01
R. 3892/01 [ JUR 2001\316794 ], 12/09/02 R. 3594/02 [ AS 2002\3413 ], 21/09/02 R. 1305/99 , 28/02/03 R.
176/03 , 06/03/03 R. 398/03 , 02/10/03 R. 3848/03 [JUR 2004\48321 ] y 20/12/03 R. 2343/01 ).
La doctrina se atenúa - STS 23/09/02 (RJ 2003\704)- en supuestos de prestación de servicios bajo esta
modalidad cuando el empresario realizaba una contrata, pues - SSTS 20/11/00 ( RJ 2001\1422 ), siguiendo
precedentes de 15/01/97 ( RJ 1997\497 ), 18/12/98 ( RJ 1999\307 ), 28/12/98 (RJ 1999\387 ) y 06/06/99
(RJ 1999\5209)-, aunque en estos casos «no existe propiamente un trabajo dirigido a la ejecución de una
obra entendida como elaboración de una cosa determinada dentro de un proceso con principio y fin, y
tampoco existe un servicio determinado entendido como una prestación de hacer que concluye con su total
realización», se aprecia, sin embargo, la concurrencia de «una necesidad de trabajo temporalmente limitada
para la empresa y objetivamente definida y ésa es una limitación conocida por las partes en el momento de
contratar y que opera, por tanto, como un límite temporal previsible en la medida en que el servicio se presta
por encargo de un tercero y mientras se mantenga éste».
La misma jurisprudencia insiste en la necesidad de que concurran conjuntamente todos los requisitos
enumerados para que la contratación temporal por obra o servicio determinado pueda considerarse ajustada a
Derecho (se citan las SSTS de 21/09/93 [ RJ 1993\6892 ], 26/03/96 [ RJ 1996\2494 ], 20/02/97 [ RJ 1997\1457 ],
21/02/97 [ RJ 1997\1572 ], 14/03/97 [ RJ 1997\2467 ], 17/03/98 [ RJ 1998\2682 ], 30/03/99 [ RJ 1999\4414 ],
16/04/99 [ RJ 1999\4424 ], 29/09/99 [ RJ 1999\7540 ], 15/02/00 [ RJ 2000 \2040 ], 31/03/00 [ RJ 2000\5138 ],
15/11/00 [ RJ 2000\10291 ], 18/09/01 [RJ 2001\8446]), destacando muy especialmente el que siempre se haya
considerado decisivo que quedara acreditada la causa de la temporalidad, por lo que es trascendente que se
cumpla la previsión del art. 2.2 a) citado en orden a la obligación de identificar en el contrato -con toda claridad
y precisión- cuál sea la obra concreta o el servicio determinado que lo justifican, pues - STS 26/03/96 (RJ
1996\2494)- «si no quedan debidamente identificados la obra o servicio al que el contrato se refiere, no puede
hablarse de obra o servicio determinados; mal puede existir una obra o servicio de esta clase, o al menos
mal puede saberse cuáles son, si los mismos no se han "determinado" previamente en el contrato concertado
entre las partes; y si falta esta concreción o determinación es forzoso deducir el carácter indefinido de la
relación laboral correspondiente, por cuanto que, o bien no existe realmente obra o servicio concretos sobre
los que opere el contrato, o bien se desconoce cuáles son, con lo que se llega al mismo resultado» (también
SSTS 22/06/90 [ RJ 1990\5517 ], 26/09/92 [RJ 1992\6816 ] y 21/09/93 [RJ 1993\6892]). Y ello siquiera la
forma escrita con inclusión de ese dato no constituya exigencia «ad solemnitatem», ni tampoco sea «iuris et de
iure» la presunción que establece el art. 9.1 RD 2720/1998 (RCL 1999\45) para los incumplimientos formales,
de manera que es destruible por prueba en contrario que acredite su naturaleza temporal; más si la prueba
fracasa el contrato deviene indefinido.
Que por su parte el contrato fijo de obra en el sector de la construcción, como acertadamente indica la
juzgadora de instancia, debe acomodarse a las normas legales y reglamentarias que regulan el contrato de
obra y a la interpretación jurisprudencial que se acaba de transcribir en relación a esos requisitos legales y
reglamentarios ( STS de 30 de junio de 2005 , RCUD nº 2426/2004 ).
En el caso que nos ocupa, el contrato fijo de obra se suscribe el 29 de agosto de 2011 y tenía objeto la
obra "Tramo Ponte Ambia-Taboadela" dentro del proyecto para la construcción de la plataforma de Línea de
alta velocidad Madrid-Galicia, Olmedo- Medina, Zamora-Puebla de Sanabria-Lubián-Ourense, y en la que la
empresa recurrente era la empresa contratista principal. No está en discusión la precisión en la identificación
de esa primera obra, ni que el trabajador estuvo destinado en ella realizando las funciones propias de su
categoría profesional.
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La segunda obra a la que fue destinado el actor en fecha 19 de noviembre de 2012 fue la obra "Tramo
túnel de Prado para la vía derecha de 7.606 metros de longitud", que fue una obra adjudicada por ADIF a la
UTE PRADO PORTO (formada entre otras empresas por la propia recurrente) y cuya UTE subcontrató a la
recurrente VIAS Y CONSTRUCCIONES SA en fecha 7 de agosto de 2012. Sin embargo, no se hizo constar
en el documento de renovación de la obra que ésta era la correspondiente a la vía derecha, cuando es cierto
que existe en el mismo Túnel de Prado otra obra diferente que es la correspondiente a la vía izquierda. Niega
la trascendencia de dicha imprecisión la empresa recurrente, alegando que en esa fecha la citada empresa
sólo era subcontratista de esa obra, de modo que la falta de precisión sobre si se trataba de la vía derecha o
izquierda no es relevante, ya que podía integrarse con los propios contratos entre mercantiles. Pero al margen
de que ello era desconocido por el trabajador, lo que siempre es rechazable, es lo cierto que esa imprecisión
no puede quedar impune, pues con ese cambio de obra en esas condiciones identificada el actor podía ser
destinado a cualquier obra identificada como "Túnel del Prado", así como facilitaba a la empresa un nuevo
cambio de obra sin que computase como tal, teniendo en cuenta que el plazo máximo para poder cambiar
de centro de trabajo (obra) es de tres años, aunque el contrato pueda demorarse más allá de los tres años si
los trabajos de su especialidad en la última obra se prolongan más allá de dicho término. Así es que por un
lado, es cierto como alega la parte recurrente que el contrato puede durar más de tres años sin que por ello
pueda devenir indefinido por esa causa, pues lo que lo convierte en indefinido son los cambios posteriores
a ese plazo de tres años.
En efecto, debe recordarse que el art. 24 3º del Convenio Colectivo del Sector de la Construcción indica
que "el personal fijo de obra, sin perder dicha condición de fijo de obra, podrá prestar servicios a una misma
empresa en distintos centros de trabajo de una misma provincia siempre que exista acuerdo expreso para
cada uno de los distintos centros sucesivos, durante un periodo máximo de 3 años consecutivos, salvo que
los trabajos de su especialidad en la última obra se prolonguen más allá de dicho término, suscribiendo a tal
efecto el correspondiente documento según el modelo que figura en el Anexo II y devengando los conceptos
compensatorios que correspondan por sus desplazamientos".
En todo caso, se ha producido una conducta más grave siquiera como es la de que el actor fuese
destinado de forma indistinta en ambas obras, la segunda y tercera. Así lo ha declarado probado la juez en el
hecho probado segundo, y la parte recurrente ha mantenido inalterado este ordinal, pese a que ha pretendido
y obtenido su modificación en el motivo de revisión fáctica, pero inatacando dicha afirmación. El modo en el
que la juez ha llegado a esa conclusión fáctica no es relevante en este momento procesal, toda vez que la Sala
debe ceñirse a los hechos declarados probados fijados en la instancia y que por incombatidos han quedado
firmes. Tampoco es de recibo la alegación de que cómo la parte no alegó esa irregularidad contractual, la juez
no podía permitir la práctica de prueba alguna sobre esta cuestión, o plantear de oficio cuántas cuestiones
fuesen de su interés, pues ya se ha dicho que la juez no está vinculada por el derecho presentado por las
partes, y puede resolver dentro de lo que se le plantea, por diferentes argumentos jurídicos. Es por ello que
la juez puede preguntar lo que tenga por conveniente, cuestión ésta que se introduce en este motivo, pero
que no supone una cuestión de naturaleza sustantiva, propia del motivo de impugnación del art. 193 c) de
la LRJS , que sólo prevé la denuncia de normas sustantivas. En todo caso, procede recordar que el art. 87
3º de la LRJS señala que " El órgano judicial podrá hacer, tanto a las partes como a los peritos y testigos,
las preguntas que estime necesarias para el esclarecimiento de los hechos. Los litigantes y los defensores
podrán ejercitar el mismo derecho.
El juez o tribunal, sin apartarse de las pretensiones y causa de pedir que expresen las partes en la
demanda y contestación, podrá someter a las partes para alegaciones durante el juicio cuantas cuestiones
deban ser resueltas de oficio o resulten de la fundamentación jurídica aplicable, aun cuando hubiera
sido alegada de modo incompleto o incorrecto. Igualmente podrá solicitar alegaciones sobre los posibles
pronunciamientos derivados que por mandato legal, o por conexión o consecuencia, resulten necesariamente
de las pretensiones formuladas por las partes.
Por último, el art. 24 del V Convenio Colectivo del Sector de la Construcción no permite en modo alguno
la prestación de servicios simultánea en varias obras, aunque éstas sean obras a las que previamente fue
destinado (cambiado) el trabajador con su consentimiento. Precisamente el sentido de la norma es claro al
respecto, pues utiliza expresamente la palabra "sucesivos". La norma convencional trata de limitar el abuso
de esa contratación temporal, limitando no la duración máxima del contrato, pero si la duración máxima del
tiempo dentro del cual se pueden producir los cambios, de modo que sea la última obra la que determina la
duración total del contrato de fijo de obra, introduciendo de este modo seguridad jurídica a las partes, la que
se rompe si el trabajador puede seguir prestando sus servicios en obras anteriores, y por lo tanto prolongar
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su contrato en atención no a la última obra sino a cualquiera de las anteriores, realizando un recorrido inverso
al inicial; y permitiendo sobre todo cambios de centro de trabajo después del plazo máximo de tres años.
Y como se ha acreditado y lo afirma la propia recurrente, esas dos últimas obras no fueron sucesivas,
sino que desde el 8 de enero de 2013 se simultanearon, y la juez ha declarado probado que el actor presto
servicios indistintamente en ambas; es decir que habiéndose producido el cambio de centro de trabajo el 8
de enero de 2013, trabajó tanto para la obra anterior, Tramo Túnel de Prado vía derecha, como en la nueva,
Tramo Túnel de Prado vía izquierda, de manera que fue destinado a una obra distinta para la que estaba
adscrito en ese momento, lo que contraviene la doctrina de que en el desarrollo de la relación laboral, el
trabajador sea normalmente ocupado en la ejecución de aquélla o en el cumplimiento de éste y no en tareas
distintas. Y a esa infracción colaboró el hecho de que en el primer cambio de obra (19-11-2012), no se hallase
identificada la obra de forma precisa, de modo en la práctica permitió a la empresa destinarlo a una y otra obra.
Además, la prestación de servicios indistintos en ambas obras implica la realización de cambios
posteriores al plazo de los tres años, el que finalizó el 29 de agosto de 2014, pues si el contrato se extingue el
8 de enero de 2015, entre el 29 de agosto de 2014 y el 8 de enero de 2015, tuvo oportunidad la empresa, en
contra de lo prescrito convencionalmente, de realizar cambios de centro de trabajo contraviniendo el convenio
colectivo.
Todas esas irregularidades conllevan que la contratación temporal efectuada deba considerarse
fraudulenta, pues las conductas descritas determinan que la empresa utilizó los servicios del trabajador como si
de un trabajador fijo de plantilla se tratase; esto es, destinándolo a aquellas obra a las que tuvo por conveniente,
en función de sus propias necesidades productivas generales, y no en función de la concreta obra para la que
había sido contratado o cambiado. No es una irregularidad formal accesoria, pues si el trabajador es fijo de
obra, sólo puede prestar servicios en las obras para las que sea destinado de forma sucesiva en ese período
máximo de tres años, sin que pueda la empresa destinarlo después de ese tiempo o mientras dura el contrato
temporal a obras distintas para las que está contratado o cambiado. Y ese incumplimiento incide directamente
en la propia naturaleza del contrato de obra y en la forma en que viene siendo interpretado por los tribunales".
QUINTO .- En el octavo de los motivos de suplicación al amparo del art. 193 a) de la LRJS se interesa
de nuevo la reposición de los autos al estado en que se encontraban en el momento de producirse infracción
de normas esenciales del procedimiento que hayan producido indefensión, denunciando infracción de los arts.
24.1 y 120.3 CE , art. 97.2 LRJS , 218 LEC , y sentencia del TCo que cita, por estimar, en esencia, que
la sentencia incurre en incongruencia omisiva, al omitir pronunciarse sobre el transcurso del plazo legal del
contrato.
La propia parte recurrente reconoce, sin embargo, que la indefensión producida puede ser reparada
por vía de la propia sentencia de suplicación sin anular la sentencia de instancia. En todo caso, resolveremos
conjuntamente con el presente motivo el motivo décimo del recurso al plantearse también un motivo de nulidad
de actuaciones, con amparo en el art. 193 a) de la LRJS , alegando igualmente la infracción de los arts. 24.1
y 120.3 de la CE ; art. 97.2 de la LRJS y art. 218 de la LEC y sentencias del TCo que cita, insistiendo en
la incongruencia en la que incurre la juzgadora de instancia al no resolver lo relativo a que la extinción del
contrato de obra era constitutivo de un despido improcedente al no haber finalizado las obras.
Y los motivos no pueden de nuevo ser acogidos porque resulta ser que este Tribunal en sentencia
de fecha 25 de noviembre de 2015 (rec. núm. 3700/2015 ), concluyó en supuestos sustancialmente idéntico
al que nos ocupa lo que sigue: "El art. 218 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dispone lo siguiente: "1. Las
sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas y con las demás pretensiones de las
partes, deducidas oportunamente en el pleito. Harán las declaraciones que aquéllas exijan, condenando o
absolviendo al demandado y decidiendo todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate.
El tribunal, sin apartarse de la causa de pedir acudiendo a fundamentos de hecho o de derecho distintos
de los que las partes hayan querido hacer valer, resolverá conforme a las normas aplicables al caso, aunque
no hayan sido acertadamente citadas o alegadas por los litigantes".
Pues bien, en primer lugar recuérdese que, según ha sentado el Tribunal Supremo, Sala civil, en
sentencia de 21 de diciembre de 1999 , "la congruencia es la relación entre el suplico de la demanda y el fallo
de la Sentencia, como ha reiterado esta Sala en una doctrina ya muy consolidada. Así, tal doctrina de esta
Sala se recoge, entre otras muchas, en las Sentencias de 18 de noviembre de 1996 , 29 de mayo de 1997 , 28
de octubre de 1997 , 5 de noviembre de 1997 , 11 de febrero de 1998 , 10 de marzo de 1998 , 24 de noviembre
de 1998 y 4 de mayo de 1999 : "es doctrina jurisprudencial reiterada la que proclama que para declarar si una
Sentencia es incongruente o no, ha de atenderse a si concede más de lo pedido ("ultra petita"), o se pronuncia
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sobre determinados extremos al margen de lo suplicado por las partes ("extra petita") y también si se dejan
incontestadas y sin resolver algunas de las pretensiones sostenidas por las partes ("citra petita"), siempre y
cuando el silencio judicial no puede razonablemente interpretarse como desestimación tácita".
Asimismo, ha declarado el Tribunal Constitucional, así en la STC 136/1998 : "Desde la STC 20/1982 ,
hemos declarado reiteradamente que el vicio de incongruencia, entendido como desajuste entre el fallo judicial
y los términos en que las partes formularon sus pretensiones, concediendo más o menos o cosa distinta de lo
pedido, puede entrañar una vulneración del principio de contradicción constitutiva de una efectiva denegación
del derecho a la tutela judicial siempre y cuando la desviación sea de tal naturaleza que suponga una sustancial
modificación de los términos en que discurrió la controversia procesal ( SSTC 177/1985 , 191/1987 , 88/1992 ,
369/1993 , 172/1994 , 311/1994 , 111/1997 y 220/1997 ).
Así, pues, el juicio sobre la congruencia de la resolución judicial presupone la confrontación entre su
parte dispositiva y el objeto del proceso delimitado por referencia a sus elementos subjetivos - partes- y
objetivos -causa de pedir y petitum-. Ciñéndonos a estos últimos la adecuación debe extenderse tanto al
resultado que el litigante pretende obtener, como a los hechos que sustentan la pretensión y al fundamento
jurídico que la nutre, sin que las resoluciones judiciales puedan modificar la causa petendi, alterando de oficio
la acción ejercitada, pues se habrían dictado sin oportunidad de debate, ni de defensa sobre las nuevas
posiciones en que el órgano judicial sitúa el thema decidendi.
La congruencia es compatible sin embargo, con la utilización por el órgano judicial del principio
tradicional del cambio del punto de vista jurídico expresado en el aforismo iura novit curia en cuya virtud los
Jueces y Tribunales no están obligados, al motivar sus sentencias, a ajustarse estrictamente a las alegaciones
de carácter jurídico aducidas por las partes ( STC 88/1992 , por todas).
A partir de este planteamiento general, hemos distinguido dos tipos de incongruencia y precisado las
condiciones para apreciar su existencia. La llamada incongruencia omisiva o ex silentio, que se producirá
cuando el órgano judicial deje sin contestar alguna de las pretensiones sometidas a su consideración por
las partes siempre que no quepa interpretar razonablemente el silencio judicial como una desestimación
tácita cuya motivación pueda inducirse del conjunto de los razonamientos contenidos en la resolución
y sin que sea necesaria, para la satisfacción del derecho a la tutela judicial efectiva, una contestación
explícita y pormenorizada a todas y cada una de las alegaciones que se aducen como fundamento a su
pretensión, pudiendo bastar, en atención a las circunstancias particulares concurrentes, con una respuesta
global o genérica, aunque se omita respecto de alegaciones concretas no sustanciales ( SSTC 91/1995 ,
56/1996 , 58/1996 , 85/1996 y 26/1997 ). Y la denominada incongruencia extra petitum, que se da cuando
el pronunciamiento judicial recaiga sobre un tema que no esté incluido en las pretensiones procesales, de
tal modo que se haya impedido así a las partes la posibilidad de efectuar las alegaciones pertinentes en
defensa de sus intereses relacionados con lo decidido, provocando su indefensión al defraudar el principio de
contradicción ( SSTC 154/1991 , 172/1994 , 116/1995 , 60/1996 y 98/1996 , entre otras).
En ocasiones, ambas clases de incongruencia pueden presentarse unidas, concurriendo la llamada
"incongruencia por error", denominación adoptada en la STC 28/1987 , seguida por las SSTC 369/1993 y
111/1997 , y que define un supuesto en el que, por el error de cualquier género sufrido por el órgano judicial, no
se resuelve sobre la pretensión formulada en la demanda o sobre el motivo del recurso, sino que erróneamente
se razona sobre otra pretensión absolutamente ajena al debate procesal planteado, dejando al mismo tiempo
aquélla sin respuesta."
En este sentido, lo pedido por el trabajador es la declaración de su cese como despido improcedente en
atención a que su contratación temporal devino indefinida, y el fallo de la sentencia acoge dicha pretensión,
de modo que existe correspondencia entre la pretensión y lo que se concede. No puede considerarse,
pues, incongruente la sentencia recurrida aunque la juez haya recurrido a un argumento jurídico diferente al
empleado por el trabajador, pues lo relevante es que se adecué a la pretensión y a los hechos aducidos y
luego probados, esto es, que su contratación temporal es fraudulenta en base a los hechos alegados, lo que
ha permitido el análisis y enjuiciamiento de dicha pretensión, sin que pueda ser exigido que la juez se limite
en la aplicación del derecho, al que la parte le presente, pues ni la demanda laboral exige fundamentación
jurídica, ni el juez está vinculado por la fundamentación jurídica suministrada o presentadas por las partes.
La causa de pedir no se corresponde con el transcurso del plazo de tres años o la no finalización de la obra;
estos son elementos fácticos. La causa de pedir la conforma la consideración de que su relación laboral ha
devenido indefinida por fraude en la contratación, y sobre ello nada ha modificado la juez de instancia, quién
ha analizado dicha cuestión, si bien aplicando otros argumentos o fundamentos jurídicos, tal y como permite
el propio art. 218 de la LEC . Del mismo modo, resolviendo dicha cuestión en esos términos ha venido a
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desestimar tácitamente que el contrato pueda haber devenido indefinido por el transcurso en exceso del plazo
de tres años. Otra cosa es que pueda ser discutida en el recurso la fundamentación jurídica de la juez para
estimar las pretensiones de la demanda, lo que puede ser revisado a través del presente recurso de suplicación
por el apartado c) del art. 193 de la LRJS .
Por último, y por lo que se refiere al hecho de que la obra continuó después del cese, nada se ha
declarado probado en autos, de modo que la falta de argumentación jurídica de la juez al respecto se debe
a la falta de la prueba sobre este extremo alegado en demanda, de modo que estamos también ante una
cuestión desestimada de forma tácita.
Dicho lo cual, han de desestimarse los motivos, al no apreciarse semejantes defectos en la sentencia
impugnada, toda vez que, siendo evidente que lo procedente es la denuncia de la infracción jurídica cometida
en su caso por aquélla a través de la preceptiva vía amparada por el art. 193 c) de la LRJS , por incorrecta
aplicación del derecho. Mas no se trata de una incongruencia ni de la falta de motivación de la sentencia, que
en tales extremos no peca de semejantes defectos, ni tampoco se deduce indefensión procesal alguna para
la demandada, sino en todo caso solución contraria a sus intereses, corregible en todo caso a través de la
denuncia sobre infracción de normas sustantivas que proceda".
SEXTO .- En el undécimo de los motivos de suplicación, con amparo en el art. 193 b) LRJS se solicita la
adición de un nuevo hecho probado del siguiente tenor literal: " Consta en el contrato mercantil suscrito entre
VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., Y UTE PRADO PORTO que el presupuesto de ejecución de la obra de
excavación y sostenimiento de Túnel de Prado, vía Derecha, subcontratada a VIAS y CONSTRUCCIONES
S.A., por parte de UTE PRADO PORTO, según la cláusula primera del referido contrato, y del Anexo I del
mismo, documento núm. 13 del ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., que el presupuesto de
ejecución de la obra ascendía SIN IVA a la cantidad de 27.889.090,78 euros.
Asimismo, de conformidad con la certificacián de obra núm. 29, documento núm. 14 del ramo probatorio
de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., correspondiente al mes de marzo de 2015, coincidente con la fecha de
la extinción de la relación laboral mantenida con el Sr. Ismael , acontecida el 19 de mayo de 2015, se había
certificado a origen la cantidad de 27.803.339,70 euros, equivalentes a la suma de lo certificado a origen vía
este, 16.476.408,76 euros, y de lo certificado a origen vía oeste, 11.326.930,94 euros 21.509.648,30 euros, de
lo que, se concluye que, en la fecha de la extinción de la relación laboral, 19 de mayo de 2015, el porcentaje
de ejecución de obra equivalía al 99,69 sobre el total.
En este sentido, los importes correspondientes a la ejecución de dichos trabajos resultaron abonado
por la contratista principal UTE PRADO PORTO a VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., según se acredita con
el detalle de cobros de la facturación a origen de la obra, documento núm. 15 del ramo probatorio de VIAS
y CONSTRUCCIONES S.A., y muy especialmente, por los extractos bancarios acreditativos del cobro de los
anteriores importes de ejecución de obra, que constan en el documento núm. 16 del ramo probatorio de VIAS
y CONSTRUCCIONES S.A ".
La revisión se apoya en los documentos 13 a 16 del ramo de prueba de la parte recurrente. El motivo no
prospera, debido a su carácter conclusivo-valorativo más que meramente fáctico (sin que incluso tenga parte
relevancia en el pleito, desconociendo este Tribunal que Don. Ismael tenga que ver con el mismo), resultado
de la interpretación de parte de los documentos invocados.
SÉPTIMO .- En el duodécimo de los motivos de suplicación, con amparo en el art. 193 b) LRJS se solicita
la adición de un nuevo hecho probado del siguiente tenor literal: " Consta en el contrato mercantil suscrito entre
VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., Y UTE TÚNEL DE PRADO que el presupuesto de ejecución de la obra de
excavación y sostenimiento de Túnel de Prado, vía Izquierda, sub contratada a VIAS y CONSTRUCCIONES
S.A., por parte de UTE TUNEL DE PRADO, según la cláusula primera del referido contrato, y del Anexo 1 del
mismo, documento núm. 23 del ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., que el presupuesto de
ejecución de la obra ascendía SIN IVA a la cantidad de 16.056.893,48 euros.
Asimismo, de conformidad con la certificación de obra núm. 25, documento núm. 24 del ramo probatorio
de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A.,correspondiente al mes de marzo de 2015, coincidente con la fecha de
la extinción de la relación laboral mantenida con el Sr. Leandro , acontecida el 19 de mayo de 2015, se había
certificado a origen la cantidad de a 16.086.579,03 euros, de lo que, se concluye que, en la fecha de la extinción
de la relación laboral, 19 de mayo de 2015, el porcentaje de ejecución de obra equivalía al 100 sobre el total.
En este sentido, los importes correspondientes a la ejecución de dichos trabajos resultaron abonados
por la contratista principal UTE TUNEL DE PRADO a VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., según se acredita
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con el detalle de cobros de la facturación a origen de la obra, documento núm. 25 del ramo probatorio de
VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., y muy especialmente, por los extractos bancarios acreditativos del cobro
de los anteriores importes de ejecución de obra, que constan en el documento núm. 26 del ramo probatorio
de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A ".
La revisión se apoya en los documentos 23 a 26 del ramo de prueba de la parte recurrente. El motivo no
prospera, debido a su carácter conclusivo-valorativo más que meramente fáctico, resultado de la interpretación
de parte de los documentos invocados.
OCTAVO .- En el decimotercero de los motivos de suplicación, con amparo en el art. 193 b)
LRJS se solicita la adición de un nuevo hecho probado del siguiente tenor literal: " Consta en la
Certificación de Obra núm. 47 expedida por ADIF, para la construcción de la Plataforma de Línea de
Alta Velocidad Madrid-Galicia-Olmedo-Medina-Zamora-Puebla de Sanabria-Lubian- Orense. Tramo PonteAmbia-Taboadela, correspondiente a marzo de 2015, documento núm. 9 del ramo probatorio de VIAS y
CONSTRUCCIONES S.A., que el presupuesto de ejecución de la obra ascendía a 78.562.852,45 euros SIN
IVA, de los que, 71.220.000 euros se correspondían con el importe de la adjudicación y 7.342.852,45 euros con
la revisión de precios, presupuesto coincidente con el establecido en el contrato administrativo de obra suscrito
con ADIF, obrante como documento núm. 8 en el ramo probatorio de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A .
Asimismo, de conformidad con la certificación de obra núm. 47, documento núm. 9 del ramo probatorio
de VIAS y CONSTRUCCIONES S.A., en el mes de marzo de 2015, coincidiendo con la finalización del contrato
fijo de obra, se había certificado a origen la cantidad de 70.945.041,19 euros, de lo que, se concluye que, a
fecha 22 de mayo 2015, el porcentaje de ejecución de obra equivalía al 90,52 sobre el total ".
La revisión se apoya en los documentos 8 y 9 del ramo de prueba de la parte recurrente. El motivo no
prospera, debido a su carácter conclusivo-valorativo más que meramente fáctico, resultado de la interpretación
de parte de los documentos invocados.
NOVENO .- En el último motivo de recurso, con amparo procesal en el art. 193 c) de la LRJS se alega
la infracción del art. 15.1 a) del ET ; el art. 20.3 del IV Convenio Colectivo del Sector de la Construcción y art.
24.3 del V Convenio Colectivo del Sector de la Construcción ; art. 49 1º c) del ET y la doctrina del TS que cita.
El motivo no puede prosperar, de nuevo porque este Tribunal en sentencia de fecha 25 de noviembre
de 2015 (rec. núm. 3700/2015 ), concluyó en supuestos sustancialmente idéntico al que nos ocupa lo que
sigue: "Se dice que la finalización paulatina de la obra justifica la extinción y que ello ha resultado acreditado
en el caso de autos a través de la revisión fáctica postulada en los tres motivos anteriores. Pero ya se ha dicho
que, por lo que se refiere al hecho de que la obra continuó después del cese, nada se ha declarado probado
en autos; tampoco se ha aceptado la revisión al respecto por la empresa recurrente, de modo que la falta de
argumentación jurídica de la juez al respecto se debe entender referida a una falta de la prueba sobre este
extremo alegado en demanda, de modo que estamos ante una cuestión desestimada de forma tácita, que no
ha sido impugnada de contrario, es decir, por el trabajador, lo que no impide que el cese se deba considerar
despido improcedente, pues aun concurriendo la causa de extinción, el contrato del trabajador había devenido
indefinido por el fraude ya analizado, por lo que la causa de extinción no puede serle oponible al venir referido
al contrato temporal, y no al indefnido en el que se convirtió. En definitiva, el cese por fin de obra no es un
cese ajustado a derecho sino un despido improcedente, y habiéndolo entendido así la sentencia recurrida la
misma debe ser confirmada".
DÉCIMO .- Por todo lo que queda escrito procede, previa desestimación del recurso, dictar un
pronunciamiento confirmatorio del suplicado. En consecuencia,
FALLAMOS
Que desestimando el recurso de suplicación interpuesto por la representación letrada de la empresa
VÍAS Y CONSTRUCCIONES, S.A., contra la sentencia de fecha quince de julio del año dos mil quince, dictada
por el Juzgado de lo Social número dos de los de Ourense , en proceso promovido por don Leandro frente
a la recurrente, debemos confirmar y confirmamos la sentencia recurrida.
De acuerdo con lo dispuesto en los arts. 203 y 204 de la Ley de la Jurisdicción Social, ha de darse el
destino legal a los depósitos y consignaciones para recurrir efectuados por la parte recurrente, que conforme
al art. 235.1 de la Ley de la Jurisdicción Social, ha de abonar los honorarios del letrado del demandanteimpugnante de su recurso por importe de quinientos cincuenta euros (550 €).
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Incorpórese el original de esta sentencia, por su orden, al Libro de Sentencias de este T.S.X.GALICIA
SALA DO SOCIAL
MODO DE IMPUGNACIÓN : Se hace saber a las partes que contra esta sentencia cabe interponer
recurso de Casación para Unificación de Doctrina que ha de prepararse mediante escrito presentado ante
esta Sala dentro del improrrogable plazo de diez días hábiles inmediatos siguientes a la fecha de notificación
de la sentencia. Si el recurrente no tuviera la condición de trabajador o beneficiario del régimen público de
seguridad social deberá efectuar:
- El depósito de 600 € en la cuenta de 16 dígitos de esta Sala, abierta en el Banco de SANTANDER
(BANESTO) con el nº 1552 0000 37 seguida del cuatro dígitos correspondientes al nº del recurso y dos
dígitos del año del mismo .
- Asimismo si hay cantidad de condena deberá consignarla en la misma cuenta, pero con el código 80
en vez del 37 ó bien presentar aval bancario solidario en forma.
- Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria desde una cuenta abierta en cualquier entidad
bancaria distinta, habrá que emitirla a la cuenta de veinte dígitos 0049 3569 92 0005001274 y hacer constar en
el campo "Observaciones ó Concepto de la transferencia" los 16 dígitos que corresponden al procedimiento
( 1552 0000 80 ó 37 **** ++).
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia en el día de su fecha, por el Ilmo. Sr.
Magistrado-Ponente que le suscribe, en la Sala de Audiencia de este Tribunal. Doy fe.
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