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SEGUNDO PERIODO
ORDINARIO DE SESIONES, SEGUNDO AÑO
Gaceta Parlamentaria, año XIV, número 3206-A-III, martes 22 de
febrero de 2011
QUE REFORMA EL ARTÍCULO 2O. Y DEROGA EL 133 BIS, 205 Y 256 DEL
CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, A CARGO DEL DIPUTADO
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA GRANADOS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI
Sinopsis:
Explicitar que el arraigo se solicitará únicamente en los supuestos que
establece la Ley Federal Contra la Delincuencia, eliminando así los
supuestos mediante los cuales se puede decretar el arraigo domiciliario del
indiciado: tratándose de delitos graves, siempre que sea necesario para el
éxito de la investigación, la protección de personas o bienes jurídicos o
cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se sustraiga a la acción
de la justicia; cuando por la naturaleza del delito o de la pena aplicable, el
imputado no deba ser internado en prisión preventiva y existan elementos
para suponer que podrá sustraerse a la acción de la justicia; o cuando
alguna persona que pueda declarar acerca del delito, de sus
circunstancias o de la persona del inculpado, pudiera ausentarse del lugar
en que se practiquen las diligencias.
El suscrito, diputado Miguel Ángel García Granados, integrante del Grupo Parlamentario
del Partido Revolucionario Institucional a la LXI Legislatura del Congreso de la Unión,
con fundamento en lo establecido en el artículo 71, fracción II, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6o., numeral 1, fracción I,
77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a la
consideración de esta Honorable Asamblea, la presente Iniciativa con proyecto de decreto
por el que se reforma el artículo 2o. y se derogan los artículos 133 Bis, 205 y 256 del
Código Federal de Procedimientos Penales, con el firme propósito de darle una mayor
congruencia y legalidad constitucional a la figura del arraigo en nuestro país, bajo la
siguiente
Exposición de Motivos
El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, respecto de
las garantías individuales, establece entre otros preceptos que la autoridad judicial, a
petición del Ministerio Público y tratándose de delitos de delincuencia organizada, podrá
decretar el arraigo de una persona, con las modalidades de lugar y tiempo que la ley
señale.
La legislación en esta materia ordena que el arraigo debe aplicarse bajo control judicial y
ser dictado sobre parámetros objetivos como el éxito en la investigación, la protección de
las personas o bienes jurídicos o el riesgo de fuga.
No obstante, la Organización de las Naciones Unidas, a través del Grupo de Trabajo
sobre Detenciones Arbitrarias, ha denunciado de manera reiterativa que la institución del
arraigo es en realidad una forma de detención preventiva de carácter arbitrario en razón
de la insuficiencia del control jurisdiccional y de la ejecución de la medida en lugares
que, si bien no son secretos, si son discretos.
En tanto, el Comité de Derechos Humanos de la propia ONU ha señalado que a pesar de
que en nuestro país no se ha decretado estado de excepción, en algunas regiones de la
geografía mexicana y en el contexto de la lucha contra la llamada delincuencia
organizada, han sido violentadas garantías individuales.
Esta grave situación contraviene lo dispuesto en nuestra Carta Magna, la cual
expresamente preceptúa que no podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad
judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la Ley señale como delito,
sancionado con pena privativa de libertad y obren datos que establezcan que se ha
cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o
participó en su comisión.
Para abundar en los argumentos que sustentan la presente Iniciativa, me permito citar que
entre los meses de mayo de 2009 y junio de 2010, se han documentado y denunciado ante
las autoridades mexicanas 79 casos de tortura ocurridos al amparo de la figura del
arraigo, de acuerdo con precisiones de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de
los Derechos Humanos.
En tanto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos reveló por su parte que las quejas
recibidas por este organismo durante 2010, están contenidas en mil 916 expedientes.
Acusa el organismo que en el caso concreto de agresiones a los derechos humanos por
parte de las fuerzas federales, estas ocurren en operativos de seguridad pública. Los
abusos cometidos van desde detenciones arbitrarias, cateos ilegales, hasta la comisión de
tratos crueles.
Bajo el régimen de excepción que las autoridades esgrimen en su lucha contra la
delincuencia organizada y al abuso recurrente de la figura del arraigo, son crecientes los
casos de detenciones arbitrarias que no se sustentan en las causales establecidas en la
propia Ley en la materia, lo cual da lugar a acusaciones en falso.
Son casos en los que de manera infundada y para respaldo de actuaciones incompetentes
se abusa del arraigo, al convertir esta figura en instrumento de apoyo a investigaciones
fáciles, orientadas a la obtención de declaraciones y hasta confesiones, gracias a la
discrecionalidad con que este recurso legal es ejecutado.
Para ilustrar la magnitud de esta situación, la misma Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos, informa que del periodo comprendido entre el 18
de junio de 2008 y el 14 de mayo de 2010, el Consejo de la Judicatura admite la emisión
de mil 51 órdenes de arraigo por parte de los juzgados federales.
Los hechos documentados denotan que al amparo de la figura del arraigo, las autoridades
están abusando de este recurso legal. Situación que violenta lo dispuesto en nuestra ley
suprema.
Soy un convencido de que debemos vivir en un país donde se investigue para detener y
no se detenga para investigar.
En virtud del lo anterior, la presente Iniciativa propone reformar el artículo 2o. del
Código Federal de Procedimientos Penales, con la finalidad de que cuando la autoridad
jurisdiccional recurra a la medida precautoria del arraigo, este procedimiento se ajuste a
alguno o algunos de los supuestos contenidos en el artículo 2o. de la Ley Federal Contra
la Delincuencia Organizada, siempre y cuando se apegue a lo preceptuado en el artículo
12 de este mismo ordenamiento legal.
Asimismo, propone derogar los artículos 133 bis, 205 y 256 del mismo Código. Con la
medida, se busca eliminar así la figura del arraigo domiciliario para indiciados y dejar sin
efecto la aplicación de este recurso legal para testigos de la comisión de algún o algunos
ilícitos.
Por lo expuesto y fundado, someto a la consideración de este pleno de la Cámara de
Diputados del honorable Congreso de la Unión, el siguiente proyecto de
Decreto por el que se reforma el artículo 2o. y se derogan los artículos 133 Bis, 205 y
256 del Código Federal de Procedimientos Penales
Artículo Único. Se reforma el artículo 2o. y se derogan los artículos 133 bis, 205 y 256
del Código Federal de Procedimientos Penales, para quedar como sigue:
Artículo 2o. Compete al Ministerio Público federal llevar a cabo la averiguación previa y
ejercer, en su caso, la acción penal ante los tribunales.
En la averiguación previa corresponderá al Ministerio Público:
I. ...
II. ...
III. Solicitar a la autoridad jurisdiccional las medidas precautorias de arraigo en el
exclusivo supuesto a que alude la Ley Federal contra la Delincuencia
Organizada, aseguramiento o embargo que resulten indispensables para la
averiguación previa, así como las órdenes de cateo que procedan;
IV. ...
Artículo 133 Bis. Se deroga.
Artículo 205. Se deroga.
Artículo 256. Se deroga.
Transitorio
Artículo Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación
en el Diario Oficial de la Federación.
Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a los 17 días del mes de febrero de dos mil
once.
Diputado Miguel Ángel García Granados (rúbrica)
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