Leyendas muy musicales de 5º B

Leyendas muy musicales de 5º B
Por qué los silencios no suenan
Hace muchos años en el palacio de la música compartían afición todas las notas musicales. La
Clave de Sol ejercía de jefe y ordenaba sus funciones.
En el pentagrama jugaban continuamente a colocarse de diferentes formas,
lo que provocaba cansancio y alboroto. Cansada la Clave de Sol de tanto
movimiento decidió poner orden y sentido a su colocación. Elaboró un plan
que consistía en dejar espacios entre nota y nota para descansar.
Este nuevo sistema facilitó la diversión y el compañerismo. A los espacios creados sin sonido la
Clave de Sol los denominó “silencios”.
Donde se explica cómo se creó el pentagrama y las notas
Hace muchos años un niño aburrido paseaba por la arena de la playa. Empezó a dibujar en el suelo cinco
líneas y a continuación colocó 7 puntos sobre ellas.
Les empezó a llamar DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI. Les llamó así por las letras
iniciales de sus familiares: Do por el nombre de su padre que era Donald, Re por el
nombre de su madre que era Rebeca, Mí por el nombre de su hermana que era
Micaela, Fa por el nombre de su abuela Fátima, Sol por el nombre de su prima que
era Sol, La por el nombre de su amigo Laíma y, por último, Si por el nombre de su
hermano Simón.
Así se inventó el pentagrama y las notas musicales.
Leyenda de la guitarra
Imanol un joven de 28 años vivía en su granja y estaba enamorado de una joven de la ciudad
llamada Patricia.
Un día paseando por el bosque decidió componerla una pequeña canción, ya que Imanol era un
apasionado de la música y tenía mucho talento para las canciones.
Entonces se le ocurrió ir al monte a coger madera y, con unos alambres muy finos que
tenía en casa y unas herramientas, crear una especie de círculo con un palo. Puso
unos botones que encontró para poder atar las cuerdas y así crear sonido.
Una vez creado este instrumento quiso aprender a tocarlo para cantar la canción a
su joven amada.
Así se inventó la guitarra.
La flauta
Había una vez dos hombres que encontraron un palo con agujeros.
- ¡Le llamaremos “Flau”! – exclamó uno.
- ¡No! Le llamaremos “Ta” – dijo el otro.
Entonces empezaron a pelearse por cómo llamarían el palo con nueve agujeros.
Mientras se peleaban, un señor, que pasaba por allí, les preguntó:
- ¿Por qué os peleáis?
- Porque este señor quiere llamar a este palo con agujeros “Flau” y yo quiero llamarle “Ta”.
Entonces el señor que les separó tuvo una gran idea.
- Pues, juntad las dos palabras y así se llamará “Flauta”.
- Vale- respondieron los señores.
Y desde entonces esa especie de palo hueco con nueve agujeros se llama FLAUTA.
Leyenda de la guitarra eléctrica
Un día en el planeta Mercurio, mientras paseaba, una guitarra se cruzó con un cable y… ¡los dos
se enamoraron! Fue lo que se llama amor a simple vista. Los dos se hicieron novios y unos años
más tarde se casaron.
De esta pareja salió un hijo, que era totalmente distinto a los demás. Se parecía a
una guitarra, pero no sonaba y era como un cable de ancho.
Un día, mientras jugaba, metió una de sus cuerdas un enchufe y sonó una nota
musical. Su padre le ayudó a lograr que sonara otra vez y lo consiguieron
poniéndole un cable.
Desde entonces las guitarras eléctricas siempre están conectadas a la red.
Planeta musical
Érase una vez un pequeño planeta que no era redondo sino alargado y surcado por cinco líneas.
En él vivían sólo siete habitantes: Fa, Sol, La, Si, Do, Re y Mi.
En otro planeta próximo vivían seis malvados habitantes llamados
“Los Parancitores”. Ellos tenían un láser que paralizaba para siempre
todos los objetos, personas, animales, etc.
Un día ocurrió que “Los Parancitores” fueron al planeta de Fa, Sol, La…. y empezaron a disparar
su láser. Fa se quedó en el espacio entre las dos primeras líneas, La en el segundo espacio, Mi
sobre la primera línea, Sol sobre la segunda, Si en la tercera y Re en la cuarta. Do, que fue la
última en ser disparada, esquivó veinte tiros y al veintiuno se quedó parada en el tercer
espacio.
Hoy en día las notas que vemos en los pentagramas son las mismas que se quedaron
paralizadas en su pequeño planeta.
Alumnos de 5º B