ANEXO X. Falta de provisión de fondos

Anuncio
Audiencia Provincial de Alicante (Sección 4ª).Sentencia núm. 60/2005
de 17 febreroJUR\2005\197180
Audiencia Provincial de Alicante (Sección 4ª).
Sentencia núm. 60/2005 de 17 febrero
JUR\2005\197180
JUICIO CAMBIARIO: PROCEDIMIENTO: demanda de oposición: excepciones: falta de provisión de
fondos: improcedencia: posibilidad de alegar la excepción siempre y cuando la misma se refiera a un
incumplimiento total, esencial, patente de las obligaciones asumidas por la parte ejecutante.
Jurisdicción: Civil
Recurso de Apelación núm. 33/2005
Ponente: IIlma. Sra. maría amor martínez atienza
La Sección 4ª de la AP de Alicante desestima el recurso de apelación planteado contra la
Sentencia dictada, en fecha27-02-2004, por el Juzgado de 1ª Instancia núm. 1 de Novelda,
en autos de juicio cambiario, confirmando la misma.
En la ciudad de Alicante, a diecisiete de febrero de dos mil cinco.
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Alicante, compuesta por los Ilmos. Sres. Magistrados
antes citados y
EN NOMBRE DE SM EL REY
ha dictado la siguiente
SENTENCIA núm. 60/2005.
En el recurso de apelación interpuesto por la mercantil Gestion y Arrendamiento Patrimonial, SL,
representada por el Procurador Sr. Gómez Gras (habiéndose personado ante este Tribunal la
Procuradora Sra. Martínez López), contra sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número
Uno de Novelda (Alicante), habiendo sido ponente la Ilma. Sra. Magistrada Dª Mª Amor Martínez Atienza.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
Por el Juzgado de Primera Instancia número Uno de Novelda (Alicante), en los autos de juicio
cambiario número 482/2001, se dictó, en fecha veintisiete de febrero de dos mil cuatro, sentencia cuya
parte dispositiva es del siguiente tenor literal:
«
Desestimar La Demanda De Oposicion
formulada por el/la Procurador/a de lo Tribunales Don... Javier Gómez Gras, en nombre y
representación de la mercantil Gestion y Arrendamiento Patrimonial, SL, y en consecuencia, declarar
seguir adelante
la ejecución despachada por Auto de fecha 1 de febrero de 2002 por la suma de 18.030,36 euros en
concepto de principal, y 4.368,61 euros en concepto de intereses y costas, y sin perjuicio de su ulterior
liquidación; y todo ello con expresa condena en costas a la parte ejecutada...».
SEGUNDO
Contra dicha sentencia interpuso recurso de apelación la parte demandada, habiéndose tramitado el
mismo por escrito en el Juzgado de procedencia, en la forma introducida en los arts. 457 y ss. de la
LECiv, ( RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) elevándose posteriormente los autos a este Tribunal,
19 de marzo de 2013
© Thomson Aranzadi
1
donde quedó formado el correspondiente rollo de apelación núm. 33/2005 señalándose para votación y
fallo el pasado día dieciséis de febrero de dos mil cinco.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Por la parte apelante se verificó impugnación de la resolución de instancia en los particulares afectos a
la ratificación de la desestimación de la excepción de litispendencia (recepcionada en previo auto de
fecha 1-12-2003), así como de la excepción de falta de provisión de fondos vinculada a la excepción de
cumplimiento defectuoso de contrato (o exceptio non rite adimpleti contractus), interesando fuera
revocada la sentencia de instancia con estimación de la demanda de oposición cambiaria, con expresa
condena en costas.
Por la parte apelada se verificó oposición al recurso deducido de contrario, interesando la
desestimación del mismo, con confirmación de la resolución recurrida, condenando expresamente a la
parte apelante a las costas de segunda instancia.
SEGUNDO
Con carácter previo no cabe sino precisar, por constituir una cuestión de orden público, los términos
del debate en atención a la propia naturaleza del proceso que nos ocupa, que delimita lo que puede ser
objeto de discusión y debate, condicionante del pronunciamiento definitivo a otorgar.
El proceso cambiario, en la Ley de Enjuiciamiento Civil (
Ley 1/2000, de 7 de enero [ RCL 2000, 34,
962 y RCL 2001, 1892] ), tal y como ha venido reseñándose doctrinalmente, aparece delimitado en su
naturaleza como un proceso especial que, con independencia de su susceptibilidad de configurarse como
una variedad documental del proceso monitorio, aparece en todo caso como un proceso sumario,
declarativo y de cognición limitada. Proceso sumario, que, por tanto, no consiente el planteamiento,
discusión y resolución de relaciones jurídicas complejas, ni siquiera de todas las consecuencias que se
deriven de la relación jurídica causal, en cuya virtud se haya librado el documento cambiario en cuestión,
debiendo desenvolverse la función jurisdiccional (tal y como esta Sala ha tenido oportunidad de definir en
otras ocasiones con motivo de la valoración del antiguo juicio ejecutivo cambiario en argumentación
trasladable al presente), dentro de los límites impuestos, de una parte, por la concurrencia de los
requisitos exigidos por Ley para otorgar corrección formal desde el punto de vista de la legislación
cambiaria a los títulos base de la demanda que dio origen al proceso, y de otra parte por la corrección de
los motivos de oposición aducidos de adverso con ocasión de la formalización de la demanda de
oposición, que vengan a desvirtuar o privar de eficacia a dichos títulos.
El art. 824-2 de la LECiv, tras reseñar que la oposición se hará en forma de demanda, reseña que «...
el deudor cambiario podrá oponer al tenedor de la letra, el cheque o pagaré todas las causas o motivos
de oposición previstos en el art. 67 de la Ley Cambiaria y del Cheque ( RCL 1985, 1776, 2483) »; art. 67
de la Ley Cambiaria y del Cheque modificado en su último párrafo por la Disposición Final Décima 1,
reseñando que frente al ejercicio de la acción cambiaria sólo serán admisibles las excepciones
enumeradas en el referido artículo.
Por tanto, más allá de la coherencia lógico-jurídica introducida en el marco de la modificación alegada
del art. 67 de la Ley Cambiaria y del Cheque, el nuevo sistema, en lo referente a motivos y causas de
oposición, no ofrece un cambio sustancial frente al anterior, siendo por lo tanto trasladable la doctrina
sobre motivos y causas de oposición cambiaria elaborada (subsistente el procedimiento ejecutivo
cambiario cuya normativa procesal aparece derogada) al nuevo proceso cambiario.
Tomando en consideración lo anterior, la complejidad de relaciones comerciales entre partes, con
obligaciones pecuniarias que exceden en todo caso del marco del título cambiario base de la demanda,
no pueden, tal y como se ha dicho en párrafo/s anterior/es, constituir objeto del debate por exceder del
mismo, no pudiendo derivar este proceso en lo que, en su caso, debería ser el objeto del correspondiente
juicio declarativo, cuyo planteamiento quedará siempre a salvo entre las partes de conformidad con lo
establecido en el art. 827 de la LECiv –Ley /2000 de 7 de enero– que aparece como heredero del art.
1479 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 ( LEG 1881, 1) .
Así pues, partiendo de la consideración expuesta en los párrafos anteriores de que el nuevo sistema,
en lo referente a motivos y causas de oposición, no ofrece un cambio sustancial frente al anterior, siendo
por lo tanto trasladable la doctrina sobre motivos y causas de oposición cambiaria elaborada (subsistente
el procedimiento ejecutivo cambiario cuya normativa procesal aparece derogada) al nuevo proceso
cambiario, no cabe sino recordar que la doctrina de los Tribunales –en tesis asumida asimismo por éste–
venía reconociendo la posibilidad de alegar la excepción de incumplimiento contractual pero siempre y
Audiencia Provincial de Alicante (Sección 4ª).Sentencia núm. 60/2005
de 17 febreroJUR\2005\197180
cuando la misma se refiera a un incumplimiento total, esencial, patente y/o categórico de las obligaciones
asumidas por la parte ejecutante («exceptio non adimpleti contractus»), no pudiendo, sin embargo,
encajarse en el marco legal del referido juicio sumario los supuestos de incumplimientos contractuales
parciales, irregulares o defectuosos («exceptio non rite adimpleti contractus») en cuanto se configuran
como cuestión compleja que queda fuera de los presupuestos de la admitida excepción de
incumplimiento total del contrato, y ello en cuanto la inclusión de la citada exceptio non rite adimpleti
contractus constituiría una desnaturalización de la acción que da origen al referido proceso cambiario,
desbordando con ello el cauce procesal de este procedimiento de ámbito de cognición limitado en el que
la cuestión de fondo ha de tratarse con la sumariedad y limitaciones que su propia naturaleza impone y
que justifica el tenor del artículo 67 de la Ley Cambiaria y del Cheque (en este sentido, reseñar la
reiteradísima doctrina establecida de forma generalizada por las Audiencias Provinciales en sus
resoluciones, reseñando a título de ejemplo, y sin afán de exhaustividad,
SSAP de Asturias 30-4-1992 [
AC 1992, 546] , Girona 27-4-1992 [ AC 1992, 673] , Zaragoza 29-10-1992, Córdoba 15-1-1993 [ AC
1993, 49] y 21-9-1994, Madrid 9-12-1993, Almería 17-3-1993 [ AC 1993, 386] , Granada 27-2 y
28-9-1993, Murcia 15-1-1994, León 14-1 y 24-10-1994, así como 1-3-1996, Jaén 8-11-1994, Málaga 21-3
y 29-6-1994, Navarra 22-11-1994 y 3-2-1995, Zamora 20-11-1994, Cáceres 11-10-1996, Alicante
1-2-1995, 5 y 12-11-1999, 17-12-1999, 18-2-2000,
26-10-2000 [ PROV 2001, 11622] , 13-9-2001 [ PROV
2001, 314539] , etc.).
Pues bien, sentado lo anterior, se ha de poner de manifiesto lo siguiente:
a) Por lo que hace referencia a la excepción de litispendencia reproducida por la parte apelante, en
impugnación de pronunciamiento otorgado por el Juzgador a quo en auto de fecha 1 de diciembre de
2003 al que alude la sentencia impugnada, no cabe sino reseñar:
–Que la litispendencia es una institución presuntiva y tutelar de la cosa juzgada o de la univocidad
procesal, por lo que la jurisprudencia viene exigiendo para la excepción que nos ocupa las tres
identidades precisas para la cosa juzgada a que se refiere el art. 1252 del
CC ( LEG 1889, 27) aún
cuando también se ha apreciado cuando el pleito anterior interfiere o prejuzga el segundo pleito,
debiendo interpretarse con carácter restrictivo rechazándose la excepción en supuestos en los que no
exista identidad sino mera conexión. En el caso que nos ocupa, no pudiendo afirmarse (de forma
necesaria, en el marco de las distintas acciones ejercitadas en los procesos, objeto y alcance de debate
en los mismos) la existencia de una absoluta identidad de elementos al menos en lo que a la causa de
pedir se refiere, únicamente adquiriría relevancia la citada excepción en el supuesto de adveración de la
existencia no de mera conexión sino de efectiva y absoluta interferencia aludida de un pleito en otro y en
la medida en que subsistiera la finalidad institucional y/o preventiva a que alude la citada excepción.
–Que, aún cuando se partiera de la hipótesis de la posibilidad de interferencia y no mera conexión
entre procesos, si bien no se desconoce criterio al que se hace alusión por la parte apelante en
referencia, entre otras, a STS de fecha 17-3-1997 ( RJ 1997, 1940) , no cabe obviar consideraciones
jurisprudenciales, que parecen contradecir la doctrina representada en la citada resolución,
recepcionadas, entre otras, en SSTS más recientes de fechas 20-5-2004 ( RJ 2004, 2709) , 30 de
octubre de 2003 ( RJ 2003, 7964) o 10 de julio de 2000 ( RJ 2000, 6750) , en las que viene a afirmarse
(en supuestos trasladables al caso que nos ocupa, que se compadecerían con la posición adoptada por
el Juzgador a quo) que lo que aquí interesa es la fijación del «dies a quem», es decir, cuando ha de
tenerse por finalizada y extinguida la litispendencia, y esto ocurre cuando termina el primer proceso que
pendía, bien por resolución de fondo que daría lugar a la existencia de cosa juzgada y si esto no es así,
también se produciría la cesación de la litispendencia; en definitiva, el momento de terminación no es otro
que aquel en el que el proceso finaliza, sea de forma normal o anormal, en virtud de resolución contra la
que no cabe recurso, de ahí que la emisión de una resolución judicial firme es el momento en que finaliza
o termina la litispendencia por haber dejado de cumplir su finalidad institucional preventiva y de tutela de
la cosa juzgada.
Dicha doctrina, como es de ver en las SSTS citadas, ha sido objeto de aplicación no solamente en
supuestos en los que, concurriendo en una primera etapa situación factible de litispendencia, el
otorgamiento de resolución firme en el primer proceso precedió a otorgar sentencia en primera instancia
del segundo, sino también en supuesto en el que la citada situación de otorgamiento de sentencia firme
en el primer proceso se adveró, otorgada sentencia en primera instancia en el segundo proceso, con
ocasión de la tramitación del recurso de apelación en relación a ésta última resolución, etc.
Pues bien, trasladada dicha doctrina al caso que nos ocupa, cuando el Juzgador a quo dictó inicial
resolución – auto de fecha 1-12-2003–, ratificada en la sentencia de fecha 27-2-2004 (objeto de examen),
ya había recaído –en fecha 12-5-2003– sentencia dictada por la Sección Sexta de esta Audiencia
Provincial de Alicante vía resolución de recurso de apelación en relación a la sentencia de instancia –que
19 de marzo de 2013
© Thomson Aranzadi
3
revocó– (tal y como obra en Rollo 704/2002 del citado Tribunal) en el previo Juicio ordinario tramitado
con el número 334/2001 ante el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Novelda; sentencia esta
última (desestimatoria de demanda en su día formulada por el actual apelante frente al apelado al
amparo del art. 1502 del CC ( LEG 1889, 27) a efectos de suspensión de pago de precio –parcialmente
representado, entre otros, por el pagaré objeto del proceso cambiario del que dimana el presente Rollo–
asociado a contrato de cesión por el segundo al primero de un contrato de compraventa) cuya firmeza no
ha sido objeto de discusión por la parte apelante, en el marco de condicionamientos de admisibilidad de
recurso de casación y de infracción procesal que determinaron resoluciones de la Sección Sexta de la
Audiencia Provincial teniendo por denegada la preparación de los citados recursos (por aplicación de
doctrina ad hoc del Tribunal Supremo)al incidir la sentencia dictada por la referida Sección Sexta de la
Audiencia Provincial de Alicante en resolución recaída en proceso ordinario tramitado por razón de
cuantía por importe muy inferior al representado en el párrafo segundo del art. 477 de la
LECiv. ( RCL
2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) . Resolución de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Alicante
que determinaba la imposibilidad de subsunción dentro de las previsiones del art.1502 del Cc a supuesto
de contratos de cesión otorgado entre las partes, y por razón de la naturaleza de las «perturbaciones»
experimentadas por el ahora apelante en parte de los bienes susceptibles de venir recepcionados en
contrato de compraventa otorgado con terceros en relación al que vino a ocupar la condición de
comprador por razón del contrato de cesión que le vinculó con el ahora apelado.
Y es en dicho marco en el que, tomando en consideración doctrina implícita en las últimas sentencias
del Tribunal Supremo aludidas en párrafos anteriores, al tiempo de otorgamiento de la resolución de
instancia no subsistía la finalidad institucional y/o preventiva a que responde la excepción de
litispendencia de entenderse adverada no ya la identidad de sujetos, objeto y causa entre el proceso
declarativo y cambiario tomados como referencia, sino cierta conexión en el alcance de los
pronunciamientos a otorgar.
–Todo ello obvia consideraciones adicionales sobre la procedencia de la estimación de la excepción de
litispendencia en un supuesto en el que, otras afectas a presunto cumplimiento parcial o defectuoso del
contrato causal entre partes, que justificó libramiento (al parecer entre otros) del pagaré base del Juicio
cambiario, excede del ámbito de debate posible entre las partes en el proceso cambiario, con lo que de
ello se deriva en el marco de los objetos de relevancia jurídica (integradores de la causa de pedir)
susceptibles de configurarse como elemento válido de discusión en el presente juicio en su puesta en
relación con los que constituyen el presupuesto de acción ejercitada en juicio declarativo ordinario
b) Por lo que hace referencia a la cuestión de fondo planteada, por su parte, procede reseñar lo
siguiente:
–En cuanto a los principios rectores de la carga de prueba en el proceso especial cambiario, reseñar
que en relación a las circunstancias configuradoras de las excepciones alegadas por la parte frente a la
que se dirigió – en su calidad de presunta deudora– la inicial acción cambiaria en el marco de la
formalización por la misma de la demanda de oposición, correspondía a la citada parte la carga de
prueba sobre su existencia y/o realidad, y ello en base a una doble consideración jurídica, a saber: de
una parte, por razón de la aplicación de las reglas generales en materia de prueba, y, de otra, porque, en
puridad, en el juicio ejecutivo, como modalidad del juicio monitorio documental, el presunto deudor, al
formalizar la demanda de oposición en base a excepciones susceptibles de incardinarse, presuntamente,
en el artículo 67 de la Ley Cambiaria y del Cheque ( RCL 1985, 1776, 2483) , se convierte en actor,
produciéndose entonces lo que en la doctrina procesalista se conoce como «inversión del contradictorio».
–Que, como se ha dicho, al margen de cualquier consideración recogida en un sector doctrinal sobre la
base de las dificultades (cuando no imposibilidad en alguno de los casos) de promoción de excepción de
falta de provisión de fondos asociada a presunto incumplimiento causal en relación a pagarés que, por su
propia naturaleza, se configuran como promesa pura y simple de pago, en todo caso, la doctrina
jurisprudencial otorgada con ocasión de pronunciamientos en materia de juicio ejecutivo cambiario
(trasladable, como se ha dicho, en el análisis de los motivos de oposición al amparo de l art. 67 de La Ley
Cambiaria y del Cheque no alterado sustancialmente en su configuración por lo que a excepciones
extracambiarias se refiere a los efectos que nos ocupa) viene reconociendo con carácter general (lo que
ha sido asumido reiteradamente por este Tribunal) la posibilidad de alegar la citada excepción pero
siempre y cuando la misma se refiera a un incumplimiento total, esencial, patente y/o categórico de las
obligaciones asumidas por la parte ejecutante («exceptio non adimpleti contractus»), no pudiendo, sin
embargo, encajarse en el marco legal del juicio sumario ejecutivo los supuestos de incumplimientos
contractuales parciales, irregulares o defectuosos («exceptio non rite adimpleti contractus»); único
supuesto, este último, esgrimido como motivo de oposición de fondo por la parte apelante y que, en su
condición de tal, y en cuanto inasumible como válidamente esgrimible en el proceso que nos ocupa,
justificaría su desestimación.
Audiencia Provincial de Alicante (Sección 4ª).Sentencia núm. 60/2005
de 17 febreroJUR\2005\197180
–Que resultan, por tanto, irrelevantes consideraciones de la parte apelante sobre correspondencia del
pagaré (no adverado como único) a pago de contrato de cesión (por otra parte no aportado) de contrato
compraventa (materializándose este último –de compraventa– entre el ahora apelante y terceros,
abarcando elementos diversos), y la posibilidad de perturbación experimentada por el apelante en la
posesión de alguno de los bienes muebles susceptibles –más allá de lo documentado– de incardinarse
en la explotación industrial a cuyo fin se habría otorgado el contrato de compraventa, en cuanto, al
margen de cualquier consideración llevada a cabo por el Juzgador a quo sobre la no adveración
suficiente de la correlación del pagaré base del procedimiento con precio asociado a la compra de bien
mueble concreto alguno susceptible de vincularse al contrato (ya aquellos sobre los que hubiera podido
existir perturbación o no) y más allá de compromisos susceptibles de ser asumidos por la apelada en el
marco del contrato por la misma otorgado (no objeto de debate y discusión en el marco de los posibles
términos del mismo), la propia parte apelante parece aludir como fundamento de su pretensión a un
presunto cumplimiento defectuoso del contrato no ya propiamente de cesión del contrato de compraventa
sino de este último cuyo examen, a los efectos de determinar su existencia, excede del marco del posible
debate en el proceso sumario de cognición limitada que nos ocupa.
Que, asimismo, carecen de relevancia las posibles relaciones de la mercantil demandante cambiaria
con tercera mercantil, dotada en principio de personalidad jurídica propia e independiente, susceptible de
ser titular del adeudo que determinó embargo de determinados bienes muebles que se dicen adquiridos
por la apelante en la tesis sostenida por ésta; y asimismo, carecen también de relevancia
consideraciones sobre cadenas de endosos, en cuanto en momento alguno se ha esgrimido en el
proceso (en cualquiera de sus fases) motivo de oposición a los efectos de discutir la condición de la
apelada como titular legítimo del efecto cambiario base del proceso.
Por último, que no se estima desvirtuado el ajuste de la resolución de instancia en su circunstancia de
enjuiciamiento de la situación existente con ocasión de los fundamentales actos alegatorios de las partes
en el proceso, sin que se haya tomado en consideración variación de la situación jurídica material
existente a los efectos de la resolución, en el marco, y con los condicionamientos, expuestos en este
proceso.
TERCERO
A la vista del contenido de la presente resolución, procede, de conformidad con lo establecido en el art.
398 de la LECiv, ( RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) el otorgamiento de pronunciamiento de
condena en costas en esta segunda instancia a la parte apelante.
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación, es por lo que:
FALLAMOS
Que desestimando el recurso de apelación interpuesto por el Procurador Sr. Gómez Gras (habiéndose
personado en esta segunda instancia la Procuradora Sra. Martínez López), en nombre y representación
de la mercantil Planesia, SA– asistida por el letrado Sr. Ruíz Maján–, contra la sentencia dictada por el
Juzgado de Primera Instancia número Uno de Novelda (Alicante), con fecha veintisiete de febrero de dos
mil cuatro (y por ende, contra particular del auto de fecha 1-12-2004 incidente en excepción procesal de
litispendencia reproducido en la misma), en las actuaciones de que dimana el presente rollo, debemos
confirmar y confirmamos dicha/s resolución/es, imponiendo a la parte apelante el pago de las costas
causadas en esta instancia.
Notifíquese a las partes conforme determina el art. 248
LOPJ ( RCL 1985, 1578, 2635) y, con
testimonio de la misma, dejando otro en el rollo, devuélvanse las actuaciones al Juzgado de procedencia,
interesando acuse de recibo.
Así, por esta nuestra sentencia definitiva, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
El presente texto se corresponde exactamente con el distribuido de forma oficial por el Centro de Documentación Judicial
(CENDOJ), en cumplimiento de lo establecido en el artículo 3.6 b) del Reglamento 3/2010 (BOE de 22 de noviembre de
2010). La manipulación de dicho texto por parte de Editorial Aranzadi se puede limitar a la introducción de citas y
referencias legales y jurisprudenciales.
19 de marzo de 2013
© Thomson Aranzadi
5
Descargar