596 SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: Antiguo Cuscatlán, a las quince horas veinte minutos del día nueve de julio de mil novecientos noventa y ocho. VISTOS en casación de la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, a las dieciséis horas del día veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y siete, decidiendo la apelación que se interpuso contra la sentencia dictada por la Jueza Segundo de Familia del municipio de Santa Ana, a las dieciséis horas del día diecinueve de septiembre de mil novecientos noventa y siete, en el juicio de alimentos promovido por la señora ******** y por el señor *********, contra la señora ********, conocida como ********, en su carácter de heredera testamentaria de los bienes que a su defunción dejó *******, conocido por ********. Han intervenido en primera y segunda instancia los Licenciados Benjamín Arce Guevara, Juan Carlos Juárez Cornejo y el doctor Carlos Alfredo Ramos Contreras como apoderados generales judiciales de la parte demandante; y la parte demandada representada por sus apoderados Licenciados Oscar Armando Velis Cuestas y el Doctor Carlos Mario Cativo Rivas. En casación intervienen el Licenciado Arce Guevara y el Doctor Ramos Contreras por una parte, y por la otra el Licenciado Velis Cuestas y el Doctor Cativo Rivas, en el carácter ya expresado. LEIDOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I. Que el fallo de primera instancia dice: ""FALLA: Modifícase la cuota que en concepto de alimentos y por la cantidad de SIETE MIL QUINIENTOS COLONES, en forma única, fijara en su Testamento, el señor *********, a favor de cada uno de sus alimentarios, señores ******, y ********, en consecuencia fijase la cantidad de DOS MIL COLONES MENSUALES para la señora ******** y en un MIL QUINIENTOS COLONES MENSUALES, para el señor **********. Tal obligación debe ser cumplida por la señora **********, en su carácter de Heredera Testamentaria del señora ********, conocido por ********, a partir de la presentación de la demanda. A fin de darle cumplimiento al Art. 139 literal "c" L. Pr. F., se le previene a la señora *********conocida por ********, que tiene un plazo de treinta días para constituir garantía hipotecaria, prendaria o personal, a fin de garantizar la obligación alimenticia. Oportunamente se levantaran las Medidas Cautelares decretadas en el presente proceso." II. El fallo de segunda instancia expresa: "" FALLAMOS: Modifícase la sentencia apelada en la siguiente forma: a) Condénase a la señora Ana NN, en calidad de heredera testamentaria del señor ********, a pagar en concepto de alimentos a la señora Mirna NN, la suma de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES y a pagar al señor ******** la cantidad de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES, de acuerdo a lo establecido en el Art. 1141 C., dentro del plazo de treinta días de quedar firme esta sentencia. B) Déjase sin efecto la cuota provisional de alimentos fijada a los señores ********, descontándose la suma que en concepto de éstas se les haya pagado de la cantidad establecida en esta sentencia. C) Omítase la fianza y levántense oportunamente las medidas cautelares. D) Previénese al licenciado Arce Guevara y al doctor Ramos Contreras que hagan uso de sus derecho con la moderación debida. e) Ordénase librar oficio al señor Registrador de la Propiedad Raíz de este Departamento a fin de que en lo sucesivo se cerciore de la veracidad de la información que se le solicita tomando en cuenta la clase de derechos que se discuten y la responsabilidad que puede producirse. F) Devuélvanse los expedientes, el estudio socio económico y grabaciones del presente proceso, con certificación de esta sentencia al tribunal de origen.""" III.- No conforme con el fallo, el Licenciado Benjamín Arce Guevara y el Doctor Carlos Alfredo Contreras, interpusieron recurso de casación en los términos siguientes: ""I. Que con fecha veintinueve de octubre próximo pasado, se nos notificó el fallo pronunciado por Vos en el incidente de Apelación que interpusimos de la Sentencia Definitiva dictada por el inferior, y no estando tampoco conformes con lo decidido por Vos, interponemos, por este medio el Recurso de Casación en contra de vuestra sentencia para ante la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, el cual lo fundamos en los siguientes motivos: 1) MOTIVO DE FONDO: 1. CAUSA GENERICA. Infracción de Ley. Art. 2 literal a) de la Ley de Casación. 1.2 MOTIVOS ESPECIFICOS: 1.2.1 Interpretación Errónea de la Ley. Art. 3 No 2º Ley de Casación Art. 254 Código de Familia. 1.2.2 Interpretación Errónea de la Ley . Art. 3 No 2 Ley de Casación. Art. 1141 Código Civil. 1.3 PRECEPTOS INFRINGIDOS Y CONCEPTO EN QUE LOS MISMOS SE HAN INFRINGIDO. 1.3.1 La interpretación Errónea del Art. 254 Código de Familia. Vuestro fallo, Honorable Cámara se basa en una interpretación errónea del Art. 254 del Código de Familia, que enuncia el Principio de Proporcionalidad que debe aplicarse para fijar, establecer y cuantificar los alimentos a que se encuentra obligado el alimentante; y la suma resultante de la aplicación de dicho principio y de los supuestos que la norma establece, es, por lo menos, el mínimo a otorgar para el caso del cual conocisteis.- Vos Honorable Cámara, interpretasteis el Principio de Proporcionalidad a que se refiere el Art. 254 Código de Familia, en vuestra desordenada sentencia definiéndolo como "el equilibrio que debe existir al cubrir esa necesidad alimentaria en su totalidad cuando se trata en capacidad de darla.""" ; esta es una interpretación antojadiza, y nada feliz, por cuanto el término "Proporcionalidad" no ha sido definido por la Ley, consecuentemente, y por mandato expreso del Art. 20 C., es necesario recurrir para entender su significado y a la vez definir el principio de proporcionalidad, a lo que obvia y naturalmente se entiende por proporcionalidad, y da el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, el que nos informa al respecto diciendo que es la "Conformidad o proporción de una de las partes con el todo o de cosas relacionadas entre si.""" ""Proporción" por otra parte significa según el Diccionario mencionada "Disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de una cosa con el otro y entre cosas relacionadas entre si"""; la entrada 6 de este término define como ""Igualdad de dos razones""". La locución adverbial es "según, conforme a""", de tal manera que el Principio de Proporcionalidad a que alude el Art. 254 del Código de Familia dice relación con la ecuación de la Proporción directa, es decir que la suma asignada a los alimentarios, por mandato legal debe ser la resultante de la relación directamente proporcional entre la capacidad de la Sucesión Alimentante y la necesidad de los alimentarios, para que haya conformidad o correspondencia entre los dos extremos. En vuestra sentencia no existe esa correspondencia entre los dos extremos. En vuestra sentencia no existe esa correspondencia o conformidad pues si la capacidad de la Sucesión obligada al pago es de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES o sea el capital líquido con que responde de la única deuda hereditaria, que para nuestro caso son los alimentos debidos a los hijos del causante; y la necesidad de éstos es total pues no se cuantificó ninguna capacidad económica de mismos, la suma que Vos fijáis de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para la primera de ellos, y de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES, para el segundo, frente a un capital liquido de ciento por ciento con que cuenta la sucesión para responder, resulta siendo para la alimentaria *********; del dos punto ochenta y dos por ciento, y para ***********, del tres punto noventa y cinco por ciento. Vuestro fallo pues, se basa en una interpretación errónea de la ley en cuanto no se condiciona por ésta, para la aplicación del principio de Proporcionalidad, que para cubrir la necesidad alimentaria en su totalidad ha de estarse en capacidad de darla, ya que si el obligado no tiene capacidad o el alimentario no tiene necesidad, corolario lógico de ello es la no aplicación del citado Art. 254 del Código de Familia. Esta disposición legal presupone, de un lado, la existencia de una necesidad y de otro, la existencia de una capacidad de cubrir a aquella, la interpretación errónea de la Ley reside en haber considerado para la aplicación de la misma uno solo de ambos extremos, el de la necesidad, dejando en el olvido el de la capacidad, y cuando la interpretación correcta y adecuada de la Ley implicaba el implica obviamente la integración de ambas circunstancias, de allí que, sumando los porcentajes que representan las cantidades asignadas a los alimentarios, el ciento por ciento del patrimonio gravable con el seis punto setenta y siete por ciento asignado, no guardan conformidad o, correspondencia entre si ni tampoco se ve, para decirlo con vuestras propias palabras, en donde podría estar ese equilibrio entre capacidad y necesidad, que el Art. 254 del Código de Familia ordena imperativamente ha de existir. Y así, el último párrafo del romano II de vuestra sentencia, que con mucha dificultad podríamos decir es el considerando jurídico, refleja esa interpretación errónea que condiciona la interposición del presente recurso. 1.3.2 Interpretación Errónea del Art. 1141 del Código Civil. El Citado Art. 1141 C., impone al testador la obligación de designar en su testamento la cuantía de los alimentos que esta obligado a suministrar conforme a Título I, Libro Cuarto del Código de Familia; cuantía que no puede ser inferior a la establecida en el artículo 254 del mismo Código. Esta disposición también la interpretásteis erróneamente, Honorable Cámara, dándole un sentido diferente a aquel que, si mayores dificultades, se obtiene de la simple lectura de la misma.En la aplicación de dicha norma jurídica el Juzgador debe tener presente que una vez establecida la capacidad de pago en el alimentante y la necesidad de los alimentarios, la cuantía a asignar conforme al Art. 254 Código de Familia no puede ser menor que la que resulte de aplicar el Principio de Proporcionalidad que regula esta última disposición.- En otras palabras la aplicación del Principio de Proporcionalidad solamente le sirve al Juzgador para cuantificar el mínimo de la suma a pagar a los alimentarios; y de ahí partir hasta a tercera parte, en función de que el mismo Art. 1141 C. prescribe expresamente: "Si no lo hiciere o la cuantía fuere inferior, el Juez decidirá en caso de reclamación del alimentario o alimentarios...... o bien señalando de una vez la suma total que deba pagarse a título de alimento, sima que no debe exceder de la tercera parte del acervo líquido de la herencia para todos los alimentarios....."" El legislador fijó pues, los extremos dentro de los cuales el Juzgador ha de establecer la suma a asignar a los alimentarios siendo uno de esos extremos el mínimo que resulta de aplicar el Art. 254 del Código de Familia; y el otro, la tercera parte del acervo líquido de la herencia. Ambos extremos deben ser cuantificados por el Juzgador, para así realizado que sea el proceso de inferencia lógica por parte de él, asigne justamente lo que el alimentario corresponda legalmente. En vuestro fallo, Honorable Cámara, al aplicar el Art. 1141 C., tomáis en cuenta para la fijación de la cuota alimenticia, además del acervo liquido de la sucesión, circunstancias que ni este Artículo ni ningún otro permite que se tomen en consideración para tal efecto.- Por ello, cuando decís que también ha de tomarse en cuenta para la determinación de los alimentos"" Las condiciones personales de los alimentarios, en cuanto a su edad, necesidad, condiciones de salud, y otras situaciones particulares especificadas anteriormente, como la clase de trabajo y bienes que poseen, y las condiciones personales y obligaciones de la persona que debe prestarlos"""; le dais a la norma un sentido del que obviamente carece. Además y para el efecto de fijar y establecer las cuotas pírricas de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para **********; y de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para **********, acudis al supuesto de que el causante tiene otros hijos y que existe un legado a favor de la madre de aquel "quienes en cualquier momento podrían ejercitar su derecho a pedir alimentos o aparecer otras personas pidiéndolos posteriormente".- Aquí Honorable Cámara, incurrís en una lamentable equivocación, antes de jurídica, de simple razonamiento lógico; pero, en todo caso, ilegal y es que el juzgador no puede partir de supuestos, sino de hechos concretos que consten en el proceso. Si a caso esa posibilidad a que Os referís llegase a concretarse, ya la ley en el mismo artículo citado tiene prevista la solución, que impide precisamente que pueda aquella servir de excusa al Juez para no fallar con justicia y equidad. Al traer también a consideración tal circunstancia, le dais a la norma un sentido que no tiene, aumentándole tanto con semejante argumento como con el anteriormente señalado, exigencias que al legislador jamas se le ocurrieron. Todo lo anterior condiciona así mismo nuestro recurso. En atención a lo anteriormente expuesto OS PEDIMOS: Que tengáis por presentado este escrito de Interposición de Recurso de Casación, con nueve copias del mismo, que también acompañamos; y que en su oportunidad lo remitáis con sus dichas copias y autos respectivos a la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, a la que solicitamos desde ya, se nos tenga por parte en el Recurso de Casación que interponemos y que cumplidos los trámites previos, case la sentencia recurrida por los motivos invocados, pronunciando la que conforme a derecho corresponde, esto es, la que establezca y considere como asignación alimenticia sucesoral en cuota única, a favor de los alimentarios ********; y de **********, la tercera parte del acervo líquido hereditario de la sucesión del señor ********, conocido por ********, que asciende a la suma de DOS MILLONES NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES MIL TRESCIENTOS TREINTA Y UN COLONES TREINTA Y TRES CENTAVOS, a pagarse de una sola vez."""" IV. Por auto de las once horas y diecisiete minutos del día tres de febrero del presente año se admitió el recurso de casación y se pasaron los autos a la Secretaría de la Sala para que las partes presentaran sus alegatos dentro del término de Ley. Los recurrentes presentaron sus alegatos en la forma siguiente: "" atentamente y por este medio evacuamos el traslado que conforme al Art. 14 de la Ley de Casación nos habéis conferido, reiterándonos nuestra petición de que caséis la referida sentencia, por los motivos apuntados en nuestro escrito de interposición de este recurso, porque se encuentran establecidas y claramente delimitadas las infracciones cometidas por la Cámara sentenciadora, es decir, la evidente interpretación errónea que hizo, al fallar de los Arts. 254 del Código de Familia y 1141 del Código Civil. Interpretar una ley es fijar su verdadero alcance y contenido; y ello se logra mediante la reconstrucción del pensamiento del legislador, de la finalidad que tuvo en mente al dictarla y de los resultados que de la aplicación de la misma esperaba. Toda Ley es reflejo de una circunstancia específica que, a criterio del legislador, necesita un tratamiento consecuentemente y adecuados. Cuando se interpreta una ley el interprete se coloca pues, objetivamente, en la situación vista por el legislador y razona de conformidad a las proyecciones fácticas de aquella, basando siempre la congruencia de sus conclusiones con las propias del legislador. Esta reconstrucción no puede ser por ello arbitraria ni caprichosa, sino sujeta a los mismos parámetros que configuran la norma en sí y de acuerdo a las que regulan el procedimiento de su interpretación. Lamentablemente, la Cámara de Familia, se apartó totalmente, en el caso que ahora nos ocupa, de tales normas de interpretación y reconstrucción del contenido esencial de las disposiciones legales invocadas para la solución del mismo; y resulto pronunciado un fallo, ilegal a todas luces, que ha motivado su impugnación, a fin de que se pronuncie el que sí se encuentre arreglado a derecho. En su sentencia, olvidó la Cámara las quizá más importantes reglas de interpretación, la contenida en el Inc. 1º del Art. 19 C., que no permite al intérprete de la norma, cuando el sentido de ésta es claro desatender su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu; y la del Art. 20 id., en cuanto a la manera de entender el intérprete los términos en que se expresa el legislador.--- I) LA INTERPRETACIÓN ERRONEA DEL Art. 254 DEL CÓDIGO DE FAMILIA.---- Se establece en esta disposición el principio de proporcionalidad respecto de los alimentos a que tienen derecho los hijos, y en general aquellos que menciona el Art. 248 del mismo cuerpo de leyes.- Para fijar el monto o cuantía de los alimentos, tendiendo siempre presente el principio de proporcionalidad , el citado Art. 254 señala tres circunstancias específicas a atender por el juzgador. 1) La capacidad económica del obligado a darlos; 2) la necesidad de quien las pide; y 3) la condición personal de alimentante y alimentarios y las obligaciones familiares de aquél. El juzgador no puede realizar adecuado proceso de raciocinio sin relacionar éstas, en las que el vinculo entre la necesidad y la capacidad sea una regla previamente establecida por el legislador, y que, en este caso se determina por la proporcionalidad de la primera con la segunda y recíprocamente; conceptos que la Cámara sentenciadora no tomó nunca en cuenta, limitándose a decir que la jurisprudencia ya los definió; y que no es cierto, pues la jurisprudencia nacional, que podría ser un referente; jamas lo ha hecho. Debe acudirse, entonces, para fijar aquellos, el sentido natural y obvio de los mismos; y éste es el que les da el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española: CAPACIDAD; propiedad de una cosa de contener otras dentro de ciertos límites. En el caso de autos, la capacidad de la sucesión demandada se estableció en la cantidad de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES. Esta cantidad tiene como propiedad el contener otra, que sería la relativa a la de los alimentos, cuyo monto se obtiene aplicando la proporcionalidad a la necesidad de aquéllos; es decir, a determinar las veces que cabe la necesidad existente dentro de la capacidad dada. NECESIDAD: "carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida" o "Especial riesgo o peligro que se padece y de que necesita pronto auxilio, "Necesitar", "Obligar y precisar a ejecutar una cosa", "haber menester o tener precisión o necesidad de una persona o cosa".- PROPORCION: "Disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de una cosa con el otro o entre cosas relacionadas entre sí". La Cámara sentenciadora al omitir esa necesaria relación entre los anteriores conceptos no pudo concluir entonces racional, lógica y legalmente que la cantidad a asignar a los alimentarios tendría que haber sido siempre el equivalente a la tercera parte de la cantidad establecida como capacidad. Se encuentra demostrado y sin posibilidad alguna de cuestionamiento y la misma Cámara así lo reconoce, que los actores escasamente pueden sufragar sus necesidades, y ello se traduce en un estado de pobreza tal, que los habilita para reclamar de la sucesión la asignación alimenticia en la proporción que debe considerar, la capacidad de aquellos para cubrirla por sus propios medios o recursos que es casi equivalente a cero; con la capacidad probada respecto de la sucesión demandada de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES. No puede existir entonces proporcionalidad entre el estado actual de cada alimentario con la sucesión, con una capacidad económica sobradamente solvente.- Si para la Honorable Cámara el fijar los alimentos con base a sus propios parámetros, significaba establecer un equilibrio entre ambas, pues dicho equilibrio no se logró en manera alguna, ya que OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES comparada con la cantidad que se asignó a *********, equivale a dos punto ochenta y dos por ciento; y, comparada con la de ********** al tres punto noventa y cinco por ciento.- No se encuentra pues por ninguna parte un equilibrio equivalente a la proporcionalidad, como la Cámara lo pretende. Es cierto que el legislador no ha dado reglas precisas para cuantificar la suma asignada; pero si permite establecer una proporción de acuerdo a la capacidad y según la necesidad de los reclamantes, y, entre tales extremos, aplicar el concepto de proporcionalidad que significa disminuir el grado de necesidad de los alimentarios con base a la capacidad del obligado a prestarlos; y aunado a lo anterior, la consideración de la última de las condicionantes que establece el artículo citado. Las condiciones personales del alimentante y del alimentario y las obligaciones familiares de aquél.- La sucesión carece de condiciones personales; y las tiene únicamente para con los demandantes, ya que en el mismo juicio consta el endoso de todas las acciones que conforman el capital accionario de dicho causante en las diferentes sociedades en que participaba, constando también el activo de las mismas; endoso hecho veinte días antes de su muerte a quienes como hijos hubiesen podido reclamar la consiguiente cuota alimenticia; y que por ello perdieron la titulariedad de la misma; y aunque, no obstante, pretendieron luego obtenerla por vía judicial, su intervención irregular en ese sentido concluyó en un rechazo a sus pretensiones. Considerados pues éstas tres circunstancias y relacionadas entre sí, un fallo justo y apegado a derecho no podría en ningún caso fijar sino en una tercera parte del acervo liquido de la sucesión los alimentos a pagar por la demandada.- La cuota que fijó la Cámara, es en verdad desproporcionada por irrisoria o ridícula y desligada totalmente de la realidad; y por ello la razón del presente recurso para que Vos, Honorable Sala, corrijáis el fallo impugnado concediendo lo que conforme a derecho y justicia corresponde a nuestros mandantes. II) LA INTERPRETACION ERRONEA DEL ART. 1141 C. Como acabamos ya de señalarlo, en materia de alimentos, el principio de proporcionalidad es el que dota de sentido y contenido a la asignación alimenticia, de manera que el juzgador ha de tenerlo siempre presente, para un pronunciamiento justo y legal al respecto.- El de la Cámara, que ahora impugnamos y por lo que ya dejamos indicado, no ha sido ni justo ni legal. No solamente el Art. 254 C. F., le dio un alcance del que carece, también el Art. 1141 es interpretado en un sentido que el legislador jamás tuvo en mente al dictar dicha norma. Se habla en esta nada mas de una operación aritmética a efectuar por el juzgador, el cálculo de hasta una tercera parte del acervo liquido de los bienes sucesorales, dado el supuesto de la titularidad del derecho a la cuota alimenticia en el reclamante. En análisis del anterior apartado respecto del concepto de proporcionalidad es válido también respecto de reclamos de alimentos contra alimentantes fallecidos y por ello nos remitimos a lo que hemos dejado ya apuntado; es especial a esa falta de razonamiento lógico en el fallo recurrido y a la desvinculación del mismo de la realidad que pretende solucionar, y que, al contrario, prolonga, ahora si de manera definitiva e irreversible, el desequilibrio económico entre alimentante y alimentarios que con el proceso se pretendía remediar; y que, en efecto, precisamente para ello ha sido instituido. Cual lo hemos dejado expuesto, la comparación entre la necesidad de los actores con la capacidad de la demandada tenía que desembocar, necesariamente, en la asignación de la tercera parte del haber líquido probado de la sucesión. La última consideración de la Cámara para negarse a ello, es de suyo deleznable, como se demostró, ya que no puede traerse a cuentas, para el pronunciamiento de un fallo, ni servir mucho menos de argumento, meras especulaciones o consideraciones acerca de probabilidades o supuestos, como el ponerse a discutir si habrá otros u otros que también puedan reclamar alimentos de la sucesión y que cómo se haría entonces para cubrir estos nuevos reclamos, si acaso resultantes ellos viables. Paralelamente a tales disquisiciones y antes de plasmarlas por escrito, debió la Cámara preguntarse si acaso tal situación había sido prevista en la Ley, y si hubiera encontrado con que el legislador si tiene una solución para tal eventualidad y allí aparece en ese mismo Art. 1141 C. El fallo impugnado carece, pues, de justificación debe él casarse, accediéndose a lo que nosotros, Honorable Sala, requerimos para nuestros poderdantes; y en tal sentido os pedimos que os pronunciéis, con la secuela del caso; y en la manera que lo indicamos en nuestro escrito la interposición de este recurso."""" El Doctor Carlos Mario Cativo Rivas y el Licenciado Oscar Armando Velis Cuestas, como apoderado generales judiciales de doña *********, presentaron sus alegatos expresando: ""II. Que hemos sido legalmente notificados de la resolución proveída por esta Honorable Sala a las once horas y diecisiete minutos de día tres de Febrero del corriente año, por medio de la cual se admite el Recurso de Casación interpuesto por los Abogados Benjamín Arce Guevara y Carlos Alfredo Ramos Contreras, como Apoderados de la señora *********; y del señor **********, contra la sentencia proveída en Apelación por la Honorable Cámara de Familia de la Sección de Occidente, en el referido juicio; III. Que en virtud a lo proveído por esta digna sala y en base a lo preceptuado en el Art. 14 de la Ley de Casación, sometemos a vuestra digna autoridad nuestro alegato en los siguientes términos: 1) Honorable Sala, el Art. 1141 C. establece en términos generales la obligación para el testador de designar en su testamento la cuantía de los alimentos que esta obligado a suministrar a quienes legalmente corresponde. Es decir que en principio toda persona que dispone libremente de sus bienes bajo testamento está obligado a especificar dicha cantidad; y en caso de incumplimiento de tal obligación, será un tribunal quien decidirá judicialmente, ante una demanda presentada, la forma y cuantía en que se cumplirá tal omisión. 2) A este respecto es el mismo Art. 1141 C. que clara y específicamente nos remite al Título I del libro IV del Código de Familia, como la normativa a seguir y aplicar en el caso de un reclamo judicial de alimentos como el presente; siendo precisamente en esa legislación familiar en donde se faculta al Juez para determinar tanto la cuantía como la forma en que debe pagarse los alimentos y tal y como expresa el Art. 254 C. de F., en donde la fijación, de parte del Juez, de los alimentos reclamados se supedita a estos requisitos; a) La capacidad económica del obligado a proporcionarlos; b) La necesidad del que la solicita; c) La condición personal tanto del solicitante como del obligado; y d) Las obligaciones familiares del alimentante--- 3) Como hemos expuesto desde el inicio de nuestra intervención en el referido Proceso Familiar, consideramos que la interpretación y aplicación del Art. 1141 C., (eminentemente patrimonialista) no puede, ni debe hacerse aisladamente, sino que dicho artículo ha venido a formar un todo con la legislación familiar atinente y relacionada. En otras palabras, como expusimos, aún cuando dicho Artículo Civil constituye una regla general, ésta no es una simple regla aritmética aplicable por igual a todos y cada uno de los casos judiciales planteados. En tal sentido, es sano recordar que el simple hecho de un reconocimiento voluntario, aun cuando da origen a una pretensión y al ejercicio de una acción de alimentos, esto no implica automáticamente el otorgamiento o adecuación de un derecho peticionario. De lo contrario no tendría razón de ser la relación del Art. 1141 C., con la legislación familiar referente a los alimentos que el testador está obligado a suministrar se hará conforme al título I, Libro Cuarto del Código de Familia; cuantía que no constituye de pleno derecho una tercera parte del acervo liquido de la Herencia, sino que la cuantía de dichos alimentos, una vez determinados por el Juez, debe ser pagada ya sea por cuotas mensuales o por una cuota única HASTA la tercera parte del acervo líquido de la Herencia "COMO LIMITE MÁXIMO", siendo la investigación procesal, la prueba vertida y la sana discrecionalidad del Juez, la que determinarán el monto y la forma de pago, dentro de los márgenes legales arriba mencionados; 4) Que en el sentido antes mencionado que nuestra legislación conceptualiza: a) los alimentos, como .... "las prestaciones que permiten satisfacer LAS NECESIDADES de sustento, habitación, vestido, conservación de la salud y educación del Alimentario". Art. 247 C. de F., (mayúsculas y subrayado son nuestros); b) y.... "la obligación de dar alimentos es exigible desde que LOS NECESITA el alimentario..." Art. 253 C. de F., (mayúsculas son nuestras). De esto se colige que uno de los requisitos indispensables para exigir y obtener judicialmente alimentos ES LA REAL Y PROBADA NECESIDAD de los alimentos que se pretenden y se solicitan. Requisito que se sustenta no sol en la Ley, sino que proverbialmente en la inmensa mayoría de tratados y textos de connotados autores que se refieren al tema, así: En su Diccionario de ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, el maestro Manuel Osorio establece que alimento es ..."la prestación en dinero o en especie que una persona INDIGENTE puede reclamar de la otra, entre las señaladas por la Ley, para su mantenimiento y SUBSISTENCIA". (mayúsculas son nuestras); mas adelante expone que...." Los alimentos comprenden LO NECESARIO para atender a la subsistencia, habitación, vestido, asistencia médica, educación e instrucción del alimentado...", finalmente y mas explícito expone que..."Es requisito para la obtención de alimento que quien ha de recibirlos acredite que LE FALTAN MEDIOS PARA ALIMENTARSE Y QUE NO LE ES POSIBLE ADQUIRIRLOS CON SU TRABAJO". (mayúsculas son nuestras). En el mismo tenor, en el tratado de Derecho Civil de Somarriva y Undurraga, en la página 51, del tomo relativo al Derecho de Familia, El Derecho de Alimentos, se expone que los alimentos necesarios no se deben sino en la parte en que los medios de subsistencia del alimentario no le alcance para subsistir de un modo correspondiente para sustentar la vida. 5) Que en los Juicios de Alimentos basados en testamentos, de conformidad al precitado Art. 1141 C., al momento de sentenciar normalmente se ha tomado en consideración mas que todo el aspecto patrimonial, el cual si bien es cierto es importante en esa clase de Juicios, no es el aspecto principal de los mismos, ya que en materia familiar, que es la que priva en caso de conflicto, el criterio es totalmente diferente. Para el caso, el connotado Jurista Zanoni sostiene que la vinculación o relación jurídica que determina la prestación de alimentos es acorde a la preservación de la persona del alimentario y no de índole patrimonial, ya que su fin no es la satisfacción de intereses de naturaleza patrimonial; a lo anterior, debe agregarse que tal como ha sido concebida nuestra Legislación Familiar, ésta se aparta completamente de toda corriente de naturaleza Patrimonial como se concebía en el Art. 1141 C., anteriormente sin reforma, ya que actualmente nuestra legislación respecto de los alimentos tiene una tendencia a lo alegado y sobre todo a lo probado por las partes; 6) Que tanto el Juzgado Segundo de Familia, como la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, no obstante reconocer y aceptar que los demandantes actuaron de mala fe y dolosamente presentaron pruebas falsas al proceso, fueron de criterio que en base a lo investigado y probado respecto a las condiciones personales tanto de la demandada como de los alimentarios, a las necesidades planteadas, a las obligaciones, condiciones y forma de vida y en consideración a la edad, se le otorgara a los peticionarios la cantidad de Doscientos cincuenta mil colones y Trescientos Cincuenta Mil colones, respectivamente, lo cual ahora se impugna ante vuestra digna autoridad alegando para una supuesta errónea interpretación del Art. 1141 C., sin importarles en absoluto las falsedades y mentiras que introdujeron en el proceso, las que consta harto probadas en el mismo. IV.- Honorable Sala, por lo antes expuesto a Vos de la mas respetuosa manera OS PEDIMOS: .... 1) Nos admitáis el presente escrito y tengáis por presentado, de nuestra parte, el alegato a que se refiere el Art. 14 de la Ley de Casación. 2) Que no existiendo una infracción al Art. 2 literal a) de la Ley de Casación; ni existiendo interpretación errónea de los Arts. 1141 del Código Civil y 254 del Código de Familia, declaréis inadmisible el recurso de Casación interpuesto por la parte demandante.-"""" V.- El presente recurso de casación ha sido interpuesto por los impetrantes por la causa genérica de "infracción de ley" y por el motivo específico de "interpretación errónea" de los Artículos 254 del Código de Familia y del 1141 del Código Civil. Analizado dicho recurso, la Sala hace las consideraciones siguientes: La interpretación errónea del Art. 254 del C. de F., consiste, según el recurrente, en que la Cámara interpreta el principio de proporcionalidad contenido en dicha norma, como "el equilibrio que debe existir al cubrir esa necesidad alimentaria en su totalidad cuando se está en capacidad de darla", dando un concepto no definido por la ley y en consecuencia, de acuerdo al Art. 20 C., debe recurrirse a lo que obvia y naturalmente debe entenderse por proporcionalidad según el diccionario de la lengua española, entre otras, como "conformidad o proporción de una parte con el todo o de cosas relacionadas entre sí". El Art. 254 C. de F., presupone "de un lado, la existencia de una necesidad y de otro, la existencia de una capacidad de cubrir a aquella, la interpretación errónea de la ley reside en haber considerado para la aplicación de la misma uno solo de ambos extremos, el de la necesidad dejando en el olvido el de la capacidad, cuando la interpretación correcta y adecuada de la ley implicaba e implica obviamente la integración de ambas circunstancias", "de allí que, sumando los porcentajes que representan las cantidades asignadas a los alimentarios, el ciento por ciento del patrimonio gravable con el seis punto setenta y siete por ciento asignado, no guardan conformidad o, correspondencia entre sí ni tampoco se ve, para decirlo con vuestras propias palabras, en donde podría estar ese equilibrio entre capacidad y necesidad, que el Art. 254 del Código de Familia ordena imperativamente ha de existir" - "Para fijar el monto o cuantía de los alimentos, tendido siempre presente el principio de proporcionalidad, el citado Art. 254 señala tres circunstancias específicas a atender por el juzgador. 1) la capacidad económica del obligado a darlos; 2) la necesidad de quien los pide; y 3) la condición personal de alimentante y alimentarios y las obligaciones familiares de aquél. El juzgador no puede realizar adecuado proceso de raciocinio sin relacionar éstas, en las que el vínculo entre la necesidad y capacidad sea una regla previamente establecida por el legislador, y que, en este caso de termina por la proporcionalidad de la primera con la segunda y recíprocamente; conceptos que la Cámara sentenciadora no tomo nunca en cuenta, limitándose a decir que la jurisprudencia ya los definió; y que no es cierto, pues la jurisprudencia nacional, que podría ser un referente, jamas lo ha hecho. En cuanto a las condiciones personales del alimentante y del alimentario y las obligaciones familiares de aquél, el recurrente agrega; "La sucesión carece de condiciones personales; y las tiene únicamente para con los demandantes, ya que en el mismo juicio consta el endoso de todas las acciones que conforman el capital accionario de dicho causante en las diferente sociedades en que participaba, constando también el activo de las mismas; endoso hecho veinte días antes de su muerte a quienes como hijos hubiesen podido reclamar la consiguiente cuota alimenticia, y que por ello perdieron la titularidad de la misma; y aunque, no obstante, pretendieron luego obtenerla por vía judicial, su intervención irregular en ese sentido concluyó en un rechazo a sus pretensiones. Consideradas pues éstas tres circunstancias y relacionadas entre si, un fallo justo y apegado a derecho no podía en ningún caso fijar sino en una tercera parte del acervo líquido de la sucesión los alimentos a pagar por la demandada.- La cuota que fijó la Cámara, es en verdad desproporcionada por irrisoria o ridícula y desligada totalmente de la realidad; y por ello la razón del presente recurso para que Vos, Honorable Sala, corrijáis el fallo impugnado concediendo lo que conforme a derecho y justicia corresponde a nuestros mandantes." El Código de Familia señala en el Art. 247 que "son alimentos las prestaciones que permiten satisfacer las necesidades de sustento, habitación, vestido, conservación de la salud y educación del alimentario", y que los mismos se debe cuando se establecen los elementos siguientes: a) obligación legal de dar alimentos: Art. 248 C. de F.; b) Necesidad del solicitante: Art. 254, 259 inc. 2º y 270 ordinal 3º C. de F., c) Capacidad económica del alimentante: Art. 254, 251 inc. 1º , 252, 259 inc. 2º C. de F., d) Condición personal de alimentante y alimentario: Art. 254 C. de F.; y e) Obligaciones familiares del alimentante: Arts. 254, 270 ordinal 4º, C. de F. En el caso en estudio ha quedado establecido el vinculo legal por el cual la sucesión dejada por el señor *********, representada por la heredera testamentaria doña ********, conocida por ********, está obligada a dar alimentos a los señores ******** y **********, ya que los señores citados últimamente son hijos del causante.Se ha establecido también la necesidad de los alimentarios, ya que no se comprobó suficiente capacidad económica de los mismos. Al respecto, la demandada ha dicho por medio de sus apoderados, en el alegato presentado, "Que tanto el Juzgado Segundo de Familia como la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, no obstante reconocer y aceptar que los demandantes actuaron de mala fe y dolosamente presentaron pruebas falsas al proceso, fueron de criterio que en base a lo investigado y probado respecto a las ..... necesidades planteadas..... se les otorgara a los peticionarios la cantidad de ..... "" , cuestiones éstas que no se debaten en el presente recurso, pues los impetrantes únicamente son alimentarios, dándose la alimentaria por aceptada del criterio sostenido por el tribunal sentenciador. También se ha establecido la capacidad económica del alimentante señor **********, que por haber fallecido, se ha demandado a su sucesión y se ha determinado como capital liquido de la misma, la suma de ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa y cuatro colones; cantidad establecida y aceptada por las partes. Y con respecto a las condiciones personales del alimentante y sus obligaciones familiares, no son del caso establecerlas, pues el reclamo se ha dirigido contra una sucesión, la cual no puede tener este tipo de obligaciones. De acuerdo con lo expuesto, se han dado las condiciones para que proceda la fijación de cuotas alimenticias solicitadas, teniendo como referencia el capital líquido de la sucesión y la necesidad de los alimentarios; y es precisamente en esta proporcionalidad que debe existir entre la suma sucesoral y las cuotas fijadas para cada alimentante, en que los recurrentes consideran que no se ha hecho una interpretación correcta del artículo 254 C. de F., que desarrolla el principio citado, ya que tomando en cuenta la cantidad de ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa y cuatro colones que constituye el haber sucesoral, no guarda relación con las cuotas únicas fijadas por la Cámara de Familia y que se establecieron en doscientos cincuenta mil colones para ************ y de trescientos cincuenta mil para *********, cantidades que en conjunto no representan ni el siete por ciento del capital establecido. Para fijar las cuotas alimenticias referidas, la Cámara ha argumentado lo siguiente: """habiéndose establecido en autos la capacidad económica suficiente a la parte demandada en base al dictamen de fs. 568 y 577, cuentas de ahorro, corriente y a plazos a fs. 256, 260, 302, 303 y 432, informes de las cooperativas de café de fs. 295 a 297, 437, 495, 496, 498, 499, 500, 562 al 564, y en cuanto a las necesidades de los alimentarios se ha establecido que la señora ********* cubre escasamente sus necesidades tomando en cuenta no sólo las "propias" sino también las de sus hijos y las de su madre, que posee un bien inmueble, fs. 504 y siguientes, y un trabajo estable con derecho a ciertas prestaciones, y que el señor ********** no las cubre totalmente, no posee bienes inmuebles, ni trabajo estable, aunque dentro de sus obligaciones mencionó el pago de una cuota para su menor hija y otra como ayuda para alquiler de la casa de su hermana antes mencionada no aportando la prueba pertinente, habiéndose establecido que la señora ********* posee un bien inscrito a su favor, en el cual residen, el cual no sólo ocultó sino que mintió al asegurar que vivía en casa arrendada, de lo cual presentó los respectivos recibos lo que se trae a cuenta para señalarlo como un acto contrario al deber de lealtad, probidad y buena fe. De todo lo anterior, se tomaron las condiciones normales para el requerimiento de esa necesidad fijando la cuantía de la cuota alimenticia, para lo cual debe existir una correlación entre las posibilidades del obligado a prestarla y las necesidades de los alimentarios de tal manera que se guarde equilibrio en ambos extremos para que sea justa y legal llenando las necesidades que los alimentarios no pueden satisfacer por si mismos y tomando en consideración los medios propios que ya poseen para su subsistencia, fijando una cuota con la cual se satisfagan todas sus necesidades, quedando excluidos los superfluos o de lujo."""" "Ahora bien tomando en consideración que la suma iliquida (no se le hicieron deducciones) que se estableció en el dictamen pericial fs. 568 y siguientes, más otros ingresos anteriormente señalados, el cual no fue rebatido por la parte demandada, es la cantidad de ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa y cuatro colones, aunque en autos se menciona ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa colones, puede apreciarse como una suma considerable que dé por establecida la capacidad económica del obligado para efectivizar y garantizar de mejor forma el pago, y en el otro extremo la necesidad de los demandantes quienes satisfacen sus necesidades básicas con ciertas limitaciones por lo que la señora Jueza estableció una cantidad mensual con la cual éstos pueden satisfacer todas sus necesidades, desde luego que tomando como base las condiciones personales tanto de la demandada como de los alimentarios, sus obligaciones, condiciones y forma de vida; sin embargo, considerando la edad de los alimentarios, y que la necesidad de la primera de ellos o sea la señora *********, es consecuencia en parte de otras obligaciones que no se refieren a la satisfacción de sus necesidades propias como es la enfermedad de su madre profesora jubilada con la cual el testador no tenía ninguna obligación, que tiene un bien inmueble inscrito a su favor, el que maliciosamente ocultó siendo también falsa la información proporcionada por el Registrador de la Propiedad Raíz de este Departamento, lo cual puede dar lugar a consecuencias legales, Art. 268 C. F., denota mala fe en su proceder queriendo sorprender la probidad y buena fe que debe existir en el proceso y queriendo aparentar una necesidad más apremiante que la que realmente tiene, lo cual se le facilitó por parecer en dicho instrumento con el apellido diferente al de su difunto padre, aunque en la solicitud enviada al Registro le aparecían también los nombres y apellidos de casada que también constan en dicha escritura, dicha conducta devela un interés más allá del que se refiere a la necesidad de alimentos, que posee además un trabajo estable donde goza de diferentes prestaciones para su salud y la de sus hijos. En lo que se refiere al señor ***********, consta que fue asistido por el testador para formarse una carrera académica que no formalizó, que no ha evidenciado su interés en encontrar un trabajo estable o desarrollar una actividad laboral que le permite percibir un ingreso para costear su sostenimiento y sus obligaciones para con terceras personas, tampoco se han establecido. Que teniendo los alimentos un fundamento ético, moral y de solidaridad humana, aún cuando se concretice en una prestación de contenido económico, independiente de que tal prestación se pida directamente al obligado o que nazca del testamento, cuya carga para el heredero, tiene un mismo fundamento filosófico y no la relación patrimonial que se expresa en los Arts. 2217 y 2219 C. variando únicamente en: 1.La forma en que se otorga por cuota mensual o por cuota única, 2.- Se piden una sola vez y 3.- La cuantía se fija en base al acervo liquido de la sucesión y la necesidad del que los pide. Tomarlo en otro sentido desnaturalizaría el concepto de alimentos, por tener más en cuenta sólo el aspecto patrimonial de la sucesión, dejando en desventaja a los alimentarios cuando hace uso de su derecho en vida del obligado."" ""Que en el caso concreto en cuanto a la aplicación del Art. 1141 C., tomando en cuenta las razones antes expresadas, en lo que respecta a la suma a que asciende el acervo líquido de la sucesión representada por la demandada, a las condiciones personales de los alimentarios, en cuanto a su edad, necesidad, condiciones de salud, y otras situaciones particulares especificadas anteriormente, como la clase de trabajo y bienes que poseen, y a las condiciones personales y obligaciones de la persona que debe prestarlos, resulta factible y se garantiza de mejor forma prestarlos una sola vez, tomando en consideración para ello en alguna medida la cuota fija mensualmente por la señora Juez A quo, en cuyo caso ya no se necesitará garantizar la obligación, estableciendo tal cuota proporcionalmente de acuerdo a tales necesidades, y que existiendo hijos menores del causante **********, así como también un legado a favor de la madre del causante doña ********* como consta en el testamento, y quienes en cualquier momento podrían ejercitar su derecho a pedir alimentos o aparecer otras personas pidiéndolos posteriormente, pero principalmente por las razones primeramente citadas ya que el argumento podría decirse que causa alguna inseguridad jurídica, pero que por ello deja de ser valedero, es procedente fijar una cuota única de doscientos cincuenta mil colones a favor de la señora ******** y de trescientos cincuenta mil colones a favor del señor *********, con lo cual se efectiviza en este caso de mejor manera el cumplimiento de la obligación, habida cuenta que los alimentos son de interés social, basados en el deber de solidaridad humana para poder vivir con dignidad y decoro de acuerdo a sus condiciones de vida, tal como lo expresa el autor Chávez Ascencio: "La Institución de los alimentos no fue creada por el legislador para enriquecer al acreedor o para darle una vida holgada y dedicada al ocio sino simplemente para que viva con decoro y pueda atender su subsistencia; (La familia en el Derecho, pag. 452 Edit. Porrúa, S. A. Av. República de Argentina 15 México 1990); por lo que es procedente reformar la sentencia venida en apelación en el sentido antes expresado.-""" De acuerdo con el razonamiento hecho por la Cámara, notamos que al interpretar el Art. 254 del C. de F:, ha tomado en cuenta para establecer las cuotas alimenticias únicas a favor de los alimentarios, las condiciones personales del alimentante y alimentarios, así como las obligaciones familiares del alimentante, ya que a quien se ha demandado es a la sucesión del señor *********, y la sucesión como tal carece de condiciones personales que atender así como de obligaciones familiares que cumplir, pues no ha de confundirse que el obligado a dar los alimentos no son los herederos, quienes pueden poseer fortuna personal, pero que no les une obligación alguna de alimentante, sino la sucesión, que ha de responder de acuerdo a la capacidad económica en relaciónala necesidad real y probada de los alimentarios. Por la interpretación anterior, la Sala estima que sí hubo en la interpretación del Art. 254 C. de F., y consecuentemente la sentencia debe casarse por este motivo. También se alega interpretación errónea del Art. 1141 C., argumentando lo siguiente: "también el Art. 1141 C., es interpretado en un sentido que el legislador jamás tuvo en mente al dictar dicha norma. Se habla con esto nada más de una operación aritmética a efectuar por el juzgador, el cálculo de hasta una tercera parte del acervo líquido de los bienes sucesorales, desde el supuesto de titularidad del derecho a la cuota alimenticia en el reclamante.".. "Cual lo hemos dejado expuesto, la comparación entre la necesidad de los actores con la capacidad de la demandada tenía que desembocar, necesariamente en la asignación de la tercera parte del haber líquido probado de la sucesión." La Sala no acepta el criterio anteriormente apuntado, de que necesariamente los alimentos asignados a los alimentarios, cuando se señalan en cuota única, tengan que ascender a una suma equivalente a la tercera parte del acervo liquido sucesoral, que es el caso de autos, ya que tal manera de pensar desnaturaliza la base jurídica y filosófica de los alimentos, pues los mismos esencialmente obedecen a las necesidades reales del alimentario y a su condición personal, en proporción con el haber líquido sucesoral.- Tampoco acepta esta Sala, como lo sostienen los impetrantes, que la cuantía de alimentos que se fije en atención al Art. 254 C. de F., sea una cuantía mínima, que la "aplicación del principio de proporcionalidad solamente le sirve al juzgador para cuantificar el mínimo de la suma a pagar a los alimentarios; y de ahí partir hasta la tercera parte, "que determina el Art. 1141 C. continúa expresando el recurrente que "El legislador fijó pues, los extremos dentro de los cuales el juzgador ha de establecer la suma a asignar a los alimentarios siendo uno de esos extremos el mínimo que resulta de aplicar el Art. 254 del Código de Familia, y el otro, la tercera parte del acervo líquido de la herencia".Cuando se fija una cuota alimenticia en base al Art. 254 C. de F., esta cuota de ninguna manera significa que sea la cuota mínima, interpretación que no tiene ningún asidero en la ley, sino que representa la cuota legal alimenticia, la única valedera entre alimentante y alimentario, mientras las condiciones de necesidad y de capacidad para otorgar los alimentos, continúe siendo iguales; que en el caso de ser cuota única, la misma nunca puede ser mayor de la tercera parte del acervo líquido sucesoral, para todos los alimentarios; y en ambos casos el principio de proporcionalidad ha sido ya tomado en cuenta cuando el juzgador fija los alimentos. En el presente caso, la interpretación de la Cámara sentenciadora con respecto al Art. 1141 C., ha sido correcta, pues ha respetado el monto máximo dentro del cual debería fijar las cuotas únicas alimenticias; por lo tanto, no procede casarse la sentencia por interpretación errónea del artículo antes citado. De acuerdo a las razones antes dichas, disposiciones legales analizadas y Art. 18 de la Ley de Casación, es procedente casar la sentencia de que se ha recurrido y, consecuentemente se ha de dictar la sentencia que corresponde, teniendo en cuenta, tal como lo ordena la ley, que han quedado probados los extremos de: a) vínculo familiar de padre e hijos quienes resultan ser sujetos de obligación alimenticia; b) de necesidad de los alimentarios para cubrir las necesidades de sustento, habitación y conservación de la salud; c) de capacidad económica del alimentante, que en el presente caso es una sucesión, cuyo acervo líquido ha quedado establecido; y d) la condición personal de los alimentarios. Cabe advertir, que los alimentos no constituyen una deuda de la sucesión, sino una carga, la cual tiene que quedar establecida por medio de las pruebas vertidas en el proceso correspondiente, consecuente con ello, en el caso de señalarse la cuota única, la misma puede determinarse hasta en una tercera parte del acervo líquido sucesoral; pero tal porcentaje máximo a aplicar no necesariamente y siempre ha de establecerse como cuota alimenticia, no es una simple operación aritmética como se pretende, lo cual dependerá de la evaluación del juzgador, aplicando al caso lo dispuesto en el Art. 254 C. de F., que expresa que los alimentos se fijarán para cada hijo, en proporción a la capacidad económica de quien está obligado a darlos y a la necesidad de quien los pide, debiendo tomarse en cuenta las condiciones personales de los alimentarios, y cuando fuere aplicable, las condiciones personales y familiares del alimentante. POR TANTO: En base a lo antes expuesto, disposiciones relacionadas y Artículos 417, 418 y 428 del Código de Procedimientos Civiles y Art. 18 de la Ley de Casación, a nombre de la República de El Salvador, esta Sala FALLA: a) Cásase la sentencia impugnada pronunciada por la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, a las dieciséis horas del día veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y siete, en el juicio de alimentos de que se ha hecho mérito; b) Condénase a la señora *********, en su calidad de heredera testamentaria del causante ***********, a pagar, en concepto de alimentos y en cuota única, a la señora *********; la suma de setecientos mil colones, y a pagar al señor *********** la cantidad de ochocientos mil colones, de acuerdo a lo establecido en el artículo 1141 del Código Civil, dentro del plazo de cuarenta días contados desde al fecha de notificación de esta sentencia y déjase sin efecto la cuota provisional de alimentos fijada por los alimentarios *********; c) Extiéndase la ejecutoria de ley, d) No hay condenación en costas, y e) Vuelvan los autos al Tribunal que corresponde, con la certificación de esta resolución, para los efectos de Ley.---JOSE ERNESTO CRIOLLO---R. ZUNIGA--BERTA ROSARIO DIAZ.---PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.---JOSE ERNESTO ESCALANTE---RUBRICADAS. CFS596.98