Antiguo Cuscatlán, a las quince horas veinte minutos del día nueve

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SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: Antiguo Cuscatlán, a
las quince horas veinte minutos del día nueve de julio de mil novecientos noventa y ocho.
VISTOS en casación de la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara de Familia de la
Sección de Occidente, a las dieciséis horas del día veintisiete de octubre de mil novecientos
noventa y siete, decidiendo la apelación que se interpuso contra la sentencia dictada por la
Jueza Segundo de Familia del municipio de Santa Ana, a las dieciséis horas del día
diecinueve de septiembre de mil novecientos noventa y siete, en el juicio de alimentos
promovido por la señora ******** y por el señor *********, contra la señora ********,
conocida como ********, en su carácter de heredera testamentaria de los bienes que a su
defunción dejó *******, conocido por ********.
Han intervenido en primera y segunda instancia los Licenciados Benjamín Arce Guevara,
Juan Carlos Juárez Cornejo y el doctor Carlos Alfredo Ramos Contreras como apoderados
generales judiciales de la parte demandante; y la parte demandada representada por sus
apoderados Licenciados Oscar Armando Velis Cuestas y el Doctor Carlos Mario Cativo
Rivas. En casación intervienen el Licenciado Arce Guevara y el Doctor Ramos Contreras
por una parte, y por la otra el Licenciado Velis Cuestas y el Doctor Cativo Rivas, en el
carácter ya expresado.
LEIDOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I. Que el fallo de primera instancia dice: ""FALLA: Modifícase la cuota que en concepto de
alimentos y por la cantidad de SIETE MIL QUINIENTOS COLONES, en forma única,
fijara en su Testamento, el señor *********, a favor de cada uno de sus alimentarios,
señores ******, y ********, en consecuencia fijase la cantidad de DOS MIL COLONES
MENSUALES para la señora ******** y en un MIL QUINIENTOS COLONES
MENSUALES, para el señor **********. Tal obligación debe ser cumplida por la señora
**********, en su carácter de Heredera Testamentaria del señora ********, conocido por
********, a partir de la presentación de la demanda. A fin de darle cumplimiento al Art.
139 literal "c" L. Pr. F., se le previene a la señora *********conocida por ********, que
tiene un plazo de treinta días para constituir garantía hipotecaria, prendaria o personal, a fin
de garantizar la obligación alimenticia. Oportunamente se levantaran las Medidas
Cautelares decretadas en el presente proceso."
II. El fallo de segunda instancia expresa: "" FALLAMOS: Modifícase la sentencia apelada
en la siguiente forma: a) Condénase a la señora Ana NN, en calidad de heredera
testamentaria del señor ********, a pagar en concepto de alimentos a la señora Mirna NN,
la suma de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES y a pagar al señor ******** la
cantidad de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES, de acuerdo a lo establecido
en el Art. 1141 C., dentro del plazo de treinta días de quedar firme esta sentencia. B) Déjase
sin efecto la cuota provisional de alimentos fijada a los señores ********, descontándose la
suma que en concepto de éstas se les haya pagado de la cantidad establecida en esta
sentencia. C) Omítase la fianza y levántense oportunamente las medidas cautelares. D)
Previénese al licenciado Arce Guevara y al doctor Ramos Contreras que hagan uso de sus
derecho con la moderación debida. e) Ordénase librar oficio al señor Registrador de la
Propiedad Raíz de este Departamento a fin de que en lo sucesivo se cerciore de la veracidad
de la información que se le solicita tomando en cuenta la clase de derechos que se discuten
y la responsabilidad que puede producirse. F) Devuélvanse los expedientes, el estudio socio
económico y grabaciones del presente proceso, con certificación de esta sentencia al
tribunal de origen."""
III.- No conforme con el fallo, el Licenciado Benjamín Arce Guevara y el Doctor Carlos
Alfredo Contreras, interpusieron recurso de casación en los términos siguientes: ""I. Que
con fecha veintinueve de octubre próximo pasado, se nos notificó el fallo pronunciado por
Vos en el incidente de Apelación que interpusimos de la Sentencia Definitiva dictada por el
inferior, y no estando tampoco conformes con lo decidido por Vos, interponemos, por este
medio el Recurso de Casación en contra de vuestra sentencia para ante la Honorable Sala
de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, el cual lo fundamos en los siguientes motivos:
1) MOTIVO DE FONDO: 1. CAUSA GENERICA. Infracción de Ley. Art. 2 literal a) de la
Ley de Casación. 1.2 MOTIVOS ESPECIFICOS: 1.2.1 Interpretación Errónea de la Ley.
Art. 3 No 2º Ley de Casación Art. 254 Código de Familia. 1.2.2 Interpretación Errónea de
la Ley . Art. 3 No 2 Ley de Casación. Art. 1141 Código Civil. 1.3 PRECEPTOS
INFRINGIDOS Y CONCEPTO EN QUE LOS MISMOS SE HAN INFRINGIDO. 1.3.1
La interpretación Errónea del Art. 254 Código de Familia. Vuestro fallo, Honorable
Cámara se basa en una interpretación errónea del Art. 254 del Código de Familia, que
enuncia el Principio de Proporcionalidad que debe aplicarse para fijar, establecer y
cuantificar los alimentos a que se encuentra obligado el alimentante; y la suma resultante de
la aplicación de dicho principio y de los supuestos que la norma establece, es, por lo menos,
el mínimo a otorgar para el caso del cual conocisteis.- Vos Honorable Cámara,
interpretasteis el Principio de Proporcionalidad a que se refiere el Art. 254 Código de
Familia, en vuestra desordenada sentencia definiéndolo como "el equilibrio que debe existir
al cubrir esa necesidad alimentaria en su totalidad cuando se trata en capacidad de darla."""
; esta es una interpretación antojadiza, y nada feliz, por cuanto el término
"Proporcionalidad" no ha sido definido por la Ley, consecuentemente, y por mandato
expreso del Art. 20 C., es necesario recurrir para entender su significado y a la vez definir
el principio de proporcionalidad, a lo que obvia y naturalmente se entiende por
proporcionalidad, y da el Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia
Española, el que nos informa al respecto diciendo que es la "Conformidad o proporción de
una de las partes con el todo o de cosas relacionadas entre si.""" ""Proporción" por otra
parte significa según el Diccionario mencionada "Disposición, conformidad o
correspondencia debida de las partes de una cosa con el otro y entre cosas relacionadas
entre si"""; la entrada 6 de este término define como ""Igualdad de dos razones""". La
locución adverbial es "según, conforme a""", de tal manera que el Principio de
Proporcionalidad a que alude el Art. 254 del Código de Familia dice relación con la
ecuación de la Proporción directa, es decir que la suma asignada a los alimentarios, por
mandato legal debe ser la resultante de la relación directamente proporcional entre la
capacidad de la Sucesión Alimentante y la necesidad de los alimentarios, para que haya
conformidad o correspondencia entre los dos extremos. En vuestra sentencia no existe esa
correspondencia entre los dos extremos. En vuestra sentencia no existe esa correspondencia
o conformidad pues si la capacidad de la Sucesión obligada al pago es de OCHO
MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS
NOVENTA Y CUATRO COLONES o sea el capital líquido con que responde de la única
deuda hereditaria, que para nuestro caso son los alimentos debidos a los hijos del causante;
y la necesidad de éstos es total pues no se cuantificó ninguna capacidad económica de
mismos, la suma que Vos fijáis de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para la
primera de ellos, y de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES, para el segundo,
frente a un capital liquido de ciento por ciento con que cuenta la sucesión para responder,
resulta siendo para la alimentaria *********; del dos punto ochenta y dos por ciento, y
para ***********, del tres punto noventa y cinco por ciento. Vuestro fallo pues, se basa en
una interpretación errónea de la ley en cuanto no se condiciona por ésta, para la aplicación
del principio de Proporcionalidad, que para cubrir la necesidad alimentaria en su totalidad
ha de estarse en capacidad de darla, ya que si el obligado no tiene capacidad o el
alimentario no tiene necesidad, corolario lógico de ello es la no aplicación del citado Art.
254 del Código de Familia. Esta disposición legal presupone, de un lado, la existencia de
una necesidad y de otro, la existencia de una capacidad de cubrir a aquella, la interpretación
errónea de la Ley reside en haber considerado para la aplicación de la misma uno solo de
ambos extremos, el de la necesidad, dejando en el olvido el de la capacidad, y cuando la
interpretación correcta y adecuada de la Ley implicaba el implica obviamente la integración
de ambas circunstancias, de allí que, sumando los porcentajes que representan las
cantidades asignadas a los alimentarios, el ciento por ciento del patrimonio gravable con el
seis punto setenta y siete por ciento asignado, no guardan conformidad o, correspondencia
entre si ni tampoco se ve, para decirlo con vuestras propias palabras, en donde podría estar
ese equilibrio entre capacidad y necesidad, que el Art. 254 del Código de Familia ordena
imperativamente ha de existir. Y así, el último párrafo del romano II de vuestra sentencia,
que con mucha dificultad podríamos decir es el considerando jurídico, refleja esa
interpretación errónea que condiciona la interposición del presente recurso. 1.3.2
Interpretación Errónea del Art. 1141 del Código Civil. El Citado Art. 1141 C., impone al
testador la obligación de designar en su testamento la cuantía de los alimentos que esta
obligado a suministrar conforme a Título I, Libro Cuarto del Código de Familia; cuantía
que no puede ser inferior a la establecida en el artículo 254 del mismo Código. Esta
disposición también la interpretásteis erróneamente, Honorable Cámara, dándole un sentido
diferente a aquel que, si mayores dificultades, se obtiene de la simple lectura de la misma.En la aplicación de dicha norma jurídica el Juzgador debe tener presente que una vez
establecida la capacidad de pago en el alimentante y la necesidad de los alimentarios, la
cuantía a asignar conforme al Art. 254 Código de Familia no puede ser menor que la que
resulte de aplicar el Principio de Proporcionalidad que regula esta última disposición.- En
otras palabras la aplicación del Principio de Proporcionalidad solamente le sirve al
Juzgador para cuantificar el mínimo de la suma a pagar a los alimentarios; y de ahí partir
hasta a tercera parte, en función de que el mismo Art. 1141 C. prescribe expresamente: "Si
no lo hiciere o la cuantía fuere inferior, el Juez decidirá en caso de reclamación del
alimentario o alimentarios...... o bien señalando de una vez la suma total que deba pagarse a
título de alimento, sima que no debe exceder de la tercera parte del acervo líquido de la
herencia para todos los alimentarios....."" El legislador fijó pues, los extremos dentro de los
cuales el Juzgador ha de establecer la suma a asignar a los alimentarios siendo uno de esos
extremos el mínimo que resulta de aplicar el Art. 254 del Código de Familia; y el otro, la
tercera parte del acervo líquido de la herencia. Ambos extremos deben ser cuantificados por
el Juzgador, para así realizado que sea el proceso de inferencia lógica por parte de él, asigne
justamente lo que el alimentario corresponda legalmente. En vuestro fallo, Honorable
Cámara, al aplicar el Art. 1141 C., tomáis en cuenta para la fijación de la cuota alimenticia,
además del acervo liquido de la sucesión, circunstancias que ni este Artículo ni ningún otro
permite que se tomen en consideración para tal efecto.- Por ello, cuando decís que también
ha de tomarse en cuenta para la determinación de los alimentos"" Las condiciones
personales de los alimentarios, en cuanto a su edad, necesidad, condiciones de salud, y otras
situaciones particulares especificadas anteriormente, como la clase de trabajo y bienes que
poseen, y las condiciones personales y obligaciones de la persona que debe prestarlos"""; le
dais a la norma un sentido del que obviamente carece. Además y para el efecto de fijar y
establecer las cuotas pírricas de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para
**********; y de TRESCIENTOS CINCUENTA MIL COLONES para **********,
acudis al supuesto de que el causante tiene otros hijos y que existe un legado a favor de la
madre de aquel "quienes en cualquier momento podrían ejercitar su derecho a pedir
alimentos o aparecer otras personas pidiéndolos posteriormente".- Aquí Honorable Cámara,
incurrís en una lamentable equivocación, antes de jurídica, de simple razonamiento lógico;
pero, en todo caso, ilegal y es que el juzgador no puede partir de supuestos, sino de hechos
concretos que consten en el proceso. Si a caso esa posibilidad a que Os referís llegase a
concretarse, ya la ley en el mismo artículo citado tiene prevista la solución, que impide
precisamente que pueda aquella servir de excusa al Juez para no fallar con justicia y
equidad. Al traer también a consideración tal circunstancia, le dais a la norma un sentido
que no tiene, aumentándole tanto con semejante argumento como con el anteriormente
señalado, exigencias que al legislador jamas se le ocurrieron. Todo lo anterior condiciona
así mismo nuestro recurso. En atención a lo anteriormente expuesto OS PEDIMOS: Que
tengáis por presentado este escrito de Interposición de Recurso de Casación, con nueve
copias del mismo, que también acompañamos; y que en su oportunidad lo remitáis con sus
dichas copias y autos respectivos a la Honorable Sala de lo Civil de la Corte Suprema de
Justicia, a la que solicitamos desde ya, se nos tenga por parte en el Recurso de Casación
que interponemos y que cumplidos los trámites previos, case la sentencia recurrida por los
motivos invocados, pronunciando la que conforme a derecho corresponde, esto es, la que
establezca y considere como asignación alimenticia sucesoral en cuota única, a favor de los
alimentarios ********; y de **********, la tercera parte del acervo líquido hereditario de
la sucesión del señor ********, conocido por ********, que asciende a la suma de DOS
MILLONES NOVECIENTOS CINCUENTA Y TRES MIL TRESCIENTOS TREINTA Y
UN COLONES TREINTA Y TRES CENTAVOS, a pagarse de una sola vez.""""
IV. Por auto de las once horas y diecisiete minutos del día tres de febrero del presente año
se admitió el recurso de casación y se pasaron los autos a la Secretaría de la Sala para que
las partes presentaran sus alegatos dentro del término de Ley.
Los recurrentes presentaron sus alegatos en la forma siguiente: "" atentamente y por este
medio evacuamos el traslado que conforme al Art. 14 de la Ley de Casación nos habéis
conferido, reiterándonos nuestra petición de que caséis la referida sentencia, por los
motivos apuntados en nuestro escrito de interposición de este recurso, porque se encuentran
establecidas y claramente delimitadas las infracciones cometidas por la Cámara
sentenciadora, es decir, la evidente interpretación errónea que hizo, al fallar de los Arts. 254
del Código de Familia y 1141 del Código Civil. Interpretar una ley es fijar su verdadero
alcance y contenido; y ello se logra mediante la reconstrucción del pensamiento del
legislador, de la finalidad que tuvo en mente al dictarla y de los resultados que de la
aplicación de la misma esperaba. Toda Ley es reflejo de una circunstancia específica que, a
criterio del legislador, necesita un tratamiento consecuentemente y adecuados. Cuando se
interpreta una ley el interprete se coloca pues, objetivamente, en la situación vista por el
legislador y razona de conformidad a las proyecciones fácticas de aquella, basando siempre
la congruencia de sus conclusiones con las propias del legislador. Esta reconstrucción no
puede ser por ello arbitraria ni caprichosa, sino sujeta a los mismos parámetros que
configuran la norma en sí y de acuerdo a las que regulan el procedimiento de su
interpretación. Lamentablemente, la Cámara de Familia, se apartó totalmente, en el caso
que ahora nos ocupa, de tales normas de interpretación y reconstrucción del contenido
esencial de las disposiciones legales invocadas para la solución del mismo; y resulto
pronunciado un fallo, ilegal a todas luces, que ha motivado su impugnación, a fin de que se
pronuncie el que sí se encuentre arreglado a derecho. En su sentencia, olvidó la Cámara las
quizá más importantes reglas de interpretación, la contenida en el Inc. 1º del Art. 19 C., que
no permite al intérprete de la norma, cuando el sentido de ésta es claro desatender su tenor
literal a pretexto de consultar su espíritu; y la del Art. 20 id., en cuanto a la manera de
entender el intérprete los términos en que se expresa el legislador.--- I) LA
INTERPRETACIÓN ERRONEA DEL Art. 254 DEL CÓDIGO DE FAMILIA.---- Se
establece en esta disposición el principio de proporcionalidad respecto de los alimentos a
que tienen derecho los hijos, y en general aquellos que menciona el Art. 248 del mismo
cuerpo de leyes.- Para fijar el monto o cuantía de los alimentos, tendiendo siempre presente
el principio de proporcionalidad , el citado Art. 254 señala tres circunstancias específicas a
atender por el juzgador. 1) La capacidad económica del obligado a darlos; 2) la necesidad
de quien las pide; y 3) la condición personal de alimentante y alimentarios y las
obligaciones familiares de aquél. El juzgador no puede realizar adecuado proceso de
raciocinio sin relacionar éstas, en las que el vinculo entre la necesidad y la capacidad sea
una regla previamente establecida por el legislador, y que, en este caso se determina por la
proporcionalidad de la primera con la segunda y recíprocamente; conceptos que la Cámara
sentenciadora no tomó nunca en cuenta, limitándose a decir que la jurisprudencia ya los
definió; y que no es cierto, pues la jurisprudencia nacional, que podría ser un referente;
jamas lo ha hecho. Debe acudirse, entonces, para fijar aquellos, el sentido natural y obvio
de los mismos; y éste es el que les da el Diccionario de la Lengua Española de la Real
Academia Española: CAPACIDAD; propiedad de una cosa de contener otras dentro de
ciertos límites. En el caso de autos, la capacidad de la sucesión demandada se estableció en
la cantidad de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL
TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES. Esta cantidad tiene como propiedad
el contener otra, que sería la relativa a la de los alimentos, cuyo monto se obtiene aplicando
la proporcionalidad a la necesidad de aquéllos; es decir, a determinar las veces que cabe la
necesidad existente dentro de la capacidad dada. NECESIDAD: "carencia de las cosas que
son menester para la conservación de la vida" o "Especial riesgo o peligro que se padece y
de que necesita pronto auxilio, "Necesitar", "Obligar y precisar a ejecutar una cosa", "haber
menester o tener precisión o necesidad de una persona o cosa".- PROPORCION:
"Disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de una cosa con el otro o
entre cosas relacionadas entre sí". La Cámara sentenciadora al omitir esa necesaria relación
entre los anteriores conceptos no pudo concluir entonces racional, lógica y legalmente que
la cantidad a asignar a los alimentarios tendría que haber sido siempre el equivalente a la
tercera parte de la cantidad establecida como capacidad. Se encuentra demostrado y sin
posibilidad alguna de cuestionamiento y la misma Cámara así lo reconoce, que los actores
escasamente pueden sufragar sus necesidades, y ello se traduce en un estado de pobreza tal,
que los habilita para reclamar de la sucesión la asignación alimenticia en la proporción que
debe considerar, la capacidad de aquellos para cubrirla por sus propios medios o recursos
que es casi equivalente a cero; con la capacidad probada respecto de la sucesión demandada
de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL TRESCIENTOS
NOVENTA Y CUATRO COLONES. No puede existir entonces proporcionalidad entre el
estado actual de cada alimentario con la sucesión, con una capacidad económica
sobradamente solvente.- Si para la Honorable Cámara el fijar los alimentos con base a sus
propios parámetros, significaba establecer un equilibrio entre ambas, pues dicho equilibrio
no se logró en manera alguna, ya que OCHO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA
Y NUEVE MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y CUATRO COLONES comparada con la
cantidad que se asignó a *********, equivale a dos punto ochenta y dos por ciento; y,
comparada con la de ********** al tres punto noventa y cinco por ciento.- No se encuentra
pues por ninguna parte un equilibrio equivalente a la proporcionalidad, como la Cámara lo
pretende. Es cierto que el legislador no ha dado reglas precisas para cuantificar la suma
asignada; pero si permite establecer una proporción de acuerdo a la capacidad y según la
necesidad de los reclamantes, y, entre tales extremos, aplicar el concepto de
proporcionalidad que significa disminuir el grado de necesidad de los alimentarios con base
a la capacidad del obligado a prestarlos; y aunado a lo anterior, la consideración de la
última de las condicionantes que establece el artículo citado. Las condiciones personales
del alimentante y del alimentario y las obligaciones familiares de aquél.- La sucesión carece
de condiciones personales; y las tiene únicamente para con los demandantes, ya que en el
mismo juicio consta el endoso de todas las acciones que conforman el capital accionario de
dicho causante en las diferentes sociedades en que participaba, constando también el activo
de las mismas; endoso hecho veinte días antes de su muerte a quienes como hijos hubiesen
podido reclamar la consiguiente cuota alimenticia; y que por ello perdieron la titulariedad
de la misma; y aunque, no obstante, pretendieron luego obtenerla por vía judicial, su
intervención irregular en ese sentido concluyó en un rechazo a sus pretensiones.
Considerados pues éstas tres circunstancias y relacionadas entre sí, un fallo justo y apegado
a derecho no podría en ningún caso fijar sino en una tercera parte del acervo liquido de la
sucesión los alimentos a pagar por la demandada.- La cuota que fijó la Cámara, es en
verdad desproporcionada por irrisoria o ridícula y desligada totalmente de la realidad; y por
ello la razón del presente recurso para que Vos, Honorable Sala, corrijáis el fallo
impugnado concediendo lo que conforme a derecho y justicia corresponde a nuestros
mandantes. II) LA INTERPRETACION ERRONEA DEL ART. 1141 C. Como acabamos
ya de señalarlo, en materia de alimentos, el principio de proporcionalidad es el que dota de
sentido y contenido a la asignación alimenticia, de manera que el juzgador ha de tenerlo
siempre presente, para un pronunciamiento justo y legal al respecto.- El de la Cámara, que
ahora impugnamos y por lo que ya dejamos indicado, no ha sido ni justo ni legal. No
solamente el Art. 254 C. F., le dio un alcance del que carece, también el Art. 1141 es
interpretado en un sentido que el legislador jamás tuvo en mente al dictar dicha norma. Se
habla en esta nada mas de una operación aritmética a efectuar por el juzgador, el cálculo de
hasta una tercera parte del acervo liquido de los bienes sucesorales, dado el supuesto de la
titularidad del derecho a la cuota alimenticia en el reclamante. En análisis del anterior
apartado respecto del concepto de proporcionalidad es válido también respecto de reclamos
de alimentos contra alimentantes fallecidos y por ello nos remitimos a lo que hemos dejado
ya apuntado; es especial a esa falta de razonamiento lógico en el fallo recurrido y a la
desvinculación del mismo de la realidad que pretende solucionar, y que, al contrario,
prolonga, ahora si de manera definitiva e irreversible, el desequilibrio económico entre
alimentante y alimentarios que con el proceso se pretendía remediar; y que, en efecto,
precisamente para ello ha sido instituido. Cual lo hemos dejado expuesto, la comparación
entre la necesidad de los actores con la capacidad de la demandada tenía que desembocar,
necesariamente, en la asignación de la tercera parte del haber líquido probado de la
sucesión. La última consideración de la Cámara para negarse a ello, es de suyo deleznable,
como se demostró, ya que no puede traerse a cuentas, para el pronunciamiento de un fallo,
ni servir mucho menos de argumento, meras especulaciones o consideraciones acerca de
probabilidades o supuestos, como el ponerse a discutir si habrá otros u otros que también
puedan reclamar alimentos de la sucesión y que cómo se haría entonces para cubrir estos
nuevos reclamos, si acaso resultantes ellos viables. Paralelamente a tales disquisiciones y
antes de plasmarlas por escrito, debió la Cámara preguntarse si acaso tal situación había
sido prevista en la Ley, y si hubiera encontrado con que el legislador si tiene una solución
para tal eventualidad y allí aparece en ese mismo Art. 1141 C. El fallo impugnado carece,
pues, de justificación debe él casarse, accediéndose a lo que nosotros, Honorable Sala,
requerimos para nuestros poderdantes; y en tal sentido os pedimos que os pronunciéis, con
la secuela del caso; y en la manera que lo indicamos en nuestro escrito la interposición de
este recurso.""""
El Doctor Carlos Mario Cativo Rivas y el Licenciado Oscar Armando Velis Cuestas, como
apoderado generales judiciales de doña *********, presentaron sus alegatos expresando:
""II. Que hemos sido legalmente notificados de la resolución proveída por esta Honorable
Sala a las once horas y diecisiete minutos de día tres de Febrero del corriente año, por
medio de la cual se admite el Recurso de Casación interpuesto por los Abogados Benjamín
Arce Guevara y Carlos Alfredo Ramos Contreras, como Apoderados de la señora
*********; y del señor **********, contra la sentencia proveída en Apelación por la
Honorable Cámara de Familia de la Sección de Occidente, en el referido juicio; III. Que en
virtud a lo proveído por esta digna sala y en base a lo preceptuado en el Art. 14 de la Ley de
Casación, sometemos a vuestra digna autoridad nuestro alegato en los siguientes términos:
1) Honorable Sala, el Art. 1141 C. establece en términos generales la obligación para el
testador de designar en su testamento la cuantía de los alimentos que esta obligado a
suministrar a quienes legalmente corresponde. Es decir que en principio toda persona que
dispone libremente de sus bienes bajo testamento está obligado a especificar dicha
cantidad; y en caso de incumplimiento de tal obligación, será un tribunal quien decidirá
judicialmente, ante una demanda presentada, la forma y cuantía en que se cumplirá tal
omisión. 2) A este respecto es el mismo Art. 1141 C. que clara y específicamente nos
remite al Título I del libro IV del Código de Familia, como la normativa a seguir y aplicar
en el caso de un reclamo judicial de alimentos como el presente; siendo precisamente en
esa legislación familiar en donde se faculta al Juez para determinar tanto la cuantía como la
forma en que debe pagarse los alimentos y tal y como expresa el Art. 254 C. de F., en
donde la fijación, de parte del Juez, de los alimentos reclamados se supedita a estos
requisitos; a) La capacidad económica del obligado a proporcionarlos; b) La necesidad del
que la solicita; c) La condición personal tanto del solicitante como del obligado; y d) Las
obligaciones familiares del alimentante--- 3) Como hemos expuesto desde el inicio de
nuestra intervención en el referido Proceso Familiar, consideramos que la interpretación y
aplicación del Art. 1141 C., (eminentemente patrimonialista) no puede, ni debe hacerse
aisladamente, sino que dicho artículo ha venido a formar un todo con la legislación familiar
atinente y relacionada. En otras palabras, como expusimos, aún cuando dicho Artículo Civil
constituye una regla general, ésta no es una simple regla aritmética aplicable por igual a
todos y cada uno de los casos judiciales planteados. En tal sentido, es sano recordar que el
simple hecho de un reconocimiento voluntario, aun cuando da origen a una pretensión y al
ejercicio de una acción de alimentos, esto no implica automáticamente el otorgamiento o
adecuación de un derecho peticionario. De lo contrario no tendría razón de ser la relación
del Art. 1141 C., con la legislación familiar referente a los alimentos que el testador está
obligado a suministrar se hará conforme al título I, Libro Cuarto del Código de Familia;
cuantía que no constituye de pleno derecho una tercera parte del acervo liquido de la
Herencia, sino que la cuantía de dichos alimentos, una vez determinados por el Juez, debe
ser pagada ya sea por cuotas mensuales o por una cuota única HASTA la tercera parte del
acervo líquido de la Herencia "COMO LIMITE MÁXIMO", siendo la investigación
procesal, la prueba vertida y la sana discrecionalidad del Juez, la que determinarán el monto
y la forma de pago, dentro de los márgenes legales arriba mencionados; 4) Que en el
sentido antes mencionado que nuestra legislación conceptualiza: a) los alimentos, como ....
"las prestaciones que permiten satisfacer LAS NECESIDADES de sustento, habitación,
vestido, conservación de la salud y educación del Alimentario". Art. 247 C. de F.,
(mayúsculas y subrayado son nuestros); b) y.... "la obligación de dar alimentos es exigible
desde que LOS NECESITA el alimentario..." Art. 253 C. de F., (mayúsculas son nuestras).
De esto se colige que uno de los requisitos indispensables para exigir y obtener
judicialmente alimentos ES LA REAL Y PROBADA NECESIDAD de los alimentos que
se pretenden y se solicitan. Requisito que se sustenta no sol en la Ley, sino que
proverbialmente en la inmensa mayoría de tratados y textos de connotados autores que se
refieren al tema, así: En su Diccionario de ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, el
maestro Manuel Osorio establece que alimento es ..."la prestación en dinero o en especie
que una persona INDIGENTE puede reclamar de la otra, entre las señaladas por la Ley,
para su mantenimiento y SUBSISTENCIA". (mayúsculas son nuestras); mas adelante
expone que...." Los alimentos comprenden LO NECESARIO para atender a la subsistencia,
habitación, vestido, asistencia médica, educación e instrucción del alimentado...",
finalmente y mas explícito expone que..."Es requisito para la obtención de alimento que
quien ha de recibirlos acredite que LE FALTAN MEDIOS PARA ALIMENTARSE Y
QUE NO LE ES POSIBLE ADQUIRIRLOS CON SU TRABAJO". (mayúsculas son
nuestras). En el mismo tenor, en el tratado de Derecho Civil de Somarriva y Undurraga, en
la página 51, del tomo relativo al Derecho de Familia, El Derecho de Alimentos, se expone
que los alimentos necesarios no se deben sino en la parte en que los medios de subsistencia
del alimentario no le alcance para subsistir de un modo correspondiente para sustentar la
vida. 5) Que en los Juicios de Alimentos basados en testamentos, de conformidad al
precitado Art. 1141 C., al momento de sentenciar normalmente se ha tomado en
consideración mas que todo el aspecto patrimonial, el cual si bien es cierto es importante en
esa clase de Juicios, no es el aspecto principal de los mismos, ya que en materia familiar,
que es la que priva en caso de conflicto, el criterio es totalmente diferente. Para el caso, el
connotado Jurista Zanoni sostiene que la vinculación o relación jurídica que determina la
prestación de alimentos es acorde a la preservación de la persona del alimentario y no de
índole patrimonial, ya que su fin no es la satisfacción de intereses de naturaleza
patrimonial; a lo anterior, debe agregarse que tal como ha sido concebida nuestra
Legislación Familiar, ésta se aparta completamente de toda corriente de naturaleza
Patrimonial como se concebía en el Art. 1141 C., anteriormente sin reforma, ya que
actualmente nuestra legislación respecto de los alimentos tiene una tendencia a lo alegado y
sobre todo a lo probado por las partes; 6) Que tanto el Juzgado Segundo de Familia, como
la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, no obstante reconocer y aceptar que los
demandantes actuaron de mala fe y dolosamente presentaron pruebas falsas al proceso,
fueron de criterio que en base a lo investigado y probado respecto a las condiciones
personales tanto de la demandada como de los alimentarios, a las necesidades planteadas, a
las obligaciones, condiciones y forma de vida y en consideración a la edad, se le otorgara a
los peticionarios la cantidad de Doscientos cincuenta mil colones y Trescientos Cincuenta
Mil colones, respectivamente, lo cual ahora se impugna ante vuestra digna autoridad
alegando para una supuesta errónea interpretación del Art. 1141 C., sin importarles en
absoluto las falsedades y mentiras que introdujeron en el proceso, las que consta harto
probadas en el mismo. IV.- Honorable Sala, por lo antes expuesto a Vos de la mas
respetuosa manera OS PEDIMOS: .... 1) Nos admitáis el presente escrito y tengáis por
presentado, de nuestra parte, el alegato a que se refiere el Art. 14 de la Ley de Casación. 2)
Que no existiendo una infracción al Art. 2 literal a) de la Ley de Casación; ni existiendo
interpretación errónea de los Arts. 1141 del Código Civil y 254 del Código de Familia,
declaréis inadmisible el recurso de Casación interpuesto por la parte demandante.-""""
V.- El presente recurso de casación ha sido interpuesto por los impetrantes por la causa
genérica de "infracción de ley" y por el motivo específico de "interpretación errónea" de los
Artículos 254 del Código de Familia y del 1141 del Código Civil. Analizado dicho recurso,
la Sala hace las consideraciones siguientes:
La interpretación errónea del Art. 254 del C. de F., consiste, según el recurrente, en que la
Cámara interpreta el principio de proporcionalidad contenido en dicha norma, como "el
equilibrio que debe existir al cubrir esa necesidad alimentaria en su totalidad cuando se está
en capacidad de darla", dando un concepto no definido por la ley y en consecuencia, de
acuerdo al Art. 20 C., debe recurrirse a lo que obvia y naturalmente debe entenderse por
proporcionalidad según el diccionario de la lengua española, entre otras, como
"conformidad o proporción de una parte con el todo o de cosas relacionadas entre sí". El
Art. 254 C. de F., presupone "de un lado, la existencia de una necesidad y de otro, la
existencia de una capacidad de cubrir a aquella, la interpretación errónea de la ley reside en
haber considerado para la aplicación de la misma uno solo de ambos extremos, el de la
necesidad dejando en el olvido el de la capacidad, cuando la interpretación correcta y
adecuada de la ley implicaba e implica obviamente la integración de ambas circunstancias",
"de allí que, sumando los porcentajes que representan las cantidades asignadas a los
alimentarios, el ciento por ciento del patrimonio gravable con el seis punto setenta y siete
por ciento asignado, no guardan conformidad o, correspondencia entre sí ni tampoco se ve,
para decirlo con vuestras propias palabras, en donde podría estar ese equilibrio entre
capacidad y necesidad, que el Art. 254 del Código de Familia ordena imperativamente ha
de existir" - "Para fijar el monto o cuantía de los alimentos, tendido siempre presente el
principio de proporcionalidad, el citado Art. 254 señala tres circunstancias específicas a
atender por el juzgador. 1) la capacidad económica del obligado a darlos; 2) la necesidad de
quien los pide; y 3) la condición personal de alimentante y alimentarios y las obligaciones
familiares de aquél. El juzgador no puede realizar adecuado proceso de raciocinio sin
relacionar éstas, en las que el vínculo entre la necesidad y capacidad sea una regla
previamente establecida por el legislador, y que, en este caso de termina por la
proporcionalidad de la primera con la segunda y recíprocamente; conceptos que la Cámara
sentenciadora no tomo nunca en cuenta, limitándose a decir que la jurisprudencia ya los
definió; y que no es cierto, pues la jurisprudencia nacional, que podría ser un referente,
jamas lo ha hecho. En cuanto a las condiciones personales del alimentante y del alimentario
y las obligaciones familiares de aquél, el recurrente agrega; "La sucesión carece de
condiciones personales; y las tiene únicamente para con los demandantes, ya que en el
mismo juicio consta el endoso de todas las acciones que conforman el capital accionario de
dicho causante en las diferente sociedades en que participaba, constando también el activo
de las mismas; endoso hecho veinte días antes de su muerte a quienes como hijos hubiesen
podido reclamar la consiguiente cuota alimenticia, y que por ello perdieron la titularidad de
la misma; y aunque, no obstante, pretendieron luego obtenerla por vía judicial, su
intervención irregular en ese sentido concluyó en un rechazo a sus pretensiones.
Consideradas pues éstas tres circunstancias y relacionadas entre si, un fallo justo y apegado
a derecho no podía en ningún caso fijar sino en una tercera parte del acervo líquido de la
sucesión los alimentos a pagar por la demandada.- La cuota que fijó la Cámara, es en
verdad desproporcionada por irrisoria o ridícula y desligada totalmente de la realidad; y por
ello la razón del presente recurso para que Vos, Honorable Sala, corrijáis el fallo
impugnado concediendo lo que conforme a derecho y justicia corresponde a nuestros
mandantes."
El Código de Familia señala en el Art. 247 que "son alimentos las prestaciones que
permiten satisfacer las necesidades de sustento, habitación, vestido, conservación de la
salud y educación del alimentario", y que los mismos se debe cuando se establecen los
elementos siguientes: a) obligación legal de dar alimentos: Art. 248 C. de F.; b) Necesidad
del solicitante: Art. 254, 259 inc. 2º y 270 ordinal 3º C. de F., c) Capacidad económica del
alimentante: Art. 254, 251 inc. 1º , 252, 259 inc. 2º C. de F., d) Condición personal de
alimentante y alimentario: Art. 254 C. de F.; y e) Obligaciones familiares del alimentante:
Arts. 254, 270 ordinal 4º, C. de F.
En el caso en estudio ha quedado establecido el vinculo legal por el cual la sucesión dejada
por el señor *********, representada por la heredera testamentaria doña ********,
conocida por ********, está obligada a dar alimentos a los señores ******** y
**********, ya que los señores citados últimamente son hijos del causante.Se ha establecido también la necesidad de los alimentarios, ya que no se comprobó
suficiente capacidad económica de los mismos. Al respecto, la demandada ha dicho por
medio de sus apoderados, en el alegato presentado, "Que tanto el Juzgado Segundo de
Familia como la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, no obstante reconocer y
aceptar que los demandantes actuaron de mala fe y dolosamente presentaron pruebas falsas
al proceso, fueron de criterio que en base a lo investigado y probado respecto a las .....
necesidades planteadas..... se les otorgara a los peticionarios la cantidad de ..... "" ,
cuestiones éstas que no se debaten en el presente recurso, pues los impetrantes únicamente
son alimentarios, dándose la alimentaria por aceptada del criterio sostenido por el tribunal
sentenciador.
También se ha establecido la capacidad económica del alimentante señor **********, que
por haber fallecido, se ha demandado a su sucesión y se ha determinado como capital
liquido de la misma, la suma de ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil
trescientos noventa y cuatro colones; cantidad establecida y aceptada por las partes.
Y con respecto a las condiciones personales del alimentante y sus obligaciones familiares,
no son del caso establecerlas, pues el reclamo se ha dirigido contra una sucesión, la cual no
puede tener este tipo de obligaciones.
De acuerdo con lo expuesto, se han dado las condiciones para que proceda la fijación de
cuotas alimenticias solicitadas, teniendo como referencia el capital líquido de la sucesión y
la necesidad de los alimentarios; y es precisamente en esta proporcionalidad que debe
existir entre la suma sucesoral y las cuotas fijadas para cada alimentante, en que los
recurrentes consideran que no se ha hecho una interpretación correcta del artículo 254 C. de
F., que desarrolla el principio citado, ya que tomando en cuenta la cantidad de ocho
millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa y cuatro colones que
constituye el haber sucesoral, no guarda relación con las cuotas únicas fijadas por la
Cámara de Familia y que se establecieron en doscientos cincuenta mil colones para
************ y de trescientos cincuenta mil para *********, cantidades que en conjunto
no representan ni el siete por ciento del capital establecido.
Para fijar las cuotas alimenticias referidas, la Cámara ha argumentado lo siguiente:
"""habiéndose establecido en autos la capacidad económica suficiente a la parte demandada
en base al dictamen de fs. 568 y 577, cuentas de ahorro, corriente y a plazos a fs. 256, 260,
302, 303 y 432, informes de las cooperativas de café de fs. 295 a 297, 437, 495, 496, 498,
499, 500, 562 al 564, y en cuanto a las necesidades de los alimentarios se ha establecido
que la señora ********* cubre escasamente sus necesidades tomando en cuenta no sólo las
"propias" sino también las de sus hijos y las de su madre, que posee un bien inmueble, fs.
504 y siguientes, y un trabajo estable con derecho a ciertas prestaciones, y que el señor
********** no las cubre totalmente, no posee bienes inmuebles, ni trabajo estable, aunque
dentro de sus obligaciones mencionó el pago de una cuota para su menor hija y otra como
ayuda para alquiler de la casa de su hermana antes mencionada no aportando la prueba
pertinente, habiéndose establecido que la señora ********* posee un bien inscrito a su
favor, en el cual residen, el cual no sólo ocultó sino que mintió al asegurar que vivía en casa
arrendada, de lo cual presentó los respectivos recibos lo que se trae a cuenta para señalarlo
como un acto contrario al deber de lealtad, probidad y buena fe. De todo lo anterior, se
tomaron las condiciones normales para el requerimiento de esa necesidad fijando la cuantía
de la cuota alimenticia, para lo cual debe existir una correlación entre las posibilidades del
obligado a prestarla y las necesidades de los alimentarios de tal manera que se guarde
equilibrio en ambos extremos para que sea justa y legal llenando las necesidades que los
alimentarios no pueden satisfacer por si mismos y tomando en consideración los medios
propios que ya poseen para su subsistencia, fijando una cuota con la cual se satisfagan todas
sus necesidades, quedando excluidos los superfluos o de lujo."""" "Ahora bien tomando en
consideración que la suma iliquida (no se le hicieron deducciones) que se estableció en el
dictamen pericial fs. 568 y siguientes, más otros ingresos anteriormente señalados, el cual
no fue rebatido por la parte demandada, es la cantidad de ocho millones ochocientos
cincuenta y nueve mil trescientos noventa y cuatro colones, aunque en autos se menciona
ocho millones ochocientos cincuenta y nueve mil trescientos noventa colones, puede
apreciarse como una suma considerable que dé por establecida la capacidad económica del
obligado para efectivizar y garantizar de mejor forma el pago, y en el otro extremo la
necesidad de los demandantes quienes satisfacen sus necesidades básicas con ciertas
limitaciones por lo que la señora Jueza estableció una cantidad mensual con la cual éstos
pueden satisfacer todas sus necesidades, desde luego que tomando como base las
condiciones personales tanto de la demandada como de los alimentarios, sus obligaciones,
condiciones y forma de vida; sin embargo, considerando la edad de los alimentarios, y que
la necesidad de la primera de ellos o sea la señora *********, es consecuencia en parte de
otras obligaciones que no se refieren a la satisfacción de sus necesidades propias como es la
enfermedad de su madre profesora jubilada con la cual el testador no tenía ninguna
obligación, que tiene un bien inmueble inscrito a su favor, el que maliciosamente ocultó
siendo también falsa la información proporcionada por el Registrador de la Propiedad Raíz
de este Departamento, lo cual puede dar lugar a consecuencias legales, Art. 268 C. F.,
denota mala fe en su proceder queriendo sorprender la probidad y buena fe que debe existir
en el proceso y queriendo aparentar una necesidad más apremiante que la que realmente
tiene, lo cual se le facilitó por parecer en dicho instrumento con el apellido diferente al de
su difunto padre, aunque en la solicitud enviada al Registro le aparecían también los
nombres y apellidos de casada que también constan en dicha escritura, dicha conducta
devela un interés más allá del que se refiere a la necesidad de alimentos, que posee además
un trabajo estable donde goza de diferentes prestaciones para su salud y la de sus hijos. En
lo que se refiere al señor ***********, consta que fue asistido por el testador para
formarse una carrera académica que no formalizó, que no ha evidenciado su interés en
encontrar un trabajo estable o desarrollar una actividad laboral que le permite percibir un
ingreso para costear su sostenimiento y sus obligaciones para con terceras personas,
tampoco se han establecido. Que teniendo los alimentos un fundamento ético, moral y de
solidaridad humana, aún cuando se concretice en una prestación de contenido económico,
independiente de que tal prestación se pida directamente al obligado o que nazca del
testamento, cuya carga para el heredero, tiene un mismo fundamento filosófico y no la
relación patrimonial que se expresa en los Arts. 2217 y 2219 C. variando únicamente en: 1.La forma en que se otorga por cuota mensual o por cuota única, 2.- Se piden una sola vez y
3.- La cuantía se fija en base al acervo liquido de la sucesión y la necesidad del que los
pide. Tomarlo en otro sentido desnaturalizaría el concepto de alimentos, por tener más en
cuenta sólo el aspecto patrimonial de la sucesión, dejando en desventaja a los alimentarios
cuando hace uso de su derecho en vida del obligado."" ""Que en el caso concreto en cuanto
a la aplicación del Art. 1141 C., tomando en cuenta las razones antes expresadas, en lo que
respecta a la suma a que asciende el acervo líquido de la sucesión representada por la
demandada, a las condiciones personales de los alimentarios, en cuanto a su edad,
necesidad, condiciones de salud, y otras situaciones particulares especificadas
anteriormente, como la clase de trabajo y bienes que poseen, y a las condiciones personales
y obligaciones de la persona que debe prestarlos, resulta factible y se garantiza de mejor
forma prestarlos una sola vez, tomando en consideración para ello en alguna medida la
cuota fija mensualmente por la señora Juez A quo, en cuyo caso ya no se necesitará
garantizar la obligación, estableciendo tal cuota proporcionalmente de acuerdo a tales
necesidades, y que existiendo hijos menores del causante **********, así como también
un legado a favor de la madre del causante doña ********* como consta en el testamento,
y quienes en cualquier momento podrían ejercitar su derecho a pedir alimentos o aparecer
otras personas pidiéndolos posteriormente, pero principalmente por las razones
primeramente citadas ya que el argumento podría decirse que causa alguna inseguridad
jurídica, pero que por ello deja de ser valedero, es procedente fijar una cuota única de
doscientos cincuenta mil colones a favor de la señora ******** y de trescientos cincuenta
mil colones a favor del señor *********, con lo cual se efectiviza en este caso de mejor
manera el cumplimiento de la obligación, habida cuenta que los alimentos son de interés
social, basados en el deber de solidaridad humana para poder vivir con dignidad y decoro
de acuerdo a sus condiciones de vida, tal como lo expresa el autor Chávez Ascencio: "La
Institución de los alimentos no fue creada por el legislador para enriquecer al acreedor o
para darle una vida holgada y dedicada al ocio sino simplemente para que viva con decoro
y pueda atender su subsistencia; (La familia en el Derecho, pag. 452 Edit. Porrúa, S. A. Av.
República de Argentina 15 México 1990); por lo que es procedente reformar la sentencia
venida en apelación en el sentido antes expresado.-"""
De acuerdo con el razonamiento hecho por la Cámara, notamos que al interpretar el Art.
254 del C. de F:, ha tomado en cuenta para establecer las cuotas alimenticias únicas a favor
de los alimentarios, las condiciones personales del alimentante y alimentarios, así como las
obligaciones familiares del alimentante, ya que a quien se ha demandado es a la sucesión
del señor *********, y la sucesión como tal carece de condiciones personales que atender
así como de obligaciones familiares que cumplir, pues no ha de confundirse que el obligado
a dar los alimentos no son los herederos, quienes pueden poseer fortuna personal, pero que
no les une obligación alguna de alimentante, sino la sucesión, que ha de responder de
acuerdo a la capacidad económica en relaciónala necesidad real y probada de los
alimentarios. Por la interpretación anterior, la Sala estima que sí hubo en la interpretación
del Art. 254 C. de F., y consecuentemente la sentencia debe casarse por este motivo.
También se alega interpretación errónea del Art. 1141 C., argumentando lo siguiente:
"también el Art. 1141 C., es interpretado en un sentido que el legislador jamás tuvo en
mente al dictar dicha norma. Se habla con esto nada más de una operación aritmética a
efectuar por el juzgador, el cálculo de hasta una tercera parte del acervo líquido de los
bienes sucesorales, desde el supuesto de titularidad del derecho a la cuota alimenticia en el
reclamante.".. "Cual lo hemos dejado expuesto, la comparación entre la necesidad de los
actores con la capacidad de la demandada tenía que desembocar, necesariamente en la
asignación de la tercera parte del haber líquido probado de la sucesión."
La Sala no acepta el criterio anteriormente apuntado, de que necesariamente los alimentos
asignados a los alimentarios, cuando se señalan en cuota única, tengan que ascender a una
suma equivalente a la tercera parte del acervo liquido sucesoral, que es el caso de autos, ya
que tal manera de pensar desnaturaliza la base jurídica y filosófica de los alimentos, pues
los mismos esencialmente obedecen a las necesidades reales del alimentario y a su
condición personal, en proporción con el haber líquido sucesoral.- Tampoco acepta esta
Sala, como lo sostienen los impetrantes, que la cuantía de alimentos que se fije en atención
al Art. 254 C. de F., sea una cuantía mínima, que la "aplicación del principio de
proporcionalidad solamente le sirve al juzgador para cuantificar el mínimo de la suma a
pagar a los alimentarios; y de ahí partir hasta la tercera parte, "que determina el Art. 1141
C. continúa expresando el recurrente que "El legislador fijó pues, los extremos dentro de
los cuales el juzgador ha de establecer la suma a asignar a los alimentarios siendo uno de
esos extremos el mínimo que resulta de aplicar el Art. 254 del Código de Familia, y el otro,
la tercera parte del acervo líquido de la herencia".Cuando se fija una cuota alimenticia en base al Art. 254 C. de F., esta cuota de ninguna
manera significa que sea la cuota mínima, interpretación que no tiene ningún asidero en la
ley, sino que representa la cuota legal alimenticia, la única valedera entre alimentante y
alimentario, mientras las condiciones de necesidad y de capacidad para otorgar los
alimentos, continúe siendo iguales; que en el caso de ser cuota única, la misma nunca puede
ser mayor de la tercera parte del acervo líquido sucesoral, para todos los alimentarios; y en
ambos casos el principio de proporcionalidad ha sido ya tomado en cuenta cuando el
juzgador fija los alimentos. En el presente caso, la interpretación de la Cámara
sentenciadora con respecto al Art. 1141 C., ha sido correcta, pues ha respetado el monto
máximo dentro del cual debería fijar las cuotas únicas alimenticias; por lo tanto, no procede
casarse la sentencia por interpretación errónea del artículo antes citado.
De acuerdo a las razones antes dichas, disposiciones legales analizadas y Art. 18 de la Ley
de Casación, es procedente casar la sentencia de que se ha recurrido y, consecuentemente se
ha de dictar la sentencia que corresponde, teniendo en cuenta, tal como lo ordena la ley, que
han quedado probados los extremos de: a) vínculo familiar de padre e hijos quienes resultan
ser sujetos de obligación alimenticia; b) de necesidad de los alimentarios para cubrir las
necesidades de sustento, habitación y conservación de la salud; c) de capacidad económica
del alimentante, que en el presente caso es una sucesión, cuyo acervo líquido ha quedado
establecido; y d) la condición personal de los alimentarios.
Cabe advertir, que los alimentos no constituyen una deuda de la sucesión, sino una carga, la
cual tiene que quedar establecida por medio de las pruebas vertidas en el proceso
correspondiente, consecuente con ello, en el caso de señalarse la cuota única, la misma
puede determinarse hasta en una tercera parte del acervo líquido sucesoral; pero tal
porcentaje máximo a aplicar no necesariamente y siempre ha de establecerse como cuota
alimenticia, no es una simple operación aritmética como se pretende, lo cual dependerá de
la evaluación del juzgador, aplicando al caso lo dispuesto en el Art. 254 C. de F., que
expresa que los alimentos se fijarán para cada hijo, en proporción a la capacidad económica
de quien está obligado a darlos y a la necesidad de quien los pide, debiendo tomarse en
cuenta las condiciones personales de los alimentarios, y cuando fuere aplicable, las
condiciones personales y familiares del alimentante.
POR TANTO: En base a lo antes expuesto, disposiciones relacionadas y Artículos 417, 418
y 428 del Código de Procedimientos Civiles y Art. 18 de la Ley de Casación, a nombre de
la República de El Salvador, esta Sala FALLA: a) Cásase la sentencia impugnada
pronunciada por la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, a las dieciséis horas del
día veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y siete, en el juicio de alimentos de
que se ha hecho mérito; b) Condénase a la señora *********, en su calidad de heredera
testamentaria del causante ***********, a pagar, en concepto de alimentos y en cuota
única, a la señora *********; la suma de setecientos mil colones, y a pagar al señor
*********** la cantidad de ochocientos mil colones, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 1141 del Código Civil, dentro del plazo de cuarenta días contados desde al fecha de
notificación de esta sentencia y déjase sin efecto la cuota provisional de alimentos fijada
por los alimentarios *********; c) Extiéndase la ejecutoria de ley, d) No hay condenación
en costas, y e) Vuelvan los autos al Tribunal que corresponde, con la certificación de esta
resolución, para los efectos de Ley.---JOSE ERNESTO CRIOLLO---R. ZUNIGA--BERTA ROSARIO DIAZ.---PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS
QUE LA SUSCRIBEN.---JOSE ERNESTO ESCALANTE---RUBRICADAS.
CFS596.98
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