ASIGNATURA: DERECHO INTERNACIONAL

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ASIGNATURA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO (PRIMER
PARCIAL)
CASOS PRÁCTICOS DE EXÁMENES (Licenciatura 2012-2013)
CASO PRÁCTICO 15.- Un empresario español con residencia habitual en Cádiz concluye en enero
de este año un contrato de compraventa en Valencia con un empresario marroquí con residencia
habitual en Casablanca, en virtud del cual el empresario español vende al empresario marroquí una
partida de diez toneladas de ladrillo por un precio de 535.000 €. Entregada la mercancía en
Casablanca –tal y como preveía el contrato- el empresario marroquí constata que la mitad de dicha
partida está en condiciones defectuosas para su utilización. En consecuencia, pretende interponer
demanda ante el Juzgado de Primera Instancia de Cádiz solicitando una indemnización de daños y
perjuicios por responsabilidad contractual.
1.- ¿Sería competente el citado Juzgado de Primera Instancia para conocer de la controversia? ¿En
base a qué cuerpo legal? ¿En base a qué fuero? Razone jurídicamente la respuesta.
2.- Alternativamente, teniendo en cuenta que el empresario gaditano tiene una cuenta bancaria en
París ¿podría solicitar medidas cautelares ante los tribunales de esta ciudad, aun cuando estos
tribunales no vayan a conocer sobre el fondo? ¿En base a qué cuerpo legal? Razone jurídicamente la
respuesta.
El texto normativo aplicable es el Reglamento (UE) nº 1215/2012, del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 12 de diciembre de 2012, sobre competencia judicial y reconocimiento y ejecución de
resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, en vigor desde el 10 de enero de 2015 según su
artículo 81. Su art. 80 deroga el Reglamento (CE) nº 44/2001 vigente hasta la mencionada entrada en
vigor.
Según el art. 74 de este Reglamento, y el art. 85.5 de la Ley 6/1985 del Poder Judicial (LOPJ), son
competentes los Juzgados y Tribunales de 1ª Instancia del domicilio del demandado. El demandado tiene
su residencia en Cádiz, por lo tanto SÍ son competentes dichos Juzgados y Tribunales.
Asimismo, el art. 4.1 del mencionado Reglamento regula el Foro general: el domicilio del
demandado en un Estado miembro de la UE. Es por ello que es de aplicación dicho Reglamento.
Por otro lado, el demandante puede solicitar medidas cautelares en un Estado miembro que no
conozca sobre el fondo del asunto en virtud del art. 35 de la Sección 10 “Medidas provisionales y
cautelares”, del Capítulo II “Competencias”, del Reglamento (UE) nº 1215/2012.
CASO PRÁCTICO 16.- Se dicta laudo arbitral en China por el Tribunal Arbitral de la Comisión de
Arbitraje Internacional Económico y de Comercio de China (CIETAC) por el que se condena a una
empresa española al pago de 687.200 dólares USA. La empresa española no paga voluntariamente lo
estipulado en el laudo, por lo que la empresa china solicita el exequátur del laudo en España.
1.- ¿Qué cuerpo legal debe aplicarse para reconocer en España un laudo arbitral extranjero?
2.- ¿Cuáles son los motivos de denegación de reconocimiento del laudo que, en virtud del cuerpo
legal señalado, pueden esgrimirse para que el exequátur no se conceda?
El sistema de reconocimiento y ejecución de laudos arbitrales extranjeros más sencillo en España es
el recogido en el Convenio de Nueva York de 1958 (en adelante CNY), que es aplicable en una mayoría
de casos.
El art. III del CNY nos remite a las normas de procedimiento vigentes en el territorio donde se
pretende su reconocimiento y ejecución. En España, hasta la entrada en vigor de la Ley 29/2015, esta
materia se regulaba en los arts. 951 y ss de la LEC-1881.
Aunque el art. 955 remite al Tribunal Supremo el conocimiento de la solicitud de reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales extranjeras,
una modificación recogida en el art. 85.5 LOPJ establece que será el Tribunal de 1ª Instancia del domicilio del ejecutado el que deba conocer del mismo. En los
mismos términos, aunque no sea de aplicación a este caso, el art. 74 del Reglamento (UE) nº 1215/2012 también se remite a dichos órganos jurisdiccionales.
Los motivos de denegación son los expuestos en el art. 954 LEC-1881:
1º) Que la ejecutoria haya sido dispuesta como consecuencia de una acción personal.
2º) Que no haya sido dictada en rebeldía.
3º) Que la obligación para cuyo cumplimiento se haya procedido sea lícita en España.
4º) Que la carta ejecutoria reúna los requisitos necesarios en la nación en que se haya dictado para ser considerada como auténtica, y las que las leyes
españolas requieran para que haga fe en España.
Modificando lo expuesto en el art. 956 LEC-1881, el art. 82.2 LOPJ establece que la resolución en 1ª Instancia en relación a la ejecutoria es
susceptible del consiguiente Recurso de Apelación ante la Audiencia Provincial que corresponda.
Debemos decir que todos estos artículos han sido derogados por la Disposición derogatoria única de
la Ley 29/2015 sobre cooperación jurídica internacional en materia civil y mercantil. Actualmente, y a
partir de la entrada en vigor de la Ley 29/2015, en julio del mismo año, esta materia se rige por su Título V
“Del reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales y documentos públicos extranjeros, del
procedimiento de exequátur y de la inscripción en registros públicos”, en “similares términos”, aunque con
ciertas modificaciones, a la LEC-1881.
La Ley 29/2015 no regula de forma expresa las causas de denegación del reconocimiento de un
LAUDO extranjero, y solo habla de “resoluciones judiciales extranjeras firmes”. Recordemos que es un
“árbitro” quien dicta el laudo, y no un Juez o Tribunal. Aún así, podemos hacer mención al art. 46, titulado
“Causas de denegación del reconocimiento”, dispone: “1.- Las resoluciones judiciales extranjeras firmes
NO se reconocerán:
a) Cuando fueran contrarias al orden público.
b) Cuando la resolución se hubiera dictado con manifiesta infracción de los derechos de defensa de
cualquiera de las partes. Si la resolución se hubiera dictado en rebeldía, se entiende que
concurre una manifiesta infracción de los derechos de defensa si no se entregó al demandado
cédula de emplazamiento o documento equivalente de forma regular y con tiempo suficiente
para que pudiera defenderse”.
c) Cuando la resolución extranjera se hubiere pronunciado sobre una materia respecto a la cual
fueren exclusivamente competentes los órganos jurisdiccionales españoles o, respecto a las
demás materias, si la competencia del juez de origen no obedeciere a una conexión razonable.
Se presumirá la existencia de una conexión razonable con el litigio cuando el órgano
jurisdiccional extranjero hubiere basado su competencia judicial internacional en criterios
similares a los previstos en la legislación española.
d) Cuando la resolución fuera inconciliable con una resolución dictada en España.
e) Cuando la resolución fuera inconciliable con una resolución dictada con anterioridad en otro
Estado, cuando esta última resolución reuniera las condiciones necesarias para su
reconocimiento en España.
f) Cuando existiera un litigio pendiente en España entre las mismas partes y con el mismo objeto,
iniciado con anterioridad al proceso en el extranjero.
2.- Las transacciones judiciales extranjeras no se reconocerán cuando fueran contrarias al orden
público”.
Igualmente, también debemos tener en cuenta que la Ley 60/2003 de Arbitraje, que en su art. 46
nos remite al propio CNY en relación al exequátur de laudos extranjeros, sin perjuicio de lo dispuesto en
otros convenios internacionales más favorables.
Casos resueltos por Pedro Jesús Durán Sánchez, del Centro Asociado de Sevilla.
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