Revista "Cultura y Droga"

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CULTURA Y DROGA
cult.drog.
Manizales - Colombia
Año 16
No. 18
334 p.
enero - diciembre
2011
ISSN 0122-8455
UNIVERSIDAD DE CALDAS
REVISTA CULTURA Y DROGA
ISSN 0122-8455
Fundada en 1997
Periodicidad Anual
Tiraje 300 ejemplares
Año 16 No. 18, 334 p.
Enero - Diciembre, 2011
Manizales - Colombia
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Director Revista
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Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Studis Cognitius
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Universidad de Caldas - Universidad Nacional de Colombia sede
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Neurociencia y Comportamiento, Ph.D.
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COMITÉ TÉCNICO
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Coordinador Comité Técnico
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Correctora de abstracts
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Soporte técnico
Diseño Ilustración Portada
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Editado por:
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La responsabilidad de lo expresado en cada artículo es exclusiva del autor y no
expresa ni compromete la posición de la revista.
El contenido de esta publicación puede reproducirse citando la fuente.
Publicación anual del Grupo de Investigación
Cultura y Droga de la Universidad de Caldas.
Está adscrita al Departamento de Antropología
y Sociología de la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Sociales de la Universidad de Caldas. Presenta
artículos científicos e información de actualidad
sobre investigación y desarrollo de conocimientos
y experiencias referentes a las fuentes y aplicaciones
culturales de drogas en sociedades humanas
pasadas y presentes. Acoge artículos de diversas
disciplinas: sociales y humanas, naturales, médicas,
artísticas, filosóficas, botánicas. Igualmente,
conocimientos indígenas tradicionales. Se divulga
por medio de canje y actividades académicas de la
Universidad.
CONTENIDO
CONTENIDO
9
Editorial
Cultura y Droga: Miradas alternativas: bioética, salud, espiritualidad y etnicidades
Jorge Ronderos Valderrama
INVESTIGACIÓN y Producción Intelectual
MENOS CHOQUE Y MÁS TERAPIA
John Ranard
21
POLÍTICA Y ESTÉTICA FOTOGRÁFICA: UNA DOCUMENTACIÓN CRÍTICA DE
LA EPIDEMIA DE VIH ENTRE INYECTORES DE HEROÍNA EN RUSIA Y ESTADOS
UNIDOS
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
29
ÉXTASIS: PRELIMINARES SOBRE SU CONSUMO EN EL CASO GUAYAQUILEÑO
Xavier Andrade Andrade
41
HISTORIA, POLÍTICA Y REFLEXIÓN: HACIA EL HOMBRE META-HISTÓRICO.
PRIMERA PARTE
Joaquín A. Muñoz Mendoza
67
EL SICARIO: MÉXICO-COLOMBIA
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
73
ETNOFARMACOGNOSIAS Y ESTADOS MODIFICADOS DE CONCIENCIA (EMC)
COMO POTENCIAL COGNITIVO EN LAS DINÁMICAS INTERCULTURALES
Jorge Ronderos Valderrama
95
MEDICINA DE LA TIERRA: EL SENDERO DE LA MADRE ANCESTRAL
William Torres
137
REVISIÓN DE LA LEGISLACIÓN REFERENTE A LAS DROGAS EN COLOMBIA
DESDE 1920 HASTA 1994
Federico Cárdenas Jiménez
149
cult.drog.
Manizales - Colombia
Año 16
No. 18
334 p.
enero - diciembre
2011
ISSN 0122-8455
CONTENIDO
PABLO AMARINGO. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE SU OBRA
Hugo Fernando Tangarife Puerta
167
CORRIDOS AL OLEO
Elina Chauvet
177
VI Simposio Internacional CULTURA Y DROGA
Bioética, Salud, Esperitualidad y Etnicidades
Manizales Octubre 12 al 14 de 2011
PERFORMANCE BODY PAINT “EL CUERPO COMO VÍA DE EXPRESIÓN”
187
DROGAS ENTRE ADOLESCENTES DE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL,
BRASIL-SOB O PONTO DE VISTA BIOÉTICO
Ivan Sérgio Feloniuk
189
CORPORALIDADES, FEMINIDADES Y DROGAS PROSCRITAS
Janis Tatiana Restrepo Duque
225
“LOS OJOS DE LA PASTORA” Y EL PODER DE LA ADIVINACIÓN. SALVIA
DIVINORUM, Y “LA DROGA DE LA CULTURA YOUTUBE”
John H. Arcia G.
237
CANTOS CURATIVOS CHAMÁNICOS QUE HACEN VER Y SU REPRESENTACIÓN
PERFORMÁTICA INTERACTIVA
Mauricio Rivera Henao
239
PERFORMANCE “EL CÍRCULO M.A.R (MEDITACIÓN-ACCIÓN-REFLEXIÓN)” Y
CORTOMETRAJE EXPERIMENTAL “VACÍO”
James Delgado
241
ADICCIÓN Y TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL UNA INTRODUCCIÓN A LA
IBOGAÍNA
Howard Marks M.
243
REFLEJOS PSÍQUICOS Y VISIONARIOS
Hugo Fernando Tangarife, Duván Rivera Arcila
251
CONTENIDO
LA BIOÉTICA, NUEVA PERSPECTIVA DE CULTURAS Y DROGAS: UNA REFLEXIÓN
NECESARIA
Zoila Rosa Franco Peláez
255
LA EXPERIENCIA ORIGINARIA DE LO OTRO. UNA MIRADA HERMENÉUTICA
Adolfo León Grisales Vargas
265
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DEL
CONSUMO DE DROGAS
Mónica Aristizábal Gómez, Luisa Fernanda Gómez García y Óscar Hernando Gaviria
Giraldo
283
EL ARTE COMO FORMA DE SANACIÓN. “EL SAHUMERIO”
291
COSMOVISIÓN SALUD-ENFERMEDAD Y CONTRADICTORIOS MARCOS LEGALES
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Alba Lucía Vélez Arango
293
¿ES POSIBLE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA MEDICINA DEL YAGÉ?
Ricardo Díaz Mayorga
307
NORMAS EDITORIALES
Author Guidelines
321
EDITORIAL
CULTURA Y DROGA:
MIRADAS ALTERNATIVAS: BIOÉTICA, SALUD,
ESPIRITUALIDAD Y ETNICIDADES
Jorge Ronderos Valderrama
Como es usual nuestra revista divulga y promueve la producción científica, intelectual
y artística tanto de investigadores, profesores y estudiantes de postgrado, como la
producción de estudiantes de pregrado, y desde luego las actividades académicas del
grupo y la línea de investigación articuladas a la Maestría Culturas y Droga, además
de los procesos que desarrollan en torno a su trabajo y proyección los semilleros:
Visionari@s y Plantas y Arte. Ha sido vital para mantener la producción ordinaria
de la revista, el apoyo de la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados a través del
programa de Revistas Científicas, y el apoyo de la Facultad de Ciencias jurídicas y
Sociales. Invitamos a nuestros lectores a leer con atención y según sus preferencias, los
artículos y demás escritos aquí publicados, en especial, a compartir sus apreciaciones
y comentarios críticos con los autores o con la dirección de la revista.
Este número presenta dos secciones: 1) la producción investigativa y científica
recibida y evaluada por los investigadores y artistas, y 2) los textos de las conferencias,
ponencias, reseñas de performances, presentados en el marco del VI Simposio
Internacional Cultura y Droga, cuya temática titula este editorial. Simposio realizado
entre el 12 y 14 de Octubre de 2011 en la Universidad de Caldas, y que se ilustra con
el programa desarrollado en la sección correspondiente. Igualmente, la imagen del
simposio en la caratula y las secciones de la misma, es utilizada para la diagramación
de la revista.
Destaco de la primera sección los artículos de Burgoux, y las ilustraciones del texto que
fueron autorizadas por el artista Ranard, gracias a la mediación e interés manifestado
a través de Xavier Andrade, antropólogo ecuatoriano coordinador de la Maestría en
Antropología Visual de la FLACSO, quien además publica un artículo como resultado
de sus trabajos etnográficos. Debe resaltarse la publicación de investigadores y artistas
de México y Colombia, los cuales exploran dimensiones estéticas y espirituales a
través de legados ancestrales, como el caso del antropólogo y líder espiritual de la
maloca Nabi Nunhue, William Torres (Kajuyali Tsamani). Completan esta sección
los artículos producto del desarrollo investigativo y curricular de la Maestría.
En la segunda sección, están los textos de conferencias y ponencias del VI Simposio
Internacional Cultura y Droga, el cual contó con el apoyo del Instituto Colombiano de
Crédito Educativo y Estudios en el Exterior: ICETEX, y en especial de la Universidad
de Caldas, la decanatura de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, la Oficina
de Internacionalización adscrita a la rectoría, la Vicerrectoría de Proyección
Universitaria, Bienestar universitario, Oficina de prensa y sección de Servicios
universitarios. Los textos están ordenados según los ejes temáticos del simposio: 1)
Libertad, auto cuidado, consumo y adicción en el uso de sustancias psicoactivas. 2)
Espiritualidad, arte y curación con enteógenos y/o sustancias psicoactivas visionarias
en marcos rituales. 3) Salud, enfermedad, participación y atención básica en salud y
medicinas ancestrales.
Los anteriores ejes se definieron a partir de los contenidos generales del simposio que
aprobó la comisión académica del mismo: 1) Bioética como campo de conocimiento
interdisciplinario en las dinámicas interculturales de salud y enfermedad.
2) Espiritualidad y arte en la salud y la enfermedad: los marcos rituales y las
tradiciones ancestrales. 3) Culturas y drogas psicoactivas en sociedades multiétnicas.
4) El prohibicionismo de algunas drogas psicoactivas, vida en las sociedades
contemporáneas y el medio ambiente.
A continuación resalto algunos apartes del texto de mi autoría leído en la apertura
del VI Simposio Internacional Cultura y Droga, el 12 de Octubre de 2011, el cual
apunta al título de este editorial.
¿Qué relación existe entre los estilos de vida diversos hoy en nuestras
sociedades y la diversidad en la mente y la conducta humana y sociocultural
en los diversos contextos de salud y enfermedad? ¿Cómo abordar los estilos de
10
vida en relación con pautas, hábitos y conductas compulsivas (¿adicciones?)
en diversos contextos étnicos? ¿Qué patrones éticos predominan? ¿Los
dominantes en nuestra sociedad occidental puritanos y judeo-cristianos,
son los más adecuados para interpretar en la relación culturas y drogas, la
construcción y desarrollo de métodos pedagógicos de procesos comprensivos
y solidarios, libertarios y autónomos en lo diverso, incluyentes en la defensa y
legitimidad de la dignidad humana? ¿Acaso los fundamentalismos ideológicos
homogenizantes y excluyentes, no constituyen nuevas “ídolas” u obstáculos,
respecto al avance científico para investigar con mayor rigor y objetividad los
efectos de las drogas prohibidas en la conducta y los conflictos humanos y
sociales contemporáneos? ¿Cómo contextualizar estas relaciones y dinámicas
socioculturales, en lo cual situamos a la ciencia y la tecnología, lo económico y
lo político, en una sociedad supuestamente democrática y moderna y defensora
de los derechos humanos?
Varios, por fortuna, han sido los abordajes y enfoques en las ciencias
contemporáneas, pero es claro que los “hechos apuntan a que el sistema
cultural de las sociedades modernas, aparece diversificado en varias pautas
internamente congruentes, cada una de las cuales caracteriza a específicos
segmentos de la sociedad... y hay cierto consenso en denominar estilos de vida
a esas maneras diferenciales de vivir y con el menos grado de consenso, socio
tipos a los respectivos segmentos sociales que se asocian a ello los estilos de vida
pertenecen al ámbito de la cultura” y se acomodan a patrones de conocimiento,
sentimientos, comunicación y conducta socialmente compartido... lo cual
lo hace transcender al ámbito psicológico y tiene reflejos en las estructuras
sociales (Salazar, 2004: 125).
La bioética es una reflexión crítica sobre los valores y principios que guían nuestras
decisiones y comportamientos.
Es una parte de la ética, pero es también algo más que ética. Fenómeno social
y actividad pluridisciplinar que procura armonizar el uso de las ciencias
biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos, en relación con los
valores y principios éticos universalmente proclamados, se encuentra hoy en
la encrucijada entre la manipulación de la vida y la atención de la salud y el
bienestar de las personas (Tinant, 2002).
A partir de estos conceptos se pueden interpretar elementos importantes dentro de la
bioética, uno de ellos es la búsqueda de un camino alternativo de vida, donde exista
11
un respeto sincero por la existencia del hombre y la naturaleza. Conviene resaltar los
principios de la bioética: justicia, autonomía, beneficencia no maleficencia (no hacer
daño). (…) Igual sus características: pluralidad, reconocimiento de la diversidad,
interdisciplinariedad, tolerancia, respecto activo a la diferencia, secularidad (…).
En este contexto el tema de las drogas, en especial las psicoactivas: en sus aplicaciones
y funciones, sus diversas modalidades de consumo, y en especial las proscritas, se
han considerado como factores de alto riesgo, con peligrosos efectos para la salud
pública, aunado a otros factores de tipo político, social, y económico, al punto que en
Colombia, el Congreso modifica el artículo 49 de la Constitución Política (por medio
del Acto Legislativo 002 de 2009). Generando diversas reacciones polémicas; unas
de afirmación y apoyo a esta medida, para fortalecer el prohibicionismo coherente
con las políticas emanadas de los programas de influencia estadounidense de la
“guerra contra las dogas”, y la criminalización de los portadores o consumidores,
obligándose de hecho, a definirse al consumidor judicializado como: adicto,
enfermo o criminal; al derogarse, al parecer en la práctica (faltando aún las leyes
reglamentarias) la sentencia de la Corte Constitucional C-221 de 1994, que favorecía
la descriminalización y protegía el consumo de la dosis personal. Otras y recientes
reacciones con base en múltiples y complejos estudios e investigaciones científicas y
académicas, son contrarias y argumentan que esta modificación a la Carta Magna,
viola el fundamento central de la individualidad moderna y la democracia, la libertad
y dignidad humana. De hecho la reciente sentencia de la Corte Suprema de Justicia
con base en la sentencia mencionada de la Corte Constitucional, la reconfigura como
vigente.
El episteme cultura y droga, construido hasta ahora, se refleja en la estructura
curricular de la Maestría en sus acciones investigativas, docentes y de extensión,
con una relación conceptual en la que subyacen estos planteamientos: 1) las drogas
constituyen un vehículo cultural que trasforma con diversos ritmos y tiempos pero
profundamente, la cultura. Son parte integral de diversas formas en las relaciones
sociales, según los contextos socio-históricos y políticos de nivel micro y macro. 2)
Las drogas son dispositivos que asumen formas de socialización que modifican en los
seres humanos, concepciones y formas de percibir la vida en relación con el placer,
el dolor, la alegría, la angustia, la ansiedad y la trascendencia humana entre otros.
3) En ciertos contextos están asociadas a estrategias de sobrevivencia, adaptación,
de cambios por parte de individuos y grupos sociales, pero también, apalancan
12
relaciones económicas y dinámicas culturales de impacto político. 4) Las drogas al
igual que los seres humanos, hacen parte integral de la naturaleza, emergiendo de los
profundos y largos procesos filogenéticos de la VIDA.
Como ejes teóricos conceptuales de cultura y droga, como relación e interacción para
su descripción, análisis e interpretación, en tanto fenómeno sociocultural se plantean
las siguientes dicotomías básicas: vida y muerte, salud y enfermedad, espiritualidad
y cognición, trabajo y medio ambiente. Lo anterior exige un entrelazamiento
teórico entre ciencias, artes y saberes ancestrales, para superar los particularismos
disciplinarios o filosóficos. La bioética podría contribuir y de hecho lo viene haciendo,
a abrir estas nuevas perspectivas.
El contexto histórico de la bioética emerge en el marco de las dos guerras mundiales.
En medio de un escenario flanqueado por la Muerte, es decir, justo en el intervalo
entre las dos Guerras Mundiales, donde Alemania jugó un papel determinante
-verdugo, que igual es víctima-, brota inerme el aún incomprendido mensaje
vitacéntrico de la Bioética contemporánea frente a su decidido mensaje inicial
de protección a la vida, es curioso notar las innumerables polémicas que giran,
todavía, en torno a la incapacidad actual para definir la Bioética, y el sentido que
este conocimiento implica. No obstante, mientras el debate continúa, la vida es
destruida sin descanso, de forma presurosa por sistemas económicos, políticos
y culturales, sin contra discursos académicos lo suficientemente fuertes como
para que la vida allí pueda refugiarse... (Roa & Bauer, 2010: 32-33).
El asunto es tan complejo, que en un evento mundial que fue convocado para definir
a la bioética, fue imposible hacerlo.
La temprana aparición de la idea Bioética de Jahr (1927-1933) -que en alegórica
oposición al Caos aparece en una revista titulada Kosmos- se desarrolla
enmarcada en un paradójico contexto histórico similar al presente: hedonismo,
libre comercio, embotamientos fratricidas, ideológicos y teóricos, materialismo,
entendimiento de ciencia y técnica como única panacea humana, contracción
de enormes deudas nacionales para sufragar pagos de otras obligaciones -que
incluían honrar deudas previas, infraestructuras, desarrollos industriales y
urbanos-, los cuales en conjunto, finalmente, terminan por avivar un cisma
cultural que vio en lo natural el indeseado atraso (Roa & Bauer, 2010: 32-33).
13
“Warren Reitcn edita la primera enciclopedia de Bioética (1978) aportando a la
formalización de la disciplina y su estatus académico, conceptuándola como el
estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida
y el cuidado de la salud en cuanto dicha conducta es examinada a la luz de los
principios y valores morales” (1). Moral y desarrollo humano en el proyecto
vital de las sociedades. ¿Es posible esto en la sociedad actual y globalizada? Y Si
es posible ¿cómo hacerlo? (Franco, 2011).
Cambio climático, hambrunas -en concomitancia social con desperdicios de
alimentos y otros indiferentes excesos placenteros-, además de todas las otras
formas de violencia, enfermedades agravadas y masificadas por comportamientos
humanos, o el uso utilitarista de los seres vivos, componen fenómenos amplificados
poblacionalmente, a un grado tal que han sido globalizados. Los trastornos ecológicos,
con base comportamental humana, resultan de la incomprensión propiciada por
una Caosvisión (visión tendiente al desequilibrio), regocijada ante la imposibilidad
voluntaria para obtener consensos, como ocurrió con la misma Declaración Universal
sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO. Sólo recordemos que no fue
posible definir a la bioética para un documento mundial que así lo urgía, y que la
ética más que con discursos se aprende con el ejemplo. El ácido desoxirribonucleico
(ADN), o el ARN o RNA polimerasa (principal enzima del complejo enzimático con
responsabilidad por transcripción del ADN en ARN) son uno, así sus arreglos varíen.
¿Las drogas en este contexto? ¿Y cómo abordar su conocimiento desde la cultura? ¿Qué
cultura? ¿De dónde tomar componentes eficaces de conocimiento que retroalimente
procesos y cambios? ¿Acaso el tema drogas no constituye un componente importante
de lo ambiental? ¿Acaso no está asociado a la salud y la enfermedad, no solo de los seres
humanos sino del planeta? ¿Por ejemplo el enfoque dominante de prohibir algunas
drogas, especialmente psicoactivas y con ello la generación de diversos tipos de
guerra no constituye un factor que incide? Dramas y sufrimientos humanos, además
de guerras biológicas contra algunas plantas que han sido estigmatizadas, como si en
sí mismas, ellas fueran las causantes únicas de enfermedades, sin comprenderse las
multicausalidades de los fenómenos y los procesos dinámicos que están insertos en
la vida del planeta. A nuestro juicio, el factor que mayormente incide en este drama
de las guerras, es la ignorancia que existe sobre las mismas drogas y sus efectos en
la vida humana. A lo cual se añade, como efecto de lo anterior, el miedo y el terror
creado sobre algunas de ellas y sobre sus efectos en la salud, ecuación que no permite
avanzar en despejar las dudas.
14
Aportes desde el pensamiento ambiental que en cuanto episteme, contribuyen
activamente hoy en nuestro país, además del impacto de otros escenarios, como el
arte que sin duda es un potencial estético y de conocimiento que aproxima y proyecta,
alertando también, los fundamentos de las cosmovisiones de las culturas ancestrales,
pero que en el marco de su interacción cultural con el mundo y la cultura dominante
del capitalismo, están en riesgo de mantenerse y cohesionarse, sin embargo, su fuerza
llega y se proyecta en el occidente. Fundamento de la libertad y la autonomía, el auto
cuidado y la responsabilidad.
¿Y esto que tiene que ver con la espiritualidad? Lo espiritual lo adoptamos
teóricamente en su acepción batesoniana, como fenómeno que emerge en la vida
humana, producto de complejos interactuantes sistemas en el pensamiento, en la
evolución, en la ecología, en la vida, en el aprendizaje. En este contexto un espíritu
es un agregado de partes o componentes inter-actuantes. Un proceso espiritual como
lo define Bateson, es una secuencia de interacciones entre partes. La explicación de
los fenómenos espirituales debe residir siempre en la organización e interacción de
múltiples partes. El espíritu y lo espiritual son “totalidades”, a veces inexplicables
desde la racionalidad lógica, en tanto el funcionamiento espiritual es inmanente a
la interacción entre las partes diferenciadas. Las totalidades son constituidas por esa
interacción combinada. Adquiere su forma como aquella pauta que conecta y genera
movimientos y desencadena procesos.
Salud y espiritualidad como campos de acción de la curación y la sanación, estuvieron
profundamente ligados en tiempos pasados, y se mantienen como proyección y
herencia de las culturas ancestrales en el presente. La espiritualidad en cada contexto
cultural. En cada momento de la historia.
Para no entrar en polémicas ideológicas de religiones, y fundamentado en desarrollos
científicos este aporte de Bateson es esencial. La pauta que conecta la interacción
de las partes y marcadas diferencias que generan procesos, como desarrollo de las
leyes de la dialéctica que enseña la misma naturaleza, el movimiento permanente
y cambiante, pero que toma según tipos de relaciones y condiciones materiales y
subjetivas, direcciones o cambios de las mismas...
Las drogas emergieron y aparecieron millones de años en el planeta tierra antes que
los humanos. Cuando emergieron las angiospermas y el cambio ecológico global
que implicó para la vida (Marulanda T., 1999:111). Hoy en día, algunos humanos
15
poderosos le declaran la guerra por desconocimiento y usos a veces inadecuados, y
así, se estigmatizan simplemente como malas, al punto que encarnan simbólicamente
el mal. Drogas como el alcohol, tanto etílico como metílico, sin intervención humana
han sido registradas en el espacio. Esta misma droga resulta -sin intervención
humana igualmente- simplemente como un proceso vital mismo, que se produce
por acción del oxigeno, de la humedad, mediante la fermentación en los frutos que
hemos adoptado como alimentos. De las frutas, las verduras y otros vegetales se
pueden producir ciertos tipos de drogas, resultado de sus mismos procesos vitales,
como parte de la cadena trófica de los seres vivos. Está documentado que más de
300 especies de animales no humanos se drogan, y no por casualidad, sino en el
marco de sus conductas sociales. Como es sabido hoy, la socialidad emerge como
parte de la vida misma de las diversas formas y especies que se han desarrollado en el
planeta, originariamente, desde la célula eucariota y desde las bacterias; como dice el
sociólogo Giner: lo social antecede al ser humano y este es humano no por serlo como
tal, sino por su condición de animal. El tema de las drogas hay que contextualizarlo
en el campo de lo social, es decir, en la dinámica de la vida. La “guerra contra la
drogas”, es una guerra contra los mismos seres humanos y contra el planeta mismo.
Antes que criminalizar y penalizar, cada día estamos más seguros que el camino
para comprender y explicar sus usos y el consumo de ellas, es la investigación
multidisciplinaria que incluye las ciencias sociales y humanas, pero también, las
denominadas ciencias naturales, los conocimientos ancestrales de culturas y pueblos
de los diversos continentes que han sobrevivido y conservan secretos de importancia.
El legado de los metafísicos griegos, proyectados a Occidente a través del cristianismo
oficializado, y de la clasificación infortunada de lo bueno y lo malo, a partir de fuerzas
e intereses de poder, ha conducido a un ordenamiento en la vida social que trae por
consiguiente el drama ambiental. Los diferentes, los otros, es decir, los bárbaros y
después también los llamados gentiles o herejes por sí mismo, eran los malos. Los
imperios que conquistaron progresivamente territorios inicialmente ignorados, por
el poder de sus armas creadas y desarrolladas como herramienta de destrucción
sancionaron, como malos, a todos los nativos de los territorios de sus naciones
originarias. Los otros, los étnicos, los infieles, eran los malos, y había que someterlos
o matarlos, pero jamás reconocerlos, en tanto diferentes, como otros en el derecho a
hacerlo, y por tanto iguales.
Parece que esta condición de juzgar en beneficio del poder, desde lo micro a lo
macro, ha trascendido históricamente y ahora, con los desarrollos científicos y
16
tecnológicos altamente sofisticados y cada vez más precisos y útiles en su aplicación,
paradójicamente para la destrucción es lo que domina, no para la construcción de
vida. Son buenos quienes proponen como alternativa productiva a la minería y otros
sistemas productivos de extracción, producción, comercialización y consumo, es un
sistema lineal que produce tóxicos y desechos que están llevando al límite a la vida,
en la medida en que dejen riqueza y ganancia, sin importar sus consecuencias. Lo
paradójico es que estas acciones contra la naturaleza no son tratadas como crímenes
ecológicos, es decir, contra la vida, se consideran más bien como exitosos logros
científicos y productivos. Son malos, los que valoran más el agua como riqueza y
potencial de vida, que aquellos para quienes el oro o el petróleo, es el fin a conseguir
sea como sea, sin importar que para extraer, por ejemplo un gramo de oro haya que
usar y contaminar cientos de litros de agua. Son temas de análisis que el marco de la
bioética, permite.
El desarrollo de nuestro complejo sistema nervioso central, de un tele encéfalo
altamente desarrollado y el dedo oponible, de nuestra capacidad de llegar a caminar
erguidos, pero también de soñar y recordar, nos condujo a tener esa enorme capacidad
creativa, la cual nos brinda la opción de construir las posibilidades reales y condiciones
para superar muchos obstáculos en el contexto de nuestra sociedad actual. Uno
de estos retos tiene que ver con la superación de la actual situación dominante de
haber convertido a ciertas dogas, en la causa de los problemas, en los flagelos de la
humanidad. El camino de la investigación científica, de la educación y la formación
humana para la vida, el del abordaje desde la prevención de la salud, es el camino que
hemos adoptado para conocer en sus dimensiones sociales, biológicas y psíquicas,
los usos y las prácticas de las drogas desde el contexto y relación epistémica cultura
y droga. Aspiramos que esta revista aporte luces y dinamice procesos académicos
y científicos, también culturales y por supuesto espirituales para encontrarnos con
respeto y reconocimiento en las diferencias. Es misión desde la universidad contribuir
a este proceso, desde su autonomía con responsabilidad y plena libertad y apertura de
las ciencias y la creatividad de las artes.
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INVESTIGACIÓN
y Producción Intelectual
Menos choque y más terapia
MENOS CHOQUE Y MÁS TERAPIA1
JOHN RANARD2
Recibido: 4 de marzo de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
La generación de jóvenes rusos nacidos en la Unión Soviética durante el período de la
glasnost de Gorbachov, entrados en la adolescencia durante la ejecución de la política
de “terapia de choque” promulgada por Yeltsin, protagoniza la epidemia de VIH de
mayor crecimiento a nivel mundial (UNAIDS/WHO, 2001). Este ensayo fotográfico
examina la relación entre el consumo de drogas, y las fuerzas asociadas a la epidemia
del VIH que se ha desatado en Rusia y sus Estados vecinos.
En gran medida, la epidemia actual del VIH, tiene sus raíces en las particularidades
de la cultura rusa. Los gobiernos de la era soviética, lograron obstaculizar eficazmente
la distribución de marihuana y hashish, cultivados en el sur. El precio de ambas
drogas era prohibitivo en los pocos casos en que se lograba comercializar. En los años
sesenta, mientras los hippies estadounidenses fumaban marihuana, la contracultura
soviética se inyectaba, ya sea medicamentos líquidos adquiridos en el mercado
negro, o cócteles caseros, entre ellos, un potente derivado del opio llamado: chornyi,
o “negro”, un compuesto de amapolas de producción local y disolventes industriales.
La práctica no era muy diferente a la antigua tradición de preparar samagonka, o
vodka casero.
Hoy en día, los jóvenes rusos se sienten confundidos por la historia y las
incertidumbres actuales. La heroína afgana, barata y pura, ha inundado el mercado
ruso, y se ha vuelto fácil de obtener, desde San Petersburgo, hasta Irkutsk en Siberia.
La tasa de infección del VIH entre los jóvenes rusos es verdaderamente alarmante,
y se ha visto acelerada por la veloz difusión de la heroína y el consumo de drogas
por vía intravenosa (Dehne, Khodakevich, Hamers & Schwartlander, 1999; Rhodes
Publicado originalmente con el título de: A little less shock and more therapy. In: International Journal of Drug
Policy 13, (2002) pp. 355-367.
2
Se especializa en fotografía documental social, en especial el uso de drogas y los problemas del VIH en Rusia,
además del boxeo y los presos, de Nueva York. Traducción de Fernando Montero Castrillo. Departamento de
Antropologia, Universidad de Columbia. Fotografías autorizadas por el autor.
1
cult.drog. 16 (18): 21 - 28, 2011
ISSN 0122-845521
John Ranard
et. al, 1999). Antes de 1995, los casos del VIH entre los inyectores de drogas eran
prácticamente nulos.
A partir de 1995, el número de casos del VIH en Rusia registrados por el Ministerio
de Salud ha crecido de manera descomunal, en el año 2000 se registraron 56.630
nuevas infecciones, casi el doble del total de casos registrados entre 1987 y 1999; en
el 2001, hubo 87.177 nuevas infecciones (Federal AIDS Centre, 2002). Más del 90%
de los casos se atribuyen al consumo de drogas por vía intravenosa. Se espera que en
los próximos años, dada la gran cantidad de trabajadoras del sexo que acostumbran
inyectarse drogas, la transmisión del VIH por la vía del sexo cobre una mayor
importancia (Ladnaya et. al, 1998).
Este proyecto de documentación fotográfica comenzó hace varios años, y ha seguido
de cerca la evolución singular de la epidemia Rusa. En el verano de 1995, acompañé
a un grupo de estudiantes de arquitectura de una universidad de Moscú que
compartían jeringas para inyectarse una sustancia blanca, líquida y cristalina -una
anfetamina de producción casera derivada del jarabe para la tos-. En ese entonces,
había únicamente 900 casos del VIH en todo Rusia, casi todos ellos, niños pequeños
infectados a finales de los años ochenta en hospitales pediátricos en el sur del país.
Hoy en día, hay 180.000 personas registradas como seropositivas en el país (Federal
AIDS Centre, 2002). Según los cálculos de la organización UNAIDS, el número
real, es de cinco a diez veces mayor (UNAIDS/WHO, 2001). Numerosos estudios
vinculan el consumo y la distribución de drogas caseras inyectables -como por
ejemplo el chornyi (también conocido como hanka), y el vint (una metanfetamina
que tiene como base la efedrina)- con el brote explosivo de infecciones del VIH en
varias ciudades rusas y ucranianas (Rhodes et. al, 2002a; Khodakevich, Kobyshcha
& Shcherbinskaya, 1997; Dehne et. al, 1999). Si bien, la epidemia del VIH está ligada
a las cambiantes costumbres locales en torno al consumo de drogas, la reacción a la
epidemia ha sido incuestionablemente Rusa.
Ahora bien, la respuesta, ha sido variable. Es común escuchar que la policía, impulsada
por la ola de pánico entre el público ruso, detenga a los adolescentes con aspecto
de narkomanie (narcómanos), para rastrearles el cuerpo en busca de cicatrices de
inyección, y obligarlos a someterse a exámenes del VIH. A menudo, el temor a la
agresión policial perjudica los intentos de minimizar los riesgos de la inyección de
drogas, y estimula la práctica de compartir agujas y jeringas (Grund, 2002; Grund
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Menos choque y más terapia
et. al, 2001; Rhodes et. al, 2002b). Muchos puntos de inyección -espacios públicos
abiertos, vestíbulos de edificios residenciales y casas de narcotraficantes- no cuentan
con los recursos necesarios para asegurar una inyección higiénica (fig. 4).
Los inyectores en Palermo, un descampado en la ciudad ucraniana de Odessa, donde
la venta y el consumo de drogas son comunes, acostumbran a limpiar las jeringas
con su propia orina, pese a que el cloro sería más adecuado como instrumento de
minimización de los daños (fig. 2).
El ambiente legal y político en la actualidad no es esperanzador. En abril de 1998, una
ley federal determinó que cada oblast, y localidad, tiene el derecho de interpretar la
provisión de implementos estériles para la inyección como una incitación al consumo
de drogas (Grund et. al, 2001). Por consiguiente, las políticas de minimización de los
daños varían considerablemente por cada región.
La ley federal prohíbe el tratamiento de rehabilitación con metadona, una intervención
contra la drogadicción y la transmisión de enfermedades contagiosas, cuyo éxito se ha
demostrado a nivel internacional. Por lo general, el tratamiento contra la adicción se
limita a la desintoxicación en los hospitales (fig. 8), o bien, para quienes cuentan con
los recursos económicos necesarios, para la rehabilitación en clínicas residenciales.
Las prisiones son ambientes claves de alto riesgo de contracción del VIH (MalinowskaSempruch, 2002). Es posible acabar en la cárcel por poseer cantidades minúsculas de
drogas. Una vez allí, las condiciones antihigiénicas, y el hacinamiento; se suman a
la carencia de implementos estériles para la inyección, ya sea para ingerir sustancias
ilícitas o terapéuticas, o para realizar tatuajes (figs. 1 y 6). Cerca del 20% de las
personas infectadas con VIH en Rusia, están presos actualmente, o lo han estado
anteriormente, y muchos de los presos seropositivos son aislados o segregados debido
a su infección. Ni siquiera los hospitales son guaridas contra la propagación del VIH.
Las unidades de tratamiento del VIH, han reemplazado a numerosas unidades para
la atención de la tuberculosis, que históricamente ha ocupado áreas segregadas en los
hospitales. Los pacientes traen al hospital sus propias sábanas, toallas, medicinas y,
puesto que los hospitales no cuentan con terapia de sustitución oral de los derivados
del opio, también sus propias drogas e instrumentos de inyección capaces de
transmitir el VIH (fig. 5).
23
John Ranard
Al mismo tiempo, los programas de minimización de los daños -un concepto aún
controversial en mi propio país, los Estados Unidos- han evolucionado he inventado
soluciones pragmáticas con el fin de reducir los daños a los que se exponen los
consumidores de drogas por vía intravenosa. Actualmente, existen cerca de cincuenta
programas dedicados al intercambio de jeringas a lo largo y ancho de la Federación,
así como numerosos proyectos de alcance a la comunidad, programas de educación
administrados por antiguos y actuales narcómanos, y sedes móviles de intercambio
de jeringas.
Por tal motivo, esta historia, es tanto acerca de la información, como de la creación
de condiciones que logren reducir los riesgos que implica la inyección de drogas.
Las fotografías reproducidas en las siguientes páginas muestran el modo en que los
mitos y la ignorancia intensifican la epidemia del VIH. Estas fotografías, al igual
que otras imágenes que tomé anteriormente (Ranard, 2001), ensanchan el debate en
torno a las estrategias de minimización de los daños, y muestran que las respuestas
gubernamentales efectivamente son capaces de alterar la trayectoria de la epidemia.
Ahora bien, las fotografías no son abstractas: son imágenes de individuos expuestos a
una enfermedad evitable capaz de utilizar la ignorancia para sus propios propósitos.
Figura 1. Este tatuaje muestra una
jeringa y una amapola de opio.
Colonia Penitenciaria Femenina
de Krasnadar. Krasnadar, Rusia.
2001. Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
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Menos choque y más terapia
Figura 2. Un inyector de
drogas que desconoce la
eficacia del cloro como
desinfectante, intenta
limpiar una jeringa
con orina.
Odessa, Ucrania. 1997.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
Figura 3. Dos pacientes
enfermos del VIH, de
edad típica en relación
con el grupo infectado,
descansan en un “gabinete”
privado en la unidad
para el tratamiento de
tuberculosis del Hospital de
Enfermedades Infecciosas
de Botkina.
San Petersburgo, Rusia.
1998. Fotografía de John
Ranard. © Ranard Family
Estate.
25
John Ranard
Figura 4. Estudiantes de la
Universidad de Moscú se
inyectan en el patio de un
residencial. Moscú, Rusia.
1995.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
Figura 5. Un paciente enfermo
del VIH se inyecta opio
líquido de producción
casera. La terapia de
sustitución de la morfina
con sustancias como la
metadona no existe en su
país. Ucrania. 1997.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
26 cult.drog. 16 (18): 21 - 28, 2011
Menos choque y más terapia
Figura 6. Unidad segregada
de atención médica del VIH
en una cárcel rusa. Rusia.
1998.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
Figura 7. Los heroinómanos
trituran píldoras contra la
indigestión, y preparan
colirios para contrarrestar
la constricción de las
pupilas que acompaña el
consumo de heroína. Tal
síntoma es suficiente para
ser detenido.
Cada estación del metro
cuenta con una celda, y
oficiales de policía para
detener a los intoxicados.
Suburbios de Moscú,
Rusia. 2000. Fotografía de
John Ranard. © Ranard
Family Estate.
27
John Ranard
Figura 8. Centro de
desintoxicación
en
Kaliningrado, Rusia. 1998.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
Figura 9. Transformación
de la pasta del opio en
un líquido inyectable.
Mientras que el chornyi
casero aún suele prepararse
en las zonas rurales,
una variedad potente y
asequible de heroína ha
inundado la mayoría de las
zonas metropolitanas. Omsk,
Rusia. 2001.
Fotografía de John Ranard.
© Ranard Family Estate.
28 cult.drog. 16 (18): 21 - 28, 2011
Política y estética fotográfica
POLÍTICA Y ESTÉTICA FOTOGRÁFICA:
UNA DOCUMENTACIÓN CRÍTICA DE LA EPIDEMIA DE
VIH ENTRE INYECTORES DE HEROÍNA
EN RUSIA Y ESTADOS UNIDOS1
JEFFREY SCHONBERG
PHILIPPE BOURGOIS
Recibido: 22 de marzo de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
Para su cumpleaños, entregué a Hank, una copia de la imagen de sí mismo, tomada
mientras se hallaba buscando el sitio preciso en su campamento para izar la bandera
norteamericana (Figura 1). Ofrecí comprarle una bebida, pero la rechazó, insistiendo
que él quería invitarme a mí, mientras me explicaba que ese día le habían pagado por
ayudar a una mudanza. Nos sentamos encogidos sobre los talones, reposando contra
el muro de ladrillo de la licorería de la esquina y bebimos de nuestras bolsas de papel
-él, un vino alcoholizado, Cisco Berry; y yo, una cerveza-. Cuando le pasé la foto hizo
silencio y la observó detenidamente. Pensé, preocupado, que no le había gustado o,
peor aún, que lo había ofendido.
Finalmente, llevó su mano a la frente, cubriendo parcialmente sus ojos y dijo, “es ¡una
vergüenza! Un maldito veterano de Vietnam, como yo. Maldición, Jeff, mira que flaco
estoy. Me veo como un vietcong. Tú sabes, cuando me reponga, voy a ayudar a los
vagabundos” (notas de campo de Jeff, Junio 1997).
Hank, es un vagabundo adicto a la heroína de 50 años de edad. Durante más de 6
años, realizamos una observación participante en San Francisco (California), entre
una red social que oscila alrededor de 25 hombres y mujeres que viven en las calles.
La mayoría de ellos sobrepasan los cuarenta años de edad y sus vidas giran en torno
El presente artículo fue publicado en su versión original en International Journal of Drug Policy 13, 2002, pp.
387-392. Este artículo es una respuesta al ensayo fotográfico y etnográfico de John Ranard (2002). “A little less
shock and more therapy”. In: International Journal of Drug Policy 13, pp. 355-358. Traducción de Xavier Andrade
Andrade Andrade (FLACSO) y Fernando Montero (UCSF). La traducción mantiene la numeración en las páginas
del original para facilitar su referencia (nota del editor invitado).
1
cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
ISSN 0122-845529
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
a la obtención de heroína. También, fuman crack y beben vino alcoholizado. Usando
grabadoras de mano, notas de campo y fotografía, estamos documentando su lucha
cotidiana por la dignidad y la sobrevivencia.
VIOLENCIA SIMBÓLICA
De partida, la respuesta de Hank nos sorprendió, a pesar de que, cada vez que
Jeff muestra un retrato a alguno de los adictos vagabundos de nuestra red social,
su primera reacción es expresar preocupación y hasta desmayo por verse tan poco
saludables -flacos, viejos, arrugados, sucios, cansados, con el pelo descompuesto y la
barba sin afeitar-. Lo que nos sorprendió esta vez, fue que Hank, se viera como una
tercera persona, su clasificación de sí mismo, como ‘un maldito veterano de Vietnam’
y su disociada promesa de ‘ayudar a los vagabundos’. Por un lado, Hank, reconoció
la intención de Jeff: el crear imágenes que puedan promover un compromiso social
crítico a través de una estética emocional -empatía, horror, conciencia e ira- al
documentar los niveles extremos del sufrimiento social en el corazón del sueño
americano. De hecho, la reacción de Hank, fue casi un halago. Al mismo tiempo,
sin embargo, quizás él, estaba practicando o ejerciendo lo que el sociólogo francés
30 cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
Política y estética fotográfica
Pierre Bourdieu, identifica como “violencia simbólica”, al tratarse a sí mismo, como
un objeto de cliché o de lástima -el vagabundo veterano de Vietnam- y al prometerse,
indignado, una redención imaginaria para los vagabundos, por parte de sus propias
manos.
La respuesta de Hank, ilustra como la fotografía adquiere sus significados a través del
contexto en el que las imágenes son presentadas, vía la subjetividad del observador
y las restricciones ideológicas de la sociedad más amplia. Las fotografías fuertes,
obligan a los observadores a preguntarse qué sucede afuera de los bordes de la imagen
-una sugestiva falta de información- puede proveer el ímpetu para un pensamiento
crítico cargado de interpretaciones personales. La fuerza de la fotografía deriva de
una respuesta visceral y emocional, y esto, la hace vulnerable a lo que el observador
proyecta. Su habilidad para despertar Rorschachs, brinda a la fotografía su poder,
así como le acarrea sus problemas. El peso del control se desplaza hacia los ojos del
espectador. Por tanto, un pie de foto o un texto narrativo o analítico, pueden ser
esenciales para promover un diálogo entre la imagen y el lector, clarificando los
significados políticos, culturales y sociales. Muchos fotógrafos se rehúsan a asumir
responsabilidades respecto a la utilización de sus imágenes. Algunos, hasta consideran
que cualquier deseo de controlar a las imágenes es una forma de censura. Celebran la
libertad de los observadores, absolviéndose a sí mismos de toda responsabilidad por
las consecuencias de su trabajo.
LA ESTÉTICA Y EL ARGUMENTO DE RANARD
El ensayo fotográfico y textual de John Ranard (2002), asume la responsabilidad de
transmitir un mensaje claro, polémico e importante al denunciar el sufrimiento social
causado por la represión policial de los inyectores de drogas en Rusia. Mediante una
combinación de imágenes y texto, arguye persuasivamente, a favor de las políticas de
reducción del daño y contra la criminalización. Su ensayo muestra que la destrucción
innecesaria de miles de vidas jóvenes, se debe a las políticas punitivas de salud pública.
Un pasaje especialmente efectivo, es la foto de los jóvenes dilatando sus pupilas para
evitar ser arrestados (Ranard, fig. 7 -ver pág. 27-). Vista sola, fuera de contexto, esta
fotografía es confusa. Los dos hombres podrían estar luchando; uno podría estar
apuñalando al otro en un ojo o tratando de inyectar cualquier droga a través de la
membrana del ojo del otro.
31
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
El pie de foto, sin embargo, clarifica efectivamente su sentido: “Colirios hechos de
píldoras contra la indigestión triturados, son mezclados con agua para contrarrestar
la constricción de las pupilas que acompaña el uso de la heroína. Tal síntoma, es
suficiente para ser encarcelado por la policía. Cada estación del metro tiene una
celda con policías para detener a los intoxicados”. El pie de foto hace que la imagen
cobre vida. Interviniendo efectivamente, en un debate urgente sobre salud pública
y también en una crisis ignorada sobre los derechos humanos. En vez del horror
derivado de ver una jeringa clavada en el ojo de alguien, uno mira la solidaridad de
dos jóvenes con miedo a la represión estatal contra el uso de las drogas. Además,
existe una sensualidad erótica en la coreografía de los cuerpos de estos hombres que
los humaniza y los hace algo más vulnerables. El observador gesticula dolorosamente
en simpatía, anticipando la incomodidad del menjurje chorreando sobre sus propios
ojos. Al mismo tiempo, el cigarrillo todavía prendido, pendiendo de los dedos del
hombre joven que está por recibir el duchazo en sus ojos, sugiere la rutinización y
normalización de esta estrategia de sobrevivencia -esto quiere decir que, en Ucrania,
“el ‘Estado de emergencia’… no es la excepción, sino la regla” (Benjamin, 1968: 257).
La multitud de significados en una fotografía hace riesgoso, podría decirse que hasta
irresponsable, divulgar sin contextualizar fotografías de sufrimiento, marginalización
y destrucción, a un público a veces insensato. Dejar a una imagen hablar por sus
mil palabras, puede resultar en mil mentiras. Los pies de foto y los textos, como
lo muestra efectivamente el ensayo de Ranard, son esenciales. Sin el texto, buena
parte del significado de las fotografías estaría perdido o quizás hasta invertido. Esto
es especialmente pertinente cuando las fotografías son estéticamente hermosas,
tal como son las de Ranard. Sus imágenes nos envuelven. Queremos saber más
acerca de los individuos en estas imágenes en blanco y negro, quienes viven bajo el
velo de una silenciosa, pero a la vez evocativa soledad: un hombre joven se sienta
pensativamente al borde de una bañera en el cuarto estéril de un sanatorio, su cara
de perfil, sin expresión alguna, mientras que otro interno, está parado al frente de la
ventana, como una anónima silueta (Ranard, fig. 3). Dos guardias, (¿están ahí para
proteger o intimidar?) vigilan a los presos en una barraca de la prisión donde se
mantienen segregados a los reos VIH seropositivos. Los prisioneros están sentados
sobre sus camas, algo rígidos e inflexibles, casi extrañamente dóciles. En su calidad
de enfermos terminales, espían a través de los marcos metálicos de sus camas que
se han convertido en barras carcelarias (Ranard, fig. 6 -ver pág. 27-). Un hombre
joven, se sienta solo sobre su cama de hospital, una jeringuilla entre sus dedos, las
sábanas amontonadas a sus pies, mientras sus escuálidas piernas se preparan para
una inyección. Junto a él, un vertedero institucional está lleno de vasos y platos sucios
32 cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
Política y estética fotográfica
(Ranard, fig. 5 -ver pág. 26-). Todas las imágenes institucionales del sanatorio y de
la prisión critican a los gobiernos rusos y ucranianos, que han impuesto la ficción
de un orden a través de la represión en medio de un desenfreno que está causando
sufrimiento a toda una generación de jóvenes nacidos bajo un gobierno democrático
de orientación neoliberal (Ranard, figs. 5 y 6 -ver págs. 26, 27-).
UNA FOTO-ETNOGRAFÍA MORALMENTE RESPONSABLE
La fotografía hecha por fotoperiodistas o documentalistas es un medio que,
combinando estética visual e información realista, ofrece miradas parciales hacia
mundos muy distintos e inaccesibles. Es crucial, en consecuencia, que este tipo
de fotografía sea sometida a un intenso escrutinio y una profunda sospecha,
especialmente, cuando tiene un mensaje social acerca de sangre, sudor y lágrimas. Los
fotógrafos, en tanto mensajeros, conducen relaciones de poder a través de diferentes
mundos, así como a través de divisiones étnicas y de clase. Inevitablemente, ellos
arriesgan convertirse en agentes de traición y colusión o simplemente, voyeristas
pornográficos: la clase alta espiando con sus cámaras a la clase baja. Es mucho más
fácil disparar hacia abajo, que hacerlo hacia arriba. Siguiendo los aportes del filósofo
Michel Foucault, sobre el poder de la ingeniería social y la vigilancia a la manera del
panóptico de Bentham en el siglo XVIII, el fotógrafo “mira todo sin ser visto nunca”
(Foucault, 1995), con frecuencia al servicio de la dominación.
Estas contradicciones son imposibles de resolver, pero la confianza en el trabajo
y las intenciones del fotógrafo, son esenciales para la posibilidad de una agenda
progresista. Un correctivo es empujar la mano invisible del fotógrafo hacia la luz
pública. Jeff (Schonberg), ha tratado de hacer esto al desarrollar una relación íntima
de largo plazo con sus sujetos fotográficos, a través de la etnografía. Vemos cómo la
naturaleza y el tenor de sus fotografías cambiaban, mientras él se convertía más en
un etnógrafo, que en el fotógrafo que siempre ha sido. Muchos grandes fotógrafos
dirán que las relaciones sociales o personales no hacen diferencia -una imagen habla
por sí misma-. Aquí encontramos, sin embargo, que una relación etnográfica de larga
duración que combina textos con fotografías, crea un medio que es mayor que la
mera suma de sus partes, en términos analíticos, políticos y estéticos. Si la relación
con el arte y la estética puede ser mantenida sin subordinar u objetivar la temática o
los individuos representados en las fotografías, el trabajo se torna aún más efectivo.
La teoría postmoderna ha desacreditado los discursos moralizantes del iluminismo,
que han hegemonizado los últimos dos siglos y medio de arte y pensamiento intelectual.
33
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
La civilización nos acarreó el colonialismo, los holocaustos y la política global neoliberal. El tratamiento biomédico hiper-sanitizado de los adictos a las drogas, así
como su represión moralista, son expresiones clásicas del pensamiento iluminista del
siglo XIX. Manteniendo esto en mente, la fotografía siempre encerrará una tensión
contradictoria e imposible, entre explotar, versus otorgar la voz; manipular, versus
denunciar la injusticia; estigmatizar, versus dignificar; objetivar, versus humanizar;
especialmente, otra vez, cuando se trata de imágenes que confrontan el sufrimiento
social.
La fotografía documental está más comprometida con estas contradicciones y
obviamente, tiene una larga y complicada historia. Nació de las bellas artes, el
periodismo y la ciencia social activista -incluyendo la frenología, la fisionomía y la
eugenesia- y la administración pública, incluyendo, tanto a la salud pública, como
a la justicia criminal (Sekula, 1989; Tagg, 1988). La fotografía, en tanto vigilancia,
identificación y clasificación humana, creó en su expresión más notable los archivos
genocidas, desde los Nazis hasta el Khmer Rouge. Tomar el sufrimiento social e
introducirlo en los museos y convertirlo en una de las bellas artes, como lo ejemplifica
a nivel global la obra de Salgado (2000) o en las barriadas de los Estados Unidos por
Richards (1994) y Goldberg (1995), es una contradicción en términos. Es también,
sin embargo, un instrumento subversivo para provocar concientización. Por un lado,
existe el peligro de la pornografía de la violencia donde “…la gente parece tener una
enorme capacidad para absorber lo horroroso y continuar con su vida, continuar con
sus asuntos como si nada -el terror como algo usual” (Scheper-Hughes & Bourgois).
Existe también una desmovilización -un ahogo de la acción-, al tiempo que los
observadores piensan que han tomado una posición política (al observar este
tipo de arte), por el hecho de haber ido a ver este arte. La campaña de publicidad
de Benetton en el 2000, cuyas vallas mostraban a un enfermo terminal de SIDA,
constituye un caso extremo de la manipulación de las imágenes del sufrimiento. Ellos,
lo defendieron diciendo que la imagen sirvió, tanto para vender su producto, como
para “infundir consciencia sobre un asunto importante y para infundir consciencia
de que su compañía se preocupa sobre este asunto” (Simon, 2000). De igual manera,
la campaña masiva de mercadeo de las computadoras Apple, ‘Piensa Diferente’, usaba
retratos en blanco y negro del Dalai Lama, John Lennon, y el sindicalista César
Chávez, del United Farmworker’s Union (Sindicato de Agricultores Unidos), junto a
su mercadeable logo.
34 cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
Política y estética fotográfica
Reconociendo estos escollos y contradicciones profundas para impedir nuestra
paralización política, analítica y estética, abogamos humildemente, por practicar
una versión de la foto-etnografía, “moralmente responsable”, siguiendo la llamada
de la antropóloga Nancy Scheper-Hughes, por una “antropología moralmente
responsable”, que permita un compromiso crítico frente a las violentas injusticias de
la vida cotidiana, para hacer frente a las críticas paralizantes -y des-politizantes- del
postmodernismo.
VIOLENCIA COTIDIANA E INTIMIDAD ETNOGRÁFICA
Las imágenes de dolor, soledad y el consumo de drogas en su entorno natural,
requieren que el fotógrafo desarrolle relaciones de confianza, solidaridad y empatía.
Nuestra primera reacción al tono de las imágenes de Ranard, fue la urgencia familiar,
frenética, que atraviesa la vida diaria de los vagabundos que se inyectan heroína, los
cuales estamos documentando en la ciudad de San Francisco. Los adictos en nuestra
red social, se ven envueltos en un ajetreo constante para trabajar, robar o mendigar
por drogas y dinero. Sus relaciones se balancean sobre una cuerda floja de solidaridad
35
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
mutua y apuñalamiento por la espalda, usualmente, en el intento de buscar un lugar
para dormir, escapar del abuso policial y conseguir su siguiente dosis de drogas o
encontrar su próxima comida. Todo, está siempre matizado con una capa de suciedad,
mugre y sufrimiento físico. Síndromes de abstinencia, abscesos, comezones y gripes,
son omnipresentes. En contraste con los jóvenes estudiantes, los prisioneros aislados
y las trabajadoras sexuales, jóvenes y tatuadas, de las fotos de Ranard, los vagabundos
adictos a la heroína de nuestro entorno, han logrado escapar a la infección del VIH, a
pesar de sus largas trayectorias inyectándose en las calles. Sin embargo, todos tienen
hepatitis C y con frecuencia, son hospitalizados por semanas o inclusive meses, por
enfermedades serias, a veces mortales, como: cirrosis del hígado o fascitis necrosa.
Algunos de ellos, son atacados inclusive, por enfermedades geriátricas: cáncer de
próstata, osteoporosis, enfisemas, enfermedades del corazón y demencia. Entre las
personas que se inyectan en San Francisco, ya sean jóvenes o viejos, el asesino más
común, es una sobredosis de heroína.
Refiriéndonos nuevamente a nuestra fotografía y viñeta inicial, el contexto etnográfico,
e inclusive el significado del extracto de la nota de campo que las acompaña, se
convierte en una crítica política más matizada cuando nos damos cuenta, mediante
un detalle etnográfico más íntimo, que Hank, ha sido clasificado como 4F- “no apto
para el servicio militar”. De acuerdo a su hermana: “él no quería ir al ejército. Se
inyectó en sus dos manos justo antes de ir a la entrevista (risas). Fue con sus manos
que se veían como balones”. Treinta años después, Hank, evoca con orgullo, el hecho
de sufrir un desorden pos-traumático (PTSD), desde que batalló contra el vietcong.
Nuestras historias orales de él, sugieren que su ‘PTSD’, deviene de las golpizas en
su infancia propinadas por su padre alcohólico. La identidad más legítima en los
Estados Unidos para los hombres blancos de mediana edad adictos a la heroína es la
de Vietnam, veterano -es su única oportunidad para aplacar su estatus como parias-.
EL APARTHEID URBANO ESTADOUNIDENSE EN BLANCO Y NEGRO
Fue solamente una hora antes de que saliéramos para el hospital a visitar a Petey, que
Jesse, preguntó a Hank, si lo podía inyectar en el cuello (fig. 3). Jesse no tenía nada
con qué inyectarlo: ni jeringuilla, ni agua, ni cocina, solamente la droga. Hank, tomó
dos jeringuillas y le pasó una a Jesse. Luego empezó a cocinar la heroína mientras
molestaba a Jesse, por ser “un bueno para nada”, por no tener lo necesario. Sin querer
dejarme fuera de su economía moral para compartir, Hank, me lanzó una bolsa de
36 cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
Política y estética fotográfica
galletas y empezó a trabajar sobre Jesse: “’Quieto ahora; correcto; estás listo. ¡Vamos!
¡Vamos!’, (murmuró Jesse)”. Yo froté mis ojos y alcancé a ver un chorro rojo de sangre
fluyendo dentro de la jeringuilla que Hank estaba introduciendo en la yugular de
Jesse.
“¡Moby Dick! Allí viene”. Hank, sonríe, mientras Jesse, cautelosamente saca el dedo
de su boca, manteniéndolo firme y posado directamente en frente de sus labios,
listo para empezar a soplar nuevamente, por si necesitaba contraer sus venas si la
jeringuilla de Hank, se salía de su yugular.
Una vez que la inyectada es completada exitosamente, Jesse, masajea la zona y
carraspea un suave gracias. Luego cierra sus ojos para apreciar el Speedball inicial
-el rush de la mezcla heroína-cocaína-. Sus mejillas tensas, haciéndole casi imposible
hablar. Apunta en cámara lenta hacia la tapa negra que ha servido recientemente
como cocina, “Tú puedes quedarte con el algodón, Hank. Tómalo; es todo tuyo”.
Desesperadamente, Hank, clava su jeringuilla en el filtro de algodón húmedo
recientemente usado y contrae el émbolo de su jeringuilla. El residuo líquido restante
de la inyección yugular de Jesse, solamente llena una pequeña esquina de la cámara
37
Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois
de la jeringuilla de Hank -menos de 10 unidades-. Hank, alza el algodón con la
punta de su jeringa y lo exprime furiosamente entre sus sucios dedos mientras que,
al mismo tiempo, contrae suavemente el émbolo. Hank, está fijado en extraer hasta
la última gota del precioso líquido desde el húmedo algodón y así, gana casi cinco
unidades extras.
Hank, no se molestó siquiera en buscar una vena. Simplemente, clavó su aguja en la
empuñadura en la parte alta de su brazo, atravesando su camiseta. Hizo una mueca
de dolor mientras la cocaína del Speedball con heroína, quemaba su tejido muscular.
Una sirena de policía resonó a dos cuadras de distancia haciéndonos a todos sentarnos
nerviosamente. Tan pronto como pasó, sin embargo, Hank, empezó a maldecir a
Jesse, por no haberle dejado un algodón más húmedo y con más residuos y se quejó
de haberse olvidado que la cocaína había sido añadida a la heroína. Cuando Hank,
dejó el campamento descargó un montón de epítetos racistas. Tomé la oportunidad
para dejarle que se explayara en detallar su entendimiento esencialista sobre las
preferencias de drogas de acuerdo a la raza; de las inclinaciones a la generosidad según
la raza; de las inclinaciones al crimen conforme a la raza; y hasta de las preferencias
por inyección intravenosa, versus inyección intramuscular, por raza (notas de campo
de Jeff y Philippe).
Contrario a toda intuición, esta es una fotografía de solidaridad social y tensión racial.
Hank, está haciéndole un favor a Jesse al inyectarlo en la yugular y al permitirle el
beneficio intravenoso completo del vuelo del Speedball de heroína-cocaína. Al final
de la viñeta, sin embargo, el antagonismo racial se vuelve a afirmar. El apartheid de las
zonas urbanas pauperizadas de los Estados Unidos, está encarnado en las prácticas
diferenciales de inyección entre los blancos y los afroamericanos, quienes frecuentan
los mismos campamentos para inyectarse.
Los observadores podrían reaccionar con disgusto y ver solamente una patología
social autodestructiva en esta fotografía. Este tipo de juicio moral, ha sido una
preocupación central de nuestro trabajo. ¿Van nuestras fotografías a alimentar una
pornografía de la violencia y a exacerbar el estereotipo negativo? ¿Vamos a confirmar
las polarizaciones puritanas entre los pobres que valen y los que no valen? ¿Podremos
transmitir, contra todo absolutismo, la zona gris del sufrimiento social extremo que
planteó el sobreviviente de Auschwitz -Primo Levi-, una zona en la que las víctimas
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Política y estética fotográfica
sobrevivientes son también perpetradores (Levi, 1988)? Los juicios morales no
son aplicables de una forma lineal a las zonas grises. ¿Podremos evocar simpatía
y empatía por quienes se inyectan y explicar la lógica pragmática de la violencia
cotidiana en ese contexto tan difícil, tan horrendo, sin caer en la condescendencia o
en la beatificación? ¿Sin hacer de todo esto, un espectáculo?
Además, tenemos una preocupación inmediata, de corto plazo, que se deriva
directamente de la represión policial y el estigma social. ¿Es demasiado peligroso
enseñar las caras, inclusive cuando los vagabundos quieren que sus caras sean
mostradas y sus nombres reales sean publicados? La primera vez que discutimos esto,
con una de las personas que se inyecta en nuestra escena, ella respondió rápidamente,
“si no puedes ver la cara, no puedes ver la miseria”.
Sería más seguro y hasta más cómodo “desinfectar” nuestras fotografías y nuestro
texto. Tal acto, sin embargo, se siente demasiado, como una conclusión con el apático
silencio sobre el sufrimiento social extremo en los Estados Unidos. En definitiva,
ofusca más el entendimiento sobre un entorno social que ya es confuso e inaccesible
y que merece ser tratado en sus propios términos -no reprimido ni ocultado-. John
Ranard, con sus hermosas imágenes y corto texto, ha sido exitoso en el caso de
quienes se inyectan heroína en Rusia. El autor establece un vínculo entre la violencia
cotidiana, la celebración y el sufrimiento (en la calle, en la casa y en la institución),
y el poder estatal y su política disfuncional. Ranard, persuade a los observadores a
mirar de cerca el mundo oculto de la crisis del SIDA en Rusia, develando uno de los
secretos públicos más atroces de ese país.
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of Massachusetts Press.
Nota del editor:
Todas las imagenes de este artículo son de autoria de Jeff Schonberg.
40 cult.drog. 16 (18): 29 - 40, 2011
Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
ÉXTASIS: PRELIMINARES SOBRE SU CONSUMO EN EL CASO
GUAYAQUILEÑO
XAVIER ANDRADE ANDRADE1
Recibido: 28 de marzo de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
RESUMEN
El presente artículo expone los resultados de una exploración virtual y preliminar
realizada entre los años 2008-2009, para entender los mecanismos de consumo de MDMA
(Metilenodioximetanfetamina), vislumbrando las dinámicas del mercado local de Guayaquil
(Ecuador), desde una perspectiva metodológica antropológica se destaca la información
obtenida mediante el método de entrevista a un informante.
Palabras clave: drogas, intercambio, MDMA, mercado, polivalencia.
EXTASY: PRELIMINARY NOTES ABOUT ITS CONCUMPTION IN
THE GUAYAQUILEÑO CASE
ABSTRACT
This article presents the results of a preliminary virtual exploration carried out in 2008-2009
in order to understand the MDMA (Metilenodioximetanfetamina), consumption mechanisms
to discern the local market dynamics in Guayaquil (Ecuador). From the anthropological
methodological perspective the obtained information is highlighted by means of the interview
through an informer method.
KEY WORDS: drugs, exchange, MDMA, market, polyvalence.
Ph.D. Antropología, The New School for Social Research. Coordinador programa de Antropología. FLACSO
Ecuador. CE: [email protected]
1
cult.drog. 16 (18): 41 - 65, 2011
ISSN 0122-845541
Xavier Andrade Andrade
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Esta es una exploración preliminar iniciada virtualmente, y realizada entre diciembre
de 2008 y enero de 2009. La finalidad de esta investigación fue la de entender los
mecanismos de consumo del MDMA, y vislumbrar las dinámicas del mercado local.
Los límites de la misma están en su acceso a una red de usuarios que corresponde a
los estratos medios y altos de la ciudad de Guayaquil. La locación remitida es multisitiada: desde las ciudadelas, fortaleza de la nueva ecología constituida por los barrios
de élite, hasta el circuito movible de fiestas rave, este último circuito incluye también
determinadas playas ubicadas en la zona de influencia de la ciudad mencionada.
Por razones de confidencialidad, todo nombre ha sido removido, y referencias a
locaciones modificadas. Finalmente, es importante mencionar que, el hecho que la
entrevista haya sido realizada virtualmente da cuenta de la distancia impuesta por una
temática de investigación que demanda: (1) un grado de distancia dada la estructura
cerrada de estas redes, las mismas que -aunque estrictamente constituidas por
poliusuarios de drogas legales e ilegales, una de las cuales es el éxtasis- corresponde
a sujetos de estratos sociales que, (2) básicamente, generan sus propios mercados
de abastecimiento dada la facilidad de transportación y distribución de las drogas
sintéticas. Estas particularidades del circuito del éxtasis hablan de la necesidad de
investigaciones cualitativas más sostenidas y desarrolladas etnográficamente. La
presente es una contribución preliminar que sitúa líneas de discusión para una
agenda más sistemática. Este artículo subraya la información obtenida mediante la
entrevista, e intercala en ella misma, entradas antropológicas puntuales que permiten
situar líneas de trabajo a futuro. Debo dejar constancia expresa del agradecimiento a
un informante a quien no conozco personalmente, por lo cual su tiempo y su esfuerzo
por sistematizar sus propias experiencias y la de su red social adquieren redoblada
importancia.
El punto de partida es el interés por reflexionar sobre un panorama en el que, mi
informante clave estuvo expuesto, le resulta problemático dadas las consecuencias de
poliusos que dan cuenta de la mezcla potencialmente riesgosa de algunas sustancias
lícitas e ilícitas.
El acercamiento fue facilitado a partir del intercambio epistolar que espontáneamente
surgió sobre el tema, por parte de un tercero, quien dos años atrás contactara
virtualmente al investigador al responder a los artículos que ha publicado sobre el
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
espacio urbano guayaquileño, los mismos que han tocado el tema del desarrollo
espacial, y las consecuencias del establecimiento de fronteras físicas entre la juventud.
Un proceso que en antropología urbana es descrito como “ciudadelas fortaleza”
para describir la nueva ecología creada y que, en los medios de prensa locales, ha
dado lugar a la categorización de los jóvenes que crecen en la misma como: “chicos
burbuja”, para describir una forma de relacionamiento social que fortalece redes
homogéneas de clase y raza, auto-contenidas y claramente diferenciadas del resto
social. El retrato mediático, no obstante, ha eludido la consideración del consumo
de drogas legales e ilegales entre estas formaciones sociales. El interés sobre estos
temas se refleja claramente con la predisposición del propio informante (UNO) para
desarrollar una mirada reflexiva sobre la realidad que describe vívidamente. Así
empieza este intercambio epistolar2:
PRIMER INTERCAMBIO: PANORÁMICA
“Como estás Xavier, me refirió Z (mi primo) por el tema del estudio que están
realizando, y bueno, creo que en algo puedo aportar con cosas que se y he visto...
y tal vez un par de contactos que sé podrían estar dispuestos a ayudar… y bueno,
la primera pregunta sería de qué manera puedo acercarme a estas personas, o sea
qué les puedo y qué no decir... porque es un medio muy complicado, al menos en
guayaquil, es super hermético y bastante elitista...
Veamos: tuve acceso a ese mundo cuando me mudé solo (antes de casarme y
venir a vivir a P) hace unos 3 o 4 años... compartí departamento con un amigo
(aquí el informante menciona una ubicación estratégica en el complejo de
“ciudadelas fortaleza” de las élites, y a continuación hace un listado con apellidos
representativos de las élites políticas y sociales de Guayaquil, n.e.).
La ortografía original en este intercambio ha sido mantenida en ambas partes, debido a que da cuenta del manejo
de los datos como parte de la correspondencia electrónica. Es importante, metodológicamente, señalar que la
fluidez de este diálogo dependió del acceso a internet y que, por haberse realizado durante el mes de diciembre
-que incluye prolongados descansos vacacionales y el inicio de la temporada playera en la región de influencia del
Guayas- dicho intercambio supuso dos momentos: mayormente intenso al principio y luego más distanciado dadas
las circunstancias de un obligatoriamente interrumpido intercambio de información y datos. Haber conservado el
formato de transcripción que corresponde a los e-mails es importante adicionalmente en el sentido de remarcar
la distancia impuesta por el acceso a informantes que el investigador no conoce de primera mano, pero que, sin
embargo, dada la naturaleza de los intercambios previos y durante este proceso, y dado el conocimiento contextual
para el consumo de drogas en Guayaquil, considera de enorme valor para abrir nuestra comprensión de consumos
no estudiados previamente. La decisión de intercalar mi mirada, como investigador, sobre los datos a la par del
intercambio original, brinda la posibilidad de contextualizar etnográficamente la información obtenida.
2
43
Xavier Andrade Andrade
a él, […] al estar de cierto modo vinculado con la cultura light […] accedió a un
submundo dentro de la farándula, de personas “cultas” “cool” actuales... no le
quedó mas remedio de utilizar sus dotes sociales y se convirtió en dealer exclusivo
de estos grupos de personas...”.
Aquí, es importante destacar cual es el acceso a una cierta red social que garantiza
inicialmente el desarrollo de mercados con redes cautivas de usuarios de clase alta.
Es alguien quien goza de un reconocimiento social dentro de una estructura social
claramente segmentada por la adscripción a ciertas familias, y su entorno social
espacialmente inmediato, quien puede establecer inicialmente una red de distribución
confiable y aceptada. Esta combinación entre filiaciones de clase y adscripciones
espaciales, dan cuenta de una dinámica particular especialmente significativa para el
Guayaquil contemporáneo.
Evidentemente, el hecho que haya una asociación entre nociones de “light”, o “cool”,
y consumo de éxtasis, apunta hacia el otorgamiento de un cierto sentido de prestigio
a este tipo de drogas sintéticas como complementarias a un estilo de vida, y una
“escena” de socialización dados. Establecidas las bases del territorio sociológico y
espacial del consumo, se continúa elaborando, sobre una serie de connotaciones
descritas como “culturales” por el propio informante:
“haciendo un paréntesis, el acceso a cierto tipo de cultura se da por lo económico,
ya sea la música, películas, arte o eventos con cierto alcance globalizado, son
estas personas las que pueden sustentar día a día sus aficiones sin necesidad
de trabajar... ellos son en sí una mini escena musical, devenida en la escena
electrónica guayaca...”.
Esta “escena” se caracteriza igualmente por formas específicas de consumo de
drogas, y la constitución de mercados cautivos que no necesariamente persiguen una
dinámica motivada por el beneficio económico:
“hasta aquí todo bien... ellos mismos consumen sus propios productos: la mejor
weed cultivada con semillas traidas de holanda, las mejores drogas de diseño
conseguidas a través de contactos internacionales (Perú mas que nada), y que es
parte de su cotidianidad, al ser personas de élite, con pasaportes especiales y cosas
así, incluso traen pepas, puntos, ácidos y demás en sus bolsillos, y los ruedan en el
mercado conformado por sus allegados...
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
aquí entra mi amigo, él, tiene cierto olfato para estos negocios, se dedicó a conseguir
y proveerles de la mejor droga (de todo tipo) a estas personas, inicialmente en
salidas inocentes, en sus carros, en fiestas, en discotecas, nada complicado ni muy
expuesto, por lo general los que venden lo hacen sin fin de lucro real, […]”.
Es importante subrayar la alusión final para tipificar adecuadamente a estos mercados:
son intercambios económicos mediados por una economía moral específica, aquella,
que se establece entre pares y la búsqueda del placer que, entre otras dinámicas,
incluye el consumo de drogas sintéticas de naturaleza amplia, entre las que se
incluyen: alucinógenos y estimulantes de diversa índole.
La capacidad de movilidad de usuarios que se convierten, aunque sea efímeramente
en distribuidores de drogas importadas, es igualmente importante. Evidentemente,
la mayoría de quienes importan sustancias sintéticas no derivan en su especialización
como vendedores, y en ello, se asemejan al papel clave que juegan determinados
usuarios en servir como parte de las cadenas de intermediación de otras sustancias
ilícitas.
De hecho, la evidencia cualitativa recabada sobre otras drogas tanto en el caso
ecuatoriano, como en otros contextos, da amplia cuenta del papel de usuarios claves
en la expansión del saber sobre las sustancias, y de su rol de intermediación entre
vendedores profesionales, y redes sociales de consumo (véase anexo 2). La diferencia
con el caso de las drogas sintéticas estriba, por tanto, en que la forma de distribución
es orientada a mercados específicos, y realizada simultáneamente, por una variedad
de agentes, jugando allí, un papel fundamental los propios consumidores, hasta que
aparecen mercados más consolidados.
Al mismo tiempo, no se trata de consumidores especializados exclusivamente en
éxtasis. La polivalencia del uso de drogas es nuevamente remarcada por el informante:
“se oculta un consume lo mayor y peor en todo esto: la base de cocaína, o mas que
nada el “tirado para atrás”, crack a secas... todas las ventas, todas las fiestas, todos
los after parties terminan en encerrones...
es una especie de ritual, que empezaría con un día entero de “chillin”, haciendo
música, viendo películas, fumando skunk (variedad de hierba), jugando
videojuegos, yendo a comer a malls, dando vueltas en autos, todo bajo el influjo
45
Xavier Andrade Andrade
de la hierba, al acercarse la tarde empiezan los contactos (esto puede ser cualquier
día) donde se bebe, consumen cocaína, y planean la noche... donde puedes
arrancar con un mdma suave, de preli, para luego en las fiestas electrónicas irlo
matizando y llevando hacia el éxtasis con heroína y speed...”.
El panorama emergente, por tanto, da cuenta de consumos múltiples vinculados a
propósitos de recreación también específicos que guardan patrones más o menos
establecidos (“ritual” en palabras del informante). Coexiste, tanto la vinculación a
ciertas tareas productivas -por ejemplo, la producción de música electrónica-, y el
consumo sistemático de drogas dentro de un espectro sumamente amplio, el mismo
que incluye, preponderantemente marihuana, y distintas formas de cocaína.
La mención a las mezclas entre éxtasis y otras drogas requiere una discusión mayor.
Debidamente contextualizada esta información, el informante, alude a las posibles
mezclas que el éxtasis contiene al ser distribuido en la práctica. Si bien el mercado
ilícito se caracteriza por la alteración sistemática de las sustancias, alteración que no
es necesariamente realizada por los distribuidores finales, sino en distintas escalas
de intermediación previas, especialmente para sustancias derivadas de la cocaína,
en el caso del éxtasis la capacidad de adulteración es uno de los aspectos claramente
identificados como problemáticos por parte de los usuarios, a pesar que constituyen
una parte esencial de las prácticas múltiples de consumo. El “ritual”, que describe el
informante al respecto es revelador, a la vez que enfatiza en un panorama de redes
sociales cautivas, mayormente ajenas al mercado callejero:
“los contactos son los mismos djs. dueños de lugares, personas como mi amigo...,
son un círculo muy cerrado, que no se expone a compras callejeras, es un consumo
muy muy social... y bueno estas fiestas con consumo se extienden muchísimo,
en los after, donde viene el bajón, se fuma mas hierba, y se intercala con coca y
anfetaminas, y licor... lo único que puede parar este coctel es la triqui, las rocas,
así que cada grupo se encierra en casas o departamentos y listo...
empieza un nuevo día....”.
La vinculación entre drogas legales e ilegales, da cuenta de la complementariedad
de las sustancias, el uso de “triqui” (base de cocaína) y “rocas” (crack o, así llamada
“cocaína tirada para atrás”, por su forma de obtención mediante la disolución del
clorhidrato en bicarbonato de sodio y agua mediante destilación), da cuenta
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
de la amplia difusión de los derivados de cocaína, corroborando las tendencias
históricas del mercado ecuatoriano de las últimas décadas. De acuerdo a mis propias
investigaciones sobre base, ésta se halla distribuida en un amplio espectro social en
Guayaquil. Sobre este uso múltiple y su base social, el informante continúa:
“en la clase media también se ha generalizado, y el perfil es el mismo, solo que
con drogas de menor calidad y con mas difícil acceso... ellos no tienen el circuito
de consumo, solo son consumidores de fin de semana estrictamente en las fiestas
electrónicas, en montañita, en cuenca....”.
La cualificación que el informante elabora sobre la especialización del mercado de
distribución para ciertas clases sociales, no obstante, es preponderante y apunta,
nuevamente, al carácter cerrado de dichas redes sociales, y a la mayor capacidad entre
jóvenes de clase alta, dada su movilidad y acceso al mercado global, para consolidar
una oferta más o menos regular de éxtasis. Existen, no obstante, vasos comunicantes
que funcionan como parte de una escena social más amplia, aquella que guarda un
vínculo con la conexión entre éxtasis, y contextos específicos de consumo alrededor
de los circuitos festivos:
“hay canales de comunicación, todo el mundo (todos los segmentos) se enteran
de drogas nuevas, empiezan los testeos con ciertas personas populares, incluso
muestras gratis, y son las fechas como estas, cercanas a la navidad donde se ve un
movimiento impresionante de vendedores de todo tipo, desde gente que bordea lo
delincuencial, hasta personas que traen las pepas en sus autos luego de sus viajes
de surf a máncora o demás pueblos peruanos... gozando de su casi inmunidad de
apellido...
los precios se disparan, la gente se aprovisiona para este fin de año, y bueno, creo
que el mejor trabajo de campo sería ir a [la playa, n.e.] este 31... se rumora que
estará más encendido, más cargado, más dañado, hay nuevas drogas de diseño
que vienen de farmacéuticas de Canadá, que aun las leyes internacionales no las
determinan como tales, y que son sumamente baratas si las compras x frasco (200
o 300 dólares de las cuales podrías sacar 2000 o 3000 acá)...”.
Evidentemente, lo dinámico de este mercado -que implica a actores de distribución
diferencialmente situados- reposa en varias condiciones: la facilidad de transportación,
y las ventajas que permite el propio mercado farmacéutico, al ser legal y al producir
constantemente nuevas formas de drogas sintéticas con fines inicialmente médicos,
47
Xavier Andrade Andrade
brinda la posibilidad del desarrollo de mercados más amplios, regularmente cercanos
al circuito de fiestas rave.
La asociación con redes informales, o establecidas por distribuidores que importan las
sustancias desde Perú es importante igualmente destacarse, aunque históricamente el
mercado guayaquileño ha estado vinculado con los mercados peruanos de marihuana
previamente, y este intercambio es resultado igualmente de la movilidad de la escena
playera en un circuito que va desde Máncora en Perú hasta Montañita en la Provincia
de Santa Elena; una movilidad que ha tenido como sus actores claves a artesanos,
turistas extranjeros, y surfistas, y que forma parte del saber común sobre el mundo
de las drogas, al punto que, en más de una ocasión, los medios masivos han retratado,
para el caso ecuatoriano, a Montañita específicamente, como la panacea para el
consumo variado de drogas, generalmente, siendo asociado a algún evento de crónica
roja, que claramente apuntala una agenda moralista y prejuiciado sobre la dinámica
social de un pueblo playero en expansión, que sirve como motor económico de una
zona, de otra manera, bastante desatendida por el Estado, y el gobierno provincial.
Varias escenas han confluido históricamente en ésta área, y no todas ellas coinciden
en el manejo de las mismas drogas, pero sí han facilitado la constitución de geografías
permisibles, espacios relativamente seguros para el consumo de sustancias ilícitas a
pesar de no hallarse libres de la interdicción y las redadas policiales, dado el marco
prohibicionista que rige en ambos países.
El papel de recursos informales de difusión del conocimiento, como en el caso de los
mercados de drogas ilícitas, es también clave: en base a “rumores”, los consumidores
acceden a información estratégica que, dada la enorme flexibilidad de los sistemas de
distribución, es particularmente efectiva para los fines de aprovisionamiento y uso
recreativo.
Nuestro primer intercambio epistolar culmina con una ubicación del informante
como ex-usuario, con una declaración, en la que muestra su interés por ampliar
la visión de otros informantes situados más estratégicamente en su función de
distribuidores de éxtasis, y a la vez, con la reiteración de los riesgos convenidos a los
mercados ilícitos:
“y bueno, no soy consumidor, lo fui muy muy casual, pero estoi interesado en
aportar lo que sea....
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
lo que necesitaría para conversar con estas dos personas (con suerte el pana dealer)
sería el método de acercamiento, el estímulo, el objetivo, al ser personas con cierto
nivel cultural y proactividad tal vez les parezca interesante participar... o si lo ven
peligroso o contraproducente puede resultar mal (por ej, hace poco denunciaron
al T, famoso, antiguo, conocido y muy querido dealer de weed de gye, solo por
referirlo a la compra de un hijo de un personaje de la farándula de tv)...
esto quedó medio largo, espero que sea de utilidad
estaré a la espera de esa información”.
Finalmente, sus intentos por ampliar una base de informantes fueron frustrados
por temor a la exposición de los informantes mencionados. Ello habla, a su vez,
adecuadamente, del carácter relativamente oculto de estas prácticas de consumo.
SEGUNDO INTERCAMBIO: MERCADOS Y CONSUMIDORES
XA: … para empezar muchisimas gracias por, sin conocernos siquiera,
darme un panorama de lo que está ocurriendo. Mira, lo ideal sería conversar
telefónicamente o inclusive conocernos. Yo estoy viajando de retorno a
gye este fin de semana. El cuadro que pintas me lo imaginaba, aunque solo
parcialmente. El uso paralelo o secuencial de otras sustancias es algo que me
resultaba inesperado. Tenía la imagen de que los raves, mediatizados por el
consumo de éxtasis, devenía en quizás uso adicional de weed para terminar la
noche y listo pero, evidentemente, por lo general y por lo que describes no es el
caso. En cuanto al acercamiento, difícil como bien sostienes tú, solamente tiene
la finalidad de detallar el tipo de relato que has construido. Tengo montones
de preguntas a partir de lo que tú adelantas. Si quieres las estructuro de mejor
manera y continuamos el dialogo por esta vía si así te sientes más cómodo. Por
lo pronto, te agradezco por tu ayuda.
Te anticipo que el método es simplemente de entrevistas abiertas, ósea lo mismo
que estamos haciendo por esta vía. Sobre el consumo, sobre el papel del éxtasis
en la vida de la gente, sobre su relación con nociones de entretenimiento o de
expansión de la conciencia, etc. Por lo pronto, la idea inicial es simplemente
conocer a un par de contactos de una red de usuarios y hablar sobre aquello.
La investigación es totalmente confidencial y solo tiene como objetivo hacer un
diagnostico de la situación en los países andinos, incluido Ecuador (a través del
49
Xavier Andrade Andrade
estudio de Guayaquil y Quito, aunque parecerías sugerir que Cuenca también
tiene su escena, claro). Es un proyecto de investigación académica y de políticas
públicas y no tiene vínculo alguno con las fuerzas represivas. En fin, voy a
volver a revisar tu relato y te escribo con preguntas más puntuales. Te parece?
Gracias de corazón, saludos, x.andrade.
El informante, en nuestro segundo intercambio, prefiere inicialmente intentar
esclarecer temas relacionados con la constitución de los mercados del éxtasis. En
este esfuerzo, emerge un escenario más clásico de distribución, aunque vuelve a
remarcarse el carácter estratificado socialmente de los mismos, al hacer un contraste
entre barrios como: la Alborada, una zona de clase media situada al norte de la
ciudad; con una formación social que es descrita como “aniñados”, que corresponde
regularmente a las zonas de ciudadelas fortaleza, tales como Samborondón.
“Los mercados: Sí existen, pero no para esta gente...
alguna vez me contaron algo de unos colombianos (típica cosa) que se movían
desde la península... que incluso metían grandes cantidades para distribuir, que
la policía conocía de esto, y justamente escogieron la península por lo manejable
del asunto...
antes, según se, venían cargamentos grandes de Holanda, no se como , pero
se empezaba a rumorar: oe vienen tales (rolex, skulls) y los dealers medianos
iban a quito, venían por tierra o enviaban encomiendas y en gye empezaba la
subdistribucion con los dealers de weed y coca, pero más de weed...
a veces la oferta “externa” era mejor que la de los panas cercanos, y habían estos
mismos “iniciados” que recopilaban billete entre varios y tomaban el riesgo,
moviéndose a zonas rojas, literalmente disfrazando su “aniñadez” para cargar
con estas cantidades...
en Guayaquil por lo que se, es así, está bien delimitado, tal man de La Alborada
[…] que le vende a los del sector, jamás a los otros, aunque, si se mezclan los
grupos… por ahí el pana skater, o el amigo del dj sabe de mejores precios y se
mueve en las fiestas con compradores pre-pactados... bueno y como sabrás, los aniñados jamás se arriesgan, van a lo seguro, drogas
caras, testeadas... las mejores, creo que mantienen sus canales dedicados...”.
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
Nueva información sobre la volubilidad del mercado de las drogas sintéticas es
aportada, lo cual amplifica el panorama hacia un uso diferencial, y de varias formas
de éxtasis, así como, para propósitos recreativos tales como: las visitas a shopping
malls, funcionales, y prácticas sexuales:
“con respecto al uso, mmm pues es variado... depende de lo que haya, hay
variedades relajantes (mdma, crystal) con fines ludicos o sexuales, pero bien
específico, cada cual tiene su ritual o utilización específica...
las mujeres pueden avanzar sus días por “cuartitos” [un cuarto de pastilla, n.e.]
cada tantas horas y se van de compras
están los músicos... que hacen lo mismo para tocar, ensayar, etc...
están las más duras, alucinógenas incluso, no se con que mezclas, que son
específicamente para los raves, las bailables... y de eso las películas ya han dicho
mucho, me atrevería a decir que incluso es una moda...”.
Una de las particularidades a considerar, no obstante, es la ausencia de vinculaciones
entre sentidos “adicción”, y drogas sintéticas. Los usos problemáticos, nuevamente,
nos devuelven al terreno del poli-uso de sustancias, como se conoce en patrones
clásicos:
“ahora, por lo general los cuadros de adicciones específicas son raros, si hay
mujeres que lo hacen para adelgazar, o para pasar los problemas (así de ridículo),
donde ellas cumplen un rol específico, mientras más dañada sea, más drogadicta,
más aniñada es, por lo general son las novias de los músicos o artistas...
los hombres adictos, lo son por general los adictos a todo, 24/7 que saltan de una
a otra droga para mitigaro potenciar la anterior... pero en general, como te decía líneas arriba, depende de la variedad, época del
año, actividad, realmente es una droga muy versátil por así decirlo, me atrevería
a afirmar que para muchos es un estilo de vida... problemas reales, sólo por el X no se han visto, es más por el abuso de otros
químicos, es que la gente realmente “embalada” no lo hace solo una droga x vez...”.
La coincidencia entre el circuito rave, y el consumo de éxtasis (o “X”, como es conocida
en el círculo de éste informante, y más ampliamente celebrada), habla de mercados
51
Xavier Andrade Andrade
restringidos a ciertos “estilos de vida”. Esta es una reiteración importante a la hora de
pensar en políticas públicas, debido a que estamos hablando de formaciones sociales
específicas que tienen acceso a amplias fuentes de conocimiento, que históricamente
han constituido un saber sobre las formas apropiadas del uso de estas sustancias, a
pesar del potencial riesgo resultante de las adulteraciones -al mismo tiempo que en
dichos circuitos se traslapan múltiples drogas y formas de consumo-, por lo que una
política de prevención efectiva tendría que considerar los riesgos del uso múltiple y
asociado de drogas legales e ilegales, antes que los de una droga en particular:
“ahora, recientemente escuché un rumor, de que al contrario de antes, las fiestas
electrónicas se arman específicamente para distribuir cargamentos, incluso se
aplazan fechas de tocadas o de djs con ese fin, o se los hace coincidir, lo de cuenca
creo es reciente, se ha venido elitizando rápidamente esa escena electrónica, y
cierto segmento gye se mueve allá por la exclusividad... tranquilidad...
bueno, cualquier cosa que pueda seguir aportando me indicas”
La colusión sugerida entre fiestas de música electrónica, y el consumo del éxtasis,
implica a su vez mecanismos de articulación directa entre organizadores y redes de
distribución, aunque se relativiza por la amplia convocatoria, mayormente realizada
por medios virtuales, que la mayoría de eventos de este tipo tiene. Más allá de ello,
todavía cabe preguntarse, sobre la relativa constricción del mercado de drogas
sintéticas de tipo éxtasis en esta clase de circuitos.
TERCER INTERCAMBIO: MARCAS Y MEZCLAS
XA: por lo que veo, la escena es mucho más compleja. A ver, abordemos el
tema de las distintas variedades de “X” (hablas de un panorama que va de lo
relajante a lo alucinógeno, por ejemplo), y mencionas tipos o marcas. Cómo se
las vende, a propósito, ¿por marcas? Podrías por favor concentrarte en los dos
temas que sugiero: 1) variedades, 2) “marcas” de comercialización ¿o tipos?
Alguien me mencionaba del uso de marcas de autos, por ejemplo, para referirse
a una sustancia u otra.
“ah ya claro:
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
marcas no existen, son variedades según su mezcla o pureza: las que conozco, he
probado o he escuchado mencionar son:
rolex (las mas comunes, el éxtasis genérico por así decirlo, les diré “bailables”)
micropuntos (contenido de anfetaminas, estado de euforia, alucinógenas,
similares a los ácidos pero de un modo más controlado)
mdma (creo que es la descripción química, son supuestamente puras, estado
de relax, tranquilidad, claridad, creo que su uso inicial fue médico) de ahí los
nombres los pone creo el “diseñador” o incluso el vendedor, hay de varias formas
y colores:
skulls (hasta donde se su “trip” es más oscuro y animoso, supuestamente con
contenido de speed)
crystal (no son pastillas, son como cristales de algo que se van disolviendo,
sensación de euforia, no las he probado)
y sí, hace tiempo circulaban las Toshiba, las Mitsubishi, pero eran básicamente
éxtasis en su más general uso y composición solo que marcadas con diferente sello
en bajo relieve, eran redondas, triangulares, en cápsulas, creo que ahora no la
llaman así...
el problema con esas era que no sabías que te tocaba, habían muchos problemas
porque uno buscaba algo y resultaba otra cosa, que se yo, mezcla con heroína o
cocaína...
creo que es tan amplio, que es imposible de seguir, hay cápsulas con éxtasis y
ácidos, con éxtasis y heroína, y estas mezclas son más caras y difíciles de conseguir,
de este tipo son las que se mueven en los medios élite...
info demasiado actual no te podría dar, porque siempre veía variaciones en
mezclas, formas y colores, estoi casi seguro que al menos en el mercado gye se
consume lo que se oferte
recapitulando, los nombres son meramente referenciales, croe que solo los dealers
o testers saben a ciencia cierta que tiene cada cual y cual mover en raves, en la
playa, en la ciudad, sus mezclas son x + heroína, x + speed, x + algún ácido ,
metanfetaminas, algún derivado de la cocaína...
hasta ahí, de ahí ya empezaría a especular”.
53
Xavier Andrade Andrade
La descripción elaborada por el informante respecto a las características de las
modalidades de comercialización de las sustancias guarda semejanzas con otros
mercados, como el de la heroína en Nueva York, escena que estudié durante los
noventas, y que se caracterizaba por la constitución de mercados cautivos, y formas de
distribución vía celular, para evitar la presencia de consumidores en zonas callejeras,
y salvaguardar a los propios vendedores de los riesgos implícitos a un mercado
abierto, por un lado.
La proliferación de marcas, por otro lado, habla de la agresividad mercantil, y
la enorme inventiva y flexibilidad de la distribución en términos de producción
constante de marcas, que son tomadas irónicamente de los fetiches de los mercados
establecidos.
Finalmente, habla de un mercado particularmente problemático por la potencial
susceptibilidad de modificación de la sustancia éxtasis con drogas particularmente
potentes como la heroína o las metanfetaminas. Si bien, la indeterminación que
brinda inicialmente el informante sobre las mezclas, o los cortes que se realizan, habla
de un problema mayor (el que los usuarios de drogas ilegales están condenados por la
norma prohibicionista, a consumir algo que no conocen a ciencia cierta de lo que se
trata), subraya el hecho que estamos frente a un consumo potencialmente peligroso,
que se agrava por la conjugación de varias sustancias al momento de consumir éxtasis.
En términos de políticas públicas, ello conlleva una enseñanza clave: valorizar el
saber que emerge de estas propias comunidades sobre las sustancias, todo esto con
la finalidad de relativizar los riesgos potenciales que subyacen a estas mezclas, al
mismo tiempo que pone sobre el tapete la importancia de los “testers” -expertos que
guardan prestigio entre los propios consumidores como gente conocedora y fiable-,
como traductores especializados de la experiencia esperada, y de las expectativas
que acarrea el consumo específico de éxtasis. Desde mi perspectiva, este tema de las
mezclas requiere particular atención, por ende, se intento el siguiente intercambio, en
aras de entender las dinámicas más prácticas del consumo, y el grado de conocimiento
desarrollado internamente por las comunidades.
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
CUARTO INTERCAMBIO: MUCHOS EXTASIS
XA: (1) aclárame del periodo histórico del que me estás hablando. Fue hace
unos años, es una información relativamente reciente? (2) luego, por favor,
aclárame la cuestión del precio: tienes algún sentido sobre si las mezclas que
señalas varían efectivamente de acuerdo a su contenido (digamos si x y speed
cuesta más o menos que x y heroína, por ejemplo). (3) si puedes expandir en
el tema de las mezclas, seria interesante, puesto que, al juntar sustancias tan
diferentes (heroína y cocaína) en una pastilla de x, los efectos podrían ser muy
diferentes. ya lo señalas en tu tipología, pero si puedes profundizar en aquello
seria interesante. (4) otra cosa, tu probaste de todo tipo o solamente de unas
pocas de estas mezclas? disculpa tanta pregunta. Estoy pensando lo siguiente:
que luego edito esta entrevista, la ordeno temáticamente y podemos avanzar
de manera mas sistemática. por lo pronto, continuemos con este sistema de
preguntas y respuestas que me ayudan a formularme una idea mas apropiada
de consumos y mercados. gracias, x.andrade. “1. el período sería: consumo 2002-2005 -referencias por amigos y contactos
directos 2000- inicios 2008 y ciertos contactos esporádicos con amigos que me
cuentan las novedades vía mail...
2.no hay variaciones de precio significativas, hoy en día fluctúan entre los 10
y 20 dólares en los medios elitistas, mientras más pura o intencionalmente
desarrollada mejor, las mezclas de dudosa procedencia de X con algo más tienen
malos “bajones” así que no son apetecidas y por ende más baratas...
algo que si he notado, o intuido, por comentarios de amigos, es la constante
búsqueda del dealer central, existe alguien o un grupo que maneja la mayor oferta
y demanda, por ejemplo, estas fechas navideñas vienen precedidas de escasez,
encarecimiento e incluso ausencia de eventos constantes...
3. 4. y sí, probé varias veces, inicialmente sólo en eventos, por medias o cuartos
de cada unidad, inicialmente no había la opción de escoger, luego al estar cerca
de este medio elitista logré acceso a más y mejor calidad, y la experiencia de mi
amigo... me referiré estrictamente a mi experiencia personal, luego al saber la diversidad
noté por ejemplo que el MDMA puro (pastillas blancas o rosadas, pequeñas,
sabor amargo ligeramente agradable) podían consumirse en cualquier situación
lúdica o de distracción, incluso su somatización es casi nula (no ojos rojos, no
55
Xavier Andrade Andrade
resequedad, no alteración del pulso, sólo efecto perceptual y sicológico, además de
una sensación de calma/placer...
las mezcladas con ácidos (probé en una ocasión una cápsula con 1/4 de pastilla
de MDMA con otro pedazo más de otro color que se suponía era ácido) se supone
son más sensoriales, jamás experimenté la euforia de las veces iniciales (19-20
años) sólo una mayor amplitud de las percepciones de la música, predisposición a
la conversación.... y experiencias luminosas-auditivas…
al menos mis preferencias eran estas y en circunstancias fuera de fiestas
electrónicas mas bien viajes a la playa o sierra... con gente de confianza... muchas
personas las consumen de igual manera
pero al inicio sí, el acercamiento de toda persona al menos en guayaquil se da
en las fiestas, alguien se te acerca, conoces a un amigo de un amigo, nace la
curiosidad, compartes el gasto con alguien y listo... todos buscan la sensación
mediatizada de euforía y actividad constante... ahora una vez si probé esta variedad con speed, sin quererlo, un amigo consiguió,
se dio el “no había más” y resultó ser este efecto de euforia, pupilas dilatadas,
resequedad de la garganta, pero con un mal bajón similar a ciertos momentos de
la cocaína, mandíbula chirriante, taquicardia... y creo que esto es sinónimo de
mala calidad…
por lo general no se debe mezclar con alcohol, pero con cerveza no pasa nada, se
la potencia o calma con weed y algunos mezclan con cocaína para poder beber
alcohol.
Ahora como otros datos bien aislados, se que se están filtrando en los colegios
elitistas, con fines mas que nada sexuales, no se que variedad ni quien les provee
pero podrían ser los hermanos de estas personas con acceso a la escena
bueno, cualquier otra pregunta no dudes en enviármela....
saludos”.
Evidentemente, la imagen emergente de las prácticas de los consumidores es compleja:
no hay un solo “éxtasis” en abstracto, sino muchos éxtasis concretos, dependiendo
de la oferta disponible en determinadas coyunturas y momentos. Además, existen
múltiples expectativas envueltas en la experiencia del éxtasis. Esto tiene que ver
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
con la capacidad de mezclar sustancias aparentemente divergentes (que van desde
marihuana y alucinógenos, hasta estimulantes, ayudados estos últimos por alcohol),
con el saber desarrollado para reducir los efectos no deseados de la experiencia.
Como parte de las formas de normativización de la contravención (véase anexo
2), esta tipología da cuenta efectiva del grado de conocimiento que es desarrollado
por los usuarios para optimizar el uso de las sustancias, y disminuir efectos que son
descritos como desagradables.
La adulteración, nuevamente, otorga una ambigüedad al grado de conocimiento
que los usuarios poseen. Esto es patente en las experiencias no deseadas o “bajón”.
El hecho que el consumo de ciertas formas de éxtasis no acarrea signos visibles a
ser detectados por los extraños, brinda la posibilidad de ser usado de manera
más indiferenciada, y en contextos más amplios, tal como la imagen de mujeres
consumidoras paseantes en shopping malls, y la tendencia hacia un consumo en un
rango etáreo menor (compuesto por estudiantes de “los colegios elitistas”, aquellos
que la prensa describe como “chicos burbuja”, véase anexo 1) lo revelan.
QUINTO INTERCAMBIO: POSICIONALIDAD
En un determinado momento, el informante me hizo llegar una información extraída
de un chat sostenido con uno de aquellos contactos de su red social, pensando que
podría colaborar con la investigación. El envío de dicho diálogo estuvo dirigido a
ampliar ciertos aspectos no esclarecidos todavía en nuestro intercambio epistolar,
principalmente, gracias a la multiplicidad de preguntas que emergieron como
consecuencia de la amplia combinación de sustancias y las mezclas específicas del
MDMA.
En el chat intercambian información sobre música, para luego adentrarse en el tema
de las drogas. Su advertencia de confidencialidad al entregarme dicha información,
me obliga a sintetizarla en función de ciertos aspectos claves sobre el denominado:
“mercado pepero”, especialmente, por su caracterización alternativa como un mercado
sumamente volátil y poco consolidado. Este intercambio brinda, una reinterpretación
sobre la posicionalidad del consumidor en función de acceso a ciertos distribuidores
puntuales, dada la ausencia de sistemas de distribución más establecidos; la principal
queja en este sentido, es que el consumidor está supeditado a los vaivenes de la oferta,
57
Xavier Andrade Andrade
sin existir una base estable de marcas establecidas que corresponden a un tipo de
éxtasis, además, de depender de la volatilidad de los eventos y los mercados.
Dado el carácter confidencial de dicho intercambio, no obstante, he preferido no citarlo
literalmente para no violar un código ético básico en la investigación antropológica,
el del consentimiento informado de todas las partes involucradas. Adicionalmente,
el chat contenía información interesante sobre la necesidad de disminuir los riesgos
asociados al consumo de éxtasis, proponiendo de alguna manera, su normalización,
vendiéndolo bajo prescripción, un modelo de intervención que, si bien fue
formulado de manera sarcástica, puede elevar una crítica a políticas anti-drogas que
no diferencian apropiadamente los riesgos adjuntos a sustancias específicas, y que
favorecen el manejo de discursos relacionados a “la droga” en abstracto.
SEXTO INTERCAMBIO: TRAYECTORIAS
XA: colega, saludos. Tú reporte de consumo me lleva a una pregunta sobre la
cual quizás puedas expandirte, antes yo de volver a preguntar sobre algunos
de los datos que has tenido la fineza de enviarme. La pregunta es: porque
consumiste x entre 2002 y 2005? fue por tu ingreso a una cierta red de amistades,
universidad, peladas? y la segunda preguntas es: porque dejaste de consumirla?
por favor detállame ambos temas, te lo agradeceria, cuando bien tengas tiempo.
Agradezco por tu tiempo. x.
“Que tal X
Sí como no, espero que la pequeña conversación que te transcribí haya sido de
utilidad... [se refiere a los datos contenidos en el chatm, n.e.]
mira, en el 99 entré en la universidad, y coincidió con el descubrimiento de la
weed... pasaron los años, y eran populares los raves en donde hoy es [una discoteca,
n.e.] los días miércoles, o fiestas en lugares alejados y cosas así, por el 2002 era ya
una costumbre con los panas comprar varias pastillas entre varios y dosificarlas
según la ocasión (para mi bastaba un 1/4 o media para estar bien) nunca he sido
muy llevado por la algarabía excesiva....”.
En mi afán por aclarar los patrones y la trayectoria del consumo, el informante
vislumbra algo comúnmente hallado entre formaciones sociales diversas: la
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
marihuana como droga iniciática, probablemente vinculada a drogas legales como el
alcohol. Su historia va desde la exploración eventual de una mayor exposición entre
un circuito de usuarios de éxtasis, como parte de un modelo de consumo establecido
y fundamentado, mayormente, en la necesidad de adscripción a un grupo social de
afinidad, profesional y etárea. Estas agrupaciones, no obstante, son internamente
heterogéneas en cuanto a prácticas de consumo:
“creo que la fecha de inicio se da por la oferta/demanda, dejó de ser algo muy
under o tal vez yo accedí al under... no se... pero las veía más por todos lados
habían más tipos de pastillas, amigos de amigos ya vendían en los últimos años de
universidad, pero jamás vinculé una cosa con la otra, para ese entonces 99-2000
ya me había mudado a la so-called Pelucolandia y la vida era una fiesta continua,
creo que el factor desencadenante para la “regularización” del consumo (no mas
de un año) fue que trabajaba en [el mundo de la producción audiovisual], salia
tardísimo y la mayor parte de las veces directo a las fiestas
o me pasaban recogiendo los panas, y bueno en esos casos pega durísimo una
pepita para levantar la moral (por así decirlo), mitigaba por esas horas el
cansancio, había la predisposición de ánimo, y no, al menos en mi caso no era
específicamente por chicas o sexo o fiestas electrónicas en sí.. era mas el dato
camaradería .. ah porque por lo general, y ahora que lo noto si es importante,
los consumos son costumbres grupales, con su presupuestación, eventos y fechas
especiales, armas tu grupo, uno se acolita mutuamente y ahí las diferencias
radican en las individualidades...
los más “farándulas” solo andan detrás de la diversión y placer en sí, pero con el
dato social por encima...
otros lo hacen porque son en pocas palabras unos drogadictos de lo que sea... y
pasan 24 horas saltando de una a otra droga...
otros, se alternan entre el trabajo, familia, para cerrar el día en el grupo de amigos
íntimos, con los que te vas a la playa, con los que comes en caleta, cosas así...”.
A pesar de la heterogeneidad interna descrita, el éxtasis aparece como una droga
de consumo eminentemente social: facilita la interacción grupal especialmente
en contextos festivos, a la vez que amplía el sentido de comunidad bajo formas de
comunicación que son potenciadas por la droga:
59
Xavier Andrade Andrade
“bueno retomando, el consumo de X (jaja de X tu nick) es variado, adaptable,
pero a veces te da lo que la weed no te da, movimiento, la weed es chantada,
personal, intimista, en cambio las pepas son para compartir....
retomando las fechas... bueno tengo unos pocos años de casado, un par de hijos
pequeños, un puesto en una empresa en P, ya no vivo en Gye, y me he alejado por
voluntad propia, por petición de mi esposa, por necesidad, tal vez por madurez o
yo que se de “ese mundo”
creo que básicamente las drogas sociales llenan vacios existenciales, ósea no tienes
nada que hacer, en casa, solo, un par de llamadas y ya estas haciendo algo con
panas matizando la situación con algo... según la elección de cada cual…”.
SEPTIMO INTERCAMBIO: REDES
XA: broder, espero no estar abombandote con tanta pregunta. Tengo dos
niveles de discusión más:
Nada mas retomando tu anterior mensaje: cuál era la extensión de tu red social
o redes sociales en las que se consumía X y otras drogas? eran varias redes
sociales, era un núcleo más intimo, como lo sugieres en otros momentos? Y, la
segunda, es si bien entiendo que X es una sustancia para consumo social, no
aislado. Como explicas que -por lo menos de acuerdo a la conversación con
tu pana- no haya mucha elaboración discursiva, conversaciones, etc.? que se
comparte exactamente en una sesión de consumo de X. Finalmente, la gente
habla de “sesiones” de X o esa no es una noción que se acepta para describir el
tipo de uso que se hace de dicha sustancia. el tema de las “categorías nativas”
-ósea de cómo la gente habla sobre los estados alterados de acuerdo a cada
droga- es el siguiente tema que me gustaría abordar una vez que me aclares las
preguntas que te estoy encamando. Muchas gracias de nuevo, abrazos, x.
“Respondiendo a la primera: mi red social estaba dividida por la gente de la
universidad […] y la gente de [la zona específica donde el informante vivía,
n.e.] le gente no es tan pelucona [en esa zona, n.e.] pero todo el mundo se
conoce y conoce a los amigos de los amigos que tienen nexos con gente de otros
niveles económicos más altos por los colegios o universidades...
“la gente se reúne en sus círculos íntimos para poder sistematizar el consumo,
tener un dealer de confianza, ir todos a una fiesta, compartir...
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
los otros momentos son en las simples fiestas, y el detalle desencadenante de los
“otros momentos” serían lo que yo llamé “individualidades” porque por ej. El
amigo con el que conversé (el del texto) pese a moverse en un círculo mezclado
social (mas que nada por el colegio)... lo hace en los raves y más nada....
y bueno se consume x en todos los niveles, y todos de cierto modo están
relacionados, tal vez mi caso o el de mi grupo sea mínimo ante los grupos sin
ningún interés más que la diversión extrema, moda, roce social... en la conversación con mi pana, pues él es del tipo fiestero, la usa como estímulo
ante la música, y la música electrónica + X es toda una cultura, la cultura raver...
ahí es donde se mueven los djs y sus amigos […] y creo que a él solo lo mueve
la diversión y exageración de los sentidos en el momento casi ritual del baile
intoxicado...
lo de sesiones de X, mmm si he oído de eso, sería básicamente como mi caso
con mis amigos, empezábamos los días en los que sabíamos habría fiesta con
pedacitos de alguna variedad pasiva hasta llegar a la noche con una entera de
alguna diferente o nueva que aparezca y que el dealer de confianza nos haya
conseguido... a partir de hoy me conectaré esporádicamente, porque regreso a Gye y más pasaré
en la calle, pero trataré de revisar siempre desde el cel y respónderte apenas
pueda....
[…]
estamos en contacto.
Saludos”
OCTAVO INTERCAMBIO: DESPEDIDA
XA: … cuenta conmigo en lo que pueda respecto al proyecto de que me hablas,
por supuesto, demás está decirte que aprecio enormemente tu esfuerzo de
sistematización. Mira yo estoy viajando a gye también, aunque lo mas probable
es que me vaya mañana a la playa por un par de días, se que estas fechas son
complicadas para todos, de todas maneras, te seguiré molestando para avanzar
en la sistematización de tus saberes, cualquier rato, si quieres me llamas
al…, y avanzamos con lo del proyecto que me platicas, si prefieres manejarlo
61
Xavier Andrade Andrade
electrónicamente pues igual estare conectado de alguna manera […]. una de
las cosas que hare, ahora que ya estoy libre de mis responsabilidades en […], es
revisar detenidamente la entrevista que estamos llevando adelante para poder
preguntarte cosas más puntuales. La pregunta inmediata que emerge de tu
ultimo relato es respecto del “dealer de confianza”, favor ampliar respecto de
esta figura (se trata de dealers especializados o de amigos que negocian entre
redes de amigos. por lo menos aclárame respecto de tu propia red social. te lo
agradezco. x.
“Estimado X
Que tal todo, aquí retomando la vida laboral... y presto para apoyar a la
investigación.
Para responder la última pregunta, acerca del dealer de confianza, pues es
simplemente forjado en la costumbre + precios + confianza + accesibilidad +
cercanía, pero todo eso se va al carajo si cualquier detalle falla, o si deja de tener
algo, o no aparece, o se “lampariza” (si es acosado o investigado por la policía o le
vende a desconocidos)...
oferta y demanda más que nada...
Si hay dealers especializados, de todo, los de pepas exclusivamente se dan de igual
modo según (y a través) de lo social, hay muchos casos de “chicos bien” que se
hacen dealers por la facilidad de entrada y salida del país, por el acceso a los
consumidores seguros y la nulidad de peligro en las transacciones...
al menos esto es lo que conozco...
pero por lo general, en las fiestas el dealer se “especializa” según la ocasión (o el
peligro, o exposición del caso)... a veces coca, a veces pepas...
se que se lee un poco difuso, pero así es eso, o al menos lo que yo conozco....
Y bueno, sí ya tengo en mente el proyecto, está cristalizándose en mente, y apenas
tenga algo esbozado o escrito de seguro lo compartiré contigo para ver en que nos
podemos ayudar...
y bueno, este año se ve prometedor
saludos”.
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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
La fragmentariedad de la información avanzada hasta este punto mediante el
intercambio descrito, da cuenta de la dificultad de brindar un panorama más preciso
sin un acercamiento etnográfico frente al problema. Esto, tiene que ver menos con las
limitaciones promovidas por un intercambio virtual sin que medie una interacción
directa, que con la dinámica de un universo de consumo fragmentado por líneas de
clase, género y edad. La información obtenida, no obstante, da cuenta de modelos de
consumo establecidos alrededor de varias sustancias, en las que el papel del éxtasis es
funcional para determinados momentos de rituales que precisan de distintos estadios.
La filiación del éxtasis con prácticas hedonistas, principalmente vinculadas a los
circuitos de discotecas y fiestas organizadas comunalmente, va de la mano con usos
más funcionales (especialmente en profesiones vinculadas con prácticas creativas,
gráficas y música) o recreacionales. Si bien, se vislumbra una expansión del consumo
de éxtasis hacia otras capas sociales, se establece claramente un panorama dependiente
de la mayor accesibilidad de formaciones sociales elitistas hacia los flujos globales
de las drogas sintéticas, fácilmente transportables y rápidamente distribuibles,
una vez son aprovechados los nichos cautivos que, a su vez, son homogéneos en
términos de clase y raza. Debo rescatar, finalmente, que este proceso de entrevistas
virtuales fue facilitado por la propia necesidad que sentían mis contactos respecto
de elaborar una racionalización sobre una escena mayormente oculta, que deviene
en usos problemáticos de múltiples sustancias en las nuevas ecologías de una ciudad
amurallada.
Es imprescindible, por tanto, dimensionar adecuadamente el rol que, a lo largo
de la última década, ha venido desarrollando el éxtasis como parte de modelos
tradicionales de consumo de otras drogas. En esta perspectiva, su asociación con
el uso de alcohol y derivados de cocaína, resulta particularmente llamativo para las
políticas públicas, así, como, el riesgo implícito a la adulteración arbitraria de las
drogas sintéticas, práctica que es facilitada por la incapacidad de discernir en primera
instancia, el contenido de las mismas a pesar de los mecanismos que desarrollan
los usuarios para normalizar la contravención y potencializar los usos que desean
obtener mediante las sustancias ilícitas. Hay muchas clases de éxtasis, dada los
distintos niveles de manipulación y diseño de estas drogas, así, como las distintas
formas de uso. Todos estos éxtasis, no obstante, se conjugan con otras sustancias.
Una política pública responsable debe considerar el complejo panorama que emerge
de este valioso y generoso relato.
63
Xavier Andrade Andrade
Desde la perspectiva de investigaciones cualitativas más sostenidas, el desafío
que presenta un circuito auto-contenido, añadido al estrato social alto de este
tipo de consumidores, plantea la necesidad de ampliar el conocimiento en base al
reforzamiento de relaciones de confianza que, evacuando la mirada psicologista,
o biomédica que tiende a estigmatizar toda forma de consumo como “adicción”, o
“problema”, insista más bien, en la ética del trabajo investigativo, y en la necesidad
de forjar un conocimiento que sea útil, primero para las comunidades involucradas,
y luego para una comunidad académica, además de los organismos de políticas
públicas que quieran afectar positivamente a la disminución de los usos dañinos de
sustancias psicoactivas para los propios consumidores, antes que preocuparse en
la prolongación de políticas prohibicionistas que han probado reiteradamente ser
ineptas y esencialmente inadecuadas al entendimiento de las dinámicas de consumo.
Así mismo, queda pendiente entender los mecanismos a través de los cuales, los
consumidores de éxtasis abandonan espontáneamente su práctica, sin un acceso
a procedimientos formales de rehabilitación, además, de qué tipo de sustancias
continúan o no formando parte de sus trayectorias individuales y sociales.
Finalmente, el último mensaje recibido por el informante luego de una primera lectura
de este escrito con la finalidad de que editara datos que le resultaran potencialmente
conflictivos, apuntalan a la necesidad de entender nuevas dinámicas emergentes,
y la idea de fragmentariedad del conocimiento avanzado a través de esta misma
entrevista:
“Y en general, el panorama para un lector no “iniciado” en el tema resulta claro,
incluso como punto de partida para un estudio posterior desde lo social, me
agrada el hecho de saber que pude aportar en algo... pero... creo que el hecho
de tener solo una referencia cierra mucho el “marco” del estudio, lo ideal sería
haber accedido a más personas, porque como te especifiqué ya no soy consumidor
(aunque créeme las cosas no han cambiado mucho)...
En [una visita, n.e.] a la ciudad [visitando a gente de su antiguo circuito, n.e.]
noté que se ha incorporado una nueva generación de consumidores de menos
de 21 años, que no tienen todas estas características de “chilllin”, “camaradería”,
“disfrute grupal”, en ellos ya se filtrado la moda y lo estrictamente social del
consumo... si en mi entonces la cosa era superficial, ahora lo es más... puro goce,
adicción específica en ciertos sujetos, mayor acceso a los dealers (en 2 años todo
nuevo, en el grupo de ellos) y se mantiene ese aspecto de “cool”, “relajado”, “suave”,
“tranquilizante”... 64 cult.drog. 16 (18): 41 - 65, 2011
Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño
llegué a escuchar “relájate man, pégate una pepa, que no pasa nada”...
Es más usual, es más fácil conseguirlas, y el consumo en estos nuevos usuarios
(intuyo) ya adquirió otros niveles de aceptación, se podría decir que es la nueva
“weapon of choice” de ellos, por ser “limpia”, selectiva, social... pero individual
(otra intuición: ahora es más segura, ya se puede conseguir cierta variedad para
cierto momento, o sea el mercado está madurando o ya maduró)
Ahora, esto no quiere decir que nuestra conversación no vale, al contrario, marca
un momento de partida para un mercado en rápido crecimiento, que sólo ahora
pude advertir... pero definitivamente necesitas uno de estos nuevos consumidores
para saberlo...”.
Creo que este comentario cierra decidoramente, por ahora, este proceso.
Nota al editor
El autor enunció anexos que no se incluyen e igualmente omite la bibliografía por su
criterio.
65
Historia, política y reflexión: hacia el hombre meta-histórico primera parte
HISTORIA, POLÍTICA Y REFLEXIÓN: HACIA EL HOMBRE
META-HISTÓRICO PRIMERA PARTE
JOAQUÍN A. MUÑOZ MENDOZA1
Recibido: 26 de septiembre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
Hace mucho tiempo, tengo claro que no debo ni puedo estar de acuerdo con todos
aquellos que hablan de crisis cultural en tonos que van de lo trascendente, hasta lo
apocalíptico, contemplando con pesimismo los últimos avatares del saber. La palabra
crisis va de boca en boca últimamente. Como tantas palabras, ha dejado de significar
gran cosa: el uso reiterativo acaba en la indefinición semántica. En cualquier caso, es
una voz que califica la situación de desconcierto en que muchas cabezas pensantes
se encuentran… poner un nombre a esta angustia, tranquiliza. El peligro parece
exorcizado, la calma recuperada -mal andan los que tienen que acudir a estos
hechizos-. De repente se dan cuenta que están metidos en pleno bosque y, perdida la
noción de horizonte y perspectiva, no tienen otro recurso que buscar la protección
de una cueva: el abandono.
Además, tengo claro que no debo ni puedo estar de acuerdo con el pesimismo con
que algunos contemplan esta feria de palabras vacías, de sinsentidos, que parece ser
la cultura actual. Y esto, debido precisamente a la constatación que estamos inmersos
en una nube de discursos usados que ya nada significan para las personas, cosas, y
situaciones nuevas, sin embargo, esto me parece tremendamente positivo. De nuestra
situación actual, lo que se desprende, es una exigencia moral nueva, que va más allá
de la exigencia nietzscheana de la crítica de valores, imponiéndonos la construcción
de palabras nuevas, y de discursos nuevos. Y esta exigencia es ineludible, pero, para
poderla cumplir, supone saber encontrar en las profundidades de los discursos
viejos y usados, aquellos hilos, aquellas vías que han sido ocultadas y que conducen
directamente a lo nuevo, a lo comprensible por las personas. La avasalladora
monotonía de las “autopistas” del saber contemporáneo, que han intentado por
Doctor en Historia. Escuela de Educación Superior en Ciencias Históricas y Antropológicas. San Luis Potosí,
México. Correo electrónico: [email protected].
1
cult.drog. 16 (18): 67 - 72, 2011
ISSN 0122-8455
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Joaquín A. Muñoz Mendoza
todos los medios someternos a una cultura y a un saber unificadores, uniformadores
y totalizantes, han intentado destruir toda una noble tradición cultural, toda una
conciencia profunda, que a lo largo de los tiempos había ido posándose en nosotros,
y que ha subsistido precisamente gracias al genio indomable de algunos pensadores
singulares, que en los siglos XIX y XX, nunca quisieron saber ni de escuelas, ni de
doctrinas, ni de saberes “poderosos”. Con ellos recuperamos el alma -en un sentido
muy popular y nada de trascendente de la expresión-, que había sido secuestrada entre
el espíritu y el cuerpo, y es ella la que hace renacer entre nosotros, esta percepciónconsciencia de la “realidad”, tensión moral entre el yo y los otros.
Porque lo que está en crisis en el campo cultural es la unidad, la monotonía el
método no negociable, la ordenación, el ismo, la receta para todo (que no sirve para
nada): es decir un tipo de discurso que pide la adhesión ciega e incondicional y que
promete a cambio la redención, ya sea en la tierra o en el cielo, teniendo respuestas
impresas para todos y cada uno de los interrogantes y problemas, y sobre todo la
respuesta más cómoda de todas: el hábito de no plantear cuestiones. Son los grandes
sistemas cerrados del pensamiento contemporáneo. Pero, las utopías se han aplazado
indefinidamente, las respuestas exigen mucha fe para ser creíbles, las promesas no se
cumplen: surgen las zozobras. Algunos empezamos a entender que quizás el mundo
no era tan simple, tan llano, tan liso, tan elemental: que quizás hay algo más que un
juego de buenos contra malos. Y redescubrimos la contradicción, la complejidad y la
angustia. La pérdida de puntos de referencia ha sido para muchos difícil de aceptar.
Antes que asumir la inseguridad, la angustia, la contradicción (propia de nuestra
condición) ha optado por el ingenuo exorcismos de palabras como crisis, el retorno
mal consciente al cultivo del jardín o la única receta que resiste a tiempos de zozobra,
la que se legitima en el más allá, la religiosa: no en vano, de Jomeini al Dalai Lama
pasando por Woytila, estamos viviendo el retorno de los sacerdotes.
Sin embargo, sobre las cenizas de tanto discurso usado, renace la posibilidad del debate
cultural rico y apasionado, de la búsqueda de ideas y palabras cargadas de contenido
conceptual emancipador y potente, de la construcción de valores ciudadanos, de
la recuperación de discursos perdidos, alejándonos de la confusión ignorante que
implica construir agendas culturales que realmente son malos cronogramas de
eventos sociales cargados de condescendientes brindis y pobreza confesional. Todo
ello, en una circunstancia en la que realmente vale todo, en que hay que apostar
fuerte, sin miedo, a decir lo que uno lleva adentro, con la tranquilidad además que,
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Historia, política y reflexión: hacia el hombre meta-histórico primera parte
las grandilocuentes excomuniones y descalificaciones que las grandes y vetustas
ortodoxias siguen pronunciando ya no tienen valor moral, ya no impresionan a nadie.
Las condiciones del debate cultural han ganado libertad, en la medida en que los
anatemas han perdido eco. Es en este espíritu que propongo unas breves reflexiones
sobre la consciencia de la historia y la democracia.
Uno de los más importantes acontecimientos de este siglo XXI en el campo del saber,
es la mutación profunda que ha sufrido la conciencia de la historia en cada uno de
nosotros, con efectos sin duda singulares en múltiples direcciones. En particular
sobre la propia configuración del saber.
Después que la revolución copernicana de Kant (…la mente del hombre es no sólo
centro de giro sino el espacio mismo y el fondo del universo…) abriera definitivamente
las puertas de la contemporaneidad, aprendimos para siempre (Hegel) que somos
Historia. En las conciencias pensantes, la historia se hizo proyecto de futuro, sobre
un pasado que con frecuencia se contemplaba con conmiseración. Era el signo de los
tiempos: para Condorcet, que creía ciegamente en la doctrina de la perfectabilidad
indefinida de la especie humana, la historia de la humanidad tenía diez etapas, desde
la simplicidad guerrera hasta la luz de la civilización, la última de las cuales –que
empezaba con la Revolución Francesa- era la de …los progresos futuros del espíritu
humano…. Para Fichte, la época contemporánea tendría que conducirnos del dominio
ciego de la razón (obscuridad y coacción) al dominio vidente de la razón (claridad
y libertad). Para Hegel: …la historia es el avance de la conciencia de la libertad…
Como ha escrito Pierre Nora: no había intelectual sin idea del futuro, sin secreto del
presente, sin saber del pasado.
Esta conciencia de la historia proyectada en el futuro, en el debate que siguió a la
Revolución Francesa, se clarificó sustancialmente hasta tomar forma de modelos
precisos. Para los intelectuales contemporáneos, el futuro podía ser restauración:
retorno a un pasado mejor; progreso: desarrollo del individuo, de las riquezas y del
medio; o revolución: expectativa de una sociedad nueva, construida sobre las ruinas
del presente. En uno u otro caso, mirándose en el espejo del pasado, contemplando
con fascinación los inacabables progresos de la razón y de la técnica, o esperando la
superación de la contradicción de un mundo nuevo y feliz… la historia era vivida
como camino hacia la construcción del mañana, como ilusión de futuro.
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Joaquín A. Muñoz Mendoza
Inevitablemente, esta forma de conciencia intelectual de la historia -y Marx lo
entendió mejor que nadie- reclamaba, necesitaba del correlato automático de un
modelo práctico de construcción del mañana: teoría y política iban inexorablemente
de la mano. Pongámosles nombre: tradicionalismo (restauración), liberalismo
(progreso) o socialismo (revolución), para indicar las tres formas en que a lo largo del
XIX fue cristalizando la conciencia de la historia, en el encuentro entre el saber y el
poder político.
Como consecuencia de ello, el intelectual se encontraba vinculado no sólo a las
opciones, sino a las instituciones políticas -nunca como en ese período, se han
desarrollado tanto los aparatos institucionales del saber-. El pensamiento de
izquierdas, otorgará un nombre a esta forma de ejercicio de la función intelectual
en integración directa con las propuestas políticas: el intelectual orgánico. El poder
intelectual no era ninguna teoría… el positivismo fue la forma filosófica más precisa
de encarnación de este nuevo tipo de saber y, de ejercer el saber.
El siglo XX, y el desarrollo tecnológicamente acelerado, junto con las dramáticas
consecuencias de este peligroso “ménage”, entre la intelectualidad y la política,
llevaron este proceso hasta sus formas de expresión más exacerbadas: politización
generalizada de los intelectuales, legitimación institucional, burocratización del saber
e incidencia de las mass media, fueron los fenómenos dominantes en la vida cultural.
La construcción del futuro, poco a poco, se iba enturbiando como perspectiva, entre
los claroscuros de un pasado que no era alternativa clara (Maurras), de un mañana
que empezaba a aterrorizar (Huxley) o de un “happy end”, que ya sólo la utopía
conseguía mantener como llama viva (Bloch).
La realidad de las cosas ha acabado dando al traste con el modelo: hoy la conciencia
de la historia, ya no se apoya en un futuro en el que casi nadie cree, sino que
simplemente, se aspira a vivirla, en la misma contradicción del presente. Pensamos
menos en hacer la historia y más en que somos historia: poder y tiempo, diferencia
y repetición. La consciencia de la historia se asume propiamente en el presente de la
inmediatez. Y, naturalmente, la figura del intelectual ha cambiado: su relación con las
propuestas políticas también. Actualmente, en este siglo XXI, el intelectual orgánico
se está haciendo de nuevo autónomo. Ya no se espera de él, el rezo de una doctrina,
la preparación analítica de una estrategia o la adivinación científica -tantas veces
fallida- de pasado mañana. Simplemente, se quiere oír su voz; se le vuelve a reclamar
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por la potencia de sus gestos, por la fuerza de sus actos: como creador o artista; por
las enseñanzas de su saber; por la pedagogía de sus palabras: como profesor; por
la independencia de su espíritu, por el carácter no falseador, no burocrático de su
discurso; como conciencia crítica, aquello que no tenía que haber dejado de ser
nunca.
El intelectual ya no es lo que era -ha perdido, felizmente, poder de Estado-; debe
volver a ser lo que quizás alguna vez fue, y nunca dejó completamente de ser: el
estilo que desde la marginación que durante años ha sido impuesta a su condición de
intelectual autónomo y que mantuvieron vivo a lo largo de la época contemporánea
hombres como: Kierkegaard o Baudelaire, o un señor tan ordenado como Thomas
Mann. Sus voces vuelven a oírse estos días.
Este cambio profundo en la conciencia que nosotros tenemos de la historia es un
acontecimiento singular, que sin duda afecta no sólo al saber, sino también, al hacer
contemporáneos. Y esta mutación de sustancias de uno de los ejes de la episteme del
saber más reciente (la conciencia de la historia) ha sido simultánea al de la figura
que es su gran acompañante temporal: la categoría de hombre que corresponde a la
analítica de lo humano. El hombre del progreso (el sujeto que vive, habla y trabaja, y
que, como tal es analizado: biología, analítica del lenguaje, economía política, filosofía;
el elemento de un conjunto de población susceptible de ser ordenado a partir de la
información que nos da la probabilidad, la estadística y la informática), con la pérdida
de una determinada conciencia de la historia, ha resucitado como individuo. En su
rebeldía ha tomado conciencia de que el inconsciente (Freud) y el poder (Foucault)
eran eternos, en el sentido de transhistóricos, y que -feliz contradicción- quizás sólo
el Estado -el que Hegel veía como culminación de su conciencia de la historia, el que
dio cobijo a los intelectuales que creían en el futuro- sea realmente perecedero.
Al llegar a este punto del proceso del saber, quizás estemos en condiciones de empezar
a afirmar, sin miedo, que lo tradicionalmente llamado época contemporánea -y que
ahora habrá que llamar de otra manera- ha terminado. La pérdida de la conciencia
clásica de la historia, ha roto la estructura de un saber de doscientos años. Pero ella
misma -Bobbio tenía razón cuando dice que la política de la “tábula rasa” es política
de bárbaros- lleva en sí los gérmenes de una nueva configuración del saber que llamo
metahistórico: de su propio seno sale el individuo dispuesto a asumir su amplia
historia, más que proyectarla en conciencia de futuro. Aunque todo ello genere la
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inquietud de sentirnos con escaso saber del pasado, sin apenas secreto del presente y
casi sin idea del futuro.
Nota al editor
Este escrito es el planteamiento y la reflexión inicial que el autor desarrolla entorno a
Hombre Meta-Histórico.
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El Sicario: México-Colombia
EL SICARIO: MÉXICO-COLOMBIA
ULISES PINEDA MIRANDA
ENRIQUE DAVID MARTÍNEZ CASTAÑEDA*
Recibido: 29 de mayo de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
RESUMEN
El sicario es un personaje que ha emergido recientemente a la luz pública en la sociedad
mexicana, por medio de los medios de comunicación a partir de la “guerra contra el
narcotráfico”, donde diariamente se contabilizan ejecuciones y enfrentamientos entre grupos
armados, fuerzas policíacas y militares. El sicario es uno de los protagonistas más evidentes de
esta cruenta lucha por el control del mercado. En la presente investigación se ofrece un análisis
interpretativo a partir de audiovisuales (textos) que se encuentran en la red social YouTube,
donde el actante principal es el sicario. Nuestra tarea ha sido inferir una representación de sí
del sicario en México, y en las significaciones que subyacen en la construcción de su discurso.
Palabras clave: alteridad, identidad, sicario.
HIRED KILLER: MEXICO-COLOMBIA
ABSTRACT
The hired killer is a character who has emerged recently into the public light in the mexican
society., through the mass media thanks to the “war on drugs” in which daily executions and
confrontations are counted between armed groups, and police and military forces. The hired
killer is one of the most evident characters in this bloody fight for the market control. This
research offers an interpretative analysis from audiovidual material (texts) found in the social
network You Tube, in which the main actor is the hired killer. Our task has been to infer
the hired killer own representation in Mexico and the significances underlying his discourse
construction.
KEY WORDS: otherness, identity, hired killer
*
Magistrantes en Historia de la Universidad Autónoma Metropolitana de México. Licenciados en Comunicación
Social Universidad Autónoma Metropolitana México. Correo electrónico: [email protected]
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Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
Los sicarios mexicanos en el soporte de YouTube tienen que ser analizados
contextualmente desde dos panoramas distintos: el primero, desde una perspectiva
socio-política, y el segundo, desde las redes sociales (Internet).
La referencia histórica y social de la aparición del sicariato se ubicará en la sociedad
colombiana, debido a que es ésta de que se tiene mayor referencia cultural. Así, es allí
donde se empieza a construir la identidad del sicario a lo largo de la década de 1990.
Este hecho nos permite hacer un acercamiento comparativo del sicario colombiano
con el mexicano, como uno de los tantos actores del narcotráfico que aparece en
México.
El segundo panorama desde el cual se contextualiza a nuestro sujeto de estudio es a
partir de Internet, cabe mencionar que en la actualidad el uso y auge de las herramientas
electrónicas que utilizamos para obtener información, o comunicarnos, genera que
los vínculos de territorio se flexibilicen y se puedan crear redes y comunidades en las
que la conexión geográfica es -en algunos casos- sustituida por afinidades, intereses
comunes y objetivos compartidos.
La red social YouTube causó un impacto desde su aparición en el ciberespacio, y cómo
estas nuevas formas de comunicación están presentes en lo público desde otra noción
de tiempo y territorio, permiten que millones de sujetos transfieran información, en
este sentido, audiovisual. Al hacerlo proyectan la realidad cultural y social de donde
proviene cada caso particular; con ello también dan espacio a nuevas expresiones de
las subjetividades.
ORIGEN DE LA FRASE “GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO” EN SU
PERSPECTIVA GLOBAL
La frase “Guerra contra el narcotráfico” ha tenido dos momentos en situaciones
de crisis política en los Estados Unidos para redefinir las acciones del gobierno
estadounidense dentro de su sistema político interno y externo.
El primero de estos momentos fue con Richard Nixon, cuando inició su mandato
con una crisis financiera y los resultados negativos de la Guerra de Vietnam. A partir
de esta crisis política, originada por su partido (Republicano), y al tener dificultades
para poder ganar las elecciones como presidente de E.U.A., Nixon acuñó su frase de
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campaña: “la mano dura contra el crimen” (Carlsen: 2007), para ganar la confianza
del electorado.
Richard Nixon le dio mayor dimensión a un problema que justificó el uso de poderes
extralegales, estos mismos le permitieron tener una mayor vigilancia de las actividades
que realizaba la sociedad, creando diversas agencias que dependían del ejecutivo,
sin pasar por la revisión de otros poderes. Es así como declaró la “guerra contra el
narcotráfico” y creó el “Departamento para la Aplicación de las leyes antidroga, y
después la DEA (…) la CIA y la Oficina contra el abuso de las drogas para coordinar
esfuerzos locales y federales (ODALE)” (Carlsen: 2007).
Sin embargo, el momento en el cual el narcotráfico se centró como una política
fundamental para E.U.A. fue a mediados de la década de 1980: ante el aumento
del consumo de cocaína y crack, Ronald Reagan decidió emprender una campaña
antidrogas que consistió en un plan para combatirlo al interior y exterior de E.U.A.;
con ello, la lucha antidrogas se convirtió en una política prioritaria.
El uso geoestratégico de esta política se dimensionó externamente hacia América
Latina en países como: Colombia, México, Perú, Bolivia, Ecuador y el Caribe
(Younger), cuando George H. W. Bush, emprendió la denominada “Iniciativa
Andina”, con la cual alentó a estos países para que su fuerza militar participara en la
lucha contra las drogas.
En la década de 1990 se emprendieron acciones más explícitas de la militarización
de la lucha antidrogas. E.U.A. supervisó de forma más directa los países de la región,
otorgando recursos para el desarrollo y a la vez condicionando a ejercer una mayor
“mano dura”, con la participación policiaca del ejército, además de implementar
estrategias de cooperación jurídica como la extradición1.
El Plan Colombia ha sido una de las estrategias desarrolladas radicalmente para el
combate contra el narcotráfico, iniciadas por medio del Presidente Andrés Pastrana
(1998–2002), en éste, se aceptaron del Congreso Norteamericano 1.3 millones de
dólares, además de asistencia militar2.
Jimmy Carter (1976-1980), en e.u.a., presionó a las autoridades colombianas para que eliminaran los cultivos
de drogas ilegales y persiguieran a los narcotraficantes dentro de un marco legal, que incluía la posibilidad de
extradición. Coletta, Op. cit. p.136.
2
Esto se da en el contexto del fracaso de las negociaciones de Pastrana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (farc) y, por ende, una parte del Plan Colombia se vio dirigida con mayor rigor a las zonas de influencia
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Bolivia obtuvo asistencia militar por parte de E.U.A., violando significativamente su
soberanía política con la intervención directa de efectivos militares norteamericanos
en un operativo denominado Blast Furnace, en 1986. Después, el presidente Jaime
Paz Zamora (1989-1993) firmó el Anexo III, que formalizaba la participación de las
fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico.
En Perú, la situación fue un poco sui generis. Al llegar al poder Alberto Fujimori, éste
se mostró como un personaje endeble por carecer de experiencia en la política. Tuvo
que negociar con las fuerzas militares, que planeaban asestar un golpe de Estado,
después de tantos fracasos de los gobiernos civiles para contener al grupo Sendero
Luminoso, que se había acercado al narcotráfico como herramienta para sostenerse
económicamente.
México también participa dentro de este fenómeno de militarización, sólo que se
ubicará más adelante para poder aproximarnos cada vez más a la identificación de
nuestro sujeto de estudio, que va surgiendo tanto en el contexto colombiano como
en el mexicano3.
MÉXICO: “GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO”
Actualmente México se posiciona como uno de los mayores productores de
“marihuana, amapola y metanfetaminas, y también es sede de las más poderosas
organizaciones de la droga”4.
Al parecer, el asunto es indudablemente el resultado de la larga duración del fenómeno
del narcotráfico en diversos países de América Latina, como se vio con anterioridad.
Hasta antes de mediados de la década de 1980, México se distinguió como productor
de marihuana y amapola para consumo de los estadounidenses; en ese entonces la
de la guerrilla en donde se cultivaba la coca (los Departamentos de Putumayo y Caquetá) por ser las regiones con
mayor aporte financiero para la guerrilla. Las farc recibían ingresos por conceptos de impuestos de guerra del
narcotráfico por 200 o 400 millones de dólares al año. Una fecha importante fue el 11 de septiembre de 2001, debido
a que después de los atentados contra las Torres Gemelas en E.U.A., se calificó a las farc de narcoterroristas como
parte de una campaña mundial para acabar con el terrorismo.
3
Sin embargo, se debe mencionar que el sicario colombiano es diferente en su génesis al sicario mexicano. En el
caso colombiano no es la militarización la que da hincapié a que surja, sino el desarrollo social del fenómeno del
narcotráfico, en México la militarización no es completamente la que hace surgir al sicario, sino que sólo es un
efecto de tantos para que el sicario aparezca.
4
Datos reportados por la agencia Reuters. Novedades, México, 12 de abril de 2001, p. A10.
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actividad del narcotráfico estaba controlada solamente por familias. Incluso a finales
de la década de 1970 el cultivo de la marihuana se vio desplazado hacia Colombia y
a la costa del Atlántico, con los programas de “erradicación forzosa (...) mediante la
fumigación de cultivos ilícitos” (Vargas, 1999).
En realidad, el fenómeno se volvió más complejo cuando, a mediados de la década de
1980, las políticas antidrogas de Norteamérica empezaron a llevarse a cabo; entonces
se cerró el paso de Florida para la cocaína colombiana, haciendo que los cárteles de
Colombia se acercaran a los grupos que en México, controlaban cierta parte de la
producción de enervantes, y así poder pasar la cocaína a E.U.A.
Ante esta creciente demanda, los grupos de cárteles se dividieron el territorio nacional
para trabajar de manera organizada. En una anécdota que Jesús Blancornelas contaba,
éste mencionaba cómo sucedió la repartición de los territorios a finales de la década
de 1980: Miguel Ángel Félix Gallardo, uno de los principales controladores del tráfico
de drogas en México desde los años setenta, fue detenido por el gobierno de Carlos
Salinas de Gortari, “lo capturaron más por necesidad política”. Desde la cárcel decide
dividir los territorios, sabiendo que jamás volvería a tomar el control del tráfico; entre
quienes consideró sus “soldados”, entre ellos figuraban: Tijuana, Jesús Labra Avilés:
“Don Chuy”, Sinaloa, Ismael Zambada: “El Mayo”, y Baltazar Díaz Vera: “El Balta”.
Mexicali, Rafael Chao, agente de la Dirección Federal de Seguridad (Blancornelas,
2009: 23).
Así, el primer presidente mexicano que declaró “la guerra” al narcotráfico fue Miguel
de la Madrid (1982-1988) en 1987, dos años después de que Ronald Reagan lo hiciera
en su país.
Carlos Salinas (1988–2004), por primera vez en la historia nacional, hizo que el
ejército participara en las actividades de erradicación del narcotráfico; con Ernesto
Zedillo (1994-2000), el ejército participó de forma más directa, cuando sustituyó a
mandos policiales en la Procuraduría General de la República (PGR) por personal
militar5.
Fue con el plan piloto Chihuahua, con el cual ingresó personal militar a las filas de las policías federales, estatales
y municipales. El General Gutiérrez Rebollo, fue nombrado director del Instituto Nacional para el combate a las
drogas de la PGR. Younger A. Colleta. Op. cit. p. 344.
5
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Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
Fue también con Ernesto Zedillo, que la participación de Washington resultó
importante en la capacitación militar de personal. Miles de soldados mexicanos
fueron entrenados a partir de un programa diseñado por el Pentágono para crear
el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), quienes deberían actuar como
“tropas de choque” contra el narcotráfico6.
En el siguiente sexenio (el de Vicente Fox), se aplicó una política de acercamiento
militar de las instituciones policiacas.
El primero de diciembre de 2006 tomó la presidencia Felipe Calderón Hinojosa,
en el marco de una crisis política y electoral que polarizó al país; después, en un
ambiente hermético en el Auditorio Nacional, fijó su postura contra el problema del
narcotráfico y dio pie a una lucha que derivó en una crisis social, principalmente en
los estados del norte del país.
Después de haber militarizado completamente la lucha contra el narcotráfico en
México, Felipe Calderón no ha podido ocultar que el problema alcanza diferentes
niveles de la estructura estatal. Gracias a esta corrupción, el narcotráfico ha controlado
la producción, distribución y domesticación de la droga en México. Lo anterior ha
desatado una guerra entre cárteles por el control territorial.
El combate del narcotráfico por medio de la militarización del país no ha sido una
vía efectiva para acabar con la violencia que se ha generado en algunos puntos
del país, debido a que la violencia se ha desbordado y los ajustes de cuentas han
incrementado: en el norte, en ciudades como Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa
y Ciudad Victoria; en el centro, en Michoacán y el Estado de México; y en el sur,
en Guerrero, Oaxaca; en el sureste, en Tabasco, Chiapas y Yucatán El periódico La
Jornada denuncia que en la administración de Felipe Calderón han sucedido 16.500
ejecuciones.
Esto es hoy el contexto que vive el país, en el cual la violencia se vuelve parte de la
cotidianeidad; es aquí donde nos acercamos al fenómeno del sicario en México, y que
se ubica en una etapa coyuntural difícil en la escena política, social y económica del
país.
6
Entre 1985 y 1995 México envió 1.448 efectivos para que estudiaran en academias militares de E.U.A. Entre 1997 y
1998 se capacitaron en la Escuela de las Américas más de mil militares para el programa gafe: “México se convirtió
en el mayor receptor de asistencia militar de América Latina, mediante el programa de Educación y Capacitación
Militar Internacional (IMET, por sus siglas en inglés). Younger A. Colleta. Op. cit, p. 348.
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EL SICARIO: UNA INTRODUCCIÓN
El término sicario se desprende de sicarius, que significa asesino, homicida del
sustantivo sica (secare=cortar) su significado es daga, puñal o cuchillo, formándose
el nombre de oficio sicarius (…) implica la profesionalidad del usuario del puñal…
una vez actualizada el arma, es ‘pistolero’. Sicarius etiam omnes vocamus qui caedme
telo quocumque commíserint, dice Quintiliano: “llamamos sicarios a todos los que
cometen asesinato con cualquier arma”7.
El sicariato existe desde el momento en que son rebasadas las instituciones y aparecen
grupos de facto con fuerza extralegal coercitiva, el servicio del sicariato tiende a dos
modalidades (Carrión, 2007: 350):
a) FreeLancer: opera a modo de “vengador social” como un ente independiente
por medio de una oferta personalizada.
b) Tercerización: cuenta con una organización para operar en cualquier lugar
“… privilegiando la demanda de alto nivel (narcotráfico)”.
Existe otro tipo de clasificaciones del sicariato que surgen de la realidad colombiana
de finales de la década de los ochenta y mediados de los noventa, los cuales toman
en cuenta los diferentes tipos de mercados: “por la cualidad de la víctima (juez,
comerciante, vecino); la razón del contratante (venganza, soplón); el contexto
del evento (vulnerabilidad, riesgo); las condiciones del sicario (FreeLancer o de
tercerización); y el lugar donde se cometerá el acto (barrio, municipio o internacional)”
(Carrión, 2007: 352).
Esto es una breve explicación acerca de sicariato como actividad que ofrece entre sus
servicios “el ajuste de cuentas”, sin embargo, se debe tomar en cuenta que se desarrolla
en Colombia y que si aparece la modalidad de tercerización, es en un contexto en el
cual la actividad se emancipa de los grupos paramilitares y del propio narcotráfico,
traspasándose a una dinámica de vida cotidiana de resolución de conflictos.
Estudio del léxico sicario encontrado en la página: El Almanaque de Mariano Arnal (Licenciado y profesor en latín
y griego en Barcelona, España). En: http://www.elalmanaque.com/lexico/sicario.htm.
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Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
EL SICARIATO, PASANDO POR COLOMBIA
El sicario colombiano se vuelve parte fundamental de la estructura del narcotráfico a
mediados de los años ochenta, para contrarrestar el ejercicio policiaco del Estado, del
sistema político o de la sociedad.
El sicario se convirtió en una herramienta coercitiva básica para proteger territorios
de mercado de enemigos externos, o contrarrestar la persecución de los capos por
parte del Estado; Pablo Escobar fue fundamental para darle a las relaciones sicarionarcotráfico el sentido de éste como actor de “limpieza social” y de eliminación de
enemigos (Carrión, 2007: 352).
Colombia es una experiencia violenta del fenómeno del sicario; el sicariato penetró
en el imaginario social de los colombianos por medio de un género literario llamado
“sicaresca”, el cual “se inscribe dentro de un tema central en la historia de Colombia:
la violencia” (Olvera).
El sicario antioqueño se construye a partir de un origen confuso: mitad urbano-rural.
A este individuo le agradan las novedades en el mercado (las nuevas tecnologías,
sobre todo las relacionadas con el entretenimiento); aunado a lo anterior, la música
punk es parte fundamental de su interconexión con el mundo y la velocidad, por su
riesgo, es inherente al sicario por medio de la motocicleta.
El otro origen social del sicario antioqueño es innegable: el social, como resultado de
“un sistema de justicia inoperante, la destrucción de la familia como núcleo social,
la pobreza absoluta, la falta de educación”, un mal que se encuentra en la realidad de
Latinoamérica, donde trágicamente la acción política del Estado olvidó a los jóvenes
de las clases marginadas, que habitan en las periferias de las ciudades. Ellos, ante tal
atrocidad, se integran a los ejércitos de la violencia que pagan con la promesa de un
bienestar efímero, y valores éticos simbólicos para encontrar algún significado a su
realidad apagada.
EL SICARIO EN MÉXICO
En México, el término sicario se ubica en un contexto socio-histórico en el cual el
gobierno federal utiliza como parte de su eje político la “guerra contra el narcotráfico
(2006)” y ésta se polariza mediante los medios de comunicación.
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El Sicario: México-Colombia
La bifurcación entre el sicario colombiano y el mexicano se da a partir de las
políticas de asistencia militar a efectivos del ejército y policías federales mexicanos
por parte de E.U.A.8, con lo cual se ha brindado mayor organización y preparación
militar, consiguiendo un servicio más especializado a los cárteles del narcotráfico en
México, cuando elementos de estas instituciones desertan y ofrecen sus servicios y
conocimientos a éstos.
Es el caso de los Zetas (Martínez, 2009), antes brazo ejecutor del cártel del Golfo,
ahora un cártel del narcotráfico, en 1998 desertaron del Grupo Aeromóvil de Fuerzas
Especiales del Ejército, al igual que el Grupo Linces9 quienes, en conjunto con los
brazos ejecutores de los cárteles de Sinaloa, Tijuana y Michoacán han reclutado
militares o policías federales para trabajar con ellos. El sicario en México es parte
de la estructura organizativa del narcotráfico, que delega funciones para optimizar
su funcionamiento, porque grupos de militares o policías deciden prestar sus
servicios a cambio de mayores sumas de dinero, pero también se encuentran jóvenes
“desechables”, quienes no cuentan con preparación militar; éstos son adiestrados
escuetamente para utilizar armas. Como menciona Carlos Monsiváis: “la emergencia
del narco no es ni la causa ni la consecuencia de la pérdida de valores; es, hasta hoy,
el episodio más grave de la criminalidad neoliberal”. La competencia se refleja hasta
el extremo en el narcotráfico: los valores del capitalismo penetran hasta el límite de
las sociedades marginadas que sueñan con el progreso inmediato y que lo encuentran
en los rescoldos de la ganancia para ceder su posición a otro que busca ese sueño
efímero violento.
LAS REDES SOCIALES: YOUTUBE-BROADCAST YOURSELF (EL
“TRANSMITIRSE A SÍ MISMO”)
YouTube: Broadcast yourself maneja, en primera instancia, el discurso de, créate
a ti mismo y difúndete. El “yo” en auto-difusión se convierte en un espectáculo
de sí mismo, en el cual subyace una construcción de identidad para colocarse en
En este punto cabe recordar el tema acerca del concepto “guerra contra el narcotráfico” en perspectiva global, el cual
dio como resultado la preparación de más de 1.200 efectivos en la Escuela de las Américas, para crear en México al
GAFES.
9
Trabajan para el cártel de la Línea, en Ciudad Juárez. Libran una “guerra” por la plaza con el cártel de Sinaloa. Entre
sus víctimas se encuentran “funcionarios estatales, alcaldes y expresidentes municipales, policías ministeriales o
municipales, narco-menudistas enemigos o con deudas, miembros del cártel de Sinaloa o también como se auto
llaman Gente Nueva”. Gómez, Francisco. “Los Linces, narco-sicarios misteriosos”. El Universal, lunes 20 de julio de
2009.
8
81
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
ese escaparate mediático. La finalidad de YouTube es el espectáculo, el “yo” como
entretenimiento.
Esta característica es la que hace a este portal tan interesante e importante entre los
usuarios de Internet, allí se puede reflejar nuestro entorno, nuestra visión, transmitir
lo que somos, lo que queremos ser, cómo nos queremos ver, y cómo queremos que
sea nuestro terreno.
A partir de estas evoluciones entre los medios y los usuarios, el nuevo escenario en
el que se desenvuelve la comunicación está definido por una transformación de la
estructura social comunicativa, convirtiéndola en una estructura fundada en un
ejercicio individual. Y este modelo se perfila por la causa que lo hace posible; esto
es, por la introducción en el circuito comunicativo de prácticas sociales en torno a
valores, ideologías, estéticas o intereses de carácter individual que a su vez definen
formas nuevas de comunicación.
Este es el caso del fenómeno del narcotráfico en México, estructura que actualmente
utiliza estas ventajas comunicativas que actúan, si no dentro de la ley, tampoco
fuera. Pero no es en general una estructura como ésta la que se hace cargo de la
producción, sino específicamente, los sicarios; debido a que los usuarios de estas
sociedades conectadas no sólo adaptan las nuevas tecnologías a sus condiciones e
intereses personales, sino que además, se convierten en productores de contenidos
y de servicios. Por tanto, son consecuencias naturales la invención de nuevos usos,
de nuevos lenguajes y de nuevas finalidades, basados en una capacidad imaginativa
que les permite superar obstáculos jurídicos y construir redes de información con
objetivos que no habíamos concebido anteriormente.
Actualmente, los audiovisuales que nos presentan estos grupos por medio de
YouTube llevan una gran carga ideológica, más allá de la cultura de la violencia,
que -como ya se mencionó en apartados anteriores- indudablemente forma parte
de éstos. En los videos citados podemos ver ciertos elementos que constituyen
puertas a la interpretación, acompañados por canciones que, a su vez, reflejan
una representación del sicariato; sabemos que las redes pueden ser un recurso
que potencie al narcotráfico, o la adición de nuevo personal a sus filas. Ante esta
posibilidad, Victoria Grand, directora de políticas de YouTube, responde: “YouTube
elimina videos violentos y gráficos si otros usuarios los catalogan como ofensivos y
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El Sicario: México-Colombia
no tiene propósitos documentales o educacionales, sí el video es claramente violento
y el propósito es sacudir o disgustar, lo eliminamos”.
DEFINIENDO UNA IDENTIDAD
Los audiovisuales como producción discursiva, se ubicaron desde la red social
YouTube. Desde esta perspectiva de Internet, se analiza la construcción del sicario
para dilucidar elementos de su construcción identitaria.
Cuatro líneas de interpretación se entretejieron a partir del resultado de un proceso
metodológico10 que tomaron como hilo conductor la construcción de la identidad
como los plantea Ricoeur, y son las siguientes:
·
·
·
·
Alteridad: sicario-militar.
Conflicto permanente con el otro.
El sí mismo encontrado mediante la confrontación con su destino.
Hacia un imaginario del sicario mexicano.
Alteridad: sicario militar
El análisis se realiza a partir de tres rasgos que son: analogía de valores, ausencia de
voluntad de ser y sentido vicario.
Analogía de valores
En una imagen del video “Los zetas pesados” aparece el Z-1, quien fuera fundador
del grupo paramilitar Los Zetas, posa para la cámara; posteriormente, le sucede otra
imagen donde aparecen dos militares en medium close up, con boinas del ejército y
los rostros camuflados, saludando con la mano derecha en la cabeza; mientras esto
sucede simultáneamente el corrido narra lo siguiente:
(…) el jefe murió en la raya,
su ejemplo tomen en cuenta
10
El proceso metodológico llevado a cabo fue un análisis iconográfico del video, a partir del sistema de análisis
iconológico de Erwin Panofsky, que comprende tres niveles: 1) Nivel, pre-iconográfico o semiósico, 2) Nivel,
iconográfico, y 3) Nivel, iconológico. El desarrollo de estos análisis dieron como resultado tres categorías: el
imaginario, lo territorial y los objetos simbólicos.
83
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
su puesto era Z-1
y ese puesto se respeta,
lo que les dejó inculcado
ser gente siempre derecha (…)11.
“Lo que les dejó inculcado, ser siempre gente derecha”, se habla de la lealtad como
norma en su construcción, tomando en cuenta su fuerza ilocutiva de permanencia
en el tiempo, mantenerse en la palabra dada. Este valor es compartido dentro del
imaginario militar del deber ser. El militar es leal a las fuerzas armadas, “defiende”
intereses nacionales y pasa a formar parte del discurso del narcotráfico de forma
utilitaria para “defender” los intereses de su estructura.
Otro valor útil para el narcotráfico retomado de la disciplina militar es el trabajo en
equipo:
(…) no van a poder tumbarlos,
porque ellos son bien unidos.
El trabajo en equipo significa la resistencia, la trascendencia como grupo a partir de
la unidad, cuando el corrido narra: “no van a poder tumbarlos”, infiere un sentido
más profundo en el discurso, debido a que comparte el significado del logro por
medio del imaginario de funcionamiento de las estructuras militares.
Ausencia de voluntad de ser
(…) solamente una llamada
esperan para ir por ellos […]
solamente un objetivo
tienen los hombres de honor:
hay que matar o morir
sin que haya ningún temor (…)12.
La ausencia de voluntad en el sicario lo convierte en un ente desechable dentro del
grupo del narcotráfico, en el extracto anterior del corrido se encuentra una lectura
acerca del imaginario del deber ser del mismo, aquél que acata órdenes, cumpliendo
11
12
Corrido “Los más buscados”, éste se presenta como música de fondo del video “Los zetas pesados”.
Estrofas de la pista “Cuidando al jefe” del grupo Los sembradores de la sierra.
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El Sicario: México-Colombia
con el valor del honor, acerca de una voluntad doblegada por un principio moral:
“matar o morir sin ningún temor”, de manera que el actante queda encerrado entre
ese sentido de voluntad doblegada en la subordinación de poder y moral.
Sentido vicario
La construcción de sí por medio del otro, donde la alteridad entre sicario y militar
se convierte en un rasgo para la construcción de sí, el actante sicario proyecta su
génesis, valores, ausencia de voluntad, en conjunto, su deber ser dentro del grupo.
El sentido vicario se da a partir de la re-significación de valores que construyen.
Aunque el sicario se identifique con la imagen del militar es con éste con quien
mantiene un conflicto permanente, de lucha y contradicción.
Conflicto permanente con el otro
Las herramientas utilizadas en el conflicto son: las armas, las alianzas, la unión del
grupo y la solidaridad afectiva-efectiva. Esta última característica se genera a través
de la interacción dentro del grupo, que origina lazos emocionales entre los miembros,
en donde la mayor referencia se encuentra con la cabeza del cártel, entonces es el
primer generador del conflicto, el sicario tiene que fielmente protegerlo y dar la vida
por él.
Comenzando a definir al otro: “sobre advertencia no hay engaño”
Se identifica que el conflicto con el otro se refiere a dos tipos de actantes: uno es
el Estado, visto en la totalidad de su institución (de forma directa con el aparato
coercitivo, policial y militar); el otro actante, se encuentra en la misma esfera del
narco.
El conflicto con los otros tiene la característica de ser violento, con tal de conseguir
sus objetivos. La violencia como forma de expresión es la exageración de la capacidad
de reacción (Jaén & Dyner, 2010), con la cual los sicarios responden al otro dentro
del conflicto y como elemento empleado en la amenaza.
(…) no le atoren a la brava,
de eso no hagan caso omiso,
85
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
pueden salir muy dañados
o tal vez no salgan vivos13.
Las advertencias se encuentran inmanentes a lo largo de los videos analizados, a
través de imágenes donde aparecen sujetos “ejecutados”, poder armamentístico que es
ostentado incisivamente, entre otros; estos hacen del conflicto un factor permanente
que mantiene la estructura de un grupo de narcotráfico y que permite renovarlo.
A través de la protección al “jefe”, la defensa del territorio es la causa principal de la
justificación de la lucha y el conflicto con el otro, que también defiende las mismas
causas.
EL SÍ MISMO ENCONTRADO AL CONFRONTAR SU DESTINO
El sicario vive al límite de su existencia, su función como ejecutor en la estructura del
narcotráfico lo hace ser la figura más frágil por su condición de elemento de desecho
o reciclable; su identidad se forma a partir de la relación directa con la muerte,
causalidad del deber ser, de la regla constitutiva (Ricouer, 1996: 155), constante de la
permanencia en el tiempo.
(…) un objetivo
tienen los hombres de honor:
hay que matar o morir
sin que haya ningún temor (…)
No le temen a la muerte
porque la muerte son ellos (…)14.
Mediante las palabras: mantener, defender (la plaza), proteger, construyen el significado
de su devenir. El ser para la muerte se tiene que analizar por el sentido que el sicario
le da a su devenir: construye significados contradictorios acerca de la existencia en el
mundo que se sabe perdido, a partir del contexto de las situación socio-históricas, su
situación ínfima de “elemento desechable” y efímera por el paso de la organización.
Sin embargo ¿cómo se podrían constituir esas reglas en la identidad del sí mismo?
13
14
Estrofa de la pista “Los más buscados” del grupo Los invasores de Nuevo León.
Estrofas del corrido “Cuidando al Jefe” interpretado por Los sembradores de la sierra.
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El Sicario: México-Colombia
Se responde al igual que Ricoeur lo explica valiéndose de la función de las reglas
constitutivas como fuentes de significación y que, por tanto, llegan a regir conductas.
No obstante, quien puede dar un cauce hacia el comportamiento ético del sicario es
Nietzsche, cuando explica la voluntad de poder y la transmutación de los valores.
Visto de esta forma, el sicario es un ser para la muerte desatado en hedonismo, un
ser para la muerte en un nuevo sentido (si se le quiere inquirir, postmodernista) al
igual que la concepción de Nietzsche sobre el nihilismo, que en el caso de nuestro
actante, al final, termina trasmutando ciertos valores de la concepción cristiana sin
terminar de resquebrajarlos del todo, es en esta situación límite en la cual el hombre
ve reflejado el pesimismo de la razón, en su situación más consciente del mundo,
que va construyendo por medio de voluntad de poder en valores utilitarios para su
condición en el mundo.
Otra variante que nos explica la intención de este ser para la muerte es su causalidad
de ser, que emerge de las condiciones del capitalismo, como anteriormente se había
mencionado en el apartado contextual de la tesis, a partir de las palabras de Carlos
Monsiváis: “la emergencia del narco no es ni la causa ni la consecuencia de la pérdida
de valores; es, hasta hoy, el episodio más grave de la criminalidad neoliberal”. Los
valores que nacen de la dinámica del narcotráfico como actividad capitalista pero
que, a la vez, tienen un nivel secundario de actividad como el sicariato, cuyo mercado
es quitar la vida, llegando a la expresión límite del sistema.
El destino es aceptado como una consecuencia de su asimilación como ente
“desechable” y efímero, reconoce a un actante con identidad compleja, pero que
se muestra el encontrarse a sí mismo dentro de una dinámica violenta y nihilista,
de enfrentamiento constante con el otro y por consecuencia, su acercamiento a la
muerte. Una identidad y una conciencia en el mundo totalmente utilitaria, en servicio
de la acumulación por la acumulación, como espejo ulterior de lo establecido por el
capitalismo y sus reglas de juego.
HACIA UN IMAGINARIO DEL SICARIO
Dentro de los audiovisuales analizados se hallan aspectos que constituyen elementos
simbólicos de su mundo; entre ellos: su relación con el consumismo, la religiosidad,
la pertenencia a un grupo y los objetos simbólicos. Tales aspectos de significación
se tomaron como elementos transversales que emergen en mayor o menor grado
87
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
en todos los videos de nuestro corpus, lo cual nos hace pensar en un imaginario del
sicario mexicano.
…el dinero es pa´ gastarlo, no pa´ tenerlo guardado…
(…) Mario: si vinimos a este mundo
hay que disfrutar de él
dios mandó para gozarlo
la cerveza y la mujer (…)
(…) Valentín: la mujer que a mí me gusta
siempre la tengo a mi lado
ya no sé ni cuantas tengo (…)
(…) Mario: El dinero es pa´ gastarlo
no pa´ tenerlo guardado,
porque cuando uno se muere
no se lleva ni un centavo (…).
Mientras el corrido va avanzando aparecen dos personajes armados que disparan a
un blanco, los dos ríen y entre carcajadas chocan sus manos, festejan alegremente. Se
va construyendo una tríada de significaciones importantes: mujeres-dinero-muerte.
Se descubre una posición frente a la vida: tener mujeres donde quiera que se vaya o
donde se esté, derrochar el capital que se tiene en lo que se desee, a sabiendas que es
efímero; y la posición frente a la muerte, que llega, y que uno “se va” como llegó a este
mundo, sin un centavo.
La relación con lo material es contradictoria, si bien se tiene una concepción
capitalista, de acumulación; no se tiene un arraigo: lo material se adquiere, se
consume, y se desprende de ello, ya que al morir los actantes no se llevarán nada a
la tumba, deshaciéndose así de todo lo que han obtenido. El dinero, las joyas y las
mujeres son para la vida, no para después.
A PONERSE BIEN PILAS COMPAS…
Posan con las armas, con la cerveza, usando un lenguaje corporal retador, violento,
valiente, seguros de sí, decididos, comparten una estética similar: cabello en casquete
corto o rapado, delgados…
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El Sicario: México-Colombia
Casi al inicio de la trama del video “La línea” aparece una imagen que da la idea
de un equipo de futbol soccer llamado “Sicarios” y se conserva fija en un lapso de
tiempo mayor que todas las demás imágenes subsecuentes; dicha imagen se ancla con
el corrido de fondo:
(…) de Sinaloa hasta Chihuahua
JL ha controlado,
hay un grupo de sicarios
por todos muy afamados,
ellos son el grupo linces,
que al JL andan cuidando(…).
El trabajo en grupo representa una forma de camaradería, un elemento que
-aunque es permanente en un sentido visual en gran parte de nuestro corpus- subyace
el corrido y se cristaliza como la empatía entre los actantes, como una actividad
esencial, que sirve también como un conocimiento y reconocimiento del “grupo”
para una mejor eficacia laboral.
“En los extremos se han tocado la riqueza y la muerte”
Los elementos hallados como aspectos narrativos en las tramas analizadas dan cuenta
de una enramada de identidad, producto de su trabajo, del contexto que vive el país,
pero que no es ajeno a las concepciones periféricas sobre el capital, el consumo y la
vida o, en su caso, la vida en función de la muerte. En este punto se puede reconocer
un híbrido, quizá hasta una contradicción en esta religiosidad: la oposición de valores
y la manera en la que los sustentan dan muestra de una marcada transvaloración
religiosa, llevada de manera más pragmática y utilitaria, desplazando así una serie de
conceptos históricos sobre la religión y su relación con la vida fiel que lleva.
LA IDENTIDAD SIGNIFICADA
Sigo la orden del jefe,
secuestro, mato y entierro (...)
y siempre monitoreando y cazando al enemigo (...)
“El ejecutor”, Larry Hernández.
Nuestro objeto de estudio, los sicarios (actantes), han producido un discurso
audiovisual en el cual muestran una construcción de sí mismos. Debemos comprender
89
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
la pertinencia de observar minuciosamente el sentido que tiene la construcción de sí
mismos pensándose a partir de la red. En este caso, en una de las redes sociales más
visitadas por usuarios en el mundo, donde la inmediatez de la información viaja en
forma ilimitada, circulando diversos lenguajes construidos por medio de videos (con
contenidos tanto sencillos como complejos).
Es en tal contexto donde observamos los videos de nuestros actantes, mostrándose,
sabiendo que la red es un espacio donde confluyen distintos actores y posiciones. A
partir de ello, podemos observar que la construcción de su discurso, si bien puede ser
evidente, también mantiene elementos complejos y ocultos que solamente personas
conocedoras del contexto podrían acercarse a descifrar del todo.
Se pudo realizar un análisis interpretativo de este fenómeno, un primer acercamiento
hacia una construcción del sicario en México, mediante la red. Ello, desde los
textos que nos narran una identidad, una construcción compleja que se comienza a
desentrañar en nuestra sociedad.
El intercambio de los videos en este nivel, se da como reciprocidad de grupos que
muestran su rostro seguros de sí mismos, con mensajes de lo que son, con quién
tienen conflictos, en qué creen. Lo fundamental de todo ello es que encuentran el
espacio para definirse y volverse habitantes de la red, librando una batalla informática
por medio de un discurso elaborado.
Los elementos de este discurso se resumen en los siguientes puntos:
1). El arraigo al territorio es uno de los elementos que se muestra en principio por
parte de los actantes y que, en su afán por defenderlo, marcan límites mediante la
advertencia, no intimidando sino refiriéndose como grupos que son capaces de
demostrar la violencia hasta sus últimas consecuencias, como podemos observar en
el video “Michoacán”, la letra del corrido dice: “Nació en Peña Colorada, estado de
Michoacán…”, al tiempo que esto sucede, aparece una imagen que muestra una placa
de dicha entidad; después, el corrido refiere “valiente y muy decidido, se lo puedo
comprobar”, “en Tamaulipas matamos”. En este texto se inquiere que el mercado es
la principal causa de la lucha, se narra la advertencia y ésta se entiende por medio
de la protección de la plaza, de manera que mantener el control de la región es
trascendental en este conflicto.
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El Sicario: México-Colombia
2). El tono de amenaza está presente en los mensajes construidos dentro de la
situación de conflicto, dicha construcción es compleja; en su narrativa une elementos
identitarios (concepción de sí mismo) y valores como sicario y del grupo al que
pertenece, todo ello con recursos técnicos como el anclaje con el corrido, zooms
y slow motion, además de la violencia envolvente, como imágenes de muertos,
decapitados, armas, actitudes frente a la cámara (actitud “Vien Verga”(Loc. cit.) con
el fin de conseguir la intimidación.
Forman una trama narrada con el objetivo de comunicarle a su adversario su posición
dentro del conflicto permanente que se mantiene con él por medio de la amenaza;
donde si lo respetan respeta y si lo ofenden responde. Dicha postura se transmite
de manera audiovisual por la plataforma de YouTube; de esta manera, la amenaza
dentro del conflicto transmite quién es él, de dónde viene, para quién trabaja y qué
hace.
3). Los textos comienzan a definir una identidad del sicario mexicano, su relación
con la vida y la muerte; su alteridad militar; el conflicto y la amenaza como elementos
inherentes a él; su utilitaria religiosidad; y su concepción dual sobre lo material sin
aprehenderse de ello, la adquisición y el consumo como elementos explícitos que no
se arraigan, pero que se desprenden de ellos.
4). Sicario, es un término utilizado por los medios de comunicación para referirse a
elementos integrantes de las organizaciones criminales del narcotráfico que eliminan
a rivales de grupos contrarios o que se enfrentan a la fuerza del Estado. Dicho
término se retomó de la historia colombiana por los medios de comunicación por
ser el referente más inmediato de estos personajes, quienes se acercan a la coyuntura
en México.
5). El sicario por su actividad, su lugar en la infraestructura del narcotráfico, es
un sujeto desechable, reemplazable; hasta ahora, en nuestro país los antecedentes
históricos de este fenómeno reflejan un creciente reclutamiento de jóvenes para
dedicarse a estas actividades, y su vida dentro de la infraestructura es fugaz.
6). El sicario mexicano está consciente de su deber ser el cual es proteger los intereses
de otros, ceder su voluntad en nombre del capital, así como pertenecer a un solo
cártel y asumir su destino como ser para la muerte.
91
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
7). Al vivir al límite, el sicario asume las consecuencias de la inmediatez de su
existencia, debido a que, su labor lo pone muy cerca de la muerte a cada momento. Para
poder analizar su estrecha relación con ella, se tiene que asumir como desarrollador
de una actividad del capitalismo llevado hasta las últimas consecuencias y es ésta la
que transforma el sentido de los valores de la religiosidad llevándolos a lo utilitario,
modificándolos y también encontrándole un nuevo significado a la vida.
8). La creencia ha sido reemplazada, hay un desplazamiento en torno a la fe en
Jesucristo o la Virgen María hacia la devoción a la Santa Muerte. La gente que ha
vivido en este contexto ha visto en estos personajes una devoción agregada de
chamanismo, en general, son jóvenes sin una formación religiosa, formando una
“eficacia simbólica”: si ellos se encomiendan a él y resulta favorable, se apropia y se
encomiendan a sus servicios.
9). En las armas se observa la combinación de la opulencia y la utilitaria religiosidad,
así como la presencia constante y excesiva del dinero y la jerarquía. La contradicción
se observa a partir del oficio de “ejecutar” a un contrario con un arma construida
de elementos de la religión cristiana, de la cual solamente se toman los valores que
pueden serle útiles en su andar de sicario y que no le impidan su labor sin excluirlo de
su derecho a tener devoción en un ser supremo que los protege en el día a día.
10). La vida empieza a re-significarse por medio del pesimismo ante la situación
límite de existencia; se proyecta entonces el hedonismo, la pérdida de la razón por
el cambio de las funciones vitales, como se muestra en la siguiente frase del corrido
“La tambora va a sonar”: “el dinero es pa´ gastarlo, no pa´ tenerlo guardado, porque
cuando uno se muere, no se lleva ni un centavo”15. A partir de ello, se puede notar,
que se sabe de lo efímero de la existencia y, por tanto, si bien existe un deseo de
poseer, en éste no se observa arraigo con lo material, lo importante es tenerlo para
gastarlo. En este contexto todo se vuelve consumible, incluso se toma a la mujer
como un objeto de lujo: “la mujer que a mí me gusta siempre la tengo a mi lado”,
experiencias que se vuelven expresión de una concepción de vida a partir de una
actividad trágica y antagonista que finalmente expresa la misma dinámica de oferta
y demanda del sistema capitalista, que es tocado hasta su última expresión: la muerte
como mercancía.
15
Fragmento del corrido “La tambora va a sonar” interpretado por Valentín Elizalde y Mario Quintero.
92 cult.drog. 16 (18): 73 - 94, 2011
El Sicario: México-Colombia
11). El sicario parte de la construcción de un sistema de valores, los cuales están
arraigados desde su génesis como desertor del ejército o de las fuerzas policíacas. Dado
lo anterior, se ve que los valores como la lealtad, el honor, la disciplina construyen
un nuevo ethos en la identidad del sicario; por ejemplo, nos dicen en un corrido que
“(...) Solamente un objetivo tienen los hombres de honor, hay que matar o morir,
sin que haya ningún temor (…)”16. En este párrafo se encuentra el valor del honor,
dentro de la narración del deber ser del sicario, en el corrido “Los más buscados”:
“(…) el jefe murió en la raya, su ejemplo tomen en cuenta, su puesto era Z-1 y ese
puesto se respeta, y lo que les dejó inculcado es ser siempre gente derecha (…)”17. Esta
narración nos habla del valor de la lealtad y el respeto, los cuales permanecen en la
identidad del sicario; esta permanencia se muestra por medio del corrido cuando se
narra la disciplina y unión dentro del grupo: “(...) no van a poder tumbarlos, porque
ellos son bien unidos (...)”18.
12). Otro elemento sustancial que encontramos en esta nueva construcción de
identidad es la voluntad de ser, explicada por medio del corrido cuando se expresa:
“(…) solamente una llamada esperan para ir por ellos, a quien se pase de lanza,
lo despachan al infierno (…)”19. Es aquí donde la ausencia de voluntad de ser por
parte del sicario genera una relación de poder, donde es dominado por otro, y sólo
está a expensas de lo que se le ordene. Este elemento convierte al sicario en un ente
desechable, que se subordina para cumplir con las órdenes de su superior.
13). En esta construcción de identidad existe el sentido vicario por la situación de
identificarse con ciertos rasgos o valores militares-policíacos, pero también existe
la contradicción en cuanto a la lucha permanente contra éstos mismos, por la lucha
legal-ilegal. De esta manera vemos al militar como fuerza del Estado, mientras que el
sicario es el brazo ejecutor del narcotráfico.
14). La deserción de las corporaciones policíacas es fundamental en esta lectura, se
observa una construcción del discurso, sobre todo en lo visual. Un ejemplo de ello,
lo constituyen imágenes como las del vídeo “Sicarios 2009”, en el cual la narrativa
es construida mediante imágenes de militares y policías federales en un sentido
Extracto del corrido “Cuidando al jefe” de Los sembradores de la sierra. Video “Sicarios 2009”.
Video “Los Zetas pesados”.
18
Ibíd.
19
Estrofa del video del corrido “Cuidando al jefe” interpretado por Los sembradores de la sierra, incluido en el video
“Sicarios 2009”.
16
17
93
Ulises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda
disfórico con la narración del corrido. Lo que se puede observar es la globalización de
la violencia del Estado, que se sale de control para que grupos que funcionan como su
contraparte hagan uso de estos conocimientos para ayudar a la transnacionalización
del narcotráfico, así como también, a controlar cada vez más territorio y controlar el
mercado.
Cuando estos personajes se observan en el otro como una composición de lo mismo a
través del discurso construido en el audiovisual, emerge un significado trascendental
sobre las creencias, lo permitido y no permitido, su deber y la posición frente a la
vida y la muerte de un actor social que toma las redes de Internet para representarse;
donde el problema de la violencia va y viene desde sus orígenes, que muestra a los
aparatos represivos del Estado y su relación de conflicto y dualidad con éstos; y donde
la aparición de estos audiovisuales cristaliza una identidad que pretende legitimarse
cada vez más en la vida social mexicana.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
ETNOFARMACOGNOSIAS Y ESTADOS MODIFICADOS DE
CONCIENCIA (EMC) COMO POTENCIAL COGNITIVO
EN LAS DINÁMICAS INTERCULTURALES
JORGE RONDEROS VALDERRAMA1
Recibido: 10 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
RESUMEN
Este artículo, hace parte de los avances teóricos y epistémicos multidisciplinarios, desarrollados
por el autor en la línea de investigación: “Cultura y droga2”; específicamente, en el marco
de las formas culturales relacionadas con el uso y significación de costumbres ancestrales
con sustancias enteogénicas, incluyendo su inserción dinámica, la cual, es determinada por
las relaciones sociales de producción capitalista, en sus formaciones sociales occidentales
contemporáneas e interculturales; se parte de las acepciones más amplias de estos dos
conceptos como desarrollo del trabajo investigativo, argumentando que, las ciencias en general,
se desarrollan como procesos cognitivos en las sociedades humanas, que impactan y generan
procesos culturales transformadores y en tanto acciones humanas históricas, trascienden las
clasificaciones de naturales y sociales e incorporan, necesariamente, al arte, como experiencia
estética creadora, para describir y fundamentar desde la experiencia humana, la ampliación
de la conciencia (EMC) en diversos contextos, permitiéndonos explorar dimensiones
esenciales y prácticas, para buscar, pautas de conexión de la “vida” con la Naturaleza y las
sociedades humanas, planteando críticamente, una integración cognitiva y ecológica de
manera más profunda, superando enfoques que afirman reductivamente, la separación
cultural del conocimiento, el cual cada día más, propende por superar enfoques idealistas que
desestructuran las interacciones procesuales de la naturaleza (la dialéctica de la naturaleza) y
en ella, la vida humana, así, el campo de los estados modificados de conciencia, buena parte
Sociólogo, Esp., Mgr., Ph(c). Identidad y Relaciones Interétnicas, pasado y presente en América Latina. Profesor
Titular. Departamento Antropología y Sociología. Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. Correo
Electrónico: [email protected]
2
“Cuando hablamos de drogas, nos referimos a lo que generalmente, se conoce como fármacos, definidos éstos,
como todas aquellas sustancias capaces de modificar la sustancia viva. En este sentido, se consideran fármacos,
“tanto el perfume (o si no ¿cómo nos podría gustar o disgustar?), como la cocaína, pasando por la aspirina o el té
de tila” (Brailowsky, 1995:8).
Cultura: “producción de fenómenos que contribuyen mediante la representación o reelaboración simbólica a
las estructuras materiales, a comprender, reproducir o transformar el sistema social, es decir, todas las prácticas e
instituciones dedicadas a la administración, renovación y reestructuración del sentido” (García Canclini, 1986: 41).
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ISSN 0122-845595
Jorge Ronderos Valderrama
de ellos, derivados de prácticas y conocimientos ancestrales, vigentes en la sociedad actual,
prometen enfoques creativos y dinámicos, para crear campos y puentes bioéticos entre la
ciencia occidental moderna y las diversas formas de conocimientos ancestrales.
Palabras clave: conciencia, etnofarmacognocia, estados modificados de conciencia,
naturaleza, sociedades humanas.
ETNOPHARMACOGNOSTIC AND ALTERED STATES OF
CONSCIOUSNESS (ASC) AS COGNITIVE POTENTIAL IN
INTERCULTURAL DYNAMICS
ABSTRACT
This article is a part of the theoretical and multidisciplinary epistemic advances developed by
the author in the research line “Culture and Drugs”, specifically in the framework of cultural
forms related with the use and meaning of ancestral customs with entheogenic substances,
including their dynamic insertion which is determined by capitalist production social
relationships in its contemporary and intercultural occidental social formations. The article
begins with the broadest meaning of these two concepts for the development of the research
work, arguing that science in general develops as cognitive processes in human societies which
impact and generate transforming cultural processes, and as historical human actions. It goes
beyond the natural and social classifications and, necessarily incorporates art as a creative
aesthetic experience in order to describe and support, from human experience, the conscience
enlargement (ASC) in a diversity of contexts, giving us the opportunity of exploring essential
and practical dimensions to find connection guidelines of “life” with nature and human
societies, thus critically suggesting a cognitive and ecological integration in a deepest way and
going beyond approaches which reductively affirm the cultural separation from knowledge
which, every day more and more, tend to go beyond idealist approaches that deconstruct
nature process interactions (nature dialectics) and in it , human life. In this way, the field
of altered states of consciousness, a good part of them, derived from ancestral practices and
knowledge and valid in today’s society, promise creative and dynamic approaches in order to
generate bioethics fields and bridges between modern occidental science and the varied forms
of ancestral knowledge,
Keywords: consciousness, etnopharmacognostic, altered states of consciousness, nature,
human societies.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
CIENCIAS, LA GENÓMICA, SOCIEDAD Y NATURALEZA. PARA ENTRAR EN
EL TEMA
El conocimiento científico occidental, por principio y naturaleza, es abierto, no es
cerrado y mucho menos dogmático. Tiene como último fin, contribuir al desarrollo,
al progreso y en última instancia, a la felicidad y al desarrollo humano en su más
amplia acepción. Por sus principios éticos y bioéticos, es humanista y ecológico;
“conocimiento, convivencia y diferencia están asociados a la ciencia, la justicia y la
cultura que no son otra cosa que acercamientos progresivos a la Bioética, la justicia
sanitaria y la diversidad cultural” (Escobar, 2006: 15), sin distingos de enfoques o
doctrinas filosóficas, debe servir a toda nuestra especie, como parte integral de la
naturaleza, como hijos directos y legítimos de la Madre Tierra.
Por tal motivo, la ciencia en todos sus campos, incluida las contribuciones realizadas
a través de la humildad y sencillez de los científicos para comprender y respetar la
naturaleza (incluyendo a todos los humanos en ella), no debe continuar alimentando
la soberbia y la ceguera de poder; poder que la explota como “recurso estrictamente
económico”, utilizando su riqueza antropocéntricamente, a través de sistemas y
modelos, de beneficio excluyente para clases sociales privilegiadas o al servicio de
“pueblos elegidos”, que hoy dominan el mundo hegemónicamente, tomándose
atribuciones por sí mismos -para lo cual, han dispuesto con base en los desarrollo
científico-técnicos, de armas tecnológicas cada vez más sofisticadas para someter
a los otros-, aquellos que han sido juzgados como “diferentes”, incluyendo en estas
devastaciones, sus nichos ecológicos, por ende, ha sido un proceso histórico milenario
repetitivo, cada vez más “científico y técnico” de barbarie y, que hoy visibilizamos y
apreciamos globalmente -dramática y paradójicamente-, como fenómenos de cambio
climático, calentamiento global, con un daño causado casi irreversiblemente; los
procesos de entropía y consecuentemente, la destrucción ecológica que hoy padece el
planeta (nuestra casa), nos coloca en riesgo real de extinción.
Nuevas ciencias, como: la física cuántica, la astrofísica, la biología, la genética y
genómica; además de enfoques y campos multidisciplinarios y alternativos, como:
la ecología y la bioética; las etnociencias, como: la etnopsicología, la etnografía y la
etnología, la etnosociología, la socio-biología y la biosociología; todas ellas, a partir
de desarrollos epistémicos, estrategias metodológicas, técnicas y un nuevo enfoque
humanista, permiten al menos teóricamente a los habitantes del planeta, sin distingos
97
Jorge Ronderos Valderrama
culturales, compartir la “vida” de una forma “natural”, con un volver sobre la
sacralidad de los elementales de la Naturaleza misma, de la tierra, del agua, del viento
y del aire, pero en especial, sobre nosotros los seres humanos, dada la responsabilidad
que tenemos para propiciar e intentar cambiar el rumbo de destrucción actual del
planeta. Pueden contribuir en estos procesos, la creación artística y las prácticas
espirituales, según los contextos socioculturales, a nivel micro en especial. Temas
tan centrales, que son abordados desde la bioética y que están en el centro del debate
académico y político.
El gasto sanitario, la economía, lo justo, la eficiencia y la provisión de servicios;
el impacto de los descubrimientos biomédicos, moleculares, cibernético,
biónicos y atómicos, y la posibilidad, cada vez menos ficticia, de la elongación
de procesos vitales, incluidas las éticas de principio y final de la vida (Zambrano,
2006: 32).
¿Cómo hacerlo? Son varios los caminos, depende de los individuos y los grupos
humanos a los que pertenecen o se adscriben y, de sus contextos históricos y
condiciones sociales particulares. Uno de ellos y sobre el cual privilegiamos, es el
reconocimiento desde las mismas ciencias, es decir, por parte de los científicos,
que en las sabidurías y prácticas ancestrales de la diversas culturas en todos los
continentes, existen prácticas fecundas y propicias para valorar las enseñanzas de la
misma naturaleza; además de reconocer las formas de conocimiento que posibilitan
los intercambios cognitivos que ayudan a proteger la “salud de la vida” en su conjunto.
Existen diversos avances desde la ciencia occidental, que están en el mismo camino,
para contribuir desde prácticas psicointegrativas (como los Estados Modificados de
Conciencia), en diferentes culturas frente a los fenómenos de violencia y agresividad,
mitigando lo que hasta ahora ha ocurrido a lo largo de miles de años, mediante la
imposición de la exclusión y destrucción de los diferentes, de los “otros”; en este sentido,
se debe privilegiar la dialéctica de las inclusiones en el marco de los derechos humanos
y propiciar la creatividad artística, del respeto activo y las complementariedades de
las diferencias políticas, de pensamiento, de credo religiosos, de etnia o de raza y de
género. Lamentablemente, no ha sido así, a lo largo de la historia de la humanidad.
Remito como insumo a este debate, la obra del investigador colombiano Mauro
Torres, Lamento y elogio de la especia humana, el fin de la historia masculina.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Lo ocurrido hasta el momento, es que los mayores avances científicos, de inmediato,
han sido y son cooptados, comprados como mercancía, por intereses privados de los
centros de poder económico y político y, muchos de ellos, dominantes, colocándose al
servicio de la industria militar de la guerra y de los centros de exclusión. Parodiando
a Saramago, ¿Cuál es la ceguera?
Un campo privilegiado para dicha exclusión, ha sido la ciencia. Conviene situarnos
en el desarrollo de ésta y para el caso que nos obliga, en el marco de formulaciones
innovadoras, sin perder de vista, lo específico de la actividad propiamente científica.
Al respecto el antropólogo Fericgla, anota:
La ciencia avanza siguiendo dos procesos distintos y complementarios en ellos
mismos: a) Por un lado, están las formulaciones paradigmáticas innovadoras,
sugerentes, creadoras de nuevas y más amplias o más profundas formas de
organizar y manipular la realidad (traidor concepto éste...) que permiten
entenderla y pensarla en forma distinta al fin...; b) Un segundo paso en la
actividad científica es aquel más regular, metódico, analítico, verificador de
verdades fundamentales, al que podríamos llamar pensamiento estricto. Este
quehacer científico es posterior al primero e imprescindible para robustecer
la ciencia y comprobar, analizar, reforzar los pasos dados en la etapa creadora
anterior… (1989: 3-4).
Por tanto, un campo de apertura que posibilita a la etnofarmacognosia y los EMC, es:
[…] en relación con las construcciones sociales y culturales de los pueblos…
la relación sistemática eminente y primordial entre la cultura humana y el
inconsciente individual y colectivo, relación perseguida por los seres humanos
a través de muy diversificados sistemas, substancias y prácticas para alterar el
estado ordinario de la consciencia (Ibíd.: 4-5).
La ciencia y la tecnología, en los últimos 200 años y muy especialmente, con la
creación de los Estados nacionales burgueses y el sistema dominante, conocido como
capitalismo y sociedades de mercado, ha creado mayores desequilibrios sociales,
jamás vistos y sufridos sobre la historia vital del planeta. La idea positivista del siglo
XIX, conocida como la ley del progreso (Comte, 1981: 126), fundamentada en un
orden de la ciencia positiva, que debía garantizar, tanto la organización política,
como el progreso “social” para los humanos, no lo ha logrado. No obstante, a los
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Jorge Ronderos Valderrama
grandes logros en campos como: la física, la química, la farmacología y la biología,
recientemente; paradójicamente, han dinamizado un proceso de desequilibrio social
a nombre de la civilización, como cumbre cultural de la llegada de la sociedad humana
a su más exquisita evolución y estado definitivo, la cual habría permitido superar
aquellos estadios de salvajismo y barbarie, (Engels, 1976:), conceptos utilizados para
referirse a sociedades más elementales y principalmente, organizadas en el campo y
con unos pocos centros de concentración de vivienda.
Lo que sí ha sido cierto y proyectado históricamente desde la Dialéctica de la
naturaleza (Ibíd.: 29), fue el gran avance de las ciencias naturales desde el siglo XIX,
en una carrera de velocidad y de profundidad impensable en sus logros para esa
época, en especial la física, la química y la biología, con lo cual, se cumpliría aquel
sueño positivo de la superación del pensamiento religioso y especialmente, debilitar
y extinguir el poder ideológico de la Iglesia católica. Hoy en día, el avance de las
ciencias naturales es enorme, al punto que se ha creado una nueva realidad: el riesgo
inminente de la existencia de la misma especie humana y otras especies que conviven
en el planeta tierra, debido a las condiciones materiales creadas, relacionadas con
los modelos de vida y adicionalmente, el peligro nuclear existente bajo el dominio
de centros de poder militar de naciones y formaciones sociales, predominantemente
capitalistas. También, es un hecho incontrovertible que el pensamiento religioso y
la religiosidad espiritual no han desaparecido; incluso, resurgen formas y técnicas
arcaicas de experiencias místicas y trascendentes que, predestinadas a desaparecer en
la civilización, han vuelto a ser importantes para el ser humano, se han visibilizado, lo
cual ha devenido en una comprensión y explicación científica de ciertos fenómenos
humanos y naturales, catalogados por algunas ramas de la ciencia y profesiones
modernas medicas y psiquiátricas, como fantasiosos y alucinantes estados mentales
enajenados ¡Es una paradoja histórica!
El ser humano busca afanosamente tales estados de conciencia de trascendencia y
visión, estados que renuevan la salud y en especial, brindan formas de conocimiento
reveladoras. Los avances científicos tecnológicos de hoy en día, eran impensables
hace un siglo y colocan al ser humano frente a un reto enorme e histórico, bien sea,
para contribuir a que la ciencia esté en función de sociedades modernas realmente
democráticas, plurales y al servicio de la humanidad en su salud y la “vida” del
planeta o continúe en función de consolidar formas neocoloniales y neo-esclavistas,
algunas de éstas, sustentadas en estilos y modelos de vida adictivos y consumistas,
estilos geopolíticos de dominación, mediante el intervencionismo militar y político,
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
que han debilitado a las soberanías y democracias nacionales, pretensión moderna
y paradigmática. Tales avances logrados, nos permiten afirmar, que no hay límites
en el conocimiento humano para trasformar la naturaleza y transformarse creativa
y positivamente a sí mismo, pero también, para explotarla en forma tal, que la
“vida” misma, esté en peligro, incluyendo, desde luego, a la misma especie humana,
sometiéndola a estilos de maleficencia cada vez más generalizados. El fin de las
guerras y las esclavitudes es la utopía presente e implica, necesariamente, cambiar
los modelos y las estructuras vigentes de los sistemas basados en lógicas de poder
imperantes.
Respecto a la ciencia, Mariano Sigman, en el prólogo a las conversaciones de Jorge
Halperin con Jhon Sulston Edward, Premio Nobel conjunto en fisiología o medicina
otorgado en el 2002, por la decodificación del edificio genético de la humanidad,
señala:
Después de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, los secretos de la
esencia de la materia y la energía se volvieron trasparentes. Las consecuencias
de esta gesta tan elemental fueron evidentes para un grupo de físicos emigrados
de Europa a Estados Unidos y como corolario de sus avances resolvieron a plena
conciencia el curso de una guerra y establecieron el derrotero del mundo. Pero
algo más asombroso fue conocer que la mecánica de la vida era un instrumento
de poder. Inglaterra y en menor grado Francia se convierten en la próxima
cuna de la revolución: la biología molecular, en el laboratorio de biología
molecular de la Universidad de Cambridge. Allí, James Watson y Francis Crick,
descubrieron la mecánica de la herencia dilucidando la estructura de una
molécula. Pocos años después Sidney Brenner y el mismo Crick, entendieron
el lenguaje fundamental de la biología molecular, desencriptando el código por
el cual los genes implementan, por medio de proteínas, lo que sea que es la vida.
Allí, Cesar Milstein (argentino) y George Koheler, gestaron sus balas mágicas
e hicieron posible la explosión tecnológica de la biología molecular (Sigman,
2005: 6).
Para esta época y como seguramente se expondrá en algunas otras referencias, el
mismo científico sentenciaba que, los problemas clásicos de la biología molecular,
estaban resueltos o serían resueltos en la siguiente década. Señalaba que el futuro
de la biología molecular, estaba en la extensión de la investigación a otros campos
de la biología y notablemente en el desarrollo del sistema nervioso. Brener, propuso
el modelo para estudiar ambos problemas: un gusano. La imagen, evidentemente
101
Jorge Ronderos Valderrama
grotesca, hablaba del carácter a la vez maravilloso de la biología. Conocer las respuestas
a las preguntas más fundamentales, estudiando, hasta el cansancio, la naturaleza de
un gusano hermafrodita (Caenorhabditis elegans). Novecientas cincuenta y nueve
células somáticas. Siempre las misma. Siempre el mismo proceso. Una célula que
se reproduce en dos, luego en cuatro, que se diferencia, se multiplica, se convierte
en distintos tejidos, en aparatos digestivos, músculos y sistemas nerviosos, para
convertirse siempre en el mismo ser. Fue la tarea que Sulston asumió, utilizando un
cuaderno y un lápiz para registrar el linaje celular, donde el merito tecnológico, había
sido fijar el gusano a una gelatina. Sulston, comenzó a entender el sentido de los
genes, de cada gen sobre sus efectos más o menos azaroso, lanzando cascotes contra
el genoma e identificando los desperfectos que se sucedían: por ejemplo, el gusano no
crecía o lo hacía de otra forma y volvía así, atrás, para identificar el gen responsable.
Fueron casi 20 años para entender el genoma del gusano y después al genoma
humano. Pero, lo interesante de esto, es que fue una carrera contrarreloj del sector
público (que se desarrolló entre 1993 y el año 2000), contra las empresas científicas
privadas, la Celera Genomics, dirigida por el empresario investigador Crarig Venter.
Empresa que quería patentar el conocimiento de nuestros genes.
Sulston, puso en evidencia en los medio de comunicación los siguientes interrogantes:
¿Cómo es posible que permitamos a una empresa estadounidense, a cualquier
empresa, apropiarse de la herencia de todos y decir: “soy la única fuente de ADN,
siempre y cuando usted pueda pagar? ¡Esto parece una locura!
La victoria de Sulston y su grupo, puso el conocimiento vital del edificio humano en
manos de toda la humanidad (Halperin, 2005: 12).
De todo lo hasta aquí expuesto, espero que al lector le quede algo claro: la inteligencia
de la vida está en la naturaleza, la naturaleza es inteligencia, en tanto es vida y es a ella,
a quien nos debemos. La dialéctica de la naturaleza, como ciencia de la concatenación
total, abrió en el siglo XIX, esta posibilidad de conocimiento, una creación humana,
que posibilita la explicación de la “vida” a través de la materia, de la energía como
realidad. Los humanos a través de cualquier método que sea útil y eficaz, son
capaces de descubrir a través de la observación y la intervención en la naturaleza
(monitoreándola, observándola y registrando con instrumentos y medios técnicos),
las complejas y diversas relaciones que originan fenómenos y procesos vitales. La
naturaleza en su movimiento expresa “trabajo”. Podría señalarse que la naturaleza
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
como totalidad “trabaja” permanentemente, crea y transforma realidades, de hecho,
cada especie como movimiento evolutivo, es creación de la misma naturaleza,
incluidos nosotros los humanos. En el caso anteriormente mencionado sobre el
descubrimiento del genoma humano: ¿quién fue el maestro? ¿El gusano? ¿El científico?
¿Quién cambió a quién? El conocimiento científico, como práctica humana y social,
es una compleja relación que permite integrar y explicar relaciones procesuales de las
formas de vida en constante cambio y transformación, para explicar, incluso guiar e
intervenir, como ocurre con las biociencias y la biotecnología, la misma existencia
de la vida, lo cual supone desde luego, comprender el ciclo inevitable de la evolución
que los humanos categorizamos como vida y muerte. ¿Pero cuál es la pauta de las
interconexiones vitales y entre ellas la inteligencia en su forma de espiritualidad?
Es sugerente el planteamiento que hace Bateson, a partir de una serie de criterios
definidos como: proceso espiritual, señalando que, cualquier agregado de fenómenos,
cualquier sistema... es el agregado, es un espíritu, para lo cual, define seis criterios
que precisan el sistema del espíritu, refiriéndose a fenómenos como: “pensamiento”,
“evolución”, “ecología”, “vida”, “aprendizaje”; relacionando fenómenos del pensamiento
con sucesos materiales (Bateson, 2006: 103). Hilos teóricos delgados que relaciona este
autor, con el enfoque materialista, con base en las leyes de la materia, de la energía,
del movimiento dialéctico y permanente de la naturaleza y su relación con el proceso
“co-evolutivo de la filogenia con la historia cultural” (Cole, 2003: 152), hipótesis y
teorías, resultado del conocimiento científico que ayuda a explicar la relación entre
naturaleza y sociedad humana. En esto, encontramos el saber de la naturaleza y, de
nosotros los humanos, como resultado de ella, desde el australopithecus, pasando
por el homo habilis y el homo erectus, hasta llegar al Homo sapiens y al actual Homo
sapiens sapiens; por tanto, con base en el aprendizaje conseguido de ella y con ella,
además del saber y conocimiento logrado, construimos la conciencia, que incide en
nuestra práctica vital, como trabajo de transformación, pero también, en el conjunto
de la materia, de la naturaleza. Es decir, hemos co-evolucionado como espíritu,
planteado en términos de la hipótesis batesoniana, de la misma naturaleza, a partir
de las diferencias como especie, resaltando lo que afirma el mismo Cole (citando
a Liberman), que el lenguaje y el pensamiento, se inscriben materialmente en la
naturaleza (Ibíd.: 141). Esto es muy profundo.
Lo cierto es que, la ciencia en la estructura social capitalista, constituye un capital
cultural, que se traduce de un lado, en un medio de producción, pero también en
103
Jorge Ronderos Valderrama
ciertos procesos, en mercancía una vez ésta es privatizada como patente. Lo ocurrido
con el genoma humano y relatado anteriormente, es una advertencia de lo que
puede ocurrir y de hecho, está ocurriendo dramáticamente con la privatización de
la naturaleza, de la “vida” misma. Hoy en día, se obliga a los científicos a repensar en
términos políticos en su quehacer, para contribuir a evitar, desde la responsabilidad
de los Estados, que el conocimiento científico, al convertirse en exclusiva propiedad
de y para los centros de capital, especialmente, financiero, se traduzca en un medio
eficaz y definitivo para aumentar los desequilibrios sociales al interior de las naciones,
pero también entre unas naciones y otras.
Uno de los resultados más importantes de las ciencias genómicas para la medicina,
a partir de descubrimientos como los antes mencionados, es que la información
del genoma, podrá permitir una rápida mejora del tratamiento de la mayoría de los
cánceres, como anota el mismo Sulston, porque el cáncer es un cambio en el ADN
y ahora se conoce el centro del problema. Ahora bien, lo importante, es que estos
avances científicos sirvan sin distinciones a toda la humanidad. ¿Es posible esto?
Sí, pero no en el marco del modelo y la sociedad actual de inspiración ideológica
neoliberal, la cual, por su estructura concentrada de poder, discrimina la vida
humana, conduciendo a enormes cantidades de seres humanos a la marginalidad y
a la pobreza.
Existe una serie de aspectos conexos en relación con el cáncer, que deben mencionarse
para continuar con el mismo tema. Por ejemplo, la importancia, urgente y permanente,
de investigar sobre los factores socioculturales que inciden en esta enfermedad y su
conexidad con las condiciones ambientales, además de plantearse el cómo deben
ser los estudios sobre condiciones y estilos de vida en los sectores de población
de enfermos. De otro lado, urge la necesidad de indagar acerca de la forma en que
los fármacos y medicamentos que se producen a partir de los avances científicos,
realmente, son asequibles a los enfermos en condiciones de equidad, es decir, ¿sin
distinción social o de cualquier factor discriminativo?
Por medio de la ciencia, hoy en día se sabe, cómo pueden curarse gran parte de los
cánceres, pero ¿cómo lograr equidad en su atención? ¿Esto sería suficiente? Un caso
aberrante ocurrido en el año 2009, en el sistema de salud colombiano, fue la exclusión
de la atención a enfermos clasificados como “catastróficos”, derogado después por la
Corte Constitucional, según la sentencia T-710 del mismo año, haciendo imperativo
la salud, como un derecho y no sometido a condiciones de mercado o servicio público.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Continuando, hay algo importante que debe precisarse teóricamente. Lo social,
entendido como proceso de intercambio de energía de la vida en el planeta, no es algo
especifico de lo humano, sino que incluye como concepto y realidad de existencia, el
intercambio de información con otras especies de animales y seres vitales como los
vegetales y los seres fúngicos, los microorganismos, con quienes hemos construido el
proceso vital del planeta que hoy existe. Muchos de los seres y especies que existieron
(no sabemos a ciencia cierta si eran un mayor número de especies a las que hoy
existente), desaparecieron y en algunos casos se transformaron, mutaron, e incluso
hoy, tienen apariencias diferentes, si nos atenemos a los hallazgos paleo-arqueológicos.
Tema amplísimo y de gran curiosidad científica y humana en esencia, de lo cual, hay
avances importantísimos que no se detienen. Todos los días encontramos algo nuevo.
DE LA ETNOMEDICINA A LA ETNOFARMACOGNOSIA Y LAS MEDICINAS
ANCESTRALES
La etnomedicina o etnoiátrica, es un cuerpo de estudios interculturales, propio de los
países en los cuales existe una generalizada (pero importante, agrego), presencia de
conocimientos en medicinas tradicionales y en campos socio-médicos, con atención
especial y general de enfermedades, con medios no compartidos con la medicina
occidental contemporánea.
De acuerdo con Jon Foster, la etnonomedicina, puede considerarse como un
conjunto de las instituciones sociales y la tradición cultural, vinculadas a la búsqueda
de conocimientos para mejorar la salud. Así mismo, la etnofarmacognosia, es una
ciencia interdisciplinar, que se ocupa del estudio de la procedencia, la clasificación
e identificación, de artículos y productos para obtener medicación con base en las
medicinas tradicionales.
Por ende, la etnofarmacognosia hace parte de la etnonomedicina, junto con: la
etnofarmacología (un brazo de la medicina tradicional, que se ocupa de la acción,
interacción y procesos terapéuticos de los remedios tradicionales), la etnobiología
(especialización de la etnofarmacia, que se ocupa de la preparación de las recetas
farmacéuticas) y la etnopsiquiatría, basada en el conocimiento de las sociedades
tradicionales en prácticas, medicamentos y formas de interacción social destinados
a la rehabilitación de personas con trastornos mentales. Se trata de un campo del
conocimiento científico que, necesariamente, incorpora la etnofarmacología y la
etnobotánica.
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Jorge Ronderos Valderrama
De hecho, está siendo aceptado como un campo de la medicina y más recientemente,
se ha re-significado como el conocimiento de los saberes ancestrales y en nuestro
caso concreto, el que proviene de los pueblos amerindios. Esta es la delimitación que
aquí preciso.
No hay que olvidar que esta tradición no es solamente de América, debido a que
viene de épocas muy antiguas. Para el caso de España, proviene desde la época árabe,
siendo celebres los médicos y obras de este campo medicinal, como es el caso de
Abü-l- ‘Alã’ Zuhr (c.1060-113 l).
La investigadora Luisa María Arvide Cambra, destaca el interés contemporáneo
sobre prácticas tan antiguas, que a pesar del tiempo siguen siendo de interés para
ciencias como: la antropología, la psicología, la etnopsicología y hoy en día, la
etnofarmacognosia; en la medida en que tales prácticas y conocimientos, han sido
eficaces y dado respuesta a las necesidades humanas en un campo muy especial como
la cosmética y los gustos refinados. La investigadora señala:
“La temática del curanderismo, la magia o la hechicería, es decir, la medicina
popular, entendida como aquella que, en líneas generales, basa su terapéutica en
el uso de talismanes, amuletos, entre otros; el consumo de brebajes y pócimas de
extraordinarias propiedades para la curación de los males y dolencias. Tampoco
faltan en estas prácticas las recetas y fórmulas magistrales de asombrosos
resultados”. Esta actividad, de carácter evidentemente esotérico, ha existido
siempre a lo largo de la Historia en todas las civilizaciones y ha estado arraigada
en el hombre desde épocas remotas; y hoy en día, lejos de haber desaparecido,
persiste en determinadas comunidades, incluso, en pueblos de cierto nivel
cultural. El curanderismo, ha sido una de las prácticas más extendidas de la
medicina popular. En la actualidad, tiene aún, un auge muy considerable, sobre
todo en las sociedades folk y en algunas zonas rurales. En esta práctica dista
de haber uniformidad de técnicas. Entre los principales tipos de curanderos,
deben citarse los ensalmadores, que sólo curan mediante oraciones y los
charlatanes, vendedores de cualquier producto que, por lo general, en forma
de ungüento, que nominalmente, sirve de verdadera panacea. Junto a ellos,
debe citarse también, a la persona especializada en la reducción de luxaciones
y fracturas. Desde un punto de vista histórico, el curanderismo alcanzó notable
extensión en casi todos los países y subsiste, como ya he apuntado, incluso
actualmente. Destaca en este punto Gran Bretaña, cuya historia médica está
llena de curanderos famosos que llegaron a tratar, incluso, a los monarcas y, en
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Francia... (obras relevantes de autores como: Casas Gaspar, Gudiño, Castillo,
Pazzini o Glasscheib, dan cuenta de estos hechos).
Como vemos, con diferentes términos y particularidades locales, el campo de la
etnofarmacognosia, históricamente, ha sido de permanente interés y desarrollo
en las sociedades humanas. Tiene sus orígenes en lo más antiguo de los sistemas
curativos: el chamanismo. Pero, se expresa hoy en cualquier lugar y sociedades,
rurales o urbanas, sociedades del primer mundo o del tercero.
El término etnofarmacognosia reúne tres componentes:
1. Lo etno, referido específicamente, a la organización humana, sociedades humanas.
Su significado preciso es pueblo. Ha sido utilizado por cerca de 100 años para referirse
a minorías, reemplazo al término más generalizado hasta la Segunda Guerra Mundial:
raza. Refiere en todo caso, a sociedades pequeñas que tienen un bajo grado o nivel de
inserción con la cultura y sociedad dominante occidental (o de mercado). Capitalista.
En especial, refiere a los pueblos indígenas.
2. Fármaco, alusivo a farmacia, de manera específica, a las de origen natural (farmacia
vegetal). Recordemos que este término, tiene su origen en el término griego
fharmacon, que refería a remedio y veneno a la vez, diferenciado, básicamente en la
dosis.
3. Gnosis, derivado de conocimiento. “Conocimiento absoluto e intuitivo,
especialmente de la divinidad, que pretendían alcanzar los gnósticos”. Complejo e
importante fenómeno que ha dado lugar a múltiples doctrinas y sabidurías.
Podría señalarse que la etnofarmacognosia, se encuadra en el campo de las
etnociencias, que tuvieron su emergencia inicial en Europa a comienzos del siglo
XX, luego tuvieron un declive, pero con la antropología y los estudios culturales
reapareció en los años 70, con nuevas revaloraciones. Siguiendo a Beatriz Nates, esta
señala:
Dicho auge reaparece un tanto ligado al estructuralismo francés, muy a
pesar de los esfuerzos de la época por marcar la diferencia. De las muchas
acepciones con que se reescribe esta forma de hacer ciencia están la de “nueva
etnografía” o “etnosemántica”. Es llamada “nueva etnografía” por su enfoque
107
Jorge Ronderos Valderrama
etic y emic que no lo contemplaba exactamente la etnografía antigua. Etic en
el sentido del análisis nuestro y emic en el sentido del análisis de los “otros”
con quienes investigamos. Exponentes centrales en esta cuestión han sido
Goodenough (1964) y Tyler (1969), entre otros. Por su parte, la denominación
de etnosemántica se le da debido al fuerte componente lingüístico de los
estudios etnocientíficos, en cuanto al abordaje clasificatorio del conocimiento
(para nuestro caso botánico) étnico.
Luego y para finales del siglo XX y en la actualidad reemerge el interés por las
etnociencias.
Desde la antropología, se hacía investigaciones más desde el punto de vista
taxonómico, es decir desde el modo y sentido de cómo “la gente con quien se
investiga” nombra las cosas de su entorno (cultural, social, entorno ecológico), y
su articulación, mediante organizaciones que además de ser actuales, en cuanto
se refieren al presente en que son utilizadas, son el producto de la historia que
las ha contenido o recreado, a partir de lo que parafraseando a Lowie (1978)
podemos llamar piezas y fragmentos, que las necesidades de la práctica impelen
a tomar prestados, sometiéndolos continuamente a reestructuraciones y
reformas inconscientes (sin necesaria reflexión) e intencionales (por necesidad
práctica o teórica) que tienden a integrarlos en el sistema de la cultura
vivenciada... (Nates, 2006).
La etnofarmacognosia, esta intrínsecamente articulada a la etnobotánica y la
etnofarmacología.
Hay dos vertientes por lo menos, en la etnofarmacognosia:
1. La tradicional de la biomedicina alopática, la cual, es un campo específico de
conocimiento de plantas llamadas medicinales y muy comúnmente “aromáticas”.
Al menos en Colombia. Este campo progresivamente aumenta en importancia por
circunstancias y condiciones sociales de la crisis en materia de salud, en especial,
cuando el sistema de salud en el marco de los estándares e indicadores internacionales,
dado el enfoque institucional gubernamental-estatal, ha convertido a la salud en una
mercancía. Por ello, debe recurrirse entonces, de nuevo a prácticas tradicionales con
plantas medicinales y las antiguas recetas de las abuelas; la divulgación, por múltiples
medios de las propiedades de las plantas y demás, ha mantenido las tradiciones
sobre las hierbas y la herbolaria y, ha propiciado un espacio socio-medico-social y
medicamente significativo, que se llama medicina naturista.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Es ilustrativo que en el 2007, se publicara una investigación sobre usos de plantas
medicinales en Iberoamérica, titulada: “Etnofarmacología en Iberoamérica. Una
alternativa a la globalización de las prácticas de cura”, de la investigadora Isabel
María Madaleno, del Instituto de Investigaciones Científicas Tropicales. Programa
de desarrollo Global. Estudios de Etno-desarrollo en América Latina, África, Asia
y el Pacifico, en la cual, se publican resultados parciales de un estudio realizado por
cerca de 10 años, de la herbolaria medicinal y su conocimiento ancestral, realizado en
grandes ciudades: Ciudad de México, Lima, Santiago y Belém de Para. La investigación,
ilustra la presencia real e importante de estas prácticas, lo cual, es un indicador de
la necesaria relación existencial entre las plantas y los seres humanos. Los mamos,
de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada en el Caribe colombiano (Sierra
Sagrada, la llaman ellos), aseguran mantener una tradición superior a 3000 años; por
su parte, los Wintukwas, Koguis, Wiwas y Kankuamos, señalan que las plantas son
nuestras abuelas.
Como un dato más de la revaloración de las plantas para sus usos medicinales en la
actualidad, el actual gobierno colombiano, registra que el Ministerio de la Protección
Social, elaboró y puso a disposición abierta en su página de Internet, un completo
vademécum llamado: Plantas Medicinales en Colombia. Actualmente, los médicos
vinculados al sistema de salud, en sus consultas, sugieren el uso de determinadas
plantas a sus pacientes.
2. De otro lado, está la etnofarmacognosia, orientada al conocimiento que, podría
proponerse como “inter-científico”, que integra y permite la interculturalidad, entre
el conocimiento científico de las disciplinas, con las sabidurías y saberes prácticos y
eficaces, que poseen por tradición ancestral los pueblos indígenas, en especial, el que
conservan hombres y mujeres de conocimiento. Este campo se circunscribe, al campo
especializado de las plantas conocidas, como: “doctores”, en la amazonia peruana;
o también denominadas “sagradas” o “visionarias”, en otras tradiciones culturales;
igualmente, el mundo fúngico denominado: “hongos sagrados”, “niños santos”
(psilocíbicos, especialmente) y tradiciones mágico-religiosas andinas, que incluyen
la sagrada hoja de coca (Erythroxylum coca), los cactus de San Pedro (Trichocereus
pachanoi, T. peruvianus) y en Mesoamérica el peyote (Lophophora williamsii, L.
diffusa).
Uno de los términos que ha venido adaptándose a diversas culturas y campos del
conocimiento, es el de enteogénico, concepto acuñado hacia 1979 por Wasson, Ruck y
109
Jorge Ronderos Valderrama
Ott, el cual, ha ido adquiriendo una aceptación más amplia de carácter intercultural.
Algunos chamanes indígenas en Colombia ya lo usan, lo que expresa una aceptación
intercultural y se destaca además, que en la actualidad, hay científicos que lo aceptan
como concepto, no sin contradicciones y reacciones adversas, en la medida en que es
un término, que de alguna forma caracteriza la experiencia enteofarmacognósica, a
partir del mundo cultural cristiano occidental. Siguiendo a Fericgla:
La etimología de enteógeno deriva del griego clásico y viene a significar “que genera
dios dentro de mí” o más libremente “dios en de mí”. La matriz de este término es
theus (dios) y gen (que genera o despierta), el cual era usado en el mundo helénico
para describir la inspiración poética o profética y para describir el estado de catarsis
sagrada, producida por el consumo de plantas psicótropas, práctica que estuvo
vigente en la Grecia clásica durante más de 2000 años. Los griegos iniciados en los
sacros misterios eleusinos, délficos o de samotracia, eran aquellos que habían pasado
por la experiencia extática superior, denominada epopteía o percepción y experiencia
de la divinidad en el interior y eran llamados: epoptes , que significa
“testigo ocular” y a la vez “vidente que ha alcanzado la más alta iniciación en los
misterios sagrados”. A pesar del secretismo mantenido durante más de veinte siglos,
hoy en día, se conoce que tal epopteía o éxtasis sagrado, era conseguido por medio del
consumo ritual, de hongos enteogénicos (Wasson, Hofmann & Ruck, 1980; Wasson,
Kramrisch, Ott & Ruck, 1996) y que ello, constituyó, el origen del misterio central y
ulterior adoptado por los primeros cristianos en su ceremonia ritual, la Eucaristía
(Allegro, 1985); aunque con posterioridad, tal consumo de embriagantes sagrados,
fuera cambiado por el de un placebo.
En el presente artículo, me refiero específicamente, a este tipo de etnofarmacognosia,
la cual integra el conocimiento, con la dimensión espiritual y cognitiva en el más
amplio y profundo sentido e incluye procesos y métodos especialmente ancestrales,
como el ritual, que integra humanamente, a sus cultores, a la rigurosidad científica y
los avances de la química y la biología, por ejemplo. Quizá la genómica, podría tener
algo que aportar.
En relación con el consumo de enteógenos y otras drogas, está documentado
científicamente, que estos consumos no son exclusivos del ser humano y que cada
vez más, se demuestra la hipótesis de su incidencia en el proceso evolutivo de la
hominización, tales sustancias algo o quizás más, de lo hasta ahora tímidamente
sostenido, tienen que ver con:
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
No solo los humanos consumen estas sustancias, también lo hacen los animales;
lo documenta ampliamente Samorini (2003). Esto confirma la hipótesis que, los
animales poseen al menos una conciencia perceptiva o la capacidad de elaborar
formas simples de pensamiento con recuerdos o pensamientos de objetos y eventos.
La búsqueda de la ebriedad por medio de drogas es una… motivación primaria
en los seres vivos… la búsqueda de… embriagantes es más una regla que una
aberración… la ebriedad en animales o en los hombres tiene un valor evolutivo
adaptador (Samorini, 2003: 70).
Esta tendencia es anterior a la existencia humana y “recorre toda la evolución
animal, desde los insectos, a los mamíferos, al hombre” (Ibíd.: 66), aunque los
efectos en los animales, deben deducirse de su comportamiento o de registros
neurofisiológicos. A los loros y perros, les gusta el café; a los gatos, la valeriana y
el humo del opio; a las ratas, el opio; a los simios, el café, el cigarrillo y la cerveza;
al elefante, el alcohol; a las mariposas nocturnas, el néctar de las daturas; a los
caribúes, la amanita muscaria; a los petirrojos americanos, los frutos de bayas.
Mulos, caballos, vacas, ovejas, antílopes, cerdos, conejos y gallinas, buscan la
“hierba loca”, hierbas psicoactivas de la familia de las leguminosas. Elefantes de
Bengala, monos, orangutanes, zorros voladores, tigres de Sumatra, se embriagan
con el fruto fermentado del durián. Una especie de carpintero, los sapsuckers,
colibríes y ardillas, consumen la savia fermentada que produce alcohol. A los
caracoles, les gusta el alcohol, la cerveza y el vino, igual que a los erizos. Muchos
felinos buscan gramíneas o menta de gato (nébeda) y la matatabi. El reno, gusta
de la amanita muscaria, como las ardillas, tamias estriados y moscas. Cabras
y perros, buscan los hongos Psilocybe. Las cabras, también gustan del café.
Los pájaros, se embriagan con un tipo de rosa: espino de fuego o piracanta.
La paloma rosa, se embriaga con fandamón, fangam y una especie de lantana.
Gorriones y papagayos, usan las semillas de cáñamo. La cabra montesa, busca
los líquenes. Los koalas, se embriagan con las hojas de eucalipto; los jabalíes,
puercoespines, mandriles y gorilas, con iboga. Ratones y cerdos, usan la kava.
Vacas, caballos, ratones, mangostas, ciervos, simios y coderos, con marihuana.
Las hormigas con ipomea y algunas secreciones de coleópteros.
Otros animales buscan las plantas como medicina: los gatos, comen gramíneas como
vomitivo. Los chimpancés, una variedad de Aspilia, como antibacterial, antimicótico
y antihelmíntico. Los babuinos, comen el fruto de Balanites aegyptiaca, contra lo
trematodos (Gallego: 2010: 97).
111
Jorge Ronderos Valderrama
En una entrevista de campo realizada a finales del 2009, al antropólogo William
Torres (carismático líder de la maloca Nabi Nunhue (Gente Jaguar)), al sur de
Colombia, anota:
Específicamente, en relación con el yagé, algunas especies que lo consumen
han dado origen al nombre de ciertas variedades de la planta. Por ejemplo: tigre
huasca (yagé tigre), culebra huasca (yagé culebra), kinde huasca (yagé colibrí),
etc. Como lo comenta más adelante William Torres en su entrevista (Gallego,
2009: 91-92).
Respeto a la hipótesis de la relación entre las drogas, el proceso evolutivo y la
hominización, la autora señala:
Hay una asociación evolutiva plantas maestras, humanos y culturas. Las
plantas se comunican mediante colores, olores, señales químicas, y ondas
electromagnéticas. Las visiones de los humanos pueden ser mensajes de éstas,
decodificados por su complejo cerebro.
Al incorporar nuevos alimentos se descubrieron las plantas maestras que
ampliaban las capacidades sensoriales, la conciencia, afectaban el apetito, la
sensibilidad al dolor, la inmunoresistencia; les hablaban sobre su historia, sus
ancestros, la naturaleza y sus destinos. Fueron complementos esenciales en la
evolución individual y grupal, permitiendo el autoconocimiento, provocando
el fenómeno de selectividad de la especie, según si se consumían o no. Actuando
sobre el sistema nervioso, afectaron directamente el cerebro; favorecieron
el desarrollo del pensamiento simbólico, la imaginación, el lenguaje y la
expansión espiritual; evolucionó la cultura: rituales, códigos Lingüísticos,
ciencia y tecnología.
Con la “revolución agrícola” la diversidad vegetal disminuyó; sobre todo en
las culturas suramericanas, grandes agricultores que vivieron en comunión
con la naturaleza, cuyas mujeres se encargaron de la siembra y recolección,
comunidades matriarcales con diosas madres y ancianas sabias basadas en la
cooperación y la paz.
Posteriormente, se instala el poder varonil que arrasa elementos culturales
femeninos, instaura su religión, relegando, persiguiendo y sacrificando a las
mujeres. Quedan pocas comunidades con respeto y comunión hombresnaturaleza-plantas sagradas. Muchas de estas plantas desaparecieron con
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
la colonización europea. El uso medicinal y espiritual que los pueblos de las
montañas y selvas americanas daban a las plantas maestras como el tabaco,
la ayahuasca, la coca, daturas, y yerba mate, en contextos ritualísticos, ha
sido paulatinamente distorsionado o prohibido. En ocasiones, gracias al
prohibicionismo y a la desnaturalización de estas sustancias por los procesos
a los que son sometidas, han dado origen a adicciones y a otros productos
altamente nocivos (Antón, 2007) (Ibíd.: 92-93).
Siguiendo a Fericgla, citado anteriormente, y un especialista reconocido sobre el
tema, antropólogo y terapeuta, este plantea:
La Etnofarmacognosia reúne las principales características de las tendencias
más vanguardistas hacia la integración de diversos campos científicos, y con
ello permite caminar de nuevo por terrenos de investigación amplios. Se
enclava en el gran y actual interés hacia los fenómenos relacionados con la
cognición y la mente en tanto que espacio clave para entender la producción
cultural del ser humano. La Etnofarmacognosia no hubiera podido disfrutar
del auge que está adquiriendo lentamente de no ser per la doble actitud émica
y transdisciplinaria de sus investigadores, ya que los efectos visionarios de
los enteógenos tan solo pueden ser estudiados a fondo con carácter global y
sistémico, por medio de la auto-experimentación. Por otro lado, tales estudios
no podrían avanzar si no fuera intensificando la integración disciplinaria, de
aquí que no se trate ya de una rama multi, sino transdisciplinar.
Al mismo tiempo, la actitud forzosamente émica de los etnofarmacognólogos ha
llevado a comprender y asumir las propias categorías del pensamiento indígena
como probablemente nunca antes en la historia de nuestra disciplina, ya que
los diversos estados y formas de procesar de la consciencia humana no son ni
expresables ni comprensibles más que por medio de las grandes metáforas, que
constituyen uno de los aspectos más sutiles de cada cultura. Ningún antropólogo
investigador puede afirmar que ha analizado una cultura seriamente en tanto
no pueda entender el sentido profundo de las grandes metáforas que el pueblo
objeto de estudio usa para crear su mundo, proyección de su cosmovisión. Esta
vicisitud ha ampliado los propios horizontes de la Antropología cultural al
punto de que, eventos hasta hace poco tiempo considerados inexplicables, han
entrado a formar parte de las especulaciones o de los conocimientos científicos
sin que ello supusiera rebajar ninguna exigencia en el rigor metodológico de la
investigación, sino al contrario. En este sentido, el uso de enteógenos por parte
de la inmensa mayoría de pueblos ágrafos y de sus líderes religiosos, chamanes,
creadores inspirados o místicos y el intento de codificación científica de ello abre
113
Jorge Ronderos Valderrama
unas gigantescas puertas a la investigación de la mente humana y de su objeto
más preciado: la cultura (Fericgla, J.M., 1997.VIII Congreso de Antropología
en Colombia, Universidad Nacional, Bogotá, los días 5 a 7 de diciembre.).
No se puede soslayar en este momento, el interés cada día mayor por escuelas
alternativas en psicoterapia y psicología transpersonal y humanista, y la investigación
en la neurofarmacología y neurofisiología, en especial, por los efectos especiales y los
estados que provoca, que la tradición psiquiátrica calificaba como estados psicóticos.
Desde estas ópticas, en el medio científico, se alude a estas sustancias de manera
incorrecta y peyorativa como alucinógenas. De hecho, el término enteógenos,
reemplazó en diversos espacios académico y científicos, el de “alucinógenos” o
“psicodislépticos”, que con sus connotaciones negativas de psicosis y alucinación,
eran de uso científicamente inadecuado. Nunca fue correcto decir, que los chamanes
toman “psicodislépticos” o “alucinógenos”; y tampoco es literal decir que, consumen
“narcóticos”, como aparece por ejemplo, en el diccionario de la lengua castellana
para referirse a la ayahuasca. Así, en el diccionario de 1936, se utiliza el término de
ayahuasa (no ayahusca) y se refiere a: “Planta narcótica, cuya infusión toman los
indios ecuatorianos para embriagarse y tener visiones fantásticas”.
En la revisión del DRAE para el 2004, se señala a estas definiciones:
“Ayahuasca: (del quichua aya, muerto, y huasca, cuerda).
1. f. Ecuad. y Perú. Liana de la selva de cuyas hojas, se prepara un brebaje de efectos
alucinógenos, empleado por chamanes con fines curativos”.
Retomo lo antes expuesto, para señalar que en este contexto etnofarmacognósico,
los preparados o pócimas chamánicas, con base en estas plantas y sus rituales,
fundamentan un método cognoscitivo, a través de lo que se denomina “experiencias
cumbres” o “místicas”, propiciado por los principios activos y farmacológicos, según
la ciencia occidental y que, en contextos culturales ancestrales, se han traducido por
los antropólogos y viajeros, como “espíritus” o mediadores para conectarse con sus
aliados, seres o presencia de conocimiento. Este enfoque, es decir, la descripción
del fenómeno desde las valoraciones y significados de tales tradiciones, es el
enfoque más reciente desde las etnociencias y en este caso, es lo que denominamos
etnofarmacognosia, la cual, en su dimensión intercultural, a partir de las experiencias,
valora el campo semántico con metáforas, las cuales desde la ciencia positivista, no
son aceptadas.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Con esto, nos introducimos en lo que se conoce en el mundo académico actual como
chamanismo, el cual, refiere a ancestrales prácticas de conocimiento que, al interior
de las sociedades cumplía una función integradora, tanto a nivel individual, como
social. Las técnicas arcaicas del éxtasis fueron denominadas por M. Eliade, y en este
contexto emergen, las visiones ancestrales indígenas amerindias, las cosmovisiones y
la estructuración de los mitos de origen. En este campo, la enseñanza de la curación
es una experiencia vivencial que se produce en el ritual visionario con las pócimas o
remedios de plantas o los seres fúngicos, como es el caso de la Psilocibina, clasificado
en la farmacología, como drogas psicodélicas o psicodislépticas y que desde el enfoque
etnofarmacológico, se le denomina enteógeno.
La definición de Wikipedia sobre este fármaco y contrastada bibliográficamente, para
este efecto, es adecuada: “la Psilocibina (también conocida como 4-PO-DMT), es un
alcaloide pro-fármaco del clásico compuesto alucinógeno: psilocina, responsable del
efecto psicoactivo de la droga. Ambas drogas son miembros de las clases de drogas
del indol y la riptamina... La Psilocibina es producida naturalmente por alrededor
de 200 especies de hongos, incluyendo los del género Psilocybe como: P. cubensis,
P. semilanceata y P. cyanescens”.
También, se ha publicado, que es posible aislar desde una docena de géneros. Se los
conoce colectivamente como: hongos psilocibios. La posesión y en algunos casos el
uso de la psilocibina o la psilocina, es ilegal en muchos países alrededor del mundo.
Según Isaza M. G & C., Fuentes y Marulanda:
su uso estuvo siempre ligado a prácticas chamánicas, ceremonias religiosas,
rituales iniciáticos y otro tipo de actividades de gran valor cultural; muchos
investigadores han vinculado su consumo a los orígenes mismos de las religiones
y de los mitos, vinculo que ha sido puesto en evidencia en un sinnúmero de
expresiones pictóricas, escultóricas y literarias que en Asia, Europa, África y
América dan cuenta de su milenario y trascendencia impacto en la evolución
misma de la identidad de los pueblos; no falta quien incluso intente ligar los
orígenes mismos de la conciencia, la emergencia misma de la humanidad, al
uso de estas sustancias psicoactivas que en su mayoría no solo actúan mediante
el estímulo de importantes receptores en el cerebro sino que, la mayoría de
las veces, sus principios activos más importantes como la dimetiltriptamina, la
psilocibina, la psilocina, la mezcalina y el ácido lisérgico son estructuralmente
casi idénticos a los más importantes neurotransmisores cerebrales (dopamina,
115
Jorge Ronderos Valderrama
serotonina, norepinefrina). Desde el punto de vista molecular estas sustancias
“visionarias” son todas estructuras similares que pertenecen a dos grandes
grupos, las indolaminas y las fenetilaminas… (2006: 302).
Es necesario realizar una precisión sobre el término espíritu (ser inmaterial dotado
de razón, don que da poder, entre otros); con un significado occidental y de base
católico-cristiano, sin embargo, para mi criterio no es el adecuado, debido a que los
indígenas o el chaman, que participan en un ritual, aluden a ellos, como seres. El
significado de espíritu como se entiende comúnmente en nuestro medio cultural, se
refiere a “seres” diferentes al ser humano; que excluyen al ser humano; tienen diversas
características, poderes. De allí, la función del chaman como mediador con estos
“espíritus”. Esta denominación nos puede confundir.
Como lo he registrado personalmente, en mi trabajo de campo, este significado al que
aluden los chamanes, se refiere a un estado de trascendencia, de relación intima con la
naturaleza, con la vida, refiriéndose a una conexión vivenciada de manera profunda
por el ser que la experimenta, en un contexto que es claramente, precisado por el
ritual. Es una experiencia que culturalmente tiene sus significaciones, su contexto
y que, el individuo intencionalmente y con un fin de conocimiento o curación,
generalmente, busca de manera voluntaria y libre, cuando situamos esta experiencia
intercultural desde los occidentales, con su contexto especifico y las pautas con que
dialoga en la experiencia.
En el caso de los integrantes de una comunidad indígena, por medio de las tradiciones
y costumbres establecidas, la experiencia tiene su contexto y su pauta que integra al
individuo y la comunidad a través de ésta. Lo interesante y nuevo en el caso de nuestra
región, es el intercambio cultural, en el cual, finalmente, es la experiencia cognitiva
y espiritual, la que integra y de alguna manera diluye, los límites de lo estrictamente
cultural, por la experiencia vital y profunda, como seres humanos totales, incluido,
en algunos casos, las reconfiguraciones de género, revisiones de vida y toma de
decisiones, por encima de los parámetros, colocando con especial delicadeza, las
dimensiones reales de determinados códigos culturales.
Como ahora lo entiendo -a partir de mi trabajo de campo-, en los caminos de la
etnofarmacognosia enteogénica, se trata de que los participantes, tengan una
experiencia de trascendentalidad que de alguna forma resuelva los problemas de
salud y otras necesidades que resultan importantes en la vida cotidiana.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Se busca llegar a una experiencia transformadora de unión con tiempos y espacios
de la naturaleza por medio de la experiencia, en la cual, se experimente la unión del
sí mismo, con un no mismo, en el que todo se integra como realidad. Los psicólogos
denominan: unión/integración de opuestos. Fericgla, las denomina EXACES, que
significa, experiencias desestructuradoras.
Un investigador de temas como estos, desde la psicología transpersonal, como
Maslow, define a este tipo de experiencias como: CUMBRE; según este autor, tendría
entre otras, las siguientes características:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Universo como todo integrado y unificado.
Se acepta todo como es.
Desapego de lo material.
Trascender el ego.
Valor intrínseco.
Todo tiene significado.
Universales y eternas.
Aceptación y comprensión del mundo.
Vivencia que en otras culturas como la hindú, se denomina avatar (del sánscrito
avatara: descenso o encarnación de un dios. Encarnación terrestre de una deidad),
en la cual, el iniciado o el buscador, avanza en un camino cognitivo a través y con la
mediación del preparado de la planta o el fungi “hongo” sagrado, en el contexto de los
rituales de la tradición ancestral y que se han insertado en el mundo urbano, mestizo
y occidental, en términos de dinámicas interculturales, que crean una realidad, la
cual podría definirse como un estado de trascendencia que vivencia el sujeto. Así, el
mundo espiritual es una experiencia transformadora de conocimiento y curación. A
dichos estados que se vivencian, hoy comúnmente, se les denomina y acepta, como
estados modificados de conciencia (EMC) o estados no ordinarios de conciencia. Es
aquello que, simplemente, se le define como embriaguez chamánica.
El físico Fred Alan Wolf (2009), estableció una conexión directa entre el chamanismo,
la física cuántica, la psicología y la ciencia en general. Elaboró nueve hipótesis sobre
los chamanes y afirma que, el mundo occidental,
debe empezar a tener un punto de vista más tolerante con respecto a las
substancias sagradas y productoras de visiones, en particular cuando
117
Jorge Ronderos Valderrama
dichas substancias se toman bajo la guía de un chamán; una persona
con conocimiento sobre el mundo de las plantas (Wolf, 1993).
Sus hipótesis son:
i) ver el universo como hecho por vibraciones; ii) ver el mundo en términos
de mitos y visiones que en un principio parecen contrarias a las leyes de la
física; iii) percibir la realidad en un estado de conciencia “alterada”; iv) utilizar
cualquier truco para alterar las creencias del paciente sobre la realidad; v)
escoger lo que es físicamente significativo y ver todos los acontecimientos
como universalmente comunicados; vi) penetrar en mundos paralelos; vii)
trabajar con una sensación de gran poder; viii) utilizar el amor y la energía
sexual como energía curativa; ix) penetrar en el mundo de la muerte para
alterar su percepción en este mundo (Gallego, 2010: 112).
Una precisión necesaria sobre los conceptos relacionados con los estados de conciencia.
En una amplia literatura, incluso como esta, se utiliza el término de “alterados”, como
sinónimo de modificados y que a mi juicio, siguiendo a Grof, conviene separar. Los
“alterados”, son estados de conciencia no buscados, que no hacen parte de tradiciones
culturales o prácticas, que se producen por accidentes, situaciones personales y
emocionales intensas, que inducen a ciertos estados psíquicos, intoxicaciones,
enfermedades, entre otras. Lo importante, es que al referirse a estos estados, los
conceptos sean diferenciados de manera clara.
LOS EMC POTENCIAL COGNITIVO EN DINÁMICAS INTERCULTURALES
Como punto final de este artículo que devela el campo etnofarmacognosico y las
dinámicas interculturales en que nos encontramos insertos, específicamente,
en lo relacionado con los EMC, producidos por experiencias con enteógenos,
quiero compartir, datos, informaciones y aproximaciones, a partir de los trabajos
investigativos adelantados en nuestro grupo de investigación y que se reflejan en
las diversas tesis de maestría y doctorado presentadas. Me referiré, básicamente, a
la información de fuentes primarias, las cuales, devienen del trabajo intercultural
que se refleja en el campo científico, pero también, en los conocimientos y prácticas
propias de las tradiciones y reelaboraciones realizadas por el campo fenomenológico.
Comenzaré, por compartir una entrevista inédita que realizamos en la Maestría en
Culturas y Droga, en el año 2008, a Jonathan Ott, cuando éste, dirigió el seminario
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
de “Etnobotánica y Etnofarmacognosia de Plantas y Hongos Psicópticos
[Visionarios] en las Américas”.
Ott, químico y etnobotánico, con una obra monumental y de obligada referencia,
es uno de los científicos de mayor reconocimiento mundial en el campo de la
etnofarmacognosia.
La entrevista, como referencia, ilustra el intercambio de conocimientos en este campo
interdisciplinario.
Pregunta: ¿Cuánto se demora el yagé en el cuerpo después de consumirlo?
Respuesta: Grof y Mackenna, han hecho estudios en esta cuestión, de lo que se llama
la vida media fisiológica de los alcaloides. En el yagé el compuesto más importante es
la harmina y, en la chacruna y la chagropanga, es la dimetiltriptamina. Se ha medido
por pruebas en tomas de sangre, la vida media fisiológica de estos compuestos. Así, la
vida media de estos compuestos como en el caso de la harmina, tiene una duración
aproximadamente de dos horas, es decir, si la dosis contiene 400 mg de harmina y esta
se absorbe a tal grado que haya un cierto nivel en la sangre; la medida se especifica
normalmente por nanogramos y por mililitros de sangre. Normalmente, en la Amazonía,
aplican una dosis más fuerte de yagé, mucho más de la que se necesita para activar el
DMT por vía oral, gracia a esto, se sigue teniendo efecto un par de horas más, más de
tres quizás y si después de la toma se puede realizar otra y seguir teniendo este efecto de
ingerirlo por vía oral, entonces, normalmente, el efecto es cosa de tres o cuatro horas;
aproximadamente, en una hora comienza a hacer efecto, más o menos una hora o
dos de viaje y luego, otra hora de descenso, normalmente, a las cuatro o cinco horas se
termina el efecto, pero hay personas que lo metabolizan más lentamente, entonces, ese
también es otro factor.
P.: ¿Pero es posible que una persona, pasados cuatro y cinco días todavía tenga alguna
sensación producto de la toma?
R.: Sí, pero esto no sería propiamente farmacológico…
P.: ¿Sería psicológico?
R.: La cuestión es que nadie podría metabolizar tan lentamente, como para seguir
sintiendo efectos farmacológicos varios días después, lo máximo que yo he visto es un
efecto de 10 u 8 horas. Y esto es excepcional, normalmente, el tiempo máximo es de
119
Jorge Ronderos Valderrama
cuatro a cinco horas, pero muchos lo siguen tomando o se toman varias dosis, esto es
común y de nuevo depende de… el problema es que en el occidente se busca el efecto del
DMT, un efecto estimulante; la harmina de Banisteriopsis caapi, es sedante y esto hace
que la DMT llegue del estómago al cerebro, sin embargo, esto inhibe el efecto del DMT en
el cerebro; para los que buscan el efecto máximo del DMT, es necesario tomar una carga
mínima de Banisteriopsis y una carga alta de DMT, pero ese es un interés occidental;
los chamanes lo ven distinto y ellos siempre suelen usar… en Perú, por ejemplo, un
trozo de tallos de liana, así (señalando el tamaño de un dedo) para una dosis y eso es
muchísimo, de nuevo, varía de acuerdo al centro de la planta y la concentración del
alcaloide, pero puede funcionar nada más con el tamaño del dedo, más o menos así
de largo (lo muestra de nuevo), pero de nuevo para activar el DMT, muchas veces,
sobre todo aquí en Colombia, se usa yagé solo, no entran hojas u otros aditivos; lo más
común en Colombia, es una infusión en agua fresca con batidos del tallo, filtrado y
tomado, este es un psicotrópico en sí (harmina y banisteriopsis), pero es más sedante
que otra cosa, por ello, cuando es usado así, dicen, que la persona no se puede acostar,
porque puede llegar a dormirse y para los chamanes esto está mal, es como la pérdida
del alma, afirman en el Ecuador. Las tribus quechua, utilizan la chamiloca para la
chacruna o psychotria viridis, ellos plantean que lo usan simbólicamente, no con efectos
farmacológicos. La hoja que mayormente emplean es guayusa, la cual es fuertemente
cafeínica, para contrarrestar el efecto sedante de la banisteriopsis, no obstante, no se ha
estudiado nada sobre la interacción entre la cafeína y la harmina, que sería este caso;
por otro lado, ellos si usan chacruna, pero muy poco, no es indicativo propiamente, pero
esto es lo más común, buscan el efecto purgante del yagé de por sí; en Ecuador y también
en Perú, vulgarmente, se llama la purga, le dicen la purga, para hablar de la planta, es
purgante, debido a que hace a la gente vomitar, desparasitando, teniendo esta función
medicinal, entonces… y tampoco esta estudiado, la interacción de la escopolamina, que
sería el alcaloide principal del borrachero o la mezcla de brugmansia con banisteriopsis
y brimina; también la cocaína, las hojas de coca, la nicotina y las hojas de tabaco, son
aditivos muy importantes en la bebida, globalmente visto. Se conocen como 100 aditivos
y a veces combinan varios, pero suelen ser… los más importantes son los estimulantes,
las hojas cafeínicas, nicotina o cocaínicas, el DMT, también es un estimulante en este
sentido, es visionario, pero contiene efectos estimulantes; por ello, pueden combinarse
para tener efectos, para contrarrestar los sedantes que son la banisteriopsis, y ahí, habría
que especificar. De aplicarse las pruebas psicológicas, tendría que ser en base a una
cierta receta, digamos una cierta bebida, sin variar cada vez la mezcla, obviamente,
controlando este punto y asegurándose que todos estén tomando lo mismo, dentro de…
hay variaciones dentro de cada bebida, las plantas varían en la cantidad del alcaloide,
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
la dosis también, sin medirla; o sea, pero se puede tratar de controlar estos elementos, lo
ideal sería tener una sola, contratar un taita para hacer una tanda grande de la bebida
y usarla siempre… la misma tanda de la misma receta, para aplicar las pruebas si es
posible.
P.: ¿Hay alguna contraindicación para tomar yagé?
R.: La verdad, es que no se sabe a ciencia cierta, no es muy tóxico, pero la gente si
varía mucho en torno a la cantidad de la monoamino-oxidasa, es decir, la enzima y
esto tiene su impacto neuroquímico, muchos de los antidepresivos son inhibidores de la
monoamino-oxidasa, análogos a la harmina, pero suelen ser efectos que son comunes…
por ejemplo, isopor-carboxamida, que se toma por… es medicinal, como prototípico de
estos, tarda como una semana para ejercer el efecto en el cerebro y tarda una semana
en desvanecerse, por esto, es muy importante en la psiquiatría, el uso de inhibidores de
mono-amino-oxidasa; por su parte, la harmina, es un inhibidor de la mono-aminooxidasa, pero es de efectos cortos y se metaboliza rápidamente, no es acumulable en el
cerebro, como los que utilizados en la medicina, por ello, hay gente que está tomando
IMAOs y por ejemplo, son menos los efectos en la bebida del yagé, porque tienen altos
niveles de inhibidores de IMAO en el cerebro y esto bloquea el efecto del DMT, pero en
estudios realizados a pacientes que están IMAO de manera diaria o periódicamente,
ellos se vuelven inmunes al efecto del LSD, DMT, Psilosibina, entre otros, debido a que
es efectivamente, un efecto contrario en el cerebro.
P.: ¿No hay riesgo de muerte, ni de complicación alguna?
R.: No, nunca. Por regla, no. No es así de tóxico, pero si hubo un caso en Canadá,
recientemente, en que una anciana estaba… no me acuerdo qué condición tenía, pero
sí sé que se murió en una toma de yagé con un taita peruano, se me hace que estaba
invitado por grupos de allá y creo que se quedó detenido o acusado por lo menos de
complicidad. En esto no se puede decir que haya riesgo o grave riesgo, porque esto se
ha utilizado desde tiempos coloniales; por lo menos, en Perú, esto de combinar plantas
de DMT con Banisteriopsis y el yagé colombiano, se ha hecho desde hace miles de años
atrás con grupos indígenas aquí, sin embargo, ellos no hablan de esto, o sea que, se
tiene que ser delicado en términos de sobredosis de muerte, por efectos farmacológicos
directos.
P.: ¿Qué pudo haber causado la muerte de la anciana?
R.: No se sabe lo suficiente sobre este caso, pero pudo haber sido nada más por el entorno,
por el estrés, por cuestiones de… no sé, la verdad no sé las cuestiones particulares de este
121
Jorge Ronderos Valderrama
caso y es el único que yo conozco. La UDV, Santo Daime lo administra, ellos lo toman
las dos semanas todo el grupo, como sacramento, invitan a todo el público y no se ha
dado problemas de este tipo. Cuando trataron de legalizarlo en Brasil lo hicieron dos
veces, como lo mencioné en el seminario, una comisión de estudios le dio el visto bueno,
mientras que expertos médicos y farmacólogos, dijeron que no eran estupefacientes,
que no tenían problema de toxicidad y que no representaba un riesgo para la salud
pública.
Aditivos como la brugmansia o la escopolamina, sí tienen una fuerte toxicidad;
ahora bien, este tipo de recetas sí podría tener un mayor impacto tóxico, por mi parte,
no lo he probado con brugmansia (¿?); también el taita y la taita de Sibundoy y el
caso de María Inés Gallego de Manizales, afirman que ellos tenían dos bebidas, una
con brugmansia y otra con una solanácea que se llama brunfelsia, bebida que no
administran y a la cual, no se le conoce el principio psicotrópico, pero evidentemente es
muy tóxica, un colega difunto, alumno de Schultes, la probó e informó que poseía una
fuerte toxicidad. Se cultiva mucho en esta región, como ornamental, se ve mucho en la
ciudad de Manizales, la grandiflora, la flor cambia de color de blanca a morada y es
muy bonita, muy aromática y se cultiva también en México y Perú, aunque esto aún
está por estudiarse; me parece que lo más probable es que ellos tengan brugmansia con
psychotria o con diploteris, o sea DMT, con harmina y esta bebida, por lo general no
es tóxica, no se conocen muertes por sobredosis, ni de harmina, ni de DMT, en donde
me parece que el riesgo es factible por estudiar y ver todas las pruebas en torno a una
bebida, en torno a sus características, lo más estandarizadas que se puedan.
P.: ¿Personas que tengan una tendencia a la esquizofrenia o a la psicosis, pueden entrar
en una crisis?
R.: Sí; no es recomendable ningún visionario para este tipo de personas, debido a que
una de estas personas (nerviosas) pueden sentirse incómodas en algún momento o con
ansiedad, por esto, no deben de tomar estas sustancias, pero de la gama de sustancias
visionarias, como el peyote, mescaLina, hongos psilocíbicos, LSD, lo más seguro para
ellos sería tomar el “yagé”, porque tiene este aspecto sedante; en el caso de la mescalina
y la NDMA, estas afectan los receptores de noradrenalina, también el de la adrenalina
misma, el cual nos da la respuesta de miedo, de ansiedad, supervivencia… pero sí, no
deben de tomarlo personas que están en estos estados, por eso tampoco se recomienda
para adolescentes, hasta que hayan establecido una identidad; lo más prudente, es
restringirlo a los adultos, esto es lo que hacen los taitas, no lo dan normalmente a
niños… (Gallego, 2010: 82).
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Ofelia Gallego, realizó una entrevista a un neochamán para su tesis de magíster en
Culturas y Droga, un hombre que se ha convertido en nuestra región en un líder
espiritual y que se ha formado en el chamanismo yagecero, y que previamente, se había
formado en el budismo. Se trata de Hernando Arango. Es interesante en esta entrevista
anotar de qué forma, en una persona como él, se integran los saberes y sabiduría
ancestral, y como lo asume en un camino de vida. Es lo que ocurre con los enteógenos.
Las características de cultura e identidades se difuminan y se centran en lo esencial: lo
humano y vital.
P.: ¿Cómo es una iniciación?
R.: Es en una toma. Le dan a uno un yagé diferente; un yagé que es para aprender; es
fuerte y si no se enloquece uno con esto, se lo siguen dando a tomar; es muy fuerte. Es
para aprender a mantener la calma, es fuertecito. Empezó a darme otras plantas como
el andaki, el páramo yuyo para fortalecerme y cuando uno toma, aprende a ver lo que
tiene que ver y poder ayudar; para eso son esas otras plantas. Empezó a compartirme
eso y un día me regaló una botella como de tres litros (explica estirando la mano): “para
que empiece a compartir con sus amigos”. Y así empezamos hasta hoy.
P.: ¿Qué clases de yagé se utilizan en las tomas (Manizales)?
R.: Ocasionalmente, el cielo-huasca y tigre-huasca. El que más utilizamos es el curehuasca, que es un bejuco grueso, combinado con el chagro. El tigre también es un
bejuco grueso, pero no se enreda en los árboles mucho; igual, se combina con el chagro,
pero genera otras cosas; más como para confrontarse uno; y el cielo que es un bejuco
delgadísimo, ese sí se enreda en las plantas; también se combina con el chagro y permite
otras visiones, es otro proceso.
P.: ¿Para qué sirve el cielo-huasca?
R.: El cielo-huasca, es una planta para conectarse muy espiritualmente, con los espíritus
de la naturaleza. Según la religiosidad de uno, así mismo, nos conecta. Por decir algo, si
uno es Hare-Krishna, ve a Krishna; si es católico, ve a san Pedro, san José. Según lo que
uno tenga por dentro, él lo conecta con esto, de una manera vívida.
P.: ¿De qué depende de que utilicen uno u otro?
R.: De lo que se pretenda en la toma.
P.: ¿Qué los hace pensar que en esta toma el objetivo es este y que en aquella es el otro?
R.: El mismo espíritu del remedio… el yagé… lo guía… o sea, el maestro es el yagé
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Jorge Ronderos Valderrama
realmente, ese es el maestro; no es el taita. El taita es como un enfermero y a través de
él, el espíritu del médico es el yagé; este es el que actúa.
P.: ¿Cuál es la función del yagé en todo este proceso de la Escuela, en todo el trabajo
que ustedes hacen?
R.: únicamente médico. Es para curarnos. En un proceso sin fin: si no es una cosa,
es otra, pero siempre hay algo que lo aqueja a uno. Este cuerpito demanda mucha
atención realmente.
P.: ¿Siempre hay tomas de yagé y en todos los rituales lo utilizan?
R.: No; no en todos. Una cosa es el ritual del yagé como tal y otra cosa son los procesos de
la Escuela; la Escuela, ha asumido como parte de su aprendizaje el yagé, pero tenemos
otro tipo de rituales según lo que pretendamos: prosperidad, sanación, sanación
emocional, sanación del cuerpo; adquirir valor ante las circunstancias de la vida y
otras técnicas de la medicina, como el masaje, la acupuntura, la bioenergética… y hay
una técnica de sanación oriental que se llama upasana, que es muy bonita; es muy
efectiva y también la aplicamos aquí. Esa técnica la aprendí en el proceso del budismo;
es como decir, el chamanismo budista, porque es igual, manejar la tierra, el aire, el
agua, el fuego, algunas plantas, su modo de ingerirlas. Trabajar con las cosas naturales,
pero desde un punto de vista espiritual.
En otro apartado de la entrevista sobre el conocer y el saber en estos diálogos
interculturales, se hace evidente el potencial cognitivo existente y sus efectos con
personas iniciadas en el conocimiento, pero que inciden en el aprendizaje de otras
personas, que no necesariamente, están en el mismo camino o buscando el mismo rol.
Si queremos aprender la esencia del saber que ellos tienen, debemos entregarnos y
esperar a ver qué nos quieren compartir. Con ellos, he aprendido que lo importante
no es lo que uno quiere aprender, sino lo que ellos quieren enseñar. Es complicado.
“Sé de personas que se han estrellado, no sólo con Floro, sino con otros. Los sacan;
mejor dicho se ponen a tomarles del pelo, no les dicen nada. Pero si se logra tener una
relación más íntima, personal, tranquila, en la que ellos advierten que uno es el otro,
se sueltan. Cuando ellos se dan cuenta que pueden caminar con uno horas enteras,
sin tener alguna pretensión; cuando advierten que uno está allí porque le interesa
estar, sólo eso. Entonces, empiezan a contarle qué pasó con el papá, qué le pasó con
la mamá… le van contando a uno cosas que uno sabe que no son historias que les
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
pasó y ya, sino que lo que quieren es enseñarle a uno cosas; es una tradición oral”. Es
muy bonito; difícil, lleno de muchos misterios; aprende uno que los misterios no hay
que pretender descubrirlos y eso, para nosotros los occidentales es muy difícil. Un niño
quiere desbaratar todo, descubrir lo que hay por dentro, con ellos no es así. Por ejemplo,
los misterios que tiene la planta del yagé, lo sagrado que es para ellos, para nosotros, es
difícil entenderlo; difícilmente, llegaremos a comprenderlo. Para nosotros es una planta
que te pone a vomitar, a ver cosas y que purga; de repente, “le mete a uno una pela” y
“uno no sabe ni por qué”, pero entender esa visión sagrada, como lo es para ellos, ese
respeto tan profundo… para ellos la planta es el taita; la planta es el chamán realmente.
“En ese proceso de aprendizaje con el taita Floro, en una ocasión un compañero de
la escuela, que tiene como un año de estar viniendo, fue a una iniciación”… pero es
algo que lleva tiempo, uno lo sabe porque le ha costado; yo llevo 23 años “bregando” a
aprender una cosita y ahí medio-medio, algo descubre. “Este muchacho muy intelectual,
egresado de la Universidad del Valle, químico… estaba diciendo que era muy difícil ser
aprendiz y trataba de que yo le ratificara eso; entonces yo le dije “yo creo que debe de
ser duro llegar a ser aprendiz; estar puesto allí en esos zapatos”. Entonces, se estaba
enojando: ¡cómo así!, que le debía aclarar cuál era su posición, dónde es que está, qué es
él. Entramos en diálogo de que en la Escuela y lo he observado siempre con Floro, uno
espera que las personas vengan con una formación, con una educación mínima, “que
no coja algunas cosas que no deben ser cogidas”, respeto por lógicas, no irse metiendo
a un lugar si no es mandado a entrar... Floro estaba escuchando. Luego llegamos a la
toma y Floro, me pregunta: “¿a ti te ha parecido duro ser aprendiz?”. Entonces, le dije:
“Florito, espero que no me dé duro cuando llegue ahí. Espero que toda esta preparación
me sirva de algo para cuando llegue ahí”. Nos reímos”. El saber es infinito y uno se
encuentra con personajes… “hace poco conocí un taita, el taita Hipólito, ese señor, su
trabajo… yo no alcanzo, aunque he tratado y le he marchado y tratado de ser austero,
con sacrificio… pero no; hay cosas que no”. Yo no creo llegar hasta allá.
P.: ¿Qué otros taitas le han aportado?
R.: Tengo un amigo que trabaja en el Perú, el taita Humberto, no es experto en dar
yagé; él sabe mucho de otras plantas. Yo fui allá investigando sobre una planta que
se llama chiricaspi. A Floro y a mí, nos tocó ver morir a una persona víctima de una
agresión con esta planta y no hubo manera de ayudarle. Eso lo manejan en el bajo
Putumayo, algunos. Así, como nosotros tomamos yagé y la planta nos enseña a curar,
hay gente que toma chiricaspi y la planta les enseña a matar, a enfermar. Conocí a
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Jorge Ronderos Valderrama
este personaje y entablé una relación con él, “muy chévere” y me ha compartido
cosas muy interesantes: me regaló un ritual que me permite, en un momento dado
de necesidad, valerme de su conocimiento. Conocí la planta, allá vi y entendí, más
de cerca, lo del respeto a las plantas. Me llevó a conocer el bejuco del yagé y antes de
llegar a él, a conocerla, la llamaba: “comadre”, le cantaba “ya voy, ya voy” y cuando
estuvimos a cierta distancia, entró como entra un perro regañado a algún lugar. Llegó
hasta debajo del árbol donde estaba ese bejuco. Antes de llegar, me dijo “yo no sé del
yagé”; yo conozco un amigo que le puede enseñar, pero le puedo mostrar la planta.
Luego, él llegó y empezó a cantarle ahí, sudaba y lloraba cantándole a la planta y de
repente, se detuvo y me dijo: “ella le quiere regalar un bracito para que se lleve; ¿para
qué lo quiere?” Le dije, para curar. Siguió cantando y cantando y ¡me fue cogiendo esa
chuma!… ¡ni siquiera nos habíamos fumado un tabaco, ni nada!, ¡de vomitada y de
cagada, de visiones y tembladera y de sudor frío!, yo ahí, parado al pie de esa planta…
y entonces, pensaba dentro de mí: “Dios mío, si este es el que no sabe… cómo será el
que sí sabe”. Entonces, me mostraba las plantas, pero no me decía: “esta es malva o
esta es ruda”; me decía “este es un médico y sirve para esto; este es un abogado y sirve
para esto”. Cuando llegamos a la planta chiricaspi, planta larga con una bellota y cuya
bellota tiene una forma, que es la viva imagen del mismo al que le tememos todos.
Estando ahí le pregunté: “bueno, ¿cuál es el remedio entonces contra esta planta?”. Me
habló de otras cosas y cuando ya íbamos lejos, me dijo: “yo sé cuál es el remedio contra
esa planta, pero es que no podíamos hablar al pie de ella, ¡nos coge y nos da un pela!”.
Son muchos caspi. Por aquí hay un caspi que se conoce, al que le decimos manzanillo;
es una planta brava: el que se le acerca se hincha, le sale erupción, le da fiebres. No es
manzanilla la plantica, es un árbol: manzanillo. El remedio, cuando ya uno cae en la
cuenta, es “orinársele al pie” o “insultarlo”; este lo conocemos aquí, pero allá, son más
braveros, matan gente con eso.
UNA EXPERIENCIA EN UNA CEREMONIA (TOMA) DE YAGÉ
Las siguientes son algunas trascripciones de mi trabajo de campo, que ilustran el
proceso y las formas de conocimiento por parte de blancos u occidentales, que
aprenden con los indios a partir de las experiencias del yagé...
El taita introdujo el ceremonial con orientaciones específicas acerca de cómo realizar
la experiencia. Indicó, que él era el guía y cuidador del grupo. Le habló al yagé en su
lengua. Yo pienso (supongo en ese instante), que le pidió orientación y sabiduría.
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También le sopló. Sé que el sopló, es una forma de comunicación y de establecer
mediaciones de energía. Se santiguó con la cruz cristiana antes de proceder. En esto
tomó cerca de unos 15 minutos.
Por mi parte, me había colocado en su diagonal izquierda. Me había quitado los
zapatos. Llevaba dos pares de medias muy gruesas. Todos los elementos metálicos
también los dejé con el bolso. Me abrigué muy bien. Con una sudadera con capota.
El frío que viene con el efecto del yagé, es muy fuerte para mí. Por esto, me preparó.
Es incómodo.
Hugo, ofreció a quienes quisieran tomarla. Pedí hacerlo en primer lugar. El taita
sirvió aproximadamente 3/4 de un pocillo del “remedio”, como ellos le dicen. Primero
revolvió bien el yagé que estaba depositado en una botella de Coca Cola de 2 litros.
Esta se veía muy transparente. Él me lo ofreció y me miro a los ojos. También lo hice.
Me sentí cómodo y tranquilo. Salivé bastante antes de hacerlo.
Me lo tomé ofreciéndole a él y al grupo. Usé la frase colectiva proveniente de su cultura
y que hemos asimilado como yageceros urbanos en prácticas “neochamánicas” de
“buena pinta”, para expresar el deseo de que la experiencia ayude en los propósitos
personales y al grupo. Tomé un trago de agua que tenía dispuesto en la mesa. Sentí el
sabor muy amargo, como siempre, pero en menos grado que la última vez. Lo sentí
muy suave. Poco espeso. El olor es el característico del yagé, con aroma de un tipo
de madera y a tierra. El de la madera, que no conozco su nombre, tampoco lo he
preguntado, pero lo he percibido similar, casi en todas las ocasiones.
Después de tomarlo, volví a mi lugar seleccionado y me senté. Observé desde allí,
el paso de cada una de las personas que estaban en el grupo. Después me acosté
horizontalmente. Hugo, comenzó a cantar y a sonar sus collares. Su ritmo ya
conocido por mí, invadió el espacio… Canto al yagé: “sana gente, yagesito, sana
gente, gente sana...” La verdad este ritmo y letra me gusta. De verdad, es así. Puedo
ver que la mayoría de los humanos estamos enfermos. Estamos en una sociedad
enferma. No sólo en mi tierra y mi país. Siento una dimensión planetaria de la vida.
La Humanidad está ¡enferma!
Luego, la sensación de apretar y sentir una especie de calor en el estómago se
manifestó. Siempre ocurre. Finalmente, comienzo a irme. Sé que el grupo esta y hago
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Jorge Ronderos Valderrama
parte de él. Pero el grupo está en mí. Incluido el taita. Tengo clara la pregunta. Cierro
los ojos. Todo está oscuro. Lentamente, veo el punto que siempre me indica a dónde
dirigir el viaje. En esta ocasión es un punto suave de claridad y el entorno es oscuro.
Pero hacia el punto me dispongo a partir.
Seguirlo… Es así como lo hago. Es mi experiencia. El amargo del yagé me acompaña.
El punto al rato, toma un color como aguamarina oscuro. Me siento viajar en un
medio acuoso. Al comenzar a entrar en él, éste se amplía y comienzo a ver figuras
negras, moviéndose. Parecen como minúsculos animalitos que se mueven, como
en un baile, una danza. Asemejan a animales submarinos, como en un fondo muy
profundo. No siento temor. Pero sé que cada uno de estos animales son mis temores.
Siento que son los puntos o las cosas oscuras que debo aclarar. Son muchas. Pero
sé, que debo atravesar este túnel. Sigo el viaje y comienza a aparecer en la visión, un
fondo total, de cuadros muy pequeños de colores dorados amarillos, rojos y azules,
principalmente. Pero son una especie de cuadrados conformando una red que esta
al fondo. Es la “pinta”, así lo pienso y quiero meterme en esta red. Sigo mi viaje. De
pronto, siento que estoy metido en la red y que ella se mueve. Estoy completamente
envuelto en ella. La red se mueve, pero no deja ver hacia fuera. Estoy metido en ella.
Siento un peso en mi pecho. Yo veo mi cuerpo como si estuviera fuera de mí. Esta
allí, encerrado en la red que ahora ha ampliado sus cuadros. Son ahora muy grandes
y toman formas distintas, aunque cuadrangulares, que se alargan o se encogen, a
lo ancho o a lo largo. Pero la red tiene límites precisos. Los observó. Es como si
estuviera mi cuerpo en el interior de una tolda de acampar, movida por el viento,
siempre suspendida.
En mi estómago siento en ese momento una presión y sé que debo ir a vomitar.
Es curioso, pero en ocasiones anteriores, cuando llega lo que denomino “pinta”
(visiones de formas, movimientos y colores que a mi juicio son “señas”), sé de
antemano, que en ese momento debo ir a vomitar. Tal vez, en dos o tres ocasiones,
no he vomitado. De todas maneras, se que al pararme, debo hacerlo con cuidado.
La borrachera (ataxia), me obliga a caminar con lentitud. Sin embargo, es un estado
que me permite saber exactamente en donde estoy. Con quienes. Todo el tiempo en
mi viaje, sabía en qué experiencia me encontraba. Es decir, el mundo externo está
completamente claro y diáfano. Cada persona y espacio están en su lugar.
Así, que me paro con cuidado, relativamente rápido. Se adonde dirigirme. Hugo, que
está pendiente, me mira. Le digo que todo está bien. Le hago una seña. Le miro y
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él me mira. Camino. Salgo hacia fuera. Camino cerca de 8 metros. Busco el espacio
adecuado para vomitar. También sé, que al vomitar, debo pensar sobre qué es lo que
vomito. ¡Qué quiero vomitar! Así, lo hago. Mis miedos, mis cobardías. Pienso en
muchas situaciones vividas en donde este sentimiento de actuar, más por presión
o conveniencia externa “me obliga”. Ahora bien, lo entiendo como incapacidad y
falta de poder conmigo mismo. En muchas ocasiones, cuando dije sí, a algo, siento,
ahora lo sé, debía decir no. ¿Por qué lo hice? ¿Para qué? Vienen a mi mente muchas
situaciones. Busco mi verdad. Como llevar la vida sin mentiras. Por ejemplo, por qué
aceptar una invitación por formalidad, cuando ¿no quiero asistir a tal invitación?
Porque gastar mi tiempo en cosas ¿qué no quiero? ¿Por qué estar con quienes no
deseo hacerlo y no estar con quienes quisiera estar? Este momento del vomito, me
permite, cada vez que lo hago, tener una especie de relación con distintos momentos.
Como si estuviese en varios lugares y entre esos, yo y éste ser que vomita, somos
simultáneamente varios. Veo en este momento con mucha claridad, que debo soltar
muchas cosas. Situaciones que me amarran. Hechos que yo mismo construyo y me
ato a ellos, sin pensar mucho en las implicaciones y consecuencias. Luego, el sentido
de cumplir con lo que en un momento dije, no muy convencido, pero se lo dije a los
demás, me obliga. Es una obligación autoimpuesta. Ahora, pienso que debo tener
muy claro en mí, las palabras que digo. Se en este momento, me lo dice el yagé, que
debo controlar más, lo que digo.
Esa noche había luna llena. Todo estaba muy claro. La ciudad lejana, sus luces se
divisaban en el horizonte. El cielo es muy claro. Las siluetas de arboles y montañas
cercanas las veo muy bien. Me siento descansando cada vez que vomito. No es un
vomito de enfermedad. Es un vomito liberador. Muchas imágenes, de situaciones,
de mentiras, de personas, vienen a mi mente. No solo de ahora, sino de atrás. Es
como un recorrido. Cuando tomo el yagé en un momento me voy hacia a tras o
desde un momento, que de atrás en mi tiempo, me trae al presente. Permanezco
mucho tiempo. Uno de mis compañeros esta allí, también en lo mismo. Hablamos
algo. Sentimos que estamos abriendo el mundo en nosotros. Decido ir a caminar
y dar una vuelta. Lo hago. Regreso después de un tiempo al lugar inicial. Veo que
varios están tomando por segunda vez. Hugo me ofrece. Yo le digo que no. Estoy
muy bien. Me acuesto nuevamente. Vienen a mi conciencia, situaciones. Son como
otras conciencias que me hablan. Me dicen: haz esto. Has esto otro. No lo hagas. Yo
asiento o digo que no. Sé que me está hablando el yagé. Es la experiencia. Así, me
ha ocurrido en situaciones anteriores. Especialmente, en ese momento, me dice que
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Jorge Ronderos Valderrama
debo cambiar cosas en mi vida. Soltar procesos, soltar “amarras”. Que debo abrir
nuevos caminos de mayor libertad. Veo situaciones de mi trabajo. De personas
que interactúan conmigo y veo que les dedico demasiado tiempo. Debo pensar y
dedicarme más tiempo. Con todo aquello que me significa: gustos, juegos, tipos de
trabajo... Por el contrario, siento que debo estar más con otras personas. También
alejarme de otras. Veo quienes me rodean y no me hace bien estar con ellas. Por el
contrario, otros que están menos presentes y debo estar más con ellos. Comienzo un
recorrido o un viaje de relaciones con cada uno de mis hijos, con mi madre, con mi
padre ya fallecido. Trato de centrarme en la imagen de una fotografía en que estoy de
niño junto a ellos y me concentro para intentar volver a recrear la situación. No me
llega ninguna imagen viva de aquel momento de niño. Solo la misma imagen de la
fotografía. Camino de la mano por una calle de Cali con mis padres. Ahora, siento
a mi madre muy tranquilamente. Distante, pero tranquila. La entiendo como es y
simplemente esta allí. Siento que debo agradecerle infinitamente el existir. Tener esta
vida. Igual a mi padre. Pero nada más. Aquí estoy. Independiente de ellos. Vuelvo
a recorrer, a viajar en situaciones de tiempos pasados con mis hermanas, con mi
abuela fallecida. Vienen imágenes de su presencia. La oigo. Me río. Ella me juega.
Estoy conversando con cada una de ellas, en diversas situaciones. Es como si pasara
varias películas. Son muchos momentos, largos tiempos en cada situación. Vienen
muchas imágenes. Juegos, peleas, discusiones, risas. Lugares y demás. Días y noches.
Objetos de cada situación. Me acuerdo y veo muy bien nuestra casa de Cali. La sala,
las sillas. Mi madre, “la “radiola”, la música. María Luisa Landini. Su cálida voz.
Siempre la recuerdo con mi padre. Esa voz seguro llegaba a su corazón. También,
quedó conmigo. Cuando la escucho, ocasionalmente, siento a mi padre fallecido.
Son todas situaciones muy lucidas. Plenas de conversaciones acerca de los que
vivimos en esos momentos y que quedaron en mí. Como lo asimilé. Cuál era la
verdad. Cuál la mentira. Cómo somos, de cómo nos relacionamos, cómo estamos
de cerca o de lejos. Me veo en mi actual situación. Con mi compañera. Veo cosas
de nuestra relación. Lo que disfruto. Su risa. Lo que me disgusta... a veces su estado
lacónico. Quizá sus molestias. Háblale y dile lo que te gusta. Ahora me siento también
con capacidad de actuar con ella. Además, de preocuparme menos por lo que hace o
quiere hacer. Me siento más libre, ocupándome menos por las cosas que imagino y
no son. Vive con ella lo que tengas que vivir, Deja de preocuparte. Esto me da fuerza
y vigor. Lo otro me agota. Siento que estoy recobrando energía.
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
Siento un retorcer en el estómago. Me alegra sentirlo. También sé, que si voy al baño,
me sentiré más liviano. Me paro y salgo hacia allá. Busco el más distante para sentirme
más cómodo. Poder “cagar” con soltura y sentir que estoy sacando cosas negativas,
fuerzas negativas, rabias atravesadas... esto me libera. Realmente, esta experiencia,
sentida analmente, libera. Ahora siento mi cuerpo muy liviano. Salgo del baño y voy
a caminar. La noche sigue radiante con luna. Busco otro lugar y me recuesto en un
sillón. Desde allí, veo el resplandor de la luna. He caminado por el pasto. Me siento
perfecto. Hablo con varios personajes que están dentro de mí y responden a diversa
situaciones y con cada uno de ellos, son tres o cinco con quienes converso. Pienso en
las conciencias dialógicas. Recuerdo el texto de Txema. Yo le dijo Ajá, Ajá, cada vez
que veo algo o el yagé me habla. ¡Ajá! ¡Aja! Y vienen y llegan las respuestas. Tomar
decisiones y sobre todo actuar con mucha tranquilidad. En todo este viaje, creo que
ha pasado un larguísimo tiempo. Calculo que pueden ser las 3 o 4 de la mañana.
Comienzo a sentir que el yagé se despide. Está bajando. No he querido tomar nada
más, debido a que me he sentido bien. Lo he pensado. Pero también quiero salir.
Muchas son las respuestas. Me siento muy contento. Pude hablar conmigo mismo y
sentí y vi, como muchos planos de mi vida me hablaban...
Me levanté. Todos están acostados. Antes le había dicho a MIG que saldría. El grupo,
como individuos y Hugo, como taita de la ceremonia, los sentí como parte de mí.
Sin duda necesarios como ambiente relacional. Como el todo humano, del cual
hago parte. Todo el tiempo me sentí acompañado. Hugo me dio mucha seguridad.
Agradecí, mentalmente. Todos estaban acostados. Salí silencioso. Me siento cómodo.
También alegre. Liviano. Muy bien. Mentalmente diáfano. Relajado. Descansado.
Busco mis pertenencias. Sé donde las deje. Todo en su lugar. Los zapatos. Las llaves
del carro. Salgo nuevamente. Estoy solo. Salgo de la casa. Abro el carro y abro el
estuche. El reloj alumbra. Apenas son la una de la mañana. No han pasado, sino tres
horas. Me quedo sorprendido. Tanto viajé. Que dimensión del tiempo. Siento alegría
de lo vivido en conciencia, en el viaje y regresar. Tengo muchas cosas que hacer.
Debo cambiar cosas y asumir otras. Agradezco mentalmente a Hugo y al grupo. He
logrado quizás el mejor de mis viajes. Especialmente, en ver cosas precisas que debo
dejar. Soltar. Siento que debo liberar ataduras.... ¡Ya veremos!!!
PARA CONCLUIR
Como epílogo, les traigo a colación, un apartado de un artículo publicado por mí,
hace algunos años, en la revista Cultura y Droga No. 8, el cual ilustra el potencial
131
Jorge Ronderos Valderrama
cognitivo y espiritual de los EMC, en el plano estrictamente humano de la experiencia
enteogénica, permitiendo acercarnos y posibilitando a su vez, campos y caminos
de encuentro intercultural, entre los científicos (la ciencia positiva), los chamanes
(sabedores y sabios), el hombre y las mujeres de cualquier etnia; los cuales, sin la
pretensión de seguir estos caminos en su vida, encuentran respuestas y resuelven
problemas centrales de su existencia y, con ello, poseer una mayor comprensión de
la vida y sus misterios.
Respecto a la proyección del chamanismo moderno, se afirma que, este campo
posibilita la “integración de la biomedicina con las visiones tradicionales del mundo”
(Mehl Lewis, 1998: 177)3. Por su parte este autor afirma que:
La biomedicina moderna manifestaba auténtico desdén para con las medicinas
tradicionales. Los orígenes de dicho desdén se remontaban, por lo menos, a la
Iglesia católica en la época del imperio Romano. La medicina quedó relegada
a la Iglesia y los sacerdotes. A quienes la practicaban sin formar parte de la
institución se les calificaba de herejes... cuando la religión y la medicina
comenzaron a separarse durante el renacimiento, se evitaba comprensiblemente
todo concepto no mecanicista. El paradigma dominante consistía en interpretar
el cuerpo como un artefacto mecánico. Gracias a dicho paradigma, se logró
eludir el siniestro control de la iglesia (Ibíd.: 178).
De hecho, al menos la tendencia dominante de la biomedicina moderna, considera
a las medicinas tradicionales de un modo nefasto y análogo, como aquel que utilizó,
para rebelarse contra la Iglesia católica. Agregando el autor:
[…] hay muchos pacientes con enfermedades crónicas a quienes la
biomedicina moderna puede ofrecer poca o ninguna ayuda. Para ellos no
existen medicamentos ni técnicas quirúrgicas capaces de efectuar la curación
milagrosa. Por ejemplo, muchos pacientes sufren tanto a causa de los efectos
secundarios de la medicación como por su enfermedad y, sin embargo no se
les puede interrumpir la medicación porque la enfermedad avanzaría de un
modo descontrolado. Así pues el médico moderno se encuentra a menudo en
un callejón sin salida, de que haga lo que haga, no logrará aliviar el sufrimiento
del paciente, ni por supuesto, acelerar su curación... No obstante, a pesar del
veredicto oficial, ¿quién no ha oído hablar de curaciones milagrosas por parte
de esos curanderos de “tercera categoría”?... existen casos documentados
Así, también se llama un artículo suyo, en una publicación amplia y varias veces editada, con el título: El Viaje del
chaman, obra que es aquí referenciada.
3
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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (emc)
como los estudios sobre el brasileño Ariga4 o la excelente obra sobre Eduardo5,
curandero peruano, que confirman la veracidad de dichas curaciones (Ibíd.:
179).
En cuanto a lo que aquí respecta, en este proceso, especialmente, en el comportamiento
y las subjetividades humanas del plano religioso tradicional, como neo-religioso, se
han ido creando condiciones subjetivas y objetivas, para el acercamiento progresivo
hacia opciones espirituales alternativas ancestrales en la vida moderna, donde el
componente de lo mistérico reaparece re-significado y con potencia en el marco de las
sociedades racionales y científicas. Es un fenómeno de sincretismos y eclecticismos
culturales y contraculturales, que relacionan curación y religiosidad. Por tanto, lo
anterior, presenta una relación referencial en la visión chamánica del mundo, que
resulta de interés e importancia en los enfoques clínicos que los incorporan. Para
Mehl Lewis, son ellos:
1. Todas las partes del mundo, están interconectadas a todos los niveles de la
realidad, de modo que, cualquier cosa que le ocurre a un individuo, afecta a
todos los demás y lo que le ocurre a los demás, afecta al individuo, a todos los
niveles, desde el físico hasta el espiritual.
2. Los objetos perceptibles a los sentidos humanos, son manifestaciones locales
de pautas más amplias de energías.
3. Para la enfermedad, tan importante es, lo imperceptible a los sentidos
humanos, como lo que puede ser medido y comprobado por los mismos.
4. La conciencia es omnímoda; o dicho de otro modo, “todo tiene vida”.
5. El universo en su conjunto es sagrado y esta dotado de un propósito y de un
significado (Ibíd.: 180).
Como lo anota el autor, estos conceptos, resultan extraordinariamente parecidos a
los elaborados por la mecánica cuántica, la física molecular, las matemáticas de la
topología y la teoría de las catástrofes.
Mehl, L. (1986). Mind and matter: healing approaches to chronic disease. San Francisco. Mind-body-Health
Resources Press.
5
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Richmond California: North Atlantic Books.
4
133
Jorge Ronderos Valderrama
En los neo-chamanismos modernos y urbanos, existen fuentes ideológicas y filosóficas
provenientes de diversas corrientes del pensamiento y prácticas culturales, como
son: las orientales, el resurgimiento de tradiciones gnósticas, espiritistas y mágicoreligiosas populares, de tendencias neo-cristianas y de tradiciones chamánicas
raizales americanas, una de ellas precisamente la que nos ocupa, relacionada con
las medicinas tradicionales de origen amazónico, como es el yagé�. Estas corrientes
buscan, justamente, situarse en el marco etnofarmacognosico y en la dimensión
que he planteado. Todo lo cual, resulta de gran interés y con posibilidades prácticas
para individuos y grupos de amplia diversidad social, tanto en hombres, como en
mujeres, jóvenes, adultos e incluso ancianos, de diversos niveles educativos, pero en
donde predominan los profesionales y estudiantes universitarios, que encuentran
atractivos espirituales, de sanación, de curación y del mejoramiento en general de su
salud, además de la búsqueda de esa pauta cognitiva que conecta la integralidad de
la “vida” y en la cual, los contextos interculturales, de estas prácticas, se acercan y a
veces, en la experiencia misma se diluyen, quedando la experiencia entendida y clara
del individuo, como una realidad humana socializada que, se adapta a sus propios
contextos micro o macroculturales.
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136 cult.drog. 16 (18): 95 - 136, 2011
Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral
MEDICINA DE LA TIERRA: EL SENDERO DE LA MADRE
ANCESTRAL
WILLIAM TORRES1
Recibido: 29 de junio de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
Para ti Haba Saka,
y para ti, Wanble Ska Chikila.
Maestras del Vivir.
RESUMEN
El sendero de la Madre Ancestral, nuestra Madre Tierra, es vivido desde la antigüedad por
todos los pueblos y las gentes como una virtud con la cual honramos lo más sagrado de nuestra
existencia. En esta época de desprestigio del amor a la vida, nos corresponde revitalizar este
sendero sagrado, para encontrarnos con la bondad de curación y sanación que nuestra Madre
Tierra nos ofrece, como un don de medicina ancestral en los rituales y ceremonias sagradas
que han recibido y nos comparten las Abuelas de la Tierra.
Palabras clave: arte de la vida, ceremonias, curación, Nepal, sendero sagrado, tradición
andina.
EARTH MEDICINE: THE PATH OF THE ANCESTRAL MOTHER
ABSTRACT
The path of the Ancestral Mother, our Mother Earth, has been lived since antiquity
by all the peoples and the persons as a virtue with which we honor the most sacred
in our existence. In these times of love for life loss of prestige, it is our responsibility
to revitalize this sacred path in order to find ourselves with the goodness of recovery
and healing offered by our Mother Earth as a gift from ancestral medicine in the
1
Antropólogo. Líder espiritual de la Maloca Nabi Nunhue. Universidad Nacional de Colombia. Director Fundación
Chamanística de Colombia. Email: [email protected].
cult.drog. 16 (18): 137 - 148, 2011
137
ISSN 0122-8455
William Torres
rituals and sacred ceremonies that have received and share with us the Earth
gradmothers.
Key words: art of life, ceremonies, healing, Nepal, sacred path, Andean tradition.
I
Aquí, en tu lugar, en el infinito desde cuando aún no existía el Mundo, desde antes del
tiempo y en el tiempo. Allí, donde todo se junta y se diversa, la Abuela Madre aviva el
Espíritu de Vida. En este pequeño e infinito lugar de tu morada, que eres tú misma,
tu Misterio, que emana de ti misma. Desde el murmullo del silencio de tus actos la
Vida está surgiendo, la Vida estás donando. Espíritu y Materia se conjuntan en tus
actos. Desde tu sentir y tu pensar, Aluna, Madre Aluna, todo va naciendo. Desde tu
Visión Sagrada de la Vida.
Así naciste tú, tú misma, sin otra Madre que tú misma. Abuela Madre. Y de una
emanación de tu Voluntad de Vida emergió de ti el Infinito Cosmos. Esta morada
en la que habitas. El Infinito Huevo Cósmico de Cuarzo, la Maloca Ancestral, el
Universo múltiple e infinito.
En el Huevo Cósmico fue creando todo lo existente. En el inicio todo estaba oscuro.
No había ni Sol, ni Luna, ni Estrellas. Aún no había amanecido. La Madre no era
gente, la Madre es puro espíritu y pensamiento, Aluna: puro espíritu de todo lo que
ha de existir. Y de ella surgió el Mar. Ella era el Mar y todo lo inundaba, estaba en
todas partes. Todo era Agua, así como ahora, en todo está el agua, en todo lo viviente.
En el centro del Mar surgió la Madre Tierra: bella virtud femenina de la Vida. Así,
creó la Abuela Ancestral a su hija, nuestra Madre Tierra.
Abuela Madre creó la virtud masculina ancestral, al Padre sagrado Ancestro y le
encomendó fertilizar a la Madre Tierra. Surgió la Vida, en el Agua y en la Tierra:
las Madres y los Padres de todo lo existente, y de ellos, sus hijos: las gentes árboles,
las gentes plantas, las gentes peces, las gentes aves, las gentes animales… las gentes
humanas, todas las gentes de la Tierra, y todas las gentes compartimos y convivimos
desde el origen, el mismo espacio sagrado, el cuerpo de nuestra Madre Tierra.
138 cult.drog. 16 (18): 137 - 148, 2011
Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral
II
Todos somos Hijos de la Tierra, las aguas, los nevados, los hielos de los extremos de
la Tierra, los nacimientos de agua, las lagunas, los lagos, los arroyos, las quebradas,
los ríos, las cascadas, los humedales, los mares, la lluvia, el granizo, la nieve, y todas
las gentes, y los espíritus que habitamos en las aguas. Las montañas, los volcanes, los
bosques, las selvas, las praderas, las llanuras, las estepas, las mesetas, las planicies,
las hondonadas, las playas… y todas las gentes y los espíritus que habitamos en estos
lugares. El aire, el viento… y todas las gentes y los espíritus que habitamos en ellos.
Todos somos parientes, todos somos hermanos. Todos somos Hijos de la Tierra.
Las gentes humanas fuimos creados con una misión muy especial. No somos los
primeros, no somos los más antiguos de la creación, ni los más importantes, pero
si tenemos una misión y un destino muy importante. Fuimos creados con el único
propósito de ser los cuidadores y propiciadores de todas las manifestaciones y
expresiones de la Vida en nuestra Madre Tierra. A cada pueblo de las gentes humanas,
se le entregaron tradiciones ancestrales sagradas para cumplir con este propósito.
Todas las tradiciones ancestrales sagradas tienen este mismo y único fin, aunque
se expresen con modos ceremoniales diferentes, nos fueron donadas con el único
propósito de cuidar y propiciar toda la vitalidad sagrada de nuestra Madre Tierra.
A todas las gentes, a todos los Hijos de la Tierra, nuestra Madre Ancestral nos
ha creado perfectos, y nos ha entregado todo lo necesario para vivir en armonía,
felicidad y prosperidad. Hemos sido creados con la misma sustancialidad que está
formada nuestra Madre Tierra. Todas las gentes, todos los Hijos de la Tierra, estamos
hechos con los mismos componentes de la Tierra. Así, como el cuerpo de nuestra
Madre Tierra está conformado por elementos químicos, por minerales, por sales,
por cristales, por agua… y por espíritu, asimismo, están conformados nuestros
cuerpos, con los mismos componentes, desde las gentes más diminutas micro y
mono celulares, hasta los cuerpos más grandes como el pueblo de las ballenas. Y no
es solo esto, sino que, al mismo tiempo nuestra Madre Tierra nos dona a cada quien
con los alimentos adecuados que están conformados con su misma sustancialidad,
de la cual nos nutrimos; donándonos los espacios adecuados, en Ella misma, como
los hábitats y territorios específicos para cada una de las gentes y los pueblos; y nos
permite utilizar su misma sustancialidad para construir todo lo necesario para vivir
en Ella, y con Ella, adecuadamente. Esta inmensa y generosa virtud de nuestra Madre
Tierra es nombrada en lengua Uitoto como: Puinora Rigño, cuya traducción nos es
139
William Torres
donada por el abuelo Óscar Román2 como: “Madre Procesadora”, Madre que desde sí
misma, y en sí misma, genera y procesa todo lo viviente.
Nuestra Madre Tierra es un ser vivo. Desde siempre, todos los pueblos y gentes que
han vivido de acuerdo a las tradiciones ancestrales sagradas, lo sabemos y percibimos
así3. De este modo no sólo se sabe que hay vida en la Tierra, sino que, sabemos con
certeza que la Tierra es un ser vivo corporal y espiritualmente. La vida en Ella se
manifiesta de un modo infinito, múltiple, diverso y diferenciado. Todos los hijos,
todas las gentes, todos los pueblos de la Tierra, somos su Vida misma. Desde la más
pequeñita brizna de polvo, desde el más pequeñito grano de arena hasta el más grande
ser conocido, todos hacemos parte del cuerpo y del espíritu de este maravilloso ser
vivo: nuestra Madre Tierra.
En la antigua tradición de los Andes, la Madre Ancestral es nombrada Pacha Milli.
Es la Madre (Milli), de todo lo manifiesto y existente en el espacio-tiempo viviente.
Pacha, es el todo y su diversidad, es el Cosmos, el Universo, el Mundo, el espacio, la
Tierra; es un lugar, comarca o región; es el tiempo y esta época; es el momento y el
instante; es el rostro y es el vientre; es la manta, la ropa, el vestuario; y es también el
remolino y el movimiento espiral; y es la hierba medicinal… e incluso es un parásito.
Pacha Milli, es todo el Cosmos viviente diseminado en el espacio-tiempo, en cuyo
vientre habitamos. Todo lo que conforma el Cosmos, es el rostro de Pacha Milli. Su
rostro, es el rostro de lo viviente. Tres dimensiones sagradas conforman su cuerpo: 1)
el gigantesco e infinito Huevo Cósmico de Cuarzo: Hananpacha, el mundo de arriba,
lo celeste, donde habitan los seres más sagrados, 2) Kaipacha, el mundo de aquí,
nuestra Madre Tierra, nombrada Allpamilli, y 3) Ukupacha, el submundo interior, el
mundo de las profundidades de nuestra Madre Tierra. En este misterio sagrado, el
Cosmos, el Mundo, el Universo es Huarmik, femenino, y se manifiesta y expresa en el
cuerpo, y Huarmi, en el cuerpo y la vida de la Mujer.
El abuelo Óscar Román, es un sabio del pueblo Uitoto, quien pertenece a la gente Enokayi (mafafa roja). Vive en la
región de Araracuara, en las márgenes del río Caquetá (amazonia colombiana).
3
Sólo muy recientemente los conocimientos académico-científicos han reconocido esta realidad. Hasta hace muy
pocos años, este conocimiento sólo se atrevía a decir que: “en la tierra existe vida”, pero no que la Tierra es un
ser vivo. Con las investigaciones científicas de James Lovelock, sobre la hipótesis de Gaia publicadas en 1988,
la comunidad académica-científica, empezó a admitir, no sin ciertos escrúpulos, que la Tierra es un ser vivo. Al
respecto se puede consultar: James, Lovelock. (1993). Las Edades de Gaia. Una biografía de nuestro planeta vivo.
Barcelona: Tusquets.
2
140 cult.drog. 16 (18): 137 - 148, 2011
Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral
La virtud sagrada ancestral masculina es nombrada Pachakamak Pachayachachik.
Su bondad y poder es la sabiduría (yachachik) del Cosmos (Pachamilli) con la cual
cuida (kamak) de él, y propicia su armonía y permanente renovación. En su actuar se
gesta el poder sagrado Sinchi, la virtud ancestral del guerrero. El misterio sagrado del
guerrero no es el del peleador, no es el del pugilato, no es el del gladiador, no es el del
combatiente, no es el del soldado, ni el del policía. El misterio sagrado del guerrero,
es el cuidar con sabiduría la armonía y la renovación sagrada de la vida en todo lo
existente. Él es quien posee los tres rostros que miran y ven, atenta y permanentemente
con su cuidado y sabiduría el pasado, el presente y el futuro, y al mismo tiempo, y en
el mismo instante las dimensiones del espacio: Hananpacha, Kaipacha y Ukupacha.
En su actuar se gesta el poder sagrado: Yachak, la virtud ancestral de la sabiduría, la
sabiduría del Cosmos, la sabiduría Pachamilli, y asimismo, es su gran maestro. Nos
enseña la sabiduría y el conocimiento del Cosmos. Quien cuida de Pachamilli con
sabiduría, es quien sabe y conoce la virtud Ambina, la virtud sagrada de curar, activa
en su magisterio. Nos enseña el arte de curar. Cuidador-Guerrero, Sabio, Maestro,
Curador… Pachakamak Pachayachachik es Yaya, es el Padre Sagrado Ancestral. Él es
la virtud sagrada, y masculina de Pachamilli, que se gesta en su misterio ancestral y
se manifiesta en todo lo existente.
III
En las montañas del Himalaya, en Nepal, vive una abuela chamán quien ha recibido
las virtudes sagradas de la Abuela Ancestral. Ella tiene el honor de haber recibido el
nombre de la Abuela Ancestral, que en su tradición es Parvati, como una premonición
de su existencia Jhankri (chamán). La abuela Parvati Rai pertenece a la etnia Kirati,
nació en el año de 1946 en Bjojpun Chhinakhu, en la región oriental de Nepal. Su
primera experiencia de iniciación chamánica la tuvo siendo niña, a los nueve años de
edad, y fue consagrada Jhankri a los dieciséis años. Durante sus años de aprendizaje
vivió en las montañas selváticas y en las cuevas del Himalaya. Allí, experimentó y
aprendió los misterios de todas las plantas, y de los espíritus sagrados que le fueron
revelados por Ban Jhankri (Shiva-Parvati) el Chamán Ancestral, y así, conoció toda
la sabiduría de sus ancestros para devenir y ser reconocida como una mujer Jhankri
por su pueblo Kirati. Hoy en día, vive en Katmandú, donde comparte su sabiduría y
arte chamánico.
La abuela Parvati Rai, está sentada frente a su altar, que ya ha instalado, para realizar la
Chinta, ritual sagrado de curación e invocación de los espíritus. Es un altar pequeño,
141
William Torres
si se compara con el que está permanentemente instalado en su hogar. Este es el altar
que ella lleva consigo, cuando va a uno u otro lugar. Frente a todo, está el recipiente del
Fuego Permanente, un recipiente metálico con brazas de carbón en el que se ofrenda
el incienso a todo lo viviente, el Cosmos Sagrado, a Ban Jhankri (Shiva-Parvati, el
Padre y la Madre Ancestrales). Es el fuego que mantiene la Vida. Frente a él, en una
bandeja de cobre en el centro, hay una pequeña escultura en bronce del Padre Shiva,
quien está sentado en posición de loto sobre una piel de Baag (tigre), quien es su
espíritu animal vehículo.
Shiva, tiene la palma de la mano derecha hacia delante donando protección y armonía
al todo viviente; de su pecho pende el collar mala de 108 cuentas con las que se
invoca los mantras de protección, curación, armonía y renovación de la Vida; en su
frente vibra el tocado de pétalos de loto; detrás de él, en la misma escultura, en su
costado derecho, se levanta el Tridente en el que se encuentra el Cosmos, con las tres
dimensiones del espacio-tiempo: el mundo de arriba, el mundo de aquí y el mundo
interior de lo profundo en el presente, el pasado y el futuro. En la misma bandeja
metálica, frente al Señor Shiva, hay un pequeño pebetero de bronce en forma de
ánfora en el cual hay aceite vegetal, esta pequeña ánfora se proyecta en su frente en
una cavidad donde se coloca una pequeña porción de su aceite y en la cual está una
pequeña mecha de algodón para avivar otro fuego permanente: la Luz del Cosmos.
A su lado, en un pequeño recipiente de cobre, hay arroz para ofrendar a Shiva y a
todo lo sagrado en los Senderos Ancestrales del Cosmos. En otro pequeño cuenco de
cobre, está el polvo rojo del achote para realizar las mismas ofrendas. Hay también:
un cuarzo, una raíz de jengibre, un huevo: el Huevo Cósmico, y cuatro varitas de
incienso incrustadas en el cuerpo de media papa. Así está llena la bandeja de cobre,
que está poblada de pequeñas flores de colores amarillo y rojo, y con los pétalos de
las flores blancas que nacen de las semillas del árbol de Naga, la serpiente sagrada,
el vehículo de la vida. Al lado izquierdo de la bandeja, hay una pequeña ánfora de
bronce que contiene agua, flores y hojas de plantas curativas. Junto a esta, hay otra
ánfora-canasto tejida con fibras vegetales, llena de arroz, en la que se yerguen el
Tridente Cosmos, hecho de cobre, tres Phurba4, y una hoz metálica. Al lado derecho
4
Phurba, en lengua nepalí significa literalmente “daga”, es un objeto chamánico de las tradiciones ancestrales de
Nepal y de los Lamas del Tibet, usado para la protección del chamán y con él, a su vez, realizar curaciones. Fue
creado por Ban Jhankri, al materializarse en él como Phurba Jhankri para destruir a los demonios y las fuerzas
oscuras-negativas. Es un pequeño bastón que puede estar hecho de madera, hierro, plata, bronce, oro, cuarzo o
hueso de algún animal de poder, y está conformado por tres partes: una parte superior con tres rostros que invocan
las tres dimensiones espacio-temporales del Cosmos, sobre las cuales se talla la cabeza de un animal de poder
(águila, tigre, mono…); una parte media, que constituye su empuñadura, y que conforma en su talla el Diseño
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de esta bandeja, está el recipiente del incienso Dhoopa, constituido por siete resinas
naturales diferentes, una por cada uno de los Senderos naturales del Cosmos, para
conformar con su sahumerio un campo de energía purificador y protector como lo
es el Huevo Cósmico, con el cual se ofrenda permanentemente el recipiente de las
brazas de carbón. Al lado de este recipiente de incienso, sobre el suelo, hay un ramo
de fibras de paja de las montañas que será usado para limpiar y curar. Y continuo
a este ramo se encuentra el Tambor del Cosmos, el Dhyangro. Junto a él, hay otra
pequeña ánfora, conformada por un calabazo, con agua, flores y plantas curativas.
Todo el altar conforma, invoca y convoca la presencia de Parvati, la Madre Ancestral.
Entre el altar y Parvati, frente a la abuela, está su ajuar chamánico: una corona de
plumas de pavo real, con la virtud, que los ojos de estas plumas le permitirán ver
todas las dimensiones sagradas del Cosmos, al conectarse con el tercer ojo de Parvati.
Un largo tocado conformado por dos telas de algodón, la una blanca y la otra roja,
que se trenzan para cubrir la frente, amarrándosela sobre la nuca y colgando sobre
su espalda. Sobre este tocado, se posará la corona de plumas de pavo real. También,
está su vestido blanco y la faja blanca, ambos de tela de algodón, con al cual ceñirá
su vestido. Tres collares de cuentas de semillas que conforman tres malas de 108
cuentas cada una, para invocar y convocar con los mantras correspondientes a los 108
espíritus protectores del Cosmos y a Shiva-Parvati, por tres veces consecutivas, una
con cada mala, de acuerdo a las tres dimensiones del tiempo y del espacio. Además,
de dos collares de piel, de los cuales penden pequeñas campanas de bronce.
La abuela Parvati está sentada frente al occidente. Se ha colocado su vestido blanco y
la faja; en ella, en su costado derecho, ha introducido la hoz. Saluda a todo lo sagrado
existente, juntando sus manos y llevándolas a la frente y al pecho por tres veces, al
tiempo que enuncia las palabras sagradas del saludo: Namaste, “el Espíritu Sagrado
está con nosotros”. Ofrenda arroz e incienso a los ancestros en las direcciones del
Cosmos. Purifica en el incienso cada una de las malas, y con ellas invoca los mantras
correspondientes. Con la primera mala, al terminar el primer círculo mántrico, la
dobla por la mitad conformando dos círculos con ella, y se la cuelga del cuello, bajo
Sagrado del Cosmos: Vajra, en esta parte se atan tres cordones de tela de algodón con los tres colores básicos de
este saber chamánico: el azul para el mundo femenino, el rojo para el mundo masculino y el blanco para el Cosmos;
y una parte inferior que termina en tres lados en las que pueden estar talladas las presencias de naga, la serpiente
vehículo de la vida. Las phurba lama, a diferencia de las chamánicas, presentan en su parte superior e inferior sólo
un lado, o un círculo. Para la abuela Parvati, la hoz de cegar tiene el mismo valor y uso de la phurba. Dhyangro, el
tambor chamánico de Nepal termina también en una phurba, de donde se coge el tambor.
143
William Torres
su brazo derecho; con la segunda mala, al terminar el segundo círculo mántrico,
conforma dos círculo como con la primera, y se la cuelga del cuello, bajo su brazo
izquierdo; con la tercera mala, al terminar el tercer círculo mántrico, se la cuelga del
cuello sobre el pecho, en un solo círculo, a la manera de un collar. Con cada círculo
mántrico ha invocado a los 108 espíritus sagrados del Cosmos, a sus ancestros y a
Ban Jhankri, y al colocarse estas malas sobre su cuerpo se une a ellos con todo su
poder. Ahora, se coloca, en la misma forma de las dos primeras malas, los collares
de campanas. Un asistente le ayudará a ponerse el tocado de las telas blanca y roja
trenzadas, sobre su frente, rodeando la cabeza y atadas a la región occipital, para
pender en todo su largo sobre la espalda; luego sobre este tocado, le pondrá en su
frente la corona de plumas de pavo real, la cual va amarrada en la nuca debajo del
tocado trenzado de las telas blanca y roja.
La abuela Parvati se levanta y va delante del altar, al centro del recinto, para saludar
juntando sus manos sobre la frente y el pecho a las direcciones y los espíritus sagrados
del Cosmos, y a los concurrentes al ritual, con las mismas palabras del saludo sagrado:
Namaste, “el Espíritu Sagrado está con nosotros”. De este modo, da con su cuerpo
un círculo completo, y al mismo tiempo que realiza este saludo, se está despidiendo
ritualmente de esta dimensión de realidad para adentrarse en la dimensión sagrada y
ritual de todo lo existente.
Retorna a asentarse frente al altar, ofrenda de nuevo arroz y toma su tambor, lo
purifica en el incensario. El humo del sahumerio estará continua y permanentemente
purificando la Chinta, la Ceremonia. Por la phurba del tambor, con su mano
izquierda lo coge y lo apoya sobre la Madre Tierra, con la mano derecha sostiene el
tocador arqueado con forma de serpiente. Con el tocador golpea suavemente la parte
superior del Dhyangro, luego la parte externa derecha, enseguida la parte externa
izquierda, seguido golpea suavemente la parte frontal, y girándolo golpea la parte
posterior del tambor, lo gira nuevamente y golpea suavemente la phurba del tambor,
siempre apoyado sobre la Madre Tierra. De este modo saluda e invoca al Cosmos en
el Dhyangro, en el Tambor Cósmico.
Ahora, procede a tamborearlo en su parte frontal y a enunciar en su voz el canto
sagrado. Su percusión empieza suave, rítmica, invocadora; su canto lleva la misma
intensidad, al tiempo que el Cosmos se silencia para escuchar su invocación. Ella,
va nombrando en su cantar todo lo sagrado y los espíritus van llegando, mientras
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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral
Parvati va ingresando a ese otro y mismo mundo. El ritmo va cambiando, ahora su
tono va subiendo, mientras su canto es más profundo y rápido. Su cuerpo sentado
se mueva al ritmo de la música y el canto, y las campanas que penden de su cuerpo
empiezan a tintinear acompasadamente. Su respiración se aúna más profunda a la
música y el canto, su cuerpo sentado danza en ella, y de pronto un sonido fuerte de su
voz acompasa el tintinear, el tamborear y el cantar propiciando que su cuerpo sentado
empiece a cabalgar en su espíritu animal vehículo que ha llegado a llevarla al trance
chamánico. El Cosmos se ha detenido para abrir el umbral en el trance chamánico
de la abuela Parvati. Ella ahora ve el todo de la realidad sagrada, y puede enfocar su
actuar en el espacio-tiempo de la sagrada Chinta, sus ojos ven, y su cuerpo habita
en el todo espacio-tiempo multidimensional. En el trance-canto-música-soplo, la
abuela Parvati, actúa para armonizar las dimensiones de lo creado y nos involucra en
ello; en su cabalgar danzante en el espacio-tiempo-Chinta que se prolonga y diversa
en este mismo espacio-tiempo otro. Ahora, la abuela Parvati se levanta sin dejar de
tamborear y cantar, y empieza a danzar de pie frente al altar. Es una danza suave que
suaviza el toque del tambor y el ritmo de su canto. Sus pies con su cuerpo se mueven
suavemente sobre nuestra Madre Tierra, se desplaza y salta suavemente acompañado
por el tintinear de las campanas que penden de su cuerpo. Se desplaza en danzacanto hacia el centro del recinto; se puede ver y sentir el acto chamánico armonizador
de la Abuela Ancestral que habita en ella. Su danzar en círculo circunda el Cosmos
Viviente y lo impregna de armonía. La abuela Parvati continúa en trance. Su danza es
un vuelo en el espacio desplazándose en el Suelo Sagrado de la Tierra. Es el tiempo
de la curación.
Retorna a su altar y coloca su tambor en él. Toma en sus manos la raíz de jengibre.
Se acerca a quien está recibiendo la curación, sentado en el centro del recinto. Ella
saca de su faja la hoz, y sin haber suspendido su cantar y danzar, va cortando rodajas
de jengibre lanzadas hacia el cuerpo de quien recibe la curación. Algunas de estas
rodajas de jengibre, en un primer momento, rebotan del cuerpo energético del
enfermo. La abuela Parvati las observa y ve en ellas la dimensión energética de la
enfermedad. Cada rodaja de jengibre que rebota es llevada al fuego. De pronto, hay
una que cae directamente sobre el cuerpo del enfermo y queda sobre él. Al mismo
tiempo la abuela Parvati se sacude fuertemente en su danza emitiendo un sonido
de poder: la enfermedad ha cedido, el poder curativo del jengibre la ha doblegado.
Esta rodaja de jengibre le es entregada al paciente para que la guarde como emblema
de su curación. Al mismo tiempo, la abuela Parvati danza en trance alrededor de él,
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William Torres
enviándole el sonido del tambor hacia su cuerpo y su espíritu. Sin detenerse, coloca
sobre la cabeza del paciente, sobre su nuca, sobre sus hombros y su corazón la phurba
del tambor, danzando curativamente alrededor de él. En seguida, deja el tambor en el
altar, y coge las pequeñas ánforas de bronce y de calabazo que contienen agua, flores
y plantas medicinales, y continúa curándolo con ellas mientras su danza y su canto
son cada vez más suaves y maternales. Irriga agua sobre su cuerpo, lo toca y unge con
las flores y las plantas…
La abuela Parvati se dirige a su altar, se sienta frente a él, retoma su tambor y a su ritmo
va retornando a este espacio-tiempo presente. Aquí y ahora, renueva las ofrendas
a todo lo sagrado, ofrece y entrega en su altar el arroz propiciatorio, el incienso, y
saluda como en el inicio de esta Chinta a todo lo sagrado y agradece a Shiva-Parvati
por esta bella bondad.
En las montañas del Imbabura, en Ecuador, vive otra abuela chamán quien ha recibido
las virtudes sagradas de la Abuela Ancestral. Ella vive en la pequeña aldea de Iluman.
Ella lleva en su nombre la virtud sagrada de la Luz, a la cual hace honor en cada uno
de sus actos. La abuela Yachak (chamán) Luz María Otavalo, pertenece a la etnia
Inbaia, recibió su sabiduría por la vía de los sueños. Cuando nació, su padre quien fue
un gran Yachak, recibió la visión que ella sería una gran maestra de sabiduría, pero él
murió cuando su hija era muy pequeña para enseñarle todos sus conocimientos. A la
edad de 15 años, la abuela Luz María Otavalo, empezó a soñar todas las noches con
su padre, y por la vía de los sueños él le entregó toda la sabiduría ancestral que ella
ejerce en su noble vivir.
La abuela Luz María Otavalo, nos enseña una práctica milenaria para honrar, ofrendar
y renovar la armonía de la Vida en nuestra querida Madre Tierra. Ella realizó esta
ceremonia ancestral para cerrar el Encuentro de Culturas Andinas que se realizó en
Pasto durante el mes de agosto del pasado año (2009):
Es necesario escoger, determinar con precisión el sitio en nuestra Madre Tierra y el
momento adecuado para propiciar este acto sagrado. Preferiblemente una Yachak
será quien oficie este sacramento. Cada uno de los asistentes y participantes se harán
cargo de conseguir las ofrendas: una olla-vientre de cerámica hecha y diseñada
especialmente para este propósito, maíz y harina de maíz, diversos alimentos crudos
que nos obsequia nuestra Madre Tierra, flores, plantas medicinales, algodón, coca y
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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral
tabaco, agua, piedritas y cuarzos, incienso, fuego…Cada una de estas ofrendas son
llevadas por los asistentes y participantes en un recipiente particular y adecuado.
Todos los asistentes y participantes nos ubicamos en círculo alrededor del sitio
propiciatorio. La ofrendante estará ubicada iniciando y cerrando el círculo,
mirando hacia el occidente. Le hablamos a nuestra Madre Tierra de este propósito,
le expresamos nuestra intención y gratitud, y le pedimos permiso con nuestra
oración para proceder a abrir en su cuerpo el hueco donde será realizada la ofrenda,
incensando previamente el sitio escogido. El hueco será del ancho y profundidad
correspondiente a la olla recipientaria de la ofrenda. La tierra que sale del hueco se
coloca alrededor de él, en círculo. Una vez hecho el hueco, se purifica con incienso
y se le ofrenda tabaco, coca, agua y harina de maíz. Para fertilizar y honrar este sitio.
Esto se hace acompañado de cantos y oraciones. Se procede a purificar el recipiente
de cerámica, y a darle gratitud a la arcilla con la cual se hizo, además de dar gratitud a
quienes elaboraron este vientre sagrado, el cual será colocado frente al oficiante, entre
ella y el hueco hecho en la Tierra. Ahora será llenado con todas las ofrendas que se
han llevado, ofrendándolas con oración y gratitud a nuestra Madre Tierra. Primero,
se coloca en el fondo un poco de Tierra, de la misma que se sacó al abrir el hueco,
colocando un poquito por cada uno de los senderos sagrados, en seguida se vierte
un poco de agua, y un poco de tabaco y hojas de coca, allí, en el centro se ofrenda
un cuarzo y a su alrededor otros cuarzos y piedritas en honor a lo más antiguo que
conforma el Cuerpo de nuestra Madre Tierra. En seguida, se ofrenda la harina de
maíz, el maíz y los alimentos. Luego las plantas medicinales y se cubre todo con las
flores, en el centro de ellas se pondrá un poco más de tabaco y hojas de coca, y se
vierte de nuevo sobre todo el recipiente un poco de agua. Frente al hueco, en el sitio
del occidente, estará presente todo el tiempo que dure la ceremonia, un brasero con el
fuego sagrado de la vida, en el que se estará ofrendando permanentemente incienso,
y en el que se purificarán todas y cada una de las ofrendas antes de colocarlas en el
recipiente-vientre de cerámica. Se consagran con oración y cantos con el propósito
de honrar, ofrendar y renovar la armonía de la Vida en nuestra querida Madre
Tierra. Y así, la Yachak procederá a colocar esta ofrenda-vientre sagrada de la Vida,
propiciatoria y de gratitud dentro del Cuerpo Sagrado de nuestra Madre Tierra. Se
procede entonces, a cubrirlo con la tierra que se sacó al hacer el hueco, y la Yachak
enunciará su oración y gratitud a nuestra Madre Tierra, por permitirnos este acto
sagrado. Con un nuevo canto realizado por todos los participantes se cerrará este
sagrado propósito.
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William Torres
En la antigua tradición de los Andes, es muy propicio y adecuado realizar esta
ceremonia frecuentemente, y de un modo muy especial durante el equinoccio del
mes de marzo, debido a que, este es el momento que en el antiguo calendario y
conocimiento de los Andes se consagra como Pacha Pukui Killa: “Luna de Maduración
de la Tierra” y de la Siembra de la Vida.
…Y así en todos los lugares, y a todos los pueblos, la Abuela Ancestral, nuestra Madre
Tierra, ha entregado a sus hijas y a sus hijos virtudes, conocimientos, sabiduría
sagrada y ancestral, para propiciar Curación y Armonía de la Vida, para la Vida.
Ceremonias y artes de existencia sagradas que constituyen la Medicina de la Tierra.
IV
Todos somos Hijos de la Tierra. En esta bella época en la que vivimos una crisis
generalizada de turbulencias, cambios fuertes y profundos, crisis provocada por
nosotros mismos; todos los Hijos de la Tierra necesitamos con urgencia realizar una
profunda y decidida transformación en nuestra conciencia y nuestro arte de vivir. En
esta bella época, es urgente y necesario, no sólo sentirnos y vivir como verdaderos
Hijos de la Tierra, sino también, sentirnos y vivir como parte de este Sagrado Cuerpo
de nuestra Madre Tierra. Para sentirnos y vivir de este modo, es necesario recibir
en nuestro espíritu, en nuestro corazón y en nuestro vivir, en cada uno de nuestros
actos, esta Sagrada Medicina: La Medicina de la Tierra. Retomando de nuevo y
definitivamente, el Sendero Sagrado de la Madre Ancestral. Ofrendando así, nuestro
vivir en él.
Mama Nabi Kajuyali Tsamani Wichapishinteton Luta Nabi Nunhue.
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
REVISIÓN DE LA LEGISLACIÓN REFERENTE A LAS DROGAS
EN COLOMBIA DESDE 1920 HASTA 1994
FEDERICO CÁRDENAS JIMÉNEZ1
Recibido: 20 de mayo de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
RESUMEN
La presente revisión tiene como objetivo, dar cuenta de la evolución jurídica del tema de
la dosis mínima en Colombia, hasta el momento en que la Corte Constitucional emitió
la sentencia C-221 de mayo 5 de 1994. Esta información es clave para que los medios de
comunicación entiendan el contexto histórico-jurídico en que se adoptaron estas medidas y
poder así, hacer una posterior revisión analítica de la mencionada sentencia.
Palabras clave: dosis mínima, drogas, medios de comunicación, sentencia C-221.
REVIEW OF LEGISLATION REFERRING DRUGS IN COLOMBIA
FROM 1920 TO 1994
ABSTRACT
This review aims to account for the legal evolution in the topic of possession of small amounts
of drugs in Colombia until the time in which the Constitutional Court issued sentence C-221
from May 5, 1994. This is key information so that mass media understand the historical-legal
context from which these measurements were adopted so that they can make a subsequent
analytic review of the above mentioned sentence.
Key words: small a mounts of drugs, mass media, sentence C221
Comunicador Social y Periodista. Tesista Maestría Culturas y Droga, Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.
Correo electrónico: [email protected].
1
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ISSN 0122-8455
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Federico Cárdenas Jiménez
INTRODUCCIÓN
Los medios de información y comunicación en la mayoría de los casos hablan del
fenómeno sociocultural, político y económico que representan las drogas, sin un
conocimiento objetivo, es decir, los periodistas, al hacer los abordajes informativos,
se guían por su intuición y por una información circulante que no necesariamente es
de corte científico-analítico.
La idea de recapitular históricamente la discusión sobre la dosis mínima en
Colombia, tiene el pretexto de exponer sus dimensiones a todo nivel y por supuesto,
comprometer la mirada que los medios de información y comunicación han tenido
acerca de este fenómeno.
El recorrido por la legislación referente a estupefacientes en Colombia agrupa tres
grandes momentos hasta 1994 -que pueden concebirse incluso, como etapas de
maduración conceptual y jurídica-, a saber: un primer momento, en que se hablaba
jurídicamente de ilegalidad en el ámbito de la comercialización al margen de
algún control médico y en lugares diferentes a botica o farmacia, a las sustancias
categorizadas como drogas que formaran “hábito pernicioso”, según el artículo 1º de
la Ley 11 de 1920. Así mismo, el Congreso de la República, reconocía a la Comisión
de Especialidades Farmacéuticas, como el órgano encargado del control científicoquímico, sobre estas sustancias en el país, de acuerdo a los artículos 3 y 4 de dicha
ley2, descalificando, por supuesto, la importación o representación comercial de
sustancias que no estuviesen autorizadas por dicha comisión.
Casi ocho años después, a través de la Ley 118 de 1928, el Congreso de la República,
aumentó los controles sobre el comercio ilegal de estas drogas, así como la cantidad
de las mismas al agregar, según lo reglamentó la entonces denominada Dirección
Nacional de Higiene, nuevas sustancias a la lista de “drogas que forman hábitos
perniciosos” y sancionó además, con multas, decomisos de mercancía y prisión, a
quienes protagonizaran estos ilícitos. Es decir que, quienes hicieran uso indebido
de las drogas relacionadas en la Ley 11 de 1920, serían castigados con prisión (art.
5) y con reclusión en casa de salud, en un hospital o en algún otro asilo durante el
tiempo que señalara la autoridad sanitaria y bajo tratamiento conveniente (art. 6).
2
Cabe señalar también, que la venta de jeringuillas o agujas hipodérmicas quedó relegada a la prescripción médica
(art. 5).
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
Hay que decir que, por primera vez en Colombia, a través de la Ley 118, se habló de
sanciones, como las ya mencionadas, lo que indiscutiblemente marcó la tendencia
hacia la coacción por parte del Estado sobre aquellos que se relacionaran con estas
sustancias.
Poco a poco hubo mayor presión gubernamental. Por ejemplo, en 1930, a través de
la expedición del Decreto 1377, el gobierno nacional, prohibió la entrada al país y
su consiguiente comercialización de “cualquier forma de preparación conocida con
el nombre de MARIHUANA” (Hincapié, 1989: 23)3. Simultáneamente, Colombia
manifestó su adherencia a la Convención y Protocolo firmados en la II Conferencia
del Opio (Ginebra 1925) en la Ley 68 de 1930, lo que significó, formar parte de un
movimiento internacional en contra de las drogas catalogadas como ilícitas y que lo
llevaría a imponer en 1933, a través de la Ley 18, nuevas limitaciones y controles a la
manufactura y distribución de narcóticos.
Una década después y tras haberse discutido internacionalmente en el Congreso de
Ginebra de 1936, algunas medidas relativas a la represión del tráfico de drogas en
el mundo, Colombia emitió la Ley 12 de 1943, por la cual, se aprobó la Convención
Internacional de 1936 para la represión del tráfico ilícito de drogas peligrosas, con
el objetivo de reforzar las medidas de represión que resultaron de la Convención
Internacional del Opio en 1912, Ginebra 1925 y 1931, limitando aún más, la
fabricación y distribución de narcóticos al interior del país, estableciendo “mojones”
conceptuales y jurídicos, para lo que en adelante se entendería por narcótico,
extracción y producción.
De igual forma, en esta ley, se determinó castigar severamente la fabricación,
transformación, extracción, preparación, posesión, oferta, venta, distribución,
compra, cesión, corretaje, despacho, transporte, importación y exportación de drogas
narcóticas; y de cooperar internacionalmente, en lo relacionado a disposiciones
legislativas para el castigo a los infractores. Se aclaró, además que, los casos acordados
en la Convención de 19364, serían causales de extradición y, por ende, cada uno de
los países pactantes establecería una oficina central que se encargaría de vigilar y
coordinar las acciones a nivel local.
En el rastreo bibliográfico realizado por el investigador, no fue posible encontrar el mencionado decreto.
Como recomendaciones resultantes de la convención de 1936, se destacaron aquellas en las que se sugirió a
los gobiernos que adoptaran prontamente las medidas necesarias para abolir el Opio y crear, llegado el caso, un
servicio especializado de policía dispuesto para este fin.
3
4
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Federico Cárdenas Jiménez
Luego en 1946, la Ley 45 del mismo año, subrogó algunas disposiciones del Código
Penal, como sucedió en el caso de los artículos 270 y 271, en los que se les llamó “drogas
estupefacientes”, a las que anteriormente, se conocían como: “sustancias narcóticas”,
una distinción más de forma que de fondo, puesto que incluso hoy en día, a la una se
le conoce como sinónimo de la otra y viceversa. Adicionalmente, añadió sanciones
para quienes clandestina o fraudulentamente elaboraran, distribuyeran, vendieran,
suministraran, cultivaran y conservaran, drogas estupefacientes o las plantas de las
cuales pudieran extraerse, así como quienes destinaran local o establecimiento para
el uso o la permisión del uso.
Cinco años después, a propósito de la Ley 48 de 1936 que definió en su art. 6º, lo que se
entendería por maleante y sus implicaciones jurídicas, se incluyó en esta clasificación
a quienes cultivaran, elaboraran, comercializaran o de cualquier manera hicieran uso
o indujeran a otro, a hacer uso de la marihuana (Cannabis Sativa o Cannabis Indica)
(Ibíd.: 58).
A los nueve años de vigencia de la Ley 45 de 1946 y al detectarse un incremento
en el tráfico y consumo de la marihuana, se expidió, en uso de las atribuciones del
Estado de Sitio, el Decreto 0014 de enero 12 de 1954, por medio del cual, se dictaron
disposiciones sobre prevención social, considerándose como “estados de especial
peligrosidad”, entre otras conductas, el entrar y/o sacar del país productos que fuesen
clasificados prohibidos, así como comercializar armas, explosivos, municiones o
drogas estupefacientes.
En 1964, el Decreto 1699 de julio 16 de 19645, llamado: “Estatuto de las Conductas
Antisociales” -que fuera uno de los decretos integrantes de la denominada “Reforma
judicial”-; consideró como “conducta atentatoria contra el orden social”, la intoxicación
crónica por alcohol o por cualquier otra sustancia y prescribió tratamiento médico
para el intoxicado por estas causas.
El Decreto 1699, estableció que, quien vendiera o hiciera propaganda a drogas sin
licencia o les atribuyera efectos que no tuviesen, incurriría en relegación a colonia
agrícola por un término de seis meses a dos años (art. 6); también que, quien
suministrara bebidas alcohólicas o cualquier otra sustancia tóxica o estimulara la
embriaguez o intoxicación de menores de dieciocho años, incurriría en arresto de
No aparece en ninguna fuente de las que indagó el investigador, algo relacionado con este nombre dado a dicho
decreto.
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
uno a tres años y en los casos atinentes, a la clausura del establecimiento, así como
para quien expendiera licores adulterados (art. 18).
Especificó en los artículos del 25 al 29, el modo de actuar jurídico frente a
contravenciones que afectaran el orden social, como el caso de la venta de bebidas
alcohólicas a menores de 18 años (art. 25), o quien almacenara, elaborara, distribuyera,
vendiera o de otro modo suministrara, cualquier droga o sustancia estupefaciente
o alucinógena (art. 26); o a quien portara sustancia estupefaciente o alucinógena
sin acreditar su tenencia legítima en lugar público o abierto al público (art. 27); o
a quien auspiciara el uso de sustancia estupefaciente o alucinógena en casa, local o
establecimiento (art. 28); y a quien sin permiso, cultivara o conservara planta de la
que pueda extraerse sustancia estupefaciente o alucinógena (art. 29).
En 1970 se emitió el Decreto 1118, que dio lugar al Estatuto de Contravenciones el
cual derogó al Decreto 1699 de 1964. En ese mismo año, a través del Decreto 1136
o Estatuto de Protección Social6, se establecieron una serie de regulaciones para
quien perturbara la tranquilidad pública bajo los efectos de intoxicación crónica
producida por alcohol, por enfermedad mental o por consumo de estupefacientes.
Adicionalmente, a quien fuese encontrado en este estado, se le sometería a tratamiento
médico con o sin intervención clínica, en casa de reposo u hospital, hasta que
estuviese “curado o rehabilitado”, especificando además que, estos establecimientos
deberían tener pabellones especiales para recluir a dichas personas.
Un año más tarde, este decreto fue derogado por el Decreto 522 de 1971, a través
del cual, se dictaron nuevas disposiciones que se clasificaron como “contravenciones
especiales que afectan la seguridad y la tranquilidad públicas” y que fueron
incorporadas al Capítulo Segundo del Código Penal. Estas contravenciones especiales
tenían que ver con el almacenamiento, elaboración, distribución, venta de droga o
sustancia estupefaciente o alucinógena (art. 5); el cultivo o la conservación de plantas
de las que podrían extraerse drogas o sustancias estupefacientes o alucinógenas (art.
6); y el uso de dichas sustancias en casa, local o establecimiento (art. 7 y 8).
Como novedad, al artículo 214 del Decreto-Ley 1355 de 1970 o Código de Policía
Nacional -que tenía que ver con contravenciones que daban lugar a la suspensión
No aparece en ninguna fuente de las que indagó el investigador, algo relacionado con este nombre dado a dicho
decreto.
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Federico Cárdenas Jiménez
del permiso o licencia por parte de los alcaldes o a quienes hicieran las veces-, se
adicionó el numeral 3, que reza:
Al que suministre, auspicie o tolere en su establecimiento el uso o consumo de
marihuana, cocaína, morfina o cualquiera otra droga o sustancia estupefaciente
o alucinógena, sin perjuicio de la sanción penal a que hubiere lugar.
En 1973, la Ley 17, revistió al presidente de la república, de facultades extraordinarias
para elaborar un estatuto que regulara íntegramente el fenómeno de aquellas drogas
o sustancias que hasta el momento se habían tratado de controlar en sus aspectos
de prevención, represión y rehabilitación; además, podía crear un organismo
administrativo que diera cumplimiento a este estatuto e incluyera las apropiaciones
necesarias en el presupuesto nacional, entre otras.
Los aspectos considerados en esta ley, estuvieron relacionados con multas y presidio
para quien cultivara y conservara plantas de las cuales se extrajeran sustancias o drogas
que produjeran dependencia física o psíquica (art. 1); para quien las transportara,
llevara consigo, almacenara, conservara, elaborara, vendiera, ofreciera, adquiriera o
suministrara a cualquier título (art. 2)7; para quien destinara lugares para su uso y
expendio (art. 3); para quien estimulara su uso (art. 4); para el profesional de las
ciencias médicas que prescribiera, suministrara o aplicara estas drogas, en cantidad
superior a la necesaria (art. 5); con agravantes de pena, si estuvieran involucrados
menores de 21 años, enfermos o deficientes mentales (art. 6); y la competencia
exclusiva de los jueces penales y promiscuos del circuito, así como la policía judicial
y los jueces de instrucción criminal, para la investigación de estos casos (art. 8).
Es necesario, igualmente, tener presente, según lo asegura Hincapié8, algunas
disposiciones generales de salubridad pública con respecto a drogas, tales como: Ley
68 de 1930; Ley 18 de 1933; Ley 116 de 1937; Decreto 2214 de 1937; Ley 36 de 1939;
Decretos 1959 de 1939, 645 de 1939, 96 de 1940, 1727 de 1940, 808 de 1941, 578 de
1941, 2801 de 1942, 2290 de 1942, 25 de 1947; Resolución 639 de 1944; Ley 45 de
1946; Decreto 550 de 1946; Ley 32 de 1948; Decreto 939 de 1950 y Decreto 1174 de
1950 (1989: 20).
En este artículo se habló por primera vez de dosis personal.
A cuyos archivos el investigador no pudo tener acceso.
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SEGUNDA ETAPA
Puede definirse una segunda etapa a partir de la expedición del Decreto 1188 de 1974,
conocido como el primer “Estatuto de Estupefacientes”, a través del cual, se integró lo
discutido desde la Ley 11 de 1920 hasta ese momento, armonizando desde el punto
de vista jurídico, la heterogeneidad de las concepciones que se tenían sobre lo que se
entendía por “fármaco” o “droga”, “drogas” o “sustancias que producen dependencia
física o psíquica”, “dependencia” o “fármaco-dependencia”, “dependencia física”, “dosis
personal”, “dosis terapéutica” y “plantación” (Ley 118 de 1928. Principios Generales).
Adicionalmente, se creó el Concejo Nacional de Estupefacientes (CNE), como
entidad encargada de dar cumplimiento a este Estatuto -y me atrevo a decir-, que
representaba una visión más clara del gobierno frente al abordaje de este fenómeno;
de hecho, el CNE, estuvo integrado por las carteras de: Justicia, Salud Pública,
Educación, Procuraduría, Jefe del DAS, Director General de la Policía, de Aduanas
y del ICBF; lo que puede interpretarse, como una preocupación interdisciplinaria
sobre un asunto polifacético-multifactorial.
Este Estatuto de Estupefacientes, reguló lo concerniente a las campañas publicitarias
y programas educativos relacionados con la producción, el tráfico y el consumo de
drogas o sustancias que producían dependencia física o psíquica; exigió, que los
mensajes fueran sustentados científicamente y que todas las radiodifusoras y canales
de televisión del país, transmitieran las campañas destinadas a combatir este fenómeno
y que éstas campañas, deberían tener el aval del Ministerio de Salud (arts. 8-12). Así
mismo, estipuló lineamientos frente al consumo de alcohol y otras sustancias de uso
ilícito como el tabaco, entre las que pueden destacarse lo respectivo a las etiquetas y a
las advertencias a los consumidores frente a su nocividad (“el alcohol es una sustancia
perjudicial para la salud” (art. 16) y “el tabaco es nocivo para la salud” (art. 18)).
Otras disposiciones consideradas dentro del Estatuto, tenían que ver con el control de
fabricación y distribución de sustancias que producían dependencia física o psíquica,
la tipificación de los delitos relacionados con estas drogas y que venían discutiéndose
años atrás, la destrucción de las sustancias incautadas y el tratamiento y rehabilitación
de los fármaco-dependientes con el propósito de lograr su reinserción como
personas útiles a la comunidad, a través de programas de prevención, tratamiento y
rehabilitación en centros públicos y privados, destinados para tal función.
155
Federico Cárdenas Jiménez
En marzo 21 de 1984, el Decreto 669, clasificó como contravenciones el comercio,
porte o almacenamiento sin justificación “de gasolina, explosivos o elementos
químicos tales como acetona, éter, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, solventes,
disolventes, carbonato liviano y otros similares, empleados en la fabricación de
sustancias susceptibles de producir adición psíquica o física” (Decreto 669 de 1984).
Un mes después, el gobierno nacional, asignó a la Justicia Penal Militar, mediante el
Decreto 670, la competencia para conocer los delitos relacionados con narcotráfico,
sobre todo en los departamentos de: Caquetá, Huila, Tolima y Meta. Transcurrido
un mes, mediante el Decreto 1060 de mayo 5 de 1984, el gobierno, complementó el
control sobre los estupefacientes, extendiendo las medidas al transporte marítimo,
fluvial, terrestre y aéreo, señalándole la competencia contravencional a los
gobernadores, intendentes y comisarios; basando su procedimiento en la Ley 2ª de
1984, autorizando a la destrucción de pistas de aterrizaje.
Diez días después, mediante el Decreto 1042, el gobierno, generalizó para todo
el país, la competencia de la Justicia Penal Militar para conocer los delitos sobre
estupefacientes. Posteriormente, el Decreto 3065 de diciembre 14 de 1984, reglamentó
el transporte de hidrocarburos y sus derivados, concordante con el Código del
Petróleo (D-1056 de 1953) y la Ley 1ª de 1984, en lo relacionado al uso de estos
materiales para el procesamiento de estupefacientes. En febrero del siguiente año,
mediante la Resolución 00168, el gobierno, reglamentó la distribución, transporte y
comercialización de hidrocarburos y sus derivados, señalando la competencia a los
gobernadores, comisarios, intendentes y al alcalde mayor de Bogotá (Ibíd.: 21).
En septiembre del mismo año, a través del Decreto 2689, el gobierno nacional, devolvió
la competencia a la justicia ordinaria para conocer los delitos relacionados con
estupefacientes. Un año después (diciembre 17 de 1986), a través del Decreto 3665, el
gobierno nacional, dictó medidas sobre control y tráfico de estupefacientes mientras
subsistiera la turbación del orden público. Dichas medidas tenían que ver, con que,
tanto las unidades especiales de las fuerzas militares, como las de la policía nacional,
destinadas al control de estupefacientes, podrían desarrollar procedimientos para “…
inutilizar pistas de aterrizaje, destruir plantaciones de marihuana, coca y adormidera
en los casos previstos por la Ley 30 de 1986” (art. 2) y adicionalmente, que las mismas
autoridades, en los casos tratados por ésta ley y en el art. 2 de este decreto, estarían
facultadas “…para destruir los insumos químicos y demás sustancias que se hayan
utilizado en el procesamiento de estupefacientes” (art. 3).
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
En ese mismo año, mediante el Decreto 3667, el gobierno, facultó nuevamente a los
comandantes de las unidades operativas, bases navales y aéreas para, previos indicios
de vinculaciones con el tráfico de estupefacientes, suspender las licencias al personal
aeronáutico, marítimo, fluvial y terrestre y los permisos de operación en aeródromos
o pistas, puertos, muelles o terminales marítimos, fluviales y terrestres.
Dos días después, por medio del Decreto 3671 de diciembre 19 de 1986, se
complementó el Decreto 1042 de 9/84, relacionado con disposiciones sobre
competencia y procedimiento en materia de narcotráfico, para que los Comandantes
debBrigada, Fuerza Naval, la Base Aérea “Germán Olan” y el Comando Unifica el
Sur, tuvieran conocimiento y juzgamiento de los delitos de estupefacientes en cuanto
se refiere a cantidadesy calidades y delitos conexos.
TERCERA ETAPA
Comenzó a partir de la expedición del nuevo Estatuto Nacional de Estupefacientes
o Ley 30 de enero 31 de 1986, en el cual, se recogieron todas las normas dispersas
y enumeradas atrás desde 1984 y por primera vez, se definió una terminología
sobre la cual se legislaría en esta materia; para ello, este estatuto determinó en su
art. 2, lo que en adelante se entendería por: droga, estupefaciente, medicamento
psicotrópico, abuso, dependencia psicológica, adicción o drogadicción, toxicomanía,
dosis terapéutica, dosis para uso personal, precursor, prevención, tratamiento,
rehabilitación, plantación y cultivo.
Para efectos de esta investigación, interesa la definición que estableció la Ley 30,
sobre la dosis personal:
Es la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su
propio consumo. Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no
exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís que no exceda de cinco (5)
gramos; de cocaína o de cualquier sustancia a base de cocaína que no exceda de
un (1) gramo, y de metacualona, la que no exceda de dos (2) gramos. No es dosis
para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga
como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad (Ley 30 de 1986,
art. 2, literal j).
157
Federico Cárdenas Jiménez
Sin embargo, esta última aclaración fue detallada en el art. 4 del Decreto 3788 de
1986, al decir que:
Cuando la cantidad de estupefacientes no supere la indicada como dosis para uso
personal y se tenga para su distribución o venta, la conducta del sujeto activo se
sancionará conforme a lo previsto en el art. 33 de la Ley 30 de 1986.
Por su parte, el art. 5, expresa:
Cuando se trata de sustancia estupefaciente distinta de marihuana, hachís,
cocaína o metacualona, el Instituto de Medicina legal determinará la cantidad
que constituye dosis para uso personal.
En relación a la Ley 30 de 1986, su art. 3, habló claramente de limitar sólo a fines
médicos y científicos el uso de los estupefacientes (no de las drogas, debido a que ya
estaba claro para la Ley, que los primeros eran los que producían dependencia).
Por otro lado, reconoció al Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), como el ente
encargado de definir las drogas y medicamentos que podrían importarse, producirse
y formularse en Colombia (art. 4), así como de reglamentar el control de las áreas
donde se cultivaran plantas para la obtención o producción de drogas (art. 5),
autorizar la posesión de semillas, de las que se produzcan sustancias estupefacientes
(art. 6) y reglamentar el cultivo de plantas, de las cuales se produzcan sustancias
estupefacientes, así como su consumo por parte de poblaciones indígenas, de acuerdo
con los usos y prácticas derivadas de su tradición y cultura (art. 7).
Fue característico de este estatuto, que centralizó lo concerniente a las campañas
preventivas, programas educativos y la comercialización de bebidas alcohólicas y del
tabaco (ver Cap. II y III); que delegó al Ministerio de Salud, las funciones de control a
la importación, fabricación y distribución de sustancias que producían dependencia;
y una atribución especial, de regular a los profesionales en medicina quienes eran los
encargados, tanto de formular drogas y medicamentos clasificados por el Ministerio
de Salud, como del control especial por sus potencialidades de adicción, a personas
farmacodependientes, por ello, tendrían la obligación de remitir dicha información al
Fondo Rotatorio de Estupefacientes, adscrito al Consejo Nacional de Estupefacientes,
que a su vez, estaba adscrito al Ministerio de Justicia.
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
Es de anotar que, fue evidente la preocupación del gobierno por controlar este
fenómeno, pero que no era lógico que quisiera centralizar la información que de los
farmacodependientes emitieran los médicos, con el objetivo de llevar un Registro
Nacional de Farmacodependientes (art. 27), cuando el ente que tenía el máximo poder
de decisión era el Ministerio de Justicia, no el Ministerio de Salud y cuando además,
el Consejo Nacional de Estupefacientes, estaba compuesto por: los Ministerios de
Justicia, Defensa, Educación, Salud Pública, Relaciones Exteriores, Director Nacional
de Estupefacientes, Procuraduría, DAS, Dirección de Policía Nacional y el Fiscal)
(Cap. IX) y que, los temas tratados allí, serían reservados al presidente o a los
miembros de dicho consejo.
Este estatuto, concentró también la legislación en cuanto a delitos y contravenciones,
vistos años atrás (Cap. V y VI respectivamente) y el procedimiento para la destrucción
de plantaciones y sustancias incautadas (Cap. VII).
Respecto del tratamiento y rehabilitación, asumió como objetivo principal de
estos procesos, que el farmacodependiente fuese reincorporado como persona útil
a la comunidad (art. 84), para lo cual, estipuló que, en todos los departamentos,
intendencias, comisarías y en el distrito especial de Bogotá, funcionará un Consejo
Seccional de Estupefacientes, integrado por el respectivo gobernador, intendente,
comisario o alcalde mayor (en el caso de Bogotá), los secretarios de salud, educación,
procurador regional, Director seccional DAS, comandante de policía del lugar,
Director regional ICBF y Jefe de Oficina de Medicina Legal, dejando claridad sobre
el hecho de que cada consejo seccional, podría integrar a otras personas según fuera
aprobado previamente por el CNE y que el Fondo Rotatorio, financiaría los programas
de prevención, control y asistencia en materia de farmacodependencia (art. 30).
Al finalizar ese año (1986), en diciembre 31, a través del Decreto 3788, el gobierno
nacional, hizo unos ajustes conceptuales a la Ley 30, al especificar, por ejemplo
que, cuando se hablara de adicción o drogadicción, se haría referencia, tanto a la
dependencia física, como a la psíquica; que cuando se mencionara la palabra planta,
se evocaría, no sólo el ser orgánico que vive y crece, sino el que ha sido arrancado de
la tierra o del cual se conservaran sus hojas y que, respecto de aquellas plantas de las
cuales puedan extraerse sustancias estupefacientes, es decir, que crean dependencia,
se consideraría que 100 gramos de hojas de coca en promedio, corresponderían a una
planta y que 200 gramos de hojas de coca, podrían producir un gramo de cocaína.
159
Federico Cárdenas Jiménez
De otro lado, se establecieron otras definiciones como: “materia prima o droga de
control especial”, “precursor o sustancia precursora”, “medicamento” y “medicamento
de control especial” (art. 7).
El Decreto 3788, demostró un gran interés por los consejos seccionales, a los que
empoderó para desarrollar las campañas que fuesen necesarias y convenientes en las
regiones para impedir el narcotráfico y evitar que la población juvenil resultase víctima
de la farmacodependencia y que estas actividades, serían sometidas semestralmente
a evaluación por parte del CNE, el cual recibiría informes mensuales de desarrollo
de actividades. Su art. 14, aclaró que la secretaría de los consejos seccionales de
estupefacientes, estaría a cargo del respectivo Jefe del Servicio Seccional de Salud
y que estos consejos, conformarían comités cívicos integrados por: los gremios, la
prensa, los sindicatos, asociaciones de padres de familia, la Iglesia, los educadores y
otros miembros de la comunidad (art. 15) y que estos, se encargarían de implementar
acciones cívicas contra la producción, el tráfico y el consumo de drogas.
Así mismo, este decreto, enfatizó en que toda institución educativa debería desarrollar
semestralmente campañas de prevención que llevaran a constituir y fortalecer
organizaciones juveniles e infantiles; del mismo modo, tendría que poner a circular
la información relacionada con la farmacodependencia en niveles de primaria,
secundaria, media vocacional y no formal, y serían los secretarios de educación en
cada ente territorial, los responsables del desarrollo de los programas de prevención
directamente o a través de los consejos seccionales de estupefacientes.
En lo que tiene que ver, con las universidades públicas y privadas, deberían
estructurar un servicio obligatorio y gratuito de consultorías clínicas para la atención
del farmacodependiente (entiéndase bien, que la mirada clínica prevalece en esta
legislación).
Por medio del Decreto 1202 de junio 30 de 1987, el gobierno creó la figura de Juzgados
Especializados en las ciudades de Cúcuta, Ibagué, Neiva, Popayán, Tunja y Valledupar,
y les asignó la competencia para conocer entre otros delitos, los relacionados con los
estupefacientes y que son descritos en los arts. 32, 33, 34 y 35 de la Ley 30 de 1986.
En el Decreto 1203 de junio 30 de 1987, por medio del cual, se dictaron disposiciones
sobre competencia y procedimiento en materia de narcotráfico, el presidente de
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
esa época Virgilio Barco, volvió a dar competencia a los Jueces Especializados para
conocer las conductas establecidas en la Ley 30 de 1986, en los arts. 32, 33, 34 y 35,
complementando así, los Decretos 1806 de 1987 y 466 del año en mención.
Adicionalmente, estableció que quienes fueran procesados por dichos delitos (Ley 30
de 1986, en los arts. 32, 33, 34 y 35), no tendrían derecho a la libertad provisional, ni
a la condena condicional (art. 4 Decreto 1203 de 1987).
En el Decreto 1198 de junio 30 de 1987, el gobierno, elevó a la categoría de delito, la
contravención descrita en el artículo 64 de la Ley 30 de 1986 y las demás previstas en
los literales b), c) y d) del artículo 65 de la misma, las cuales serían sancionables con
pena de prisión de tres a diez años, además, dio el aval para que unidades especiales
de las fuerzas militares y la policía nacional, destinadas al control de estupefacientes,
desarrollaran procedimientos de inutilización de pistas, destrucción de plantaciones
de marihuana, coca y adormidera, siempre y cuando, las operaciones fuesen realizadas
en la zona rural (art. 2).
En adelante, la discusión jurídica nacional, se daría en torno a las libertades del ser
humano y a los límites que tiene el Estado colombiano de intervenir dichas libertades
y el espacio para ello, fue a través de la sentencia C-221 de mayo 5 de 1994, dictada
por la Corte Constitucional, siendo, uno de los tantos casos a este respecto, que son
subestimados por los medios de información y comunicación, en tanto formadores
de opinión.
Esta sentencia ha sido una de las más polémicas de los últimos tiempos, de hecho,
se discuten artículos de la Constitución Nacional como el 5º, en el que el Estado,
da prioridad a los derechos inalienables de la persona; el 16, en el que se reconoce
el derecho que tiene toda persona a desarrollar libremente su personalidad, sin
más limitantes que los derechos de sus congéneres y el orden jurídico; el 28, en el
que se reconoce a toda persona como libre y se ratifica que en ningún caso, podrá
haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de seguridad
imprescriptibles; el 29, en el que se asegura el debido proceso a toda persona que no
podrá ser juzgada, sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante
juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias
de cada juicio; el 34, en el que se prohíben las penas de destierro, prisión perpetua
y confiscación; el 37, donde se permite a toda persona reunirse y manifestarse en
161
Federico Cárdenas Jiménez
público y pacíficamente; el 49, en el que se destaca que toda persona tiene el deber de
procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad; el 95, en su numeral 1,
donde dice que, se deben respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; y el
366, en el que, se estipula que el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de
vida de la población, son finalidades sociales del Estado.
Será objetivo fundamental de su actividad, la solución de las necesidades insatisfechas
de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable, que se relacionan,
no sólo con las condiciones individuales de las personas, sino con la infraestructura
con la que cuenta el Estado para satisfacer las necesidades en salud de los ciudadanos.
Adicionalmente, fue un ciudadano en ejercicio de la acción pública de
inconstitucionalidad, quien solicitó a la Corte, que declarara inexequibles el literal j,
del art. 2 de la Ley 30 de 1986 y el art. 51 de esa misma ley9; y fue un voto el que marcó
la diferencia en esta sentencia (en una relación de 5 a 4), por lo que bien interesa
conocer, no sólo el encuentro argumentativo de las partes en cuestión, sino también,
reflexionar acerca de la necesidad que, los medios de información y comunicación,
conozcan los presupuestos argumentativos y promuevan un conocimiento acerca de
las condiciones necesarias para ser ciudadano, en las que se configura un sentido de
ciudadanía y se asume la figura del Estado Social de Derecho, con base en la Sentencia
C-221 de mayo de 1994, la cual, será discutida en otro momento.
CONCLUSIÓN
Esta revisión da cuenta de la dinámica jurídica que el tema de la dosis mínima tuvo
en Colombia hasta el momento en que la Corte Constitucional, emitió la sentencia
C-221 de mayo 5 de 1994. Es todo un recorrido por coyunturas jurídicas, que se
desarrollaron con base en coyunturas sociales en torno al tema de los estupefacientes
en el país y que permite ver claramente que, en ningún momento el gobierno nacional,
abordó de manera integral esta situación que, según lo muestra la misma ley, fue
minuciosamente problemática, llena de detalles y de acciones “pequeñas” orientadas
al control y a la persecución; y que por esta razón, de manera paulatina, se convirtió
en todo un fenómeno socio-cultural sin precedentes.
Por cierto, fue este mismo ciudadano, quien en 1997, demandó por inexequibilidad a diez de las once estrofas del
Himno Nacional y las normas que lo adoptaron oficialmente (art. 1 de la Ley 33 de 1920 y 4 de la Ley 12 de 1984).
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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994
Es claro también, que la legislación revisada da cuenta de un sesgo jurídico hacia los
derechos del Estado y del deber ser del ciudadano que, desde los derechos inherentes
al ciudadano; es decir, el hecho que a un consumidor de sustancias ilegales, se le dé
radicalmente el carácter de enfermo que debe ser tratado como tal e internado para
su tratamiento, da muestra de la unilateralidad de este abordaje.
Asimismo, es evidente el fortalecimiento de la capacidad jurídica y aprensiva de la
fuerza pública, como reflejo del sesgo jurídico.
Esta información es clave para que los medios de información y comunicación
entiendan el contexto histórico-jurídico en que se adoptaron estas medidas y puedan
hacer una posterior revisión analítica de la mencionada sentencia C-221.
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____________. Decreto 1203 de 1987. En: Cámara de Representantes de Colombia [en línea]. Disponible
en: ftp://ftp.camara.gov.co/camara/basedoc/decreto/1987/decreto_1203_1987.html. [Consultado
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165
Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra
PABLO AMARINGO. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE SU OBRA
HUGO FERNANDO TANGARIFE PUERTA*
Recibido: 18 de julio de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
“Nuestro mundo, que creemos ser único y absoluto, es solo un mundo dentro de un grupo
de mundos consecutivos. Y aunque hemos sido condicionados para percibir únicamente
nuestro mundo, efectivamente tenemos la capacidad de entrar en otros, que son tan
reales, únicos, absolutos y absorbentes como lo es el nuestro” (Castaneda, 1979: 24).
“El hombre siempre ha tratado por diferentes caminos de conjurar, de suscitar la
presencia, de lo que oscuramente -y a falta de mejor palabra- califica como “sagrado”
y el arte ha sido siempre la herramienta o el puente para realizar esta búsqueda: con
oraciones, blasfemias, imprecisiones, o visualmente con estatuas, pinturas, espacios
cerrados, cuevas, altares o también con sonidos, ritmos y cánticos dentro del mundo que
llamamos música”
Fernando de Szyszlo.
*
Hugo Fernando Tangarife Puerta. Maestro en artes plásticas. Candidato a Magister en Culturas y Droga de la
Universidad de Caldas. Email: [email protected].
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ISSN 0122-8455
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Hugo Fernando Tangarife Puerta
RESUMEN
Este artículo busca acercarse a los planteamientos estéticos del pintor peruano Pablo
Amaringo, a través de la observación y análisis de sus obras, teniendo en cuenta sus raíces
indígenas y la relación intima con el yagé.
Palabras clave: arte, chamanismo, imagen, ritual, visión, yagé.
PABLO AMARINGO: ANALYSIS AND COMENTS ABOUT HIS
WORK
ABSTRACT
This article pretends to approach the aesthetic view of the Peruvian painter Pablo
Amaringo through observation and analysis of his work, taking into consideration
his indigenous roots and the intimate relationship with yagé.
Key words: art, shamanism, image, ritual, vision, yagé
INTRODUCCIÓN
Artistas como Pablo Amaringo, Domingo Cuatindioy1 y Juan Bautista Agreda2 han
llevado el arte visionario a posiciones importantes en el ámbito artístico mundial.
Los dos últimos han incursionado a partir de sus propuestas en importantes eventos
artísticos como los salones regionales y nacionales de artistas, además de haber
expuesto en diferentes salas del mundo.
Pablo Amaringo (1938-2009), fue uno de los pintores peruanos más importantes
de los últimos tiempos, llegando hacer reconocido a nivel mundial por su gran
talento artístico, relacionado con un importante conocimiento sobre prácticas
ritualísticas asociadas con el yagé3 (Banisteriopsis caapi). Sus pinturas además de ser
interesantes obras de arte, son documentos significativos donde pueden apreciarse la
Médico tradicional y artista de la cultura Inga. Putumayo.
Médico tradicional y artista de la cultura Kamsá. Putumayo.
3
El yagé es una bebida amazónica compuesta básicamente por dos plantas: el bejuco y la chagropanga (Banisteriopsis
caapi y psychotria Viridis).
1
2
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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra
gran diversidad cultural, zoológica y botánica de la región amazónica. Las pinturas
se constituyen de esta forma en instrumentos informativos importantes para el
conocimiento de determinada región y cultura, teniendo en cuenta, que el artista
siempre procuró llevar el detalle hasta un alto nivel realista. Lévi-Strauss afirma:
“(…) para interpretar correctamente los mitos y los ritos (…) es indispensable la
identificación precisa de las plantas y de los animales que se hacen mención, o que son
utilizados directamente en formas de fragmentos y despojos” (Lévi-Strauss, 1990).
El contexto en el que se encontraba Amaringo le permitió abordar directamente
dinámicas referentes a su condición de chamán y artista, y todo esto lo demuestra con
gran virtuosismo en todas sus obras. Luis Eduardo Luna4 dice que Amaringo asumió
el papel de chamán por varios años. “…7 años practicó como vegetalista5 pero a raíz
de una crisis espiritual dejó de ejercer” (Luna, 1996: 50). Esta experiencia lo llevo a
conocer directamente las dinámicas rituales con todas sus connotaciones simbólicas,
descubriendo además las principales plantas medicinales de su región.
EL ARTE VISIONARIO
El arte visionario está relacionado específicamente con el resultado plástico de las
visiones e imágenes surgidas a partir de experiencias directas con enteógenos. Estos
artistas logran ver e interpretar sus prácticas a partir de conocimientos surgidos desde
el interior mismo, y relacionarlo con imágenes del trasegar cotidiano, característico
del mundo.
El arte visionario hace parte de una amplia concepción visual y plástica relacionada
con la interpretación de fenómenos naturales que se relacionan con creencias
culturales propias constituyéndose y transformándose a partir de experiencias con su
entorno, en este caso la selva con todas sus connotaciones mágicas y ritualísticas que
posee. Estos espacios agrestes de gran dinamismo y belleza están relacionados con los
ritos, los que, a su vez, surgen como expresión vital de estos pueblos, convirtiéndose
en una necesidad innata importante para crear, mantener y conservar los mitos y
costumbres a través del tiempo, como nos dice Ariel James: “El mito es generalmente
la realidad, la realidad es casi siempre el mito” (James, 2004: 15). El ritual de esta
Luis Eduardo Luna, publicó junto con Pablo Amaringo el libro llamado Ayahuasca Visions. The religious Iconography
of a Peruvian Chaman. 1991.
5
Según Luis Eduardo Luna, este término se refiere al origen de su conocimiento, debido a que este proviene del
espíritu de ciertas plantas (vegetales) que son las verdaderas maestras del chamán. (Luna, 1996: 12).
4
169
Hugo Fernando Tangarife Puerta
forma se constituye como una especie de acoplamiento sensitivo con la naturaleza
desde estados modificados de conciencia.
Las representaciones del arte visionario están cargadas de un fuerte simbolismo,
ninguna se justifica por sí misma. Todos los componentes están allí por una motivación
específica, y cada una es parte indispensable de toda la unidad. Estas manifestaciones
artísticas han estado relacionadas siempre con el hacer del chamán, que gracias a
un frecuente estimulo de la imaginación por el contacto con otras dimensiones
perceptivas y el afán de comunicar sus experiencias visionarias representa a través
de símbolos o códigos sus relaciones con animales de “poder”, plantas y espíritus.
“(…) Siempre y en todas partes del mundo, ha existido una relación estrecha entre el
chamanismo y el arte, y en algunas tribus el chamán incluso sigue siendo un artista o
un artesano consumado” (Dolmatoff, 1990: 50).
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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra
Esta corriente artística se ha sostenido a través del tiempo como expresión importante
de los pueblos indígenas, en este caso el chamán o el taita, es el responsable de
transmitir sus sensaciones a partir de representaciones vistas en el trance del yagé.
ANÁLISIS DE LA OBRA
La obra del pintor peruano Pablo Amaringo, se presenta a través de atmosferas
surrealistas, donde el tiempo se transforma en complejas manifestaciones
atemporales, no existe nada establecido, sólo imágenes documentales consistentes en
contar historias mágicas donde todo es posible. “(…) Hay pues infinidad de imágenes;
pero la invariante es un modelo del cosmos claramente estratificado diferenciándose
cada estrato del otro por ciertas características únicas, sean personificaciones
sobrenaturales benévolas o malévolas, el país de los muertos, los animales, plantas
171
Hugo Fernando Tangarife Puerta
medicinales, música celeste, soles y lunas propias, más un gran número de otros
aspectos” (Dolmatoff, 1990: 24).
Las visiones interpretan conjuntos de proyecciones generadas a partir de experiencias
con el yagé, la composición trata de hallar un equilibrio entre la forma y un significado
ilusorio, es decir, la representación figurativa actúa como un conector simbólico
a la realidad, pero, a su vez la deja a un lado sutilmente para entrar a reflejar lo
que verdaderamente se encuentra implícito en la composición. Otras realidades
pertenecientes a un vasto sistema sensitivo. Las pinturas pueden estar concebidas
desde el punto de vista del “ver”, tomando este concepto como el de la capacidad
de entender quizás de una manera pragmática este tipo de percepciones. “(…) un
aspecto fundamental de la práctica chamánica es no solo “ver”, sino saber contar lo
que se ha visto, de tal manera que la gente también lo “vea” (…)” (Luna, 1996: 69).
El lenguaje pictórico de Amaringo trata de ofrecer un conocimiento de su
cosmovisión para posibilitar así, la comprensión de las emociones y percepciones del
ritual del yagé. No existe un orden secuencial en la estructuración y organización de
las formas en el espacio, más bien, se constituye como un collage donde los elementos
que componen la superficie tienen una intención y un significado especifico, cada
escena representa una historia de “poder” donde se ven involucrados seres mágicos,
animales mitológicos con características zoomorfas, ofídicas y ornitomorfas. “Los
espíritus pueden adoptar la forma de varios animales -a menudo de extraordinarias
proporciones- chamanes indígenas o mestizos, negros empresarios extranjeros,
patrones del caucho, princesas de cuentos de hadas occidentales, ángeles con
espadas de la iconografía cristiana, oficiales armados, doctores occidentales famosos
ya fallecidos etc., o incluso, como se pueden ver en algunas de las obras de Pablo
Amaringo seres extraterrestres de planos y sistemas solares distantes” (Luna, 1996:
76).
Las diferentes tonalidades de colores crean una atmosfera bastante dinámica, rica en
texturas e impresiones profundas. En la mayoría de ellas aparece en primer plano el
taita o chamán que se caracteriza por realizar una acción de sanación, de “limpieza”,
de dolor, o de expulsión de espíritus maléficos a través de la purga (vomito y diarrea).
Los seres espirituales que hacen parte del imaginario colectivo de los habitantes de
la selva amazónica aparecen constantemente en las composiciones, entre ellos: el
chullachaki, las sirenas, el bufeo colorado, la sachamama, la yakumama, la yakuruna,
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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra
el tunchi, la patasola, la madremonte, los duendes; todos relacionados además, con
las llamadas plantas sagradas: el borrachero, el tabaco, los hongos, el yopo, entre otras.
“El neófito cuando toma estas plantas está, en realidad incorporando algunas de sus
cualidades, pareciéndose a ellas” (Luna, 1996: 60) Muchos de los dibujos tienen estas
características de transformación, dando a entender la posibilidad de transmisión
del “poder” de las plantas a los hombres. Estos seres tienen un rol importante en la
configuración de su mundo e incide indudablemente en el comportamiento habitual.
La transmisión de estos mitos y leyendas hace parte de la conservación de su
cultura, es por esto que, las pinturas de Amaringo han trascendido enormemente,
la importancia que denotan repercute considerablemente en la preservación y
subsistencia de la cosmovisión indígena.
Por otro lado, su técnica demuestra un gran virtuosismo, el manejo del color, el
claroscuro y las formas inspiran sentimientos encontrados. El contraste entre las
imágenes maléficas y malévolas repercuten innegablemente en la conciencia del
espectador que se ve a sí mismo inmerso en sus propios dilemas. “… La emoción
estética proviene de esta unión instituida en el seno de una cosa creada por el hombre,
y por tanto, también, virtualmente por el espectador, que descubre su posibilidad a
través de la obra de arte, entre el orden de la estructura y el orden del acontecimiento”
173
Hugo Fernando Tangarife Puerta
(Lévi-Strauss, 1988: 45). Los acontecimientos reflejan rituales internos y externos, es
decir, la observación de la obra podría constituirse como una reflexión propicia para
estimular procesos emotivos que de alguna forma se ritualizan al entablar un dialogo
sensitivo con la obra.
“…A mitad del camino siempre entre el esquema y la anécdota, el genio del pintor
consiste en unir un conocimiento interno y externo, un ser y un devenir; en producir
con su pincel, un objeto que no existe, como objeto y que, sin embargo, sabe crearlo
sobre su tela…” (Lévi-Strauss, 1988: 25).
Lévi-Strauss, mediante esta cita sintetiza acertadamente las posibilidades que tiene el
pintor de abrir nuevos caminos de conocimiento, dando a conocer diferentes formas
de “ver” las múltiples realidades que nos rodean.
Para finalizar, cabe señalar que un factor de importancia para lograr un entendimiento
y una comprensión cercana de estas obras, es conocer el contexto natural del artista
con todas sus implicaciones simbólicas. El estar en contacto directo con el ritual
es dar un paso importante que implica una relación de otro tipo, no como simple
espectador, sino como parte dinámica y funcional de la obra, es decir, al observar
las composiciones de Amaringo, existe un reconocimiento propio que repercute en
un acto reflexivo de observación subjetiva, que se activa al ver el reflejo de nuestro
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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra
propio ser inmerso en las profundidades del cuadro. La experiencia directa con el
yagé permite entender de alguna forma las escenas representadas, debido a que a
veces se presentan de forma repetitiva como queriéndonos recordar que hacemos
parte de infinidad de mundos “reales” donde la intención o el intento es la llave que
permite el acceso a reconocernos como parte de ellos.
BIBILOGRAFÍA
Castaneda, C. (1979). Una realidad aparte. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.
Dolmatoff, R. (1990). Orfebrería y chamanismo. Un estudio iconográfico del museo del oro. Medellín:
Editorial Colina.
James, J. (2004). Chamanismo. El otro hombre, la otra selva, el otro mundo. Bogotá: ICANH.
Lévi-Strauss, C. (1988). El pensamiento salvaje. México: Fondo de Cultura Económica.
Luna, L. (1996). Vegetalismo. Chamanismo entre los ribereños de la Amazonia Peruana.
Nota al editor
Ver también revista Colombiana de Antropología. XXIV. Bogotá. 1985
175
Corridos al oleo
CORRIDOS AL OLEO
ELINA CHAUVET*
Recibido: 2 de junio de 2011
Aprobado: 7 de julio de 2011
La primer alusión musical que recuerdo haber hecho en mi obra, fue en el año de
1999, esto sucedió en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, con una obra a la cual no titule,
sin embargo, en la parte superior escribí: “Pareces amapolita cortada al amanecer”; en
la obra aparece una mujer bonita de cuyo vientre emergen varios hombres, algunos
muertos y otros armados, ella se sostiene en un pie sobre un cráneo del que surgen
flores de amapola, en la mano izquierda sostiene una bandera de México y en la
derecha la virgen de Guadalupe.
Al momento de realizar la obra, se vino repentinamente a mi memoria el pequeño
verso de esta canción que escuchaba frecuentemente en el trayecto de mi casa a la
escuela, cuando era niña y vivía en la ciudad de Camargo, Chihuahua México, esta
canción la interpretaba Cornelio Reina, y para mí era música prohibida, debido a que
en casa no se escuchaba música ranchera ni popular, prohibición hecha por mi padre
amante de la música clásica, sin embargo, extrañamente mis recuerdos de Camargo
siempre están acompañados de:
Ya vine de donde andaba
se me concedió, volver
a mí se me a figuraba
que no te volvería a ver
Pareces amapolita cortada al amanecer…
Mis recuerdos no están acompañados de Mozart, Beethoven, Mendelsson, o Bach,
por decir algunos, a ellos los tenía a la mano, disponibles para escuchar, me eran
permitidos.
*
Artista Mexicana. Correo electrónico: [email protected]
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ISSN 0122-8455
177
Elina Chauvet
Esa linda mujer que pinte es Sinaloa, o mi visión de Sinaloa, un Estado hermoso y
de una gran generosidad, su pie hace equilibrio sobre la muerte, y se sostiene con
una sola pierna, una pierna fuerte que representa la fortaleza de sus habitantes,
para no caer, también sus brazos como una balanza hacen equilibrio entre la fe y el
patriotismo, los hombres que emergen de sus entrañas y que casi son expulsados de
ella, son sus hijos, los del narcotráfico, los hermanos, primos, amigos, vecinos, a los
que se le quiere y a veces no, pero que están ahí y son parte de ella.
Once años más tarde, esta pintura representa lo mismo, es tan actual como si la
hubiese terminado de pintar ayer, el cual no es el caso de algunas otras obras que
he pintado en años posteriores, algo parecido a sucedido con la obra que inicie en el
2006, año en que obtengo una beca del Fondo Estatal Para la Cultura y las Artes del
Estado de Sinaloa, gracias a un proyecto en el que propongo pintar 10 obras basadas
en corridos y narco-corridos interpretados por el grupo norteño Los Tigres del Norte,
originarios de Mocorito Sinaloa.
Siendo de formación arquitecta, mis aspiraciones siempre fueron artísticas, y este
momento se dio para mí en Sinaloa, originaria del estado de Chihuahua y radicada
en ciudad Juárez hasta 1991, año en que cambió mi residencia a la ciudad de los
Mochis Sinaloa, al siguiente año un doloroso acontecimiento familiar definiría mí
producción artística: los sujetos y temas de interés, en mi obra.
Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero también es cierto que conquistar un
lugar en tierra ajena es difícil, y en alguna ocasión me sentí atormentada y culpable
por ser una artista a la cual algunos colegas catalogaban de anecdótica, y sí, siempre
fui culpable de serlo, por más que lo intente mi obra siempre terminaba contando
una historia, y fue por eso que en cierta ocasión al escuchar un corrido interpretado
por los Tigres del Norte, las imágenes no se hicieron esperar, sin embargo, lo que más
llamó mi atención fue el alto contenido social de la letra, claro quién no ha escuchado
“Contrabando y traición”, este legendario corrido que los hiciera tan famosos en los
80s, esto era lo único que yo conocía de ellos.
Intrigada por la letra que había escuchado y que narraba la historia de “José Pérez
León”, un joven migrante que dejó a su familia para ir a Estados Unidos a trabajar
encontrando allí la muerte; para mí, esta historia fue contundente, toda una
revelación, esta música que me fue prohibida en mi infancia, contenía una temática
con un alto interés para mí y mi obra, al investigar más sobre estos corridos descubrí
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Corridos al oleo
infinidad de temas de suma importancia del devenir del país, y para mi sorpresa,
encontré una fuente informativa de muchos tópicos de los cuales la prensa no habla,
entiendo muy bien que no todo es veraz, y que seguramente también hay mucho de
imaginación. Sin embargo, para mí son una fuente de inspiración demasiado grande,
como ellos y yo somos anecdóticos, por ende, hacemos una simbiosis casi perfecta,
creo yo (esto para no pecar de egocéntrica).
Luego de escuchar y leer una buena cantidad de corridos interpretados por este
grupo musical, me vi en la difícil situación de seleccionar los temas que pintaría,
debido a que eran muchas las letras que me agradaban, sin embargo, quería hacer un
balance entre los temas que propondría. Así que, seleccione temas políticos, sociales
y obviamente de narcotráfico, las canciones seleccionadas fueron las siguientes: La
neta de las Netas, Crónica de un cambio, Los tres gallos, El dolor de un padre, Pakas
de a kilo, La reina del sur, Jefe de jefes, La bronco negra, Pedro y Pablo, Las mujeres de
Juárez, Contrabando y traición y José Pérez León.
El hacerme beneficiaria de esta beca por parte del gobierno de Sinaloa, que por medio
de estos estímulos reconoce el trabajo y la trayectoria de sus artistas, me permitió
trabajar durante todo el 2006-2007, en el desarrollo de este proyecto, ya concluida la
obra venia el enorme esfuerzo que representa para un artista el buscar el o los lugares
en que será exhibida, y así poder cumplir su cometido como obra de arte.
Fue entonces que en el 2008, el Gobierno del Estado de Chihuahua, acepto mí
propuesta de exhibir en mi tierra natal “La Neta de las Netas”, como titule a este
proyecto, invitándome a formar parte del Cuarto Festival Internacional Chihuahua,
cuyo país invitado ese año fue Brasil, y el Estado mexicano invitado, Sinaloa, mí
exposición no se celebraría en la Ciudad de Chihuahua capital, sino en Casas Grandes
Chihuahua, una pequeña ciudad al noroeste del Estado, y de la cual soy originaria,
“La Neta de las Netas”, fue inaugurada el martes nueve de septiembre en la Casa de la
Cultura Municipal Antigua Estación del Ferrocarril, para mi sorpresa la exposición
fue inaugurada por el entonces presidente municipal y todo estuvo perfecto hasta el
momento en que el presidente inicio el recorrido para ver la obra, y se encontró con
el retrato del “Jefe de Jefes”.
Desde mi perspectiva, y conociendo perfectamente que el “Jefe de Jefes” era el
narcotraficante: Félix Gallardo, actualmente preso; yo realice una lectura diferente
en la obra, y pinte el retrato de un joven sicario, imaginando el poder que deben
179
Elina Chauvet
sentir al tener en sus manos estas poderosas armas, R-15 o Cuerno de Chivo, por
demás molesto, el presidente municipal, sin despedirse abandonó la exposición, al
día siguiente me entero que el presidente municipal había sido amenazado de muerte.
En el 2008 inicia la guerra contra el narcotráfico, la violencia empieza a desbordarse,
Chihuahua es militarizada “La Neta de las Netas” es censurada, y las puertas de la sala
de exposición permanecen cerradas al público durante los 15 días que dura el festival.
La obra regresa a Sinaloa, ya que por más que solicite en Chihuahua el apoyo para
exhibirla, no faltaron las excusas.
Fueron casi dos años que la obra permaneció guardada en mi estudio, casi oculta,
culpable, silenciosa, los acontecimientos de los últimos años en el país la convirtieron
en casi indeseable, la saque a la luz pública nuevamente, animada por una amiga
fotógrafa, realizamos una corta exposición con el apoyo del museo arqueológico de
Mazatlán y su joven director, inauguramos el 11 de Noviembre del 2010, y la obra
se exhibió durante cinco días en una de las más cortas exposiciones individuales
que ha tenido Mazatlán, por lo menos en los últimos diez años. Aún hay quien me
reclama no haberla visto, debo decir que a diferencia de Casas Grandes, en esta
ocasión el público fue numeroso, y la exposición resulto ser un éxito, agregue además
un performance que si bien fue corto el tiempo que duro, impacto a muchos en su
memoria.
En el verano del 2009, se me otorgó una beca en el Estado de Chihuahua para dar
unos talleres de arte en una colonia de ciudad Juárez, llamada Arroyo del Indio,
dirigida a población en estado de vulnerabilidad, durante este tiempo que viví en
ciudad Juárez, la ciudad en la que solía vivir con mi familia, donde estudié y crecí,
pude constatar el grado tan terrible de violencia en el que vivía su población, y al
terror al que diariamente era sometida.
Una de las experiencias más fuertes que experimente, fue una mañana en la que
acompañe a mi hermana y a su esposo a un centro comercial llamado Galerías
Tecnológico, a realizar un pago de la factura de la luz, todo transcurría normalmente,
entramos, mi hermana realizo el pago, y al momento de dirigirnos a la salida del
centro comercial, y al momento en que se abrieron las puertas eléctricas, escuchamos
un balazo y luego otro, todo empezó a transcurrir en cámara lenta, las personas que
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Corridos al oleo
entraban, y las que salíamos, nos paralizamos llego un momento en que no sabíamos
si corríamos hacia adentro o hacia afuera, recuerdo la cara de una señora anciana
que me miro como suplicándome que no la dejara ahí, en otro instante veo venir
hacia mí a un hombre con un gesto que difícilmente olvidare, paso a mi lado con una
pistola que sostenía con ambas manos, pero, apuntando hacia abajo y con el cuerpo
un poco inclinado como escondiéndose, este era seguido por otro hombre también
armado y con el mismo gesto que denotaba una gran tensión, a los pocos segundos
se escucharon los cuernos de chivo, y entonces todos a correr hacia adentro, el pánico
fue total, por instinto, mi hermana, mi cuñado y yo corrimos al mismo lugar del
que recién acabábamos de salir, sentí alivio cuando vi a la anciana de quien en el
momento de la huida me había olvidado, aguardamos hasta que no se escucharon
mas disparos, es como si las personas ya supieran cuanto tiempo tenían que esperar
para volver a salir, definitivamente lo saben.
Los hombres armados que pasaron a mi lado, hombres comunes, nadie en particular,
nada los hacía diferentes de los muchos hombres con los que me podría topar al
caminar en la calle de cualquier ciudad, sin embargo, sus armas los hacía, los disparos
que habíamos escuchado seguramente ellos los habían disparado, el resultado de
todo esto fue un hombre muerto a escasos metros de la salida del centro comercial,
por las noticias al día siguiente me enteré que se trataba de un ex-policía, a los pocos
días volví al lugar de la ejecución y tome impresiones de los impactos de bala en el
pavimento, no como un recuerdo, porque ese lo tengo en la memoria, sino como un
testimonio palpable de un hecho que pronto se extendería a otras ciudades del país.
A mi regreso de ciudad Juárez todas las emociones contenidas se desbordaron
en una serie de piezas cuyo tema no podía ser otro que el narcotráfico, entiendo
perfectamente que si fuera compositora seguramente todo lo vivido estaría escrito
en uno o varios corridos, será muy interesante cuando dentro de algunos años se
haga una revisión de la producción artística de los creadores del país en que todos
hablamos del mismo tema, debido a que creo difícilmente que algún artista por lo
menos en una ocasión no lo haya mencionado en su obra. Sin duda alguna en el área
que más se reflejara es en la música popular.
Y no es de extrañar que surjan nuevos movimientos musicales populares con
características propias de la juventud, debido a que ellos tienen un lenguaje y una
visión diferente a las generaciones que les precede.
181
Elina Chauvet
“La Neta de las Netas”, volvió a ser exhibida esta vez en la ciudad de Culiacán, con el
apoyo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la galería Frida Kahlo, se inauguró
el 25 de Marzo y permaneció hasta el 25 de abril del 2011, fue inaugurada por el
Director General de la Dirección de Extensión de la Cultura: Carlos Maciel Sánchez,
y el Director de Artes Visuales, el artista Alejandro Mojica Díaz, al día siguiente y
para pagar una manda fui a la capilla de Jesús Malverde, a depositar como ofrenda un
catalogo de la exposición, debido a que, varios años antes había ido en compañía de
mi amiga Claudia, luego de entregar la solicitud para este proyecto, para esta ocasión
también fui acompañada de Claudia, quien pacientemente observó todo el ritual, y es
que por supuesto no podía faltar la imagen de este popular santo en una de las obras
“Pakas de a Kilo”.
Todo esto ejerce una fascinación para mí en términos artísticos, y jamás hubiese
pensado que detrás de los corridos existiría todo un mundo de investigación, de
antropólogos, sociólogos, catedráticos, estudiosos del tema a un nivel intelectual muy
alto.
Supongo que en algún punto existe una convergencia que me incluye, y es mi visión
como artista de donde parte el interés que siento por ellos, siendo claramente una
ventana hacia el sentimiento y el pensar del pueblo que los canta en el momento
que los vive, me parece que al juzgarlos como buenos o malos, su valor sigue siendo
innegable.
Pintar corridos ha sido una experiencia muy gratificante, convertir música en un
objeto visual que logra un diálogo entre la obra y el espectador, me parece que
enriquece los dos géneros, no trato de enaltecer al narcotráfico, sino de ofrecer otra
versión de lo ya dicho, creo que cada persona debe ser libre de sacar sus propias
conclusiones. Así como el arte debe ser libre de ser expresado, ningún país pude
presumir de democracia si reprime la libertad de expresión, debido a que en el arte se
refleja el momento histórico del país en cuestión.
La próxima ciudad que visitará esta obra es Los Mochis Sinaloa, será exhibida
en el Museo Regional del Valle del Fuerte, con el apoyo del Instituto Sinaloense
de Cultura, es bien sabido que Los Mochis es la ciudad de donde es originario el
gobernador Mario López Valdez Malova, quien ha sido fuertemente criticado
nacional e internacionalmente, por haber tomado la mala decisión de prohibir los
182 cult.drog. 16 (18): 177 - 183, 2011
Corridos al oleo
narco-corridos , sólo espero tener la libertad de mostrar mi trabajo, logrado a base de
mucho esfuerzo, pero que además, fue apoyado por el gobierno cultural del Estado,
la verdad, sería verdaderamente ridículo prohibir ver Corridos.
Actualmente, estoy terminando otro proyecto de beca, otorgado también por el Fondo
Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Sinaloa, esta vez fue beneficiado en su
edición 2010-2011, el proyecto “Camelia la Tejana y su Dinastía Monarca”, esta obra
habla de las reinas del narcotráfico.
No tengo la menor duda al respecto, mi obra seguirá hablando de los corridos y
prohibidos o no siempre espero encontrar un lugar, y gente para compartirlos.
Hoy le canto a la conciencia
de un país que lleva a cuestas
crisis que vienen y van
no es un canto de protesta
de derecha ni de izquierda
es la neta y nada más1.
Nota al editor
Artículo enviado especialmente para la revista Cultura y Droga a través del magister Luís Omar Montoya
Arias. CIESAS, Peninsular, México.
1
Corrido de los Tigres del Norte.
183
VI Simposio Internacional CULTURA Y DROGA
Bioética, Salud, Esperitualidad
y Etnicidades
MANIZALES, OCTUBRE 12-14 DE 2011
Performance body paint “el cuerpo como vía de expresión”
PERFORMANCE
VI SIMPOSIO INTERNACIONAL DE
CULTURA Y DROGA.
PERFORMANCE BODY PAINT
“EL CUERPO COMO VÍA DE EXPRESIÓN”
Integrantes del Grupo Body
Paint-Universidad de Caldas.
Fotografía: Ginna Lizeth Beltrán
Los discursos se objetivan y se aplican sobre los cuerpos, a cada sociedad le corresponden determinados
tipos de cuerpos. A una sociedad sustentada en el capitalismo como la nuestra, donde es fundamental
la especialización del trabajo, generando una concepción difundida del hombre como “apéndice” de las
máquinas, se necesitan cuerpos estándar, fácilmente intercambiables, cuerpos normales que no posean
alteridad alguna. El cuerpo es reducido a fuerza de trabajo.
El cuerpo como vehículo de comunicación, como medio natural e inmediato del hombre, se convierte
en la máxima expresión hoy y siempre de ideas, propuestas, sueños, ilusiones y un sin número de
sentimientos. Expresiones corporales como el tatuaje se encontraron en un cazador neolítico congelado
hace 5300 años. Nuestro propósito es transmitir un mensaje por medio del lenguaje universal del
cuerpo, cuestionar las representaciones que cotidianamente se imponen y sutilmente se legitiman del
significado del cuerpo, del arte, para contribuir a la transformación de estas; y qué es más significativo
que el arte hecho cuerpo, el cuerpo hecho arte.
No es un tema nuevo, debido a que, el hombre aplicaba diferentes pigmentos sobre su cuerpo para
afirmar su identidad, y la pertenencia a su grupo; además, lo utilizaba para alejarse del grupo que no
le satisfacía, y situarse en una nueva relación con su ambiente. Esta práctica ilustrada se convierte
en un instrumento de transformación en el mundo moderno y contemporáneo, donde es común la
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VI Simposio Internacional De Cultura Y Droga Octubre 12 De 2011
representación del cuerpo como un objeto sexual, esta visión se impone inconscientemente en las
estructuras mentales de los individuos que materializan tal significado en su accionar, pero la verdadera
importancia radica en la reivindicación de la tendencia ancestral desde el arte como medio de expresión
natural. Ha sido necesario personalizar algo tan perfecto como lo es el cuerpo, para expresarle a la
sociedad un pensamiento diferente que comúnmente es presentado por los mass-media, la educación
y el Estado.
Evidentemente, el hombre se ha encargado de distanciar por su pensamiento maquiavélico la relación
natural entre el cuerpo y el consumo de plantas sagradas, debido a los usos que se le han dado, pasan de
ser Plantas Maestras, para convertirse en drogas amaestradoras que nos sumen en un estupor, haciendo
soportable las condiciones a las que se enfrenta nuestro cuerpo. Drogas que en general son controladas
por quienes detentan el poder, control que se ejerce ya sea de forma abierta con las drogas legales, o de
forma clandestina con las drogas de carácter ilegal. Sin embargo, la intervención del hombre que con
su discurso hegemónico se encarga de erradicar y fumigar no solo los territorios colmados de plantas
sagradas, sino también, el pensamiento diferente y estrechamente relacionado con éstas, por eso se
requiere, una postura crítica pero con argumentos culturales ancestrales de uso ritual y medicinal de
las plantas.
Y es precisamente a través de cuerpos pintados de forma libre, que se expresa la naturaleza en abstracto,
un juego de multiplicidad de colores, texturas, líneas y figuras con el fin de llegar a todos, y transmitir no
un mensaje cargado de morbo por la desnudez de los cuerpos, sino, por la necesidad del uso cultural del
cuerpo, la naturaleza de las plantas maestras y el arte, como rituales sagrados y vehículos de expresión.
Encarnar la poesía, adentrarnos al reconocimiento de un mundo material, en donde el verbo y la
palabra son gesto y danza, nuestro Body Paint es un reencuentro con la sensualidad y la piel, con eso
que inexorablemente nos hace sentir, hablamos con los sentidos, pensamos como praxis, y expresamos
hoy una dimensión más que toma nuestros cuerpos, debido a que, como humanidad, somos culturas y
drogas, y hoy estamos en pro de dicho reconocimiento.
Integrantes del Grupo Body
Paint-Universidad de Caldas.
Fotografía: Ginna Lizeth Beltrán
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
DROGAS ENTRE ADOLESCENTES DE PORTO ALEGRE, RIO
GRANDE DO SUL, BRASIL-SOB O PONTO DE VISTA BIOÉTICO
IVAN SÉRGIO FELONIUK1
Recibido: 9 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
RESUMO
O presente trabalho é uma releitura da pesquisa feita para UMSA (Universidad de Museo
Argentino), no primeiro semestre de 2011, sob orientação do professor: Jorge Ronderos
Valderrama, a qual pesquisou as práticas e imaginários sociais sobre o uso de álcool e
maconha por jovens entre 12 e 18 anos. A realidade do uso das drogas passou por mudanças
ao longo dos últimos séculos, em especial nas últimas décadas, a dessacralização das drogas e
sua passagem para o mundo laico como forma de prazer hedonista desvinculado do sentido,
do valor original, agregado a uma sociedade em que o consumo é o “objetivo”, são as molas
propulsoras ao grande consumo de drogas na sociedade ocidental, sejam elas legais ou ilegais,
a esse consumo é dado uma visão lúdica de um lado e do outro são buscadas como a solução
para os males gerados pela sociedade, como ansiedade, depressão, falta de perspectivas, não
se dão conta nem a sociedade e nem o ser humano que a solução não é a droga, mas a revisão
dos valores hedonistas que nos comandam. A seu turno cada sociedade escolhe a droga que
lhe é própria e qual deve ser coibida. A forma de controle adotada com relação as drogas
tem sido ineficaz, justamente por centrar-se nas conseqüências e não nas causas, não se
estabelece uma relação bioética em termos de políticas públicas e relação social que leve em
conta ao menos algum dos quatro princípios. Nossos adolescentes estão cheio de informações
obtidas em internet, jornais, revistas, a questão básica não está em informar ou coibir, e sim
rever os valores da sociedade, das famílias, da organização social, enfim num novo processo
educacional e civilizacional.
Palavras chave: adição, adolescentes, álcool, bioética, drogas, educação maconha, políticas
públicas, valores, violência.
Graduado em Direito. Universidade do Vale do Rio dos Sinos. Especialista em Ciências Penais pela PUCRS em
1997. Especialista em Projetos Sociais pela UFRGS em 2001. Cursando Especialização em Direito Público pelo
IDC. Mestrando em Bioética pela UMSA. Pesquisador da UMSA em 2011 sobre drogas. Currículo Lattes em:
http://lattes.cnpq.br/2802280180725397.
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Ivan Sérgio Feloniuk
INTRODUÇÃO
O presente trabalho é uma releitura da pesquisa feita por mim e a Dra. Liselaine
Marques para UMSA (Universidad de Museo Argentino), no primeiro semestre de
2011, sob orientação do professor: Jorge Ronderos Valderrama, no qual se pesquisou
as práticas e imaginários sociais, sobre o uso de álcool e maconha por jovens entre 12
e 18 anos de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil.Na presente releitura, partimos
do quadro geral, de uma visão do mundo, e depois retomamos os levantamentos
feitos em nosso trabalho inicial, atualizando e revisando conceitos e conclusões, para
chegar a uma generalização ante ao que se observa em termos de bibliografia e dados
nacionais e mundiais sobre o consumo de drogas, sendo o presente trabalho mais de
teorização e construção de algumas idéias que prático como foi inicialmente.
Feitos esses esclarecimentos que os servem de justificativa ao presente ensaio,
podemos ora introduzir algumas noções que temos sobre as drogas para depois
trabalhar melhor ao longo do ensaio.
É sabido que as drogas são tão antigas quanto o homem, mas embora tenham sido
usadas de todas as maneiras, como remédios para cura de doenças, como veículo nas
práticas xamânicas, ou mesmo como meio “lúdico” de convívio social, como forma
de protesto contra um estado de coisas e aproximação a um meio “natural de viver”,
nunca na história da humanidade as mesmas foram tão agressivas a essa, como agora.
A lembrar que no final do século XIX drogas eram usadas até mesmo nos bailes reais
do Rio de Janeiro, havia fábricas de pasta de coca na Alemanha e outras partes da
Europa que fabricavam cocaína e a vendiam como remédio, os refrigerantes eram
produzidos a base dessa mesma coca.
Ao longo do século XX essa relação do homem com as drogas foi tomando novos
rumos, ao ponto de se chegar ao que temos hoje. A droga, no Brasil, deixou as
altas rodas sociais e entrou nas favelas, não apenas como meio de vida, mas como
essencial à vida de uma série de seres que já não tem seu lugar no mundo a custa da
desagregação familiar, e passa a ser consumida por pessoas cada vez mais jovens.
Aqui quando se fala em droga, se falam no álcool, na maconha, na cocaína,
benzodiazepínicos, anfetaminas, etc., muito do que era “chique” a ponto de que os
“bacanas” é que morriam de overdose seja com barbitúricos (Elvis Presley), ou uma
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
mistura exótica de uísque com guaraná, digo, cocaína (Elis Regina), subiu o morro,
e a overdose passa a ser coisa de pobre (crack e oxi). Não se fuma mais escondido
dos pais, aliás, fumar é até normal, a idade para beber é cada vez mais cedo, para
“pertencer” a um grupo tem de adotar as suas práticas senão não faz parte da tribo,
gang ou bonde, como preferirem.
Os dados que temos são de assustar, o II Levantamento Domiciliar sobre o Uso de
Drogas Psicotrópicas no Brasil, (2005), nos dá a noção de que as drogas são como uma
verdadeira epidemia, a ponto de termos: 12.3% da população dependente de álcool,
10.1% é dependente de tabaco, 1.2% é dependente de maconha, 0.5% é dependente
de benzodiazepínicos, 0.2% é dependente de estimulantes e a mesma porcentagem da
população é dependente química de solventes.
As causas dessa epidemia são sociais, químicas, psicanalíticas, biológicas, afinal o que
sabemos disso, José Fericgla, vai nos dizer que sabemos muito pouco, usamos termos
inapropriadamente e não conceituamos corretamente os tipos e uso das drogas,
Claude Olievestein, diz que muitas drogas são simplesmente uma escolha do tipo
de sociedade, por exemplo, nos países muçulmanos enquanto o álcool é proibido a
maconha é liberada.
Qual a interação da droga com a violência, será ela instigadora ou resultado, para
tentar responder essa questão, seguimos os ensinos de Freud, analisando aquilo que
ele nos traz e o que diz um de seus intérpretes, o psicanalista brasileiro Jurandir
Freire Costa, com isso é que podemos analisar que a droga não é causa direta da
violência, mas sim conseqüência dessa violência como instrumentalizadora da defesa
de um poder estabelecido, e que combater as drogas na forma como os “Estados” vem
fazendo é combater uma das conseqüências e não a causa da violência como parece
ser o senso comum.
De outro lado, aonde se encaixa a Bioética no agir social e do Estado no trato a
drogadição, outros questionamentos podem ser agregados a esses, como práticas nos
levaram a isso, o que se pensa a respeito, quais as perspectivas, qual noção temos
disso tudo, como encarar essa nova realidade, aonde vamos e aonde queremos chegar,
e nesse caldeirão de coisas fazer o que, reprimir, tratar, prender, liberar geral e cair
na gandaia e seja o que “Deus quiser”, como costumamos dizer, e aí “mano” qual o
caminho, aliás, tem caminho, pois bem, é nesse mar de incertezas que iremos navegar
nesse trabalho, procurando jogar luz sobre a discussão.
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Ivan Sérgio Feloniuk
IMPRECISÃO CONCEITUAL
Os debates atuais em redor do tema “drogas” têm sido, quase que exclusivamente,
policial, e mais precisamente liberação de que tipo de drogas ou não. Políticos,
técnicos, advogados, juízes, promotores, jornalistas, tecem considerações do tema
como se estivessem servindo um prato feito e não houvesse mais o que discutir e nem
o que fazer.
Afinal de contas, quando falamos de drogas, é preciso conceituar o que é mesmo que
entendemos sobre as mesmas, e quando falamos do viciado é preciso dizer quem
é esse sujeito do qual falamos, aliás, cometi aqui uma impropriedade, no Brasil do
politicamente correto se fala em “usuário”, o termo “viciado” ficou para o jogador
compulsivo, o termo vício para o “fumante”.
O que se questiona é quem é esse usuário, e o que entendemos por usuário, viciado,
traficante, “vapor”, “aviãozinho”, “soldados”. Liberar drogas, quais, porque, para quem,
e porque se drogam. Para quem tudo sabe, isso já está respondido, será mesmo?
Josep Fericgla no artigo “El arduo problema de la terminologia”, diz textualmente:
“Es obvio que no se sabe qué hacer con las drogas. Ni con los que las usan. Ni
tan siquiera se sabe cómo hablar de ello, que es más grave. En unas ocasiones,
para defenderlas, se invoca a los placeres y ebriedades de tan difícil descripción.
En otras ocasiones se apela a causas demasiado falsas, vagas e inexactas para
atacar los psicotropos. Afirmar que la droga mata es tan necio como declarar
que el agua ahoga o que las drogas iluminan.
Nuestros gobiernos, la burda prensa de masas y un aparente gran número de
occidentales dicen estar contra el consumo de ciertas substancias psicoactivas.
Bueno. Cuando uno se interesa por sus argumentos, descubre que su grosero
bagaje lingüístico se limita al término drogas. Máxime lo amplían con las drogas
matan o con un mal usado estupefacientes o narcóticos. Lo que queda así reflejado
es la descomunal ignorancia y confusión que reina sobre nuestro tema, que mal
conjuga con opiniones pretendidamente sólidas y con actitudes enjuiciadoras.
Por ejemplo, hay la costumbre de hablar de alucinógenos como genérico de
todas las substancias prohibidas cuando, en realidad, solo se conocen cuatro
compuestos que sean literalmente alucinógenos y ninguno es de uso popular
ni están perseguidos… porque no son usados por el pueblo llano (me refiero
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
a la ketamina, escopolamina, hiosciamina y atropina). Así mismo, se habla de
narcóticos para referirse, por ejemplo, a la cocaína o al MDMA cuando se trata
de estimulantes del SNC. Sería, literalmente, como etiquetar de hortaliza al
hígado de oveja porque ambos son alimentos y se desarrollan en el campo”
(Fericgla, 2000: 3).
É preciso entender, por primeiro, que quando se fala em “drogas” esse termo é
qualquer substância biologicamente ativa, ou seja, entra nessa classificação de uma
inocente aspirina ao fármaco mais potente.
O correto então é dizer drogas legais ou ilegais, e aí nos situamos no campo correto e
precisamente definido, mas isso é só o começo.
Existem drogas legais que tem potencial letal se utilizadas com abuso ou
inadequadamente, e isso também não defini o usuário em si, porque esse pode ser
“usuário” de droga legal e na qual se viciou (caso do alcoólatra, ou de quem é viciado
em remédios para dormir), ou pode ser “usuário” de droga ilegal.
Conforme apontado na introdução, cerca de 12% da população brasileira é
dependente de álcool, algo como a módica quantia de 22 milhões de pessoas (se
considerarmos uma população de 190 milhões de habitantes), ora isso é mais que o
dobro da população do Rio Grande do Sul, quase a metade da Colômbia (45.659.709
milhões conforme o Banco Mundial em 2009), é cinco vezes a população do Uruguai
(3.344.938 conforme o Banco Mundial em 2009), ou seja, é um número assustador,
mas paradoxalmente só nos preocupamos com o número de alcoólatras quando eles
aparecem nas estatísticas de trânsito como “motoristas” (como atropelados são só
números), ou nas páginas policiais como “assassinos”.
Os “tabagistas” no Brasil representam 10.1% da população, mas nos preocupamos
com eles apenas nas estatísticas de câncer de pulmão ou quando tem um fumando
ao nosso lado.
Agora, com o 1.2% da população que depende de maconha (algo como 2.28 milhões
de pessoas), número expressivo, e pouco superior ao número de pessoas que se
declara de umbanda (1% segundo o datafolha em pesquisa realizada em 2007).
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Ivan Sérgio Feloniuk
Agora, são esses pequenos percentuais, agregados ao número de dependentes de
todos os demais tipos de drogas ilegais é que causam o “temor” social.
É claro, e seria cegueira negar os prejuízos que causam determinados tipos de drogas
mais pesadas como cocaína, crack, heroína, LSD, oxi e merla, elas são capazes de
destruir um ser humano em pouco tempo, por exemplo, o oxi mata em 1 ano e sua
entrada em Porto Alegre foi descoberta em maio de 2011, assim como agora em
setembro a polícia apreendeu produto para limpeza de teclado de computador que
era vendido como droga.
Dito isso, aos nos preocuparmos com “drogas” no presente trabalho, estamos
definindo com precisão nossa posição, nos preocupamos com aquelas substâncias,
legais ou ilegais, mas potencialmente danosas ao ser humano e que são capazes de
gerar “dependência” química, estando ligadas diretamente à violência, ao tráfico e a
mortalidade; essa é a nossa preocupação central.
A DROGA COMO QUESTÃO CULTURAL
“Un aspecto que ha puesto el tema en el centro de grandes contradicciones
actuales, en diversas sociedades de los cinco continentes, es la división jurídica
entre drogas prohibidas y legales. Esta división fundamentada en parte en
algunos hallazgos científicos y médicos, ha concluido que existen” drogas
adictivas “que atentan contra la salud pública, por lo que tales drogas se deben
prohibir y perseguir hasta su extermínio total de la vida humana. Esto es
desconocimiento e ignorancia crasa según se constata biológica, histórica y
culturalmente. Las drogas entendidas como principio biológicamente activo,
existen desde antes de la presencia de la especie humana en la isla cósmica y
vital que hemos habitado. Están relacionadas con la transformación ecológica
del planeta cuando surgieron las plantas angiospermas, hace aproximadamente
125 millones de años, plantas que casualmente contienen los alcaloides o drogas
y de las cuales algunas sirvieron de alimentación de nuestros antecesores
primatoides hace cerca de 8 ó 9 millones de años. Igual sucede con los hongos,
que incluso pudieron existir también en periodos anteriores” (Ronderos, 2009:
1).
O professor Claude Oliveinstein, divide as drogas em cinco categorias: as euforizantes
(como a heroína), as excitantes, das quais as anfetaminas e a cocaína são exemplos,
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
as inebriantes como o álcool, as sedativas como tranqüilizantes, soníferos, e a quinta
categoria que ele chama de ideológicas, assim ditas em virtude do debate que existe
em torno delas, discutindo se são perigosas ou não, essas ele classifica em duas
subcategorias; as alucinógenas (cogumelos, LSD) e a “cannabis”.
Ainda o refere em termos de senso comum teórico a opinião geral do público (ainda
hoje, prevalente), de que se dermos uma droga a alguém ele se viciará, opinião essa
que não tem sustentação, o traz o exemplo da guerra do Vietnã em que embora a
maioria dos soldados americanos estivesse intoxicada com drogas pesadas ao
retornarem para casa apenas uma pequena parte deles se tornou toxicômano, ou
seja, ficou evidenciado que não somos iguais perante as drogas e muito depende das
condições socioculturais em que se vive.
Sob certo aspecto essas mesmas considerações serão feitas pelo professor Fericgla,
o qual exemplifica sua posição com diferentes acontecimentos, cita o exemplo do
tabaco que era consumido pelos índios americanos para se atingir etapas espirituais,
ou o exemplo da uva que no velho mundo é usada para extrair álcool que tem função
espiritual na própria missa católica.
Mircea Eliade, que estudou os xamanismos nos traz vários exemplos como a cura
xamânica feita pelos paviotsus da América, usando cachimbos.
Karina Malpica, em seu trabalho sobre o xamanismo, afirma que a planta usada pelos
xamâs tem como características:
“1) las plantas se consideran sagradas; 2) son utilizadas en ceremonias o rituales
específicos que sostienen y renuevan la cosmovisión del grupo cultural; 3)
existe un mundo distinto a éste al cual se tiene acceso por medio de las plantas,
en ese ámbito secreto de la existencia tienen lugar experiencias provechosas y
se adquieren valiosos conocimientos; 4) el empleo de estas sustancias forma
parte reconocida de la membrecía del grupo, o algún subgrupo significativo; 5)
estas plantas pueden ser utilizadas por quienes tienen la habilidad para curar
y para producir otras cambios en el mundo ordinario mediante su aplicación”.
O professor Roberto Garcia Salgado diz que:
“En efecto, la salud es una de las preocupaciones naturales y creadas entre
cualquier grupo humano, y una de las posibles causas del consumo de drogas;
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Ivan Sérgio Feloniuk
por otro lado, la moral es un consenso que determina lo Bueno y lo malo de
un colectivo, lo sano de lo insano, lo adecuado de lo inadecuado. Bajo esta
concepción se han privilegiado los discursos medicalistas que, respaldados
en los supuestos alfabetizados y su consecuente estatus social, han satanizado
el discurso y la práctica de las drogas y de aquellos que las consumen,
etiquetándolos como inconscientes, perversos, viciosos e insanos, entre otros
calificativos” (Salgado, 2006: 3).
Por outro lado o professor, Jorge Alberto Yaría, alerta dos perigos das drogas,
afirmando, por exemplo, que na Argentina a idade do consumo de álcool tem
baixado cada vez mais, estando já na casa dos 12 anos a idade em que o consumo de
álcool é iniciado, afirma o caráter epidêmico da drogadição, e que não existem drogas
inocentes.
O mesmo professor Yaría relata que o comércio da droga produz um mercado de
trabalho e de serviços, tanto um espaço de trabalho e serviços lícitos já que o Estado
tem de recrutar mais gente para o combate, como um clandestino em que existem
profissões ilegais nascidas para dar sustentação ao tráfico.
Segundo Yaría, jovens que começaram nas drogas, e aí incluído o álcool, antes dos 16
anos apresentam forte estado de deterioração mental, tem a saúde debilitada, aliás,
alerta ele para a existência de uma cultura da droga em nossa sociedade, afirma a
existência do “jovem crônico” como sendo aquele que já nasce dependente da droga
para o resto da vida.
O professor Yaría, na sua obra A existência tóxica, o qual lista as estruturas das
personalidades em risco são: a) Transtornos de conduta antissocial: personalidade que
se desenvolve em um quadro familiar caótico; b) Transtornos ligados à vinculação
afetiva: quadro que se desenvolve em virtude do isolamento afetivo, num quadro
de apatia e indiferença, revelando-se desde a primeira infância; c) Depressão
púbero-adolescente: pessoas que escondem o quadro de depressão e que se revelam
depressivos pelos transtornos de comportamento.
Em séria advertência ao uso da maconha o professor A. Almeida Jr, em Lições de
Medicina Legal, adverte que o uso da “cannabis sativa” dificulta a atividade ordenada,
tanto somática como psíquica, causando distúrbios de percepção e do raciocínio,
podendo de acordo com a quantidade consumida perder o viciado o controle de
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
suas emoções o levando a reações violentas, ainda que sem ser provocado, alerta
para a penetração da mesma nos meios estudantis e os problemas causados pela
dependência nestes meios. Neste aspecto diverge do professor Olievenstein que
classifica a “cannabis sativa”, como uma droga social e sem maiores repercussões
física, ou seja, de um lado ou de outro existem posições antagônicas em jogo, e
posições respeitáveis.
QUEM É O VICIADO
O professor Claude Olievenstein, na palestra realizada em Porto Alegre em 26 de
setembro de 1987, afirma que durante a infância cria-se a personalidade das pessoas
e que essa é um espelho, assim conforme a formação dada resultará em pessoas com
o espelho bem formado e que se enxergam completamente, outras que poderão ter
sofrido pequenos traumas terão a sua imagem arranhada no mesmo, e, ainda, existem
aqueles que terão o espelho totalmente fragmentado, o que o professor chamou de
espelho impossível.
Esse ponto parece consenso, as dificuldades que levarão a pessoa ao vício se formam
lá atrás, na infância, uma má relação familiar, a presença de um pai que, na verdade,
não traz a lei, mas é a presença constante de uma ausência, de uma mãe possessiva,
causam a desestrutura que levam a falência da família e essa a do indivíduo.
“O serviço prestado pelos veículos intoxicantes na luta pela felicidade e no
afastamento da desgraça é tão altamente apreciado como um benefício, que
tanto indivíduos quanto povos lhes concederam um lugar permanente na
economia de sua libido. Devemos a tais veículos não só a produção imediata de
prazer, mas também um grau altamente desejado de independência do mundo
externo, pois se sabe que, com o auxílio desse amortecedor de preocupações,
é possível, em qualquer ocasião, afastar-se da pressão da realidade e encontrar
refúgio num mundo próprio, com melhores condições de sensibilidade.
Sabe-se igualmente que é exatamente essa propriedade dos intoxicantes que
determina o seu perigo e a sua capacidade de causar danos. São responsáveis,
em certas circunstâncias, pelo desperdício de uma grande quota de energia que
poderia ser empregada para o aperfeiçoamento do destino humano (Freud,
1930). Freud, estando consciente disso ou não, estabelece uma ponte que é
usada por psicólogos profissionais até os dias de hoje. Ele claramente considera
o uso de tóxicos uma fuga da realidade, estabelece que esse tipo de relação
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sejas natural do homem e estabelece também que as drogas são de um alto
nível de periculosidade para o aparelho psíquico do ser humano. Neste mesmo
texto, Freud discorre longamente sobre as dificuldades dos seres humanos
em tamponar seus instintos com o objetivo de viver harmoniosamente em
sociedade. Tarefa essa extremamente difícil e que cobra dos sujeitos submetidos
à cultura um alto preço. O autor compara o uso de tóxicos à religião como uma
forma de lidar com as pressões vindas do aparelho psíquico na busca do prazer
que vão à contramão das regras impostas pela sociedade” (Silva Bento, 2006).
Acrescento aqui, por primeiro a colocação do Professor Jurandir Freire Costa,
que em sua obra Violência e psicanálise, refere o caso de um “jovem delinqüente”
caracterizando como filho de mãe separada que o deixava aos cuidados de uma
empregada e que foi currado aos cinco anos por garotos de um morro próximo
de sua casa, local para onde foi levado por essa empregada tendo se perdido dela,
ainda que foi induzido pela mesma empregada a fumar maconha e a ingerir bebidas
alcoólicas, isso pelos 8 e 9 anos, que essa empregada foi demitida somente após a
mãe o ver, por acaso bêbado, e que as babás seguintes não foram cruéis, mas também
não conseguiram demonstrar afeto por ele, reporta muita a ausência do pai, o qual o
visitou uma vez aos 12 anos e lembra de ter passado por essa idade cerca de 3 meses
com o pai, relata dificuldades emocionais, ter trocado cerca de 19 vezes de colégio
em curto espaço de tempo, em especial porque aí já começara seu forte envolvimento
com drogas, enfim, o que Jurandir mostra com esse caso é a “violência” como fator
importante de formação do drogadito, a desagregação familiar com influência, a
ausência das funções materna e paterna como determinantes nessa formação.
Assim também em Drogas. SEM, as professoras Analice Gigliotti, Elizabeth Carneiro
e Gisele Aleluia, por meio de exemplos de famílias desagregadas “pela droga” que
a questão é que num mundo corrido em que não se tem tempo para nada, os pais
esquecem do principal, de sua tarefa de educadores, de estabelecer o devidos limites
e fronteiras, e com isso o resultado são “crianças sem noção de limites, adultos sem
fronteiras, relações envoltas em caos” (2008, 50), vale dizer que esse caos é anterior a
drogadição de um ou de vários membros da família, ou seja, a droga é a conseqüência
e não a causa.
Isso faz com que nos perguntemos, mas quem é o doente, o viciado ou a sociedade,
quem afinal de contas é que tem a patologia? O certo é que o viciado deve a sua
formação a desagregação familiar ou a não adaptação social, não menos verdade é
que se a família sofre pela desagregação, e o homem pela busca do prazer, o problema
é social.
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
Estamos diante de uma sociedade patológica. Yaría cita F. Dolto, e ensina que: “Se
uma criança não recebe de alguma pessoa conhecida os elementos verbais sobre o
que percebe, sua função simbólica será exercida na solidão...” (Yaría, 1995: 24), aqui
Yaría diz que a solidão da criança é um problema que se instala não apenas pelos
conflitos entre os pais, mas também pelo fato de que a nossa atual sociedade impôs
condições sociais e culturais que acabam por afastar a criança dos pais, a nova divisão
do trabalho trouxe para a criança uma grande perda, tendo o valor dessa como
“esperança” sido tomado por outros valores ditados pela sociedade de consumo,
valores mais efêmeros como realização e perfeição (estética do corpo, objetos, etc.).
“Los hombres modernos son gente que se han puesto a resguardo de
revelaciones... Tenemos a nuestra homogénea y prosaica versión de la realidad
y a nuestro estado interior cotidiano y sobrio por algo tan normal y normativo
que todo el resto sólo es considerado como ilusión y desvarío. Nada habría
para nosotros más perturbador que la irrupción de nuevas manifestaciones de
un más allá que reclamara derechos de validez como cultura oficial” (Salgado,
2006: 5).
É necessário reconhecer que o “viciado” atual é fruto da sociedade e resultado de
uma batalha de pelo menos 200 anos, as drogas em nosso passado era o refúgio de
intelectuais, artistas, cientistas, mais do que isso a droga, mesmo na Grécia, ainda é
considerado o espaço do “xamã” (segundo Mircea Eliade o grande especialista em
alma humana que tem capacidade de fazer viagens ao mundo dos espíritos) tinha o
tom do sagrado, a droga era sacra, ritualizada.
O homem moderno, fruto de uma sociedade de consumo, é um homem em que
impera o racional, fruto dessa racionalidade, e as drogas têm o efeito substitutivo das
crenças, desapegadas do sagrado passam a ser perseguida, e nisso consiste a guerra
contra as drogas, dito isso é claro de modo muito simplista, mas a questão é que a
sociedade moderna rompe o equilíbrio tradicional ao se transformar e gera com isso
suas próprias doenças sociais.
Essa nova racionalidade do mundo faz com que a sociedade só reconheça validade
em duas drogas substituidoras, o dinheiro e o sucesso, relegando todo o resto a
ilegalidade, dessa forma, dessacralizada a droga que não encontra respaldo na
sociedade vai servir de bálsamo a quem não obtém prazer nem com dinheiro e nem
com sucesso, o sujeito passa a entrar em contato direto com substâncias que se antes
199
Ivan Sérgio Feloniuk
controlada pelo sagrado, hoje sem controle impõe um contato direto desse com
substâncias poderosas e que acabam por produzir os resultados atuais, e como na
palavra de Sloterdijk citado por Salgado: “En cuanto desaparecen los asideros rituales
que, en el consumo de drogas sacras, protegen al sujeto, éste se halla en una relación
directa y sin protección alguna con aquello que, según toda experiencia, es más fuerte
que el próprio Yo profano” (2006, 6).
O fato de vivermos em uma sociedade estimulante do consumo, é causa basal no
aumento do consumo de drogas, assim ver os amigos consumindo drogas, mais do
que a velha idéia de “más companhias”, ou a necessidade de “pertencimento” a um
dado grupo, necessidade comum na adolescência em que se busca a identificação
consigo e com o mundo, é um incentivo pelo simples fato de que a ordem imanente
implantada em nossas mentes pela sociedade é uma só: “consuma”.
“El valor de la amistad es interesado, desde el punto de vista económico y de
acuerdo a su estilo de vida. La moral del placer, según lo afirma Aranguren
(1985), trae consigo dos formas de vida vigentes en la actualidad: la
delincuencia y la drogadicción. Estamos viviendo una sociedad en la que se
fomenta el consumo”.La percepción del consumo de drogas en los amigos, han
sido identificados como los predictores más fuertes para el consumo de drogas
en adolescentes como factor de alto riesgo” (Medina, 2009: 20).
Essa questão do consumo, do lucro, como novos horizontes e deuses culturais, é
um processo que vem com a chamada modernidade, Eduardo Bittar vai nos dizer
que há por conta de uma paulatina suplantação da ética pública pela privada, da
substituição de um modelo impositivo absolutista de ética por uma pluralidade ética,
em verdade o mundo sofreu um processo de deterioração da ética a ponto de haver
uma série substituição de valores, no qual o individualismo, o hedonismo, passa a
imperar, desestruturando o modo de pensar, assim é que impera, hoje “...no lugar da
transcendência, a racionalidade, no lugar do manual, o técnico, no lugar da virtude, o
lucro, no lugar da unidade, a multiplicidade, no lugar da integração, a fragmentação”
(2009, 85), assim em virtude dessa mudança há uma descrença na ética e com isso se
opta pela “contingência” e com ela, como fala Chaui, se opta pelo fragmentário, pelo
efêmero, pelos microdesejos, pelo presente sem passado e sem futuro.
O drogadicto de hoje é aquele que sofre e sofreu pela desagregação familiar, pelos
seus desajustes com o meio, pela necessidade de pertencimento, e por ter introjetado
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
em si a ordem social: “Consuma”, pela ausência de freios e noções de ética numa
sociedade individualista, hedonista, consumista.
Esse é o “usuário”, o viciado, aquele que leva a sério a ordem máxima da sociedade
de consumo, consumir. Esse processo perverso que transforma seres humanos em
máquinas de consumir, que substitui valores humanos por coisas e que sacraliza
“dinheiro” e “sucesso”, é o que constitui o “drogadicto”, fruto então da falência da ética
e da falência familiar.
Drogadicto esse que pode ser viciado seja em drogas legais ou ilegais, pouco interessa
o rótulo dado à droga, e essa preocupação é que tem que estar presente, o vício não
é mais grave por ser em álcool do que em maconha, ou de ser nos dois, o vício é
grave por ser vício, e o remédio para ele é um só e com certeza passa longe da idéia
de repressão, está visto que enquanto gastam valores milionários no combate ao
tráfico, gastam-se valores ínfimos no tratamento do viciado, o consumo e produção
de drogas sobem anualmente, é como se o esforço em nada resultasse.
O custo do Rio de Janeiro com as unidades de polícia pacificadoras são valores que
não tem como se sustentar em longo prazo, sem que haja uma política educacional
por detrás e que essa seja o freio a dar a fortaleza para que o humano sobreviva em
cada um.
DROGAS E VIOLÊNCIA
O censo comum diz que drogas geram violência, que o viciado alimenta o trafico de
drogas e a ilegalidade, que o viciado para satisfazer o vício rouba e mata. Bem em
termos existem coisas verdadeiras no chamado censo comum. O que não se vê, é que
se tratam tais reconhecimentos da ponta do iceberg, além de inverter a relação causa/
conseqüência.
Ao dizer que a droga gera violência, e que o drogadito alimenta o tráfico e a violência,
por conseguinte, é uma metonímia indevida e que geram problemas de análise, e,
portanto confunde na hora de encontra a solução, talvez sendo o principal responsável
pelo que o Estado combata sempre a conseqüência em vez da causa.
Duas coisas devem ser separadas inicialmente, a violência enquanto mola motriz
social, e a violência enquanto formadora da identidade individual.
201
Ivan Sérgio Feloniuk
No primeiro passo, é necessário retornar a analise de Freud, de Lévi-Strauss, e mais
recentemente o que nos trás Hanna Arendt e Walter Benjamim, sem querer aqui
esgotar a temática. Arendt e Benjamim vão consertar o que passa na obra dos dois
primeiros, ao desmistificar a violência no ato do parricídio fundamental, como visto
em Totem e Tabu, como o fundador da norma e, portanto da organização social.
Em verdade, para que haja a culpa no parricídio fundamental é preciso que houvesse
uma norma anterior, afinal ninguém pode se sentir culpado se não estiver agindo
contra aquilo que acredita e lhe foi imposto, trocando em miúdos, a violência do
parricídio é a violência não pela qual se instala o poder, mas pela qual se muda o
poder de mãos e se estabelece uma nova forma de organização social, e onde se
instaura o trauma da norma.
Em verdade a norma é dada pelo simbólico. Assim da mesma forma as normas
passadas pelos pais para a criança não o são por meio de violência, ou da sedução
violenta como muitos querem fazer crer, mas sim pela criação de signos e significados
que assim ditam a norma. Por outro lado, a criança vai interagir e se constituir no
seu “eu” por meio do chamado “segredo”, ou seja, aquilo que só ela sabe dela mesma,
é assim numa dialética com o social e com o outro que se forma o “eu”, da mesma
forma que a sociedade muda de forma dialética, com base nos símbolos e significados
existentes e na interpretação que se tem deles, ou mudanças que neles se queira fazer.
Conforme dito no item anterior, quando se tratou de quem é o viciado, não é esse
que gera a violência e que dá razão ao mercado, ao contrário, ele no máximo retroalimenta esse processo, ele em si é fruto da violência, violência no seu abandono, nos
maus tratos, na desagregação, na fragmentação da família, nos traumas direto que
possam lhe ser impingidas pelas mais variadas formas de violência.
Sem saída, o viciado vai em direção a droga, não como fuga, mas como solução para
seus problemas, para poder enfrentar a realidade que frente a seu espelho turvado,
fraturado ou totalmente estilhaçado, não tem como dar conta.
Freitas, vai nos dizer que nesse processo dialético de formação do eu, que envolve
o que socialmente cerca, mas também aquilo que acima chamamos de “segredo”,
incluindo “corpo”, o “EU” para uma perfeita identificação tem de operar um tríplice
reconhecimento, qual seja de que o corpo é mortal, é fonte de prazer e é fonte de
sofrimento. Todavia para reconhecer a mortalidade do corpo, a fim de que não
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
desista desse corpo, afim de que constantemente reinvista nele afeto, energia, o “Eu”
deve inocentar esse corpo da morte, assim colocando a causa morte em questões
externas como a doença, o acidente, o poder e desejo de morte do outro, questões
que agridem ao corpo, e que sem elas ele não morreria, do mesmo modo quanto ao
reconhecimento do corpo como fonte de prazer, esse mesmo “Eu” deve encontrar
cenas reais que lhe firmem a existência dessas propriedades.
Ora, quando nem o corpo pode ser inocentado, e quando a realidade não lhe dá
fatos que sustentem esse corpo como fonte de prazer e dor, o “Eu” passa a viver uma
realidade persecutória em relação ao corpo e com o ambiente circundante. Quando o
que lhe dão é sofrimento e dor, e não se consegue essa absolvição, a droga pode ser o
caminho encontrado para absolver o corpo e assim sentir prazer com ele, ao mesmo
tempo cria “o segredo” que falta, pois se trata de um ato e de um prazer que só ele
(viciado) sente e que os outros desconhecem. Aliás, Winnicott fez ver que a gula, a
droga, o furto representam para muitos adolescentes uma cobrança com juros do que
lhes é devido, em atenção, valores, prazer.
Essa desagregação que Freire traz no exemplo pela vivência do paciente “Y”, ou
que vem estabelecido pelos pacientes relatados em Drogas. SEM, são frutos de uma
sociedade em que as crianças são deixadas na solidão, em que a figura dos pais aparece
fragmentada, em que valores não são implantados, e num processo educacional
descomprometido com o “EU” e com o social, portanto mais fácil reconhecer a
culpa no “outro” e colocar na “droga”, no “traficante”, no “viciado” a culpa pelo caos
do que no próprio desvaler social, com isso se combate a ponta visível do Iceberg e
esquece-se do resto, quando o dever estatal seria de combater as crises morais e éticas
da sociedade, de combater o hedonismo, o individualismo e a cultura do consuma,
consuma, consuma, você vale pelo que tem, e não pelo que é o problema está que
é justamente essa carga de valores individualistas, consumistas, é que sustentam o
modelo social hoje em voga.
Trocando em miúdos, o que queremos dizer em poucas linhas é que o viciado é fruto
de uma violência anterior que lhe faz trilhar o caminho da droga. No que se refere à
violência dos traficantes, da polícia, etc., essa é uma violência instrumental, o fator
determinante não é a droga, mas a procura do espaço de poder, do poder de ter um
nicho de mercado e local seguro para a prática de sua atividade, o exercício do poder
do Estado para manter o controle sobre todo o seu território.
203
Ivan Sérgio Feloniuk
A venda de drogas é um instrumento, um produto aceito pelo mercado e que dá
retorno e assim serve de negócio lucrativo para financiar o projeto de poder de certos
grupos, não que almejem mandar na nação, no país, mas poder mandar no “seu
pedaço”, manter-se protegido da lei dos “outros” e obter aqueles bens individuais e
gozá-los hedonicamente, essa é a questão, a violência, ao contrário do mero instinto
de agressividade é instrumento do poder, poder que só se mantém se subjacente a ele
houver um acerto social que permita essa manutenção, do contrário, parece claro que
na violência contra violência, simplesmente, a do Estado tem mais chance de vencer.
Se o tráfico se manteve por tanto tempo junto aos morros sem contestação, estando
o Estado imponente, é porque gozavam os traficantes de um poder que vai além
da mera violência, havia ali um acerto social que permitia e permite a manutenção
desse poder inconteste do tráfico, seja, por meio de uma rede de benefícios mútuos,
em especial a proteção, auxílios, seja por meio de intimidação e outros laços sociais,
na verdade a população é tida como vítima, a qual é conivente com a situação,
demonstrando essa conivência pela proteção dada pela lei do silêncio.
Agora, isso, independe da droga ou do tipo da droga, o ato criminoso tem um fim que
é a obtenção de lucro, e a máquina criminosa se volta a esse, se o lucro é a droga, é
para esse que escorre o investimento, se for o seqüestro, o roubo, a prostituição, então
esse será o caminho da máquina criminosa, quando “a virtude” é o “lucro” em uma
sociedade, esse é o resultado.
Esse é o entendimento, a droga é mero instrumento de prazer por um lado, de meio
para evitar a dor, ou de lucro do outro, sua relação com a violência é meramente
acidental.
CRISE DA ÉTICA
Parece evidente que nada pode ser visto, comparado e analisado senão dentro do
quadro em que vive a sociedade, seus valores, éticas, enfim o modo de pensar o
mundo, não é diferente com a questão da droga, ela não é uma questão isolada e
estanque e faz parte de um quadro maior, aliás, isso vimos amiudando ao longo do
trabalho.
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
Desde que Nietzsche proclamou a “Morte de Deus”, do Deus Cristão, da sua moral,
niilismo que vem sendo aprofundado ao longo do século XX por diversos filósofos,
aliado ao desenvolvimento da Psicanálise por Freud que vai desvendar ao homem
a sua psique e a teia de desejos que o movem, a sociedade vem rumando nessa
desconstrução de toda uma moral cristã, vem fazendo a passagem que Nietzsche
dizia ser necessária do homem para o super-homem, a questão está que destruindo a
moral cristã, o que colocamos no lugar?
Vivemos, em verdade, um momento de incertezas, em que a única medida é o lucro,
aliás poderíamos dizer que se na moral Renascentista que resgata a tradição grecoromana de que o “Homem é a medida de todas as coisas”, como diria “Protágoras”,
na atual fase tomamos o rumo para o “Lucro é a medida de todas as coisas”, você não
vale pelo que é, mas pelo quando produz, e pelo que tem acumulado (não é saber, a
não ser que esse possa ser vertido em cifrões).
“...Percebe-se uma espécie de doença que se espalhou por toda a sociedade,
contaminando as mentes, as intenções, os sentimentos, o comportamento e a
educação dos jovens: nada é feito sem um cálculo escrupuloso de vantagens
e desvantagens, lucros e recompensas materiais. Cada individuo é valorizado
pelo que produz e não pelo que é” (Bittar, 2011: 101).
O estabelecimento desse patamar de situação, em que tudo é lucro, é individualismo, é o
“eu” em primeiro lugar, aonde as éticas se multiplicam para éticas pessoais desconexas,
é o cenário próprio de um mundo que tudo relativiza, tudo é experimentável, e não
há freios, tudo é negócio, esporte, saúde, educação, religião, cultura, ou seja, tudo
que puder se transformar em cifrões. Numa cultura assim tudo é permitido, nada é
sacralizado, nada é proibido, nesse caldeirão, volta-se a dizer o “homem” encontra-se
perdido, como que na música Ideologia de Cazuza:
“...Meus heróis Morreram de overdose, Meus inimigos Estão no poder,
Ideologia! Eu quero uma pra viver, O meu prazer Agora é risco de vida, Meu
sex and drugs. Não tem nenhum rock ‘n’ roll Eu vou pagar a conta do analista
Pra nunca mais Ter que saber Quem eu sou Ah! saber quem eu sou. Pois aquele
garoto Que ia mudar o mundo Mudar o mundo Agora assiste a tudo Em cima
do muro Em cima do muro...”.
Exatamente esse desvanecer da moral, essa fluidificação dos conceitos e sua
relativização, que fazem o mundo chegarem ao patamar atual, veja que a música do
205
Ivan Sérgio Feloniuk
final da década de 80 é muito atual, e demonstra o desespero de uma mente que
não tem no que crer, e que o que resta é o hedonismo, e o prazer do “sex and drugs”,
em que só sobra procurar o analista, não para se achar, mas para se perder de vez,
tamanho o sofrimento desse mundo, isso é o que Weber vai chamar de “a renúncia
mística do mundo” (Weber, 1992: 152), ou ainda nas palavras de Eduardo Bittar “...o
homem moderno vive a dor da diferença da diferença de ser tão sem limites que
acaba por viver no nada...” (1992, 103), é um mundo, como nos traz Bittar em que
“...Nada é proibido, tudo pode ser experimentado; tudo é válido, não importa o que
seja...” (1992, 103).
Bom, mas diante desse estado de caos, o que trilhar, embora aqui não seja o canal
apropriado para aprofundar esse debate, já se nota que a própria pós-modernidade
começa a dar a sua crítica a esse racionalismo exacerbado, se de um lado Maffesoli
afirma que a existência de um “fascínio ambiental” parece fazer ressurgir a magia
pagã como que “um mundo reencantado” (Rüdiger, 2002: 21), de outros pensadores
como Bittar, Erik Jaime, Bobbio, vão valorar os “direitos humanos” como princípios
e valores éticos que seguidos possam nos levar a essa nova moral, aos novos valores
para um mundo diferente daquele que se tem hoje.
Pessoalmente iria mais além, e a plêiade de éticas práticas surgidas, notadamente,
após a 2ª metade do século XX já denota uma reação a esse estado de coisas, pelo que a
ecoética, em especial a Bioética, no sentido de uma ética da vida, calcada na dignidade
do homem, na preservação da vida humana, de valores que denotam o respeito a
toda forma de vida, seja a saída encontrada para combater esse individualismo, esse
hedonismo que se esquece do outro e faz com que o homem fique perdido, clamando
por uma “ideologia para viver”.
ANÁLISE DOS DADOS DA PESQUISA E LEVANTAMENTO DE OUTROS
DADOS PARALELOS
Colocamos na introdução do presente ensaio, que o mesmo tinha por origem
uma pesquisa feita ainda nesse ano de 2011 para a UMSA, então antes de nos
encaminharmos para o debate bioético, para as conclusões e recomendações, achei
por bem registrar aqui as impressões que colhi quando das entrevistas, e demonstrar
o quanto do que foi dito até agora se encontra confirmado pela pesquisa, além de
agregar alguns dados colhidos por outras pesquisas feitas também em Porto Alegre.
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
É necessário antes de tudo dizer que a percepção do professor Fericgla, acerca
da grande ignorância sobre o tema se confirmou na presente pesquisa, muita das
questões propostas tiveram respostas ou na base do “desconhecido” ou aquilo que se
imagina ou se pensa saber destoam do que realmente é.
ANÁLISE DAS PRÁTICAS
Sobre um aspecto gerais ambos os grupos referem que o consumo de alimentos
com drogas costuma ser concomitante quando essa droga é exclusivamente o álcool,
tendo nesse caso consumo com “batatas fritas”, pizzas, hamburgers, como sendo mais
comuns, o consumo de maconha não costuma ser concomitante ao de alimentos,
mas costuma ser anterior ao consumo de alimentos.
É senso comum de que o consumo de maconha dá o que se chama de “larica”, ou seja,
fome, necessidade de comer, sendo então acompanhada pelo seqüente consumo de
alimentos.
Esse senso comum guarda relação com o que se conhece dos efeitos da maconha no
consumidor da mesma, tanto que essa tem sido usada em alguns países no tratamento
de pessoas com AIDS como tópico para que as mesmas consumam mais alimentos e
assim combater o efeito indesejado que é a perda de peso por ausência de fome.
Nota-se que a não serem aqueles que já passaram pelo consumo e que conseguem
apontar práticas com o uso de alguns apetrechos usados para o próprio consumo
de cigarro de palha, como é o caso do “esmorrugador” que é um instrumento para
triturar o fumo em rolo, e pode ser usado para triturar pequenos pedaços de maconha,
o desconhecimento da técnica predomina.
Quanto à bebida, a questão é mais prosaica, e os instrumentos listados vão de
baldinhos com gelo, recipientes térmicos para colocar garrafas de cerveja, copos
descartáveis ou próprios para cerveja, conforme o local se é festa ou barzinho e
preferência do consumidor.
De outro lado, entende-se que a forma e maneira de se consumir, mesmo o acesso, o
uso da bebida (cerveja) e/ou da maconha é totalmente cultural e cíclica, afirmam que
207
Ivan Sérgio Feloniuk
em tempo idos, três décadas passadas, sim, a bebida era uma coisa que se pegava até
de casa, era a primeira busca pela significação dentro da família, principalmente os
adolescentes.
Com o passar dos anos e as mudanças na sociedade, advindas de uma maior abertura
política, e transformações dos valores morais, hoje é diferente, vêem em nível de
prática, que a bebida está banalizada, não é mais encarada com significação anterior,
ficou em segundo plano e geralmente se começa direto pelo consumo da droga. A
prática vai pelo imaginário, que não se tem um caminho estruturado para se chegar
a isso, ao contrário é tudo bem desestruturado.
Quando se fala em lugares, não existe uma precisão, mas no geral o consumo de
bebida é feita em bares, e o de maconha em pequenas rodas, pelas ruas, sem maior
cerimonial, e nem cuidado, ou seja, o consumo de maconha é um consumo visível,
não há mais esconderijos.
Tanto assim o é que foram apontadas praças públicas em que o consumo ocorre
abertamente em pequenos grupos, durante o dia, e misturados a população em geral,
como é o caso do “Parque Germânia”, situado na zona norte do município de Porto
Alegre, e vizinho do primeiro Shopping Center da cidade, o Iguatemi, e do Clube
de Golfe, localizado em zona nobre, portanto, freqüentado por ricos e pobres que se
misturam na paisagem.
Os entrevistados em sua maioria concordam que o consumo da maconha é um ato
solidário, feito em grupos, e sem maior ritualística.
O que assusta os entrevistados é o fato de que o consumo de álcool, mais do que o
de maconha tem se dado em idades cada vez mais precoces, e se referem de forma
especial ao crescente aumento no consumo, não de cerveja entre os menores, mas
sim o consumo de destilados, ainda que exista uma legislação repressora na venda de
álcool para menores (o Estatuto da Criança e do Adolescente-ECA), sempre tem um
maior que se encarrega de comprar a bebida, sendo essa consumida misturada com
refrigerantes, ou na forma mais usual, pura.
Falam os entrevistados dos pais de hoje que mais do que ausentes seriam permissivos,
concordando sempre com os filhos e os protegendo mesmo no erro, ou seja, a ausência
total de repressão e de educação.
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
Aliás sobre o acesso as drogas e a bebida, interessante é esse depoimento pinçado de
tantos outros tomados nas entrevistas, em que o entrevistado (adicto), confessa como
entrou nesse mundo e sua dificuldade de entender a “gurizada” de hoje, diz ele.
“A gente não entende como o mundo porque ficou virado dessa maneira,
venho de uma geração cachaça, briga, mulher e jogo, era o que eles faziam
como foi falado de Elis Regina tava esperando pelo meu batismo de cachaça,
era amargo, mas tem esse ingrediente para ser aceito, fiquei insistindo e a partir
de um tempo e por outros também fui tomar conhecimento de maconha, até
hoje me questiono, foi na minha casa, numa reunião, um sujeito convidou
- vamos dar uma banda e depois fiquei pensando de prisioneiro mas qual é
dessa cara se hoje eu fosse oferecer alguma coisa pra alguém, nunca eu iria
abrir essa porta para alguém, pra ninguém. Ele dizia que era meu amigo. Ficou
essa necessidade, despertou algo desconhecido-uma maneira de viver, resolvi
meus problemas, pertenço a alguma coisa. Como usar drogas e não sofrer
comportamento doentio? Não existe, como tomar um copo e não ficar bêbado
e não sentir tudo o que a droga oferece”.
Os entrevistados em geral listam como sensação mais freqüente na hora do consumo
a euforia causada pela droga. Seja o álcool, seja a maconha, e, principalmente na
sensação de que os problemas acabaram que nada de ruim existe, e assim se volta a
ela para encontrar esse prazer, essa sensação boa, conforme o parecer de um adicto.
“A droga entra exatamente aí a gente vê que na verdade ela traz uma experiência
de alguma forma, a sujeira é varrida por debaixo do tapete, a pessoa quer repetir
aquela experiência como uma criança, imagino que assim que funcionam as
pessoas, repetem os comportamentos, a comida te deixa gordo, mas a droga te
traz uma falência em todos os aspectos, anti-social, adoece, não cresce, fica lá
com 15 anos, não evolui, porque ela te traz a sensação de que agora “não tenho
mais problemas”.
É interessante a colocação do termo “euforia”, colocada pelos entrevistados, o
que demonstra o acerto de Fericgla, ao dizer da falta de conhecimento da droga,
porque nem todas tem esse efeito, aliás as drogas classificam-se em psicoanalépticas
(estimulantes), piscolépticas (depressoras), psicodislépticas (perturbadoras ou
alucinógenas, também chamadas de psicodélicas), portanto nem todas tem o mesmo
efeito, nem todas causam euforia, o álcool, por exemplo, é uma droga psicolépticas,
pois deprime o sistema nervoso central assim como tem esse mesmo efeito os
209
Ivan Sérgio Feloniuk
ansiolíticos, os barbitúricos, os opiaceos (como a morfina) e os solventes, ao passo que
a maconha é um alucinógeno, ou seja, uma droga perturbadora do sistema nervoso
central (psicodisléptica), assim como seriam “estimulantes” as metanfetaminas, a
cafeína e a cocaína.
DA ANÁLISE DOS IMAGINÁRIOS
Existe entre os entrevistados um sentimento geral de que o consumo de maconha é
mais barato que o de álcool, sendo que no consumo de álcool pela quantidade que
existe no consumo de cerveja o gasto é muito mais elevado, agora a quantificação
exata desse custo não foi obtida, e os poucos que disseram algum valor, foram muito
discrepantes entre cerveja e maconha, e, entre um entrevistado e outro.
Há uma visão generalizada de que as campanhas anti-drogas são meros gastos, não
surtem efeito, e o que surtiria efeito seria um misto de educação com mais repressão.
Os entrevistados fixam seus pontos de vistas sempre nas conseqüências negativas
das drogas, associando essas a várias doenças tais como: cardio-respiratórias,
câncer, problemas mentais, estados neuróticos, perda de rendimento escolar, pouco
desempenho no trabalho, afirmando uma visão preconceituosa da sociedade e da
família em que o viciado é visto na maioria das vezes como um pervertido, “cara que
se viciou, fez porque quis”, não havendo uma análise mais generosa do usuário.
Os entrevistados se dividem quando falam se a droga legal leva a droga ilegal, uma
parte acredita que o uso das drogas lícitas não leva obrigatoriamente ao uso de drogas
ilícitas, não existe, assim, um imperativo que diga “isso leva àquilo”, ou seja, pode
levar, mas necessariamente não, o outro grupo relata por experiência própria que as
pessoas só chegam às drogas ilegais depois de experimentarem as legais.
Interessante o posicionamento do grupo misto (adictos e profissionais da saúde
mental) que colocaram que as questões do fumo e da bebida, em termos usado por
eles, é “meio chinelagem” e hoje, o “grande barato” é “entrar na onda” e começar direto
com as drogas ilegais, ou seja, as essas ganham um “ar chique”, um jeito moderno de
se relacionar, fazendo ser esse o consumo da moda na visão dos entrevistados, ou
seja, passa do que eles dizem do “consumo da coca com vermute” de três décadas (ou
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
uísque com guaraná na versão da Elis Regina) para o consumo direto da droga ou
de destilados sem qualquer veículo que sirva para adoçar o mesmo (coca, guaraná,
fanta, etc.)
No ponto de vista dos entrevistados há como que uma frouxidão da repressão em
vista do entendimento vigente no país e assegurado na legislação anti-drogas de que
o consumidor não deve ser apenado, mas apenas o traficante, o que tem acendido
debates sobre o que seria quantidade para consumo próprio ou não, e, se fumar em
grupo, constitui crime de tráfico também para este que forneceu o cigarro ao amigo
da roda fumar, pois esse estaria, em tese, fornecendo droga, daí que sempre que uma
rodinha é abordada, só um admite estar fumando.
Ainda sobre a questão repressão, há uma visão geral de que essa é fraca, e que o
usuário deveria ser apenado, salta aos olhos a expressão de um dos adictos em que ele
mesmo defende a punição do usuário, dizendo que “...não punem o usuário porque
ele apenas consome um farelo, mas para atender a todos que usam um farelinho é
preciso alguém que tenha um moinho de farelo...”, dizendo que só existe quem trafica,
porque tem quem consome, e que o consumidor é o responsável por alimentar a
indústria do tráfico.
Essa colocação demonstra a forte presença na sociedade desta visão punitiva e a
necessidade constante de mais repressão, como diria Foucault-Vigiar e Punir.
Aliás sobre isso tive a oportunidade de refletir em minha monografia de conclusão
da Especialização de Ciências Penais pela PUCRS (Pontifícia Universidade Católica
do Rio Grande do Sul) em 1997, dizendo sobre esse clamor de repressão da sociedade
o seguinte.
“O que, a um primeiro momento, transparece é que a opinião pública, uma
vez indignada só arrefece os seus sentimentos pela vingança, a punição seria
o bálsamo para a dor sentida pela sociedade. O que dá azo, por exemplo, a
colocação do professor Robert Park de que “(...) sempre estamos aprovando
leis na América. Por que não nos levantamos e dançamos? “As leis são, na sua
maior parte, para atenuar emoções e as legislaturas estão inteiramente cientes
deste fato” (Feloniuk, 1997: 5).
211
Ivan Sérgio Feloniuk
Finalmente, no seio da família os entrevistados acreditam que o viciado pela sua
presença, pela sua forma de agir tumultue a vida familiar, e abale o emocional
de todos os membros deste núcleo aprofundando ainda mais os traumas que o
levaram à droga, aprofundando a desestruturação familiar. Nossa análise permite
questionar essa afirmação em partes, visto que o viciado ele em si já é o fruto dessa
desestruturação, apenas ele a retro-alimenta e uma vez descoberto o seu vício faz a
família descobrir a sua desestruturação já jazia acobertada pela lei do silêncio e do
“cada um sofre num canto”, o viciado retira as pessoas da sua posição de inércia, ele
desacomoda a família.
ALGUMAS REFLEXÕES SOBRE O QUE FOI PESQUISADO E ALGUNS
OUTROS DADOS
Se por um lado, as pessoas demonstram um certo desconhecimento com relação as
práticas e mesmo em separar os tipos de drogas, e seus efeitos, tem contornos nítidos
que as pessoas notam os fenômenos que vem sendo expostos ao longo do trabalho de
que o viciado é fruto do descaso, do abandono, da desfragmentação familiar, de pais
que já não tem a noção do seu dever no processo educacional e nem sabem o que é
educar, aonde por os freios, os limites, não existem.
Se de um lado existe a crítica ao pensamento da modernidade, a um mundo
consumista e hedonista, e de outro o alerta da psicanálise de que esse estado de coisas
é que tem gerado o consumo de drogas, esse certo caos social, indivíduos que se
podem caracterizar como em processo de disnomia, não se pode deixar de anotar
que a sociedade tem ciência desses fatos, reconhece esses acontecimentos, mas está
perdida, e o que entendem é que deve haver educação com mais repressão, ou seja,
é sempre o clamor do vigiar e punir, numa roda que não se esgota e não resolve os
problemas.
Em recente artigo Alexandre Marques Cabral, nos traz com propriedade essas
conclusões; não precisa ser acadêmico para notar essa crise, as pessoas sentem isso,
as pessoas notam a destruição dos valores e a crise, mas não sabem o que colocar no
lugar, daí a supervalorização de desejos e anti-valores.
“Não é preciso estar situado no mundo acadêmico para que se compreenda
ou apreenda o fenômeno contemporâneo da crise dos paradigmas éticos na e
da cultura ocidental. Todos nós já nos movemos sempre nesta crise. Por isso,
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
por todo lado, a toda a hora e de múltiplas formas diz-se que vigora, na cultura
hoje vigente, uma crise dos valores outrora instituídos como norte do agir
humano; vige a cultura da anti -cultura- isto é, chegamos ao ponto máximo da
mentalidade “criticista-iconoclasta”, que a nada se submete e que tudo destrói,
demole e abala, sem que nenhum valor novo, nenhuma norma nova nasça como
norte para a cultura ocidental; pelo contrário, a nossa cultura é justamente
uma anticultura, isto é, uma dinamite que deve explodir toda e qualquer
possibilidade de organização dos múltiplos setores ou matizes da sociedade -ou
até vigora, como valor, o que já fora anti-valor- por isso, a hipervalorização da
atividade sexual humana assume, hoje, o caráter de valor, quando já fora um
anti-valor, algo a ser superado ou suprimido, como na moral clássica cristã...”.
Deve-se a isso agregar alguns dados significativos sobre o consumo de drogas, e que
demonstram, por exemplo, a correta preocupação do grupo com o uso e abuso de
álcool entre os adolescentes, veja o caso dessa pesquisa de 2002:
Veja que em 48,3% dos pesquisados entre 12 e 17 anos já consumiram álcool, isso
em 2002, e que 5,2% do total já estão em dependência, numero que mais que dobra
quando a idade vai dos 18 aos 24 anos, ou seja bem na etapa da vida em que o cérebro
está em formação e que os danos do álcool no mesmo são devastadores, sendo esse
um indicativo de que estamos criando uma geração de pessoas inabilitadas para a vida
sadia em sociedade, e que ali adiante vão apresentar problemas em vários campos da
vida, como trabalho, vida pessoal, e aqui estamos falando de uma droga legal.
Da mesma pesquisa, temos os seguintes dados:
213
Ivan Sérgio Feloniuk
Agora se vê, por exemplo, que o vicio em tabaco chega a 9% da sociedade e que
maconha é de cerca de 1% sendo quase que a maioria dos viciados compostas de
homens.
Outra pesquisa feita em Pelotas-RS, pelo Departamento de Saúde Mental da
Faculdade de Medicina da Universidade Federal de Pelotas, nos revela os seguintes
dados, Tabela 2.
Tão interessante quanto a pesquisa em si, é análise feita:
“...Quanto à situação conjugal dos pais, aqueles cujos pais haviam se separado
referiram um uso superior em mais de 50% em relação aos jovens cujos pais
viviam juntos (RP=1,55; IC 95%: 1,26-1,90). Aqueles cujos pais nunca viveram
juntos ou que um ou ambos os pais morreram, não apresentaram diferenças
em relação àqueles cujos pais viviam juntos. Adolescentes que referiram um
relacionamento ruim ou péssimo com o pai ou com a mãe apresentaram
consumo de drogas significativamente maior do que os que referiram um
relacionamento ótimo ou bom, respectivamente, com o pai (RP=2,04; IC 95%:
1,44-2,88) ou com a mãe (RP=2,77; IC 95%: 1,90-4,03). Da mesma forma,
referiram maior uso de drogas os que consideravam o pai liberal (RP=1,34;
IC 95%: 1,05-1,70) ou a mãe liberal (RP=1,26; IC 95%: 1,02-1,57) quando
comparados, respectivamente, àqueles que consideravam o pai ou a mãe
autoritários. No que se refere ao relacionamento entre os pais, relataram maior
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
uso de drogas os estudantes cujos pais tinham um relacionamento regular
(RP=1,34; IC 95%: 1,04-1,74) e aqueles cujos pais tinham um relacionamento
ruim ou péssimo (RP=1,61; IC 95%: 1,13-2,28), em relação àqueles cujos pais
mantinham um ótimo ou bom relacionamento...”(Tavares, 2004).
Essa análise vem corroborar o que dissemos até agora em termos de nosso
entendimento sobre a sociedade, adolescentes e uso de drogas, visto que fica
evidenciado os fatos desagregação e liberalidade na educação como os que levam a
drogadição.
Tese feita sobre crianças e adolescentes em situação de rua em Porto Alegre no ano de
2008, afirma que assim “...como ocorre com adolescentes que não estão em situação de
rua (Galduróz, Noto, Fonseca e Carlini, 2004), as drogas mais usadas tanto ao longo
215
Ivan Sérgio Feloniuk
da vida, como no último ano e no último mês foram as drogas lícitas. No presente
estudo, o álcool foi a droga com maior experimentação (uso na vida, Tabela 13),
seguido do Tabaco...” (Neiva-Silva, 2008: 96). O que demonstra a correção por parte
dos participantes do sentimento de que o álcool tem sido a droga mais consumida,
de forma liberta em todos os níveis, aliás, os dados da amostragem para Porto Alegre
não diferem dos dados de amostragem de outras cidades, conforme demonstrado
anteriormente pela pesquisa feita para cidade de Pelotas.
A DROGA, O ESTADO, E A BIOÉTICA
A Bioética como se sabe assenta-se em quatro princípios básicos qual seja da
beneficiência, da não maleficiência, da autonomia e da Justiça vista aqui como
equidade. Essa é a questão, como adequar a questão das drogas, ou melhor, o olhar
do Estado para este questionamento, levando em conta esses princípios, já que a ética
tradicional está em crise, os paradigmas não respondem mais, sobra a nós o socorro
à ética prática, à Bioética, e quem sabe aos direitos humanos a resposta a essa questão.
De qualquer sorte, salta aos olhos que hoje, a ação do Estado de modo algum é
Bioética, primeiro porque se centra na questão da simples repressão, onde o Estado
gasta milhões por ano com resultados, no mínimo, questionáveis para não dizer pífio,
é necessário lembrar que o assessor para assuntos anti-droga do Governo Clinton
chegou a dizer que mesmo gastando bilhões de dólares anuais e aumentado o gasto
de ano para ano, o consumo de drogas continuava a crescer.
Em verdade enquanto o Estado continuar a tratar a questão das drogas de um ponto
de vista policial, não irá ver que o problema é mais uma questão de saúde pública. As
drogas antes de ser um problema criminal é um problema social que nasce no seio
da família enquanto fruto de sua desagregação, a partir daí há uma necessidade de
uma substância que substitua os problemas não tratados na fase inicial da infância e
da adolescência, e como bálsamo aos problemas criados pela sociedade de consumo,
a qual gera um mercado que, como proibido pelas leis, vai se formar a margem do
Estado, gestando tudo aquilo que se conhece a cerca do crime organizado. Ou seja,
ao combater apenas o aspecto criminal, visível, o Estado cega-se ao iceberg e combate
apenas o topo.
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
Agora, cuidar apenas como questão de saúde pública, ou seja tratar o viciado, pouco
muda, pois continua-se a tratar a conseqüência sem entrar na raiz do problema;
já se trataria de um avanço, pois não criminalizando o viciado, se afasta um fator
criminógeno a gerar mais pessoas excluídas, e se pode ter a chance de recuperar vidas
perdidas e devolvê-las sãs a sociedade. Como se vê o debate é maior do que mera
descriminalização ou legalização.
Aliás, descriminar sem legalizar é um contra-censo, pois enquanto você diz para um
“pode consumir”, você diz para o outro, “não pode vender”. Ora se já há necessidade
de consumir e há quem esteja ávido pelo consumo, então há mercado, e onde tem
mercado, tem quem queira suprir, e aí não justifica tu liberar uma ponta e restringir
outra deixando ser drenado para os ralos milhares de dólares que poderiam ser
arrecadados e investidos em saúde e educação.
Fica claro que o agir do Estado não gera beneficiência, em muitos casos gera
maleficiência, não respeita a autonomia do individuo, e não se guia por um princípio
de justiça.
A questão das drogas nos coloca diante de questões bioéticas fundamentais, a começar
pelo princípio da autonomia, ora qual a autonomia de um adolescente para decidir
sobre o uso de drogas, qual utilizar e em que quantidade, ademais, que autonomia
tem alguém que vai para esse meio para “solucionar seus problemas” que tem desde
tenra idade e para os quais não encontra espaço seja em casa, seja na escola, e vê
forçado a encontrar a solução em uma substância que lhe dê o prazer que o mundo
lhe nega.
De outro lado, no atual estágio como falar em beneficiência e não maleficiência
das drogas, só dá para falar em maleficiência, pois se um lado o bem que causa é
fantasioso, de outro a verdade é que gera o mal da dependência.
Vejam, as drogas, tiveram em sua história um trato bioético enquanto restritas as suas
comunidades de origem, ou no máximo, enquanto explorada a planta da qual é feita
a droga de uma forma tão natural quanto a utilização pela comunidade indígena, a
cocaína, por exemplo, enquanto folha é usada no alti-plano andino e tem servido as
comunidades como substância que evita a fome e dá energia para aguentar horas de
trabalho, é um excelente tônico cerebral. Na Europa enquanto na forma de vinho,
217
Ivan Sérgio Feloniuk
que inclusive recebeu uma medalha do Papa Leão XIII, era também um excelente
tônico, foi a partir da sua sintetização em pó, ou seja na forma pura, a ser aplicada,
por exemplo, em pastilhas, que se passou a ter noção do seu poder viciante, e ante
ao abuso, a proibição. Não sem antes notar seus excelentes poderes terapêuticos,
inclusive em cirurgias de catarata.
Histórias parecidas se darão com o ópio, a maconha, lembrando que a heroína chegou
a ser patenteada pela Bayer e era feita base de cocaína, assim como, hoje acontece com
as anfetaminas e barbitúricos, que tem uma ação boa para o organismo, mas acaba
sendo usados para fins diferentes que não aquele para o qual foram produzidos.
Veja que há pessoas que se viciam em solventes, produto lícito usado para limpeza
ou diluição de outros produtos. Recentemente em Porto Alegre, foi apreendido um
produto para limpeza de teclado de computador que estava sendo vendido como
droga.
O que se quer, então, é que o Estado atue em termos mais amplos, e comece pela
estrutura familiar, não é possível que não se encontrem soluções para o desamparo
das famílias, e que Estado e a Escola se ausentem do atendimento das famílias e
sua desestruturação. De outro não é aceitável que o Estado deixe os dependentes
químicos e que necessitam e querem o tratamento, sem opção terapêutica a não ser o
de “ONG’s” vinculadas, em especial, à Igrejas das mais variadas matices.
Por exemplo, o Governo Federal prometeu para este ano de 2011 construir 136
centros de tratamento de dependentes de crack, desses apenas 9 foram feitos sob
a desculpa de se estar estudando a melhor forma de financiar o aumento de leitos
para dependentes químicos (notícia do Correio Brasileiense em 04.09.2011), ora isso
é empurrar com a barriga o tratamento em um país com mais de vinte milhões de
dependentes de álcool, cerca de 4 milhões de usuários de maconha (pouco mais de 1
milhão de dependentes) e cerca de 400 mil a 2 milhões de dependentes de crack pois
essa cifra ainda é imprecisa.
O Sindicato Médico do Estado Do Rio Grande do Sul (SIMERS), conforme notícia
do site “RS Virtual”, divulgou os seguintes dados para leitos psiquiátricos:
Em 1992, o Brasil tinha 91.330 leitos psiquiátricos pelo Sistema Único de Saúde (SUS)
e, neste ano, o número caiu para 44.473. No Rio Grande do Sul não é diferente. Dos
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
3.806 disponíveis pelo SUS há 15 anos, em 2007 a queda foi de 31,9%, com apenas
2.592 leitos. E em Porto Alegre, os número são ainda mais assustadores. Neste mesmo
período, os leitos psiquiátricos também disponibilizados pelo SUS apresentram uma
queda de 62%, passando de 1.835 para 534.
Ora, como conduzir uma política séria de recuperação do dependente químico e da
saúde mental da população quando num município de 2 milhões de habitantes como
é Porto Alegre, o número de leitos cai para 1/3 em 15 anos. Ainda que se compreenda
que foi implementada uma política de desinstitucionalização do paciente, o fato é que
o dependente químico que usa esses leitos psiquiátricos em sua fase de desintoxicação
vem aumentando em número e necessidade de leitos, logo tal redução da forma
brutal como foi feita só pode redundar em sérios prejuízos à saúde da população.
Apenas para repetir os dados aqui passados e comentados, e para demonstrar a
gravidade da situação em Porto Alegre, trabalho feito pela ex-procuradora Geral de
Justiça do Estado do RS, Simone Mariano da Rocha, em 2002 para a Fundação da
Escola do Ministério Público revela, em relação em Porto Alegre:
“...ser Porto Alegre a capital brasileira com maior consumo de drogas entre os
jovens, novo e mais detalhado levantamento publicado em 2002, pela UNESCO,
intitulado Droga nas Escolas13, apurou que a capital gaúcha lidera o ranking
dos usuários regulares de drogas lícitas – álcool(14,4% dos entrevistados)
ou cigarro( 8,4%)- e de ilícitas (6%), sendo dessas a mais usada a maconha
com 4,7% dos usuários, seguida por cocaína(1,4%) e inalantes(1,1%).Foram
ouvidos em Porto Alegre 3.107 estudantes de vinte e quatro escolas, com faixa
etária entre 13 a 24 anos. Um dado geral ainda se mostra preocupante: 23,1%
dos alunos disseram que drogas são consumidas no interior das escolas” (Da
Rocha, 2002: 20).
Isso demonstra não somente a gravidade, como a falência de qualquer política
pública anti-droga, e a própria falência do sistema de educação, na medida em que
há consumo dentro das escolas.
A conclusão é evidente para um trato bioético da questão pelo Estado e pela sociedade
muitas coisas terão de serem transformadas, não sendo aceitável que perdure o atual
estágio, principalmente o estágio de descaso do estado e da sociedade, e o desvalor
imperante em que tudo é possível, nada é proibido e o que for proibido que o seja
pela repressão.
219
Ivan Sérgio Feloniuk
CONCLUSÕES E RECOMENDAÇÕES
A nosso ver, o caminho para a solução ideal para o problema passa por uma mudança
de paradigmas e a construção de uma nova moral, mas isso não será possível se não
forem adotadas medidas como a proposta por Medina como sendo a educação para a
saúde, o esclarecimento, a assistência à família, ou seja, com base na rediscussão dos
valores trazidos de casa pelo indivíduo, e uma nova postura educacional, preparar o
sujeito para resistir ao consumo, sendo ele dono de seu destino e não vítima da busca
pelo prazer, um indivíduo assim caracterizado teria as armas que lhe possibilitam a
resistência.
“De acuerdo a lo descrito anteriormente, en el contexto de lo que significa
la estratégia socioeducativa en el problema del consumo de drogas, el marco
conceptual que sirve de sustentación para la formación de valores en edades
tempranas de la vida de un ser humano, es la educación para la salud, luego
la acción educativa (denominada por otros, intervención educativa) y la
incorporación de la promoción de la salud como función primordial del
maestro en la formación del educando; conformando una tríada; integrada
por las categorías estudiadas como factores protectores contra el consumo de
drogas, en relación directa con los espacios sociales como la familia, la escuela,
grupos de amigos y la colectividad” (Medina, 2009: 25).
Com essa posição o professor Yaría certamente concorda, pois os seus 10 passos
para ajudar o adolescente de 10 a 14 anos a escapar das “drogas” e que consta do
seu trabalho “A Existência Tóxica” se resume à palavra “Educação”. Hoje temos uma
cultura social que educa para as drogas, é preciso combater isso com uma educação
familiar e escolar que esclareça sobre as mesmas.
Mais do que caso de polícia, o combate a drogadição é questão cultural e educacional,
é caso de rever paradigmas.
Ora, está cristalino que se vive em uma sociedade que cria dependências, que leva ao
consumo de drogas até como realização do seu máximo, consumir.
Nossa sociedade é tipicamente uma sociedade de consumo, ver o outro consumir,
ver um grupo consumir, já é um incentivo ao consumo, nesses estado de coisas, a
abordagem de Medina que afirma ser o caminho da educação o caminho pela qual
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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
a sociedade irá se libertar desse jugo, a combater a cultura da droga, o antídoto é a
educação, é o esclarecimento do mundo das drogas (legais ou ilegais) e que seu abuso
possa vir a causar, repete-se como sendo o melhor caminho a se seguir.
Medina em seu trabalho que usou uma pessoa (Luiz Carlos) para chegar ao todo,
nos dá dimensão exata do que a falta ou deturpação dos “valores” pode causar no ser
humano, demonstra ela:
“El informante acepta que sus valores fueron trastocados por factores de
riesgo tales como: conflictos familiares, problemas de identidad, rechazo de
su padre adoptivo, entre otros. Los valores ideales se atenuaron y dieron paso
al inicio de un estilo de vida en el mundo de las drogas. El valor adquiere un
sentido subjetivo. Son circunstancias que valen según el momento histórico
y la situación física en que surgen; en cambio, en la perspectiva psicológica
los valores son de naturaleza subjetiva, valen si el sujeto dice que valen; los
valores se pueden comportar como factores protectores y de riesgo según sean
las circunstancias de la trayectoria de la vida del sujeto en el submundo de la
droga.” (Medina, 2009: 20).
A Recomendação que se faz é nesse sentido de que haja investimento em educação
e programas sociais de assistência a família, ao amparo as mulheres e crianças em
situação e “risco”, mas que os pais, das classes médias e altas, aonde também a questão
da drogadição tem chegado sejam informados, educados para terem o conhecimento
dos melhores mecanismos para preservar os valores do ser humano e driblarem a
ordem consumista que uníssona manda “consumir”.
Educação é a chave, mas não a única. A lei brasileira criminaliza não drogas
especificamente, sendo uma lei penal em branco, na verdade criminaliza a
comercialização, a posse e a distribuição ou fabricação de drogas de forma ilegal,
de modo que mesmo drogas “em tese” legais podem vez por outra a sua posse e
distribuição ou comercialização fazer incidir no tipo penal, é o caso da distribuição
ilegal de anfetaminas.
Em verdade as drogas são legais ou ilegais de acordo com a forma de venda,
distribuição e fabrico estar de acordo ou contra portarias do Ministério da Saúde, o
qual alia é competente para dizer o que e como pode ser consumido ou circular no
país.
221
Ivan Sérgio Feloniuk
Assim sendo, além de educacional, a questão é de regulamentação, ora, considerando
a possibilidade do uso de algumas substancias com fins medicinais e isso fica mais
claro no uso da maconha e mesmo da cocaína como anestésicos, além de educar, para
o bem da sociedade a sugestão é de seja, como já é feito em outros países, melhor
regulamentado o uso, ou seja, uma melhor regulamentação é mais profícua do que a
total proibição.
Então aqui o que se recomenda é um misto de educação sobre o uso e suas
consequências, uma melhor regulamentação do que pode não ser aceito e de que
forma, uma firme investida de recursos financeiros e humanos, de tratamento
das famílias em situação de risco, um apoio ao usuário que queira deixar de ser e
o que precise deixar de ser quando já não se encontra em situação de decidir por
conta própria como investimento em redes de atendimento aos dependentes e
seus familiares, mas em especial quando se fala em educação que se marche para
o estabelecimento de novos paradigmas e valores culturais que levem em conta os
direitos humanos, a natureza do homem e os princípios bioéticos que devem nortear
a nossa vida.
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223
Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
CORPORALIDADES, FEMINIDADES Y DROGAS PROSCRITAS
JANIS TATIANA RESTREPO DUQUE1
Recibido: 9 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
“Le pasó a Eva con la manzana, y les pasa a los jóvenes con las drogas; por
eso que alejar del consumo con la prohibición sea efectivo cuando se enquista
el temor a la sanción, pero su efectividad se diluya cuando trata con espíritus
inquietos”. Felipe Ghiardo.
CUERPO, GÉNERO Y PODER, UN ACERCAMIENTO DESDE LA BIO-ÉTICA
A partir del cuestionamiento sobre la moralidad de “mejorar” la naturaleza humana
(en parte gracias al uso de sustancias hoy por hoy prohibidas o reguladas), el
siguiente artículo aborda el tema del cuerpo y el género, para evidenciar de cierto
modo las paradojas de la prohibición del consumo de sustancias. En realidad no se
pretende responder a tal pregunta, más bien, se busca que ésta sea el hilo conductor
de la siguiente reflexión. Esta reflexión no se centra específicamente en el abuso de
sustancias o sus adicciones, se enfoca en la construcción de tipificaciones culturales
y estereotipos en torno al cuerpo. En tanto, las dinámicas de proscripción de los
consumidores y las sustancias son similares; de la misma manera que se construye
la idea del cuerpo “bello” o “feo”, también se construye la idea de drogas “buenas” o
“malas”.
El cuerpo como protagonista e instrumento de comunicación, no sólo es el receptoremisor de ésta, también es el elemento, que posee las funciones aptas para ello, es
aquel que habla sin palabras, el que se comunica con el ademán, el gesto y la mirada.
Protagonista de la incertidumbre de lo comunicado por otro cuerpo (del gesto de
duda en tanto la existencia del otro me es significativa) gracias a la condición de seres
inter-corporales, intra e intersubjetivos; tengo el poder de comunicar: efectivamente,
eficiente y eficazmente, “realmente” y metafóricamente...
Antropóloga. Tesista Candidata a Magíster en Culturas y Droga. Integrante Grupo de Investigación Cultura y
Droga, funcionaria ICBF Rio Sucio - Caldas - Colombia.
1
cult.drog. 16 (18): 225 - 235, 2011
ISSN 0122-8455
225
Janis Tatiana Restrepo Duque
De igual manera, existen muchas formas de inter-corporalidad, de percibir ese mundo
co-habitado en que el cuerpo se comunica, como: cuerpo social y cultural, cuerpo
orgánico, cuerpo imaginado y anhelado, cuerpo percibido, cuerpo proyectado,
cuerpo erótico o cuerpo sin vida. El cuerpo en el tiempo también presenta variadas
relaciones: el cuerpo en el recuerdo, el cuerpo pasado, el cuerpo futuro, el cuerpo
como expresión moral, el cuerpo anhelado, el cuerpo imaginado.
Ahora bien, en la medida en que el cuerpo comunica es cuerpo signo o cuerpo
símbolo. Es cuerpo signo cuando el cuerpo -por ejemplo en el área de la saludpresenta síntomas que se pueden leer e interpretar, comunican un estado de salud
o enfermedad. Es cuerpo símbolo en la medida en que conforma unos imaginarios
colectivos (“sex’s symbol”), señales que apuntan hacia lo que se percibe en general
de éste, reafirmando estereotipos de “normalidad”, “belleza” y conducta “apropiada”.
“Paralelamente nosotros hemos observado que el cuerpo, cuya materia nos parece
esencial en la constitución de los dispositivos simbólicos, corresponde tanto a la
esfera del significante, como a la del significado, en el sentido trivial de estos términos,
lo mismo que la naturaleza en general que no puede simbolizarse sino mediante
elementos que ella misma propone a la experiencia humana” (Augé, 1998: 135).
En éste sentido, la contemporaneidad, nos propone un dilema moral que tiene que
ver con las significaciones del cuerpo y con las transformaciones culturales que la
sociedad le “impone”. Al respecto, las ideas pluralistas tan típicas de la modernidad
reflejan las posibilidades que tiene el cuerpo como escenario, y en este sentido como
objeto de transformaciones culturales, las cuales, están íntimamente asociadas con
las ideologías. El cuerpo como escenario es el medio primario de comunicación, por
lo cual en el mundo globalizado, las expresiones corporales son múltiples y diversas.
Sin embargo, se observa una serie de tendencias relacionadas específicamente con las
ironías de la sociedad de consumo y por supuesto, con la ideología institucionalizada
del capitalismo moderno, en el cual el cuerpo es semantizado para servir como medio
del consumismo.
Los contenidos altamente eróticos y generalmente bastante explícitos emitidos por
los medios masivos de comunicación (MMC), salvaguardan la dinámica entre los
conceptos institucionalizados de lo bello-feo, lo masculino-femenino, lo correctoincorrecto, entre otros. Imponiendo unos estándares de belleza, de masculinidad o
de feminidad que, pensados en términos de género, son un reflejo de las condiciones
226 cult.drog. 16 (18): 225 - 235, 2011
Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
de dominación impuestas por las tradiciones patriarcales de la sociedad occidental,
siendo éstas últimas, retroalimentadas por las industrias lúdicas y estéticas en las que
-como ya se comentó- la tecnología de las telecomunicaciones ha sido garante de su
afianzamiento.
En este sentido, los estereotipos devienen de los sistemas ideológicos, los cuales
configuran cosmovisiones que a su vez configuran complejos ideológicos sobre los
que se sustentan las estructuras socioculturales de los pueblos o, al decir de Foucault,
los dispositivos de poder. Por ende, en la sociedad global, esos complejos ideológicos,
pueden generar choques, esto se debe a que los procesos ideológicos están mediados
por el lenguaje, lo que implica que se negocien significados, y así, la práctica social
quede inscrita en la ideología. Sin embargo, “…no se puede concluir correctamente
que no existe nada sino ideología… En otras palabras, la ideología tiene efectos reales
en cuerpos, espacios, relaciones, acciones y omisiones. La ideología deviene efectiva
y se materializa en sus intrincadas conexiones con las fuerzas sociales” (Restrepo,
2004: 53-54).
Para el caso se quiere abordar, encontramos entonces dos complejos ideológicos
que están íntimamente ligados con los conceptos de libertad, dignidad y género
(conceptos liberales y nociones liberadoras), al respecto de las transformaciones del
cuerpo y su estatus moral:
1) “Ideología estética”: la belleza tipificada culturalmente como tal en relación con
el deseo de verse como el parámetro lo indica (aunque la mayoría de los sujetos no
concuerde con la tipología). Las transformaciones del cuerpo, asociadas con el anhelo
de alcanzar los estándares de lo bello, de la moda y de las efemérides de lo impuesto
por la sociedad de consumo, que moldean lo anhelado del cuerpo.
2) “La ideología sexual” y la “definición hegemónica de la virilidad o feminidad”:
las transformaciones relacionadas con el tema de la identidad sexual y los
transgenerismos. Ambas tendencias impulsadas por los sorprendentes avances de la
ciencia y la tecnología, específicamente de las cirugías estéticas y el cambio de sexo.
Sistemas de dominación que engendran sistemas ideológicos que marcan pautas
culturales relacionadas con las transformaciones culturales del cuerpo en la sociedad
de hoy, nos permite observar la complejidad de las realidades que debemos enfrentar
227
Janis Tatiana Restrepo Duque
los estudiosos del fenómeno de las drogas, en tanto la realidad, pese a ser simbolizada,
es también definitiva, en el sentido de las condiciones materiales de existencia que
determinan las posibilidades reales del sujeto, al respecto de un pensamiento bioético.
Me explico, “…el Homo vive en un mundo de símbolos, de re- flexión, y no en un
mundo de (simples) cosas. De tal forma (y ¿cómo explicar esto biológicamente?) que
lo invisible (símbolo o concepto) tendrá más importancia que lo visible (material),
determinando el primero el orden, el sentido vital, del segundo…” (Lorite Mena,
1982: 34) y, es en ese sentido que se piensa en los regímenes ideológicos como
determinantes de las tendencias estéticas y de los movimientos sociales.
Así, se ponen en discusión dos tendencias observadas en la sociedad occidental, las
cirugías estéticas que buscan que las personas -generalmente mujeres- alcancen un
prototipo impuesto socioculturalmente, y que es modelado por los grandes capitales
financieros que se lucran de la industria recreativa y estética, haciendo del cuerpo
una figura maniquea que exalta las condiciones psicosociales de un sujeto altamente
alienado; y, las cirugías de cambio de sexo que buscan la reivindicación del sujeto en
tanto ser moral y sujeto de derechos que -gracias a diferentes movimientos socialesbusca su espacio en una sociedad aparentemente pluralista. El punto de encuentro se
evidencia en el uso de drogas para aliviar el dolor que deviene de los procedimientos
quirúrgicos.
Ahora bien, pensemos las dos situaciones de experiencia vital corpórea (la cirugía)
en términos de “cismogénesis” o de fenómenos tipológicos en relación a las
adicciones. La cismogénesis, “…designa proceso de interacción en el que se da un
cambio de dirección en un sistema que aprende” (Bateson, 2006: 263) (por ejemplo,
una célula, un ser vivo o una organización se genera a sí mismo a través de la
interacción con su medio). Es así, como, para el caso de los sistemas ideológicos
operantes en cada situación, el individuo se va modelando a través de la interacción
con la institucionalidad o la cultura en general. Siendo que lo colectivo no puede
ser observado, como una experiencia biológica reservada exclusivamente para Homo
Sapiens Sapiens, de hecho, los elementos necesarios para “aprender” se dan gracias a
la experiencia de la alteridad.
Sin embargo, las estructuras institucionales alienantes adquieren sentido, valor y vigor
en el sujeto aunque le antecedan y precedan, por lo cual, un modelo epistemológico
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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
convencional cerrado, permite argumentar las diferencias sexuales como parte de la
naturaleza, así, a partir de la naturalización de la cultura se avalan estereotipaciones
gestadas por los sistemas de dominación masculinos, no solo respecto de la mujer
como objeto sexual, sino también, al respecto de la exclusión o proscripción de la
diversidad de las identidades sexuales y de género, incluyendo las masculinidades.
La diversidad garantiza la continuidad de una organización, por ello, existen cuerpos
de diferente tipo con sexos diferenciados, el punto clave es que el desarrollo científicotecnológico ha “abierto una caja de Pandora” que posibilita la solución a la “dismorfía
corporal”, pero, ¿qué es la dismorfía sino la exaltación homogenizante de la pauta
cultural, de la norma de un cuerpo bello en occidente? Y, en ese sentido, es que la
alternativa de parecerse al estereotipo puede vincular cuestionamientos bio-éticos
al respecto de la dignificación del sujeto a través del sometimiento a la “mutación”
quirúrgica.
En el caso de las “narco-estéticas”, la transformación corporal es denigrante para con
el género femenino, dado que reproduce y afianza las relaciones de poder masculino,
al darle al cuerpo una realidad estética aniquilante de su completud, de su conciencia
e inhibiendo sus potencialidades a merced del contrato social. El cuerpo es convertido
en una ficción, en la medida en que pretende presentarse como el todo de la existencia
de lo femenino, desligándolo de su conciencia fenomenológica.
Para el caso del cambio de sexo, la “mutación” quirúrgica, muchas veces adquiere la
condición de procedimiento dignificador del sujeto, en la medida en que le permite
autorrealizarse. La conciencia de sí mismo es tan fuerte que le exige un cambio,
aunque éste valla en contra de lo instituido y definido socialmente como masculino
o femenino.
Estos cambios, observables en la irrupción quirúrgica del cuerpo, también plantean
dilemas éticos al respecto del auto-reconocimiento y el amor propio, o autoestima.
Nuevamente, la ideología estética y/o sexual irrumpe en el sujeto generándole la ilusión
de auto-cuidado y salud, aunque verdaderamente lo que existe es una gran inseguridad
sobre sí mismo (acaso producto de la desazón de la vida moderna), generada por la
verticalidad de las relaciones intersubjetivas e inter-género. Verticalidad devenida,
nuevamente, de las definiciones hegemónicas de lo femenino y lo masculino, que
bloquean el desarrollo de lo que se ha denominado: “la democratización del afecto”.
229
Janis Tatiana Restrepo Duque
Por otra parte, si pensamos las organizaciones en términos de un sistema abierto y de
alta complejidad, es posible pensar al sujeto como una entidad característicamente
intersubjetiva, pero basada en la experiencia individual, la individualidad garantiza
la diversidad y la continuidad del sistema. Ello implicaría, la posibilidad de autocomposición del sujeto, desde una perspectiva bio-ética, acorde con las exigencias
contemporáneas de dignificación, equidad y autorrealización de los seres humanos.
Lo que nos permite pensar en que los aportes de la bio-ética, serían trascendentales
en la búsqueda de un “mejor” futuro, entre las posibilidades de “lo mejor”, para la
sociedad humana.
El respeto, el acceso equitativo a los recursos y la justicia social, la discriminación
positiva, entre otros; serían plausibles en la actualidad si existiese una voluntad
política y una posición pluralista que trascendiese del discurso a la realidad objetiva
de los pueblos. Sin embargo, las paradojas de la modernidad, continúan dejándonos
en la sin salida que refleja la falta de concordancia entre lo dicho y lo escrito con la
realidad de la experiencia.
LA PARADOJA DE LA PROHIBICIÓN
La paradoja, al ser una afirmación aparentemente verdadera (gracias a innumerables
recursos retóricos) permite, en el caso colombiano, la expresión de la política de
gobierno actual, la cual implica un retroceso jurídico -por los menos al respecto
de política sobre las drogas- en tanto, retoma el pensamiento prohibicionista en
desmerito de la política de reducción del daño que se había venido construyendo al
respecto de promoción y prevención en salud pública.
El acto legislativo de 2009 que reforma el artículo 49 de la constitución política,
prohíbe el porte y consumo de drogas -salvo prescripción médica- bajo el recurso
argumentativo, del deber del Estado de velar por la salud de sus ciudadanos,
colocando el fenómeno de las adicciones en el marco ya no de una decisión personal
e individual, sino en el marco de una patología que desde el discurso biomédico casi
que infantiliza al individuo en la medida en que éste es supuestamente despojado de
su capacidad de elección voluntaria como resultado del uso de las drogas.
Encontramos entonces, diferentes recursos discursivos a partir de los cuales presentar
como verdaderos los argumentos a favor de la prohibición. Tales discursivas tienen
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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
que ver primordialmente con aspectos biomédicos y con aspectos relacionados con
las presiones internacionales en torno a la lucha antidrogas. Aunque haciendo una
revisión suspicaz se encuentra que dichos elementos no justifican la prohibición
como parte del control represivo del Estado, en la medida en que por una parte,
el control de bienes y servicios con potencial nocivo para la salud humana, se basa
más en intereses económico-políticos de algunas élites o, en la contemporaneidad, de
los capitales financieros transnacionales. Por otra parte, también es injustificada la
prohibición en la medida en que esas presiones internacionales están basadas en una
idea bastante purista de “un mundo sin drogas”, que además se cae por su propio peso,
(solamente pensar en el desarrollo de la farmacología y su incidencia por ejemplo en
la esperanza de vida nos desmonta tal idea).
Ahora bien, esas estrategias discursivas deben ser analizadas desde la noción de
libertad, en la medida en que es la institucionalidad que representa al Estado la que
las emite y les da fuerza. El discurso a favor de la prohibición, no nos dice nada por
sí mismo, sólo es performativo en la medida en que es divulgado por el Estado, el
cual a su vez, está basado en el ejercicio de las libertades individuales y el respeto
a los otros. Así, esa libertad del ser humano, al estar fundamentada en la facultad
de decisión intrínseca a éste, implica unas normas que a su vez “exigen un juicio de
responsabilidad” y que se concretizan en el lenguaje dada su naturaleza normativa.
Pero, ¿qué es lo normal o lo anormal?, pensado esto en el marco de una sociedad
donde cada individuo tiene la oportunidad de disentir, de desviarse y de cuestionar lo
normal, siempre y cuando sus actos no le causen daño a otros. Hasta hace muy poco
-y también basado en un discurso médico- el homosexualismo era una desviación
resultado de una patología psiquiátrica, actualmente, esa supuesta patología sale del
listado de enfermedades psiquiátricas y se convierte en una elección individual en
torno a la que se congregan individuos en busca de la reivindicación y reconocimiento
de sus derechos.
La historia de la sociedad occidental está cargada de ejemplos de éste tipo, desde los
que se puede observar la contradicción intrínseca de la estructura misma del Estado
liberal: libertades individuales en un colectivo que debe ser regulado por el Estado,
libertad y regulación.
Uno de estos ejemplos es la satanización del consumo de alcoholes y “embriagantes”
que comienza a pronunciarse en el siglo XIX con la idea del uso del alcohol como
231
Janis Tatiana Restrepo Duque
adicción. Tal idea fue desarrollada por los estudios del Dr. Benjamín Rush (1810) que
impulsaron el surgimiento del Movimiento por la Sobriedad (Temperance movement)
en la América anglosajona, lo que impulsa una mirada moralizante sobre el fenómeno y
que deviene posteriormente (1842) en la descripción de los efectos del consumo como
enfermedad física, definiéndose la embriaguez o el deseo de beber como “adicción”.
Esto nos permite observar cómo la profesión médica va adquiriendo los matices de
una institución de control social desde la cual se define como enfermedad -a partir de
la construcción del concepto de adicción- lo que otrora era simplemente una práctica
desviada o anormal desde la perspectiva puritana de la sociedad anglosajona. En éste
sentido, las miradas con respecto al consumo de cannabis adquieren una dinámica
similar, en la cual la planta pasa de ser un elemento medicinal a ser un elemento de
uso delictivo, debido a que la corona inglesa al gravar con impuestos el consumo
tradicional del cannabis en la India, va produciendo concomitantemente prácticas de
resistencia por parte de los nativos, como decimos en Colombia “hecha la ley, hecha
la trampa”.
Así, encontramos que el tema de drogas finalmente nos lleva a la reflexión del fenómeno,
la cual debe estar basada en la necesidad de pensarse desde su problematización en
términos morales, médicos y jurídicos. Así, lo que se deduce es que el problema en
torno a las drogas es un problema construido desde los discursos del poder en donde
se naturalizan como problemas morales, de salud pública o de orden delictivo. Por
tanto, la tendencia es camuflar las consecuencias sociales del fenómeno de uso de
drogas a partir de la construcción de un problema que finalmente, presentado en los
términos actuales del prohibicionismo, es un problema que sirve a los intereses del
mercado de las drogas y las armas. Encontrando “cómo nuestra cultura occidental
hace de ciertas prácticas y comportamientos ‘problemas’ y define ‘sujetos’”.
Las drogas en sí mismas no se caracterizan por ser problemáticas (malas, nocivas,
perjudiciales, letales…), debido a que son las construcciones sociales, las que
desplazan estos calificativos a las sustancias que por sí mismas nunca serían tales,
de no ser por el uso que los hombres y las sociedades -en particular la sociedad
occidental- hacen de ellas. Es así, como encontramos que si bien existe una realidad
ontológica, también existe una realidad construida socialmente y es a partir de esa
construcción social de la realidad, como le damos sentidos y significaciones a las
cosas que por ejemplo consumimos como en el caso de las drogas que, si bien no
son “malas” en sí mismas, si se les ha dado una carga negativa y una categorización
asociada con el crimen, la inmoralidad y los malos hábitos en materia de salud.
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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
Categorización que sólo es posible explicar mirando el fenómeno desde lo histórico, y
comprendiendo que esa supuesta racionalidad y objetividad científicas desde las que
se califica el fenómeno no son más que otras discursivas que sustentan esos discursos
que problematizan convenientemente -en términos de las dinámicas del poder- el
fenómeno de las drogas.
Ahora, las miradas sobre éste fenómeno son múltiples y diversas, por lo cual
la perspectiva foucaultiana, no sólo brinda la posibilidad de contrastar dicha
perspectiva, sino que también, permite observar cómo se van creando instituciones
para controlar o disciplinar a los sujetos que tienen diferentes prácticas en torno a
las drogas, lo cual no sólo corrobora la eficacia de estos discursos construidos en
torno al fenómeno de las drogas, sino que logra que dichos discursos se cristalicen
en políticas e instituciones de control social en las que el individuo desaparece como
sujeto colectivo, siendo absorbido por una masa descalificada y/o relegada de seres
incógnitos que son calificados y autocalificados (en tanto algunos sujetos interiorizan
esas evaluaciones del sujeto desviado que hay que controlar) como inmorales,
enfermos o criminales.
El peligro de una avanzada -por ejemplo- comunista ha desaparecido, ahora, aquellos
que mueven los hilos del poder, “…van a esperar y a solicitar por medio de extraños
encantamientos una nueva encarnación del mal, una mueca distinta del miedo, una
magia renovada de purificación y de exclusión” (Foucault, 1993: 6).
En éste sentido, se ha de aclarar que, si bien el fenómeno no se explica únicamente
desde la perspectiva de la dominación y los “discursos del poder”, dada su multideterminancia y polivalencia en términos de fenómeno complejo, es necesario hacer
énfasis en el gran protagonismo que los grupos financieros y de la esfera política
internacional tienen sobre las políticas de drogas en el mundo. Lo cual, aunado a las
dinámicas que se dan al interior de la política colombiana, muestra un panorama
desolador, frente al ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, el
ejercicio de la libertad y la autonomía personal.
La noción de democracia es lo suficientemente abstracta como para que ese “pueblo”
pierda sus libertades y sea infantilizado de manera tal que ni siquiera se dé cuenta.
Las condiciones del pueblo colombiano son muy favorables para ello, en la medida en
que las maquinarias políticas regionales deforman el criterio de voto de los electores
233
Janis Tatiana Restrepo Duque
gracias a la conjunción de necesidad y retórica, debido a que el criterio de voto, tiene
que ver más con el paquete escolar que le dieron al votante para sus hijos, que con las
propuestas políticas del candidato. Así es como el emperador le quita la libertad a su
pueblo, “con una mezcla de miedo y gozo”. De las restricciones más mínimas se pasa
a las más descabelladas, así comienzan todos los regímenes, restringiendo libertades
bajo la escusa de proteger a los ciudadanos de amenazas terribles. “Se ha grabado
la palabra, pero también el diseño de la emoción. Ya nadie puede estar seguro”, y
seguramente es el papá Estado el único que la pueda garantizar siempre y cuando no
se cuestione -en éste caso- la maldad de las drogas, lo que no tiene remedio “…y lo
que no tiene remedio, ya se sabe, remediado está” (Saramago, 2004: 34).
Al respecto, las reflexiones que resultan de esa inhabitual jornada de votación narrada
en Ensayo sobre la lucidez, son bien esclarecedoras de cómo la democracia contrasta
muy bien con el sujeto moderno, sujeto complejo y altamente problemático en la
medida en que su indeterminación le inunda. “El código genético de eso a lo que,
sin pensar mucho, nos contentamos con llamar naturaleza humana, no se agota en
la hélice orgánica del ácido desoxirribonucleico, o ADN, tenemos mucho más que
decirle y tiene mucho más que contarnos, pero ésa, hablando de forma figurada, es la
espiral complementaria que todavía no conseguimos hacer salir del parvulario, pese
a la multitud de psicólogos y analistas de las más diversas escuelas y calibres que se
han dejado las uñas intentando abrir sus cerrojos” (Saramago, 2004: 33-34).
El actual panorama político que se observa en Colombia, nos presenta los efectos de
un proyecto hegemónico de nación que, a pesar de lo que significó la constituyente
como punto de partida hacia el pluralismo y el reconocimiento de la diversidad y
las libertades individuales, sigue acelerando su carrera a favor de grupos financieros
nacionales e internacionales y élites políticas regionales. Por tal motivo, el acto
legislativo prohibicionista que reforma la constitución política es una demostración
del interés del gobierno actual en beneficiar a los grandes señores del mercado negro
interno e internacional (en tanto la prohibición excluye de los marcos jurídicos y de
control estatal a quienes participan de su mercado), mostrando falsos positivos y
capturando a pequeños expendedores, haciendo extinción de dominio a las casuchas
de los barrios empobrecidos y a las pequeñas parcelas de los campesinos, haciéndose
el de la oreja mocha con las multinacionales que sacan ilegalmente los recursos
maderables y mineros de las selvas colombianas, o con las escandalosas cifras y datos
del Agro Ingreso Seguro2.
2
Este artículo fue escrito en 2010 durante el último año de mandato del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez.
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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas
Asimismo, al pasar la época electoral, no queda sino esperar que pase la marea y
el nuevo gobierno defina el rumbo de la política nacional en materia de drogas,
al tiempo que se deben buscar estrategias para hacer eco a la invitación al boicot
general que, “frente a los desmanes totalitarios del régimen quedan la resistencia y
la desobediencia civil. De la existencia de leyes injustas surge la obligación moral de
resistirlas y desobedecerlas” (Borrero Navia, 2009). Ah!! “y sea lo que dios quiera, que
para eso está” (Saramago, 2004: 31).
BIBLIOGRAFÍA
Augé, Marc. (1998). Dios como objeto, símbolos-cuerpos-materias-palabras. Barcelona: Editorial Gedisa.
Bateson, Gregory. (2006). Una unidad sagrada pasos ulteriores hacia una ecología de la mente. España:
Biblioteca Económica Gedisa.
Foucault. Michel. (1993). Historia de la locura en la época clásica. México: Fondo de Cultura Económica.
Borrero Navia, José M. (2009). Boicot general y desobediencia civil. A propósito del proyecto legislativo
que aprueba la prohibición del consumo de drogas. Revista Número, 64. Bogotá.
Lorite Mena, José. (1982). El animal paradójico. Madrid: Alianza Editorial S. A.
Restrepo, Eduardo. (2004). Teorías contemporáneas de la etnicidad, Stuart Hall y Michel Foucault.
Popayán: Editorial Universidad del Cauca.
Saramago, José. (2004). Ensayo sobre la lucidez. Madrid: Santillana Ediciones.
235
Drogas entre adolescentes de Porto Alegre
“LOS OJOS DE LA PASTORA”
Y EL PODER DE LA ADIVINACIÓN.
SALVIA DIVINORUM, Y
“LA DROGA DE LA CULTURA YOUTUBE”
JOHN H. ARCIA G.1
Recibido: 9 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
La ponencia presenta una reflexión hermenéutica sobre la salvia divinorum, o “la
droga de la cultura youtube”, en la cual se evidencia que los enteógenos que están
relacionados con la adivinación no son bien recibidos en algunas culturas patriarcales,
como la antigua Grecia, y la cultura relacionada con la virtualidad.
La salvia divinorum, desde el punto de vista arquetípico, es la planta que acompaña
el ritual en que lo dionisiaco se presenta intempestivamente. Prueba de ello, son una
serie de videos colgados en Youtube, que muestran a personas que utilizan la planta,
graban sus comportamientos observables y luego cargan el video. Se puede ver que
las expresiones no corresponden a la “misma persona” que hace pocos segundos
atrás se presentaba.
La ponencia sustenta que la “lucha contra las drogas” es un problema que crece cada
vez más, y lo seguirá haciendo, hasta que el ser humano reconozca que los enteógenos
no son los culpables, y que aquello que se considera como flagelo social, hace parte de
una exigencia vital de la naturaleza humana; el encuentro con la vida misma.
Palabras clave: arquetípico, cultura, Dionísio, Salvia divinorum, Youtube.
1
Psicólogo. Magister en Educación. Psicólogo. Coordinador de Investigación Universo ARKE S.A.S. Integrante
Grupo de Investigación y docente de la Maestría en Culturas y Drogas, Universidad de Caldas, Manizales Colombia.
cult.drog. 16 (18): 237, 2011
237
ISSN 0122-8455
Cantos curativos chamánicos que hacen ver y su representación performática interactiva
CANTOS CURATIVOS CHAMÁNICOS QUE
HACEN VER Y SU REPRESENTACIÓN
PERFORMÁTICA INTERACTIVA
Mauricio Rivera Henao1
Recibido: 8 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
La presente ponencia expone algunos cantos chamánicos curativos americanos,
desde representaciones artísticas e interacciones mediadas con el uso de tecnologías
diseñadas para establecer relaciones de coautoría. Se abordarán concepciones
filosóficas, estéticas, antropológicas, de diseño y artísticas, con el propósito de
evidenciar los hallazgos de la experiencia de creación e investigación ligada al
reconocimiento de saberes ancestrales.
En particular, se comentará la obra paisaje sonoro titulada Unificanción, realizada
a partir de cantos curativos chamánicos del Tibet, Cuba y Colombia, los cuales han
sido grabados en Costa Rica, Cuba y Colombia, en el transcurso del año 2010 y 2011,
por medio del intercambio cultural entre cantores. La composición del paisaje sonoro
se estructura a través de la dialéctica entre sonidos tradicionales y contemporáneos,
como sentido ancestral-curativo sobrepuesto a diferencias territoriales, por medio del
diálogo multicultural entre las diferentes tradiciones. El paisaje sonoro Unificanción,
está programado para el simposio como presentación artística.
Palabras clave: arte, chamanismo, diseño, interacción, paisaje sonoro.
Licenciado en Artes Plásticas. Universidad Tecnológica de Pereira. Magíster en Diseño y Creación Interactiva.
Universidad de Caldas. Ha participado en eventos internacionales en: Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Costa Rica,
México, Francia, Holanda, Italia, España, Venezuela y Colombia. Docente de la Fundación Universitaria del Área
Andina de Pereira, Colombia. www.mauriciorivera.com.
1
cult.drog. 16 (18): 239 - 240, 2011
239
ISSN 0122-8455
Mauricio Rivera Henao
240 cult.drog. 16 (18): 239 - 240, 2011
PERFORMANCE
PERFORMANCE “EL CÍRCULO M.A.R
(Meditación-Acción-Reflexión)”
Y CORTOMETRAJE EXPERIMENTAL
“VACÍO”
James Delgado
“No todo el tiempo estamos, a veces simplemente lo creemos. Como el viento, como el agua
siempre en movimiento. Pero no todo es lo mismo. Un hombre allá en la imagen, en ese espacio.
La luz como principio de la imagen. La luz y la oscuridad. No importa cuánto intentemos la
claridad, siempre queda algo sin explicar. Lo desconocido. La duda. La incertidumbre. Ante
esto sólo cabe la meditación. La concentración. El tiempo que somos. El espacio que somos. La
acción que somos. La contemplación no se enfrenta a nada. La memoria tiene su propia vida
igual que la naturaleza. La búsqueda es un impulso natural. El vacío también. El olvido. La
muerte y la vida. El misterio. La magia. El color. Todo esto es natural. Como la roca, como el
paisaje, como las montañas, como los árboles, como la ciudad. Los autos también son naturales.
El tráfico. La gente. La multitud. El estrés. El hacinamiento. La soledad. El registro, este registro.
La visión borrosa. El extrañamiento. La distancia. La intimidad. El espíritu. El Alma. La
mente. El cuerpo. La inmensidad. El infinito. El video. La imagen. El arte. La expresión. La
comunicación. La actuación. La improvisación. El performance. La realidad. La locura. La
genialidad. El individuo. El colectivo. La limpia. El exorcismo. La sanación. El ritual. La rutina.
El origen. La causa. El efecto. Dios. El análisis. El discernimiento. La sabiduría. El caminante,
el caminar y el camino. El descubrimiento. La esperanza. El amor. La unión. La conciencia. Las
sombras. La urbe. La transparencia. La sutileza. La imaginación. El pensamiento. La reflexión.
La subjetividad. El reencuentro. El círculo”.
cult.drog. 16 (18): 241, 2011
ISSN 0122-8455
Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína
ADICCIÓN Y TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL UNA
INTRODUCCIÓN A LA IBOGAÍNA
HOWARD MARKS M.1
Recibido: 27 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
“A la memoria de Roberto Venosa, amigo y artista visionario”
HISTORIA
Durante miles de años los seres humanos han evolucionado a la par de las plantas, a
la vez que las ha utilizado para sanarse. Tabernathae Iboga es una planta enteogénica,
medicina sagrada que tiene una larga historia de uso ceremonial y rituales de paso,
sacramento de transición. Conocida por los Pigmeos de la cuenca del Congo durante
más de 20.000 años, y durante los últimos 300 años ha sido usada por los adeptos de
la religión Bwiti. La Iboga crece en los bosques de la zona central del Oeste Africano.
La palabra Iboga se deriva del verbo Tsogo “Boghaga”, que significa “importarle a
uno”. La Ibogaína, es uno de los doce alcaloides encontrados en la corteza de la raíz de
la planta. El espíritu de la Iboga es un maestro que puede llevarnos hacia un cambio
auténtico. La Ibogaína es una herramienta increíblemente útil que nos puede liberar
de las dependencias químicas.
En Occidente, la ibogaína es usada primordialmente para la desintoxicación y
síndrome de abstinencia. Es una medicina muy efectiva en la recuperación del abuso
de drogas. Tiene la cualidad única de dar alivio rápido a los dolorosos síntomas de
abstinencia de substancias tales como: heroína, metadona y otros opiáceos. Puede
también, reducir el ansia del uso de drogas como: opiáceas, cocaína, metanfetamina,
alcohol y nicotina por varias semanas, meses incluso años.
Master en Educación especial. Especialista en implementación de programas estatales para la prestación de
servicios para individuos con discapacidades de desarrollo para el Concejo Estatal de Hawaii, Estados Unidos.
Correo electrónico: [email protected]
1
cult.drog. 16 (18): 243 - 250, 2011
243
ISSN 0122-8455
Howard Marks M.
La psicoactividad de la Ibogaína proporciona momentos de realización profunda
de gran importancia en la comprensión de los orígenes de los procesos de adicción
y de patrones conductuales no saludables, reconectándonos con nuestra verdadera
naturaleza.
La Ibogaína crea una experiencia onírica intensa que activa la memoria a largo plazo,
así la información inconsciente causa una introspección profunda, que ayuda a la
comprensión y resolución de asuntos relacionados con las adicciones. El uso de la
Ibogaína en la interrupción del síndrome de abstinencia de opiáceos y sus cualidades
psicoactivas como droga onirofrénica, la diferencian de los psicodélicos clásicos
como: LSD, Mescalina y Psilocibina.
En 1962 Howard Lotsof, descubrió por casualidad la capacidad de la Ibogaína para
interrumpir el síndrome de abstinencia de la heroína. Howard, era miembro de un
grupo interesado en la experimentación y evaluación de drogas psicodélicas, y en ese
tiempo era adicto a la heroína. Después de probar la Ibogaína se dio cuenta que no
presentaba síntomas de síndrome de abstinencia. A partir de ese momento, continuó
trabajando el resto de su vida intentando establecer la Ibogaína como medicamento
aceptado.
Los estudios científicos continúan mostrando que la Ibogaína es un interruptor
efectivo de opiáceos, cocaína, alcohol, nicotina, metanfetaminas y uso de múltiples
drogas.
La Ibogaína es una ventana de oportunidad en la interrupción de la adicción, no una
cura. El tratamiento con Ibogaína crea una ventana de oportunidad que de otra manera
no existiría en la interrupción del síndrome de abstinencia de opioides y conductas
de ansia de droga. Aquellos individuos que son exitosamente desintoxicados con una
sola dosis de Ibogaína, no experimentan síndrome de abstinencia nuevamente.
La evidencia de la efectividad de la Ibogaína, incluye la reducción del uso de drogas
y menos síntomas de síndrome de abstinencia en animales y humanos. Dicho de
manera sencilla, una rata adicta a las drogas dejará de pulsar el dispensador de drogas
una vez administrada la Ibogaína. La rata no fue a terapia ratonil, ni experimentó
introspección comprensiva respecto a su conducta auto-destructiva, y a su infancia
traumática. Por ende, ¿Qué fue lo que sucedió?
244 cult.drog. 16 (18): 243 - 250, 2011
Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína
CÓMO FUNCIONA
Aún no sabemos exactamente cómo funciona la Ibogaína pero sabemos que
funciona. Los mecanismos de acción de la Ibogaína y su capacidad única de detener el
síndrome de abstinencia han creado un nuevo paradigma científico para comprender
la adicción.
El mecanismo de acción de la Ibogaína es el resultado de complejas interacciones
entre múltiples sistemas de neurotransmisores. La modulación simultánea de varios
neuro-mecanismos podría ser un enfoque efectivo en el tratamiento farmacológico
para la drogadicción. Así, la Ibogaína es la sustancia conocida más efectiva para la
interrupción del síndrome de abstinencia de opioides; ésta merece más investigaciones
como paradigma neurológico y del desarrollo farmacéutico.
La Ibogaína restablece el funcionamiento correcto de la neuroquímica del cerebro.
El tratamiento restituye en el cerebro el estado pre-adictivo, dando como resultado
un “restablecimiento”, o “normalización” de las adaptaciones neuronales relacionadas
con la drogadicción. Esto es de suma importancia para los pacientes que viven con el
temor del síndrome de abstinencia.
La acción múltiple de la Ibogaína en diferentes sistemas de neurotransmisores
sugiere que la modulación simultánea de varios mecanismos neurológicos puede ser
un enfoque efectivo en el tratamiento farmacológico de la drogadicción. La acción
múltiple de la Ibogaína crea en el cerebro un estado de plasticidad que facilita la
consolidación de memorias traumáticas, invirtiendo las funciones anormales del
cerebro, y disolviendo patrones habituales asociados con la adicción.
La Ibogaína ayuda a restaurar las neuronas dañadas por el abuso excesivo de
substancias. El Factor Neurotrófico Derivado de la Célula Glial (GDNF por su
nombre en inglés) expresado a través de la Ibogaína ocasiona el surgimiento de
fibras dopaminérgicas, permitiendo la reparación de áreas dañadas del cerebro. La
expresión de GDNF a través de la Ibogaína, podría ser también una aplicación clínica
para la enfermedad de Parkinson, pero aún se requiere trabajo clínico sobre el tema.
La Ibogaína actúa además como un potente antidrepesivo de larga duración,
mejorando el estado de ánimo de la persona durante largo tiempo después del
tratamiento. La Ibogaína afecta el complejo receptor NMDA y la evidencia a
245
Howard Marks M.
señalado al receptor N-Metil-d-aspartato como objetivo terapéutico potencial en el
tratamiento de la depresión profunda.
No existe ninguna otra sustancia conocida que actúe en estos sistemas de manera tan
importante. Estos sistemas definen la farmacología de la conducta humana, afectando
el dolor, el placer, la ansiedad y la depresión. La comprensión de las acciones de la
Ibogaína podrá revelar información importante sobre la memoria, el aprendizaje, los
sueños, el dormir, la dependencia química, la tolerancia y el abuso. La Ibogaína es
útil en el tratamiento de afecciones psico-espirituales que acompañan los procesos de
adicción. La Ibogaína ha demostrado su efectividad en el tratamiento de la depresión,
trauma de Infancia, síndrome de stress post-trauma y trastornos de pánico.
Los efectos de la Ibogaína tienen una duración mayor a la de su permanencia
física en el cuerpo, proporcionando una elevada disponibilidad de energía, que a
su vez, permite incrementar la renovación metabólica, lo que facilita una rápida
desintoxicación y renovación de tejidos. La Ibogaína ayuda a limpiar el cuerpo de las
drogas, mientras restaura la neuro-química del cerebro.
La Ibogaína también tiene propiedades antibacteriales, antihongos y antivirales
(HCV) las investigaciones han demostrado que puede ser efectiva en el tratamiento
de la Hepatitis C. La dosificación baja y repetitiva con Ibogaína ha proporcionado
una disminución continua de la carga viral. Así mismo, se observó una disminución
de carga viral después de dejar la terapia con Ibogaína. Además, se ha comprobado
que la Ibogaína es muy efectiva en el manejo del dolor.
PROPIEDADES EXTRAORDINARIAS Y ASPECTOS DE SEGURIDAD
El tratamiento con Ibogaína puede ser un último recurso ante una muerte inevitable.
Ofrece una oportunidad de vida a muchos que, de otra manera, morirían. Una
estadística anual reciente, mostró que 26.000 muertes por sobre-dosis en los
EE.UU. fueron atribuidas a farmacéuticos: las muertes relacionadas con opiáceos
se duplicaron en los EE.UU. entre 1999 y 2004, siendo el incremento atribuido a la
Oxicodona y a la Metadona.
Las extraordinarias propiedades de la Ibogaína, deberían estar disponibles para
todo aquél que las necesite, siempre y cuando se apliquen los criterios de seguridad
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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína
para el tratamiento. El tratamiento debería suministrarse únicamente de acuerdo
con los estándares de la medicina moderna siguiendo los protocolos de seguridad
adecuados. La Ibogaína es una medicina altamente efectiva si se usa correctamente.
NO ES ADICTIVA, y es de fácil administración en forma de cápsulas. Si no es usada
correctamente puede llevar a la muerte. El principal asunto de seguridad es la salud
cardíaca, particularmente en casos de intervalos QT prolongados. El uso de opiáceos
o estimulantes durante o después del tratamiento ES SUMAMENTE PELIGROSO,
por la potenciación de la toxicidad y peligro de sobredosis.
FORMAS DE IBOGAÍNA Y SUS EFECTOS
La Ibogaína se usa de tres formas: corteza de la raíz seca, extracción total de alcaloides
e Ibogaína Hcl. Cada una de ellas tiene diferentes tiempos de inicio y duración de la
acción.
Los efectos de la Ibogaína ocurren en tres fases: la primera es la fase de visualización
que dura entre 3 y 6 horas. La experiencia a menudo empieza con un sonido invasivo
oscilante acompañado de visiones rápidas descritas como una película en cámara
rápida, una lectura panorámica de la memoria a largo plazo o una visita al reino de
los ancestros.
La segunda fase es la evaluación cognitiva que dura entre 8 y 20 horas. Esta fase
incluye la evaluación de experiencias y decisiones que a menudo han llevado a la
persona a la adicción.
La tercera fase es la estimulación residual, que dura entre 12 y 72 horas. Muchas
personas reportan una disminución de la necesidad de sueño durante varios días o
semanas.
Los efectos secundarios de la Ibogaína son náusea, vómito y ataxia.
OBSTÁCULOS PARA EL TRATAMIENTO CON IBOGAÍNA
El abuso de drogas y adicciones, afectan a personas de cualquier raza, cultura u
origen socio-económico. Un estudio reciente del Instituto Nacional de Abuso de
247
Howard Marks M.
Drogas (NIDA por su nombre en inglés) muestra que el abuso de drogas le cuesta a
los EE.UU. más de 484.000 millones de dólares al año. Tanto la dependencia química
como la terapia farmacológica para tratarla han sido criminalizadas en los EE.UU. La
drogadicción se trata como un crimen, no como una enfermedad. Los EE.UU. gastan
miles de millones de dólares cada año para poner en prisión a los adictos o forzarlos
a programas de tratamiento con muy poco éxito.
El gobierno, la industria farmacéutica y la comunidad médica, han sido incapaces
hasta ahora de desarrollar la Ibogaína como un medicamento. En los EE.UU. NIDA
financia el 85% de la investigación en drogadicción en todo el mundo, y no ha apoyado
la investigación y desarrollo de la Ibogaína, con lo que el tratamiento farmacéutico
para el abuso de substancias en los EE.UU. aún se limita a dos tipos básicos de terapia:
terapia de reemplazo y terapia de aversión. El tratamiento con Ibogaína ofrece otra
opción a los consumidores de drogas.
Los tratamientos con Ibogaína deben ser ofrecidos allí donde puedan ser accesibles
para aquellos que los necesitan; en las grandes ciudades y al menor costo posible. La
Ibogaína permanece inalcanzable para la mayoría de los adictos en todo el mundo,
debido a que la prohibición determina los campos de investigación y desarrollo.
La Ibogaína es un alucinógeno y, por tanto, es ilegal en los EE.UU. Ha sido
erróneamente clasificada como sustancia controlada tipo 1, bajo la premisa de no
tener valor médico aceptado y tener un alto potencial de abuso, lo cual no es cierto
en ningún caso. En los EE.UU., según lo dictamina la ley, los médicos pueden usar
únicamente medicamentos aprobados.
Las empresas farmacéuticas no han mostrado interés en el desarrollo de la Ibogaína
como medicamento por varias razones. La molécula de la Ibogaína se encuentra en
la naturaleza, no puede ser patentada y, por tanto, no es rentable. Otra posible razón
es que la Ibogaína no es una droga de mantenimiento y no es necesario tomarla
diariamente lo cual limita su rentabilidad. Además, los drogadictos son una población
de pacientes estigmatizada con una tasa de mortalidad de 3 a 7 veces mayor que la
de la población en general, lo cual puede percibirse como una desventaja para las
compañías farmacéuticas.
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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína
LA SUB-CULTURA DE LA IBOGAÍNA
Todos los obstáculos descritos han contribuido a la falta de disponibilidad de la
Ibogaína, lo cual ha generado un fenómeno de rápido crecimiento: la sub-cultura de
la Ibogaína. La sub-cultura de la Ibogaína, de rápido crecimiento en todo el mundo,
es una clara demanda del tratamiento como una alternativa que no está disponible en
el actual escenario médico.
En los EE.UU. y en otros países en los que la Ibogaína es ilegal, tiene lugar una serie
de tratamientos clandestinos. Por lo general, una persona es tratada por alguien que
previamente ha recibido tratamiento con Ibogaína. Estos tratamientos suelen tener
lugar en habitaciones de hotel y a menudo sin los protocolos médicos de seguridad
necesarios. Existen clínicas de Ibogaína para aquellos que pueden permitírselo
en México, Brasil, Canadá, Sur África, Costa Rica y Nueva Zelanda. De nuevo, es
importante enfatizar que los tratamientos con Ibogaína deben ser llevados a cabo, en
lugares accesibles para aquellos que lo necesitan, en las grandes ciudades del mundo
y al menor costo posible.
CONCLUSIÓN
“En un mundo devastado por las adicciones, deseoso de reconectarse con Dios, la
Ibogaína tiene profundas implicaciones”.
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250 cult.drog. 16 (18): 243 - 250, 2011
Reflejos psíquicos y visionarios
REFLEJOS PSÍQUICOS Y VISIONARIOS
HUGO FERNANDO TANGARIFE, DUVÁN RIVERA ARCILA1
Recibido: 20 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
Interior-exterior; adentro-afuera; el mundo: una dualidad ad infinitum de opuestos.
Lo uno y lo otro. Principio de no contradicción. Rigidez de pensamiento. Miopía
intelectual. El mundo fluctúa entre lo uno y lo otro, entre el adentro y el afuera, entre
el interior y el exterior, es lo mismo. Al fin de cuentas, somos UNO y la misma cosa.
En el mundo de las plantas, existe una serie de ellas, que en el misterio de su existencia
llevan consigo llaves especiales que encajan perfectamente en algunas cerraduras que
1
Hugo Fernando Tangarife. Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Caldas, actualmente se encuentra
culminando la Maestría en Culturas y Droga. Duván Rivera Arcila. Profesional en Filosofía y Letras de la
Universidad de Caldas. Magíster en Culturas y Droga. Coordinadores del semillero Plantas y Arte. Correo
electrónico: [email protected].
cult.drog. 16 (18): 251 - 253, 2011
ISSN 0122-8455
251
Hugo Fernando Tangarife, Duván Rivera Arcila
se encuentran en nuestra psique, y cuando se abren, un universo (que es más bien
multiverso) se devela, sumergiéndonos en las insondables y misteriosas aguas de
nuestra psique personal, pero también colectiva. Su espíritu, sí, su espíritu, porque
ellas tienen su propio espíritu, puede conducirnos a profundidades terroríficas
o alturas divinas, o a ambas al mismo tiempo, para luego dejarnos en algún lugar,
¿en el centro?, quizás, pero ¿cómo saber cuál es el centro en la inmensidad del
Espíritu?; pero, en fin, en algún lado nos dejan; tal vez solos, a la deriva, en una
canoa en la inmensidad de los mares de la psique, luego de haber navegado bajo las
fuerzas intempestivas de los dioses. Allí estamos, tras la tormenta, solos en la canoa,
rodeados por una cálida bruma violácea, tenuemente iluminada por una luz que la
abriga. La suave caricia del viento sobre nuestro rostro, nuestro cuerpo, nos invita a
levantarnos, abrir los ojos, y entonces… llega la Visión…
La Visión es un obsequio de las fuerzas divinas. Visión que traspasa todo nuestro
ser, que ilumina hasta las oscuridades más recónditas de nuestro espíritu. No. Ya
no podemos ser los mismos. Imposible que arribes inerme a la orilla de tu mundo
habitual. Ha sido trastocado. La fuerza lógica que regía tus pensamientos y tu ser se
diluye entre tus dedos. Has vuelto, pero ya no eres el mismo.
La Visión abre horizontes. La experiencia transforma nuestra relación con el entorno.
Éste ya no es simplemente un reflejo de la cultura heredada; así, tras la experiencia,
nuestro entorno, empezando por el más inmediato, nuestro hogar, comienza a
desvelarse en múltiples perspectivas, contornos, relaciones insospechadas.
Comenzamos a aprender a ver. Y, en esta medida, se transforma y lo transformamos,
debido a que nuestra psique ha sido también trastocada. Se establecen entonces,
nuevos vínculos con él; los cuales inevitablemente se reflejarán en él, de una u otra
forma.
Este reflejo es nuestro objetivo, al registrar en vídeo los ambientes personales de
aquellos que nos abrieron sus espacios, narrados a través de sus experiencias con
plantas enteógenas2.
2
Neologismo acuñado por un grupo multidisciplinario de investigadores, con el fin de caracterizar un tipo particular
de plantas y sustancias que, por tradición, se han consumido en ambientes rituales, y que poseen como principal
característica la de provocar experiencias de tipo religioso o sagrado. Para tal efecto, el neologismo significa:
devenir dios dentro de uno.
252 cult.drog. 16 (18): 251 - 253, 2011
Reflejos psíquicos y visionarios
Semillero de investigación Plantas y Arte3
Adscrito al Grupo de Investigación Cultura y Droga, conformado por Hugo Fernando
Tangarife y Duván Rivera, realiza investigaciones sobre el yagé, planta sagrada y
medicinal que se consume en ambientes rituales y cotidianos, proporcionando
experiencias de tipo religioso y psicológico. En la actualidad el fenómeno de las tomas
de yagé es cada vez más popular como alternativa de sanación y denota un renovado
interés de la cultura urbana del interior del país por búsquedas más espirituales. Esa
experiencia con plantas sagradas, que originariamente connotan “devenir dios dentro
de uno”, aparecen en la instalación de dibujo Reflejos psíquicos y visionarios. Una
figura humana sentada de espaldas, en posición de recibir una “limpia” por parte del
taita, está acompañada de frases construidas con textos en diferentes tipo-grafías que
simulan voces extraídas del ámbito ritual de la “toma” dentro del contexto urbano.
3
Escrito por Viviana Ángel, curadora del Banco de la República encargada del Eje Cafetero.
253
La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria
LA BIOÉTICA, NUEVA PERSPECTIVA DE CULTURAS Y
DROGAS: UNA REFLEXIÓN NECESARIA
ZOILA ROSA FRANCO PELÁEZ1
Recibido: 21 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
Antes de iniciar la reflexión del presente artículo es indispensable ilustrar al lector en
el concepto de bioética parte central del título, debido a que la novedad del término,
aún lo hace desconocido en muchos contextos sociales e institucionales incluida la
academia.
Tomando como referencia conceptual, la Enciclopedia Bioética (1978), para no entrar
en análisis alrededor de la polisemia que encierra el término, el cual posee diferentes
versiones según las doctrinas éticas que lo fundamentan, los autores que lo abordan
desde diferentes lecturas, intereses, ideologías políticas o religiosas (todas ellas muy
respetables), encontramos que el concepto bioética: “es el estudio sistemático de la
conducta humana en el área de las ciencias de la vida y el cuidado de la salud, por
cuanto dicha conducta es examinada a la luz de los principios y valores morales
derivados de la esfera ética de hombres y mujeres de ciencia que intervienen en
procesos vitales humanos y de otras especies de la naturaleza”.
Se conceptúa además, como el estudio sistemático de las dimensiones morales,
incluyendo las decisiones, la conducta y las políticas públicas que inciden en las
ciencias de la vida y el cuidado de la salud, empleando una variedad de metodologías
éticas en un espacio interdisciplinario (Reich Warren, 1978, 1995: 95-96).
Cuando reflexionamos sobre los elementos expresados en los conceptos anteriormente
citados, no deja de animar a la autora, el afán de explicitar abiertamente los sujetos
que encarnan las dimensiones o mejor dicho, las esferas morales, éticas y políticas
dentro de las cuales un ciudadano común en cumplimiento de cualquier rol social,
como puede ser: político, gobernante, administrador del Estado, gerente, líder,
Enfermera. Magíster en Filosofía y Ciencias Jurídicas. Docente Titular, Departamento de Desarrollo Humano,
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Caldas, Manizales. E-mail: [email protected].
1
cult.drog. 16 (18): 255 - 264, 2011
255
ISSN 0122-8455
Zoila Rosa Franco Peláez
presidente, en fin, para no ser demasiado exhaustiva en la infinidad de roles que
debe asumir o asume cada ser humano durante el tránsito por su proyecto vital
desde su concepción hasta su muerte, señaló específicamente los desempeños que
implican la responsabilidad social y política, debido a que estos deberes se relacionan
directamente con el bien común y el interés general que prima sobre lo particular.
En la era de la dignidad humana, como valor intrínseco con el cual nace cada ser
en el seno de la especie homínida, que lo convierte automáticamente en sujeto de
derechos, además de deberes, vale la pena recordar que la bioética surge precisamente
de los antecedentes históricos ubicados en el marco de la Segunda Guerra Mundial,
debido al gran conocimiento demostrado por parte de investigadores médicos en
seres humanos quienes sometieron a millones de personas a la más vil degradación
de su dignidad, esto obligó a los organismos internacionales entre ellos al Tribunal
Internacional de la Haya y a la ONU, a realizar propuestas de reconocimiento
y reivindicación de lo humano basado en el respeto, aceptación realización o
cumplimiento de las normas plasmadas en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, promulgada el 10 de diciembre de 1948, además del establecimiento de
los tribunales de Nuremberg, para aplicar justicia y proscribir los crímenes de lesa
humanidad cometidos durante la dominación Nazi en Europa.
Reza el preámbulo de la declaración:
“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienable de
todos los miembros de la familia humana; Considerando que el desconocimiento
y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie
ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como
la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los
seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias; Considerando esencial que los derechos
humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no
se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas
entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la
Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor
de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se
256 cult.drog. 16 (18): 255 - 264, 2011
La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria
han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida
dentro de un concepto más amplio de la libertad; Considerando que los Estados
Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización
de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre, y Considerando que una concepción común de estos
derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de
dicho compromiso;
La Asamblea General proclama:
LA PRESENTE DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben
esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose
constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el
respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de
carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y
efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción” (ONU, 2007: 4-5).
A propósito de todo lo anterior y del tema que nos ocupa, el artículo 22 de la Declaración
en comento reza: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho
a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su
dignidad y al libre desarrollo de su personalidad” (ONU, 2007: 14).
Por su parte, los artículos 26, 27, 29, 30, proclaman:
Artículo 26: 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas
las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de
las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
Artículo 27: 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida
cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten.
Artículo 29: 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que
sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
257
Zoila Rosa Franco Peláez
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona
estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único
fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de
los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público
y del bienestar general en una sociedad democrática.
Artículo 30: Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de
que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para
emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión
de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración”2
(ONU, 2007: 17, 18, 19, 20).
Partiendo de este marco normativo de referencia, el cual da cuenta de cómo se
articula la bioética con los postulados universales plasmados en dicha declaración,
que recoge de alguna manera las características de esta área del conocimiento que
pretende tender puentes en vez de ahondar abismos, promoviendo la comprensión y
la tolerancia entre los pueblos y miembros de la familia humana, con características
como: pluralidad, interdisciplinariedad, respeto por la diferencia; mediante la
utilización del método dialógico, para generar consensos y reconocer disensos
como estrategia de consideración de lecturas diferentes de la realidad estudiada y la
problemática planteada en la mesa de negociación y acuerdos.
Así, fue que incursiono la bioética en el programa de Maestría en Culturas y Drogas
de la Universidad de Caldas; producto de un conflicto de tipo ético planteado entre
docentes de la Facultad de Ciencias para la Salud y la dirección de la Maestría, debido
a posturas contradictorias, las unas basadas en las evidencias empíricas del daño sobre
el abuso de las drogas psicoactivas o sustancias alucinógenas a la población juvenil,
atendida en las unidades de Psiquiatría y Atención mental de los hospitales y clínicas
de la ciudad, y por otro lado, las acusaciones de padres de familia y otros miembros
de la comunidad de Manizales contra el programa, señalándolo como inductor al
consumo en los colegios y demás espacios donde se intervenía.
Luego de diversos diálogos entre los actores involucrados, y tratar de realizar
acercamientos con el fin de presentar diferentes posturas o lecturas a la luz
del conocimiento científico y humanista, se abrió el Seminario de Bioética e
2
Negrillas agregadas por la autora para resaltar aspectos que relacionan la reciprocidad que exigen los derechos
humanos y los deberes ciudadanos en el seno de la sociedad.
258 cult.drog. 16 (18): 255 - 264, 2011
La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria
Interculturalidad y Drogas, para tender un puente de comprensión y tolerancia
mediante el estudio juicioso para que acercara a las partes en conflicto, esto dio
origen a la investigación cualitativa realizada por la autora, titulada: La bioética como
una ética del cuidado de la vida y la salud para el desarrollo humano integral; con la
participación de los estudiantes de la primera cohorte de la Maestría como unidad
de trabajo.
Se determinaron tres categorías de análisis: los significados que atribuían los
estudiantes a la bioética, a la ética del cuidado y el desarrollo humano; los imaginarios
que poseían sobre la bioética, como una ética del cuidado y resignificar el cuidado
esencial de la salud a partir de la bioética, para promover una conciencia crítica capaz
de transformar hábitos nocivos a la vida y la salud desconociendo el autocuidado.
Entre los significados que atribuyeron los estudiantes participantes a la bioética se
encontraron: comportamientos, aprendizajes y cuidados para mantener el cuerpo
sano, respetar al otro; protección total de la vida con la naturaleza; reconocer la
fragilidad humana, por causa del dolor que afecta todas sus esferas; y los cambios
que se producen en todos los ciclos de la vida y que finalmente conducen a la muerte;
asumir la vida como ejercicio de la libertad con los demás, y la naturaleza. Estudia el
origen del universo como un campo de conocimiento humano.
Los significados de la ética del cuidado se expresan en los siguientes términos: La
actitud que se asume en las prácticas diarias del cuidado de la salud y el entorno
urbano, natural y de interacción con los demás. Es la responsabilidad para preservar la
vida y la salud generando mejor calidad de vida como único e invaluable patrimonio.
Depende del sentido que cada uno le da a su salud, es diferente en cada persona según
la información que posee; tranquilidad o riesgo en las prácticas diarias, estar atentos
y conscientes, quererse y respetarse, es lo que dicta la conducta, el comportamiento,
las acciones en las relaciones humanas y con el entorno. Es justamente el sentimiento
como pacto interno de acuerdo con la personalidad y la cultura que impone
condiciones determinadas para el desarrollo humano. Son los hábitos adquiridos en
el manejo de los aspectos físicos y psicológicos; trascender con base en la ética y
teniendo en cuenta a los demás.
En cuanto a los significados sobre desarrollo humano integral, estos se identificaron
como los espacios en los que se convive, y las dimensiones del ser que deben
desarrollarse de manera armónica; tener en cuenta el potencial como lo esencial
259
Zoila Rosa Franco Peláez
del ser humano; crear condiciones materiales que lo hagan posible, sin parecer una
utopía, porque no existen en cantidad y oportunidad; si no es posible partir de las
necesidades humanas, no tiene sentido hablar de desarrollo humano integral; para
lograr la salud hay que potenciar la mente, la creatividad y el desarrollo cognitivo que
se obstaculiza con la desnutrición que crea angustia y marginalidad en una sociedad
injusta, porque no es lineal sino circular o pendular, se va ajustando a un ideal en busca
de la perfección del hombre, superando los errores para poder ubicar la totalidad
de la vida, será posible si hay acuerdos, tareas y aplicaciones para el desarrollo de
las capacidades autógenas. Tener suficiencia en el acceso a servicios oportunos y
de calidad. Tener pertenencia al Estado para obtener beneficios sin discriminación
(Franco Peláez, 2009: 99-102).
El conflicto es inherente a la vida, y constituye un desafío a la inteligencia humana,
para crear modelos de resolución pacífica de tal manera que las soluciones aporten
al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y los grupos (Poineman, 2005:
30-31. Citado por Franco Rosa 2011).
La tercera categoría de análisis referida a concienciar la Bioética como una ética
del cuidado para promover el desarrollo humano integro, cuenta con propuestas
de parte de los participantes en el sentido de fomentar una consciencia ciudadana
en la vivencia diaria, con alegría y respeto por la intimidad de los demás, dar
ejemplo de auto-cuidado de la vida y la salud, realizando acciones protectoras y
asumiendo comportamientos coherentes con lo presentado en el discurso. Emplear
los fundamentos bioéticos para iluminar la toma de decisiones cotidianas, compartir
para disuadir, más que imponer en diferentes momentos clave: 1) conocer el contexto
real de una sociedad de consumo que cosifica al ser humano mediante publicidad
engañosa, para crear el habito de comprar y comprar productos que a lo largo de la
vida pueden causar daño a su salud, 2) crear redes sociales que apoyen y propicien la
creación de una nueva consciencia de defensa de la vida como prioridad existencial,
3) conocer y difundir la ética del cuidado que promulga la bioética y el auto-cuidado
como disciplina personal y estrategia cognitiva critica para realizar juicios que
orienten constructiva y solidariamente las elecciones, decisiones y acciones a todo
nivel, 4) conocer a profundidad la Constitución Política para asumir cabalmente
los derechos y los deberes, 5) fomentar programas incluyentes, donde todos y cada
uno de los participantes inicien procesos de autoconocimiento y compasión en los
espacios de interacción cotidiana: familia, barrio, comuna, ciudad, además de los
260 cult.drog. 16 (18): 255 - 264, 2011
La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria
ámbitos laborales y disciplinarios, partiendo de la escucha paciente y respetuosa
sobre todo a los niños y jóvenes con miras a un futuro mejor.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se encuentra contemplada en
la Constitución Política de Colombia, debido a que nuestro país es miembro de la
ONU, por tal razón es vinculante en el orden jurídico colombiano. Al respecto los
participantes de la investigación manifestaron sus puntos de vista sobre su aplicación
efectiva; expresando actitudes de frustración con afirmaciones como: si se aplicaran
las directrices constitucionales con relación al derecho a la vida y la salud como
derechos fundamentales esenciales asumiendo su carácter de inviolabilidad que
prohíbe matar, violentar, agredir, lesionar o dañar de alguna manera a otra persona,
no se vería lo que transmiten los medios de comunicación a través de los informativos
diarios.
El Estado se ha constituido para hacer cumplir los postulados y articulados de la
Carta Magna, y los gobernantes como autoridades para velar por ello, siendo
su responsabilidad política y administrativa, sobre todo en Colombia, república
consagrada como un Estado Social de Derecho. Lo prioritario es proteger y asistir a
los más vulnerables, promoviendo oportunidades laborales, para poder acceder a los
servicios básicos de salud y educación, con el fin de neutralizar los factores de riesgo
de enfermar y morir prematuramente.
Se debe prestar atención a la salud mental de los colombianos desplazados por causa
de la violencia que agudiza la crisis humanitaria que vive el país.
El no reconocerse sujeto de derechos perpetua la desigualdad y la injusticia social,
la pobreza y la discriminación que afecta a estos compatriotas avocándolos a tener
que vender sus cuerpos y sus conciencias, llevándolos a la auto-aniquilación. La
consciencia retraso en el desarrollo debido a subjetividades demasiado arraigadas,
originadas en creencias tradicionales carentes de conocimiento sobre sí mismos, toda
vez que las condiciones adversas no les permite un viaje hacia su interior, por tener
que atender las urgencias manifiestas en las necesidades básicas no satisfechas y que
son impostergables.
No hay claridad sobre lo que es ciudadanía, ciudad y menos civilización, porque los
arraigos culturales hacen difícil su comprensión y cambio, en sentido del derecho de
261
Zoila Rosa Franco Peláez
las etnias y el respeto a su idiosincrasia, así mismo, el Estado es proteccionista por
no decir paternalista, o policía frente al reconocimiento y respeto de sus prácticas
ancestrales (Franco Peláez, 2010: 110-124).
Tanto la bioética, como la ética del cuidado y el desarrollo humano son concepciones
que parten de los postulados esenciales que sustentan los articulados de las
Declaraciones Universales de Derechos Humanos de la ONU, y la UNESCO y la
Carta Magna de Colombia de 1991, lo que implica ganar en comprensión sobre sus
contenidos axiológicos y políticos (Galvis, 2008: 44-51).
Respecto al equilibrio, vale la pena reconocer avances en cuanto a la protección
de la mujer, y el respeto al pluralismo. El conocimiento que la Constitución forma
excelentes ciudadanos cuando se apropian e incorporan sus normas, para convertirlas
en acción cotidiana y transformadora de la realidad fáctica, es una opción válida
que debe adoptarse con seriedad y compromiso de todos y todas como ejercicio
consciente de ciudadanía.
CONCLUSIONES
Los significados que atribuyen los estudiantes a la bioética como ética del cuidado de
la vida y la salud para un desarrollo humano integro, recogen muchos de los elementos
que se mencionan en los conceptos correspondientes, postulados, principios y valores
que promulga la bioética como nuevo campo del saber humanístico, aplicado a la
cotidianidad de la existencia humana en el seno de la naturaleza que la sustenta.
En cuanto a los imaginarios y compromisos expresados por los participantes sobre la
imperante necesidad de formar en bioética a las presentes y futuras generaciones, con
el fin de repensar la importancia del cuidado para alcanzar un desarrollo humano
digno, incluyente e integral, para dar vida a la normativa plasmada en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos promulgada por la ONU, reformado el rumbo
correcto que oriente al norte la razón y la sensibilidad para encontrar el sano equilibrio
que permita plantear propuestas y cursos de acción, que ayuden a transformar las
condiciones adversas en oportunidades de avance hacia el logro de una vida digna.
El estudio de todas las esferas que constituyen el ser humano, es la base para
una educación totalizante, que abarque ampliamente el ejercicio de la dignidad,
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La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria
los derechos, y los deberes de las personas como sujetos centrales de su propio
desarrollo, lo que requiere un control social con una ciudadanía consciente de sus
responsabilidades para neutralizar los vicios morales que cada vez ahondan las crisis
que afectan la posibilidad de instaurar una verdadera justicia social.
La Maestría en Cultura y Drogas, bajo la responsabilidad de sus directivos y docentes
ha asumido el compromiso del estudio serio y juicioso sobre las implicaciones que
tiene los abusos en consumo de drogas y sustancias psicoactivas que rompen el
equilibrio homeostático del organismo humano, desestabiliza la sociedad y, afecta la
cultura y los grupos étnicos que se ven estigmatizados por sus prácticas ancestrales
que tanto los beneficia, viéndose sometidos a explotación y utilización de sus insumos
para satisfacer la codicia y la avaricia de grupos al margen de la ley que sólo buscan
enriquecerse a costa de usos ilícitos, y que constituyen verdaderos problemas sociales
que originan graves conflictos en el mundo contemporáneo.
El marco filosófico, axiológico, y político que encierra la bioética, en la Declaración
Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, promulgada por la UNESCO el 5
de octubre de 2005 en Paris, recoge los compromisos de los países miembros de la
ONU de educar en sus postulados, principios y valores para fomentar el respeto a lo
planteado por la Declaración de Derechos Humanos, reconociendo que la vida de
la naturaleza es la que hace posible la vida humana digna y el reconocimiento de los
derechos económicos, sociales y culturales de la humanidad.
BIBLIOGRAFÍA
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Revista Hacia la Promoción de la Salud, No. 1, No. 2. Manizales: Universidad de Caldas.
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ética del cuidado para un desarrollo humano con altura humana. En: Revista Hacia la Promoción de
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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
LA EXPERIENCIA ORIGINARIA DE LO OTRO
UNA MIRADA HERMENÉUTICA1
ADOLFO LEÓN GRISALES VARGAS2
Recibido: 23 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
Este Simposio resulta bastante interesante e inaudito, entre muchas cosas, por
una que quiero destacar ahora: constituye un espacio de encuentro inesperado
entre científicos, artistas y hombres de pensamiento mágico. Desde la óptica de la
Ilustración moderna, de la que somos hijos, se vería como un encuentro imposible,
algo surrealista, como el encuentro del paraguas y la máquina de coser del conocido
poema de Lautremont, ya que el monopolio de la verdad, de la autoconciencia, de la
racionalidad, del conocimiento, incluso de la risa, pertenecería al hombre ilustrado, al
artista sólo correspondería la zona difusa del sentimiento y al hombre de pensamiento
mágico la irracionalidad, la ingenuidad y el pavor derivado de su ignorancia. En lo
que sigue quiero ofrecerles una reflexión acerca de los límites entre Ilustración y
pensamiento mágico, desde una perspectiva que, hasta cierto punto, podría llamarse
con Foucault, “arqueológica”, no pues desde la superficie en la que parece evidente su
distancia, sino desde el suelo más profundo en el que ambos arraigan y que en último
término nos remite a lo más elemental de la condición humana.
1. Razón y verdad en el mito: sobre los límites entre apariencia y realidad
¿De qué hablamos cuando decimos “mito”? Hoy, con esta expresión nos referimos
a varias cosas: un cuento fabuloso; un prejuicio o una creencia arraigada en el
saber popular que carece de justificación racional o de confirmación científica,
como cuando de los “cazadores de mitos”, o cuando se habla de “mitos urbanos”;
también quiere decir simplemente mentira, de ahí “mitómano”; o lo asociamos a
Conviene aclarar que en el Simposio al que fue llevada inicialmente esta ponencia, por razones de tiempo, sólo
fue posible presentar una parte, ahora, para su publicación, se han hecho algunos ajustes y se presenta el texto
completo. He considerado bueno mantener el tono coloquial de la conversación, en lugar del lenguaje más
impersonal del ensayo académico.
2
Profesor del Departamento de Filosofía, Universidad de Caldas. Ponencia presentada en el VI Simposio
Internacional Culturas y Drogas. Nuevas perspectivas. Correo electrónico: [email protected]
1
cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011
ISSN 0122-8455
265
Adolfo León Grisales Vargas
un modo de pensar y de conocer propio de los pueblos primitivos, caracterizado
por ser un tipo de conocimiento ingenuo, del que ahora por fin habríamos salido
gracias a la ciencia, así, por ejemplo, habríamos desplazado la explicación mítica del
arco iris por su verdadera explicación científica. También lo asociamos a un cierto
comportamiento irracional inevitable en los seres humanos y que incluso hoy, en las
sociedades modernas e ilustradas podemos observar: así, por ejemplo, de habla de
mitos modernos como el automóvil, el éxito, las estrellas de rock, etc. O lo asociamos
a un cierto tipo de religiosidad pagana e idolátrica, donde se toman los fenómenos
naturales por personificaciones divinas: Poseidón el dios del mar, Zeus el dios del
trueno, etc. Y este modo de religiosidad habría sido superado por una religión
llamada verdadera, el cristianismo, en la que se trata de un dios que por primera
vez declara que cualquier otro dios es falso (antes no tenía sentido hablar de dioses
verdaderos o falsos, sino sólo de dioses más eficaces que otros). Y en un sentido más
académico y técnico se suele pensar el mito como un estadio pre-racional que es
opuesto al logos, y es entonces desplazado por la filosofía. El mito pues es entendido
en esta perspectiva como lo opuesto al logos, es decir, a la razón. Ahora bien, en todas
estas maneras de entender el concepto de mito, uno de los aspectos filosóficamente
más relevante es que se piensa el mito como algo falso e irracional, opuesto al logos,
a la ciencia, a la filosofía e incluso a la religión verdadera.
Si echamos una mirada a la historia encontramos que en la Edad Media, y aunque
el cristianismo emprende una campaña contra el paganismo, se llega a admitir el
mito como alegoría, como historias que encierran moralejas. En el Renacimiento
habrá una formidable recuperación del mundo antiguo, con toda su mitología,
y ésta será vista como la expresión de un mundo ideal, casi como una especie de
Paraíso. Luego, con la Ilustración y a partir del nacimiento de la ciencia moderna,
el mito será visto como una creación estética, fruto de pueblos que vivían inmersos
en una fantasía desbordada. Y dirán entonces que si todavía seguimos leyendo los
mitos antiguos, especialmente los griegos, es para deleitarnos con su gran belleza
y su derroche de fantasía. Aunque por esta misma época, finales del siglo XVIII,
habrá otros, los poetas y filósofos románticos, que verán el mito como la forma más
originaria y auténtica del saber humano que desafortunadamente habríamos perdido
por la arrogancia de la Ilustración, de la ciencia y de una razón eminentemente
instrumental. Y en nuestros días unos lo han tratado de explicar y de justificar
diciendo que corresponde a una estructura profunda y universal de la conciencia;
sicólogos como Carl Jung, de la escuela de Eranos, se han referido al mito como un
266 cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011
La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
arquetipo de la conciencia que estructura toda nuestra orientación y aprehensión
de la realidad, y lo han definido como una especie de “inconciente colectivo”. Otros,
parados en enfoques fenomenológicos y hermenéuticos, han asociado el mito con un
modo primario y básico de nuestra comprensión del mundo, sobre el que se monta,
secundariamente, cualquier otra forma especializada del conocer. Para Heidegger,
por ejemplo, se corresponde con lo que denomina el “saber práctico”, y se trata de un
saber legítimo, aunque diferente del “saber teórico”, y para el que saber algo de una
cosa significa saber “arreglárselas” con esa cosa, entendérselas con ella o, en otras
palabras, saber usarla.
Platón fue el primero en definir el mito como un relato falso, y esto quiere decir,
entre otras cosas, que Platón vino a marcar una diferencia donde antes no la había;
entre mito y logos. Sucede que el significado más arcaico de las palabras griegas
“mito” y “logos” era el mismo, eran sinónimas, ambas querían decir “palabra”,
“lenguaje”. Todavía en la obra de Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, se manejan
indistintamente y como sinónimos mito y logos. Y esto nos da una primera pista,
quiere decir que la importancia que tenía el mito en la vida de la antigua Grecia
era fundamentalmente el reconocimiento de la gran importancia concedida a la
palabra en general, y el mito viene a ser en ese contexto algo así como la palabra por
excelencia. Algo de esto sobrevive en el cristianismo y se evidencia en expresiones
como “palabra de Dios”, una palabra que es verdadera sin más, y la que resultaría
absurdo tomar como una proposición y aplicarle el criterio lógico de las tablas de
verdad. Y hay algo de eso en otra experiencia cotidiana, la de nuestro propio nombre;
sentimos que nuestro nombre es nuestro nombre verdadero, de ahí la extrañeza que
experimentamos cuando nos topamos con un tocayo.
Y lo que introduce Platón es algo inaudito en su contexto: la diferencia entre palabras
verdaderas y falsas. Digamos de paso que en una posible historia de la mentira ese
habría sido, por así decirlo, el momento de su fundación. Sólo es posible mentir
cuando diferenciamos entre palabras verdaderas y falsas o, en un plano más abstracto,
entre apariencia y realidad.
Hoy nos parece que es absolutamente evidente y necesaria esa distinción y que
no hacerla es señal de ingenuidad, porque equivaldría, por ejemplo, a creer que si
destrozo un foto con ella le estoy haciendo daño a la persona de la foto, o que basta
con saber el verdadero nombre de alguien para ganar algún poder sobre él. Este tipo
267
Adolfo León Grisales Vargas
de confusiones, pensaríamos hoy, corresponden a un tipo de conciencia pre-racional,
a una conciencia mítica.
Pero, por lo mismo, por lo que nos parece tan evidente la distinción, nos da mucha
dificultad comprender lo que quiere decir una “palabra verdadera”, y se nos dificulta
comprender cómo puede ser la existencia en el contexto de semejante mentalidad.
Para nosotros, hoy, las palabras y las imágenes son sólo convención y apariencia, y
por ello no creemos que puedan revelarnos alguna verdad o algún conocimiento de
las cosas. De ahí concluimos que aquellas personas y pueblos que parecen confundir
las palabras y las cosas son ignorantes y terriblemente ingenuos.
Por lo tanto, para poder comprender en toda su complejidad y profundidad esa
conciencia mítica tenemos que poner en suspenso por un momento nuestro juicio
actual sobre dicha conciencia. Tenemos entonces que dejar de juzgar como irracional
e ignorante una mentalidad que parece confundir apariencia y realidad, las palabras
y las cosas, las fotos y las personas o también los fenómenos naturales con fuerzas
divinas, para así poder preguntar ¿cómo es que opera o funciona una racionalidad
que procede de esa manera? O incluso ¿qué tipo de lógica puede subyacer a tal modo
de razonar?
Decíamos ahora que hay experiencias cotidianas actuales en las que de alguna
manera sobrevive ese tipo de racionalidad. Hicimos mención del modo como
nos comprendemos y relacionamos con nuestro propio nombre. Pero hay otras
experiencias cotidianas que nos pueden abrir una puerta de entrada a esa pregunta.
Una es nuestra experiencia común con cierto tipo de imágenes, que tienen algo así
como una connotación mágica; tal vez todos alguna vez le habremos pintado bigotes
a la foto de una modelo en el periódico o le habremos pinchado los ojos con un alfiler
a la foto del presidente Bush, o en un arrebato de ira e intenso dolor hemos rasgado
en mil pedazos la foto de la persona amada, o nos hemos quedado dormidos viendo
una foto y repitiendo el nombre de ella como si fuera un exorcismo para cancelar
su ausencia. Aquí las imágenes no funcionan como simples apariencias carentes de
verdad o de realidad, son significativas, nos dicen algo, tienen una cierta consistencia
de realidad y verdad, tanto que si de pronto, en un arrebato de racionalidad dijéramos:
“Bah, es sólo una mancha de tinta en un trozo de papel brillante”, nos sentiríamos
más solos y sería más difícil soportar la ausencia del ser amado.
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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
Otra experiencia cercana probablemente para todos es una que suele ocurrir cuando
nos trasteamos a una casa nueva: lo primero es por lo general el rito higiénico, primero
hay que limpiar la casa; sin embargo, aquí suele haber mucho más que razonables
consideraciones higiénicas, se trata también, y sobre todo, de apropiarse de la nueva
casa, de limpiar más que hongos y bacterias cualquier rastro de una presencia ajena,
y es también como una especie de bautizo. Esta experiencia nos permite captar otro
aspecto inquietante: las cosas pueden ser algo más que simples cosas inertes, son
también significativas, y esto quiere decir que pueden encerrar en sí mismas una
presencia, ser manifestación de una presencia, como si fueran alguien vivo.
Y la última experiencia cotidiana que quiero mencionar es la de cierto tipo de
palabras, donde la más sobresaliente es “hijueputa”. Que seguramente debió causar
alguna conmoción entre ustedes por el hecho de haberme atrevido a decirla en
público en un evento académico, y eso ya es un primer indicio de la singularidad
de esta palabra. Se trata de una palabra con tantos y tan distintos sentidos, pero lo
decisivo es que en cualquier caso su posible sentido no se puede decidir por fuera de
su realización concreta en un determinado contexto. Como insulto, por ejemplo, yo
no la puedo reemplazar por la posible definición que nos da el diccionario, porque
entonces pierde todo su efecto. Es una palabra cargada de potencia, de fuerza, es
significativa por excelencia, y es por lo mismo un claro ejemplo, muy prosaico tal
vez, de lo que es una “palabra verdadera”. Son palabras que son eso mismo que dicen,
que no significan algo sino que lo realizan, lo exponen. Hay por supuesto otros
ejemplos de “palabras verdaderas” más adecuados y menos prosaicos: uno de los
mandamientos dice “no pronunciarás su santo nombre en vano”, y es un nombre, una
palabra tan potente, que Dios ni siquiera se atreve a revelarlo: “Soy el que soy” le dice
a Moisés cuando éste le pregunta quién es. También decimos “empeñar la palabra”,
o se enuncia como una virtud ser “un hombre de palabra”. Otro caso eminente es el
de la poesía, también aquí las palabras no se pueden entender como proposiciones
que significan algo y cuya verdad no puede ser decidida conforme a unas tablas de
verdad; la palabra poética no significa, sino que es eso mismo que significa. Y para
entender esto también puede ser útil verlo en relación con la diferencia entre un
lingote de oro que vale el mismo valor que representa, y un billete de papel que sólo
representa un valor pero que él mismo no vale casi nada.
Ahora bien, lo que ha ocurrido es que nuestras nociones de verdad y racionalidad
se las ha restringido a una dimensión lógico-formal que necesariamente tiene
269
Adolfo León Grisales Vargas
que asumir una diferencia absoluta entre la realidad y las imágenes, las palabras o
cualquier otra forma de representación, por ello a la luz de dichas nociones formales
de verdad y de racionalidad no se puede entender una mentalidad que no parte del
supuesto de esa diferencia en términos absolutos. Lo que encontramos en el caso de
la conciencia mítica es que las palabras y las imágenes no se toman sólo como signos
vacíos o etiquetas que señalan hacia otra cosa que es la que propiamente tendría
contenido o realidad, sino que las palabras y las imágenes participan de ese contenido
o realidad como si fueran, por así decirlo, su esencia o, con una expresión más mítica,
su espíritu.
Hay algo de ingenuidad o de torpeza cuando creemos que las gentes de conciencia
mítica piensan que el océano es un dios, se trata de algo muy distinto, aunque muy
sutil. Pensemos en lo que somos nosotros mismos. Día a día somos otro, no sólo
nuestras células están permanentemente muriendo y renaciendo sino que hay
una enorme distancia entre el niño que fuimos y el adulto que somos; pese a todo
consideramos que algo permanece, y al margen de toda consideración teológica que
hiciera consistir esa permanencia en un alma inmortal e inmutable, la confirmación
inmediata de dicha permanencia es nuestro nombre, es él quien puede garantizar la
integridad de lo que somos, el que me permite hablar de mi niñez o de mi juventud,
y el que articula incluso la integridad orgánica de mi cuerpo, que no lo miro como si
fuera un pegote de partes. Pues bien, el mito procede de la misma manera, nos revela
el verdadero nombre de las cosas, su nombre propio. En tal sentido, el mito es una
estrategia profundamente racional porque equivale o expresa el conocimiento de la
integridad y permanencia del Cosmos. Decir que el océano es Poseidón equivale a
reconocerlo como algo que tiene identidad, integridad y permanencia, es reconocerlo
como el mismo océano que conocieron mis padres y mis abuelos, como el mismo
que baña las costas de mi tierra y la de otros lugares extraños. Reconocerlo, llamarlo
Poseidón es percatarse de que sigue siendo él a pesar de sus cambios. Así, ante la
vista de los embates del mar contra las rocas, decir que Poseidón está furioso, es
exactamente lo mismo, en términos de operación racional, que decir ante un amigo
que palmotea y grita que fulano está bravo; aquí lo decisivo en términos del logos es
la manera efectiva como se logra articular una situación pasajera o accidental con
algo permanente.
Aun alguien podría argumentar que no es clara la justificación de por qué personificar
un fenómeno natural, que ello es muestra de cierta ingenuidad, como la que muestra
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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
quienes todavía tiene que acudir a los dedos para poder contar, que son entonces
incapaces de manejar conceptos abstractos. Frente a esa objeción sólo diré que tal
planteamiento lo que muestra es nuestra propia ingenuidad frente a la conciencia
mítica, porque más que incapacidad para la abstracción lo que hay en la conciencia
mítica es una profunda y compleja economía del lenguaje: una metáfora, un relato
mítico, implica muchísimas más posibilidades de sentido que una proposición
empíricamente verificable. Las metáforas y los relatos míticos, al igual que los chistes,
hay que comprenderlos pero no pretender agotarlos o reducirlos a una explicación
o a una traducción. En suma, lo que muestra esa objeción es más bien nuestra
incapacidad para comprender metáforas.
2. Ilustración y conciencia mágica
Se suele pensar la Ilustración, en términos muy generales, como la mayoría de edad
de la razón, como una confianza en la capacidad de la razón, como autonomía del
sujeto, etc. Y esto tiene dos caras complementarias: la reflexividad, la autonomía y el
giro a la subjetividad son el reverso del reconocimiento de la radical “otredad” del
otro. El “atrévete a pensar por ti mismo” sólo se realiza plenamente en “el otro puede
tener razón”. No puede darse primero la decisión de saber y pensar por sí mismo y
de no aceptar como argumento simplemente a la autoridad, y luego la renuncia a la
autoridad; más bien es a la inversa, es porque la autoridad ha perdido su eficacia y ya
no es evidente su reconocimiento, que es posible y necesario pensar por sí mismo3. Es
previo pues un extrañamiento de la autoridad, y esto quiere decir que lo que ella dice
ya no lo experimentamos como propio sino como ajeno. En buena medida la eficacia
de la autoridad reposa en una cierta indistinción entre el pensamiento propio y el de
la autoridad, de modo que en el seno de la inmanencia de tal indistinción la autoridad
no es necesariamente reconocida y padecida como autoridad, o como exterior a la
propia voluntad; dicho reconocimiento significa, antes que nada, el reconocimiento
de su exterioridad; antes que por ser arbitraria o tiránica se la rechaza porque ya no
se la reconoce como propia sino como puramente exterior, como la voluntad y el
En el desarrollo del argumento que sigue es necesario reconocer que, además de Blumenberg, nos estamos
apoyando en la reivindicación que hace Gadamer del “prejuicio” y en la crítica que hace a la manera como la
Ilustración se entiende a sí misma en relación con la autoridad. Esta postura le ha valido a Gadamer el calificativo
de “conservador”, en especial por parte de Habermas, ya que se suele malinterpretar su planteamiento como una
simple defensa de la autoridad, cuando su intención es más bien mostrar que la autoridad, y de paso la tradición y
los prejuicios, no es de suyo un obstáculo para la autonomía de la razón sino que juega un papel productivo, si bien
es cierto que puede llegar a derivar en un bloqueo.
3
271
Adolfo León Grisales Vargas
pensamiento de otro. Y sería pues ese reconocimiento del otro como otro, que es a su
vez la fundación de la exterioridad misma, lo que estaría a la base de la Ilustración.
Si esto es así, entonces se podría afirmar que a la base de la distinción entre apariencia
y realidad, supuestamente propia del pensamiento ilustrado, habría una distinción
más fundamental: la del sí mismo y el otro. Aunque esto no implica discontinuidad
entre ambas distinciones, ya que más bien se implican y se refuerzan mutuamente,
ya que ambas sólo son posibles en virtud del establecimiento o el reconocimiento de
la exterioridad como tal. Al margen de querer remontarnos a las fronteras entre la
animalidad y la humanidad, o al límite del absolutismo de la realidad, de todos modos
parece correcto sostener que el camino de la humanización inicia con el misterioso
reconocimiento del otro, y al darse esto se abre simultáneamente una fractura en la
realidad. Digámoslo con una imagen: no tiene mucho sentido suponer que el animal
siente o “cree” que vive toda su vida a la intemperie, en su existencia no hay una
ruptura de continuidad entre la guarida y el exterior, la exterioridad no existe como
tal para él y, por lo mismo, para él tampoco existe propiamente “el otro”.
Cuando se oponen el pensamiento mítico y el ilustrado sobre la base de la distinción
o no entre apariencia y realidad se olvida que la misma posibilidad del pensamiento
mítico se instala sobre un distanciamiento radical del hombre con respecto a la
naturaleza; el primer modo bajo el cual el ser humano sabe de sí es el de la experiencia
de estar a la intemperie. El pensamiento mítico se instala, como nos dice Blumenberg,
en el “más acá” de lo humano. Cuando desde la perspectiva ilustrada se insiste en
ver el pensamiento mítico a partir de la indistinción entre apariencia y realidad se
está ocultando el hecho de que en tal pensamiento hay en realidad una profunda
distinción más fundamental: de hecho la justificación y eficacia del mito y de la magia
es precisamente el reconocimiento de un mundo poblado de “otras” y múltiples
voluntades, exteriores, que amenazan, en tanto que otras y exteriores, y a las que por
lo tanto es necesario tratar de seducir, convencer o aplacar. La vida del hombre de
pensamiento mítico no transcurre como un puro deslizarse indiferente y fundido a
la naturaleza como una gota de agua en el mar. Incluso, como sostiene Blumenberg,
habría que decir que la misma Ilustración es posible, y es prueba, del triunfo logrado
por el pensamiento mítico; y la consumación de dicho logro le abre al ser humano
nuevas posibilidades en la determinación de sí mismo, pero siempre sobre la base de
la determinación y delimitación del otro, sobre la base del reconocimiento del otro.
El ser humano es, pues, esencialmente ilustrado en tanto que lo que lo configura y
constituye como ser humano es el encuentro con el otro. Se puede decir entonces que
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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
la religión o el mito no son simplemente lo opuesto de la Ilustración, son también
formas refinadas de la misma4. Desde la perspectiva ilustrada, la ingenuidad del
hombre de pensamiento mítico consistiría en creer en la realidad de lo que son
apenas ilusiones o fantasmas, pero al verlo así se nos escapa el hecho de que los mitos
y los dioses son eficaces para preservar la distancia, para no disolvernos en la pura
indiferenciación. A lo sumo podríamos decir que el ilustrado cree que ya puede
prescindir del mito y de la religión, ya que se trata, como decía Nietzsche a propósito
de Dios, de estrategias muy drásticas que ya no resultan necesarias.
Resulta equivocada esa imagen que suele hacerse la Ilustración del hombre de
pensamiento mítico como una especie de sonámbulo, incapaz, por ejemplo, de reír, a
menos que lo haga en un contexto ritual, o incapaz de disfrutar “gratuitamente” con
una representación. Es cierto que el hombre religioso cree en la realidad de su dios;
también lo es que podemos diferenciar entre la actitud del hombre griego ante las
imágenes de la divinidad y la actitud del cristiano, pero cuando vemos las cosas sólo
desde esta perspectiva olvidamos la ruptura tan radical que implica la propia idea de
divinidad. El creyente oye voces y ve visiones que lo confunden y lo encantan, pero
esto no es tanto porque ingenuamente confunda apariencia y realidad, lo significativo
es la densidad que alcanza la realidad transfigurada en “otro”, es esta densidad la que
hace de la realidad propiamente tal y no un mero continuum en el que se disuelve la
existencia indiferenciada. Hay una profunda reflexividad en la mera visión ganada
como tal, es decir, como perspectiva desde la que la realidad se transfigura y densifica
como “otro”. Cuando se ve desde una perspectiva se abre un abismo entre la visión y
lo visto. Los mitos y la religiosidad serían pues expresión del logro de esa reflexividad
de la sensibilidad. La “creencia” entonces no es pura ingenuidad, es más bien la
estrategia para preservar el espacio ganado a una realidad absoluta que siempre
amenaza con degullirlo todo en la indiferenciación. Esa realidad absoluta se puede,
en cierto modo, dominar cuando se la mantiene a raya, a la distancia de lo “otro”.
4
Vattimo desarrolla un argumento en este mismo sentido cuando sostiene que la Ilustración moderna es una
consecuencia radical del cristianismo antes que su negación. Al respecto dice: “[lo que] me ha abierto el camino es,
brevemente, una concepción de la secularización característica de la historia del Occidente moderno como hecho
interno del cristianismo, ligado positivamente al sentido del mensaje de Jesús; y una historia de la Modernidad
como debilitamiento y disolución del ser (de la metafísica). [...] si lo sagrado natural es aquel mecanismo violento
que Jesús vino a desvelar y desmentir, es muy posible que la secularización sea justamente un efecto positivo de la
enseñanza de Jesús y no un modo de alejarse de ella. En resumen: quizás el mismo Voltaire es un efecto positivo
de la cristianización (auténtica) de la humanidad, y no un blasfemo enemigo de Cristo”. VATTIMO, Gianni. Creer
que se cree. Barcelona: Paidós, 1996. Traductor: Carmen Revilla. pp. 40-41.
273
Adolfo León Grisales Vargas
Es innegable que el mito y la magia “funcionan”, no por supuesto en el sentido de que
puedan curar enfermedades o dominar las fuerzas naturales como lo hace la técnica
moderna, sino en tanto que preservan abierto un espacio en el que se hace posible
la diferenciación, esto es, en el que se hace posible lo humano. Aunque sí podemos
hablar de otro tipo de indistinción que contrastaría con el hombre ilustrado: la tarea
de preservar abierto ese espacio que hace posible la vida y la actuación humana
es a la vez en lo que consiste la vida y la actuación humana. Para el ilustrado ese
espacio abierto se da por descontado y supuesto, de modo que se siente, o se cree,
liberado de esa tarea, así que vivir consiste ahora para él en darse autónomamente sus
propios fines sin estar constreñido por la exigencia de orientarse por la finalidad de
preservar abierto el espacio de lo humano. El viejo reclamo agustiniano de que no hay
propiamente un mundo humano, de que somos demasiado pesados para el mundo
divino y demasiado ligeros para el mundo animal, se disuelve para el ilustrado con la
afirmación decidida de que hay un único mundo, el mundo humano.
Pero esta distinción no debemos pensarla desde el esquema ilustrado e idealista de
la historia como el despliegue de la libertad, que finalmente se logra en los períodos
históricos de la Ilustración. No se trata de la simple oposición entre necesidad y
libertad, que desplazaría al plano ético la cuestión ontológica de las oposiciones entre
apariencia y realidad, o entre naturaleza y cultura. No es menos libre el hombre de
pensamiento mítico, si bien se cree más libre el hombre ilustrado; lo que marca una
diferencia importante es más bien una actitud hacia la vida, que podría caracterizarse
en general como un temple trágico y pesimista —incluso “realista” en el sentido
práctico de la expresión— del lado del hombre de pensamiento mágico; y un carácter
optimista e idealista del lado del ilustrado.
Hace parte del optimismo del ilustrado creer que son más felices quienes no son
ilustrados por cuanto son ignorantes, pero, de haber algo de verdad en tal creencia,
habría que preguntar más bien qué es lo que ellos saben y nosotros no.
En conclusión, también el hombre de pensamiento mítico es capaz, para decirlo con
una imagen, de reírse de sí mismo, de tomar distancia y de disfrutar gratuitamente
una representación. Nada más gratuito que la creencia en mitos y en dioses si se lo ve
desde la perspectiva global de una economía de la existencia. Y no sólo es capaz de
mentir el hombre ilustrado; este tipo de mentira posible por el abismo abierto entre
apariencia y realidad es, digámoslo así, un refinamiento trivial frente a la descomunal
274 cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011
La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
mentira que son, en términos globales, el hombre y la cultura. Juzgamos como
ingenuos y como incapaces de mentir a los hombres de pensamiento mítico sólo en
tanto damos por supuesto, por “natural”, obvio y justificado el mundo humano. De
otro lado, no hay que entender esto como la afirmación romántica de una fundación
originaria del mundo por los hombres de pensamiento mítico; la “gran mentira”
sólo se preserva a partir de una permanente renovación, creer lo contrario es la gran
ingenuidad del hombre ilustrado. También el modo refinado y trivial de la mentira
del ilustrado habría que entenderla desde la perspectiva de su función con respecto a
la renovación de la “gran mentira”.
Suponer que el “primitivo” es incapaz de mentir dada la manera ingenua en la
que cree en la realidad de sus dioses es partir de una definición muy restringida
de las nociones de verdad y mentira, en términos de una reflexividad reducida al
ideal de una autoconciencia plena. Es obvio que no tiene sentido imaginarse a los
primeros humanos deliberando en torno a cuáles serán las estrategias adecuadas para
construir y preservar su humanidad y llegando entonces a la conclusión de que deben
“inventarse” los mitos (o en general el lenguaje); es claro que, como lo plantea Eliade,
para estos seres humanos los mitos y sus dioses son lo verdadero por excelencia, pero
el punto es precisamente que lo verdadero no es, por así decir, un dato previo, no es
lo obvio y natural, sino que su posibilidad es fundada por los mismos mitos, y sólo en
tanto que ellos han abierto esta posibilidad es que luego se puede llegar a declararlos
como relatos falsos. La verdad y la falsedad no pueden tener todavía el sentido
meramente lógico y proposicional que llegarán a tener, es necesario entenderlas
en función de la experiencia vital, y en ese sentido lo que designan es una relación
entre el afuera y el adentro, la intemperie y la casa, los otros y la propia comunidad.
Así entonces el mito viene a tener una doble función: por un lado, abre o funda la
posibilidad del afuera y del adentro y, por otro, preserva la existencia humana en los
confines seguros del adentro manteniendo a raya la pura exterioridad.
El ilustrado y el “primitivo” podrían conversar de tu a tu, en un diálogo íntimo y
hasta confidencial, si el primero fuera capaz de reconocer en el segundo el mismo
impulso para la acción frente a una naturaleza hostil y un cosmos para los cuales
resulta completamente injustificada y carente de sentido la existencia humana; pero,
también, si el “primitivo” fuera capaz de, digamos así, “desalejar” al ilustrado, de verlo
como próximo y no desde la radical densidad de lo otro. El diálogo por lo general se
ha roto porque mutuamente se excluyen de la esfera de lo humano; el ilustrado ve al
275
Adolfo León Grisales Vargas
“primitivo” como un pre-hombre, y el “primitivo” ve al ilustrado como una potencia,
como una divinidad, que es el rostro densificado como otro y mantenido a distancia.
Y que el diálogo se rompa por esto es precisamente la prueba más clara de lo que
tienen en común.
Hay pues una simplicidad engañosa en la idea de una escueta oposición entre
pensamiento mítico e ilustración, entre mito y filosofía. Ya el mito y la religión son de
suyo ilustración, y no se trata sólo de algún eufemismo o de un malabarismo conceptual,
cuando no se reconoce el carácter ilustrado de la religión y del mito la razón se
extravía a sí misma, deja de reconocer sus propios límites, deja de autocomprenderse
en función de la vida. Aunque, de otro lado, reivindicar la condición ilustrada del
mito es muy distinto a lo que sucede en el debate moderno entre Ilustración y
Romanticismo. Lo que se pretende es, antes que querer negar artificialmente que
haya en efecto un giro histórico significativo con el inicio moderno de la Ilustración,
o antes que pretender subordinar la racionalidad a la religiosidad o al sentimiento, la
idea es mostrar cómo esa ruptura radical que ha sido la Ilustración, antes que marcar
una discontinuidad en la condición humana, es expresión de un rasgo decisivo de
lo humano. La fundación y la preservación de la posibilidad del mundo humano se
sostienen sobre una ruptura, y ésta tiene que ver fundamentalmente con el encuentro
con el otro.
El pensamiento mítico es una descomunal ruptura, es la expresión originaria de
una voluntad autónoma: ¡cómo no sorprenderse del hecho de que de pronto, en
un cosmos indiferente, unos cuantos seres “decidan” creer en dioses! La creencia
en dioses rompe todas las expectativas del cosmos; ni el estudio del big-bang, ni la
astrofísica, ni el estudio de los volcanes o el de la biología podrían dar cuenta del
hecho abrupto de que en cierto momento unos seres crean en lo divino. El asunto
ya no nos parece sorprendente, lo damos por descontado y obvio. Y esta ruptura,
cuyas posibilidades de comprensión real se nos escapan por implicar un “más allá”
del límite de lo humano, sólo nos resulta accesible por un fenómeno del “más acá”:
el encuentro con el otro, que es a la vez el reconocimiento de sí mismo desde el otro.
Con la Ilustración no ganamos algo que nos hiciera más propia o verdaderamente
humanos, pero tampoco hemos perdido algo o nos hemos alejado de lo más esencial
u originario del ser humano, como creían los románticos. Y exactamente lo mismo
podríamos decir de la religión y del mito. En tal sentido, tanto Ilustración como
religión corren los mismos peligros: por lo mismo por lo que la religión se volvió
276 cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011
La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
una amenaza para el hombre y se hizo necesaria y posible la Ilustración, también la
Ilustración puede llegar a ser una amenaza. El riesgo es siempre el de una confiada
autonomía, algo así como la embriaguez que sucede a la celebración del triunfo, una
vez más, sobre el absolutismo de la realidad. Y esto se refleja en el modo como pueden
terminar autocomprendiéndose: digamos que el problema es que la Ilustración o la
religión pueden terminar tomándose demasiado en serio a sí mismas. Esto quiere
decir, pierden sus proporciones, se desconectan de la realidad. La celebración de su
victoria es su derrota. Desde una perspectiva cósmica su desconexión de la realidad
podría verse más bien como la reintegración pasiva en la que podríamos llamar “la
gran verdad”, que no es otra cosa que el dominio del absolutismo de la realidad,
y en el consecuente olvido de la “gran mentira”. El cosmos de la “gran verdad” es
aterradoramente serio. Visto superficialmente, la ruptura que hace posible la
instalación del espacio humano en el cosmos está caracterizada por la risa.
Aclaremos por qué presentar la cuestión en términos de verdad y mentira. Partamos
de la vieja y reputada pregunta de Pilatos: ¿qué es la verdad? No entremos en
trivialidades epistemológicas, sin embargo, hagamos caso a lo que sostienen ciertas
posturas analíticas y positivistas en su debate con la hermenéutica. Una de sus ideas
de fondo es la de que los planteamientos hermenéuticos disuelven el problema de la
realidad al radicalizar la condición histórica de la verdad y la esencial “lingüisticidad”
de la experiencia. Su prueba reina es la imbatibilidad de la naturaleza; el universo
seguiría ahí sin importar si todavía hay seres humanos ni cuáles sean sus creencias:
los volcanes son capaces de arrasar un pueblo así ningún filósofo haya llevado ese
volcán a la palabra. La gran verdad es entonces que el universo es brutalmente
indiferente, es por completo injustificado y gratuito, está ahí, sin más; la existencia
humana es así mismo enteramente injustificada, y las capacidades humanas,
cualquiera de ellas, son insignificantes frente a la potencia absoluta de la realidad.
No importa lo que hagamos o cómo lo hagamos, un día todo será triturado por la
realidad, y no importa que sea dentro de algunos millones de años cuando estalle
el sistema solar. Esa es la “gran verdad”; lo mismo que Blumenberg denomina el
“absolutismo de la realidad”. Y en el medio de esta potencia absoluta de la realidad
se instala abruptamente el hombre y toma distancia desafiante. Pero la “gran verdad”
no es toda la verdad o, mejor, tiene que poder ser relativizada y contradicha, esa es
la condición para la permanencia, así sea fugaz, de la parcela que ha delimitado y
hurtado el ser humano a la realidad. Desde la escala del universo, el mundo humano
tiene la pretensión de ser la negación de la “gran verdad”; pero como, en últimas,
277
Adolfo León Grisales Vargas
y en una escala temporal cósmica, ninguna negación de la “gran verdad” se puede
sostener, podríamos decir que esa parcela es una “gran mentira”; las verdades que se
pueden generar en su interior siempre tiene la fragilidad de una limitación temporal,
son inevitablemente históricas, ninguna victoria puede ser definitiva, la vida humana
es un suma de pequeñas victorias. El mundo humano es imposible a la intemperie
del absolutismo de la realidad. Y también sería imposible desde la desgracia de una
memoria permanente de esta verdad palmaria. Sin embargo, es necesario recordarlo
de tanto en tanto, la dificultad reside en el hecho de que precisamente el logro de cada
pequeña victoria es un poco de olvido, quisiéramos una victoria definitiva pero eso
no es posible.
Ahora bien, traer a colación semejante drama de proporciones cósmicas no debe
entenderse como un reclamo místico, o como una invitación a la quietud arrastrados
por la angustia existencial dada la insignificancia del ser humano; ni es tampoco una
crítica a la frivolidad y banalidad de nuestros días. Tal vez es un recurso drástico,
pero puede ser conveniente precisamente para no dejarnos arrastrar por la angustia
y para reivindicar el sentido profundo de la frivolidad, de la mentira y de la alegría5.
Una cosa es el recurso a la frivolidad movidos por la angustia y la desesperanza,
o apelar a la mentira y al relativismo desencantados por la impotencia humana o,
incluso, enceguecidos por la creencia en la victoria definitiva; y otra cosa es cuando
la frivolidad y la mentira constituyen a la vez una pequeña victoria y su celebración.
Y la diferencia no es algo imperceptible o puramente teórico, podemos darnos cuenta
cuándo el lujo y la decoración son expresión del esplendor y la vitalidad de un pueblo
o de una persona, o cuándo son el claro indicio del hartazgo de sí mismo y de su
decadencia. Igualmente nos podemos percatar de la diferencia entre un mundo para
el cual la ciencia constituye una posibilidad genuina de preservar la “gran mentira”, y
otro para el cual la ciencia se ha convertido en amenaza y, en consecuencia, la pasión
por la verdad ha perdido su eficacia en la tarea de mantener los límites de la cultura,
del espacio en el cual es posible la vida humana.
La potencia absoluta de la realidad no sólo puede destrozarnos con un terremoto o
con una colisión estelar, también se puede filtrar lentamente y conducirnos dormidos
al olvido y a la indiferencia absolutas. Cada vez que los logros humanos se tornan
plenamente autónomos y absolutos, vamos camino al olvido y la disolución. Es la
No hay que entender esto, sin embargo, en un sentido propiamente nietzscheano; no se trata de una reivindicación
de la existencia como fenómeno estético. La postura de Nietzsche no expresa tanto el talante práctico del hombre
de pensamiento mítico como el desencanto del ilustrado.
5
278 cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011
La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
gran paradoja: una victoria total se convierte automáticamente en derrota. Aunque
suene duro y polémico: el ser humano es por esencia un perdedor. Y no se trata de
una visión pesimista y resignada de la condición humana o, podrían pensar algunos,
tercermundista; porque esto no es sino el reverso inevitable del otro rasgo esencial
que verdaderamente cuenta: sólo por ello tiene sentido la alegría de la victoria, y en
eso consiste minuto a minuto la vida humana. La victoria sólo lo es cuando se soporta
en la posibilidad de la derrota. Y, a la inversa, la derrota sólo tiene sentido cuando se
creyó que era posible la victoria. La alegría, la frivolidad y la mentira pierden todo
su sentido cuando se ha perdido la ilusión de la victoria, dejan de ser expresiones de
la vida y se tornan en meras máscaras de la muerte, una manera de anestesiarse en
espera de la derrota definitiva.
Es necesario enfatizar que aunque pueda parecer un panorama desolador, esto no
pretende ser una —otra— crítica a la situación de nuestros días, ni una condena a la
ciencia, o a la racionalidad o al arte, a partir de una reivindicación de la vida primitiva,
pastoril e “irracional”. La intención es tratar de mostrar la profunda continuidad
entre los diversos modos como hemos tratado de preservar la posibilidad del mundo
humano. No hay que quedarse, por supuesto, en el nivel profundo de esa continuidad,
eso sería a su vez paralizante y amenazaría esa parcela de lo humano, pero, al mismo
tiempo, si lo olvidamos totalmente entonces podemos perder las proporciones de las
cosas y desconectarnos de la realidad. Sería absurdo no querer ver que son distintos
un médico y un chamán, o un astrónomo y un astrólogo, o el mito y la filosofía; pero
también resulta torpe suponer que el arte, la astronomía o la filosofía constituyen una
superación de algo, o una manera más eficaz y definitiva de lo humano. Las cosas se
trastocan cuando lo que comparamos son logros en abstracto y eludimos mirarlos
desde una perspectiva esencialmente humana. La ciencia o el arte no tienen que ver
con la Verdad o con la Belleza, con mayúscula, sino con los esfuerzos que hacemos
para tratar de darle algún sentido a la existencia humana.
Quisiera cerrar esta reflexión recordando algunas ideas de Peter Winch de su libro
“comprender una sociedad primitiva”. Dice allí Winch: “Lo que podemos aprender
al estudiar otras culturas no son sólo posibilidades de manera diferentes de hacer
las cosas, otras técnicas. Aún más importante es que podemos aprender diferentes
posibilidades de hallar sentido a la vida humana, diferentes ideas acerca de la posible
importancia que el llevar a cabo ciertas actividades pueda tener para un hombre que
trata de contemplar el sentido de su vida como un todo [...] (lo que quiero) es sugerir
279
Adolfo León Grisales Vargas
que el concepto de ‘aprender de’ que está implicado en el estudio de otras culturas
está claramente vinculado al concepto de sabiduría. No nos hallamos sólo frente
a técnicas diferentes, sino frente a nuevas posibilidades de lo bueno y lo malo en
relación con las cuales los hombres pueden adaptarse a la vida”6.
BIBLIOGRAFÍA
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Rabelais. Madrid: Alianza, 1987. Traducción: Julio Forcat y César Conroy.
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Faustino Oncina.
________ El problema de la conciencia histórica. Madrid: Tecnos, 1993. Traducción: Agustín Domingo
Moratalla.
KERÉNYI, Karl. La religión antigua. Barcelona: Herder, 1999. Traducción: Adan Kovacsis y M. León.
KANT, Immanuel. Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre filosofía de
la historia. Madrid: Tecnos, 1987. Traducción: Concha Roldán y Roberto Rodríguez.
KIRK, G. S. La naturaleza de los mitos griegos. Barcelona: Paidós, 2002. Traducción: Isabel Méndez.
MAYR, Franz K. La mitología occidental. Barcelona: Anthropos, 1989. Trad.: Andrés Ortiz-Osés.
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WINCH, Peter. Comprender una sociedad primitiva. Paidós: Barcelona, 1994. pp. 77-78.
6
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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica
WINCH, Peter. Comprender una sociedad primitiva. Barcelona: Paidós, 1994. Traducción: Ma. José
Nicolau y Gloria LLorens.
Nota Del Editor
Se publica el texto original enviado por el autor por solicitud expresa del mismo.
281
Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS REPRESENTACIONES
SOCIALES DEL CONSUMO DE DROGAS
MÓNICA ARISTIZÁBAL GÓMEZ, LUISA FERNANDA GÓMEZ GARCÍA,
ÓSCAR HERNANDO GAVIRIA GIRALDO1
Recibido: 7 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
Primera advertencia: se considera a la familia, como la constructora de institución,
la cual a-cultura al individuo en la sociedad, internalizando pautas culturales que éste
asocia de forma natural a manera de memoria. En las siguientes páginas se tomará
como eje central dicha institución primaria, la familia.
Segunda advertencia: se partirá de tres supuestos:
1. Existe una marcada ignorancia sobre el tema de las drogas en todos los
sectores de la sociedad, y en la mayoría de las personas.
2. Esta ignorancia es causada casi de forma absoluta por la des-información
que se mueve dentro de la sociedad a la hora de hablar de las drogas.
3. Existe una voluntad de desinformar por parte de los medios de comunicación,
la cual es causada por intereses de manipulación política, económica y social.
También, se puede afirmar que esta voluntad de desinformación, es causada
por el hecho que los medios mismos son víctimas de la desinformación.
Tercera advertencia: los datos arrojados en la siguiente ponencia, nacen por de las
entrevistas realizadas, y del devenir de años de trabajo del semillero de investigación:
Visionari@s Cultura y Droga.
Mónica Aristizábal Gómez, Luisa Fernanda Gómez García. Estudiantes del Programa de Sociología. Universidad
de Caldas. Óscar Hernando Gaviria Giraldo. Estudiante del Programa de Antropología. Universidad de Caldas.
Ponencia del semillero Visionari@s Cultura y Droga, Universidad de Caldas.
1
cult.drog. 16 (18): 283 - 289, 2011
ISSN 0122-8455
283
Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.
Cuarta advertencia: el lector no debe esperar una descripción completamente
objetiva en el siguiente documento, por el contrario se hará una crítica constante a
los imaginarios creados dentro de la ciudad Manizales, como sociedad.
El primer paso fue la indagación sobre la relación existente entre familia como eje,
y las drogas, a lo cual se concluyó lo siguiente: en la familia, las drogas son vistas
comúnmente como una problemática social, asumiendo la “desintegración familiar”
como la principal causante de la drogadicción, ésta última, entendida como una
enfermedad, enfermedad degenerativa física y psicológica, virulenta, infecciosa,
que posee todos los atributos biológicos de un parasito, bacteria o virus, es decir,
ataca células sanas convirtiéndolas en focos de infección, atacando los tejidos y
rompiéndolos.
La noción de droga, es una visión de sustancia ilícita, corrupta, jamás se pensó que
un “fármaco” fuese una “droga”, ni se podría creer, dentro del imaginario común, que
una taza de café fuera una droga estimulante del sistema nervioso central, apenas
se le llego a atribuir un extraño poder sobre el cansancio y/o el sueño. Como si la
sustancia, droga, en sí misma, tuviese la voluntad de corromper, de degenerar.
La droga se extiende de manera infecciosa, como una epidemia, convirtiéndose en
“drogadicción”, ajena al individuo, como demonio transformador de adentro hacia
afuera, efervesciendo las personalidades, creando una extraña manipulación hacia
los comportamientos, todos degenerados, aberrantes, “malos”.
Parece como si los enfermos compartieran una condición inicial; el ser joven, todos
ligados a una carencia afectiva, donde se pierden los valores familiares de la soledad,
y religiosos en la falta de fe, repercutiendo, ambas carencias, en la formación de
personas jóvenes, de nuevo se recalca el joven, ahora débil, extraño a sí mismo, el
que quiere ser aceptado, así sea como el débil dentro de sus grupos, aceptado, con la
imposibilidad de “decir no”.
Lo anterior, en cuanto al inicio de la investigación. Posteriormente, se quiso conocer
cuál era el imaginario que existía desde la familia con relación a las instituciones
cohesionadoras de lo social, y el trabajo de las mismas en materia de drogas. Se tuvo
en cuenta: la educación, la seguridad, la religión, la salud. Es decir, se tuvo como eje
central a la “familia”, aquella que conoce el operar de estas instituciones frente a la
droga.
284 cult.drog. 16 (18): 283 - 289, 2011
Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas
En la educación, pareciese existir una satisfacción, tal vez, una fe de erratas sobre la
formación del joven por parte del Estado por medio de las instituciones públicas,
viviendo en un círculo constante de contradicciones, donde la familia critica
abiertamente la formación de sus jóvenes, pero a la vez está satisfecha con el trabajo
de las instituciones que los forman. Asimismo, el Estado es el formador, pero alude,
que el tejido social esta maltrecho, y es necesario intervenirlo de forma autoritaria y
represiva; lo cual lleva a la opinión de la familia en cuanto a la seguridad estatal, vista
en las políticas del Estado en materia de drogas, las mismas parecen ser aceptadas, y
tomadas como el camino correcto, se evidencia una sed de justicia, una necesidad de
protección, de dominar al salvaje, al adicto, al enfermo, incluso, al “aficionado”, como
se respondió absurdamente en una ocasión a la pregunta de ¿qué es adicción?
Para este momento de la entrevista, se abordó el imaginario de la familia sobre la
institución de la salud, esto es complejo, porque ni siquiera se está muy seguro de
qué es salud, la prevención va a recoger todo el aspecto médico y las formas de vida
“sana” van a ser la concepción de salud, por tal motivo, toda mención de droga o
drogadicción va directamente en contra de ambas, tanto, como el sujeto irresponsable
que no le hizo caso a las campañas de prevención “tan bien impartidas”, como a
la persona que no lleva una vida “sana”, es decir, una persona enferma, siendo la
cura a esta enfermedad: la hospitalización, el tratamiento intensivo; regresamos a la
metáfora del virus, como si la droga en el organismo fuera una infección.
Es evidente, la carencia de información que habita en los supuestos manejados por
las personas en general, en el momento en que las mismas llenan de significados
un objeto, en este caso la droga, se crea una acción, el repudio al drogadicto, como
internalización del significado del objeto “droga”. Es decir, al asumirse que el objeto
efectivamente asignado, nace de la información recibida en primer lugar, por los
sujetos que dan al significado, una especie de voluntad de desinformar, lo cual da pie
para trabajar el último punto de análisis, ¿qué ha llevado a las personas a tener este
imaginario?
Existe una memoria que legitima el imaginario ya recalcado sobre la droga, memoria
que es alimentada por experiencias de vida y que, por tanto, se convierte en una
memoria de hechos vividos y sentimientos experimentados. Pero, a su vez parece que
esa memoria es reproducida a través de otros discursos, y no sólo el subjetivo, dichos
discursos son los que anteriormente habíamos mencionado, y que de hecho tienen la
voluntad de desinformar. Es decir, son discursos históricos.
285
Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.
En este punto, se hace necesario aclarar a que nos referimos con memoria e historia.
Partiendo de la teoría que presenta Maurice Halbwachs, en su texto La memoria
colectiva, ambas nacen en un pasado, y recuerdan hechos, pero hasta ahí llega su
similitud; la memoria comprende y limita, a los ciclos de vida de los individuos
que la albergan, abarcando no sólo los hechos, sino las subjetividades individuales,
desprendidas de las experiencias vividas por las personas, reiteramos, hasta el
momento en que éstas mueren, además de los juicios de valor desprendidos de ella,
de la persona, o de estos, los hechos. Por otra parte, la historia va abarca los hechos
que se le escapan a la memoria, las experiencias no vividas, así como las memorias
muertas, esto quiere decir que, en ella no están las subjetividades individuales, sino
una posible subjetividad colectiva, al ser al tiempo la historia de todo el mencionado
conglomerado.
Esta forma que toma la historia en el pensamiento, si bien no posee una carga individual
subjetiva por el hecho de ser historia, sí viene cargada de, en un mínimo, de ideas,
identidades e ideologías, albergadas no en la historia, sino en los imaginarios que
la reciben, construyéndolos y transformándolos, jugando un juego de subterfugios,
adormeciendo el pensamiento anómalo o único, y buscando una homogeneidad
de imágenes históricas en quienes se encuentran inmersos en el conglomerado
(Halbwachs).
Se tiene, por ende, un juego terminológico triangular entre: historia, memoria e
imaginario, incidiendo cada uno en el otro de forma: (1) progresiva, (2) regresiva y
(3) degenerativa, a manera de “juego de tensiones”, cada uno incidiendo en los otros
dos al estar íntimamente relacionados, en tanto construcción simbólica del individuo.
Dentro del caso de estudio, se observa como la historia bajo el papel de primer
aculturador, va a construir en los individuos un primer repudio hacia las drogas,
insertando en el imaginario, las connotaciones atroces que para ésta, poseen las
mismas, pero ¿por qué poseen connotaciones atroces?
Al parecer existen tres motivos históricos, primero el fracaso de las políticas sociales
emprendidas por el gobierno, claramente vistas, si abandonamos incluso este recinto
y caminamos unas 3 cuadras hacia cualquier dirección, de igual forma si encendemos
un vehículo y se dispone un viaje por cualquier carretera, el estado social de la región,
el país y en general del continente va a estar seriamente comprometido en todas las
286 cult.drog. 16 (18): 283 - 289, 2011
Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas
esferas sociales. Así como, la interacción de las mismas, aparentemente o según
los artífices de estas políticas, y en igual medida, por el imaginario impreso en las
mentes de la sociedad, como el caso de la ciudad de Manizales, por ese monstruo
devorador de bienestar y enfermedad social ¡droga!, es una manera de satanización y
una necesidad de defensa constante.
Por tanto, el envió de información constante, el cual escuda el fracaso, por el carácter
absolutamente diabólico de las drogas; segundo, la voluntad de desinformar a la
población a través de los medios de comunicación, ayudando a encubrir el fracaso
anterior, motivados por intereses oscuros de control y poder.
por tal motivo, existe un deseo de la “guerra contra las drogas”, un deseo de control
social, ideológico, sentimental, sumado a un gusto por el prohibir, encarcelar y crear
un aparato leviatanesco militar-estatal, una especie de placer erótico por el poder y en
el poder; finalmente, existe una capacidad sorprendente de olvido histórico por parte
de los propios pueblos, en su propia historia, por no querer extendernos a niveles de
historia universal y hegemónica, pero, queriendo acotar y traer a sus mentes a los
Estados Unidos de los años veinte, prohibitivo y en guerra urbana contra las mafias
adormecidas por muchos años luego de la legalización de lo antes prohibido.
Es posible justificar, el anteriormente mencionado “olvido”, en el continuo devenir
de un trauma en los pueblos latinoamericanos en general, y de los individuos en
particular, donde las tradiciones ancestrales van a ser los blancos de este olvido,
siendo precisamente el problema, un olvido que ataca y desmantela la cultura propia,
con una historia que ensambla un imaginario ajeno, en una capacidad, y un defensa
inocua, donde se compromete el bienestar social, para quién lo dude le recordamos,
salir a la calle, y verá una sociedad maleable por las ya mencionadas políticas sociales,
aunada la voluntad de des-informar.
Se aclara, que los autores asumen la existencia de unos voluntariosos des-informantes,
que manipulan la información; información que penetra a toda una sociedad,
haciéndolo a través de la historia; o como dirá el sociólogo Pierre Bouedieu: “es
evidente la necesidad de los dominantes de todo el campo de poder para manipular
la información e imponerla a los dominados; siempre para algunos fines, ya sean
colectivos o personales, pero en este caso diríamos, que son fines políticos, económicos
y sociales”.
287
Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.
Es necesario, con un fin de contrastantes, serpentear sobre los planteamientos de
Josep María Fericgla, y señalar lo absurdo, que por su propio peso, de lo anteriormente
expuesto, ya lo es en sus mentes.
Fericgla, dará dos ítems para el entendimiento de lo anterior, primero del uso de
las drogas y segundo sobre los problemas referentes a la concepción general de las
mismas. Respecto al uso, se parte de la idea que toda sociedad usará drogas, sea
la sociedad que sea, y sea la droga que sea, el punto es que para cada sociedad
existirá una serie de drogas y una serie de usos, al tiempo que la misma se adaptará y
condicionará su transcurrir diario, de tal forma que la droga pasará como natural, o
como parte misma de la sociedad, no queriendo decir con esto, que la droga en cierto
sentido sea anti-natural.
Sin embargo, se afirma, que las drogas extranjeras o foráneas a una cultura, poseen un
carácter de artificiales a este transcurrir diario, en el caso de este estudio, diremos que
drogas como el alcohol en todas sus presentaciones, y el tabaco, también en todas sus
presentaciones, parecen naturales frente a la sociedad manizaleña, mientras el uso de
una multitud de drogas, parecen artificiales, tanto las catalogadas ilegales, e incluso
las ancestrales.
Lo anterior, se puede enmarcar de forma acertada, al olvido precoz de los pueblos
americanos, el proceso de hibridación en el que fuimos sumergidos nos dejo, en una
“madurez” (como lo va a decir Fericgla) casi nula respecto a las formas culturales
en torno a las drogas, en una lobotomización respecto a los ritos ancestrales, y su
relación hacia y con las plantas-drogas de nuestro entorno.
Los problemas referentes a la concepción general de las drogas, en este caso, los
imaginarios sobre las mismas, partirán del enorme desfalco en las terminologías
empleadas por todos, cuando decimos todos, es todos, sin encontrar excepción, al
referirnos a las drogas, ¿por qué?
Veremos como ejemplo más aberrante, el uso por parte del periodismo que actúa
casi en forma de espejo pero sin mayores preocupaciones epistemológicas, con
el derecho; no queriendo decir que el derecho se preocupe mucho más por este
asunto, el punto está en que, ni siquiera en las clasificaciones médico-químicas
podemos encontrar un acuerdo. Mientras tanto, en la sociedad, de plano, como se
288 cult.drog. 16 (18): 283 - 289, 2011
Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas
evidencia en las entrevistas, las drogas, o bien son sólo sustancias ilícitas, o sólo son
entendidas como: marihuana, cocaína y éxtasis, pasando el extremo de todo tipo de
clasificaciones, apodos, suposiciones, y argumentos basados en la memoria, y sobre
todo en la desinformación extendida por los voluntariosos desinformantes, incluso,
si quisiéramos abrir el campo lo más posible y decir que la droga es toda sustancia
biológicamente activa, estaríamos cerca de algo cierto, es sin duda una definición
en sobre medida airada, simple, que deja una serie grave de impuntualidades e
imprecisiones, es simplemente reduccionista.
Con lo expuesto anteriormente a manera de conclusión, y de nuevo apoyándonos
en Fericgla, diremos que toda sociedad y cultura, busca coordinarse, organizar sus
principios, normas y leyes de acuerdo a la manera en que entiende su realidad como
resultado del filtro de experiencias y sensaciones, así como las teorizaciones sobre la
misma.
Si la sociedad manizaleña construye sus principio y sus reglas en materia de drogas,
como es tangente en el transcurso de este trabajo de investigación, entendidas de
forma errada y bajo suma ignorancia; los principios y normas serán sumamente
equívocos, todo generado por los imaginarios que se albergan en los individuos.
De esta manera, una posible solución, sería la de realizar una oposición a la voluntad
des-informadora, un acto informador, permitir constantes espacios como éste (como
las reuniones semanales del semillero), espacios de tolerancia, de apertura al otro, y
sobre todo, de construcción de un nuevo paradigma sobre, y con las drogas, tal vez
al final, podrá o podría, crearse un nuevo sistema de clasificaciones, un marco para
entender por todos con otro lenguaje a las drogas.
289
PERFORMANCE
EL ARTE COMO FORMA DE SANACIÓN
“EL SAHUMERIO”
“¿Cuál entonces es la finalidad del arte? Después de una crisis tan profunda que me hizo pensar en
el suicidio llegue a la conclusión de que la finalidad del arte era sanar. Si el arte no sana no es arte”.
Alejandro Jodorowsky.
Usted puede o no creer en el poder de los sahumerios, pero debe tener en cuenta que el solo hecho de
encender un aromatizante en el ámbito de su casa o trabajo, genera una onda positiva que contrarresta
todo elemento negativo del ambiente.
En la antigüedad se usaban diferentes fragancias para agradar a los dioses, purificar ambientes, alejar
influencias negativas y despertar sutiles estados de conciencia.
Su uso varía según la religión y la escuela de pensamiento; cada individuo siente, percibe, experimenta,
vibra y se sintoniza de manera diferente con una particular emanación aromática.
Los sahumerios son una apelación a estados de consciencia muy peculiares, estimulan la parte psíquica
del individuo poniéndolo en sintonía con niveles que no son los cotidianos.
cult.drog. 16 (18): 291 - 292, 2011
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291
El arte como forma de sanación “El sahumerio”
Quizás la utilización de sahumerios o esencias para lograr una mejor relación con lo espiritual sea
simplemente la repetición, grabada en lo más profundo del inconsciente humano, de un ritual sagrado
en el cual se elegían las mejores maderas aromáticas para encender el fuego y comunicarse con los
dioses. Sin embargo, el empleo de un sahumerio cuando se va a realizar algún tipo de práctica espiritual,
nos permite lograr una cierta calma en la mente y la elevación a otros grados de consciencia.
Performance semillero de investigación experimental “Plantas y arte”. Grupo de investigación:
Cultura y Droga. Universidad de Caldas.
292 cult.drog. 16 (18): 291 - 292, 2011
Corridos al oleo
COSMOVISIÓN SALUD-ENFERMEDAD Y CONTRADICTORIOS
MARCOS LEGALES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
ALBA LUCÍA VÉLEZ ARANGO*
Recibido: 7 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
En el marco de la Constitución de 1991 se consagró un conjunto normativo de
respeto a la diversidad cultural, étnica y regional. El Art 7º de la Carta dispone: “el
Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”,
además de otros desarrollos normativos que se plasman en los artículos: 8º, 10º, 63º
y 70º de la misma. Esta ha sido llamada la constitución de la diversidad, este tópico
es considerado como uno de los grandes aciertos de la constitución, su intento por
superar un orden homogeneizante y excluyente, a fin de construir una sociedad
plural, diversa y más incluyente. Sobre este avance de la carta del 91 Uprimny, plantea:
“la del 1886 señalaba que la nación colombiana se reconstituía como una república
unitaria, y que la religión católica era un elemento esencial del orden social, de suerte
que solo eran aceptados los cultos y prácticas que no fueran contrarios a la moral
cristiana […]. En cambio, la Constitución de 1991 proclama que nuestro país es una
república pluralista, que reconoce la autonomía de las entidades territoriales y protege
la diversidad étnica y cultural como bases de la nación colombiana” (Uprimny, 2011).
Por tal motivo, Uprimny, explica como la idea del ciudadano de la carta de 1886
era la de un hombre blanco, católico, hijo legítimo, que vivía preferiblemente en la
capital, que pertenecía a alguno de los partidos tradicionales, y que obviamente no
se divorciaba, no tenía ninguna inclinación sexual, a contrario sensu, los rasgos del
ciudadano de la Constitución de 1991 no están claramente delimitados, precisamente,
porque la Carta busca incluir la diversidad étnica y cultural, además de conferir a las
personas la responsabilidad de definir su identidad, este ciudadano es un colombiano
mayor de edad, que goza de derechos y tiene ciertas obligaciones, pero puede ser
hombre, mujer o incluso hermafrodita; puede ser blanco, negro, indígena, mestizo,
mulato; sus preferencias sexuales no pueden ser motivo de discriminación; y desde
*
Enfermera. Abogada. MSP. Docente Maestría Cultura y droga. E-mail: [email protected], [email protected]
cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
ISSN 0122-8455
293
Alba Lucía Vélez Arango
luego no tiene por qué hacer parte de un determinado partido o de una religión en
particular para poder participar en política, o gozar plenamente de sus derechos.
En el marco de este pluralismo, incluso previendo que la Constitución fuese
traducida en diversas lenguas en sus capítulos de mayor interés para las comunidades
indígenas “buscando transformar el lenguaje abstracto, formalista y muy vinculado a
la cultura europea de la constitución, en un texto comprensible; es así como, una de
las interpretaciones lingüísticas de la Carta lo es “hojas sabias” o en el “libro del árbol
que alimenta la vida” (Melo, 2011: 23).
En este contexto de diversidad étnica y cultural, las concepciones de salud y
enfermedad, entendidas bajo las diversas cosmovisiones, marcan un punto de interés,
debido a su referencia a otras prácticas medicinales de carácter ancestral con una
visión diferente del modelo occidental, que aborda el proceso salud enfermedad y la
atención en salud bajo sus niveles de: promoción, protección, diagnóstico, tratamiento
y rehabilitación. En este sentido dispuso la Corte en sentencia de constitucionalidad
C-377 de 1994:
Todo lo dicho no implica que en algunos grupos especiales, tales como las tribus
indígenas, no puedan existir brujos, chamanes o curanderos que se dediquen
a su oficio según sus prácticas ancestrales. Su actividad está protegida por el
artículo 7º de la Constitución, que asigna al Estado la obligación de reconocer y
proteger la diversidad étnica y cultural. Lo resuelto en esta sentencia no impide
que el Congreso legisle sobre otras formas de medicina, que hoy genéricamente se
conocen como medicina alternativa.
Es así, como a través del Congreso de la República se han expedido diferentes
normas que en forma más o menos amplia, legislan aspectos relativos al ejercicio de
la medicina alternativa, entre estas se destacan:
Ley 14 de 1962, por medio de la cual se dictan normas relativas al ejercicio de la
medicina y cirugía, en su artículo 1º, dispone:
[…] para todos los efectos legales, se entiende por ejercicio de la medicina y cirugía,
la aplicación de medios y conocimientos para el examen, diagnóstico, prevención,
tratamiento y curación de las enfermedades, así como para la rehabilitación de
las ciencias o defectos ya sean físicos, mentales o de otro orden que afecten a las
personas o que se relacionen con su desarrollo y bienestar.
294 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
Igualmente la norma establece los títulos de idoneidad para el ejercicio de la medicina
y la cirugía.
La Resolución No. 2927 de 1998, reglamenta la práctica de terapias alternativas en la
prestación de servicios de salud y define las terapias alternativas como:
Conjunto de conocimientos y procedimientos terapéuticos derivados de algunas
culturas médicas existentes en el mundo, que han alcanzado un desarrollo
científico, empleados para la promoción de la salud, la prevención y diagnóstico
de la enfermedad y el tratamiento y rehabilitación de los enfermos, en el marco
de una salud integral y considerando al ser humano como una unidad esencial
constituida por cuerpo, mente y energía.
En dicha resolución, se establece normas técnicas, científicas y administrativas,
que incluye: terapias alternativas, bioenergética, homeopatía y sus modalidades, la
acupuntura y procedimientos asociados, la terapia neural, la terapia con filtros y las
terapias manuales. Se destaca la visión comprehensiva del ser humano plasmada
en la medicina alternativa, así el hombre es una unidad in-escindible de cuerpo,
alma y espíritu. En su artículo 4º dispone que las terapias alternativa, sólo podrán
ser ejercidas por médicos titulados en universidades reconocidas por el Estado
de acuerdo con la Ley 14 de 1962, con formación específica en la, o las terapias
alternativas que practique, y que acrediten el registro profesional vigente. Es así
como la práctica de este tipo de medicina está sujeta a la acreditación de títulos de
idoneidad y reconocida experiencia en este tipo de terapias, quedando excluida en
su mayor parte la medicina de tipo ancestral ejercida en el ámbito de la diversidad
étnica y cultural por chamanes y médicos tradicionales.
El Decreto 806 de 19981 dispone que las Entidades Promotoras de Salud (EPS),
podrán incluir el tratamiento con medicinas alternativas autorizadas para su ejercicio
en Colombia, de conformidad con su eficacia y seguridad comprobada.
La ley 1164 de 2007, en su artículo 19 reitera el ejercicio de la medicina y las terapias
alternativas y complementarias por parte de profesionales autorizados para ejercer
1
Ministerio de Salud. Decreto No. 806, abril 30 de 1998. Diario Oficial No. 43.291, del 5 de mayo de 1998. Por el cual
se reglamenta la afiliación al Régimen de Seguridad Social en Salud y la prestación de los beneficios del servicio
público esencial de Seguridad Social en Salud y como servicio de interés general, en todo el territorio nacional.
[Documento en línea] Disponible en: http://www.pos.gov.co/Documents/Archivos/Normatividad_Regimen_
Contributivo/decreto_806_98.pdf. [Consultado el 21 de octubre de 2011].
295
Alba Lucía Vélez Arango
cualquier profesión del aérea de la salud (títulos de idoneidad), “para lo cual deberán
acreditar la respectiva certificación académica de esa norma de competencia,
expedida por una institución de educación superior legalmente reconocida por el
Estado”.
La Ley 1438 de 2011, por medio de la cual se reforma el sistema general de seguridad
social, consagra dentro de sus principios en el artículo 3º, el enfoque diferencial en
el que reconoce que hay poblaciones con características particulares en razón de su
edad, genero, raza, etnia y condición de discapacidad entre otras, para las cuales el
sistema general de seguridad social en salud ofrecerá especiales garantías y esfuerzos
encaminados a la eliminación de situaciones de discriminación y marginación. En
su artículo 13º en relación con la implementación de la atención primaria en salud
consagra un listado de principios entre los cuales se destaca el de interculturalidad
que incluye: “los elementos de prácticas tradicionales, alternativas y complementarias
para la atención en salud”.
En este orden de ideas, es claro el espíritu de las disposiciones por el respeto a la
diversidad y la etnicidad, son enfáticas en que el ejercicio de otro tipo de medicina
diferente a la occidental, debe ser ejercida por profesionales que ameriten títulos de
idoneidad y de competencia.
COSMOVISIONES SALUD-ENFERMEDAD
Entendiendo cosmovisión como: “la organización del mundo” según una cultura.
Es también la forma en que un pueblo o una cultura perciben, entienden y describen
su mundo y el universo. Sirve para describir y explicar la relación entre los seres
humanos y la naturaleza (elementos tangibles), así como “el rol de los poderes
sobrenaturales dentro el mundo espiritual (intangible) y la forma en que ocurren
los procesos naturales” (Organismo Andino de Salud, 2010: 18), representando las
premisas sobre las cuales los pueblos se organizan y determinan la base filosófica para
la intervención humana en la naturaleza. Sustentando las diferentes interpretaciones
sobre cómo funciona y está organizado el mundo en el que vive y se desarrolla una
cultura.
La noción salud-enfermedad ha evolucionado desde las visiones mágico- religiosas,
pasando por la corriente biomédica; visión biologística de la enfermedad, las
dimensiones mentales, psíquicas, espirituales y en general la consolidación de una
296 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
visión de salud, más allá de la ausencia de enfermedad y, “[…] el reconocimiento de
un conjunto de factores que determinan socialmente las causas de enfermar y morir,
el papel de los servicios de salud, de los hábitos comporta-mentales, de los estilos
de vida y de los factores ambientales como generadores de salud y/o enfermedad, es
decir, el modelo social de la salud, que ha permitido que emerjan otras categorías de
análisis, como la de normalidad dentro de un margen de variación, el de proceso vital
humano, la adaptación al ambiente en el que se vive, el entendimiento de la salud y de
la enfermedad como fenómenos colectivos y, finalmente, la concepción de la salud,
como parte del conjunto de capacidades y titulaciones fundamentales, tesis que
abanderan A. Sen y Martha Nusbaum”. En resumen las categorías salud enfermedad se
han dimensionado la una desde el punto de vista de armonía, equilibrio, normalidad,
la enfermedad entendida como la perturbación y el desequilibrio o la desarmonía,
también puede ser principalmente el esfuerzo de la naturaleza en el hombre para
obtener un nuevo equilibrio. En la Grecia antigua se definía la enfermedad como
alteración morbosa del buen orden de la naturaleza, entendiendo el orden como
el equilibrio entre los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra; la enfermedad
es entonces la perturbación de ese estado de armonía y así la enfermedad “no está
en alguna parte del hombre. Está en todo el hombre y le pertenece por completo”
(Canguilhem, 1981: 18).
Para Galeno la salud: “era ausencia de dolor y posibilidad de funcionar en la sociedad”
(Ballester, 1972).
Galeno, involucraba el elemento de la funcionalidad del ser humano como requisito
sin el cual no era posible su desarrollo y su autonomía.
Desde las explicaciones de tipo ontológico, hasta las dinámicas y totalizantes, se ha
orientado la cosmovisión de salud-enfermedad como lo afirma Canguilhem a: “[…]
la iniciativa para cualquier teoría ontológica de la enfermedad hay que atribuirla
a la necesidad terapéutica. Ya significa tranquilizante, en parte, considerar a todo
enfermo como un hombre al cual se le ha agregado o quitado un ser. Aquello que el
hombre ha perdido, puede serle restituido; aquello que ha entrado en él, puede salir
de él. Incluso cuando la enfermedad es maleficio, en imagen, brujería o posesión,
cabe tener la esperanza de vencerla. Para que toda esperanza no esté perdida, basta
con pensar que la enfermedad es algo que le sobreviene al hombre” (Canguilhem,
1981: 17).
297
Alba Lucía Vélez Arango
Sin duda hay una estrecha relación en la concepción salud-enfermedad con la
cultural, H. Sigerist afirma: “la medicina […] es una de las cosas más estrechamente
vinculadas con el conjunto de la cultura, puesto que toda transformación en las
concepciones médicas está condicionada por transformaciones en las ideas de la
época” (Canguilhem, 1981: 73).
Más tarde, en el saber medieval la enfermedad es considerada como un castigo por
los pecados cometidos, siendo esta la idea más antigua que se tenga de la causa de
una enfermedad, como lo expresa Susan Sontag es esta “una idea que se opone a todo
cuidado que merece un enfermo” (Sontang, 1989: 179).
En la visión positivista de Augusto Comte, afirma que la identidad real de los
fenómenos patológicos y de los respectivos fenómenos fisiológicos, la salud bajo este
paradigma con base en un enfoque anatomopatológico, es la ausencia de lesiones
y, por tanto, la ausencia de signos; desde el punto de vista fisiológico la salud es el
funcionamiento normal de los diferentes procesos, impera el concepto de función, y la
valoración que se hace para diferenciar una u otra categoría es el funcionamiento, que
debe obedecer a un conjunto de estándares considerados como normales, y aquellos
que no obedecen a estos estándares considerados como normales, son catalogados
como enfermedad y, desde la dimensión etiopatológica, la salud-enfermedad se da en
términos del equilibrio entre el agente, el huésped y el medio ambiente, cuando esta
armonía se interrumpe se entra al periodo patogénico con la presencia del conjunto
de signos, síntomas y complicaciones que identifican cada proceso patológico. Bajo
este conjunto de explicaciones de la salud-enfermedad, Canghilhem, retomando
lo anotado por Pinel explica cómo bajo este paradigma: “todas las enfermedades
admitidas sólo son síntomas y que no podrían existir desordenes de las funciones
vitales sin lesiones de órganos o más bien de tejidos” (Canguilhem, 1981: 17).
Así en esta forma de entendimiento de las categorías salud-enfermedad, se
comprende la afirmación de Leriche: “la salud es la vida en el silencio de los órganos
y, por consiguiente, que lo normal biológico sólo es relevado […] por las infracciones
a la norma, y que sólo hay conciencia concreta o científica de la vida por obra de la
enfermedad” (Canguilhem, 1981: 86). Allí, una explicación centrada en lo mórbido,
lo patológico, ante la presencia de la lesión, la anormalidad, es la concepción de
enfermedad.
298 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
OTRAS COSMOVISIONES
De las explicaciones centradas en el síntoma, la lesión, la anormalidad, se abre paso a
cosmovisiones más comprehensivas, en las que el ser humano es considerado como
un todo, el holón de la naturaleza. Por ende, la salud en las poblaciones originarias es
una construcción colectiva, en la que el médico tradicional es un poblador más, que
más allá de conocer y tener experiencia en la promoción y la restauración de la salud,
es alguien que tiene un amplio conocimiento de su comunidad. En la cosmovisión
de los pueblos andinos, “el hombre no aparece como la cúspide de la creación. Al
contrario se muestra como un ser más de la naturaleza, ni mejor ni peor que los
otros seres, y esta ubicación lo incluye junto a seres que los occidentales consideran
inanimados como las montañas, las rocas, la salud, y con elementos tales como el
aire, el agua y el fuego” (Organismo Andino de Salud, 2010: 61). Es esta una relación
de respeto, regida por normas sociales que recuerdan permanentemente el respeto
que se debe a los otros seres de la naturaleza, hay una convivencia armónica con la
naturaleza; así desde el principio de su vida, cada individuo tiene conciencia de su
igualdad con los otros seres vivientes del entorno.
Para los andinos, “la vida es el resultado de la presencia de una fuerza vital o
Camaquen, que da lugar no solo a las manifestaciones propias del ser vivo sino que,
además, permite que una vez muerto el individuo pueda volver a nacer en el futuro
luego de un complejo proceso” (Organismo Andino de Salud, 2010: 67). Sobre la vida
dice Porfirio Alconz de Cochabamba: “¿qué es la vida? Es difícil de explicar porque la
vida es todo. Es pacha…Todo lo que vemos están viviendo…Hasta los muertos están
viviendo, pero en otro lugar lejos de aquí” (Organismo Andino de Salud, 2010: 67).
En la cosmovisión Andina, se reconoce que la vida no es simplemente una serie de
manifestaciones biológicas, sino que, además necesita de un elemento anímico que
le da una característica propia a cada ser, sin que puedan existir dos seres iguales.
En conclusión, en las culturas andinas el ser humano, es ante todo un ente social en
interacción con el entorno y el cosmos, existiendo una visión holística integral, el ser
humano es completo: cuerpo, mente y espíritu; el vivir implica el gozo, la plenitud de
la vivencia, vivir con “ganas”, pero al mismo tiempo se acepta la muerte, como parte
de un proceso natural, el inicio de otro tipo de vida. Concuerdan estas cosmovisiones
con los nuevos enfoques de comprensión del proceso salud-enfermedad; como
parte del ciclo vital, se nace, se desarrollan las potencialidades como ser humano
299
Alba Lucía Vélez Arango
y luego deviene el declive de la vida. También la salud como parte de una visión
de eudaimonía, de felicidad, defendida como esencia del hombre en su paso por el
mundo, desde la filosofía antigua por Epicuro y Aristóteles, entre otros. Hay entonces
una visión comprehensiva de este proceso, el entorno, el ser en su conjunto, el medio
social, cultural hacen parte de la cosmovisión.
En las cultura andinas la salud es explicada como: “una palabra en aymara que
signifique salud?... No se…nunca me he puesto a pensar… me parece que puede ser
“Suma Jakanda” (“Buena vida”), porque… porque… si tenemos… si estamos sanos,
sin enfermedades… entonces es una buena vida… podemos trabajar, podemos hacer,
producir… […]”(Organismo Andino de Salud, 2010: 77).
Sin duda, propiciando una visión más comprehensiva sobre salud la OMS en su
declaración de constitución, la definió como: “completo estado de bienestar físico,
mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad” (OMS, 1948). Para estas
culturas “curar implica reordenar el caos, rediseñar la trama de la vida en el cuerpo
del doliente […]”.
Es claro que este tipo de cosmovisiones que representan enfoques diferentes a la
medicina occidental y que compendian el conjunto de creencias, ritos, y en general
explicaciones de las categorías salud-enfermedad abanderan una visión holística del
ser humano en sus diferentes dimensiones: cuerpo, alma, espíritu, energía; es decir,
es un entendimiento del hombre como el holón, como el todo y de acuerdo con esta
visión asumen el proceso curativo, tomando al ser humano en su integralidad, no
como un conjunto de capas superpuestas que puedan ser separadas en lo biológico,
en lo social, en lo espiritual, en lo mental, es una concepción comprehensiva del ser
humano.
LA MEDICINA ALTERNATIVA Y SU INCLUSIÓN EN EL PLAN OBLIGATORIO
DE SALUD DEL SISTEMA GENERAL DE SEGURIDAD SOCIAL.
PRONUNCIAMIENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
A través de la acción de tutela, figura contemplada por la Constitución de 1991,
se ha brindado protección inmediata de derechos fundamentales, entre estos al
contemplado en el artículo 7º sobre el derecho a la diversidad étnica y cultural.
Se realizó una exploración de la página Web de la Corte Constitucional, sobre sus
300 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
pronunciamientos y ámbitos relacionados con la medicina alternativa y su posibilidad
de ejercicio y suministro a través del Sistema general de seguridad social en salud
(SGSSS). Para el efecto se utilizó en la búsqueda el descriptor “medicina alternativa”;
se encontraron 6 sentencias en las cuales la corporación se ocupa de esta temática. A
continuación se listan las sentencias:
· T-076 de 1999: Entidad Promotora de Salud. Solicitud de remisión a un
profesional de medicina alternativa.
· T-214 de 1997: Medicina alternativa para recluso indígena. Ponderación de
circunstancias.
· T-654 de 2010: Medicina alternativa. Alcance y límites del POS.
· T-993 de 2008: Medicina alternativa. La demandante solicita la atención
médica con tratamientos alternativos.
· T-990 de 2008: Medicina alternativa. La demandante solicita atención médica
para su hija con tratamientos alternativos.
· T-076 de 1999: Evaluación de su eficacia.
A continuación se destacan algunos de estos pronunciamientos:
En Sentencia T-214 de 1997, la Corte se pronunció sobre la solicitud de traslado
de un recluso a la cárcel de la ciudad de Leticia (Amazonas), habida cuenta de su
condición de indígena de la comunidad de Yaguas, es un anciano de 72 años de edad
y, miembro de este resguardo quien padece un cáncer de próstata. En su condición
de preso, se encuentra alejado de su grupo étnico y familiar, los cuales se encuentran
en el departamento del Amazonas. En su pronunciamiento la Corte considera que la
curación es un fenómeno global y complejo que incluye aspectos físicos y síquicos,
destaca la autonomía del paciente, y la importancia que tiene en el tratamiento, así sea
de carácter paliativo; la comunicación entre médico y paciente no sólo es importante
desde el punto de vista del respecto a la dignidad humana, sino también desde la
perspectiva terapéutica.
La Corte afirma en este caso: “el paciente necesita, además de querer la curación,
creer en ella y en la capacidad de la medicina y de su agente para lograrla” y en
preeminencia de los principios de dignidad, autonomía y diversidad cultural, afirma:
“sin embargo, como se trata de una persona que supera la edad de la vida probable,
que culturalmente ha pertenecido a una etnia y que tiene una enfermedad terminal
301
Alba Lucía Vélez Arango
(cáncer), el traslado hacia el sitio donde están los suyos es una petición razonable […]”,
y como hubo desprecio por esos planteamientos, se deduce que se afectó la dignidad
del recluso, porque ni siquiera se examinó la factibilidad, en el caso concreto, de ir
a morir cerca a su familia y a su tribu, de respetársele su condición de minoría y de
aceptársele que el libre desarrollo de su personalidad le permite rechazar la medicina
que se le ofrece y, en su lugar, proponer que para mitigar la enfermedad y llegar digna
y autónomamente a sus últimas días de vida esté recibiendo la medicina alternativa
de su entorno cultural cerca a la comunidad indígena de los Yaguas.
Protegiendo el derecho a la diversidad étnica y cultural la Corte tutelo los derechos
del paciente indígena bajo la siguiente consideración:
[…] no es obligación del Estado darle medicina alternativa a un recluso, salvo que
ya exista infraestructura para prestar este servicio asistencial especial, de todas
maneras se protegen las actividades de los “curanderos” indígenas, de lo cual se
deduce que no se rechaza la medicina alternativa que ellos proponen, luego hay
que ponderar en cada caso particular la autonomía y la protección a la diversidad
étnica y cultural (artículo 7º C.P.), especialmente si el recluso no pide que se le
dé medicina vernácula, sino que se le facilite recibir esa medicina que el Estado
no le va a dar, porque ya no se trata de dar una determinada medicina sino de
colaborar para el ejercicio concreto del derecho a la autonomía y al derecho a la
protección como minoría racial y cultural.
Es evidente que la tutela de estos derechos se hace en cumplimiento de la preceptiva
del art 7º de la Carta, dando primacía a la protección de la diversidad étnica y cultural.
Sin embargo, en este caso, se está protegiendo no el derecho a dar una determinada
medicina, sino el ejercicio del derecho a la autonomía del paciente sobre su decisión
de estar cerca de su grupo étnico, y poder beneficiarse así, de la medicina ancestral
en la cual tiene cimentadas sus creencias en torno a los cuidados requeridos en el
declive de su vida.
En la sentencia T-654 de 2010, la Corte se pronuncia sobre la medicina alternativaalcance y límites del POS. Es el caso del Sr. Acuña que según su historia clínica,
padece la patología “fibromialgia” desde hace 3 años y no presenta mejoría con
los tratamientos convencionales, dejando en claro que consumió el medicamento
denominado tansulozin durante año y medio, sin haber presentado avance alguno.
Se remitió al médico especialista adscrito a la EPS COOMEVA quien le ordenó 20
302 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
sesiones de terapia neural, así como 20 sesiones de campo magnético, las cuales
no fueron autorizadas por la EPS. El paciente acudió a este tipo de tratamiento y
experimentó mejoría.
Afirma la Corte: “el Estado ha aceptado y regulado la prestación de tratamientos de
medicina alternativa, dejándola como potestad de las entidades promotoras de salud.
Igualmente la jurisprudencia constitucional la ha reconocido como tal”.
Se pregunta la Corte en esta sentencia:
¿Vulnera los derechos fundamentales a la vida, la dignidad humana, la salud y la
seguridad social de una persona, la negativa de una EPS de suministrar el tratamiento
de medicina alternativa formulado por el médico tratante ante la ineficacia del
tratamiento previsto en el POS?
Hace la Corte una amplia argumentación sobre las características de integralidad y
continuidad que debe de tener la prestación de los servicios de salud, así expresa:
[…] los principios de integralidad y continuidad, inmersos en las garantías
de acceso al servicio de salud, inciden claramente en la construcción de la
fundamentalidad del derecho a la salud. Este fenómeno implica que el servicio
sea prestado de forma ininterrumpida, completa, diligente, oportuna y de
calidad.
Así, en esta sentencia, la Corte Constitucional protegió el derecho a la continuidad
del tratamiento y ordenó a la EPS autorizar las terapias prescritas (terapia neural) por
el médico tratante. En este caso la EPS tenía contratado un especialista en medicina
homeopática.
En la sentencia T-076 de 1999, se analizó el caso de una paciente a la que no le
generaban resultados los procedimientos de medicina tradicional, produciéndole
sólo efectos paliativos. Ella solicitó su remisión a una clínica de medicina alternativa
que no estaba vinculada con la EPS, petición denegada por la entidad.
En este caso, la Corte adujo que:
ordenar por vía de tutela su remisión a un profesional no vinculado a la entidad
demandada, es decir, a alguien que no es el ‘médico tratante y sobre el cual la
303
Alba Lucía Vélez Arango
E.P.S. no tiene ni relación contractual, ni control, ni conocimiento de sus prácticas
médicas, no sólo implica un cambio drástico en el tratamiento de la paciente que
no responde a la naturaleza del servicio del POS sino que incluso puede poner en
peligro real la vida de la paciente.
En vista de lo expuesto, decidió la negación del amparo, toda vez que:
para el caso de los tratamientos de medicina alternativa, éstos única y
exclusivamente pueden ser considerados dentro del POS una vez aprobada y
evaluada su eficacia, si la infraestructura paulatina que se consolide permite
ampliar la actividad de las E.P.S. a servicios de éste tipo.
Es claro, que para la Corte la protección del derecho a la salud está dado a través
del conjunto de procedimientos, medicamentos e intervenciones previstas en el
Plan Obligatorio de Salud (POS) del sistema de seguridad social y el suministro
de medicina alternativa está supeditado a la voluntad de las EPS de contar con la
infraestructura necesaria para ofrecer este tipo de alternativa terapéutica, que en
todo caso queda absolutamente por fuera de la denominada medicina ancestral.
Esta situación queda evidenciada de forma expresa en la sentencia T-993 de 2008, la
Corte adujo:
se considera que si bien se ha aceptado la existencia y la práctica de la medicina
alternativa y, se ha reconocido su aporte bienhechor a la salud, tal aceptación
no implica la obligatoriedad de la inclusión de estos servicios en el portafolio
de las entidades promotoras de salud. Así los derechos invocados en la presente
tutela no han sido vulnerados por parte de la EPS Coomeva, como se extrae de
la normativa y el precedente jurisprudencial analizado, puesto que al cumplir
con la prestación del servicio de acuerdo con los lineamientos del POS, se está
salvaguardando el derecho a la salud en conexidad con la vida.
En síntesis, el Estado ha aceptado y regulado la prestación de tratamientos de medicina
alternativa, dejándola como potestad de las EPS. Asimismo, la jurisprudencia de la
Corte Constitucional lo ha reconocido como tal, sin embargo, no ha protegido la
prestación de estos servicios en el contexto del derecho a la salud, debido a la carencia
de elementos que comprueben su eficacia científica.
Es evidente la dificultad de aplicación de la preceptiva del artículo 7º de la carta, ya
que al tratarse de un principio incorporado a una norma (lo que le confiere a ésta un
304 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional
carácter específico), el postulado de la protección y el reconocimiento de la diversidad
cultural consagrado en el art. 7º C.N. del estatuto superior presenta como dificultad:
primero su generalidad que le imprime un alto grado de indeterminación y en
segundo término su naturaleza conflictiva que implica la necesidad de ponderación
respecto a otros principios constitucionales que gozan de igual jerarquía. En este
orden de ideas en caso de colisión entre un derecho de carácter fundamental y el
derecho a la diversidad étnica y cultural tendrá primacía la protección del derecho
fundamental.
En resumen para el intérprete por regla general se acepta: “la maximización de la
autonomía de las comunidades indígenas y, por tanto, la de minimización de las
restricciones a las indispensables para salvaguardar intereses de superior jerarquía”.
Por último, es importante lo afirmado por la Universidad de los Andes en concepto
solicitado por la Corte en Sentencia T-129 de 2011:
La realidad del futuro de las comunidades indígenas no puede plasmarse en leyes,
no podemos legislar sobre su pensamiento, imponer nuestras normas salidas de
nuestros hábitos y entendimiento del mundo, sin haber investigado las de ellos, sin
saber cuál es su entendimiento del mundo.
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306 cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011
¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
¿ES POSIBLE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA MEDICINA
DEL YAGÉ?
RICARDO DÍAZ MAYORGA1
Recibido: 7 de octubre de 2011
Aprobado: 7 de noviembre de 2011
RESUMEN
El yagé como medicina ha llegado a la sociedad urbano-industrial actual, y allí funciona
en niveles importantes pero desconocidos. Es preocupante que la utilización improvisada
e indiscriminada de esta medicina esté ocasionando accidentes que ponen en cuestión su
práctica y plantean la búsqueda de soluciones inaplazables a los interesados.
Es también creciente el número de profesionales de la salud alopáticos que la conocen y
utilizan. Pero estas experiencias permanecen en penumbra. Parece llegado el momento para
que se dé un encuentro o confluencia, legítimo e informado, de dos visiones terapéuticas que
aún con metodologías y epistemologías diferentes, pueden ser complementarias.
El propósito de este artículo es mostrar el avance en la visibilización, encuentro, reconocimiento
y complementación de ambas medicinas, que puede llevar en un plazo mediano/largo, al
objetivo de “institucionalización” de la medicina del yagé y su incorporación al Sistema
Nacional de Salud.
INFORMALIDAD, DESINFORMACIÓN, PREJUICIOS
El yagé, recurso de purga de la medicina tradicional indígena del Putumayo, ha
tenido, por lo menos en las últimas dos décadas, un gran auge en su demanda
en el país, principalmente en los centros urbanos. El crecimiento ha sido de tales
proporciones que puede considerarse que hoy en día la mayor demanda para esa
medicina proviene de los habitantes occidental-urbanos, y no de sus comunidades de
origen, además, que dicha terapéutica hace parte informal de los servicios de salud
que utilizan los colombianos.
Sociólogo. Director de la revista y página Web www.visionchamanica.com. Correo electrónico: neochamanic@
gmail.com, [email protected]
1
cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
ISSN 0122-8455
307
Ricardo Díaz Mayorga
Esta aseveración no está aún sustentada con estadísticas que la cuantifiquen y es,
por ahora, una “percepción” de quienes han transitado por los escenarios rituales
del yagé desde hace unos 20 a 30 años. La inexistencia de datos estadísticos o de
estudios analíticos de instancias institucionales remite a otras características de esta
evolución: su informalidad y su invisibilidad.
Otros indicadores indirectos, también sin estudios y mediciones oficiales, pueden ser
revisados para comprobar el crecimiento anteriormente mencionado: aumento en el
registro del tema en los medios de comunicación -con todo el registro de amarillismo
o de exotismo que convoca audiencias a través del morbo- y la creciente presencia del
tema en el gran medio de información y comunicación de nuestro tiempo, la Internet,
con la misma mezcla de poca buena información, verdades a medias y mucha basura
sensacionalista. También puede registrarse un aumento en la realización de trabajos
de grado sobre el tema, particularmente en carreras como: antropología, sociología
y psicología. Vale la pena mencionar la lenta apertura que se está haciendo en los
programas académicos de medicina y psicología a asignaturas nuevas como la
etnomedicina y la etnopsicología.
Varias razones pueden aducirse para esta especie de “clandestinidad” en la que se
practica el yagé en el medio urbano: antiguos prejuicios de satanización de los rituales
indígenas, que reaparecen y se reproducen en los imaginarios populares y religiosos;
la indefinición y ambigüedad de su estatus, entre sí es una práctica médica o una
práctica espiritual-religiosa; su limbo jurídico, aunque se consagran como derecho
constitucional las prácticas propias de las culturas étnicas, su medicina no está
reglamentada ni incorporada al conjunto institucional, y en consecuencia, es ignorada
por las autoridades del campo de la salud. También la política norteamericana de
“guerra de las drogas”, adoptada por los gobiernos locales, enrarece el ambiente e
impone factores de interdicción para los principios activos de Banisteropsis caapi y
Diplopteris cabrerana -plantas componentes del brebaje-, incluidos dentro de la lista
de sustancias estupefacientes del Departamento de Estado de EE.UU.
Asimismo, se da el crecimiento de accidentes, incluso mortales, registrados en
los medios masivos, por lo general de manera sensacionalista, sin seguimiento y
especificación rigurosa de lo realmente ocurrido en estos casos -sin conocerse,
por ejemplo, los informes de las necropsias realizadas por Medicina Legal- y que
producen detrimento en la opinión y en la consideración misma de esta medicina
como una alternativa seria para la salud.
308 cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
DIVERSIDAD DE LOS CONOCIMIENTOS MÉDICOS
Concomitante con el crecimiento de la demanda, quienes conocen y siguen la práctica
de la medicina del yagé, tienen la percepción que cada vez más se da la utilización
de este recurso de la medicina indígena del Putumayo por profesionales de la salud
“occidentales” o no-indígenas, sea de consuno con taitas o médicos indígenas, o
directamente como otro procedimiento o acto médico a sus pacientes. Una parte
de esta medicina es proporcionada por los médicos indígenas mismos, y otra parte,
muy creciente pero también indefinida, es proporcionada por terapeutas empíricos
o curanderos mestizos, e incluso por profesionales de la salud que han incorporado
este recurso a partir de su experiencia personal a su práctica médica. Más difícil de
cuantificar, los casos en que los pacientes acuden a ambas medicinas sin que haya
vínculo de complementación entre ellas -el vínculo lo hace el paciente mismo-.
Sin conocer en detalle las modalidades de este intercambio, puede hablarse de
“complementación” o colaboración médica, y del encuentro de dos metodologías
de abordaje de los pacientes, encuadradas en cosmovisiones muy diferentes. Dicha
complementación es aún más problemática en su análisis y cuantificación por
los antiguos prejuicios del establecimiento médico hacia los médicos indígenas
calificados como brujos o charlatanes.
Los profesionales que han experimentado la medicina del yagé y la incorporan a su
práctica médica, lo hacen en muchos casos de manera vergonzante, por temor a la
reprobación de sus colegas y por no disponer de una sustentación convincente -en
términos académicos y del lenguaje médico alopático- para justificar esa incorporación
de un recurso proveniente de otra cultura. La complementación enunciada puede
comprenderse, de una manera muy general, como el encuentro entre un énfasis en la
parte biológica y orgánica -de la medicina alopática- con un énfasis en la parte psicoespiritual e integral que se obtiene con la purga del yagé.
La desinformación y prejuicios de parte del establecimiento médico y de las instancias
académicas de la salud sobre las prácticas médicas indígenas -y las terapéuticas
alternativas en general-, a las que califican de “supersticiosas” o “pre-científicas”,
parten de paradigmas desuetos sobre la “Unicidad” del conocimiento, cuando se
habla del conocimiento y de “la Ciencia” como si estos fuesen sólo patrimonio de
la tradición de la cultura occidental, y no de “los conocimientos” y prácticas de los
309
Ricardo Díaz Mayorga
diferentes pueblos, incluso con ideas, abordajes y acentos propios tal como lo propone
el enfoque poscolonial, que plantea el reconocimiento de las voces propias de los
pueblos y de sus actores, por oposición a la “violencia epistémica” de la colonialidad
del saber (Castro & Grosfoguel, 2007).
El reconocimiento de múltiples visiones en el abordaje del complejo salud/enfermedad
debería llevar a plantear una “multiculturalidad médica” que reconozca la intrincada
red de relaciones e interacciones entre las culturas médicas y terapéuticas diversas en
la actualidad.
SITUACIÓN INSTITUCIONAL
Como es frecuente en nuestro país, los hechos y las realidades avanzan al margen de
las teorizaciones y de las políticas, de las instituciones y de la jurisprudencia misma.
Si bien la Constitución de 1991, reconoció el carácter multiétnico y pluricultural de
la nación colombiana, aún no se ha pasado de la enunciación a la recomposición en
la realidad, de los derechos y espacios para los múltiples componentes culturales,
tanto de los pueblos indígenas y de los inmigrantes establecidos a lo largo de
nuestra historia, como de las variantes mestizas, que se expresan también en los
usos y comportamientos entorno a la salud, las técnicas y las terapéuticas para su
recuperación cuando estas se han perdido. En buena parte de las instituciones de salud
sigue prevaleciendo la versión “blanca”, cristiano-occidental, de una ciencia médica
dogmática y autoritaria que desconoce otras terapéuticas, y que a su vez desconoce
incluso, la autonomía de los pacientes a decidir sobre las diversas alternativas frente
a su salud.
Pero, más allá de reconocer a la medicina tradicional indígena, y la satisfacción de su
derecho al ejercicio de una práctica cultural propia; asimismo, la utilización de dicha
medicina y de sus recursos entre el conjunto de la población rebasa su consideración
como un problema exclusivamente étnico. En los niveles actuales de difusión, esta
cuestión no tiene que ver solamente con las autonomías indígenas, sino con las
orientaciones y políticas de la Salud Pública. Por eso, un enfoque adecuado debe estar
dentro de la temática de las diferentes terapéuticas a las que accede el conjunto de la
población, y no como si, unas terapéuticas fuesen para un pueblo y otras para otro.
Lo peor, y más retardatario, es la segregación del mundo indígena, y considerar que
310 cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
sus prácticas médicas no pueden salir del espacio geográfico de sus comunidades;
esta es la peor interpretación de la multiculturalidad, o mejor, su negación, y una
pérdida para la riqueza cultural de nuestra nación.
Un enfoque multicultural de la medicina, y no exclusivamente étnico o político,
permitirá poner la cuestión en términos de posibilidad de aproximación y
entendimiento entre las terapéuticas, y no en términos políticos de derechos de las
culturas, aunque sean legítimas las reclamaciones de cada cultura a su existencia y
derechos.
La disponibilidad de diversas terapéuticas y recursos para la salud enriquece las
alternativas de vida para el conjunto de la población. Valga la pena decir, por ejemplo,
solamente resaltar en la medicina del yagé su carácter de Medicina Preventiva, en la
que la purga y limpieza del cuerpo físico vigoriza y previene enfermedades, además de
propiciar la conciencia personal sobre el autocuidado de la salud. Puede concretarse
así, la aspiración sobre el empoderamiento de los pacientes que desencadene
mecanismos de autosanación. El reflejo de esto en la cuestión de los costos del sistema
de salud puede ser muy importante, como se ha señalado insistentemente en estos
tiempos de “crisis de la salud” (Gómez, 2011).
El avance institucional y jurídico en la multiculturalidad médica y en el reconocimiento
de la medicina del yagé pasa por lo menos por tres niveles: 1) las regulaciones indígenas
autónomas para la salida, desde las comunidades hacia la ciudad de sus operadores y
de sus recursos médicos, 2) la inserción de las peculiaridades de la medicina indígena
dentro del marco jurídico general que regula la prestación de servicios de salud, 3) la
creación, por consenso y a partir de las prácticas conjuntas, de una nueva juridicidad
multicultural que institucionalice los avances del encuentro de las medicinas.
No podemos eludir una consideración sobre el marco jurídico internacional creado por
la llamada “guerra de las drogas” impuesta al mundo por el gobierno estadounidense.
Debe recordarse que en la declaratoria de dicha guerra, a comienzos de los años 70, se
extendió la prohibición a la utilización de enteógenos en investigaciones y aplicaciones
clínicas, por ejemplo el LSD y la ketamina, las cuales se utilizaban en tratamientos
psiquiátricos y casos de adicción. Al parecer esta moratoria -concomitante con la
crisis misma que presenciamos de la susodicha “guerra”- está menguando, o ha sido
atenuada, al ser autorizado el reinicio de investigaciones y la utilización de sustancias
311
Ricardo Díaz Mayorga
enteogénicas en el tratamiento de adicciones (Mac Niven). Pienso que es el camino
sensato, como lo será el del cese definitivo de esa guerra sin sentido
-aunque todas
lo son- que tanto dolor y depredación causa.
DOS EPISTEMOLOGÍAS DIFERENTES QUE SE APROXIMAN
El saber de los chamanes aborígenes -de cualquier geografía- es práctico y experiencial;
no tiene libros y su transmisión es oral (sin defecto de que integrantes de las etnias
estén hoy día analizando intensivamente los estudios de antropólogos y etnógrafos
sobre sus propias culturas). Aprenden haciendo; los taitas del Putumayo dicen que
el yagé se aprende tomando, harto y muchas veces. La idea que ellos manejan sobre
su brebaje es que éste es un purgante, y que al purgarse sale todo lo malo, aún lo
espiritual y las malas costumbres: “si estamos limpios prevenimos enfermedades,
estar limpio es pensar bonito” dice el sinchi inga Víctor Jacanamijoy.
Es esta idea de la purga integral, la que ha sido retomada por estudiosos occidentales
-y no solo respecto del yagé, sino de otras plantas, preparaciones y técnicas
tradicionales- y que ha sido nominada como: Enteogénesis o Estados Expandidos de
la Conciencia.
En 1977 los científicos Gordon Wasson, Albert Hofmann y Carl Ruck, proponen el
nombre de enteógenos para las sustancias que hasta ese momento se denominaban,
de manera peyorativa y macartizante, como “alucinógenos” (Wasson, 1980). Son las
sustancias o “plantas maestras”, o de conocimiento que inducen un estado expandido
en que la conciencia amplía su percepción de la realidad hacia áreas desconocidas
o “dormidas”, y que informan o recuerdan al ser humano una comprensión más
amplia de lo que es el mundo, “su mundo” y de su lugar en él. Dentro de este tipo de
experiencia está la purga con yagé. Y en general la experiencia con otras sustancias
y plantas utilizadas para la consecución de estados de trance o éxtasis en tradiciones
chamánicas de diversos pueblos.
Es este contacto el que ha sido calificado como experiencia mística, espiritual y/o
religiosa. También ha sido entendida como una experiencia liminal o sagrada. Y son
todos estos adjetivos y calificativos, la opción sobre uno u otro, lo que ha dificultado o
confundido su comprensión. El neologismo mismo, enteógeno, conlleva una acepción
de la divinidad: en-teo-geno: “dios en mí”, que propicia o genera la experiencia de
Dios.
312 cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
Por tal motivo, se propone la validación del término, entendiendo que la denominación
Dios es genérica y extensa, incluyendo todas las posibles representaciones de la
divinidad, o todos aquellos términos que por la extensión de significado o simbología
rebasan la comprensión humana misma: El Todo o La Totalidad, El Uno, La Eternidad,
El Infinito, El Cosmos, El Misterio, El Gran Espíritu… se puede entender el término
como una forma de nominar lo indefinido, lo incognoscible -o lo innombrable-, o
como una forma de nominar una experiencia que se vive, que es real pero que no se
puede describir, esto es, algo fenoménico e inefable. De esta manera, como expresión
multisémica, Dios puede ser también la “trama de la vida”, o el “flujo de la energía” o
“la insondable presencia del Espíritu”.
La enteogénesis como experiencia induce una comprensión totalizadora de la salud,
como experiencia única, personal e íntima propicia la clarificación y/o actualización
del sentido de vida y la seguridad de tener un lugar específico en el mundo. Experiencia
que puede nominarse también como “psicointegración” según la expresión acuñada
por el antropólogo estadounidense Michael Winkelman. A diferencia de la medicina
convencional no es sólo una “técnica de sanación”, de atenuar los síntomas, sino
una visión integral y profunda de la salud del ser humano. Aunque esa concepción
implique considerar campos “no medibles”, o zonas de incertidumbre, que solo
pueden tener explicación o significación para el individuo mismo.
A pesar de la terminología y la materia misma en este tipo de experiencias, se
considera que no es un tema religioso, o que necesariamente tenga que serlo. No
religioso en el sentido de configuración religiosa, de asociación o empresa de culto, a
la que deba estar inscrito como prosélito el paciente. Religiosa sí, o mejor espiritual,
en el sentido de creencia personal en una determinada configuración simbólica, que
puede tener o no elementos de las religiones existentes, pero que es válida solo para
la persona y en la forma única como ella la percibe y la representa.
La comprensión y aceptación de esta conexión particular es fundamental en el acto
médico. Compromete a la persona misma con el destino de su salud, y no quita nada
de cientificidad al acto médico, solo que esa “cientificidad” no puede ser otro dogma
que reemplace los de las religiones. Como he dicho en otra parte: “de alguna manera
se deben aceptar las representaciones sobre el Misterio, o sobre la Trascendencia
como componente de la salud psíquica de las personas, y por ende, de su salud
física. Esas representaciones sobre el sentido de la vida o sobre la Trascendencia, se
313
Ricardo Díaz Mayorga
expresan a través de “elementos simbólicos”, a los que no se puede aproximarse solo
con los criterios racionalistas de la epistemología occidental, sino también, desde
una aproximación estética que no califica ni asume pretensiones de verdad sino
que, los registra, describe y analiza en sus diferencias respecto de otros. “[…] La
aproximación estética en forma de símbolos es uno de los componentes fundamentales
de la experiencia enteogénica -con plantas o substancias de conocimiento- que se
manifiesta en los rituales indígenas, pero también en otros formatos de la experiencia
mística, como los más formalizados de las configuraciones eclesiales” (Díaz Mayorga,
2010).
Según lo dicho, podemos delimitar dos formas de abordar la salud y la enfermedad:
la biológica, o biomédica, y la que tiene en cuenta la dimensión espiritual -entendida
como el ámbito íntimo de las personas-. La relación entre estos dos enfoques
médicos no es fácil. Supone en primer lugar el reconocimiento que se interrelacionan
concepciones y epistemologías diferentes. Pero, avanzar en la comprensión del
otro, puede significar el entender que las dos metodologías pueden llegar a ser
complementarias, o que son dos caras de la misma realidad.
Tal vez dos condiciones sean fundamentales, una de cada parte. De los bio-médicos
alópatas, el reconocimiento de la dimensión espiritual como factor de la salud y
destino de las personas, en la comprensión que el sentido último de la existencia
constituye base primordial del equilibrio del ser humano y que puede determinar
su estado de salud o enfermedad. De los terapeutas enteogénicos, su deslinde de
charlatanes de todo tipo y de sus verborreas, con prácticas y concepciones discutibles
cuando no denunciables, y el reconocimiento que la forma de las creencias y la fe son
asunto de la intimidad personal que cada quien resuelve en su particular abordaje de
la Trascendencia.
Una tercera condición, válida para cualquiera de las dos orientaciones terapéuticas:
el reconocimiento del paciente, de su autonomía, de su percepción y conocimiento
sobre su salud, de su responsabilidad en el cuidado personal. No propiciar la
dependencia del paciente, creando una especie de clientelismo comercial y espiritual,
sino el respeto a la autonomía e independencia y la contribución del empoderamiento
personal.
La presencia de la religión en los actos terapéuticos es inevitable aunque problemática.
Pero, insisto en que debe verse y tratarse como algo de la intimidad de los pacientes
314 cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
y no de la intervención de organizaciones de culto. Las representaciones sobre
lo trascendente no son exclusivas de las formaciones religiosas. Tampoco los
intermediarios son indispensables. Por eso creo que la mejor manera de manejar este
aspecto es el laicismo, o sea, la no preeminencia de una determinada creencia, el no
poner una determinada representación de la divinidad al mando. En últimas, para
cada individuo, la representación que cuenta es la propia.
Sin desconocer la dimensión comunitaria de la religión: el religare del grupo, de la
comunidad, por ejemplo, en las prácticas colectivas de sanación de lo comunitario. En
este sentido, la aspiración religiosa se manifiesta, desde una perspectiva individual,
como necesidad de pertenencia al grupo, de reconocimiento y aceptación en el
sentimiento; y desde lo grupal mismo, como expresión intersubjetiva de factores de
identidad y cohesión de los grupos sociales.
Hoy en día es muy importante y urgente deslindar institucionalmente la cuestión
religiosa de la intervención terapéutica, ante la proliferación de sectas y agrupaciones
religiosas que utilizan el yagé en sus ceremonias, más como elemento de proselitismo
y cohesión de sus grupos, que como elemento propiamente terapéutico.
CARÁCTER IDIOSINCRÁTICO DE LA EXPERIENCIA HUMANA Y DE LA
INTERVENCIÓN MÉDICA
La experiencia de cada ser humano es única. Quizás el lenguaje y la descripción del
mundo recibida desde niños nos hacen olvidar o renunciar a eso, y nos somete a
modelos y marcos normativos e institucionales para entender nuestra realidad. Es
precisamente la experiencia enteogénica la que permite reencontrar la senda de
nuestra peculiaridad.
Esto, el carácter único y propio de la experiencia de vida, que parece ser algo obvio,
innecesario de enunciar, también ha sido tematizado por integrantes de la comunidad
científica occidental como los biólogos chilenos Maturana y Varela, quienes han
acuñado el término “autopoiesis”, comprendido como “la propiedad de los seres
vivos -entendidos como sistemas- de producirse a sí mismos, que pueden crear
o destruir elementos del mismo sistema, como respuesta a las perturbaciones del
medio” (Maturana & Varela, 2006).
315
Ricardo Díaz Mayorga
Por tal razón, en el acto médico debe estar incluido también el saber, los sentimientos
y percepciones del paciente. No puede argüirse que el “saber experto” del médico
obvie la percepción del paciente sobre sí mismo, y que la relación se dé en términos
de saber/poder que derive en prácticas autoritarias. No puede aceptarse un “secuestro
de nuestra experiencia” por parte de los saberes expertos, como plantea el sociólogo
Anthony Giddens.
Así, en el acto médico está implicado el saber experto del médico, sus conocimientos
generales, con el saber y la percepción propia del paciente. Vale recordar el principio
hipocrático de que: “Existen enfermos, no enfermedades”.
La evolución de la sociedad humana a partir de la “modernidad” -últimos 200 a
300 años- que acentuó el valor del individualismo y también cambió la forma de
los vínculos comunitarios -ahora por adhesión voluntaria y dentro de marcos
normativos precisos-, el aumentó también del valor de la responsabilidad individual.
La nueva situación de la individualidad humana determina también un nuevo papel,
o por lo menos un proyecto, frente a las vivencias de salud/enfermedad, en que el
individuo sea más autónomo y más responsable de su propia situación: que esté más
informado y más a cargo de sí mismo. La experiencia enteogénica puede contribuir
a esa conciencia y propiciar un paciente empoderado a cargo de su vida, de su
situación y de su destino. Según sea el grado de conciencia se establecerán los grados
de intervención del médico.
Ha de ser el paciente mismo el que establezca un compromiso con su tratamiento, que
a su vez significa un compromiso con un estilo de vida sano y funcional o adaptado
a sus circunstancias. La responsabilidad sobre sí mismo puede ser la cuestión
fundamental de la ecuación terapéutica, y punto de ruptura con los estilos de vida
de la sociedad consumista: excesos e inadecuación alimentaria, ausencia de ejercicio
físico, consumos inadecuados y excesivos de alcohol, estupefacientes, tabaco, azúcar,
sal… entre otros.
La confluencia de la experiencia enteogénica con el reconocimiento de la
complementación de las terapéuticas, puede propiciar la aparición de un nuevo
paradigma médico en el que el empoderamiento de los pacientes es apoyado desde
diferentes perspectivas terapéuticas, contribuyendo a un verdadero sentido de la
libertad humana.
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¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?
UN TRAYECTO POR RECORRER
La confluencia de las dos perspectivas terapéuticas reseñadas, plantea a los interesados
recorridos tareas diversas y múltiples, de construcción de lenguajes, “juegos de
lenguaje”, que delimiten temas y prácticas; de divulgación de teorías y propuestas
nominativas. Así, de resultados en la utilización de la enteogénesis o los EEC en
otros países; de construcción de alternativas en el orden jurídico e institucional
que proporcionen marcos válidos y legítimos para la acción; de visibilización de
experiencias que se están dando en nuestro país, y de fijación de pautas y protocolos
para la mejor utilización de esta experiencia en el marco de tratamientos médicos.
Se hace, por tanto, necesario una mejor información y una mayor comprensión de
lo que significa esta medicina, de su “tecnología”, de sus condiciones y de la mejor
manera de aplicarla, además de sus potencialidades y proyección.
Planteo como objetivos inmediatos de acción: 1) ampliar hacia la comunidad médica
alopática y sus instancias académicas, la información sobre los Estados Modificados o
Expandidos de Conciencia, utilizados como recurso terapéutico genérico, 2) visibilizar
las experiencias de utilización de la medicina del yagé por parte de operadores médicos
alopáticos, 3) fijar protocolos mínimos para la utilización de manera segura, legítima
y provechosa la medicina del yagé por parte de operadores médicos alopáticos, 4)
establecer términos y condiciones para un diálogo comprensible y fructífero entre
operadores médicos alopáticos y operadores médicos indígenas y otros operadores
alternativos.
Una primera fase divulgativa tendrá que darse dentro de los espacios académicos y
por iniciativa de aquellos de sus integrantes que hayan asumido una actitud abierta
en el tema planteado, utilizando todos los recursos que proporcionan hoy en día los
sistemas de comunicación e información. De manera simultánea deberán adelantarse
estudios y mediciones estadísticas específicos sobre la utilización de los EEC, y más
específicamente, sobre la utilización de la medicina del yagé.
La dinámica que se establezca desde estas iniciativas irá marcando el paso y las
rutas en el objetivo del reconocimiento y práctica de la multiculturalidad médica
y del reconocimiento e institucionalización de la medicina del yagé, como recurso
terapéutico único y propio de la nación colombiana y como aporte a la humanidad
entera.
317
Ricardo Díaz Mayorga
BIBLIOGRAFÍA
Castro Gómez, Santiago & Grosfoguel, Ramón. (2007). El giro decolonial: reflexiones para una diversidad
epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores.
Díaz Mayorga, Ricardo. (2010). Ética y Medicina Ancestral. Ponencia al II Encuentro Internacional de
Culturas Andinas, Pasto. [Documento en línea] Disponible: http://www.visionchamanica.com/
Medicinas_alternativas/Etica-Medicina-Ancestral.htm.
Giddens, Anthony. (1995). Modernidad e identidad del yo: el yo y la sociedad en la época contemporánea.
Barcelona: Ediciones Península.
Gómez Buendía, Hernando. (2011). Para cuidar la salud. En: El Malpensante, No. 122.
Jacanamijoy, Víctor. (2008). Yagé es vida. [Documento en línea] Disponible: http://www.visionchamanica.
com/yage_EMC/Yage-es-Vida.htm.
Mac Niven, Rodrigo. (2010). Cortina de Fumaça. [Película documental en línea] Disponible: http://
www.neip.info/index.php/content/view/2933.html.
Maturana, Humberto & Varela, Francisco. (2006). De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización
de lo vivo. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
Wasson, Gordon; Hoffman, Albert; Ruck, Carl P. (1980). El camino a Eleusis: una solución al enigma de
los misterios. México: Fondo de Cultura Económica.
318 cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011
Fotografía: Angela P. Zea B.
Acto de protocolización en el marco del VI Simposio Internacional Cultura y Droga,
de convenios internacionales entre la Universidad de Caldas de Colombia y la Universidad
Museo Social UMSA-de Buenos Aires-Argentina y con el Centro de Rehabilitación de
Toxicómanos y de Investigaciones de Medicinas Tradicionales (Laboratorio de productos
naturales y medicina amazónica) de Tarapoto-Perú.
De izquierda a derecha: Dr. Jorge Ronderos Valderrama. (Profesor Titular de la Universidad
de Caldas, coordinador académico de los convenios. Dra, Paulina Pozo, coordinadora
de investigaciones del Centro Takiwasi; Dra. Paula A, Henao, Directora Oficina
Internacionalización Universidad de Caldas; Dra. Teodora Zamudio, Directora Maestría
Bioetica de la UMSA.
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NORMAS EDITORIALES
REVISTA CULTURA Y DROGA
Publicación anual del Grupo de Investigación Cultura y Droga de la Universidad de
Caldas. Año inicio: 1994. Está adscrita al Departamento de Antropología y Sociología
de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la misma universidad.
Presenta artículos científicos e información de actualidad sobre investigación y
desarrollo de conocimientos y experiencias referentes a las fuentes y aplicaciones
culturales de enteógenos y otras sustancias psicoactivas. Acoge artículos de diversas
disciplinas: sociales y humanas, naturales, médicas, artísticas, filosóficas y botánicas,
entre otras. Igualmente, conocimientos indígenas tradicionales. Se divulga por medio
de canje y actividades académicas o de divulgación de la Universidad. Opcionalmente
se comercializa.
La revista está en proceso de indexación, para lo cual se realizarán los ajustes
pertinentes. En este contexto, la revista fue priorizada por la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales y la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados a través del
proyecto Revistas Científicas.
OBJETIVOS
1. Publicar resultados sobre trabajos científi cos multidisciplinarios que realizan
investigadores sobre las fuentes y aplicaciones de psicótropos en distintas sociedades
y culturas, tanto del pasado histórico como contemporáneas.
2. Estimular a los investigadores a escribir y exponer ante las comunidades científicas
interesadas en el tema, trabajos de investigación sobre drogas psicoactivas, los
usos y prácticas socioculturales, las potencialidades y riesgos neurofisiológicos,
emocionales y comportamentales para la vida y la salud humana, las funciones de
las drogas como dispositivo de socialización y tensiones culturales, los fenómenos
ecológicos y ambientales actuales, las características bioquímicas, farmacológicas y
farmacocinéticas y las demás que aportan las ciencias.
3. Constituirse en foro permanente donde se someten a examen crítico las teorías e
hipótesis de los científi cos sobre la relación cultura y droga.
4. Servir de escenario para la divulgación de las actividades investigativas de la
Maestría Cultura y Droga para América Latina de la Universidad de Caldas.
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CARACTERÍSTICAS
La Revista Cultura y Droga tiene dos características principales:
1. Revista primaria de investigación, por medio de la publicación de desarrollos y
resultados científicos de procesos investigativos originales, con todos los detalles
necesarios para evaluar su validez.
2. Revista divulgativa de nuevos desarrollos en el campo científi co, técnico, educativo
y cultural de las fuentes y usos de sustancias psicoactivas en contextos culturales,
por medio de artículos y notas breves de carácter general y no detallada.
PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS
Los manuscritos presentados por los autores se someterán al análisis de dos
especialistas. Su concepto será tenido en cuenta por el Comité Editorial quien será
responsable colegiadamente de su aprobación definitiva, sin que ello implique
compartir las opiniones expresadas por el autor.
ISSN (Número internacional normalizado para publicaciones seriadas): 0122-8455.
Formato: (160 x 210,5) según Norma 946, Icontec. Tipo letra: Arial 12.
TIPO DE ARTÍCULOS Y SECCIONES DE LA REVISTA
1. Artículos originales. Recuento comprensivo de un estudio teórico o experimental
en un proceso de investigación o experimentación que ha alcanzado su etapa fi nal.
Contiene los datos relevantes para que un lector, si lo desea, pueda repetir el proceso
y evaluar las conclusiones.
2. Notas técnicas. Artículo corto sobre resultados de investigación que hayan sido
publicados.
3. Comunicaciones breves. Informe preliminar de investigaciones o trabajos
experimentales de aplicación.
4. Estudios de casos. Presentación de experiencias que incluyan innovaciones con su
tratamiento metodológico.
5. Reseñas. Artículo especializado basado en revisiones bibliográfi cas, que incluye
valoración temática y cubre períodos históricos o el estado actual del tema.
6. Opiniones. Intercambio de opiniones e interpretaciones sobre los tópicos de la
revista.
7. Noticias. Información sobre eventos científi cos, seminarios, congresos, reseñas
de libros, otras publicaciones y cualquier tema que estimule la cooperación entre
autores, instituciones y corporaciones que trabajan sobre el tema.
322
PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS
1. Encabezamiento. Título corto y descriptivo (ocho palabras máximo, sin
abreviaturas ni siglas). Subtítulo, si es necesario para aclarar o completar el sentido
del título. Nombre(s) del(os) autor(es) y sus títulos académicos o cargos que indiquen
la autoridad en la materia.
2. Resumen. Presentación breve del propósito, metodología y resultados de la
investigación. Máximo 250 palabras. Va como primer párrafo, después del título y
los autores. En idioma original y con traducción al inglés.
3. Ilustraciones (tablas y fi guras). Se presentan en página aparte del texto, lo más
cerca posible de la parte del texto donde se mencionen. Numeradas consecutivamente
en arábigo llevan título breve en la parte superior de la ilustración. Si llevan notas se
colocan al pie. El texto debe remitir a la ilustración por su número.
4. Siglas. Deben ir precedidas de su forma completa, cuando aparezcan por primera
vez: Ej. Instituto Andino de Etnofarmacognosia, IADE.
5. Descriptores. Cuatro a seis palabras clave por las cuales se pueda indexar el
artículo.
6. Introducción (enunciado del problema, enfoque del autor, intentos anteriores de
solución, proceso seguido).
7. Descripción de metodología y resultados (ilustrados con tablas, cuadros, diagramas,
figuras, cuando sea caso).
8. Discusión. Evaluación del autor de sus propios hallazgos, sus contribuciones,
diferencias con otros estudios similares.
9. Listado bibliográfico. La revisión bibliográfica debe incluirse en la introducción
o en sección aparte.
10. Contribuciones de otras personas o entidades, apoyos y agradecimientos de
cualquier tipo.
NOTAS Y CITAS
Las notas a pie de página deben dedicarse a adiciones, ampliaciones o complementos
a una idea, que se considera necesaria, y que de colocarse en el texto rompe la
secuencia lógica o la argumentación. Deben ser cortas.
Estas notas deben llamarse en el texto con asteriscos o símbolos similares, colocados
al final de la palabra a la que se refieren. Las notas extensas deben recomponerse
como partes del artículo principal.
323
Las referencias bibliográficas van entre paréntesis indicando: Apellidos en mayúscula
del autor y letra inicial del nombre. Punto seguido y el año respectivo. Dos puntos y
el número de página. En la bibliografía, al final del artículo, se identifican los datos
complementarios de la cita.
Referencias posteriores a la primera se remiten a esta, señalando los datos variables,
por ej., página. Se utiliza el ibídem o el ibíd, según el caso.
BIBLIOGRAFÍA
Libros: Autor. Título completo del libro (en cursiva). Número de edición. Editorial.
Lugar: año de publicación.
Artículos de revista: Autores (todos, apellido completo e iniciales de nombres).
Título del Artículo (en cursiva). Título de la revista. Volumen y número. Año de
publicación. Primera y última página del artículo.
Tesis: Nombre del autor. Título de la tesis. Tipo de tesis. Universidad y sede. Año de
terminación.
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AUTHOR GUIDELINES
CULTURA Y DROGA JOURNAL
Annual publication of the Research Group “Cultura y Droga” of the Universidad de
Caldas, Manizales, Colombia. Initiation year: 1994. Said journal is ascribed to the
Department of Anthropology and Sociology of the Faculty of Juridical and Social
Sciences from the same University.
It presents scientific articles and current information on research, development
of knowledge and experiences related to the sources and cultural applications of
entheogens and other psychoactive substances. Articles of diverse disciplines
are welcomed, such as: social and human sciences, natural, medical, artistic,
philosophical, botanical, as well as traditional indigenous knowledge and some others.
The journal is disclosed by means of exchange and academic activities or by means
of popularization carried out by the University. Optionally it is also marketed.
Cultura y Droga has begun the indexation process, for which the necessary adjustments
will be carried out. In this context, the journal was prioritized with this goal in mind
by the Faculty of Judicial and Social Sciences and the Vice-rectory of Research and
Graduate programs through the Scientific Journals project.
OBJECTIVES
1. To publish the results on multidisciplinary scientific works that researchers carry
out regarding the sources and applications of psychotropic substances in different
historical and contemporary societies and cultures.
2. To stimulate the writing process in the researchers, as well as presenting before
the interested scientific communities research works on psychoactive drugs;
socio-cultural uses and practices; the neurophysiologic, emotional and behavioral
potentialities and risks in the life and human health of the users; the functions of
the drugs as a socialization and cultural tensions device; the current ecological and
environmental phenomena; the biochemical, pharmacological and pharmacokinetic
characteristics, as well as others contributed by different fields.
3. To become a permanent forum in which the theories and the scientists’ hypothesis
on the relationship culture and drug undergo a critical exam.
4. To serve as a scenario for the popularization of the investigative activities of the
Master’s Cultura y Droga for Latin America of the Universidad de Caldas.
325
CHARACTERISTICS
The Cultura y Droga Journal has two main characteristics:
1. Primary research journal, by means of the publication of developments and
scientific results of original investigative processes, with all the necessary details to
evaluate their validity.
2. Revealing journal of new developments in the scientific, technician, educational
and cultural fields of the sources and uses of psychoactive substances in cultural
contexts, by means of articles and brief general notes.
PUBLICATION OF ARTICLES
Articles sent to the Cultura y Droga Journal should be originals. Their previous,
simultaneous or later publication in other journals should be informed in order to
make the appropriate annotations. The manuscripts presented by the authors will
undergo the analysis of two specialists. Their concept will be kept in mind by the
Editorial Committee who will be responsible of its definitive approval, without
implying that said Committee shares the opinions expressed by the author. Its sources
and applications should be inedited originals, except when dealing with adaptations
and translations. The author expressively authorizes the reproduction of the article in
digital archives and web pages belonging to the Universidad de Caldas, or others
authorized by the journal director.
ISSN (International Standard Serial Number): 0122-8455.
Format: (160 x 210.5) according to Norm 946, Icontec. Letter Type: Arial 12.
TYPE OF ARTICLES AND SECTIONS OF THE JOURNAL
1. Original articles. Comprehensive recount of a theoretical or experimental study in
a research process or experimentation that has reached its fi nal stage. They contain
the relevant data so that if a reader wishes to, he/she can repeat the process and
evaluate the conclusions.
2. Technical notes. Short articles on research results that have already been
published.
3. Brief communications. Preliminary Reports of researches or applied experimental
works.
4. Case studies. Presentation of experiences that include innovations with their
methodological treatment.
5. Reviews. Specialized articles based on bibliographical revisions that include
thematic valuation that cover historical periods or the current state of the topic.
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6. Opinions. Exchange of opinions and interpretations on the topics covered by the
journal.
7. News. Information on scientifi c events, seminars, congresses, book reviews, other
publications and any other topic that stimulates the cooperation among authors,
institutions and corporations that work on the topic.
PRESENTATION OF ARTICLES
1. Heading. Short and descriptive title (eight words maximum, without abbreviations
nor initials). Subtitle, if it’s necessary to clarify or to complete the sense of the title...
Author(s) name(s) and their academic titles or positions that indicate their authority
on the matter. Author’s electronic mail.
2. Abstract. Brief presentation of the purpose, methodology and results of the research.
Maximum 250 words. It is the fi rst paragraph after the title and the authors. It should
be written in the original language of the article and with an English translation.
3. Illustrations (charts and fi gures). They should be presented in pages different
from the text, as close as possible to the part of the text where they are mentioned;
numbered consecutively in Arabic numbers; and they should have a brief title in the
upper part of the illustration. If they have notes, they should be placed at the bottom.
The text should remit to the illustration by its number.
4. Initials. They should be preceded by their complete form when they appear for the
fi rst time: E.g. Instituto Andino de Ethnopharmacognosia, IADE.
5. Keywords. Four to six passwords that can index the article.
6. Introduction (problem statement, the author’s focus, previous tries of solution,
executed process).
7. Methodology description and results (illustrated with charts, tables, diagrams,
figures, whenever possible).
8. Discussion. The author’s evaluation of his/her own discoveries, contributions, and
differences with other similar studies.
9. Bibliographical listing. The bibliographical revision should be included in the
introduction or in separate section.
10. Contributions of other people or entities, supports and acknowledgements of any
type.
NOTES AND CITES
The foot notes should be devoted to additions, amplifications or complements to an
idea that is considered necessary and that if they are placed in the text, they would
break the logical sequence or the argument. They should be short.
327
These notes should be marked in the text with asterisks or similar symbols, placed
at the end of the word to which they refer. Extensive notes should be integrated as
of the main article.
The bibliographical references are placed in parenthesis indicating author’s last
names in capitals and initial letter of the fi rst name, followed by a period and the
respective year, semicolon the page number. In the bibliography, at the end of the
article, the complementary data of the citing are identified.
Later references to the fi rst are remitted to the latter, pointing out the variable data,
for example the page number. Idem or ibid is used, according to each case.
BIBLIOGRAPHY
Books: Author. Complete title of the book (In italics). Edition Number. Editorial
Company. Place: publication year.
Journal articles. Authors (all, complete last name and fi rst name initials). Title of the
Article (In italics). Title of the journal. Volume and number. Publication year. First
and last page of the article.
Thesis. Name of the author. Title of the thesis. Thesis type. University and campus.
Termination year.
328
CULTURA Y DROGA
FORMATO DE SUSCRIPCIÓN
Nombre / Name
Cédula / Identification number
Dirección / Address
Ciudad / City
Departamento / State Código Postal / Zip Code
País / Country
Teléfono / Phone Number
Profesión / Profession
Institución / Employer
Correo Electrónico / E-mail
Dirección de envío / Mailing Address
Suscriptores Nacionales por un año. (1) Ejemplar
Mayores informes:
Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados
Universidad de Caldas. Calle 65 N° 26 - 10
A.A. 275 Manizales - Colombia
Tel: 8781500 ext. 11222
Fax: 8781500 ext. 11622
E-mail: [email protected]
[email protected]
Último ejemplar recibido / Last issue mailed:
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Volumen/Volume
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Fecha/Date
Esta revista se terminó de imprimir
en el mes de noviembre de 2011
en los talleres litográficos
de Capital Graphic
Universidad de Caldas
Manizales - Colombia
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