CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL LA REDUE INFORMA -------LA REDUE INFORMA MERCANTIL Derecho de la Competencia, Propiedad Intelectual, Industrial y Mercantil nº 21/2013 (Comunicado no oficial, sólo a título informativo) ENRIQUE GARCÍA-CHAMÓN CERVERA Audiencia Provincial de Alicante [email protected] JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ Audiencia Provincial de Pontevedra [email protected] COMPETENCIA INTERNACIONAL. RESPONSABILIDAD DE ADMINISTRADORES SOCIALES. LEVANTAMIENTO DEL VELO. REGLAMENTO 44/2001. Estimados/as compañeros/as: Damos cuenta de la sentencia dictada en el asunto C-147/12, de 18 de julio de 2013, a consecuencia de una cuestión prejudicial planteada por un tribunal sueco en el marco de un litigio promovido por una sociedad con domicilio social en Suecia frente a una sociedad holandesa y su administrador, ambos con domicilio en Holanda, con fundamento en la responsabilidad de los administradores y en las excepciones al beneficio de la limitación de responsabilidad de los socios por las deudas sociales. Los hechos del caso son, en esencia, como sigue: la sociedad Copperhill, domiciliada en Suecia fue declarada en suspensión de pagos y sometida a un procedimiento de reestructuración, en el marco del cual, los acreedores tan sólo obtuvieron la satisfacción parcial de sus créditos. En concreto, las sociedades Toréns y Kakelmässan, que llevaron a cabo obras en el hotel que Copperhill estaba construyendo, sólo percibieron parte de sus créditos y cedieron el resto a la sociedad Invest. Invest demandó al Sr. Koot, que formó parte del consejo de administración de Copperhill, y a la sociedad Evergreen, socio mayoritario de Copperhill. La acción frente al Sr. Koot se basaba en la normativa sueca que permite extender la responsabilidad por las deudas de la sociedad a su administrador en caso de incumplimiento de determinadas obligaciones legales, y frente a Evergreen en el doble fundamento de las excepciones al principio de responsabilidad limitada y en la promesa ofrecida por Evergreen a las dos acreedoras de que pagaría sus créditos. Para la determinación de la competencia internacional de los tribunales suecos, la actora alegaba que tanto el hecho dañoso como el perjuicio se habían producido en Suecia. El tribunal sueco de primera instancia desestimó el argumento y consideró que debía entrar en juego la competencia general prevista en el art. 2 del Reglamento 44/01, correspondiendo al tribunal del domicilio de los demandados, en Holanda. Apelada la resolución, el tribunal de apelación planteó cuestión prejudicial. La clave del asunto está en determinar en cuál de los fueros de competencia del Reglamento resultan subsumibles las dos acciones ejercitadas: responsabilidad de administradores y levantamiento del velo. El TJUE, tras desestimar la excepción opuesta por un demandado que había alegado que el asunto quedaba fuera de la competencia del Reglamento 44/01 al tratarse de una cuestión directamente relacionada con un procedimiento de insolvencia, -por considerar que no se producía tal situación y que, además no eran acciones que sólo pudieran ejercitarse sólo por los síndicos-, analiza el concepto de “materia delictual o cuasidelictual” del art. 5 del Reglamento, como excepción a la competencia general del domicilio del demandado. El Tribunal recuerda que son conceptos autónomos y de interpretación restrictiva. El concepto se contrapone al de “materia contractual” del art. 5.1.a), -que presupone la existencia de una obligación libremente consentida-, resultando patente que las dos acciones ejercitadas carecían de un fundamento en la libre voluntad de los implicados. El TJUE considera que las dos acciones ejercitadas pretenden la reparación del perjuicio sufrido por el acreedor que no ha podido cobrar su crédito, por lo que entran dentro del concepto de la materia delictual del art. 5.3, y rechaza el argumento de que el criterio al que deba atenderse para fijar la competencia sea el de la naturaleza de las obligaciones incumplidas por la sociedad o el del domicilio de la sociedad. El Tribunal recuerda su jurisprudencia conforme a la cual “el lugar donde se hubiera producido o pudiera producirse el hecho dañoso” del art. 5.3 del Reglamento se refiere al mismo tiempo al lugar donde se ha producido el daño y al lugar del hecho causal que originó ese daño, de modo que a elección del actor la demanda puede presentarse ante el tribunal de cualquiera de esos dos lugares, y proclama que en el caso de las acciones de que se trata en el litigio principal, “cuyo objeto son demandas basadas en la alegación de que el administrador y el accionista principal de Copperhill no cumplieron sus obligaciones legales respecto al control de la situación económica de dicha sociedad y la continuación de la actividad por ésta, a pesar de que estaba infracapitalizada y obligada a solicitar la declaración de liquidación, de lo que se trata no es de la situación económica o la actividad de la citada sociedad, como tales, sino la conclusión que debe sacarse respecto a una eventual omisión de control que incumbe al administrador y al accionista”, y afirma que tales obligaciones debieron de cumplirse en Suecia, lugar del domicilio de la empresa administrada y participada, respectivamente, por los demandados. Finalmente, el Tribunal responde que el hecho de que la actora hubiera sido cesionaria del crédito no tiene incidencia sobre la determinación del Tribunal competente. En archivo adjunto podéis encontrar la sentencia en formato Word. ENRIQUE GARCÍA-CHAMÓN CERVERA JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ 2