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Las ELECCIONES CATALANAS presentes en
la APERTURA DEL AÑO JUDICIAL
Mar, 08/09/2015 - 17:31
El presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, no
mencionó la palabra Cataluña en su discurso. Pero era evidente que se
refería a ella cuando dijo que "al margen de la ley no hay libertad, sólo
espejismos y, en definitiva, frustración".
"Desde esta perspectiva, la ruptura unilateral de unos valores de convivencia,
fraguados por todos, desde el consenso, supone traspasar los límites de la honestidad
democrática, consustancial al Estado de Derecho. Por eso, la idea de que la Ley sólo
desde la Ley se cambia, es un legado de nuestra historia reciente que conviene no
olvidar", añadió Lesmes, recordando las famosas palabras -"De la ley a la ley"- de
Torcuato Fernández Miranda, el "arquitecto jurídico" que desmontó el franquismo y
abrió las puertas a la democracia.
Y lo hizo en el folio 2, párrafos primero, segundo y tercero, de un discurso de 12
páginas, que leyó, de forma acompasada, de principio a fin. Con ello quiso subrayar la
importancia que, para el Estado, suponen las elecciones autonómicas catalanas a las
que las fuerzas independentistas han impreso un sello cuasi plebiscitiario.
Lo de Cataluña preocupa, mucho. Evidente.
Sobre estrados, escuchando con mucho detenimiento, con la toga preceptiva, estaba el
presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de lo Cobos. Detrás de él, fuera
de estrados, nueve de sus diez compañeros -Andrés Ollero, Santiago Martínez-Vares,
Juan José González Rivas, Fernando Valdés, Encarnación Roca, Juan Antonio Xiol,
Ricardo Enríquez, Antonio Narváez y Pedro José González-Trevijano (faltó la
vicepresidenta, Adela Asúa)- atendían con gran atención.
El resto del discurso de Lesmes contuvo referencias muy familiares, escuchadas con
anterioridad. Podría resumirse en 'la justicia va bien', o 'estamos en el buen camino'.
Recordemos que en este día, en el mes de septiembre, a 3 meses de que termine el
año, es cuando se presentan las respectivas memorias del Tribunal Supremo, del
Consejo General del Poder Judicial y de la Fiscalía General del Estado, ¡del año anterior!
De 2014.
Ninguna institución que se precie aguanta información sobre el funcionamiento y el
estado de cosas de la misma nueve meses para después soltarla. Por un simple hecho,
porque se ha vuelto obsoleta. Por ello, se suele hacer pública en diversos momentos, a
lo largo del primer semestre.
La fecha de presentación de las Memorias es la que marca la Ley, por lo que tendrá
que modificarse la Ley, tarde o temprano, para evitar esta obsolescencia.
Consuelo Madrigal, la fiscal general del Estado, por su parte, sorprendió a todos los
presentes en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo: no leyó su discurso. Se lo sabía
de memoria.
Y lo recitó, de principio a fin, no como una opositora sino con la misma naturalidad
que hiciera famosa a la legendaria presentadora de televisión, Marisa Medina. Quedó
patente que la fiscal general del Estado tiene "memoria fotográfica". "Lo lee y se le
queda", explicaron a Confilegal sus colaboradores con una sonrisa de oreja a oreja.
"Es muy buena haciendo discursos. Muy buena. Buenísima", comentaron algunos
magistrados y fiscales al final del acto, gratamente sorprendidos.
Otra cosa fueron los contenidos.
El discurso de Madrigal recordó mucho al de su antecesor, Eduardo Torres-Dulce, el
año pasado. Que si los fiscales tienen que asumir la instrucción de una vez por todas,
que si la eficacia de las fiscalías especilizadas, con especial mención a la de
Anticorrupción y a la de la Audiencia Nacional, donde se está dando estopa a la
amenaza yihadista, que si las fiscalías territoriales, que si es necesaria la reforma de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal...
Fueron 8 folios a espacio simple que equivalían a los 12 del de Lesmes.
AUSENCIAS
Este año hubo ausencias importantes. No asistió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya
Sáenz de Santamaría, que sí lo hizo el año pasado, ni la presidenta de la Comunidad
de Madrid, Cristina Cifuentes, que llamó la tarde anterior para disculpar su presencia,
ni la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, exvocal del CGPJ y magistrada jubilada.
Sí asistió, por el contrario, el Ministerio de Justicia en pleno. Desde su titular, Rafael
Catalá, la secretaria de Estado, Carmen Sánchez-Cortés Martín, y el secretario general
de la Administración de Justicia, Antonio Dorado, exvocal del CGPJ.
También hicieron acto de presencia José Manuel Romay Beccaría, presidente del
Consejo de Estado, Soledad Becerril, defensora del Pueblo, y Concepción Dancausa,
delegada del Gobierno en Madrid, que fueron conducidos -como "VIPS" que erandesde el vestíbulo principal del edificio a la primera planta, donde se halla el Salón de
Plenos, por letrados del Alto Tribunal, a modo de acompañantes.
Sorprendió la presencia del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que no se
quedó al cóctel posterior.
No faltó el nuevo "fichaje" del bufete Roca Junyent, Pascual Sala, expresidente del
Constitucional, del CGPJ, del Tribunal Supremo y del Tribunal de Cuentas, y su sucesor
en el CGPJ y el TS -y compañero en tiempos del Constitucional-, Javier Delgado Barrio.
En representación de la Abogacía Española, su presidente, Carlos Carnicer,
acompañado de la secretaria general Victoria Ortega, y el secretario general técnico,
Antonio Ruiz Jiménez. Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de
Procuradores de España, que se ha dejado crecer barba, acudió en representación de
sus compañeros, lo mismo que Javier San Martín, homónimo del anterior en el Consejo
General de Graduados Sociales.
Los presidentes de los 17 Tribunales Superiores de Justicia tampoco se perdieron el
evento. Cinco tienen que renovar el próximo mes de noviembre, entre ellos Miguel
Ángel Gimeno, que penetró en el vestíbulo con unas llamativas gafas negras.
Pablo Llarena, presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, Marcelino
Sexmero, portavoz de la Francisco de Vitoria, y Conrado Gallardo, líder de Foro Judicial
Independeinte, también estuvieron presentes tanto en el acto como en el cóctel
posterior.
Jueces para la Democracia declinó su asistencia.
El acto de apertura de tribunales es el momento más importante que, cada año, se
celebra en el Tribunal Supremo. El mismo suele estar presidido por el Rey. Este es el
segundo al que asiste D. Felipe VI como tal, aunque antes había sustituido a su padre,
D. Juan Carlos.
Una novedad importante: no hubo "besamanos", acto en el que los funcionarios y
magistrados solían saludar al Rey en la llamada Rotonda del Palacio. En el primer año
de su reinado, don Felipe mantuvo la costumbre pero este año fue suspendida ("Casa
Real así lo decidió", según nos explicaron), lo que provocó cierta desilusión entre los
funcionarios.
Como tal, el acto tiene mucho de teatro social. Es el espacio donde, los que acuden,
van para ver y para ser visto, en este caso por los periodistas, convertidos en
espectadores restringidos a espacios específicos, contrariamente a lo que sucedía en
años anteriores en los que se podía asistir directamente al acto en el Salón de Plenos.
Será por la transparencia.
D. Felipe a su llegada al Tribunal Supremo, acompañado del presidente Carlos Lesmes.
Cuatro miembros de la Sala de Gobierno: Manuel Marchena, Antonio del Moral, Luis
Díez-Picazo y Benito Gálvez.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, acompañado de Ana Murillo, jefa de Gabinete.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE a su llegada al Alto Tribunal.
Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional.
De izquierda a derecha, Joaquín Galve, presidente del TSJ de Navarra, y los vocales
Álvaro Cuesta, Fernando Grande-Marlaska y Juan Manuel Fernández.
Miguel Ángel Gimeno, presidente del TSJ de Cataluña, entró con gafas negras.
José María Paz, Fiscal de la Sala Civil del Supremo, y Pedro Crespo Barquero, jefe de la
Fiscalía de lo Contencioso-Administrativo del Supremo.
Ángel Calderón, presidente de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, con el
presidente del Tribunal Militar Central, Rafael Matamoros.
Pascual Sala, expresidente del Tribunal Constitucional, del CGPJ, del Tribunal Supremo
y del Tribunal de Cuentas, ahora socio de Roca Junyent, a su llegada al Tribunal
Supremo.
Fernando Ledesma, exmagistrado del TS y exministro de Justicia, hoy consejero de
Estado.
Eduardo de Porres, presidente de la Audiencia Provincial de Madrid.
Antonio Dorado (izquierda), secretario general de la Administración de Justicia.
La fiscal general, Consuelo Madrigal, el presidente del CGPJ y del TS, Carlos Lesmes, el
Rey y el ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Vista de la Sala de prensa.
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