VIII Área Derecho Empresarial VIII Contenido La estructura interna de las sociedades anónimas (Parte final) GLOSARIO EMPRESARIAL VIII-1 VIII-4 La estructura interna de las sociedades anónimas (Parte final) Ficha Técnica Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título: La estructura interna de las sociedades anónimas (Parte final) Fuente: Actualidad Empresarial Nº 300 - Primera Quincena de Abril 2014 4.7.Impugnación de acuerdos En la medida que los acuerdos de la junta general de accionistas requieren cumplir una serie de formalidades para su validez, la Ley contempla mecanismos de impugnación de aquellos acuerdos que no contenga las formalidades y requisitos de validez respectivos. Es necesario distinguir dos situaciones que conducen al cuestionamiento de los acuerdos adoptados por la junta general de accionistas. La primera de ellas es la que se denomina o conoce estrictamente como la impugnación del acuerdo y se genera por las situaciones reguladas por el artículo 139° de la Ley: “Artículo 139°.- Acuerdos impugnables Pueden ser impugnados judicialmente los acuerdos de la junta general cuyo contenido sea contrario a esta ley, se oponga al estatuto o al pacto social o lesione, en beneficio directo o indirecto de uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad. Los acuerdos que incurran en causal de anulabilidad prevista en la Ley o en el Código Civil, también serán impugnables en los plazos y formas que señala la ley. No procede la impugnación cuando el acuerdo haya sido revocado, o sustituido por otro adoptado conforme a ley, al pacto social o al estatuto. El Juez mandará tener por concluido el proceso y dispondrá el archivo de los autos, cualquiera que sea su estado, si la sociedad acredita que el acuerdo ha sido revocado o sustituido conforme a lo prescrito en el párrafo precedente. En los casos previstos en los dos párrafos anteriores, no se perjudica el derecho adquirido por el tercero de buena fe”. N° 300 Primera Quincena - Abril 2014 Puede decirse que este mecanismo de impugnación tiene por objeto hacer un control de las formalidades y requisitos societarios de los acuerdos de la junta. de accionistas de la sociedad, en tanto que los cargos de directores no requieren ser ocupados por accionistas, sino que pueden ser ejercidos por terceros. La otra situación que genera el cuestionamiento de los acuerdos de la junta general de accionistas está vinculada a las causales de anulabilidad y nulidad del acto jurídico, conforme a la legislación general del Código Civil. Así lo contempla el artículo 150° de la Ley: Si bien es posible que el estatuto de cada sociedad restrinja el ejercicio del cargo de director a tener la calidad de accionista, es recomendable que ello no sea así. Y decimos esto porque la naturaleza del directorio es la de ser un órgano de administración, que debería ser conducido de forma imparcial y pensando en los intereses de la sociedad, no en los intereses particulares de uno o un grupo de accionistas. “Artículo 150°.- Acción de Nulidad, legitimación, proceso y caducidad Procede acción de nulidad para invalidar los acuerdos de la junta contrarios a normas imperativas o que incurran en causales de nulidad previstas en esta ley o en el Código Civil. Cualquier persona que tenga legítimo interés puede interponer acción de nulidad contra los acuerdos mencionados en el párrafo anterior, la que se sustanciará en el proceso de conocimiento. La acción de nulidad prevista en este artículo caduca al año de la adopción del acuerdo respectivo”. 5. El directorio Como hemos visto, la junta general de accionistas es el órgano máximo en la sociedad anónima. Por debajo de la junta, tenemos al directorio como órgano de administración, con las facultades y competencias necesarias como para adoptar las decisiones imprescindibles para que la sociedad realice sus principales actividades, sin llegar a los niveles de trascendencia de los asuntos que son competencia de la junta general de accionistas, como una modificación del estatuto, la reducción de capital o la disolución de la sociedad. Otra diferencia entre la junta general de accionistas y el directorio es que la naturaleza de la junta implica que se conforme por quienes tienen la calidad Informe Especial Informe especial La independencia en el ejercicio del cargo de los directores es un factor importantísimo para el desempeño transparente de la sociedad, al punto que es una recomendación general que los directores sean profesionales independientes, que si bien son elegidos por los accionistas, no necesariamente obedecen a los intereses particulares de estos. Como veremos más adelante, otro de los puntos importantes en los que se diferencian la junta general de accionistas y el directorio, es que los acuerdos de la junta dependen del porcentaje de participación de cada accionista en el capital social, en tanto que en el directorio las decisiones se adoptan por votos individuales, a razón de un voto por director. Veamos cómo define al directorio el artículo 153° de la Ley: “Artículo 153°.- Órgano colegiado y elección El directorio es órgano colegiado elegido por la junta general. Cuando una o más clases de acciones tengan derecho a elegir un determinado número de directores, la elección de dichos directores se hará en junta especial”. Así como su nombramiento se produce por votación de los accionistas, la propia junta general de accionistas también puede acordar su remoción del cargo. Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial Esta remoción no requiere una motivación o una causal, pues recordemos que la función que ejercen los directores es una de naturaleza de confianza, de forma tal que basta la sola deliberación de los accionistas, de acuerdo a sus propios criterios, para tomar el acuerdo de remover a un director. Así lo regula el artículo 154° de la Ley: “Artículo 154°.- Remoción Los directores pueden ser removidos en cualquier momento, bien sea por la junta general o por la junta especial que los eligió, aun cuando su designación hubiese sido una de las condiciones del pacto social”. 5.1.Cantidad de directores Uno de los aspectos que debe ser definido al regular el funcionamiento del directorio en el estatuto, es la cantidad de miembros que tendrá. La idea es que la cantidad de directores permita una adecuada representación de los socios, en función de la cantidad de estos últimos. Así, a mayor cantidad de accionistas, mayor debe ser la cantidad de directores. La Ley no prevé una metodología para determinar el número de directores que necesita cada sociedad, pero contiene parámetros que deben ser respetados, conforme al artículo 155°: “Artículo 155°.- Número de directores El estatuto de la sociedad debe establecer un número fijo o un número máximo y mínimo de directores. Cuando el número sea variable, la junta general, antes de la elección, debe resolver sobre el número de directores a elegirse para el periodo correspondiente. En ningún caso el número de directores es menor de tres”. Tenemos entonces que el directorio puede estar integrado por un número fijo o por una cantidad variable, fijando en el estatuto un mínimo y un máximo, lo que será precisado en el acuerdo de la junta general de accionistas que elige a los miembros. Y el otro parámetro que señala la ley es que los miembros del directorio no deben ser menos de tres. Aquí es necesario aclarar una confusión muy común. Y es que muchas personas asumen que como el número mínimo de accionistas de una sociedad es de dos y el directorio requiere por lo menos tres miembros, no pueden tener un directorio. Esto es incorrecto pues como habíamos visto, no es necesario ser accionista para tener el cargo de director, salvo que el estatuto de la sociedad así lo disponga. Claro está, que ante el caso de una sociedad con solo dos accionistas, es probable VIII-2 Instituto Pacífico que no se justifique tener un directorio en la estructura, pero en el caso de la sociedad anónima dicho órgano es obligatorio. Ahora bien, existe una excepción, justamente en el caso anterior, y es el de la sociedad anónima cerrada. En esta modalidad de sociedad anónima, la Ley permite que se pueda optar por tener o no un directorio. Así lo regula el artículo 247° de la Ley: “Artículo 247°.- Directorio facultativo En el pacto social o en el estatuto de la sociedad se podrá establecer que la sociedad no tiene directorio. Cuando se determine la no existencia del directorio todas las funciones establecidas en esta ley para este órgano societario serán ejercidas por el gerente general”. Salvo este caso correspondiente a la sociedad anónima cerrada, la existencia de un directorio en la estructura de las sociedades anónimas es obligatoria, con lo cual es importante que al constituir la sociedad se elija adecuadamente la modalidad que responde mejor a los intereses de los accionistas, o de lo contrario, se verán forzados a realizar un procedimiento de transformación. Para el funcionamiento del directorio, la Ley también prevé la posibilidad de que se puedan designar directores suplentes o alternos para los casos en que alguno de los directores esté ausente o se produzca su vacancia. La designación de estos directores suplentes y alternos se regula en el artículo 156° de la Ley: “Artículo 156°.- Directores suplentes o alternos El estatuto puede establecer que se elijan directores suplentes fijando el número de estos o bien que se elija para cada director titular uno o más alternos. Salvo que el estatuto disponga de manera diferente, los suplentes o alternos sustituyen al director titular que corresponda, de manera definitiva en caso de vacancia o en forma transitoria en caso de ausencia o impedimento. A solicitud de los accionistas que elijan directores titulares por minoría o por clases de acciones, los suplentes o alternos serán elegidos en igual forma que los titulares”. Ahora bien, la vacancia de los miembros del directorio puede producirse por distintas circunstancias, dando lugar a que se integren al directorio los directores suplentes. Pero dado el caso en que la sociedad no haya designado directores suplentes, la Ley establece que el propio directorio puede elegir a las personas que suplirán en el cargo hasta que culmine el periodo de vigencia del directorio en cuestión. Así, los artículos 157° y 158° establecen lo siguiente: “Artículo 157°.- Vacancia El cargo de director vaca por fallecimiento, renuncia, remoción o por incurrir el director en alguna de las causales de impedimento señaladas por la ley o el estatuto. Si no hubiera directores suplentes y se produjese la vacancia de uno o más directores, el mismo directorio podrá elegir a los reemplazantes para completar su número por el período que aún resta al directorio, salvo disposición diversa del estatuto. Artículo 158°.- Vacancias múltiples En caso de que se produzca vacancia de directores en número tal que no pueda reunirse válidamente el directorio, los directores hábiles asumirán provisionalmente la administración y convocarán de inmediato a las juntas de accionistas que corresponda para que elijan nuevo directorio. De no hacerse esta convocatoria o de haber vacado el cargo de todos los directores, corresponderá al gerente general realizar de inmediato dicha convocatoria. Si las referidas convocatorias no se produjesen dentro de los diez días siguientes, cualquier accionista puede solicitar al juez que la ordene, por el proceso sumarísimo”. Si bien puede parecer complejo el procedimiento para cubrir los supuestos de vacancia en el directorio, estas formalidades se justifican por la naturaleza del cargo; es decir, que la calidad de director presupone un encargo de confianza por parte de los accionistas que los han elegido, de forma tal que el ejercicio del cargo se considera personalísimo, con excepción del supuesto de representación señalado en el artículo 159°: “Artículo 159°.- Cargo personal y representación El cargo de director, sea titular, suplente o alterno, es personal, salvo que el estatuto autorice la representación.” De la mano con este artículo, tenemos al artículo 160° que establece la diferencia entre las calidades de accionistas y de director, no siendo necesario tener la primera para ejercer la segunda, salvo disposición distinta del estatuto. Y además, este artículo 160° dispone que la calidad de director solo puede ser ejercida por personas naturales, a diferencia de lo que ocurre con el cargo de gerente, que como veremos más adelante en detalle, permite que sea ejercido por una persona jurídica. Veamos qué establece el artículo 160°: “Artículo 160°.- Calidad de accionista y persona natural No se requiere ser accionista para ser director, a menos que el estatuto disponga lo contrario. El cargo de director recae solo en personas naturales”. N° 300 Primera Quincena - Abril 2014 Área Derecho Empresarial 5.2.Impedimentos Si bien son los accionistas los que deciden y eligen a las personas que ocuparán el directorio de su sociedad, la Ley establece determinadas causales que originan que una persona no pueda ser designada como director. Claro, cabría preguntarse ¿por qué la Ley establece restricciones para la administración de una sociedad, en la que son los accionistas los que deciden a quien nombran como director, lo que supone que han depositado su confianza en dicha persona, por las razones que consideren convenientes. Si se trata de una empresa pública, resulta claro que existe un interés público también, en que determinadas personas bajo determinadas causales, no puedan ocupar un puesto en el directorio, pero tratándose de sociedades privadas, ¿por qué habrían de existir impedimentos legales? Pues el motivo es que la administración de una sociedad, aun cuando sea de capitales privados, puede afectar no solo a los accionistas de dicha sociedad, en su calidad de inversionistas en el capital, sino también a todo aquel tercero que contrate o realice operaciones con la sociedad, por lo cual, a la Ley le interesa regular determinadas circunstancias que se consideran indeseables para una adecuada administración de la sociedad. De esta manera, el artículo 161° establece los siguientes impedimentos: “Artículo 161°.- Impedimentos No pueden ser directores: 1.Los incapaces; 2.Los quebrados; 3.Los que por razón de su cargo o funciones estén impedidos de ejercer el comercio; 4.Los Funcionarios y Servidores Públicos, que presten servicios en entidades públicas cuyas funciones estuvieran directamente vinculadas al sector económico en el que la sociedad desarrolla su actividad empresarial, salvo que representen la participación del Estado en dichas sociedades. 5.Los que tengan pleito pendiente con la sociedad en calidad de demandantes o estén sujetos a acción social de responsabilidad iniciada por la sociedad y los que estén impedidos por mandato de una medida cautelar dictada por la autoridad judicial o arbitral; y, 6.Los que sean directores, administradores, representantes legales o apoderados de sociedades o socios de sociedades de personas que tuvieran en forma permanente intereses opuestos a los de la sociedad o que personalmente tengan con ella oposición permanente”. Podemos ver que los impedimentos listados por la Ley en su artículo 161° están vinculados a la incapacidad de la persona N° 300 Primera Quincena - Abril 2014 para ejercer el cargo de director, su inhabilitación por la declaración de quiebra, inhabilitación por ley, prohibiciones vinculadas al ejercicio de un cargo público y conflictos con la sociedad. La pregunta que cabe hacerse aquí sería ¿cuáles son los efectos de estos impedimentos? El artículo 162° nos da la respuesta: “Artículo 162°.- Consecuencias del impedimento Los directores que estuvieren incursos en cualquiera de los impedimentos señalados en el artículo anterior no pueden aceptar el cargo y deben renunciar inmediatamente si sobreviniese el impedimento. En caso contrario responden por los daños y perjuicios que sufra la sociedad y serán removidos de inmediato por la junta general, a solicitud de cualquier director o accionista. En tanto se reúna la junta general, el directorio puede suspender al director incurso en el impedimento”. Entonces, se pueden dar dos situaciones. La primera de ellas, en la que una persona inmersa en alguna de las causales, recibe la designación como director, en cuyo caso debe declinar aceptar el cargo. La segunda de ellas, cuando un director en funciones incurre posteriormente en alguna de las causales, supuesto en el cual debe renunciar al cargo. Si no cumpliera con estas reglas, deberá responder por los daños y perjuicios que le cause a la sociedad. 5.3.Vigencia del directorio Siendo que la función del directorio es administrar a la sociedad, debiendo responder por sus decisiones y actos frente a los accionistas, la Ley no desea que esta labor sea indefinida en el tiempo, pues ello puede conducir a excesos y aprovechamientos indebidos del cargo. Así, por esencia, la duración o vigencia de un directorio es limitada, lo que permite que cada cierto tiempo, la junta de accionistas pueda deliberar y decidir el nombramiento de nuevos miembros o la ratificación de aquellos que hubieran desarrollado una buena labor. El artículo 163° de la Ley regula los límites sobre la vigencia del directorio: “Artículo 163°.- Duración del directorio El estatuto señala la duración del directorio por periodos determinados, no mayores de tres años ni menores de uno. Si el estatuto no señala plazo de duración se entiende que es por un año. El directorio se renueva totalmente al término de su periodo, incluyendo a aquellos directores que fueron designados para completar períodos. Los directores pueden ser reelegidos, salvo disposición contraria del estatuto. VIII El período del directorio termina al resolver la junta general sobre los estados financieros de su último ejercicio y elegir al nuevo directorio, pero el directorio continúa en funciones, aunque hubiese concluido su periodo, mientras no se produzca nueva elección”. Es importante resaltar que pese a que el directorio tenga un plazo de vigencia determinado y este haya vencido, sus integrantes deben mantenerse en funciones hasta que la junta general de accionistas decida el nombramiento de los nuevos miembros o la ratificación de los actuales. La finalidad de esta regla es que la sociedad no se quede sin órgano de administración. 5.4.Forma de elección Uno de los aspectos que genera mayor confusión en el tratamiento del directorio, es el mecanismo que se debe emplear para la elección de sus miembros. Como habíamos indicado, al ser un órgano de administración, el directorio debe procurar realizar los actos necesarios para cautelar los intereses de la sociedad y no necesariamente los intereses particulares de uno o un grupo de accionistas. Con la finalidad de garantizar la representación de los accionistas, incluso de los minoritarios, la Ley contempla un mecanismo de elección por voto acumulativo que busca que todos los accionistas, sin importar que su porcentaje de participación sea pequeño, tengan la posibilidad de elegir un miembro en el directorio, aunque no siempre se obtiene ese resultado. Veamos cómo funciona este mecanismo de voto acumulativo: “Artículo 164°.- Elección por voto acumulativo Las sociedades están obligadas a constituir su directorio con representación de la minoría. A ese efecto, cada acción da derecho a tantos votos como directores deban elegirse y cada votante puede acumular sus votos a favor de una sola persona o distribuirlos entre varias. Serán proclamados directores quienes obtengan el mayor número de votos, siguiendo el orden de estos. Si dos o más personas obtienen igual número de votos y no pueden todas formar parte del directorio por no permitirlo el número de directores fijado en el estatuto, se decide por sorteo cuál o cuáles de ellas deben ser los directores. Cuando existan diversas clases de acciones con derecho a elegir un número determinado de directores se efectúan votaciones separadas en juntas especiales de los accionistas que representen a cada una de esas clases de acciones pero cada votación se hará con el sistema de participación de la minoría. Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial Salvo que los directores titulares hubiesen sido elegidos conjuntamente con sus respectivos suplentes o alternos, en los casos señalados en el párrafo final del artículo 157°, se requiere el mismo procedimiento antes indicado para la elección de estos. El estatuto puede establecer un sistema distinto de elección, siempre que la representación de la minoría no resulte inferior. No es aplicable lo dispuesto en el presente artículo cuando los directores son elegidos por unanimidad”. De esta manera, basta con que un accionista tenga al menos una acción para tener derecho a tantos votos como miembros en el directorio se deban elegir, de forma tal que podría acumular todos esos votos a favor de un solo candidato, teniendo mejores posibilidades de definir su elección. Como lo indica el último párrafo del artículo 164°, este mecanismo por voto acumulativo no es obligatorio cuando el acuerdo de elección de los miembros se adopta por unanimidad. Una vez efectuada la elección de los miembros del directorio, ellos elegirán al presidente en su primera sesión, salvo que el estatuto disponga una regla distinta. 5.5.Sobre el pago de dietas Los directores reciben una retribución bajo la forma del pago de dietas, cuya determinación debe figurar en el estatuto o por acuerdo de la junta general de accionistas. No es correcto que el directorio fije su propia retribución. Adicionalmente al pago de las dietas, el estatuto puede reconocer a los directores un derecho de participación en las utilidades. 5.6.Acuerdos Cumpliendo las formalidades de convocatoria y quórum previstos en los artículos 167° y 168° de la Ley, el directorio se reúne para adoptar los acuerdos sobre los asuntos de su competencia. Estos acuerdos se toman considerando un voto por cada director, teniendo el presidente de la sesión un voto dirimente en caso de empate. 5.7.Responsabilidad Por el ejercicio de su función, los directores están sujetos a acciones de responsabilidad en caso generen daños o perjuicios a la sociedad, los accionistas y terceros, en la medida que sus decisiones hayan sido tomadas en contra de los dispuestos por la ley, el estatuto o en forma dolosa o negligente. 6. La gerencia Por último, la estructura de las sociedades anónimas contemplan por debajo del directorio a la gerencia, que puede ser ocupada por uno o varios gerentes. En este último caso, uno de ellos tendrá la calidad de gerente general. 6.1.Designación Por regla general, los gerentes son designados por acuerdo del directorio, a menos que el estatuto le asigne esa facultad a la junta general de accionistas. Es posible también que se designe como gerente a una persona jurídica, conforme al artículo 193° de la Ley, en cuyo caso, dicha persona jurídica deberá determinar a una persona natural para que ejerza los actos. 6.2.Vigencia A diferencia del directorio, el cargo de gerente es un cargo que por su naturaleza se ejerce a plazo indefinido. En la medida que es un cargo ejecutivo y que tiene por función ejecutar los acuerdos de la junta general de accionistas y del directorio, así como manejar el funcionamiento ordinario de la sociedad, se requiere que su ejercicio se haga en forma indefinida, salvo que el estatuto señale un plazo definido o que así lo establezca el acuerdo de nombramiento. Al igual que los directores, los gerentes también pueden ser removidos en cualquier momento y sin necesidad de causal alguna, por acuerdo del directorio o de la junta general de accionistas, según corresponda. 6.3. Competencia Sin perjuicio de aquellas funciones que el estatuto le asigne, la Ley dispone que el gerente general es competente para realizar los siguientes actos: a. Celebrar y ejecutar los actos y contratos ordinarios correspondientes al objeto social; b. Representar a la sociedad, con las facultades generales y especiales previstas en el Código Procesal Civil y las facultades previstas en la Ley de Arbitraje (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS. c. Asistir, con voz pero sin voto, a las sesiones del directorio, salvo que éste acuerde sesionar de manera reservada; d. Asistir, con voz pero sin voto, a las sesiones de la junta general, salvo que esta decida en contrario; e. Expedir constancias y certificaciones respecto del contenido de los libros y registros de la sociedad; y, f. Actuar como secretario de las juntas de accionistas y del directorio. 6.4.Responsabilidad Los gerentes se encuentran sujetos a los mismos niveles de responsabilidad que los miembros del directorio. 7.Conclusiones Luego de haber revisado las principales disposiciones sobre el funcionamiento de los órganos internos de las sociedades anónimas, podemos apreciar que existe una gran cantidad de formalidades y procedimientos que se debe cumplir. Pero estas formalidades y procedimientos tienen su razón de ser en la protección de los intereses no solo de los accionistas, sino de la propia sociedad y de los terceros que interactúan con ella. Por ello es importante que estas formalidades se cumplan para garantizar la validez de los actos que realiza la sociedad y salvar la responsabilidad de quienes toman las decisiones. Glosario Empresarial 1. ¿Los vehículos se pueden hipotecar? No, es necesario diferenciar entre las distintas clases de garantías que existen. La hipoteca es una garantía que se constituye sobre un bien inmueble. En el caso de los bienes muebles, como un vehículo, lo que se constituye es una garantía mobiliaria. Si bien ambas figuras tienen la misma finalidad, que es la de respaldar el cumplimiento de una obligación, cada una tiene sus características y formalidades. VIII-4 Instituto Pacífico 2. ¿El usufructuario puede vender o dar en garantía el bien usufructuado? No, el derecho de usufructo le permite al usufructuario usar el bien y aprovechar los frutos que pueda generar. Pero este derecho no incluye las facultades de disposición del bien, como son las de venderlo o darlo en garantía. N° 300 Primera Quincena - Abril 2014