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Guía de cuidados
infantiles saludables
Guía de cuidados infantiles
saludables
coidatecoidame.sergas.es
Xunta de Galicia
Consellería de Sanidade
Santiago de Compostela, 2016
Edita
Xunta de Galicia Consellería de Sanidade
Dirección Xeral de Saúde Pública
2016
© Ilustraciones y diseño gráfico: uqui.net
© Fotografía: Uqui Permui (p. 6, 25, 39, 49)
Xoan Piñón (p. 13) / Javier F. Pérez de Lis (p. 34)
D.L.: C 334-2016
Índice
Presentación
Aprender sobre cuidados infantiles saludables6
Asegurar una alimentación infantil saludable10
Primera etapa: de lactancia exclusiva
Segunda etapa: de introducción progresiva
de alimentos complementarios
Tercera etapa: de adulto con modificaciones
El desayuno en la edad escolar
Proporcionar cuidados básicos
seguros y saludables30
Proporcionar un aseo saludable
Proporcionar un sueño y una habitación saludables
Proporcionar vestido y calzado saludables
Proporcionar juguetes saludables
El chupete
Vigilar el desarrollo psicomotor
39
Promocionar la práctica de ejercicio físico
41
Conocer y aplicar medidas de seguridad
para controlar los riesgos de accidente infantil42
La cocina
El cuarto de baño
El resto del hogar
Fuera del hogar
Prevenir y atender enfermedades
y lesiones por accidente50
Acudir a las citas del programa de control
médico del crecimiento para niños y niñas sanos.
Cumplir el calendario de vacunación
recomendado
Prevenir la caries dental
Medir y bajar la fiebre
Atender a golpes y heridas
Atender quemaduras
Atender posibles intoxicaciones
Atender una asfixia
Atender una electrocución
Presentación
Estimada madre, estimado padre:
En primer lugar, quiero hacerles llegar mi más sincera felicitación por
el nuevo nacimiento, junto con el deseo del más saludable y próspero
futuro para su hijo o hija.
Aprender sobre los aspectos más importantes para promover y proteger la salud de los hijos, y poner en práctica a diario sencillas medidas,
es el mejor y más rentable modo de ayudarles.
Sumándonos a la labor cotidiana de los profesionales de la salud
dedicados a los más pequeños de nuestra comunidad, les presento
esta guía para proporcionar cuidados infantiles saludables, donde
podrán encontrar información útil para resolver mil preguntas sobre la
lactancia y la alimentación infantil, el desarrollo psicomotor, el aseo
y otros hábitos saludables, o la prevención y la atención de lesiones
por accidente o por enfermedades.
Pretendemos ser una pequeña ayuda en la trascendente y apasionante condición de madre o padre, que, además de dedicación, exige
también ciertas destrezas y saberes para poder proporcionar a las
hijas e hijos aquellos cuidados, de todo tipo, que mejor garanticen
su desarrollo saludable en los primeros años de vida.
El nacimiento de un hijo
supone siempre, y sobre todo
cuando es la primera vez, una
situación distinta, gozosa y
llena de expectativas, pero
también de preocupaciones,
de inquietudes y de dudas.
6
Cóidate Cóidame
Ser padres es una opción que debe ser libre
para resultar gratificante, y que va a exigirnos
responsabilidad y dedicación.
Aprender sobre cuidados
infantiles saludables
No se nace sabiendo ser madre y padre, se aprende a serlo a la vez
que crecen y maduran los hijos. Cuidarlos saludablemente es una
tarea comprometida que debe significar, en la medida de lo posible,
una clara disponibilidad para:
n Dedicar tiempo a prestar los cuidados infantiles que cubran las
necesidades básicas de seguridad, alimentación, sueño, abrigo,
estimulación...
n Aceptarlos en todo momento tal como son, con sus virtudes,
limitaciones o defectos.
n Cuidar o mejorar las relaciones de pareja para poder dialogar y
ponerse de acuerdo en el modo en que se va a cuidar y a educar
al nuevo miembro de la familia.
n Darles ejemplo vivo de comportamientos adecuados y saludables, fomentando la práctica cotidiana de algunos hábitos que
proporcionan y protegen la salud física y mental.
n Ayudarles a convertirse, con el tiempo, en personas autónomas, solidarias y capaces.
n Aprender a vivir sin la presencia y compañía de los hijos cuando
ya tengan vida independiente.
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Guía de cuidados infantiles
Inmediatamente después del nacimiento, los servicios pediátricos
llevaron a cabo una revisión a fondo para conocer el estado general
de salud del niño y detectar posibles malformaciones o enfermedades de nacimiento.
En el hospital todo es más o menos fácil ayudados por los profesionales, pero al llegar a casa es cuando comienzan a surgir las dudas
y pequeñas dificultades cotidianas. ¡Ánimo! En este libro vamos a
repasar los aspectos clave de la crianza saludable de los hijos e hijas
en los primeros años de su vida.
Para poder detectar posibles enfermedades metabólicas o de las glándulas endocrinas, debe hacerse un análisis de sangre
y de orina. Estos análisis pueden realizarse
antes del alta hospitalaria, sobre las 48 horas de vida de su bebé. En caso de que no
se tomen las muestras en el hospital o en la
maternidad, debe acudir a su centro de salud lo antes posible. Se trata, en caso de que
hubiese algún problema, de detectarlo y tratarlo rápidamente para evitar las posibles
severas secuelas de estas enfermedades.
n
El recién nacido va a requerir cuidados
constantes y delicados, pero no excesivamente complejos. Su desarrollo saludable y
feliz en las primeras semanas lo conseguiremos fácilmente con una buena alimentación e higiene y con las horas de sueño
adecuadas.
Instrucciones de uso de la lanceta
para realizar un análisis de sangre.
n Desde el primer día y en los primeros me-
Por motivos de seguridad, la lanceta
es de un solo uso. Una vez utilizada, la
aguja retráese, ya no es visible y no es
posible volver a utilizarla.
n
ses, la relación del bebé con el medio que
lo rodea va a ser muy instintiva, actuando
motivado por sensaciones de hambre, frío,
8
Cóidate Cóidame
1. Destapar la aguja girando la punta
superior amarilla en el sentido de las
agujas del reloj.
2. Para picar, apoyar la punta sobre el
talón y hacer presión en la base de la
lanceta.
calor, ruido... a las que responde con el llanto, o, por el contrario, cuando lo alimentemos, lo acariciemos o lo aseemos, con
gestos de cara y boca parecidos a una sonrisa que demuestran
su bienestar.
La alimentación y el aseo, aunque son imprescindibles, no completan
por sí solos la crianza saludable de los hijos. El modo de hacer y las
actitudes que se mantengan van a influir decisivamente en la calidad
de su desarrollo actual y futuro.
Cualquier momento de la vida diaria (el baño, la comida, el
cambio de pañales, etc.) se puede aprovechar para comunicarse
con los niños y niñas, estableciendo con ellos una relación fluida
y placentera. Hablarles, jugar con ellos, escucharlos y acariciarlos ayuda a que crezcan saludablemente.
n
Deben ponerse a su alcance estímulos que les ayuden a desarrollarse, dejando que exploren y conozcan el mundo en que van a
vivir, desde la seguridad que les da saberse queridos y protegidos.
n
Más adelante, en la etapa escolar, seguirá siendo así, y padres y
educadores deben colaborar en el desarrollo seguro y saludable de
los niños y niñas de este país, hasta el máximo de sus posibilidades.
n
No hay que dudar en recurrir a los profesionales sanitarios,
tanto para chequear que todo «marcha bien», cuando se aplica
un programa de control médico del crecimiento del niño sano,
como cuando aparezcan señales de enfermedad o lesiones por
accidente. Deben aprovecharse las visitas médicas para preguntar y aprender sobre el modo de proporcionar cuidados infantiles
saludables.
n
Pediatras, profesionales de la enfermería, de la psicología y de la
pedagogía, cada uno en su campo, suponen una ayuda segura y accesible cuando se presenten dudas y problemas de cualquier tipo y no
se tenga la seguridad de estar resolviéndolos correctamente. Es conveniente solicitar su ayuda profesional cuando se considere oportuno.
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Guía de cuidados infantiles
Asegurar una alimentación
infantil saludable
Una adecuada alimentación en la primera infancia influye decisivamente en el crecimiento y desarrollo tanto físico como mental, y
disminuye enormemente el riesgo de infecciones.
Por el contrario, una alimentación infantil inadecuada, en calidad
o cantidad, condicionará la aparición de enfermedades por defecto
de nutrientes –desnutrición– o por exceso de ellos –obesidad– que
pueden repercutir negativamente tanto en la salud actual como en
la de adulto.
Los buenos o malos hábitos alimentarios se adquieren ya en la primera infancia y, de que los hijos establezcan los más saludables, son
responsables los padres.
En estas edades, una alimentación adecuada, además de satisfacer las necesidades de un crecimiento acelerado, debe favorecer la
adaptación progresiva a los distintos tipos de alimentos, texturas y
sabores. Los momentos de comer deben favorecer las relaciones con
los miembros de la familia y con el ambiente para ir practicando y
estableciendo, progresivamente, hábitos alimentarios saludables.
La cartilla de salud infantil incluye gráficas de peso y tamaño, diferenciadas para niños y niñas, que permiten valorar la buena marcha
de un crecimiento corporal adecuado en cada edad.
Se estima que el bebé, a los diez días, recupera el mismo peso que
tenía cuando nació, duplicado a los cuatro meses y triplicado a los
diez meses, engordando a un ritmo de 200 a 250 gramos cada semana
durante los tres primeros meses, y de 150 a 175 gramos del tercero
al sexto mes.
10
Cóidate Cóidame
En los dos primeros años se pueden diferenciar tres
etapas alimentarias consecutivas:
1ª etapa: de lactancia
exclusiva.
Desde el nacimiento
hasta los cuatro o seis
meses de edad.
2ª etapa: de introducción
progresiva de alimentos
complementarios.
Desde los cuatro o seis
meses hasta el año
de edad.
3ª etapa: de adulto
modificada.
Desde el año a los tres
años de edad.
El bebé toma, exclusivamente, leche
de la madre –lactancia natural– o leche
artificial –lactancia con biberón–, sólo
justificado en los escasísimos casos en
que el amamantamiento materno no es
posible o está contraindicado por razones
médicas objetivas.
Sin abandonar la lecha materna o la
lecha adaptada de biberón, que seguirá
siendo en esta etapa la base principal
de la ración alimentaria diaria del bebé,
se irán añadiendo, paulatinamente y con
un cierto orden, los diversos tipos de
alimentos sólidos complementarios.
En esta etapa, la leche materna todavía
puede proporcionar hasta una tercera parte de la energía y proteínas que
necesita un niño durante el segundo año.
La recomendación actual de Unicef es
seguir dando el pecho hasta los dos años o
más. Por lo demás, deben haberse introducido ya todos los alimentos y estar, por lo
tanto, incorporado a la mesa familiar. La
alimentación diferirá de la del preescolar
fundamentalmente en las texturas y en
las preparaciones culinarias.
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Guía de cuidados infantiles
1ª etapa: de lactancia exclusiva
Desde el nacimiento hasta
los cuatro o seis meses de edad
Lactación natural con leche materna
Todos los organismos internacionales científicos, civiles e institucionales, señalan unánimemente que la leche de la mujer es el alimento
de elección y exclusivo para los lactantes durante los primeros seis
meses de vida, y debe continuarse con él mientras se va introduciendo
la alimentación complementaria hasta los doce meses, por lo menos.
La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecerle a un hijo recién nacido. Ningún preparado comercial es capaz de
reproducir totalmente sus propiedades y beneficios. Se trata de un
alimento vivo que cambia a lo largo de la vida del lactante e, incluso,
dentro de una misma toma.
Al amamantar, el estrecho contacto físico refuerza el vínculo afectivo
y los beneficia emocionalmente a ambos.
La leche materna proporciona todas las sustancias nutritivas
que el bebé necesita en cada momento, pues su composición
cambia para adaptarse a dichas necesidades. Así, la leche inicial,
llamada calostro, es muy rica en proteínas esenciales para el
crecimiento, y tiene un efecto laxante que favorece la expulsión
del meconio: esas heces de color verde oscuro tirando a negras
de las primeras deposiciones del bebé recién nacido.
n
n La leche materna es un alimento siempre disponible, a la tempe-
ratura ideal, libre de contaminación y de muy fácil digestión para
el bebé. No produce alergias y contiene sustancias producidas
por la madre que defienden al bebé de las infecciones, ya que su
propio sistema inmunológico no está aún completamente desarrollado. Esto es algo que ningún preparado comercial consigue.
12
Cóidate Cóidame
n Además, tiene otras ventajas para la madre: la lactancia materna
acelera el retorno del útero a su tamaño normal y reduce la hemorragia posparto, así como el riesgo de cáncer de mama y de ovario.
n Por supuesto, es más cómodo y barato que preparar biberones
y, con algo de voluntad, perfectamente compatible con una vida
activa.
Por todas estas razones, se recomienda la alimentación exclusiva
al pecho durante los primeros seis meses de la vida, y continuar
el amamantamiento, junto con las comidas complementarias
adecuadas, hasta los dos años o más.
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Guía de cuidados infantiles
Técnica del amamantamiento materno
1. Poner al bebé al pecho en cuanto nazca
Es importante estimular el contacto piel a piel en estos primeros
momentos, ofreciéndole el pecho aunque el bebé no muestre mucho
interés por mamar.
2. Dar de mamar día y noche, cada vez que el bebé lo pida y hasta
que quede satisfecho
El principal estímulo para producir leche materna es la succión del
bebé. Cuanto más mama, más y mejor se vacía. Lo ideal es que dure
hasta que el bebé lo suelte plácidamente.
3. Colocar todo el pezón lo más adentro posible de la boca del bebé
Facilita la succión y ayuda a mantener los pechos en buen estado.
Comprobar siempre al comienzo de la toma y atraer suavemente el
bebé hacia el pecho.
4. Dar de mamar en una posición y lugar adecuados
n Colócate en una postura cómoda, apoyando la espalda y los bra-
zos. Si es posible, que te pasen el bebé cuando estés bien situada.
n Su boca y su nariz tienen que estar frente a tu pezón, sin tener
que girar la cabeza, con su cuerpo en línea recta contra el tuyo,
dándole apoyo por la espalda y las nalgas.
n Ajusta tu pecho para que toque el mentón y la nariz de tu bebé,
sin oprimirlos, y comprueba que abre la boca ampliamente y
coge mucho pezón.
5. ¡Disfrútalo!
Si sientes dolor, separa al bebé suavemente e interrumpe la succión
para no lastimar el pezón; introduce tu dedo meñique en su boca para
14
Cóidate Cóidame
que suelte el pezón suavemente. Inténtalo de nuevo. En las primeras
semanas, se puede necesitar repetir con frecuencia estos pasos, pero
tú y tu bebé encontraréis el mejor modo y la postura óptima con un
poco de práctica. Si hay alguna dificultad, consulta con el personal
sanitario para que observe la técnica empleada y corrija lo que sea
necesario.
Escuchar y sentir que el bebé traga y no se le hunden las mejillas
son formas sencillas de comprobar que el bebé mama satisfecho.
Espabílalo algo en los momentos de relajación que siguen a los períodos de succión vigorosa, hablándole y presionando con un dedo
suavemente su mejilla.
6. Durante los primeros seis meses sólo debe tomar leche materna
Ni agua ni otros líquidos, el bebé no necesita más líquido que el que
obtiene de la leche de su madre. Antes de introducir los alimentos
complementarios, se debe consultar con el pediatra.
7. No ofrecerle chupete ni biberón, sobre todo al principio
Es importante, porque una tetina no la chupa del mismo modo, y
puede interferir en el aprendizaje de coger eficazmente el pezón.
8. Otras recomendaciones que hay que tener en cuenta
Mantén una dieta saludable, equilibrada y rica en calcio y nutrientes (productos lácteos, pescado y vegetales variados). No hace
falta incrementar las cantidades de comida.
n
n No es necesario lavar el pecho después de cada toma. Basta
con la ducha diaria.
n Bebe bastante agua y otros líquidos. Limita la cafeína y el alco-
hol, ya que pueden pasar a la leche y no aumentan la producción
de leche, como se cree.
15
Guía de cuidados infantiles
n
No fumes. Éste es un momento buenísimo para dejarlo.
Prácticamente cualquier mujer es capaz de amamantar a su
hijo sólo con su leche. Las diferencias de tamaño del pecho
suelen deberse a la cantidad de grasa que contienen y no a la
cantidad de leche que producen.
n
n
No tomes medicamentos sin control médico.
n Haz ejercicio físico diario y, en los primeros meses, los propios
del posparto.
Recuerda que la lactancia no es un método anticonceptivo.
Durante la lactancia es posible tomar anticonceptivos hormonales —píldora—, aunque en algunas mujeres puede afectar a
la producción de leche. Consúltalo con tu médico.
n
16
Cóidate Cóidame
Algunos problemas que se pueden presentar y que habitualmente tienen fácil
solución
n Las
llamadas «grietas del pezón» o el
«pezón inflamado» se deben normalmente
a una mala posición del bebé en el pecho,
por lo que es necesario revisar y corregir
la técnica y la posición del bebé cuando
mama y, si es preciso, buscar la ayuda de
los profesionales sanitarios.
Otra solución sería extraer la leche del
pecho, dejando descansar el pezón durante uno o dos días, pero este procedimiento
hace que disminuya la producción de leche
y las «grietas» suelen volver a presentarse.
n
Los «bultos» algo dolorosos que pueden
surgir en la mama suelen deberse a la retención de la leche. La mayoría de las veces se deben a errores en la
técnica de dar el pecho, como intentar regular la frecuencia y la duración de las tomas, o pretender que el niño mame de los dos pechos
en cada una de las tomas, sin llegar a vaciar por lo menos uno de ellos
de cada vez.
n
n En los casos en que la obstrucción progresa hasta producir inflamación, puede ser necesario extraer la leche después de las tomas
hasta que ésta vaya disminuyendo.
Nos casos en que a obstrución progresa ata producir inflamación,
pode ser necesario extraer o leite despois das tomas ata que esta
vaia diminuíndo.
n
n Los bultos duros y muy dolorosos acompañados de fiebre precisan
tratamiento médico, pero no se tiene que cortar la lactancia. En este
caso, se debe consultar con los servicios médicos.
17
Guía de cuidados infantiles
Lactancia artificial
con productos de fórmula adaptada
a la leche materna en biberón
Una madre sana, física y emotivamente, no debe tener dificultades
para llevar a cabo la lactancia materna, pero se pueden dar situaciones que obliguen a una lactancia mixta (combinando pecho y biberón),
o a una lactancia totalmente artificial sólo con biberón.
En la lactancia mixta el bebé se beneficia de las ventajas de la leche
materna, aunque la reciba en pequeñas cantidades. Cuando la lactancia materna no es posible, la madre no debe sentirse culpable ni
vivir con ansiedad esta situación.
La composición habitual de las leches maternas y las necesidades de
los bebés en cada momento son la base para establecer la fórmula
de los componentes de la leche artificial infantil.
Se distingue entre fórmulas de inicio para los cuatro o seis primeros
meses y fórmulas de continuación para después de los seis meses,
con cantidades y nutrientes adaptados a las distintas necesidades.
La leche de vaca, hoy en día, no se considera un alimento adecuado
durante el primer año de vida.
Este tipo de lactancia sólo es más laboriosa, nos cuesta algún dinero
y puede resultar problemática si no se realiza correctamente.
n La lactancia con biberón puede iniciarse en las primeras horas,
a intervalos de tres o cuatro horas, según el apetito del bebé.
Orientativamente, el número de tomas será de siete u ocho para
el recién nacido, seis para el segundo y tercer meses, y cinco
para el cuarto.
n La cantidad total de la ración alimentaria puede sufrir variacio-
nes individuales en función del peso y del apetito de cada bebé,
así como de la tolerancia que tenga al alimento. Se debe consultar siempre con el pediatra si no gana peso, vomita o tiene diarrea.
18
Cóidate Cóidame
Para que la lactancia con biberón sea eficaz, se hace imprescindible
que cuidemos los siguientes aspectos:
n
Lavarse las manos antes de preparar el biberón.
n En Galicia, en las condiciones sanitarias actuales, el agua del
grifo tiene la suficiente garantía sanitaria y no precisa manipulación alguna. No ocurre lo mismo con las aguas de pozo o manantial; en estos casos, es necesario hervir el agua dos minutos
y dejarla enfriar sin manipularla.
n Emplear leche de fórmula infantil: ésta es la única leche que
cubre adecuadamente las necesidades del bebé, independientemente de la marca comercial.
No es necesario hervir en agua biberones y tetinas; es suficiente un buen lavado con agua, jabón y cepillo inmediatamente
después de cada utilización.
n
n Reconstruir adecuadamente la mezcla según las instrucciones
del fabricante; por lo general, una medida rasa de polvo de leche
(5 gramos) por cada 30 mililitros de agua. A más agua, más cacitos rasos, siempre en la misma proporción. Utilizar el dosificador
que viene con el bote. Agitar para que se disuelva bien.
No le hace ningún bien al bebé no rasar bien los cacitos o,
al final, añadirle un poco más de propina. Sólo conseguiremos
hacerlo obeso.
n
Lo ideal es calentar el biberón al «baño maría» en un poco
de agua. En el horno microondas no se reparte tan bien la temperatura y el vidrio está más frío que el líquido del biberón. Es
necesario agitar la leche para que no nos engañe.
n
Comprobar siempre la temperatura de la leche preparada,
vertiendo algunas gotas en el dorso de la mano o poniendo el
biberón en la mejilla.
n
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Guía de cuidados infantiles
Después de la toma,
ayúdale a expulsar el
aire tragado.
Apoyarlo sobre un
hombro en posición
vertical suele ser
suficiente.
Coger al bebé bien sentados y cómodos como para darle de
mamar, y apretarlo suavemente, mirándole a la cara mientras
come. El contacto afectivo, tan importante, no tiene por qué ser
distinto que en el amamantamiento materno.
n
La leche debe salir gota a gota de la tetina. Revisémosla y
cambiémosla periódicamente para que siempre tenga el agujero
adecuado. La tetina, mientras el bebé mama, debe estar llena de
leche para impedir que trague mucho aire.
n
n Después de la toma, debemos ayudarle a expulsar el aire tragado; apoyarlo sobre un hombro en posición vertical suele ser
suficiente.
n Cuando el biberón queda a medias, no se guardará para la toma
siguiente, pues las bacterias crecen con mucha facilidad en la
leche preparada. Tirar la que sobre.
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Cóidate Cóidame
2ª etapa: de introducción progresiva
de alimentos complementarios
Desde los cuatro o seis meses hasta el año de edad
En esta etapa, debemos acostumbrar al bebé a los nuevos sabores,
comenzando por los cereales, las frutas, las verduras y las carnes,
e instaurar el hábito de usar la taza y la cuchara, abandonando totalmente el biberón. Es, por tanto, una etapa crítica para los futuros
comportamientos y hábitos alimentarios.
La leche sigue siendo el alimento básico (por lo menos medio litro al
día), pero vamos a ir introduciendo progresivamente otros alimentos.
Se aconseja seguir con leche de fórmula de continuación hasta los
12 meses, en la medida en que esto sea posible económicamente; si
no, consultaremos con el pediatra.
Lo ideal es que pase una semana para introducir cada nuevo alimento,
teniendo así tiempo de comprobar su tolerancia o, por el contrario, la
aparición de alergias o intolerancias, dándole además tiempo al bebé
para acostumbrarse al sabor de cada nuevo alimento.
De 4 a 6 meses
n Empezar por los cereales sin gluten, y/o la fruta,
según consejo del pediatra. Las primeras tomas
pueden ser de una o dos cucharadas pequeñas por
cada cien mililitros de leche materna, o de fórmula
de continuación. En los siguientes días, se puede
ir aumentando poco a poco la cantidad de cereal,
hasta llegar a entre cinco y siete cucharadas por
cada cien mililitros de leche.
n El gluten (trigo, cebada, centeno) no se debe introducir ni antes de los cuatro meses ni después de
los siete, siendo recomendable que la introducción
coincida todavía con la lactación materna.
21
Guía de cuidados infantiles
Las harinas de cereales lacteados, que ya llevan leche mezclada, se preparan con agua y no con leche.
n
n Las papillas sustituirán una de las tomas de biberón. En cuanto el bebé ya pueda hacerlo, tomará las
papillas en una taza con cuchara.
n Después de los cinco meses y medio, tras introducir los cereales y comprobar su tolerancia, se
introducirán las diversas frutas de una en una para
seguir observando la tolerancia, comenzando por el
zumo de naranja o de mandarina, que se dará con
cuchara o por el vaso.
Salvo la manzana y el plátano, la fruta es laxante. La fresa y el melocotón se retrasarán hasta los
nueve meses.
n
n Procuraremos darle fruta madura, fresca, pelada
y variada. No debemos añadir azúcar, miel, galletas
o leche condensada a los purés de frutas.
n Los purés de frutas son una buena merienda que
aporta abundantes vitaminas y minerales. Si no
toma mucho, nada raro al principio, se puede completar con una toma de pecho o de biberón de leche
con cereales.
Preparación
de un puré de fruta
Una naranja
Una manzana
Medio plátano
Harina de cereales
para espesar al gusto
Triturarlo todo y dárselo
con cuchara
22
Cóidate Cóidame
De 6 a 8 meses
n Entre los 6 y 8 meses, después de introducidos ya
los cereales y la fruta, añadiremos las verduras y, a
continuación, las carnes de pollo, cordero o ternera
para sustituir otra de las tomas de leche.
De 8 a 9 meses
n Hacia los 8 o 9 meses, las papillas serán espesas,
de ocho o nueve cucharadas pequeñas por cada cien
mililitros de leche.
n Algunos alimentos, como las espinacas, las coles
o la remolacha, pueden ocasionar problemas en
lactantes pequeños. Consulta con el pediatra antes
de introducirlos en la dieta.
Preparación de un puré
de carne y verdura
100 gramos de carne
(ternera o pollo)
100 gramos de patata
Una zanahoria
Un trozo de puerro
Poner la carne a cocer en agua suficiente;
cuando hierva, añadir la verdura y, cuando
todo esté bien cocido, retirarlo del fuego y
triturarlo.
Con esta alimentación,
y aumentando progresivamente
sus cantidades, según las
preferencias de los niños y niñas,
se llega hasta los 9 o 10 meses.
Añadirle una cucharada pequeña de aceite
de oliva.
23
Guía de cuidados infantiles
A los 10 meses
En este momento introduciremos los alimentos que,
supuestamente, pudiesen producir más alergias o
intolerancias:
n Los pescados: comenzar sobre los 10 meses con
los pescados blancos, ya que tienen menos grasa.
El pescado congelado tiene el mismo poder nutritivo
que el fresco.
n Los huevos: se los daremos cocidos y comenzando por la yema sola. Después de unos días, si los
tolera bien, pasamos a dárselos enteros. No hay que
abusar de ellos; sólo debe tomarlos algunos días de
la semana.
n La carne de cerdo debe ser la última en introducirse, ya que tiene más grasa y es menos digerible.
A los 12 meses
n Las legumbres se añadirán poco a poco alrededor
del año de edad.
Las nabizas, la
col, las espinacas
y la remolacha
no se introducen
hasta los 10 o 12
meses.
n
No se le debe dar leche de vaca entera antes del
año de edad. Se le puede dar yogur desde los 8 o 9
meses.
n Durante toda esta segunda etapa de la alimentación, en ningún momento añadiremos sal o azúcar a
las comidas porque no son necesarios.
n Los potitos industriales, constantes en su composición y de cuidada elaboración, pueden ser un buen
recurso en determinados momentos en que no podemos elaborar nosotros mismos la comida. También
pueden ayudar a introducir mayor diversidad en la
dieta, pero no es preciso utilizarlos a diario.
n No olvidemos ofrecerle agua entre las comidas,
especialmente en tiempo caluroso.
n Se le darán las dosis de vitaminas y de flúor que
se le recetaron.
24
Cóidate Cóidame
Preguntar al pediatra
todas las dudas que
surjan acerca de la
alimentación de los
pequeños.
Esquema de introducción de alimentos
durante el primer año de vida
meses
1 23 4 5678 91011
12
Leche materna
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
Leche de inicio
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
Pescado (blanco)
+
+
+
Huevo (yema y luego todo)
+
+
+
Leche de continuación
Cereales sin gluten
+
Cereales con gluten
Fruta
Carne y verduras
+
*
(*) sólo yema
25
Guía de cuidados infantiles
Aunque van pasando a la historia costumbres
como las de dar a los niños sopas con vino,
cerveza con gaseosa, etc., conviene recordar
que el alcohol no es saludable para los niños,
ni en cantidades mínimas.
3ª etapa:
de adulto con modificaciones
Desde el año a los
dos años de edad
Esta etapa va del año a los tres años de edad. Las cantidades de comida dependerán del gasto de energía y del peso, pero su régimen de
comidas tiene que ser variado, sencillo y natural, adaptándose progresivamente a la comida diaria del resto de la familia, con algunas modificaciones en cuanto a su presentación: partir muy menudos todos
los alimentos sólidos y evitar añadirles salsas fuertes, especias o sal.
Es importante recordar que el biberón debe estar ya completamente abandonado y el niño o niña comerá en plato y taza con
cuchara y tenedor.
n
La leche y sus derivados (yogur, queso) siguen teniendo un
papel primordial en la dieta, y debe tomarse por lo menos el
equivalente a medio litro al día.
n
El acto y el momento de la comida han de ser gratificantes para todos.
Una actitud ansiosa o excesivamente preocupada por lo que come o
no come provoca con mucha frecuencia situaciones de chantaje de
los padres por parte del pequeño para mantener su atención, falsas
inapetencias, alteraciones de los horarios y conflictos por las comidas.
26
Cóidate Cóidame
Durante esta fase, algunos alimentos
deben ser vigilados o evitados:
n Todos
aquellos que puedan provocar atragantamientos, como nueces,
castañas, avellanas, piñones u otros
frutos secos, frutas con hueso, pipas
de girasol o copos de maíz, zanahoria
cruda, pescado con espinas, carne dura
y golosinas duras y pequeñas.
La sal y aquellos alimentos ya salados aumentan el riesgo en el futuro de
padecer hipertensión arterial.
n
n Todos los alimentos con gran cantidad de edulcorantes (golosi-
nas en general) disminuyen el apetito porque sacian y aumentan
el deseo por las cosas dulces, favoreciendo extraordinariamente
la aparición de la caries dental.
Los alimentos difíciles de digerir, como el jamón curado, los
embutidos, las salsas fuertes y comidas preparadas con muchas
especias. En general, las frituras y todos aquellos alimentos muy
ricos en grasas.
n
n Una excesiva cantidad de fibra vegetal, que contienen sobre
todo verduras y legumbres, produce mucho gas en su digestión,
con las consiguientes molestias, y disminuye la absorción de
otros nutrientes.
n Una actitud equilibrada y tranquila por nuestra parte, paciente
pero firme, sin ceder ante lloros y mimos, es imprescindible para
evitarlo.
n A pesar de que haga algunos estropicios, dejémoslo comer solo,
manejando taza o plato, vaso y cuchara; es muy importante para
su desarrollo psíquico y motriz.
27
Guía de cuidados infantiles
El desayuno en la edad escolar
Desde que comienzan a ir a la escuela infantil, no concentremos su
alimentación en la comida del mediodía, y mucho menos en la cena,
y pensemos que un buen desayuno que les «cargue las pilas» es fundamental; en la escuela necesitarán energía durante toda la mañana
y no debemos confiar en la bollería o golosinas tomadas en el recreo.
28
Cóidate Cóidame
Lo mejor es un desayuno variado:
leche, queso o yogur...
pan integral, frutas y zumos.
n El desayuno debe contar con tres tipos de alimentos: lácteos,
cereales y frutas.
n La leche, el queso y el yogur son ricos en calcio. Mientras el pe-
diatra no aconseje lo contrario, la leche debe consumirse entera.
n Los cereales, particularmente los integrales, aportan muchos
nutrientes, como las vitaminas del grupo B o la fibra, además de
la energía que precisan a lo largo de la jornada escolar.
Las frutas son ricas en nutrientes y particularmente en azúcares simples, necesarios en la dieta. Por lo general, se recomienda
ofrecer la fruta en pieza y sólo algunos días en zumo.
n
n Es conveniente desayunar sentados y con tiempo suficiente.
El apetito depende del momento en que se ofrece la cena y de
las horas dedicadas al descanso nocturno.
n Es fundamental el aseo de la boca y el cepillado de los dientes
después del desayuno.
Como vemos, tenemos gran cantidad de alimentos para ofrecer ricos y variados desayunos que impedirán que su actividad y vitalidad
decaigan a lo largo de la mañana, aumentando su bienestar y, consecuentemente, el rendimiento en la escuela.
29
Guía de cuidados infantiles
Proporcionar cuidados básicos
seguros y saludables
Proporcionar un aseo saludable
Los actos de limpieza, en general y a cualquier edad, deben ser suaves
y diarios. Suaves para que provoquen reacciones de placer y no de
rechazo, y diarios para favorecer la adquisición de hábitos saludables,
eliminando la suciedad de cada día.
Según su edad, el aseo debe pasar por tres fases:
Fase pasiva
El bebé, en los primeros días de vida,
debe recibir pasivamente los cuidados
que le proporcionamos.
Fase de colaboración
La niña o el niño participa ya de su
propio aseo.
Fase activa
Bajo supervisión, van siendo poco a
poco más responsables y autónomos en
su aseo personal.
30
Cóidate Cóidame
El baño tiene que ser un rito diario, en un lugar con
temperatura agradable, alrededor de los 20° C, sin
corrientes de aire, y en el momento del día que nos
permita hacerlo con calma.
Promocionar progresivamente su autonomía en todos aquellos actos
que, como el aseo, facilitan su propia independencia y responsabilidad.
Alrededor de los 2 años de edad, deben lavarse las manos con
la ayuda de una persona mayor.
n
n
A los 3 años deben hacerlo ellos y ellas solitos.
A los 4 años, el lavado de cara, manos y dientes tiene que
ser ya una tarea realizada por ellos mismos, autónoma y
responsablemente.
n
La temperatura del agua –que siempre debemos vigilar para
evitar quemaduras o rechazos– estará a 38° C el primer mes y a
36° C a continuación.
n
n Se recomienda comenzar a llenar la bañera con agua fría para
ir calentándola con agua caliente, y no al revés.
Para comprobarlo, se puede medir con un termómetro o bien
introducir nuestro propio codo para sentir una temperatura
agradable.
n
Las bañeras plegables de plástico ocupan poco sitio, son blandas, por lo que impiden posibles golpes, y quedan a una buena
altura para comodidad de nuestras espaldas.
n
Podemos usar cualquier otro recipiente o la bañera de casa,
pero evitando siempre resbalones que puedan causar golpes
cuando el bebé ya se sienta o se mueve y, por supuesto, sin dejarlo solo ni un momento.
n
31
Guía de cuidados infantiles
Los primeros días, mientras no cae el resto del cordón umbilical, lo
lavaremos por partes sin meterlo completamente en el baño, evitando
mojar la cicatriz para que no se infecte. El ombligo requiere cuidados
especiales durante unos siete u ocho días:
n Cambiar la gasa que lo cubre diariamente o cada vez que se
vea sucia o mojada.
n Consultar con el/la pediatra si la cicatriz supura y tiene aspecto
sospechoso de estar infectada.
Sujetar bien al bebé por debajo de las axilas, apoyando la cabeza en
el brazo por el cuello, sin sumergir sus ojos, nariz o boca. Usaremos
un jabón suave y neutro, no alcalino.
n El pelo y las manos los lavaremos en el mismo baño y con el
mismo jabón. En la cara no debemos usar jabón.
Limpiar los oídos con nuestro dedo meñique envuelto en un
paño húmedo, retirando del pabellón de la oreja la cera que vaya
saliendo. ¡No meter nunca «bastoncillos» dentro del oído!
n
Tras el baño, realizaremos un suave secado, insistiendo en
las axilas y en las ingles, evitando corrientes de aire, y en una
superficie amplia y segura que impida las caídas del bebé.
n
A continuación, podemos usar una crema o un aceite hidratante, pero no los tradicionales polvos de talco, ya que resecan
mucho la piel y acumulan suciedad en los pliegues del cuerpo.
n
Lavar las nalgas y los genitales siempre que sea necesario,
independientemente del baño. En las niñas, tendremos cuidado
de hacerlo de delante hacia atrás para evitar que la suciedad
entre en la vagina. Se pueden comprar bayetas adecuadas para
ello y, si no, se hace con una esponja o un paño limpio y húmedo.
n
Cortar las uñas cuidadosa y periódicamente para evitar los
arañazos que ellos mismos pueden hacerse, usando tijeras de
n
32
Cóidate Cóidame
puntas romas para evitar pinchazos accidentales en los dedos
del bebé. Las de las manos deben cortarse siguiendo la forma
curva de la punta del dedo y, las de los pies, rectas para evitar
que se claven por los bordes en la piel del dedo y se infecten.
n Cambiar los pañales siempre sobre una superficie cómoda y
lo más amplia posible, sin dejarlo nunca solo, ya que cualquier
movimiento rápido del bebé puede significar una caída perfectamente evitable.
n Si el cambio de pañales, una vez que están mojados, no se hace
pronto, la humedad favorecerá enormemente la irritación de la
piel. Si esto ocurre, se debe echar una crema hidratante y, en los
días sucesivos, esmerarse especialmente en mantenerlo seco.
n Si persiste o empeora la irritación, consultar con el/la pediatra
para evitar o tratar la posible infección de la piel.
33
Guía de cuidados infantiles
Proporcionar un sueño y
una habitación saludables
El bebé debe colocarse boca arriba para
dormir por la noche y a la hora de la
siesta. Cuando esté despierto, y bajo la
supervisión de un adulto, el bebé debe
pasar algún tiempo boca abajo.
Todos los bebés duermen mucho, pero no todos tienen que comportarse de igual modo, ni para conciliar el sueño, ni durante éste, ni
tampoco en su duración. Los habrá que respeten nuestro sueño y otros
que no lo hagan tanto. De cualquier manera, nosotros sí respetaremos
el suyo, puesto que es fundamental para un desarrollo saludable.
n Al principio duermen tres o cuatro horas, día y noche, y después
piden alimento. Desde finales del primer mes, duermen más por
la noche y van reduciendo el sueño durante el día.
n Hasta los dos años, duermen entre 11 y 16 horas al día y, entre
los dos y los cinco años, lo hacen entre 10 y 14 horas.
Es sencillo saber cuándo no duermen suficientemente, porque
se hace difícil despertarlos por la mañana, y se encuentran cansados y poco activos después del sueño.
n
El bebé debe ser colocado boca arriba para dormir por la noche
y durante la siesta. Cuando esté despierto y bajo la supervisión
de un adulto, el bebé necesita pasar algún tiempo boca abajo.
n
Evitar lazos y cadenas alrededor del cuello mientras duermen,
así como abrigarlos en exceso y ponerlos al lado de estufas y
braseros.
n
34
Cóidate Cóidame
n Es muy útil establecer ciertos «rituales» de relajación previos
a la hora de dormir: baño, música suave, recoger el cuarto o ver
cuentos cuando ya puedan hacerlo, demostrándole que no se
queda solo y que el sueño no significa separación.
Actuar con suavidad pero con firmeza, de modo breve, aburrido
y rutinario cuando despiertan, llaman o aparecen en la cama de
los padres, evitando siempre los excesivos «mimos» que supongan ventajas, promesas o privilegios.
n
En general, cuando hay problemas con el sueño, conviene
analizar la situación con cierta calma, buscando sus causas
más frecuentes: sobreexcitación, demasiado cansado, siesta
muy larga o temores e inseguridades a causa de un ambiente
tenso en la familia.
n
Los barrotes de la cuna deberán impedir que el bebé introduzca
la cabeza entre ellos. Cuando pase a dormir en la cama, ésta
deberá ser baja y con barreras en sus lados, para evitar lesiones
por caída durante el sueño.
n
n Tanto en la cuna como en la cama, el colchón tendrá una base
dura.
Una habitación con temperatura agradable, con buena ventilación diaria y un ambiente tranquilo es lo ideal.
n
Debe ser fácil de limpiar, por lo que no es aconsejable sea de
moqueta ni tener muchos peluches que retengan demasiado
polvo y suciedad.
n
n Impedir
el posible acceso a esquinas de muebles, enchufes,
cables o aparatos eléctricos que pueda haber en la habitación.
Un suelo despejado y que aísle del frío será muy útil para arrastrarse y jugar con los juguetes en su propia habitación.
n
Hasta los seis meses, el bebé puede dormir en su cuna en la
habitación de los padres, pero a partir de esa edad es muy conveniente que pase a su propia habitación, en la que debe dormir
cada día, aunque el padre o la madre estén solos.
n
35
Guía de cuidados infantiles
Proporcionar vestido y calzado saludables
El niño necesita moverse con libertad y, a menudo, le ponemos demasiada ropa. No precisa llevar más ropa que la que nosotros mismos
necesitamos en cada temporada.
n Las prendas tienen que ser sencillas, amplias, fáciles de poner y
sacar, y de tejidos no irritantes, muy lavables y que transpiren bien.
n En los primeros meses, lavar aparte la ropa del bebé y con jabón
neutro, enjuagándola abundantemente para que los restos de
jabón no provoquen posteriores irritaciones en la piel.
n Las cremalleras pueden producir dolorosos pellizcos. Se pueden
sustituir por tiras adhesivas o manejarlas con cuidado, enseñándoles a hacerlo ellos mismos de ese modo, en cuanto sea posible.
No precisan calzado hasta que se ponen de pie y, desde que lo
hacen hasta los dos años, hay que procurar que lleven un calzado
holgado y flexible que les permita mover los dedos, tipo bota para
que sujete bien el tobillo, y con suela antideslizante.
n
Proporcionar juguetes saludables
Los juguetes desempeñan un importante papel en la vida infantil, ya
que por medio de los juegos el niño se divierte y conoce el mundo que
lo rodea. Enseguida jugará con su propio cuerpo y, más adelante, con
objetos llamativos y que produzcan sonidos suaves.
Para cumplir su cometido y no resultar peligrosos, los juguetes deben
ser:
n
Adecuados a cada edad.
En general, sencillos, sin mecanismos complicados que requieran la presencia de los adultos para jugar y que no sean
desmontables en pequeñas piezas que puedan tragar.
n
36
Cóidate Cóidame
Cuidar las condiciones en que la familia y, por
supuesto, los más pequeños ven la televisión.
Es importante que no haya reflejos en la
pantalla y situarse a una distancia mínima de
2,5 metros para evitar problemas oculares.
n
En los más pequeños, ver programas violentos
o muy ruidosos en el momento de acostarse
provocará pesadillas e inquietud nocturna que
reducirán las posibilidades de un buen descanso
nocturno en tiempo y calidad, tan importante
para su crecimiento saludable.
n
n Muchas horas de televisión producirán fatiga
y tensión nerviosa, e impedirán la práctica de
otros juegos y la permanencia al aire libre,
mucho más importantes para la salud a estas
edades.
n De un tamaño adecuado: los muy grandes son de difícil manejo
y los muy pequeños pueden ser peligrosos por la gran tendencia
infantil a introducirlos en la boca o en la nariz.
n Es mejor que sean de materiales lavables, no tóxicos, irrompibles
y sin aristas o puntas agudas en las cuales se puedan lastimar.
n Evitar que jueguen con cualquier objeto del hogar que no sea
un juguete.
Un excesivo número de juguetes les impedirá disfrutar con
ellos. Compartirlos con otros niños les ayudará a socializar.
n
37
Guía de cuidados infantiles
El chupete
El chupete no es algo obligatorio, y hay bebés que lo rechazan. Sólo
cumple la misión de satisfacer el instinto de chupar, tranquilizando al
bebé, pero no debe ser un fácil sustituto de los cuidados necesarios.
No es conveniente prolongar el uso del chupete más allá de los 12
o 15 meses para evitar deformaciones en la boca y en la dentadura.
Para abandonarlo, siempre será más práctico «hacerlo desaparecer»
que reñir y ridiculizar al pequeño.
n Los de forma anatómica son los más re­
co­mendables.
n Hay que mantenerlo lo más limpio po-
sible, hirviéndolo en agua durante diez
minutos con frecuencia.
n Se debe cambiar antes de que se estro-
pee. La goma gorda y deshecha deforma
más la boca y acumula más gérmenes.
n No
conviene mojarlo en miel o azúcar, algo que favorece enormemente la
aparición de las caries en los primeros
dientes, ni, por supuesto, en cualquier
tipo de bebida alcohólica.
Los bebés lo chupan todo y también los dedos, sobre todo cuando
tienen hambre, les duelen las encías por la salida de los dientes o
están cansados y quieren dormir. El chupete puede ser una buena
solución si esto ocurre de modo prolongado, intenso y repetitivo.
Chupar el dedo deforma más la dentadura.
Cuando ya tienen dos años y reaparece el ya abandonado chupeteo
de dedos, puede deberse a situaciones de celos o inseguridades que
será preciso investigar y tratar sin castigos ni amenazas.
38
Cóidate Cóidame
Vigilar el desarrollo psicomotor
El siguiente cuadro resumen de desarrollo, ayuda a hacer un seguimiento de su evolución en la motricidad y en la maduración psicológica, y de cómo se va adaptando progresivamente a su medio.
Se trata de una exposición ordenada de los momentos aproximados
en los cuales, normalmente, las niñas y niños van logrando determinadas capacidades.
Cualquier carencia o variación en el seguimiento de este calendario
no supone obligatoriamente una anomalía, pero es preciso consultarlo con el/la pediatra para confirmar o descartar alguna dificultad
y, en su caso, tomar las medidas oportunas.
39
Guía de cuidados infantiles
En este cuadro resumen recomendado por asociaciones de pediatras
de todo el mundo queda recogido lo fundamental.
1 meses
n
2 meses
Sostiene la cabeza cogido en el brazo
Emite variedad de sonidos y lloros
n Sigue objetos con la vista
n Disfruta con las caricias
n
n
4 meses
Gira la cabeza hacia un ruido
Agarra objetos
n Ríe con los padres
n Sostiene la cabeza estable
n
n
6 meses
Sigue objetos en movimiento
Gira sobre sí mismo
n Se sienta con apoyos
n Reconoce su nombre
n Acerca objetos a la boca
n
n
9 meses
Balbucea en diferentes tonos para llamar la atención
Busca objetos escondidos
n Se sienta sin apoyos
n Está de pie con apoyos
n Hace pinza con los dedos índice y pulgar
n
n
12 meses
Entiende órdenes sencillas
Se comunica con un lenguaje propio
n Se inicia en caminar con apoyo
n Expresa variadas emociones
n
n
15 meses
40
Fija la mirada
Balbucea
n Reacciona al ruido
n Succiona correctamente
n
Señala objetos en dibujos
Pronuncia más de cinco palabras
n Camina solo
n Lleva la comida a la boca
n Muestra tristeza
n Enseña objetos a los padres
n
n
Cóidate Cóidame
Promocionar la práctica
de ejercicio físico
Multitud de estudios ponen en evidencia la positiva influencia que el
ejercicio físico tiene sobre la prevención de múltiples enfermedades
del adulto muy frecuentes entre la población.
También apuntan los estudios el creciente déficit de ejercicio físico
infantil, que aún es más acusado entre los adolescentes.
n En
las etapas preescolares es suficiente la práctica de ejercicio asociada a los juegos y a las prácticas de dominio de las
actividades que favorecen una correcta movilidad en el ambiente, controlando en todo
En la infancia, se ponen las
momento los riesgos de accidente infantil.
bases de los estilos de vida de
n En la etapa escolar y adolescente, la práclas personas, y es en esta etapa
tica de ejercicio físico varios días a la semacuando se deben practicar
na en actividades colectivas y de equipo,
determinados comportamientos si no hay contraindicación médica, es una
que favorecen la salud hasta
medida extraordinariamente recomendable.
Con el tiempo, hacer el ejercicio físico que
convertirlos en hábitos
a cada uno más le guste formará parte de
saludables.
un estilo de vida saludable y activo que, sin
duda, alargará la vida, reducirá el riesgo de
obesidad y prevendrá enfermedades crónicas como la cardiopatía
isquémica, la hipertensión arterial, la diabetes del adulto, la
osteoporosis, la ansiedad o la depresión.
n Reducir el tiempo dedicado a las actividades sedentarias, como
ver televisión o jugar en pantallas digitales, es la mejor medida
complementaria de la anterior.
41
Guía de cuidados infantiles
Se trata de mantener una actitud inteligente y de
equilibrio entre su propia y progresiva autonomía y
nuestra protección y vigilancia constantes.
Conocer y aplicar medidas de seguridad
para controlar los riesgos de accidente infantil
Actualmente, la mayor amenaza para la salud infantil son los accidentes infantiles, como vienen demostrando las estadísticas sanitarias.
Los niños y las niñas son, en general, curiosos, impulsivos,
impacientes e inquietos, y los accidentes menores, pequeños
golpes y arañazos son parte de su desarrollo normal.
n
n Los más pequeños llevarán todo a la boca porque es el modo
que ellos tienen de conocer las cosas.
n Una excesiva protección de los padres sólo consigue niñas y
niños incapaces de autocuidarse.
n No es recomendable reprimir sin justificación alguna su necesi-
dad vital de explorar todo lo que hay en su ambiente, ya que es un
estímulo fundamental para un adecuado y saludable desarrollo.
La clave es enseñarles a valorar y controlar o evitar el riesgo,
explicándoles pausadamente, una y otra vez, los porqués del
peligro y sus posibles consecuencias.
n
Mientras van alcanzando la suficiente autonomía y no estamos seguros de que son capaces de reconocer el peligro para evitarlo o
controlarlo, tenemos que ejercer una atenta vigilancia que permita
42
Cóidate Cóidame
adelantarnos a las situaciones de riesgo, aplicando medidas de seguridad
que eviten los posibles accidentes.
Se trata de mantener una actitud inteligente y de equilibrio entre su propia y progresiva autonomía y nuestra
protección y vigilancia constantes. Los
accidentes infantiles pueden ser evitados y no son fruto exclusivo de la mala
suerte. Todo depende de nuestras actitudes y acciones, y de que ellos vayan
valiéndose por sí mismos, poniendo en
práctica nuestras enseñanzas sobre el
reconocimiento de los peligros para
controlarlos o evitarlos.
La cocina
Las estadísticas demuestran que es la
cocina el lugar de la casa donde más
accidentes infantiles se producen. Los
aspectos que hay que vigilar en la cocina mientras los hijos no perciben los
peligros que en ella se esconden son,
fundamentalmente:
n El manejo de recipientes con líquidos
o comidas calientes que pueden provocar quemaduras al derramarse.
n El uso de múltiples utensilios cortan-
tes o punzantes que pueden producir
heridas.
43
Guía de cuidados infantiles
La presencia de enchufes o electrodomésticos que pueden
originar electrocuciones.
n
La presencia de variados productos de limpieza que pueden
causar intoxicaciones y otras lesiones cuando se dejan al alcance
de los más pequeños.
n
En la cocina es frecuente que haya, además, multitud de pequeños objetos, alimentos, e incluso medicamentos, que pueden
provocar intoxicaciones o asfixia.
n
Medidas básicas de prevención
de accidentes en la cocina:
Mantener a los niños fuera de la cocina en el momento de
hacer la comida.
n
Impedirles el fácil acceso a cuchillos, tenedores, tijeras, etc.,
y a los pequeños alimentos, como garbanzos o similares, que
deben guardarse fuera de su alcance.
n
n No almacenar los productos de limpieza bajo el fregadero si la
puerta no tiene cerradura. Bajo llave o en lugar elevado estarán
también los medicamentos.
Recoger los pequeños objetos dejados descuidadamente por
encima de mesas y encimeras, como cerillas, mecheros, pequeños alimentos o restos de ellos.
n
Retirar de su alcance cables eléctricos, enchufes y pequeños
electrodomésticos.
n
n Pensar y repasar escrupulosamente nuestra cocina, tomando
las medidas de seguridad más oportunas, evitará la mayoría de
los posibles accidentes producidos en el hogar, mientras vamos
educando a los pequeños en el reconocimiento de los peligros y
van aprendiendo progresivamente a evitarlos por ellos mismos.
44
Cóidate Cóidame
El cuarto de baño
La bañera de los adultos, en los primeros años de vida, puede
ser lugar de golpes por resbalones, quemaduras por agua caliente, intoxicaciones por productos de higiene corporal e incluso
ahogamientos.
n
n
Comprobar siempre, antes del baño, la temperatura del agua.
Evitar que los productos de higiene corporal estén al alcance
de los pequeños y colocar adhesivos o alfombras antideslizantes
en el suelo de la bañera.
n
n No dejarlos nunca solos en el baño, aunque sea un instante y
hubiéramos puesto poca agua.
n Cuidado también con el abandono descuidado de objetos peligrosos para los más pequeños, como tijeras, hojas de afeitar...
El resto del hogar
n Anteponiendo la seguridad y el orden a la decoración y al descuido en el hogar, en general, se evitan posibles golpes o caídas
de mayor o menor gravedad.
Dejaremos siempre al niño o a la niña en la cuna o en el parque, lugares bien seguros para cuando estamos ocupados por
un momento y no pueden estar con nosotros, como atender una
llamada de teléfono o el timbre de la puerta.
n
Las escaleras, mientras los niños no cogen seguridad para
andar y mantener el equilibrio, son el lugar más habitual de
golpes y caídas. Donde podamos, pongamos barreras y, donde
no, vigilemos, ayudemos y eduquemos.
n
n Balcones, ventanas y terrazas, más adelante, en la edad escolar, son especialmente peligrosas porque, al asomarse, el peso
45
Guía de cuidados infantiles
de la cabeza y del tronco les hace perder el equilibrio muy fácilmente hacia el exterior.
n Combinar las explicaciones sobre el peligro y la eliminación de
éste, retirando cosas a las que puedan subir o trepar, bloqueando
ventanas y puertas de acceso o instalando barandillas seguras.
Evitemos, siendo inteligentes, cuidadosos y ordenados:
n Intoxicaciones por productos dejados descuidadamente en el
garaje o en cualquier otro sitio, habitualmente cambiados de su
envase original a otro que confunde, como aguarrás en un envase
de gaseosa apoyado en el suelo en cualquier esquina.
n Atragantamientos y asfixias por pequeños objetos de costura
o pequeñas piezas o trozos de juguetes.
Heridas y arañazos con herramientas y otros materiales en
garajes y cobertizos, etc.
n
n No dejar nunca a su alcance pilas de botón, sean nuevas o ya
gastadas. No cambiarlas nunca en presencia de los más pequeños porque sabrán dónde se esconden e intentarán sacarlas.
Advirtámosles esto a los hijos mayores para que tampoco dejen
que los pequeños jueguen con los aparatos y juguetes que las
contienen.
En caso de que un pequeño trague una de estas pequeñas
pilas, no esperar nunca sin más a que salga. Es preciso acudir a
un centro sanitario.
n
Prestar especial atención a la seguridad de la instalación eléctrica
de toda la casa:
n Asegurarse de que tiene toma de tierra y fusibles de cortocircuito.
n
Utilizar protectores en los enchufes que no se usan.
n Retirar cables, conexiones y empalmes al alcance de los niños.
n
46
Hablar con ellos del peligro invisible de la electricidad.
Cóidate Cóidame
Los medicamentos en forma de pastillas o jarabe ejercen sobre los
pequeños una gran fascinación, por lo que existe un elevado riesgo
de que los tomen y se intoxiquen. Les parecen golosinas, y mucho
más cuanto más nos oigan decirles que los medicamentos saben muy
bien, a caramelo de fresa o de naranja, cuando tienen que tomarlos.
n Buscar
en casa un lugar fijo, seco, limpio y bien seguro, bajo
llave, para guardar los medicamentos, garantizando que en todo
momento y situación se encuentran en buenas condiciones para
su uso y, sobre todo, fuera del alcance de los pequeños.
n Desterrar
la mala costumbre de dejarlos en el frutero de la
mesa de la cocina o en cualquier otro sitio inapropiado. Éste es
el modo seguro de prevenir las intoxicaciones accidentales por
medicamentos.
Otras precauciones y medidas de seguridad que hay que estudiar y
aplicar son las siguientes:
n Fijar bien las alfombras para que no resbalen sobre el suelo
y provoquen tropezones y posibles golpes en la cabeza.
n Evitar, con protectores adecuados, que metan las manos en el
fuego de la chimenea o estufas de leña, así como en braseros o
estufas eléctricas.
47
Guía de cuidados infantiles
n Si tenemos escopetas y armas o herramientas peligrosas, las
guardaremos en un sitio bien seguro.
n Cuidado con los juegos infantiles de meter la cabeza en bolsas
de plástico. Existe riesgo de asfixia.
Ojo con los mecheros y cerillas que se dejan abandonados en
cualquier lugar de la casa, ya que pueden provocar incendios
en manos de los pequeños.
n
Fuera del hogar
En los automóviles, los niños deben viajar siempre bien sujetos y
correctamente situados, incluso en trayectos cortos o por ciudad.
Cuando un niño va suelto en el coche, basta un pequeño golpe o
frenazo, aunque sea a poca velocidad, para poder producirle una
lesión grave.
n No llevar nunca a los pequeños en el regazo de un adulto, ni en
el asiento delantero ni en el trasero, ya que los estudios ponen
de manifiesto que a más de 5 km/h el adulto no podrá retener al
niño en caso de accidente.
n Hasta que el bebé pese 10 kg (aproximadamente a los 9 meses),
puede viajar en el serón colocado en el asiento trasero del coche
en posición transversal. El serón debe estar provisto de correas
de sujeción y, a su vez, ir sujeto con el cinturón de seguridad
del coche.
n También
se utilizan las sillitas especiales para bebés, debidamente fijadas según las instrucciones del fabricante, siempre
en el sentido contrario a la marcha y en el asiento trasero si el
coche tiene airbag.
n Desde los 9 meses hasta los 3 años, o desde un peso de 9 kilos
hasta los 18 quilos, se deben acomodar siempre en sus sillitas
48
Cóidate Cóidame
especiales para el coche, bien sea en el asiento trasero o en el
asiento delantero si el vehículo no tiene airbag, y en el sentido
de la marcha.
A partir de los 3 años y hasta que alcancen una altura de más
de 150 centímetros, viajarán siempre en el asiento trasero, utilizando los cinturones de seguridad del coche y cojines elevadores
con o sin respaldo, que acomoden bien la altura del pequeño a
la altura del cinturón.
n
n Al adquirir estos dispositivos de seguridad para el coche, hay
que informarse sobre su calidad, asegurándose por la etiqueta
de que cumplen las normas de homologación (ECE R-44) y sirven
para todos los vehículos, en la que figura, además, el límite de
peso para el que están diseñados.
n Las maniobras de entrada y salida del automóvil deben hacerse
siempre por el lado de la acera.
En cuanto sea posible, eduquémoslos sobre las normas de seguridad
en la circulación, fundamentalmente a través del ejemplo, tanto para
ser peatón como para ser conductor de bicicletas o patines.
49
Guía de cuidados infantiles
Es necesario acudir a las citas del programa de control
médico del crecimiento para niños y niñas sanos.
Prevenir y atender enfermedades
y lesiones por accidente
Para tener una razonable y objetivada seguridad de que todo marcha bien, aunque no exista ningún episodio de enfermedad, se debe
aplicar un sistema ordenado de vigilancia periódica de los aspectos
más importantes de la salud infantil, que se conoce con el nombre
de Programa del niño sano en todos los centros de la red gallega de
Atención Primaria de salud.
Es muy importante no faltar a las citas de revisión pautada
hasta los 14 años, ya que éste es el mejor modo de adelantarnos
y coger a tiempo cualquier dificultad, problema o duda referente
al desarrollo saludable de hijas e hijos.
n
Debemos cambiar la vieja costumbre de actuar sólo cuando
se produce algún problema por la de adelantarnos a éstos, interesándonos en las explicaciones y preguntando todas las dudas
en cada visita.
n
Los controles sistemáticos del desarrollo saludable de los pequeños que están aplicando los profesionales de la pediatría hacen un seguimiento y evalúan, a lo largo del calendario de visitas,
todos los aspectos del crecimiento y la funcionalidad físicas, así
como el desarrollo psicomotor y de los órganos de los sentidos.
n
n A lo largo del calendario de visitas se van indicando, en el momento oportuno, las medidas preventivas que hay que aplicar,
50
Cóidate Cóidame
Cartilla de salud infantil
como las vacunas y otros tratamientos,
así como las recomendaciones generales y consejos específicos que vayan
correspondiendo, sobre una larga serie
de aspectos del estilo de vida de las
familias y de los cuidados que proporcionan a sus hijos que pueden incidir
de un modo importante en su salud.
En la cartilla de salud infantil, personalizada desde el nacimiento, se irán
anotando ordenadamente los datos
esenciales sobre el estado de salud y
su seguimiento.
n
Cumplir el calendario de
vacunación recomendado
Las vacunas son medicamentos que estimulan la producción de defensas frente a las enfermedades infecciosas más graves y frecuentes
provocadas por virus o bacterias, contribuyendo a impedir un posible
contagio, y ayudan a controlar o incluso eliminar las epidemias por
estas enfermedades. Cada vez que corresponda, el/la pediatra registrará en la cartilla de salud infantil los tipos y dosis de las vacunas
administradas en cada ocasión.
En la última actualización del calendario, que entra en vigor a partir
del 1 de abril de 2016, se incorpora la vacuna frente a la varicela
para la cohorte de niños nacidos a partir del 1 de enero de 2015, con
dos dosis: a los 15 meses de edad y a los tres años; la primera dosis
de esta vacuna comenzará a administrarse el 1 de abril de 2016,
51
Guía de cuidados infantiles
Vacunas (Calendario 2016)
0meses
HB: hepatitis B
2meses
Vacuna hexavalente: tétanos, difteria, tosferina,
Neumocócica conjugada
4 meses Vacuna hexavalente*: tétanos, difteria, tosferina,
Meningococo-C
Neumocócica conjugada
6meses
Vacuna hexavalente: tétanos, difteria, tosferina,
haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B
haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B
haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B
12meses
Triple vírica: rubéola, sarampión y parotiditis
Meningococo-C
Neumocócica conjugada
15meses
Varicela1 18meses
[ a partir del 1 de abril ]
Vacuna pentavalente: tétanos, difteria, tosferina,
haemophilus influenzae, poliomielitis
3años
Triple vírica: rubéola, sarampión y parotiditis
6años
dTpa*
[ aplazada temporalmente ]
12años
Varicela [ sólo susceptibles ]
Meningococo-C
VPH: virus del papiloma humano
14años
Td: tétanos y difteria
VPH 2 : virus del papiloma humano
52
[ sólo niñas ]
*
Adaptación temporal, mientras duren los problemas de suministro de las vacunas
pentavalentes y dTpa.
1
Para niños nacidos a partir del 1 de enero de 2015. La 2ª dosis se administrará a los
niños vacunados a los 15 meses a medida que vayan cumpliendo 3 años.
2
Durante los años 2016 y 2017 para las niñas nacidas en 2002 y 2003 a medida que
vayan cumpliendo 14 años.
Cóidate Cóidame
introduciendo la segunda dosis a medida que la cohorte vacunada por
el Programa Gallego de Vacunación vaya cumpliendo los tres años,
o sea, a partir de 2018. Y, como ya se anunció en 2015, desde el 1
de enero se adelantó la vacuna frente al virus del papiloma humano
(VPH) de los 14 a los 12 años, con el fin de que las mujeres lleguen
protegidas a la edad de inicio de las relaciones sexuales.
En la actualidad, en Galicia se administra a todos los niños y niñas,
gratuitamente, las vacunas contra la hepatitis B, la poliomielitis, la
difteria, el tétanos, la tosferina, el sarampión, la rubeola, las paperas,
las enfermedades invasivas causadas por el Hib (sobre todo meningitis
e infección generalizada), y meningitis causada por el meningococo
C, la varicela [en dos poblaciones: a) en niños/as nacidos antes del 1
de enero de 2015 que no hayan pasado la enfermedad o no estuviesen
vacunados cuando cumplan 12 años de edad; b) a partir del 1 de abril
de 2016, en todos los niños según vayan cumpliendo 15 meses], y
la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) en chicas, con
el fin de protegerlos frente a estas graves enfermedades, según el
calendario de vacunaciones actualmente recomendado.
El/la pediatra podrá variar las dosis y el momento de ponerlas, según
situaciones particulares.
Es muy importante no olvidarse de llevar a la niña o al niño a vacunar
cada vez que corresponda, haciendo que se registren en la cartilla
de salud infantil los tipos y dosis de las vacunas administradas en
cada ocasión.
Es preciso evitar la creencia de extendidas y falsas «contraindicaciones» de las vacunas, como las siguientes:
Reacciones a dosis anteriores de alguna vacuna, con dolor,
enrojecimiento e inflamación en el lugar de la inyección o fiebre
pasajera inferior a los 40 grados y medio.
n
n Enfermedad aguda benigna (catarro o diarrea) sin fiebre o con
fiebre moderada.
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Guía de cuidados infantiles
n Estar con tratamiento antibiótico en ese momento, o convaleciente de una leve enfermedad.
Por tener un nacimiento prematuro, alimentarse con lactancia
materna o convivir con mujer embarazada.
n
Por tener una historia, familiar o propia, de alergias o reacciones desfavorables a las vacunas u otros medicamentos. Indicarlo
siempre y consultar con el/la pediatra las posibles alternativas.
n
Por tener historia familiar de síndrome de muerte súbita del
lactante o convulsiones coincidentes con la vacunación frente
a la DTP.
n
Tener diabetes, intolerancia digestiva a la lactosa, otras enfermedades crónicas del corazón o de los bronquios, síndrome
de Down, etc.
n
Que haga mucho calor, o no tener preparados los niños, en
ayuno, para recibir la vacuna.
n
Ante cualquier duda, pregúntele a su pediatra. Las vacunas son testadas de forma rigurosa y segura; tienen efectos secundarios previsibles
y, en la inmensa mayoría de los casos, leves y autolimitados. Son un
instrumento sumamente eficaz para luchar frente a enfermedades
infecto-contagiosas, estimando que salvan cada año 3 millones de
vidas en todo el mundo, a lo que hay que añadir la prevención de las
complicaciones y secuelas que pueden causar las enfermedades que
previenen.
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Cóidate Cóidame
Prevenir la caries dental
La caries es la enfermedad más frecuente entre niños y niñas; destruye sus dientes y dificulta la masticación de los alimentos, pudiendo
causar focos de infección y dolor.
Provocan la caries los ácidos que producen las bacterias tras consumir
el azúcar que queda entre los dientes después de comidas dulces.
Estos ácidos van destruyendo el esmalte del diente.
Una buena dentadura es fundamental para masticar los alimentos
correctamente y tener una bonita sonrisa. El modo de que nuestros
hijos no padezcan caries dental y lleguen a tener y conservar una
dentadura saludable toda la vida es bien fácil:
n
No mojar el chupete en azúcar o miel cuando son lactantes.
n Evitar los caramelos y demás golosinas lo máximo posible en
los primeros años.
Enseñarles enseguida a lavarse los dientes tras las comidas
para que sea una práctica diaria de higiene y salud.
n
A partir de los tres o cuatro años, conviene acudir al dentista para ver
si hay algún problema y poder atajarlo enseguida, aplicar medidas
de prevención de la caries y otras enfermedades, y valorar la higiene
dental que se viene practicando.
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Guía de cuidados infantiles
Medir y bajar la fiebre
Se trata de un aumento de la temperatura del cuerpo por encima de
los 38° C, cuando se mide en la axila o en la ingle, y de los 38,5° C si
la tomamos en el ano. Si está entre los 37° C, que es lo normal, y los
38° C, se habla de febrícula. La fiebre acompaña casi siempre a las
enfermedades infecciosas más comunes de la infancia.
Podemos sospechar que hay fiebre si el niño tiene el cuerpo muy
caliente y colorado, suda mucho y está cansado y decaído o irritable
y llorón. Además, es probable
que disminuya su apetito y
puede vomitar con facilidad.
Para comprobarlo, usaremos
siempre el termómetro, instrumento que no debe faltar
en la caja de primeros auxilios casera.
¿Qué hacer cuando tiene fiebre?
n Ponerle ropa ligera. Nunca abrigarlo más ni echar una manta
extra en la cama.
n Ofrecerle a menudo agua u otros líquidos, como zumos naturales, leche...
Darle comida fácil de digerir, sin insistir mucho si no tiene
apetito.
n
n Utilizar
el medicamento y la dosis que para estos casos nos
haya recomendado el pediatra, según la edad y el peso de nuestro
pequeño. Los medicamentos más habituales para bajar la fiebre
son el paracetamol y el ibuprofeno.
n
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Bañarlo como de costumbre todos los días.
Cóidate Cóidame
n Cuando la fiebre no baja a pesar de haberle dado la medicación
recomendada por el pediatra, cosa corriente por las tardes o
primeras horas de la madrugada, no dudemos en darle un baño
extra, con agua templada y dejando que juegue un poco en ella.
n No usar nunca agua fría ni friegas de alcohol, ya que son muy
desagradables para el niño; además, si empieza a aterir, que es
lo más probable, aumentará de nuevo la temperatura.
Coincidiendo con una subida de fiebre, algunos pequeños (sólo sobre un 3% y, más frecuentemente, entre los 3 meses y los 5 años)
pueden presentar un fenómeno llamado convulsión febril. Se trata
de movimientos musculares de los ojos, brazos y piernas, mandíbula,
etc., debido a descargas enviadas por el cerebro, con pérdida de consciencia, seguidas de debilidad y adormecimiento cuando finalizan,
que dan la impresión de mucha gravedad.
La mayoría de las veces, las convulsiones ceden solas y enseguida. Lo
único que tenemos que hacer, si se presentan, es mantenerlos en una
superficie blanda y amplia para evitar los golpes, sin intentar sujetar
los movimientos, y mejor con la cabeza de lado.
En cuanto finalicen, le daremos la medicación para bajar la fiebre,
en caso de no haberlo hecho, y evitar el exceso de ropa mientras
acudimos al servicio médico.
Para evitar las convulsiones, en otras ocasiones, es preciso bajar
enseguida la fiebre, usando adecuadamente la medicación y el resto
de las medidas ya comentadas.
Atender a golpes y heridas
Para los pequeños golpes en cualquier punto o croques en la cabeza,
lo mejor para amortiguar la inflamación y el dolor es aplicar hielo metido en una bolsa o compresas de agua bien fría sobre la zona durante
unos cuantos minutos, haciendo pequeños descansos.
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Guía de cuidados infantiles
Si el golpe fue más severo, acudiremos siempre a un servicio médico
para que el niño sea valorado adecuadamente por un profesional.
En caso de que nos indique volver a casa, nos dirá que, durante las
siguientes 24 horas, vigilemos estos aspectos considerados «signos
de alarma»:
Pérdida de consciencia: comprobar su nivel de consciencia
cada 2 o 3 horas. Durante la noche, si el niño está durmiendo, lo
despertaremos para hacerlo.
n
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Cóidate Cóidame
Actitudes anormales: observar si está muy irritable o demasiado adormecido.
n
n Motricidad anormal: observar si hace movimientos extraños y
si maneja bien sus extremidades, brazos y piernas.
Ojos: observar si tiene desviación de la mirada o las pupilas
de tamaño desigual.
n
n
Habla: observar si tiene dificultades para hablar.
n
Dolor de cabeza muy intenso.
n
Vómitos repetidos: no tendría importancia un vómito aislado.
La aparición de alguno de estos «signos de alarma» requiere una
nueva valoración en el servicio médico.
Las pequeñas heridas o arañazos en la piel, frecuentes en la
vida de los pequeños, las lavaremos siempre con abundante
agua y jabón, y con delicadeza pero con firmeza. Ésta es la más
importante de las medidas que siempre debemos efectuar.
n
Si la herida sangra, pondremos una gasa sobre ella apretando
unos minutos hasta que deje de sangrar.
n
n Dejar la pequeña herida al aire libre si es leve, o cubrirla con
una tirita o con una cura de gasa y esparadrapo, que se cambiarán a diario o antes si se moja.
n Si tenemos alguna duda o no tenemos a mano material para
curas, tras el lavado de la herida con agua y jabón, acudiremos
a un servicio médico.
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Guía de cuidados infantiles
Atender quemaduras
Después de la pequeña quemadura, pondremos en práctica lo
siguiente:
n Echar
rápidamente agua fría sobre la superficie del cuerpo
quemada.
n No
romper nunca las ampollas que se forman en la piel.
n Cubrir la quemadura con un vendaje amplio de gasas y venda
o de tela bien limpia. Una sábana sería lo mejor si la quemadura
fuese muy extensa.
n Consultar
en un servicio médico.
n No usar nunca pastas o pomadas sin prescripción médica previa.
Si está ardiéndole la ropa cuando nosotros acudimos:
n Acostarlo en el suelo y echar encima una manta o cosa similar
que apague el fuego inmediatamente.
n No intentemos nunca sacar los restos de ropa quemada adhe-
ridos a la piel.
n Envolvámoslo
al hospital.
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Cóidate Cóidame
en una sábana limpia y acudamos enseguida
Atender posibles intoxicaciones
Existe un Centro Nacional de Información Toxicológica al que podemos recurrir telefónicamente las 24 horas del día para resolver
las primeras dudas sobre qué hacer cuando nos enfrentamos a una
posible intoxicación.
Teléfonos: 91 262 04 20
91 262 85 85 o
91 262 91 90
En todo caso, si nuestro hijo o hija tragó algún producto tóxico,
como lejía, disolvente, detergente, raticida, etc., debemos hacer lo
siguiente:
n No
provocarle nunca el vómito.
n Acudir
enseguida a los servicios médicos de urgencia.
n Llevar
siempre el envase del producto ingerido.
Si lo que tragó fue algún medicamento, y de ello hace poco tiempo:
n Darle un par de vasos de agua para diluirlo en el estómago y
provocar el vómito introduciendo nuestro dedo en su garganta.
A continuación, vomitase o no, acudamos al servicio médico de urgencia, llevando siempre con nosotros el envase del
medicamento.
n
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Guía de cuidados infantiles
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Cóidate Cóidame
Atender una asfixia
Nos referimos a aquellas asfixias que se producen por pequeños objetos o alimentos cuando se meten en la vía del aire hacia los pulmones.
n La
tos espontánea es el mecanismo de defensa que utiliza
automáticamente nuestro cuerpo, tratando de expulsar de allí
aquel objeto, pudiendo o no conseguirlo.
Si el objeto no sale con la tos, salvo que se vea que es muy
fácil de sacar, no debemos intentarlo nunca con los dedos porque podemos meterlo más abajo de lo que estaba y empeorar
la situación.
n
n Si el niño hace gestos de no respirar nada y comienza a ponerse
azulado, pondremos inmediatamente en marcha las maniobras
de expulsión: producir una presión brusca sobre los pulmones
que haga mover el objeto hacia afuera, del modo que se ilustra
en las figuras.
n Si no lo conseguimos, acudamos urgentemente a un servicio
médico.
Atender una electrocución
¡Antes de nada!
n Desconectar el interruptor general o despegar al niño sin tocarle directamente con nuestras manos, sino con algún objeto
aislante, como por ejemplo una silla, una escoba….
n
Valorar las lesiones producidas.
Llamar al 061
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Más información en la web
coidatecoidame.sergas.es
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