Guía de cuidados infantiles saludables Guía de cuidados infantiles saludables coidatecoidame.sergas.es Xunta de Galicia Consellería de Sanidade Santiago de Compostela, 2016 Edita Xunta de Galicia Consellería de Sanidade Dirección Xeral de Saúde Pública 2016 © Ilustraciones y diseño gráfico: uqui.net © Fotografía: Uqui Permui (p. 6, 25, 39, 49) Xoan Piñón (p. 13) / Javier F. Pérez de Lis (p. 34) D.L.: C 334-2016 Índice Presentación Aprender sobre cuidados infantiles saludables6 Asegurar una alimentación infantil saludable10 Primera etapa: de lactancia exclusiva Segunda etapa: de introducción progresiva de alimentos complementarios Tercera etapa: de adulto con modificaciones El desayuno en la edad escolar Proporcionar cuidados básicos seguros y saludables30 Proporcionar un aseo saludable Proporcionar un sueño y una habitación saludables Proporcionar vestido y calzado saludables Proporcionar juguetes saludables El chupete Vigilar el desarrollo psicomotor 39 Promocionar la práctica de ejercicio físico 41 Conocer y aplicar medidas de seguridad para controlar los riesgos de accidente infantil42 La cocina El cuarto de baño El resto del hogar Fuera del hogar Prevenir y atender enfermedades y lesiones por accidente50 Acudir a las citas del programa de control médico del crecimiento para niños y niñas sanos. Cumplir el calendario de vacunación recomendado Prevenir la caries dental Medir y bajar la fiebre Atender a golpes y heridas Atender quemaduras Atender posibles intoxicaciones Atender una asfixia Atender una electrocución Presentación Estimada madre, estimado padre: En primer lugar, quiero hacerles llegar mi más sincera felicitación por el nuevo nacimiento, junto con el deseo del más saludable y próspero futuro para su hijo o hija. Aprender sobre los aspectos más importantes para promover y proteger la salud de los hijos, y poner en práctica a diario sencillas medidas, es el mejor y más rentable modo de ayudarles. Sumándonos a la labor cotidiana de los profesionales de la salud dedicados a los más pequeños de nuestra comunidad, les presento esta guía para proporcionar cuidados infantiles saludables, donde podrán encontrar información útil para resolver mil preguntas sobre la lactancia y la alimentación infantil, el desarrollo psicomotor, el aseo y otros hábitos saludables, o la prevención y la atención de lesiones por accidente o por enfermedades. Pretendemos ser una pequeña ayuda en la trascendente y apasionante condición de madre o padre, que, además de dedicación, exige también ciertas destrezas y saberes para poder proporcionar a las hijas e hijos aquellos cuidados, de todo tipo, que mejor garanticen su desarrollo saludable en los primeros años de vida. El nacimiento de un hijo supone siempre, y sobre todo cuando es la primera vez, una situación distinta, gozosa y llena de expectativas, pero también de preocupaciones, de inquietudes y de dudas. 6 Cóidate Cóidame Ser padres es una opción que debe ser libre para resultar gratificante, y que va a exigirnos responsabilidad y dedicación. Aprender sobre cuidados infantiles saludables No se nace sabiendo ser madre y padre, se aprende a serlo a la vez que crecen y maduran los hijos. Cuidarlos saludablemente es una tarea comprometida que debe significar, en la medida de lo posible, una clara disponibilidad para: n Dedicar tiempo a prestar los cuidados infantiles que cubran las necesidades básicas de seguridad, alimentación, sueño, abrigo, estimulación... n Aceptarlos en todo momento tal como son, con sus virtudes, limitaciones o defectos. n Cuidar o mejorar las relaciones de pareja para poder dialogar y ponerse de acuerdo en el modo en que se va a cuidar y a educar al nuevo miembro de la familia. n Darles ejemplo vivo de comportamientos adecuados y saludables, fomentando la práctica cotidiana de algunos hábitos que proporcionan y protegen la salud física y mental. n Ayudarles a convertirse, con el tiempo, en personas autónomas, solidarias y capaces. n Aprender a vivir sin la presencia y compañía de los hijos cuando ya tengan vida independiente. 7 Guía de cuidados infantiles Inmediatamente después del nacimiento, los servicios pediátricos llevaron a cabo una revisión a fondo para conocer el estado general de salud del niño y detectar posibles malformaciones o enfermedades de nacimiento. En el hospital todo es más o menos fácil ayudados por los profesionales, pero al llegar a casa es cuando comienzan a surgir las dudas y pequeñas dificultades cotidianas. ¡Ánimo! En este libro vamos a repasar los aspectos clave de la crianza saludable de los hijos e hijas en los primeros años de su vida. Para poder detectar posibles enfermedades metabólicas o de las glándulas endocrinas, debe hacerse un análisis de sangre y de orina. Estos análisis pueden realizarse antes del alta hospitalaria, sobre las 48 horas de vida de su bebé. En caso de que no se tomen las muestras en el hospital o en la maternidad, debe acudir a su centro de salud lo antes posible. Se trata, en caso de que hubiese algún problema, de detectarlo y tratarlo rápidamente para evitar las posibles severas secuelas de estas enfermedades. n El recién nacido va a requerir cuidados constantes y delicados, pero no excesivamente complejos. Su desarrollo saludable y feliz en las primeras semanas lo conseguiremos fácilmente con una buena alimentación e higiene y con las horas de sueño adecuadas. Instrucciones de uso de la lanceta para realizar un análisis de sangre. n Desde el primer día y en los primeros me- Por motivos de seguridad, la lanceta es de un solo uso. Una vez utilizada, la aguja retráese, ya no es visible y no es posible volver a utilizarla. n ses, la relación del bebé con el medio que lo rodea va a ser muy instintiva, actuando motivado por sensaciones de hambre, frío, 8 Cóidate Cóidame 1. Destapar la aguja girando la punta superior amarilla en el sentido de las agujas del reloj. 2. Para picar, apoyar la punta sobre el talón y hacer presión en la base de la lanceta. calor, ruido... a las que responde con el llanto, o, por el contrario, cuando lo alimentemos, lo acariciemos o lo aseemos, con gestos de cara y boca parecidos a una sonrisa que demuestran su bienestar. La alimentación y el aseo, aunque son imprescindibles, no completan por sí solos la crianza saludable de los hijos. El modo de hacer y las actitudes que se mantengan van a influir decisivamente en la calidad de su desarrollo actual y futuro. Cualquier momento de la vida diaria (el baño, la comida, el cambio de pañales, etc.) se puede aprovechar para comunicarse con los niños y niñas, estableciendo con ellos una relación fluida y placentera. Hablarles, jugar con ellos, escucharlos y acariciarlos ayuda a que crezcan saludablemente. n Deben ponerse a su alcance estímulos que les ayuden a desarrollarse, dejando que exploren y conozcan el mundo en que van a vivir, desde la seguridad que les da saberse queridos y protegidos. n Más adelante, en la etapa escolar, seguirá siendo así, y padres y educadores deben colaborar en el desarrollo seguro y saludable de los niños y niñas de este país, hasta el máximo de sus posibilidades. n No hay que dudar en recurrir a los profesionales sanitarios, tanto para chequear que todo «marcha bien», cuando se aplica un programa de control médico del crecimiento del niño sano, como cuando aparezcan señales de enfermedad o lesiones por accidente. Deben aprovecharse las visitas médicas para preguntar y aprender sobre el modo de proporcionar cuidados infantiles saludables. n Pediatras, profesionales de la enfermería, de la psicología y de la pedagogía, cada uno en su campo, suponen una ayuda segura y accesible cuando se presenten dudas y problemas de cualquier tipo y no se tenga la seguridad de estar resolviéndolos correctamente. Es conveniente solicitar su ayuda profesional cuando se considere oportuno. 9 Guía de cuidados infantiles Asegurar una alimentación infantil saludable Una adecuada alimentación en la primera infancia influye decisivamente en el crecimiento y desarrollo tanto físico como mental, y disminuye enormemente el riesgo de infecciones. Por el contrario, una alimentación infantil inadecuada, en calidad o cantidad, condicionará la aparición de enfermedades por defecto de nutrientes –desnutrición– o por exceso de ellos –obesidad– que pueden repercutir negativamente tanto en la salud actual como en la de adulto. Los buenos o malos hábitos alimentarios se adquieren ya en la primera infancia y, de que los hijos establezcan los más saludables, son responsables los padres. En estas edades, una alimentación adecuada, además de satisfacer las necesidades de un crecimiento acelerado, debe favorecer la adaptación progresiva a los distintos tipos de alimentos, texturas y sabores. Los momentos de comer deben favorecer las relaciones con los miembros de la familia y con el ambiente para ir practicando y estableciendo, progresivamente, hábitos alimentarios saludables. La cartilla de salud infantil incluye gráficas de peso y tamaño, diferenciadas para niños y niñas, que permiten valorar la buena marcha de un crecimiento corporal adecuado en cada edad. Se estima que el bebé, a los diez días, recupera el mismo peso que tenía cuando nació, duplicado a los cuatro meses y triplicado a los diez meses, engordando a un ritmo de 200 a 250 gramos cada semana durante los tres primeros meses, y de 150 a 175 gramos del tercero al sexto mes. 10 Cóidate Cóidame En los dos primeros años se pueden diferenciar tres etapas alimentarias consecutivas: 1ª etapa: de lactancia exclusiva. Desde el nacimiento hasta los cuatro o seis meses de edad. 2ª etapa: de introducción progresiva de alimentos complementarios. Desde los cuatro o seis meses hasta el año de edad. 3ª etapa: de adulto modificada. Desde el año a los tres años de edad. El bebé toma, exclusivamente, leche de la madre –lactancia natural– o leche artificial –lactancia con biberón–, sólo justificado en los escasísimos casos en que el amamantamiento materno no es posible o está contraindicado por razones médicas objetivas. Sin abandonar la lecha materna o la lecha adaptada de biberón, que seguirá siendo en esta etapa la base principal de la ración alimentaria diaria del bebé, se irán añadiendo, paulatinamente y con un cierto orden, los diversos tipos de alimentos sólidos complementarios. En esta etapa, la leche materna todavía puede proporcionar hasta una tercera parte de la energía y proteínas que necesita un niño durante el segundo año. La recomendación actual de Unicef es seguir dando el pecho hasta los dos años o más. Por lo demás, deben haberse introducido ya todos los alimentos y estar, por lo tanto, incorporado a la mesa familiar. La alimentación diferirá de la del preescolar fundamentalmente en las texturas y en las preparaciones culinarias. 11 Guía de cuidados infantiles 1ª etapa: de lactancia exclusiva Desde el nacimiento hasta los cuatro o seis meses de edad Lactación natural con leche materna Todos los organismos internacionales científicos, civiles e institucionales, señalan unánimemente que la leche de la mujer es el alimento de elección y exclusivo para los lactantes durante los primeros seis meses de vida, y debe continuarse con él mientras se va introduciendo la alimentación complementaria hasta los doce meses, por lo menos. La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecerle a un hijo recién nacido. Ningún preparado comercial es capaz de reproducir totalmente sus propiedades y beneficios. Se trata de un alimento vivo que cambia a lo largo de la vida del lactante e, incluso, dentro de una misma toma. Al amamantar, el estrecho contacto físico refuerza el vínculo afectivo y los beneficia emocionalmente a ambos. La leche materna proporciona todas las sustancias nutritivas que el bebé necesita en cada momento, pues su composición cambia para adaptarse a dichas necesidades. Así, la leche inicial, llamada calostro, es muy rica en proteínas esenciales para el crecimiento, y tiene un efecto laxante que favorece la expulsión del meconio: esas heces de color verde oscuro tirando a negras de las primeras deposiciones del bebé recién nacido. n n La leche materna es un alimento siempre disponible, a la tempe- ratura ideal, libre de contaminación y de muy fácil digestión para el bebé. No produce alergias y contiene sustancias producidas por la madre que defienden al bebé de las infecciones, ya que su propio sistema inmunológico no está aún completamente desarrollado. Esto es algo que ningún preparado comercial consigue. 12 Cóidate Cóidame n Además, tiene otras ventajas para la madre: la lactancia materna acelera el retorno del útero a su tamaño normal y reduce la hemorragia posparto, así como el riesgo de cáncer de mama y de ovario. n Por supuesto, es más cómodo y barato que preparar biberones y, con algo de voluntad, perfectamente compatible con una vida activa. Por todas estas razones, se recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros seis meses de la vida, y continuar el amamantamiento, junto con las comidas complementarias adecuadas, hasta los dos años o más. 13 Guía de cuidados infantiles Técnica del amamantamiento materno 1. Poner al bebé al pecho en cuanto nazca Es importante estimular el contacto piel a piel en estos primeros momentos, ofreciéndole el pecho aunque el bebé no muestre mucho interés por mamar. 2. Dar de mamar día y noche, cada vez que el bebé lo pida y hasta que quede satisfecho El principal estímulo para producir leche materna es la succión del bebé. Cuanto más mama, más y mejor se vacía. Lo ideal es que dure hasta que el bebé lo suelte plácidamente. 3. Colocar todo el pezón lo más adentro posible de la boca del bebé Facilita la succión y ayuda a mantener los pechos en buen estado. Comprobar siempre al comienzo de la toma y atraer suavemente el bebé hacia el pecho. 4. Dar de mamar en una posición y lugar adecuados n Colócate en una postura cómoda, apoyando la espalda y los bra- zos. Si es posible, que te pasen el bebé cuando estés bien situada. n Su boca y su nariz tienen que estar frente a tu pezón, sin tener que girar la cabeza, con su cuerpo en línea recta contra el tuyo, dándole apoyo por la espalda y las nalgas. n Ajusta tu pecho para que toque el mentón y la nariz de tu bebé, sin oprimirlos, y comprueba que abre la boca ampliamente y coge mucho pezón. 5. ¡Disfrútalo! Si sientes dolor, separa al bebé suavemente e interrumpe la succión para no lastimar el pezón; introduce tu dedo meñique en su boca para 14 Cóidate Cóidame que suelte el pezón suavemente. Inténtalo de nuevo. En las primeras semanas, se puede necesitar repetir con frecuencia estos pasos, pero tú y tu bebé encontraréis el mejor modo y la postura óptima con un poco de práctica. Si hay alguna dificultad, consulta con el personal sanitario para que observe la técnica empleada y corrija lo que sea necesario. Escuchar y sentir que el bebé traga y no se le hunden las mejillas son formas sencillas de comprobar que el bebé mama satisfecho. Espabílalo algo en los momentos de relajación que siguen a los períodos de succión vigorosa, hablándole y presionando con un dedo suavemente su mejilla. 6. Durante los primeros seis meses sólo debe tomar leche materna Ni agua ni otros líquidos, el bebé no necesita más líquido que el que obtiene de la leche de su madre. Antes de introducir los alimentos complementarios, se debe consultar con el pediatra. 7. No ofrecerle chupete ni biberón, sobre todo al principio Es importante, porque una tetina no la chupa del mismo modo, y puede interferir en el aprendizaje de coger eficazmente el pezón. 8. Otras recomendaciones que hay que tener en cuenta Mantén una dieta saludable, equilibrada y rica en calcio y nutrientes (productos lácteos, pescado y vegetales variados). No hace falta incrementar las cantidades de comida. n n No es necesario lavar el pecho después de cada toma. Basta con la ducha diaria. n Bebe bastante agua y otros líquidos. Limita la cafeína y el alco- hol, ya que pueden pasar a la leche y no aumentan la producción de leche, como se cree. 15 Guía de cuidados infantiles n No fumes. Éste es un momento buenísimo para dejarlo. Prácticamente cualquier mujer es capaz de amamantar a su hijo sólo con su leche. Las diferencias de tamaño del pecho suelen deberse a la cantidad de grasa que contienen y no a la cantidad de leche que producen. n n No tomes medicamentos sin control médico. n Haz ejercicio físico diario y, en los primeros meses, los propios del posparto. Recuerda que la lactancia no es un método anticonceptivo. Durante la lactancia es posible tomar anticonceptivos hormonales —píldora—, aunque en algunas mujeres puede afectar a la producción de leche. Consúltalo con tu médico. n 16 Cóidate Cóidame Algunos problemas que se pueden presentar y que habitualmente tienen fácil solución n Las llamadas «grietas del pezón» o el «pezón inflamado» se deben normalmente a una mala posición del bebé en el pecho, por lo que es necesario revisar y corregir la técnica y la posición del bebé cuando mama y, si es preciso, buscar la ayuda de los profesionales sanitarios. Otra solución sería extraer la leche del pecho, dejando descansar el pezón durante uno o dos días, pero este procedimiento hace que disminuya la producción de leche y las «grietas» suelen volver a presentarse. n Los «bultos» algo dolorosos que pueden surgir en la mama suelen deberse a la retención de la leche. La mayoría de las veces se deben a errores en la técnica de dar el pecho, como intentar regular la frecuencia y la duración de las tomas, o pretender que el niño mame de los dos pechos en cada una de las tomas, sin llegar a vaciar por lo menos uno de ellos de cada vez. n n En los casos en que la obstrucción progresa hasta producir inflamación, puede ser necesario extraer la leche después de las tomas hasta que ésta vaya disminuyendo. Nos casos en que a obstrución progresa ata producir inflamación, pode ser necesario extraer o leite despois das tomas ata que esta vaia diminuíndo. n n Los bultos duros y muy dolorosos acompañados de fiebre precisan tratamiento médico, pero no se tiene que cortar la lactancia. En este caso, se debe consultar con los servicios médicos. 17 Guía de cuidados infantiles Lactancia artificial con productos de fórmula adaptada a la leche materna en biberón Una madre sana, física y emotivamente, no debe tener dificultades para llevar a cabo la lactancia materna, pero se pueden dar situaciones que obliguen a una lactancia mixta (combinando pecho y biberón), o a una lactancia totalmente artificial sólo con biberón. En la lactancia mixta el bebé se beneficia de las ventajas de la leche materna, aunque la reciba en pequeñas cantidades. Cuando la lactancia materna no es posible, la madre no debe sentirse culpable ni vivir con ansiedad esta situación. La composición habitual de las leches maternas y las necesidades de los bebés en cada momento son la base para establecer la fórmula de los componentes de la leche artificial infantil. Se distingue entre fórmulas de inicio para los cuatro o seis primeros meses y fórmulas de continuación para después de los seis meses, con cantidades y nutrientes adaptados a las distintas necesidades. La leche de vaca, hoy en día, no se considera un alimento adecuado durante el primer año de vida. Este tipo de lactancia sólo es más laboriosa, nos cuesta algún dinero y puede resultar problemática si no se realiza correctamente. n La lactancia con biberón puede iniciarse en las primeras horas, a intervalos de tres o cuatro horas, según el apetito del bebé. Orientativamente, el número de tomas será de siete u ocho para el recién nacido, seis para el segundo y tercer meses, y cinco para el cuarto. n La cantidad total de la ración alimentaria puede sufrir variacio- nes individuales en función del peso y del apetito de cada bebé, así como de la tolerancia que tenga al alimento. Se debe consultar siempre con el pediatra si no gana peso, vomita o tiene diarrea. 18 Cóidate Cóidame Para que la lactancia con biberón sea eficaz, se hace imprescindible que cuidemos los siguientes aspectos: n Lavarse las manos antes de preparar el biberón. n En Galicia, en las condiciones sanitarias actuales, el agua del grifo tiene la suficiente garantía sanitaria y no precisa manipulación alguna. No ocurre lo mismo con las aguas de pozo o manantial; en estos casos, es necesario hervir el agua dos minutos y dejarla enfriar sin manipularla. n Emplear leche de fórmula infantil: ésta es la única leche que cubre adecuadamente las necesidades del bebé, independientemente de la marca comercial. No es necesario hervir en agua biberones y tetinas; es suficiente un buen lavado con agua, jabón y cepillo inmediatamente después de cada utilización. n n Reconstruir adecuadamente la mezcla según las instrucciones del fabricante; por lo general, una medida rasa de polvo de leche (5 gramos) por cada 30 mililitros de agua. A más agua, más cacitos rasos, siempre en la misma proporción. Utilizar el dosificador que viene con el bote. Agitar para que se disuelva bien. No le hace ningún bien al bebé no rasar bien los cacitos o, al final, añadirle un poco más de propina. Sólo conseguiremos hacerlo obeso. n Lo ideal es calentar el biberón al «baño maría» en un poco de agua. En el horno microondas no se reparte tan bien la temperatura y el vidrio está más frío que el líquido del biberón. Es necesario agitar la leche para que no nos engañe. n Comprobar siempre la temperatura de la leche preparada, vertiendo algunas gotas en el dorso de la mano o poniendo el biberón en la mejilla. n 19 Guía de cuidados infantiles Después de la toma, ayúdale a expulsar el aire tragado. Apoyarlo sobre un hombro en posición vertical suele ser suficiente. Coger al bebé bien sentados y cómodos como para darle de mamar, y apretarlo suavemente, mirándole a la cara mientras come. El contacto afectivo, tan importante, no tiene por qué ser distinto que en el amamantamiento materno. n La leche debe salir gota a gota de la tetina. Revisémosla y cambiémosla periódicamente para que siempre tenga el agujero adecuado. La tetina, mientras el bebé mama, debe estar llena de leche para impedir que trague mucho aire. n n Después de la toma, debemos ayudarle a expulsar el aire tragado; apoyarlo sobre un hombro en posición vertical suele ser suficiente. n Cuando el biberón queda a medias, no se guardará para la toma siguiente, pues las bacterias crecen con mucha facilidad en la leche preparada. Tirar la que sobre. 20 Cóidate Cóidame 2ª etapa: de introducción progresiva de alimentos complementarios Desde los cuatro o seis meses hasta el año de edad En esta etapa, debemos acostumbrar al bebé a los nuevos sabores, comenzando por los cereales, las frutas, las verduras y las carnes, e instaurar el hábito de usar la taza y la cuchara, abandonando totalmente el biberón. Es, por tanto, una etapa crítica para los futuros comportamientos y hábitos alimentarios. La leche sigue siendo el alimento básico (por lo menos medio litro al día), pero vamos a ir introduciendo progresivamente otros alimentos. Se aconseja seguir con leche de fórmula de continuación hasta los 12 meses, en la medida en que esto sea posible económicamente; si no, consultaremos con el pediatra. Lo ideal es que pase una semana para introducir cada nuevo alimento, teniendo así tiempo de comprobar su tolerancia o, por el contrario, la aparición de alergias o intolerancias, dándole además tiempo al bebé para acostumbrarse al sabor de cada nuevo alimento. De 4 a 6 meses n Empezar por los cereales sin gluten, y/o la fruta, según consejo del pediatra. Las primeras tomas pueden ser de una o dos cucharadas pequeñas por cada cien mililitros de leche materna, o de fórmula de continuación. En los siguientes días, se puede ir aumentando poco a poco la cantidad de cereal, hasta llegar a entre cinco y siete cucharadas por cada cien mililitros de leche. n El gluten (trigo, cebada, centeno) no se debe introducir ni antes de los cuatro meses ni después de los siete, siendo recomendable que la introducción coincida todavía con la lactación materna. 21 Guía de cuidados infantiles Las harinas de cereales lacteados, que ya llevan leche mezclada, se preparan con agua y no con leche. n n Las papillas sustituirán una de las tomas de biberón. En cuanto el bebé ya pueda hacerlo, tomará las papillas en una taza con cuchara. n Después de los cinco meses y medio, tras introducir los cereales y comprobar su tolerancia, se introducirán las diversas frutas de una en una para seguir observando la tolerancia, comenzando por el zumo de naranja o de mandarina, que se dará con cuchara o por el vaso. Salvo la manzana y el plátano, la fruta es laxante. La fresa y el melocotón se retrasarán hasta los nueve meses. n n Procuraremos darle fruta madura, fresca, pelada y variada. No debemos añadir azúcar, miel, galletas o leche condensada a los purés de frutas. n Los purés de frutas son una buena merienda que aporta abundantes vitaminas y minerales. Si no toma mucho, nada raro al principio, se puede completar con una toma de pecho o de biberón de leche con cereales. Preparación de un puré de fruta Una naranja Una manzana Medio plátano Harina de cereales para espesar al gusto Triturarlo todo y dárselo con cuchara 22 Cóidate Cóidame De 6 a 8 meses n Entre los 6 y 8 meses, después de introducidos ya los cereales y la fruta, añadiremos las verduras y, a continuación, las carnes de pollo, cordero o ternera para sustituir otra de las tomas de leche. De 8 a 9 meses n Hacia los 8 o 9 meses, las papillas serán espesas, de ocho o nueve cucharadas pequeñas por cada cien mililitros de leche. n Algunos alimentos, como las espinacas, las coles o la remolacha, pueden ocasionar problemas en lactantes pequeños. Consulta con el pediatra antes de introducirlos en la dieta. Preparación de un puré de carne y verdura 100 gramos de carne (ternera o pollo) 100 gramos de patata Una zanahoria Un trozo de puerro Poner la carne a cocer en agua suficiente; cuando hierva, añadir la verdura y, cuando todo esté bien cocido, retirarlo del fuego y triturarlo. Con esta alimentación, y aumentando progresivamente sus cantidades, según las preferencias de los niños y niñas, se llega hasta los 9 o 10 meses. Añadirle una cucharada pequeña de aceite de oliva. 23 Guía de cuidados infantiles A los 10 meses En este momento introduciremos los alimentos que, supuestamente, pudiesen producir más alergias o intolerancias: n Los pescados: comenzar sobre los 10 meses con los pescados blancos, ya que tienen menos grasa. El pescado congelado tiene el mismo poder nutritivo que el fresco. n Los huevos: se los daremos cocidos y comenzando por la yema sola. Después de unos días, si los tolera bien, pasamos a dárselos enteros. No hay que abusar de ellos; sólo debe tomarlos algunos días de la semana. n La carne de cerdo debe ser la última en introducirse, ya que tiene más grasa y es menos digerible. A los 12 meses n Las legumbres se añadirán poco a poco alrededor del año de edad. Las nabizas, la col, las espinacas y la remolacha no se introducen hasta los 10 o 12 meses. n No se le debe dar leche de vaca entera antes del año de edad. Se le puede dar yogur desde los 8 o 9 meses. n Durante toda esta segunda etapa de la alimentación, en ningún momento añadiremos sal o azúcar a las comidas porque no son necesarios. n Los potitos industriales, constantes en su composición y de cuidada elaboración, pueden ser un buen recurso en determinados momentos en que no podemos elaborar nosotros mismos la comida. También pueden ayudar a introducir mayor diversidad en la dieta, pero no es preciso utilizarlos a diario. n No olvidemos ofrecerle agua entre las comidas, especialmente en tiempo caluroso. n Se le darán las dosis de vitaminas y de flúor que se le recetaron. 24 Cóidate Cóidame Preguntar al pediatra todas las dudas que surjan acerca de la alimentación de los pequeños. Esquema de introducción de alimentos durante el primer año de vida meses 1 23 4 5678 91011 12 Leche materna + + + + + + + + + + + + Leche de inicio + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + Pescado (blanco) + + + Huevo (yema y luego todo) + + + Leche de continuación Cereales sin gluten + Cereales con gluten Fruta Carne y verduras + * (*) sólo yema 25 Guía de cuidados infantiles Aunque van pasando a la historia costumbres como las de dar a los niños sopas con vino, cerveza con gaseosa, etc., conviene recordar que el alcohol no es saludable para los niños, ni en cantidades mínimas. 3ª etapa: de adulto con modificaciones Desde el año a los dos años de edad Esta etapa va del año a los tres años de edad. Las cantidades de comida dependerán del gasto de energía y del peso, pero su régimen de comidas tiene que ser variado, sencillo y natural, adaptándose progresivamente a la comida diaria del resto de la familia, con algunas modificaciones en cuanto a su presentación: partir muy menudos todos los alimentos sólidos y evitar añadirles salsas fuertes, especias o sal. Es importante recordar que el biberón debe estar ya completamente abandonado y el niño o niña comerá en plato y taza con cuchara y tenedor. n La leche y sus derivados (yogur, queso) siguen teniendo un papel primordial en la dieta, y debe tomarse por lo menos el equivalente a medio litro al día. n El acto y el momento de la comida han de ser gratificantes para todos. Una actitud ansiosa o excesivamente preocupada por lo que come o no come provoca con mucha frecuencia situaciones de chantaje de los padres por parte del pequeño para mantener su atención, falsas inapetencias, alteraciones de los horarios y conflictos por las comidas. 26 Cóidate Cóidame Durante esta fase, algunos alimentos deben ser vigilados o evitados: n Todos aquellos que puedan provocar atragantamientos, como nueces, castañas, avellanas, piñones u otros frutos secos, frutas con hueso, pipas de girasol o copos de maíz, zanahoria cruda, pescado con espinas, carne dura y golosinas duras y pequeñas. La sal y aquellos alimentos ya salados aumentan el riesgo en el futuro de padecer hipertensión arterial. n n Todos los alimentos con gran cantidad de edulcorantes (golosi- nas en general) disminuyen el apetito porque sacian y aumentan el deseo por las cosas dulces, favoreciendo extraordinariamente la aparición de la caries dental. Los alimentos difíciles de digerir, como el jamón curado, los embutidos, las salsas fuertes y comidas preparadas con muchas especias. En general, las frituras y todos aquellos alimentos muy ricos en grasas. n n Una excesiva cantidad de fibra vegetal, que contienen sobre todo verduras y legumbres, produce mucho gas en su digestión, con las consiguientes molestias, y disminuye la absorción de otros nutrientes. n Una actitud equilibrada y tranquila por nuestra parte, paciente pero firme, sin ceder ante lloros y mimos, es imprescindible para evitarlo. n A pesar de que haga algunos estropicios, dejémoslo comer solo, manejando taza o plato, vaso y cuchara; es muy importante para su desarrollo psíquico y motriz. 27 Guía de cuidados infantiles El desayuno en la edad escolar Desde que comienzan a ir a la escuela infantil, no concentremos su alimentación en la comida del mediodía, y mucho menos en la cena, y pensemos que un buen desayuno que les «cargue las pilas» es fundamental; en la escuela necesitarán energía durante toda la mañana y no debemos confiar en la bollería o golosinas tomadas en el recreo. 28 Cóidate Cóidame Lo mejor es un desayuno variado: leche, queso o yogur... pan integral, frutas y zumos. n El desayuno debe contar con tres tipos de alimentos: lácteos, cereales y frutas. n La leche, el queso y el yogur son ricos en calcio. Mientras el pe- diatra no aconseje lo contrario, la leche debe consumirse entera. n Los cereales, particularmente los integrales, aportan muchos nutrientes, como las vitaminas del grupo B o la fibra, además de la energía que precisan a lo largo de la jornada escolar. Las frutas son ricas en nutrientes y particularmente en azúcares simples, necesarios en la dieta. Por lo general, se recomienda ofrecer la fruta en pieza y sólo algunos días en zumo. n n Es conveniente desayunar sentados y con tiempo suficiente. El apetito depende del momento en que se ofrece la cena y de las horas dedicadas al descanso nocturno. n Es fundamental el aseo de la boca y el cepillado de los dientes después del desayuno. Como vemos, tenemos gran cantidad de alimentos para ofrecer ricos y variados desayunos que impedirán que su actividad y vitalidad decaigan a lo largo de la mañana, aumentando su bienestar y, consecuentemente, el rendimiento en la escuela. 29 Guía de cuidados infantiles Proporcionar cuidados básicos seguros y saludables Proporcionar un aseo saludable Los actos de limpieza, en general y a cualquier edad, deben ser suaves y diarios. Suaves para que provoquen reacciones de placer y no de rechazo, y diarios para favorecer la adquisición de hábitos saludables, eliminando la suciedad de cada día. Según su edad, el aseo debe pasar por tres fases: Fase pasiva El bebé, en los primeros días de vida, debe recibir pasivamente los cuidados que le proporcionamos. Fase de colaboración La niña o el niño participa ya de su propio aseo. Fase activa Bajo supervisión, van siendo poco a poco más responsables y autónomos en su aseo personal. 30 Cóidate Cóidame El baño tiene que ser un rito diario, en un lugar con temperatura agradable, alrededor de los 20° C, sin corrientes de aire, y en el momento del día que nos permita hacerlo con calma. Promocionar progresivamente su autonomía en todos aquellos actos que, como el aseo, facilitan su propia independencia y responsabilidad. Alrededor de los 2 años de edad, deben lavarse las manos con la ayuda de una persona mayor. n n A los 3 años deben hacerlo ellos y ellas solitos. A los 4 años, el lavado de cara, manos y dientes tiene que ser ya una tarea realizada por ellos mismos, autónoma y responsablemente. n La temperatura del agua –que siempre debemos vigilar para evitar quemaduras o rechazos– estará a 38° C el primer mes y a 36° C a continuación. n n Se recomienda comenzar a llenar la bañera con agua fría para ir calentándola con agua caliente, y no al revés. Para comprobarlo, se puede medir con un termómetro o bien introducir nuestro propio codo para sentir una temperatura agradable. n Las bañeras plegables de plástico ocupan poco sitio, son blandas, por lo que impiden posibles golpes, y quedan a una buena altura para comodidad de nuestras espaldas. n Podemos usar cualquier otro recipiente o la bañera de casa, pero evitando siempre resbalones que puedan causar golpes cuando el bebé ya se sienta o se mueve y, por supuesto, sin dejarlo solo ni un momento. n 31 Guía de cuidados infantiles Los primeros días, mientras no cae el resto del cordón umbilical, lo lavaremos por partes sin meterlo completamente en el baño, evitando mojar la cicatriz para que no se infecte. El ombligo requiere cuidados especiales durante unos siete u ocho días: n Cambiar la gasa que lo cubre diariamente o cada vez que se vea sucia o mojada. n Consultar con el/la pediatra si la cicatriz supura y tiene aspecto sospechoso de estar infectada. Sujetar bien al bebé por debajo de las axilas, apoyando la cabeza en el brazo por el cuello, sin sumergir sus ojos, nariz o boca. Usaremos un jabón suave y neutro, no alcalino. n El pelo y las manos los lavaremos en el mismo baño y con el mismo jabón. En la cara no debemos usar jabón. Limpiar los oídos con nuestro dedo meñique envuelto en un paño húmedo, retirando del pabellón de la oreja la cera que vaya saliendo. ¡No meter nunca «bastoncillos» dentro del oído! n Tras el baño, realizaremos un suave secado, insistiendo en las axilas y en las ingles, evitando corrientes de aire, y en una superficie amplia y segura que impida las caídas del bebé. n A continuación, podemos usar una crema o un aceite hidratante, pero no los tradicionales polvos de talco, ya que resecan mucho la piel y acumulan suciedad en los pliegues del cuerpo. n Lavar las nalgas y los genitales siempre que sea necesario, independientemente del baño. En las niñas, tendremos cuidado de hacerlo de delante hacia atrás para evitar que la suciedad entre en la vagina. Se pueden comprar bayetas adecuadas para ello y, si no, se hace con una esponja o un paño limpio y húmedo. n Cortar las uñas cuidadosa y periódicamente para evitar los arañazos que ellos mismos pueden hacerse, usando tijeras de n 32 Cóidate Cóidame puntas romas para evitar pinchazos accidentales en los dedos del bebé. Las de las manos deben cortarse siguiendo la forma curva de la punta del dedo y, las de los pies, rectas para evitar que se claven por los bordes en la piel del dedo y se infecten. n Cambiar los pañales siempre sobre una superficie cómoda y lo más amplia posible, sin dejarlo nunca solo, ya que cualquier movimiento rápido del bebé puede significar una caída perfectamente evitable. n Si el cambio de pañales, una vez que están mojados, no se hace pronto, la humedad favorecerá enormemente la irritación de la piel. Si esto ocurre, se debe echar una crema hidratante y, en los días sucesivos, esmerarse especialmente en mantenerlo seco. n Si persiste o empeora la irritación, consultar con el/la pediatra para evitar o tratar la posible infección de la piel. 33 Guía de cuidados infantiles Proporcionar un sueño y una habitación saludables El bebé debe colocarse boca arriba para dormir por la noche y a la hora de la siesta. Cuando esté despierto, y bajo la supervisión de un adulto, el bebé debe pasar algún tiempo boca abajo. Todos los bebés duermen mucho, pero no todos tienen que comportarse de igual modo, ni para conciliar el sueño, ni durante éste, ni tampoco en su duración. Los habrá que respeten nuestro sueño y otros que no lo hagan tanto. De cualquier manera, nosotros sí respetaremos el suyo, puesto que es fundamental para un desarrollo saludable. n Al principio duermen tres o cuatro horas, día y noche, y después piden alimento. Desde finales del primer mes, duermen más por la noche y van reduciendo el sueño durante el día. n Hasta los dos años, duermen entre 11 y 16 horas al día y, entre los dos y los cinco años, lo hacen entre 10 y 14 horas. Es sencillo saber cuándo no duermen suficientemente, porque se hace difícil despertarlos por la mañana, y se encuentran cansados y poco activos después del sueño. n El bebé debe ser colocado boca arriba para dormir por la noche y durante la siesta. Cuando esté despierto y bajo la supervisión de un adulto, el bebé necesita pasar algún tiempo boca abajo. n Evitar lazos y cadenas alrededor del cuello mientras duermen, así como abrigarlos en exceso y ponerlos al lado de estufas y braseros. n 34 Cóidate Cóidame n Es muy útil establecer ciertos «rituales» de relajación previos a la hora de dormir: baño, música suave, recoger el cuarto o ver cuentos cuando ya puedan hacerlo, demostrándole que no se queda solo y que el sueño no significa separación. Actuar con suavidad pero con firmeza, de modo breve, aburrido y rutinario cuando despiertan, llaman o aparecen en la cama de los padres, evitando siempre los excesivos «mimos» que supongan ventajas, promesas o privilegios. n En general, cuando hay problemas con el sueño, conviene analizar la situación con cierta calma, buscando sus causas más frecuentes: sobreexcitación, demasiado cansado, siesta muy larga o temores e inseguridades a causa de un ambiente tenso en la familia. n Los barrotes de la cuna deberán impedir que el bebé introduzca la cabeza entre ellos. Cuando pase a dormir en la cama, ésta deberá ser baja y con barreras en sus lados, para evitar lesiones por caída durante el sueño. n n Tanto en la cuna como en la cama, el colchón tendrá una base dura. Una habitación con temperatura agradable, con buena ventilación diaria y un ambiente tranquilo es lo ideal. n Debe ser fácil de limpiar, por lo que no es aconsejable sea de moqueta ni tener muchos peluches que retengan demasiado polvo y suciedad. n n Impedir el posible acceso a esquinas de muebles, enchufes, cables o aparatos eléctricos que pueda haber en la habitación. Un suelo despejado y que aísle del frío será muy útil para arrastrarse y jugar con los juguetes en su propia habitación. n Hasta los seis meses, el bebé puede dormir en su cuna en la habitación de los padres, pero a partir de esa edad es muy conveniente que pase a su propia habitación, en la que debe dormir cada día, aunque el padre o la madre estén solos. n 35 Guía de cuidados infantiles Proporcionar vestido y calzado saludables El niño necesita moverse con libertad y, a menudo, le ponemos demasiada ropa. No precisa llevar más ropa que la que nosotros mismos necesitamos en cada temporada. n Las prendas tienen que ser sencillas, amplias, fáciles de poner y sacar, y de tejidos no irritantes, muy lavables y que transpiren bien. n En los primeros meses, lavar aparte la ropa del bebé y con jabón neutro, enjuagándola abundantemente para que los restos de jabón no provoquen posteriores irritaciones en la piel. n Las cremalleras pueden producir dolorosos pellizcos. Se pueden sustituir por tiras adhesivas o manejarlas con cuidado, enseñándoles a hacerlo ellos mismos de ese modo, en cuanto sea posible. No precisan calzado hasta que se ponen de pie y, desde que lo hacen hasta los dos años, hay que procurar que lleven un calzado holgado y flexible que les permita mover los dedos, tipo bota para que sujete bien el tobillo, y con suela antideslizante. n Proporcionar juguetes saludables Los juguetes desempeñan un importante papel en la vida infantil, ya que por medio de los juegos el niño se divierte y conoce el mundo que lo rodea. Enseguida jugará con su propio cuerpo y, más adelante, con objetos llamativos y que produzcan sonidos suaves. Para cumplir su cometido y no resultar peligrosos, los juguetes deben ser: n Adecuados a cada edad. En general, sencillos, sin mecanismos complicados que requieran la presencia de los adultos para jugar y que no sean desmontables en pequeñas piezas que puedan tragar. n 36 Cóidate Cóidame Cuidar las condiciones en que la familia y, por supuesto, los más pequeños ven la televisión. Es importante que no haya reflejos en la pantalla y situarse a una distancia mínima de 2,5 metros para evitar problemas oculares. n En los más pequeños, ver programas violentos o muy ruidosos en el momento de acostarse provocará pesadillas e inquietud nocturna que reducirán las posibilidades de un buen descanso nocturno en tiempo y calidad, tan importante para su crecimiento saludable. n n Muchas horas de televisión producirán fatiga y tensión nerviosa, e impedirán la práctica de otros juegos y la permanencia al aire libre, mucho más importantes para la salud a estas edades. n De un tamaño adecuado: los muy grandes son de difícil manejo y los muy pequeños pueden ser peligrosos por la gran tendencia infantil a introducirlos en la boca o en la nariz. n Es mejor que sean de materiales lavables, no tóxicos, irrompibles y sin aristas o puntas agudas en las cuales se puedan lastimar. n Evitar que jueguen con cualquier objeto del hogar que no sea un juguete. Un excesivo número de juguetes les impedirá disfrutar con ellos. Compartirlos con otros niños les ayudará a socializar. n 37 Guía de cuidados infantiles El chupete El chupete no es algo obligatorio, y hay bebés que lo rechazan. Sólo cumple la misión de satisfacer el instinto de chupar, tranquilizando al bebé, pero no debe ser un fácil sustituto de los cuidados necesarios. No es conveniente prolongar el uso del chupete más allá de los 12 o 15 meses para evitar deformaciones en la boca y en la dentadura. Para abandonarlo, siempre será más práctico «hacerlo desaparecer» que reñir y ridiculizar al pequeño. n Los de forma anatómica son los más re­ co­mendables. n Hay que mantenerlo lo más limpio po- sible, hirviéndolo en agua durante diez minutos con frecuencia. n Se debe cambiar antes de que se estro- pee. La goma gorda y deshecha deforma más la boca y acumula más gérmenes. n No conviene mojarlo en miel o azúcar, algo que favorece enormemente la aparición de las caries en los primeros dientes, ni, por supuesto, en cualquier tipo de bebida alcohólica. Los bebés lo chupan todo y también los dedos, sobre todo cuando tienen hambre, les duelen las encías por la salida de los dientes o están cansados y quieren dormir. El chupete puede ser una buena solución si esto ocurre de modo prolongado, intenso y repetitivo. Chupar el dedo deforma más la dentadura. Cuando ya tienen dos años y reaparece el ya abandonado chupeteo de dedos, puede deberse a situaciones de celos o inseguridades que será preciso investigar y tratar sin castigos ni amenazas. 38 Cóidate Cóidame Vigilar el desarrollo psicomotor El siguiente cuadro resumen de desarrollo, ayuda a hacer un seguimiento de su evolución en la motricidad y en la maduración psicológica, y de cómo se va adaptando progresivamente a su medio. Se trata de una exposición ordenada de los momentos aproximados en los cuales, normalmente, las niñas y niños van logrando determinadas capacidades. Cualquier carencia o variación en el seguimiento de este calendario no supone obligatoriamente una anomalía, pero es preciso consultarlo con el/la pediatra para confirmar o descartar alguna dificultad y, en su caso, tomar las medidas oportunas. 39 Guía de cuidados infantiles En este cuadro resumen recomendado por asociaciones de pediatras de todo el mundo queda recogido lo fundamental. 1 meses n 2 meses Sostiene la cabeza cogido en el brazo Emite variedad de sonidos y lloros n Sigue objetos con la vista n Disfruta con las caricias n n 4 meses Gira la cabeza hacia un ruido Agarra objetos n Ríe con los padres n Sostiene la cabeza estable n n 6 meses Sigue objetos en movimiento Gira sobre sí mismo n Se sienta con apoyos n Reconoce su nombre n Acerca objetos a la boca n n 9 meses Balbucea en diferentes tonos para llamar la atención Busca objetos escondidos n Se sienta sin apoyos n Está de pie con apoyos n Hace pinza con los dedos índice y pulgar n n 12 meses Entiende órdenes sencillas Se comunica con un lenguaje propio n Se inicia en caminar con apoyo n Expresa variadas emociones n n 15 meses 40 Fija la mirada Balbucea n Reacciona al ruido n Succiona correctamente n Señala objetos en dibujos Pronuncia más de cinco palabras n Camina solo n Lleva la comida a la boca n Muestra tristeza n Enseña objetos a los padres n n Cóidate Cóidame Promocionar la práctica de ejercicio físico Multitud de estudios ponen en evidencia la positiva influencia que el ejercicio físico tiene sobre la prevención de múltiples enfermedades del adulto muy frecuentes entre la población. También apuntan los estudios el creciente déficit de ejercicio físico infantil, que aún es más acusado entre los adolescentes. n En las etapas preescolares es suficiente la práctica de ejercicio asociada a los juegos y a las prácticas de dominio de las actividades que favorecen una correcta movilidad en el ambiente, controlando en todo En la infancia, se ponen las momento los riesgos de accidente infantil. bases de los estilos de vida de n En la etapa escolar y adolescente, la práclas personas, y es en esta etapa tica de ejercicio físico varios días a la semacuando se deben practicar na en actividades colectivas y de equipo, determinados comportamientos si no hay contraindicación médica, es una que favorecen la salud hasta medida extraordinariamente recomendable. Con el tiempo, hacer el ejercicio físico que convertirlos en hábitos a cada uno más le guste formará parte de saludables. un estilo de vida saludable y activo que, sin duda, alargará la vida, reducirá el riesgo de obesidad y prevendrá enfermedades crónicas como la cardiopatía isquémica, la hipertensión arterial, la diabetes del adulto, la osteoporosis, la ansiedad o la depresión. n Reducir el tiempo dedicado a las actividades sedentarias, como ver televisión o jugar en pantallas digitales, es la mejor medida complementaria de la anterior. 41 Guía de cuidados infantiles Se trata de mantener una actitud inteligente y de equilibrio entre su propia y progresiva autonomía y nuestra protección y vigilancia constantes. Conocer y aplicar medidas de seguridad para controlar los riesgos de accidente infantil Actualmente, la mayor amenaza para la salud infantil son los accidentes infantiles, como vienen demostrando las estadísticas sanitarias. Los niños y las niñas son, en general, curiosos, impulsivos, impacientes e inquietos, y los accidentes menores, pequeños golpes y arañazos son parte de su desarrollo normal. n n Los más pequeños llevarán todo a la boca porque es el modo que ellos tienen de conocer las cosas. n Una excesiva protección de los padres sólo consigue niñas y niños incapaces de autocuidarse. n No es recomendable reprimir sin justificación alguna su necesi- dad vital de explorar todo lo que hay en su ambiente, ya que es un estímulo fundamental para un adecuado y saludable desarrollo. La clave es enseñarles a valorar y controlar o evitar el riesgo, explicándoles pausadamente, una y otra vez, los porqués del peligro y sus posibles consecuencias. n Mientras van alcanzando la suficiente autonomía y no estamos seguros de que son capaces de reconocer el peligro para evitarlo o controlarlo, tenemos que ejercer una atenta vigilancia que permita 42 Cóidate Cóidame adelantarnos a las situaciones de riesgo, aplicando medidas de seguridad que eviten los posibles accidentes. Se trata de mantener una actitud inteligente y de equilibrio entre su propia y progresiva autonomía y nuestra protección y vigilancia constantes. Los accidentes infantiles pueden ser evitados y no son fruto exclusivo de la mala suerte. Todo depende de nuestras actitudes y acciones, y de que ellos vayan valiéndose por sí mismos, poniendo en práctica nuestras enseñanzas sobre el reconocimiento de los peligros para controlarlos o evitarlos. La cocina Las estadísticas demuestran que es la cocina el lugar de la casa donde más accidentes infantiles se producen. Los aspectos que hay que vigilar en la cocina mientras los hijos no perciben los peligros que en ella se esconden son, fundamentalmente: n El manejo de recipientes con líquidos o comidas calientes que pueden provocar quemaduras al derramarse. n El uso de múltiples utensilios cortan- tes o punzantes que pueden producir heridas. 43 Guía de cuidados infantiles La presencia de enchufes o electrodomésticos que pueden originar electrocuciones. n La presencia de variados productos de limpieza que pueden causar intoxicaciones y otras lesiones cuando se dejan al alcance de los más pequeños. n En la cocina es frecuente que haya, además, multitud de pequeños objetos, alimentos, e incluso medicamentos, que pueden provocar intoxicaciones o asfixia. n Medidas básicas de prevención de accidentes en la cocina: Mantener a los niños fuera de la cocina en el momento de hacer la comida. n Impedirles el fácil acceso a cuchillos, tenedores, tijeras, etc., y a los pequeños alimentos, como garbanzos o similares, que deben guardarse fuera de su alcance. n n No almacenar los productos de limpieza bajo el fregadero si la puerta no tiene cerradura. Bajo llave o en lugar elevado estarán también los medicamentos. Recoger los pequeños objetos dejados descuidadamente por encima de mesas y encimeras, como cerillas, mecheros, pequeños alimentos o restos de ellos. n Retirar de su alcance cables eléctricos, enchufes y pequeños electrodomésticos. n n Pensar y repasar escrupulosamente nuestra cocina, tomando las medidas de seguridad más oportunas, evitará la mayoría de los posibles accidentes producidos en el hogar, mientras vamos educando a los pequeños en el reconocimiento de los peligros y van aprendiendo progresivamente a evitarlos por ellos mismos. 44 Cóidate Cóidame El cuarto de baño La bañera de los adultos, en los primeros años de vida, puede ser lugar de golpes por resbalones, quemaduras por agua caliente, intoxicaciones por productos de higiene corporal e incluso ahogamientos. n n Comprobar siempre, antes del baño, la temperatura del agua. Evitar que los productos de higiene corporal estén al alcance de los pequeños y colocar adhesivos o alfombras antideslizantes en el suelo de la bañera. n n No dejarlos nunca solos en el baño, aunque sea un instante y hubiéramos puesto poca agua. n Cuidado también con el abandono descuidado de objetos peligrosos para los más pequeños, como tijeras, hojas de afeitar... El resto del hogar n Anteponiendo la seguridad y el orden a la decoración y al descuido en el hogar, en general, se evitan posibles golpes o caídas de mayor o menor gravedad. Dejaremos siempre al niño o a la niña en la cuna o en el parque, lugares bien seguros para cuando estamos ocupados por un momento y no pueden estar con nosotros, como atender una llamada de teléfono o el timbre de la puerta. n Las escaleras, mientras los niños no cogen seguridad para andar y mantener el equilibrio, son el lugar más habitual de golpes y caídas. Donde podamos, pongamos barreras y, donde no, vigilemos, ayudemos y eduquemos. n n Balcones, ventanas y terrazas, más adelante, en la edad escolar, son especialmente peligrosas porque, al asomarse, el peso 45 Guía de cuidados infantiles de la cabeza y del tronco les hace perder el equilibrio muy fácilmente hacia el exterior. n Combinar las explicaciones sobre el peligro y la eliminación de éste, retirando cosas a las que puedan subir o trepar, bloqueando ventanas y puertas de acceso o instalando barandillas seguras. Evitemos, siendo inteligentes, cuidadosos y ordenados: n Intoxicaciones por productos dejados descuidadamente en el garaje o en cualquier otro sitio, habitualmente cambiados de su envase original a otro que confunde, como aguarrás en un envase de gaseosa apoyado en el suelo en cualquier esquina. n Atragantamientos y asfixias por pequeños objetos de costura o pequeñas piezas o trozos de juguetes. Heridas y arañazos con herramientas y otros materiales en garajes y cobertizos, etc. n n No dejar nunca a su alcance pilas de botón, sean nuevas o ya gastadas. No cambiarlas nunca en presencia de los más pequeños porque sabrán dónde se esconden e intentarán sacarlas. Advirtámosles esto a los hijos mayores para que tampoco dejen que los pequeños jueguen con los aparatos y juguetes que las contienen. En caso de que un pequeño trague una de estas pequeñas pilas, no esperar nunca sin más a que salga. Es preciso acudir a un centro sanitario. n Prestar especial atención a la seguridad de la instalación eléctrica de toda la casa: n Asegurarse de que tiene toma de tierra y fusibles de cortocircuito. n Utilizar protectores en los enchufes que no se usan. n Retirar cables, conexiones y empalmes al alcance de los niños. n 46 Hablar con ellos del peligro invisible de la electricidad. Cóidate Cóidame Los medicamentos en forma de pastillas o jarabe ejercen sobre los pequeños una gran fascinación, por lo que existe un elevado riesgo de que los tomen y se intoxiquen. Les parecen golosinas, y mucho más cuanto más nos oigan decirles que los medicamentos saben muy bien, a caramelo de fresa o de naranja, cuando tienen que tomarlos. n Buscar en casa un lugar fijo, seco, limpio y bien seguro, bajo llave, para guardar los medicamentos, garantizando que en todo momento y situación se encuentran en buenas condiciones para su uso y, sobre todo, fuera del alcance de los pequeños. n Desterrar la mala costumbre de dejarlos en el frutero de la mesa de la cocina o en cualquier otro sitio inapropiado. Éste es el modo seguro de prevenir las intoxicaciones accidentales por medicamentos. Otras precauciones y medidas de seguridad que hay que estudiar y aplicar son las siguientes: n Fijar bien las alfombras para que no resbalen sobre el suelo y provoquen tropezones y posibles golpes en la cabeza. n Evitar, con protectores adecuados, que metan las manos en el fuego de la chimenea o estufas de leña, así como en braseros o estufas eléctricas. 47 Guía de cuidados infantiles n Si tenemos escopetas y armas o herramientas peligrosas, las guardaremos en un sitio bien seguro. n Cuidado con los juegos infantiles de meter la cabeza en bolsas de plástico. Existe riesgo de asfixia. Ojo con los mecheros y cerillas que se dejan abandonados en cualquier lugar de la casa, ya que pueden provocar incendios en manos de los pequeños. n Fuera del hogar En los automóviles, los niños deben viajar siempre bien sujetos y correctamente situados, incluso en trayectos cortos o por ciudad. Cuando un niño va suelto en el coche, basta un pequeño golpe o frenazo, aunque sea a poca velocidad, para poder producirle una lesión grave. n No llevar nunca a los pequeños en el regazo de un adulto, ni en el asiento delantero ni en el trasero, ya que los estudios ponen de manifiesto que a más de 5 km/h el adulto no podrá retener al niño en caso de accidente. n Hasta que el bebé pese 10 kg (aproximadamente a los 9 meses), puede viajar en el serón colocado en el asiento trasero del coche en posición transversal. El serón debe estar provisto de correas de sujeción y, a su vez, ir sujeto con el cinturón de seguridad del coche. n También se utilizan las sillitas especiales para bebés, debidamente fijadas según las instrucciones del fabricante, siempre en el sentido contrario a la marcha y en el asiento trasero si el coche tiene airbag. n Desde los 9 meses hasta los 3 años, o desde un peso de 9 kilos hasta los 18 quilos, se deben acomodar siempre en sus sillitas 48 Cóidate Cóidame especiales para el coche, bien sea en el asiento trasero o en el asiento delantero si el vehículo no tiene airbag, y en el sentido de la marcha. A partir de los 3 años y hasta que alcancen una altura de más de 150 centímetros, viajarán siempre en el asiento trasero, utilizando los cinturones de seguridad del coche y cojines elevadores con o sin respaldo, que acomoden bien la altura del pequeño a la altura del cinturón. n n Al adquirir estos dispositivos de seguridad para el coche, hay que informarse sobre su calidad, asegurándose por la etiqueta de que cumplen las normas de homologación (ECE R-44) y sirven para todos los vehículos, en la que figura, además, el límite de peso para el que están diseñados. n Las maniobras de entrada y salida del automóvil deben hacerse siempre por el lado de la acera. En cuanto sea posible, eduquémoslos sobre las normas de seguridad en la circulación, fundamentalmente a través del ejemplo, tanto para ser peatón como para ser conductor de bicicletas o patines. 49 Guía de cuidados infantiles Es necesario acudir a las citas del programa de control médico del crecimiento para niños y niñas sanos. Prevenir y atender enfermedades y lesiones por accidente Para tener una razonable y objetivada seguridad de que todo marcha bien, aunque no exista ningún episodio de enfermedad, se debe aplicar un sistema ordenado de vigilancia periódica de los aspectos más importantes de la salud infantil, que se conoce con el nombre de Programa del niño sano en todos los centros de la red gallega de Atención Primaria de salud. Es muy importante no faltar a las citas de revisión pautada hasta los 14 años, ya que éste es el mejor modo de adelantarnos y coger a tiempo cualquier dificultad, problema o duda referente al desarrollo saludable de hijas e hijos. n Debemos cambiar la vieja costumbre de actuar sólo cuando se produce algún problema por la de adelantarnos a éstos, interesándonos en las explicaciones y preguntando todas las dudas en cada visita. n Los controles sistemáticos del desarrollo saludable de los pequeños que están aplicando los profesionales de la pediatría hacen un seguimiento y evalúan, a lo largo del calendario de visitas, todos los aspectos del crecimiento y la funcionalidad físicas, así como el desarrollo psicomotor y de los órganos de los sentidos. n n A lo largo del calendario de visitas se van indicando, en el momento oportuno, las medidas preventivas que hay que aplicar, 50 Cóidate Cóidame Cartilla de salud infantil como las vacunas y otros tratamientos, así como las recomendaciones generales y consejos específicos que vayan correspondiendo, sobre una larga serie de aspectos del estilo de vida de las familias y de los cuidados que proporcionan a sus hijos que pueden incidir de un modo importante en su salud. En la cartilla de salud infantil, personalizada desde el nacimiento, se irán anotando ordenadamente los datos esenciales sobre el estado de salud y su seguimiento. n Cumplir el calendario de vacunación recomendado Las vacunas son medicamentos que estimulan la producción de defensas frente a las enfermedades infecciosas más graves y frecuentes provocadas por virus o bacterias, contribuyendo a impedir un posible contagio, y ayudan a controlar o incluso eliminar las epidemias por estas enfermedades. Cada vez que corresponda, el/la pediatra registrará en la cartilla de salud infantil los tipos y dosis de las vacunas administradas en cada ocasión. En la última actualización del calendario, que entra en vigor a partir del 1 de abril de 2016, se incorpora la vacuna frente a la varicela para la cohorte de niños nacidos a partir del 1 de enero de 2015, con dos dosis: a los 15 meses de edad y a los tres años; la primera dosis de esta vacuna comenzará a administrarse el 1 de abril de 2016, 51 Guía de cuidados infantiles Vacunas (Calendario 2016) 0meses HB: hepatitis B 2meses Vacuna hexavalente: tétanos, difteria, tosferina, Neumocócica conjugada 4 meses Vacuna hexavalente*: tétanos, difteria, tosferina, Meningococo-C Neumocócica conjugada 6meses Vacuna hexavalente: tétanos, difteria, tosferina, haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B haemophilus influenzae, poliomielitis, hepatitis B 12meses Triple vírica: rubéola, sarampión y parotiditis Meningococo-C Neumocócica conjugada 15meses Varicela1 18meses [ a partir del 1 de abril ] Vacuna pentavalente: tétanos, difteria, tosferina, haemophilus influenzae, poliomielitis 3años Triple vírica: rubéola, sarampión y parotiditis 6años dTpa* [ aplazada temporalmente ] 12años Varicela [ sólo susceptibles ] Meningococo-C VPH: virus del papiloma humano 14años Td: tétanos y difteria VPH 2 : virus del papiloma humano 52 [ sólo niñas ] * Adaptación temporal, mientras duren los problemas de suministro de las vacunas pentavalentes y dTpa. 1 Para niños nacidos a partir del 1 de enero de 2015. La 2ª dosis se administrará a los niños vacunados a los 15 meses a medida que vayan cumpliendo 3 años. 2 Durante los años 2016 y 2017 para las niñas nacidas en 2002 y 2003 a medida que vayan cumpliendo 14 años. Cóidate Cóidame introduciendo la segunda dosis a medida que la cohorte vacunada por el Programa Gallego de Vacunación vaya cumpliendo los tres años, o sea, a partir de 2018. Y, como ya se anunció en 2015, desde el 1 de enero se adelantó la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) de los 14 a los 12 años, con el fin de que las mujeres lleguen protegidas a la edad de inicio de las relaciones sexuales. En la actualidad, en Galicia se administra a todos los niños y niñas, gratuitamente, las vacunas contra la hepatitis B, la poliomielitis, la difteria, el tétanos, la tosferina, el sarampión, la rubeola, las paperas, las enfermedades invasivas causadas por el Hib (sobre todo meningitis e infección generalizada), y meningitis causada por el meningococo C, la varicela [en dos poblaciones: a) en niños/as nacidos antes del 1 de enero de 2015 que no hayan pasado la enfermedad o no estuviesen vacunados cuando cumplan 12 años de edad; b) a partir del 1 de abril de 2016, en todos los niños según vayan cumpliendo 15 meses], y la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH) en chicas, con el fin de protegerlos frente a estas graves enfermedades, según el calendario de vacunaciones actualmente recomendado. El/la pediatra podrá variar las dosis y el momento de ponerlas, según situaciones particulares. Es muy importante no olvidarse de llevar a la niña o al niño a vacunar cada vez que corresponda, haciendo que se registren en la cartilla de salud infantil los tipos y dosis de las vacunas administradas en cada ocasión. Es preciso evitar la creencia de extendidas y falsas «contraindicaciones» de las vacunas, como las siguientes: Reacciones a dosis anteriores de alguna vacuna, con dolor, enrojecimiento e inflamación en el lugar de la inyección o fiebre pasajera inferior a los 40 grados y medio. n n Enfermedad aguda benigna (catarro o diarrea) sin fiebre o con fiebre moderada. 53 Guía de cuidados infantiles n Estar con tratamiento antibiótico en ese momento, o convaleciente de una leve enfermedad. Por tener un nacimiento prematuro, alimentarse con lactancia materna o convivir con mujer embarazada. n Por tener una historia, familiar o propia, de alergias o reacciones desfavorables a las vacunas u otros medicamentos. Indicarlo siempre y consultar con el/la pediatra las posibles alternativas. n Por tener historia familiar de síndrome de muerte súbita del lactante o convulsiones coincidentes con la vacunación frente a la DTP. n Tener diabetes, intolerancia digestiva a la lactosa, otras enfermedades crónicas del corazón o de los bronquios, síndrome de Down, etc. n Que haga mucho calor, o no tener preparados los niños, en ayuno, para recibir la vacuna. n Ante cualquier duda, pregúntele a su pediatra. Las vacunas son testadas de forma rigurosa y segura; tienen efectos secundarios previsibles y, en la inmensa mayoría de los casos, leves y autolimitados. Son un instrumento sumamente eficaz para luchar frente a enfermedades infecto-contagiosas, estimando que salvan cada año 3 millones de vidas en todo el mundo, a lo que hay que añadir la prevención de las complicaciones y secuelas que pueden causar las enfermedades que previenen. 54 Cóidate Cóidame Prevenir la caries dental La caries es la enfermedad más frecuente entre niños y niñas; destruye sus dientes y dificulta la masticación de los alimentos, pudiendo causar focos de infección y dolor. Provocan la caries los ácidos que producen las bacterias tras consumir el azúcar que queda entre los dientes después de comidas dulces. Estos ácidos van destruyendo el esmalte del diente. Una buena dentadura es fundamental para masticar los alimentos correctamente y tener una bonita sonrisa. El modo de que nuestros hijos no padezcan caries dental y lleguen a tener y conservar una dentadura saludable toda la vida es bien fácil: n No mojar el chupete en azúcar o miel cuando son lactantes. n Evitar los caramelos y demás golosinas lo máximo posible en los primeros años. Enseñarles enseguida a lavarse los dientes tras las comidas para que sea una práctica diaria de higiene y salud. n A partir de los tres o cuatro años, conviene acudir al dentista para ver si hay algún problema y poder atajarlo enseguida, aplicar medidas de prevención de la caries y otras enfermedades, y valorar la higiene dental que se viene practicando. 55 Guía de cuidados infantiles Medir y bajar la fiebre Se trata de un aumento de la temperatura del cuerpo por encima de los 38° C, cuando se mide en la axila o en la ingle, y de los 38,5° C si la tomamos en el ano. Si está entre los 37° C, que es lo normal, y los 38° C, se habla de febrícula. La fiebre acompaña casi siempre a las enfermedades infecciosas más comunes de la infancia. Podemos sospechar que hay fiebre si el niño tiene el cuerpo muy caliente y colorado, suda mucho y está cansado y decaído o irritable y llorón. Además, es probable que disminuya su apetito y puede vomitar con facilidad. Para comprobarlo, usaremos siempre el termómetro, instrumento que no debe faltar en la caja de primeros auxilios casera. ¿Qué hacer cuando tiene fiebre? n Ponerle ropa ligera. Nunca abrigarlo más ni echar una manta extra en la cama. n Ofrecerle a menudo agua u otros líquidos, como zumos naturales, leche... Darle comida fácil de digerir, sin insistir mucho si no tiene apetito. n n Utilizar el medicamento y la dosis que para estos casos nos haya recomendado el pediatra, según la edad y el peso de nuestro pequeño. Los medicamentos más habituales para bajar la fiebre son el paracetamol y el ibuprofeno. n 56 Bañarlo como de costumbre todos los días. Cóidate Cóidame n Cuando la fiebre no baja a pesar de haberle dado la medicación recomendada por el pediatra, cosa corriente por las tardes o primeras horas de la madrugada, no dudemos en darle un baño extra, con agua templada y dejando que juegue un poco en ella. n No usar nunca agua fría ni friegas de alcohol, ya que son muy desagradables para el niño; además, si empieza a aterir, que es lo más probable, aumentará de nuevo la temperatura. Coincidiendo con una subida de fiebre, algunos pequeños (sólo sobre un 3% y, más frecuentemente, entre los 3 meses y los 5 años) pueden presentar un fenómeno llamado convulsión febril. Se trata de movimientos musculares de los ojos, brazos y piernas, mandíbula, etc., debido a descargas enviadas por el cerebro, con pérdida de consciencia, seguidas de debilidad y adormecimiento cuando finalizan, que dan la impresión de mucha gravedad. La mayoría de las veces, las convulsiones ceden solas y enseguida. Lo único que tenemos que hacer, si se presentan, es mantenerlos en una superficie blanda y amplia para evitar los golpes, sin intentar sujetar los movimientos, y mejor con la cabeza de lado. En cuanto finalicen, le daremos la medicación para bajar la fiebre, en caso de no haberlo hecho, y evitar el exceso de ropa mientras acudimos al servicio médico. Para evitar las convulsiones, en otras ocasiones, es preciso bajar enseguida la fiebre, usando adecuadamente la medicación y el resto de las medidas ya comentadas. Atender a golpes y heridas Para los pequeños golpes en cualquier punto o croques en la cabeza, lo mejor para amortiguar la inflamación y el dolor es aplicar hielo metido en una bolsa o compresas de agua bien fría sobre la zona durante unos cuantos minutos, haciendo pequeños descansos. 57 Guía de cuidados infantiles Si el golpe fue más severo, acudiremos siempre a un servicio médico para que el niño sea valorado adecuadamente por un profesional. En caso de que nos indique volver a casa, nos dirá que, durante las siguientes 24 horas, vigilemos estos aspectos considerados «signos de alarma»: Pérdida de consciencia: comprobar su nivel de consciencia cada 2 o 3 horas. Durante la noche, si el niño está durmiendo, lo despertaremos para hacerlo. n 58 Cóidate Cóidame Actitudes anormales: observar si está muy irritable o demasiado adormecido. n n Motricidad anormal: observar si hace movimientos extraños y si maneja bien sus extremidades, brazos y piernas. Ojos: observar si tiene desviación de la mirada o las pupilas de tamaño desigual. n n Habla: observar si tiene dificultades para hablar. n Dolor de cabeza muy intenso. n Vómitos repetidos: no tendría importancia un vómito aislado. La aparición de alguno de estos «signos de alarma» requiere una nueva valoración en el servicio médico. Las pequeñas heridas o arañazos en la piel, frecuentes en la vida de los pequeños, las lavaremos siempre con abundante agua y jabón, y con delicadeza pero con firmeza. Ésta es la más importante de las medidas que siempre debemos efectuar. n Si la herida sangra, pondremos una gasa sobre ella apretando unos minutos hasta que deje de sangrar. n n Dejar la pequeña herida al aire libre si es leve, o cubrirla con una tirita o con una cura de gasa y esparadrapo, que se cambiarán a diario o antes si se moja. n Si tenemos alguna duda o no tenemos a mano material para curas, tras el lavado de la herida con agua y jabón, acudiremos a un servicio médico. 59 Guía de cuidados infantiles Atender quemaduras Después de la pequeña quemadura, pondremos en práctica lo siguiente: n Echar rápidamente agua fría sobre la superficie del cuerpo quemada. n No romper nunca las ampollas que se forman en la piel. n Cubrir la quemadura con un vendaje amplio de gasas y venda o de tela bien limpia. Una sábana sería lo mejor si la quemadura fuese muy extensa. n Consultar en un servicio médico. n No usar nunca pastas o pomadas sin prescripción médica previa. Si está ardiéndole la ropa cuando nosotros acudimos: n Acostarlo en el suelo y echar encima una manta o cosa similar que apague el fuego inmediatamente. n No intentemos nunca sacar los restos de ropa quemada adhe- ridos a la piel. n Envolvámoslo al hospital. 60 Cóidate Cóidame en una sábana limpia y acudamos enseguida Atender posibles intoxicaciones Existe un Centro Nacional de Información Toxicológica al que podemos recurrir telefónicamente las 24 horas del día para resolver las primeras dudas sobre qué hacer cuando nos enfrentamos a una posible intoxicación. Teléfonos: 91 262 04 20 91 262 85 85 o 91 262 91 90 En todo caso, si nuestro hijo o hija tragó algún producto tóxico, como lejía, disolvente, detergente, raticida, etc., debemos hacer lo siguiente: n No provocarle nunca el vómito. n Acudir enseguida a los servicios médicos de urgencia. n Llevar siempre el envase del producto ingerido. Si lo que tragó fue algún medicamento, y de ello hace poco tiempo: n Darle un par de vasos de agua para diluirlo en el estómago y provocar el vómito introduciendo nuestro dedo en su garganta. A continuación, vomitase o no, acudamos al servicio médico de urgencia, llevando siempre con nosotros el envase del medicamento. n 61 Guía de cuidados infantiles 62 Cóidate Cóidame Atender una asfixia Nos referimos a aquellas asfixias que se producen por pequeños objetos o alimentos cuando se meten en la vía del aire hacia los pulmones. n La tos espontánea es el mecanismo de defensa que utiliza automáticamente nuestro cuerpo, tratando de expulsar de allí aquel objeto, pudiendo o no conseguirlo. Si el objeto no sale con la tos, salvo que se vea que es muy fácil de sacar, no debemos intentarlo nunca con los dedos porque podemos meterlo más abajo de lo que estaba y empeorar la situación. n n Si el niño hace gestos de no respirar nada y comienza a ponerse azulado, pondremos inmediatamente en marcha las maniobras de expulsión: producir una presión brusca sobre los pulmones que haga mover el objeto hacia afuera, del modo que se ilustra en las figuras. n Si no lo conseguimos, acudamos urgentemente a un servicio médico. Atender una electrocución ¡Antes de nada! n Desconectar el interruptor general o despegar al niño sin tocarle directamente con nuestras manos, sino con algún objeto aislante, como por ejemplo una silla, una escoba…. n Valorar las lesiones producidas. Llamar al 061 63 Guía de cuidados infantiles Más información en la web coidatecoidame.sergas.es