memorui. literario. a biblioteca periódica crítica.

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28r
MEMORUI. LITERARIO.
BIBLIOTECA
A
PERIÓDICA
DB CIENCÍAS y ARTBS.
NüM. XXV.
-^
$etieinbre,diaió.(Afioi'8ci¿.)S''é''cer trimestre.
CRÍTICA.
'
.
"ijiiii
I
Señores CríficQS del Antt-^Quiícott.
May • Señores míos:/La celebra v
antigua íejjútacion de D¿n Quixote disculpa la ¡nipertineacía de" repetir ,tanto su
nombre )ím2^^rg9iente qaaúdo se trata de
remover las cenizas de este insigne Aventurero par» inqaieta'r ei reposo de sjj
gloria. Gozábala en efecto el invencible
Mancíiégo', siendo un objeto constante
de las alabanzas de los sabios extranceros y españoles, dando admiración y enTOJUOIII.
f
286
vidía á las naciones, y materia inagotable al gustoso y decente pasatiempo de
los hombres- Ni la variedad de los idiomas ,, ni la diferencia de las costutubres*
ni el curso de las edades han bastado á
obscurecer la viveza de sus gracias: en el
tesoro inapeable de las qué tiene, las han
hallada los tieft]pa« .^acomodadas á sus
costumbres« las. naciones 4 su carictet,
i su índole Í3$ lenguas t^ los sabios á su
iiisiraccion,"ásusütcances los necios;regalando á todos, coa prc^undos y e x quisitos documentos, con chistes agudos
y sabrosos« mas ó menos vivos en proporción de la semejanza de las'copia5, 6
. de la inteligencia de cada uno; {)erasiemjpre suficieiites á, ía instrucción y deleyte
de los hombres.
A vista de tales hechos, ¿ qui^n pa>
diera imaginarse que dotode se gozan ea
toda su frescura las delicadasfloresy sabrosos frutos que abundaq en ej vergel
delicioso de 1A historia de nuestro CabaJiero, hubiese quien ofrezca demostrar
<^úe sus celebradas flores sonhediondas^y
•287
sns ponderados frutos ind%esíos? ¿Qu!¿n
pudiera iraaginarse, vuelvo á decir, que en
el centro de la España misma, se píense ^a
manifestar que el aplauso universal de las
naciones, se hafixadotorpemente en un
; objeto que nunca lo ha merecido , en un
campeoq extravagante, hijo deforme de
los disparos y desvarios del entendimiento de Cerv^ntpsl j^s^ptdo y asoinbroso
; engaño! ten^r ppf belli$^s los errores,
. por milagros d?l ingenio tos «xtravios,
por aciertos los «JisUte?, po^ maravillas
. l».jenravag4Bcii^, por perí^cciqqes ios
defectos, ppt jípyénqooe^ peregrinas los
, desvarios, y por gns^ pQjftslil^ji ios pji_
, cheros de AlcoT<:On- \ JrO «creyeran vms.,
. señores Críticos \ \ Crcyerín, tms. que
tantos ojos ^ y que tantos i^ños se obcecasett4« <steom94(>> No sfiñores, ni vms
ni nadie 1Q ci;ey^ríi;.y *5Í coino-se pensaba que par^ (X^i,ti Don Quixote fué
necesario un prodigio del ingenio; así
también se creia que para atreverse á
desacreditarle, era preciso un prodigio
de otra clase.
t 2
sSS
l a aparición de este portento estaba
reservada á nuestros días, y en nuestra
era debía retumbar el trueno que rasgase
lá «spesa nube que ofuscaba la luz de
nuestros conocimientos.
¿Y no me dirán vms., si es en virtud
de susmult'tplicadas observaciones, 6 en
fuerza de alguna otracosa que ha osado
el Setabiense arriesgarse á empresa tan atré•vída? ¿Será que proyectaba escribir ua
panegíirico de Cervantes, y por no parecerte provechoso, adoptó el rumbo contrarió? Acaso j acaso sea esto , porque s¡
se empeñó en que había de escribir sobíe
Don Quixote, pudo raciocinar de esta
iñaúera: '^ Alabar á Cervantes es una empresa''sta gracia ni novedad: todos ios
.oídos están muy acostumbrados á escuchar su nombre cortejado y asistido de
epítetos decorosos «se apuraron las voces
laudatorias en su obseqoío, trillaron otros
esta senda, y no nos queda que añadir;
pues tomemos el'camíno opuesto, y en
Vez de escribir, el célebre Cervantes, el
ingenios» Alcaladino, el escritor itt-
289
imitable, el talento sin igual, digamos
contra torrentem, el estúpido Complu1ense,el descuidado escritor, el talento
monótono, y con especies un nuevas, y
no esperadas, cate vm. que me llevo las
atenciones , y asombro á todos con mi
generosa valentía; pues así como la opulencia de la antigua Troya ñxó la atención
del mundo en sa ruina; así la fama de
Don Quixote pasmará al género humano
Con el ruido de su calda; y por coasi~
goiente, si en pos del nombre de Troya,
viene comiO pegado el de Aquiles, tras
el famoso de Don Quixote, andará como
cosido el de\ el Setabiense.
Dixo; y puso manos á la obra, y
arda Sagunto.
A. D. M.
P. D. Paréceme conveniente dirigir
á vms. las siguientes observaciones de un
affiigo, puesto que las escribió con ejte
objeto.
?9°
Sres, Editores del Memorial Literario.
iVlny Señores míos: Con la mayor
amargura de mi corazón veo que se han
arrojack» *«is- sobre el prospecto , y la
no conocida obra del Setabíéiise, como'
se arrojaria un exatfibré de tábanos carniceros sobré la d^bil y átfaíáida ipreiálPermítanme vms. que les j^iKgofete \ i qií¿
viene tanto furóí? ^ISntjtiíén emplean
cólera tanta? ¿ Hátiselas VtóS. con Fierabrás ? j Es ti Scrabiense atgtia Merlin?
¡ No lo creyera sino lo Viese 1 Apenas el
prospecto ha jparecido Wft hecho -ños.
sangrienta anatoAib de sus páHes« probándonos casi casi que el Setabiense nó
sapo lo qne se dixo. Pera notando coa
recatada mesura las objeciones de vms.,
pierden parte de íu fuerza, y quedan
mas acomodadas á la importancia del ob-'
jeto. No hay que hacerme momos > Se*SorésCríiicoí) porque lo quiero probif
en muy poooi renglones.
891
Objecion.'El Setabiense sé contradice,
fiorqne tan presto alaba á Cervantes como le vitupera.
No le pusieran vms. esta tacha, si conocieran la fuerza del claro-obscuro de'
su prospecto.
Otra. El Setabisnse no guarda conexión en sus ideas.
''
jSi no la guarda D o n Quixote en
tratándole de caballerías, ¿por qué se lia
de echar menos en el papel de su advertátiot
0/f¿¿ Ta-Sfctabiensíflá'etrir^^
dix© qñelBlátrfcritícó'fel escrito de.CérT a n t c S i i ••' ' "
'
"^^ • " * • ' •
-
•
No la erró: l a crítica tst'i ¿n la obra
del ingles, traducida al castellano.
Otra. Mas'Valiera qué ^él Seubiense
fuera «urco con tal, Scc.
: Nd' Seíiofe»? si el adversario fuera
torco,' áináSi& ^ue ígnoráVa la experini«ata'da fuefía déDí)rt"Q"úíxdté. ¡Su gei)eti«sá-Vifléff^á cotórstéprlnopármente en'
ser cottJt«íri6tá'iael#ftcheg-ó --fetén que '
ignoraniós~hasta-íhora s! pata él es turco^
292
Don Quíxote; pero nos lo manifestará.
A este modo pudiera rebatir una por
ona I<ts reflexiones de vms.; pero me llama otra quisicosa, no menos importante
á la reputación del Setabiense;
Extravíos en la historia f cronolo^
g(a y gtografia. dé Don Quixote, defectos en el estilo de Cervantes, y otros
diferentes puntos que se verán , son espacioso canípo á la crítica del Setabien-r
sé, y abundantes ftiatéíialesá sn pluma
para llenar seis tomos de observaciones'
jpero qué observaciones! Punto en boca,
señores Editores; y para que no. juzgen
mal del género antes de verlo, vaya allá
esa muestrecita; ,
. 1
t l I S T O R I A.
•
/
.,
;
,
>
_
.
.
,
í
La historia de Don Quixote es ona
historia quf á .ninguna $e patece.:^ X^das
las_historias extrange^ras y españolas lie-,
van rumbo muy disúato. Ni.los-anales
naciones ^cen ni^moí»jdtI>paQ«ixoie;
293
hí de Sancho. Infiérese de aquí, qne pnes
Cervantes no escribió eottio ninguno de
qnantos historiadores fueron, son y serán , se extravió ciertamente del camino
ái la historia»
c B. 6 K o I. o GI Ai
Todos los cronólogos del ttQndo no
tefiañ capaces de establecer las datas, ni
señalar los tiempos del gigante.Malambrano^ de la diseña Dolorida, de la señorita Antonomasia, ni de otros muchos
prsonageí qne sfiaomhrz9-,en,}ai,bigtotu
de Don Quixote. También este caballero
ise sale i sus,aventuras quandp le. viene,
«pagana, sin respeto á tiempos ni estaciones: gasta encellas los dias ^ae-necesita,
sjp.dar cosqtfls á ningunos se está muy
quieto en sa casa ios meses que se le antft)a, y se^pere .úkimamenií guando le
toc^ja suya,j. sin señalarnos el quando:
ahora ibien.,. señofes Críticos, ¿es esto
cronología ó calabaza ?
m
GEOGRAFÍA. •
Ni Toloftieo mismo qué *m?era, encontraría en los mapas la ínsula Barírtaria,
el reyno Micomicon, las baronías de
Utrique, ni-"otros iniiéhísiíhos pueblos,
reynos y pVovlncias <jue se nombran en
Don Quixote.
Luego se extravia Cervam» en W
geografía.'' ' .:•: • • '•••^••:; Í'•;
El estilo de Cervantes «s clesigQat i
Udas luceí. Unas veceseígíave, otras
festivo, tan pronto popular como sublime , fitesóficif; •eottió ^íeflféío-'j sobeibioT'
como hnnlilde > dulce como Safado , aldeano coiho palaciego; en fin/él es tai, y
de tal n«nfefa > que con femisma facilidad suspende que regocija¡i-y-hatíe rtír'
como eotrÍMee^rse. Fáitaflle aquellos atrti-^'
-vidos altibajo» qué atartiillaa la ime'lf^^
Sencia délos lectores,hü6le á ráUciéc*''
pa&ol desde tina legua» le SiUaa mil yo*-
29f
cecitas peregrinas qoe significan lo qne
se quiere, fáltale aquella media tinta francesa que da tanta gracia á los escritos deahora, y faltánle muchas cosas á la manera del dia; y por cada qual de aquellas cosaS; que le sobran, y de estotras que
no tiene, caten vms, un defecto.
Fuera demasiado largo, si hubiera de
manifestar á 'vitó, los imuclios desyaribs
que están agazapados en la historia de
Don Quixote) á la sombra de mil belle2as encanlddords; además de que en
huertas .máiros.está el pand'Sro, y np es
lícito quitarle la gloria de repiquetearlo.
Queda de vms. S. S. S.
A.D.I..T.
296
SttS' editores del Memotiál Literaria,
Muy Señores míos: sin embargo da
qtié lile había prop'uesto no volver á tratar cosa álgana due tuviese relación
con el-privjtegio -«Te los hacendados de
viñas de Granada, ya por ser materia más ventilada de lo que exige sn calidad, y ya p'or consideratla para los
roas impertinente, me veD«n la precisión
de hacer un corto esfuerzo, que corrbboi'andó lo expuesto en mis anteriores (I) , demostrará la verdad y patriotismo que rae anixtianQuandó hacia á mis antagonistas, celebrando el triunfo que su amor propio
les habia declarado; quando presumía los
tuviese tranqullgí, la CQdfian«a que les debían sus escritos (2), veo dos que acaban
de publicar (3), en los quales, pcnetran(i) Memorial Literario de 1604. Número iix, y Números xi y xn de este año.
(2) Memorial Literario de i8o4> Números Lxv yfcxvi.= De este aáo Número xvi.
(3) El I." , Tentativa económica sobre
el privilegio que tienen los cosecheros de vino de Granada, &c. Por D«n Justo Josef
Banqueri. = Madrid en la Imprenta de la
AdminUtracioa del Real Arbitrio de Beneficencia x8o¿.
297
ño antigíkdades , exprimiendo historias,
forjando cálculos, y pretextando robos,
vienen í deducir tantos males del malhadado privilegio que al leer dichos papeles tístuve casi arrepentido de haber
fícrito en su defensa. ¿ Es posible, exclam é , qae se haya apoderado de mí tan
extraordinario engaño?- ¿mis observaciones no han sido resultado de mis experiencias ? ¿ Las razones por qué me he
decidido, no las he sujetado antes á una
exacta averiguación y maduro examen?
Quando recorro los pagos de Viñas, ¿dónde se esconderán las abundantes acequias? j A dónde huirán los terrenos pingSes? ¿Es posible que el señor Banqueri desde u Corte, y ci Zeloso Patrí'cío desde lo retirado dé SB- tláustro, vean,
experimenten y examinen te-qoe á raíy
á mis coagricolas se oculta? ¿Que los
mismos se vean precisados á prescribirnos reglas-, á censurarnos practicas, y
á detallarnos nuevos eultivos ? ¿ Serán
acaso imaginarias fantasías? ¿Podrá llegar ia preocapacion de los hombres hasta
tal punto?...
Labradores granadinos, hasta ahora
célebres cultivadores, abandonad vuesJEl 3." , Memoria sobr* el privilegio que
goian los. cosecheros de vino^ gjc., su autor Don Faustino Anzú y Garro, Presbítero. = Madrid 1805. Imprenta de Vega y
Compaiíia.
2 9?
tras máximas, desterrad vuestras prácticas, olvidad vuestros conocimieotos; conocimientos que reputabais propios de un
Colutnela y de MaVarron. Descepad las
vides, talad los olivares, esos olivares
que las seáoreatr, que las substituyen, y
baxo cuyos atispicios pudieron algún día
lograr el lleflo d^ su vegetación.
Los refoTniador?$ de vuestra agricultura os maadan quq eq so lugar pongáis m«r<»/««. ,,(>«; aseguf^nsn <;;^da uno
ocho arrobas 4s hoja por la parte que
menos os brindan con 900665 libras de
seda , qní v^^an en 6,^463^.59 reales,
y que matrafactaradas darán át Granada
J5,386®ípQ re;tles: en- su vista , ¿qué
os detiene? ¡seréis unos ins^nsato^ si no
os alienta Xi, seguridad con qu^ 0$ presentan tan.Q^c^sivas ganancias! ?Ias posfiondreis acasi» 4 vuestras actualmente
imitadas grangerías?.... ICMIOS me dicen á una voz , ^pluguiera at cielo que
así fueseU.,, no queremos tanto.... e$
mas limitada nuestra codicia ,^ nos <;ontentamos con lo que tenemos, porque así nos lo ha hecho conocer la
experiencia,. cujras lecciones y npandatos no son dictados por la imaginación;
pero nos ocurre una dificultad que proponer é csds nuevos maestros: si los
morales prodng^n «sas grandes ventajas,
¿por qué no dirigen sus sentimientos á
tus amigos los alpujarreños, estimulándolo» á que con ellos ocupen esa muliltu»
299
de terrenos r incultos? j aquellos " terrenos
dilatados qne no llevan sino tomiltos y
juagazos"? ''¿^aquellos terrenos extendi<los qne están clamando por la mano del
hombre ?" " ? aquellos parages que no
.producen sino zarzas,' gayombas, retamas y otrios art)U5tos" , (i) mayormente
quando saben que en las Alpujarras se crian
excelentes sedas? ?Por qu¿ leí ocultan
tan palpables ganancias, y solo tratan de
consignarles las ínfimas que pueden producirles la&yldesi permítales, nuestros
reformadores ú fácil conquista, de ese
bellocino, y no sean tan ingr.atos que
baxorel y^Jo del patriotismq se oculten
para negar á sus amigos las felicidades
que pródig3B\sBtc4wr»i»ansol>re I'ps que
j\o lo. sotnof» .
,.
. Si yo í)S»4|e$$ á esto ,.;q9e potM
comisión que tiene dada el señor Do^
Juan Andrés Gómez par». I4 propagar
clon del plantío de moreras en este pueblo se han plantado en su término mas
de ifo® pies, quedarían algún tanto
satisfechos. los.declamadQr/^?,; n^ro ello
.es cierto que su'tardía , y nada vigorosa
vegetación ¿ -añnDcja los pocos progrc:,fos que en njuchos puntos .jle este pais
podemos esperan V «pccialmente en los
.contiguos á l ? s viñas.
Desengañémonos: la agricultura es
nna ciencia práctica, admite muy p o (i) Tentativa económica, pág. 41,
30O
cas t«orías, y la experiencia sp adquiere con el sudor y ^1 arado. S¡ un físico ( I ) ha criado plantas sin otro appyo
que vidrio machacado , ó quarzo ea
polvo : sl'otro (2) las ha slímentado y
hecho crecer únicamente con agua, no
por eso han' aconsejado á los labradores que adapten esto? o semejantes
métodos,- que aunque prácticos, riuncí
podrán "^párá el presente C^SO saciarse de
la esfera <fé las teorías^ •' t-." ..,
El ijue quisiere probarnos á los l a bradores qué tenemos aquí viñas y tierras, carmas'cohtiguas á eíksi la realid^id
de las píddqccióiies < qiip: les- atribuyp¿
proplats npesíros Buévoí niáéstros , "que
nos enseñé coin el exemplo: acaso nuestra ignorancia , seria la remora de tato
lisongerás felicidades, y o ofrezco trescientos marjales para que principie su$
ensayos: creo no faltará quien le ceda
muchos mas , y sin exigirle por ahora
arrendatniehto ; el partidb que se hace
es tanto lüas ventajoso > qaanto proporciona las inmensas utilidades que se nos
vaticinan,' y el amor de síís semejantes. Mas daría , á saber, viñas y toneleras para^que averiguasen'á punto fixa
lak excesfvaí ganancias-proclamadas; p i ro como el zelosp patricio las tiene, me
(1) tlllet.
(a) Duhamel lU^raorias de la Academút
del afi^ 1748.
:. .,
3°"
tlberto de dicha oferta ; mayormente
guando estoy satisfecho de que no se¡ le
puede ocnltar la faicneia de sus vociferadas milidades; y que lo que únicamente desearía es quedar solo en la venta del vino para levantar su precio
Í ' dar salida , con 4a estimación que
oy no tíjene á la multitud de caldos
que le producen sus extensos y pingües
ttiajuelos: y mediante á que ha hecho
causa común COA el señor Banqueri,
^ por qué no los arranca , y nos da
n e m p l o de sus doctrinas? ¡ahí qué
•rento se descubren las intenciones de
os hombres! no me es ahora oportuno
el explicarlas 5 llegará un dia que no
ittedien circunstancias que actualmente
tps lo impiden.
El figurar que en Granada escasean
los vinos, es otro absurdo : se cogen mas
de los que ss consumen : no hay quiea
levante una arroba de las embodegadas
por labradores que carecen de toneleras,
á causa de no poder dar salida de los
dueños de éstas á' los caidos que por
sí recogen: este hecho constante ha ocasionado que de doce ó quince años á esta
parte se haya ido extendiendo el numero de las toneleras en tales términos,
que al presente se ha quintuplicado : como la venta se ha repartido entre todas , se ven obligados á abaratar para
atraer compradores, y como igualmente se han multiplicado los gastos de criaTOM. III.
«
{
3oi
dos, maderas, &c. ha sufrido mucha
rebaja el valor de los caldos ; lo que
junto con la subida de los jornales y
de los demás gastos de labor , ha traído á tal panto el tráfico , que son p o cos los que disfrutan algunas ganancias,
y el todo de los cosecheros se contenía con dar salida al fruto, en términos
de poder soportar el cultivo de sus haciendas , y de sostenerlas: el que contradiga esta notoria verdad , se engaña.
•jY quién ha ocasionado este daño? El
liaberse visto los labradores obligados
á ocupar coa viñas, dilatados términos,
aue no son buenos para otra cosa.
Al ver el público que ambos Patriotas desde sus respectivos puntos se empeñan á porfía en escribir, publicar y
extender sus opiniones recíprocas, ¿qué
presumirá de tan vivos esfuerzos ? ¿será
que los anima el zelo de.1 patriotismo ?
N o : el buen patriota solo se esmera
en eScponer reflexiones sencillas , dar
pruebas justificativas , desechar ficciones , y finalmente presentar la verdad
desnuda; este no debe tratar de alucinar con aparentes sofismas, ni valerse
de los indignos medios de vulnerar la
estimación del próximo: ¿ y evita á lo
menos este último extremo el zeloso patricio? ( I ) ¿Necesita echar mano de taa
(i) Este nuevo proteo aparece en la memoria coa el nombre de Don Faustino An-'
3°?
vileí pretextos para probar la buena «5
mala influencia del privilegio? -Parece
que su zelo y conato estriba en la mor~
dacidad ; tiene osadía .para i señalar in-'
dividuos, atribuirles fraudes, robos y,
otros excesos, sin mas apoyo que unos
aparentes cálculos , mas bien injaginarias cabalas: este moda de producirse
¿es compatible, con el patriotismo ? ¿Lo
es con la moral ni la política ? No me
detendré en explanar este punto ; el
honor de los injustamente ofendidos deberá procurar se ventile • en el tribunal
que corresponda : solo diré en favor
de su conducta que el hecho ha desmentido de golpe quanto se les imputa : los mismos á quienes atribuye la retención 3^^d^sfi•uIe de las ganancias de
la administración: del vina , «hace poco
que despidieron el ramo por representaciones dirigidas al Soberano (i).
. ¿Lo habrían verificado si percibieran el medio millón de reales que á lo
menos se les atribuye de utilidad en
cada aáo.?...i Si .00 considerara satisfecho al público con este notorio hecho.
íu y Gaíro, Presbíteros ¿le parecerá que
con estas metamorfosis se ha libertado deque lo atine en el escondite de su celda?
(I) . La primera con fechsi de 2^ de Julio > y por mano del intendente de esta
Provincia, y la segunda coa fecha de 7
de Agosto.
u%
304
ine detendría en hacer ver menudamente la falsedad ds los cálculos de nuestros fingidos patriotas; solo diré de
paso que atribuyen á Granada el anual
consumo de i\()^ arrobas de vino»
y 54®750 de vinagre; y este cálculo»
que llaman aproxímativo, y que añrman
queda diminuto, excede al verdadero consumo en 120® arrobas de vino,
y 35® arrobas de vinagre , como ptiede
justificarse (r).
Esto con lo anteriormente demostrado baste para que el público dé á sns
asertos el valor que merecen ; y emieodan esos apologistas y verdaderos qvAxotes del interés de los granadinos; que
algún dia lograré acabar de demostrar
con hechos la falsedad de sus doctrinas rurales, y de realizar con los mismos , quanto en mis anteriores tengo a->
nunciado.
Con estas esperanzas me atreví desde el principio á realizar la empresa 7 conozco he tomado el rumbo mas
peligroso, y mis razones solo hallarán
acogida en los que las moditea con ro'
(I) Nunca podrán probar el sefior BaD>
queri ni el autor de la memoria premia—
da, la excesiva ezdrvitancia de los cálculos i y es de extrañar , que hallándose esta
Acal Sociedad Económica con fácil proporción de haberlos averiguado, se decidies*
tan de pronto á favor de la memoria.
3oy
^e^ídn y ¿onocimientos en la materia:
defiendo qn partido ,, cuya justicia se
acredita ohservindo aqü( mismo las caá.
sas que'obran en su Favor ; estas solamente han sido mi estímalo, cuya circunstancia es la úhica satisfacción que
disfruto, en medio de los sacrificioi
que me cuesta el sostener la verdad.
En esta confianza se despide de vmds.
so mas afecto subscriptor Q. S, M. B.
/ . M. R.
Gratiada 14 de Agosto de i8oj.
Sres, Editores del Memorial Literario^
Muy Señores míos: acabo de leer
en el Número xxiv de. hoy 30 de Agosto, páginas 166—272 uta escrito que encabezan vms. así: Literatura francesa: =:
extracto de la obra de Dao. Alex. Chavannes, titulada: Exposición del Método
elemental de H. Pestalozzi, &c.
Dan vms. principio á lo que han
llamado extracto con las siguientes palabras: '^la primera parte de esta obra tra-
ta del m^tod» de-Mr. PestaIoz?i en general, &c.".iy.en la .página 271, párrafo segundo, djcea: "la segunda parte
de la obra. db-Mf.-Chavannes: ofrece el
análisis del método de Mr. Pestalozzi,
con explipacicmes bastante extensas, &o".
Solo coó «tas citas puedo justamente
Jazgar que vms.'han afirmado tves co»a^
inexactas: primiera, que la obra del señor Chavannes pertenece á la Literatura
Princesa j^se'gún'd'a >' qué vms.fl<5shan
dado un í;r/r¿ífft>-ée-ella: tercera, que el
autor ha dividido su obra ¿a dos parteSi
El señor Chavannes es ciudadano
Suizo, individuo del Consejo Mayor, y
de la sociedad d^ Emulación del Cantoa
de Vaud: ha,dedicado su Ilbrito ai Presidente y demás Síñores del Consejo Menor del mismo .Cantón , su lecha en Vevey-, Febrero de 1805. Esto se sabe al
^;er la porta Ja,y.dedicatoria: áe la obra.
jY diréilios que, por haberlo cscritp en
francés, no p^rt^^ce ya este libro á la
I^iteriitarii.^yÍEí »-í¡flO; ÚBJ<a»ewe i la
fraticesaí ..../.,i. , :, ..
3°7
Vais, no extractan sil obra.
La qual no consta de dos partes.
Compíehende once capítulos. En el i.»
habla del Método en general, en solas
quatro páginas: en el 2.° del M<tnnal
de las Madres: en el 3.° de la lm~
truccion intuitiva de las relaciones dé
los números: en el 4.° y 5.° de \ílnsiruccion intuitiva de las relaciones de
las formai y de las dimensiones: en
el 6.0 refiere algunas de las aplicaciones
que se han hecho del método al arte de
leer y de escribir, á la enseñanza de las
lenguas , ciencias naturales, &c., y en los
restantes cuenta algo de la vida de Pestalozzi, de Krusi, de Fobler, de Buss,
y del Colegio de Yverdon, deBuchsée,
en donde se educan los hijos de padres
acomodados, y de HofwyT, en el que se
admiten niños pobres. Esta casa , y ana
hacienda muy bien cultivada, son propias del señor Fellemberg, quien lleno
de instrucción, de honradez, del zeb
mas acendrado por los progresos de la
sensata educación, se ha unido conPes-
5o8
talozzí, y ambos dirigen y gobiernati
aquel establecimiento, en el qual pueden
los niños apr^der desde los mas sencillos rudimentos del saber humano, hasta
lo mas complicado de las artes, de los
oficios y de las ciencias; y , al escribir
esto, tengo á la vista una carta, fecha en
Hofviryl i.o dp Mayo <le este año , en la
qual asegura con la ingenuidad y verdad que caracterizan á todo honrado Suizo , que á la causa del buen éxito del
método de su amigo Festalozzi, ha consagrado, y empleari su caudal y iod«i
todo hasta su misma vida.
Festalozzi es quizás el primero que
ha encontrado el cimiento macizo y segurísimo de toda enseñanza humana; cosa
que ninguno de los fílosdfos antiguos, ni
de los ideólogos modernos, y si no me
engaño, ni Kant mismo ha descubierto
hasta ahpra.Este admirable método es
una gran novedad 5 ha tenido enemigos
desde 1789 acá; tendrá todavía muchos;
ha tenido, tiene y tendrá muchísimos
apasionados; ha llamado fuertemente la
se?
atcflcion de varios Gobiernos, y en conseqüencia, han nombrado á sugetos instruidos , prácticos y duchos en la enseñanza y educación, para que vayan á
Suiza, traten á Pestalozzi, vean el cómo
enseña á los niños, é informen si el nuevo método es digno de adaptarse ó nó.
Han ido, se han asombrado, han aprendido el método, y ya se halla establecido en muchas ciudades de Alemania,
Prusia, Dinamarca, y hasta en Rusia
Bien conocen vms. que un método
enteramente diverso de todos los seguidos hasta ahora, merece darse i conocer
con puntualidad, sin ligereza, sin pasión , con suma imparcialidad: Chavannes ha puesto á su hijo en el colegio d«
Pestalozzi, y ha hecho bastante con escribir su librito en francés, para que sepan los Franceses lo bueno que hay en
Suiza ( I ) ; los demás que han propagado
(») Estas mismas expresiones del sefior
Atjdoxar autorizan en cierto modo,á nuestro
parecer , el encabezamiento de Literatura
Francesa que pusimos en el que nombramos
310
el método, enseñándolo con buen éxito,
han hecho mas; y , entre estos, me permitirán vms. que nombre al señor Stroem,
extracto de \iohn de Chavanncs. En efecto,
este autor no solo la habrá escrito para que
sepan ¡os Frahceses lo bueno que hay en Suixa, sino para qtie al misino tiempo procuren
penetrarse dé todas las ventajas y utilidad
del método de Pestalbz'zi. Soló en dar á conocer lo bueno no habia hecho mucho el señor Chavannes; en coadyuvar á que se imite,
á que todo el orbe sea participante de lo
bueno i én esto si que hace mucho, muchísimo. Y quando procura que tales ventajas
redunden directamente en favor de laFrancia, escribiendo su obra en el mismo idioma
francas, para hacerla mas perceptible , roas
acomodada á la universal inteligencia de
los Franceses, ¿no es claro que en aquel
mismo momento no atiende á la diversidad
de patrias, y que solo atiende á la utilidad
particular de esta Nación? No se olvida en
aquel punto de que es Suizo , porque ya la
Suiza goza de las ventajas del método de
Pestalozzi, y escribe su obra en france? para que la Francia sea sabedora de su mérito,
y pueda valerse de sus inapreciables avisos,
con igual utilidad que sus paisanos? Y ademas, s! la obra no está escrita directamente
para los progresos de la Suiía, y sí de la
Francia, no-pertenecerá mas bien la obra á
la Literatura Francesa, que noá la Suiza,
y mas que el autor sea Chino? Pues estis y
otra» razones nos impelieron á poner el men-
3ir
profesor de Copenhague, á ^os señores
Voitel y Doébely , que están ensayándolo en España con gran tino y acierto,
á quienes mi gratitud y amistad no pueden dexar olVidaduM. — Lo¿ tres» y el inTcntor PestalD2fflt-y Fellemberg, todos
Jían contribuido con la mayor urbanidad
y finura á que vengan á mis manos los
libros elementales que ya están traducidos al castellano, el librito de Oha^annes que lo está igualmente, el arte de
deletrea* y de leer ^ publicado porPestálozzi en iSoiv y asimismo totros documentos. Todas estas obras SB ¡polrircaráa
con las correspondientes láminas, y retrato del'inventor; y-los padres de familia , y demás á quienes incumbe en
nuestra patria^ 'adoptarán entonces ó desecharán el método.
Mientras,no llega el día de esta publictonado encabezamiento. Si son poderosas,
. «s dé ningiiñ valor el reparo del señor Anduxar,y si por el contrario carecen de fundamento , cODÍesamüs que hamos cometido
un yerro.
M. C.
3í»
ciciOBi soy de dictamen ^ae« conk ia«
tención. mas sana y recta > pueden los
compositores de un periódico desacreditar el método y i so autor. Vale mas
callar gue hablar al ayre. Dígolo esto,
porque leo éa él llamado ¿txtraclo tanta
proposición vaga, falsa é iosigniñcantív
que, en mi sentir , no sabrán los lectores
á qué se reduce el nuevo método, ó tal
Tez, suponiendo que.leen nn. extracto
bien hecho, juzgarán ^«".el tal método
es parto nias propio de locos sofistas 6
de charlatanes despreciables, que no de
on hombre tan extraordinario, tan oiiginsl, y tan digno de aprecio, como
efectivamente lo es EnriqoePestalozzi. :
¿Quién sabrá lo que ::sign¡ñcan las
quisicosas siguientes, página 268. *'Lo
mismo sucede con el fónguage, que ni
dirigen, ni cuyos progresos aceleran, desando á la rutina por arbitra absoluta de
este feliz é inadmirabU don, sin atender á los muchos defectos y viciadas reglas que retardan , y aun hacen inaccesible tal ytit para siempre su completa
3^3
adquisición; ....No se les enserian lo»
nombres de sus partes constitutivas, no
les hacen ñxar toda la atención en las
propiedades mas esenciales, ao les enseñan d dar d cada cosa su nombre res-fectivQ, é-c" página 269; "no se observan , no se acreditan, no se comparan,
nó se imitan las formas de ios objetos que
les llaman la atención."
En estas tres líneas me figuro yo que
habrán vms. hecho intención de hablarnos del dibuxo, tan olvidado en los actuales métodos de edacacion, y tan'perfeccionado e a d de PástáloEzI, cuyos
discípulos todos lo apfenii^ sin regla,
sin compás, sin otros ínstrament&s ni aparatos mas que un lapicero y la^pizarra. —•
Y , con los tres solos renglones del Memerial literario, ¿ qu!<¿n vendrá en, conocimiento de ^ue los aluníktios de Festalozzi copian ^á ojo al conttrmo de un
objeto qoalquíera, en dimensiones mayores ó menores,según se les pide? ¿quién
•vendrá en conocimiento de que, solo
con el método, un muchacho, discípulo
3'4
suyo, sin hablar de otros muchos, Ba
copiado á ojo un mapa mitndi en 8."
otro enjdiniensione? tres vflces mayores,
conservando la debida proporción ? pues
así es la verdad,, asítóJta eTfccntado el
tal muchacho , llamada Luis Mandiieny,
de FriburgQj y pueden yms., si gustan,
•vef; y *io»k«f;e«te y otros .;dibuxos que
tengo en mi poder; y .tal-^M ao habrá
mnehos dibuxantes que lo copien sin mas
aaxil.t(>,.qa$ sl.o]Qt h mano y el lapi>
cero." f
Páginas.270.7 71. ^*Mí'Manual da
lat Madreiihf^za. \a!jf»isi^»siaij^k, y.
denoipinaciojies de los prioctpales objetos
del arte, «j^^p? $«,halla rodeada el niño."
PaÍA qa^jrean vms. lo diramoto y 1¡TÍapp 48 ^sMotK>tkaod«lJMsnoal de Jas
Madres que se da en su periódico, oigaa
lo que. iflicíírEestalozzi al dividir su asunto en el pcóliSgo de aquella obra. "Ha
estado siempre recibido el principio de
que tod»^l^ cjpoci* y saber del hombre
9gn>ienzaj.y.debe coroeD2»r por sí mismo», ~rXoad<^pto, y por eso observo el
3'í
cuerpo humano en los diez exercicios de,
esta instrugcioq., como otros tantos puntos de vista, de los quales" contiene e
presente tomo los seis primeros, y parte
del séptimo,. ^
„
;.
'
j) El prímeco de estos exercicios enseña
i la madrfi i, mostrar jr, nonibrar las pajotes. e?«ernas del cuerpo del piño, es decir,
enseña á observarlas bien, y á .darles sus
respectivosrOOJpbrw»
,^^ :.
jj En el segundo exercicio le muestrg y
le dice la madre al niño, quáles son dobles, tripleí, qaadrules,..|&9,_,¡, , .,
nEa,4.^K!eEpk jiacc,,npurJa ponaxíon de. las pairtes de, «ft Sgej^gp, -, ,
íiEn el qparto le ense5ai,bu.s«íaF y jun-^
tar aquellas partes del cuerpo.que ya conoce el niño que tienen ajg.Vin,as,pro.piedadí|S.coflw^e^, y 4 d^i^lifs^si^S.pombres
propio y peculiares,. . ;„,;a- ; .',
«En.cl.qiwptole 9i?se^atf qbservar y
npnibrar, las. qu^Hdades mas principales
de cada parte de. su c^erpp.
«En el sexto le muestra la posición
respectiva d? cada una de estas partes, en
3T6
decir, le índica las partes que están juntas ó adyacentes á las que observa el
niño.
w£a el séptimo enseña la madre á sa
hijo á observar y explicar todo quanto
puede executarse con cada una de las
partes de su Cuerpo, j c6ma, y en qué
ocasiones, y con qué motivo se exccu»
tan por lo regular.
nEa el octavo fíxa la madre la atenclon de su hijo, y le enseña todo quanto
es necesario al cuidado, conservación y
limpieza de SQ cuerpo.
»En el noveno le hace comprchender
poit el orden de las quatidadés y propia-'
dadts del cuerpo, qneya conoce el niño
los muchos lasos y exercicios que con ella*
se pueden exécntár, enseiVándolQ-al mismo tiempo á exponerlo y denominarlo
todo co,n puntualidad.
MEU el décimo y último exercíció lo
enseña al niño i mirar de ana viez, y ]un<
tar todo lo que ha aprendido -en cada;
una de las nueve lecciones ó exercicios
interiores., y á describir cada parte, det'
fnísmó modo qut lo ha aprendido 5' com*
jrrehendido en cada uno de por sí."
; En qué sé parece "esto á la te'vhion
sifnple y denominaciones de lós fñncifales objeiot del arte de qui se halla
todeado el 'niño'í poes coA las tales tres
líneas Solas, han creído vms. extractar etj
4»ste punto la obra de Chavannes, qué
ha empleado doce páginas para dar á conocer el Manual de las Madres.
Página 271. ''La segunda está destinada á la instriiccioH iniuMvd de la re-lacion de los nombres.'" Tengo en jní
poder toéo%. los libros elementales qae
hasta ahora íla escrito Péstaloisi, y no
tengo este qué se cita por vmsv; ni alean*
zo qué deberemos entender por telación
de los nombres, ni cómo se vea esta ea
las tablas qoe síVven para la enseñanza
del méto¿o; peto u l vez se desvaDcceri 1% dificultad, acudiendo á la -triUada respuesta de que es yerro de imprenta (1), ó diremos que en el original
(I) O el sefior Anduxar piensa que los
Españoles no puedeo tener las misdias prea10M. III.
X
3i8
que TRIS, han traducido, estará escrito
así : de la relátion des nombres, y por
inadvertencia se ha traducido la palabra
francesa nombres ^ que eü castellano signiñca números^ copiándola sin alteración. Traduciendo de esta manera j yz
tengo noticia ¿t la.obra, con la qual, y
con el auxilio de laí tablas« aprende utt
niño de seis á ocho años toda laaritmé^
tica , y aun á resolver eqüacioncs de segundo grado) sin haber aprendido to-^
davia ói á escribir ni á leer.
das que caracterizan á todo honrado SuizOi
6 de lo contrario, juzga que nosotros so-;
niDs tan presumidos é ignorantes, que no
confesaremos de buena fe los errores en que
hayamos incurrido. Sea como quiera, estas
«s^resipnes- ño «on nada provechosas á la
reputación de Espolia ni i nuestra mismt
opinión, ¿Atribuir á yerro de Impi'enta. un
defecto que hayamos cometido, bien por
precipitación ^ ó bisil pof insuéciencia ?-i*
jY por qué?- Nosotros al étigimos en P e riodistas, no6 impusimos las sagradas leyes
de la imparcialidad , y si las observamos
con las obras agenas, no menos las observa^,
remos con las propias, j pues no tenemos
tanto- amor propio que no le venían la raaos , y sobre todo la verdad. = M. C.
319
í n la misma página 271. >»La segtíij'da parte de la obra dé Mr. Chavanneü
ofrece el análisis del métodí) de Mr. Pestalo2zi, con explicaciones bastante extehtas para qué los padres y los Wiáéstros
•qué quieran é'scaminarlé-, ó há^er uso de'
<1, puedan hallar éii su obra todas las
noticias y circunstancias ique hecésitart
para el ensayó qué traten de hacer ton
sus hijos o discípulos.'*
Ya hé dicho áníes '<Jüe el librlto de
Chavahries bó tiene scgumla parte; y ca
lo áemis& qué Ahtuzi esté párrafo , me
parece quií'sa asércio'a dé vítis.-tiene algo
de avénturaád-,y ^üwá sea falsa. Eft Suiiav 'efl Aléftania y en España hay varios
sngetós mstiliidos, quiénes y después de
haber leído el docto infóf mé que eti Jutíd dé tSdi dí^rOft al Gobiernio Helbéticó Ú JDéart Jth y Sehtely acerca del
ínétodó dé Patalolszíi ¡hatiehdó ádemaj
lejdé tóft Méiicion los libros de aquel
sabio» hó enteodíatí todavía el mecanismo ni el objeto de la enseñanza; aun hay
mas; el profesor Bnss, el laborioso y saX 2
320
bioí'obler que acma,lmente están ensc^ i i d o , y á cuyas tareas debe tanto el
método, babiaa leído dos libros elemen*
t^Jes;, habían tenido muchas conferencias
con Pestalozzi, y'tardaron algún, tiempo
«n llegar á conocer á fondo el método^
y sus admirables resultas. Lo misino Iss
)ia suce^iido á los demás , y ,.en resolu-r
cian, solo viendo prácticamente la enseñanza y los adelantamientos prodigiosos
qt^e hacen los niños en pocos días, pPedc
fallarse de la utilidad y ventajas de esta
invención, que no se conocerá con solos;
Jos libros de Pestalozzi, y mucho menos
con la obrita de Chavannes. ,.
^,, ,Así que, ó bien les hayan remitido á
yms. el articula del periódico, ,<í si lo han
traducido con predpitaclon de algtin pa-peí de Francia, en donde se sabe menos
que en ninguna otra parte acerca; del mé«
todo de Pestalozzi (á pesar de que ea
París mismo hay una escuela dirigida poi
Mr» Naef, muy desprovista de los necer
serios auxilios para su adebntamiento)
le%jruego eoc^reeidameiite q^e^ helaos» i^
321
cargo délos perjuicios qne pueden seis
guirse al método de Pestalozzi de dar
una noticia vaga , inexacta é insignificante de esta iavencion, que tal vez será
de las mas gloriosas de nuestros tiempos,
y atendiendo á que es ana mengua estampar por inadvertencia en el Meniorial
I-iterario un escrito, que, si entendieran
el castellano Fellemberg y Pestalozzi * y
lo leyeran, formarían justamente un concepto baxo y despreciable de nuestra l i teratura , rcctiñqnen las équivocacioneí •
qUe de paso he notado,' y añadan, si lo
tienen por conveníent© ( i ) , lo qne haste
á manifestar la utilidad ó defectos del método , en lo qnal harán un gran seryicio
á los padres de faniilia.
Gon este motivo se ofireoe á la díspo(i) Nadie como et mismo señor Anduxar
podría dar unas noticias íieles é imparclales
acerca 4el método de Pestalozzi,sus ventajas y progresos; y apeteceriaraos, que supuesto que tantos deseos manifiesta de que
no sea España la que m^nos goce de su utilidad , nos remitiese todas las noticias que
juzgue mas interesantes , y capaces de proaiover tan admirable método..
M. C.
32*
sicion ^e vtns, so mas zteato. servidor yCapellán Q, S, U- 3.
JuanAnduxar,,
Madrid JQ d^ Agosto, 18o f..
M E D I C I N A,
• Rentedh, eptflf^do, en la, Indi* farot
preservarse de fa rabia % habiendo sido,
mordido fot algún animal qu<f
la padece,.
Kt medÍQ tnas- segara psirat preser».
varse contra c\ virus hidrofóbico, consiguiente á I4 mordedura de un anirnal rabioso« es, coger con y,ñas cspinz^s la en-,
lis de la parte mordida, levantarla ^ ex-»
tirpar la misma parte .con un instrum^ntQ
cortante, aplicar eq seguid^ un hierra
caliente, i inyectar d?spges la, herida con
^Vüi\ hpQUtil, bi|íi?ii4q:' qu9 «I «af«W0 W
3^3
tome por la boca ca dosis corta», y COH
freqücncía.
El que ha dad» esta receta (i) asegura haberla visto emplear con buen éxito en la India, donde son muy coihunei
las mordeduras de anímales rabiosos, y
dice haber sido curadas radicalmente todas las personas con quienes se ha usado.
LITERATURA, a VIAGES.
"Praverkios de los Finlandeses.
JLa experiencia^ unida con la ciencia,
ha dado lugar á la invención de los proverbios ; invención tan análoga á la naturaleza, que todas las paciones, sin exceptuar {as mas bárbaras, ó menos civilizadas, tienen algunos en su lengua. La
finlandesa «s muy ffrtü en proverbios, y
muchos d.e ellos, dicen mucho en tnuy
pocas palabras, y dan á conocer la v¡(i) Mr, Lov?irt de Pont-Levaje.
3H
«eza 7 pertpícacia de l<>s qxit los tjsanu
La mayor parte de ellos están escritos ^fi
verso, Y divjdidosr, á modo de los Hebreos , en dos heraistiquios, de los qqa-les el segundo explica y desenvuelv? el
sentido del priniero. Los siguientes esta»
traducidos literalmente, y podrán servir
par^ forra^ír una idea d? los demás.
''El hombre bueno ahorra de su celemín ; pero el malvado no dará QÍ no
grano de su fanega,
£1 sabio sabe lo que debe hacer; el
jiecíq prueba á hacerlo todo.
Las lágrimas no ahuyentan las penas;
lá la pesadumbre, es un remedio contra
los males qtte se padecen,
, El qcae se ha ensayado antes, al moT
mentó pone en práctica lo que se le en-r
carga; pero el que carece de experiencia,
se detiet\$ antes, y ref^e^^ipna par^ em-;'
pezar,
£1 sabio aprende con todas las cosas^^
lo^. discursos del necio le aprovechan,
La principal delicia del hombre es h
heredad de que eii propietsirio j ainguq
325
monte le parece mas agradable que el
íuyo.
El extrangero es nuestro hermano: el
hombre que viene de lejas tierras es nuestro pariente.
Acabada una obra , debe comenzarse
otras se pierde tiempo quando se dice,
¿ qué haré ?
£1 escardillo del hoiqbre Indtistrioso
siempre corta; pero el necio <;ontinuainente está afilando la reja de sq «irado.'*
{Exíracto delviage al Cabo-üortc
por Mr> Acerbi),
VARIEDAPES,
ías aventuras de Mehiton j cuento moral.
JVlelslton Bacld en Megara de una familia ilustre entre los Qriegos. Fué célebre
por su valoF y talento ; pero como todas
sus inclinaciones eran magnificas y dispen.?
diosas, hizo unos gastos tan considerables,
gue ea breve se arruinó. Retirado en una
casa de campo á orillas del mar, vivia en
una profunda soledad gón su muger Froxi-
326
¿oé. Felice» hasta entónces^ por su virtiOtif
amistad, empezaron mutuamente á tenerse
por desgraciados , y á compadecerse el uno
del otro. Melsiton hubiera soportada mas
fácilmente sus desgracias, si las hubiera sufrido solo. Proxinoé por su parte la parecía
que aunientaba las penas de su esposo. £1.
único consuelo que 1(^ quedaba era la vista,
de dos hermosos niSos que parece babian
sido formados por las gracias} pero sus nacientes virtudes, no podian calmar los pesares del pftdrie, y su. desgracia acrecentaba su
suplicio. Uiai dia, hallándose en un profundo valle j> se quedó rendido al suefio entre
congojas y afiicciones. A poco se le apareció
la Diosa Ceíes. ¿Por qué motivo, le dixo,
te deías abatir 4 los rigores d« la fortuna?¡Ahí m.i» amigos, me han. abandooad.Q, no
puedo disponer de nada, po me restan,
sino pleytos y acreedores; mi nacimiento es
la causa de m desgracia j porque no me
puedo, r^olver i trabajar ^omo un vil escla-.
vo para sustentar mi vida..
Apenas hubo dicha estas palabras., guando Ceres. le presentó un precioso arado de
oro , y juntamente el cuerno de la abundancia : Báco se me«triS, coronado de pimpaao«^
3>7
Y con so tirso en la mano: e l B i o s Pan se
teia á su lado , que, tocando su flauta hacia danzar á los faunosi y sátiros. Pomoha estaba cargada de frutos, y Flora adornada
de hermosos ramilletes, Todas estas divinidades canapestres favorecieron con una r i |uef|a mirada al asombrado Melsiton.
liuego que este (iespertó, comprehen4iendo la fuerza y ^entidp del sueño, habló i
Proxinpé que convino con él en sus pareceres, Desde entqnces todo Ip que no servia mas que des fauslto y disolución , fué
prohibido: ni criados Inútiles j ni c^fro, ni
conductores, Pfoxlnof, y si; hija la hermosa
ipamenis, ge dieron ^nteva«i>eiite á los cuidados y eqonpmla doméstica. Todp tomó en
su casa diferente aspecto: la sobriedad, la
limpieza y el trabajo ocuparon el lugar del
luso destructor y- d^ la indolencia, Melibeo
cultivaba por $( wi^mp sus tierras. IVÍelsiton
ao descubrió ninguna pasión de las que son
tan peligrosas etj la juventud; y mientras su
hermana partia con su madre los Cuid ^'os
0e]a casa, y conduela los grapdes rebaños
^1 cortaba árboles corpi<lentos en los bosques, ó abria pequeños canales que regasen
Jas posesiones y praderías: se mostraba ¡u-
3^3
fatigaUe por aliviar á su padre.
Bien pronto Melsicon , acostumbráodesa
á una vida laboriosa y útil, se vio mucho
mas rico que era antes: en su casa no había
ma? que aquellas cosas precisas para la vida, pero con abundancia. Sus amigos le
aconsejaban que, pues se veia tan colmado
de ri<)uezas, ya era tiempo de que volviese
á su antiguo brillo y esplendor.- Y qué, ¿queréis vosotros que siga, les decía, el fausto
que me había arruinado y perdido, ó una viái
simple y laboriosa que rae ha vuelto* á haciS
feliz y poderoso?-Un dU que se habia que^
dado dormido en el sitio mismo en que Ce»
res le habia instruido con un sueño tan ütil^
se le presentó, la Diosa con el mismo aspecto
favorable que la vez primera, y le dixo
estas palabras;
"La verdadera aobleea ooosist« en no
recibir ni deber nada á nadie: en hacer bien
á todo el mundo. No recibas Jiuoca nada,
sino.del seno fecundo de la tierra, adquirí-^
do con tu propio trabajo. Guárdate de aban-^
donar jamas por pereza á por vanagloria la
que es el manantial natural-é inagotable dp.
todos los bienes (i),"'
G .R,
(I)
artículo comunicado.
P9
MISCELÁNEA,
ARTBS. = : DESCUBRIMIENTOS,
Mr. Chevalier, fabricante en Berlín, ha
inventado un nuevo barniz que se aplica á
maderas , ai yeso y otras materias» Las
muestras que ha sometido alexámen del sefior Consejero Hermbstaedt, haa resistido á
la acción del agua de pozo ó de rio , á la
de un agua impregnada de sal, al ayre, y
^ía Uavia^'y í.uoa lexía alkalina^ no muy
fiarte. Se ha convencido el señor Hítmbstaedc
de que la madera que sirve para la cohstruccion de navios , y aun de la& casas, y que
las estacas que se clavan en algún parage
£0x0, para que sirvan de cimientos á alguna
IDbra , durarán tres veces- m^s de lasque cofnunmente se usan y y que no es fácil que se
pudran. Con dos übrafi y media .de este barniz, se endurece una superficie de dos pies
cuadrados. £1 quintal cuesta ochenta y dos
fscudo* de Frusi^u
330
Ua zapatero deFctterwort, en el Condado de Suasex > llamado Horter, ha ¡aventado unar'ináqolna por tnedio^^e la qual
ha hecho bn poco tienipO doscientos pares
de zapacóSi Esta máquina <{ue ahorra tiempo y ttabtjori euesta trei«tá schellings. L<
síiciedad.dé arte» de tAnétos ¡há iaandadd
dar á Hortér ana recompensa de diez f
ocho guineas^
Mr. Diez ^ de Emerich del Ría iiía ía-'
Tentado nií nuevo instraiirénto de niiisica
qoe él Jlama melpdiont Sn foriliit ts niDjr gra«
ciosa; pcup« Meaos que ud piano regular^
y puede to<;iile i poco qué se^aeícite 4nah»
qorer'toieaiiof :de ir^bo» ó út |fiaiíD. tiOi mas
particular y hermoso es que desde el piatto
mas dulce se pueden |$asarai/««r/í mas rui<
doso sos voces de clarinete^ óbO£ y baxo.
IA» inteligentes aseguran que el melódica
feune todas las iqwtlidade* qué pueden de»
searse para llegar á ser el instrumento fa-#
vorito de las damas^ Se vende en casa del
aocor i quarenta ó sesenta luises cada uno.
33*
segnn el mayor ó menoí luxó CQrt qué 'están
trabajados.
, _,^_^j^^^_
ifoticia concerniente ai Í)octor Gall.
Bien conocida es ya en Éspafiá la doctrina
de Gáll-) de la ique últimamente se ha dado
noticia en las Variedades dé Ciencias j Literatura y Artes, y particularmente en las
Efemérides de España. Nosotros subscribinios en un todo el dictamen del Redáctof deeste último periódico, quién justamente se
burla mas de lá siinpllcidad dé los qué creen,
el sistema de-|Gall, 'q«e del iBismo sistema.
Hace poco tié!iip0 que estaba, «si üéfioir doctor
en Hallé, donde teniauá/niintet^O ¿oncurso
de óyéntei5,enfré ellos el celebré Goethe: lo^
tíltimas noticias SOfi de hallaVse en Jfenna dando lecciones de su teoría. Entre sus oyentes.
tstá láí)uques4 Ana Amelia de Sajie-Weimar,
acotnpa'ñada del célebre Wlelahd. Permanecerá en Jenná hast^ que se iparche el Doctor
^all. Lo mas raro de todo "es que el famoso
anatomista, Loder adopta eii iin todo el gracioso sistema cfánioliígicó; Nosotros, volvemos á decir, nos reimos del tal sistema, y
mucho mas de sus crédulos prosélitos.
33»
SCOKOMIA.
fíelas económicas que no te corren.
Fúndanse ocho libras de ceta blanta cod
dos del sebo^oiM puro, eú nna vasija larga
y estrecha. 'Qaando estén bieii< fundidas y
jnezcladaí ambas materias, introdúzcanse
las velas que se quieren prepafar, y al cabo
de alguoos initantes se las sacará Cubiertas
de una capa de cera ,. que tendrá como una
línea de grueso. Si se creyese que este grue-*
so no es suficiente, se repetirá la operación^
y después se eo^rán las velas para que ta
sequen<
Quan^ <e enciende la vela así prepara-'
da , la cei'tfsé funde'mas despacio que el se-'
b o , y forma una especie de reborde que impide que se corra; y al mismo tiempo el sebo
que se mezclé can la cera, facilita la aniont
de la capa de cera i la vela, quedando esq(
enteramente parecida á nns bugia.
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