Mgs. Alfredo Escala Maccaferri VICERRECTOR GENERAL Mgs. Mauro Toscanini Segale RECTOR Mgs. María Cecilia Loor Dueñas VICERRECTORA ACADÉMICA CONSEJO EDITORIAL REVISTA MEDICINA Mgs. Mauro Toscanini Segale PRESIDENTE HONORARIO Dr. Gustavo Ramírez Amat PRESIDENTE Mgs. Antonio Aguilar Guzmán DIRECTOR Dr. Alfredo Escala Maccaferri Dr. Xavier Landívar Varas EDITOR Vicerrector, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador. Director de Docencia, Maternidad “Enrique C. de Sotomayor”, Dr. Peter Chedraui Álvarez Guayaquil, Ecuador. Catedrático de Medicina Tropical, Universidad Católica de Santiago Dr. Eduardo Gómez Landires de Guayaquil y Universidad de Especialidades Espíritu Santo. Jefe Nacional de Laboratorios de Diagnóstico de Malaria, SNEM “Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria”, Guayaquil, Ecuador. Líder en el Servicio de Otorrinolaringología, hospital “Francisco de Dr. Fernando Silva Chacón Ycaza Bustamante”, Guayaquil, Ecuador. Director del Centro de Seguridad y Salud en el Trabajo, Universidad Dr. Alberto Rigail Arosemena Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador. Directora de Internado, Universidad Católica de Santiago de GuayaDra. Rocío Santibáñez Vásquez quil, Ecuador. Coordinador del Área de Medicina Interna, Universidad Católica Dr. Miguel Flor Rodríguez de Santiago de Guayaquil. Jefe de Sala “San Vicente”, hospital “Luis Vernaza”, Guayaquil, Ecuador. Dr. Roberto Gilbert Febres Cordero Director General, hospital–clínica “Guayaquil”, cirujano cardiovascular, Guayaquil, Ecuador. Director, Maternidad “Enrique C. de Sotomayor”, Guayaquil, Ecuador. Dr. Luis Hidalgo Guerrero Cardiólogo, Centro Médico “Abel Gilbert”, Catedrático de Cardiología, Dr. Patricio Moncayo Burneo posgrado, Universidad de Guayaquil, Ecuador. MIEMBROS COMITÉ DE ARBITRAJE EXTRANJERO Dr. Carlos Jaramillo Tobón Dr. Olimpio Rodríguez Santos Dr. Raúl Ríos Méndez Dr. César Emilio Silverio García Dr. Cristóbal Abello Munarriz Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 MD, MsCi, EML, Director del Instituto de Virología y Enfermedades Infecciosas; Asesor, Laboratorio de Salud Pública SDS de Bogotá, Colombia. Especialista de II Grado en Alergología, Policlínico Universitario “Docente Previsora”, Camagüey, Cuba. Cardiólogo infantil intervencionista. Intensivista pediátrico. Sección de Cardiopatías Congénitas en niños y adultos. Hospital “El Cruce” y Sanatorio “Güemes”, Buenos Aires, Argentina. Jefe del Servicio de Hepatología y Trasplante hepático, Gastroenterólogo, hospital Pediátrico Docente “William Soler”, Boyeros, La Habana, Cuba. Director de la Clínica de Cirugía Pediátrica – Minimamente Invasiva. Endocirugía Avanzada de Alta Complejidad, Barranquilla, Atlántico, Colombia. 245 REVISTA “MEDICINA” Rev.Med.FCM-UCSG Vol. 16 Nº4 Guayaquil, Ecuador – Año 2010 – 2011 Inscrita en: International Standard Serial Number - ISSN 1390-0218 CD. Room Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud - LILACS World Association Medical Editors - WAME Sistema Regional de Información en línea para Revistas Científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal – LATINDEX Editorial – GALE CENGAGE LEARNING. PUBLICACIÓN TRIMESTRAL Redacción y Administración: Facultad de Ciencias Médicas Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Av. Carlos Julio Arosemena, Km. 1 ½. Edificio principal, 2do. Piso, Dirección de Publicaciones. Apartado postal: 09-01-4671 Guayaquil – Ecuador. Telefax: 59304-2209210-2200804 ext. 2636-2634. Correctora metodológica para Base de Datos: Md. Andrea Miranda Mendizábal. Corrección Idioma Español: Lcda. Janet Lara de Montero. Corrección y traducción Lcda. Sara Rivadeneira, Coordinadora de Pasantías Idioma Inglés: de traducción Estudiantes de la Carrera de Lengua Inglesa, Mención traducción, Facultad de Artes y Humanidades. Diagramación de Revista: Tlga. Ingrid Cedeño Villena. Diseño de Portada: Ing. Roberto García Sánchez. Edición: Dirección de Publicaciones, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, enero 2012. Impresión: Valgraf. Tiraje: 1.000 ejemplares. GUAYAQUIL – ECUADOR 246 246 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, .16 VNº4 Rev. Med. FCM-UCSG, AñoVol 2010, ol.16 Nº4 EDITORIAL Dr. Alfredo Escala Maccaferri, Mgs. Vicerrector General Universidad Católica de Santiago de Guayaquil RUMBO HACIA LA EXCELENCIA UNIVERSITARIA Tanto la calidad como la excelencia educativa admiten diversas acepciones, acorde con quien emite el concepto o valora su significado. Así, la calidad puede ser considerada como un nivel superlativo en los logros respecto de otros actores, un concepto de perfección respecto de estándares prefijados o un alcance de determinadas capacidades para determinados propósitos. La excelencia, en cambio, puede superponerse a algunos de estos términos o puede ser considerada como el alcance de los mejores logros, acorde con los recursos disponibles. Los procesos de evaluación y de autoevaluación de instituciones o programas educativos persiguen generalmente conceptos de calidad a fin de alcanzar determinadas capacidades o competencias, mejorar los recursos y mejorar las prestaciones y el producto. La autoevaluación puede ser o no seguida de una acreditación. En caso de ser acreditada, una Institución o un programa recibe una garantía de calidad otorgada por una institución estatal o por una académica. Esta acreditación requiere de distintos pasos para poder ser realizada en forma objetiva y efectiva en base a indicadores y servirá para que todos los integrantes de la comunidad académica reflexionen sobre sus debilidades y fortalezas Institucionales a fin de poder elaborar estrategias y alcanzar metas para corregir las debilidades y consolidar las fortalezas. Es decir, que calidad educativa y garantía de calidad no son iguales, ya que el otorgamiento de la garantía (o acreditación) depende del concepto de calidad que escojan quienes acrediten y que, eventualmente, puede ser distinto del elegido primordialmente por la institución a acreditar. La responsabilidad de la Universidad no se agota en la graduación, prosigue en la necesidad de desarrollar programas para el desarrollo profesional continuo de los graduados. Estos programas no sólo se ocupan de mantener y elevar las competencias y valores profesionales, sino que también permiten la realización de procesos de certificación y recertificación de los profesionales. La certificación de los profesionales, sobre todo en el área de la salud, es una medida de la capacidad del graduado para ejercer su profesión. En algunos países (el nuestro por ejemplo) el título de graduación es vinculante con la posibilidad de ejercer la profesión. En otros, se requiere un examen adicional, generalmente realizado por instituciones estatales o por Colegios de Profesionales. La certificación evalúa el producto, la acreditación evalúa fundamentalmente el proceso educativo y, secundariamente, el producto. La recertificación evalúa la permanencia o no de la capacidad acreditada en el momento de la certificación y se realiza en lapsos variables como una medida de la actividad asistencial del profesional y de su actualización en cuanto a educación continua y, en algunos casos, a investigación. La Universidad tiene como obligación la autoevaluación para la mejora de su calidad, independientemente de los procesos de acreditación. Tiene además por función generar actividades educativas de posgrado que permitan la educación continua tendiente a la recertificación. Esta última, debe quedar en manos de las Sociedades Científicas, adecuadamente supervisadas por los Organismos Estatales correspondientes. Acorde con lo antedicho, las acciones de las Universidades conducentes a facilitar los procesos de certificación y recertificación tendientes a mejorar la calidad deberán estar enmarcadas en una adecuada preparación de sus egresados en cuanto a formación y capacidad para el autoaprendizaje, la investigación y la educación continua; en la creación de espacios adecuados para la investigación; y en la generación y acreditación de programas de posgrado responsablemente validados. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 247 F. Ramirez y G. Ramirez NORMAS DE ARBITRAJE 1. La actividad y representación de Revisor o Árbitro de un manuscrito, presentado a la Mesa Editorial, es anónima. Es igualmente importante, guardar la reserva del nombre de los autores de los manuscritos en las copias que se envían para revisión. 2. La reserva o anonimato se mantiene como un acto de protección al Árbitro, con objeto de que los autores no creen gestión alguna ante el Revisor. 3. Desde el momento en que el Revisor recepta el artículo, tiene dos semanas para regresarlo con recomendaciones para el Editor y con comentarios y sugerencias para el autor. Luego de efectuados los cambios pertinentes por parte del autor, el manuscrito podría ser regresado al Árbitro para una evaluación final, previo a su publicación. 4. Es responsabilidad del Director y no del Revisor la decisión final de aceptación o rechazo de un trabajo para publicación. 5. Las sugerencias, cambios o comentarios efectuados por el Revisor deben estar respaldados por conceptos y reportes publicados previamente, y por normas internacionales. 6. La actividad de Revisor es personal, pero cuando el Revisor crea conveniente incluir a un asistente para llevar a cabo su labor, deberá comunicarse con el Director o Editor de la Revista para solicitar su consentimiento. 248 248 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, ol.16Nº3 Nº4 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, VolV.16 CONTENIDO DATOS TÉCNICOS DIRECTIVOS EDITORIAL NORMAS DE ARBITRAJE CONTENIDO TABLE OF CONTENTS 245 246 247 248 249 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Determinación de cistatina C como marcador de función renal en pacientes normo albuminúricos con Diabetes Mellitus tipo 2. 250 Md: Alcívar Vásquez Juan, Puig Gilbert Carlos. Dr. Flor Miguel. Eficacia de la terapia combinada lactulosa/l-ornitina-l- aspartato vs. lactulosa en encefalopatía hepática hiperamonémica: estudio retrospectivo en el hospital “Luis Vernaza”, Guayaquil, Ecuador. Enero 2006 a diciembre 2010. 257 Md: Gavilánes Alberto, Cedeño Ricardo, Carló Marcela. Parto pretérmino: aspectos socio-demográficos en gestantes del hospital gineco obstétrico “Enrique C. Sotomayor”, Guayaquil, Ecuador. 266 Md: Lucín Alarcón Carlos, Robles Ruilova Amanda, Terán Jiménez Elsie. Dr: Pérez López Faustino, Vallejo Silva Max, Chedraui Peter. Proteinuria y presión arterial de pacientes preeclámpticas severas y eclámpticas: relación con el resultante neonatal y la presencia de complicaciones maternas en pacientes de terapia intensiva del hospital gineco obstétrico “Enrique C. Sotomayor” de enero a junio 2010. 273 Md: Wendy Encalada Chérrez, Cinthya Peña Orbea. Relación de la fracción de eyección ventricular con la calidad de vida después de cirugía de bypass coronario o angioplastia coronaria en la clínica Guayaquil entre abril 2010 y marzo 2011. 280 Md: Chiquito Freile Teresa, Gilbert Orús Mónica. Dr. Jauregui José. REPORTE DE CASOS CLÍNICOS TECHNICAL DATA DIRECTORS EDITORIAL ARBITRATION NORMS CONTENT RESEARCH REPORTS Determination of cystatin C as a marker of renal function in normoalbuminuric patients with Type 2 Diabetes Mellitus. Md: Alcívar Vásquez Juan, Puig Gilbert Carlos. Dr. Flor Miguel. Efficacy of lactulosa/l-ornitina- l-aspartate combined therapy vs. lactulose in hyperammonemic hepatic encephalopathy: a retrospective study at “Luis Vernaza” hospital, Guayaquil, Ecuador. From january 2006 to december 2010. Md: Gavilánes Alberto, Cedeño Ricardo, Carló Marcela. Preterm delivery: socio-demographic aspects in expectant mothers of the "Enrique C. Sotomayor" ob/gyn hospital, Guayaquil, Ecuador Md: Lucín Alarcón Carlos, Robles Ruilova Amanda, Terán Jiménez Elsie. Dr: Pérez López Faustino, Vallejo Silva Max, Chedraui Peter. Proteinuria and blood pressure of severe preeclamptic and eclamptic patients: relationship with the resultant neonatal and the presence of maternal complications in intensive care patients of the “Enrique C. Sotomayor” ob/ gyn hospital from january to june 2010. Md: Wendy Encalada Chérrez, Cinthya Peña Orbea. Relationship between ventricular ejection fraction and the quality of life after coronary bypass surgery or coronary angioplasty at the Guayaquil private hospital between april 2010 and march 2011. Md: Chiquito Freile Teresa, Gilbert Orús Mónica. Dr. Jauregui José. CLINICAL CASE REPORT 245 246 247 248 249 250 257 266 273 280 Reporte de caso clínico: hemangioendotelioma esplénico de células epitelioide. Primer reporte latinoamericano. 291 Dr. Rubio Coronel Gustavo. Reporte de caso clínico: remodelado ventricular después del infarto agudo de miocardio. 297 Dr. Suárez Robalino Alejandro. Reporte de caso clínico: síndrome de sinostosis espondilocarpotarsal. 301 Md: Encalada Chérrez Wendy, Lee Ching Cathy, Rabascall Ayoub Carlos, Yépez Ramos Diana. Clinical case report: splenic hemangioendothelioma of epithelioid cells. First latin american report. 291 Dr. Rubio Coronel Gustavo . ARTÍCULO DE REVSIÓN REVIEW ARTICLE Clinical case report: ventricular remodeling after acute myocardial infarction. 297 Dr. Suárez Robalino Alejandro. Clinical case report: espondilocarpotarsal synostosis syndrome. 301 Md: Encalada Chérrez Wendy, Lee Ching Cathy, Rabascall Ayoub Carlos, Yépez Ramos Diana. Hepatitis viral B y su manejo. Dr. Jaramillo Tobón Antonio Carlos. 307 Viral hepatitis B and its handling. Dr. Jaramillo Tobón Antonio Carlos. 307 CARTAS AL DIRECTOR NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE LOS TRABAJOS 333 LETTERS TO THE EDITOR NORMS FOR PUBLICATION OF ARTICLES 333 . FCM-UCSG, ño 2010, VolNº4 .16 Nº4 RRevev. .MMeded . FCM-UCSG, AñoA2010, Vol.16 249 249 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4. Págs. 250-256 ISSN - 1390-0218 Determinación de cistatina C como marcador de función renal en pacientes normo albuminúricos con Diabetes Mellitus tipo 2 Determination of cystatin C as a marker of renal function in normoalbuminuric patients with Type 2 Diabetes Mellitus Alcívar Vásquez Juan1, Puig Gilbert Carlos1, Jeani Wong Lama1, Flor Miguel2 1 2 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas; Hospital “Luis Vernaza”, Guayaquil, Ecuador RESUMEN Antecedentes: la identificación temprana del deterioro de la función renal es crucial en los pacientes diabéticos. Clínicamente la cistatina C sérica podría ser el indicador más sensible de tasa de filtrado glomerular. Objetivo: proponer el uso de cistatina C como prueba de rutina para evaluar la función renal en pacientes diabéticos tipo 2. Metodología: se realizó un estudio observacional de corte transversal en 115 pacientes diabéticos tipo 2 normo albuminúricos, estableciendo la tasa de filtrado glomerular con valores de cistatina C y fórmula de Cockroft–Gault. A aquellos con un filtrado glomerular < 60 ml/min se realizó depuración de creatinina en orina de 24 horas; y se comparó los resultados con el programa estadístico SPSS 17, presentando los datos en tablas de contingencia con análisis de riesgo y test de significancia de X2. Resultados: la tasa de filtrado glomerular obtenida con cistatina C, tuvo un valor promedio de 99ml/min±19.07, mientras que la de Cockroft-Gault un valor de 79.85ml/min±23.63 reflejando mejor correlación con aclaramiento de creatinina en orina de 24 horas que obtuvo un valor de 74.95ml/min±37.41. Al relacionar los valores con la depuración de creatinina en orina de 24 horas, no hubo una relación significativa entre ambos parámetros (p=0.14). Conclusión: la tasa de filtrado glomerular con cistatina C presenta una gran dispersión en la correlación con la depuración de creatinina en orina de 24 horas; este hecho, junto a diversos factores que influyen en su variabilidad, y el mayor coste de su determinación, hacen poco justificable su uso para valorar función renal. Palabras clave: Cistatina C. Creatinina. Nefropatía Diabética. Diabetes Mellitus Tipo 2. Tasa de Filtrado Glomerular. Albuminuria. ABSTRACT Background: early identification of renal function impairment is crucial in diabetic patients. Clinically, serum cystatin C may be the most sensitive indicator of the glomerular filtration rate. Objective: to propose the use of cystatin C as a routine test to evaluate kidney function in type 2 diabetic patients. Methodology: an observational cross sectional study was done with 115 normoalbuminuric type 2 diabetic patients, establishing the glomerular filtration rate using cystatin C values and the Cockcroft-Gault formula. For those with a glomerular filtration rate <60 ml/min, a 24-hour creatinine clearance in urine test was performed, and the results were compared using SPSS 17, presenting the data in contingency tables with risk analysis and significance tests of X2. Results: the glomerular filtration rate obtained with cystatin C had a mean value of 99ml/min±19.07, while that obtained with the Cockroft-Gault formula was 79.85ml/min±23.63, which showed better correlation with the 24-hour creatinine clearance test with a value of 74.95ml/min±37.41. Neither parameter showed a significant relationship with the 24-hour creatinine clearance test values (p = 0.14). Conclusion: the glomerular filtration rate obtained using cystatin C has a large dispersion when correlated with the 24-hour creatinine clearance in urine test values. This fact, together with the different factors influencing its variability and the higher cost of its determination; result in little justification for its use in assessing renal function. Keywords: Cystatin C. Creatinine. Diabetic nephropathy. Type 2 Diabetes Mellitus. Glomerular filtration rate. Albuminuria. 250 Correspondencia a: Md. Juan Alcívar Vásquez Correo electrónico: [email protected] Recibido: 30 de septiembre de 2011 Aceptado: 23 de noviembre de 2011 J. ALCÍVAR, ET AL Introducción La valoración de la función renal en los pacientes con diabetes es clave para la identificación temprana y el manejo adecuado de la nefropatía diabética, pero durante las etapas iniciales su progresión es silenciosa y su detección con las pruebas de rutina es difícil. Sabiendo que, aun cuando el daño renal no se puede revertir, su deterioro puede disminuirse con la intervención temprana en el control de la presión arterial, restricción protéica en la dieta y control más estricto de la glicemia evitando complicaciones.1,2,3 El mejor método para valorar la función renal es la tasa de filtración glomerular, que se reduce antes de la aparición de la sintomatología, si bien su estimación es exacta mediante la administración de sustancias exógenas, éstas son de difícil uso en la práctica clínica cotidiana. Actualmente se pregona el uso de las fórmulas de Cockroft–Gault y de MDRD para estimar la tasa de filtración glomerular, sin embargo estas fórmulas están sujetas a variables, entre ellas, peso, masa muscular, edad, sexo y raza; por otro lado, la cuantificación de sustancias endógenas como proteínas en orina, creatinina y depuración de esta última en orina de 24 horas es lo más utilizado para valorar la tasa de filtrado glomerular (TFG). Esta última, que a pesar de su gran utilidad, presenta limitaciones por la técnica en la recolección de la muestra.4,5,6 La mayoría de sociedades médicas recomiendan usar los niveles de microalbuminuria para el seguimiento de la función renal en los pacientes con diabetes, sin embargo, individuos normo albuminúricos no están exentos de desarrollarla y otros con microalbuminuria, no necesariamente están destinados a presentar nefropatía.7 Recientemente se ha propuesto como marcador de función renal a la cistatina C sérica. Ésta es una proteína no glicosilada producida por todas las células nucleadas del organismo; filtrada libremente por los glomérulos y es reabsorbida y metabolizada en los túbulos renales. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Sus niveles séricos no se ven influenciados por el género, edad, raza ni índice de masa corporal, contrariamente a lo ocurrido con la creatinina sérica, haciendo de ésta última un parámetro insensible a leves cambios en la TFG por su amplio rango de referencia.8,9 El objetivo de este estudio es proponer el uso de cistatina C como prueba de rutina para evaluar la función renal en pacientes diabéticos tipo 2. Metodología Se realizó un estudio observacional transversal en el período de febrero a abril de 2010, en pacientes voluntarios de la Asociación de Diabéticos, hospital “Rodríguez Zambrano” de Manta, hospital “Verdi Cevallos Balda” de Portoviejo y hospital regional IESS “Dr. Teodoro Maldonado Carbo” de la ciudad de Guayaquil; recogiendo datos de edad, peso, sexo, antecedentes patológicos, hábitos farmacológicos y tiempo de evolución de la enfermedad. Se incluyeron pacientes con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2, confirmada clínicamente y por indicadores de laboratorio de por lo menos dos años de evolución, de cualquier sexo, entre 18 y 95 años, sin antecedentes de nefropatía, eutiroideos y pacientes con microalbuminuria menor o igual a 20.0ug/min. Se excluyeron del estudio pacientes con insuficiencia renal de cualquier etiología, diabetes mellitus tipo 1, enfermedad tiroidea, enfermedad cardiovascular conocida (insuficiencia cardíaca, enfermedad valvular), edad fuera del rango de inclusión, aquellos con antecedentes de trasplante renal, neoplasias, aquellos tratados con glucocorticoides, estatinas, y obviamente fueron excluidos aquellos pacientes que se encontraban catalogados como disglicémicos. Para el estudio se tomaron muestras de sangre y orina, se determinaron niveles de glicemia en ayunas con el método enzimático de glucosaoxidasa, creatinina sérica con el método colorimétrico de Jaffé, ambas pruebas en el analizador Hitachi 917. 251 CISTATINA C MARCADOR DE FUNCIÓN RENAL Se cuantificó micro albuminuria en muestra de orina al azar mediante el método de inmunoquimioluminiscencia procesado en el analizador Inmulite I. A aquellos pacientes que tuvieron niveles de microalbuminuria dentro de los rangos normales se les realizó la cuantificación de cistatina C por el método de inmunoturbidimetría potenciada con partículas en el analizador Hitachi 917; luego se calculó la tasa de filtrado glomerular según valores de cistatina C y con la fórmula de Cockroft-Gault y a aquellos pacientes que tuvieron una tasa de filtrado glomerular <60 ml/min, se les realizó aclaramiento de creatinina en orina de 24 horas. Se compararon y analizaron los resultados obtenidos en el programa estadístico SPSS 17 y se presentaron los datos en tablas de contingencia, test de significancia X2, curvas ROC, regresión lineal para correlacionar la tasa de filtrado glomerular obtenida mediante la fórmula de la cistatina C y Cockroft-Gault con el resultado obtenido de la depuración de creatinina en orina de 24 horas y diagramas de caja. que representó un 17.4% de los pacientes, con una significancia de 0.035 (p<0.05), al igual que en esta población el 57.4% tienen menos de 60 años. La edad promedio de los pacientes fue de 60.83±10.13 (tabla 1). El 57.4% de los pacientes presentaron niveles elevados de glucosa. El 34.8% de los pacientes presentaron valores por encima del punto de corte en creatinina mientras el 69.6% lo hicieron para cistatina C. El valor promedio de creatinina fue de 0.79±0.15 mg/dL y el de cistatina C fue de 0.88±0.19 mg/dL, sin embargo, el punto de corte de creatinina fue superior al de cistatina C (0.84 vs 0.76 en mujeres y 0.86 vs 0.85 en hombres) (tabla 1). Resultados Después de analizar las muestras de 115 pacientes, los resultados obtenidos en el estudio muestran mayor cantidad de pacientes de sexo femenino (82.6%), en comparación a la población masculina Tabla 1. Características de la población Variables Media DS Edad 60.83 10.13 Glucosa mg/dL 143.63 70.85 Creatinina mg/dL 0.79 0.15 Microalbuminuria 5.92 4.2 Cistatina C mg/L 0.88 0.19 Cleareance de creatinina 74.95 37.41 TFG Cist C ml/min/1.732 99.63 19.07 Cockroft-Gault ml/min 79.85 23.63 Peso kg. 64.17 12.27 Talla m 1.53 0.083 IMC 27.23 4.43 Gráfico 1. Aclaramiento de creatinina en orina de 24 horas. Relación entre la Tasa de Filtrado Glomerular y Cistatina C. 252 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 J. ALCÍVAR, ET AL La tasa de filtrado glomerular obtenida con cistatina C, tuvo un valor promedio de 99ml/min±19.07 (gráfico 1); y la de Cockroft-Gault ml/min de 79.85±23.63, mostrando esta última mejor correlación con la depuración de creatinina en orina de 24 horas que obtuvo un valor de 74.95±37.41 (tabla 2) (gráfico 2). Al realizar la comparación entre los valores medios de creatinina y cistatina C en cuanto a edad y sexo, se observaron niveles más elevados de ambas en pacientes entre los 70-79 años, la cistatina C superando a la creatinina en este grupo (1.06±0.20 vs 0.90±0.15; p<0.001). Tabla 2. Valores de cistatina y creatinina según edad y sexo Variables N (115) Cistatina C (mg/L) media±DS Creatinina (mg/L) media±DS p 3 9 37 44 20 2 0.67±0.06 0.74±0.12 0.85±0.19 0.87±0.14 1.06±0.20 0.95±0.03 0.75±0.34 0.72±0.10 0.78±0.13 0.78±0.14 0.90±0.15 0.74±0.11 ns ns 0.041 0.012 <0.01 0.28 Edad 30-39 40-49 50-59 60-69 70-79 > = 80 Sexo Masculino Femenino Total 20 95 115 0.86±0.12 0.95±0.10 0.38 0.88±0.20 0.76±0.14 <0.01 0.88±0.19 0.79±0.15 <0.01 ns: sin diferencias significativas. Gráfico 2. Aclaramiento de creatinina en orina de 24 horas. Relación entre la Tasa de Filtrado Glomerular CockroftGaulty . Se observaron valores mayores de creatinina frente a la cistatina C en la población masculina, sin que exista una diferencia significativa entre ambas (0.86±0.12 vs 0.95±0.10), mientras que en las mujeres, los valores de cistatina C superaron a los valores de creatinina (0.86±0.12 vs. 0.95±0.10) (gráfico 3a y 3b). Gráfico 3a. Valores de cistatina C y creatinina según la edad. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 253 CISTATINA C MARCADOR DE FUNCIÓN RENAL Gráfico 3b. Valores de cistatina C y creatinina según la edad. Sin embargo, a pesar que los valores de cistatina C fueron mayores a los valores de creatinina en la mayoría de los casos, éstos se mantuvieron dentro de los valores considerados normales. Se construyeron curvas ROC para determinar la capacidad diagnóstica de la tasa de filtrado glomerular estimada mediante las fórmulas de cistatina C y Cockroft-Gault, donde se demostró que la fórmula de Cockroft-Gault presentó mayor área bajo la curva que la primera; con mayor especificado sin presentar diferencias estadísticas. Al relacionar los valores de la tasa de filtrado glomerular obtenida con cistatina C y la depuración de creatinina en orina de 24 horas, no se encontró una relación significativa entre ambos parámetros (p=0.14). Discusión El deterioro renal en su etapa inicial cursa de manera asintomática, por lo que su detección representa un gran reto para los médicos. La tasa de filtrado glomerular es mundialmente utilizado como el parámetro de valoración de función renal en la población de riesgo, como en el caso de los pacientes con diabetes, sin embargo en la actualidad ésta se estima utilizando niveles de creatinina sérica, la cual se ve afectada por algunas variables y es insensible a pequeñas disminuciones del filtrado glomerular, alterándose recién cuando la filtración glomerular desciende al 50% su valor 254 normal. 10,11,12 Esta limitación hace de gran necesidad buscar marcadores más sensibles como la cistatina C, que según evidencia de estudios recientes supera a la creatinina sérica en este ámbito. Este estudio mostró una variabilidad pequeña entre los géneros para la determinación de cistatina C que no resultó significativa, por lo que se puede concluir que el resultado en la prueba no es dependiente del género. En cuanto a la edad, se observó niveles mayores de cistatina C a partir de los 40 años, correlacionándose a lo descrito en la literatura, mostrando los valores más elevados en sujetos mayores de 70 años por la disminución fisiológica de la función renal. A pesar de ello, la cistatina C no es una prueba cuyo valor sea dependiente de la edad. En cuanto a los niveles de creatinina sérica, éstos mostraron similitud en todas las edades, aumentando levemente en pacientes entre 70 y 80 años y una ligera disminución en los pacientes mayores de 80 años con una media mayor en el sexo masculino. Esto corrobora lo descrito en otros estudios, que mencionan que la creatinina sérica varía de acuerdo a la edad, género y masa muscular, y no es una prueba sensible para detectar pequeñas disminuciones de la tasa de filtrado glomerular en pacientes asintomáticos.13,14,15 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 J. ALCÍVAR, ET AL Estudios sugieren que la concentración sérica de cistatina C tiene buena correlación con la depuración de creatinina en orina de 24 horas, método que está sujeto a las imprecisiones de la técnica de recolección y diversas interferencias analíticas, lo que ha precipitado la realización de diversas investigaciones en los últimos años valorando este nuevo marcador renal, sin embargo, en este estudio dichos valores no presentaron una correlación significativa.16,17,18 Respecto a trabajos con pacientes con diabetes, la mayoría tipo 2, los estudios son controvertidos. Entre otros Mussap y cols. comentan la mayor especificidad de la cistatina C en la evaluación de la función renal, resaltando la falta de precisión de los marcadores tradicionales en la detección de cambios tempranos del filtrado glomerular y en la monitorización del curso de la nefropatía diabética, en esta investigación se presentaron valores de especificidad para cistatina C de 61%, mientras que la creatinina presentó una especificidad de 85%, resultando más conveniente, lo que se puede apreciar claramente en la curva ROC; sin embargo ninguna de las dos presentaron buena sensibilidad (gráfico 4).22,23 Gráfico 4. Curvas ROC de contraste entre de Cockroft-Gault y Tasa de Filtrado Glomerular Cistatina C Los resultados del presente estudio demuestran que, aunque libre de influencias por la edad, sexo, la tasa de filtrado glomerular con cistatina C presenta una gran dispersión en la correlación con la depuración de creatinina en orina de 24 horas. Este hecho, unido a la incertidumbre de los factores que influyen en su variabilidad, y el mayor coste de su determinación, hacen poco justificable su uso como estimador del filtrado glomerular, contrastando con lo expuesto por Murray que indica que la monitorización de los valores de cistatina C en pacientes de riesgo podría anticiparse en uno o dos días a la creatinina en el diagnóstico de fracaso renal agudo y frenar su progresión.19,20,21 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Las limitaciones que presenta este estudio son el uso de IECAs de los pacientes, ya que existen trabajos que mencionan que estos fármacos producen alteración de los niveles de cistatina C. Lamentablemente de la población en estudio algunos pacientes tomaban algún fármaco de este grupo, como las guías clínicas de la diabetes lo refieren, además muchos de ellos eran hipertensos y en nuestro medio el uso de enalapril, por su bajo costo, está entre los medicamentos de elección para esta patología, no tanto así en otros países donde se realizaron estudios con cistatina C en diabéticos que recibían otra clase de antihipertensivos; por lo tanto, concluimos que se debe realizar 255 CISTATINA C MARCADOR DE FUNCIÓN RENAL estudios con una mayor muestra y tomar en consideración el uso de fármacos IECAs y la influencia de éstos en la valoración de la tasa de filtrado glomerular con la cistatina C, otra limitación importante de este estudio fue el tiempo en el que se realizó ya que lo ideal sería realizar un seguimiento de los pacientes, con determinaciones seriadas de cistatina C sérica, y así valorar adecuadamente su comportamiento cuando empieza a declinar la función renal.24,25 Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 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FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4. Págs. 257-265 ISSN - 1390-0218 Eficacia de la terapia combinada lactulosa/l-ornitinal-aspartato vs. lactulosa en encefalopatía hepática hiperamonémica: estudio retrospectivo en el hospital “Luis Vernaza”, Guayaquil, Ecuador. Enero 2006 a diciembre 2010 Efficacy of lactulosa/l-ornitina- l-aspartate combined therapy vs. lactulose in hyperammonemic hepatic encephalopathy: a retrospective study at “Luis Vernaza” hospital, Guayaquil, Ecuador. From january 2006 to december 2010 Gavilanes Alberto1, Cedeño Ricardo1, Carló Marcela1 1 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador RESUMEN Objetivo: determinar la efectividad de la terapia combinada lactulosa/l-ornitina l-aspartato (L/LOLA) vs lactulosa (L) en relación a la mejoría clínica de acuerdo a la escala West Haven y reducción de amonio en los pacientes con encefalopatía hepática durante 7 días. Metodología: estudio retrospectivo de expedientes clínicos de los pacientes ingresados desde enero 2006 a diciembre 2010 con diagnóstico de encefalopatía hepática en el hospital “Luis Vernaza”. Resultados: se revisaron 301 registros médicos de los cuales 78 fueron elegidos para el estudio (L=31, L/LOLA=47) evidenciándose predominio en grados de encefalopatía II con 38.5% (n=30) y III con 51.3% (n=40) de la población total estudiada. Se observó que el 80.65% (n=25) de los pacientes con lactulosa mejoraron su estadío de encefalopatía vs el 65.96% (n=31) del grupo con terapia combinada (p=0.16). En relación al amonio se encontró una disminución de 84.19mcg/dL en el grupo con lactulosa vs 80.83 mcg/dL con la terapia combinada (p=0.45). Se encontró que el 66.6% (n=52) del total de pacientes en estudio tuvieron MELD (Model for End-Stage Liver Disease) > 16. Finalmente el 78.2% (n=61) de la población del estudio cursó con trombocitopenia. Conclusiones: la terapia combinada no demostró resultados significativos comparados con lactulosa al evaluar mejoría clínica y reducción de niveles de amonio a los 7 días. Se debe realizar estudios prospectivos usando LOLA con mayor duración de terapia y evaluar terapias complementarias. Palabras clave: Encefalopatía Hepática. Hiperamonemia. Lactulosa. L-Ornitina-L-Aspartato. Cirrosis Hepática. ABSTRACT Objective: to determine the effectiveness of the lactulose/l-ornithine l-aspartate (L/LOLA) combined therapy vs. lactulose (L) in relation to clinical improvement according to the West Haven scale and the reduction of ammonia in patients with hepatic encephalopathy during 7 days. Methodology: retrospective study of the medical records of patients admitted to the “Luis Vernaza” hospital with a diagnosis of hepatic encephalopathy from January 2006 to December 2010. Results: 301 medical records were reviewed of which 78 were chosen for the study (L=31, L/LOLA=47) showing a prevalence of grade-II encephalopathy of 38.5% (n=30), and grade-III encephalopathy of 51.3% (n=40) of the total study population. It was observed that 80.65% (n=25) of the patients with lactulose improved their stage of encephalopathy vs. 65.96% (n=31) of the combined-therapy group (p=0.16). With respect to the ammonium, there was a decrease of 84.19 mcg/dL in the lactulose group vs. 80.83 mcg/dL in the combined therapy group (p=0.45). We found that 66.6% (n=52) of all the study patients had MELD (Model for End-Stage Liver Disease) > 16. Finally, 78.2% (n=61) of the study patients showed thrombocytopenia. Conclusions: the combined therapy did not show significant results compared with only lactulose when assessing clinical improvement and the reduction of ammonia levels after 7 days. Prospective studies should be done using LOLA with a longer duration of therapy; complementary therapies should also be evaluated. Keywords: Hepatic Encephalopathy. Hyperammonemia. Lactulose. L-Ornithine-L-Aspartate. Hepatic Cirrhosis. Correspondencia a: Md. Alberto Gavilanes Aguirre Correo electrónico: [email protected] Recibido: 02 de agosto de 2011 Aceptado: 30 de agosto de 2011 257 A. GAVILANES, ET AL Introducción La encefalopatía es una de las complicaciones de la cirrosis hepática con un espectro de anormalidades neuropsiquiátricas tales como cambios en la personalidad, daño intelectual y nivel de conciencia alterado, producido por diversos mecanismos entre los que destaca la elevación del amonio sérico.1,2 En la población ecuatoriana, la incidencia en el 2008 de cirrosis hepática según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) fue de 2.038 casos.3 Por otra parte se conoce que la existencia de encefalopatía hepática es evidente en 30-45% en estos pacientes con un riesgo anual del 20% de desarrollar esta complicación4, por lo que se debe tomar medidas preventivas y terapéuticas adecuadas para evitarla. En la actualidad, se puede clasificar a la encefalopatía hepática mediante las manifestaciones neurológicas siendo episódica, persistente o mínima; y dependiendo de la enfermedad hepática serán de tipo A al asociarse con falla hepática aguda, de tipo B al presentar bypass portosistémico y sin enfermedad hepática intrínseca y de tipo C al asociarse con cirrosis e hipertensión portal o shunts portosistémicos.4,5 El diagnóstico clínico de la encefalopatía hepática evidente consiste en dos tipos de síntomas concurrentes comprendidos por alteración del nivel de conciencia y alteración de la función neuromotora.6 Se ha discutido en la literatura que la fisiopatología de la encefalopatía hepática se basa en numerosas variantes, entre las que se incluyen los productos nitrogenados derivados del intestino, tales como las sustancias parecidas a las benzodiazepinas que activan la vía gabaérgica, los ácidos grasos de cadena corta y mediana, falsos neurotransmisores, los fenoles, los mercaptanos, el manganeso y amonio; este último resulta de especies productoras de ureasa en el tracto intestinal junto con la deaminación de la glutamina.2,7,8 Según Blei et al en las guías terapéuticas realizadas en el 2001 y más de 1.200 trabajos señalan al amonio como el factor central en la patogénesis.5,9,10 El amonio se encuentra en un estado ionizado (NH4+) en el tracto intestinal pero en situaciones especiales, como el cambio del pH, lo transforman en no ionizado (NH3) y así obtiene fácil difusión en la barrea hemato-encefálica.5 258 De esta manera llega a los astrocitos donde produce daño mitocondrial y posteriormente edema cerebral.9,11 Por esta razón, se ha mencionado que el amonio es un indicador no específico entre la relación del daño neuropsiquiátrico y su nivel sanguíneo, no solo por la permeabilidad que existe al sistema nervioso central (SNC) y su diferencia con valores de muestras periféricas pero también por su interacción con otros mecanismos que afectan al SNC y por su extenso daño neuroquímico que deja como secuela en los astrocitos.2,12,13 Numerosas técnicas farmacológicas han sido usadas, entre las que destacan los disacáridos no absorbibles como lactulosa, antibióticos no absorbibles como neomicina o la reciente rifaximina y restricción de ingesta protéica1,2,4,5,6,9,11,12,14,15,16, con la finalidad de reducir el amonio sérico, por medio de su eliminación por vía digestiva. Nuevos estudios, como el realizado por Poo et al, postulan terapias alternativas como L-ornitina-Laspartato (LOLA) comparándola con lactulosa, encontrándose una disminución de amonio, mejoría clínica y de calidad de vida más significativa con LOLA8,10,11,13,17,18, debido a que incrementan la síntesis de urea a partir del amonio, reduciendo los niveles séricos del mismo, incluso en las primeras horas de administración.7,8,10,11,12,18 Sin embargo, se necesitan posteriores investigaciones que analicen el efecto final de la terapia combinada (lactulosa/LOLA) en la reducción del amonio, principalmente a nivel latinoamericano. Debido a esto, el presente estudio busca comparar la respuesta de la terapia combinada vs lactulosa en relación a la reducción de los niveles de amonio y mejoría clínica según la escala de West Haven dentro de la primera semana de terapia. Además, proporcionar una estadística sobre la necesidad de trasplante hepático que es la eventual terapia indicada para esta población1,4,5 según Model for End-Stage Liver Disease (MELD) elaborada por la Mayo Clinic y establecer la relación entre el nivel de plaquetas y fibrosis hepática. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 L/LOLA VS L EN ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA Metodología Se realizó una revisión retrospectiva de expedientes clínicos de los pacientes con diagnóstico de encefalopatía hepática, para recolectar los datos de las variables, que hayan sido ingresados desde enero 2006 a diciembre 2010 en el hospital “Luis Vernaza” de la ciudad de Guayaquil, Ecuador, previa aprobación del Comité de Ética de dicho hospital. Los pacientes fueron incluidos de acuerdo a los criterios: edad mayor a 18 años, diagnóstico de encefalopatía hepática grados 0 al IV de acuerdo a la escala West Haven, terapia con lactulosa o lactulosa/LOLA por una semana, valores de amonio sérico mayores a 60 mcg/dL. Se excluyeron a los pacientes con otras causas de encefalopatía ya sea neurológicas (evento cerebrovascular, demencia), cardiovasculares (encefalopatía hipertensiva), psiquiátricas, metabólicas, infecciosas (neumonía), shock, electrolíticas, renales, trauma, falla hepática aguda (infecciosas, toxicidad por drogas), intoxicación por otros compuestos; otras causas de elevación de amonio tales como hemorragia digestiva; y pacientes que hayan sido sometidos a shunt transyugular portosistémico (TIPS); valores de amonio sérico menores de 60 mcg/dL; terapia con lactulosa o lactulosa/LOLA menos de una semana; falta de registro de datos de laboratorio. Según los criterios, en los pacientes aceptados para el estudio se analizaron al momento del inicio de terapia el grado de encefalopatía según la Escala de West Haven, amonio sérico, biometría hemática completa, urea, creatinina, sodio, transaminasa glutámica-oxalacética (GOT), transaminasa glutámica-pirúvica (GPT), índice internacional normalizado (INR), albúmina, bilirrubina total y directa, y al cumplir una semana de terapia se analizaron el grado de encefalopatía y amonio sérico. Los propósitos planteados para evaluar la efectividad de las terapias consistieron en comparar la mejoría clínica dada por la disminución en el estadio de la escala de West Haven, además de la reducción en los niveles de amonio sérico. Adicionalmente, se procedió a correlacionar la mortalidad en pacientes con puntajes altos en la escala MELD en necesidad de trasplante, y presencia de trombocitopenia con una posible fibrosis hepática. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Los pacientes evaluados fueron clasificados de acuerdo a la terapia recibida en dos grupos lactulosa y lactulosa/LOLA, donde la dosis estándar de lactulosa fue de 20 + 10 cc vía oral en un rango de 1 a 3 veces al día, y la dosis de LOLA fue de un sobre (3 gramos) vía oral tres veces al día, de acuerdo al criterio del médico tratante en cada uno de los pacientes. Análisis estadístico Para cumplir el objetivo del estudio, se procedió a realizar una relación entre las variables para explicar los resultados obtenidos en los pacientes de ambos grupos de estudio. En cuanto a las variables propuestas, las cuantitativas continuas se describieron por medio de frecuencia simple + desviación estándar, mientras que las cuantitativas no continuas y cualitativas con frecuencia simple y porcentaje, en tablas de distribución de frecuencia. Para la comparación de las variables cuantitativas, se utilizó la prueba T de student comparando la diferencia de los promedios de la reducción de amonio entre ambos grupos. Además se procedió a relacionar el grado de encefalopatía con el nivel de amonio, y el nivel de plaquetas con la escala MELD por medio del coeficiente de correlación lineal de Pearson. Para las variables cualitativas se utilizó chicuadrado, comparando la mejoría clínica según escala de West Haven. Todos los valores de p fueron de una cola, teniendo significancia p<0.05, 95% de intervalo de confianza. Se utilizó para el análisis el software SPSS 17. Resultados Después de haber revisado 301 expedientes clínicos de los pacientes con el diagnóstico de encefalopatía hepática entre enero de 2006 a diciembre de 2010, el 25.9% (n=78) fueron elegibles para el estudio, siendo 31 pacientes del grupo lactulosa y 47 del grupo lactulosa/LOLA. De los 223 pacientes excluidos del estudio, las principales razones fueron falta de cumplimiento de la terapia en el 49.3% (n=110), falta de registro de datos de laboratorio en el 19.3% (n=43) y hemorragia digestiva alta en el 12.1% (n=27) (figura 1). 259 A. GAVILANES, ET AL Figura 1. Distribución inicial de los pacientes Tabla 1. Características basales de los pacientes con encefalopatía hepática* Característica Género Edad (años) Masculino Femenino Grado de encefalopatía† 0 I II III IV MELD score/MELD-Na‡ Amonio (mcg/dL) Urea (mg/dL) Creatinina (mg/dL) Sodio (meq/L ) Glóbulos blancos/mm3 Hemoglobina (g/dl) Plaquetas/mm3 GPT (UI/L) GOT (UI/L) Albúmina (g/dL) Lactulosa 61.13 19.48 242 52.42 1.05 137.10 8243.23 11.44 110903.23 164.96 200.65 2.65 n=31 ± 10 (32.26) 21 (67.74) 1 (3.23) 2 (6.45) 10 (32.26) 18 (58.06) 0 (0) ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± 10.56 7.02 114.71 34.08 0.55 6.28 5799.04 2.10 73327.28 489.67 527.11 0.64 Lactulosa/LOLA ± 65.8085 18.89 213.62 59.64 1.24 137.64 9362.55 11.24 116000 71.74 109.38 2.76 24 (51.06) 23 (48.94) 1 (2.13) 2 (4.26) 20 (42.54) 22 (46.81) 2 (4.26) ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± n=47 13.5593 6.82 111.59 44.28 0.79 7.38 6283.31 2.42 63720.86 165.07 228.74 0.81 *Las variables cuantitativas continuas son expresadas con las media ± DS y las variables cualitativas son expresadas con frecuencia simple (porcentaje). Las características basales fueron recolectadas desde el primer día de la administración de la terapia. †Grados de encefalopatía según Escala de West Haven ‡MELD es un sistema de puntuación que incluye valores de INR, bilirrubina total, y creatinina sérica que valora la gravedad de la cirrosis hepática correlacionada con la mortalidad en tres meses y la necesidad de trasplante hepático. Un paciente con puntaje en la escala > a 16 deberá ser derivado a la unidad de transplante hepático. MEDL-Na se utilizó en pacientes con hiponatremia o en sospecha de síndrome hepatorenal. 260 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 L/LOLA VS L EN ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA Estadío Conciencia 0 Normal II Letargia I III IV Leve pérdida de la orientación temporoespacial Somnolencia con respuesta a estímulos verbales y dolorosos Coma Tabla 2. Escala de West Haven* Intelecto y conducta Normal Déficit de atención Alteración de suma y resta Desorientado; conducta inapropiada Desorientación marcada; conducta estrafalario Coma Hallazgos neurológicos Examen neurológico normal Encefalopatía hepática mínima † Leve asterixis o temblor Asterixis marcada; alteraciones del habla Rigidez muscular, clonus, hiperreflexia Postura de descerebración * La escala West Haven clasifica la severidad de la encefalopatía hepática mediante diferentes parámetros que incluyen cambios en el nivel de conciencia, función intelectual y hallazgos neurológicos. †la encefalopatía hepática mínima es aquella que presenta cambios sutiles tanto a nivel de conciencia, conducta y hallazgos neurológicos por lo que, en sospecha de ésta deberán realizarse pruebas psicomotoras específicas. Las características basales fueron similares en ambos grupos, siendo la edad promedio de 63.4 años y encontrándose predominio del género femenino con el 67% (n=21) en el grupo de lactulosa, en comparación con predominio del género masculino en el grupo lactulosa/LOLA con el 51.06% (n=24) (tabla 1). Existió un contraste entre las enzimas hepáticas de ambas grupos, encontrándose que los valores de GPT en la terapia con lactulosa fueron en promedio 164.96±489.67 UI/L, vs 71.74 ± 228.74 UI/L en la terapia combinada, mientras que los valores de GOT fueron 200.65±527.11 UI/L para la terapia con lactulosa vs 109.38±228.74 UI/L en la terapia combinada. En relación al estadio clínico de la encefalopatía, según la escala de West Haven (tabla 2), se observó un predominio de los pacientes en grado III en ambos grupos de terapia, 58.06% (n=18) en los pacientes con lactulosa vs 46.81% (n=22) en los pacientes con terapia combinada, y en grado II con un 32.26% (n=10) para lactulosa vs. 42.54% (n=20) para la terapia combinada. En cuanto a los niveles de amonio, se encontraron valores ligeramente superiores en el grupo de lactulosa con un promedio de 242 ± 114.71mcg/dL, en comparación con 213.62±111.59mcg/dL en la terapia combinada. Al correlacionar los niveles de amonio y el grado de encefalopatía, se evidenció una relación lineal ascendente o directa pequeña de 0.17, encontrándose una tendencia donde a mayores niveles de amonio sérico mayor sería el grado de encefalopatía. A pesar de esto, esta relación no fue significativa (p=0.146) (figura 2). Figura 2. Relación de amonio y grado de encefalopatía. Por medio de la prueba de correlación lineal de Pearson se evidenció una relación lineal ascendente o directa entre los niveles séricos de amonio y encefalopatía de 0.17, donde a mayores niveles de amonio sérico, mayor sería el grado de encefalopatía. Se observó, a pesar de esto, que la relación no fue significativa (p=0.146). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 261 A. GAVILANES, ET AL Una vez terminada la semana de terapia, en cuanto a la mejoría clínica se evidenció que ésta fue mayor en el grupo con lactulosa, al encontrarse una reducción en el estadío de encefalopatía en un 80.65% (n=25) vs 65.96% (n=31) de los pacientes tratados con terapia combinada, tampoco siendo significativa la diferencia (p=0.16). Pacientes (n) De acuerdo a la escala de West Haven, la mayoría de los pacientes tratados con lactulosa, el 48.39% (n=15) culminaron su semana de tratamiento en estadío I, mientras que la mayor parte de los pacientes con terapia combinada, el 31.91% (n=15) terminaron en estadío II. Así mismo el promedio de la disminución de los niveles de amonio fue ligeramente mayor en los pacientes tratados con lactulosa con un valor de 84.19mcg/dL vs 80.83mcg/dL con la terapia combinada, lo cual indica que no hubo una diferencia significativa entre ambas terapias en relación a la disminución del amonio sérico (p=0.455). Por otra parte, la mayoría de pacientes se ubicaron en un MELD mayor o igual a 16 para ambos grupos de terapia (figura 3) con un 66.6% (n=52), de los cuales el 13.5% (n=7) tuvo un MELD mayor o igual a 30, donde se evidenció la mayor mortalidad con 57.1% (n=4) (figura 4). MELD Figura 3. Clasificación de pacientes según MELD. Se observó que la mayor Mortalidad (%) cantidad de pacientes obtuvo un puntaje MELD > 16 con un 66.6% (n=52) de los cuales el 13.5% (n=7) un puntaje MELD>30. MELD Figura 4. Mortalidad según MELD. Se evidenció que en los pacientes con MELD > 30 aumentó la mortalidad, llegando a una mortalidad del 100% con MELD 36 – 40 262 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 L/LOLA VS L EN ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA Finalmente, de los pacientes del estudio se observó que el 78.2% (n=61) cursó con trombocitopenia, siendo en mayor frecuencia en un rango de MELD de 16 a 20 con el 29.5% (n=18) (figura 5). Al correlacionar los niveles de plaquetas con los valores de MELD se evidenció una relación lineal descendente o inversa pequeña de –0.05, encontrándose una tendencia donde a mayores niveles de MELD menores serían los niveles de plaquetas. Sin embargo, esta relación no fue estadísticamente significativa (p=0.67) (figura 5). Figura 5. Relación de MELD y niveles de plaquetas. Por medio de la prueba de correlación Discusión lineal de Pearson se evidenció una relación lineal descendente o inversa entre los niveles de plaquetas y MELD de – 0.05, donde a mayor puntaje MELD menor serían los niveles de plaquetas; a pesar de esto la relación no fue significativa (p=0.67). El estudio realizado responde la necesidad de comprobar la eficacia del régimen terapéutico implementado pocos años atrás en la institución para pacientes que presentan encefalopatía hepática, donde en su mayoría presentan un grado de encefalopatía clínicamente significativo al momento de la admisión. Dicho régimen es una terapia combinada de lactulosa/LOLA que se comparó con la conocida lactulosa para evaluar mejoría clínica y parámetros de amonio en el plazo de siete días. Algunos de los estudios pioneros como Stauch et al. y Kircheis et al. demostraron eficacia de LOLA sobre reducción de amonio y mejoría clínica a base de pruebas psicométricas o por grados de West Haven al compararlo con placebo; además, la existencia de diversos meta análisis principalmente en Europa y Asia8,10,13 han colocado a LOLA como una eficaz alternativa en el manejo de la encefalopatía Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 hepática al reducir la absorción sistémica de amonio estimulando el ciclo de la urea y síntesis de glutamina como forma de eliminación de amonio.8,11,12 A pesar de su eficacia, se debe resaltar que se evaluó en pacientes con grados de encefalopatía hepática I y II. De esta forma, Poo et al. realizaron un estudio prospectivo randomizado en esta ocasión comparado con lactulosa y siendo el primero en continente americano, estableciendo interrogantes importantes como eficacia de LOLA en otra etnia donde los resultados fueron invariables a estudios previos ya que también se evaluó encefalopatía hepática crónica persistente en grados I y II.17 Por esta razón, un meta análisis realizado en Brasil señala la falta de estudios con LOLA en pacientes con grados de encefalopatía hepática II y III.13 263 A. GAVILANES, ET AL El estudio realizado mostró resultados no significativos al comparar lactulosa con lactulosa/ LOLA sobre reducción de amonio sérico y mejoría de niveles clínicos por criterios de West Haven en pacientes donde predominó los grados II y III. Por consiguiente, se comprobó la hipótesis nula donde la terapia a estudiar es al menos igual de eficaz que la terapia a comparar. Con estos resultados, se puede respaldar el rol de los disacáridos no absorbibles en el manejo de la encefalopatía hepática expuestos en estudios anteriores como el de Als-Nielsen et al y Sharma et al.10,16 En búsqueda de una respuesta correcta, nos lleva a considerar una reevaluación de la terapia combinada con estudios prospectivos con mayor tiempo de exposición e incluso experimentar otras vías de administración como la intravenosa.10,17 Considerando como limitaciones en el estudio, el ser una revisión retrospectiva de expedientes clínicos donde la población en estudio está menos definida y existe riesgo de selección al haber confiado en historias clínicas previas y un régimen terapéutico que en ocasiones puede ser inconsistente. Sin embargo, se puede pensar que probablemente LOLA resulte menos eficaz en encefalopatía de grados moderado a severo e incluso no exista mayor ventaja al asociársela con la terapia más aceptada en el mundo, lactulosa. Un dato a considerar es el dado por Riggio et al. que menciona estudios adicionales que se han completado donde su publicación no ha sido autorizada por la compañía productora de la droga y otro estudio que muestra resultados similares al comparar LOLA con placebo en pacientes con falla hepática aguda y encefalopatía hepática.18,19,20 A pesar de lo expuesto con respecto al valor de amonio sérico y su significancia clínica, en el estudio presentado se encontró una correlación directa pequeña entre los niveles de amonio y el grado de encefalopatía hepática indicando al menos una tendencia de relación entre estas dos variables. Otro dato interesante en el estudio fue evaluar la necesidad de trasplante en los pacientes admitidos con encefalopatía hepática durante los períodos 2006 al 2010. El 66.6% (n=52) de la población total del estudio sin importar terapia, tuvieron un 264 puntaje MELD mayor o igual de 16 en la admisión y 13.5% (n=7) de ese mismo grupo tuvieron un puntaje MELD superior o igual a 30. Por consiguiente, más de la mitad de los pacientes requieren una derivación a un centro de trasplante hepático o incluso un trasplante inmediato para aquellos que sobrepasan un MELD de 30. Se señala la importancia de un centro de trasplante hepático en el Ecuador. Además, se planteó el posible rol de los niveles de plaquetas como inicial indicador de fibrosis hepática al no disponer de biopsias en estos pacientes por diversos motivos. Muchos autores confirman la relación entre la disminución del conteo de plaquetas y la severidad de la cirrosis hepática.21 El papel de las plaquetas ha interesado a algunos investigadores en la actualidad, los cuales mencionan un papel especial en la inflamación y regeneración hepática como también en la progresión de la enfermedad.22 Se observó que el 78.2% (n=61) de los pacientes cursaron con trombocitopenia y en mayor frecuencia se encontró en pacientes con puntajes MELD de 16 a 20; lo que podemos relacionar al estudio de Jan et al. donde 92% de los pacientes con enfermedad hepática crónica experimentaron trombocitopenia. 23 Los cuales pueden ser atribuidos a una disminución en su producción al ser el hígado la principal fuente de trombopoyetina, un secuestro aumentado por el bazo y un aumento en la destrucción y uso de las plaquetas.21,22,23 Todo lo analizado, nos lleva a establecer que la encefalopatía hepática debe ser manejada con un enfoque multimodal. El rol del gastroenterólogo o hepatólogo debe ser primordial en la evaluación de todo paciente con diagnóstico de cirrosis ya que se conoce que la probabilidad de supervivencia sin trasplante hepático posterior al primer episodio de encefalopatía hepática aguda es del 42% en el primer año y 23% en tres años.7 De esta manera, la prevención de la progresión de encefalopatía hepática mínima a evidente es el principal hito a establecer. Se debe sospechar este tipo de encefalopatía cuando existen ciertas alteraciones en la vida cotidiana como disrupción del sueño, laboral o alteraciones de la memoria a Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 L/LOLA VS L EN ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA corto plazo. Se convierte en un dato relevante ya que el tener encefalopatía hepática mínima reduce la sobrevida y aumenta el riesgo de presentar encefalopatía hepática evidente en un futuro.24 Se recomienda un manejo y control continuo en consulta externa con pruebas psicométricas o pruebas como la frecuencia de parpadeo crítico (critical flicker frequency) o prueba del control inhibitorio11,24, si se reporta alguna limitación por parte del paciente. No debemos olvidar otras alternativas que disponemos en el tratamiento entre las cuales la reciente aprobada rifaximina es la más importante. Bass et al. realizaron un gran estudio randomizado, controlado con placebo demostrando disminución en los episodios recurrentes de encefalopatía más el 50% de reducción en readmisiones hospitalarias.6,15 En conclusión, la terapia con lactulosa/LOLA no proporcionó resultados significativos al comparar con lactulosa y la realización de más estudios clínicos que analicen la eficacia de aminoácidos de cadena ramificada (BCAAs), suplementos con zinc, probióticos, flumazenil y el sistema de absorción Molecular (MARS, Adsorbent Recirculating System)5,9,11,25; se requieren con urgencia para disponer de mejores estrategias médicas. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Schiff E, Sorrell M, Maddrey W. Schiff’s diseases of the liver. 10th edition. United States of America: Lippincott Williams & Wilkins; 2006. Greenberger N, Blumberg R, Burakoff R: Current diagnosis & treatment in gastroenterology. 2nd edition. United States of America: McGraw-Hill; 2009. 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Sotomayor”, Guayaquil, Ecuador Preterm delivery: socio-demographic aspects in expectant mothers of the “Enrique C. Sotomayor” ob/gyn hospital, Guayaquil, Ecuador Lucín Alarcón Carlos1, Robles Ruilova Amanda1, Terán Jiménez Elsie1, Chedraui Peter2, Pérez López Faustino3, Vallejo Silva Max4 1 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Instituto de Biomedicina, Guayaquil, Ecuador 3 Universidad de Zaragoza, Zaragoza, España 4 Hospital gineco obtétrico “Enrique C. Sotomayor” 2 RESUMEN Objetivo: conocer las características socio-demográficas del parto pretérmino que presentaron las mujeres gestantes del hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor”. Metodología: se estudiaron mujeres gestantes que presentaron parto pretérmino inducido o espontáneo entre junio y agosto de 2009, en el hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor”, mediante un estudio descriptivo que enumera las características socio-demográficas más importantes. Resultados: en total se evaluaron 300 gestantes, 260 pacientes de raza mestiza (87%) con edades entre 20 y 30 años (54%). Generalmente con grado de escolaridad menor de 12 años (81%), menos de cinco controles prenatales (49%), fumadoras (51%). Se evaluó estado nutricional: Hb <12mg/dl (57%) e IMC <18.5 (38%). Relación entre nivel de escolaridad y controles prenatales (R2 =0.75), relación Hb y antecedentes de parto prematuro p=0.04 OR=1.77, relación IMC con APP p=0.04. Conclusión: los factores de riesgo encontrados demostraron tener relación con los mencionados en las publicaciones científicas lo que indica la significancia que presentaron las variables descritas. Se evidenció que existe una estrecha relación entre la actitud de las pacientes y el conocimiento que tenían acerca del parto prematuro. Palabras clave: Trabajo de Parto Prematuro. Factores de Riesgo. Edad Gestacional. ABSTRACT Objective: to know the socio-demographic characteristics of preterm delivery among pregnant women of the “Enrique C. Sotomayor” ob/gyn hospital. Methodology: pregnant women who had induced or spontaneous pre-term delivery between June and August 2009 at the “Enrique C. Sotomayor” ob/gyn hospital were evaluated through a descriptive study that lists their most important socio-demographic characteristics. Results: in total, 300 pregnant women were evaluated, with 260 patients of mixed race (87%), aged between 20 and 30 years (54%), generally with an educational level of less than 12 years (81%), with less than five prenatal visits (49%), and smokers (51%). Nutritional status was assessed: Hb <12mg/dl (57%) and BMI <18.5 (38%). Relationship between education level and prenatal care (R2 = 0,75); relationship between Hb and a history of pre-term delivery p=0.04 OR=1.77; relationship between BMI and APP p=0.04. Conclusion: the risk factors found were related to those factors mentioned in the scientific literature, which explains the significance of the relationships with the described variables. It was evident that there was a close relationship between the attitudes of patients and the knowledge that they had about premature birth. Keywords: Preterm delivery/birth Labor. Risk Factors. Gestational Age. Correspondencia a: Md. Elsie Terán Jiménez Correo electrónico: [email protected] Recibido: 06 de diciembre de 2010 Aceptado: 17 de noviembre de 2011 266 E. TERÁN, ET AL Introducción El parto pretérmino se define según la OMS como el nacimiento de un feto después de las 20 semanas y antes de las 37 semanas de gestación con un peso entre 500g y menor de 2.500g, caracterizado por la presencia de contracciones uterinas de suficiente frecuencia e intensidad acompañado de un incremento de la dilatación cervical antes del término del embarazo.1 El porcentaje de partos prematuros varía entre un 5 y 12% del total de embarazos.2,3 Las causas más frecuentes que provocan esta entidad se mencionan: ruptura prematura de membranas, multiparidad, patologías uterinas y patologías fetales.3-6 Existen además, factores socio-demográficos que predisponen a la prematuridad, entre ellos: nivel socio-económico bajo, escaso nivel educativo, raza no blanca, edades extremas, historia previa de prematuridad y estado nutricional deficiente. Las actividades laborales estresantes, la depresión, el tabaquismo, alcoholismo y consumo de cocaína durante el embarazo son también factores desencadenantes.7-16 En el hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor” no se encuentran estudios que muestren el papel que desempeñan los aspectos sociodemográficos respecto a esta patología; se cuenta únicamente con estudios provenientes de otros países, es ésta la razón que motivó la realización del presente trabajo. Los estudios mencionados ratifican lo expuesto por la literatura médica, sin embargo, esta investigación tiene como objetivo conocer las características sociodemográficas del parto pretérmino que presentan las gestantes a nivel de la comunidad guayaquileña, así como evaluar el nivel de conocimiento de la población que participó en este estudio sobre dicha entidad como un referente de la población en general. Metodología Se realizó un estudio descriptivo, transversal que incluyó pacientes hospitalizadas en las salas del hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor”, que presentaron parto pretérmino inducido o espontáneo en el período comprendido entre junio hasta agosto de 2009. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Se consideró como muestra a quienes cumplían con los siguientes criterios de inclusión: gestantes en puerperio inmediato, que hayan presentado parto pretérmino inducido o espontáneo, que presentaron uno o más factores de riesgo como: nivel socio-económico bajo, raza no blanca, edad 14 ó >40 años, nivel nutricional deficiente, antecedentes de partos prematuros previos, hábitos: alcohol, tabaco, drogas y cualquier situación que suponga estrés. Los criterios de exclusión fueron: pacientes con 37 semanas de gestación o más, 20 semanas de gestación o menos, que presentaron óbito fetal, cuyos hijos nacieron con algún tipo de malformación congénita, que presentaron embarazo gemelar. Las variables utilizadas se asocian a los factores sociodemográficos más importantes que aumentan el riesgo de parto pretérmino como: edad (años), raza, IMC, Hb, antecedentes de parto pretérmino, escolaridad, número de controles prenatales e ingreso económico. Como método de recolección de datos se utilizó un formulario especialmente diseñado para este fin. La fuente de información primaria fueron las historias clínicas de las pacientes, obteniendo datos sobre las semanas de gestación y el tipo de parto; para identificar quienes cumplían con los criterios de selección. Seguidamente, se realizó una encuesta con el fin de obtener información sobre datos socio-demográficos; este cuestionario evalúa el conocimiento, percepción, creencias y actitud de aquellas mujeres acerca del parto pretérmino. Todo lo antes mencionado se realizó con previa autorización de la institución. Finalmente se les proporcionó a las pacientes un folleto que contenía información básica del tema con el objeto de evaluar el nivel de comprensión y evidenciar si éste podría en lo posterior brindar un servicio a la comunidad. Tomando en cuenta su aceptación y colaboración antes de la realización de la encuesta. Mediante estadística básica se obtuvieron valores que determinaron frecuencias y porcentajes de los factores estudiados. Se realizaron pruebas de correlación y regresión 267 PARTO PRETÉRMINO ASPECTOS SOCIODEMOGRÁFICOS entre escolaridad y controles prenatales, mediante el uso de la prueba T de Student, se relacionó nivel de hemoglobina con antecedentes de parto prematuro y mediante el uso de la prueba de chi cuadrado se relacionó índice de masa corporal y antecedentes de prematuridad. Para el análisis de los datos se utilizó el programa informático Microsoft Excel 2007 v11.56. Resultados Del universo de 300 pacientes analizadas en el estudio se observó que el grupo de edad en el que se presenta mayor cantidad de casos de prematurez corresponde a 20–30 años; en el caso de la raza la mestiza superó en un 87% (n=260) a la negra 13% (n=40), no hubo mujeres de raza blanca. En lo que respecta al ingreso económico se observó que el 79% (n=237) tenían un ingreso mensual < 200 dólares. La escolaridad mostró que el 81% (n=243) presentaban primer nivel de (012 años). En cuanto a controles prenatales realizados en su último embarazo, el 49% (n=148) se efectuó menos de 5. El 57% (n=172) de las pacientes tenían una hemoglobina ≤ de 12. El IMC fue menor de 18.5 en un 38% (n=113) (tabla 1). Tabla 1. Características basales de las pacientes RAZA M N EDAD 14 – 19 20 – 30 31 – 45 INGRESO < 200 200 – 500 >500 ESCOLARIDAD 0 – 12 > 12 C. PRENATALES Ninguno Menor de 5 De 5 A 9 ≥ 10 HÁBITOS Tabaco Alcohol Drogas HB <12 12 – 15 IMC Infrapeso <18,5 Normal 18,5 - 24,99 Sobrepeso ≥ 25 - 29,99 Obeso ≥ 30 268 n 260 40 n 64 160 76 n 237 60 3 n 243 57 n 13 148 136 3 n 57 53 2 n 172 128 n 113 80 102 5 % 87% 13% % 21% 54% 25% % 79% 20% 1% % 81% 19% % 5% 49% 45% 1% % 51% 47% 2% % 57% 43% % 38% 27% 34% 1% Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 E. TERÁN, ET AL Se elaboró una tabla de regresión para indicar si el nivel o grado de escolaridad se relacionó con el número de controles prenatales; se obtuvo un gráfico con tendencia ascendente y curva de regresión lineal, lo que muestra que mientras más años de estudio tenían las pacientes, más controles prenatales se realizaron (R2=0,75) (figura 1). Figura 1. Relación entre escolaridad y controles prenatales. Tabla de regresión lineal ascendente que indica que mientras más años de escolaridad se presentan mayor es el número de controles que las pacientes se realizan. La hemoglobina se considera según la literatura dentro de un rango anormal cuando es <12mg/dl; y, entre 12-15 mg/dl, como rango normal. Del universo de 300 pacientes se encontró que el 42.7% (n=128) no presentaba anemia; y de éstas, 23, presentaron historia previa de prematurez. El 57% (n=172) presentó anemia; de ellas 48, presenta- ron antecedentes de parto prematuro. Estas variables se relacionaron entre sí obteniéndose como resultado que aquellas pacientes con niveles inferiores de hemoglobina presentaron mayor número de antecedentes de partos prematuros (p=0.04) (OR=1.77) (figura 2). Figura 2. Relación entre niveles de Hb y antecedentes de parto pretérmino. Pacientes que tenían niveles bajos de hemoglobina presentaron mayor número de partos prematuros previos. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 269 PARTO PRETÉRMINO ASPECTOS SOCIODEMOGRÁFICOS En el universo de este estudio el número de gestas que tenían las pacientes iban en un rango de uno a ocho lo cual se relacionó con aquellas pacientes con antecedentes y aquellas que no los tenían, en este caso se obtuvo como resultado que las mujeres que más hijos tenían presentaban mayor cantidad de partos prematuros (tabla 2). El IMC es clasificado según la OMS en infrapeso, normopeso, sobrepeso y obesidad con sus respectivos rangos. Se realizó un conteo de las pacientes pertenecientes a cada grupo, encontrándose un mayor número en el grupo de infrapeso 38% (n=113), luego se relacionó esta variable con las pacientes que tuvieron historia previa de prematuridad y las que no la tenían, Tabla 2. Relación gestas con antecedentes parto pretérmino Gestas APPAPP + Total 1 69 69 2 59 10 69 3 65 15 80 4 25 19 44 5 6 21 27 6 3 5 8 7 1 1 2 8 1 1 Total general 229 71 300 dando como resultado que las pacientes con infrapeso presentaban incremento en el número de antecedentes de partos prematuros previos (p=0.04) (figura 3). Figura 3. Relación entre IMC y antecedentes de parto pretérmino. *Pacientes con IMC<18,5 presentaron incremento en el porcentaje de antecedentes de partos prematuros. Realizada una encuesta que evaluó el conocimiento, percepción, creencias y actitud de aquellas mujeres acerca del parto pretérmino pudiendo observarse que el 90% (n=270), no conocían las causas; el 97% (n=291), consideró que los controles prenatales eran importantes, y el 69% (n=207), conocían la definición del parto prematuro; esto guardó relación con la percepción, creencias y actitud que las pacientes presentaron durante su embarazo teniendo así como resultado que el 42% (n=126), pensó que su embarazo era de riesgo y el 52% (n=157), refirió haberse sentido preocupada o en situación de estrés, y el 90% (n=271) respondió que era importante acudir al médico en caso de que se presenten complicaciones. El folleto informativo entregado obtuvo un 73% (n=219) de entendimiento y el 99% (n=297), respondió que éste podría en lo posterior ser utilizado como una herramienta de educación preventiva. 270 Discusión En este estudio se enfocan los factores sociodemográficos más importantes que presentaron las pacientes; si bien es cierto la edad constituye uno de los factores predisponentes para el parto prematuro, estudios indican que la edad promedio para experimentar un parto pretérmino se encuentra entre 15 y 40 años; en el universo de 300 pacientes analizadas, el resultado fue que el mayor número se encontró dentro de los 20-30 años de edad, correspondiente al 53%; pero al analizar qué grupo tuvo mayor cantidad de antecedentes de parto prematuro se obtuvo como resultado que el grupo de mujeres de 31-45 años correspondía al 47% mientras que las de 20-30 años, al 20%, lo que ratifica lo expuesto por estudios científicos que indican que la edad extrema guarda relación con historia previa de prematuridad.17 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 E. TERÁN, ET AL Existen estudios que buscaron evaluar las consecuencias del nivel socioeconómico, la educación y la raza en el embarazo; como resultado se obtuvo que la raza negra junto con nivel socioeconómico bajo y pobre educación, trae como consecuencia un aumento en el número de partos prematuros y a pesar de que en la raza negra exista un nivel de escolaridad óptimo, su nivel socioeconómico es bajo, lo que predispone a la prematuridad; pero en este caso se debe a las implicaciones raciales que existen en Estados Unidos.18,19 En este estudio la raza mestiza representó la mayor proporción seguida de la raza negra lo que coincide con lo mencionado en los artículos médicos. Los resultados obtenidos en cuanto a escolaridad e ingreso económico indicaron que de las pacientes estudiadas, el 79% tuvo nivel socioeconómico bajo y nivel de educación menor a 12 años, en un 66%.19 Los hábitos como el tabaco, el alcohol o las drogas también mostraron un porcentaje del 51% en el caso de las fumadoras, 47% en el caso del alcohol y 2% en el caso de las drogas.20,21 Otro factor importante son los antecedentes de parto prematuro; un estudio realizado en el departartamento de Caldas entre el 2003 al 2006 indicó que la historia de parto prematuro aumenta el riesgo de un segundo parto dentro de la misma semana en un 49%, y dentro de la segunda semana en un 70%, más aún si éstos están ligados con un nivel socioeconómico bajo y escolaridad deficiente.22 Con respecto a la paridad y la aparición de partos prematuros se encontró que la población del presente estudio que tenía mayor cantidad de hijos presentaba más antecedentes de prematuridad. Además se encontró que el 59% de las pacientes tenía anemia; ciertos estudios relacionan esto con una pobre alimentación, disminución de ingesta de folatos y macronutrientes en el embarazo. En este estudio el 79% presentó ingreso económico bajo lo que a su vez repercute en su alimentación y se refleja en índice de masa corporal < de 18,5 en un 38%. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Dos estudios realizados en Iraq en el Department of Community Medicine y Mosul College of Medicine y otro realizado en varios hospitales de Toronto y Canadá respaldan estos resultados. Ambos evalúan los factores de riesgo del parto pretérmino y como resultado obtuvieron que una dieta pobre ligada a un ingreso económico bajo favorece la aparición de partos prematuros y que la mayoría de estas pacientes se encontraba en estado anémico y con IMC inferior al rango normal.23,24 En lo que respecta a los controles prenatales se obtuvo como resultado que el 49% de las pacientes se realizaron menos de cinco, con lo que se podría afirmar que las pacientes presentan poco interés y preocupación por realizarse controles mensuales, ésto junto al alto costo de los servicios de salud y su nivel de pobreza también constituyen factores determinantes de parto pretérmino.25 En la encuesta que se realizó, el 42% que su embarazo era de riesgo y el 52% se había sentido preocupada o en situación de estrés y de éstas pacientes el 69% tenían conocimiento de lo que es un parto prematuro. Concluyendo así que los factores de riesgo encontrados en este estudio demostraron tener relación con los mencionados en las publicaciones científicas lo que refuerza la significancia que presentaron las variables descritas. Además, se evidenció que existe una estrecha relación entre la actitud de las pacientes y el conocimiento que tenían acerca del parto prematuro. Finalmente, se constató que el folleto informativo empleado fue de fácil entendimiento para la población en estudio. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. Cabero L. Parto prematuro. 1ª ed. Madrid: Editorial médica Panamericana; 2004. p.1-10. Meza J. Factores maternos relacionados con el parto pretérmino y su repercusión en el neonato. Hospital nacional Hipólito Unanue: 2002 -2006. Rev Per Obst Enf 2007; 3: 115-225. Muglia L, Katz M. The Enigma of Spontaneous Preterm Birth N Engl J Med 2010; 362:529-35. Simhan H, Caritis S. Prevention of Preterm Delivery. 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Arango M, Aroca A, Caicedo C, Castaño R, Castaño J, Cifuentes V, Escobar N, Giraldo J, López Factores de Riesgo para el Parto Pretérmino en el departamento de Caldas entre 2003 – 2006. ARCH MED (Manizales) 2008; 8(1):22-31. 23. Dabbagh S, Al Taee W. Risk Factors for pre-term birth in Iraq: a case-control study. BMC pregnancy childbirth 2006; 6(13):1-7. 24. Ferguson S, Smith G, Salenieks M, Windrim R, Walker M. Preterm Premature Rupture of Membranes Nutritional and Socioeconomic Factors. Obstet Gynecol 2002; 100(6):12501255. 25. Villamonte W, Lam N, Ojeda E. Factores de riesgo Parto Pretérmino Instituto Materno Perinatal. Ginecol Obstet 2005; 47: 112-116. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4. Págs. 273-279 ISSN - 1390-0218 Proteinuria y presión arterial de pacientes preeclámpticas severas y eclámpticas: relación con el resultante neonatal y la presencia de complicaciones maternas en pacientes de terapia intensiva del hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor” de enero a junio 2010 Proteinuria and blood pressure of severe preeclamptic and eclamptic patients: Its relationship with the resultant neonatal and the presence of maternal complications in intensive care patients of the “Enrique C. Sotomayor” ob/gyn hospital from january to june 2010 Encalada Chérrez Wendy1, Peña Orbea Cinthya1 1 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador RESUMEN Objetivo: determinar si los niveles de proteinuria y presión arterial de pacientes preeclámpticas severas y eclámpticas se relacionan con el resultante neonatal y la presencia de complicaciones maternas. Diseño: estudio observacional retrospectivo realizado con datos de las historias clínicas de pacientes en el área de terapia intensiva de hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor” con diagnóstico de preeclampsia severa y eclampsia, durante el periodo de enero a junio de 2010. Se obtuvieron datos maternos de presión arterial, proteinuria, resultados de laboratorio, edema y convulsiones; y score APGAR, test de Silverman, test de Ballard, clasificación del Lubchenco y peso del recién nacido. Se incluyeron mujeres de cualquier edad, gesta y edad gestacional. El análisis estadístico se realizó con el método chi-cuadrado en el programa de Microsoft Office Excel 2007. Los valores de p <0,05 fueron considerados estadísticamente significantes. Resultados: de 83 pacientes, 59 (71%) tuvieron preeclampsia severa y 24 (29%) eclampsia. Pacientes con presión arterial ≥140/90 mmHg, 45 (54.2%) tuvieron un neonato con Apgar ≥7 al minuto (p=0.73), 61 (73.4%) con Apgar ≥7 a los 5 minutos (p=0.17) y 12 (14.4%) pacientes presentaron complicaciones (p=0.64). Pacientes con proteinuria ≥300mg, 35 (42.1%) tuvieron un neonato con Apgar ≥7 al minuto (p=0.53), 48 (57.8%) con Apgar ≥7 a los 5 minutos (p=0.24) y 13 (15.6%) pacientes presentaron complicaciones (p=0.04; OR=6.5). Cuatro pacientes tuvieron 2 ó más complicaciones. Conclusión: los niveles elevados de proteinuria y presión arterial no disminuyen la vitalidad del neonato. Niveles elevados de proteinuria tienen mayor probabilidad de presentar complicaciones maternas. Palabras clave: Preeclampsia. Eclampsia. Proteinuria. Hipertensión Gestacional. ABSTRACT Objective: to determine whether the levels of proteinuria and blood pressure of severe preeclamptic and eclamptic patients are associated with the resultant neonatal and the presence of maternal complications. Design: a retrospective observational study that used medical record data of patients diagnosed with severe preeclampsia and eclampsia in the Intensive care area of the “Enrique C. Sotomayor” ob/gyn hospital during the period from January to June 2010. Maternal data consisted of blood pressure, proteinuria, laboratory results, edema and convulsions; also APGAR score, Silverman test, Ballard test, Lubchenco classification, and the newborn’s weight. Women of any age and gestational state and age were included. The statistical analysis was performed using the chi-square method with Microsoft Office Excel 2007. P values of less than 0.05 were considered statistically significant. Results: of 83 patients, 59 (71%) had severe preeclampsia, and 24 (29%) eclampsia. Of the patients with blood pressure ≥ 140/90 mmHg, 45 (54.2%) had a neonate with Apgar ≥ 7 at 1 minute (p = 0.73), 61 (73.4%) with Apgar ≥ 7 at 5 minutes (p = 0.17), and 12 (14.4%) showed complications (p = 0.64). Of the patients with proteinuria ≥ 300 mg, 35 (42.1%) had a neonate with Apgar ≥ 7 at 1 minute (p = 0.53), 48 (57.8%) with Apgar ≥ 7 at 5 minutes (p = 0.24), and 13 (15.6%) showed complications (p = 0.04, OR = 6.5). Four patients had 2 or more complications. Conclusion: high levels of proteinuria and blood pressure do not diminish the vitality of the newborn. High levels of proteinuria are more likely to show maternal complications. Keywords: Preeclampsia. Eclampsia. Proteinuria. Gestational Hypertension. Correspondencia a: Md. Wendy Encalada Chérrez Correo electrónico: [email protected] Recibido: 19 de octubre de 2011 Aceptado: 25 de noviembre de 2011 273 W. ENCALADA, C. PEÑA Introducción La preeclampsia se define como un trastorno hipertensivo del embarazo que se caracteriza por la presencia de ≥140 mmHg la presión arterial sistólica, ≥90 mmHg la presión arterial diastólica y proteinuria superior a 0.3g/24 horas habitualmente asociada a edema después de la vigésima semana de gestación.1 Es una causa importante de morbilidad y mortalidad tanto materna como neonatal, que se presenta en aproximadamente 6-10% de los embarazos.2 Se estima que 50,000 mujeres mueren cada año por presentar preeclampsia.3 Según la Organización Mundial de la Salud por cada siete minutos una mujer muere por esta causa.3,4 Dentro de las complicaciones más comunes que pueden acompañar a esta patología están el síndrome de HELLP caracterizado por hemólisis, alteración de enzimas hepáticas y plaquetopenia, abrupto placentae, ruptura uterina, coagulación intravascular diseminada, edema agudo de pulmón, fracaso renal o hepático agudo y la eclampsia definida como la presentación clínica más severa de la preeclampsia que además de presión arterial elevada y proteinuria se acompaña de convulsiones no atribuibles a otras causas.1 Dado que el tratamiento definitivo de este trastorno hipertensivo es la extracción fetal y placentaria, la preeclampsia se encuentra altamente asociada a prematuridad, alcanzando el 15% de los casos y aproximadamente uno de cada cinco neonatos con bajo peso al nacer menor a 1500g.3,4 El tamaño y el peso del niño al nacer además de afectar en su desarrollo físico y cognitivo durante su etapa de desarrollo, predispone a enfermedades que aumentan el índice de mortalidad perinata.5 Así como la edad gestacional es un predictor de extrema importancia para la morbilidad y mortalidad fetal especialmente por debajo de las 30 semanas.6 Sin embargo, existen ciertos estudios donde se indican que la severidad del cuadro de la madre no siempre se correlaciona con el estado del niño ya que muchas pacientes presentan eclampsia al final del embarazo obteniendo un niño con el peso adecuado.7 Se conoce que una de las causas de la preeclampsia274 eclampsia es la disfunción endotelial, por lo tanto, un alza persistente de presión arterial aumenta la mortalidad y morbilidad en el feto debido a la hipoxia que se produce.8 La incidencia de óbitos fetales a cualquier semana de gestación, así como el riesgo de sufrir desprendimiento placentario también aumenta.9 Así mismo ocurre con el grado de proteinuria materna. Se sabe que mientras mayor es el rango de proteinuria mayor afección renal hay, debido al daño endotelial que ocurre en la preeclampsia.6 Los estudios realizados para determinar el diagnóstico primario que evalúa la asociación entre los niveles de proteinuria y los resultantes maternos fetales no presentan un universo suficiente como para sacar una conclusión precisa. Además, los estudios varían en la definición y clasificación de estas identidades clínicas y el método para medir la proteinuria en este tipo de pacientes.10 Debido a que no se encontraron estudios realizados en el país y las diferentes condiciones económicas, sociales, culturales, nutricionales y geográficas de los estudios realizados en otros países, consideramos adecuado plantear nuestro estudio en base a las dos variables que consideramos más importantes del cuadro clínico de las pacientes preeclámpticas severas y eclámpticas: proteinuria y presión arterial. Poder determinar su rol en el binomio materno-neonatal e identificar a estas dos variables como factores de riesgo para el binomio materno neonatal es de vital importancia para la detección precoz de los valores de riesgo de estas variables en estadíos iniciales y así implementar un monitoreo e intervención temprana para controlar y proporcionar beneficios que conlleven a evitar complicaciones posteriores y obtener un mejor resultado del binomio materno-neonatal. Metodología Se realizó un estudio observacional retrospectivo en el hospital gineco-obstétrico “Enrique C. Sotomayor” obteniendo información mediante la revisión de las historias clínicas, ya sea del material físico y/o del sistema computarizado, de pacientes hospitalizadas en el área de terapia intensiva con diagnóstico de preeclampsia severa y eclampsia durante el período de enero a junio de 2010. Se incluyeron mujeres de cualquier edad, número de gesta y edad gestacional que presentara Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 PROTEINURIA Y PA: PACIENTES PREECLÁMPTICAS y ECLÁMPTICAS hipertensión arterial y proteinuria, con o sin edema y con o sin convulsiones cuyas historias clínicas proporcionen todos los datos necesarios del nacido vivo o muerto como de la madre para este trabajo. Quedaron excluídas las pacientes que presentaran cualquier otro trastorno hipertensivo del embarazo o que hayan permanecido hospitalizadas en otras áreas de la institución. La vitalidad del neonato fue evaluada por el score APGAR al minuto y a los cinco minutos de su nacimiento a través de una puntuación establecida para frecuencia cardíaca, esfuerzo respiratorio, tono muscular, respuesta a estímulos y coloración. Se considera una baja puntuación APGAR los valores <7 por lo que se dividió en dos categorías: valores <7 y valores ≥7.14,15,16 La presión arterial fue clasificada según la definición de preeclampsia del National High Blood Pressure Education Program 11 en dos categorías. La primera con niveles de presión arterial <140mmHg presión sistólica y < 90mmHg presión diastólica; y la segunda categoría niveles de presión arterial ≥140mmHg presión sistólica y ≥90mmHg presión diastólica. La edad gestacional se expresó mediante el score numérico conocido como test de Ballard según la observación de seis rasgos físicos: piel, lanugo, superficie plantar, mamas, ojo/oreja y genitales masculinos o femeninos. Se clasificó a los recién nacidos en dos categorías: pretérmino ≤37 semanas y a término ≥38 semanas.18 Las condiciones clínicas de las pacientes preeclámpticas severas y eclámpticas se establecieron basándose en datos de presión arterial, proteinuria, datos de laboratorio y la presencia o ausencia de edema y convulsiones. Mientras que las condiciones clínicas del recién nacido fueron determinados por la utilización de: score APGAR, test de Silverman, test de Ballard, clasificación del Lubchenco y el peso. Los niveles de proteinuria se expresaron con cruces: 1+ 30–100 mg/dL, 2+ 100–300mg/dL, 3+ 300–1000mg/dL, 4+ >1000mg/dL9 de acuerdo a la cuantificación utilizada por las tiras reactivas para análisis de orina Multistix. Ésta fue dividida en dos grupos. El primero con valores de proteinuria <300mg (0+, 1+ y 2+) y ≥300mg (3+ y 4+) basados en la definición de preeclampsia del National High Blood Pressure Education Program11 y en la definición de proteinuria significativa según otros artículos revisados.10,12,13 Para establecer la presencia de complicaciones maternas se recolectaron datos de laboratorio utilizando los rangos de normalidad establecidos por el laboratorio de la institución de: hematocrito 38–48%, leucocitos 4.400–10.500mm3, plaquetas 150–450mm3, tiempo de protrombina 11–13seg., tiempo parcial de tromboplastina 25–45seg, úrea 10–50mg/dl, creatinina 0.2–1.3mg/dl, transaminasa glutámico-oxalacético 10–40u/l, transaminasa glutámico-pirúvico 10–40u/l, bilirrubinas 0.9–1.5mg/dl, proteínas 5.4–8g/dl, albumina 3.7–5.7 y globulina 1.5–3 . Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 La función respiratoria se evaluó mediante el test de Silverman que establece una puntuación basada en quejido espiratorio, respiración nasal, retracción costal, retracción esternal y concordancia tóraco-abdominal. Fue clasificada en tres categorías según la severidad de la insuficiencia respiratoria que presentaran los recién nacidos en: leve valores <3, moderada 4-6 y severa >7.17 Según la clasificación de Lubchenco que relaciona la edad gestacional y el peso al momento del nacimiento, se clasificaron a los recién nacidos como: grande para su edad gestacional (GEG), adecuado para su edad gestacional (AEG) o pequeño para su edad gestacional (PEG).19 El análisis estadístico se realizó con el test chicuadrado para evaluar el riesgo de complicaciones maternas y comparar los resultados del producto neonatal de acuerdo a los grados de presión arterial y proteinuria en el programa de Microsoft Office Excel 2007. Se utilizaron tablas de frecuencia, promedio y desviación estándar para definir los datos obtenidos de las pacientes y los recién nacidos. Los valores de p<0,05 fueron considerados estadísticamente significantes. Resultados Se recolectaron datos de 83 pacientes mujeres, de las cuales 59 (71%) pertenecen al grupo con preeclampsia severa y 24 (29%) al grupo con eclampsia. 275 W. ENCALADA, C. PEÑA Se presentó un embarazo gemelar. Las características de cada grupo están demostradas en la tabla 1 y 2. No existe mayor diferencia entre los valores de presión diastólica y sistólica entre los dos grupos, al igual que con la edad gestacional al momento del ingreso. El número de pacientes que presenta edema es mucho mayor en el grupo de pacientes con preeclampsia severa. La edad y el número de gestas de las pacientes fue mayor en el grupo de preeclampsia severa. Tabla 1. Características y resultados de laboratorio de las pacientes Características Número Edad Gestas Presion sistólica al ingreso (mmHg) Presión diastólica al ingreso (mmHg) Edad gestacional al ingreso (Semanas) Edema Grupo 1 Eclampsia* Grupo 2 Preeclampsia severa* 24 59 21.9 ± 6.6 27.5 ± 7.7 0.96 ± 1.5 2.3 ± 2.6 156.6 ± 15.5 159.4 ± 23.1 35 ± 3.1 34.4 ± 3.7 101.1 ± 14.3 102.7 ± 15.6 13 ± 2.4 Hematocrito (%) Fibrinógeno Leucocitos (mm3) Plaquetas (mm3) TP (Segundos) 38 ± 3.6 32 ± 6 35.2 ± 3.8 435.5 ± 142.3 467.4 ± 87 16589.2 ± 4920.7 14409.1 ± 4125.6 30.7 ± 13.1 28.1 ± 3.1 235.9 ± 104.4 216.6 ± 94.1 13.2 ± 8.4 TPT (Segundos) Urea (mg/dl) Creatinina (mg/dl) TGO (U/L) TGP (U/L) Bilirrubina (mg/dl) Proteínas (g/dl) Albúmina (g/dl) 11.1 ± 0.93 23.3 ± 13.9 25.4 ± 14.2 0.72 ± 0.45 0.7 ± 0.31 133.6 ± 275.1 115.9 ± 201.5 5.4 ± 0.72 5.6 ± 0.6 55.4 ± 96.2 79.9 ± 113.8 1.4 ± 3.6 0.82 ± 1.1 2.9 ± 0.47 Globulina (g/dl) 2.9 ± 0.55 2.4 ± 0.38 2.6 ± 0.48 *Los valores están expresados como promedio ± desviación estándar. TP, tiempo de protrombina. TPT, tiempo parcial de tromboplastina. TGO, transaminasa glutámico-oxalacético. TGP, transaminasa glutámico-pirúvico. Tabla 2. Características del recién nacido Grupo 1 Eclampsia Grupo 2 Preeclampsia severa Nacidos vivos Características 24 Óbito fetal 0 57 Sexo Femenino Masculino Peso al nacer (Gramos) Edad gestacional (Semanas) 7 17 2250.7 ± 688.3* 36.54 ± 2.6* *Los valores están expresados como promedio ± desviación estándar. 276 2 30 29 2169 ± 813.6* 36 ± 3.2* Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 PROTEINURIA Y PA: PACIENTES PREECLÁMPTICAS y ECLÁMPTICAS En cuanto a los resultados de laboratorio los leucocitos y las enzimas hepáticas son los valores que presentan mayor rango de diferencia, siendo los leucocitos y la TGO los más elevados en el grupo de eclampsia. El hematocrito está más disminuido en las pacientes eclámpticas, al igual que los fibrinógenos, TGP, proteínas y globulina. Además el grupo de eclampsia presenta los valores de TP y TPT más prolongados y bilirrubina más elevada. No existe mayor diferencia entre los valores de urea y creatinina de ambos grupos, mientras que las plaquetas se encuentran ligeramente más disminuidas en el grupo de preeclampsia severa. El peso y la edad gestacional de los recién nacidos no tuvo mayor diferencia entre los dos grupos. De las pacientes que presentaron eclampsia (n:24), 3 (12.5%) tuvieron presión arterial <140/90mmHg y 21 (87.5%) presión arterial ≥140/90mmHg al momento del ingreso. De este mismo grupo 7 (29.2%) presentaron proteinuria <300mg y 17 (70.8%) proteinuria ≥300 mg. De las pacientes preeclámpticas (n:59), 6 (10.2%) tuvieron presión arterial <140/90mmHg y 53 (89.8%) presión arterial ≥140/90mmHg al momento del ingreso. De éstas, 17 (28.8%) presentaron proteinuria <300mg y 42 (71.2%) proteinuria ≥300mg. Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de pacientes con Eclampsia y Preeclampsia Eclampsia y preeclampsia PA Prot Apgar 1´ Apgar 5´ Ballard Lubchenco <7 ≥7 <7 ≥7 Pretérmino PEG <140/90 mmHg 3 (3.6%) 6 (%) 0 (0%) 9 (10.8%) 9 (10.8%) 5 (6%) <300 mg 8 (9.6%) ≥140/90 29 45 13 61 mmHg (34.9%) (54.2%) (15.6%) (73.4%) ≥300 mg 16 2 22 (19.2%) (2.4%) (26.5%) 24 35 11 48 (28.9%) (42.1%) (13.2%) (57.8%) AEG Silverman Leve 4 9 (4.8%) (10.8%) 74 (89.1%) 35 37 69 (42.1%) (44.5%) (83.1%) 59 (71%) 30 27 55 (36.1%) (32.5%) (66.2%) 24 (28.9%) 10 14 23 (12%) (16.8%) (27.7%) PA: presión arterial. Prot: Proteinuria. PEG: pequeño para la edad gestacional. AEG: acorde para la edad gestacional. La tabla 3 muestra las frecuencias y porcentajes de todas las pacientes con la clasificación de presión arterial y proteinuria en relación con la clasificación de APGAR, Ballard, Lubchenco y Silverman del recién nacido. De todas las pacientes (n=83), 45 (54.2%) tuvieron presión arterial ≥140/90mmHg con un producto neonatal con Apgar ≥7 al minuto (p=0.73), y 61 (73.4%) Apgar ≥7 a los cinco minutos (p=0.17). De las pacientes con proteinuria ≥300mg, 35 (42.1%) tuvieron un producto neonatal con Apgar ≥7 al minuto (p=0.53), y 48 (57.8%) Apgar ≥7 a los cinco minutos (p=0.24). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Moderada 0 (0%) 2 (2.4%) 1 (1.2%) 2 (2.4%) Las pacientes con presión arterial ≥140/90 mmHg que presentaron según la clasificación de Lubchenco un producto neonatal pequeño para la edad gestacional fueron 35 (42.1%)(p=0.69), mientras las que tuvieron proteinuria ≥300mg fueron 30 (36.1%) las que obtuvieron un producto neonatal pequeño para la edad gestacional (p=0.36). Utilizando la escala de Silverman, 2 (2.4%) recién nacidos de madres con presión arterial ≥140/90mmHg presentaron insuficiencia respiratoria moderada (p=0.61), de igual manera 2 (2.4%) recién nacidos de madres con proteinuria ≥300mg cursaron con insuficiencia respiratoria moderada (p=0.88). 277 W. ENCALADA, C. PEÑA Tabla 4. Frecuencias y porcentajes de pacientes con complicaciones Proteinuria PA Complicaciones <300 mg ≥300 mg <140/90 mmHg ≥140/90 mmHg Síndrome de HELLP 0 (0%) 9 (10.8%) 1 (1.2%) 8 (9.6%) Edema agudo de pulmón 0 (0%) 1 (1.2%) 0 (0%) 1 (1.2%) Oligoamnios 1 (1.2%) 1 (1.2%) 1 (1.2%) 1 (1.2%) Desprendimiento de 0 (0%) 3 (3.6%) 0 (0%) 3 (3.6%) placenta CID 0 (0%) 0(0%) 0 (0%) 0 (0%) IRA 0 (0%) 2 (2.4%) 0 (0%) 2 (2.4%) Amnionitis 0 (0%) 1 (1.2%) 0 (0%) 1 (1.2%) HELLP: hemólisis, enzimas hepáticas elevadas, plaquetas bajas. CID: coagulación intravascular diseminada. IRA: insuficiencia renal aguda. La tabla 4 muestra las frecuencias y porcentajes de todas las complicaciones que presentaron las pacientes en relación con la presión arterial y proteinuria. Las pacientes que presentaron complicaciones fueron 6 (7.2%) del grupo con eclampsia (n=24) y 8 (9.6%) del grupo con preeclampsia severa. De las pacientes con complicaciones, 13 (15.6%) tuvieron proteinuria ≥300mg (p=0.04; OR=6.5) y 12 (14.4%) presión arterial ≥140/90mmHg (p=0.64). Se presentaron 2 ó más complicaciones en cuatro pacientes. Discusión Los desórdenes hipertensivos durante el embarazo constituyen la tercera causa de muerte a nivel mundial según estadísticas publicadas por la OMS.4 Las mujeres embarazadas con hipertensión están predispuestas a desarrollar complicaciones letales como abruptio placentae, coagulación intravascular diseminada, fallo hepático, fallo renal, edema agudo de pulmón y hemorragia cerebral. La madre no solo se ve afectada sino también el niño, con un riesgo aumentando de bajo peso al nacer siendo éste el principal factor determinante de la mortalidad infantil y, especialmente, de la neonatal.20 En nuestro estudio encontramos estudio que la mayoría de las pacientes pertenecen al grupo de preeclampsia severa, hecho que ocurre en otros estudios.14,21 278 La mayor incidencia de preeclampsia severa y eclampsia ocurre en mujeres mayores de 20 años de edad con embarazos previos, siendo estas características diferentes a las presentadas en otras publicaciones donde predominantemente las mujeres eran nulíparas, menores a 19 o mayores a 35 años de edad y primigestas.16,21 Los valores promedio de presión arterial sistólica (156.6mmHg eclampsia; 159.4mmHg preeclampsia) y diastólica (101.1mmHg eclampsia; 102.7mmHg preeclampsia) fueron ligeramente menores en comparación con otros estudios.12,14 No es posible comparar los valores de proteinuria con los de otros estudios debido a que se utilizan dos métodos distintos para cuantificarlos. En la institución en la que se llevó acabo nuestro estudio se utilizan las tirillas Multistix, mientras que en otras instituciones se utilizan las proteínas en orina en 24 horas. Es conocido que las mujeres con preeclampsia tienen mayor riesgo de parto prematuro, restricción de crecimiento intrauterino, oligohidramnios y de obtener un producto con APGAR <7 y bajo peso al nacer.16 En el presente estudio la edad gestacional de todos los recién nacidos fue <38 semanas y la mayoría presentó bajo peso al nacer, situación que confirma lo planteado anteriormente. Sin embargo, más de la mitad de los neonatos tuvieron madres con valores de presión arterial ≥140/90 mmHg (n=61, 73.4%) y proteinuria ≥300mg (n=48, 57.8%) además de su prematuridad, y obtuvieron un score APGAR ≥7 a los 5 minutos. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 PROTEINURIA Y PA: PACIENTES PREECLÁMPTICAS y ECLÁMPTICAS En la medición antropométrica determinada por la curva de Lubchenco, encontramos que los recién nacidos se encuentran distribuidos dentro casi equitativamente en AEG y PEG en los grupos con presión arterial ≥140/90mmHg y proteinuria ≥300mg. Este resultado es similar a un estudio realizado en Perú21, en el que la mayoría de los productos neonatales de madres preeclampticas y eclámpticas se encuentran en la categoría AEG a pesar de la severidad del cuadro. Hubo dos casos de óbitos fetales pertenecientes a madres con eclampsia con desprendimiento de placenta y síndrome de HELLP hecho que va acorde con la literatura que afirma que los hijos de madres con síndrome de HELLP presentan mayor morbilidad y mortalidad.21 La presencia de complicaciones maternas fue mayor en mujeres con preeclampsia severas, similar a otros estudios.14,21 Se observó que las pacientes con proteinuria ≥300mg tienen 6.5 veces mayor probabilidad de presentar complicaciones. La mortalidad materna asociada al síndrome de HELLP es de 3.3 y 3.5%.21 No se presentaron muertes maternas. En conclusión, los valores de proteinuria y presión arterial no afectan al resultante neonatal. Independientemente de la severidad del cuadro clínico de la madre, el recién nacido de madres con preeclampsia y eclampsia son prematuros, con bajo peso al nacer y score APGAR ≥7. Solo la presencia de proteinuria significativa aumenta la probabilidad de presentar complicaciones asociadas a la preeclampsia y eclampsia. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. Magee Laura A, Helewa Michael, Moutquin Jean-Marie, Von Dadelszen Peter, Hypertension Guideline Committee, Strategic Trainning Initiative in Research in the Reproductive Health Sciences (STITTHK) Scholars. Diagnosis, Evaluation, and Management of the Hypertensive Disorders of Pregnancy. JOGC 2003; 30(3): 1-48. Sánchez-Rodríguez Elly Natty, Nava-Salazar Sonia, Morán Carlos, Romero-Arauz Juan Fernando, Cerbón-Cervantes Marco Antonio. Estado actual de la preeclampsia en México: de lo epidemiológico a sus mecanismos moleculares. Rev. Inv. Clínica 2010; 62 (3): 252-60. Von Dadalszen P, Magee L. What matters in preeclampsia are the associated adverse outcomes: the view from Canada. Curr Opin Obstet Gynecol 2008; 20: 110-5. World Health Organization. The World Health Report: Make Every mother and child count. 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Págs. 280-290 ISSN - 1390-0218 Relación de la fracción de eyección ventricular con la calidad de vida después de cirugía de bypass coronario o angioplastia coronaria en la clínica Guayaquil entre abril 2010 y marzo 2011 Relationship between ventricular ejection fraction and the quality of life after coronary bypass surgery or coronary angioplasty at the Guayaquil private hospital between april 2010 and march 2011 Chiquito Freile Teresa1, Gilbert Orús Mónica1, Jauregui José2 1 2 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador Clínica Guayaquil, Unidad de Cuidados Intensivos, Guayaquil, Ecuador RESUMEN Objetivo: determinar si los valores de la fracción de eyección ventricular (FEV) pre y post procedimiento se relacionan con una mejoría en la calidad de vida (CdV) de los pacientes que fueron sometidos a cirugía de bypass coronario vs. angioplastia coronaria. Diseño: estudio prospectivo observacional realizado en la clínica Guayaquil con 56 pacientes en quienes se llevó a cabo un procedimiento de revascularización coronaria, entre abril de 2010 y marzo de 2011. La CdV fue evaluada por medio del cuestionario SF-36v2 y la FEV mediante ecocardiografía; se hizo una reevaluación de los pacientes 4 a 8 semanas posteriores a la intervención. Resultados: de la muestra, 27 (48.2%) fueron tratados con angioplastia y 29 (51.8%) con cirugía de bypass. Se observó una mejoría en 7 de las 8 dimensiones de la salud, siendo mayor en el grupo de bypass coronario, aunque la diferencia no fue significativa (p>0.05); en cambio, la dimensión de dolor corporal mostró un incremento similar en ambas técnicas (p>0.05). En cuanto a la FEV, el mayor porcentaje de mejoría se obtuvo en aquellos sometidos a bypass (41.4% vs. 25%, p>0.05). No se encontró relación entre FEV y CdV (R2=0.27 para angioplastia, R2=0.07 para bypass). Conclusiones: ambas estrategias resultaron en una mejoría de la CdV durante las cuatro semanas de seguimiento; no se encontró una relación entre los cambios en la CdV y los valores de FEV en los pacientes. Palabras clave: Calidad de Vida. Revascularización Miocárdica. Angioplastia Coronaria Transluminal Percutánea. Puente de Arteria Coronaria. Fracción de Eyección Ventricular. ABSTRACT Objective: to determine if the pre and post-procedure ventricular ejection fraction (VEF) values are associated with improved quality of life (QOL) of the patients who underwent coronary bypass surgery vs. coronary angioplasty. Design: prospective observational study conducted in the Guayaquil clinic with 56 patients who underwent a coronary revascularization procedure between April 2010 and March 2011. QOL was assessed using the SF-36v2 questionnaire and the VEF through echocardiography. Patients were re-assessed 4 to 8 weeks after the operation. Results: of the sample, 27 (48.2%) were treated with angioplasty and 29 (51.8%) with bypass surgery. Improvement was observed in 7 of the 8 health dimensions, being higher in the coronary bypass group, although the difference was not significant (p>0.05). The bodily pain dimension showed a similar increase in both techniques (p> 0.05). In terms of VEF, the highest percentage of improvement was obtained with those undergoing the bypass (41.4% vs. 25%, p> 0.05). No relationship was found between VEF and QOL (R2= 0.27 for angioplasty, R2= 0.07 for bypass). Conclusions: both strategies resulted in an improvement of QOL during the four-week follow up; no relationship was found between changes in QOL and FEV values in the patients. Keywords: Quality of Life. Myocardial Revascularization. Percutaneous Transluminal Coronary Angioplasty. Coronary Artery Bypass. Ventricular Ejection Fraction. Correspondencia a: Md. Teresa Chiquito Freile Correo electrónico: [email protected] Recibido: 02 de septiembre de 2010 Aceptado: 30 de agosto de 2011 280 T. CHIQUITO, ET AL Introducción La cardiopatía isquémica es un conjunto de signos y síntomas que se producen por una disminución del aporte de oxígeno al corazón en relación con la demanda metabólica de éste.1 Si bien, habitualmente es consecuencia de una disminución de flujo coronario, también puede deberse a un aumento del requerimiento o a una reducción del volumen de oxígeno transportado.1 El principal mecanismo etiopatogénico es la aterosclerosis, cuya aparición está íntimamente ligada a factores de riesgo como la edad, género, peso, hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes mellitus y enfermedad coronaria precoz en un familiar de primer grado.2 La enfermedad coronaria es la principal causa de morbimortalidad en el mundo, afecta al 8% de la población general y aproximadamente al 17% de la población mayor de 65 años.1 Se estima que más de siete millones de personas mueren cada año a causa de esta enfermedad, según un análisis publicado por la Organización Mundial de la Salud en el año 2002.3 Su clasificación clínica incluye un amplio espectro de manifestaciones que van desde el paciente asintomático hasta la muerte súbita; una manifestación común de esta patología es la insuficiencia cardíaca4, un complejo síndrome cardiovascular de elevada prevalencia, cuyo cuadro clínico puede asociarse con hipertrofia del ventrículo izquierdo y disminución de la contractibilidad del miocardio, lo que se evidencia ecográficamente por una reducida fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEV). 5 La angioplastia transluminal percutánea y la cirugía de bypass coronario (PCI y CABG, por sus siglas en inglés respectivamente) son alternativas terapéuticas de revascularización de las arterias coronarias.6 Estudios clínicos demuestran que ambas técnicas mejoran notablemente la FEV de pacientes con cardiopatía isquémica e insuficiencia cardíaca7, lo cual se esperaría ver reflejado en una mejoría de la calidad de vida (CdV) de estos pacientes.8-11 En la última década, ensayos clínicos randomizados han comparado la angioplastia transluminal percutánea con otras estrategias médicas y quirúrgicas para el tratamiento de la enfermedad de arterias coronarias. Pese a estos estudios, los resultados clínicos a largo plazo de ambas técnicas Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 no se conocen totalmente.12 Hasta el momento en nuestro país no existe un estudio clínico que demuestre una asociación entre el incremento de la FEV postoperatoria con una CdV superior en estos pacientes, ni una comparación acerca de cuál de las dos técnicas de revascularización del miocardio ofrece una mejoría significativa en estos dos parámetros. Por lo tanto, el objetivo principal del presente estudio consiste en determinar si los valores de la FEV se relacionan con una mejoría en la CdV de los pacientes que fueron sometidos a cirugía de bypass coronario vs. angioplastia coronaria. Metodología Se efectuó un estudio prospectivo observacional durante el período de abril de 2010 a marzo de 2011 en la clínica Guayaquil con aquellos pacientes en quienes se realizó un procedimiento de revascularización coronaria, ya sea cirugía de bypass coronario o angioplastia. Se consideraron los siguientes criterios de inclusión: individuos de cualquier género, entre 18 y 95 años de edad, con o sin antecedentes de enfermedad coronaria, con o sin revascularización coronaria previa, quienes estuvieran programados de forma voluntaria para la realización del procedimiento quirúrgico. Se excluyeron del estudio aquellos pacientes menores de 18 años y mayores de 95 años que presentaron valvulopatía significativa (enfermedad valvular moderada a severa, según estudio ecocardiográfico), pacientes en quienes se realizó una cirugía de emergencia, y aquellos en quienes se llevó a cabo revascularización coronaria junto con otro procedimiento (valvuloplastia, recambio valvular, cierre de defectos del septum). Una vez cumplidos los criterios, se advirtió a los pacientes acerca de la necesidad de un seguimiento de cuatro a ocho semanas posteriores a la intervención; aquellos pacientes que por distintos motivos no cumplían con este requisito, no formaron parte del estudio. Según estas pautas la población inicial estuvo constituida por 60 pacientes en quienes se realizaría una angioplastia y 33 pacientes que serían intervenidos en cirugía de bypass coronario. 281 FE Y CDV EN REVASCULARIZACIÓN CORONARIA Al momento de la segunda visita, contamos con 27 (45%) pacientes quienes fueron revascularizados por angioplastia y 29 (87.9%) por cirugía de bypass coronario. Las variables que se utilizaron fueron: edad (años), género (femenino, masculino), peso (kg.), talla (metros), índice de masa corporal (IMC, kg/m2), presión arterial (mmHg), antecedentes patológicos personales (diabetes mellitus, hipertensión arterial), hábitos (tabaco, alcohol), valores de laboratorio (hemograma completo, tiempo de protrombina, tiempo de tromboplastina parcial, glicemia, urea, creatinina, sodio, potasio, cloro, colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL, triglicéridos), resultados ecocardiográficos (valvulopatías, fracción de eyección ventricular [%], alteraciones estructurales) los cuales se obtuvieron a través de mediciones realizadas por el ecocardiografista de planta de la clínica Guayaquil (ecocardiógrafo marca General Electric®, modelo Vivid 7 Dimensión versión 2008), procedimiento de revascularización previo (angioplastia, bypass coronario), resultados de cateterismo cardiaco (arterias afectadas), resultados de electrocardiograma de 12 derivaciones, estadio de la New York Heart Association para los pacientes con insuficiencia cardíaca (NYHA I, II, III ó IV) determinada a través del criterio clínico1, puntuación sobre la calidad de vida según el cuestionario Short Form 36 Health Survey versión 2 (SF-36v2, 0-100 puntos).13,14 Para valorar la CdV se utilizó el cuestionario de salud SF-36v2 cuya adaptación al español fue proporcionada por la empresa QualityMetric Incorporated®, creadora del mismo. Este cuestionario consta de 36 ítems de carácter genérico que informan tanto de estados positivos como negativos de la salud física y del bienestar emocional, identificando así ocho dimensiones de salud: función física (FF), limitaciones de rol por problemas físicos (RF), dolor corporal (D), salud general (SG), vitalidad (V), función social (FS), limitaciones de rol por problemas emocionales (RE) y salud mental (SM). En cada ítem la puntuación obtenida es transformada en una escala de 0 a 100, donde los valores más altos indican una mejor calidad de vida.15 Para el estudio se recolectaron los datos en un formulario creado por los investigadores previo al procedimiento, al mismo tiempo que se solicitó a 282 cada paciente que realice la encuesta SF-36v2; en los casos de pacientes con problemas de lectura o compresión, deterioro auditivo o visual, se les realizó el cuestionario mediante un entrevistador. Los pacientes fueron citados de cuatro a ocho semanas después de realizarse el procedimiento; en esta visita de control se obtuvo exámenes de laboratorio, electrocardiograma y se midió la FEV a través de una ecocardiografía; también se solicitó a los pacientes que realicen nuevamente la encuesta SF-36v2, y se procedió a reasignarlos a una categoría en la escala de la NYHA, según el criterio clínico. Análisis estadísticos Una vez que la información fue recolectada en el formulario específico, se creó una base de datos en Microsoft Excel 2010. El cuestionario de calidad de vida fue analizado mediante el programa Health Outcomes Scoring Software versión 3.0 de la empresa Qualitymetric Incorporated. El análisis de los datos se realizó con el paquete estadístico R versión R-2.12.2 para Windows. Para la descripción de las diferentes variables se utilizó la media y la desviación estándar. Los datos cualitativos se expresaron mediante frecuencias y porcentajes. El contraste entre variables categóricas se efectuó con la prueba de chi cuadrado, y para las variables continuas se empleó la prueba de Wilcoxon según correspondiera. Para el estudio de asociación, se utilizó la Rho de Spearman y se graficó mediante curvas de dispersión. Se consideraron significativos los contrastes cuando la p fue igual o menor a 0.05. Resultados Entre abril de 2010 y marzo de 2011, se estudió un total de 56 pacientes con enfermedad de arterias coronarias, de los cuales 27 (48.2%) fueron tratados por medio de angioplastia y 29 (51.8%) fueron intervenidos con cirugía de bypass coronario. La edad media de los individuos fue 63.6 ± 8 años para el grupo de angioplastia y 61.9 ± 10.8 años para los de bypass coronario. No existieron diferencias significativas en las características generales y resultados del cuestionario SF-36v2 de ambos grupos; excepto en la variable peso (75.2 vs 68.6, p=0.05), como lo indica la tabla 1. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 T. CHIQUITO, ET AL Tabla 1. Características Generales de la Población Estudiada* Características Generales Angioplastia (n=27) Bypass Coronario (n=29) Edad (años) 63.6±8.0 61.9±10.8 Hombres [%] 23 [85.2] 25 [86.2] Peso (kg) 75.2±11.9 68.6±12.6 Presión arterial sistólica (mmHg) 127.8±21.3 123.9±13.7 Presión arterial diastólica (mmHg) 75.8±9.4 73.3±8.8 IMC (kg/m2) Bajo peso: < 18.5[%] 0 [0] 1 [3.4] Normal: 18.5 – 24.9 [%] 8 [34.8] 11 [37.9] Sobrepeso: 25.0 – 29.9 [%] 11 [47.8] 13 [44.8] Obesidad: ≥ 30.0[%] 4 [17.4] 4 [13.8] Factores de riesgo [%] Diabetes mellitus 10 [37.0] 11 [37.9] Hipertensión arterial 22 [81.5] 23 [79.3] Dislipidemia† 11 [64.7] 12 [52.2] Tabaquismo 9 [33.3] 15 [51.7] Alcohol 8 [29.6] 10 [34.5] Valvulopatía significativa‡ 2 [7.4] 1 [3.4] FEV <50% 20 [74] 22 [75.9] Infarto previo 14 [51.9] 17 [58.6] Alteraciones estructurales § 11 [40.7] 18 [62.1] Antecedentes quirúrgicos [%] Procedimiento de revascularización previo 2 [7.4] 9 [31.0] Angioplastia 1 [3.7] 9 [31.0] Bypass coronario 1 [3.7] 0 [0.0] Estenosis en [%] Tronco común de coronaria izquierda 1 [3.7] 6 [20.7] Descendente anterior 16 [59.3] 26 [89.7] Circunfleja 11 [40.7] 21 [72.4] Coronaria derecha 18 [66.7] 25 [86.2] Tipo de enfermedad [%] Tronco común de coronaria izquierda 1 [3.7] 6 [20.7] Enfermedad de tres vasos 6 [22.2] 23 [79.3] Coronaria derecha 12 [44.4] 26 [89.7] NYHA II [%] Clase I 3 [11.1] 2 [6.9] Clase II 22 [81.5] 18 [62.1] Clase III 2 [7.4] 9 [31.0] Clase IV 0 [0.0] 0 [0.0] Resultados del cuestionario SF-36v2 ¶ [%] Resumen del componente físico 39.7 ±7.6 35.7 ±7.3 Resumen del componente mental 37.2±14.6 34.4 ±13.2 p 0.51 0.89 0.05 0.20 0.52 0.30 0.64 0.59 0.06 0.68 0.73 0.10 0.95 0.29 0.49 0.80 0.72 0.72 0.50 0.37 0.56 0.34 0.50 0.64 0.15 0.81 0.29 0.64 * Valores más-menos significan ± desviaciones estándar. † Dislipidemia: Colesterol total >200mg/dL y/o colesterol LDL >130mg/dL y/o colesterol HDL <29mg/dL y/o triglicéridos >135mg/dL. ‡ Valvulopatía significativa: moderada a severa, determinada por ecocardiografía. § Alteraciones estructurales: dilatación o hipertrofia auricular o ventricular, determinada por ecocardiografía. II Clase funcional New York Heart Association (NYHA): clase I: no existe limitación física, no aparecen síntomas con la actividad física diaria a pesar de haber disfunción ventricular; clase II: ligera limitación al ejercicio, aparecen los síntomas con la actividad física diaria, asintomático en reposo; clase III: marcada limitación al ejercicio, síntomas con actividades físicas menores y desaparecen con el reposo; clase IV: limitación muy severa, aparecen síntomas en reposo. ¶ El cuestionario SF-36v2 evalúa 8 aspectos de la salud: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental. El puntaje de cada aspecto va de 0 a 100, con el puntaje más alto indicando mejor estado de salud. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 283 FE Y CDV EN REVASCULARIZACIÓN CORONARIA Al comparar los resultados de las ocho esferas del cuestionario SF-36v2 pre y post tratamiento se observó una mejoría en todas las dimensiones de la salud en ambas técnicas de revascularización, siendo evidente una puntuación más alta en los pacientes que fueron sometidos a cirugía de bypass coronario, especialmente en las esferas de función física (FF), limitaciones de rol por problemas físicos (RF), apreciación general de la salud (SG), vitalidad (V), función social (FS), limitaciones de rol por problemas emocionales (RE) y salud mental (SM), a pesar de que éstas diferencias no fueron significativas al compararse con el grupo de la angioplastia (p>0.05 en todas las esferas, calculada por medio de la prueba de Wilcoxon). En cuanto a dolor corporal (D), las dos técnicas presentaron un aumento similar de la puntuación inicial (p=0.33), (figura 1). El análisis del cuestionario SF-36v2 se realizó agrupando las ocho esferas en un componente físico (PCS) y mental (MCS). Figura 1. Representación gráfica de los resultados obtenidos sobre la calidad de vida pre y post procedimiento de acuerdo al tipo de tratamiento. La calidad de vida fue evaluada usando el cuestionario Short Form 36 Health Survey versión 2 (SF- 36v2). Esta herramienta valora 8 dimensiones de la salud: función física (FF, panel A), limitaciones de rol por problemas físicos (RF, panel B), dolor corporal (D, panel C), apreciación general de la salud (SG, panel D), vitalidad (V, panel E), función social (FS, panel F), limitaciones de rol por problemas emocionales (RE, panel G) y salud mental (SM, panel H). En cada ítem la puntuación obtenida es transformada en una escala de 0 a 100, donde los valores más altos indican una mejor calidad de vida. Se tomó la media de los resultados de cada dimensión; los gráficos comparan la calidad de vida antes y 4 semanas después de cada técnica de revascularización para cada dimensión de salud. CABG indica cirugía de bypass coronario y PCI angioplastia coronaria. 284 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 T. CHIQUITO, ET AL Los resultados obtenidos en los dos grupos fueron superiores cuatro semanas post procedimiento, obteniéndose valores más altos para el grupo de cirugía a pesar de que sus puntuaciones iniciales eran menores en ambos componentes (la puntuación del PCS mejoró de 38.8 a 48.6 puntos en angioplastia y de 35.7 a 48.5 puntos en cirugía, y del MCS pasó de 35.3 a 48.7 para angioplastia y de 34.4. A 54.3 para el grupo de bypass), siendo esta mejoría substancial, pero no estadísticamente significativa (p>0.05), (figura 2). Otro ámbito que se tomó en cuenta durante el estudio fue la estatificación de los pacientes dentro de la escala de la New York Heart Association (NYHA), donde se observó que para el grupo de angioplastia 10 (37.0%) pacientes mejoraron al menos una clase funcional y 17 (63.0%) se mantuvieron en la misma clase; mientras que entre los pacientes que fueron sometidos a cirugía de bypass coronario 18 (62.1%) mejoraron al menos una clase y 11 (37.9%) no mejoraron; ningún paciente del estudio empeoró. No se encontró significancia estadística entre ambas técnicas en cuanto a la mejoría de las clases funcionales (p=0.06, calculada mediante la prueba chi cuadrado), (figura 3). Figura 2. Representación gráfica del resumen de los componentes físico y mental de la calidad de vida pre y post procedimiento de acuerdo al tipo de tratamiento. El resumen de los componentes físico (PCS, panel A) y mental (MCS, panel B) de la calidad de vida fue obtenido usando el cuestionario (SF-36v2). CABG indica cirugía de bypass coronario y PCI angioplastia coronaria. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 285 FE Y CDV EN REVASCULARIZACIÓN CORONARIA Figura 3. Comparación de la mejoría de los pacientes de acuerdo a la Clasificación de la NYHA según el tipo de procedimiento. Estadio de la New York Heart Association para los pacientes con insuficiencia cardiaca (NYHA I, II, III ó IV). Clase I: no existe limitación física, no aparecen síntomas con la actividad física diaria a pesar de haber disfunción ventricular; clase II: ligera limitación al ejercicio, aparecen los síntomas con la actividad física diaria, asintomático en reposo; clase III: marcada limitación al ejercicio, síntomas con actividades físicas menores y desaparecen con el reposo; clase IV: limitación muy severa, aparecen síntomas en reposo. Con respecto a la fracción de eyección ventricular, se obtuvo que en el grupo de angioplastia 7 pacientes (25.0%) mejoraron los valores ≥5% en relación a la medición inicial, mientras que en el grupo de bypass coronario fueron 12 (41.4%); siendo evidente un mayor cambio en esta última técnica (p=0.22, calculada mediante la prueba de chi cuadrado). En cuanto a los pacientes que presentaron una disminución en sus valores de FEV, este fenómeno fue mayor en aquellos intervenidos por angioplastia que por cirugía de bypass coronario (11, 40.7% vs. 6, 20.7%; p=0.1), (figura 4). Figura 4. Estado de la FEV pre y post procedimiento. FEV indica fracción de eyección ventricular. 286 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 T. CHIQUITO, ET AL Al asociar las variables componente físico de calidad de vida (PCS) y FEV luego de cuatro semanas, se encontró que éstas no presentan una relación definitiva, observando en ambas técnicas una línea de tendencia polinomial poco concluyente, con un coeficiente R2=0.27 para angioplastia y R2=0.07 para el grupo de bypass coronario, calculado por la Rho de Spearman; (figura 5). Figura 5. Curva de dispersión que relaciona la FEV y el componente físico de la calidad de vida en los pacientes post revascularización según la técnica utilizada. Cada punto del gráfico es un valor individual que representa la diferencia la fracción de eyección pre y post procedimiento por cada paciente dentro del estudio. FEV indica fracción de eyección ventricular y PCS resumen del componente físico. Otro ámbito que se comparó fue la incidencia de morbilidades luego del procedimiento ocasionadas por cada una las técnicas de revascularización. Se obtuvo que seis pacientes desarrollaron arritmias dentro de los 30 días posteriores a la intervención, de los cuales cuatro (14.8%) pertenecían al grupo de angioplastia y 2 (6.9%) al grupo de bypass coronario. También se observaron nuevos eventos isquémicos y trastornos de la conducción, los cuales fueron menores en frecuencia (tabla 2). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Tabla 2. Morbilidades a corto plazo (30 días) Bypass coroComplicaciones Angioplastia nario p [%] (n=27) (n=29) Arritmias 4 [14.8] 2 [6.9] 0.34 Eventos isquémicos 2 [7.4] 1 [3.4] 0.51 nuevos Trastornos de 0 [0] 1 [3.4] 0.33 la conducción* * Trastornos de la conducción: bloqueo o retraso en el paso de electricidad a través de los haces de conducción del corazón (16). 287 FE Y CDV EN REVASCULARIZACIÓN CORONARIA Discusión En este estudio clínico se comparan los resultados de la revascularización coronaria ya sea por medio de una angioplastia transluminal percutánea o cirugía de bypass coronario. Estos dos procedimientos son las técnicas más utilizadas a nivel mundial como tratamiento invasivo para la enfermedad de arterias coronarias, cada una con indicaciones respectivas de acuerdo a lo establecido por la Asociación Americana de Cardiología y la Asociación Americana de Corazón (ACC/AHA) en el año 2004.17,18 En nuestro país los pacientes con enfermedad coronaria se benefician de numerosos avances tecnológicos gracias a los cuales han disminuido el número de muertes por cardiopatía isquémica. No siempre estos adelantos se han relacionado con una mejoría en la calidad de vida, existiendo pocos estudios que hayan investigado esta relación. Según la OMS se entiende por CdV a la evaluación subjetiva de la influencia del estado de salud y los cuidados sanitarios sobre la capacidad del individuo para tener un nivel de funcionamiento que le permita seguir aquellas actividades que son importantes y afectan su bienestar.15 De acuerdo al presente estudio, las dos técnicas de revascularización conllevan a una mejora en el estado general de salud en un período de cuatro semanas. Con respecto al componente físico de la calidad de vida, evaluada a través del cuestionario SF-36v2, la mejoría fue mayor en pacientes en quienes se realizó una cirugía a pesar de que sus puntuaciones iniciales eran menores comparadas con las del grupo de angioplastia, con una diferencia promedio de 9.7 puntos en angioplastia vs. 12.9 puntos en bypass coronario (p>0.05). Este hecho pudiera explicarse tomando en cuenta que los pacientes que son referidos para cirugía de bypass coronario generalmente son aquellos que presentan enfermedad multivasos o de tronco de coronaria izquierda, lo cual conlleva a una mayor parte de miocardio afectado, repercutiendo de una forma más grave sobre la calidad de vida.18 Un análisis de los subgrupos demostró que las 8 dimensiones evaluadas por el cuestionario se encuentran interrelacionadas, de tal manera que cuando un individuo tiene deteriorada una de las funciones, ésta repercute sobre todas las demás; 288 por lo que consideramos este cuestionario una herramienta útil para valorar las necesidades de los pacientes y realizar un seguimiento del estado de salud a largo plazo.15 Numerosos estudios han analizado la calidad de vida luego de ambas técnicas, y demuestran que al primer mes post procedimiento ésta es superior en aquellos pacientes que fueron sometidos a angioplastia 6,19; en otros ensayos clínicos se observó que a los 12 meses posteriores a la intervención, la CdV en ambos procedimientos era similar6,19,20, sin embargo, el estudio SOS demostró que la calidad de vida evaluada a los 12 meses fue superior en el grupo de la cirugía, debido a que aquellos que fueron sometidos a angioplastia tuvieron un mayor número de reintervenciones.21 Otros estudios a largo plazo, como por ejemplo el BARI (Bypass Angioplasty Revascularization Investigation) demostró en el seguimiento realizado a tres y cinco años, que la calidad de vida era significativamente mejor en los pacientes sometidos a cirugía vs. angioplastia (p<0.05)22,23; es importante mencionar que estos resultados deben ser interpretados cuidadosamente, debido a que el BARI se realizó más de 10 años atrás y los pacientes fueron enrolados antes de la introducción de los stents a la práctica de la angioplastia. La mayoría de estos trabajos evalúan también la presencia de angina en los pacientes a través de diferentes cuestionarios, una determinante importante en la calidad de vida de los mismos, que sería interesante evaluar en un futuro en la población ecuatoriana. Otra variable analizada en este trabajo es la fracción de eyección ventricular izquierda (FEV), la cual se considera un predictor de supervivencia utilizado con mucha frecuencia en pacientes con patología cardíaca de diversa etiología y correlaciona bien con la tasa de mortalidad. Se encontró que el mayor porcentaje de pacientes que mejoraron la FEV al cabo de cuatro semanas pertenecían al grupo de bypass coronario (41.4% vs. 25.0%, p>0.05), lo cual presta similitud a lo expuesto en estudios previos.24 Debido a que esta resultante no es estadísticamente significativa, concluimos que no existe superioridad entre ambas técnicas en cuanto a este parámetro ecocardiográfico. Al momento de realizar una asociación entre el Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 T. CHIQUITO, ET AL componente físico de la calidad de vida y la FEV, no encontramos una concordancia directa en la mejora de los mismos. No existe evidencia científica que soporte esta relación, ya que no hay ensayos clínicos que hayan abordado ambas variables simultáneamente. Así también, los pacientes de este estudio en los que se encontró una disminución de la FEV, no presentaron alteración en la percepción del estado general de salud; esto podría estar relacionado con el hecho de que las variables no poseen una relación causal. La calidad de vida es un parámetro subjetivo determinado por el propio paciente de acuerdo a su capacidad de realizar las actividades que le son habituales, en cambio la FEV es un indicador ecocardiográfico de la funcionalidad del ventrículo y su capacidad para bombear sangre al cuerpo. Se ha demostrado que mayoría de los pacientes con insuficiencia cardíaca se adaptan a un bajo gasto cardíaco, con fracciones de eyección muy por debajo de los valores de referencia como normales, permitiéndoles llevar una calidad de vida bastante aceptable. Esta explicación podría ser la que indique por qué los pacientes mantienen una percepción similar de su estado de salud a pesar de que el porcentaje de funcionalidad del ventrículo se ve afectado. Varios estudios clínicos usualmente utilizan marcadores como evidencia angiográfica de oclusión arterial, estimaciones de la FEV, y la resistencia al ejercicio en una prueba de esfuerzo, pero se ha demostrado que estas medidas se relacionan pobremente con el estado funcional de los pacientes, y puede ser de poca relevancia para los mismos.25 El estudio presenta distintas limitaciones; el número de pacientes que participaron es sólo un pequeño porcentaje de todos los pacientes a los cuales se les realizó algún procedimiento de revascularización, y por lo tanto no es un reflejo fidedigno de la población general. El reducido número de pacientes se debió a que la mayoría de ellos provienen de otras provincias, lo cual imposibilitó el seguimiento después de cuatro semanas a pesar de haber sido advertido al momento del inicio de éste. El nivel sociocultural de la población estudiada puede ser un factor que Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 haya sesgado el estudio, debido a que algunos de los pacientes no sabían leer o presentaban dificultad al momento de responder las preguntas, por lo que se utilizó la ayuda de terceros para completar los cuestionarios. Ésta no es la forma óptima de obtener la información ya que estas encuestas están diseñadas para ser llenadas exclusivamente por el paciente sin ayuda de otras personas. Consideramos también que otra limitante de nuestro estudio es el factor tiempo; muchos estudios realizados previamente muestran sus resultados a un plazo mayor de 12 meses, lo cual permite tener un seguimiento más minucioso de los pacientes y así poder comparar ambas técnicas en distintos momentos del postoperatorio. A pesar de esto creemos que los resultados obtenidos son relevantes y nos dan un indicio acerca de las ventajas de ambos procedimientos, aunque no podamos llegar a conclusiones definitivas a partir de lo observado. Y por último, es importante mencionar que la elección del tratamiento para los pacientes estuvo a cargo del cardiólogo, por lo tanto las muestras no fueron aleatorizadas previo a la intervención; como resultado de esto, la comparación de ambos grupos debe ser realizada con precaución. En conclusión, entre pacientes con enfermedad de arterias coronarias candidatos para alguna técnica de revascularización, ambas estrategias resultaron en una mejoría de la calidad de vida durante las primeras cuatro semanas de seguimiento, no pudiendo identificar una superioridad significativa entre ellas. Recomendamos incorporar medidas de calidad de vida con el objeto de implementar terapias multidisciplinarias adicionales, puesto que los fracasos terapéuticos inducen frustración en los pacientes y exacerban la enfermedad. No es posible concluir con una respuesta definitiva acerca de cuál técnica de revascularización es superior; la decisión de recomendar uno de los dos procedimientos estará guiada por los resultados de estudios randomizados con muestras más numerosas, mejoramientos en las técnicas, experticia local y preferencias del paciente. Esperamos que este trabajo sirva de base e 289 FE Y CDV EN REVASCULARIZACIÓN CORONARIA incentivo para la realización de un estudio clínico de mayor magnitud a nivel nacional, ya que a pesar de que existen varios estudios randomizados sobre este tema, ninguno de ellos involucra población ecuatoriana. 16. Thaler M. The only EKG book you’ll ever need. 6a ed. Philadelphia (PA): Lippincott Williams & Wilkins; 2010. 1. 18. Eagle KA, Guyton RA, Davidoff R, Edwards FH, Ewy GA, Gardner TJ, Hart JC, Herrmann HC, Hillis LD, Hutter AM Jr, Lytle BW, Marlow RA, Nugent WC, Orszulak TA, Antman EM, Smith SC Jr, Alpert JS, Anderson JL, Faxon DP, Fuster V, Gibbons RJ, Gregoratos G, Halperin JL, Hiratzka LF, Hunt SA, Jacobs AK, Ornato JP; American College of Cardiology; American Heart Association Task Force on Practice Guidelines; American Society for Thoracic Surgery and the Society of Thoracic Surgeons. ACC/AHA 2004 guideline update for coronary artery bypass graft surgery: summary article: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Committee to Update the 1999 Guidelines for Coronary Artery Bypass Graft Surgery). Circulation. 2004 Aug 31; 110(9):1168-76. Fe de erratas en: Circulation. 2005 Apr 19; 111(15):2014. PubMed; PMID: 15339866. Referencias bibliográficas 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Argente HA, Álvarez ME. Semiología Médica. 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Págs. 291-296 ISSN - 1390-0218 Reporte de caso clínico: hemangioendotelioma esplénico de células epitelioide. Primer reporte latinoamericano Clinical case report: splenic hemangioendothelioma of epithelioid cells. First latin american report Rubio Coronel Gustavo1 1 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador RESUMEN El Hemangioendotelioma esplénico es una rara neoplasia sarcomatosa de etiología idiopática y malignidad intermedia, entre el hemangioma y el hemangioendoteliosarcoma. Se presenta el caso de un paciente de sexo masculino de 54 años que acude a consulta por presentar dolor postraumático y una masa tumoral esplénica palpable. Diagnóstico prequirúrgico compatible con una lesión quística vascular. Histológicamente está compuesto por células redondas atípicas epitelioides con núcleos grandes y nucléolos prominentes, acompañado por proliferación de canales vasculares y, en ciertas áreas, con células fusiformes elongadas. En estudio de inmunohistoquímica se muestra células tumorales positivas para el antígeno CD34 (FLEX 2x5 DAB) y anticuerpos de vimentina. El componente estromal muestra evidente diferenciación miofibroblástica. A pesar de tratarse de una patología sumamente infrecuente (solo siete casos reportados a nivel mundial) posee un buen pronóstico y no se han documentado recidivas. Se han descrito tres variantes histopatológicas: epitelioide, kaposiforme y retiforme. Se realiza el diagnóstico diferencial con el tipo kaposiforme por cuanto es evidente la ausencia de luces vasculares en media luna, así como los respectivos depósitos de hemosiderina y se descarta angiosarcoma al no observarse células anaplásicas. Palabras clave: Hemangioendotelioma. Neoplasia Sarcomatosa. Hemangioma. Masa Tumoral Esplénica. ABSTRACT The splenic hemangioendothelioma is a rare sarcomatous neoplasm of idiopathic etiology and intermediate malignancy, between hemangioma and hemangioendothelioma. This is the case of a 54-year-old male patient who goes to the doctor with post-traumatic pain disorder and a palpable splenic tumor. The preoperative diagnosis was compatible with a vascular cystic lesion. Histologically, it is composed of atypical epithelioid round cells with large nuclei and prominent nucleoli, accompanied by a proliferation of vascular channels and, in some areas, by elongated spindle cells. An immunohistochemistry study shows tumor cells that are positive for the CD34 antigen (FLEX 2x5 DAB) and Vimentin antibodies. The stromal component clearly shows myofibroblastic differentiation. Despite being a extremely rare disease (only seven cases reported worldwide) it has a good prognosis and recurrence has not been documented. Three histopathological variants have been described: epithelioid, kaposiform and retiform. A differential diagnosis is made with the kaposiform type because of the evident absence of “half-moon” vascular lumina, as well as the respective reservoirs of hemosiderin; angiosarcoma is ruled out because of the absence of anaplastic cells. Keywords: Hemangioendothelioma. Sarcomatous Neoplasm. Hemangioma. Splenic Tumor Mass. Introducción El hemangioendotelioma es un tumor de agresividad intermedia, entre el hemangioma benigno y el hemangioendoteliosarcoma altamente maligno. Se trata de un tumor vascular levemente maligno, muy poco frecuente. Si bien su etiología es desconocida, el nivel de edad en promedio rodea los 25 años, en rango de 3 a 54 años, con predominio masculino (4:2), existen varios diagnósticos pediátricos. Correspondencia a: Dr. Gustavo Rubio Coronel Correo electrónico: [email protected] Recibido: 12 de diciembre de 2011 Aceptado: 27 de diciembre de 2011 291 G. RUBIO En la mayoría de los casos la historia clínica revela lesiones primarias localizadas a nivel hepático, pulmonar, tubo digestivo, cabeza o cuello, corazón, SNC o bien hueso.1 La gran mayoría de los sarcomas esplénicos primarios son de origen vascular; dentro de este grupo se encuentra el hemangioendotelioma. Éste se caracteriza por presentar lesiones bien circunscritas, debidamente separadas del parénquima esplénico sano, moderada atipia celular, poca actividad mitótica y una apariencia histológica intermedia entre el hemangioma cavernoso y el angiosarcoma convencional.2 El diagnóstico diferencial incluye principalmente el Sarcoma de Kaposi, proliferación aberrante y exagerada de conductos vasculares dilatados irregulares revestidos y rodeados por células fusiformes de extremos redondeados de células endoteliales. Este tipo de lesiones deben ser distinguidas de otras proliferaciones vasculares benignas y malignas del bazo, tales como sarcoma de Kaposi, angiosarcoma.3 Entre las complicaciones y comorbilidades más frecuentes resaltan la anemia crónica e hiperesplenismo. Por lo demás, dicha neoplasia es generalmente asintomática.4,5 Caso clínico Paciente de sexo masculino de 54 años, con antecedente de traumatismo en el cuadrante superior izquierdo del abdomen, un año antes de la cirugía. Acudió a consulta médica por presentar dolor postraumático, anemia de origen desconocido y fatiga crónica. Al examen físico se identificó una masa abdominal. El ecosonograma reveló una masa de aspecto tumoral de 16 cm. sospechosa de una lesión primaria esplénica y/o suprarrenal. La tomografía axial computarizada (TAC) previa cirugía mostró una masa circunscrita sospechosa de lesión quística encapsulada, bien de la cola del páncreas o esplénica. El acto quirúrgico permitió extraer una masa carnosa blanco rojiza, delimitada, multinodular esplénica, que ocupaba las tres cuartas partes del bazo. El bazo mide 16 x 10,5 x 7cms, presenta una super ficie multilobulada, de color rojo violáceo, la superficie al corte presenta una masa tumoral carnosa 292 Figura 1. Macrografía de lesión tumoral esplénica. El bazo con el tumor mide 16 x 10,5 x 7 cm. Presenta una superficie lisa multilobulada de color gris rojizo. que mide 12 x 9 cm, de color blanco rojizo (figura 1). Las lesiones multinodulares consisten en tres nódulos rosados grisáceos de un diámetro variable con un centro hemorrágico formando fusión en una masa única. La consistencia al corte es elástica cauchosa (figura 2). Al examen histopatológico de la lesión tumoral, se observó un tumor con diferenciación vascular, con formación de canales vasculares multicelulares (figura 3). Estos canales se encuentran tapizados por células cuboideas, redondeadas, aumentadas de tamaño, parecidas a las células epiteliales. La lesión se encuentra constituida por conductos vasculares bien definidos5 (figura 4). Figura 2. Macrografía de superficie al corte de la masa tumoral esplénica. Presenta tres nódulos carnosos que miden 12 x 9 cm. de color blanco rojizo con áreas grisáceas. Tienen consistencia cauchosa elástica. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 HEMANGIOENDOTELIOMA ESPLÉNICO Discusión De acuerdo al arquetipo histopatológico, el hemangioendotelioma se clasifica en: epitelioide, retiforme y kaposiforme (tabla 1). Figura 3. La lesión tumoral esplénica tiene una neoformación con proliferación de canales vasculares. Hemangioendotelioma epitelioide. Se trata de un tumor vascular del adulto que se da en torno a las venas de mediano y de gran calibre. Las células tumorales están aumentadas de tamaño y a menudo son cuboideas (parecidas a las células epiteliales); en ciertas áreas los conductos vasculares bien definidos apenas resultan visibles. Existe una proliferación de células epitelioides abombadas a endoteliales fusiformes en nidos o cordones, en un estroma fibromixoide. El citoplasma es vacuolado. Es habitual la presencia de núcleos pleomórficos y baja actividad mitótica. Por lo general la citoqueratina es negativa (figura 5). Figura 4. El tumor se encuentra tapizado por células cuboideas, redondeadas, aumentadas de tamaño, parecidas a las células epiteliales. En ciertas áreas, apenas visibles, se aprecian luces primitivas tapizadas por células con un citoplasma eosinófilo y notable vacuolización citoplásmica. La matriz tumoral es hemorrágica. Figura 5. En ciertas áreas apenas es visible con luces primitivas, con un citoplasma eosinófilo y notable vacuolización citoplásmica. La matriz del tumor es hialina y hemorrágica. Tabla 1. Diagnóstico diferencial del hemangioendotelioma Características Patrón de crecimiento Nódulos toscos con frecuente necrosis central Vacuolas intracitoplasmáticas Matriz mixocondroide Origen en un vaso Queratina CD31 CD34 HEE* HE SE* SE* +++ - - Frecuentes Raras Raras +/++ +++ +++ + +++ Más del 50% +++ +++ - No +++ No +++ - No - 60% *HEE (hemangoendoteliomaepitelioide), HE-SE (hemangioendotelioma epitelioide del tipo sarcoma epitelioide), SE (sarcoma epitelioide).13 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 293 G. RUBIO Ultraestructuralmente se aprecia uniones celulares inmaduras, filamentos intermediarios abundantes, cuerpos de Weibel-Palade y formación de luces intracitoplasmáticas, que pueden contener eritrocitos.6,10,11,15 Hemangioendotelioma retiforme. Se trata de una reciente descripción del angiosarcoma esplénico de curso poco menos maligno. Múltiples recurrencias son comunes, pero solo han sido reportados dos casos de metástasis a nivel mundial. Existe una predilección etaria en jóvenes adultos. La incidencia es igual en ambos géneros.7 Presenta un particular crecimiento angiogénico arboriforme semejante a las redes de crestas, revestidos por células endoteliales enclavadas y monomorfas, con citoplasma escaso y con atipia mínima o sin ella. No se observa mitosis atípica. Existe infiltrado linfocitario que puede ocluir vasos sanguíneos, así como encontrarse muy cercanos a las células endoteliales. Esta característica, al igual que la ocasional presencia de papilas intraluminares con centros colagenosos, es similar al tumor de Dabska. Las papilas intravasculares ocacionales con cordones de hialina son igualmente comunes de observar. Existen pequeñas lesiones retiformes difícilmente diferenciables. El estroma esclerótico es poco común de apreciar. Las células endoteliales expresan CD34, lectina Ulex europaeus-1 y son débilmente positivas para CD31 y antígeno asociado al factor VIII (figura 7). Los linfocitos que se encuentran en los vasos son mezcla de células B y T (CD20+, CD3+) y los de la luz vascular son predominantemente células T (CD3+)8,16 (tabla 2 y 3). Angioma de células del litoral Linfangioma Anastomosis de canales vasculares revestido por células columnares altas. X X Canales vasculares separados por delgados septos fibrosos o pulpa roja. Nido de abeja de espacios quísticos rellenos con fluidos protéicos. Esclerosante Múltiples nódulos vasculares confluennodular transtes rodeados por tejido fibroso concénformación trico. angiomatoide Hemangioendotelioma Canales vasculares revestidos por células atípicas moderadamente. Anastomosis de canales vasculares Angiosarcoma recubierto por células marcadamente atípicas (figura 10). Hemangioendotelioma Kaposiforme. Como en el sarcoma de Kaposi, existen láminas o nódulos interconectados de células endoteliales fusiformes revistiendo los vasos con forma de corte o de media luna. También se ven vasos redondeados. A diferencia del sarcoma de Kaposi, pueden encontrarse nidos de células endoteliales tipo epitelioide, con citoplasma eosinofílico que contiene hemosiderina y citoplasma vacuolado. La atipia celular es mínima y las mitosis son infrecuentes (figura 6). 294 X X X X X X X X X Benigno X X Benigno X VIII X CD31 X CD68 Hemangioma Desorganización de los canales vasculares, mezclado con estroma y pulpa roja. CD34 Hamartoma Descripción CD21 Patología CD8 Tabla 2. Comparación de la actividad serológica de marcadores tumorales en los diferentes tipos de lesiones tumorales vasculares.14 X Pronóstico Benigno Benigno X X X Benigno X X X Intermedio X X X X Maligno Los depósitos de hemosiderina son frecuentes. Los microtrombos en las luces de los vasos son un hallazgo ocasional. 9 Según Enzinger 15 el diagnóstico diferencial más representativo lo conforma el hemangioendotelioma kaposiforme. La variante histológica clásica, y el objeto de estudio del presente caso, es la estirpe epitelioide, de células fusiformes, seguida de la kaposiforme y del recientemente descrito hemangioendotelioma retiforme.15 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 HEMANGIOENDOTELIOMA ESPLÉNICO Pronóstico. A pesar de que la presente neoplasia tiene un representativo nivel de infiltración local, el riesgo de metástasis es bajo en comparación con el de recurrencias. La presentación retiforme rara vez se asocia con metástasis a ganglios linfáticos.12 Tabla 3. Comparación de la actividad de los marcadores tumorales en los diferentes hemangioendoteliomas esplénicos publicados en la literatura médica a nivel mundial Figura 6. Tinción de H/E a 40X donde se muestra una lesión tumoral compuesta por canales vasculares rodeados por células endoteliales fusiformes, que simula un hemangiopericitoma. Marcador tumoral 1 2 3 6 7 CD-31 + * + * * + * + + * * * CD-34 Factor VII Factor VIII-RA HMB-45 S100 KI67 (MIB-1) Citoqueratina Vimentina Desmina Actina UEL Lisozimas Figura 7. Tinción Inmunohistoquímica para CD 34 positivo. Se aprecian células sólidas con espacios que contienen eritrocitos, con una Inmunohistoquímica que contiene CD-34 de origen endotelial. Figura 8. Tinción Inmunohistoquímica vimentina positivo para células epitelioides Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 + + - * * * - + +/* * * * * * * * * + + * * - * * * - * * + + * * + * * * - * - * * * * * * * * + * Numerales en la parte superior del cuadro indican la fuente referida en la cita bibliográfica. *Marcadores de los cuales no se documentó actividad alguna en sus respectivos artículos. Figura 9. Tinción Inmunohistoquímica vimentina positivo 295 G. RUBIO Referencias bibliográficas 1. 2. 3. Figura 10. Tinción Inmunohistoquímica vimentina positivo en canales vasculares tumorales. Conclusión La presencia de canales vasculares multicelulares cuboidales, semejantes a epiteliales, de citoplasma eosinófilo vacuolizado, tapizando discretos conductos vasculares, coincide con la descripción académica antes expuesta del diagnóstico de hemangioendotelioma epitelioide (figura 8, 9 y 10). Se descarta el hemangioendotelioma retiforme al no apreciarse angiogénesis arboriforme ni papilas intraluminales cuales hacen honor a su nombre, así como células epiteliales de escaso citoplasma; puesto que en su lugar se encuentran células epitelioides de citoplasma vacuolado. Así mismo se realiza diagnóstico diferencial con el hemangioendotelioma kaposiforme por cuanto es evidente la ausencia de luces vasculares en media luna, con sus respectivos depósitos de hemosiderina.15 El hemangioma está tapizado por células endoteliales planas, el hemangioendotelioma por células cúbicas, uniformes en forma y en tamaño, y el angiosarcoma, por células anaplásicas y pleomórficas. El hemangioendotelioma a nivel esplénico, de acuerdo a los siete reportes encontrados, el pronóstico es muy bueno, ya que no se ha reportado recidiva posterior a quince años de su extirpación quirúrgica. En el último examen de control por ecosonografía, no aparece masa tumoral visible alguna en la región abdominal. 296 4. 5. 6. 7. 8. 9. E. Bölke, S. Gripp, M. Peiper, W. Budach, A. Schwarz, K. Orth, P. Reinecke, J. A. P. van de Nes: Multifocal Epithelioid Hemangioendothelioma: Case Report of a Clinical Chamaeleon. Eur J Med Res 2006 11: 462-446. SelçukMevlutHazinedaroglu, HüseyinAyhanKayaoglu, FerdaDülger, EbruSerinsöz OsomsuKuzu, NezihErverdi: Multicentric spindle cell hemangioenthelioma of spleen: Case report. Turkish journal of Cancer 2008 38: 30-33. J. Chatiwala, M. Maroules, A. Karippot: Malignant hemangioendothelioma and microangiopathic hemolytic anemia. J ClinOncol 26: 2008. 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Por lo tanto, toda terapéutica que usemos destinada a limitar su patogénesis o mejor aún a revertirla, incidirá en los descensos de la tasa de mortalidad en este grupo poblacional que se ha convertido últimamente en uno de los de más riesgo en nuestro país. Con el caso que se presenta se intenta encontrar las posibles explicaciones fisiopatológicas en relación con la evolución clínica ante los diferentes fármacos que se utilizaron en el tratamiento. Palabras clave: Insuficiencia Cardiaca Sistólica. Infarto Miocárdico de Pared Anterior. Espironolactona. Losartán. ABSTRACT Post-acute myocardial infarction cardiac dilation and heart failure are common events in daily clinical practice in the cardiology doctors’ offices. It has a growing importance due to the continued increase in the incidence of myocardial necrosis and its relationship to morbidity and mortality. Therefore, any therapeutics aimed at limiting its pathogenesis or better yet reversing it, will produce a decline in the mortality rate in this population group which has recently become one of the riskiest in our country. In the case presented, we try to find the possible pathophysiological explanations regarding the clinical evolution when different drugs are used in treatment. Keywords: Systolic Heart Failure. Myocardial Infarction of Anterior Wall. Spironolactone. Losartan. Introducción El infarto agudo de miocardio (IAM) es uno de los factores de riesgo más importante para el desarrollo futuro de insuficiencia cardíaca. En el presente caso se analiza la acción de espironolactona y losartán, reduciendo volúmenes y masa ventricular cardíacos con lo que se mejora la calidad de vida del paciente infartado.1,2 Caso clínico Presentó infarto agudo de miocardio hace un año de localización anterior. Su cuadro comenzó ocho días antes de la consulta luego de una infección respiratoria presentando disnea de medianos esfuerzos más dolor precordial anginoso al andar en bicicleta 30 minutos, dolor que calmaba con el reposo. Hombre de 54 años, que acude al área de consulta externa del departamento de cardiología de la Fundación Nahín Isaías de Guayaquil. Tiene antecedentes de hipertensión arterial tratada con amlodipina 10mg diarios y furosemida 40mg diarios vía oral. Niega tabaquismo, diabetes mellitus y nefropatía. Refiere asma bronquial en su juventud. Al examen físico el paciente se evidenció disneico, presentaba ligera plétora yugular, ruidos cardíacos regulares, sin presencia de soplos, y campos pulmonares ventilados. Correspondencia a: Dr. Alejandro Suárez Robalino Correo electrónico: [email protected] Recibido: 08 de noviembre de 2010 Aceptado: 26 de agosto de 2011 Su tensión arterial (TA) en la primera consulta fue de 140/88mmHg en posición decúbito dorsal con frecuencia cardíaca (FC) de 68 latidos por minuto. Su peso de 70.4kg y talla de 156cm con IMC de 22.6. 297 A. SUÁREZ Los exámenes de laboratorio reportan hemoglobina 13.7g, hematíes 4.436.000, leucocitos 8.800 por mm3, glucosa 98mg/dl, creatinina 0.8mg %, colesterol 200mg/dl, triglicéridos 153mg/dl, colHDL 64mg/dl, col-LDL 105mg/dl, ácido úrico 5mg% y enzimas hepáticas normales. En el electrocardiograma presentó: falta de progresión de onda R de V1 a V4. Se medica al paciente con amlodipina 10mg e hidroclorotiazida (HCT) 12.5mg dosis diaria y se solicita ecocardiograma. El paciente regresa a la consulta diez días después y refiere que persiste el angor al andar en bicicleta 30 minutos y presencia de disnea al subir 10 escalones. No hay ortopnea. TA es de 140/90mmHg en decúbito dorsal y FC 56 latidos por minuto. No hay cambios en la auscultación cardíaca ni pulmonar. Ecocardiograma revela: diámetro diastólico VI (DDVI) de 58mm, diámetro sistólico VI (DSVI) de 46.7mm, septum (SIV) en diástole de 18mm, pared posterior (PP) de 15,6mm, fracción de acortamiento (FA) 20%, fracción de eyección (FE) 41%, masa (MVI) 585g. Existía disfunción diastólica del VI y en cuanto a la motilidad ventricular existía hipoquinesia global. Había insuficiencia tricuspídea funcional (IT) y la presión sistólica de arteria pulmonar (PSAP) se ubicaba en 37mmHg. Se establece el diagnóstico de cardiopatía hipertensiva e isquémica con hipertrofia excéntrica del ventrículo izquierdo e insuficiencia cardíaca sistólica en un paciente con infarto antiguo de cara anterior. Además presenta una angina de medianos esfuerzos y su clase funcional corresponde a la III según la New York Heart Association. Es importante señalar que el paciente ya venía tomando amlodipina cuando acudió por primera vez a la consulta. Se le agrega a la terapeútica 25mg diarios de espironolactona y se suspende la hidroclorotiazida. Es evaluado en la consulta 20 días después y refiere que hay menos dolor precordial al realizar esfuerzo físico; no hay disnea al realizar actividades cotidianas (bañarse, peinarse, agacharse, etc.) ni ortopnea. Su TA se mantiene en 140/90mmHg. Se mantiene la misma medicación. 298 Dos meses después la tolerancia al esfuerzo del paciente ha mejorado: no refiere angina ni disnea al caminar 700 metros y puede subir los 10 escalones sin angina ni fatiga. Sin embargo, su TA se mantiene en 138/90mmHg. Se decide aumentar la espironolactona a 50mg diarios y mantener la amlodipina en 10mg por día. En las consultas posteriores se agrega una atorvastatina 20mg + ezetimibe 10mg y se aumenta la espironolactona a 75mg diarios. Dos meses antes del segundo ecocardiograma se agrega 50mg diarios de losartán y la amlodipina se reduce a 2.5mg por día. Los resultados del segundo ecocardiograma revelaron aumento de los volúmenes del VI (DDVI 61,6mm y DSVI 49mm), con disminución en los valores de la masa ventricular (487g) y el espesor parietal (SIV 14.7mm y PPVI 13mm). La FEVI no varió. En los siguientes siete meses el único cambio que se realiza es el aumento de la espironolactona a 100mg diarios. Su TA descendió a niveles de 120/80mmHg y el paciente ya caminaba 10 cuadras sin disnea y sin angor al andar en bicicleta. En su tercer ecocardiograma tomado 10 meses después del anterior, los volúmenes del corazón ya están normales, el espesor parietal ha disminuido con relación al primer eco, la FEVI no ha variado (41%) pero la hipoquinesia severa ha desaparecido informándose de un movimiento paradojal del septum y de una buena motilidad del resto de las paredes. Otro dato importante es que la presión pulmonar (PSAP) ha caído de 37 a 20,6mmHg (tabla 1). Tabla 1. Resultados de tercer electrocardiograma VID mm VIS mm SIV mm PP mm FA % FEVI % 55 DDVI mm 36 MOTIL 15 VALV 14 PSAP mmHg 16 41 Si Buena No IT 20,6 Discusión En el presente caso se analiza la acción de dos antihipertensivos sobre la geometría y función del corazón. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 CASO CLÍNICO: REMODELADO VENTRICULAR Se considera que en la fisiopatología del paciente existían otros factores involucrados a más del aumento de las resistencias periféricas y partiendo de ese criterio se decidió no usar digitálicos. En el paciente siendo clase funcional III (NYHA), la amlodipina no había logrado detener la dilatación ventricular izquierda ni el aumento de la masa ventricular. Sin embargo, la adición de espironolactona y losartán, usados como antifibróticos, logra reducir volúmenes y masa ventricular reordenando un remodelado que inicialmente era excesivo y por tanto perjudicial.1 Hay que recordar que en el Foro Internacional sobre remodelado cardíaco, se aceptó definitivamente que a medida que el corazón progresa en su insuficiencia, el tamaño cardíaco aumenta, la función se deteriora y los síntomas se hacen presentes.2 En los estudios de Norton con ratas con sobrecarga de presión, él puntualiza que la remodelación con subsiguiente deformación, es la mayor causante de insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) en los casos de sobrecarga de presión. Este paciente tenía antecedentes de infarto de miocardio, en este tipo de personas se ve que la dilatación es más importante cuando además son infartos extensos y localizados en cara anterior.1,3 Al respecto Pfeffer y col. en experimentos también en ratas, encontraron que terminada la fase de cicatrización, el agrandamiento ventricular se detenía, con pequeños infartos, pero no lo hacía en las ratas con infartos moderados y grandes.4,5 Hay que recordar también que el proceso de expansión se produce fundamentalmente en los infartos que toman la cara anterior y punta del ventrículo izquierdo.6 Cabe considerar que en la fisiopatología de este caso, está involucrada la angiotensina II ya que ésta se libera cuando hay estiramiento miocárdico por la vía del sistema renina – angiotensina – aldosterona (SRAA). Además, la disminución del volumen minuto y/o la estimulación simpática, activan al SRAA. También en estos casos hay una alta concentración de aldosterona, la cual aumenta el contenido miocárdico de colágeno.7 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 En todo este proceso intervienen miocitos, fibroblastos, células musculares lisas vasculares, células endoteliales, neutrófilos, substancias como metaloproteinasas de la matríz, inhibidor tisular de las mismas y factor de crecimiento transformante beta (TGFB).8,9 Por lo tanto, al bloquear los receptores AT1 para la angiotensina II se limitan los efectos proliferativos de esta hormona en el miocardio (disminución de la masa ventricular) y en las células vasculares lisas. Esto último aumentaría el lecho vascular del ventrículo produciéndose una mayor perfusión, lo que explicaría el aumento del umbral para la aparición de angor ante esfuerzos y los cambios favorables en la motilidad ventricular en el último ecocardiograma del paciente estudiado. Al lograr volúmenes cardíacos normales se disminuye la presión de fin de diástole ventricular y la PSAP. Si bien en el tiempo de tratamiento no se logró aumentar los valores de FA ni de FEVI, esto se deba posiblemente al proceso de apoptosis celular involucrado, se logró mejoría de la clase funcional y de los síntomas del paciente al conseguir una mejor geometría ventricular.7,10 Los resultados con este paciente son comparables a los que se obtuvo en un estudio con lisinopril y captopril, en pacientes con ICC. Estos pacientes estaban en ICC grados II, III y IV (NYHA) y sintomáticos a pesar del tratamiento con digitálicos y diuréticos. Como resultado positivo se logró aumentar la duración y tolerancia al ejercicio. Lisinopril además aumentó la FEVI.11 En otro estudio se asignó pacientes en ICC en clase II, III y IV (NYHA) a recibir valsartán 160mg dos veces al día comparado con placebo. El valsartán mejoró la clase funcional, FEVI, los síntomas y signos de la ICC y la calidad de vida comparado con placebo.12 Conclusiones y recomendaciones Se concluye que el bloqueo del SRAA es beneficioso en los casos con cardiopatía hipertensiva complicada con infarto de miocardio y dilatación cardíaca, que estén en insuficiencia cardíaca. Se logra mejorar la calidad de vida del paciente y posiblemente extender su tiempo de sobrevida a partir del momento en que se hizo el diagnóstico de ICC. 299 A. SUÁREZ Es de desear que en este medio se siga investigando el uso de estas drogas en todos los pacientes que tengan dilatación cardíaca de variada etiología. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 300 Norton GR,Woodiwiss Al, Gassch WH, Mela T, Chung ES, Aurigemma GP, Meyer TE: Heart failure in pressure overload Hypertrophy. The realative roles of ventricular remodeling and myocardial dysfunction. J Am Coll Cardiol 2002; 39: 664-71. 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Págs. 301-306 ISSN - 1390-0218 Reporte de caso clínico: síndrome de sinostosis espondilocarpotarsal Clinical case report: espondilocarpotarsal synostosis syndrome Encalada Chérrez Wendy1, Lee Ching Cathy1, Rabascall Ayoub Carlos1, Yépez Ramos Diana1 1 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil, Ecuador RESUMEN El síndrome de sinostosis espondilocarpotarsal es un desorden genético muy raro, ocasionado por la mutación del gen de la Filamina B que produce una displasia esquelética. Se hereda de forma autosómica recesiva y en el mundo entero se han reportado apenas 25 casos desde que fue descrito por primera vez. El objetivo de este trabajo es resaltar la importancia de la consanguinidad como factor de riesgo de las enfermedades genéticas recesivas y contribuir con la escasa bibliografía existente a nivel mundial. Se presenta un paciente masculino de 21 años de edad con inteligencia normal que se manifiesta clínicamente con un dismorfismo facial leve, cifoescoliosis severa, luxación de cadera y tobillos bilaterales, hipoacusia neurosensorial, retinitis pigmentaria y ameliogénesis imperfecta. Proviene de padres y abuelos consanguíneos de tercer grado. Debido a la rareza de esta enfermedad, este paciente no fue diagnosticado por sus tratantes y si bien es cierto no existe cura para ella, es importante su reconocimiento oportuno para evitar complicaciones y decidir el tratamiento adecuado. Palabras clave: Sinostosis. Consanguinidad. Enfermedades Genéticas Congénitas. ABSTRACT Espondilocarpotarsal synostosis syndrome is a very rare genetic disorder, caused by the mutation of the filamin B gene which produces a skeletal dysplasia. It is inherited in an autosomal recessive form, and in the world there have been only 25 cases reported since it was first described. The objective of this paper is to highlight the importance of consanguinity as a risk factor for recessive genetic diseases and to contribute to the scarce literature on this topic worldwide. We present a male patient, 21 years of age with normal intelligence clinically showing mild facial dysmorphism, severe kyphoscoliosis, hip and bilateral ankle dislocation, sensorineural hearing loss, retinitis pigmentosa, and ameliogenesis imperfecta. His parents and grandparents are third-degree blood relatives. Due to the rarity of this disease, this patient was not diagnosed by his physicians, and although there is no cure for it, its early recognition is important to avoid complications and to decide on the appropriate treatment. Keywords: Synostosis. Consanguinity. Congenital Genetic Diseases. Introducción El síndrome de sinostosis espondilocarpotarsal (SCT) es un desorden genético muy raro que se hereda de forma autosómica recesiva y se caracteriza por: fusión de los cuerpos vertebrales, huesos carpales y tarsales, estatura corta y desproporcionada, escoliosis, pie varo y dismorfismo facial leve. Otras manifestaciones clínicas pueden ser paladar hendido, hipoacusia, laxitud de las articulaciones e hipoplasia del esmalte dentario.1 La causa de este síndrome es la mutación del gen de la filamina B (gen FLNB) que codifica una proteína citoplasmática multifuncional que participa en el desarrollo del esqueleto, por lo Correspondencia a: Md. Cathy Lee Ching Correo electrónico: [email protected] Recibido: 25 de octubre de 2011 Aceptado: 08 de noviembre de 2011 que dicha alteración produce una displasia esquelética de espectro clínico variable, cuya forma más leve de presentación la constituyen el SCT y el síndrome de Larsen, mientras que la atelosteogénesis tipo 1 y 3 y la displasia de Boomerang constituyen las formas más severas.1 Desde que el SCT fue descrito por primera vez en 1973 por Jones y col., hasta la fecha actual se han dado a conocer menos de 30 casos en el mundo entero.2 Presentamos un paciente masculino de 21 años de edad con las características clínicas del SCT y con el especial antecedente de doble consanguinidad, quien ha sido intervenido 301 C. LEE. ET AL quirúrgicamente en 15 ocasiones a nivel de la columna y la cadera y que al ser un síndrome muy raro, no fue diagnosticado por sus médicos tratantes. El objetivo del presente estudio es reportar este caso en nuestro país para contribuir con la escasa bibliografía existente a nivel mundial acerca de esta enfermedad de prevalencia desconocida y resaltar la importancia de la consanguinidad como factor de riesgo de las enfermedades genéticas recesivas.1 Figura 1. Pedigree. La flecha señala al paciente en estudio, observándose que tanto sus padres como sus abuelos tienen matrimonios consanguíneos. No tiene antecedentes prenatales de importancia y al nacer tuvo un APGAR de 10, peso bajo 2230g, talla baja 38 cm y un perímetro cefálico (PC) normal de 38 cm. A partir de los cuatro meses de vida, era notable su desproporción de tronco y extremidades, baja talla y peso, dolicocefalia, orejas de implantación baja, paladar alto, cuello corto y miembros superiores e inferiores cortos, especialmente en los segmentos rizomélicos y acromélicos. Los estudios radiológicos mostraron un importante retraso de la maduración del esqueleto, aplanamiento del acetábulo, epífisis horizontales, luxación de las caderas y limitación importante de la extensión de los antebrazos, especialmente del derecho. A los dos años de edad presentó problemas respiratorios por acortamiento de la tráquea y a los cinco se acentuó su escoliosis dorsolumbar 302 sinistroconvexa que alcanzó los 84º de desviación y se le detectó luxación de ambos tobillos. A los sieta años de edad fue diagnosticado de retinitis pigmentaria bilateral que le ocasionaba ceguera de 80% durante la noche y 30% en el día. Un año después, le diagnosticaron hipoacusia bilateral mediante una audiometría que revelaba sordera del 60% en el oído derecho y 71% en el izquierdo, por lo cual usa prótesis auditivas. A sus once años fue valorado por última vez por médicos del hospital Johns Hopkins, quienes reportaron un agrandamiento de la aorta (2.5 cm de los 1.5 cm que es lo normal), pérdida del 80% de su agudeza visual, pérdida del 95% de su función auditiva de lado derecho y del 75% del izquierdo, cifosis desde T1 hasta el sacro de 78º y escoliosis del tórax superior a 65º y toracolumbar a 75º. Esto indicaba deterioro progresivo de su capacidad visual y auditiva y persistencia de la cifoescoliosis a pesar de las numerosas cirugías a las que había sido sometido el paciente (tabla 1). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 SINOSTOSIS ESPONDILOCARPOTARSAL Tabla 1. Cirugías correctivas de columna vertebral realizadas al paciente* CIRUGÍA No. 1 CIRUGÍA No. 4 Año: 1993 Año:1997 Tratamiento: CIRUGÍA No. 2 Año: 1996 Tratamiento: CIRUGÍA No. 3 Año: 1996 Tratamiento: Artrodesis vía posterior con fijación y puesta de barras Luque metálicas en su columna vertebral. Usar yeso por Tratamiento: cinco meses y después Colette de Milkwake. Artrodesis vía anterior con injerto de costillas de su cuerpo. Reposo absoluto hasta siguiente cirugía. Artrodesis vía anterior de columna con injertos de costillas de su propio cuerpo. Artrodesis vía posterior con injerto de hueso de la cadera de la madre y acortamiento de varillas de Luque. Reposo absoluto por tres meses, luego usar el Colette de Milkwake. CIRUGÍA No. 5 Artrodesis vía posterior con cambio de barras de Luque más gruesas que las anteriores en la columna vertebral. Ocho meses de yeso y después usar Colette de Milkwake. Año: 1997 Tratamiento: CIRUGÍA No. 6 Año: 1998 Tratamiento: Retiro de barras de Luque. *Las otras ocho cirugías a las que fue sometido el paciente corresponden a tenotomías descompresivas de las caderas, cambio de yeso, reducción con acortamiento de fémur y una traqueotomía con entubación. El plan propuesto consistía en tomografía toracolumbar anterior y posterior para determinar el grado de artrodesis alcanzado, valoración por un genetista, valoración por endocrinología, utilización de aparatos ortopédicos para sus tobillos que mejoren su postura y una posible corrección de su columna con osteotomía. Sin embargo, el paciente no ha sido sometido desde entonces y hasta la fecha actual a ninguna revaloración médica por decisión de los padres. Otras patologías detectadas en el paciente fueron opacidad subcapsular posterior del cristalino, ameliogénesis imperfecta y hernia inguinal bilateral. Su condición actual es estable, aunque refiere palpitaciones ocasionales, dolor de espalda frecuente y problemas respiratorios de tipo catarrales unas tres a cuatro veces al año. Su desarrollo psicomotor se caracterizó en que a los dos años se sentó por primera vez y dijo sus primeras palabras, a los tres años empezó a caminar, pero con dificultad utilizando un andador Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 y a los ocho años aún se le notaban problemas de pronunciación. Su inteligencia es normal, siempre se ha destacado en sus estudios, habiendo conseguido un título de tercer nivel y un trabajo. Al examen físico, el paciente mide 107cm de estatura, pesa 20.5kg y tiene 52cm de PC. Es notable la asimetría corporal, desproporción de extremidades y tronco, la hipotonía e hipotrofismo generalizado y la postura en cifoescoliosis. Presenta un dismorfismo facial leve, con hipertelorismo (distancia intercantar 3cm e interpupilar 5.5cm), macrotia, puente nasal hipoplásico (aplanado y ancho), alas nasales gruesas, paladar alto y arqueado. Presenta limitación de la extensión de los antebrazos e hiperlaxitud de los dedos de las manos y muñecas, genu valgus, tobillo en valgus, pie plano y varo. Para la marcha, el paciente utiliza un andador, ya que en bipedestación tiende a inclinarse 45º a nivel de las caderas y rodillas (figuras 2, 3 y 4). 303 C. LEE. ET AL Figura 2. Apariencia general: baja estatura, asimetría corporal, desproporción de extremidades en relación con el tronco, limitación de la extensión de las articulaciones de las extremidades, hipotrofismo generalizado. Figura 3. Cifoescoliosis evidenciada por la inclinación del paciente hacia delante, la asimetría de hombros, escápulas, línea media, caderas y glúteos. Se observan cicatrices quirúrgicas. Figura 4. Dismorfismo facial. A. Hipertelorismo, raíz nasal ancha, base nasal ancha, puente nasal hipoplásico, alas nasales gruesas. B. Dolicocefalia, macrotia. 304 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 SINOSTOSIS ESPONDILOCARPOTARSAL Discusión El presente caso se trata de un paciente que ha sido valorado por varios médicos de hospitales nacionales y extranjeros tratando de corregir sintomáticamente sus problemas, principalmente esqueléticos, pero sin haberlo diagnosticado con el síndrome de sinostosis espondilocarpotarsal. Esta es la razón por la que al paciente no se le ha realizado radiografías de manos y pies, de tal manera que no se conoce si presenta las sinostosis carpo tarsales que le dan el nombre a su enfermedad. Por otra parte, sí presenta todas las demás características clínicas de este síndrome: estatura corta, desproporción de tronco y extremidades, luxación congénita de cadera bilateral, cifoescoliosis congénita, retraso de la maduración del esqueleto, retinitis pigmentaria, hipoacusia neurosensorial, dismorfismo facial leve, ameliogénesis imperfecta, luxación de tobillos, pie varo y plano e inteligencia normal.1,2,3,4,5,6 El método diagnóstico de confirmación para esta enfermedad consiste en la identificación de las mutaciones del gen FLNB (ubicado en el cromosoma 3p14.3), pero este test aún no está comercializado y está en fase de prueba. Sin embargo, no es estrictamente necesaria su realización, ya que el diagnóstico se basa en las características clínicas y radiológicas del paciente y en el alto índice de sospecha del médico, considerando lo rara que es esta enfermedad en el mundo entero.1 Por ser una enfermedad que se presentó desde el nacimiento, que afecta principalmente al tejido óseo, que es progresiva en el tiempo y que se relaciona con una alteración genética de origen monogénico, es compatible con una displasia. Como su patrón de herencia es autosómica recesiva, el doble antecedente de consanguinidad de este paciente representa el factor de riesgo principal. Entre primos hermanos, se comparte un 12.5% de genes, lo que significa que el hijo va a heredar la mitad del porcentaje de sus padres (6.25%). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Al unirse ese hijo nuevamente con una prima de primer grado, aumenta la carga genética compartida un 12.5% adicional, lo que da un total de 18.75% de genes compartidos entre los padres del probando.7,8 Por lo explicado en el párrafo anterior, la consanguinidad es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades recesivas en la descendencia debido al mayor porcentaje de homocigosidad que estos tienen en comparación con los hijos de parejas no relacionadas. Sin embargo un matrimonio consanguíneo sí puede tener hijos sanos como fue el caso de la hermana del probando. Según estadísticas globales, el Ecuador está dentro de los países con prevalencias de consanguinidad bajos (1-10%), mientras que países del África y del sudoeste asiático tienen las prevalencias más altas (>20%).7,8 En cuanto al tratamiento, éste es sintomático, ya que la enfermedad no tiene cura. La escoliosis debe ser tratada médicamente, debido a que no se ha demostrado que la cirugía sea efectiva. Las dislocaciones de grandes articulaciones pueden requerir reducciones quirúrgicas y es importante valorar el estado de la columna cervical en caso de inestabilidad. La hipoacusia requiere de la asistencia de prótesis o implantes cocleares y si se presenta a edad temprana, la ayuda de un educador especializado para niños sordos. El pie zambo se lo maneja de manera rutinaria. En caso de paladar hendido se requiere de la valoración de un equipo craneofacial multidisciplinario.1,9 Se recomienda un seguimiento cuidadoso del paciente porque las anomalías vertebrales conllevan una escoliosis progresiva o problemas cervicales que requieran de artrodesis o descompresiones para estabilizarse. Se deben tomar precauciones antes de la aplicación de anestesia general, porque estos pacientes padecen de traqueomalacia y tienen riesgo elevado de complicaciones respiratorias.1,9 305 C. LEE. ET AL Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 306 Stephen Robertson, FRACP, DPhill. FLNB - Related Disorders. In: Pagon RA, Bird TD, Dolan CR, et al., editors. Gene Reviews [Internet]. Seattle (WA): University of Washington, Seattle; 1993. Bookshelf ID: NBK2534 PMID: 20301736. Magnus Breitling, Edmond G. Lemire, Michael Rabin. Spondylocarpotarsal synostosis syndrome: MRI evaluation of vertebral and disk malformation. Pediatr Radiol. 2006 Jun 8; 36: 866 – 869. DOI 10.1007/s00247-006-0181-7. Nicola Brunetti-Pierri, Valentina Esposito, Daniele De Brasi, Dario Maria Mattiacci, Deborah Krakow, Brendan Lee y Mariacarolina Salerno. Spondylocarpotarsal synostosis: longterm follow-up of a case due to FLNB mutations. Am J Med Genet A. 2008 May 1; 146A (9): 1230-1233. DOI: 10.1002/ ajmg.a.32303. Ali Al Kaissi, Farid Ben Chehida, Hassan Gharbi, Maher Ben Ghachem, Franz Grill y Klaus Klaushofer. Atlanto-axial rotator fixation in a girl with Spondylocarpotarsal synostosis syndrome. 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Spondylocarpotarsal synostosis syndrome and cervical instability. Am J Med Genet. 2000 Apr 24; 91(5): 340-4. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4. Págs. 307-332 ISSN - 1390-0218 Artículo de revisión: hepatitis viral B y su manejo Review article: viral hepatitis B and its handling Jaramillo Tobón Antonio1 1 Universidad El Bosque, Facultad de Medicina; Instituto de Virología y E. Infecciosas, Bogotá. Colombia RESUMEN La Hepatitis B es causada por el virus del mismo nombre (VHB). El paciente presenta ictericia, acolia, coluria, astenia, adinamia, anorexia, distensión abdominal, lienteria, náuseas y vómitos sin fiebre. Blumberg y colaboradores detectaron y caracterizaron al nuevo Virus. Además de hepatitis postranfusional puede causar epidemias por trasnmisión sexual, alimentos y en las zonas endémicas, perinatal. Trabajos en Asia, América y África demostraron relación del VHB con cirrosis macro y micronodular, hepatocarcinoma. Se presenta una parte de nuestra modesta contribución en Colombia. Varias vacunas están en uso clínico y se describen en el artículo. El tratamiento con Inmunomoduladores como interferones y antivirales inespecíficos como rivabirina, isoprinosine, lamivudina, adefovir, entecavir, tenofovir, emtricitabina, clevudina, alamifovir se comenta en el artículo. La respuesta a antivirales depende del subtipo y genotipo del VHB y mutaciones inducidas por el tratamiento. Esto y progresos en métodos diagnósticos en los cinco últimos años renovaron el interés por estudiar las mutaciones naturales y espontáneas del VHB, sus genotipos, subtipos y respuesta inmune que se revisan. Palabras clave: Hepatitis B. VHB. Tratamiento. Vacunas. Subtipos. ABSTRACT Hepatitis B is caused by the virus with the same name (HBV). The patient has symptoms of jaundice, acolia, dark urine, fatigue, weakness, anorexia, abdominal distension, lienteria, nausea and vomiting without fever. Blumberg and his colleagues identified and characterized the new virus. Besides postranfusional hepatitis, it can cause epidemics by sexual transmission, food, and in endemic areas, perinatal. Studies in Asia, America and Africa showed a relationship between the HBV and macro and micronodular cirrhosis, hepatocellular carcinoma. We present a part of our modest contribution in Colombia. Several vaccines are being used clinically and they are described in the article. In the article, we discuss the treatment with immunomodulators such as interferons and non-specific antiviral drugs such as isoprinosine, lamivudina, adefovir, entecavir, tenofovir, emtricitabina, clevudina, alamifovir. The response to antiviral drugs depends on the HBV subtype, genotype and mutations induced by the treatment. This and advances in diagnostic methods in the last five years renewed the interest in studying the natural and spontaneous mutations of HBV, its genotypes, subtypes, and the immune response that is analyzed here. Keywords: Hepatitis B. HBV. Treatment. Vaccines. Subtypes. Correspondencia a: Md. Antonio Carlos Jaramillo Tobón Correo electrónico: [email protected] Recibido: 30 de septiembre de 2011 Aceptado: 23 de noviembre de 2011 307 C. JARAMILLO Introducción Hepatitis es una inflamación no resuelta del hígado que puede ser de origen reciente, tener varias semanas o meses de evolución. Es un síndrome que puede ser causado por varios agentes infecciosos y no infecciosos. Hepatitis B, corresponde a aquellos casos del síndrome causados por el virus del mismo nombre (VHB), ahora bien identificado y caracterizado. El paciente presenta ictericia (aunque en muchos casos es poco notoria o ausente), acolia, coluria, acompañadas de astenia, adinamia, anorexia. Son comunes también la distensión abdominal, lienteria, náuseas y vómitos. La fiebre, característica que con otros agentes no está presente o es de pocos grados. La descripción de Hepatitis en Occidente, apareció en el siglo II a.c. y se atribuye a Hipócrates. Después de casi 800 años, el Papa Zacharías habló de su posible contagiosidad. La primera epidemia de hepatitis probablemente causada por el VHB y registrada en occidente se presentó entre 1883 y 1884 en Bremen, Alemania actual. Fue seguida y descrita por Luerman, quien estableció que estaba asociada al uso de vacuna para viruela que contenía suero humano. Un total de 191/1350 vacunados (14.1%) presentaron ictericia entre 2 y 6 meses después de la inoculación.1 Casi 800 años después de la descripción de Hipócrates, en el Atlas of Epidemic Diseases de Bachman, se presentaba la lista de 80 epidemias ocurridas entre 1600 - 1874 en varias partes del mundo.2 Durante la primera y segunda guerras mundiales se informaron muchos casos de ictericia asociada a transfusiones sanguíneas, tatuajes y uso de drogas intravenosas como morfina y heroína.3 Pero ya hacia los años 40, era claro que había un tipo que se transmitía fundamentalmente por vía oro-fecal y otro por agujas, sangre; sus derivados y vacunas que contenían suero de origen humano.4 Una de estas epidemias marcó el primer hito en la caracterización epidemiológica moderna de las hepatitis virales. Fue la ocurrida en 1942 en soldados norteamericanos. 308 Un total de 28.000 casos fueron documentados después de una vacunación masiva para fiebre amarilla estabilizada con plasma de origen humano.5 Posteriormente volvió a ocurrir algo similar con las vacunas para el sarampión y paperas atenuadas con mezclas de plasma humano; el 44.7% de los vacunados sufrió hepatitis entre 2 y 6 meses más tarde.6 Al principio hubo mucha confusión y varios nombres para estas infecciones y enfermedades. Pero en 194, F. O. MacCallum propuso llamar a la de transmisión oro- fecal hepatitis A y a la de transmisión parenteral hepatitis B. La OMS aceptó los nombres en 1952, pero transcurrieron varios años antes de incorporarlos a la literatura médica.7 Además se discutía si eran dos enfermedades y si eran de origen infeccioso. Varios estudios epidemiológicos, eventos fortuitos y experimentos terribles resolvieron la controversia en los años 60-70. El primero de estos eventos, fue el descubrimiento del antígeno Australia (Aa, AgAu), por B. S. Blumberg y colaboradores, publicado en 19658. Este hallazgo fue realizado por la técnica de inmunodifusión radial (Ouchterlony) en agar purificado, en el cual sueros de pacientes leucémicos se hacían reaccionar con otros sueros humanos para identificar marcadores poblacionales. En el de un aborigen australiano, se encontró una alfa - 2 - betalipoproteína, que parecía única; de allí el nombre: antígeno Australia (Aa, AgAu). En los primeros estudios Blumberg y su grupo creían haber encontrado una proteína que se heredaba y afectaba la susceptibilidad de la gente a leucemia. Pero ellos sabían que había otras posibilidades que ligaran al AgAu (Aa) y la leucemia como un agente infeccioso, un virus por ejemplo. Para esclarecer esta relación, iniciaron la búsqueda del AgAu en la sangre de niños con S. de Down, quienes ya se sabían que tienen alto riesgo para desarrollar leucemia. Más del 30% de los evaluados fueron positivos para el AgAu (Aa). Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Entonces hicieron estudios en instituciones y niños de diferentes edades y sexos; los recién nacidos eran negativos y a medida que se estudiaron los mayores, se encontraban más y más positivos. Esto les hizo pensar que había "algo infeccioso" involucrado. Los niños que eran negativos al principio, se mantenían negativos. En 1966 Blumberg, W. Thomas London y Alton Sutnick, se dieron cuenta que un niño de 12 años con el síndrome de Down, inicialmente negativo para el AgAu, unos meses después se volvió positivo. Además, desarrolló hepatitis en la misma época. Inmediatamente empezaron a explorar la hipótesis de que el AgAu, podría estar relacionado con la hepatitis, en pacientes con y sin el síndrome. La mayoría de los que tenían hepatitis fueron positivos para el AgAu. Simultáneamente en la Universidad de Tokyo, Kazuo Okochi 11 demostró que los donantes positivos para el AgAu tenían mayor probabilidad de transmitir hepatitis. Y en la Universidad de Sienna, Italia, Albert Vierrucci confirmó independientemente los resultados de Prince y Okochi en el mismo año (1968). Dos años más tarde en 1970, D. S. Dane y colaboradores12 describieron por microscopía electrónica las partículas que llevan su nombre en el hospital Middlesex de Londres y además, otras estructuras que hoy se conocen como "cascarones" y sabemos que son excesos del antígeno superficial del virus de la hepatitis B (VHB), producidos para eludir la respuesta inmune (figura 1). Y otro hecho imprevisto confirmó la asociación. La bacterióloga que ayudaba a Blumberg a realizar las pruebas de inmunodifusión se enfermó. Y examinó su propio suero para el AgAu; lo encontró positivo. Luego desarrolló hepatitis. Después Blumberg y colaboradores hicieron la publicación de sus resultados en un artículo que generó otros estudios muy esclarecedores.9 Uno de los primeros fue el de Alfred Prince en el Banco de Sangre de New York, que confirmó sin dudas la relación entre el AgAu y una parte de las hepatitis transfusionales.10 Este grupo había establecido que 1/10 receptores de múltiples transfusiones desarrollaba hepatitis y decidió tomar muestras secuenciadas de los transfundidos, a intervalos regulares y antes de desarrollar la hepatitis. Las muestras fueron congeladas. En 1968 un paciente presentó signos y síntomas claros de hepatitis; se buscó en todas sus muestras al AgAu. En las primeras pre- transfusionales y post- transfusionales no se encontró nada; pero en las que se tomaron después apareció el antígeno apenas unas pocas semanas antes de los signos y síntomas. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Figura 1. Estructuras vistas al microscopio electrónico en sueros Aa+ (AgAu+). Casi simultáneamente K. E. Anderson y colaboradores en New York, demostraron también que en los sueros positivos para el AgAu se observaban esas estructuras y además estaban en el hígado de los enfermos. Al final del año 1970, la evidencia sobre la asociación entre el AgAu y la hepatitis de larga incubación era contundente y procedía en varias partes del mundo. Es este momento, se cambió el nombre de antígeno Australia (Aa, AgAu) por el de antígeno asociado a la hepatitis (HAA). 309 C. JARAMILLO Con el mejor conocimiento de la estructura íntima del virus (figura 2), se cambió de nuevo por el de antígeno superficial de la hepatitis B (HBsAg) como se le conoce internacionalmente ahora.13 Y se aclaró que los leucémicos como otros multitransfundidos, tenían alta prevalencia de positivos para el HBsAg, porque tenían mayor riesgo de infectarse por las transfusiones. Toda la historia aparece relatada en el artículo “Nueva luz sobre una vieja enfermedad”.14 Este triste capítulo aparentemente cerró la discusión sobre si había uno o dos tipos de virus y como se transmitían. Pero el tiempo habría de probar que no fue así, cuando se describió primero la llamada “Hepatitis Postranfusional ni A ni B”15,16, que luego se aclararía puede ser causada por varios virus que se detectaron por varias técnicas como cultivo, inmunoensayos y biología molecular. Incluyen al VHC, VHD, VHE, VHG.17,18,19,20,21 Con la detección del virus B, rápidamente se iniciaron los estudios para desarrollar vacunas con diferentes aproximaciones. Figura 2: Estructura en principales grupos antigénicos el VHB. (adaptado de Millinship, S. Hepatitis B Virology and Immunology. www.hon.ch/Library/ Theme/HepB/viroligy.html) La discusión sobre si los dos tipos de hepatitis (A y B) eran causadas por uno o más virus fue zanjada con un experimento cuyo diseño fue casi perfecto, pero con un grave problema ético: se hizo en humanos; en niños y otros pacientes de un asilo para personas mentalmente “retrasadas”. En la escuela estatal para niños mentalmente retardados, Willowbrook, Staten Island, New York. S. Krugman un pediatra de la institución y J.P. Giles, ambos también profesores de la escuela de medicina de New York, venían estudiando el problema de la hepatitis y su historia natural en estos pacientes desde 1956, pues sabían que desde 1949 era endémica según varias publicaciones previas. Con la técnica de inmunodifusión desarrollada por Blumberg y colaboradores, examinaron a los casi 600 habitantes de la institución entre 1965 -70 y encontraron que entre el 15-30% por año tenían el AgAu persistentemente positivo. Y luego, deliberadamente infectaron por vía oral o parenteral a pacientes en dos grupos uno con el virus que llamaron MS-1 (hepatitis A) y otro con el MS-2 (hepatitis B), tomaron muestras secuenciadas y confirmaron la hipótesis de Blumberg. 310 El grupo de Krugman desarrolló una inactivada con calor y formal de hído que resultó poco efectiva; el de Blumberg otra por purificación en gradientes de densidad de las partículas vacías y redondas del HBsAg. Luego vendrían a ser las vacunas derivadas de plasma de primera generación y con las cuales se iniciaron programas regulares en todo el mundo después de la evaluación positiva por el grupo de Wolf Szmuness en New York.22 Más tarde llegarían otras vacunas igualmente exitosas e innovadoras, como las que están actualmente en uso, producidas en S. cervessiae (levadura de cerveza), P. pastori y células eucarióticas (tabla 1). Tabla 1: vacunas para prevenir la hepatitis B Vacunas derivadas del plasma Hevac B (Pasteur Vaccins, Francia) Heptavax (MSD, USA) Vacunas de Ingeniería Genética Genhevac B (Pasteur Vaccins, Francia) Engerix (SKFB, Bélgica) Recombivax HB (MSD, USA) Heberviobac (ICBG, Cuba) Por otro lado se empezó a buscar una posible relación entre hepatitis agudas y subagudas, así como hepatopatías crónicas tipo cirrosis, hepatocarcinoma, con el VHB. Grandes estudios fueron hechos en todo el mundo, pero en especial en Asia.23,24 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Según el propio Blumberg, un trabajo sobre la alta frecuencia del hepatocarcinoma primario en China, presentado en el Congreso Internacional de Florencia, Italia a mediados de 1970 llamó poderosamente su atención. Su vacuna estaba comenzando a ser producida a escala industrial y decidió viajar a China, para ofrecer sus servicios en el estudio de este problema y la vacuna para hacer intervención si se llegaba a demostrar asociación con el VHB. Pero en China solo hubo progreso después de recibir el Nobel en 1976. Otros investigadores asiáticos y norteamericanos habían leído y aceptado el mensaje. Y así se formó el grupo de Beasley, Chen y otros25,26,27 que iniciaron estudios aún en curso y publicaron resultados como los del REVEAl, que contribuyeron a establecer la relación entre cirrosis, hepatitis B y hepatocarcinoma (figura 3). Figura 3. Predicción de hepatología crónica por VHB También se hicieron estudios en los esquimales de Alaska, USA, con resultados comparables. Y el grupo de Blumberg hizo estudios en África Occidental, casi simultáneamente con los que iniciaron investigadores del Instituto Pasteur de París y del Centro de Investigaciones del Cáncer de Lyon. Los trabajos que se hicieron en colaboración con los Drs. Bernard Larouze del hospital Claude Bernard de Paris y con científicos de Senegal y Mali, aportaron más evidencia a esta asociación y al papel de “estado de portador asintomático del HBsAg”, según relata el propio Blumberg en su autobiografía. Los programas de vacunación para VHB en esta zona, en Italia y otras partes del mundo comenzaron exitosamente. Y lo más importante, funcionaron para prevenir la hepatitis B y para disminuir el riesgo de hepatopatías crónicas Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 como hepatitis crónica activa, cirrosis y hepatocarcinoma celular primario. La primera vacuna efectiva contra un cáncer humano estaba en uso. La investigación y los esfuerzos del mundo en los años siguientes fueron dedicados a mejorar la vacuna y a vacunar. Tanto en la investigación precedente como en esta etapa tuvimos participación activa desde y para Colombia. Más adelante se presentan algunos de los trabajos con los cuales hicimos nuestra modesta contribución. Después de los cuidadosos estudios de Szmuness y colaboradores22 en 1.000 voluntarios humanos (en su autobiografía Blumberg recuerda que los de la vacuna Salk para el polio requirieron 1.8 millones) se probó que la vacuna protegía a más del 90% de los vacunados y sin efectos colaterales serios. 311 C. JARAMILLO Los resultados se publicaron en 1980 y luego recibió aprobación de la FDA nortemericana. Desafortunadamente el procedimiento de producción y preparación era costoso y las primeras vacunas también: aproximadamente USD150 por vacunado; algo casi imposible de costear para programas de salud pública en países como Colombia. Esto hizo que los programas de vacunación se focalizaran a los llamados “grupos de alto riesgo” ya detectados con anterioridad. El impacto de estos programas en la incidencia global por ejemplo en USA, diez años más tarde no había sido significativo. Algo similar ocurrió en Colombia y Latinoamérica a pesar de nuestros esfuerzos para convencer a los gobiernos de la región de hacer vacunación universal, consignados en documentos como el que suscribimos en Brasil un grupo de investigadores (Declaración e Manaos, 1984). Afortunadamente, el desarrollo de las nuevas vacunas por tecnología recombinante resolvió los problemas de la fuente de antígeno y costos. Al final del siglo XX ya se disponía de vacunas seguras, efectiva y con un precio razonable, USD0.5–1/ dosis. Y fueron incorporadas a los programas de vacunación regular en todo el mundo (PAI). La vacunación universal y masiva para prevenir la infección por el VHB comenzó por fin. Los resultados ahora sí fueron evidentes. En China la incidencia de portadores del HBsAg, cambió dramáticamente de 16.3 % a 1.4%.28 De acuerdo a un reciente informe del PAI en Colombia, también ha comenzado a bajar.29,30 Mientras todo esto pasaba, poco se hizo para intervenir el reservorio; los 2000 millones de infectados y 400 millones de portadores que hay en el mundo31; de los cuales se sabe que un número importante van a morir de hepatopatías crónicas (figura 4). En parte esto se debió a que hasta hace unos años, había muy poco para ofrecerles a los infectados por el VHB con hepatopatía crónica: inmunomoduladores como los interferones, con eficacia ente el 30-50%, muchos efectos colaterales y alto costo; y antivirales inespecíficos como la rivabirina y el isoprinosine, con efectos colaterales importantes en el caso de la ribavirina y efectos terapéuticos poco claros. Una de esas opciones era el tratamiento con interferones, proteínas inmunomoduladoras inicialmente de origen natural y luego sintético. El desarrollo de estos tratamientos se inició en los años 80, con trabajos hoy clásicos como los de Perrillo y otros investigadores en USA, Europa y otras partes del mundo.32,33 Al comienzo los grupos de pacientes fueron muy seleccionados y hubo resultados alentadores; pero que apenas llegaban al 50% de respuesta efectiva, más o menos duradera. Luego fue claro, que este tipo de tratamiento solamente funcionaba en un subgrupo de pacientes, con deficiencia de interferón que interfiere en la respuesta de inmunidad celular y que en general llega apenas a un 30%. Figura 4. Porcentaje de pacientes que mueren por hepatopatías crónicas 312 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Y con muchos efectos colaterales serios como el síndrome “Influenza Like” y depresión severa. Otra vez, un hecho fortuito inició una nueva era en el tratamiento de la Infección VHB, esta vez asociado a la peor epidemia del siglo XX, el SIDA. La infección por el VHB en los pacientes con infección y enfermedad VIH, fue detectada rápidamente después de los primeros informes en USA (1981). Fue tan frecuente, que antes de identificación del VIH el VHB llegó a estar entre la “lista de virus candidatos” para ser agente etiológico. La lamivudina o 3TC (epivir de Roche) fue el quinto análogo nucleósido inhibidor de transcriptasa reversa que la FDA aprobó para el tratamiento de la infección por el VIH-1. Muy poco después de iniciarse su uso, se notó que los pacientes coinfectados con el VHB, mejoraban de las dos infecciones. Y se hicieron varios estudios cooperativos multicéntricos que confirmaron su eficacia en hepatitis B crónica.34,35,36 En diciembre de 1988 la FDA de USA aprobó su uso para el tratamiento de la infección crónica VHB, a dosis más reducidas que las utilizadas contra el VIH, 100mg/día. Luego en septiembre de 2002 otro análogo de citosina, el adefovir (hepsera, Gilead Sci, USA) también con actividad para VHB, fue aprobado para el mismo uso. Así el arsenal terapéutico para esta infección, que hasta 1998 solo incluía al interferón natural alfa y al recombinante, se incrementó a tres medicamentos, cada uno con sus ventajas y desventajas (tabla 2). A pesar de estos grandes avances, se descubrieron nuevos problemas: ninguno de los medicamentos disponibles era específico para el VHB; los análogos nucleósidos que ya se podían usar en pacientes con cirrosis y con muy buena respuesta inicial, recaían y tenían “rebotes virológicos” con reaparición del virus y los marcadores de replicación como el HBeAg en sangre y a títulos mayores de los pre-tratamiento. El estudio de estos pacientes demostró que la respuesta dependía del subtipo y genotipo del VHB, de la aparición de mutaciones inducidas por el tratamiento a tasas tan altas como 20% por año y que en cinco años hasta el 90% presentaban cepas mutantes y resistentes al tratamiento. Por analogía, se inició el estudio de combinaciones de medicamentos, en forma similar a las empleadas para tratar la infección VIH. Pero éste es un asunto diferente. La combinación de interferón más lamivudina, disminuye la tasa de resistencia, pero no mejora la eficacia y se mantienen la toxicidad; lamivudina+ adefovir, disminuye la tasa de resistencia, pero no mejora la eficacia y aumenta la toxicidad (especialmente la renal). Otros medicamentos están actualmente en estudio, pero aún no tienen licencia para uso en humanos; incluyen al tenofovir un nucleótido inhibidor de la transcriptasa reversa (TR) que ya está aprobado para tratamiento de la infección por el VIH; la emtricitabina, la clevudina, el alamifovir y los beta-L-nucleósidos (LdT y LdC9). Tabla 2. Medicamentos para tratar la infección VHB crónica (hasta 2002) Interferón Administración Efectos secundarios Contraindicaciones Resistencia Sc* frecuentes Costo *Sc: subcutáneo. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 muchas no alto Lamivudina oral Adefovir oral menores nefro-tóxico (dosis altas) bajo medio pocas 20%/años, 60%/4 años pocas <1%/año 313 C. JARAMILLO Un nuevo análogo de citosina apareció en 2003 y ya tiene licencia del FDA (y registro sanitario en Colombia) para tratamiento de la hepatitis B crónica, el entecavir (baraclude, de Bristol – Myers Squibb). Es por el momento el único medicamento aprobado para uso humano y tratamiento de la infección crónica VHB, con acción específica sobre el virus y un mecanismo de acción diferente a los anteriores como se describe luego. Su seguridad y eficacia terapéutica han sido evaluadas en varias partes del mundo en estudios cooperativos multicéntricos bien controlados; con resultados excelentes para resolver varios de los problemas anteriormente descritos (toxicidad, mutaciones, resistencia, recaídas). Adelante se comentan los tres más representativos (ETV -022,026 y 027) y en las lecturas recomendadas, aparecen las referencias de 2006 donde fueron publicados.37,38,39 Una oleada de entusiasmo recorre el mundo. Hay nuevas esperanzas para los infectados y portadores del VHB. Por eso es importante conocer mejor al virus, su historia natural, clínica, epidemiología, pronóstico, métodos modernos para el diagnóstico, tratamiento integral. Enseguida se presenta la información que consideramos más pertinente al respecto. El virus de la hepatitis B (VHB) Características del VHB El virus de la hepatitis B, contiene ADN, mide 42 nm. de diámetro y tiene forma circular; pero en su replicación requiere transcriptasa reversa por lo cual actualmente se clasifica como ARN. Pertenece a la familia Hepadnaviridae de la cual es prototipo y donde se encuentran también otros virus de mamíferos y aves (tabla 3). Como se dijo en la introducción, la microscopía electrónica de sueros reactivos para HBsAg revela tres tipos de partículas: Las más numerosas son esféricas, miden 22 nm de diámetro y están constituidas exclusivamente por HBsAg; otras con formas tubulares o filamentosas, que tienen el mismo diámetro, pero pueden tener más de 200 nm. de longitud y son el resultado de la sobreproducción de HBs Ag (figura 1). Con menos frecuencia, se observan viriones esféricos más grandes, de 42 nm, conocidos originalmente como partículas de Dane. Este virión maduro tiene una envoltura externa que contiene HBsAg y rodea una núcleo-cápside de 27 nm. que contiene el ADN y una cápside protéica, conocida como HBcAg (antígeno del core). Contiene también una transcriptasa reversa (figura 2). El genoma viral está constituido por ADN circular de doble cadena, con un peso molecular de 2 x 106 y 3200 pb de longitud. Presenta varias secuencias abiertas de replicación (ORFs), como se muestra en la figura 5. En varias de esas regiones del genoma VHB se han descrito mutaciones que tienen importancia para virulencia, clínica, epidemiológica, para el pronóstico, tratamiento y en vacunación. Un estudio publicado en 1987, sugirió un ancestro común y relación filogenética entre los Hepadnavirus, Retrovirus y el virus del Mosaico de la coliflor, por la homología entre el Gene X de varios miembros de la familia, entre ellos el VHB con el de la polimerasa (TR) de los Retrovirus como el del VIH.40 Tabla 3. Familia hepadnaviridae Géneros Prototipo Orthoepad-navirus VHB Avihepad-navirus 314 DHV Huéspedes Especies Vertebrados VHB, SHB, MHV, varios de primates Vertebrados DHV, varios de garzas y cigüeñas Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Los actuales resultados del tratamiento con antivirales que son efectivos para los dos virus están a favor de esas relaciones (figura 5). VHB que fueron trasplantados de hígado y recayeron. En la figura 6, se resume el ciclo de replicación del VHB. Puede verse como se adhiere al hepatocito por el HBsAg y luego es endocitado. Dentro del citoplasma se libera el ácido nucleíco (Decapsidación) por acción de enzimas citoplasmáticas. El ADN se replica en un proceso complejo que involucra TR, luego conversión de la cadena de ADN- en una de ADN+, para volver a formar la doble cadena. Una parte de este ADN es ligado covalentemente al ADN del hepatocito (VHBccADN) y seguirá integrado indefinidamente. Figura 5. Genoma del VHB. www.molecular-virology.uni-hd.de/EN/HBV/HBV.HTM. La otra, activará sus secuencias abiertas de replicación (ORF) y producirá en los poliribosomas los diferentes sistemas antigénicos, que luego se auto ensamblarán y saldrán como viriones infectantes por exocitosis. Un cuarto sistema antigénico ha sido descrito como el antígeno e (HBeAg). Se encuentra entre la cápside(HBcAg) y el HBsAg. Actualmente es utilizado como los anticuerpos anti- core M, la ADN polimerasa, y la carga viral VHB en plasma, como marcador de replicación, pronóstico y para diferenciar las cepas salvajes del virus (HBeAg+) de las mutantes (HBeAg-) que son más resistentes a los tratamientos disponibles. Replicación del VHB Se realiza especialmente en los hepatocitos, aunque se han propuesto sitios de replicación extrahepática; particularmente después de la observación de reinfecciones en portadores del Figura 6: Replicación del VHB. Adaptado por Lai CL, Yuen MF, 2000. Tabla 4. VHB Genotipos y subtipos* GT Subtipo A adw2, ayw1 NE de Europa, N. América, África Central ayw2, ayw3 Sur Europa, Oriente Medio e India B C D E F G adw2, ayw1 Distribución predominante SE de Asia, China y Japón ayr, adrq + adrq – adw2 SE de Asia, China y Japón ayw4 adw4q adw2 África Nativos americanos, Polinesia, América Central y del Sur Francia y Estados Unidos *McMahon. Sem Liver Dis. 2004; 24:17-21. Chu, et al. Gastroenterology. 2003; 125:444-451. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 315 C. JARAMILLO Subtipos, genotipos y mutantes del VHB El HBsAg es antigénicamente heterogéneo y contiene sub - especificidades comunes a todas las cepas aunque variables como a; mutuamente excluyentes como d, e, y, w. Algunos se han encontrado sólo en humanos como x; o en primates no humanos. Así se han definido varios serotipos: adw,ayw,adr, y ayr; que con las técnicas amplificación genética (NAT) y secuenciación, se organizaron en genotipos41 y pueden verse en la tabla 4. Se ha propuesto que se relacionan con patrones clínicos y de virulencia, pero no se ha confirmado. El genotipo A, se asocia con mayor riesgo de desarrollar resistencia a antivirales como lamivudina. Con el uso de lamivudina y adefovir, nuevas mutaciones han aparecido con alta frecuencia en los infectados por VHB. Tienen diferentes consecuencias como el escape a control inmune (persistencia), fracasos de vacunación VHB, falsos negativos infectantes (diagnóstico, banco de sangre), todas asociada a las mutaciones Pre - S/S1; aumento de virulencia (hepatitis fulminante) y mala respuesta a lamivudina y adefovir con las mutaciones Precore; mayor carcinogenesis y mala respuesta a terapia con lamivudina, observadas con las mutaciones P/X. También tienen interés epidemiológico, pues se han encontrado con diferente distribución geográfica (tabla 4). Mutaciones del VHB Actualmente la mutación más frecuente del VHB es la G1896A que determina la falta de formación del HBeAg. No se asocia con el genotipo A, pero sí con los genotipos B, C, D. Y en los pacientes tratados con lamivudina, se han observado las YMDD, N236T + A181V, L180M +/- M 204 V/I y T184, S202, o M250; todas asociadas especialmente al genotipo A. Las mutaciones del VHB pueden ocurrir espontáneamente, como un mecanismo de supervivencia o inducidas por vacunación y tratamientos antivirales. La estabilidad de HBs Ag no siempre coincide con la del VHB, pero ambos son estables a -20° C durante más de 20 años y a la congelación y descongelación repetidas. La primera detectada, se presentó en niño vacunado para VHB, con anticuerpos anti- HBsAg, que desarrolló hepatitis B (Italia, 1990). El VHB que tenía, presentaba una mutación Gl Arg en el aa 145 de HBsAg-a.42 Luego se determinó que correspondía a una mutación en la región pre-S. Luego un estudio realizado en Gambia, África por investigadores franceses en ocho villas, encontró 8% de niños vacunados con una mutación similar entre aa 139 -147.43,44 Luego se informaron otras en U. Renales y asociadas a tratamiento con interferón.45 En Colombia hay evidencia de su presencia en la Costa Atlántica, procedente de estudios realizados por el autor. Actualmente se ralizan otros en el centro y suroriente del país, con prevalencias hasta del 70% 316 Estabilidad del VHB El virus también es estable a 37°C por 60 minutos y se conserva viable después de ser desecado y almacenado a 25°C por una semana. El VHB (pero no el HBsAg) es sensible a temperaturas más altas (100°C x 1 minutos), o a períodos de exposición más prolongados (60°C x 10 h), dependiendo de la masa de virus presentes en la muestra. El HBsAg es estable a un pH de 2.4 durante sies horas, pero se pierde la infectividad del VHB. El hipoclorito de sodio a 0.5% destruye la antigenicidad en menos de tres minutos en soluciones con bajas concentraciones, pero las muestras no diluidas del suero requieren concentraciones mayores (5%). El HBsAg no es destruido por la irradiación ultravioleta del plasma o de otros productos sanguíneos. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Respuesta inmune a la infección por el VHB Luego de la exposición al virus hay un período de incubación asintomático relativamente largo, de unas seis a ocho semanas como promedio (oscilando entre 4 y 26 semanas); es seguido por una enfermedad aguda que dura varias semanas o meses. La infección por el VHB, genera una respuesta inmune característica que aparece en la figura 7. Actualmente existen técnicas y pruebas de laboratorio para detectar estos antígenos y anticuerpos, así como al virus, la ADN-P y el ADNVHB. Con ellas se puede establecer el "estatus" de la infección, un pronóstico de la enfermedad crónica y evaluación del tratamiento antiviral. Figura 7. Respuesta inmune a la infección por VHB La eliminación de las células infectadas, depende de linfocitos NK y citotóxicos activados después que los macrófagos procesaron los complejos inmunes formados por los anticuerpos, el virus y sus antígenos circulantes. Esta acción es mediada por citoquinas como el interferón y las IL-4, 6,12, como se muestra en la figura 8. Cuando esta respuesta inmune falla, se produce una infección crónica persistente, la secuencia de aparición y la respuesta serológica se alteran, como se muestra en la figura 9. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Figura 8. Eliminación de células infectadas 317 C. JARAMILLO Figura 9. Historia natural de infección VHB crónica. Su evolución y pronóstico como se verá, dependen de condiciones relacionadas con el virus y el paciente. Consecuencias de la infección por VHB Incluyen desde una condición benigna y temporal, el estado de Portador Asintomático del VHB, hasta hepatopatías de diferente severidad y pronóstico como la hepatitis crónica, cirrosis macro y micronodular y el hepatocarcinoma, que pueden matar al paciente en diferentes tiempos y por distintas complicaciones. Hepatitis B curada o resuelta El paciente tiene historia previa conocida de hepatitis B, presentó la clínica ya descrita. Ahora está asintomático y en sus controles de laboratorio se encuentra: HBsAg negativo; anti-HBe, anti HBc y anti - HBsAg; ADN-VHB indetectable, mediante técnicas de amplificación genética (bADN/PCR), Bilirrubinas y ALT/AST normales. Estado de portador asintomático El paciente tiene historia previa conocida de hepatitis B, presentó la clínica ya descrita. Ahora está asintomático y en sus controles de laboratorio se encuentra: 318 • • • • • HBsAg positivo por más de 6 meses. HBeAg - /anti-Hbe+ ADN-VHB <100.000 copias/ml ALT/AST normales de forma persistente Opcionalmente, biopsia hepática con nula o mínima actividad necroinflamatoria (Índice de Knodell <4, ver adelante). Hepatitis crónica B El paciente tiene historia previa conocida de hepatitis B aguda y presentó la clínica ya descrita. Ahora está sintomático, con signos gastrointestinales vagos como intolerancia a grasas, diarreas ocasionales, distensión abdominal y en sus controles de laboratorio se encuentra: • HBsAg positivo por más de 6 meses • ADN-VHB >100.000 copias/ml • ALT/AST elevadas en forma persistente o intermitente • Opcionalmente, una biopsia hepática que demuestra actividad necroinflamatoria. (índice de Knodell > 4). Éstos son los pacientes que van a desarrollar hepatitis crónica persistente, activa, cirrosis macro y micronodular, hepatocarcinoma. El riesgo de sufrir estas secuelas y en particular la cirrosis, se asocia con varios factores: Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Dependientes del virus Replicación viral positiva Genotipo C HBeAg negativo Coinfección por virus de las hepatitis D, C, VIH. Dependientes del paciente Más de 65 años de edad al momento del diagnóstico Género masculino. Fibrosis hepática en el momento del diagnóstico Brotes de histolisis Ingesta de alcohol o fármacos hepatotóxicos. En el estudio REVEAL ya mencionado23-27, además se estableció una relación directa entre la carga viral basal VHB y la incidencia de Hepatocarcinoma (figura 10). Figura 10. Predicción de hepatopatía crónica por VHB. Carga viral VHB vs. HCC Diagnóstico de la infección y enfermedad por VHB La inflamación y necrosis hepática, se pueden evidenciar con pruebas hematológicas y bioquímicas de laboratorio que incluyen: hemoleucograma completo y sedimentación, tiempo de protrombina, bilirrubinas, aminotranferasas séricas (ALT/ AST), fosfatasa alcalina. El daño hepático también se puede evaluar, clasificar y usar para tomar decisiones terapéuticas. Esto se hace en muestras de tejido obtenidas por biopsia a “cielo abierto”, punción con aguja o laparoscopía y examinadas con técnicas histopatológicas y microscopía de luz (ML) y/o electrónica (ME). En el paciente con hepatitis aguda no está indicada ninguna biopsia hepática. Tampoco en hepatitis aguda fulminante (HAF) y cirrosis descompensada. En el que se sospecha hepatopatía crónica, es mandatoria. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Actualmente se clasifica el grado de daño hepático mediante varias escalas conocidas como Índices de Knodell, Ishak y METAVIR. Y se usa para evaluar severidad de necrosis, inflamación, fibrosis y la respuesta al tratamiento. Para confirmar la etiología viral por VHB, se debe hacer en suero o plasma del paciente la detección de por lo menos: HbsAg, anti – HBcAg (M), HBeAg/ antiHBeAg, carga viral VHB. La detección de HBsAg, anti HBcAg (M) se realiza por inmunoensayos, el más común es ELISA. La detección del HBeAg, que se puede hacer también por inmunoensayo (ELISA es el más usado) permite hacer la primera estimación de si el paciente está infectado con una cepa salvaje (HBeAG+) o una mutante (HBeAg-). Tiene por eso valor pronóstico. Además, se usa para evaluación de la respuesta al tratamiento con antivirales e inmunomoduladores, pues se correlaciona bien46 con la disminución de la carga viral o su aumento si hay "rebote", como se muestra en la figura 11. 319 C. JARAMILLO Figura 11. Hepatopatía crónica por VHB: HBeAG sérico como marcador de eficacia terapéutica. La carga viral VHB en el plasma de los afectados, se puede medir actualmente por varios métodos cuya sensibilidad ha venido en aumento como se observa en el tabla 5. Incluso, ahora hay técnicas que permiten detectar de 1 -10 cp/ml. Y también se ha demostrado que es un buen marcador de eficacia terapéutica47 porque se correlaciona bien con la mejoría de la necrosis hepática (figura 12). Tabla 5. Pruebas para detección del ADN-VHB Ensayo/fabricante PCR (Roche) bADN (Bayer) Hibridización (digene) Hibridización (Abbott) Sensibilidad 400 cp/ml 7.000 cp/ml 140.000 cp/ml 450.000 cp/ml Figura 12. Hepatopatía crónica por VHB: ADN-VHB sérico como marcador e eficacia terapéutica. Mommeja-Marin et al. Hepatology, 37: 1309,2003. 320 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Cuando el paciente fallece, en varios casos en Colombia es obligatorio por ley tomar estas muestras. Epidemiología de las infecciones y enfermedades por VHB Como se ha visto, el VHB es un virus muy resistente y puede soportar grados extremos de temperatura y humedad; por lo tanto los líquidos corporales y la sangre especialmente, son los vehículos primarios de la infección. Estos líquidos incluyen secreciones corporales como el semen, saliva, sudor, lágrimas y la leche materna. En casi 1/3 pacientes la fuente de infección es desconocida y en regiones endémicas como África y el sudeste asiático, la transmisión desde una madre infectada al recién nacido durante el nacimiento (transmisión vertical) es común. Estas infecciones neonatales conducen a un estado de portador de por vida del VHB, en el 10% de las niñas y hasta 20% de los niños. Y si hay coinfecciones con algunos virus como VIH, VHD, puede llegar al 90%. Cualquier persona a quien no se la haya documentado anticuerpos protectores anti-VHB es susceptible a la infección. Y ésta puede ocurrir también a través de líquidos corporales y secreciones que contengan sangre y se pongan en contacto con mucosas (salpicaduras) y con la piel no intacta como heridas abiertas, abrasiones, dermatitis. El riesgo de infección parenteral por el VHB depende de la probabilidad que el material fuente contenga al virus evidenciado por la presencia del HBsAg, el estado de inmunidad del accidentado, la cantidad de sangre presente, la vía de exposición y manejo que se ha hecho del accidente. La presencia del antígeno e (HBeAg) en el suero del paciente fuente se asocia con replicación e infectividad. Y este riesgo oscila entre 6–30% en exposiciones percutáneas, pudiendo llegar a más de 30%, cuando el HBeAg es positivo en el paciente fuente. Por las anteriores razones, la sangre y líquidos corporales o materiales biológicos que la contengan, deben ser tratados como potencialmente infecciosas para el VHB y el personal de Salud debería seguir las “precauciones universales de sangre” en todos los procedimientos que los involucren. Figura 13. Infección VHB en el mundo Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 321 C. JARAMILLO Por otra parte, si bien la infectividad de un paciente se correlaciona con la presencia de ADN–VHB y de HBeAg, cualquier producto sanguíneo con HBsAg positivo debe considerarse fuente de infección. ciudades. Los realizados en Colombia encontraron una frecuencia más alta en ciudades pequeñas y en áreas rurales. Por el contrario, los habitantes que residen en las regiones costeras de Perú presentan la misma frecuencia que en ciudades grandes. Los pacientes crónicos pueden tener el HBsAg indetectable y ser infectantes, seropositivos para el anticuerpo contra el HBcAg por efecto de mutaciones como las pre-S y/o coinfecciones por el VHD. En Brasil y Trinidad se ha informado que la infección VHB es más frecuente en blancos y mestizos; mientras que en Surinam la población de origen indonesio tiene mayor prevalencia de infectados y portadores. Se ha estimado por la OMS que en el mundo hay aproximadamente 2.000 millones de personas infectadas por el VHB y entre 300 – 400 millones de portadores crónicos del VHB; 25 - 30% morirán por alguna enfermedad hepática o sus complicaciones en los cinco años siguientes. Muchos de ellos son trabajadores de la salud (figura 13). La población indígena de Brasil, Colombia, Panamá y Venezuela tiene altas frecuencias de infección. En el estado del Amazonas, Brasil, el 70% de la población menor de 20 años presenta positividad para marcadores de infección VHB; una situación similar se presenta en la costa atlántica de Colombia, donde a los 18 años de vida el 70% de algunas poblaciones ya están infectadas y hay endemia simultánea del virus de la hepatitis Delta (VHD). Entre 5% y 10% de los pacientes infectados por el VHB desarrollan una infección crónica con VHB que conlleva un riesgo permanente estimado en un 20% de morir de cirrosis y un 6% de riesgo de morir de cáncer del hígado. La prevalencia de la infección por el VHB en un mismo país no es uniforme. Un buen ejemplo es el caso de Colombia. Así quedó evidenciado en el Estudio Nacional de Prevalencia de O. Juliao en el INS de Colombia49; aunque solamente buscó el HBsAg por las técnicas disponibles para la época que no tenían la sensibilidad actual (tabla 6). Es claro en estos resultados, que la infección es endémica y presenta variaciones por región natural y por edad. Esto también se confirmó en los estudios que hicimos sobre hepatitis B entre 1970 y 199051-60 que permitieron establecer la prevalencia en donantes de sangre, población urbana y rural de Antioquia y Córdoba, indígenas Cuna de la región de Urabá, pacientes renales, pacientes con hepatitis aguda y hepatopatía crónica; todos significativamente mayores a los descritos en el norte y sur de América, así como en Europa. En Latinoamérica la prevalencia de portadores del VHB aumenta del Sur al Norte.48 En Argentina, Uruguay, Chile y sur del Brasil varía desde 0.5 hasta 1.1%; en el centro y noroeste de Brasil está entre 1.5 y 3.0%. En la región amazónica va de 5 - 15%. En la región del Caribe es de 1-2% y en América Central está también entre baja y moderada ,1 - 3% En República Dominicana y Haití alcanza el 4.1%. La infección HBV varía significativamente en la región, según la ocupación, el nivel socioeconómico, grupo étnico y origen de la población (urbana o rural). Estudios en Brasil y Venezuela encontraron una alta prevalencia en los grupos socio-económicos de menores ingresos que viven en grandes Tabla 6. Infección crónica por VHB en Colombia n=10.968* R. central R. Pacífica R. Oriental 7.1 3.5 2.8 11.7 3.2 1.4 9.8 3.3 1.7 5.4 3.7 2.3 6.4 3.5 4.9 *Submuestra del Estudio Nacional de Salud 1977-80, representa 24.661.482 habitantes Sólo HBsAg+. Juliao R., O. prevalencia de Antígeno de Superficie de Hepatits B en Colombia. Biomédica. 11(1,2,3,4): 56-60, 1991. 322 7.9 4.4 4.1 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Luego el estudio cooperativo multicéntrico que coordinaron la fallecida e inolvidable Scott Mazzur y su asistente de entonces S. N. Nath de la Cruz Roja Norteamericana y con el apoyo de la OPS, en el cual también participamos, en 1980.61 Se confirmó la alta frecuencia de portadores en bancos de sangre, los altos títulos que tenían y su infectividad. Después, afortunadamente se tomó la decisión de controlar este riesgo en las transfusiones en todo el país. Hicimos también estudios de subtipos del VHB. En 5,706 muestras procesadas con reactivos obtenidos de CDC en Atlanta y la Cruz Roja Norteamericana de Bethesda, Maryland; se encontaron varios subtipos del VHB.62,63,64 Y de acuerdo a la nomenclatura actual, el genotipo más frecuente es el A pero están presentes también el B y el C. En estas personas, la frecuencia de hepatopatías crónicas silenciosas se demostró que era alta, 90% como puede verse en la tabla 7, que resume los resultados de Cavanzo y colaboradores en Bogotá.65 Y con variadas formas de transmisión, como las detectadas en el estudio de Hollinger y colaboradores en Cali66, que también se resume en la tabla 8. Tabla 7. Lesiones hepáticas en portadores asintomáticos de VHB* H. crónica persistente Cambios inespecíficos n % HBsAg-CP Displasia 14 46.6 9 2 3 10.0 0 0 11 H. crónica activa 36.6 2 Normal 6 6.6 3 1 2 Cavanzo, F, Fassler, S., De Bowen, A. Cadena, D. Muñoz, J. Act. Med. Col. 7 (39,1982). Tabla 8. Hepatitis B: transmisión sexual* HbsAg+ Prostitutas Monjas P. Instit. P. General AntiHBsAg+ Total n % n % n % 5/272 1.8 20/272 7.4 25/272 9.2 5.6 12/162 7.4 12/162 10/30 18/45 9/162 33.3 40.0 23/30 16/45 76.7 35.5 23/30 18/45 33.3 40.4 7.4 *Adam, E, Hollinger, F.B., Melnick, J. L., A. Dueñas, Rawls, W.E Type B hepatitis Antigen and antibody among Prostitutes And Nuns. A Study of possible Veneral Transmission J. infec. Dis. 129(3): 317-321, 1974 Las causas para estas diferentes formas de transmisión no han sufrido muchos cambios en el momento actual (promiscuidad temprana, hacinamiento, malos hábitos higiénicos, turismo sexual). Así lo parecen indicar por los resultados de un reciente estudio e intervención con vacuna para VHB, que realizamos en la población de Nariño, Cundinamarca, en el valle alto del río Magdalena, apenas a una hora por carretera de Girardot. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Allí la prevalencia de infección VHB era del 50% a los 12 años de vida.67 El riesgo de infección en personal de Salud de Colombia también es alto. Así lo encontramos en los primeros estudios en personal de varias instituciones de salud de Medellín; según los cuales el 24.01% de los examinados para HBsAg y antiH B s A g e ra n p o s i t ivo s , c o n a s o c i a c i ó n estadísticamente significativa entre la infección VHB, la profesión, el lugar de trabajo y edad.68 323 C. JARAMILLO En otro trabajo que hicimos en la misma época en odontólogos y sus auxiliares69, también se encontró asociación entre la ocupación, el tiempo de graduación o de realizar un oficio en odontología y una más alta tasa de infección, que globalmente fue del 31.6% para cualquier marcador de infección VHB. Estas altas prevalencias en personal de Salud, se correlacionan con las regionales y departamentales; además con actitudes, creencias y prácticas de riesgo para la infección por el VHB. Así lo encontramos en el estudio financiado por el Seguro Social en 22 departamentos70 (tabla 9). Tabla 9. Infección crónica VHB, personal de salud de Colombia n= 10.946* Región Cualquier + marcador VHB HBsAg+ antiHBsAg+ Caribe 23.9 3.5 20.4 19.6 5.4 14.2 Andina Pacífica Orinoquía Amazonía 24.3 1.2 9.5 1.3 7.7 La mayoría de los accidentes con riego de infección en los 5 años precedentes no se habían notificado, ni se habían aplicado las claras normas disponibles para estos casos. Cuando se hizo el estudio serológico, apenas el 50% de esos "vacunados" tenían títulos de anticuerpos protectores para VHB. Hay igualmente estudios en el país, que indican un alto riesgo para hepatopatías crónicas secundarias a la infección VHB. El primero que hicimos fue publicado en 200072 y se resume en la tabla 10. En el mismo año el estudio de J. H. Rojas en Cali73, estableció una alta frecuencia de infección VHB y asociación con cirrosis y hepatocarcinoma (tabla 11). 324 8.2 7.7 *Jaramillo, A. C. and others. Tribuna Médica. 94 (2):99 – 106, 1996 Un poco más de 12 años más tarde de realizar el estudio del ISS, en 2003, esos factores de riesgo no habían cambiado mucho. Y había una falsa sensación de seguridad por haber sido “vacunados para VHB” en el personal de un hospital de primer nivel en Chía, uno de segundo en Fusagasugá y una clínica de tercer nivel en Girardot, Cundinamarca.71 22.2 - Tabla 10. Infección crónica por VHB en Colombia* HBsAg+ Hepatitis crónica Hepatitis larga evolución* S. funcionales benignos Total n % 4/16 25 4/24 16.7 0/6 0/2 *Jaramillo, A.C. Boletín SLH. 001/79, 2000. 0 0 Tabla 11. Infección crónica por VHB en Colombia SILOS Hepatoma* Cirrosis* VHB+** 1 6.3 15.3 2.2 9.5 24.2 2.8 2 10.0 5 7.8 3 4 6 18.0 6.6 20.7 32.1 4.9 9.3 * Rojas, J. H. Biomédica, 20:283. ** Tasa/100.000 habitantes en mayores de 30 años. *** Tasa/100.000 habitantes en todas las edades. 2.2 5.1 1.1 2.2 En Bogotá y su área de influencia, también es frecuente de acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Cancerología.74 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO En este estudio encontramos 72 casos de hepatocarcinoma primario, en el período de 1975 a 1995; el 58% eran varones y 42% mujeres. Procedían de los departamentos de Cundinamarca25, Boyacá11, Sandander7, Tolima6, Meta5 y en menor proporción de Antioquia2, Caquetá2, Casanare1; así como de zonas tan distantes como Atlántico1, Amazonas1, Vaupés1 Norte de Santander1, Valle1. Este tipo de patologías son importantes como causa de muerte, según el mismo trabajo de J. H. Rojas en Cali (tabla 13). Afortunadamente, el control del VHB en los bancos de sangre del país ha mejorado mucho a 2006. Y la frecuencia de los portadores del VHB, con los esfuerzos para seleccionar adecuadamente los donantes, excluir la donación pagada y forzosa, está dando frutos. Así lo parece demostrar una reciente publicación del INS30, según la cual la incidencia de portadores está disminuyendo desde 1994 (figura 14). Tabla 13. Infección crónica por VHB en Colombia Muertes en Cali (1994) Muertes por Ca Muertes por hepatoma* Muertes por cirrosis* *En total 116VHB+. n % 10.437 100 1424 106 106 13.6 1.0 0.0096 Figura 14. HBsAg en donantes de sangre. Colombia 1993-1999 Igual parece estar sucediendo con la incidencia de infección VHB en población general, por el Programa Nacional de Vacunación para VHB según otro informe también del INS29 (figura 15). Pero las cifras de vacunación no son uniformes para Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 el país según el PAI y en algunos grupos como los desplazados por la violencia (ya no se sabe exactamente cuántos son) están muy por debajo del promedio nacional; igual en los departamentos donde la infección es hiperendémica. 325 C. JARAMILLO Figura 15. Incidencia de hepatitis B. Colombia 1997-2003 Como ya se ha dicho, poco se ha hecho para intervenir el reservorio del VHB, que el Ministerio de Salud hoy desaparecido, estimó en por lo menos 1.2 millones de personas cuando la población era menor que la actual. Por eso, si fuera cierto que la prevalencia media de portadores del HBsAg es de apenas 5% aproximadamente (ya se ha visto que no parece cierto), de los también aproximadamente 41.2 millones de habitantes del país según el último censo (DANE, 2006) unos 2.06 millones serían portadores del VHB. Ya se ha visto que muchos son infectantes, por eso constituyen un grave problema de salud pública, para el cual ya hay tratamientos efectivos. Además, van a desarrollar cirrosis a una tasa del 2–5.4%/año; van a tener hepatocarcinoma el 2.2% anual si hay cirrosis, sin cirrosis el 1% anual. Y van a morir aún sin cirrosis entre el 1-5% anual. Su tratamiento constituye un imperativo ético y una obligación moral del Estado y sus representantes. Manejo de las infecciones por VHB Hepatitis B aguda. El tratamiento es básicamente sintomático y no debe incluir esteroides. 326 Los antivirales e inmunomoduladores no están indicados. Tampoco los hepatoprotectores y productos herbolarios, para los cuales no han probado eficacia. Algunos además tienen toxicidad. El seguimiento no se debe limitar a 3-6 semanas; debe incluir controles a 1, 3 y 6 meses después de la fase aguda. Y si el HBsAg persiste, se debe realizar la detección el HBeAg, el antiHBeAg y la carga viral-VHB. En algunos casos además, una biopsia hepática. No se debe olvidar el estudio de los grupos escolar y laboral del paciente y aplicar vacunas y antisueros cuando se requieran. Hepatitis B crónica Según las recomendaciones vigentes hasta este año de la Asociación Americana para el Estudio del Hígado (AASL) deben recibir terapia antiviral, todos los pacientes que tengan infección crónica por el VHB; con más de seis meses de evolución; carga viral superior a 100.000 copias/ml.; elevación de ALT; actividad necroinflamatoria en la biopsia hepática y que no presenten contraindicaciones. No se considera el tratamiento en los casos de hepatitis aguda, hepatitis fulminante y portadores asintomáticos de VHB con ALT repetidamente normales. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Las metas para este tratamiento incluyen: Supresión sostenida de la replicación del VHB • Depuración del ADN–VHB (niveles indetectables en suero). • Seroconversión: HBsAg negativo, con antiHBsAg positivo. • HBeAg negativo, con anti-HBeAg positivo. Remisión de la enfermedad hepática • Normalización de niveles de ALT. • Disminución de lesión histológica de al menos 2 grados sobre la basal (inflamación y necrosis, según Knodell/IShak). Mejoría en resultados clínicos • Disminución del riesgo de cirrosis, insufiencia hepática, necesidad de trasplante hepático y hepatocarcinoma (HCC). • Mejoría en las tasas de supervivencia. Se esperaba, que por lo menos la carga viral llegara a > 10.000 cps./ml, por cuanto en un estudio (80) abierto de seguimiento, multicéntrico, luego de tratamiento con 100mg/día de lamivudina por 18 meses; se encontró consistentemente que había negativización del HBeAg, con seroconversión en el 50% de los pacientes; bastante mejor de lo que se conseguía con Interferón que hasta 1998 era 30% en promedio. Y aún sobre el interferón pegilado, ya aprobado para uso en hepatitis B crónica en Europa y Japón, con eficacia mayor del 30% y más fácil aplicación. Pero el problema de la aparición de mutaciones inducidas por el tratamiento a razón de 20%/año y que a los cinco años ya llegan al 60-70%, hizo que se consideraran nuevas alternativas. Fue así como se empezó a usar el adefovir, que ya se ha dicho tienen con una eficacia comparable a la de lamivudina, pero con mayor toxicidad renal. Hasta 2003, los medicamentos disponibles incluían: interferones alfa (Naturales, sintéticos, pegilados), lamivudina y adefovir cada uno con Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 sus indicaciones, ventajas y desventajas (ver arriba). Y apareció el entecavir (baraclude de BMS), una nueva molécula que de acuerdo a publicaciones recientes 37,38,39. Resuelve varios de estos problemas. Éste es un análogo nucleósido de guanosina; es inhibidor selectivo de la replicación del VHB, sin actividad clínica relevante contra el VIH. Es un inhibidor débil de la polimerasa gama o ADN polimerasa mitocondrial; no se conocen interacciones con inhibidores o inductores del sistema CYP450, por eso no tienen mucha toxicidad, aún en pacientes polimedicados. Esta molécula, inhibe la polimerasa del VHB en la iniciación de la síntesis, transcripción reversa y síntesis dependiente de ADN. Por eso es más potente que lamivudina como antiviral. Hay varios trabajos con entecavir que se han presentado en reuniones internacionales sobre sus propiedades y eficacia. Los tres más representativos de fase III, ilustran sus resultados en pacientes vírgenes (naive) infectados con la cepa salvaje del VHB (HBeAg+) y con la mutante (HBeAg-) y previamente tratados, HBeAg+, resistentes a lamivudina. El estudio ETV-022, se hizo en pacientes sin terapia previa con análogos nucleósidos (Naiv = vírgenes al tratamiento AV), que eran HBeAg+. En una rama del estudio los pacientes recibieron 0.5 mgs/día de entecavir y en la otra 100 mgs. /día de lamivudina. A la semana 48, los resultados fueron excelentes en la reducción de la carga viral VHB, que disminuyó en forma significativa con relación a lamivudina (figura 16). Igualmente hubo buenos resultados con relación a la negativización del HBeAg y aparición del anticuerpo (seroconversión), aunque la diferencia con lamivudina en este caso no fue significativa.La respuesta se mantenía a los 6 meses, como se ve en la figura 16 y otra vez fue significativa. 327 C. JARAMILLO Figura 16. reducción de carga viral de acuerdo al tratamiento Figura 17. Resultados 6 meses después del tratamiento También hubo mejoría histológica, con diferencia significativa (figura 17). 328 Y estos resultados, no variaron con los genotipos del VHB. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO Figura 18. Variación de carga viral según tratamiento El Estudio ETV- 026, se hizo con pacientes resistentes a lamivudina, HBeAg+ una rama del estudio administró 1 mg/día de entecavir y la otra 100 mgs/día de lamivudina. Otra vez hubo excelentes resultados con relación a la carga viral VHB, como se puede ver en la figura 18. Figura 19. Seroconversión de HBeAg Y la seroconversión del HBeAg, si fue significativa (figura 19), con notoria mejoría de la necrosis hepática a la semana 48. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Aunque hubo algunos pacientes que no mejoraron histológicamente en los dos grupos, el que recibió entecavir fue menor. 329 C. JARAMILLO Figura 20. Reducción de carga viral a la semana 48 según tratamiento: lamivudina y entecavir. En el estudio ETV-027, se incluyeron pacientes sin terapia previa con análogos nucleósidos (Naive, vírgenes al tratamiento AV), HBeAg- Una parte recibió entecavir a la dosis de 0.5 mgs/día y la otra 100 mg/día de lamivudina. Los resultados como se esperaba, no fueron tan buenos como en el estudio con pacientes HBeAg+; no obstante, fueron mejores que con lamivudina y se mantuvieron a la semana 48, independientemente de los niveles de ALT basales, considerados como críticos en estudios previos con lamivudina. (figura 20). La mejoría histológica, también fue significativamente mejor en el grupo que recibió entecavir (figura 21). Figura 21. Mejoría histológica según tratamiento: lamivudina o entecavir 330 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 ARTÍCULO DE REVISÓN: HEPATITIS VIRAL B Y SU MANEJO A la semana 24 meses de tratamiento no se observaron “rebotes virológicos” asociados a resistencia en los pacientes naïve; ni resisencia primaria a entecavir y olo en el 9% de los pacientes refractarios a lamivudina. Referencias bibliográficas 1. Luerman, A. Eine icterusepidemie. Berl. Klein. Wochenschr. 22: 20, 1885. 3. Cockaine, E. a. Catarrhal Jaundice sporadica and epidemic, and its relation to acute yellow atrophy of the liver. Q.J. Med. 6:1, 1912. 2. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Beckman, L. Infectious Hepatitis in Europe. In Roden walt, E. (ed). : Work Atlas of Epidemic diseases. Part I. hamburg, Ed. Falk Verlag, 1952. Sartewell, P.E. Infectious hepatitis in relation to blood transfusion. Bul. U.S. Army Med. 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Boletín SLH. 001/79, 2000. 73. Rojas, J. H. Biomédica, 20:283-8, 2000. 74. Jaramillo, C., Melo, J. C., Pabón, A.R., Plata, A. I., Sussmann, O. Hepatocarcinoma y Hepatitis B: Estudio Retrospectivo en el ICC y Clínica San Pedro Claver del ISS, 1975 -1995. Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4 Rev. Med. FCM-UCSG, Año 2010, Vol.16 Nº4. Pág. 333 ISSN - 1390-0218 CARTAS AL DIRECTOR Señor Decano De mis consideraciones: Conforme al oficio RM-057-11 recibido el 19 de diciembre de 2011, agradezco su solicitud de tomar en cuenta mis comentarios y observaciones para la nueva edición de la Revista MEDICINA, lo cual es un placer para mí aportar con lo solicitado. Debo empezar diciendo que en base a la información encontrada en la revista, está muy compleja por ser médica, la revista es muy clara y eficaz al transmitir la información encontrada en la misma. Lo que me queda por aportar es la utilización de fotos para poder clarificar un poco más los temas, como se usó en varios de los artículos. Para personas como yo que no manejamos mucho los términos médicos, las fotos siempre ayudarán a esclarecer cualquier pregunta y a entender un poco más el tema. Me parece correcto el uso de figuras y estadísticas en los temas. Quizá otra buena herramienta sería el uso de colores para expresar mejor las diferencias en estas estadísticas y figuras antes mencionadas, ya que ahora están en blanco, gris y negro. Agradeciendo una vez más su interés por mi participación en el tema, me suscribo reiterando mis sentimientos de alta consideración y estima. Atentamente, Ing. Juan Carlos Velarde V. Director de Marketing y Comunicación UCSG RTV Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Guayaquil – Ecuador. Señor Director De nuestras consideraciones: Señor Director De mi consideración: Agradezco el envío de ejemplares del número 3 del volumen 16, año 2010 de la Revista Medicina en su nuevo formato. Le expreso mi reconocimiento especial y felicitaciones por este loable esfuerzo editorial para la nueva presentación de excelente calidad, diagramación y contenido de una revista científica de alto nivel para difundir artículos de investigación y temas de salud con evidente proyección internacional de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Le reitero mi consideración más distinguida. Atentamente, Dr. Alberto Rigail Arosemena Director del Centro de Seguridad y Salud en el Trabajo y Miembro del Consejo Editorial de la Revista Medicina Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Guayaquil – Ecuador. Señor Director De mi consideración: La dirección del Sistema de Educación a Distancia expresa a usted un atento saludo, a la vez que se permite manifestarle su especial agradecimiento, al haber remitido la Revista Medicina No. 3 del volumen 16, año 2010, de todas las actividades académicas y administrativas que se han desarrollado durante el año 2010. La Biblioteca General de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, agradece muy sinceramente su envío de: Aprovecha la oportunidad para expresar a usted su sentimiento de consideración y estima más distinguida. MEDICINA Vol.16 No.2 2010 Atentamente, Atentamente, Byron Páez Murgueytio Encargado Canje y Donaciones Pontificia Universidad Católica del Ecuador Quito – Ecuador. Lic. Magdalena Reyes Vélez, Mgs. Directora del Sistema de Educación a Distancia Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Guayaquil – Ecuador. 333 NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE TRABAJOS Normas Generales 1. 2. 3. 4. 5. 6. Se aceptarán los trabajos originales de investigación científica, reporte de casos, de revisión estadística, bibliográfica y artículos especiales. La REVISTA MEDICINA de la Facultad de Ciencias Médicas se reserva el derecho de solicitar declaración a los autores de eventuales conflictos de interés que puedan interferir con los resultados. El Consejo Editorial de la Revista se reserva el derecho de efectuar correcciones de forma con el propósito de asegurar una presentación uniforme. Presentar el texto en hojas tamaño A4, con 2.5 cm de margen en todos sus lados, en letra Arial Narrow, tamaño 12, a doble espacio en todas las partes del manuscrito incluyendo: Portada, resumen, texto, agradecimientos, referencias bibliográficas, tablas individuales y leyendas. Numerar todas las páginas del manuscrito en la parte inferior central de cada hoja, en forma consecutiva, empezando por la portada. Adicionalmente se deberá adjuntar una versión digital del manuscrito en formato Microsoft Word en un CD debidamente rotulado. Portada La portada debe incluir la siguiente información: a ) Título: debe ser conciso, que incluya información importante sobre el artículo, de ser el caso, que incluya: población, intervención, tipo de estudio. Toda la información permite la indización y recuperación electrónica sensible y específica del artículo (inglés y español). b) Los nombres de los autores, sus máximas titulaciones académicas y afiliaciones institucionales. c ) El nombre del/de los departamento(s) e institución(es) a los que debe atribuirse el trabajo de ser el caso. d) El o los autores dejarán expresa constancia por escrito que el documento es original y por tanto, no ha sido publicado en ninguna revista nacional o internacional previamente. e ) Un encabezamiento de página o título abreviado del artículo que no debe superar los 40 caracteres (incluidos espacios). Resumen Debe ser estructurado, presentado con el mismo contenido en idioma inglés y español, y no debe tener más 250 palabras con los siguientes encabezamientos e informaciones: Objetivos: debe expresar claramente el objetivo principal del estudio y la hipótesis planteada. Diseño: expondrá todos los aspectos esenciales de la metodología y materiales usados para la investigación. Resultados: describir los principales resultados y señalar el nivel exacto de significación estadística. Destacar aquellos resultados alcanzados que sean novedosos. Conclusiones: indicar con precisión las conclusiones primarias y sus implicaciones y sugerir qué investigaciones futuras deberán realizarse, si lo considera pertinente. Palabras clave Deberán establecerse mínimo tres y máximo cinco, de acuerdo a los descriptores DeCS/Mesh, para lo que los autores deberán remitirse a la siguiente dirección electrónica: http://regional.bvsalud.org/php/ decsws.php. Introducción: Debe contener, en máximo dos páginas, tres párrafos, el primero de éstos con información sobre el contexto, los antecedentes del estudio o información ya conocida sobre el tema, en el segundo párrafo enunciar la naturaleza del problema y su importancia y en el último, se debe especificar el propósito u objetivo de la investigación o la hipótesis que se pone a prueba en el estudio u observación. Se incluyen las referencias estrictamente pertinentes. Excluir datos o conclusiones del trabajo que se presenta. Metodología Identificar los métodos y procedimientos con suficiente detalle para permitir a otras personas reproducir los resultados. Incluir información sobre el diseño del estudio, condición a estudiar, definición de la población (describir de manera detallada la selección de los sujetos, objeto de observación, incluir los criterios de selección y exclusión), técnica de muestreo, tamaño de la muestra. En el caso de los ensayos clínicos aleatorizados, las técnicas de enmascaramiento utilizadas, las variables utilizadas y los procedimientos estadísticos empleados. Explicar los criterios bajo los cuales se incluyen ciertas variables en el estudio, definir como se midieron las variables (consumo de medicamentos, raza, etnia, etc) y justificar su relevancia. Describir los métodos estadísticos con suficiente detalle para permitir que los resultados que se presentan puedan ser comprobados. Según el caso, cuantificar los hallazgos y presentarlos con los indicadores de medida de error o de incertidumbre adecuados (como los intervalos de confianza), presentar valores de pruebas de comprobación de hipótesis estadísticas (como valores P). Definir los términos estadísticos, abreviaturas y la mayoría de símbolos. Especificar el software utilizado. NOTA: Los materiales extras o suplementarios (hoja de recolección de datos, encuestas, etc.) y los detalles técnicos pueden situarse en un anexo donde se puedan consultar. Resultados Presentar los resultados siguiendo una secuencia lógica en el texto, resumir o resaltar las observaciones más importantes; de ser el caso hacer referencia de las tablas e ilustraciones con su numeración. En los resultados numéricos no sólo deben presentarse los derivados (por ejemplo, porcentajes), sino también los valores absolutos a partir de los cuales se calcularon, y especificar los métodos estadísticos utilizados para analizarlos. Limitar el número de tablas y figuras máximo a siete para ilustrar el tema del artículo. Usar gráficos como alternativa a las tablas con muchas entradas, no duplicar datos en los gráficos y tablas. Evitar el uso no técnico de términos estadísticos. Discusión Empezar la discusión resumiendo brevemente los principales resultados, a continuación, explorar los posibles mecanismos o explicaciones de dichos hallazgos, comparar y contrastar los resultados con los de otros estudios relevantes, exponer las limitaciones del estudio, y explorar las implicaciones de los resultados para futuras investigaciones y para la práctica clínica. Destacar los aspectos más novedosos e importantes del estudio y las conclusiones que de ellos se deducen que deben estar debidamente respaldadas por los datos, contextualizándolos en el conjunto de las evidencias más accesibles. Relacionar las conclusiones con los objetivos del estudio, evitando hacer afirmaciones rotundas que no estén debidamente respaldadas por los datos. No presentar afirmaciones sobre aspectos de la investigación que no se hayan llevado a término. Es posible establecer nuevas hipótesis cuando tengan base, calificándolas claramente como tales.