Número de registro: 24678 Décima Época Instancia: Tribunales

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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Número de registro: 24678
Décima Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Libro XXVI, Noviembre de 2013
Página: 993
AMPARO INDIRECTO. PROCEDE, POR EXCEPCIÓN, EN TÉRMINOS DE LA LEY
RELATIVA VIGENTE HASTA EL 2 DE ABRIL DE 2013, CONTRA RESOLUCIONES
PRONUNCIADAS POR LOS TRIBUNALES UNITARIOS AGRARIOS EN
PROCEDIMIENTOS DE CONFIRMACIÓN Y TITULACIÓN DE BIENES COMUNALES
INICIADOS CONFORME A LA DEROGADA LEY FEDERAL DE REFORMA
AGRARIA, AUN CUANDO NO SE HAYA AGOTADO EL RECURSO DE REVISIÓN
ANTE EL TRIBUNAL SUPERIOR DE LA MATERIA, CUANDO SE ADVIERTA QUE
EN EL MISMO ASUNTO SE PROMOVIERON Y RESOLVIERON EN EL FONDO
JUICIOS CONSTITUCIONALES PREVIOS.
COMUNIDADES AGRARIAS. PARA QUE QUIENES SE OSTENTEN COMO
REPRESENTANTES DE SUS COMITÉS PARTICULARES EJECUTIVOS PUEDAN
IMPUGNAR EN AMPARO LOS PROCEDIMIENTOS DE RECONOCIMIENTO Y
TITULACIÓN DE BIENES COMUNALES INICIADOS BAJO LA VIGENCIA DE LA
DEROGADA LEY FEDERAL DE REFORMA AGRARIA, ES NECESARIO QUE
ACREDITEN HABER SIDO ELECTOS CON ESA CALIDAD Y PERTENECER A
AQUÉLLOS.
INTERÉS JURÍDICO Y AGRAVIO PARA EFECTOS DEL AMPARO. DIFERENCIAS
ENTRE DICHOS CONCEPTOS CON MOTIVO DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL
PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 6 DE JUNIO DE 2011.
REPRESENTACIÓN EN AMPARO INDIRECTO EN MATERIA AGRARIA. CUANDO
EL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO EN REVISIÓN ORDENE REPONER EL
PROCEDIMIENTO PARA CORROBORARLA, EL DOCUMENTO CON QUE SE
ACREDITE NO PUEDE SER DE FECHA POSTERIOR A LA DE PRESENTACIÓN DE
LA DEMANDA.
AMPARO EN REVISIÓN 344/2010. SECRETARIO DE LA REFORMA AGRARIA Y
OTROS. 1 DE MARZO DE 2012. MAYORÍA DE VOTOS. DISIDENTE: SALVADOR
GONZÁLEZ BALTIERRA. PONENTE: EMMANUEL G. ROSALES GUERRERO.
SECRETARIO: MARTÍN R. CONTRERAS BERNAL.
CONSIDERANDO:
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QUINTO. Como cuestión previa y al margen de la materia de la revisión, deben hacerse por
este tribunal revisor las precisiones siguientes en relación con la procedencia del amparo
indirecto, máxime que se trata de una cuestión relacionada con el desarrollo del
procedimiento que debe ser verificada antes del examen de los agravios, y que guarda
relación también con temas de improcedencia del juicio constitucional, los que conforme al
último párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo, son de examen oficioso, lo que implica
su análisis por el juzgador y por el revisor aunque no las hagan valer las partes, por ser una
cuestión de orden público y de estudio preferente al fondo del asunto y al margen de que se
hubieran formulado o no agravios(3) según se define en la jurisprudencia vigente.
En primer lugar, debe señalarse que el origen del presente amparo indirecto fue un
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales iniciado ante autoridades
administrativas bajo la vigencia de la Ley Federal de Reforma Agraria, pero concluido por un
tribunal agrario con base en el sistema normativo vigente.
Lo señalado resulta relevante en materia de la procedencia del juicio constitucional.
Y es que durante la vigencia de la Ley Federal de Reforma Agraria y del Reglamento para la
Tramitación de los Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales
(normatividad reguladora del procedimiento de referencia), este tipo de asuntos (sustanciados
en términos de los artículos 356 a 366 de la ley federal citada(4) y los diversos primero a
décimo noveno del reglamento(5) mencionado) se limitaban a establecer un procedimiento
para reconocer la previa existencia de territorios y poblaciones indígenas que conservaran su
estado comunal, así como la titulación correcta de bienes comunales,(6) siempre que no
existiera conflicto de linderos.
Los procedimientos de reconocimiento y titulación de bienes comunales, por relacionarse con
tierras tradicionales de comunidades indígenas y tribales, en la actualidad deben ser
estudiados por la justicia constitucional, considerando el "Convenio 169 sobre los Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes", publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veinticuatro (24) de enero de mil novecientos noventa y uno (1991),
instrumento internacional que obliga a los Estados parte -y desde luego al Estado Mexicanoa considerar de manera especial la identidad indígena en este tipo de asuntos sobre bienes
comunales o tierras tradicionales de las comunidades indígenas, sin que sea óbice que hubiera
sobrevenido la aprobación de dicho instrumento en obvio de que la regulación en materia de
este tipo de derechos sociales no se rige por las reglas sobre el funcionamiento de las leyes.
Cabe señalar también que dichos procedimientos administrativos agrarios de reconocimiento
y titulación, culminaban con una resolución dictada por el presidente de la República en su
carácter de máxima autoridad agraria; fallo que se publicaba en el Diario Oficial de la
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Federación y en las publicaciones oficiales locales.
Sin embargo, con motivo de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la
Federación el seis (6) de enero de mil novecientos noventa y dos (1992), que interesó el texto
del artículo 27, fracción XIX, constitucional, así como en atención a los artículos transitorios
primero, segundo y tercero(7) del decreto de referencia, se dispuso que los expedientes
relacionados con la tenencia de la tierra de comunidades que se encontraran pendientes de
resolución (entre otros casos), pasarían, para los mismos efectos, ya no a la presidencia de la
República, como era antes, sino a los entonces recién creados tribunales agrarios.
Es decir, mediante dicha reforma, la facultad de resolución en materia agraria del presidente
de la República fue transferida a los tribunales agrarios.(8)
Algunos expedientes serían resueltos por el Tribunal Superior Agrario, mientras que otros por
los Tribunales Unitarios Agrarios.
En el caso concreto, interesa mencionar que los expedientes de reconocimiento o
confirmación y titulación de bienes comunales serían enviados por las autoridades
administrativas agrarias al Tribunal Superior Agrario para que, a su vez, los remitiera a los
Tribunales Unitarios a los que correspondiera conocer de los diferentes asuntos, de acuerdo a
su ámbito de competencia territorial, aspecto que sería regulado por dicho tribunal superior
de la materia, tal como se dispuso en el artículo transitorio cuarto del decreto promulgatorio
de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintiséis (26) de febrero de mil novecientos noventa y dos (1992).(9)
Al enviarse los asuntos por el Tribunal Superior a los Tribunales Unitarios del ramo, éstos se
encargarían de otorgar la garantía de audiencia a los involucrados en el procedimiento y, en
su caso, si durante la tramitación del expediente de reconocimiento y titulación de bienes
comunales surgieran conflictos por límites entre la comunidad y un particular o un diverso
núcleo de población ejidal o comunal, entonces, en términos de la regla contenida en el
artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, ultractivamente aplicable, el
procedimiento sólo continuaría respecto de los terrenos que no presenten conflictos,
debiéndose llevar, por otro lado, la vía de "restitución" cuando el conflicto surgiera con
particulares o en la vía de "conflicto por límites" si se presentara el disenso con un núcleo de
población ejidal o comunal diverso.
Al concluir el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, si el
Tribunal Unitario Agrario dictaba una sentencia con pronunciamientos en materia de
conflictos por límites o aspectos de restitución, dicho fallo sería recurrible en revisión ante el
Tribunal Superior Agrario.
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Es decir, en tal caso, contra la sentencia no procedería el amparo, porque previo a ello tendría
que interponerse el recurso ordinario de revisión previsto por el artículo 198, fracción I, de la
Ley Agraria vigente.
Ésta es la tesis que actualmente sustenta la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, según se desprende del criterio vinculante siguiente:
"REVISIÓN AGRARIA. PROCEDE CONTRA LAS SENTENCIAS DE LOS
TRIBUNALES UNITARIOS QUE RESUELVAN CONJUNTAMENTE DIVERSAS
ACCIONES Y SÓLO ALGUNA SE UBICA EN LOS SUPUESTOS DE LOS ARTÍCULOS
198 DE LA LEY DE LA MATERIA Y 9o., FRACCIONES I, II Y III, DE LA LEY
ORGÁNICA DE LOS TRIBUNALES AGRARIOS (INTERRUPCIÓN DE LAS
JURISPRUDENCIAS 2a./J. 55/2008, 2a./J. 57/2008 Y 2a./J. 200/2008). La Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación interrumpe las jurisprudencias 2a./J. 55/2008,
2a./J. 57/2008 y 2a./J. 200/2008, de rubros: ‘RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 198 DE LA LEY AGRARIA. ES IMPROCEDENTE CONTRA LA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL AGRARIO QUE RESUELVE CONJUNTAMENTE
SOBRE LA NULIDAD DE RESOLUCIONES EMITIDAS POR AUTORIDADES EN
MATERIA AGRARIA Y RESPECTO DE LA NULIDAD DE OTROS ACTOS
JURÍDICOS.’, ‘REVISIÓN AGRARIA. ES IMPROCEDENTE CONTRA LA SENTENCIA
DICTADA POR LOS TRIBUNALES UNITARIOS EN CONTROVERSIAS EN QUE SE
HAYAN RESUELTO CONJUNTAMENTE DIVERSAS ACCIONES AGRARIAS, Y
ALGUNA DE ELLAS NO SE UBIQUE EN LOS SUPUESTOS DEL ARTÍCULO 198 DE
LA LEY DE LA MATERIA.’, y ‘REVISIÓN AGRARIA. ES IMPROCEDENTE CUANDO
LA SENTENCIA RESUELVE SOBRE LA EXCLUSIÓN DE TIERRAS INCLUIDAS EN
UNA RESOLUCIÓN DE RECONOCIMIENTO Y TITULACIÓN A FAVOR DE UNA
COMUNIDAD AGRARIA, AUN CUANDO ÉSTA TAMBIÉN HAYA DEMANDADO LA
RESTITUCIÓN DE ESOS TERRENOS.’, en las que establece que el recurso de revisión
previsto en el artículo 198 de la Ley Agraria procede cuando la controversia verse
exclusivamente sobre las cuestiones que en dicho precepto se mencionan, sin incluir la
resolución conjunta de alguna de ellas con otra acción respecto de la cual no proceda el
recurso, pues una nueva reflexión lleva a concluir que basta con que en la sentencia dictada
por el Tribunal Unitario Agrario se resuelva alguna cuestión de las previstas en los artículos
198 de la Ley Agraria y 9o., fracciones I, II y III, de la Ley Orgánica de los Tribunales
Agrarios, para que proceda el recurso de revisión, independientemente de que se hubiese
involucrado alguna otra acción contra la que aquél sea improcedente, pues lo contrario
implicaría privar a los núcleos de población ejidal o comunal de un medio de defensa
instituido para salvaguardar sus derechos colectivos, reconocidos constitucionalmente y, por
ende, traducidos en una garantía de derecho social. Lo anterior, en la inteligencia de que el
Tribunal Superior Agrario debe resolver íntegramente la litis planteada, esto es, tanto las
acciones respecto de las que proceda el recurso como aquellas en las que no proceda, en
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atención al principio básico de derecho procesal de no dividir la continencia de la causa."(10)
Por tanto, si dicho recurso de revisión no fuera agotado previamente al amparo, entonces, por
motivos de definitividad el juicio constitucional, tendría que considerarse improcedente,
conforme a la siguiente jurisprudencia por contradicción de tesis de la Segunda Sala:
"AMPARO EN MATERIA AGRARIA. RESULTA IMPROCEDENTE, CUANDO NO SE
AGOTA EL RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 198 DE LA LEY
AGRARIA. Entre las condiciones establecidas en la fracción XIII del artículo 73 de la Ley de
Amparo, no está la relativa a que para actualizarse, sea necesario que conforme a la ley del
acto que se reclame, se suspendan sus efectos; por tanto, el hecho de acudir al juicio
constitucional sin agotar el recurso de revisión establecido en el artículo 198 de la Ley
Agraria, hace improcedente el amparo, sin ser obstáculo a ello lo dispuesto por la fracción
XV del artículo 73 de la Ley de Amparo respecto a que contra actos de autoridades distintas
de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, no existe obligación de agotar un
recurso antes de promover el amparo, pues los Tribunales Unitarios Agrarios, son verdaderos
órganos jurisdiccionales y las resoluciones que pronuncian son el resultado de los juicios
seguidos ante esa instancia."(11)
De presentarse tal supuesto de improcedencia por definitividad, su declaratoria
correspondería hacerla, competencialmente, a un Juez de Distrito, según se reconoce por la
jurisprudencia del Pleno.(12)
Pues bien, con base en los anteriores elementos, el presente juicio, en principio, al parecer
tendría que sobreseerse por actualizarse el señalado motivo de inejercitabilidad de la acción
de amparo, en obvio que, previo a la presentación de la demanda constitucional, debió
agotarse el medio ordinario de defensa que es la revisión agraria, porque cuando el Tribunal
Unitario Agrario, en su sentencia, reconoció la superficie comunal de Atizapán de Zaragoza e
incluyó dentro de ésta, varias pequeñas propiedades, así como propiedades privadas
amparadas con certificados de inafectabilidad y bienes del dominio público, tanto estatal
como municipal, prácticamente lo que hizo fue emitir una decisión sobre cuestiones
relacionadas con límites de tierras, suscitadas entre una comunidad con uno o varios
pequeños propietarios, sociedades o asociaciones, que es el supuesto identificado con el
artículo 198, fracción I, de la Ley Agraria, en el cual procedería la revisión en comentario.
Sin embargo, en el caso existen situaciones peculiares y excepcionales que harían impropio
aplicar en este asunto el actual criterio de la Segunda Sala.
En primer lugar, debe mencionarse que dicho criterio, aunque es el que actualmente se
sostiene por la Segunda Sala, el cual además es congruente con el sistema normativo,
finalmente se considera que no debe adoptarse para este caso, pues, en primer término, no se
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trata de jurisprudencia obligatoria en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo y, ante
ello, en el tema todavía existe la alternativa para este órgano de adoptar dicho criterio u otro
diferente.
En segundo lugar, porque el establecimiento de dicho criterio de la Segunda Sala es una
cuestión reciente que no se pudo tener en cuenta al comenzar este juicio de amparo, y no sólo
de éste, sino incluso durante la tramitación en general de este asunto, pues, como se
demostrará más adelante, antes de este juicio constitucional, hubo un diverso juicio indirecto
contra una sentencia similar, que fue resuelto por un Tribunal Colegiado de Circuito en
revisión, para efectos de que se emitiera una nueva resolución, siendo precisamente la dictada
en cumplimiento de aquel fallo constitucional la que ahora es materia de este amparo.
En atención a ello y sumándole la circunstancia de que las partes en este mismo juicio han
tenido como antecedente otro amparo indirecto de características similares al presente, se
presenta un estado de las cosas en el cual existen mayores razones para considerar la
procedencia de este juicio indirecto, sin que sea necesario agotar previamente la revisión ante
el Tribunal Superior Agrario, máxime que ese criterio (no vinculante) ha sobrevenido al
trámite de este asunto.
De este modo, debe estimarse que la vía indirecta (ya sustanciada), resulta ser, en principio,
la apropiada para controvertir la sentencia que constituye el principal acto reclamado de este
juicio y sin que fuera necesario agotar previamente la revisión agraria, pero reiterando que
esta situación, por las peculiaridades que se presentan y por los antecedentes probados en
autos, representa una decisión singular para este caso concreto, dados sus antecedentes y
peculiaridades.
Por otra parte, debe señalarse también que al momento de dictarse esta sentencia, las
condiciones imperantes en lo relativo al derecho aplicable en el tema del agravio, para efectos
del amparo y de los conceptos de interés legítimo y de interés jurídico, cuando se trata de
juicios promovidos contra actos de tribunales judiciales administrativos o del trabajo,
representa un aspecto que ya no se regula por los artículos 4o. y 73, fracción V, de la Ley de
Amparo que rigió antes del cuatro de octubre de dos mil once, pues con posterioridad a dicha
fecha entró en vigor el nuevo sistema del interés para efectos del amparo, mediante la
reforma constitucional de seis de junio de dos mil once.
Como el tema del interés jurídico, en el contexto constitucional actual, representa una
cuestión con contenido de derechos ciudadanos que se amplió en beneficio de éstos, con
respecto al sistema del interés de amparo que aplicó hasta antes del cuatro de octubre de dos
mil once, esta revisión necesariamente tiene que resolverse considerando las señaladas
reformas, en primer lugar, porque mediante éstas el interés para el efecto se amplió
notoriamente en varios aspectos y, en segundo lugar, porque encontrándose vigente la nueva
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regla constitucional del interés en el amparo en el artículo 107, fracción I, de la Normativa
Básica, no sería correcto que en un juicio constitucional como lo es el amparo, un tribunal
constitucional (Tribunal Colegiado de Circuito) dictara una sentencia contraria al derecho
constitucional vigente, máxime que la jerarquía normativa de las normas constitucionales se
rige por principios diferentes al funcionamiento de las leyes ordinarias, siendo su principal
característica la aplicación inmediata de las normas constitucionales vigentes y, en especial,
cuando se trata de disposiciones reguladoras de aspectos que incidan en derechos ciudadanos.
Hecha la precisión anterior, cabe señalar, como se adelantó, que el fundamento para analizar
los temas de agravio e interés jurídico en el amparo, en el derecho vigente al momento de
resolverse esta sentencia, es el artículo 107, fracción I, cuyo texto es el siguiente:
"(Reformado primer párrafo, D.O.F. 6 de junio de 2011)
"Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con
excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la
ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes:
"I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter
quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre
que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta Constitución y con
ello se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación
frente al orden jurídico.
"Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales judiciales, administrativos o
del trabajo, el quejoso deberá aducir ser titular de un derecho subjetivo que se afecte de
manera personal y directa; ..."
De la transcripción anterior se desprende que el interés para efectos de acudir al juicio de
amparo, en el sistema vigente será legítimo, individual o colectivo, siempre que se trate de
actos que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, siempre que se
alegue por la parte quejosa la existencia de un derecho, reservándose para el fondo del asunto
decidir si resulta fundado o no el argumento de interés; mientras que tratándose de actos
provenientes de los mismos tribunales judiciales, administrativos o laborales, básicamente se
conserva y se clarifica en el orden constitucional el concepto de interés jurídico, pues para
controvertir tales actos es necesario no sólo la existencia de un derecho subjetivo, sino
además que la sentencia afecte de forma personal al quejoso y que los efectos del acto que se
controvierta se encuentren dirigidos en forma directa hacia su persona.
Como en el presente amparo indirecto en revisión se reclamó una sentencia dictada por un
tribunal administrativo, como es el Tribunal Unitario Agrario responsable, al resolver, en
primera instancia, un juicio de reconocimiento y conflicto por límites de una comunidad
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agraria (que como se observará por una singularidad se analiza en amparo indirecto), es
evidente que la perspectiva para examinar el interés de la parte quejosa requiere considerar
que se actualicen los supuestos de interés jurídico, con base en la afectación de derechos
subjetivos, así como en la existencia de un agravio que produzca una afectación personal y
directa en quienes acudan al amparo.
Hechas las anteriores aclaraciones, a continuación se procederá a examinar la materia de la
revisión.
SEXTO. Precisado lo anterior, debe señalarse que en el agravio transcrito de las responsables
recurrentes y de Celedonio Díaz Barrera, se señala que el Juez Federal, al conceder la
protección constitucional, violó el artículo 73, fracción V, de la Ley de Amparo, pues el
juicio debió sobreseerse por falta de interés jurídico.
De este modo, con independencia de que el análisis del asunto se realizará considerando el
artículo 107, fracción I, constitucional y no el numeral 73, fracción V, de la Ley de Amparo,
en atención al derecho vigente al momento de dictarse esta sentencia, conviene anticipar que
las anteriores manifestaciones son correctas, máxime si se consideran en su integridad las
constancias de autos.
Y es que en autos se demuestra plenamente, no sólo la ausencia de interés jurídico y agravio
respecto de quienes suscribieron la demanda por tratarse de personas que no podían fungir
como representantes de los comuneros de Atizapán, pues de acuerdo con las leyes aplicables,
dicha representación tendría que recaer en un miembro de la comunidad indígena,
característica que no tienen los suscriptores de la demanda, según las pruebas de autos.
A lo anterior debe sumarse que el estudio de la improcedencia en el juicio de amparo es una
cuestión preferente y oficiosa, independientemente de que existan agravios o no, tema que en
el presente caso finalmente se examina con base en los argumentos transcritos, debiendo
añadirse que, con independencia de lo que se hizo valer en esos agravios, es obligación de los
tribunales revisores, declarar la improcedencia del juicio de amparo siempre que ésta se
advierta, lo que además debe realizarse de oficio y aún ante la inexistencia de agravios, tal
como se desprende de la siguiente jurisprudencia:
"IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SU EXAMEN EN LA REVISIÓN ES
OFICIOSO, CON INDEPENDENCIA DE QUE EL RECURRENTE SEA EL QUEJOSO
QUE YA OBTUVO RESOLUCIÓN FAVORABLE. Conforme al último párrafo del artículo
73 de la Ley de Amparo, el examen de las causales de improcedencia del juicio de garantías
es oficioso, esto es, deben ser estudiadas por el juzgador aunque no las hagan valer las partes,
por ser una cuestión de orden público y de estudio preferente al fondo del asunto. Ahora bien,
como esta regla es aplicable en cualquier estado del juicio mientras no se dicte sentencia
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ejecutoria, es indudable que el tribunal revisor debe examinar la procedencia del juicio, con
independencia de que el recurso lo hubiera interpuesto el quejoso que ya obtuvo parte de sus
pretensiones, y pese a que pudiera resultar adverso a sus intereses si se advierte la existencia
de una causal de improcedencia; sin que ello contravenga el principio de non reformatio in
peius, que implica la prohibición para dicho órgano de agravar la situación del quejoso
cuando éste recurre la sentencia para obtener mayores beneficios, toda vez que el citado
principio cobra aplicación una vez superadas las cuestiones de procedencia del juicio
constitucional, sin que obste la inexistencia de petición de la parte interesada en que se
decrete su sobreseimiento."(Jurisprudencia 2a./J. 76/2004, página 262, Tomo XIX, junio de
2004, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta).
También cabe señalar que aun cuando el Juez Federal hubiera desestimado en la sentencia
recurrida alguna causa de improcedencia hecha valer en términos del artículo 73, fracción V,
de la Ley de Amparo, bajo el argumento de que los suscriptores de la demanda sí son
representantes de la comunidad según un auto dictado por el responsable Tribunal Unitario
Agrario, y por virtud de un instrumento notarial que le fue exhibido, ello no impide que, por
tratarse de una cuestión de orden público y examen previo, no se pueda, por este tribunal
revisor, proceder al análisis de la improcedencia del juicio constitucional, considerando otros
elementos diversos de los analizados por el Juez, máxime que se trata de una cuestión que
siempre debe definirse de la mejor forma posible para evitar que existan estudios de fondo en
los amparos cuando el juicio es en realidad improcedente.
Es decir, si de autos se desprende la actualización de una causa de improcedencia, hecha
valer o no por las partes, ésta siempre debe ser declarada por los tribunales de amparo en la
instancia en que se encuentre el asunto y de forma oficiosa, en virtud que la acción
constitucional es una situación extraordinaria y excepcional, cuyo fondo solamente puede ser
estudiado cuando verdaderamente se satisfacen todos los presupuestos procesales y no se
actualice motivo de improcedencia alguno, situación que en el caso, como se verá, no se
presenta.
Debe reiterarse también, que las condiciones imperantes al momento de resolver este asunto,
obligan a este tribunal revisor a considerar la reforma constitucional oficialmente publicada
el seis de junio de dos mil once, en lo tocante al concepto, límites y alcances del agravio e
interés para efectos del amparo, en términos del artículo 107, fracción I, constitucional,
aspecto que por tratarse de una situación de derecho sobrevenida, necesariamente requeriría
de un análisis especial.
De igual manera, cabe señalar que respecto a lo señalado en el párrafo anterior, no pasa por
alto el contenido del artículo transitorio tercero del decreto de reformas constitucionales
publicado el seis de junio de dos mil once, en donde se señala que tratándose de asuntos
iniciados con anterioridad a la vigencia de la reforma de mérito (entró en vigor el cuatro de
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octubre de dicho año) la Ley de Amparo continuará aplicándose a los procedimientos
inherentes a pesar de las reformas constitucionales y legales que entraron en vigor; sin
embargo, esa condición constitucional, como puede verse de la lectura del mencionado
apartado de derecho constitucional de tránsito, sólo se refiere a aspectos adjetivos y
puramente procesales, mientras que el interés jurídico evidentemente no es una cuestión
procesal, sino una condición para el amparo de carácter sustantivo, como se encuentra
ampliamente reconocido por la jurisprudencia e, incluso, en el proceso mismo de reformas
constitucionales.
Hechas las aclaraciones anteriores, ahora cabe señalar que en el caso no resulta posible que
quienes suscribieron la demanda pudieran tener una afectación a sus intereses o resentir
agravio para efectos del amparo, aun en términos de la nueva definición constitucional, pues
dichas personas suscriptoras de la demanda no son representantes de la comunidad de
Atizapán.
Como se demostrará, y se prueba con las constancias de autos, quienes suscribieron la
demanda ostentándose como representantes del Comité Particular Ejecutivo de Atizapán, no
demostraron en ningún momento la representación que dijeron tener al momento de
promover el escrito inicial de este juicio.
Y no sólo eso, sino que de autos y derecho aplicable, se desprende que no sería posible que el
ingeniero Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez pudieran llegar a tener la
representación que aseguran, pues para eso sería necesario que tuvieran la calidad específica
exigida por la norma, verbigracia, ser comuneros reconocidos de Atizapán, aspecto que no
está demostrado en autos, de los que incluso se advierte lo contrario, es decir, que el
ingeniero Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez no están reconocidos como
comuneros de Atizapán, por lo cual los mismos miembros de la comunidad indígena de
referencia no podrían elegirlos para representarlos en el procedimiento de titulación y
reconocimiento de su población, así como para aportar pruebas y títulos de propiedad, tal
como se prevé en el artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria, donde se regula el
procedimiento y formalidades de elección de los representantes, propietario y suplente,
respectivamente, de la comunidad indígena a reconocer o titular.
De este modo, no puede reconocerse la representación que ostentan por tratarse de un aspecto
que tendría que acreditarse con pruebas, tanto idóneas como directas, y no con pruebas
superficiales o dudosas, que finalmente fue la naturaleza de las consideradas en la sentencia
recurrida.
Incluso este tribunal, como puede constatarse de los antecedentes de esta revisión, ordenó la
reposición del procedimiento para que los promoventes de la demanda probaran su
representación al momento de presentarla, incluso se precisó que probablemente esa
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representación podría quedar reconocida con el "Acta de elección de representantes
comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza" de fecha veintinueve (29) de marzo de mil
novecientos ochenta y uno (1981), precisión hecha por este tribunal al resolverse, en sesión
de veinticuatro de septiembre de dos mil nueve, el recurso de revisión 545/2007; sin
embargo, lo cierto es que, como quedará demostrado, en autos no se demostró en ningún
momento la existencia de ese documento ni se reconoció la misma por ninguna autoridad
competente.
Y a pesar de dicha oportunidad, finalmente los suscriptores de la demanda no probaron su
carácter de representantes con los medios de prueba apropiados, a lo que cabe añadir, como
se adelantó, que de autos se desprende que tal representación, no sólo carecen de ella, sino
que además no la podrían tener.
Para demostrar lo anterior, resulta conveniente hacer un relato de los antecedentes del caso,
con base en las constancias de autos, mismo que se hace en los siguientes términos:
1. Por escrito presentado el trece (13) de mayo de mil novecientos setenta y cuatro (1974), en
la secretaría privada de la Presidencia de la República, suscrito por el señor José Rosas Sandi
(al que acompañó varias firmas ilegibles de otras personas), se manifestó lo siguiente:
"C. Lic. Luis Echeverría Álvarez. Presidente Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos. Palacio Nacional, México D.F. Presente. Sr. Presidente la ciudadanía de Atizapán
de Zaragoza Cd. López Mateos o seamos (sic) los nativos elevamos ante usted nuestra más
enérgica protesta. Pues para usted no es desconocido el problema que desde el año de 1925
hemos tenido con todos los latifundistas que en forma total ya casi se han adueñado de
nuestro pueblo, pues el 19 de febrero de 1973 hicimos una denuncia a través del Comité
Ejecutivo Nacional Política y Organización que es el único organismo que nos ha brindado su
apoyo económico, político y moral, pues en la fecha anterior a que nos hacemos referencia, o
sea el 19 de febrero de 1973, ayudados por el secretario de acción popular del organismo
político que hemos nombrado, señor José Rosas Sandi, persona nativa de esta población y
con una edad de 63 años que conoce a fondo todos y cada uno de los problemas de nuestro
pueblo, lo comisionamos con efecto de mandatario para que llevara a efecto una minuciosa
investigación en los archivos generales de la nación para que se investigara qué derecho
teníamos los nativos de este pueblo con el reparto de tierras de esta comunidad, y después de
hacerse un minucioso escrutinio en los libros respectivos de esta institución, se encontraron
los datos de las escrituras primordiales que se extendieron a este pueblo en el año de 1537 por
el primer virrey de la Nueva España Don Antonio de Mendoza, y en los cuales especifica la
dotación de 15 caballerías de tierra de labor por los 4 puntos cardinales y 3 cerros que en la
actualidad se les denomina con el nombre de la Condesa, el cerro del Tecajouo y Atlaco y
una peña cordillera o promotorios que se denomina El Sapo; ahora, con la tenencia de dichas
escrituras, Sr. Presidente hacemos de su conocimiento que los principales terratenientes que
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son los señores Salvador Rojas, Brígido Rojas Salgado y la señora Ma. Teresa Salgado vda.
de Rojas no son dueños de la Hacienda del Pedregal ni los señores Padilla Nervo del Rancho
de la Condesa ni los señores Cardenales del Rancho del Argentino, pues en la fecha de que
nos hacemos referencia o sea en el año de 1953, se le concedió a este pueblo para hacer su
centro de población la cantidad de 3 caballerías por los 4 puntos cardinales y en la actualidad
el Rancho del Argentino cuando mucho estará el principio de su propiedad 800.00 metros y
los señores Padilla Nervo a 900.00 metros y los señores Rojas a menos de 500.00 metros y
los señores Cárdenas a 900.00 metros y el fraccionamiento de Jardines de Atizapán a 700.00
metros; quiere decir, Sr. Presidente, que con el fin de que no se tenga ningún enfrentamiento
ni discusiones que consideramos absurdas pedimos atenta y respetuosamente a su Señoría su
intervención en forma directa en este caso, ya que existe en nuestro orden copias de
documentos que el ciudadano Lic. Augusto Gómez Villanueva, titular del Departamento de
Asuntos Agrarios ha hecho por los señores Rojas que son los primeros latifundistas pues de
esta población tienen en su poder más de 3,500.00 hectáreas propiedad de los comuneros de
esta población. Sr. Presidente, hacemos de su conocimiento que teniendo el deslindamiento
de nuestros bienes comunales las industrias que nos honran con haber hecho sus
intervenciones en esta comunidad y las que deseen hacerlo en el futuro contarán con el
respaldo unánime del pueblo hasta donde sea posible la dotación de nuestras tierras
comunales, independientemente de todas estas cosas el pueblo está en la mejor disposición de
dar tierra para algún hospital del Seguro Social o una universidad que vendría a ser el orgullo
de nuestro pueblo que cuenta ya en la actualidad con más de 80,000.00 habitantes. Sr.
Presidente respetuosamente estamos dispuestos a responder su cordura y respaldo.
Respetuosamente. Domicilio para oír y recibir notificaciones en la Av. Hidalgo No. 16,
Atizapán de Zaragoza, Cd. López Mateos, Sr. José Rosas Sandi." (Ver fojas 1260 y vuelta del
tomo XIX del cuaderno de pruebas del amparo indirecto 331/1999).
2. Con motivo de lo anterior, se instauró el procedimiento para la confirmación y titulación
de bienes comunales de Atizapán el diecisiete (17) de julio de mil novecientos setenta y
cuatro (1974), publicándose la solicitud correspondiente el treinta (30) de octubre de aquel
año en la Gaceta del Gobierno del Estado de México y en el Diario Oficial de la Federación.
3. Por oficio 598978 de diecisiete (17) de junio de mil novecientos setenta y cuatro (1974),
girado por el director general de Bienes Comunales, al diverso director general de
Legislación y Consultas, ambos de la Secretaría de la Reforma Agraria, se solicitó que se
emitiera dictamen sobre la autenticidad de los títulos primordiales de la comunidad indígena
de Atizapán.
4. Mediante diverso oficio 5443 de veintisiete (27) de febrero de mil novecientos setenta y
cinco (1975), el director general de Asuntos Jurídicos devolvió al director general de Bienes
Comunales, la copia certificada expedida por el Archivo General de la Nación y el dictamen
paleográfico de los referidos títulos, dictaminándose que éstos eran auténticos, y de su texto
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
se desprende que en ellos se refiere a unas diligencias realizadas con motivo de los pleitos de
épocas coloniales suscitados entre "los naturales de San Francisco Atizapán," a causa de
varios despojos que sufrieron en sus tierras y que se pudo comprobar que dichas superficies
en conflicto pertenecían a su comunidad. Para demostrar tales afirmaciones resulta
conveniente transcribir el dictamen paleográfico realizado por la profesora María Elena
Bribiesca Sumano, mismo que se contiene en el oficio de catorce (14) de septiembre de mil
novecientos setenta y cuatro (1974), cuyo texto es el siguiente:
"A esta sección fue turnado el memorándum 590-74 del 17 de junio de 1974 para realizar el
estudio y dictamen de autenticidad a la documentación presentada en 33 fojas útiles por los
representantes del pueblo denominado Atizapán de Zaragoza, Ciudad López Mateos,
Municipio de su nombre, Estado de México. Por lo que se refiere el estudio paleográfico
informo a usted que la documentación de referencia consiste en una fotocopia de la
certificación expedida por el Archivo General de la Nación que al ser cotejada rigurosamente
con los originales se comprobó que corresponde al acervo que se encuentra en el volumen 10,
primera parte, expediente 1, foja 4, ‘Ramo de Tierras’, y volumen 74, fojas 140 a 141 del
‘Ramo de Mercedes’ albergados en dicha institución. Se constató igualmente la fidelidad de
la transcripción, con la observación de que en la foja 10, renglón 20, dice Manuel Chirilin y
debe ser Chirlin; en la foja 19, renglón 22, después de la palabra Pluto, faltan las palabras y
causa. En el contenido se exponen las diligencias realizadas con motivo de los pleitos
seguidos por los naturales de San Francisco Atizapán a causa de varios despojos que
sufrieron en sus tierras y en los que pudieron comprobar ser éstas de su comunidad, según las
mercedes y reales provisiones exhibidas como enseguida se expone: 1o. Real Cédula
expedida el 23 de noviembre de 1537, dirigida a la Real Audiencia de la Nueva España para
que se haga Merced a don Juan Bautista, principal de Azcapotzalco y a los indios de la
estancia de San Francisco Atizapán, de 12 caballerías de tierra, medias tres caballerías por
cada viento desde el centro o ermita de dicha estancia hasta donde hubiere lugar, sin
perjudicar a otras poblaciones y la estancia corresponderá al pago llamado Tecajete. 2o.
Posesión dada a los indios de Tizapán el 21 de septiembre de 1541 por don Diego de
Villegas, Juez de Comisión del sitio de ganado menor, compuesto de tres cerros medio
montuosos, en donde está una abra o portezuelo llamado El Sapo, por donde pasa el camino
real que viene del pueblo de Xiquipilco a la dicha estancia de Tizapán. 3o. Testimonio
expedido el 31 de marzo de 1719 de la Real Provisión pronunciada el 12 de octubre de 1718,
con motivo de la demanda que hace el capitán don Lucas Careaga dueño de hacienda en la
jurisdicción de Tacuba, contra los naturales de Tizapán para que se restituyan a éstos las dos
caballerías de tierra y otros pedazos que refiere el litigio. Se añade el testimonio de tres
personas que declararon a favor de los (sic) Tizapán. Para otorgar la posesión, se procedió a
señalar los linderos por la parte del poniente hasta dar a una barranca que divide estas tierras
de las que posee Catarina Delgado hasta el fin de un llanote donde se hallan unos magueyes y
un árbol del Perú y desde aquí yendo de norte a sur por el lado del poniente, por media ladera
que llaman de la Cueva, hasta dar a ella y desde dicha cueva hasta una barranca llamada de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Fe Honda, de aquí se siguió por la orilla de otra barranca llamada De Feliciano. De este lugar,
por el lado del norte, subiendo por medio de una loma, hasta una cruz que es el paraje del
Calvario. Los testigos dijeron que las tierras que se hallan desde dichos linderos para la parte
del pueblo de San Francisco Tizapán, hasta la nudianía de un llanete que se halla abajo de la
cueva son las tierras que por el poniente están despojados los de Tizapán. Terminadas estas
diligencias se dio la posesión y amparo y procedió a señalar la otra parte de que están
despojados que es por el oriente hasta llegar al arroyo de San Mateo donde entra una barranca
honda, y pasando dicho arroyo, por la orilla de la barranca, caminando de sur a norte, por el
poniente se llegó a un árbol del Perú que se halla derecho de otro de Tejocote y desde éste,
yendo de poniente a oriente por el lado del norte se siguió una hilera de magueyes hasta otro
árbol del Perú que se halla en el camino que entra en la Hacienda de San Mateo, y desde
dicho árbol del Perú guiaron de norte a sur por el lado del oriente por el camino que sale de
dicha hacienda y pueblo de San Mateo atravesando el arroyo mencionado hasta dar a unas
piedras que se hallan en medio del llano grande derecho de la barranca de Atlaco, y desde
dichas piedras yendo de oriente a poniente por el lado del sur hasta el camino real que viene
de la Hacienda de Santa Mónica a los montes de esta jurisdicción. Fojas 7 vuelta a 9. 4o.
Diligencias y Real Provisión expedida a favor de la comunidad del pueblo de San Francisco
Atizapán, para que el cacique don Ignacio de los Santos, exgobernador de Tlalnepantla
jurisdicción de la Villa de Tacuba y posteriormente don Juan de Soria les restituyan un
pedazo de tierra de sembradura en que caben 12 fanegas, que se halla en el paraje de
Atizapán. Fojas 9 vuelta a 32. Se señaló principiar dicho pedazo de tierra desde junto a la
casa de don Juan de Soria que se halla inmediata a la salida de dicho pueblo en el paso de una
barranca o acequia honda, que por ella corre un arroyuelo y pasada ésta está a linde de dicha
casa una zanjadilla abierta que corre de dicho viento de oriente a poniente y ésta ser la que
divide las tierras del pedazo que se litiga de las que son del Rancho de Soria, y en cuyo paraje
principia. Continuando por el poniente, por orilla de la mencionada zanjilla que divide dichas
tierras se encontraron dos piedras que son mojoneras de dicho pedazo. De este lugar
siguiendo el mismo rumbo por tierras que no estaban barbechadas sino con magueyes que
bajan de una loma hasta llegar a una grande que es señal de otra mojonera. Continuando
hacia el norte se encontró un tronco seco de nopal que también es otra mojonera que queda a
mano izquierda del Rancho de Pascual Delgado hasta llegar a la Barranquilla La Honda y el
paso que se junta con la otra o arroyuelo que está al principio de las tierras en que se
comenzaron estas diligencias. 5o. Finalmente, el 21 de mayo de 1742, la Real Audiencia
ordenó a la justicia de Tlalnepantla que de acuerdo al decreto de 19 del mismo y año, regule a
cada uno de los naturales en la posesión del lugar que les corresponde, separando las que
tuviesen de sobra para que éstas y las que estuvieren eriazadas las reparta a los que carecieran
de ellas y las que aún así quedaren, sean reservadas para el aumento de población y
pastizales. En cuanto a los elementos físicos de los documentos, motivo de este estudio, pudo
observarse el papel: grueso, poroso y amarillento; tinta café la letra del volumen 10, primera
parte, expediente uno, fojas 3, es irregular, abundante en abreviaturas, separación de palabras
y algunas carecen de nexos. La del volumen 10, primera parte, fojas 81 a 128 vuelta, es
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amplia, redonda, correcta de nexos aunque bien delimitadas las palabras, en las últimas hojas
se reduce el tamaño seguramente hecha por otro escribano y en el volumen 10, 2a. Parte,
fojas 301 a 311 vuelta del "Ramo de Tierras," la letra es amplia, redonda, inclinada a la
derecha, trazos en bisel y de enlace y separación de palabras. En el volumen 74, fojas 140 a
141 del "Ramo de Mercedes," la escritura carece de nexos, se inclina a la derecha, casi no hay
separación de palabras y los trazos son estrechos. Por el análisis de los puntos antes
expuestos, así como de los aspectos físicos de estos documentos, la suscrita opina según su
leal saber y entender, son auténticos. Atentamente. Profa. María Elena Bribiesca Sumano."
(Ver fojas 1396 a 1400 del tomo XVIII del cuaderno de pruebas del juicio de amparo
331/1999).
5. Con motivo de lo anterior e instaurado el procedimiento de confirmación y titulación, así
como comunicada su iniciación por parte de la Secretaría de la Reforma Agraria a la
Delegación Agraria en el Estado de México, se comisionó por ésta al ingeniero Raúl Loya
Alcaraz para la elaboración de los censos poblacionales y los trabajos técnico informativos
con el objeto de determinar quiénes son los miembros de la comunidad indígena a confirmar
y titular, así como cuáles son, tanto el perímetro como la superficie, de las tierras de dicha
comunidad indígena.
6. Mediante oficio 581069 de veintidós (22) de agosto de mil novecientos setenta y nueve
(1979), el ingeniero Loya Alcaraz informó que, tras la elaboración de los trabajos censales,
los resultados fueron: que en la superficie en cuestión existía una población total de once mil
doscientas setenta y dos personas (11,272), de las cuales sólo cincuenta y uno (51) podrían
ser considerados verdaderos comuneros capacitados; asimismo, se detalló que la lista de
dichas personas susceptibles de ser reconocidos como verdaderos comuneros, era la
siguiente: 1. Fortino Gutiérrez Ramírez. 2. Luis Sánchez Galván. 3. Agustín González López.
4. José Antonio Rodríguez Arellano. 5. Celedonio Díaz Barrera. 6. Félix Barrera Martínez. 7.
Julián Barrera Martínez. 8. Efrén Barrera Martínez. 9. Ernesto Nicolás Vargas. 10. Jesús Cruz
Valdez. 11. Trinidad Reyes Gorgolla. 12. Catalino Corte Vázquez. 13. Aniceto Valle Dorado.
14. Daniel León Ponciano. 15. Silvano Capetillo Salazar. 16. Humberto Sosa Cruz. 17. Mateo
Ruiz Olivares. 18. Guadalupe García Mireles. 19. Vicente Gómez Olvera. 20. Guadalupe
Ramírez Núñez. 21. Ranulfo Justo Remigio. 22. Ambrosio Reséndiz Flores. 23. Mariano
Olvera Martínez. 24. Florentino Uribe Maldonado. 25. Jesús Arias Márquez. 26. Felipe
Vilchis Miranda. 27. Julio Martínez Hernández. 28. Anselmo Pérez Bolaños. 29. Antonio
Calderón Pineda. 30. Francisco Martínez Manjarrés. 31. Pedro Cruz Trejo. 32. Salvador Ruiz
Esqueda. 33. Rafael Rodríguez Mireles. 34. José Pueblito Silva Alcoya. 35. Manuel Herrera
Ramírez. 36. Heladio Salinas Herrera. 37. Abraham Cureño Tejeda. 38. Marciano Arvizu
Fuentes. 39. Eleuterio Arvizu Martínez. 40. Eliseo Pastrana Villareal. 41. Gabriel González
Contreras. 42. Bertín Esquivel Padilla. 43. Martín Guadalupe Tovar. 44. Evaristo Huerta
Galeana. 45. Tomás Martínez Gómez. 46. Pedro Ramírez González. 47. Aníbal Juárez Cartín.
48. Cándido Lara Figueroa. 49. Pedro Pérez Álvarez. 50. José Dolores Mendoza Duarte. 51.
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Francisco Chávez Mandujano (ver fojas 1411 a 1414 del tomo XV del cuaderno de pruebas
del juicio 331/1999).
7. En este punto conviene destacar -por el sentido que regirá en esta sentencia- que en dicha
lista, de las personas susceptibles de reconocerse como comuneros, no se mencionó al
ingeniero Javier Rosas Núñez ni a José Luis Rosas Núñez.
8. Es pertinente señalar que para la obtención de dicha lista de comuneros habilitados, se
desarrolló un procedimiento censal por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, el que básicamente
consistió en que, durante el desarrollo de dichos censos, se eligió, no por los comuneros(13)
sino por los pobladores del lugar a un órgano de conteo denominado "junta censal," la que
quedó conformada por los señores José Rosas Sandi y por Antonio Ortiz Pedroza (quienes
finalmente no fueron reconocidos como verdaderos comuneros habilitados), todo esto, según
consta en el acta de elección de dicha junta censal de dieciséis (16) de febrero de mil
novecientos setenta y ocho (1978), en el acta de instalación de dicha junta censal, en la
convocatoria de clausura de trabajos censales y en la clausura de los trabajos de la misma; es
decir, estos representantes, reitérese, no fueron electos en ningún momento por quienes
posteriormente fueron señalados como los comuneros habilitados de Atizapán, sino por los
pobladores del lugar y para los efectos exclusivos de la elaboración del censo
correspondiente; tan es así que, incluso, dicha junta censal se clausuró, generándose
posteriormente los resultados de considerar como "comuneros habilitados" sólo a las
cincuenta y un (51) personas antes mencionadas, y tan fue así, que la actividad de esa "junta
censal" se documentó no sólo con el acta de elección, sino también con actas de una apertura
de sus trabajos y de clausura, siendo por ello que conviene insistir que los señores José Rosas
Sandi y Antonio Ortiz Pedroza, a pesar de haber participado como representantes, no de los
comuneros, sino de la población en general, durante los trabajos censales, finalmente no
fueron considerados como comuneros como ya se anticipó, terminando su representación en
el grupo censado según el acta de clausura correspondiente, la cual fue levantada el catorce
(14) de enero de mil novecientos setenta y nueve (1979) (ver fojas 1415 a 1496, pero
especialmente 1419, 1421 y 1422 del tomo XV del cuaderno de pruebas del juicio 331/1999).
9. Seguido el procedimiento de titulación y tras haberse ejecutado los trabajos técnico
informativos, mediante publicación realizada en el Diario Oficial de la Federación el
veintisiete (27) de agosto de mil novecientos ochenta y uno (1981), se puso a la vista el
expediente mencionado para que los interesados y posibles afectados comparecieran a
deducir sus derechos (ver hojas 791 a 792 del tomo XVI del cuaderno de pruebas del juicio
331/1999).
10. Mediante diverso oficio 4537 de diecisiete (17) de julio de mil novecientos ochenta y dos
(1982), la Secretaría de la Reforma Agraria comisionó ahora al ingeniero Antonio Martínez
Manríquez para que practicara trabajos técnico informativos complementarios y la
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investigación de los cincuenta y un (51) sujetos que se consideraron "comuneros habilitados"
en la lista anterior, así como la superficie del polígono a entregar a la comunidad y la
identificación de las pequeñas propiedades inafectables.
11. Concluidos los trabajos correspondientes a que se refiere el punto anterior, se determinó
que el total de la superficie propuesta como bienes comunales era de 2,075 hectáreas 20
centiáreas, dentro de las cuales se encontraron 1,794 propiedades privadas y/o pequeñas
propiedades con certificados de inafectabilidad. Asimismo, se precisó que no existen actos de
dominio en dichas superficies por parte de los comuneros en esas áreas, y que los cincuenta y
un (51) sujetos investigados, efectivamente eran las únicas personas a las se podía reconocer
como verdaderos comuneros por reunir los requisitos del artículo 200 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, en este punto, vale insistir que no se consideró que pudieran ser comuneros
José Rosas Sandi ni Antonio Ortiz Pedroza, como tampoco los promoventes de la demanda
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez (ver fojas 796 a 801 del tomo XVI del cuaderno
de pruebas del juicio 331/1999).
12. Mediante oficio de fecha dieciocho (18) de diciembre de mil novecientos ochenta (1980),
el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, emitió su opinión
en el asunto, señalando que al existir propiedades dentro del perímetro de la superficie
comunal, tendría que suspenderse el "procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales," para continuarlo por la vía de el diverso "procedimiento de restitución"; lo
anterior, porque la condición normativa para continuar un "procedimiento de reconocimiento
y titulación," es que no existan conflictos por límites con uno o más particulares respecto del
bien comunal y, en el caso, el dato consistente en que dentro del polígono a reconocer sí
existen propiedades particulares basta para que ya no deba continuarse por esa vía sino por la
diversa de tipo restitutorio (ver fojas 807 a 817 y también 1318 a 1328 de los tomos XVI y
XIX respectivamente del cuaderno de pruebas del juicio 331/1999).
13. Mediante diverso oficio de fecha veintiséis (26) de agosto de mil novecientos ochenta y
tres (1983), el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México,
emitió "actualización de resumen" y "opinión" en relación con el asunto, señalando que, de
una nueva revisión del caso, se estimaba que no era procedente reconocer y titular los bienes
comunales de Atizapán, por actualizarse el supuesto previsto por el artículo 366 de la Ley
Federal de Reforma Agraria; es decir, porque los terrenos marcados para ser reconocidos y
titulados como bienes comunales, se encuentran en posesión de particulares con títulos de
propiedad o con certificados de inafectabilidad (ver fojas 827 a 838 del tomo XVI del
cuaderno pruebas del juicio 331/1999).
14. Independientemente de lo anterior, por su parte, con fecha trece (13) de octubre de mil
novecientos ochenta (1980), el Instituto Nacional Indigenista emitió su opinión en el asunto;
dicho instituto específicamente se pronunció respecto al resultado de los trabajos técnico
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informativos, a la superficie a afectar y considerando la lista de las cincuenta y un personas a
considerar como comuneros; a lo que concluyó que según su parecer debía reconocerse y
titularse a favor de la comunidad de Atizapán de Zaragoza una superficie de 2,046-66-18
hectáreas.
15. Por su parte, con fecha dieciséis (16) de octubre de mil novecientos noventa y dos (1992)
la Dirección de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, emitió diversa
opinión en el sentido de negar la acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales a
Atizapán, por no existir tierras con las características especiales del artículo 267 de la Ley
Federal de Reforma Agraria.
16. Dicha dependencia, conjuntamente con su parecer, remitió el expediente al presidente de
la Sala Regional del Cuerpo Consultivo Agrario el dieciséis (16) de octubre de mil
novecientos noventa y dos (1992), y éste, a su vez, emitió su dictamen en los mismos
términos de la Dirección de Bienes Comunales; es decir, negar la acción de reconocimiento y
titulación de bienes comunales a Atizapán, por no existir tierras con las características
especiales del artículo 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria.
17. Ahora bien, por otra parte, cabe señalar que mediante publicación en el Diario Oficial de
la Federación de seis (6) de enero de mil novecientos noventa y dos (1992), fue reformado el
artículo 27 constitucional y con ello fue creada la jurisdicción de los tribunales agrarios, en
consecuencia el expediente del "procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales" de referencia, fue enviado al Tribunal Superior Agrario mediante oficio de dos
(2) de marzo de mil novecientos noventa y tres (1993).
18. Hasta este punto, resulta importante señalar que, de la revisión detenida de todas y cada
una de las constancias de autos, no se advierte que las personas propuestas como 51
comuneros habilitados hubieran escogido dentro de ellos mismos a su representante;
asimismo, cabe puntualizar que si bien es cierto que José Rosas Sandi fue una de las personas
que iniciaron el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, así como
también que fue electo junto con Antonio Ortiz Pedroza como representante de la junta
censal (representación diferente a la del grupo de comuneros en términos del artículo 358 de
la Ley Federal de Reforma Agraria), también lo es que dicha persona no tuvo en ningún
momento la representación de la comunidad; no pasa por alto tampoco que en el expediente
existen diversos escritos firmados por José Rosas Sandi dirigidos a la Presidencia de la
República y a diferentes autoridades agrarias, en los cuales siempre se ostentó como si fuera
representante de la comunidad; sin embargo, debe reiterarse que como el grupo de comuneros
no lo eligió en términos del artículo 358 mencionado, es claro que dicha persona, en realidad
y en derecho, careció en todo momento de tal representación, a grado tal que ni siquiera fue
reconocido como comunero; tampoco pasa por alto y es motivo de mención especial, que
hasta este punto del expediente tampoco aparece que los comuneros de Atizapán hubieran
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electo como sus representantes a los suscriptores de la demanda de este juicio: Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez.
19. Por otro lado, y considerando el tipo de expediente de que se trataba, de conformidad con
el artículo cuarto transitorio del Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
veintiséis (26) de febrero de mil novecientos noventa y dos (1992), mediante el cual se
publicó la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, y por oficio 579 de dieciocho de
noviembre del mismo año, fue enviado el expediente al Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, radicándose en éste, mediante auto
de doce (12) de febrero de mil novecientos noventa y tres (1993), en donde se formó ahora el
juicio de confirmación y titulación de bienes comunales TUA/10o.DTO./277/92.
20. Seguidos los trámites restantes de dicho juicio, y encontrándose los autos en estado de
resolución, el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito dictó sentencia el quince (15) de
octubre de mil novecientos noventa y tres (1993), en los siguientes términos:
"CONSIDERANDO. PRIMERO. Este Tribunal Unitario Agrario es competente para conocer
y resolver el presente asunto, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 18, fracción III,
de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios; además por lo dispuesto en los artículos 27,
fracción XIX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y tercero
transitorio del decreto que reformó a tal precepto constitucional, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el seis de enero de mil novecientos noventa y dos; y tercero y cuarto
transitorios, fracción I, de la Ley Agraria; así como en el acuerdo del Tribunal Superior
Agrario de fecha veintidós de septiembre del presente año, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el veintinueve de septiembre del año en curso, que establece la jurisdicción
territorial de los distritos en que se divide la República. SEGUNDO. En el presente
procedimiento, se observaron las disposiciones contenidas en los artículos 356, 357, 358,
359, 360 y 361 de la Ley Federal de Reforma Agraria, relativos al procedimiento que deben
seguir los expedientes sobre el reconocimiento y titulación de bienes comunales. TERCERO.
La capacidad individual del núcleo que promueve esta acción quedó acreditada de acuerdo
con los resultados de la diligencia censal realizada en el año de mil novecientos setenta y
nueve, por el que resultaron cincuenta y un comuneros capacitados, según el informe del
estudio de revisión censal de fecha veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve;
datos que fueron corroborados por los trabajos técnicos informativos complementarios, cuyo
informe complementario data del treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos, en
atención a lo dispuesto por los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria.
CUARTO. Que a pesar de que el dictamen paleográfico de fecha catorce de septiembre de
mil novecientos setenta y cuatro, de la Dirección General de Legislación y Consulta del
Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, respecto a la documentación exhibida
por los representantes del poblado en referencia, expedida por el Archivo General de la
Nación, fue en sentido positivo, ya que opinó que los mismos son auténticos; que el Instituto
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Nacional Indigenista, opinó el trece de octubre de mil novecientos ochenta, que debía
reconocerse y titularse a favor del poblado de "Atizapán de Zaragoza," la superficie de 2,04666-18 hectáreas; sin embargo, los trabajos técnicos informativos complementarios reportan la
existencia de pequeñas propiedades dentro de la superficie que se solicita sea confirmada y
titulada como bienes comunales del poblado Atizapán de Zaragoza, incluso algunas de ellas
con certificado de inafectabilidad, según se desprende de los antecedentes existentes en la
Delegación Agraria del Estado de México, en los que por trabajos técnicos informativos
anteriores, y por los llevados a cabo en virtud de una acción de ampliación de ejidos
promovida por el poblado de referencia, se confirman la existencia y localización, dentro del
radio legal de afectación, de determinadas pequeñas propiedades; resulta así que al ser
comisionado el ingeniero Antonio Martínez Manríquez, para realizar trabajos técnicos
informativos complementarios en el año de mil novecientos ochenta y dos, se llegó al
conocimiento de que de la superficie de 2,075-86-18 hectáreas, proyectadas como terrenos
susceptibles de ser confirmados y titulados al poblado de Atizapán de Zaragoza, 1,766-00-00
hectáreas, se encuentran ocupadas por predios considerados como pequeñas propiedades y el
resto lo detentan campesinos del poblado de ‘Calacuaya,’ Municipio de Atizapán de
Zaragoza, en una parte, y otra la ocupa la ‘Presa Madín’. Las pruebas y alegatos que
presentaron los propietarios particulares en defensa de sus derechos de propiedad de los
predios señalados por las personas que suscribieron la solicitud de confirmación y titulación
de bienes comunales o que fueron objeto de los estudios técnicos informativos para proyectar
la superficie de tierra susceptible de confirmación y titularse a los solicitantes, así como la
abierta oposición a la acción intentada, hace que se actualice la hipótesis que contempla el
artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria y que, por este motivo, se declara
improcedente la vía de la confirmación y titulación de bienes comunales. Por otra parte, es de
señalarse que comisionado el ingeniero Antonio Martínez Manríquez, comprobó que las
personas del poblado que solicita la titulación y confirmación de tierras, no realizan actos de
dominio sobre dichas tierras; existiendo, asimismo, constancias en autos de fechas
veinticinco y veintiséis de noviembre de mil novecientos ochenta, expedidas por el
Comisariado Ejidal del Poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su nombre, Estado
de México, y del secretario del H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de Zaragoza, en
las que manifiestan que en el Municipio de Atizapán de Zaragoza no existen terrenos
comunales, sino únicamente ejidos, pequeños propietarios y fraccionamientos reconocidos
oficialmente. Por lo anteriormente expuesto, se llega a la conclusión de que el núcleo de
población que solicita el reconocimiento y titulación de bienes comunales que nos ocupa, no
guardan de hecho o por derecho el estado comunal, requisito indispensable señalado por el
artículo 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria, ya que no ejercen actos posesorios sobre
dichas tierras, ni se le ha restituido alguna superficie de tierras, bosques o aguas, hipótesis
esenciales inherente a toda comunidad y, en consecuencia, carecen del vínculo jurídico que
debe existir entre el núcleo de población y los bienes que le pertenecen, por la posesión
tradicional o adquirida a través de una restitución, el cual se manifiesta con la naturaleza de
un derecho real, en cuya virtud no procede reconocer y titular como bienes comunales a favor
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de los solicitantes la superficie de terreno que solicitan y que fueron objeto de los estudios
que se contienen en ese expediente. Por lo expuesto y fundado, y con apoyo además en la
fracción XIX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en
los artículos 153, 164 y 189 de la Ley Agraria; 1o., 18, fracción III, así como la fracción I, del
cuarto transitorio de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, es de resolverse y se
resuelve. PRIMERO. Ha procedido la vía agraria intentada por los vecinos del poblado de
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la que la parte
actora no acreditó la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes
comunales; en consecuencia. SEGUNDO. Se declara improcedente la solicitud de
reconocimiento y titulación de bienes comunales que promovió el citado poblado de Atizapán
de Zaragoza. TERCERO. Remítase copia autorizada de la presente resolución al Registro
Agrario Nacional para su conocimiento y registro, en los términos de la fracción I del artículo
152 de la Ley Agraria. CUARTO. Por oficio notifíquese al delegado agrario y al delegado de
la Procuraduría Agraria en el Estado, para su conocimiento y efectos legales. QUINTO.
Notifíquese personalmente a los representantes comunales, entregándoles copia simple de la
misma; en su oportunidad archívese el expediente como asunto concluido. SEXTO.
Publíquese esta resolución en la Gaceta Oficial del Gobierno del Estado; los puntos
resolutivos de la misma en el Boletín Judicial Agrario y en los estrados de este tribunal, y
anótese en el libro de registro. Así lo resolvió y firma el C. Magistrado Numerario del
Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito con el secretario de Acuerdos que autoriza y
da fe."
21. En contra de la sentencia anterior se promovió juicio de amparo, debiendo destacarse que
la demanda se suscribió por Javier Rosas Núñez, quien se ostentó como si fuera "presidente
propietario de la comunidad de Atizapán de Zaragoza".
22. Con relación a lo anterior, cabe señalar que al momento de presentarse dicha demanda, la
comunidad carecía de representante; y no sólo eso, sino que además, de una revisión
cuidadosa de todas y cada una de las constancias de autos hasta ese momento, y
especialmente, de una revisión del expediente administrativo agrario como de las constancias
del diverso expediente ante el tribunal agrario, no se desprende parte alguna donde conste que
a Javier Rosas Núñez, se le hubiera electo por los 51 comuneros como se ostentó en la
demanda de amparo, es decir, como "presidente propietario de la comunidad de Atizapán de
Zaragoza". Incluso, durante todo el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales (tanto en su etapa administrativa como en la parte seguida ante el tribunal agrario)
no consta que los comuneros hubieran procedido a realizar la elección a que se refiere el
artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria. Mucho menos aparece en parte alguna
del expediente, que a Javier Rosas Sandi, Javier Rosas Núñez o a José Luis Rosas Núñez, se
les hubiera electo como representantes de los 51 comuneros de Atizapán y mucho menos con
las formalidades legales exigidas en el caso, las que condicionan la validez de tal
representación de derecho agrario.
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23. No obstante lo anterior, la demanda de amparo directo fue enviada al entonces Tercer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, en donde, a pesar de lo anterior, fue admitida a
trámite mediante auto de nueve (9) de junio de mil novecientos noventa y cuatro (1994).
24. Seguidos los trámites del juicio directo, en sesión de veintiséis (26) de octubre de mil
novecientos noventa y cinco (1995), el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del Segundo Circuito (denominación que sustituyó al Tercer Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito) consideró que la sentencia reclamada no era motivo de
impugnación en amparo directo -por considerar que no era una sentencia definitiva- y con
dicho argumento remitió los autos al Juez de Distrito en turno en el Estado de México, con
residencia en Naucalpan.
25. Por auto de veinticinco (25) de noviembre de mil novecientos noventa y cinco (1995), la
entonces Jueza Séptimo de Distrito en el Estado de México, recibió la demanda y los autos
correspondientes y decidió admitirla a trámite, destacando que ello lo hizo sin cuestionar la
personalidad del promovente pues nada consideró al respecto; asimismo, formó el expediente
del juicio indirecto 607/95, y en audiencia constitucional de veintisiete (27) de febrero de mil
novecientos noventa y siete (1997), dictó sentencia en la cual negó el amparo a la comunidad
de Atizapán; es pertinente destacar que para el momento en que fue dictada esta resolución,
el Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, se
transformó en Juzgado Cuarto en la misma entidad y residencia.
26. Inconforme con la sentencia, Javier Rosas Núñez, aprovechando la personalidad que -de
alguna manera- le había sido implícitamente aceptada, interpuso recurso de revisión, el cual
fue admitido por el entonces Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo
Circuito, mediante auto de catorce (14) de julio de mil novecientos noventa y siete (1997),
formándose así el toca de revisión 76/97 y, seguidos los trámites de dicho recurso por todas
sus etapas, en sesión de veintisiete (27) de noviembre de mil novecientos noventa y siete
(1997), se dictó sentencia en la que se revocó la sentencia recurrida y se concedió el amparo a
la comunidad de Atizapán en los siguientes términos:
"CUARTO. Suplidos en su deficiencia en términos del artículo 76 Bis, fracción III, en
relación con el 227 de la Ley de Amparo, son fundados los agravios que se hacen valer. Se
cierto (sic) como lo sostiene la quejosa, que el Tribunal Unitario responsable, en la sentencia
que reclama, fue omiso en analizar la totalidad del acervo probatorio de que se informa el
procedimiento de confirmación y titulación de bienes comunales instado por el poblado
quejoso. Dicha sentencia, de fecha quince de octubre de mil novecientos noventa y tres, que
constituye el acto reclamado en el juicio de amparo, se sostiene en las siguientes
consideraciones: (se hace la transcripción de la sentencia reclamada, la cual por ya constar en
este fallo con anterioridad, no se vuelve a transcribir para evitar reiteraciones innecesarias).
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Como puede advertirse de la transcripción anterior, el Tribunal Unitario responsable, para
estimar improcedente la solicitud de titulación y reconocimiento de bienes comunales
promovido por el poblado de Atizapán de Zaragoza, únicamente hizo referencia a los trabajos
técnicos informativos complementarios realizados por Antonio Martínez Manríquez; aludió
someramente a las pruebas y alegatos que presentaron los propietarios particulares en defensa
de sus derechos de propiedad, así como a las constancias de veinticinco y veintiséis de
noviembre de mil novecientos ochenta, expedidas por el Comisariado Ejidal del Poblado de
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, en el Estado de México, y por el
secretario del Ayuntamiento Constitucional de dicho lugar; no obstante, en los resultandos de
la sentencia de mérito, hizo una relación de las constancias de que se informa el expediente
administrativo en cuestión, siendo éstas, en lo que interesa, como a continuación se enuncia
(se hace una transcripción de los resultandos de la sentencia reclamada en donde se hace la
relación de las pruebas que constan en autos, en 14 fojas). Medios de convicción sobre los
que el Tribunal Unitario responsable fue omiso en emitir un juicio de valor, contraviniendo
con ello lo dispuesto en el artículo 189 de la Ley Agraria, que obliga a la responsable a
motivar sus resoluciones apreciando en conciencia las pruebas de que se informa el sumario.
En estas circunstancias, resulta incuestionable que el Juez de Distrito incurre en defecto al
analizar el fondo de la controversia, pasando por alto la falta de análisis por parte de la
responsable respecto de todas y cada una de las constancias de que se informa el
procedimiento para la confirmación y titulación de bienes comunales, iniciado por la ahora
recurrente, que por constituir un vicio formal, su estudio es preferente, máxime si se advierte
de la sentencia recurrida que el a quo también fue omiso en dicho análisis; por tanto, procede
revocar la sentencia que se revisa y conceder a la quejosa el amparo que solicitó para el
efecto de que el Tribunal Unitario responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y
dicte otra en la que satisfaga las exigencias del artículo 16 constitucional, motivándola
suficientemente, es decir, valorando todas y cada una de las constancias que obran en el
procedimiento administrativo de mérito y con plenitud de jurisdicción resuelva lo que
proceda en derecho. Por lo anteriormente expuesto y fundado se resuelve. PRIMERO. Se
revoca la sentencia que se revisa. SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a la
comunidad denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, Estado de
México, en contra del acto que reclamó del Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito,
precisado en el primer resultando de esta ejecutoria y para los efectos señalados en la parte
final del último considerando de la misma. Notifíquese, con testimonio de esta resolución,
vuelvan los autos relativos al lugar de su origen y oportunamente archívese el expediente. Así
lo sentencia el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, por
unanimidad de votos de los señores Magistrados presidente licenciado Manuel Baraibar
Constantino, licenciado Darío Carlos Contreras Reyes y licenciado Lorenzo Palma Hidalgo,
siendo ponente el segundo de los mencionados (ver fojas 110 a 135 del tomo XX de pruebas
del juicio 331/1999)."
27. En cumplimiento a la anterior ejecutoria de amparo, el Tribunal Unitario dejó
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insubsistente la sentencia reclamada, y el dos (2) de abril de mil novecientos noventa y ocho
(1998) pronunció una nueva, la cual ahora es materia de este juicio. El contenido de la
sentencia reclamada es el siguiente:
"CONSIDERANDO. PRIMERO. Este Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, con
sede en Naucalpan de Juárez, Estado de México, es competente para conocer y resolver el
presente asunto, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 18, fracción III, de la Ley
Orgánica de los Tribunales Agrarios; además por lo dispuesto en los artículos 27, fracción
XIX, de la Constitución General de la República, tercero transitorio, que reformó a tal
precepto constitucional, publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de enero de
mil novecientos noventa y dos; y tercero y cuarto transitorio de la Ley Agraria de fecha
veintidós de septiembre de mil novecientos noventa y tres, publicada en el Diario Oficial de
la Federación el veintinueve de ese mismo mes y año, que establece la jurisdicción territorial
de los distritos en que se divide la República. SEGUNDO. En el presente procedimiento se
observaron las disposiciones contenidas en los artículos 356, 357, 358, 359, 360, 361 y
primera parte del 362 de la Ley Federal de la Reforma Agraria, relativos al procedimiento
que deben seguir los expedientes sobre el reconocimiento y titulación de bienes comunales.
TERCERO. En cumplimiento a la ejecutoria dictada el veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventa y siete por el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Segundo Circuito, en el amparo en revisión número 76/97, se procede a valorar las
constancias que obran en el procedimiento administrativo que nos ocupa, y que se refieren a
documentos públicos cuya formación está encomendada por la ley, dentro de los límites de su
competencia, a funcionarios públicos revestidos de la fe pública y otros expedidos por
funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones; por lo cual, se les otorga pleno valor
probatorio, atento a lo dispuesto por los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles; con los que se llega al conocimiento que el catorce de septiembre de
mil novecientos setenta y cuatro, la Dirección General de Legislación y Consulta del
Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización emitió su dictamen paleográfico, en el
que se concluye que es auténtica la documentación presentada en treinta y tres fojas útiles por
los representantes del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre,
Estado de México (fojas 6 a 10 del legajo IV). Que el diecisiete de mayo de mil novecientos
setenta y nueve, el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, rindió su informe de comisión de trabajos
administrativos, en el que señala que el dieciséis de febrero de mil novecientos setenta y
ocho, comenzaron los trabajos mencionados, que el siete de enero de mil novecientos setenta
y nueve, se giró convocatoria para la clausura de los trabajos censales y hacer la elección de
los representantes comunales; que la clausura de los trabajos censales se llevó a cabo el
catorce de enero de ese mismo año, el cual arrojó un total de 11,337 habitantes clasificados
en 2,047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de dieciséis años y 7,658 esposas, niños y
jóvenes menores de dieciséis años; que posteriormente se llevó a cabo la elección de los
representantes comunales, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 358 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, para que intervinieran con tal carácter en el trámite de su expediente, en lo
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que se designó por mayoría de votos a los señores José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza,
propietario y suplente respectivamente. Que el veintidós de agosto de mil novecientos setenta
y nueve, el revisor de la Dirección General de Bienes Comunales de la Secretaría de la
Reforma Agraria, presentó el informe del estudio de revisión censal, con respecto a los
trabajos censales realizados por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz; emitiendo su opinión, en el
sentido de que los trabajos se desarrollaron de conformidad con lo dispuesto en los artículos
29, 31, 32, 358, 359, inciso b), de la Ley Federal de Reforma Agraria, y 6o., 7o. y 8o. del
Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes
Comunales; y se consideró que en la comunidad de referencia, existen 51 comuneros
capacitados que cumplen con lo dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, y que son los que a continuación se relacionan: 1. Fortino Gutiérrez
Ramírez; 2. Luis Sánchez Galván; 3. Agustín González López; 4. José Antonio Rodríguez
Arellano; 5. Celedonio Díaz Barrera; 6. Félix Barrera Martínez; 7. Julián Barrera Martínez; 8.
Efrén Barrera Martínez; 9. Ernesto Nicolás Vargas; 10. Jesús Cruz Valdez; 11. Trinidad
Reyes Gorgolla; 12. Catalino Cortes Vázquez; 13. Aniceto Valle Dorado; 14. Daniel León
Ponciano; 15. Silvano Capetillo Salazar; 16. Humberto Sosa Cruz; 17. Mateo Ruiz Olivares;
18. Guadalupe García Mireles; 19. Vicente Gómez Olvera; 20. Guadalupe Ramírez Núñez;
21. Ranulfo Justo Remigio; 22. Ambrosio Reséndiz Flores; 23. Mariano Olvera Martínez; 24.
Florentino Uribe Maldonado; 25. Jesús Arias Márquez; 26. Felipe Vilchis Miranda; 27. Julio
Martínez Hernández; 28. Anselmo Pérez Bolaños; 29. Antonio Calderón Pineda; 30.
Francisco Martínez Manjarrés; 31. Pedro Cruz Trejo; 32. Salvador Ruiz Esqueda; 33. Rafael
Rodríguez Mireles; 34. José Pueblito Silva Alcoya; 35. Manuel Herrera Ramírez; 36. Heladio
Salinas Herrera; 37. Abraham Cureño Tejeda; 38. Marciano Arvizu Fuentes; 39. Eleuterio
Arvizu Martínez; 40. Eliseo Pastrana Villareal; 41. Gabriel González Contreras; 42. Bertín
Esquivel Padilla; 43. Martín Guadalupe Tovar; 44. Evaristo Huerta Galeana; 45. Tomás
Martínez Gómez; 46. Pedro Ramírez González; 47. Aníbal Juárez Cartín; 48. Cándido Lara
Figueroa; 49. Pedro Pérez Álvarez; 50. José Dolores Mendoza Duarte; 51. Francisco Chávez
Mandujano (fojas 6 a 8 del legajo V). Que el diecinueve de septiembre de mil novecientos
ochenta, el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, rindió su informe de trabajos técnicos
complementarios, con la finalidad de señalar la superficie posible por confirmar en el
poblado de Atizapán de Zaragoza, en el que indica que los trabajos técnicos complementarios
fueron clausurados el treinta y uno de agosto de ese mismo año, levantándose el acta de
clausura y conformidad de la comunidad, donde aceptaron que se confirmara exclusivamente
la superficie que se levantó, certificando dicho acto la autoridad municipal, en donde
manifestó que es lo que la comunidad tiene en posesión, y cuya calidad de tierras es
agostadero cerril de mala calidad; asimismo, hizo la aclaración, que no se levantó acta de
conformidad de linderos, ya que los terrenos colindantes (sic) con fraccionamientos urbanos
y que, por tanto, la conformidad fue hecha con la autoridad municipal, en donde se asentó
que no existen problemas de linderos; que del cálculo de la superficie analítica resultó una
superficie de 2,075-86-16 hectáreas, que la superficie de la ‘Presa Madín’, es planimétrica de
29-20-00 hectáreas; y que la superficie de los terrenos comunales es de 2,046-55-18 hectáreas
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
(fojas 123 a 200 del legajo I). Que el veintidós de septiembre de mil novecientos ochenta, el
ingeniero Leonel Luna Payán, llevó a cabo el informe de revisión técnica de los trabajos
técnicos e informativos complementarios realizados por el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, en
el que opina que dichos trabajos se aceptaron por encontrarse técnicamente correctos (fojas
108 a 113 del legajo I). Que el trece de octubre de mil novecientos ochenta, el director
general del Instituto Nacional Indigenista, con fundamento en los artículos 360 y 374 de la
Ley Federal de Reforma Agraria, emitió su opinión, en el sentido de que debe reconocerse y
titularse, a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18
hectáreas, aprobadas en revisión técnica (fojas 147 y 148 del legajo III). Con el informe
complementario rendido por el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, ordenado por el representante
de la Dirección General de la Tenencia de la Tierra ante la Sala Estatal del Cuerpo
Consultivo Agrario en el Estado de México, a fin de que el mismo ingeniero citado revisara y
modificara su informe, en virtud de que de los antecedentes reencontrados en el archivo de la
Delegación Agraria en el Estado, se llegó al conocimiento que dentro de la superficie
levantada se localizan propiedades que cuentan con certificados de inafectabilidad, y que
corresponden a: ‘Rancho del Charro’, fracciones 1 y 2 de la Ex Hacienda del Pedregal,
propiedad de Julián García Romero, con una superficie de 396-00-00 hectáreas, de las cuales
20-00-00 hectáreas son de temporal y el resto de agostadero de mala calidad; ‘Rancho San
Juan’, propiedad de Carmen N. de Morchan, con una superficie de 605-00-00 hectáreas de
terrenos áridos; y ‘La Purísima Concepción’ o ‘La Purísima’, propiedad de Ángel S.
Fernández, con una superficie de 794-15-00 hectáreas, de terrenos áridos; se llega al
conocimiento, que dicho ingeniero informó que una vez que se trasladó al poblado en
cuestión para localizar en el terreno dichas propiedades, se pudo percatar que el certificado de
inafectabilidad agrícola número 26654, corresponde al predio denominado ‘La Purísima
Concepción’ o ‘La Purísima’, propiedad de Ángel S. Fernández, y que corresponde a una
superficie de 794-15-00 hectáreas, misma que queda fuera de los terrenos que la comunidad
solicita su confirmación, como bienes comunales; que el certificado de inafectabilidad
agrícola número 16506, corresponde al predio denominado ‘Rancho El Charro’, fracciones 1
y 2 de la Ex Hacienda de ‘El Pedregal’, propiedad de Julián García Romero, y que
comprende las citadas superficies, mismas que también quedan fuera de los terrenos de la
comunidad y que comprenden la zona industrial ‘Fraccionamiento Pedregal de Atizapán y
ampliación habitacional de El Pedregal’, las cuales se encuentran completamente
urbanizadas, y que en cuanto al certificado de inafectabilidad agrícola número 14562,
corresponde al predio denominado ‘Rancho San Juan’, propiedad de Carmen N. Morchan, y
que comprende una superficie de 605-20-00 hectáreas, de las cuales 345-00-00 hectáreas
corresponden al ‘Rancho San Juan’, ubicadas dentro de los terrenos que reclama la
comunidad, y que las 260-00-00 hectáreas faltantes corresponden a ‘Rancho Viejo’,
quedando fuera de la comunidad. Y, asimismo, informó, que la calidad de tierras que solicita
el núcleo gestor son terrenos de agostadero cerril, aun y cuando los certificados mencionados
son agrícolas (fojas 87 a 89 del legajo I). Que el dieciocho de diciembre de mil novecientos
ochenta, el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, con
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
fundamento en lo establecido por el artículo 361 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
emitió su opinión con respecto al presente asunto, en el siguiente sentido: ‘Primero.
Suspéndase el presente procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales
instaurado a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, de
esta entidad federativa, en la Subdirección de Bienes Comunales dependiente de la Dirección
General de la Tenencia de la Tierra, registrado bajo el número 276.1/3507 (725.2), por
estarse en el caso previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria.
Segundo. Continúese el procedimiento por la vía de restitución por haber surgido conflicto
por límites con uno o más particulares respecto del bien comunal, en la cual se determine si
los predios de los mismos particulares son o no susceptibles de restitución y, por
consecuencia, son o no materia de reconocimiento y titulación de bienes comunales a favor
del poblado de que se trata, o bien, se deben seguir considerando como pequeñas propiedades
...’. Con el informe de revisión técnica complementaria, de fecha veintisiete de enero de mil
novecientos ochenta y uno, respecto de los trabajos técnicos complementarios elaborados por
el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, se llega al conocimiento que una vez que fueron revisados
los mismos, se procedió al cálculo de la superficie arrojando 2,046-66-18 hectáreas en el
polígono general, y que se hizo la aclaración que dentro de dicho polígono se encuentra una
superficie de 345-02-00 hectáreas, amparadas con un certificado de inafectabilidad agraria
número 14562 y que, a la vez, también se encuentra la ‘Presa Madín’, con una superficie de
29-20-00 hectáreas; que sumando las dos cifras anteriores dan un total de 374-22-00
hectáreas, que indicó tal revisor serían restadas a la superficie del polígono general, quedando
un total de 1,672-44-18 hectáreas de superficie, para confirmación y titulación de bienes
comunales (foja 72 del legajo I). Con el informe de los trabajos técnicos e informativos
complementarios, llevado a cabo por los ingenieros Ignacio Sánchez Rosas y Benjamín
Jacinto Hernández, y por el señor Diego Torres Freyre, de fecha ocho de diciembre de mil
novecientos ochenta y uno, se llega al conocimiento que una vez que se encontraron reunidos
el veintinueve de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, en el lugar acostumbrado para
las reuniones sociales de la comunidad d
Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, Estado de México, con la totalidad
de los comuneros, se les hizo saber a los comisionados que esos trabajos ya se habían
efectuado anteriormente por el ingeniero Raúl Loyo Alcaraz y que éstos ya se encontraban en
las oficinas centrales de la Secretaría de la Reforma Agraria, y que el problema que tenían,
era que el área señalada como comunal, en el plano elaborado por el citado profesionista,
estaba invadido por fraccionamientos, por lo que pidieron a dichos comisionados que
verificaran el plano en el terreno, para que comprobaran si estaba invadido o no, por lo que el
día siguiente a esa fecha, procedieron a realizar los trabajos sugeridos, encontrándose que
dicho plano concuerda dentro de la tolerancia requerida para esos trabajos, físicamente en el
terreno de los hechos y que, además, observaron y certificaron que el área que encierra el
citado plano, se encuentra libre de invasiones, ya que los fraccionamientos se ubican fuera
del área que se pretende confirmar, misma que se compone de una superficie de monte cerril,
manifestando también que los comuneros se encuentran disgregados en toda el área comunal;
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
asimismo, hicieron notar que los comuneros y autoridades agrarias, estaban de acuerdo en
que se les reconociera y titulara la superficie de 2,075-86-78 hectáreas, para que ya no se
crearan más problemas; por lo que se trasladaron a las oficinas centrales a fin de revisar el
expediente de los trabajos técnicos e informativos elaborados por el ingeniero Raúl Loya
Alcaraz, encontrándose que esos trabajos se encontraron correctos y aprobados en revisión
técnica, por lo que optaron por no realizar los trabajos técnicos informativos
complementarios, ya que con esto sólo se iban a crear más confusiones al respecto; y que
dichos comisionados opinaron que el expediente que nos ocupa, debía seguir los trámites
subsecuentes hasta que se obtuviera la resolución respectiva, y se dieran por terminados los
supuestos problemas, que según indicaron, realmente no existen (fojas 4 y 5 del legajo I).
Con el informe de fecha treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos, llevado a
cabo por el ingeniero Antonio Martínez Manríquez, de la Delegación Agraria en el Estado de
México, con respecto a unos trabajos técnicos informativos complementarios, para que
verificara la posesión y demás actos de dominio realizados en la superficie propuesta para el
reconocimiento y la titulación de bienes comunales del poblado que nos ocupa y, por otra
parte, respecto del censo general de población comunal del que se mencionan a 51 sujetos a
los que se les atribuyó la calidad de jornaleros o peones, sin que se hayan precisado la
naturaleza de las actividades que desarrollan; se llega al conocimiento que dicho comisionado
informó ‘... trabajos técnicos complementarios. Consistiendo en la elaboración de un plano
informativo, teniendo como base los trabajos técnicos e informativos realizados por el
ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, y los trabajos técnicos e informativos realizados por el C.
Ingeniero José Luis Cázares Lares, los primeros por la vía de reconocimiento y titulación y
los segundos informativos con ampliación ejidal de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su
nombre, confrontando dichos levantamientos con planos detenal, láminas fotogramétricas,
plano conjunto del Distrito de Tlalnepantla y diversos documentos existentes en esta
Delegación Agraria, anexando al presente copias fotostáticas de la opinión que emite la
Delegación Agraria respecto al expediente de reconocimiento y titulación de bienes
comunales, cuya superficie total, según los trabajos técnicos informativos, es de 2,075-86-18
hectáreas de terrenos áridos, de los cuales, según los antecedentes antes mencionados, 1,79460-00 hectáreas son pequeñas propiedades con certificado de inafectabilidad (sic) y que
fueron investigadas con anterioridad por esta Delegación Agraria, encontrándose dentro de la
superficie comunal propuesta para Atizapán de Zaragoza, las siguientes propiedades: 1.
Rancho San Juan, con una superficie de 345-00-00 hectáreas, este predio posee certificado de
inafectabilidad y está junto con (sic) 2. Rancho Viejo, que tiene una superficie de 180-40-00
hectáreas, dentro de la superficie comunal y junto con el primero poseen certificado de
inafectabilidad, colinda con el Rancho El Charro 3. (sic) Tiene una superficie de 237-60-00
hectáreas, dentro de la superficie comunal, posee certificado de inafectabilidad. 4. Hacienda
Chiluca, tiene una superficie de 94-40-00 hectáreas dentro de la superficie comunal, al
parecer esta fracción no posee certificado de inafectabilidad y es independiente a la pequeña
propiedad denominada Fraccionamiento Residencial Chiluca, que posee certificado de
inafectabilidad número 26664, que ampara una superficie de 785-00-00 hectáreas, de las
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cuales 209-60-00 hectáreas, se encuentran dentro de la superficie comunal de Atizapán de
Zaragoza (11.). 5. Propiedad de Salvador Salgado, tiene una superficie de 168-40-00
hectáreas, dentro del terreno comunal, no posee certificado de inafectabilidad. 6. Unidades
Residenciales Colón, tiene una superficie aproximada de 117-00-00 hectáreas. 7. Señores
Miranda, tiene una superficie de 29-80-00 hectáreas, dentro de la superficie comunal. 8. La
Colmena, con una superficie de 70-40-00 hectáreas, dentro de la superficie comunal, 9.
Rancho Viejo, propiedad de Vicente Pineda Cárdenas, tiene una superficie de 68-80-00
hectáreas dentro de lo comunal. 10. La Condesa, con una superficie de 231-60-00 hectáreas
de pastal cerril dentro de la superficie propuesta para la confirmación de Atizapán de
Zaragoza, existiendo los siguientes antecedentes: El pueblo de Calacuaya, Municipio de
Atizapán de Zaragoza, Estado de México, obtuvo resolución presidencial de dotación de
tierras, de fecha catorce de agosto de mil novecientos treinta y uno, con una superficie de 8500-00 hectáreas de riego, que se tomaran de la Hacienda de Santa Mónica y en esta
resolución presidencial se menciona que Calacuaya no tiene zona urbanizada, pues el caserío
se encuentra diseminado dentro de la extensión poseída que según levantamiento, esa
extensión comprende una superficie de 695-23-70 hectáreas, de las cuales 807-63-70
hectáreas son de cerril pastal considerados como comunales, el restante es de personas no
censadas no obstante de esta resolución de dotación ejidal donde se consideraron los terrenos
comunales poseídos, no existe en el archivo de esta Delegación Agraria instauración alguna
del expediente de reconocimiento y titulación de bienes comunales a favor de Calacuaya,
Municipio de Atizapán de Zaragoza, ni antecedente alguno, comprobando con planos
conjuntos, láminas fotogramétricas, radios de siete kilómetros de los ejidos colindantes, que
de las 607-63-70 hectáreas, consideradas como comunales a Calacuaya, 280-60-00 hectáreas
las reclama como comunales Atizapán de Zaragoza; existe también dentro de la superficie
comunal una presa denominada Madín, que tiene una superficie de 29-00-00 hectáreas; la
suma total de todas las pequeñas propiedades y los terrenos comunales de Calacuaya, así
como la Presa Madín, que se encuentran enclavadas dentro de la superficie propuesta como
bienes comunales de Atizapán de Zaragoza, es de 2,075-20-00 hectáreas, no existiendo actos
de dominio por parte de los comuneros en estas hectáreas, salvo pequeñas fracciones en los
terrenos considerados como del pueblo de Calacuaya, ya que gente de ese poblado se censó
para el Censo General de Atizapán de Zaragoza.’. Asimismo, informó dicho comisionado que
respecto a las 51 personas a quienes se les atribuye la calidad de jornaleros o peones, son los
únicos que reúnen los requisitos del artículo 200 de la Ley Federal de Reforma Agraria en
vigor, ya que son los que como ocupación habitual tienen el campo o jornalero o peón (fojas
28 a 35 del legajo I). Con la actualización, resumen y opinión del expediente que nos ocupa,
hecha por el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México de
fecha veintiséis de agosto de mil novecientos ochenta y tres, se llega al conocimiento que
dicho delegado opinó que no es procedente el reconocimiento y titulación de los bienes
comunales de los terrenos solicitados por el poblado denominado Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, por encontrarse el presente caso dentro de
lo previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria (fojas 57 a 98 del legajo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
I). Con la opinión hecha el trece de octubre de mil novecientos noventa y dos, por el director
general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma Agraria, con respecto a diversa
documentación que le remitió el director de Bienes Comunales, sobre el valor legal
probatorio de la misma, a fin de establecer la procedencia o improcedencia como propiedades
particulares de los casos señalados en la misma, se llega al conocimiento que el citado
director general opinó que resulta evidente que en atención a que a esa fecha no se había
emitido resolución presidencial que confirme y titule los bienes comunales a favor del
poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, existe
imposibilidad de proceder en los términos del artículo 16 del Reglamento para la Tramitación
de los Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, ya que ello se
encuentra supeditado o condicionado a que en la resolución presidencial respectiva se
estableciera, en su caso, el derecho de los presuntos propietarios a que solicitaran en tiempo y
forma la exclusión de los predios (legajo X). Con la opinión emitida por el director de Bienes
Comunales de la Dirección General de la Tenencia de la Tierra de la Secretaría de la Reforma
Agraria, de fecha dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y dos, respecto del
expediente que nos ocupa, se llega al conocimiento que dicho director opinó que ‘Se niega la
acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales al pueblo de Atizapán de
Zaragoza, Municipio de su nombre, Estado de México, por haberse comprobado que éste no
tiene tierras con las características establecidas en el artículo 257 de la Ley Federal de
Reforma Agraria.’ (fojas 9 a 12 del legajo X). Con el dictamen elaborado por el cuerpo
consultivo agrario, con fecha veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y dos, se llega
al conocimiento, que el mismo opinó que se negara la acción intentada, en razón de que el
poblado de que se trata, no guarda de hecho o por derecho el estado comunal (legajo XI).
Cuarto. A continuación se procede a analizar y valorar las pruebas aportadas por los
interesados que promovieron en el expediente en estudio, en base a lo dispuesto por el
artículo 360 de la Ley Federal de Reforma Agraria. A las aportadas por el señor Luis Méndez
Cabrera, en su carácter de gerente de la sociedad denominada ‘Club de Golf Valle Escondido,
S.A.’, tenemos que, el Diario Oficial de la Federación de fecha diez de diciembre de mil
novecientos veinticinco, tiene valor probatorio con fundamento en los artículos 129 y 202 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento, que en el
mismo se publicó la resolución dictada con fecha veintinueve de octubre de ese mismo año,
en el expediente de restitución de tierras promovido por vecinos de los poblados de Atizapán
de Zaragoza y San Mateo Tecoloapan, Estado de México, habiéndose resuelto improcedente
dicha solicitud. Las copias fotostáticas simples de una manifestación hecha el veinticinco de
noviembre de mil novecientos ochenta, por el presidente y tesorero del Comisariado Ejidal
del Poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, y de una certificación llevada a cabo el veintiséis de noviembre de mil novecientos
ochenta, por el secretario del H. Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, Estado de México,
que adminiculadas con sus originales que obran a fojas 53 y 54 del legajo VIII, se les
concede valor probatorio de conformidad con lo dispuesto por el artículo 217 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, con las que se llega al conocimiento que, según ellos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
manifiestan que en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, no hay terrenos
comunales ni comuneros reconocidos y que únicamente hay ejidos, pequeños propietarios y
fraccionamientos reconocidos oficialmente. La copia certificada del testimonio de la escritura
pública de constitución de Sociedad Anónima Mercantil, formalizada por el señor Francisco
Rojas Pinedo y/o, la cual se denomina ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, a quien se
expidió como escritura constitutiva, levantad
por el notario público número 7 en Tlalnepantla, Estado de México, volumen 197,
instrumento 16,093, tiene valor probatorio con fundamento en los artículos 129 y 202 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, con lo que se llega al conocimiento que dicha
sociedad tiene su domicilio en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México; que
el señor Francisco Rojas Pinedo suscribió su participación social, dejando íntegramente
suscritas y pagadas sus partes, mediante la transmisión que en plena propiedad y dominio
hizo a la sociedad de referencia, respecto de una porción de la fracción del terreno
denominado ‘Rancho Viejo’, que perteneció a la Hacienda de ‘Sayavedra’, Municipio de
Atizapán de Zaragoza, Municipio de Tlalnepantla, Estado de México, con una superficie
aproximada de 548-00-00 hectáreas, colindando al norte con el Rancho de ‘Sayavedra’; al
noreste y al este con el Rancho de ‘San Juan’; al sur con el ‘Rancho de Chiluca’ y al poniente
con el Ejido de ‘Espíritu Santo’; y que del predio antes señalado fue materia de esa operación
una porción con superficie de 656,774.00 metros cuadrados. La documental consistente en
una diligencia de apeo y deslinde llevada a cabo el dos de agosto de mil novecientos setenta y
seis por personal del Juzgado Tercero de lo Civil del Distrito Judicial de Tlalnepantla, por así
haberla promovido el licenciado José Gómez Cañibe, presidente del Consejo de
Administración del ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, tiene valor probatorio con
fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, con al
que se llega al conocimiento que dicha diligencia se llevó a cabo en el inmueble del ‘Club de
Golf Valle Escondido, S.A.’, ubicado en términos del pueblo de Atizapán de Zaragoza, el
cual colinda con el inmueble denominado ‘Rancho Viejo’, propiedad del ingeniero Francisco
Rojas Pinedo, y con la inmobiliaria ‘Valle Escondido, S.A.’, teniendo una superficie total de
621,925.62 metros cuadrados; que el promovente señaló estar en posesión del mismo, el cual
se le respeta, y que el comisionado hizo notar que las mojoneras que se levantaron para
deslindar dicho predio, coinciden con la descripción del bien en todos sus puntos, sin que
haya habido oposición por parte interesada a esa diligencia; y que el promovente solicitó se le
expidieran copias certificadas de esa diligencia a fin de que las pudiera protocolizar e
inscribirlas ante el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de la ciudad de
Tlalnepantla, Estado de México (fojas 74 a 146 del legajo II). En cuanto a las pruebas
aportadas por la señora María Anastasia Rojas Salgado viuda de Ballesteros, quien promovió
en su carácter de albacea de la sucesión intestamentaria a bienes del licenciado José Leonardo
Ballesteros Zendejas, personalidad que acredita con la copia certificada de la resolución de
fecha diecisiete de junio de mil novecientos noventa y cuatro, dictada por el Juez Tercero de
lo Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Tlalnepantla, Estado de México, en el
expediente número 1181/94, relativo al juicio sucesorio intestamentario promovido por María
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Anastasia Rojas Salgado viuda de Ballesteros, a bienes de José Leandro Ballesteros Zendejas,
tenemos que, el Diario Oficial de la Federación de fecha diez de diciembre de mil
novecientos veinticinco y las copias fotostáticas simples de una certificación hecha el
veintiséis de noviembre de mil novecientos ochenta, por el secretario del H. Ayuntamiento
Constitucional de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y el escrito signado por el
presidente y tesorero del Comisariado Ejidal del Poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, de fecha veinticinco de noviembre de mil
novecientos ochenta, ya fueron analizadas y valoradas con anterioridad, a las que se les dio su
justo valor. El plano que obra a foja 26 del legajo VIII, se toma como un elemento ilustrativo
de la superficie de terreno que adquirió el licenciado José Leandro Ballesteros Zendejas, de
1,248.581.22 metros cuadrados. La documental consistente en el instrumento número 809,
volumen número 10, página número 9, levantado por el notario público número 7 del Distrito
de Tlalnepantla, Estado de México, con fecha tres de septiembre de mil novecientos sesenta y
cinco, tiene valor probatorio con fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento que en el mismo se hizo
constar el contrato de compraventa celebrado por los representantes de la Sociedad
Cooperativa de Compra en Común ‘México Nuevo, S.C.L.’ y el licenciado José Leandro
Ballesteros Zendejas, respecto de una superficie de terreno de 1,568,663.74 metros
cuadrados; superficie que fue segregada de una fracción del predio rústico que es porción del
de mayor extensión denominado ‘Rancho El Charro’, con parte de la fracción número 1, y
parte de la fracción número 2 de la antigua Ex Hacienda de ‘El Pedregal’, ubicada en el
Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, con una superficie de 336-88-73
hectáreas, las cuales, el veintinueve de abril de mil novecientos cincuenta y nueve, la señora
María Teresa Salgado viuda de Rojas vendió a la citada sociedad cooperativa. La
documental, consistente en un informe reglamentario complementario que rindió la
Delegación Agraria en el Estado de México, en el expediente de primera ampliación de ejido,
intentada por segunda vez, por vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza Municipio del
mismo nombre, Estado de México, tiene valor probatorio con fundamento en los artículos
197 y 217 del Código Federal de Procedimientos Civiles, con la que se llega al conocimiento
que el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, proyectó con
respecto al citado expediente, que atendiendo a que dentro del radio de siete kilómetros no se
dispone de ningún predio que pueda resultar legalmente afectable, propuso que esa acción
fuera negada, concurriendo además en ese caso, la circunstancia de que ya por ese motivo de
absoluta falta de predios afectables, fue negada al citado poblado la primera solicitud de
ampliación de ejido, según resolución presidencial de fecha trece de agosto de mil
novecientos cuarenta y uno, publicada en el Diario Oficial de la Federación el cuatro de
octubre de ese mismo año, por lo que, en todo caso, sólo debían dejarse a salvo los derechos
de los 68 capacitados que arrojó el nuevo padrón agrario, para que los ejercitaran en la vía y
forma que mejor conviniera a sus intereses, de acuerdo con la ley (fojas 1 a 44 del legajo
VIII). Pruebas aportadas por el señor Brígido Rojas Salgado: las documentales consistentes
en los originales de una certificación de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
ochenta, hecha por el secretario del H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, y de un escrito signado por el presidente y tesorero del
Comisariado Ejidal de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México, de fecha veinticinco de noviembre de mil novecientos ochenta, que obran en original
a fojas 53 y 54 del legajo VIII; el Diario Oficial de la Federación de fecha diez de diciembre
de mil novecientos veinticinco; y el informe reglamentario complementario rendido por el
delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, en el expediente de
primera ampliación de ejido, intentada por segunda vez por los vecinos del poblado de
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, ya fueron
analizadas y valoradas con anterioridad. La copia certificada del acta número 21,651 de fecha
veintiuno de octubre de mil novecientos cincuenta y seis, levantada por el notario público
número 97, actuando en el protocolo de la Notaría 44, como asociado a su titular, tiene valor
probatorio con fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, con lo que se llega al conocimiento que en la misma se hizo constar los contratos de
compraventa, fianza y el consentimiento llevados a cabo por el señor Andrés Aguayo Moreno
y esposa la señora Isabel de la Peña de Aguayo, y el señor Brígido Rojas Salgado, con
respecto a la fracción número 2 de las que se dividió una parte de la Ex Hacienda de ‘El
Pedregal’; en Atizapán, jurisdicción de Tlalnepantla, Estado de México, con una superficie de
cien hectáreas, novecientos treinta y dos metros cuadrados; con las siguientes colindancias: al
noroeste, en línea quebrada con la fracción número 1; al oriente y al sur, en dos líneas rectas
con el pueblo de Atizapán; al noroeste en línea recta con el resto de la Ex Hacienda; y
también se llega al conocimiento con la citada escritura que, se señaló que consta que la
propiedad que ampara dicho terreno fue declarada inafectable en materia agraria, según
acuerdo presidencial de fecha veintisiete de octubre de mil novecientos cuarenta y tres,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el doce de febrero de mil novecientos
cuarenta y cuatro, quedando inscrito bajo el número 294, a fojas de la 56 vuelta a la 58 frente,
del volumen número 14-III, en el Registro Nacional. La documental consistente en copia
simple del certificado de inafectabilidad agrícola expedido el dieciocho de enero de mil
novecientos cuarenta y cuatro, que adminiculada con la prueba anteriormente analizada y
valorada, se le otorga valor probatorio, de conformidad con los artículo 197 y 217 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento que dicho certificado
ampara el predio denominado ‘El Pedregal’, ubicado en el Municipio de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, propiedad de Andrés Aguayo, de conformidad con el acuerdo
de inafectabilidad dictado el veintisiete de octubre de mil novecientos cuarenta y tres,
publicado en el Diario Oficial de la Federación del doce de febrero de mil novecientos
cuarenta y cuatro, cuyas colindancias son: al norte con terrenos de la Ex Hacienda ‘El
Pedregal’; al sur con terrenos de la Ex Hacienda ‘El Pedregal’; superficie compuesta por 1500-00 hectáreas de riego o de humedad y de 85-09-32 hectáreas de agostadero de mala
calidad; teniendo una superficie total de 100-09-32 hectáreas. El plano que obra a fojas 75 se
toma como un elemento ilustrativo del terreno anteriormente citado (fojas 46 a 86 del legajo
VIII). Pruebas aportadas por la señora María Teresa Rojas Salgado Sánchez: las
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
documentales consistentes en las copias fotostáticas simples de una certificación de fecha
veintiséis de noviembre de mil novecientos ochenta, hecha por el secretario del H.
Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y de un escrito
signado por el presidente y tesorero del Comisariado Ejidal de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, de fecha veinticinco de noviembre de mil
novecientos ochenta; y el informe reglamentario complementar
o rendido por el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, en
el expediente de primera ampliación de ejido, intentada por segunda vez por los vecinos del
poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre del Estado de México, ya
fueron analizadas y valoradas con anterioridad. La copia certificada del testimonio de la
escritura de división y participación de los bienes de la intestamentaría del señor Brígido
Rojas a favor de sus herederos señora María Teresa Salgado viuda de Rojas, María Teresa,
María Bertha, María Anastasia, Salvador y Brígido, todos de apellidos Rojas Salgado,
llevado a cabo el quince de marzo de mil novecientos cincuenta y cuatro por el notario
público en Tlalnepantla, Estado de México, Jesús Basurto Guerrero, tiene valor probatorio
con fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
con la que se llega al conocimiento que a María Teresa Rosario Rojas Salgado y María
Teresa Salgado, le correspondieron 369-47-00 hectáreas de terrenos ‘eriazos’ en la Ex
Hacienda de ‘El Pedregal‘ (fojas 88 a 136 del legajo VIII). Pruebas aportadas por el señor
Francisco Rojas Pinedo: las documentales consistentes en las copias fotostáticas simples de
una certificación de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos ochenta, hecha por el
Secretario del H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de Zaragoza, Estado de México,
y de un escrito signado por el presidente y tesorero del Comisariado Ejidal de Atizapán de
Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, de fecha veinticinco de
noviembre de mil novecientos ochenta; del informe reglamentario complementario rendido
por el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, en el
expediente de primera ampliación de ejido, intentada por segunda vez por los vecinos del
poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, y del
Diario Oficial de la Federación de fecha diez de diciembre de mil novecientos veinticinco, ya
fueron analizadas y valoradas con anterioridad. La copia certificada del instrumento notarial
número 28,353 de fecha veintidós de febrero de mil novecientos cincuenta y cinco, tiene
valor probatorio con fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento de que ante el titular de la
Notaría Número 26 del Distrito Federal, se formalizó la compraventa llevada a cabo por el
arquitecto Vicente Pinedo Cárdenas y Francisco Rojas Pinedo, con respecto a una fracción de
terreno de 548-00-00 hectáreas, cuyas colindancias son: al norte con el ‘Rancho Sayavedra’;
al noroeste y al este con el ‘Rancho San Juan‘; al sur con el ‘Rancho de Chiluca’; y al
poniente con el ejido del poblado ‘Espíritu Santo’ (fojas 137 a 170 del legajo VIII). Pruebas
aportadas por el señor Leopoldo Jesús Zárate González en su carácter de gerente de la
sociedad denominada ‘Valle de Paz’, S.A.: Las documentales consistentes en las copias
fotostáticas simples de una certificación de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
ochenta, hecha por el secretario del H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México; y de un escrito signado por el presidente y tesorero del
Comisariado Ejidal de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México de fecha veinticinco de noviembre de mil novecientos ochenta; del informe
reglamentario complementario rendido por el delegado de la Secretaría de la Reforma
Agraria en el Estado de México, en el expediente de primera ampliación de ejido, intentada
por segunda vez por los vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
nombre, Estado de México, y del Diario Oficial de fecha diez de diciembre de mil
novecientos veinticinco, ya fueron analizadas y valoradas con anterioridad. La documental
consistente en la Gaceta del Gobierno del Estado de México de fecha veintiséis de julio de
mil novecientos noventa y siete, tiene valor probatorio con fundamento en los artículos 129 y
202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento de
que en el mismo se publicó el Decreto de la H. XLVI Legislatura del Estado de México, por
medio del cual se reformaron los artículo 1o. y 3o. del Decreto número 166 de tres de junio
de mil novecientos setenta y siete, publicado en la Gaceta del Gobierno el cuatro de ese
mismo mes y año; y se autorizó al H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, para que otorgara a la empresa ‘Valle de Paz’, S.A., una concesión para el
establecimiento de un cementerio particular de uso público que se ubicaría en dicho
Municipio; y que dicha empresa pagaría una fianza por un millón de pesos, en favor y a
satisfacción del Ayuntamiento, para garantizar el cumplimiento de las obligaciones que se
establecieron en el convenio respectivo. La copia fotostática simple del oficio número 95/78,
de fecha ocho de marzo de mil novecientos setenta y ocho, que adminiculada con la Gaceta
del Gobierno anteriormente analizada y valorada, se le otorga valor probatorio, con
fundamento en el artículo 217 del Código Federal de Procedimientos Civiles, con la que se
llega al conocimiento, que el presidente Municipal Constitucional de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, el secretario del Ayuntamiento y el director de Obras Públicas
Municipales, hicieron del conocimiento al licenciado Leopoldo Zárate González,
administrador único de la empresa ‘Valle de Paz’, S.A., que en relación a su solicitud de
quince de febrero de mil novecientos setenta y ocho, ese Ayuntamiento le concedió las
autorizaciones, permisos y licencias necesarias para la construcción y edificación de las
instalaciones, caminos de acceso y urbanización de las instalaciones, caminos de acceso y
urbanizaciones, que serían el cementerio ‘Valle de Paz’, S.A., (fojas 171 a 214 del legajo
VIII). Pruebas aportadas por el señor Guillermo Molinar Hyslop, en su carácter de apoderado
de la sociedad denominada ‘Inmobiliaria Valle Escondido, S.A.’ a favor de los señores José
Gómez Cañibe, ingeniero Francisco Rojas Pinedo y Guillermo Molinar Hyskio, efectuada el
tres de diciembre de mil novecientos setenta y cinco por el notario público número 16, de
Tlalnepantla, Estado de México: Las documentales consistentes en las copias fotostáticas
simples de una certificación de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos ochenta,
hecha por el secretario del H. Ayuntamiento Constitucional de Atizapán de Zaragoza, Estado
de México; y de un escrito signado por el presidente y tesorero del Comisariado Ejidal de
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, de fecha veinticinco
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de noviembre de mil novecientos ochenta; del informe reglamentario complementario
rendido por el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, en el
expediente de primera ampliación de ejido, intentada por segunda vez por los vecinos del
poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, y del
Diario Oficial de fecha diez de diciembre de mil novecientos veinticinco, ya fueron
analizadas y valoradas con anterioridad. La documental consistente en copia certificada del
primer testimonio de la escritura pública de constitución de sociedad anónima con aportación,
que formalizaron el veintinueve de diciembre de mil novecientos setenta y dos, los señores
José Gómez Camacho, José Gómez Cañibe, Alejandro Hurtado Morellon, Francisco Rojas
Pinedo y Alicia Alcaraz de Rojas, la cual se denominó ‘Inmobiliaria Valle Escondido, S.A.’,
tiene valor probatorio, con fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, con el que se llega al conocimiento de que en el mismo se hizo
constar el contrato de enajenación por aportación en pago de acciones, respecto del bien
inmueble que otorgó el señor Francisco Rojas Pinedo, en favor de la citada sociedad,
consistente en una porción de la fracción del terreno denominado ‘Rancho Viejo’, que
perteneció a la Hacienda de ‘Sayavedra‘, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, con una superficie de 603,226.00 metros cuadrados. La documental consistente en
copia certificada del testimonio de la escritura pública de protocolización de acta de asamblea
general extraordinaria de accionistas, de la empresa ‘Inmobiliaria Valle Escondido, S.A.’,
llevada a cabo el veintisiete de enero de mil novecientos setenta y cuatro; testimonio
levantado el veintisiete de junio de mil novecientos setenta y cuatro, por el notario público
número 7 del Distrito de Tlalnepantla, Estado de México, tiene valor probatorio con
fundamento en los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, con el
que se llega al conocimiento de que en dicha asamblea general extraordinaria de accionistas,
el presidente de debates expuso a los accionistas, la necesidad de incrementar el capital social
a la cantidad de cien millones de pesos; por lo que una vez que les aclaró el presidente de
debates de que el aumento de capital podría ser parte en especie y parte en numerario, el
punto se pasó a discusión, llegando al acuerdo de que los señores Francisco Rojas Pinedo,
José Gómez Camacho y José Gómez Cañibe, aportarían el incremento de ochenta millones de
pesos, de los cuales setenta y siete millones de pesos serían del importe de un terreno de la
propiedad del señor Francisco Rojas Pinedo, mismo que tiene una superficie de un millón
quinientos cincuenta y cuatro mil novecientos veinte metros, dieciocho decímetros
cuadrados; el cual es una porción de terreno que le vendió el señor Vicente Pinedo Cárdenas,
en plena propiedad y dominio y sin limitación alguna, de la fracción del terreno denominado
‘Rancho Viejo’, que perteneció a la Hacienda de ‘Sayavedra’, Municipio de Atizapán de
Zaragoza, Distrito de Tlalnepantla, Estado de México, con una superficie aproximada de 54800-00 hectáreas, con las siguientes colindancias: al norte con el Rancho de ‘Sayavedra’; al
noreste y al este con el Rancho de ‘San Juan’; al sur con el Rancho de ‘Chiluca’ y al poniente
con el ejido de ‘Espíritu Santo’ (fojas 118 a 199 del legajo VIII). En virtud de los
antecedentes que obran en el expediente a estudio, debe de señalarse que a foja 95 del legajo
I, obra copia certificada del certificado de inafectabilidad agrícola número 16506, expedido el
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
dieciocho de septiembre de mil novecientos cuarenta y siete, que ampara el predio
denominado ‘Rancho el Charro’, fracciones 1 y 2 de la Ex Hacienda de ‘El Pedregal’,
ubicado en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, propiedad de Julián
García Romero, expedido de conformidad en el acuerdo de inafectabilidad dictado el
veintiséis de marzo de mil novecientos cuarenta y siete, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el doce de diciembre de ese mismo año; y con el que se llega al conocimiento,
que dicho predio tiene como colindancias. Al norte con ‘frac.’ 2 establo de ‘El Pedregal’; al
sur con Rancho de ‘Chiluca y la Condesa’, al este con el pueblo de Atizapán; y al oeste con
Rancho de ‘San Juan’; teniendo una superficie total de 396-60-00 hectáreas. Asimismo a
fojas 100 del legajo I, obra copia certificada del Certificado de Inafectabilidad Agrícola
número 26664, expedido el veinte de abril de mil novecientos cuarenta y nueve, mismo que
ampara el predio denominado ‘La Purísima Concepción’ o ‘La Purísima’, ubicado en el
Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, propiedad de Ángel S. Fernández,
mismo que tiene como colindancias: al norte con pequeños propietarios de ‘Rancho Viejo’ y
‘La Condesa’; al sur con Río Tlalnepantla; al este con Gabino Ballesteros, barranca de la
Tinaja y Rancho de ‘Madín’; y al oeste con el ejido de Espíritu Santo, teniendo 794-15-00
hectáreas de tierras de temporal o laborables en terrenos áridos; habiéndose expedido dicho
certificado, de conformidad con el acuerdo de inafectabilidad dictado el doce de enero de mil
novecientos cuarenta y nueve, publicado en el Diario Oficial de la Federación de veintinueve
de marzo de ese mismo año. Quinto. Tomando en consideración que en los últimos trabajos
técnicos informativos complementarios, llevados a cabo por el ingeniero Antonio Martínez
Manríquez, quien rindió su informe el treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos,
reportó la existencia de pequeñas propiedades dentro de la superficie que se solicita sea
confirmada y titulada como bienes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, según se
desprende de los antecedentes existentes en la entonces Delegación Agraria del Estado de
México, y en los que se concluye que de la superficie de 2,075-86-18 hectáreas, proyectadas
como terrenos susceptibles de ser confirmados y titulados al citado poblado, 11,766-00-00
hectáreas se encuentran ocupadas por predios considerados como pequeñas propiedades, y el
resto lo detentan campesinos del poblado de ‘Calacoaya’, Municipio de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, en una parte, y la otra la ocupa la presa ‘Madín’; pero que, sin
embargo, en el expediente a estudio se localizan mayores elementos de los que se llega al
conocimiento que existen un total de 1,672-44-18 hectáreas de superficie para que sean
confirmadas y tituladas como bienes comunales, como se desprenden de las siguientes
constancias: Informe de fecha diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta, rendido
por el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, respecto de los trabajos técnicos complementarios, en
los que en un principio calculó una superficie de terrenos comunales de 2,046-66-18
hectáreas, para que fueran confirmadas y tituladas a favor del poblado que nos ocupa;
trabajos que el ingeniero Leonel Luna Payán, en revisión técnica de veintidós de septiembre
de ese mismo año, opinó que se aceptaran por encontrarse técnicamente correctos;
posteriormente en otra revisión técnica complementaria llevada a cabo el veintisiete de enero
de mil novecientos ochenta y uno, por el citado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, respecto de sus
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
mismos trabajos antes señalados, hizo la aclaración, ‘que dentro del polígono de las 2,04666-18 hectáreas, se encuentra una superficie de 345-02-00 hectáreas, amparadas con el
certificado de inafectabilidad número 1462 y que a la vez, también se encuentra la presa
‘Madín’, con superficie de 29-20-00 hectáreas, dando un total de 374-22-00 hectáreas, que al
ser restadas al polígono general, quedaron un total de 1,672-44-18 hectáreas de superficie,
para que fueran confirmadas y tituladas como bienes comunales’; y los ingenieros Ignacio
Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y el señor Diego Torres Freyre, en su informe
de trabajos técnicos informativos complementarios de fecha ocho de diciembre de mil
novecientos ochenta y uno, manifestaron ‘que el área que encierra el citado poblado, se
encuentra libre de invasiones, y aunque los fraccionamientos se ubican fuera del área que se
pretende confirmar, que los comuneros se encuentran disgregados en toda en toda el área
comunal’, por lo que opinaron que el expediente debía seguir los trámites subsecuentes hasta
que se obtuviera la resolución respectiva y se dieran por terminados los supuestos problemas
que, según ellos indicaron, realmente no existen; a mayor abundamiento, el dictamen
paleográfico de fecha catorce de septiembre de mil novecientos setenta y cuatro, de la
Dirección General de Legislación y Consulta del Departamento de Asuntos Agrarios y
Colonización, respecto a la documentación exhibida por los representantes del poblado en
referencia, expedida por el Archivo General de la Nación, fue en sentido positivo, ya que
opinó que los mismos son auténticos; a su vez, el Instituto Nacional Indigenista opinó el trece
de octubre de mil novecientos ochenta, que debía reconocerse y titularse a favor del poblado
de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas; y la capacidad individual
del núcleo que promueve esta acción, quedó acreditada de acuerdo con los resultados de la
diligencia censal realizada en el año de mil novecientos setenta y nueve, por el que resultaron
51 comuneros capacitados, según el informe del estudio de revisión censal de fecha veintidós
de agosto de ese mismo año; datos que fueron corroborados por los trabajos técnicos
informativos complementarios, llevados a cabo por el ingeniero Antonio Martínez
Manríquez, quien como anteriormente se señaló, rindió su informe el treinta de noviembre de
mil novecientos ochenta y dos, en atención a lo dispuesto por los artículos 200 y 267 de la
Ley Federal de Reforma Agraria; siendo los siguientes: 1. Fortino Gutiérrez Ramírez; 2. Luis
Sánchez Galván; 3. Agustín González López; 4. José Antonio Rodríguez Arellano; 5.
Celedonio Díaz Barrera; 6. Félix Barrera Martínez; 7. Julián Barrera Martínez; 8. Efrén
Barrera Martínez; 9. Ernesto Nicolás Vargas; 10. Jesús Cruz Valdez; 11. Trinidad Reyes
Gorgolla; 12. Catalino Cortes Vázquez; 13. Aniceto Valle Dorado; 14. Daniel León
Ponciano; 15. Silvano Capetillo Salazar; 16. Humberto Sosa Cruz; 17. Mateo Ruiz Olivares;
18. Guadalupe García Mireles; 19. Vicente Gómez Olvera; 20. Guadalupe Ramírez Núñez;
21. Ranulfo Justo Remigio; 22. Ambrosio Reséndiz Flores; 23. Mariano Olvera Martínez; 24.
Florentino Uribe Maldonado; 25. Jesús Arias Márquez; 26. Felipe Vilchis Miranda; 27. Julio
Martínez Hernández; 28. Anselmo Pérez Bolaños; 29. Antonio Calderón Pineda; 30.
Francisco Martínez Manjarrés; 31. Pedro Cruz Trejo; 32. Salvador Ruiz Esqueda; 33. Rafael
Rodríguez Mireles; 34. José Pueblito Silva Alcoya; 5. Manuel Herrera Ramírez; 36. Heladio
Salinas Herrera; 37. Abraham Cureño Tejeda; 38. Marciano Arvizu Fuentes; 39. Eleuterio
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Arvizu Martínez; 40. Eliseo Pastrana Villareal; 41. Gabriel González Contreras; 42. Bertín
Esquivel Padilla; 43. Martín Guadalupe Tovar; 44. Evaristo Huerta Galeana; 45. Tomás
Martínez Gómez; 46. Pedro Ramírez González; 47. Aníbal Juárez Cartin; 48. Cándido Lara
Figueroa; 49. Pedro Pérez Álvarez; 50. José Dolores Mendoza Duarte; 51. Francisco Chávez
Mandujano. En consecuencia, y toda vez que la comunidad que nos ocupa se encuentra en
posesión de terrenos comunales en un polígono que comprende una superficie de 1,672-44-18
hectáreas de tierras de agostadero cerril de mala calidad, requisito indispensable señalado por
los artículos 267 y 359, inciso c) de Ley Federal de Reforma Agraria, pues ejercen actos
posesorios sobre las tierras citadas y por lo que existe un vínculo jurídico entre el núcleo de
población y los bienes que le pertenecen, en virtud de esa posesión tradicional adquirida
desde tiempo inmemorial y que los interesados que promovieron en este asunto acreditan sus
propiedades, pero no se llega a la convicción que las mismas se ubiquen dentro de los
terrenos en mención; por lo tanto, procede reconocer y titular como bienes comunales, a
favor de los solicitantes, dicha superficie de terreno, en la que ya se encuentra restada la
superficie de 374-22-00 hectáreas, de las cuales 345-02-00 hectáreas están amparadas con el
certificado de inafectabilidad número 14562 y 29-20-00 hectáreas corresponden a la presa
‘Madín’, toda vez que, incluso, los representantes comunales de dicha comunidad, por escrito
de fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y uno, ratificaron su escrito de
veintinueve de enero de ese mismo año, en el que manifiestan su conformidad de respetar la
propiedad debidamente localizada, denominada ‘Rancho San Juan’, con una superficie de
345-02-00 hectáreas, amparadas con el certificado de inafectabilidad de referencia, expedido
el veinte de octubre de mil novecientos cuarenta y ocho (fojas 69 de legajo I y 147 del legajo
II); superficie de tierra que deberá ser restada a su vez a la descripción limítrofe transcrita en
el punto V del resultando segundo de esta sentencia, la cual se levantó con respecto al
polígono general original, el cual arrojó una superficie de 2,046-66-18 hectáreas; debiendo
señalar con fundamento en el artículo 16 del Reglamento para la Tramitación de los
Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, que los propietarios o
poseedores de pequeñas propiedades incluidas dentro del perímetro de los terrenos comunales
que se confirman, tendrán derecho a pedir el reconocimiento de sus propiedades. Por lo
expuesto y fundado, y con apoyo además en la fracción XIX del artículo 27 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en los artículos 163, 164 y 189 de la
Ley Agraria; 1o., 2o., fracción II, 18, fracción III, así como fracción I del cuarto transitorio de
la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios; 356, 357, 358, 359, 360, 361 y demás relativos
de la Ley Federal de Reforma Agraria; 16 fracción I y 18 del Reglamento para la Tramitación
de los Expedientes de Confirmación y titulación de Bienes Comunales; y en cumplimiento a
la ejecutoria dictada el veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete, por el
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, en el amparo en
revisión número 76/97, promovido por Javier Rosas Núñez, en su carácter de presidente
propietario de la comunidad denominada Atizapán de Zaragoza, es de resolverse y se
resuelve. PRIMERO. Ha procedido la vía agraria intentada por los vecinos de poblado de
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la que se acreditó
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales, en los
términos de la parte considerativa de la sentencia; en consecuencia. SEGUNDO. Se reconoce
y titula la calidad de bien comunal al citado núcleo de población, la superficie de 1,672-44-18
hectáreas (mil seiscientas setenta y dos hectáreas, cuarenta y cuatro áreas y dieciocho
centiáreas) de tierras de agostadero cerril de mala calidad, cuyos rumbos y colindancias se
describen en el punto número V del resultando segundo, debiéndose restar en la ejecución de
esta sentencia y de dicha descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00 hectáreas
mencionadas en el considerando quinto; superficie que se reconoce y titula para la
explotación colectiva de cincuenta y un personas capacitadas, cuyos nombre se consignan en
el mismo considerando quinto de esta resolución. TERCERO. Los terrenos comunales que se
confirman son inalienables, imprescriptibles e inembargables, y para garantizar la posesión y
disfrute de los mismos por parte de la comunidad a que pertenecen, quedan sujetos a las
limitaciones y modalidades establecidas por la legislación agraria. CUARTO. Las pequeñas
propiedades particulares que pudieran encontrarse enclavadas dentro de los terrenos
comunales que se confirman, quedan excluidas de esta titulación, si reúnen los requisitos
establecidos por la Legislación Agraria, a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos
poseedores. QUINTO. Remítase copia autorizada de la presente resolución al Registro
Agrario Nacional para su conocimiento y registro en los términos de la fracción I del artículo
152 de la Ley Agraria, previo pago de los derechos correspondientes por el interesado.
SEXTO. Notifíquese personalmente la presente resolución a las personas interesadas y a los
representantes comunales de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, Municipio de Atizapán,
Estado de México, entregándoles copia simple de los puntos resolutivos de la presente
resolución y, en su oportunidad archívese el expediente como asunto concluido. SÉPTIMO.
Publíquese esta resolución en el Diario Oficial de la Federación y en la Gaceta del Gobierno
del Estado de México; los puntos resolutivos de la misma en el Boletín Judicial Agrario y en
los estrados de este tribunal, y anótese en el libro de registro. Así lo resuelve y firma el
ciudadano Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito ante el secretario de
Acuerdos que autoriza y da fe."
28. Como puede observarse en la sentencia anterior, en su parte considerativa se reconoció
expresamente quiénes son los 51 comuneros habilitados, de lo que se sigue que son éstos
quienes exclusivamente forman parte de la comunidad de Atizapán; no obstante, dicho fallo
fue impugnado en un nuevo amparo directo por personas distintas de su grupo.
29. En efecto, por escrito presentado a las doce horas con cincuenta y cinco minutos (12:55)
del ocho (8) de septiembre de mil novecientos noventa y ocho (1998), los señores Javier
Rosas(14) y José Luis Rosas Núñez, ostentándose como "presidente propietario" y
"presidente suplente"(15) de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, comparecieron ante el
Tribunal Unitario Agrario del Distrito Diez a promover demanda de amparo directo en contra
la sentencia dictada por dicho órgano el dos (2) de abril de mil novecientos noventa y ocho
(1998), en los autos del juicio agrario TUA/10o.DTO./277/1992, reclamándose también los
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
actos de ejecución de dicha sentencia, los que, por cierto, no se impugnaron por vicios
propios y que se hicieron consistir -según se señaló- en los trabajos de reconocimiento y
titulación de los bienes comunales reconocidos.
30. Cabe señalar que, en dicha sentencia, el Tribunal Unitario Agrario prácticamente resolvió
lo siguiente: a) Definió cuáles eran los límites del núcleo de población comunal -de hecho
como más adelante se verá- y de éstos con relación a las superficies de pequeños propietarios,
sociedades o asociaciones; b) Se determinó la restitución de tierras, bosques y aguas, al
mencionado núcleo de población comunal, con las limitantes establecidas en la misma
sentencia; c) Se hizo también el reconocimiento del régimen comunal -de hecho-; y, d) En
general, se resolvió sobre la tenencia de tierras que, finalmente, fueron reconocidas como
bienes comunales(16) con exclusión de las propiedades privadas o pequeñas propiedades que
pudieran encontrarse enclavadas en el polígono reconocido.
31. Por otro lado, debe precisarse también que en la demanda de amparo directo se señalaron,
como autoridades responsables a: I. Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito; II.
Secretario de la Reforma Agraria; III. Subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural;
IV. Delegado Agrario; V. Coordinador Regional Agrario; y como terceros perjudicados a
Carmen Nava de Merchan o Carmen Navas de Morchan (sic), quien los quejosos aseguraron
era propietaria del inmueble denominado "San Juan"; y a la persona moral denominada
"Valle de Paz, Sociedad Anónima," propietaria de un inmueble donde se encuentra un
panteón y donde se prestan servicios funerarios bajo dicho nombre, ambos inmuebles,
ubicados en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, carácter que les atribuyeron por estimarse
por los suscriptores de esa demanda que las superficies de sus inmuebles tendrían que
haberse reconocido como bienes comunales, y en dicho fallo no se incluyeron.
32. La mencionada demanda de amparo directo fue recibida por el Tribunal Unitario Agrario
del Décimo Distrito, el que, por auto de ocho (8) de septiembre de mil novecientos noventa y
ocho (1998), la tuvo por presentada; posteriormente, dicha responsable ordenó notificar y
emplazar al juicio constitucional a las autoridades agrarias diversas de dicho tribunal que
fueron señaladas como responsables y a los terceros perjudicados antes mencionados.
Asimismo, cabe señalar que, al reverso de la última página de la demanda de amparo, bien o
mal, se certificó por la secretaria de Acuerdos del Tribunal Unitario Agrario que su
presentación se hizo el cuatro (4) de septiembre de mil novecientos noventa y ocho (1998),
debiendo hacerse mención también que esa certificación es contraria a lo que aparece
asentado al lado del sello de acuse de recibo de la demanda, en donde se inscribió
autógrafamente otra fecha de presentación del día ocho (8) de septiembre siguiente como ya
fue referido (ver fojas 10 y 14 vuelta del tomo I del juicio de amparo 331/1999).
33. Independientemente de lo anterior, ratificadas las notificaciones y emplazamientos
correspondientes, el Tribunal Unitario Agrario de referencia, mediante oficio
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
TUA/10o.DTO./250/99, remitió tanto la demanda de amparo directo como las constancias de
emplazamiento referidas y su informe justificado -contenido en diverso oficio
TUA/10o.DTO./1176/98- a la oficialía de partes del entonces Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito con residencia en Toluca, Estado de México; es
pertinente destacar que los autos del expediente TUA/10o.DTO./227/92 no fueron adjuntados
a dicho oficio de remisión de demanda (ver fojas 6 a 140 del tomo I del juicio de amparo
331/1999).
34. Recibida la demanda de amparo -y en alcance a la misma- se enviaron, posteriormente, el
informe justificado rendido por las responsables: secretario y subsecretario de Ordenamiento
de la Propiedad Rural, ambos de la Secretaría de la Reforma de Agraria, suscrito en suplencia
por ausencia del director general de Asuntos Jurídicos, así como un escrito del tercero
perjudicado: Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, Sociedad Nacional de
Crédito, Institución de Banca de Desarrollo y Fiduciaria del Fideicomiso de Garantía y
Administración Traslativo de Dominio del "Panteón Valle de Paz, Sociedad Anónima de
Capital Variable".
35. Mediante auto dictado por el Magistrado presidente del entonces Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, de fecha once (11) de marzo de mil
novecientos noventa y nueve (1999), se determinó la formación del expediente del amparo
directo A.D. 272/99 y se determinó en ese proveído presidencial que dicho Tribunal de
Circuito resultaba incompetente para conocer del asunto porque la sentencia reclamada
(según el parecer de dicho Magistrado presidente), no podía ser objeto de impugnación en
amparo directo por no tratarse, conforme al artículo 158 de la Ley de Amparo, de una
sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiera puesto fin al juicio aun sin decidirlo en lo
principal; asimismo, dicho Magistrado presidente, en su auto ordenó que la demanda de
amparo fuera enviada, no a la Oficialía de Partes Común de los Juzgados de Distrito, sino
directamente al Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en
Naucalpan de Juárez, Estado de México, por la existencia de antecedentes que, a su juicio,
daban competencia a dicho órgano. Para comprobar lo anterior se hace la transcripción del
auto presidencial de mérito, que fue el siguiente:
"En once de marzo de mil novecientos noventa y nueve, se da cuenta al Magistrado
presidente con el oficio TUA/10o.DTO./250/99, que suscribe el Magistrado del Tribunal
Unitario Agrario del Distrito Diez por virtud del cual rinde su informe justificado, remite la
demanda de amparo interpuesta por Javier Rosas y José (sic) Rosas Núñez, presidente
propietario y presidente suplente, respectivamente, de la comunidad agraria denominada
‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán de Zaragoza del Estado de México,
constancias de emplazamiento a las restantes autoridades responsables y a la parte tercero
perjudicado (sic); informando además que los autos del expediente agrario 277, se remitieron
a este Tribunal Colegiado para el trámite del juicio de amparo directo 674/98; asimismo,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
hago constar que el juicio de garantías antes citado, formado con motivo de la demanda de
amparo promovida por Brígido Rojas Salgado, actualmente se encuentra en el Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan de Juárez, puesto
que en resolución de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, el
Pleno de este órgano de control constitucional se declaró legalmente incompetente para
conocer de este asunto, estableciendo que la resolución constitutiva del acto reclamado
dictada el dos de abril del año anterior, por el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito
en el expediente TUA/10o.DTO./277/92, relativa a la solicitud de reconocimiento y titulación
de bienes comunales promovida por un grupo de campesinos del poblado de Atizapán de
Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, no se trata de un fallo de la
misma naturaleza que los establecidos por el artículo 158 de la Ley de Amparo, y por la
fracción V del artículo 107 constitucional, sino de una resolución producto de un
procedimiento especial regido por los artículos 356 y 366 de la Ley Federal de Reforma
Agraria, en vigor hasta la promulgación de la actual Ley Agraria, que se asimila más bien a
un procedimiento de jurisdicción voluntaria que a un juicio contencioso, considerándose
también que esa resolución no era un fallo dentro sino fuera de juicio y que, por ello,
correspondía el conocimiento de la demanda a un Juzgado de Distrito de acuerdo a lo
dispuesto por el artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo, disponiendo por ello la
remisión de los autos del juicio de amparo 674/98 al Juzgado de Distrito en el Estado de
México en turno, con residencia en Naucalpan de Juárez, correspondiendo su conocimiento al
Juzgado Tercero de Distrito en esta entidad federativa, quien lo registró bajo el número de
amparo indirecto 128/99-I; por otra parte, se da cuenta con el escrito que firman Miguel Pajes
Hernández y Jesús Ramírez González, apoderados del Banco Nacional del Ejército, Fuerza
Aérea y Armada, S.N.C., Institución de Banca de Desarrollo y fiduciaria en el Fideicomiso de
Garantía y Administración Traslativo de Dominio ‘Panteón Valle de Paz, Sociedad Anónima
de Capital Variable’; por último, se da cuenta con el informe justificado que en ausencia de
las autoridades responsables de la Secretaría de la Reforma Agraria rinde el director general
de asuntos jurídicos de esa dependencia. Conste. Toluca, México, a once de marzo de mil
novecientos noventa y nueve. Por recibido el oficio TUA/10o.DTO./250/99 que suscribe el
Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Distrito Diez, por virtud del cual rinde su
informe justificado, remite la demanda de amparo interpuesta por Javier Rosas y José (sic)
Rosas Núñez, presidente propietario y presidente suplente, respectivamente, de la comunidad
agraria denominada ‘Atizapán de Zaragoza’ Municipio de Atizapán de Zaragoza del Estado
de México, constancias de emplazamiento a las restantes autoridades y a la parte tercero
perjudicado (sic); informando, además, que los autos del expediente agrario 277/92 se
remitieron a este Tribunal Colegiado para el trámite del juicio de amparo directo 674/98.
Fórmese el expediente respectivo, regístrese en el libro de gobierno y acúsese recibo. De la
certificación que realiza el secretario de Acuerdos de este Tribunal Colegiado en la cuenta
que antecede, se observa que el juicio de amparo directo 674/98 formado con motivo de la
demanda de amparo promovida por Brígido Rojas Salgado, actualmente se encuentra en el
Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan de Juárez,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
puesto que en resolución de fecha veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y
ocho, el Pleno de este órgano de control constitucional se declaró legalmente incompetente
para conocer de este (sic) asunto estableciendo que la resolución constitutiva del acto
reclamado dictada el dos de abril del año anterior por el Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito en el expediente TUA/10o.DTO./277/92, relativa a la solicitud de
reconocimiento y titulación de bienes comunales promovida por un grupo de campesinos del
poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, no se
trata de un fallo de la misma naturaleza que los establecidos en el artículo 158 de la Ley de
Amparo, y por la fracción V del artículo 107 constitucional, sino de una resolución producto
de un procedimiento especial regidos por los artículos 356 y 366 de la Ley Federal de
Reforma Agraria en vigor hasta la promulgación de la actual Ley Agraria, que se asimila más
bien a un procedimiento de jurisdicción voluntaria que a un juicio contencioso,
considerándose también que esa resolución no era un fallo dictado dentro sino fuera de juicio
y que, por ello, correspondía el conocimiento de la demanda a un Juzgado de Distrito de
acuerdo con lo establecido por el artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo,
disponiendo por ello la remisión de los autos del juicio de amparo 674/98 al Juzgado de
Distrito en el Estado de México en turno, con residencia en Naucalpan de Juárez,
correspondiendo su conocimiento al Juzgado Tercero de Distrito en esta entidad federativa,
quien lo registró bajo el número de amparo indirecto 128/99-I. En tales condiciones, si en el
expediente donde se actúa Javier Rosas y José (sic) Rosas Núñez, presidente propietario y
presidente suplente, respectivamente, de la comunidad agraria denominada ‘Atizapán de
Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, del Estado de México, en su demanda señala como
acto reclamado la misma resolución atacada por Brígido Rojas Salgado en el juicio de
amparo directo 674/98, esto es, la resolución de fecha dos de abril de mil novecientos
noventa y ocho dictada por el Tribunal Unitario Agrario del Distrito Diez, en el expediente
TUA/10o.DTO./277/92, siguiendo el mismo criterio establecido por este tribunal en aquel
juicio de garantías, donde se determinó que el conocimiento de ese acto es propio de un Juez
de Distrito en amparo indirecto, en términos de la fracción III del artículo 114 de la Ley de
Amparo, con fundamento en el artículo 47, último párrafo, de la Ley de Amparo, este
Tribunal Colegiado se declara legalmente incompetente para conocer del presente juicio de
amparo y, con base en el artículo 36, primer párrafo, de dicha normatividad procede su
remisión al Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan
de Juárez; comuníquese esta resolución a las autoridades responsables; fórmese el cuaderno
de antecedentes respectivo. Dése de baja el presente asunto del libro de gobierno y, en su
oportunidad, archívese. Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 29 de la Ley de
Amparo, dése vista al Ministerio Público Federal de la adscripción. Glósese al sumario de
actuaciones para que surta efectos legales el informe justificado que, en ausencia de las
autoridades responsables de la Secretaría de la Reforma Agraria, rinde el director general de
asuntos jurídicos de esa dependencia, al igual que el escrito de apersonamiento de Miguel
Pajes Hernández y Jesús Ramírez González, apoderados del Banco Nacional del Ejército,
Fuerza Aérea y Armada, S.N.C. Institución de Banca de Desarrollo y fiduciaria en el
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Fideicomiso de Garantía y Administración Traslativo de Dominio ‘Panteón Valle de Paz,
Sociedad Anónima de Capital Variable’. Notifíquese personalmente a la parte quejosa el
presente acuerdo por conducto del Tribunal Unitario Agrario del Distrito Diez, en el
domicilio que tiene señalado dentro del expediente agrario 277/92, para lo cual habrá de
remitírsele el despacho correspondiente, requiérasele por la remisión de las constancias
respectivas. Así lo acordó y firma el Magistrado Manuel Baraibar Constantino, Presidente del
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, ante el secretario de
Acuerdos que autoriza y da fe." (ver fojas 141 a 144 del tomo I del juicio de amparo
331/1999).
36. Por auto de veinticinco (25) de marzo de mil novecientos noventa y nueve (1999), el Juez
Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, tuvo por recibido el
oficio número 3535 mediante el cual le fueron remitidos, por el presidente del Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, los autos del expediente del
amparo directo D.A. 272/99; asimismo, se ordenó por el juzgador federal la formación del
juicio de amparo indirecto 331/99 del índice del juzgado de referencia, admitió a trámite la
demanda, tuvo por rendidos los informes justificados con los que ya se contaba y requirió a
las autoridades responsables faltantes de éstos para que los rindieran (para lo cual les envió
copia de la demanda); señaló fecha y hora para la celebración de la audiencia constitucional,
tuvo como tercera perjudicada -y atendió su comparecencia- a la persona moral denominada
"Valle de Paz, Sociedad Anónima de Capital Variable", dictó demás determinaciones de
trámite y notificación; requirió a las partes para que señalaran domicilio para oír y recibir
notificaciones en el lugar de residencia del Juzgado de Distrito; y dio al Ministerio Público de
la Federación adscrito la intervención que legalmente le corresponde, quien en su
oportunidad formuló pedimento de fechas tres (3) de mayo de mil novecientos noventa y
nueve (1999) (ver fojas 150 a 154 del tomo I del juicio de amparo 331/1999).
37. Rendidos los informes justificados de las autoridades faltantes; emplazada por edictos a la
persona señalada como tercera perjudicada: Carmen Nava de Merchan, Carmen Navas de
Morchan o Carmen Navas de Marcha; ofrecidas por los promoventes de la demanda diversas
documentales, y seguido el trámite del juicio de amparo indirecto por todas sus etapas, en
audiencia constitucional de diez (10) de septiembre de mil novecientos noventa y nueve
(1999), quienes se ostentaron representantes de la comunidad quejosa, ofrecieron pruebas
adicionales; asimismo, en la propia audiencia de ley, se destacó que los autos del juicio
agrario TUA/10o.DTO./277/92 no corrían agregados al cuaderno principal del juicio, pero se
hizo notar también que dicho expediente del juicio agrario formaba parte de los autos de los
diversos juicios de amparo acumulados 116/99, promovido por María Teresa Rojas Salgado,
y el diverso 128/99, promovido por Brígido Rojas Salgado, asuntos que, en su momento,
estuvieron radicados en dicho Juzgado Tercero de Distrito e incluso fueron acumulados; pero,
no obstante, habían sido enviados al Juez Segundo de Distrito en el Estado de México, con
residencia en Naucalpan, para solicitarle que dichos juicios fueran acumulados; a su vez, al
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
diverso amparo indirecto 180/99, promovido por María Anastacia Rojas Salgado, viuda de
Ballesteros, en su carácter de albacea de José Leonardo Ballesteros, acumulación que fue
decretada por dicho Juez Segundo de Distrito en interlocutoria que se le notificó al Juez
Tercero en oficio de dieciocho (18) de agosto de mil novecientos noventa y nueve (1999),
pues en todos se reclamó la misma sentencia del juicio agrario TUA/10o.DTO./277/92. Con
motivo de lo anterior, el Juez Tercero de Distrito en el Estado de México, dentro de la
audiencia constitucional, ordenó que se regularizara el procedimiento, que se dejara sin
efectos la audiencia constitucional y que se solicitara al Juez Segundo de Distrito en el Estado
de México, que en su oportunidad le remitiera copias certificadas de las siguientes
constancias: I. Sentencia agraria reclamada; II. Pruebas periciales; III. Censos de
beneficiados; IV. Trabajos técnico-informativos, y V. Trabajos técnico-informativos
complementarios; con el objeto de dar oportunidad a todo lo anterior, se señaló nueva fecha y
hora para la celebración de la audiencia constitucional (ver fojas 445 a 447 del tomo I del
juicio de amparo 331/1999).
38. Mediante oficio 5228, suscrito por el secretario del Juzgado Segundo de Distrito en el
Estado de México, remitió a su similar Tercero de Distrito, las copias certificadas solicitadas
(ver fojas 451 a 1287 del tomo I del juicio de amparo 331/1999).
39. Por escrito presentado el tres (3) de enero de dos mil (2000), los promoventes de la
demanda -con el carácter que venían ostentando- comparecieron a manifestar, entre otras
cosas, que en diverso juicio -que ellos también habían promovido- registrado con el número
607/95, se les había concedido el amparo contra la sentencia del Tribunal Unitario Agrario
que negó el reconocimiento y titulación de bienes de la comunidad de Atizapán; que dicha
sentencia protectora fue confirmada por el entonces Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito en el toca R.P. 76/97, agregaron que la razón por la cual
se les había otorgado el amparo era porque no se habían valorado sus pruebas y que por ese
motivo se anexaba ahora al presente juicio una prueba pericial de aquel juicio; asimismo,
manifestaron que no era verdad que su demanda de amparo fuera extemporánea -como se
sostenía en algún informe de las autoridades- que lo que en realidad ocurría era que en ese
argumento se estaba considerando una demanda que supuestamente había sido presentada en
nombre de la comunidad por una falsa representante de nombre María Petra Escobar Flores,
quien en realidad no tiene nada que la avale como tal y, para demostrarlo, anexaban copia de
la cédula notificatoria de María Petra Escobar; y, asimismo, solicitaron que se considerara
que la sentencia que reconoció a la comunidad de Atizapán, fue publicada en la Gaceta del
Gobierno del Estado de México de dos (2) de abril de mil novecientos noventa y ocho (1998)
y que, considerando esa publicación oficial, se tenía que considerar en tiempo su demanda
(ver fojas 1290 a 1294 y 1295 a 1534 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
40. Por auto de veinte (20) de enero de dos mil (2000), el Juez Tercero de Distrito en el
Estado de México tuvo por recibido el oficio TUA/10o.DTO./54/2000 mediante el cual el
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito le informó al Juez Federal que
se encontraba en imposibilidad de expedir copias certificadas del juicio agrario 277/92 de su
índice, porque dichos autos no estaban en poder de la autoridad agraria sino en el trámite del
juicio de amparo indirecto 180/99, del índice del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de
México, con residencia en Naucalpan; a lo cual dicho Juez acordó que se agregara a los autos
el oficio de referencia y, por otro lado, se ordenó solicitar al Juez Cuarto de Distrito en el
Estado de México que, a la brevedad y, de no existir inconveniente, remitiera copia
certificada de la notificación practicada el veinte (20) de abril de mil novecientos noventa y
ocho (1998) a María Petra Escobar Flores, dentro del juicio agrario 277/92, lo que obra en los
autos del juicio de amparo 607/95 del índice de dicho juzgado (ver fojas 1537 a 1538 del
tomo II del juicio de amparo 331/1999).
41. Por auto de nueve (9) de febrero de dos mil (2000), se ordenó diferir la audiencia
constitucional por no encontrarse debidamente integrado el expediente para su resolución; de
igual modo, el Juez Tercero de Distrito en el Estado de México ordenó que se solicitara
nuevamente a su homólogo Juez Segundo para que, a la brevedad, remitiera copia certificada
de la notificación de veinte (20) de abril de mil novecientos noventa y ocho (1998) hecha a
María Petra Escobar Flores, en el expediente agrario 227/92 que obran en los autos del juicio
de amparo 180/99, del índice de aquel juzgado foja 1549 del tomo II del juicio de amparo
331/1999).
42. Mediante oficio 6617, suscrito por la secretaria del Juzgado Cuarto de Distrito en el
Estado de México, se informó por dicho órgano que la constancia solicitada, relativa a la
notificación de veinte (20) de abril de mil novecientos noventa y ocho (1998), practicada a
María Petra Escobar Flores no existe en el expediente del juicio agrario 277/92, aspecto que
fue certificado por la secretaria de Acuerdos del Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de
México; consecuentemente, por auto de diecisiete (17) de febrero de dos mil (2000), el Juez
Tercero de Distrito en la misma entidad ordenó agregar a los autos el oficio descrito (ver
fojas 1552 a 1553 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
43. Mediante oficio 1237, por su parte, el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de
México acompañó copia certificada, al parecer de la notificación realizada a María Petra
Escobar Flores, en diligencia de veinte (20) de abril de mil novecientos noventa y ocho
(1998), practicada en la sede del propio Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, en vía
Doctor Gustavo Baz número noventa y ocho, sexto piso, Fraccionamiento Alce Blanco,
donde se asienta que se le notificó a dicha persona la sentencia de dos (2) de abril de mil
novecientos noventa y ocho (1998); a lo anterior le recayó el auto de veinticinco (25) de
febrero de dos mil (2000), por el cual se ordenó, por el Juez Tercero de Distrito en el Estado
de México, agregarlo a los autos (fojas 1555 a 1556 del tomo II del juicio de amparo
331/1999).
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
44. Mediante escrito presentado ante el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México,
con residencia en Naucalpan el uno (1) de marzo de dos mil (2000), Javier Rosas Núñez y
José Luis Rosas Núñez comparecieron a realizar manifestaciones y a exhibir copias
fotostáticas de los documentos que ahí se anexaron, instancia a la que recayó el auto de seis
(6) de marzo de dos mil (2000), en donde se tuvieron por ofrecidos la copia fotostática simple
de una solicitud de copias dirigida al Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, y
recibida por éste el veintiséis (26) de noviembre de mil novecientos noventa y nueve (1999),
así como la diversa copia simple de diversa solicitud de copias dirigido al mismo tribunal
agrario pero de fecha treinta (30) de noviembre de mil novecientos noventa y nueve (1999);
de igual forma, se tuvieron por hechas las manifestaciones de los promoventes y
adicionalmente, con fundamento en el artículo 152 de la Ley de Amparo, el Juez Tercero
solicitó al Juez Segundo que de no existir inconveniente se remitieran copias certificadas de
las fojas que se indicaron en el escrito de referencia del tomo 10, expediente 10, del juicio
agrario 277/92 que obra en los autos del amparo 108/99 (fojas 1553 a 1564 vuelta del tomo II
del juicio de amparo 331/1999).
45. Mediante oficio 7778 presentado ante el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de
México, el diverso Juzgado Segundo de Distrito remitió las copias solicitadas en el punto
anterior, al que recayó el auto de diecisiete (17) de marzo de dos mil (2000), mediante el cual
se agregaron a los autos del juicio de amparo 331/99 (ver fojas 1566 a 1579 del tomo II del
juicio de amparo 331/1999).
46. Toda vez que no se encontraba aún debidamente integrado el expediente, por auto de
veinticuatro (24) de marzo de dos mil (2000), el Juez Tercero de Distrito en el Estado de
México ordenó diferir nuevamente la audiencia constitucional para el catorce (14) de abril de
dos mil (2000).
47. En auto de catorce (14) de abril de dos mil (2000), se informó a las partes el cambio de
titular del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México y, consecuentemente, se
ordenó, de nueva cuenta, el diferimiento de la audiencia constitucional para el dieciocho (18)
de mayo de dos mil (2000) (foja 1582 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
48. Seguidos los trámites del juicio, el dieciocho (18) de mayo de dos mil (2000), se celebró
la audiencia constitucional sin la asistencia de las partes presentándose a la misma y en
aquella fecha el escrito de alegatos presentado por Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas
Núñez (ver fojas 1584 a 1596 vuelta del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
49. Es pertinente destacar que habiéndose celebrado la audiencia constitucional y
encontrándose el asunto en estado de resolución, comparecieron ante el Juez Tercero de
Distrito los hermanos Brígido y María Teresa de apellidos Rojas Salgado, a solicitar se les
reconociera como terceros perjudicados, toda vez que se ostentaban como dueños de una
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
superficie comprendida dentro del polígono considerado como bien comunal, lo que se hizo
mediante escrito presentado el veinte (20) de septiembre de dos mil (2000) al que recayó el
siguiente auto:
"Naucalpan de Juárez, Estado de México, a veintiuno de septiembre de dos mil. Vista la
certificación y razón de cuenta que anteceden, para no dejar promoción pendiente de acuerdo,
con el escrito de cuenta, fórmese el cuaderno de antecedentes y agréguese para que obre
como corresponda el escrito con número de registro 17043. Atento a su contenido, con
fundamento en el artículo 5o. de la Ley de Amparo no ha lugar a reconocer a los
promoventes el carácter de terceros perjudicados como lo solicitan, toda vez que no se
encuentran en ninguno de los supuestos a que se refiere la fracción III del citado numeral. Lo
anterior por las siguientes consideraciones: a) Los ocursantes, Brígido y María Teresa, ambos
de apellidos Rojas Salgado, se ostentan propietarios de diversas fracciones de terrenos
pertenecientes a la Ex Hacienda de ‘El Pedregal’, ubicada en Atizapán de Zaragoza, Estado
de México, con superficies originales de 100-93-20 hectáreas, 371-47-00 hectáreas y al
efecto exhiben copias certificada de la escritura 21651 de veintiuno de octubre de mil
novecientos cincuenta y siete, y el original del certificado de inafectabilidad agrícola
correspondiente al bien antes citado. b) De la resolución reclamada en el juicio de garantías
331/99-I que obra a fojas 334 a 353 vuelta del tomo I, se advierte que en el resultando VI,
entre otras personas, comparecieron los hoy promoventes Brígido y María Teresa Rojas
Salgado en su calidad de presuntos propietarios de predios colindantes del poblado de
Atizapán de Zaragoza, exhibiendo la documentación que acompañan al escrito que se
acuerda. c) Del considerando tercero y quinto de la propia resolución se aprecia que, la
superficie de terreno que se encuentra enclavada dentro de los límites que se reconocen y
titulan a la comunidad quejosa, es la correspondiente a la amparada con el certificado de
inafectabilidad agrícola número 14562, que corresponde al ‘Rancho San Juan’, propiedad de
Carmen N. Morchan, y que comprende una superficie de 605-20-00 hectáreas, de las cuales
345-00-00 hectáreas corresponden al ‘Rancho San Juan’ y se encuentran dentro de la
superficie reconocida y titulada, y las 260-00 hectáreas restantes corresponden a ‘Rancho
Viejo’ ubicado fuera de dichos límites. d) Además, en el resolutivo cuarto de la referida
sentencia el Tribunal Unitario Agrario responsable señaló las pequeñas propiedades
particulares que pudieran encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales que se
confirman quedan excluidas de esa titulación si reúnen los requisitos establecidos por la
propia legislación agraria, a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. De
lo anterior se advierte claramente que Brígido y María Teresa, ambos de apellidos Rojas
Salgado, no tienen un derecho legalmente constituido a través de la resolución de dos de abril
de mil novecientos noventa y ocho, reclamada en el juicio de garantías antes citado; pues la
propiedad a que hacen alusión no se consideró se encuentre enclavada dentro de los límites
que se reconocen y titulan a la comunidad quejosa; pero además, en el supuesto de que
consideren que su propiedad debe quedar excluida de la titulación de referencia, ello lo
deberán hacer valer ante la autoridad agraria correspondiente. Por tanto, es de concluirse que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
los promoventes, con motivo de la sentencia reclamada, no tienen hasta este momento un
interés contrario a la comunidad quejosa, ya que el acto reclamado no es constitutivo de
derechos sino una resolución meramente declarativa. En consecuencia se dejan a su
disposición los documentos que exhiben, se tienen por autorizadas para recogerlos a las
personas que indican, previa identificación y razón que por su recibo asienten en autos para
constancia legal; entre tanto guárdense en el seguro de este juzgado. Notifíquese." (ver fojas
1598 a 1629 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
50. Del anterior proveído dictado dentro de la audiencia constitucional y estando pendiente la
sentencia, solicitó copias Javier Rosas Núñez que se le entregaron el dos (2) de octubre de
dos mil (2000) (ver fojas 1630 y 1631 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
51. Mediante escrito presentado el dos (2) de octubre de dos mil (2000), después de celebrada
la audiencia constitucional y estando pendiente el dictado de la sentencia, compareció Andrés
Adolfo Puente Espinosa, en su carácter de apoderado de la Sociedad Mercantil denominada
"Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", como parte
propietaria del predio denominado "Rancho San Juan," solicitando que se le reconociera
como tercero perjudicado, exhibiendo al efecto contrato de compraventa celebrado el primero
(1o.) de marzo de mil novecientos cuarenta y cuatro (1944), ante el notario público número
26 del Distrito Federal, entre Rutilo Rojas y Carmen Navas de Merchan con el objeto de
transmitir una fracción de la Hacienda de Sayavedra, fracción tercera, denominada "Rancho
Viejo," fracción que posteriormente fue denominada "Rancho San Juan" y que fue amparada
con el certificado de inafectabilidad número 14562, con una superficie total de 605-02-00
hectáreas, documento expedido por el presidente de la República el veintinueve (29) de
octubre de mil novecientos cuarenta y seis (1946); asimismo, consta que Rutilo Rojas otorgó
escritura de subdivisión del predio de la fracción tercera de la Hacienda Sayavedra, para que
una parte de doscientas setenta hectáreas aproximadamente se denominara "Rancho Viejo" y
otra porción de trescientas cuarenta y cinco hectáreas, dos centiáreas, sea ahora el "Rancho
San Juan," operaciones realizadas ad corpus, según consta en acta 24152, elaborada por el
notario público número 2 de Tlalnepantla, Estado de México, el treinta (30) de octubre de mil
novecientos setenta y ocho (1978); exhibiéndose además la escritura pública 17584,
elaborada el dieciocho (18) de agosto de mil novecientos ochenta y uno (1981) por el notario
público número 5 de Tlalnepantla, Estado de México, donde se contiene el contrato de
fideicomiso irrevocable traslativo de dominio que otorgan como fideicomitente, Carmen
Navas viuda de Merchan; por otro lado, como fideicomisario "Planeaciones y Comisiones
Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", representada por Rutilo Rojas Pinedo,
así como "Promotora Residencial Echec, Sociedad Anónima," representada por Emilio Checa
Curi y "Promotora Turística y Deportiva Echec, Sociedad Anónima," representada por Emilio
Checa Curi, ambas como segundas fideicomisarias; y como fiduciaria "Banco Comercial del
Norte, Sociedad Anónima," representada por su delegada fiduciaria Ana Patricia Gutiérrez de
Velasco, mediante la cual se entregó el dominio de la fracción denominada "Rancho San
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Juan" descrita anteriormente, contrato de fideicomiso que incluso fue objeto de rectificación
en cuanto a las denominaciones según consta en la escritura de rectificación 22,974 elaborada
el diez (10) de septiembre de mil novecientos ochenta y cinco (1985), elaborada por el
notario público número 5 de Tlalnepantla, Estado de México, a efecto de que se precisara que
la primera fideicomisaria no es "Planeaciones y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima
de Capital Variable", sino "Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de
Capital Variable"; cabe señalar que para acreditar su representación, el promovente exhibió
poder general para pleitos y cobranzas otorgado por su administrador único Enrique Severo
Rojas Valle al promovente Andrés Adolfo Puente Espinosa, mediante escritura pública
278632, elaborada el veintiocho (28) de septiembre de dos mil (2000), por el notario público
número 10 del Distrito Federal (ver fojas 1633 a 1738 del tomo II del juicio de amparo
331/1999). Destacando que a dicha solicitud, para que se reconociera como tercero
perjudicada a la mencionada sociedad mercantil, le recayó el proveído siguiente:
"Naucalpan de Juárez, Estado de México, a dieciocho de octubre de dos mil. Agréguese en el
presente cuaderno de antecedentes para que obre como corresponda el escrito de cuenta de
Andrés Adolfo Puente Espinosa, quien se ostenta con el carácter de apoderado legal de la
sociedad mercantil denominada ‘Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de
Capital Variable’; y, en atención a su contenido, dígasele al promovente que no ha lugar a
reconocerle el carácter de tercera perjudicada a la indicada persona moral en virtud de las
siguientes consideraciones: Del considerando tercero y quinto de la resolución reclamada en
el juicio de garantías 331/99-I que obra a fojas de la 334 a 353 del tomo I, se advierte que la
superficie de terreno que se encuentra enclavada dentro de los límites que se reconocen y
titulan a la comunidad quejosa, es la correspondiente a la amparada con el certificado de
inafectabilidad agrícola número 14562 que corresponde al ‘Rancho San Juan’, propiedad de
Carmen N. Morchan y que comprende una superficie de 605-20-00 hectáreas, de las cuales
345-00-00 hectáreas corresponden al ‘Rancho San Juan’, y se encuentran dentro de la
superficie reconocida y titulada, y las 260-00 hectáreas restantes corresponden a ‘Rancho
Viejo’, ubicado fuera de dichos límites. Además, en el resolutivo cuarto de la referida
sentencia el Tribunal Unitario Agrario responsable señaló que las pequeñas propiedades
particulares que pudieran encontrarse enclavadas dentro de los límites comunales que se
confirman, quedan excluidas de la titulación si reúnen los requisitos establecidos por la
legislación agraria, a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. De lo
anterior se advierte claramente, que la sociedad mercantil denominada ‘Planeación y
Comisiones Monte Alto S.A. de C.V.’, no tiene un derecho legalmente constituido a través de
la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, reclamada en el juicio de
garantías antes citado; pues la propiedad a que hacen alusión no se consideró que se
encuentre enclavada dentro de los límites que se reconocen y titulan a la comunidad quejosa;
pero, además, en el supuesto de que consideren que su propiedad debe quedar excluida de la
titulación de referencia, ello lo deberán hacer valer ante la autoridad agraria correspondiente.
Por tanto, es de concluirse que los promoventes con motivo de la sentencia reclamada no
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
tienen hasta este momento un interés contrario a la comunidad quejosa, ya que el acto
reclamado no es constitutivo de derechos sino una resolución meramente declarativa.
Independientemente de lo antes expuesto, es de mencionar que, de la lectura íntegra del
escrito de cuenta se concluye que las manifestaciones del promovente no encuadran en
ninguna de las hipótesis previstas en la fracción III del artículo 5o. de la Ley de Amparo,
máxime que en el párrafo central de la página 12 del mencionado escrito, el promovente
señala textualmente: ‘Queda claro que el Tribunal Unitario Agrario, mediante la acción
agraria de reconocimiento y titulación de bienes comunales no podría violentar la propiedad y
posesión de mi representada; sin embargo ...’; en consecuencia, se dejan a su disposición los
documentos que exhiben, se tienen por autorizadas para recogerlos a las personas que
indican, previa identificación y razón que por su recibo asienten en autos para constancia
legal. Notifíquese." (ver fojas 1739 a 1739 vuelta del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
52. Con motivo del auto de veintiuno (21) de septiembre de dos mil (2000), Brígido y María
Teresa, ambos de apellidos Rojas Salgado, interpusieron recurso de queja en términos del
artículo 95, fracción VI, de la Ley de Amparo, medio de defensa cuyo conocimiento
correspondió al Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito,
entonces con residencia en Toluca, en donde se formó el expediente 95/2000, y seguidos los
trámites del recurso por todas sus etapas, en sesión de dieciocho (18) de enero de dos mil uno
(2001) se dictó sentencia en la cual se declaró fundada la queja y consecuentemente se anuló
el auto de veintiuno (21) de septiembre de dos mil (2000) (ver fojas 1741, 1742 a 1750 y
1816 a 1832 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
53. Por su parte "Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital
Variable", también interpuso recurso de queja en los mismos términos del punto anterior, del
que correspondió conocer al mismo Tribunal Colegiado donde se formó el diverso expediente
100/2000, el cual fue resuelto en los mismos términos en sesión de veintidós (22) de febrero
de dos mil uno (2001) (ver fojas 1759 a 1774 y 1845 a 1872 del tomo II del juicio de amparo
331/1999).
54. Con motivo de las ejecutorias anteriores, el Juez de Distrito dejó sin efectos la audiencia
constitucional celebrada el dieciocho (18) de mayo de dos mil (2000), y en su momento,
señaló nueva fecha y hora para el tres (3) de abril de dos mil uno (2001), esto mediante
proveídos de nueve (9) de febrero y diecinueve (19) de marzo de dos mil uno (2001), en los
que, además, reconoció como terceros perjudicados tanto a "Planeación y Comisiones Monte
Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", como a Brígido y María Teresa, ambos de
apellidos Rojas Salgado.
55. Seguido el juicio, el tres (3) de abril de dos mil uno (2001) se celebró la audiencia
constitucional relativa al juicio 331/99, en la cual se recibieron los escritos de pruebas y
alegatos de Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, de Brígido y María Teresa, ambos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de apellidos Rojas Salgado y de "Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima
de Capital Variable", dictándose sentencia que fue autorizada el diez (10) de abril siguiente.
Las consideraciones de dicho fallo son las que se transcriben:
"PRIMERO. Este juzgado ... es competente ... SEGUNDO. El representante estatal de la
Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México ... niega la existencia de los actos
de ejecución que se le reclaman ... sin que la parte quejosa haya aportado prueba alguna para
desvirtuar tal negativa, procede sobreseer en el presente juicio de garantías respecto de los
actos señalados y atribuidos a esta autoridad, con fundamento en el artículo 74, fracción IV
de la Ley de Amparo ... TERCERO. El Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Décimo
Distrito ... el secretario de la Reforma Agraria, el subsecretario de Ordenamiento de la
Propiedad Rural, el director de Asuntos Jurídicos y el director general de Ordenamiento de la
Propiedad Rural, al rendir sus respectivos informes justificados admiten la existencia del acto
que se les atribuye ... La representante regional pacífico centro y no coordinador regional
agrario, como lo señaló la parte quejosa, al rendir su informe justificado indica que los actos
de ejecución que le reclama la comunidad peticionaria de amparo, no son definitivos por lo
que solicita se sobresea el juicio, por lo que deben tenerse por ciertos dichos actos
reclamados ... CUARTO. Previo al análisis del fondo del asunto es necesario estudiar las
causales de improcedencia ... Al no existir estudio de diversa causal de improcedencia que las
partes hagan valer, ni de oficio se advierta por parte de este juzgado, se procede a entrar al
estudio de fondo del presente asunto. QUINTO. Los conceptos de violación que hace valer la
quejosa, a fojas tres a nueve de su escrito inicial de demanda, que obran a fojas doce a
dieciocho del tomo I, suplidos en su deficiencia en términos del artículo 227 de la Ley de
Amparo resultan fundados, ya que en el caso se advierte que se cometió en contra de la
comunidad quejosa una violación manifiesta de la ley que la dejó sin defensa por las
siguientes consideraciones: En esencia, la comunidad quejosa expresa que se violan en su
perjuicio las garantías contenidas en los artículos 14, 16 y 27 constitucionales, porque: 1) La
resolución no se encuentra debidamente fundada y motivada, porque se omite realizar en
forma pormenorizada un estudio analítico de los hechos y documentos del procedimiento
agrario puesto que no se confrontan los trabajos técnicos y los trabajos técnicos informativos
complementarios en los cuales existe una incongruencia en la superficie propuesta para
confirma y titular (2,046-66-18 hectáreas ya restadas las 29-20-00 hectáreas de la presa
Madín; siendo que la resolución expresa que se deben restar 345-02-00 hectáreas amparadas
con el certificado de inafectabilidad número 14562, y nuevamente las 29-20-00 hectáreas de
la presa Madín, lo que da un total de 374-22-00 hectáreas y reconoce únicamente 1672-44-18
hectáreas a favor de la comunidad quejosa, lo cual origina que al momento de ejecutar la
sentencia e interpretando textualmente el citado resultando se entregaría menos superficie;
además, se hace una indebida valoración de pruebas porque además de las incongruencias
citadas, tampoco se valora debidamente la prueba pericial de donde se demuestra que las 34502-00 hectáreas señaladas como ‘Predio San Juan’ o ‘Rancho San Juan’ presuntamente
amparada por certificado de inafectabilidad resulta ineficaz por encontrarse las tierras en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
estado de abandono e inexploración por el presunto propietario, por lo que deben incluirse en
la confirmación y titulación a favor de la comunidad quejosa. 2) En el resultando segundo,
fracción V, párrafo segundo, se dice que los límites de los terrenos comunales son: vértice R8
con rumbo general SW ... y para cerrar la poligonal principal cita se llega al vértice R8, el
cual es punto trino entre la colonia Adolfo López Mateos, propiedad de La Colmena, y los
terrenos comunales y punto donde dio principio la descripción, siendo que ello es totalmente
incorrecto porque de las carteras de campo y la planilla de construcción o el cuadro de
construcción, se ve claramente que deben ser las correctas: ‘partiendo del punto 58 con
rumbo general SW... y para concluir: se llega al vértice 58 el cual es punto trino.’. 3) El
cuarto punto resolutivo que dice, que las pequeñas propiedades que pudieran encontrarse
enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirman, quedan excluidas de la
titulación si reúnen los requisitos establecidos por la legislación agraria dejándose a salvo sus
derechos, lo cual es violatorio porque los pequeños propietarios ya han sido oídos y vencidos
en juicio. 4) Los representantes de la comunidad y un grupo de sesenta comuneros más,
fueron excluidos de las listas de la resolución reclamada a pesar de aparecer en los trabajos
censales de primero de agosto de mil novecientos setenta y siete, porque en el desarrollo del
informe respecto a los trabajos censales se presentaron muchas anomalías, habiéndose
suspendido, sin que existan actas de conformidad, de las actas censales porque nunca se
llevaron a cabo. Las pruebas que ofreció la parte quejosa y las que se recabaron en esta
instancia constitucional, son la siguientes: 1. Resolución de veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, en la que el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Segundo Circuito, dentro del amparo en revisión 76/97, relativo al juicio de amparo indirecto
607/95 del índice del Juzgado Cuarto de Distrito en Tlalnepantla, México, concedió a la
comunidad quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal, para el efecto de que el
Tribunal Unitario responsable en este juicio de amparo, valorara las prueba ofrecidas (fs. 307
a 333 vta. tomo I). 2. Gaceta del Gobierno del Estado de México del ocho de junio de mil
novecientos noventa y ocho, donde aparece la resolución de dos de abril de mil novecientos
noventa y ocho, que constituye el acto reclamado en este juicio de amparo (fs. 334 a 353,
tomo I). Copia simple de varias hojas de la Gaceta mencionada (fs. 26, 131 a 132, 50 116 a
118, 334 a 353, 374 a 377, tomo I). Copia certificada de: 3. Testimonio de la escritura de
compraventa que otorga Julián García Romero a favor de María Teresa Salgado viuda de
Rojas, respecto a la fracción de terreno denominado ‘Rancho El Charro’, formado por parte
de la fracción número uno y parte de la fracción número dos de la antigua ‘Hacienda del
Pedregal’, Municipio de Atizapán, que consta de trescientas noventa y seis hectáreas sesenta
áreas (fs. 354 a 360, tomo I). 4. Testimonio de la escritura de compraventa que otorga María
Teresa Salgado Viuda de Rojas a favor de sociedad cooperativa de compra en común
‘México Nuevo, Sociedad Cooperativa Limitada’, respecto al predio ‘Rancho del Charro’,
formado por parte de la fracción número uno y parte de la fracción número dos de la antigua
‘Hacienda del Pedregal’, Municipio de Atizapán, en una superficie de trescientas treinta y
seis hectáreas ochenta y ocho áreas, setenta y tres centiáreas (fs. 359 a 373, tomo I). 5. Fojas
51 vta. a 55 vta. del libro 38 de fecha diecinueve de septiembre de mil ochocientos noventa y
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cuatro, en la que aparece la venta e hipoteca de la ‘Hacienda del Pedregal’ ubicada en
Atizapán, vendida por Concepción Velázquez de Macedo, Agustín y José María Velázquez y
adquirida por Andrés Aguayo, la cual tiene los siguientes linderos: Al norte el árbol gacho,
Tepozan Mojonera, parte del lindero de la Hacienda de San Mateo; por el sur el Rancho de
Chiluca y parte del lindero de la Condesa, oriente, la Hacienda de San Mateo y pueblo de
Atizapán y por el poniente el Rancho Blanco, Rancho Viejo y El Molino (fs. 381 a 387 vta.,
tomo I). Partida 3, volumen 51, sección 1a. en la que consta la venta que hace Andrés
Aguayo a doña Lorenza Bermejillo de Cortina, respecto a la Hacienda ‘El Pedregal’ con los
linderos a que se refiere asiento doscientos ocho del volumen segundo, libro 38 (fs. 378 a
392, tomo I). 7. Libro titular traslativo de dominio, volumen 3, sección 1a., 1919, partida 81,
venta de la Hacienda ‘El Pedregal’, de la parte que le corresponde a don Nemesio Santos, en
la que se hace constar que el veinticinco de junio de mil novecientos diecinueve Ignacio
Cortina por sí y a nombre de su esposa y mandante Lorenza Bermejillo de Cortina, vende a
Felipe Rojas, Nemesio Santos, Manuel Jaso y a los hermanos Rutilo, Brígido, Ángel y
señoritas Refugio y Victoriana, todos de apellidos Rojas, y Juan Antonio Alonso Naveda en
su carácter de apoderado de Jesusa Llamosa Fernández, albacea de la sucesión de don
Francisco Fonfria, habiendo acordado los compradores dividir la Hacienda en cuatro
fracciones, la I, a don Nemesio Santos, la II, a los hermanos Rutilo, Brígido, Ángel y
señoritas Refugio y Victoriana, todos de apellidos Rojas, la III, a don Felipe Rojas y la IV, a
don Manuel Santos (fs. 396 a 401, tomo I). 8. Partida 82, inscripción del título de propiedad
de Rutilo Rojas, en la que se hace mención al asiento 81, en relación al número 3, fojas siete
y ocho del volumen primero, libro 51, con las medidas y colindancias allí expresadas (fs. 403
a 405, tomo I). 9. Libro titular traslativo de dominio, sección 1a., volumen 20, 1944-1945,
partida 48, en la que se hace constar la venta de una fracción de terreno conocida como
‘Rancho Viejo’, que perteneció a la Hacienda de Sayavedra, ubicada en el Municipio de
Atizapán de Zaragoza, otorgada por Rutilo Rojas a favor de la señora Carmen Navas
Merchan en la cantidad de dieciocho mil pesos, la cual tiene las siguientes medidas y
linderos: fracción tercera de la Hacienda Sayavedra que se llama Rancho Viejo, con
doscientas sesenta hectáreas y otra porción con trescientas cuarenta y cinco hectáreas y dos
centiáreas, con superficie del resto del Rancho San Juan, que forma parte de la Hacienda del
Pedregal, lindando junto con el predio materia del contrato como sigue: al norte con ‘Rancho
La Colmena’, al noreste con ‘Rancho San Juan’, el este con ‘Rancho del Charro’, y al sur con
el ‘Rancho de Chihuahua’, al oeste con ‘Rancho Viejo’ y al noreste con la Hacienda de
Sayavedra (fs. 407 a 413, tomo I). 10. Partida 150, volumen I, sección I, fojas 88 frente a 89
frente, 1917-1918, en la que consta la venta de la segunda y tercera fracción de la Hacienda
de Sayavedra, realizada por Ignacio Cortina a Rutilo Rojas y Hermanos, propiedad que por
asiento 159, volumen 15, sección I, pasó a ser propiedad solamente de Rutilo Rojas por venta
que le hace su hermano Ángel, consistiendo la fracción segunda y tercera de la Hacienda de
Sayavedra y sus ranchos anexos con los siguientes linderos y colindancias: al norte la
‘Hacienda de La Colmena’, al oriente las del ‘Pedregal’ y ‘Chiluca’, al sur ‘Chiluca’ la ‘Finca
de Apasco’ y el ‘Rancho de Bojay’, y al poniente la ranchería ‘El Volador’, el ‘Rancho de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Zaragoza’ (fracción número uno de Sayavedra y ‘Rancho Viejo’), ranchería de ‘la Aurora’ y
el pueblo de San Miguel Hila, superficie de la fracción número dos, un mil ciento noventa y
cinco, tres mil trescientos diez y nueve metros cuadrados, ochocientos noventa y cinco
milésimos. En total dos mil ciento ochenta y tres hectáreas, ocho mil ochocientos noventa y
dos metros cuadrados, seiscientos veintisiete milésimos (fs. 416 a 418, tomo I). 1. Partida
107, volumen 1o., libro 59 de 1915, fojas 69 vta. a
1 vta. en la que se hace constar la venta de las fracciones dos y tres en que fue dividida la
‘Hacienda de Sayavedra’ y sus ranchos anexos, ubicados en el Municipio de Atizapán de
Zaragoza, que hace Ignacio Cortina y su esposa Lorenza Bermejillo de Cortina a favor de
Rutilo, Brígido, Ángel, Refugio y Victoriana, todos de apellidos Rojas, con las medidas y
colindancias que se han expresado en el número que antecede (fs. 422 a 426, tomo I). 12.
Partida 110, en la que consta la venta e hipoteca de la ‘Hacienda de Sayavedra’ y ranchos
anexos, otorgada por Rosenda Bernal viuda de Iturbide y sus hijos don Sabás y señorita Ana
María Iturbide por sí y por Rosenda Cristina Iturbide de la Hoz, el licenciado Manuel de la
Hoz a favor de Ignacio Cortina a su solo nombre y al de su esposa Lorenza Bermejillo de
Cortina, quedando afectada por hipoteca únicamente la fracción uno que se nombra ‘Rancho
de la Rosa’ con superficie de novecientos treinta y cinco hectáreas cinco mil trescientos
cincuenta y cinco metros cuadrados, cincuenta y seis centésimos de metros cuadrados y linda
al norte con terrenos de la Compañía Mexicana de Luz y la ‘Hacienda de la Encarnación’, al
oriente con la ‘Ranchería del Volador’, la fracción número dos (formando lindero con la
mitad de la barranca denominada de los Onofres) con la ranchería de la ‘Aurora’, el pueblo
de San Miguel Hila y la ‘Hacienda de La Colmena’, al sur con propiedades de Fernando
Rosas y Odilón García y con el ‘Rancho de Bojay’, y al poniente con terrenos de la compañía
de luz y con la ‘Hacienda de Bata’ (fs. 428 y 429, tomo I). 13. Fojas 28 y 29 del libro 16 del
Registro Público de Tlalnepantla del año de 1884, partida 101, en la que consta la
cancelación de la hipoteca de Sayavedra y Ranchos, Viejo, Blanco, Hila, ubicados en la
municipalidad de Monte Bajo, y Agostadero de Sayavedra, ubicado en la municipalidad de
Tlaxala, propiedad de Sabás Iturbide a favor de Juan Temple por haber pagado la hipoteca
(fs. 431 a 432, tomo I). 14. Fojas 14 frente y vuelta del libro cuatro del Registro Público de
Tlalnepantla, Primero del año de 1872, en la que consta la cancelación de hipoteca por pago,
de ‘Rancho Viejo’ ‘A’, San Jerónimo, ‘Rancho Blanco’, ’Rancho de Hila’, ‘Hacienda de
Sayavedra’ y el ‘Agostadero’, ubicados en las municipalidades de Monte Alto Tlaxala,
Monte Bajo, que hizo Sabás Iturbide a Juan Temple (fs. 435 y 436, tomo I). 15. Fojas 37 vta.
a 39 frente del libro cinco del Registro Público del año de 1872, partida 142, en la que consta
la inscripción de la ‘Hacienda de la Encarnación’ más anexos y ‘Rancho de la Condesa’, la
cual quedó cancelada por la diversa inscripción números 41 y 35 del libro XIV del Registro
Público, por haberse pagado el dominio de dichos bienes a favor de Luz Servin (fs. 439 a
442, tomo I). 16. Copias simple del Plano Proyecto de Reconocimiento y Titulación de
Bienes Comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre,
Estado de México, elaborado por Mario E. Campagny Saldaña, tomando como base el
informativo enviado por la Delegación Agraria, con diversas señalizaciones de las fracciones
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
relativas a los documentos antes descritos (fs. 443, tomo I). 17. Copia simple de otro plano
con diversas señalizaciones relativas a las fracciones indicadas en los documentos
inmediatamente descritos (fs. 444, tomo I). 18. Copia simple de la resolución de dos de abril
de mil novecientos noventa y ocho, dictada dentro del juicio agrario TUA/10o.DTO./277/92
(fs. 452 a 517, tomo I). 19. Informe de la comisión de trabajos administrativos, por el que se
da contestación al oficio 5002 de primero de agosto de mil novecientos setenta y siete se
levanta el Censo General de Población del Poblado de Bienes Comunales de Atizapán, por el
que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, el diecisiete de mayo de mil novecientos setenta y
nueve, informó sobre los trabajos técnicos administrativos, en los términos siguientes: ‘Con
fecha 9 de febrero de 1978 se giró convocatoria para la iniciación de los trabajos
mencionados, los cuales empezaron el día 16 de febrero de 1978, nombrándose dos
representantes de la comunidad para integrar la junta censal, levantándose el acta
correspondiente y haciéndose el acta de instalación de la junta censal. Una vez que se empezó
a elaborar el censo y el suscrito terminó de hacerlo, con fecha 7 de enero de 1979 se giró
convocatoria para la clausura de los trabajos censales y hacer la elección de los
representantes comunales; la clausura de los trabajos censales se llevó a cabo el día 14 de
enero de 1979, informando a la comunidad el resultado del censo el cual arrojó un total de
11,337 habitantes clasificados en 2047 jefes de familia, 1632 jóvenes mayores de 16 años y
7,658 esposas, niños y jóvenes menores de dieciséis años; a continuación se pidió a la
asamblea que se presentaran objeciones al carácter de comuneros a quienes lo creyeran
pertinente, no presentando ninguna objeción al mismo, pidiendo únicamente se agilizara el
trámite de su expediente, posteriormente se acordó que se fijara las cédulas notificatorias del
plazo improrrogable de 15 días, la cual se fijó en los lugares más visibles de la comunidad al
15 de enero de 1979, de esta manera se dieron por clausurados los trabajos censales
levantándose el acta respectiva. Posteriormente se llevó a cabo la elección de los
representantes comunales de acuerdo a lo dispuesto al artículo 358 de la Ley Federal de
Reforma Agraria y octavo del reglamento del 6 de enero de 1958, para que intervengan con
tal carácter en el trámite de su expediente en esta dependencia del Ejecutivo Federal, por la
vía de reconocimiento y titulación de bienes comunales. Hecha la explicación del caso por el
suscrito, se procedió a poner a consideración de la asamblea la elección de sus representantes,
designado por mayoría de votos a los señores José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza,
como representantes comunales propietario y suplente, respectivamente, quienes aceptaron
desempeñarlo con lealtad y honestidad. Para dicho acto se levantó el acta de elección de
representantes comunales y se recabaron las firmas, que fue por mayoría. Acto seguido se
levantó el acuse de recibo de la documentación recabada y la conformidad de dichos trabajos;
cabe hacer mención que las autoridades municipales, no obstante haber certificado la
convocatoria para la iniciación de trabajos, se negaron a certificar las demás actas y la
clausura del censo, motivo que el suscrito desconoce; por lo anterior, la comunidad acordó
que dicho expediente se presentara ante notario público para que certificara los trabajos
desarrollados, lo cual se hizo el día 7 de mayo de 1979.’. A dicho informe acompañó: Copia
del oficio de comisión, original y copia del informe, copia de la convocatoria de asamblea
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
para dar a conocer oficio de comisión y los trabajos a desarrollar. Copia del acta de elección
de los representantes de la comunidad para integrar la junta censal, copia del acta de
instalación de la junta censal, original y copia del censo general de la población comunal
constituido de cuatrocientas dos fojas, copia de la convocatoria para asamblea de clausura de
trabajos y junta censal, copia del acta de clausura de trabajos y de la junta censal, copia de la
cédula notificatoria de plazo para objetar el censo de comuneros censados y considerar
solicitudes de incorporación al censo general (fs. 519 a 1013, tomo I). 20. El catorce de
septiembre de mil novecientos setenta y cuatro, la profesora María Elena Bribiesca Sumano,
emitió dictamen paleográfico sobre los títulos aportados por los promoventes de la acción
agraria, que en su último párrafo concluye: ‘Por el análisis de los puntos antes expuestos, así
como de los aspectos físicos de estos documentos, la suscrita opina, según su leal saber y
entender, son auténticos.’ (fs. 1015 a 1019, tomo I y 45 a 90 tomo II). 21. Con fecha ocho de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma
Agraria, ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres
Freyre, en cumplimiento a las órdenes giradas por la Subdirección de Bienes Comunales
dependiente de la Dirección General de Tenencia de la Tierra, de fecha diecisiete de
noviembre de mil novecientos ochenta y uno, que ordena se efectúen trabajos técnicos
informativos complementarios de la comunidad de que se habla, rindieron el siguiente
informe: ‘Habiéndonos trasladado al poblado de referencia convocamos a una asamblea
general de comuneros con el objeto de dar a conocer el motivo de nuestra comisión así como
la forma en que deberían llevarse a cabo los trabajos en cuestión. Por lo que una vez
encontrándonos reunidos el día 29 de noviembre, en lugar acostumbrado para sus reuniones
sociales (casa del representante propietario de bienes comunales), con la totalidad de los
comuneros, así como personal caracterizados, se nos hizo saber que los citados trabajos ya se
habían efectuado anteriormente por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz y que estos se
encontraban ya en las oficinas centrales de la Secretaría de la Reforma Agraria, y que
realmente el problema que se les ponía es que el área señalada como comunal en el plano
elaborado por el citado profesionista, estaba invadido por fraccionamientos, por lo que
pidieron a los comisionados verificar el plano en el terreno para comprobar si estaba invadido
o no, por lo que procedemos a acceder a la petición de la asamblea. Y al día siguiente
procedimos a realizar los trabajos sugeridos, encontrándonos que realmente el plano citado,
checa dentro de la tolerancia requerida para estos trabajos, físicamente en el terreno de los
hechos y además observamos y ‘certificamos’ que el área que encierra el citado plano, se
encuentra libre de invasiones ya que los fraccionamientos se encuentran fuera del área que se
pretende confirmar; asimismo, se anota que esta superficie se compone de monte cerril y que
los comuneros se encuentran disgregados en todo el área comunal, se anota que los
comuneros y autoridades agrarias están de acuerdo en que se les reconozca y titule esta
superficie 2,075-96-78 has., para ya no crear más problemas, por lo que nos trasladamos a las
oficinas centrales (Subdirección de Bienes Comunales) a revisar el expediente de los trabajos
técnicos e informativos elaborados por el C. ingeniero Raúl Loya Alcaraz, encontrándonos
que los citados trabajos se encuentran correctos y aprobados en revisión técnica; por lo que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
optamos por no realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, ya que sólo se
crearía más confusiones al respecto, por lo que se opta por anexar una copia heliográfica del
plano multicitado, señalando el área recorrida a rumbo y distancia (área comunal) y que se
señala en color naranja en la copia heliográfica y que es la superficie que se deja de reconocer
y titular por no presentar problema alguno, considerando lo anteriormente expuesto somos de
opinión, salvo la más acertada de la superioridad, que el expediente que nos ocupa debe
seguir los trámites subsecuentes hasta obtener la resolución presidencial respectiva y dar por
terminados los supuestos problemas que realmente no existen ...’ (fs. 22 a 23 y 1024 a 1026,
tomo I). 22. Informe de revisión técnica, de fecha veintidós de septiembre de mil novecientos
ochenta, suscrito por el ingeniero Leonel Luna Payán, en que concluyó: ‘Salvo la más
acertada de la superioridad, que los presentes trabajos se acepten por encontrarse
técnicamente correctos.’ (fs. 24, tomo I). 23. Acta relativa a la clausura de los trabajos
técnicos informativos complementarios y de conformidad de la comunidad de los trabajos
realizados, de fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta, suscrita por el jefe de
la Brigada de Bienes
Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, en la que
se hace constar que es posible de confirmar y titular un área de 2100-00-00 hectáreas,
haciendo la aclaración que dentro de la superficie no se comprenden terrenos de los
fraccionamientos existentes, en la inteligencia de que con toda oportunidad se giraron cédulas
notificatorias a los poseedores de predios que quedaran enclavados dentro de los terrenos de
referencia sin que se hubiera presentado ninguna oposición. Se agregó que la comunidad de
Atizapán de Zaragoza, está conforme en que aunque los títulos primordiales que amparan sus
bienes comunales comprenden una extensión mayor, acepta la confirmación y titulación de la
superficie que arrojan los trabajos técnicos complementarios, se anexaron las listas con las
firmas de los comuneros asistentes y la hoja de cálculos de distancias utilizando triángulos
(fs. 25, 1110 a 1147, tomo I). 24. Página 6 que contiene datos de medición suscrita por el
ingeniero J. Raúl Loya (fs. 27, tomo I). 25. Relación de comuneros no incluidos en la
resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho: 1. Luis Hernández Segura. 2.
José Guadalupe Álvarez Araujo. 3. Pablo Feregrino Ramos. 4. Ernesto Salazar Mendoza. 5.
Fidencio Velázquez Medina. 6. Alejo Martínez Cruz. 7. Antonio Sánchez Rocha. 8. Javier
Rosas Núñez. 9. José Luis Rosas Núñez. 10. Trinidad Dávila Mendoza. 11. Ernesto Salazar
Cruz. 12. Aristeo Manuel Salgado Luengas. 13. Bartolomé Antolín Salgado Luengas. 14.
Maximiliano Herlindo Salgado Luengas. 15. Gustavo Calleja González. 16. Andrés García
Cerón. 17. Gregorio Pérez Ríos. 18. Hipólito Coronel Pastrana. 19. León Mendiola Benito.
20. Herlindo Salgado Mendoza. 21. Pedro Jiménez Santiago. 22. Francisco Jiménez Santiago.
23. Bernardo Jiménez Santiago. 24. Santos Aparicio García. 25. José Cupertino Torres
Hernández. 26. José Luis Ponce Reséndiz. 27. Santos Salgado Luengas. 28. Guillermo Julián
Mirón Lino. 29. Raúl Gabino Pineda. 30. José Adolfo Díaz Martínez. 31. Nicolás Pizaña
Alegría. 32. Lázaro Flores Sánchez. 33. Luis Bernardo Hernández Rosas. 34. Lucio Javier
Corona Osornio. 35. Benito Banco Godínez. 36. Roberto García Rosas. 37. José Guadalupe
Velázquez Gómez. 38. José Pablo Medina Medina. 39. Emilio Reyes Gutiérrez. 40. Mauricio
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
García Olivera. 41. Juana Núñez Rodríguez. 42. Guadalupe Ibarra García. 43. María Isabel
Rodríguez González. 44. Rosa Vázquez Hernández. 45. Gloria Reséndiz López. 46.
Guadalupe Monroy de Rodríguez. 47. Dolores Vargas Castro. 48. María Loreto Vargas. 49.
María de Lourdes Rosas Núñez. 50. José Cecilio Sánchez Tovar. 51. Natalia Rangel Ramírez.
52. María Almaraz Cuellar. 53. Inés Cureño Viuda de Montes de Oca. 54. María Elena
Hernández Rosas. 55. María Elena Núñez Vallejo. 56. José Luis Muñoz Silverio. 57. Pedro
Cartas Ramírez. 58. Martha Rosas Núñez. 59. Óscar Enrique Calixto Corona. 60. Candelario
de Jesús Pérez (fs. 28, 304 y 305, tomo I). 26. Mediante oficio de veintisiete de julio de mil
novecientos ochenta y dos, el delegado agrario en el Estado de México, comisionó al
ingeniero Antonio Martínez Manríquez para que practique trabajos técnicos e informativos
complementarios necesarios para sustanciar el expediente de reconocimiento y titulación de
bienes comunales del poblado de que se trata, trabajos que fueron iniciados por el ingeniero
Raúl Loya Alcaraz (fs. 29, 53, 136 a 138, 1957 a 1059, tomo I). 27. Mediante escrito
presentado en la Secretaría de la Reforma Agraria el veinticinco de noviembre de mil
novecientos ochenta y tres, Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, en su calidad de
representantes propietario y suplente comunal, manifiestan que después de haber revisado el
expediente, expresan su inconformidad con los trabajos técnicos informativos
complementarios realizador por la Delegación Agraria en informe 04929 del trece de
septiembre de 1983, y en el que se comisionó al ingeniero Antonio Martínez Manríquez para
la práctica de dichos trabajos porque esa persona nunca fue al poblado para verificar los actos
de dominio y posesión de la comunidad, tampoco aparecen en el expediente las actas de
conformidad o de asamblea de la realización de dichos trabajos, agregaron que los planos del
informe incluye dentro del área que pretende se les confirme, fraccionamientos que están
fuera como consta en el informe de 8 de diciembre de 1981 de los ingenieros Ignacio
Sánchez, Benjamín Jacinto y Diego Torres, por las anomalías en los levantamientos
topográficos, porque los puntos marcados como R8 a R12 no están dentro de la colonia
López Mateos como lo señala dicho comisionado, al igual que la carretera Atizapán Villa del
Carbón, e hicieron mención que en caso de que dentro de la superficie solicitada hay
pequeñas propiedades que se les excluya para que pueda su expediente continuar con el
trámite (fs. 32, 56 y 128, tomo I y 140, tomo II). 28. Acta de elección de representantes
comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México, de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, en la que se hizo constar
que José Rosas Sandi falleció y en su lugar se eligieron a Javier Rosas Núñez como
representante comunal propietario y como suplente a José (sic) Rosas Núñez (fs. 33, 57 y
129, tomo I). 29. Con fecha veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve, el revisor
Raúl Albert y Leonardo Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de la
Secretaría de la Reforma Agraria, rindieron el informe del estudio de revisión censal de los
trabajos efectuados por Raúl Loya Alcaraz, de la siguiente manera: ‘Primero. Los trabajos se
desarrollaron de conformidad con lo dispuesto en los artículos 29, 31, 32, 358 y 359 inciso
(b), de la Ley Federal de Reforma Agraria y 6o., 7o. y 8o. del Reglamento para la
Tramitación de los Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Segundo. Se considera en la comunidad de referencia, de acuerdo con los trabajos realizados,
los cuales se han descrito, que existen 51 comuneros capacitados que cumplen con lo
dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria ...’, los cuales son:
1. Fortino Gutiérrez Ramírez. 2. Luis Sánchez Galván. 3. Agustín González López. 4. José
Antonio Rodríguez Arellano. 5. Celedonio Díaz Barrera. 6. Félix Barrera Martínez. 7. Julián
Barrera Martínez. 8. Efrén Barrera Martínez. 9. Ernesto Nicolás Vargas. 10. Jesús Cruz
Valdez. 11. Trinidad Reyes Gorgolla. 12. Catalino Corte Vázquez. 13. Aniceto Valle Dorado.
14. Daniel León Ponciano. 15. Silvano Capetillo Salazar. 16. Humberto Sosa Cruz. 17. Mateo
Ruiz Olivares. 18. Guadalupe García Mireles. 19. Vicente Gómez Olvera. 20. Guadalupe
Ramírez Núñez. 21. Ranulfo Justo Remigio. 22. Ambrosio Reséndiz Flores. 23. Mariano
Olvera Martínez. 24. Florentino Uribe Maldonado. 25. Jesús Arias Márquez. 26. Felipe
Vilchis Miranda. 27. Julio Martínez Hernández. 28. Anselmo Pérez Bolaños. 29. Antonio
Calderón Pineda. 30. Francisco Martínez Manjarrés. 31. Pedro Cruz Trejo. 32. Salvador Ruiz
Esqueda. 33. Rafael Rodríguez Mireles. 34. José Pueblito Silva Alcoya. 35. Manuel Herrera
Ramírez. 36. Heladio Salinas Herrera. 37. Abraham Cureño Tejeda. 38. Marciano Arvizu
Fuentes. 39. Eleuterio Arvizu Martínez. 40. Eliseo Pastrana Villareal. 41. Gabriel González
Contreras. 42. Bertín Esquivel Padilla. 43. Martín Guadalupe Tovar. 44. Evaristo Huerta
Galeana. 45. Tomás Martínez Gómez. 46. Pedro Ramírez González. 47. Aníbal Juárez Cartin.
48. Cándido Lara Figueroa. 49. Pedro Pérez Álvarez. 50. José Dolores Mendoza Duarte. 51.
Francisco Chávez Mandujano (fs. 521 a 524. tomo I). 30. Acta de declaraciones de fecha
ocho de mayo de mil novecientos setenta y nueve en la que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz y
José Rosas Sandi realizaron diversas manifestaciones ante notario público (fs. 525 a 528,
tomo I). 31. Convocatoria de nueve de febrero de mil novecientos setenta y ocho, en la que el
ingeniero Raúl Loya Alcaraz, convoca a los comuneros de Atizapán de Zaragoza para que
estén presentes el dieciséis de febrero de ese año para iniciar los trabajos técnicos e
informativos de bienes comunales (fs. 529 y 588, tomo I). 32. Acta de clausura de trabajos
censales de fecha catorce de enero de mil novecientos setenta y nueve y anexos en la que se
asentó que existe un total de 11,337 habitantes clasificados en 2,047 jefes de familia, 1,632
jóvenes mayores de dieciséis años y 7658 esposas y niños jóvenes menores de dieciséis años,
y al preguntar a la asamblea si tenía objeciones, ésta manifestó que no tiene objeciones al
censo, pidiendo únicamente que se agilice el trámite del expediente, además se acordó que
por medio de cédulas notificatorias, se fijó un plazo improrrogable de quince días a partir de
esa fecha a fin de que los vecinos de la comunidad que se consideran excluidos del censo,
presenten las pruebas y alegatos que a sus intereses convengan con el objeto de estudiarlos y
ponerlos a la consideración de otra asamblea a que oportunamente se convoque. Dicha acta se
encuentra incompleta porque no aparecen las firmas de quienes intervinieron (fs. 531, tomo
I). 33. Convocatoria de clausura de trabajos consensuales de fecha siete de enero de mil
novecientos setenta y nueve, para celebrarla el catorce de ese mes y año, suscrita por el
ingeniero Raúl Loya Alcaraz, documento en el que no aparece la certificación de las
autoridades municipales de que dicha convocatoria se fijó en los lugares más visibles de la
comunidad (f. 532, tomo I). 34. Acta de elección de representantes de la comunidad de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Atizapán de Zaragoza, Estado de México, para integrar la Junta Censal, de fecha dieciséis de
febrero de mil novecientos setenta y ocho, en la que ante la presencia del ingeniero Raúl
Loya Alcaraz, representante de la Secretaría de la Reforma Agraria se eligieron a José Rosas
Sandi y Antonio Ortiz Pedroza como representantes censales y acta de instalación de la Junta
Censal. 35. Firmas recabadas por el Censo General de la Población Comunal de Atizapán de
Zaragoza ordenada por la Secretaría de la Reforma Agraria con oficio 5002 de fecha dieciséis
de febrero de mil novecientos setenta y ocho (fs. 535 a 1013, tomo I). 36. Oficios de
veintisiete de julio de mil novecientos ochenta y uno y dieciocho de noviembre de mil
novecientos ochenta, por el que se solicitan informes en el sentido de que exista dictamen que
acredite la autenticidad de los títulos presentados por la comunidad solicitante (fs. 1032 a
1034). 37. Escrito presentado el veinticinco de agosto de mil novecientos ochenta, por el que
los representantes de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, México piden la intervención
del presidente de la República en el procedimiento de reconocimiento y titilación de bienes
comunales que solicitaron desde el siete de julio de mil novecientos setenta y cuatro (fs. 1036
a 1039, tomo I). 38. Oficio de trece de septiembre de mil novecientos ochenta y tres por el
que el delegado de la Reforma Agraria en el Estado de México, remite diversa
documentación a la Dirección de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria
(fs. 1047 a 1048, tomo I). 39. Certificados de inafectabilidad números 16506 relativo al
‘Rancho el Charro’, fracciones 1 y 2 de la Ex ‘Hacienda del Pedregal’, y 26664 relativo a ‘La
Purísima Concepción’ o ‘La Purísima’ (fs. 1080 y 1086, tomo I). 40. Convocatoria de catorce
de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, por la que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz
convoca a los comuneros de Atizapán de Zaragoza, para el veintiuno de ese mes y año, para
informarles acerca de los trabajos técnicos e informativos complementarios de confirmación
y titulación de bienes comunales para lo que se le comisionó (fs. 1100, tomo I). 41. Acta que
se levanta el veintiuno de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, relativa al
levantamiento de propiedad comunal en el poblado de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, en la que se acordó iniciar los trabajos técnicos e informativos complementarios del
le
antamiento topográfico, el día veintiséis de ese mes y año, y firmas recabadas (fs. 1102 a
1108, tomo I). 42. Convocatoria de veinticinco de agosto de mil novecientos ochenta para la
clausura de los trabajos técnicos complementarios a celebrarse el treinta y uno del mes y año
que nos ocupa (fs. 1109, tomo I). 43. Cálculo de treinta de junio de mil novecientos setenta y
cinco suscrito por el registrador de la Propiedad de Tlalnepantla, México, dirigido al
promotor de la Secretaría de la Reforma Agraria, por el que informa la manera en que se ha
vendido la ‘Ex ‘Hacienda del Pedregal’, ubicada en el Municipio de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México (fs. 1180 a 1181, tomo I). 45. Solicitud de reconocimiento y titulación y
deslinde de los bienes comunales de la población de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, de fecha once de mayo de mil novecientos setenta y cuatro, suscrita por lo menos
por setenta y ocho personas, según las firmas y huellas que aparecen (fs. 1219 y 1220, tomo
I). 46. Dictámenes periciales en materia de topografía suscritos por el ingeniero Rolando
Barranco y Valencia y perito oficial designado para intervenir en el juicio de amparo 607/95-62-
AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
II del índice del Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de México, con residencia en
Tlalnepantla, promovido por la comunidad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en el
que el primero opina que se debe reponer el procedimiento de reconocimiento y titulación de
bienes comunales, el segundo no formula opinión, y ambos peritos convienen en que la
comunidad quejosa está en posesión de 2,046-66-18 hectáreas ya excluidas la Presa Madín y
los fraccionamientos que están dentro del área comunal (fs. 10 a 186 y 21 a (sic) tomo II). 47.
El nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, por oficio 583195, el director
general de Bienes Comunales comisionó de nueva cuenta al ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz
para que realice los trabajos técnicos informativos complementarios en virtud de que los
realizados con anterioridad no señalan la superficie posible por confirmar (fs. 1099, tomo I).
48. El citado comisionado, con fecha diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta,
rindió informe en el que indicó que el 14 de noviembre de 1979 se convocó a asamblea
general de comuneros para dar a conocer la comisión, la cual se llevó a cabo el 21 de ese mes
año, se levantó el acta correspondiente, se acordaron y fijaron en los lugares más visibles las
cédulas generales notificatorias para los poseedores de predios enclavados dentro de la
superficie comunal, en la que se notifica que el día 26 de noviembre de 1979, se iniciaron los
trabajos topográficos que consistieron en el levantamiento de una poligonal principal y
triángulos, para determinar la superficie comunal utilizando un aparato marca Hatta Congo de
1 minuto de aproximación, estadales de 4 mts., y cinta de acero de 50 mts., se realizó la
orientación astronómica de la línea 5-6 el día 30 de abril de 1980, el 25 de agosto de 1980, se
giró convocatoria para la clausura de los trabajos técnicos complementarios, clausurándose el
31 siguiente habiendo levantado el acta de clausura y de conformidad de la comunidad donde
acepta que se confirme exclusivamente la superficie que se levantó, certificando dicho acto la
autoridad municipal donde manifiesta que es lo que la comunidad tiene en posesión y cuya
calidad de tierras es de agostadero cerril de mala calidad; haciendo la aclaración que no se
levantó actas de conformidad de linderos ya que los terrenos colindan con fraccionamientos
urbanos, por tanto, la conformidad es hecha por la autoridad municipal donde se aceptó que
no existen problemas de linderos, se elaboraron de las carteras de campo a las planillas de
construcción, cierre angular, cálculos de rumbos, cálculos de direcciones, coordenadas,
productos y cálculo de la superficie analítica; resultando una superficie de 2,075-86-16 has.,
y que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 29-20-00 has., por lo que la
superficie de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 has., se calculó la orientación
astronómica dando un rumbo NW de 56°50' en la línea 5-6, elaborándose el plano
informativo en papel milimétrico debidamente detallado a escala 1:20000 (f. 1157, tomo I).
49. El veintidós de septiembre de mil novecientos ochenta, el ingeniero Leonel Luna Payán,
rindió informe de la revisión técnica encomendada de los trabajos técnicos e informativos
complementarios realizados por el comisionado descrito en el punto que antecede, indicando
que la superficie se encontró correcta siendo de 2,046-66-18 has., la Presa Madín de 29-20-00
has., para una superficie total de 2,075-86-18 has., opinando que se acepten los trabajos por
encontrarse técnicamente correctos. Adjuntó al informe descripción limítrofe de los terrenos
que pretende se le confirme al poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
nombre, Estado de México (fs. 1088 a 1094 y 1158 a 1159, tomo I). 50. El trece de octubre
de mil novecientos ochenta el director del Instituto Nacional Indigenista de la Secretaría de la
Reforma Agraria opinó que debe reconocerse y titularse, a favor del poblado de Atizapán de
Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas aprobada en revisión técnica (fs. 1289 y
1290, tomo I). 51. Con fecha treinta de octubre de mil novecientos ochenta y veintiuno de
septiembre de mil novecientos ochenta y uno, se publicó la solicitud de confirmación y
titulación de bienes del poblado que nos ocupa en la Gaceta del Gobierno del Estado de
México y Diario Oficial de la Federación, respectivamente (fs. 1236 a 1247, tomo I). 52. Con
el objeto de que la Delegación Agraria procediera a emitir su opinión respectiva, el once de
noviembre de mil novecientos ochenta, en oficio 9721, fueron devueltos por el delegado
agrario al representante de la Dirección General de Tenencia de la Tierra ante la Sala Estatal
del Cuerpo Consultivo Agrario los trabajos técnicos informativos efectuados por el ingeniero
Raúl Loya Alcaraz a fin de que se revisara y modificara su informe ya que en los
antecedentes que existen en el archivo de esa delegación se llegó al conocimiento de que
dentro de la superficie que tal profesionista señala como susceptible de confirmación y
titulación, se localizan varias pequeñas propiedades de las cuales tres de ellas cuentan con
certificado de inafectabilidad y que son: El ‘Rancho El Charro’, fracciones I y II de la
‘Hacienda El Pedregal’, propiedad de Julián García Romero, con la superficie total de 19415-00 hectáreas, propiedades que el comisionado omitió en su informe, asimismo fueron
anexadas dicho oficio copia certificada de los decretos presidenciales de inafectabilidad de
los certificados de inafectabilidad y de los planos de las propiedades señaladas (fs. 1075 a
1076, tomo I). 53. Con fecha tres de diciembre de mil novecientos ochenta el comisionado
jefe de la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero
Raúl Loya Alcaraz, rindió informe complementario en el que concluyó: ‘Los certificados de
inafectabilidad agrícola números 26664 y 16506, correspondientes a los predios ‘La Purísima
Concepción o La Purísima’ y predio ‘Rancho El Charro’, fracciones I y II de la ‘Ex Hacienda
del Pedregal’, propiedades de Ángel S. Fernández y Julián García Romero, respectivamente,
no se pudieron acoplar dentro de los terrenos que el suscrito levantó ya que éstos quedan
fuera de la comunidad, mientras que el certificado número 14562 correspondiente al predio
‘Rancho San Juan’, propiedad de Carmen N. Merchan se hizo el acople dentro de los terrenos
que la comunidad reclama y que corresponde a una superficie de 345-20-00 has., ya que las
260-00-00 has., faltantes corresponden al fraccionamiento Rancho Viejo y éste queda fuera
de la comunidad tal como se asienta en el plano que se anexa, además informó que la calidad
de tierras que solicita el núcleo gestor, son terrenos de agostadero cerril, aun y cuando los
certificados son agrícolas.’ (fs. 1072 a 1074, tomo I). 54. El dieciocho de diciembre de mil
novecientos ochenta, el delegado agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado
de México, opinó que se suspendiera el procedimiento de reconocimiento y titulación de
bienes comunales instaurado a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, en la
Subdirección de Bienes Comunales dependientes de la Dirección General de la Tenencia de
la Tierra, registrado bajo el número 276.1/3507 (725.2), por estarse en el caso previsto por el
artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria y que se continuare el procedimiento por
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
la vía de restitución por haber surgido conflicto por límites con uno o más particulares
respecto del bien comunal, en la cual se determine si los predios de los mismos particulares
son o no susceptibles de restitución, y por consecuencia son o no materia de reconocimiento
y titulación de bienes comunales a favor del poblado de que se trata, o bien, se deben seguir
considerando como pequeñas propiedades, lo cual hizo saber a la mencionada subdirección
devolviendo el expediente, para emitir dicha opinión tomó en cuenta que del informe del
comisionado se aprecia que la comunidad tiene en propiedad y posesión 2,046-66-18 has., de
terrenos áridos que vienen disfrutando como bien comunal, y del informe del comisionado y
de los antecedentes que existen en esa delegación, se advierte que en el polígono que se
señala como susceptible de reconocimiento y titulación, existen varias pequeñas propiedades
que los solicitantes pretenden que se incluyan o reconozcan como parte de sus bienes
comunales y alguna de ellas amparadas con sendos certificados de inafectabilidad, por lo que
se está en el caso de lo que al efecto dispone el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma
Agraria, es decir, que debe suspenderse el procedimiento de reconocimiento de bienes
comunales, toda vez que ha surgido conflicto de límites con uno o más particulares, siendo el
caso de que la acción debe revertirse al procedimiento biinstancial de restitución, y no como
en casos análogos ha sucedido, que las autoridades superiores, haciendo caso omiso del
imperativo señalado por el dispositivo legal invocado, optan por reconocer y titular, a favor
del núcleo soliviante, la superficie presuntamente sin conflictos, para posteriormente cancelar
los certificados de inafectabilidad y enseguida tramitar expedientes de confirmación
complementaria, figura jurídica que no se ha contemplado en ningún capítulo de la
mencionada Ley Federal de Reforma Agraria (fs. 1060 a 1071). 55. A través de las distintas
publicaciones, tanto en el periódico La Prensa de dieciséis de julio de mil novecientos
ochenta y uno, así como en el Diario Oficial de la Federación de veintisiete de agosto, tres y
diez de septiembre y dieciséis de julio, de mil novecientos ochenta y uno, mediante las cuales
se notificó a los presuntos propietarios de predios colindantes del poblado de Atizapán de
Zaragoza, por ignorarse sus domicilios, de conformidad con el artículo 315 del Código de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en materia agraria; y dando cumplimiento al
artículo 360 de la Ley Federal de Reforma Agraria, se puso a la vista el expediente a fin de
que rindieran las pruebas y expusieran lo que a su interés conviniera (fs. 1021 a 1023 y 1043
a 1046, tomo I). 56. En atención a las publicaciones señaladas en el punto que antecede,
diversos propietarios a través de escrito dirigido a la Secretaría de la Reforma Agraria
comparecieron al expediente agrario, exhibieron probanzas y alegaron, entre ellos, Luis
Méndez Cabrera, gerente de la sociedad ‘Club de Golf Valle Escondido, Sociedad Anónima’,
por el que solicita se excluyan del procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales, la superficie de seiscientos cincuenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro
metros cuadrados que le corresponden a dicha sociedad, y que fueron aportados por
Francisco Rojas Pinedo los cuales son una porción del terreno denominado ‘Rancho Viejo’
que perteneció a la Hacienda Sayavedra, Municipio de Atizapán, Estado de México (fs. 1195
a 1217). 57. Con fecha ocho de diciembre de mi
novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma Agraria,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres Freyre, en
cumplimiento a las órdenes giradas por la Subdirección de Bienes Comunales dependiente de
la Dirección General de Tenencia de la Tierra, de fecha diecisiete de noviembre de mil
novecientos ochenta y uno, que ordena se efectúen trabajos técnicos informativos
complementarios de la comunidad de que se habla, rindieron el siguiente informe:
‘Habiéndonos trasladado al poblado de referencia convocamos a una asamblea general de
comuneros con el objeto de dar a conocer el motivo de nuestra comisión, así como la forma
como deberían llevarse a cabo los trabajos en cuestión. Por lo que una vez encontrándonos
reunidos el día 29 de noviembre en el lugar acostumbrado para sus reuniones sociales (casa
del representante propietario de bienes comunales), con la totalidad de los comuneros, así
como personal caracterizados (sic) se nos hizo saber que los citados trabajos ya se habían
efectuado anteriormente por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, y que éstos se encontraban en
las oficinas centrales de la Secretaría de la Reforma Agraria y que realmente el problema que
se les ponía es que el área señalada como comunal, en el plano elaborado por el citado
profesionista estaba invadida por fraccionamientos, por lo que pidieron a los comisionados
verificar el plano en el terreno para comprobar si estaba invadido o no, por lo que
procedemos a acceder a la petición de la asamblea. Y al día siguiente procedimos a realizar
los trabajos sugeridos, encontrándonos que realmente el plano citado checa (sic) dentro de la
tolerancia requerida para estos trabajos, físicamente en el terreno de los hechos y además
observamos y ‘certificamos’ que el área que encierra el citado plano se encuentra libre de
invasiones ya que los fraccionamientos se encuentran fuera del área que se pretende
confirmar; asimismo se anota que esta superficie se compone de monte cerril y que los
comuneros se encuentran disgregados en todo el área comunal, se anota que los comuneros y
autoridades agrarias están de acuerdo en que se les reconozca y titule esta superficie de
2,075-96-78 has., para ya no crear más problemas, por lo que nos trasladamos a las oficinas
centrales (Subdirección de Bienes Comunales) a revisar el expediente de los trabajos técnicos
e informativos elaborados por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, encontrándonos que los
citados trabajos se encuentran correctos y aprobados en revisión técnica; por lo que optamos
por no realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, ya que sólo crearían más
confusiones al respecto, por lo que se opta por anexar una copia heliográfica del plano
multicitado, señalando el área recorrida a rumbo y distancia (área comunal) y que se señala
en color naranja en la copia heliográfica y que es la superficie que se deja de reconocer y
titular por no representar problema alguno.’ (fs. 22 y 23, 115 a 116 y 1024 a 1026). 58. El
treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos, el comisionado Antonio Martínez
Manríquez rindió informe que en lo sustancial expresa: ‘... la suma total de todas las
pequeñas propiedades y los terrenos comunales de Calacoaya, así como la Presa Madín, que
se encuentran enclavadas dentro de la superficie propuesta como bienes comunales de
Atizapán de Zaragoza, es de 2,075-20-00 has., no existiendo actos de dominio por parte de
los comuneros en estas hectáreas, salvo pequeñas fracciones en los terrenos considerados
como del pueblo de Calacoaya, ya que gente de este poblado se censó para el censo general
de Atizapán de Zaragoza ...’ (fs. 1049 a 1056). Descripción limítrofe de los terrenos que
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pretende se le confirme el poblado de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre,
Estado de México en la que se aprecia ‘... Partiendo del vértice 58, punto trino, entre la
colonia Adolfo López Mateos, propiedades de ‘La Colmena’, y los terrenos que se describen
con rumbo SW y distancia de 1,680 metros en línea recta y pasando por los vértices 33, 33 A,
...’ (f. 1094). 60. El tribunal responsable con fecha 2 de abril de mil novecientos noventa y
ocho, dictó la resolución que constituye el acto reclamado en este juicio de amparo, cuyos
puntos resolutivos expresan: ‘Primero. Ha procedido la vía agraria intentada por los vecinos
del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la
que se acreditó la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes
comunales, en los términos de la parte considerativa de la sentencia, en consecuencia.
Segundo. Se reconoce y titula la calidad de bien comunal al citado núcleo de población, la
superficie de 1,672-44-18 hectáreas (mil seiscientas setenta y dos hectáreas, cuarenta y cuatro
áreas, dieciocho centiáreas) de tierras de agostadero cerril de mala calidad, cuyos rumbos y
colindancias se describen en el punto V del resultando segundo, debiéndose restar en la
ejecución de esta sentencia y de dicha descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00
hectáreas mencionadas en el considerando quinto; superficie que se reconoce y titula para la
explotación colectiva de cincuenta y un (51) personas capacitadas, cuyos nombres se
consignan en el mismo considerando quinto de esta resolución. Tercero. Los terrenos
comunales que se confirman son inalienables, imprescriptibles e inembargables, y para
garantizar la posesión y disfrute de los mismos por parte de la comunidad a que pertenecen
quedan sujetos a las limitaciones y modalidades establecidas por la legislación agraria.
Cuarto. Las pequeñas propiedades particulares que pudieren encontrarse enclavadas dentro de
los terrenos comunales que se confirman quedan excluidas de esta titulación si reúnen los
requisitos establecidos por la legislación agraria a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos
de los poseedores. Quinto. Remítase copia autorizada de la presente resolución al Registro
Agrario Nacional para su conocimiento y registro en los términos de la fracción I del artículo
152 de la Ley Agraria, previo pago de los derechos correspondientes por el interesado ...’. Se
basó en las siguientes consideraciones: ‘... En consecuencia, y toda vez que la comunidad que
nos ocupa se encuentra en posesión de terrenos comunales en un polígono que comprende
una superficie de 1,672-44-18 hectáreas de tierras de agostadero cerril de mala calidad,
requisito indispensable señalado por los artículos 267 y 359, inciso c), de la Ley Federal de
Reforma Agraria, pues ejercen actos posesorios sobre las tierras citadas y por lo que existe un
vínculo jurídico entre el núcleo de población y los bienes que le pertenecen, en virtud de esa
posesión tradicional adquirida desde tiempo inmemorial y que los interesados que
promovieron en este asunto acreditan sus propiedades, pero no se llega a la convicción de que
las mismas se ubiquen dentro de los terrenos comunales a favor de los solicitantes, dicha
superficie de terreno en la que se encuentra restada la superficie de 374-22-00 hectáreas, de
las cuales 345-02-00 hectáreas están amparadas con el certificado de inafectabilidad número
14562 y 29-20-00 hectáreas, corresponden a la ‘Presa Madín’, toda vez que incluso los
representantes comunales de dicha comunidad, por escrito de fecha treinta y uno de mayo de
mil novecientos ochenta y uno, ratificaron su escrito de veintinueve de enero de ese mismo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
año, en el que manifiestan su conformidad de respetar la propiedad debidamente localizada
denominada ‘Rancho San Juan’, con una superficie de 345-02-00 hectáreas amparadas con el
certificado de inafectabilidad de referencia, expedido el veinte de octubre de mil novecientos
cuarenta y ocho (fs. 69 del legajo I y 147 del legajo II); superficie de tierra que deberá ser
restada a su vez a la descripción limítrofe transcrita en el punto V del resultando segundo de
esta sentencia, la cual se levantó con respecto al polígono general original, el cual arrojó una
superficie de 2,046.66-18 hectáreas; debiendo de señalar, con fundamento en el artículo 16
del Reglamento para la Tramitación de Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes
Comunales, que los propietarios o poseedores de pequeñas propiedades incluidas dentro del
perímetro de los terrenos comunales que se confirman, tendrán derecho a pedir el
reconocimiento de sus propiedades ...’ (fs. 452 a 518, tomo I). A las documentales
relacionadas en autos, de conformidad con los artículos 129 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, se les otorga pleno
valor probatorio porque de ellas se acredita lo siguiente: 1. El once de mayo de mil
novecientos setenta y cuatro, un grupo de nativos del poblado denominado Atizapán de
Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, solicitó al director general de
Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria el reconocimiento y confirmación
de los bienes comunales del poblado, acompañaron a su escrito copia de título primordial de
la comunidad. 2. El catorce de septiembre de mil novecientos sesenta y cuatro, la profesora
María Elena Bribiesca Sumano emitió dictamen paleográfico concluyendo que los títulos
aportados son auténticos. 3. El diecisiete de mayo de mil novecientos setenta y nueve, el
comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, quien realizó los trabajos técnicos administrativos
informó que se censó a un total de 11,337 habitantes, clasificados en 2047 jefes de familia,
1632 jóvenes mayores de 16 años y 7,658 esposas, niños y jóvenes menores de 16 años, lo
cual se le informó a la Asamblea Censal quien no presentó objeciones, se eligieron como
representantes de bienes comunales a los señores José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza,
como propietario y suplente, respectivamente, quienes aceptaron desempeñarlo con lealtad y
honestidad, se levantó el acta de elección de representantes comunales y se recabaron las
firmas que fue por mayoría. 4. El veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve, el
revisor Raúl Albert y Leonardo Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de
la Secretaría de la Reforma Agraria, rindieron el informe del estudio de revisión censal de los
trabajos efectuados por Raúl Loya Alcaraz, concluyendo que los trabajos se desarrollaron
conforme a la Ley Federal de Reforma Agraria y el Reglamento para la Confirmación y
Titulación de Bienes Comunales, y que de acuerdo con los trabajos realizados por el
ingeniero Loya Alcaraz, existen 51 comuneros capacitados que cumplen con lo dispuesto en
los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria. 5. El diecinueve de septiembre
de mil novecientos ochenta, en una nueva comisión del ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, para
realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, por no haberse señalado con
anterioridad la superficie posible por confirmar, informó que resultó una superficie de 2,07586-16 has., y que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 29-20-00 has., por lo que
la superficie de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 has., se calculó la orientación
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astronómica dando un rumbo NW de 56°50' en la línea 5-6, elaborándose el plano
informativo en papel milimétrico debidamente detallado a escala 1:20000. 6. El veintidós de
septiembre de mil novecientos ochenta, el ingeniero Leonel Luna Payán, rindió informe de la
revisión técnica encomendada de los trabajos técnicos e informativos complementarios
realizados por el comisionado descrito en el punto que antecede, indicando que la superficie
se encontró correcta siendo de 2,046-66-18 has., la Presa Madín de 29-20-00 has., para una
superficie total de 2,075-86-18 has., opinando que se acepten los trabajos por encontrarse
técnicamente correctos. 7. El trece de octubre de mil novecientos ochenta, el director del
Instituto Nacional Indigenista de la Secretaría de la Reforma Agraria opinó que debe
reconocerse y titularse a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,04666-18 hectáreas aprobada en revisión técnica. 8. Con fecha treinta de octubre de mil
novecientos ochenta y veintiuno de septiembre de mil novecientos ochenta y uno, se publicó
la solic
tud de confirmación y titulación de bienes del poblado que nos ocupa en la Gaceta del
Gobierno del Estado de México y en el Diario Oficial de la Federación, respectivamente. 9.
El tres de diciembre de mil novecientos ochenta, el comisionado jefe de la Brigada de Bienes
Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero Raúl Loya Alcaraz, rindió
informe complementario en el que concluyó que el certificado número 14,562
correspondiente al predio ‘Rancho San Juan’, propiedad de Carmen N. Marchan se hizo el
acople dentro de los terrenos que la comunidad reclama y que corresponden a una superficie
de 345-20-00 has., ya que las 260-00-00 has., faltantes corresponden al fraccionamiento
‘Rancho Viejo’ y éste queda fuera de la comunidad, tal como se asienta en el plano que se
anexa, además, informó que la calidad de tierras que solicita el núcleo gestor, son terrenos de
agostadero cerril aun y cuando los certificados son agrícolas (fs. 1072 a 1074, tomo I). 10. El
dieciocho de diciembre de mil novecientos ochenta, el delegado agrario de la Secretaría de la
Reforma Agraria en el Estado de México, opinó que se suspendiera el procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales instaurado a favor del poblado de Atizapán
de Zaragoza, en la Subdirección de Bienes Comunales, dependiente de la Dirección General
de la Tenencia de la Tierra, registrado bajo el número 276.1/3507(725.2), por estarse en el
caso previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, y que se continuare el
procedimiento por la vía de la restitución por haber surgido conflicto por límites con uno o
más particulares respecto del bien comunal. 11. Por escrito de veintinueve de enero de mil
novecientos ochenta y uno, los representantes de bienes comunales expresaron al director
general de Tenencia de la Tierra de la Secretaría de la Reforma Agraria, su conformidad en el
sentido de que: ‘si en el interior de los planos que marcan los terrenos que se nos están
reconociendo como comunales y se localizan alguna superficie amparada por certificados de
inafectabilidad, dichas áreas sean marcadas en el plano para seguir la litis de acuerdo como
sea conveniente para ambas partes y que se puedan defender dichas partes en los términos
jurídicos que sean de su competencia’, lo que ratificaron en diversos escritos de treinta y uno
de mayo de mil novecientos ochenta y uno, y expresaron su conformidad de respetar dentro
del plano que marcan los terrenos que se están reconociendo como comunales, la propiedad
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denominada Rancho San Juan, con una superficie de 345-02 has., amparada con un
certificado de inafectabilidad número 14562 de veinte de octubre de mil novecientos cuarenta
y ocho, a fin de que se resuelva el expediente lo más pronto posible. 12. A través de las
distintas publicaciones tanto en el periódico La Prensa, así como en el Diario Oficial de la
Federación, se notificó a los presuntos propietarios de predios colindantes del poblado de
Atizapán de Zaragoza, por ignorarse sus domicilios, se puso a la vista el expediente a fin de
que rindieran las pruebas y expusieran lo que a su interés conviniera, habiendo comparecido
entre la sociedad ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, solicitando se excluyan del
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, la superficie de
seiscientos cincuenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro metros cuadrados que le
corresponden a dicha sociedad, que fueron aportados por Francisco Rojas Pinedo, los cuales
son una porción del terreno denominado ‘Rancho Viejo’ que perteneció a la Hacienda
Sayavedra, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. 13. Con fecha ocho de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma
Agraria, ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres
Freyre, en vía de informe de los trabajos técnicos informativos complementario indicaron que
el plano del ingeniero Loya checa dentro de la tolerancia requerida para estos trabajos,
físicamente en el terreno de los hechos, y además observamos y ‘certificamos’ que el área
que encierra el citado plano, se encuentra libre de invasiones ya que los fraccionamientos se
encuentran fuera del área que se pretende confirmar; asimismo, se anota que esta superficie
se compone de monte cerril y que los comuneros se encuentran disgregados en todo el área
comunal, se anota que los comuneros y autoridades agrarias están de acuerdo en que se les
reconozca y titule esta superficie 2,075-96-78 has., para ya no crear más problemas. 14. El
treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos, el comisionado Antonio Martínez
Manríquez rindió informe en el que mencionó que la suma total de todas las pequeñas
propiedades y los terrenos comunales de Calacoaya, así como la Presa Madín, que se
encuentran enclavadas dentro de la superficie propuesta como bienes comunales de Atizapán
de Zaragoza, es de 2,075-20-00 has., no existiendo actos de dominio por parte de los
comuneros en estas hectáreas salvo pequeñas fracciones en los terrenos considerados como
del pueblo de Calacoaya. 15. Mediante escrito presentado en la Secretaría de la Reforma
Agraria el veinticinco de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, los representantes de
la comunidad quejosa manifiestan su inconformidad con los trabajos técnicos informativos
complementarios realizados por la Delegación Agraria, en informe 04929 del trece de
septiembre de 1983, y en el que se comisionó al ingeniero Antonio Martínez Manríquez para
la práctica de dichos trabajos porque esa persona nunca fue al poblado para verificar los actos
de dominio y posesión de la comunidad, tampoco aparecen en el expediente las actas de
conformidad o de asamblea de la realización de dichos trabajos, agregaron que los planos del
informe incluye dentro del área que pretenden se les confirme, fraccionamientos que están
fuera como consta en el informe de 8 de diciembre de 1981 de los ingenieros Ignacio
Sánchez, Benjamín Jacinto y Diego Torres, por las anomalías en los levantamientos
topográficos por que los puntos marcados como R8 y R12 no están dentro de la colonia
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
López Mateos como lo señala dicho comisionado, al igual que la carretera Atizapán Villa del
Carbón, e hicieron mención que en caso de que dentro de la superficie solicitada hay
pequeñas propiedades que se les excluya para que pueda se expediente continuar con el
trámite. 16. El dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y dos, el director de Bienes
Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, opinó negar la acción de reconocimiento
y titulación de bienes comunales al pueblo de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su
nombre, Estado de México, por haberse comprobado que éste no tiene tierras con las
características establecidas en el artículo 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria, según
los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados en el año de 1982, por el
ingeniero Antonio Martínez Manríquez. 17. El veintiséis de agosto de mil novecientos
ochenta y tres, el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México,
emitió opinión actualizada en la que dijo que no es procedente el reconocimiento y la
titulación de los bienes comunales de los terrenos solicitados por el poblado denominado
Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, Estado de México, por encontrarse el
presente caso, dentro de lo previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
lo que se advierte de los trabajos de Raúl Loya y Antonio Martínez Manríquez. 18. Ante la
inactividad de la autoridad agraria para continuar con el trámite de la solicitud de
confirmación y titulación de bienes comunales del poblado que nos ocupa, Bruno Velázquez
Guerrero y coagraviados, en representación sustituta del poblado comunal de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, mediante escrito de veinticuatro de agosto de mil novecientos
noventa, promovieron demanda de amparo, ante el Juzgado Quinto (hoy Cuarto) de Distrito
en el Estado de México, con residencia en Tlalnepantla. Se admitió la demanda en auto de
catorce de septiembre de ese año, se registró bajo el número 1070/90, y en la audiencia
constitucional se dictó resolución la que se engrosó el diecisiete de diciembre de mil
novecientos noventa y uno, otorgando el amparo a los peticionarios para el efecto de que las
responsables continuaran con el procedimiento agrario en cuestión, lo pongan en estado de
resolución a fin de someterlo a la consideración del Presidente de la República para que dicte
la resolución definitiva; fallo que se declaró ejecutoriado en auto de diez de enero de mil
novecientos noventa y dos. 19. Opinión del director de Bienes Comunales de dieciséis de
octubre de mil novecientos noventa y dos, en la que se niega la acción de reconocimiento y
titulación de bienes comunales al pueblo de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su nombre,
Estado de México, por haberse comprobado que éste no tiene tierras con las características
establecidas en el artículo 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria. 20. Dictamen negativo
aprobado por el Pleno del Cuerpo Consultivo Agrario de veintiséis de diciembre de mil
novecientos noventa y uno, en los términos siguientes: ‘Primero. Es procedente la solicitud
de reconocimiento y titulación de bienes comunales presentada por vecinos del poblado
denominado ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán de Zaragoza del Estado de
México. Segundo. Se niega la acción intentada en razón de que el poblado de que se trata no
guarda de hecho o por derecho el estado comunal. Tercero. Túrnese este dictamen así como
el expediente que le dio origen al Tribunal Superior Agrario, para que de conformidad con las
disposiciones contenidas en su ley orgánica, resuelva en definitiva la presente acción
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
agraria.’. Se apoyó bajo las siguientes consideraciones: ‘I. Este Cuerpo Consultivo Agrario es
competente para conocer del presente procedimiento, atento a lo establecido por el artículo
362 de la Ley Federal de Reforma Agraria, aplicable según lo dispuesto en el artículo tercero
transitorio del decreto que reformó el artículo 27 de nuestra Carta Magna, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 6 de enero de 1992, en relación con el artículo tercero
transitorio de la Ley Agraria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de febrero
del año antes citado. II. De los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados
en el año de 1982, por personal de la Delegación Agraria en el Estado de México, se llegó al
conocimiento de que la superficie de 2,075-86-18 has., planificadas en principio como
terrenos comunales del pueblo de Atizapán de Zaragoza, de éstas 1,794-60-00 has.
corresponden a los predios ‘Rancho San Juan’, ‘Rancho Viejo’ y ‘Rancho El Charro’, los
cuales se encuentran amparados con certificados de inafectabilidad agrícola expedidos por
esta secretaría con plena vigencia.’. 21. Mediante auto de doce de febrero de mil novecientos
noventa y dos, el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito en Naucalpan de Juárez,
Estado de México, tuvo por recibido el oficio 579 de dieciocho de noviembre de ese año, del
Tribunal Superior Agrario, por el que remitió el expediente 276.1/3507, relativo al
reconocimiento y titulación de bienes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México TUA/10o.DTO./277/92. 22. Con fecha quince de octubre de mil
novecientos noventa y tres dictó sentencia, cuyos puntos resolutivos expresan: ‘Primero. Ha
procedido la vía agraria intentada por los vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la que la parte actora no acreditó la
procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales; en
consecuencia ... Segundo. Se declara improcedente la solicitud de reconocimiento y titulación
de bienes comunales que promovió el citado poblado de Atizapán de Zaragoza ... Remítase
copia autorizada de la presente resolución al Registro Agrario Nacional para su conocimiento
y registro en los términos de la fracción I del artículo 152 de la Ley Agraria ...’. 23. Fallo que
se publicó en la Gaceta del Gobierno del Estado de México el veintiuno de diciembre de mil
novecientos noventa y
res. 24. Por escrito de dieciocho de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, Javier Rosas
Núñez, en su carácter de presidente propietario de la comunidad denominada Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, promovió demanda de amparo directo en contra del fallo
descrito en el punto que antecede, correspondiendo conocer de la demanda al Segundo
Tribunal Colegiado Penal y Administrativo del Segundo Circuito en Toluca, quien integró el
expediente en revisión 76/97, y en sesión plenaria de veintiséis de octubre de mil novecientos
noventa y cinco se declaró legalmente incompetente para seguir conociendo del asunto,
estimando competente al Juez de Distrito en el Estado de México con residencia en
Naucalpan de Juárez. Tocó por razón de turno conocer de la demanda al entonces Juez
Quinto (hoy Cuarto) de Distrito con residencia en Tlalnepantla, Estado de México, quien lo
registró bajo el número de expediente 607/95, y veintisiete de febrero de mil novecientos
noventa y siete dictó sentencia en la que negó a la comunidad peticionaria la protección
constitucional que solicitó. Inconforme con el fallo, el representante comunal de que se trata
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
interpuso recurso de revisión que fue admitido por el Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y Penal del Segundo Circuito bajo el expediente A.R. 76/97, en el que
resolvió revocar el fallo y concedió el amparo para que la responsable deje insubsistente el
fallo impugnado y en su lugar dicte otro cumpliendo con los requisitos del artículo 16
constitucional, valorando las pruebas y con plenitud de jurisdicción resuelva lo que proceda.
25. En cumplimiento a la ejecutoria de mérito, el tribunal responsable, con fecha dos de abril
de mil novecientos noventa y ocho, dictó la resolución que constituye el acto reclamado en
este juicio de amparo, cuyos puntos resolutivos expresan: ‘Primero. Ha procedido la vía
agraria intentada por los vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
nombre, Estado de México, en la que se acreditó la procedencia de la acción de
reconocimiento y titulación de bienes comunales, en los términos de la parte considerativa de
la sentencia, en consecuencia ... Segundo. Se reconoce y titula la calidad del bien comunal al
citado núcleo de población, la superficie de 1,672-44-18 hectáreas (mil seiscientas setenta y
dos hectáreas, cuarenta y cuatro áreas y dieciocho centiáreas) de tierras de agostadero cerril
de mala calidad, cuyos rumbos y colindancias se describen en el punto número V del
resultando segundo, debiéndose restar en la ejecución de esta sentencia y de dicha
descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00 hectáreas mencionadas en el considerando
quinto; superficie que se reconoce y titula para la explotación colectiva de cincuenta y un
personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en el mismo considerando quinto de esta
resolución ... Tercero. Los terrenos comunales que se confirman son inalienables,
imprescriptibles e inembargables, y para garantizar la posesión y disfrute de los mismos por
parte de la comunidad a que pertenecen quedan sujetos a las limitaciones y modalidades
establecidas por la legislación agraria ... Cuarto. Las pequeñas propiedades particulares que
pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirman, quedan
excluidas de esta titulación si reúnen los requisitos establecidos por la legislación agraria, a
cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. Quinto. Remítase copia
autorizada de la presente resolución al Registro Agrario Nacional para su conocimiento y
registro en los términos de la fracción I del artículo 152 de la Ley Agraria, previo pago de los
derechos correspondientes por el interesado ...’. Se basó en las siguientes consideraciones: ‘...
En consecuencia, y toda vez que la comunidad que nos ocupa se encuentra en posesión de
terrenos comunales en un polígono que comprende una superficie de 1,672-44-18 hectáreas
de tierras de agostadero cerril de mala calidad, requisito indispensable señalado por los
artículos 267 y 359, inciso c) de la Ley Federal de Reforma Agraria, pues ejercen actos
posesorios sobre las tierras citadas, y por lo que existe un vínculo jurídico entre el núcleo de
población y los bienes que le pertenecen, en virtud de esa posesión tradicional adquirida
desde tiempo inmemorial y que los interesados que promovieron en este asunto acreditan sus
propiedades, pero no se llega a la convicción de que las mismas se ubiquen dentro de los
terrenos en mención; por lo tanto, procede reconocer y titular como bienes comunales, a
favor de los solicitantes, dicha superficie de terreno en la que ya se encuentra restada la
superficie de 374-22-00 hectáreas, de las cuales 345-02-00 están amparadas con el certificado
de inafectabilidad número 14562 y 29-20-00 hectáreas, corresponden a la ‘Presa Madín’, toda
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
vez que, incluso, los representantes comunales de dicha comunidad, por escrito de fecha
treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y uno, ratificaron su escrito de veintinueve
de enero de ese mismo año, en el que manifiestan su conformidad de respetar la propiedad
debidamente localizada, denominada ‘Rancho San Juan’, con una superficie de 345-02-00
hectáreas, amparadas con el certificado de inafectabilidad de referencia expedido el veinte de
octubre de mil novecientos cuarenta y ocho (fojas 69 del legajo I y 147 del legajo II);
superficie de tierra que deberá ser restada a su vez a la descripción limítrofe transcrita en el
punto V del resultando segundo de esta sentencia, la cual se levantó con respecto al polígono
general original, el cual arrojó una superficie de 2,046-66-18 hectáreas; debiendo señalar, con
fundamento en el artículo 16 del Reglamento para la Tramitación de Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, que los propietarios o poseedores de
pequeñas propiedades incluidas dentro del perímetro de los terrenos comunales que se
confirman, tendrán derecho a pedir el reconocimiento de sus propiedades.’. (fs. 452 a 518).
Esta última resolución constituye el acto reclamado en este juicio de amparo. Cabe precisar lo
siguiente: la parte quejosa es la comunidad agraria del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México; reclama del Magistrado del Tribunal
Unitario Agrario del Décimo Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de
México, la resolución pronunciada el dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, en el
expediente del juicio agrario número TUA/10o.DTO./277/92 relativo a la solicitud de
reconocimiento y titulación de bienes comunales promovido por la propia comunidad
quejosa, dictada en cumplimiento a la ejecutoria pronunciada por el Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, de veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y siete, dentro (sic) en revisión 76/97, relativo al juicio de amparo indirecto 607/95
del índice del Juzgado Cuarto de Distrito en Tlalnepantla, Estado de México. Ahora bien, el
procedimiento agrario del que emana la resolución que reclaman los quejosos, se sustanció
bajo el amparo de la Ley Federal de Reforma Agraria y el Reglamento para la Tramitación de
Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, actualmente derogados por
la Ley Agraria vigente. Luego, el examen del asunto se hará bajo los lineamientos de los
ordenamientos agrarios en cita, en lo que no contravengan a la Ley Agraria vigente, creada
mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de enero de mil
novecientos noventa y dos. Lo anterior se sustenta en los artículos transitorios del cuerpo
legal último citado, siguientes: ‘Artículo primero.’ (se transcribe el texto del artículo).
‘Artículo segundo.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Artículo tercero.’ (se transcribe el
texto del artículo). Por tanto, el procedimiento agrario que nos ocupa debía seguir el orden
que a continuación se expresa conforme a las disposiciones legales aplicables de la Ley
Federal de Reforma Agraria: ‘Art. 356.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 357.’ (se
transcribe el texto del artículo). ‘Art. 358.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 359.’ (se
transcribe el texto del artículo). ‘Art. 360.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 361.’ (se
transcribe el texto del artículo). ‘Art. 362.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 363.’ (se
transcribe el texto del artículo). ‘Art. 364.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 366.’ (se
transcribe el texto del artículo). Del Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Confirmación de Bienes Comunales. ‘Art. Tercero.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art.
Cuarto.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Quinto.’ (se transcribe el texto del artículo).
‘Art. Sexto.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Séptimo.’ (se transcribe el texto del
artículo). ‘Art. Octavo.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Noveno.’ (se transcribe el
texto del artículo). ‘Art. Décimo.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Primero.’
(se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Segundo.’ (se transcribe el texto del
artículo). ‘Art. Décimo Tercero.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Cuarto.’
(se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Quinto.’ (se transcribe el texto del artículo).
‘Art. Décimo Sexto.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Séptimo.’ (se
transcribe el texto del artículo). ‘Art. Décimo Octavo.’ (se transcribe el texto del artículo).
‘Art. Décimo Noveno.’ (se transcribe el texto del artículo). Artículos transitorios del
reglamento en cita: ‘Art. 1o.’ (se transcribe el texto del artículo). ‘Art. 2o.’ (se transcribe el
texto del artículo). ‘Art. 3o.’ (se transcribe el texto del artículo). En el presente caso, se
advierten violaciones al procedimiento de confirmación y titulación de bienes comunales
277/92 donde se dictó la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho
reclamada, tanto por las autoridades agrarias que en un principio se encargaron de integrar el
expediente en cuestión, como violaciones por parte del Tribunal Unitario Agrario responsable
al emitir la sentencia impugnada. En efecto, las autoridades encargadas de integrar el
expediente cometieron anomalías tales como: Excluir sin causa legal fundada y motivada a
los siguientes comuneros: 1. Luis Hernández Segura. 2. José Guadalupe Álvarez Araujo. 3.
Pablo Feregrino Ramos. 4. Ernesto Salazar Mendoza. 5. Fidencio Velázquez Medina. 6.
Alejo Martínez Cruz. 7. Antonio Sánchez Rocha. 8. Javier Rosas Núñez (presidente
propietario de bienes comunales). 9. José Luis Rosas Núñez (presidente suplente de bienes
comunales). 10. Trinidad Dávila Mendoza. 11. Ernesto Salazar Cruz. 12. Aristeo Manuel
Salgado Luengas. 13. Bartolomé Antolín Salgado Luengas. 14. Maximiliano Herlindo
Salgado Luengas. 15. Gustavo Calleja González. 16. Andrés García Cerón. 17. Gregorio
Pérez Ríos. 18. Hipólito Coronel Pastrana. 19. León Mendiola Benito. 20. Herlindo Salgado
Mendoza. 21. Pedro Jiménez Santiago. 22. Francisco Jiménez Santiago. 23. Bernardo
Jiménez Santiago. 24. Santos Aparicio García. 25. José Cupertino Torres Hernández. 26. José
Luis Ponce Reséndiz. 27. Santos Salgado Luengas. 28. Guillermo Julián Mirón Lino. 29.
Raúl Gabino Pineda. 30. José Adolfo Díaz Martínez. 31. Nicolás Pizaña Alegría. 32. Lázaro
Flores Sánchez. 33. Luis Bernardo Hernández Rosas. 34. Lucio Javier Corona Osornio. 35.
Benito Banco Godínez. 36. Roberto García Rosas. 37. José Guadalupe Velázquez Gómez. 38.
José Pablo Medina Medina. 39. Emilio Reyes Gutiérrez. 40. Mauricio García Olivera. 41.
Juana Núñez Rodríguez. 42. Guadalupe Ibarra García. 43. María Isabel Rodríguez González.
44. Rosa Vázquez Hernández. 45. Gloria Reséndiz López. 46. Guadalupe Monroy de
Rodríguez. 47. Dolores Vargas Castro. 48. María Loreto Vargas. 49. María de Lourdes Rosas
Núñez. 50. José Cecilio Sánchez Tovar. 51. Natalia Rangel Ramíre
. 52. María Almaráz Cuellar. 53. Inés Cureño viuda de Montes de Oca. 54. María Elena
Hernández Rosas. 55. María Elena Núñez Vallejo. 56. José Luis Muñoz Silverio. 57. Pedro
Cartas Ramírez. 58. Martha Rosas Núñez. 59. Óscar Enrique Calixto Corona. 60. Candelario
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de Jesús Pérez (fs. 28, 304 y 305, tomo I). Ellos, no obstante que aparecen en los trabajos
censales elaborados por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, lo cual se corrobora porque en el
procedimiento de origen, precisamente en el informe respecto a los citados trabajos censales,
elaborado por Antonio Martínez Manríquez en el que concluyó que solamente existen
cincuenta y un personas capacitadas, no se encuentra soportado con las correspondientes
actas de conformidad de las actas censales, lo cual originó que los representantes de la
comunidad quejosa presentaran en la Secretaría de la Reforma Agraria, el veinticinco de
noviembre de mil novecientos ochenta y tres, un escrito manifestando su inconformidad con
los trabajos técnicos informativos complementarios realizados por la Delegación Agraria en
el informe 04929 del trece de septiembre de 1983 y en el que se comisionó al ingeniero
Antonio Martínez Manríquez para la práctica de dichos trabajos, porque esa persona nunca
fue al poblado para verificar los actos de dominio y posesión de la comunidad, en la que
expresaron que tampoco aparecen en el expediente las actas de conformidad o de asamblea
de la realización de dichos trabajos, y agregaron que los planos del informe incluye dentro
del área que pretenden se les confirme, fraccionamientos que están fuera, como consta en el
informe de 8 de diciembre de 1981 de los ingenieros Ignacio Sánchez, Benjamín Jacinto y
Diego Torres, por las anomalías en los levantamientos topográficos, porque los puntos
marcados como R8 y R12 no están dentro de la colonia López Mateos como lo señala dicho
comisionado, al igual que la carretera Atizapán Villa del Carbón, e hicieron mención que en
caso de que dentro de la superficie solicitada hay pequeñas propiedades que se les excluya
para que pueda su expediente continuar con el trámite (f. 140, tomo II). Sin que obre en autos
documento alguno que demuestre que dichos trabajos se realizaron con posterioridad por el
mismo comisionado o bien por otro; o la forma en que se dio contestación al escrito de
inconformidad de referencia y la manera en que subsanó o determinó su firmeza dicho
informe, todo lo cual llevó a tener como definitivo el censo que incluye únicamente a
cincuenta y un comuneros, dejando fuera a los otros ya citados; violaciones al procedimiento
que el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito al emitir el acto reclamado, omitió
considerar, las cuales dejaron sin defensa a la comunidad quejosa y trascendieron al fallo que
resuelve el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, porque pese a
que se reconoce y titula calidad de bien comunal, la responsable ordenadora se basa
únicamente en el informe del comisionado Antonio Martínez Manríquez y de Raúl Albert y
Leonardo Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal, quienes informan de la
revisión censal realizada a los trabajos de Raúl Loya Alcaraz, en el que concluyeron que sólo
existen cincuenta y un comuneros capacitados, e inobserva y valora el censo elaborado por el
primer comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz donde arrojó que fueron censados 11,137
habitantes clasificados en: 2,047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de dieciséis años y
7,658 esposas, niños y jóvenes menores de dieciséis años. Pero además, como bien lo afirma
la comunidad quejosa, el Tribunal Unitario responsable al dictar la sentencia ahora reclamada
incurre en diversas apreciaciones incorrectas como la concerniente a la descripción limítrofe
de los terrenos comunales que hace en el resultando segundo, fracción V, párrafo segundo, al
señalar que los límites de los terrenos comunales son: vértice R (con rumbo general SW ... y
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
para cerrar la poligonal principal en cita se llega al vértice R8, el cual es punto trino entre la
colonia Adolfo López Mateos, propiedad de La Colmena y los terrenos comunales y punto
donde dio principio la descripción, siendo que ello es totalmente incorrecto porque de las
carteras de campo y la planilla de construcción o el cuadro de construcción se ve claramente
que deben ser las correctas: ‘partiendo del punto 58 con rumbo general SW ... y para
concluir: se llega al vértice 58 el cual es punto trino, lo cual se comprueba con la descripción
limítrofe de los terrenos que pretende se le confirme el poblado de ‘Atizapán de Zaragoza’,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la que se aprecia: ‘Partiendo del vértice
58, punto trino, entre la colonia Adolfo López Mateos, propiedades de «La Colmena» y los
terrenos que se describen con rumbo SW y distancia de 1,680 metros en línea recta y pasando
por los vértices 33, 33 A, ...’ que obra a foja 1094, tomo I de estos autos y los datos del
comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, contenidos en las carteras de campo que obran en
fojas 27, tomo I y 30, tomo II. Por otro lado, no valora correctamente las documentales que
obran en el juicio de origen entre las que se encuentran los trabajos técnicos y los trabajos
técnicos informativos complementarios, así como los diversos informes de revisión tanto a
los primeros como a los segundos, de los que se desprende que existen contradicciones en
cuanto a la superficie susceptible de reconocer y titular a la comunidad hoy quejosa, además
de existir diferencias en cuanto a que si dentro de dicha superficie se encuentran o no
enclavadas pequeñas propiedades y/o fraccionamientos; además de que dentro de la
sustanciación del expediente agrario que nos ocupa, no se advierten conflictos de límites, sea
con algún poblado o algún particular, de tal manera que se haya suspendido el procedimiento
en lo que refiera al conflicto, ello no obstante la opinión del delegado de la Secretaría de la
Reforma Agraria, en el Estado de México, en la que refiere que sería conveniente suspender
el procedimiento de titulación y proseguirlo como reconocimiento según el artículo 366 de la
Ley Agraria vigente en esa época. Todo lo cual el Tribunal Unitario responsable al emitir la
resolución que se le reclama, omite considerar fundándose en el hecho de que mediante
escrito de veintinueve de enero de mil novecientos ochenta y uno, ratificado por diverso de
treinta y uno de mayo de ese año, la comunidad quejosa expresó su consentimiento de
respetar la propiedad denominada ‘Rancho San Juan’; sin embargo, es pertinente señalar que
a pesar de tales escritos, la manifestación externada por la comunidad quejosa debe
entenderse en el sentido de que se excluyera del procedimiento y se marcaran en el plano las
pequeñas propiedades que llegaren a existir en la superficie, para que se realizara el trámite
correspondiente, lo cual, sin lugar a dudas debe interpretarse como proseguir el
procedimiento o juicio respectivo, que se señala en el artículo 366 de la Ley de Reforma
Agraria que ya se transcribió con anterioridad. Pero ello de ninguna manera debe tomarse
como que renuncian a su derecho a promover la restitución o el conflicto de límites que
proceda; máxime que el numeral en cita obliga a la autoridad agraria que tramite el
expediente de reconocimiento y titulación de bienes, a proseguir dichos procedimientos
cuando en el relativo, como en el que nos ocupa, se presentan conflictos por límites con
particulares y otras entidades ejidales o comunales. La sentencia reclamada también resulta
incongruente en el resolutivo segundo, donde señala que se reconoce y titula la calidad de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
bien comunal a la comunidad aquí quejosa, la superficie de 1,672-44-18 hectáreas, de tierras
de agostadero de mala calidad cuyos rumbos y colindancias se describen en el punto número
V del resultando segundo, debiéndose restar en la ejecución de esta sentencia y de dicha
descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00 hectáreas mencionadas en el considerando
quinto, superficie que se reconoce y titula para la explotación colectiva de cincuenta y un
personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en el mismo considerando quinto de esta
resolución; por lo que efectivamente si al ejecutar el comisionado resta a la superficie titulada
que es de 1,672-44-18 hectáreas, nuevamente 374-22-00 hectáreas, entregará una superficie
menor a la otorgada, lo cual es a todas luces violatorio de garantías, amén de que, como ya se
dijo, la descripción limítrofe señalada es incorrecta. Por tanto, si en el caso que nos ocupa se
advierte que tanto en el procedimiento de integración del expediente de reconocimiento de
titulación de bienes comunales iniciado desde el año de mil novecientos setenta y cuatro, se
cometieron diversas anomalías que dejaron sin defensa a la comunidad solicitante, hoy
quejosa, mismas que fueron la base para dictar la resolución que se reclama, de fecha dos de
abril de mil novecientos noventa y ocho por el Tribunal Unitario Agrario del Décimo
Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de México, la cual, también contiene
algunas imprecisiones fundamentales, es claro que lo procedente es conceder el amparo y
protección de la Justicia Federal para que la autoridad responsable ordenadora, en términos
de lo dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, restituya a la comunidad quejosa en el
goce de la garantía violada; esto es, para que se deje sin efectos la resolución reclamada y se
designe a un perito en la materia, que puede ser un ingeniero topógrafo comisionado por
alguna o algunas de las dependencias agrarias correspondientes, a fin de que aclare las
contradicciones que existen en los diversos trabajos técnicos y administrativos, tanto de
campo como de gabinete, así como las revisiones a éstos, realizados dentro del procedimiento
de reconocimiento y titulación de bienes comunales que nos ocupa, primordialmente
encaminados al esclarecimiento de la localización de la propiedad comunal sobre la que se
alegue tener derechos, con título o sin él, formulando el plano correspondiente: levantamiento
del censo general de la población comunera, tomando en consideración el que realizó el
comisionado original ingeniero Raúl Loya Alcaraz en base al oficio de comisión de primero
de agosto de mil novecientos setenta y siete, esto por la cuestión de que algunos solicitantes a
la fecha es probable hayan fallecido, en cuyo caso habrá que indagar si existen familiares
sucesores de éstos y considerarlos; verificar en el campo los datos que demuestren posesión y
demás actos de dominio realizados dentro de las superficies que se solicitan se titulen; sin que
se haga necesario emitir nuevo dictamen paleográfico sobre la autenticidad de los
documentos exhibidos por la comunidad agraria por ya existir en el procedimiento; lo
anterior, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 359 de la Ley Federal de Reforma
Agraria. Asimismo, se indague acerca de la existencia o no de pequeñas propiedades dentro
de la superficie que se solicita se titule y, en todo caso, se continúe el trámite observando
todas y cada una de las formalidades establecidas en los artículos 360 a 366 y demás relativos
de la Ley Federal de Reforma Agraria, así como las prescritas en los ordenamientos legales
transcritos en el cuerpo de esta sentencia en lo que no se contrapongan con la actual
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
legislación, y con plenitud de jurisdicción resuelva lo que en derecho proceda. Por lo
expuesto y fundado, con apoyo además en los artículos 75 a 78 de la Ley de Amparo, se
resuelve: PRIMERO. Se sobresee el presente juicio de amparo promovido por la Comunidad
Agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, respecto de los actos que reclamó del
representante estatal de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, por las
razones y motivos expuestos en el considerando segundo de este fallo. SEGUNDO. La
Justicia de la Unión ampara y protege a la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, respecto de los actos que reclamó del Magistrado del Tribunal Unitario
Agrario del Décimo Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de México,
consistente en la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, emitida en el
expediente agrario TUA/10o.DTO./277/92 y los actos de ejecución atribuidos al secretario de
la Reforma Agraria, al subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural, al director de
Asuntos Jurídicos, al director general de Ordenamiento de la Propiedad Rural y la
representante regional Pacífico Centro. Notifíquese, hágase personalmente a la comunidad
quejosa, con fundamento en el artículo 219, fracción III, de la Ley de Amparo y a los terceros
perjudicados. Lo resolvió y firma licenciado Miguel Moreno Camacho, Juez Tercero de
Distrito en el Estado de México, asistido de la secretaria que autoriza y da fe, hasta hoy diez
de abril de dos mil uno, en que lo permitieron las labores del juzgado. Doy fe." Rúbricas
(fojas 2364 a 2390 del tomo II del juicio de amparo 331/1999).
56. La sentencia antes transcrita fue notificada a las partes. En su contra se interpuso recurso
de revisión, por la parte tercera perjudicada "Planeación y Operaciones Monte Alto, Sociedad
Anónima de Capital Variable", mediante escrito presentado el treinta (30) de abril de dos mil
uno (2001); asimismo, fue interpuesta revisión por Brígido y María Teresa Rojas Salgado, los
cuales se tuvieron por interpuestos y se ordenó su envío al tribunal de alzada por auto de diez
(10) de mayo de dos mil uno (2001) (ver fojas 2601 a 2602 del tomo III del juicio de amparo
331/1999).
57. Los recursos fueron enviados a la oficina de correspondencia común de los Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa del Segundo Circuito, entonces con residencia en
Toluca, remitiéndose estos al Primer Tribunal Colegiado de dichas materia y circuito en
donde se formaron los tocas en revisión 148/2001 y 149/2001, admitiéndose los recursos y
previniendo a las partes para que señalaran domicilio para oír y recibir notificaciones en el
lugar de residencia de dicho Tribunal Colegiado.
58. Seguidos los trámites de ambos recursos por todas sus etapas, en sesión de dicho órgano
jurisdiccional del primero (1o.) de febrero de dos mil dos (2002), se sesionaron ambos,
listándose en primer término la revisión 149/2001, interpuesta por la mencionada sociedad
mercantil y posteriormente la revisión 148/2001, interpuesta por Brígido y María Teresa,
ambos de apellidos Rojas Salgado, en donde el primer recurso, sin entrar al fondo y de oficio,
se ordenó la reposición del procedimiento y, consecuentemente, la instancia citada en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
segundo término se declaró sin materia por virtud de la reposición ordenada; las
consideraciones sustanciales de la sentencia citada en primer término, son las siguientes:
"... QUINTO. Este órgano colegiado advierte de oficio que en el presente asunto existe una
violación a las reglas fundamentales que norman el procedimiento ... ya que el Juez de
Distrito omitió llamar como terceros perjudicados al Gobierno del Estado de México, al
Ayuntamiento del Municipio de Atizapán de Zaragoza y a la sucesión intestamentaria a
bienes de José Leonardo Ballesteros ... Lo anterior se colige del escrito presentado por el
recurrente ante el Juzgado de Distrito, el dos de octubre de dos mil, a través del cual se
apersonó como tercero perjudicado en el juicio de amparo ... tanto al Gobierno del Estado
como al Municipio de Atizapán ... pues refiere que dentro del área sujeta a titulación,
originalmente correspondía al ‘Rancho San Juan’, sobre el que se declaró su expropiación,
según decreto publicado el diez de junio de mil novecientos setenta y ocho en la Gaceta
Oficial del Gobierno del Estado, además de que existe sobre dichos predios un aeropuerto
cuya concesión es explotada por el Municipio antes mencionado (fojas 341 a 359 del
expediente de amparo, tomo II). Escrito al que recayó el acuerdo de dieciocho de octubre de
dos mil, emitido por el Juez de amparo en el que consideró no reconocerle a la sociedad (sic)
el carácter de tercero perjudicado. En contra de dicha determinación, la ... agraviada
interpuso recurso de queja del que tocó conocer a este órgano colegiado bajo el número
100/2000, que se resolvió en sesión de veintidós de febrero de dos mil uno, en cuya
resolución consideró procedente y fundado dicho medio de impugnación (fojas 558 a 580 del
expediente de amparo, tomo II). En consecuencia, de lo antes dicho, el Juzgado de Distrito
tuvo en calidad de tercero perjudicado a la empresa hoy recurrente; asimismo, la tuvo
formulando alegatos y por ofrecidas las pruebas que rindió, sin que se pronunciara respecto a
la solicitud de llamar como tercero perjudicado a las personas que menciona en su escrito
arriba mencionado (fojas 586 y 587 del cuaderno de origen). Ahora bien, este órgano revisor
considera que se incurrió en una violación procesal al omitir llamar como terceros
perjudicados tanto al gobierno del Estado de México como al Ayuntamiento de Atizapán ...
ya que así se desprende del ejemplar de la Gaceta Oficial del Gobierno del Estado de diez de
junio de mil novecientos setenta y ocho que obra a fojas 746 y siguientes del tomo II del
expediente de amparo, en el que consta el decreto por el que se crea el Parque Estatal
‘Atizapán-Valle Escondido’, en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, y cuyos usos
preferentes lo eran, entre otros, el de funcionamiento de una pista de aterrizaje para avionetas
deportivas y aviones comerciales de mediana envergadura, así como el de áreas deportivas y
de recreo según se desprende del mapa que acompaña a dicho decreto. De dichas pruebas se
arriba a la conclusión que, en todo caso, se debió llamar al juicio de amparo al Gobierno del
Estado de México, pues fue éste quien decretó la expropiación de que se habla (sic); además,
se confirma lo antes afirmado de la copia certificada del plano comparativo entre ‘Rancho
San Juan’ y los bienes sujetos a titulación que remitió el Juzgado Segundo de Distrito en el
Estado de México con residencia en Naucalpan (foja 808 del expediente de amparo), en el
que se localiza la pista de aterrizaje que se menciona en el decreto expropiatorio de mérito.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Por otra parte, de la copia certificada de la sentencia emitida en el diverso juicio de amparo
180/99 del índice del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado, y sus acumulados 116/99-II
y 128/99, aparece que se ostenta también como propietario afectado ... la sucesión
intestamentaria a bienes de José Leonardo Ballesteros, cuya albacea es María Anastacia
Rojas Salgado, respecto de una superficie que fue segregada de una fracción del predio
rústico que es porción del de mayor extensión denominado ‘Rancho El Charro’, con parte de
la fracción I y parte de la fracción número I de la antigua Hacienda de ‘El Pedregal’, ubicada
en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México; parte interesada que de igual
manera no fue llamada al juicio de amparo que se revisa, siendo que le asiste también el
carácter de tercero perjudicado de acuerdo a las pruebas antes analizadas. En ese contexto, se
concluye que a las partes antes mencionadas les asiste el carácter de terceros perjudicados ...
pues en todo caso, tienen el interés de que subsiste el acto reclamado; esto es, la resolución
emitida en el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales de que se
trata, en concreto en la parte en que se dejan a salvo los derechos de los propietarios que
tengan tierras incluidas en las diversas sujetas a titulación. Es aplicable la jurisprudencia ...
que dice: ‘TERCERO PERJUDICADO EN EL JUICIO DE AMPARO. SI NO FUE
EMPLAZADO DEBE ORDENARSE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO, SIN
QUE OBSTEN LAS CIRCUNSTANCIAS ESPECIALES Y MODALIDADES QUE SE
IMPONGAN EN LA SENTENCIA QUE CONCEDE EL AMPARO.’ (se transcribe el texto
de dicha jurisprudencia). Asimismo, encuentra sustento lo antes considerado en la
jurisprudencia ... de rubro y texto siguientes: ‘TERCERO PERJUDICADO. REPOSICIÓN
DEL PROCEDIMIENTO DEL JUICIO DE AMPARO POR FALTA DE
EMPLAZAMIENTO. EFECTOS.’ (se transcribe el texto de este diverso criterio
jurisprudencial). En las relatadas condiciones ... lo procedente es revocar la sentencia
recurrida ... para que en términos de lo dispuesto por la fracción IV del artículo 91 de la Ley
de Amparo se deje insubsistente dicha resolución y se reponga el procedimiento a partir de la
violación procesal cometida, y se siga en todos sus trámites el juicio de garantías de que se
trata. Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. Se revoca la
sentencia sujeta a revisión. SEGUNDO. Se ordena reponer el procedimiento a partir de la
violación procesal cometida. Notifíquese ..." (ver fojas 2618 a 2693 y 2698 a 2706 del tomo
III del juicio de amparo 331/1999).
59. Ordenada la reposición del procedimiento, y declarada sin materia la diversa revisión
148/2001, por los motivos antes señalados, los testimonios de las ejecutorias de revisión
fueron enviados por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo
Circuito, al Juez Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, en
donde se proveyó sobre su recepción y se dispuso lo necesario para la regularización del
procedimiento, lográndose la comparecencia del Ayuntamiento de Atizapán mediante escrito
presentado el doce (12) de abril de dos mil dos (2002), suscrito por el Primer Síndico
Procurador (ver fojas 2738 a 2742 del tomo III del juicio de amparo 331/1999), autoridad
municipal que mediante diverso escrito de veintitrés (23) de abril de dos mil dos (2002)
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
compareció a ofrecer diversas pruebas y alegatos para demostrar la existencia del Aeropuerto
de Atizapán y su título de concesión C-004 emitido por la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes del Gobierno Federal, se exhibe el decreto publicado en la Gaceta del Gobierno
del Estado de México de veintiuno (21) de abril de mil novecientos ochenta y seis (1986),
relativo al plan del centro de población estratégico de Atizapán de Zaragoza y diversas
publicaciones relacionadas con el mismo de fecha tres (3) de agosto de mil novecientos
noventa y tres (1993); por su parte, el Gobierno del Estado de México compareció a
demostrar la existencia de bienes adquiridos por el Ejecutivo Estatal en Atizapán de Zaragoza
mediante escrito presentado el veintiuno (21) de abril de dos mil dos (2002), al que se
acompañaron pruebas y títulos de propiedad (ver fojas 2852 a 2870 del tomo III del juicio de
amparo 331/1999).
60. Asimismo, por escrito presentado el nueve (9) de mayo de dos mil dos (2002),
compareció a juicio: María Anastacia Rojas Salgado, viuda de Ballesteros, en su carácter de
albacea a bienes de la sucesión intestamentaria de José Leonardo Ballestero Zendejas, en
donde manifestó que originalmente el predio denominado "Rancho El Charro", fue adquirido
por compraventa a María Teresa Salgado viuda de Rojas, que dicho inmueble fue transmitido
en parte por el de cujus a la Cooperativa México Nuevo, formándose así la colonia "México
Nuevo" y los bienes restantes fueron vendidos a la sociedad mercantil denominada "Valle de
Paz, Sociedad Anónima de Capital Variable", en dos operaciones, una de veinte (20) de
diciembre de mil novecientos setenta y siete (1977), en la que se vendió una superficie de
1,059,528 metros cuadrados y otra de siete (7) de diciembre de mil novecientos ochenta y
siete (1987), con una superficie de 320,088.52 metros cuadrados; asimismo, dicha albacea
expresamente manifestó que no tiene bienes que pudieran resultar afectados con el
procedimiento agrario de referencia, pues en su caso todos fueron transmitidos a la
mencionada empresa Valle de Paz; a su comparecencia anexó copia certificada de la
interlocutoria de diecisiete (17) de junio de mil novecientos setenta y cuatro (1974), en la que
se hace la declaratoria de herederos y nombramiento de albacea en el juicio sucesorio
intestamentario 1181/74 a bienes de José Leonardo Ballesteros Zendejas del índice del
Juzgado Tercero de lo Civil del Distrito Judicial de Tlalnepantla, Estado de México (ver fojas
2974 a 2978 del tomo III del juicio de amparo 331/1999).
61. En auto de veinte (20) de mayo de dos mil dos (2002) el Ayuntamiento de Atizapán de
Zaragoza compareció a realizar manifestaciones diversas y solicitó se llamara a juicio como
terceros perjudicados a los habitantes y propietarios de los fraccionamientos "Condado de
Sayavedra," "Valle Escondido," "Plazas del Condado", "Lomas de Atizapán", "México
Nuevo", "San Martín de Porres", "Ampliación San Martín de Porres", así como a las colonias
"El Capulín", "Los Cajones" y "Viejo Madín", para lo cual, el Juez ordenó que se tuvieran
como terceros perjudicados a todas esas personas (ver fojas 3037 a 3042 del tomo III del
juicio de amparo 331/1999).
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
62. Mediante escrito presentado el veintitrés (23) de mayo de dos mil dos (2002), Javier
Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez comparecieron a manifestar su oposición con el auto
de veinte (20) anterior de los mismos mes y año y a controvertir lo manifestado por la parte
tercera perjudicada (ver fojas 2978 a 3045 del tomo III del juicio de amparo 331/1999);
asimismo, cabe señalar que contra dicho proveído, los mencionados promoventes
interpusieron recurso de queja, el que fue finalmente del conocimiento de este Tercer
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, con residencia en
Naucalpan, bajo el número de toca 74/2002; recurso que finalmente se declaró improcedente
en ejecutoria de treinta (30) de enero de dos mil tres (2003) (ver fojas 2978 a 3180 y 3209 a
3215 del tomo III del juicio de amparo 331/1999).
63. Previas notificaciones a los terceros perjudicados del veintiocho (28) de junio de dos mil
dos (2002), al treinta (30) de noviembre de dos mil seis (2006), comparecieron diversos
vecinos de las colonias y fraccionamientos citados a apersonarse al juicio, esas personas
fueron: Martha Pardo de Aragonés, José Alonso González, Gustavo Andrés Aguilar Ustarán,
María Concepción Barrera López, "Inmobiliaria Valle Escondido, Sociedad Anónima de
Capital Variable", Daniel Martínez Namorado, Juan Gómez Miranda, Esteban Morales
García, Mario Navarro Ramírez, Teodosio Morales Tomás, Juan Villegas Gómez, Patricio
Sánchez Córdova por conducto de su hija Elvira Sánchez Ramírez, "Desarrollo Urbano de
México, Sociedad Anónima (DUMSA)", Ivette Zetina Dechaux, Carlos Manuel Eduardo
Burbano Reyes, Eduardo Flores López, Arturo Zapata Guizar, José Manuel Arciniega
Rendón, José Ángel Sanz Juárez, Lisa Janie Hojel Schumacher de Zapata, Raúl Jiménez
Arturo, Juan Carlos Acuña Martínez, Jorge Eduardo Hernández Ríos, José Esteban Paredes
Jiménez, Alfonso Humberto Guerra de Luna, Pablo Andrés Hornig Fiess, Martha Gabriela
Romero Basurto, Edmundo Sergio Zugasti Rodríguez, Laura Mota de de Anda, Alicia Patiño
Sanz, María del Carmen Josefina Rodarte de Mondragón, Matilde Alicia Sepúlveda Beck,
Rigoberto Cobos Argüelles, Elisa Catalina Gerard Hernández, Moira Zugasti Sharara de
Villaseñor, María del Refugio Carvajal Treto, Ulrike Gudera Gutiérrez, Ronaldo Gómez
Jiménez, Ronaldo Gómez Campomanes, Ana Leticia Pérez López, Jesús Gallegos Rosales,
Angélica González de Cossío Romero, Alfonso Humberto Guerra de Luna, Francisco Cuéllar
Echave, Nancy Contreras Caballero, María del Rosario González Mendoza, Patricia Salido
Arriola, Juan Carlos Cantú Peña, Ruth Alicia Trujillo Arriaga, Juan Bernardo Goicochea San
Martín, Silvia Patricia Sequelis Taboada, María Cristina Mijares Guzmán, Marcela Calderón
Gutiérrez, Ricardo López Domínguez, Giza Fabiola Castro González, Leopoldo Antonio
Alarcón Ruiz, Ruth Civeira Sánchez, Teresita de Jesús Cano de Olvera, Miguel Ángel Soto
Gutiérrez, Héctor Vicente Ahuja Fuster, Catalina Martínez Cortés, María Teresa Alonso
Uribe, Miguel Álvarez Lozano, Arturo Álvarez Lozano, Soraya Orihuela López, Yolanda
González de Ruiz, César Pablo Arévalo Ruiz, Yolanda Verónica Gómez Cavaría, Rosita
Aranda Trujillo, Alberto Enrique Wittman Camarillo, Alín Barga Ocampo, Miriam Garibay
de Márquez, Luis Alberto del Río Lara, Susana Tavera de del Río, Carlos Gerardo Antillón
Luken, Patricia Conzuelo Betancourt de Huizar, Gabriela Tamayo Zepeda, Héctor Vicente
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Ahuja Fuster, Martha Verónica Pavón Gonzaga, María de Lourdes Ramírez, Yunuen
Oliveras de Galindo, Martha Rosa de Miguel Arteaga, Enrique del Prado Morales, Eliseo
Pastrana Villarreal Eleuterio Alviso Martínez, Gabriel González Contreras, Evaristo Huerta
Govea, Celedonio Díaz Barrera, Telésforo Camacho Ordóñez, María Pérez Ibarra, Benito
Hernández Hernández, Hernán Aridjis Fuentes, Román Pérez Ramírez, Consuelo Moreno de
Soto, Fernando Benito Martínez Coss, María del Refugio González Gudiño, Roberto Camilo
Romero Coeto, Pastor Moreno Mendoza, Benito Hernández Hernández, Rosa María López
Aguirre, Jesús Rubén Villalpando Cherem, Alejandro Bremón Contreras, Flavio Mejía
Mucio, Longino Torres Zermeño, Silvia Patricia Sequelis Salgado Taboada, Ricardo López
Domínguez, Juan Carlos Cantú Peña, José Bernardo Goicochea San Martín, Ruth Alicia
Trujillo Arriaga, Nancy Contreras Caballero, Horacio Rodríguez Márquez, Pablo Andrés
Horniig Fiess, Martha Gabriela Romero Basurto, María del Rosario González Mendoza,
Marcela Calderón Gutiérrez, Patricia Salido Arriola, Francisco Cuellar Echave, Guadalupe
Guerrero Herbert, Luis Andrés Bravo García, Guillermo Berriocha López, María del Carmen
Margarita Ordóñez Medina, Miguel Ángel Rendón Magaña, Guillermina Hernández
Olivares, Heriberto Hernández Olivares, Mario Hernández Olivares, Alicia Cruz Martínez,
Alicia Zaragoza Silva, Ramón Zaragoza Rodríguez, Ángel Soto Rodríguez, sucesión a bienes
de Patricio Sánchez Córdova, sucesión a bienes de Víctor Manuel Pérez Torres, "Trígono,
Sociedad Anónima de Capital Variable", por conducto de Héctor Sotero Mata Álvarez, M.
Roberto Mayen García, "Grupo Laeg, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital
Variable", por conducto de su representante Luis Miguel Albores Gleason, Heriberto Garrido
González, "Pluvioso, Sociedad Anónima de Capital Variable" e "IMPCECO, Sociedad
Anónima de Capital Variable", ambas por conducto de su apoderado Norberto Aranzabal
Rivera.
64. Por oficios 16443-II, 16562, 9494-I, 16563 del Juzgado Cuarto de Distrito "B" en el
Estado de México, con residencia en Naucalpan, se remitieron al juicio -previa solicitud de la
Juez Tercero de Distrito en la misma entidad- copias certificadas de las siguientes
constancias:
• Del juicio 74/2004-II-B: a) Papeleta de ingreso; b) demanda de amparo promovida por
Javier Rosas Núñez, ostentándose como "representante comunal" de la Comunidad de
Atizapán de Zaragoza, contra actos del gobernador del Estado de México y otras autoridades;
y c) auto admisorio y decretamiento de la suspensión de plano de diecinueve (19) de enero de
dos mil cuatro (2004) (ver fojas 6438 a 6447 del tomo VI del amparo indirecto 331/1999).
• Del diverso juicio 574/2004-II-B se remitieron: a) Papeleta de ingreso; b) demanda de
amparo promovida por Javier Rosas Núñez ostentándose como "representante comunal
propietario", de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, contra actos del director en jefe del
Registro Agrario Nacional y otras autoridades; c) auto admisorio y decretamiento de la
suspensión de plano de seis (6) de abril de dos mil cuatro (2004); d) sentencia dictada en la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
audiencia constitucional de treinta (30) de agosto de dos mil cuatro (2004) que declaró el
sobreseimiento por inexistencia de actos reclamados; y e) Auto que declara que dicho
sobreseimiento causó ejecutoria (ver fojas 6448 a 6462 del tomo VI del amparo indirecto
331/1999).
• Del juicio 70/2004, del índice del mismo órgano, se enviaron: a) Papeleta de ingreso; b)
demanda de amparo promovida por Javier Rosas Núñez, ostentándose como "representante
comunal propietario" de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, contra actos del presidente
de la República y otras autoridades; c) auto admisorio y decretamiento de la suspensión de
plano de diecinueve (19) de enero de dos mil cuatro (2004); informándose que en esos
momentos se encontraba pendiente de resolución la audiencia constitucional del juicio de
referencia (ver fojas 6463 a 6469 del tomo VI del amparo indirecto 331/1999).
• Del juicio 1514/2003-II-B, del índice del mismo órgano, se enviaron: a) Papeleta de
ingreso; b) demanda de amparo promovida por Javier Rosas Núñez, ostentándose como
"representante comunal propietario," de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, contra actos
del presidente de la República y otras autoridades; c) auto admisorio y decretamiento de la
suspensión de plano de dieciocho (18) de diciembre de dos mil tres (2003); informándose que
en esos momentos se encontraba pendiente de resolución la audiencia constitucional del
juicio de referencia (ver fojas 6470 a 6485 del tomo VI del amparo indirecto 331/1999).
65. Por otra parte, del diverso Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de México, con
residencia en Naucalpan, se remitió el oficio 52717 al que se acompañaron las siguientes
constancias del amparo indirecto 288/2004: a) papeleta de ingreso; b) demanda de amparo
promovida por Javier Rosas Núñez, ostentándose como "representante comunal propietario,"
de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, contra actos de la Sexta Sala Regional del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo en el Estado de México y otras autoridades; c)
auto admisorio y decretamiento de la suspensión de plano de diecisiete (17) de marzo de dos
mil cuatro (2004); informándose -de igual forma- que en esos momentos se encontraba
pendiente de resolución la audiencia constitucional del juicio de referencia (ver fojas 6486 a
6487 del tomo VI del amparo indirecto 331/1999).
66. A los oficios descritos en los dos puntos anteriores les recayó el auto de veinte (20) de
diciembre de dos mil cuatro (2004), por el cual se relacionó las existencias de dichos juicios
1514/2003-II-B, 70/2004, 72/2004, 288/2004 y 574/2004-II-B (ver fojas 6493 del tomo VI
del amparo indirecto 331/1999).
67. Mediante oficio 29800 proveniente del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de
México, con residencia en Naucalpan y dictado en los autos del juicio de amparo 1134/2004
del índice de dicho juzgado, se solicitó a la diversa Juez Tercero de Distrito de la misma
entidad que informara sobre los trámites del juicio de amparo 331/1999 y del diverso -85-
AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
también radicado en su órgano jurisdiccional- 736/2000, ambos promovidos por Javier Rosas
Núñez, ostentándose como "representante comunal propietario," de la comunidad de
Atizapán, pidiéndose también que se enviaran las papeletas de la presentación de la demanda,
las copias de la demanda de amparo, los autos admisorios y que se informara el estado
procesal de ambos juicios, notoriamente relacionados con todos los anteriores; oficio al que
recayó el auto de treinta (30) de diciembre de dos mil cuatro (2004), en donde se ordenó el
envío de copias certificadas de la demanda y anexos, se aclaró que no era posible enviar la
copia de la papeleta porque en la época en que se presentaron las demandas no existía una
oficialía de partes común a los Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del Segundo
Circuito, por lo que ésta no se elaboraba y se hizo una breve descripción del estado que
guardan los juicios de referencia, también promovidos por la persona antes indicada,
ostentando la representación ya descrita (ver fojas 6500 a 6501 vuelta del tomo VI del juicio
de amparo 331/1999).
68. Mediante oficio 16957-II, proveniente del Juzgado Cuarto de Distrito "B" en el Estado de
México, con residencia en Naucalpan, se remitió copia certificada del proveído de catorce
(14) de diciembre de dos mil cuatro (2004), dictado en el juicio de amparo 72/2004, en el que
se tuvo por recibido el oficio registrado con el número 17192, proveniente del Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de México; asimismo, se remitió copia de la demanda de
amparo promovida por Javier Rosas Núñez, ostentándose como "presidente propietario" de la
comunidad de Atizapán, contra actos del presidente municipal de Atizapán de Zaragoza y
otras autoridades, consistente en el permiso para celebrar el evento denominado "Copa
Corona Nokia Grand Prix", el auto de admisión y suspensión de plano de diecisiete (17) de
noviembre de mil novecientos noventa y nueve (1999), dictado en los autos del juicio de
amparo 926/99 del Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de México, copia de la sentencia
pronunciada en dicho juicio el catorce de noviembre de dos mil tres (2003), en la que se
sobreseyó en el juicio por no probarse la existencia de los actos reclamados, copia autorizada
del proveído de dos (2) de febrero de dos mil cuatro (2004), testimonio de la ejecutoria
dictada en el toca de revisión 232/2004 por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, de tres (3) de noviembre de dos mil cuarto (2004),
mediante la cual, sin estudiar la sentencia recurrida ni los agravios, se ordenó la reposición
del procedimiento; asimismo, se exhibió copia del auto de nueve (9) de noviembre de dos mil
cuatro (2004) por virtud de la cual se repone el procedimiento para el efecto de que se
requiera al suscriptor de la demanda de amparo para que acredite el carácter que ostenta de
representante de la comunidad de Atizapán, en atención a que dicho carácter debe recaer
óptimamente en el órgano de representación de dicho sujeto agrario colectivo que es el
comisariado de bienes comunales, conformado por un presidente, secretario y tesorero electos
por mayoría de la asamblea de comuneros en la que se hayan observado todas las
formalidades exigidas por la ley, lo que vuelve cuestionable la representación singular de
Javier Rosas Núnez en los términos que ostenta; en dicho proveído se ordena acusar el recibo
de estilo, se ordena reponer el procedimiento y se solicita al Juzgado Tercero de Distrito que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
informe el estado procesal del juicio 331/99 y, asimismo, que remita copias certificadas de la
sentencia dictada después de que se ordenó la reposición del procedimiento en dicho juicio,
según la ejecutoria de revisión del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Segundo Circuito, a todo lo cual le recayó el proveído de siete (7) de enero de dos mil cinco
(2005), en donde se ordenó agregar a los autos el oficio de referencia y las constancias (ver
fojas 6504 a 6667 del tomo VI del juicio de amparo 331/1999).
69. En diverso oficio 7985 dictado en los autos del juicio de amparo 1088/2004, promovido
por Juan Antonio Novoa García y otra, radicado en el Juzgado Primero de Distrito en el
Estado de México, se solicitó al Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México que
enviara copia certificada de los planos definitivos de la dotación de tierras de la comunidad
de Atizapán de Zaragoza, entre otras cosas, a lo que recayó el auto de nueve (9) de marzo de
dos mil cinco (2005), en el cual se solicitó a la autoridad oficiante que precisara cuál de todos
los planos que obran en los seis tomos del expediente es el solicitado en atención a que
existen varios de ellos (ver fojas 6708 a 6709 vuelta del tomo VI del juicio de amparo
331/1999).
70. Por oficio 10994 proveniente del Juzgado Primero de Distrito en el Estado de México, y
dictado en los autos del juicio 1088/2004, se solicitó a la Jueza Tercero de Distrito que
informara si los planos exhibidos en copia simple en aquel juicio por Rubén Macedo Trujillo
(se exhibieron dos planos), coincidían con los planos de la dotación de tierras hecha a favor
de la comunidad de Atizapán, a lo que mediante auto de veintidós (22) de marzo de dos mil
cinco (2005), la Jueza Tercero de Distrito en el Estado de México acordó que efectivamente
existía coincidencia entre los dos planos que en copia simple se le enviaron y un par de
planos que obran en el expediente 331/1999, pero que a pesar de ello se limitaba a mencionar
que dichos planos eran iguales porque en el mencionado juicio 331/1999 éstos fueron
exhibidos por Javier Rosas Núñez también en copia simple (ver fojas 6712 y vuelta del Tomo
VI del juicio de amparo 331/1999).
71. Encontrándose en trámite el juicio 331/1999, el diecisiete (17) de mayo de dos mil cinco
(2005) se dictó el siguiente proveído:
"Naucalpan de Juárez, Estado de México, a diecisiete de mayo de dos mil cinco. Agréguese
en autos para todos los efectos legales a que haya lugar, el escrito de cuenta suscrito por
Angélica González de Cossío Romero, tercera perjudicada en el presente juicio de garantías,
mediante el cual ofrece como prueba documental de su parte, la sentencia de fecha dos de
abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada por el Tribunal Unitario Agrario del 10o.
Distrito, con sede en Naucalpan de Juárez, Estado de México, dentro del expediente agrario
número TUA/10o.DTO./277/92; y solicita se requiera a dicha autoridad a fin de que remita
los autos originales del expediente agrario en mención; atento a lo anterior, toda vez que de
autos se advierte que en el tomo I del juicio de amparo en que se actúa obra copia certificada
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de la mencionada sentencia, así como el informe justificado rendido por la autoridad
responsable, Tribunal Unitario Agrario del 10o. Distrito, con sede en Naucalpan de Juárez,
Estado de México, al que anexo diversas constancias, con fundamento en los artículos 150 y
151 de la Ley de Amparo, se tiene como prueba de parte de la promovente la documental
consistente en la copia certificada de la sentencia descrita en líneas precedentes, misma que
se tiene por desahogada en virtud de su propia y especial naturaleza, la cual será tomada en
consideración al momento de resolver en definitiva el presente asunto. De igual manera,
hágase del conocimiento de la promovente que no ha lugar a acordar de conformidad su
solicitud de requerir los autos originales del expediente agrario TUA/10o.DTO./277/92, ello
en virtud de que a consideración de la suscrita, son suficientes para resolver el juicio de
amparo en que se actúa, los anexos que remitió junto con su informe justificado la autoridad
responsable, amén de que la promovente se encuentra en posibilidad de consultar los seis
tomos en los que se integra el expediente en que se actúa, para hacer valer los que a su
derecho convenga. Ahora bien, visto el estado procesal que guardan los presentes autos, de
los que se advierte que a la fecha no se ha podido señalar fecha para la celebración de la
audiencia constitucional en el presente juicio de garantías, de acuerdo a los siguientes
antecedentes: 1. Una vez que se dictó sentencia el tres de abril de dos mil uno, relativa al
juicio de amparo 331/1999-IV, promovido por Javier Rosas Núñez y José (sic) Rosas Núñez,
en su carácter de presidente propietario y presidente suplente, respectivamente, de la
Comunidad Agraria denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre en el
Estado de México, en el que se resolvió lo siguiente: ‘PRIMERO. Se sobresee el presente
juicio de amparo promovido por la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, respecto de los actos que reclamó del representante Estatal de la Secretaría de la
Reforma Agraria en el Estado de México, por las razones y motivos expuestos en el
considerando segundo de este fallo. SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a
la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, respecto de los actos que
reclamó del Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, con residencia en
Naucalpan de Juárez, Estado de México, consistente en la resolución de dos de abril de mil
novecientos noventa y ocho, emitida en el expediente agrario TUA/10o.DTO./277/92 y los
actos de ejecución atribuidos al secretario de la Reforma Agraria, al subsecretario de
Ordenamiento de la Propiedad Rural, al director de Asuntos Jurídicos, al director general de
Ordenamiento de la Propiedad Rural y al representante regional Pacífico Centro. 2.
Posteriormente, inconforme con dicha sentencia, Andrés Adolfo Puente Espinoza,
representante legal de la sociedad mercantil denominada Planeación y Comisiones Monte
Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable, interpuso recurso de revisión, del cual tocó
conocer al Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito,
mismo que resolvió lo siguiente: ‘PRIMERO. Se revoca la sentencia sujeta a revisión.
SEGUNDO. Se ordena reponer el procedimiento a partir de la violación procesal cometida.’.
3. Ahora bien, la parte considerativa de la ejecutoria del tribunal en cita refiere lo siguiente:
‘QUINTO. Este órgano colegiado advierte de oficio que en el presente asunto existe una
violación a las reglas fundamentales que norman el procedimiento en el juicio de amparo en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
términos de lo dispuesto en el artículo 91, fracción IV, de la Ley Reglamentaria de los
Artículos 103 y 107 Constitucionales, ya que el Juez de Distrito omitió llamar como terceros
perjudicados al gobierno del Estado de México, al Ayuntamiento del Municipio de Atizapán
de Zaragoza y a la sucesión intestamentaria a bienes de José Leonardo Ballesteros, según lo
dispuesto en el artículo 5o., fracción III, inciso c), de la ley antes invocada. Lo anterior se
colige del escrito presentado por el recurrente ante el Juzgado de Distrito, el dos de octubre
de dos mil, a través del cual se apersonó como tercero perjudicado en el juicio de amparo;
asimismo, produjo alegatos y señaló con ese mismo carácter tanto al Gobierno del Estado
como al Municipio de Atizapán de Zaragoza, pues refiere que dentro del área sujeta a
titulación, originalmente correspondía al Rancho San Juan, sobre el que se declaró su
expropiación, según decreto publicado el diez de junio de mil novecientos setenta y ocho en
la Gaceta del Gobierno del Estado de México, además de que existe sobre dichos predios un
aeropuerto cuya concesión es explotada por el Municipio antes mencionado (fojas 341 a 359
del expediente de amparo, tomo II). Escrito al que recayó el acuerdo de dieciocho de octubre
de dos mil, emitido por el Juez de Amparo, en el que consideró no reconocerle a la sociedad
informante el carácter de tercero perjudicado (foja 447 del cuaderno de origen, tomo II). En
contra de dicha determinación, la sociedad agraviada interpuso el recurso de queja del que
tocó conocer a este órgano colegiado, bajo el número 100/2000, que se resolvió en sesión de
veintidós de febrero de dos mil uno, en cuya resolución se consideró procedente y fundado
dicho medio de impugnación (fojas 558 a 580 del expediente de amparo, tomo II). En
consecuencia de lo antes dicho, el Juzgado de Distrito tuvo en calidad de tercero perjudicada
a la empresa hoy recurrente, asimismo, la tuvo formulando alegatos y por ofrecidas las
pruebas que rindió, sin que se pronunciara respecto a la solicitud de llamar como tercero
perjudicado a las personas que menciona en su escrito arriba mencionado (fojas 586 y 587 del
cuaderno de origen). Ahora bien, este órgano revisor considera que se incurrió en una
violación procesal al omitir llamar como terceros perjudicados tanto al Gobierno del Estado
de México, como al Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, ya que así se desprende del
ejemplar de la Gaceta del Gobierno del Estado de diez de junio de mil novecientos setenta y
ocho, que obra a fojas setecientos cuarenta y seis y siguientes del tomo II, del expediente de
amparo, en el que consta el decreto por el que se crea el parque estatal Atizapán-Valle
Escondido, en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, y cuyos usos preferentes lo eran, entre
otros, el de funcionamiento de una pista de aterrizaje para avionetas deportivas y aviones
comerciales de mediana envergadura, así como el de áreas deportivas y de recreo, según se
desprende del mapa que acompaña a dicho decreto. De dichas pruebas se arriba a la
conclusión de que, en todo caso se debió llamar al juicio de amparo, al Gobierno del Estado
de México, pues fue éste quien decretó la expropiación de que se habla; además, se confirma
lo antes afirmado de la copia certificada del plano comparativo entre el Rancho San Juan y
los bienes sujetos a titulación que remitió el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de
México, con residencia en Naucalpan (foja 808 del expediente de amparo), en el que se
localiza la pista de aterrizaje que se menciona en el decreto expropiatorio de mérito. Por otra
parte, de la copia certificada de la sentencia emitida en el diverso juicio de amparo 180/99 del
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
índice del juzgado Segundo de Distrito en el Estado, y sus acumulados 116/99-II y 128/99,
aparece que se ostenta también como propietario afectado por el procedimiento agrario de
reconocimiento y titulación de bienes comunales de que se trata, la sucesión intestamentaria a
bienes de José Leonardo Ballesteros, cuya albacea es María Anastasia Rojas Salgado,
respecto de una superficie que fue segregada de una fracción del predio rústico que es
porción del de mayor extensión denominado «Rancho El Charro», con parte de la fracción I y
parte de la fracción II de la antigua Hacienda de «El Pedregal», ubicada en el Municipio de
Atizapán de Zaragoza, Estado de México; parte interesada que de igual manera no fue
llamada al juicio de amparo que se revisa, siendo que le asiste también el carácter de tercero
perjudicado (sic) a las pruebas analizadas. En este contexto, se concluye que a las partes antes
mencionadas le asiste el carácter de terceros perjudicados en términos de lo dispuesto en el
inciso c) de la fracción III del artículo 5o. de la Ley de Amparo, pues en todo caso tienen el
interés de que subsista el acto reclamado, esto es, la resolución emitida en el procedimiento
de reconocimiento y titulación de bienes comunales de que se trata, en concreto en la parte en
que se dejan a salvo los derechos de los propietarios que tengan tierras incluidas en las
diversas sujetas a titulación. ... En las relatadas condiciones, ante lo fundado del agravio en
estudio, lo procedente es revocar la sentencia recurrida por «Planeación y Comisiones Monte
Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable»; para que en términos de lo dispuesto por la
fracción IV del artículo 91 de la Ley de Amparo se deje insubsistente dicha resolución y se
reponga el procedimiento a partir de la violación procesal cometida y se siga en todos sus
trámites el juicio de garantías de que se trata.’. 4. Mediante escrito presentado el nueve de
mayo de dos mil dos, la representante del Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza consideró
conveniente hacer del conocimiento de diversas personas de la existencia de este juicio para
que, en su caso, hicieran valer sus defensas, en términos de lo previsto por el artículo 5o.,
fracción III, inciso c), de la Ley de Amparo, remitiendo una lista de personas que forman
parte del padrón catastral municipal emitido por el tesorero municipal de Atizapán de
Zaragoza, que supuestamente se ven afectadas porque se encuentran dentro de la superficie
de terreno que defiende la comunidad agraria quejosa; por tanto, se dictó un acuerdo el veinte
de mayo de dos mil dos, en el que se tuvieron como terceros perjudicados a las personas que
refirió el propio Ayuntamiento y se despachó su emplazamiento en términos de ley. En base a
lo anterior, se hace constar que a la fecha se encuentra reservado el señalamiento de la
audiencia constitucional hasta en tanto se encuentren totalmente emplazados los terceros
perjudicados proporcionados por el Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, México y, al
respecto se apunta que se ha logrado el emplazamiento parcial de las personas que señaló el
propio Ayuntamiento, siendo que no se logró respecto de diversas personas que no fueron
localizadas personalmente en los domicilios proporcionados, otros domicilios resultaron ser
terrenos baldíos, otras personas han fallecido y respecto de estas últimas se intentó su
emplazamientos por conducto de su albacea, logrando el referido llamamiento de dos
personas que los representan únicamente; lo anterior, de acuerdo a las razones de los
actuarios de la adscripción. En consecuencia, con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 226 y 227 de la Ley de Amparo, y a efecto de evitar el retraso injustificado en la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
pronta resolución que debe darse en todo juicio de amparo, lo que repercutiría directamente
en perjuicio de la comunidad agraria quejosa por la dilación procesal que implica un retraso
aún más prolongado en el procedimiento, en virtud de que no se encuentran emplazados los
terceros perjudicados proporcionados por el Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, México,
quien es también tercero perjudicado en esta instancia, y en la inteligencia de que no se
encuentra comprobado que dichas personas posean, habiten o sean propietarias de los
inmuebles indicados por la referida autoridad municipal, o que se encuentren dentro de la
superficie de terreno que la comunidad agraria quejosa viene defendiendo en esta instancia, y
de acuerdo a las manifestaciones del primer síndico procurador en el sentido de que no está
plenamente identificada la poligonal de propiedad comunal, sino que los señaló a todos ellos
de manera especulativa y genérica porque son los que están registrados en su padrón
catastral, y supuestamente se encuentran dentro del territorio municipal de Atizapán de
Zaragoza, es decir, no está comprobado plenamente la afectación que se pudiera ocasionar a
dichas personas de obtener la quejosa un fallo favorable, o que se encuentre demostrado que
esas personas están interesadas en que subsista el acto reclamado: con ello se vulnera lo
dispuesto por el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
contrariando la eficiente, pronta y expedita administración de justicia que debe imperar en
todo órgano jurisdiccional, aunado al hecho de que este juzgado debe pronunciarse
únicamente sobre los lineamientos emitidos por el tribunal que conoció del recurso de
revisión, en su ejecutoria de uno de febrero de dos mil dos; es decir, constreñirse a reponer el
procedimiento para el único efecto de dejar insubsistente la resolución combatida (que ya
aconteció), emplazar a los entes de gobierno y sucesión indicada que como terceros
perjudicados fueron señalados (y que a la fecha se encuentran legalmente emplazados como
consta en autos), se siguiera en todos sus trámites el juicio de garantías, y con ello resolver lo
que en derecho corresponda; lo anterior también se debe a que, dada la naturaleza del acto, en
los juicios de amparo en materia agraria donde se reclamen actos que tengan o puedan tener
como consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas,
pastos y montes a los ejidos o a los núcleos de población que de hecho o por derecho guarden
el estado comunal o a los ejidatarios o comuneros, se debe evitar todo perjuicio que pudiese
ocasionarse a los núcleos ejidales o comunales, o de ejidatarios o comuneros, con motivo de
la paralización de los juicios, dando la Ley de Amparo facultades a los órganos
jurisdiccionales para acordar lo que se estime pertinente, para precisar los derechos agrarios
de los comuneros y de suplir la deficiencia de la queja y de las exposiciones, comparecencias
y alegatos en los juicios de amparo en que sean parte, por todo ello, con fundamento en el
artículo 58 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley
de Amparo, por disposición expresa de su numeral 2o., se regulariza el procedimiento en este
juicio constitucional para el único efecto de proveer lo siguiente. Se deja sin efectos en parte
el auto de veinte de mayo de dos mil dos, y respecto al emplazamiento de los terceros
perjudicados señalados por el Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza del Estado de México,
únicamente se tienen como tales, además de los que ordenó el cuerpo colegiado revisor, a los
que a la fecha se encuentren legalmente emplazados o que hayan comparecido a juicio en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
defensa de sus intereses, y respecto a los restantes, este Juzgado de Distrito se abstiene de
continuar con la investigación de sus domicilios y, por ende, de su emplazamiento, ya que no
se tiene certeza de la existencia de los mismos ni de su carácter de terceros perjudicados
como se dijo anteriormente; es decir, para que no se tengan como terceros perjudicados a las
personas que indicó el Ayuntamiento, con excepción únicamente de las que ya se emplazaron
y de las que acudieron a esta instancia en defensa de sus derechos, respecto de los que se
tiene constancia fehaciente de su carácter que les recae y de su interés en que subsista el acto
reclamado, los que deberán prevalecer como tales para todos los efectos legales. En tales
circunstancias, se señalan para que tenga verificativo para la celebración de la audiencia
constitucional las once horas con treinta minutos del veintisiete de mayo de dos mil cinco, y
comuníquese lo anterior a las partes. Notifíquese a las partes en el lugar que se tuvo para oír y
recibir notificaciones."
72. Mediante escritos presentados el diecinueve (19) de mayo de dos mil cinco (2005)
comparecieron las partes terceros perjudicadas, Angélica González de Cossío Romero y
Miguel Ángel Soto Gutiérrez a ofrecer pruebas testimoniales, periciales y de inspección, así
como que se requirieran documentos a las autoridades en términos del artículo 152 de la Ley
de Amparo, promociones a las que recayó el auto de veintitrés (23) de mayo de dos mil cinco
(2005), por el cual la Jueza Tercero de Distrito desechó las pruebas de referencia (ver fojas
6731 a 6749 vuelta del tomo VI del juicio de amparo 331/1999).
73. En escritos presentados el veintisiete (27) de mayo de dos mil cinco (2005), por Angélica
González de Cossío Romero, Miguel Ángel Soto Gutiérrez, el Ayuntamiento de Atizapán de
Zaragoza, "Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable",
comparecieron a formular alegatos (ver fojas 6773 a 6810 del tomo VI del juicio de amparo
331/1999); por otra parte, mediante escritos presentados en la misma fecha Angélica
González de Cossío Romero y Miguel Ángel Soto Gutiérrez solicitaron que se suspendiera el
trámite del juicio de amparo con fundamento en el artículo 101 de la ley de la materia, en
atención a que habían interpuesto recurso de queja en contra del auto que desechó sus
pruebas, exhibiendo al efecto los escritos de expresión de agravios con sello de acuse de
recibo de la Oficina de Correspondencia Común a los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero en Materia Administrativa del Segundo Circuito, con residencia en Naucalpan;(17)
promociones a las que recayó el auto de veintisiete (27) de mayo de dos mil cinco (2005), en
donde la Jueza Tercero de Distrito en el Estado de México acordó agregar a los autos los
escritos de alegatos y diferir la audiencia constitucional ante la evidencia del trámite de la
queja, reservando el acuerdo correspondiente a la suspensión del procedimiento en términos
del artículo 101 de la Ley de Amparo, para el momento procesal oportuno (ver fojas 6860 a
6861 vuelta del tomo VI del juicio de amparo 331/1999).
74. Mediante oficios 6046 y 6047, dirigidos a la Jueza Tercero de Distrito en el Estado de
México, se informó de la interposición de las quejas que finalmente quedaron registradas en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, con los
números 52/2005 y 53/2005, promovidas por Angélica González de Cossío Romero y Miguel
Ángel Soto Gutiérrez; solicitándose también la rendición de los correspondientes informes en
términos de los artículos 99, párrafos primero y cuarto, en relación con el 98, párrafo
segundo, de la Ley de Amparo, acompañándose al efecto copias de los escritos de expresión
de agravios; a lo que recayó el auto de treinta y uno (31) de mayo de dos mil cinco (2005), en
el que se tuvieron por recibidos los oficios de referencia, se ordenó la rendición de los oficios
correspondientes y con fundamento en el artículo 101 de la Ley de Amparo, se suspendió el
procedimiento (ver fojas 6862 a 6912 del tomo VI del juicio de amparo 331/1999).
75. Por oficio 6216, proveniente también del Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, se informó al Juzgado Tercero de Distrito la
interposición de la diversa queja 56/2005, promovida por "Planeación y Comisiones Monte
Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", solicitándose la rendición del correspondiente
informe en los mismos términos anteriores; a lo anterior recayó el auto de seis (6) de junio de
dos mil cinco (2005), en el que se ordenó la rendición del informe correspondiente y se
acordó la suspensión del procedimiento antes acordada (ver fojas 6969 a 6983 del tomo VII
del juicio de amparo 331/1999).
76. Mediante oficio 11996, proveniente del Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de
México, en el trámite del amparo indirecto 1391/2003, promovido por Eliseo Pastrana
Villarreal se informó a la Jueza Tercero de Distrito el contenido del auto de dieciséis (16) de
junio de dos mil cinco (2005), recaído a la promoción del autorizado del quejoso y, en
consecuencia, se solicitó que se remitiera a dicho juicio copia autorizada de la demanda de
amparo promovida por Javier Rosas Núñez, que originó el juicio 331/99, a lo que recayó el
auto de diecisiete (17) de junio de dos mil cinco (2005), en donde la Jueza Tercero informó la
imposibilidad de hacer la remisión solicitada por virtud de los recursos de queja y suspensión
del procedimiento descritos en puntos anteriores (ver fojas 6998 a 6999 vuelta del tomo VII
del juicio de amparo 331/1999).
77. Mediante escrito presentado el siete (7) de septiembre de dos mil cinco (2005),
comparecieron Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez a ostentarse como
nuevos "representante propietario" y "representante suplente" del Comité Ejecutivo Comunal
de Atizapán de Zaragoza, en virtud de que el catorce (14) de agosto de dos mil cinco (2005),
al parecer fue celebrada una asamblea de comuneros, sin registro de que hubiera asistido la
Procuraduría Agraria, en la cual se destituyeron de sus cargos a Javier Rosas Núñez y José
Luis Rosas Núñez, por voluntad de dicha asamblea (ver fojas 7028 a 7029 del tomo VII del
juicio de amparo 331/1999). A la promoción de referencia se acompañó lo siguiente:
• Escritura pública 1,808, elaborada el diecisiete (17) de agosto de dos mil cinco (2005) por el
notario público 126 de Chalco, Estado de México, que contiene la "fe de hechos" en la que se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
hizo constar por el fedatario, como antecedentes: que para efectos de la celebración de la
asamblea general extraordinaria los señores José Ascensión de la Cruz y Natalia Rangel
Ramírez fijaron unas convocatorias en diversos lugares públicos de Atizapán, y que en esa
convocatoria que se hizo por instancia de las dos personas mencionadas, se expuso que el
orden del día sería el siguiente: 1. Lista de asistencia; 2. Verificación del quórum e
instalación de los trabajos de la asamblea; 3. Proponer a la consideración de la asamblea las
causales para la remoción de los representantes propietario y suplente del comité ejecutivo de
la comunidad; 4. Registro de candidatos; 5. Votación para la elección, no de los
representantes de la comunidad, sino de los representantes propietario y suplente del comité
ejecutivo de la comunidad; 6. Toma de protesta a los nuevos representantes electos; 7.
Asuntos generales, y 8. Clausura. Posteriormente, en la fe de hechos se asentó que a las once
horas (11:00) del catorce (14) de agosto de dos mil cinco (2005), se constituyó en el
domicilio ubicado, no en Atizapán de Zaragoza donde se encuentra la comunidad agraria de
referencia, sino en la calle San Jerónimo Tepetlaco, número 28, colonia "El Mirador", en
Tlalnepantla, Estado de México; en ese lugar el notario hizo constar que observó cómo fue
que Martha Patricia Loperena Rangel pasó lista a unas personas, sin que se asentaran las
razones por las cuales era incontrovertible que se trataba de los comuneros pertenecientes a la
comunidad indígena de Atizapán de Zaragoza o por qué se sabe y se tiene la certeza de que se
trataba de dicha comunidad tradicional indígena; posteriormente, el notario dio fe de que se
contabilizó la asistencia de cuarenta y tres personas, las que se identificaron en el acto no
como miembros de la comunidad tradicional indígena de Atizapán, sino con credenciales de
elector (incluso cabe destacar que varias de esas credenciales no tienen domicilio registrado
en Atizapán, sino en Municipios diferentes del Estado de México, en particular de
Tlalnepantla, Naucalpan y Cuautitlán Izcalli), que acto continuo se instaló la asamblea y que,
de alguna manera, se consideraron válidos los acuerdos que en ella se tomaron, que se
nombró a Mauricio García Olivera como presidente de la mesa de debates y a las señoras
Martha Patricia Loperena Rangel y María del Carmen Pineda Reyes como escrutadoras
(aspectos que no se establecieron en la convocatoria ni se citaron los fundamentos o razones
para proceder de esa forma). Que el presidente de la mesa de debates expuso las razones para
remover al representante propietario y al representante suplente del comité ejecutivo de la
comunidad, entre las cuales fueron que Javier Rosas Núñez se encontraba privado de su
libertad por el delito de abuso de confianza continuado, mientras que José Luis Rosas Núñez
había celebrado varios contratos en perjuicio de los intereses de la comunidad, por lo que se
propuso su remoción, lo que fue aprobado. Acto seguido, se propuso a Aristeo Manuel
Salgado Luengas como representante propietario y a Natalia Rangel Ramírez como
representante suplente, siendo ésta la única propuesta que se hizo. Se tomó la votación en
boletas, y los resultados fueron 40 votos a favor, 1 en contra, 2 votos nulos; informándose así
el resultado de la votación quedando los antes nombrados como electos. Acto continuo, el
presidente de la mesa de debates tomó protesta de los cargos, determinándose, además,
revocar los poderes antes otorgados a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez(18) (ver
fojas 7030 a 7035 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
• Nueve copias fotostáticas certificadas notarialmente de los lugares en que fueron fijadas las
convocatorias hechas por José Ascensión Muñoz de la Cruz y Natalia Rangel Ramírez (ver
fojas 7036 a 7044 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
• Copia certificada de la primera convocatoria realizada por José Ascensión de la Cruz y
Natalia Rangel Ramírez (ver foja 7045 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
• Lista de asistencia, al parecer de sesenta y cinco personas que supuestamente son
comuneros de la comunidad indígena de Atizapán de Zaragoza (ver fojas 7046 a 7047 del
tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
• Cuarenta y dos copias notarialmente certificadas de cuarenta y un credenciales de elector de
los asistentes a la asamblea, con los que supuestamente se identifica a dichas personas como
miembros de la comunidad indígena de Atizapán de Zaragoza, así como una credencial del
Instituto Politécnico Nacional utilizada para los mismos efectos (ver fojas 7048 a 7090 del
tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
• Copias certificadas notarialmente de las boletas de elección (ver fojas 7091 a 7098 del tomo
VII del juicio de amparo 331/1999).
• Acta de asamblea que al efecto se levantó (ver fojas 7099 a 7104 del tomo VII del juicio de
amparo 331/1999).
• Copias certificadas de las credenciales de elector de los representantes electos, una de
Natalia Ramírez Rangel con domicilio en Cerrada de los Pájaros número 16, colonia Granjas
de Guadalupe en Nicolás Romero, Estado de México, desde mil novecientos noventa y tres; y
otra de Aristeo Manuel Salgado Luengas, con domicilio en el edificio Enrique González Mar
número 1, 203, unidad habitacional "El Rosario", en Azcapotzalco, Distrito Federal (ver foja
7105 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
• Asimismo, se acompañaron once fotografías que, según el fedatario, se tomaron durante la
asamblea de la cual dio fe (ver fojas 7106 a 7111 del tomo VII del juicio de amparo
331/1999).
78. A la promoción anterior recayó auto de siete (7) de septiembre de dos mil cinco (2005) en
donde la Jueza Tercero de Distrito ordenó agregar a los autos la promoción y sus anexos; a
continuación, desde la perspectiva de dicha juzgadora, tenían que considerarse revocados
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, y con fundamento en el artículo 214 de la Ley
de Amparo, tenían que considerarse como representantes de la comunidad Agraria de
Atizapán a Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez, y previo cotejo y
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
compulsa de los testimonios notariales se ordenó la devolución de los mismos (ver fojas 7112
a 7114 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
79. Mediante escrito presentado el dieciséis (16) de noviembre de dos mil cinco (2005),
Eliseo Pastrana Villareal, Gabriel González Contreras, Evaristo Huerta Govea y Celedonio
Díaz Barrera, promovieron incidente de falta de personalidad de Javier Rosas Núñez y José
Luis Rosas Núñez, argumentando básicamente que ellos, como comuneros reconocidos, en
ningún momento representaron a la comunidad de Atizapán, por lo que la personalidad de
éstos se encuentra viciada desde el origen del juicio pues no es verdad que dichas personas
tuvieran capacidad para promover juicio de amparo en nombre de la comunidad, por lo que
jurídicamente no existe demanda de amparo alguna promovida por la comunidad de
Atizapán, en virtud de que ésta no podía promoverse en su momento por Javier Rosas Núñez
y José Luis Rosas Núñez (ver fojas 7134 a 7141 del tomo VII del juicio de amparo
331/1999).
80. A la anterior promoción le recayó auto de diecisiete (17) de noviembre de dos mil cinco
(2005), en el cual se resolvió por la Jueza Tercero de Distrito que no había lugar a acordar de
conformidad lo solicitado, porque la representación que hubieran tenido Javier Rosas Núñez
y José Luis Rosas Núñez, como representantes propietario y suplente de la comunidad de
Atizapán, había sido sustituida por la asamblea anteriormente descrita en la que ahora dicha
Juez consideró como representantes a Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel
Ramírez.
81. Mediante escrito presentado el dieciocho (18) de enero de dos mil seis (2006),
comparecieron Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez a manifestar que
Celedonio Díaz Barrera, Eliseo Pastrana Villareal, Gabriel González Contreras y Evaristo
Huerta, no pueden comparecer al juicio a ostentarse como terceros perjudicados, y
manifestaron también que su representación respecto de la comunidad de Atizapán y en
sustitución de Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, es correcta (ver fojas 7161 a
7180 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
82. Mediante escrito presentado el catorce (14) de marzo de dos mil seis (2006), al que se
acompañó fe de hechos, elaborado por la Notaría Pública Número 31 del Estado de México,
relativa a la asamblea general extraordinaria de comuneros de Atizapán de Zaragoza,
compareció al juicio Martín Roberto Mayen Mancilla, ostentándose como apoderado de
dicha comunidad (ver fojas 7196 a 7229 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999),
manifestando lo siguiente:
"M. Roberto Mayen Mancilla, en mi carácter de apoderado de la comunidad Agraria de
Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, y señalando como domicilio para oír
y recibir todo tipo de notificaciones y documentos, el ubicado en la calle Aldama número 44
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de la colonia Hidalgo en Naucalpan de Juárez, Estado de México, y autorizando para los
mismos efectos de manera conjunta o indistintamente en los términos más amplios del
artículo 27 de la Ley de Amparo, a los profesionistas Lic. Federico Ballhausen Ruiz, Israel
Téllez Lara, Viviana Marín Marín, José Rodolfo García Martínez y/o Erika Álvarez González
y Luis Antonio Ceballos Sánchez, ante usted comparezco para manifestar lo siguiente:
Promoviendo con este escrito de cuenta con la personalidad que tenemos acreditada en autos
del presente juicio al rubro indicado, y que por medio del mismo le venimos a manifestar a su
señoría que los únicos comuneros reconocidos y habilitados somos los suscritos y que
aparecemos en la sentencia agraria TUA/10o.DTO./277/92. Los comuneros reconocidos en la
sentencia antes mencionada celebramos asamblea general extraordinaria en segunda
convocatoria, en donde de conformidad por los artículos 18, 19, 29, 31, 32 y 34, y demás
relativos y aplicables de la derogada Ley Federal de Reforma Agraria, en relación al artículo
tercero transitorio de la legislación agraria vigente. ‘En donde ordena que los asuntos que se
encuentren en trámite se aplicará la Ley Federal de Reforma Agraria que se deroga para los
asuntos nuevos.’. Por lo que celebramos asamblea general extraordinaria en segunda
convocatoria en fecha dieciséis de febrero del año dos mil seis, los comuneros reconocidos y
habilitados de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo
nombre, y de la cual se desprendieron los acuerdos siguientes: a. Desconocimiento de todos y
cada uno de los comités particulares ejecutivos, por las razones que se mencionan en dicha
asamblea y sobre todo por no estar constituidos los mismos, por comuneros reconocidos y
habilitados por la sentencia agraria antes mencionada, careciendo entonces de falta de
personalidad. b. La conformación de un comité particular ejecutivo conformado por
comuneros reconocidos y habilitados por la multicitada sentencia. c. Dentro de la asamblea se
tomó como acuerdo desistirse de todos los juicios que se han promovido a nombre de la
comunidad agraria de Atizapán, que impiden la ejecución de la sentencia agraria antes
mencionada TUA/10o.DTO./277/92. Anexando al cuerpo del presente escrito copia
certificada de la certificación de hechos, de la asamblea general extraordinaria en segunda
convocatoria, así como copia simple para su cotejo y compulsa y posterior devolución de la
copia certificada, de igual forma se anexa protocolización del acta de asamblea general
extraordinaria de los comuneros de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, en el
Estado de México, ambos documentos certificados por la notario público número 31 del
Estado de México, Lic. María de Lourdes Salas Arredondo, para su cotejo y compulsa y su
posterior devolución por ser estos documentos importantes para la comunidad agraria, en
comento. Por lo antes mencionado vengo a desistirme a nombre de la comunidad agraria de
Atizapán de Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, en el Estado de México, del juicio de
garantías número 331/99-IV de todas y cada una de sus partes. Por lo anteriormente expuesto
y fundado pido a usted C. Juez se sirva: Primero. Tener por acordada la representación de la
comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, en los
ciudadanos comuneros a los que se refiere el acta que se presenta, para su análisis. Segundo.
Tener por revocados a los C.C. Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez,
así como a los C.C. Javier y José Luis ambos de apellidos Rosas Núñez, así como revocados
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
a todos los abogados, profesionistas y apoderados de los antes mencionados, toda vez que los
antes mencionados nunca fueron comuneros reconocidos y habilitados por la multicitada
sentencia agraria y, por tal motivo, no cuentan con la personalidad requerida para interponer
recurso alguno a nombre de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza en el Estado de
México. Tercero. Expedir dos copias debidamente certificadas del acuerdo que recaiga a este
ocurso. Cuarto. Devolverme las copias certificadas de la protocolización del acta de asamblea
así como de la certificación de hechos, una vez cotejadas y compulsadas. Quinto. Se me supla
la deficiencia de la queja en caso de que la presente adolezca de ella por tratarse de un núcleo
agrario, con fundamento en el artículo 227 de la Ley de Amparo y su relación con el artículo
212 de la misma ley ..."
83. Al escrito anterior recayó el auto de dieciséis (16) de marzo de dos mil seis (2006), en
donde se dispuso que mediante la citada promoción en asamblea general extraordinaria en
segunda convocatoria, los comuneros acordaron el desconocimiento de todos y cada uno de
los comités particulares ejecutivos, la conformación de un comité integrado por comuneros
habilitados en términos de la sentencia dictada por el tribunal agrario exclusivamente sin
incluir a ninguna persona que no hubiera sido reconocida como comunero por la autoridad; y
a desistirse de todos y cada uno de los juicios promovidos a nombre de la comunidad agraria
de Atizapán, que impide la ejecución de la sentencia agraria mencionada y su voluntad de
desistirse del propio juicio de garantías 331/1999, a todo lo cual recayó determinación de la
Jueza en la que se reservó acordar lo que en derecho proceda respecto de tales
manifestaciones, toda vez que el asunto se encontraba suspendido en términos del artículo
101 de la Ley de Amparo, por efectos de los recursos de queja números 52/2005 y 53/2005,
que en esos momentos se encontraban pendientes de resolución por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa (ver fojas 7230 a 7231 del tomo VII del juicio de
amparo 331/1999).
84. Por oficios 2964, 2965 y 2966 recibidos el cinco (5) de abril de dos mil seis (2006), en el
Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México, se recibieron los testimonios de las
ejecutorias dictadas en los recursos de queja 52/2005, 53/2005 y 56/2005, mediante las cuales
el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, en sesión de
veintisiete (27) de marzo de dos mil seis (2006), resolvió: a) Declarar infundado el recurso de
queja promovido por Angélica González de Cossío (52/2005), interpuesto contra el auto que
desechó pruebas de su parte de veintitrés (23) de mayo de dos mil cinco (2005); b) Con base
en prácticamente los mismos argumentos también fue declarado infundado el recurso de
queja 53/2005, promovido por Miguel Ángel Soto Gutiérrez en contra del mismo proveído
desechatorio de pruebas, y c) Se declaró improcedente la queja interpuesta por "Planeación y
Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable" en contra de la decisión de
la Jueza de Distrito de regularizar el procedimiento con base en los argumentos del auto de
fecha veintitrés (23) de mayo de dos mil cinco (2005) (ver fojas 7234 a 7341 del tomo VII
del juicio de amparo 331/1999).
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
85. Con motivo de lo anterior, se dictó el auto de seis (6) de abril de dos mil seis (2006),
mediante el cual la Jueza acusó recibo de los testimonios de las ejecutorias de referencia,
levantó el estado de suspensión que imperaba en el juicio y procedió a dictar los acuerdos que
se encontraban en reserva en los términos siguientes:
"Respecto del escrito registrado con el número de correspondencia 14963, suscrito por
Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez, quienes se ostentaron como
representante propietario y representante suplente del comité ejecutivo comunal de la
comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza mediante el cual, solicitaron se tuviera por
revocado el nombramiento a los C.C. Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez de los
cargos con se que ostentaban y en su lugar se tuviera como representantes de la comunidad
agraria a los promoventes; ahora bien, respecto del segundo registrado bajo el número de
correspondencia 3774, suscrito por M. Roberto Mayen Mancilla, quien se ostentó como
representante legal de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México,
mediante el cual hace del conocimiento de este órgano jurisdiccional que los únicos
comuneros reconocidos y habilitados de la comunidad agraria de Atizapán, son los que
aparecen en la sentencia agraria TUA/10o.DTO./277/92, por lo que el promovente se desiste
a nombre de la comunidad agraria que representa del juicio de garantías en que se actúa; en
atención a los escritos de mérito y dado que esta juzgadora advierte que las peticiones
formuladas en los aludidos escritos existe identidad en su petición en el sentido de una nueva
representación de la comunidad agraria de Atizapán ... en consecuencia, ante la dualidad de
representaciones ... y para estar en aptitud de proveer respecto a quién corresponde la
representación de la comunidad ... aquí quejosa, con apoyo en los artículos 78 de la Ley de
Amparo, 297, fracción II y 79, ambos, del Código Federal de Procedimientos Civiles ...
mediante oficio que derive del presente proveído requiérase al jefe del Registro Agrario
Nacional y Delegado Estatal del Registro Agrario Nacional en el Estado de México, para que
dentro del término de tres días ... remitan ... las constancias en copias certificadas legibles de
las convocatorias y el acta de asamblea conducentes en la que se advierta a quién corresponde
la representación legal de la comunidad agraria ... así como las convocatorias que en su caso
se hayan declarado desiertas, lo anterior con el apercibimiento que de no hacerlo o de no
informar los impedimentos legales que para ello tenga se le impondrá una multa hasta por mil
pesos ... lo anterior para que este órgano de control constitucional se encuentre en posibilidad
... de determinar a quién corresponde la representación ... asimismo ... dada la relevancia de
los escritos antes citados, una vez que obren en autos la sustanciación de los mismos, este
Juzgado de Distrito, en su caso proveerá lo conducente respecto de las diversas promociones
que obran agregadas en autos. Por otra parte, con fundamento en la fracción IV, del artículo
219 de la Ley de Amparo, notifíquese el presente proveído de manera personal a la quejosa
comunidad agraria ... adjuntándole a la misma copia certificada de las resoluciones.
Finalmente, visto el expediente ... y dada la voluminosidad ... fórmese un séptimo tomo.
Notifíquese personalmente a la comunidad agraria quejosa." (ver fojas 7342 a 7344 del tomo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
VII del juicio de amparo 331/1999).
86. Seguido el trámite del asunto, mediante oficio 6469 presentado ante el juzgado federal de
referencia, el veintisiete (27) de abril de dos mil seis (2006) compareció la directora de lo
Contencioso del Registro Agrario Nacional, en ausencia del director en jefe y del director
general de Asuntos Jurídicos de dicha dependencia a manifestar que dicho órgano procedió a
la búsqueda de la documentación necesaria para determinar a quién corresponde la
representación de la comunidad de Atizapán y a solicitar ampliación del término; destacando
que en la misma fecha se presentó diverso oficio SR/DAJ/484/2006, suscrito por el delegado
del Registro Agrario Nacional en el Estado de México, en el que manifestó que en dicha
dependencia estatal, tras una revisión, no se encontró registro alguno ni antecedente de
inscripción de ninguna acta de asamblea por la cual se hubieran electo órganos de
representación en la comunidad de Atizapán; promociones a las que recayó el auto de
veintiocho (28) de abril de dos mil seis (2006), en donde se dio cuenta de la inexistencia de
antecedentes en la mencionada delegación estatal, y se amplió el término por tres días más al
Registro Agrario Nacional; y se requirió en los mismos términos a la Procuraduría Agraria
(ver fojas 7915 a 7922 vuelta del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
87. Mediante oficio DGJRA/CONT/897/2006, presentado ante el juzgado federal el dieciséis
(16) de mayo de dos mil seis (2006), la Procuraduría Agraria manifestó que no cuenta con la
información acerca de la existencia de representantes en la comunidad de Atizapán de
Zaragoza, a la que recayó el auto de diecisiete (17) de mayo de dos mil seis (2006), que
ordenó agregar a los autos dicho oficio y tomar en consideración lo expuesto (ver fojas 7927
a 7929 vuelta del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
88. Por escrito presentado el treinta (30) de mayo de dos mil seis (2006), comparecieron José
Luis Rosas Núñez, Emilio Reyes Gutiérrez, Nicolás Pizaña Alegría y Ernesto Mendoza
Salazar, ostentándose, supuestamente, como apoderado y representante comunal suplente,
presidente, secretario y tesorero de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, con el objeto de
apersonarse en el juicio con dicho carácter y revocando todo nombramiento hecho con
antelación, para lo cual se exhibió fe de hechos elaborada por la Notaría Número 156, de
Huixquilucan, Estado de México; promoción a la que recayó el auto de treinta y uno (31) de
mayo de dos mil seis (2006), en el cual la Jueza de Distrito determinó reservar el acuerdo una
vez que se informe por el Registro Agrario Nacional quién tenía jurídicamente la
representación del multicitado núcleo agrario (ver fojas 7940 a 7945 del Tomo VII del juicio
de amparo 331/1999).
89. Seguidos los trámites del juicio, en auto de ocho (8) de junio de dos mil seis (2006), la
Jueza de Distrito tuvo por presentada la promoción escrita por Aristeo Manuel Salgado
Luengas y Natalia Rangel Ramírez a realizar diversas manifestaciones respecto de José Luis
Rosas Núñez, quien se encuentra privado de su libertad por el delito de abuso de confianza, y
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
a exhibir diversas pruebas en copia fotostática simple de la petición de ayuda por el delito de
fraude y otros cometidos por dicha persona y la comunidad de Atizapán, en contra de los
esposos Ricardo y Gladys Farnes, en el Distrito de las Vegas Nevada, a lo que se acordó
reservar el acuerdo correspondiente una vez que se informe quién es el verdadero
representante de la comunidad mencionada.
90. Mediante auto de veintisiete (27) de junio de dos mil seis (2006), y con vista en el oficio
2659/4 del delegado estatal del Registro Agrario Nacional en el que se manifestó que no
existe constitución legal de la comunidad agraria de Atizapán, determinó requerir
directamente a la Secretaría de la Reforma Agraria para que informe quién representa a la
multicitada comunidad (ver foja 7998 del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
91. Por auto de diez (10) de julio de dos mil seis (2006), se tuvo por recibido el telegrama
enviado por el director general adjunto de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma
Agraria, mediante el cual manifestó su imposibilidad para informar quién representa a la
comunidad de Atizapán, porque ese dato corresponde al director en jefe del Registro Agrario
Nacional y a la Delegación Estatal de la Procuraduría Agraria (ver fojas 8005 a 8008 del
tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
92. Mediante oficio 11327, el director general de Asuntos Jurídicos del Registro Agrario
Nacional, compareció a manifestar que tras una búsqueda exhaustiva en los archivos, no se
encontraron antecedentes registrales de la representación de la comunidad agraria de
referencia, promoción que se tuvo por recibida y se ordenó agregar a los autos mediante
proveído de veinte (20) de julio de dos mil seis (2006) (ver fojas 8011 a 8014 del tomo VII
del juicio de amparo 331/1999).
93. Por escrito presentado el primero (1o.) de agosto de dos mil seis (2006), compareció
Martín Roberto Mayen García en su carácter que ostenta de la multicitada comunidad, a
promover nuevamente incidente de previo y especial pronunciamiento en contra de la
personalidad que indebidamente se le reconoció en su momento a Javier Rosas Núñez y José
Luis Rosas Núñez, acompañando al efecto acta de asamblea extraordinaria de comuneros de
nueve (9) de marzo de dos mil seis (2006), elaborada por el notario público número 89, del
Estado de México, certificación de hechos a instancia de Eliseo Pastrana Villareal quien se
ostentó representante común de la multicitada comunidad y elaborada por la Notaría Pública
Número 31, del Estado de México, copia de la sentencia de dos (2) de abril de mil
novecientos noventa y ocho (1998), dictada en el expediente TUA/10o.DTO./277/92 (que es
la sentencia reclamada), solicitud de inscripción dirigida al delegado estatal en el Estado de
México de veintitrés (23) de junio de dos mil seis (2006), para que se inscriba la
protocolización de la asamblea general de comuneros, celebrada por miembros de ésta
reconocidos y habilitados, escrito dirigido al Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito informando lo acontecido, solicitud de inscripción de la multicitada
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
asamblea extraordinaria de nombramiento de representantes comunales presentada en el
Registro Agrario Nacional el veintiséis (26) de julio de dos mil seis (2006), constancias de
pagos de derechos por inscripción, copias simples del Diario Oficial de la Federación de doce
(12) de enero de dos mil (2000), que contiene la publicación de la sentencia reclamada y de la
Gaceta del Gobierno del Estado de México de ocho (8) de junio de mil novecientos noventa y
ocho (1998), que contiene la misma publicación del fallo agrario reclamado y copias simples
relacionadas con la detención de Javier Rosas Núñez en la causa penal 210/04, por el delito
de abuso de confianza, acompañándose además promociones de desistimiento de los
comuneros José Luis Muñoz Silverio, José Ascensión Muñoz de la Cruz, a todo lo cual
recayó el auto de tres (3) de agosto de dos mil seis (2006), en el cual el secretario encargado
del despacho en el Juzgado Tercero de Distrito lo admitió a trámite (ver fojas 8015 a 8175
vuelta del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
94. Mediante escrito presentado el diez (10) de agosto de dos mil seis (2006), comparecieron
Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro a exhibir el acta de la asamblea de
comuneros de veintidós (22) de julio de dos mil seis (2006), por medio de la cual se
reestructuró la supuesta representación de la comunidad por la renuncia al cargo de Aristeo
Manuel Salgado Luengas, a la que se acompañó el acta 2629, elaborada por el notario público
provisional 126 de Chalco, Estado de México, las que fueron agregadas a los autos por auto
de diez (10) de agosto de dos mil seis (2006).
95. Por oficio 5109, el Juez Quincuagésimo Segundo Penal del Distrito Federal, remitió al
Juzgado Tercero de Distrito, copia autorizada del auto de formal prisión dictado en contra de
Javier Rosas Núñez, por el delito de abuso de confianza continuado (ver fojas 8244 a 8249
del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
96. Seguidos los trámites del juicio el diecisiete (17) de octubre de dos mil seis (2006), se
celebró la audiencia del incidente de previo y especial pronunciamiento sobre personalidad
sin asistencia de las partes, y sustanciado éste por todas sus etapas en interlocutoria de dos (2)
de octubre de dos mil seis (2006), fue declarado infundado el incidente de referencia y se
concluyó que Martín Roberto Mayen Mancilla no tiene carácter de apoderado de la
comunidad de Atizapán (ver fojas 8304 a 8305 y 8342 a 8369 vuelta del tomo VII del juicio
de amparo 331/1999).
97. Consecuentemente, al declararse infundado el incidente descrito en el punto anterior, el
veintitrés (23) de noviembre de dos mil seis (2006), la Jueza de Distrito dictó el auto
siguiente:
"Visto el estado procesal que guardan los presentes autos, de los que se advierte que este
Juzgado de Distrito se reservó acordar las peticiones y pruebas de la señora Natalia Rangel
Ramírez, quien se ostenta como representante propietaria del comité ejecutivo comunal de la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
comunidad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, con las cuales pretende demostrar la
personalidad con que se ostenta, mismas que serían acordadas de ser procedentes, de manera
simultánea con la resolución que se emitiera en el incidente de previo y especial
pronunciamiento promovido por Martín Roberto Mayen Mancilla, en virtud de que su
petición toral a través de sus diversas promociones van encaminadas a que se le reconozca la
personalidad como representante propietaria de la comunidad agraria quejosa; es decir, a
través de las mismas se cuestiona la personalidad, lo cual también resulta ser ... de previo y
especial pronunciamiento, de aquí que en aras de privilegiar los principios procesales de
certeza y seguridad jurídicas, en las determinaciones que emite este órgano de control
constitucional así como a fin de no vulnerar el principio de igualdad procesal de las partes, se
levanta la reserva decretada en autos y se procede al estudio de la petición toral que hace
valer en el presente juicio Natalia Rangel Ramírez, quien aduce ser la nueva representante
propietaria del comité ejecutivo comunal de la comunidad Agraria de Atizapán ... en
principio conviene realizar una reseña de las diversas actuaciones procesales del presente
juicio que tiene relación con la petición toral de Natalia Rangel Ramírez. 1. Por proveído de
diecinueve de enero de dos mil seis, se ordenó regularizar el procedimiento ... para el efecto
de dejar insubsistente el auto de siete de septiembre de dos mil cinco donde se reconoció
personalidad al señor Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez, por lo que
se reservó acordar lo conducente respecto de su petición hasta en tanto se reanudara el
procedimiento de amparo que se encontraba suspendido por los recursos de queja
interpuestos ... 2. Por auto de seis de abril de dos mil seis se tuvieron por recibidas las
ejecutorias relativas a los recursos de quejas 56/2005, 52/2005 y 53/2005 ... y se procedió al
análisis de las promociones ... determinándose que en atención a que Manuel Salgado
Luengas y Natalia Rangel Ramírez se ostentan como representante propietario y suplente ... y
a fin de dilucidar la dualidad de la personalidad ... se ordenó girar los oficios
correspondientes al jefe del Registro Agrario Nacional y al delegado estatal ... para que
remitieran ... copias certificadas legibles ... en la que se advierta a quién corresponde la
representación legal de la comunidad agraria ... 3. Por auto de dieciocho de abril de dos mil
seis, se reservó hacer pronunciamiento sobre las manifestaciones y pruebas de Aristeo
Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez ... hasta en tanto obraran los informes
solicitados ... 4. En veintisiete de abril de dos mil seis, el delegado estatal del Registro
Agrario Nacional, informó que consultados que fueron los archivos ... no encontró
antecedente alguno de inscripción del acta general de asamblea ... relativa a la elección de
órganos de representación de la comunidad agraria de Atizapán ... 5. Por auto de veintiocho
de abril de dos mil seis, y previa petición se concedió una prórroga ... al director en jefe del
Registro Agrario Nacional ... 6. Por auto de ocho de junio de dos mil seis, se reservó acordar
las pruebas presentadas por Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez ...
hasta en tanto obraran los informes solicitados ... 7. En veintiséis de junio de dos mil seis, el
delegado estatal del Registro Agrario Nacional en el Estado de México, informó que no
existe constitución legal de la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza, por lo cual no
cuenta con inscripción ni documento de ese poblado ... 8. Por auto de veintisiete de junio de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
dos mil seis se requirió al secretario de la Reforma Agraria para ... que informara sobre la
representación de la comunidad ... 9. Por auto de diez de julio de dos mil seis se tuvo por
señalado el requerimiento ... al secretario de la Reforma Agraria, en el sentido de que no
contaba con registro alguno dada su imposibilidad legal ... 10. En diecinueve de julio de dos
mil seis el director general de Asuntos Jurídicos en ausencia del director en jefe del Registro
Agrario Nacional, informó que no se encontró antecedente alguno de los informes solicitados
... 11. Por auto de diez de agosto de dos mil seis se tuvo por exhibida la documental ... en la
cual se reestructuró el comité ejecutivo particular y se designó como representante propietaria
a ... Natalia Rangel Ramírez. 12. En atención a lo expuesto, con anterioridad la señora Natalia
Rangel ... solicitó a este juzgado ... se pronunciara en el sentido de que se le reconociera la
personalidad con la que se ostenta ... y hecho lo cual, se fijara fecha y hora para la
celebración de la audiencia constitucional ... 13. A dicha petición le recayó el acuerdo de
trece de octubre de dos mil seis en la cual se le hizo de su conocimiento que se resolverían
sus peticiones de forma simultánea con la resolución del incidente de previo y especial
pronunciamiento ... de la representación de la comunidad agraria quejosa ... 14. Mediante
escrito de tres de noviembre de dos mil seis ... Natalia Rangel ... exhibió como prueba ... la
documental pública en la cual consta la asamblea general de comuneros de veintiuno de
octubre de dos mil seis, pasada ante la fe del notario público número 126 del Estado de
México el uno de noviembre ... 15. A dicha petición le recayó el proveído de seis de
noviembre de dos mil seis en el cual se tuvo por exhibida la documental ... la cual se valoraría
en el momento procesal oportuno ... Ahora bien, y dado que de la reseña ... no se encontró
inscrito ante las autoridades agrarias competentes constitución alguna respecto a la
representación de la comunidad agraria de Atizapán ... se procede a dar contestación al
argumento toral de la señora Natalia Rangel Ramírez quien solicita se le tenga como
representante propietaria ... y como consecuencia se revoque los cargos que detentan los
señores Javier Rosas Núñez, como representante propietario y José Luis Rosas Núñez, como
representante suplente ... para demostrar lo anterior, la promovente exhibió ... las
documentales siguientes: a) Copia simple del Diario Oficial de la Federación de doce de
enero de dos mil ... b) Copia simple del escrito dirigido al secretario de la Reforma Agraria
de cinco de julio de dos mil cinco ... c) Copia simple del oficio de seis de julio de dos mil
cinco dirigido al procurador agrario ... d) Acuse de recibo con sello original de seis de julio
de dos mil cinco, suscrito por José Ascensión Muñoz de la Cruz y dirigido al procurador
agrario ... e) Copia simple del escrito dirigido al procurador agrario de cinco de agosto de dos
mil cinco ... f) Acuse de recibo con sello original de nueve de agosto de dos mil cinco,
dirigido al delegado estatal de la Procuraduría Agraria ... g) Copia simple del escrito dirigido
al secretario de la Reforma Agraria de cinco de julio de dos mil cinco ... h) Acuse de recibo
con sello original de veintiuno de septiembre de dos mil cinco dirigido al director en jefe del
Registro Agrario Nacional ... i) Copia simple del oficio de tres de octubre de dos mil cinco,
dirigido a la señora Natalia Rangel ... j) Copia certificada de la escritura pública número
18808, pasada ante la fe del notario público número 126, del Estado de México, mismo que
contiene la protocolización del acta de asamblea general de comuneros ... de Atizapán ... k)
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Copia certificada de la escritura pública número 2903, pasada ante la fe del notario público
número 126 del Estado de México, mismo que contiene la protocolización del acta de
asamblea general de comuneros ... de Atizapán ... Respecto a las documentales referidas con
los incisos a), b), c), e), g), e i), ... la suscrita estima que carecen de valor probatorio pleno,
pues al no tratarse de documentos originales o bien que contengan la certificación
correspondiente, no es posible presumir un conocimiento certero dado que dichas probanzas
por sí solas, y dada su naturaleza, no son susceptibles de producir convicción plena sobre la
veracidad de su contenido, por la facilidad con la que se pueden confeccionar y, por ello, no
pueden hacer prueba fehaciente en la presente incidencia. Al respecto resultan aplicables, por
identidad consustancial, las tesis jurisprudenciales ... ‘INTERÉS JURÍDICO EN EL
AMPARO. LAS COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES, POR SÍ SOLAS, NO LO
ACREDITAN.’ (se transcribe el texto de esta jurisprudencia de la Segunda Sala). ‘COPIAS
FOTOSTÁTICAS SIMPLES, VALORACIÓN DE LAS.’ (se transcribe el texto de dicha
jurisprudencia del Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito) ... Lo anterior es así sin
que se soslaye ... la circunstancia de que no se recabaron oficiosamente las pruebas que en
este apartado se analizan en virtud de que, si bien, en el caso a estudio las partes componentes
del juicio de amparo en que se actúa revisten de naturaleza agraria y, por tanto, se deben tener
presentes las reglas procesales previstas en el libro segundo de la Ley de Amparo, como lo
es, el de suplir la deficiencia de la queja o el de recabar oficiosamente pruebas, lo cierto es
que dicha hipótesis legal estriba en el perfeccionamiento y mejoramiento del planteamiento
constitucional de la acción de amparo, es decir, del combate al acto emitido por la autoridad
responsable que a juicio del quejoso considera violatorio de garantías; empero, dicho
perfeccionamiento que prevé la citada Ley de Amparo no puede interpretarse y hacerse
extensivo a planteamiento de quién sostiene que a él compete la nueva personalidad, dado
que lo que se cuestiona es a quien compete la nueva personalidad de representación e
integración de la comunidad agraria quejosa, privilegiando en todo momento el principio de
equilibrio procesal entre las partes, por ello en el caso a estudio no puede suplirse la queja en
cuanto al perfeccionamiento de las pruebas aportadas. Al respecto, resulta aplicable por
analogía la tesis ... cuyos rubro y texto son: ‘AGRARIO. PRUEBAS EN EL JUICIO.
CUANDO NO ES EL CASO DECRETARLAS DE OFICIO.’ (se inserta la tesis aislada del
Tribunal Colegiado de Circuito mencionada) ... Máxime que como se ha expuesto, en
tratándose del estudio de la personalidad de los representantes de los núcleos de operación,
no opera la suplencia de la queja. Al respecto resulta aplicable la tesis ... ‘SUPLENCIA DE
LA QUEJA EN MATERIA AGRARIA, NO COMPRENDE CUESTIONES DE
PERSONALIDAD O REPRESENTACIÓN SUSTITUTA.’ (se transcribe la tesis aislada del
Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito). Por otra parte, respecto de las documentales
... incisos d), f) y h) ... se les otorga valor probatorio, sin embargo, las mismas no resultan
idóneas para demostrar la legítima personalidad de los aquí promoventes, en su carácter de
nuevos integrantes de la comunidad agraria de Atizapán ... ello es así, pues por lo que hace al
acuse de recibo con sello original de fecha seis de julio de dos mil cinco, suscrito por José
Ascensión Muñoz de la Cruz y dirigido al Procurador Agrario, únicamente se demuestran
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manifestaciones que se hicieron a la citada autoridad pidiendo se convoque a asamblea
general de comuneros, y por lo que hace a los acuses con sello original dirigidos al delegado
estatal de la Procuraduría Agraria y al director en jefe del Registro Agrario Nacional,
únicamente se demuestra que les hicieron de su conocimiento gestiones tendientes a la
conformación de una asamblea, como el hecho de hacer del conocimiento el día y hora que
tendría verificativo la multicitada asamblea, así como la solicitud de inscripción de la misma;
sin embargo, con dichas documentales no se prueba que efectivamente se haya llevado a cabo
una asamblea general de comuneros en la cual con todas las formalidades legales ... se
hubiera removido de su cargo al representante propietario Javier Rosas Núñez, y que en la
misma hubiere manifestación expresa de voluntad de los cincuenta y un comuneros
reconocidos mediante sentencia definitiva de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho,
dictada en el juicio agrario TUA/10o.DTO./277/92, o bien a través de quienes legalmente sus
derechos representen. Al respecto resulta aplicable, en lo conducente, la tesis ... ‘PRUEBAS
EN EL JUICIO DE AMPARO. LA FALTA DE IDONEIDAD Y PERTINENCIA IMPLICA
QUE EL JUEZ DE DISTRITO NO ESTÉ OBLIGADO A RECABARLAS.’ (se transcribe la
mencionada tesis aislada del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito). Por otra parte, respecto de los diversos medios de convicción marcados con
los incisos j) y k), consistentes en la copia certificada de la escritura pública número 18808, y
la diversa escritura pública número 2903, pasadas ante la fe del notario público número 126
del Estado de México, misma que contiene la protocolización del acta de asamblea general de
comuneros de la comunidad agraria de Atizapán, se le concede valor probatorio pleno ... sin
embargo, las pruebas documentales públicas de mérito únicamente constituyen prueba plena
de los hechos legalmente informados por el fedatario público que de aquéllos procedan pero
si en ellos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos particulares, los
documentos sólo prueban plenamente que, ante la autoridad que los expidió, se hicieron tales
declaraciones o manifestaciones, pero no prueban la verdad de lo declarado o manifestado
por los promoventes de mérito ante la autoridad que expidió tal documental pública. Ello es
así en virtud de que, si bien es cierto que a través del primer instrumento notarial se
revocaron los cargos que les fueron otorgados a los señores Javier Rosas Núñez y José Luis
Rosas Núñez y se tuvieron en su lugar como representante propietario al señor Aristeo
Manuel Salgado Luengas y como representante suplente a la señora Natalia Rangel Ramírez,
así como que a través del segundo instrumento notarial se desprende que el veintiuno de
octubre de dos mil seis se determinó, mediante asamblea general de comuneros, a los sesenta
miembros integrantes definitivos de la comunidad agraria quejosa quedando representadas
por la señora Natalia Rangel Ramírez, como representante propietaria y a la señora Dolores
Vargas Castro, como representante suplente, no menos cierto resulta ser que del acta de
asamblea que consta en dicho instrumento público, no se advierte que cumpla con los
requisitos de validez que exige la ley agraria. Lo anterior es así, si se toma en consideración
lo que establecen los artículos 23, 25 y 26 de la Ley Agraria ... De los artículos citados se
colige que la asamblea debe ser convocada por los propios comuneros integrantes del
poblado comunal, o bien a través de su comisariado o consejo de vigilancia, de ahí que en la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
especie no concurren dichos requisitos legales, en virtud de que dicha acta de asamblea no
cumplió con el requisito exigido por el artículo 25 de la Ley Agraria, en virtud de que no se
reunió el quórum requerido de las personas reconocidas y que solicitaron la acción de
reconocimiento y titulación de bienes comunales; pues basta remitirse al contenido de dicha
asamblea para observar que las sesenta personas, que en definitiva se reconocieron, no
corresponden a los comuneros reconocidos en la sentencia agraria. Esto es, en la asamblea ...
en la cual se designó como representante propietaria a Natalia Rangel Ramírez y como
representante suplente a Dolores Vargas Castro, se determinó a las sesenta personas
definitivas componentes de la comunidad agraria quejosa, cuyos nombres son: 1. María
Isabel Rodríguez González. 2. Margarito Manuel Hernández. 3. Alejandra Hernández
Rodríguez. 4. Azucena Hernández Rodríguez. 5. Maritza Angeli Rodríguez González. 6.
Margarita Hernández Castañeda. 7. Amelia Estrada Lambda. 8. Pedro Cartas Ramírez. 9.
Petra Vargas Castro. 10. Ramón Vargas Castro. 11. Julia de la Cruz de la Cruz. 12.
Concepción Vargas de la Cruz. 13. Ramón Vargas Cruz. 14. Francisco Javier Vargas Cruz.
15. Mónica Ivón Valdez Luna. 16. Francisco Javier Medina San Vicente. 17. Dolores Vargas
Castro. 18. Eduardo Vargas Castros. 19. Naum Yair León Núñez. 20. José Ascensión
Gallegos Velázquez. 21. Rosalba Lucina Núñez Vargas. 22. Guadalupe Yolanda Manzano
Ramírez. 23 Ulises Trujillo Manzano. 24. David Trujillo Manzano. 25. María Concepción de
Anda Méndez. 26. Maximino Rubén Trujillo Manzano. 27. Gloria Ramírez Ríos. 28. Víctor
Hugo López Ramírez. 29. José Eduardo Corona Aquino. 30. Natalia Rangel Ramírez. 31.
Martha Patricia Loperena Rangel. 32. Gabriel Enrique Loperena Rangel. 33. Manuel Eduardo
González Ramírez. 34. Miguel de la Peña Calvillo. 35. Lina Rivera Peña. 36. Cecilia Rivera
Peña. 37. Ángel Rivera Peña. 38. Mariana Patricia González Galván. 39. Jorge Márquez De
La Mora Pérez. 40. Leoncia Peña Marcial. 41. María Elena Solís Bacilio. 42. Francisco Javier
Magaña Martínez. 43. Linet García José. 44. Claudia Viviana Lovera Ruiz. 45. José Refugio
Sánchez. 46. Julieta Aguilar Galván. 47. Leonor Rosas. 48. Marco Antonio Martínez
Hernández. 49. Reina Gutiérrez Mancilla. 50. Celia Mena Ramírez. 51. María Dolores
Martínez Reyes. 52. Miguel De La Peña Palacios. 53. Iraís Santillán Espinoza. 54. Margarita
Calvillo Juárez. 55. Lidia Ramírez Castañeda. 56. Victoria Castro Vargas. 57. María Del Pilar
Padilla. 58. Felipe Otero Mejía. 59. María Guadalupe Olvera Romero. 60. Fausto Téllez
Becerra. Sin embargo, dicha lista no corresponde a las personas que se les reconoció el
carácter de comuneros en la sentencia definitiva de dos de abril de mil novecientos noventa y
ocho ... (En esta parte se hace la transcripción del considerando quinto de dicha sentencia, en
donde constan los nombres de las personas que en ese procedimiento se reconocieron como
comuneros y, efectivamente, ninguno de ellos aparece en la lista anterior). De ahí que, en el
caso que nos ocupa se debió acreditar que la asamblea agraria llevada a cabo el veintiuno de
octubre de dos mil seis, contaba con el consentimiento de los cincuenta y un comuneros
reconocidos, o bien demostrar que efectivamente tuvieron conocimiento de la citada
convocatoria, lo que en la especie no aconteció, por los motivos que ya se han expuesto. Al
respecto resultan aplicables las ... tesis: ‘COMITÉ PARTICULAR EJECUTIVO. CUANDO
NO SE ENCUENTRA DEFINIDO QUIÉNES SON SUS INTEGRANTES, LAS
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
ACTUACIONES REALIZADAS CON QUIÉNES SE OSTENTAN COMO TALES, SIN
DEMOSTRARLO, DEJAN INDEFENSO AL POBLADO QUEJOSO.’ (se transcribe el
texto de esta tesis aislada del Cuarto Tribunal Colegido en Materia Administrativa del Primer
Circuito). ‘COMITÉ PARTICULAR EJECUTIVO DEL NÚCLEO DE POBLACIÓN. LA
REPRESENTACIÓN LA TIENEN TODOS LOS INTEGRANTES.’ (se transcribe el texto
de esta tesis aislada del Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito). Ahora bien, los artículos
4o., 213, fracción III y 214, fracción I, de la Ley de Amparo disponen (se transcriben los
mencionados artículos). De conformidad con los preceptos transcritos, el juicio constitucional
y, por ende, los medios de defensa que de él emanen sólo pueden promoverse por la parte a
quien perjudique el acto o la ley que se reclame, en el caso de materia agraria, acreditarán su
personalidad, entre otros documentos, con copia del acta de la asamblea general en que hayan
sido electos. Luego, si en el caso a estudio las promoventes Natalia Rangel Ramírez y
Dolores Vargas Castro ... pretenden acreditar su personalidad con un testimonio notarial que
contiene acta de asamblea general de comuneros, en donde se refieren las facultades de
representación con que se ostentan; sin embargo, dicha acta de asamblea no reúne los
requisitos de validez que señala el artículo 25 de la Ley Agraria, es decir, no existió el
quórum de las personas reconocidas en la sentencia agraria aludida o bien las personas que
legalmente representen sus derechos de la comunidad de Atizapán ... y que solicitaron el
reconocimiento y titulación de bienes; resulta inconcuso que dichos promoventes carecen de
legitimación para solicitar que se les reconozca la personalidad ... esto es, no se encuentran
legitimadas para solicitar la revocación de los representantes de la comunidad de mérito,
señores Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez. Lo anterior es así, si se toma en
consideración que la legitimación en la causa consiste en la identidad del actor con la persona
a cuyo favor está la ley y por legitimación en el proceso debe entenderse como un
presupuesto del procedimiento que se refiere a la capacidad para comparecer al juicio, para lo
cual se requiere que el compareciente esté en pleno ejercicio de sus derechos civiles, o bien, a
la representación de quien comparece a nombre de otro. Sirve de apoyo a lo anterior, los
criterios que a continuación se citan ... ‘LEGITIMACIÓN PROCESAL ACTIVA.
CONCEPTO’ (se transcribe el texto de esta jurisprudencia de la Segunda Sala) ...
‘LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA. SÓLO PUEDE ESTUDIARSE EN LA SENTENCIA
DEFINITIVA.’ (se transcribe esta tesis aislada del Tercer Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito). En este orden de ideas, si en el caso a estudio Natalia Rangel Ramírez y Dolores
Vargas Castro no demostraron contar con las facultades que ostentan, es decir, ser
representantes de la comunidad de Atizapán ... porque el acta de asamblea ... no cumple con
los requisitos de validez que exige la ley; resulta evidente que sus peticiones no satisfacen el
requisito de haberse interpuesto por parte legítima ... y, por ende, resultan improcedentes las
mismas. Es aplicable a la anterior consideración las tesis ... ‘LEGITIMACIÓN ACTIVA,
FALTA DE. EN EL AMPARO.’ (se transcribe le texto de esta tesis aislada del Segundo
Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito) ... ‘LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA
CAUSA. ES UNA CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE LA
ACCIÓN Y SÓLO PUEDE ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR AL
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
MOMENTO DE DICTAR SENTENCIA.’ (igualmente se transcribe el texto de esta tesis del
Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito). Lo anterior es así,
sin que sea óbice el hecho de que en la asamblea ... de veintiuno de octubre de dos mil seis,
se haga alusión a que las sesenta personas ... son beneficiarios, en virtud de que no se
demostró ... que, efectivamente ... tienen legalmente derechos sobre los cincuenta y un
comuneros reconocidos en la sentencia emitida por el tribunal agrario, como en su caso
podrían ser las actas de defunción ... sesión de derechos agrarios ... acciones testamentarias o
intestamentarias, para así poder determinar la relación jurídica existente. Por tanto, al no
demostrarse con medio de convicción idóneo ... lo que procede es decretar que las mismas
carecen de legitimación ... sin que se emita mayor pronunciamiento respecto de los escritos ...
suscritos por Natalia Rangel Ramírez, en atención a que la misma carece de legitimación ...
Por otra parte, en relación a lo determinado en los proveídos del dieciséis de marzo y treinta y
uno de mayo de dos mil seis, en los cuales se reservó acordar las peticiones del señor Martín
Roberto Mayen Mancilla ... no se emite mayor pronunciamiento ... en virtud de que dichas
peticiones son una reiteración de lo expuesto en el incidente de previo y especial
pronunciamiento de personalidad que promovió, en el cual se dieron contestación a sus
peticiones. Finalmente, continúese la tramitación del presente juicio de amparo teniéndose
como representantes de la comunidad agraria quejosa al señor Javier Rosas Núñez, en su
carácter de representante propietario y al señor José Luis Rosas Núñez, en su carácter de
representante suplente de la citada comunidad ... se señalan las trece horas con diez minutos
para que tenga verificativo la audiencia constitucional. Lo anterior, hágase del conocimiento
de las partes. Notifíquese; personalmente a Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro,
así como a Martín Roberto Mayen Mancilla, por lista a la Comunidad Agraria de Atizapán ...
y por oficio a las autoridades responsables. Así lo acordó y firma la licenciada Yolanda Islas
Hernández, Juez Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan de
Juárez, ante el licenciado Humberto Guillén Santiago, secretario de este juzgado, quien da
fe." (ver fojas 8370 a 8396 vuelta del tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
98. Inconforme con la sentencia que desconoció su personalidad, Martín Roberto Mayen
Mancilla interpuso recurso de queja por escrito presentado en la oficina de correspondencia
común a los Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del Segundo Circuito, el
treinta (30) de noviembre de dos mil seis (2006) (ver fojas 8420 a 8435 del tomo VII del
juicio de amparo 331/1999); mientras que Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro,
también interpusieron queja contra el proveído que las desconoció como representantes,
mismos que fueron del conocimiento del Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, lo que fue acordado por auto de seis (6) de diciembre
de dos mil seis (2006), determinación en la que también se decretó una vez más la suspensión
del procedimiento conforme al artículo 101 de la Ley de Amparo (ver fojas 8517 a 8518 del
tomo VII del juicio de amparo 331/1999).
99. Por auto de doce (12) de diciembre de dos mil seis (2006), la Jueza de Distrito acusó
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
recibo de los oficios provenientes del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Segundo Circuito, por los cuales se resolvió desechar por extemporáneo el recurso de
revisión interpuesto por Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro en contra del auto
de diecinueve (19) de enero de dos mil seis (2006); y que admitió a trámite los diversos
recursos de queja interpuestos por las dos antes mencionadas en contra del proveído de
veintitrés (23) de noviembre de dos mil seis (2006), así como también se admitió la diversa
queja interpuesta por Martín Roberto Mayen Mancilla contra la interlocutoria de diecisiete
(17) de octubre de dos mil seis (2006), medios de defensa que dieron lugar a la formación de
los tocas de queja 98/2006 y 99/2006 (ver fojas 260 a 263 vuelta del tomo VIII del juicio de
amparo 331/1999).
100. En diverso acuerdo de quince (15) de diciembre de dos mil seis (2006) la Jueza de
Distrito proveyó respecto del oficio 11322 proveniente del Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, con motivo del recurso de queja 103/2006
interpuesto por las sociedades mercantiles terceras perjudicadas, "Pluvioso, Sociedad
Anónima de Capital Variable" e "IMPCECO, Sociedad Anónima de Capital Variable" (ver
fojas 264 a 273 del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
101. En sesión de uno (1) de junio de dos mil siete (2007), se resolvió la queja 98/2006,
interpuesta por Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro, en la cual se declaró
infundado el medio de defensa (ver fojas 303 a 358 del tomo VIII del juicio de amparo
331/1999).
102. En sesión de la misma fecha del punto anterior, fue resuelta también la queja 99/2006
promovida por Martín Roberto Mayen Mancilla, la que igualmente se declaró infundada (ver
fojas 360 a 425 vuelta del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
103. En diversa sesión del mismo Tribunal Colegiado de Circuito referido de veinticinco (25)
de mayo de dos mil siete (2007), se resolvió la queja 103/2006 interpuesta por las sociedades
mercantiles "Pluvioso, Sociedad Anónima de Capital Variable" e "IMPCECO, Sociedad
Anónima de Capital Variable", la que igualmente concluyó declarándose infundada (ver fojas
427 a 439 vuelta del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
104. Con motivo de lo anterior, mediante auto de veinte (20) de junio de dos mil siete (2007),
la Jueza de Distrito reanudó el procedimiento y señaló fecha y hora para la celebración de la
audiencia constitucional (ver fojas 440 a 442 del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
105. Mediante escrito presentado el veinticinco (25) de junio de dos mil siete (2007),
promovió Martín Roberto Mayen Mancilla incidente de falta de personalidad de Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez, mismo que fue desechado mediante proveído de veintiséis
(26) de junio de dos mil siete (2007) (ver fojas 461 a 734 del tomo VIII del juicio de amparo
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331/1999).
106. Mediante escrito presentado el veintisiete (27) de junio de dos mil siete (2007), Javier
Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez presentaron escrito de pruebas y alegatos al que se
acompañaron diversas copias simples y un acta de asamblea, celebrada el veinticuatro (24) de
diciembre de dos mil siete (2007), en la que se acordó ratificar como representantes al
ingeniero Javier Rosas Núñez y a José Luis Rosas Núñez (ver fojas 737 a 895 del tomo VIII
del juicio de amparo 331/1999).
107. En la misma fecha, formularon alegatos la empresa tercera perjudicada "Valle de Paz,
Sociedad Anónima de Capital Variable" al que acompañó diversas pruebas (ver fojas 896 a
963 del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
108. El veintisiete (27) de junio de dos mil siete (2007), se celebró la audiencia
constitucional, dictándose sentencia autorizada el dieciocho (18) dieciocho de septiembre del
mismo año, que concluyó sobreseyendo el juicio en un aspecto y concediendo el amparo a la
comunidad de Atizapán, por otro; las consideraciones de dicho fallo, en lo que interesa,
fueron las siguientes:
"PRIMERO. Este juzgado ... es competente ... SEGUNDO. Previo a analizar el contenido de
los informes justificados ... se considera oportuno dar cumplimiento a lo dispuesto por el
artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo, en el sentido de precisar el acto que reclama el
quejoso ... el acto reclamado lo constituye la sentencia definitiva de dos de abril de mil
novecientos noventa y ocho, dictada en el juicio agrario TUA/10o.DTO./277/92, relativo a la
solicitud de reconocimiento y titulación de bienes comunales promovida por un grupo de
campesinos del poblado de Atizapán ... TERCERO. El representante estatal de la Secretaría
de la Reforma Agraria ... niega la existencia de los actos de ejecución que se le reclaman ...
sin que la parte quejosa haya aportado prueba alguna para desvirtuar tal negativa, procede
sobreseer en el presente juicio ... CUARTO. El Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito ... así como el director general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la
Reforma Agraria, por sí y en representación de las autoridades ... secretario de la Reforma
Agraria, subsecretario de la Propiedad Rural, director general de Ordenamiento de la
Propiedad Rural ... aceptaron la existencia de los actos que se les atribuyen. Por su parte, la
representante regional Pacífico Centro ... al rendir su informe justificado indica que los actos
de ejecución que le reclama la comunidad no son definitivos, por lo que solicita se sobresea
el juicio, de manera que por ello deben tenerse por ciertos dichos actos ... QUINTO.
Previamente al estudio del fondo ... debe examinarse la procedencia de la acción de amparo
... al no encontrar la suscrita juzgadora diversas causas de improcedencia hechas valer por
alguna de las partes, ni de autos se advierte alguna que de oficio amerite su estudio, se
procede al estudio del fondo del presente asunto. SEXTO. Previo al análisis de los conceptos
de violación hechos valer por la parte quejosa, es preciso señalar, en relación a los terceros
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
perjudicados que se apersonaron al procedimiento, lo siguiente: El acto reclamado en el
presente juicio de amparo es una resolución dictada en un procedimiento de reconocimiento y
titulación de bienes comunales, el cual se encuentra definido por el artículo 356 de la Ley
Federal de Reforma Agraria, publicada el dieciséis de abril de mil novecientos setenta y uno,
vigente a la fecha de inicio del procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales; precepto que dice: (se transcribe la parte conducente del artículo 356 de la Ley
Federal de Reforma Agraria). De acuerdo a lo anterior, este procedimiento se sigue por una
vía no contenciosa, ya que, lo que se solicita es el reconocimiento de una superficie de tierras
que una comunidad agraria ha poseído y en relación con bienes que no presenten conflictos
posesorios de linderos; de ahí que dicho procedimiento se instaura a efecto de que la
resolución que se dicte al respecto, le sirva de título de propiedad a la comunidad para los
efectos legales a los que haya lugar. En ese entendido, se trata únicamente de un
reconocimiento, pues la resolución dictada en el procedimiento no tiene el efecto de
constituir derechos al núcleo (de población), sino declarativa como lo señala la jurisprudencia
de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con datos de localización,
rubro y texto siguientes: ‘AGRARIO. BIENES COMUNALES. RECONOCIMIENTO Y
TITULACIÓN. RESOLUCIONES PRESIDENCIALES DE ESE CARÁCTER. NO SON
CONSTITUTIVAS SINO DECLARATIVAS DE LOS DERECHOS CUYA EXISTENCIA
RECONOCEN.’ (se transcribe texto y datos de identificación). Lo anterior es así, ya que en
caso de que exista una posible controversia en relación con la extensión de tierras que se
deban reconocer y titular, entonces procede la instauración de la vía contenciosa, tal y como
lo disponía el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria aplicable, derogada con la
entrada en vigor de la Ley Agraria el veintiséis de febrero del dos mil dos, que a la letra dice:
(se transcribe la parte conducente del artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria).
Además, los artículos 49 y 98, fracción I, de la Ley Agraria vigente a la fecha, son del tenor
literal siguiente: (se transcribe la parte conducente de los artículos 49 y 98 de la Ley Agraria).
Ahora bien, en la especie, la controversia en el presente juicio constitucional radica en
determinar si la sentencia agraria reclamada fue emitida con apego a los principios
contenidos en la Constitución General de la República, atendiendo a la naturaleza de la
acción y al procedimiento legalmente establecido en la Ley Federal de Reforma Agraria,
aplicable al caso, por tanto, es evidente que a través del presente juicio de garantías no se
puede dilucidar si deben o no incluirse o excluirse de la resolución de reconocimiento y
titulación de bienes comunales, los terrenos de los que dicen ser propietarios los terceros
perjudicados, ya que ésta es una facultad de los tribunales agrarios ordinarios, ante quien
deben deducirse los derechos que tengan los citados terceros perjudicados. Esto es así, pues
de concedérseles el amparo y protección de la Justicia de la Unión a los quejosos, sería para
determinados efectos, cuyo cumplimiento debe ser acatado por el Tribunal Unitario Agrario
responsable, ante quien deben deducirse los derechos que dicen tener los terceros
perjudicados. Aunado a lo anterior, debe decirse que la resolución reclamada expresamente
excluyó de la confirmación y titulación los predios de particulares que tengan debidamente
legalizados sus títulos de propiedad, tal como se advierte del resolutivo cuarto de la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
resolución combatida que dice: ‘CUARTO. Las pequeñas propiedades particulares que
pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirman, quedan
excluidas de esta titulación si reúnen los requisitos establecidos por la legislación agraria a
cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores.’, con lo que se demuestra que
no se afecta a los terceros perjudicados que se apersonaron en el juicio de amparo, pues la
resolución de referencia excluye de la confirmación y titulación los predios de particulares
que cumplan los requisitos establecidos en la legislación agraria, dejando a salvo sus
derechos. Apoya a la anterior consideración, por identidad de razón, en cuanto a su contenido
y alcance, la tesis con los datos, rubro y texto siguientes: ‘AGRARIO. BIENES
COMUNALES. RECONOCIMIENTO Y TITULACIÓN. CASOS DE IMPROCEDENCIA
DEL JUICIO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES PRESIDENCIALES EN ESA
MATERIA.’ (se transcribe texto y datos de identificación). SÉPTIMO. A continuación se
procede al análisis de los conceptos de violación vertidos en la especie, los cuales se dan por
reproducidos, al no existir artículo expreso en la Ley de Amparo en vigor, que señale que
deba hacerse en la sentencia transcripción de ellos, además de que así lo establece la
jurisprudencia de observancia obligatoria para este juzgado federal en términos del artículo
193 de la Ley de Amparo, la cual se cita a continuación con sus datos de identificación:
‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. EL JUEZ NO ESTÁ OBLIGADO A
TRANSCRIBIRLOS.’ (se transcribe texto y datos de identificación). En esencia, los
conceptos de violación que hace valer la parte quejosa, suplidos en su deficiencia en términos
del artículo 227 de la Ley de Amparo, resultaron fundados, ya que en el caso se advierte que
se cometió en contra de la comunidad quejosa una violación manifiesta de la ley que la dejó
sin defensa por las siguientes consideraciones: La comunidad quejosa expresa que se violan
en su perjuicio las garantías contenidas en los artículos 14, 16 y 17 constitucionales, porque:
1) La resolución no se encuentra debidamente fundada y motivada porque se omite realizar
en forma pormenorizada un estudio analítico de los hechos y documentos del procedimiento
agrario, puesto que no se confrontan los trabajos técnicos y los trabajos técnicos informativos
complementarios en los cuales existe una incongruencia en la superficie propuesta para
confirmar y titular, la cual se expresa ser de 2,046-66-18 hectáreas ya restadas 29-20-00
hectáreas de la presa Madín; siendo que la resolución señala que se deben restar 345-02-00
hectáreas, amparadas con el supuesto certificado de inafectabilidad número 14562 y
nuevamente las 29-20-00 hectáreas de la Presa Madín, lo que da un total de 374-22-00
hectáreas y reconoce únicamente 1,672-44-18 hectáreas a favor de la comunidad quejosa, lo
cual origina que al momento de ejecutar la sentencia e interpretando textualmente el citado
resultando se entregaría menos superficie; además, se hace una indebida valoración de
pruebas porque aunado a las incongruencias citadas, tampoco se valora debidamente la
prueba pericial de donde se demuestra que las 345-02-00 hectáreas señaladas como ‘Predio
San Juan’ o ‘Rancho San Juan’ presuntamente amparada por certificado de inafectabilidad,
resulta ineficaz por encontrarse las tierras en estado de abandono e inexplotación por el
presunto propietario, por lo que deben incluirse en la confirmación y titulación a favor de la
comunidad quejosa. 2) Los representantes de la comunidad y un grupo de sesenta comuneros
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
más fueron excluidos de las listas de la resolución reclamada a pesar de aparecer en los
trabajos censales de primero de agosto de mil novecientos setenta y siete, porque en el
desarrollo del informe respecto de los trabajos censales se presentaron muchas anomalías,
habiéndose suspendido, sin que existan actas de conformidad de las actas censales porque
nunca se llevaron a cabo. 3) En el resultando segundo, fracción V, párrafo segundo, se dice
que los límites de los terrenos comunales son: vértice R8 con rumbo general SW ... y para
cerrar la poligonal principal se llega al vértice R8, el cual es punto trino entre la colonia
Adolfo López Mateos, propiedad de La Colmena y los terrenos comunales y punto donde dio
principio la descripción, siendo que ello es totalmente incorrecto porque de las carteras de
campo y la planilla de construcción o el cuadro de construcción se ve claramente que deben
de ser las correctas: ‘partiendo del punto 58 con rumbo general SW ...’ y para concluir: se
llega al vértice 58 el cual es punto trino. 4) El cuarto punto resolutivo que dice que las
pequeñas propiedades que pudieran encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales
que se confirman quedan excluidas de la titulación si reúnen los requisitos establecidos por la
legislación agraria dejándose a salvo sus derechos, es violatorio porque los pequeños
propietarios ya han sido oídos y vencidos en juicio. Las pruebas que ofreció la comunidad
quejosa y las que se recabaron en esta instancia constitucional, son las siguientes: 1.
Resolución de veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete, en la que el
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, dentro del amparo en
revisión 76/97, relativo al juicio de amparo indirecto 607/95 del índice del, en ese entonces,
Juzgado Cuarto de Distrito en Tlalnepantla, México, concedió a la comunidad quejosa el
amparo y protección de la Justicia Federal, para el efecto de que el Tribunal Unitario
responsable, en este juicio de amparo valorará las pruebas ofrecidas (foja 307 a 333 vuelta,
tomo I). 2. Original de la Gaceta del Gobierno del Estado de México de ocho de junio de mil
novecientos noventa y ocho, donde aparece la resolución de dos de abril de mil novecientos
noventa y ocho, que constituye el acto reclamado en este juicio de amparo (fojas 334 a 353,
tomo I); así como copia simple de varias hojas de la gaceta mencionada (fojas 19 a 21, 26, 43
a 46, 50, 116 a 118, 131 a 132, 374 a 377, tomo I). 3. Copia certificada del testimonio de la
escritura de compraventa que otorga Julián García Romero a favor de María Teresa Salgado
viuda de Rojas, respecto a la fracción del terreno denominado ‘Rancho El Charro’, formado
por parte de la fracción número uno y parte de la fracción número dos de la antigua
‘Hacienda del Pedregal’, Municipio de Atizapán, que consta de trescientas noventa y seis
hectáreas, sesenta áreas (fojas 374 a 359, tomo I). 4. Copia certificada del testimonio de la
escritura de compraventa que otorga María Teresa Salgado viuda de Rojas, en favor de
Sociedad Cooperativa de Compra en Común ‘México Nuevo’ Sociedad Cooperativa
Limitada respecto al predio ‘Rancho El Charro’, formado por parte de la fracción número uno
y parte de la fracción número dos de la antigua ‘Hacienda del Pedregal’, Municipio de
Atizapán, en una superficie de trescientas treinta y seis hectáreas, ochenta y ocho áreas,
setenta y tres centiáreas (fojas 359 a 373, tomo I). 5. Copia certificada de la inscripción del
testimonio de las fojas 51 vuelta a 55 vuelta del libro XXXVIII, segundo 1894, partida 208,
volumen 2o., libro 38, de fecha diecinueve de septiembre de mil ochocientos noventa y
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cuatro, en la que aparecen la venta e hipoteca de la ‘Hacienda del Pedregal’, ubicada en
Atizapán, vendida por Concepción Velázquez de Macedo, Agustín y José María Velázquez y
adquirida por Andrés Aguayo, la cual tiene los siguientes linderos: al norte el árbol gacho,
Tepozan Mojonera, parte del lindero de la Hacienda de San Mateo; por el sur Rancho de
Chiluca y parte del lindero de La Condesa; oriente la Hacienda de San Mateo y pueblo de
Atizapán, y por el poniente el Rancho Blanco, Rancho Viejo y El Molino (fojas 381 a 387
vuelta, tomo I). 6. Partida 3, volumen 51, sección 1a., en la que consta la venta que hace
Andrés Aguayo a doña Lorenza Bermejillo de Cortina, respecto a la ‘Hacienda d
l Pedregal’, con los linderos a que se refiere el asiento doscientos ocho del volumen segundo,
libro 38 (fojas 388 a 392, tomo I). 7. Copia certificada del libro titular traslativo de dominio,
volumen 3, sección 1a., 191, partida 81, venta de la ‘Hacienda del Pedregal’, de la parte que
le corresponde a don Nemesio Santos, en la que se hace constar que el veinticinco de junio de
mil novecientos diecinueve Ignacio Cortina por sí y a nombre de su esposa y mandante
Lorenza Bermejillo de Cortina, vende a Felipe Rojas, Nemesio Santos, Manuel Jasso y a los
hermanos Rutilo, Brígido, Ángel y señoritas Refugio y Victoriana, todos de apellido Rojas, y
Juan Antonio Alonso Navega, en su carácter de apoderado de Jesusa Llamosa Fernández,
albacea de la sucesión de don Francisco Fonfría, habiendo acordado los compradores dividir
la hacienda en cuatro fracciones, la I a don Nemesio Santos, la II a los hermanos Rutilo,
Brígido, Ángel y señoritas Refugio y Victoriana, todos de apellido Rojas, la III a don Felipe
Rojas y la IV a don Manuel Santos (fojas 396 a 401, tomo I). 8. Copia certificada de la
partida 82 de la inscripción del título de propiedad de Rutilo Rojas, en la que se hace
mención al asiento 81, en relación al número 3, fojas 7 y 8 del volumen I, libro 51, con las
medidas y colindancias allí expresadas (fojas 403 a 405, tomo I). 9. Copia certificada del
libro titular traslativo de dominio, sección 1a., volumen 20, 1944-1945, partida 48, en la que
se hace constar la venta de una fracción de terreno conocida como ‘Rancho Viejo’, que
perteneció a la Hacienda de Sayavedra, ubicada en el Municipio de Atizapán de Zaragoza,
otorgada por Rutilo Rojas a favor de la señora Carmen Navas Merchán en la cantidad de
dieciocho mil pesos (sic), la cual tiene las siguientes medidas y linderos: fracción tercera de
la Hacienda de Sayavedra que se llama Rancho Viejo, con doscientas sesenta hectáreas y otra
porción con trescientas cuarenta y cinco hectáreas, y dos centiáreas con superficie del resto
del Rancho San Juan, que forma parte de la Hacienda del Pedregal, lindando junto con el
predio materia del contrato como sigue: Al norte con Rancho La Colmena, al noroeste con el
Rancho San Juan, al este con Rancho el Charro y al sur con el Rancho de Chihuahua, al oeste
con Rancho Viejo y al noroeste con la Hacienda Sayavedra (fojas 407 a 413, tomo I). 10.
Copia certificada de la partida 150, volumen I, sección I, foja 88 frente a 89 frente, 19171918, en la que consta la venta de la segunda y tercera fracción de la Hacienda de Sayavedra,
realizada por Ignacio Cortina a Rutilio Rojas y hermanos, propiedad que por asiento 159,
volumen 15, sección I, paso a ser propiedad solamente de Rutilio Rojas por venta que le hace
su hermano Ángel, consistiendo (sic) la fracción segunda y tercera de la Hacienda Sayavedra
y sus ranchos anexos, con los siguientes linderos y colindancias: al norte la Hacienda de la
Colmena, al oriente las del Pedregal y Chiluca, al sur Chiluca, la de Apasco y el Rancho de
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Bojay y al poniente la Ranchería El Volador, el Rancho de Zaragoza (fracción número uno de
Sayavedra y Rancho Viejo), Ranchería de La Aurora y El Pueblo de San Miguel Hila,
superficie de la fracción número dos, un mil ciento noventa y cinco, tres mil trescientos
diecinueve metros cuadrados, ochocientos noventa y cinco milésimos. En total dos mil ciento
ochenta y tres hectáreas, ocho mil ochocientos noventa y dos metros cuadrados, seiscientos
veintisiete milésimos (fojas 416 a 418, tomo I). 11. Copia certificada de la partida 107,
volumen I, libro 59 de 1915, fojas 69 vuelta a 71 vuelta en la que se hace constar la venta de
las fracciones dos y tres en la que fue dividida la Hacienda de Sayavedra y sus ranchos
anexos, ubicados en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, que hace Ignacio Cortina y su
esposa Lorenza Bermejillo de Cortina a favor de Rutilo, Brígido, Ángel y señoritas Refugio y
Victoriana, todos de apellido Rojas, con las medidas y colindancias que se han expresado en
el número que antecede (fojas 422 a 426, tomo I). 12. Copia certificada de la partida 110 en
la que consta la venta e hipoteca de la Hacienda de Sayavedra y ranchos anexos, otorgada por
Rosenda Bernal viuda de Iturbide y sus hijos don Sabas y señorita Ana María de Iturbide por
sí y por Rosenda Cristina Iturbide de la Hoz, el licenciado Manuel de la Hoz a favor de
Ignacio Cortina a su solo nombre y al de su esposa Lorenza Bermejillo de Cortina, quedando
afectada por hipoteca únicamente la fracción uno que se nombra ‘Rancho de la Rosa’ con
superficie de novecientos treinta y cinco hectáreas, cinco mil trescientos cincuenta y cinco
metros cuadrados, cincuenta y seis centésimos de metros cuadrados y colinda al norte con
terrenos de la Compañía Mexicana de Luz y la Hacienda de la Encarnación, al oriente con la
Ranchería del Volador, la fracción número dos (formando el lindero con la mitad de la
Barranca denominada Los Onófres), con la Ranchería de la Aurora, el Pueblo de San Miguel
Hila y la Hacienda de La Colmena, al sur con propiedades de Fernando Rosas y Odilón
García y con el Rancho de Bojay, y al poniente con terrenos de la Compañía de Luz y con la
Hacienda de Bata (fojas 428 y 429, tomo I). 13. Copia certificada de las fojas 28 y 29 del
libro 16, del Registro Público de Tlalnepantla, del año de 1884, partida 101, en la que consta
la cancelación de la hipoteca de Sayavedra y Ranchos Viejo, Blanco, Hila, ubicados en la
municipalidad de Monte Bajo y Agostadero de Sayavedra, ubicado en la municipalidad de
Tlaxala, propiedad de Sabás Iturbide a favor de Juan Temple, por haber pagado la hipoteca
(foja 431 a 432, tomo I). 14. Copia certificada de la foja 14 frente y vuelta del libro cuatro del
Registro Público de Tlalnepantla, primero del año de 1872, en la que consta la cancelación de
hipoteca por pago, de Rancho Viejo ‘a’, San Gerónimo, Rancho Blanco, Rancho de Hila,
Hacienda de Sayavedra y el Agostadero, ubicados en las municipalidades de Monte Alto
Tlaxala Monte Bajo, que hizo Sabás Iturbide a Juan Temple (fs. 435 y 436, tomo I). 15.
Copia certificada de las fojas 37 vta. a 39 frente del libro cinco del Registro Público del año
de 1872, partida 142, en la que consta la inscripción de la Hacienda de la Encarnación más
anexos y Rancho de la Condesa, la cual quedó cancelada por la diversa inscripción número
41 y 35 del libro SIV (sic) del Registro Público, por haberse pagado el dominio de dichos
bienes a favor de Luz Servin (fs. 439 a 442, tomo I). 16. Copia simple del Plano proyecto de
reconocimiento y titulación de bienes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, elaborado por Mario E. Campagny
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Saldaña, tomando como base el informativo enviado por la Delegación Agraria, con diversas
señalizaciones de las fracciones relativas a los documentos antes descritos (f. 443, tomo I).
17. Copia simple de otro plano con diversas señalizaciones relativas a las fracciones
indicadas en los documentos inmediatamente descritos (foja 444, tomo I). 18. Copia simple
de la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada dentro del juicio
agrario TUA/10o.DTO./277/92 (fs. 452 a 517, tomo I). 19. Informe de comisión de trabajos
administrativos, por el que se da contestación al oficio 5002 de primero de agosto de mil
novecientos setenta y siete y se levanta el Censo General de Población del poblado de Bienes
Comunales de Atizapán, por el que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, el diecisiete de mayo de
mil novecientos setenta y nueve, informó sobre los trabajos técnicos administrativos, en los
términos siguientes: ‘Con fecha 9 de febrero de 1978 se giró convocatoria para la iniciación
de los trabajos mencionados, los cuales empezaron el día 16 de febrero de 1976,
nombrándose dos representantes de la comunidad para integrar la junta censal, levantándose
el acta correspondiente y haciéndose el acta de instalación de la junta censal. Una vez que se
empezó a elaborar el censo y el suscrito terminó de hacerlo, con fecha 7 de enero de 1979 se
giró convocatoria para la clausura de los trabajos censales y hacer elección de los
representantes comunales; la clausura de los trabajos censales se llevó a cabo el día 14 de
enero de 1979, informando a la comunidad el resultado del censo el cual arrojó un total de
11,337 habitantes, clasificados en 2047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de 16 años y
7,658 esposas, niños y jóvenes menores de dieciséis años; a continuación se pidió a la
asamblea que se presentaran objeciones al carácter de comuneros a quienes lo creyeran
pertinente, no presentado ninguna objeción al mismo, pidiendo únicamente se agilizara el
trámite de su expediente; posteriormente se acordó que se fijara la cédula de notificación de
plazo improrrogable de 15 días, la cual se fijó en los lugares más visibles de la comunidad el
día 15 de enero de 1979, de esta manera se dieron por clausurados los trabajos censales
levantándose el acta respectiva. Posteriormente se llevó a cabo la elección de representantes
comunales de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria
y octavo del reglamento del 6 de enero de 1958, para que intervengan con tal carácter en el
trámite de su expediente en esta dependencia del Ejecutivo Federal, por la vía de
reconocimiento y titulación de bienes comunales. Hecha la explicación del caso por el
suscrito se procedió a poner a consideración de la asamblea la elección de sus representantes,
designando por mayoría de votos a los señores José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza,
como representantes comunales propietario y suplente, respectivamente, quienes aceptaron
desempeñarlo con lealtad y honestidad. Para dicho acto se levantó el acta de elección de
representantes comunales y se recabaron las firmas que fue por mayoría. Acto seguido, se
levantó el acuse de recibo de la documentación recabada y la conformidad de dichos trabajos;
cabe hacer mención que las autoridades municipales, no obstante de haber certificado la
convocatoria para la iniciación de trabajos, se negaron a certificar las demás actas y la
clausura del censo, motivo que el suscrito desconoce; por lo anterior, la comunidad acordó
que dicho expediente se presentara ante notario público para que certificara los trabajos
desarrollados, lo cual se hizo el día 7 de mayo de 1979.’. A dicho informe se acompañó:
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copia del oficio de comisión, original y copia del informe, copia de la convocatoria de
asamblea para dar a conocer oficio de comisión y los trabajos a desarrollar, copia del acta de
elección de los representantes de la comunidad para integrar la junta censal, copia del acta de
instalación de la junta censal, original y copia del censo general de la población comunal
constituido en cuatrocientas dos fojas, copia de la convocatoria para asamblea de clausura de
trabajos y junta censal, copia del acta de clausura de trabajos y de la junta censal, copia de la
cédula notificatoria de plazo para objetar el censo de comuneros censados y considerar
solicitudes de incorporación al censo general (fs. 519 a 1007, tomo I). 21. Dictamen
paleográfico sobre títulos aportados por los promoventes de la acción agraria, suscrito por la
profesora María Elena Bribiesca Sumano adscrita al Departamento de Asuntos Agrarios y
Colonización, de fecha catorce de septiembre de mil novecientos setenta y cuatro, que en su
último párrafo concluye: ‘Por el análisis de los puntos antes expuestos, así como de los
aspectos físicos de estos documentos, la suscrita opina según su leal y saber entender, son
auténticos’ (fs. 1009 a 1013 tomo I y 45 a 90 tomo II). 21 (sic). Informes con fecha ocho de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma
Agraria, ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres
Freyre, en cumplimiento a las órdenes giradas por la Subdirección de Bienes Comunales
dependiente de la Dirección de Tenencia de la Tierra de fecha diecisiete de noviembre de mil
novecientos ochenta y uno, que ordena se efectúen trabajos técnicos informativos
complementarios de la comunidad de que se habla, rindieron el siguiente informe:
‘Habiéndonos trasladado al poblado de referencia convocamos a una asamblea general de
comuneros con el objeto de dar a conocer el motivo de nuestra comisión, así como la forma
en que deberían llevarse a cabo los trabajos en cuestión. Por lo que una vez encontrándonos
reunidos el día 29 de noviembre, en el lugar acostumbrado para sus reuniones sociales (casa
del representante de bienes comunales), con la totalidad de los comuneros, así como personal
caracterizado, se nos hizo saber que los citados trabajos ya se habían efectuado
anteriormente, por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz y que éstos se encontraban ya en las
oficinas centrales de la Secretaría de la Reforma Agraria, y que realmente el problema que se
les ponía es que el área señalada como comunal en el plano e
aborado por el citado profesionista, estaba invadido por fraccionamientos, por lo que pidieron
a los comisionados, verificar el plano en el terreno para comprobar si estaba invadido o no,
por lo que procedemos a acceder a la petición de la asamblea. Y al día siguiente procedimos a
realizar los trabajos sugeridos, encontrándonos que realmente el plano citado, checa dentro de
la tolerancia requerida para estos trabajos, físicamente en el terreno de los hechos y además
observamos y ‘certificamos’ que el área que encierra el citado plano, se encuentra libre de
invasiones ya que los fraccionamientos se encuentran fuera del área que se pretende
confirmar, asimismo, se anota que esta superficie se compone de monte cerril y que los
comuneros se encuentran disgregados en toda el área comunal, se anota que los comuneros y
autoridades agrarias están de acuerdo en que se les reconozca y titule esta superficie 2,07596-78 has., para ya no crear más problemas, por lo que nos trasladamos a las oficinas
centrales (Subdirección de Bienes Comunales) a revisar el expediente de los trabajos técnicos
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e informativos elaborados por el C. Ingeniero Raúl Loya Alcaraz, encontrándonos que los
citados trabajos se encuentran correctos y aprobados en revisión técnica; por lo que optamos
por no realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, ya que sólo se crearían
más confusiones al respecto, por lo que se opta por anexar una copia heliográfica del plano
multicitado, señalando el área recorrida a rumbo y distancia (área comunal) y que se señala
en color naranja en la copia heliográfica y que es la superficie que se deja de reconocer y
titular por no presentar problema alguno. Considerando lo anteriormente expuesto, somos de
opinión salvo la más acertada de la superioridad, que el expediente que nos ocupa debe seguir
los trámites subsecuentes hasta obtener la resolución presidencial respectiva y dar por
terminados los supuestos problemas que realmente no existen ...’ (fs. 22 a 23 y 1014 a 1016,
tomo I). 22. Informe de revisión técnica de fecha veintidós de septiembre de mil novecientos
ochenta, suscrito por el ingeniero Leonel Luna Payán, en que concluyó: ‘Salvo la más
acertada de la superioridad que los presentes trabajos se acepten por encontrarse
técnicamente correctos’ (fs. 24, tomo I). 23. Acta relativa a la clausura de los trabajos
técnicos informativos complementarios y conformidad de la comunidad de los trabajos
realizados, de fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta, suscrita por el jefe de
la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero J. Raúl
Loya Alcaraz, en la que se hace constar que es posible de confirmar y titular un área de
2,100-00-00 hectáreas, haciendo la aclaración que dentro de la superficie no se comprenden
terrenos de los fraccionamientos existentes, en la inteligencia de que con toda oportunidad se
giraron cédulas notificatorias a los poseedores de predios que quedaran enclavados dentro de
los terrenos de referencia sin que se hubiese presentado ninguna oposición. Se agregó que la
comunidad de Atizapán de Zaragoza, está conforme en que aunque los títulos primordiales
que amparan sus bienes comunales comprenden una extensión mayor, aceptan la
confirmación y titulación de la superficie que arrojan los trabajos técnicos complementarios,
se anexaron las listas con las firmas de los comuneros asistentes y la hoja de cálculos de
distancias utilizando triángulos (fs. 25, 1102 a 1143, tomo I). 24. Copia simple de la página 6,
que contiene datos de medición suscrita por el ingeniero J. Raúl Loya A. (f. 27, tomo I). 25.
Relación de comuneros que según la parte quejosa no fueron incluidos en la resolución de
dos de abril de mil novecientos noventa y ocho: (f. 28). 1. Luis Hernández Segura. 2. José
Guadalupe Álvarez Araujo. 3. Pablo Feregrinos Ramos. 4. Ernesto Salazar Mendoza. 5.
Fidencio Velázquez Medina. 6. Alejo Martínez Cruz. 7. Antonio Sánchez Rocha. 8. Javier
Rosas Nuñez. 9. José Luis Rosas Nuñez. 10. Trinidad Dávila Mendoza. 11. Ernesto Salazar
Cruz. 12. Aristeo Manuel Salgado Luengas. 13. Bartolomé, Antolín Salgado Luengas. 14.
Maximiliano Herlindo Salgado Luengas. 15. Gustavo Calleja González. 16. Andrés García
Cerón. 17. Gregorio Pérez Ríos. 18. Hipólito Coronel Pastrana. 19. León Mendiola Benito.
20. Herlindo Salgado Mendoza. 21. Pedro Jiménez Santiago. 22. Francisco Jiménez Santiago.
23. Bernardo Jiménez Santiago. 24. Santos Aparicio García. 25. José Cupertino Torres
Hernández. 26. José Luis Ponce Reséndiz. 27. Santos Salgado Luengas. 28. Guillermo Julián
Mirón Lino. 29. Raúl Gabino Pineda. 30. José Adolfo Díaz Martínez. 31. Nicolás Pizaña
Alegría. 32. Lázaro Flores Sánchez. 33. Luis Bernardo Hernández Rosas. 34. Lucio Javier
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Corona Osornio. 35. Benito Banco Godínez. 36. Roberto García Rosas. 37. José Guadalupe
Velázquez Gómez. 38. José Pablo Medina Medina. 39. Emilio Reyes Gutiérrez. 40. Mauricio
García Olivera. 41. Juana Núñez Rodríguez. 42. Guadalupe Ibarra García. 43. María Isabel
Rodríguez González. 44. Rosa Vázquez Hernández. 45. Gloria Reséndiz López. 46.
Guadalupe Monroy de Rodríguez. 47. Dolores Vargas Castro. 48. María Loreto Vargas. 49.
María de Lourdes Rosa Núñez. 50. José Cecilio Sánchez Tovar. 51. Natalia Rangel Ramírez.
52. María Almaraz Cuellar. 53. Inés Cureño Viuda de Montes de Oca. 54. María Elena
Hernández Rosas. 55. María Elena Núñez Vallejo. 56. José Luis Muñoz Silverio. 57. Pedro
Cartas Ramírez. 58. Martha Rosas Núñez. 59. Óscar Enrique Calixto Corona. 60. Candelario
De Jesús Pérez. 26. Oficio de veintiséis de julio de mil novecientos ochenta y dos, mediante
el cual el delegado agrario en el Estado de México, comisionó al ingeniero Antonio Martínez
Manríquez, para que practique trabajos técnicos e informativos complementarios necesarios
para sustanciar el expediente de reconocimiento y titulación de bienes comunales del poblado
del que se trata, trabajos que fueron iniciados por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz (fs. 29, 53,
136 a 138). 27. Escrito presentado en la Secretaría de la Reforma Agraria el veinticinco de
noviembre de mil novecientos ochenta y tres, por el cual Javier Rosas Núñez y José Luis
Rosas Nuñez, en su calidad de representantes propietario y suplente comunal, manifiestan
que después de haber revisado el expediente, expresan su inconformidad con los trabajos
técnicos informativos complementarios realizados por la Delegación Agraria en informe
04929 del trece de septiembre de 1983 y en el que se comisionó al ingeniero Antonio
Martínez Manríquez para la práctica de dichos trabajos, porque esa persona nunca fue al
poblado para verificar los actos de dominio y posesión de la comunidad, tampoco aparecen
en el expediente las actas de conformidad o de asamblea de la realización de dichos trabajos,
agregaron que los planos del informe incluye dentro del área que pretenden se les confirme,
fraccionamientos que están fuera como consta en el informe de 8 de diciembre de 1981 de los
ingenieros Ignacio Sánchez, Benjamín Jacinto y Diego Torres, por las anomalías en los
levantamientos topográficos, porque los puntos marcados como R8 a R12 no están dentro de
la colonia López Mateos, como lo señala dicho comisionado, al igual que la carretera
Atizapán Villa del Carbón, e hicieron mención que en caso de que dentro de la superficie
solicitada haya pequeñas propiedades que se les excluya para que pueda su expediente
continuar con el trámite (fs. 32, 56 y 128, tomo I y 140, tomo II). 28. Acta de elección de
representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
nombre, Estado de México, de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, en la
que se hizo constar que José Rosas Sandi falleció, y en su lugar se eligió a Javier Rosas
Núñez, como representante comunal propietario, y como suplente a José Luis Rosas Núñez
(fs. 33, 57, y 129, tomo I). 29. Informes del estudio de revisión censal de los trabajos
efectuados por Raúl Loya Alcaraz, suscrito por el revisor Raúl Alberto y Leonardo Gahona
Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de la Secretaría de Reforma Agraria, de
veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve, en el cual hizo constar lo siguiente:
‘Primero. Los trabajos se desarrollaron de conformidad con lo dispuesto en los artículos 29,
31, 32, 358 y 259, inciso (b) de la Ley de Reforma Agraria y 6o., 7o. y 8o. del Reglamento
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para la Tramitación de los Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes Comunales.
Segundo. Se considera en la comunidad de referencia de acuerdo con los trabajos realizados,
los cuales se han descrito, que existen 51 comuneros capacitados que cumplen con lo
dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley de Reforma Agraria ...’, los cuales son: (fs. 522
a 523, tomo I). 1. Fortino Gutiérrez Ramírez. 2. Luis Sánchez Galván. 3. Agustín González
López. 4. José Antonio Rodríguez Arellano. 5. Celedonio Díaz Barrera. 6. Barrera Martínez.
7. Julián Barrera Martínez. 8. Efrén Barrera Martínez. 9. Ernesto Nicolás Vargas. 10. Jesús
Cruz Valdez. 11. Trinidad Reyes Gorgolla. 12. Catalino Corte Vázquez. 13. Aniceto Valle
Dorado. 14. Daniel León Ponciano. 15. Silvano Capetillo Salazar. 16. Humberto Sosa Cruz.
17. Mateo Ruiz Olivares. 18. Guadalupe García Mireles. 19. Vicente Gómez Olvera. 20.
Guadalupe Ramírez Núñez. 21. Ranulfo Justo Remigio. 22. Ambrocio Reséndiz Flores. 23.
Mariano Olvera Martínez. 24. Florentino Uribe Maldonado. 25. Jesús Arias Márquez. 26.
Felipe Vilchis Miranda. 27. Julio Martínez Hernández. 28. Anselmo Pérez Bolaños. 29.
Antonio Pineda. 30. Francisco Mateos Manjarres. 31. Pedro Cruz Trejo. 32. Salvador Ruiz
Esqueda. 33. Rafael Rodríguez Mireles. 34. José Pueblito Silva Alcoya. 35. Manuel Herrera
Ramírez. 36. Heladio Salinas Herrera. 37. Abraham Cureño Tejeda. 38. Marciano Arvizu
Fuentes. 39. Eleuterio Arvizu Martínez. 40. Eliceo Pastrana Villareal. 41. Gabriel González
Contreras. 42. Esquivel Padilla. 43. Martín Guadalupe Tovar. 44. Evaristo Huerta Galea. 45.
Tomás Martínez Gómez. 46. Pedro Ramírez González. 47. Aníbal Juárez Cartin. 48. Lara
Figueroa. 49. Pedro Pérez Álvarez. 50. José Dolores Mendoza Duarte. 51. Francisco Chávez
Mandujano. 30. Acta de declaraciones de fecha ocho de mayo de mil novecientos setenta y
nueve en la que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz y José Rosas Sandi realizaron diversas
manifestaciones ante notario público (fs. 258 a 525, tomo I). 31. Convocatoria de clausura de
trabajos censales de fecha siete de enero de mil novecientos setenta y nueve para celebrarla el
catorce de ese mes y año, suscrita por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, documento en el que
no aparece la certificación de las autoridades municipales de que dicha convocatoria se fijó
en los lugares más visibles de la comunidad (fs. 532, tomo I). 32. Acta de clausura de trabajos
censales de fecha catorce de enero de mil novecientos setenta y nueve y anexos, en la que se
asentó que existe un total de 11,337 habitantes clasificados en: 2,047 jefes de familia, 1,632
jóvenes mayores de 16 años y 7,658 esposas, niños y jóvenes menores de dieciséis años (sic)
l preguntar a la asamblea si tenía, ésta manifestó que no tiene objeciones al censo, pidiendo
únicamente que se agilice el trámite del expediente además se acordó que por medio de
cédulas notificatorias, se fijó un plazo improrrogable de quince días a partir de esa fecha a fin
de que los vecinos de la comunidad que se consideran excluidos del censo, presenten las
pruebas y alegatos que a sus intereses convengan, con el objeto de estudiarlos y ponerlos a la
consideración de otra asamblea a que oportunamente se convoque. (fs. 531, tomo I). 33.
Convocatoria de nueve de febrero de mil novecientos setenta y ocho, en la que el ingeniero
Raúl Loya Alcaraz, convoca a los comuneros de Atizapán de Zaragoza para que estén
presentes el dieciséis de febrero de ese año para iniciar los trabajos técnicos e informativos de
bienes comunales (fs. 529 y 588, tomo I). 34. Acta de elección de representantes de la
comunidad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, para integrar la Junta Censal, de
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fecha dieciséis de febrero de mil novecientos setenta y ocho, en la que ante la presencia del
ingeniero Raúl Loya Alcaraz, representante de la Secretaría de la Reforma Agraria se
eligieron a José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza como representantes censales y acta de
instalación de la junta censal (fs. 533 y 534, tomo I). 35. Documental en copia simple de
firmas recabadas por el Censo General de la población comunal de Atizapán de Zaragoza
ordenada por la Secretaría de la Reforma Agraria con oficio 5002 de
echa dieciséis de febrero de mil novecientos setenta y ocho (fs. 535 a 1013, tomo I). 36.
Oficios de veintisiete de julio de mil novecientos ochenta y uno y dieciocho de noviembre de
mil novecientos ochenta, por el que el representante de la Dirección General de la Tenencia
de la Tierra y el subdirector de Quejas y Conciliación Agraria solicitan se les informe si
existe dictamen que acredite la autenticidad de los títulos presentados por la comunidad
solicitante (fs. 1026 a 1028). 37. Escrito presentado el veinticinco de agosto de mil
novecientos ochenta por el que los representantes de la comunidad de Atizapán de Zaragoza,
México, piden la intervención del presidente de la República en el procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales que solicitaron desde el siete de julio de mil
novecientos setenta y cuatro (fs. 1030 a 1033, tomo I). 38. Oficio de trece de septiembre de
mil novecientos ochenta y tres, por el que el delegado de la Reforma Agraria en el Estado de
México, remite diversa documentación a la Dirección de Bienes Comunales de la Secretaría
de la Reforma Agraria (fs. 1041 a 1042, tomo I). 39. Certificado de inafectabilidad número
16506, relativo al Rancho El Charro, fracciones 1 y 2 de la Ex Hacienda del Pedregal, y
26664 relativo a la Purísima Concepción o La Purísima (fs. 1074 y 1080, tomo I). 40.
Convocatoria de catorce de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, por la que el
ingeniero Raúl Loya Alcaraz convoca a los comuneros de Atizapán de Zaragoza para el
veintiuno de ese mes y año, para informarles acerca de los trabajos técnicos informativos de
bienes comunales para lo que se le comisionó (fs. 1093, tomo I). 41. Acta que se levanta el
veintiuno de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, relativo al levantamiento de
propiedad comunal en el poblado de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en la que se
acordó iniciar los trabajos técnicos e informativos complementarios del levantamiento
topográfico, el día veintiséis de ese mes y año, y firmas recabadas (fs. 1095 a 1101, tomo I).
42. Convocatoria de veinticinco de agosto de mil novecientos ochenta para la clausura de los
trabajos técnicos complementarios a celebrarse el treinta y uno del mes y año que nos ocupa
(fs.1102, tomo I). 43. Cálculo de orientación astronómica del poblado de Atizapán, Estado de
México, del ingeniero Raúl Loya A. de treinta de abril de mil novecientos ochenta (fs. 1141 a
1143, tomo I). 44. Oficio de treinta de junio de mil novecientos setenta y cinco, suscrito por
el registrador de la Propiedad de Tlalnepantla, México, dirigido al promotor de la Secretaría
de la Reforma Agraria, por el que informa la manera en que se ha vendido la Ex Hacienda del
‘Pedregal’, ubicada en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México (fs. 1172 a
1173), tomo I). 45. Solicitud de reconocimiento, titulación y deslinde de los bienes
comunales de la población de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, de fecha once de
mayo de mil novecientos setenta y cuatro, suscrita por lo menos por setenta y ocho personas,
según las firmas y huellas que aparecen (fs. 1216 y 1217, tomo I). 46. Dictámenes periciales
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
en materia de topografía suscritos por el ingeniero Rolando Barranco y Valencia, y perito
oficial designado para intervenir en el juicio de amparo 607/95-11, del índice del Juzgado
Cuarto de Distrito en el Estado de México, con residencia en Tlalnepantla, promovido por la
comunidad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en el que el primero opina que se
debe reponer el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, el
segundo no formula opinión y ambos peritos convienen en que la comunidad quejosa está en
posesión de 2,046-66-18 hectáreas ya excluidas, la Presa Madín y los fraccionamientos que
están dentro del área comunal (fs. 10 a 186 y 21(sic), tomo II). 47. Oficio 583195 de nueve
de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, signado por el director general de Bienes
Comunales mediante el cual comisionó de nueva cuenta al ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz,
para que realice los trabajos técnicos informativos complementarios en virtud de que los
realizados con anterioridad no señalan la superficie posible por confirmar (f. 1093, tomo I).
48. Informe rendido por el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz el fecha diecinueve de septiembre
de mil novecientos ochenta, en el que indicó que el catorce de noviembre de mil novecientos
setenta y siete, se convocó a asamblea general de comuneros para dar a conocer la comisión,
la cual se llevó a cabo el 21 de ese mes y año, se levantó el acta correspondiente, se acordara
y fijaron en los lugares más visibles las cédulas generales notificatorias, para los poseedores
de predios enclavados dentro de la superficie comunal, en la que se notifica que el día
veintiséis de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, se iniciaron los trabajos
topográficos que consistieron en el levantamiento de una poligonal principal y triángulos
(para determinar la superficie comunal utilizando un aparato marca Hatta Congo de 1 minuto
de aproximación, estadales de 4 mts., y cinta de acero de 50 mts., se realizó la orientación
astronómica de la línea 5-6 el día 30 de abril de 1980 el 25 de agosto de 1980; se giró
convocatoria para la clausura de los trabajos técnicos complementarios, clausurándose el 31
siguiente, habiendo levantado el acta de clausura y conformidad de la comunidad donde
aceptan que se confirme exclusivamente la superficie que se levantó, certificando dicho acto
la autoridad municipal donde manifiesta que es lo que la comunidad tiene en posesión y cuya
calidad de tierras es de agostadero cerril de mala calidad; haciendo la aclaración que no se
levantó actas de conformidad de linderos ya que los terrenos colindan con fraccionamientos
urbanos; por tanto, la conformidad es hecha por la autoridad municipal, donde se aceptó que
no existen problemas de linderos, se elaboraron de las carteras de campo a las planillas de
construcción, cierre angular, cálculos de rumbos, cálculos de direcciones, coordenadas,
productos y cálculos de superficie analítica; resultando una superficie de 2,075-86-16 has., y
que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 29-20-00 has., por lo que la superficie
de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 has., se calculó la orientación astronómica
dando un rumbo NW de 56°50' en la línea 5-6, elaborándose el plano informativo en papel
milimétrico debidamente detallado a escala 1:20000. 49. El veintidós de septiembre de mil
novecientos ochenta, el ingeniero Leonel Luna Payán rindió informe de la revisión técnica
encomendada de los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados por el
comisionado descrito en el punto que antecede, indicando que la superficie se encontró
correcta siendo de 2,046-66-18 has., la Presa Madín de 29-20-00 has.; para una superficie
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
total de 2,075-86- 18 has., opinando que se acepten los trabajos por encontrarse técnicamente
correctos. Adjuntó al informe, descripción limítrofe de los terrenos que pretende se le
confirme al poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México (fs. 1082 a 1087 y 1150 a 1151, tomo I). 50. Opinión emitida por el director del
Instituto Nacional Indigenista de la Secretaría de la Reforma Agraria, el trece de octubre de
mil novecientos ochenta, en el que señaló que debe reconocerse y titularse, a favor del
poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas aprobada en
revisión técnica (fs. 1274 y 1286, tomo I). 51. Copia de las publicaciones de treinta de
octubre de mil novecientos ochenta y veintiuno de septiembre de mil novecientos ochenta y
uno, de la solicitud de confirmación y titulación de bienes del poblado que nos ocupa en la
Gaceta del Gobierno del Estado de México y Diario Oficial de la Federación,
respectivamente (fs. 1233 a 1244, tomo I). 52. Copia simple del oficio 9721, de fecha once de
noviembre de mil novecientos ochenta, dictado por el delegado agrario de la Secretaría de la
Reforma Agraria, dirigido a la representante de la Dirección General de Tenencia de la Tierra
ante la Sala Estatal del Cuerpo Consultivo Agrario, por el cual fueron devueltos por el
delegado agrario los trabajos técnicos informativos efectuados por el ingeniero Raúl Loya
Alcaraz, a fin de que se revisara y modificara su informe ya que en los antecedentes que
existen en el archivo de esa delegación, se llegó al conocimiento de que dentro de la
superficie que tal profesionista señala como susceptible de confirmación y titulación se
localizan varias pequeñas propiedades, de las cuales tres de ellas cuentan con certificado de
inafectabilidad y que son: El Rancho El Charro, fracciones I y II de la Hacienda el Pedregal,
propiedad de Julián García Romero, con una superficie total de 396-00-00 hectáreas, el
predio ‘San Juan’, propiedad de Carmen Navas de Marchan, con una superficie de 605-00-00
hectáreas y de ‘La Purísima Concepción’ o la Purísima, propiedad de Ángeles Fernández, con
una superficie total de 194-15-00 hectáreas, propiedades que el comisionado omitió en su
informe; asimismo, fueron anexadas a dicho oficio, copia certificada de los decretos
presidenciales de inafectabilidad, de los certificados de inafectabilidad y de los planos de las
propiedades señaladas; lo anterior fue emitidos con el objeto de que la Delegación Agraria
procediera a emitir su opinión respectiva (fs. 1069 a 1070, tomo I). 53. Informe
complementario de fecha tres de diciembre de mil novecientos ochenta, signado por el
comisionado jefe de la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria,
ingeniero Raúl Loya Alcaraz, por el que concluyó que: los certificados de inafectabilidad
agrícola números 26664 y 16506, correspondientes a los predios ‘La Purísima Concepción o
La Purísima’ y predio ‘Rancho El Charro’, fracciones I y II de la Ex Hacienda del Pedregal,
propiedades de Ángel S. Fernández y Julián García Romero, respectivamente, no se pudieron
acoplar dentro de los terrenos que el suscrito levantó ya que éstos quedan fuera de la
comunidad, mientras que el certificado número 14562, correspondiente al predio ‘Rancho
San Juan’, propiedad de Carmen N. Marchan se hizo el acople dentro de los terrenos que la
comunidad reclama y que corresponde a una superficie de 345-20-00 has., ya que las 260-0000 has., faltantes corresponden al fraccionamiento Rancho Viejo y éste queda fuera de la
comunidad, tal como se asienta en el plano que se anexa, además, informó que la calidad de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
tierras que solicita el núcleo gestor, son terrenos de agostadero cerril, aun y cuando los
certificados son agrícolas (fs. 1066 a 1068, tomo I). 54. Opinión del delegado agrario de la
Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, dictada el dieciocho de diciembre
de mil novecientos ochenta, por el que opinó que se suspendiera el procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales instaurado a favor del poblado de Atizapán
de Zaragoza, en la subdirección de Bienes Comunales dependiente de la Dirección General
de la Tenencia de la Tierra, registrado bajo el número 276.1/3507 (725.2), por estarse en el
caso previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, y que se continuare el
procedimiento por vía de restitución por haber surgido conflicto por límites con uno o más
particulares respecto del bien comunal, en el cual se determine si los predios de los mismos
particulares son o no susceptibles de restitución y, por consecuencia, son o no materia de
reconocimiento y titulación de bienes comunales a favor del poblado de que se trata, o bien,
se deben seguir considerando como pequeñas propiedades, lo cual hizo saber a la mencionada
subdirección devolviendo el expediente. Para emitir dicha opinión tomó en cuenta que del
informe del comisionado se aprecia que la comunidad tiene en propiedad y posesión 2,04666-18 has., de terrenos áridos que vienes disfrutando como bien comunal, y del informe del
comisionado y de los antecedentes que existen en esa delegación, se advierte que en el
polígono que se señala como susceptible de reconocimiento y titulación, existen varias
pequeñas propiedades que los solicitantes pretenden que se incluyan o reconozcan como
parte de sus bienes comunales y alguna de ellas amparadas con sendos certificados de
inafectabilidad, por lo que se está en el caso de lo que al efecto dispone el artículo 366 de la
Ley Federal de Reforma Agraria
es decir, que debe suspenderse el procedimiento de reconocimiento de bienes comunales,
toda vez que ha surgido conflicto de límites con uno o más particulares, siendo el caso de que
la acción debe revertirse al procedimiento biinstancial de restitución, y no como en casos
análogos ha sucedidos, que las autoridades superiores, haciendo caso omiso del imperativo
señalado por el dispositivo legal invocado optan por reconocer y titular a favor del núcleo
solicitante la superficie presuntamente sin conflictos, para posteriormente cancelar los
certificados de inafectabilidad y enseguida tramitar expedientes de confirmación
complementaria, figura jurídica que no se contempla en ningún capítulo de la mencionada
Ley Federal de Reforma Agraria ...’ (fs. 1054 a 1065). 55. Publicaciones tanto en el periódico
‘La Prensa’ de dieciséis de julio de mil novecientos ochenta y uno, así como en el Diario
Oficial de la Federación de veintisiete de agosto, tres y diez de septiembre y dieciséis de
julio, (sic) de mil novecientos ochenta y uno, mediante las cuales se notificó a los presuntos
propietario de predios colindantes del poblado de Atizapán de Zaragoza, por ignorarse sus
domicilios, de conformidad con el artículo 315 del Código de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria en materia agraria; y dando cumplimiento al artículo 360 de la Ley
Federal de Reforma Agraria, se puso a la vista el expediente a fin de que rindieran las
pruebas y expusieran lo que a su interés conviniera ( fs. 1018 a 1020 y 1037 a 1040, tomo I).
56. Escritos signados por diversos propietarios en atención a las publicaciones señaladas en el
punto que antecede, entre ellos, Luis Méndez Cabrera, gerente de la sociedad ‘Club de Gol
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Vallescondido, S.A.’, a través del cual comparecieron al expediente agrario, exhibieron
probanzas y alegaron, solicitando que se excluyan del procedimiento de reconocimiento y
titulación de bienes comunales, la superficie de seiscientos cincuenta y seis mil seiscientos
sesenta y cuatro metros cuadrados, que le corresponden a dicha sociedad y que fueron
aportados por Francisco Rojas Pinedo, los cuales son una porción del terreno denominado
‘Rancho Viejo’ que perteneció a la Hacienda Sayavedra, Municipio de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México (fs. 1187 a 1205). 57. Informe de treinta de noviembre de mil novecientos
ochenta y dos, signado por el comisionado Antonio Martínez Manríquez, que en lo sustancial
expresa: (fs. 1043 a 1050) (se transcribe). 58. Oficio de descripción limítrofe de los terrenos
que pretende se le confirme el poblado ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo
nombre, Estado de México, en el que se aprecia: ‘Partiendo del vértice 58, punto trino entre
la colonia Adolfo López Mateos, propiedades de ‘La Colmena’, y los terrenos que se
describen, con rumbo SW y distancia de 14,680 metros, en línea recta y pasando por los
vértices 33,33 A ...’ (fs. 1088 a 1091). 59. Resolución que constituye el acto reclamado de
fecha dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada por la autoridad responsable
(fs. 452 a 517 tomo I). 60. Copia certificada de diversas actuaciones que obran en el
expediente 926/99, del índice del Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de México. 61.
Copia certificada de diversas actuaciones que obran en el expediente 70/2004 del índice del
Juzgado Cuarto ‘B’ de Distrito en el Estado de México. 62. Acta original de asamblea general
extraordinario de fecha (sic) de junio de dos mil siete. A las documentales relacionadas en
autos, de conformidad con los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, se les otorga pleno valor probatorio, y
que acreditan lo siguiente: 1. El once de mayo de mil novecientos setenta y cuatro, un grupo
de nativos del poblado denominado Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre,
Estado de México, solicitó al director general de Bienes Comunales de la Secretaría de la
Reforma Agraria, el reconocimiento y confirmación de los bienes comunales del poblado,
acompañando a su escrito copia de título primordial de la comunidad. 2. El catorce de
septiembre de mil novecientos setenta y cuatro, la profesora María Elena Bribiesca Sumano,
adscrita al Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, emitió dictamen paleográfico
concluyendo que los títulos aportados son auténticos. 3. El diecisiete de mayo de mil
novecientos setenta y nueve, el comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, quien realizó los
trabajos técnicos informativos, informó que se censó un total de 11,337 habitantes,
clasificados en 2,047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de 16 y 7,658 esposas, niños y
jóvenes menores de dieciséis años, lo cual se informó a la asamblea censal quien no presentó
objeciones. Se eligieron como representantes de bienes comunales a los señores José Rosas
Sandi y Antonio Ortiz Pedroza, como propietario y suplente, respectivamente, quienes
aceptaron desempeñarlo con lealtad y honestidad; se levantó el acta de elección de
representantes comunales, que fue por mayoría, y se recabaron las firmas respectivas. 4. El
veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve, el revisor Raúl Albert y Leonardo
Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de la Secretaría de la Reforma
Agraria, rindieron el informe del estudio de revisión censal de los trabajos efectuados por
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Raúl Loya Alcaraz, concluyendo que los trabajos se desarrollaron conforme a la Ley Federal
de Reforma Agraria y el Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales y que de acuerdo con los trabajos realizados
por el ingeniero Loya Alcaraz, existen 51 comuneros capacitados que cumplen con lo
dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria. 5. El diecinueve
de septiembre de mil novecientos ochenta, en nueva comisión el ingeniero J. Raúl Loya
Alcaraz, para realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, por no haberse
señalado con anterioridad la superficie posible por confirmar, informó que resultó una
superficie de 2,075-86-16 has., y que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 2920-00 has., por lo que la superficie de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 has, se
calculó la orientación astronómica dando un rumbo N 6°50' en la línea 5-6, elaborándose el
plano informativo en papel milimétrico, debidamente detallado a escala 1:20000. 6.
Terminados los trabajos anteriores, el treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta se
recabó el acta de clausura y conformidad con la comunidad de Atizapán de Zaragoza, en la
que manifiestan y aceptan que se conforme exclusivamente la superficie que se levantó,
certificando dicha acta la autoridad municipal. 7. El veintidós de septiembre de mil
novecientos ochenta, el ingeniero Leonel Luna Payán rindió informe de la revisión técnica
encomendada de los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados por el
comisionado ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, indicando que la superficie se encontró correcta
siendo de 2,046-66-18 has. y la Presa Madín de 29-20-00 has., para una superficie total de
2,075-86-18 has., opinando que se aceptan los trabajos por encontrase técnicamente
correctos. 8. El trece de octubre de mil novecientos ochenta, el director del Instituto Nacional
Indigenista de la Secretaría de la Reforma Agraria opinó que debe reconocerse y titularse, a
favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas aprobada
en revisión técnica. 9. Con fecha treinta de octubre de mil novecientos ochenta y veintiuno de
septiembre de mil novecientos ochenta y uno, se publicó la solicitud de confirmación y
titulación de bienes del poblado que nos ocupa en la Gaceta del Gobierno de Estado de
México y Diario Oficial de la Federación, respectivamente. 10. El tres de diciembre de mil
novecientos ochenta, el comisionado jefe de la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría
de la Reforma Agraria, ingeniero Raúl Loya Alcaraz rindió informe complementario, en
atención que la delegación agraria ordenó revisará su informe anterior, al encontrar en los
antecedentes del archivo de esa delegación, que dentro de la superficie que se señalaba de
confirmación y titulación se localizaban varias pequeñas propiedades; informe que concluyó
que con el certificado número 14562 correspondiente al predio ‘Rancho San Juan’, propiedad
de Carmen N. Marchan, se hizo el acople dentro de los terrenos que la comunidad reclama y
que corresponde a una superficie de 345-20-00 has., ya que las 260-00-00 has. faltantes
corresponde al fraccionamiento Rancho Viejo y éste queda fuera de la comunidad tal y como
se asienta en el plano que se anexa, además informó que la calidad de tierras que solicita el
núcleo gestor son terrenos de agostadero cerril, aun y cuando los certificados son agrícolas
(fs. 1072 a 1074, tomo I). 11. El dieciocho de diciembre de mil novecientos ochenta, el
delegado agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México, opinó que se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
suspendiera el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales instaurado
a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, en la subdirección de Bienes Comunales
dependiente de la Dirección General de la Tenencia de la Tierra, registrado bajo el número
276.1/3507 (725.2), por estarse en el caso previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, y que se continuare el procedimiento por la vía de restitución por haber
surgido conflicto por límites con uno o más particulares respecto del bien comunal. 12. Por
escrito de veintinueve de enero de mil novecientos ochenta y uno, los representantes de
bienes comunales expresaron al director general de Tenencia de la Tierra de la Secretaría de
la Reforma Agraria, su conformidad en el sentido de que; ‘si en el interior de los planos que
marcan los terrenos que nos están reconociendo como comunales se localiza alguna
superficie amparada por certificados de inafectabilidad, dicha
áreas sean marcadas en el plano para seguir la litis de acuerdos como sea conveniente para
ambas partes y que se puedan defender dichas partes en los términos jurídicos que sean de su
competencia’, lo que ratificaron en diverso escrito de treinta y uno de mayo de mil
novecientos ochenta y uno, y expresaron su conformidad de respetar dentro del plano que
marcan los terrenos que se están reconociendo como comunales, la propiedad denominada,
Rancho San Juan con una superficie de 345-02 has., amparada con un certificado de
inafectabilidad número 14562 de veinte de octubre de mil novecientos cuarenta y ocho, a fin
de que se resuelva el expediente lo más pronto posible. 13. A través de las distintas
publicaciones, tanto en el periódico La Prensa, así como en el Diario Oficial de la
Federación, se notificó a los presuntos propietarios de predios colindantes del poblado de
Atizapán de Zaragoza, por ignorarse sus domicilio, se puso a la vista el expediente a fin de
que rindieran las pruebas y expusieran lo que a u interés conviniera, habiendo comparecido,
entre otras, la sociedad ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, solicitando se excluyan del
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales la superficie de
seiscientos cincuenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro metros cuadrados, que le
corresponden a dicha sociedad, que fueron aportados por Francisco Rojas Pinedo, los cuales
con una porción del terreno denominado ‘Rancho Viejo’ que perteneció a la Hacienda de
Sayavedra, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. 14. Con fecha ocho de
diciembre de mil novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma
Agraria, ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres
Freyre, en vía de informe de los trabajos técnicos informativos complementarios en materia
de bienes comunales, indicaron que el plano del ingeniero Raúl Loya Alcaraz checa dentro de
la tolerancia requerida para estos trabajos, físicamente en el terreno de los hechos, y además
observamos y certificamos que el área que encierra el citado plano, se encuentra libre de
invasiones, ya que los fraccionamientos se encuentran fuera del área que se pretende
confirmar. Asimismo, se anota que esta superficie se compone de monte cerrial y que los
comuneros se encuentran disgregados en todo el área comunal; se anota que los comuneros y
autoridades agrarias están de acuerdos en que se les reconozca y titule esta superficie 2,07596-78 has. para ya no crear más problemas. 15. El treinta de noviembre de mil novecientos
ochenta y dos, el comisionado ingeniero Antonio Martínez Manríquez, a petición del
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delegado agrario en el Estado de México, a efecto de que verificara la posesión de los actos
de dominio realizados en la superficie propuesta para reconocimiento y titulación de bienes
comunales, en virtud de que el informe del comisionado de tres de diciembre de mil
novecientos ochenta, no determina el uso que dan a las tierras; asimismo, aclarar la situación
de los 51 sujetos a los que se les atribuyó la calidad de jornaleros y peones, rindió informe en
el que mencionó que la suma total de todas las pequeñas propiedades y los terrenos
comunales de Calacoaya, así como la Presa Madín, que se encuentran enclavadas dentro de la
superficie propuesta como bienes comunales de Atizapán de Zaragoza, es de 2,075-20-00
has., no existiendo actos de dominio por parte de los comuneros en esas hectáreas, salvo
pequeñas fracciones en los terrenos considerados como del pueblo de Cayacoala, y también
refirió que los 51 sujetos son los únicos que reúnen los requisitos del artículo 200 de la Ley
Federal de Reforma Agraria, ya que todas las demás personas cesadas desde el momento en
que fueron despojadas de sus terrenos comunales, cambiaron su ocupación en el campo de
jornaleros o peones. 16. Mediante escrito presentado en la Secretaría de la Reforma Agraria,
el veinticinco de noviembre de mil novecientos ochenta y tres, los representantes de la
comunidad quejosa manifiestan su inconformidad con los trabajos técnicos informativos
complementarios realizados por la Delegación Agraria, en informe 04929, del trece de
septiembre de mil novecientos ochenta y tres, y en el que se comisionó al ingeniero Antonio
Martínez Manríquez para la práctica de dichos trabajos, porque esa persona nunca fue al
poblado para verificar los actos de dominio y posesión de la comunidad, tampoco aparecen
en el expediente las actas de conformidad o de asamblea de la realización de dichos trabajos,
agregaron que los planos del informe incluye dentro del área que pretenden se les confirme,
fraccionamientos que están fuera, como consta en el informe de ocho de diciembre de mil
novecientos ochenta y uno de los ingenieros Ignacio Sánchez, Benjamín Jacinto y Diego
Torres, por las anomalías en los levantamiento topográficos, porque los puntos marcados
como R8 a R12 no están dentro de la colonia López Mateos como lo señala dicho
comisionado, al igual que la carretera Atizapán Villa del Carbón, e hicieron mención que en
caso de que dentro de la superficie solicitada hay pequeñas propiedades, que se les excluya
para que pueda su expediente continuar con el trámite. 17. El veintiséis de agosto de mil
novecientos ochenta y tres, el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado
de México, emitió opinión actualizada en la que dijo que no es procedente el reconocimiento
y la titulación de los bienes comunales de los terrenos solicitados por el poblado denominado
Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, por encontrarse el
presente caso, dentro de lo previsto por el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
lo que se advierte de los trabajos de Raúl Loya y Antonio Martínez Manríquez. 18. Ante la
inactividad de la autoridad agraria para continuar con el trámite de la solicitud de
confirmación y titulación de bienes comunales del poblado que nos ocupa, Bruno Velázquez
Guerrero y coagraviados, en representación sustituta del poblado comunal de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, mediante escrito de veinticuatro de agosto de mil novecientos
noventa, promovieron demanda de amparo ante el, en ese entonces, Juzgado Quinto de
Distrito en el Estado de México, con residencia en Tlalnepantla. Se admitió la demanda en
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auto de catorce de septiembre de ese año, se registró bajo el número 1070/90, y en la
audiencia constitucional se dictó resolución, que se engrosó el diecisiete de diciembre de mil
novecientos noventa y uno, otorgando el amparo a los peticionarios, para el efecto de que las
responsables continuaran con el procedimiento agrario en cuestión, lo pusieran en estado de
resolución, a fin de someterlo a la consideración del Presidente de la República para que dicte
la resolución definitiva; fallo que se declaró ejecutoriado en auto de diez de enero de mil
novecientos noventa y dos. 19. El veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y uno,
el Pleno del Cuerpo Consultivo Agrario emitió un dictamen negativo, en los términos
siguientes: ‘Primero. Es procedente la solicitud de reconocimiento y titulación de bienes
comunales presentada por vecinos del poblado denominado «Atizapán de Zaragoza»,
Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Segundo. Se niega la acción
intentada, en razón de que el poblado de que se trata no guarda de hecho o por derecho el
estado comunal. Tercero. Túrnese este dictamen, así como el expediente que le dio origen, al
Tribunal Superior Agrario para que de conformidad con las disposiciones contenidas en su
Ley Orgánica, resuelva en definitiva la presente acción agraria.’. Dicha resolución se apoyó
en las consideraciones que, en lo conducente, se transcriben: ‘Este Cuerpo Consultivo
Agrario es competente para conocer del presente procedimiento atento a lo establecido por el
artículo 362 de la Ley Federal de Reforma Agraria, aplicable según lo dispuesto en el artículo
tercero transitorio del decreto que reformó el artículo 27 de nuestra Carta Magna, publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 6 de enero de 1992, en relación con el artículo tercero
transitorio de la Ley Agraria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de febrero
del año antes citado. II. De los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados
en el año de 1982, por el personal de la Delegación Agraria en el Estado de México, se llegó
al conocimiento que la superficie de 2,075-86-18 has., planificadas en principio como
terrenos comunales del pueblo de Atizapán de Zaragoza, de éstas 1,794-60-00 has.
corresponden a los predios Rancho San Juan, Rancho Viejo y Rancho El Charro, los cuales se
encuentran amparados con certificados de inafectabilidad agrícola expedidos por esta
secretaría con plena vigencia.’. 20. Mediante auto de doce de febrero de mil novecientos
noventa y dos, el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito en Naucalpan de Juárez,
Estado de México, tuvo por recibido el oficio 579 de dieciocho de noviembre de ese año, por
el que se le remitió el expediente 276.1/3507, relativo al reconocimiento y titulación de
bienes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Estado de México
TUA/10o.DTO./277/92. 21. El dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y dos, el
director de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, opinó negar la acción
de reconocimiento y titulación de bienes comunales al pueblo de Atizapán de Zaragoza,
Municipio de su nombre, Estado de México, por haberse comprobado que éste no tiene
tierras con las características establecidas en el artículo 267 de la Ley Federal de Reforma
Agraria, según los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados en el año de
mil novecientos ochenta y dos, por el ingeniero Antonio Martínez Manríquez. 22. Con fecha
quince de octubre de mil novecientos noventa tres dictó sentencia, cuyos puntos resolutivos
expresan: ‘Primero. Ha procedido la vía agraria intentada por los vecinos del poblado de
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Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la que la parte
actora no acreditó la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes
comunales; en consecuencia, ... Segundo. Se declara improcedente la solicitud de
reconocimiento y titulación de bienes comunales que promovió el citado poblado de Atizapán
de Zaragoza, remítase copia autorizada de la presente resolución al Registro Agrario
Nacional para su conocimiento y registro en términos del artículo 152 de la Ley Agraria.’. El
fallo anterior, se publicó en la Gaceta del Gobierno del Estado de México el veintiuno de
diciembre de mil novecientos noventa y tres. 23. Por escrito de dieciocho de febrero de mil
novecientos noventa y cuatro, Javier Rosas Núñez, en su carácter de presidente propietario de
la comunidad denominada Atizapán de Zaragoza, Estado de México, promovió demanda de
amparo directo en contra del fallo descrito en el punto que antecede, correspondiendo
conocer de la demanda al Segundo Tribunal Colegiado Penal y Administrativo del Segundo
Circuito en Toluca, quien integró el expediente en revisión 76/97, y en sesión plenaria de
veintiséis de octubre de mil novecientos noventa y cinco, se declaró legalmente incompetente
para seguir conociendo del asunto, estimando competente al Juez de Distrito en el Estado de
México con residencia en Naucalpan de Juárez. Tocó por razón de turno conocer de la
demanda al, en ese entonces, Juez Quinto de Distrito con residencia en Tlalnepantla, Estado
de México, quien lo registró bajo el número de expediente 607/95, y el veintisiete de febrero
de mil novecientos noventa y siete, dictó sentencia en la que negó a la comunidad
peticionaria la protección constitucional que solicitó. 25 (sic). En cumplimiento a la
ejecutoria de mérito, el tribunal responsable, con fecha dos de abril de mil novecientos
noventa y ocho, dictó la resolución que constituye el acto reclamado en este juicio de amparo,
cuyos puntos resolutivos expresan: ‘Primero. Ha procedido la vía agraria intentada por los
vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México, en la que se acreditó la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de
bienes comunales, en los términos de la parte considerativa de la sentencia, en consecuencia.
Segundo. Se reconoce y titula la calidad del bien comunal al citado núcleo de población, la
superficie de 1,672-44-18 hectáreas (mil seiscientas setenta y dos hectáreas, cuarenta y cuatro
áreas y dieciocho centiáreas) de tierras de agostadero cerril de mala calidad, cuyos rumbos y
colindancias se describen en el punto número V del resultando segundo, debiéndose restar en
la ejecución de esta sentencia y de dicha descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00
hectáreas mencionadas en el considerando quinto; superficie que se reconoce y titula para la
explotación colectiva de cincuenta y un personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en
el mismo considerando quinto de esta resolución. Tercero. Los terrenos comunales que se
confirman son inalienables, imprescriptibles e inembargables y para garantizar la posesión y
disfrute de los mismos, por parte de la comunidad a que pertenecen, quedan sujetos a las
limitaciones y modalidades establecidas por la legislación agraria. Cuarto. Las pequeñas
propiedades particulares que pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos
comunales que se confirman, quedan excluidas de esta titulación si reúnen los requisitos
establecidos por
a legislación agraria a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. Quinto.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Remítase copia autorizada de la presente resolución al Registro Agrario Nacional para su
conocimiento y registro en los términos de la fracción I del artículo 152 de la Ley Agraria,
previo pago de los derecho correspondientes por el interesado...’. La citada sentencia se basó
en las siguientes consideraciones: ‘En consecuencia, toda vez que la comunidad que nos
ocupa se encuentra en posesión de terrenos comunales en un polígono que comprende una
superficie de 1,672-44-18 hectáreas de tierras de agostadero cerril de mala calidad, requisito
indispensable señalado por los artículos 267 y 359, inciso c) de la Ley Federal de Reforma
Agraria, pues ejercen (actos posesorios sobre las tierras citadas, y por lo que existe un vínculo
jurídico entre el núcleo de población y bienes que le pertenecen, en virtud de esa posesión
tradicional adquirida desde tiempo inmemorial y que los interesados que promovieron en este
asunto acreditan sus propiedades, pero no se llega a la convicción de que las mismas se
ubiquen dentro de los terrenos en mención; por tanto, procede reconocer y titular como
bienes comunales, en favor de los solicitantes, dicha superficie de terreno, en la que ya se
encuentra restada la superficie de 374-22-00 hectáreas, de las cuales 345-02-00 hectáreas
están amparadas con el certificado de inafectabilidad número 14562, y 29-20-00 hectáreas
corresponden a la Presa ‘Madín’, toda vez que, incluso, los representantes comunales de
dicha comunidad, por escrito de fecha treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y
uno, ratificaron su escrito de veintinueve de enero de ese mismo año, en el que manifiestan su
conformidad de respetar la propiedad debidamente localizada, denominada ‘Rancho San
Juan’, con una superficie de 345-02-00 hectáreas, amparadas con el certificado de
inafectabilidad de referencia expedido el veinte de octubre de mil novecientos cuarenta y
ocho (fojas 69 del legajo I y 147 del legajo II); superficie de tierra que deberá ser restada a su
vez a la descripción limítrofe transcrita en el punto V del resultando segundo de esta
sentencia, la cual se levantó respecto al polígono general original, el cual arrojó una
superficie de 2,046.66-18 hectáreas, debiendo de señalar, con fundamento en el artículo 16 de
Reglamento para la Tramitación de Expedientes de Confirmación y Titulación de Bienes
comunales, que los propietarios o poseedores de pequeñas propiedades incluidas dentro del
perímetro de los terrenos comunales que se confirman, tendrán derecho a pedir el
reconocimiento de sus propiedades.’ (foja 452 a 518). Esta última resolución constituye el
acto reclamado en este juicio de amparo. Ahora bien, previo al análisis de los conceptos de
violación vertidos en la especie, se debe precisar lo siguiente: la parte quejosa es la
comunidad agraria del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre,
Estado de México, misma que reclama del Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de México, la resolución
pronunciada el día dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, en el expediente del juicio
agrario número TUA/10o.DTO./277/92, relativo a la solicitud de reconocimiento y titulación
de bienes comunales promovido por la propia comunidad, dictada en cumplimiento a la
ejecutoria pronunciada por el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo
Circuito el veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete, dentro del amparo en
revisión 76/97, relativo al juicio de amparo indirecto 607/95 del índice del entonces Juzgado
Quinto de Distrito en Tlalnepantla, Estado de México. El procedimiento agrario del que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
emana la resolución que reclaman los quejosos, se sustanció bajo el amparo de la Ley Federal
de Reforma Agraria y el Reglamento para la Tramitación de Expediente de Confirmación y
Titulación de Bienes Comunales, actualmente derogadas por la Ley Agraria vigente. En
consecuencia, el examen del asunto se hará bajo lineamientos de los ordenamientos agrarios
en cita, en lo que no contravengan a la Ley Agraria vigente, creada mediante decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de enero de mil novecientos noventa y
dos. Lo anterior se sustenta en los artículos transitorios del cuerpo legal último citado,
siguientes: ‘Artículo primero. La presente ley entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación.’. ‘Artículo segundo. Se deroga la Ley
Federal de Reforma Agraria, la Ley General de Crédito Rural, la Ley de Terrenos Baldíos,
Nacionales y Demasías y la Ley del Seguro Agropecuario y de Vida Campesina, así como
todas las disposiciones que se opongan a las previstas en la presente ley.’. En tanto no se
expidan las disposiciones correspondientes, continuarán aplicándose, en lo que no se oponga
a esta ley, las disposiciones reglamentarias y administrativas vigentes a la fecha de entrada en
vigor de la presente ley.’. ‘Artículo tercero. La Ley Federal de Reforma Agraria que se
deroga se seguirá aplicando respecto de los asuntos que actualmente se encuentran en trámite
en materia de ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros
de población y restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales.’. Por tanto, el
procedimiento agrario que nos ocupa debía seguir el orden que a continuación se expresa,
conforme a las disposiciones legales aplicables de la Ley Federal de Reforma Agraria: ‘Art.
356.’ (se transcribe). ‘Art. 357.’ (se transcribe). ‘Art. 358.’ (se transcribe). ‘Art. 359.’ (se
transcribe). ‘Art. 360.’ (se transcribe). ‘Art. 361.’ (se transcribe). ‘Art. 362.’ (se transcribe).
‘Art. 363.’ (se transcribe). ‘Art. 364.’ (se transcribe). ‘Art. 366.’ (se transcribe). Del
Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de Confirmación de Bienes Comunales:
‘Art. Tercero.’ (se transcribe). ‘Art. Cuarto.’ (se transcribe). ‘Art. Quinto.’ (se transcribe).
‘Art. Sexto.’ (se transcribe). ‘Art. Séptimo.’ (se transcribe). ‘Art. Octavo.’ (se transcribe).
‘Art. Noveno.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo primero.’ (se
transcribe). ‘Art. Décimo segundo.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo Tercero.’ (se transcribe).
‘Art. Décimo Cuarto.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo Quinto.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo
Sexto.‘ (se transcribe). ‘Art. Décimo Séptimo.’ (se transcribe). ‘Art. Décimo Octavo.‘ (se
transcribe). ‘Art. Décimo Noveno.’ (se transcribe). Artículos transitorios del reglamento en
cita: ‘Art. 1o.‘ (se transcribe). ‘Art. 2o.’ (se transcribe). ‘Art. 3o.‘ (se transcribe). Elementos
para iniciar el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales: a) La
existencia de una solicitud a petición de los representantes de la comunidad interesada, o de
por lo menos veinte comuneros, en la cual se pida el inicio del procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales; o bien que la Delegación Agraria lo inicie
de oficio. b) Que exista una superficie que no preste conflicto de linderos. c) Que los terrenos
reclamados se encuentren en posesión de los comuneros, pudiendo acreditar su posesión,
demostrando poseerlos a título de dueño, de buena fe, en forma pacífica, continua y pública.
d) Que se acompañen a la solicitud los títulos o pruebas que funden su derecho, o bien, los
documentos que comprueben que se trata de una comunidad. e) Señalar en la misma los
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
nombres de dos representantes, propietario y suplente, que habiendo sido electos por mayoría
de votos, gestionarán el trámite del expediente. Fases del procedimiento de confirmación y
titulación de bienes comunales: 1) Una vez recibida, la Delegación Agraria enviará de
inmediato copia de la solicitud o del acuerdo a la Secretaría de la Reforma Agraria y, en el
plazo de diez días, se debe publicar la solicitud o el acuerdo en el Diario Oficial de la
Federación y en el periódico oficial de la entidad donde se encuentren los bienes que señalan
la comunidad, además, se le notificara al presidente municipal que corresponda, para que
también dé publicidad, tanto en la cabecera municipal, como en las delegaciones o
subdivisiones municipales donde se encuentre o colinden los terrenos en cuestión. 2) La
Delegación Agraria comisionará personal para que se traslade al pueblo o lugar donde
radiquen los comuneros, con intervención de los solicitantes, y oyendo los puntos de vista de
las autoridades municipales, citará por lo menos con ocho días de anticipación, a una junta de
todos los miembros de la comunidad para los siguientes efectos: a) Designar a dos
representantes para el levantamiento del censo general de habitantes; y, b) Recabar la
información directa de parte de los comuneros respecto a los títulos de sus terrenos y las
superficies, calidad y ubicación de los que correspondan, tanto a la comunidad en general
como a los vecinos en particular. 3) Una vez llevado a cabo lo anterior, se procederá a
realizar los siguientes trabajos: 1. Levantar el censo general de población comunera, el cual
deberá contener el nombre, edad, domicilio y ocupación de cada uno de los miembros de la
comunidad. Una vez levantado el censo, se convoca a todos los jefes de familia y a los
mayores de dieciséis años que no la tengan, a una junta en que se dará a conocer con todo
detalle el resultado del censo, fijando un plazo de quince días para que los vecinos que se
consideren excluidos hagan valer sus derechos para figurar en el censo, así como para que
dentro de dicho plazo, se presenten todas las pruebas y alegatos que se estimen convenientes.
Si hay reclamaciones, se somete a la decisión de una nueva asamblea, y si en ésta no se logra
su conformidad, el representante agrario anotará el número de personas que reconozcan o
nieguen el carácter de comunero a determinados vecinos y las razones que esgrime en pro o
en contra, anexando en el acta correspondiente las pruebas que cada una de las partes
presenten para probar su dicho. En caso de que transcurra el plazo, y no haya reclamaciones,
el censo se considerará como definitivo. 2. Elegir al representante comunal, propietario y
suplente, votando únicamente las personas cuyo derecho de comuneros no haya sido
objetado. 3. Formular el plano correspondiente en el que se localice la propiedad comunal
sobre la que se alegue tener derechos, con título o sin él, pudiendo incluso realizar los
trabajos topográficos e informativos indispensables para precisar la propiedad comunal,
debiendo notificar los mismos a los colindantes para que señalen si están conformes.
Además, el plano deberá localizar las porciones de tierra que pertenezcan a particulares y no
comuneros, señalando lo siguiente: superficie, calidad, uso a que se destinan, si las explota
directamente el propietario o no, el título u origen, señalando en especial si antiguamente
formó parte de los terrenos comunales y si la comunidad acepta y respeta esa adjudicación
individual. Para esto, el representante agrario debe estar acompañado de los representantes
comunales del poblado, de la autoridad municipal, así como de alguna otra persona que se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
juzgue conveniente invitar a la diligencia por el conocimiento que tenga de la región,
procediendo a hacer la localización de los linderos de acuerdo con los títulos y planos que se
presenten; a falta de éstos, conforme al señalamiento que de los mismos hagan los
representantes de la comunidad, debiendo en todo caso invitarse a la práctica de esta
diligencia, con la debida anticipación, a todos los colindantes que señalen los representantes.
Una vez hecho lo anterior se levantara un acta en la cual se anotarán los incidentes que
resulten. En caso de que alguno de los colindantes no concurra a la diligencia, se les citará
dándoles un plazo improrrogable de ocho días, a efectos de que manifiesten si están
conformes o no con los linderos señalados por la comunidad solicitante. 4. Verificar en el
campo los datos que demuestren la posesión y demás actos de dominio realizados dentro de
la superficie que se titulan. En caso de que se presenten títulos, emitir dictamen paleográfico
en el que conste su autenticidad. 4) Se ponen a la vista de los interesados, en un plazo de
treinta días, los trabajos señalados anteriormente, para que expongan lo que a sus derechos
convenga. 5) Integrado el expediente, el delegado agrario enviará el expediente con un
resumen del caso y su opinión a la Secretaría de la Reforma Agraria. 6) Si durante la
tramitación del expediente de reconocimiento y titulación de bienes comunales surgen
conflictos por límites respecto del bien comunal, ya fueren con un particular o un núcleo
ejidal o comunal, la secretaría deberá continuar el trámite del expediente respectivo de los
terrenos que no presenten conflictos, e iniciará por la vía de restitución, si aquel fuere con
lgún particular, o en la vía de conflicto por límites, si éstos fueren con un núcleo de población
ejidal o propietario de bienes comunales, de los terrenos cuyos límites se encuentren en
conflicto. 7) La Secretaría de la Reforma Agraria enviará el expediente al Cuerpo Consultivo
Agrario, quien emitirá un dictamen del proyecto de resolución, sobre la procedencia de la
confirmación y de los problemas relacionados con el censo definitivo, y se recabará la
opinión del Instituto Nacional Indigenista. 8) El proyecto de resolución de reconocimiento y
titulación de bienes comunales se someterá a consideración del presidente de la República. 9)
El presidente de la República dictará su resolución, que se inscribirá en el Registro Agrario
Nacional y en el Registro Público de la Propiedad de la entidad correspondiente. 10) En caso
de que la resolución sea confirmatoria, deberá señalar lo siguiente: •El censo de quienes
constituyen la comunidad. •La superficie, calidad y localización de los terrenos poseídos en
común que se confirman. •Los terrenos o parcelas poseídas individualmente por los
comuneros; y •Las superficies que, por corresponder a propietarios particulares ajenos a la
comunidad, no deben quedar incluidas en la confirmación, sin que la resolución deba
contener disposiciones en virtud de las cuales, en términos generales y sin hacer referencia
concreta a predios y personas, se reconozcan o deje a salvo derechos de posibles propietarios
o poseedores particulares, sino que únicamente deberán establecer en los puntos resolutivos,
uno de los siguientes señalamientos: ‘I. Las pequeñas propiedades particulares que pudieren
encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirma, quedarán excluidas
de esa titulación si reúnen los requisitos establecidos por los artículos 66 y 306 del Código
Agrario vigente, a cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. II. Todas las
superficies de propiedad particular que quedaran incluidas dentro del perímetro de los
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
terrenos que se confirman, no serán materia de confirmación en el presente caso.’. Se debe
expresar que los terrenos comunales confirmados son inalienables, imprescriptibles e
inembargables, los cuales quedan sujetos a las limitaciones y modalidades establecidas por el
Código Agrario para los terrenos ejidales. 11) La ejecución de las resoluciones de
confirmación y titulación de bienes comunales se hará en forma análoga a la de las
resoluciones restitutorias, haciéndose el deslinde general y el de las porciones individuales,
expidiéndose con relación a las de comuneros reconocidos, el título correspondiente.
Acciones derivadas de la confirmación de la sentencia de reconocimiento y titulación de
bienes comunales: Acción para propietarios y poseedores de pequeñas propiedades en el
terreno de bienes comunales. Los particulares deberán iniciar el procedimiento que señalan
los artículos 9 y 13 del Reglamento de la Reforma Agraria, es decir, la investigación de la
Delegación Agraria, la revisión de la Dirección de Tierras y Aguas, y la opinión del Cuerpo
Consultivo Agrario. Acción para la comunidad beneficiada por el reconocimiento y titulación
de bienes comunales. Cuando existan terrenos considerados como pertenecientes a la
comunidad o se encuentran propiedades particulares, bien sea de comuneros o de personas no
reconocidas como tales, con extensiones mayores de cincuenta hectáreas, se tramitará la
correspondiente restitución si así lo solicitan los interesados. Ahora bien, una vez precisado el
trámite del procedimiento de confirmación y titulación de bienes comunales, se procede al
análisis de los conceptos de violación vertidos por la comunidad quejosa, los cuales en
términos de la fracción III del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, se suplen en su
deficiencia. Por razón de técnica se procede a estudiar el concepto de violación marcado con
el número 2), consistente en que un grupo de sesenta comuneros más fueron excluidos de las
listas de la resolución reclamada, a pesar de aparecer en los trabajos censales de primero de
agosto de mil novecientos setenta y siete, debido a que en el desarrollo del informe respecto a
los trabajos censales se presentaron muchas anomalías, habiéndose suspendido, sin que
existan actas de conformidad de las actas censales porque nunca se llevaron a cabo. El
concepto de violación referido es ineficaz, pues la circunstancia de que no aparezcan los
nombres de algunos campesinos en las listas de la resolución reclamada, como comuneros
legalmente capacitados, no se afectan derechos agrarios colectivos ni mucho menos de la
comunidad quejosa, sino únicamente los derechos individuales de aquellos a quienes no les
fue reconocido dicho carácter. Esto es así, pues la exclusión, no modifica la superficie que se
reconoce y confirma a la comunidad agraria, ni vulnera algún derecho colectivo de la misma,
sino que eventualmente se afectan los derechos que pudiesen tener aquellos que no formaron
parte de los considerados como legalmente capacitados y, por tanto, al tratarse de un derecho
individual, deben defenderlo de manera personal y directa y no a través de los representantes
de la comunidad. Apoya a la anterior consideración las siguientes tesis, emitidas por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos datos de localización, rubro y texto son los
siguientes: ‘AGRARIO. CENSO, DESCONOCIMIENTO DEL CARÁCTER DE
COMUNEROS POR EXCLUSIÓN EN EL. AFECTA DERECHOS INDIVIDUALES, NO
COLECTIVOS.’ (se transcribe texto y datos de localización). ‘AGRARIO. CENSO DE
CAPACITADOS. OMISIÓN DE ALGUNOS CAMPESINOS EN EL MISMO. AFECTA
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
INTERESES INDIVIDUALES SOLAMENTE.’ (se transcribe texto y datos de localización).
En atención a lo anterior, al haber promovido el juicio de garantías Javier Rosas Núñez y José
Luis Rosas Núñez, en su carácter de presidente propietario y presidente suplente de la
comunidad agraria denominada ’Atizapán de Zaragoza‘, Municipio del mismo nombre en el
Estado de México, y no así por aquellos que fueron excluidos como legalmente capacitados
en los términos de los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria, no es
atendible el concepto de violación que se hace valer. Por lo que hace a los conceptos de
violación marcados con los números 1), 3) y 4), se estudian en conjunto: En el presente
asunto se advierten violaciones al procedimiento de confirmación y titulación de bienes
comunales en el expediente 277/92 donde se dictó la resolución de dos de abril de mil
novecientos noventa y ocho reclamada, tanto por las autoridades agrarias, que en un principio
se encargaron de integran el expediente en cuestión, como violaciones por parte del Tribunal
Unitario Agrario responsable al emitir la sentencia impugnada. Como bien lo afirma la
comunidad quejosa, el Tribunal Unitario responsable, al dictar la sentencia ahora reclamada,
incurre en las siguientes apreciaciones incorrectas: 1. La descripción limítrofe de los terrenos
comunales que hace en el resultando segundo, fracción V, párrafo segundo, al señalar que los
límites de los terrenos comunales son: vértice R8 con rumbo general SW ... y para cerrar la
poligonal principal cita se llega al vértice R8, el cual es punto trino entre la colonia Adolfo
López Mateos, propiedad de La Colmena y los terrenos comunales y punto donde dio
principio la descripción, siendo que ello es totalmente incorrecto porque de las carteras de
campo y la planilla de construcción o el cuadro de construcción se ve claramente que deben
ser las correctas: ‘partiendo del punto 58 con rumbo general SW... y para concluir: se llega al
vértice 58 el cual es punto trino, lo cual se comprueba con la descripción limítrofe de los
terrenos que pretende se le confirme el poblado de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del
mismo nombre, Estado de México, en la que se aprecia: ‘Partiendo del vértice 58, punto trino
entre la colonia Adolfo López Mateos, propiedades de La Colmena, y los terrenos que se
describen, con rumbo SW y distancia de 1,680 metros en línea recta y pasando por los
vértices 33,33 A, ...’, que obra a foja 1088, tomo I de estos autos y los datos del comisionado
en las carteras de campo que obra en fojas 27, tomo I. 2. No valora correctamente las
documentales que obran en el juicio de origen entre las que se encuentran los trabajos
técnicos y los trabajos técnicos informativos complementarios, así como los diversos
informes de revisión, tanto a los primeros como a los segundos, de los que se desprende que
existen las siguientes contradicciones: En cuanto a la superficie susceptible de reconocer y
titular a la comunidad hoy quejosa. Existen diferencias en cuanto a que si dentro de dicha
superficie se encuentran o no enclavadas pequeñas propiedades y/o fraccionamientos. 3. La
sentencia reclamada, también resulta incongruente en el resolutivo segundo, donde señala que
se reconoce y titula como bien comunal, a la comunidad aquí quejosa, la superficie de 1,67244-18 hectáreas de tierras de agostadero de mala calidad, cuyos rubros y colindancias se
describen en el punto número V del resultando segundo, debiéndose restar en la ejecución de
este sentencia y de dicha descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00 hectáreas
mencionadas en el considerando quinto, superficie que se reconoce y titula para la
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explotación colectiva de cincuenta y un personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en
el mismo considerando quinto de esta resolución; cuando efectivamente si al ejecutar, el
comisionado resta a la superficie titulada que es de 1,672-44-18 hectáreas, nuevamente 37422-00 hectáreas, entregará una superficie menor a la otorgada, lo cual es violatorio de
garantías que, como ya se dijo, la descripción limítrofe señalada es incorrecta. 4. Dentro de la
sustanciación del expediente agrario que nos ocupa, no se advierten conflictos de límites, sea
con algún poblado o algún particular, de tal manera que se haya suspendido el procedimiento
en los que refiera al conflicto, o bien continuado únicamente por aquellos terrenos que no
presenten conflictos, ello no obstante la opinión del delegado de la Secretaría de la Reforma
Agraria, en el Estado de México, en el que refiere que sería conveniente suspender el
procedimiento de titulación y proseguirlo como reconocimiento según el artículo 366 de la
Ley Agraria vigente en esa época. Lo anterior, el Tribunal Unitario responsable, al emitir la
resolución que se reclama omite considerar, tomando en cuenta el escrito de veintinueve de
enero de mil novecientos ochenta y uno, ratificado por diverso de treinta y uno de mayo de
ese año, en el que la comunidad quejosa expresó su consentimiento de respetar la propiedad
denominada rancho ‘San Juan’; sin embargo, es pertinente señalar que a pesar de tal escrito,
la manifestación externada por la comunidad quejosa debe entenderse en el sentido de que se
excluyeran del procedimiento y se marcaran en el plano las pequeñas propiedades que
llegaren a existir en la superficie, para que se realizara el trámite correspondiente; lo cual, sin
lugar a dudas debe interpretarse como proseguir el procedimiento o juicio respectivo que se
señala en el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria que ya se transcribió con
anterioridad. Pero ello de ninguna manera debe tomarse como que renuncian a su derecho a
promover la restitución o el conflicto de límites que proceda; máxime que el numeral en cita
obliga a la autoridad agraria que tramita el expediente de reconocimiento y titulación de
bienes a proseguir dichos procedimientos como en el que nos ocupa, cuando se presentan
conflictos por límites con particulares u otras entidades ejidales o comunales. Por tanto, si en
el caso que nos ocupa se advierte que tanto en el procedimiento de integración del expediente
de reconocimiento y titulación de bienes comunales iniciado desde el año de mil novecientos
setenta y cuatro, se cometieron diversas anomalías que dejaron sin defensa a la comunidad
solicitante, hoy quejosos, mismas que fueron la base para dictar la resolución que se reclama,
de fecha dos de abril de mil novecientos noventa y ocho por el Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito, con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de México, la cual también
contiene las imprecisiones destacadas, es claro que lo procedente es conceder el amparo y
protección de la Justicia Federal para que la autoridad responsable ordenadora, en términos
de lo dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, restituya a la comunidad quejosa en el
goce de las garantías violadas, esto es, para que deje sin efectos la resolución reclamada y, en
reposición del procedimiento, designe a un perito en la materia que puede ser un ingeniero
topógrafo comisionado por alguna o algunas de las dependencias agrarias correspondientes, a
fin de que aclare las contradicciones que existen en los diversos trabajos técnicos y
administrativos, tanto de campo como de gabinete, así como las revisiones a éstos, realizados
dentro del procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales que nos ocupa,
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primordialmente encaminados a: a) Precisar con puntualidad topográfica, la superficie que
real y efectivamente corresponda al núcleo comunal quejoso, dilucidando las diferencias
advertidas en esta sentencia. b) Verificar y determinar, con trabajos precisos de campo, cuál
es la superficie que real y efectivamente se encuentra en posesión de la comunidad quejosa,
debiendo señalar la fuente y los elementos en los que sustenta su apreciación y conclusión; lo
anterior de conformidad con lo dispuesto por el artículo 359 de la Ley Federal de Reforma
Agraria. c) Determine si en la superficie cuya confirmación y titulación se solicita, existen
áreas poseídas por terceras personas, ya sean pequeñas propiedades con o sin certificado de
inafectabilidad, bienes comunales pertenecientes o poseídos por terceras personas,
fraccionamientos u otras de diverso destino y pertenencia, debiendo señalar las superficies y
delimitaciones correspondientes. d) Asimismo, determine si los terrenos comunales del
poblado de Calacoaya, los de la Presa Madín, así como los que ampara el certificado de
inafectabilidad número 14562, se encuentran dentro o fuera de la superficie cuya
confirmación se pide, debiendo señalar, en su caso, cuál es el área que se encuentra dentro de
la citada superficie. e) Como consecuencia de los resultados de los trabajos y precisiones
referidos en los incisos anteriores, precise la superficie que es factible legalmente confirmar y
titular, por encontrarse en plena posesión del núcleo quejoso sin controversia alguna. Una vez
hecho lo anterior, la citada responsable emita con plenitud de jurisdicción la resolución que
en derechos proceda, en relación con la acción de reconocimiento y titulación de bienes
comunales intentada por la comunidad quejosa. Por lo antes expuesto y fundado, con apoyo,
además, en los artículos 75, 76, 77, 78, 79, 80, 155, 192 y 193 de la Ley de Amparo, se
resuelve: PRIMERO. Se sobresee en el presente juicio de garantías, en términos del
considerando tercero. SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a la comunidad
agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, consistente en la resolución de dos de
abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada en el expediente agrario
TUA/10o.DTO./277/92 y los actos de ejecución atribuidos a las autoridades responsables
precisadas en el considerando cuarto. Notifíquese; por lista a la parte quejosa y a los terceros
perjudicados, y por oficio a las autoridades responsables."
109. En contra de la sentencia arriba transcrita se interpusieron recursos de revisión por las
partes siguientes:
I. Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, en carácter de tercero perjudicado.
II. Celedonio Díaz Barrera, en su carácter de comunero de Atizapán, que es la comunidad
quejosa, quien además se ostenta como representante propietario comunal de dicha
comunidad agraria (Atizapán de Zaragoza, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México).
III. "Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", por
conducto de su apoderado Miguel O. Salia Hernández.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
IV. José de Jesús Yáñez Hernández, en su carácter de tercero perjudicado.
V. Alfonso Humberto Guerra de Luna, en su carácter de tercero perjudicado.
VI. "Valle de Paz, Sociedad Anónima de Capital Variable", en su carácter de tercera
perjudicada.
110. Los recursos anteriores fueron enviados al Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa en donde se formó el toca del recurso de revisión 545/2007, y en sesión de
cuatro (4) de septiembre de dos mil nueve (2009), se dictó sentencia en la que, por mayoría
de votos, se ordenó revocar la sentencia recurrida y ordenar la reposición del procedimiento
por advertirse, durante la substanciación del juicio, violaciones que afectaron a las partes del
juicio y trascendieron al resultado de la sentencia para los efectos del artículo 91, fracción IV
de la Ley de Amparo, el texto de dicha sentencia, en sus partes relevantes, es el siguiente:
"PRIMERO. Este tribunal ... es competente ... SEGUNDO. No serán reproducidos la
sentencia y los agravios expresados por los recurrentes, porque de conformidad con lo
dispuesto en la fracción IV del artículo 91 de la Ley de Amparo, los Tribunales Colegiados,
al conocer de la revisión, de oficio deberán reponer el procedimiento si advierten la falta de
acreditamiento de la personalidad de los promoventes del juicio ... tal como lo ordena la
jurisprudencia P./J. 43/96 ... ‘PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE
PRONUNCIARSE SOBRE ELLA CUANDO PROVEE ACERCA DE LA DEMANDA Y,
SI NO ESTÁ ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE DE CONFORMIDAD
CON EL ARTÍCULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL
TRIBUNAL REVISOR ORDENARÁ LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO.’ (se
transcribe el texto de esta jurisprudencia). Sobre esa base, la personalidad en el amparo
constituye un presupuesto procesal de análisis oficioso, que de no acreditarse provoca que se
reponga el juicio de amparo conforme a lo dispuesto en la fracción IV del artículo 91 de la
Ley de Amparo, que dice lo siguiente: (se transcribe dicho fundamento legal). En materia
agraria, la Ley de Amparo contiene disposiciones especiales para tener por acreditada la
personalidad que están contenidas en el libro segundo de la Ley de Amparo, que en los
artículos 213, 214 y 215, disponen: (se transcriben los artículos mencionados). Los preceptos
transcritos se refieren a las personas que tienen la representación legal para interponer un
juicio de amparo en nombre de un núcleo de población agrario, la forma de acreditarlo, así
como a la obligación del Juez de prevenir a los interesados para que acrediten su
personalidad, sin perjuicio de que solicite a las autoridades las constancias necesarias para
tenerla por demostrada. En la especie, la Jueza de Distrito, aunque solicitó diversas
constancias y realizó requerimientos a las autoridades agrarias respecto de la personalidad de
los promoventes de amparo, no tuvo a la vista los autos originales del procedimiento agrario
de reconocimiento y titulación de bienes comunales, de los que se apreciara, en original o
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
copia certificada, la constancia relativa a la personalidad de los promoventes de amparo, lo
que por su trascendencia en el amparo que se resuelve ocasiona una violación a las reglas que
norman el procedimiento, que genera su reposición. Para una mejor comprensión se tiene en
cuenta lo siguiente: El acto reclamado en el presente juicio de amparo es la resolución de
fecha dos de abril del año de mil novecientos noventa y ocho, que se dictó en el juicio agrario
TUA/10o.DTO./277/92, que reconoció y tituló bienes comunales a favor de la comunidad
agraria de Atizapán de Zaragoza. La acción de reconocimiento y titulación de bienes
comunales se rige por el artículo 356 de la Ley Federal de Reforma Agraria, vigente el once
de mayo de mil novecientos setenta y cuatro, cuando dio inicio la citada acción agraria,
legislación que resulta aplicable conforme al artículo tercero transitorio de la vigente Ley
Agraria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el veintiséis de febrero de mil
novecientos noventa y dos, que dispuso que la derogada Ley Federal de Reforma Agraria, se
seguiría aplicando respecto de los asuntos que se encontraban en trámite en materia de
ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población y
restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales. El numeral 356 en cita,
disponía: ‘Artículo 356. La Delegación Agraria de oficio o a petición de parte, iniciará los
procedimientos para reconocer o titular los derechos relativos a bienes comunales sobre la
superficie que no presente conflictos de linderos, cuando los terrenos reclamados se
encuentren en posesión de los comuneros de la entidad de su jurisdicción.’. El procedimiento
agrario de referencia trata sobre el reconocimiento y titulación de una superficie de tierras
que la comunidad agraria manifiesta, ha poseído en relación con terrenos que no presentan
conflictos posesorios. Respecto de la representación agraria, para este procedimiento destaca
lo dispuesto en la fracción III del artículo 213 de la Ley de Amparo, que dispone que la
representación legal para interponer el juicio de amparo, en nombre de un núcleo de
población, tratándose del reconocimiento y titulación de bienes comunales, recae en quienes
la tengan en los términos de la Ley Federal de Reforma Agraria. El párrafo primero del
numeral tercero transitorio de la vigente Ley Agraria, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el veintiséis de febrero de mil novecientos noventa y dos, dispuso: ‘Artículo
Tercero. La Ley Federal de Reforma Agraria que se deroga se seguirá aplicando respecto de
los asuntos que actualmente se encuentran en trámite en materia de ampliación o dotación de
tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros de población y restitución,
reconocimiento y titulación de bienes comunales. ...’. En esos términos, para examinar la
representación legal de un núcleo de población, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
213, fracción III, de la Ley de Amparo, en relación con el artículo tercero transitorio de la
Ley Agraria, en materia de una solicitud de reconocimiento y titulación de bienes comunales,
se debe acudir a lo que establecían el numeral 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria, en
relación con el artículo octavo del Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, que señalaban: ‘Artículo 358 La solicitud
será presentada ante el delegado agrario y deberá acompañarse de los títulos o pruebas en que
funden su derecho y a falta de éstos los documentos que comprueben que se trata de una
comunidad, señalando en la misma los nombres de dos representantes, propietario y suplente,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
que habiendo sido electos por mayoría de votos, gestionarán el trámite del expediente.’.
‘Artículo Octavo. Levantando el censo general, se procederá a la elección de representante
comunal, propietario y suplente, teniendo únicamente voto en dicha designación los
individuos cuyos derechos como comuneros no hayan sido objetados.’. De las disposiciones
en cita se sigue que conforme a la Ley Federal de Reforma Agraria, tratándose del
reconocimiento y titulación de bienes comunales, la representación para gestionar el trámite
del expediente recae en el representante comunal, propietario o suplente, electos por mayoría
de votos de los individuos cuyos derechos como comuneros no hubieran sido objetados.
Ahora bien, el juicio de amparo 331/1999 del que deriva este toca, fue promovido por Javier
Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, como presidente propietario y presidente suplente,
respectivamente, de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Sin
embargo, en la totalidad de los autos no existe documento alguno, en el juicio de amparo, en
constancia original o certificada, del que se desprenda que los promoventes del amparo
hubieran sido electos como representantes comunales, propietario y suplente, o bien, alguna
otra de la que se desprenda que las autoridades agrarias les hayan reconocido ese carácter a
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez. Lo que da lugar a que se reponga el
procedimiento, para que sea recabada la constancia respectiva. No pasa inadvertido que a
fojas 33, 57 y 129 del tomo I del juicio de amparo, sólo consta una copia fotostática simple
del ‘Acta de elección de representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre en el Estado de México’, de fecha veintinueve de marzo de mil
novecientos ochenta y uno, de la que se desprende que los promoventes del amparo fueron
electos como ‘representantes comunales’, propietario y suplente; acta de asamblea que señala
que estando reunidos: ‘... los CC. Ing. J. Raúl Loya Alcaraz, representante de la Subdirección
de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, en el Estado de México, así
como la mayoría de los comuneros registrados en el censo básico de la población comunal ...
para llevar a cabo la elección de los representantes comunales del poblado mencionado.
Comprobada la asistencia de la mayoría de los comuneros se declaró instalada la asamblea
general ... que consiste únicamente en llevar la elección de sus representantes comunales, ya
que el Sr. José Rosas Sandi, que fungía como representante propietario falleció en días
anteriores. Acto seguido, la asamblea propuso como candidato único al Sr. Javier Rosas
Núñez, y sometida a la consideración de la propia asamblea fue aprobado por absoluta
mayoría. En seguida los comuneros propusieron candidatos para elegir al representante
comunal suplente ... la asamblea votó eligiendo por mayoría al C. José Luis Rosas Núñez, en
sustitución del C. Antonio Ortis (sic) Pedroza, quedando la representación comunal en la
siguiente forma: 1. Representante comunal propietario, Javier Rosas Núñez. 2. Representante
comunal suplente, José Luis Rosas Núñez. Con lo anterior se dio por terminado el acto que
firman para constancia en esta acta ...’ (rúbricas). En el frente y reverso aparece un sello que
dice: ‘Secretaría de la Reforma Agraria. Dirección General de Asuntos Jurídicos.’. Al reverso
del mismo documento, dos certificaciones que dicen: ‘El que suscribe Macario Yáñez
Valdovinos, secretario del H. Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en
uso de las facultades que le confiere la fracción V del artículo 73 de la Ley Orgánica
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Municipal. Certifica: Que con fecha 30 de marzo del año en curso, tuvimos a la vista el acta
levantada en asamblea de fecha 29 de marzo de 1981. Sufragio efectivo, no reelección. Lic.
Macario Yáñez Valdovinos. Secretario del Ayuntamiento.’. ‘El Lic. Carlos Horacio Cancino
Rojas, encargado de la Subdirección Jurídico Contenciosa de la Dirección General de
Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma Agraria. Certifica: Que la copia fotostática
que antecede, concuerda fielmente con el documento que obra en el expediente respectivo; y
se expide en __ (ilegible) fojas, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a 6 abril 1981
(rúbrica).’. Sin embargo, como se dijo, esta constancia sólo se encuentra agregada en copia
simple, lo q
e genera incertidumbre respecto de la personalidad que tienen los dos representantes
comunales, propietario y suplente, designados para tramitar el expediente agrario relativo. Si
bien, el Juez Tercero de Distrito en el Estado de México, al tramitar el amparo 331/1999-IV
del que deriva este toca, solicitó las constancias de todo lo actuado en el juicio agrario natural
TUA/10o.DTO./277/92 cuyos autos originales no le fueron remitidos, porque se habían
enviado para ser anexados al diverso juicio de amparo 180/99, radicado ante el Juzgado
Segundo de Distrito en el Estado de México, y aun cuando de dicho juzgado fueron remitidas
en copia certificada diversas actuaciones, entre ellas no se encuentra la constancia relativa a
la personalidad de los promoventes de amparo. Así es, mediante oficio 5228, de quince de
noviembre de mil novecientos noventa y nueve, el Juez Segundo de Distrito en el Estado de
México, residente en Naucalpan, Estado de México, remitió en ochocientos treinta y siete
fojas, copia certificada de diversas constancias del juicio agrario natural que en original
constaban en el amparo 180/99 del índice de aquel juzgado; copias que aparecen anexadas de
las fojas 452 a 1286 del tomo I del juicio de amparo, del que deriva este toca; empero, no fue
remitida la relativa a la personalidad de los promoventes de amparo y la juzgadora de Distrito
no advirtió dicha omisión, pues a través del acuerdo de veintinueve de noviembre de mil
novecientos noventa y nueve (tomo I foja 1287 del juicio de amparo) el Juez Tercero de
Distrito en el Estado de México, sólo tuvo por recibidas las copias certificadas de que se
trata, sin que insistiera en solicitar las referidas a la personalidad de los promoventes de
amparo, o bien, tampoco insistió en la posibilidad de que le fueran remitidos los autos
originales del juicio agrario natural, lo que deberá subsanar a efecto de tener por demostrada
la legitimación de los promoventes de amparo. Asimismo, en el frente y vuelta del referido
documento, se advierte que la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la
Reforma Agraria, asentó un sello en la citada acta de elección de veintinueve de marzo de mil
novecientos ochenta y uno, pero, de autos se observa que la juzgadora no requirió a dicha
dirección para que informara sobre la recepción de ese documento e hiciera remisión del
mismo, en original o copia certificada, para que constara en autos del juicio de amparo. En
cuanto a las dos certificaciones que aparecen al reverso de la comentada acta de elección de
representantes comunales, de las constancias que integran el juicio de amparo se advierte que
la Jueza no requirió al secretario del Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, Estado de
México, ni al encargado de la Subdirección Jurídico Contenciosa de la Dirección General de
Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma Agraria, para que informaran sobre la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
recepción e hicieran remisión de dicho documento, en original o copia certificada; pues el
funcionario del Ayuntamiento certificó que tuvo a la vista el acta de elección, mientras que el
subdirector de la dependencia en cita señaló que la fotocopia certificada concordaba
fielmente ‘con el documento que obra en el expediente respectivo’; por lo que, a efecto de
agotar las diligencias relativas, la Jueza deberá proceder a solicitar el envío de la constancia
correspondiente. Ahora bien, de otros medios probatorios no es posible advertir que ante las
autoridades agrarias les haya sido reconocida la personalidad de representantes de bienes
comunales a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez. Sobre ese particular, cabe
destacar que en la foja 1437 del tomo II del juicio de amparo está agregado un escrito de los
promoventes en cita, en donde refieren que se les practicó, por parte de la autoridad agraria
un emplazamiento, empero, la constancia del citado emplazamiento tampoco consta en autos
del juicio de amparo. En efecto, del escrito que se comenta, de fecha veinticuatro de
noviembre de mil novecientos ochenta y tres, se observa que los Rosas Núñez manifestaron
ante el subdirector de Tenencia de la Tierra, Área de Bienes Comunales, de la Secretaría de la
Reforma Agraria, lo siguiente: ‘Los suscritos representantes de bienes comunales del poblado
que se anota al rubro, con la debida atención y respeto, comparecemos ante usted a través de
este escrito, en atención al oficio de emplazamiento No. 605692 del 10 de noviembre del año
en curso, y de acuerdo al artículo 360 de la Ley Federal de Reforma Agraria en vigor.
Habiendo revisado el expediente de nuestro poblado, queremos manifestarle nuestra
inconformidad respecto a los trabajos técnicos informativos complementarios realizados por
la Delegación Agraria en el informe No. 04929 del 13 de septiembre de 1983, y en el que se
comisionó al ingeniero Antonio Martínez Manríquez para la práctica de dichos trabajos, Sr.
licenciado, dicho ingeniero en ningún momento se presentó en nuestro poblado ...’. Del
citado escrito se advierte que Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, afirmaron ante la
autoridad agraria que habían sido ‘emplazados’ mediante el oficio 605692 de diez de
noviembre de mil novecientos ochenta y tres. Sin embargo, no está en autos la constancia de
emplazamiento de referencia de la que pudiera tenerse por demostrado que la autoridad
agraria, en el procedimiento de origen les reconoció tal carácter a los promoventes de
amparo. Por tanto, lo procedente es ordenar la reposición del procedimiento del juicio de
amparo, para el efecto de que la Jueza de Distrito proceda a recabar las constancias
fehacientes relativas a la personalidad de los promoventes de amparo. Cabe considerar que
inicialmente la solicitud de reconocimiento y titulación de bienes comunales, de once de
mayo de mil novecientos setenta y cuatro, fue formulada por un grupo de comuneros (foja
1218 del tomo I del juicio de amparo), que señalaron a José Rosas Sandi como su
mandatario, y que el catorce de enero de mil novecientos setenta y nueve, se levantó el acta
de elección de representantes comunales, lo que aconteció una vez que fueron clausurados los
trabajos censales, en donde diversas personas que acudieron a la clausura, cuyas firmas
aparecen en tres columnas por cada hoja, visibles de las fojas 577 a 609 del tomo I del juicio
de amparo, eligieron como sus representantes comunales, propietario y suplente,
respectivamente, a José Rosas Sandi y Antonio Ortis (sic) Pedrosa (sic), por lo que, si con
posterioridad a esta fecha se designó a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, como
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
representantes propietario y suplente, según se advierte de la foja treinta y tres del tomo I en
donde consta copia fotostática del ‘Acta de elección de representantes comunales del poblado
de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre en el Estado de México’, de fecha
veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, este cambio de representantes
ocurrió durante la tramitación del procedimiento agrario, sin que de autos se advierta copia
certificada de lo relativo. No es inadvertido que al juicio de amparo 331/1999-IV
comparecieron diversas personas que afirmaron tener la representación de la comunidad
quejosa; sin embargo, ninguno de los promoventes demostró esa circunstancia. Asimismo,
que ante la multiplicidad de presuntas representaciones de la comunidad quejosa, la Jueza
Federal procedió a investigar ante las autoridades agrarias en qué personas o grupo recaía la
representación de la quejosa, sin que existiera registrada representación alguna, lo que
condujo a la entonces juzgadora a considerar que debería subsistir la personalidad de Javier
Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, como representantes propietario y suplente,
respectivamente, de la comunidad agraria denominada de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio
de Atizapán, Estado de México. En efecto, se tiene en cuenta que por escrito presentado el
seis de septiembre de dos mil cinco (foja 7028 del tomo VII del juicio de amparo), Aristeo
Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez, comparecieron al juicio de garantías,
exhibiendo acta protocolizada ante el notario público 126 del Estado de México, de la
asamblea general de comuneros de la comunidad quejosa, que se celebró el catorce de agosto
de dos mil cinco, en donde se resolvió revocar a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas
Núñez, como presidente propietario y presidente suplente, respectivamente, de la comunidad
agraria denominada de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán, Estado de México, y
nombrar a los promoventes en lugar de estos últimos. Por auto de siete de septiembre de dos
mil cinco (foja 7112 del tomo VII del juicio de amparo), la Jueza de Distrito acordó revocar
la personalidad de los originales promoventes de amparo, y en su lugar tuvo como
representantes a Aristeo Manuel Salgado Luengas y Natalia Rangel Ramírez. Por proveído de
diecinueve de enero de dos mil seis ordenó regularizar el procedimiento, para el efecto de
dejar insubsistente el auto de siete de septiembre de dos mil cinco, reservando el acuerdo
correspondiente (foja 7181 tomo VII de autos). Por auto de seis de abril de dos mil seis,
determinó girar oficios al jefe del Registro Agrario Nacional y al delegado estatal del Estado
de México, para que remitieran en copias certificadas legibles las convocatorias y el acta de
asamblea conducentes en la que se advirtiera a quién corresponde la representación legal de
la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México (foja 7342 del tomo VII de
autos). En veintisiete de abril y veintiséis de junio, ambos de dos mil seis, el delegado estatal
del Registro Agrario Nacional, informó que consultados que fueron los archivos de la citada
dependencia no encontró antecedente alguno de inscripción del acta general de asamblea
general de comuneros relativa a la elección de órganos de representación de la comunidad
quejosa, y que no existe constitución legal de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza,
por lo cual, no cuenta con inscripción ni documental de este poblado (fojas 7919 y 7997 del
tomo VII del juicio de amparo). Mediante auto de veintisiete de junio de dos mil seis, la
Jueza Federal requirió al secretario de la Reforma Agraria, para el efecto de que informara
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
sobre la representación de la comunidad agraria quejosa (foja 7998 del tomo VII del juicio de
garantías). En proveído de diez de julio de dos mil seis, se tuvo por desahogado el
requerimiento formulado al secretario de la Reforma Agraria, en el sentido de que no lleva
registros de nombramiento, representantes, comunidades o núcleos agrarios, por lo que está
imposibilitado para informar sobre lo solicitado (foja 8007 del tomo VII del juicio de
amparo). En diecinueve de julio de dos mil seis, el director general de Asuntos Jurídicos, en
ausencia del director en jefe del Registro Agrario Nacional, informó que no se encontró
antecedente alguno de los informes solicitados (foja 8011 del tomo VII del juicio de amparo).
Mediante escritos presentados los días diez de agosto y tres de noviembre de dos mil seis, la
señora Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro, exhibieron: en el primero, acta
protocolizada ante el notario público 126 del Estado de México, de la asamble
general de comuneros de la comunidad quejosa, que se celebró el veintidós de julio de dos
mil seis, en donde se resolvió aprobar la renuncia de Aristeo Manuel Salgado Luengas como
representante propietario, y reestructurar el comité ejecutivo comunal en donde quedó como
representante suplente Dolores Vargas Castro, y como representante propietaria Natalia
Rangel Ramírez; en el segundo escrito, exhibió la documental pública protocolizada ante el
mismo notario ya citado, en la cual consta la diversa asamblea general de comuneros de
veintiuno de octubre de dos mil seis, en donde se aprueba a sesenta comuneros que dijeron
ser los beneficiarios definitivos de la determinación de reconocimiento y titulación de bienes
comunales (fojas 8194 y 8314 del tomo VII del juicio de amparo). Por auto de veintitrés de
noviembre de dos mil seis, la Jueza del conocimiento determinó que la asamblea exhibida por
las promoventes en cita: no probó que reuniera los requisitos y formalidades previstos en los
artículos 23 a 26 de la Ley Agraria para celebrar las asambleas, no reunió el quórum
requerido, la lista de comuneros asistentes no correspondió a los comuneros reconocidos en
la sentencia agraria, no se demostró que la celebración de la asamblea contaba con el
consentimiento de los comuneros reconocidos o que estos últimos hubieran tenido
conocimiento de su celebración o que tuvieron derechos sobre los comuneros reconocidos;
por tales razones, determinó la Jueza de Distrito que Aristeo Manuel Salgado Luengas,
Natalia Rangel Ramírez y Dolores Vargas Castro, quien posteriormente fue nombrada como
suplente, carecían de legitimación para solicitar que se les reconociera la personalidad en el
juicio de amparo 331/1999-IV, por lo que ordenó que se continuara el trámite del amparo
teniéndose como representantes de la comunidad agraria a Javier Rosas Núñez y José Luis
Rosas Núñez, en su carácter de representantes propietario y suplente de la quejosa (fojas
8370 a 8396 del tomo VII del juicio de garantías). Inconformes con el anterior proveído, las
promoventes en cita interpusieron el diverso recurso de queja 98/2006, relacionado con las
quejas 99/2006 y 103/2006, resuelta por este Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, en sesión de uno de junio de dos mil siete (fojas 303 a
358 del tomo VIII del juicio de amparo), en donde determinó declarar infundado el recurso,
porque: ‘... las promoventes no se encuentran facultadas para representar a dicha comunidad
agraria, porque no han sido reconocidas como comuneros ... del análisis del auto recurrido se
desprende que la juzgadora federal no insistió en otorgar la representación de la comunidad
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
quejosa a Javier Rosas Núñez, puesto que, por una parte, no es su facultad sino de la
asamblea general de comuneros y, por la otra, el hecho de que a consideración de la Jueza de
Distrito haya resuelto continuar teniendo como representantes de la comunidad agraria
quejosa a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, derivó de que la asamblea de
comuneros de veintiuno de octubre del año dos mil seis, no cumplió con las formalidades que
establecen los artículos 23, 24, 25 y 26 de la Ley Agraria, para su celebración ... es facultad
de la asamblea general de comuneros decidir sobre el nombramiento y remoción de sus
representantes, cumpliendo con las formalidades establecidas en la ley de la materia. Máxime
que el juicio de amparo fue promovido tanto por Javier Rosas Núñez como por José (sic)
Rosas Núñez, en su carácter de representantes comunales, propietario y suplente,
respectivamente, electos en la asamblea de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta
y uno, como se acredita con la copia fotostática que obra a foja treinta y tres del tomo I del
juicio de amparo. ... entre las sesenta personas que integran la lista definitiva de comuneros,
según la asamblea de veintiuno de octubre del año dos mil seis, no se encuentran los
cincuenta y un comuneros que fueron reconocidos en la sentencia agraria, ni obra constancia
de que hayan sido notificados de la celebración de dicha asamblea ...’. Sobre estas
consideraciones, se sostuvo la representación de Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas
Núñez, como representantes propietario y suplente, respectivamente, de la comunidad agraria
denominada de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán, Estado de México. Por otro
lado, por escrito presentado el dieciséis de noviembre de dos mil cinco, comparecieron al
juicio de amparo el aquí recurrente Celedonio Díaz Barrera, conjuntamente con Eliseo
Pastrana Villareal, Gabriel González Contreras y Evaristo Huerta Govea, interponiendo
incidente de falta de personalidad de los representantes a que se refiere el párrafo anterior
para promover el juicio de garantías (fojas 7134 a 7141 del tomo VII del juicio de amparo).
Por escrito presentado el catorce de marzo de dos mil seis, compareció a juicio Martín
Roberto Mayén Mancilla, ostentándose como apoderado de la comunidad agraria quejosa,
exhibiendo la (sic) protocolo ante notario público treinta y uno del Estado de México del acta
de asamblea general extraordinaria celebrada el dieciséis de febrero de dos mil seis, en la que
señaló que estando presentes únicamente cuatro de los cincuenta y un comuneros reconocidos
en la sentencia reclamada, removieron a los promoventes de amparo como representantes de
la comunidad agraria y desconocieron a cualquier otra representación; asimismo, designaron
al comité particular Ejecutivo del poblado quejoso, designando como presidente a Eliseo
Pastrana Villareal, presidente suplente a Evaristo Huerta Govea, secretario a Martín Roberto
Mayen Mancilla, secretario suplente a Celedonio Díaz Barrera, vocal a Gabriel González
Contreras y vocal suplente a Federico Ballhausen Ruiz; acordó la asamblea otorgar un poder
general para pleitos y cobranzas y actos de administración al señor Martín Roberto Mayen
Mancilla, escrito que fue reservado de acuerdo por estar suspendido el procedimiento (fojas
7196 y 7230 del tomo VII del juicio de amparo). Por escrito presentado el uno de agosto de
dos mil seis, Martín Roberto Mayén Mancilla, quien se ostentó como apoderado de la
comunidad quejosa, promovió incidente de falta de personalidad de Javier Rosas Núñez y
José Luis Rosas Núñez, como representantes propietario y suplente, respectivamente, de la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Comunidad Agraria denominada de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán, Estado
de México, que se admitió a trámite por auto de tres de agosto de dos mil seis y resuelto el
diecisiete de octubre de dos mil seis, en el sentido de declararlo infundado porque el acta de
asamblea de dieciséis de febrero de dos mil seis no cumplió con las formalidades y requisitos
de validez que exige la Ley Agraria (fojas 8015, 8171 y 8342 a 8369 del tomo VII del juicio
de amparo). Inconforme y en contra de esta determinación el promovente interpuso el ya
comentado recurso de queja 99/2006, que fue confirmada por este órgano colegiado en los
términos anteriormente precisados. El veinte de junio de dos mil siete, se reanudó el
procedimiento del juicio de amparo 331/1999-IV teniendo a Javier Rosas Núñez y José Luis
Rosas Núñez, como representantes comunales propietario y suplente. Así las cosas, si no
consta en original o copia certificada el documento que acredite la personalidad de los
promoventes de amparo, o constancia fehaciente de la que se desprenda que ante las
autoridades agrarias les fue reconocido el carácter con el que se ostentaron Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez en el juicio de amparo, jurídicamente no puede tenerse la
certeza de que es a ellos a quienes les corresponde la representación de la comunidad agraria
quejosa denominada, ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre en el Estado de
México y, en consecuencia, si están legitimados para deducir la acción constitucional de
amparo en defensa de los intereses del poblado que dicen representan. Lo anterior, máxime
que a foja 1067 del tomo I del toca de amparo en que se actúa, aparece un escrito que fue
presentado ante la oficina de correspondencia común de los Tribunales Colegiados en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, el veintiocho de noviembre de dos mil ocho,
recibido en este Tribunal Colegiado el uno de diciembre de dos mil ocho, mediante el cual
Martín Roberto Mayén Mancilla, nuevamente promovió ante este órgano colegiado,
ostentándose como apoderado de la comunidad agraria de Atizapán, del Municipio de
Zaragoza, Estado de México, señalando que esa personalidad la demostraba con la copia
certificada del proveído de fecha treinta de octubre de dos mil ocho, dictado en el expediente
agrario 277/1992, en el cual el Magistrado del Tribunal Unitario Agrario, Distrito 10, con
residencia en Tlalnepantla, Estado de México, entre otras cosas, acordó: ‘Primero. Agréguese
a los autos el escrito de cuenta y anexos, signados por Martín Roberto Mayén Mancilla,
apoderado legal de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, en el cual informa la
designación del comité particular ejecutivo de la comunidad referida, integrado por Eliseo
Pastrana Villareal, Martín Roberto Mayén Mancilla, Gabriel González Contreras, Evaristo
Huerta Govea, Celedonio Díaz Barrera y Federico Ballhausen Ruiz, designados en asamblea
general extraordinaria de comuneros de primero de marzo del dos mil siete; acreditando su
personalidad con copia certificada del acta de asamblea de referencia, revocando a Javier y
José Luis ambos de apellidos Rosas Núñez, para todos los efectos legales conducentes.’
(fojas 1070 y 1071 del tomo I de este toca). Como se advierte, el auto antes inserto es de
fecha posterior al dictado de la sentencia recurrida de veintisiete de junio de dos mil siete,
engrosada el dieciocho de septiembre de dos mil siete, por lo que dicho proveído no pudo
tenerlo a la vista la juzgadora para resolver. No obstante, el contenido del acuerdo de treinta
de octubre de dos mil ocho pudiera tener incidencia para lo que la Jueza deba resolver a
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
efecto de establecer la legitimación, pues alude al acta de asamblea general extraordinaria de
comuneros de uno de marzo del dos mil siete, que no consta en los autos del juicio de amparo
ni en el toca de amparo en revisión que aquí se resuelve. Ciertamente, el promovente no
anexó el acta de asamblea de uno de marzo de dos mil siete, a pesar de que la conocía desde
antes de que fuera cerrada la instrucción en el juicio de amparo indirecto 331/1999-IV, siendo
que el veintisiete de junio de dos mil siete, se celebró la audiencia constitucional, pero no fue
exhibida el acta de referencia. Asimismo, con posterioridad al día uno de marzo de dos mil
siete, en autos del juicio de amparo consta anexado a foja 461 (cuatrocientos sesenta y uno)
del tomo VIII, un escrito firmado por Martín Roberto Mayén Mancilla, presentado ante el
juzgado del conocimiento el veinticinco de junio de dos mil siete, mediante el cual interpuso
un incidente de previo y especial pronunciamiento por remoción de los representantes de la
quejosa reconocidos en el juicio, solicitando que la personalidad le fuera reconocida de
acuerdo con el ‘... poder conferido en términos del mandato expreso y fundamentado, en lo
dispuesto por el artículo 23, fracción IV, de la Ley Agraria, aplicable por analogía a la
asamblea general extraordinaria de comuneros en segunda convocatoria de fecha dieciséis de
febrero del año 2006 ...’. De lo que se sigue que aun cuando para ese momento ya existía el
acta de asamblea general extraordinaria de comuneros celebrada el uno de marzo de dos mil
siete, tampoco fue exhibida por el promovente ante el juzgador de amparo el acta de uno de
marzo de dos mil siete. Por consiguiente, la Jueza Federal, a efecto de establecer la
legitimación deberá requerir al Tribunal Unitario Agrario señalado como responsable para
que manifieste a quién corresponde la actual representación de la comunidad agraria quejosa
en el procedimiento agrario y de ser el caso, sea remitida el acta de uno de marzo de dos mil
siete; asimismo, deberá requerir a Martín Roberto Mayén Mancilla, quien promovió
ostentándose como apoderado de la comunidad agraria de Atizapán, del Municipio de
Zaragoza, Estado de México, a efecto de que exhiba el acta de uno de marzo de dos mil siete.
Por tanto, se ordena la reposición del procedimiento en términos de lo que previene el
artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, para el efecto de que la Jueza Federal deje
insubsistente la audiencia constitucional y sentencia recurrida, por lo que, deberá: Requerir le
sean remitidos los autos originales del procedimiento agrario TUA/10o.DTO./277/92 o, en su
caso, copia certificada de todo lo actuado, en los que conste el ‘Acta de elección de
representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
nombre en el Estado de México’, de fecha veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta
y uno, relativa a la elección de Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez como
representantes comunales, propietario y suplente, de la comunidad quejosa; asimismo, de las
que se advierta si la autoridad agraria emplazó a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas
Núñez, mediante el oficio 605692 de diez de noviembre de mil novecientos ochenta y tres.
Requerir a la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma Agraria,
en cuanto a la recepción de la citada acta de elección de veintinueve de marzo de mil
novecientos ochenta y uno, para que informe sobre la recepción del documento a que se
refiere el párrafo anterior y, en su caso, haga remisión del mismo en original o copia
certificada, para que constara en autos del juicio de amparo. Requerir al secretario del
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y al encargado de la
Subdirección Jurídico Contenciosa de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la
Secretaría de la Reforma Agraria, para que informen sobre la recepción y hagan remisión del
acta de elección de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, en original o
copia certificada, pues el funcionario del Ayuntamiento certificó que tuvo a la vista el acta de
elección, mientras que el subdirector de la dependencia en cita señaló que la fotocopia
certificada concordaba fielmente ‘con el documento que obra en el expediente respectivo’.
Requerir al Tribunal Unitario Agrario señalado como responsable para que manifieste a quién
corresponde la actual representación de la comunidad agraria quejosa, en el procedimiento
agrario y, de ser el caso, sea remitida copia certificada u original del acta de uno de marzo de
dos mil siete. Requerir a Martín Roberto Mayén Mancilla, quien promovió ostentándose
como apoderado de la comunidad agraria de Atizapán, del Municipio de Zaragoza, Estado de
México, a efecto de que exhiba el original o copia certificada del acta de uno de marzo de dos
mil siete. Lo anterior sin perjuicio de recabar todas las pruebas necesarias a fin de determinar,
fehacientemente, a quiénes corresponde la representación de la comunidad quejosa y, seguido
el procedimiento legal, resuelva lo que en derecho proceda, incluyendo lo relativo a la
legitimación de los promoventes del amparo. Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. Se revoca la sentencia recurrida. SEGUNDO. Se ordena reponer el
procedimiento en el juicio de amparo. Así, lo resolvió el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, por mayoría de votos, de los Magistrados
Martha Llamile Ortiz Brena y Salvador González Baltierra, contra el voto del Magistrado
presidente Manuel de Jesús Rosales Suárez; fue ponente la primera de los nombrados."
111. El testimonio de la ejecutoria de revisión antes transcrita fue recibida en el Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de México, y consecuentemente se dictó el auto de seis (6)
de octubre de dos mil nueve (2009), en el que se ordenó requerir al Tribunal Unitario Agrario
del Décimo Distrito para que remitiera los autos originales del juicio agrario en donde se
dictó la sentencia, el expediente TUA/10o.DTO./277/92 o, en su caso, copia certificada de
todo lo actuado, con énfasis en que se enviara el acta de elección de representantes
comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, mediante la cual durante los trámites del
procedimiento administrativo agrario, se hubiere electo como representantes a Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez, para verificar si efectivamente ellos tenían legitimación para
promover en su momento la demanda de amparo, mismo requerimiento que se hizo a las
demás responsables del juicio y el mismo requerimiento se le hizo a quienes suscribieron la
demanda de amparo (ver fojas 1556 a 1561 vuelta del tomo VIII del juicio de amparo
331/1999).
112. Mediante oficio 676/09 presentado en el Juzgado Tercero de Distrito de Naucalpan, el
nueve (9) de diciembre de dos mil nueve (2009), el Magistrado del Tribunal Unitario Agrario
del Distrito Diez remitió el expediente que sirve de sustento a la sentencia reclamada, y que
debió acompañarse en su momento como justificación del informe, en veintitrés tomos (ver
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
foja 1786 del tomo VIII del juicio de amparo 331/1999).
113. Por auto de cuatro (4) de mayo de dos mil diez (2010), la Jueza Tercero de Distrito en el
Estado de México, con residencia en Naucalpan de Juárez, ordenó agregar al expediente la
comparecencia de Celedonio Díaz Barrera, mediante la cual ratificó el contenido de su escrito
registrado con el número de correspondencia "6431". La Jueza de Distrito tuvo por
presentado a Celedonio Díaz Barrera, ostentándose con el carácter de representante
propietario de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza, Estado de México,
personalidad que pretendió acreditar en términos del instrumento notarial número tres mil
cuatrocientos uno, volumen especial CI (101), de dos mil diez, pasado ante el notario público
número ochenta y dos, del Estado de México; así como con las siguientes documentales:
Constancia de vigencia de derechos de siete de abril de dos mil diez, expedida por el Registro
Agrario Nacional en el Estado de México, y acuse de recibo del escrito presentado ante el
delegado del referido registro agrario, el seis de abril de dos mil diez. Se tuvieron por
autorizados en términos amplios del artículo 27 de la Ley de Amparo, a las personas
señaladas para tal efecto. Asimismo, la Jueza de Distrito reservó hacer pronunciamiento
alguno en relación con la personalidad con la que se ostentó Celedonio Díaz Barrera, hasta en
tanto se dictara la sentencia en ese juicio.
114. Seguidos los trámites del juicio con posterioridad a la reposición del procedimiento
antes descrita, el treinta (30) de junio de dos mil diez (2010) se celebró la audiencia
constitucional del juicio y se dictó sentencia que fue pronunciada, ya no por el Juzgado
Tercero de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, sino por el Juzgado
Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la Segunda Región, con residencia en San Andrés
Cholula, Puebla, el veintisiete (27) de septiembre de dos mil diez (2010); dicha resolución es
la siguiente:
"PRIMERO. Este Juzgado Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la Segunda Región, con
residencia en San Andrés Cholula, Puebla, es competente ... SEGUNDO. De conformidad
con lo dispuesto por el artículo 77, fracción I, de la Ley Reglamentaria ... se procede a
realizar la fijación clara y precisa del acto reclamado... de modo que este Juzgado de Distrito
precisa que el acto reclamado lo constituye la sentencia de dos de abril de dos mil ocho,
dictada en el juicio agrario TUA/10o.DTO./277/92, relativo a la solicitud de reconocimiento
y titulación de bienes comunales promovida por un grupo de campesinos del poblado de
Atizapán de Zaragoza ... TERCERO. El representante estatal de la Secretaría de la Reforma
Agraria ... niega la existencia de los actos de ejecución que se le reclaman ... por lo que
procede sobreseer en el presente juicio de garantías, respecto de los actos señalados y
atribuidos a esta autoridad, con fundamento en el artículo 74, fracción IV, de la Ley de
Amparo ... CUARTO. El Magistrado del Tribunal Unitario Agrario ... así como el director
general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Reforma Agraria por sí y en
representación de las autoridades responsables, secretario de la Reforma Agraria,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
subsecretario de la Propiedad Rural, director general de Ordenamiento de la Propiedad Rural
... aceptaron la existencia de los actos que se les atribuyen. Por su parte, la representante
regional "Pacífico Centro" de la Secretaría de la Reforma Agraria ... al rendir su informe
justificado, indica que los actos de ejecución que le reclama la comunidad peticionaria del
amparo no son definitivos, por lo que solicita se sobresea el juicio; de manera que por ello
deben tenerse por cierto dichos actos ... QUINTO. Las causales de improcedencia son de
orden público y estudio preferente, las invoquen o no las partes, previamente al estudio de la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, las que deben analizarse de
acuerdo con lo establecido por el último párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo. Sirve
de apoyo la jurisprudencia II.1o. J/5, del Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo VII, mayo de 1991, Octava
Época, página 95, cuyo tenor es: ‘IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO DE
AMPARO. Las causales de improcedencia del juicio de amparo, por ser de orden público
deben estudiarse previamente, lo aleguen o no las partes, cualquiera que sea la instancia.’. En
el caso, el tribunal responsable estima improcedente el juicio de garantías al actualizarse la
causal de improcedencia prevista en la fracción II del artículo 73 de la Ley de Amparo, pues
el acto reclamado deriva de una resolución emitida por el Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, en el toca de revisión 76/97, pronunciada el veintisiete
de noviembre de mil novecientos noventa y siete; aseveración que apoya en las tesis de
rubros: ‘DESECHAMIENTO DE DEMANDA DE GARANTÍAS, IMPROCEDENTE
CUANDO SE IMPUGNAN EN ELLA ACTOS QUE DERIVAN DE OTROS JUICIOS DE
AMPARO.’ y la diversa ‘ACTOS DERIVADOS DE OTROS JUICIO DE GARANTÍAS. ES
IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO CONTRA LOS.’. Lo anterior carece de
sustento legal, porque la descrita resolución del órgano colegiado, tuvo origen en el recurso
de revisión interpuesto por Javier Rosas Núñez, representante de la comunidad denominada
Atizapán de Zaragoza, Estado de México, quien resolvió revocar el fallo impugnado del Juez
Cuarto de Distrito en el Estado de México con residencia en Tlalnepantla, en el juicio de
amparo 607/95; otorgando el amparo y protección de la Justicia Federal al poblado comunal,
para el efecto de que el tribunal agrario responsable dejara insubsistente la sentencia
reclamada y dictara otra en la que se satisficiera las exigencias del artículo 16 constitucional,
valorando todas y cada una de las constancias que obran en el procedimiento administrativo
y, con plenitud de jurisdicción, resolviera lo que procediera en derecho, según se aprecia
claramente de la resolución en comento (fojas 307 a 333, tomo I del presente juicio). En
cumplimiento a la ejecutoria de mérito, el Tribunal Unitario Agrario responsable, el dos de
abril de mil novecientos noventa y ocho, dictó una nueva sentencia, que constituye el acto
reclamado; fallo que pronunció con plenitud de jurisdicción, pues sustancialmente modificó
el sentido que dio a la sentencia, que dictó primeramente, toda vez que en ésta estimó
improcedente la acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales y, respecto al
fallo que constituye el acto reclamado, determinó, después de valorar las constancias que
obran en el procedimiento administrativo, la procedencia de dicha acción, lo que evidencia
que al haber subsanado las omisiones referidas por el colegiado resolvió cuestiones de fondo.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
En esas condiciones, es de concluirse que el fallo aquí reclamado constituye un nuevo acto
impugnable ante la autoridad federal en esa vía biinstancia, pues las violaciones materia del
juicio de amparo 607/95 fueron subsanadas, reclamándose en el presente asunto violaciones
distintas a las que fueron objeto de análisis del juicio de garantías, con lo que se demuestra lo
infundado del argumento de la autoridad responsable para solicitar el sobreseimiento del
presente juicio de amparo. Apoya a la anterior consideración, la tesis de jurisprudencia
I.2o.A. J/19, sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, consultable en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Tomo VIII, julio de 1998, página 261, cuyos rubro y texto son los siguientes:
‘IMPROCEDENCIA, NO SE ACTUALIZA LA CAUSAL DE, PREVISTA EN LA
FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE AMPARO, CUANDO SE RECLAMA
UNA RESOLUCIÓN EMITIDA EN CUMPLIMIENTO DE UNA EJECUTORIA, QUE
AMPARÓ ÚNICAMENTE POR VIOLACIONES FORMALES Y SE ATACA DE NUEVA
CUENTA POR OTROS VICIOS. No se actualiza la causal de improcedencia contenida en la
fracción II del artículo 73 de la Ley de Amparo, cuando se reclama una resolución emitida en
cumplimiento de una ejecutoria que amparó por considerar infringidas disposiciones de
carácter formal, pues no se puede privar del derecho de defensa a la quejosa, si el nuevo acto
lo impugna por otras violaciones formales cometidas con posterioridad o por violaciones de
fondo; estimar lo contrario, sería tanto como que el asunto sometido a la potestad de la
Justicia Federal quedara sin resolver.’. De igual forma, resulta infundada la petición del
tribunal responsable y de la diversa tercero perjudicada María del Carmen Margarita Ordóñez
Medina, en el sentido de que se sobresea este juicio de amparo con apoyo en la fracción XII
del artículo 73 de la Ley de Amparo, porque afirma que la resolución reclamada se notificó a
la comunidad quejosa desde el veinte de abril de mil novecientos noventa y ocho; sin
embargo, aun cuando efectivamente se aprecia que en la data indicada se notificó
personalmente a María Petra Escobar Flores, como representante común del núcleo comunal
hoy quejoso, también se advierte la diversa notificación personal que de la sentencia
reclamada, que realizó la actuaria adscrita al tribunal responsable a ‘... Javier Rosas N.
presidente propietario ...’ y a ‘... José Luis Rosas presidente suplente ...’ (foja 250 del tomo
XX de pruebas que deriva de este juicio de amparo), el dieciocho de agosto de mil
novecientos noventa y ocho; de lo que se colige que en los meses de abril y agosto de mil
novecientos noventa y ocho, la actuaria adscrita al tribunal responsable notificó a personas
distintas la misma resolución que ahora se reclama en este juicio constitucional, pero no
obstante ello, en forma alguna demuestra que en el caso la demanda de amparo se haya
presentado en forma extemporánea, porque de conformidad con lo dispuesto por el artículo
217 de la Ley de Amparo, la demanda de garantías, en tratándose de actos que tengan o
puedan tener por efecto privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva de la
propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a un núcleo de población sujeto al
régimen ejidal o comunal, podrá interponerse en cualquier tiempo; luego, si la demanda se
presentó el ocho de septiembre de mil novecientos noventa y ocho y se señaló como acto
reclamado una resolución que puede tener por efecto la privación parcial (o) en forma
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
definitiva de la pretensión de los derechos de la comunidad, que son precisamente el
reconocimiento y titulación de bienes comunales que solicitaron al tribunal responsable les
reconozca, es obvio que al ser la comunidad quejosa una entidad de las contempladas en el
artículo 212 de la Ley Amparo, le es aplicable el citado artículo 217 de la referida ley. Por
tanto, tampoco se actualiza la segunda causal de improcedencia que hace valer la autoridad
ordenadora responsable. Por otra parte, la representante Regional Pacífico Centro de la
Secretaría de la Reforma Agraria, el secretario de la Reforma Agraria, el subsecretario de
Ordenamiento de la Propiedad Rural, el director de Asuntos Jurídicos y el director general de
Ordenamientos de la Propiedad Rural solicitan el sobreseimiento de este juicio con
fundamento en la fracción III del artículo 74 de la ley reglamentaria del juicio de garantías,
por considerar que se actualiza la causa de improcedencia prevista en la fracción XVIII del
artículo 73, en relación con los diversos 114, fracción II y 158 de la Ley de Amparo, ya que:
a) La ejecución de los trabajos técnicos y administrativos, tanto de gabinete como de campo,
verificados durante las diversas etapas en la integración del expediente de reconocimiento y
titulación de bienes comunales que reclama la parte quejosa a la representante regional en
comento, no son definitivos; y, b) Porque considerar que procede el juicio de amparo
uniinstancial en contra de la resolución reclamada en este juicio, ya que es una sentencia
definitiva que puso fin a juicio y contra la que ya no procede recurso ordinario alguno por el
que pueda ser modificada o revocada, dictada por un tribunal administrativo. Tales
argumentos resultan infundados, atento a que si bien la parte quejosa reclama los trabajos
técnicos mencionados, lo hace al impugnar la resolución definitiva que se dictó en el
respectivo expediente de reconocimiento y titulación de bienes comunales, el cual se emitió
en un procedimiento especial regido por los artículos 356 y 366 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, vigente hasta la promulgación de la actual Ley Agraria que se asimila a una
jurisdicción voluntaria y no a un juicio contencioso; es decir, conforme a la fracción III, del
artículo 114 de la Ley de Amparo, reclama la resolución definitiva dictada fuera de juicio por
un tribunal administrativo, señalando como violaciones cometidas durante ese procedimiento
la ejecución de los mencionados trabajos técnicos, que según manifiesta la comunidad
quejosa, al realizarse indebidamente la dejaron sin defensa y no los reclama como actos
aislados; motivo por el cual sí es procedente este juicio de amparo y no el juicio de amparo
directo que requiere como requisito sine qua non que la resolución reclamada haya sido
dictada dentro de juicio, el cual solamente se da cuando hay controversia y, en el presente
caso, se trató de un procedimiento especial equiparable a una jurisdicción voluntaria. Por su
parte, deben desestimarse las manifestaciones del tercero perjudicado Ayuntamiento de
Atizapán de Zaragoza, en la que señala que en el caso se actualiza la causa de improcedencia
prevista en la fracción XVlII del artículo 73, con relación al diverso 4o., ambos de la Ley de
Amparo, porque el representante de la peticionaria de garantías se pretende ostentar como
representante del núcleo de población comunal ‘Atizapán de Zaragoza’, con una certificación
notarial y mediante acta de elección de representantes comunales de veintinueve de marzo de
mil novecientos ochenta y uno; así como con relación a las manifestaciones que efectúan
diversos terceros perjudicados y las objeciones de informe y constancias, todas ellas relativas
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
a la legitimación y personalidad de Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, como
presidente propietario y suplente, respectivamente, de la comunidad agraria quejosa
denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, Estado de México. En
efecto, al respecto resulta conveniente citar la jurisprudencia P./J. 43/96, sustentada por el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, julio de 1996, página 48, del contenido
literal siguiente: ‘PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE PRONUNCIARSE
SOBRE ELLA CUANDO PROVEE ACERCA DE LA DEMANDA Y, SI NO ESTA
ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE, DE CONFORMIDAD CON EL
ARTÍCULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL REVISOR
ORDENARA LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO. Una nueva reflexión acerca de
los dispositivos de la Ley de Amparo en torno al tema de la personalidad y de los criterios
surgidos a lo largo de varias décadas sustentados, primero por el Tribunal Pleno, y luego por
las Salas de esta Suprema Corte, conducen a que este órgano supremo abandone las tesis
jurisprudenciales publicadas en la última compilación, Tomo VI (Materia Común),
identificadas con los números 369 y 378, intituladas: «PERSONALIDAD EN EL AMPARO.
EXAMINARLA EN CUALQUIER ESTADO DEL JUICIO, ES LEGAL.» y «PODERES
INSUFICIENTES POR OMISIÓN DE REQUISITOS. AL DICTARSE LA SENTENCIA
NO PROCEDE PREVENIR AL QUEJOSO, SINO SOBRESEER.», para adoptar el criterio
de que al Juez de Distrito no le es dable examinar de oficio la personería del promovente en
cualquier momento del juicio, sino al recibir la demanda, porque constituye un presupuesto
procesal de análisis oficioso, de cuyo resultado si está plenamente satisfecho ese requisito, el
Juez lo debe hacer constar en el acuerdo admisorio; y, de no estarlo, lo estime como una
irregularidad de la demanda que provoca prevenir al promovente, en términos del artículo
146 de la ley de la materia, para que satisfaga ese extremo dentro del plazo legal, bajo el
apercibimiento que de no hacerlo, se le tendrá por no interpuesta; proceder que
independientemente de estar apoyado en la Ley de Amparo, obedece a los imperativos del
precepto 17 constitucional y responde también a los principios de certidumbre jurídica, buena
fe y economía procesal, en tanto impide el empleo estéril de re
ursos humanos y materiales en el trámite del juicio iniciado por quien carece de personalidad
y evita los daños graves ocasionados, tanto para el sistema de impartición de justicia como
para las partes. La inobservancia de este criterio, origina que el tribunal revisor, si estima que
no está comprobada la personalidad del promovente, ordene la reposición del procedimiento,
según lo previene el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo.’. Asimismo, cabe apuntar
que la diversa jurisprudencia 2a./J. 1/96, de la Segunda Sala de nuestro Máximo Tribunal,
sustenta esencialmente el mismo criterio, el cual es consultable en la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo III, enero de 1996, página 47, de
rubro y texto siguientes: ‘PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE
PRONUNCIARSE SOBRE ELLA AL PROVEER SOBRE LA DEMANDA Y SI NO ESTA
ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE CONFORME AL ARTÍCULO 146 DE
LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL REVISOR ORDENARA LA
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO. Una nueva reflexión sobre los preceptos de la Ley
de Amparo que regulan el tema de la personalidad y de los criterios sucesivos adoptados por
este Alto Tribunal, conduce a esta Sala a apartarse de las tesis jurisprudenciales publicadas en
la compilación de 1988, Segunda Parte, con el Número 1302 y en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación (Octava Época) Números 19 a 21, con los títulos de
«PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EXAMINARLA EN CUALQUIER ESTADO DEL
JUICIO, ES LEGAL.» y «PODERES INSUFICIENTES POR OMISIÓN DE REQUISITOS.
AL DICTARSE LA SENTENCIA NO PROCEDE PREVENIR AL QUEJOSO, SINO
SOBRESEER.», para adoptar el criterio de que el Juez de Distrito no puede analizar de oficio
la personalidad del promovente en cualquier momento del juicio, sino al recibir la demanda,
porque constituye un presupuesto procesal de examen oficioso, lo cual da lugar a que, de
estar plenamente acreditada, el Juez así la reconozca en el auto admisorio y, de no estarlo, la
considere una irregularidad de la demanda que dé lugar a prevenir al promovente en términos
del artículo 146 de la ley de la materia, para que la acredite dentro del plazo legal, con el
apercibimiento de que, de no hacerlo, se le tenga por no interpuesta; criterio que además de
estar fundado en la Ley de Amparo, es acorde con los imperativos del artículo 17
constitucional y los principios de certidumbre jurídica, buena fe y economía procesal, por
cuanto impide el empleo estéril de recursos humanos y materiales en la tramitación de juicios
iniciados por quien carece de personalidad para hacerlo y evita los graves daños que se
ocasionan, tanto para el sistema de impartición de justicia cuanto para las partes. La
inobservancia de este criterio, dará lugar a que el tribunal revisor, si estima que no está
acreditada la personalidad del promovente, ordene la reposición del procedimiento conforme
al artículo 91, fracción IV de la Ley de Amparo.’. Como se ve, nuestro Alto Tribunal
determinó que al Juez Federal no debe examinar la personería del promovente del amparo en
cualquier momento del juicio, sino únicamente al recibir la demanda, porque constituye un
presupuesto procesal de análisis oficioso, de cuyo resultado si está plenamente satisfecho ese
requisito, el Juez lo debe hacer constar en el acuerdo admisorio y, de no estarlo, lo estime
como una irregularidad de la demanda que provoca prevenir al promovente; consideraciones
que se basan en el artículo 17 constitucional y responde también a los principios de
certidumbre jurídica, buena fe y economía procesal, en tanto impide el empleo estéril de
recursos humanos y materiales en el trámite del juicio iniciado por quien carece de
personalidad y evita los daños graves ocasionados, tanto para el sistema de impartición de
justicia como para las partes; por tal virtud, de inadvertirse la falta o carencia de personalidad
de la parte quejosa al admitirse la demanda de garantías, ello origina que el Juez de Distrito
no pueda sobreseer en el juicio de amparo al dictarse la sentencia respectiva, sino que, en
dado caso corresponderá al tribunal revisor el análisis de dicha personalidad, el cual -de
estimarlo necesario- estará en aptitud de ordenar la reposición del procedimiento en términos
del numeral 91, fracción IV, de la Ley de Amparo. En esa virtud, en el caso, se advierte que
el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, mediante
ejecutoria pronunciada en la sesión de veinticuatro de septiembre de dos mil nueve, ordenó
reponer el procedimiento en el presente juicio de garantías a fin de que: ‘... la Jueza Federal,
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deje insubsistente la audiencia constitucional y sentencia recurrida, por lo que, deberá:
Requerir le sean remitidos los autos originales del procedimiento agrario
TUA/10o.DTO./277/92, o en su caso copia certificada de todo lo actuado, en los que conste
el «Acta de elección de representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre en el Estado de México.», de fecha veintinueve de marzo de
mil novecientos ochenta y uno, relativa a la elección de Javier Rosas Núñez y José Luis
Rosas Núñez como representantes comunales, propietario y suplente, de la comunidad
quejosa; asimismo, de las que se advierta si la autoridad agraria emplazó a Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez, mediante el oficio 605692 de diez de noviembre de mil
novecientos ochenta y tres. Requerir a la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la
Secretaría de la Reforma Agraria, en cuanto a la recepción de la citada acta de elección de
veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, para que informe sobre la recepción
del documento a que se refiere el párrafo anterior y, en su caso, haga remisión del mismo en
original o copia certificada, para que constara en autos del juicio de amparo. Requerir al
secretario del Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y al encargado de
la Subdirección Jurídico Contenciosa de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la
Secretaría de la Reforma Agraria, para que informen sobre la recepción y hagan remisión del
acta de elección de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, en original o
copia certificada; pues, el funcionario del Ayuntamiento certificó que tuvo a la vista el acta
de elección, mientras que el subdirector de la dependencia en cita señaló que la fotocopia
certificada concordaba fielmente «con el documento que obra en el expediente respectivo».
Requerir al Tribunal Unitario Agrario señalado como responsable para que manifieste a quién
corresponde la actual representación de la comunidad agraria quejosa en el procedimiento
agrario y, de ser el caso, sea remitida copia certificada u original del acta de uno de marzo de
dos mil siete. Requerir a Martín Roberto Mayén Mancilla, quien promovió ostentándose
como apoderado de la comunidad agraria de Atizapán, del Municipio de Zaragoza, Estado de
México, a efecto de que exhiba el original o copia certificada del acta de uno de marzo de dos
mil siete. Lo anterior, sin perjuicio de recabar todas las pruebas necesarias a fin de
determinar, fehacientemente, a quiénes corresponde la representación de la comunidad
quejosa y, seguido el procedimiento legal, resuelva lo que en derecho proceda, incluyendo lo
relativo a la legitimación de los promoventes del amparo. ...’ (fojas 1542 a 1555 del tomo
VIII del juicio de amparo). Asimismo, de entre las razones que el tribunal revisor tuvo para
reponer el procedimiento, destacan las siguientes: ‘... Así las cosas, si no consta en original o
copia certificada el documento que acredite la personalidad de los promoventes de amparo, o
constancia fehaciente de la que se desprenda que ante las autoridades agrarias les fue
reconocido el carácter con el que se ostentaron Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez
en el juicio de amparo, jurídicamente no puede tenerse la certeza de que es a ellos a quienes
les corresponde la representación de la comunidad agraria quejosa denominada «Atizapán de
Zaragoza», Municipio del mismo nombre en el Estado de México y, en consecuencia, si están
legitimados para deducir la acción constitucional de amparo en defensa de los intereses del
poblado que dicen representan. ... Por consiguiente, la Jueza Federal a efecto de establecer la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
legitimación deberá requerir al Tribunal Unitario Agrario, señalado como responsable, para
que manifieste a quién corresponde la actual representación de la comunidad agraria quejosa
en el procedimiento agrario y, de ser el caso, sea remitida el acta de uno de marzo de dos mil
siete; asimismo, deberá requerir a Martín Roberto Mayen Mancilla, quien promovió
ostentándose como apoderado de la comunidad agraria de Atizapán, del Municipio de
Zaragoza, Estado de México, a efecto de que exhiba el acta de uno de marzo de dos mil siete.
...’ (fojas 1542 a 1555 del tomo VIII del juicio de amparo). De lo anterior se sigue: que en
cumplimiento a la ejecutoria de mérito, es menester que de las constancias recabadas durante
la tramitación del presente juicio de garantías, se determine quién tiene la representación
actual de la comunidad quejosa. Así, de los autos originales remitidos en diversos tomos por
el tribunal responsable, relativos al expediente agrario TUA/10o.DTO./277/92, se advierte el
proveído de veinte de mayo de dos mil nueve, cuyo contenido se transcribe, en lo
conducente, a continuación: ‘... Expediente: 277/1992. Poblado: Atizapán de Zaragoza.
Municipio: Atizapán de Zaragoza. Estado: México. El veinte de mayo de dos mil nueve, la
Secretaría de Acuerdos, en términos del artículo 22, fracción I, de la Ley Orgánica de los
Tribunales Agrarios, da cuenta al Magistrado titular del distrito, con un escrito suscrito por
Javier Rosas Núñez, ingresado por conducto de oficialía de partes bajo el folio 277 y con el
estado que guardan los autos. Conste. Auto que recepciona documental y reconoce
personalidad. Tlalnepantla de Baz, Estado de México, a los veinte días del mes de mayo del
dos mil nueve. Vista la cuenta que antecede y de conformidad con lo dispuesto por los
artículos 164, 167, 173, 185, 186, 187 y 195 de la Ley Agraria; 22, fracción V, de la Ley
Orgánica de los Tribunales Agrarios; 371 del supletorio Código Federal de Procedimientos
Civiles. Este tribunal acuerda. Primero. Agréguense a sus antecedentes el escrito de cuenta y
anexos, signado por Javier Rosas Núñez, representante comunal propietario del poblado al
rubro indicado, personalidad que se le reconoce en apoyo del testimonio notarial número
3,021, pasado ante la fe de la doctora Silvia Mondragón Fiesco, notaria pública número 156
del Estado de México, en el que realiza diversas manifestaciones, para que surtan sus efectos
legales procedentes. Segundo. Lístese y cúmplase. Así lo proveyó y firmó el licenciado
Heriberto Leyva García, Magistrado titular del Tribunal Agrario del Distrito 10, que actúa
con la licenciada Lorena Eligia Becerra Becerril, secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe.
Doy fe ...’ (foja 1041 del tomo II de pruebas que deriva de este juicio de amparo). Entonces,
de dicha transcripción se pone de manifiesto que el tribunal responsable le reconoció a Javier
Rosas Núñez, su personalidad actual con el carácter de representante comunal propietario de
la comunidad agraria ahora quejosa; por ello, se consideró cumplida la ejecutoria de amparo
antes referida, toda vez que, tal como lo estimó el Tribunal Colegiado mencionado, a efecto
de establecer la legitimación, se tienen en cuenta las constancias relativas al expediente
agrario en original remitidas por el tribunal responsable, de cuyo contenido se advierte de
manera fehaciente que se cumplió con su requerimiento de que se indicara quién tenía la
representación actual de la comunidad agraria quejosa, la cual le fue reconocida al referido
Javier Rosas Núñez; motivo por el que debe desestimarse la causal de improcedencia en
estudio, así como las diversas manifestaciones hechas valer respecto a la personalidad y
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legitimación de la parte promovente de la demanda de garantías y, derivado de lo anterior,
deben también desestimarse las objeciones realizadas respecto del informe de veinte de enero
de dos mil diez (foja 1873 del tomo VIII del juicio), suscrito por el Magistrado del tribunal
responsable, así como de la copia simple del auto de diecinueve de noviembre de dos mil
nueve (foja 1903 del tomo VIII del juicio de garantías), y de las diversas documentales
relativas a la personalidad de la parte quejosa, habida cuenta que, como se dijo, de los autos
originales del expediente agrario del cual emana el acto que se combate, se establece
fehacientemente que el tribunal responsable en el expediente de origen le reconoció a Javier
Rosas Núñez, su personalidad actual con el carácter de representante propietario de la
comunidad agraria quejosa. Cabe señalar, además, que por cuanto hace a Martín Roberto
Mayen Mancilla, de los autos originales del expediente agrario antes mencionado se advierte
el proveído de veintinueve de octubre de dos mil ocho, el cual se cita, en lo conducente,
enseguida: ‘... Expediente: 277/1992. Poblado: Atizapán de Zaragoza. Municipio: Atizapán
de Zaragoza. Estado: México. El veintinueve de octubre de dos mil ocho, en términos del
artículo 22, fracción I, de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, la da cuenta al
Magistrado titular del Tribunal Unitario Agrari
Distrito 10, con un escrito que presenta Martín Roberto Mayen García (sic), cuyo ingreso
quedó registrado bajo folio 4793. Conste. Auto que tiene por hechas las manifestaciones, por
exhibidas copias certificadas, autoriza expedición de copia certificada y apertura del tomo II.
Tlalnepantla de Baz, Estado de México, a los treinta días del mes de octubre de dos mil ocho.
Vista la cuenta que se da y de conformidad con lo dispuesto por los artículos 164, 186, 187 y
195 de la Ley Agraria; 1o., 11, último párrafo, 278, del supletorio Código Federal de
Procedimientos Civiles. El tribunal acuerda: Primero. Agréguese a los autos el escrito de
cuenta y anexos, signados por Martín Roberto Mayen Mancilla, apoderado legal de la
comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza; en el cual informa la designación del comité
particular ejecutivo de la comunidad referida, integrado por Eliseo Pastrana Villareal, Martín
Roberto Mayen Mancilla, Gabriel González Contreras, Evaristo Huerta Govea, Celedonio
Díaz Barrera y Federico Ballhausen Ruiz, designados en asamblea general extraordinaria de
comuneros de primero de marzo del dos mil siete; acreditando su personalidad con copia
certificada del acta de asamblea de referencia; revocando a Javier y José Luis, ambos de
apellido Rosas Núñez, para todos los efectos legales conducentes. ... Quinto. Lístese y
cúmplase. Así lo proveyó y firma el Magistrado del Tribunal Unitario Agrario, Distrito 10,
que actúa con la secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe. Doy fe. ...’ (foja 881 del tomo II
de pruebas que deriva de este juicio de garantías). Sin embargo, también de los referidos
autos del expediente del que deriva el acto reclamado se desprende el diverso auto de
diecinueve de noviembre del dos mil nueve, que se transcribe, en lo conducente, a
continuación: ‘... Expediente: 277/1992. Poblado: Atizapán de Zaragoza. Municipio:
Atizapán de Zaragoza. Estado: México. El diecinueve de noviembre del dos mil nueve, la , en
términos del artículo 22, fracción I, de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, da cuenta
al Magistrado titular del Tribunal Unitario Agrario Distrito 10, con copia certificada del
oficio 5461-V suscrito por el secretario del Juzgado Décimo Primero de Distrito en el Estado
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de México, mediante el cual remite en veintitrés tomos los autos originales del expediente en
que se actúa, con un escrito de Javier Rosas Núñez y con otro escrito firmado por Martín
Roberto Mayen Mancilla, así como con el estado que guardan los autos. Auto que tiene por
radicados nuevamente los autos, ordena su remisión al Juzgado 3o. de Dto. en el Edo. de
Mex. previo cuadernillo de antecedentes que se deje en este TUA, y, aclara lo relativo a la
personalidad de Martín Roberto Mayen Mancilla y Javier Rosas Núñez. Tlalnepantla de Baz,
Estado de México, a los diecinueve días del mes de noviembre de dos mil nueve. Vista la
cuenta que antecede y de conformidad con lo dispuesto por los artículos 164 y 195, y 58 del
supletorio Código Federal de Procedimientos Civiles, este tribunal acuerda. Primero. En
atención al contenido de la copia certificada del oficio de cuenta, téngase nuevamente por
radicados en este tribunal los autos originales del juicio en que se actúa, constantes de
veintitrés tomos, dos relativos al procedimiento en 1045 fojas en el momento de su recepción,
y veintiún legajos de cuadernillos de pruebas, remitidos por el Juzgado Décimo Primero de
Distrito en el Estado de México, en virtud de que a esta autoridad federal se le enviaron en
relación al del juicio de amparo 370/2009. Segundo. Agréguese al expediente el escrito
firmado por Martín Roberto Mayen Mancilla recibido con el número de folio 5754, en
atención a su contenido y al estado que guardan los autos, con fundamento en el artículo 58
del supletorio Código Federal de Procedimientos Civiles, es necesario precisar que toda vez
que por virtud del juicio de amparo 331/99, del índice del Juzgado Tercero de Distrito en el
Estado de México, se encuentra interrumpida la ejecución de la sentencia dictada en el
presente asunto el dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, por la que se resolvió
procedente el reconocimiento y titulación de los bienes comunales descritos en la hoja 65 de
la resolución mencionada (foja 203 del tomo I del procedimiento), la comunidad que nos
ocupa no requiere de la existencia de un comité particular ejecutivo y representante común
del mismo, ya que no se encuentra previsto en la legislación agraria aplicable, pues la
representación comunal corre a cargo de un representante propietario y su suplente, como lo
ordena el artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria que rige el procedimiento, por
tanto, queda sin efecto la personalidad que de manera errónea se le reconoció a Martín
Roberto Mayen Mancilla, mediante proveído de treinta de octubre de dos mil ocho (foja 881,
tomo II del procedimiento), subsistiendo para efecto de trámite, gestión, seguimiento y
representación de la comunidad de Atizapán de Zaragoza, como lo precisa el numeral 32 de
la Ley Agraria, la de Javier Rosas Núñez, como representante comunal propietario y José
Luis Rosas Núñez, como representante comunal suplente, en términos del acta de asamblea
de veintinueve de marzo de dos mil nueve, cuya copia certificada pasada ante la fe de a (sic)
doctora Silvia Mondragón Fiesco, notaria pública 56 del Estado de México, con el número de
instrumento notarial 3021, obra agregada en autos a fojas 902-907 (tomo II del
procedimiento). Tercero. Ahora bien, y toda vez que ante el Juzgado Tercero de Distrito en el
Estado de México, se encuentra instaurado el diverso juicio de amparo 331/1999-IV, y en
reiteradas ocasiones ha solicitado el envío del original de este sumario, mediante oficio
remítanse de inmediato los veintitrés tomos que lo conforman, previo cuadernillo de
antecedentes que se deje en este Tribunal Unitario Agrario para los efectos legales a que haya
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
lugar, en el que se deje copia certificada del presente proveído, solicitando a dicha autoridad
federal, el acuse de recibo de estilo correspondiente. Cuarto. Por lo que se refiere al
contenido del escrito signado por Javier Rosas Núñez, recibido con folio 6463, agréguese al
expediente para que obre como corresponda, debiendo estarse el promovente a lo ordenado
en el proveído que antecede. Quinto. Lístese, notifíquese personalmente a las parte en su
domicilio procesal y cúmplase. Así lo proveyó y firmó el licenciado Heriberto Leyva García,
Magistrado titular del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 10, quien actúa con la licenciada
Lorena Eligia Becerra Becerril, que autoriza y da fe. Doy fe. ...’ (foja 1052 del tomo II de
pruebas derivado del presente juicio de garantías). Por tal virtud, no obsta a las
consideraciones antes expuestas, el hecho de que en cumplimiento a la ejecutoria de mérito,
Martín Roberto Mayen Mancilla, habiéndose ostentado como apoderado de la comunidad
agraria de Atizapán, del Municipio de Zaragoza, Estado de México, haya exhibido copia
certificada de los testimonios notariales 18,318 y 18,328, relativos a la fe de hechos y
protocolización del acta de uno de marzo de dos mil siete, así como diversas documentales
con las que pretendió acreditar su personalidad; toda vez que, si bien mediante el antes
transcrito proveído de veintinueve de octubre de dos mil ocho, el tribunal responsable le
reconoció personalidad al mencionado Martín Roberto Mayén Mancilla, para representar a la
comunidad de referencia; sin embargo, lo cierto es que en el diverso auto de diecinueve de
noviembre de dos mil nueve (también antes citado), la autoridad responsable dejó sin efectos
la personalidad que, a su juicio, de manera errónea se le había reconocido en el acuerdo de
treinta de octubre de dos mil ocho a Martín Roberto Mayen Mancilla, y tuvo por subsistente
para el efecto del trámite, gestión, seguimiento y representación de la comunidad de Atizapán
de Zaragoza, la de Javier Rosas Núñez como representante comunal propietario y José Luis
Rosas Núñez como representante comunal suplente, en términos del acta de asamblea de
veintinueve de marzo de dos mil nueve. Además, no es obstáculo a lo expuesto con
antelación, las diversas documentales exhibidas por el tercero perjudicado Celedonio Díaz
Barrera, con las que pretende acreditar el carácter de representante propietario de la
comunidad quejosa, dado que de los autos originales del expediente agrario del cual emana el
acto reclamado, no se advierte que la autoridad responsable le haya reconocido dicho
carácter. Máxime que del acta de asamblea inserta en dicho testimonio exhibido por el tercero
perjudicado en cita, se aprecia la lista de los posibles comuneros en que aparecen las firmas y
huellas de los asistentes a tal asamblea, de cuyo contenido se desprende que sólo Celedonio
Díaz Barrera y Eliseo Pastrana Villarreal, son dos de los cincuenta y uno presuntos
comuneros reconocidos en la sentencia reclamada de dos de abril de mil novecientos noventa
y ocho, dictada en el expediente agrario TUA/10o.DTO./277/1992, no así los demás
asistentes a la asamblea de mérito; además, no se acredita en forma plena que los restantes
cuarenta y nueve presuntos comuneros reconocidos en la resolución combatida de referencia
hayan tenido conocimiento de la celebración de la asamblea, toda vez que en la copia
certificada del instrumento público exhibido no se encuentran insertas las convocatorias
respectivas, aunado a que las documentales anexas a dicho instrumento público constituyen
copia simple al carecer de la certificación respectiva. Asimismo, tampoco se acredita de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
manera fehaciente que los restantes asistentes (que firmaron o imprimieron su huella en el
acta de la asamblea de mérito), tengan legalmente derechos sobre los cincuenta y un
presuntos comuneros reconocidos en la mencionada sentencia reclamada, lo cual, en su caso,
podría haberse logrado mediante la exhibición de las actas de defunción, los certificados o
constancias de cesión de derechos agrarios, para así poder determinar la relación jurídica
existente entre las restantes personas (distintas de Celedonio Díaz Barrera y Eliseo Pastrana
Villarreal), que también asistieron a la asamblea aludida y los cincuenta y un comuneros
reconocidos en la sentencia que se impugna en esta vía constitucional. Ilustra lo anterior, por
similitud jurídica, la tesis I.4o.A.385 A, del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII, julio de 2003, página 1051, del contenido literal
siguiente: ‘COMITÉ PARTICULAR EJECUTIVO. CUANDO NO SE ENCUENTRA
DEFINIDO QUIÉNES SON SUS INTEGRANTES, LAS ACTUACIONES REALIZADAS
CON QUIENES SE OSTENTAN COMO TALES, SIN DEMOSTRARLO, DEJAN
INDEFENSO AL POBLADO QUEJOSO. Conforme al artículo 20, fracción I, de la derogada
Ley Federal de Reforma Agraria corresponde al comité particular ejecutivo la representación
del poblado que ejercita una acción agraria. Ahora bien, cuando no se encuentra definido
quiénes son las personas que lo integran, las actuaciones realizadas en el juicio agrario con
diversas personas que se ostentan como tales, pero que no lo demuestran, dejan sin defensa al
poblado quejoso, pues no acreditaron que tengan la representación del poblado.’. Asimismo,
también resulta ilustrativa al caso que nos ocupa, por analogía y en su parte conducente, la
diversa jurisprudencia 2a./J. 159/2005, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXIII, enero de 2006, página 1200, la cual se cita a continuación:
‘SUCESIÓN EN MATERIA AGRARIA. SÓLO COMPRENDE LOS DERECHOS
AGRARIOS DE LOS EJIDATARIOS Y NO LA POSESIÓN QUE EJERCEN QUIENES
NO TIENEN ESE CARÁCTER. De los artículos 27 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 17, 18 y 19 de la Ley Agraria, se advierte que el legislador
ordinario instituyó la sucesión en materia agraria únicamente respecto de los ejidatarios, a
quienes confirió la potestad de designar a la persona que debe sucederlos y lo único que
pueden transmitirles son los derechos agrarios que les asisten, los cuales no sólo comprenden
el derecho de uso y disfrute sobre sus parcelas, sino también los que el reglamento interno del
ejido les otorgue sobre las demás tierras ejidales y los que legalmente les correspondan por
tener esa calidad; de ahí que los derechos distintos de los agrarios que adquiera un ejidatario,
dentro o fuera del ejido, son transmisibles conforme a las reglas del derecho común. Ahora
bien, los derechos posesorios sobre tierras asignadas a quienes no tienen la calidad de
ejidatarios como resultado de un parcelamiento económico o de hecho, legalmente no son
susceptibles de transmitirse por herencia en té
minos de las disposiciones de la ley de la materia que regulan dicha institución. Luego, si un
avecindado que no ha obtenido la calidad de ejidatario es poseedor de una fracción de terreno
dentro del ejido, es claro que los derechos derivados de esa posesión no están comprendidos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
dentro de la sucesión en materia agraria, siendo similar la situación de quien es reconocido
por la asamblea como posesionario de tierras ejidales.’. De igual forma, la parte tercera
perjudicada señala que en el caso se actualiza la causa de improcedencia prevista en la
fracción V del artículo 73 de la Ley de Amparo, pues considera que la personalidad del
promovente Javier Rosas Núñez en su carácter de representante legal del núcleo de población
comunal ‘Atizapán de Zaragoza’, no está acreditada, en virtud de que para la interposición de
un juicio o recurso en materia agraria es necesario que concurra el comisariado comunal, así
como la comparecencia de dos o más miembros integrantes del comisariado ejidal, que
promueve el recurso, sin que se pueda nombrar a una sola persona como representante del
núcleo de población comunal. La causa de improcedencia referida no se actualiza. Esto es así,
ya que para efectos de representación de los poblados solicitantes de confirmación y
titulación de bienes comunales, en términos del artículo 358 de la Ley Federal de Reforma
Agraria, se debe nombrar un representante propietario y un suplente, sin que se establezca
que su actuación deba ser unitaria o conjunta; sin embargo, de los términos empleados, se
revela que la representación multicitada debe practicarse unitariamente, pues un ‘suplente’
solamente ejerce sus funciones cuando falta, está impedido o ausente un ‘propietario’;
consecuentemente, al haber promovido el juicio de garantías Javier Rosas Núñez, como
representante propietario, se colige que éste sí está legitimado para deducir la acción
constitucional de amparo en defensa de los intereses del poblado que representa. Apoya a la
anterior consideración, la tesis emitida por la otrora Sala Auxiliar de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época,
Volúmenes 121-126, Séptima Parte, página 49, del contenido literal siguiente: ‘AGRARIO.
REPRESENTANTE COMUNAL. SU PERSONALIDAD EN EL AMPARO. De acuerdo
con el artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria, cuando se trata de un poblado
solicitante de confirmación y titulación de bienes comunales para los efectos de su
representación durante la tramitación correspondiente, éste deberá nombrar un propietario y
un suplente. El precepto no expresa, terminantemente, si la representación deberá ejercerse
unitaria o conjuntamente por los electos, pero la interpretación simplista y lexicológica del
precepto, por la simple significación de los términos empleados, revela que la representación
multicitada debe practicarse unitariamente pues un «suplente» solamente ejerce sus funciones
cuando falta, está impedido o ausente un «propietario». No puede haber otra explicación. De
ahí que los poblados solicitantes de reconocimiento o titulación de bienes comunales durante
la tramitación de su negocio, deben ser representados por una sola persona: originalmente el
propietario y, solamente a falta de éste, deberá entrar en funciones el suplente. En tal virtud,
habiendo demostrado el peticionante del amparo que es el representante comunal propietario
del poblado quejoso y tomando en cuenta que la resolución de confirmación y titulación de
terrenos comunales que las autoridades administrativas dictaron a favor del poblado señalado
como tercero perjudicado, resultó adversa a los intereses del poblado quejoso, se deviene que
la interposición que hizo del juicio de garantías debe entenderse dentro de las facultades de
un representante comunal, ya que constituye una fase adicional en la defensa de los intereses
colectivos del núcleo de población mencionado. Consecuentemente, sí está legitimado para
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
deducir la acción constitucional de amparo en defensa de los intereses del poblado que
representa.’. El tercero perjudicado Desarrollo Urbano de México, Sociedad Anónima de
Capital Variable, así como diversos terceros perjudicados, consideran actualizada la causa de
improcedencia prevista en la fracción V del artículo 73 de la Ley de Amparo, pues señalan
que ellos son los titulares del bien materia del juicio agrario y no la comunidad agraria, por lo
cual el acto reclamado no afecta el interés jurídico de la parte quejosa. Sin embargo, el acto
reclamado es una resolución dictada en un procedimiento de confirmación y titulación de
bienes comunales, en la cual se reconoció y tituló el bien comunal a favor de la población
quejosa, lo que en términos del artículo 4o. de la Ley de Amparo, es suficiente para acreditar
el interés jurídico para interponer el juicio de garantías. Sirve de apoyo la tesis del Segundo
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Tomo VI, Segunda Parte-1, julio a diciembre de 1990, página
106, del contenido literal siguiente: ‘COMUNIDADES INDÍGENAS, INTERÉS JURÍDICO.
El hecho de que esté sub júdice la titulación y reconocimiento de derechos comunales de una
comunidad indígena, no quita a sus representantes su interés jurídico para defender en juicio
actos de autoridades que tienden a privar total o parcialmente al poblado de sus tierras, aguas
y bosques.’. Sin que sea óbice a lo anterior, lo aducido respecto a que se deba sobreseer en el
juicio, con base en razonamientos en el sentido de que los comuneros quejosos no tienen la
posesión de las tierras reconocidas, pues no se advierte que éstos se encuentren desposeídos
de las mismas. Sirve de apoyo, por similitud jurídica, la tesis emitida por la extinta Sala
Auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de
la Federación, Séptima Época, Volúmenes 205-216, Séptima Parte, página 97, del contenido
literal siguiente: ‘AGRARIO. DESPOSEIMIENTO DE TIERRAS COMUNALES.
INTERÉS JURÍDICO. Si en la resolución presidencial de confirmación y titulación de bienes
comunales se dice explícitamente, en un considerando que los solicitantes comprobaron
plenamente tener la posesión de sus tierras, no puede decirse, tiempo adelante, que se
sobresee el amparo que promuevan contra el desposeimiento de las mismas, con base en que
carece de interés jurídico porque no probaron esa posesión. El núcleo comunal sí prueba su
interés en términos del artículo 4o. de la Ley Amparo, con la resolución presidencial. Y si las
autoridades, de los terceros perjudicados, alegaren que los comuneros quejosos no tienen la
posesión de las tierras a que se refiere la resolución, son aquéllos quienes tendrían la carga de
probar que éstos ya no están en posesión de sus tierras, o que nunca lo estuvieron en realidad,
lo que implica la prueba del hecho positivo de que esas tierras actualmente están o han estado
desde la resolución, en posesión de otras personas, y no de los comuneros. En consecuencia,
si una autoridad agraria (en este caso el promotor agrario en una población) no rindió su
informe justificado, se deben presumir ciertos los actos que se atribuyen, y se debe conceder
el amparo contra él para el efecto de que no desposea al núcleo comunal de las tierras que se
refiere la resolución presidencial, ni dicte órdenes que puedan tener directa o indirectamente,
esas consecuencias. Si las órdenes, acaso, no existieren ningún daño legal se sigue a esa
autoridad; y sus actos, son ciertos, como son de presumirse legalmente, el amparo vendrá a
restituir al quejoso en el goce tranquilo de la posesión amenazada sin motivación ni
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
fundamentación legal, ni mandamiento escrito de autoridad competente (artículo 16
constitucional). Todo lo cual deja a salvo el derecho del núcleo comunal a promover, en su
caso, un nuevo amparo, o un conflicto por límites de bienes comunales, en términos de los
artículos 367 y relativos de la Ley Federal de Reforma Agraria.’. Asimismo, deben
desestimarse los diversos alegatos hechos valer por los terceros perjudicados, en el sentido de
que al haberse dictado resolución en el procedimiento de reconocimiento y titulación de
bienes comunales cesa la representación prevista en la Ley de Reforma Agraria, y resulta
necesario que en términos de la vigente Ley Agraria dicha representación corresponda al
comisariado de bienes comunales; asimismo, igualmente se desestima el argumento relativo a
que los promoventes José Luis y Javier, ambos de apellidos Rosas Núñez no son ni siquiera
comuneros reconocidos en la sentencia reclamada y que por tal virtud no tiene personalidad
para representar a la comunidad agraria quejosa. Al respecto, conviene citar el artículo 358 de
la Ley de Reforma Agraria, que dispone: ‘Artículo 358. La solicitud será presentada ante el
delegado agrario y deberá acompañarse de los títulos o pruebas que funden su derecho y a
falta de éstos, los documentos que comprueben que se trata de una comunidad señalando en
la misma los nombres de dos representantes, propietario y suplente, que, habiendo sido
electos por mayoría de votos, gestionarán el trámite del expediente.’. En efecto, los
argumentos formulados por la parte tercera perjudicada antes referidos deben desestimarse,
toda vez que del precepto legal citado se advierte que establece como único requisito para
elegir a los representantes de las comunidades, que se inicie un procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales, y el que éstos sean elegidos por mayoría de
votos, para efectos de gestionar el trámite del expediente, sin que la ley precise que dichos
representantes deban ser necesariamente comuneros, menos aún que sea indispensable que
éstos sean reconocidos a la postre con el carácter de comuneros en la sentencia que recaiga al
aludido procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales; lo que conlleva a
considerar que, tal como se ha expuesto, con los autos originales del expediente agrario
natural se acredita en forma suficiente este extremo, pues demuestran que los miembros de la
comunidad agraria eligieron a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez como sus
representantes actuales, situación que así se encuentra reconocida por el propio tribunal
responsable. Además, debe decirse que si bien es cierto que en el procedimiento de origen se
ha dictado la respectiva sentencia, cierto también es que ésta se encuentra sub júdice por
virtud del presente juicio de garantías, habida cuenta que constituye el acto reclamado en esta
vía constitucional, de lo que se sigue que la representación de la comunidad agraria que
actualmente ejerce Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, no ha concluido; afirmar lo
contrario, conduciría al absurdo de sostener que a un juicio de amparo no puede acudir el
representante de una determinada persona, física o moral, pese a que su personalidad haya
sido reconocida por la autoridad responsable; lo cual sería contrario a lo previsto en el
artículo 13 de la Ley de Amparo. Máxime que, en el caso, se advierte que la resolución
reclamada no ha quedado firme, motivo por el cual no procede su ejecución, tal como el
tribunal agrario responsable lo señaló en el proveído de ocho de junio de dos mil uno (foja
583 del tomo XX de pruebas que deriva de este juicio de amparo), que en lo conducente se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
transcribe a continuación: ‘... Naucalpan de Juárez, Estado de México, ocho de junio del dos
mil uno. ... Auto que autoriza copias y niega ejecución. Vista (sic) el escrito de cuenta ... no
ha lugar por el momento ha ejecutar la resolución dictada por este tribunal toda vez que la
misma se encuentra sub júdice, por virtud de la interposición del juicio de amparo 331/99-I,
presentado por la comunidad agraria al rubro citado ante el Juzgado Tercero de Distrito en el
Estado de México ...’. Apoya lo anterior, la tesis de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en la Séptima Época del Semanario Judicial de la
Federación, Volúmenes 91-96, Tercera Parte, página 53, cuyos rubro y texto son los
siguientes: ‘AGRARIO. REPRESENTANTES COMUNALES, FACULTADES DE LOS.
Establecido que una comunidad indígena es una comunidad de hecho, tiene capacidad para
disfrutar en común tierras, bosques o aguas que le pertenezcan conforme al artículo 27,
fracción VII, de la Constitución, y esa capacidad implica que es titular de derechos y
obligaciones, por lo que forzosamente tiene facultades para nombrar los representantes
necesarios para la defensa de sus interes
s. Ahora bien, no es exacto que los representantes designados por la asamblea de comuneros
sólo tengan representación para ocurrir ante las autoridades agrarias para obtener el
reconocimiento y titulación de los bienes comunales, y que sólo el comisariado tiene
facultades de mandatario general, pues una interpretación sistemática del Código Agrario y
ahora de la Ley Federal de Reforma Agraria, llevan a la conclusión de que los representantes
comunales se designan para defender los intereses de las comunidades, aportar títulos,
pruebas, etcétera, hasta obtener el reconocimiento y titulación del bien comunal, y esa
defensa de intereses debe comprender no sólo las gestiones que procedan ante las autoridades
agrarias, sino también las necesarias para mantener la integridad de la posesión de la
comunidad hasta lograr la titulación correspondiente; es decir, incluso ante otras autoridades
administrativas y la autoridad judicial.’. Por otra parte, la tercera perjudicada María del
Carmen Margarita Ordoñez Medina, invocó como causa de improcedencia la prevista en la
fracción XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, con relación a los diversos 5o., fracción
II, 74, fracción IV y 116, fracciones IV y V, del citado ordenamiento legal. En efecto, resulta
infundado lo señalado por la tercera perjudicada, respecto a que se actualiza la causa de
improcedencia prevista en la fracción XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, con
relación al artículo 5o., fracción II, de dicho ordenamiento legal, ya que en el juicio de
amparo no se advierte autoridad responsable ejecutora, lo que hace suficiente para sobreseer
en el juicio, al tratarse de un acto meramente declarativo. Esto es así, pues tal como lo
manifiesta la tercero de referencia, las resoluciones de reconocimiento y titulación de bienes
comunales tienen una naturaleza declarativa, toda vez que tienen por objeto declarar el
derecho que asiste a los núcleos de población sobre la superficie que no presente conflictos
de linderos. No obstante esa naturaleza, el juicio de amparo sí es procedente contra este tipo
de actos, pues se trata de una resolución definitiva que emitida en un procedimiento especial,
regido por los artículo 356 y 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, vigente hasta la
promulgación de la actual Ley Agraria, que se asimila a una jurisdicción voluntaria, la cual,
conforme a la fracción III del artículo 114 de la Ley de Amparo, es procedente, pues se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
reclama una resolución definitiva dictada fuera de juicio por un tribunal administrativo. Es
aplicable a esta consideración, el criterio sustentado por la Segunda Sala de nuestro Alto
Tribunal, publicado en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volúmenes
205-216, Tercera Parte, página 14, cuyo rubro y texto son los siguientes: ‘AGRARIO.
BIENES COMUNALES, RESOLUCIONES PRESIDENCIALES SOBRE
RECONOCIMIENTO Y TITULACIÓN DE. MEDIO IDÓNEO PARA IMPUGNARLAS. Si
se reclama una resolución presidencial dictada en un procedimiento administrativo de
reconocimiento y titulación de bienes comunales, el medio idóneo para impugnar ese tipo de
resoluciones es el juicio de amparo y no el de inconformidad, cuyo trámite señalan los
artículos del 380 al 390 de la Ley Federal de Reforma Agraria, puesto que este último sólo es
procedente para combatir las resoluciones presidenciales con las que culminan los
procedimientos administrativos que se tramitan para resolver los conflictos que surjan sobre
límites entre terrenos de comunidades o entre los de éstas y los de ejidos (artículo 367 de la
Ley Federal de Reforma Agraria).’. También la tercera perjudicada de referencia, considera
que se actualiza la causa de improcedencia prevista en la fracción III del artículo 73 de la Ley
de Amparo, en virtud de que existe diversa resolución en los autos del amparo en revisión
76/97. Sin embargo, no se actualiza la causa invocada, pues el acto reclamado en ese amparo
en revisión, no es el mismo que se combate en este juicio de amparo, esto es así, toda vez que
en el primero se reclamó la resolución de veintisiete de noviembre de mil novecientos
noventa y siete, y en el presente la diversa, dos de abril de mil novecientos noventa y ocho.
Ahora, por lo que hace a la manifestación de las autoridades responsables, en el sentido de
que se debe sobreseer en el juicio, en razón de que la demanda de garantías no cumple con el
requisito previsto en la fracción IV del artículo 116 de la Ley de Amparo, esto es, la
manifestación bajo protesta de decir verdad; debe decirse que, contrario a lo sostenido por las
autoridades, la demanda de garantías sí cumple con el requisito de referencia, ya que como se
advierte de la primera foja de su escrito inicial de demanda, la comunidad agraria asentó en la
misma, la frase: ‘Bajo protesta de decir verdad manifestamos lo siguiente.’. Aunado a lo
anterior, es pertinente señalar que la manifestación bajo protesta de decir verdad de los
hechos y abstenciones que le constan al quejoso, constitutivos de los antecedentes de los
actos reclamados, no es un requisito esencial del juicio de garantías que motive la
improcedencia del mismo. En efecto, si bien es cierto que el artículo 116 de la Ley de
Amparo establece, en la fracción IV, que se indicará la ley o acto que de cada autoridad se
reclame, y que se manifieste bajo protesta de decir verdad los hechos y abstenciones que le
constan y que constituyen los antecedentes del acto reclamado, también lo es que
examinando dicha fracción, debe concluirse que el requisito esencial que contiene y que debe
expresarse en la demanda de garantías consiste en el de la ley o acto que de cada autoridad se
reclame, en tanto que la expresión de los hechos bajo protesta de decir verdad, tiene
únicamente como finalidad sujetar al quejoso a la responsabilidad penal que pudiera
derivarse en los términos del artículo 211 de la Ley de Amparo. En tal virtud, la omisión de
ese requisito secundario no genera el sobreseimiento, porque el cumplimiento de los
presupuestos esenciales da base para establecer debidamente la relación jurídica procesal en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
la litis constitucional. Resulta aplicable a la anterior consideración, la tesis sustentada por el
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, consultable en la Séptima
Época del Semanario Judicial de la Federación, Volumen 64, Sexta Parte, página 67, del
contenido literal siguiente: ‘PROTESTA DE DECIR VERDAD EN EL AMPARO
INDIRECTO. Los presupuestos esenciales del juicio constitucional indirecto son la
existencia de un quejoso, la designación de una autoridad responsable, la manifestación de
los actos reclamados y la expresión de los conceptos de violación que originaron dichos
actos, por lo que la ausencia de cualquiera de tales presupuestos motiva la improcedencia del
juicio de garantías; por otra parte, la manifestación bajo protesta de decir verdad de los
hechos y abstenciones que le constan al quejoso, constitutivos de los antecedentes de los
actos reclamados, no es un requisito esencial del juicio de garantías que motive la
improcedencia del mismo, ya que si bien es cierto que el artículo 116 de la Ley de Amparo
establece en la fracción IV que se indicará la ley o acto que de cada autoridad se reclame y
que se manifieste bajo protesta de decir verdad los hechos y abstenciones que le constan y
que constituyen los antecedentes del acto reclamado, también es cierto que examinando dicha
fracción debe concluirse que el requisito esencial que contiene y que debe expresarse en la
demanda de garantías es el de la ley o acto que de cada autoridad se reclame, en tanto que la
expresión de los hechos bajo protesta de decir verdad, tiene únicamente como finalidad
sujetar al quejoso a la responsabilidad penal que pudiera derivarse en los términos del
artículo 211 de la Ley de Amparo; en tal virtud, la omisión de ese requisito secundario no
genera el sobreseimiento, porque el cumplimiento de los presupuestos esenciales da base para
establecer debidamente la relación jurídica procesal en la litis constitucional.’. Finalmente,
tampoco se actualiza la causa de improcedencia prevista en la fracción XVIII del artículo 73
de la Ley de Amparo, en relación con el diverso 116, fracción V, del ordenamiento legal
citado, pues manifiesta que los conceptos de violación no fueron expresados conforme a
derecho. Al respecto, debe decirse que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
determinado que por conceptos de violación deben tenerse todos los razonamientos que, con
tal contenido, aparezcan en la demanda, aunque no estén en el capítulo relativo y no guarden
un apego estricto a la forma lógica del silogismo, sino que será suficiente que en alguna parte
del escrito se exprese con claridad la causa de pedir, señalándose cuál es la lesión o agravio
que el quejoso estima le causa el acto, resolución o ley impugnada y los motivos que
originaron ese agravio, para que el Juez de amparo deba estudiarlo. Sirve de apoyo a lo
anterior, la jurisprudencia P./J. 68/2000, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XII, agosto de 2000, página 38, que se cita a continuación: ‘CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN. PARA QUE SE ESTUDIEN, BASTA CON EXPRESAR CLARAMENTE
EN LA DEMANDA DE GARANTÍAS LA CAUSA DE PEDIR. El Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación considera que debe abandonarse la tesis jurisprudencial que
lleva por rubro: «CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. REQUISITOS LÓGICOS Y JURÍDICOS
QUE DEBEN REUNIR.», en la que, se exigía que el concepto de violación, para ser tal,
debía presentarse como un verdadero silogismo, siendo la premisa mayor el precepto
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
constitucional violado, la premisa menor los actos autoritarios reclamados y la conclusión la
contraposición entre aquéllas, demostrando así, jurídicamente, la inconstitucionalidad de los
actos reclamados. Las razones de la separación de ese criterio radican en que, por una parte,
los artículos 116 y 166 de la Ley de Amparo no exigen como requisito esencial e
imprescindible, que la expresión de los conceptos de violación se haga con formalidades tan
rígidas y solemnes como las que establecía la aludida jurisprudencia y, por otra, que como la
demanda de amparo no debe examinarse por sus partes aisladas, sino considerarse en su
conjunto, es razonable que deban tenerse como conceptos de violación todos los
razonamientos que, con tal contenido, aparezcan en la demanda, aunque no estén en el
capítulo relativo y aunque no guarden un apego estricto a la forma lógica del silogismo, sino
que será suficiente que en alguna parte del escrito se exprese con claridad la causa de pedir,
señalándose cuál es la lesión o agravio que el quejoso estima le causa el acto, resolución o ley
impugnada y los motivos que originaron ese agravio, para que el Juez de amparo deba
estudiarlo.’. En atención a lo anterior, y al tomar en consideración las manifestaciones
vertidas por la parte quejosa en su escrito de demanda, se advierte que si bien éstas no tienen
un formalismo rígido, de las mismas sí se desprende cuál es la lesión o agravio que estima la
quejosa le causa el acto reclamado, por lo cual se desestima la causa referida por la citada
tercero perjudicada. En tales condiciones, al no advertirse diversa causa de improcedencia
hecha valer por alguna de las partes, ni alguna otra
ue de oficio amerite su estudio, se procede al estudio del fondo del presente asunto. SEXTO.
Previo al análisis de los conceptos de violación hechos valer por la parte quejosa, es preciso
señalar, con relación a los terceros perjudicados que se apersonaron al procedimiento, lo
siguiente: El acto reclamado en el presente juicio de amparo es una resolución dictada en un
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales, el cual se encuentra
definido por el artículo 356 de la Ley Federal de Reforma Agraria, publicada el dieciséis de
abril de mil novecientos setenta y uno, vigente a la fecha del inicio del procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales; precepto que prevé: ‘Artículo 356. La
Delegación Agraria de oficio o a petición de parte, iniciará los procedimientos para reconocer
o titular los derechos relativos a bienes comunales sobre la superficie que no presente
conflictos de linderos, cuando los terrenos reclamados se encuentren en posesión de los
comuneros de la entidad de su jurisdicción.’. De acuerdo a lo anterior, este procedimiento se
sigue por una vía no contenciosa, ya que lo que se solicita es el reconocimiento de una
superficie de tierras que una comunidad agraria ha poseído y en relación con bienes que no
presenten conflictos posesorios de linderos; de ahí que dicho procedimiento se instaura a
efecto de que la resolución que se dicte al respecto, le sirva de título de propiedad a la
comunidad, para los efectos legales a los que haya lugar. En ese entendido, se trata
únicamente de un reconocimiento, pues la resolución dictada en el procedimiento no tiene el
efecto de constituir derechos al núcleo, sino declarativa como lo señala la jurisprudencia de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la Séptima Época
del Semanario Judicial de la Federación, Volumen 36, Tercera Parte, página 61, que se
transcribe enseguida: ‘AGRARIO. BIENES COMUNALES. RECONOCIMIENTO Y
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
TITILACIÓN. RESOLUCIONES PRESIDENCIALES DE ESE CARÁCTER. NO SON
CONSTITUTIVAS SINO DECLARATIVAS DE LOS DERECHOS CUYA EXISTENCIA
RECONOCEN. En los términos del artículo 306 del Código Agrario, esta Segunda Sala ha
sostenido el criterio de que el procedimiento incoado para reconocer y titular los derechos
sobre bienes comunales, cuando no haya conflictos de linderos, constituye una vía de simple
jurisdicción voluntaria en la que las autoridades agrarias deben constatar o comprobar que el
poblado comunal promovente tiene la posesión de las tierras, por lo que las resoluciones que
en estos casos se emitan, no tienen el carácter jurídico de constitutivas, sino de declarativas
de los derechos del poblado cuya existencia reconocen.’. Lo anterior es así, ya que en caso de
que exista una posible controversia respecto a la extensión de tierras que se deban reconocer
y titular, entonces procede la instauración de la vía contenciosa, tal y como se establece en el
artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria aplicable, abrogada con la entrada en
vigor de la Ley Agraria el veintiséis de febrero del dos mil dos, que a la letra prevé: ‘Artículo
366. Si Durante la tramitación del expediente de reconocimiento y titulación de bienes
comunales surgen conflictos por límites respecto del bien comunal, ya fueren con un
particular o un núcleo ejidal o comunal, la Secretaría deberá continuar el trámite del
expediente respectivo de los terrenos que no presenten conflictos, é iniciará por la vía de
restitución, si aquel fuere con algún particular, o en la vía de conflicto por límites, si éstos
fueren con un núcleo de población ejidal o propietario de bienes comunales, de los terrenos
cuyos límites se encuentren en conflicto; igualmente procederá a hacer el levantamiento
conjunto de las pequeñas propiedades que existan dentro de los terrenos incluyendo su
avalúo.’. Además, los artículos 49 y 98, fracción I, de la Ley Agraria vigente a la fecha, son
del tenor literal siguiente: ‘Artículo 49. Los núcleos de población ejidales o comunales que
hayan sido o sean privados ilegalmente de sus tierras o aguas, podrán acudir, directamente o a
través de la Procuraduría Agraria, ante el tribunal agrario para solicitar la restitución de sus
bienes.’. ‘Artículo 98. El reconocimiento como comunidad a los núcleos agrarios deriva de
los siguientes procedimientos: I. Una acción agraria de restitución para las comunidades
despojadas de su propiedad; ...’. Ahora bien, en la especie, la controversia en el presente
juicio constitucional radica en determinar si la sentencia agraria reclamada fue emitida con
apego a los principios contenidos en la Constitución General de la República, y en atención a
la naturaleza de la acción y al procedimiento legalmente establecido en la Ley Federal de
Reforma Agraria, aplicable al caso, por tanto, es evidente que a través del presente juicio de
garantías no se puede dilucidar si deben o no incluirse o excluirse de la resolución de
reconocimiento y titulación de bienes comunales los terrenos de los que dicen ser propietarios
los tercero perjudicados, ya que ésta es una facultad de los tribunales agrarios ordinarios, ante
quien deben deducirse los derechos que tengan los citados tercero perjudicados. Esto es así,
pues de concedérseles el amparo y protección de la Justicia de la Unión a los quejosos, sería
para determinados efectos, cuyo cumplimiento debe ser acatado por el tribunal responsable,
ante quien deben deducirse los derechos que dicen tener los tercero perjudicados. Aunado a
lo anterior, debe decirse que la resolución reclamada expresamente excluyó de la
confirmación y titulación los predios de particulares que tengan debidamente legalizados sus
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
títulos de propiedad, tal como se advierte del resolutivo cuarto de la resolución combatida
que dice: ‘Cuarto. Las pequeñas propiedades particulares que pudieren encontrarse
enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirman, quedan excluidas de esta
titulación si reúnen los requisitos establecidos por la legislación agraria a cuyo efecto se
dejan a salvo los derechos de esos poseedores.’, con lo que se demuestra que no se afecta a
los tercero perjudicados que se apersonaron en el juicio de amparo, pues la resolución de
referencia excluye de la confirmación y titulación los predios de particulares que cumplan los
requisitos establecidos en la legislación agraria, y deja a salvo sus derechos. Apoya a la
anterior consideración, por identidad de razón, en cuanto a su contenido y alcance, la tesis de
la Segunda Sala del Máximo Tribunal del País, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Época, Volumen 84, Tercera Parte, página 13, del contenido literal
siguiente: ‘AGRARIO. BIENES COMUNALES. RECONOCIMIENTO Y TITULACIÓN.
CASOS DE IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO CONTRA RESOLUCIONES
PRESIDENCIALES EN ESA MATERIA. Si la resolución presidencial sobre reconocimiento
y titulación de bienes comunales dictada en favor del poblado tercero perjudicado, excluye de
la confirmación y titulación los predios de particulares que tengan debidamente legalizados
sus títulos de propiedad o reúnan los requisitos establecidos en el artículo 252 de la Ley
Federal de Reforma Agraria (artículo 66 del Código Agrario derogado) y hagan valer sus
derechos dentro del término de cinco años a partir de la ejecución de la resolución, y los
quejosos afirman que reúnen tales requisitos y se encuentran aún dentro del término
concedido, debe estimarse que la resolución presidencial de referencia no afecta los intereses
jurídicos de los propios quejosos y que el juicio de garantías promovido en contra de la
misma es improcedente, y debe sobreseerse de conformidad con lo dispuesto en las
fracciones V del artículo 73 y III del artículo 74 de la Ley de Amparo.’. SÉPTIMO. La parte
quejosa formula los motivos de inconformidad que por economía procesal se tienen por
reproducidos, sin necesidad de que haya lugar a transcribirlos, pues dicha omisión no deja en
estado de indefensión al quejoso, dado que no se le priva de la oportunidad para recurrir la
resolución y alegar lo que estime pertinente para demostrar, en su caso, la ilegalidad de ésta;
lo anterior, con apoyo en la jurisprudencia VI.2o. J/129, sustentada por el Segundo Tribunal
Colegiado del Sexto Circuito, publicada en la página 599 del Tomo VII, abril de 1998,
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que a la letra dice:
‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. EL JUEZ NO ESTÁ OBLIGADO A
TRANSCRIBIRLOS. El hecho de que el Juez Federal no transcriba en su fallo los conceptos
de violación expresados en la demanda, no implica que haya infringido disposiciones de la
Ley de Amparo, a la cual sujeta su actuación, pues no hay precepto alguno que establezca la
obligación de llevar a cabo tal transcripción; además de que dicha omisión no deja en estado
de indefensión al quejoso, dado que no se le priva de la oportunidad para recurrir la
resolución y alegar lo que estime pertinente para demostrar, en su caso, la ilegalidad de la
misma.’. OCTAVO. Son esencialmente fundados los motivos de inconformidad de la parte
quejosa, suplidos en su deficiencia en término del artículo 227 de la Ley de Amparo, ya que
en el caso se advierte que se cometió contra la comunidad quejosa una violación manifiesta
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de la ley que la dejó sin defensa. La comunidad quejosa aduce, en esencia, que se violan en
su perjuicio las garantías contenidas en los artículos 14, 16 y 27 constitucionales, por virtud
de las razones que en síntesis se aluden a continuación: a) La resolución no se encuentra
debidamente fundada y motivada porque se omite realizar en forma pormenorizada un
estudio analítico de los hechos y documentos del procedimiento agrario, puesto que no se
confrontan los trabajos técnicos y los trabajos técnicos informativos complementarios en los
cuales existe una incongruencia en la superficie propuesta para confirmar y titular, la cual se
expresa ser de 2,046-66-18 hectáreas ya restadas 29-20-00 hectáreas de la Presa Madín;
siendo que la resolución señala que se deben restar 345-02-00 hectáreas, amparadas con el
supuesto certificado de inafectabilidad número 14562 y nuevamente las 29-20-00 hectáreas
de la Presa Madín, lo que da un total de 374-22-00 hectáreas, y reconoce únicamente 1,67244-18 hectáreas a favor de la comunidad quejosa, lo cual origina que al momento de ejecutar
la sentencia e interpretando textualmente el citado resultando se entregaría menos superficie;
además, se hace una indebida valoración de pruebas, porque aunado a las incongruencias
citadas, tampoco se valora debidamente la prueba pericial de donde se demuestra que las 34502-00 hectáreas señaladas como ‘Predio San Juan’ o ‘Rancho San Juan’ presuntamente
amparada por certificado de inafectabilidad, resulta ineficaz por encontrarse las tierras en
estado de abandono e inexplotación por el presunto propietario, por lo que deben incluirse en
la confirmación y titulación a favor de la comunidad quejosa. b) Los representantes de la
comunidad y un grupo de sesenta comuneros más fueron excluidos de las listas de la
resolución reclamada a pesar de aparecer en los trabajos censales de primero de agosto de mil
novecientos setenta y siete, porque en el desarrollo del informe respecto a los trabajos
censales se presentaron muchas anomalías, habiéndose suspendido, sin que existan actas de
conformidad de las actas censales porque nunca se llevaron a cabo. c) En el resultando
segundo, fracción V, párrafo segundo, se dice que los límites de los terrenos comunales son:
vértice R8 con rumbo general SW... y para cerrar la poligonal principal se llega al vértice R8,
el cual es punto trino entre la colonia Adolfo López Mateos, propiedad de La Colmena y los
terrenos comunales y punto donde dio principio la descripción, siendo que ello es totalmente
incorrecto porque de las carteras de campo y la planilla de construcción o el cuadro de
construcción se ve claramente que deben ser las correctas: ‘partiendo del punto 58 con rumbo
general SW... y para concluir: se llega al vértice 58 el cual es punto trino. d) El cuarto punto
resolutivo que dice que las pequeñas propiedades que pudieran encontrarse enclavadas dentro
de los terrenos comunales que se confirman, quedan excluidas de la titulación si reúnen los
requisitos establecidos por la legislación agraria dejándose a salvo sus derechos, es violatorio
porque los pequeños propietarios ya han sido oídos y vencidos en juicio. Ahora, las pruebas
que ofreció la comunidad quejosa y las que se recabaron en esta instancia constitucional, son
las siguientes: 1. Resolución de veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete,
en la que el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, dentro del
amparo en revisión 76/97, relativo al juicio de amparo indirecto 607/95, del índice del
entonces Juzgado Cuarto de Distrito en Tlalnepantla, M
xico, concedió a la comunidad quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal, para el
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
efecto de que el Tribunal Unitario responsable, en este juicio de amparo, valorara las pruebas
ofrecidas (fojas 307 a 333 vta., tomo I del juicio de amparo). 2. Original de la Gaceta del
Gobierno del Estado de México, de ocho de junio de mil novecientos noventa y ocho, donde
aparece la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho que constituye el
acto reclamado en este juicio de amparo (fojas 334 a 353, tomo I del juicio de amparo); así
como copia simple de varias hojas de la Gaceta mencionada (fojas 19 a 21, 26, 43 a 46, 50,
116 a 118, 131 a 132 y 374 a 377, tomo I del juicio de garantías). 3. Copia certificada del
testimonio de la escritura de compraventa que otorga Julián García Romero a favor de María
Teresa Salgado viuda de Rojas, respecto a la fracción de terreno denominado ‘Rancho El
Charro’, formado por parte de la fracción número uno y parte de la fracción número dos de la
antigua ‘Hacienda del Pedregal’, Municipio de Atizapán, que consta de trescientas noventa y
seis hectáreas, sesenta áreas (fojas 354 a 359, tomo I del presente asunto). 4. Copia
certificada del testimonio de la escritura de compraventa que otorga María Teresa Salgado
viuda de Rojas en favor de sociedad cooperativa de compra en común ‘México Nuevo’,
Sociedad Cooperativa Limitada, respecto al predio ‘Rancho El Charro’, formado por parte de
la fracción número uno y parte de la fracción número dos de la antigua ‘Hacienda del
Pedregal’, Municipio de Atizapán, en una superficie de trescientas treinta y seis hectáreas,
ochenta y ocho áreas, setenta y tres centiáreas (fojas 359 a 373, tomo I del juicio de amparo).
5. Copia certificada de la inscripción del testimonio de las fojas cincuenta y uno vuelta a
cincuenta y cinco vuelta del libro XXXVIII, segundo 1894, partida 208, volumen 2o., libro
38, de diecinueve de septiembre de mil ochocientos noventa y cuatro, en la que aparece la
venta e hipoteca de la ‘Hacienda del Pedregal’, ubicada en Atizapán, vendida por Concepción
Velázquez de Macedo, Agustín y José María Velázquez y adquirida por Andrés Aguayo, la
cual tiene los siguientes linderos: Al norte el árbol gacho, Tepozán Mojonera, parte del
lindero de la Hacienda de San Mateo; por el sur el Rancho de Chiluca y parte del lindero de
la condesa, oriente, la Hacienda de San Mateo y pueblo de Atizapán y, por el poniente el
Rancho Blanco, Rancho Viejo y El Molino (fojas 381 a 387 vta., tomo I del juicio de
amparo). 6. Partida 3, volumen 51, sección 1a. en la que consta la venta que hace Andrés
Aguayo a doña Lorenza Bermejillo de Cortina, respecto a la Hacienda ‘El Pedregal’, con los
linderos a que se refiere el asiento doscientos ocho del volumen segundo, libro 38 (fojas 388
a 392, tomo I del juicio de garantías). 7. Copia certificada del libro titular traslativo de
dominio, volumen 3, sección 1a., 191, partida 81, venta de la Hacienda ‘El Pedregal’, de la
parte que le corresponde a don Nemesio Santos, en la que se hace constar que el veinticinco
de junio de mil novecientos diecinueve Ignacio Cortina por sí y a nombre de su esposa y
mandante Lorenza Bermejillo de Cortina, vende a Felipe Rojas, Nemesio Santos, Manuel
Jaso y a los hermanos Rutilo, Brígido, Ángel y señoritas Refugio y Victoriana, todos de
apellido Rojas, y Juan Antonio Alonso Navega en su carácter de apoderado de Jesusa
Llamosa Fernández, albacea de la sucesión de don Francisco Fonfria, habiendo acordado los
compradores dividir la hacienda en cuatro fracciones, la I a don Nemesio Santos, la II a los
hermanos Rutilo, Brígido, Ángel y señoritas Refugio y Victoriana, todos de apellidos Rojas,
la III a don Felipe Rojas y la IV a don Manuel Santos (fojas 396 a 401, tomo I del sumario
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
constitucional). 8. Copia certificada de partida 82, de la inscripción del título de propiedad de
Rutilo Rojas, en el que se hace mención al asiento 81, en relación al número 3, fojas siete y
ocho del volumen primero, libro 51, con las medidas y colindancias allí expresadas (fojas 403
a 405, tomo I del juicio de amparo). 9. Copia certificada del libro titular traslativo de
dominio, sección 1a., volumen 20, 1944-1945, partida 48, en la que se hace constar la venta
de una fracción de terreno conocida como ‘Rancho Viejo’, que perteneció a la Hacienda de
Sayavedra, ubicada en el Municipio de Atizapán de Zaragoza, otorgada por Rutilo Rojas a
favor de la señora Carmen Navas Merchan en la cantidad de dieciocho mil pesos, la cual
tiene las siguientes medidas y linderos: fracción tercera de la Hacienda de Sayavedra que se
llama Rancho Viejo, con doscientas sesenta hectáreas y otra porción con trescientas cuarenta
y cinco hectáreas y dos centiáreas, con superficie del resto del Rancho San Juan, que forma
parte de la Hacienda del Pedregal, lindando junto con el predio materia del contrato como
sigue: Al norte con Rancho La Colmena, al noreste con el Rancho San Juan, al Este con
Rancho el Charro, y al sur con el Rancho de Chihuahua, al oeste con Rancho Viejo y al
noreste con la Hacienda de Sayavedra (fojas 407 a 413, tomo I del juicio de garantías). 10.
Copia certificada de la partida 150, volumen 1, sección 1, foja ochenta y ocho y siguiente,
1917-1918, en la que consta la venta de la segunda y tercera fracción de la Hacienda de
Sayavedra, realizada por Ignacio Cortina a Rutillo Rojas y hermanos, propiedad que por
asiento 159, volumen 15, sección 1, pasó a ser propiedad solamente de Rutilio Rojas por
venta que le hace su hermano Ángel, consistiendo la fracción Segunda y Tercera de la
Hacienda de Sayavedra y sus ranchos anexos con los siguientes linderos y colindancias: al
norte la Hacienda de la Colmena, al oriente las del ‘Pedregal’ y ‘Chiluca’, al sur ‘Chiluca’ la
de Apasco y el Rancho de Bojay, y al poniente la ranchería ‘El Volador’, el Rancho de
Zaragoza (fracción número uno de Sayavedra y Rancho Viejo), ranchería de la Aurora y el
pueblo de San Miguel Hila, superficie de la fracción número dos, un mil ciento noventa y
cinco, tres mil trescientos diez y nueve metros cuadrados, ochocientos noventa y cinco
milésimos. En total dos mil ciento ochenta y tres hectáreas, ocho mil ochocientos noventa y
dos metros cuadrados, seiscientos veintisiete milésimos (fojas 416 a 418 tomo I del juicio de
amparo). 11. Copia certificada de la partida 107, volumen 1o., libro 59 de 1915, fojas sesenta
y nueve vuelta a setenta y uno vuelta en la que se hace constar la venta de las fracciones dos
y tres en que fue dividida la Hacienda de Sayavedra y sus ranchos anexos, ubicados en el
Municipio de Atizapán de Zaragoza, que hace Ignacio Cortina y su esposa Lorenza
Bermejillo de Cortina a favor de Rutilio, Brígido, Ángel, Refugio y Victoriana, todos de
apellidos Rojas, con las medidas y colindancias que se han expresado en el número que
antecede (fojas 422 a 426, tomo I del sumario constitucional). 12. Copia certificada de la
partida 110, en la que consta la venta e hipoteca de la Hacienda de Sayavedra y ranchos
anexos, otorgada por Rosenda Bernal viuda de Iturbide y sus hijos don Sabas y señorita Ana
María Iturbide, por sí, y por Rosenda Cristina Iturbide de la Hoz, el licenciado Manuel de la
Hoz a favor de Ignacio Cortina a su solo nombre y al de su esposa Lorenza Bermejillo de
Cortina, quedando afectada por hipoteca únicamente la fracción uno que se nombra ‘Rancho
de La Rosa’ con superficie de novecientos treinta y cinco hectáreas, cinco mil trescientos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
cincuenta y cinco metros cuadrados, cincuenta y seis centésimos de metros cuadrados y
colinda al norte con terrenos de la Compañía Mexicana de Luz y la Hacienda de la
Encarnación, al oriente con la Ranchería del Volador, la fracción número dos (formando el
lindero con la mitad de la barranca denominada de los Onofres) con la Ranchería de la
Aurora, el pueblo de San Miguel Hila y la Hacienda de La Colmena, al sur con propiedades
de Fernando Rosas y Odilón García y con el Rancho de Bojay, y al poniente con terrenos de
la compañía de Luz y con la Hacienda de Bata (fojas 428 y 429, tomo I de este juicio). 13.
Copia certificada de las fojas veintiocho y siguiente, relativas al libro 16 del Registro Público
de Tlalnepantla del año de 1884, partida 101, en la que consta la cancelación de la hipoteca
de Sayavedra y Ranchos Viejo, Blanco, Hila, ubicados en la Municipalidad de Monte Bajo, y
Agostadero de Sayavedra ubicado en la municipalidad de Tlaxala, propiedad de Sabas
Iturbide a favor de Juan Temple por haber pagado la hipoteca (fojas 431 y 432, tomo I del
juicio de amparo). 14. Copia certificada de la foja catorce, relativa al libro cuatro del Registro
Público de Tlalnepantla, Primero del año de 1872, en la que consta la cancelación de hipoteca
por pago, de Rancho Viejo ‘A’, San Jerónimo, Rancho Blanco, Rancho de Hila, Hacienda de
Sayavedra y el Agostadero, ubicados en la Municipalidades de Monte Alto Tlaxala Monte
Bajo, que hizo Sabas Iturbide a Juan Temple (foja 435 y 436 tomo I del juicio de garantías).
15. Copia certificada de las fojas treinta y siete vuelta a treinta y nueve, relativa al libro cinco
del Registro Público del año de 1872, partida 142, en la que consta la inscripción de la
Hacienda de la Encarnación, más anexos, y Rancho de la Condesa, la cual quedó cancelada
por la diversa inscripción número 41 y 35 del libro XIV del Registro Público, por haberse
pagado el dominio de dichos bienes a favor de Luz Servín (fojas 439 a 442, tomo I del
presente asunto). 16. Copia simple del plano proyecto de reconocimiento y titulación de
bienes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre,
Estado de México, elaborado por Mario E. Campagny Saldaña, tomando como base el
informativo enviado por la Delegación Agraria, con diversas señalizaciones de las fracciones
relativas a los documentos antes descritos (foja 443, tomo I del juicio de amparo). 17. Copia
simple de otro plano con diversas señalizaciones relativas a las fracciones indicadas en los
documentos inmediatamente descritos (foja 444, tomo I del presente juicio). 18. Copia simple
de la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada dentro del juicio
agrario TUA/10o.DTO./277/92 (fojas 452 a 517, tomo I del juicio de garantías). 19. Informe
de comisión de trabajos administrativos, por el que se da contestación al oficio 5002 de
primero de agosto de mil novecientos setenta y siete y se levanta el censo general de
población del poblado de bienes comunales de Atizapán, por el que el ingeniero Raúl Loya
Alcaraz, el diecisiete de mayo de mil novecientos setenta y nueve, informó sobre los trabajos
técnicos administrativos en los términos siguientes: ‘Con fecha 9 de febrero de 1978 se giró
convocatoria para la iniciación de los trabajos mencionados, los cuales empezaron el día 16
de febrero de 1976, nombrándose dos representantes de la comunidad para integrar la junta
censal, levantándose el acta correspondiente y haciéndose el acta de instalación de la junta
censal. Una vez que se empezó a elaborar el censo y el suscrito terminó de hacerlo, con fecha
7 de enero de 1979 se giró convocatoria para la clausura de los trabajos censales y hacer la
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elección de los representantes comunales; la clausura de los trabajos censales se llevó a cabo
el día 14 de enero de 1979, informa a la comunidad el resultado del censo el cual arrojó un
total de 11,337 habitantes, clasificados en 2047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de 16
años y 7,658 esposas, niños y jóvenes menores de dieciséis años; a continuación se pidió a la
asamblea que se presentaran objeciones al carácter de comuneros a quienes lo creyeran
pertinente, no presentado ninguna objeción al mismo pidiendo únicamente se agilizara el
trámite de su expediente; posteriormente se acordó que se fijara las cédulas notificatorias del
plazo improrrogable de 15 días, la cual se fijó en los lugares más visibles de la comunidad el
día 15 de enero de 1979, de esta manera se dieron por clausurados los trabajos censales
levantándose el acta respectiva. Posteriormente se llevó a cabo la elección de los
representantes comunales de acuerdo a lo dispuesto al artículo 358 de la Ley Federal de
Reforma Agraria y octavo del reglamento del 6 de enero de 1958, para que intervengan con
tal carácter en el trámite de su expediente en esta dependencia del Ejecutivo Federal, por la
vía de reconocimiento y titulación de bienes comunales. Hecha la explicación del caso, por el
suscrito se procedió a poner a consideración de la asamblea la elección de sus representantes,
designando por mayoría de votos a los
señores José Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza, como representantes comunales
propietario y suplente, respectivamente, quienes aceptaron desempeñarlo con lealtad y
honestidad. Para dicho acto se levantó el acta de elección de representantes comunales y se
recabaron las firmas que fue por mayoría. Acto seguido, se levantó el acuse de recibo de la
documentación recabada y la conformidad de dichos trabajos; cabe hacer mención que las
autoridades municipales, no obstante de haber certificado la convocatoria para la iniciación
de trabajos, se negaron a certificar las demás actas y la clausura del censo, motivo que el
suscrito desconoce; por lo anterior la comunidad acordó que dicho expediente se presentará
ante notario público para que certificara los trabajos desarrollados, lo cual se hizo el día 7 de
mayo de 1979 ...’. A dicho informe se acompañó: copia del oficio de comisión, original y
copia del informe, copia de la convocatoria de asamblea para dar a conocer oficio de
comisión y los trabajos a desarrollar, copia del acta de elección de los representantes de la
comunidad para integrar la junta censal, copia del acta de instalación de la junta censal,
original y copia del censo general de la población comunal constituido de cuatrocientas dos
fojas, copia de la convocatoria para asamblea de clausura de trabajos y junta censal, copia del
acta de clausura de trabajos de la junta censal, copia de la notificación de plazo para objetar
el censo de comuneros censados y considerar solicitudes de incorporación al censo general
(fojas 519 a 1007, tomo I del juicio en que se actúa). 20. Dictamen paleográfico sobre títulos
aportados por los promoventes de la acción agraria, suscrito por la profesora María Elena
Bribiesca Sumano adscrita al Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, de catorce
de septiembre de mil novecientos setenta y cuatro, que en su último párrafo concluye: ‘... Por
el análisis de los puntos antes expuestos así como de aspectos físicos de estos documentos, la
suscrita opina según su leal saber y entender, son auténticos. ...’ (fojas 1009 a 1013 tomo I
del juicio de garantías). 21. Informe de ocho de diciembre de mil novecientos ochenta y uno,
los comisionados de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingenieros Ignacio Sánchez Rosas,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres Freyre, en cumplimiento a las órdenes giradas
por la Subdirección de Bienes Comunales dependiente de la Dirección General de Tenencia
de la Tierra de diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y uno, que ordena se
efectúen trabajos técnicos informativos complementarios de la comunidad de que se habla,
rindieron el siguiente informe: ‘... Habiéndonos trasladado al poblado de referencia
convocamos a una asamblea general de comuneros con el objeto de dar a conocer el motivo
de nuestra comisión, así como la forma en que debería llevarse a cabo los trabajos en
cuestión. Por lo que una vez encontrándonos reunidos el día 29 de noviembre, en lugar
acostumbrado para sus reuniones sociales (casa del representante propietario de bienes
comunales), con la totalidad de los comuneros, así como personal caracterizados (sic), se nos
hizo saber que los citados trabajos ya se habían efectuado anteriormente por el ingeniero Raúl
Loya Alcaraz y que estos se encontraban ya en las oficinas centrales de la Secretaría de la
Reforma Agraria, y que realmente el problema que se les ponía es que el área señalada como
comunal en el plano elaborado por el citado profesionista, estaba invadido (sic) por
fraccionamientos, por lo que pidieron a los comisionados verificar el plano en el terreno para
comprobar si estaba invadido o no, por lo que procedemos a acceder a la petición de la
asamblea. Y al día siguiente procedimos a realizar los trabajos sugeridos, encontrándonos que
realmente el plano citado, checa dentro de la tolerancia requerida para estos trabajos,
físicamente en el terreno de los hechos y, además, observamos y ‘certificamos’ que el área
que encierra el citado plano se encuentra libre de invasiones ya que los fraccionamientos se
encuentran fueran del área que se pretende confirmar, así mismo (sic) se anota que esta
superficie se compone de monte cerril y que los comuneros se encuentran disgregados en
todo (sic) el área comunal, se anota que los comuneros y autoridades agrarias están de
acuerdo en que se les reconozca y titule esta superficie 2,075-86-78 has., para ya no crear
más problemas, por lo que nos trasladamos a las oficinas centrales (Subdirección de Bienes
Comunales) a revisar el expediente de los trabajos técnicos e informativos elaborados por el
Ing. Raúl Loya Alcaraz, encontrándonos que los citados trabajos se encuentran correctos y
aprobados en revisión técnica; por lo que optamos por no realizar los trabajos técnicos
informativos complementarios, ya que sólo se crearía más confusiones al respecto, por lo que
se opta por anexar una copia heliográfica del plano multicitado, señalando el área recorrida a
rumbo y distancia (área comunal) y que se señala en color naranja en la copia heliográfica y
que es la superficie que se deba de reconocer y titular por no presentar problema alguno.
Considerando lo anteriormente expuesto, somos de la opinión, salvo la más acertada de la
superioridad, que en el expediente que nos ocupa deben seguirse los trámites subsecuentes
hasta obtener la resolución presidencial respectiva y dar por terminados los supuestos
problemas que realmente no existen ...’ (fojas 22 a 23, tomo I del presente asunto). 22.
Informe de revisión técnica de veintidós de septiembre de mil novecientos ochenta, suscrito
por el ingeniero Leonel Luna Payán, en el que concluyó: ‘... Salvo la más acertada de la
superioridad, opino que los presentes trabajos se acepten por encontrarse técnicamente
correctos ...’ (foja 24, tomo I del juicio de garantías). 23. Acta relativa a la clausura de los
trabajos técnicos informativos complementarios y conformidad de la comunidad de los
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trabajos realizados, de treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta, suscrita por el jefe
de la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero J. Raúl
Loya Alcaraz, en la que se hace constar que es posible confirmar y titular un área de 2,10000-00 hectáreas, haciendo la aclaración que dentro de la superficie no se comprenden
terrenos de los fraccionamientos existentes, en la inteligencia de que con toda oportunidad se
giraron cédulas notificatorias a los poseedores de predios que quedaran enclavados dentro de
los terrenos de referencia sin que se hubiera presentado ninguna oposición. Se agregó que la
comunidad de Atizapán de Zaragoza está conforme en que aunque los títulos primordiales
que amparan sus bienes comunales comprenden una extensión mayor, aceptan la
confirmación y titulación de la superficie que arrojan los trabajos técnicos complementarios;
se anexaron las listas con las firmas de los comuneros asistentes y la hoja de cálculos de
distancia utilizando triángulos (fojas 25, tomo I del juicio de amparo). 24. Copia simple de la
página 6, que contiene datos de medición suscrita por el ingeniero J. Raúl Loya A. (foja 27,
tomo I del sumario constitucional). 25. Relación de comuneros que según la parte quejosa no
fueron incluidos en la resolución de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho (foja 28
del tomo I del presente asunto), de la cual se advierten, entre otros, los siguientes nombres:
Luis Hernández Segura. José Guadalupe Álvarez Araujo. Pablo Feregrino Ramos. Ernesto
Salazar Mendoza. Fidencio Medina. Alejo Martínez Cruz. Antonio Sánchez Rocha. Javier
Rosas Núñez. José Rosas Núñez. Trinidad Dávila Mendoza. Ernesto Salazar Cruz. Aristeo
Manuel Salgado Luengas. Bartolomé Antolín Salgado Luengas. Maximiliano Herlindo
Salgado Luengas. Gustavo Calleja González. Andrés García Cerón. Gregorio Pérez Ríos.
Hipólito Coronel Pastrana. León Mendiola Benito. Herlindo Salgado Mendoza. Pedro
Jiménez Santiago. Francisco Jiménez Santiago. Bernardo Jiménez Santiago. Santos Aparicio
García. José Cupertino Torres Hernández. José Luís Ponce Reséndiz. Santos Salgado
Luengas. Guillermo Julián Mirón Lino. Raúl Gabino Pineda. José Adolfo Díaz Martínez.
Nicolás Pizaña Alegría. Lázaro Flores Sánchez. Luis Bernardo Hernández Rosas. Lucio
Javier Corona Osornio. Benito Banco . Roberto García Rosas. José Guadalupe Velázquez
Gómez. José Pablo Medina Medina. Emilio Reyes Gutiérrez. Oficio de veintisiete de julio de
mil novecientos ochenta y dos, mediante el cual el delegado agrario en el Estado de México,
comisionó al ingeniero Antonio Martínez Manríquez para que practique trabajos técnicos e
informativos complementarios necesarios para sustanciar el expediente de reconocimiento y
titulación de bienes comunales del poblado de que se trata, trabajos que fueron iniciados por
el ingeniero Raúl Loya Alcaraz (fojas 29 a 31 del tomo I de este juicio de amparo). 27.
Escrito presentado en la Secretaría de la Reforma Agraria el veinticinco de noviembre de mil
novecientos ochenta y tres, por el cual Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, en su
calidad de representantes propietario y suplente comunal, manifiestan que después de haber
revisado el expediente, expresan su inconformidad con los trabajos técnicos informativos
complementarios realizados por la Delegación Agraria en el informe 04929 del trece de
septiembre de mil novecientos ochenta y tres, y en el que se comisionó al ingeniero Antonio
Martínez Manríquez para la practica de dichos trabajos, porque esa persona nunca fue al
poblado para verificar los actos de dominio y posesión de la comunidad, tampoco aparecen
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en el expediente las actas de conformidad o de asamblea de la realización de dichos trabajos,
agregaron que los planos del informe incluye dentro del área que pretenden se les confirme,
fraccionamientos que están fuera como consta en el informe de 8 de diciembre de 1981 de los
ingenieros Ignacio Sánchez, Benjamín Jacinto y Diego Torres, por las anomalías en los
levantamientos topográficos porque los puntos marcados como R8 a R12 no están dentro de
la colonia López Mateos como lo señala dicho comisionado, al igual que la carretera
Atizapán Villa del Carbón, e hicieron mención que en caso de que dentro de la superficie
solicitada haya pequeñas propiedades que se les excluya para que pueda su expedición
continua con el trámite (foja 32, tomo I del presente asunto). 28. Copia simple del acta de
elección de representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del
mismo nombre, Estado de México, de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y
uno, en la que se hizo constar que José Rosas Sandi falleció, y en su lugar se eligieron a
Javier Rosas Núñez como representante comunal propietario y como suplente a José Luis
Rosas Núñez (foja 33, tomo I del juicio de amparo). 29. Informe del estudio de revisión
censal de los trabajos efectuados por Raúl Loya Alcaraz, suscrito por el revisor Raúl Alberto
y Leonardo Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de la Secretaría de la
Reforma Agraria, de veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve; en el cual se
hizo constar lo siguiente: ‘... Opinión. Primero. Los trabajos se desarrollaron de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 29, 31, 32, 358, 359, inciso «b)», de la Ley Federal de
Reforma Agraria y 6o., 7o. y 8o. del Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales. Segundo. Se considera en la comunidad de
referencia, de acuerdo con los trabajos realizados, los cuales se han descrito, que existen 51
comuneros capacitados que cumplen con lo dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley
Federal de Reforma Agraria ...’ (fojas 522 a 523, tomo I del presente juicio), los cuales son:
1. Fortino Gutiérrez Ramírez. 2. Luis Sánchez Galván. 3. Agustín González López. 4. José
Antonio Rodríguez Arellano. 5. Celedonio Díaz Barrera. 6. Félix Barrera Martínez. 7. Julián
Barrera Martínez. 8. Efrén Barrera Martínez. 9. Ernesto Nicolás Vargas. 10. Jesús Cruz
Valdez. 11. Trinidad Reyes Gorgolla. 12. Catalino Cortés Vázquez. 13. Aniceto Valle
Dorado. 14. Daniel León Ponciano. 15. Silvano Capetillo Salazar. 16. Humberto Sosa Cruz.
17. Mateo Ruiz Olivares. 18. Guadalupe García Mireles. 19. Vicente Gómez Olvera. 20.
Guadalupe Ramírez Núñez. 21. Ranulfo Justo Remigio. 22. Ambrosio Reséndiz Flores. 23.
Mariano Olvera Martínez. 24. Florentino Uribe Mal
onado. 25. Jesús Arias Márquez. 26. Felipe Vilchis Miranda. 27. Julio Martínez Hernández.
28. Anselmo Pérez Bolaños. 29. Antonio Calderón Pineda. 30. Francisco Mateos Manjarres.
31. Pedro Cruz Trejo. 32. Salvador Ruiz Esqueda. 33. Rafael Rodríguez Mireles. 34. José
Pueblito Silva Alcoya. 35. Manuel Herrera Ramírez. 36. Heladio Salinas Herrera. 37.
Abraham Cureño Tejeda. 38. Marciano Arvizu Fuentes. 39. Eleuterio Arvizu Martínez. 40.
Eliseo Pastrana Villarreal. 41. Gabriel González Contreras. 42. Bertín Esquivel Padilla. 43.
Martín Guadalupe Tovar. 44. Evaristo Huerta Galea. 45. Tomás Martínez Gómez. 46. Pedro
Ramírez González. 47. Aníbal Juárez Cartin. 48. Cándido Lara Figueroa. 49. Pedro Pérez
Álvarez. 50. José Dolores Mendoza Duarte. 51. Francisco Chávez Mandujano. 30. Acta de
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declaraciones de ocho de mayo de mil novecientos setenta y nueve, en la que el ingeniero
Raúl Loya Alcaraz y José Rosas Sandi realizaron diversas manifestaciones ante notario
público (fojas 525 a 528, tomo I del juicio de garantías). 31. Convocatoria de clausura de
trabajos censales de siete de enero de mil novecientos setenta y nueve, para celebrarla el
catorce de ese mes y año, suscrita por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, documento en el que
no aparece la certificación de las autoridades municipales de que dicha convocatoria se fijó
en los lugares más visibles de la comunidad (foja 532 del tomo I del presente asunto). 32.
Acta de clausura de trabajos censales de catorce de enero de mil novecientos setenta y nueve
y anexos, en la que se asentó que existe un total de 11,337 habitantes clasificados en 2,047
jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de 16 años y 7,658 esposas, niños y jóvenes menores
de dieciséis años; al preguntar a la asamblea si tenía (sic), ésta manifestó que no tiene
objeciones al censo, pidiendo únicamente de que se agilice el trámite del expediente, además
se acordó que por medio de cédulas notificatorias, se fijó un plazo improrrogable de quince
días a partir de esa fecha a fin de que los vecinos de la comunidad que se consideran
excluidos del censo, presenten las pruebas y alegatos que a sus intereses convengan con el
objeto de estudiarlos y ponerlos a la consideración de otra asamblea a que oportunamente se
convoque (foja 531, tomo I del presente asunto). 33. Convocatoria de nueve de febrero de mil
novecientos setenta y ocho, en la que el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, convoca a los
comuneros de Atizapán de Zaragoza para que estén presentes el dieciséis de febrero de ese
año para iniciar los trabajos técnicos e informativos de bienes comunales (foja 529 del tomo I
del juicio de garantías). 34. Acta de elección de representantes de la comunidad de Atizapán
de Zaragoza, Estado de México, para integrar la junta censal, de dieciséis de febrero de mil
novecientos setenta y ocho, en la que ante la presencia del ingeniero Raúl Loya Alcaraz,
representante de la Secretaría de la Reforma Agraria, se eligieron a José Rosas Sandi y
Antonio Ortiz Pedroza como representantes censales y acta de instalación de la junta censal
(foja 533 del tomo I de este juicio). 35. Documental en copia simple de firmas recabadas por
el Censo General de la Población Comunal de Atizapán de Zaragoza, ordenada por la
Secretaría de la Reforma Agraria con oficio 5002 de dieciséis de febrero de mil novecientos
setenta y ocho (fojas 535 a 575, tomo I del presente sumario). 36. Oficios de veintisiete de
julio de mil novecientos ochenta y uno y dieciocho de noviembre de mil novecientos ochenta
por el que el representante de la Dirección General de la Tenencia de la Tierra y el
subdirector de Quejas y Conciliación Agraria, solicitan se les informe si existe dictamen que
acredite la autenticidad de los títulos presentados por la comunidad solicitante (fojas 1026 a
1028 del tomo I del juicio de amparo). 37. Escrito presentado el veinticinco de agosto de mil
novecientos ochenta, por el que los representantes de la comunidad de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, piden la intervención del presidente de la República en el procedimiento
de reconocimiento y titulación de bienes comunales que solicitaron desde el siete de julio de
mil novecientos setenta y cuatro (fojas 1030 a 1033, tomo I de este juicio). 38. Oficio de trece
de septiembre de mil novecientos ochenta y tres, por el que el delegado de la Reforma
Agraria en el Estado de México, remite diversa documentación a la Dirección de Bienes
Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria (fojas 1041 a 1042, tomo I del juicio de
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amparo). 39. Certificados de inafectabilidad número 16506 relativo al Rancho el Charro,
fracciones 1 y 2 de la Ex Hacienda del Pedregal y 26664 relativo a la Purísima Concepción o
La Purísima (fojas 1074, 1075, 1080 y 1081, tomo I del juicio de garantías). 40. Convocatoria
de catorce de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, por la que el ingeniero Raúl
Loya Alcaraz convoca a los comuneros de Atizapán de Zaragoza para el veintiuno de ese mes
y año, para informarles acerca de los trabajos técnicos e informativos complementarios de
confirmación y titulación de bienes comunales, para lo que se le comisionó (foja 1093, tomo I
del sumario constitucional). 41. Acta que se levanta el veintiuno de noviembre de mil
novecientos setenta y nueve, relativo al levantamiento de propiedad comunal en el poblado
de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en la que se acordó iniciar los trabajos técnicos
e informativos complementarios del levantamiento topográfico, el veintiséis de ese mes y
año, y firmas recabadas (fojas 1095 a 1101, tomo I del presente juicio). 42. Convocatoria de
veinticinco de agosto de mil novecientos ochenta, para la clausura de los trabajos técnicos
complementarios a celebrarse el treinta y uno del mes y año que nos ocupa (foja 1102, tomo I
de este juicio). 43. Cálculo de orientación astronómica del poblado de Atizapán, Estado
México, del ingeniero Raúl Loya A., de treinta de abril de mil novecientos ochenta (fojas
1141 a 1143, tomo I del sumario constitucional). 44. Oficio de treinta de junio de mil
novecientos setenta y cinco, suscrito por el registrador de la Propiedad de Tlalnepantla,
Estado de México, dirigido al promotor de la Secretaría de la Reforma Agraria, por el que
informa la manera en que se ha vendido la Ex Hacienda del ‘Pedregal’, ubicada en el
Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México (fojas 1172 y 1173, tomo I de este
juicio de amparo). 45. Solicitud de reconocimiento y titulación y deslinde de los bienes
comunales de la población de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, de once de mayo de
mil novecientos setenta y cuatro, suscrita por lo menos por setenta y ocho personas, según las
firmas y huellas que aparecen (fojas 1216 y 1217, tomo I de este asunto). 46. Dictámenes
periciales en materia de topografía suscritos por el ingeniero Rolando Barranco y Valencia, y
perito oficial designado para intervenir en el juicio de amparo 607/95-II, del índice del
Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de México, con residencia en Tlalnepantla,
promovido por la comunidad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, en el que el
primero opina que se debe reponer el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales, el segundo no formula opinión y ambos peritos convienen en que la comunidad
quejosa está en posesión de 2,046-66-18 hectáreas ya excluidas la Presa Madín y los
fraccionamiento que están dentro del área comunal (fojas 1298 a 1486 del tomo II del juicio
de amparo). 47. Oficio 583195 de nueve de noviembre de mil novecientos setenta y nueve,
signado por el director general de Bienes Comunales, mediante el cual comisionó de nueva
cuenta al ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz, para que realizara los trabajos técnicos
informativos complementarios, en virtud de que los efectuados con anterioridad no señalaban
la superficie posible por confirmar (foja 1093, tomo I del juicio en que se actúa). 48. Informe
rendido por el ingeniero J. Raúl Loya Alcaraz del diecinueve de septiembre de mil
novecientos ochenta, en el que indicó que el catorce de noviembre de mil novecientos setenta
y siete, se convocó a asamblea general de comuneros para dar a conocer la comisión, la cual
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se llevó a cabo el veintiuno de ese mes y año, se levantó el acta correspondiente, se acordaron
y fijaron en los lugares más visibles las cédulas generales notificatorias para los poseedores
de predios enclavados dentro de la superficie comunal, en la que se notifica que el día
veintiséis de noviembre de mil novecientos setenta y nueve, se iniciaron los trabajos
topográficos que consistieron en el levantamiento de una poligonal principal y triángulos,
para determinar la superficie comunal utilizando un aparato marca Hatta Congo de 1 minuto
de aproximación, estadales de 4 mts., y cinta de acero de 50 mts., se realizó la orientación
astronómica de la línea 5-6 el día 30 de abril de 1980, el 25 de agosto de 1980 se giró
convocatoria para la clausura de los trabajos técnicos complementarios, clausurándose el 31
siguiente, habiendo levantado el acta de clausura y conformidad de la comunidad donde
aceptan que se confirme exclusivamente la superficie que se levantó, certificando dicho acto
la autoridad municipal donde manifiesta que es lo que la comunidad tiene en posesión, y que
la calidad de tierras es de agostadero cerril de mala calidad; haciendo la aclaración que no se
levantó actas de conformidad de linderos ya que los terrenos colindan con fraccionamientos
urbanos; por tanto, la conformidad es hecha por la autoridad municipal donde se aceptó que
no existen problemas de linderos, se elaboraron de las carteras de campo a las planillas de
construcción, cierre angular, cálculos de rumbos, cálculos de direcciones, coordenadas,
productos y cálculos de superficie analítica; resultando una superficie de 2,075-86-16 has., y
que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 29-20-00 has., por lo que la superficie
de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 has., se calculó la orientación astronómica
dando un rumbo NW de 56°50' en la línea 5-6, elaborándose el plano informativo en papel
milimétrico debidamente detallado a escala 1:20000. 49. El veintidós de septiembre de mil
novecientos ochenta, el ingeniero Leonel Luna Payán rindió informe de la revisión técnica
encomendada de los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados por el
comisionado descrito en el punto que antecede, indicando que la superficie se encontró
correcta siendo de 2,046-66-18 has., la Presa Madín de 29-20-00 has., para una superficie
total de 2,075-86-18 has., opinando que se acepten los trabajos por encontrarse técnicamente
correctos. Adjuntó al informe, descripción limítrofe de los terrenos que pretende se le
confirme al poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de
México (fojas 1082 a 1087 y 1150 a 1151, tomo I de este asunto). 50. Opinión emitida por el
director del Instituto Nacional Indigenista de la Secretaría de la Reforma Agraria, el trece de
octubre de mil novecientos ochenta, en el que señaló que debe reconocerse y titular a favor
del poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas, aprobada en
revisión técnica (foja 1274 a 1286, tomo I del juicio de amparo). 51. Copia de las
publicaciones de treinta de octubre de mil novecientos ochenta y veintiuno de septiembre de
mil novecientos ochenta y uno, de la solicitud de confirmación y titulación de bienes del
poblado que nos ocupa en la Gaceta del Gobierno del Estado de México y Diario Oficial de la
Federación, respectivamente (foja 1233 a 1244, tomo I del juicio de garantías). 52. Copia
simple del oficio 9721, de once de noviembre de mil novecientos ochenta, dictado por el
delegado agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria dirigido al representante de la
Dirección General de Tenencia de la Tierra ante la Sala Estatal del Cuerpo Consultivo
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Agrario, por el cual fueron devueltos, por el delegado agrario, los trabajos técnicos
informativos efectuados por el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, a fin de que se revisara y
modificara su informe, ya que en los antecedentes que existen en el archivo de esa delegación
se llegó al conocimiento de que dentro de la superficie que tal profesionista señala como
susceptible de confirmación y titulación, se localizan varias pequeñas propiedades de las
cuales tres de ellas cuentan c
n certificado de inafectabilidad y que son: El Rancho El Charro, fracciones I y II de la
Hacienda El Pedregal, propiedad de Julián García Romero, con una superficie total de 39600-00 hectáreas, el predio ‘San Juan’, propiedad de Carmen Navas de Marchán, con una
superficie de 605-00-00 hectáreas y de ‘La Purísima Concepción’ o La Purísima, propiedad
de Ángeles Fernández, con una superficie total de 194-15-00 hectáreas, propiedades que el
comisionado omitió en su informe; asimismo, fueron anexadas a dicho oficio copias
certificadas de los decretos presidenciales de inafectabilidad, de los certificados de
inafectabilidad y de los planos de las propiedades señaladas; lo anterior fue emitido con el
objeto de que la Delegación Agraria procediera a emitir su opinión respectiva (foja 1070,
tomo I del juicio constitucional). 53. Informe complementario de tres de diciembre de mil
novecientos ochenta, signado por el comisionado jefe de la Brigada de Bienes Comunales de
la Secretaría de la Reforma Agraria, ingeniero Raúl Loya Alcaraz, por el que concluyó que:
los certificados de inafectabilidad agrícola números 26664 y 16506, correspondientes a los
predios ‘La Purísima Concepción o La Purísima’ y predio ‘Rancho El Charro’, fracciones I y
II de la Ex Hacienda del Pedregal, propiedades de Ángel S. Fernández y Julián García
Romero respectivamente, no se pudieron acoplar dentro de los terrenos que el suscrito
levantó ya que éstos quedan fuera de la comunidad, mientras que el certificado número
14562, correspondiente al predio ‘Rancho San Juan’, propiedad de Carmen N. Marchán se
hizo el acople dentro de los terrenos que la comunidad reclama y que corresponde a una
superficie de 345-20-00 has., ya que las 260-00-00 has., faltantes corresponden al
fraccionamiento Rancho Viejo y éste queda fuera de la comunidad, tal como se asienta en el
plano que se anexa, además informó que la calidad de tierras que solicita el núcleo gestor,
son terrenos de agostadero cerril, aun y cuando los certificados son agrícolas (fojas 1066 a
1068, tomo I del juicio de amparo). 54. Opinión del delegado de la Secretaría de la Reforma
Agraria en el Estado de México, dictada el dieciocho de diciembre de mil novecientos
ochenta, por el que opinó que se suspendiera el procedimiento de reconocimiento y titulación
de bienes comunales instaurado a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, en la
Subdirección de Bienes Comunales, dependiente de la Dirección General de la Tenencia de la
Tierra, registrado bajo el número 276.1/3507 (725.2), por estarse en el caso previsto por el
artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, y que se continuare el procedimiento por
vía de restitución por haber surgido conflicto por límites con uno o más particulares respecto
del bien comunal, en la cual se determine si los predios de los mismos particulares son o no
susceptibles de restitución y, por consecuencia, son o no materia de reconocimiento y
titulación de bienes comunales a favor del poblado de que se trata, o bien, se deben seguir
considerando como pequeñas propiedades, lo cual hizo saber a la mencionada subdirección
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devolviendo el expediente. Para emitir dicha opinión, tomó en cuenta que del informe del
comisionado se aprecia que la comunidad tiene en propiedad y posesión 2,046-66-18 has., de
terrenos áridos que vienen disfrutando como bien comunal, y del informe del comisionado y
de los antecedentes que existen en esa delegación, se advierte que en el polígono que se
señala como susceptible de reconocimiento y titulación, existen varias pequeñas propiedades
que los solicitantes pretenden que se incluyan o reconozcan como parte de sus bienes
comunales y alguna de ellas amparadas con sendos certificados de inafectabilidad, por lo que
se está en el caso de lo que al efecto dispone el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma
Agraria; es decir, que debe suspenderse el procedimiento del reconocimiento y titulación de
bienes comunales, toda vez que ha surgido conflicto de límites con uno o mas particulares,
siendo el caso de que la acción debe revertirse al procedimiento biinstancial de restitución y
no como en casos análogos ha sucedido, que las autoridades superiores, haciendo caso omiso
del imperativo señalado por el dispositivo legal invocado, optan por reconocer y titular a
favor del núcleo solicitante la superficie presuntamente sin conflictos, para posteriormente
cancelar los certificados de inafectabilidad y enseguida tramitar expedientes de confirmación
complementaria, figura jurídica que no se contempla en ningún capítulo de la mencionada
Ley Federal de Reforma Agraria (fojas 1054 a 1065 del tomo I del juicio de garantías). 55.
Publicaciones tanto en el periódico ‘La Prensa’ de dieciséis de julio de mil novecientos
ochenta y uno, así como en el Diario Oficial de la Federación de veintisiete de agosto, tres y
diez de septiembre y dieciséis de julio, de mil novecientos ochenta y uno, mediante las cuales
se notificó a los presuntos propietarios de predios colindantes del poblado de Atizapán de
Zaragoza, por ignorarse sus domicilios, de conformidad con el artículo 315 del Código de
Procedimientos Civiles de aplicación supletoria en materia agraria; y dando cumplimiento al
artículo 360 de la Ley Federal de Reforma Agraria, se puso a la vista el expediente a fin de
que rindieran las pruebas y expusieran lo que a su interés conviniera (fojas 1018 a 1020 y
1037 a 1040 del tomo I del sumario constitucional). 56. Escrito en el que en atención a las
publicaciones señaladas en el punto que antecede, Luis Méndez Cabrera, gerente de la
sociedad ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, a través del cual, compareció al expediente
agrario, exhibió probanzas y alegó, solicitando que se excluyan del procedimiento de
reconocimiento y titulación de bienes comunales, la superficie de seiscientos cincuenta y seis
mil seiscientos sesenta y cuatro metros cuadrados, que le corresponden a dicha sociedad y
que fueron aportados por Francisco Rojas Pineda, los cuales son una porción del terreno
denominado ‘Rancho Viejo’ que perteneció a la Hacienda Sayavedra, Municipio de Atizapán
de Zaragoza, Estado de México (foja 1187 a 1205 del tomo I del juicio de garantías). 57.
Informe de treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y dos, signado por el
comisionado Antonio Martínez Manríquez, que en lo sustancial, expresa: ‘... la suma total de
todas las pequeñas propiedades y los terrenos comunales de Calacoya, así como la Presa
Madín, que se encuentran enclavadas dentro de la superficie propuesta como bienes
comunales de Atizapán de Zaragoza, es de 2,075-20-00 has., no existiendo actos de dominio
por parte de los comuneros en estas hectáreas salvo pequeñas fracciones en los terrenos
considerados como del pueblo de Calacoaya, ya que gente de este poblado se censó para el
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censo general de Atizapán de Zaragoza ...’ (fojas 1043 a 1050 del tomo I del juicio de
amparo). 58. Oficio de descripción limítrofe de los terrenos que pretende se le confirmen al
poblado de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, Estado de México, en la
que se aprecia: ‘Partiendo del vértice 58, punto trino entre la colinia (sic) Adolfo López
Mateos, propiedades de ‘La Columna’ (sic) y los terrenos que se describen, con rumbo SW y
distancia de 1,680 mts., en línea recta y pasando por los vértices 33, 33 a ...’ (fojas 1088 a
1091 del tomo I de este asunto). 59. Resolución que constituye el acto reclamado de dos de
abril de mil novecientos noventa y ocho, dictada por la autoridad responsable (fojas 452 a
517, tomo I del juicio de amparo). 60. Copia certificada de diversas actuaciones que obran en
el expediente 926/99, del índice del Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de México. 61.
Copia certificada de diversas actuaciones que obran en el expediente 70/2004 del índice del
Juzgado Cuarto ‘B’ de Distrito en el Estado de México. 62. Acta original de asamblea general
extraordinaria de junio de dos mil siete. Las antes relatadas documentales relacionadas en
términos de los artículos 129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, generan convicción plena y acreditan lo siguiente:
1. El once de mayo de mil novecientos setenta y cuatro, un grupo de nativos del poblado
denominado Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México, solicitó
al director general de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, el
reconocimiento, confirmación y titulación de los bienes comunales del poblado, asimismo,
acompañó a su escrito copia de título primordial de la comunidad. 2. El catorce de septiembre
de mil novecientos setenta y cuatro, la profesora María Elena Bribiesca Sumano, adscrita al
Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, emitió dictamen paleográfico,
concluyendo que los títulos aportados son auténticos. 3. El diecisiete de mayo de mil
novecientos setenta y nueve, el comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, quien realizó los
trabajos técnicos informativos, informó que se censó un total de 11,337 habitantes,
clasificados en 2,047 jefes de familia, 1,632 jóvenes mayores de 16 años y 7,658 esposas,
niños y jóvenes menores de dieciséis años, lo cual se informó a la asamblea censal quien no
presentó objeciones. Se eligieron como representantes de bienes comunales a los señores José
Rosas Sandi y Antonio Ortiz Pedroza, como propietario y suplente, respectivamente, quienes
aceptaron desempeñarlo con lealtad y honestidad; se levantó el acta de elección de
representantes comunales, que fue por mayoría, y se recabaron las firmas respectivas. 4. El
veintidós de agosto de mil novecientos setenta y nueve, el revisor Raúl Alberto y Leonardo
Gahona Pérez, jefe del Departamento de Revisión Censal de la Secretaría de la Reforma
Agraria, rindieron el informe del estudio de revisión censal de los trabajos efectuados por
Raúl Loya Alcaraz, en el que concluyeron que los trabajos se desarrollaron conforme a la Ley
Federal de Reforma Agraria y el Reglamento para la Tramitación de los Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, y que de acuerdo con los trabajos
realizados por el ingeniero Loya Alcaraz, existían cincuenta y un comuneros capacitados que
cumplían con lo dispuesto en los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria.
5. El diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta, en nueva comisión, del ingeniero
J. Raúl Loya Alcaraz, para realizar los trabajos técnicos informativos complementarios, por
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no haberse señalado con anterioridad la supe
ficie posible por confirmar, informó que resultó una superficie de 2,075-86-16 hectáreas, y
que la superficie de la Presa Madín es planimétrica de 29-20-00 hectáreas, por lo que la
superficie de los terrenos comunales es de 2,046-66-18 hectáreas, se calculó la orientación
astronómica dando un rumbo N 6°50' en la línea 5-6, elaborándose el plano informativo en
papel milimétrico, debidamente detallado a escala 1:20000. 6. Terminados los trabajos
anteriores, el treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta, se recabó el acta de clausura
y conformidad con la comunidad de Atizapán de Zaragoza, en la que manifiestan y aceptan
que se confirme exclusivamente la superficie que se levantó, certificando dicha acta la
autoridad municipal. 7. El veintidós de septiembre de mil novecientos ochenta, el ingeniero
Leonel Luna Payán, rindió informe de la revisión técnica encomendada de los trabajos
técnicos e informativos complementarios realizados por el comisionado ingeniero J. Raúl
Loya Alcaraz, quien indicó que la superficie se encontró correcta, que es de 2,046-66-18
hectáreas y la Presa Madín de 29-20-00 hectáreas, para una superficie total de 2,075-86-18
hectáreas, y opinó que se acepten los trabajos por encontrarse técnicamente correctos. 8. El
trece de octubre de mil novecientos ochenta, el director del Instituto Nacional Indigenista de
la Secretaría de la Reforma Agraria, opinó que debe reconocerse y titularse, a favor del
poblado de Atizapán de Zaragoza, la superficie de 2,046-66-18 hectáreas aprobada en
revisión técnica. 9. El treinta de octubre de mil novecientos ochenta y veintiuno de
septiembre de mil novecientos ochenta y uno, se publicó la solicitud de confirmación y
titulación de bienes del poblado que nos ocupa en la Gaceta de Gobierno del Estado de
México y Diario Oficial de la Federación, respectivamente. 10. El tres de diciembre de mil
novecientos ochenta, el comisionado jefe de la Brigada de Bienes Comunales de la Secretaría
de la Reforma Agraria, ingeniero Raúl Loya Alcaraz, rindió informe complementario, en
atención que la Delegación Agraria ordenó revisar su informe anterior, al encontrar en los
antecedentes del archivo de esa delegación, que dentro de la superficie que se señalaba de
confirmación y titulación se localizaban varias pequeñas propiedades; informe en el que se
concluyó que respecto al certificado 14562, correspondiente al predio ‘Rancho San Juan’,
propiedad de Carmen N. Marchan se hizo el acople dentro de los terrenos que la comunidad
reclama y que corresponde a una superficie de 345-20-00 hectáreas, ya que las 260-00-00
hectáreas faltantes, corresponden al fraccionamiento Rancho Viejo y éste queda fuera de la
comunidad; además, informó que la calidad de tierras que solicitó el núcleo gestor, eran
terrenos de agostadero cerril, aun cuando los certificados son agrícolas (foja 1072 a 1074,
tomo I del presente juicio de amparo). 11. El dieciocho de diciembre de mil novecientos
ochenta, el delegado agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de México,
opinó que se suspendiera el procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes
comunales instaurado a favor del poblado de Atizapán de Zaragoza, en la Subdirección de
Bienes Comunales dependiente de la Dirección General de la Tenencia de la Tierra,
registrado bajo el número 276.1/3507 (725.2), por estarse en el caso previsto por el artículo
366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, y que se continuare el procedimiento por la vía de
restitución por haber surgido conflicto por límites con uno o más particulares respecto del
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bien comunal. 12. Por escrito de veintinueve de enero de mil novecientos ochenta y uno, los
representantes de bienes comunales expresaron al director general de Tenencia de la Tierra de
la Secretaría de la Reforma Agraria, su conformidad en el sentido de que si en el interior de
los planos que marcan se localizaba alguna superficie amparada por certificados de
inafectabilidad, dichas áreas fueran marcadas en el plano para seguir la litis de acuerdo como
fuera conveniente para ambas partes y para que se pudieran defender dichas partes en los
términos jurídicos que fueran de su competencia, lo que ratificaron en diverso escrito de
treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y uno, y expresaron su conformidad de
respetar dentro del plano que marcan los terrenos que se están reconociendo como
comunales, la propiedad denominada Rancho San Juan, con una superficie de 345-02-00
hectáreas, amparada con un certificado de inafectabilidad 14562 de veinte de octubre de mil
novecientos cuarenta y ocho, a fin de que se resolviera el expediente lo más pronto posible.
13. A través de las distintas publicaciones tanto en el periódico ‘La Prensa’, así como en el
Diario Oficial de la Federación, se notificó a los presuntos propietarios de predios colindantes
del poblado de Atizapán de Zaragoza, por ignorarse sus domicilios, se puso a la vista el
expediente a fin de que rindieran las pruebas y expusieran lo que a su interés conviniera;
asimismo, compareció ‘Club de Golf Valle Escondido, S.A.’, que solicitó se excluyera del
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales la superficie de
seiscientos cincuenta y seis mil seiscientos sesenta y cuatro metros cuadrados, que le
corresponden a dicha sociedad, que fueron aportados por Francisco Rojas Pinedo, los cuales
son una porción del terreno denominado ‘Rancho Viejo’, que perteneció a la Hacienda de
Sayavedra, Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. 14. El ocho de diciembre
de mil novecientos ochenta y uno, los comisionados de la Secretaría de la Reforma Agraria,
ingenieros Ignacio Sánchez Rosas, Benjamín Jacinto Hernández y Diego Torres Freyre, en
vía de informe de los trabajos técnicos informativos complementarios en materia de bienes
comunales, indicaron que el plano del ingeniero Raúl Loya Alcaraz, checaba dentro de la
tolerancia requerida para estos trabajos, físicamente en el terreno de los hechos y, además,
hicieron la observación y certificaron que el área que encierra el citado plano se encuentra
libre de invasiones, ya que los fraccionamientos se encontraban fuera del área que se
pretendía confirmar; asimismo, se anotó que esa superficie se componía de monte cerril y que
los comuneros se encontraban disgregados en todo el área comunal, y se refirió que los
comuneros y autoridades agrarias estaban de acuerdo en que se les reconociera y titulara la
superficie de 2,075-96-78 hectáreas. 15. El treinta de noviembre de mil novecientos ochenta
y dos, el comisionado ingeniero Antonio Martínez Manríquez, a petición del delegado agrario
en el Estado de México, a efecto de que verificara la posesión de los actos de dominio
realizados en la superficie propuesta para reconocimiento y titulación de bienes comunales,
en virtud de que el informe del comisionado de tres de diciembre de mil novecientos ochenta,
no determinaba el uso que se daba a las tierras, asimismo, que aclarara la situación de los
cincuenta y un sujetos a los que se les atribuyó la calidad de jornaleros y peones, rindió
informe en el que mencionó que la suma total de todas las pequeñas propiedades y los
terrenos comunales de Calacoaya, así como la Presa Madín, que se encontraban enclavadas
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dentro de la superficie propuesta como bienes comunales de Atizapán de Zaragoza, era de
2,075-20-00 hectáreas, y que no existían actos de dominio por parte de los comuneros en esas
hectáreas salvo pequeñas fracciones en los terrenos considerados como del pueblo de
Calacoaya, y también refirió que los cincuenta y un sujetos eran los únicos que reunían los
requisitos del artículo 200 de la Ley Federal de Reforma Agraria, ya que todas las demás
personas censadas desde el momento en que fueron despojadas de sus terrenos comunales,
cambiaron su ocupación en el campo de jornaleros o peones. 16. Por escrito presentado en la
Secretaría de la Reforma Agraria el veinticinco de noviembre de mil novecientos ochenta y
tres, los representantes de la comunidad quejosa manifestaron su inconformidad con los
trabajos técnicos informativos complementarios realizados por la delegación agraria en el
informe 04929, del trece de septiembre de mil novecientos ochenta y tres, y en el que se
comisionó al ingeniero Antonio Martínez Manríquez para la práctica de dichos trabajos,
porque adujeron que esa persona nunca fue al poblado para verificar los actos de dominio y
posesión de la comunidad, y que tampoco aparecían en el expediente las actas de
conformidad o de la asamblea de la realización de dichos trabajos, agregaron que los planos
del informe incluyeron dentro del área que pretendían que se les confirme, fraccionamientos
que estaban fuera, como consta en el informe de ocho de diciembre de mil novecientos
ochenta y uno de los ingenieros Ignacio Sánchez, Jacinto y Diego Torres, por las anomalías
en los levantamiento topográficos, porque los puntos marcados como R8 a R12 no estaban
dentro de la colonia López Mateos como lo señalaba dicho comisionado, al igual que la
carretera Atizapán-Villa del Carbón, e hicieron mención que en caso de que dentro de la
superficie solicitada haya pequeñas propiedades, que se les excluyera para que su expediente
pudiera continuar con el trámite. 17. El veintiséis de agosto de mil novecientos ochenta y
tres, el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria, en el Estado de México, emitió
opinión actualizada en la que dijo que no era procedente el reconocimiento y la titulación de
los bienes comunales de los terrenos solicitados por el poblado denominado Atizapán de
Zaragoza, Municipio de su mismo nombre, Estado de México, por encontrarse el presente
caso, dentro de lo previsto por el 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria, lo que se
advertía de los trabajos de Raúl Loya y Antonio Martínez Manríquez. 18. Ante la inactividad
de la autoridad agraria para continuar con el trámite de la solicitud de confirmación y
titulación de bienes comunales del poblado que nos ocupa, Bruno Velázquez Guerrero y
coagraviados, en representación sustituta del poblado comunal de Atizapán de Zaragoza,
Estado de México, mediante escrito de veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa,
promovieron demanda de amparo ante él, en ese entonces, Juzgado Quinto de Distrito en el
Estado de México, con residencia en Tlalnepantla; la cual se admitió por auto de catorce de
septiembre de ese año, se registró bajo el número 1070/90 y en la audiencia constitucional se
dictó resolución, que se engrosó el diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y uno,
otorgando el amparo a los peticionarios para el efecto de que las responsables continuaran
con el procedimiento agrario en cuestión, lo pusieran en estado de resolución a fin de
someterlo a la consideración del presidente de la República para que dictara la resolución
definitiva; fallo que se declaró ejecutoriado en proveído de diez de enero de mil novecientos
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noventa y dos. 19. El veintiséis diciembre de mil novecientos noventa y uno, el Pleno del
Cuerpo Consultivo Agrario emitió un dictamen negativo, en el que declaró que era
procedente la solicitud de reconocimiento y titulación de bienes comunales presentada por
vecinos del poblado denominado ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio de Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, y además, negó la acción intentada en virtud de que el poblado
de que se trata, no guardaba de hecho o por derecho el estado comunal. Dicha autoridad
resolvió lo anterior toda vez que esencialmente estimó que de los trabajos técnicos e
informativos complementarios realizados en el año de 1982, por el personal de la Delegación
Agraria en el Estado de México, se llegó al conocimiento que la superficie de 2,075-86-18
hectáreas planificadas en principio como terrenos comunales del pueblo de Atizapán de
Zaragoza, de éstas 1,794-60-00 hectáreas corresponden a los predios Rancho San Juan,
Rancho Viejo y Rancho El Charro, los cuales se encontraban amparados con certificados de
inafectabilidad agrícola expedidos por la Secretaría de la Reforma Agraria con plena
vigencia. 20. Por auto de doce de febrero de mil novecientos noventa y dos, el Tribunal
Unitario Agrario del Décimo Distrito, residente en Naucalpan de Juárez, Estado de México,
tuvo por recibido el oficio 579 de dieciocho de noviembre de ese año, por el que se le remitió
el expediente relativo al reconocimiento y titulación de bienes comunales del poblado de
Atizapán de Zaragoza, Estado de México, radicándose con el número
TUA/10o.DTO./277/92. 21. El dieciséis de octubre de mil novecientos noventa y dos, el
director de Bienes Comunales de la Secretaría de la Reforma Agraria, opinó negar la acción
de reconocimiento y titulación de bienes comunales al pueblo de Atizapán de Zaragoza,
Municipio de su nombre, Estado de México, por haberse comprobado que éste no tiene
tierras con las características establecidas en el artículo 267 de la Ley Federal de Reforma
Agraria, según los trabajos técnicos e informativos complementarios realizados en mil
novecientos ochenta y dos, por el ingeniero Antonio Martínez Manríquez. 22. El quince de
octubre de mil novecientos noventa y tres, se dictó sentencia, en la que medularmente se
resolvió que había
procedido la vía agraria intentada por los vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza,
Municipio del mismo nombre, Estado de México, así como que la parte actora no había
acreditado la procedencia de la acción de reconocimiento y titulación de bienes comunales;
en consecuencia, declaró improcedente la solicitud de reconocimiento y titulación de bienes
comunales que promovió el citado poblado. El fallo anterior, se publicó en la Gaceta del
Gobierno del Estado de México el veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y tres.
23. Por escrito de dieciocho de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, Javier Rosas
Núñez, en su carácter de presidente propietario de la comunidad denominada Atizapán de
Zaragoza, Estado de México, promovió demanda de amparo directo contra el fallo descrito en
el punto que antecede, el cual correspondió conocer al Segundo Tribunal Colegiado Penal y
Administrativo del Segundo Circuito, residente en Toluca, que se declaró legalmente
incompetente para seguir conociendo del asunto, asimismo, estimó competente al Juez de
Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan de Juárez. 24. Tocó por razón
de turno conocer de la demanda al entonces Juez Quinto de Distrito en el Estado de México,
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con residencia en Tlalnepantla, quien lo registró bajo el número de expediente 607/95, y el
veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y siete, dictó sentencia en la que negó a la
comunidad peticionaria la protección constitucional que solicitó. Inconforme con el fallo, el
representante del poblado comunal de que se trata interpuso recurso de revisión que fue
admitido por el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y Penal del Segundo Circuito
bajo el expediente A.R. 76/97, en que resolvió revocar el fallo y, concedió el amparo para
que la responsable dejara insubsistente el fallo impugnado y, en su lugar, dictara otro
cumpliendo con los requisitos del artículo 16 constitucional, en el cual valorara las pruebas y
con plenitud de jurisdicción resolviera lo que precediera. 25. En cumplimiento a la ejecutoria
de mérito, el tribunal responsable el dos de abril de mil novecientos noventa y ocho, dictó
resolución, cuyos puntos resolutivos expresan: ‘... Primero. Ha procedido la vía agraria
intentada por los vecinos del poblado de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo
nombre, Estado de México, en la que se acreditó la procedencia de la acción de
reconocimiento y titulación de bienes comunales, en los términos de la parte considerativa de
la sentencia, en consecuencia. Segundo. Se reconoce y titula la calidad del bien comunal al
citado núcleo de población, la superficie de 1,672-44-18 hectáreas (mil seiscientas setenta y
dos hectáreas, cuarenta y cuatro áreas y dieciocho centiáreas) de tierras de agostadero cerril
de mala calidad, cuyos rumbos y colindancias se describen en el punto número V del
resultando segundo, debiéndose restar en la ejecución de esta sentencia y de dicha
descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00 hectáreas mencionadas en el considerando
quinto; superficie que se reconoce y titula para la explotación colectiva de cincuenta y un
personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en el mismo considerando quinto de esta
resolución. Tercero. Los terrenos comunales que se confirman son inalienables,
imprescriptibles e inembargables y para garantizar la posesión y disfrute de los mismos, por
parte de la comunidad a que pertenecen, quedan sujetos a las limitaciones y modalidades
establecidas por la legislación agraria. Cuarto. Las pequeñas propiedades particulares que
pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos comunales que se confirman, quedan
excluidas de esta titulación si reúnen los requisitos establecidos por la legislación agraria a
cuyo efecto se dejan a salvo los derechos de esos poseedores. Quinto. Remítase copia
autorizada de la presente resolución al Registro Agrario Nacional para su conocimiento y
registro en los términos de la fracción I del artículo 152 de la Ley Agraria, previo pago de los
derechos correspondientes por el interesado ...’ (fojas 452 a 517 del tomo I del juicio de
amparo). La citada sentencia se basó en las siguientes consideraciones: ‘... En consecuencia,
y toda vez que la comunidad que nos ocupa se encuentra en posesión de terrenos comunales
en polígono que comprende una superficie de 1,672-44-18 hectáreas de tierras de agostadero
cerril de mala calidad, requisito indispensable señalado por los artículos 267 y 359, inciso c)
de la Ley Federal de Reforma Agraria, pues ejercen actos posesorios sobre las tierras citadas,
y por lo que existe un vínculo jurídico entre el núcleo de población y los bienes que le
pertenecen, en virtud de esa posesión tradicional adquirida desde tiempo inmemorial y que
los interesados que promovieron en este asunto acreditan sus propiedades, pero no se llega a
la convicción de que las misma se ubiquen dentro de los terrenos en mención; por tanto,
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
procede el reconocer y titular como bienes comunales, en favor de los solicitantes, dicha
superficie de terreno, en la que ya se encuentra restada la superficie de 374-22-00 hectáreas,
de las cuales 345-02-00 hectáreas, están amparadas con el certificado de inafectabilidad
número 14562, y 29-20-00 hectáreas corresponden a la Presa ‘Madín’, toda vez que, incluso,
los representantes comunales de dicha comunidad, por escrito de fecha treinta y uno de mayo
de mil novecientos ochenta y uno, ratificaron su escrito de veintinueve de enero de ese
mismo año, en el que manifiestan su conformidad de respetar la propiedad debidamente
localizada, denominada ‘Rancho San Juan’, con una superficie de 345-02-00 hectáreas,
amparadas con el certificado de inafectabilidad de referencia, expedido el veinte de octubre
de mil novecientos cuarenta y ocho (fojas 69 del legajo I y 147 del legajo II); superficie de
tierra que deberá ser restada a su vez a la descripción limítrofe transcrita en el punto V del
resultando segundo de esta sentencia, la cual se levantó con respecto al polígono general
original, el cual arrojó una superficie de 2,046-66-18 hectáreas; debiendo de señalar, con
fundamento en el artículo 16 de Reglamento para la Tramitación de Expedientes de
Confirmación y Titulación de Bienes Comunales, que los propietarios o poseedores de
pequeñas propiedades incluidas dentro del perímetro de los terrenos comunales que se
confirman, tendrán derecho a pedir el reconocimiento de sus propiedades.’ (fojas 452 a 517
del tomo I del juicio de amparo). Esta última resolución, constituye el acto reclamado en este
juicio de amparo. Ahora bien, previo al análisis de los conceptos de violación vertidos en la
especie, se debe precisar lo siguiente: La parte quejosa es la comunidad agraria del poblado
de Atizapán de Zaragoza, Municipio del mismo nombre, Estado de México; comunidad que
reclama del Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, con residencia en
Naucalpan de Juárez, Estado de México, la resolución pronunciada el dos de abril de mil
novecientos noventa y ocho, en el expediente del juicio agrario número
TUA/10o.DTO./277/92, relativo a la solicitud de reconocimiento y titulación de bienes
comunales promovido por la propia comunidad, dictada en cumplimiento a la ejecutoria
pronunciada por el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, de
veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y siete, dentro del amparo en revisión
76/97, relativo al juicio de amparo indirecto 607/95 del índice del entonces Juzgado Quinto
de Distrito en Tlalnepantla, Estado de México. El procedimiento agrario del que emana la
resolución que reclaman los quejosos, se substanció bajo el amparo de la Ley Federal de
Reforma Agraria y el Reglamento para la Tramitación de Expediente de Confirmación y
Titulación de Bienes Comunales, actualmente derogadas por la Ley Agraria vigente. En
consecuencia, el examen del asunto se hará bajo lineamientos de los ordenamientos agrarios
en cita, en lo que no contravengan a la Ley Agraria vigente, creada mediante decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de enero de mil novecientos noventa y
dos. Lo anterior se sustenta en los artículos transitorios del cuerpo legal último citado,
siguientes: ‘Artículo primero. La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación.’. ‘Artículo segundo. Se deroga la Ley
Federal de Reforma Agraria, la Ley General de Crédito Rural, la Ley de Terrenos Baldíos,
Nacionales y Demasías y la Ley del Seguro Agropecuario y de Vida Campesina, así como
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
todas las disposiciones que se opongan a las previstas en la presente ley. En tanto no se
expidan las disposiciones correspondientes, continuarán aplicándose, en lo que no se oponga
a esta ley, las disposiciones reglamentarias y administrativas vigentes a la fecha de entrada en
vigor de la presente ley.’. ‘Artículo tercero. La Ley Federal de Reforma Agraria que se
deroga se seguirá aplicando respecto de los asuntos que actualmente se encuentran en trámite
en materia de ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos centros
de población y restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales.’. Por tanto, el
procedimiento agrario que nos ocupa, debía seguir el orden que a continuación se expresa,
conforme a las disposiciones legales aplicables de la Ley Federal de Reforma Agraria:
‘Artículo 356. La Delegación Agraria de oficio o a petición de parte, iniciará los
procedimientos para reconocer o titular los derechos relativos a bienes comunales sobre la
superficies que presente conflictos de linderos, cuando los terrenos reclamados se encuentren
en posesión de los comuneros de la entidad de su jurisdicción. Cuando estos terrenos se
encuentren dentro de los límites de dos o más entidades, la Secretaría de la Reforma señalará
en cual de las dos delegaciones deberán realizarse los trámites. En cualquiera de los dos casos
la Secretaría podrá avocarse directamente al conocimiento del asunto.’. ‘Artículo 357.
Recibida la solicitud o iniciado el procedimiento e oficio, la autoridad agraria que intervenga
procederá en el plazo de diez días, a publicar la solicitud o el acuerdo de iniciación del
expediente en el «Diario Oficial» de la Federación y en el periódico oficial de la entidad
donde se encuentren los bienes que señalen las comunidades. Para cumplir con esta
obligación, los delegados que hayan iniciado el procedimiento enviarán de inmediato copia
de la solicitud o del acuerdo a la Secretaría de la Reforma Agraria.’. ‘Artículo 358. La
solicitud será presentada ante el delegado agrario y deberá acompañarse de los títulos o
pruebas que funden su derecho y a falta de éstos, los documentos que comprueben que se
trata de una comunidad señalando en la misma los nombres de dos representantes, propietario
y suplente, que habiendo sido electos por mayoría de votos, gestionarán el trámite del
expediente.’. ‘Artículo 359. La autoridad agraria procederá a realizar los siguientes trabajos,
que deberán quedar terminados en un plazo de treinta días. a) Localizar la propiedad comunal
sobre la que se alegue tener derechos, con título o sin él, formulando el plano
correspondiente; b) Levantar el censo general de la población comunera; c) Verificar en el
campo los datos que demuestren posesión y demás actos de dominio realizados dentro de las
superficies que se titulan; y d) Si se presentan títulos, se emitirá dictamen paleográfico en que
conste su autenticidad, en su defecto se valorarán las pruebas que demuestren la posesión de
la comunidad.’. ‘Artículo 360. Hecha la publicación y realizado los trabajos a que se refiere
el artículo anterior, se pondrán a la vista de los interesados durante un plazo de treinta días,
para que expongan lo que a sus derechos convenga. Dentro del mismo plazo se recabará la
opinión del Instituto Nacional Indigenista.’. ‘Artículo 361. Si los trabajos que se indican han
estado a cargo del delegado, éste enviará desde luego, el expediente con un resumen del caso
y con su opinión a la Secretaría de la Reforma Agraria, para la prosecución del trámite.’.
‘Artículo 362. Una vez concluidos los trámites, la Secretaría de la Reforma Agraria enviará el
expediente al Cuerpo Consultivo Agrario, quien emitirá su dictamen conforme al cual se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
elaborará un proyecto de resolución, de reconocimiento y titulación que se someterá a
consideración del Presidente de la República, a fin de que éste dicte su resolución definitiva.’.
‘Artículo 363. La resolución presidencial se inscribirá en el Registro Agrario Nacional y en el
Registro Público de la Propiedad de la entidad o entidades correspondientes.’. ‘Artículo 364.
La ejecución de las resoluciones presidenciales p
r las que se reconozca la propiedad de las comunidades, se efectuará por la Delegación
Agraria deslindando los terrenos reconocidos y señalando las fracciones que posean los
comuneros en lo particular, haciéndose la designación del comisariado y del consejo de
bienes comunales, en caso de que éstos no existan.’. ‘Artículo 366. Si durante la tramitación
del expediente de reconocimiento y titulación de bienes comunales surgen conflictos por
límites respecto el bien comunal, ya fueren con un particular o un núcleo ejidal o comunal, la
secretaría deberá continuar el trámite del expediente respectivo de los terrenos que no
presenten conflictos, e iniciará por la vía de restitución, si aquél fuere con algún particular o
en la vía de conflicto por límites, si éste fueren con un núcleo de población, ejidal o
propietario de bienes comunales, de los terrenos cuyos límites se encuentren en el conflicto;
igualmente procederá a hacer el levantamiento conjunto de las pequeñas propiedades que
existan dentro de los terrenos incluyendo su avalúo.’. Por su parte, el Reglamento para la
Tramitación de los Expedientes de Confirmación de Bienes comunales, en lo que interesa,
dispone: ‘Artículo Tercero. La confirmación y titulación proceden aun cuando la comunidad
o el comunero carezcan de título de propiedad, siempre que posean a títulos de dueño, de
buena fe y en forma pacífica, continua y pública.’. ‘Artículo Cuarto. El procedimiento se
iniciará a petición de los representantes de la comunidad interesada o por acuerdo del jefe del
Departamento Agrario cuando se lo soliciten por lo menos veinte comuneros o existan
motivos. que justifique el procedimiento, a juicio de dicho funcionario.’. ‘Artículo Quinto. La
solicitud o acuerdo de iniciación de oficio se enviará previo registro, al delegado agrario en
cuya jurisdicción se encuentren los terrenos objeto de la confirmación, quien desde luego,
gestionará la publicación en el periódico oficial del Estado y lo notificará al presidente
municipal que corresponda, para que le dé también publicidad tanto en la.; cabecera
municipal como en las delegaciones o subdivisiones municipales donde se encuentren o que
colinden los terrenos en cuestión.’. ‘Artículo Sexto. La Delegación Agraria comisionará
personal que, trasladándose al pueblo o lugar donde radiquen los comuneros, con
intervención de los solicitantes y oyendo los puntos de vista de las autoridades municipales,
citará por lo menos con ocho días de anticipación, a una junta de todos los miembros de la
comunidad. El objeto de esa primera junta será designar dos representantes para el
levantamiento del censo general de habitantes y recabar la información directa de parte de los
comuneros respecto a los títulos de sus terrenos y las superficies, calidad y ubicación de los
que correspondan tanto a la comunidad en general como a los vecinos en particular.’.
‘Artículo Séptimo. El representante del Departamento Agrario, acompañado de los
representantes de la comunidad y del que designe a solicitud él la autoridad municipal,
procederá la información del censo generar de habitantes, que deberá contener nombre, edad,
domicilio y ocupación de cada uno de los miembros de la comunidad. Levantado el censo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
general de habitantes, se convocará a todos los jefes de familia y a los mayores de dieciséis
años que no la tengan, a una junta en que se dará a conocer con todo detalle del resultado del
censo, fijando un plazo de quince días para que los vecinos que se consideren excluidos
hagan valer sus derechos para figurara en el censo, así como para que, dentro de dicho plazo,
se presenten todas las pruebas y alegatos que se estimen convenientes. En caso de que haya
reclamaciones ya sea por que se impugne el carácter de comunero de alguno de los censados
o se presenten solicitudes de incorporación al censo, se someterán éstas a la decisión de una
nueva asamblea y su no se lograra la conformidad de ésta, el representante del Departamento
Agrario anotará el número de personas que reconozcan o nieguen el carácter de comunero a
determinados vecinos y las razones que esgrime en pro o en contra, anexando el acta
correspondiente las pruebas que cada una las partes presenten para probar su dicho.’.
‘Artículo Octavo. Levantando el censo general, se procederá a la elección de representante
comunal, propietario y suplente, teniendo únicamente voto en dicha designación los
individuos cuyos derechos como comuneros no hayan sido objetados.’. ‘Artículo Noveno. La
identificación de los terrenos cuya confirmación se solicita se llevará a cabo por el
representante del Departamento Agrario, acompañado de los representantes comunales del
poblado, del de la autoridad municipal, así como de alguna otra persona que se juzgue
conveniente invitar a la diligencia por el conocimiento que tenga de la región, procediendo
hacer la localización de los linderos de acuerdo con los títulos y planos que se presenten, a
falta de éstos, conforme al señalamiento que de los mismos hagan los representantes de la
comunidad, debiendo en todo caso invitarse a la práctica de esta diligencia con la debida
anticipación a todos los colindantes que señalen los representantes de la comunidad, las
autoridades municipales o cualquier vecino, levantándose acta en la que se anotará con toda
claridad los incidentes, que se presenten, los que manifiesten los colindantes los títulos de
propiedad que se invoquen.’. ‘Artículo Décimo. En caso de que no concurra a la diligencia
alguno de los colindantes, se les citará dándole un plazo improrrogable de ocho días para que
comparezca y manifieste si está conforme o no con los linderos señalados por la comunidad
solicitante.’. ‘Artículo Decimoprimero. Las autoridades agrarias están obligadas a recabar
todas las informaciones y pruebas necesarias para determinar la validez de los títulos y la
exactitud respecto a la superficie y localización de las tierras que amparan. Si, no pudiere
determinarse el área y la localización de la propiedad comunal, porque los interesados
carezcan de titulación y hasta de un conocimiento exacto de sus derechos, el Departamento
Agrario procederá a realizar los trabajos topográficos e informativos e indispensables para
precisarla propiedad comunal y, logrado eso, notificará a todos los colindantes para
comprobar si están, conformes o no con los linderos que lleguen a establecerse.’. ‘Artículo
Decimosegundo. Las autoridades agrarias exhortarán a los campesinos para que, con espíritu
de equidad y a fin de mantener absoluta concordia en el seno de su comunidad y con relación
a sus colindantes y vecinos, se pongan de acuerdo en la determinación de sus respectivos
derechos, y solicitarán la ayuda de las autoridades locales y municipales, así como de las
personas con prestigio y autoridad moral en la región, para lograr el buen entendimiento y la
armonía entre todos los campesinos.’. ‘Artículo Decimotercero. Cuando se hayan realizado
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
todas las diligencias, informaciones y trabajos indispensables para definir el censo de quienes
integran la comunidad, así como los trabajos topográficos para fijar la cuantía y localización
de las tierras la delegación enviará, con su parecer, el expediente a la Dirección de Tierras y
Aguas del Departamento Agrario, la que, con su estudio y opinión, lo turnará al Cuerpo
Consultivo Agrario, para que dictamine, tanto sobre la procedencia de la confirmación como
sobre los problemas relacionados con la fijación del censo definitivo de quienes integran o
componen la comunidad titular de los derechos.’. ‘Artículo Decimocuarto. Si dentro de las
tierras comunales existen enclavadas porciones pertenecientes en lo particular a los
comunales, se hará la localización de ellas, consignándose los siguientes datos: superficie,
calidad, uso a que se destinan, si las explota directamente el propietario o no, el título u
origen, señalando en especial si antiguamente formó parte de los terrenos comunales y si la
comunidad acepta y respeta esa adjudicación individual. Lo mismo se hará en caso de que
existan enclavadas propiedades de individuos no comuneros. La identificación de los terrenos
enclavadas que como de su propiedad reclamen comuneros o particulares, se llevará a cabo
en idéntica forma y mediante los procedimientos que se señalan en el artículo noveno,
respecto a la localización de los linderos de los terrenos comunales que se reclamen.’.
‘Artículo Decimoquinto. En caso de que no surjan conflictos y sea procedente la titulación, se
formulará el proyecto de resolución presidencial confirmatoria, en la que se señalará con
precisión: 1. El censo de quienes constituyen la comunidad; 2. La superficie, calidad y
localización de los terrenos poseídos en común que se confirman; 3. Los terrenos o parcelas
poseídas individualmente por los comuneros, y 4. En su caso, las superficies que, por
corresponder a propietarios particulares ajenos a la comunidad no deben quedar incluidas en
la confirmación. Las resoluciones confirmatorias no deberán contener disposiciones en virtud
de las cuales, en términos generales y sin hacer referencia concreta a predios y personas, se
reconozcan o deje a salvo derechos de posibles propietarios o poseedores particulares.’.
‘Artículo Decimosexto. Los propietarios o poseedores de pequeñas propiedades incluidas
dentro del perímetro de terrenos comunales confirmados, tendrán derecho a pedir el
reconocimiento de sus propiedades, siempre que las resoluciones confirmatorias respectivas
contengan alguno de los puntos resolutivos que en seguida se consignan: I. Las pequeñas
propiedades particulares que pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos
comunales que se confirman, quedarán excluidas de esa titulación si reúnen los requisitos
establecidos por los artículos 66 y 306 del Código Agrario vigente, a cuyo efecto se dejan a
salvo los derechos de esos poseedores. II. Todas las superficies de propiedad particular que
quedaran incluidas dentro del perímetro de los terrenos que se confirman, no serán materia de
confirmación en el presente caso. El procedimiento que deberá seguirse para el
reconocimiento de tales derechos particulares será el que señalan los artículos 9 y 13 de este
reglamento, es decir, la investigación e la Delegación Agraria, la revisión de la Dirección de
Tierras y Aguas y la opinión del Cuerpo Consultivo Agrario. Al otorgarse un reconocimiento
deberá consignarse e el plano de ejecución correspondiente la anotación de la pequeña
propiedad particular reconocida conforme al dictamen del cuerpo consultivo agrario.’.
‘Artículo Decimoséptimo. Si dentro de los terrenos considerados como pertenecientes a la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
comunidad se encuentran propiedades particulares, bien sea de comuneros o de personas no
reconocidas como tales, con extensiones mayores de cincuenta hectáreas se tramitará la
correspondiente restitución, si así lo solicitan los interesados.’. ‘Artículo Decimoctavo. Las
resoluciones presidenciales confirmatorias deberán expresar que los terrenos comunales
confirmados son inalienables, imprescriptibles e inembargables, y, para garantizar la posesión
y el disfrute de los mismos por parte de las comunidades a quienes pertenecen, quedan
sujetos a las limitaciones y modalidades establecidas por el Código Agrario para los terrenos
ejidales.’. ‘Artículo Decimonoveno. La ejecución de las resoluciones de confirmación y
titulación de bienes comunales se hará en forma análoga a la de las resoluciones restitutorias,
haciéndose el deslinde general, y el de las porciones individuales, expidiéndose con relación
a las de comuneros reconocidos, el título correspondiente.’. Asimismo, los artículos
transitorios del reglamento en cita son: ‘Artículo 1o. No surtirán efectos en perjuicios de las
comunidades, las segregaciones o reconocimientos de derechos de propiedad sobre predios
enclavados dentro de los terrenos comunales y atribuidos a comuneros o a particulares no
reconocidos como tales, cuando no se apoyen en un dictamen expreso y concreto del Cuerpo
Consultivo Agrario, dictado después de haberse seguido el procedimiento indispensable para
identificar, medir y localizar el predio de que se trate y comprobar la conformidad de los
comuneros sobre la procedencia del reconocimiento.’. ‘Artículo 2o. El Departamento Agrario
queda facultado para revisar, a petición de parte interesada, los reconocimientos que se
hubieren hecho sin la aprobación del Cuerpo Consultivo Agrario, respecto a propiedades
enclavadas dentro de los terrenos comunales confirmados.’. ‘Artículo 3o. Los particular
s cuyos derechos se hayan dejado a salvo conforme a lo dispuesto por el artículo 16, deberán
solicitar el reconocimiento de sus pequeñas propiedades dentro del término de cinco años
contados a partir de la fecha de publicación del presente reglamento.’. De los preceptos
jurídicos transcritos con antelación se desprende lo siguiente: I. Elementos para iniciar el
procedimiento de reconocimiento y titulación de bienes comunales: a) La existencia de una
solicitud a petición de los representantes de la comunidad interesada, o de por lo menos
veinte comuneros, en la cual se pida el inicio del procedimiento de reconocimiento y
titulación de bienes comunales; o bien que la Delegación Agraria lo inicie de oficio. b) Que
exista una superficie que no presente conflicto de linderos. c) Que los terrenos reclamados se
encuentren en posesión de los comuneros, pudiendo acreditar su posesión, demostrando
poseerlos a título de dueño, de buena fe, en forma pacífica, continua y pública. d) Que se
acompañen a la solicitud los títulos o pruebas que funden su derecho, o bien los documentos
que comprueben que se trata de una comunidad. e) Señalar en la misma los nombres de dos
representantes, propietario y suplente, que habiendo sido electos por mayoría de votos,
gestionarán el trámite del expediente. II. Fases del procedimiento de confirmación y
titulación de bienes comunales: 1) Una vez recibida la Delegación Agraria enviará de
inmediato copia de la solicitud o del acuerdo a la Secretaría de la Reforma Agraria, y en el
plazo de diez días, se debe publicar la solicitud o el acuerdo en el Diario Oficial de la
Federación y en el Periódico Oficial de la entidad donde se encuentren los bienes que señalan
la comunidad, además, se le notificara al presidente municipal que corresponda, para que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
también dé publicidad, tanto en la cabecera municipal como en las delegaciones o
subdivisiones municipales donde se encuentren o colinden los terrenos en cuestión. 2) La
Delegación Agraria comisionará personal, para que se traslade al pueblo o lugar donde
radiquen los comuneros, con intervención de los solicitantes y oyendo los puntos de vista de
las autoridades municipales, citará por lo menos con ocho días de anticipación a una junta de
todos los miembros de la comunidad, para los siguientes efectos: a) Designar a dos
representantes para el levantamiento del censo general de habitantes, y b) Recabar la
información directa de parte de los comuneros respecto a los títulos de sus terrenos y las
superficies, calidad y ubicación de los que correspondan, tanto a la comunidad en general
como a los vecinos en particular. 3) Una vez llevado a cabo lo anterior, se procederá a
realizar los siguientes trabajos: a) Levantar el censo general de población comunera, el cual
deberá contener el nombre, edad, domicilio y ocupación de cada uno de los miembros de la
comunidad. Una vez levantado el censo, se convoca a todos los jefes de familia y a los
mayores de dieciséis años que no la tengan, a una junta en que se dará a conocer con todo
detalle del resultado del censo, fijando un plazo de quince días para que los vecinos que se
consideren excluidos hagan valer sus derechos para figurar en el censo, así como para que,
dentro de dicho plazo, se presenten todas las pruebas y alegatos que se estimen convenientes.
Si hay reclamaciones, se somete a la decisión de una nueva asamblea, y si en ésta no se logra
su conformidad, el representante agrario anotará el número de personas que reconozcan
nieguen el carácter de comunero a determinados vecinos y las razones que esgrime en pro o
en contra, anexando al acta correspondiente las pruebas que cada una de las partes presenten
para probar su dicho. En caso de que transcurra el plazo, y no haya reclamaciones, el censo se
considerará como definitivo. b) Elegir al representante comunal, propietario y suplente,
votando únicamente las personas cuyo derecho de comuneros no hayan sido objetado. c)
Formular el plano correspondiente en el que se localice la propiedad comunal sobre la que se
alegue tener derechos, con título o sin él, pudiendo incluso realizar los trabajos topográficos e
informativos indispensables para precisar la propiedad comunal, debiendo notificar los
mismos a los colindantes para que señalen si están conformes. Además, el plano deberá
localizar las porciones de tierra que pertenezcan a particulares y no comuneros, señalando lo
siguiente: Superficie, calidad, uso a que se destinan, si las explota directamente el propietario
o no, el título u origen, señalando en especial si antiguamente formó parte de los terrenos
comunales y si la comunidad acepta y respeta esa adjudicación individual. Para esto, el
representante agrario debe estar acompañado de los representantes comunales del poblado,
del de la autoridad municipal, así como de alguna otra persona que se juzgue conveniente
invitar a la diligencia por el conocimiento que tenga de la región, procediendo hacer la
localización de los linderos de acuerdo con los títulos y planos que se presenten, a falta de
éstos, conforme al señalamiento que de los mismos hagan los representantes de la
comunidad, debiendo en todo caso invitarse a la práctica de esta diligencia con la debida
anticipación a todos los colindantes que señalen los representantes. Una vez hecho lo anterior
se levantará un acta en la cual se anotará los incidentes que resulten. En caso de que alguno
de los colindantes no concurra a la diligencia, se les citará dándoles un plazo improrrogable
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de ocho días a efecto de que manifiesten si están conformes o no con los linderos señalados
por la comunidad solicitante. d) Verificar en el campo los datos que demuestren la posesión y
demás actos de dominio realizados dentro de la superficie que se titulan. e) En caso de que se
presenten títulos, emitir dictamen paleográfico en el que conste su autenticidad. 4) Se ponen a
la vista de los interesados, en un plazo de treinta días, los trabajos señalados anteriormente,
para que expongan lo que a sus derechos convenga. 5) Integrado el expediente, el delegado
agrario, enviará el expediente con un resumen del caso y su opinión a la Secretaría de la
Reforma Agraria. 6) Si durante la tramitación del expediente de reconocimiento y titulación
de bienes comunales surgen conflictos por límites respecto del bien comunal, ya fueren con
un particular o un núcleo ejidal o comunal, la secretaría deberá continuar el trámite del
expediente respectivo de los terrenos que no presenten conflictos e iniciará por la vía de
restitución, si aquél fuere con algún particular, o en la vía de conflicto por límites, si éstos
fueren con un núcleo de población ejidal o propietario de bienes comunales, de los terrenos
cuyos límites se encuentren en conflicto. 7) La Secretaría de la Reforma Agraria, enviará el
expediente al Cuerpo Consultivo Agrario, quien emitirá un dictamen de proyecto de
resolución, sobre la procedencia de la confirmación y de los problemas relacionados con el
censo definitivo y se recabará la opinión del Instituto Nacional Indigenista. 8) El proyecto de
resolución de reconocimiento y titulación de bienes comunales, se someterá a consideración
del presidente de la República. 9)El presidente de la República dictará su resolución, que se
inscribirá en el Registro Agrario Nacional y en el Registro Público de la Propiedad de la
entidad correspondiente. 10) En el caso de que la resolución sea confirmatoria, deberá señalar
lo siguiente: a) El censo de quienes constituyen la comunidad. b) La superficie, calidad y
localización de los terrenos poseídos en común que se confirman. c) Los terrenos o parcelas
poseídas individualmente por los comuneros, y d) Las superficies que, por corresponder a
propietarios particulares ajenos a la comunidad no deben quedar incluidas en la confirmación,
sin que la resolución deba contener disposiciones en virtud de las cuales, en términos
generales y sin hacer referencia concreta a predios y personas, se reconozcan o deje a salvo
derechos de posibles propietarios o poseedores particulares, sino que únicamente deberán
establecer en los puntos resolutivos, uno de los siguientes señalamientos: ‘I. Las pequeñas
propiedades particulares que pudieren encontrarse enclavadas dentro de los terrenos
comunales que se confirman, quedarán excluidas de esa titulación si reúnen los requisitos
establecidos por los artículos 66 y 306 del Código Agrario vigente, a cuyo efecto se dejan a
salvo los derechos de esos poseedores. II. Todas las superficies de propiedad particular que
quedaran incluidas dentro del perímetro de los terrenos que se confirman, no serán materia de
confirmación en el presente caso.’. e) Se debe expresar que los terrenos comunales
confirmados son inalienables, imprescriptibles e inembargables, los cuales quedan sujetos a
las limitaciones y modalidades establecidas por el Código Agrario para los terrenos ejidales.
11) La ejecución de las resoluciones de confirmación y titulación de bienes comunales se
hará en forma análoga a la de las resoluciones restitutorias, haciéndose el deslinde general, y
el de las porciones individuales, expidiéndose con relación a las de comuneros reconocidos,
el título correspondiente. III. Acciones derivadas de la confirmación de la sentencia de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
reconocimiento y titulación de bienes comunales: A) Acción para propietarios y poseedores
de pequeñas propiedades en el terreno de bienes comunales: los particulares deberán iniciar el
procedimiento que señalan los artículos 9 y 13 del Reglamento de la Reforma Agraria, es
decir, la investigación de la Delegación Agraria, la revisión de la Dirección de Tierras y
Aguas y la opinión del Cuerpo Consultivo Agrario. B) Acción para la comunidad beneficiada
por el reconocimiento y titulación de bienes comunales: cuando existan terrenos considerados
como pertenecientes a la comunidad se encuentran propiedades particulares, bien sea de
comuneros o de personas no reconocidas como tales, con extensiones mayores de cincuenta
hectáreas, se tramitará la correspondiente restitución, sí así lo solicitan los interesados. Ahora
bien, una vez precisado el trámite del procedimiento de confirmación y titulación de bienes
comunales, se procede al análisis de los conceptos de violación vertidos por la comunidad
quejosa, los cuales en términos de la fracción III del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, se
suplen en su deficiencia: Por razón de técnica se procede a estudiar el concepto de violación
marcado con el número 2), consistente en que un grupo de sesenta comuneros más fueron
excluidos de las listas de la resolución reclamada a pesar de aparecer en los trabajos censales
de primero de agosto de mil novecientos setenta y siete, debido a que en el desarrollo del
informe respecto a los trabajos censales se presentaron muchas anomalías, habiéndose
suspendido, sin que existan actas de conformidad de las actas censales porque nunca se
llevaron a cabo. El concepto de violación referido es ineficaz, pues la circunstancia de que no
aparezcan los nombres de algunos campesinos en las listas de la resolución reclamada como
comuneros legalmente capacitados, no se afectan derechos agrarios colectivos ni mucho
menos de la comunidad quejosa sino únicamente los derechos individuales de aquellos a
quienes no les fue reconocido dicho carácter. Esto es así, pues con la exclusión, no se
modifica la superficie que se reconoce y confirma a la comunidad agraria, ni se vulnera algún
derecho colectivo de la misma, sino que eventualmente se afectan los derechos que pudiesen
tener aquellos que no formaron parte de los comuneros como legalmente capacitados, y por
tanto, al tratarse de un derecho individual, deben defenderlo de manera personal y directa, y
no a través de los representantes de la comunidad. Apoya a la anterior consideración, la
emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la
Séptima Época del Semanario Judicial de la Federación, Volúmenes 199-204, Tercera Parte,
página 11, del contenido literal siguiente: ‘AGRARIO. CENSO, DESCONOCIMIENTO
DEL CARÁCTER DE COMUNEROS POR EXCLUSIÓN EN EL. AFECTA DERECHOS
INDIVIDUALES, NO COLECTIVOS. Cuando los quejosos acuden al juicio de garantías
sólo porque fueron excluidos del censo relativo, y como consecuencia de ello, desconocidos
en su carácter de comuneros en una resolución presidencial sobre reconocimiento y titulación
de bienes comunales, no
e afectan derechos colectivos del núcleo de población, sino derechos individuales.’. Así como
la diversa tesis sustentada por la otrora Sala Auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen 51,
Séptima Parte, página 13, cuyo rubro y texto son los siguientes: ‘AGRARIO. CENSO DE
CAPACITADOS. OMISIÓN DE ALGUNOS CAMPESINOS EN EL MISMO. AFECTA
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
INTERESES INDIVIDUALES SOLAMENTE. El hecho de que no aparezcan los nombres
de algunos campesinos en el censo de capacitados que sirve de base a la resolución
presidencial, si éstos reclaman la omisión y la entrega material de las tierras a los que
aparecen en el censo, exclusivamente hay la posible afectación de derechos individuales de
los ejidatarios que resultaren excluidos, pero de modo alguno se lesionan los derechos
agrarios colectivos del núcleo ejidal, pues no se modifica la dotación que a éste le fue
otorgada, ya que la misma subsiste incólume que se presentaren los referidos perjuicios
individuales.’. En atención a lo anterior, al haber promovido el juicio de garantías Javier
Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez en su carácter de presidente propietario y presidente
suplente de la comunidad agraria denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo
nombre en el Estado de México, y no así por aquellos que fueron excluidos como legalmente
capacitados en los términos de los artículos 200 y 267 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
no es atendible el concepto de violación que se hace valer. Por lo hace a los conceptos de
violación marcados con los números 1), 3) y 4), se estudian en conjunto: En el presente
asunto, se advierten violaciones al procedimiento de confirmación y titulación de bienes
comunales en el expediente 277/92 donde se dictó la resolución de dos de abril de mil
novecientos noventa y ocho reclamada, tanto por las autoridades agrarias que en un principio
se encargaron de integrar el expediente en cuestión, como violaciones por parte del Tribunal
Unitario Agrario responsable al emitir la sentencia impugnada. Como bien lo afirma la
comunidad quejosa el tribunal responsable al dictar la sentencia ahora reclamada incurre en
las siguientes apreciaciones incorrectas: 1. La descripción limítrofe de los terrenos comunales
que hace en el resultando Segundo, fracción V, párrafo segundo al señalar que los límites de
los terrenos comunales son: vértice R8 con rumbo general SW ... y para cerrar la poligonal
principal cita se llega al vértice R8, el cual es punto trino entre la colonia Adolfo López
Mateos, propiedad de La Colmena y los terrenos comunales y punto donde dio principio la
descripción, siendo que ello es totalmente incorrecto porque de las carteras de campo y la
planilla de construcción o el cuadro de construcción se ve claramente que deben ser las
correctas: ‘partiendo del punto 58 con rumbo general SW ... y para concluir: se llega al
vértice 58 el cual es punto trino, lo cual se comprueba con la descripción limítrofe de los
terrenos que pretende se le confirme el poblado de ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del
mismo nombre, Estado de México en la que se aprecia: ‘Partiendo del vértice 58, punto trino
entre la colonia Adolfo López Mateos, propiedades de la ‘La Colmena’, y los terrenos que se
describen, con rumbo SW y distancia de 1,680 metros, en línea recta y pasando por los
vértices 33, 33 A ...’, que obra a foja mil ochenta y ocho del tomo I de estos autos y los datos
del comisionado ingeniero Raúl Loya Alcaraz, contenidos en las carteras del campo que obra
a foja veintisiete también del tomo I del presente juicio. 2. No valora correctamente las
documentales que obran en el juicio de origen entre las que se encuentran los trabajos
técnicos y los trabajos técnicos informativos complementarios, así como los diversos
informes de revisión tanto a los primeros como a los segundos, de los que se desprende que
existen las siguientes contradicciones: 2.1. En cuanto a la superficie susceptible de reconocer
y titular a la comunidad hoy quejosa. 2.2. Existen diferencias en cuanto a que si dentro de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
dicha superficie se encuentran o no enclavadas pequeñas propiedades y/o fraccionamientos.
3. La sentencia reclamada, también resulta incongruente en el resolutivo segundo donde
señala que se reconoce y titula como bien comunal a la comunidad aquí quejosa, la superficie
de 1,672-44-18 hectáreas, de tierras de agostadero de mala calidad, cuyos rumbos y
colindancias se describen en el punto número V, del resultando segundo, debiéndose restar en
la ejecución de esta sentencia y de dicha descripción limítrofe, la superficie de 374-22-00
hectáreas mencionadas en el considerando quinto, superficie que se reconoce y titula para la
explotación colectiva de cincuenta y un personas capacitadas, cuyos nombres se consignan en
el mismo considerando quinto de esta resolución; cuando efectivamente si al ejecutar el
comisionado resta a la superficie titulada que es de 1,672-44-18 hectáreas, nuevamente 37422-00 hectáreas, entregará una superficie menor a la otorgada, lo cual es violatorio de
garantías, amén que, como ya se dijo, la descripción limítrofe señalada es incorrecta. 4.
Dentro de la sustanciación del expediente agrario que nos ocupa, no se advierten conflictos
de límites, sea con algún poblado o algún particular, de manera que se haya suspendido el
procedimiento en lo que refiera al conflicto, o bien continuado únicamente por aquellos
terrenos que no presenten conflictos, no obstante la opinión del delegado de la Secretaría de
la Reforma Agraria en el Estado de México, en el que refiere que sería conveniente suspender
el procedimiento de titulación y proseguirlo como reconocimiento según el artículo 366 de la
Ley Agraria vigente en esa época. El tribunal responsable al emitir la resolución que se le
reclama omite considerar lo anterior, pues se debe tomar en cuenta el escrito de veintinueve
de enero de mil novecientos ochenta y uno, ratificado por diverso de treinta y uno de mayo de
ese año, en el que la comunidad quejosa expresó su consentimiento de respetar la propiedad
denominada Rancho ‘San Juan’, sin embargo, es pertinente señalar que a pesar de tal escrito,
la manifestación externada por la comunidad quejosa debe entenderse en el sentido de que se
excluyeran del procedimiento y se marcaran en el plano las pequeñas propiedades que
llegaren a existir en la superficie, para que se realizara el trámite correspondiente, lo cual sin
lugar a dudas debe interpretarse como proseguir el procedimiento, o en su caso, el juicio
respectivo señalado en el artículo 366 de la Ley Federal de Reforma Agraria transcrito con
anterioridad. Pero ello de ninguna manera debe tomarse como que renuncian a su derecho a
promover la restitución o el conflicto de límites que proceda, máxime que el numeral en cita
obliga a la autoridad agraria que tramite el expediente de reconocimiento y titulación de
bienes a proseguir dichos procedimientos como en el que nos ocupa, cuando se presentan
conflictos por límites con particulares u otras entidades ejidales o comunales. Por tanto, si en
el caso que nos ocupa se advierte que tanto en el procedimiento de integración del expediente
de reconocimiento y titulación de bienes comunales iniciado desde el año de mil novecientos
setenta y cuatro, se cometieron diversas anomalías que dejaron sin defensa a la comunidad
solicitante, hoy quejosa, mismas que fueron la base para dictar la resolución que se reclama,
de dos de abril de mil novecientos noventa y ocho por el Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito con residencia en Naucalpan de Juárez, Estado de México, la cual, también
contiene las imprecisiones destacadas; es claro, que lo procedente es conceder el amparo y
protección de la Justicia Federal para que la autoridad responsable ordenadora en términos de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
los dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, restituya a la comunidad quejosa en el
goce de las garantías violadas, esto es, para que deje sin efectos la resolución reclamada y en
reposición del procedimiento designe a un perito en la materia, que puede ser un ingeniero
topógrafo comisionado por alguna o algunas de las dependencias agrarias correspondientes, a
fin de que aclare las contradicciones que existen en los diversos trabajos técnicos y
administrativos, tanto de campo como de gabinete, así como las revisiones a éstos, realizados
dentro del procedimiento de reconocimiento y titulación bienes comunales que nos ocupa
primordialmente encaminados a: a) Precisar con puntualidad topográfica, la superficie que
real y efectivamente corresponda al núcleo comunal quejoso, dilucidando las diferencias
advertidas en esta sentencia. b) Verificar y determinar con trabajos precisos de campo, cuál
es la superficie que real y efectivamente se encuentra en posesión de la comunidad quejosa,
debiendo señalar la fuente y los elementos en los que sustenta su apreciación y conclusión; lo
anterior de conformidad con lo dispuesto por el artículo 359 de la Ley Federal de Reforma
Agraria. c) Determine si en la superficie cuya confirmación y titulación se solicita, existen
áreas poseídas por terceras personas, ya sean pequeñas propiedades con o sin certificado de
inafectabilidad, bienes comunales pertenecientes o poseídos por terceras personas,
fraccionamientos u otras de diverso destino y pertenencia, debiendo señalar las superficies y
delimitaciones correspondientes. d) Asimismo, determine si los terrenos comunales del
poblado de Calacoaya, los de la Presa Madín, así como los que ampara el certificado de
inafectabilidad número 14562, se encuentran dentro o fuera de la superficie cuya
confirmación se pide, debiendo señalar, en su caso, cuál es el área que se encuentra dentro de
la citada superficie. e) Como consecuencia de los resultados de los trabajos y precisiones
referidos en los incisos anteriores, precise la superficie que es factible legalmente confirmar y
titular, por encontrarse en plena posesión del núcleo quejoso sin controversia alguna. Una vez
hecho lo anterior, la citada autoridad responsable, emita con plenitud de jurisdicción la
resolución que en derecho proceda, con relación a la acción de reconocimiento y titulación de
bienes comunales intentada por la comunidad quejosa. Noveno. En acatamiento a lo
dispuesto en el Acuerdo General 10/2008, devuélvase el expediente al juzgado de origen y
acompáñese el disquete que contenga la presente sentencia, por conducto de la Oficina de
Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la Segunda Región, con residencia en esta
ciudad, para los efectos legales a que haya lugar. Por lo expuesto, fundado y con apoyo en los
artículos 76, 76 bis, 77, 78 y 80 de la Ley de Amparo, se resuelve: PRIMERO. Se sobresee en
el presente juicio de amparo promovido por Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, en
su carácter de presidente propietario y presidente suplente, respectivamente de la comunidad
agraria denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, Estado de
México; contra el acto reclamado de la Secretaría de la Reforma Agraria en el Estado de
México, en virtud de los razonamientos expuestos en el considerando tercero de esta
sentencia. SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a la comunidad agraria
denominada ‘Atizapán de Zaragoza’, Municipio del mismo nombre, Estado de México,
contra el acto reclamado consistente en la resolución de dos de abril de mil novecientos
noventa y ocho, dictada en el expediente agrario TUA/10o.DTO./277/92 y los actos de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
ejecución atribuidos a las autoridades responsables precisadas en el considerando cuarto, en
términos del penúltimo considerando de este fallo y por los razonamientos ahí expuestos.
TERCERO. De conformidad con el último considerando de esta sentencia, devuélvase el
expediente al juzgado de origen y acompáñese el disquete que contenga la presente
resolución, por conducto de la Oficina de Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la
Segunda Región, con residencia en esta ciudad, para los efectos legales a que haya lugar.
Notifíquese personalmente y cúmplase. Así, lo resolvió y firma Ismael Hernández Flores,
Juez Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la Segunda región, con residencia en San
Andrés Cholula, Puebla, hasta hoy veintisiete de septiembre de dos mil diez, en que lo
permitieron las labores del juzgado quien actúa asistido de Ignacio Aldrete González,
secretario que autoriza y da fe."
115. Por auto de veintinueve (29) de septiembre de dos mil diez (2010), la Jueza Tercero de
Distrito en el Estado de México, acusó recibo del testimonio de la ejecutoria dictada por el
Juez Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la Segunda Región en San Andrés Cholula,
Puebla, y los autos del expediente, ordenando su notificación a las partes.
116. Por escrito presentado en tiempo en la Oficina de Correspondencia Común de los
Juzgados de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan de Juárez, y
entregado en el Juzgado Tercero de Distrito el día dieciocho (18) de octubre siguiente, "Valle
de Paz, Sociedad Anónima de Capital Variable", por conducto de su autorizada en términos
amplios del artículo 27 de la Ley de Amparo, interpuso recurso de revisión (ver fojas 4 a 14
de este toca de revisión).
117. Por razón de turno el recurso fue remitido a este Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, en donde se admitió a trámite por auto de veintisiete
(27) de octubre de dos mil diez (2010).
118. Mediante diverso escrito presentado el veintiuno (21) de octubre de dos mil diez (2010),
en el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México, interpusieron recurso de revisión el
secretario de la Reforma Agraria, el subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural y
el director general Adjunto "A" de Asuntos Jurídicos, los cuales fueron admitidos a trámite
en este Tribunal Colegiado por auto de presidencia de tres (3) de noviembre de dos mil diez
(2010).
119. Por escrito presentado en la Oficina de Correspondencia Común a los Juzgados de
Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, entregado al Juzgado Tercero
el día veintiséis (26) siguiente, Celedonio Díaz Barrera, quien además se ostentó como
representante propietario comunal de la comunidad agraria de Atizapán de Zaragoza,
Municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, también interpuso recurso de
revisión que fue desechado por extemporáneo mediante auto de presidencia de ocho (8) de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
noviembre de dos mil diez (2010); determinación en contra de la cual se interpuso recurso de
reclamación 23/2010, que fue resuelto en sesión de este tribunal de tres (3) de febrero de dos
mil once (2011), declarándose fundado y, por tanto, jurídicamente debe considerarse
interpuesta en tiempo la revisión de referencia (ver fojas 548 a 564 de este toca de revisión).
120. Mediante escrito presentado en el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de México,
con residencia en Naucalpan, el diecinueve (19) de noviembre de dos mil diez (2010),
"Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable", interpuso
recurso de revisión por conducto de su autorizado en términos amplios del artículo 27 de la
Ley de Amparo, mismo que fue admitido a trámite por auto de treinta (30) de noviembre de
dos mil diez (2010), dictado por el presidente de este tribunal.
121. Mediante escrito presentado en la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados
de Distrito en el Estado de México, con residencia en Naucalpan, el cinco (5) de enero de dos
mil once (2011), Francisco Mateo Manjarréz, en su carácter de comunero de Atizapán de
Zaragoza, interpuso recurso de revisión que fue desechado por extemporáneo mediante auto
de presidencia de dieciocho (18) de enero de dos mil once (2011).
122. Seguidos los trámites del recurso por todas sus etapas, éste quedó en estado de
resolución, siendo éste el presente asunto.
De la revisión de todas y cada una de las constancias del expediente se desprende que no
resulta posible concluir que los suscriptores de la demanda sean comuneros reconocidos ni
que hubieran sido electos como representantes de la comunidad de Atizapán; mucho menos
que tengan efectivamente la representación que ostentan, máxime que no podrían tenerla
conforme al derecho aplicable.
A ello debe sumarse que, en su momento, este Tercer Tribunal Colegiado de Circuito ordenó
la reposición del procedimiento para el efecto de que las personas que suscribieron la
demanda de amparo demostraran ser los representantes de la comunidad de Atizapán,
mediante la exhibición del "Acta de elección de representantes comunales del poblado de
Atizapán de Zaragoza", de fecha veintinueve (29) de marzo de mil novecientos ochenta y uno
(1981), sin que se hubiera realizado su exhibición o demostración de su existencia verdadera
en juicio; pero independientemente de ello, finalmente tampoco se logró, por medio diverso,
probar que Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez fueran los representantes de la
comunidad de Atizapán en el momento en que se presentó la demanda.
Razones por las cuales el Juez de Distrito, al dictar la sentencia recurrida, debió sobreseer en
el juicio por falta de interés jurídico de los suscriptores de la demanda, con fundamento en el
artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo, en relación con los anteriormente vigentes
numerales 4o. y 73, fracción V, del mismo ordenamiento, que regían al dictarse el fallo sujeto
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
a revisión; aspecto que ahora debe analizarse, considerando el precepto 107, fracción I,
constitucional como ya se anticipó.
Independientemente de la existencia de agravios que controvierten el interés de los
suscriptores de la demanda, cabe recordar e insistir en que los temas de improcedencia y
todas sus perspectivas son de estudio oficioso conforme a los criterios jurisprudenciales
siguientes:
"IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SU EXAMEN EN LA REVISIÓN ES
OFICIOSO, CON INDEPENDENCIA DE QUE EL RECURRENTE SEA EL QUEJOSO
QUE YA OBTUVO RESOLUCIÓN FAVORABLE. Conforme al último párrafo del artículo
73 de la Ley de Amparo, el examen de las causales de improcedencia del juicio de garantías
es oficioso, esto es, deben ser estudiadas por el juzgador aunque no las hagan valer las partes,
por ser una cuestión de orden público y de estudio preferente al fondo del asunto. Ahora bien,
como esta regla es aplicable en cualquier estado del juicio mientras no se dicte sentencia
ejecutoria, es indudable que el tribunal revisor debe examinar la procedencia del juicio, con
independencia de que el recurso lo hubiera interpuesto el quejoso que ya obtuvo parte de sus
pretensiones, y pese a que pudiera resultar adverso a sus intereses si se advierte la existencia
de una causal de improcedencia; sin que ello contravenga el principio de non reformatio in
peius, que implica la prohibición para dicho órgano de agravar la situación del quejoso
cuando éste recurre la sentencia para obtener mayores beneficios, toda vez que el citado
principio cobra aplicación una vez superadas las cuestiones de procedencia del juicio
constitucional, sin que obste la inexistencia de petición de la parte interesada en que se
decrete su sobreseimiento."(19)
"IMPROCEDENCIA. ESTUDIO OFICIOSO EN EL RECURSO DE REVISIÓN DE
MOTIVOS DIVERSOS A LOS ANALIZADOS EN LA SENTENCIA COMBATIDA. Es
cierto que las consideraciones expuestas en la sentencia recurrida, que no son impugnadas en
vía de agravio por el recurrente a quien perjudican, deben tenerse firmes para seguir rigiendo
en lo conducente al fallo, pero esto no opera en cuanto a la procedencia del juicio de amparo,
cuando se advierte la existencia de una causa de improcedencia diferente a la que el juzgador
de primer grado estimó actualizada o desestimó o, incluso, de un motivo diferente de los
apreciados en relación con una misma causa de improcedencia, pues en este caso, el tribunal
revisor debe emprender su estudio de oficio, ya que sobre el particular sigue vigente el
principio de que siendo la procedencia de la acción constitucional de orden público, su
análisis debe efectuarse sin importar que las partes la aleguen o no, y en cualquier instancia
en que el juicio se encuentre, de conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del
artículo 73 de la Ley de Amparo. Este aserto encuentra plena correspondencia en el artículo
91 de la legislación de la materia, que establece las reglas para resolver el recurso de revisión,
entre las que se encuentran, según su fracción III, la de estudiar la causa de improcedencia
expuesta por el Juez de Distrito y, de estimarla infundada, confirmar el sobreseimiento si
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
apareciere probado otro motivo legal, lo que patentiza que la procedencia puede examinarse
bajo supuestos diversos que no sólo involucran a las hipótesis legales apreciadas por el
juzgador de primer grado, sino también a los motivos susceptibles de actualizar esas
hipótesis, lo que en realidad implica que, a pesar de que el juzgador haya tenido por
actualizada o desestimado determinada improcedencia, bien puede abordarse su estudio bajo
un matiz distinto que sea generado por diversa causa constitucional, legal o jurisprudencial, o
aun ante la misma causa por diverso motivo, pues no puede perderse de vista que las causas
de improcedencia pueden actualizarse por diversos motivos, por lo que si el inferior estudió
sólo alguna de ellas, es dable e incluso obligatorio que se aborden por el revisor, pues al
respecto, no existe pronunciamiento que pueda tenerse firme."(20)
"IMPROCEDENCIA EN EL JUICIO DE AMPARO. EL ESTUDIO DE LAS CAUSAS DE
IMPROCEDENCIA DEBE REALIZARSE AUN CUANDO EN LA REVISIÓN SÓLO SE
IMPUGNEN LOS EFECTOS DE LA CONCESIÓN DEL AMPARO. El estudio de la
procedibilidad del juicio de amparo, por el órgano de control constitucional, debe realizarse
indefectiblemente y como proceda en cada caso particular, incluso en asuntos en los que,
concedido el amparo de la Justicia Federal a la quejosa, ésta sólo acuda al recurso de revisión
para el efecto de que se precise el alcance de la sentencia que consideró inconstitucionales las
leyes reclamadas, pues se trata de una cuestión de orden público que se sustenta en lo
dispuesto por el último párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo."(21)
"IMPROCEDENCIA. ESTUDIO DE OFICIO EN LA REVISIÓN. Si se trata de una causal
de improcedencia diferente a las ya estudiadas y declaradas inoperantes por el Juez de
Distrito del conocimiento, no existe obstáculo alguno para su estudio de oficio en la revisión,
ya que en relación con ella sigue vigente el principio de que siendo la improcedencia una
cuestión de orden público, su análisis debe efectuarse sin importar que las partes la aleguen o
no ante el Juez de Distrito o ante el tribunal revisor."(22)
Sobre las bases anteriores, a continuación se demostrarán los motivos de actualización de la
causal de improcedencia por falta de interés jurídico anunciada.
La falta de interés jurídico de los suscriptores de la demanda está demostrada sobre la base de
que lo que tendría que acreditarse en este juicio, es que en la fecha en que se presentó la
demanda de amparo, es decir, al ocho (8) de septiembre de mil novecientos noventa y ocho
(1998), dichas personas efectivamente tenían el carácter de representantes que ostentaron en
el escrito inicial.
Como dicha representación importaba el interés jurídico de la parte quejosa, necesariamente
los suscriptores de la demanda tendrían que haber probado la existencia de su derecho
subjetivo para acudir al amparo, mismo que necesariamente tendría que haberse probado con
prueba directa emanada de las constancias que existían en el juicio agrario hasta antes del
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
momento de la presentación de la demanda de amparo, elemento inexistente en el expediente,
lo que se afirma tras la revisión cuidadosa, una a una, de la totalidad de las piezas de autos.
Los suscriptores de la demanda además de probar su interés jurídico, tendrían que haber
demostrado también la existencia de un agravio personal y directo, esto es, que la sentencia
reclamada les afecta de forma directa e inmediata en su persona por tratarse de un acto
dirigido a ellos, aspecto también inexistente, porque además de que en autos no consta que
sean los representantes de la comunidad en términos del artículo 358 de la Ley Federal de
Reforma Agraria, el expediente demuestra que no son parte de la comunidad de Atizapán,
aspecto que impide que hubieran podido resentir agravio alguno como parte de dicho grupo
indígena.
Asimismo, cabe señalar que el punto de referencia es la presentación de la demanda, en
virtud que el acto reclamado es una sentencia de un Tribunal Unitario Agrario, la cual tiene
que ser impugnada dentro de los treinta días siguientes a su notificación.
Por tanto, si no se demuestra que existió demanda alguna proveniente de parte legítima
dentro del plazo de impugnación correspondiente, debe concluirse entonces que el acto de
referencia se encuentra consentido, máxime que en el caso no tiene aplicación el artículo 217
de la Ley de Amparo, en donde se establece que no existe término para promover el amparo
tratándose de actos que tengan o puedan tener por efecto la privación total o parcial, temporal
o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de los derechos agrarios de un núcleo de
población comunal o ejidal, pues no debe perderse de vista que la sentencia reclamada es
precisamente el acto en donde se hace el reconocimiento de la comunidad, la cual por virtud
de su impugnación en amparo, jurídicamente no existe todavía, máxime que su
reconocimiento pleno es materia de ejecución e inscripción; aspectos que, incluso, al
momento se encuentran sub júdice, lo que significa que, en el mejor de los casos, la
comunidad indígena de Atizapán es todavía un grupo en proceso de reconocimiento que
tendría que ser representado por algún miembro de su propia comunidad en términos del
artículo 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria, electo en el procedimiento regido por ese
fundamento necesariamente, mediante el cual se produce el comité particular ejecutivo para
el reconocimiento de una futura comunidad (o ejido en su caso).
Máxime si se considera que bajo la vigencia de la Ley Federal de Reforma Agraria existió
disposición expresa en la cual se señaló que para pertenecer a un grupo de representación
ejidal o comunal de tránsito, mejor conocido como comité particular ejecutivo, uno de los
requisitos era precisamente ser miembro del grupo solicitante, tal como se prevé en el artículo
19, fracción IV, de la Ley Federal de Reforma Agraria, el cual, al caso, resulta aplicable no
obstante que se trata de un artículo perteneciente a la regulación de los ejidos, pues si para
éstos se exigía la pertenencia al grupo solicitante respecto de las personas integrantes del
órgano de representación transitoria, con mayor razón ese requisito de pertenencia es exigible
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
tratándose de comunidades agrarias, pues no debe perderse de vista que la comunidad es un
grupo indígena que busca que se reconozcan sus territorios tradicionales para mantener y
conservar sus usos y costumbres, lo que es precisamente la finalidad de la institución, según
el artículo 27, fracción VII, de la Constitución Federal.
Es decir, en el caso, no es cualquier representación la que se analiza, sino la representación
que en la demanda de amparo ostentaron Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez,
quienes aseguraron ser representantes propietario y suplente, respectivamente, de la
multicitada comunidad, aspecto que incluso debe ser evaluado en relación con el momento en
que fue promovida dicha demanda de amparo, es decir, al ocho (8) de septiembre de mil
novecientos noventa y ocho (1998), que fue la fecha en la cual dicha demanda se promovió,
como ya se dijo.
La comunidad en el derecho agrario es una forma de agrupación peculiar, porque sus
miembros no pueden ser personas cualesquiera, sino necesariamente deben ser personas
nativas identificadas como descendientes de los miembros de las comunidades indígenas y
poblaciones primarias a reconocer y titular, quienes además deben conservar su estado
comunal, aspecto antropológico relacionado tanto con su identidad indígena como con sus
tierras tradicionales; característica no comprobada respecto de Javier Rosas Núñez y José
Luis Rosas Núñez, lo cual vuelve aún más dudoso que pudieran ser los verdaderos
representantes de la comunidad de Atizapán, no sólo porque no aparece que hubieran sido
electos como representantes de la comunidad al momento de la presentación de la demanda,
sino porque, según se desprende del contenido de la lista de 51 comuneros reconocidos, tanto
en la fase administrativa del procedimiento como en la sentencia reclamada, Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez ni siquiera son miembros de la comunidad de Atizapán; de
ahí que no sólo no tienen el carácter que ostentan, sino que jurídicamente no podrían tenerlo.
Así, es claro que Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez no tenían ni podrían tener la
representación que ostentaron.
En el examen del acta electiva debe considerarse también la jurisprudencia que al respecto
sustenta la Segunda Sala, en el sentido de que tratándose de asuntos como éste, en donde una
comunidad indígena en proceso de confirmación promueve amparo por medio de su comité
particular, la única prueba para acreditar su representación es el acta de elecciones
correspondiente, de la cual necesariamente debe probarse su existencia conforme a la Ley
Federal de Reforma Agraria, sin que sea posible estudiar su legalidad en términos generales;
el criterio de referencia aplicable, por analogía, es el siguiente:
"COMITÉS PARTICULARES EJECUTIVOS. LA PERSONALIDAD DE SUS
INTEGRANTES EN EL JUICIO DE AMPARO DEBE ACREDITARSE
EXCLUSIVAMENTE CONFORME A LA LEY DE AMPARO. Conforme a los artículos
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
213, fracción III y 214 de la Ley de Amparo, los comités particulares ejecutivos tienen
legitimación para promover el juicio de amparo en representación de un núcleo de población
ejidal o comunal determinado, y para tal efecto basta que, ante el tribunal competente, sus
integrantes acrediten su personalidad en términos de lo dispuesto por dicha ley, sin que pueda
examinarse la legalidad de la asamblea donde se realizó su designación conforme a los
requisitos que al efecto establece la Ley Federal de Reforma Agraria. Lo anterior es así, ya
que la Ley de Amparo establece que basta exhibir el acta de asamblea donde se haga constar
la designación de los integrantes del comité particular ejecutivo, para que les sea reconocida
su personalidad en el juicio constitucional."(23)
De este modo, tan sólo por la inexistencia del acta, no se puede reconocer su representación.
Por otro lado, en cuanto a la fecha de presentación de la demanda y la existencia de pruebas
de su representatividad a esa fecha, cabe mencionar que tan sólo por el aspecto temporal
descrito, no sería jurídicamente lógico considerar para los efectos referidos ningún acto o
documento que hubiera sido producido con posterioridad a la fecha de presentación de la
demanda, pues lo que se requiere comprobar es si dichos promoventes tenían la
representación que ostentaron al promover la demanda, como ya se anticipó.
De este modo, las actas y documentos que se produjeron durante el juicio sobrevenidamente
y con posterioridad a la presentación de la demanda, no pueden ser jurídicamente eficaces
para acreditar la representación de referencia.
Descartados todos los documentos sobrevenidos conforme a lo anterior, y en atención a las
manifestaciones realizadas durante el trámite del juicio, los suscriptores de la demanda
manifestaron que su representación data del acta de asamblea de comuneros de veintinueve
(29) de marzo de mil novecientos ochenta y uno (1981) en la que consta su elección, cuya
existencia, como ya se dijo reiteradamente, no está probada en autos.
Incluso, con relación al acta de elección arriba mencionada, cabe insistir que en ejecutoria de
este Tribunal Colegiado -al resolver la revisión 545/2007- se ordenó que se trajera al juicio el
expediente del procedimiento de reconocimiento y titulación que hasta ese momento no se
tenía a la vista, a fin de corroborar si existía tal acta de elección de veintinueve (29) de marzo
de mil novecientos ochenta y uno (1981).
Sin embargo, al allegarse los autos de dicho procedimiento, de la revisión de constancias no
se desprende la existencia verdadera de dicho documento.
Ciertamente, en autos del juicio de amparo se aportaron copias simples del mismo y se
mencionó su supuesta existencia, pero estos elementos, desde luego, son insuficientes para la
acreditación de un aspecto tan relevante y controvertido en este juicio como lo es la
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
representación que ostentaron Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, máxime que las
autoridades agrarias registrales en todo momento y reiteradamente negaron su inscripción y
los promoventes de la demanda no la exhibieron, a pesar de haber tenido oportunidad para
ello como consecuencia de la reposición del procedimiento.
Consecuentemente, las copias simples que se aportaron de esa acta son medios de prueba que
no tienen más alcance que el de un indicio, el cual no se encuentra confirmado por mayores
elementos y cuyo valor queda al prudente arbitrio del juzgador, conforme al artículo 217 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria, lo que se complica por
los ya referidos aspectos de no idoneidad en la designación de Javier y José Luis Rosas
Núñez, y la controversia ya descrita con el derecho aplicable.
Con independencia de lo anterior, lo que sí está demostrado en autos es que el ingeniero
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, no forman parte de la comunidad indígena de
Atizapán, situación que lejos de confirmar el contenido de copia fotostática del acta de
elección, en realidad la vuelven más dudosa y complican, incluso, su valor de indicio, pues si
conforme a los artículos 19, fracción IV y 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria,(24) el
grupo indígena que clama reconocimiento, debe elegir de entre sus miembros a un
representante propietario y otro suplente para conformar su comité particular ejecutivo,
entonces, al estar plenamente comprobado quiénes son los cincuenta y un (51) comuneros
reconocidos y habilitados, y al estar probado también que en ese grupo no se encuentran los
suscriptores de la demanda, debe concluirse entonces que la copia fotostática de la
multicitada acta de elección no sólo es un indicio no corroborado, sino incluso un elemento
aislado en contraposición con el derecho aplicable, motivo por el cual aún en el caso de que
esa acta efectivamente hubiera existido (lo que nunca se demostró) todavía estaría pendiente
este tema.
De este modo, debe mencionarse que ni en los autos del juicio ni en el expediente agrario de
origen, obra documento alguno que compruebe que Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas
Núñez hubieran sido electos como representantes de la comunidad de Atizapán por los 51
comuneros.
Ahora bien, es verdad que cuando se promovió el juicio de amparo 607/95 y su revisión
76/97 del índice del Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, a
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, de alguna manera se les aceptó como
representantes de la comunidad de Atizapán.
También es verdad que con posterioridad a la presentación de la demanda -según consta en
autos- el Tribunal Unitario Agrario responsable, bien o mal, por alguna razón y sin ninguna
valoración de por medio, admitió, en auto de veinte (20) de mayo de dos mil nueve (2009),
que Javier Rosas Núñez era el representante comunal propietario de Atizapán, según se
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
desprendía de un instrumento notarial número 3,021 elaborado por la Notaría 156 del Estado
de México.
Incluso ese proveído fue considerado en la sentencia recurrida como suficiente para acreditar
el carácter que ostentaron los suscriptores de la demanda, y para desestimar el motivo de
improcedencia hecho valer en juicio por las autoridades y varios de los terceros perjudicados,
en términos del artículo 73, fracción XVIII, en relación con el artículo 4o., a contrario sensu,
de la Ley de Amparo.
Dicha constancia aparece en la página 1041 del tomo II de pruebas, y su texto es el siguiente:
"... Expediente: 277/1992. Poblado: Atizapán de Zaragoza. Municipio: Atizapán de Zaragoza.
Estado: México. El veinte de mayo de dos mil nueve, la secretaria de Acuerdos, en términos
del artículo 22, fracción I, de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, da cuenta al
Magistrado titular del distrito, con un escrito suscrito por Javier Rosas Núñez, ingresado por
conducto de la oficialía de partes bajo el folio 277 y con el estado que guardan los autos.
Conste. Auto que recepciona documental y reconoce personalidad. Tlalnepantla de Baz,
Estado de México, a los veinte días del mes de mayo del dos mil nueve. Vista la cuenta que
antecede y de conformidad con lo dispuesto por los artículos 164, 167, 173, 185, 186, 187 y
195 de la Ley Agraria; 22, fracción V, de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios; 371 del
supletorio Código Federal de Procedimientos Civiles. Este tribunal acuerda. Primero.
Agréguense a sus antecedentes el escrito de cuenta y anexos, signado por Javier Rosas
Núñez, representante comunal propietario del poblado al rubro indicado, personalidad que se
le reconoce en apoyo del testimonio notarial número 3,021, pasado ante la fe de la doctora
Silvia Mondragón Fiesco, notaria pública número 156 del Estado de México, en el que
realiza diversas manifestaciones, para que surtan sus efectos legales procedentes. Segundo.
Lístese y cúmplase. Así lo proveyó y firmó el licenciado Heriberto Leyva García, Magistrado
titular del Tribunal Agrario del Distrito Diez, que actúa con la licenciada Lorena Eligia
Becerra Becerril, secretaria de Acuerdos que autoriza y da fe. Doy fe. ..."
El proveído anterior, es el que el Juez Federal consideró suficiente para tener por demostrada
la representación de los suscriptores de la demanda, bajo el argumento de que la personalidad
fue reconocida por la responsable; sin embargo, evidentemente es insuficiente para ello.
Tanto el auto como el instrumento notarial a que se refiere dicha resolución del Tribunal
Unitario Agrario responsable, son de fechas posteriores a la presentación de la demanda,
aspecto que de suyo los descarta en función del aspecto de ubicación temporal de la
problemática en análisis.
Pero con independencia de que lo que tendría que demostrarse es que en la fecha en que se
presentó la demanda de amparo los suscriptores tenían la representación que ostentaban, debe
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
señalarse que del análisis del referido instrumento notarial se desprenden varias razones que
llevan a concluir no sólo que el instrumento es insuficiente para los efectos pretendidos, sino
que su existencia prueba que efectivamente los suscriptores de la demanda carecían de la
legitimación que ostentaron al momento de promoverse la demanda, porque su contenido
arroja datos que confirman que no son comuneros, además que el hecho de que varios años
después de presentada la demanda, algunos de los comuneros de alguna manera decidieran
reconocer representación a los suscriptores del escrito inicial, de ninguna forma representa
una cuestión por virtud de la cual después de haberse presentado la demanda y tras haberse
vencido los plazos y encontrarse virtualmente preclusos los derechos, ahora se pretenda que
exista una especie de perfeccionamiento de la personalidad y hacerla funcionar como si fuera
una condición suspensiva con efectos hacia el pasado hasta la fecha de interposición de la
demanda.
El texto del instrumento de referencia que obra de la foja 902 a 907 del tomo de pruebas
número II, del juicio de amparo 331/99, es el siguiente:
"Dra. Silvia Mondragón Fiesco. Notaria titular. Estado de México. 1. Copia certificada. Av.
Parque de Granada No. 71, Desp. 303. Col. Parques de la Herradura. Huixquilucan, Edo. de
México. C.P. 52786. Teléfonos: 52905443/52905444. [email protected].
Número tres mil veintiuno. Volumen setenta y uno. En la ciudad de Huixquilucan, Estado de
México, a los veintiún días del mes de abril de dos mil nueve, ante mí, doctora Silvia
Mondragón Fiesco, notaria número ciento cincuenta y seis del Estado de México y notario
del patrimonio del inmueble federal, con residencia en esta ciudad, comparece el ingeniero
Javier Rosas Núñez, en su carácter de delegado especial del ‘núcleo de población comunal de
Atizapán de Zaragoza, (sic) México’, de cuya personalidad y existencia legal de su
representada haré (sic) mérito posteriormente a efecto de protocolizar el acta de asamblea
general ordinaria de miembros de dicha comunidad, levantada fuera del libro de actas del
núcleo. Para los efectos de las declaraciones que el compareciente hará en este acto, la
suscrita notaria lo protestó para que se conduzca con verdad, apercibiéndolo de las penas en
que incurre quien declara con falsedad ante fedatario público. De conformidad con los
antecedentes y cláusulas que se insertarán a continuación: Antecedentes. I. Acta de elección
de representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, (sic) México. Con fecha
veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno, el señor ingeniero J. Raúl Loya
Alcaraz, en su calidad de representante de la Subdirección de Bienes Comunales de la
Secretaría de la Reforma Agraria del Estado de México, llevó a cabo la elección de
representantes comunales del poblado de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. II.
Protocolización del acta. Que por escritura pública número ciento cincuenta y cinco mil
quinientos setenta y siete, de fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y tres,
pasada ante la fe del licenciado José Antonio Manzanero Escutia, titular de la notaría número
ciento treinta y ocho del Distrito Federal: Se llevó a cabo la protocolización de documentos
de ‘núcleo de población comunal de Atizapán de Zaragoza, (sic) México’. III.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Protocolización del acta, de fecha cinco de diciembre del año dos mil cuatro. Que por
escritura número catorce mil novecientos sesenta y cuatro, volumen trescientos treinta y
cuatro, de fecha siete de diciembre del año dos mil cuatro, pasada ante la fe de la suscrita
notaria: se protocolizó el acta general ordinaria con fecha cinco de diciembre del año dos mil
cuatro en la cual, entre otros, se aprobó y ratificó el nombramiento y poderes de los señores:
Javier Rosas Núñez, como representante comunal propietario, José Luis Rosas Núñez, como
representante comunal suplente, Ernesto Salazar Mendoza, como tesorero y como comisario
al señor José Cupertino Torres Hernández. IV. Protocolización del acta de fecha ocho de
mayo de dos mil cinco. Que mediante escritura quince mil cuatrocientos doce, volumen
trescientos treinta y dos, de fecha nueve de mayo de dos mil cinco, pasada ante la fe de la
suscrita notaria, en ese entonces notaría número cuarenta y ocho: se protocolizó el acta de
asamblea general extraordinaria de miembros del ‘núcleo de población comunal de Atizapán
de Zaragoza, (sic) México’ en la que, entre otros puntos, se realizó el otorgamiento y
ratificación de nombramiento de representantes comunales y otorgamiento de poderes a
representantes comunales a favor del ingeniero Javier Rosas Núñez, como representante
comunal propietario, José Luis Rosas Núñez, como representante comunal suplente, Ernesto
Salazar Mendoza, como tesorero y otorgamiento de poderes al señor José Luis Rosas Núñez.
V. Protocolización del acta de fecha treinta de noviembre del dos mil ocho. Que mediante
escritura dos mil ochocientos uno, volumen sesenta y uno, de fecha catorce de enero de dos
mil nueve, pasada ante la fe de la suscrita notaria: se protocolizó el acta de asamblea general
ordinaria del ‘núcleo de población comunal de Atizapán de Zaragoza, México’, de fecha
treinta de noviembre de dos mil ocho en la que, entre otros puntos, se acordó la ratificación
de las cartas a favor del ingeniero Manuel Macías Gambolino, doña Alicia Olmedo Luna,
carta a favor del Lote A tres guión nueve al A guión tres guión dieciocho de Rincón de
Vallescondido, y carta a favor del lote veinte de Plaza Condado, sección Comercio, todos de
Atizapán de Zaragoza, (sic) México, donde se les menciona en términos generales que se
hará respetar en forma definitiva a su favor los predios que ocupan con el destino que hasta
ahora ejercen sobre ellos. VI. Convocatoria. Que con fecha once de marzo de dos mil nueve:
se convocó a los miembros del ‘núcleo de población, comunal de Atizapán de Zaragoza, (sic)
México’, para que se llevara a cabo la asamblea general ordinaria de miembros; misma que
tuve en original a la vista y agrego en copia fotostática al apéndice marcado con la letra A.
VII. Acta que se protocoliza. Que con fecha veintinueve de marzo de dos mil nueve: se llevó
a cabo, fuera del libro de actas, una asamblea general ordinaria de miembros; la cual tuve a la
vista en original y agrego en copia fotostática al apéndice de documentos de la presente
marcado con la letra B, misma que es del tenor literal siguiente: ‘Acta de la asamblea general
ordinaria celebrada hoy domingo 29 de marzo del 2009, en la casa marcada con el número 18
de la Av. Hidalgo, col. Atizapán, centro de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, C.P.
52910, entre los miembros activos de esta comunidad agraria que fueron convocados para
ello. Reunidos en este lugar habitual para nosotros desde tiempos inmemoriales con el objeto
de celebrar la presente asamblea general ordinaria, entre todas las personas que comprenden
nuestro núcleo de población comunal o comunidad agraria «Atizapán de Zaragoza» y que
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
aparecen en la lista de asistencia que más adelante se transcribe, estando presentes los
representantes de bienes comunales integrados por el presidente propietario: C. Javier Rosas
Núñez, el presidente suplente: C. José Luis Rosas Núñez, quienes convocaron a esta
asamblea de acuerdo a lo que disponen los artículos 24, 25 y demás de la Ley Agraria y los
artículos 24, 25, 32 y 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria. Se tiene la presencia de la
representación de la Delegación Agraria en el Estado de México de la Secretaría de la
Reforma Agraria, el licenciado Alejandro Cenovito Flores Jiménez, subdelegado jurídico de
la SRA, quien da constancia de la legalidad del acto. Siendo las 11:10 horas de este día,
reunidos aquí en este lugar donde habitualmente acostumbramos realizar este tipo de actos y
de conformidad con los artículos 22, 23, fracciones III y IV; 24, 25, 26, 27, 30, 31, 32, 33, 99,
fracciones I, II y IV; y demás relativos y aplicables de la Ley Agraria y cuya cédula
notificatoria fue emitida por los representantes comunales de acuerdo con las disposiciones
legales antes señaladas, el pasado día miércoles 11 de marzo de 2009 y por única ocasión esta
vez con más de quince días por correr la invitación para que un comisionado de la Secretaría
de la Reforma Agraria estuviera presente, siendo fijadas en los lugares visibles donde
normalmente acostumbramos a notificar a la comunidad en general, con las fotos que se
agregan para los efectos de su publicidad y convocatoria de la presente asamblea, las cuales
fueron mantenidas desde esa fecha hasta el día de hoy, con el siguiente orden del día: Orden
del día. 1o. Instalación de la asamblea. 2o. Lista de asistencia. 3o. Informe anual de
actividades y asuntos generales en los que sea parte nuestra comunidad. 4o. Ratificación, en
su caso, del nombramiento de representantes comunales propietario y suplente. 5o.
Designación del delegado que se encargue de protocolizar el acta resultante. Pasando al
primer punto del orden del día que es la «instalación de la asamblea» aquí el presidente de la
comunidad solicita que se nombren al presidente y secretario de la asamblea, que tras de una
carta de liberación por parte de los asambleístas, dicha designación recae sobre los
compañeros José Cecilio Sánchez Tovar, como presidente y José Luis Rosas Núñez, como
secretario. Ambos levantan la mano en señal de haber aceptado el cargo. En el segundo punto
del orden del día que es pasar ‘lista de asistencia’, el presidente de la asamblea designa como
escrutador al compañero Daniel Rosas Toro para que él sea quien pase lista de asistencia.
Previa aceptación de su cargo, procede él a realizar el cotejo de la lista definitiva de
comuneros, así como sus firmas correspondientes de acuerdo al acta de asamblea de fecha 24
de junio de 2007, misma que fue anexada al juicio 331/99-IV del índice del Juzgado Tercero
de Distrito en el Estado de México, en donde de los 55 compañeros titulares para la toma de
decisiones, hoy se encuentran presentes 49 compañeros titulares, con 5 ausentes menos el
compañero Gregorio Pérez Ríos que falleció con fecha anterior, y por encontrarse la mayoría
de los compañeros comuneros el presidente y el secretario, en este acto, declaran legalmente
instalada la asamblea por lo que el secretario, compañero José Luis Rosas Núñez da lectura y
pone a consideración de los asambleístas el orden del día, mismo que es aprobado por todos
los ahí presentes. Acto seguido, pasamos al tercer punto del orden del día, que es «Informe
anual de actividades y asuntos generales en los que sea parte nuestra comunidad». En este
momento, el presidente de la asamblea pide el compañero Javier Rosas Núñez que haga uso
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de la palabra, de a los asambleístas su informe anual de actividades y explique brevemente la
situación jurídica de los bienes comunales. Haciendo uso de la palabra el compañero Javier
Rosas Núñez, da informe de los acuerdos a que llego la comunidad con varios colindantes en
la zona poniente, la firma de varios acuerdos y reconocimientos para futuros beneficios de
todos los integrantes de esta comunidad así como el acercamiento que se ha tenido con
diferentes autoridades, tanto estatales como federales en especial del sector agrario para
concluir nuestros juicios de una vez por todas. Continuando el punto, el representante
comunal Javier Rosas Núñez explica el estado en que se encuentra el juicio 331/99-IV, el
cual fue resuelto favorablemente a nuestra comunidad, pero como es sabido por los presentes,
hay un recurso de revisión de amparo el R.A. 545/2007 promovido por algunas personas con
la intención de hacer tardado el proceso de solución ya que estos ya han sido oídos y
vencidos en juicios precedentes, por lo que se espera que cuando se emita la sentencia
correspondiente por el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, el expediente pasara
al tribunal agrario correspondiente para su ejecución. Asimismo, se da un reporte de todos los
juicios tanto en los Tribunal de lo Contencioso Administrativo por personas que han
construido dentro de los terrenos comunales como el juicio agrario 464/2005 en el
TUA/10o.DTO., por parte de los comuneros disidentes que alegan se les reporte
personalmente en sus casas lo que en este momento se está haciendo aquí. En este acto se
procede a votación en donde los asambleístas levantan todos la mano en señala de aceptando
(sic) por unanimidad por consiguiente se aprueba el informe anual de actividades y reporte de
los juicios en los que ha sido parte nuestra comunidad agraria. Pasando al cuarto punto del
orden del día que es «ratificación en su caso, de nombramiento de representantes comunales
propietario y suplente». Nuevamente se le solicita al representante comunal Javier Rosas
Núñez, que explique el porqué de la determinación de llevar a consideración de los
asambleístas el presente punto. Haciendo nuevamente el uso de la palabra nuestro
representante comunal Javier Rosas Núñez explica que existen varias personas que pretenden
penetrar en el juicio 331/99-IV promoviendo incidentes de previo y especial pronunciamiento
en los autos del juicio señalado, mismo en que presentan testimonios notariales con la
intención de acreditar personalidad como miembros de este núcleo agrario. Por mencionar los
actos de los señores Natalia Rangel Ramírez y Aristeo Manuel Salgado Luengas presente
(sic) el acta número 1,108, vol. 27 de la Notaría Pública 126 del Estado de México,
conteniendo una fe de hechos de una acta de asamblea de la comunidad Agraria de Atizapán
de Zaragoza, haciendo suponer que se refiere a este núcleo de población comunal de
Atizapán de Zaragoza, en donde el día catorce de agosto de dos mil seis y que toman acuerdo
a capricho y en perjuicio de nuestro núcleo agrario y de compañeros pertenecientes a este
núcleo. Por otreo (sic) lado y ajo (sic) similares circunstancias obran testimonios notariales
exhibidos por el señor Martín Roberto Mayen Mancilla, presento la escritura No. 18,022, vol.
302, de la notaría pública 31 del Estado de México, quien protocolizó un acta de asamblea en
segunda convocatoria celebrada el día 16 de febrero de 2006, en donde toman acuerdos a
capricho y en perjuicio de nuestro núcleo agrario y de compañeros pertenecientes a este
núcleo. Como es de su conocimiento, dichos documentos han sido el Juzgado Tercero de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Distrito en el Estado de México en el juicio 331/09-IV (sic) y los Tribunales Colegiados
correspondientes sobre incidente de personalidad, quejas, entre otros, que promovieron los
seudo representantes en donde el diecisiete de octubre de dos mil seis les resolvió
manifestando, entre otras, lo siguiente: «Es infundado el incidente de personalidad
promovido por Martín Roberto Mayen Mancilla y en el mismo tenor el veintitrés de
noviembre de dos mil seis el Juzgado les dicta el siguiente acuerdo a Natalia Rangel Ramírez
y Dolores Vargas Castro, en el sentido de darles contestación a sus peticiones señalándoles
que los únicos representantes de la comunidad agraria quejosa al señor Javier Rosas Núñez,
en su carácter de representante propietario y al señor José Luis Rosas Núñez, en su carácter
de representante suplente de la citada comunidad y para los efectos de la prosecución del
presente juicio de amparo.». En este momento y después del uso de la voz del señor Javier
Rosas Núñez, el presidente de la asamblea pone a consideración de los asambleístas se
someta para que voten en base a todo lo dicho anteriormente, y si lo consideran en ratificar el
cargo de representante comunal propietario y suplente con los poderes correspondientes, a los
señores Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, respectivamente, para su aprobación
de continuar como sus representantes o en su caso tomar un nuevo acuerdo sobre nuevos
representantes, a lo cual todos por unanimidad levantan la mano en señal de aceptación. Por
consiguiente se determina ratificar el nombramiento de Javier Rosas Núñez, como
representante comunal propietario y José Luis Rosas Núñez, como representante comunal
suplente con los poderes correspondientes, otorgándoles un voto de confianza por todo lo que
han hecho y que permanezcan en su puesto hasta en tanto la sentencia resultante en el juicio
agrario nos haya sido ejecutada. A continuación, pasamos al quinto punto del orden del día,
designación del delegado que se encargue de protocolizar la presente acta en donde el
presidente de la asamblea, comunicó a la misma que dando cumplimiento a lo establecido en
la orden del día y no habiendo otro asunto que trata se designa al C. Javier Rosas Núñez,
como delegado de la asamblea para que acuda ante el notario público a protocolizar la
presente acta, el cual acepta en este acto dicho cargo. Acto seguido, y siendo las 11:50 horas
declaro suspendida la presente asamblea para que el secretario redacte al acta. Siendo las
12:45 horas de la tarde del mismo día, se reúnen nuevamente en la asamblea en donde el
secretario da lectura a la presente acta. Por lo que acto seguido se pone a consideración de la
asamblea lo expresado la cual lo aprueba por unanimidad, levantando todos y cada uno de
ellos la mano en señal de aprobación, firmando al calce los comuneros presentes que así lo
quisieron hacer. Representantes comunales. Representante propietario C. Javier Rosas Núñez.
Rúbrica. Representante suplente C. José Luis Rosas Núñez. Rúbrica. Por la asamblea.
Presidente C. José Cecilio Sánchez Tovar. Rúbrica. Secretario C. José Luis Rosas Núñez.
Rúbrica. Comisionado por la Secretaría (sic) de la Reforma Agraria. Lic. Alejandro Flores
Jiménez. Subdelegado Jurídico de la Delegación Agraria en el Estado de México. Rúbrica.’.
VIII. Lista de asistencia. Anexo a la presente acta la lista de asistencia a la asamblea general
ordinaria del ‘núcleo de población comunal de Atizapán de Zaragoza, México’; la cual me
presentan en original y agregó al apéndice de documentos marcados con la letra C. Expuesto
lo anterior, el compareciente otorga las siguientes: Cláusulas. Primera. A partir de la fecha de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
firma de la presente queda protocolizada el acta de asamblea general ordinaria de miembros
del ‘núcleo de población comunal de Atizapán de Zaragoza, México’, de fecha veintinueve
de marzo de dos mil nueve, en todas y cada una de sus partes; misma que se tiene aquí por
reproducida como si se insertara literalmente para todos los efectos legales a que haya lugar y
que obra fuera del libro de actas. Segunda. Por unanimidad de votos se aprueba el informe
anual de actividades y reporte de los juicio en los que ha sido parte nuestra comunidad
agraria presentado por el compañero Javier Rosas Núñez por parte del comité ejecutivo
particular. Tercera. Se determina que nuevamente continúen como representantes comunales:
Javier Rosas Núñez, como representante propietario y José Luis Rosas Núñez, como
representante suplente con los poderes correspondientes. Cuarta. Se nombra como delegado
especial de la asamblea general ordinaria entre los miembros del ‘núcleo de población
comunal de Atizapán de Zaragoza, México’ al ingeniero Javier Rosas Núñez para que acuda
ante el notario de su elección para la protocolización de la presente acta. Yo, la notaria,
certificó y doy fe. A) De que el compareciente se identificó ante mí con el documento
original y obtengo copia fotostática, la cual agregó al apéndice de documentos de la presente
marcado con la letra D. B) De la capacidad legal del compareciente para la celebración de
este acto. C) Personalidad. El señor Javier Rosas Núñez acredita su personalidad con el acta
que se protocoliza en el punto cinco del orden del día. D) De que por sus generales, el
compareciente manifestó ser mexicano por nacimiento e hijo de padres de igual nacionalidad,
originario y vecino de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, lugar donde nació el día
veintiséis de abril de mil novecientos cincuenta, casado, ingeniero mecánico; con domicilio
en avenida Hidalgo número dieciocho, colonia Centro, código postal: cincuenta y dos mil
novecientos diez; declara ser contribuyente del impuesto sobre la renta, sin acreditarlo
documentalmente, por lo que le hice la advertencia de ley, con Clave Única de Registro de
Población número RONJ500426HMCSXV01 (RONJ cinco cero cero cuatro dos seis
HMCSXV cero uno). E) De que lo relacionado e inserto concuerda fielmente con sus
originales que tuve a la vista y a los cuales me remití. G) De que leído que le fue el presente
instrumento al compareciente, a quien expliqué el valor y consecuencias legales del mismo;
estando de acuerdo con su tenor, lo ratifica y firma ante mí el día veintitrés de abril de dos
mil nueve. Autorizo la presente definitivamente con esta fecha por no causar ningún
impuesto. Doy fe. Certifico: Que la presente es copia fiel y exacta de su original que obra en
el protocolo y apéndice a mi cargo, de donde se compulsa y saca para uso de la sociedad
‘núcleo de población comunal de Atizapán de Zaragoza, México’, bajo el asiento número:
mil ochocientos dieciséis va en cinco hojas útiles debidamente cotejadas, selladas y firmadas.
Para constancia anoto la presente razón en la ciudad de Huixquilucan, Estado de México, a
los catorce días del mes de mayo del año dos mil nueve. La notaria 156 del Estado de
México. Doctora Silvia Mondragón Fiesco (rúbrica)."
En efecto, al tener a la vista dicho instrumento notarial es evidente que resulta insuficiente
para los extremos pretendidos, en primer lugar, porque su elaboración data del veintiuno de
abril de dos mil nueve, y porque en este se hace constar que se protocoliza un acta de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
asamblea general ordinaria de miembros efectuada el veintinueve de marzo de dos mil nueve,
fecha notoriamente posterior a la presentación de la demanda, acto que tuvo lugar el ocho de
septiembre de mil novecientos noventa y ocho.
Es decir, mediante dicho instrumento no es jurídicamente posible reconocer una
representación eficiente a la fecha de la presentación de la demanda, pues en caso de que
fuera cierto que en verdad los cincuenta y un comuneros reconocidos en la sentencia
reclamada hubieran hecho la ratificación de referencia, lo cierto es que el instrumento fue
producido varios años después de la fecha de presentación de la demanda con lo cual no es
posible afirmar, como lo hizo el Juez, que se trata de un elemento suficiente para acreditar la
personalidad de los suscriptores de la demanda.
Pero con independencia de ello, el instrumento de referencia sólo menciona que ante la
fedataria compareció Javier Rosas Núñez, ostentando en dicho acto un supuesto carácter de
"delegado especial" del núcleo de población comunal de Atizapán (cabe insistir que por
virtud del amparo todavía no se encuentra reconocido formalmente el núcleo de población de
referencia), y que supuestamente se le ratificó a él y a José Luis Rosas Núñez como
representante comunal por cincuenta y cinco (55) compañeros titulares, es decir, la notaria
asentó que supuestamente existen cincuenta y cinco comuneros, lo cual es contrario a las
constancias de autos y a la sentencia reclamada en donde se señala con precisión que son sólo
cincuenta y uno (51).
Pero no sólo eso, sino que además en la sentencia reclamada constan los nombres de esos
comuneros, y siendo un dato tan relevante, se destaca que en el instrumento no se mencionan
los nombres de esos comuneros, incluso se acepta como tales por la notaria a las personas que
se mencionan en una "lista definitiva de comuneros," que corresponden, no a la sentencia
reclamada, sino a un acta de asamblea celebrada el veinticuatro de junio de dos mil siete, es
decir, se asienta que los comuneros de la asamblea fueron reconocidos en la reunión
mencionada y nada se dice de la sentencia reclamada o de las constancias del procedimiento
agrario, que serían los elementos eficaces a partir de los cuales tendrían que reconocerse a los
comuneros.
Otra cuestión que provoca que no sea atendible dicho instrumento, es el hecho de que se
menciona que existen cincuenta y cinco (55) comuneros titulares de los cuales se encuentran
sólo cuarenta y nueve (49) y cinco (5) ausentes, porque supuestamente el compañero
Gregorio Pérez Ríos había fallecido en fecha anterior; sin embargo, al revisar la lista de
comuneros reconocidos y habilitados en la sentencia no existe ninguno que se llame de esa
forma.
Situación similar existe con un supuesto comunero de nombre José Cecilio Sánchez Tovar, a
quien supuestamente nombran presidente de la comunidad; sin embargo, tras repasar
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
nuevamente los cincuenta y un (51) nombres de los comuneros efectivamente reconocidos y
habilitados, ninguno se llama de esa forma.
Lo mismo ocurre con una persona de nombre Daniel Rosas Toro, a quien se designó como
escrutador, persona que tampoco figura en la lista de comuneros reconocidos y habilitados.
La situación descrita de incongruencia de entre los nombres de los participantes por el acta
protocolizada por la notaria y los verdaderos comuneros reconocidos se presenta con otras
personas que intervinieron de nombres Natalia Rangel Ramírez y Aristeo Manuel Salgado
Luengas, con todo lo cual es cuestionable el valor del instrumento de referencia.
Al inicio del instrumento, la notaria aclara que protestó para que se conduzca con verdad a
Javier Rosas Núñez y acto continuo este procedió, según se hizo constar, a hacer una
narración de antecedentes, entre los cuales éste mencionó haber sido electo como
representante comunal de Atizapán el veintinueve (29) de marzo de mil novecientos ochenta
y uno (1981), y que supuestamente esa acta fue protocolizada el catorce (14) de octubre de
mil novecientos noventa y tres (1993) por el notario 138 del Distrito Federal, pero no se
menciona que se hubiera anexado nada de eso al protocolo y se destaca que en todo momento
la notaria señaló que eso eran meras manifestaciones del compareciente; lo mismo ocurre con
las supuestas protocolizaciones de actas del cinco (5) de diciembre de dos mil cuatro (2004),
ocho (8) de mayo de dos mil cinco (2005) y treinta (30) de noviembre de dos mil ocho
(2008), motivo por el cual a esas manifestaciones de la notaria, según la literalidad de su
instrumento no se les puede reconocer mayor valor que el previsto en el artículo 202 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, que
señala que los documentos públicos hacen prueba plena de los hechos afirmados del fedatario
de quien procedan; pero si en ellos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones
de hechos provenientes, no por fedatarios sino por particulares, entonces lo único que
prueban los documentos es que ante el fedatario se hicieron tales declaraciones o
manifestaciones; pero no prueban la verdad de lo declarado o lo manifestado.
De tal forma que, a partir del instrumento de referencia y considerando:
• Que la Notaría 156 del Estado de México reconoció la existencia del acta de elección de
representantes comunales de veintinueve de marzo de mil novecientos ochenta y uno (1981),
levantada ante el ingeniero Raúl Loya Alcaraz, no por tenerla a la vista según lo expresó, sino
a partir de una manifestación bajo protesta de decir verdad de Javier Rosas Núñez.
• Que según tal instrumento, el acta de veintinueve de marzo (29) de mil novecientos ochenta
y uno (1981), fue protocolizada el catorce (14) de octubre de mil novecientos noventa y tres
(1993) por el notario 138 del Distrito Federal.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
• Que con lo mencionado en el punto anterior, es innegable para Javier Rosas Núñez cuál es
el lugar en donde supuestamente se puede encontrar dicha acta.
• Que mediante ejecutoria de este tribunal, dictada en sesión del veinticuatro (24) de
septiembre de dos mil nueve (2009), al resolverse la revisión 545/2007, se ordenó la
reposición del procedimiento para el efecto de que tanto los suscriptores de la demanda como
diversas autoridades agrarias se dieran a la tarea de aportar al juicio la supuesta acta de
elección de veintinueve (29) de marzo de mil novecientos ochenta y uno (1981).
• Que el requerimiento fue hecho a Javier y José Luis Rosas Núñez, sin que hubieran
aportado al juicio el acta de referencia a pesar de los requerimientos y, probándose con lo
anterior, que al menos Javier Rosas Núñez sí tenía un supuesto conocimiento cierto del lugar
de donde podría obtenerse válidamente dicha acta.
• Que transcurrió poco más de un año entre la fecha de la ejecutoria que ordenó reponer el
procedimiento (veinticuatro de septiembre de dos mil nueve) y la fecha de celebración de la
audiencia constitucional (treinta de junio de dos mil diez) e incluso la fecha en que se dictó la
sentencia recurrida veintisiete (27) de septiembre de dos mil diez (2010), sin que los
suscriptores de la demanda aportaran el acta en donde supuestamente fueron reconocidos
como representantes; y
• Que las autoridades administrativas agrarias encargadas de la función registral, no cuentan
con dicha acta de elección de representantes, a pesar que, de existir la misma, debería obrar
en los archivos de tales dependencias.
Por todo ello, se llega a la conclusión de que el instrumento notarial de la Notaría 156 del
Estado de México, no sólo es ineficiente para probar la representación que ostentaron los
suscriptores de la demanda, sino que a partir de su contenido se desprenden datos que
demuestran que dichos suscriptores supuestamente podían cumplir la prevención para exhibir
la supuesta acta de veintinueve (29) de marzo de mil novecientos ochenta y uno (1981), y
finalmente no lo hicieron a pesar de que procesalmente contaron con poco más de un año
para ello.
Otro aspecto que hace ineficiente el instrumento de referencia, es la circunstancia de que no
se documenta apropiadamente la legalidad de las convocatorias que se requerían ratificar a
los supuestos representantes de la comunidad ya no en términos de la Ley Federal de
Reforma Agraria sino del artículo 107, en relación con los diversos numerales 23, fracción
III, 24, 25, 26, 27, 28, 40 135, 136, fracciones I a IV, IX y XI de la Ley Agraria; es decir, por
tratarse de un tema relacionado con la supuesta ratificación de los representantes comunales,
tendría que acreditarse, que fue debidamente convocada, por al menos veinte comuneros o el
veinte por ciento del total de la población o por la Procuraduría Agraria, toda vez que no
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
existen órganos de representación (artículo 24), tampoco se precisa si la asamblea fue
celebrada en el lugar habitual, tanto así que ni siquiera se sabe cuál es este, o si existió causa
justificada para no verificarla en dicho lugar, si existió la anticipación exigida de no menos
de ocho días de anticipación ni más de quince, ni tampoco se expresó lo relativo a la fijación
de las cédulas (artículo 25); ni mucho menos se certificó la comparecencia de la Procuraduría
Agraria que condiciona la validez de las asambleas practicadas en condiciones excepcionales
y, en especial, cuando se trate de temas relacionados con la remoción de la representación de
la asamblea (artículo 40).
Por otro lado, no pasa por alto que a Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez, de alguna
manera les fue "reconocida" implícitamente la representación que ostentaron en la demanda
de este juicio, en el trámite del juicio de amparo indirecto 607/95 y su revisión 76/97, en
donde se les aceptó como ahora se conducen, aunque destacando también que eso fue sin un
análisis de ese aspecto (ahora controvertido); misma representación que también fue no
reconocida sino aceptada, también, por el Tribunal Unitario Agrario responsable lo que,
incluso, podría llevar a la posibilidad de estimar que tal personalidad estuviera reconocida
por dicha responsable en términos del artículo 13 de la Ley de Amparo.
Sin embargo, un análisis detallado del caso lleva a descartar esas posibilidades.
Con relación a lo anterior, debe señalarse que si bien es cierto que, por regla general, la
personalidad reconocida en un amparo anterior cabe reconocerla en sus términos en diverso
amparo posterior, no menos cierto es que la personalidad reconocida por la autoridad
(incluyendo la no controvertida por la responsable de un amparo anterior) debe ser admitida
para todos los efectos legales siempre que se compruebe tal circunstancia con las constancias
respectivas, según los términos del artículo 13 de la Ley de Amparo.
Sin embargo, esas reglas generales no podrían tener aplicación si no existiera una
justificación racional para su seguimiento y menos, cuando en el expediente existen pruebas
que vuelven ilógico el seguimiento de la regla general, tal como ocurre en el caso.
En efecto, conforme a lo anterior, quedó en claro que no existen pruebas de que Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez sean los representantes de la comunidad de Atizapán, no
sólo porque no se probó la existencia del acta de su elección, sino porque, además, ellos no
aparecen como representantes electos por los 51 comuneros habilitados y reconocidos en la
sentencia reclamada; y, asimismo, está probado que al no pertenecer al grupo de comuneros,
no podrían tener tal representación.
Por todo lo anterior es que se afirmó, en párrafos precedentes, que el ingeniero Javier Rosas
Núñez y José Luis Rosas Núñez no sólo no probaron su carácter representacional sino que en
autos existen elementos para estimar, incluso, que ni siquiera podrían tener la representación
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
que ostentaron al presentar la demanda.
Ante esas pruebas, las presunciones (iuris tantum) derivadas del artículo 13 de la Ley de
Amparo, o de la eficacia refleja de la cosa juzgada son jurídicamente insuficientes.
El artículo 12 de la Ley de Amparo, en su segundo párrafo establece que en los casos no
previstos por la ley de la materia, la personalidad se justificará en el juicio de la misma forma
que lo determine la ley que rija la materia de donde emane el acto, y el artículo 13 siguiente,
como ya se anticipó, señala que si los interesados tiene reconocida su personalidad ante la
responsable, entonces tal personalidad debe ser admitida en amparo siempre que se
compruebe.
De lo anterior se sigue que, para acreditar la presunción del artículo 13 de la Ley de Amparo,
necesariamente debe existir un verdadero acto de reconocimiento(25) por la responsable; es
decir, no una mera "aceptación" superficial de la personalidad sin análisis ni sustento, sino
necesariamente un pronunciamiento cuidadoso y serio que analice el punto.
Y a falta de esa decisión o pronunciamiento de contenido necesariamente analítico (ya sea
expreso o incluso implícito pero verdadero), entrará en juego la regla del párrafo segundo del
artículo 12 de la Ley de Amparo, y será el juzgador de amparo el que determine la
personalidad como se determine por la ley de la materia que rija el acto, situación que se
presente en la especie, máxime que de no hacerlo así, se privilegiaría una presunción legal (la
del artículo 13) que admite prueba en contrario a pesar de que en autos existen varias pruebas
y ausencias de estas que comprueban la inexistencia de la representación que el ingeniero
Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez ostentaron.
El uso de reglas generales de solución, como la prevista en el artículo 13 de la Ley de
Amparo (aceptar la personalidad reconocida por la responsable en el juicio constitucional)
importa un problema fundamental: el de la justificación racional del seguimiento de reglas.
Es decir, una regla general debe ser aplicable a un caso siempre que su utilización sea
razonable, pero si las características del asunto son tales que vuelven ilógica la utilización de
esa regla general, entonces no sería lógico utilizar esa regla general.
Cualquier regla destaca como relevante ciertas circunstancias para calificar normativamente
una acción como obligatoria, prohibida o permitida, pero al hacerlo, necesariamente soslaya
la relevancia de muchas otras circunstancias, de donde se sigue que para decidir con base en
reglas, primero debe corroborarse la justificación racional o razonable para la utilización de
esa regla.
En el caso, la regla de aceptar la "personalidad reconocida por la autoridad responsable" en
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
amparo anterior o durante el procedimiento, exige una condición: que exista un acto de
verdadero reconocimiento por parte de la responsable.
De lo que se sigue que si la responsable sólo "aceptó" una personalidad, pero en realidad no
la analizó tomando en cuenta todo posible factor que pudiese tener incidencia en la
determinación, evidentemente no podría considerarse que hubiera hecho un verdadero
"reconocimiento de la personalidad" pues no consideró al espectro completo de razones en
juego.
En el caso, es notorio que el Tribunal Unitario Agrario, al admitir la personalidad del
ingeniero Javier Rosas Núñez y José Luis Rosas Núñez como representantes de Atizapán, no
hizo ningún reconocimiento de este aspecto y, por ello, debe desestimarse la posibilidad de
aplicar la regla del artículo 13 de la Ley de Amparo, al no actualizarse la condición para su
aplicación según lo señalado.
Tampoco la ejecutoria de amparo anterior es apta para reconocerles personalidad ahora pues,
en la nueva sentencia reclamada, se deja en claro quienes son los comuneros reconocidos de
Atizapán y quienes lo fueron conforme a los resultados de las investigaciones censales y
trabajos técnico informativos realizados por la autoridades administrativas agrarias, datos que
incluso ahora dejan en claro que no cabe la posibilidad de que Javier y José Luis Rosas
Núñez tengan la representación que detentan, de lo que se sigue que la personalidad antes
reconocida sólo fue válida para ese juicio y en ese contexto, pero ahora con base en el
expediente agrario que se tiene a la vista y con las pruebas que demuestran la inexistencia de
tal representación, el admitir en este juicio la representación que se admitió en el juicio
anterior implicaría resolver contra las pruebas del juicio, lo que desde luego tampoco sería
lógico.
Por otro lado, no pasa por alto que en alguna parte los suscriptores refieren que sucedieron a
los derechos agrarios de Javier Rosas Sandi.
Pues bien, ni siquiera el argumento de "haber sucedido hereditariamente" a los supuestos
"derechos agrarios" de Javier Rosas Sandi sería válido para justificar una representación a los
suscriptores de la demanda, en obvio que, en autos consta, que dicha persona no puede ser su
causante, en obvio que tampoco fue reconocido como comunero ni como representante
comunal; y tan es así que, de especial mención, es el hecho que no debe confundirse al
"representante comunal" en términos del numeral 358 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
con el diverso representante de la "junta censal," carácter que sí se le reconoció a Javier
Rosas Sandi durante los trabajos técnico informativos según se explicó en el desarrollo de los
hechos; pues bien, atendiendo a esa diferencia entre una y otra formas de representación, no
resultaría posible admitir que Javier y José Luis, ambos Rosas Núñez, sustituyeron a la
representación de Javier Rosas Sandi, pues este último en realidad nunca tuvo tal.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Tampoco pasa por alto que de la revisión del expediente se desprende que el propio Javier
Rosas Sandi, en varias ocasiones se condujo como si fuera el "representante de los
comuneros de Atizapán" ante las autoridades agrarias e incluso ante el presidente de la
República; sin embargo, según todo lo antes expuesto, es claro que no por el hecho de
haberse jactado y conducido como tal en varias promociones, ello lo hace representante, ni
mucho menos hace representantes a Javier y José Luis Rosas Núñez, máxime que ninguno
fue reconocido como comunero.
Por último, con el objeto de realizar un análisis completo del tema, es importante hacer
mención que en este asunto tampoco cabría la posibilidad de una "representación sustituta"
en materia agraria por parte de los suscriptores de la demanda o por parte de diversas
personas que posteriormente hubieran comparecido al juicio.
Lo anterior, porque esta institución no opera en materia de procedimientos de reconocimiento
y titulación de bienes comunales.
En efecto, el artículo 213 de la Ley de Amparo establece quiénes pueden acudir al juicio
constitucional en representación de los núcleos agrarios, precisando en la fracción I que,
tratándose de núcleos ejidales o comunales, son sus comisariados quienes detentan tal
representación; en tanto que la fracción II dispone que, para el caso de que el comisariado no
interponga la demanda dentro de los quince días siguientes a la notificación del acto
reclamado, entonces, en representación sustituta, pueden comparecer:
a) Los miembros del comisariado;
b) Los miembros del consejo de vigilancia, o
c) Cualquier ejidatario o comunero perteneciente al núcleo de población perjudicado siempre
que así esté reconocido.
Sin embargo, la fracción III dispone que tratándose de restitución, dotación y ampliación de
ejidos, creación de nuevos centros de población y en los de reconocimiento y titulación de
bienes comunales (circunstancias en las cuales no existe el reconocimiento como núcleo
agrario) sólo tienen legitimación quienes tienen la representación conforme a la Ley Federal
de Reforma Agraria, sin que se establezca que en tales casos opera la representación sustituta.
Por tanto, en este asunto como se reclama una sentencia de reconocimiento y titulación de
bienes comunales, cobra aplicación la tercera hipótesis a lo que debe sumarse que los
suscriptores de la demanda en ningún momento fueron considerados comuneros.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Demostrado que los suscriptores de la demanda no son representantes de la comunidad
indígena en proceso de titulación, debe dejarse en claro en este punto, que por virtud del
estudio desarrollado, ahora puede concluirse que no resultan aplicables ya las reglas del
amparo agrario ni los especiales aspectos de suplencia de queja y recolección oficiosa de
pruebas que operan en dicha materia.
Por todo lo expuesto, debe sobreseerse en el juicio por falta de interés jurídico de los
promovente de la demanda, porque al momento de presentarla no eran representantes de la
comunidad de Atizapán según se demostró; esto, con fundamento en el artículo 74, fracción
III, en relación con el 73, fracción XVIII y este a su vez, en relación con el diverso 107,
fracción I, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
su texto vigente al momento de resolver esta revisión.
SÉPTIMO. Al haberse sobreseído en el juicio conforme a lo anterior resulta innecesario
analizar los recursos interpuestos por:
a) Las autoridades responsables: secretario, subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad
Rural, director general de Ordenamiento y Regularización, y director general Adjunto "A" de
la Unidad de Asuntos Jurídicos, todas de la Secretaría de la Reforma Agraria.
b) Los terceros perjudicados: "Valle de Paz, Sociedad Anónima de Capital Variable",
"Planeación y Comisiones Monte Alto, Sociedad Anónima de Capital Variable"; así como,
c) Francisco Mateo Manjarréz.
Esto, en obvio que la sentencia recurrida ha sido revocada por lo ya expuesto, a lo que debe
sumarse que la sentencia reclamada no les depara agravio alguno a los recurrentes y, por el
contrario, les beneficia.
Al sobreseerse en el juicio, se conserva la decisión del tribunal agrario de reconocer y titular
a la comunidad de Atizapán y de excluir del polígono comunal a titular las propiedades
privadas y pequeñas propiedades, casos en los cuales se hallan las terceras perjudicadas
recurrentes; por lo que toca a las responsables, sus actos subsisten y, por lo que se refiere a
los comuneros inconformes, se concretará su pretensión de dejar firme la sentencia reclamada
y desconocer a los suscriptores de la demanda de amparo como representantes de la
comunidad de Atizapán, por todo lo cual no existe a afectación a la esfera jurídica de ninguno
de ellos.
En ese orden de ideas, ante la revocación del fallo recurrido las revisiones han quedado sin
materia.
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
OCTAVO. Asimismo, dado el resultado al que se ha llegado, cabe hacer mención que
resultaría innecesario ordenar la reposición del procedimiento para emplazar a terceros
perjudicados que no hubieran sido emplazados en este juicio y que de alguna manera
aparecieron sobrevenidamente en autos sin participación en el juicio.
En efecto, como quedó descrito cuando se promovió la demanda de amparo, el expediente
agrario no fue remitido como parte del informe justificado del Tribunal Unitario de la
materia, sino que su aportación al juicio de amparo se hizo hasta el ocho (8) de diciembre de
dos mil nueve (2009), fecha en la cual el Magistrado del Tribunal Unitario Agrario del
Décimo Distrito remitió mediante oficio 676/09 los veintitrés tomos que integraban tanto los
trabajos administrativos de la Secretaría de la Reforma Agraria, como los autos del juicio
agrario 272/1992; de los cuales se desprende la posible existencia de varios intereses
opuestos de los del quejoso que no participaron en el juicio, sin embargo, dado el resultado al
que se ha llegado, ya no es necesario reponer para llamar a los terceros perjudicados.
Lo anterior, porque en el estado presente de las cosas, quienes fueran tercero perjudicados no
llamados al juicio de amparo, ya no sufrirían afectación a su interés.
En efecto, si bien es verdad que, por lo general, cuando en revisión aparece que no se llamó a
algún tercero perjudicado con intereses opuestos a la parte quejosa, el tribunal revisor debe
ordenar la reposición del procedimiento con base en el artículo 91, fracción IV, de la Ley de
Amparo, no menos cierto es, también, que esto no siempre será necesario, pues tal reposición,
por las consecuencias que implica deberá ordenarse sólo en función de los resultados del
fallo, pues si la sentencia le favoreciera a dicho tercero por negarse o sobreseerse el amparo
al quejoso (como en la especie), en realidad no existirá perjuicio alguno y una reposición en
tales condiciones no le produciría beneficio, sino, por el contrario, se le ocasionaría un daño,
al menos en cuanto al tiempo que se sume por la postergación del fallo del asunto.
Estas consideraciones encuentran apoyo en la jurisprudencia 531, publicada en la página 349
del Tomo VI, Materia Común, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, cuyos rubro y cuyo texto son:
"TERCERO PERJUDICADO, FALTA DE EMPLAZAMIENTO LEGAL. NO PROCEDE
REPONER EL PROCEDIMIENTO CUANDO SE ADVIERTE DE MANERA NOTORIA
QUE LA RESOLUCIÓN LO BENEFICIARA. Si bien es cierto que de conformidad con lo
establecido por el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, la regla general es que
cuando el tercer perjudicado no ha concurrido legalmente al juicio debe ordenarse la
reposición para que se subsane esa irregularidad, pues cabe suponer que podría dictarse un
fallo sin haberle dado oportunidad de defenderse debidamente, ello no procede cuando se
advierte de manera notoria que la sentencia lo favorecerá, no produciéndole beneficio alguno
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la reposición del procedimiento, sino, por el contrario, causándole perjuicio, cuando menos
en cuanto al tiempo en que se difiere el fallo del asunto, debiéndose en ese caso pronunciar la
resolución que corresponda; fundándose esta interpretación en que el propósito del precepto
citado, así como de las tesis formuladas en relación con él, es que no queden en pie
irregularidades procesales que pudieran lesionar a alguna de las partes, lo que no sucede en la
hipótesis especificada."
NOVENO. De conformidad con los artículos 3o. Bis y 81 de la Ley de Amparo, se impone a
Javier y José Luis, ambos de apellidos Rosas Núñez, una multa máxima de 180 días de
salario mínimo en el Distrito Federal, a razón de sesenta y dos pesos con treinta y tres
centavos ($62.33), por un monto total de once mil doscientos diecinueve pesos con cuarenta
centavos ($11,219.40), porque al dictarse este sobreseimiento, se advierte claramente que los
promoventes actuaron sin derecho a acudir al amparo, entorpeciendo y retrasando
gravemente la ejecución de las resoluciones respectivas a favor de la comunidad indígena de
Atizapán, así como obstaculizando la legal actuación de las autoridades; sanción que se
considera prudente aplicarla en su monto máximo dadas las peculiaridad del caso y dado el
contenido de falsedad existente en sus manifestaciones durante el juicio, independientemente
de dar vista al Ministerio Público para los posibles efectos del artículo 211, fracción I, de la
Ley de Amparo.
Las multas impuestas deberán hacerse efectivas por la Administración Local de Recaudación
del Servicio de Administración Tributaria, de conformidad con lo dispuesto por los artículos
3o. del Código Fiscal de la Federación; 7, fracciones I y III de la Ley del Servicio de
Administración Tributaria, y 2o., 20, fracciones XVI y XXIII y 22, fracciones I y II de su
reglamento, razón por la cual se deberán girar los oficios correspondientes para que la
autoridad recaudadora que tenga jurisdicción en el domicilio de los multados, proceda de
inmediato a su cobro, en la inteligencia de que ésta deberá informar periódicamente al Alto
Tribunal el estado que guarde la ejecución ordenada, hasta su total cumplimiento, sin que
puedan ser canceladas o condonadas por la autoridad recaudadora.
A propósito de lo anterior, son aplicables las tesis siguientes:
"MULTAS IMPUESTAS POR EL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. COMPETE
HACERLAS EFECTIVAS A LA ADMINISTRACIÓN LOCAL DE RECAUDACIÓN DEL
SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA CORRESPONDIENTE. Del examen
sistemático de lo dispuesto en los artículos 1o., 2o., 3o., 6o., 7o., fracciones I, IV y XIII, y
tercero transitorio de la Ley del Servicio de Administración Tributaria, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el quince de diciembre de mil novecientos noventa y cinco, en vigor
a partir del primero de julio de mil novecientos noventa y siete, se advierte que con el
establecimiento del Servicio de Administración Tributaria se creó un órgano desconcentrado
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con el carácter de autoridad fiscal, encargado
-227-
AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de manera especial y exclusiva, entre otras funciones, de las concernientes a la
determinación, liquidación y recaudación de las contribuciones, aprovechamientos federales
y sus accesorios, y se reservó a la Tesorería de la Federación el carácter de asesor y auxiliar
gratuito del mencionado órgano. Por otro lado, conforme a lo establecido en los artículos 2o.,
20, fracciones XVI, XVII, XXIII, LII, párrafos tercero y penúltimo, y 22 del Reglamento
Interior del Servicio de Administración Tributaria en vigor, la Administración General de
Recaudación es la unidad administrativa encargada de recaudar directamente o a través de sus
oficinas autorizadas, las contribuciones, los aprovechamientos, las cuotas compensatorias, así
como los productos federales, y de concentrarlos en la unidad administrativa competente de
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que es la Tesorería de la Federación, de acuerdo
con los artículos 11, fracción V, del Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público y 30 de la Ley del Servicio de Tesorería de la Federación; dicha
administración cuenta con facultades para llevar a cabo el procedimiento administrativo de
ejecución que respecto del cobro de créditos fiscales derivados de aprovechamientos
federales establece el artículo 145 del Código Fiscal de la Federación, al igual que cuenta con
los servicios de las administraciones locales de recaudación que ejercen esas facultades
dentro de una circunscripción determinada territorialmente. Atento lo anterior, corresponde a
la Administración Local de Recaudación del Servicio de Administración Tributaria, que
tenga competencia territorial en el domicilio del infractor o en aquel en el que pueden
cobrársele, hacer efectivas las multas impuestas por el Poder Judicial de la Federación."(26)
"MULTAS IMPUESTAS POR EL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN COMO
MEDIDA DE APREMIO. NO DEBEN CANCELARSE O CONDONARSE POR LA
AUTORIDAD HACENDARIA. El hecho de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
esté autorizada para cancelar o condonar el pago de determinados créditos fiscales, como los
señalados en los artículos 16 de la Ley de Ingresos de la Federación, tanto para el ejercicio
fiscal del 2002 como para el del 2003, y 146-A del Código Fiscal de la Federación, no
significa que dentro de ellos estén comprendidas las multas que, como medida de apremio,
imponen los órganos jurisdiccionales de carácter federal, en ejercicio de facultades
relacionadas con el acceso, procuración y administración de justicia en términos del artículo
59, fracción I, del Código Federal de Procedimientos Civiles, pues de lo contrario se haría
nugatoria la facultad sancionadora del Poder Judicial de la Federación para hacer cumplir sus
determinaciones. Lo anterior es así, porque la imposición de ese tipo de multas no tiene su
origen en el ejercicio de la potestad tributaria, ya que su finalidad consiste no sólo en
sancionar al infractor y realizar la consecuente recaudación tributaria, sino precisamente en
hacer que se cumplan aquellas determinaciones, con el objeto de agilizar los procesos del
orden judicial y cumplir con el deber que a todo órgano jurisdiccional le impone el artículo
17, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de
administrar justicia de manera pronta, completa e imparcial, por lo que la citada Secretaría
deberá hacer efectivas las mencionadas multas, en términos de lo dispuesto en el artículo 31,
fracción IX, de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal e informar al órgano
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
jurisdiccional sancionador sobre su ejecución."(27)
En el orden expuesto, como resultado de todo lo anterior, debe revocarse la sentencia
recurrida y, en su lugar, sobreseer en el juicio por falta de interés jurídico, deben quedar sin
materia las revisiones señaladas y debe imponerse la multa arriba descrita.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. Se revoca la sentencia recurrida.
SEGUNDO. Se sobresee en el juicio de amparo a que este toca se refiere por los motivos
expuestos en el considerando sexto de esta sentencia.
TERCERO. Quedan sin materia los recursos de revisión a que se refiere el considerando
séptimo.
CUARTO. Se impone a Javier y José Luis, ambos de apellidos Rosas Núñez, una multa de
once mil doscientos diecinueve pesos con cuarenta centavos ($11,219.40) en términos del
considerando noveno.
Notifíquese, por lista a los promoventes de la demanda, a los terceros perjudicados y demás
interesados; del mismo modo notifíquese por lista y dése vista al Ministerio Público de la
Federación de la adscripción para los efectos de lo señalado en el considerando noveno; y por
oficio a las responsables; gírense los correspondientes oficios al Servicio de Administración
Tributaria para que se hagan efectivas las multas impuestas; con testimonio de esta resolución
devuélvanse los autos al Juzgado de Distrito que los envió, cúmplase y, en su oportunidad,
archívese.
Así lo resolvió el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito,
por mayoría de votos de los Magistrados Emmanuel G. Rosales Guerrero y Víctor Manuel
Méndez Cortés, contra el voto particular del Magistrado Salvador González Baltierra
(presidente); fue ponente el primero de los nombrados.
________________
3. Al respecto resulta aplicable la jurisprudencia 2a./J. 76/2004, de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página 262 del Tomo XIX, junio de
-229-
AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
2004, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubro
y texto, son los siguientes: "IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SU EXAMEN
EN LA REVISIÓN ES OFICIOSO, CON INDEPENDENCIA DE QUE EL RECURRENTE
SEA EL QUEJOSO QUE YA OBTUVO RESOLUCIÓN FAVORABLE. Conforme al
último párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo, el examen de las causales de
improcedencia del juicio de garantías es oficioso, esto es, deben ser estudiadas por el
juzgador aunque no las hagan valer las partes, por ser una cuestión de orden público y de
estudio preferente al fondo del asunto. Ahora bien, como esta regla es aplicable en cualquier
estado del juicio mientras no se dicte sentencia ejecutoria, es indudable que el tribunal revisor
debe examinar la procedencia del juicio, con independencia de que el recurso lo hubiera
interpuesto el quejoso que ya obtuvo parte de sus pretensiones, y pese a que pudiera resultar
adverso a sus intereses si se advierte la existencia de una causal de improcedencia; sin que
ello contravenga el principio de non reformatio in peius, que implica la prohibición para
dicho órgano de agravar la situación del quejoso cuando éste recurre la sentencia para obtener
mayores beneficios, toda vez que el citado principio cobra aplicación una vez superadas las
cuestiones de procedencia del juicio constitucional, sin que obste la inexistencia de petición
de la parte interesada en que se decrete su sobreseimiento.". Contradicción de tesis 49/2004SS. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer
Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 19 de mayo de 2004.
Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.
Dichos artículos establecen:
4. "Artículo 356. La Delegación Agraria de oficio o a petición de parte, iniciará los
procedimientos para reconocer o titular los derechos relativos a bienes comunales sobre la
superficie que no presente conflictos de linderos, cuando los terrenos reclamados se
encuentren en posesión de los comuneros de la entidad de su jurisdicción.
"Cuando estos terrenos se encuentren dentro de los límites de dos o más entidades, la
Secretaría de la Reforma Agraria señalada (sic) en cuál de las dos delegaciones deberán
realizarse los trámites. En cualquiera de los dos casos la secretaría podrá avocarse
directamente al conocimiento del asunto."
"Artículo 357. Recibida la solicitud o iniciado el procedimiento de oficio, la autoridad agraria
que intervenga procederá, en el plazo de diez días, a publicar a solicitud o el acuerdo de
iniciación del expediente en el "Diario Oficial de la Federación" y en el periódico oficial de
la entidad donde se encuentren los bienes que señalen las comunidades. Para cumplir con esta
obligación, los delegados, que hayan iniciado el procedimiento enviarán de inmediato copia
de la solicitud o del acuerdo a la Secretaría de la Reforma Agraria."
"Artículo 358. La solicitud será presentada ante el Delegado Agrario y deberá acompañarse
de los títulos o pruebas en que funden su derecho y a falta de éstos los documentos que
comprueben que se trata de una comunidad, señalando en la misma los nombres de dos
representantes, propietario y suplente, que habiendo sido electos por mayoría de votos,
gestionarán el trámite del expediente."
"Artículo 359. La autoridad agraria procederá a realizar los siguientes trabajos, que deberán
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
quedar terminados en un plazo de treinta días.
"a) Localizar la propiedad comunal sobre la que se alegue tener derechos, con título o sin él
formulando el plano correspondiente;
"b) Levantar el censo general de población comunera;
"c) Verificar en el campo los datos que demuestren la posesión y demás actos de dominio
realizados dentro de las superficies que se titulan; y
"d) Si se presentan títulos, se emitirá dictamen paleográfico en que conste su autenticidad, en
su defecto se valorarán las pruebas que demuestren la posesión de la comunidad."
"Artículo 360. Hecha la publicación y realizados los trabajos a que se refiere el artículo
anterior, se podrán a la vista de los interesados durante un plazo de treinta días, para que
expongan lo que a sus derechos convenga. Dentro del mismo plazo se recabará la opinión del
Instituto Nacional Indigenista."
"Artículo 361. Si los trabajos que se indican han estado a cargo del delegado, éste enviará
desde luego, el expediente con un resumen del caso y con su opinión a la Secretaría de la
Reforma Agraria, para la prosecución del trámite."
"Artículo 362. Una vez concluidos los tramites, la Secretaría de la Reforma Agraria enviará
el expediente al Cuerpo Consultivo Agrario, quien emitirá su dictamen conforme al cual se
elaborará un proyecto de resolución, de reconocimiento y titilación que se someterá a
consideración del presidente de la República, a fin de que este dicte su resolución definitiva."
"Artículo 363. La resolución presidencial se inscribirá en el Registro Agrario Nacional y en
el Registro Público de la Propiedad de la entidad o entidades federativas correspondientes."
"Artículo 364. La ejecución de las resoluciones presidenciales por las que se reconozca la
propiedad de comunidades, se efectuará por la Delegación Agraria deslindando los terrenos
reconocidos y señalando las fracciones que posean los comuneros en lo particular, haciéndose
la designación del Comisariado y del Consejo de Bienes Comunales, en caso de que éstos no
existan."
"Artículo 365. La Secretaría de la Reforma Agraria, dentro de los ciento veinte días
posteriores a la ejecución de una resolución presidencial que reconozca la propiedad a las
comunidades, realizará los estudios y trabajos siguientes:
"I. Económico y social para el desarrollo rural y bienestar de la comunidad;
"II. Los necesarios para resolver las dotaciones complementarias, o la adquisición de bienes
para satisfacer las necesidades de la comunidad;
"III. Para la regularización de fundos legales y zonas de urbanización;
"IV. Para el establecimiento de la parcela escolar y de la unidad agrícola industrial de la
mujer en los términos que señala esta ley; y
"V. Acerca de la producción, para determinar el porcentaje que dentro del límite legal les
corresponda pagar como impuesto predial.
"Artículo 366. Si durante la tramitación del expediente de reconocimiento y titulación de
bienes comunales surgen conflictos por límites respecto del bien comunal, ya fueren con un
particular o un núcleo ejidal o comunal, la Secretaría deberá continuar el trámite del
expediente respectivo de los terrenos que no presenten conflictos, e iniciará por la vía de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
restitución, si aquél fuere con algún particular, o en la vía de conflicto por límites, si éstos
fueren con un núcleo de población ejidal o propietario de bienes comunales, de los terrenos
cuyos límites se encuentren en conflicto; igualmente, procederá a hacer el levantamiento
conjunto de las pequeñas propiedades que existan dentro de los terrenos incluyendo su
avalúo."
5. Dichos artículos establecen:
"Artículo Primero. La confirmación y titulación de bienes solamente puede referirse: a) a
terrenos comunales; y, b) a terrenos que correspondan individualmente a los comuneros."
"Artículo Segundo. El procedimiento para reconocer o confirmar y titular bienes comunales
se aplicará cuando no haya conflictos de linderos. Si al plantearse o tramitarse el expediente
de confirmación y titulación surgiere un conflicto, el procedimiento agrario se continuará en
la vía de restitución si el conflicto fuere con un particular, y en la vía de conflicto por límites
si éste fuere con un núcleo de población ejidal o comunal."
"Artículo Tercero. La confirmación y titulación proceden aun cuando la comunidad o el
comunero carezcan de título de propiedad, siempre que posean a título de dueños, de buena fe
y en forma pacífica, continua y pública."
"Artículo Cuarto. El procedimiento se iniciará a petición de los representantes de la
comunidad interesada o por acuerdo del jefe del Departamento Agrario cuando se lo soliciten
por lo menos veinte comuneros o existan motivos que justifique el procedimiento, a juicio de
dicho funcionario."
"Artículo Quinto. La solicitud o el acuerdo de iniciación de oficio se enviará previo registro,
al Delegado Agrario en cuya jurisdicción se encuentren los terrenos objeto de la
confirmación, quien desde luego gestionará la publicación en el periódico oficial del Estado y
lo notificará al presidente municipal que corresponda, para que le dé también publicidad tanto
en la cabecera municipal como en las delegaciones o subdivisiones municipales donde se
encuentren o que colinden los terrenos en cuestión."
"Artículo Sexto. La Delegación Agraria comisionará personal que trasladándose al pueblo o
lugar donde radiquen los comuneros, con intervención de los solicitantes y oyendo los puntos
de vista de las autoridades municipales, citará, por lo menos con ocho días de anticipación, a
una junta de todos los miembros de la comunidad. El objeto de esa primera junta será
designar dos representantes para el levantamiento del censo general de habitantes y recabar la
información directa de parte de los comuneros respecto a los títulos de sus terrenos y las
superficies, calidad y ubicación de los que correspondan tanto a la comunidad en general
como a los vecinos en particular."
"Artículo Séptimo. El representante del Departamento Agrario acompañado de los
representantes de la comunidad y del que designe a solicitud él la autoridad municipal,
procederá a la formación del censo general de habitantes que deberá contener nombre, edad,
domicilio y ocupación de cada uno de los miembros de la comunidad.
"Levantado el censo general de habitantes, se convocará a todos los jefes de familia y a los
mayores de diez y seis años que no la tengan, a una junta en que se dará a conocer con todo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
detalle el resultado del censo, fijando un plazo de quince días para que los vecinos que se
consideren excluidos hagan valer sus derechos para figurara en el censo, así como para que,
dentro de dicho plazo, se presenten todas las pruebas y alegatos que se estimen convenientes.
"Transcurrido ese plazo sin que surjan quejas o reclamaciones contra el censo o solicitudes de
incorporación al mismo, éste se considerará como definitivo.
"En caso de que haya reclamaciones ya sea por que se impugne el carácter de comunero de
alguno de los censados o se presenten solicitudes de incorporación al censo, se someterán
éstas a la decisión de una nueva asamblea y si no se lograra la conformidad de ésta, el
representante del Departamento Agrario anotará el número de personas que reconozcan o
nieguen el carácter de comunero a determinados vecinos y las razones que esgriman en pro o
en contra, anexando al acta correspondiente las pruebas que cada una de las partes presenten
para probar su dicho."
"Artículo Octavo. Levantado el censo general se procederá a la elección de representante
comunal, propietario y suplente, teniendo únicamente voto en dicha designación los
individuos cuyos derechos como comuneros no hayan sido objetados."
"Artículo Noveno. La identificación de los terrenos cuya confirmación se solicita se llevará a
cabo por el representante del Departamento Agrario, acompañado de los representantes
comunales del poblado, del de la autoridad municipal, así como de alguna otra persona que se
juzgue conveniente invitar a la diligencia por el conocimiento que tenga de la región,
procediendo a hacer la localización de los linderos de acuerdo con los títulos y planos que se
presenten o, a falta de éstos, conforme al señalamiento que de los mismos hagan los
representantes de la comunidad, debiendo en todo caso invitarse a la práctica de esta
diligencia, con la debida anticipación, a todos los colindantes que señalen los representantes
de la comunidad, las autoridades municipales o cualquier vecino y levantándose acta en la
que se anotará, con toda claridad, los incidentes que se presenten, lo que manifiesten los
colindantes y los títulos de propiedad que se invoquen."
"Artículo Décimo. En caso de que no concurra a la diligencia alguno de los colindantes, se
les citará dándole un plazo improrrogable de ocho días para que comparezca y manifieste si
está conforme o no con los linderos señalados por la comunidad solicitante."
"Artículo Decimoprimero. Las autoridades agrarias están obligadas a recabar todas las
informaciones y pruebas necesarias para determinar la validez de los títulos y la exactitud
respecto a la superficie y localización de las tierras que amparan.
"Si no pudiere determinarse el área y la localización de la propiedad comunal porque los
interesados carezcan de titulación y hasta de un conocimiento exacto de sus derechos, el
Departamento Agrario procederá a realizar los trabajos topográficos e informativos
indispensables para precisar la propiedad comunal y, logrado esto, notificará a todos los
colindantes para comprobar si están conformes o no con los linderos que lleguen a
establecerse."
"Artículo Decimosegundo. Las autoridades agrarias exhortarán a los campesino para que con
espíritu de equidad y a fin de mantener absoluta concordia en el seno de su comunidad y con
relación a sus colindantes y vecinos, se pongan de acuerdo en la determinación de sus
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
respectivos derechos y solicitarán la ayuda de las autoridades locales y municipales, así como
de las personas con prestigio y autoridad moral en la región, para lograr el buen
entendimiento y la armonía entre todos los campesinos."
"Artículo Decimotercero. Cuando se hayan realizado todas las diligencias, informaciones y
trabajos indispensables para definir el censo de quienes integran la comunidad, así como los
trabajos topográficos para fijar la cuantía y localización de las tierras, la delegación enviará,
con su parecer, el expediente a la Dirección de Tierras y Aguas del Departamento Agrario, la
que con su estudio y opinión lo turnará al Cuerpo Consultivo Agrario para que dictamine
tanto sobre la procedencia de la confirmación como sobre los problemas relacionados con la
fijación del censo definitivo de quienes integran o componen la comunidad titular de los
derechos."
"Artículo Decimocuarto. Si dentro de las tierras comunales existen enclavadas porciones
pertenecientes en lo particular a los comuneros, se hará la localización de ellas,
consignándose los siguientes datos: superficie, calidad, uso a que se destinan, si las explota
directamente el propietario o no, el título u origen, señalando en especial si antiguamente
formó parte de los terrenos comunales y si la comunidad acepta y respeta esa adjudicación
individual. Lo mismo se hará en caso de que existan enclavadas propiedades de individuos no
comuneros. La identificación de los terrenos enclavadas que como propiedad reclamen
comuneros o particulares, se llevará a cabo en idéntica forma y mediante los procedimientos
que se señalan en el artículo noveno, respecto a la localización de los linderos de los terrenos
comunales que se reclamen."
"Artículo Decimoquinto. En caso de que no surjan conflictos y sea procedente la titulación,
se formulará el proyecto de resolución presidencial confirmatoria en la que se señalará con
precisión:
"1. El censo de quienes constituyen la comunidad.
"2. La superficie, calidad y localización de los terrenos poseídos en común que se confirman.
"3. Los terrenos o parcelas poseídas individualmente por los comuneros y
"4. En su caso, las superficies que, por corresponder a propietarios particulares ajenos a la
comunidad, no deben quedar incluidas en la confirmación.
"Las resoluciones confirmatorias no deberán contener disposiciones en virtud de las cuales en
términos generales y sin hacer referencia concreta a predios y personas, se reconozcan o deje
a salvo derechos de posibles propietarios o poseedores particulares."
"Artículo Decimosexto. Los propietarios o poseedores de pequeñas propiedades incluidas
dentro del perímetro de terrenos comunales confirmados, tendrán derecho a pedir el
reconocimiento de sus propiedades, siempre que las resoluciones confirmatorias respectivas
contengan alguno de los puntos resolutivos que en seguida se consignan:
"I. Las pequeñas propiedades particulares que pudieran encontrarse enclavadas dentro de los
terrenos comunales que se confirman, quedarán excluidas de esta titulación si reúnen los
requisitos establecidos por los artículos 66 y 306 del Código Agrario vigente, a cuyo efecto
se dejan a salvo los derechos de esos poseedores.
"II. Todas las superficies de propiedad particular que quedaran incluidas dentro del perímetro
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de los terrenos que se confirman, no serán materia de confirmación en el presente caso.
"El procedimiento que deberá seguirse para el reconocimiento de tales derechos particulares
será el que señalan los artículos 9 y 13 de este reglamento, es decir, la investigación de la
Delegación Agraria, la revisión de la Dirección de Tierras y Aguas, y la opinión del Cuerpo
Consultivo Agrario. Al otorgarse un reconocimiento deberá consignarse en el plano de
ejecución correspondiente la anotación de la pequeña propiedad particular reconocida
conforme al dictamen del Cuerpo Consultivo Agrario."
"Artículo Decimoséptimo. Si dentro de los terrenos considerados como pertenecientes a la
comunidad se encuentran propiedades particulares, bien sea de comuneros o de personas no
reconocidas como tales, con extensiones mayores de cincuenta hectáreas, se tramitará la
correspondiente restitución sí así lo solicitan los interesados."
"Artículo Decimoctavo. Las resoluciones presidenciales confirmatorias deberán expresar que
los terrenos comunales confirmados son inalienables, imprescriptibles e inembargables y para
garantizar la posesión y el disfrute de los mismos por parte de las comunidades a quienes
pertenecen, quedan sujetos a las limitaciones y modalidades establecidas por el Código
Agrario para los terrenos ejidales."
"Artículo Decimonoveno. La ejecución de las resoluciones de confirmación y titulación de
bienes comunales se hará en forma análoga a la de las resoluciones restitutorias, haciéndose
el deslinde general y el de las porciones individuales, expidiéndose con relación a las de
comuneros reconocidos, el título correspondiente."
Transitorios.
"Artículo 1o. No surtirán efectos en perjuicios de las comunidades, las segregaciones o
reconocimientos de derechos de propiedad sobre predios enclavados dentro de los terrenos
comunales y atribuidos a comuneros o a particulares no reconocidos como tales, cuando no se
apoyen en un dictamen expreso y concreto del Cuerpo Consultivo Agrario, dictado después
de haberse seguido el procedimiento indispensable para identificar, medir y localizar el
predio de que se trate y comprobar la conformidad de los comuneros sobre la procedencia del
reconocimiento."
"Artículo 2o. El Departamento Agrario queda facultado para revisar, a petición de parte
interesada, los reconocimientos que se hubieren hecho sin la aprobación del Cuerpo
Consultivo Agrario, respecto a propiedades enclavadas dentro de los terrenos comunales
confirmados."
"Artículo 3o. Los particulares cuyos derechos se hayan dejado a salvo conforme a lo
dispuesto por el artículo 16 deberán solicitar el reconocimiento de sus pequeñas propiedades,
dentro del término de cinco años contados a partir de la fecha de publicación del presente
reglamento."
"Artículo 4o. Los expedientes de confirmación de terrenos comunales que se encuentran en
trámite en la Dirección de Tierras y Aguas del Departamento Agrario, deberán remitirse a las
Delegaciones Agrarias que correspondan, para ajustarlos en su sustanciación a lo dispuesto
por este reglamento."
"Artículo 5o. Este reglamento entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el ‘Diario
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Oficial’ de la Federación."
"Dado en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la ciudad de México, Distrito Federal,
a los seis días del mes de enero de mil novecientos cincuenta y ocho. Adolfo Ruiz Cortines.
(Rúbrica). El Jefe del Departamento Agrario, Cástulo Villaseñor. (Rúbrica)."
6. Cabe señalar que este especial tipo de tenencia de la tierra, según se reconoce en la
Constitución Federal en su artículo 27, fracciones II, párrafo quinto, VII, VIII, XIX y por la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resulta muy peculiar porque, a
diferencia de los bienes ejidales que se establecieron con una finalidad económicoproductiva, agropecuaria y/o ganadera, propia de la conservación y fomento de las
actividades productivas del campo, los bienes comunales fueron establecidos con objetivos
diversos ya que se trata de tierras tradicionales y zonas geográficas -condueñazgos,
rancherías, pueblos, congregaciones, tribus, etcétera- pertenecientes ancestralmente a grupos
indígenas y tribales específicos que se conservan como tales desde tiempos coloniales, o
zonas de concentración de indígenas dispersos durante la colonia y que así fueron en su
momento reconocidos por las naciones colonizadoras, con el objeto de conservación del
estado comunal de sus pobladores, es decir, para que estos grupos mantengan su identidad
indígena, sus usos y costumbres, cultura, tradiciones y valores espirituales como sectores
indígenas o tribales de la colectividad nacional. La jurisprudencia que describe el concepto,
en términos constitucionales, a las comunidades agrarias, es la que se publica con el número
38 en la página 83 del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1985, Tercera
Parte, Segunda Sala, cuyos rubro y texto, son los siguientes: "AGRARIO. COMUNIDADES
DE HECHO Y DE DERECHO. PERSONALIDAD. En relación con la distinción entre
comunidades de hecho y de derecho, y comunidades, verdaderas copropiedades sujetas al
derecho civil, cabe efectuar las siguientes consideraciones: la propiedad de los indios sufrió
muchos ataques a partir de la conquista española, pero, al decir de algunos historiadores, la
propiedad más respetada fue la que pertenecía a los barrios (calpulli), propiedad comunal de
los pueblos. Sin embargo, cuando se empezó a legislar sobre la propiedad, se ordenó respetar
la de los indios, y, por medio de varias disposiciones, se procuró organizarla sobre las
mismas bases generales que la sustentaban antes de la conquista, a saber, en la forma de
propiedad comunal. La mayor parte de la propiedad de los pueblos indígenas quedó, por
tanto, como en la época precolonial. Algunos de esos pueblos vieron confirmada su posesión
inmemorial, anterior a la colonia, por los reyes de España, durante el virreinato; otros
recibieron tierras por orden de dichos monarcas, durante el gran proceso de concentración de
los indios dispersos, en pueblos, que se efectuó en cumplimiento, entre otras, de las cédulas
de 21 de marzo de 1551 y 19 de febrero de 1560. En la Ley de 6 de enero de 1915,
promulgada por Venustiano Carranza, uno de los considerandos decía: ‘Que según se
desprende de los litigios existentes, siempre han quedado burlados los derechos de los
pueblos y comunidades, debido a que, careciendo ellos, conforme al artículo 27 de la
Constitución Federal, de capacidad para adquirir y poseer bienes raíces, se les hacía carecer
también de personalidad jurídica para defender sus derechos’. En la 61a. sesión ordinaria del
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
Congreso Constituyente de Querétaro, celebrada la tarde del jueves 25 de enero de 1917, se
presentó una iniciativa, suscrita por varios diputados, referente a la propiedad en la
República. Entre los párrafos importantes de la exposición de motivos de la iniciativa, se
encuentran los que a continuación se transcriben: ‘Los derechos de dominio concedidos a los
indios, eran alguna vez individuales y semejantes a los de los españoles, pero generalmente
eran dados a comunidades y revestían la forma de una propiedad privada restringida. Aparte
de los derechos expresamente concedidos a los españoles y a los indígenas, los reyes, por el
espíritu de una piadosa jurisprudencia, respetaban las diversas formas de posesión de hecho
que mantenían muchos indios, incapaces, todavía, por falta de desarrollo evolutivo, de
solicitar y de obtener concesiones expresas de derechos determinados. Por virtud de la
Independencia se produjo en el país una reacción contra todo lo tradicional y por virtud de
ella se adoptó una legislación civil incompleta, porque no se refería más que a la propiedad
plena y perfecta, tal cual se encuentra en algunos pueblos de Europa. Esa legislación
favorecía a las clases altas, descendientes de los españoles coloniales, pero dejaba sin amparo
y sin protección a los indígenas. Aunque desconocidas por las leyes desde la Independencia,
la propiedad reconocida y la posesión respetada de los indígenas, seguían, si no de derecho, sí
de hecho, regidas por las leyes coloniales; pero los despojos sufridos eran tantos, que no
pudiendo ser remediados por los medios de la justicia, daban lugar a depredaciones
compensativas y represiones sangrientas. Ese mal se agravó (sic) de la reforma en adelante,
porque los fraccionamientos obligados de los terrenos comunales de los indígenas, sí
favorecieron la formación de la escasa propiedad pequeña que tenemos, privó a los indígenas
de nuevas tierras, puesto que a expensas de las que antes tenían, se formó la referida pequeña
propiedad. Precisamente el conocimiento exacto de los hechos sucedidos, nos ha servido para
comprender las necesidades indeclinables de reparar errores cometidos. Es absolutamente
necesario que en lo sucesivo nuestras leyes no pasen por alto los hechos que palpitan en la
realidad, como hasta ahora ha sucedido, y es más necesario aún que la ley constitucional,
fuente y origen de todas las demás que habían de dictarse, no eluda, como lo hizo la de 1857,
las cuestiones de propiedad, por miedo a las consecuencias. Así, pues, la nación ha vivido
durante cien años con los trastornos producidos por el error de haber adoptado una
legislación extraña e incompleta en materia de propiedad, preciso será reparar ese error para
que aquellos trastornos tengan fin. Volviendo a la legislación civil, como ya dijimos, no
conoce más que la propiedad privada perfecta; en los códigos civiles de la República apenas
hay una que otra disposición para las corporaciones de plena propiedad privada permitidas
por las leyes constitucionales: en ninguna hay una sola disposición que pueda regir ni la
existencia, ni el funcionamiento, ni el desarrollo de todo ese mundo de comunidades que se
agita en el fondo de nuestra Constitución social: las leyes ignoran que hay condueñazgos,
rancherías, pueblos, congregaciones, tribus, etcétera; y es verdaderamente vergonzoso que,
cuando se trata de algún asunto referente a las comunidades mencionadas, se tienen que
buscar las leyes aplicables en las compilaciones de la época colonial, que no hay cinco
abogados en toda la República que conozcan bien. En lo sucesivo, las cosas cambiarán. El
proyecto que nosotros formulamos reconoce tres clases de derechos territoriales que real y
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
verdaderamente existen en el país; la de la propiedad privada plena, que puede tener sus dos
ramas, o sea la individual y la colectiva; la de la propiedad privada restringida de las
corporaciones o comunidades de población y dueñas de tierras y aguas poseídas en
comunidad; y la de posesiones de hecho, cualquiera que sea el motivo y condición. A
establecer la primera clase van dirigidas las disposiciones de las fracciones I, II, III, V, VI y
VII de la proposición que presentamos; a restablecer la segunda van dirigidas las
disposiciones de las fracciones IV y VIII; a incorporar la tercera con las otras dos van
encaminadas las disposiciones de la fracción XIII. La iniciativa anteriormente citada, previo
dictamen y discusión, se aprobó con modificaciones y pasó a ser el artículo 27 de la nueva
Constitución. La fracción IV de la iniciativa pasó a ser la fracción VI del texto, que fue
aprobado en los siguientes términos: «VI. Los condueñazgos, rancherías, pueblos,
congregaciones, tribus y demás corporaciones de población, que de hecho o por derecho
guarden el estado comunal, tendrán capacidad para disfrutar en común las tierras, bosques y
aguas que les pertenezcan o que se les hayan restituido o restituyeren, conforme a la ley de 6
de enero de 1915, entre tanto la ley determina la manera de hacer el repartimiento únicamente
de las tierras». Mediante reforma publicada en el Diario Oficial del 10 de enero de 1934, la
fracción VI paso a ser fracción VII con la siguiente redacción: «VII. Los núcleos de
población que de hecho o por derecho guarden el estado comunal, tendrán capacidad para
disfrutar en común las tierras que les pertenezcan o que se les hayan restituido o
restituyeren». En el dictamen emitido por las Comisiones Unidas, 1a. Agraria, 2a. de Puntos
Constitucionales y 1a. de Gobernación y presidente de la Gran Comisión de la Cámara de
Diputados, únicamente se dice que ya es tiempo de buscar una redacción definitiva del
artículo 27 constitucional y que «el punto de categoría política, por ejemplo, ha quedado
totalmente eliminado, y en el texto que hoy se propone se habla genéricamente de núcleos de
población, en lugar de hacer la enumeración, posiblemente restrictiva, de pueblos, rancherías,
etcétera». En la reforma publicada en el Diario Oficial del 6 de diciembre de 1937, la
fracción VII del artículo 27 constitucional se adicionó y desde esa fecha ha tenido la misma
redacción. Los breves datos históricos y jurídicos aquí expuestos, en punto a las comunidades
indígenas, permite concluir que por comunidad de derecho el Constituyente quiso referirse a
aquellos grupos de indígenas que vieron confirmada su posesión por los reyes de España
durante la época colonial, o que recibieron tierras durante el proceso de concentración de los
indios dispersos, en pueblos, durante dicha época, o que por cualquier otro título tuvieran
reconocido su derecho a determinadas tierras, bosques y aguas; y atribuyó existencia jurídica
a las comunidades de hecho, al reconocerles existencia jurídica constitucional a las
posesiones respetadas por los monarcas españoles, aun cuando no tuvieran título, o a aquellas
posesiones que a partir de la conquista adquirieron algunos pueblos. Y por último, el aceptar
la tesis de una tercera categoría de comunidades, sin personalidad para comparecer ante una
autoridad judicial, es regresar al estado que guardaban las comunidades en el periodo
comprendido entre la consumación de la Independencia y la Constitución de 1917 y que se
agravó por la Ley de 25 de junio de 1856. Finalmente, el artículo 27, fracción VII,
constitucional, reconoce personalidad jurídica a los núcleos de población que de hecho o por
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
derecho guarden el estado comunal, sin hacer distinción entre los que tengan títulos
coloniales o de la época independiente y los que no tengan título, y si la norma fundamental
no distingue, el intérprete tampoco puede hacer distinción.’"
7. El texto de dichos artículos es el siguiente:
"Artículo 27. ...
"Fracción XIX. Con base en esta Constitución, el Estado dispondrá las medidas para la
expedita y honesta impartición de la justicia agraria, con objeto de garantizar la seguridad
jurídica en la tenencia de le (sic) tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad, y apoyará
la asesoría legal de los campesinos.
"Son de jurisdicción federal todas las cuestiones que por límites de terrenos ejidales y
comunales, cualquiera que sea el origen de éstos, se hallen pendientes o se susciten entre dos
o más núcleos de población; así como las relacionadas con la tenencia de la tierra de los
ejidos y comunidades. Para estos efectos y, en general, para la administración de justicia
agraria, la ley instituirá tribunales dotados de autonomía y plena jurisdicción, integrados por
Magistrados propuestos por el Ejecutivo Federal y designados por la Cámara de Senadores o,
en los recesos de ésta, por la Comisión Permanente.
"La ley establecerá un órgano para la procuración de justicia agraria, y ..."
Transitorios:
"Artículo Primero. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en
el Diario Oficial de la Federación."
"Artículo Segundo. A partir de la entrada en vigor de este Decreto y en tanto no se modifique
la legislación reglamentaria en materia agraria, continuarán aplicándose sus disposiciones,
incluidas las relativas a las autoridades e instancias competentes y a la organización interna
de los ejidos y comunidades, siempre que no se opongan a lo establecido en este mismo
Decreto."
"Artículo Tercero. La Secretaría de la Reforma Agraria, el Cuerpo Consultivo Agrario, las
comisiones agrarias mixtas y las demás autoridades competentes, continuarán desahogando
los asuntos que se encuentren actualmente en trámite en materia de ampliación o dotación de
tierras, bosques y aguas; creación de nuevos centros de población, y restitución,
reconocimiento y titulación de bienes comunales, de conformidad con las disposiciones
legales que reglamenten dichas cuestiones y que estén vigentes al momento de entrar en vigor
el presente Decreto.
"Los expedientes de los asuntos arriba mencionados, sobre los cuales no se haya dictado
resolución definitiva al momento de entrar en funciones los tribunales agrarios, se pondrán en
estado de resolución y se turnarán a éstos para que, conforme a su ley orgánica, resuelvan en
definitiva, de conformidad con las disposiciones legales a que se refiere el párrafo anterior.
"Los demás asuntos de naturaleza agraria que se encuentren en trámite o se presenten a partir
de la entrada en vigor de este Decreto, y que conforme a la ley que se expida deban pasar a
ser de la competencia de los tribunales agrarios, se turnarán a éstos una vez que entren en
funciones para que resuelvan en definitiva."
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
8. Al respecto, resulta aplicable el criterio contenido en la jurisprudencia de la Segunda Sala
2a./J. 72/98, publicada en la página 429 de Tomo VIII, septiembre de 1998 de la Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubro y texto son los
siguientes: "TRIBUNALES AGRARIOS. SON AUTORIDADES SUSTITUTAS DEL
TITULAR DEL PODER EJECUTIVO FEDERAL EN EL CUMPLIMIENTO DE
EJECUTORIAS DE AMPARO RELACIONADAS CON ACUERDOS DOTATORIOS DE
TIERRAS. El decreto de reformas al artículo 27 constitucional del 6 de enero de 1992
dispone, en su artículo tercero transitorio, que los asuntos en trámite al entrar en vigor el
decreto, relativos a ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, creación de nuevos
centros de población, y restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales,
continuarán desahogándose por las autoridades agrarias competentes, y que en aquellos en los
que no se haya dictado resolución al entrar en funciones los tribunales agrarios, se pondrán en
estado de resolución y se turnarán a éstos para que, conforme a su ley orgánica, los resuelvan
en definitiva. Por su parte, la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios dispone en su artículo
cuarto transitorio, que los asuntos antes referidos ‘que se encuentren actualmente en trámite,
pendientes de resolución definitiva, se pondrán en estado de resolución y se turnarán los
expedientes debidamente integrados al Tribunal Superior Agrario una vez que éste entre en
funciones, para que a su vez: I. Turne a los Tribunales Unitarios para su resolución, según su
competencia territorial, los asuntos relativos a restitución, reconocimiento y titulación de
bienes comunales; o II. Resuelva los asuntos relativos a ampliación o dotación de tierras,
bosques y aguas, así como creación de nuevos centros de población.’. Por tanto, a partir de la
entrada en funciones del Tribunal Superior Agrario, a éste compete legalmente dejar sin
efectos, en cumplimiento de una ejecutoria de amparo, los acuerdos presidenciales dotatorios
de tierras a los ejidos, pues el dictado de tal ejecutoria necesariamente implica la no
existencia de la resolución definitiva en los expedientes dotatorios respectivos."
9. Dicho artículo transitorio estableció:
"Artículo Cuarto. En relación con los asuntos a que se refiere el primer párrafo del artículo
tercero transitorio del Decreto por el que se reformó el artículo 27 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 6 de
enero de 1992, que se encuentren actualmente en trámite, pendientes de resolución definitiva,
se pondrán en estado de resolución y se turnarán los expedientes debidamente integrados al
Tribunal Superior Agrario una vez que éste entre en funciones, para que, a su vez:
"I. Turne a los tribunales unitarios para su resolución, según su competencia territorial, los
asuntos relativos a restitución, reconocimiento y titulación de bienes comunales; o
"II. Resuelva los asuntos relativos a ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, así
como creación de nuevos centros de población.
"Si a juicio del Tribunal Superior o de los tribunales unitarios, en los expedientes que reciban
no se ha observado la garantía de audiencia, se subsanará esta deficiencia ante el propio
tribunal."
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
10. Tesis 2a. LXXXV/2010, página 469 del Tomo XXXII, agosto de 2010, de la Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
11. Jurisprudencia 2a./J. 78/98, página 389 del Tomo VIII, octubre de 1998, Novena Época
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
12. Se trata de la jurisprudencia vigente del Pleno P./J. 40/97 publicada en la página 6 del
Tomo V, junio de 1997 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubro y
texto son los siguientes: "DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDA ANTE
UN TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO. ÉSTE, EN NINGÚN CASO, DEBE
DESECHARLA, SINO DECLARAR SU INCOMPETENCIA Y REMITIRLA AL
JUZGADO DE DISTRITO CORRESPONDIENTE. Conforme a lo dispuesto en los artículos
158 de la Ley de Amparo y 37, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, los Tribunales Colegiados de Circuito conocerán del juicio de amparo directo en
los términos de lo señalado en el artículo 107, fracciones V y VI, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, respecto de sentencias definitivas o resoluciones que
pongan fin al juicio, entendiéndose, en términos del artículo 46 de la ley de la materia, por
sentencias definitivas, las que decidan el juicio en lo principal, y por resoluciones que ponen
fin al juicio, aquellas que sin decidir el juicio en lo principal lo dan por concluido y respecto
de las cuales las leyes comunes no concedan ningún medio de defensa ordinario por virtud
del cual puedan ser modificadas o revocadas. Por tanto, ante la presentación de una demanda
de amparo de la que deba conocer un Juez de Distrito, el Tribunal Colegiado deberá ajustar
su actuación a lo previsto por el artículo 47, tercer párrafo, de la referida ley reglamentaria,
declarando su incompetencia de plano y remitiendo la demanda de cuenta, con sus anexos, al
Juzgado de Distrito correspondiente, no pudiendo, en consecuencia, ni siquiera por economía
procesal, desechar la demanda por estimar que ésta es improcedente, habida cuenta de que las
cuestiones de procedencia o improcedencia del juicio de amparo corresponde decidirlas
únicamente al tribunal competente. Además, si bien es cierto que compete al Tribunal
Colegiado conocer del amparo indirecto en grado de revisión, según se advierte de los
artículos 83, 84 y 85 de la ley en cita, también lo es que su competencia no es absoluta, pues
sólo opera cuando se plantean cuestiones de legalidad, dado que si se controvierten aspectos
de constitucionalidad, el conocimiento del recurso compete a la Suprema Corte, de modo que
con la alteración de la competencia que implicaría esa facultad para desechar de plano la
demanda de amparo indirecto, el Tribunal Colegiado estaría decidiendo la competencia del
máximo tribunal en segunda instancia."
13. En esos momentos aún no se sabía con precisión quienes eran verdaderos comuneros y
quienes no.
14. El promovente omitió su segundo apellido, por lo que tal omisión genera la duda acerca
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
de si se trataba de José Rosas Sandi o José Rosas Núñez, en cualquiera de los dos casos,
ninguno tenía la representación de la comunidad.
15. En dicha demanda, los promoventes manifestaron tener su carácter y personalidad
reconocidas en los autos del juicio agrario TUA/10o.DTO./277/1992, así como en otros
procedimientos a los que genéricamente denominaron "juicio de amparo directo 607/95 y
amparo en revisión 76/97."
16. Lo anterior significa, aunque no se hubiera mencionado, que la sentencia reclamada fue
dictada en términos del artículo 18, fracciones I, II, III y V de la Ley Orgánica de los
Tribunales Agrarios, donde se establece lo siguiente:
"Artículo 18. Los tribunales unitarios conocerán, por razón del territorio, de las controversias
que se les planteen con relación a tierras ubicadas dentro de su jurisdicción, conforme a la
competencia que les confiere este artículo.
"Los Tribunales Unitarios serán competentes para conocer:
"I. De las controversias por límites de terrenos entre dos o más núcleos de población ejidal o
comunal, y de éstos con pequeños propietarios, sociedades o asociaciones;
"II. De la restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población o a sus
integrantes, contra actos de autoridades administrativas o jurisdiccionales, fuera de juicio, o
contra actos de particulares;
"III. Del reconocimiento del régimen comunal;
"IV. De juicios de nulidad contra resoluciones dictadas por las autoridades agrarias que
alteren, modifiquen o extingan un derecho o determinen la existencia de una obligación;
"V. De los conflictos relacionados con la tenencia de las tierras ejidales y comunales;
"VI. De controversias en materia agraria entre ejidatarios, comuneros, posesionarios o
avecindados entre sí; así como las que se susciten entre éstos y los órganos del núcleo de
población;
"VII. De controversias relativas a la sucesión de derechos ejidales y comunales;
"VIII. De las nulidades previstas en las fracciones VIII y IX del artículo 27 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia agraria, así como las resultantes de
actos o contratos que contravengan las leyes agrarias;
"IX. De las omisiones en que incurra la Procuraduría Agraria y que deparen perjuicio a
ejidatarios, comuneros, sucesores de ejidatarios o comuneros, ejidos, comunidades, pequeños
propietarios, avecindados o jornaleros agrícolas, a fin de proveer lo necesario para que sean
eficaz e inmediatamente subsanadas;
"X. De los negocios de jurisdicción voluntaria en materia agraria; y
"XI. De las controversias relativas a los contratos de asociación o aprovechamiento de tierras
ejidales, a que se refiere el artículo 45 de la Ley Agraria;
"XII. De la reversión a que se refiere el artículo 97 de la Ley Agraria;
"XIII. De la ejecución de los convenios a que se refiere la fracción VI del artículo 185 de la
Ley Agraria, así como de la ejecución de laudos arbitrales en materia agraria, previa
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determinación de que se encuentran apegados a las disposiciones legales aplicables; y
"XIV. De los demás asuntos que determinen las leyes."
17. Es pertinente señalar que, en aquella época, los Tribunales en Materia Administrativa del
Segundo Circuito se encontraban, unos en Toluca y otros en Naucalpan, Estado de México;
precisión necesaria porque actualmente todos los Tribunales Colegiados en Materia
Administrativa del Segundo Circuito residen en el lugar citado en segundo término, y su área
receptora común es la Oficina de Correspondencia Común a los Tribunales Colegiados en
Materia Administrativa del Segundo Circuito.
18. En este punto, es importante destacar que a dicha asamblea de remoción de representantes
comunales no compareció personal de la Procuraduría Agraria, por lo que debe tenerse
presente el contenido de los artículos 107, en relación con los diversos numerales 21, 22, 23,
fracción III, 24, 25, 26, 27, 28, 31, 32, 33, 39, 40, 134, 136, fracciones II, III, VI, VII y IX de
la Ley Agraria, y 4, 5, fracciones XIV y XV, del Reglamento Interior de la Procuraduría
Agraria, vigentes en la fecha en que se levantó la fe de hechos. Dichos numerales establecen:
Ley Agraria.
"Artículo 107. Son aplicables a las comunidades todas las disposiciones que para los ejidos
prevé esta ley, en lo que no contravengan lo dispuesto en este capítulo."
"Artículo 21. Son órganos de los ejidos:
"I. La asamblea;
"II. El comisariado ejidal; y
"III. El consejo de vigilancia."
"Artículo 22. El órgano supremo del ejido es la asamblea, en la que participan todos los
ejidatarios.
"El comisariado ejidal llevará un libro de registro en el que asentará los nombres y datos
básicos de identificación de los ejidatarios que integran el núcleo de población ejidal
correspondiente. La asamblea revisará los asientos que el comisariado realice conforme a lo
que dispone este párrafo."
"Artículo 23. La asamblea se reunirá por lo menos una vez cada seis meses o con mayor
frecuencia cuando así lo determine su reglamento o su costumbre. Serán de la competencia
exclusiva de la asamblea los siguientes asuntos:
"...
"III. Informes del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia, así como la elección y
remoción de sus miembros; ..."
"Artículo 24. La asamblea podrá ser convocada por el comisariado ejidal o por el consejo de
vigilancia, ya sea a iniciativa propia o si así lo solicitan al menos veinte ejidatarios o el veinte
por ciento del total de ejidatarios que integren el núcleo de población ejidal. Si el comisariado
o el consejo no lo hicieren en un plazo de cinco días hábiles a partir de la solicitud, el mismo
número de ejidatarios podrá solicitar a la Procuraduría Agraria que convoque a la asamblea."
"Artículo 25. La asamblea deberá celebrarse dentro del ejido o en el lugar habitual, salvo
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
causa justificada. Para ello, deberá expedirse convocatoria con no menos de ocho días de
anticipación ni más de quince, por medio de cédulas fijadas en los lugares más visibles del
ejido. En la cédula se expresarán los asuntos a tratar y el lugar y fecha de la reunión. El
comisariado ejidal será responsable de la permanencia de dichas cédulas en los lugares
fijados para los efectos de su publicidad hasta el día de la celebración de la asamblea.
"La convocatoria que se expida para tratar cualesquiera de los asuntos señalados en las
fracciones VII a XIV del artículo 23 de esta ley, deberá ser expedida por lo menos con un
mes de anticipación a la fecha programada para la celebración de la asamblea.
"Si el día señalado para la asamblea no se cumplieran las mayorías de asistencia requeridas
para su validez, se expedirá de inmediato una segunda convocatoria. En este caso, la
asamblea se celebrará en un plazo no menor a ocho ni mayor a treinta días contados a partir
de la expedición de la segunda convocatoria."
"Artículo 26. Para la instalación válida de la asamblea, cuando ésta se reúna por virtud de
primera convocatoria, deberán estar presentes cuando menos la mitad más uno de los
ejidatarios, salvo que en ella se traten los asuntos señalados en las fracciones VII a XIV del
artículo 23, en cuyo caso deberán estar presentes cuando menos tres cuartas partes de los
ejidatarios.
"Cuando se reúna por virtud de segunda o ulterior convocatoria, la asamblea se celebrará
válidamente cualquiera que sea el número de ejidatarios que concurran, salvo en el caso de la
asamblea que conozca de los asuntos señalados en las fracciones VII a XIV del artículo 23, la
que quedará instalada únicamente cuando se reúna la mitad más uno de los ejidatarios."
"Artículo 27. Las resoluciones de la asamblea se tomarán válidamente por mayoría de votos
de los ejidatarios presentes y serán obligatorias para los ausentes y disidentes. En caso de
empate el Presidente del comisariado ejidal tendrá voto de calidad.
"Cuando se trate alguno de los asuntos señalados en las fracciones VII a XIV del artículo 23
de esta ley, se requerirá el voto aprobatorio de dos terceras partes de los asistentes a la
asamblea."
"Artículo 28. En la asamblea que trate los asuntos detallados en las fracciones VII a XIV del
artículo 23 de esta ley, deberá estar presente un representante de la Procuraduría Agraria, así
como un fedatario público. Al efecto, quien expida la convocatoria deberá notificar a la
procuraduría sobre la celebración de la asamblea, con la misma anticipación requerida para la
expedición de aquélla y deberá proveer lo necesario para que asista el fedatario público. La
procuraduría verificará que la convocatoria que se haya expedido para tratar los asuntos a que
se refiere este artículo, se haya hecho con la anticipación y formalidades que señala el
artículo 25 de esta ley.
"Serán nulas las asambleas que se reúnan en contravención de lo dispuesto por este artículo."
"Artículo 31. De toda asamblea se levantará el acta correspondiente, que será firmada por los
miembros del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia que asistan, así como por los
ejidatarios presentes que deseen hacerlo. En caso de que quien deba firmar no pueda hacerlo,
imprimirá su huella digital debajo de donde esté escrito su nombre.
"Cuando exista inconformidad sobre cualesquiera de los acuerdos asentados en el acta,
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cualquier ejidatario podrá firmar bajo protesta haciendo constar tal hecho.
"Cuando se trate de la asamblea que discuta los asuntos establecidos en las fracciones VII a
XIV del artículo 23 de esta ley, el acta deberá ser pasada ante la fe del fedatario público y
firmada por el representante de la Procuraduría Agraria que asistan a la misma e inscrita en el
Registro Agrario Nacional."
"Artículo 32. El comisariado ejidal es el órgano encargado de la ejecución de los acuerdos de
la asamblea, así como de la representación y gestión administrativa del ejido. Estará
constituido por un presidente, un secretario y un tesorero, propietarios y sus respectivos
suplentes. Asimismo, contará en su caso con las comisiones y los secretarios auxiliares que
señale el reglamento interno. Este habrá de contener la forma y extensión de las funciones de
cada miembro del comisariado; si nada dispone, se entenderá que sus integrantes funcionarán
conjuntamente."
"Artículo 33. Son facultades y obligaciones del comisariado:
"I. Representar al núcleo de población ejidal y administrar los bienes comunes del ejido, en
los términos que fije la asamblea, con las facultades de un apoderado general para actos de
administración y pleitos y cobranzas;
"II. Procurar que se respeten estrictamente los derechos de los ejidatarios;
"III. Convocar a la asamblea en los términos de la ley, así como cumplir los acuerdos que
dicten las mismas;
"IV. Dar cuenta a la asamblea de las labores efectuadas y del movimiento de fondos, así
como informar a ésta sobre los trabajos de aprovechamiento de las tierras de uso común y el
estado en que éstas se encuentren;
"V. Las demás que señalen la ley y el reglamento interno del ejido."
"Artículo 39. Los integrantes de los comisariados y de los consejos de vigilancia durarán en
sus funciones tres años. En adelante no podrán ser electos para ningún cargo dentro del ejido,
sino hasta que haya transcurrido un lapso igual a aquél en que estuvieron en ejercicio.
"Si al término del periodo para el que haya sido electo el comisariado ejidal no se han
celebrado elecciones, sus miembros propietarios serán automáticamente sustituidos por los
suplentes. El consejo de vigilancia deberá convocar a elecciones en un plazo no mayor de
sesenta días contado a partir de la fecha en que concluyan las funciones de los miembros
propietarios."
"Artículo 40. La remoción de los miembros del comisariado y del consejo de vigilancia podrá
ser acordada por voto secreto en cualquier momento por la asamblea que al efecto se reúna o
que sea convocada por la Procuraduría Agraria a partir de la solicitud de por lo menos el
veinticinco por ciento de los ejidatarios del núcleo."
"Artículo 134. La Procuraduría Agraria es un organismo descentralizado de la
Administración Pública Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios, sectorizado
en la Secretaría de la Reforma Agraria."
"Artículo 136. Son atribuciones de la Procuraduría Agraria las siguientes:
"...
"II. Asesorar sobre las consultas jurídicas planteadas por las personas a que se refiere el
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
artículo anterior en sus relaciones con terceros que tengan que ver con la aplicación de esta
ley;
"III. Promover y procurar la conciliación de intereses entre las personas a que se refiere el
artículo anterior, en casos controvertidos que se relacionen con la normatividad agraria;
"...
"VI. Denunciar el incumplimiento de las obligaciones o responsabilidades de los funcionarios
agrarios o de los empleados de la administración de justicia agraria;
"VII. Ejercer, con el auxilio y participación de las autoridades locales, las funciones de
inspección y vigilancia encaminadas a defender los derechos de sus asistidos;
"...
"XI. Las demás que esta ley, sus reglamentos y otras leyes le señalen."
Reglamento Interior de la Procuraduría Agraria
"Artículo 4o. La Procuraduría promoverá la pronta, expedita y eficaz administración de la
justicia agraria, tendente a garantizar la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra ejidal y
comunal, en los terrenos nacionales, las colonias agrícolas y ganaderas y en la propiedad
privada rural.
"Asimismo, llevará a cabo acciones orientadas a elevar socialmente el nivel de vida en el
campo, a consolidar los núcleos de población agrarios y proteger los derechos que la Ley
otorga a los sujetos agrarios, asegurando su pleno ejercicio. Para tal efecto, proporcionará
servicios de representación y gestoría administrativa y judicial, así como de información,
orientación y asistencia que requieran."
"Artículo 5o. Para el logro de sus objetivos la Procuraduría tendrá las siguientes facultades:
"...
"XIV. Convocar a asambleas de los núcleos de población agrarios y de las formas
asociativas, conforme a lo previsto en las leyes aplicables y sus reglamentos;
"XV. Ser garante de la legalidad en las asambleas de los núcleos de población agrarios e
impugnar de oficio la nulidad de éstas en los casos en que así lo establezca la ley y sus
reglamentos;
"...
"XVIII. Las demás que la Ley y otros ordenamientos le confieran."
19 Novena Época. Registro IUS: 181325. Tesis: 2a./J. 76/2004. Página 262 del Tomo XIX,
junio de 2004 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.-Contradicción de tesis
49/2004-SS. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del Primer Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 19 de
mayo de 2004. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos
Díaz.
20. Novena Época. Registro IUS: 192902. Pleno. Tesis de jurisprudencia P./J. 122/99. Página
28 del Tomo X, noviembre de 1999 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.Amparo en revisión 2695/96. Inmobiliaria Firpo Fiesta Coapa, S.A. de C.V. y coags. 31 de
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
agosto de 1998. Once votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Armando Cortés
Galván.-Amparo en revisión 2548/97. Alsavisión, S.A. de C.V. 31 de agosto de 1998. Once
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.-Amparo en
revisión 211/97. Recicladora Mexicana de Vías Terrestres, S.A. de C.V. 31 de agosto de
1998. Once votos. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretario: Carlos Mena Adame.Amparo en revisión 2910/97. Grant Prideco, S.A. de C.V. 26 de abril de 1999. Mayoría de
diez votos. Unanimidad de once votos en relación con el criterio contenido en esta tesis.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.-Amparo
en revisión 1424/98. Cinram Latinoamericana, S.A. de C.V. 26 de abril de 1999. Once votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Lourdes Margarita García Galicia.
21. Octava Época. Registro IUS: 205515. Tesis aislada P. LXIV/93. Página 35 de la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación Número 71, noviembre de 1993.-Amparo en revisión
495/92. Alicia Álvarez Farber de Kelly. 16 de marzo de 1993. Unanimidad de diecisiete
votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo.
22. Octava Época. Registro IUS: 206295. Tesis de la Primera Sala visible en la página 191
del Tomo I, Primera Parte-1, enero a junio de 1988, del Semanario Judicial de la Federación.Genealogía: También aparece publicada con el número 37 en la página 49 del Informe 1988,
Segunda Parte, Primera Sala.-Amparo en revisión 3479/84. Pinturas Pittsburg de México,
S.A. 11 de mayo de 1988. Cinco votos. Ponente: Victoria Adato Green. Secretario: Raúl
Melgoza Figueroa.
23. Jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro IV, Tomo 4, enero de 2012, página 3267, derivada de la resolución de la
contradicción de tesis 184/2011, entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito,
actualmente Primero en Materias Civil y de Trabajo del citado Circuito. 10 de agosto de
2011. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Miguel Ángel Antemate
Chigo. Tesis en sesión privada de 24 de agosto de 2011.
24. "Artículo 19. Para ser miembro de un Comité Particular Ejecutivo se requiere:
"...
"IV. Ser miembro del grupo solicitante; y ..."
"Artículo 358. La solicitud será presentada ante el delegado agrario y deberá acompañarse de
los títulos o pruebas en que funden su derecho y a falta de éstos los documentos que
comprueben que se trata de una comunidad, señalando en la misma los nombres de dos
representantes, propietario y suplente, que habiendo sido electos por mayoría de votos,
gestionarán el trámite del expediente."
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AMPARO EN REVISIÓN 344/2010.
25. Según el Diccionario de la Academia Española de la Lengua, reconocimiento es la acción
y efecto de reconocer o reconocerse; mientras que por su parte reconocer (Del latín
recognoscere) Significa: 1. tr. Examinar con cuidado algo o a alguien para enterarse de su
identidad, naturaleza y circunstancias. 2. tr. En las aduanas y administraciones de otros
impuestos, registrar un baúl, un lío, etc., para enterarse bien de su contenido. 3. tr. En las
relaciones internacionales, aceptar un nuevo estado de cosas. 4. tr. Examinar de cerca un
campamento, fortificación o posición militar del enemigo. 5. tr. Confesar con cierta
publicidad la dependencia, subordinación o vasallaje en que se está respecto de alguien, o la
legitimidad de la jurisdicción que ejerce. 6. tr. Dicho de una persona: Admitir y manifestar
que es cierto lo que otra dice o que está de acuerdo con ello. 7. tr. Dicho de una persona:
Mostrarse agradecida a otra por haber recibido un beneficio suyo. 8. tr. Considerar, advertir
o contemplar. 9. tr. Dicho de una persona: Dar por suya, confesar que es legítima, una
obligación en que suena su nombre, como una firma, un conocimiento, un pagaré, etc. 10.
tr. Distinguir de las demás personas a una, por sus rasgos propios, como la voz, la fisonomía,
los movimientos, etc. 11. tr. Conceder a alguien, con la conveniente solemnidad, la
cualidad y relación de parentesco que tiene con el que ejecuta este reconocimiento, y los
derechos que son consiguientes. Reconocer por hijo, por hermano. 12. tr. Acatar como
legítima la autoridad o superioridad de alguien o cualquier otra de sus cualidades. Reconocer
por superior. 13. tr. Examinar a alguien para averiguar el estado de su salud o para
diagnosticar una presunta enfermedad. 14. prnl. Dicho de una cosa: Dejarse comprender
por ciertas señales. 15. prns. Confesarse culpable de un error, falta, etc. 16. prns. Dicho de
una persona: Tenerse a sí misma por lo que es en realidad en cuanto a su mérito, talento,
fuerzas, recursos, etc. 17. prns. Biol. Dicho de dos moléculas o agrupaciones moleculares:
Interaccionar específicamente, dando origen a funciones biológicas determinadas, como la
acción hormonal, la transmisión nerviosa, la inmunidad, etc.
26. Jurisprudencia 2a./J. 49/2003 consultable en la página 226 del Tomo XVII, junio de 2003,
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.-Reclamación 225/2002PL. 25 de septiembre de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Claudia Mendoza
Polanco.-Reclamación 268/2002-PL. 11 de octubre de 2002. Cinco votos. Ponente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Secretario: Fernando Mendoza Rodríguez.-Reclamación
306/2002-PL. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: José de Jesús
Murrieta López.-Reclamación 326/2002-PL. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José Vicente Aguinaco
Alemán. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.-Reclamación 380/2002-PL. Americana de
Inmuebles, S.A. de C.V. 31 de enero de 2003. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: Georgina Laso de la Vega Romero.
27. Tesis del Pleno P. VIII/2003, página 50, Tomo XVIII, agosto de 2003, Novena Época del
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Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.-Varios 7/2001. Consulta a fin de determinar
las medidas a tomar en relación con la cancelación que la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público llevó a cabo de las multas que como medida de apremio se imponen en la tramitación
de las controversias constitucionales. 8 de abril de 2003. Once votos. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Secretario: Pedro Alberto Nava Malagón.
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