Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid YOGA Halasana POSTURA DEL ARADO La postura del arado o “Halasana” en sánscrito, completa el movimiento de la postura sobre los hombros (ver Espacio Humano número 117), llevando pies y manos hacia abajo hasta tocar el suelo, estirando la espalda. Esta postura corrige muchos del problema que provoca estar demasiadas horas ante el ordenador o en posturas sentadas. El cuerpo toma la forma de un arado primitivo, como la define Swami Vishnudevananda. BENEFICIOS La postura comparte muchos de los efectos de la postura sobre los hombros que hemos descrito en nuestra sección del número anterior de Espacio Humano. El arado es una flexión de la cadera que estira toda la columna, focalizándose sobre todo en la región cervical. Se produce con ella una mejoría del riego sanguíneo de la zona cervical y un estiramiento pronunciado de las vértebras lumbares. Las personas con disfunciones cer- más flexible y saludable, también desentumece la caderas y los músculos de las piernas, especialmente los isquiotibiales que se alargan al mantener esta postura. El prana o energía se concentra en la región cervical. La persona que practica Halasana no será nunca perezosa. La mente se vuelve clara y calma. Permite una rápida recuperación del agotamiento nervioso. Renueva la voluntad para comenzar o continuar una actividad o un proyecto. Disminuye las emociones tales como la desconfianza y los celos. La habilidad para mantenerse sereno y centrado aumentará. INSTRUCCIONES PARA EJECUTAR LA POSTURA DEL ARADO (La descripción corresponde al CD de audio Yoga@Home, Yoga en casa, del Centro Internacional de Yoga Sivananda de Madrid) vicales, notarán una gran mejoría con la práctica de Halasana. Vuelve la columna 12 espacio Humano Al exhalar sujetar la espalda firmemente con las palmas y los dedos de las manos y dirigir las piernas, sin flexionar las rodillas y sin que éstas se separen, lo más lejos posible, detrás de la cabeza con los dedos doblados hacia ésta. Si los dedos de los pies llegan a tocar el suelo, despegar las manos de la espalda y estirar los brazos paralelos hacia delante con las palmas de las manos hacia abajo (imagen 1). Tirar de los talones hacia el suelo y mantener las rodillas estiradas y juntas. Las piernas y los muslos tienen que formar una línea recta. Presionar la barbilla contra el pecho para ayudar a flexionar la región cervical y aumentar la circulación sanguínea en esta parte. Respirar lenta y profundamente por el abdomen concentrándose mentalmente en el movimiento respiratorio. Esta respiración debe ser pausada y consciente para que los efectos de la postura se produzcan. La respiración se convierte, de esta forma, en un elemento de la postura, para mejorar nuestra concentración y permitirnos el mantenimiento prolongado de la misma Si los dedos de los pies no llegan a tocar el suelo mantenerse en esta postura respirando profundamente con las palmas de las manos en contacto con la espalda (imagen 2). Este paso es muy importante en los principiantes o en los estudiantes con espaldas muy rígidas. El mantener las manos en la espalda nos permite tener más seguridad en la postura. Respirar contando tres tiempos en cada inhalación y tres en cada exhalación, repitiendo el Mandra OM mentalmente. Nos mantenemos en la postura durante un minuto e iremos incrementando el tiempo progresivamente a medida que nos sentimos cómodos y los músculos vertebrales se van estirando. Mantener siempre los dedos de los pies hacia la cabeza para que se estiren los músculos isquiotibiales. Para volver a la postura sobre los hombros, sujetar bien la espalda con las manos, utilizando la potencia de nuestras manos y al inhalar levantar las dos piernas. Si esta elevación es demasiado costosa podemos levantar una pierna primero y a continuación la otra. Los estudiantes que sufran de una cifosis exagerada no deben mantener la postura del Arado mucho tiempo. Las personas con procesos asmáticos pueden experimentar rigidez en el pecho si mantienen Halasana de forma prolongada. Como siempre es necesario adaptar las asanas a cada persona según sus circunstancias particulares. Sethu bandhasana POSTURA DEL PUENTE Su nombre sánscrito significa “la postura de construcción de puentes”, refiriéndose a la forma en que el cuerpo dibuja un arco perfecto, desde la cabeza hasta los pies. BENEFICIOS El puente revierte el estiramiento de la postura sobre los hombros, estirando las regiones torácica y lumbar de la columna en la dirección opuesta. De esta forma se mantiene la dinámica postura-contrapostura que tantos beneficios produce en la práctica del Yoga. Se fortalecen los músculos abdominales y lumbares. Se dota de flexibilidad a la columna y a las muñecas, fortaleciendo éstas. Se debe evitar cambiar la posición de las manos para no privarse de este beneficio por lo que es muy importante mantener los pulgares hacia el exterior. Se regulan el hígado y bazo, aumentando así las funcio- nes de digerir grasas, desactivar hormonas y toxinas, almacenar y producir glucosa, regular la homeostasis del azúcar en la sangre, producir, almacenar y usar glóbulos rojos de forma eficiente. INSTRUCCIONES PARA EJECUTAR LA POSTURA DEL PUENTE Desde la postura sobre los hombros, sujetarse la espalda a nivel del talle, dejando el pulgar de las manos extendido hacia arriba y hacia el exterior, bajar una pierna suavemente hacia el suelo (imagen 3), haciendo de palanca la otra hacia atrás hasta llegar una pierna y luego otra al suelo, sin rebote. Una vez en el suelo las dos piernas ampliar el puente caminando con los pies hacia delante y juntando las rodillas (imagen 4); mantener unos 20 segundos y deshacer bajando torso al suelo y estirando piernas hasta llegar a la postura de relajación (imagen 5). Imagen 3 Imagen 4 Ya en la postura de relax, respirar profundamente varias veces contando tres tiempos con la inhalación y tres tiempos con la exhalación acompañando los movimientos respiratorios de la repetición del mantra OM. ✬ Imagen 5 espacio Humano 13