CONTROL INTEGRADO DE GARRAPATAS Y ENFERMEDADES QUE TRANSMITEN EN GANADO BOVINO BABESIOSIS Y ANAPLASMOSIS CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN PARASITOLOGÍA VETERINARIA FOLLETO TÉCNICO No. 10 DICIEMBRE 2010 CONTROL INTEGRADO DE GARRAPATAS Y ENFERMEDADES QUE TRANSMITEN EN GANADO BOVINO BABESIOSIS Y ANAPLASMOSIS Autores: 1 Hernández Ortiz Rubén 1 Falcón Neri Alfonso García Ortiz Miguel Ángel1 Palacios Franquez Antonio2 Mosqueda G. Juan Joel3 Preciado de la Torre Jesús Francisco1 Mejia Estrada Felix4 Ramos Aragón Juan Alberto1 Rosas Pulido Julio4 Cantú Covarrubias Antonio5 Rojas Ramírez Edmundo Enrique1 Alpirez Mendoza Francisco4 Vega y Murguía Carlos Agustín1 Solís Calderón José Jesus6 Rodríguez Camarillo Sergio Darío1 1 5 CENID-PAVET INIFAP, 2CIRPAC INIFAP, 3UAQ, 4CIRGOC INIFAP, CIRNE INIFAP, 6CIRSE INIFAP INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES AGRÍCOLA Y PECUARIAS CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN PARASITOLOGÍA VETERINARIA JIUTEPEC, MORELOS, MÉXICO Diciembre 2010 No esta permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni la transmisión en ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro o por otros métodos, sin el permiso previo y por escrito a la Institución. La información contenida en cada uno de los capítulos es responsabilidad del autor. Primera edición 2010 Impreso en México Esta obra se terminó de imprimir En Diciembre del 2010 Editores de la publicación: Ms. C. Carlos Ramón Bautista Garfias Dr. Sergio D. Rodríguez Camarillo ISBN: 978-607-425-478-5 Folleto Técnico No. 10, Diciembre de 2010 INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN FORESTALES, AGRÍCOLA Y PECUARIAS Av. Progreso #5 Col. Barrio de Santa Catarina, Coyoacán C.P 04010 Mexico D.F. Teléfono:(55) 3871 8700 Correo electrónico:[email protected] INTRODUCCIÓN................................................................................. 1 MANEJO INTEGRADO DE GARRAPATAS Distribución y transmisión de garrapatas:..................................... 3 El ciclo de vida de la garrapata:....................................................... 4 Epidemiología:................................................................................... 7 Tratamiento:....................................................................................... 8 CONTROL INTEGRADO Control Químico:............................................................................... 8 Control Biológico:........................................................................... 10 Control Ecológico:.......................................................................... 10 Control inmunológico:.................................................................... 10 Prevención:...................................................................................... 11 Recomendaciones generales:........................................................ 11 CONTROL DE LA BABESIOSIS BOVINA Descripción de la enfermedad:...................................................... 13 Distribución y transmisión:............................................................ 13 Agente causal:................................................................................. 15 El ciclo de vida del parásito:.......................................................... 15 Epidemiología:................................................................................. 17 Diagnóstico:..................................................................................... 17 Tratamiento:..................................................................................... 18 Control:............................................................................................. 19 CONTROL DE LA ANAPLASMOSIS BOVINA Descripción de la enfermedad:...................................................... 21 Distribución y transmisión:............................................................ 22 El ciclo de vida del parásito:.......................................................... 23 Epidemiología:................................................................................. 23 Diagnóstico:..................................................................................... 25 Tratamiento:..................................................................................... 25 Control y prevención:..................................................................... 26 Literatura consultada:..................................................................... 27 INTRODUCCIÓN El manejo integrado de garrapatas, se define como un sistema que utiliza varios métodos de control disponibles a fin de reducir la población de garrapatas a niveles inferiores a aquellos que causan un daño económico. El principio de control integrado radica en el conocimiento profundo de las condiciones ambientales en que se desarrolla la garrapata, de la biología y el ciclo de vida del parásito, y el hospedero(s) que intervienen para la proliferación y mantenimiento de garrapatas en el ganado. Uno de los problemas mas comunes en el control de garrapatas, es pensar que con el solo uso de garrapaticidas sintéticos podremos controlar la plaga; sin embargo, el conocimiento de los factores ambientales, del hospedero y del parásito, nos permitirán entender de mejor forma y en consecuencia controlar las garrapatas con una reducción del impacto económico, ambiental y a la salud humana. En principio no se quiere eliminar el 100% de garrapatas, ya que esto es difícil en términos ecológicos y económicamente costosos, la idea es mantener las poblaciones de garrapatas a un nivel tolerable para el animal y que no afecte la economía del ganadero. En un sistema de control integrado junto con otros métodos de combate, los ixodicidas en el mercado representan una herramienta valiosa para el control de garrapatas, por lo tanto hay que mantenerlos como un recurso no renovable, evitando su aplicación indiscriminada y reduciendo su uso, lo cual nos permitirá alargar su vida útil, retardando la selección de poblaciones resistentes. Al mismo tiempo, el control de garrapatas no puede separarse del control, prevención y tratamiento de las enfermedades que transmiten. Particularmente existen dos enfermedades en bovinos de distribución mundial y ampliamente diseminadas en México, la babesiosis y la anaplasmosis. La primera transmitida por garrapatas del género Boophilus spp, mientras que la segunda ha sido asociada a ésta y otras especies de garrapatas e insectos hematófagos como transmisores mecánicos. De esta forma, el control de garrapatas debe considerar el mantener las infecciones de Babesia y Anaplasma en niveles tales que mantengan una estabilidad enzoótica, con la idea de conservar un nivel de inmunidad suficiente en el hato, sin la presencia de brotes clínicos de las enfermedades. Hoy en día es aceptado en general que Boophilus es una garrapata con la que nos debemos acostumbrar a convivir con niveles tolerables. Como resultado de la desaparición del Fideicomiso Campaña Nacional Contra la Garrapata, se redujeron los apoyos en servicios veterinarios, asesoría técnica, los servicios de baños de inmersión y la vigilancia de movilización, lo cual llevó a perder mucho del terreno ganado en las zonas de control y reinfestación de zonas libres. No tenemos datos ni se ha evaluado como este proceso afecto la. 1 estabilidad enzoótica de babesiosis y anaplasmosis en México. En Zimbabwe después de un fenómeno similar un millón de cabezas de ganado murieron de enfermedades transmitidas por garrapatas, al ser alterada la estabilidad enzoótica. Las garrapatas son el grupo de ácaros mas estudiado, no solo por su enorme tamaño en comparación con otros ácaros, sino por la importancia que tienen como parásitos de animales vertebrados domésticos, silvestres y el humano, desempeñando un importante papel en la transmisión de patógenos. Cabe hacer mención que las garrapatas son los mejores vectores de microorganismos como protozoarios, ricketsias, bacterias y viruses; siendo una garrapata el primer vector artrópodo identificado en la historia de la medicina, como responsable de la transmisión de un protozoario patógeno (Babesia bigemina) al ganado. Aunado a la transmisión de enfermedades, algunas especies de garrapatas al momento de su alimentación junto con la secreción de sustancias anticoagulantes y vasoactivas, inyectan sustancias capaces de producir toxicosis y parálisis en su hospedero. Se estima que el 80% del ganado en el mundo se encuentra en zonas infestadas por garrapatas, exponiéndose a los efectos directos tales como los daños a las pieles, baja en la producción de carne y leche e indirectos como la transmisión de enfermedades. En Australia, pérdidas causadas por Boophilus microplus son estimadas en 100 millones de dólares australianos por año. En el caso de la garrapata africana Rhipicephalus appendiculatus cada hembra repleta ocasiona una pérdida de 4.4 g del peso vivo del animal, para Boophilus microplus 1 g en promedio, mientras que con Amblyomma hebraeum cerca de 10 g por garrapata. 2 MANEJO INTEGRADO DE GARRAPATAS Distribución y transmisión de garrapatas. Alrededor de 10% de las casi 900 especies distribuidas en el mundo han proliferado en forma explosiva en los ambientes óptimos proporcionados al encerrar grandes hatos o rebaños en áreas relativamente pequeñas. Los hospederos de las garrapatas pueden incluir a la mayoría de los vertebrados terrestres y las aves, sin embargo, los mamíferos son más susceptibles, ya que el calor y olor que de ellos emana, los hace altamente atractivos. En México se han registrado 82 especies de garrapatas tanto en animales silvestres como domésticos siendo las dos especies de mayor importancia para el ganado bovino Boophilus microplus y Amblyomma cajennense, al primero se le atribuye un mayor impacto debido a su amplia distribución, sobre todo en regiones tropicales y subtropicales, a los daños per se, a los problemas de resistencia a ixodicidas, por ser el único vector de Babesia y por ser señalado como el principal vector biológico de Anaplasma marginale en América Latina. Debido a la importancia que representan estas garrapatas para la ganadería mexicana y en especial B. microplus por ser la garrapata común del ganado, la cual fue motivo de control mediante la Campaña Nacional contra la Garrapata, en este capítulo nos enfocaremos a esta especie, salvo se mencione lo contrario. Debemos destacar que debido al desconocimiento y falta de diagnóstico adecuado, en muchas ocasiones se trata a las garrapatas como una sola, siendo que cada especie debe ser considerada en forma particular, ya que su biología y ciclo de vida es diferente, por lo que requerirá diferentes métodos para su control. La distribución geográfica de las diferentes especies de garrapatas en el país y el mundo, está íntimamente ligada a las condiciones ambientales y la vegetación dominante en la zona. Los factores ambientales más importantes para el desarrollo y la supervivencia de las garrapatas son la humedad y la temperatura ambientales. Por ejemplo, para las especies tropicales y subtropicales de ixódidos es determinante la época de sequía y lluvias, ya que antes y después de estas existe una mayor población de garrapatas. Por el contrario, el exceso de lluvia con inundaciones favorece la mortalidad de garrapatas y una reducción en el desarrollo de embriones dentro de los huevos. Por otro lado la temperatura es otra limitante, ya que temperaturas frías impiden el desarrollo, mientras que temperaturas elevadas favorecen la deshidratación. Cada especie de garrapata tendrá diferente. 3 temperatura y humedad limitante para su desarrollo. La distribución de garrapatas también se ve influenciada por la altura sobre el nivel del mar, la abundancia de hospederos y el tipo de vegetación prevalente en la zona. Algunas garrapatas han adquirido una alta especialización, tal es el caso de Boophilus microplus la cual se ha denominado la garrapata común del ganado, ya que tiene una alta predilección por ganado bovino y rumiantes silvestres; aún cuando puede llegar a infestar a toda clase de mamíferos incluyendo al hombre, es poco frecuente que progrese en otros animales. Por el contrario, garrapatas del género Amblyomma, por su ciclo biológico como garrapatas de tres hospederos, parasitan una amplia variedad de vertebrados, incluyendo mamíferos, reptiles, anfibios y aves. El ciclo de vida de la garrapata. Las garrapatas están comprendidas dentro de tres familias: Ixodidae o garrapatas duras, Argasidae o garrapatas blandas y Nuttalliellidae, presente solo en Africa de la cual se ha identificado solo una especie, con características intermedias entre las dos famílias anteriores. Las garrapatas de la familia Argasidae o garrapatas blandas, llamadas así por carecer de un escudo quitinizado, son principalmente parásitos obligados de aves y mamíferos y se les encuentra generalmente en cuevas, nidos o refugios de sus hospederos. El ciclo biológico de argasidos generalmente es mas largo que en el caso de ixodidos, el cual llega a presentar varios estados ninfales y donde el adulto se alimenta por al menos 3 veces, llegando a utilizar mas de siete hospederos, generalmente diferentes animales, a estas especies se les clasifica como garrapatas de múltiples hospederos. En argasidos hay ciclos que pueden durar hasta 14 años. Para el caso de ixodidos, garrapatas que poseen un escudo quitinizado y esclerosado en la parte anterior del cuerpo, son garrapatas de uno, dos o tres hospederos, esto es que requieren de uno a tres vertebrados para desarrollar su ciclo de vida. Así, en garrapatas en las que el ciclo parasitario se desarrolla sobre el mismo animal, se denominan especies de un solo hospedero. Cinco especies de Boophilus, tres especies Margaropus y dos especies de las 30 Dermacentor, tienen un ciclo de 1 hospedador (D. albipictus y D. nigrolineatus, ambas especies americanas). Las garrapatas de dos hospederos desarrollan la larva y la ninfa en un solo animal, esto es mudan a ninfa sobre el hospedero y una vez que se repleta la ninfa se desprende y muda en el suelo, para generar adultos machos y hembras los que suben a la vegetación y de ahí a un segundo vertebrado, para copular y repletarse, se desprenden y ovipositan en el suelo cerrando el ciclo. Un pequeño número de garrapatas de los géneros Hyalomma y Rhipicephalus, principalmente 4 de lugares con baja precipitación, largas estaciones frías y secas, tienen ciclo de dos hospedadores. Mientras que en garrapatas de tres huéspedes, cada estadio se repleta en diferente animal, después de alimentarse como larva, ninfa o adulto, se desprenden y mudan en el suelo, esto es los estadios de metalarva que origina ninfas y metaninfa que origina adultos, buscarán un segundo y tercer huésped respectivamente para completar su ciclo. Ejemplos de garrapatas de tres hospederos son todas las especies de Amblyomma. A nivel de larva y ninfa no es posible distinguir entre machos y hembras, sino hasta el estado adulto donde se observa un marcado dimorfismo sexual. Así, las diferencias básicas de los ciclos de garrapatas ixodidas son el número de huéspedes que utilizan para su desarrollo y los períodos que cada estadio necesita hasta su repleción; fuera de esto en general su ciclo tiene alta similitud. Por lo anterior, en este trabajo consideraremos a Boophilus microplus para ejemplificar el ciclo de garrapatas duras. El ciclo de Boophilus microplus es directo, dividido en dos fases, de vida libre y de vida parásita. Ciclo biológico de Boophilus microplus Larva repleta muda a ninfa sobre el huésped Ninfa repleta muda a adulto sobre el huésped Fecundación de hembras antes de ingestión de sangre Larva se adhiere al huésped Hembras repletas caen al suelo Larva (pinolillo) saliendo del huevo Puesta de huevos e incubación en suelo Fase de vida libre: También conocida como fase no parásita, se inicia con el desprendimiento de la hembra repleta después de alimentarse en el hospedero. La garrapata repleta busca lugares húmedos y calidos para depositar sus huevos. Se observa un período entre el desprendimiento y el inicio de la oviposición llamado tiempo de preoviposición, fase que dura de 2 a 4 días en condiciones favorables 5 o (humedad relativa mayor al 80% y temperatura de 28-30 C, en laboratorio) prolongandose hasta 97 días en los meses de clima frío. Se continúa la oviposición o puesta de huevos, que varia de 4 a 60 días dependiendo de la influencia de los factores ambientales, en laboratorio se observa un promedio de 20 días, con una media de tres mil huevos por garrapata y rangos de 1,400 a 5,000. El inicio de eclosión de larvas o tiempo mínimo de incubación tarda de 14 a 68 días, las larvas poco tiempo después trepan al pasto y llegan hasta el extremo superior del mismo, este geotropismo negativo es indicativo para considerar a la larva como infestante. En este momento la larva espera la llegada del hospedero, quien es detectado mediante quimioreceptores, los que entre varias funciones puede percibir el bióxido de carbono expelido por el vertebrado. En el pasto la larva se mantiene en el lado sombreado de la hoja y se va moviendo conforme el día avanza, con el fin de mantenerse protegida de los rayos directos del sol. El amplio rango de la fase de vida libre se debe a la influencia de los factores ambientales, sobre todo temperatura y humedad, así, puede acortarse a 20 días en condiciones muy favorables o prolongarse hasta 299 días en condiciones de frío extremo. Se ha informado de larvas que sobreviven hasta 286 días como larvas de vida libre sin alimentarse. Fase de vida parásita: Se inicia cuando la larva se sube y fija a la piel del hospedero, se alimenta de líquidos titulares, se repleta y hay una disminución gradual de los movimientos de las extremidades hasta la total inmovilidad, en este momento se inicia la etapa quiecente o primera muda, la cual se denomina metalarva, estado con doble cutícula del que una vez producida la ecdisis se obtiene una ninfa, que fija su hipostoma a la piel del mismo animal, se alimenta de sangre hasta repletarse y paulatinamente reduce sus movimientos generando una segunda muda o metaninfa para después de la ecdisis dar origen a machos o hembras jóvenes, que se alimentan y generalmente la hembra emite una o varias feromonas que atraen al macho para llevar a cabo el apareamiento, esencial para que las hembras se repleten de sangre, lo que generalmente ocurre en las últimas 24 horas de infestación y se desprende del hospedero para en el suelo iniciar un nuevo ciclo. El macho no se repleta de sangre, sino que come y se aparea para después comer y buscar una nueva hembra para la reproducción, en forma sucesiva hasta su muerte. La fase parásita es poco variable, observándose hembras repletas generalmente a los 21 días, aunque estas se pueden observar desde el día 19 posterior a la infestación, mientras entre 22 a 26 días, es el período en que se desprenden el mayor número de hembras repletas. En resumen, el ciclo biológico completo, que comprende la fase de vida libre y la fase parásita puede completarse entre 40 y 300 días. Como 6 dato complementario, los porcentajes de supervivencia de los estados parasitarios en B. microplus de larva a adulto representan solo el 1-2% en bovinos cebú, del 2-6% en cruza cebú X europeo y de 10-20% en bovinos europeos. En condiciones de menor resistencia, estrés nutricional y etapa de lactación estos porcentajes se ven incrementados a más del doble. Epidemiología. La distribución de Boophilus microplus al igual que muchas garrapatas duras depende de las condiciones ambientales como temperatura y humedad, disponibilidad de hospederos, manejo, tratamientos en el hato, resistencia hacia los productos usados, raza de bovinos, estado nutricional de los animales, edad, respuesta inmune, tipo de pastos. Las regiones tropicales y subtropicales de México, brindan las condiciones propicias para su desarrollo, además son las zonas ganaderas importantes para la producción de carne y leche, donde la disponibilidad de forrajes es abundante para la alimentación del ganado. 7 Tratamiento. Es importante conocer la especie(s) de garrapata antes de enfocarnos a un tratamiento, ya que no todas las garrapatas se comportan igual, su biología y su ciclo de vida, determinarán tiempos y frecuencias del tratamiento. Es recomendable que la identificación sea realizada por un especialista. En México existen 50 productos autorizados para el control de garrapatas que incluyen ocho grupos distintos con siete diferentes mecanismos de acción cada uno, además de un grupo de mezclas. La aplicación continuada y frecuente de químicos no solo selecciona poblaciones de garrapatas resistentes, además no es sustentable con el ambiente y tiene un alto impacto económico en el productor. La resistencia es la capacidad de las garrapatas de sobrevivir al tratamiento aplicado en forma adecuada, la cual es hereditaria y por lo tanto transmitida a la siguiente generación. En Australia, después de haber seleccionado garrapatas resistentes contra todo tipo de ixodicidas disponibles en el mercado, las alternativas para el control se enfocaron al uso de razas de bovino resistentes y el uso de una vacuna recombinante contra una proteína de intestino del artrópodo. La resistencia puede ser retardada mediante la reducción en el uso y frecuencia de ixodicidas, lo que permitirá alargar su vida útil; al mismo tiempo el mantener animales sin baño o tratamiento ixodicida permitirá mantener poblaciones “refugio” de garrapatas, las cuales poseen genes susceptibles que se mezclarán con los genes de resistencia, reduciendo de esta forma los genes resistentes en la población. CONTROL INTEGRADO. Control Químico. La estrategia más utilizada para el control de garrapatas, consiste en la aplicación de antiparasitarios sobre el cuerpo de los animales infestados a intervalos específicos determinados por la región ecológica, especies a las que va a combatir y eficacia residual del ixodicida. Los productos que se han utilizado incluyen los arsenicales, organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides sintéticos, amidinas, lactonas macrocíclicas, fenilpirazolonas e inhibidores del desarrollo. Las formas de aplicación incluyen aspersión, inmersión, epicutanea (pour-on) y sistémicos (inyectables). Los ixodicidas han sido utilizados con éxito en el control de las garrapatas; sin embargo, su uso intensivo ha seleccionado la generación de cepas de garrapatas resistentes a la acción de estos químicos. 8 En los últimos 30 años se han desarrollado y aplicado numerosas estrategias de control de endo y ectoparásitos que han sido eficaces, prácticas y económicas, pero han sido incapaces de prevenir o controlar el constante desarrollo de resistencia a los antiparasitarios. Casi sin excepción, estos antiparasitarios fueron perdiendo eficacia y por lo tanto se ha elevado el costo beneficio para los productores, comprometiendo la propia sustentabilidad del sistema. Recientemente se esta utilizando avermectinas (lactonas macrocíclicas), las que han sido altamente efectivas para el control de garrapatas y larvas de moscas en el estiércol, sin embargo, su efecto sobre especies no blanco ha sido fuertemente cuestionado, tal es el caso de los escarabajos coprófagos comúnmente llamados “rodacacas”, ya que se ha observado su disminución en el campo, lo cual representa un impacto en el ambiente aún difícil de cuantificar. Al mismo tiempo en algunas explotaciones las ivermectinas son utilizadas para el control de nematodos o gusanos internos en el bovino y al mismo tiempo se utilizan ixodicidas para controlar garrapatas, por desconocimiento de su acción efectiva sobre las dos plagas. El impacto se puede reducir al hacer tratamiento selectivo de bovinos infestados, esto es tratar solo animales con alta carga parasitaria y no tratar aquellos con bajo número de garrapatas, así se reduce la infestación en el potrero con disminución en el uso y frecuencia de ixodicidas, donde además se promueve la inmunidad natural de animales individuales, con la salvedad de ser mas costoso por el uso de mano de obra. Lo anterior implica que se deben realizar estudios sobre el impacto ambiental de cualquier método de control y su selectividad por la plaga a combatir. En ocasiones tendremos que invertir más en beneficio de reducir los impactos ambientales y retardar la aparición de poblaciones resistentes. En algunas regiones el control de moscas hematófagas implica el uso frecuente de insecticidas, que al mismo tiempo afectan la población de garrapatas, es importante un conocimiento profundo de la dinámica poblacional de ambas plagas con el fin de aplicar los pesticidas en forma estratégica, cuando las poblaciones son mas vulnerables y evitar así la selección de alelos resistentes en una de ellas. El uso de ixodicidas requiere la supervisión de un profesional para la cubicación del baño, preparación de bombas de aspersión y/o dosificación del producto a usar por cualquier método, de lo contrario su uso inadecuado propicia una selección más rápida de parásitos resistentes 9 Control Biológico. Representa a futuro una alternativa viable y de bajo impacto ambiental. Se conocen múltiples enemigos naturales de las garrapatas tales como arañas, avispas, hormigas, aves depredadoras, microorganismos patógenos como hongos y bacterias. Los resultados indican su potencial, sin embargo, a la fecha no existe un tratamiento que haya sido aprobado para el control de garrapatas en México. Información generada en el laboratorio o en condiciones controladas, deberá ser corroborada en condiciones de campo, antes de ser utilizada por los productores en programas de control de garrapatas, su uso requiere mas investigación, establecer su efectividad y planear las estrategias de producción para un uso práctico. Control Ecológico. Este consiste en modificar las condiciones ambiéntales donde se desarrolla la garrapata, sobre todo en su fase de vida libre. Se ha sugerido establecer plantas antigarrapata estratégicamente sembradas en los potreros, por ejemplo en los lugares de descanso de los animales, cerca de los abrevaderos y en los perímetros de los predios. Se sabe que el pasto Gordura (Melinis minnutiflora) además de las largas vellosidades que posee, tiene capacidad para producir una sustancia gelatinosa, donde quedan atrapadas las larvas de garrapata, impidiendo su ascenso a la punta del pasto y reduciendo así la posibilidad de encuentro con el hospedero; efecto antigarrapata también se observa con pasto Insurgente (Brachiaria brizantha) y leguminosas del género Stylosanthes spp. Control inmunológico. El uso de vacunas como método preventivo es una herramienta relativamente nueva que ha arrojado resultados alentadores en diversas regiones del mundo. Las ventajas de las vacunas es que tienen efecto de larga duración, no representan complicaciones de residualidad en animales ni de contaminación ambiental, la posibilidad de resistencia es mucho menos probable en desarrollarse y tiene la ventaja de actuar sobre blancos muy específicos. La inmunidad o resistencia a garrapatas se manifiesta como una reducción en el número de garrapatas repletas, en el peso de hembras ovigeras y una disminución de la oviposición y la eclosión, lo que finalmente conduce a una disminución del índice reproductivo. 10 La única vacuna comercial contra garrapatas, es aquella con base en el antígeno recombinante Bm86, la cual es una proteína de la superficie del intestino de garrapatas, ha mostrado resultados promisorios, sin embargo, la efectividad ha sido variable y cuestionada, no solo en México sino en otras partes del mundo. El uso de vacuna contra garrapatas deberá ser parte de un programa de Manejo Integral, ya que las vacunas no tienen el efecto inmediato de los insecticidas y no protegen al animal de la infestación, su efecto es gradual y progresivo reduciendo las poblaciones al afectar su capacidad reproductiva. Se conoce que las razas cebú y sus cruzas son más resistentes a la infestación por garrapatas que razas europeas, por lo que debemos evaluar su introducción en zonas de alta infestación. El programa deberá involucrar además el uso racional de acaricidas, el uso de razas de ganado resistentes, el control biológico y/o ecológico. Prevención. La mejor forma de combatir garrapatas en el rancho es previniendo la entrada de las misma a nuestro predio. La movilización de ganado representa una de las mejores formas para dispersar garrapatas resistentes. Definitivamente no podemos evitar movilizar, lo que es recomendable es movilizar sin garrapatas, de esta forma el dar tratamiento al ganado que ingresa a nuestra explotación, así como aquellos animales que se venden para rastro, engorda, reproducción, exposiciones, etc. Se recomienda el tratamiento de los animales por aspersión o inmersión en un tiempo no mayor de tres días, previo a su movilización. Lo anterior permitirá no solo evitar la diseminación de garrapatas resistentes, además podremos prolongar la vida útil de ixodicidas en lugares donde la resistencia esta aún en un bajo nivel. Recomendaciones generales. El manejo exitoso de cualquier plaga deberá descansar en la selección de un apropiado método de control y seguramente en la combinación de varios de ellos. El manejo integrado de plagas (MIP) demanda un profundo conocimiento y entendimiento de la biología de garrapatas, sus hospederos y su interacción en el ambiente, tratando siempre de impactar al mínimo este último. El uso sustentable de químicos también depende del método apropiado de aplicación. Una vez que se ha transferido la responsabilidad del control de garrapatas a los productores, debemos asegurar el uso apropiado de químicos con mínimo efecto ambiental, sobre la salud humana, la agricultura y la inocuidad alimentaria, lo que involucra 11 establecer adecuados programas de supervisión, capacitación, asesoría y servicios, mediante la participación activa de organismos gubernamentales, asesores privados, centros de investigación y laboratorios responsables de la comercialización de los ixodicidas en uso. Con todo lo anterior podemos derivar una serie de recomendaciones generales: ü Realizar tratamientos estratégicos durante las épocas con mayor abundancia de garrapatas y solo tratar animales con alta infestación (mas de 20 garrapatas adultas por animal de mas de 4 mm). ü Tratar con la dosis/cantidad suficiente y correcta, utilizando productos autorizados para el control de garrapatas, nunca usar mezclas caseras de garrapaticidas y menos aún productos de uso agrícola, los que están diseñados para plantas no para adherirse y dispersarse en la piel de los animales. Esto nos permitirá vigilar la efectividad del producto y eventualmente detectar cualquier falla o aparición de garrapatas resistentes. ü Usar ganado resistente a garrapatas (cebú y sus cruzas, criollos) aumenta la resistencia del ganado a las garrapatas (selección o mejoramiento genético). ü Bañar y desparasitar antes de movilizar ganado dentro y fuera del rancho. ü Usar alternativas probadas y autorizadas para el control de garrapatas como vacunas, garrapaticidas, control biológico de acuerdo a las indicaciones del fabricante. ü Establecer especies forrajeras antigarrapata en potreros estratégicamente ubicados y descansar potreros el mayor tiempo posible. ü Mejorar la nutrición de los animales, vigilando la suplementación nutricional y/o ajuste de carga animal en el potrero. ü Por último buscar la asesoría de un profesional, sobre todo cuando existan problemas de control de garrapatas o fallas del producto. 12 CONTROL DE LA BABESIOSIS BOVINA Descripción de la enfermedad: La babesiosis bovina también se conoce como piroplasmosis, fiebre de Texas, aguas rojas, ranilla y fiebre de garrapata. Es una enfermedad infecciosa trasmitida por garrapatas y es causada por protozoarios del género Babesia que son parásitos intraeritrocíticos que causan fiebre, anemia hemolítica y a veces hemoglobinuria y signos nerviosos. La babesiosis bovina se puede presentar desde la forma subclínica hasta hiper-aguda. Los signos de la enfermedad varían de acuerdo a la patogenicidad y virulencia de la especie de Babesia y la cepa involucrada. La susceptibilidad del animal se ve afectada por factores como: edad, raza y estado inmune. La enfermedad se manifiesta de 8 a 14 días después de que las garrapatas infectadas comienzan a alimentarse, presentándose fiebre de 41 a 42C, pelo hirsuto, hemoglobinuria (orina color rojo), ictericia (amarillamiento), estreñimiento o constipación, deshidratación, temblor muscular, debilidad, postración y muerte. Signos de daño cerebral tales como movimiento de remo en miembros, ataxia (incoordinación), manía y coma se observan en animales infectados por Babesia bovis. Pocas horas antes de la muerte, la temperatura del animal cae a niveles debajo de lo normal. La recuperación de los animales enfermos es seguida por la aparente eliminación del parásito de la sangre periférica, persistiendo una infección subclínica que puede durar por varios años. Las lesiones a la necropsia son características y se puede encontrar ictericia en todos los tejidos, fluido seroso en cavidades, edema subcutáneo y pulmonar, esplenomegalia (agrandamiento del bazo) (Figura 1), congestión en hígado, riñones inflamados y hemorrágicos. Microscópicamente se puede observar taponamiento de capilares de cerebro y riñones con glóbulos rojos parasitados (B. bovis); en hígado hay necrosis centrilobular y retención biliar con distensión de canalículos; nefrosis; los macrófagos de hígado, ganglios linfáticos, pulmones, bazo y riñones se encuentran con exceso de hemosiderina; hiperplasia del sistema retículo-endotelial y presencia excesiva de células plasmáticas en bazo, hígado y riñón. Distribución y transmisión. La enfermedad es de distribución mundial y se presenta principalmente en las regiones con clima tropical y subtropical de los países localizados entre 40º N y 32º S del Ecuador. Se asocia con la presencia 13 del vector que la transmite, que en general pertenece al género Boophilus (Figura 2). En México se reconocen las garrapatas de un sólo hospedero Boophilus microplus y Boophilus annulatus, aunque también se puede trasmitir por inoculación de sangre de un animal infectado a uno sano por medio de fomites (agujas hipodérmicas o equipo de cirugía sin esterilizar). A B Figura 1. A) Esplenomegalia y B) Hepatomegalia Figura 2. VECTOR Hembra de Boophilus microplus 14 Agente causal: La babesiosis es producida por protozoarios, que parasitan los glóbulos rojos de los bovinos. Los cuales se clasifican de la siguiente manera. Reino Subreino Phylum Clase Subclase Orden Familia Género Protista Protozoa Apicomplexa Sporozoea Piroplasmia Piroplasmida Babesiidae Babesia Babesia bovis Babesia bovis Figura 3 En el país existen dos especies; Babesia bovis y Babesia bigemina (Fig. 3); pueden encontrarse infecciones con solo alguna de las especies, pero es común que se presenten infecciones mixtas, incluso en ocasiones combinadas con Anaplasma marginale. Dentro del eritrocito, B. bigemina asume una gran variedad de formas, siendo la forma oval o de pera la mas característica, se encuentran en pares separadas en ángulo agudo y miden en promedio 4.5 X 2.5 m; Las formas amiboides también se pueden encontrar con frecuencia. B. bovis es por lo general más pequeña, mide 2.4 X 1.5 m las formas intra-eritrocíticas están separadas en ángulo obtuso y las formas amiboides son raras, se puede encontrar la forma única que puede ser oval o redondeada. El ciclo de vida del parásito: En el hospedero (mamífero) este protozoario se desarrolla dentro de los glóbulos rojos que son invadidos por esporozoitos trasmitidos por la garrapata, cambiando de nombre a trofozoitos, en seguida experimentan una división asexual o merogonia por fisión binaria, mostrando dentro del eritrocito una apariencia de peras. Los merozoitos producidos salen del glóbulo rojo e inmediatamente invaden otro continuando este proceso indefinidamente hasta la muerte del hospedero o la eliminación del parásito. La destrucción de los eritrocitos 15 conduce a una situación de anemia y en el caso de Babesia bigemina se desarrolla hemoglobinuria. La garrapata Boophilus, adquiere la infección al alimentarse del animal enfermo. De 16 a 24 horas antes de desprenderse del hospedero, ocurre la transmisión transovárica y la progenie es infectada. Cuando la garrapata infectada infesta un hospedero y empieza su alimentación inician ciclos de fisión múltiple en varios órganos incluyendo las glándulas salivales, formando miles de esporozoitos que son eliminados con la saliva a la sangre del bovino. Babesia bovis es trasmitida por las garrapatas larvas y B. bigemina por las ninfas y adultos. 16 Epidemiología: En el país la enfermedad se encuentra presente en las regiones tropicales y subtropicales principalmente donde se localiza el vector, encontrando zonas con menos del 10% de seroprevalencia y otras con más del 85%. Se consideran dos situaciones para que se produzcan brotes de babesiosis. 1. Por exposición de animales altamente susceptibles, ya sea por el traslado de animales de zonas libres de la enfermedad a zonas enzoóticas y/o por el traslado de la garrapata vector a regiones donde generalmente no habitan ya sea sobre animales transportados o por movimiento de las garrapatas debido a cambios temporales de clima que favorece su desplazamiento a dichas áreas. 2. Por inestabilidad enzoótica, que es una situación en la cual los becerros no se infectan hasta después de un tiempo de su nacimiento a pesar de estar expuestos a las garrapatas y por lo tanto no desarrollan inmunidad contra la babesia. Las zonas de estabilidad enzoótica son aquellas en las que la población de garrapatas infectadas puede variar durante el año pero la cantidad es suficiente para garantizar la exposición de la mayoría de los becerros a Babesia spp. antes de los nueve meses de edad. De tal manera que los anticuerpos adquiridos en el calostro ingerido y la resistencia debida a la edad protegen contra la enfermedad a los becerros, desarrollando un estado de premunición con la presencia de los parásitos. No se requiere una gran infestación de garrapatas para mantener la estabilidad enzoótica, ya que en el campo solo un pequeño porcentaje de las garrapatas trasmiten Babesia. Las zonas inestables son aquellas en la que la población de garrapatas se reduce notablemente de una estación a otra o de un año a otro, propiciando que algunos animales no sean expuestos a la infección hasta después de los nueve meses y en ocasiones hasta después de los dos años de edad, propiciando una reacción mas grave que puede propiciar la muerte de los animales, la severidad de la enfermedad esta directamente relacionada con la proporción de animales susceptibles. Diagnóstico: Se basa en la presentación de signos clínicos, historia clínica y presencia del vector biológico. Sin embargo se requieren las técnicas de laboratorio para la confirmación del mismo. 17 La observación al microscopio del parásito en frotis de sangre (obtenida de vasos capilares) grueso o delgado teñido con colorante de Giemsa, es el procedimiento más usado; se pueden observar las fases evolutivas del parásito que se desarrollan en la garrapata Boophilus spp, por medio de la prueba de hemolinfa, la cual consiste en realizar un frotis con la hemolinfa obtenida después de realizar el corte de una pata en la hembra de garrapata, de cinco a siete días después de iniciada la ovoposición, teñirlo con colorante de Giemsa y observarlo al microscopio (Fig. 5). Se pueden realizar improntas de órganos como cerebro o riñón que se tiñen de la misma manera para observar Babesia bovis principalmente. Se han utilizado pruebas serológicas, las que tienen utilidad práctica en investigación y estudios epidemiológicos, siendo las más comunes la prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFI), el ensayo inmunoenzimático (ELISA) y el inmunoensayo radiactivo, además de la identificación del DNA mediante sondas y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Figura 5.- Quinetos en frotis de hemolinfa de B. microplus teñido con colorante de Giemsa Tratamiento: Un gran número de compuestos se han utilizado para el tratamiento de la enfermedad, algunos tan efectivos que con una sola aplicación se logra la eliminación del parásito. Algunos de estos compuestos 18 son los derivados de las quinolonas que pueden ser efectivas aunque su uso se ve limitado debido a su toxicidad. Actualmente los derivados de la diamidina son los más empleados, de estos existen comercialmente el Diaceturato 4, 4' – Diazoamino – Dibenzamidina y el Imidocarb. Control: Para lograr un control efectivo, se deben realizar acciones dirigidas a la garrapata Boophilus, al parásito intraeritrocítico y al hospedero bovino. 1. Control del vector. Consiste principalmente en romper el ciclo de la transmisión de la enfermedad, mediante la aplicación de garrapaticidas al ganado. En las regiones tropicales es un método usado comúnmente como parte de un programa integral de control del vector. Sin embargo, una reducción excesiva de garrapatas infectadas propiciaría que algunos animales no sean expuestos a la infección hasta después de los nueve meses, ocasionando inestabilidad enzootica. Por lo que es recomendable, como se mencionó en el control de garrapatas, conservar siempre una pequeña población de vectores que mantengan la infección en el hato. 2. Control de movilización del ganado. Movilizar ganado sin garrapatas Boophilus y así evitar introducir vectores infectados a regiones libres de garrapatas y de la enfermedad. Sin embargo, lo mas importante es vacunar o premunizar al ganado que será introducido a zonas endémicas de la enfermedad, sobre todo aquel que proviene de zonas libres de garrapatas. 3. Quimioprofilaxis. Puede ser útil pero resulta costosa y poco práctica para ser usada como estrategia definitiva o única de control. 4. Uso de ganado resistente. Se considera que el ganado cebuíno (Bos indicus) es aparentemente más resistente a la infestación por garrapatas y a la infección por Babesia. Aunque esta práctica se ha utilizado en varios países pretendiendo una estabilidad enzoótica, la baja productividad de este tipo de ganado no la hace muy popular. Inmunización. Es uno de los procedimientos que ofrece mejores expectativas, en el control de la Babesiosis bovina. En algunos países se tienen vacunas elaboradas con organismos vivos atenuados pero su efectividad es muy variable. 19 La premunición, que consiste en inocular los animales susceptibles, con sangre obtenida de animales que padecen la enfermedad en forma crónica o subclínica, ha sido utilizada ampliamente, pretendiendo conferir inmunidad por medio de una infección “controlada”, sin embargo, por su carácter empírico y el riesgo que conlleva la transmisión de otras enfermedades es un método que no es recomendable. En Australia se desarrolló un método inmunoprofiláctico que se ha utilizado por varios años el cual consiste en la obtención de organismos vivos atenuados a través de pases en becerros intactos o esplenectomizados. Esta práctica se ve limitada por la eficiencia en el mantenimiento de la cadena fría y el riesgo de transmitir otras enfermedades infecciosas. En México se desarrolló una vacuna bivalente, en el CENID-PAVET del INIFAP, la cual fue elaborada con una cepa de Babesia bigemina (Bis) originalmente aislada de un caso clínico en México, mantenida en cultivo in vitro y crío preservada, que ha mostrado características de reducida virulencia, también contiene la cepa de B. bovis (Bor) originalmente derivada de un aislado de campo, la cual fue clonada en laboratorio e irradiada con una fuente de cobalto y retornada a cultivo in vitro. Esta vacuna ha mostrado una adecuada protección en animales vacunados y desafiados en campo, sin embargo tiene el inconveniente del manejo, ya que se tiene que mantener en congelación en nitrógeno líquido hasta momentos antes de ser aplicada, razón por la cual puede estar disponible solo como un paquete tecnológico en el que se ofrece la asesoría necesaria para su uso adecuado. 20 CONTROL DE LA ANAPLASMOSIS BOVINA Descripción de la enfermedad. La anaplasmosis de los bovinos es una enfermedad infecciosa no contagiosa. Se presenta principalmente en animales adultos susceptibles ocasionando una anemia hemolítica extravascular derivada de la destrucción de una gran cantidad de glóbulos rojos infectados por parte del propio sistema inmune del bovino en el periodo crítico. La infección puede tener desde un curso subclínico hasta producir la muerte, dependiendo de la carga parasitaria, de la edad, del estado general del animal y del ambiente. Se pueden presentar brotes severos en animales susceptibles que son introducidos a zonas endémicas del trópico mexicano y en hatos donde se ha perdido la estabilidad enzoótica. Las medidas de control a la fecha son insuficientes debido a la variación antigénica de la rickettsia y al gran número de vectores (artrópodos hematófagos y el hombre) que participan en su transmisión. La anaplasmosis es una enfermedad de primer contacto del ganado adulto, los animales menores a 12 meses son relativamente resistentes a la enfermedad; se cree que esto se debe a un efecto compensatorio al tener una mayor taza de producción de ciertos mediadores químicos importantes en la respuesta inmune con respecto a los animales adultos y a un mayor metabolismo hematopoyético. La fuente de infección puede ser la sangre de bovinos infectados transportada por un vector de un animal portador a uno susceptible, o la saliva de una garrapata portadora en el momento de su alimentación en un animal susceptible. Dependiendo de la cantidad de organismos inoculados, de la virulencia del aislado bacteriano y de la susceptibilidad del bovino, el periodo de incubación promedio es de 30 días, variando de 15 a 60 días. La enfermedad se caracteriza por debilidad, pérdida de peso, anorexia, disminución en la producción de leche e ictericia; en casos graves se pueden presentar abortos no infecciosos, así como la 21 muerte. La rickettsemia, representada como el porcentaje de eritrocitos infectados que se detectan al microscopio, se inicia en forma discreta, sin que se presente fiebre. El siguiente cambio es la pérdida paulatina de eritrocitos, más tarde se presenta el período crítico, con una caída súbita del valor del hematocrito por destrucción acelerada de los eritrocitos, misma que coincide con los valores máximos de rickettsemia y fiebre superior a los 40°C. En México no existen estadísticas económicas y las áreas endémicas se encuentran en las regiones del Sureste, del Golfo de México y en una región del Pacífico. Los gastos derivados de la aplicación de medidas de prevención de la enfermedad (quimioterapia, vacunación y control de vectores) pueden llegar a ser cuantiosos impactando negativamente la economía de las explotaciones ganaderas Distribución y transmisión. La Anaplasmosis se encuentra distribuida por todo el mundo, principalmente en regiones con climas tropicales y subtropicales. El ganado vacuno, ovino, caprino y los cérvidos, así como antílopes, jirafas y búfalos pueden ser infectados. Por ser una enfermedad no contagiosa, requiere la participación de vectores para su transmisión, entre ellos se encuentran prácticamente todos los artrópodos hematófagos (garrapatas, moscas, mosquitos y tábanos) y el hombre con prácticas sépticas de zootecnia y de medicina preventiva (descornes, castraciones, vacunaciones) al emplear material contaminado con sangre de animales portadores. La transmisión de Anaplasma marginale es muy compleja debido a las características ecológicas de cada país, al gran número de vectores que participan y a las características de las propias cepas de Anaplasma que existen en las regiones endémicas. Se conocen dos tipos de transmisión: biológica y mecánica. En la transmisión mecánica solamente se inocula la rickettsia de un animal a otro sin que exista multiplicación en el vector, en esta transmisión están involucrados artrópodos hematófagos como mosquitos, moscas, tábanos e incluso el hombre. En la transmisión biológica se lleva a cabo la multiplicación de la rickettsia y es exclusiva de las garrapatas; las formas más importantes de transmisión biológica de A. marginale que actualmente se reconocen en las garrapatas son la transestadial (de un estadio a otro) 22 y la intraestadial (dentro del mismo estadio), esta última llevada a cabo por los machos adultos de las garrapatas. Al infectar A. marginale a la garrapata, las primeras formas que se observan en las células del intestino son las reticuladas o vegetativas, estas formas se dividen por fisión binaria hasta formar largas colonias formadas por cientos de formas reticuladas; estas se transforman posteriormente en formas densas o infectivas, las cuales pueden vivir un período corto fuera de las células. Esta transmisión se ha documentado ampliamente en las especies de garrapatas de tres hospedadores, principalmente Dermacentor. En México se ha demostrado la transmisión intraestadial y transestadial en la garrapata Boophilus microplus. En menor proporción, también existe la transmisión en los bovinos de madre a hijo a través de la placenta. Esta forma involucra vacas portadoras que al estar inmunodeprimidas por la preñez, presentan ciclos de rickettsemia en los que las bacterias llegan a traspasar la barrera placentaria. En algunos de estos casos, los terneros pueden llegar a sufrir de un cuadro clínico hiperagudo y mueren mientras que en otros, los terneros no presentan signos y pueden fungir como reservorios de la enfermedad. El ciclo de vida del parásito. El organismo causante es una rickettsia denominada Anaplasma marginale y es un parásito intraeritrocítico obligado. La única especie presente en México y la más patógena que existe es Anaplasma marginale. La estructura más simple conocida de este microorganismo es el cuerpo inicial, que tiene forma esférica o cocoide de aproximadamente 0.3 micras de diámetro. Cuando los cuerpos iniciales se multiplican por fisión binaria forman el cuerpo de inclusión que contiene entre 6 y 8 cuerpos iniciales; el cuerpo de inclusión al abandonar el eritrocito libera a los cuerpos iniciales permitiendo que estos infecten otros glóbulos rojos. A. marginale posiblemente infecta también las células endoteliales del bovino y este puede ser el sitio donde permanezca la bacteria en los animales portadores. Epidemiología. En un área enzoótica la mayoría de los bovinos nativos quedan infectados en las primeras 24 semanas de vida sin presentar signos clínicos severos. Estos animales pueden quedar como portadores sanos para toda su vida aunque en estados de tensión o estrés pueden manifestar la enfermedad. Los bovinos de todas las razas, son igualmente susceptibles a la infección por Anaplasma, las razas 23 cebuínas sin embargo, son más resistentes a la picadura por garrapatas y como consecuencia presentan menor probabilidad de ser infectadas por la rickettsia. Bovinos, rumiantes silvestres y garrapatas fungen como reservorios de A. marginale. La transmisión biológica es más eficiente que la transmisión mecánica. En Estados Unidos se ha considerado a Dermacentor como el principal vector de A. marginale, en contraste, en América Latina se ha considerado a Boophilus como el principal vector, sin embargo varios autores han documentado que en algunos casos no existe secuencia entre la anaplasmosis bovina y las poblaciones de la garrapata Boophilus microplus; asimismo se han observado brotes de anaplasmosis en los meses que esta ausente Boophilus o en lugares que no existe. La transmisión transestadial e interestadial son importantes en las garrapatas de tres hospedadores como Dermacentor; en las garrapatas de un solo hospedador (Boophilus) una vez que la larva infesta al bovino la garrapata pasa toda su vida en el mismo animal y solamente lo abandona cuando la hembra ingurgitada se desprende para refugiarse en el suelo, ovipositar y morir; esto explica porque el adulto macho de Boophilus se considera el principal vector de la anaplasmosis bovina; no obstante, si bien el macho tiene la posibilidad de pasar de un animal a otro para alimentarse, su principal objetivo biológico es encontrar a la garrapata hembra, la que puede encontrar en el mismo bovino. La mayoría de los autores consideran que la transmisión transovárica de A. marginale no se presenta en las garrapatas, sin embargo autores brasileños observaron lotes de larvas de Boophilus positivos a A. marginale; larvas obtenidas de hembras ingurgitadas alimentadas en animales portadores y mantenidas a 18°C también fueron positivas a A. marginale; en contraste, hembras ingurgitadas del mismo lote mantenidas a 28°C no trasmitieron A. marginale a su descendencia. Estas particularidades han sembrado incógnitas en la epidemiología del complejo Anaplasma – hospedadores mamíferos – vectores – medio ambiente que se deben de resolver, algunas de ellas son las siguientes: si bien la garrapata del género Boophilus se infecta a partir del bovino, ¿que es lo que está pasando?; ¿transmite Boophilus la rickettsia al bovino?; ¿transmite algún otro vector la rickettsia al bovino y Boophilus a su vez se infecta al alimentarse del bovino?; ¿en verdad la transmisión transovárica no es importante?, ¿cuál es el papel de otros vectores en las áreas endémicas? 24 Diagnóstico. La disminución de la producción en los bovinos y la muerte de los animales en esta infección están directamente relacionadas con la pérdida de eritrocitos. Una forma simple y rápida de determinar el porcentaje de eritrocitos en la sangre es la estimación del hematocrito o volumen celular aglomerado por centrifugación de muestras de sangre contenidas en capilares con anticoagulantes, mismas que pueden ser colectadas de la vena auricular y de la vena caudal. La estimación del hematocrito lo pueden realizar fácilmente los Laboratorios de Patología Animal o los Laboratorios de Diagnóstico Clínico de Medicina Humana. Es conveniente estimar el hematocrito promedio del hato y determinar disminuciones constantes del mismo en animales introducidos o en animales sometidos a estados de tensión severos; por lo general el hematocrito normal del bovino tendrá una variación entre el 30 y el 40 %, siendo los mayores valores para los animales de menor edad y los menores para los adultos. Para demostrar la presencia de la rickettsia en los eritrocitos, frotis sanguíneos o extensiones de sangre en portaobjetos teñidos con colorantes de Giemsa o Wright mostrarán a las bacterias como cocos muy pequeños en las orillas de los eritrocitos. Debido al tamaño de las bacterias, se deberá tener cuidado con las precipitaciones de colorante, comúnmente observadas en frotis teñidos. Una prueba más sensible para determinar la presencia del patógeno es la amplificación de una fracción de un gen altamente conservado de la rickettsia mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa o PCR. Para Anaplasma marginale se emplea la PCR del gen msp5 presente en todas las cepas del mundo. Para el diagnóstico epidemiológico de Anaplasma en hatos bovinos la estimación de anticuerpos anti-Anaplasma (IgG totales) por la técnica de ELISA es una de las técnicas más empleadas por su alta sensibilidad, la cual conjuga dos reacciones, la reacción inmunológica propiamente dicha entre un antígeno y un anticuerpo, y una reacción enzimática que le brinda alta sensibilidad a la prueba. Mediciones de anticuerpos IgG2 en la sangre nos pueden dar información sobre la posible protección de animales inmunes. Tratamiento. El tratamiento de los casos clínicos de anaplasmosis bovina se logra con oxitetraciclinas en dosis de 20 mg por kg de peso vivo o imidocarb a 25 dosis de 5 mg por kg. Para una rápida recuperación la terapia puede incluir productos que contengan hierro, estimulantes de la hematopoyesis y del sistema inmune. El pronóstico del tratamiento depende en gran medida de la pérdida de glóbulos rojos y del porcentaje de eritrocitos infectados al momento de iniciar el tratamiento; hematocritos bajos, menores al 15%, y porcentajes de infección altos, mayores a 20%, se deberán tomar con pronósticos reservados. Control y prevención. El control de la anaplasmosis bovina se puede hacer mediante la disminución de poblaciones de artrópodos hematófagos: garrapatas y moscas. Una de las principales consecuencias no deseadas de esta estrategia ha sido la selección de poblaciones de artrópodos resistentes a acaricidas e insecticidas, además del impacto ambiental negativo de los residuos aún activos. Una segunda estrategia es el uso de antibióticos (oxitetraciclinas e imidocarb) dirigido principalmente al tratamiento de bovinos portadores o enfermos; también se ha aplicado la quimioprofilaxis frente a la exposición natural a vectores. El empleo de antibióticos en animales en producción restringe la venta de carne y leche por más de 30 días. El control se ha realizado también mediante la aplicación de vacunas inactivadas y vivas. Las vacunas inactivadas o muertas en el mundo han tenido resultados variables, su mayor aplicación se encuentra cuando las vacunas son elaboradas a partir de cepas locales (protección homóloga) debido a que muchas veces la protección conferida por una cepa no protege contra otras cepas (protección heteróloga); vacunas comerciales en México no lograron entrar al mercado por un deficiente proceso de purificación de los cuerpos iniciales y de inclusión de Anaplasma tal que estimularon la formación de isoanticuerpos contra los eritrocitos, dando lugar a problemas de isoeritrolisis neonatal en terneros de madres vacunados y por estar manufacturadas con material antigénico de otro país no logrando proteger contra las cepas locales. 26 En México, durante los últimos quince años, el Instituto Nacional de investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ha desarrollado y evaluado satisfactoriamente inmunógenos locales inactivados y una vacuna viva en condiciones controladas y de campo en los estados de Tamaulipas y Veracruz principalmente. Las evidencias muestran que las vacunas inactivadas son excelentes en desafíos homólogos y se pueden aplicar a bovinos de cualquier edad y condición fisiológica; en este mismo sentido se tiene una vacuna viva elaborada con una cepa de baja virulencia que protege contra desafíos heterólogos cuando se aplica en animales de seis meses de edad. Si bien es cierto que existe certidumbre de que a largo plazo se podrán contar con inmunógenos recombinantes apropiados para conferir la inmunoprotección requerida ante esta rickettsia, estos actualmente no existen; en este contexto las vacunas inactivadas y la vacuna viva de baja virulencia que tiene el INIFAP pueden ofrecer una herramienta adecuada para prevenir y disminuir el impacto de la infección en nuestro país. Literatura recomendada. Álvarez, MA, Cantó, AJ, 1985. Epidemiología de la Babesiosis Bovina. En Parasitología. Vol. 1. Eds. Quiroz, R. H. y García, S. Y., Sociedad Méx. de Parasitología: 54-72. 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