RESOLUCION Nº 191/02 En Buenos Aires, a los 17 días del mes de junio del año dos mil dos, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la Presidencia del Dr. Juan C. Gemignani, los señores consejeros presentes VISTO: El expediente 32/02, caratulado “Valdés, Norma Elena c/ Dr. Miguel Angel Prada Errecart (Juez subrogante Civil Nº 22)”, del que RESULTA: I. La Dra. Norma Elena Valdés se presenta ante este Consejo a efectos de solicitar que se “declare procedente la formación de juicio político contra el Sr. Juez subrogante, del Juzg. Nac. en lo Civil nº 22 y titular del Juzgado Civil nº 100, Dr. Miguel Angel Prada Errecart, por haber incurrido en la causal de mal desempeño (art. 45 C.N.), y ‘prima facie’ en las conductas tipificadas en los arts. 277 inc. 6º, 45 y 172 del Cód. Penal, al realizar un acto indispensable para consumar el fraude procesal tentado, pese a que le fuera denunciado, en los autos ‘Rinaldi c/ Valdés N. s/ ordinario simulación’ tramitados ante el Juzg. Nac. en lo Civil Nº 22” (fs. 2). La interesada refiere, en un escrito extenso y confuso, que la causa se inicia con una demanda por la que se le reclama la escrituración de un inmueble invocando la existencia de un contradocumento falso. Advierte que tanto las sentencias de primera como de segunda instancia no fueron redactadas por los magistrados intervinientes en el proceso, sino por un abogado al que identifica como Juan Repún (fs. 3/3 vta.). Manifiesta que las firmas insertas en esos pronunciamientos son falsas y que no pertenecen al Dr. César Antonio Pescio -ex titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 22- y tampoco a los Dres. Alberto Jesús Bueres y Alí Joaquín Salgado -ambos, en ese entonces, integrantes de la Sala “D” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (fs. 3 vta./4). Agrega que al ser intimada por el Dr. Prada Errecart -interinamente a cargo del Juzgado Nº 22 del fuero- a otorgar la escritura del inmueble, de conformidad con lo resuelto en la causa, se presentó planteando la falsedad e inhabilidad de la sentencia como título ejecutorio, aduciendo que “hasta tanto se establezca la autenticidad de las firmas cuestionadas, en las sentencias obrantes a fs. 1890/7 y fs. 2058/68, V.S. no puede otorgar la escritura”. En esa oportunidad denunció la nulidad e inexistencia de estos actos, es decir, de la sentencia de primera instancia y de su confirmación por parte de la Cámara de Apelaciones del fuero (fs. 8). Considera que el Dr. Prada Errecart, al otorgar en su nombre la escritura, ha incurrido en el delito de encubrimiento, prevaricato y estafa procesal en calidad de partícipe. II. En función de las medidas preliminares previstas en el artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación, se requirió la causa caratulada “Rinaldi, Carlos Alberto c/ Valdés, Norma Elena s/ escrituración” (autos 28.158), de la que se extrajeron fotocopias certificadas que constan agregadas como anexo a este expediente. De su examen surge que: a) En el año 1979 el Sr. Carlos Alberto Rinaldi promovió demanda contra la Dra. Valdés, reclamando la escrituración del inmueble de la calle Rómulo S. Naón 2074/76 de la Capital Federal, por cumplimiento de contrato y nulidad relativa por simulación (fs. 87/92). b) El 31 de agosto de 1989 el Dr. Pescio -en ese entonces titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 22- resuelve hacer lugar a la demanda, y en consecuencia, condena a la Dra. Valdés a otorgar la escritura traslativa de dominio del inmueble y le impone una multa consistente en el veinte por ciento del valor del bien en litigio, al calificar su conducta procesal como temeraria. Con relación a este último aspecto dijo que “(d)e la mera lectura del proceso en estudio, se desprende lo infundado y falto de credibilidad respecto de la postura procesal de la demandada y su accionar formulando planteamientos continuos faltos de toda lógica, que obligan al Juzgador, en virtud de lo establecido por el inc. 6º del art. 34 del Código Procesal a calificar la conducta en tal sentido” (fs. 1890/1897). c) El 16 de octubre de 1992 los Dres. Salgado y Bueres -ambos en ese entonces integrantes de la Sala “D” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil- resolvieron confirmar la sentencia de primera instancia en todo cuanto decidía, con costas a la demandada (fs. 2058/2068). d) El 20 de noviembre del año 2000 el Dr. Prada Errecart -titular del Juzgado Civil Nº 100 del fuero y, en ese momento, a cargo interinamente del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 22-, intima a la demandada a comparecer a otorgar la escritura, tal como fue ordenado en la sentencia firme, bajo apercibimiento de que en caso de incomparecencia la firmaría en su nombre y a su costa (fs. 2603). e) El 27 de noviembre de ese año la Dra. Valdés denuncia un intento de fraude procesal y solicita que se reserven determinadas piezas procesales originales de la causa en la caja fuerte del juzgado, debido a la notoria disimilitud de las firmas del Dr. Pescio que constan en la sentencia recaída en la causa (fs. 2609/2610). Agrega que “hasta tanto se establezca la autenticidad de las firmas cuestionadas en las sentencias obrantes a fs. 1890/7 y 2058/68, V.S. no puede otorgar la escritura”. Asimismo, requiere que se le corra traslado de la presentación al escribano designado, a efectos de tome conocimiento de “que si otorga la escritura en estas circunstancias, será partícipe necesario de consumación de fraude procesal” (fs. 2609). f) El Dr. Prada Errecart no hace lugar a la presentación de la Dra. Valdés y, el 11 de diciembre del año 2000 -ante la incomparecencia de la nombrada- suscribe, en nombre de la demandada la escritura traslativa de dominio del inmueble a favor del Sr. Rinaldi (fs. 2611, 2637 y 2658). CONSIDERANDO: 1º) Que la denunciante imputa al Dr. Prada Errecart -como juez subrogante del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 22 de la Capital Federal- la comisión de los delitos de encubrimiento, prevaricato y estafa procesal, con motivo de haber ordenado el cumplimiento de lo resuelto en los autos caratulados “Rinaldi, Carlos Alberto c/ Valdés, Norma Elena s/ escrituración” (expediente 28.158), pese a habersele advertido que, tanto la sentencia de primera instancia como la de la Cámara, no fueron suscriptas por los magistrados competentes, cuyas firmas fueron falsificadas. 2º) Que corresponde señalar que la presentación de la Dra. Valdés ante el Juzgado Nº 22 del fuero -en la cual denuncia el presunto fraude procesal- es efectuada el 27 de noviembre del año 2000 y las sentencias de primera instancia y de cámara fueron dictadas el 31 de agosto de 1989 y el 16 de octubre de 1992, respectivamente. En consecuencia, el tiempo transcurrido -desde que las referidas resoluciones quedaron firmes hasta que fueron controvertidas- permite concluir que ese cuestionamiento no persigue otro objeto que dilatar e impedir la ejecución de la sentencia. Asimismo, tienen como único fundamento las propias manifestaciones de la demandada en la causa judicial, sin aportar elementos concretos que le otorguen seriedad a las imputaciones que efectúa. Cabe agregar también que de la lectura del expediente caratulado “Rinaldi, Carlos Alberto c/ Valdés, Norma Elena s/ escrituración” (autos 28.158) no surge que haya sido declarada la nulidad de las piezas procesales referidas. Por otra parte, tampoco la Dra. Valdés ha indicado si inició la acción civil pertinente o si denunció ante el fuero penal la presunta comisión del delito de falsificación de documento público. 3º) Que la sentencia dictada por el juez competente -incorporada al expediente judicial- es un documento público y, como tal, hace plena fe de su validez hasta tanto sea redargüida de falsedad, de conformidad con lo previsto en los artículos 993 y 995 del Código Civil. 4º) Que no habiéndose declarado la falsedad de ambos pronunciamientos, necesariamente debe descartarse la comisión de los delitos imputados al juez que se limitó a ejecutar una decisión jurisdiccional firme, en actuaciones que se encontraban a su cargo, de acuerdo con el legítimo interés del justiciable. 5º) Que no surgiendo de la conducta del magistrado irregularidad alguna que pueda configurar una de las causales de remoción previstas en el artículo 53 de la Constitución Nacional, corresponde -con acuerdo a lo propuesto por la Comisión de Acusación (dictamen 43/02)- desestimar la presente denuncia. Por ello, SE RESUELVE: 1º) Desestimar el pedido de apertura del procedimiento de remoción del Dr. Miguel Angel Prada Errecart, titular del Juzgado Nacional de ¨Primera Instancia en lo Civil Nº 100. 2º) Notificar a la denunciante y al magistrado denunciado, y archivar las actuaciones. Regístrese. Firmado por ante mí, que doy fe. Fdo.: María Lelia Chaya - Angel F. Garrote - Juan C. Gemignani - Ricardo Gómez Diez - Margarita A. Gudiño de Argüelles Claudio M. Kiper - Diego J. May Zubiría - Eduardo D.E. Orio Marcelo Stubrin - (Secretario General) Jorge R. Yoma - Pablo G. Hirschmann