Boletín 15 y 16 1978 / 1979 - Asociación Cultural Humboldt

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BOL ETIN
15 y 16
DE LA ASOCIACION
30C
CULTURAI
XL
HUMBOLIDT
ANOS 1978 y 1979
Caracas 1980
c1C 1
R H I
P T IM
.E _ I I I
y 16
DE LA ASOCIACION
n
n i t i i p .I
CULTURAL
HUMBOLDT
ANOS 1978 y 1979
Caracas 1980
La Asociación Cultural Humboldt hace público su vivo
reconocimiento a las siguientes entidades, cuyos generosos
aportes hicieron posible la aparición del presente BOLE­
TIN Nos. 15 y 16.
BLOHM, JORGE
BECCA. BERGER CARIBE, C.A.
CORPORACION VENEZOLANA DEL MOTOR
FERROSTAL DE VENEZUELA, S.A.
FERRUM C.A.
FUNDACION VENEZOLANO-ALEMANA
COLEGIO HUMBOLDT
HOECHST REMEDIA, S.A.
LITOGRAFIA TECNOCOLOR S.A.
M AQUIN ARIA DIEKMANN, S.A.
MEYER-PRODUCTOS TERAPEUTICOS S.A.
SACCO, SOCIEDAD ANONIMA DE CREDITO Y
COMERCIO
SIEMENS VENEZOLANA S.A.
STEINVORTH, GUIDO
VOLKSW AGEN INTERAMERICANA
W URTH , HANS
Agfa-Gevaert de Venezuela S.A.
C. A. Cervecería Nacional
C. A. Tabacalera Nacional
Columbus Agencies, S. A.
Covitur, S. A.
D olberg & Cía, C. A.
Exquisiteces Frisco, C. A.
Lufthansa Líneas Aéreas Alemanas
Merck-Cofasa S. A.
Romaca - Rodamientos y Maquinarias C. A.
T aller de A rquitectura Bornhorst-N euberger
Tarzilandia, C. A.
Tele Norma C. A.
Tovenca - Topflight de Venezuela C. A.
V íctor Hoffmasn, S.R.L.
W aveca C. A.
MIEMBROS DE LA JU N T A DIRECTIVA DE LA
ASOCIACION CULTURAL HUMBOLDT
(Elegidos en febrero de 1980)
PRESIDENTE
Dr. Pedro Trebbau-M illowitssh
VICE-PRESIDENTE
Dr. Erick Becker Becker
TESORERO
Sr. Kurt F. W esemann
VICE-TESORERO
Sr. O laf von Scanzoni
SECRETARIO
Dr. O laf Sandner
VOCALES
Arq. Eduardo Robles Piquer
Ing. Klaus Goetz
Dr. Egon Conde de W esterholt
SUPLENTES
Sr. Axel Krueger
Ing. U lrich W agner Manslau
Lic. Beatriz N egretti de Lerbs
Sra. Rosario de Pardo
Prof. Luisa Veracoechea de Castillo
COMISARIOS
Sr. Gtinter Manns
Sr. Ingulf Conde de Schlieffen
Invitados permanentes a las reuniones
de la Ju n ta Directiva:
ASESOR JURIDICO:
Dr. Frank Jurgens
ASESOR GENERAL
Arq. Juan Rohl
COMISION EDITORA
Prof. Luisa Veracoechea de Castillo
Sra. Beatriz N egretti de Larbs
Dr. Egon Conde de W esterholt
ASESOR:
Dr. Pedro Grases
Depósito Legal, 79-1237
GRAFICAS A R M IT A N O .C .A . — 3 4 . 2 5 . 6 5 A L 6 6
INDICE
Reconocimiento................................................................................................
2
Junta Directiva de la Asociación Cultural H um boldt........................
3
Presentación por la nueva Comisión Editora..........................................
7
Theodor Koch-Grünberg - Extracto de la conferencia del Dr.
Günter Hartmann dictada en el auditorium del Banco Central de
Venezuela, en Junio de 1979 (realizado por la Prof. Luisa Veracoechea
9
de Castillo)........................................................................................................
Humboldt y Bolívar - Conferencia del Dr. J. L. Salcedo Bastardo en
la Asociación Cultural Humboldt, el 14 de Junio de1979 ................
19
Lo Alemán en el Arte de Siglos por BeatrizNegrettide Lerbs ..
33
Pérez Bonalde y Menéndez y Pelayo a Propósito del Cancionero
de Heine - Discurso de incorporación del Dr. Pedro Grases como
Individuo de Número a la Academia Venezolana de la Lengua Co­
rrespondiente de la Real Española.............................................................. 41
Comunicación de la Biblioteca de la ACH.............................................. 59
Ferdinand Bellermann y la Cueva del Guácharo - Recopilación de
cartas efectuada por la Dra. Renate Loschner, precedidas de una
Introducción por el Dr. Franco Urbani P. y traducidas por Hanna
Freund y Ursula Pfluger................................................................................ 63
Palabras del Director de la ACH, Dr. Egon Conde de Westerholt,
durante la inauguración de los actos del 30 aniversario de la Asociación 7 1
Informe de la Junta Directiva sobre las actividades en el año 1978 73
Informe de la Junta Directiva sobre las actividades en el año 1979 101
Lista de Miembros ......................................................................................... 122
TITULO DE LAS FOTOS E IMAGENES DE LAS SIGUIENTES
PAGINAS
Pag.
11: Koch-Grünberg con el re la to r de las leyendas de
los Taulipang.
Pág.
13: ‘‘ Del Roraima al O rin oco” : La expedición de KochG rünberg, 1911 -1913.
Pág.
17: Parte de las colecciones de Koch-Grünberg.
Pág.
25: Sim ón Bolívar, tal como lo conoció Hum boldt.
Pág.
29: H um boldt, tal como lo conoció Simón Bolívar.
Pág.
39: “ La to rre roja de H a lle ", luce amenazadora en
m edio de la ciudad sin gente, pintada por ErnstLudwig K irchner, en el año 1915.
Pág.
43: El joven Heine.
PRESENTACION
El quehacer intelectual, la ciencia y las letras han llenado
las p á gin a s de nuestras anteriores publicaciones. La meta que nos
hemos trazado, de d ifu n d ir la cu ltu ra en Venezuela se lleva a cabo
una vez más con la publicación de este número d el B oletín.
L arga y fecu n d a h a sido la trayectoria de la A sociación
C u ltu ral H umboldt, desde su fu n d a ción en 1949, con su a fá n de
contribuir a estrechar los tradicionales lazos culturales entre
venezolanos y alem anes y de d ifu n d ir la labor cien tífica y hum a­
nística de aquellos sabios que han trabajado fervorosam ente en este
país. D icha labor ha sido recopilada en boletines y en pu blica cio­
nes especiales, tales como las que fu eron hechas en 1974, con
motivo d el 25 aniversario de la A sociación y en 1979, como
P rogram a de los actos conm em orativos de sus 30 años.
H asta el presente ha sido norma ck la Comisión Editora
in clu ir en el B oletín a lgu n a s d e las conferencias pronunciadas p o r
personalidades in vitada s p or la ACH. Siguiendo esta costumbre,
el presente número contiene el p a ra lelo que el Dr. J .L . Salcedo
B astardo establece entre dos gra n d es fig u ra s como son Simón
B olívar y A lexander von H umboldt. Asimismo, un extracto de la
conferencia dicta d a en el auditorium d el Banco C entral de Vene­
zuela en ju n io de 1979, p or el Dr. G ünther H artm an, D irector
d el Museo Etnológico de B erlín , sobre las expediciones de Theodor
Koch G rünber, llam ado “El H umboldt d el siglo X X ’’, a l su r de
Venezuela y sobre su obra D el R o raim a a l O rinoco, cuyo
prim er tomo ha sido pu blicado recientem ente por el B anco C entral
ck Venezuela. D icho extracto fu e realizado p o r la P rofesora Luisa
Veracoechea de C astillo, miembro de la Comisión Editora.
Siguiendo los lineam ientos de la ACH se p u b lica en el
B oletín un trabajo d el Dr. Pedro G rases, quien incursiona en el
campo de la cu ltu ra germ ano-venezolana en el discurso pronun­
ciado con m otivo de su incorporación como Individuo de Número a
la A cademia Venezolana de la Lengua Correspondiente de la R eal
Española. El trata el tema de la traducción d el poeta venezolano
1
J.A . Pérez B onalde del ‘Cancionero’ , del poeta d el rom anti­
cismo alem án H einrich Heine. D icha traducción ha sido ca lifi­
cada p or M enéndezy P elayo como “e l monumento más in sign e que
hasta ahora han dedicado las letras castellanas a l últim o gra n
poeta que hemos alcanzado en nuestro sig lo " .
Otro miembro de la Comisión Editora, la Lic. B eatriz
N egretti de Lerbs ha recogido en un a rtícu lo, algu n a s caracterís­
ticas d el a rte alem án, vistas a través de las exposiciones presenta­
das últim am ente en Caracas, bajo el auspicio de la ACH y de
otras instituciones.
Completa la sección de artícu los la pu blicación d e una serie
de cartas relativas a l cuadro de F erdinand B ellerm ann titu lado
Visita de Alejandro H umboldt a la Cueva del G uá­
charo en la Cordillera de Venezuela, en el año 1799D ichas cartas, a las cuales precede una Introducción d el Dr.
Franco U rbani P . , fu eron recopiladas por la D ra. R enate Loschner y traducidas p o r H anna F reund y U rsu la P flu ger. Cinco de
ellas fu eron d irigid a s por B ellerm ann a l D irector de la G aleríaN acional de B erlín, entre 1879 y 1880; la No. 6 la d irige a un
destinatario desconocido y de la No. 7 se desconocen tanto el autor,
como la persona a la cu a l fu e d irigid a .
El presente B oletín trae también e l acostum brado resumen de
actividades de la ACH que esta vez aparece después de los artículos
y va precedido de las palabras pronunciadas p o r el Dr. Egon
Conde de W esterholt en el M useo de Arte Contemporáneo, con
ocasión de la inauguración de los actos conm em orativos d el 30
aniversario de la ACH. F inalm ente aparece la lista de los
miembros de nuestra A sociación.
Como un m ensjae de optimismo a los lectores d el B oletín
queremos hacerles lleg a r una fra se de H ermann Hesse que resume
nuestras intenciones a l asum ir esta pu blicación :
“Que la vid a merece ser vivid a es el contenido últim o y
consuelo de toda cu ltu ra " .
Y esperamos que el contenido de este número, a l cu a l hemos
querido im partir m ayor dinam ism o y va ried ad, sea recibido con el
mismo interés con el cu a l ha sido realizado.
La Comisión Editora
THEODOR KOCH-GRÜNBERG
Extracto de la conferencia del Dr. Günter Hartmann
Si miramos la historia de las ciencias naturales de los últim os
doscientos años, encontramos al principio del siglo diecinueve a un
erudito, en el cual se combinaba el espíritu del idealism o clásico con
los objetivos de las ciencias naturales, uniéndolos en una cosmología
universal. Se trata de Alexander von H um boldt, para quien el espíritu
y la m ateria, la forma y el contenido formaban todavía una unidad. El
fue quien despertó en el Viejo Mundo el interés por las culturas de
América Central y del Sur, después de haber viajado más de cinco años
por la región. Con Alexander von H umboldt se abre el últim o
capítulo de la historia de los descubrimientos de este subcontinente.
El final del siglo diecinueve se caracteriza por el florecimiento de
eruditos que se destacan por sus conocimientos especializados. La
acumulación de m aterial de conocimiento im posibilitaba a cada uno
aisladamente lograr una universalidad del tamaño de H um boldt.
Al principio del siglo X X en Alem ania, sobresalen dentro del
campo de la investigación etnológica y arqueológica de América,
nombres tan significativos como Eduard Seler, Paul Ehrenreich, Karl
von den Steinen, Max U hle, Konrad Theodor Preuss. Estas persona­
lidades se reúnen en el corazón de Europa Central para realizar sus
estudios e investigaciones en aquella ciudad donde Alexander von
H umboldt inició una larga tradición de investigaciones de la América
precolombina. Berlín se convirtió en aquel entonces en el centro
indiscutible de los estudios americanísticos.
Nos hemos reunido hoy aquí para recordar a este hombre que
contribuyó en gran m edida al descubrimiento de regiones descono­
cidas en América del Sur septentrional. En él se combinaban el
aventurero audaz con el científico disciplinado, a la vez que era un
filántropo del tamaño de Albert Schweitzer.
Theodor Koch nació el 9 de abril de 1872 en Grünberg/Hesse;
más tarde añadió el nombre de su pueblo natal al suyo propio. Su
infancia transcurrió despreocupada en la casa parroquial de sus padres.
9
Luego en la Universidad de T übingen, y más tarde en la de Giessen
estudió filología clásica, historia y geografía. Después de graduarse,
comenzó a enseñar en un liceo y, paralelam ente a su trabajo, encontró
el tiempo para dedicarse al estudio de pueblos y países extraños. Entre
1898 y 1899, participó en una expedición al centro de Brasil.
Fue en esta ocasión cuando, por prim era vez, tomó contacto con
poblaciones a las cuales iba a dedicar, de aquí en adelante, sus
investigaciones y todo su esfuerzo de trabajo en general.
Durante los siguientes años trabajó como asesor en un liceo. En
este lapso se publicó su libro: Con respecto a l anim ism o de indios
suram aericanos. A raíz de ello, Adolf Bastían, fundador y director del
Museo de Etnología de Berlín, lo invita a colaborar con él; en esta
m ism a institución, Koch-Grünberg trabaja hasta el año 1909Para esta m ism a época, Koch-Grünberg presenta su Doctorado,
hace su prim era expedición independiente a la región fronteriza entre
Brasil y Colombia (1903-1905), presenta su H abilitación y realiza su
segunda gran expedición al norte de Brasil y al sur de Venezuela, con
el plan de visitar las tribus indias de esta región fronteriza. Esta área,
en gran parte desconocida, había sido explorada solamente en su
periferia por Alexander von H um boldt, los hermanos Richard, Her­
mann Schomburgk y el pintor e investigador Karl Ferdinand Appun a
principios del siglo diecinueve.
Acompañado por peones indios, Koch-Grünberg avanzó hacia la
montaña de piedra arenisca del Roraim a, cuyo pico de 2 .9 0 0 m . de
altura escaló en 1911. Bajo condiciones difíciles y sobre nuevos
caminos, Koch-Grünberg logró penetrar, a partir del Brasil, en la
región del Alto Orinoco. El resultado de esta expedición fue de gran
im portancia para la ciencia.
En la prim avera del año 1924, Koch-Grünberg se alistaba para
una nueva expedición con el fin de explorar la región del naciente del
Río Orinoco. Desde el regreso de su prim er viaje al Brasil y Vene­
zuela, Koch-Grünberg ya había propuesto este proyecto. Tenía la
intención de seguir el viejo itinerario de 1911/12, es decir pasar por la
parte superior del Río Branco y su caudal principal, el Río Uraricoera,
hasta la Sierra Parim a, en cuya parte occidental nace el Río Orinoco.
Según sus previsiones, él tendría que haber regresado, a más tardar en
abril de 1925, a la parte superior del Río Branco, pasando por el Río
Casiquiare. Pero se dieron varias circunstancias desfavorables y los
participantes de la expedición fueron retenidos durante varias sema­
nas en un poblado del Norte del Brasil. Koch-Grünberg se enfermó
10
gravemente en esta ocasión y murió en el mes de octubre de 1924 en la
pequeña ciudad Vista Alegre.
Las expediciones de Koch-Grünberg no eran nunca simples
viajes de recolección de datos. Su aspiración principal era más bien la
de convivir con los indios, compartir su vida cotidiana, para de esta
forma lograr un entendimiento profundo de la visión del mundo. Por
su naturalidad, por su sinceridad y su sim patía genuina, KochGrünberg logró ganar la confianza de los indios.
Con sus expediciones, Koch-Grünberg abrió vastos territorios
no solamente al estudio geológico y etnológico, sino que los hizo
igualmente accesibles a la exploración civil en general. Descripciones
detalladas de las condiciones geográficas y geológicas, mediciones,
observaciones meteorológicas y la elaboración minuciosa de cártas y
mapas, enriquecieron los conocimientos sobre aquellas regiones.
También otros campos del conocimiento, como la antropología,
sociología y la historia del arte, fueron enriquecidos. Sus observacio­
nes etnológicas, las informaciones sobre formas corporales, estados de
salud, características constitucionales, contaminaciones infecciosas
de las diferentes tribus constituían un material informativo de gran
importacia para los antropólogos. Cuentos, leyendas y mitos en sus
textos originales con traducciones llegaron al conocimiento de la
ciencia que podía ampliar, profundizar y completar sobre esta base, la
explicación de las expansiones y migraciones de determinados fenó­
menos mitológicos. La descripción de varios espíritus y demonios, la
conceptualización del alma indígena y la creencia en el más allá, los
chamanes y hechiceros, los cultos mortuorios, las estructuras sociales
y las características de las diferentes tribus, conformaban una fuente
de conocimientos de la cual se aprovechaban no solamente la etnología
general y especializada, sino igualmente muchas disciplinas vecinas.
En el campo lingüístico obtuvo el descubrimiento, el estudio, la
multiplicación y el mejoramiento de varias docenas de idiomas de la
región. N o obstante, estos numerosos estudios aislados no eran más
que la preparación de una síntesis mayor cuya concepción definitiva
fue impedida por su muerte precoz.
H asta hoy en día — después de casi sesenta y cinco años— las
publicaciones científicas de Koch-Grünberg sobre esta región son
todavía obras básicas. Las investigaciones fueron avanzadas tanto en el
campo etnológico como en el lingüístico, sin embargo los trabajos de
Koch-Grünberg son hasta la fecha los más completos.
12
69"
69"
66”
66°
63"
63"
60"
60"
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13
El reconocimiento de sus logros no se hizo esperar. Sociedades
científicas alemanas y extranjeras lo nombraron corresponsal o
miembro honorífico. Entre otras cosas recibió la orden venezolana
Simón Bolívar.
Desde los estudios de Koch-Grünberg en la región fronteriza
entre Brasil y Venezuela pasó más de medio siglo. Muchos grupos
indígenas se extinguieron entretanto, otros se mezclaron con la po­
blación mestiza o se retiraron hacia la selva. Perm ítanm e a esta altura
entrar en más detalles acerca de los trabajos de Koch-Grünberg sobre
el sur de Venezuela.
Entre 1911 y 1913, Koch G rünberg permaneció en esta región.
Primero remontó el Río Branco del lado brasilero y luego avanzó,
acompañado de peones indígenas, hasta las rocas rosadas del Roraima,
donde permaneció un cierto tiempo con la tribu de los Taulipang. De
aquí avanzó por caminos desconocidos hasta el Río Orinoco. Esto fue
posible solamente con grandes esfuerzos, pasando por el Río Uraricoera y Ventuari. Esta penetración fue en aquel entonces, una hazaña
de exploración geográfica de prim er orden.
Como resultado de esta estadía en la región fronteriza del sur de
Venezuela que se prolongó por varios años, apareció su obra grandiosa
D el R oraim a a l Orinoco, en la cual describe numerosos grupos in d íge­
nas y su cultura, m aterial y espiritual.
El prim er volumen trata de la descripción del viaje en sí; en el
segundo presenta un rico m aterial compuesto por mitos y leyendas, y
en el tercer volumen publica sus observaciones etnográficas. KochGrünberg describe principalm ente la vida espiritual de los T auling
Caribe, con tal precisión, que hasta el día de hoy, su obra es una de las
pocas monografías completas que existen sobre las tribus indígenas de
Am erica del Sur.
Una am plia tipología antropológica completaba la obra. Es
solamente después de la muerte de Koch-Grünberg, cuando se pu­
blicó el rico m aterial lingüístico en un volumen aparte. Este contiene
la información sobre veintitrés diferentes idiomas y dialectos indíge­
nas.
Pero perm ítanm e volver a los resultados de las investigaciones de
Koch-Grünberg en la región sur de Venezuela. Su travesía por regio­
nes desconocidas, la descripción del curso de los ríos, la relación con el
gran sistema fluvial del Orinoco, Guaviare, etc., las am plias colec­
ciones de mitos y leyendas, es decir todas estas investigaciones dan la
posibilidad de representar las migraciones de los pueblos en esta
región. La recopilación de m aterial lingüístico de etnias en gran parte
14
desconocidas y una colección preciosa de objetos indígenas fueron
donadas al Museo Etnográfico de Berlín.
En el momento del descubrimiento de lo que es actualm ente
Venezuela, existían más de ciento diez idiomas y dialectos indígenas
que correspondían a diez grupos lingüísticos distintos. Entre ellos, el
grupo de los caribes y de los aruakos eran de los más difundidos, y en
sus investigaciones, Koch-Grünberg se concentró especialm ente
sobre ellos. Permítanm e por lo tanto, en este punto algunas observa­
ciones con respecto al grupo Caribe.
Y a se sabe que los pueblos naturales de América del Sur se
dividen en una serie de grupos o fam ilias lingüísticos. No obstante,
una pura clasificación de este tipo es insuficiente para la comprensión
de las particularidades culturales, ya que miembros de una misma
fam ilia lingüística pueden presentar rasgos culturales distintos, de­
pendiendo esto de las condiciones am bientales específicas.
Las tribus del grupo Caribe se encuentran principalm ente en el
norte del subcontinente americano. El térm ino Caribe o Caraibe
proviene de un dialecto de los habitantes insulares y continentales y
fue adoptado como extranjerismo por los investigadores y colonos
europeos.
El historiador Petrus M artyr menciona el término Caribe,por
prim era vez, en su famoso libro que apareció diez años después de la
muerte de Cristóbal Colón. En el m ism o, indica el origen extranjero
de este nombre; a su vez, Alexander von H um boldt contribuyó a
explicar con más precisión este término porque en ese entonces se creía
que los indios caribes habían desaparecido. Es él quien dirige nueva­
mente la atención sobre los caribes del continente a raíz de su viaje.
Hoy en día se supone que los caribes, al igu al que los aruakos,
provienen de las montañas de la Guyana. Existe la hipótesis de que los
caribes utilizaron los ríos como vías de m igración. En su trayecto, no
poblaron aquellos lugares ya habitados, ni tampoco aquellos en los
cuales hallaron resistencia.
Con respecto a las tribus por ellos vencidas, puede decirse que
sólo las mujeres sobrevivieron, integrándose a la cultura de los cari­
bes.
En varias publicaciones, Koch-Grünberg describió las agrupa­
ciones de los pueblos de esta inmensa región, comprendida entre el
Río Negro y Yapura por el sur, el Orinoco, V entuari, Caura, Caroní
por el oeste, y el Río Branco por el norte. Destacó, sobre todo, la
im portancia de los aruakos y caribes para el desarrolló cultural.
De la confrontación de estas culturas, de las cuales los aruakos
15
eran los más desarrollados, nacieron formas culturales y lingüísticas
m ixtas. Según los estudios de Koch-Grünberg, el lím ite sur de la
frontera de la región Caribe la constituye el Río Uraricoera hasta la isla
Maracá. En la época de Schom burgk, es decir aproximadamente
setenta años antes de la llegada de Koch-Grünberg a esta región,
vivían todavía tribus caribes al lado del Río Uraricoera central. En
1912, habían desaparecido de ahí. El Orinoco central y superior, en el
sureste venezolano, era todavía habitado únicam ente por los caribes.
Pero nunca pasaron más allá del Orinoco superior hacia el sur. A llí
empieza un territorio puramente aruako, que se extiende hacia el
oeste, el suroeste y el sur, más allá del Río Casiquiare y el Río Negro.
En sus métodos de investigación científica, Koch-Grünberg
incluyó como instrumento el cine, teniendo plena conciencia de la
importancia de este medio para la documentación de culturas en vía
de desaparición. Sus tomas filmadas se cuentan entre las primeras que
se realizaron en expediciones etnográficas y las primeras hechas en
Venezuela.
Koch-Grünberg tuvo un contacto abierto y sin prejuicios con los
indígenas. No vio en esos seres humanos la imagen del salvaje de Jean
Jacques Rousseau, sino hombres cuya cultura tomó diferentes rum ­
bos. El captó claramente el creciente problema indígena. En otoño del
año 1924, pocos días antes de m orir, escribió las siguientes frases:
“Los indios del Río Branco han llegado a su fin. Lo poco que se salvó
de la enfermedad que arrasó con tribus enteras, es destruido hoy en día
por los buscadores de oro y de diam antes. Los pocos indios que
sobreviven aún, no tienen ningún derecho, son esclavos. Pasó la época
de la alegría indígena, de los bailes ceremoniales de Paricherá, de los
T ukui y todos los otros. Se acabaron los juegos de la juventud en las
noches de luna llena en la plaza de la aldea. Dichosos aquellos que se
murieron a tiem po’’ .
Se impone a esta altura un examen acerca de la situación actual
de los indios de las llanuras orientales de Suramérica. Debo decir que
finalm ente todos los gobiernos interesados persiguen una política de
integración progresiva. Se intenta encontrar un camino medio entre la
concepción que considera a los indígenas como simples objetos de
interés científico y los intentos de integración apresurados que sólo
tienen un efecto destructor.
NOTA:
El Banco Central de Venezuela ha publicado recientemente la
traducción del prim er tomo de la obra de Theodor Koch-Grünberg
16
“D el Roraim a a l Orinoco” , que comprende la narración de sus expedi­
ciones al Sur de Venezuela. M uy pronto esta Institución publicará un
segundo tomo, cuyo contenido será sobre mitos y leyendas de los
indios Taulipang. Posteriormente aparecerá un tercer tomo con datos
etnográficos sobre los mismos indios.
18
HUMBOLDT Y BOLIVAR
CONFERENCIA
DEL DR. J. L. SALCEDO-BASTARDO
EN LA ASOCIACION
CULTURAL HUMBOLDT,
EL 14 DE JUNIO DE 1979
Es realmente sincera la satisfacción que experimento al compa­
recer aquí esta noche a través de mis palabras de homenaje de
admiración y de sim patía, como venezolano y como universitario,
hacia esta formidable empresa de cultura que es la Asociación Cultural
H umboldt.
Llega esta entidad a la cifra ya respetable de 30 años y nos
encontramos los venezolanos todos, y especialmente aquellos intere­
sados en la problem ática general de la cultura, de la ciencia y el
espíritu, celebrando esta fecha que es una efemérides de servicio,
celebrando este acontecimiento que es una afirmación de am istad
entre las culturas, entre las naciones y entre los pueblos. Los 30 años
de la Asociación C ultural H um boldt son un acontecimiento auspi­
cioso y feliz. Son una muestra estim ulante de los estupendos benefi­
cios de ese intercambio tan necesario para vigorizar nuestra específica
venezolanidad, que se define precisamente desde sus orígenes por la
am plitud, por la apertura, por su disposición a recibir los aportes que
han elaborado ya otros pueblos y que, integrándose en nosotros, dan a
nuestra esencia nacional un carácter ecuménico.
En el pueblo venezolano, tanto o más que en otros de nuestra
propia zona latinoam ericana se da esta circunstancia de sumar san­
gres, de sumar culturas de todos los continentes. En lo que pudiéra­
mos llam ar la base de nuestra realidad genética o humana, como es el
elemento indígena, ya estaban presentes por lo menos el Asia y
nuestra propia América. El indígena que habita este continente al que
descubre Cristóbal Colón procedía, de acuerdo con las más aceptadas
teorías, del lado del Asia. Es m uy probable que en tiempos remotos,
incluso a pie, se hubiera podido atravesar por donde ahora está el
estrecho de Behring, por donde ahora están las Islas Aleutianas y
hubiera podido el hombre, efectivamente trasladarse del continente
asiático, donde se supone que comienza la especie hum ana, en una
romería interm inable a regarse y desparramarse por nuestro suelo.
Experiencias recientes han confirmado también que pudo haber con­
tactos transpacíficos con Oceanía; si se ha ido desde el Perú, en una
19
experiencia como la de la balsa K ontiki, que utilizando por cierto la
corriente de Humboldt llega a aquella otra zona del m undo, es muy
probable que en otros tiempos hubiéramos recibido, a la inversa, una
influencia de Oceanía y que nuestro indígena resumiera en sí al
continente asiático más Oceanía y que, en su aclim atación y en su
adaptación, aquí se hiciera todo eso ya pre-americano. Pre-americano
digo, porque la verdad es que nuestro continente como suma y
efectividad humana, y el hombre americano propiamente dichos, son
impensables sin Europa y Africa. Ya lo español trae en sí, como lo
apuntaba precisamente Simón Bolívar, figura que nos motiva aquí
esta noche, ya el español trae en sí al africano. Pero el africano fue
además arrastrado a la mezcla por la fuerza, en el capítulo ignominioso
de la esclavitud. Así nos encontramos con que sobre Am érica, incluso
suponiendo que el hombre americano pudiera haber sido también
autóctono, sobre América estaban ya el Asia, Oceanía, la propia
Am érica, Europa y Africa. Eso da un carácter, a la Am érica auténti­
camente tal, y a Venezuela en particular, un carácter universal, un
carácter m undial, un carácter ecuménico que trasciende a nuestra
presente realidad, nos lleva a los venezolanos a ser después leales
servidores de la idea de la integración, vale decir, de la idea de la
unidad, y configura un espíritu incuestionablem ente abierto a toda
clase, a todo tipo de intercam bio, de cultura, de sangre, de historia y
de almas. Eso es, en gran parte, lo que cristaliza en una institución
como esta. En una institución como la Asociación C ultural Humboldt que esta noche quiere acercar el recuerdo de dos valores que
sentimos bastante próximos, como son las figuras preclaras de
H umboldt y de Bolívar.
Pero además tiene el acto, un espléndido sentido de justicia al
vincular esta función cultural de recuerdo de ese binomio extraordi­
nario venezolano-germano, germano-venezolano de nuestro Liber­
tador y el sabio H um boldt, a una personalidad vigente como es la del
Dr. Rudolf Jaffé. A m í me complace y me honra que este acto tenga
tan estim ulante patrocinio, es un nombre reciente, conocido de todos
con una huella que, cabría solamente acotar a lo ya dicho por el
presidente Dr. Vanegas, que nos dejó no solamente sus discípulos, no
solamente su enseñanza sino también su estirpe.
La compañía aquí esta noche del maestro W erner Jaffé y de sus
hermanos y fam iliares, universitarios ejem plares, gentiles damas y
responsables caballeros, que son modelo en el orden de la investiga­
ción, en el del servicio positivo, serio y callado, y de la construcción
real de una nación, es por demás estim uladora y honrosa. Esos son, a
20
mi juicio los símbolos, esas son las figuras que a nuestra juventud
debemos mostrar a cada paso como ejemplos a seguir, y como decía
M artí, el mejor homenaje a las grandes naturalezas es estudiar sus
virtudes e im itarlas, procurar ser como ellos; los nombres de Bolívar y
Humboldt ayer, y el nombre reciente del Dr. Jafifé. Tenía que ser el
doctor Jafifé de los fundadores de esta institución, en una hora difícil
para su pueblo, en una hora crítica de la cultura, además en el mundo,
sin embargo con esa fe en la trascendencia del espíritu y en su
grandeza, y en esos esfuerzos que no pueden morir, sino que todo lo
contrario, crecen, se expanden y son eternos, el doctor Jaffé se sumó a
Bolívar y Humboldt en un monumento de Leopold Richter, en la Universidad de Miami.
otros compatriotas suyos y nuestros, y contribuyó a levantar esta casa.
Esta charla sobre Bolívar y H um boldt se inscribe pues dentro de
un programa de am istad, vale decir, de aproximación de nuestras
naciones. La am istad, la aproximación entre Venezuela y Alem ania
por suerte para nosotros y para satisfacción m utua, es una amistad
bastante antigua. En los propios orígenes de nuestra historia, en los
comienzos de nuestra nación en la etapa difícil de nuestra formación,
que fue la etapa de la convergencia, la etapa de la confluencia de
valores tan diferentes y de elementos tan distintos, a fundirse aquí
para dar un producto nuevo, Alem ania estuvo presente. Alem ania
estuvo presente en el episodio de los W elser, que ahora naturalm ente
con la perspectiva de los siglos, estamos en capacidad de juzgar y de
apreciar con más ecuanim idad. H ay, efectivamente, ya abriéndose
paso en esta m ateria, una actitud valorativa de aquel esfuerzo, de
aquella inquietud de los banqueros alemanes que vinieron a este
21
escenario tropical y que dejaron aquí, por una u otra causa, hasta sus
propios huesos. De esa aventura alem ana quedan unos cuantos hechos
irrefutables como son, aparte de la fundación oficial de la ciudad de
Coro, el germen de lo que es hoy la segunda metrópoli de Venezuela,
la ciudad de Maracaibo, el mejor conocimiento de nuestra naturaleza,
la incorporación — puede decirse así— de nuestro oriente a lo que fue
la zona de influencia venezolana, y la exploración y conocimiento de
nuestro occidente tam bién, puesto que se llegó a la meseta bogotana
en aquel tiempo. Es un esfuerzo interesante y positivo que se anota
dentro de tantos actos heroicos que ilustran la génesis de nuestra
nación.
Voy a leer y comentar para ustedes algunos textos que certifican
la am istad de Bolívar y H um boldt. No es la prim era vez que estos
documentos se traen a esta casa, a esta institución. Conozco que aquí
mismo un acucioso e inteligente compatriota, el doctor Leonardo
Altuve Carrillo pronunció una conferencia sobre un tem a sim ilar al
que estoy tratando esta noche, sé que comentó con bastante deteni­
miento y sabiduría esas relaciones y comprendo que se repita hoy y se
seguirá repitiendo aquí esto que vamos a decir esta noche, porque ese
es el deber específico de quienes hemos hecho de la docencia la razón
de nuestras vidas, eso es lo que por otra parte articula a las generacio­
nes dentro de una memoria siempre renovada.
Debo decir además, que en cuanto a m í se refiere, no es la
prim era vez tampoco que trato estas relaciones ante un auditorio
análogo al que ustedes forman, con la asistencia de alemanes y
venezolanos, de amigos identificados en una m ism a noble aspiración
de am istad, de comprensión y de entendim iento. Quiero así recordar,
y lo hago con satisfacción, el encargo que junto con mi esposa cum plí
hace unos dos años en la propia ciudad de B erlín, en la cuna del sabio
H umboldt cuyo nombre nos cobija esta noche, cuando en el Instituto
Iberoamericano de Berlín, en nombre del gobierno de Venezuela hice
entrega de dos bustos, uno de Simón Bolívar y otro de Andrés Bello, a
los cuales aquella Institución en una muestra de aprecio que nos
conmovió, resolvió colocar a la entrada, en sitio público y abierto,
vale decir, en el pórtico de aquel foco cultural de Europa, de aquella
prestigiosa institución que alum bra a una nación como Alem ania y a
todo el centro de aquel continente preclaro. A llí llevé a Andrés Bello y
a Simón Bolívar en bronce y a llí tuve oportunidad de evocar esto que
ahora recordamos: de que H umboldt es también prácticam ente nues­
tro. Es uno de los personajes, podríamos decirlo así, no nacidos en
nuestro suelo, y con una procedencia tan conocida en su autenticidad
22
germ ánica, que sin embargo el pueblo venezolano, y al igual que
nosotros otras naciones de nuestro mismo continente, consideran
como propio. A quí nadie tiene por ejem plo, dificultad para pronun­
ciar su nombre, y ese nombre figura al frente de las más variadas
instituciones y empresas: escuelas, edificios, hoteles, centros, calles,
avenidas, parques, etc., y lo pronuncia nuestro pueblo y lo siente
nuestro pueblo como uno más de los venezolanos.
Trasciende en realidad del esfuerzo de H um boldt en nuestra
tierra ese saldo magnífico que es su obra escrita sobre todo aquella que
se refiere a nuestro país. Y yo puedo decirles a ustedes, puedo darles
una información exacta de una experiencia personal reciente y es la de
que hace poco tiempo me tocó visitar la Cueva del Guácharo y a la hora
de prepararme para esa visita que no había hecho antes, a pesar de ser
yo de la m ism a región, del oriente de la República, me preparé con el
libro de H umboldt y me llevé el tomo donde está descrita la Cueva del
Guácharo. Pueden ustedes im aginar m i sorpresa, m i perplejidad y
admiración cuando comprobé que a pesar de todo el esfuerzo que
hemos hecho de depredación de aquella bella región de Venezuela y
todo el desastre que hemos ocasionado, sin em bargo, la descripción de
H umboldt es bastante válida, y es una gu ía, sigue siendo una guía
extraordinaria. A 180 años podríamos decir que entre nosotros se
escucha aquel espíritu superior. En él resalta una vez más, el concepto
bolivariano de la gloria, que consiste “en ser grande y en ser ú til”,
porque H umboldt era grande y era ú til. Yo hice con ese libro en el
caso dicho, en mi pequeña experiencia, algo parecido a lo que una
distinguida com patriota, ilustre venezolana, doña Josefina Rodríguez
de Alonso, hizo en el viejo continente con los diarios del precursor
Francisco de M iranda. Recorrió Europa, estuvo incluso en Turquía,
en el Medio O riente, donde quiera que estuvo M iranda, llevando
como g u ía de viaje los diarios del Precursor, y fue constatando ella
tam bién, m aravillada, aquella capacidad de observación extraordina­
ria, aquella sensibilidad, aquella disciplina al mismo tiem po, porque
no sólo era sensibilidad para impresionarse y tomar cuenta del asunto,
sino además la disciplina para asentar, en lo que pudiera haber sido un
momento de ocio o descanso, asentar en el papel los resultados
precisos y exactos de su observación.
H umboldt estuvo en Venezuela y nos dejó un conjunto de
observaciones extraordinarias. Algunas tienen a mi juicio un valor
especial en lo conmovedor del detalle humano, de la m inucia, de esa
que registra la m entalidad sensible del hombre vivo, no del sabio frío,
sino del hombre palpitante que consigna la observación científica al
23
lado mismo del detalle o del rasgo humano que afirma y sostiene su
incuestionable calidad. Vean por ejem plo este párrafo, este detalle
referido a la región de Aragua, adonde llega H um boldt en su reco­
rrido, y apunta con esta espléndida sencilfez: “Una fam ilia de isleños
nos recibió con la más amable cordialidad, preparósenos una excelente
comida, y se evitaba con cuidado cuanto pudiera estorbar nuestra
libertad. El dueño de la casa, don Alejandro González estaba de viaje,
en asuntos comerciales, y desde hacía poco su joven esposa gozaba de
la dicha de ser madre. Se dio a la más viva alegría cuando supo que al
regreso de Río Negro pasaríamos por el Orinoco a Angostura, donde
se hallaba su marido. Por nosotros pues, debía saber el nacimiento de
su prim er hijo. En estos países, como en los antiguos, los huéspedes
viajeros son considerados como el más seguro medio de comunica­
ción. Hay correos, pero estos correos describen curvas m uy extensas y
rara vez les confían los particulares cartas para los llanos o sabanas del
interior. En la hora de la partida llevósenos el niño, lo habíamos visto
dormido por la noche y ahora debíamos verle despierto en la mañana.
Prometimos describirlo punto por punto a su padre, pero la presencia
de nuestros libros e instrumentos apenas tranquilizó a la joven esposa,
decía que en un largo viaje, en medio de tantas atenciones de distinto
género bien podríamos olvidar el color de los ojos de su hijo. Dulces
prácticas de la hospitalidad, expresión ingenua de una confianza que
caracteriza la edad prim era de la civilización’’ . Es una bella página,
pienso yo, ésta en la que certifica aquel hombre aquel rasgo, toda la
exquisita condición que cabía en aquel espíritu superior y que ajus­
taba perfectamente y se armonizaba con el genio que para suerte
nuestra nos ha brindado un cuadro, un film , podríamos decir, un
testimonio directo y genuino de aquella Venezuela justam ente de
comienzos del siglo XIX.
Las estimaciones estadísticas de nuestra población, las observa­
ciones tan exactas y tan profundas sobre la naturaleza en todos sus
aspectos, los dibujos de H umboldt todo aquello es un monumento
imperecedero de su gloria. Tenía razón Simón Bolívar cuando lo
rem itía a la posteridad y cuando señalaba esa extraordinaria m agni­
tud, esa grandeza que resplandecía en escritos que nunca morirán.
H umboldt llega a Venezuela cuando Bolívar, bastante joven a la
sazón, se encuentra en España. H um boldt cum ple su recorrido en
nuestro país, después de aquel para nosotros feliz accidente, de
aquella feliz tragedia que sucede en el barco “Pizarro” que lo trae de
Europa, y esa tragedia es el brote de cólera que obliga a cam biar la ruta
y que hace que el navio, un 16 de ju lio, entre al puerto de Cumaná.
24
A llí desembarca H um boldt en el año de 1799, cuando Bolívar se
encuentra en M adrid. H um boldt va a recorrer el continente am eri­
cano, va a estar en Venezuela y realiza un viaje interesante en un
período de 5 años; a su regreso vuelve a Europa y se va a verificar el
encuentro con Bolívar. ¿Dónde va a suceder esto? En París, y ocurrirá
en un año que siempre he considerado crucial en la vida de Bolívar:
1804. Entre la prim era fecha de H um boldt en Venezuela y ésta del
encuentro con Bolívar en París, han sucedido muchas cosas en la vida
del joven caraqueño. Se prendó de su prim a, ligeram ente mayor en
edad que él, M aría Teresa Rodríguez del Toro, y se casó. Después de
haber sido un poco frenado en el matrimonio por los padres de la
novia, en virtud de la juventud del contrayente, se celebró la boda; se
vinieron los esposos a Venezuela y el paludism o dio cuenta de la joven
española. Generalmente se dice que fue la fiebre am arilla la que dejó
viudo al Libertador, pero investigaciones más recientes permiten
pensar que fue el paludism o, una enfermedad por cierto que se vincula
mucho a nuestra historia y que no poco tiene que ver con el destino de
los venezolanos. Excúsese esta disgresión: podríamos recordar que en
un momento dado, el paludism o se adueña del país, se convierte en la
causa número uno de m ortalidad en nuestro país, sin embargo esa
endemia podría inscribir en su haber la salvación de Venezuela. En
cierto modo el paludism o salva a Venezuela de la hum illación, del
ultraje de una penetración extranjera, salva a Venezuela de una
invasión, porque está certificado, textualm ente escrito así, que en
momentos en que el im perialism o norteamericano se desplegaba por
nuestro continente, la época de Teodoro Roosevelt, del “big stick” , se
entendía en aquellos círculos agresivos y despreciativos del Norte,
que Venezuela no tenía ejército, que Venezuela no tenía m arina, que
Venezuela no tenía medios para detener una invasión y que lo único
que contaba era con las epidem ias. Especialmente el paludism o. Eso
más de una vez obligó a modificar el criterio y preservó a nuestra
nación hasta el tiempo en que uno de los máximos compatriotas de
este siglo, el doctor Amoldo Gabaldón dio la mejor batalla del siglo
XX: la batalla contra la m alaria. Pues bien, en ese período de cinco
años, 1799-1804, hablábamos de la llegada de H um boldt aquí y de
su vuelta a Europa hasta encontrarse con Simón Bolívar. En Caracas,
Bolívar ha quedado viudo. La muerte era una constante m uy insis­
tente en la vida de Bolívar, pierde su padre a los dos años y medio,
pierde la madre a los nueve años, pierde al abuelo, pierde a los
familiares más cercanos, pierde al padrino, pierde a la esposa, y al
comenzar la revolución pierde a su hermano que se ahoga cuando
26
regresa de Estados Unidos en 1810. La m uerte es una nota perma­
nente y la muerte sacude a aquel fecundo temperamento de grandes
posibilidades y lo lanza a la política. En París es el encuentro con
H um boldt. Hablan del tem a del día: la política, Napoleón. No
olvidará Bolívar el espectáculo contagioso e im pactante de una m ul­
titud de un m illón de seres delirando por un hombre, haciendo a un
hombre objeto, centro de su afecto. Aquello impresiona y sacude en
realidad a Bolívar, y tiene allá por los mismos días, la oportunidad de
conversar con un sabio a quien él ya conoce de nombre. Cuando él
regresó a Venezuela de su prim er viaje europeo, ha oído aquí en su
ciudad la fama del joven sabio alem án, el hombre que fue el primero
en subir a la S illa de Caracas, el hombre que ha hecho tantas observa­
ciones, tan juiciosas y tan notables, a quien toda la sociedad venezo­
lana, porque así lo certifica H um boldt, toda, desde el gobernador
español Vasconcelos hasta los más hum ildes habitantes del interior,
hasta esa fam ilia de isleños y más pobres y sencillos todavía, todos le
han dado apoyo, y la ayuda que oportunamente requiriera. Todos han
procurado hacerle grata su permanencia y contribuir para esa obra de
ciencia formidable que él realiza, porque él va'a ser nuestro segundo
descubridor. El nos va a revelar al mundo en la belleza de sus páginas,
en la gracia de sus escritos, como lo dirá después Simón Bolívar. Y
este hombre que tiene una capacidad analítica tan singular y que deja
observaciones tan atinadas sobre los distintos pueblos visitados, ha
señalado desde entonces en el venezolano un interés notable por la
política. Dice que en Venezuela ha visto, como en m uy pocas partes
de América un interés determ inante por la política, por la sociedad,
pudiéramos decir por los temas de altruism o, por esos temas que son
la negación del egoísmo, porque interesarse por la política, interesarse
por la suerte de la colectividad, interesarse por los temas colectivos, es
eso, todo una m ism a cosa. Entonces este hombre ha visto, ha perci­
bido, ha conocido de viva voz referencias de lo que era un rasgo
característico en el espíritu venezolano de aquel tiem po, hasta el
punto de ser definidor de nuestro ser histórico, y esto es: la rebeldía, la
inquietud, la lucha por la justicia, por la libertad, por la democracia,
por la igualdad.
Entonces en París conversan y Bolívar le pregunta a Humboldt
su impresión sobre la realidad política, sobre la independencia, y qué
pensaba. Hablan de este tema y H um boldt le dice que él piensa que
estos países están ya maduros para liberarse, pero que no ve al hombre
capaz de realizar esa empresa. Pienso yo siempre que ese doble
contacto de Bolívar en el año de 1804, con Napoleón a distancia, con
27
H umboldt en la cercanía, ese doble contacto de aquel joven viudo,
que va a distraerse, que está anonadado por una felicidad tan fugaz y
tan perdida, de modo inesperado: apenas ocho meses dura el m atri­
monio de Bolívar, y además el acicate constante y formidable de
Simón Rodríguez a su lado, lo motivan hasta que unos meses después,
más o menos en el lapso normal de la gestación de diciem bre a agosto
del año siguiente, en Roma, Simón Bolívar jurará consagrarse ínte­
gram ente a la causa de la libertad y la independencia de su patria.
Desde entonces data esa am istad, desde ese encuentro de París.
Y a esa am istad van a ser fieles uno y otro, hasta el punto de cruzarse
los testimonios más conmovedores de afecto y de estim a de los cuales
puedo dar a ustedes esta muestra: El 10 de noviembre de 1821 en el
mismo año de Carabobo, escribe Bolívar a H umboldt: “El Sr. Bollmann que parte mañana a Europa, ha querido encargarse con placer de
estas letras, que llevarán a usted la expresión de mi recuerdo, de mi
afecto y de mi consideración. El Barón de H um boldt estará siempre
con los días de la Am érica, presente en el corazón de los justos
apreciadores de un grande hombre, que con sus ojos la ha arrancado de
la ignorancia y que con su plum a la ha pintado tan bella, como su
propia naturaleza, pero no son éstos los solos títulos que usted tiene a
los sufragios de nosotros los americanos. Los rasgos de su carácter
moral, las eminentes cualidades de su carácter generoso, tienen una
especie de existencia entre nosotros, siem pre los estamos mirando con
encanto, yo por lo menos al contemplar cada uno de los vestigios que
recuerdan los pasos de usted en Colombia, me siento arrebatado de las
más poderosas impresiones. Así, estim able am igo, reciba usted los
cordiales testimonios de quien ha tenido el honor de respetar su
nombre antes de conocerlo y de amarlo cuando lo vio en París y
Rom a”.
Es una muestra formidable ésta que un Jefe de Estado, en una
República naciente, un hombre todavía obligado por la guerra que
tardaría unos 4 años más en term inar — todavía no se ha llegado a
Pichincha, ni a Ju n ín ni a Ayacucho— tenga la sensibilidad suficiente
para escribir estos párrafos que certifican esa auténtica y genuina
admiración. H um boldt corresponde reciprocado al Libertador el
testimonio de su am istad y de su elogio. El 29 de julio de 1822 llam a a
Bolívar “fundador de la Libertad y de la Independencia de su bella
patria. Vuestra Excelencia va a aum entar su gloria haciendo florecer
las artes de la paz. Inmensos recursos van a ofrecerse por todas partes a
la actividad nacional. Esta paz que vuestra excelencia y sus ejércitos
han conquistado no puede desaparecer, pues ya no hay enemigos
28
29
exteriores y sí bellas instituciones sociales y sabia legislación que
preservarán a la República de la mayor de las calamidades: las disec­
ciones civiles. Reitero mis votos por la grandeza de los pueblos de
América, por el afianzamiento de una sabia libertad y por la felicidad
de aquel que ha mostrado noble moderación en medio del prestigio de
los sucesos”.
Esta últim a frase, vale la pena subrayar y recordar ‘‘noble mode­
ración en medio del prestigio de los sucesos” . Y digo, vale la pena no
olvidar, porque unos tres años después, en un nuevo testimonio
Bolívar recibe de H um bodlt el siguiente reconocimiento: ‘‘En estos
momentos en que recogiendo los frutos de la victoria corona como
gran ciudadano lo que había comenzado al frente de sus ejércitos. . .
P.D. ,;Cómo no adornar con el nombre de Vuestra Excelencia algunas
páginas de mi libro? En el volumen del viaje que acaba de salir he
hablado de la emancipación de los negros. Es la República de Colom­
bia la que ha dado el ejem plo; y esta m edida hum anitaria y prudente a
un tiem po, se debe al desinterés del general Bolívar, cuyo nombre ha
sido ilustrado no tanto por las virtudes del ciudadano y la moderación
en el triunfo, como por el brillo de la gloria m ilitar” . He querido
llam ar la atención de ustedes en el concepto anterior de “la noble
moderación en medio del prestigio de los sucesos” y en esta insistencia
en “la moderación en el triunfo” que más o menos éstos mismos
términos usa el sabio H umboldt en el Tomo III en el capítulo XXVII
de su libro como él mismo cita. Esa percepción en Bolívar, un hombre
sin embargo m uy interesado siempre en los homenajes, m uy m oti­
vado siempre por la aclamación desde aquel momento en que ve a
Napoleón en las calles de París aclamado por un m illón de personas,
hasta aquel 1825, veinte años después en el Potosí, ya con las banderas
de Colombia, de Perú, de Bolivia, de Chile, la A rgentina y de todas
las naciones libres de América, el héroe sin embargo, tenía un sentido
de moderación y de equilibrio en el triunfo que era,a juicio del sabio
uno de los méritos particulares de aquel gran corazón, de aquella gran
conciencia. En el año de 1826 otro detalle, además de esta apreciación
sobre la moderación venezolana, sobre el equilibrio.y la seguridad de
la figura del padré de la patria, hay esta otra en que H um boldt le dice
a Bolívar: “En medio de las grandes y generosas acciones de Vuestra
Excelencia que son la admiración de ambos hemisferios, su corazón ha
permanecido siempre sensible a los acentos de la am istad” . Efectiva­
mente, la am istad, la gratitud eran sentimientos que en el corazón de
Simón Bolívar ocuparon un rango preem inente. “La in gratitud,
30
— decía él— es el crimen más grande que el hombre puede atreverse a
cometer” .
Es muy interesante, además, destacar ya por últim o que, en esa
capacidad analítica que tenía H umboldt para percibir los rasgos de la
figura moral de Simón Bolívar, hay también una capacidad pene­
trante para apreciar nuestros sucesos.
Así vemos, como en aquel sabio de otra cultura, de otra lengua,
de otros hábitos y de otra idiosincrasia, hubo sin embargo un senti­
miento de mayor justicia y de mayor ecuanim idad a la hora de enfocar
nuestra historia que en los propios americanos, que en los propios
venezolanos, podríamos decir, y es así como H um boldt aprecia y dice,
“una de esas grandes revoluciones que agitan la especie humana de vez
en cuando, estalló en las colonias españolas después que dejé la
América”. Vean la apreciación: una de esas grandes revoluciones que
agitan la especie humana. No falta, podríamos decir, en nuestro
propio tiempo, quien tenga la mezquindad de regatear la trascenden­
cia de nuestra revolución de independencia.
Fue verdaderamente como decía H um boldt “una de las revolu­
ciones que agitan la especie humana” porque se trató en verdad, de un
movimiento integral, de independencia en lo político, de igualdad en
lo social, de justicia en lo económico, de unidad en lo jurídico, de
adelanto y de progreso en la cultura. Fue un movimiento orgánico,
fue una empresa plural aquella, y por eso está bien el juicio, el
testimonio de que fue de las grandes revoluciones de esas que agitan la
especie humana de vez en cuando. Ello armoniza con otra frase, esta
vez de Simón Bolívar, que es el par precisamente de este diálogo,
cuando afirma que la revolución de América, que nuestra revolución,
es “la esperanza del universo” . Y todo en fin, concluye a mostrar que
el esfuerzo de creación de esos pueblos por estos hombres, trasciende a
la humanidad entera, de a llí su validez, de a llí su vigencia.
Yo quiero concluir estas palabras, dando a ustedes m uy cordial­
mente las gracias por la atención que me han prestado, agradeciendo a
la Asociación Cultural Humboldt el honor de su invitación y la
insistencia de mi estimado amigo el señor doctor Egon Conde de
W esterholt, Director de la Asociación y organizador responsable de
estos programas, para que dentro del enorme cúmulo de trabajo que
tengo en estos días, viniera acá esta noche, lo que he hecho con sumo
placer. He venido aquí a evocar ese binomio Bolívar-H um boldt, que
es evocar un compromiso, un compromiso triangular, un compro­
miso de am istad, de intercambio y de desarrollo, donde nuestros
esfuerzos y nuestras posibilidades pueden perfectamente combinarse
31
para un resultado útil y positivo a todos. No olvidemos por últim o,
que a ésta, nuestra amada patria, y a nuestra tierra am ericana, las
quería H umboldt de modo entrañable, hasta el punto de llam arlas y
considerarlas su segunda Patria. El 28 de noviembre de 1825,
Hum boldt habla a Bolívar de “los bellos países que Vuestra Excelen­
cia ha levantado a tan altos destinos y a los que amo como a una
segunda patria”.
LO ALEMAN
EN EL ARTE DE SIGLOS
por Beatriz Negretti de Lerbs
Las exposiciones auspiciadas últim am ente por la Asociación
Cultural H um boldt — con la colaboración de museos, galerías y
coleccionistas privados locales, así como de artistas y entidades de la
República Federal de A lem ania1— conjuntam ente con la muestra
A rtistas A lemanes en L atinoam érica, presentada en Bellas Artes , han
ofrecido una panorámica que abarca cinco siglos del arte alemán.
Desde las estampas del siglo X VI, cuyo tema central era el hombre,
hasta la problem ática urbana que ocupa a los gráficos de nuestros días;
de la comunión con la naturaleza de los paisajistas decimonónicos a la
ruptura con la realidad propia de los expresionistas contemporáneos y
desde la abstracción nacida en M unich a comienzos de siglo, al
realismo crítico de los pintores y hombres de letras del Berlín de la
post-guerra. Ante el cúm ulo de obras expuestas, procedentes de
artistas tan distantes entre sí en el tiem po, cabe preguntarse cuales
son, aparte de la nacionalidad com partida, los rasgos comunes que
trascienden su gran diversidad de estilo. De su arte, ¿qué es realmente
lo alem án ?
INTERNACIONALISMO
La vuelta al objetivism o, atribuida a la inseguridad resultante de
la Segunda Guerra M undial y contiendas subsiguientes, a la pérdida
de valores y a la inflación que centra el interés en las cosas tangibles, es
un fenómeno m undial del cual no escapan los artistas alemanes. Y así,
para los que se acogen a una internacionalización de la cultura, ellos
serían el producto de corrientes como el Nuevo realism o, el Arte Pop,
el Arte Pobre, e tc., difundidas desde Norteamérica como relevo de
París, M unich, V iena, Moscú, Barcelona o Berlín que eran los centros
33
desde donde irradiaban las corrientes artísticas a principios del siglo
X X.
Karl Oppermann, en su conferencia “Tendencias de las Artes
Plásticas en A lem ania” 3 considera que se trata más bien de un desa­
rrollo paralelo en diferentes lugares y que los artistas de este país
deben su formación, desde 1945, a ciudades como Düsseldorf,
Darmstadt, S tu ttgart, M ünich, Hamburgo o Berlín O ccidental, en
cada una de las cuales han surgido tendencias específicas. Tal plura­
lismo es reconocido internacionalm ente en foros como las bienales de
Venecia o Sao Paulo y el Salón de París y a la vez se invita a los
extranjeros a exponer en La Nueva Secesión de Darmstadt o la
Documenta de Kassel, especie de feria de las vanguardias. En conclu­
sión, según el conferenciante, al arte alemán que hoy se reconoce
m undialm ente, le resultan injustos los calificativos de aburrido y
académico que con frecuencia se le achacan.
ACADEMICISMO Y TRADICION
El som etim iento del artista a un canon destinado a prorrogar el
poder tem poral, el espiritual o el de determinado grupo social, ha
cedido repetidas veces ante la subversión de las formas. Abundan los
ejemplos. En la Edad m edia, cuando la pose gótica irrumpe en el orbe
de los estampadores religiosos. Trescientos años después, al impo­
nerse la visión romántica a la neoclásica de temas histórico-religiosos,
plagados de alegorías y de un simbolismo m itológico. Más reciente­
mente, cuando la estética glorificadora del Imperio da paso a la
gesticulante de los expresionistas y, después de 1945, cuando los
artistas plásticos y literarios ofrecen un testimonio directo de lo que
les ha tocado vivir. En todos esos casos la pérdida de la fé lleva a
abjurar del pasado y de las tradiciones. ¿De todas? Durero fue popu­
larizado e inmortalizado en bronce por los románticos. Lucas Cranach
fue patrono de los expresionistas y el culto a su Venus, modelo del
eroticismo del cual sería heredero directo Egon Schiele. Ellos revi­
vieron la democratizante xilografía después de su sueño de siglos,
como la técnica más apropiada para su arte prim igenio. ¿Podría
explicarse el Realismo Crítico de hoy, sin el Nuevo O bjetivismo
(Neue Sachlichkeit de los años 20? ¿La ironía mordaz de un Klaus
Escena religiosa que muestra a Dios Padre reprimiendo a Adán y Eva. Fue pintada por el Maestro
Bertram von M inden mucho antes de que los temas profanos de los estampadores renacentistas
sustituyeran a los de un orden sobrenatural. Pertenece a la colección del Museo de Arte de
Hamburgo.
34
V ogelsang, sin la del misógino George Grosz? ¿El verismo de W olfgang Petrik, sin el despiadado de Otto Dix? ¿O la m inuciosidad de
este últim o, sin el gusto por el detalle de la pintura del siglo XIX? Y
para citar un caso que va más lejos, Robert H ughes, crítico de la
revista Time dice que detrás de los extravagantes montajes de Joseph
Beuys — a quien apoda “el guru de D usseldorf’— hay todo un ritual
en base a la m iel, sangre, grasa y huesos de anim ales totémicos, lo cual
le entroncaría con el panteísmo de Franz M arc, en un camino regre­
sivo hacia tiempos más remotos que se hunden en la raíz del germ a­
nismo. La postura de Beuys, dice H ughes, es rom ántica. Lo cual
resulta un anatema en la Alem ania de hoy, por el recuerdo reciente de
la sim bología que se utilizó con fines políticos, en los años 40.
Porque, si volvemos sobre los ejemplos que hemos citado, vemos que
en cada caso lo que se ha buscado es borrar un pasado reciente. Las
tradiciones pesan demasiado sobre el alm a germana.
CARACTERISTICAS
El artista busca entonces la com plicidad de aquellos que, a través
de la historia, han pasado por sus mismas experiencias. Siempre se
trata de épocas de crisis del espíritu, signadas por grandes conmocio­
nes sociales, como La Reforma, con su secuela de guerras religiosas; la
Revolución Francesa y el consiguiente Terror o las dos guerras m un­
diales del siglo X X , profetizadas por el expresionismo. Entonces se
pasa de un arte contem plativo, armónico y sensualista, al de las
emociones fuertes, que brotan de la interioridad. Los cuerpos se
retuercen, el gesto se vuelve grito , el miedo tiñe la paleta de colores
insólitos, aparecen las sombras y con ellas lo grotesco, que no es más
que yuxtaposición de lo demoníaco y lo cotidiano. De esa purga del
espíritu brotan los seres que el artista ha ido nombrando en un
exorcismo de m ilenios. Hasta que Freud los relega al desván del
inconsciente y el hombre ya no les tem e, una vez que ha usurpado al
demonio su poder. Pasa lo humano a ser centro de la creación artística.
LA CIUDAD
La angustia es pues un móvil en el arte alemán de todos los
Pinos de Karl Oppermann
cuyas acuarelas, junto con una versión particular de la naturaleza dejan
transparentar las emociones de este pintor y poeta berlinés.
36
tiempos. Pero, de metafísica pasa a ser existencia!, como nos lo
reiteran algunos expositores. ¡Que desprecio por lo humano! Oppermann nos lo recuerda: “Que hermoso es este ramo otoñal, casi esconde
el muro” . Sólo que se trata del muro de Berlín, que no hay flores que
escondan. Qué desasociego evocan las pantallas de televisión que
Vostell sitúa en el cruce de las autopistas. . . Qué efecto tan patético
el de esa suerte de instantánea desenfocada de la Estación de Hannover, lograda por Gerhard Richter, fantasmagórica frente a la reafir­
mación del objeto que más bien busca el fotorrealismo norteameri­
cano. . . Ellos y otros gráficos plantean el tema de la falta de espiri­
tualidad en las grandes urbes de la sociedad industrial, de una manera
muy opuesta al estilo de Liebermann o Corinth quienes, a finales del
siglo pasado daban a la estampa urbana el mismo tratam iento de un
paisaje.
LA NATURALEZA
Llegamos así a la clave que nos ayuda a descifrar el arte alemán.
Su actitud ante la naturaleza. Es la de un artista de tierras nórdicas,
que no la concibe en función protectora y en consecuencia la repre­
senta desde un nivel sensorial, sino que para él es conflictiva. No
la copia como a un sim ple modelo, sino que hace una elaboración
conceptual. Es la postura idealista, de la cual nos dan un buen ejemplo
los artistas viajeros que recorrieron nuestro continente en el siglo
XIX. Partían sí de una realidad exterior, para term inar dando su
versión de algo “sentido” por ellos. Su análisis detallista era a la vez
modo de conocimiento que iba tras la “ idea” , en el sentido de la
estructura básica determ inante de la forma de las plantas y de los seres
vivos, en la tradición que pasando por H um boldt, nos remonta a
Goethe y su morfología natural. Ruggendas, Appun, von M artius y
los que visitaron nuestro país, como Goering o Bellerm ann, nos
dejaron cuadros de costumbres y de accidentes naturales, que nos
enseñaron a ver y valorar lo propio.
LO LITERARIO
Una pintura que hasta en la abstracción es lírica (K andinsky,
Klee o el lúcido Thom kins, continuador de éste últim o), de un país
donde los artistas han colaborado en publicaciones (“Ju gen d ” y
“Sim plizissim us” en 1896 o ese intento de integración de las artes
como “Der Blaue Reiter en 1912) y en el cual la sem ántica tanto de las
obras plásticas como de las literarias apunta hacia un contenido
metafórico (son analíticas y se basan en la semejanza o en lo anecdó38
tico), ¿puede extrañar que genere grupos como el de los pintores
poetas de Berlín? Si bien ellos niegan toda vinculación de tipo
estilístico, político o social, podemos señalar lo siguiente:
La personalidad dominante entre ellos es G ünter Grass, quien
alcanzó la fama después que escribió El Tam bor de H ojalata y pertenece
a la segunda generación literaria de la post-guerra. Su radicalismo
crítico describe en forma desconcertante, propia de un mundo de
alienados, problemas específicos de Alem ania. La subsiguiente hor­
neada de escritores se orientó hacia las investigaciones formales en un
intento de sistem atizar el lenguaje. A ella pertenecen Günter Bruno
Fuchs, Cristoph M eckel, R. W . Schnell, entre los presentes en la
exposición de Caracas. En lo poético — igual como Grass— siguen la
lírica que, viniendo de Dadá y un Surrealismo a lo Arp, u tiliza lo
grotesco en sus escenas de cabaret y de lo absurdo. La de Kurt
M ülenhaupt en cambio es ingenua y en Oppermann encontramos
presentes muchas de las características que hemos anotado: la angustia
en la ciudad; el objeto, pero no gratuitam ente tratado, sino cual signo
abierto, con muchos significados posibles; las corridas de toros, ritual
de arcaicas m itologías o el paisaje andino en cuyo colorido arrastran
los indígenas todo el pathos y drama de su historia.
Después de esa ojeada que ésta y las otras exhibiciones auspicia­
das por la ACH y otros organismos, nos han perm itido dar a las obras
de artistas alemanes del presente y del pasado, podemos concluir
diciendo que, si el arte es lenguaje y entendemos éste no sólo como
medio de comunicación, sino como sistem a de plasmación del pensa­
m iento, ellos han sido capaces de articular una visión del mundo que
no es únicam ente la de un arte originario de A lem ania, sino la de un
arte propiamente alemán.
Notas
(1) Arte Alemán en Venezuela - Junio de 1979 - Museo de Bellas Artes.
G ráficas d el BDI (Unión Federal de la Industria Alemana - Enero de 1980
- Sala
Cadafe, Extensión Este del Museo de Arte Contem poráneo.
A cuarelas de K a rl Oppermann y recital del mismo - Febrero de 1980 - Galería
Félix.
Poetas-Pintores de B erlín - Febrero de 1980 - Estudio Actual.
(2) Exposición del Instituto Ibero-Americano Patrim onio C ultural Prusiano, Be­
rlín.
(3) Estudio Actual - 22 de Febrero de 1980.
(4) “The Noise o f Beuys’’ - T im e del 12 de N oviem bre de 1979, pp. 55 y 56.
-
40
PEREZ BONALDE
Y MENENDEZ PELA YO
A PROPOSITO
DEL CANCIONERO DE HEINE
Discurso de incorporación del Dr. Pedro Grases como Individuo
de Número a la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente
de la Real Española.
El tem a de mi discurso se contrae a un hecho literario que ofrece
algunos aspectos que estimo de interés para la historia de las letras
venezolanas. Se refiere a la versión del alem án, del Cancionero de
H ein e, llevado a térm in o por Ju a n A ntonio Pérez B onalde
(1846-1892) en la plenitud de su arte literario, entre los treinta y los
cuarenta años de edad. Para un exigente poeta como Pérez Bonalde, la
traducción al castellano habrá sido un difícil ejercicio, particular­
mente para mantener en el trasvase de idiomas tan distintos, la
inspiración, el íntim o secreto y el exacto sentido de los poemas, tanto
como el ritmo y el aura poética del vate alem án. Son numerosos los
testimonios que nos informan de la ardua labor que presentó tamaña
empresa, que se vio felizmente coronada por el más franco éxito, pues
como a la mejor traducción castellana de la obra de Heine es tenida la
versión de Pérez Bonalde.
Es sobradamente conocida la personalidad del autor d e La Vuelta
a la P a tr ia , nacido en Caracas en 1846. Estudió aquí sus primeras
letras. Parece aclarado definitivam ente que en su adolescencia, de
1858 a 1861, residió en H am burgo, donde vivían fam iliares suyos y
de donde regresó a Puerto Rico a encontrarse con sus padres. Dióse a
conocer como escritor precoz en la isla, hasta su regreso a Caracas en
1864, a los diez y ocho años de edad. A partir de esta fecha tuvo
intensa actividad literaria con su nombre o con seudónimos, cuyo
rastreo ha sido seguido pacientemente por el Profesor Ernest Afred
Johnson, en la m agistral investigación, J u a n A. Pérez B onalde. Los años
deform a ción . (Edición de la Universidad de M érida, 1971). En 1870
decide trasladarse a Nueva York contratado por la firma comercial
Lanman y Kemp, a la que prestaría sus servicios hasta su retorno a
Venezuela en 1889- Durante estos años viaja con frecuencia por
Hispanoamérica y Europa, con alguna breve visita a Venezuela. En
una de sus estancias en España es designado M iembro correspondiente
de la Real Academia Española. A lterna en Nueva York con el grupo
de escritores de habla castellana y a llí empieza su larga tarea de
traductor de H eine, de la cual tenemos una prim era muestra en la
41
edición del Intermezzo lírico, en 1877. Su empeño le llevará a verter al
castellano íntegram ente el Cancionero (D as buch der h ed er) del tortu­
rado poeta alem án, traducción que no verá la luz hasta 1885-86.
En Estados Unidos habrá de trabar am istad con Juan Valera
(1824-1905), quien desempeñó entre 1884 y 1886 el puesto de
M inistro Plenipotenciario de España en W ashington. Valera gozaba
de justo nombre como novelista y crítico, pues para estos días tenía ya
publicados un buen número de libros de ensayos y algunas de sus más
famosas novelas ( Pepita J im én ez , 1874; Las ilusiones d el D octor Faustino,
1875;£/ Comendador M endoza, 1877; P asarse de listo, 1878; Doña Luz,
1879) y un conjunto de volúmenes de crítica e historia literarias,
ensayos y estudios históricos y políticos. Tenía, desde luego, bien
ganada su fama de hombre de letras, a la altura de sus años sesenta. Su
prosa es considerada en nuestros días como muy valiosa, por su estilo
personal, de altas calidades.
En los años en que finalizaba Pérez Bonalde la traducción del
C ancionero, brillaba en M adrid la estrella de un joven que asombraba a
propios y extraños por su extraordinaria capacidad: Marcelino Menéndez y Pelayo (1856-1912). Nacido en Santander había recibido
solidísim a formación clásica en sus estudios medios y luego en la
Universidad de Barcelona, como discípulo predilecto de Don Manuel
M ilá y Fontanals (1818-1884) orientador del romanismo y la crítica
histórica en la Península hacia las corrientes científicas que aparecie­
ron en Europa. Está reconocida la influencia de M ilá sobre el futuro
autor d e Heterodoxos Españoles, quien desde 1878 era catedrático de la
Universidad de M adrid, con enorme prestigio como hum anista,
crítico y de competencia excepcional, con increíble am plitud de
conocimientos, hondo y agudo sentido crítico-estético, profunda­
mente humano, respetuoso por las obras con espíritu creador. Antes
de cum plir treinta años, Menéndez Pelayo, había ya dado a conocer
algunos libros que causaron asombro. Piénsese que en 1880-1882,
había dado a luz la H istoria de los heterodoxos españoles y los primeros
tomos de la H istoria de las Ideas estéticas en España.
* * *
El Cancionero de Enrique Heine (1797-1856) tuvo dos ediciones
cuidadas por el poeta. La prim era en 1827; la segunda en 1844. Se
integra con poesías de motivaciones psicológicas, impregnadas de
fuentes m íticas y legendarias, de lo que nace su particular y profundo
lirism o, que dieron nuevas facetas al romanticismo europeo, de modo
42
43
muy peculiar, pues, a la tradición de los principios de su tiempo, le
añade caracteres de cinismo, de tortura intelectual, de angustia, y de
incredulidad, de ironía ante los temas, que a la vez mantienen rasgos
líricos, musicales y vaporosos, que han de dar a la obra caracteres
magistrales, de creación original, vertido el todo en formas del Lieder,
de tradición germánica, en el segundo romanticismo del Viejo
Mundo. Ello explica la fama que consagró al poeta como uno de los
grandes vates en la literatura alemana. La influencia de Heine fue
inmediata y se registra en las traducciones a otras lenguas, que suscitó
seguidamente: Gerard de Nerval, al francés; Zendrini, Chiarini y
Carducci, al italiano; Teodoro Llórente, Francisco Sellén, Manuel
María Fernández y Florentino Sanz, al Castellano; Jam es Clark y
Edgar Alfredo Bowring, al inglés.
La iniciativa de Pérez Bonalde tenía precedente muy compro­
metedores, pero se dedicó con ahínco a llevar a cabo su obra personal.
Es lógico que haya experimentado la necesidad de someter su tarea a
juicio ajeno de calidad, a fin de comprobar si estaba en buen camino.
Tenemos documentadas las consultas a Valera y a Marcelino Menéndez Pelayo. Acudió inicialmente al primero, en solicitud de consejo y
orientación, pero más tarde al tratar a Menéndez Pelayo, lo acoge
como asesor de su traducción, que publica en Nueva York en
1885-86, precedida en una carta-prólogo del famoso santanderino.
Este cambio de padrinazgo es realmente un hecho singular y
habla muy en alto en cuanto a la sensibilidad de Pérez Bonalde para
reconocer la mejor dirección en el difícil y arriesgado trabajo que
había emprendido. Valera y Menéndez Pelayo eran dos personalidades
muy distintas. Frente al excelente escritor que hubo en Valera,
aunque ligero, veleidoso, y algo superficial y aristocratizante la figura
de Menéndez Pelayo nos ofrece el contraste de la sabiduría, la solidez y
la profundidad. Se habrá persuadido pronto Pérez Bonalde de cuál
había de ser su guía y consejero para llevar a buen puerto su empresa.
Fue muy razonable y acertada la decisión que tomó nuestro poeta al
inclinarse por Menéndez Pelayo. El Doctor Luis Beltrán Guerrero en
su hermoso ensayo “Juan Valera y Pérez Bonalde” , incluido en su
libro Ateneo (Caracas, 1952) trató el punto de la frivolidad con que
Valera opinó sobre la versión de Heine. Escribe valera en carta desde
W ashington el 4 de febrero de 1866 a su am igo el poeta sevillano
Narciso Campillo (1835-1900), que la traducción del Cancionero de
Heine hecha por Pérez Bonalde es mala; “ Para m í la gracia, el primor,
la elegante ligereza parisina, el hondo sentimiento judío-germánico,
todo lo que hay en el Cancionero de Heine, se queda en alemán, y ni
44
chispa de ello se traduce al traducir con exactitud las palabras, sino en
su agrupación misteriosa y artística, diversa en cada idioma” . Y añade
luego unas palabras que bastan para convencernos de la liviandad de
Juan Valera; “ Así es que el Cancionero de Pérez Bonalde, que él me leyó y
que confieso no haber estudiado bien, me pareció a primera vista, cosa
insufrible” .
Confesión increíble en quien acaba de deshauciar una obra que
no había analizado, y que antes había ensalzado, como veremos luego.
Y para remachar tanta ligereza, termina con una afirmación
relativa a los elogios de Menéndez Pelayo, afirmación que merecería
otro calificativo. “ Además, como Pérez Bonalde le dedica la traduc­
ción, Menéndez Pelayo no iba a decirle que era mala” .
En fin, miserias que surgen incluso en personas notables, cuando
anda la soberbia y el despecho de por medio.
N o se había equivocado Pérez Bonalde al preferir la cordura y la
seriedad de Menéndez Pelayo en vez de la condenable insubstanciali­
dad de Juan Valera, carácter impropio para ser mentor, debido a su
exceso de vanidad.
# * #
Veamos algunos datos interesantes relativos a nuestra historia.
La publicación del Epistolario de Valera y Menéndez Pelayo1 me
había permitido fijar algunos pormenores acerca de la relación de
Pérez Bonalde con Juan Valera y Marcelino Menéndez Pelayo entre los
años 1884 y 1885, durante los cuales preparó la publicación del
Cancionero (Buch der Lieder) de Enrique Heine.
Juan Valera había llegado a Estados Unidos a mediados de enero
de 1884, investido del cargo de Ministro de España. Su prestigio de
literato le hizo entrar seguidamente en relación con los escritores de
habla hispánica, residentes en Nueva York, entre los cuales Pérez
Bonalde había afirmado sus cualidades de poeta. Valera debe haber
reconocido muy pronto las dotes del escritor venezolano.
En efecto; cuatro meses después de su llegada a W ashington,
escribía el 22 de Mayo de 1884 a Menéndez Pelayo recomendándole
con todo interés la personalidad de Pérez Bonalde “ poeta americano
de los mejores, a pesar de ciertas extravagancias filosóficas y religiosas
y de ciertos resabios de mal gusto” 2.
Hay que admitir un cordial y recíproco comienzo de amistad
entre Valera y Pérez Bonalde, pues aunque el primero había llegado a
45
Estados Unidos sólo en enero del 84, ya en 13 de mayo, Pérez Bonalde
le suplicaba su recomendación para los literatos de España, adonde se
d irigía nuestro poeta con el propósito de pasar en la Península una
larga temporada. Valera había olvidado atender con prontitud el
ruego del poeta, por lo que le dice a don'Marcelino: “Yo, distraido y
preocupado en otros asuntos, he tardado en contestarle. No le con­
testé hasta ayer. Si él no ha retrasado su viaje, mi carta sólo le alcanzará
en Europa; pero de todos modos le recomiendo encarecidamente a
usted. El irá a hacer a usted una visita: válgale y preséntele. Si aún
antes de su llegada ahí quiere usted darle a conocer, yo se lo agrade­
ceré”.
La recomendación de Valera llegó tarde, porque Menéndez
Pelayo había conocido al poeta antes de recibir la carta de Valera. El
21 de mayo comunicaba desde M adrid a Valera las primeras impre­
siones sobre el poeta, recogidas por Valera en su carta de 6 de junio:
“Me alegro mucho — le dice— de que haya usted conocido y tratado a
Pérez Bonalde y de que le haya parecido bien”3.
Valera en carta de 8 de enero de 1886, desde W ashington,
informa a Menéndez Pelayo: “ Pérez Bonalde va a publicar pronto en
Nueva York el Cancionero de E. Heine traducido por él en verso
castellano. Me ha leído muchas, casi todas las traducciones. Son muy
fieles. Enviaré a usted un ejem plar cuando la edición esté a la venta” .
O sea, que en este momento, califica con franco aplauso, la versión de
Pérez Bonalde.
Ignoraba Valera, sin duda, que Menéndez Pelayo había conocido
muy a fondo la traducción de Heine; y lo que es más grave, tampoco
sabía que Menéndez Pelayo había elogiado y orientado — como lo
vamos a ver— los esfuerzos de Pérez Bonalde para perfeccionar su obra
de traductor. Así, la carta de Menéndez Pelayo, que aparece como
parte del prólogo al Cancionero en la edición de Nueva York, en 1885,
lleva fecha de diciem bre de dicho año, data anterior a la carta de
Valera, de 8 de enero, citada antes, lo que nos indica que las relaciones
de Pérez Bonalde con el maestro de la crítica española habían prose­
guido independientemente de toda intervención de Valera. La sa­
piencia de Menéndez Pelayo a pesar de su juventud, tuvo probable­
mente mayor atractivo en el ánimo de Pérez Bonalde, que el renombre
de Valera; y en el criterio de Menéndez Pelayo fio más que en el
espaldarazo que podía haberle dado Valera . Esta preferencia produ­
cirá vivo resquemor en Valera, quien en flagrante contradicción con
los elogios de su carta de 8 de enero, escribe poco después otra a
Menéndez Pelayo (26 de marzo de 1886) con algunos conceptos agrios
46
47
y aun despectivos respecto a la traducción de Pérez Bonalde; carta,
casi simultánea a la de Menéndez Pelayo a Valera, de 30 de marzo de
1886, llena de alabanzas por la versión de la obra de Heine. Estas dos
cartas confirman que el trato de Pérez Bonalde con los dos críticos
españoles, siguió vías distintas.
En la segunda carta de Valera (23 de marzo de 1886) es visible el
mal humor y cierta irritación por la obra “ bonaldina” que hacia poco
había anunciado con alborozo y había ensalzado sin regateos. Aunque
quisiera preservar la consideración personal hacia Pérez Bonalde, es
demasiado avinagrado el juicio para que por debajo de las palabras no
se vea discurrir una evidente indignación. Valera, hombre de 60 años,
se veía reemplazado como consultor por Menéndez Pelayo que no
había cumplido los 30.
Dice: “ Anoche convidé a comer a un restaurant de aquí a un
empleado (el que dirige lo español) de la casa de Appleton, a García,
Director de Las Novedades y a nuestro am igo Pérez Bonalde, que
poetiza en sus ratos de ocio y se gana la vida en casa de un semi-boticario y semi-perfumista en grande5, que hace píldoras y agua de
olor y puede dar de sueldo al poeta cinco mil duros al año. Este
acaudalado boticario ha costeado la edición el Cancionero de Heine,
que como usted comprenderá dejando a un lado su gratitud por la
dedicatoria, no puede venderse a fuerza de ser la traducción fiel, al
menos de lo exterior.
“ Póngase usted en el caso de uno que ignore que hubo Heine en
el mundo y que Heine metió ruido, y lea enseguida sin prevención los
versos bonaldinos , y apenas tendrá usted paciencia para leerlos.
“ Le parecerán la obra de un desmañado imitador de Bécquer, sin
chiste, sin estilo poético y con rarezas y extravagancias tan tontas, que
pensará usted que no tiene sano el juicio” .
“ Claro está que esta condenación mía cae principalmente sobre
las cancioncillas cortas, cuyo primor, si le hay en el original, estriba
en cierto hechizo peculiar, idiomàtico, castizo, exclusivamente del
alemán y que se esfuma y se evapora tanto más cuanto la traducción es
más literal. En ciertas composiciones algo más extensas, en que hay
descripción y narración, ya se entrevé en lo traducido al gran poeta, y
aun la traducción misma es menos rastrera y prosaica; tiene a veces
locución poética, como E l Crepúsculo de los dioses. Por lo demás, Pérez.
Bonalde es excelente sujeto. Tiene buen gusto, estilo y entusiasmo, y
si se pone a hacer un Cancionero de su cosecha, saca en la mitad del
tiempo otro mil veces mejor y de más agradable lectura que el que de
48
I leíne ha traducido, sobre todo para el que no sepa que todas aquellas
ñoñerías son de Heine.
“ Hablamos mucho, de sobremesa, de usted y de toda nuestra
moderna literatura; muy por encima, como en Portugal de nuestra
importancia política y de nuestro público, que lee poco y compra
menos” .
En cambio, en la carta de Menéndez Pelayo a Valera, fechada en
Madrid a 30 de marzo de 1886, sin conocer, es claro la de Valera del
día 26, aparecen rotundos encomios a la obra de Pérez Bonalde:
Supongo que a estas horas habrá visto usted ya el Buch der Leider
de H . Heine, traducido por Pérez Bonalde fidelísimamente, según yo
alcanzo, y a veces con primor de versificación y de estilo. Le he
felicitado en una carta, que él pone entre los preliminares, al lado de
un prólogo del am igo Fastenrath. El poeta valenciano Teodoro Lló­
rente acaba de publicar otra versión del mismo Cancionero, que
también me parece apreciable, aunque no iguala, ni con mucho a la de
Bonalde. Tal es, a lo menos, mi primera impresión. De todas maneras
Heine va teniendo fortuna entre nosotros. Buena falta nos hace que se
traduzcan fiel y directamente los poetas extranjeros, en medio de la
penuria de buenos líricos originales que comienza a sentirse en
España. Figúrese usted que este año (fuera del poema catalán de
Verdaguer) no hemos visto otra cosa que las sandias y disparatadas
aleluyas de Campoamor y una leyenda infantil de Núñez de Arce, que
está mejor escrita, pero que, así y todo, vale harto poco” .
N o pudo ser más explícito el pensamiento de Menéndez Pelayo.
*
*
*
Con los nuevos documentos que vamos a aducir podemos re­
construir más detalladamente la verdadera historia de las relaciones
Pérez Bonalde y Menéndez Pelayo.
En la biblioteca que en Santander lleva el ilustre nombre del
sabio montañés se conserva el manuscrito hasta hoy inédito de una
carta de Pérez Bonalde a Menéndez Pelayo totalmente autógrafa, que
lleva fecha de 13 de agosto de 1885, datada en Nueva York, en la que
evoca el trato recibido en Madrid por parte de Menéndez Pelayo,
cuando fue a conversar con él sobre temas de literatura y en particular
sobre la versión, en proceso, de las poesías de Heine7. La incluyo como
anexo 1.
El contenido de la carta de Pérez Bonalde es suficientemente
ilustrativo y claro. La edición del Cancionero de Heine estaba ya
49
concluida y esperaba sólo la carta de introducción de Menéndez
Pelayo, para que circulase en libro. Es la que lleva fecha de diciem bre
de 1885 y se insertó en la prim era edición de la traducción de Pérez
Bonalde. Es texto suficientem ente conocido, pero creo oportuno
reproducirlo íntegram ente (Anexo 2) en el apéndice docum ental de
este discurso8.
Menéndez Pelayo celebra la traducción que le dedica Pérez
Bonalde, y la llam a “el monumento más insigne que hasta ahora han
dedicado las letras castellanas al últim o gran poeta que hemos alcan­
zado en nuestro siglo” .
El elogio lo estim a justo, aunque se excusa de que pudiera
parecer movido por el propio interés al estarle dedicada la obra.
Enjuiciada la dificultad de la versión de Heine al castellano y afirm a
ser la mejor que conoce9, hasta el punto de que “no es hipérbole decir
que en muchas de las traducciones de usted vibra todavía el son del
divino beso de amor que (según el mismo Heine) santificaba las
canciones de nuestro Judáh Levi de Toledo” .
Habla luego del trabajo laborioso de Pérez Bonalde “para con­
seguir que los versos castellanos retuvieran este mágico poder que los
alemanes tienen” pues “ha sido forzoso volverlos una y otra vez al
yunque” . Menéndez Pelayo confiesa:
“ Y yo soy testigo de ellos’’, por lo que es fácil colegir que durante su
estancia en M adrid, Pérez Bonalde habría sometido a la consideración
del maestro las traducciones en proceso de elaboración, “retraducidas
y vueltas a traducir por usted, descontento siempre de las primeras
versiones que le parecían débiles, infieles y remotas del o rigin al” .
Menéndez Pelayo exclama entusiasmado: “A sí se lucha y a sí se vence’’.
Ensalza la fidelidad del traductor, en los versos, el metro, la
rim a, las estrofas, “y hasta la colocación de los acentos” , sin que ellos
perjudique “la vida y el sentimiento poético que conserva” .
Aunque reconozca algún que otro tropiezo, o por lo menos cierta
desigualdad en la valía de alguna de las poesías traducidas , “felicita a
usted de todo corazón su am igo y servidor afectísimo: M . Menéndez
Pelayo”.
Esta carta revela altísim a consideración y respeto hacia el poeta
Pérez Bonalde. Es más; resume toda ella verdadera y franca am istad,
trabada en M adrid, durante los años 1884 y 1885, mientras el poeta
caraqueño permaneció en España".
Pérez Bonalde no dejó sin respuesta la carta de Menéndez
Pelayo. Le escribió la expresiva comunicación fechada en Nueva
York, a 31 de enero de 1886, tam bién conservada en su original en la
50
Heinrich Heine, a los Cincuenta Años.
51
biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, hasta hoy inédita, que doy
como Anexo 3, de este trabajo. Es una perfecta expresión de gratitud
que honra a nuestro poeta.
* ##
Es lástim a que Menéndez Pelayo no haya escrito sobre Pérez
Bonalde el estudio correspondiente en su H istoria de la poesía hispanoa­
mericana. Con todos estos antecedentes cabe esperar que habría podido
ser una gran interpretación del poeta. Quizás hubiera sido distin ta la
suerte que en la crítica posterior hubiese alcanzado Pérez Bonalde en
la literatura hispanoamericana, que no ha sido, ciertam ente, muy
afortunada.
Menéndez Pelayo le dedica sólo un recuerdo en la parte final del
capítulo dedicado a “Venezuela”12, pues la obra incluía únicamente
autores desaparecidos. Dice de Pérez Bonalde:
. hoy no sé si
pertenece al mundo de los vivos. Por eso me he abstenido de insertar
en la A ntología versos suyos y de consagrarles el detenido estudio que
por su valor intrínseco y su especial carácter reclam a” . Subraya, no
obstante, que Pérez Bonalde “dio cuerpo y voz en su poesía elocuente
y sincera al fervoroso anhelo del ideal y a la negación pesim ista, que
alternativam ente invadía su alm a atorm entada y caliginosa. Y no sólo
fue poeta original, sino profundamente versado en la lengua alemana;
trasladó a nuestra lengua todo el B uch der L ieder de Enrique Heine,
invirtiendo muchos años en dar a su traducción el mejor grado de
exactitud posible, y llegando a remedar a veces el metro, la rim a, la
disposición de las estrofas y hasta la colocación de los acentos” .
Term ina su nota con un voto fervoroso: “mi amistad espera y
desea que el triste rumor no se confirme, y que Pérez Bonalde pueda
todavía leer su nombre en estas líneas, expresión fiel del aprecio en
que siempre tuve su ingenio y su nativa bondad, deplorando su
amarga filosofía” 13.
El poeta había muerto.
Queda para la historia de las letras nacionales la huella de la
ilusión y gratitud de uno de sus más grandes poetas por el efectivo
m agisterio del más grande polígrafo español de la época moderna,
quien prestó calurosa atención y dio cordial am istad, como reconoci­
miento de su valía, a un vate caraqueño en la oportunidad de realizar
una de las más importantes obras del parnaso venezolano.
52
NOTAS
1 Editado en M adrid, 1946, con una Introducción de M iguel A rtigas Ferrando y
Pedro Sáinz R odríguez. Esta edición comprende las cartas cruzadas entre los dos
escritores, desde 1877 hasta 1905. La edición anterior, de M adrid-Buenos
A ires, 1930, alcanzaba solam ente las cartas hasta 1833.
2 V alera alude sin duda al tomo de Ritmos , publicado en N ueva York en 1880,
cuando dice: “Vive Pérez Bonalde en N ueva Y ork, donde ha publicado un tomo
de Poesías” .
3 No se m enciona que Pérez Bonalde se recibiese en este viaje de m iem bro
correspondiente de la Academ ia Española. Sin em bargo, gracias a los informes
de Don A ngel González P alencia, podemos afirm ar que Pérez Bonalde asistió a
la Ju n ta de la A cadem ia, el 12 de junio de 1884. H abía sido elegido correspon­
diente en A m érica, el 17 de enero del m ism o año.
4 H ay, sin duda, otra consideración a tener en cuenta. Menéndez Pelayo le ofrecía
una am istad más hum ana, menos b rillan te, pero llena de profunda y cordial
comprensión por su obra.
6 Ilustre bautizo del objetivo patrom ínico de Pérez Bonalde.
7 De la carta de Pérez Bonalde a Menéndez Pelayo se conservan dos m anuscritos
en la biblioteca Menéndez Pelayo, de Santander, con algunas curiosas diferen­
cias. Primero de fecha, pues una está datada a 12 de agosto y la segunda el d ía
13, escritas sobre diferentes hojas, pues la del d ía 12, está sobre papel ordinario
de carta (1 7 .5 x 11.3 cm .) y la segunda sobre hojas de papel tim brado con el
nombre de J . A. Pérez B onalde, de tamaño mayor (2 5 ,5 x 2 0.5 cm .), con
caligrafía más cuidada, ambas de puño y letra del poeta.
Presenta variantes de redacción que señalo en la reproducción ín tegra que doy
como anexo a este discurso. Llamo texto A, la fechada a 13 de agosto; y texto B,
la del día 12. Creo que ofrecen las diferencias algun a nota im portante a los
investigadores de la personalidad del poeta. Indico las diferencias al pie del
texto de la carta del 13 de agosto, con la anotación del texto B.
El hecho de que ambas m isivas estén en la biblioteca de Menéndez Pelayo, nos
induce a creer que ambas fueron rem itidas al destinatario. Acaso una por correo
norm al; y la segunda con un mensajero excepcional, el poeta M iguel Sánchez
Pesquera (185 1-1920), quien iba por estas fechas a España.
Las copias de ambos documentos las debo a la exquisita generosidad de Ignacio
A gu ilera, quien fue hasta hace un tiem po Director de la famosa biblioteca que
en Santander lleva el nombre del polígrafo español.
8 El texto de la carta-prólogo se reprodujo en M enéndez Pelayo, Estudios y discursos
de crítica histórica y litera ria , V ; 1942, Págs. 4 13-416.
9 Ha mencionado en su carta de 30 de marzo de 1886 la de Teodoro Llórente que
"no ig u ala, ni con mucho, a la de Pérez B onalde” , mejor que la de Eulogio
Florentino Sanz, dice en esta carta-prefacio. En 1883, había escrito Menéndez
Pelayo un prólogo a la traducción de José J . Herrero en el cual se trata de H eine,
pero silencia la labor del traductor. Es de interés la confesión que hace respecto
al cambio de criterio en cuanto a H eine poeta lírico. (Ob. cit. págs. 4 0 7 -4 1 1 ).
10 “Sería lisonja in d ign a de usted y de m í (que somos espíritus sinceros y que tomamos con
seriedad estas cosas d el arte) decir ni creer que siem pre lo haya conseguido usted, y
53
que su trabajo tan extenso y tan d ifícil, sea perfecto y acabado en todas sus
partes” .
11 Estas fechas, y su actividad literaria, quizás obligarán a rectificar las afirm acio­
nes de ciertos trastornos en Pérez B onalde, a p artir de 1883, después de la
m uerte de su h ija Flor.
12 H istoria de la poesía hispanoam ericana , M adrid, 1911, I, 4 1 5 -4 1 6 . La obra de
M enéndez Pelayo fue publicada en 1893 a 1895, en 4 volúm enes, en M adrid.
13 Coinciden estas palabras de aprecio y am istad , con la ú ltim a m ención que figura
en el Epistolario, (ob. c it.) en cartas de M enéndez Pelayo a V alera(2 7 de julio de
1893), refiriédose a un artículo sobre H eine: ‘‘Por cierto que el crítico no
menciona la traducción de nuestro pobre am igo Bonalde, cuya m uerte supe el
otro d ía ” .
54
HEINRICH HEINE
El Cancionero
— D A S B U C H D E R LIED ER —
T R A D U C C IO N D IR E C T A DEL ALEM AN
POR
16J. A. PEREZ B O N A LD E
Individuo correspondiente
DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
P recedid o d e un estudio
sobre H einrich R ein e y de notas a cerca d e l tra d u ctor
por
ANDREJULIO AIBAR
Sociedad de ediciones literarias y artísticas
LIBRERIA PAUL OLLENDORFF
5o, CHAUSSEE D 'A N T IN , 5o
PARIS
55
SONETOS
A MI MADRE
I
Siempre he llevado la cabeza erguida,
Siempre fu e m i carácter recio y bravo;
Y aun fren te a fren te d el M onarca m ism o,
Nunca mis fieros ojos se bajaron.
M as, confesarlo debo, ¡O h, m adre m ía !:
Si en tu presencia a n gelica l me hallo,
M i soberbia altivez desaparece,
Y hum ilde tiemblo a tu amoroso lado.
¿Es tu alm a, acaso, que en secreto impulso
Me rinde. . . tu alm a noble que a lo alto
El vuelo tiende, y lo penetra to d o ? . . .
II
Loco, una vez, abandoné tu lado,
Y a l mundo me lancé, tras la divin a
Ilusión d el Amor, que en mis ardientes
Amantes sueños realizar quería.
Busqué el Amor p or todos los cam inos;
Lo m endigué con alm a adolorida
De pu erta en p u erta ; y sólo obtuve, sólo,
Frío en el corazón, y odios y risas.
Seguí, segu í b u s c a n d o —y nunca, nunca
Logré encontrarlo,— hasta que a l fin , un
Volví a l hogar. . . S aliste a recibirme,
Y ¡oh , sorpresa feliz , m adre q u erid a !. . .
Vi en tus ojos brillar, eterno y puro,
El santo am or con que soñado había.
X n m eine Xiutter S . tfciitc,
flc&ontc »(in We i h e v n .
1.
Sd) bin’b gemotjnt, Den iiopf redjt t)od) 31t tragen,
SOiciti © iitn ift and) ein bifjdfen ftnvr unb jnfje;
S e u n je ib f t ber ftönig m ir in§ Sinttifj fdije,
Sei) mürbe nidjt bie Singen xiieber[d)tagen,
®odi, Tiebe SRutter, offen mitt id)’S fugen.
S i e iniid)tig and) mein ftotger ÜJiut fid) oläfje,
S it beincr fclig fügen, trauten 9täf)C
(Srgrcift ntief) oft ein benmtttotteS 3 .a 8cnS ft c§ bein (Seift, ber beimiid) ntid) bedin get,
3)ein t)oi)er ©eift, ber atied fiii)n burd)brutget,
Unb btiücnb fid) ^um ©imm eM idjte fdjminget ?
O n ätt ntid) (Srtnnerung, bag id) beriibet
© o mand)e S ä t, bie bit ba§ .Tper^ betrübet,
2 )a§ fd/one ^ e rj, ba§ ntid) fo fetjr geliebct!
2.
Sin tollen S a f m Ifatt’ id) bidj eiuft baiaffen,
Sd) mottte gebn bie ganje S e i t gtt Snbc,
Unb mottte felgt, ob id) bie Siebe fänbe,
Um liebebou bie Siebe 31 t umfaffeit.
®ie Siebe fitdfte id) auf allen ©affen,
SSor jeber Stiire ftredt’ id) attb bie ibanbe,
Unb bettelte um g ’riuge Siebe§ penbe, —
2 )odj Iad)cnb gab 'm au m ir nur fattcS Raffen.
Unb immer irrte id) nad) Siebe, immer
Stad) Siebe, bod) bie Siebe fanb id) nimmer,
Unb ielgte um nad) §au fe, tränt unb trübe.
3)od) ba bift btt entgegen m ir getommen,
Unb ad)! mag ba in beinern Sing' gefdgnommen,
3)a§ mar bie füge, tanggefudite Siebe.
57
Com unicación de la Biblioteca de la Asociación C ultural H um boldt
CONFERENCIAS grabadas en el archivo de la B iblioteca
Bill, M ichéle y B ob van der:
9 meses a través de Sudam érica en una cam ioneta
D e B ellard P ietri, E ugenio:
A rchipiélago “Los M onjes”
S chw artz, Paul:
Los cantos de las aves.
Sm oler:
Georg Büchner, vida y obra.
V elázquez, R am ón J . :
Los alem anes en la economía andina de 1890.
W einrich, H arald:
El alem án a la luz de la lin g ü ístic a moderna.
Schram m , Percy E rn st:
2 7 .1 0 .6 4
Der 2. W eltk rieg ais Forschungsproblem
2 3 .0 9 .6 5
H eger, K laus:
¿Qué puede enseñar la traducción autom ática a la lin g ü ístic a general?
5 .1 0 .6 6
Régim en jurídico de la fam ilia en Venezuela
6 . 0 2 .6 8
Thomas M ann, su vida y su época
5 .0 6 .7 3
A guilar N ., A ndrés:
S turm , D ietrich :
G rases, P ed ro :
Archivo de la casa natal del Libertador
R ivero, Carlos:
3 0 .1 0 .7 3
La selva tropical húm eda
Lasser, T obías:
1 1 .1 2 .7 3
La población y los recursos naturales renovables
2 2 .0 1 .7 4
V ida en las islas
2 9 .0 1 .7 4
Fallas geológicas
P an n ier, F ederico:
5 .0 2 .7 4
El didactrón
5 .0 3 .7 4
R ivero, Carlos:
S ch ub ert, C arlos:
De B ellard P ietri, E ugenio:
Los grandes abismos de la G uayana
B adell, M auricio P . :
La revaluación del bolívar
M achado, C arlos:
2 6 .0 3 .7 4
2 .0 4 .7 4
Control genético de los insectos
2 3 .0 4 .7 4
Franz Kafka
2 5 .0 4 .7 4
Terremotos en el área del Caribe
3 0 .0 4 .7 4
V areschi, L otte de:
G rasses, José:
59
Liscano, Ju an :
Líneas de penetración en la literatu ra venezolana
B en dahan, D aniel:
7 .0 5 .7 4
Reinaldo Hahn
9 .0 7 .7 4
Lancini, R am ón:
Serpientes venenosas de Venezuela
2 2 .1 0 .7 4
Significación de la faja petrolífica del Orinoco para el futuro de
Venezuela
29. 10.74
L ecuna T o rre s, Juan:
M uñoz E scalona, A ntonio:
Ciencia y tecnología de las m acromoléculas
P aulino A n d rew :
5 .1 1 .7 4
Uso actual y posibilidades futuras del petróleo y gas natural en Vene­
zuela
Concierto didáctico sobre H indem ith
26. 11.74
18.02 .7 5
V areschi, L otte de:
El subm arinism o en Venezuela
2 5 .0 2 .7 5
Thomas Mann
Stevens, Ian:
1 6.06 .7 5
La tragedia moderna y Thomas Mann
R odríguez del V illar, G onzalo:
1 9.06 .7 5
El hom bre antes del deterioro de la línea costera
2 8 .0 8 .7 5
O sborn, M ichael:
M acsotay:
Exploraciones geológicas y biológicas
P im entel:
¿Es hereditaria la inteligen cia?
Stolk, G loria:
4 .0 9 .7 5
20. 1 1.75
El Caribe en la literatura hispanoam ericana
Silvino D íaz y V íctor Sánchez:
2 .1 2 .7 5
M úsica aragüeña (recital)
Laffer, Luis:
4 .1 2 .7 5
M úsica aragüeña
4 .1 2 .7 5
K ayser, C h ristop h:
(TV alem ana) El comisario y la chica que pidió colita
2 0 .0 1 .7 6
Exploración de las Islas de los Patos
La vida de las serpientes
Las serpientes venenosas de Venezuela
5 .0 2 .7 6
1 0 .0 2 .7 6
1 7 .0 2 .7 6
W aika
2 4 .0 2 .7 6
Von Rancho Grande
M iguel Otero Silva, su obra
Antonia Palacios, su vida y su obra
2 6 .0 2 .7 6
2 4 .0 3 .7 6
2 6 .0 3 .7 6
Los felinos de Venezuela
2 7 .0 4 .7 6
De B ellard P ietri, E ugenio:
Lancini, R am ón :
W aid m an n , K arl:
V areschi, V olkm ar:
T re b b a u , P ed ro :
60
Pollak-E ltz, A ngelina:
El arte rupestre y los petroglifos de Venezuela
B lanco, R am ón:
2 .0 4 .7 6
Ascención al Aconcagua
5 .0 5 .7 6
H um boldt, vida y obra
1 3 .0 5 .7 6
L ancini, R am ón:
D e B ellard P ietri, Eugenio:
Aspectos geográficos del Brasil
M ontleárt, A lexander:
Teatro (discusión)
H ed tk am p , G ü n ter:
Los problemas político-financieros de la R epública Federal de A lem a­
nia
V areschi, V olkm ar:
Indonesien
.0 3 .7 7
3 .0 7 .7 8
3 1.10.78
.03.7-9
61
FERDINAND BELLERMANN Y LA CUEVA
DEL GUACHARO
POR: Dr. Franco Urbani P .1
Dr. Renate Loschner
Hanna Freund y U rsula Pfluger3
Alejandro de H umboldt fue quien por prim era vez dio a conocer
a través de sus m últiples escritos, las m aravillas escénicas y científicas
de nuestra m áxim a cueva. Este mismo personaje motivó a muchos
viajeros posteriores para recorrer las tierras tropicales de Suramérica ,
en particular deseaba que viniera algún pintor de la naturaleza, para
plasmar gráficam ente aquellos paisajes que aún tenía presentes y sobre
los cuales había escrito profusamente.
Al enterarse H umboldt de los planes de viaje de Bellerm ann, y
conociendo además su gran calidad como paisajista, no dudó en
recomendarlo am pliam ente ante el Rey de Prusia, Federico G ui­
llermo IV, para lograr el financiamiento necesario.
Ferdinand Bellermann (1814-1889) llega a La G uaira en julio de
1842 y en mayo de 1843 visita la Cueva del Guácharo en compañía de
Karl Moritz y Nikolaus Funck, convirtiéndose así en pionero de la
espeleología venezolana.
Sobre la im portancia espeleológica de la obra de Bellermann ya
nos ha hablado de Bellard (1978). Diversas vistas de la obra pictórica
de Bellerm ann aparecen en el reciente libro B ellerm ann y el p a isa je
venezolano 1842/1845 (Loschner, 1977), cuatro de las cuales son de
motivos espeleo lógicos. En una época cuando la m ayoría de los
pintores criollos se dedicaba a temas religiosos y retratos, Bellermann
grabó para la posteridad el aspecto de nuestro país como nadie lo había
hecho hasta entonces. Con toda razón A. Boulton lo califica como el
mejor cronista grá fico del siglo X IX.
1 Sociedad Venezolana de E speleología, A partado 4 7 .3 3 4 , Caracas 1041 A. (autor de la
Introducción).
2 Ibero-A m erikanisches In stitu t, Postfach 1 247, D -1 0 0 0 Berlín 30. (recopilación de las
cartas de Bellerm ann).
3 A partado 4 7 .3 3 4 , Caracas 1041A (Traducción).
63
Bellermann estuvo en las inmediaciones de la Cueva del Guá­
charo por 14 días, pintando y explorando, además midió la cueva y
trazó su planta. A nuestro conocimiento éste sería el prim er mapa de
la Cueva del Guácharo, aunque lam entablem ente se desconoce su
paradero, sólo se conoce de él por una carta que d irigiera a Max Jordan
el 20 de septiembre de 1880.
Como hasta la fecha es muy poco lo que se conoce de la visita de
Bellermann a la Cueva del Guácharo, hemos creído conveniente,
publicar por prim era vez las traducciones al español de siete cartas
referentes a la adquisición de un cuadro de Bellermann por parte de la
Galería Nacional de Berlín. Estas cartas fueron localizadas en el
Archivo de dicha Galería en Berlín O riental y publicadas en alemán
por Loschner (1976: 237-246). Con esta información se incrementa
notablemente el conocimiento de la visita de Bellermann a la Cueva
del Guácharo y sus posteriores obras sobre esta localidad.
Bibliografía
DE BELLARD PIETRI, E. 1978. “Los grandes exploradores ger­
manos de la naturaleza Venezolana y su contribución a la espeleo­
logía N acional” . B oletín de la A sociación C u ltu ral H umboldt, Cara­
cas, No. 13-14, pág. 59-73.
LOSCHNER, Renate. 1976 L ateinam erikanische L andschafts darstellungen der M aler aus dem Umkreis von A lexander von H umboldt.
D iss., Berlin.
------------------ 1977. B ellerm ann y el p a isa je Venezolano 1842/1845.
B ellerm ann u n d d ie Venezolanische L andschaft 1842/1845. Edición
Especial de la Asociación C ultural H um boldt, Caracas, 119 p.
(Prólogo de A. Boulton).
CORRESPONDENCIA
N° 1
1879, Junio 23
Ferdinand Bellermann en Berlín a M ax Jordan en Berlín
M uy estimado Sr. Director:
Tengo el honor de comunicarle que he terminado una pintura y que
tengo el deseo de que la misma sea adquirida para la G alería Nacional.
Es por esto que me permito d irigirle la siguiente solicitud: que me
64
apoye con su recomendación en este asunto a fin de obtener un
resultado favorable.
El cuadro representa una selva suram ericana y tiene por tema el Viaje de
Humboldt a la Cueva d el G uácharo. El cuadro, sin marco, mide 6 pies
de largo por 4 pies y 9 pulgadas de alto. El precio del mismo es de
1.500 táleros.
Acerca del tema del cuadro le informo lo siguiente:
Alejandro de H umboldt salió el 12 de agosto del año 1800 de Caripe,
con los monjes e indios de la m isión, por las selvas de la cordillera de
Venezuela hacia la, a partir de aquel momento famosa, Cueva del
Guácharo. El señor H um boldt, antes de m i partida hacia Suramérica,
me hizo especial hincapié sobre este pintoresco paisaje y me describió
su viaje desde Caripe hasta a llí en la forma en que lo represento en el
cuadro.
Cuarenta años después, en compañía del actual Director del Jardín
Zoológico de Colonia, Dr. Nikolaus Funk, del ya fallecido Dr. Cari
Moritz de Neu Haldensen, y del misionero español padre N icolás(*),
pasamos por la misma ruta, la cual encontramos tan salvaje y dificul­
tosa como la había descrito H um boldt.
65
Los catorce días que pasé en la Cueva del Guácharo me dieron la
oportunidad de realizar los estudios de las interioridades y caracterís­
ticas de tan pintoresco terreno.
En la espera de no ocasionarle m olestias, espero con agrado su amable
visita a fin de que observe el cuadro.
Al enviarle m i más sincero agradecim iento, me suscribo de usted con
toda estimación y afecto.
Berlín, Junio 23 de 1879
Ferd. Bellerm ann, Profesor
Anhaltstr. N °. 3 -III
(*) N ikolaus, en el original
N°. 2
1880, Marzo 24
Ferdinand Bellerm ann en Berlín a Max Jordán en Berlín
M uy estimado señor Director:
Durante la ú ltim a exposición tuvo usted la gran gentileza de intere­
sarse en el cuadro del Viaje de H umboldt a la C ueva d el G uácharo y
recomendar a la comisión su adquisición para la G alería Nacional.
Dicha compra no llegó a efectuarse en aquella oportunidad debido a
que los fondos del presupuesto del año anterior no alcanzaron para
ello.
En la espera de que la situación haya mejorado, deseo por medio de la
presente solicitarle hum ildem ente que recomiende nuevamente al Sr.
M inistro la compra del cuadro, a saber, por el precio de 2 .5 0 0 marcos.
De no disponer usted otra cosa, señor Director, el lunes 5 de abril
llevaré el cuadro a las oficinas de la Galería Nacional. Al pedirle
nuevamente me brinde su bondadoso interés en esta oportunidad, me
suscribo de usted como siempre,
Respetuosa y afectuosamente;
Ferd. Bellerm ann, Profesor
Anhaltstr. 3Berlín, Marzo 24 de 1880
66
N°. 3
1880, Abril 5
Ferdinand Bellermann en Berlin a Max Jordan en Berlin
M uy estimado señor Director:
Haciendo uso de su amable permiso, adjunto le envío mi gran cuadro
de la selva
“ Viaje de H umboldt a la Cueva d el G uácharo”
Al recomendárselo para su amable cuido, y asegurarle mi agradeci­
miento, me suscribo como siempre con gran respeto.
Ferd. Bellerm ann, Profesor
Berlín, Abril 5 de 1880
N° 4
1880, Septiembre 20
Ferdinand Bellerm ann en Berlín a Max Jordan en Berlín
Mu estimado Consejero y Director:
En contestación a su estim able carta del 15 de este mes me permito
enviar a usted a continuación una descripción de m i cuadro La Cueva
del G uácharo.
Se nos presenta en el cuadro la salvaje y fantástica selva con sus
gigantescos árboles completamente rodeados y envueltos por floreci­
das lianas, con su riqueza en palmeras, cecropias, heléchos como
árboles, precedidos de C alladium , Solanum, H eliconium .
Alejandro H um boldt fue con su compañero Bonpland y los m isio­
neros de Caripe, con la ayuda de los indios chaim as, hasta el torrente
que sale de la cueva. Los indios traen ramas de árboles para facilitar el
paso. Hacia la derecha se abre la selva, se ve el muro de piedra y la
entrada de la cueva, adornada con palmeras; algunos guácharos salen
de la cueva; una ligera niebla envuelve los picos de las m ontañas. Todo
esto, pienso, presenta una im agen vivida y característica de la situa­
ción, una im agen de lo selvático y de la forma como se viaja a través de
ello.
En la creencia de que facilitará un mayor interés y entendimiento por
parte del público, le ruego, m uy estimado Director, intitular mi
cuadro:
Visita de A lejandro H umboldt a la Cueva d el G uácharo en la
C ordillera de Venezuela, en el año i 799.
En la esperanza de que la anterior descripción le sea suficiente, y para
67
expresarle mi eterno agradecim iento por las innum erables molestias
que por mi causa se ha tomado, me suscribo respetuosa y afectuosa­
mente,
Su,
Ferd. Bellerm ann, Profesor
Berlín, 20 de Septiembre de 1880
Para su uso especial me perm ito adjuntarle una descripción exacta de
la Cueva del Guácharo.
F.B.
N°. 5
1880, Septiembre 20
Ferdinand Bellermann en Berlín a Max Jordán en Berlín
Descripción de la Cueva del Guácharo:
La Cueva del Guácharo está situada en las selvas, ricas en palmeras, de
la Cordillera de la Costa de la Provincia de Cumaná, a 3-500 pies
sobre el nivel del mar. Se trata de la mayor m aravilla natural de
Venezuela y da pie a los habitantes para las más fabulosas leyendas.
La entrada de la cueva tiene 80 pies de ancho y 70 pies de alto y con
estas dimensiones penetra la montaña aproximadamente 400 pies. En
c.' .a prim era parte de la cueva viven los pájaros guácharos (Steatornis
caripensis) llamados así en su honor, los cuales hacen dentro de la
cueva un ruido ensordecedor, y al salir de ella castañean con los picos
tal como si se les diera rienda suelta a miles de castañuelas.
La luz del día penetra hasta aproximadamente 750 pies. La formación
estalactílica es rica, bella e imponente, y casi toda clara y espaciosa.
Dos galerías más estrechas se adentran en la cueva y una galería
lateral, de difícil acceso, presenta bellas formaciones estalactíticas. El
río que sale de la segunda parte de la cueva proporciona al anterior un
frescor m uy agradable. La extensión total de la cueva es de 2 .8 0 0 pies.
Alejandro H um boldt visitó la cueva en el año 1799, posiblem ente a
finales de Agosto, en compañía de los misioneros de Caripe y de los
indios chaimas; gracias a él se conoció en Europa acerca de la existen­
cia de la cueva y de sus habitantes, los guácharos.
La inmensa e inextinguible impresión se m antenía viva en el patriarca
de la ciencia aún después de 40 años; tan así que Alejandro H um ­
boldt, al yo despedirme en el Jard ín Sans Souci de Postdam, en mayo
68
de 1842, me hizo notar lo extraordinario de esta m aravilla de la
naturaleza, recomendándome que visitase la cueva.
El 9 de agosto de 1843 llegué a la Cueva del Guácharo, viví en ella
durante 14 días, hice los estudios para el cuadro que está en la Galería
Nacional y dibujé un plano de la cueva.
Berlín, 20 de Septiembre de 1880
Ferd. Bellerm ann, Profesor
N° 6
1882, Mayo 15
Ferdinand Bellermann en Berlín a un destinatario desconocido en
Berlín
Muy estimado Consejero:
Mi cuadro en la G alería N acional, La Cueva d el G uácharo ha entusias­
mado enormemente a una señora suram ericana, en forma tal, que la
misma me ha pedido que le haga una copia. Es por esto que me
permito solicitarle el favor de que la G alería me preste el cuadro por
algún tiempo. El am able interés y buenos deseos que ha mostrado
usted por mis aspiraciones artísticas me hacen esperar no estar p i­
diendo en vano y perm itirm e asegurarle que haré todo lo posible
porque el tiempo que el cuadro vaya a estar fuera de la G alería no sea
muy largo.
A la espera de su respuesta, me suscribo como siem pre, su
Ferd. Bellerm ann, Profesor
Anhaltstr. 3 S .W .
Berlín, Mayo 15 de 1882
N° 7
1882, Mayo 24
Escrito de un desconocido en Berlín a otro desconocido
Berlín, Mayo 24 de 1882
Excelencia:
El pintor Prof. Bellerm ann se ha dirigido personalemnte a esta
Dirección con el fin de solicitar que se le preste su cuadro La Cueva d el
69
G u ácharo, propiedad de la G alería nacional, para hacer una copia del
mismo, la cual le fue pedida recientem ente. En vista de que el
mencionado artista posiblemente obtenga un beneficio por este con­
cepto, el cual debido a su edad posiblemente no podría obtener por
medio de nuevos trabajos, y en vista de que vendió el cuadro a la
G alería Nacional por un precio sum am ente bajo, pienso que su
solicitud debe ser tomada en consideración (. . . ) solicita esta Direc­
ción, (. . . ) querer la aprobación para que al (. . . ) Bellerm ann se le
preste el cuadro por un período no mayor de tres meses, previa
presentación de un Seguro contra incendio. La realización de la copia
en los salones de la G alería Nacional, sería m uy difícil, ya que los
únicos salones para estos efectos, situados en el piso superior, queda­
rán inutilizados en los próximos meses motivado a trabajos de remo­
delación.
d.d.F .
70
Palabras del Dr. Egon Conde de Westerholt durante la inaugu­
ración de los actos del 30° aniversario de la Asociación Cultural
Humboldt.
Permítanme hacer una aclaratoria sobre el concepto de la labor
cultural de nuestra Asociación. Este concepto es muy sencillo:
es el compromiso que ella adquiere en reciprocidad del nombre.
Mas no, en reciprocidad a un memorable monumento que lleva
el nombre de Humboldt, sino en reciprocidad de todos los aspec­
tos importantes de esta personalidad; es decir, en reciprocidad
de un Alexander von Humboldt siempre actual, palpitante, siem­
pre joven, culto, socialmente comprometido, valiente, animoso
y premeditador. Y yo desearía articular este concepto aún algo
más preciso, como sigue:
1. Nuestra Asociación, en su labor cultural, se siente compro­
metida con el gran científico Humboldt, el conocedor y
admirador de la naturaleza, el incansable intermediario de
importantes conocimientos, de quien dice Simón Bolívar,
que respetaba antes de conocerle y le quiso al encontrarlo
en París y Roma. El Humboldt de quien dijo el exigente
Goethe, 20 años mayor que él, que “ no se puede aprender
de los libros en una semana tanto como lo que él puede
explicar en una hora” ; también con el Humboldt que como
naturalista se asombró sobre las riquezas de Venezuela y
a su llegada a Cumaná en 1799 escribió: “ Como los locos
hasta ahora corremos en rededor . . . Bonpland me aseguró
que él perdería el sentido si estas maravillas no cesaban
pronto” . Hacia este talentoso hombre de ciencia, tan com­
prometido y ligado a Venezuela, quisiéramos aplicar nuestra
primera obligación.
2 . En nuestra labor, nos sentimos obligados hacia el atrevido
humanista y demócrata Humboldt, quien para todos noso­
tros posee una actualidad ardiente, el que vivió el ideal de
vencer prejuicios, el que participó con Jefferson en el “ Libe­
71
ralismo de las Id eas” , el que sufrió las injusticias que sus
contemporáneos encontraban naturales, el que se compro­
metió por la libertad de los campesinos en Europa Occiden­
tal, el que escribió al Libertador de los Tiempos ‘‘en que
hacíamos votos por la independencia y libertad del Nuevo
Continente” , el que — aunque por benevolencia especial
del rey de España vino a Suramérica
habló de la “ ley
bárbara” en las colonias españolas y escribió lo siguiente:
“ Es del mayor interés . . . ocuparse de los indígenas y
sacarlos de su presente estado de barbarie, de abatimiento
y de miseria” ; finalmente, hacia el Humboldt que el pueblo
de Berlín desea ver cuando en la Revolución de 1848 se
reúnen ante el palacio del Rey y el que después de los
desafortunados días de esta revolución, a los 80 años, en­
cabezó el cotejo que lleva a la tumba a los caídos de la Aca­
demia de las Ciencias y mártires de la revolución.
—
Y, en tercer lugar, nos sentimos obligados y comprometidos
con el Humboldt que trajo Europa a Suramérica y Suramérica
a Europa; con el Humboldt que según las palabras de Simón
Bolívar “ la América . . . con sus ojos la ha arrancado de la
ignorancia y con su pluma la ha pintado tan bella como su pro­
pia naturaleza” ; con el Humboldt que supera el criterio “ eurocéntrico” de la cultura, con el que intempestivamente le da
importancia y visión al desconocido continente de Suramérica,
el que lo coloca según la naturaleza e historia con los mismos
derechos al lado de Europa; cuyos relatos sobre Suramérica
transformaron a todo París en agitación y entusiasmo; y el que
con ellos no sólo asegura a los países suramericanos la deferen­
cia de Europa, sino que también instituye la base para todas las
relaciones futuras científicas y culturales entre los continentes.
Estos aspectos de Humboldt, mis damas y caballeros, los aspec­
tos del sabio, del humanista' y del intermediario entre los con­
tinentes, determinan tanto en el sentido histórico como en el
actual, la labor cultural de nuestra Asociación, también si no
podemos siempre realizar debido a razones financieras, organi­
zativas o técnicas, todos los deseos para ustedes y nosotros.
Caracas: 25 de Mayo de 1979.
72
INFORME DE LA JUNTA DIRECTIVA
sobre las actividades en el año
1978
RESUMEN Y CLASIFICACION
de los 165 actos culturales con 55.842 concurrentes
CARACAS
INTERIOR
151
55.007
14
CONCIERTOS
CONCURRENTES
13
1.440
2
—
CONFERENCIAS
CONCURRENTES
13
996
1
—
EXPOSICIONES
CONCURRENTES
6
27.000
3
—
PELICULAS
CONCURRENTES
47 películas
(70 funciones)
18.261
6 películas
(8 funciones)
835
ACTOS CULTURALES
CONCURRENTES
teatro
CONCURRENTES
6 obras
(80 funciones)
7.184
—
73
ENERO 19 7 8
CURSOS
Del 9 al 14 de enero se iniciaron las inscripciones para el trimestre
enero-marzo. Durante la semana de inscripciones el número de inscritos
fue de 371 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a la cantidad de 455.
Se abrieron 31 cursos de alemán, entre ellos uno intensivo y uno de
conversación y 4 cursos de castellano, entre ellos uno de conversación.
ACTOS CULTURALES
a)
C onferencias
2 4 .1 .
b)
Las películas previstas para esto dos días
no llegaron, por lo tanto se proyectó
la película “El cuchillo en la espalda”.
Cinemateca
Nacional
200 pers.
T eatro
2 7 .1 .
74
Sede
250 pers.
P elículas
19 -1.
y
20. 1.
c)
Michéle van der Bijl; "Nueve meses a
través de Sudamérica en una camioneta
Volkswagen” (con diapositivas). La se­
ñora vari der Bijl es alumna de la ACH.
"El Mono: Informe para una academia”
de Franz Kafka. En colaboración con
la Dirección de Cultura y el Departamento de Alemán de la UCV. Versión
Sala de
Conciertos
UCV
450 pers.
y dirección: Ugo Ulive, con una intro­
ducción de la Prof. Lotte de Vareschi.
Varios
El 13 de enero llegaron tres biblitecarias enviadas por el Instituto Goethe de
Munich para revisar, catalogar y com­
pletar nuestra biblioteca. Las Sras. Elizabeth Macan, Gisela Meyer y Loise von
Loew, quienes permanecieron en Cara­
cas hasta el día ,15 de marzo para luego
seguir su gira por el Perú y Brasil.
Para tal efecto se emplearon 5 ayudan­
tes más en la biblioteca, los cuales tra­
bajan medio tiempo.
Interior
Exposición de Richard LaPan, México.
Exposición de Carvajal, Colombia.
Cumaná
Barquisimeto
Varios
18.1.
Reunión de Junta Directiva.
75
FEBRERO 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 460.
A fin de mes empezó el curso de literatura en alemán con la Prof.
Lotte de Vareschi.
ACTOS CULTURALES
a)
R ecitales y C onciertos
11.2.
"Trío Juan Bautista Plaza”, integrado
por Monique Duphil (piano), Francoise
Delaval (violín) y Florian Ebersberg
(cello), en ocasión del sesquicentenario,
de la muerte de Franz Schubert.
Teatro de
Bolsillo
80 pers.
18.2.
"Trío Juan Bautista Plaza”, en ocasión
del sesquicentenario de la muerte de
Franz Schubert.
Teatro de
Bolsillo
120 pers.
25. 2.
"Trío Juan Bautista Plaza”, en ocasión
del sesquicentenario de la muerte de
Franz Schubert.
Teatro de
Bolsillo
160 pers.
b)
P elículas
17.2.
y
18. 2.
76
"Lina Braake”, película que recibió el
Premio de la República Federal de Alemania por el trabajo del director, Bern-
Cinemateca
Nacional
2.372 pers.
hard Sinkel, y de la protagonista, Lina
Carstens. En alemán con subtítulos en
español. Dos funciones diarias: 6:30 y
9:00 p.m.
19-2.
y
21. 2.
"El embrutecimiento de Franz Blum”,
bajo la dirección del Reinhard Hauff.
El artista principal, Burkhard Driest, es
autor del guión. En alemán con subtí­
tulos en español.
Cinemateca
Nacional
2.720 pers.
22. 2.
"Una salida violenta”, bajo la dirección
de Michael Verhoeven. En alemán con
subtítulos en español.
Cinemateca
Nacional
750 pers.
c)
Teatro
9 •2.
y
10.2.
"Dos noches de teatro literario”, con
Herbert Lederer, Viena, en alemán:
"Meier Helmbrecht” de Wernher el Jar­
dinero, y "Playboy Nestroy”. En cola­
boración con el Colegio Humboldt.
Colegio
Humboldt
160 pers.
M aracaibo
No hubo informes.
Interior
Varios
8.2.
Reunión Ordinaria de Junta Directiva.
24. 2.
Reunión de Profesores.
25 .3 .
"Lina Braake”.
Col. Turén
35 pers.
77
MARZO 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 460.
ACTOS CULTURALES
a)
R ecitales y C onciertos
17. 3 .
b)
Oscar Ohlsen, laúd, interpretó música
renacentista y barroca. Durante el reci­
tal hizo comentarios sobre la música y
sus compositores.
Sede
120 pers.
C onferencias
28. 3 .
29. 3 .
30. 3 .
Prof. Dr. Reiner Thoss; "La Protección
ambiental” en colaboración con la Facuitad de Arquitectura y Urbanismo de
la Universidad Central de Venezuela. El
Prof. Thoss disertó diariamente de 9 a
10:30 y hubo discusión de 11 a 12 p.m.
Facultad de
Arquitectura
UCV
180 pers.
30. 3.
Prof. Dr. Reiner Thoss; "Política de
desarrollo regional” en colaboración con
la Dirección de Extensión Universita­
ria y la Coordinación de la Carrera de
Urbanismo de la Universidad Simón
Bolívar.
Universidad
Simón
Bolívar
20 pers.
78
c)
Exposiciones
8.3.
al
31. 3.
"Josef Albers- Interaction of Color” en
colaboración con el Museo de Arte
Contemporáneo, Caracas.
Museo de Arte
Contemporáneo
8.000 pers.
31. 3.
Inauguración de la exposición "Pintores
del Romanticismo Alemán” en colabo­
ración con la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la Universidad Central
de Venezuela. La exposición continuó en
abril.
Facultad de
Arquitectura
d)
P elículas
3. 3 .
"Una salida violenta”, bajo la dirección
de Michael Verhoeven. En alemán con
subtítulos en español.
Sala de Con­
ciertos UCV
270 pers.
3-3.
"El embrutecimiento de Franz Blum”,
bajo la dirección de Reinhard Hauff. El
artista principal, Burkhard Driest, es
autor del guión. En alemán con subtí­
tulos en español.
Sala de Con­
ciertos UCV
250 pers
4.3.
"Lina Braake”, película que recibió el
Premio de la República Federal de Ale­
mania por el trabajo del director, Bern­
hard Sinkel, y de la protagonista, Lina
Carstens. En alemán con subtítulos en
español.
Sala de Con­
ciertos UCV
200 pers.
6.3.
"Lina Braake”.
Fac. Arquitec­
tura UCV
200 pers.
7.3.
"El embrutecimiento de Franz Blum”.
Fac. Arquitec­
tura UCV
300 pers,
8. 3 .
"Una salida violenta”.
Fac. Arquitec­
tura UCV
300 pers.
79
30. 3-
"Querida mamá, estoy bien” (I Parte).
Col. Humboldt
50 pers.
31. 3-
"Querida mamá, estoy bien” (II Parte).
Col. Humboldt
50 pers.
M aracaibo
31. 3.
Prof. Dr. Reiner Thoss; "La Protección
ambiental”.
Interior
15. 3.
"El embrutecimiento de Franz Blum”,
en colaboración con el Colegio de Abo­
gados del Estado Lara ( Cine Club Char­
les Chaplin).
Col. Abogados
300 pers.
17. 3.
"Una salida violenta”.
Col. Abogados
100 pers.
17. 3.
"Lina Braake”.
Col. Abogados
100 pers.
80
ABRIL 19 7 8
CURSOS
Del 3 al 8 de abril se realizaron las inscripciones para el trimestre
abril-junio. El número de inscritos durante la semana de inscripciones
alcanzó la cifra de 287 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a 400.
Las clases empezaron el 10 de abril y se abrieron 28 cursos de alemán,
entre ellos dos intensivos, 4 cursos de castellano y un curso de literatura,
dirigido por la Prof. Lotte de Vareschi.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
4.4.
b)
Egbert Ennulat (Frankfurt), cémbalo,
interpretó obras de Sweelinck, Bach y
Rameau.
Sede
60 pers.
E xposiciones
31. 3.
al
25. 4.
"Pintores del Romanticismo Alemán”,
en colaboración con la Extensión de
Cultura de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la UCY..
Facultad de
Arquitectura
4.000 pers.
27. 4.
Inauguración de la exposición "Gráfica
Contemporánea en la República Fede­
ral de Alemania”, en colaboración con
Museo de Arte
Contemporáneo
81
el Museo de Arte Contemporáneo. La
Exposición continuó en el mes de mayo.
c)
P elículas
25. 4.
"Las cartas de amor abusadas”, versión
cinematográfica de una novela de Gottfried Keller. En alemán con subtítulos
en español y en colores. Funciones a las
6:30 y 9:00 p.m.
Sede
100 pers.
27. 4.
"Querida mamá, estoy bien”, película
documental de Christian Ziewer que se
dirige a un público de obreros y peque­
ños empleados. En alemán con subtítulos
en español y en colores. Funciones a las
6:30 y 9:00 p.m.
Sede
57 pers.
28 . 4.
"Galápagos”, película documental sobre
las islas volcánicas en el Océano Pací­
fico. En español y en colores. Funciones
a las 6:30 y 9:00 p.m.
Sede
92 pers.
Varios
8.4.
Reunión de Junta Directiva.
13. 4.
Reunión de la Oficina.
28 . 4.
Reunión de Profesores.
82
MAYO 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 412.
ACTOS CULTURALES
a)
R ecitales y C onciertos
21. 5.
b)
Centro
Venezolano
Americano
120 pers.
E xposiciones
21 A .
al
11. 5.
c)
Nico Castel (tenor) y Nina de Iwanek
(piano) interpretaron un recital de lieder, en ocasión del sesquicentenario de
la muerte de Franz Schubert. En colaboración con el Centro Venezolano
Americano.
"Gráfica Contemporánea en la Repúca Federal de Alemania”, en colaboración
con el Museo de Arte Contemporáneo.
Museo de Arte
Contemporáeno
3.000 pers.
T eatro
20. 5 .
Llegó el Sr. Alexander de Montleart,
Director del Teatro Nacional de Mann­
heim, para montar con el Nuevo Gru­
po la obra "Las amargas lágrimas de
Petra von Kant”.
Teatro
Alberto de
Paz y Mateos
83
Maracaibo
No hubo informes.
Varios
11. 5.
Reunión de Oficina.
17. 5.
Reunión de Junta Direttiva.
26 . 5.
Reunión de los dirigentes de los insti­
tutos culturales extranjeros en Caracas.
84
JUNIO 19 7 8
CURSOS
Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio.
ACTOS CULTURALES
a)
R ecitales y C onciertos
10. 6.
Jenny Abel (violín) y Roberto Szidon
(piano) interpretaron obras de: B. Bar­
tók, R. Schumann y L. v. Beethoven.
En colaboración con el Instituto Vene­
zolano-Francés.
Teatro de
Bolsillo
60 pers.
27. 6.
Kammerorchester Tübinger Studenten
(Orquesta de Cámara de Estudiantes de
Tübingen) interpretaron obras de A.
Vivaldi, J. S. Bach, P. Hindemith y W.
A. Mozart, bajo la dirección de Helmut
Calgéer. En colaboración con el Colegio
Humboldt. ( Conciertos el 28 . 6 y 29 •6.
en Valencia).
Colegio
Humboldt
300 pers.
b)
P elículas y D ocu m entales
28. 6.
29. 6.
30. 6.
"Las amargas lágrimas de Petra von
Kant”. "El cántaro roto” y 5 películas
alemanas sobre teatro, con motivo de
la IV Sesión Mundial del Teatro de
Naciones (Eventos especiales).
Cinemateca
Nacional y
UCV
4.100 pers.
85
Maracaibo
No hubo informes.
Varios
9 .6 .
Reunión de Profesores.
14. 6.
Reunión de Junta Directiva.
15.6.
Reunión de Oficina.
86
JULIO 19 7 8
CURSOS
Del 26 de junio al 1° de julio se realizaron las inscripciones para el
trimestre julio-setiembre. El número de inscritos durante la semana de
inscripciones alcanzó la cifra de 193 y hasta fin de mes esta cifra
se elevó a 267. Las clases empezaron el 3 de julio y se abrieron 22
cursos de alemán y 3 de castellano.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
28. 7.
b)
Abraham Abreu (cémbalo) y Aldo
Abreu (flauta) interpretaron música re­
nacentista.
80 pers.
C onferencias
3. 7.
Alexander de Montleart, Director del
Teatro Nacional de Mannheim, "Estruc­
tura y Desarrollo del teatro alemán des­
pués de 1945”.
Sede
30 pers.
14.7.
Profesor Paul "Decorado de la Escena”,
con motivo de la IV Sesión Mundial del
Teatro de Naciones.
Anauco Hilton
400 pers.
17.7.
Alexander de Montleart, "Contenido del
Teatro alemán posterior a 1945”.
Sede
35 pers.
87
c)
E xposiciones
30 . 7 .
d)
Inauguración de la Exposición "Afiches
de Cine en la República Federal de Ale­
mania”, con motivo de la presentación
de la obra "Las amargas lágrimas de
Petra von Kant”. En colaboración con
la Cinemateca Nacional y la Galería
de Arte Nacional.
Teatro
Alberto de
Paz y Mateos
200 pers.
"Arte Contemporáneo en la República
Federal de Alemania”.
Sala C adafe
P elículas
1 3 .7 .
"La Madre”.
Anauco Hilton
45 pers.
1 4 .7 .
"Per Gynt”.
Anauco Hilton
40 pers.
1 5 .7 .
"La tragedia optimista”.
Anauco Hilton
40 pers.
1 6 .7 .
"El príncipe de Homburg”.
Anauco Hilton
40 pers.
Todas las películas fueron introducidas
por el Prof. Paul.
M aracaibo
No hubo informes.
Varios
1 9 .7 .
88
Reunión de Junta Directiva.
AGOSTO 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre julio-setiembre. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 281.
ACTOS CULTURALES
a)
Exposiciones
3 0 .7 .
al
1 3 .8 .
b)
"Afiches de Cine en la República Federal de Alemania”, con motivo de la
presentación de la obra de teatro "Las
amargas lágrimas de Petra von Kant”,
de Rainer Werner Fassbinder.
Teatro
Alberto de
Paz y Mateos
6.000 pers.
Películas
1 .8 .
"Los dioses de la peste”.
Cinemateca N.
450 pers.
2 .8 .
"El mercader de las cuatro estaciones”
Cinemateca N.
450 pers.
3 .8 .
'Effi Briest”.
Cinemateca N.
450 pers.
c)
Teatro
5 .8 .
Estreno de la obra de teatro de Rainer
Werner Fassbinder "Las amargas lágri­
mas de Petra von Kant”, bajo la direc­
ción del director alemán Alexander de
Teatro
Alberto de
Paz y Mateos
280 pers.
89
Montleart y con la actuación del Nuevo
Grupo. La obra se presentó de martes
a domingo.
Interior
9 -8 .
Película "Effi Briest”, en colaboración
con el Colegio de Abogados del Estado
Lara.
Cineclub
Charles Chaplin
100 pers.
16.8.
Película "Los dioses de la peste”.
Cineclub
Charles Chaplin
100 pers.
2 3 .8 .
Película "El mercader de las 4 estacio­
nes”.
Cineclub
Charles Chaplin
100 pers.
Exposición "Arte Contemporáneo en la
República Federal de Alemania”.
Maracaibo
90
SETIEMBRE 19 7 8
CURSOS
El 16 de setiembre finalizaron los cursos correspondientes al trimestre
julio-setiembre. Del 18 al 23 de setiembre se realizaron las inscripciones
para el trimestre octubre-diciembre. El número de inscritos durante la
semana de inscripciones alcanzó la cifra de 284. Las clases empezaron
el 25 de setiembre y se abrieron 32 cursos de alemán, entre ellos 3 de
conversación, y 4 cursos de castellano, entre ellos uno intensivo.
ACTOS CULTURALES
a)
R eá ta les y C onciertos
14.9-
El "Trío Reger’’, el más famoso de los
tríos jóvenes alemanes de cuerda, ofreció
un programa con obras de F. Schubert,
A. Schoenberg y L. van Beethoven, en
ocasión del sesquicentenario de la muer­
te de Franz Schubert.
Sede
90 pers.
19.9-
Duo "Bauer-Bung”, interpretó obras de
L. van Beethoven, F. Schubert y C. M.
von Weber para piano a cuatro manos,
en ocasión del sesquicentenario de la
muerte de Franz Schubert.
Sede
90 pers.
91
b)
Teatro
2 3 .9 .
Finalizó la presentación de la obra tea­
tral "Las amargas lágrimas de Petra von
Kant”, presentada por el Nuevo Grupo
y dirigida por el director alemán Alexander de Montleart.
Teatro
Alberto de
Paz y Mateos
5.500 pers.
2 5 .9 .
Teatro de Pantomimas de Colonia, Ale­
mania, dirigido por Milán Sládek, en
colaboración con el Colegio Humboldt.
Colegio
Humboldt
600 pers.
2 6 .9 -
Teatro de Pantomimas de Colonia, Ale­
mania, dirigido por Milán Sládek, en
colaboración con el Colegio Humboldt.
Colegio
Humboldt
600 pers.
Varios
22.9-
Reunión de Profesores.
27.9-
Reunión de Junta Directiva.
28.9-
Reunión de Oficina.
92
OCTUBRE 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre
y hasta fin de mes la cifra de alumnos se elevó a 441.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
14 .10.
b)
"Música para vientos de W . A. Mozart”,
interpretada por José Gay (clarinete),
Claudio Bondy (oboe), Filiberto Núñez
y Rubén Oscher (fagotes), Ramiro Ra­
mírez y Adolfo Sueiro (cornos). En
colaboración con la Sociedad Pro Música
de Cámara.
Museo de Arte
Colonial
80 pers.
C onferencias
3 0 .1 0 .
Prof. Dr. Guenter Hedtkamp: "Los problemas político-financieros de la República Federal de Alemania”, en alemán.
En colaboración con la Cámara de Co­
mercio e Industria Venezolana Alemana.
Sede
23 pers.
3 1 .1 0 .
Prof. Dr. Guenter Hedtkamp: "Los problemas político-financieros de la República Federal de Alemania”, con
traducción simultánea al castellano. En
Banco Central
de Venezuela
18 pers.
93
colaboración con el Banco Central de
Venezuela.
c)
P elículas y D ocu m entales
Antes de cada función en la sede de la Aso­
ciación se proyectó el más reciente noticiero
sobre Alemania.
2 7 .1 0 . "La Fierecilla Domada”, película de
ballet según la obra de W illiam Sha­
kespeare, bajo la dirección de John
Cranko.
Sede
105 pers.
2 9 .1 0 . "La Fierecilla Domada”, 2 funciones.
Sala Cadafe
75 pers.
Varios
18.10. Reunión de la Junta Directiva.
2 6 .1 0 . Reunión de Oficina.
6 .1 0 . Reunión de Profesores. (Reuniones de
trabajo para el seminario).
10.10.
Reunión de Profesores.
17.10.
Reunión de Profesores.
20 .10 .
Reunión de Profesores.
24 .10 .
Reunión de Profesores.
27 .10 .
Reunión de Profesores.
94
NOVIEMBRE 19 7 8
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre,
El número de inscritos alcanzó la cifra de 441. Sí distribuyeron los
primeros cursos por correspondencia.
ACTOS CULTURALES
i)
R ecitales y C onciertos
18.11.
b)
Recital de cello y piano con Florian
Ebersberg y Martín Irnaz. En colabora­
ción con la Sociedad Pro Música de
Cámara. Interpretaron obras de L. v.
Beethoven, R. Schumann, C. Cassadó,
M. de Falla y F. Schubert.
Museo de Arte
Colonial
80 pers.
Sem inarios y C onferencias
14 .11.
al
16 .11 .
Dr. Ing. Franz Wasselewsky, "Problemas de la purificación y conservación
del agua en zonas industriales”. En cola­
boración con el Instituto de Geografía
y de Desarrollo Regional.
Instituto de
Geografía y
de Desarrollo
Regional. Sala E
de la Biblioteca
UCV
40 pers.
95
c)
E xposiciones
3 .1 1 . Carteles de Teatros Alemanes, en colaai
boración con la Facultad de Arquitec11 .11. tura y Urbanismo de la Universidad
Central de Venezuela.
d)
Facultad de Arq.
y Urbanismo
UCV
6.000 pers.
P elículas y D ocum entales
3 1 .1 0 . 15 películas sobre Arte: "Restaurador
al
Pracher”, "Hans Scharoun”, "Kaethe
15.11. Kollwitz”, "Oscar Kokoschka pinta a
Konrad Adenauer”, "Max Ernst”, "Dada
y Neo-Dada”, "Estudiando Arte”, "Mo­
delando el futuro (50 años del Bau­
haus)”, "La Idea Bauhaus”, "Max Beck­
mann”, "Franz Marc”, "Emil Nolde”,
"W illi Baumeister”, "Pinturas Expre­
sionistas alemanas”, "Paul Klee”. En
colaboración con el Museo de Arte Con­
temporáneo.
Museo de Arte
Contemporáneo
950 pers.
18 .11. Películas de mujeres sobre mujeres (en
al
alemán con subtítulos en castellano).
2 2 .1 1 . Introducciones de Heiner Ross (Berlín)
y Peran Erminy. En colaboración con
el Foro Internacional del Joven Cine
Berlín y la Cinemateca Nacional. Las
películas proyectadas fueron: "Perso­
nalidad reducida de todas partes” de
Heike Sanders, "Sé justa y no temas
a nadie” de Jutta Brueckner, "Una mu­
chacha totalmente abandonada” de Jutta
Brueckner, "Madame X - una domina­
dora absoluta” de Ulrike Ottinger y
Tabea Blumenschein, "El segundo des­
pertar de Christa Klages” de Marga­
rethe von Trota, y ¿"Qué piensa Ud. de
la muerte de W ilm a Montesi” de Hel­
mer von Luetzelburg?.
Cinemateca
Nacional
3.130 pers.
96
Varios
15.11 .
Reunión de Junta Directiva.
7. 11.
Reunión de Profesores.
10.11 .
Reunión de Profesores.
14.11.
Reunión de Profesores.
17.11.
Reunión de Profesores.
16.11.
Reunión de Oficina.
97
DICIEMBRE 1978
CURSOS
Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre.
ACTOS CULTURALES
a)
P elículas y D ocum entales
1.12.
"Galápagos".
Hospital
Dr. José Gregorio
Hernández
150 pers.
2. 12.
"Galápagos”.
Iglesia
Adventista
345 pers.
9 . 12.
Varios
8. 12.
Fiesta Navideña de Fin de Año con
repartición de Premios a los mejores
alumnos de cada curso. A continuación
se pasó a la biblioteca y a la terraza,
donde hubo música y se sirvió un ape­
ritivo.
11. 12.
al
15.12.
Seminario de capacitación para profesores de alemán organizado por la Sra.
Waltraud de la Rosa, Directora de
98
Cursos, con la participación de los Drs.
Marlene y Dietrich Rail del Centro
de Enseñanza de Lenguas Extranjeras,
''CELE”, Universidad de México y el
Sr. Ulrich Spaet del Instituto Goethe
de Milán, Italia. En el seminario par­
ticiparon 12 profesores de la ACH, 1
profesor de la Universidad Simón Bo­
lívar, 4 profesores de la Universidad
Central de Venezuela, 1 profesor del
IVIC, 2 profesores del Colegio Llumboldt y un profesor del Instituto Pe­
dagógico de Maracay, entre otros.
99
MOVIMIENTO
CARACAS
MARACAIBO
MERIDA
100
DE
MIEMBROS
Enero 1978
D iciem bre 1978
356
347
51
30
51
30
437
428
INFORME DE LA JUNTA DIRECTIVA
sobre las actividades en el año
1979
RESUMEN Y CLASIFICACION
de los 102 actos culturales con 100.337 concurrentes
CARACAS
INTERIOR
78
82.515
24
17.822
CONCIERTOS
CONCURRENTES
23
5.710
5
622
CONFERENCIAS
CONCURRENTES
12
1.395
EXPOSICIONES
CONCURRENTES
10
56.310
2
14.800
PELICULAS
CONCURRENTES
29
14.600
17
2.400
TEATRO
CONCURRENTES
4
4.500
ACTOS CULTURALES
CONCURRENTES
101
ENERO 1 9 7 9
CURSOS
Del 8 al 13 de enero se iniciaron las inscripciones para el trimestre
enero-marzo. Durante la semana de inscripciones el número de inscritos
fue de 333 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a la cantidad de 486.
Se abrieron 35 cursos de alemán, entre ellos uno intensivo y uno de
literatura y 5 cursos de castellano.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
27. 1.
"Quinteto de Vientos” integrado por
Monique Duphil (piano), Lido Guarnieri
(oboe), José Gay (clarinete), Ramiro Ra­
mírez (corno) y Filiberto Núñez (fagot).
En colaboración con la Sociedad Pro
Música de Cámara. Interpretaron obras
de W . A. Mozart y L. v. Beethoven.
Varios
17.1.
Reunión de Junta Directiva.
18.1.
Reunión de Oficina.
102
Quinta Anauco
Museo de Arte
Colonial
80 pers.
FEBRERO 19 7 9
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 501, cifra record en la Aso­
ciación.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos
22. 2 .
b)
Coro de la Universidad Simón Bolívar,
bajo la dirección de Alberto Grau. En
colaboración con la Universidad Simón
Bolívar.
Sede
120 pers.
Exposiciones
6.2.
Inauguración de la exposición “Caminos
del Paraíso”, III Exposición Mundial de
Fotografía (434 fotos de 86 países de
170 fotógrafos). En colaboración con
el Museo de Arte Contemporáneo. La
exposición continúa en marzo.
Sala
Cadafe
18.2.
al
25. 2.
Exposición "Joyería de Fantasía” (21
vitrinas con ejemplos de joyas de fantasía alemana). En colaboración con la
Cámara de Joyeros y Relojeros. Simul-
Sede
610 pers.
103
táneamente se abrió la exposición "Mo­
da”, ejemplos de publicaciones de la
moda en Alemania. Las exposiciones
estuvieron abiertas al público diaria­
mente, inclusive sábados y domingos.
Varios
21. 2.
104
Reunión de la Junta Directiva.
MARZO 19 7 9
CURSOS
Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. Se
iniciaron los preparativos para el trimestre abril-junio, cuyas inscripcio­
nes fueron del 2 al 7 de abril. Las clases comenzaron el 16 de abril.
ACTOS CULTURALES
a) C onciertos y R ecitales
9-3.
Juerg Luethy, pianista, interpretóobras
de Haydn, Suter, Prokofiev y Schumann.
Estas actuaciones sellevaron a cabo en
colaboración con el Centro Suizo.
Sede
80 pers.
16.3-
Concierto Obras de Johannes Brahms,
con Monique Duphil ( piano), Florian
Ebersberg ( cello), José Gay ( clarinete).
Este concierto se llevó a cabo en cola­
boración del IVIC, con motivo de sus
20 años.
IVIC
60 pers.
17.3al
7. 4 .
Ciclo Brahms,
(4 conciertos).
Museo de Arte
Colonial
400 pers.
b)
C onferencias
1. 0.
Prof. Volkmar Vareschi, disertó sobre
"Indonesia - recuerdo y reflexión”.
Sede
80 pers.
105
c)
Películas
1.3.
al
16.3-
106
Durante este lapso se proyectaron películas sobre Zoología, Etnología, Fisiología
y Técnica.
IVIC
460 pers.
ABRIL
1979
CURSOS
Del 2 al 7 de abril se realizaron las inscripciones para el trimestre
abril-junio. El número de inscritos durante la semana normal de
inscripciones alcanzó la cifra de 230 y hasta el fin del mes esta cifra
se elevó a 380.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
5.4.
y
7.4.
La Orquesta Collegium Musicum y el
Coro de Música Antigua, bajo la dirección del Prof. Dr. Emil Platen,
interpretaron obras de J. S. Bach, An­
tonio Caldera, Georg Philip Telemann
y Antonio Vivaldi. Estos conciertos se
llevaron a cabo en colaboración con la
Asociación Cultural Música Antigua y
el Colegio Musicum de la Universidad
de Bonn.
Iglesia
Santísima
Trinidad
3.600 pers.
28 .4 .
David Arden, piano, interpretó obras de
J. S. Bach, J. Brahms, K. Stockhausen,
N. Huber y M. Kagel.
Museo de Arte
Colonial
110 pers.
b)
C onferencias
3. 4 .
Prof. Dr. José Navarro, de la Univer-
Escuela de
107
4.4.
sidad de Bremen, disertó en castellano,
sobre "Significado y Actualidad de la
Cultura Latino-Americana en Alemania”.
Idiomas de
la UCV
100 pers.
Prof. Dr. José Navarro, disertó sobre
"Capacitación de Profesores en la Uni­
versidad de Bremen”.
Escuela de
Idiomas de
la UCV
120 pers.
Maracaibo
6. 4 .
al
22. 4.
108
III Exposición Mundial de la Fotografía
“Caminos del Paraíso”, organizada por
la revista STERN en colaboración con
367 museos de 5 I países y presentada
en el Museo Municipal y el Concejo
Municipal d el Distrito Maracaibo.
Museo
Municipal
8.000 pers.
MAYO 19 7 9
CURSOS
Continuaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. El
número de inscritos alcanzó la cifra de 380.
ACTOS CULTURALES
a)
15.5.
al
31. 5.
Con motivo de celebrarse el "Año
Internacional del Niño”, la Fundación del Niño, el Museo de Arte
Contemporáneo y la Asociación Cul­
tural Humboldt, presentaron en el
Museo de Arte Contemporáneo del
Parque Central, la serie "Nuestros
Niños”. Se llevaron a cabo las si­
guientes actividades:
Exposiciones de imágenes de li­
bros para niños.
Películas.
Teatro de títeres.
Conciertos.
b)
25 .5 .
Acto Conmemorativo de los 30 años
de la Asociación Cultural Humboldt,
en el Museo de Arte Contemporáneo.
10.000
niños
200 pers.
109
c)
27.5 .
Con motivo de los 30 años de la
Asociación Cultural Humboldt, se
llevó a cabo un concierto de la Or­
questa Sinfónica de Venezuela, en
el Aula Magna de la Universidad
Central de Venezuela, dirigido por
Georg Schmohe, de Bilefeld-Alemania y el programa incluyó obras de
W . A. Mozart, J. Brahms y N. Pa­
ganini.
Varios
30. 5.
110
Reunión de Junta Directiva.
2.500 pers.
JUNIO 19 7 9
CURSOS
Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. Se inicia­
ron los preparativos para el trimestre de julio-setiembre, cuyas inscrip­
ciones fueron del 2 al 7 de julio. Las clases comenzaron el 9 de julio.
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos y R ecitales
2.6.
9.6.
16. 6.
19.6.
Harriet Serr (piano). Interpretó obras de
Ludwig van Beethoven.
110 pers.
Florian Ebersberg (cello) y Martín Imaz
(piano), interpretaron tres sonatas de
Ludwig van Beethoven.
110 pers.
Rubén González, concertino de la Symphonieorchester des N orddeutschen
Rundfunk (violín) y Monique Duphil
(piano), interpretaron obrasclásicas.
110 pers.
Orquesta de Música Antigua, bajo la
dirección de Alberto Grau, presentó un
Concierto de Cámara con motivo del
30° Aniversario de la Asociación Cultu­
ral Humboldt, en la Iglesia de la Santí­
sima Trinidad en Prados del Este.
600 pers.
111
23. 6.
30. 6.
Antonio Núñez, concertino de Ja Or­
questa Sinfónica de Basel (violín) y Mo­
nique Duphil (piano), interpretron varias
obras clásicas. Programación en colabo­
ración con el Centro Suizo.
110 pers.
Se llevó a cabo un concierto a cargo
de León Spierer (violín) y Monique Du­
phil (piano), quienes interpretaron obras
de Franz Schubert, Robert Schumann y
Georges Enesco.
Todos estos conciertos se llevaron a cabo
en la Quinta Anauco (Museo de Arte
Colonial-Caracas).
b)
P elículas y D ocum entales
16.6.
"El Puente” - B. Wicki.
600 pers.
17.6.
"La Pesa Falsa” - B. Wicki.
600 pers.
19.6.
"El Milagro de Malaquías” - B. Wicki.
600 pers.
20. 6.
"Aguirre la Ira de Dios” - W . Herzog.
680 pers.
21. 6.
"También los Enanos comenzaron desde
abajo” - W. Herzog.
680 pers.
"Signos de Vida” - W. Herzog (con
Foro).
680 pers.
"El País del Silencio y de la Oscuridad” W . Herzog.
680 pers.
24. 6.
"Alicia en las Ciudades” - W . Wenders.
680 pers.
26. 6.
"El Miedo del Arquero ante un Penal” W. Wenders.
680 pers.
27. 6.
"Movimiento Falso” - W . Wenders.
600 pers.
28. 6.
"Miedo Comer Alma” - W. Fassbinder.
680 pers.
29. 6.
"Effie Briest” - W . Fassbinder.
680 pers.
22. 6.
23. 6.
112
30. 6.
"El Ambulante de las cuatro Estacio­
nes” - W . Fassbinder.
680 pers.
Todas estas películas se proyectaron en colabora­
ción y en la sede de la Cinemateca Nacional.
c ) T eatro
2. 6 .
al
30. 6.
20. 6.
al
22. 7.
d)
El Nuevo Grupo, bajo la dirección de
Ugo Ulive, presentó la obra "Corazón
Solitario”, bajo los auspicios de la Aso­
ciación Cultural Humboldt, en la Sala
"Juana Sujo”.
El Nuevo Grupo, en el Teatro Alberto
de Paz y Mateos, bajo la dirección de
Armando Gota, presenta la obra "El
Señor Puntilla y su Chofer Matías”, bajo
los auspicios de la Asociación Cultural
Humboldt.
Exposiciones
18.6.
al
1. 7.
Se llevó a cabo la exposición de "Libros
Alemanes en Castellano”, presentada por
la Biblioteca de la Asociación Cultural
Humboldt, en la Biblioteca Nacional.
26. 6.
Inauguración de la exposición "Arte
Alemán en Venezuela”, en el Museo
de Bellas Artes. Salas 1, 2 y 3. Se pro­
longó durante todo el mes de Julio.
e)
1.000 pers.
C onferencias
6.6.
Dr. Volkmar Vareschi, expuso "Las Ex­
pediciones de Alejandro von Humboldt
en Venezuela”, junto con la película de
Martin Schliessler, en la sede de la Aso­
ciación Cultural Humboldt.
80 pers.
113
13.6.
20. 6.
Dr. José Luis Salcedo-Bastardo, expone
en la sede de la Asociación Cultural
Humbold, su conferencia "Humboldt y
Bolívar”.
50 pers.
Dr. Günter Hartmann, invitado especial
de Alemania, expuso "Theodor KochGrünberg”, simultáneamente con una
película muda sobre las expediciones de
este último en Venezuela, en 1911.
Esta conferencia se efectuó en la Sala
del Banco Central de Venezuela.
50 pers.
Nota: Todos estos actos corresponden a la pro­
gramación especial, con motivo de los 30
años de la Asociación Cultural Humboldt.
M aracaibo
10.-20.
22.
Exposición "La Moda”, en el Teaetro
Bellas Artes.
6.000 pers.
Concierto, Ana Teng, pianista japonesa.
120 pers.
Rueda de Prensa, en la sede de la Aso­
ciación Cultural Humboldt, con el di­
rector de cine alemán, señor Werner
Herzog.
60 pers.
Varios
23. 6.
114
JULIO 19 7 9
CURSOS
Del 2 al 7 de julio, se realizaron las inscripciones para el trimestre
julio-setiembre. El número de inscritos durante la semana de inscrip­
ciones alcanzó la cifra de sólo 150. Esta cifra se elevó a 222 y se
abrieron 17 cursos de alemán.
ACTOS CULTURALES
a)
T eatro
20. 6.
al
22. 7.
b)
El Nuevo Grupo, en el Teatro Alberto
de Paz y Mateos, bajo la dirección de
Armando Gota, presentó la obra "El
Señor Puntilla y su Chofer Matías”, bajo
los auspicios de la Asociación Cultural
Humboldt.
1.000 pers.
E xposiciones
1. 7.
al
5.8.
"Arte Alemán en Venezuela”, exposición
abierta al público en las Salas 1, 2 y 3
del Museo de Bellas Artes. Esta expo­
sición organizada mediante el esfuerzo
conjunto de la Asociación Cultural Hum115
boldt y el Museo de Bellas Artes abarcó
cinco siglos de las artes plásticas alema­
nas. ( Del Siglo XV al Siglo X X ).
23.000 pers.
M aracaibo
12-16.7.
116
Semana del cine alemán en el Centro
Venezolano-Alemán.
9 6 0 pers.
AGOSTO / SETIEMBRE / OCTUBRE 19 7 9
CURSOS
Del 24 al 29 de septiembre se realizaron las inscripciones para el
trimestre octubre-diciembre. El número de inscritos alcanzó la cifra de
343. Las clases empezaron el 1° de octubre y se abrieron 24 cursos de
alemán y 3 de castellano.
ACTOS CULTURALES
a)
C onferencias
1.10.
Arquitecto B. Ciecior, "Los Seguido­
res del Bauhaus”.
12.10.
Profesor R. Werner, "Medicina Po­
pular”.
15-17.10.
Serie del Prof. Hans Lechner sobre
"Política Económica”.
b)
UCV
Exposiciones
5.8.
Conclusión de la Exposición "Arte Alemán en Venezuela”.
Bellas Artes
23.000 pers.
M aracaibo
20.8.-7.9.
Exposición Griga-Gross, Museo Ar­
te Gráfico.
800 pers
117
1. -31.10.
10.10.
Curso Dirección Orquestal, Instituto
Zuliano de Cultura, por Christoph
Stepp, Alemania.
12 pers.
Concierto Orquesta "Humboldt”,
Teatro Bellas Artes.
180 pers.
Varios
14.8.
Reunión de Junta Directiva,
19-9.
Reunión de Junta Directiva,
25. 10.
Reunión de Junta Directiva,
118
NOVIEMBRE / DICIEMBRE 19 7 9
ACTOS CULTURALES
a)
C onciertos
1, 8
y
15. 12.
29. 11.
b)
Ciclo Mozart, Trío Juan Bautista Plaza:
Monique Duphil (piano), Françoise Delavai (violín), Florian Ebersberg (cello)
y Harriet Serr (piano), Peter Hatch (vio­
la), José Gay (clarinete) y Filiberto Nti­
fi ez (fagot).
Recital de Lieder, Gisela Hollender.
ACH
60 pers.
Cine
4.8.12.
11-16.12.
c)
IESA
320 pers.
Retrospectiva Fritz Lang.
ACH
120 pers.
Semana del Joven Cine Alemán.
Siete películas de los años 76-78.
UCV
2.200 pers.
C onferencias
29. 11.
al
30. 11.
Coloquio de Filosofía Contemporánea,
Prof. Ernst Tugenhadt. En colaboración
con la Sociedad Venezolana de Filosofía.
IESA
65 pers.
M aracaibo
20. 11.
Concierto Cuarteto Contemporáneo,
Pozo Viejo.
220 pers.
119
21. 11.
4-13- 12.
Concierto Cuarteto Contemporáneo,
Cabimas.
90 pers.
Film festival de la Opera Alemana.
400 pers.
Maraca y
Film festival de la Opera Alemana.
720 pers.
San Cristóbal
Retrospectiva Murnau.
120
320 pers.
MOVIMIENTO
CARACAS
MARACAIBO
MERIDA
DE MIEMBROS
Enero 1979
Diciembre 1979
347
347
51
30
51
30
428
428
121
Lisia de Miembros
MIEMBROS FUNDADORES OTORGANTES
CONSTITUTIVA
Baldó, Dr. José Ignacio t
Jaffé, Dr. Rudolf f
Arism endi, Dr. José Loreto t
Atencio, Dr. Humberto
Blohm, Sr. Ernesto f
Blohm, Sr. Henrique
Brillem bourg, Dr. Atibo
Criollo Rivas, Dr. Ju lio f
D íaz Sánchez, Sr. Ramón f
D egwitz, Dr. G uillerm o t
Gathmann, Sr. Hans t
González Plaza, Dr. R afael t
Guinand, Dr. Carlos t
DEL ACTA
H artung, Dr. Enrique
Hernández Sozaya, Dr. Guillerm o f
Hausz, Dr. Richard J. C.
M árquez Reverón, Dr. Victorino
M endoza, Sr. Juan Simón
Ottolina, Dr. Carlos t
Pardo, Dr. Isaac J.
Reverón, Sr. Carlos Enrique t
Röhl, Dr. Eduardo f
Roldán, Dr. Leoncio Jaso
Soulés Baldó, Dr. Raúl f
W eiss, Dr. Franz T
Z ingg, Sr. Gustav f
MIEMBROS FUNDADORES
Angulo Ortega, Dr. Alberto
Anzola Carrillo, Dr. Antonio J.
B all, Dr. R. R. t
Barnola, Dr. José t
Behrens, Sr. Alfredo A.
Behrens, Sr. Carlos Federico t
Behrens hijo, Sr. Carlos
Berthold, Dr. Günther
Blaschitz, Sr. Carlos t
Bohnhorst, Sr. Erich t
Bornhorst, Sra. Ju lia
Cohn, Sr. Alfredo f
Conde Jahn, Dr. Franz t
Coronil, Dr. R. F.
Cottón, Dr. Gustavo t
Degwitz, Sr. Hermann f
D om inici, Sra. Luisa de
Dupouy, Sr. W alter
Emden, Sra. H anni
Essig, Sr. Hans
Fleury Cuello, Dr. Eduardo t
Fries, Sr. Frederic
Gabaldón M árquez, Dr. J.
122
G arcía Alvarez, Dr. Julio +
Gathmann, Sr. Adolfo
Gómez, Dr. Bernardo t
González Rincones, Dr. Pedro f
Gunz, Dr. Joseph
H artung, Dr. Manfred
Hauck, Sr. Ludw ig t
Hausz, Sr. Herbert t
Hedderich, Dr. Enrique
Helmholz, Sr. Heriberto
Hermann, Srta. Luise
Herrera Uslar, Sr. Reinaldo t
Herz, Dr. Oscar J.
Heuer Lares, Sr. W erner
Indorf, Dr. H.
Iturbe, Dr. Juan t
Iturbe, Dr. Pedro
Jaffé, Sr. Erwin
Jaffé, Sr. Helmut
Jaffé, Dr. W erner
K noll, Sr. Phoebus
Krogmann, Sr. Alfred
Kutz, Sr. W illi f
Landaeta Payares, Dr. Héctor +
Layrisse, Dr. M iguel
Lozano, Dr. Luis
Machado Mendoza, Ing. Guillermo
Machado M orales, Dr. G.
Mendoza, Dr. Lorenzo A. t
Montemayor, Sr. Roberto de t
M üller-K arger, Dr. Edgar
Núñez, Dr. Luis Teófilo
O'Dally, Dr. J. A.
Olbrich, Sr. Juan
Paul, Dr. Günther
Paz, Dr. Otto
Peltzer, Dr. Ernesto t
Pérez Carreño, Dr. M iguel t
Pietri, Dr. Alejandro +
Popken, Sr. Adolfo t
Potenza, Dr. Leandro
Raga, Dr. M iguel
Ritter, Dr. Hugo
Röhl, Sr. Juan
Schubert, Sr. Carlos
Stolk, Dr. Juan Francisco f
Tovar, Dr. Guillermo
Tovar Lange, Dr. M artin
Tovar, hijo, Dr. Silvestre
Vegas, Dr. M artin
Vollm er, Sr. Alberto F.
Vollm er, Sr. Alfredo t
Vollmer, Sr. Federico t
W ächter, Sr. Hans von
W ilschek, Sr. M ax t
W o lf, Sr. Federico
Yepes Santa M aría, Sr. Andrés
MIEMBROS DE LA ASOCIACION CULTURAL HU M BO LD T*
HONORARIOS
Baldó, Dr. José Ignacio t
Blohm, Sr. Ernesto f
Herz, Dr. Oscar J.
Humboldt, Baron Bernhard von
Jaffé, Prof. Dr. Rudolf t
Olbrich, Sra. Dora de
Schubert, Sr. Carlos
Steinvorth, Sr. Guido
W urth, Sr. Hans
PROTECTORES
(Entidades)
Alvarenga, Dr. Antonio
Bornhorst, Arq. Dirk
Knoll, Sr. Phoebus
Mendoza Fleury, Sr. Juan S.
Tamayo Rivero, Sr. Eduardo
Vollm er, Sr. Alberto
Vollm er, Sra. Aenne
B.E.C.C.A. Berger Caribe, C.A.
Corporación Venezolana del Motor
Ferrostaal de Venezuela, S.A.
Ferrum, C.A.
Fundación Venezolano-Alemana
Colegio Humboldt
Hoechst Rem edia, S.A.
Litografía Tecnocolor, S.A.
M aquinaria D iekm ann, S.A.
Meyer-Prod. Terapéuticos, S.A.
SACCO Sociedad Anónima de
Crédito y Comercio
Siemens Venezolana, S.A.
Volkswagen Interamericana
PROTECTORES
SUSCRITORES
Blohm, Sr. Jorge
Gerbes Izaguirre, Sr. Alfredo
Hoogesteyn, Sr. Jan f
Agfa-Gevaert de Venezuela, S.A.
Eolumbus Agencies, S.A.
C.A. Cervecería Nacional
V ITA LIC IO S
*
La p re s e n te
lis t a
g e n e ra l
de
m ie m b r o s
c o rre s p o n d e
( Entidades)
a s e p t ie m b r e
de
1978.
123
Blohm, Sr. Henrique
C.A. Tabacalera Nacional
Boetticher v. Puttkam er, Sr. K.
Comeca, S.A.
Bornhorst, Sra. Ju lia t
Covitur, S.A.
Brando Paz, Arq. Carlos
Dolberg & Cía., C.A.
Brandt, Sr. Gerhard
Exquisiteces Frisco, C.A.
Braun, Dr. Peter
Lufthansa Líneas Aéreas Alemanas
Brecht, Sra. Katharina
Merck-Cofasa, S.A.
Rcmaca - Rodamientos y M aquinarias, Brenzel, Sr. M ax F.
Brillem bourg, Dr. A tilio
C.A.
Brillem bourg, Dr. D ario
T aller de Arquitectura BornhorstBrücker, Sr. J. Jorge
Neuberger
Brücker, Sr. Anton
Tarzilandia, C.A.
B runi-C elli, Dr. Blas
Tele Norma, C.A.
Bustamante, Sr. René
Tovenca-Topflight de Venez., C.A.
Víctor Hoffmann, S.R.L.
Caballero, Srta. Isabel M.
W aveca, C.A.
Carrillo, Ing. Francisco
Castillo, Prof. Luisa de
SUSCRITORES
Casdllos, Dr. Rafael
Coll-Garcia, Ing. Alfredo
Acarregui, Srta. M aría B.
Coll-Garcia, Dr. Eduardo
Altamirano, Dr. Mario
Coll-Garcia, Sra. M aria Silva de
Alvarez Chacín, Dr. Francisco
Couret, Dr. Pierre
Anzola Carrillo, Dr. Antonio
Cramer Baldo, Sr. K arl D.
A risteguieta Gramcko, Dr. Adolfo
Craushaar, Sr. W o lff von
Aue, Sra. A ngelika Dorendorf de
Cruz Diaz, Srta. M aria Eugenia
Aue, Sr. Eberhard
Baasch, Lic. Annemarie
Babó Reuss, Dr. Américo
Bachmann, Sr. Carlos E.
Baldó, Sra. Josefina A. de
Baldó Casanova, Dr. Lucio f
B all hijo, Dr. Ricardo
Barnola, Dr. José t
Baumgartner, Sr. W erner
Becker Becker, Sr. Eric
Behrens, Sr. Alfredo A.
Berckenmeyer, Sr. Johann H.
Berger, Dr. Carlos
Berger, Dr. Hans
Berner, Sr. Samuel
Beyer Camp, Dr. Helmut K.
Bez, Dr. Rolando
Blaschitz. Ing. Bernardo
Blohm, Dr. Alfredo
Blohm, Sr. Christoph
Blohm, Sra. Emily de
Blohm, Sr. H enrik
124
De Armas M irabal, Dr. Julio
De Bellard Pietri, Dr. Eugeino
De Fina Torraca, Dr. M ario
De Fries, Sr. Federico
De la Rosa, Dr. George
De la Rosa, Sra. Tam ara
De la Vara, Sr. Enrique
Delgado Bianco, Dr. Juan
De Veer Englert, Sr .Alberto
Diekm ann, Sr. Oluf
Doebbel, Dr. Heinz
Dominici, Sra. Luisa de
Duque B., Dr. Juan
Dürr, Sr. Federico
Dupouy, Sr. W alter f
Ebersberg, Sr. Florian
Egana, Dr. M anuel R.
Eickert, Arq. W o lfgan g
Eisig, Dr. H elm ut R.
Elschnig, Ing. Hanns-Dieter
Espino, Sr. José
Essig, Dr. Hans
Estrada, Sr. Ernesto
Fahnert, Sr. Heinrich
Fahrenberg, Sr. Carlos F. f
Fedak, Sr. M atías von
Fehrenbacher, Sr. W alter
Fischer, Sr. Günter
Flegel, Sr. Helmut
Franzius, Sr. Hans Heinrich
Friedei, Sr. Uwe
Fuhrmeister, Sr. K arl Friedrich
Galeas V., Sra. M aria
Gamboa, Dr. H elly A.
Gathmann, Sr. Adolfo
Gathmann, Sr. Hans N. f
Girón, Sr. Fernando +
Goetz, D ipl. Ing. Klaus
Goetz, Dra. Inga Steinvorth de
Goldschmidt, Sra. Ilse Jaffé de
Gómez Sánchez, Dr. Germán J.
González Eraso, Dr. Gustavo
Gorkow, Prof. Horst
Gottberg, Sr. César
Grundmann, Sr. Christian
Guerrero, Srta. Rosa
Guinand Baldó, Dr. Carlos A.
Gunz, Sr. Ernst H.
H ägeli, Sra. Ursula
Hahn, Sr. Hans
Harms, Sr. W olfgang
Hartkopf, Sr. Erich F.
Hauck, Sr. Carlos
Hausz, Dr. Richard J. C.
Hedderich, Dr. H enrique
Hereira, Sr. D aniel
Hernández López, Prof. Rházes
Hertz, Sr. Günther
Herz, Dr. W erner
Heuer Lares, Sr. W erner
Heufer, Ing. Klaus F.
H ille, Ing. Oskar E.
Hoffmann, Sr. Hans
H ollander, Sr. Alfredo
H uizi A guiar, Sr. Luis F.
Igler, Sra. Francisca T. de
Indorf, Dr. H.
Irving Jahn, Sr. Ricardo A.
Isava E., Ing. Héctor
Jaffé, Sr. Erwin
Jaffé, Sr. Helm ut
Jaffé, Dr. W erner
Jahn M ontaubán, Dr. Eduardo
Jahn Montauban, Ing. Leopoldo
Jäschke, Sra. H elga
Jencquel, Sr. Jacob
Jencquel, Sr. Oscar H.
Junghan, Sr. Alfred
Junkers, Ing. Günter
Jurewitz Grauss, Sr. Gerd
Jüngers, Dr. Frank
Kamnitzer, Sr. M iguel
Kauffmann, Sr. Carlos
Kistermann, Sr. Reinhard
K laua, Arq. K arl Heinz
K lein, Dr. M arvin
Kloka, St. Hubert
Kolbe Joesting, Sr. Hans W .
Krichmar, Sr. Jaim e G.
Krogmann, Sr. Alfredo
Krueger, Sr. Axel
Krueger, Sr. Ekkehard
Lancini, Prof. Abdém R.
Lefeld M artinez, Sr. Fritz
Lehmann, Sr. Burkhard
Lembcke, Sr. Carl H.
Leo W iese, Sr. G. H.
Lerbs, Sr. Erich
Lobo Castellanos, Dr. Oscar
López, Sra. L igia de
Lozada, Sra. A licia de
Lozano Gómez, Dr. Luis
Lücken, Sra. M aria von
M aedler-Kron, Sr. Joachim
M aekelt, Dr. Alberto
M aiweg, Sr. Federico
Manns, Sr. Günter
Marwege, Sr. Gottfried
Matthies, Sr. Roland
125
M árquez-García, Dr. Abderkader
M árquez-Reverón, Dr. Victorino
M artinez Diez, Ing. Carlos
Maury, Sr. Ernesto J. t
M elich Orsini, Dr. José
Mendoza, Sr. Eugenio t
Mendoza Goiticoa, Sr. Lope f
M esquida, Sra. M aria
M eyer, Sr. Claus H.
M eyer Gathmann, Sr. Klaus W
Meyer, Sr. Karl
Mezzetti, Prof. Christa
M iranda Garcia, Sr. M anuel A.
M oebel, Sr. Günter
M oll, Sra. M yriam de
M olnar, Dr. Erico G.
M oller Bruhns, Sr. W erner
Montes de Oca, Dr. Israel
Morón, Dr. Guillermo
Morón, Dr. Ju lio César
Mosco, Sra. Elsa Blank
M ueller, Sr. C. H. t
M üller, Sra. Ilse de
Muñoz Escalona, Dr. Antonio
Neigert, Sr. Klaus
Neuberger, Arq. Pedro
Nitsch, Sr. Otto
Norrmann, Sr. Fred
Núñez, Dr. Luis Teófilo
Núñez V illaverde, Sr. Eduardo
Nutt, Sr. Heinrich
Olbrich, Sr. Juan
Pacheco Santana, Arq. Ricardo
Palhazy, Dr. Albin
Pardo, Dr. Isaac J.
Patarca Montero, Sr. Roberto
Petersen, Sr. Hans A.
Pim entel, Dr. Enrique
Pimentel V., Dr. Rafael
Polanco, Dr. Jesús Ernesto
Poliak, Dr. Georges
Puell, D ipl. Ing. Heinz
Raga, Dr. M iguel
Rath, Sr. Hans
Raw lins, Sr. Frank
126
Reinheim er, Dr. Hans
Reinstrom, Sr. H inrich R.
Remien, Sr. Juan Vicente
Rengifo, Sr. Carlos Alberto
Requena, Dr. Jaim e
Richter, Ing. Hans J.
R iehl, Sr. Alberto
Riehl, Sr. Ernesto
Ritter, Dr. Hugo
Ritter Jim énez, Dr. José
Robles P iquet, Dr. Eduardo
Roch, Sr. Hubertus
Roche, Dr. M arcel
Rodríguez, Dr. César
Rodríguez Azpúrua, Dr. Elias
Rohmer, Sr. C arl Heinz
Römer, Dr. M iguel
Rommel, Srta. Ilse
Rosenberg, Sr. Kai
Rotter, Sr. Rodolfo
Ruiz M adrid, Arq. José A.
R yll, Sra. Blanka de
Salvi Sifontes, Sr. Adolfo
Sandner, Dr. Olaf
Sandor, Dr. Tibor
Santander, Dr. Rafael
Scanzoni, Sr. Olaf von
Schindler, Ing. Dieter J.
Schindler, Ing. D ieter Joachim
Schlee-Ternow, nig. George
Schlieffen, Ingulf Graf von
Schlüter, Srta. Gertrud
Schmidt, Sra. Gertrud L. de
Schmitz, Sr. Oscar
Schneider, Dr. M iguel
Schnell Behrens, Sr. Oscar
Schnoegas, Sr. Edmundo
Schroeder de Schulz, Sr. Peter F.
Schubert, Dr. Carlos
Schuckmann, Sr. Siegfried von
Schumann, Sr. Franz
Sengenberger, Sr. Norbert
Siccardi K unkel, Sra. Eleonor de
Simón, Sra. Gertrud
Sthamer, Sr. Otto-Friedrich
Stark, Ing. Roland
Stein, Prof. Jürgen
Sterling, Sr. Hugo L.
Stöckling, Dr. Kurt
Stumpf, Dr. W alter
Sturm, Sr. D ietrich H.
Suárez, Sr. Víctor M.
Tattar, Sr. Alberto
Ter Horst, Dipl. Ing. Otto
Thomsen, Ing. Soenke
T illich B., Sr. Georg
Tillm anns, Sr. Klaus Peter
Todtmann, Sr. Carsten Peter
Todtmann, Sr. Richard
Toth P., Dr. José
Travieso, Dr. Carlos
Trebbau M., Dr. Pedro
Urbaneja, Dr. Luis Felipe
Valentiner, Dr. Guillerm o
Valentiner, Sr. Harald
Valentiner, Sr. W illy
Van Aarsen, Sra. Elizabeth
Van Dam Van Beever, Dr. Luis
Venegas-Fischbach, Dr. Horacio
Vareschi, Prof. Dr. Volkm ar
Vera Escobar, Dr. Jorge
Vetter, Dr. Reiner
W ächter, Sr. Federico Carlos von
W ächter, Sr. Hans von
W ächter, Sr. Kaspar von
W agner, Dipl. Ing. W ilh elm f
W agner-M anslau, Ing. Ulrich
W ahlert, Sr. Ekhard von
W alther-W eisbeck, Sr. U lrich
W antzelius, Sr. Otto
W erner, Sr. Peter
W esemann W ., Sr. Kurt F. W .
W esterholt, Dr. Egon Conde de
W iedebach, Dr. Alexander
W ielen , Sr. Hans-Dieter van der
W ilschek, Sra. Edith de
W im m er, Sr. Carolus
W olf, Sr. Federico
W olters, Sr. Georg
W u lff, Sr. Eduardo
Yepes Santa M aría, Sr. Andrés
Zanders, Sra. Rosalba Gómez de
Zittlosen, Sra. M argarita de
CAPITULO MARACAIBO
Albánez, Srta. M aritza
Auvert, Sr. Enrique
Barnard, Sr. John F.
Belloso, Sr. M anuel
Belloso, Sra. Mercedes Bermúdez de
Beuringer, Sr. Enrique Leonardo
Boos, Sr. Glenn
Borjas Romero, Dr. Antonio
Borjas Sánchez, Dr. José Antonio
Briner, Sr. Hans
Burger, Sra. Irmgard Gerber de
Büsing, Sr. W illy
Carvallo, Ing. Andrés
D'Empaire, Sr. Oscar
Fejervary, Sr. Zsolt von
Frankowsky, Prof. M agda
Freites, Srta. Genoveva
González Chávez, Dra. Ana
González, Sra. Ilona de
Hernández D’Empaire, Dr. José
Iturbe, Dr. Pedro
Joanid, Ing. Pedro
Klaebisch, Sra. Herma de
Klaebisch, Sra. Irmgard
Krohn, Sra. Use
K ugler, Prof. Sai a
Iindner, Sr. Paul
López, Dr. Armando
Lübbers, Sr. Rudolf
Lutz, Ing. Karl
M ager, Ing. Carlos
M arin S., Sr Rosendo
M einhardt, Sr. Hugo O.
M ejia Vargas, Dr. Humberto
M eyer-Delius, Dr. Joachim
Montes, Sr. H ugo A.
Nogel, Sra. Carmen
Pastor, Dr. Félix
Reinhold, Srta. Bárbara
Ruiz Méndez, Sr. José
127
Saab, Sr. David
Shanz, Sr. Theodor
Schmidt, Sra. Elinor de
Stauffer, Ing. Julio
Stuyt-Protat, Sr. John
Graficolor, C. A.
Teltzlaff, Dr. W erner f
Tidow, Sr. Pastor Federico
Torrealba, Sr. Simón
Tueros, Lic. Nancy
Tredunlo, Prof. José
Valentine, Srta. M arilyn
Veit, Sr. Zaids
W o lf, Ing. Jürgen
Zambrano, Ing. Lisbeth de
Zivoglou, Sra. Juana de
SUSCRITORES
(Entidades)
Club de Leones de Maracaibo
Graficolor, C. A.
CAPITOLO MERIDA
Aguilar, Dr. M anuel
Betancourt A., Sr. Leopoldo
Briceño M., Ing. José
Claverie R., Ing. Carlos
D ávila Celis, Dr. Eloy
Delgado, Dr. Héctor
Diaz, Sr. Antonio M iguel
Duque S., Srta. Belkis
Eichler, Dr. Arturo
Encinoza J., Dr. Oscar
Estévez, Dr. Raúl
Estrada, Sr. Joaquin
Finol U., Ing. Hernán
Gabaldón Parra, Dr. Augusto
128
G arcía L., Dr. José V.
Goetze, Prof. Raimundo
G uillén, Sra. M aría A. S. de
Hartung, Dr. Manfred
Hernández Zuleta, Dr. Rafael A.
Hoeger P., Sr. Heinz D ieter
Holmquist, Dr. Ricardo
Inglessis, Dr. George
Jellin ek, Dr. M ario R. E.
Joschko, Rev. Padre Francisco
Jürgenson, Sr. Osvaldo
Kleisst, Dr. Ekkehard
Koch, Dr. W alther
López A guilar, Ing. Jesús M aria
López-Palacios, Rev. Padre Santiago
Lozada, Doña A licia de
M arciales, Dr. M iguel
M iliani, Arq. Marcos J.
Moneada Reyes, Dr. Francisco
Mora, Ing.. Juan José
Ocariz, Dr. José
Palausch, Dra. O ttilia
Rada-Fangher, Dr. M em y G.
Rodríguez, Prof. Héctor
Rodríguez-Ortiz, Dr. Isidoro
Romanovich, Dr. Jorge
Romero G., Dr. Oswaldo
Salazar G., Dr. Richard W .
Salfelder, Dr. Karlhans
Tablante Garrido, Sr. P. N.
U subillaga, Ing. Alfredo N.
Uzcátegui B., Dr. A. J.
Vetencourt S., Dr. Servio
V iloria Díaz, Ing. Rafael E.
W icke, Sra. Ernes R. de
W icke Raffler, D ipl. Ing. Achim
W icke R affler, Sr. M iguel
A D V ER T EN C IA
E L B O L E T IN de la Asociación Cultural Humboldt no se
hace solidario de las ideas que emitan los autores en sus
artículos. No se devuelven originales.
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-y.
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Los artículos que aparezcan en el B O L E T IN de la A.C.H.
pueden ser reproducidos siempre que se indique su proce­
dencia, y con la obligación de enviar a la Asociación Cultural
Humboldt, Apartado 60.501 Chacao, Caracas 1060A Vene­
zuela, dos ejemplares de la publicación que los reproduzca.
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a la Biblioteca de la Asociación.
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