BOL ETIN 15 y 16 DE LA ASOCIACION 30C CULTURAI XL HUMBOLIDT ANOS 1978 y 1979 Caracas 1980 c1C 1 R H I P T IM .E _ I I I y 16 DE LA ASOCIACION n n i t i i p .I CULTURAL HUMBOLDT ANOS 1978 y 1979 Caracas 1980 La Asociación Cultural Humboldt hace público su vivo reconocimiento a las siguientes entidades, cuyos generosos aportes hicieron posible la aparición del presente BOLE­ TIN Nos. 15 y 16. BLOHM, JORGE BECCA. BERGER CARIBE, C.A. CORPORACION VENEZOLANA DEL MOTOR FERROSTAL DE VENEZUELA, S.A. FERRUM C.A. FUNDACION VENEZOLANO-ALEMANA COLEGIO HUMBOLDT HOECHST REMEDIA, S.A. LITOGRAFIA TECNOCOLOR S.A. M AQUIN ARIA DIEKMANN, S.A. MEYER-PRODUCTOS TERAPEUTICOS S.A. SACCO, SOCIEDAD ANONIMA DE CREDITO Y COMERCIO SIEMENS VENEZOLANA S.A. STEINVORTH, GUIDO VOLKSW AGEN INTERAMERICANA W URTH , HANS Agfa-Gevaert de Venezuela S.A. C. A. Cervecería Nacional C. A. Tabacalera Nacional Columbus Agencies, S. A. Covitur, S. A. D olberg & Cía, C. A. Exquisiteces Frisco, C. A. Lufthansa Líneas Aéreas Alemanas Merck-Cofasa S. A. Romaca - Rodamientos y Maquinarias C. A. T aller de A rquitectura Bornhorst-N euberger Tarzilandia, C. A. Tele Norma C. A. Tovenca - Topflight de Venezuela C. A. V íctor Hoffmasn, S.R.L. W aveca C. A. MIEMBROS DE LA JU N T A DIRECTIVA DE LA ASOCIACION CULTURAL HUMBOLDT (Elegidos en febrero de 1980) PRESIDENTE Dr. Pedro Trebbau-M illowitssh VICE-PRESIDENTE Dr. Erick Becker Becker TESORERO Sr. Kurt F. W esemann VICE-TESORERO Sr. O laf von Scanzoni SECRETARIO Dr. O laf Sandner VOCALES Arq. Eduardo Robles Piquer Ing. Klaus Goetz Dr. Egon Conde de W esterholt SUPLENTES Sr. Axel Krueger Ing. U lrich W agner Manslau Lic. Beatriz N egretti de Lerbs Sra. Rosario de Pardo Prof. Luisa Veracoechea de Castillo COMISARIOS Sr. Gtinter Manns Sr. Ingulf Conde de Schlieffen Invitados permanentes a las reuniones de la Ju n ta Directiva: ASESOR JURIDICO: Dr. Frank Jurgens ASESOR GENERAL Arq. Juan Rohl COMISION EDITORA Prof. Luisa Veracoechea de Castillo Sra. Beatriz N egretti de Larbs Dr. Egon Conde de W esterholt ASESOR: Dr. Pedro Grases Depósito Legal, 79-1237 GRAFICAS A R M IT A N O .C .A . — 3 4 . 2 5 . 6 5 A L 6 6 INDICE Reconocimiento................................................................................................ 2 Junta Directiva de la Asociación Cultural H um boldt........................ 3 Presentación por la nueva Comisión Editora.......................................... 7 Theodor Koch-Grünberg - Extracto de la conferencia del Dr. Günter Hartmann dictada en el auditorium del Banco Central de Venezuela, en Junio de 1979 (realizado por la Prof. Luisa Veracoechea 9 de Castillo)........................................................................................................ Humboldt y Bolívar - Conferencia del Dr. J. L. Salcedo Bastardo en la Asociación Cultural Humboldt, el 14 de Junio de1979 ................ 19 Lo Alemán en el Arte de Siglos por BeatrizNegrettide Lerbs .. 33 Pérez Bonalde y Menéndez y Pelayo a Propósito del Cancionero de Heine - Discurso de incorporación del Dr. Pedro Grases como Individuo de Número a la Academia Venezolana de la Lengua Co­ rrespondiente de la Real Española.............................................................. 41 Comunicación de la Biblioteca de la ACH.............................................. 59 Ferdinand Bellermann y la Cueva del Guácharo - Recopilación de cartas efectuada por la Dra. Renate Loschner, precedidas de una Introducción por el Dr. Franco Urbani P. y traducidas por Hanna Freund y Ursula Pfluger................................................................................ 63 Palabras del Director de la ACH, Dr. Egon Conde de Westerholt, durante la inauguración de los actos del 30 aniversario de la Asociación 7 1 Informe de la Junta Directiva sobre las actividades en el año 1978 73 Informe de la Junta Directiva sobre las actividades en el año 1979 101 Lista de Miembros ......................................................................................... 122 TITULO DE LAS FOTOS E IMAGENES DE LAS SIGUIENTES PAGINAS Pag. 11: Koch-Grünberg con el re la to r de las leyendas de los Taulipang. Pág. 13: ‘‘ Del Roraima al O rin oco” : La expedición de KochG rünberg, 1911 -1913. Pág. 17: Parte de las colecciones de Koch-Grünberg. Pág. 25: Sim ón Bolívar, tal como lo conoció Hum boldt. Pág. 29: H um boldt, tal como lo conoció Simón Bolívar. Pág. 39: “ La to rre roja de H a lle ", luce amenazadora en m edio de la ciudad sin gente, pintada por ErnstLudwig K irchner, en el año 1915. Pág. 43: El joven Heine. PRESENTACION El quehacer intelectual, la ciencia y las letras han llenado las p á gin a s de nuestras anteriores publicaciones. La meta que nos hemos trazado, de d ifu n d ir la cu ltu ra en Venezuela se lleva a cabo una vez más con la publicación de este número d el B oletín. L arga y fecu n d a h a sido la trayectoria de la A sociación C u ltu ral H umboldt, desde su fu n d a ción en 1949, con su a fá n de contribuir a estrechar los tradicionales lazos culturales entre venezolanos y alem anes y de d ifu n d ir la labor cien tífica y hum a­ nística de aquellos sabios que han trabajado fervorosam ente en este país. D icha labor ha sido recopilada en boletines y en pu blica cio­ nes especiales, tales como las que fu eron hechas en 1974, con motivo d el 25 aniversario de la A sociación y en 1979, como P rogram a de los actos conm em orativos de sus 30 años. H asta el presente ha sido norma ck la Comisión Editora in clu ir en el B oletín a lgu n a s d e las conferencias pronunciadas p o r personalidades in vitada s p or la ACH. Siguiendo esta costumbre, el presente número contiene el p a ra lelo que el Dr. J .L . Salcedo B astardo establece entre dos gra n d es fig u ra s como son Simón B olívar y A lexander von H umboldt. Asimismo, un extracto de la conferencia dicta d a en el auditorium d el Banco C entral de Vene­ zuela en ju n io de 1979, p or el Dr. G ünther H artm an, D irector d el Museo Etnológico de B erlín , sobre las expediciones de Theodor Koch G rünber, llam ado “El H umboldt d el siglo X X ’’, a l su r de Venezuela y sobre su obra D el R o raim a a l O rinoco, cuyo prim er tomo ha sido pu blicado recientem ente por el B anco C entral ck Venezuela. D icho extracto fu e realizado p o r la P rofesora Luisa Veracoechea de C astillo, miembro de la Comisión Editora. Siguiendo los lineam ientos de la ACH se p u b lica en el B oletín un trabajo d el Dr. Pedro G rases, quien incursiona en el campo de la cu ltu ra germ ano-venezolana en el discurso pronun­ ciado con m otivo de su incorporación como Individuo de Número a la A cademia Venezolana de la Lengua Correspondiente de la R eal Española. El trata el tema de la traducción d el poeta venezolano 1 J.A . Pérez B onalde del ‘Cancionero’ , del poeta d el rom anti­ cismo alem án H einrich Heine. D icha traducción ha sido ca lifi­ cada p or M enéndezy P elayo como “e l monumento más in sign e que hasta ahora han dedicado las letras castellanas a l últim o gra n poeta que hemos alcanzado en nuestro sig lo " . Otro miembro de la Comisión Editora, la Lic. B eatriz N egretti de Lerbs ha recogido en un a rtícu lo, algu n a s caracterís­ ticas d el a rte alem án, vistas a través de las exposiciones presenta­ das últim am ente en Caracas, bajo el auspicio de la ACH y de otras instituciones. Completa la sección de artícu los la pu blicación d e una serie de cartas relativas a l cuadro de F erdinand B ellerm ann titu lado Visita de Alejandro H umboldt a la Cueva del G uá­ charo en la Cordillera de Venezuela, en el año 1799D ichas cartas, a las cuales precede una Introducción d el Dr. Franco U rbani P . , fu eron recopiladas por la D ra. R enate Loschner y traducidas p o r H anna F reund y U rsu la P flu ger. Cinco de ellas fu eron d irigid a s por B ellerm ann a l D irector de la G aleríaN acional de B erlín, entre 1879 y 1880; la No. 6 la d irige a un destinatario desconocido y de la No. 7 se desconocen tanto el autor, como la persona a la cu a l fu e d irigid a . El presente B oletín trae también e l acostum brado resumen de actividades de la ACH que esta vez aparece después de los artículos y va precedido de las palabras pronunciadas p o r el Dr. Egon Conde de W esterholt en el M useo de Arte Contemporáneo, con ocasión de la inauguración de los actos conm em orativos d el 30 aniversario de la ACH. F inalm ente aparece la lista de los miembros de nuestra A sociación. Como un m ensjae de optimismo a los lectores d el B oletín queremos hacerles lleg a r una fra se de H ermann Hesse que resume nuestras intenciones a l asum ir esta pu blicación : “Que la vid a merece ser vivid a es el contenido últim o y consuelo de toda cu ltu ra " . Y esperamos que el contenido de este número, a l cu a l hemos querido im partir m ayor dinam ism o y va ried ad, sea recibido con el mismo interés con el cu a l ha sido realizado. La Comisión Editora THEODOR KOCH-GRÜNBERG Extracto de la conferencia del Dr. Günter Hartmann Si miramos la historia de las ciencias naturales de los últim os doscientos años, encontramos al principio del siglo diecinueve a un erudito, en el cual se combinaba el espíritu del idealism o clásico con los objetivos de las ciencias naturales, uniéndolos en una cosmología universal. Se trata de Alexander von H um boldt, para quien el espíritu y la m ateria, la forma y el contenido formaban todavía una unidad. El fue quien despertó en el Viejo Mundo el interés por las culturas de América Central y del Sur, después de haber viajado más de cinco años por la región. Con Alexander von H umboldt se abre el últim o capítulo de la historia de los descubrimientos de este subcontinente. El final del siglo diecinueve se caracteriza por el florecimiento de eruditos que se destacan por sus conocimientos especializados. La acumulación de m aterial de conocimiento im posibilitaba a cada uno aisladamente lograr una universalidad del tamaño de H um boldt. Al principio del siglo X X en Alem ania, sobresalen dentro del campo de la investigación etnológica y arqueológica de América, nombres tan significativos como Eduard Seler, Paul Ehrenreich, Karl von den Steinen, Max U hle, Konrad Theodor Preuss. Estas persona­ lidades se reúnen en el corazón de Europa Central para realizar sus estudios e investigaciones en aquella ciudad donde Alexander von H umboldt inició una larga tradición de investigaciones de la América precolombina. Berlín se convirtió en aquel entonces en el centro indiscutible de los estudios americanísticos. Nos hemos reunido hoy aquí para recordar a este hombre que contribuyó en gran m edida al descubrimiento de regiones descono­ cidas en América del Sur septentrional. En él se combinaban el aventurero audaz con el científico disciplinado, a la vez que era un filántropo del tamaño de Albert Schweitzer. Theodor Koch nació el 9 de abril de 1872 en Grünberg/Hesse; más tarde añadió el nombre de su pueblo natal al suyo propio. Su infancia transcurrió despreocupada en la casa parroquial de sus padres. 9 Luego en la Universidad de T übingen, y más tarde en la de Giessen estudió filología clásica, historia y geografía. Después de graduarse, comenzó a enseñar en un liceo y, paralelam ente a su trabajo, encontró el tiempo para dedicarse al estudio de pueblos y países extraños. Entre 1898 y 1899, participó en una expedición al centro de Brasil. Fue en esta ocasión cuando, por prim era vez, tomó contacto con poblaciones a las cuales iba a dedicar, de aquí en adelante, sus investigaciones y todo su esfuerzo de trabajo en general. Durante los siguientes años trabajó como asesor en un liceo. En este lapso se publicó su libro: Con respecto a l anim ism o de indios suram aericanos. A raíz de ello, Adolf Bastían, fundador y director del Museo de Etnología de Berlín, lo invita a colaborar con él; en esta m ism a institución, Koch-Grünberg trabaja hasta el año 1909Para esta m ism a época, Koch-Grünberg presenta su Doctorado, hace su prim era expedición independiente a la región fronteriza entre Brasil y Colombia (1903-1905), presenta su H abilitación y realiza su segunda gran expedición al norte de Brasil y al sur de Venezuela, con el plan de visitar las tribus indias de esta región fronteriza. Esta área, en gran parte desconocida, había sido explorada solamente en su periferia por Alexander von H um boldt, los hermanos Richard, Her­ mann Schomburgk y el pintor e investigador Karl Ferdinand Appun a principios del siglo diecinueve. Acompañado por peones indios, Koch-Grünberg avanzó hacia la montaña de piedra arenisca del Roraim a, cuyo pico de 2 .9 0 0 m . de altura escaló en 1911. Bajo condiciones difíciles y sobre nuevos caminos, Koch-Grünberg logró penetrar, a partir del Brasil, en la región del Alto Orinoco. El resultado de esta expedición fue de gran im portancia para la ciencia. En la prim avera del año 1924, Koch-Grünberg se alistaba para una nueva expedición con el fin de explorar la región del naciente del Río Orinoco. Desde el regreso de su prim er viaje al Brasil y Vene­ zuela, Koch-Grünberg ya había propuesto este proyecto. Tenía la intención de seguir el viejo itinerario de 1911/12, es decir pasar por la parte superior del Río Branco y su caudal principal, el Río Uraricoera, hasta la Sierra Parim a, en cuya parte occidental nace el Río Orinoco. Según sus previsiones, él tendría que haber regresado, a más tardar en abril de 1925, a la parte superior del Río Branco, pasando por el Río Casiquiare. Pero se dieron varias circunstancias desfavorables y los participantes de la expedición fueron retenidos durante varias sema­ nas en un poblado del Norte del Brasil. Koch-Grünberg se enfermó 10 gravemente en esta ocasión y murió en el mes de octubre de 1924 en la pequeña ciudad Vista Alegre. Las expediciones de Koch-Grünberg no eran nunca simples viajes de recolección de datos. Su aspiración principal era más bien la de convivir con los indios, compartir su vida cotidiana, para de esta forma lograr un entendimiento profundo de la visión del mundo. Por su naturalidad, por su sinceridad y su sim patía genuina, KochGrünberg logró ganar la confianza de los indios. Con sus expediciones, Koch-Grünberg abrió vastos territorios no solamente al estudio geológico y etnológico, sino que los hizo igualmente accesibles a la exploración civil en general. Descripciones detalladas de las condiciones geográficas y geológicas, mediciones, observaciones meteorológicas y la elaboración minuciosa de cártas y mapas, enriquecieron los conocimientos sobre aquellas regiones. También otros campos del conocimiento, como la antropología, sociología y la historia del arte, fueron enriquecidos. Sus observacio­ nes etnológicas, las informaciones sobre formas corporales, estados de salud, características constitucionales, contaminaciones infecciosas de las diferentes tribus constituían un material informativo de gran importacia para los antropólogos. Cuentos, leyendas y mitos en sus textos originales con traducciones llegaron al conocimiento de la ciencia que podía ampliar, profundizar y completar sobre esta base, la explicación de las expansiones y migraciones de determinados fenó­ menos mitológicos. La descripción de varios espíritus y demonios, la conceptualización del alma indígena y la creencia en el más allá, los chamanes y hechiceros, los cultos mortuorios, las estructuras sociales y las características de las diferentes tribus, conformaban una fuente de conocimientos de la cual se aprovechaban no solamente la etnología general y especializada, sino igualmente muchas disciplinas vecinas. En el campo lingüístico obtuvo el descubrimiento, el estudio, la multiplicación y el mejoramiento de varias docenas de idiomas de la región. N o obstante, estos numerosos estudios aislados no eran más que la preparación de una síntesis mayor cuya concepción definitiva fue impedida por su muerte precoz. H asta hoy en día — después de casi sesenta y cinco años— las publicaciones científicas de Koch-Grünberg sobre esta región son todavía obras básicas. Las investigaciones fueron avanzadas tanto en el campo etnológico como en el lingüístico, sin embargo los trabajos de Koch-Grünberg son hasta la fecha los más completos. 12 69" 69" 66” 66° 63" 63" 60" 60" i O Tt o cm o o' O oa 13 El reconocimiento de sus logros no se hizo esperar. Sociedades científicas alemanas y extranjeras lo nombraron corresponsal o miembro honorífico. Entre otras cosas recibió la orden venezolana Simón Bolívar. Desde los estudios de Koch-Grünberg en la región fronteriza entre Brasil y Venezuela pasó más de medio siglo. Muchos grupos indígenas se extinguieron entretanto, otros se mezclaron con la po­ blación mestiza o se retiraron hacia la selva. Perm ítanm e a esta altura entrar en más detalles acerca de los trabajos de Koch-Grünberg sobre el sur de Venezuela. Entre 1911 y 1913, Koch G rünberg permaneció en esta región. Primero remontó el Río Branco del lado brasilero y luego avanzó, acompañado de peones indígenas, hasta las rocas rosadas del Roraima, donde permaneció un cierto tiempo con la tribu de los Taulipang. De aquí avanzó por caminos desconocidos hasta el Río Orinoco. Esto fue posible solamente con grandes esfuerzos, pasando por el Río Uraricoera y Ventuari. Esta penetración fue en aquel entonces, una hazaña de exploración geográfica de prim er orden. Como resultado de esta estadía en la región fronteriza del sur de Venezuela que se prolongó por varios años, apareció su obra grandiosa D el R oraim a a l Orinoco, en la cual describe numerosos grupos in d íge­ nas y su cultura, m aterial y espiritual. El prim er volumen trata de la descripción del viaje en sí; en el segundo presenta un rico m aterial compuesto por mitos y leyendas, y en el tercer volumen publica sus observaciones etnográficas. KochGrünberg describe principalm ente la vida espiritual de los T auling Caribe, con tal precisión, que hasta el día de hoy, su obra es una de las pocas monografías completas que existen sobre las tribus indígenas de Am erica del Sur. Una am plia tipología antropológica completaba la obra. Es solamente después de la muerte de Koch-Grünberg, cuando se pu­ blicó el rico m aterial lingüístico en un volumen aparte. Este contiene la información sobre veintitrés diferentes idiomas y dialectos indíge­ nas. Pero perm ítanm e volver a los resultados de las investigaciones de Koch-Grünberg en la región sur de Venezuela. Su travesía por regio­ nes desconocidas, la descripción del curso de los ríos, la relación con el gran sistema fluvial del Orinoco, Guaviare, etc., las am plias colec­ ciones de mitos y leyendas, es decir todas estas investigaciones dan la posibilidad de representar las migraciones de los pueblos en esta región. La recopilación de m aterial lingüístico de etnias en gran parte 14 desconocidas y una colección preciosa de objetos indígenas fueron donadas al Museo Etnográfico de Berlín. En el momento del descubrimiento de lo que es actualm ente Venezuela, existían más de ciento diez idiomas y dialectos indígenas que correspondían a diez grupos lingüísticos distintos. Entre ellos, el grupo de los caribes y de los aruakos eran de los más difundidos, y en sus investigaciones, Koch-Grünberg se concentró especialm ente sobre ellos. Permítanm e por lo tanto, en este punto algunas observa­ ciones con respecto al grupo Caribe. Y a se sabe que los pueblos naturales de América del Sur se dividen en una serie de grupos o fam ilias lingüísticos. No obstante, una pura clasificación de este tipo es insuficiente para la comprensión de las particularidades culturales, ya que miembros de una misma fam ilia lingüística pueden presentar rasgos culturales distintos, de­ pendiendo esto de las condiciones am bientales específicas. Las tribus del grupo Caribe se encuentran principalm ente en el norte del subcontinente americano. El térm ino Caribe o Caraibe proviene de un dialecto de los habitantes insulares y continentales y fue adoptado como extranjerismo por los investigadores y colonos europeos. El historiador Petrus M artyr menciona el término Caribe,por prim era vez, en su famoso libro que apareció diez años después de la muerte de Cristóbal Colón. En el m ism o, indica el origen extranjero de este nombre; a su vez, Alexander von H um boldt contribuyó a explicar con más precisión este término porque en ese entonces se creía que los indios caribes habían desaparecido. Es él quien dirige nueva­ mente la atención sobre los caribes del continente a raíz de su viaje. Hoy en día se supone que los caribes, al igu al que los aruakos, provienen de las montañas de la Guyana. Existe la hipótesis de que los caribes utilizaron los ríos como vías de m igración. En su trayecto, no poblaron aquellos lugares ya habitados, ni tampoco aquellos en los cuales hallaron resistencia. Con respecto a las tribus por ellos vencidas, puede decirse que sólo las mujeres sobrevivieron, integrándose a la cultura de los cari­ bes. En varias publicaciones, Koch-Grünberg describió las agrupa­ ciones de los pueblos de esta inmensa región, comprendida entre el Río Negro y Yapura por el sur, el Orinoco, V entuari, Caura, Caroní por el oeste, y el Río Branco por el norte. Destacó, sobre todo, la im portancia de los aruakos y caribes para el desarrolló cultural. De la confrontación de estas culturas, de las cuales los aruakos 15 eran los más desarrollados, nacieron formas culturales y lingüísticas m ixtas. Según los estudios de Koch-Grünberg, el lím ite sur de la frontera de la región Caribe la constituye el Río Uraricoera hasta la isla Maracá. En la época de Schom burgk, es decir aproximadamente setenta años antes de la llegada de Koch-Grünberg a esta región, vivían todavía tribus caribes al lado del Río Uraricoera central. En 1912, habían desaparecido de ahí. El Orinoco central y superior, en el sureste venezolano, era todavía habitado únicam ente por los caribes. Pero nunca pasaron más allá del Orinoco superior hacia el sur. A llí empieza un territorio puramente aruako, que se extiende hacia el oeste, el suroeste y el sur, más allá del Río Casiquiare y el Río Negro. En sus métodos de investigación científica, Koch-Grünberg incluyó como instrumento el cine, teniendo plena conciencia de la importancia de este medio para la documentación de culturas en vía de desaparición. Sus tomas filmadas se cuentan entre las primeras que se realizaron en expediciones etnográficas y las primeras hechas en Venezuela. Koch-Grünberg tuvo un contacto abierto y sin prejuicios con los indígenas. No vio en esos seres humanos la imagen del salvaje de Jean Jacques Rousseau, sino hombres cuya cultura tomó diferentes rum ­ bos. El captó claramente el creciente problema indígena. En otoño del año 1924, pocos días antes de m orir, escribió las siguientes frases: “Los indios del Río Branco han llegado a su fin. Lo poco que se salvó de la enfermedad que arrasó con tribus enteras, es destruido hoy en día por los buscadores de oro y de diam antes. Los pocos indios que sobreviven aún, no tienen ningún derecho, son esclavos. Pasó la época de la alegría indígena, de los bailes ceremoniales de Paricherá, de los T ukui y todos los otros. Se acabaron los juegos de la juventud en las noches de luna llena en la plaza de la aldea. Dichosos aquellos que se murieron a tiem po’’ . Se impone a esta altura un examen acerca de la situación actual de los indios de las llanuras orientales de Suramérica. Debo decir que finalm ente todos los gobiernos interesados persiguen una política de integración progresiva. Se intenta encontrar un camino medio entre la concepción que considera a los indígenas como simples objetos de interés científico y los intentos de integración apresurados que sólo tienen un efecto destructor. NOTA: El Banco Central de Venezuela ha publicado recientemente la traducción del prim er tomo de la obra de Theodor Koch-Grünberg 16 “D el Roraim a a l Orinoco” , que comprende la narración de sus expedi­ ciones al Sur de Venezuela. M uy pronto esta Institución publicará un segundo tomo, cuyo contenido será sobre mitos y leyendas de los indios Taulipang. Posteriormente aparecerá un tercer tomo con datos etnográficos sobre los mismos indios. 18 HUMBOLDT Y BOLIVAR CONFERENCIA DEL DR. J. L. SALCEDO-BASTARDO EN LA ASOCIACION CULTURAL HUMBOLDT, EL 14 DE JUNIO DE 1979 Es realmente sincera la satisfacción que experimento al compa­ recer aquí esta noche a través de mis palabras de homenaje de admiración y de sim patía, como venezolano y como universitario, hacia esta formidable empresa de cultura que es la Asociación Cultural H umboldt. Llega esta entidad a la cifra ya respetable de 30 años y nos encontramos los venezolanos todos, y especialmente aquellos intere­ sados en la problem ática general de la cultura, de la ciencia y el espíritu, celebrando esta fecha que es una efemérides de servicio, celebrando este acontecimiento que es una afirmación de am istad entre las culturas, entre las naciones y entre los pueblos. Los 30 años de la Asociación C ultural H um boldt son un acontecimiento auspi­ cioso y feliz. Son una muestra estim ulante de los estupendos benefi­ cios de ese intercambio tan necesario para vigorizar nuestra específica venezolanidad, que se define precisamente desde sus orígenes por la am plitud, por la apertura, por su disposición a recibir los aportes que han elaborado ya otros pueblos y que, integrándose en nosotros, dan a nuestra esencia nacional un carácter ecuménico. En el pueblo venezolano, tanto o más que en otros de nuestra propia zona latinoam ericana se da esta circunstancia de sumar san­ gres, de sumar culturas de todos los continentes. En lo que pudiéra­ mos llam ar la base de nuestra realidad genética o humana, como es el elemento indígena, ya estaban presentes por lo menos el Asia y nuestra propia América. El indígena que habita este continente al que descubre Cristóbal Colón procedía, de acuerdo con las más aceptadas teorías, del lado del Asia. Es m uy probable que en tiempos remotos, incluso a pie, se hubiera podido atravesar por donde ahora está el estrecho de Behring, por donde ahora están las Islas Aleutianas y hubiera podido el hombre, efectivamente trasladarse del continente asiático, donde se supone que comienza la especie hum ana, en una romería interm inable a regarse y desparramarse por nuestro suelo. Experiencias recientes han confirmado también que pudo haber con­ tactos transpacíficos con Oceanía; si se ha ido desde el Perú, en una 19 experiencia como la de la balsa K ontiki, que utilizando por cierto la corriente de Humboldt llega a aquella otra zona del m undo, es muy probable que en otros tiempos hubiéramos recibido, a la inversa, una influencia de Oceanía y que nuestro indígena resumiera en sí al continente asiático más Oceanía y que, en su aclim atación y en su adaptación, aquí se hiciera todo eso ya pre-americano. Pre-americano digo, porque la verdad es que nuestro continente como suma y efectividad humana, y el hombre americano propiamente dichos, son impensables sin Europa y Africa. Ya lo español trae en sí, como lo apuntaba precisamente Simón Bolívar, figura que nos motiva aquí esta noche, ya el español trae en sí al africano. Pero el africano fue además arrastrado a la mezcla por la fuerza, en el capítulo ignominioso de la esclavitud. Así nos encontramos con que sobre Am érica, incluso suponiendo que el hombre americano pudiera haber sido también autóctono, sobre América estaban ya el Asia, Oceanía, la propia Am érica, Europa y Africa. Eso da un carácter, a la Am érica auténti­ camente tal, y a Venezuela en particular, un carácter universal, un carácter m undial, un carácter ecuménico que trasciende a nuestra presente realidad, nos lleva a los venezolanos a ser después leales servidores de la idea de la integración, vale decir, de la idea de la unidad, y configura un espíritu incuestionablem ente abierto a toda clase, a todo tipo de intercam bio, de cultura, de sangre, de historia y de almas. Eso es, en gran parte, lo que cristaliza en una institución como esta. En una institución como la Asociación C ultural Humboldt que esta noche quiere acercar el recuerdo de dos valores que sentimos bastante próximos, como son las figuras preclaras de H umboldt y de Bolívar. Pero además tiene el acto, un espléndido sentido de justicia al vincular esta función cultural de recuerdo de ese binomio extraordi­ nario venezolano-germano, germano-venezolano de nuestro Liber­ tador y el sabio H um boldt, a una personalidad vigente como es la del Dr. Rudolf Jaffé. A m í me complace y me honra que este acto tenga tan estim ulante patrocinio, es un nombre reciente, conocido de todos con una huella que, cabría solamente acotar a lo ya dicho por el presidente Dr. Vanegas, que nos dejó no solamente sus discípulos, no solamente su enseñanza sino también su estirpe. La compañía aquí esta noche del maestro W erner Jaffé y de sus hermanos y fam iliares, universitarios ejem plares, gentiles damas y responsables caballeros, que son modelo en el orden de la investiga­ ción, en el del servicio positivo, serio y callado, y de la construcción real de una nación, es por demás estim uladora y honrosa. Esos son, a 20 mi juicio los símbolos, esas son las figuras que a nuestra juventud debemos mostrar a cada paso como ejemplos a seguir, y como decía M artí, el mejor homenaje a las grandes naturalezas es estudiar sus virtudes e im itarlas, procurar ser como ellos; los nombres de Bolívar y Humboldt ayer, y el nombre reciente del Dr. Jafifé. Tenía que ser el doctor Jafifé de los fundadores de esta institución, en una hora difícil para su pueblo, en una hora crítica de la cultura, además en el mundo, sin embargo con esa fe en la trascendencia del espíritu y en su grandeza, y en esos esfuerzos que no pueden morir, sino que todo lo contrario, crecen, se expanden y son eternos, el doctor Jaffé se sumó a Bolívar y Humboldt en un monumento de Leopold Richter, en la Universidad de Miami. otros compatriotas suyos y nuestros, y contribuyó a levantar esta casa. Esta charla sobre Bolívar y H um boldt se inscribe pues dentro de un programa de am istad, vale decir, de aproximación de nuestras naciones. La am istad, la aproximación entre Venezuela y Alem ania por suerte para nosotros y para satisfacción m utua, es una amistad bastante antigua. En los propios orígenes de nuestra historia, en los comienzos de nuestra nación en la etapa difícil de nuestra formación, que fue la etapa de la convergencia, la etapa de la confluencia de valores tan diferentes y de elementos tan distintos, a fundirse aquí para dar un producto nuevo, Alem ania estuvo presente. Alem ania estuvo presente en el episodio de los W elser, que ahora naturalm ente con la perspectiva de los siglos, estamos en capacidad de juzgar y de apreciar con más ecuanim idad. H ay, efectivamente, ya abriéndose paso en esta m ateria, una actitud valorativa de aquel esfuerzo, de aquella inquietud de los banqueros alemanes que vinieron a este 21 escenario tropical y que dejaron aquí, por una u otra causa, hasta sus propios huesos. De esa aventura alem ana quedan unos cuantos hechos irrefutables como son, aparte de la fundación oficial de la ciudad de Coro, el germen de lo que es hoy la segunda metrópoli de Venezuela, la ciudad de Maracaibo, el mejor conocimiento de nuestra naturaleza, la incorporación — puede decirse así— de nuestro oriente a lo que fue la zona de influencia venezolana, y la exploración y conocimiento de nuestro occidente tam bién, puesto que se llegó a la meseta bogotana en aquel tiempo. Es un esfuerzo interesante y positivo que se anota dentro de tantos actos heroicos que ilustran la génesis de nuestra nación. Voy a leer y comentar para ustedes algunos textos que certifican la am istad de Bolívar y H um boldt. No es la prim era vez que estos documentos se traen a esta casa, a esta institución. Conozco que aquí mismo un acucioso e inteligente compatriota, el doctor Leonardo Altuve Carrillo pronunció una conferencia sobre un tem a sim ilar al que estoy tratando esta noche, sé que comentó con bastante deteni­ miento y sabiduría esas relaciones y comprendo que se repita hoy y se seguirá repitiendo aquí esto que vamos a decir esta noche, porque ese es el deber específico de quienes hemos hecho de la docencia la razón de nuestras vidas, eso es lo que por otra parte articula a las generacio­ nes dentro de una memoria siempre renovada. Debo decir además, que en cuanto a m í se refiere, no es la prim era vez tampoco que trato estas relaciones ante un auditorio análogo al que ustedes forman, con la asistencia de alemanes y venezolanos, de amigos identificados en una m ism a noble aspiración de am istad, de comprensión y de entendim iento. Quiero así recordar, y lo hago con satisfacción, el encargo que junto con mi esposa cum plí hace unos dos años en la propia ciudad de B erlín, en la cuna del sabio H umboldt cuyo nombre nos cobija esta noche, cuando en el Instituto Iberoamericano de Berlín, en nombre del gobierno de Venezuela hice entrega de dos bustos, uno de Simón Bolívar y otro de Andrés Bello, a los cuales aquella Institución en una muestra de aprecio que nos conmovió, resolvió colocar a la entrada, en sitio público y abierto, vale decir, en el pórtico de aquel foco cultural de Europa, de aquella prestigiosa institución que alum bra a una nación como Alem ania y a todo el centro de aquel continente preclaro. A llí llevé a Andrés Bello y a Simón Bolívar en bronce y a llí tuve oportunidad de evocar esto que ahora recordamos: de que H umboldt es también prácticam ente nues­ tro. Es uno de los personajes, podríamos decirlo así, no nacidos en nuestro suelo, y con una procedencia tan conocida en su autenticidad 22 germ ánica, que sin embargo el pueblo venezolano, y al igual que nosotros otras naciones de nuestro mismo continente, consideran como propio. A quí nadie tiene por ejem plo, dificultad para pronun­ ciar su nombre, y ese nombre figura al frente de las más variadas instituciones y empresas: escuelas, edificios, hoteles, centros, calles, avenidas, parques, etc., y lo pronuncia nuestro pueblo y lo siente nuestro pueblo como uno más de los venezolanos. Trasciende en realidad del esfuerzo de H um boldt en nuestra tierra ese saldo magnífico que es su obra escrita sobre todo aquella que se refiere a nuestro país. Y yo puedo decirles a ustedes, puedo darles una información exacta de una experiencia personal reciente y es la de que hace poco tiempo me tocó visitar la Cueva del Guácharo y a la hora de prepararme para esa visita que no había hecho antes, a pesar de ser yo de la m ism a región, del oriente de la República, me preparé con el libro de H umboldt y me llevé el tomo donde está descrita la Cueva del Guácharo. Pueden ustedes im aginar m i sorpresa, m i perplejidad y admiración cuando comprobé que a pesar de todo el esfuerzo que hemos hecho de depredación de aquella bella región de Venezuela y todo el desastre que hemos ocasionado, sin em bargo, la descripción de H umboldt es bastante válida, y es una gu ía, sigue siendo una guía extraordinaria. A 180 años podríamos decir que entre nosotros se escucha aquel espíritu superior. En él resalta una vez más, el concepto bolivariano de la gloria, que consiste “en ser grande y en ser ú til”, porque H umboldt era grande y era ú til. Yo hice con ese libro en el caso dicho, en mi pequeña experiencia, algo parecido a lo que una distinguida com patriota, ilustre venezolana, doña Josefina Rodríguez de Alonso, hizo en el viejo continente con los diarios del precursor Francisco de M iranda. Recorrió Europa, estuvo incluso en Turquía, en el Medio O riente, donde quiera que estuvo M iranda, llevando como g u ía de viaje los diarios del Precursor, y fue constatando ella tam bién, m aravillada, aquella capacidad de observación extraordina­ ria, aquella sensibilidad, aquella disciplina al mismo tiem po, porque no sólo era sensibilidad para impresionarse y tomar cuenta del asunto, sino además la disciplina para asentar, en lo que pudiera haber sido un momento de ocio o descanso, asentar en el papel los resultados precisos y exactos de su observación. H umboldt estuvo en Venezuela y nos dejó un conjunto de observaciones extraordinarias. Algunas tienen a mi juicio un valor especial en lo conmovedor del detalle humano, de la m inucia, de esa que registra la m entalidad sensible del hombre vivo, no del sabio frío, sino del hombre palpitante que consigna la observación científica al 23 lado mismo del detalle o del rasgo humano que afirma y sostiene su incuestionable calidad. Vean por ejem plo este párrafo, este detalle referido a la región de Aragua, adonde llega H um boldt en su reco­ rrido, y apunta con esta espléndida sencilfez: “Una fam ilia de isleños nos recibió con la más amable cordialidad, preparósenos una excelente comida, y se evitaba con cuidado cuanto pudiera estorbar nuestra libertad. El dueño de la casa, don Alejandro González estaba de viaje, en asuntos comerciales, y desde hacía poco su joven esposa gozaba de la dicha de ser madre. Se dio a la más viva alegría cuando supo que al regreso de Río Negro pasaríamos por el Orinoco a Angostura, donde se hallaba su marido. Por nosotros pues, debía saber el nacimiento de su prim er hijo. En estos países, como en los antiguos, los huéspedes viajeros son considerados como el más seguro medio de comunica­ ción. Hay correos, pero estos correos describen curvas m uy extensas y rara vez les confían los particulares cartas para los llanos o sabanas del interior. En la hora de la partida llevósenos el niño, lo habíamos visto dormido por la noche y ahora debíamos verle despierto en la mañana. Prometimos describirlo punto por punto a su padre, pero la presencia de nuestros libros e instrumentos apenas tranquilizó a la joven esposa, decía que en un largo viaje, en medio de tantas atenciones de distinto género bien podríamos olvidar el color de los ojos de su hijo. Dulces prácticas de la hospitalidad, expresión ingenua de una confianza que caracteriza la edad prim era de la civilización’’ . Es una bella página, pienso yo, ésta en la que certifica aquel hombre aquel rasgo, toda la exquisita condición que cabía en aquel espíritu superior y que ajus­ taba perfectamente y se armonizaba con el genio que para suerte nuestra nos ha brindado un cuadro, un film , podríamos decir, un testimonio directo y genuino de aquella Venezuela justam ente de comienzos del siglo XIX. Las estimaciones estadísticas de nuestra población, las observa­ ciones tan exactas y tan profundas sobre la naturaleza en todos sus aspectos, los dibujos de H umboldt todo aquello es un monumento imperecedero de su gloria. Tenía razón Simón Bolívar cuando lo rem itía a la posteridad y cuando señalaba esa extraordinaria m agni­ tud, esa grandeza que resplandecía en escritos que nunca morirán. H umboldt llega a Venezuela cuando Bolívar, bastante joven a la sazón, se encuentra en España. H um boldt cum ple su recorrido en nuestro país, después de aquel para nosotros feliz accidente, de aquella feliz tragedia que sucede en el barco “Pizarro” que lo trae de Europa, y esa tragedia es el brote de cólera que obliga a cam biar la ruta y que hace que el navio, un 16 de ju lio, entre al puerto de Cumaná. 24 A llí desembarca H um boldt en el año de 1799, cuando Bolívar se encuentra en M adrid. H um boldt va a recorrer el continente am eri­ cano, va a estar en Venezuela y realiza un viaje interesante en un período de 5 años; a su regreso vuelve a Europa y se va a verificar el encuentro con Bolívar. ¿Dónde va a suceder esto? En París, y ocurrirá en un año que siempre he considerado crucial en la vida de Bolívar: 1804. Entre la prim era fecha de H um boldt en Venezuela y ésta del encuentro con Bolívar en París, han sucedido muchas cosas en la vida del joven caraqueño. Se prendó de su prim a, ligeram ente mayor en edad que él, M aría Teresa Rodríguez del Toro, y se casó. Después de haber sido un poco frenado en el matrimonio por los padres de la novia, en virtud de la juventud del contrayente, se celebró la boda; se vinieron los esposos a Venezuela y el paludism o dio cuenta de la joven española. Generalmente se dice que fue la fiebre am arilla la que dejó viudo al Libertador, pero investigaciones más recientes permiten pensar que fue el paludism o, una enfermedad por cierto que se vincula mucho a nuestra historia y que no poco tiene que ver con el destino de los venezolanos. Excúsese esta disgresión: podríamos recordar que en un momento dado, el paludism o se adueña del país, se convierte en la causa número uno de m ortalidad en nuestro país, sin embargo esa endemia podría inscribir en su haber la salvación de Venezuela. En cierto modo el paludism o salva a Venezuela de la hum illación, del ultraje de una penetración extranjera, salva a Venezuela de una invasión, porque está certificado, textualm ente escrito así, que en momentos en que el im perialism o norteamericano se desplegaba por nuestro continente, la época de Teodoro Roosevelt, del “big stick” , se entendía en aquellos círculos agresivos y despreciativos del Norte, que Venezuela no tenía ejército, que Venezuela no tenía m arina, que Venezuela no tenía medios para detener una invasión y que lo único que contaba era con las epidem ias. Especialmente el paludism o. Eso más de una vez obligó a modificar el criterio y preservó a nuestra nación hasta el tiempo en que uno de los máximos compatriotas de este siglo, el doctor Amoldo Gabaldón dio la mejor batalla del siglo XX: la batalla contra la m alaria. Pues bien, en ese período de cinco años, 1799-1804, hablábamos de la llegada de H um boldt aquí y de su vuelta a Europa hasta encontrarse con Simón Bolívar. En Caracas, Bolívar ha quedado viudo. La muerte era una constante m uy insis­ tente en la vida de Bolívar, pierde su padre a los dos años y medio, pierde la madre a los nueve años, pierde al abuelo, pierde a los familiares más cercanos, pierde al padrino, pierde a la esposa, y al comenzar la revolución pierde a su hermano que se ahoga cuando 26 regresa de Estados Unidos en 1810. La m uerte es una nota perma­ nente y la muerte sacude a aquel fecundo temperamento de grandes posibilidades y lo lanza a la política. En París es el encuentro con H um boldt. Hablan del tem a del día: la política, Napoleón. No olvidará Bolívar el espectáculo contagioso e im pactante de una m ul­ titud de un m illón de seres delirando por un hombre, haciendo a un hombre objeto, centro de su afecto. Aquello impresiona y sacude en realidad a Bolívar, y tiene allá por los mismos días, la oportunidad de conversar con un sabio a quien él ya conoce de nombre. Cuando él regresó a Venezuela de su prim er viaje europeo, ha oído aquí en su ciudad la fama del joven sabio alem án, el hombre que fue el primero en subir a la S illa de Caracas, el hombre que ha hecho tantas observa­ ciones, tan juiciosas y tan notables, a quien toda la sociedad venezo­ lana, porque así lo certifica H um boldt, toda, desde el gobernador español Vasconcelos hasta los más hum ildes habitantes del interior, hasta esa fam ilia de isleños y más pobres y sencillos todavía, todos le han dado apoyo, y la ayuda que oportunamente requiriera. Todos han procurado hacerle grata su permanencia y contribuir para esa obra de ciencia formidable que él realiza, porque él va'a ser nuestro segundo descubridor. El nos va a revelar al mundo en la belleza de sus páginas, en la gracia de sus escritos, como lo dirá después Simón Bolívar. Y este hombre que tiene una capacidad analítica tan singular y que deja observaciones tan atinadas sobre los distintos pueblos visitados, ha señalado desde entonces en el venezolano un interés notable por la política. Dice que en Venezuela ha visto, como en m uy pocas partes de América un interés determ inante por la política, por la sociedad, pudiéramos decir por los temas de altruism o, por esos temas que son la negación del egoísmo, porque interesarse por la política, interesarse por la suerte de la colectividad, interesarse por los temas colectivos, es eso, todo una m ism a cosa. Entonces este hombre ha visto, ha perci­ bido, ha conocido de viva voz referencias de lo que era un rasgo característico en el espíritu venezolano de aquel tiem po, hasta el punto de ser definidor de nuestro ser histórico, y esto es: la rebeldía, la inquietud, la lucha por la justicia, por la libertad, por la democracia, por la igualdad. Entonces en París conversan y Bolívar le pregunta a Humboldt su impresión sobre la realidad política, sobre la independencia, y qué pensaba. Hablan de este tema y H um boldt le dice que él piensa que estos países están ya maduros para liberarse, pero que no ve al hombre capaz de realizar esa empresa. Pienso yo siempre que ese doble contacto de Bolívar en el año de 1804, con Napoleón a distancia, con 27 H umboldt en la cercanía, ese doble contacto de aquel joven viudo, que va a distraerse, que está anonadado por una felicidad tan fugaz y tan perdida, de modo inesperado: apenas ocho meses dura el m atri­ monio de Bolívar, y además el acicate constante y formidable de Simón Rodríguez a su lado, lo motivan hasta que unos meses después, más o menos en el lapso normal de la gestación de diciem bre a agosto del año siguiente, en Roma, Simón Bolívar jurará consagrarse ínte­ gram ente a la causa de la libertad y la independencia de su patria. Desde entonces data esa am istad, desde ese encuentro de París. Y a esa am istad van a ser fieles uno y otro, hasta el punto de cruzarse los testimonios más conmovedores de afecto y de estim a de los cuales puedo dar a ustedes esta muestra: El 10 de noviembre de 1821 en el mismo año de Carabobo, escribe Bolívar a H umboldt: “El Sr. Bollmann que parte mañana a Europa, ha querido encargarse con placer de estas letras, que llevarán a usted la expresión de mi recuerdo, de mi afecto y de mi consideración. El Barón de H um boldt estará siempre con los días de la Am érica, presente en el corazón de los justos apreciadores de un grande hombre, que con sus ojos la ha arrancado de la ignorancia y que con su plum a la ha pintado tan bella, como su propia naturaleza, pero no son éstos los solos títulos que usted tiene a los sufragios de nosotros los americanos. Los rasgos de su carácter moral, las eminentes cualidades de su carácter generoso, tienen una especie de existencia entre nosotros, siem pre los estamos mirando con encanto, yo por lo menos al contemplar cada uno de los vestigios que recuerdan los pasos de usted en Colombia, me siento arrebatado de las más poderosas impresiones. Así, estim able am igo, reciba usted los cordiales testimonios de quien ha tenido el honor de respetar su nombre antes de conocerlo y de amarlo cuando lo vio en París y Rom a”. Es una muestra formidable ésta que un Jefe de Estado, en una República naciente, un hombre todavía obligado por la guerra que tardaría unos 4 años más en term inar — todavía no se ha llegado a Pichincha, ni a Ju n ín ni a Ayacucho— tenga la sensibilidad suficiente para escribir estos párrafos que certifican esa auténtica y genuina admiración. H um boldt corresponde reciprocado al Libertador el testimonio de su am istad y de su elogio. El 29 de julio de 1822 llam a a Bolívar “fundador de la Libertad y de la Independencia de su bella patria. Vuestra Excelencia va a aum entar su gloria haciendo florecer las artes de la paz. Inmensos recursos van a ofrecerse por todas partes a la actividad nacional. Esta paz que vuestra excelencia y sus ejércitos han conquistado no puede desaparecer, pues ya no hay enemigos 28 29 exteriores y sí bellas instituciones sociales y sabia legislación que preservarán a la República de la mayor de las calamidades: las disec­ ciones civiles. Reitero mis votos por la grandeza de los pueblos de América, por el afianzamiento de una sabia libertad y por la felicidad de aquel que ha mostrado noble moderación en medio del prestigio de los sucesos”. Esta últim a frase, vale la pena subrayar y recordar ‘‘noble mode­ ración en medio del prestigio de los sucesos” . Y digo, vale la pena no olvidar, porque unos tres años después, en un nuevo testimonio Bolívar recibe de H um bodlt el siguiente reconocimiento: ‘‘En estos momentos en que recogiendo los frutos de la victoria corona como gran ciudadano lo que había comenzado al frente de sus ejércitos. . . P.D. ,;Cómo no adornar con el nombre de Vuestra Excelencia algunas páginas de mi libro? En el volumen del viaje que acaba de salir he hablado de la emancipación de los negros. Es la República de Colom­ bia la que ha dado el ejem plo; y esta m edida hum anitaria y prudente a un tiem po, se debe al desinterés del general Bolívar, cuyo nombre ha sido ilustrado no tanto por las virtudes del ciudadano y la moderación en el triunfo, como por el brillo de la gloria m ilitar” . He querido llam ar la atención de ustedes en el concepto anterior de “la noble moderación en medio del prestigio de los sucesos” y en esta insistencia en “la moderación en el triunfo” que más o menos éstos mismos términos usa el sabio H umboldt en el Tomo III en el capítulo XXVII de su libro como él mismo cita. Esa percepción en Bolívar, un hombre sin embargo m uy interesado siempre en los homenajes, m uy m oti­ vado siempre por la aclamación desde aquel momento en que ve a Napoleón en las calles de París aclamado por un m illón de personas, hasta aquel 1825, veinte años después en el Potosí, ya con las banderas de Colombia, de Perú, de Bolivia, de Chile, la A rgentina y de todas las naciones libres de América, el héroe sin embargo, tenía un sentido de moderación y de equilibrio en el triunfo que era,a juicio del sabio uno de los méritos particulares de aquel gran corazón, de aquella gran conciencia. En el año de 1826 otro detalle, además de esta apreciación sobre la moderación venezolana, sobre el equilibrio.y la seguridad de la figura del padré de la patria, hay esta otra en que H um boldt le dice a Bolívar: “En medio de las grandes y generosas acciones de Vuestra Excelencia que son la admiración de ambos hemisferios, su corazón ha permanecido siempre sensible a los acentos de la am istad” . Efectiva­ mente, la am istad, la gratitud eran sentimientos que en el corazón de Simón Bolívar ocuparon un rango preem inente. “La in gratitud, 30 — decía él— es el crimen más grande que el hombre puede atreverse a cometer” . Es muy interesante, además, destacar ya por últim o que, en esa capacidad analítica que tenía H umboldt para percibir los rasgos de la figura moral de Simón Bolívar, hay también una capacidad pene­ trante para apreciar nuestros sucesos. Así vemos, como en aquel sabio de otra cultura, de otra lengua, de otros hábitos y de otra idiosincrasia, hubo sin embargo un senti­ miento de mayor justicia y de mayor ecuanim idad a la hora de enfocar nuestra historia que en los propios americanos, que en los propios venezolanos, podríamos decir, y es así como H um boldt aprecia y dice, “una de esas grandes revoluciones que agitan la especie humana de vez en cuando, estalló en las colonias españolas después que dejé la América”. Vean la apreciación: una de esas grandes revoluciones que agitan la especie humana. No falta, podríamos decir, en nuestro propio tiempo, quien tenga la mezquindad de regatear la trascenden­ cia de nuestra revolución de independencia. Fue verdaderamente como decía H um boldt “una de las revolu­ ciones que agitan la especie humana” porque se trató en verdad, de un movimiento integral, de independencia en lo político, de igualdad en lo social, de justicia en lo económico, de unidad en lo jurídico, de adelanto y de progreso en la cultura. Fue un movimiento orgánico, fue una empresa plural aquella, y por eso está bien el juicio, el testimonio de que fue de las grandes revoluciones de esas que agitan la especie humana de vez en cuando. Ello armoniza con otra frase, esta vez de Simón Bolívar, que es el par precisamente de este diálogo, cuando afirma que la revolución de América, que nuestra revolución, es “la esperanza del universo” . Y todo en fin, concluye a mostrar que el esfuerzo de creación de esos pueblos por estos hombres, trasciende a la humanidad entera, de a llí su validez, de a llí su vigencia. Yo quiero concluir estas palabras, dando a ustedes m uy cordial­ mente las gracias por la atención que me han prestado, agradeciendo a la Asociación Cultural Humboldt el honor de su invitación y la insistencia de mi estimado amigo el señor doctor Egon Conde de W esterholt, Director de la Asociación y organizador responsable de estos programas, para que dentro del enorme cúmulo de trabajo que tengo en estos días, viniera acá esta noche, lo que he hecho con sumo placer. He venido aquí a evocar ese binomio Bolívar-H um boldt, que es evocar un compromiso, un compromiso triangular, un compro­ miso de am istad, de intercambio y de desarrollo, donde nuestros esfuerzos y nuestras posibilidades pueden perfectamente combinarse 31 para un resultado útil y positivo a todos. No olvidemos por últim o, que a ésta, nuestra amada patria, y a nuestra tierra am ericana, las quería H umboldt de modo entrañable, hasta el punto de llam arlas y considerarlas su segunda Patria. El 28 de noviembre de 1825, Hum boldt habla a Bolívar de “los bellos países que Vuestra Excelen­ cia ha levantado a tan altos destinos y a los que amo como a una segunda patria”. LO ALEMAN EN EL ARTE DE SIGLOS por Beatriz Negretti de Lerbs Las exposiciones auspiciadas últim am ente por la Asociación Cultural H um boldt — con la colaboración de museos, galerías y coleccionistas privados locales, así como de artistas y entidades de la República Federal de A lem ania1— conjuntam ente con la muestra A rtistas A lemanes en L atinoam érica, presentada en Bellas Artes , han ofrecido una panorámica que abarca cinco siglos del arte alemán. Desde las estampas del siglo X VI, cuyo tema central era el hombre, hasta la problem ática urbana que ocupa a los gráficos de nuestros días; de la comunión con la naturaleza de los paisajistas decimonónicos a la ruptura con la realidad propia de los expresionistas contemporáneos y desde la abstracción nacida en M unich a comienzos de siglo, al realismo crítico de los pintores y hombres de letras del Berlín de la post-guerra. Ante el cúm ulo de obras expuestas, procedentes de artistas tan distantes entre sí en el tiem po, cabe preguntarse cuales son, aparte de la nacionalidad com partida, los rasgos comunes que trascienden su gran diversidad de estilo. De su arte, ¿qué es realmente lo alem án ? INTERNACIONALISMO La vuelta al objetivism o, atribuida a la inseguridad resultante de la Segunda Guerra M undial y contiendas subsiguientes, a la pérdida de valores y a la inflación que centra el interés en las cosas tangibles, es un fenómeno m undial del cual no escapan los artistas alemanes. Y así, para los que se acogen a una internacionalización de la cultura, ellos serían el producto de corrientes como el Nuevo realism o, el Arte Pop, el Arte Pobre, e tc., difundidas desde Norteamérica como relevo de París, M unich, V iena, Moscú, Barcelona o Berlín que eran los centros 33 desde donde irradiaban las corrientes artísticas a principios del siglo X X. Karl Oppermann, en su conferencia “Tendencias de las Artes Plásticas en A lem ania” 3 considera que se trata más bien de un desa­ rrollo paralelo en diferentes lugares y que los artistas de este país deben su formación, desde 1945, a ciudades como Düsseldorf, Darmstadt, S tu ttgart, M ünich, Hamburgo o Berlín O ccidental, en cada una de las cuales han surgido tendencias específicas. Tal plura­ lismo es reconocido internacionalm ente en foros como las bienales de Venecia o Sao Paulo y el Salón de París y a la vez se invita a los extranjeros a exponer en La Nueva Secesión de Darmstadt o la Documenta de Kassel, especie de feria de las vanguardias. En conclu­ sión, según el conferenciante, al arte alemán que hoy se reconoce m undialm ente, le resultan injustos los calificativos de aburrido y académico que con frecuencia se le achacan. ACADEMICISMO Y TRADICION El som etim iento del artista a un canon destinado a prorrogar el poder tem poral, el espiritual o el de determinado grupo social, ha cedido repetidas veces ante la subversión de las formas. Abundan los ejemplos. En la Edad m edia, cuando la pose gótica irrumpe en el orbe de los estampadores religiosos. Trescientos años después, al impo­ nerse la visión romántica a la neoclásica de temas histórico-religiosos, plagados de alegorías y de un simbolismo m itológico. Más reciente­ mente, cuando la estética glorificadora del Imperio da paso a la gesticulante de los expresionistas y, después de 1945, cuando los artistas plásticos y literarios ofrecen un testimonio directo de lo que les ha tocado vivir. En todos esos casos la pérdida de la fé lleva a abjurar del pasado y de las tradiciones. ¿De todas? Durero fue popu­ larizado e inmortalizado en bronce por los románticos. Lucas Cranach fue patrono de los expresionistas y el culto a su Venus, modelo del eroticismo del cual sería heredero directo Egon Schiele. Ellos revi­ vieron la democratizante xilografía después de su sueño de siglos, como la técnica más apropiada para su arte prim igenio. ¿Podría explicarse el Realismo Crítico de hoy, sin el Nuevo O bjetivismo (Neue Sachlichkeit de los años 20? ¿La ironía mordaz de un Klaus Escena religiosa que muestra a Dios Padre reprimiendo a Adán y Eva. Fue pintada por el Maestro Bertram von M inden mucho antes de que los temas profanos de los estampadores renacentistas sustituyeran a los de un orden sobrenatural. Pertenece a la colección del Museo de Arte de Hamburgo. 34 V ogelsang, sin la del misógino George Grosz? ¿El verismo de W olfgang Petrik, sin el despiadado de Otto Dix? ¿O la m inuciosidad de este últim o, sin el gusto por el detalle de la pintura del siglo XIX? Y para citar un caso que va más lejos, Robert H ughes, crítico de la revista Time dice que detrás de los extravagantes montajes de Joseph Beuys — a quien apoda “el guru de D usseldorf’— hay todo un ritual en base a la m iel, sangre, grasa y huesos de anim ales totémicos, lo cual le entroncaría con el panteísmo de Franz M arc, en un camino regre­ sivo hacia tiempos más remotos que se hunden en la raíz del germ a­ nismo. La postura de Beuys, dice H ughes, es rom ántica. Lo cual resulta un anatema en la Alem ania de hoy, por el recuerdo reciente de la sim bología que se utilizó con fines políticos, en los años 40. Porque, si volvemos sobre los ejemplos que hemos citado, vemos que en cada caso lo que se ha buscado es borrar un pasado reciente. Las tradiciones pesan demasiado sobre el alm a germana. CARACTERISTICAS El artista busca entonces la com plicidad de aquellos que, a través de la historia, han pasado por sus mismas experiencias. Siempre se trata de épocas de crisis del espíritu, signadas por grandes conmocio­ nes sociales, como La Reforma, con su secuela de guerras religiosas; la Revolución Francesa y el consiguiente Terror o las dos guerras m un­ diales del siglo X X , profetizadas por el expresionismo. Entonces se pasa de un arte contem plativo, armónico y sensualista, al de las emociones fuertes, que brotan de la interioridad. Los cuerpos se retuercen, el gesto se vuelve grito , el miedo tiñe la paleta de colores insólitos, aparecen las sombras y con ellas lo grotesco, que no es más que yuxtaposición de lo demoníaco y lo cotidiano. De esa purga del espíritu brotan los seres que el artista ha ido nombrando en un exorcismo de m ilenios. Hasta que Freud los relega al desván del inconsciente y el hombre ya no les tem e, una vez que ha usurpado al demonio su poder. Pasa lo humano a ser centro de la creación artística. LA CIUDAD La angustia es pues un móvil en el arte alemán de todos los Pinos de Karl Oppermann cuyas acuarelas, junto con una versión particular de la naturaleza dejan transparentar las emociones de este pintor y poeta berlinés. 36 tiempos. Pero, de metafísica pasa a ser existencia!, como nos lo reiteran algunos expositores. ¡Que desprecio por lo humano! Oppermann nos lo recuerda: “Que hermoso es este ramo otoñal, casi esconde el muro” . Sólo que se trata del muro de Berlín, que no hay flores que escondan. Qué desasociego evocan las pantallas de televisión que Vostell sitúa en el cruce de las autopistas. . . Qué efecto tan patético el de esa suerte de instantánea desenfocada de la Estación de Hannover, lograda por Gerhard Richter, fantasmagórica frente a la reafir­ mación del objeto que más bien busca el fotorrealismo norteameri­ cano. . . Ellos y otros gráficos plantean el tema de la falta de espiri­ tualidad en las grandes urbes de la sociedad industrial, de una manera muy opuesta al estilo de Liebermann o Corinth quienes, a finales del siglo pasado daban a la estampa urbana el mismo tratam iento de un paisaje. LA NATURALEZA Llegamos así a la clave que nos ayuda a descifrar el arte alemán. Su actitud ante la naturaleza. Es la de un artista de tierras nórdicas, que no la concibe en función protectora y en consecuencia la repre­ senta desde un nivel sensorial, sino que para él es conflictiva. No la copia como a un sim ple modelo, sino que hace una elaboración conceptual. Es la postura idealista, de la cual nos dan un buen ejemplo los artistas viajeros que recorrieron nuestro continente en el siglo XIX. Partían sí de una realidad exterior, para term inar dando su versión de algo “sentido” por ellos. Su análisis detallista era a la vez modo de conocimiento que iba tras la “ idea” , en el sentido de la estructura básica determ inante de la forma de las plantas y de los seres vivos, en la tradición que pasando por H um boldt, nos remonta a Goethe y su morfología natural. Ruggendas, Appun, von M artius y los que visitaron nuestro país, como Goering o Bellerm ann, nos dejaron cuadros de costumbres y de accidentes naturales, que nos enseñaron a ver y valorar lo propio. LO LITERARIO Una pintura que hasta en la abstracción es lírica (K andinsky, Klee o el lúcido Thom kins, continuador de éste últim o), de un país donde los artistas han colaborado en publicaciones (“Ju gen d ” y “Sim plizissim us” en 1896 o ese intento de integración de las artes como “Der Blaue Reiter en 1912) y en el cual la sem ántica tanto de las obras plásticas como de las literarias apunta hacia un contenido metafórico (son analíticas y se basan en la semejanza o en lo anecdó38 tico), ¿puede extrañar que genere grupos como el de los pintores poetas de Berlín? Si bien ellos niegan toda vinculación de tipo estilístico, político o social, podemos señalar lo siguiente: La personalidad dominante entre ellos es G ünter Grass, quien alcanzó la fama después que escribió El Tam bor de H ojalata y pertenece a la segunda generación literaria de la post-guerra. Su radicalismo crítico describe en forma desconcertante, propia de un mundo de alienados, problemas específicos de Alem ania. La subsiguiente hor­ neada de escritores se orientó hacia las investigaciones formales en un intento de sistem atizar el lenguaje. A ella pertenecen Günter Bruno Fuchs, Cristoph M eckel, R. W . Schnell, entre los presentes en la exposición de Caracas. En lo poético — igual como Grass— siguen la lírica que, viniendo de Dadá y un Surrealismo a lo Arp, u tiliza lo grotesco en sus escenas de cabaret y de lo absurdo. La de Kurt M ülenhaupt en cambio es ingenua y en Oppermann encontramos presentes muchas de las características que hemos anotado: la angustia en la ciudad; el objeto, pero no gratuitam ente tratado, sino cual signo abierto, con muchos significados posibles; las corridas de toros, ritual de arcaicas m itologías o el paisaje andino en cuyo colorido arrastran los indígenas todo el pathos y drama de su historia. Después de esa ojeada que ésta y las otras exhibiciones auspicia­ das por la ACH y otros organismos, nos han perm itido dar a las obras de artistas alemanes del presente y del pasado, podemos concluir diciendo que, si el arte es lenguaje y entendemos éste no sólo como medio de comunicación, sino como sistem a de plasmación del pensa­ m iento, ellos han sido capaces de articular una visión del mundo que no es únicam ente la de un arte originario de A lem ania, sino la de un arte propiamente alemán. Notas (1) Arte Alemán en Venezuela - Junio de 1979 - Museo de Bellas Artes. G ráficas d el BDI (Unión Federal de la Industria Alemana - Enero de 1980 - Sala Cadafe, Extensión Este del Museo de Arte Contem poráneo. A cuarelas de K a rl Oppermann y recital del mismo - Febrero de 1980 - Galería Félix. Poetas-Pintores de B erlín - Febrero de 1980 - Estudio Actual. (2) Exposición del Instituto Ibero-Americano Patrim onio C ultural Prusiano, Be­ rlín. (3) Estudio Actual - 22 de Febrero de 1980. (4) “The Noise o f Beuys’’ - T im e del 12 de N oviem bre de 1979, pp. 55 y 56. - 40 PEREZ BONALDE Y MENENDEZ PELA YO A PROPOSITO DEL CANCIONERO DE HEINE Discurso de incorporación del Dr. Pedro Grases como Individuo de Número a la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente de la Real Española. El tem a de mi discurso se contrae a un hecho literario que ofrece algunos aspectos que estimo de interés para la historia de las letras venezolanas. Se refiere a la versión del alem án, del Cancionero de H ein e, llevado a térm in o por Ju a n A ntonio Pérez B onalde (1846-1892) en la plenitud de su arte literario, entre los treinta y los cuarenta años de edad. Para un exigente poeta como Pérez Bonalde, la traducción al castellano habrá sido un difícil ejercicio, particular­ mente para mantener en el trasvase de idiomas tan distintos, la inspiración, el íntim o secreto y el exacto sentido de los poemas, tanto como el ritmo y el aura poética del vate alem án. Son numerosos los testimonios que nos informan de la ardua labor que presentó tamaña empresa, que se vio felizmente coronada por el más franco éxito, pues como a la mejor traducción castellana de la obra de Heine es tenida la versión de Pérez Bonalde. Es sobradamente conocida la personalidad del autor d e La Vuelta a la P a tr ia , nacido en Caracas en 1846. Estudió aquí sus primeras letras. Parece aclarado definitivam ente que en su adolescencia, de 1858 a 1861, residió en H am burgo, donde vivían fam iliares suyos y de donde regresó a Puerto Rico a encontrarse con sus padres. Dióse a conocer como escritor precoz en la isla, hasta su regreso a Caracas en 1864, a los diez y ocho años de edad. A partir de esta fecha tuvo intensa actividad literaria con su nombre o con seudónimos, cuyo rastreo ha sido seguido pacientemente por el Profesor Ernest Afred Johnson, en la m agistral investigación, J u a n A. Pérez B onalde. Los años deform a ción . (Edición de la Universidad de M érida, 1971). En 1870 decide trasladarse a Nueva York contratado por la firma comercial Lanman y Kemp, a la que prestaría sus servicios hasta su retorno a Venezuela en 1889- Durante estos años viaja con frecuencia por Hispanoamérica y Europa, con alguna breve visita a Venezuela. En una de sus estancias en España es designado M iembro correspondiente de la Real Academia Española. A lterna en Nueva York con el grupo de escritores de habla castellana y a llí empieza su larga tarea de traductor de H eine, de la cual tenemos una prim era muestra en la 41 edición del Intermezzo lírico, en 1877. Su empeño le llevará a verter al castellano íntegram ente el Cancionero (D as buch der h ed er) del tortu­ rado poeta alem án, traducción que no verá la luz hasta 1885-86. En Estados Unidos habrá de trabar am istad con Juan Valera (1824-1905), quien desempeñó entre 1884 y 1886 el puesto de M inistro Plenipotenciario de España en W ashington. Valera gozaba de justo nombre como novelista y crítico, pues para estos días tenía ya publicados un buen número de libros de ensayos y algunas de sus más famosas novelas ( Pepita J im én ez , 1874; Las ilusiones d el D octor Faustino, 1875;£/ Comendador M endoza, 1877; P asarse de listo, 1878; Doña Luz, 1879) y un conjunto de volúmenes de crítica e historia literarias, ensayos y estudios históricos y políticos. Tenía, desde luego, bien ganada su fama de hombre de letras, a la altura de sus años sesenta. Su prosa es considerada en nuestros días como muy valiosa, por su estilo personal, de altas calidades. En los años en que finalizaba Pérez Bonalde la traducción del C ancionero, brillaba en M adrid la estrella de un joven que asombraba a propios y extraños por su extraordinaria capacidad: Marcelino Menéndez y Pelayo (1856-1912). Nacido en Santander había recibido solidísim a formación clásica en sus estudios medios y luego en la Universidad de Barcelona, como discípulo predilecto de Don Manuel M ilá y Fontanals (1818-1884) orientador del romanismo y la crítica histórica en la Península hacia las corrientes científicas que aparecie­ ron en Europa. Está reconocida la influencia de M ilá sobre el futuro autor d e Heterodoxos Españoles, quien desde 1878 era catedrático de la Universidad de M adrid, con enorme prestigio como hum anista, crítico y de competencia excepcional, con increíble am plitud de conocimientos, hondo y agudo sentido crítico-estético, profunda­ mente humano, respetuoso por las obras con espíritu creador. Antes de cum plir treinta años, Menéndez Pelayo, había ya dado a conocer algunos libros que causaron asombro. Piénsese que en 1880-1882, había dado a luz la H istoria de los heterodoxos españoles y los primeros tomos de la H istoria de las Ideas estéticas en España. * * * El Cancionero de Enrique Heine (1797-1856) tuvo dos ediciones cuidadas por el poeta. La prim era en 1827; la segunda en 1844. Se integra con poesías de motivaciones psicológicas, impregnadas de fuentes m íticas y legendarias, de lo que nace su particular y profundo lirism o, que dieron nuevas facetas al romanticismo europeo, de modo 42 43 muy peculiar, pues, a la tradición de los principios de su tiempo, le añade caracteres de cinismo, de tortura intelectual, de angustia, y de incredulidad, de ironía ante los temas, que a la vez mantienen rasgos líricos, musicales y vaporosos, que han de dar a la obra caracteres magistrales, de creación original, vertido el todo en formas del Lieder, de tradición germánica, en el segundo romanticismo del Viejo Mundo. Ello explica la fama que consagró al poeta como uno de los grandes vates en la literatura alemana. La influencia de Heine fue inmediata y se registra en las traducciones a otras lenguas, que suscitó seguidamente: Gerard de Nerval, al francés; Zendrini, Chiarini y Carducci, al italiano; Teodoro Llórente, Francisco Sellén, Manuel María Fernández y Florentino Sanz, al Castellano; Jam es Clark y Edgar Alfredo Bowring, al inglés. La iniciativa de Pérez Bonalde tenía precedente muy compro­ metedores, pero se dedicó con ahínco a llevar a cabo su obra personal. Es lógico que haya experimentado la necesidad de someter su tarea a juicio ajeno de calidad, a fin de comprobar si estaba en buen camino. Tenemos documentadas las consultas a Valera y a Marcelino Menéndez Pelayo. Acudió inicialmente al primero, en solicitud de consejo y orientación, pero más tarde al tratar a Menéndez Pelayo, lo acoge como asesor de su traducción, que publica en Nueva York en 1885-86, precedida en una carta-prólogo del famoso santanderino. Este cambio de padrinazgo es realmente un hecho singular y habla muy en alto en cuanto a la sensibilidad de Pérez Bonalde para reconocer la mejor dirección en el difícil y arriesgado trabajo que había emprendido. Valera y Menéndez Pelayo eran dos personalidades muy distintas. Frente al excelente escritor que hubo en Valera, aunque ligero, veleidoso, y algo superficial y aristocratizante la figura de Menéndez Pelayo nos ofrece el contraste de la sabiduría, la solidez y la profundidad. Se habrá persuadido pronto Pérez Bonalde de cuál había de ser su guía y consejero para llevar a buen puerto su empresa. Fue muy razonable y acertada la decisión que tomó nuestro poeta al inclinarse por Menéndez Pelayo. El Doctor Luis Beltrán Guerrero en su hermoso ensayo “Juan Valera y Pérez Bonalde” , incluido en su libro Ateneo (Caracas, 1952) trató el punto de la frivolidad con que Valera opinó sobre la versión de Heine. Escribe valera en carta desde W ashington el 4 de febrero de 1866 a su am igo el poeta sevillano Narciso Campillo (1835-1900), que la traducción del Cancionero de Heine hecha por Pérez Bonalde es mala; “ Para m í la gracia, el primor, la elegante ligereza parisina, el hondo sentimiento judío-germánico, todo lo que hay en el Cancionero de Heine, se queda en alemán, y ni 44 chispa de ello se traduce al traducir con exactitud las palabras, sino en su agrupación misteriosa y artística, diversa en cada idioma” . Y añade luego unas palabras que bastan para convencernos de la liviandad de Juan Valera; “ Así es que el Cancionero de Pérez Bonalde, que él me leyó y que confieso no haber estudiado bien, me pareció a primera vista, cosa insufrible” . Confesión increíble en quien acaba de deshauciar una obra que no había analizado, y que antes había ensalzado, como veremos luego. Y para remachar tanta ligereza, termina con una afirmación relativa a los elogios de Menéndez Pelayo, afirmación que merecería otro calificativo. “ Además, como Pérez Bonalde le dedica la traduc­ ción, Menéndez Pelayo no iba a decirle que era mala” . En fin, miserias que surgen incluso en personas notables, cuando anda la soberbia y el despecho de por medio. N o se había equivocado Pérez Bonalde al preferir la cordura y la seriedad de Menéndez Pelayo en vez de la condenable insubstanciali­ dad de Juan Valera, carácter impropio para ser mentor, debido a su exceso de vanidad. # * # Veamos algunos datos interesantes relativos a nuestra historia. La publicación del Epistolario de Valera y Menéndez Pelayo1 me había permitido fijar algunos pormenores acerca de la relación de Pérez Bonalde con Juan Valera y Marcelino Menéndez Pelayo entre los años 1884 y 1885, durante los cuales preparó la publicación del Cancionero (Buch der Lieder) de Enrique Heine. Juan Valera había llegado a Estados Unidos a mediados de enero de 1884, investido del cargo de Ministro de España. Su prestigio de literato le hizo entrar seguidamente en relación con los escritores de habla hispánica, residentes en Nueva York, entre los cuales Pérez Bonalde había afirmado sus cualidades de poeta. Valera debe haber reconocido muy pronto las dotes del escritor venezolano. En efecto; cuatro meses después de su llegada a W ashington, escribía el 22 de Mayo de 1884 a Menéndez Pelayo recomendándole con todo interés la personalidad de Pérez Bonalde “ poeta americano de los mejores, a pesar de ciertas extravagancias filosóficas y religiosas y de ciertos resabios de mal gusto” 2. Hay que admitir un cordial y recíproco comienzo de amistad entre Valera y Pérez Bonalde, pues aunque el primero había llegado a 45 Estados Unidos sólo en enero del 84, ya en 13 de mayo, Pérez Bonalde le suplicaba su recomendación para los literatos de España, adonde se d irigía nuestro poeta con el propósito de pasar en la Península una larga temporada. Valera había olvidado atender con prontitud el ruego del poeta, por lo que le dice a don'Marcelino: “Yo, distraido y preocupado en otros asuntos, he tardado en contestarle. No le con­ testé hasta ayer. Si él no ha retrasado su viaje, mi carta sólo le alcanzará en Europa; pero de todos modos le recomiendo encarecidamente a usted. El irá a hacer a usted una visita: válgale y preséntele. Si aún antes de su llegada ahí quiere usted darle a conocer, yo se lo agrade­ ceré”. La recomendación de Valera llegó tarde, porque Menéndez Pelayo había conocido al poeta antes de recibir la carta de Valera. El 21 de mayo comunicaba desde M adrid a Valera las primeras impre­ siones sobre el poeta, recogidas por Valera en su carta de 6 de junio: “Me alegro mucho — le dice— de que haya usted conocido y tratado a Pérez Bonalde y de que le haya parecido bien”3. Valera en carta de 8 de enero de 1886, desde W ashington, informa a Menéndez Pelayo: “ Pérez Bonalde va a publicar pronto en Nueva York el Cancionero de E. Heine traducido por él en verso castellano. Me ha leído muchas, casi todas las traducciones. Son muy fieles. Enviaré a usted un ejem plar cuando la edición esté a la venta” . O sea, que en este momento, califica con franco aplauso, la versión de Pérez Bonalde. Ignoraba Valera, sin duda, que Menéndez Pelayo había conocido muy a fondo la traducción de Heine; y lo que es más grave, tampoco sabía que Menéndez Pelayo había elogiado y orientado — como lo vamos a ver— los esfuerzos de Pérez Bonalde para perfeccionar su obra de traductor. Así, la carta de Menéndez Pelayo, que aparece como parte del prólogo al Cancionero en la edición de Nueva York, en 1885, lleva fecha de diciem bre de dicho año, data anterior a la carta de Valera, de 8 de enero, citada antes, lo que nos indica que las relaciones de Pérez Bonalde con el maestro de la crítica española habían prose­ guido independientemente de toda intervención de Valera. La sa­ piencia de Menéndez Pelayo a pesar de su juventud, tuvo probable­ mente mayor atractivo en el ánimo de Pérez Bonalde, que el renombre de Valera; y en el criterio de Menéndez Pelayo fio más que en el espaldarazo que podía haberle dado Valera . Esta preferencia produ­ cirá vivo resquemor en Valera, quien en flagrante contradicción con los elogios de su carta de 8 de enero, escribe poco después otra a Menéndez Pelayo (26 de marzo de 1886) con algunos conceptos agrios 46 47 y aun despectivos respecto a la traducción de Pérez Bonalde; carta, casi simultánea a la de Menéndez Pelayo a Valera, de 30 de marzo de 1886, llena de alabanzas por la versión de la obra de Heine. Estas dos cartas confirman que el trato de Pérez Bonalde con los dos críticos españoles, siguió vías distintas. En la segunda carta de Valera (23 de marzo de 1886) es visible el mal humor y cierta irritación por la obra “ bonaldina” que hacia poco había anunciado con alborozo y había ensalzado sin regateos. Aunque quisiera preservar la consideración personal hacia Pérez Bonalde, es demasiado avinagrado el juicio para que por debajo de las palabras no se vea discurrir una evidente indignación. Valera, hombre de 60 años, se veía reemplazado como consultor por Menéndez Pelayo que no había cumplido los 30. Dice: “ Anoche convidé a comer a un restaurant de aquí a un empleado (el que dirige lo español) de la casa de Appleton, a García, Director de Las Novedades y a nuestro am igo Pérez Bonalde, que poetiza en sus ratos de ocio y se gana la vida en casa de un semi-boticario y semi-perfumista en grande5, que hace píldoras y agua de olor y puede dar de sueldo al poeta cinco mil duros al año. Este acaudalado boticario ha costeado la edición el Cancionero de Heine, que como usted comprenderá dejando a un lado su gratitud por la dedicatoria, no puede venderse a fuerza de ser la traducción fiel, al menos de lo exterior. “ Póngase usted en el caso de uno que ignore que hubo Heine en el mundo y que Heine metió ruido, y lea enseguida sin prevención los versos bonaldinos , y apenas tendrá usted paciencia para leerlos. “ Le parecerán la obra de un desmañado imitador de Bécquer, sin chiste, sin estilo poético y con rarezas y extravagancias tan tontas, que pensará usted que no tiene sano el juicio” . “ Claro está que esta condenación mía cae principalmente sobre las cancioncillas cortas, cuyo primor, si le hay en el original, estriba en cierto hechizo peculiar, idiomàtico, castizo, exclusivamente del alemán y que se esfuma y se evapora tanto más cuanto la traducción es más literal. En ciertas composiciones algo más extensas, en que hay descripción y narración, ya se entrevé en lo traducido al gran poeta, y aun la traducción misma es menos rastrera y prosaica; tiene a veces locución poética, como E l Crepúsculo de los dioses. Por lo demás, Pérez. Bonalde es excelente sujeto. Tiene buen gusto, estilo y entusiasmo, y si se pone a hacer un Cancionero de su cosecha, saca en la mitad del tiempo otro mil veces mejor y de más agradable lectura que el que de 48 I leíne ha traducido, sobre todo para el que no sepa que todas aquellas ñoñerías son de Heine. “ Hablamos mucho, de sobremesa, de usted y de toda nuestra moderna literatura; muy por encima, como en Portugal de nuestra importancia política y de nuestro público, que lee poco y compra menos” . En cambio, en la carta de Menéndez Pelayo a Valera, fechada en Madrid a 30 de marzo de 1886, sin conocer, es claro la de Valera del día 26, aparecen rotundos encomios a la obra de Pérez Bonalde: Supongo que a estas horas habrá visto usted ya el Buch der Leider de H . Heine, traducido por Pérez Bonalde fidelísimamente, según yo alcanzo, y a veces con primor de versificación y de estilo. Le he felicitado en una carta, que él pone entre los preliminares, al lado de un prólogo del am igo Fastenrath. El poeta valenciano Teodoro Lló­ rente acaba de publicar otra versión del mismo Cancionero, que también me parece apreciable, aunque no iguala, ni con mucho a la de Bonalde. Tal es, a lo menos, mi primera impresión. De todas maneras Heine va teniendo fortuna entre nosotros. Buena falta nos hace que se traduzcan fiel y directamente los poetas extranjeros, en medio de la penuria de buenos líricos originales que comienza a sentirse en España. Figúrese usted que este año (fuera del poema catalán de Verdaguer) no hemos visto otra cosa que las sandias y disparatadas aleluyas de Campoamor y una leyenda infantil de Núñez de Arce, que está mejor escrita, pero que, así y todo, vale harto poco” . N o pudo ser más explícito el pensamiento de Menéndez Pelayo. * * * Con los nuevos documentos que vamos a aducir podemos re­ construir más detalladamente la verdadera historia de las relaciones Pérez Bonalde y Menéndez Pelayo. En la biblioteca que en Santander lleva el ilustre nombre del sabio montañés se conserva el manuscrito hasta hoy inédito de una carta de Pérez Bonalde a Menéndez Pelayo totalmente autógrafa, que lleva fecha de 13 de agosto de 1885, datada en Nueva York, en la que evoca el trato recibido en Madrid por parte de Menéndez Pelayo, cuando fue a conversar con él sobre temas de literatura y en particular sobre la versión, en proceso, de las poesías de Heine7. La incluyo como anexo 1. El contenido de la carta de Pérez Bonalde es suficientemente ilustrativo y claro. La edición del Cancionero de Heine estaba ya 49 concluida y esperaba sólo la carta de introducción de Menéndez Pelayo, para que circulase en libro. Es la que lleva fecha de diciem bre de 1885 y se insertó en la prim era edición de la traducción de Pérez Bonalde. Es texto suficientem ente conocido, pero creo oportuno reproducirlo íntegram ente (Anexo 2) en el apéndice docum ental de este discurso8. Menéndez Pelayo celebra la traducción que le dedica Pérez Bonalde, y la llam a “el monumento más insigne que hasta ahora han dedicado las letras castellanas al últim o gran poeta que hemos alcan­ zado en nuestro siglo” . El elogio lo estim a justo, aunque se excusa de que pudiera parecer movido por el propio interés al estarle dedicada la obra. Enjuiciada la dificultad de la versión de Heine al castellano y afirm a ser la mejor que conoce9, hasta el punto de que “no es hipérbole decir que en muchas de las traducciones de usted vibra todavía el son del divino beso de amor que (según el mismo Heine) santificaba las canciones de nuestro Judáh Levi de Toledo” . Habla luego del trabajo laborioso de Pérez Bonalde “para con­ seguir que los versos castellanos retuvieran este mágico poder que los alemanes tienen” pues “ha sido forzoso volverlos una y otra vez al yunque” . Menéndez Pelayo confiesa: “ Y yo soy testigo de ellos’’, por lo que es fácil colegir que durante su estancia en M adrid, Pérez Bonalde habría sometido a la consideración del maestro las traducciones en proceso de elaboración, “retraducidas y vueltas a traducir por usted, descontento siempre de las primeras versiones que le parecían débiles, infieles y remotas del o rigin al” . Menéndez Pelayo exclama entusiasmado: “A sí se lucha y a sí se vence’’. Ensalza la fidelidad del traductor, en los versos, el metro, la rim a, las estrofas, “y hasta la colocación de los acentos” , sin que ellos perjudique “la vida y el sentimiento poético que conserva” . Aunque reconozca algún que otro tropiezo, o por lo menos cierta desigualdad en la valía de alguna de las poesías traducidas , “felicita a usted de todo corazón su am igo y servidor afectísimo: M . Menéndez Pelayo”. Esta carta revela altísim a consideración y respeto hacia el poeta Pérez Bonalde. Es más; resume toda ella verdadera y franca am istad, trabada en M adrid, durante los años 1884 y 1885, mientras el poeta caraqueño permaneció en España". Pérez Bonalde no dejó sin respuesta la carta de Menéndez Pelayo. Le escribió la expresiva comunicación fechada en Nueva York, a 31 de enero de 1886, tam bién conservada en su original en la 50 Heinrich Heine, a los Cincuenta Años. 51 biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, hasta hoy inédita, que doy como Anexo 3, de este trabajo. Es una perfecta expresión de gratitud que honra a nuestro poeta. * ## Es lástim a que Menéndez Pelayo no haya escrito sobre Pérez Bonalde el estudio correspondiente en su H istoria de la poesía hispanoa­ mericana. Con todos estos antecedentes cabe esperar que habría podido ser una gran interpretación del poeta. Quizás hubiera sido distin ta la suerte que en la crítica posterior hubiese alcanzado Pérez Bonalde en la literatura hispanoamericana, que no ha sido, ciertam ente, muy afortunada. Menéndez Pelayo le dedica sólo un recuerdo en la parte final del capítulo dedicado a “Venezuela”12, pues la obra incluía únicamente autores desaparecidos. Dice de Pérez Bonalde: . hoy no sé si pertenece al mundo de los vivos. Por eso me he abstenido de insertar en la A ntología versos suyos y de consagrarles el detenido estudio que por su valor intrínseco y su especial carácter reclam a” . Subraya, no obstante, que Pérez Bonalde “dio cuerpo y voz en su poesía elocuente y sincera al fervoroso anhelo del ideal y a la negación pesim ista, que alternativam ente invadía su alm a atorm entada y caliginosa. Y no sólo fue poeta original, sino profundamente versado en la lengua alemana; trasladó a nuestra lengua todo el B uch der L ieder de Enrique Heine, invirtiendo muchos años en dar a su traducción el mejor grado de exactitud posible, y llegando a remedar a veces el metro, la rim a, la disposición de las estrofas y hasta la colocación de los acentos” . Term ina su nota con un voto fervoroso: “mi amistad espera y desea que el triste rumor no se confirme, y que Pérez Bonalde pueda todavía leer su nombre en estas líneas, expresión fiel del aprecio en que siempre tuve su ingenio y su nativa bondad, deplorando su amarga filosofía” 13. El poeta había muerto. Queda para la historia de las letras nacionales la huella de la ilusión y gratitud de uno de sus más grandes poetas por el efectivo m agisterio del más grande polígrafo español de la época moderna, quien prestó calurosa atención y dio cordial am istad, como reconoci­ miento de su valía, a un vate caraqueño en la oportunidad de realizar una de las más importantes obras del parnaso venezolano. 52 NOTAS 1 Editado en M adrid, 1946, con una Introducción de M iguel A rtigas Ferrando y Pedro Sáinz R odríguez. Esta edición comprende las cartas cruzadas entre los dos escritores, desde 1877 hasta 1905. La edición anterior, de M adrid-Buenos A ires, 1930, alcanzaba solam ente las cartas hasta 1833. 2 V alera alude sin duda al tomo de Ritmos , publicado en N ueva York en 1880, cuando dice: “Vive Pérez Bonalde en N ueva Y ork, donde ha publicado un tomo de Poesías” . 3 No se m enciona que Pérez Bonalde se recibiese en este viaje de m iem bro correspondiente de la Academ ia Española. Sin em bargo, gracias a los informes de Don A ngel González P alencia, podemos afirm ar que Pérez Bonalde asistió a la Ju n ta de la A cadem ia, el 12 de junio de 1884. H abía sido elegido correspon­ diente en A m érica, el 17 de enero del m ism o año. 4 H ay, sin duda, otra consideración a tener en cuenta. Menéndez Pelayo le ofrecía una am istad más hum ana, menos b rillan te, pero llena de profunda y cordial comprensión por su obra. 6 Ilustre bautizo del objetivo patrom ínico de Pérez Bonalde. 7 De la carta de Pérez Bonalde a Menéndez Pelayo se conservan dos m anuscritos en la biblioteca Menéndez Pelayo, de Santander, con algunas curiosas diferen­ cias. Primero de fecha, pues una está datada a 12 de agosto y la segunda el d ía 13, escritas sobre diferentes hojas, pues la del d ía 12, está sobre papel ordinario de carta (1 7 .5 x 11.3 cm .) y la segunda sobre hojas de papel tim brado con el nombre de J . A. Pérez B onalde, de tamaño mayor (2 5 ,5 x 2 0.5 cm .), con caligrafía más cuidada, ambas de puño y letra del poeta. Presenta variantes de redacción que señalo en la reproducción ín tegra que doy como anexo a este discurso. Llamo texto A, la fechada a 13 de agosto; y texto B, la del día 12. Creo que ofrecen las diferencias algun a nota im portante a los investigadores de la personalidad del poeta. Indico las diferencias al pie del texto de la carta del 13 de agosto, con la anotación del texto B. El hecho de que ambas m isivas estén en la biblioteca de Menéndez Pelayo, nos induce a creer que ambas fueron rem itidas al destinatario. Acaso una por correo norm al; y la segunda con un mensajero excepcional, el poeta M iguel Sánchez Pesquera (185 1-1920), quien iba por estas fechas a España. Las copias de ambos documentos las debo a la exquisita generosidad de Ignacio A gu ilera, quien fue hasta hace un tiem po Director de la famosa biblioteca que en Santander lleva el nombre del polígrafo español. 8 El texto de la carta-prólogo se reprodujo en M enéndez Pelayo, Estudios y discursos de crítica histórica y litera ria , V ; 1942, Págs. 4 13-416. 9 Ha mencionado en su carta de 30 de marzo de 1886 la de Teodoro Llórente que "no ig u ala, ni con mucho, a la de Pérez B onalde” , mejor que la de Eulogio Florentino Sanz, dice en esta carta-prefacio. En 1883, había escrito Menéndez Pelayo un prólogo a la traducción de José J . Herrero en el cual se trata de H eine, pero silencia la labor del traductor. Es de interés la confesión que hace respecto al cambio de criterio en cuanto a H eine poeta lírico. (Ob. cit. págs. 4 0 7 -4 1 1 ). 10 “Sería lisonja in d ign a de usted y de m í (que somos espíritus sinceros y que tomamos con seriedad estas cosas d el arte) decir ni creer que siem pre lo haya conseguido usted, y 53 que su trabajo tan extenso y tan d ifícil, sea perfecto y acabado en todas sus partes” . 11 Estas fechas, y su actividad literaria, quizás obligarán a rectificar las afirm acio­ nes de ciertos trastornos en Pérez B onalde, a p artir de 1883, después de la m uerte de su h ija Flor. 12 H istoria de la poesía hispanoam ericana , M adrid, 1911, I, 4 1 5 -4 1 6 . La obra de M enéndez Pelayo fue publicada en 1893 a 1895, en 4 volúm enes, en M adrid. 13 Coinciden estas palabras de aprecio y am istad , con la ú ltim a m ención que figura en el Epistolario, (ob. c it.) en cartas de M enéndez Pelayo a V alera(2 7 de julio de 1893), refiriédose a un artículo sobre H eine: ‘‘Por cierto que el crítico no menciona la traducción de nuestro pobre am igo Bonalde, cuya m uerte supe el otro d ía ” . 54 HEINRICH HEINE El Cancionero — D A S B U C H D E R LIED ER — T R A D U C C IO N D IR E C T A DEL ALEM AN POR 16J. A. PEREZ B O N A LD E Individuo correspondiente DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA P recedid o d e un estudio sobre H einrich R ein e y de notas a cerca d e l tra d u ctor por ANDREJULIO AIBAR Sociedad de ediciones literarias y artísticas LIBRERIA PAUL OLLENDORFF 5o, CHAUSSEE D 'A N T IN , 5o PARIS 55 SONETOS A MI MADRE I Siempre he llevado la cabeza erguida, Siempre fu e m i carácter recio y bravo; Y aun fren te a fren te d el M onarca m ism o, Nunca mis fieros ojos se bajaron. M as, confesarlo debo, ¡O h, m adre m ía !: Si en tu presencia a n gelica l me hallo, M i soberbia altivez desaparece, Y hum ilde tiemblo a tu amoroso lado. ¿Es tu alm a, acaso, que en secreto impulso Me rinde. . . tu alm a noble que a lo alto El vuelo tiende, y lo penetra to d o ? . . . II Loco, una vez, abandoné tu lado, Y a l mundo me lancé, tras la divin a Ilusión d el Amor, que en mis ardientes Amantes sueños realizar quería. Busqué el Amor p or todos los cam inos; Lo m endigué con alm a adolorida De pu erta en p u erta ; y sólo obtuve, sólo, Frío en el corazón, y odios y risas. Seguí, segu í b u s c a n d o —y nunca, nunca Logré encontrarlo,— hasta que a l fin , un Volví a l hogar. . . S aliste a recibirme, Y ¡oh , sorpresa feliz , m adre q u erid a !. . . Vi en tus ojos brillar, eterno y puro, El santo am or con que soñado había. X n m eine Xiutter S . tfciitc, flc&ontc »(in We i h e v n . 1. Sd) bin’b gemotjnt, Den iiopf redjt t)od) 31t tragen, SOiciti © iitn ift and) ein bifjdfen ftnvr unb jnfje; S e u n je ib f t ber ftönig m ir in§ Sinttifj fdije, Sei) mürbe nidjt bie Singen xiieber[d)tagen, ®odi, Tiebe SRutter, offen mitt id)’S fugen. S i e iniid)tig and) mein ftotger ÜJiut fid) oläfje, S it beincr fclig fügen, trauten 9täf)C (Srgrcift ntief) oft ein benmtttotteS 3 .a 8cnS ft c§ bein (Seift, ber beimiid) ntid) bedin get, 3)ein t)oi)er ©eift, ber atied fiii)n burd)brutget, Unb btiücnb fid) ^um ©imm eM idjte fdjminget ? O n ätt ntid) (Srtnnerung, bag id) beriibet © o mand)e S ä t, bie bit ba§ .Tper^ betrübet, 2 )a§ fd/one ^ e rj, ba§ ntid) fo fetjr geliebct! 2. Sin tollen S a f m Ifatt’ id) bidj eiuft baiaffen, Sd) mottte gebn bie ganje S e i t gtt Snbc, Unb mottte felgt, ob id) bie Siebe fänbe, Um liebebou bie Siebe 31 t umfaffeit. ®ie Siebe fitdfte id) auf allen ©affen, SSor jeber Stiire ftredt’ id) attb bie ibanbe, Unb bettelte um g ’riuge Siebe§ penbe, — 2 )odj Iad)cnb gab 'm au m ir nur fattcS Raffen. Unb immer irrte id) nad) Siebe, immer Stad) Siebe, bod) bie Siebe fanb id) nimmer, Unb ielgte um nad) §au fe, tränt unb trübe. 3)od) ba bift btt entgegen m ir getommen, Unb ad)! mag ba in beinern Sing' gefdgnommen, 3)a§ mar bie füge, tanggefudite Siebe. 57 Com unicación de la Biblioteca de la Asociación C ultural H um boldt CONFERENCIAS grabadas en el archivo de la B iblioteca Bill, M ichéle y B ob van der: 9 meses a través de Sudam érica en una cam ioneta D e B ellard P ietri, E ugenio: A rchipiélago “Los M onjes” S chw artz, Paul: Los cantos de las aves. Sm oler: Georg Büchner, vida y obra. V elázquez, R am ón J . : Los alem anes en la economía andina de 1890. W einrich, H arald: El alem án a la luz de la lin g ü ístic a moderna. Schram m , Percy E rn st: 2 7 .1 0 .6 4 Der 2. W eltk rieg ais Forschungsproblem 2 3 .0 9 .6 5 H eger, K laus: ¿Qué puede enseñar la traducción autom ática a la lin g ü ístic a general? 5 .1 0 .6 6 Régim en jurídico de la fam ilia en Venezuela 6 . 0 2 .6 8 Thomas M ann, su vida y su época 5 .0 6 .7 3 A guilar N ., A ndrés: S turm , D ietrich : G rases, P ed ro : Archivo de la casa natal del Libertador R ivero, Carlos: 3 0 .1 0 .7 3 La selva tropical húm eda Lasser, T obías: 1 1 .1 2 .7 3 La población y los recursos naturales renovables 2 2 .0 1 .7 4 V ida en las islas 2 9 .0 1 .7 4 Fallas geológicas P an n ier, F ederico: 5 .0 2 .7 4 El didactrón 5 .0 3 .7 4 R ivero, Carlos: S ch ub ert, C arlos: De B ellard P ietri, E ugenio: Los grandes abismos de la G uayana B adell, M auricio P . : La revaluación del bolívar M achado, C arlos: 2 6 .0 3 .7 4 2 .0 4 .7 4 Control genético de los insectos 2 3 .0 4 .7 4 Franz Kafka 2 5 .0 4 .7 4 Terremotos en el área del Caribe 3 0 .0 4 .7 4 V areschi, L otte de: G rasses, José: 59 Liscano, Ju an : Líneas de penetración en la literatu ra venezolana B en dahan, D aniel: 7 .0 5 .7 4 Reinaldo Hahn 9 .0 7 .7 4 Lancini, R am ón: Serpientes venenosas de Venezuela 2 2 .1 0 .7 4 Significación de la faja petrolífica del Orinoco para el futuro de Venezuela 29. 10.74 L ecuna T o rre s, Juan: M uñoz E scalona, A ntonio: Ciencia y tecnología de las m acromoléculas P aulino A n d rew : 5 .1 1 .7 4 Uso actual y posibilidades futuras del petróleo y gas natural en Vene­ zuela Concierto didáctico sobre H indem ith 26. 11.74 18.02 .7 5 V areschi, L otte de: El subm arinism o en Venezuela 2 5 .0 2 .7 5 Thomas Mann Stevens, Ian: 1 6.06 .7 5 La tragedia moderna y Thomas Mann R odríguez del V illar, G onzalo: 1 9.06 .7 5 El hom bre antes del deterioro de la línea costera 2 8 .0 8 .7 5 O sborn, M ichael: M acsotay: Exploraciones geológicas y biológicas P im entel: ¿Es hereditaria la inteligen cia? Stolk, G loria: 4 .0 9 .7 5 20. 1 1.75 El Caribe en la literatura hispanoam ericana Silvino D íaz y V íctor Sánchez: 2 .1 2 .7 5 M úsica aragüeña (recital) Laffer, Luis: 4 .1 2 .7 5 M úsica aragüeña 4 .1 2 .7 5 K ayser, C h ristop h: (TV alem ana) El comisario y la chica que pidió colita 2 0 .0 1 .7 6 Exploración de las Islas de los Patos La vida de las serpientes Las serpientes venenosas de Venezuela 5 .0 2 .7 6 1 0 .0 2 .7 6 1 7 .0 2 .7 6 W aika 2 4 .0 2 .7 6 Von Rancho Grande M iguel Otero Silva, su obra Antonia Palacios, su vida y su obra 2 6 .0 2 .7 6 2 4 .0 3 .7 6 2 6 .0 3 .7 6 Los felinos de Venezuela 2 7 .0 4 .7 6 De B ellard P ietri, E ugenio: Lancini, R am ón : W aid m an n , K arl: V areschi, V olkm ar: T re b b a u , P ed ro : 60 Pollak-E ltz, A ngelina: El arte rupestre y los petroglifos de Venezuela B lanco, R am ón: 2 .0 4 .7 6 Ascención al Aconcagua 5 .0 5 .7 6 H um boldt, vida y obra 1 3 .0 5 .7 6 L ancini, R am ón: D e B ellard P ietri, Eugenio: Aspectos geográficos del Brasil M ontleárt, A lexander: Teatro (discusión) H ed tk am p , G ü n ter: Los problemas político-financieros de la R epública Federal de A lem a­ nia V areschi, V olkm ar: Indonesien .0 3 .7 7 3 .0 7 .7 8 3 1.10.78 .03.7-9 61 FERDINAND BELLERMANN Y LA CUEVA DEL GUACHARO POR: Dr. Franco Urbani P .1 Dr. Renate Loschner Hanna Freund y U rsula Pfluger3 Alejandro de H umboldt fue quien por prim era vez dio a conocer a través de sus m últiples escritos, las m aravillas escénicas y científicas de nuestra m áxim a cueva. Este mismo personaje motivó a muchos viajeros posteriores para recorrer las tierras tropicales de Suramérica , en particular deseaba que viniera algún pintor de la naturaleza, para plasmar gráficam ente aquellos paisajes que aún tenía presentes y sobre los cuales había escrito profusamente. Al enterarse H umboldt de los planes de viaje de Bellerm ann, y conociendo además su gran calidad como paisajista, no dudó en recomendarlo am pliam ente ante el Rey de Prusia, Federico G ui­ llermo IV, para lograr el financiamiento necesario. Ferdinand Bellermann (1814-1889) llega a La G uaira en julio de 1842 y en mayo de 1843 visita la Cueva del Guácharo en compañía de Karl Moritz y Nikolaus Funck, convirtiéndose así en pionero de la espeleología venezolana. Sobre la im portancia espeleológica de la obra de Bellermann ya nos ha hablado de Bellard (1978). Diversas vistas de la obra pictórica de Bellerm ann aparecen en el reciente libro B ellerm ann y el p a isa je venezolano 1842/1845 (Loschner, 1977), cuatro de las cuales son de motivos espeleo lógicos. En una época cuando la m ayoría de los pintores criollos se dedicaba a temas religiosos y retratos, Bellermann grabó para la posteridad el aspecto de nuestro país como nadie lo había hecho hasta entonces. Con toda razón A. Boulton lo califica como el mejor cronista grá fico del siglo X IX. 1 Sociedad Venezolana de E speleología, A partado 4 7 .3 3 4 , Caracas 1041 A. (autor de la Introducción). 2 Ibero-A m erikanisches In stitu t, Postfach 1 247, D -1 0 0 0 Berlín 30. (recopilación de las cartas de Bellerm ann). 3 A partado 4 7 .3 3 4 , Caracas 1041A (Traducción). 63 Bellermann estuvo en las inmediaciones de la Cueva del Guá­ charo por 14 días, pintando y explorando, además midió la cueva y trazó su planta. A nuestro conocimiento éste sería el prim er mapa de la Cueva del Guácharo, aunque lam entablem ente se desconoce su paradero, sólo se conoce de él por una carta que d irigiera a Max Jordan el 20 de septiembre de 1880. Como hasta la fecha es muy poco lo que se conoce de la visita de Bellermann a la Cueva del Guácharo, hemos creído conveniente, publicar por prim era vez las traducciones al español de siete cartas referentes a la adquisición de un cuadro de Bellermann por parte de la Galería Nacional de Berlín. Estas cartas fueron localizadas en el Archivo de dicha Galería en Berlín O riental y publicadas en alemán por Loschner (1976: 237-246). Con esta información se incrementa notablemente el conocimiento de la visita de Bellermann a la Cueva del Guácharo y sus posteriores obras sobre esta localidad. Bibliografía DE BELLARD PIETRI, E. 1978. “Los grandes exploradores ger­ manos de la naturaleza Venezolana y su contribución a la espeleo­ logía N acional” . B oletín de la A sociación C u ltu ral H umboldt, Cara­ cas, No. 13-14, pág. 59-73. LOSCHNER, Renate. 1976 L ateinam erikanische L andschafts darstellungen der M aler aus dem Umkreis von A lexander von H umboldt. D iss., Berlin. ------------------ 1977. B ellerm ann y el p a isa je Venezolano 1842/1845. B ellerm ann u n d d ie Venezolanische L andschaft 1842/1845. Edición Especial de la Asociación C ultural H um boldt, Caracas, 119 p. (Prólogo de A. Boulton). CORRESPONDENCIA N° 1 1879, Junio 23 Ferdinand Bellermann en Berlín a M ax Jordan en Berlín M uy estimado Sr. Director: Tengo el honor de comunicarle que he terminado una pintura y que tengo el deseo de que la misma sea adquirida para la G alería Nacional. Es por esto que me permito d irigirle la siguiente solicitud: que me 64 apoye con su recomendación en este asunto a fin de obtener un resultado favorable. El cuadro representa una selva suram ericana y tiene por tema el Viaje de Humboldt a la Cueva d el G uácharo. El cuadro, sin marco, mide 6 pies de largo por 4 pies y 9 pulgadas de alto. El precio del mismo es de 1.500 táleros. Acerca del tema del cuadro le informo lo siguiente: Alejandro de H umboldt salió el 12 de agosto del año 1800 de Caripe, con los monjes e indios de la m isión, por las selvas de la cordillera de Venezuela hacia la, a partir de aquel momento famosa, Cueva del Guácharo. El señor H um boldt, antes de m i partida hacia Suramérica, me hizo especial hincapié sobre este pintoresco paisaje y me describió su viaje desde Caripe hasta a llí en la forma en que lo represento en el cuadro. Cuarenta años después, en compañía del actual Director del Jardín Zoológico de Colonia, Dr. Nikolaus Funk, del ya fallecido Dr. Cari Moritz de Neu Haldensen, y del misionero español padre N icolás(*), pasamos por la misma ruta, la cual encontramos tan salvaje y dificul­ tosa como la había descrito H um boldt. 65 Los catorce días que pasé en la Cueva del Guácharo me dieron la oportunidad de realizar los estudios de las interioridades y caracterís­ ticas de tan pintoresco terreno. En la espera de no ocasionarle m olestias, espero con agrado su amable visita a fin de que observe el cuadro. Al enviarle m i más sincero agradecim iento, me suscribo de usted con toda estimación y afecto. Berlín, Junio 23 de 1879 Ferd. Bellerm ann, Profesor Anhaltstr. N °. 3 -III (*) N ikolaus, en el original N°. 2 1880, Marzo 24 Ferdinand Bellerm ann en Berlín a Max Jordán en Berlín M uy estimado señor Director: Durante la ú ltim a exposición tuvo usted la gran gentileza de intere­ sarse en el cuadro del Viaje de H umboldt a la C ueva d el G uácharo y recomendar a la comisión su adquisición para la G alería Nacional. Dicha compra no llegó a efectuarse en aquella oportunidad debido a que los fondos del presupuesto del año anterior no alcanzaron para ello. En la espera de que la situación haya mejorado, deseo por medio de la presente solicitarle hum ildem ente que recomiende nuevamente al Sr. M inistro la compra del cuadro, a saber, por el precio de 2 .5 0 0 marcos. De no disponer usted otra cosa, señor Director, el lunes 5 de abril llevaré el cuadro a las oficinas de la Galería Nacional. Al pedirle nuevamente me brinde su bondadoso interés en esta oportunidad, me suscribo de usted como siempre, Respetuosa y afectuosamente; Ferd. Bellerm ann, Profesor Anhaltstr. 3Berlín, Marzo 24 de 1880 66 N°. 3 1880, Abril 5 Ferdinand Bellermann en Berlin a Max Jordan en Berlin M uy estimado señor Director: Haciendo uso de su amable permiso, adjunto le envío mi gran cuadro de la selva “ Viaje de H umboldt a la Cueva d el G uácharo” Al recomendárselo para su amable cuido, y asegurarle mi agradeci­ miento, me suscribo como siempre con gran respeto. Ferd. Bellerm ann, Profesor Berlín, Abril 5 de 1880 N° 4 1880, Septiembre 20 Ferdinand Bellerm ann en Berlín a Max Jordan en Berlín Mu estimado Consejero y Director: En contestación a su estim able carta del 15 de este mes me permito enviar a usted a continuación una descripción de m i cuadro La Cueva del G uácharo. Se nos presenta en el cuadro la salvaje y fantástica selva con sus gigantescos árboles completamente rodeados y envueltos por floreci­ das lianas, con su riqueza en palmeras, cecropias, heléchos como árboles, precedidos de C alladium , Solanum, H eliconium . Alejandro H um boldt fue con su compañero Bonpland y los m isio­ neros de Caripe, con la ayuda de los indios chaim as, hasta el torrente que sale de la cueva. Los indios traen ramas de árboles para facilitar el paso. Hacia la derecha se abre la selva, se ve el muro de piedra y la entrada de la cueva, adornada con palmeras; algunos guácharos salen de la cueva; una ligera niebla envuelve los picos de las m ontañas. Todo esto, pienso, presenta una im agen vivida y característica de la situa­ ción, una im agen de lo selvático y de la forma como se viaja a través de ello. En la creencia de que facilitará un mayor interés y entendimiento por parte del público, le ruego, m uy estimado Director, intitular mi cuadro: Visita de A lejandro H umboldt a la Cueva d el G uácharo en la C ordillera de Venezuela, en el año i 799. En la esperanza de que la anterior descripción le sea suficiente, y para 67 expresarle mi eterno agradecim iento por las innum erables molestias que por mi causa se ha tomado, me suscribo respetuosa y afectuosa­ mente, Su, Ferd. Bellerm ann, Profesor Berlín, 20 de Septiembre de 1880 Para su uso especial me perm ito adjuntarle una descripción exacta de la Cueva del Guácharo. F.B. N°. 5 1880, Septiembre 20 Ferdinand Bellermann en Berlín a Max Jordán en Berlín Descripción de la Cueva del Guácharo: La Cueva del Guácharo está situada en las selvas, ricas en palmeras, de la Cordillera de la Costa de la Provincia de Cumaná, a 3-500 pies sobre el nivel del mar. Se trata de la mayor m aravilla natural de Venezuela y da pie a los habitantes para las más fabulosas leyendas. La entrada de la cueva tiene 80 pies de ancho y 70 pies de alto y con estas dimensiones penetra la montaña aproximadamente 400 pies. En c.' .a prim era parte de la cueva viven los pájaros guácharos (Steatornis caripensis) llamados así en su honor, los cuales hacen dentro de la cueva un ruido ensordecedor, y al salir de ella castañean con los picos tal como si se les diera rienda suelta a miles de castañuelas. La luz del día penetra hasta aproximadamente 750 pies. La formación estalactílica es rica, bella e imponente, y casi toda clara y espaciosa. Dos galerías más estrechas se adentran en la cueva y una galería lateral, de difícil acceso, presenta bellas formaciones estalactíticas. El río que sale de la segunda parte de la cueva proporciona al anterior un frescor m uy agradable. La extensión total de la cueva es de 2 .8 0 0 pies. Alejandro H um boldt visitó la cueva en el año 1799, posiblem ente a finales de Agosto, en compañía de los misioneros de Caripe y de los indios chaimas; gracias a él se conoció en Europa acerca de la existen­ cia de la cueva y de sus habitantes, los guácharos. La inmensa e inextinguible impresión se m antenía viva en el patriarca de la ciencia aún después de 40 años; tan así que Alejandro H um ­ boldt, al yo despedirme en el Jard ín Sans Souci de Postdam, en mayo 68 de 1842, me hizo notar lo extraordinario de esta m aravilla de la naturaleza, recomendándome que visitase la cueva. El 9 de agosto de 1843 llegué a la Cueva del Guácharo, viví en ella durante 14 días, hice los estudios para el cuadro que está en la Galería Nacional y dibujé un plano de la cueva. Berlín, 20 de Septiembre de 1880 Ferd. Bellerm ann, Profesor N° 6 1882, Mayo 15 Ferdinand Bellermann en Berlín a un destinatario desconocido en Berlín Muy estimado Consejero: Mi cuadro en la G alería N acional, La Cueva d el G uácharo ha entusias­ mado enormemente a una señora suram ericana, en forma tal, que la misma me ha pedido que le haga una copia. Es por esto que me permito solicitarle el favor de que la G alería me preste el cuadro por algún tiempo. El am able interés y buenos deseos que ha mostrado usted por mis aspiraciones artísticas me hacen esperar no estar p i­ diendo en vano y perm itirm e asegurarle que haré todo lo posible porque el tiempo que el cuadro vaya a estar fuera de la G alería no sea muy largo. A la espera de su respuesta, me suscribo como siem pre, su Ferd. Bellerm ann, Profesor Anhaltstr. 3 S .W . Berlín, Mayo 15 de 1882 N° 7 1882, Mayo 24 Escrito de un desconocido en Berlín a otro desconocido Berlín, Mayo 24 de 1882 Excelencia: El pintor Prof. Bellerm ann se ha dirigido personalemnte a esta Dirección con el fin de solicitar que se le preste su cuadro La Cueva d el 69 G u ácharo, propiedad de la G alería nacional, para hacer una copia del mismo, la cual le fue pedida recientem ente. En vista de que el mencionado artista posiblemente obtenga un beneficio por este con­ cepto, el cual debido a su edad posiblemente no podría obtener por medio de nuevos trabajos, y en vista de que vendió el cuadro a la G alería Nacional por un precio sum am ente bajo, pienso que su solicitud debe ser tomada en consideración (. . . ) solicita esta Direc­ ción, (. . . ) querer la aprobación para que al (. . . ) Bellerm ann se le preste el cuadro por un período no mayor de tres meses, previa presentación de un Seguro contra incendio. La realización de la copia en los salones de la G alería Nacional, sería m uy difícil, ya que los únicos salones para estos efectos, situados en el piso superior, queda­ rán inutilizados en los próximos meses motivado a trabajos de remo­ delación. d.d.F . 70 Palabras del Dr. Egon Conde de Westerholt durante la inaugu­ ración de los actos del 30° aniversario de la Asociación Cultural Humboldt. Permítanme hacer una aclaratoria sobre el concepto de la labor cultural de nuestra Asociación. Este concepto es muy sencillo: es el compromiso que ella adquiere en reciprocidad del nombre. Mas no, en reciprocidad a un memorable monumento que lleva el nombre de Humboldt, sino en reciprocidad de todos los aspec­ tos importantes de esta personalidad; es decir, en reciprocidad de un Alexander von Humboldt siempre actual, palpitante, siem­ pre joven, culto, socialmente comprometido, valiente, animoso y premeditador. Y yo desearía articular este concepto aún algo más preciso, como sigue: 1. Nuestra Asociación, en su labor cultural, se siente compro­ metida con el gran científico Humboldt, el conocedor y admirador de la naturaleza, el incansable intermediario de importantes conocimientos, de quien dice Simón Bolívar, que respetaba antes de conocerle y le quiso al encontrarlo en París y Roma. El Humboldt de quien dijo el exigente Goethe, 20 años mayor que él, que “ no se puede aprender de los libros en una semana tanto como lo que él puede explicar en una hora” ; también con el Humboldt que como naturalista se asombró sobre las riquezas de Venezuela y a su llegada a Cumaná en 1799 escribió: “ Como los locos hasta ahora corremos en rededor . . . Bonpland me aseguró que él perdería el sentido si estas maravillas no cesaban pronto” . Hacia este talentoso hombre de ciencia, tan com­ prometido y ligado a Venezuela, quisiéramos aplicar nuestra primera obligación. 2 . En nuestra labor, nos sentimos obligados hacia el atrevido humanista y demócrata Humboldt, quien para todos noso­ tros posee una actualidad ardiente, el que vivió el ideal de vencer prejuicios, el que participó con Jefferson en el “ Libe­ 71 ralismo de las Id eas” , el que sufrió las injusticias que sus contemporáneos encontraban naturales, el que se compro­ metió por la libertad de los campesinos en Europa Occiden­ tal, el que escribió al Libertador de los Tiempos ‘‘en que hacíamos votos por la independencia y libertad del Nuevo Continente” , el que — aunque por benevolencia especial del rey de España vino a Suramérica habló de la “ ley bárbara” en las colonias españolas y escribió lo siguiente: “ Es del mayor interés . . . ocuparse de los indígenas y sacarlos de su presente estado de barbarie, de abatimiento y de miseria” ; finalmente, hacia el Humboldt que el pueblo de Berlín desea ver cuando en la Revolución de 1848 se reúnen ante el palacio del Rey y el que después de los desafortunados días de esta revolución, a los 80 años, en­ cabezó el cotejo que lleva a la tumba a los caídos de la Aca­ demia de las Ciencias y mártires de la revolución. — Y, en tercer lugar, nos sentimos obligados y comprometidos con el Humboldt que trajo Europa a Suramérica y Suramérica a Europa; con el Humboldt que según las palabras de Simón Bolívar “ la América . . . con sus ojos la ha arrancado de la ignorancia y con su pluma la ha pintado tan bella como su pro­ pia naturaleza” ; con el Humboldt que supera el criterio “ eurocéntrico” de la cultura, con el que intempestivamente le da importancia y visión al desconocido continente de Suramérica, el que lo coloca según la naturaleza e historia con los mismos derechos al lado de Europa; cuyos relatos sobre Suramérica transformaron a todo París en agitación y entusiasmo; y el que con ellos no sólo asegura a los países suramericanos la deferen­ cia de Europa, sino que también instituye la base para todas las relaciones futuras científicas y culturales entre los continentes. Estos aspectos de Humboldt, mis damas y caballeros, los aspec­ tos del sabio, del humanista' y del intermediario entre los con­ tinentes, determinan tanto en el sentido histórico como en el actual, la labor cultural de nuestra Asociación, también si no podemos siempre realizar debido a razones financieras, organi­ zativas o técnicas, todos los deseos para ustedes y nosotros. Caracas: 25 de Mayo de 1979. 72 INFORME DE LA JUNTA DIRECTIVA sobre las actividades en el año 1978 RESUMEN Y CLASIFICACION de los 165 actos culturales con 55.842 concurrentes CARACAS INTERIOR 151 55.007 14 CONCIERTOS CONCURRENTES 13 1.440 2 — CONFERENCIAS CONCURRENTES 13 996 1 — EXPOSICIONES CONCURRENTES 6 27.000 3 — PELICULAS CONCURRENTES 47 películas (70 funciones) 18.261 6 películas (8 funciones) 835 ACTOS CULTURALES CONCURRENTES teatro CONCURRENTES 6 obras (80 funciones) 7.184 — 73 ENERO 19 7 8 CURSOS Del 9 al 14 de enero se iniciaron las inscripciones para el trimestre enero-marzo. Durante la semana de inscripciones el número de inscritos fue de 371 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a la cantidad de 455. Se abrieron 31 cursos de alemán, entre ellos uno intensivo y uno de conversación y 4 cursos de castellano, entre ellos uno de conversación. ACTOS CULTURALES a) C onferencias 2 4 .1 . b) Las películas previstas para esto dos días no llegaron, por lo tanto se proyectó la película “El cuchillo en la espalda”. Cinemateca Nacional 200 pers. T eatro 2 7 .1 . 74 Sede 250 pers. P elículas 19 -1. y 20. 1. c) Michéle van der Bijl; "Nueve meses a través de Sudamérica en una camioneta Volkswagen” (con diapositivas). La se­ ñora vari der Bijl es alumna de la ACH. "El Mono: Informe para una academia” de Franz Kafka. En colaboración con la Dirección de Cultura y el Departamento de Alemán de la UCV. Versión Sala de Conciertos UCV 450 pers. y dirección: Ugo Ulive, con una intro­ ducción de la Prof. Lotte de Vareschi. Varios El 13 de enero llegaron tres biblitecarias enviadas por el Instituto Goethe de Munich para revisar, catalogar y com­ pletar nuestra biblioteca. Las Sras. Elizabeth Macan, Gisela Meyer y Loise von Loew, quienes permanecieron en Cara­ cas hasta el día ,15 de marzo para luego seguir su gira por el Perú y Brasil. Para tal efecto se emplearon 5 ayudan­ tes más en la biblioteca, los cuales tra­ bajan medio tiempo. Interior Exposición de Richard LaPan, México. Exposición de Carvajal, Colombia. Cumaná Barquisimeto Varios 18.1. Reunión de Junta Directiva. 75 FEBRERO 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El número de inscritos alcanzó la cifra de 460. A fin de mes empezó el curso de literatura en alemán con la Prof. Lotte de Vareschi. ACTOS CULTURALES a) R ecitales y C onciertos 11.2. "Trío Juan Bautista Plaza”, integrado por Monique Duphil (piano), Francoise Delaval (violín) y Florian Ebersberg (cello), en ocasión del sesquicentenario, de la muerte de Franz Schubert. Teatro de Bolsillo 80 pers. 18.2. "Trío Juan Bautista Plaza”, en ocasión del sesquicentenario de la muerte de Franz Schubert. Teatro de Bolsillo 120 pers. 25. 2. "Trío Juan Bautista Plaza”, en ocasión del sesquicentenario de la muerte de Franz Schubert. Teatro de Bolsillo 160 pers. b) P elículas 17.2. y 18. 2. 76 "Lina Braake”, película que recibió el Premio de la República Federal de Alemania por el trabajo del director, Bern- Cinemateca Nacional 2.372 pers. hard Sinkel, y de la protagonista, Lina Carstens. En alemán con subtítulos en español. Dos funciones diarias: 6:30 y 9:00 p.m. 19-2. y 21. 2. "El embrutecimiento de Franz Blum”, bajo la dirección del Reinhard Hauff. El artista principal, Burkhard Driest, es autor del guión. En alemán con subtí­ tulos en español. Cinemateca Nacional 2.720 pers. 22. 2. "Una salida violenta”, bajo la dirección de Michael Verhoeven. En alemán con subtítulos en español. Cinemateca Nacional 750 pers. c) Teatro 9 •2. y 10.2. "Dos noches de teatro literario”, con Herbert Lederer, Viena, en alemán: "Meier Helmbrecht” de Wernher el Jar­ dinero, y "Playboy Nestroy”. En cola­ boración con el Colegio Humboldt. Colegio Humboldt 160 pers. M aracaibo No hubo informes. Interior Varios 8.2. Reunión Ordinaria de Junta Directiva. 24. 2. Reunión de Profesores. 25 .3 . "Lina Braake”. Col. Turén 35 pers. 77 MARZO 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El número de inscritos alcanzó la cifra de 460. ACTOS CULTURALES a) R ecitales y C onciertos 17. 3 . b) Oscar Ohlsen, laúd, interpretó música renacentista y barroca. Durante el reci­ tal hizo comentarios sobre la música y sus compositores. Sede 120 pers. C onferencias 28. 3 . 29. 3 . 30. 3 . Prof. Dr. Reiner Thoss; "La Protección ambiental” en colaboración con la Facuitad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. El Prof. Thoss disertó diariamente de 9 a 10:30 y hubo discusión de 11 a 12 p.m. Facultad de Arquitectura UCV 180 pers. 30. 3. Prof. Dr. Reiner Thoss; "Política de desarrollo regional” en colaboración con la Dirección de Extensión Universita­ ria y la Coordinación de la Carrera de Urbanismo de la Universidad Simón Bolívar. Universidad Simón Bolívar 20 pers. 78 c) Exposiciones 8.3. al 31. 3. "Josef Albers- Interaction of Color” en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo, Caracas. Museo de Arte Contemporáneo 8.000 pers. 31. 3. Inauguración de la exposición "Pintores del Romanticismo Alemán” en colabo­ ración con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. La exposición continuó en abril. Facultad de Arquitectura d) P elículas 3. 3 . "Una salida violenta”, bajo la dirección de Michael Verhoeven. En alemán con subtítulos en español. Sala de Con­ ciertos UCV 270 pers. 3-3. "El embrutecimiento de Franz Blum”, bajo la dirección de Reinhard Hauff. El artista principal, Burkhard Driest, es autor del guión. En alemán con subtí­ tulos en español. Sala de Con­ ciertos UCV 250 pers 4.3. "Lina Braake”, película que recibió el Premio de la República Federal de Ale­ mania por el trabajo del director, Bern­ hard Sinkel, y de la protagonista, Lina Carstens. En alemán con subtítulos en español. Sala de Con­ ciertos UCV 200 pers. 6.3. "Lina Braake”. Fac. Arquitec­ tura UCV 200 pers. 7.3. "El embrutecimiento de Franz Blum”. Fac. Arquitec­ tura UCV 300 pers, 8. 3 . "Una salida violenta”. Fac. Arquitec­ tura UCV 300 pers. 79 30. 3- "Querida mamá, estoy bien” (I Parte). Col. Humboldt 50 pers. 31. 3- "Querida mamá, estoy bien” (II Parte). Col. Humboldt 50 pers. M aracaibo 31. 3. Prof. Dr. Reiner Thoss; "La Protección ambiental”. Interior 15. 3. "El embrutecimiento de Franz Blum”, en colaboración con el Colegio de Abo­ gados del Estado Lara ( Cine Club Char­ les Chaplin). Col. Abogados 300 pers. 17. 3. "Una salida violenta”. Col. Abogados 100 pers. 17. 3. "Lina Braake”. Col. Abogados 100 pers. 80 ABRIL 19 7 8 CURSOS Del 3 al 8 de abril se realizaron las inscripciones para el trimestre abril-junio. El número de inscritos durante la semana de inscripciones alcanzó la cifra de 287 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a 400. Las clases empezaron el 10 de abril y se abrieron 28 cursos de alemán, entre ellos dos intensivos, 4 cursos de castellano y un curso de literatura, dirigido por la Prof. Lotte de Vareschi. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 4.4. b) Egbert Ennulat (Frankfurt), cémbalo, interpretó obras de Sweelinck, Bach y Rameau. Sede 60 pers. E xposiciones 31. 3. al 25. 4. "Pintores del Romanticismo Alemán”, en colaboración con la Extensión de Cultura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCY.. Facultad de Arquitectura 4.000 pers. 27. 4. Inauguración de la exposición "Gráfica Contemporánea en la República Fede­ ral de Alemania”, en colaboración con Museo de Arte Contemporáneo 81 el Museo de Arte Contemporáneo. La Exposición continuó en el mes de mayo. c) P elículas 25. 4. "Las cartas de amor abusadas”, versión cinematográfica de una novela de Gottfried Keller. En alemán con subtítulos en español y en colores. Funciones a las 6:30 y 9:00 p.m. Sede 100 pers. 27. 4. "Querida mamá, estoy bien”, película documental de Christian Ziewer que se dirige a un público de obreros y peque­ ños empleados. En alemán con subtítulos en español y en colores. Funciones a las 6:30 y 9:00 p.m. Sede 57 pers. 28 . 4. "Galápagos”, película documental sobre las islas volcánicas en el Océano Pací­ fico. En español y en colores. Funciones a las 6:30 y 9:00 p.m. Sede 92 pers. Varios 8.4. Reunión de Junta Directiva. 13. 4. Reunión de la Oficina. 28 . 4. Reunión de Profesores. 82 MAYO 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. El número de inscritos alcanzó la cifra de 412. ACTOS CULTURALES a) R ecitales y C onciertos 21. 5. b) Centro Venezolano Americano 120 pers. E xposiciones 21 A . al 11. 5. c) Nico Castel (tenor) y Nina de Iwanek (piano) interpretaron un recital de lieder, en ocasión del sesquicentenario de la muerte de Franz Schubert. En colaboración con el Centro Venezolano Americano. "Gráfica Contemporánea en la Repúca Federal de Alemania”, en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo. Museo de Arte Contemporáeno 3.000 pers. T eatro 20. 5 . Llegó el Sr. Alexander de Montleart, Director del Teatro Nacional de Mann­ heim, para montar con el Nuevo Gru­ po la obra "Las amargas lágrimas de Petra von Kant”. Teatro Alberto de Paz y Mateos 83 Maracaibo No hubo informes. Varios 11. 5. Reunión de Oficina. 17. 5. Reunión de Junta Direttiva. 26 . 5. Reunión de los dirigentes de los insti­ tutos culturales extranjeros en Caracas. 84 JUNIO 19 7 8 CURSOS Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. ACTOS CULTURALES a) R ecitales y C onciertos 10. 6. Jenny Abel (violín) y Roberto Szidon (piano) interpretaron obras de: B. Bar­ tók, R. Schumann y L. v. Beethoven. En colaboración con el Instituto Vene­ zolano-Francés. Teatro de Bolsillo 60 pers. 27. 6. Kammerorchester Tübinger Studenten (Orquesta de Cámara de Estudiantes de Tübingen) interpretaron obras de A. Vivaldi, J. S. Bach, P. Hindemith y W. A. Mozart, bajo la dirección de Helmut Calgéer. En colaboración con el Colegio Humboldt. ( Conciertos el 28 . 6 y 29 •6. en Valencia). Colegio Humboldt 300 pers. b) P elículas y D ocu m entales 28. 6. 29. 6. 30. 6. "Las amargas lágrimas de Petra von Kant”. "El cántaro roto” y 5 películas alemanas sobre teatro, con motivo de la IV Sesión Mundial del Teatro de Naciones (Eventos especiales). Cinemateca Nacional y UCV 4.100 pers. 85 Maracaibo No hubo informes. Varios 9 .6 . Reunión de Profesores. 14. 6. Reunión de Junta Directiva. 15.6. Reunión de Oficina. 86 JULIO 19 7 8 CURSOS Del 26 de junio al 1° de julio se realizaron las inscripciones para el trimestre julio-setiembre. El número de inscritos durante la semana de inscripciones alcanzó la cifra de 193 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a 267. Las clases empezaron el 3 de julio y se abrieron 22 cursos de alemán y 3 de castellano. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 28. 7. b) Abraham Abreu (cémbalo) y Aldo Abreu (flauta) interpretaron música re­ nacentista. 80 pers. C onferencias 3. 7. Alexander de Montleart, Director del Teatro Nacional de Mannheim, "Estruc­ tura y Desarrollo del teatro alemán des­ pués de 1945”. Sede 30 pers. 14.7. Profesor Paul "Decorado de la Escena”, con motivo de la IV Sesión Mundial del Teatro de Naciones. Anauco Hilton 400 pers. 17.7. Alexander de Montleart, "Contenido del Teatro alemán posterior a 1945”. Sede 35 pers. 87 c) E xposiciones 30 . 7 . d) Inauguración de la Exposición "Afiches de Cine en la República Federal de Ale­ mania”, con motivo de la presentación de la obra "Las amargas lágrimas de Petra von Kant”. En colaboración con la Cinemateca Nacional y la Galería de Arte Nacional. Teatro Alberto de Paz y Mateos 200 pers. "Arte Contemporáneo en la República Federal de Alemania”. Sala C adafe P elículas 1 3 .7 . "La Madre”. Anauco Hilton 45 pers. 1 4 .7 . "Per Gynt”. Anauco Hilton 40 pers. 1 5 .7 . "La tragedia optimista”. Anauco Hilton 40 pers. 1 6 .7 . "El príncipe de Homburg”. Anauco Hilton 40 pers. Todas las películas fueron introducidas por el Prof. Paul. M aracaibo No hubo informes. Varios 1 9 .7 . 88 Reunión de Junta Directiva. AGOSTO 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre julio-setiembre. El número de inscritos alcanzó la cifra de 281. ACTOS CULTURALES a) Exposiciones 3 0 .7 . al 1 3 .8 . b) "Afiches de Cine en la República Federal de Alemania”, con motivo de la presentación de la obra de teatro "Las amargas lágrimas de Petra von Kant”, de Rainer Werner Fassbinder. Teatro Alberto de Paz y Mateos 6.000 pers. Películas 1 .8 . "Los dioses de la peste”. Cinemateca N. 450 pers. 2 .8 . "El mercader de las cuatro estaciones” Cinemateca N. 450 pers. 3 .8 . 'Effi Briest”. Cinemateca N. 450 pers. c) Teatro 5 .8 . Estreno de la obra de teatro de Rainer Werner Fassbinder "Las amargas lágri­ mas de Petra von Kant”, bajo la direc­ ción del director alemán Alexander de Teatro Alberto de Paz y Mateos 280 pers. 89 Montleart y con la actuación del Nuevo Grupo. La obra se presentó de martes a domingo. Interior 9 -8 . Película "Effi Briest”, en colaboración con el Colegio de Abogados del Estado Lara. Cineclub Charles Chaplin 100 pers. 16.8. Película "Los dioses de la peste”. Cineclub Charles Chaplin 100 pers. 2 3 .8 . Película "El mercader de las 4 estacio­ nes”. Cineclub Charles Chaplin 100 pers. Exposición "Arte Contemporáneo en la República Federal de Alemania”. Maracaibo 90 SETIEMBRE 19 7 8 CURSOS El 16 de setiembre finalizaron los cursos correspondientes al trimestre julio-setiembre. Del 18 al 23 de setiembre se realizaron las inscripciones para el trimestre octubre-diciembre. El número de inscritos durante la semana de inscripciones alcanzó la cifra de 284. Las clases empezaron el 25 de setiembre y se abrieron 32 cursos de alemán, entre ellos 3 de conversación, y 4 cursos de castellano, entre ellos uno intensivo. ACTOS CULTURALES a) R eá ta les y C onciertos 14.9- El "Trío Reger’’, el más famoso de los tríos jóvenes alemanes de cuerda, ofreció un programa con obras de F. Schubert, A. Schoenberg y L. van Beethoven, en ocasión del sesquicentenario de la muer­ te de Franz Schubert. Sede 90 pers. 19.9- Duo "Bauer-Bung”, interpretó obras de L. van Beethoven, F. Schubert y C. M. von Weber para piano a cuatro manos, en ocasión del sesquicentenario de la muerte de Franz Schubert. Sede 90 pers. 91 b) Teatro 2 3 .9 . Finalizó la presentación de la obra tea­ tral "Las amargas lágrimas de Petra von Kant”, presentada por el Nuevo Grupo y dirigida por el director alemán Alexander de Montleart. Teatro Alberto de Paz y Mateos 5.500 pers. 2 5 .9 . Teatro de Pantomimas de Colonia, Ale­ mania, dirigido por Milán Sládek, en colaboración con el Colegio Humboldt. Colegio Humboldt 600 pers. 2 6 .9 - Teatro de Pantomimas de Colonia, Ale­ mania, dirigido por Milán Sládek, en colaboración con el Colegio Humboldt. Colegio Humboldt 600 pers. Varios 22.9- Reunión de Profesores. 27.9- Reunión de Junta Directiva. 28.9- Reunión de Oficina. 92 OCTUBRE 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre y hasta fin de mes la cifra de alumnos se elevó a 441. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 14 .10. b) "Música para vientos de W . A. Mozart”, interpretada por José Gay (clarinete), Claudio Bondy (oboe), Filiberto Núñez y Rubén Oscher (fagotes), Ramiro Ra­ mírez y Adolfo Sueiro (cornos). En colaboración con la Sociedad Pro Música de Cámara. Museo de Arte Colonial 80 pers. C onferencias 3 0 .1 0 . Prof. Dr. Guenter Hedtkamp: "Los problemas político-financieros de la República Federal de Alemania”, en alemán. En colaboración con la Cámara de Co­ mercio e Industria Venezolana Alemana. Sede 23 pers. 3 1 .1 0 . Prof. Dr. Guenter Hedtkamp: "Los problemas político-financieros de la República Federal de Alemania”, con traducción simultánea al castellano. En Banco Central de Venezuela 18 pers. 93 colaboración con el Banco Central de Venezuela. c) P elículas y D ocu m entales Antes de cada función en la sede de la Aso­ ciación se proyectó el más reciente noticiero sobre Alemania. 2 7 .1 0 . "La Fierecilla Domada”, película de ballet según la obra de W illiam Sha­ kespeare, bajo la dirección de John Cranko. Sede 105 pers. 2 9 .1 0 . "La Fierecilla Domada”, 2 funciones. Sala Cadafe 75 pers. Varios 18.10. Reunión de la Junta Directiva. 2 6 .1 0 . Reunión de Oficina. 6 .1 0 . Reunión de Profesores. (Reuniones de trabajo para el seminario). 10.10. Reunión de Profesores. 17.10. Reunión de Profesores. 20 .10 . Reunión de Profesores. 24 .10 . Reunión de Profesores. 27 .10 . Reunión de Profesores. 94 NOVIEMBRE 19 7 8 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre, El número de inscritos alcanzó la cifra de 441. Sí distribuyeron los primeros cursos por correspondencia. ACTOS CULTURALES i) R ecitales y C onciertos 18.11. b) Recital de cello y piano con Florian Ebersberg y Martín Irnaz. En colabora­ ción con la Sociedad Pro Música de Cámara. Interpretaron obras de L. v. Beethoven, R. Schumann, C. Cassadó, M. de Falla y F. Schubert. Museo de Arte Colonial 80 pers. Sem inarios y C onferencias 14 .11. al 16 .11 . Dr. Ing. Franz Wasselewsky, "Problemas de la purificación y conservación del agua en zonas industriales”. En cola­ boración con el Instituto de Geografía y de Desarrollo Regional. Instituto de Geografía y de Desarrollo Regional. Sala E de la Biblioteca UCV 40 pers. 95 c) E xposiciones 3 .1 1 . Carteles de Teatros Alemanes, en colaai boración con la Facultad de Arquitec11 .11. tura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. d) Facultad de Arq. y Urbanismo UCV 6.000 pers. P elículas y D ocum entales 3 1 .1 0 . 15 películas sobre Arte: "Restaurador al Pracher”, "Hans Scharoun”, "Kaethe 15.11. Kollwitz”, "Oscar Kokoschka pinta a Konrad Adenauer”, "Max Ernst”, "Dada y Neo-Dada”, "Estudiando Arte”, "Mo­ delando el futuro (50 años del Bau­ haus)”, "La Idea Bauhaus”, "Max Beck­ mann”, "Franz Marc”, "Emil Nolde”, "W illi Baumeister”, "Pinturas Expre­ sionistas alemanas”, "Paul Klee”. En colaboración con el Museo de Arte Con­ temporáneo. Museo de Arte Contemporáneo 950 pers. 18 .11. Películas de mujeres sobre mujeres (en al alemán con subtítulos en castellano). 2 2 .1 1 . Introducciones de Heiner Ross (Berlín) y Peran Erminy. En colaboración con el Foro Internacional del Joven Cine Berlín y la Cinemateca Nacional. Las películas proyectadas fueron: "Perso­ nalidad reducida de todas partes” de Heike Sanders, "Sé justa y no temas a nadie” de Jutta Brueckner, "Una mu­ chacha totalmente abandonada” de Jutta Brueckner, "Madame X - una domina­ dora absoluta” de Ulrike Ottinger y Tabea Blumenschein, "El segundo des­ pertar de Christa Klages” de Marga­ rethe von Trota, y ¿"Qué piensa Ud. de la muerte de W ilm a Montesi” de Hel­ mer von Luetzelburg?. Cinemateca Nacional 3.130 pers. 96 Varios 15.11 . Reunión de Junta Directiva. 7. 11. Reunión de Profesores. 10.11 . Reunión de Profesores. 14.11. Reunión de Profesores. 17.11. Reunión de Profesores. 16.11. Reunión de Oficina. 97 DICIEMBRE 1978 CURSOS Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre octubre-diciembre. ACTOS CULTURALES a) P elículas y D ocum entales 1.12. "Galápagos". Hospital Dr. José Gregorio Hernández 150 pers. 2. 12. "Galápagos”. Iglesia Adventista 345 pers. 9 . 12. Varios 8. 12. Fiesta Navideña de Fin de Año con repartición de Premios a los mejores alumnos de cada curso. A continuación se pasó a la biblioteca y a la terraza, donde hubo música y se sirvió un ape­ ritivo. 11. 12. al 15.12. Seminario de capacitación para profesores de alemán organizado por la Sra. Waltraud de la Rosa, Directora de 98 Cursos, con la participación de los Drs. Marlene y Dietrich Rail del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, ''CELE”, Universidad de México y el Sr. Ulrich Spaet del Instituto Goethe de Milán, Italia. En el seminario par­ ticiparon 12 profesores de la ACH, 1 profesor de la Universidad Simón Bo­ lívar, 4 profesores de la Universidad Central de Venezuela, 1 profesor del IVIC, 2 profesores del Colegio Llumboldt y un profesor del Instituto Pe­ dagógico de Maracay, entre otros. 99 MOVIMIENTO CARACAS MARACAIBO MERIDA 100 DE MIEMBROS Enero 1978 D iciem bre 1978 356 347 51 30 51 30 437 428 INFORME DE LA JUNTA DIRECTIVA sobre las actividades en el año 1979 RESUMEN Y CLASIFICACION de los 102 actos culturales con 100.337 concurrentes CARACAS INTERIOR 78 82.515 24 17.822 CONCIERTOS CONCURRENTES 23 5.710 5 622 CONFERENCIAS CONCURRENTES 12 1.395 EXPOSICIONES CONCURRENTES 10 56.310 2 14.800 PELICULAS CONCURRENTES 29 14.600 17 2.400 TEATRO CONCURRENTES 4 4.500 ACTOS CULTURALES CONCURRENTES 101 ENERO 1 9 7 9 CURSOS Del 8 al 13 de enero se iniciaron las inscripciones para el trimestre enero-marzo. Durante la semana de inscripciones el número de inscritos fue de 333 y hasta fin de mes esta cifra se elevó a la cantidad de 486. Se abrieron 35 cursos de alemán, entre ellos uno intensivo y uno de literatura y 5 cursos de castellano. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 27. 1. "Quinteto de Vientos” integrado por Monique Duphil (piano), Lido Guarnieri (oboe), José Gay (clarinete), Ramiro Ra­ mírez (corno) y Filiberto Núñez (fagot). En colaboración con la Sociedad Pro Música de Cámara. Interpretaron obras de W . A. Mozart y L. v. Beethoven. Varios 17.1. Reunión de Junta Directiva. 18.1. Reunión de Oficina. 102 Quinta Anauco Museo de Arte Colonial 80 pers. FEBRERO 19 7 9 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. El número de inscritos alcanzó la cifra de 501, cifra record en la Aso­ ciación. ACTOS CULTURALES a) C onciertos 22. 2 . b) Coro de la Universidad Simón Bolívar, bajo la dirección de Alberto Grau. En colaboración con la Universidad Simón Bolívar. Sede 120 pers. Exposiciones 6.2. Inauguración de la exposición “Caminos del Paraíso”, III Exposición Mundial de Fotografía (434 fotos de 86 países de 170 fotógrafos). En colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo. La exposición continúa en marzo. Sala Cadafe 18.2. al 25. 2. Exposición "Joyería de Fantasía” (21 vitrinas con ejemplos de joyas de fantasía alemana). En colaboración con la Cámara de Joyeros y Relojeros. Simul- Sede 610 pers. 103 táneamente se abrió la exposición "Mo­ da”, ejemplos de publicaciones de la moda en Alemania. Las exposiciones estuvieron abiertas al público diaria­ mente, inclusive sábados y domingos. Varios 21. 2. 104 Reunión de la Junta Directiva. MARZO 19 7 9 CURSOS Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre enero-marzo. Se iniciaron los preparativos para el trimestre abril-junio, cuyas inscripcio­ nes fueron del 2 al 7 de abril. Las clases comenzaron el 16 de abril. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 9-3. Juerg Luethy, pianista, interpretóobras de Haydn, Suter, Prokofiev y Schumann. Estas actuaciones sellevaron a cabo en colaboración con el Centro Suizo. Sede 80 pers. 16.3- Concierto Obras de Johannes Brahms, con Monique Duphil ( piano), Florian Ebersberg ( cello), José Gay ( clarinete). Este concierto se llevó a cabo en cola­ boración del IVIC, con motivo de sus 20 años. IVIC 60 pers. 17.3al 7. 4 . Ciclo Brahms, (4 conciertos). Museo de Arte Colonial 400 pers. b) C onferencias 1. 0. Prof. Volkmar Vareschi, disertó sobre "Indonesia - recuerdo y reflexión”. Sede 80 pers. 105 c) Películas 1.3. al 16.3- 106 Durante este lapso se proyectaron películas sobre Zoología, Etnología, Fisiología y Técnica. IVIC 460 pers. ABRIL 1979 CURSOS Del 2 al 7 de abril se realizaron las inscripciones para el trimestre abril-junio. El número de inscritos durante la semana normal de inscripciones alcanzó la cifra de 230 y hasta el fin del mes esta cifra se elevó a 380. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 5.4. y 7.4. La Orquesta Collegium Musicum y el Coro de Música Antigua, bajo la dirección del Prof. Dr. Emil Platen, interpretaron obras de J. S. Bach, An­ tonio Caldera, Georg Philip Telemann y Antonio Vivaldi. Estos conciertos se llevaron a cabo en colaboración con la Asociación Cultural Música Antigua y el Colegio Musicum de la Universidad de Bonn. Iglesia Santísima Trinidad 3.600 pers. 28 .4 . David Arden, piano, interpretó obras de J. S. Bach, J. Brahms, K. Stockhausen, N. Huber y M. Kagel. Museo de Arte Colonial 110 pers. b) C onferencias 3. 4 . Prof. Dr. José Navarro, de la Univer- Escuela de 107 4.4. sidad de Bremen, disertó en castellano, sobre "Significado y Actualidad de la Cultura Latino-Americana en Alemania”. Idiomas de la UCV 100 pers. Prof. Dr. José Navarro, disertó sobre "Capacitación de Profesores en la Uni­ versidad de Bremen”. Escuela de Idiomas de la UCV 120 pers. Maracaibo 6. 4 . al 22. 4. 108 III Exposición Mundial de la Fotografía “Caminos del Paraíso”, organizada por la revista STERN en colaboración con 367 museos de 5 I países y presentada en el Museo Municipal y el Concejo Municipal d el Distrito Maracaibo. Museo Municipal 8.000 pers. MAYO 19 7 9 CURSOS Continuaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. El número de inscritos alcanzó la cifra de 380. ACTOS CULTURALES a) 15.5. al 31. 5. Con motivo de celebrarse el "Año Internacional del Niño”, la Fundación del Niño, el Museo de Arte Contemporáneo y la Asociación Cul­ tural Humboldt, presentaron en el Museo de Arte Contemporáneo del Parque Central, la serie "Nuestros Niños”. Se llevaron a cabo las si­ guientes actividades: Exposiciones de imágenes de li­ bros para niños. Películas. Teatro de títeres. Conciertos. b) 25 .5 . Acto Conmemorativo de los 30 años de la Asociación Cultural Humboldt, en el Museo de Arte Contemporáneo. 10.000 niños 200 pers. 109 c) 27.5 . Con motivo de los 30 años de la Asociación Cultural Humboldt, se llevó a cabo un concierto de la Or­ questa Sinfónica de Venezuela, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, dirigido por Georg Schmohe, de Bilefeld-Alemania y el programa incluyó obras de W . A. Mozart, J. Brahms y N. Pa­ ganini. Varios 30. 5. 110 Reunión de Junta Directiva. 2.500 pers. JUNIO 19 7 9 CURSOS Finalizaron los cursos correspondientes al trimestre abril-junio. Se inicia­ ron los preparativos para el trimestre de julio-setiembre, cuyas inscrip­ ciones fueron del 2 al 7 de julio. Las clases comenzaron el 9 de julio. ACTOS CULTURALES a) C onciertos y R ecitales 2.6. 9.6. 16. 6. 19.6. Harriet Serr (piano). Interpretó obras de Ludwig van Beethoven. 110 pers. Florian Ebersberg (cello) y Martín Imaz (piano), interpretaron tres sonatas de Ludwig van Beethoven. 110 pers. Rubén González, concertino de la Symphonieorchester des N orddeutschen Rundfunk (violín) y Monique Duphil (piano), interpretaron obrasclásicas. 110 pers. Orquesta de Música Antigua, bajo la dirección de Alberto Grau, presentó un Concierto de Cámara con motivo del 30° Aniversario de la Asociación Cultu­ ral Humboldt, en la Iglesia de la Santí­ sima Trinidad en Prados del Este. 600 pers. 111 23. 6. 30. 6. Antonio Núñez, concertino de Ja Or­ questa Sinfónica de Basel (violín) y Mo­ nique Duphil (piano), interpretron varias obras clásicas. Programación en colabo­ ración con el Centro Suizo. 110 pers. Se llevó a cabo un concierto a cargo de León Spierer (violín) y Monique Du­ phil (piano), quienes interpretaron obras de Franz Schubert, Robert Schumann y Georges Enesco. Todos estos conciertos se llevaron a cabo en la Quinta Anauco (Museo de Arte Colonial-Caracas). b) P elículas y D ocum entales 16.6. "El Puente” - B. Wicki. 600 pers. 17.6. "La Pesa Falsa” - B. Wicki. 600 pers. 19.6. "El Milagro de Malaquías” - B. Wicki. 600 pers. 20. 6. "Aguirre la Ira de Dios” - W . Herzog. 680 pers. 21. 6. "También los Enanos comenzaron desde abajo” - W. Herzog. 680 pers. "Signos de Vida” - W. Herzog (con Foro). 680 pers. "El País del Silencio y de la Oscuridad” W . Herzog. 680 pers. 24. 6. "Alicia en las Ciudades” - W . Wenders. 680 pers. 26. 6. "El Miedo del Arquero ante un Penal” W. Wenders. 680 pers. 27. 6. "Movimiento Falso” - W . Wenders. 600 pers. 28. 6. "Miedo Comer Alma” - W. Fassbinder. 680 pers. 29. 6. "Effie Briest” - W . Fassbinder. 680 pers. 22. 6. 23. 6. 112 30. 6. "El Ambulante de las cuatro Estacio­ nes” - W . Fassbinder. 680 pers. Todas estas películas se proyectaron en colabora­ ción y en la sede de la Cinemateca Nacional. c ) T eatro 2. 6 . al 30. 6. 20. 6. al 22. 7. d) El Nuevo Grupo, bajo la dirección de Ugo Ulive, presentó la obra "Corazón Solitario”, bajo los auspicios de la Aso­ ciación Cultural Humboldt, en la Sala "Juana Sujo”. El Nuevo Grupo, en el Teatro Alberto de Paz y Mateos, bajo la dirección de Armando Gota, presenta la obra "El Señor Puntilla y su Chofer Matías”, bajo los auspicios de la Asociación Cultural Humboldt. Exposiciones 18.6. al 1. 7. Se llevó a cabo la exposición de "Libros Alemanes en Castellano”, presentada por la Biblioteca de la Asociación Cultural Humboldt, en la Biblioteca Nacional. 26. 6. Inauguración de la exposición "Arte Alemán en Venezuela”, en el Museo de Bellas Artes. Salas 1, 2 y 3. Se pro­ longó durante todo el mes de Julio. e) 1.000 pers. C onferencias 6.6. Dr. Volkmar Vareschi, expuso "Las Ex­ pediciones de Alejandro von Humboldt en Venezuela”, junto con la película de Martin Schliessler, en la sede de la Aso­ ciación Cultural Humboldt. 80 pers. 113 13.6. 20. 6. Dr. José Luis Salcedo-Bastardo, expone en la sede de la Asociación Cultural Humbold, su conferencia "Humboldt y Bolívar”. 50 pers. Dr. Günter Hartmann, invitado especial de Alemania, expuso "Theodor KochGrünberg”, simultáneamente con una película muda sobre las expediciones de este último en Venezuela, en 1911. Esta conferencia se efectuó en la Sala del Banco Central de Venezuela. 50 pers. Nota: Todos estos actos corresponden a la pro­ gramación especial, con motivo de los 30 años de la Asociación Cultural Humboldt. M aracaibo 10.-20. 22. Exposición "La Moda”, en el Teaetro Bellas Artes. 6.000 pers. Concierto, Ana Teng, pianista japonesa. 120 pers. Rueda de Prensa, en la sede de la Aso­ ciación Cultural Humboldt, con el di­ rector de cine alemán, señor Werner Herzog. 60 pers. Varios 23. 6. 114 JULIO 19 7 9 CURSOS Del 2 al 7 de julio, se realizaron las inscripciones para el trimestre julio-setiembre. El número de inscritos durante la semana de inscrip­ ciones alcanzó la cifra de sólo 150. Esta cifra se elevó a 222 y se abrieron 17 cursos de alemán. ACTOS CULTURALES a) T eatro 20. 6. al 22. 7. b) El Nuevo Grupo, en el Teatro Alberto de Paz y Mateos, bajo la dirección de Armando Gota, presentó la obra "El Señor Puntilla y su Chofer Matías”, bajo los auspicios de la Asociación Cultural Humboldt. 1.000 pers. E xposiciones 1. 7. al 5.8. "Arte Alemán en Venezuela”, exposición abierta al público en las Salas 1, 2 y 3 del Museo de Bellas Artes. Esta expo­ sición organizada mediante el esfuerzo conjunto de la Asociación Cultural Hum115 boldt y el Museo de Bellas Artes abarcó cinco siglos de las artes plásticas alema­ nas. ( Del Siglo XV al Siglo X X ). 23.000 pers. M aracaibo 12-16.7. 116 Semana del cine alemán en el Centro Venezolano-Alemán. 9 6 0 pers. AGOSTO / SETIEMBRE / OCTUBRE 19 7 9 CURSOS Del 24 al 29 de septiembre se realizaron las inscripciones para el trimestre octubre-diciembre. El número de inscritos alcanzó la cifra de 343. Las clases empezaron el 1° de octubre y se abrieron 24 cursos de alemán y 3 de castellano. ACTOS CULTURALES a) C onferencias 1.10. Arquitecto B. Ciecior, "Los Seguido­ res del Bauhaus”. 12.10. Profesor R. Werner, "Medicina Po­ pular”. 15-17.10. Serie del Prof. Hans Lechner sobre "Política Económica”. b) UCV Exposiciones 5.8. Conclusión de la Exposición "Arte Alemán en Venezuela”. Bellas Artes 23.000 pers. M aracaibo 20.8.-7.9. Exposición Griga-Gross, Museo Ar­ te Gráfico. 800 pers 117 1. -31.10. 10.10. Curso Dirección Orquestal, Instituto Zuliano de Cultura, por Christoph Stepp, Alemania. 12 pers. Concierto Orquesta "Humboldt”, Teatro Bellas Artes. 180 pers. Varios 14.8. Reunión de Junta Directiva, 19-9. Reunión de Junta Directiva, 25. 10. Reunión de Junta Directiva, 118 NOVIEMBRE / DICIEMBRE 19 7 9 ACTOS CULTURALES a) C onciertos 1, 8 y 15. 12. 29. 11. b) Ciclo Mozart, Trío Juan Bautista Plaza: Monique Duphil (piano), Françoise Delavai (violín), Florian Ebersberg (cello) y Harriet Serr (piano), Peter Hatch (vio­ la), José Gay (clarinete) y Filiberto Nti­ fi ez (fagot). Recital de Lieder, Gisela Hollender. ACH 60 pers. Cine 4.8.12. 11-16.12. c) IESA 320 pers. Retrospectiva Fritz Lang. ACH 120 pers. Semana del Joven Cine Alemán. Siete películas de los años 76-78. UCV 2.200 pers. C onferencias 29. 11. al 30. 11. Coloquio de Filosofía Contemporánea, Prof. Ernst Tugenhadt. En colaboración con la Sociedad Venezolana de Filosofía. IESA 65 pers. M aracaibo 20. 11. Concierto Cuarteto Contemporáneo, Pozo Viejo. 220 pers. 119 21. 11. 4-13- 12. Concierto Cuarteto Contemporáneo, Cabimas. 90 pers. Film festival de la Opera Alemana. 400 pers. Maraca y Film festival de la Opera Alemana. 720 pers. San Cristóbal Retrospectiva Murnau. 120 320 pers. MOVIMIENTO CARACAS MARACAIBO MERIDA DE MIEMBROS Enero 1979 Diciembre 1979 347 347 51 30 51 30 428 428 121 Lisia de Miembros MIEMBROS FUNDADORES OTORGANTES CONSTITUTIVA Baldó, Dr. José Ignacio t Jaffé, Dr. Rudolf f Arism endi, Dr. José Loreto t Atencio, Dr. Humberto Blohm, Sr. Ernesto f Blohm, Sr. Henrique Brillem bourg, Dr. Atibo Criollo Rivas, Dr. Ju lio f D íaz Sánchez, Sr. Ramón f D egwitz, Dr. G uillerm o t Gathmann, Sr. Hans t González Plaza, Dr. R afael t Guinand, Dr. Carlos t DEL ACTA H artung, Dr. Enrique Hernández Sozaya, Dr. Guillerm o f Hausz, Dr. Richard J. C. M árquez Reverón, Dr. Victorino M endoza, Sr. Juan Simón Ottolina, Dr. Carlos t Pardo, Dr. Isaac J. Reverón, Sr. Carlos Enrique t Röhl, Dr. Eduardo f Roldán, Dr. Leoncio Jaso Soulés Baldó, Dr. Raúl f W eiss, Dr. Franz T Z ingg, Sr. Gustav f MIEMBROS FUNDADORES Angulo Ortega, Dr. Alberto Anzola Carrillo, Dr. Antonio J. B all, Dr. R. R. t Barnola, Dr. José t Behrens, Sr. Alfredo A. Behrens, Sr. Carlos Federico t Behrens hijo, Sr. Carlos Berthold, Dr. Günther Blaschitz, Sr. Carlos t Bohnhorst, Sr. Erich t Bornhorst, Sra. Ju lia Cohn, Sr. Alfredo f Conde Jahn, Dr. Franz t Coronil, Dr. R. F. Cottón, Dr. Gustavo t Degwitz, Sr. Hermann f D om inici, Sra. Luisa de Dupouy, Sr. W alter Emden, Sra. H anni Essig, Sr. Hans Fleury Cuello, Dr. Eduardo t Fries, Sr. Frederic Gabaldón M árquez, Dr. J. 122 G arcía Alvarez, Dr. Julio + Gathmann, Sr. Adolfo Gómez, Dr. Bernardo t González Rincones, Dr. Pedro f Gunz, Dr. Joseph H artung, Dr. Manfred Hauck, Sr. Ludw ig t Hausz, Sr. Herbert t Hedderich, Dr. Enrique Helmholz, Sr. Heriberto Hermann, Srta. Luise Herrera Uslar, Sr. Reinaldo t Herz, Dr. Oscar J. Heuer Lares, Sr. W erner Indorf, Dr. H. Iturbe, Dr. Juan t Iturbe, Dr. Pedro Jaffé, Sr. Erwin Jaffé, Sr. Helmut Jaffé, Dr. W erner K noll, Sr. Phoebus Krogmann, Sr. Alfred Kutz, Sr. W illi f Landaeta Payares, Dr. Héctor + Layrisse, Dr. M iguel Lozano, Dr. Luis Machado Mendoza, Ing. Guillermo Machado M orales, Dr. G. Mendoza, Dr. Lorenzo A. t Montemayor, Sr. Roberto de t M üller-K arger, Dr. Edgar Núñez, Dr. Luis Teófilo O'Dally, Dr. J. A. Olbrich, Sr. Juan Paul, Dr. Günther Paz, Dr. Otto Peltzer, Dr. Ernesto t Pérez Carreño, Dr. M iguel t Pietri, Dr. Alejandro + Popken, Sr. Adolfo t Potenza, Dr. Leandro Raga, Dr. M iguel Ritter, Dr. Hugo Röhl, Sr. Juan Schubert, Sr. Carlos Stolk, Dr. Juan Francisco f Tovar, Dr. Guillermo Tovar Lange, Dr. M artin Tovar, hijo, Dr. Silvestre Vegas, Dr. M artin Vollm er, Sr. Alberto F. Vollm er, Sr. Alfredo t Vollmer, Sr. Federico t W ächter, Sr. Hans von W ilschek, Sr. M ax t W o lf, Sr. Federico Yepes Santa M aría, Sr. Andrés MIEMBROS DE LA ASOCIACION CULTURAL HU M BO LD T* HONORARIOS Baldó, Dr. José Ignacio t Blohm, Sr. Ernesto f Herz, Dr. Oscar J. Humboldt, Baron Bernhard von Jaffé, Prof. Dr. Rudolf t Olbrich, Sra. Dora de Schubert, Sr. Carlos Steinvorth, Sr. Guido W urth, Sr. Hans PROTECTORES (Entidades) Alvarenga, Dr. Antonio Bornhorst, Arq. Dirk Knoll, Sr. Phoebus Mendoza Fleury, Sr. Juan S. Tamayo Rivero, Sr. Eduardo Vollm er, Sr. Alberto Vollm er, Sra. Aenne B.E.C.C.A. Berger Caribe, C.A. Corporación Venezolana del Motor Ferrostaal de Venezuela, S.A. Ferrum, C.A. Fundación Venezolano-Alemana Colegio Humboldt Hoechst Rem edia, S.A. Litografía Tecnocolor, S.A. M aquinaria D iekm ann, S.A. Meyer-Prod. Terapéuticos, S.A. SACCO Sociedad Anónima de Crédito y Comercio Siemens Venezolana, S.A. Volkswagen Interamericana PROTECTORES SUSCRITORES Blohm, Sr. Jorge Gerbes Izaguirre, Sr. Alfredo Hoogesteyn, Sr. Jan f Agfa-Gevaert de Venezuela, S.A. Eolumbus Agencies, S.A. C.A. Cervecería Nacional V ITA LIC IO S * La p re s e n te lis t a g e n e ra l de m ie m b r o s c o rre s p o n d e ( Entidades) a s e p t ie m b r e de 1978. 123 Blohm, Sr. Henrique C.A. Tabacalera Nacional Boetticher v. Puttkam er, Sr. K. Comeca, S.A. Bornhorst, Sra. Ju lia t Covitur, S.A. Brando Paz, Arq. Carlos Dolberg & Cía., C.A. Brandt, Sr. Gerhard Exquisiteces Frisco, C.A. Braun, Dr. Peter Lufthansa Líneas Aéreas Alemanas Brecht, Sra. Katharina Merck-Cofasa, S.A. Rcmaca - Rodamientos y M aquinarias, Brenzel, Sr. M ax F. Brillem bourg, Dr. A tilio C.A. Brillem bourg, Dr. D ario T aller de Arquitectura BornhorstBrücker, Sr. J. Jorge Neuberger Brücker, Sr. Anton Tarzilandia, C.A. B runi-C elli, Dr. Blas Tele Norma, C.A. Bustamante, Sr. René Tovenca-Topflight de Venez., C.A. Víctor Hoffmann, S.R.L. Caballero, Srta. Isabel M. W aveca, C.A. Carrillo, Ing. Francisco Castillo, Prof. Luisa de SUSCRITORES Casdllos, Dr. Rafael Coll-Garcia, Ing. Alfredo Acarregui, Srta. M aría B. Coll-Garcia, Dr. Eduardo Altamirano, Dr. Mario Coll-Garcia, Sra. M aria Silva de Alvarez Chacín, Dr. Francisco Couret, Dr. Pierre Anzola Carrillo, Dr. Antonio Cramer Baldo, Sr. K arl D. A risteguieta Gramcko, Dr. Adolfo Craushaar, Sr. W o lff von Aue, Sra. A ngelika Dorendorf de Cruz Diaz, Srta. M aria Eugenia Aue, Sr. Eberhard Baasch, Lic. Annemarie Babó Reuss, Dr. Américo Bachmann, Sr. Carlos E. Baldó, Sra. Josefina A. de Baldó Casanova, Dr. Lucio f B all hijo, Dr. Ricardo Barnola, Dr. José t Baumgartner, Sr. W erner Becker Becker, Sr. Eric Behrens, Sr. Alfredo A. Berckenmeyer, Sr. Johann H. Berger, Dr. Carlos Berger, Dr. Hans Berner, Sr. Samuel Beyer Camp, Dr. Helmut K. Bez, Dr. Rolando Blaschitz. Ing. Bernardo Blohm, Dr. Alfredo Blohm, Sr. Christoph Blohm, Sra. Emily de Blohm, Sr. H enrik 124 De Armas M irabal, Dr. Julio De Bellard Pietri, Dr. Eugeino De Fina Torraca, Dr. M ario De Fries, Sr. Federico De la Rosa, Dr. George De la Rosa, Sra. Tam ara De la Vara, Sr. Enrique Delgado Bianco, Dr. Juan De Veer Englert, Sr .Alberto Diekm ann, Sr. Oluf Doebbel, Dr. Heinz Dominici, Sra. Luisa de Duque B., Dr. Juan Dürr, Sr. Federico Dupouy, Sr. W alter f Ebersberg, Sr. Florian Egana, Dr. M anuel R. Eickert, Arq. W o lfgan g Eisig, Dr. H elm ut R. Elschnig, Ing. Hanns-Dieter Espino, Sr. José Essig, Dr. Hans Estrada, Sr. Ernesto Fahnert, Sr. Heinrich Fahrenberg, Sr. Carlos F. f Fedak, Sr. M atías von Fehrenbacher, Sr. W alter Fischer, Sr. Günter Flegel, Sr. Helmut Franzius, Sr. Hans Heinrich Friedei, Sr. Uwe Fuhrmeister, Sr. K arl Friedrich Galeas V., Sra. M aria Gamboa, Dr. H elly A. Gathmann, Sr. Adolfo Gathmann, Sr. Hans N. f Girón, Sr. Fernando + Goetz, D ipl. Ing. Klaus Goetz, Dra. Inga Steinvorth de Goldschmidt, Sra. Ilse Jaffé de Gómez Sánchez, Dr. Germán J. González Eraso, Dr. Gustavo Gorkow, Prof. Horst Gottberg, Sr. César Grundmann, Sr. Christian Guerrero, Srta. Rosa Guinand Baldó, Dr. Carlos A. Gunz, Sr. Ernst H. H ägeli, Sra. Ursula Hahn, Sr. Hans Harms, Sr. W olfgang Hartkopf, Sr. Erich F. Hauck, Sr. Carlos Hausz, Dr. Richard J. C. Hedderich, Dr. H enrique Hereira, Sr. D aniel Hernández López, Prof. Rházes Hertz, Sr. Günther Herz, Dr. W erner Heuer Lares, Sr. W erner Heufer, Ing. Klaus F. H ille, Ing. Oskar E. Hoffmann, Sr. Hans H ollander, Sr. Alfredo H uizi A guiar, Sr. Luis F. Igler, Sra. Francisca T. de Indorf, Dr. H. Irving Jahn, Sr. Ricardo A. Isava E., Ing. Héctor Jaffé, Sr. Erwin Jaffé, Sr. Helm ut Jaffé, Dr. W erner Jahn M ontaubán, Dr. Eduardo Jahn Montauban, Ing. Leopoldo Jäschke, Sra. H elga Jencquel, Sr. Jacob Jencquel, Sr. Oscar H. Junghan, Sr. Alfred Junkers, Ing. Günter Jurewitz Grauss, Sr. Gerd Jüngers, Dr. Frank Kamnitzer, Sr. M iguel Kauffmann, Sr. Carlos Kistermann, Sr. Reinhard K laua, Arq. K arl Heinz K lein, Dr. M arvin Kloka, St. Hubert Kolbe Joesting, Sr. Hans W . Krichmar, Sr. Jaim e G. Krogmann, Sr. Alfredo Krueger, Sr. Axel Krueger, Sr. Ekkehard Lancini, Prof. Abdém R. Lefeld M artinez, Sr. Fritz Lehmann, Sr. Burkhard Lembcke, Sr. Carl H. Leo W iese, Sr. G. H. Lerbs, Sr. Erich Lobo Castellanos, Dr. Oscar López, Sra. L igia de Lozada, Sra. A licia de Lozano Gómez, Dr. Luis Lücken, Sra. M aria von M aedler-Kron, Sr. Joachim M aekelt, Dr. Alberto M aiweg, Sr. Federico Manns, Sr. Günter Marwege, Sr. Gottfried Matthies, Sr. Roland 125 M árquez-García, Dr. Abderkader M árquez-Reverón, Dr. Victorino M artinez Diez, Ing. Carlos Maury, Sr. Ernesto J. t M elich Orsini, Dr. José Mendoza, Sr. Eugenio t Mendoza Goiticoa, Sr. Lope f M esquida, Sra. M aria M eyer, Sr. Claus H. M eyer Gathmann, Sr. Klaus W Meyer, Sr. Karl Mezzetti, Prof. Christa M iranda Garcia, Sr. M anuel A. M oebel, Sr. Günter M oll, Sra. M yriam de M olnar, Dr. Erico G. M oller Bruhns, Sr. W erner Montes de Oca, Dr. Israel Morón, Dr. Guillermo Morón, Dr. Ju lio César Mosco, Sra. Elsa Blank M ueller, Sr. C. H. t M üller, Sra. Ilse de Muñoz Escalona, Dr. Antonio Neigert, Sr. Klaus Neuberger, Arq. Pedro Nitsch, Sr. Otto Norrmann, Sr. Fred Núñez, Dr. Luis Teófilo Núñez V illaverde, Sr. Eduardo Nutt, Sr. Heinrich Olbrich, Sr. Juan Pacheco Santana, Arq. Ricardo Palhazy, Dr. Albin Pardo, Dr. Isaac J. Patarca Montero, Sr. Roberto Petersen, Sr. Hans A. Pim entel, Dr. Enrique Pimentel V., Dr. Rafael Polanco, Dr. Jesús Ernesto Poliak, Dr. Georges Puell, D ipl. Ing. Heinz Raga, Dr. M iguel Rath, Sr. Hans Raw lins, Sr. Frank 126 Reinheim er, Dr. Hans Reinstrom, Sr. H inrich R. Remien, Sr. Juan Vicente Rengifo, Sr. Carlos Alberto Requena, Dr. Jaim e Richter, Ing. Hans J. R iehl, Sr. Alberto Riehl, Sr. Ernesto Ritter, Dr. Hugo Ritter Jim énez, Dr. José Robles P iquet, Dr. Eduardo Roch, Sr. Hubertus Roche, Dr. M arcel Rodríguez, Dr. César Rodríguez Azpúrua, Dr. Elias Rohmer, Sr. C arl Heinz Römer, Dr. M iguel Rommel, Srta. Ilse Rosenberg, Sr. Kai Rotter, Sr. Rodolfo Ruiz M adrid, Arq. José A. R yll, Sra. Blanka de Salvi Sifontes, Sr. Adolfo Sandner, Dr. Olaf Sandor, Dr. Tibor Santander, Dr. Rafael Scanzoni, Sr. Olaf von Schindler, Ing. Dieter J. Schindler, Ing. D ieter Joachim Schlee-Ternow, nig. George Schlieffen, Ingulf Graf von Schlüter, Srta. Gertrud Schmidt, Sra. Gertrud L. de Schmitz, Sr. Oscar Schneider, Dr. M iguel Schnell Behrens, Sr. Oscar Schnoegas, Sr. Edmundo Schroeder de Schulz, Sr. Peter F. Schubert, Dr. Carlos Schuckmann, Sr. Siegfried von Schumann, Sr. Franz Sengenberger, Sr. Norbert Siccardi K unkel, Sra. Eleonor de Simón, Sra. Gertrud Sthamer, Sr. Otto-Friedrich Stark, Ing. Roland Stein, Prof. Jürgen Sterling, Sr. Hugo L. Stöckling, Dr. Kurt Stumpf, Dr. W alter Sturm, Sr. D ietrich H. Suárez, Sr. Víctor M. Tattar, Sr. Alberto Ter Horst, Dipl. Ing. Otto Thomsen, Ing. Soenke T illich B., Sr. Georg Tillm anns, Sr. Klaus Peter Todtmann, Sr. Carsten Peter Todtmann, Sr. Richard Toth P., Dr. José Travieso, Dr. Carlos Trebbau M., Dr. Pedro Urbaneja, Dr. Luis Felipe Valentiner, Dr. Guillerm o Valentiner, Sr. Harald Valentiner, Sr. W illy Van Aarsen, Sra. Elizabeth Van Dam Van Beever, Dr. Luis Venegas-Fischbach, Dr. Horacio Vareschi, Prof. Dr. Volkm ar Vera Escobar, Dr. Jorge Vetter, Dr. Reiner W ächter, Sr. Federico Carlos von W ächter, Sr. Hans von W ächter, Sr. Kaspar von W agner, Dipl. Ing. W ilh elm f W agner-M anslau, Ing. Ulrich W ahlert, Sr. Ekhard von W alther-W eisbeck, Sr. U lrich W antzelius, Sr. Otto W erner, Sr. Peter W esemann W ., Sr. Kurt F. W . W esterholt, Dr. Egon Conde de W iedebach, Dr. Alexander W ielen , Sr. Hans-Dieter van der W ilschek, Sra. Edith de W im m er, Sr. Carolus W olf, Sr. Federico W olters, Sr. Georg W u lff, Sr. Eduardo Yepes Santa M aría, Sr. Andrés Zanders, Sra. Rosalba Gómez de Zittlosen, Sra. M argarita de CAPITULO MARACAIBO Albánez, Srta. M aritza Auvert, Sr. Enrique Barnard, Sr. John F. Belloso, Sr. M anuel Belloso, Sra. Mercedes Bermúdez de Beuringer, Sr. Enrique Leonardo Boos, Sr. Glenn Borjas Romero, Dr. Antonio Borjas Sánchez, Dr. José Antonio Briner, Sr. Hans Burger, Sra. Irmgard Gerber de Büsing, Sr. W illy Carvallo, Ing. Andrés D'Empaire, Sr. Oscar Fejervary, Sr. Zsolt von Frankowsky, Prof. M agda Freites, Srta. Genoveva González Chávez, Dra. Ana González, Sra. Ilona de Hernández D’Empaire, Dr. José Iturbe, Dr. Pedro Joanid, Ing. Pedro Klaebisch, Sra. Herma de Klaebisch, Sra. Irmgard Krohn, Sra. Use K ugler, Prof. Sai a Iindner, Sr. Paul López, Dr. Armando Lübbers, Sr. Rudolf Lutz, Ing. Karl M ager, Ing. Carlos M arin S., Sr Rosendo M einhardt, Sr. Hugo O. M ejia Vargas, Dr. Humberto M eyer-Delius, Dr. Joachim Montes, Sr. H ugo A. Nogel, Sra. Carmen Pastor, Dr. Félix Reinhold, Srta. Bárbara Ruiz Méndez, Sr. José 127 Saab, Sr. David Shanz, Sr. Theodor Schmidt, Sra. Elinor de Stauffer, Ing. Julio Stuyt-Protat, Sr. John Graficolor, C. A. Teltzlaff, Dr. W erner f Tidow, Sr. Pastor Federico Torrealba, Sr. Simón Tueros, Lic. Nancy Tredunlo, Prof. José Valentine, Srta. M arilyn Veit, Sr. Zaids W o lf, Ing. Jürgen Zambrano, Ing. Lisbeth de Zivoglou, Sra. Juana de SUSCRITORES (Entidades) Club de Leones de Maracaibo Graficolor, C. A. CAPITOLO MERIDA Aguilar, Dr. M anuel Betancourt A., Sr. Leopoldo Briceño M., Ing. José Claverie R., Ing. Carlos D ávila Celis, Dr. Eloy Delgado, Dr. Héctor Diaz, Sr. Antonio M iguel Duque S., Srta. Belkis Eichler, Dr. Arturo Encinoza J., Dr. Oscar Estévez, Dr. Raúl Estrada, Sr. Joaquin Finol U., Ing. Hernán Gabaldón Parra, Dr. Augusto 128 G arcía L., Dr. José V. Goetze, Prof. Raimundo G uillén, Sra. M aría A. S. de Hartung, Dr. Manfred Hernández Zuleta, Dr. Rafael A. Hoeger P., Sr. Heinz D ieter Holmquist, Dr. Ricardo Inglessis, Dr. George Jellin ek, Dr. M ario R. E. Joschko, Rev. Padre Francisco Jürgenson, Sr. Osvaldo Kleisst, Dr. Ekkehard Koch, Dr. W alther López A guilar, Ing. Jesús M aria López-Palacios, Rev. Padre Santiago Lozada, Doña A licia de M arciales, Dr. M iguel M iliani, Arq. Marcos J. Moneada Reyes, Dr. Francisco Mora, Ing.. Juan José Ocariz, Dr. José Palausch, Dra. O ttilia Rada-Fangher, Dr. M em y G. Rodríguez, Prof. Héctor Rodríguez-Ortiz, Dr. Isidoro Romanovich, Dr. Jorge Romero G., Dr. Oswaldo Salazar G., Dr. Richard W . Salfelder, Dr. Karlhans Tablante Garrido, Sr. P. N. U subillaga, Ing. Alfredo N. Uzcátegui B., Dr. A. J. Vetencourt S., Dr. Servio V iloria Díaz, Ing. Rafael E. W icke, Sra. Ernes R. de W icke Raffler, D ipl. Ing. Achim W icke R affler, Sr. M iguel A D V ER T EN C IA E L B O L E T IN de la Asociación Cultural Humboldt no se hace solidario de las ideas que emitan los autores en sus artículos. No se devuelven originales. •7v* .v , 'A ' -y. *7v" Los artículos que aparezcan en el B O L E T IN de la A.C.H. pueden ser reproducidos siempre que se indique su proce­ dencia, y con la obligación de enviar a la Asociación Cultural Humboldt, Apartado 60.501 Chacao, Caracas 1060A Vene­ zuela, dos ejemplares de la publicación que los reproduzca. * * * E L B O L E T IN de la A .C.H . desea establecer el canje con publicaciones nacionales y extranjeras, que serían destinadas a la Biblioteca de la Asociación.